viernes, 29 de marzo de 2024

El pájaro azul, zarzuela preciosa, cumple 100 años, olvidada por todos... Casi

Elías Bernabé Pérez
4 marzo 2021
7.036
El pájaro azul, zarzuela preciosa, cumple 100 años, olvidada por todos... Casi

Estrenada en el Teatro Tívoli de Barcelona el 5 de marzo de 1921, la zarzuela El pájaro azul llega a su centenario sumida en el más profundo de los olvidos. Lo cual no ocurriría en este nuestro país, si se tratara de una ópera extranjera.

Con música de Rafael Millán y libreto de José López Monís (1) estos mismos autores la habían estrenado con gran éxito, tan solo cinco meses antes que El pájaro azul, en el mismo Tívoli barcelonés.

Y aquello de que “segundas partes nunca fueron buenas” no se hizo realidad esta vez, refrendando el 5 de marzo su éxito anterior.

Desde la fecha de su estreno, y en la práctica hasta ya bien adentrada la guerra entre españoles, se representó con frecuencia, mayormente en teatros barceloneses, siempre con gran aceptación del público.

Eran tiempos donde el cinema todavía no había sentado sus reales y la zarzuela seguía gozando de una gran aceptación. Gracias a las hemerotecas digitales de la prensa diaria, podemos conocer que el mismo día que en el Tívoli en sesión de noche se estrenó El pájaro azul, también hubo zarzuela en la de tarde, así como en otros tres teatros de la capital catalana, en sesiones de tarde y noche. (2).

Sin embargo, con el paso de los años se fue olvidando, como la mayoría de las zarzuelas y operetas compuestas por Rafael Millán, del que solo ha quedado en repertorio La dogaresa, y no con presencia muy asidua en las programaciones.

Las últimas representaciones de las que tenemos noticias son la fría producción de Coral Ilicitana, en el Gran Teatro de Elche, de diciembre de 2018, la antes citada de Algeciras de 2017, con una segunda representación en San Fernando, en 2018 (ambas con llenos absolutos) y una versión en concierto del Teatro de la Zarzuela de Madrid, de mayo de 2015, de la que se dieron dos sesiones. El Festival de Zarzuela de Canarias la programó en 2001, estando comercializada en DVD.

Por su parte, de El pájaro azul hay pocas noticias de que se haya representado en las últimas décadas.

En el Teatro de la Zarzuela de Madrid solo se ha programado en una ocasión, y hace ya 98 años,  diciembre de 1922, dentro de una temporada donde Rafael Millán asumió la tarea de empresario del coliseo madrileño.

En youtube.com hay una producción de diciembre de 1992, a cargo de aficionados, en el Cercle Católic de Sant Andreu de Barcelona, donde al año siguiente representaron La dogaresa. La imagen en ambos casos no es muy nítida, pero el sonido sí resulta aceptable.

Se recupera en Algeciras

Aun siendo del todo real que El pájaro azul está olvidada, y en ninguna parte se va a conmemorar el centenario de su estreno, para el 30 de mayo del año pasado estaba prevista su recuperación en Algeciras, ciudad natal del compositor Rafael Millán Picazo. Lo que hubiera supuesto toda una excepcionalidad. No fue posible debido al COVID19, pero sus promotores no desisten, y ahora se anuncia su puesta en escena para el 23 de octubre próximo. La constitución el año 2011 de la Asociación Musical La Bohemia, de Algeciras, ha sido fundamental para que esta obra, desconocida por la gran mayoría de zarzuelistas, pueda volver a un escenario. Esta agrupación lírica de aficionados hace patria chica con sus producciones, lo cual no cunde en otras latitudes, pues en 2017 ya puso en pie la zarzuela más representada del compositor algecireño, como es La dogaresa.

Y como gran novedad, pues las sopranos españolas no la suelen incluir en sus conciertos y recitales, la cantante búlgara Sonya Yoncheva (primera figura de los teatros de ópera más importantes. (Florencia, Arena de Verona, Munich y Nueva York serán sus paradas próximas, si no hay cancelaciones) interpretará la romanza de Lucinda La luz de la tarde se va”, en el concierto que ofrecerá el 29 de abril próximo, en el Teatro de la Zarzuela de Madrid.

Con tal motivo en el CEDOA  de la SGAE, se está trabajando en la edición de una nueva partitura general y de nuevos materiales orquestales de esta romanza, lo cual “permitirá que la soprano Sonya Yoncheva pueda interpretar este magnífico momento de El pájaro azul con las mejores condiciones artísticas en el concierto lírico que ofrecerá próximamente  en el Teatro de la Zarzuela de Madrid”. Información publicada en la página web de la SGAE, en su apartado “Está Pasando”, dentro de un artículo dedicado al centenario de esta zarzuela.

Romanza de Lucinda, del segundo acto. Montserrat Caballé

 

Puede decirse que la partitura de El pájaro azul brinda momentos de lucimiento para todos sus protagonistas principales. Barítono (Esteban), soprano (Lucinda) y tenor (Juan Alonso) disponen cada uno de su romanza. Lucinda protagoniza tres dúos, dos con Esteban y uno con Juan Alonso. Hay tres escenas concertantes, de amplio vuelo, donde intervienen además de los tres solistas principales el resto y el coro, y no faltan los números corales, ni el consabido dueto  cómico. Hablando claro, la parte musical de esta obra no tiene desperdicio.

En opinión de Frances Cortés i Mir  “Millán y López Monís acertaron con su intención, puesto que El pájaro azul sería, junto con La dogaresa, el título de mayor pervivencia en el repertorio.” Se refiere Cortés i Mir a entre todas las obras de estos mismos autores, para añadir sobre El pájaro azul “Por un lado destaca su originalidad en la concepción musical de los distintos números (…) (…) por otro contiene un buen número de piezas de valor, con un interesante y sugestivo perfil melódico. Algunos fragmentos de la obra alcanzaron una rápida popularidad, caso de el “Fado” de Esteban, que incluso fue adaptado como rollo de pianola.”

Asimismo, el crítico que destaca varios números cita el concertante del primer acto como “...uno de los mejores finales de acto de las zarzuelas que se aproximaron al modelo de la opereta.”

La musicóloga María Enzina Cortizo, en la misma publicación que Cortés i Mir incide en el tema:“El pájaro azul estrenada en 1921, también en el Tívoli, constituyó otro gran éxito (…) (…) La prensa de la época destacó “la belleza melódica y el instinto teatral del compositor”.” 

El mismo año de su estreno se registraron en grabación discográfica siete fragmentos, entre los cuales no se encuentran los de mayor profundidad musical. Como por ejemplo, el dúo del segundo acto de barítono y soprano, de una intensidad melódica y emotiva superior, o cualquiera de sus tres concertantes. Por consiguiente, en mi opinión, esta selección discográfica no hace justicia, ni es representativa de las verdaderas bellezas que encierra El pájaro azul. Es posible que la limitación de espacio de los antiguos discos de pizarra, que no permitían más allá de cuatro minutos por cara, fuese el motivo de que fragmentos de mucha mayor duración quedasen fuera, y que tan solo se incluyera alguno de ellos incompleto.

No fue hasta 1972 cuando Discos Columbia, por medio de su sello Alhambra, grabó la obra completa, en su parte musical, con un elenco de voces de relumbrón (digno de la obra que interpretaron), encabezado por Montserrat Caballé, Vicente Sardinero y Francisco Ortiz.

Aun cuando uno de los números que mayor popularidad alcanzaron desde la fecha de su estreno fue la romanza de barítono, pocas veces se ha podido escuchar en tiempos modernos, en conciertos y recitales. Fue interpretada por el joven barítono de Crevillente, Arturo Pastor, en un concierto en 2008, en reconocimiento a quien fue su maestro Vicente Sardinero, y el mismo cantante crevillentino la elevó a youtube, lo cual nos permite poder gozar de su excelente interpretación.

Romanza de Esteban, del primer acto. Fado. Vicente Sardinero.

 

La discográfica que en 1952 puso en marcha un proyecto gigantesco de grabaciones de zarzuela, con más de 90 títulos, parecía que entrados los años sesenta lo había paralizado. Sin embargo, a finales de esta década y principios de la siguiente, acometió una nueva edición de grabaciones, de más de 30 zarzuelas, con cantantes y directores españoles del momento, destacados en el terreno operístico internacional (3).

Esta nueva selección de grabaciones se editó con el libreto de cada obra acompañando al disco.

El pájaro azul también se benefició con el número 67, de la colección La zarzuela, editada por Zacosa entre 1979 y 1981, con 100 discos LP o cintas de cassette, y fascículo, que se distribuyó en quioscos y librerías, por entregas semanales.

El pájaro azul, aún siendo una obra desconocida, presentaba en su portada del disco la imagen de Montserrat Caballé, lo cual pudo suponer un atractivo para su venta, ya que por aquella época la diva catalana se hallaba en la cúspide de su carrera internacional.

Aunque me consta que la colección de Zacosa se vendió bastante bien, ello no quiere decir que El pájaro azul la hayan escuchado todos quienes la adquirieron. Creo no equivocarme al decir que, ni una mayoría. Yo mismo pude comprobar en tres domicilios distintos, años después de publicada la colección, que buena parte de los discos estaban sin estrenar. Es decir, envueltos en su papel de celofán. Y aquellos que estaban abiertos, y estrenados, correspondían a las zarzuelas del repertorio habitual (4). Puedo dar fe plena de ello, pues dos de esas colecciones las recogí íntegras, antes de que sus dueños las llevasen al contenedor de basuras. La otra colección es propiedad de una de esas personas que se autocalifica zarzuelista empedernido, y que, sin embargo, no ha querido ir más allá de la sota, caballo y rey.

El pájaro azul quedó fuera de otra colección  posterior, de Salvat Editores, de principios de los años 90,  con 65 grabaciones y fascículo, en el doble formato de disco LP y CD. Tres de estos discos bajo el título de Antología, recogieron fragmentos de muchas obras no incluidas en la colección. De El pájaro azul se incluyó solamente una breve marcha para coro masculino, intrascendente,  “A nuestra ronda hay que abrir...” que bajo ningún concepto es representativa de la calidad musical de la obra.

Dúo de Esteban y Lucinda, del segundo acto. Vicente Sardinero y Montserrat Caballé.

 

Una suerte, sin duda, para los verdaderos amantes de la lírica en general que El pájaro azul entrase en la segunda hornada de grabaciones del sello Alhambra, ya que nos ha permitido gozar de una obra, hasta 1972 desconocida, y que en realidad cuenta con muchos momentos culminantes, que además están resueltos con maestría por su cuadro de cantantes, coro, rondalla, orquesta y dirección.

Para mí particularmente, fue un descubrimiento más que agradable el escuchar por vez primera esta zarzuela. Ya desde su introducción orquestal y coro de pescadores, y de inmediato la romanza de barítono, el fado, predije que estaba ante una gran obra. De hecho, se encuentra entre las que mayor número de veces habré escuchado. Sobre todo desde la aparición del disco compacto.

Argumentalmente El pájaro azul se desarrolla en Portugal, alrededor de 1580, durante una de las invasiones de las tropas castellanas, encabezadas por el Duque de Alba, en uno de los intentos de la corona de Castilla, por conquistar el reino portugués. Lo cual se conseguirá.

Son sus protagonistas, por tanto, personajes del pueblo llano, que defienden su territorio ante los invasores del país vecino, así como un capitán de las tropas castellanas, que pretende los amores de la joven y bella Lucinda, a su vez enamorada de Esteban, joven cantor, firme puntal de la resistencia  lusa.

Este argumento, junto a los de La dogaresa (esposa del Duc de Venecia)  y El dictador (las tres obras de mayor éxito de Millán) nos demuestra que el compositor de Algeciras, al igual que Pablo Sorozábal, no estaba por la labor de poner música a zarzuelas de ambiente folklórico-rural español, que fueron la nota imperante, por aquellos años, y de las que mayor número han quedado en el repertorio habitual. La dogaresa se desarrolla en Venecia, El dictador en Rusia, durante la primera guerra mundial, y El pájaro azul en Portugal.

Buen amante del fado, Millán volvió a componer una última obra que se desarrolla en tierras portuguesas: La Severa, estrenada de nuevo en el Tívoli de Barcelona, el 23 de diciembre de 1925. Poco antes de sufrir la grave enfermedad mental que le apartó del piano (5). Alcanzó un éxito resonante, y en su presentación en Madrid, en abril de 1928 se le cambió el título, pasando a denominarse La Morería.

¿ Y por qué El pájaro azul?

Puede que alguien se pregunte la razón del título de esta zarzuela, considerando que la historia de amor central se desenvuelve rodeada de un ambiente bélico, de lucha y resistencia. La respuesta la encontramos en que Esteban, protagonista masculino principal, pasa el día cantando, libre, igual que los pájaros, y muchas veces con la intención de que sus poemas lleguen a oídos de su amada Lucinda. De ahí que en su romanza inicial diga: “Cual ruiseñor canta en libertad, su alegre son ella escuchará”.

Concertante final. Vicente Sardinero. Montserrat Caballé. Francisco Ortiz. Antonio Borrás y coro.

  

Resulta curioso que Rafael Millán, que inició su carrera lírica en Madrid, como la gran mayoría de autores, fuese durante el periodo que estrenó sus obras en Barcelona, donde mayores éxitos cosechó.

Cuando ya se estaba situando como uno de los más destacados compositores, a la par que distanciándose de los convencionalismos que imperaban en la zarzuela, (Sorozábal tardaría 10 años en llegar con su Katiuska) y los triunfos le sonrieron de forma consecutiva, en 1926 sufrió una parálisis que cortó de raíz su brillante trayectoria.

El director musical, y escritor, José Luis Temes, en su libro El Siglo de la Zarzuela viene a significar la originalidad de las obras de Millán “Por lo que sabemos de él, sus obras entroncan con la tradición y el costumbrismo, pero sin caer en un españolismo estereotipado, ni en la música castiza sin más, ni en un andalucismo de fácil éxito (él era andaluz de Algeciras, nacido en 1894). De hecho prefirió el calificativo de opereta para muchas de sus obras (…) (…) Pese a ser hoy Millán un compositor olvidado, Guillermo Fernández-Shaw dejó escrito en sus memorias que esta larguísima enfermedad “cortó en seco una de las más brillantes carreras de composición teatral que se han visto en los últimos tiempos en España”.

Para Francesc Cortés i Mir “Millán es uno de los autores que, junto a otros como Vives y Sorozábal, marcó un cambio de estilo en la zarzuela al revitalizar el antiguo género grande”.

Otra coincidencia de Millán con Sorozábal, la encontramos en haber sido los dos compositores, de la última gran época de la zarzuela, que dieron cabida en sus personajes a la voz de bajo, algo que la mayoría de los otros autores desdeñaron.

Marcos Redondo, uno de los grandes ídolos de la última época dorada de la zarzuela, refiere en sus memorias no entender por qué el público de Madrid no aceptaba de buen grado las zarzuelas de Rafael Millán, que tanto éxito tenían en Barcelona: “Al maestro Millán no le estrené nada. Fue Emilio Sagi Barba quien le estrenó en Barcelona La dogaresa y El pájaro azul, por cierto que con un éxito extraordinario. Sin embargo, es de todos los músicos de entonces del que estoy más contento y agradecido, sobre todo por las noches de triunfo que le debo en los teatros del Paralelo. ¿Por qué sus obras no gustaban en Madrid? Es algo que nunca se sabrá. Y esto es hasta el punto cierto, que en 1945, cuando me disponía a hacer la temporada en el teatro de Madrid, la empresa me puso una sola condición: retirar del repertorio La dogaresa. Me negué en redondo. O se incluía esta zarzuela o rescindía el contrato. Y la empresa tuvo que claudicar. Estrené la obra, y fue todo un éxito. Y a la tercera función se le hizo un sentido homenaje al autor. Todavía me parece recordarlo en un sillón de ruedas, porque estaba paralítico, llorando de emoción en el palco. La verdad es que todos hicimos cuanto sabíamos y más en aquella Dogaresa.”

Como bien dejó plasmado el barítono cordobés fue Emilio Sagi Barba, máxima figura del momento (Redondo estaba en los albores de su carrera, intentando abrirse camino en el mundo de la ópera) quien junto a su esposa Luisa Vela estrenaron ambas zarzuelas, que les fueron dedicadas por sus autores.

Dentro de la amplísima colección de romanzas de zarzuela y canciones que Marcos Redondo grabó en los años 20, 30 y 40 del siglo pasado, incluyó el fado de El pájaro azul, reeditado en 2002 en un álbum de cinco discos compactos, con un total de 100 interpretaciones del barítono cordobés.

Un hecho que dice bien a las claras la gratitud, expresada en sus memorias, de Marcos Redondo hacia el maestro Millán, es que eligió La dogaresa para su función de despedida oficial de los escenarios, el 6 de octubre de 1956 en Barcelona.

Romanza de La dogaresa. Marcos Redondo.

 

Epílogo

Pues a pesar de todo lo dicho, el centenario de El pájaro azul pasará sin pena ni gloria. Si hay algo de gloria es gracias a la recuperación antes comentada en Algeciras, y la interpretación de la romanza de Lucinda por Sonya Yoncheva, aunque no pueden considerarse como hechos programados por esta efemérides, tratándose de meras coincidencias que, bienvenidas sean.

Salvo el artículo publicado en la página web de la SGAE poco más, o quizá nada, se ha dicho o programado al respecto.

Y el olvido de las instituciones y medios que entienden de la lírica española, no puede achacarse  esta vez a la situación que atravesamos. En circunstancias normales hubiera ocurrido lo mismo. Llueve sobre mojado. El año pasado, sin ir más lejos, no se recordó en febrero, ni en su pueblo natal, el 150 aniversario del nacimiento del compositor Tomás Barrera, ni en teatro, medio de difusión o agrupación lírica alguna, los 125 años del estreno de La Dolores.

El olvido de El pájaro azul es tal, que desde el lunes 18 de octubre de 2010, que se emitió una selección de unos 20 minutos, en su programa ambulante, o deambulante “La zarzuela”, en Radio Clásica de RTVE, desconozco si habrá vuelto a sonar algo en la emisora pública estatal. Lo más probable es que sea no.

Y ahora, en este centenario, tampoco hay previsión de que se pueda escuchar algo, salvo la petición que quien esto firma ha realizado, para el programa de peticiones “Música a la carta”, y que confío se emita el mismo viernes día 5.

El programa La zarzuela de la emisora pública estatal, del pasado miércoles día 3, estuvo dedicado por completo al compositor Federico Moreno Torroba, por el 130 aniversario de su nacimiento. Por consiguiente el pájaro sigue enjaulado, como  Esteban, su protagonista portugués, encarcelado por el castellano invasor.

Ahora bien, si todo se desarrolla con normalidad, el 23 de octubre próximo volverá a volar y a cantar, gracias a los líricos de la Algeciras natal de Rafael Millán

Romanza de Esteban. Fado. Arturo Pastor. Grabación en directo.

   

Discografía y videografía.

1921

Grabación original en discos de pizarra, reeditada en CD por el sello Bluemoon.

Selección de siete fragmentos, los de menor duración y alguno más extenso recortado.

Emilio Sagi Barba, Luisa Vela, Pablo Gorjé, Amparo Saus, Federico Caballé y Ricardo Fuentes.

Orquesta sin especificar.

Rafael Millán, director.

1972

Sello Alhambra. Discográfica Columbia.

Vicente Sardinero, Montserrat Caballé, Francisco Ortiz, Antonio Borrás, José Manzaneda y Carme Decamp.

Maestro concertador Julián Perera.

Orfeó Graçienc. Director Antonio Pérez Simó.

Rondalla sin especificar.

Orquesta Sinfónica de Barcelona. Director Benito Lauret.

2013

Sello Ariola. Triple CD con El pájaro azul y La villana.

Con motivo del 80 aniversario de Montserrat Caballé el sello Sony reeditó en triple CD dos de las cuatro obras líricas españolas que la soprano catalana protagonizó para la casa Columbia entre 1972 y 1973.

Con dirección musical de Enrique García Asensio, el elenco de cantantes de La villana es idéntico al de El pájaro azul, salvo algún secundario.

1*

Rafael Millán Picazo nació en Algeciras el 24 de septiembre de 1894 y murió en Madrid el 8 de marzo de 1957.

Su corta trayectoria artístico-profesional estuvo ligada solo a la música, como violinista, director y compositor.

Antonio López Monís nació en Granada el 22 de agosto de 1875 y murió en Madrid el 23 de diciembre de 1947.

Abogado del estado, ejerció asimismo como periodista, poeta y autor teatral.

2*

Según la cartelera del diario La Vanguardia, durante los primeros días del mes de marzo de 1921, la programación zarzuelística en Barcelona fue la siguiente:

Teatro Victoria.

Una vieja. La canción del olvido y La dogaresa.

Teatro Bosque.

La Dolores. La cara de Dios y Serafín el pinturero.

Teatro Circol de Sans.

Las zarzuelas La cara del ministro y La niña de los besos y las operetas La viuda alegre y El vals de los pájaros.

Teatro Tívoli.

En sesión de tarde El maestro Campanone y Los cadetes de la reina.

En sesión de noche El pájaro azul.

3*

Montserrat Caballé, Angeles Gulín, Vicente Sardinero, Pedro Lavirgen, Plácido Domingo, Joan Pons, Francisco Ortiz, Antonio Blancas, Julián Molina, Rafael Fruhbeck de Burgos, Enrique García Asensio, Benito Lauret,y presencia esporádica de Pilar Lorengar, Teresa Berganza o Carlos Fagoaga, entre otros. Se repitieron algunos títulos del repertorio habitual, ya grabados en los años 50,  añadiendo otros inéditos, entre los que se encontraron El pájaro azul, La villana, La chulapona, Me llaman la presumida, Las hilanderas, El mal de amores, entre otros. Dentro de esta nueva colección se incluyeron algunas zarzuelas de Pablo Sorozábal, de quien en la tirada de los años cincuenta y sesenta la Columbia no grabó ninguna, ya que el compositor vasco dirigió las de su autoría con el sello Hispavox.

4*

El repertorio habitual, desde hace varias décadas, queda constreñido a unas 20 zarzuelas, más o menos, que son las que se suelen representar una y otra vez. Al respecto, recuerdo un caso muy ilustrativo de hará más de 20 años en Alicante capital. Durante la temporada de nueve meses de su Teatro Principal, tan solo se programó una zarzuela: Los gavilanes. En verano había un festival en el puerto, con diversidad de géneros. La zarzuela elegida aquel mismo año fue Los gavilanes.

El programador del festival era el mismo director artístico del teatro.

Zarzuelas de un acto:

La verbena de la Paloma, La revoltosa, La gran vía, Agua, azucarillos y aguardiente, El dúo de la africana, Gigantes y cabezudos, La dolorosa y Los claveles.

Zarzuelas de dos o tres actos:

Luisa Fernanda, Doña Francisquita, La tabernera del puerto, Los gavilanes, Marina, El huésped del sevillano, Katiuska, La del manojo de rosas, La rosa del azafrán, La parranda, La del soto del parral, El cantar del arriero y La canción del olvido.

Otras:

Muy de tarde en tarde se programa  y poco más.

Claro ejemplo lo encontramos en la Semana de la Zarzuela de La Solana, donde en sus 37 ediciones se ha representado Los gavilanes en 15 ocasiones, La Parranda 11, Luisa Fernanda y El huésped del sevillano 10, La tabernera del puerto y La corte de faraón 8, y La del manojo de rosas 7. La rosa del azafrán, en torno a la cual gira toda la programación de la semana, se representa cada año, en ocasiones por dos veces.

5*

Fueron autores de La Severa o La Morería Federico Romero y Guillermo Fernández-Shaw, lo cual auguraba un buen porcentaje de posibilidades de que el éxito sonreiría a la obra.

Según cita Fernández-Shaw en sus memorias, la enfermedad de Rafael Millán pudo haberse producido como consecuencia de un garrotazo que recibió en la cabeza, al término del estreno de La Severa: “De aquel estreno barcelonés hubo otras consecuencias: las relacionadas con la tiple Tana Lluró, que había tenido un buen éxito en la protagonista de la obra.

Tana, casada y excelente tiple, llevaba algún tiempo manteniendo ocultas relaciones con Millán (…) (…) Lo ocurrido fue que el marido de la tiple sorprendió a esta con Millán en su camerino, y dio un garrotazo al músico en la nuca, dejándole sin sentido (…).

(…) Cuando pasado el tiempo, fue acometido Rafael Millán por una terrible enfermedad parecida a la encefalitis letárgica, que le dejó inútil para el trabajo durante toda su vida, todos los amigos dimos por seguro que el origen de ello estaba en aquel garrotazo del marido de la Lluró.”

No obstante esta suposición, la encefalitis letárgica provocó una pandemia en Europa entre 1916 y 1927, que afectó a 1.000.000 de personas, con más de 500.000 muertes. Dentro de este periodo contrajo la enfermedad el maestro Millán, cuya recuperación veinte años después fue posible gracias a los avances clínicos de la neurología.

Bibliografía

Marcos Redondo un hombre que se va…

Editorial Planeta Barcelona. 1973.

Maria Enzina Cortizo i Francesc Cortés i Mir.

Diccionario de la Zarzuela España e Hispanoamérica. Tomo II.

Instituto Complutense de Ciencias Musicales.

Madrid.2003.

Emilio García Carretero.

Historia del Teatro de la Zarzuela

Fundación La Zarzuela Española. Madrid 2004 y 2006.

Consultados los tomos II -1913 a 1955- y III -1956 a 2006-.

Guillermo Fernández-Shaw Iturralde.

La aventura de la zarzuela (Memorias de un libretista)

Ediciones del Orto. Madrid. 2012.

José Luis Temes.

El Siglo de la Zarzuela 1850-1950

Ediciones Siruela. Madrid 2014.

sgae.es

EstaPasandoDetalleActualidad. 4 de marzo de 2020.

Diario La Vanguardia de Barcelona.

Hemeroteca.

Neurología.com

Encefalitis letárgica. La epidemia en los albores de la neurología.

Blogger de la Asociación Musical La Bohemia, de Algeciras.

Discografía:

Sello Columbia 1972.

Vicente Sardinero, Montserrat Caballé, Francisco Ortiz, Carme Decamp, Antonio Borrás y José Manzaneda.

Coro, rondalla y orquesta sin especificar.

Maestro concertador José Perera.

Director Benito Lauret.

1921

Grabación original en discos de pizarra, reeditada en CD por el sello bluemoon 1999.

Selección con 7 fragmentos.

Emilio Sagi Barba, Luisa Vela, Federico Caballé, Amparo Saus, Pablo Gorjé y Ricardo Fuentes.

Director Rafael Millán.

Elías Bernabé Pérez
Elías Bernabé Pérez
Acerca del autor

Mis recuerdos más remotos que me atrajeron a la zarzuela me trasladan a sesenta años atrás. Primero escuchando los fragmentos que sonaban con frecuencia en la radio. También gracias a las fantasías, preludios e intermedios que interpretaban las bandas de música en los conciertos de las fiestas de octubre de Petrer. El templete donde actuaban estaba justo ante la fachada de mi casa.

Lo que más me gustaba de la Semana Santa es que en la radio solo se emitía música clásica. El viernes y sábado santo las emisoras enmudecían.

Lo más intenso vino en la época dorada del tocadiscos. Lo compró mi abuelo materno en 1963. La primera zarzuela que entró en casa fue Doña Francisquita con Kraus y Olaria. Es una grabación incompleta, pero suficiente para que me la aprendiese de memoria. Mi abuelo estaba impedido y era yo quien la ponía todos los mediodías y noches durante dos semanas consecutivas. A los quince días compramos un segundo disco: La generala, de nuevo con Kraus y Olaria. Y ya fuimos alternando. Después vino Maruxa. Y yo con solo 13 años me entusiasmé con ella y también la aprendí. Sí, digo bien. ¡A mis 13 años ya me encantaba Maruxa!

Ahí comenzó todo y ya no he parado. Siempre como aficionado.

Como le dice un padre a su hijo al final del documental de TVE sobre zarzuela La romanza de Madrid, de 1988, “Te acompañarán toda tu vida, porque son inmortales”.

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