viernes, 29 de marzo de 2024

El Teatro de la Zarzuela recupera "Maruxa", tras 46 años ausente

Elías Bernabé Pérez
19 enero 2018
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El Teatro de la Zarzuela recupera "Maruxa", tras 46 años ausente

Otro acontecimiento de los que marcan época llega la semana próxima al Teatro de la Zarzuela de Madrid, casi 47 años después de haberse visto en su escenario por última vez en junio de 1971. Quienes quieran conocer una de las partituras más bellas de toda la lírica española, tienen ahora la oportunidad.

La que fue asignatura pendiente de Miguel Roa, 25 años director musical de este teatro, Maruxa, vuelve desde el jueves, próximo día 25 de enero, al coliseo de la Calle Jovellanos, donde se estrenó en noche gloriosa del jueves 28 de mayo de 1914. Estará en cartel hasta el domingo 11 de febrero próximo, siendo 14 las representaciones programadas. Los lunes y martes no hay función.

Cuentan las crónicas que Amadeo Vives, autor de la música, y Luis Pascual Frutos, del libreto, fueron sacados a hombros, como los toreros,  y llevados en volandas hasta el Café de Fornos (1*) en olor de multitudes,  portando antorchas sus enfervorizados seguidores. Serían las dos de la madrugada  y muchas de las personas  que todavía deambulaban por las calles, se unieron a la comitiva, participando de la celebración, aunque no habían estado en el teatro.  Es evidente que eran otros tiempos. La zarzuela se vivía con la misma pasión con la que ahora se vive el fútbol u otras manifestaciones deportivas, rockeras, sociales y televisivas.

El fervor que se vivió en el estreno de Maruxa, y a su finalización, eran propios de la época. Cuando se acercaba un estreno lírico la expectación era máxima. En este caso más todavía, pues eran las obras cortas las que mandaban dentro del mundo de la zarzuela, y que un autor con el prestigio de Vives se atreviese a componer una en dos actos bastante extensos, y para la que se precisaban cinco cantantes de nivel máximo, ya era  atractivo más que suficiente. Otro factor que elevó la expectación fue que el maestro catalán no había podido estrenar en La Zarzuela desde 1908 a causa del incendio que arrasó el teatro (2*). Además, hacía escasos meses que otra obra de  dimensiones amplias, Las golondrinas, de José María Usandizaga, había reverdecido las casi olvidadas noches apoteósicas de estrenos de zarzuela grande.

Y Vives no defraudó. Partiendo de que la historia que se cuenta en Maruxa es muy simple, casi infantil, su música no podía fallar, pues de lo contrario el fracaso sería absoluto. Pero las romanzas,  dúos, tercetos, cuartetos, escenas corales y orquestales que se van sucediendo sin pausa (lo que los entendidos llaman "sin solución de continuidad") ganaron desde el primer momento el favor del público, que llenaba a rebosar el Teatro de la Zarzuela. Hubo que repetir casi todos los números, y eso que en su mayoría son escenas largas, de las que solo se pueden extraer como romanzas, o arias al uso, tres fragmentos. Dos de ellos en el primer acto: "Mírate en el espejo", de Maruxa, y "Gon, golondrón", de Rufo, el bajo, y en lengua gallega la de barítono del segundo acto "Aquí en n'este sitio, sitio". Las aclamaciones fueron constantes.

Siendo Maruxa una ópera, sin discusión posible, Amadeo Vives prefería decir que era una zarzuela sin diálogos. Tampoco le pareció correcto llamarla opereta, quizá por su ambiente pastoril. Pero como no era una zarzuela propiamente dicha, la bautizó de forma  algo extraña:  Égloga lírica (3*).

A pesar de la amplitud de la partitura, el segundo acto quedaba algo corto. Por ello Vives la misma mañana del día del estreno madrugó, más que de costumbre, y le compuso un preludio (lo que suelen llamar intermedio, pero que no lo es). A las 11 un empleado de la Sociedad de Autores se presentó en su casa para recoger la partitura. Al menos 10 copistas a la vez, se encargaron de sacar las copias para toda la orquesta.  A las 6 de la tarde se ensayaba. Tiempo suficiente pues el estreno estaba anunciado para las 10 de la noche. Este es el número de Maruxa más conocido e interpretado.

El segundo acto tiene otra página orquestal, extraordinaria, que sí es un intermedio, o interludio. Se  interpreta durante una tormenta que interrumpe el baile y los cánticos de los campesinos, tras lo cual llega la escena final.

A la vista del éxito alcanzado, es poco entendible que esta obra haya estado tanto tiempo sin programarse, al menos en Madrid. Téngase en cuenta que, además de su presencia continuada tras el estreno en muchos teatros de toda España, el Castelar de Elda incluido, se representó cinco veces en el Teatro Real, en 1916.  Todo un récord en un teatro tan reticente a programar obras españolas y más aún cantadas en castellano, aunque entre 1909 y 1916 se abrió un poco la mano a nuestra música. Lo que raramente ocurre en la época actual. Se ha vuelto a las andadas. Al Liceo de Barcelona también llegó pronto.

Desde que acabó la guerra, en el Teatro de la Zarzuela solo se ha representado en mayo de 1940, en marzo de 1963 y en junio de 1971.  Puede que la endeblez y lo ingenuo de su argumento no ayuden en nada a ser repuesta con frecuencia mayor.  Al amor noble y sencillo de la pareja protagonista, Maruxa y Pablo, se interpone el interés carnal de la dueña del pazo donde trabajan ambos como pastores. La señorita Rosa pretende caprichosamente los placeres que le puede ofrecer el joven y apuesto pastor. Al mismo tiempo es su primo, el señorito Antonio, quien acaba de llegar al pazo con intenciones de conquistar a su prima, que acaba de recibir una herencia. Al ser despreciado por Rosa, intentará lograr el favor pasional de la bella pastora. Gracias a la intervención de Rufo, capataz de la finca, conocedor de las intenciones perversas de los señoritos, sus planes no lograrán el fin propuesto.

Pero el factor que ha propiciado el letargo tan grande de esta obra, quizá haya que buscarlo en su exigencia de precisar cinco voces solistas de garantías máximas.

En opinión de José Miguel Pérez Sierra, director musical de la producción que se verá en el Teatro de la Zarzuela, si Maruxa no se ha representado más a lo largo del último siglo es porque es extremadamente difícil de cantar. Según sus propias palabras, es una de las obras de teatro lírico español más importantes y más maravillosas (4*).

Tampoco ayuda a que sea más conocida la carencia de números que puedan estimarse populares. Tan solo el preludio del segundo y muy a la larga la romanza de bajo, se suelen interpretar en conciertos y recitales.

Llama la atención que a pesar de precisar de voces solventes, para el estreno se eligieran a dos sopranos casi desconocidas, Ofelia Nieto (5*) y Emilia Iglesias. La Nieto debutaba sobre las tablas, aún contando con sólo 14 años de edad ¡Un prodigio¡ La Iglesias apenas se había dado a conocer en el mundo lírico. Ambas gozaban de la confianza de los autores de la obra y del empresario del teatro, Arturo Serrano. Y las dos estuvieron a la altura exigida, en noche triunfal.

Según el diario El debate: "Ofelia Nieto cosechará muchos aplausos en la ópera a la que piensa dedicarse. Aunque anoche pisaba las tablas por vez primera, no hay zozobra ni cortedad que empañe voz como la suya, ni haga faltar escuela de canto como la que practica...". Por su parte, el diario La época dijo sobre Emilia Iglesias: "Tiene grandes condiciones de cantante; su arte y su voz la colocan en primera fila; fue aplaudida ruidosamente."

Los protagonistas masculinos gozaban todos ellos de un prestigio y las simpatías del público, labrado todo ello a través de sus respectivas carreras exitosas. Juan Corts (Juan Montón Corts) barítono, natural de Denia pudo haber sido una de las grandes figuras españolas del canto. Engreído en exceso, él mismo se fue cerrando puertas. Era hermano del legendario tenor Antonio Cortis, quien transformó su apellido materno para italianizarlo. Francisco Meana, bajo, director de escena, profesor de canto y compositor, y el tenor Rafael López completaron el cartel del estreno.

La dirección musical se encomendó a uno de los directores y compositores más relevantes del momento, el aragonés Pablo Luna (6*), lo cual ayudó en gran medida al resultado triunfal alcanzado.

Discografía importante

Aún siendo una obra poco popular, la importancia y categoría musical de Maruxa ha favorecido que disponga de un mayor número de versiones discográficas que muchas zarzuelas de las más conocidas. Cuatro se han registrado en la época del disco de vinilo de larga duración, y dos en los antiguos de pizarra, recuperados ambos en formato de CD. Ello dice mucho en favor de partitura tan excelsa, muy estimada por los directores musicales españoles.

Asimismo fue una de las obras elegidas en la serie de películas para el cine, en play back, producida por TVE, a finales de los años sesenta. Se rodó en escenarios naturales de Galicia, que es la tierra donde se desarrolla toda la acción. Su banda sonora se comercializó en disco LP, incompleta, así como la película en vídeo.

Esta versión en su aspecto musical es, en mi modesta opinión, la que menos expresa y transmite las múltiples emociones que encierra la belleza de su partitura.   

Por otra parte, la escasa presencia de Maruxa en los escenarios, tras finalizar la guerra española, no ha sido patrimonio exclusivo de Madrid.  En el Liceo de Barcelona se representó a finales de 1978, en dos funciones dirigidas por el eldense Gerardo Pérez Busquier. Una de ellas la emitió Televisión Española en 1982. Si se representó es más que nada por ser Amadeo Vives catalán. Y no tenemos noticias de que se haya vuelto a programar en el coliseo de las ramblas barcelonesas.

Las puestas en escena más recientes de Maruxa, que recordamos, nos llevan a 1995 en el Casal Católic de Sant Andréu de Barcelona. Al Teatro Villamarta de Jerez de la Frontera, en cuyo Otoño Lírico Jerezano se ofrecieron dos representaciones, los días 17 y 18 de septiembre de 1999. En ellas intervino Rodrigo Esteves, barítono que ahora estará en el elenco del Teatro de La Zarzuela. Ese mismo año se vio en el Teatro Campoamor de Oviedo, dentro del Festival de Teatro Lírico Español de Asturias.

La última aparición en un escenario de Maruxa, que sepamos, fue en 2001, en el Teatro Arriaga de Bilbao, a cargo de la Masa Coral el Ensanche bilbaína.

En Elda muy poco después del estreno

Lo hemos citado en otras ocasiones. Maruxa se vio por vez primera en Elda, y posiblemente última, escasos meses después de su estreno en Madrid. Fue en las fiestas de septiembre de 1914. Ello da una idea clara de la importancia que la zarzuela tenía para el público eldense y de que la propia ciudad era una plaza fuerte para el género. Además quienes llenaban el Teatro Castelar en cada representación sabían apreciar y diferenciar la calidad de las obras. De ahí que en el estreno de Maruxa el público saliera más que satisfecho, aún siendo una ópera que por su novedad resultaba desconocida para la gran mayoría, por no decir para todos.

Y digo que posiblemente fuese la única vez que se representó en Elda, aún no disponiendo de datos que lo documenten, por una vivencia personal mía, siendo niño.

Mi abuelo materno estuvo en la representación del Castelar de Elda de septiembre de 1914. Salió entusiasmado, como todos quienes abarrotaron el teatro, y nunca más tuvo ocasión de volver a presenciarla. Ello me hace deducir que si mi abuelo no la volvió a ver es porque tampoco se representó por aquí después de 1914. Junto a otros compañeros del orfeón de Petrer eran asiduos a las representaciones líricas y conciertos que se daban en el Castelar eldense, y por descontado a las del Teatro Cervantes petrerense, donde también las hubo.

No solo no la vio, tardó 45 años en volver a escucharla, a pesar de lo cual mantuvo  vivo el recuerdo de la única vez que la pudo presenciar. La disfrutó de nuevo gracias a la apertura de Radio Elda (7*), en 1959, donde se emitió en varias ocasiones, por lo general en horario nocturno, dada su larga duración.  La grabación en disco doble LP del año 1954, registrada por el sello Alhambra,  volvió a entusiasmarlo con música tan impactante. La televisión no había llegado todavía, y la radio era punto de encuentro de las familias. Esa misma versión discográfica se pudo escuchar casi a diario, ya en el tocadiscos de nuestra casa, adquirido en enero de 1963, a partir  del 19 de marzo, día del santo de mi abuelo. Mi madre le regaló el álbum doble. Y ahí es cuando yo me enteré, y ahora me ha vuelto a la memoria que su padre vio la obra 49 años antes y ya no tuvo oportunidad posterior. Y me enteré porque yo la acompañé a Establecimientos Domenech de Elda a comprarla, y mi madre se lo comentó a la dependienta. 

A partir de aquel 19 de marzo mi abuelo se resarció de todo el tiempo que estuvo anhelando poder gozar de partitura tan hermosa. Yo al mismo tiempo me la aprendí, convirtiéndola en una de mis obras líricas preferidas, por no decir la que más. Y me la aprendí porque mi abuelo estaba impedido y era yo su disc-jockey, cada vez que él me lo pedía. Un día sí y otro también, durante varias semanas. En ocasiones al mediodía y por la noche. Es la obra lírica que mayor número de veces, con diferencia, habré escuchado desde aquel lejano 1963. Y lo sigo haciendo. Puedo decir que he mantenido un idilio muy particular con esta Maruxa, desde que la conocí. Me ayudó a ello la excelencia de la voz y maestría en el canto del barítono Manuel Ausensi.  ¡Qué dicción, qué legato, qué elegancia! ¡Cuánto bien hizo este hombre (que lo suyo en escena era la ópera) por la zarzuela, con la serie tan amplia de títulos que grabó!  Aunque los entendidos en la materia den todo el mérito de la colección del sello Alhambra-Columbia al director Ataulfo Argenta, sin la presencia de Ausensi no hubiera sido lo mismo. 

Otro barcelonés, como Ausensi, Vicente Sardinero, dio empaque y saber transmitir las múltiples emociones que el papel de Pablo encierra, en una segunda versión discográfica editada por el mismo sello. Tampoco desmerece el argentino César Ponce de León, mientras que Luis Sagi Vela queda muy lejos de todos ellos, en una interpretación que, en mi modesta opinión, me atrevo a calificar de insulsa.

Tras 55 años, casi, de mi idilio particular con Maruxa creí que nunca la vería representada, y me considero muy afortunado por haber llegado a tiempo, si todo discurre en orden a lo previsto.

Debut de Selica Pérez Carpio

Hecho destacable en el estreno eldense de Maruxa fue el debut de la cantante valenciana Selica Pérez Carpio, todavía siendo niña. Después, con el paso del tiempo, se convirtió en una de las "Reinas de la zarzuela". Estaba a punto de cumplir 14 años, ¡y se conocía a la perfección la obra, aún cuando hacía tres meses y días que se había estrenado! ¡Otro prodigio! Una de las dos sopranos de la compañía que debía interpretar los papeles protagonistas de Maruxa y Rosa enfermó (no existen más datos al respecto) siendo la solución más inmediata, por no decir única, recurrir a la joven Selica, natural de Jarafuel (Valencia). Al fin y al cabo tenía la misma edad que quien la había estrenado en Madrid.

A pesar de su corta edad no se trataba de alguien que acabara de llegar al mundo de la música. Ya llevaba años de preparación, al pertenecer a una familia donde este bello arte era esencial en sus vidas. De otra manera difícilmente hubiese debutado de forma tan precipitada.

Tras su debut inesperado en Elda siguió con sus estudios musicales, siendo tres años después cuando inició su carrera como cantante, en Valencia capital, de la mano del compositor Vicente Lleó (La corte de faraón). Carrera exitosa pues formó parte de las compañías más importantes. Estrenó gran número de zarzuelas en los  años 20 y 30, y visitó los estudios de grabación con frecuencia. Gracias a la recuperación en CD por el sello BlueMoon de muchas grabaciones protagonizadas por los cantantes que las estrenaron, se pueden comprobar actualmente las excelentes condiciones de cantante de la Pérez Carpio. Incluso hay grabaciones donde encarna a las dos protagonistas femeninas. Como es el caso de una Luisa Fernanda, donde además interpreta la "Habanera del soldadito", popularizada en los años setenta por un grupo de música pop como la canción El soldadito. También está presente en algunas grabaciones de los años 50, en papeles secundarios, y en la película La verbena de la Paloma del año 1935, como la Señá Rita.

El nombre de Selica en la pila bautismal se lo dieron sus padres, por ser el de la protagonista de La africana, ópera del compositor alemán Giacomo Meyerbeer.

Un artículo previo al estreno

Dado que los protagonistas principales de la obra, Maruxa y Pablo, son pastores, "por exigencias del guion" se requiere la presencia de uno o más cabritillos en escena. De hecho, en la primera intervención de la pastora, cuando está esperando la llegada de Pablo,  lleva una oveja en brazos a la que canta: "¡ Si eres tú la del prado la oveja linda! (...) ¡Ovejita tan blanca como mis sueños! ¿No es verdad que me quieres como te quiero? Llama con tus balidos al guapo mozo (...) ¡Ovejita tan blanca como mis sueños... solamente tú sabes lo que le quiero!".

Y cuando Maruxa ha sido apartada de sus labores ganaderas, porque la señora se la lleva de doncella al pazo, para así alejarla de su pastor, y tener ella el camino libre, la oveja se extravía, y bien que lo lamenta la joven: "¡Ay! Por Dios señorita, perdí mi ovejita allá en el prado. (...) ¿Qué le digo a Pablo yo? ¡Porque la ovejita, que era tan blanquita, una mañanita me la regaló! (...)  ¡Ay! ¡Ay! ¡Señorita!... Diera mi vida por encontrar a mi oveja perdida."

Poco después Pablo la localiza por el prado, deambulando sin saber donde ir, la coge en sus brazos, cantándole uno de los pasajes líricos más bellos que se pueden encontrar dentro de la música española: "¡Linda! ¡Linda! Di, ¿qué haremos, los dos aquí tan solos. Linda, hermosa de mi corazón? ¡Hay! Maruxa mía, que eres mi alegría. ¡Tennos compasión!".

En el dúo final cuando se reencuentran los protagonistas, la ovejita participa de la escena amorosa: "Alma mía, por fín te vuelvo a ver, y en mí siento la vida renacer. Yo sin ti no vivía, y mi oveja decía: sin Maruxa vivir es padecer." La respuesta de la moza es inmediata, abrazando y besando a la oveja: "Linda, hermosa de mi corazón, Pablo mío, muero de emoción."

Es obvio que los medios escritos, únicos entonces, daban importancia máxima a todo cuanto se cocía en torno al mundo lírico y teatral.

Relacionado con el estreno de Maruxa hemos encontrado en la hemeroteca del Diario ABC, un artículo en plan jocoso, del cual nos ocupamos, dedicado por el escritor, dramaturgo y periodista Luis Gabaldón  a protagonista tan singular, como es la oveja, con una dosis de ironía cargada en extremo.

La reproducimos suprimiendo algún párrafo.

" EL CABRITILLO.- Burla, burlando.  Luis Gabaldón -    ABC viernes 8-5-1914.

La empresa de la zarzuela no lo ha dicho aún, pero nosotros adelantándonos (...) vamos a dar la noticia de que para el próximo estreno de Maruxa, la nueva ópera bucólica de Vives, ha sido contratado un cabritillo que viene precedido de muy buen nombre (...).

El animalito asiste a los ensayos con mucha más puntualidad que algunos artistas de la compañía, y bala su particella, escrita como para un tenor de medio carácter, con absoluta afinación.

El problema del alojamiento de este nuevo e inesperado compañero no ha sido cosa tan fácil, pues en ninguna casa de huéspedes querían admitirle y por fin ha sido necesario instalarle en el mismo teatro, junto al cuarto de las chicas del coro, que sienten por el joven cabrito una irresistible simpatía.

De su manutención confiada a tres o cuatro empleados de la casa -todos se han disputado ese honor- parece que no se halla tan satisfecho el animalito, y cuando no aciertan con su gusto se presenta en la contaduría y se pone a balar lastimeramente delante del contador, como si le pidiera un anticipo.

Para que el inteligente animal pierda la emoción del debut y se familiarice con los cantantes que han de acompañarle en el estreno de Maruxa, se le permite que ande con toda libertad por el escenario y por los cuartos de los artistas y que presencie la lectura de las obras y hasta que bale cuando una escena no es de su agrado, lo que suele hacer con un sentido crítico muy superior al de muchos directores artísticos (...).

El cabritillo se muestra encantado de su papel y del azúcar con que le obsequia el barítono para que le vaya conociendo, ya que con él ha de compartir muchas de las escenas de la ópera...".

Sería una broma lo que escribió Gabaldón, pero algunos días después del estreno la Asociación Española de Compositores organizó una cena en homenaje a Amadeo Vives. Asistieron más de 400 comensales, entre ellos el Ministro de Instrucción Pública, José Bergamín, así como representaciones de los ayuntamientos de Madrid y Barcelona.

Arturo Serrano, empresario del Teatro de la Zarzuela, se presentó en la cena con algunas de las ovejas que salían al escenario durante las representaciones de Maruxa. Y no lo hizo para que formasen parte del menú. También tenían derecho a estar allí.

¿Zarzuela u ópera?

Conforme se acerca el estreno encontramos en algunas publicaciones noticias referentes al mismo. En más de una fuente hemos leído que Maruxa se compuso inicialmente como zarzuela, siendo  transformada en ópera al año siguiente.

Puede que el hecho de que en 1916 se representara en el Teatro Real haya dado pie a esta teoría. La Historia y anecdotario del Teatro Real, de José Subirá, en su página 805 inserta un cuadro cronológico de las óperas españolas allí cantadas, donde dice que Marina, Maruxa y Bohemios fueron estrenadas como zarzuela en otros teatros. La otra fuente documental que da carta de veracidad a este dato la encontramos en el portal web wikipedia.org, donde se dice que en 1914 se estrenó como zarzuela y que el 1 de mayo de 1915, transformada en ópera, llegó al Teatro Real. Dato este que no aparece para nada en la obra de Subirá, donde la única cita existente sobre Maruxa es la del cuadro cronológico. Es de suponer que si se hubiera estrenado allí como ópera habría quedado documentado en la Historia y Anecdotario del Teatro Real. ¡Ni rastro de ello!

Todos los testimonios documentales consultados no dejan lugar a la duda de que es ópera desde sus orígenes, excepto el cuadro cronológico citado y la referencia de wikipedia, poco fiable (8*).

Veamos. En la referida columna del diario ABC, del día 5 de junio de 1914, firmada por Paco Gabaldón, el estreno esperado ya se anuncia como ópera: "... para el próximo estreno de Maruxa, la nueva ópera bucólica de Vives...". En el último párrafo de su columna lo vuelve a dejar claro: "...muchas de las escenas de la ópera".

Otras referencias anteriores y posteriores al estreno absoluto hablan de que por fín se abre el camino de la, por algunos, ansiada ópera nacional, buscada desde mediados del siglo anterior.

En la Historia del Teatro de la Zarzuela de Madrid, de Emilio García Carretero, nada se dice de que  en 1914 se estrenara como zarzuela, y al año siguiente convertida en ópera. No hallamos en ninguna de las otras publicaciones consultadas dato alguno que certifique la transformación de la obra ni que fuese una zarzuela en origen. Sí lo dice el director escénico de la producción próxima a estrenarse, Paco Azorín (Yecla 1974) en el número de enero de la revista especializada Ópera Actual: "...Cambiamos el contexto, pero no el espíritu, además de no tocar una sola nota, ya que se trata de la versión operística de la obra (1915), no de la zarzuela (1914), sin diálogos".

Hay que esperar a ver el libreto que edita el Teatro de la Zarzuela, que será rico en documentación, como es habitual en todas sus publicaciones, a ver qué se dice sobre esta disyuntiva que, en mi opinión modesta, no la considero tal, pues creo que los datos están más que claros.

Abundando en el tema, en el libreto editado por el propio teatro en 1998, con ocasión de representarse Doña Francisquita, y en la cronología de Amadeo Vives, firmada por Ramón Regidor Arribas, se dice: "1914 Estrena su más famosa ópera, Maruxa (28-V), égloga pastoril (...).  1915 El 1 de junio es representada Maruxa en el Teatro Real...". 

En esta nueva producción que se estrena el próximo día 25, no habrá ovejita, ni prados verdes, ni pazo, ni ambiente pastoril. La acción se traslada a la época actual, planteando un conflicto entre una clase dominante: los señoritos gallegos, y otra oprimida: los pastores, con los desastres ecológicos marinos sufridos en Galicia como metáfora, según avanzó a Ópera Actual el propio Paco Azorín.

Así que no habrá oveja Linda, aun cuando el animalito es el protagonista principal del cartel anunciador de la ópera, según se puede ver en la página web del propio teatro.

 

Estreno película de TVE. ABC 20-4-1969

En la misma hemeroteca del diario ABC encontramos una crónica, sin firma, del estreno de la producción cinematográfica para televisión del año 1969:

"Vivo aún el eco clamoroso de "El huésped del sevillano" TVE refuerza su triunfo con "Maruxa". Es impecable este esfuerzo en pro del género lírico a través de una serie ejemplar de selección, de adaptación, de direccción-realización y de interpretación.

Nunca hasta ahora tuvieron las zarzuelas su debida expresión plástica, musical e histriónica. Nunca hasta ahora tuvieron las zarzuelas su verdadera dimensión. Maruxa es una zarzuela grande, casi una ópera por su composición, desarrollo y facturas musicales, donde Vives  volcó su fabulosa inspiración apoyando el libro de Frutos, que Mas Guindal  adaptó para TVE  con evidente idoneidad.

Juan de Orduña, director realizador de la serie, ha dado ya pruebas suficientes de su capacidad, de su rigor, y sobre todo del conocimiento de la zarzuela como género y de sus posibilidades expresivas en TVE; pero si alguna duda hubiera, "Maruxa" la derribaría de un manotazo. El juego de cámaras, la selección de escenarios, la elección de encuadres y foco, la cadencia de las imágenes, la duración de las secuencias a "tempo" de la música y de la acción dramática; todo eso, en fin, que es preciso tener como director brilló en Maruxa de forma deslumbrante, convirtiéndose Orduña en el tercer hombre pilar del éxito...".

Con todo lo dicho por el articulista, alabando la adaptación para el cine de Mas Guindal, hay que dejar constancia de que la partitura sufre varios cortes,  y algunas partes cantadas las convierte en recitados con la música de fondo. Cortes poco entendibles, pues la película tiene una duración aproximada de 80 minutos, cuando lo normal en aquella época eran 90. Recuérdese que en los cines se proyectaban dos películas por sesión.

Dos repartos de altura

Como es habitual en el Teatro de la Zarzuela hay dos repartos alternativos, de calidad contrastada. No cabe considerarlo aquí como un primero y un segundo, como sí ocurre en muchos teatros de ópera.

Junto a cantantes con trayectorias artísticas bien consolidadas hay otros que están pidiendo paso. De entre todos ellos nos congratula la presencia de la soprano alicantina de adopción Susana Cordón. Nacida en Palma de Mallorca, a sus tres años vino a vivir a Alicante, y es aquí donde inició su carrera de cantante, hasta su ingreso en la Escuela Superior de Canto de Madrid.

La Cordón, que en sus inicios formó parte de Galas Líricas Alicantinas, que dirigía el barítono valenciano Guillermo Palomar, afincado en Alicante al jubilarse, donde abrió una academia de canto,  actuó en sus inicios con la Agrupación Lírica del Centro Excursionista Eldense, en una antología sobre Luisa Fernanda.

Como Susana Baró se presentó en varias ocasiones en el Teatro Cervantes de Petrer, junto a sus compañeros de Galas Líricas.

La valenciana Maite Alberola comparte con la Cordón el papel de Maruxa. Para la señorita Rosa estarán la rusa Ekaterina Metlova y la búlgara Svetla Krasteva. Pablo será encarnado por los barítonos Rodrigo Esteves, brasileño, y el gallego Borja Quiza. Para el rol de Rufo se cuenta solo con el bajo menorquín Simón Orfila. Un riesgo muy serio el que corre el teatro, pues aunque las intervenciones de Rufo no sean muy extensas, es uno de los personajes que está presente en todas las escenas. Es de suponer que tendrá un "Cover" (9*).  El papel del señorito Antonio estará a cargo de los tenores Carlos Fidalgo, leonés, y Jorge Rodríguez-Norton, avilesino. Junto al coro excelente del Teatro de la Zarzuela, que dirige Jorge Fauró, y la Orquesta de la Comunidad de Madrid, lo cual es toda una garantía, la dirección musical está a cargo del madrileño José Miguel Pérez Sierra, de trayectoria internacional muy exitosa en el mundo de la ópera. Acaba de dirigir en Montreal, y tras Madrid sus compromisos lo llevarán a Las Palmas de Gran Canaria, Santiago de Chile y Bari (Italia).

Discografía.

  1. Sello Gramophon. Reeditado en CD por Aria Recording.

            Ofelia Nieto, Emilia Iglesias, Inocencio Navarro, Rafael López, Enrique Beut.

            Director Pascual Marquina.

  1. Sello Odeón. Reeditado en CD, por Blue Moon.

            Ofelia Nieto, Angeles Ottein, Carlo Galeffi, Aníbal Vela, Jaime Ferré.

            Orquesta y Coro del Gran Teatro del Liceo de Barcelona.

            Director Antonio Capdevila.

  1. Sello Alhambra. 2 discos LP. Reeditado en CD por BMG.

            Toñi Rosado, Pilar Lorengar, Manuel Ausensi, Luis Corbella, Enrique de la Vara.

            Coro Cantores de Madrid. Director José Perera.

            Orquesta de Cámara de Madrid, ampliada. Director Ataulfo Argenta.

  1. Sello Vergara. 2 discos LP.

            Angeles Chamorro, Isabel Penagos, César Ponce de León, Raimundo Torres, Carlo del   Monte.

            Coro Polifónico de la FAD de Barcelona. Director Enric Ribó.

            Orquesta Sinfónica de Barcelona. Director Eugenio Mario Marco.

  1. Sello La voz de su amo. 1 disco LP. Reeditado en CD por EMI.

            Dolores Pérez, Josefina Cubeiro, Luis Sagi Vela, Chano Gonzalo, Julio Julián.

            Coro Cantores de Madrid. Director José Perera.

            Orquesta Sinfónica. Director Federico Moreno Torroba.

  1. Sello Columbia. 2 discos LP. Reeditado en CD por BMG Músic.

            Ana Riera, Montserrat Caballé, Vicente Sardinero, Víctor de Narké y Pedro Lavirgen.

            Orfeó Gracienc.

            Orquesta Sinfónica de Barcelona. Director Enrique García Asensio.

1*:

El Fornos, uno de los cafés del Madrid de la segunda mitad del siglo XIX y principios del XX, donde se citaban literatos, artistas y músicos, se cerró en 1908. En su mismo emplazamiento se abrió en 1910 el Gran Café, pero se le siguió llamando popularmente Fornos.

2*:

El Teatro de la Zarzuela sufrió un incendio en la madrugada del  9 de noviembre de 1909. Quedó reducido a escombro y cenizas.

Se produjo a primera hora, todavía de noche. El conserje y su familia tenían la vivienda dentro el mismo edificio. Víctimas de las quemaduras, el conserje y su esposa  fallecieron los días 10 y 15, respectivamente, inmediatos.  Salvaron la vida los 5 hijos del matrimonio y la limpiadora del teatro, que acababa de llegar a su trabajo, con las primeras luces de la mañana, viéndose sorprendida por la rapidez de las llamas y fue quien dio la voz de alarma.

Varios teatros de Madrid organizaron funciones benéficas, en favor de los empleados de La Zarzuela, huérfanos de ingresos durante los tres años que duró la restauración. Los cantantes, artistas y músicos fueron encontrando trabajo en otras compañías.

Se reinauguró el 22 de febrero de 1913 con dos títulos de zarzuela: Las dos princesas, del músico murciano Manuel Fernández Caballero, en función de tarde, y El rey que rabió, del villenense Ruperto Chapí, en la de noche.

En ambas funciones se rindió homenaje a título póstumo a los dos compositores, fallecidos durante el tiempo que el teatro estuvo en obras.

3*:

Égloga: Según el Diccionario de la RAE "Composición poética del género bucólico, caracterizada por una visión idealizada de la vida rústica, y en la que suelen aparecer pastores que dialogan acerca de sus amores."

4*:

Declaraciones realizadas en el vídeo promocional del inicio de los ensayos de Maruxa, editado en la página web del Teatro de la Zarzuela de Madrid.

5*:

Ofelia Nieto nació en Santiago de Compostela en 1900. Tras su debut en Maruxa se dedicó a la ópera, actuando en escenarios importantes de Europa y América. Su carrera fue muy corta al retirarse en 1929, tras contraer matrimonio. Falleció en Madrid muy poco después, en 1931.

Su hermana Angeles, aun siendo cinco años mayor que Ofelia, debutó con posterioridad, desarrollando una carrera muy destacada como soprano, dentro del ámbito operístico. Adoptó el nombre artístico de Angeles Ottein, para italianizar su apellido.  Ambas debieron compartir escenario en Maruxa en muchas ocasiones, quedando testimonio sonoro de ello con la grabación que registraron junto a los conjuntos estables del Gran Teatre del Liceu de Barcelona. Una tercera Nieto, Ramona, también fue soprano. Contrajo matrimonio con el barítono Carlos del Pozo, y una hija de ambos, Marimí, siguió la tradición lírica familiar.

6*:

Pablo Luna Corné. Alhama de Aragón, Zaragoza, 1879-Madrid 1942. Accedió a la dirección musical del Teatro de la Zarzuela al reinaugurarse en 1913, tras más de tres años en obras de reconstrucción a causa del incendio sufrido el 8 de noviembre 1909. Fue un compositor relevante de zarzuelas y operetas, de entre las que destacan Molinos de viento, El asombro de Damasco, El niño judío y La pícara molinera.

7*:

Radio Elda comenzó a emitir el 21 de febrero de 1959, estando en antena hasta el 18 de julio de 1965. Año en que, por orden ministerial, se cerraron muchas emisoras locales de Onda media, para dar paso a la frecuencia modulada. Aquellas que pudieron hacerlo.

Sus estudios estaban ubicados en la iglesia de la Inmaculada, siendo su cura párroco Joaquín Martínez Valls, de carrera eclesiástica importante posteriormente, el artífice principal de su apertura.

Estuvo adscrita a la Cadena de Ondas Populares Españolas con el número 32.

8*:

La reseña que publica wikipedia.org sobre Maruxa no solo es errónea al considerar que se estrenó primero como zarzuela. En su referencia a la película producida por TVE en 1969, se dice que se utilizó la partitura completa, cuando en realidad sufrió varios cortes.

Tampoco es muy acertada la frase: "...es una de las más conocidas del repertorio zarzuelístico."

En el cuadro donde se muestra la discograría de esta obra se omite la versión del sello Vergara de 1967. También la de 1914, pero esto es más entendible

9*:

En el argot operístico se conoce como cover al cantante "reserva" que asiste a los ensayos, y cada día de representación ha de estar en el teatro por si al titular le ocurre algún imprevisto que le impida actuar.

Es de suponer que este aspecto lo tendrán bien previsto en el Teatro de la Zarzuela, dado el precedente ocurrido allí mismo el sábado 1 de agosto de 1998. Aquel día se representaba Doña Francisquita. Tras iniciarse la función el tenor, Santiago Calderón, evidenció fallos graves en su primera intervención, agudizados en la siguiente. No pudo continuar, y al no haber un reserva previsto hubo que suspender, con el escándalo consiguiente de los espectadores, muchos de los cuales habían llegado de fuera de Madrid, e incluso los había venidos de Méjico expresamente.

Aunque había repartos alternativos, los otros dos tenores, José Bros y Luis Dámaso, no se encontraban en Madrid: Bros por haber finalizado sus actuaciones, pues la última representacion era la del domingo día 2; y Dámaso por no tener la obligación de estar "localizable".

Datos extraídos de:

*Historia del Teatro de la Zarzuela de Madrid. Tomos II y III. Emilio García Carretero.

  Fundación de la Zarzuela Española. Madrid 2004 y 2005.

*Diccionario de la Zarzuela España e Hispanoamérica.Tomo II.Pag.272.Luis G.Iberni.

  ICCMU.2003                  

*Amadeo Vives el músico y el hombre. Florentino Hernández Girbal.

  Ediciones Lira. Madrid 1971.

*Hemeroteca Diario ABC.

*Historia y anecdotario del Teatro Real. José Subirá.

  Editorial Plus Ultra. Madrid 1949. Reedición Acento Editorial. Madrid 1997

*El siglo de la Zarzuela 1850-1950. José Luis Temes.

  Ediciones Siruela. Madrid 2014.

*Discoteca y videoteca particulares del autor.

*Portalweb: lazarzuela.webcindario.com

*Portalweb: hispaopera.com

Elías Bernabé Pérez
Elías Bernabé Pérez
Acerca del autor

Mis recuerdos más remotos que me atrajeron a la zarzuela me trasladan a sesenta años atrás. Primero escuchando los fragmentos que sonaban con frecuencia en la radio. También gracias a las fantasías, preludios e intermedios que interpretaban las bandas de música en los conciertos de las fiestas de octubre de Petrer. El templete donde actuaban estaba justo ante la fachada de mi casa.

Lo que más me gustaba de la Semana Santa es que en la radio solo se emitía música clásica. El viernes y sábado santo las emisoras enmudecían.

Lo más intenso vino en la época dorada del tocadiscos. Lo compró mi abuelo materno en 1963. La primera zarzuela que entró en casa fue Doña Francisquita con Kraus y Olaria. Es una grabación incompleta, pero suficiente para que me la aprendiese de memoria. Mi abuelo estaba impedido y era yo quien la ponía todos los mediodías y noches durante dos semanas consecutivas. A los quince días compramos un segundo disco: La generala, de nuevo con Kraus y Olaria. Y ya fuimos alternando. Después vino Maruxa. Y yo con solo 13 años me entusiasmé con ella y también la aprendí. Sí, digo bien. ¡A mis 13 años ya me encantaba Maruxa!

Ahí comenzó todo y ya no he parado. Siempre como aficionado.

Como le dice un padre a su hijo al final del documental de TVE sobre zarzuela La romanza de Madrid, de 1988, “Te acompañarán toda tu vida, porque son inmortales”.

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