Oleo deERNESTO Textos: FRANCISCO MOLLA MONTESINOS FRANCISCO CRESPO ALBERTO NAVARRO PASTOR ANTONIO M. POVEDA NAVARRO LUIS ROMAY G. ARIAS JOSÉ NAVARRO PAYA JOSÉ LUIS BAZAN LÓPEZ VICENTE VALERO BELLOD MANUEL SERRANO GONZÁLEZ FRANCISCO LALIGA GORGES JENARO VERA NAVARRO JUANMADRONA IBAÑEZ ENRIQUE GARRIGOS MIQÜEL MANUEL VERDUJUAN Portada: JOAQUÍNLAGUNA Pinturas Patronos: GARCÍA ubeda Dibujos: RAMÓN CANDELAS PASCUAL AMAT BAZAN GARCÍA Maqueta: ERNESTO GARCÍA LLOBREGAT Imprenta: GRÁFICAS DÍAZ, S.L. Alicante Depósito legal: A.756-1984 FIESTAS MAYORES N.°2 SEPTIEMBRE DE 1985 Revista anual que la Cofradía de los Santos Patronos, edita en honor de la Virgen de la Salud y el Cristo del Buen Suceso, para mayor exaltación ymemoria de los Valores Eldenses La revista FIESTAS MAYORES, «haciendo ca mino al andar» en éste su segundo paso-año de apa rición, se une gozosaa ese repique de campanas previo que albergamos dentro del corazón, yque nos avisa, cuando se presiente el dorado mes de Septiembre, de la más importante efemérides para todos aquellos que han tomado conciencia plena de ser o de querer ser eldenses. Ser eldense es identificarse con unas formas de vida donde el esfuerzo laboral, entre otros, ha sido siempre la constante vital en su trayectoria, y que lesirvió, en un largo proceso de años empapa dos de lágrimas ysudores, para salir de la pobreza agrícola conque hados adversos letenían sumergi do. De aquel impulso creador yzapatero, surgió la llama prodigiosa cuyos resplandores han llegado hasta nosotros en constante aumento, iluminando con riqueza el paisaje económico de nuestra tierra, donde toda una cabalgata generacional de eldenses han mantenido viva, hasta nuestros días, la antor cha olímpica del trabajo. Desde aquellos pretéritos eldenses cultivado res del esparto -hacedores de esparteñas-, hasta estos otros de nuestros días, con un eldensismo de inquebrantable vocación yque en el momento más crucial de sus árboles genealógicos hubo undecidi /5K do deseo de echar raíces en esta tierra de promi sión, se abre todo un mosaico queconforma yenri quece lo que bien pudiera llamarse el espíritu el- densista de nuestras gentes. Eldenses de La Mancha, eldenses andaluces, de pueblos limítrofes, de tantos ytantos sitios, for man hoy una gran familia que se identifica con el esfuerzo eideales de todos aquellos que nos prece dieron. Nos unen, además, convivencias transmiti das de padres a hijos. Recuerdos inefables entrela zados através del tiempo y de las familias. Momen tos que fueron únicos yque dejaron su huella. Sen saciones emotivas en entrañables festejospopula res. Y esos dos días de Septiembre tan resplande cientes yenraizados al sentimiento nuestro. Es precisamente en estos días cuando el espíri tu eldense aflora en todo su esplendor. Se siente más lanecesidad de unificar esta gran familiadel Valle, de fomentar sus valores, de resaltar señas de identidad yabonar raíces del gran árbol eldense. Y asíserá. En esta Gran Fiesta de laSalud y de los Buenos Sucesos, la familia eldense se reunirá una vez más para darse la paz. Con las manos unidas, traspasando idealmente puertas ymuros en un in contenible deseo de abarcar toda la ciudad, una vez más y siempre, seguiremos pidiendo por nuestro pueblo ysu destino. «*« rr* n íi í «íJfe.*M$e8 ra it)e4ica4o a lalo :*tr-u*uiíaíiñ «a^te W^ ¡t¿^’ ^-; *-: y A la Santísima Virgen de la Salud NO me atrevo, Madre mía, adecir tu santo nombre... Soy el hombre, sólo el hombre con su barro y su falsía. SOY el hombre triste yvano que no sabe por qué mora; soy el perdido gusano que sueña con ver la Aurora... ¡AH, si un día te apiadaras de mi honda ruindad, y con divina bondad un momento me miraras! SE que estoy desconocido por caer en tentaciones: por mi culpa, las pasiones en lo fosco me han sumido... ENTONCES, tímidamente, este gusano del suelo rogar, Madre clemente, que le mires desde elCielo... Y, pronunciaré tu nombre... p^ ¡Oh, Madre Consoladora!, porque yo ya seré el hombre hecho de carne de Aurora. MADRE de madres, me muero porque me mires, piadosa... ¡Oh, Rosa Mística, Rosa de infinito reverbero! HENCHIDA de Dios, derrama tu pureza y tu ternura sobre el mundo... ¡Su locura funde en la divina llama...! MADRE por Dios elegida. Raudal de Amor sin segundo. Ruega al Señor, por un mundo que, sangrado herida aherida hacemos ya moribundo amenazando la Vida... ¡OH, Madre del Salvador! ¡Madre del celeste llanto, en vuélvenos en tu manto empapadito de AMOR! F. MOLLA A ¿EN qué fuente lustradora lavaría yo mi alma? ¿En las lágrimas que llora? ¿Qué haría porque la calma viniese amí, alumbradora? SOMETERE aduras cargas aeste frágil cuerpo mío; le castigaré aun impío vivir de yerbas amargas. ME entregaré, como el grano, en holocausto de pan; mi pecho será un volcán de amor por el ser humano. Y, mi voto de pobreza, de renunciación y amor, tendrán un alba, una olor de la divina pureza... •’•’•’’VV-u «**&’ Ifcfc -WT’^Ww^^ «r ^ •.; ’’i 1* •* •..._ »:- fil Cristo del Buen Suceso SI el hombre no te sigue,Cristo mío, iCuónciego entenebrece su andadura! ñ unlodo, perdición: vicio, locura, V al otro el desaliento... el hambre, el frío... Sus pasos en la sombro, a sualbedrío, Camino sin salida le procura; V más ymás se hunde en la foscura, V más ymás se crea un mundo impío. Si un día despertara del letargo, Ahuyentando de sí tanto egoísmo, €n miel trocara tantotrago amargo. Si te abriera una vez, dulce Cordero, Se haría claridad su negro abismo V la Luzguiaríasu sendero. ►♦♦♦♦♦♦♦♦a % ¡Va llévame contigo! M€muero por TuAmory Tusapiencia. Me muero si no muero por quererte. Si muriendo, Señor, yo puedo verte, Memuero de premura y de impaciencia. Me muero pormatar esta vehemencia Pensando pecadorno merecerte... Memuero porsentirte ypor tenerte Constante en mi conciencia ymi vivencia. IVa llévame contigol Fortaleza Va tiene el alma mía para el vuelo Que, a más amor, volando menos pesa... iOh, qué dicha será volar al Cielol V más cuando se sabe con certeza Que esperas con Tu anhelo nuestro anhelo. F. MOUA MiHaa RELIGIÓN Y ZAPATOS Un pueblozapatero,estaElda denuestras cotidianas alegrías,se lanza cada año amanifestar durante unos días sus sentimientos religiosos en las fiestas pa tronales, reavivando la llama de sus viejas tradiciones. Son tradicionalmente unos díasdeexaltación religiosa:litúrgicas solemnidades en lostemplos, proce siones, lecturas ascéticas, evocaciones piadosas...Las gentes zapateras arrima das por unosdíasconespecial afán alcobijo.de lareligión. No será, pues, inoportuno, y sí que será halagador para loszapateros ansio sos decuriosidades sobresu oficio, recordar algunos aspectos derelación entre lareligión y ése tan manoseado objeto de las inquietudeslaboralesde Elda: los zapatos. ¿Pero es que tiene algo que ver la religión con los zapatos? Pues sí, y mu cho, como podrá ver el quetengapaciencia para seguir leyendo. Vamos a presentar tresaspectos de loszapatos. Primero: que los zapatos han sido el símbolo de la buena fe, de la honradez, que es el cimiento de toda religión. Segundo: que los zapatos han sidoobjeto de muchassupersticiones, de mu chas religiones equivocadas, peroreligiones al fin y al cabo, puestoque la su perstición escreencia en algo sobrenatural. Tercero: queloszapatos han conte nido siempre un simbolismo religiosoen el mundo cristiano. ZAPATOS, SÍMBOLODEBUENA FE.- En el pueblo judío, de cuya heren ciatanto participamos, era costumbre que el que cedíaaotro una propiedad o un derecho sequitaba su calzado y lo entregabaen mano al adquirenté, con lo que la transmisión quedabafuertemente sellada.Laentrega del calzado equiva lía a nuestras actualesformas de juramento. Asípuede verse, por ejemplo, en la Historia de Ruth, en el salmo 59, etc. Por otra parte,todo el mundo conoce la costumbrede losmusulmanes de quitarse el calzado cuandovan a entrar a sustemplos o acualquier otrolugar en que haya de celebrarseun acto muy importante,actitudqueequivale tam bién a un juramento, a una profesiónde buena fe. Es como si le dejarana Dios las babuchas en prueba de la buena fe de sus acciones. Y más sugestiva, más encantadoray más significativa es una costumbreque habíaen la Roma imperial.Parasimbolizar el amor, el amorde buena ley, de buena fe, los pintores yescultores presentaban un efebososteniendo en su mano izquierda un zapato, y en la derecha una inscripciónqueproclamaba: «Ius meumalteritrado» (Entrego a otro mi derecho). No podemos pasarpor alto la maliciosainterpretación a que seprestaesa frase con eso de que a veces nos aprietael zapato; pero es muy hermosoese simbolismo zapateril. ZAPATOS, OBJETODE SUPERSTICIÓN.- Los romanos, nuestros anteceso res, eran altamente supersticiosos, y muchas de sus supersticiones tenían por objeto sensible el calzado.El propio Augusto fue un gran supersticioso. De él nosdice Plinio: «Laevum sibi calceum praepostere inductum, quo die seditione militanpropefuerat afflictus» (Por habersecalzadoprimero el pieizquierdo...). Hasta nosotros hallegado eso de«entrar con pie derecho», porque entrar o salir con el izquierdo era estar seguro deque algo muy malo habíade suceder. Pero elmismo Plinionos dice lo que había que hacer para evitar todos los males: sencillamente, escupir dentro delzapato derecho antes de calzarlo. Un li gero escupitajo con finura, y ya está; lafelicidad asegurada para todo el día. San Agustín, en sulibrodeDoctrina Christiana, nos dice:«Plerumque tam superstitiosi sunt quídam, ut ad lectum redeant, si dum se calceant sternutave- rint», loquetraducido al andaluz vieneasignificar: «Haz ejtornuao ar ponerte er sapato, pué a la cama otra vé, niño, que te amenasanlos malos mengues». Y SanClemente Alejandrino amonestaa lasmujeres quese hacían gravar en elcalzado palabras ysímbolos amatorios para que los dioses les dieran lo que ellas necesitaban. Son infinitas lascitas quepodríamos traer aeste respecto; pero terminare mos recordando una superstición zapateril muy practicada todavía en los pue blos españoles: cuando por mala postura una persona nota esa insensibilidad, ese cosquilleo uhormigueo que definimos diciendo que «se nos ha dormido el pie», no hay más quemojarse el dedo con salivay hacer sobre elzapato la señal de la cruz. Con su cruz ytodo, ¿no es una superstición subsistente? SIMBOLISMO RELIGIOSO DE LOS ZAPATOS.-Dejamos para los espíritus débiles (antes se decía para las mujeres) todoeso de las supersticiones zapateri les, y vamos a fijarnoscontoda seriedad en elmisticismo quealgunas clarísi mas inteligencias han creído ver en los zapatos. En el segundo libro de laBiblia, elÉxodo, capítulo 3, versículo 5, Dios dice aMoisés: «Solve calceamentum de pedibus tuis, locus enim in quo stas térra sancta est». (Quítate los zapatos, que estás en tierra santa). Y no faltan escrito res piadosos que armonizan elcalzado de Moisés con la corona de espinas de Jesucristo, porque ambas cosas fueron hechas de juncos espinosos, si bien es de suponer que Moisésles habría cortado las espinas asus juncos antes de calzar los. Un poco atrevido es ese simbolismo entre loszapatos y la corona de espi nas. Pero así lodicen, y... se non évero, ébene trovato. Hay otro escritor religioso, Alanus de Insulis, que relaciona los zapatos con el Misterio de la Encarnación. Dice: «La naturaleza humana estaba mortificada por las penasy por la culpa. El Hijo de Dios tomó esta piel del castigo humano, pero no toda. Tomó el castigo, pero no la culpa. Hizo como en el calzado, que no todalapiel esutilizada». Ya pueden sentirse santamente orgullosos los cortado res y zapateros, viéndose comparados en sus honrados oficios con la divina obra de la Redención. Comentando el salmo 59, San Basilio dice que «es calzado de la divinidad la carne que lleva aDios, por la que bajó al hombre». Es decir, que el cuerpo hu mano es como el calzado, como los zapatos de Dios para bajar a la Tierra, ylos zapatos de los hombres para ir aDios. Con esos zapatos anduvo Dios por este mundo, y con esos zapatos nos conduce Diosa suReino. SanGregorio Magno, en su homilía7, pone su atenciónen la correa que ajusta elzapato, comparándola con lafacilidad de entender elmisterio una vez encarnada la divinidad, una vez calzado Dios con la piel humana: «Incarnatus Dominus quasi calceatus apparuit corrigia calceamenti, id est ligatura misterii». Vemos, pues,bajo diversos aspectos, cómo loszapatos han sido siempre tratados con un religioso respeto. Podrían citarse otras mil concordancias; pero basta con eso. Recordemos, para finalizar, que en Roma los zapateros tuvieron su dios, Apolo Sandaliario, cuyo templo, según Sixto Rufo en su Urbis Romae Descrip- tio, estaba en la zona cuarta yen eltemplo de la Paz, en cuyo solar se edificó luego la iglesia de San Cosme y San Damián. ^ JUAN MADRONA IBAÑEZ La huella del III Centenario en la bibliografía eldense Aclaremos de entrada nuestra plena convic ción de que para ningún eldense resulta necesaria ampliaciónalgunaa laconmemoración encerrada en el título, pues todos ellos saben, por resonancia pública ytransmisión oralfamiliar loque significa la mención del «III Centenario». Pero para los lec tores de«Fiestas Mayores» no eldenses sí esconve niente aclarar que por estas palabras entendemos los eldenses, única yexclusivamente, las extraordi narias fiestas con las que Elda conmemoró en sep tiembre de 1904 el tercer centenario de la venida a Elda de las imágenesde sus Santísimos Patronos, venidas desde Cerdeña en la galera delConde de EldayVirrey de aquella isla, don AntonioColoma. Estas fiestas,en aquella Eldade6.000 habitan tes que estaba despertando de su sueño de siglos y quemando etapas apresuradamente paraengrande cerse, alcanzando cotas sólo conseguidas por pue blos más ricos yprogresivos, fueron un hito en la vida de los eldenses de entonces, dejando tras de ellas una estela de admiración ylegítimo orgullolo cal, que aún se manifiestaen muchos eldensesde hoycuando ya noexiste ninguno de los que la hi cieron posible o las vivieron plenamente. No vamos adetenernos en la crónica de la fies ta tricentenaria, puesni lo permite elespacio de esta revista ni vamos aentrar en competencia con notables plumasque lo han hecho con gran brillan tez. Y solamente vamos acentrar nuestro trabajo enmi aspecto prácticamente desapercibido de di chas fiestas y que entiendo es interesante para la no muy extensa bibliografía deesta época eldense de principios desiglo. La misma excepcionalidad del acontecimiento ocasionó una considerable producción literaria que secanalizó y condensó en la revista que laMayor- domía de los Santos Patronos, actuante en el perío do 1903-04, publicódesde Octubre de1903 hasta septiembre delsiguiente año 1904. Estarevista, ti tulada «El Centenario», de la cual se conservan muy pocas colecciones completas,es untesoro ina gotable de vivencias ytradiciones piadosas elden ses, en el que pusieron suesfuerzo literarioplu mas tan bien cortadas comolas de Agustín Cavero Casáñez, Maximiliano García Soriano, Francisco Maestre Pérez,Miguel Tato yAmat,Domingo To más Vera Maestre, José Coronel, Baldomero Alon so, José J.González Amat yotros. Otra publicación básicayfundamental es el clásico «programa», editado como todos los años VE*»’ _ luédc^,cat^ por la Mayordomía, detallando todos losfestejos con sus horarios, itinerarios, lugar decelebración, personas, agrupaciones osociedades que intervie nen uorganizan, cultos, predicadores de los solem nes días 8 y 9 y del Novenario, etc. Este programa, junto con la «Crónica de las fiestas»con el que comocolofón a su trabajo, cierra la redacción de «El Centenario» las páginas de su revista, son los documentos más fidedignose históricos aque debe acudir quien quiera conocer con mayor exactitud lo que fueron tan suntuosas fiestas, así comoa la serie defotografías de la«Gran Cabalgata Histórica de la Venida de los Patronos». Pero aparte de estas publicaciones, que consi deramos eran imprescindibles en conmemoración de tanta trascendencia, el III Centenario dio origen aotras pequeñas publicaciones, hojas volanderas que eran arrojadas desde las carrozas hacia el pú blico, aligual que ahora se arrojan caramelos, golo sinas yaun bocadillos durante los desfiles de las fiestas de Moros y Cristianos.Enestas hojitas -en formato principalmente deoctavilla aunque hay al gunos menores yotros en cuartilla, como se especi fica en la relación bibliográfica adjunta-, sevolca ba, por parte de poetas conocidos oignorados, el fervor por los Santísimos Patronos deElda, en ver sossencillos yllanos como la fe quelosinspiraba. La mayoría de estas hojitas serían merecedo ras de ser reproducidas enestas páginas, peroello ocuparía unespacio delque nodisponemos, limi tándonosamostrar dos de las tresfirmadas por el trágicamente malogradopoetaFrancisco Laliga y una de un sencilloautor,Eduardo Pastor,cuya contribución personal,actividad yentusiasmo por estas fiestas no ha sido suficientemente resaltada, especialmente en sus dos aspectos de creador con sus propias manos yútiles, de la carabela «San ^Í^ISTo ’atr °ioj ele it V-iii a i« *•«!’*’«/© /o, tfe Gloria n-;n • ,Qa ansioso t.„i, ü,0,,venida- *da ,ternaj_ r.JSft- fe?’* per’* ’’« Preciada W* a^adaaemagnitU(J. toh Virt-ef qfcanta Eduardo» inaugurada en las fiestas, y en el de la or ganización y adiestramiento delBatallón Infantil quedesfiló marcialmente en losactosdel Tricente nario famoso. Francisco Laliga, extrayendo lucesde inspira ción para cantara susPatronos, de la bruma en que su cerebro estabasumido desdehacíacasi veinte años, escribe: ercentenario de su venida a Tú encerrada en elrecinto De esa caja de bonanza, Nueva arca de laAlianza que esde nuestra excelsa fe. Nuestra madre yprotectora Vienes aser, Madre amada, En nuestro valle adorada Como nuncio del Edén. r.iiid ceso en eltercer centenario de Abogando conclemenciaPor mezquinos pecadores. Empapado, sí, en dolores Ysangre, expira Jesús. Ynuestras culpas repara Enpropiciación sublitrieY en herencia nos da y gime La Redención de laCruz. F.LALIGA A laVirgen de la Salud en el tereesta ciudad De los blancos peregrinos ellegado, que esdel Cielo, ya transporta anuestro suelo lacerúlea inmensidad. Tú de Jesús Madre santa, Tú de Jesús Madre pura, Por nuestra fe y tu ternura ¡Ah, nuestra madre serás! AlSantísimo Cristo del Buen Su su venida aesta ciudad Con los brazos extensivos y abiertos paraabrazarnosQuizá,expira alrealzarnos,Trasfixo y Santo Jesús.Y le adoramos nosotros Que hallen en este augusto di;Santo en el suelo alegría Yen las esferas más luz. En cuanto a la aportación de Eduardo Pastor luán -tres hojitas como F. Laliga-, escogemos la si guiente para conocimiento de nuestros lectores: Anuestra Santísima Madre laVirgen de laSalud No hay pasión, ni fe tan grande, niamor que igualarse pueda, alque tienen a su Madre los devotos hijos de Elda. Al decir su dulce nombre, cualquier hijo de este pueblo, encuentra sin que os asombre en elcorazón consuelo. Y es tanta su gratitud que aveces, sin reparar, dicen todos sin cesar ¡Salve, Virgen de laSalud! E.PASTOR Merecen una especial mención las hojas -una cuartillay un dípticodedicadas a loshimnos y cantos en honor de los Santos Patronos compues tos por losmúsicos RamónGorgé,Francisco San tos y otro cuyas iniciales son A.M. ycuyaidentifi cación no nos ha sido posible. La letra, en las tres composiciones que figuran en la bibliografía, es del poeta local Maximiliano García Soriano. El Himno cuyo coro entona un «Gloria,gloria, patronos ama dos...», original deGorgé, fue interpretado también en septiembre de 1940, cuando se celebró solemne mente la nueva entrada de lasimágenes de los Pa tronos, sustituyendo a las destruidas odesapareci das en 1936. Es interesante destacar el «Calendario» con el cual el gremio de zapateros obsequió alpúblico desde sucarroza, yque constituye unnomenclátor de lo más importante de los industriales de este gremio, que existían en este año, aunque es natural que no podamos considerarlo como exhaustivo, pues indudablemente faltaban en él bastantes nom bres de los industriales deentonces. En la imposi bilidad de dejar constancia de su curiosa relación de industriales anunciados, dejamos anotados úni camente el número de industriales contenidas en este interesante opúsculo, queson como sigue: fá bricas de calzado, 28; almacenes de curtidos, 7; fá bricas decajas de cartón, 3;fábricas decajas de madera, 2; fábricas de hormas, 2; y uno de cada una de las siguientes actividades: fábrica de cortes aparados; almacén de calzados, representantes; te jidos para elcalzado; artículos para calzadoy agen cia de transportes. El total de 48 es, como decimos arriba, manifiestamente inferior al número de las empresas existentes en Elda en aquel tiempo, tanto en la fabricación de calzado como en las demás ac tividades indicadas, con la única excepción de las dehormas, fabricación decajas decartón yalguna otra. Pasamos ya, dando fin a este trabajo, a la bi bliografía producida por las fiestas del Tricentena rio de la Venida de los Patronos, formando parte de su propia dinámica publicitaria yliteraria, com plementándola con otra referente a los trabajos que posteriormente han tenido como tema funda mental las indicadas fiestas, con lo cual pretende mos haber dado una visión bibliográfica práctica mente completa de la efemérides que nos ocupa. No se nos escapa, naturalmente, que alguna hoja volandera publicada en tal ocasión haya podido es capar a mi búsqueda, por lo que terminaría agrade ciendo aquien pueda completar esta relación tenga la amabilidad de hacérmelo saber. BIBLIOGRAFÍA Octavillas 1A la Stma. Virgen de laSalud en su Tercer Centena rio, por A.V.(sin pie deimpr.). 2A la Stma. Virgen de la Salud en la entrada triunfal del tercer Centenario, por Amalia Sempere Maes tre. (Sinimpr.). 3A la Santísima Virgen de la Salud, patrona de Elda, en su Tercer Centenario. (Anónimo).(Sinimpr.). 4.A nuestra Santísima Madre laVirgen de laSalud, por E(duardo) Pastor. (Imp. Sirvent ySánchez. Ali cante). 5A la memoria del Ilustre Conde Coloma, por E(duardo) Pastor. (Impr. Sirvent ySánchez. Alican te). 6.Plegaria(AlCristo delBuen Suceso), por E(duardo) Pastor. (Imp. Sirvent ySánchez. Alicante). 7.A la Virgen de la Salud en el Tercer Centenario de su Venida a esta ciudad, por F(rancisco) Laliga. (Tip. deSuch, Serra y Cía.Alicante). 8A la Virgen de la Salud en el Tercer Centenario de su Venida aesta Ciudad. (Distinta a la anterior), porF(rancisco) Laliga. (Tip. Such, Serray Cía, Alicante). 9Al Santísimo Cristo del Buen Suceso en el tercer centenario de su venida aesta ciudad, por Francis co) Laliga. (Sin impr.). Formato menor 10.«A la Reina Soberana...», por la redacción de «El Centenario».9’05 por 11’7 cms.(Sin pie de impr.). w$$& %S0& Had» ’SiÜJD uB * latoA P°Co ’os d/ce , acerca de esíe e/aHistoria Pero «cuerda * b°mbre de c-^ c v,pr;ndonor ^^ntedel?^ n°h^ borrad, *’**» fí’ Pastor. que a» sar s*ew*»*IM,. :TMi’»n,e 11.«Elmomento es llegado. Felizla hora...», por la re dacción de «El Centenai-io». 15x8’5 cms. (Sin nom bre impr.). En cuarto 12. «Al Santísimo Cristo del Buen Suceso en su Tercer Centenario». (Anónimo). Septiembre,1904. (Sin impr.). 13- Himno alStmo. Cristo del Buen Suceso y a la Stma. Virgen de la Salud, patronos de laVilladeElda. Le tra de don Maximiliano G. Soriano. Música de clon Ramón Gorgé Soler. (Tip. Vicente Costa.Alicante). Otros formatos 14- «La Orquesta de la Sociedad Artística con la coope ración de distinguidas señoras yseñoritas, cantarán un hermoso Himno en loor asus Excelsos Patronos elCristo del Buen Suceso y la Virgen de la Salud. Himno. Letra M.G.S. (Maximiliano García Soriano). Música: A.M. (No identificado). Arreglo:F.S.A.(Francisco Santos Amat). 15- Canto a la Virgen aDúo yCoro a tres voces. Letra: Maximiliano G. Soriano. Música de Francisco San tos.(Estos impresos lo fueron atamaño cuarto, unidos lateralmente, sin pie de imprenta ysobre papel blanco de dorso charolado en azul). Folletos 16- Villa de Elda. Programa de los festejos que en el año actual ydurante los días del 6 al 20 de septiem bre celebrará la citada población en honor asus Excelsos Patronos, el Santísimo Cristo del Buen Su ceso yNtra. Sra. de la Salud, con motivodel tercer centenario de la venida de dichas imágenes aesta Villa».Villena. Amorós, impresor. Año1904. 4.°. 16 págs.y cubiertas. 17- «Calendario año 1905». El Gremio de Zapatería y Similares dedica este festival. Centenar año 1904. (Muñoz impresor). 24págs. y cubiertas. 14x7’6 cms. (Con el programa de losactosorganizados por dicho Gremio en las fiestas del Centenario). Otros 18- «Teatro Castelar. Elda». (Doble hoja de 4.° con el £. PASTORprograma detallado de la inauguración del Teatro Castelar, el 11 de septiembre de1904, por la com pañía Pablo Gorgé y D. LorenzoSimonetti, con elestreno de «Elmilagro de la Virgen». (Valencia, Impr. Pau, Torrijos yCompañía, Cuarte, 25). Revistas 19- RevistaCatólica dedicada por laMayordomía ac tuante en elaño del Centenario 1903 a1904 al San tísimo Cristo del Buen Suceso y a la Santísima Vir gen de la Salud. Alicante,Imp.Sirvent y Compañía.Editó12 números en 4.° con untotal de 280 pági nas. BIBLIOGRAFÍA POSTERIOR 20- «La foto olvidada. Maximiliano G. Soriano yRamón Gorge», porAlberto Navarro. «Dahellos». Marzo, 1950. 21- «Las fiestas del III Centenario de la Venida de los Patronos», por VicenteCoronel. Programa de fies tas septiembre de 1951. Elda. 22- «Publicaciones eldenses. XI - El Centenario», por Alberto Navarro Pastor. «Valle de Elda», 6de sep tiembre de 1958. 23- «El Centenario de 1904», por Rodolfo Guarirlos Amat. «Alborada», septiembre de 1962. 24- «Elbarco legendario», por Alberto Navarro Pastor. «Alborada», 1963. 25.- «Las cosas de mi pueblo: recuerdos del centenario», por F. M. Transcripción de Vicente Valero Bellot.«Valle de Elda», 1.147, septiembre de 1978. 26- «El Teatro Castelar y elCasino Eldense cumplen 75 años», por Alberto Navarro Pastor. «Valle de Elda», 1.197, 6 de septiembre de 1979. 27- «1804, 1904, ¿2004? A los eldenses del año 2004», porAlberto Navarro Pastor.«Valle de Elda», 1.197, septiembre de 1979. 28.- «75 aniversario del III Centenario», por Ernesto GarcíaLlobregat. «Alborada», septiembre de 1979. 29.- «Las cosas de mi pueblo: elbarco», por Vicente Va lero. «Valle de Elda», 1.393, 2 de septiembre de 1983. ALBERTO NAVARRO PASTOR IMÁGENES Y RELIGIÓN DE LOS IBEROS HABITANTES DE ELDA HACE 2.000 AÑOS Entre los materiales que la cultura ibérica dejóde herencia a la España mediterránea especialmente, huy que destacar losobjetos realizados encerámica y deco rados con motivos figurados pintados. Tales objetos no suelen hallarse completos, y sí en fragmentos más omenos grandes, pero «pie suelen re flejarla mentalidad religiosa deépoca/ibérica. En Elda, en el poblado ibérico (luego también ro mano-visigodo) de El Monast.il se hallaron algunos fragmentos de este tipo (gracias a la inestimable labor de recuperación de nuestros restos del pasado llevada a cabo por la Sección de Arqueología del Centro Excur sionista Eldense), interesándonos los que presentan fi guras humanas, pues nos acercan acómo eran los íbe ros habitantes de las tierras de Elda entre los siglos III y I antes de Cristo. Linade las principales características de las repre sentaciones de figuras pintadas sobre lacerámica ibéri ca es su gran simbolismo, de modo (pie las escenas o elementos aislados (pie aparecen en esta cerámica tras cienden de lo meramente cotidiano ycontienen un sig nificado religioso muy arraigado entre los iberos, (pie tiene hondas influencias dereligiones mediterráneas orientales muy antiguas. En las cerámicas recogidas de El Monastil hallare mos personajes semejantes alos cpic vivían en el Valle de Elda, pero que a la vez son pruebas evidentes de la religiosidad que marcaba sus vidas. listas cerámicas son documentos históricos funda mentales para conocer esas vidas yesa religiosidad. Además son piezas artísticas pertenecientes alos esti los pictóricos denominados de Elche-Archena y de Oli va-Liria. Cinco son los fragmentos de cerámicas de El Mo nastil (pie nos interesan para ilustrar lo que venimos afirmando. En uno de los fragmentos encontramos representa do parte de un posible jinete ibérico, pues sólo se apre cia de cintura hacia arriba, mientras elcaballo apenas se divisa a suIzquierda (fotoI,1). El personaje mira a la izquierda y porta en su mano derecha una lanza y en la izquierda una especie de pahua, oelemento vegetal, con cinco hojas. Además su indumentaria está rellena de rayas verticales que es una decoración muy usual en el estilo pictórico de El che-Archena, (pie es al que pertenece esta representa ción. Los jinetes con lanza ibéricos están abundante mente representados en el arte y la numismática ibéri cos, sobre lodo en la cerámica de La Alcudia (Elche). El jinete t’uc muy importante en la cultura y la vida de los íberos, lo cual explica esa abundancia de represen taciones, tanto en sufaceta de cazador (para obtener alimento ydemostrar su pericia) como en la de guerre ro (para defenderse de los enemigos ydemostrar si po der vvalentía). Probablemente la representación de El Mmmslil sea una divinización del jinete, tal ycomo ocurre en una pieza cerámica de Alloza (Teruel). La palma en abanico alzada en la mano izquierda del jinete de El Monastil es símbolo de victoria. Este tipo de representación de jinete es también la representación del dios jinete guerrero ocazador que recibía culto en elSantuario de La Luz (Murcia). En un nuevo fragmento de vasija ibérica aparece pintado un jinete apie con un elemento oculado en su mano derecha (semejante a la cactra oescudo redondo ibérico), seguido de un caballo que parece relinchar acompañado de un ave en su grupa. La indumentaria del jinete está también rellena de ravas verticales (foto I,2). Esta representación del estilo Elehe-Archena de El Monastil es semejante aotra pieza de La Alcudia de El che. Los símbolos como el ave, el elemento oculado, e incluso la cabeza oculada del personaje apie, represen tan alas potencias del cielo. El elemento oculado sim boliza aldios solar ysu culto. Además podemos interpretar que la asociación ca ballo-hombre a pie alude a la domesticación animal, ya muy avanzada en la época ibérica. La tercera pieza es parte de una vasija (kalathos) ibérica decorada con el estilo narrativo Oliva-Liria en elfriso central. De izquierda aderecha tenemos un personaje mas culino vueltoa la izquierda que alza una fusta en su mano izquierda, acontinuación se representa unlobo carnicero persiguiendo aun esbelto caballo. En esta escena (foto II) se realiza un acto relacio nado con la domesticación del caballo, el hombre de El Monastil trata de salvar a un équido del ataque de un lobo carnicero. En el hombre con fusta de El Monastil se refleja la tradición antigua de héroes dominadores de fieras, que se enfrentan allobo carnicero, en este caso para que deje en paz a un caballo. También se aprecia la tradi ción de los domadores de caballos alos que parecen re ferirse los personajes con fusta asociados a un caballo. De este modo se quiere simbolizar a la divinidad masculina protectora de los caballos (Dcspothes hip- pon). También tenemos en la pieza de El Monastil una magnífica representación de la oposición-domestica ción (caballo y hombre con fusta)-animales salvajes (lobo carnicero). En otro fragmento de una nueva vasija se represen ta una pareja humana acompañada por un pez (Foto I, 3). Aparece un personaje femenino con cabello erizado en algunas puntas yuna larga trenza ocoleta que cuel ga tras la cabeza. Como atuendo destaca una posible piel de animal (piese ciñe al cuerpo en la cintura me diante un cordón ocinturón, que configura un cuerpo doblemente abombado y una inflexión en la cintura. Ñofalta eltípico rellenado de rayas sobre la ropa. A la mu jer lesigue un varón que le toma de la mano yque lleva igual indumentaria (pie aquélla. El pez (pie aparece entre ambos personajes ysobre sus manos simboliza la fecundidad, pues uno de sus símbolos es el pez. Esta interpretación viene ratificada por la unión de una pareja de personajes de distinto sexo, que probablemente es una representación de la Gran Diosa Madre (diosa de la fecundidad y de la vida y la muerte) y del dios su paredro, evocando así la. hie- rogamia obodas sagradas entre ambos con el fin de es timular la naturaleza. Un último fragmento nos interesa (anteriormente publicado por Alberto Navarro en el tomo I de su «His toria deElda»), aunque se halle actualmente en parade ro desconocido. Se trata de un pequeño fragmento (foto III), donde se representa la cabeza de un personaje (pie mira la de recha. Su rostro ysu cabello están representados con un estilo acaballo entre el de Oliva-Liria y el de Elche- Archena, lo que se debe alas particularidades propias de las escenas opersonajes representados en El Mo nastil, que en alguna ocasión ha permitido hablar de un supuesto «maestro» pintor de El Monastil. La representación es la de una cabeza completa y aislada, tema aveces representado también en La Alcu dia. El cuello se puede interpretar como adornado con una extraña gola de seis apéndices, obien como una cabeza cortada de laque manarían otros tantos chorros de sangre. En el caso de ser cierto el último supuesto estaría mos ante el culto a la cabeza cortada, del que se halla ron indicios en La Alcudia. Sería la representación plástica de una idea religiosa, lavictoria sobre la muer te. Con el análisis de las cinco piezas (pie aquí hemos presentado se observa claramente el trasfondo ideológico de lacerámicaibérica, pintada condecoración an tropomorfa, halladaen ElMonastil (semejante a la ha llada en La Alcudia de Elche, La Serreta de Alcoy, San Miguel deLiria, Tossal de Manises deAlicante, Casti llo del Río de Aspe, etc.). En ella se utiliza una religión nacionalista ynaturalista basada en la idea de salud, en su más amplio sentido; se busca la conservación e incremento de la vida, en sus aspectos agrarios y de la especie humana. Esto responde al pragmatismo de la religión ibérica:el íbero busca en el culto una utilidad práctica. Estamos ante un caso claro de un tipo de religión (piepredominaba en elmundo antiguo, y enel(pie losorígenes de la nación y de la religión se confunden (J. M.’Blázquez). ANTONIO M. POVEDA NAVAKRO tí VJ uV/^V,?::^-?»- «^ v* oi*. ftel:*:»,’,:* :V,-,’H;S; V v ¡Elda! Al oír Elda sueña uno atroche y moche, suenan pasos de camellos en calma. Lucha con la luna y nieve la palma, mientras los Reyes vienen por la noche. A mi viejo balcón pongo por broche este par de zapatos. Cómo ensalma cualquier rota ilusión en esta calma de rosas y piñones en derroche. Elda está en la gracia de la cortina, en la brisa que enamora al abeto yen el bello trozo de mazapán. Mientras cae la más dulce y suave harina, a mi bordada almohada me sujeto yoigo: «Rataplán, ¡Elda!, rataplán». Luis ROMAY G. ARIAS Actitud de Castelar ante los Santos Patronos de Elda y ante «ElMisteri» de Elche, y, sobre todo, ante la religión y ante la patria Ahora veremos que Castelar no resultaba tan anticristiano ni tan anticlerical como algunos han interpretado. Lo que ocurría en aquella época era la mala aceptación del«liberalismo» entre lapolíti ca conservadora y moderada. En su pensamiento contra la monarquía influiría la persecución y muerte de su padre, de ideas liberales, por los ab solutistas con los que comulgaba el rey Fernando VIL Nuestro amigo Vicente Valero Bellod ha com probado en el archivo parroquial que Emilio Caste lar perteneció a la cofradía de los santos patronos deElda, su pueblo como él decía, laVirgen de la Salud y el Santísimo Cristo del Buen Suceso. He visto un autógrafo del inmortal tribuno, contestando carta asu amigo eldense, uno de sus amigos en Elda, en la que le dice desear ver a la Virgen de la que guarda constante recuerdo; pero sus ocupaciones le impiden visitar Elda en aquellos días, yotro año irá alas fiestas mayores. El 20 de mayo del año 1894 tomaba posesión como académico de laReal Academia Española de la Lengua, don José Echegaray Elizaguirre, al que más tarde le concedieron el premio Nobel de Lite ratura. Correspondió contestar el discurso del nue vo académico a su amigo Emilio Castelar, como académico que también era. Ecbegaray, cuando fue diputado aCortes, formó parte de la comisión par lamentaria que se sumó al Levantamiento militar con el propósito de derribar la Primera República poco tiempo despuésdeiniciarse; y lamultitud ma drileña se amotinó, acudiendo a las puertas del Parlamento con intención de atacar adicha comi sión.Entonces Castelar,quese hallaba en las Cor tes, acudió a la salidadeledificio para sujetar a los amotinados, defendiendo valerosamente asus ene migos políticos con riesgo de su persona,y pronun cióaquella frase que no he olvidado: «¿No veis que deshonraríais la República matando alos diputa dosmonárquicos? DisparadcontraCastelar». A continuación acompañó personalmente por lacalle a Echegaray en aquellos apuros; y después este Premio Nobel publicó un artículoponiendo por las nubes la conducta moral de Castelar «como orador, como hombre público ycomo amigo». Pues bien, durante su elocuente discurso en la Academia, de contestación al nuevo académico, el eminente orador republicano, hubo de referirse a «El Misteri» de Elche,y dijo: «Todo templo, por hu mildequesea, tomará laforma de verdadero esce nario y cada ceremonia litúrgica guardará, por se vera que sea, teatralaspecto. El autopasará,en la Edad Media, del altar mayoral claustro y delclaus tro a la calle, y estaráunido, todavía hoy, a las fies taseclesiásticas allá por nuestra poéticaValencia. Ni en «Don Juan Tenorio», ni en «Don Alvaro de Sevilla», ni en «El seno de lamuerte», sintiera yo la emoción dramática experimentada en Elche -(aún podéis sentirla)-, cuando la colegiata, severísima obra del gran geómetra Herrera, se trueca en teatroel día 15 de agosto,día de la Asunción; y el cabildoendoce actores que representan a los doce apóstoles, ytras las negaciones de Santo Tomás, en el ábside ocoro; al tránsito de María, se abre la bó veda en el altar y la Virgen aparece arriba con su manto azul, con su corona de estrellas ysu calzado de luna ysu sonrisa de beatitud ysu mirada de amor entre mares de luz, estallidos de aclamacio nes ydiluvios deflores». Emilio Castelar fue votado presidente de las Cortes el 25 de agostode1873. Inició su cargo con un discurso del que son las siguientes palabras: «Yo que respeto todas las creencias, que respeto to das lasfilosofías, tengo derecho aexpresar en este momento una creencia individual mía:yo creo en Dios, porque he encontrado siempre aDios en el fondo de la Historia, he encontrado a Dios en el fondo de la ciencia, en el fondo de la naturaleza; y no os extrañéis de que yo levante mis brazos al Cie lo y le pida sus bendiciones para esta Cámara». En el diálogo parlamentario con el canónigo y diputado don Vicente Manterola, hay un párrafo histórico de Castelar, que sehizo célebre, conocido entonces por mucho público: «GRANDE ESDIOS EN EL SINAÍ;EL TRUENO LEPRECEDE, EL RAYO LEACOMPAÑA, LA LUZ LE ENVUELVE, LA TIERRA TIEMBLA, LOS MONTES SE DESGA JAN; PERO HAY UN DIOS MÁS GRANDE, MÁS GRANDE TODAVÍA, QUE NO ES EL MAJESTUO SO DIOS DEL SINAÍ, SINO EL HUMILDEDIOS DEL CALVARIO: CLAVADO EN UNA CRUZ, HE RIDO, YERTO, CORONADO DE ESPINAS; CON LA HIÉL EN LOS LABIOS, Y, SIN EMBARGO, DI CIENDO: «PADRE MÍO, PERDÓNALOS, PERDO NA A MIS VERDUGOS, PERDONA A MIS PERSE GUIDORES, PORQUE NO SABEN LO QUE SE HA CEN». GRANDE ES LA RELIGIÓN DEL PODER, PERO ES MÁS GRANDELARELIGIÓN DEL AMOR; GRANDE ES LA RELIGIÓN DE LA JUSTI CIA IMPLACABLE, PERO ES MÁS GRANDE LA RELIGIÓN DEL PERDÓN MISERICORDIOSO.Y YO, EN NOMBRE DE ESTA RELIGIÓN; YO, EN NOMBRE DEL EVANGELIO, VENGO AQUÍ A PE DIROS QUE ESCRIBÁIS AL FRENTE DE VUES TRO CÓDIGO FUNDAMENTAL LALIBERTAD RELIGIOSA; ES DECIR: LIBERTAD, FRATERNI DAD, IGUALDAD PARA TODOS». Y cuando terminó la discusión parlamentaria con el canónigo diputado don Vicente Manterola, le rogó que,como sacerdote, pidiera aDios la bendi ción para todos los diputados de aquellas Cortes. Después de destronar aIsabel II, nombraron otro rey, Amadeo de Saboya, que no fue bien acep tado por la mayoría de todas las clases sociales. Llegó el 13 de diciembre de 1870, cuando habían asesinado al general Prim, jefe del Gobierno, ycan sado de desaires, incluso de un atentado, presentó la dimisión el 11 de febrero de 1873. Funcionaban las Cortes de 1869 en las que los republicanos formaban una minoría. Sin embargo, como los parlamentarios no vieron una solución más fácil, apoyaron aCastelar en sus ilusiones de la Primera República. Esta vino con tranquilidad y bonanza, pero duró poco. Posteriormente, en vista del desorden imperante, el célebre orador republi cano pronunció un discurso en el Parlamento, del que son los siguientes párrafos: «¿A qué consagraba yo toda mi vida? A pen sar en el advenimiento de la República; apro curar que la República se hiciera con los re publicanos; más para todo el mundo. Y qué, ¿creéis que con vuestra conducta, con vues tros procedimientos, con vuestros cantones, con esa demagogia pretorianesca sin nombre, sin responsabilidad, nos salvaréis? No, no. Con esas criminales demencias sólo nos espe ra la destrucción pronta y la deshonra irremi sible de la República... Yo quiero ser español y sólo español; yo quie ro hablar el idioma de Cervantes; quiero reci tar los versos de Calderón; quiero teñir mi fantasía con los matices que llevaban disuel tos en sus paletas Murillo yVelázquez; quie ro considerar como mis pergaminos de noble za nacional la historia de Viriato y El Cid; quiero llevar en el escudo de mi patria las na ves de los catalanes que conquistaron a Oriente ylas naves de los andaluces que des cubrieron el Occidente... Y tenedlo entendido de ahora para siempre: yo amo con exaltación a mi patria, yantes que a la libertad, antes que ala federación, antes que a la República, antes que a la de mocracia, pertenezco ami idolatrada España. Y me opondré siempre con todas mis fuerzas a la más pequeña, a la más mínima desmem bración de nuestro suelo...». Terminaremos relatando una anécdota para observar mejor los sentimientos bondadosos yhu manos de nuestro ilustre hombre público: Fracasada la República, Castelar terminó por fundar el partido político «Posibilista», dispuesto a colaborar con la Monarquía si fuese necesario. Cuando se produjo la regencia por la muerte del rey Alfonso XII, el’eminente orador, pronunció un discurso en el Parlamento, afirmando que, mien tras el Poder estuviese representado por una cuna donde duerme la inocencia (había nacido el que se ría nuevo rey Alfonso XIII)y una madre que llora, él no se perdonaría jamás la menor expresión o acto en contra de doña María Crisde Habsburgo. La reina regente no ignoró los sentimientos de don Emilio. Conmotivo de haber encargado para for mar Gobierno adon Práxedes Mateo Sagasta, este jefe liberal solicitó de Castelar el apoyo de su parti do«Posibilista». Castelar accedió y le facilitó el nombre de su correligionario, don Buenaventura Abarzuza, para ocupar una cartera ministerial. Pero don Buenaventura se hallaba en el extranjero; podía retrasarse su llegada e incluso declinar el ofrecimiento. Enterada doña María Cristina de las gestiones, exigió aSagasta que fuese incluida en la lista del Gobierno el nombre del político «Posibilis ta». Por este motivo,eljefe liberal hubo de visitar nuevamente a Castelar, que le contestó de la si guiente forma: «Pondremos un telegrama urgente al designado Abarzuza, y si surge alguna dificultad, yo mismo en persona, sin inconveniente alguno, iré aPalacio para jurar el cargo». Don Buenaventura Abarzuza llegó a tiempo y pudo tomar posesión del ministerio que le habían adjudicado. José Navarro Paya En el Cati de mi infancia La madre Naturaleza es al despertar el día una explosión de alegría yun milagro de belleza. El sol la vida derrama -y en transformación sostiene-; así la vida es perenne bajo el poder de su llama. Surge la vida ycombina con precisión ypresteza, lo que fina en lo que empieza, lo que empieza en lo que fina, como en eterno rodar en sapientísimo rol, como la tierra al girar siempre alrededor del sol... Pero, hay sitios que, al mirarlos asombran por su hermosura; parece que la Natura se recrea al recrearlos- PongoaCati como cita: Aquí la Natura quiso recordar el Paraíso en su belleza infinita... Contemplad esa hondonada dormida con sus frutales... ¡Cuan bella con los cendales que extiende la madrugada! El sol, desde los alcores de la verde cordillera extiende su cabellera de platinos resplandores. Lo primero que el sol brilla cuando el valle ha despertado es el oro perfumado de la mar de manzanilla, los bardisales de brezos yamapolas carmesíes; los tiernísimos rubíes que enraciman los cerezos... Y las verdes melodías de pinares perfumados; y el humo de los tejados en la paz de las masías... ¡Ohdivino despertar! Por el Guisop va subiendo elsol, y va derritiendo sus oros en el pinar. ¡Oh Cati! Yo desperté en tu regazo de amores como despiertan tus flores... Te guardé con la virgénea visión de tus trigos ytus flores; con tus pájaros cantores -que mató, ¡ay!, la polución-; con la diminuta ermita posada sobre una loma, entre el azul, tan blanquita como un huevo de paloma; con la candida fragancia en que yo te conocí... ¡Ay, nemoroso Cati de los días de mi infancia! P. MOLLA — &Hrf£tf&5V CANCIONERO DEL VALLE Del Cid a los Chaparrales Del Cid alos Chaparrales hay una niebla difusa, que fina se desmenuza descendiendo alos bancales. Se distiende sin obstáculos por las paredes de piedra, agarrando como hiedra la humedad de sus tentáculos. Mas, como un áureo vislumbre, en el alto Cid se inicia del padre sol la caricia serenizando la cumbre... El día con su crisol va la niebla derritiendo, el azul va apareciendo... ¡y radiante triunfa el sol! Transcurrida la hora negra con su pasmo de pavura, ¡cómo el corazón se alegra al ver brillar la luz pura! ¡A la Armonía se integra! Y, desde arriba del monte se ve a lo lejos la mar como franja circular endulzando el horizonte... Y nuestro Valle, al poniente, parece que ha derretido cielo y, se le haya extendido en un velo iridiscente de amores transparentado... semeja un lago encantado que durmiera dulcemente. F. MOLLA ¿ftuhesfí CANCIONERO DEL VALLE Réquien por el Xorret de la Almadraba El Xorret de la Almadraba siglotrassiglo manaba sus cristales refrescantes... ¿Dónde fue su voz mojada desgranada endiamantes? Corazón del corazón del pueblo, su sinfonía... Vernácula poesía -entrañable- su canción. Veníandeignotas vetas, dehondos estratos yminas sus linfas diamantinas tan gratas a lospoetas. Ya calló la lira eólica sus espejos fulgurantes de tonada melancólica, alivio de caminantes... ¡Qué sequedad en la umbría! ¡Qué tristeza en el camino! Sólohayestepa yespino donde linfa clara había... ¡Qué silencio másprofundo ha caído en la hondonada! Todo muerte... nada, nada como en el final del mundo... (No era suficiente el mal -que es de este Valle un baldón- la muerte del Arenal, por un lucropersonal dedesmedida ambición?). ¿Hasta cuándo, oh fuente pura perdurará tu memoria? Sé que alguna alma futura desglosando viejos temas desentrenará tu historia. Vivirás en los poemas de tus poetas de ahora que te han sabidoadorar... ¡Adiós entraña sonora...! (Tengo ganas dellorar). /i*’ jkii li hn Mil .. —J’ rv .pací - CRÓNICA DE OTRAS ÉPOCAS Mirando hacia atrás con nostalgia Soy un entusiasta, yodiría queunferviente enamorado de las costumbres de mi pueblo, que actualmente son tan diferentes alas de antaño; al igual que la ciudad, sus hombresymuchas de las cosas queprivaban, puededecirse quehan cam biado parcial ototalmente. Antes las personas convivían más que las de hoy, la escasez demedios decomunicación, las hacían más imaginativas, hoy estamos inmersos en ese «stress» que la forma de la vida nos da con suagitación. A esto hay que añadir que al no existir la «tele», esa pequeña pantalla que nos absorbe, las familias se relacionaban más unas con otras, sobre todo en las noches calurosas de verano cuando los eldenses tomábamos el «des eo» en la calle, cosa que en otras épocas se acos tumbraba bastante. Elda que en sus principios eraun pueblo agrícola, fue transformando sufisonomía, crean do la industria zapatera, fundamental hasta nues tros días en el aspecto económico. Las callesdel pueblo sin asfaltar ycon un tráfico lento, auto móviles había pocos, permitía que los chiquillos jugábamos a nuestras anchas ajuegos que hoy no se estilan, o menos, tales como las anillas, bob eas, caliche, chapas, escampilla, trompa, etc. Era una cosa muy corriente ver trabajadores que ganaban el sustento enplena calle, por ejem plo:aguador, afilador,bolleros, botijero,helade ros callejeros, leñador, trapero, vendedores ic arenica,etc.Muchos de estos oficiosse pueden considerar como desaparecidos, así como el de pregonero, encargado de dar información por me dio de bandos. Hasta sus costumbres festeras, ysus bailes teníanun sabor diferentes al dehoy.En la memo ria del recuerdo han quedado los «Arco Iris», «La Playa», «Las Palmeras», «Mundial», «Polistilo», en tre otros, sustituidos por las discotecas y los pubs, donde los jóvenes se divierten, pero me nos... En cuanto alas fiestas populares, recorda mos aquellos carnavales que tenían como marcos simultáneos el Casino Eldense, Coliseo España, Teatro Castelar, por citar algunos y¡cómo no!, las «monas», con las visitas obligadas a «El Arenal», «Santo Negro», «Tía Gcrvasia», «El Pantano» y «La Jaud». En la actualidad ya no es lo mismo. En fin, habría que explicar muchas cosas a los jóvenes de hoy sobre «cosas» que no conocie ron, relativas a la industria zapatera, como: «Chaira», «Chinches», «Engrudo»,«Lezna»,«Tirapié», etc.,y denominaciones tales como «Tarea», «Ruleta», «Punto espada», «Cosido a cordón» y otras muchas más (pie es obvio mencionar, para no extendernos más en el tema. Y ya para qué extenderme en más comenta rios, sólo me resta repetir lo que expliqué al prin cipio, que soy un entusiasta de las costumbres de mi pueblo, algunas desaparecidas, que ya no vol verán... EFECE ’ ¿ANGELES O PEREGRINOS? S5BSeflB£aaátoí..~•+&&&£ Unacuriosa lolografia de D.Francisco Alonso, el que lueraalcalde allá por los años 20. alaedad do 10 anos, conal a’uendo doporegrino on las fiestas deseptiembre. Aprincipios del siglo XVII, Elda, queregía los destinos de la Villade Petrel ySalinas, tenía una población de huertanos, la mayoría moriscos, que mimaban las fértiles yfrondosas huertas regadas con el agua de la Fuente del Chopo de Villena.Sus productos dieron una buena protección económica aestos labriegos que vieron aumentar su populari dad más allá del Condado. El Alcázar deElda, único castillo palacial de esta parte Oeste de la provincia, se levantaba orgu lloso por dar cobijo a las minúsculascasasquele rodeaban porque había sido residencia de persona jes ilustres, a los cuales protegía emocionalmente, como al Excmo. Sr. D. Antonio Coloma ySaa, Con de de Elda, que había nacido en la cabecera del Condado y bautizado en laIglesia de Santa Ana.Di cho Conde fue Gobernador de Sassari (Cerdeña) de 1578 a1580 ytambién deCagliari. Años más tarde fue Virrey deCerdeña, cargoquehabía tenido su padre, don Juan Coloma. Nuestro Virrey demostró su gran capacidad durante el tiempo que estuvo en esta isla medite rránea, su trabajo fructificó en distintos ambientes, principalmente en el cultural. Fue este ilustre el dense el fundador de la Universidad enCagliari, el mismo año de su regreso aEspaña, el Conde y su séquito salieron para Eldael año 1604. Es muy fácil imaginar las emociones que em bargarían atodos aquellos eldenses, nostálgicos por su tierra, al enterarse de su vuelta asu pueblo, recordarían más intensamente los ricos frutos de su huerta, la imagen tallada de la Virgen delPópu lo (la que Elda veneraba) ytantos recuerdos marca dos por esas capas sedimentarias que nos da la vida según vamos recorriendo los distintos perío dos anímicos que nos acompañan hasta nuestra muerte. El Conde fue despedido con grandes fiestas y una Misa en la Catedral en Acción de Gracias, de mostrando así la gratitud que sentían los habitan tes de esta isla por su virrey. Cuando todo estaba preparado para zarpar rumbo aEspaña se presen taron al Conde dos jóvenes, con sayal de peregri nos, suplicándole que les permitiera embarcar en su nave porque tenían que entregar, en tierras ali cantinas, dos cajas de gran tamaño. Lamberto Amat lo describe así en su «Historia de Elda»: ...«yla pía tradición cuenta que, concluido el Virreinato deS.E., al regresar para España se le presentaron dos gallardos jóvenes en traje de pere grino, rogándole trajese en la nave dos arcones, a lo que accedió, yaquellos desaparecieron»... No debió pasar mucho tiempo cuando alguien advirtió que los jóvenes peregrinos habían desapa recido de ese escenario flotante, habiéndose dejado las dos cajas entre el equipaje del Conde en la bo degadel barco. El espíritu religioso achacable a esos momentos históricos, hizo que en el pensa miento de todos apareciera una duda fantástica o milagrosa. Estas apariciones ydesapariciones ante el estupor de unos ojos urgentes de comprensión, hizo olvidar a los peregrinos para considerar, con una plegaria por delante, que podían ser ángeles. !sta idea se potenció cuando al llegar al puerto de Alicantepudieron apreciarque en las cajas existía una inscripción, «SOY PARA ELDA». El Conde, como dueño yseñor, ordenó que abrieran dichas cajas, donde aparecieron una Virgen artísticamente adornada yun Cristo clavado en la cruz con una mirada serena ydulce. Estaescena lacomenta Gonzalo Sempere de la siguiente manera: «No hay entendimiento humano que pueda comprender, ni lengua que pueda expresar, lo que pasaría en elinterior de Su Excelencia, en el mo mento haría partícipes a todos sus familiares de su extraordinaria satisfacción y daría aviso a lasauto ridades de esta villa, quienes al recibirtan fausta nueva, como enajenados, no sabrían el modo de ha cerlo entender alpueblo»... Lógicamente, alguien partiríade Alicante, ade lantándose a la comitiva, surcando, a la velocidad que sucabalgadura lepermitiera, las rugosas lade ras que nos separande la capital para dar la noti cia a los eldenses buscando una preparación para esasgentes, algodespreocupadas enese momento, con el fin de que acudieran detodos losrincones del pueblo y desapareciera laindiferencia yapare ciera el fervor. Alberto Navarro en su «Historia de Elda» nos descubre una tradición popularde algo que ocurrió durante elcamino. Lo explica de la siguiente mane ra: «Quiere esta versión que los rótulos de las cajas que contenían las imágenes y en las que hemos di cho se leía ’Para Elda’ estuviesen borrosos yno pudieradilucidarse concretamente sieran para Elda o paraNovelda. Paradisipar esta duda se acordó un amodo de ’juicio deDios’. Conducidas lascajas en una carreta tirada por bueyes desde Alicante a Elda se hizo un alto antes de llegar a la bifurcaciónde caminos cuyas direc Peregrinos delaño 1953 ciones eran las de Elda yNovelda. Entonces se ven dó los ojos a los dos bueyesy se les dejó andar sin que nadie los guiara, para que ellosfueranpor el camino que Dios quisiera, lo que sería demostra ción de la voluntad divina del destino al que debían dellegar lasimágenes. A este juiciode Dios asis tíanlas autoridades de ambas villas ygran cantidad devecinos de uno y de otro pueblo.Losbueyes, tras un momento de vacilación, arrancaron firme mente por el camino que conducíaa Elda,decisión quefueacatada notablemente por losnoveldenses y celebrada conalegría por nuestros antepasados». La llegada aElda debió de ser apoteósica, las campanas volteando con fuerza milagrosa, el pue bloalegre, rezando ycantando, porque se imagina ba los beneficios que iban arecibir, y el vínculo re ligioso se hizo patente desde el Virrey y su séquito hasta las piedras, grandes ypequeñas, las casas es taban vacías, cerradas, el conjunto urbano estaba sumergido en laplenitud delmomento ySeptiem bre se convirtió en el emperador de los meses, dan do envidia al caudaloso ysolitario Vinalopó, que intentaba alargar sus ojos hacia este acontecimien to para convertirse en testigo y en vehículo de pro pagación de esta grandiosidad. Losque amamos aElda deberíamos cuidar con mucho respeto estas tradiciones para que ellas no continúen luchando contra nuestra ingratitud yno condenarlas alolvido. Muchos creen que la vida se reduce afórmulas económicas, desechando los sen timentalismos porque cuando aparecen los atrona mientos espirituales se pierde la fe en algo quehe mos recibido sin avaricia ycon mucha humildad, y aunque pueda ser ficción nos hará desembocar en el grosero egoísmo que va reduciendo poco apoco la conciencia y el corazón. José Luis Bazán López Peregrino actual Pensando en el cuarto centenario Pronto, muy pronto, dentro de 19 años, Elda se aprestará avivir unas jornadas de emoción es piritualnoconocidas por lasactuales generacio nes: la celebración del cuarto centenario de la lle gada a la villa de las dos imágenes de nuestro Cristodel Buen Sucesoy de la Virgen de la Salud; será un 6de Septiembre del año 2004. La mente vuela rauda hacia elporvenir; no conocimos la celebración del tercer centenario ce lebrado en 1904, pero por lo que nos contaron nuestros progenitores ypor lo que nos dejó escri to la revista entonces publicada, «EL CENTENA RIO», nos hacemos una idea, aunque muy vaga, de lo que sería su celebración, pero muy entusias ta de lo que podría ser 81 años después. Y como el tiempo no corre, sino que también vuela raudal, no sería aventurado que 19 años antes comenzá ramos apensar ideas ymás ideas que llevaran a la práctica muchos eldenses que nos pueden leer hoy, ante la lógica eventualidad de que, por ley natural, algunos de los (pie vivimos esperanzados nos quedemos en eso, en la esperanza de vivir el 4.° Centenario. Place años cpie un eldense, cuyo amor ydevo ción anuestra Virgen de la Salud no podemos po ner en duda, nos habló de su coronación canónica para entonces. No eran momentos apropiados, esto no puede hacerse con la velocidad que un pensamiento yun corazón enamorado de su Ma dre pueda sentir, pero nos faltan 19 años nada más, y¿ésto qué es, qué supone en el correr del tiempo? ¿Quién (pieya no cumpla elmedio siglo de vida no recuerda como si fuera ayer,elque considerábamos el día más feliz de nuestra vida, el de ’nuestra primera comunión’ ocualquier otro acto trascendental cpie hayamos vivido hace años...? Yhan transcurrido ya... Esta podía ser una realizable idea feliz, al menos en todo aquello que dependiera de noso tros los eldenses no debe caer en saco roto, debe comenzarse aestudiar, sin prisa, pero sin pausa. Uno de los actos acelebrar en el Centenario, sin duda alguna el más trascendental, más emotivo, más hermoso, el que más recuerdo había de dejar en cuantas personas lo vivieran debe ser LA CO RONACIÓN CANÓNICA DE NUESTRA EXCEL SA MADRE YSEÑORA LA VIROEN DE LA SA LUD. ¿Por qué no? Repasamos la revista «EL CENTENARIO» con el fin de hallar algún trabajo que diera a éste modesto nuestro, un broche de oro relacionado con el tema, y la providencia nos lleva auna de sus ricas páginas en la que Icemos la siguiente poesía, obra de un eldense que quiso ocultar su nombre, pero que guarda un entrañable recuerdo. Dice así: VALERO ALBORADA Rasgáronse las sombras. El nuevo día surge con esplendentes niveos albores; el sol, desde el Oriente su beso envía, las auras nos transmiten gratos rumores yentusiasmo indecible, dulce alegría sienten de nuestra villa sus moradores. ¿Qué causa, pues, produce en el vecindario ese júbilo grande que ya es exceso? ¿Por qué todo es en Elda ya extraordinario? Porque el año presente trae su embeleso... ¡En Septiembre celebra su Centenario a la VIRGEN y al CRISTO DEL BUEN SUCESO! TODO POR Y PARA ELDA No esElda, por su situación, lo que podríamos lla mar,geográficamente, una isla, ya que no está rodeada deagua,, que aveces escasea, per todas partes, y ni tan siquiera nuestro río tiene capacidad, cuando se enfada, de aislarnos por completo de todo lo que nos rodea. No tenemos, pues, los eíaensesesapsicología, tan peculiar de los isleños, en donde para penetrar en ella hacefalta tener mucha imaginación. Quizás tan sólo nos podamos sentir un poco isleños, por lo que se refiere allenguaje, y sobre todo desde que existe eseempeño, que nunca experimentamos en nues tra larga vida, de que seamos capaces de hablar valencia no. A los de Elda no nos es difícil entenderlo, pues ro deadosdevalencianos-parlantes, por nuestros más vul nerables costados, algo hemos llegado a aprender, pero las corrientes inmigratorias, que hemos disfrutado, han ido reforzando nuestro castellano, y a estas alturas muy difícilmente podrán hacer que de él nos desprendamos. Estas cosas,me parece a mí, que ño se consiguen por disposiciones transitorias de fuerza, si no van acom pañadas por el expreso deseoy curiosidad de aprender loque se nos quiere imponer. •Me ocurre a mí lo que amuchos isleños, y sobre todo a los que solemos llamar de lasIslasAfortunadas, que con respecto a la Península no se sienten muy espa ñoles, pero conrespecto al resto del Mundo sí. En mis _ya lejanos años de estudiante,lejos de mi pueblo,sienípre para mí fue un orgullo el sentirme va lenciano, y deAlicante, pero lo que es ahora, se me suele olvidar laregión y laprovincia, y me siento tan sólo es pañol pero deElda. Y como un eldense más, y de nostalgias lleno, vibro deemoción y entusiasmo cuando alguien exalta anues tropueblo, y lohace precisamente sin importarle mucho elque no sepamos hablar valenciano. Aprovecho la oportunidad que se meofrece, de de cir algo en esta revista de nuestras Fiestas Patronales de Septiembre, para recordar ados alicantinos que plasma ron dos cantos aElda completamente distintos, debido al tiempo y a la distancia, que espero agrade a los eldenses yJ^Ios que aquí ne%ácieron, pero que como auténticos eldehi&s, apegados a lonuestro, ysatisfechos de haber .1* ELDA Nació sobre los sólidos veneros de una tierra de fuego ysed vetusta. Tierra apretada, pálidaeinjusta, refugio y barbacana de halconeros. Pareció que se hundía en los esteros de clásica pereza, pero augusta, sedesnudó, yninguno sedigusta,porque útil y capaz, trabaje encueros. Si su aridez apenas le da flores, se fabrica con piel su Califato, se ríe de los peces de colores, y se deja envidiar sin arrebato, porque elzapato, de sus detractores no le llega, a la suela delzapato. Ypara poner fin a esta socorrida colaboración, con lacompleta seguridad de que les habrá dejado más satis fechos lo que deElda dijeron estos dos poetas, que lo que he dicho yo, termino con el otro soneto que cincuen ta y dos años antes, precisamente en el 1921, apareció en el libro de versos, que prologado por elfamoso políti co Francos Rodríguez, le editaron en Alicante aJuan Sansano. Oleo doMATEO SANTA elegido nuestro pueblo para lograr su supervivencia, dis frutan, padecen y sufren las’ vicisitudes de una vida en común. Fue el día 14 de Abril de 1973, cuando el magnífico poetasatírico yfestivo, de origen alicantino, por desgra cia yafallecido, Jorge Llopis, actuó de Pregonero de nuestra Fiesta de Moros yCristianos, y al finalizar su ce lebrado Pregón,y comocolofóna su magistral diserta ción, nos recitóel siguiente Soneto a Elda, que fueacla mado con el natural entusiasmo. ELDA En un bello crepúsculo silente sobre llanura de delicias llena, besáronse un clavel yuna azucena del Sol burlando lamirada ardiente. Dio sus dulces aromas del oriente, al tálamo nupcial lahierbabuena, y dio a la tarde plácida y serena, una tonada rítmica la fuente. Beso de luz y de pasión creadora, brotó de latierra bendecida, que con arrestos de titán labora. ¡ELDA gentil, romántica yflorida! Bajo el ardiente Sol que te colora, muere de amor y de placer mivida. Todos los que nos sintamos orgullosos de haber na cidoen ELDA, debemos de corresponder con nuestro es fuerzo alaborar por su engrandecimiento, y no olvidar la devoción anuestros santos patronos celestiales. Jenaro Vera Navarro Cuento de la estatua de bronce Era tiempo invernal, tiempo deCarnaval. La primavera, salpicada ycobarde, no era capazde re cordar al mes lardero su rebelión anual obligada, no estaba atenta. El invierno, al contrario que el hombre, era un riguroso punto finalde un proceso tan necesario como la vida. La plaza se hallaba va cía, sorprendentemente vacía, las nubes empezaron asoltar sus plumas en forma de copos, estrellándo se suavemente, como de puntillas, en las simétricas baldosas, ellas tan devotas que comulgaban con nieve. Los árboles se encontraban nerviosos, sus ramas agarraban secretamente el aire para mejor respirar por el temor que les infundía el posible éxodo de esas docenas de palomas, candidas ninfas que durante todo el año adornaban las partes altas, como si fuera un eterno desfile de novias inmacula das. La fuente disfrazada de roca se bañaba com pletamente desnuda, sin pudor, deshojando su hu medad con una música ya trazada que rascaba y en mudecía el ruido. La estatua de bronce estaba viendo nevar, el blanco maná resbalaba sobre su maquillada ropa de verde óxido, parecíadisfrazada deespantapája ros, incapaz de asustaracualquier pajarillo despis tado.Su semblante risueño, sus ojos menudos, achicados por el robusto bigote, estaban fijos en el infinito, sus labios defensores de una sonrisa natu ral y verdadera, eran motivo suficiente para despe jarcualquier duda. Noteníafrío, una personacom pleta y llena de vida no teme la inclemencia exte rior. Su sofisticado invento contra laclimatología adversa ocontra elestrépito diario era tan gratifi cante como musical. Pedía a su corazón alguna oberturade Bach que inmediatamente invadía su candidocuerpo,algunas veces le rodeaban susami gas laspalomas, que percibían las notas gracias al oleaje aúrico que desprendía don Emilio. Todosle querían. Todo lo demás podía ser silencio. Las estufas preñadas por las bombonas color butano parían calor artificial en todas las casas que rodeaban laplaza. Era el centro neurálgico de la ciudad, un ensordecedor y humeante amasijo de edificios, coches, tiendas, donde habitaban paqui- dérmicas casas rodantes, llenas de color rojo, que continuamente estaban ingiriendo yvomitando per sonas. Lugar donde el diástole ysístole de la vida cotidiana había desaparecido. La incomunicación machacaba lentamente las capuchas que cubrían todas las cabezas, ala vez cortaba los hilos de la simpatía, de la solidaridad y de esos contactos tan espontáneos y sumamente confiados, que antes inundaban de alegrías yganas devivir a los que lo practicaban. Estaba decidido, pero no de ahora, lo venía meditando durante mucho tiempo, quería probar, deseaba asomarse asu pueblo explayando su vista, estaba harto de ver siempre los mismos árboles y edificios. Eso sí, le alegraban los niños, los ancia nos. Le desesperaba no poder girar la cabeza yver lo que había asus espaldas. Era una ocasión irre petible, los jardineros habían usado una larga esca lera de bomberos para poder no sé qué y la dejaron cerca de su pedestal. Los impulsos que siempre le habían caracterizado afloraron devoradores llenos de preocupación, dio un terrible cerrojazo acual quier actitud reflexiva, no quiso aflojar las cuer das, demasiado tensas, de la divagación ycon impe tuosa serenidad quiso estrechar la mano del pavi mento bicolor que observaba con ojos desmesura dos esta improvisación comprendida. Por un mo mento las baldosas huérfanas de pasos, dejaron de respirar, esperando un milagro que les convirtiera en cojines de seda yencendieran con divinas pro porciones la anónima colaboración. Bajó con una naturalidad confiada, aunque no tuvo en cuenta los cincuenta ytantos años que lle vaba de pie, con su mano derecha levantada, cin cuenta años sin pestañear, sin mover su famoso dedo. Estaba entumecido, asus músculos les costa ba trabajo reaccionar, parecía como si su trono le quisiera inmovilizar negándole una petición que nunca había realizado. Cuando puso su pie izquier do en el jardincillo que rodeaba su santuario empe zó a recuperar suagilidad, saltó la pequeña cerca llena de triángulos entrelazados para después lan zar una aguda mirada a la parte de la plaza que no conocía, esbozóunvisible gestode sorpresa eins tintivamente dejó el libro que tanto tiempo había tenido en su mano izquierda. Lalenta invasión blanca estaba perdiendo se riedad. Momentos después franqueaba una de las puertas lateralescon una soltura cargadade frágil agresividad. Obligatoriamente necesitaba desholli nar su cuerpo del desasosiego que le invadía. El bullicio era penetrante, el estruendo callejero des vanecía los numerosos anuncios luminosos que es coltaban la calle ydisminuía el encanto multicolor de los disfraces que devoraban el inconformismo de losmirones. En la acera de la derecha sequedó fijo e imantado, fue víctima de la historia del tiem po, hijo del siglo pasado, sufría con estrépito la moda tejana de telas adosadas alos muslos, como si de una segunda piel se tratara, contrastando con aquellas faldas cargadas de pliegues, los mismos que en aquel momento se adosaban asu alma. Los anuncios impregnados en las fachadas obligaban, con suma urgencia, a la necesidad de conseguir el mejor disfraz para santificar terrenal- mente un esfuerzo, un gusto oun estilo. Don Emi lio se detuvo, intentó concentrarse en la lectura de un cartel asombrándose de la cuantía delpremio, pensó en las grandes campañas políticas que ha bría hecho con ese dinero después de calcular su equivalencia en reales de vellón. Algunos viandantes se quedaron atónitos, y con un descaro disimulado reparaban en todos los detalles de su vestimenta. -¡Qué original! -comentó un joven disfrazado de pierrot. -¡Parece el hermano gemelo deCastelar! -dijo otro. -¿De dónde habrá sacado elbigote? -añadía un tercero. La incomodidad le acometía con impulsos irre frenables, bien es verdad que en muchas ocasiones había estado en situaciones parecidas ysiempre sa lía airoso, pero en estos momentos estaba descon certado como un ladrón que había sido aprehendi do. Con cierta rapidez salió de aquel bullicio para hacer el recorrido que siempre había soñado. De seaba ampararse en su niñez para olvidar lo que la vejez tiene de trágica aventura, quería volver aver los lugares donde había sudado alegría, luz yliber tad. El casco antiguo de la ciudad estaba silencioso, vulgar, con las calles tan estrechas que su fondo era oscuro, sin identificación, sin galas ysin tratos con el resto urbano. Los arcos del antiguo Ayunta miento, siempre cargados de peso yaños, habían desaparecido. El gran tribuno sedirigió con preste za hacia la casa donde su corazón nunca se estacio naba, no la encontró, debió de huir buscando algo mejor. Cerró los ojos con furiosa rabia, se llevó las manos a la cara, tapándola completamente para im pedir que su mirada volviera apercibir ellógico paso del tiempo. La fábrica de nieve dejó de trabajar. Salió de aquel reposado lugar, desierto de vo ces humanas, sin acaloramiento, envuelto en su ha bitual atmósfera de comprensión. Se iba desvane ciendo el silencio yaparecían las atrayentes luces de los múltiples establecimientos. No tenía prisa, la prisa existe cuando se va montado en el tren del fu turo ysu futuro estaba plegado eternamente, por eso no se forjaba demasiadas ilusiones. Sin que se diera cuenta fue introducido por una multitud de personas en un pub, de nombre muy extraño, con una larga barra, columna verte bral del local, que drenaba los bolsillos de los clientes instalados paralelamente en altos tabure tes. En los laterales, figuras casi amorfas vocifera ba!) en inglés unas canciones confusas yestriden tes que aumentaban la confusión dentro de una at mósfera compacta ycomplicadaparanuestro per sonaje. Estaba absorto cuando oyó una voz que le dijo: -¿Tío, qué ingieres? Volvió la cabezay se encontró con un joven amable ysonriente que le quería obligar aconsu mir algo que desconocía. -¿Un cu bata? Salió a la calle con el ánimo prensado y el co razón fuera de su entorno, instintivamente se situó en la taberna madrileña que él frecuentaba en su épocadeestudiante. Tenía una hilera de frascas llenas de vino, calendarios pasados colgaban de una vieja escarpia que servía para sujetar las esca sas ristras deajos, mesas ytaburetes de nogal que estaban llenos de jugadores de cartas, ninguno era capaz de cantar en copas, ni siquiera las cuarenta. Cualquier santuario delvino -se decía-, necesitaba tener debajo de una trampilla unas escaleras de madera que el último peldaño indicara dónde esta ba el altar mayor, unos odres repletosdesangre de dios. Sin motivo justificado yolvidándose de este tesoro pensó en la época tan ruin que le tocó vivir, las libertades eran pisoteadas y se redimían con pi sotones, eran momentos en que la gente desayuna ba con un gobierno y se acostaba con otro. No quiso que acudieran más emociones perdi das ni más enemigosimaginarios, arrancó de cuajo estos rastros y le asomó una sonrisa para contem plar el mundo tal como era, con sus problemas y sus absurdos. Las farolas de la plaza limpiaban enérgicamen te de nubes heladas el cielo, la luna colaboraba con su santidad circular destilando brillo, las estrellas se habían dado cita para iluminar al hijo que ya volvía. Todos celebraron su vuelta. ELPREMIO QUEDODESIERTO. José Luis Bazán López Introducción Estaplanta, juntocon el espliego, está íntimamente vinculada alas fies tas de septiembre deElda, sobre todo en los actosreligiosos dedicados anuestros Santos Patronos: el Cristo del BuenSucesoy Nuestra Señora la Virgende la Salud. Ya que es precisa mente a primeros de septiembre cuando esta planta está en plena flo ración y ha servido siempre ysirve de ornato en laIglesia de Santa Ana, en los actos de culto, así como en las ca lles,donde se usó como alfombradoyornato de puertas ybalcones otrora, para festejar ydar mayor esplendor a las procesiones que se celebraban y se celebran los días 8 y 9 de septiem bre de cada año, tan vinculadas ala cultura ytradición eldense. Por este motivoy haciendo caso a la sugerencia de nuestro buen amigo yentusiasta de todo lo de Elda, que es Jenaro Vera, presidente de la Junta Central deMoros yCristianos. Hoyvamos adedicarnos aestudiar este bello arbusto. Es un arbusto muy abundante en elantiguo lechodel Pantano de Elda, donde forma un ex tenso bosque ocomunidad vegetal. Algo de historia El Tamarisco, Taraje, Atarfe oTa ray fue llamado por los autores clási cos MYRICA. Con esta referencia lo encontramos en Plinio el Viejo, en su «Historia Natural» yen Dioscórides, «Materia médica yvenenos mortífe ros». Dioscórides dice de él, libro I,ca pítulo 96, de la obra antes citada, «que tiene una hoja semejante a la sa lina», esto sin ser totalmente cierto, sí en sus aspectos externos yaparien cias ambos arbustos se asemejan, pero mientras que el TARAY es de la especie TAMARIX GALLICA, que pertenece a la familia de las TAMA- RICACEAS,la Salina pertenece aotra familia botánica diferente de aquélla. El autor clásico nos dice que en su época seutilizó como curativo para las siguientes afecciones: dolor de dientes, bazo, menstruación, hincha zones,así como antiparasitario (pio jos y liendres). Andrés Laguna, por su parte, ya en el sigloXVI nos dice que entonces se usaba para combatir la hidropesía, así como para las enfermedades del bazo ehígado. Aunque hoy se sabe que contiene gran cantidad de ácido gálico y ácido elágico, no seutiliza como curativo, sino estrictamente como planta orna mental, para cuyofin se le sigue in cluso cultivando de forma intensiva en otras zonas. Con este fin se le pue de ver en Elda, en numerosos jardi nes públicos yprivados (Plaza de Cas- telar, antiguo chalet de losPorta...). Etimología.- La denominación ge nérica ha conservado lalatina. Es opi nión generalizada de que los romanos habían atribuido el nombre aesta es pecie relacionándolo con el río Tama- ris, actualmente llamado Tambro, a cuyas orillas crecían abundantemente los ejemplares de este género. Muy abundante en el Pantano como pone de manifiesto en su estudio. Habitat.- La especie es mediterrá neo-atlántica, cuya área de distribu ción se extiende desde Canarias aSi ciliayDalmacia. En la península su mayor distribución la tiene en el Bajo Aragón,Cataluña, CastillalaNueva,Valencia, Murcia, Andalucía; siendo menos frecuente alnorte ynoroeste. Descripción- El Taray no excede, por lo regular, la altura de una mata grande ode un arbusto; aveces crece mucho yforma un árbol corpulento, cuyo tronco está vestido de una corte za áspera y de un color ceniciento os curo, que rodea más omenos alas ra mas. Cuando se hace árbol, alcanza una altura de 3 a 6 metros, ramifican- do a partir de la base. Las ramifica ciones largas yflexibles están provis tas de lentículas muy manifiestas, lo mismo que sobre lacorteza del tallo. Hojas- Son delgadas, estrechas, apiñadas, parecidas alas del ciprés, casi escuamiformes, son imbricadas y de color verde claro, alternándose en las ramas. Flores- Son rosadas oblanqueci nas, muy pequeñas, reunidas en espi gas muy numerosas, sostenidas por largos cabillos, convertiéndose en unas capitas triangulares ylargas, las cuales encierran sus semillas vestidas de una membrana yse recubren de borra. Florece de mayo a primeros de septiembre, formando en conjunto largos penachos, que se condensan en la extremidad de las jóvenes ramifica ciones. Reproducción- Se multiplica con facilidad por esquejes, durante febre ro omarzo. Condiciones de cultivo- Se cría a orillas de los ríos, arroyos, torrentes, mayormente en aquellos que discu rren por tierras arcillosas, calcáreas y más omenos salinas, así como en la proximidad de la costa. Ambiente y exposición- Se desa rrollan bien, con climatología seca y calurosa, típico mediterráneo, con ex posición apleno sol. Suelo- Vegeta en todo tipo de sue los, tanto los arcillosos como los are nosos, calcáreos ysalinas, utilizándo se tanto en lafijación de dunas como en setos aorilla de ramblas. Humedad- Es resistente ala se quía, pero su mejor desarrollo se ob tiene en lugares de suelo húmedo, alrededor de estanques y orillas de ríos. Prácticas de cultivo- La poda es de gran importancia se debe practicar después de lacaídade las hojas,ya que la floración la da sobre las ramas crecidas en la última vegetación. Manuel Serrano González Doctor en Farmacia cojimEcnoRAGioisi del III Centenario de la Santísima Virgen dolaSalud, que se celebra enla Villa de-Hila, el día 8 de Septiembre de 1904. vr - * Grabado deautor desconocido, contemporáneo a las fiestasdelIIICentenario FRANCISCO LALIGA A LA VIRGEN DE LA SALUD Poema inédito He aquí un poema de Francisco Laliga Gorgés, poeta eldense nacido en 1861 yque falleció en 1928, después de padecer una enfermedad mental du rante 42 años. Son varios los poemas que Laliga dedica anuestra Pati’ona, al gunos de los cuales en este año cumplen su centenario, he querido dar aco nocer uno de ellos en memoria del poeta yen honor a la Virgen de la Salud. Joaquín Busquiel Vera A MARÍA SANTÍSIMA en su denominación de la Salud, Patrona de Elda ¿Quién, pobre lira mía, si alzar osas tu canto te inspira los conceptos que al raudo viento das? ¿Quién atus cuerdas cede ternura yfuego santo tras cuyos resplandores el azulado manto hendiendo, en pos deglorias, a otras regiones vas? ¡María! el sol piadoso que mares evapora del llanto que en la tierra derrama laaflicción; la que en las áureas cimas del alto Empíreo mora, la que asu frente ciñe los velos de la aurora, la que al mirar enciende de amores la creación. Ni torpe fanatismo ni bárbaro sistema brotar hacen al alma sus himnos de piedad; yo te amo, y tu cariño, de mis pesares lema, repite en eco al alma las frases del poema que salva por sus creencias la pobre humanidad. Ya de la fe las alas y el misterioso aliento llevaron otras veces mi canto de tien pos: ydeliré en mis sueños que a ti lo elevó el viento, y al repetirlo en coros del ángel el acento, sonriendo al escucharle, lo presentaste aDios!! Ignoro si de mi arpa las desprendidas notas salvar de este ruin valle lograron el confín, ya sólo sé, ioh María!, que de rocío en gotas bajando, tus piedades la flor divina brotas cuyo perfume al pecho baña de amor sin fin. Yo, Madre, te comprendo cadena bendecida con que la tierra al cielo por siempre se enlazó, y sé que eres la esposa del que a la luz dio vida, del que en el sol la tiene del ciclo suspendida y del que aeternas leyes el orbe sujetó. Yo advierto de tu planta la luminosa huella entre las densas brumas cabe el hundoso mar, cuando con negras trombas su ardiente furia sella y el horizonte vago fosfórico destella de nube tormentosa al hórrido tronar. Tú extiendes del crepúsculo las tintas indecisas con mágicos piñales allá en el lienzo azul; yesmáltalos de nubes que con tu soplo rizas yviertes en contorno del alba las sonrisas yenciérraslo en su mareo de transparente tul. El ave que los bosques hechiza con su acento, la fuente que entre peñas dilata su rumor; de la arboleda umbría sonoro el movimiento, la brisa que alas flores adula con su aliento, ¿qué son sino, aunque pálidos, los ecos de tu amor? Tu amor! Esa sublime fantástica quimera conjunto de ilusiones que brota un ideal, de vates ypintores fuente de luz primera, cpie la razón no entiende y en la razón impera varroja de poesía tras uno otro raudal. Tu santo amor demadre, cuyo dolor profundo del mártir la corona sobre el Calvario ornó; tubello amor de esposa que salva atodo el mundo, tu dulce amor de virgen, sagrado ypudibundo, (pie todos los amores en uno reasumió. Tú, envuelta entre áureas brumas te muestras al humano consolador trasunto del, ¡ay!, perdidoEdén; yen larevuelta lucha del mundo, es tu mano del náufrago ensenada, oasis del anciano, del desvalido amparo, del huérfano sostén. ¿Y qué exigen en pago tus ansias maternales? La fe que hace alos pueblos salir de su abyección; lafe, que hace alos hombres al serafín iguales, que engendra en el peñasco cien líquidos raudales ybrota de las aguas el mundo deColón. María! Iris de ensueños, aurora de ilusiones, de eterna luz yvida fecundo manantial; sol pío que iluminas las mágicas regiones donde de errantes nubes los pálidos girones entraña la esperanza del mísero mortal. Condensa sus vapores al soplo de tu aliento, pues quejas yplegarias les dieron formayser; y el suelo los reciba del alto firmamento, cual bienhechor rocío que al corazón sediento inunda en los efluvios de célico placer. Ycuando incienso ycoros celebren la hermosura de la inmortal paloma del valle de Esdrelón, observa cuan ferviente tu nombre Elda murmura y en pago a su fe inmensa y a su filial ternura derrama sobre el pueblo tu santa bendición! FRANCISCO LALIGA GORGES Bibliografía -Manuscrito ODAS F. LALIGA, PATRIA Y RELIGIÓN. Ricardo Vera Laliga, pág. 384. -Revista DAIIELLOS, Junio de 1950. coNmÉmoRACiOr! del 111 Centenario del Santísimo Crirta del Buen SuoflM qu Mcelebra enInVilla de Elda el«lia !»deSeptiembre da 1804. Grnbndo. doautor desconocido, contemporáneo a las tiestas delIIICentenario. xxxxxcxxxxxxxxxxxxxxc La devoción a los Santos Patronos, hoy xxxxxxxxxxxxxxxxxxc- Nuestra época osla tontada por un «temporalisino» que pone en grave peligro nuestra fe cristiana. Por este motivo debemos asirnos fuertemente aese árbol corpu lento, cuyas raíces se ahondan en lo más profundo del ser de nuestro puebloy que paraloshijos de Elda es el culto ydevoción a sus Santos Patronos: Virgen de la Sa lud ySantísimo Cristo del Buen Suceso. El «temporalismo» ha envenenado nuestra mentali dad cristiana con ese amor excesivo ydesordenado a las cosas presentes como si fuesen los únicos ysumos bie nes aconseguir. En realidad, ninguna época, como la nuestra, ha sido capa/, de un desarrollo tan extraordina rio de todos estos bienes terrenos, gracias aese avance prodigioso de la ciencia y de la técnica. ¿Resultado? El gran obstáculo de la mentalidad mo derna para vivirlas realidades de nuestra fe. Nos domina un criticismo negativo que nos impide formarnos un con cepto adecuado de la inmortalidad del alma humana, y al poner en duda esta verdad fundamental, las consecuen cias desastrosas sobre la conducta especulativa yprácti ca de la vida presente no se dejan esperar. Desaparece «el temor al más allá». El misterio de la vida futura es profundo ygrave; tiene reflejos prácticos sobre la vida presente, que pueden ser transtornadores. Por ejemplo: laeternidad, el juicio deDios, la eventuali dad de un castigo eterno... Son pensamientos demasiado fuertes yexigentes para la mentalidad superficial yedo- nística del hombre moderno. Pero, ¡cuidado!, no pode mos cerrar losojos ante estos serios interrogantes. Sería imitar alavestruz. Nuestra habitual gravitación espiritual hacia el rei no de la tierra nos hace olvidar el precepto de nuestro Divino Maestro: «Buscad primero el Reino de Dios...». Vi vimos como sino existiese el Reino de los Cielos. Quere mos vivir el hoy, la felicidad en el tiempo; todo nuestro interés está aquí abajo. Estees el aspecto más general del modo de pensar y de vivir de nuestro siglo: toda nuestra vida está orientada hacia los intereses ybienes temporales, como si no existiesen los espirituales yeter nos. En resumen: somos gente totalmente ocupada en los deseos de este mundo como si no debiéramos buscar y amar otra cosa,de un orden espiritual einvisible, pero no menos real yverdadera. No somos espíritus verdade ramente religiosos que conocen lacontingencia de las co sas presentes, y ya no estamos preparados para apreciar los valores superiores del espíritu, transcendentales por que pueden influiren nuestro eterno destino. Ladevoción a laVIRGEN DE LA SALUD y al SAN TÍSIMO CRISTO DEL BUEN SUCESO, nuestros Santos Patronos, puede librarnos de ese gravísimo peligrodel «temporalismo». Las solemnesfiestasanuales queFldales dedica, deben ser para los eldenses como un vibrar detrompetas celestiales, una llamadahacialo alto, hacia laotra vida, que hemos de empezar avivirla aquí abajo, mediante el cumplimiento de las virtudes cristianas. La invitación no es solamente individual, sino que está diri gidaa toda nuestra sociedad. Nuestras relaciones distan mucho de lo (pie debiera ser una comunidad cristiana. «Lévate cápitavestra» (Lucas, 21), «Levantadvues tras cabezas», mirad hacia arriba, hacia lo alto, nos dice laVirgen con palabras de su hijo. Que estas fiestas sep tembrinas del año actual aviven nuestra vida cristiana e inunden nuestros espíritus de amor yde paz. Canónigo TOMAS ROCAMORA Ex-curadolaParroquia deSama ¡i LAS COSAS DE MI PUEBLO Lahistoria y la tradición Se aproximan lasfiestas mayores, lasfiestas septembrinas, las fiestas verdaderamente grandes para los eldenses, lasfiestas cuyos recuerdos no muy lejanos añoramos todavía yque el paso del tiempo ha ido difuminando hasta dejarlas en eso, en un recuerdo que a los hijos de Elda nos cuesta olvidar y es obligado para mí echar una ojeada a esa joyamás llena de agradables memorias que lle gan a lo más profundo de mi corazón de eldense que de trabajos propiamente literarios. Me estoy refiriendo a «EL CENTENARIO», la revista que se -publicara en Septiembre de 1904 con motivo del III Centenario de la venida ala ciudad de sus Santos Patronos. Existen acontecimientos en la historia de los pueblos que el tiempo se encarga, en el transcurso de los años, oal menos lo intenta, de borrarlos del libro del pasado, pero la tradición, que es costum bre y las costumbres de los pueblos son leyes, apoyada en una fe tierna yconsoladora se encarga también de transmitirlas con su peculiar lenguaje a las venideras generaciones y no se olvida tan fácil mente aquello de «mi padre medecía»..., «mi abuelo me contaba...», etc. Elda,de asombrosa antigüedad, fundada como población propiamente dicha durante la domina ción romana, palacio de la mejor y más sobresa liente nobleza, coronada por un Alcázar que el paso del tiempo ylas personas no han sabido con servarlo, mantenerlo erguido, clavado en uno de sus torreones el glorioso pendón de su historia, lealyfidelísima a sus augustos monarcas, es hoy un bello jardín, más por su industria zapatera, co nocida en el mundo entero gracias al esfuerzo y ca pacidad de sus hijos que por la(pie fuera antaño fecunda y rica huerta; la tradición nos recuerda aquellos acontecimientos providenciales de la lle gada de sus Santos Patronos, el CRISTO DEL BUEN SUCESO y la VIRGENDE LA SALUD para que siga llegando a las generaciones venideras como monumento precioso de una de sus más su blimes epopeyas. Elda, sin historia, sin tradición, sería desgraciada; con ellas es dichosa. Pero Elda, como ciudad industrial, se vio inva dida en corto espacio de tiempo de humildes gentes quevinieron a ella atraídas por sulaboriosidad, por esa pujante industria, seguros de conseguir un jornal y un pedazo de pan que sus tierras, por aza res de lavida,lesnegaba, gentes que la han ayuda do a engrandecerse, por lo que podemos estar or gullosos ydebemos gratitud,peroestas gentes, venidas de muchos ylargos rincones del solar patrio no saben de su historia, de sus costumbres, de sus tradiciones ypor tanto no las aman, pero si las ciu dadesquelesvieron nacer sí las tienen las recuer dan con agradoynostalgia y ansian vivirlascuando llega el momento de celebrar sus fiestas patrona les. En la revista «EL CENTENARIO» en 1904, se hablaba delfervor, del amor yentusiasmo expresa do por los eldenses hacia nuestros excelsos Patro nos y el autor de un trabajo que firmaba E.A. se preguntaba: ¿Esque hadecaído la fe? ¿Es quelaindiferencia ha entibiado nuestro corazón? ¿Es que elprogreso materialseopone a lareligiosidad? Y si esto sepreguntaban en1904, enplano centenario, cuando de la celebración de las fiestas participaba todo el vecindario, cuando la fe del pueblo eldense y su amor haciael CRISTO y la VIRGEN eran ex presados con lagenerosidad a raudales, ¿qué pre guntapodríamos hacer ahora, también en el siglo XX, pero transcurrido un tercio del mismo? Si yo pudiera cantar las grandezas yglorias de mi pue blo, lasque cautelosamente sabe guardar en los anales de su historia, orgulloso me atrevería a le vantarmis ojos y mi pobre voz hacia elcielo y de cir: ¡Señor! ¡Señor! ¡Qué hermosas son la historia y la tradición de mi Elda! La Ilustre Cofradía de los Santos Patronos fue fundada el 31 deAgosto de 1893 yaprobados sus Estatutos el 6 de septiembre del mismo año por el entonces Obispo Juan; el día 1del mismo mes, en laiglesia parroquial de Santa Ana se celebraba la reunión general de cofrades para aprobar dichos Estatutos antes de ser enviados al Obispado para su ratificación. La primera relación decofrades la componían 110 hombres ycon el n.° 12 figuraba el Excmo.Sr. D. Emilio Castelar ycon el 57 nuestro recordado maestro D. Ramón Gorgé. El aguinaldo a la Virgen Una de las costumbres más sencillas ypopula res, más arraigadas en los eldenses fue «el aguinal do a la Virgen»; era el día 25 de Diciembre,Navi dad,el día de los aguinaldos, el día en que los chi quillos, compuestos con lasmejores galas y de ello se encargaban nuestras madres, aunque nosotros nosocupáramos de quefuera por pocashoras, es perábamos con lanatural alegríadenuestros fami liares en casa, o bien íbamos avisitar aestos en sus propiosdomicilios, el«estreno» o«aguinaldo» y éramos muyfelices con aquellos céntimos, «monedicas» o «perrasgordas» lo más que era una fortuna en nuestros bolsillos; esto ya ha desaparecido yno meatrevo a hacer comparaciones con laactualidad. Pues bien, laVirgen también tenía su aguinaldo. Ante elAyuntamiento, en hora temprana mañanera se formaba lacomitiva que componía las autorida des, clero, mayordomía ygran parte delpueblo pre cedidos de la Banda de Música «uniformada» para recorrer todas las calles de la ciudad; un guardia municipal separaba de vez en cuando,hacíaunalto en su caminar al frente de la comitiva ycon vozrústica gritaba: «¡EL AGUINALDO A LA VIR GEN! y los vecinos en las puertas de sus casaste nían ya preparado «su» aguinaldo que consistíaen dinero, en especies, en alimentos -las sabrosas to ñas de Navidad-, un objetodearte, etc.,etc.Luego, por la tarde, en la Plaza del Ayuntamientose iniciaba ahorapronta elremate. Elrematador hacía en voz altalapregunta derigor: ¿Cuánto dan por esto? ymostraba en sus manos el motivo de la subasta. Y de pronto, una vozsalida de entre lamulti tud: «una peseta»...y otra «cincoreales»..., y otra «dos pesetas»..., etc., etc. y cuandoya lasofertas lle gan a un tope el subastadorincitabade nuevo: ¿No hay quién démás? A la una, dos pesetas..., alas dos, dos pesetas..., a las tres... adjudicado.Había la costumbre de cuanto se subastaba en alimentos, pastas, dulces, toñas, turrón,etc., propio de las Navidades se entregabaafamilias humildes o al Hos pital Municipal ycuanto serecaudaba en efectivo se ingresaba en las arcasde la Mayordomía, quepara eso teníasuSecretario General,DionisioMartínez,«Dionisio el Sacristán» para quienes de chi quillostodavía leconocimos, quien daba cuenta pe riódicamente al pueblo de las entradas ysalidas de dinero, cuyolíquido sedestinaba a lasfiestas del año siguiente. Bendita costumbre perdida definitivamente por el correr de lostiempos y que un día no tan le jano, nuestro querido yrecordado Sr. Cura, D. José M.!l Amat Martínez, recién tomada posesión de su cargoen la parroquia de Santa Anarevivió muy po cos años con el fin de ayudar a las obras delnuevo templo parroquial. VtoMrte Valero Bellot Desde el año 1883 nuestra excelsa Madre la Stma.Virgen de la Salud venía luciendo el hermoso manto que la familia de don Rafael del Val, resi dente en Filipinas, obsequió anuestra Patrona; era el n.° 7 de los mantos que desde 1756 había lucido la Virgen, con anterioridad, desde su llegada a la villa en 1604 nada hemos podido conocer, hasta 1756 en que fue confeccionado el primero por Pe dro Juan Begeso yestrenado en las fiestas de sep tiembre de aquel mismo año. En 1851 el celoso sacerdote y párroco don Gonzalo Sempere, cuyo amor a la Virgen le preocu paba de tal manera que no le satisfacía que tuviera solamente un manto, le encargó 3, en 1852 el n.° 5 y en 1856 el que había de hacer el n.° 6; el n.° 7 que citamos en principio de la familia del Sr. del Val y el último, el n.° 8, fue confeccionado y obse quiado a laVirgen en1984 por doña Asunción Rico Juan (Revista FIESTAS MAYORES, Septiem bre de 1984). No cabe duda que desde don Gonzalo Sempere todos los señores párrocos que le precedieron en la dirección de nuestra parroquia tuvieron gran preo cupación porque el culto a laStma. Virgen de la Sa lud tuviera el mayor esplendor yrecordamos agra dablemente adon José Lorenzo, don Miguel Díaz, don Luis Abad yposteriormente, desde 1939 adon Tomás Rocamora ydon José M.’ Amat Martínez, en todo momento secundados por una Mayordomía ce losa yentusiasta en el mismo deseo, y en particular porque pudiera lucir un nuevo manto -los anterio res, excepto el obsequiado por la familia del Sr. del Val no se conservaron através de los años-, pero las circunstancias que estos últimos vivieron fue ron harto difíciles. Hoy, gracias a Dios y a la gene rosidad de esta hija de Elda vuelve alucir nuestra Virgenun nuevo yriquísimo manto. Bendición yentrega a la cofradía La fecha del día 2 de Septiembre de 1984 que dará escrita indeleblemente en el libro de la histo ria de nuestra parroquia; la jornada emocional vivi da por muchos centenares de eldenses será reteni da en su memoria como uno de los más bellos re cuerdos que el Señor les concediera. No era posible quelaspáginas del primer nú mero deFIESTAS MAYORES recogieran elacto so lemne de labendición yrecepción delnuevo man to, pero del presente número no puede estar ausen te ydejamos enellas publicado para laposteridad tan extraordinario acontecimiento para laciudad. A las 8 de la tarde ofició la Eucaristía el Sr. Arcipreste, Revdo. don Enrique GarrigósMiquel, tras la cual bendijo el manto en presencia de los miembros de la Mayordomía yde la Sra. Rico Juan a la que agradeció en nombre de todos, de la ciu dad, de la Parroquia y de la Virgen su hermosado nación,con la promesa de que loluciría en las so lemnidades de las fiestas yen su novenario. Doña Asunción, visiblemente emocionada pero con ente reza,manifestó haber cumplido un deseo deque el último trabajo que saliera de sus manos fuera este manto confeccionado con amor filial a laVirgende la Salud. En nombre de la Cofradía de los Santos Patro nos,Esperanza AlonsoGuarinos y Pedro Maestre Guarinos ofrecieron ala señora Rico Juan una me dalla-escapulario de oro de losSantos Patronos y un rico pergamino enmarcado, con lasiguiente ins cripción: «La Cofradía de los Santos Patronos, el Cristodel Buen Sucesoy laVirgen de laSalud, a doña Asunción Rico Juan, en prueba de nuestro agradecimiento más sincero por elmanto queha confeccionado para la imagen de nuestra Patrona, laSantísima Virgende la Salud- Elda,Septiembre de 1984». Elcitado manto permaneció 3días expuesto a los eldenses en el establecimiento de los señores Valor, en la calle Nueva, ante el quedesfilaron mi llares de personas para admirarlo; durante este tiempoestuvo ininterrumpidamente vigilado en un servicio especial yvoluntario de la Policía Munici pal, por lo que la Cofradíaratificaa ambos su grati tud ya expresada oportunamente. Vicente Valero Bellot Construcción de la En el proyecto generalde la construcción del nuevo temploparroquial de Santa Ana existía el de lacapilla del Santísimo Sacramento, anexo al resto de la obra, a espaldas del altar mayor, ubicado en lo que actualmen te es el jardincillo. Inconvenientes de tipo económico, pues se habían invertido varios millones de pesetas en la realización de la obra de fábrica deltemplo, poster garon para un «más adelante» lo que había de ser una morada dignapara Jesús Sacramentado, unlugar de recogimiento, de oración, de hablar con Dios en silen cio. Y los inconvenientes de tipo económico continua ron y el Señor se quedó sin esa morada (pie todos que ríamos para El y hubo de esconderse en un humildísi mo sagrario en cuyo lugar, habilitándose la rotonda del altar mayor provisionalmente, siendo un lugar de paso de los fieles, no podían darse esas circunstancias obli gadas de silencio, oración, etc. Pasaron varios sacerdotes que realizaron una ex celente labor apostólica al frente de la parroquia, levan tando las casas ysalón parroquiales, pero la capilla del Sagrario continuaba siendo una necesidad apremiante a medida que transcurría eltiempo. Y llegó el párrocoactual,Revdo. don EnriqueGa- rrigós Miquel, que, cual los anteriores, pronto compren dió esta necesidad de la parroquia y de los feligreses, y no seconformó concomprenderlo sinoquedesde sutoma de posesión fue una de las obras que con más ca riño aceptaba yhubieron de transcurrir 4 años para que, contando con las posibilidades económicas y de antemano con la colaboración de la feligresía que res pondió con el mayor entusiasmo, un 18 de Octubre de 1983 emprendió la obra tras la aprobación del proyecto elaborado por el arquitecto hijo de Elda, don Manuel Guill Gran, contando como aparejador con don Vicente Juan Marcos ymaestro de obras con don Juan José Salas, se habilitó el local existente en la parte derecha del altar mayor, con entrada por la calle San Francisco, que hasta entonces servía para guardar utensilios yen seres al servicio de la parroquia, de una superficie de 8 metros de largo y 5 de ancho, entotal 40 metros cua drados. La obra sufrió cortas interrupciones por las mismas causas citadas, falta de medios económicos unas yotras que obligadamente hacían retrasar su con tinuidad. Y la capilla fue bendecida einaugurada el día 21 de Junio de 1984, festividad del Santísimo Corpus Christi, por elcitado Sr. Arcipreste Garrigós Miquel. En principio se pretendió que su construcción no rompiera el ambiente del templo y se proyectó sobre lí nea románica, dentro de sus características generales, con un techo de medio arco yuna gran vidriera com puesta de 4 ventanales separados por 3columnas de piedra que dan luz natural, siendo construidas las vi drieras por la empresa «Vidriarte», de Villena. El altar, de una sola pieza, trabajado por la casa «Mármoles Capilla del Sagrario Guardiola», de Monforte del Cid. Las puertasdeentradaa la capilla en forma de cruz central fueron construidas por don Francisco Maestre, ebanista de Elda, teniendo en sus huecos unas vidrieras encolores compuesta de pequeños aros de cristal engarzadas entre sí; el piso de granito fue facilitado por la citada casa «Guardiola»; la escayola que formala bóveda fue realizada por la em presa «Escavolas ElRocío», Vicente Ruán Cuenca, de Elda. El hermoso Sagrario que seposeía, regalado a la Parroquia en 1948 por los consortes don José Amat Garcíaydoña Pascuala López, he restaurado en oro por la casa «Pairó», de Valencia. A la derecha del Sa grario figura una imagen de Cristo crucificado, de Í’IO metros de altura y a la izquierda otra imagen de la Virgen de 1 metro, ambas esculpidas por «CasaBelloso», de Madrid. La capilla quedó finalizada en el mes de Mayo de 1984einaugurada, como indicamos enprincipio el día 21 de Junio del mismo año. En lasfiestas deSeptiembre siguientelaCofradía de los Santos Patronos colocó en la parte exterior de la capilla, a la derechade lapuerta, una placa con la siguiente inscripción: «Se construyó esta capilla con do nativos de los feligreses, inaugurándose el día 21 de Junio de 1984. festividad de Corpus Christi, siendo ar cipreste el Revdo. don Enrique Garri’gós Miquel. El impone total de las obras realizadas íuede 2.234.000 pesetas, distribuidas como sigue: IVseIlis Mesa de altar, piso de granito, columna del Sagrario, piedra vidriera vpiedra de puertas ’. 693.000 .Jornales pagadosa losobreros 1.267.000Pagado al decorador 285.000 Imagen de Cristo crucificado 135.000 Imagen delaVirgen 85.000 Restauración del Sagrario 190.000 Importe de 1atril 86.000Vidrieras de las ventanas 360.000 Vidrieras de las puertas 193.000 TOTA I 3.284.000 Tanto el arquitecto, Sr.Guill Gran, corno el apare jador, Sr. Juan Marcos, nopercibieron honorario algu no por sus trabajos; elmaestro deobras, Sr.Salas, hizo unadonación de25.000 pesetas alfinalizar laobra, y todas las empresas queintervinieron en lamisma ofre cieron los preciosde losmateriales suministrados muy por debajo de sus tarifas actuales; todo ellomerece el agradecimiento del Sr.Curay detodos losfeligreses por estas atenciones recibidas. Vicente Valero Bellol Lo que va de ayer a hoy LAS TRADICIONES DEBEN MANTENERSE Antes de entrar de lleno en materia, debo confesar (pie,como eldense denacimiento, soy un enamorado de las costumbres ytradiciones de mi pueblo ypor supues to un entusiasta de su mantenimiento, teniendo que ad mitir ala fuerza como hechos consumados que muchas de aquéllas, por desgracia, hayan caído en el más absolu to olvido yalgunas han desaparecido totalmente, quedan do de unas yotras, sólo el recuerdo en la memoria de quienes las vivieron en otras épocas no muy lejanas, lo que nosobliga a tener que explicárselos a los jóvenes de hoy que no las conocieron y ello permitirá que algunas facetas de las fiestas de antaño sumidas en el olvido, vuelvan aser actualizadas, aunque sólo sea por este me dio divulgativo de laRevista FIESTAS MAYORES de 1985, refiriéndome de pasada amedia docena de tradi ciones, a las cuales voy a referirme, así como aotros as pectos costumbristas, los cuales han pasado a la historia. I.a ascensión del globo En 1900, don Manuel Martínez Lacastayahacía as cender por las nubes sus globos, «emulando lasglorias deMontgolfier», lo que constituía un número defiesta popular, distraído y si se quiere emocionante para quie nes seguían con inusitado interés yexpectación las evo lucionesen elespacio deaquellas «máquinas de papel»,elevadasprodigiosamente haciaelinfinito aimpulsos del calor albergado en suinterior. El altar de lacalle de la Esperanza Todos los años al aproximarse las fiestas septembri nas,se levantaba un artístico ymonumental altar, frente a la calle Nueva, en su confluencia con lade don Antonio Maura, en el que se exponían varias imágenes en otras tamas hornacinas, profusamente iluminadas y adornadas con un gusto exquisito, componiendo el conjunto una es- tampa de sabor añejo, cada vez más sabroso en el re cuerdo. 1.a liesta de la Poesía Si la memoria nos es fiel, recordamos la celebración en los años de 1920, 1930y 1955, de la Fiestade la Poesía, actuando respectivamente de mantenedores el M. I. señor donAgustín Cavero; el muy querido de loselden ses, don Federico GarcíaSanchiz, y el Excmo. Sr. donEduardo Aunós, constituyendo el primer año y siguientes un acontecimiento muy interesante enfiestas. I,as bandas de música La música en aquellostiempospasadosadquirió nuevos valores para los eldenses, quedisfrutaron, nada más y nadamenos, que con la presenciaen un mismo año de las bandas de Ingeniero, Primitiva de Alcoy, de Muchamiel, Regimiento de Infanteríade la Princesa ynuestraSantaCecilia, además de laOrquesta Artísticade don Francisco Santos, más los Dulzaineros de Tales elatronador Batallón Infantil Eldense. los partidos de pelota Losaficionados al deporte de lapelota formaban le gióny con ocasión de las fiestas se daban cita mediada la tarde en la calle de don Antonio Maura, previamente acotada y en la que se habían instalado gradasytendidos a lo largo y a lo ancho, para ubicar cómodamente al nu meroso contingente de personas que sevolcaban mate ría I mente en lo que etonces se consideraba como festejo obligado. Las«vélicas» de la iglesia «Algo realmente impresionante, en un pueblo toda vía sin los beneficiosplenosque la luz eléctrica reporta ba, lo constituía la iluminación de laIglesia a la entrada de las solemnes procesiones de los Excelsos Patronos, con aquellos miles de«vélicas», apresuradamente encen didas, ofreciéndose un espectáculo realmente maravillo so s¡ tenemos en cuenta los factores tiempo,sencillez y escasez de temas», segúnya nos decíaE. G. LL. en el año 1903. No sería justo dejar de reseñar que en laactualidad, las facetas del globo y de las músicasestán presentes en las fiestas, pero... ¿verdad que carecen-delsabor popularde entonces?, ¡oh sí! Las fiestas del Centenario Refiriéndonos a su celebración, según las memorias del vicario, doctor Juan Tomás Sempere, el«día 7 de sep tiembre por la tarde, que fue viernes, salió el Clero de la Iglesia Parroquial y se encaminó a la calle de la Posada (hoy de don Antonio Maura), en donde se habían forma do o construido al cabo de ella un magnífico altar, en el (pie habían depositado aquella mañana las dos peregri nas imágenes de laSantísima Virgende laSalud y elSantísimo Cristo del Buen Suceso, cubiertas con una cor tina de damasco...». ’Seprincipiaron las vísperas con lamayorsolemni dad, (pie para esto había dos orquestas demúsica com pletas,las de las villas deElche y Sax. En esta noche principió la iluminación por lo exterior de laIglesia y todo el pueblo, con el castillo yconvento, con el mayor orden yprimor, a las nueve de la noche subieron las gen tes al plano del convento en donde se hacían los fuegos, hubo una cuerda que costó setenta pesos y la hizo un hijo de Elda, vecinodeBeniel, llamado JoaquínJorge:selució mucho...». «Día 8 al amanecer, principió el volteo yrepique de campanas, con artillería de morteretes; a las ocho y me dia se principió la Misa con la mayor solemnidad, con golpe de música, manifestando todos su habilidad con discretas arias, todas dirigidas a los Santos Patronos. Por latarde se principiaron las vísperas a lascinco, y se con cluyeron, con la salve cantada, alas siete; aesta hora formó la procesión, laque se componía de muchísimos, y los más iban con su hacha, ymuchos de corto: fue mucha lailuminación. Todas las calles muy adornadasy compuestas las fronteras de las casas...». «Día9. Se hizo la misma función que ayer. En la lar de seformó la procesión del Santísimo Cristo, con la misma pompa que se hizo ayer la de la Virgen. Concluida lacena, en elmismo sitiohubo otra cuerda de fuego por el mismo maestro coheter que ayer: fue también muy aplaudida por ladiferencia de cohetes voladores. Su pre cio, también setenta pesos...». «Día 10. Hubo la misma función de Iglesia, sin pro cesión. Este día por lanoche, fue elúltimo castillo de fuego: lo hizo el referido Jorgey en éste echóel resto de suhabilidad, pues dio el mayor gusto. Su precio otros se tentapesos. Después siguieron lasfiestas profanas: toros teatro. A los predicadores se les dio a cada unotresi ¡cutos yveinte reales de vellón, traídos, llevados yman tenidos...». «Día 11. Fue la función fúnebre por las almas de to dos los difuntos, yprincipalmente de los mayordomos. Y se concluyeron en esta semana las funciones de la Igle sia...». En estas fiestas del Centenario de 1804, hubo mu chos contrastes, según se desprende de las memorias del doctor Juan Tomás Sempere, quien dijo:«Que era año fa tal, porque erraron las habas, el trigo, la cebada, todo granoy también legumbres y elaceite, y sólo se cogió pa nizo; además de haber errado los frutos, tanta epidemia como afligía a la España enMadrid, Málaga, la Castillay laMancha, y aquí en el reino la ciudad de Alicante, que hubo especie de peste, que concluidas las fiestas del Cen tenario, por las severas órdenes que comunicaba el Co rregidor de Orihuela sobre la epidemia de Alicante, se cerraron los portales de esta villa con todas las entradas delpueblo, poniendo guardias para no dejar entrar a ninguno sin manifestar el pasaporte de sanidad; yaun con éste, a los de Alicanteporningún título...». No cabe la menor duda de que aquellos eran otros tiempos muy diferentes en todo a los actuales; ya ha llo vido lo suyo ypor el cauce de nuestro aprendiz de río, salvo cuando nos ha mostrado sugenio, ha discurrido con mayor omenor caudal el líquido elemento, todo el (pieha dejado salir por su compuerta aliviadora el Pan tano, que aderecha eizquierda de sus márgenes, distri buía el agua a las ubérrimas huertas, que constituían una auténtica riqueza agrícola, hoy por hoy, virtualmen- tedesaparecidas. Bien, aquí voy a poner punto final a este comentario, insistiendo una y mil veces en algo que debe estar en el ánimo delodos, los de mayor edad y los jóvenes, ya que las tradiciones ycostumbres de los pueblos deben man tenerse, al margen de las ideas imperantes... PACO CRESPO Por vosotros lo crucificaron Elepisodio que voy a relatar me recuerda lasingular devo ción que mi abuela materna tenía por elSantísimo Cristo: entre mis re cuerdos más primitivos, se me presen ta cuando en su compañía íbamos a llevar una botella de aceite con que alimentar lalámpara que alumbraba día ynoche en laermita del Cristo de Petrel. El ermitaño habitaba una casita junto al templo de San Bonifacio, situado más aba jo, en lafalda de laloma. Lo visitábamos, entre gándole elaceite, y nos acompañaba por elcami no empinado que hay hasta lacúspide del mon tículo donde se halla el Santuario. Cuando en mi niñez eincipiente juven tud, durante los meses de verano, solía yo permanecer con mis abuelos en elvalle de Cid, donde habitábamos una vivienda del grupo de casas, actualmente ruinosas, junto a la era de trillar, al iniciarse el monte, cerca de un pino centenario que allí sigue. En el amplio comedor de lacasa,colgado sobre la pared, había un cuadro representando aCristo Crucificado. La estampa estaba tan bien conseguida que parecía en relieve. En la fecha del mes de julio, cuando se celebraba lafiesta del Santísimo Cristo, bajábamos a Petrel con el fin de asistir a la procesión y a continua ciónregresábamos alcampo. Entonces mi abuela cele braba el novenario, rezando alatardecer, sentados frente al indicado cuadro de Jesucristo. Al devoto acto solían acudir los vecinos habitantes del caserío. En aquellos años de la infancia en que los niños ha cen frecuentes preguntas, pues todo lo quieren saber, mi abuela me decía que aquel cuadro representaba a Dios; pero yo lo que veía era un ser maltratado yatormentado. Un día estaba mirando la preocupante fotografía, y la mujer de la limpieza me preguntó: «¿Quémiras?». Y le respondí: «Dice mi abuela que a Dios». Y la sirvienta me añadió: «Es un hombre que lo crucificaron porque defen día a los pobres contra los abusos de los ricos»; se acercó amí, de inmediato, con una candorosa sonrisa yme besó. Esta mujer limpiaba también en mi casa paterna y laconsiderábamos como de familia. La devoción de mi abuela Basilisa por Jesucristo, era fervorosa ypermanente. Dada su actitud por este asunto, mi abuelo nos traía aElda con la tartana todos losaños el día 9 de septiembre, fiesta delSantísimo Cris to del Buen Suceso, en que Basilisa Poveda, emparentada confamilias eldenses, acudía para lamisa y elsermón, que con frecuencia pronunciaban notables clérigos ora dores.Me contaba haber oído predicar a donAgustín Ca- vero, natural de nuestra ciudad, deán de la catedral de Orihuela; al canónigo don GasparArchén, nacido en Vi-llena,y alfamoso orador sagrado don Luis Calpenade Novelda, que a los quinceañosde edad ya se le habían encargado variossermones en elseminario; trasbrillantesoposiciones obtuvoladignidad demagistral de SanFrancisco el Grande de Madrid yvarias veces propuesto en la terna para obispo, fue también capellán de honor de laCapilla Real. Recuerdo que cuando me traían aesta fiesta del 9 de septiembre en Elda, íbamosa comer a la fonda de Sandalio, y por la tarde mellevaba mi abuela a laproce sión. Después regresábamos alcampo. Este relato sobre ladevoción de mi abuela, es el que me ha recordado la siguiente anécdota: no hacemucho tiempo, en esta época que corremos de laDemocracia, cierta Corporación Municipal celebraba sesión para tra tar varios asuntos; entre ellos,la subvención destinada por elAyuntamiento para las próximas fiestas del Santísimo Cristo, que se celebraban enaquel pueblo. Y en el apasionamiento del dia logo, un concejal de la «izquierda» dijo a los del partido contrario: «Por vosotros ocrucificaron». El periódico que traía anoticia, examinaba laoriginal anécdota según su criterio particular, señalando los detalles de lacontroversia. En mis años jóvenes,leí en una revista que Je sucristo no había existido, que se trataba de un mito, según afirmaban varios autores. Enton ces escribí un artículo en contestación, que, ade más de otros comentarios, decía losiguiente: «Para saber lafecha en que nos encontramos partimos del nacimiento de Jesús; el treinta ysiete de nuestra era, vivió un judío, llamado Flavio Jose- fo, que escribió en arameo sobre Jesucristo; sus textos fueron traducidos alárabe y algriego. Poco después, el año cincuenta ycinco, nació Tácito, notable historia dor romano, que hace referencia en su historia aCristo y alos cristianos. En Roma se conservan todavía las cata cumbas donde se ocultaban los primitivos cristianos cuando eran perseguidos. Mahoma, en el Corán, hace constar que dos de los más grandes profetas habidos fue ron Jesús y él». Jesús aseguraba que todos somos hijos de Dios ypor lo tanto hermanos, yque debemos comportarnos como tales.Lareligión que fundó se basa en el amor, en la fra ternidad, en la caridad. No solamente dijo estar allado de los desheredados de la fortuna, sino también de los justos y de los que sufren las adversidades existentes en lavida. Jesús no era político, hallándose afavor de los hom bres de «izquierdas» o de «derechas» que basen su con ducta en la justicia yen el amor al prójimo. Esta es la impresión del infrascrito. Al nombrar aDios en aquel artículo con motivo de recordar definiciones teológicas, reproducía un párrafo de Balmes al comentar la divinidad de Jesucristo: «Las consecuencias morales del ateísmo son su refutación más elocuente. Sin Diosno hay vida futura, no hay legis lador supremo, no hay nada que pueda dominar en la conciencia del hombre: la moral es una ilusión; lavirtud, una bella mentira; el vicio, un amable proscrito aquien conviene rehabilitar. En tal caso, las relaciones entre marido ymujer, entre padres ehijos, entre hermanos, entre amigos, son simples hechos naturales que no tie nen ningún valor moral. La obligación es una palabra sin sentido cuando no hay quien puede obligar; yfaltando Dios no hay nada superior al hombre. Así desaparecen todos losdeberes, se rompen todoslosvínculos domésti cos y sociales: sólo deberemos atender losimpulsos de la naturaleza sensible, huyendo del dolor ybuscando los placeres. ¿Quién no retrocede al ver destruida de este modola armonía del mundo moral? ¿Quién no se con suela al reflexionar que esto es únicamente una hipóte sis insensata? ¿Quién no siente renacer en su espíritu la luz y la esperanza, al pensar que Dios está en el origen de todas las cosas, creándolo todo, ordenándolo con ad mirable sabiduría, promulgando las leyes del universo moral y escribiéndolas con caracteres indelebles en la conciencia de la criatura inteligente?». El párrafo anterior es sublime. Sin embargo, sin que esto sea disentir de lo que dice Balmes, yo quisiera ex presar que hay también personas buenas que no creen, pues no les nace hacer mal. J.Navarro xxxxxxxxxXXXXXXXXX ¿Quéocurrió en latarde del 7 de Septiembre de1984? ocoooooooo oooooooooo ¡Esto hasido un milagro! Es una frase que se pronuncia conrelativa frecuencia en la vida y, de modo especial en aquella noche,después de pre senciar todo lo ocurrido, se hallaba en boca de to dos los eldenses que habíamos acudido a la Parro quia; sin embargo, noconsidero quehubo allí tal milagro, almenos en elsentido riguroso de la pala bra. ¿Es suficiente esta afirmación para dejar en el olvido unos hechos que mirados con detención e imparcialidad impresionan? Opino que no. Es cierto que Dios permite que en algunas oca siones se den hechos extraordinarios, que la cien cia humana no sabe explicar, pero no es éste su modo de proceder; diríamos que su forma ordina ria de relacionarse con el hombre es através de su Iglesia, y en ocasiones mediante signos sencillos y humanos, la mayoría de lasvecessólointeligibles, como tales signos, desde la fe; y que vienen apre sentarnos un Dios cercano, que peregrina con no sotros ynos invita abuscarle en los acontecimien tos cotidianos de la vida. En las Sagradas Escrituras también nos encon tramos con milagros, que no fueron tales, pero en los que el pueblo de Israel supo ver la mano de Dios. La mayoría de las Plagas deEgipto -por citar un ejemplo-, tampoco pudieron ser milagros, pues una plaga de langostas sobre una región determina da no altera ninguna ley física de la naturaleza y, no obstante, el pueblo supo descubrir laacción sal vadora de Dios en aquellos hechos; ysu Palabra nos avala que estuvieron en lo cierto. La geografía cristiana también está saturada de pequeñas efemérides que han marcado la fe de los pueblos. Sin ir más lejos, la llegada de las imágenes del Stmo. Cristo del Buen Suceso y de la Virgende la Salud aElda, tampoco son ningún milagro, pero algo descubrieron nuestros padres en ello, que se lló ala ciudad con una fuerte devoción mariana. Con el propósito de no añadir un ápice alos hechos acaecidos, ni de sacarlos de su propio con texto, pero pensando que para el creyente el azar no existe, sino que se convierte en providencia de Dios,he querido dejar esta reseña de los mismos para gloria de nuestra Madre, estímulo de nuestra fe y devoción de cuantos nos seguirán en lamisma. La noche del día 6de septiembre, alas 24 ho ras, celebrábamos la Alborada de las Fiestas Mayo res saludando aMaría con palabras llenas de con fianza, de las que entresaco las siguientes: «Virgen Madre de la Salud, todos los aquí presentes... te da mos la bienvenida aeste Trono... Esperábamos es tos días consagrados a ti, porque creemos en tu protección; anhelamos tu protección; estamos segu ros de tu protección». Yfinalizábamos el saludo su plicándole: «Que este manto, pequeño como tu ima gen, nos cobije atodos los hijos de Elda, como tu corazón de carne, también pequeño como toda rea lidad humana, nos ama atodos y a cada uno de no sotros. Y con el canto de la Salve, visitas ala Vir gen y la explosión del castillo de fuegos artificiales, desde eltejado deltemplo, como si fuerael amor de María, que de momento hubiera estallado,mate rializándose en ese inmenso y a la vez caprichoso abanico de fuego y fantasía para iluminara la ciu dad que iba a festejarla,iniciábamos, una vez más, nuestras Fiestas. En este año de 1984, la tarde del 7de septiem bre, nos reservaba un paréntesis de angustia, que fue encarnándose rápidamente en las siguientes es cenas: al ir adar la comunión alos fieles, oí un rui do extraño ypersistente, que nosabía aqué atri buirlo, pues nunca habían escuchado cosa seme jante dentro del templo. Los fieles no parecían prestar la menor aten ción al asunto, yaque elrecogimiento eucarísticoy los cantos del coro parroquial, ledaban un eco de lejanía, que le restaban todaimportancia. Por un instante pensé en la posibilidad de que alguien se hubiera desvanecido y, al caer alsuelo, hubiera arrastrado consigo algún banco, por lo que miré lentamente hacia uno yotro lado de la iglesia, observando que todo se hallaba en orden ynada anormal ocurría. Más tarde comprendería que ese extraño ruido alque estoy haciendo referencia, era debido a los golpes de las piedras que llovían sobre las puertas de la cancela y el crujir de éstas por ceder yabrir se ante la fuerza impetuosa del viento que se había levantado. Un considerable grupo defieles que se hallaba de pie a su alrededor, por no quedar espa cio libre en los bancos, al darse cuenta del peligro se abalanzó sobre ellas y lo impidieron. Cuando fi nalizó todoy salí a lacalle, llegué atener en mis manos piedras quepodían medir de tres acuatro centímetros de diámetro. Ante la imposibilidad de descrifrar laincógni ta de lo que estaba ocurriendo, continué dandola comunión y escuché contoda nitidez, como si al guien hubiera lanzado confuerza un puñado de piedras sobre una de las vidrieras de la cúpula y el repentino estrépito de cristales que se rompían. Le vanté lavista y quedé aturdido al contemplar una lluvia de cristales, que como cuchillas afiladas caían sobre el público. Fue un momento de terror para cuantos vivimos tan dramática escena. ¿Cayeron estascuchillas precisamente en los espacios que habían dejado libres los fieles que se acercaban al altar? No lo sé. Es imposible emitir unjuicio exacto sobre acontecimientos de esta magnitudyque se producen enfracciones deminu to. Sí puedo afirmar, que el templo estaba abarrota do de fieles; que algunas de estas cuchillas queda ron incrustadas en la parte del bando donde apoya mos las manos al arrodillarnos, porque yo mismo las arranqué después; que el brazo de uno de los bancos se hundió y, sin embargo, todos salieron ile sos de lo que hubiera podido ser una masacre. Esto sirvió de aviso para que algunas personas se levan taranyhuyeran a loslaterales del templo, aunque la mayoría permaneció en su sitio. Con el fin de exponercon más precisión los hechos ocurridos, intentaré hacer una breve des cripción de la cúpula. Construidaen esbeltas y equilibradas proporciones, ésta contiene en su tam bor ochograndes vidrieras terminadas enarco de medio punto, que miden 2 metrosde ancho por 3’60de alto y están situadas a 19 metros delsuelo. A diferencia de otras vidrieras formadas de media nas ypequeñas piezas de cristal engarzadas entre sí,éstas secomponen de una solapieza central con lasimágenes delCrucificado, de la Virgen o de al gúnsanto, unidaa su vez a otras grandes piezas la terales, en las que se traslucen dos columnas salo mónicas que sostienen una hermosa concha de mar y forman el entornoque darealcea las imágenes. La vidriera queserompió se halla situada jus to enfrente del altar mayor y encima del pasillo central de la iglesia, donde esperaban losfieles que iban arecibir la comunión. Este tipo de vidrieras, a causa de sus grandes piezas, están resguardadas por otras ocho cristaleras de protección, cinco de las cuales quedaron prácticamente destrozadas. Rota la exterior yesparcidos sus cristales por el te jado, cedió el gran marco de la interior de 37 centí metros deancho, convirtiéndose enaquellas cuchi llas que vi caer sobre el público yque, gracias a Dios, no dañaron anadie. Me he permitido esta descripción de detalles y medidas porque queda un segundo acto,no sé si más patético que el descrito, porque realmente le superaba en gravedad, oporque lo vi con más por menores; lo cierto es que creyendo que ya había pasado todo, levanté de nuevo la cabeza para ver lo ocurrido yquedé totalmente aterrado. Una fuerte ráfaga de viento, seguida de truenos y relámpagos, penetró por entre los destrozos de la vidriera y ob servé cómo su lámina central, de 1metro de ancho por 2’06 de alto, que había permanecido íntegra, a excepción del ángulo derecho de la base, se hincha ba como la vela de un barco; no daba crédito a lo que veía, pues el cristal es un cuerpo sólido, pero puedo asegurar que lo vi perfectamente yque esta visión no obedeció aningún efecto óptico del mo mento. Al hincharse, se rompió de arriba aabajo en dos grandes trozos que se desprendieron del ventanal, primero el de la izquierda y a continua ción el otro, precipitándose en el vacío. Mis manos apretaron con fuerza el copón y recé: Señor, ¡a quién! Recuerdo que volvía repetir: Señor, ¡a quién! Estaba convencido de que las per sonas sobre las que cayeran aquellas láminas de cristal, morirían en el acto, pero era tanta la gente que había en esos momentos debajo de la cúpula, y tan potente el nerviosismo que se había creado, que resultaba imposible gritar yavisar para que se alejaran del peligro. El fuerte estallido de los cristales al estrellarse contra el suelo y el estruendo desencadenado por la tempestad, percibidos instantes después de que dar laiglesia completamente aoscuras, sembraron el miedo entre los asistentes, que huyeron, por fin, hacia los lados y puerta principal. No tengo idea del tiempo que estuvimos aoscuras, ni siquiera de lo que hice en esos momentos. Quería saber, com probar lo ocurrido, acercarme al lugar de lacatás trofe y, a la vez, me paralizaba el no haber oído ningún gritodesgarrado. Abríalos ojos con fuerza, queriendo ver, y nodistinguía másqueunenjam bre de sombras que me rodeaban, vislumbradas a intervalos, en la medida que los golpes de luz blan ca intensa de los relámpagos, seguidos de tonalida des verde-oscuras, me lo permitían. Recuerdo que cuando vino la luz y se encen dieron las lámparas del altar mayor, quedando en la penumbra elresto deltemplo, tuvelamisma sen sación que cuando se levanta el telón de un escena rio y aparece ese semicírculo deactores, apiñados sobre el trasfondo del mismo ycantando, mientras esperan laaparición en escena del personaje prin cipal. Así encontré a mis feligreses, formando un grancírculo alrededor de la zona afectadaysobre poniéndose a símismos concantos religiosos. Al venir laluz, se hizo un silencio impresionante que preguntaba por sí mismo: ¿quéhabía ocurrido? y ¿por qué se encontraban enaquella situación? Todo esto pasó por mi mente con lavelocidad del rayo, pues mis ojos se posaron inmediatamente sobre ellugar del siniestro y al no ver anadie allí, respiré profundamente ycomprendí en ese mismo momento, queya se podía descartar contoda segu ridad la existencia de heridos graves. Al observar quedos personas sostenían por debajo delbrazo a una mujer, llevándola haciala sacristía, dejé elSantísimo sobreel altar ymarché hacia ellos. En el salón parroquial encontré aotras dos mujeres en lasmismas condiciones, es decir, con unos ligeros rasguñosy una fuertedosis de nervios. Este era el número de heridos, si se les puede llamar así, que había despuésde la tragedia. Serenados un poco los ánimos, subía al altar paracomunicar a mis feligreses: no ha pasado nada,pudo haber pasado mucho, pero no hapasa do nada. Ayer le pedíamos a laVirgen que nos co bijarabajo su manto y, hoy, así lo ha hecho. Y a continuación se cantaba la Salve en honor de la Virgen de la Salud, motivo que nos habíacongrega do a tantos eldenses en la Parroquia de Santa Ana. Después de contemplartanto peligro mortal, gravitandosobretantas personas -recordemos que caían cristales de todos los tamaños, algunos de ellos hasta de 30 ó40 centímetros de longitud- y que todas quedaranilesas,me obliga a pensar (pie cualquier persona,decualquier estamento social, político o ideológico que hubieraentradoesa no che en la Parroquia para curiosear lo ocurrido, por muy alejada que estuvierade Dios, creo, honrada mente,quese habría expresado enestos oseme jantes términos: hantenido ustedes muchasuerte. Y éstas, oparecidas palabras,pero nunca expresio nes donde la educación brilla por su ausencia, nos hubieran permitido aterrizar enpistas paralelas, ya que eso mismo decimosloscreyentes, sólo que tra ducido en Providencia de Dios. Los hechos, como toda realidad objetiva, están ahí. El juicio precipitado de algunos, también está ahí; ahora nos tocaanosotros, después de una re flexión serena, críticayapoyada en lo que ha sido siempre el sentir ordinario delpueblo cristiano, dar nuestra respuesta desde la fe. Enrique Garrigós Miquel Cura de Santa Ana ¿¿t/Seysffir Diálogo Todo lleno de vida me encontré con la Muerte, ylos dos un instante nos miramos de frente. Y la Muerte me dijo: -Sólo he venido averte: goza ysufre lavida... Cuando la hora tellegue, yo vendré, yen mis brazos dormirás para siempre... -¿Todo anulas en mí?, le pregunto a la Muerte. —No —me dijo—; hay en ti un soplo trascendente... Yo me llevo de ti sólo la espesa veste que este mundo te dio para que en él vivieses. Actúo en la materia, transformándola siempre. No puedo con la luz, ¡que es de Dios solamente! Yo pensé: Si soy soplo de Dios, seré en El siempre... Siempre. F. MOLLA AL SANTÍSIMO CRISTO DEL BUEN SUCESO SOLO TU eres mi anhelo. Yoquisiera estar contigo yqueriéndolo no puedo. Pero estás dentro de mí para darme tu consuelo. Mi amor en tu Amor está como un humilde cordero. Cuando estoy en soledad y he perdido la esperanza sólo tu SOPLO me alcanza. TusEspinas son mis penas. Tus clavos son mis dolores. Tus llagasmis sinsabores y tú sufrir ysufrir el sufrir de mis amores. Haz de mí lo que TU quieras. TU que hiciste que viviera. TU que hiciste que naciera haz de mí lo queTUquieras. Elda, Septiembre de 1984 Manuel Verdú Juan 3| M al (*^j A la Santísima Virgen de la Salud DEBAIO de tus pestañas en tu gesto de bondad hay la claridad del día que sólo TU puedes dar. Que no sé de oscuridad desde que tus ojos miro, que sólo por TI suspiro porque eres Amor y Paz. Que atoda TUque eres Luz doy mis bienesyalegrías. Que a TI te debomisdías. ¡OLÍ VIRGEN DE LA SALUD! ’ Eres el azul del cielo. Eres la calma del mar. El aire puro del campo, la vida y la libertad. Estrella clara ybrillante que calmas nuestros dolores, la MADRE pura yamante y la mejor de las flores. Elda, Septiembre de 1984 Manuel Verdú Juan SolemnesCultos en honor delSantísimo Cristo del Buen Suceso y de laSantísima Virgen de laSalud DEL 6 AL 18 DE SEPTIEMBRE DE 1985 Día 6, VIERNES Canto de la Salve A las 24 horas.- Saludo de los ELDENSES alos Santos Patronos en el Templo Arciprestal le Santa Ana. Día 7, SÁBADO A las 8’00 y20’00 horas.- Santa Misa. A las 20’30 horas.- Salve Solemne. Día 8, DOMINGO Día dedicado a la Santa Virgen de la Salud A las 8’00, 9’00 yÍO’OO horas.- Santa Misa. A las ll’OO horas.- Misa Solemne concelebrada; presidirá laEucaristía yproclamará la pala bra D. MIGUEL ÁNGEL CREMADES RO MERO,Licenciado en Derecho Canónicopor la Universidad de Pamplona. EnelOfertorio se cantará la plegaria del maestro Gorgé, «Virgen Purísima». A las 13*00 horas.- Santa Misa. A las 19’00 horas.- Santa Misa. A las19*30 horas.- Salve Solemne, ya continua ción PROCESIÓN de la Stma. Virgen de la Salud. Día 9, LUNES Dedicado al Santísimo Cristo del Buen Suceso A las 8’00, 9’QOy ÍO’OO horas.- Santa Misa. A las ll’OO horas.- Misa Solemne concelebrada; presidirá laEucaristía yproclamará lapala bra D. Antonio Borruel Marco, Cura-Párroco de la Parroquia de Ntra. Sra. del Mar, en Be- nidorm. En el Ofertorio se cantará el villanci co del maestro Gorge, «Al Cristo delBuen Su ceso». A las 13’00 horas.- Santa Misa. A las 19*00 horas- Santa Misa. Alas 19’30 horas.- Salve Solemne, y a continua ción: Procesión del Santísimo Cristo del Buen Suceso Día 10, MARTES A las 80’00 horas.- Misa en sufragio de lodos los eldenses difuntos. De los días 10 al 18 Solemne Novenario A las20*00 horas.- Misa, yproclamará la pala bra D. José Antonio Moya García, Cura- Párroco de la Parroquia de Ntra. Sra. del Ro sario de Benejúzar. Día 15, DOMINGO Tradicional homenaje de los eldenses a los Santos Patronos A las 8’00 horas.- Santa Misa. A las ll’OO horas.- Misa Solemne concelebrada, TELEVISADA para toda España. A las 12’30 horas.- Santa Misa. A las 20’00 horas.- Misa en sufragio por los miembros difuntos de la Congregación de los Santos Patronos. En todas las misas del día se ofrecerá alos fieles para besarlo, el Escapulario Medalla de los Santos Patronos. NOTAS: Toda laPolifonía delos Actos Litúrgicos de los días 7, 8, 9 y 15, serán interpretados por el Orfeón Polifó nico «AMIGOS DE LA MÚSICA», del Centro Excur sionista Eldense, dirigido por elprofesor D. Amonio .J. Ballcstcr Bonilla. A la entrada del Templo Parroquial de los Sanio- I’a• tronos, serán tiradas tracas de colores por la Comi sión de Fiestas del Exento. Ayuntamiento. Orfeón delCentra Excursionista Eldense, que canlnrA en lo.s solemnes actos rel¡gío«o« «le lasTiestas Mayores. Medallas conmemorativas de la VIRGEN DE LA SALUD y del Cristo del Buen Suceso Latradición cristiana de las medallas religio sas se remonta alsiglo III, los cristianos primitivos llevaban medallas de devoción con laesfinge de Cristo, de losapóstoles, elBuen Pastor obien con escenas bíblicas. Posteriormente se han hecho más variadas, puesno sólo conmemoran laspersonas sino también los hechos históricos ygracias perso nales. Suobjeto principal es inculcar lapiedad y el cultoy sirven para proteger al que laslleva. La producción de las medallas artísticas se ini cia apartir del siglo XIV, labradas amano, actual mente se fabrican por acuñación, utilizando méto dos análogos a la fabricación de monedas de los que se diferencian por la importancia de los relie ves. Se fabrican también medallas fundidas, osea, coladas en moldes de arena ode otros materiales refractarios. Según la pía tradición, en el año 1604, alfina lizar don Antonio Coloma, Conde de Elda, su man dato como virrey en Cerdeña, trajo de forma mila grosa las dos imágenes que recibieron inicialmente los nombres de «Mare de Deu» oNtra. Sra. de la Concepción yStmo. Cristo, segúnlaVisita Pastoral realizada por elIltmo. yRvdmo. fray Andrés Bala- guer el día 2 de Octubre de1607 (1). La advocación con la que actualmente se les venera fue proclamada posteriormente, en el año 1648 la entonces villadeElda fue contagiada por una epidemia de Peste Bubónica, procedente de Valencia, según Gonzalo Sempere lavilla se vio li bre de la epidemia, «confesando unánimemente que a María Santísima se debía tal beneficio, la proclamaron con el título de Virgen de la Salud». La proclamación del título del Stmo. Cristo del Buen Suceso no se efectúa hasta el año 1714 por iniciativa del doctor don José Maestre, cura-párro co de Santa Ana mediante insaculación (2). A partir del año 1648 yen diferentes ocasio nes se realizaron diversos grabados con lasimáge nes de la Virgen de la Salud ydel Cristo del Buen Suceso (3). En el año 1819 Pedro Xavier de Vera, eldense residente en Madrid, Agente General de Indias y Secretario de su Majestad, donó, entre otros obsequios, una plancha con la imagen de la Virgen de la Salud que posteriormente fue retoca da en 1854 por Tomás Rocafort en Valencia para añadirle la orla y la diadema que orna la corona (4).Esta plancha reproduce la misma imagen que veremos más adelante en la primera medalla. Otro hecho que también nos permitirá datar las medallas es el obsequio de los trabajadores de la Fábrica de Tabacos de Manila, dirigida por el el dense Rafael del Val. En estas fechas las islas esta ban afectas por una epidemia que causaba gran mortandad, exhortadoslostrabajadores por su di rector suplicaron a la Virgen de la Salud. La epide miadesapareció saliendobienparados losobreros y familiares. En acción de gracias costearonun manto que, procedentedeManila, llegó a Elda en el año 1883 (5). Lo anteriormente expuesto a modo de intro ducción,permitirá relacionar las medallas que a continuación presentamos con unas circunstancias establecidas documentalmente quepermitirán fe charlas relativamente, a diferencia de los grabados, en sumayoría firmados yampliamente estudiados por IsidroAlbert Berenguer (6). Posteriormente se han fundido nuevas meda llas, una en 1940 con motivo de la reconstrucción del Templo y de las imágenes, y más tarde se repro dujo la medalla que acontinuación veremos en se gundo lugar. Aparte de estas medallas que conside raremos oficiales, existen otras, de las más diver sas formas y tamaños, grabadas en metales precio sos, motivo de la devoción particular. Laprimera medalla, grabadaen plata, de for maovalada, conanillo desujección, mide32’3x 277 x 2 mm. El anverso presenta la imagen de la Virgen de la Salud con manto, corona y diadema, en su mano derechaun ramo y en el lado izquier do, al brazo, la imagen de JesúsNiño con camisa y calzón corto,y el globo terráqueo en lamano iz quierda. Larepresentación de la Virgensobreun lecho de nubes se aproximamás a larepresenta ción iconográfica de la Ascensión que a la de la Asunción, motivo de confusión artística durante mucho tiempo. Por leyenda «N.a S.’DE LA SALUD. ELDA». El reverso presenta en el campo laimagen de lesús Crucificado en una cruz de madera, rústica, con la cara ligeramente inclinada hacia la derecha, mirando hacia el frente. La cruz sobre una base cú bica de piedra que en su cara superior termina en tronco de pirámide. A sus flancos aparecen dos imágenes, a la derecha la Virgen María cubierta, con diadema ypuñal que le atraviesa el corazón. A la izquierda, la imagen de San Juan también con diadema. La leyenda describe el nombre del titular: SS.mo CRISTO DEL BUEN SUCESO. En el exergo: ELDA. Las imágenes acuñadas en esta medalla son idénticas a las representadas en el grabado donado por don Pedro Xavier de Vera en el año 1819 yre tocado por Tomás Rocafort, en 1854. Este mismo grabado es el que aparece en la edición de1876 de Noticia Interesante, de Gonzalo Sempere. En el re verso, la imagen delCristo, flanqueada por la de la Virgen María y la de San Juan es semejante a la del grabado conmemorativo del tercer centenario de la venida de los Santos Patronos. Por su procedencia cronológica, grabados, esta medalla se puede datar en la segunda mitad del siglo XIX, pues apartir del año 1883, laVirgen dispone de un nuevo manto, el actualmente conocido. Este motivo es orientativo y no será muy arriesgado considerar que esta meda lla se emitiera con motivo del citado tercer Cente nario. Esta segunda medalla, ovalada también, graba da en plata, con anillo de sujección yunas medidas de 26 x 21 x 3 mm., presenta en el anverso la ima gen coronada de la Virgen de la Salud con manto y ramo en su mano derecha. En la izquierda, al bra zo, el Niño Jesús con corona ymanto, yglobo en la mano izquierda. La imagen de la Virgen sobre un trono rodeado por tres ángeles concintas. La leyenda rodeando el perímetro interno: S.’n’VIR GEN DE LA SALUD-ELDA. El reverso presenta la imagen de Jesús Crucificado, en cruz con adornos barrocos en sus extremidades ypergamino con la inscripción INRI.Al pie de la cruz una calavera so bre dos huesos cruzados. La cabeza inclinada hacia la derecha, descansa sobre el hombro. Su leyenda menciona por primera vez la Cofradía, refiriéndose únicamente ala del Cristo: COFRADÍA DEL S.’’’ CRISTO DEL BUEN SUCESO -ELDA. Esta medalla presenta las imágenes más cono cidasde los Patronos, semejantes a las actuales. La Virgen de la Salud porta elmanto azul, con el que es clásicamente conocida desde su donación en 1883;laimagen del Cristo del Buen Suceso y la cruz son idénticas alas actuales, reconstruidas en el año 1940.Desde finales del siglo pasadoson fre cuentes las reproducciones fotográficas. El grabado de laVirgen deesta medalla esidéntico al de una fotografía reproducida en la prensa de principios desiglo. La ausencia de fuentes documentales, la falta del Archivo Parroquial de Santa Ana y de los libros de la Cofradía de la Virgen de la Salud, nos impi den conocer tanto las causas específicas por las que fueron grabadas y su fecha como el nombre del artista que las grabó, constituyendo, no obstante, dos obras de arte de origen religioso del escaso y poco conocido patrimonio histórico eldense. Luis Maestre Amat BIBLIOGRAFÍA 1. Amat Sempere, L: «Elda», tomo 1, pág. 67. Valencia,19B3. 2. Sempere, G.:«Noticia interesante para los hijos de Elda», pág. 9.Orihuela, 1876. 3. Navarro Pastor,A.: «Historia de Elda», tomo I,pág. 196. Ali cante, 1981. 4. Amat Sempere, L.: «Elda», tomo I, pág. 186. i. Navarro Pastor,A.:«Historia de Elda»,lomoI, pág. 341. 6. Albert Herenguer, I.:«Grabado religioso popular enla provin cia de Alicante». C.A.P. Alicante, 1972. OOOoooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooOOO oooo o o o o o o o o o oo o o o o o oo o o o o o o oo o o oooo o o o oo o o oo o Qoo o oo o ooo o o o o o o o o o ooo o Salvador Poveda, S.A MONOVAR (Alicante) lOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOl José M.a Pemán, 8 Teléfonos 386440 -386441 -386442 -386443 ELDA (Alicante -España) UOZfeMHWPáM rtODhH N r-m Z 00 XX «! w oo Q X N hJ n �—1 W Z -a OOOoi oooooooooooooooooococ^^ Bazar Madrileño JUGUETES —DEPORTES C/. Nueva, 37 — Teléfono 380737 )0oa:03000000000^ Sna, S.J2. ® FABRICA DE CALZADO PARA SEÑORA Rodríguez Fornos, 14 Teléfono 382068 ELDA (Alicante-España) (qoocodcooooooooooocoxxx^^ CASA PEPE, S.L. 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(96) 3777862-3774162 - Télex: FRGO E 62202 DELEGACIONES Almansa: Madrid, 36 - Telf. (967) 341899Aspe: Doctor Fleming, 11- Telf. (965) 490196 Monóvar: San Pablo, 24 - Telf. (965) 470678 Novelda: Doctor Fleming, 13- Telf. (965) 600694 Petrel: Avda. J. Poveda, 3 - Telf. (965) 370302 Sax: Yecla, 7 - Telf. (965) 474041 Tarragona: Vía Augusta, 4 - Telf. (977) 235901 Villana: Avda. Juan XXIII, 16 - Telf. (965) 800395 CORRESPONSALES Alcoy.— Fila Navarros, 4 - Polig. Ind. BENIATA -Telf. (965) 540511 Algeclras.— Pablo Díaz, 17- Telf. (956) 664076 Almena.— David, s/n. - Telf. (951) 230111 Andújar.—Sta. Luisa Marillach, 10 -Telt. (953) 500624 Aranda de Duero.— Hospicio, 18 - Telf. (947) 500631 Amado.— Prol. General Franco, 3 - Telf. (941) 380356 Badajoz.— Polig. Ind. EL NEVERO -Complejo Envasa, Nave 16 - Telf. (924) 232100 Baza—Ctra. Caniles, 13 - Telf. (958) 701915 Beasain.— Barrio Yurre, s/n. (OLABERRIA) -Telf. (943) 882900 Benavente.— Avda. Primo deRivera, 55 - Telf. (988) 630701 Bilbao.— Dr. Díaz Emparanza, s/n. -Telf. (94) 4311301 Burgos.— Polig. Ind. Villaescusa, calle11- Telf. (947) 224709 Cacares.— Polig. de las Capellanías, s/n. - Telf. (927) 224226 Cádiz.— Ciudad de S. Roque, s/n. Zona Franca - Telf. (956) 285750 Calahorra.—Justo Aldea, 2 - Telf. (941) 130382Callosa delSegura.—Alameda, 68 - Telf. (965) 310884 Ciudadela.— Quintana del Mar, 2 - Telf. (971) 380499 Ciudad Real.— Ctra. Valdepeñas, knv 1 - Telf. (926) 220928 Córdoba.— Polig. Chínales, parcela 33 - Telf. (957) 274279 Bbar.—José Antonio Guisasola, 3 - Telf. (943)712069 El Ferrol —Monasterio Montero, 42 - Telf. (981) 316190 Fuansallda.— Ctra. del Calvin, 14 - Telf. (925) 785852 G|6n.— Polig. Ind. PROMOSA, Nave 20(Tremañes) -Telf. (985) 328958 Granada.— Ctra. de Córdoba, s/n. -Telf. (958) 434235 Guadlx.— Obispo Medina, s/n. -Telf. (958) 660191 Huelva.—Trigueros, 26 - Telf. (955) 242963 Iblza—Madrid, 39 - Telf. (971) 312567 Igualada.—Avda. Caresmar,122 - Telf. (93) 8035011 Irún.— Mártires deGuadalupe, 29 - Telf. (943)618576 Jaén.— Blas Segura, 16 - Telf. (953) 210936 Jerez de laFrontera.—Circo, 13 - Telf. (956 343278LaCorana.—Avda. Manzano, s/n, Polig. Ind. POCOMACO - Telf. (981)297322 León.- Ctra. León-Astorga, km. 4 - Telf. (987) 227570 Lérida.—Avda.SanHuit, 39 - Telf. (973) 231466Uñares.— Los Francos, 39 - Telf. (953) 693865 Logroño.— Poeta Prudencio, 17, Polig. CASCAJO -Telf. (941) 237000 Lorca.—Ctra. Caravaca, s/n. - Telt. (968) 466019 Lugo.—Serrano Suñer, 89 - Telf. (982) 216444 Manon.- Calle B, 20, Polig. Industrial -Telf. (971) 362998 Málaga.—Alcalde Gómez Gómez, 64-66, Polig. ELVISO - Telf. (952) 333063 Manresa.- Bruch, 19 - Telf. (93) 8728422 Manzanares.—Jesúsdel Perdón, 16 - Telf. (926) 611813Mérida.- Complejo CEPANSA -Telf. (924) 319761 Miranda deEbro.— Ctra. de Logroño, 44 - Telf. (947) 310538 Mondragón.— Ctra. Vitoria, s/n. (Arechavaleta) -Telf. (943) 792033 Murcia.—Ciudad del Transporte - Telf. (968) 257984Órnenteme.- 2 de Mayo,155- Telf. (96) 2480398Orense.— Peña Trevinca, s/n. - Telf. (988) 239313 Orihuela.—Armengola, 5 - Telf. (965) 301006 Oviedo.-Vázquez de Mella, 72 - Telf. (985) 235019 Patencia.— Polig. Ntra. Sra. de los Angeles, s/n. -Telt. (988) 725741 Palma deMallorca.— Polig. Son Castelló -Telf. (971) 255484 Pamplona.— Dr.Jauristi,1 y 3 - Telf. (948) 255758Ptasencia.- Plaza Zúñiga - Telt. (927) 415050 Ponferrada.—Ctra. Molinaseca, km. 0’500 - Telf. (987) 413573 Pontevedra.—Fondevilla,53 - Telf. (986) 856791Puertollano.- Miguel Servet, 10 - Telf. (926)411438 Salamanca.— Paseo Estación, 75 - Telf. (923) 22125aSan Sebastián.— Ategorrieta, s/n,C. Echavarri -Telf. (943) 279638 Santander —Marqués de la Hermlda, s/n. -Telf. (942) 337500 Santiagode Compostela.— R. de Viguri, 25 - Telf. (981) 586119 Sevilla.— Polig. Store, calle B, Nave 5 - Telf. (954) 354798 Tolosa.- Pablo Gorosabel, 48 - Telf. (943) 673904 Toro.—Avda. Zamora, s/n. - Telf. (988)690675 Torrelavega.— La Llama, 12- Telf. (942) 881745Ubeda.—Cno. Cementerio, s/n. - Telf. (953) 752123 Valdepeñas.—Cárcel Vieja, 6 - Telf. (926)311760 Valladolid.—Avda. de Burgos, 25 - Telf. (983) 333422 Vigo.— Regueiro, s/n. -Telf. (986)417457 Vitoria.— Capelamendi, s/n. (Betoño) - Telf. (943) 261248 Zamora.—Avda.TresCruces, 9 - Telf. (988) 524007Zaragoza— Polig. Cogullada. Calle F, 59 - Telf. (976)391100 QOOooocxxxxxxxxxxxxxxxdo^^ ÍM CAJA DE AHORROS W PROVINCIAL DE ALICANTE LaCaja de Ahorros de laprovincia para la provincia Caja de Ahorros Confederada OFICINAS EN ELDA: C/. Cervantes, 1-Teléfono 382189 C/. Alfonso XIII, 86 -Teléfono 390761 C/. Reyes Católicos, 4 -Teléfono 384352 General Monasterio, 138 -Teléfono 388142 C/. 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