FIESTAS MAYORES ELDA, septiembre de 1989 ^ FIESTAS MAYORES Número 6 Septiembre de 1989 Revista anual que la Cofradía de los Santos Patronos edita en honor de la Virgen de la Salud y el Cristo del Buen Suceso, para mayor exaltación y memoria de los valores eldenses. Depósito Legal:A.733-1989 • Gráficas DÍAZ.S.L.Alicante Visto de E/do desde los ruinas del Costil/o.(Foto DAÑON) Textos: FRANCISCO MOLLA MONTESINOS FRANCISCO CRESPO EMILIO MAESTRE VERA ALBERTO NAVARRO PASTOR MANUEL SERRANO GONZÁLEZ ERNESTO GARCÍA LLOBREGAT JOAQUÍN 5AMPER ALCÁZAR JOSÉ LUIS BAZAN LÓPEZ RAMÓN CANDELA ORGILES JOSÉ MIGUEL BAÑON ALONSO VICENTE VALERO BELLOT LUTGARDO SÁNCHEZ CAROLINA GONZALVEZ SOL BELMAR LIZARAN LOLA GÓMEZ RICARDO NAVARRO MARTÍNEZ LUIS ROMAY G. ARIAS MIGUEL CONEJERO LA MAYORDOMIA ENRIQUE GARRIGOS y revisto EL CENTENARIO Portado: VIRGEN DE LA SALUD Restaurada por D. FRANCISCO LÓPEZ, de Valencia Fotografío de BERENGUER Fotografías patronos: BERENGUER Dibujos: CANDELAS ALVARO CARPENA Fotos: ERNEST FRANCISCO SANTOS GONZÁLEZ JOSÉ MIGUEL BAÑON y ARCHIVO Coordinación: JOSÉ MIGUEL BAÑON Maqueta: ERNESTO ALBORADA ALBORADA es una palabra repleta de particulares signi ficados para los que, habitando en estos lares, han hecho siem pre de su condición de eldenses parte y forma de ese legado espiritual que todos los años, en el mes de septiembre, nos lle ga juntoa lagratificante cita con todas aquellas cosas que con forman en parte nuestras señas de identidad. ALBORADA, amanecer oprincipio de gratas sensaciones, resalta su huella intrínseca tanto por la belleza medular del vo cablo como de la idea y única acepción que para nosotros tie ne, ese momento dichoso del primer instante del encuentro con nuestra más gen ulna Fiesta. ALBORADA y esta primera luz emocional sobre el Valle. La noche transida de alocadas campanas y cohetes anuncian do la amanecida de un nuevo día preparatorio a otros incon mensurables que nos harán vivir inolvidables jornadas placenteras. ALBORADA, fresca y jugosa fragancia matutina. Preludio teñido de suaves rosicleres en esta ALBORADA única —para los eldenses no hay otra—, que nos llega de nuevo en ese in variable y eterno devenir estacional de todas las cosas natu rales.ALBORADA, principio, albor obalbuceo de lo que luego será la gran floración de los sentimientos. Iniciación a las nor mas tradicionales de los comportamientos festivos y obertura sinfónica en el corazón alboreando ese nuestro gran compro miso con nuestra Virgen de la Salud y nuestro Cristo del Buen Suceso. A laBtrgen htla £ulub ig W bi 13 w El irgen de laSalud: saludte pido paralos opulentos en quebranto; para los que en la vida, sólo el llanto y el acervo dolor han conocido. Ruega alSeñor lapaz... donde el gemido señala la marea del espanto... A la infancia infeliz cubre en tu manto. ¡Piedad para este mundo dolorido! Conózcase el pecado de riqueza —allí donde es insulto a la pobreza y vanidad estéril para el alma—. Las lágrimas vertidas en la tierra apaguen ya losfuegos de la guerra y el mundo goce plenitud de calma. F. MOLLA ule Ija mflriitiuílapma... [aisla Esta SI 13 El ÜJMS ide verte con heridas de azucena; y no puedo vivir con tanta pena siervo del mundo oscuro, malherido. Siervo del mundo oscuro... oscurecido en plena Luz de Tu mirada plena. No puedo soportar noche y cadena cuando el Día Tu sangre, ha amanecido... Toda la Luz desde Tu Cruz destellas. Todo el Amor nos nace de Tu Fuente ¡oh surtidor de las auroras bellas! Falenas, las espinas de Tu frente. Laflor de Tu costado sangra estrellas, estrellas redentoras, sin poniente... F. MOLLA e ha mordido la pena, me ha mordido EL CENTENARIO es unarevista que se publicó mensualmente duranteun año único, desde septiembre de 1903 hasta agosto de 1904,dedicada a prepararlo que iba a ser el gran acontecimiento en aquella EIda de entonces: las Fiestas en tomo al Tercer Centenario de la Venida de ¡as VeneradasImágenesde la Virgen de la Saludy el Cristo del BuenSuceso. Nunca ningún tipo de publicacióne¡densedejó tanta huella como lo hizo esta revista entre los que de alguna formay a través de los años, quisieron indagarosimplemente complacersecon nuestro acen’o histórico, cultural y espiritual, tan fina mente reflejado en aquellaspáginas. Casi unsiglode continuas citas y recuerdos de esta revista en posteriores publicaciones,evidencian una influencia que ha ayudado en gran manera a mantener fresca una tradiciónhondamente arraigada en nuestras cosas, en nuestra cultura elden- se. Apetición dealgunos yporque elmomento es propicio, traemos una referencia de eiquellarevista, EL CENTENARIO, de principios desiglo para esta otra revista de finales del mismo, FIESTAS MAYORES. Acontinuación un fragmento de «Cuadros vivos», de una seriecreemos recordar de cincocapítulos firmados por lasiniciales F.M., que se publicóen elnúmero 2, del mes de octubre de 1903, pág. 23, en la revista EL CENTENARIO. CUADROS VIVOS El primer minuto de la hora primera del día 7 de sep tiembre —comosidijéramos— el primer aliento,el primer gemido lanzado alnacer por ese día, por ese hijo deSatur no; es esperado con inaudito gozo, con ansiedad extraña, por milesymiles de personas gue contando van en los latidos de su corazón, los segundos —(gue son las palpitaciones, loslatidos del tiempo)— paraver de estemodo cuánto falta hasta gue el deseado momento llegue. Ese momento llena entonces todas las esperanzas, llena todos los pensamientos yllena todas las conversaciones. Laplaza dellugar, en la gue esperando están tantos mi les de personas, es un hervidero del gue sale un rumor se mejante al de la tempestad gue seaproxima... Verdadera mente, es gue se aproxima una grande tempestad contrala gue no hay conjuros. La chispa gue la ha de hacer estallar, tienegue ser el se vero golpe de una campana alsonar lapróxima hora; y cuyo golpe, vibrando en elespacio yhaciendo sonoras las ondas del aire, será el heraldo gue publicará la llegada del nuevo día,lallegada del momento esperado con gozoinaudito, con ansiedad extraña, por miles ymiles de personas. En lo alto de lavecina torre, se oyen sonar las doce de lanoche del día 6... Es el día seis gue se asoma a lasventa nas de lo alto de latorre para dar con lengua de hierro su eterna despedida a los hombres... Sonará laúltima campa nada; el día seis habrá desaparecido para siempre, yen el mismo instante estará en su lugar eldía siete. No de otra ma nera laola gue pasa fugitiva es reemplazada por lague le sigue. Como sien laplaza se practicara elvacío, al primer so nido de las doce, se suspende todo ruido, todo rumor, e im pera absoluto, imponente silencio... Es gue elpueblo hace honor a la majestuosa despedida del día seis... Este día está agonizando, está dando entonces sus últimasbogueadas, y ante alguiengueagoniza, nadie semueve, hastano se respi ra, se guarda siempre el más religioso, inalterable ysevero silencio. Al primer sonido de las doce, se suspende todo ruido, todo rumor...; es gueaguel sonido, es el primer paso del nue vo día gue llega...,el primer paso del día con tantointerés por todos esperado. Ysiempre, en losúltimos momentos gue preceden a la llegada tlealguien a guien con vivo deseo se espera, se calla también... Al primer sonido de lasdoce, se suspende todorumor, todo ruido...; es gue la tempestad está encima... Conefecto. Al sonar laúltima campanada del reloj, la tem pestad estalla... Hay truenos de granadas gue hacen retem blar hasta loscimientos de los edificios... relámpagosdeluces artificiales gue dejan ciegos con su rápido brillo...; centellas de cohetes voladores gue incendian los espacios y los sur can con pasmosa rapidez...; torrenciallluvia de armonías y hasta delágrimas einimaginable desbordamiento de entu siasmo. ... Y en medio del fragor de esta tempestad; ydominan do atodo ruido, se oye ungrito incesantemente repetido gue diciendo va a través de los espacios: —¡Viva la Virgende la Salud! Mas la tempestad avanza, latempestad se aleja...; es gue va la muchedumbre toda recorriendo las calles de lapobla ción; pero entre tanto siguen estallando en elespacio —como truenos— las mismas granadas, ybrillando —como relámpa gos— las mismas luces artificiales, y cruzando rápidamente los aires —como centellas— los mismos cohetes voladores, ycayendo la misma torrencial lluvia dearmonías y de lágrimas, einundándolo todo el mismo inimaginable desborda mientode entusiasmo, ydominando a todoruido,elmismo grito gue incesantemente repetido, vadiciendo através de los espacios: —¡Viva la Virgen de la Salud!... Así,lector, pero mucho más alegre; así, pero mucho más emocionante; así,pero muchísimo más vivo es elcuadro con gueempezamos ahonrar todos los años en sus fiestas a Nuestraguerida Patrona... Este cuadro se titula,La Alborada. F.M. Cobolgoto histórico en lasfiestas del tercer Centenario UN ANO DE GRANDES ACONTECIMIENTOS Fue sin duda alguna 1904,que calificamos como año estelar, por haber marcado un hito y haber ganado una referencia destacada y perenne en la historia de EIda, al canzandologros y metas importantes que pusieron un bro che de oro a losesfuerzos de muchos años atrás, de generaciones enteras deeldenses que con su ingenio y la boriosidad engrandecieron a su pueblo. Siguiendounorden cronológico vamosabrindar a nuestros asiduos lectores, cómo y cuándoese año de gran desacontecimientos, tuvocomo principal significación, una serie de hechos históricos que se han conmemorado en su momento oportuno, medianteconcursos literarios, junto con otros actos organizadospor elExcmo. Ayunta miento de nuestra ciudad. Y ya sin más prolegómenos, fieles a nuestra memoria y a los datos recopiladosde autores que se han ocupado de estos temas,vamosaentrar enmateria, desarrollando con la amplitud que elespacio de que disponemos nos permiteabordar todos y cada uno de los sucesos acontecidos en tanseñaladoaño, que entreotrascosas tuvo la virtuddemarcar un hito en la historia de un pueblosiem pre inquieto y trabajador... CASINO ELDENSE Elmes de abril, Domingo de Pascua de Resurrección, primer día de las Pascuas de Monas, antaño famosas en EIda y hoy casi perdidas por el materialismo imperante, pasó a convertirse en realidad un proyectoque nació en el año 1901,cuando una «peña» de unos cincuentaami gos que sereunían en una casa situadaen elnúmero 29 de la calle de Colón, posiblementeesquina a la calle Nue va, decidieron llevar a la práctica la idea, como imperio sanecesidad dedisponer de unedificio propiopara susreuniones, con un jardín que sirviera de esparcimientoy recreo familiar. Los trabajos de organizaciónse llevaron a buen ritmo, emitiéndosecincuentaaccionesa cien pe setas cada una, con carácter reintegrabley una cuota de 1’50 ptas. mensuales. Fueinaugurado solemnemente y desdeentonces en eltonoselecto que soñaron sus funda dores, han venidocelebrándose en élperiódicamente ac tos culturales, fiestas de sociedad,verbenas, etc., y ha biendo constituido su jardín el lugar preferido, durante va rias generaciones de lajuventud eldensepara sus román- lieospaseos y sus sentimentales diálogos. A título infor mativo les diremos que el primer presidentefue don Juan Vidal Vera, que en 1989elnúmero de socios alcanzala cifra de700 y que las cuotasque se satisfacen son del or den de las 1.000, 2.000y 650 ptas. GUARDIA CIVIL En el mes de junio del año que nos ocupa, es decir, de1904, seinstaló en EIda la fuerza de laGuardia Civil, hastaentonces inexistente en la ciudad,y cuya falta se habíalamentado repetidamente por lapoblación. A conti nuacióndela huelga de octubre de 1903,elAyuntamiento reiteró esta demanda,consiguiendo que seconcediese un puesto de esta Benemérita Institución, trasladándose la que había en Petrer, e instalándoselaCasa-Cuartel en un edi ficio del barrio de Rafael Romero,alrededores de la plaza deSagasta, concretamente en la casanúmeros6 y 8 de la calle de Zorrilla, que fue alquiladaalpropietario, don Damián Tíldela, por el precio de 800 pesetas al año, y en el que estuvo el Cuartel de laGuardia Civil hasta el 7 de septiembre de1933 en que sus fuerzas se trasladaronal edificio en el que hoy se encuentran,edificioespecialmenteconstruido en lacalleLamberto Amaty que reúne las condiciones necesarias por su mejor habitabilidad para la gran familia que constituyen,ahora y siempre, estos man tenedores del orden en la defensade sussemejantes. TITULO DE CIUDAD El 24 deagosto EIdapasó de ser villa a ciudad,me diante el Real Decreto, en el que S.M. Alfonso XIII, dictó alentonces Ministro de la Gobernación, JoséSánchez Gue rra: «Queriendo dar una prueba de mi Real Aprecio a la villa de EIda, en atenciónal aumento depoblación, im portancia industrial y su constanteadhesióna la Monar quía constitucional: vengo en concederlea dicha villa el título de Ciudad». Hemos de dejar constancia que fue muy decisiva laintervención de don Antonio Maura, Jefe del PartidoConservador ypresidente delConsejo eleMinis tros, que fue recibidoel 18 de mayo de dichoaño con un entusiasmo indescriptible en la estación del FF.CC, en laque se dio cita todo el pueblo paraaplaudirle, con las autoridades al frente y la bandade música. Por tal motivo se le declaró «hijo adoptivo de EIda» y se le concedió su El Teatro Castelar en la época de suinauguración nombre a la calle que hasta entonces se llamó dela Espe ranza y también del Mesón. Hoy ostentael de D. Antonio Maura. FIESTAS DEL III CENTENARIO Elque consideramos como importante acontecimiento que encierra este1904, que bien merece el título de «año de gracia» fue la solemneypopular conmemoración del III Centenario de la legendaria arribada delas imágenes veneradas de los Patronos de EIda,Santísimos Cristo del Buen Suceso y Virgen de la Salud. Al existir el propósito deconmemorar esta fecha de la venida, envueltaen aurasde ingenua leyenda, el pueblorespondió a la llamada he cha por el ilustre eldensedon Agustín Cavero Casáñez, canónigo, Provisor y Vicario General de la diócesis deOríhuela, de ahí que todoslos habitantes, grandes y peque ños de ambos sexos, vistieron sus mejores galas dispuestos a conmemorar con gran fastuosidad, superandolas fiestas del segundo Centenario que se había celebrado en 1804, entre adversascondiciones,tantoeconómicas comoclima tológicas. Todo el pueblo eldense, como decimos, apoyó calurosamente los proyectos y así pudo realizarse una conmemoracióndigna de tanmaravillosoacontecimiento. En tre los numerosos actos celebrados cabe destacar por su fastuosidad la «Gran Cabalgata Histórica». Formaban par te de la misma, amenizadapor los famosos dulzaineros de Tales, las bandas de música de Alcoy,Muchamiel y EI da, los legendarios gigantes y cabezudos, heraldos, comparsas de arcabuceros y cham bergos, batallón infantil, carabela «San Eduar do», peregrinos y otros vistosos grupos. Las carrozas representaban, la de la industria la torre única de la iglesia de Santa Ana, con símbolos zapateros a sus pies. Obreroscon lasherramientas y prendasdesu oficio y lin das señoritas figuraban en ella. La carroza presentada por elComercio estabacom puesta por dos cisnes y un conjuntoorna mental sobre el cual destacabala figura del diosmitológico Mercurio.Finalmente, la suntuosa carrozapresentada por la revista ennombre de laMayordomía conducíaa los que representaban ser losCondes de EI da, en traje de época,junto con su secreta rio, mayordomo y DamasdeHonor, seis bellas señoritas eldenses que lucían elegan tes y apropiados vestidos.A losactos asis tió el obispo deladiócesis, clon Juan Maura y Gelabert, que tuvo palabras de encomio y felicitación por el magnífico espectáculo de fervor religioso ofrecido por el pueblo de EIda al volcarse en honorde sus patronos celestiales. TEATRO-CIRCO CASTELAR Otro de los acontecimientos importan tes de1904,fue lainauguración de un am pliocoliseo de grandes proporciones para las representaciones teatrales, musicales o circensese incluso para actos políticos,quehasta entonces habían transcurrido en loca les improvisados y sin ninguna de las con dicionesconvenientes para ello. La inaugu ración fue el 11de septiembre del mencio nado año, poniéndose en escena la zarzuela «El milagro de la Virgen», del maestro Ru perto Chapí, representada por laCompañía de Pablo Gorgé, que obtuvo un resonante éxito, prodigándose despuéslas represen taciones de todas clases. La creación del her moso Teatro-Circo Castelar,fue otra de las consecuencias de latempestad de ideas y logrosporque atravesaba la EIda de aque llos primeros años del siglo en que todo estabapor hacer y parecía existir un deseodehacerlo todo. ElTeatro-Circo Castelar, magnífica obra de nuestros abuelos,acabócon los teatros improvisados y proporcionóa EIda unambien te distinguido y cómodoparacontemplar las obras teatra les y líricas a las que nuestropueblosiempre ha sido tan aficionado. TELEFONO PUBLICO También tuvo su entrada en EIda en este año; tímida entrada que tropezó con la indiferencia municipal. Elcon cesionario propuso instalarlo en octubrede 1904, en el edificio municipal, cuartel de la Guardia Civil, Juzgado Mu nicipal y casa particular del alcalde, todo por ochocientas pesetas al año, lo que fuedesestimado por elMunicipio, «en razón a que el presupuestono estaba en disposición de tener más gastos», algo parecidoa ladespedida al po bre con un «otra vez será». Pese a todo el Ayuntamiento eldense tuvo que instalar el nuevo y necesarioservicio ya imprescindible para la relación comercial,industrial y so cial, incrementándose el servicio hasta que en no muchos años hubo que establecerunacentral telefónica manual, creemosque por los años veinte. Yestos fueron los acontecimientos más destacados de 1904,aunque seguramente existieron otros también dig nos de ser mencionados. PacoCrespo BIBLIOGRAFÍA: «Historia de EIda», «EIda durante el primer tercio del siglo XX», «El Centenario», «Alborada»,etc. Visión retrospectiva del jardín del Casino eldense. MI PRIMER TRABAJO De larevista «ElCentenario», 1903-1904. A petición. Hoy, al presentarme por primera vez con mis humildes trabajos literarios,hijos del entusiasmo ymás que ésto del afecto final á una Madre que está en los corazones de todos y á un pueblo que no pocas veces me ha honrado con su especial cariño ydeferencia, vengo (permitidme que os lo diga francamente), vengo ábuscar, digo mal, vengo áexigir vuestros aplausos. ¿Pues que tan galana va a ser mifrase?, ¿tan originales misideas?, ¿tan pintorescas yartísticas mis concepciones?, ¿tan magníficos yllenos de luz mis cuadros? No, queridos paisanos, vecinos de EIda. Se ría para mí intolerable presunción yorgullo exi gir vuestros aplausos por la belleza de una obra, que importante ygloriosa por lo que en sí aspi ra, será por su forma desencanto en la literatura; pero como de mi inhábil pluma puede esperar se. No, no pido vuestra aprobación para mis es critos, ni para miestilo, ni para nada que ánues tros méritos atribuirse pudiere. A quien no tendréis más remedio que aplau dir es al objeto grande yentusiasta de mis traba jos yde todos aquellos, que en unión de los míos, se os presentarán cada mes, para mantener vivo nuestros entusiasmos, yhaceros respirar una at mósfera esencialmente cristiana, saturada del amor más puro ydesinteresado áesas providen ciales imágenes, que bajo el título del SantoCristo del Buen Suceso yla Santísima Virgen María de la Salud aparecieron en el azul ysereno cielo del pueblo de EIda como dos astros, testigos de nues tras aspiraciones ydeseos, ycomo brillantes lu ceros de celestial luz, amor ysalud para todos los eldenses. Ya sabéis cuál es nuestro objeto, queridos paisanos, voy ádeciros con todos los que siguen la obra magna, iniciada yempezada por nuestro querido éilustre paisano señor Cavero, que nos encontramos próximos áun acontecimiento, que como grande yde imperecedero recuerdo ha de ser escrito, pero con caracteres de oro en ese li bro, la Historia de EIda; que ha de pasar de ge neración en generación entre los hijos de este pueblo. Como hijo de EIda, queridos paisanos y como el que más entusiasta para que en los pri meros días del mes de septiembre del año que se avecina, del año 1904, reine la dicha y la ale gría en todos los corazones eldenses ycon el fin de tener la honra de ver estos días en místico edén trocado ánuestro querido EIda, os suplico de veras en este mi primer artículo, que, como grande yhermoso, pongáis en práctica el pen samiento que el señor Cavero os propuso muy elocuentemente en su breve discurso de la tar de del 29 de septiembre; hablo de la función de todos los gremios, que si alguno es poco nume roso, puede hacerlo, puesto que todos tienden á un mismo yplausible fin, con otro que también lo sea; sobre todo existe en nuestro pueblo el gre mio de esa industria, que tanto enaltece áEIda; éste es el llamado ácometer grandes empresas que den por resultado un festejo digno de su nom bre, de su laboriosidad yde su trabajo; así lo es pera de vosotros EIda, y todos los demás gremios de esta población. Confieso que por las circuns tancias que atraviesan, tanto los dueños como los operarios de las fábricas ytalleres, tendréis que vencer muchos obstáculos ydificultades, es ver dad, pero algo debe exigiros ese amor filial que ponéis en vuestros patronos, el Santo Cristo del Buen Suceso y la Santísima Virgen de la Salud. Por otra parte, el amor, especialmente conside rado, no es otra cosa, dice un escritor contempo ráneo, que el sacrificio del ser amante por el objeto amado; ahora bien, si, como sé, guardáis ese tierno y filial amor en vuestros corazones y éste no puede darse sin el sacrificio, si el prime ro existe, el segundo, ycon mucha lógica, debe reinar también en vuestro corazón. Sacrificio pido, honrosos trabajadores, sacri ficio de nuestras pasiones, sacrificio de todos nuestros odios ymiras personales, sacrificiar to da división; no poner obstáculos á la marcha y buena dirección de los trabajos que vosotros em prendáis yestad seguros que personas desinte resadas éimparciales, puestas al frente de esta publicación coadyuvarán átodos vuestros traba jos haciendo desaparecer cualquier dificultad que se os presente. Pero, basta por hoy, eldenses; no es bien que yo desflore el trabajo de todos los hijos de este pueblo áquien yo me uno para la obra que ya tenéis conocida. Ellos, siguiendo al ilustre hijo de EIda, señor Cavero, van áconduciros por el cam po de lahistoria, haciéndoos notar el rastro de luz clarísima que en él han dejado nuestros ante pasados en el primero ysegundo centenar de la venida de nuestros dos celestiales patronos. Ellos también excogitarán medios y harán esfuerzos inauditos para que el centenar que se avecina eclipse átodos los demás en esplendor ygloria. Empiece ya el entusiasmo y el amor átem blar vuestros corazones, yojalá acertemos áen tusiasmaros tanto para los festejos cívico-religio sos del año 1904, que os veamos rendir homena je de amor y gratitud en días tan gloriosos para este pueblo ypara todos sus hijos. Entonces, EI da, entonando un himno de amor, dirá ásus hi jos: seguid lo que nosotros hemos seguido, abra zad como nosotros esa fe que nos ha hecho vivir felices todos los años de nuestra vida yque siem pre sean objeto de todas nuestras esperanzas los mismos que lo han sido de las nuestras; el Santo Cristo del Buen Suceso y la Santísima Virgen de la Salud. D Doldomero Alonso. outor de este trabajo. QMeX£££ G^ ’. ov p mvox ¿te . J$CWvVvOvu Lvo-uxc CoVCn^, ^^^Xvjl -„^ — i • ’•’%.’ Un villancico de Ramón Gorge yFrancisco Laliga Corre el año de grociode1904. Debió representar este año paraelmaestro D. Ramón Gor- gé Soler uno doble alegría. Por unapartesecelebra elCentenario de lavenida a EIda de las imágenes de los Santos Patronos, a los que demostrópro fesaruna gran devoción. Por otra, el 27 de agosto,a las seis y cuarto de lo tarde, y actuando comotestigo D. Eduardo Gras, queda definitivamente acabado la partitura de los villancicos que vienepreparando des de haceyatiempo en honor al Santísimo Cristo del Buen Suceso y a la Virgen de lo Salud, con letras de Francisco Laliga Gorgues, a quien consiguió socar del silencio creativo que lerodeaba des de su regreso a EIda en1887. Yno es este el único homenajeque D. Ramón ofrece a los Santos Patronos en elCentenario de suvenida a EIda. Paralela mente, y en este caso con D.Maximiliano GarcíaSoriano como letrista, compone un Himno al Santísimo Cristo del Buen Suceso y a la Santísima Virgen de la Salud en el mismo año de 1904. Según el Programa de Fiestas Mayores de dicho año, el «Him no de Bienvenida» del Maestro Gorgé se contó el día 6de septiembre «al final de la calle de lo Esperanza», o lo que es lo mismo, en el cruce entre los actuales calles de Antonio Maura y Nueva, volviéndose o cantar este Himno el día 8, Día de la Virgen, «du rante lo carrera», es decir, la procesión. Y, por si fuera poco, el mismo día 8 por lo noche se canta su Salve, como testimonia la «Crónica de los Festejos celebrados en esta ciudad con motivo de solemnizar eltercer centenario de nuestros Excelsos Patronos, elSantísimo Cristo del Buen Suceso y la Santísima Virgen de la Salud», que hace la Redacción del «Cen tenario» en su página 256. Abundante producciónque es fruto de uno tradición profun damente eldense, lade componer piezasen honor o los Santos Patronos. Por EMILIO MAESTRE VERA Elsiglo XIX nos ofrece ya testimonios de la costumbre de to car ycantar composiciones en honor o la Virgen y al Cristo. Así el Vicarioy Dr. D. Juon Tomás Sempere olcontarnos en 1804 que «en esto procesión hubo cinco paradas, que eran losaltaresque iban en su vuelta» nos permite suponer, cuando menos que. tra tándose de unaprocesión, setocarían piezasmusicales en di chasparadas. No podemos determinar lanaturaleza de dichas piezas, pero el mismo Vicario nos aclaro que «se principió la misa con la ma yorsolemnidad congolpe demúsico, manifestando todos su ha bilidad con discretas arias, todasdirigidos a la Virgen y Santísimo Cristo...». Esdecir, si en el recorrido de lo procesión no podemos afir mar que secontaran composiciones, en loscelebraciones litúrgi cas esto se hoce indudable. Podemosremontar, pues, esta tradición hasta elaño 1804, sin ser nimucho menos una fecha definitiva. Futuras pruebas do cumentales, hastaahora desconocidos para nosotros, podrían adelantar esta fecha ol siglo XVIII con toda seguridad. Sia principios del siglo XIX se hoce difícil precisar, su final es yamucho más clarificador. ElPrograma de Fiestas de 1892 esta blece muy claramente que el día de la Virgen se cantanen la procesión «cinco villancicos de Villar, Gisbert,Gutiérrez y otros», y el día del Cristo «cinco villancicosde Pons, Valero y Borderó». La tradición se nos muestra plenamenteconsolidada. Elger men ha dado yo sus frutos, aunque no todos. Elfin del sigio XIX y el principio del XX vo agenerar una prolífica producción de vi llancicos, himnos, salves y composicionesen honor a los Patro nos, coincidiendo con elTercer Centenario de lavenida c EIda de susimágenes. Esta tradición se mantienehoy, almenosen el aspecto literario. Baste recordar el número de composiciones a la Virgen y al Cristo que recoge la revista «Alborada» hostael año 1983, y a partir de ohí. su sucesora, Fiestas Mayores. Encuanto a lo composicióncontodo,esprecisamente el Cen tenario el eje orticulador de la mayor porte de partituras: La Sal ve de D.Agapito Sánchez, la de D. Ramón Gorgé, su himno, sus villancicos, losvillancicos anónimos que se citon una y otro vez en los programas de fiestas y en el mismo «El Centenario»..., son todas composiciones que nocen al calor de esto celebración, y que verán prolongado su vigenciahastalos años cuorenta. Efectivamente, los programos de fiesta primero y el testimonio de D.Vicente Pérez Pérez, descendientepolítico de D. Ramón Gorgé, o quien queremos rendir homenajey agradecimiento, ya que es gracias a él que podemosconocer hoy el Villancico que nos ocupa, afirman que durante la primeramitad del siglo se man tuvo con toda vigencia lo tradiciónde ofrecer composiciones mu sicales a lospatronoso su paso por los calles de EIda. Son estas fuentes los que permiten situar dónde se canta ban los villancicos y hosta cuándo. Almargen de loscontados dentrodelaiglesia durante lo celebración, la situación de las paradas donde seejecutaban los villancicos durantela procesión eran: la Plozadel Ayuntamiento, la calle de la Esperanza (cruce de Antonio Maura con lo calle Nue va) y el cruce de la calle Nueva con la calle del Valí (después ca lle Médico Beltrán, más tardeGenerol Molo y hoy Ortegoy Gosset). Y por otra parte,en cuanto a la locolización temporal,po demosafirmar que secantan hastalo década de loscuorenta, fechas en las que aún los citan los programas de fiestas, y a par tirde lascuales deja de mencionarse lainterpretación de estas piezas enparadas del recorrido de lasprocesiones. Lo tradición se trunca, y los testimonios que hemos podido recoger no pue den justificar por qué. Otro dudo más que permanece alo espero de resolución. Pero volvamos a lo partitura de 1904 de los villancicos de D. Ramón Gorgé y de D. Francisco Loliga. Almargendel valor inherente oestas composiciones cabe señalar un aspectosorprendente: si bien el Villancico alCristo del Buen Suceso es lo composición «Sol de Justicio» de todosconoci do, el Villancico o la Virgen de lo Salud no es el «Pueblo Venturo so» que hoy podemosescuchar los eldensesdespués de lascelebraciones litúrgicosde las Fiestas Mayores. ElVillancico o la Virgen de la Salud que aquí presentamos sería lo letra que Loliga escribió o instancias de D. Ramón Gor gé, y que compartiría lo músico con «Sol de Justicia». Sirva como botón de muestro lacomparación de lo primero estrofa de ambas letras, cuya única diferencio en partituraes que la letra al Cristo secantaría con voz de bojo,mientras la letra a laVirgen se cantaría con voz de tiple. VILLANCICO AL CRISTO Sol de justicio Dios humanado en laCruz Santo que es el altar Transfixo augusto te adoraremos yofreceremosfe y ansiedad. VILLANCICO A LA VIRGEN Salve del cielo reina yseñora luzprecursorade redención. Tu amor inmenso redimió olmundo numen fecundo del corazón. ¿Por qué más tarde D. Ramón Gorgé componeotro diferen te en honor o la Virgen, el «Pueblo Venturoso»? ¿Por qué en la partitura de «Pueblo Venturoso» no se mencionaa Laligacomo autorde lo letra? ¿Acaso el Villancico que hoy se contóo la Vir gen de la Salud no es obro de Laliga, y lo es exclusivamente de D. Ramón Gorgé...? Seo como fuere, esto soncuestiones que sólo el tiempo po drá resolver o dejardefinitivamente en el olvido. Hoy no es la resolución de estos dudas lo que hace ol caso. De momento, contentémonos ydeleitémonos conrescatar delposado un Villancico que pudo haber sido y no fue. Léanlo recordando lomúsica de «Sol de Justicio» y encontra rán el Villancico que originariamente D. Ramón y Laliga ofrecie ron a la Patraña de EIda:loVirgen de la Salud. VILLANCICO ALA VIRGEN Salve del cielo reino yseñora luz precursorade redención. Tu amor inmenso, redimió almundo numen fecundo de corazón. Rosa purpúreade oro adornada, yperfumadode Jericó. Blanco azucena del valle puro,nuestro dulzura es sólo tuamor. Salve del cielo, reino yseñora, luz precursorade redención, luz precursorade redención. Tu omor inmenso redimió almundo, numen fecundo del corazón del corazón, numen fecundo del corazón. Puerta del cielo del mor estrella, tras de tu huella marcha elmortal y la luz purade tumirado de laventura es manantial. Tras de tuhuello marcha elmortal, y la luz pura de tumirado de laventura es manantial. Desde elmar sardo las oleadas siempre azuladas te traen aquí pora lo madre ser de tus hijos los ojosfijos por siempre en ti. Desde elmar sardo los oleadas, siempre azuladas te traen oquí para lamadre ser de tus hijos, los ojosfijos por siempre en ti los ojos fijospor siempre en ti. Salve del cielo reino yseñora luzprecursorade redención. Tu omor inmenso, redimió olmundo numen fecundo del corazón. Rosa purpúreade ora odornoda, yperfumadade Jericó. Blonca azucena del vallepuro, nuestro dulzura es sólo tu amor. Salve del cielo, reina yseñora, luzprecursorade redención, luz precursorade redención. Tu amor inmenso redimió al mundo, numen fecundo del corazón del corazón, numen fecundo del corazón. Letra: FRANCISCO LALIGA GORGUES Música: RAMÓN GORGESOLER BIBLIOGRAFÍA • «Lasfiestas del Centenario de 1804 desaitas yrelatadas por el vicario yDr. D.Juan Tomás Sempere»,El Centenario, págs. 246-249. • «Crónica de los Festejos celebradosen esta ciudad, con motivo de solemnizar eltercer centenario de nuestros excelsos patronos...». ElCentenario. 256-27’1. • «Lohuella del IIICentenario en lobibliografío eldense», por Alber to Navarro Postor.Fiestas Mayores 1985. • Villancico ol Sontísimo Cristo y a lo Virgen de lo Salud. Partitura de Ramón Gorgé con letra de Francisco Laliga. •Programas de fiestas deseptiembre de1892, 1904,1922, 1924, 1927, 1929, 1931, 1904, 1909, 1941,1940, 1944, Archivo His tórico Municipal. Casa de la Cultura. EIda. D. Manuel Beltrán Arovid. D. MANUEL BELTRÁN ARAVID, el «medico Beltrán», un hijo predilecto de Elda injustamente olvidado El cambio de nombre de varias calles de nues traciudad, recientemente efectuado,estuvopre cedido por una viva polémica en los medios de comunicación y en la calle, siendo fuerteel rechazo aalgunos de los nombres propuestos para susti tuir alos hasta entonces existentes. En la adopción de nuevos nombres o la «re cuperación» de losantiguos, se puso de manifies to una cierta insensibilidad o desconocimiento hacia los valores locales por parte de lacomisión encargada del cambio, aunque en este aspecto ha yasido digno de elogio el haber tenido encuenta al poeta Francisco Laliga, al maestro loséEstruch, aEmilio Rico y Paquito Vera, siendo lamentable el que en otras decisiones referentes afiguras lo cales no se haya tenidoigualacierto, posiblemente por desconocimiento del tema. En algunos de losartículos dedicados por el semanario local «Valle de Elda» aeste asunto, en tre otras consideraciones, se abogó por larestau ración del nombre de un eldense preclaro, el Por ALBERTO NAVARRO PASTOR médico Beltrán, parasu antigua calle —después General Mola— cuyo nombre fue hecho desapa recer en1936,sustituido por el delluchadoranar quistaFrancisco Ascaso,en 1939 por el del Gene ral Mola y en 1989 por el del filósofo Ortegay Gas- set.sin que ni entoncesni ahora se tuviera en cuen ta el mérito del eldense aquien había sido dedi cada esta calle para que siguiera ostentándolo. Porque el médico Beltrán, a quien se dedicó la an tes calle del Valí como homenaje postumo en 191 5.fue una notable figura, hoy casi desconoci da, de nuestra población. A lainjusta einmereci da desaparición de su nombre rotulandola calle donde vivió y murió debemos achacaren gran par te el motivo de este desconocimiento. La reivindicación de dicho nombre para su ca lle no es de ahora. En el mencionado semanario eldensehay alguna otra referencia a la convenien cia de reponer el nombre de este ilustre conciu dadano en lacalle que le estuvo dedicada ycomo un ejemplo de ello reproduzcopartedel escrito de don Manuel Esteve Puche, yafallecido, publi cado en «Valle de Elda» en el número 680 de 6 de septiembre de 1969, que decíaasí: «... Casi me causa sonrojo que a unhombre como don Manuel Beltrán Ara vid se le arre batara el nombre de su ’calle’. Aparte de lacategoría social ypolítica que tuvo en su época, hay algo fundamental en él yes su laborhumana como médico. Lasnuevas ge neraciones no conocen, naturalmente, la vi da de este médico ejemplar, que hizo de su profesión unverdadero sacerdocio, hacien do siempre el bien a los demás,entregán dose absolutamente, con una humanidad y unavocación que legranjearon el afecto y la devoción de todos los hijos de Elda de en tonces y, en especial, de los másnecesita dos. Cuando no existían medios científicos para atajar las terribles enfermedades de aquellostiempos, especialmente la última epidemia de peste ocólera, el Médico Bel trán luchó meses ymeses para arrancar de la muerte atantos afectados del terrible mal, y suconcepto de lahumanidad y ayuda al necesitadofue tal. que casi todo supatrimo nio lo empleó ensocorrerá los enfermos po bres, a los que además de no cobrarles las visitas, muchas veces les pagaba los medi camentos y les ayudabaeconómicamente...». El médico Beltrán fue—repetimos— una des tacada figura de sutiempo, y además de su ex traordinaria y abnegada labor como médico,ya aludida,fue un personaje de lapolítica local de principios de siglo, jefe delpartido conservador, varias veces alcalde yrealizador de importantes mejoras paralapoblación, como la iniciación y puesta enservicio delactual cementerio municipal. Conscientedel problema de insuficiencia y falta de condicioneshigiénicas de loslocales donde es taban las escuelas públicas entonces existentes, contrató en 1902, por 1.200 pesetas al año, un es pacioso local en la calle Maura a D. Juan JoséVe ra Guarinos, capaz para instalar a niños yniñas escolares ycon dos viviendas para maestros, lo que nosolucionó totalmente elproblema pero pa lió las dificultades en que se desarrollaba la ense ñanza pública. También durante su primer mandato, en abril de 1902,se efectuó la apertura de lacalle de Jar dines, estableciéndose su alineación, trazado de aceras ytendido de alumbrado, quedando incor porada desde entonces al casco urbano y, según el acuerdo municipal, «que se hicierancumpliren ella las órdenes de policía urbana». Otras necesarias obras de urbanización de lo que entonces constituía una de lasprincipales en tradasde lapoblación, la calle de la Independen cia (o de San Antón), se realizaron por elalcalde señor Beltrán, como la escalinata de la calle de los Clérigos frente a la ermita de San Antón, y el alum brado eléctrico desde dicha ermita hasta la esta ción ferroviaria. Estas obras se realizaron en 1902 y fueronobjetode una moción de felicitación y agradecimiento en lasesión municipal del 22 de junio de 1902. El señor Beltrán Aravid ostentó la alcaldía en tres ocasiones, la primera de ellas desde el 1 de enero de 1902hasta el 16 de septiembre de 1903; la segunda desde elI de enero de 1910 hasta el 22 del mismo mesy año en que suAyuntamiento fue depuesto por anulación de las elecciones de 1909. Fue repuesto en su cargo por Real Orden el 12 de agosto de 1910, dimitiendo de este car go en el mismo acto de toma de posesiónpara dedicarse exclusivamente alejercicio de su pro fesión en beneficio de las clases más necesitadas de la población, aunquecontinuó como concejal hasta 1911. Suideario político estaba en la línea demócrata de Castelar, siendo gran amigo del hombre de éste en Alicante, EleuterioMaisonnave, quien al ser nombrado Ministro de Estado durante laprimera República ofrecióa Beltrán el puesto de gober nador civil de Filipinas, honrosocargoque no aceptó éste, por no separarse de su pueblo y su profesión. También el gran tribuno Castelar tenía una gran amistad con la familia.Entre los recuerdos que se conservan de Castelaren Elda figura una letra de cambio,porvalor de 120 reales de vellón, expe dida en Madrid el 10 de abril de 1860, importe de lasuscripción de la obra «La redención del es clavo»,escrita por el eminente demócrata. La le tra, firmada porCastelar, iba dirigida a Genaro Vera, de Elda,y endosada aD. Vicente Rebaglia- to. abonándola finalmente D. Manuel Beltrán, fi gurando al dorso todas lasfirmas, lo que lohace ser un curioso testimonio de la época. No se menciona en esta letra el segundo ape llido de Manuel Beltrán, pero esindudable que se ría el padre del médico. ManuelBeltránMaestre. en situación acomodada, ya que elfuturo médico Beltrán tenía entonces17años y,todavía estudian te, no dispondría de la fuerte cantidad indicada. Castelar, en sus estancias en Elda, visitaba a losBeltrán, y los miembros actuales de esta fami liaconocen por tradición oral que cuando Caste lar, ya anciano, manifestaba el deseo de ver al anchoy verdeante panorama deltranquilo valle dondetranscurrió su infancia y que para él signi Caso en la que vivió y murió elmédico Beltrán. (Foto ERNES) ficaba «la poesía del corazón», como dejó escrito en su «Viaje a Italia», se le colocaba unsillón en cada rellano de la amplia yempinada escalera, pa ra que descansara del esfuerzo, ya que en aquel tiempo la casa de la familia Beltrán era la más al ta de la población, sólo sobrepasada por la torre de la Iglesia de Santa Ana y el arruinado castillo. Ya he referido antes la excelente opinión que se guarda de la actuación del señor Beltrán como médico, y a esta cita quisiera añadir que cuando latrágica epidemia de cólera de 1885, el médico Beltrán se esforzó abnegada ygenerosamente en la atención alos enfermos. Se dice que anunció que toda aquella familia que tuviera algún enfer mo pusiera una silla en la puerta de la casa para que él supiera que allí se necesitaba laasistencia médica urgente. Sin embargo, parece que ésta fue una nota general en los pueblos afectados, para que losmédicos, que apenas tenían suficientes ho ras en eldía para atender atanto enfermo, pudie ran atenderlos atodos. Respecto a su actitud ante los enfermos nece sitados, se conoce el hecho, muchas veces repe tido, de ayudar económicamente a los enfermos pobres, abonando también alfarmacéutico los me dicamentos que recetaba. También era frecuen te, y ya era tenido como normal en su casa, que al vover de la visita domiciliaria alos enfermos or denara se enviara ropa, leña,alimentos, dinero o medicamentos aalguna familia especialmente ne cesitada de las que acaba de visitar, o a varias de ellas. Por esta constante generosidad con los menes terosos, sus beneficiciarios de esta ayuda le co nocían como «elmédico de los pobres», siendo especialmente querido por las clases modestas económicamente, como se puso de manifiesto cuando falleció, el 8 de enero de 1915 alos 72 años de edad, en su casa de lacalle de Valí —que después llevó sunombre—, víctima de endocar ditis crónica. Antes de lahora fijada paraelentierro para ron su trabajo lasfábricas y los comercios para que todos los trabajadores pudieran asistiral se pelio. Como homenaje postumo, el cortejo fúne bre no realizó elhabitual recorrido que utilizaba el camino más corto hasta la Iglesia de Santa Ana, sino que siguió elitinerario de la procesión de los Santos Patronos, osea. por la calle Nueva, Prim, Purísima, plazasdelAyuntamiento y de Arriba has ta laIglesia, donde se celebraron las exequias de cuerpo presente, asistiendo a las mismas autori dades localesyprovinciales, médicos de Alican te y provincia, en especial de la comarca, y el pueblo entero de Elda, que despidió con gran sen timiento a quien tanto se había desvelado por ellos. El Ayuntamiento de Elda aprobó, en sesión de 15 de enero de 1915, la concesión del título de «HijoPredilecto de Elda» para elilustre desapare cido yque se rotulara con el nombre de Médico Beltrán la calle en que había vividoyfallecido, e igualmente que se colocara en el cementerio mu nicipal una lápida conmemorativa de que dichane crópolis había sido construida e inaugurada du rante el mandato como alcalde del fallecido. Este último homenaje creemos nollegó arealizarse, pues no conocemos noticia algunaeleello. Para terminar estas líneas con un testimonio demostrativo de lagratitud que el pueblo de El da debe al médico Beltrán, quiero reproducir la moción presentada por el alcalde de Elda, José Ca talán Gras, en la citada sesión, yque dice así: «Señores concejales: antes de pasaralorden del día he de daros cuenta oficial de la va cante habida en el número de los funciona rios adscritos al servicio de este Municipio con motivo del fallecimiento del facultativo titulardon Manuel Beltrán Aravid. y sería de mostrar ingratitudsi no aprovechara este mo mento parahacer constar antevosotros el pesar con que esta presidencia, recogiendo el sentimientogeneral del pueblo,vedesa parecer de entre sus vecinos y servidores a hombres que cumplieron justamente su be néfica misión hasta momentos antes de ren dir el inexcusable tributo ala muerte. El fa llecido, que como sabéis, pasó múltiples ve ces por estapresidencia y escaños que ocu páis,ostentó igualrepresentación que hoy asumimos,y en el ejercicio de su profesión prestó irregateables serviciosen épocas ca lamitosas sufridas por nuestropueblosin más remuneración que lasatisfacción del deber cumplido y el agradecimiento que individual mente entonces pudieron significar, agradeci mientomoral que no desapareció hasta la última etapa de su vida, porque tampoco ce saron sus buenasprácticas profesionales, asistiendo con asiduidad y desinterés que siempretuvo por norma en el desempeño de su profesión a todos los vecinos de Elda quele requerían ycon especialidad a la cla se trabajadora y desheredada, que buena prueba de su gratitud y reconocimientohi zo ostensible al tener noticia de tal falleci miento.En recompensa de talesméritos y en homenaje al recuerdo de talesclarecido vecino me permito proponeros que se nom bre al finado HIJO PREDILECTO DE ELDA y se ponga su nombre a la calle del Valí don de vivió y dejó de existir». Como se ve por este texto, al honrar adon Ma nuelBeltrán no se atendió primeramente a su con dición de hombrepolítico, alcalde de Elda en dos ocasiones yconcejal durante varios años, sino que sobre todo esto, en cuyo desempeño prestó im portantes servicios a Elda. prevaleció el aprecio a suhumanidad, a sugenerosidad yentrega a los necesitados, por lo que con que en elrótulo figu rara la mención «Médico Beltrán» era suficiente. Sin embargo, no fuesuficiente para que en 1936 fuera sustituido por una figura revoluciona ria, en1939por un militar y en 1989por un filó sofo, tres figuras que según el puntode vista de unos uotros merecerían el honor o no de tener una calle en Elda, pero cuyos méritos, para Elda y losbuenos eldenses, seoscurecen totalmente al compararse con aquel que los obreroselden ses denominaron «el médico de los pobres» y cu yonombre, figura yméritossóloelpaso del tiem po, las convulsiones de la historia y la ingratitud de susconciudadanos ocupantes de cargosdeci sorios, han podidoconseguir seanolvidados por las generaciones actuales. Como final de este trabajo reivindicativo de la memoria del «Médico Beltrán» deseo manifestar mi agradecimiento a las señoras de la familia de D. Manuel Beltrán que amablementeme facilita ron datos familiares y la fotografía del ilustre el dense que acompaña estas líneas. Sin su atenta colaboración este artículo hubiera estado falto de algunas notas representativas de la profunda hu manidad y generosidad de este distinguido per sonaje eldense. •:íi; El Alcalde de E/do. D. José Joaquín González Amat. UN ALCALDE EJEMPLAR Un alcalde en la acepción del término yen su fun ción debe de tener una cualidad básica, ser un gran gestor para el pueblo yuna persona de ejemplaridad personal demostrada. Parece que estas dos categorías coincidían en el personaje que ahora nos ocupamos de estudiar en pro fundidad. Se llamó este Alcalde D. José Joaquín González Amat, perteneció al partido liberal de D.Emilio Caste lar y fue AlcaldedeElda en dos ocasiones: una en 1904 yotra en 1912. En ambas dejó una estela de bien ha cer yde lo que debe ser un buen Alcalde depueblo. En otro orden de cosas hay que decir que fue tra bajador yhonesto yasí era querido por sus paisanos eldenses. Por otra parte tenía un corazón generoso yabier to, esto lo prueba el hecho de que en plena campaña electoral no dude en salir arecibir ysaludar aMaura, líder entonces del partido conservador a nivel nacio nal y oponente yadversario político de su jefe de filas ylíder nacional de entonces D. Emilio Castelar. Pero estimó que él tenía que recibir con todos los honores alPresidente del Gobierno de España y no du dó en ir a ofrecerle pleitesía y honores. O sea todo un caballero, ¡lástima! que los caballeros sean hoy una es pecie casi aextinguir. En el orden familiar estaba casado con D.a Lucía Paya Pertusa ytuvieron cuatro hijos: Concha, José Joa quín, Lucía yEnrique González Paya. En su extensa yfecunda labor al frente del Ayun tamiento de Elda hay cuatro grandes temas por llamar los de alguna manera, de los que estudiaremos dos: 1.° —Nombramiento ytratamiento a Elda de Villa aCiudad, que le concedió el Rey D. AlfonsoXII ycuyo título letransmite elMinistro de la Gobernación de en tonces, Sr. Sánchez Guerra, cuya carta reproducimos. ’Agradeciendo aConchita, sunieta, elhabérnosla pro porcionado. 2.°—La traída de las Aguas del Canto, como agua potable de bebida para Elda,ya que las que hasta en tonces habían se manifestaban insuficientes para una población en continuo aumento. Estos documentos pertenecen al Archivo Munici pal, que desde aquí,alConcejal D.Juan Medina, agra decemos su colaboración. Fue el expediente más difícil de seguir yrastrear, ya que por «Aguas delCanto» no aparece por ninguna parte en elInventario Generalde Bienes del Ayuntamiento deElda, entonces pensé que pudiera venir como mina oprospección minera, ya que por su proximidad alcamino real, hoy carretera yauto vía, pudiera venir así reíerenciada. Efectivamente así fue y venía como «Minas de Lignito del Canto Domin go», ya que las explotaciones mineras afinales del si glo XIX y principios del siglo XX tenían untrato dife renciado ycon esta pista me introduje ylocalicé la do cumentación que fotocopié y estudié en detalle,la fin ca se llamaba finca rústica del«Canto Domingo», situada en la zona delMonastil, en la parcela Cuartel Nuevo del término de Petrel; dice la descripción que había una casita de unos 40 metros cuadrados desti nada a la vivienda del encargado municipal, almacén de herramientas yboml^as elevadoras de agua. Parte de todo esto hoy ha desaparecido con la construcción de la nueva autovía, pero que ya en 1979 cuando fui Concejal de Aguas ya no se utilizabay las aguas eran consideradas no potables, existiendo entonces la cana lizaciónantigua. El pozo producía un manaje y un caudal de agua de un litro por segundo. Fue cedido al Ayuntamiento por D. Joaquín Coronel Rico por escritura pública fe chada el 14 de mayo de 1913, siendo notario D.José María Pujalte Gómez. Inicialmente fue sólo usado para riego de la Huerta de Elda. Si bien también se la usó para bebida, de aquí el dicho popular: «No ha bebido de las aguas del Canto» (delCanto Domingo, natu ralmente). Las escrituras testifican que existían 61 perforacio nes, así como una tubería de conducción de agua des /. «... - •y •- .; ...- ._s. .-:-. -• •/’ f ’’, ’’// / / f.... X. . X- /-./- - y••’_..,. --«.• y ’A..:, -~ ’ ...¿~.. ...y*( ’•* -. «9» ./..’ , . / rur. -’/ -/’’ ./ V y-’- Otorgamiento del Título de Ciudad aElda por S.M. El Rey. de El Monastil hasta los depósitos de San Miguel y otra hasta la balsa de la Sismat, así como otra hasta la Ca seta del Monastil. Posteriormente, en el año 1970 fue vendida por el Ayuntamiento deElda a la Cooperativa de Regantes de la Huerta de Elday posteriormente se inutilizaron lasacequiéis y conducciones, alllegar a la zonade la antigua Huerta de Elda, las conducciones de agua potabledeltendido urbano. Existen numerosos datos de citaciones areuniones de la Sociedad de Aguas del Canto que referimos en las diferentes revistas, unas dedicadas alos patronos en lasfiestas septembrinas yotras en «Idella». Así en las Fiestas en Honor alos Excelsos Patro nos deElda, elCristo del Buen Suceso y laVirgen de la Salud del año 1927, se anuncia: «A los señores ac cionistas de la Sociedad Aguas delCanto, S.A. que con motivo de haber terminado elplazo concedido para co brarles el primer dividendo que hace efectivo esta so ciedad del 4%, el Consejo de mi presidencia, según lo acordado en sesión de 10 de agosto de este año, acor dóprorrogar elplazo portodo el mes». Lo cual demues tra que la empresa era rentable yprodujo dividendos; viene firmado por elpresidente, Lutgardo Guarinos. Lo mismo que el anuncio publicado en laRevista de Fies tas del año 1928, sibien aquí el anuncio concita: «A f)ni) ’.. ’. , i : . . Titulo dopropiedad .;.I.í -’• .’’• -• Título de Propiedad de lo Mina del Canto Domingo o favor del Ayuntamiento de E/da. , ..,.r. ’/,r / Firma de la Carta de Otorgamiento de Ciudad por elMinistro de lo Gobernación Sr. Sánchez Guerra. los señores accionistas de la sociedad Aguasdel Can to, S.A. que no hayan cobrado el segundo cupón de es ta sociedad deben efectuarlo hasta el día 6 de septiembre en esta oficina de la C/ Maura, n.° 3, todos los días laborables de once atrece. Siendo el dividen do de tres pesetaspor acción (obsérvese lo que valía entonces una peseta) mediante la presentación del tí tulo». Lo firmacomoen elcasoanterior elpresidente, Lutgardo Guarinos. Por los testimonios documentales de Luis Maestre al que desde aquí agradecemos su colaboración valio sa, las revistas Mellas de 3-III-1928, 14-VII-1928. 21-VIH928 y18-VIIH928, contienen noticias sobre la marcha de laSociedad de Aguas delCanto, S.A., que tratan por este orden de laelección deConsejeros: D. Lutgardo Sánchez, D.José Martínez Sánchez y D.J. Za ragoza Ruiz; de las deficiencias en elsuministro, un acta del pleno de la Sociedady de la falta de agua en la Fra ternidad. Aún hoy queda en el caminodel Monastil pró ximo al río, la caseta donde se hacíael bombeo y algunos registros dispersos pordiferentes lugaresde lapoblación y la antigua huerta. En la modernidad con la apertura de pozos municipales de Elda en Salinas, así como con el contratodecompra-venta de agua po tablea la compañía del Canal de la Huerta deAlicante provenientes de Villena, ha perdidointerés,ya quehasta en las casas de campo ychalets hoy se usa la de con sumo urbano yexiste una red adecuada de conduccio nes ytuberías y de la que es artífice importante D. Antonio Barceló, que con indudable celo lleva ese ser vicio, primero municipal y ahora deAquagest, con lo que la Sociedad deAguas delCanto es ya un capítulo archivado de lahistoria de Elda. Pero en su díaimpor tantísimo. MANUEL SERRANO GONZÁLEZ Doctor en Farmacia BIBLIOGRAFÍA 1) NAVARRO PASTOR: «Historia de Elda». T.II.Ed. Caja de Ahorros Provincial. Alicante, 1981. 2) Revista: «Idella», n.’110., p. 3.31-111-1928. 3) Revista: «Idella», n.° 123., p. 1. 14-VIH928. 4)Revista: «Idella», n.’ 124., p. 2.21-VII-1928. 5) Revista: «Idella», n.° 127.,p. 2.18-VIII-1928. 6) Revista: «El Centenario»,n.°6.Imprenta Sirvent y Sán chez. Alicante, 1904. 7) Revista «Fiestas Mayores» de 1925.(Fiestas cívico-reli giosas en honor de nuestros excelsos patronos, el Cris to del Buen Suceso y Nuestra Señora de la Salud). 8) Revista «Fiestas Mayores», de Elda, año 1927.9) Revista «FiestasMayores», de Elda, año 1928. 10) Revista «FiestasMayores», de Elda, año 1931. Esto que vemos en ruinas de soledad ytriste co chambre fue en otro tiempo castillo famoso. Aquí, éstas que fueron orgullosas torres repletas de ha zañas yfastos, yacen por el suelo convertidas en pe renne lección de cómo acaban los monumentos his tóricos ysus grandezas por la incuria y la ignoran cia humana. La desolación nos abruma, yen este consternado silencio que nos envuelve yemotiva evocamos para este mismo lugar el latido vital de otros tiempos, de conquistas yreconquistas, de vi da cortesana ypalaciega, de esplendor ymagnifi cencia, de personajes ysus gestas, que conforma todo junto el entramado donde se fue tejiendo pun to a punto el extenso tapiz de nuestra historia. Este nuestro castillo que nos ocupa yque según l,as viejas crónicas fue un suntuoso palacio real o al cázar —«era hermoso, con rebios góticos, amplio y capaz para albergar amás de cuatro mil personas», al decir de vurita— se erguía sobre una colina; al norte cortada atajo sobre el río Vinalopó y al sur descendente sobre el antiguo poblado medieval y un mítico yferaz jardín de huertos hoy convertido en bosque de cemento. Yaunque la antigüedad de Elda está firmemente constatada en sus hallazgos arqueológicos tanto ibéricos como romanos, la po sibilidad de ser la misma Ello en el itinerario de An- tonino, ytambién como sede de la Iglesia Elotana de los godos. Las primeras noticias del castillo las recogemos de Lamberto Amat ySempere, notable historiador eldense del siglo pasado. Nos dice don Lamberto que, «sin duda los moros oacaso los go dos, establecieron en su meseta —se refiere a la co lina del castillo— un pequeño fuerte, compuesto de una torre yalgunas habitaciones de un piso, pero con lóbregas mazmorras subterráneas bajo aque llas». Señores del castillo los moros hasta principios del siglo XIII, pasó a la Corona de Castilla por va sallaje del rey moro de Murcia al Infante don Alfon so, futuro Rey Sabio. El polémico mosén Febrer, en una de sus trovas referidas aestos hechos, nos ha bla de un no menos polémico personaje, Bernardo Amat, conquistador de este castillo: «Bernat ab dos filis al moro arrincona —estant sobre Elda; eel Rey galardona al pare eais filis, dantlos lo homenatge— de Elx ede Elda, e tot son paratge». Pero al pare cer no fue éste el primer señor del castillo de Elda ya que la autenticidad de este personaje está un tan to velada en la película de esta historia. Según Al berto Navarro Pastor, paciente historiador eldense actual, pudo ser primer señor del castillo Guiller mo el Alemán, por un documento del Archivo Na cional que recoge asu vez de Vicente Martínez Morellá, historiador alicantino, donde vemos que el 15 de abril de 1244 «el Infante don Alfonso, con el consentimiento de su padre, dona aGuillermo el Alemán, el castillo yvilla de Elda, con todas sus per tenencias...»; pero en el año 1257 aparece otro se ñor de Elda ysu castillo en la persona de don Pelayo Pérez Correa, maestre de la Orden de Santiago. El rey Alfonso X, en este mismo año permuta aaquél el castillo yvilla de Elda por otros, cediendo asu hermano el Infante don Manuel el Señorío de Elda. En el año 1265, durante la sublevación de los moros del antiguo reino de Murcia, el rey Alfonso Xde Castilla, casado con doña Violante, hija de Jai me Ide Aragón, pidió ayuda asu suegro. Este acu dió a la demanda reconquistando y pacificando estos valles, donde Elda ysu castillo se entregaron voluntariamente al Conquistador, sin lucha, devol viéndolos al que fuera su señor, el Infante don Ma nuel. El Señorío de Elda, ala muerte de don Manuel, pasó amanos de su hija doña Violante Manuel por cesión de su hermano don Juan Manuel, yaunque habían importantes lazos familiares con el rey de Aragón, don Jaime II, éste no puso reparos, por mo tivos de luchas intestinas, de ocupar la villa ycasti llo de Elda, que dejaron de ser castellanos al adoptar para la torre del homenaje el nuevo pen dón franjeado en rojo ygualda de los de Aragón. Jaime IIde Aragón entregó a su esposa doña Blanca,elcastillo de Elda junto a los de Novelda y Aspe, iniciando en ellos importantes obras de re paración acosta de sus rentas. Pero ala muerte de aquél le sucedió su hijoAlfonso IV, «ElBenigno», que cedió asu vez, asu hijo Fernando, entre otros mu chos, el castillo de Elda, nombrando asu esposa do ña Leonor tutora yadministradora de su hijo por ser menor de edad. En la guerra que sostuvieron Pedro Ide Casti lla,«El Cruel», yPedro IV de Aragón, el castellano, que penetró en nuestra comarca por la frontera de Murcia, arrebató adon Fernando entre otros el Se ñorío de Elda. De nuevo el castillo de Elda volvió a la Corona de Castilla, hasta que, en 1364, Pedro IV lo reconquistó para la Corona de Aragón dándolo como premio por sus servicios prestados aBeltrán Duguesclin, el famoso Condestable de Francia en tre otras cosas por aquello de que ni quitaba ni po nía rey pero ayudaba asu Señor. El Señorío de Duguesclin no fue dilatado pues tuvo que vender sus bienes para pagar asus tro pas. El 12 de agosto de 1367 por Real Carta de Pe dro IV de Aragón el Señorío de Elda ysu castillo pasa adepender del bretón Hugo de Calviney, otro de sus capitanes. Yel 7de noviembre de 1371, Cal viney hizo donación del mismo, con beneplácito del rey, aMateo de Gormay, caballero inglés que ha bía prestado notables servicios al donante. El 27 de enero de 1378 Gormay vendió el casti llo de Elda al rey Pedro IV de Aragón, que asu vez donó asu cuarta esposa, doña Sibilia de Forcia, se ñora que hizo importantes obras yhabitó largas tem poradas en lo que ya era castillo-palacio. Juan I,hijo de Pedro IV, hostil adoña Sibilia, su madastra, la persiguió declarándola rebelde a la Majestad Real, confiscando todos sus bienes que do nó asu esposa, doña Violante de Bar, señora que residió en el Alcázar de Elda desde su viudez has ta 1424, en que lo enajenó al conde de Concentai- na, don Ximén Pérez de Corella. Los siguientes poseedores del castillo fueron los Coloma. Mosén Juan Pérez Calvillo de Coloma, ca sado con doña Isabel de Saa, dama portuguesa de la emperatriz yreina de Bohemia, lo adquirió junto aPetrel ySalinas por escritura de venta en 1513 a don Juan Ruiz de Corella. Los Coloma, ya condes de Elda por real gracia del Rey don Felipe II, habi taron varias generaciones el castillo-palacio de El da. Desde el primero, don Juan Coloma, virrey de Cerdeña ynotable poeta admirado por Cervantes, hubieron otros, algunos nacidos en el mismo casti llo, que tuvieron puesto destacado en la carrera de armas, El esplendor que los Coloma dieron anuestro viejo castillo quedó cortado al abandonar éstos el solar de su condado en busca de la vida cortesana; tanto es así que, cuando la guerra de Sucesión sir vió de prisión a los enemigos capturados por los bor bónicos, yen la guerra de la Independencia estuvo ocupado casi permanentemente por las tropas fran cesas. Y finalmente, con la abolición de los Seño ríos se amenazó su demolición, que en el año 1849, al ser vendido en pública subasta, fue derribado por aprovechamiento de materiales. El referido historiador eldense Lamberto Amat, nacido en el año 1820, tuvo naturalmente la oportu nidad de contemplar en alzada el castillo dándonos una detallada descripción de lo que él todavía pu do ver:«Este ocupaba toda la meseta de lacolina, que es de 1.900 metros superficiales, albergando en su centro una gran plaza cuadrada a la que daban sus vistas todas las habitaciones. Las del piso bajo oprimero se corrían de unas aotras yestaban des tinadas acriados yoficinas domésticas, fuera de to da la parte norte en que existía un gran salón que por su elegancia, magnificencia yadornos, se le lla maba regio con mucha propiedad yacaso también porque debieron ocuparlo sucesivamente las Rey- nas doña Sibilia y doña Violante. El segundo piso se componía de magníficos ygrandes salones con elevados yricos artesonados, techos ybonitas co lumnas, campeando en unos yotras con elegante talla en pintada madera, la vid con su fruto, el pan y el cardo yformas de otros ligeros arbustos yguar neciendo los capiteles, profusamente cabecitas ára bes; grandes ventanas en anchos alféizares, donde agradable ycómodamente podía platicarse disfru tando al mismo tiempo de la amenidad del valle...». Sigue diciéndonos en su descripción don Lamber tode una grande yúnica entrada con ferradas puer tas, así como de anchas ycómodas escaleras de tallada piedra, de dos elevadas yespaciosas torres de sillería que concluían con vistosos ybuenos cam panarios de piedra con gusto labrada ylas dos co municándose entre sípor la fachada exterior con un cubierto pasadizo cuajado de troneras, de un puente elevadizo, de un pozo desciendente ala profundi dad del río del cual tomaba el agua, de una ancha cuadra subterránea con techos sostenidos por grue sos pilares de piedra capaz por lo menos de 200 ca ballos, de un costoso acueducto con fuertes arcadu ces morunos portador de agua potable, de un her moso jardín en la base de la muralla, yde los con siderables gastos que debieron hacerse ya que de nada se escaseó para conseguir el mejor gusto en el arte antes dominante. Al contemplar hoy este ingente montón de pie dras sin engarce posible, nuestro ánimo se contur ba lamentándose de la estulticia de aquellos peque ños hombres que por una pequeña economía «cau sada por el egoísta interés particular en utilizar unos cinco oseis mil reales que le habrán producido sus maderas ymateriales» —lo dice don Lamberto— nos unimos aéste en la harta pena yen tan inmerecida como impremeditada desvastación. «Los Infantes de Aragón, ¿qué se hicieron?». «¿Qué fue de tanto ga lán, qué de tanta invención, qué trajeron?». «¿Qué se hicieron las damas, sus tocados yvestidos, sus olores?». ¡Ay, Jorge Manrique! Como tú dices, ¿es posible que todo acabe en devaneos yverduras de las eras? Las justas ylos torneos, paramentos, bor- daduras ycimeras; las llamas de los fuegos encen didos de los amadores; aquel trovar, las’músicas acordadas, que tañían; el danzar ylas ropas cha padas, todo ouna parte de ese todo yace en el pol vo de este castilo, cuyo estado actual en cuanto a protección, conservación, incluso restauración ya iniciada, es asunto para otro probable trabajo divul- gativo ya que, parece ser, esta historia no está del todo acabada. ERNESTO GARCÍA LLOBREGAT Presidente de la Agrupación Local de Amigos de los Castillos De lio a Elda: contribución al estudio de los nombres de Elda Desde la Edad del Bronce,alrededordel1900 a.C.,sabemos de la existencia de una comunidad,poblado o ciudad, a la que conside ramos como la antepasada remota de la actual Elda; se encontraba en el paraje conocido como El Monastil, donde aún permanecen sus restos. Ahora bien, la ubicación de Elda en el lugar donde actualmente se encuentra, data del siglo XII, momento al que corresponden los primeros asentamientos musulmanesen tomo al castillo, como la in vestigación arqueológica ha demostrado. Pero ya sea el poblado íbero-romano de El Monastil o el poste riorasentamiento en torno al castillo, ¿cuál o cuáles fueron los nombres por los que fue conocida en las distintas épocas? Una cosa es el nombre dado por los habitantes o contemporá neos en un momento determinado, y otra cosa son las distintas formas con queapareceescritoenitinerarios, mapas,etc., que, escritosgeneralmente por personas ajenas a nuestro pueblo, eincluso a nues tra Península, copiaban documentosmás antiguos, lo que nos induce a pensar en errores de transcripción y desviaciones del original.De lo primero no hayconstancia,por lo que tenemos que seguir losegundo. Yaún así, son tan escasas las referenciasa Elda, que por fuerzadebemos acorgernos a todas ellas; incluso podemos recurrira las hipótesis, como en el caso de la asignación del topónimo en épocaibérica. Cuando en el año 209 a.C. se produce la integración del territo rioalicantino al mundo romano (1), los conquistadoresse encontraron con un núcleo urbanoperfectamente constituido,y con todaprobabilidad con un nombre, cuya fonética muy posiblemente res petaron, como hicieron con otros poblados conocidos, aunque variandola ligeramente cuandofue romanizada. Antonio M. Poveda (2) propone como topónimo ibérico laforma ILO,partiendo de la raíz ibérica ILI= ciudad, y a juzgar por el posterior desarrollo fonético del nombre,esperfectamente admisibleafalta de futuras aportacionesesclarecedoras. La primera referencia escrita al nombre de Elda. o al lugar habi tado situado en El Monastil, la encontramos en elItinerario de Anto- nino,documento datado por los expertos hacia el siglo II d.C.y cuyo origen y finalidad no está muy claro. El trayecto de la VíaAugusta entre Valencia y Cartagena presen ta la siguiente lista de topónimos correspondientes a ciudades, luga res y «mansiones» o «paradores»: Valentía / Sucrone / AdStatuas / Ad Turres / Ad Ello / Aspis / Illici / Thiar / Karthagine Spartaria (3). La partícula «ad» indica que la vía principal no pasaba directa mente por el lugar indicado, sino que estaba «junto a». Actualmente no existe ninguna duda entre los investigadores en asignar la mansión Ad Ello a la actual Elda, o más correctamente, al poblado situado en El Monastil. La forma Adellumqueencontramos en algunos autores locales (4), presenta las siguientes reservas: En primer lugar, el error de unir la partícula «ad» con el topónimo. En segundo lugar, la forma Ellum, que es la forma culta y orto doxa del nombre latino en acusativo singular, y que posiblemente fuera la correcta; pero desgraciadamenteno tenemos ninguna cons tancia escrita, ya que sólo apareceendocumentos de escaso valor histórico, como son los mapas confeccionados en los siglos XVII y posteriores, cuya finalidad era la de servir de adorno en salones denobles o adinerados personajes de una época en la que estaba demodaelinterés por la geografía o por las ciencias en general, y don de el latín era la laguna casi obligada. Desgraciadamente, nosabemos si hubo una fuente en la que se basaron para la forma Ellumo simplemente fue la pura lógica de lasdeclinaciones latinas. Volvemos a encontrar referencias a Elda en el siglo VII d.C: en el Sínodo de Gundemarodel año 610, firma las actas el obispo Senable como «Sanabilis Sancta Ecclesiae Elotanae Episcopus S.S.». En el VII Concilio de Toledodel año 646,firma el obispoUbíni- balcomo: «Vinibal, Dei miseratione Sanctae Ecclesiae Ilicitanae,qui Elotanae, episcopus, haec statuta defiens,subscripsi». En el XI Concilio del año 675, es el obispo Leandro quien sus cribe: «Ego Leander, Ecclesiae Ilicitanae, qui est Elotanae Episcopus, haec gesta synodica a nobis definita subscripsi» (5). Tenemos, pues, un gentilicio: Elotana, formado por el topónimo Elo-, y el afijo -tana. Elono ofrece dificultades en cuanto a su origen: el nombre latino ELLO pronunciado El.lo yreducido fonéticamente. Elafijo -tana escorriente en la formación de gentilicios: Ilicitana. Se- tabitana, Oretana,etc. (6). El Anónimo de Rávena o Ravennate, es el siguiente documento dondeencontramos un topónimo en el lugar geográfico correspon dientea Elda. Este documento del siglo IXes una versióndel Itinera rio deAnlonino a través de copias de otras fuentes intermedias,algunasdesaparecidas en parte y otras totalmente,lo que se traduceen lógicos errores en transcripción (7). Es de destacar el hecho de que presenta dos listas de topónimos en dos libros distintos con notables variaciones, lo que demuestrasusdistintas fuentes, y hace pensar en copistas que no entendían lo que escribían. Eltrayecto entre Valencia yCartagena estáconsignado en cada uno de los dos libros de la siguiente manera: Libro V ValentíaSucroneDioAlternumSetabiTurresEdelleCeleriLucentesAd Leones HiceCarthago Spartaria (8) Libro IV ValentíaPortum Sucrone AsterumSetabumTurresEloeCeleretDionioLucentesLeonesAllonHili-ceCartago Parlaría En el libro IV observamosuna mejor versión de ELO, mientras que el libro V presenta una deformación de Ad Ello. Además los erro res de transcripción son evidentesen muchosde los demás topónimos. Lo mismo podemos decir del siguiente documento, el conocido como«Geografía de Guido». En el año1119,Guido de Pisa confeccionóseis librossobrema terias históricas y geográficas, copiando de diversos autores antiguosy de documentos como el Itinerario y el Ravennate. Además, intro duce algunas variaciones en el trazado, así como nuevas mansiones (9)- Los fragmentos geográficos son los conocidos como «Guidonis Geographica». Elparentesco de esta Geografía con el Ravennate sería más o menos el siguiente: un original griego hacia el siglo VII; un resumen algo posterior; una traducción latina en el siglo IX y por último unareducción ycompilación llevada a cabo por Guido en el siglo XII (10). En la partecorrespondiente a la Península Ibérica, y en el mis mo tramo que venimos describiendo,encontramosel topónimo Ede lle igual que en el libro V del Ravennate, lo que, junto con otras similitudes, llevan a laconclusión de que este último fue su modelo: Valentía /Sucrone /Dinium /Alterum /Setabi /Turres /Edelle /Celeris / Ad Lennes / Hice / Cartago Partaria (11). Tanto el Guido como el Ravennateno soncontemporáneos con la relación de lugaresoitinerario quepresentan, ya que ambos son, en última instancia, copias del Itinerario de Antonino, y su fin último parece ser que fue la utilización como elementosde instrucción en materia geográfica durante la Edad Media (12). No damos a las formas Eloe y Edelle más que el valor de meras anécdotas, aunquela última es particularmente interesanteen base aposteriores formasderivadas de sutransformación. Una de ellas es la forma Idella, que apareceporprimera vez en el año 1611 citadaporEscolano en sus «Décadas»: «Elda es villa de la principales del Reyno, poblada de setecien tascasas de Chistianos viejos y Moriscos; si hazemosun cuerpo de-11a y de una aldea, llamada Petrer. Los Moros conquistadores de España la llamaron Idella. de la palabra Dadlo, que en su lengua significa casa de regalo. Los Chistianos antiguos, corrompido el voca blo lallamaron Ella ynosotros Elda» (sic). No hemos encontrado ninguna referencia anterior a la forma Idella en ningún documento ni autor anterior a Escolano, por lo que igno ramos de donde latoma. Menciona también la forma Dadlo, citada por él por primera vez y no repetida en ningún otro lugar que sepamos. Sorprendentemente parecida a la forma Daellos (sin h intercalada) que encontramos en el Manual Geográfico de P. Orozco Sánchez, 1878,y que además también cita Idella. Algunos detalles hacen pensarque copió de Escolano: «(...) Esta villa de origen remoto, llamóseen tiempos de los ibe ros ’IDELLA’’, derivación de ’DAELLOS’,que se interpreta casa de regalo» (sic). Evidentemente la forma Daellos, con su interpretación «casa de regalo» deriva de Dadlo, sencillamente juntando la —e— con la —1—. Además, está perfectamente claro que Idella no es ibérico. Volvemos aencontrar Idella en un texto del año 1890(13), don de leemos: «(...)Algunoshan supuesto que esta población se llamó en tiem po de los romanosIdella». Suponemos que citasparecidas aparecerán en distintos lugares, pero al no indicar las fuentes, no podemos constatar su evoluciónni origen. Resulta tentador colocarjuntos los distintos inicios AD-, ED-. ID-. DA-, que encontramos en algunas variaciones deltopónimo,porque a la vista de los errores encontradosen los diversos documentos,y teniendo en cuenta que la transmisión de documentosfue hecha durante mucho tiempo por copistas que ni siquiera sabían leer los que copiaban, ¿no es perfectamente lógica una secuencia de errores par tiendo de un auténtico Ad Ello. Edelle-Idella-Daellos? En el año 713,siete ciudades de un territorioque cubría las cuen cas del Segura y del Vinalopó, se entregaron al caudillo musulmán Abdelaziz y mediante la firma de un Pacto (Pacto de Tudmiro Teo- domiro), constituyeron una provincia o territorio —KORA— que, de pendiente del Califa de Damasco,pasó a ser gobernada por el noble visigodo Teodomiro. Una de estas ciudades es la que corresponde a la transcripción fonética Iyi(h), con h muda, ycuyo emplazamiento ha estado asig nado amuchas ciudades actuales. Es en el año 1858cuando por primera vez se identifica el lugar Iyi(h) con la lectura Elo, yAureliano Fernández Guerra lo asimila a la sede episcopal Elotana del siglo VII, y a su vez con la Ad Ello del Itinerario de Antonino. aunque situándola en Monte Arabí, junto a Yecla (14). Aunque actualmente la igualdad Ad Ello =sede Elotana está cla ra (15), elprofesor Pocklington demuestra de forma exhaustiva que laIyi(h) del Pacto estuvo en la localidad murciana de Algezares (16), y no en Elda, como durante algún tiempo se vino creyendo, con lo que perdemos referenciasal topónimo musulmán quedesignaba a Elda. Ya hemos indicado que Escolano, erróneamente escribe «... los Morosconquistadores lallamaron Idella». Pero ni Escolano, ni Orozco, ni ninguna fuente consultada pro pone el topónimo Dahellos. ¿De dónde sale? Por supuesto que no de la documentación de la época. En 1933, Antonio Gonzálvez escribe en el periódico eldense «El Cronista»: «Dícese que al afianzarse en España los árabes, tomaron Elda y larebautizaron Dahellos, que en su idioma quiere decir Casa de Regalo». Descartada ladenominación Iyi(h) para Elda, no está documen tado el topónimo en esta época, pero nos atrevemosa sugerir unafonética del tipo Illi(h) oIllu(h), adaptaciónde la forma latina, ya que está claro que los musulmanesadaptabanel nombre de muchas ciudades ya existentes en tiempos romanos, por ejemplo: Lucentum -Licant oLaqant - Alacant - AlicanteAspis- Asf - Asp - AspeDianium -Daniya - Denie - Denia Aureola - Uryüla • Oriole - Oriola - Orihuela Ilici - ’lis -Els -Eltx - Elche ¿Por qué no Ello -Illi(h) o Illu(h) - Ella - Elda? May que. tener en cuenta que la escritura árabe transcribe la — e— como—i— larga. Documentos castellanosdel siglo XIII, recogidos por el profesor Torres Fontes (18),presentan la forma Ella, en un proceso de femi nización del topónimo, al convertir la última vocal en —a—, presen te ennumerosos topónimos tras su paso hispano-árabe (19). 1244 - «El castiello de Ella con su villa por hereda!...» 1245- «Nos don Pelay Pérez(...) recibimos elcastiello de Ella...» 1257 - «E estos lugares so hedichoslos do por camiode Ella que di al inffante don Manuel...» etc. El año 1304representa el paso de Elda a la Corona de Aragón, como villa perteneciente al Reino de Murcia, a su vez propiedad de lacorona castellana. Elacta de laSentencia Arbitrar de Torrellas, en la partecorrespondiente a Elda, dice así: «(...) sentenciamos,pronunciamos, decimos émandamos que (...) Ella, (...) finquen é romangan al rey Daragon é a su propiedat e a los suyos para siempre(...)». A partir de ese momento, la forma catalana que aparece en los documentos es Etla,e?n la que el grupo consonantico —ti— repro duce el sonido procedentedel latín —11—. En la crónica de Jaime I se lee: «Esveritat que en lo dit Regne ha vent vosbona pan en la con questa que de la conquesta vostra és:Alacant, Elx, Valí d’Etla, de Noetla (...)».«(...) E aixíen aqueste pausrecobrá-ho, co es: Alacant, Elx, Pe trer. la Valí d’Etla (...)». En el año 1381, el rey Pedro IV sitúa Novelda «... intervillam de Alacant elloco de Etla», etc.. etc. Y por último, ya a partir del siglo XV, y sinnecesidad de ilustrar con ejemplos ni textos,ya queda definitivamente fijada la grafía Elda. JOAQUÍN SAMPER ALCÁZAR NOTAS (1) Aunque,lallegada de losromanos a laPenínsula fue en el año 218 a.C. lomamos comoreferencia la fecha de la conquistadeCartago por las legiones de PublioCornelio Escipión. (2) A. M. POVEDA, «El poblado ibero-romano de El Monastil». Sección de publicaciones del Excmo. Ayuntamiento de Elda, 1988, p. 61. (3) E. A. LLOBREGAT, «Relectura del Ravennate: dos calzadas, una mansión inexistente y otrosdalosde lageografía antiguadel PaísValenciano». Lucentum II.Anales de laUniversidad de Alicanle. 1983.p. 229. (4) A. GONZÁLEZ. «El Cronista», Elda, 1933.J. MADRONA. «Dahellos», Elda. 1950. (5) A. M. POVEDA, «El poblado...», op.cit.nota 2. pp. 132-139. (6) R. POCKLINGTON, «El emplazamiento de lyi(h)», Sharq Al-Andalus. Universidad de Murcia. 1987,p.190. E. A. LLOBREGAT. «Releciu-ra delRavennate...», op. cit. nota 3, p. 236. (7) J. M. ROLDAN. «Itineraria Hispana», Anejo de Hispania Antigua. Uni versidad de Valladolid, 1975. (8) E. A. LLOBREGAT. «Relectura del Ravennale...», op. Cit. nota 3, p. 228. (9) J. G. MORÓTE. «El trazado de la Via Augusta desde Tarraconea Carthagene Spartaria. Una aproximación a su estudio». Saquntum, n.° 4,Valencia. 1979. pp. 141-142. (10) J. M. ROLDAN, «Itineraria Hispana», op. cit. ñola7,p. 144. . (11) E. A. LLOBREGAT, «Rele.ctura delRavennate...», op.cit.nota 3, p. 228. (12) J. M. ROLDAN. «Itineraria Hispana», op. cit. ñola7. (13) MONTANER YSIMÓN, editores, «Diccionario Enciclopédico HispanoAmericano de Literatura, Ciencias y Arles. Barcelona, 1980. (14) R.POCKLINGTON. «El emplazamiento de lyi(h)», up.cit. nota 6, p.189. (15) E. A. LLOBREGAT, «Releclura del Ravennate...», op. cit. nota 3, p. 236. A. M. POVEDA, «La Sede Visigoda de Elo (Elda,Alicanle)». Adeiium. n.’2. Elda. 1988,pp. 20-27. (16) R.POCKLINGTON, «Elemplazamiento deIyi(li)». op. cit. ñola6. (17) A.HERRERO, «Toponimia musulmanade Alicanle a través de la documentación medieval». Anales de laUniversidad de Alicanle. Historia medieval, 3.Alicanle. 1984. (18)J. TORRES FONTES. «Fuerosde Alfonso X el Sabio al Reino de Mur cia», Murcia, 1973. «Documentos del siglo XIII», Murcia,1963-80. (19) R.POCKLINGTON, «El emplazamiento de Iyi(h), op. cil.nota 6, p. 188. DOS PROYECTOS IMPORTANTES 1.° — El proyecto del puente sobre el ríoVinolopó en el camino de Elda aMonó- var fue proyectado en el mandato del Al calde D. José Joaquín González Amat. Consta de un dossier de 27 folios donde se da detalle pormenorizado de la obra, tan to en sus aspectos técnicos como económi cos, así como un dibujo precioso del puente aplumilla. La obra se valoróal inicio del pro yecto en 12.989 pesetas y 34 céntimos. Desglosándose las partidas ydetalles tan to de materiales como de mono de obra en diversos cuadros esclarecedores, diferen ciando ya una curiosidad al«hormigón co mún» del «hormigón hidráulico». Así como la «sillería recta» de la «sillería aplantillada». a ^icJ^/utej/o- Portodo del proyecto pora loconstrucción del puente sobre elrío Vinolopó en elComino de Monóvor. Los capítulos que se detallan son: «obras que constituyen elproyecto»; «obras nopre vistas»; «apertura de cimientos»; «relleno de loscimientos»; «procedencia de la sillería»; «piedra de Bateig»; «condiciones de la pie dra»;«labra»; «rayuelo»; «piedra de la mam- postería»; «cales»; «arenas»; «morteros» y «hormigones». El proyecto se inicia eM.°de noviembre de 1887, pero la realización du rará bastantes años hasta la total construc ción; viene firmado, como director de la obra, por Antonio Puigcever, de Alicante. 2.°— El proyecto de construcción del Hospital Municipal de Eldo. Consta de 201 folios. La fecha más baja del proyecto está firmada en Alicante, a 20 de septiembre de 1906, por el autor del presupuesto y pro yecto Enrique Sáchez. Asciende elpresu puesto inicial a 60.208 pesetas y 14 cén timos. El proyecto al demorarse sufre algu nas variaciones posteriores yvaría de regla mentación interna en numerosos ocasiones, sobre todo en fechas posteriores a su puesta en funcionamiento, ya que fueron varias las corporaciones municipales que introdujeron modificaciones en su funcionamiento, así co mo en sus estatutos inicialesy nuevas obras de reformas, tanto del interior como de am pliación. Estojustifica que casi hasta el día de hoy observamos documentos en la do- 3W. ;; ’- ^.W;-r- ) V - - - - Dibujo del puente del Comino de Monóvor. rrtíi Bl Fachado del antiguo HospitalMunicipal de Elda. cumentación estudiada del Hospital Muni cipal hasta que fue derruido, para construir se la Residencia de la Tercera Edad, como es sabido y notorio. Pero el Hospital cum plió, sin duda, una gran funciónsocialy sa nitaria paro Elda, antes de que contáramos para la sanidad comarcal con laResiden cia Sanitaria, baste pensar como botón de muestra la buena e importante labor pres tada en el tema de los partos. Nuestro emocionado recuerdo al antiguo Hospital de Elda donde nocieron numerosos elden ses y algunos de nuestros vastagos familia res. Así como a las hermanas religiosos que con tanta entrega, amor, altruismo e idea les, cumplieron durante tantos años con tan humanitaria ydelicada labor de cuidara los enfermos convalecientes y a veces ancianos sinotro apoyo que su ayuda, pues essabi do que al final contó con una pequeña sec ción para ancianos abandonados o sin fami liares. Como conclusión y consideración final solo añadir, lo que se dice del clásico«los hombres pasan pero las obras quedan». Estos dos proyectos pueden dar fe de que aún hoysigue siendo válido el aserto definitorio y pragmático. Manuel Serrano González Doctor en Farmacia Portada del Reglamento del Hospital Municipal de Elda. £’-.4;? DIDLIOGRAFIA 1)NAVARRO PASTOR: «Historia de Elda», tomo II. Ed. Caja de AhorrosProvincial. Alicante, 1981. 2) Revista 0) Revista 4) Revista 5) Revista ó) Revista «Idella», n.° 110, p. 3, 31-111-1928. «Idella», n.° 123, p. 1, 14-VII-1928. «Idella», n.° 124, p. 2, 21-VII-1928. «Idella», n.° 127, p. 2, 1 8-VIII-1928. «El Centenario», n.° ó. Imprenta Sirvent y Sánchez. Alicante, 1904. 7) Revista: «Fiestas Mayores de 1925». (Fiestas Cívico-Religiosas en honor de nuestrosexcelsos patronos ElCristo del Buen Suceso y Nuestra Se ñora de la Salud). 8) Revista «Fiestas Mayores», de Elda, año 1927. 9) Revista«Fiestas Mayores», de Elda, año 1928. 10) Revista «Fiestas Mayores», de Elda, año 1931. Mostramos unas fotografías de Francisco Santos González correspondientesal casco anti guo de nuestro pueblo. La Empresa Municipal de Urbanizaciones de Elda, con muy buen criterio,ha emprendido la tarea urgente de regenerar ciertas partes de esta zona tan de gradada últimamente. Deseamos que la rehabilitación sea una feliz ycompleta realidad en todas ycada una de las facetas marginales que sobre todo, endeterminados puntos, tan mala imagen están creando. Mientras tanto, y aunque sólo sea para el recuerdo, aquí quedan unas fotos del amigo Santos, de un barrio que según parece yrecordando el mito del aveFénix,podría resurgir de sus cenizas. ELDA: sus años veinte Hablar de una ciudad como la de Elda de hace unos sesenta ycinco años nos obliga a pensar si lossueños obsesivos de aquellos el denses se han realizado o, por el contrario, hemos sucumbido ante un modelo distinto, porel cual habremos perdido nuestra propia identidad y lasensibilidad culturalnecesaria. Laadopción de esos posibles criteriosde nuestros antepasados pueden constituir un pe queño ogran giro respecto a lasituación ac tual, teniendo como elemento característico una relaciónlaboral producida por larealidad industrial y el modelo de ahora. Debo insistir en el carácter inédito actual para poder introducir allector en este pasa do no muy lejano. Esta aventura consiste en dotar nuevos ojos para comprender laforma de sentir, vivir, pensar ysoñar, que configu raba la esencia de los eldenses de aquella época. Ayuntamiento yPlaza de la Constitución. Puente del comino ala estación. Vista general de lopoblación La década de los veinte convirtió a Elda en una ciudad física, en una ciudad con alma, en un pequeño rincón que calzaba a una Es paña sin turistas y en un núcleo de disputas políticas. Se transformóen unpueblo que nun ca se perdía en el abismo de ladesilusión, que estaba completamente entregado ano perder el rumbo, que siempre era custodiado por el esfuerzo y el sacrificio, y en unlugar donde todo el valor tenía su asiento. Hay que considerar como aspecto impor tante el proceso de ciudadanía, que era el ne xo deseado entre ambientes sociales opuestos, yque en algunas ocasiones hacía el papel de encargado de ladistribución váli da de los recursps. Este proceso pudo estar encaminado acrear el aparato cultural que se desarrolló durante aquellos años, en el cual estaban inmersos todos los eldenses, bien co mo actores o bien como observadores. El movimiento demográfico dio unsalto de gigante, hizo que de un núcleo de casas afinales del siglo XIX se convirtiera enuna ciudad de gran categoría. Muchos pueblos li mítrofes(Petrer,Sax, Monóvar, Novelda) hi cieron aumentar la población con mucha rapidez. Este éxodo diario reducía el de es tos pueblos yconvertía a Elda en un eferves cente lugar donde prevalecía el ambiente laboral complementado por elocioso. Bailes, teatros, casino, agrupaciones artísticas y cul turales, círculos políticos, etc, etc.,y ante to do fábricas, pocas ciudades de la provincia podían presumir de tantas ytantas fábricas de calzado. Y todo esto, ¿por qué? ¿Qué mejor expli cación que la de unarticulista de la época pa ra comentarlo? Teatro Costelor. ... «El hecho tiene una explicación harta sencilla.Elda es faro luminoso que atrae a cuantos sienten una rebeldía material, acuan tos aspiranadignificar en algo, en lo que sea, laindigencia de su hogar. Porqueno hay elu da: Elda, con sus épocas de intermitencia en eltrabajo, con elamargo yefectividad de sus crisis, es un paraje feraz en el páramo inhos pitable que constituye, gran parte delterrito rio español. Y Elda no cesa de asimilar. ¡Estupenda po tencia digestiva la suya! Cuantos llegan a su seno se confunden al momento con los de Trono donde se veneran durante los Tiestas, los Santos Patronos más.Y superándose de continuo en lozanía, en salubridad, adquiere para sí y brinda ato dos el beneficio de su vivificadora expansión». Todo lo que actualmente nos impide vivir el sentido de cada momento de nuestra exis tencia, laprisa, la pérdida de relaciones hu manas y la fatiga, en la época que nos ocupa, los eldenses vivían una existencia cotidiana con un carácter contable, sabían con mayor precisión la manera de ocupar una jornada, aunque es obvio que diversas fracciones de la población tenían distintos sistemas de acti vidad, aunque no eran muysignificativas en este aspecto. Este tipo de iniciativa sólo se po díallevar a cabo por ir precedida de una vo luntad de conservar lo que constituye una perfecta programación, herencia que no he mos sido capaces de asimilar, ni de sacar lo esencial: la tradición. Más de un paseante ocioso profetizó en elsilencio de su alma, lo que haríael moder nismo al quitar paso a paso todo elvestigio de antigüedad, aunque esta Elda de los años veinte que vio nacer a nuestros mayores de hoy lo intentó por todos los medios apoyán dose en las conductas de los mayores del mañana. JOSÉ LUIS BAZAN LÓPEZ Artístico fachada de lo Parroquial de Sonto Ana. ARTE SACRO San Caralampio Después de laexuberancia yfastuosidad (*) del arle religioso durante elperíodo barroco se inicia sudeclive. Elsiglo XIX no man tuvo ni el espíritu ni la calidad. Una sociedad descristianizada y las nuevas lendencias estéticas provocan la crisis del arte sacro. El alejamiento de los artistas de calidad planteó un serio problema a la Iglesia que tuvo querefugiarse en el servicio de los artistas medio cres o en la suplencia del arte industrializado. Esta situación llega atalextremo que elpapa Pablo VIexclamaba ante un numeroso grupo de artistas italianos congregados en la Capilla Sixtina: «Volvamos, Igle sia y artistas, a la gran amistad... Tenemosnecesidad de vosotros...Nuestro ministerio tiene necesidad de vuestra colaboración...» (1). La circunstancia ya había sido advertida por el Concilio Vatica no IIque, en el Capítulo VII de la Constitución de la Sagrada Litur gia, proclamaba: «Entre las actividades más nobles del ingenio humano secuentan, con razón, las bellas artes, principalmente el arte religio so y su cumbre que es el arte sacro... Por esta razón, la santa madre Iglesia fue siempre amiga de las bellas artes, buscó constantemente su noble servicio yapoyó a los artistas...». Y lo que verdaderamente interesaa nuestro propósito: «Los Ordinarios, alpromover yfavore cer un arte auténticamente sacro, busquen más una noble bellezaque la mera suntuosidad... Procuren cuidadosamente que sean ex cluidas de los templos aquellas obras artísticas que repugnen ala fe, alas costumbres ya la piedad cristiana..., por íainsuficiencia, la mediocridad o la falsedad del arte» (2). Esta ventana abierta alaire fresco del arte renovador para que las obras vinculadas alculto sagrado fueran de verdad «dignas, de corosas y bellas» dio paso, sin embargo, en muchas ocasiones, a un vendaval iconoclasta que sibien limpió los templos yaledaños de imágenes supernumerarias, cuadros trasnochados, litografías de tres al cuarto yobjetos de culto de baja ley, por otra parte, también arras tró al desahucio a no pocas obras que tenían el suficienteenraiza-miento popular, dignidad artística y hasta notable calidad para per manecer. Este es el caso del cuadro que analizamos que, además, como valor añadido, aparece envuelto con una suficiente dosis de misterio que, desde el principio de conocerlo, invitabaa ocuparse de él. EL HALLAZGO La torre del reloj de la Iglesia de Santa Ana es como su desván. Allí se han ido acumulando en el decurso del tiempo, conmás profu sión en el período postconciliar, numerosos yvariados objetos dán dole al lugar el aspecto de una almoneda o cuarto de chamarilero. No hace mucho el actual párroco, D. Enrique, decidido a realizar una revisión de este contenido encontró, con no poca sorpresa, varias piezas de indudable valor y que, debidamente restauradas, constituyen la base del pequeño, pero encantador, Museo Parroquial. Entre los bártulos desechados se colaba un cuadro en el que, por el polvo acumulado, apenas se distinguía su figuración y que se tomó por una vulgar litografía.Casualmente un repaso más atento permitió ver que se trataba de un óleo sobre lienzo y una profunda iimpieza sacó alaluz un cuadro de bella factura representando a un santo mártir. EL CUADRO Se trata, como hemos dicho, de un óleo sobre lienzo. El ta maño es de 73 x 60 cmque se corresponde con el n.° 20 defigura. El soporte es un lienzo aprestado y montado sobre basti dor de madera. Está enmarcado con un marco dorado sencillo perode buena calidad. El estado deconservación esbastante bueno, presentando solamente unos pequeños hundimientos de la tela que no lleganaperforarla. Es una representación de medio busto de un hombrejoven que en su mano derecha portauna palma y una espada que apo ya en el hombro del mismo lado y en la izquierdaun libro queapoya en el pecho.La ropa corresponde a unatúnica de color blanco con dos estrechasbandasverticales de color rojo que bajan de los hombros. El dibujo es correctoyexpone una buena anatomía de cabe za ymanos. Losvolúmenes seconsiguen con unailuminación casi cenital y de la izquierda del pintor: un claroscuro acentua doproporciona unmodelado bastantecontrastado. Estátrabaja do en pincelada magray ligeros empastes en las luces; pincelada suelta y norelamida nisobada. La cabeza, rodeada de limbo, presenta unas faccionesno bles con cejas horizontalesy nariz recta de estilo helénico, peloen flequillo a la usanza romana ybarba cortayredonda. LLama la atención unamirada limpiaelevada a lo alto que trasciende una mezcla de fe y esperanzaquearmoniza con laserenidad que refleja el rostro. Los plieguesdel ropaje estánconseguidos dando lasensación de telareciaperonoacartonada. El fondo es totalmente oscuro para resaltarla figura y su luminosidad. Todo ello denota unpintor con oficio. Desgraciadamente no está ni fechado... ¡ni firmado! Resulta difícil precisarla época de surealización y la escue la o estilo. Es verdadque tiene algunoselementos delbarrocotardío, más concretamente del «tenebrismo». Así el fondo total mente negro, el modelado algo contrastado,la diagonal que for man la palma y la espada,y el blanco de la túnica tirando a tonos dorados, como observamos en losropajes demonjes de Zurba- rán. Sin embargo, el rostro no sigue las premisasde la épocarabiosamente naturalista; es un rostro dulcificado, mas idealiza do. Ello nos hace pensar que es una obra del período neoclási co; delacademicismo del siglo XIX y de la época de los «cuadros de historia» que se realizaban hasta primerosdel siglo XX por los becados de las academias y las diputaciones. Más asequible resultainterpretar el tema. Ya hemos dicho que se trata de un hombrejoven.Elnimbo querodea sucabeza indica que se trata de un santo (3). El ropaje o túnica que se tra ta de un sacerdote de los primeros siglos (4). En el mismo senti do habla el libro que lleva, que suele inclicar en la iconografía cristiana a losapóstoles y santos. Aquellos que con su vida si guen el Evangelio (4). La palma expresa que nos encontramosanteunmártir y la espada tiene el mismosignificado peronos indica, además, el instrumento de sumartirio, probablemente degollado. Entonces podemos concretar que nos encontramos ante laimagen de un santo, sacerdote de las primeras centurias, mártirpor ladefensa de su fe y que muriódegollado. Que nues trasdeducciones sonexactas nos lo dice el mismo santo, pues en la tapa del libro nos enseña,como en una tarjeta de visita, este texto: SAN CARALAMPIO. PRESBÍTERO. MÁRTIR. LA AVENTURA HAGIOGRAFICA De las varias incógnitas que presenta este cuadro, la prime ra que nos interesaba despejar era la personalidad que había detrás de tan sonoro nombre. ¿Quién era San Caralampio? Hasta hace poconadie nos habia dado lamás breve noticia. Indagamos ensantorales, enciclopedias, amigos sacerdotes, etc., sin resultados. Después encontramosun libroen el que se reco gían más de seiscientasbiografías de santos (4) pero el resulta do fue igualmente nulo. Por fin en la monumental Enciclopedia Espasa encontramos una escueta referencia: «CARALAMPIO (SAN). Hagiografía. Mártir en Antioquía de Pisidia, en el siglo V. Su fiesta el 10 de febrero» (5). Una ampliación de este sincopado mensaje surgiría con mo tivo de una visita alMonasterio de Santo Domingo de Silos. Santo Domingo de Silos se hallaemplazado en la parte orien tal de un pequeño valle de la meseta castellana, el valle del Ta-bladillo. Se accede desde la carretera de Madrid aBurgos por una carretera de unos 30 kilómetros, que nace a la altura deLerma. El monasterio ha sido siempre un centro ilustre de espiri tualidad y cultura. Destaca por su excepcional claustro románi co, el canto gregoriano de sus monjes, lafarmacia del siglo XVII con sulaboratorio ybotamen... y labiblioteca... ¡con más de70.000 volúmenes! Elamable hermano bibliotecario nos proporcionó lapista de las dosfuentes fundamentales para losestudios hagiográficos : El «ACTA SANCTORUM» y la «BIBLIOTHECA SANCTORUM». El«ACTA SANCTORIUM», coloquialmente llamada «BOLAN- DOS».recoge lostrabajos de unaagrupación deescritores ecle siásticos, principalmente de laCompañía de Jesús, destinada a publicar los relatos de las vidas de los santos.Estaagrupaciónse ha llamado BOLANDISTAS tomando su nombre del presbíte rojesuíta JUAN BOLANDO o VAN BOLLAND, que planeó y pu blicó los dos primeros tomos de laobra. Obraque de 1643 a 1770 había publicado ya unos sesenta lomos,lo que nos da una idea de la magnitudde lamisma. La «BIBLIOTHECA SANCTORUM» si bien es más pequeña también es más reciente. Es una colección de doce volúmenes y uníndice y hasido publicada entre los años 1961 y 1970 por el«INSTITUTO GIOVANN1 XXIII» de laPontificia Universidad La- teranense de Roma. SAN CARALAMPIO Con el material recogido podemos entresacar una pequeña biografía (6), (7). Según la pasión que se lee en lengua griega, durantela per secución que desencadenó SEPTIMIÓ SEVERO (**), LUCIANO prefecto deMagnesia —ciudadde laregión delmismo nombre del S.O. de la Anatolia (***)— hizo arrestar a Caralampio y ayu dó por sí mismoaatormentarlo con ganchos dehierro. Durante el suplicio la mano del prefecto-verdugo quedóinerte, peroCa ralampio la curó al momento. Irnpactados por elprodigio losli- tores PORFIRIO yBAPTO y tresmujeres queasistían al suplicio seprofesaron cristianos.Elprefecto obstinadamente incrédulo los hizo decapitar a todos juntos. Algunos hallazgos proponen que elmartirio tuvo lugar en An tioquía de Pisidia —regióntambiéndel S.O. de Antioquía cercana aMagnesia— que aparece mencionada en losHechos de los Apóstoles como ciudad bastanteimportante conocasión de losviajes y predicación de San Pablo y Bernabé (8). Se tiene noticia de una fiesta que se celebra enChipre el día 10de febrero enhonor de San Caralampio, que parece ser coincide con la fecha de su nacimiento (9). También se tiene noticia de un icono que lo representa(10). COLOFÓN Hemos penetrado algo en el misteriode este cuadro pero quedan sinresolver algunosenigmas. Paraunposibleavance en este sentido no podemos por menos de solicitar lacolabora ción de nuestros lectores.Sialguno deellos pudiera proporcio nar algún dato o indicio que los aclarequedaríamos muyrecono cidos a su aportación. Ramón Candelas Orgilés BIBLIOGRAFÍA (1) PABLO IV. Discurso del Papa a un grupo de artistas italianos. 7 de mayo de 1964.Texto en Revista de Arte Sacro (ARA), n.° Í.Julio, 1964,p.15. (2) DOCUMENTOS DEL VATICANO II. Biblioteca de Autores Cristia nos. Madrid. 1979. Constitución de la SagradaLiturgia. Capitulo VII. (3) E. ROS. «Iconos hagiográficos». DistribuidoraBalines.Barcelona.1984. (4) J. FERRANDO ROIG. «Iconografía de los Santos». Ediciones Ome- ga.Barcelona, 1950. (5) GRAN ENCICLOPEDIA ESPASA. Ed.Espasa Calpe.Barcelona. CA RALAMPIO (SAN). (6) ACTA SANCTORUM. Febrero, II. Venecia, 1735, pp. 381-86. (7) M. VICTORIA BRANDI. «Biblioteca Sanctorum». Instituto Giovanni XXIII. Roma, p. 778. (8) HECHOS DE LOS APOSTÓLES. Primer Viajede San Pablo (13,14). (9) H. DELEHAYE. «Santos de Chipre». Analecta Bollandiana. XXVI (1907), p. 270. (10) F.HALNKIN. «Analecta Bollandiana». LVII (1939), p. 191. (*) Oleo sobrelienzo. 73 x 60 cm.Museo Parroquial. Iglesiade San taAna. Elda. (**) SEPTIMIÓ SEVERO fueEmperador romano del 199 al 211.Ello sitúa la fecha de la muertede S.C. en un espaciode 12añosa caballo de los siglos II y III, lo que suponeun error de la E. ESPA SA alsituarla en el siglo V. (***)Actual Turquía. LOS iGLODOS Como muchoseldenses de aquellaépoca, Luis fue hijo de los amores en la guerra y heredero de las ham bres de la postguerra. Lainfancia de muchos, de casi to dos los niños eldenses de lapostguerra tuvo unasseñas de identidad bien definidas y el apellido de muchos fue Hambre. Fueron hambres no sólo de comida; fueron ham brestambién de cosas de niños y paraalgunos, hambres de infancia y de niñez. Muchos pasaron de la infancia a la fábrica, sin apenas haber pasado por eljuego de la ni ñez. Nos hicimos hombres antes de haber sido niños. De nada culpo a nadie.Esta vivencia no quiereser acusado ra; simplemente evocadora de unarealidad que fue. Ca da uno llevamos nuestra historia, unos en cada sitio. Unos en lamente; otros en el corazón. Todos dentro de cada uno,- la intrahistoria, la que sólo salecuando se pulsa la cuerda precisa que la hace vibrar.Y uno de los recuerdos que hace vibrar mi cuerdaes la fiesta septembrina. La fies ta que colmó tantas veces las ilusiones de mi niñez. Lasfiestas son como los sabores. Se aprenden de ni ño, en elregazo de la madre. Las primeras fiestas como losprimeros sabores salen del pecho de lamadre. Se ma man. Por eso las mejores comidas son las de tu casa, las de niño. No hay quien guise comonuestra madre ni hay mejores fiestas que las vividas en tu infancia, las de tu pue blo en la niñez. Las fiestas de septiembre fueron para mícomo la cor nucopia de Amaltea, mi cuerno de laabundancia. En El da, durante mi época de niño las cosas más importantes sedejaban para las Fiestas Mayores. Las mejores galas, lasmejores comidas. ¡Siyo oscontara! La buena de mi ma dre ¡Que manos tenía para lacocina y laspastas! Pero con ser algo irrepetible, no echo de menos estas cosas de la repostería septembrina. Evoco con nostalgiasueños de ilu siones vividas en mi niñez. Echo de menos pequeños ac tos de las fiestas que, no siendo trascendentales, sí supu sieron un buen alimento de mis ilusiones, como los glo bos; los que durante las fiestas y por muchosaños,un buen eldense lanzaba todos los años alcielo durante estos días. Ellanzamiento de losglobos era un espectáculo emo cionante para lachiquillería, como todo en aquella épo ca. Estos globos que se lanzaban durante las fiestas suponían, para mí, como para otros muchos y, a veces no tan chicos, una buena dosis de ilusión. En Elda, en aquella época, era costumbre lanzar glo bos hechos de papel, en las casitas de campo, durante elverano. En los dios que pasábamos en el campo, en las noches de agosto. Los domingos venían a mi «cósica» losamigos de mi padre alanzar susglobos. Se establecía una pequeña competición con el lanzamiento de éstos. Los globoséstosno eran muy grandes. Un metro o metro ymedio todo lo más. Hasta de dos metros yme dio se llegaron a lanzar; pero ésto era una excepción. Lan zarlos requería una cierta técnica. Aveces, muchas veces, el aire los ladeaba, los torcía y al perder su verticalidad, elfuego los devoraba en segundos ycaían ol suelo pro vocando una exclamación entre alegre yalgo apenada. Alrededor de los globos formábamos lachiquillería. Cuan do alguno había sido lanzado con la pericia adecuada y conseguía ascender por lacorriente precisa, todos, emo cionados por eléxito ycomo dándoles ánimos para su as censión mirábamos como se elevaba y la mecha encen dida se iba perdiendo hasta aparecer como una minús cula estrellita prendida en elfirmamento. Aquellosglobos, aquellos frágilessacos de papel parecían mensajeros, por tadores de ilusiones de niños.¡Cuántas veces quise haber me ido con uno de ellosacorrer aventuras! ¡Y cuántas veces quise que fueran el mensajero que llevara al cielo las peticiones de un niño, de tantos niños que tuvimos ca rencias de tantas cosas! Un año, como tantos, el día de laAlborada, pedí a mi padre que me llevaraa ver el lanzamiento de losglo bos que para esta ocasión hacía el tíoManolico, Manuel Martínez Lacasta. Ellanzamiento de los globos de Lacas- tafue un acto que duró muchos años en las fiestas de sep tiembre. Eran globos de papel de enormes dimensiones para un niño yhasta para los mayores. De hasta doce me tros dicen los testigos de laépoca que los llegó a lanzar. Aquel día de la Alborada estuve muy inquieto yno recuerdo por qué. Como todos los niños de aquella épo ca, había ayudado mucho en la casa, haciendo «man daos» sobre todo, ytenía ganas de que llegara la noche para ver lanzar los globos. Alas nueve de la noche, en la desaparecida Rotonda de la actual Plaza del Merca do, el tío Manolico se disponía a lanzar sus globos al cielo.Parecía que con ello se lanzara un mensaje de amor de todos los eldenses a la Virgen y el Santísimo.Parecía como si los globos que fuera alanzar el tíoManolico fue ran mensajeros de amor a loscielos pidiendo por todos y portodo. A las nueve en punto, como un sacerdote que fuera a iniciar sus ritos sagrados, rodeado de sus ayudan tes y de cientos de curiosos, en su gran mayoría chiqui llos, iniciaba su ceremonia. Desplegaba el enorme saco de papel conmovimientos adecuados, precisos. Ibay ve nía y daba órdenes a sus ayudantes como el capitán de un barco cuando éste inicio lo maniobra de salida del puer to. Elenorme saco, como un gigante caído, iba ascen diendo del suelo lentamente. Poco a poco, el aire caliente, aprisionado en laenorme cárcel de papel, que riendo huir tal vez del calor a que era sometido, hizo emer ger al Gulliver caído.La gente había roto el cerco de protección que se había dispuesto, para evitar sobre to do a los chiquillos y que se pudiera trabajarconcomodi dad. Por un momento, ésta rodeó totalmente elglobo. Los ayudantes del tío Manolico asían fuertemente el aro que limitaba su boca, esperando la orden para soltarlo, que era de la exclusiva competencia delmaestro. Empu jados por la gente que quería estar juntoal globo y en losbrazos de mi padre, por un momento me encontré jun to a él. Podio tocarlocon mis manos. De pronto, por una de esas extraños reacciones de los niños, imprevisibles por demás, me así al aro de laboca del globo al mismo tiem po que el tío Manolico daba laorden de soltarlo. La enor me masa de aire caliente, envuelta en su delicado ropaje de papeles de colores parecía que no iba aaguantar ni siquiera elpeso de unniño. Elglobo, alprincipio, hizo un movimiento de inclinación haciaellugar en elque yo me había agarrado; pero cuando todos creían que se éste se iba aincendiar y de las gargantas de los presentes salie ron gritos de emocionado temor adivinando la tragedia, ésta no se realizó. Elglobo inició su ascensión después de haber conseguido colocarse más vertical si cabe que an tes.Los gritos de temor se trocaron en silencio sepulcral. Por un momento el insólito espectáculo paralizó la respi ración de los presentes. Repuestos de lasorpresa y no dan do crédito a lo que veían,siguieron, con la mirada primero ydespués corriendotras de mí, lo andadura delglobo. Fueron momentos de angustia ytemor para todos. Para mí también. Elglobo con su infatil carga desvió su camino hacia la Plaza de Castelar y seperdió a la vista de los pre sentes ocultado por lospinos de laparte de arriba. La ma sa de espectadores, alperder la visión del globo inició una carrera tras él. Cuando losprimeros perseguidores entra ron en laplaza ycruzando lospinos se encontraron junto al templete, allí estaba yo, de pie, sonriente, buscando con lamirada a mi podre, que emocionado, tembloroso, como queriendo iniciar un tímido llanto me cogió entre susbrazos, y me apretó fuertemente durante largotiem po. Todos, le preguntaban a mi padre qué me había pa sado. Mi padre nada decía ydando gracias a la Virgen nos marchamos acasa. Aún recuerdo con nítida claridad el manto que a mispies amortiguó la caída y las suaves palabras que me decían: «No tengas miedo». Ese manto lohe visto muchas veces cubriendo los hombros de nues traVirgen..., pero ¿es verdad o ilusión, o son figuraciones de un niño en lasfiestas de la Virgen y el Señor...? Njupaa más de 20 miyones de los cinco co •evolución positiva fflíl *’ EL ESCULTISMO DEL «EXPLORADOR» DE AYER, AL «BOY SCOUT» DE HOY. Escribe: PACO CRESPO esHifír;¡| imaffln ircJeun movimiento. QUS íüfitl’almfntfi. ¡s( e jóvenes activos, de más de150 tes, constituya laprueba evidente¡istema de vida diseñado al princi pode nuestro siglo, un sistemaque a todas luces, se apoya enla potenciación de los valores humanos en la juventud, que harán del joven un ser útil cuando llegueahombre el día de maña na. En este año de 1989 se cumple el CXXXII Aniversario de la Fundación de ElEscultismo, que se atribuye aRobert Stephen- son Smith Badén Powell(1857-1941), coronel de la guarnición deMafekingen 1900, fecha en la que esta ciudad sufrió el más du roasedio de laguerra anglo-boer, que duró215días. BP, como se le conocía familiarmente, reunió a jóvenesde edades compren didas entrelosdiez ytrece años, a los que lesasignó diversas misiones auxiliares, como las de carteros yemisarios, que de bían llevar los partes ycorrespondencia más allá de las líneas enemigas. De ello dependía el éxito... y así es como nació El Es- cultismo... Este movimiento llegó a España en1912, pero no es reco nocido por la oficina mundial con sede en Suiza hasta 1978. En nuestro paísestuvo prohibido durante 1940-1975. Lasasociacio nes españolas se integran en la F.E.E. (Federación del Escultis mo Español). En la práctica de esta temática encontramos algunos de los muchos símbolos universalesque este movimiento posee. Pero... ¿conocemos cuál fue elsignificado que BP les quiso im primir? (Hagamos un pequeño inciso para aclararque BP, ascen dido ageneral a los cuarenta años, fuegalardonado con el título de Sir, ahora sería Sir Lord BadénPowell). Volviendo a los símbolos, el primero es el UNIFORME, ya que todos —exploradores yscouts—, soniguales, sin distinción de credo, raza, opinión...; ununiforme práctico,cómodo,atractivo a un tiempo, con una pañoleta(pañueloal cuello) que sirve de vendaje. Un LEMA, «Be prepared», que son lasiniciales de BP, que significan ¡SIEMPRE LISTO! Una FLOR DE LIS que en los mapas antiguos señalaba elnorte, con 3ramas, los tres puntos de la promesa (deberes para con Dios y la patria,ayudaal próji mo y cumplimiento de la leyexploradores-scouts). Un SALUDO, consistente en laextensión del índice, el corazóny elanular, do blando elmeñique que es cubierto por el pulgar, como símbolo de laprotección que entodo momento ofrece elgrande alpeque ño. Los 3 dedos, las virtudes delexplorador-scout, lalealtad, la abnegación y la pureza. Y un PATRÓN, San Jorge, en constante lucha contra elmal. Sir Lord Badén Powell sabía que unjoven con una respon sabilidad concretasiempre responde comounhombre; es esta afirmación la que leanima a llevar a cabo unaexperiencia: con vivir con veintejóvenes durante una quincena (25 de julio / 9 de agosto), en una pequeñaisla de tres kilómetros cuadrados. Allí fundaun campamento en el que enseña asus muchachos diver sas técnicas: hacer fuego conviento, tiposde nudos, seguir una pista, guiarse por lasestrellas, cazar,cocinar, primeros auxilios..., loque hoy exploradores y scouts conocencon el nombre de «es pecialidades». El campamento fue todo un éxito, lo que le hace publicaren 1908 su obra «SCOUTING FOR BOYS»(Escultismo para muchachos). El libro,escritoentérminos muysencillos, muestrael pro yecto de vida que BP presenta asus muchachos. Recopila las virtudes, las leyes, los principios, así como la organización.Ha bla del lobato(scout de 8-11años), «fiel yvaliente como el lobo»; delscout (12-14 años), el que explora y se vale solo de sí parasobrevivir, más tarde se ledaría elnombre de Ranger (sabueso); del Pionero (14-16años), que llega elprimero; del Rower (másde 17 años)... En fin, un libro que cita mucho al libro de la selva que casi todo el mundo conoce. En laconcentración de Londres, Crystal Palace1909, BP ob servó que una de las patrullas que allí asistieron (del total de 11.000 habitantes) estaba formada por chicas. Las guias (scouts feme ninas) serían una realidad al año siguiente, con laaparición del ,* libro «Guiri Guides», escrito también por BP con laayuda de su hermana.Mástarde, lapropia esposa de BP sería declarada Guía-Jefe. En nuestra ciudad hicieron su aparición los Exploradores de la mano de don Antonio Girona,allá por los años veinte,forman do —creo recordar— hasta cincogrupos, bien definidos cada uno de ellos por el color del pañueloanudado al cuello —amarillo, blan co, encarnado, morado yverde—. En sus filas formaron muchísi- nos eldenses, cuyos nombres es imposible mencionar en razón ique necesitaríamos másespacio del quedisponemos. El queistoescribe fue jefe del grupodeTransmisiones, integradoporlos miembros de cada uno de los cinco grupos a los que hice eferencia. Está en mi recuerdo, como loestará en el de todos los jóve- les que se integraron en losExploradores deaquella época, las icampadas en Sierra Espuña, las excursiones a lospueblos de os alrededores: Aspe,Elche, Monóvar, Novelda, Petrer,Pinoso, (Salinas, Sax, Villena, etcétera,sin olvidar a la capital de la pro-/incia, es decir,Alicante. En lacalleAntonio Maura estaba ubi cado elcuartel, en el que se guardaban losbordones, aquellos palos más altos que una persona, conpunta de hierro, que se utilizaba como pértiga para salvar pequeñosobstáculos del terreno.Pero antes deseguir adelante con más datos ydetalles I dejos exploradores-scouts, vamos atranscribir elHimno de los Exploradores, que decía así: «Seréis para ser buenos mejores cada día. Con este faro y guía cumplidvuestrodeber. Caricias,besos, auras y brisas como sonrisas de amanecer, primera aurora, después lumbrera nuestra bandera tiene que ser. Gloriosa España, patria querida, mas que a mi vida yo he de guardarte, tusanto nombre será mi sueño yaunque pequeño, sabré yo honrarte. Siempre adelante, siempre adelante, de abismo acumbre [quiero subir, llevando a España siempre triunfante por los senderos delporvenir. Cual los aceros de las espadas, delyunque el fuego templadas son y en las empresas más arriesgadas busque su temple micorazón, micorazón». Digamos que la siempre presente picaresca de los españo les, cambió para burla ymofa, algunas ocasi todas las estrofas del himno, y a simpletítulocomparativo, lean lassiguientes: «Ex ploradores niñosmocosos, que con el palo y el correaje,pare cen osos que van de viaje...». Los boys-scouts de nuestra capitaly provincia cuentan con quincegrupos, cuyos miembros están separados en las distintas categorías.En Alicante ésta es ladenominación y sus componen tes en cada uno de ellos, ocho en total: «Ahuwora», 32 lobatos, 22tropa, 21 pioneros y12 scouter. «Águilas», 38 lobatos, 57 tro pa, 33 pioneros, 8rover y12 scouter. «Enea», 33lobatos, 46 tro pa, 30 pioneros, 6 rover y 10scouter. «Fénix», 35 lobatos, 34 tropa, 16 pioneros, 11rover y 15scouter. «Impeesa», 21lobatos, 37 tro pa, 16 pioneros y 13scouter. «Kenya», 30 lobatos,34 tropa, 22 pioneros, 8 river y 14 scouter.«Mafeking», 38 lobatos,30 tropa, 13 pioneros y19 scouter. En la provincia: «Agazos», 23lobatos, 16 tropa y 9 scouter. «Aitana», 17 lobatos,28 tropa, 40 pioneros, 11rover y 8 scouter. «Nome», 61lobatos, 48 tropa, 21 pioneros, 11rover y 23 scouter. «Pazamor», 18lobatos, 14tropa, 6pioneros y 8scouter. «Orion», 12 lobatos, 24 tropa, 14 pionerosy 7scouter. «SanFranciscio», 16lobatos, 21 tropa, 6pioneros y 2 scouter. Entre las muchas actividades que desarrollan son lasvisitasa las ciudades cercanas asus campamen tos,lo que supone un mayor cono cimiento del país, algo a lo que se concede granimportancia, aparte de aprender ahacer nudos, orientarse durante el día y la nocheolevantarun campamento, a la vez que se efectúan una serie de marchas que finalizan con una reunión de todo el grupo alrededor de unahoguera,donde cada uno expone aquelloso bre lo que se desea hablar. Yésta ha sido a grandes rasgos la historia de EL ESCULTISMO, don deExploradores de ayer yBoy-Scoutsde hoy, son una misma cosa... BOY-SCOUT Francisco Javier Oliva Collados,.pertenenciente alGhipó’.No me», del Centro Docente «Sagrada Familia», deElda. El tío Barrachina (MEMORIA DE UN NIÑO DE SU CORO) Sería, calculo por el año 1933 ó 1934.Tenía quien esto escribe8 ó 9 años. Todavía un niño. Elda por aquel entonces, aún veía en sus calles, el diligente yesforzado zapatero que a cuestas con su tarea iba a «entregar» aquellos primorosos za patos de Luis XV, que eran, sin duda,el orgullo de un pueblo y la semilla de la industria de hoy. Aún se conservaba el prado, que era un des campado que había entre la Fraternidad y el Pro greso, en cuyo lugar, jugábamos los niños, sobre todo adisparar hacia lo alto botes de carburo, que tanto regocijo nos producían. Fue unaépocaen que en Eldaexistían nota bles y singulares personajes; cada uno con su pe culiaridad acuestas y, todos, de los más populares. Entre estospersonajes seencontraba el tío Barra- china, el cual creo recordar procedía de Monóvar. Era un hombrecillo más bien menudo, el rostro sur cado de arrugas, con una chaquetabastanteaja da, su charamita, su valenciano, su excelentehu mor y una inmensa olla de habas hervidas que arrastraba con una desvencijadacarretilla. Cuando a las cinco de la tarde salíamos del Colegio de D. Pascual, en la esquina ya nos espe raba a un grupo de chiquillos. Nos colocaba a to dos a sualrededor, en forma de coro, y al son de su dulzaina nos hacía repetir: «¿Fabetes?, qué Do nas sont!», arrastraba la carretilla y en la esquina más transitada se detenía y nos decía: «A ver ese coro como está hoy». «Venga la canción de les fa betes», y nosotros con toda la fuerza que nos pro porcionaba nuestra alma infantil,cantábamos: «Les fabetes Barrachina, son unaespecialitat, lo mateix que la aspirina, quitan el dolor de cap. Al caldo lo done de balde y mateix done el papel, no me en pague usted les fabes más barats ya no potse». (No creo que precise traducción,dadoel valen ciano castellanizado que utilizábamos). Finalizado el coro, nos decía: «Formen cola co mo en Santapola», y nosotros prestos nos colocá bamos unosdetrás deotros, y él iba liando con mucha parsimonia un cucurucho de papel para ca da uno, en el que vertía un poco de caldode ha bas. Con ello nos pagaba el haber ido de esquina en esquina acompañándolo con nuestro canto. Las habas jamás las probé, pero el caldo, lector, esta ba riquísimo. Daba gusto seguir a tan singular personaje. Con sudulzaina, nos daba la notatratando que no desafináramos. Y nosotros, con nuestra alma can dida yjuvenil, poníamos todanuestra pasión de que éramos capaces para que la canción saliera lo más redonda posible. Hoy a tantos años de aque llas vivencias infantiles, me siento íntimamenteor gullosodehaber pertenecido al coro del tío Barra- china, cosa que, como ves, no he olvidado jamás. En aquel tiempo todavía existía en Elda el ab negado zapatero de Luis XV y su aprendiz. Era una Elda más recogida y más distintaa la que es hoy. Su arteria principal era la calle Nueva. Y la ca lle de la Tripa, la Pistola, la Comadre, San Pascual, etc., albergaban, con otras más, las ricas esencias que actualmente se han esparcido envolviendo en aromas de labor y de trabajo esta Elda de nuestros días. Aquella Elda de entonces, ha dado paso a es ta de hoy, pujante, laboriosa,llena de una gran vi talidad, en donde todos cabemos y luchamos con un mismo afán, el de conseguir, día a día, su en grandecimiento. José M.Bañón LAS COSAS DE MI PUEBLO Por VICENTE VALERO BELLOT Intentar hablar de Maximiliano García Soriano sería llenar muchísimos folios de su inagotable obra, toda ella llena de amor engendrado hacia Elda ysus cosas, esa ciudad a la que tanto amó yenalteció en sus escritos, bien fueran prosa opoesía. Maximiliano, para los que no tuvieron la satisfacción de conocerle ytratarle —se acaban de cumplir 50 años de su violenta muerte— no les dirá nada; para quienes vivimos su época yconocimos sus escritos, sus colaboraciones periodísticas en la prensa el dense, IDELLA,EL CENTENARIO yotros, ha de ser una figura imborrable porque su fina pluma desti laba amor por todos los costados y fino humor, ytodo ello, para quienes sentimos ese viejo pasado, nuestras tradiciones ycostumbres que tan brillantemente nos dejara escritas para siempre, cómo nos saben auna Elda tan distinta de la actual; en este aspecto que citamos, ha de permanecer indeleble mente en nuestro recuerdo. Yrepasando una vez más ese único libro,ELCENTENARIO, que compendia un sinfín de noticias relacionadas con las fiestas patronales de 1904, nos encontramos con esta carta que acontinuación transcribimos, que todavía no habíamos dado aconocer a los eldenses. Se trata de un escrito que un eldense ausente, añorando los días grandes de septiembre que hace años no ha podido revivir, dirige aun amigo de la ciudad agradeciéndole el envío de EL CENTENARIO. Dice así: CARTA Que escribe Melchor asu pariente Gaspar desde el pueblo Manacor yen la que logra expresar su más acendrado amor. * Je* Queridísimo Gaspar, no te puedes figurar el servicio extraordinario que nos prestaste al mandar la revista EL CENTENARIO. Con deleite la leí, y a mi mujer se la di quien gustosa la leyó, yel niño con frenesí la Virgen Santa besó. Desde este feliz instante mi mujer, yo yel infante en estas fiestas pensamos... yte digo lo bastante con decir que ahora, sí vamos. Iremos solo por ver las fiestas que en muchos años no han de volverlas ahacer, yque el orgullo han de ser de todos, propios yextraños. ¡Ah...! ¡qué soberbia Alborada la que tendrán preparada...! ¡Qué solemne procesión con su magnífica entrada, con tanta iluminación...! ¿Y los mil arcos triunfales...? ¿Y los grandes pabellones de las plazas principales... los fuegos artificiales yotras muchas distracciones...? ¿Y las calles de la villa transformadas en pensil, con alegrías mil...? ¡Ah! Será una maravilla... será la flora de abril. Ese castillo famoso que se levanta orgulloso por su grande poderío, ycuyos pies besa el río Vinalopó caudaloso. Las eldenses hechiceras, hermosas como las flores de las frondosas praderas, conquistando almas enteras con sus Cándidos amores... Esa Iglesia bendecida, con su torre tan erguida que el sol besa desde oriente ytambién desde occidente le mande el de despedida... Esa huerta ysus verdores con sus pájaros cantores, sus arroyos cristalinos como espejos argentinos donde se miran las flores... Ver el pueblo, fervoroso, lleno de solicitud ante el solio esplendoroso que tiene en el templo hermoso la Virgen de la Salud. Es todo encanto, poesía, todo ahí tiene grandeza; Elda hermosa... patria mía... ¡No verte a tí, qué tristeza! ¡Verte siempre, qué alegría...! No me tengas en olvido ya que no tengo la suerte de vivir donde he nacido... recibe un abrazo fuerte de tu pariente querido. ELDA Cuatro poemas de CAROLINA GONZALVEZ PAISAJE Copade luz este valle, tierra de campos sedientos, alfombra de sol lascalles; los olivos polvorientos, dormidos en los bancales. Pinos atodos los vientos, tomillo en pardas laderas, solitarios arenales; geranios, rosas palmeras en loscercados jardines, la tupida enredadera, el aroma de jazmines... Losmontes, grisesfronteras, como pétreos paladines con nubes como cimeras. Rota el castillo su frente, la blanca cinta del río deslizándose doliente bajo el fuego del estío; copa de luz refulgente, paisaje en los ojos míos. A TI... A ti, la blanca,luminosa Elda con nostalgia del mar,mirandoalcielo donde navegan nubes nacaradas por el azul del viento. A ti, la rubia como de trigales quecubrieron de oro tus senderos, dorado de sol, monte y tomillo, tu valle y tus almendros. A ti, la refulgente en los ocasos de ardientes y flamígeros destellos quedescienden laderasencendidas de cristalino fuego. A ti, la de las noches aterciopeladas, con aroma de ramos de luceros. EVOCACIÓN ¡Veranos de oros y mieles, qué difusos ya y qué lejanos! La voz que cantaba¡jazmines...! la escarcha del limón helado. Los mayosabiertosde lirios en suaves y verdes ocasos; las blancas espumas de nubes los mares del cielo surcando. Senderos de jardines pobres heridos de besos y pasos; fuentemelancólica yoscura, balada del agua cantando; calles sumidas en ensueños perdidos y olvidados cantos; en lohondo de un viejo recuerdo corazón abierto en un árbol. Mis manos llenas de violetas... septiembrecálido ydorado. MONTE CID Monte cid,alta cimera de nubes y cielos verdes, loscrepúsculos purpúreos en tus laderas se duermen. Tus pinos cantan al viento un galope de corceles; azul de tarde de otoño son tus rocas refulgentes. MonteCid,larga mirada al horizonte celeste. Señor del valle dorado, de castillos yvergeles, de iglesias y campanarios que entre los pueblos se yerguen. Testigo mudo del tiempo, de avatares y degentes que te llevaron muyhondo en el sueño ele la muerte. También yollevo tuhuella, Monte del Cid, en mi mente; compañero de una vida, compañero para siempre. Se constituye el primer Consejo Parroquial de Pastoral en Santa Ana El dio 17 de junio de 1988, presidido por el Vicario Generol de Pastoral de la Diócesis, D. An tonioVivó y por el Sr. Arcipreste, D. EnriqueGárri- gos Miquel seconstituyó en asamblea general el primer Consejo Parroquial de Pastoral, con nutri dos representaciones de losdiversos movimien tos apostólicos de lo Parroquia. Los fines de esto institución, en palabras del Sr. Vivó, como fruto del Concilio Vaticano IIson: 1.°— Promover lo Comunidad Parroquial. 2.°— Conocer la Comunidad de laParroquia paro dar una respuesta a lo Pastoral, o quienes la frecuentan y o quienes no, ycoordinar la acti vidad con los movimientos de otros parroquias. El primer Consejo quedó constituido como sigue: — CARITAS, Celio Gran. —CATEQUESIS, Daniel Tercero. —COFRADÍA SANTOS PATRONOS, Esperan za Alonso. — COFRADÍAS SEMANA SANTA, Juon Carlos Pastor y Luis Manuel Da Silva. — CURSILLOS DECRISTIANDAD, Joaquín Pé rez Rico. — JÓVENES, Francisco Martínez Navarro. — MAESTROS CRISTIANOS, Moría del Carmen Ibáñez. —MUJERES DE A.C, Moría Salud Cremades. —HOSPITALIDAD NTRA. SEÑORA DE LOUR DES, María del Carmen Romero Ivorro. — SACRAMENTO DE LA CONFIRMACIÓN, Jo sé Arráez. — MOVIMIENTO EUCARISTICO, Encornoción Gil. Siendo potestativo del párroco el nombra miento de uno omás miembros de lofeligresía, haciendo uso de este derecho fue designado Jo sé M.Q Hernández Amo. W. EL RINCÓN DE LOS POETAS A lo Virgen de lo Salud ¡Oh Virgen de lo Salud! nuestra ciudad la más grande y todo se lo debemos, a nuestro venerable madre. Te rezamos, te esperamos, del cielo nos das lo llave, tú madre del redentor, eres la estrello del valle. Y los que no von o verte no te olvidan ni un instante, la voz oculto les dice, en Sonta Ana está tu madre. Del cielo glorificada yde tu pueblo adorada, yen el pecho los eldenses llevan a tu faz grabada. LOLA GÓMEZ A la Virgen de lo Salud Virgencita dorado, te han traído restaurado con pendientes plateados yun pañuelo de tul y sedo. Vuelo hacia ti, espérame Virgencita bonita que te quiero mucho. ¡Ven tú antes a mi! Virgencita dorada, te han traído restaurada. Yo no te puedo ver, pero sé que estás oquí en mi corazón. Una ramita de espliego, para ti. ¡Virgencita ven a mi! ¡Adiós, Virgencita dorada que te hon traído restaurada! Y para cuando te vuelva aver inventaré una canción. A ti,limpia de corazón. Virgen de loSalud con tu manto azul, salud yalegría eres tú. ¡Adiós, Virgencita, adiós! SOL DELMAR LIZARAN (0 años) Extraordinaria brillantez en losactos religiosos de 1988 La superación cada año de la solemnidad de los actos religiosos en nuestras Fiestas Mayores no puede ser puracasualidad; es, sin lugar a dudas, consecuen cia de un aumento de amor, de devoción, es como un desbordamiento de esa fe que alberganlos corazones de los hijos de Elda y cuando llegan esos días grandes ya no pueden permanecer sujetos en el pequeño espa cio que suponeelcorazón de las personas. Las personas que formaron en los desfiles proce sionales de los días 8 y 9 superaron las del pasado año, más de 3.000 y no menos ele 20.000 los presenciaron durante todo elrecorrido con ejemplar recogimiento. Elhermosotemploarciprestal de Santa Ana fue in suficiente para acogera los varios millones de fieles que asistieron a la Salve populara la hora de la Alborada. Eldía 8, festividad de la Santísima Virgen, la Misa Ma yor fuepresidida por el Sr. Arcipreste, D. Enrique Ga- rrigós Miquel y concelebradacon17sacerdotes, mu chos de ellos hijos de Elda, proclamando la palabra D. Ramón Sáez Gonzálvez,licenciadoen Sagradas Escri turas y antiguo vicario parroquialde Santa Ana, cuya predicación versósobre lasbodas deCana de Galilea, según el Evangelio de San Juan. Eldía 9 presidió la Eucaristía D. Miguel Ángel Cremades Romero, licenciado en Derecho Canónico, hijo de Elda, concelebrada con 10 sacerdotes. Proclamó la palabra el Sr.Cremades Romero sobre lamisericordia y el hombre abandonado en el camino, según el Evan gelio de San Lucas. En las dos solemnidades eucarísticas el Orfeón Po lifónico «Amigos de la Música» del C.E.E y la Orquesta de Cámara de San Vicente interpretaron la Misa en Sol Mayor n.° 2, de Schubert, y losvillancicos de nuestro recordado D. Ramón Gorgé, «Virgen Purísima» y «Al Cristo del Buen Suceso»; al órgano,MariCarmen Se gura, todos bajo la dirección del profesor D. AntonioJ. Ballester Bonilla. La emisora local RADIO ELDA, como en el pasa do año, ofreció la retransmisión en directo de la Misa del día de la Virgen, atención que, según su directora, María Dolores Gil, continuará en años sucesivos. VALERO EL CRISTIANO ANTE LOS CAMINOS DEL FUTURO Los caminos del futuro han presentado una doble ver tiente:unapositiva y otra negativa; individualismo cerra do en sí mismo, o persona abierta a los demás; socializaciónopresora ocomunidad liberadora;técnicadeshumanizante, obienun nuevo humanismo técnico. A la vida del cristiano se le ofrece esta coyuntura una doble misión como fermento interior en la nueva civili zación: • Una función crítico-negativa decontrapeso para contrarrestar las amenazas y excesos que ofrecen losnuevos caminos del mundo. • Y una función positiva de potenciación, que asuma yempuje desdedentro, comodimensiones de la propia fe, las fuerzas culturalesnuevas. El desarrollo de esta doble tarea, sigue el orden de la vida cristiana, que empieza siendo un conocimiento y una relaciónpersonal con Dios en la Fe: • Se hace proyecto de vida y de historiaen la Espe ranza. • Y se termina en compromiso total por el Amor. Nuestro mundo se debate entre el egoísmo individua lista y la llamada a considerar a todos como personas,entre una masa de hombres irresponsables y una exigenciade conciencia y dignidad entre hombres manipulados como cosas en una colectividadsin nombre, y el respetoa la libertad y valor de las personas. Estos conflictos expresan lo que en el hombre hay de más extraño yparadójico, y nos hace descubrir mejor lacoyunturasobrenatural cristiana,laabertura delhombre a una resolución superior,y lainserción en él de un orden nuevo de vida. El hombre encuentrasu centro en sí, pero sobre sí. Como «oyente de la palabra»,ha de vivir abrién dose a una voz que viene de más allá de sí: su ser es voca ción y repuesta generosa, oferta y sacrificio de sí. Esta aceptación de Dios, de su Palabra y de sus exi gencias por la fe, superandolalimitación delhombre in dividual, no anula la persona: es más bien una fuerza personalizadora, y todo eso que constituye el núcleo másíntimo de su vivir personal. Como llamadaa labúsqueda delsentido últimode la vida, mensaje que nos transmiten nuestros Santos PATRONOS: EL STMO. CRISTO DEL BUEN SUCESO YLA STMA. VIRGEN DE LA SALUD cada año a los elden ses,respondamos nosotros, sus hijos, con el compromisocristianode«DESPOJARNOS DE LAS OBRAS DE LAS TINIEBLAS YREVESTIRNOS DE LAS ARMAS DE LA LUZ» (Rom.13,12). Al final de la vida, cuando nos encontremos con Cristo y su Madre, quedan sólo ese tanto de Evangelio que hayamos sabido encarnar. Quedará sólo ese tanto de amor con que lo hayamos amadoennuestros hermanos. RICARDO NAVARRO MARTÍNEZ Los actos litúrgicos de la Semana Santa de 1989 revistieron gran solemnidad Después de16años de incomprendido letargo, las procesiones de la Semana Santa eldense volvie ron a celebrarse conrenovada solemnidad, superan do en mucho las conocidas con anterioridad. Ynos referimos a la asistencia de fieles a las mismas, los va rios millares de eldenses que respetuosamente las pre senciaronen los desfiles y el número de participantes en las distintas cofradías. Todo ello gracias a Dios, por supuesto y un puñado de jóvenes eldenses em peñados en recuperar lo que había sido una de las tradiciones perdidas;las 300 personaspertenecien tes a las seis cofradíasexistentes participaron en to dos los desfiles procesionales. La verdaderasorpresala causó la Cofradía de la Santa Mujer Verónica, cuya imagen lucía un her moso manto confeccionado por una cristiana familia, del que hizo donación; también la Hermandad con un hermoso trono, obra de los mismos cofrades, con magnífica iluminación. La procesión partió en la no che del 21 de marzo de la parroquia de San José Obrero, sumada por vez primera a la Semana San ta, al propio tiempo que de la Inmaculadapartía la Cofradía de nuestroPadreJesús Nazareno, para en contrarse ambas en la bifurcación de las calles Jardi nes yDahellos para continuar a la arciprestal de Santa Ana. Formaban en la primera las cofradías de La Ve rónica, Virgen de la ooledad y SantoSepulcro y en lasegunda las de JesúsNazareno, Jesús de Medi- nacenySoledad. El día 22 partió de la Inmaculada la Cofradía del Perdón, con las imágenes de la Pie dad y Jesús de Medinaceli. La procesión del silencio en la noche del Jueves Santo, con la veneradaimagen de nuestro copatrono, el Cristo del Buen Suceso, fue una manifestación de respeto y devoción presenciada por varios milla res de personas e igualmente con asistencia de todos los cofrades. Culminaron los actos externos con la procesión del SantoEntierro, en lanoche del Viernes Santo, en la que formaron las seis cofradías con sus respectivospa sos. Pocas veces o ninguna que recordemos, se ha celebrado en la Semana Santa una manifestación de fe como la de estanoche y de tan numerosa asisten cia de fieles, calculándose en unas dos mil personas las que formaron en ella y más de diez mil las que la presenciaron en todo el recorrido. La tradicionalprocesión del encuentro en la ma ñana del Domingo de Pascua de Resurrección fue el colofón de unos actos religiosos, conmemorativos de la Pasión del Señor, de los que Eldaguardará indele ble recuerdo. Comentario deexcepción merecen los actos litúr gicos que tuvieron lugar en las cuatro parroquias de a ciudad, especialmente el jueves y viernes y la ce lebración de la Resurrección del Señor en la noche del Sábado Santo,- millares de fieles asistieron a los mis mos con el fervor y devoción propios de estos días. Pe EN 1990 UNA NUEVA COFRADÍA Para el próximo año1990 se anuncia la constitu ción de una nueva Cofradíacon la imagen de Jesús Crucificado, que previamente ha sido encargadaa un prestigiosoimaginero.Sabido es que en la proce sión del silencio figura la del Cristo del Buen Suceso, pero se carece de otra que figure en estas fechas, co mo poseíamos con anterioridad al año 1936. También existe el proyecto de dotara alguno de los pasos existentes de su respectiva carrozaque ha ga más ligero el recorrido procesional. VALERO Ala Santísima Virgende laSalud SONETO Cuando yo era muy niño, me enseñaron á venerar tu imagen bondadosa, y jé profunda en tu virtud gloriosa en mi pecho mis padres inculcaron. E/i mi sencillo corazón grabaron tu memoria dulcísima y hermosa, y una estela de luz esplendorosa tus sublimes encantos me dejaron. Guardo dentro del alma recojida la gloria que á mi pueblo le legaste: y te venero ¡Madre muy queridal por que Tú eres la estrella que alumbraste losalbores risueños de mivida, y por ella Tú siempre me guiaste] J. González Paya De la Revista «E/Centenario» CRÓNICA para el recuerdo Un día 29 de octubre del presente año, a las 10 de la mañana, salió en un coche hacia Valencia nuestra Patrona, la Virgen de la Sa lud, acompañada por los presidentes ymiem bros de la Mayordomía, para ser restaurada por el pintor-decorador, D. Francisco López Pardo. Con gran pena se dejó anuestra Patrona en el taller del Sr. López Pardo, ydurante los cinco meses de estancia en Valencia, fue un peregrinaje de fieles yamantes de la Virgen que pasaron por el taller del citado artista. Llegó el mes de mayo, yterminada total mente la restauración, con gran alegría de to dos los eldenses, el día 7de mayo, entró triun- falmente en nuestro templo parroquial. A las 8’00 de la tarde, fue recibida ante la Puerta del Templo por el Arcipreste de Santa Ana, D. Enrique Garrigós, acompañado por los presidentes de la Cofradía, D.a Esperanza Alonso y D. Pedro Maestre, yabriendo paso los peregrinos ylos ángeles. Fue un momento de verdadera emoción cuando nuestra Patro na, la Virgen de la Salud, llevada ahombros de fieles empezó aentrar lentamente, radian te, bella yhermosa, se hizo un silencio motiva do por la gran emoción de todos los fieles que abarrotaban el templo, con miradas de amor ycariño hacia su Virgen ycon muchos ojos lle nos de lágrimas, que avanzaba hacia el altar, yde repente se inicia un leve aplauso ycomo si fuese la mecha de una explosión, estalla rom piendo el silencio una gran ovación, vítores a la Virgen de la Salud, hasta su llegada al Altar Mayor, donde por los portadores de la Imagen, la levantan a brazo por encima de sus cabe zas, y la emoción yaplausos se desbordan por todo el templo parroquial. Seguidamente, D. Enrique, dirigió alos fie les las siguientes palabras: «Virgen-Madre de la Salud, sed bienve nida a vuestro Camarín de Elda, que es lo mismo que deciros: sed bienvenida al corazón de cada eldense. Al celebrar en este día la Ascensión de tu Hijo a los cielos, su humanidad se oculta alos ojos de nuestra carne, para hacerse presente su espíritu en el corazón de ca da uno de nosotros. Ysabiendo —porque las madres sois así— que donde está el hi jo, está también el corazón de la madre, al vernos tan cerca de Cristo, percibimos junto anosotros el calor de tu corazón ma ternal. Permitidme, Virgen-Madre de la Salud, recoger los sentimientos de todos los aquí presentes yofrecerte la inmensa alegría que ha ido surgiendo en nuestras almas, amedida que tu imagen pasaba procesio- nalmente por delante de cada uno de no sotros. Creo que en todos los labios, sin excepción alguna, se susurraba el mismo piropo: «¡Qué hermosa eres, María!». Ver daderamente no te merezco, pero te ne cesito. Sin embargo, lo que en esta tarde ysiem pre, roba nuestros corazones, no es tanto el acierto con que podamos embellecer tu imagen, sino la obra que el Espíritu San to realizó en ti, pues te elevó aaltura tan alta, que te constituyó en Madre del Ver bo Encarnado, y te asoció de tal forma a la cruz de Cristo que nos engendraste con tu Hijo a la vida de la gracia. Quédate, pues, con nosotros, Virgen-Ma dre de la Salud, eirradia en nuestros co razones esa hermosura que existe en el tuyo, a fin de que Dios no sepa si mirar primero ala madre yal hijo después, o a los dos al mismo tiempo». A continuación se entonó la Salve, canta da por todos los fieles, yacto seguido la cele bración de la Santa Misa, cantada por el Coro Parroquial. Durante tres días la Virgen de la Salud pre sidió el Altar Mayor, para que todos los elden ses la contemplasen de cerca, siendo un verda dero cordón de fieles los que pasaron por de lante de su Patrona. La Mayordomía quiere agradecer atodos los eldenses amantes de nuestra Virgen de la Salud la gran colaboración que nos han pres tado, ya que sin sus ayudas no se hubiese arre glado el camerino de la Virgen yla restaura ción de la misma. Queremos dejar plasmada esta reseña en nuestro programa de FIESTAS MAYORES, pa ra que en los años venideros todos los hijos de Elda tengan un recuerdo del acto del recibi miento anuestra querida ysiempre amada VIR GEN DE LA SALUD. La Mayordomía ¿ RECETAS ? ¡Pues sí! nos ha tocado vivir en una época en la que parece que todosnecesitamosde ellas.Recetascontra la depresión, recetas para la vida espiritual, recetas pa ra liberarnos de la extensagama de complejos y neuro sis, con los que la vorágine de la vida está marcando nuestra pobre limitación humana; y para cerrar el cír culo protector de nuestra personalidad, alguna que otra máxima, con el fin de tener a mano —en pocas pala bras—unoscontenidos, de los que en muchas ocasio nes carece nuestra existencia. Días atrás,vinoa mis manos uno de esos libros, que tanto proliferan en las librerías,y al hojearlo me detu ve en una hermosa panorámica que ocupaba las dos pá ginas por donde lo abrí. Esta no tenía otra misión que dar énfasis a una simple y vulgar frase. Sin negar elacierto y la gracia de muchas recetas ymáximas, en las que solemos encerrar profundas ver dades orientadoras de nuestra vida,me temo que nos convirtamos en maestros de lo fácil y olvidemos lo que subyace en el fondo de toda vida cristiana: la negación de sí mismo. Sumergidosen estasociedad de consumo, que nos arrastra a un máximo de comodidadesy a un mínimo de esfuerzos, estamos cayendo en un profundosopor con formista,para el que necesitamos cantidad de recetas que nos convenzan, de que el espíritu todavía mantie ne su hegemonía sobre el reclamo de la materia. De he cho, impacta el olvido que muchos cristianostienen de los grandes maestros delespíritu, incluso del mismo Evangelio, para distraerse en fáciles recetas que «hacen pensar» (según frase de moda), pero que no mueven los más mínimos resortes de la voluntad. Las Fiestas Mayores en honor de nuestros Patronos, nos invitan a profundizaren esa Cruz que da sentido a todas las cruces de nuestra vida. Impresiona la Ora ción de Getsemaní. Me parece un momento muy dra mático de la Pasión. Todas las potencias del mal, que han querido turbar la paz de Cristo a lo largo de toda su vida, se unen ahora para librar la batalla más feroz que hubo de sufrir el Maestro. En el Calvario, Cristo estará a merced de sus enemigos y necesitará del mila gro si quiere deshacersede ellos, pero ¡aquí! está solo, es libre, puede cruzar el valle de Cedrón y quedar, en un espacio relativamente corto de tiempo, fuera de la jurisdicción de Herodes. Ydesde allí, redescubrir si es su hora. Pero Jesús permanece en su sitio, asume la cruz hasta el límite de la resistenciahumana,y espera, con tra todaesperanza, en los brazos del Padre: «No se haga mivoluntad, sino la tuya». Estaactitud de Cristo ante la cruz, nos debe de lle var anosotros asaber asumir lasnuestras, a noprotes tarante las dificultades, a no imaginar que somos los únicos que sufrimos y, sobre todo, a tener la elegancia de no descargar nunca nuestra cruz sobre los hombros de los demás, contagiándoles, conextrema ligereza, nues tros propios sufrimientos. Sin embargo, lasabiduría de la Cruz no queda su mida porque evitemos descargarla sobre hombros ino centes, aunque esta misma actitud ya sería un maravilloso pórtico que nos capacitaría para vislumbrarla en sus lu ces ysombras. Sea cual fuere el punto de partida de ca da uno de nosotros, las palabras de Jesús: «Hoy estarás conmigo en el paraíso», dirigidas al ladrón que, de al guna forma, captó el valor del sufrimiento ofrecido a Cristo, nos sitúan ante uno de los temas que todo cris tiano debe de tener presente:saberpermanecer con Cris to en la cruz. Permanecer en la cruz, es querer estar juntoal Pa dre, aunque las tinieblas nos hayan envuelto en tal os curidad,que no le distingamos. Es descubrir,en esos momentos de tedio ydesgana,cuando nos arrodillamos ante él, que el rostro de Cristo ha quedado muy por de bajo del nuestro, al verle pegado al suelo en su doloro so Vía-Crucis. Permanecer en la cruz, es descender a esazona tan humana del sufrimiento, para transformarlocon nueva actitud, en origen de vida. Uno de los testigos que acom pañaron aEdith Stein, la carmelita judía, que fue in molada en los hornos de gas de Auschwitzpor las SS, nos dice de ella: «Mi impresión es que sufría mucho en su interior, pero no tenía miedo. Arrastraba tal cúmulo desufrimientos, que si alguna vezsonreía, producía ma yor pena». Yotro testigo complementará la visión cris tiana de supersonalidad, diciéndonos: «Los lamentos de los recién llegados al campo de concentración eran algo indescriptible. Entonces, Sor Benedicta (el nom bre que Edith tomó de religiosa) iba de un lado para otro consolando, ayudando y tranquilizandoa todos co mo un ángel». Permanecer en la cruz, es caminaren soledad y con tra la corriente. Es dejar a Dios que sea Dios, permi tiéndoleque siga llevando el hilo conductor de nuestra vida. Las exigencias de Dios son tan profundas anuestra voluntad, comola talla que debe dar el cristiano y, por el contrario, muy superficialeslas recetas que halagan a los sentidos. Quizás poraquello de que estamos en fies tas, podríamos mencionar una de tantas recetas que de beríamos desuperar: celebrar la fiesta de la Stma.Virgen de la Salud con toda solemnidad,dejandoen un segun do plano la del Stmo. Cristo del Buen Suceso. Ydigo esto, no porque loconsidere un problema, ¡ni mucho menos!, sino por la cantidad de actitudes superficiales que adoptamos ante tantosacontecimientos de la vida. Enrique Garrigós Cura de Sania Ana MAESTROS Y APRENDICES Todo un recuerdo yhomenaje merecen quienes se dedicaban a trabajar duro y fir me desde su «silla de zapatero». Eran hombres con experiencia en suoficio, que apenas aceptaban que nadie les diera lecciones oinsinuara algo referente en lo que ellos eran auténticos profesionales; el taller era todo un museo didáctico y todo tenía su aplica ción; trabajar enseñando yaprender trabajando era la norma de esos lugares donde tantos y tantos aprendieron el oficio de zapateros de silla. Verdaderos artesanos, venerados yrespetados por sus aprendices, había en el ta ller un ambiente que invitaba a no estar de simple espectador; las paredes aparecían adornadas con recortes de periódicos con escenas taurinas, deportivas o con estrellas de la pantalla yanuncios de películas, todas presididas por los Santos Patronos, el Santo Cristo del Buen Suceso y laVirgen de laSalud. Puesel maestro era creyente yademás gran aficionado a la lectura de autores clásicos y de la prensa. La mesa ofrecía un aspecto práctico, con toda la herramienta a mano, nada falta ba, nada estorbaba, todo tenía su destino. El aprendiz veía en su maestro al hombre de aspecto venerable con suincipiente calva,susantiparras y su poblado bigote; maes tro y aprendiz, con sumandil, pasaban el día entre eltaller y lafábrica donde iban a entregar y acortar de nuevo, para volver a entregar. Era frecuente verpor la callea maestro yaprendiz llevando el capazo con los pares terminados, los diálogos eran entrecortados entre ambos, pues era tan respetuoso el que aprendía el oficio que apenas se atrevía a levantar lavista ni a preguntar cosa inútil. Pacientemente el maestro hacía indicaciones a su enseñado: «Empareja hormas y cortes...».«Pon los suelas aremojar...». «Da de cola a estos pares...». «Vetey llena el botijo de agua fresca...». «Trae de lacarnicería longaniza de ajo...». «Vamos a meren dar...». Y vuelta aempezar, sin perder lavista a las manos de quien entachaba, monta ba o recortaba la suela; familiarizado con la tenaza, el martillo, la chaira, la cuchilla, elcorta-fríos, el tirapié..., terminaba siendo un maestro el que había sido un aprendiz. Muchos de estos veteranos maestros, llenos de méritos por sus trabajos bien hechos yacabados, nos dejaron yfueron a entregar, no ya la tarea, sino su alma a Dios. Con las manos encallecidas pero llenas de trabajo ofrecido ysantificador. Ellos nos legaron todo cuanto tenían, su laboriosidad y su arte de enseñar. Los entonces aprendices son ahora algunos de losprestigiosos industriales que se desplazan por distintos países de EuropayAmérica para seguir aprendiendo nuevas técnicas en la fabricación de pares que llenarán los mercados de toda la geografía. Bien aprendieron el oficio y todos nos maravillamos de los avances del progreso en la técnica de la fabricación. Pensamos si aquellos maestros levantaran la cabeza quedarían asombrados de la perfección de lí neas yestilos de los zapatos de Elda. Sirva para todos nosotros la lección de trabajo que nos dejaron, que lejos de ser una maldición de Dios es un mandato, pues el hombre fue colocado en el paraíso terrenal para que locultivara, según leemos en el libro del Génesis;elmismo Jesucristo trabajó en el taller de Nazaret yaprendió el oficio de San José, y desde entonces eltrabajo tie ne un sentido redentor ysantificador, y no eshumillante imitar al maestro que hizo su trabajo bien hecho yofrecido en los años de su vida oculta,- así hay que hacer las cosas bien hechas. Leemos en el libro del Deuteronomio: «No ofrecerás aYavé nada defectuoso», y si alguna vez le preguntáramos ante la duda de cómo tenemos que hacer las cosas, el Maestro y los maestros nos dirían: «Las cosas se hacen bien hechas yacabadas, con per fección humana, dentro de nuestras limitaciones, que siempre debemos aceptar». Miguel Conejero Pérez Presbítero Solemnes cultos en honor del STMO. CRISTO DEL DUEN SUCESO y de lo STMA. VIRGEN DE LA SALUD Del 6 al 10 de septiembre de 1909 MIÉRCOLES, dio 6 Canto de lo Salve A las 24’00 horas: Saludo de los ELDENSESo los Santos Patronos en el Templo Arciprestal de San ta Ana. JUEVES, día 7 A las ©’00 y 20’00 horas: Santa Misa. A las 20’30 horas: Salve Solemne. VIERNES, día 0 Día dedicado a la Santa Virgen de la Salud A las O’OO, 9’00 y 10’00 horas: Santo Misa. A las 11 ’00 horas: Misa solemne concelebroda, presidiráloEucaristía y proclomaró la palabra D. ManuelEgio Morco, Vicerrector del Seminario de Orihuela. En elOfertorio se contaró la plegaria del Maestro Gorgé, «Virgen Purísimo». A las 13’00 horas: Sonta Miso. A las 19’00 horas: Santa Misa. A las 19’30 horas: Salve Solemne, y o continuación Procesión de la Stma. Virgen de la Salud SADADO, día 9 Dedicado al Stmo. Cristo del Buen Suceso A las O’OO, 9’00 y 10’00 horas: Santo Miso. A las 11’00 horas: Miso Solemne concelebroda, presidirá laEucaristía y proclamará la palabra D.Francisco Drotons Pérez, Cura de loParroquia de Santiago Apóstol, de LoAlbufereta (Alicante). En el Ofertorio se contará el villancico del Maes tro Gorgé «Al Cristo del Buen Suceso». A las 13’00 horas: Sonta Misa. A las 19’00 horas: Santo Miso. A las 19’30 horas: Salve Solemne, y o continua ción: Procesión del Stmo. Cristo del Buen Suceso DOMINGO, día 10 A las 20’00 horas: Misa en sufragio de todos los eldenses difuntos. De los días 10 al 10 Solemne Novenario A las 20’00 horas: Miso, y proclamará la palabra D.Fulgencio Vegora Soler, Párroco de Lo Al- gueño. VIERNES, día 15 Alas 22’30 horas: En el Templo Parroquial de San to Ana, GRAN CONCIERTO por lo Orquesto de Cámara «Ciudad de Elche», dirigida por D. Al fonso Soura Llácer. Patrocinado por lo Coja de Ahorros Provincial de Alicante, Excmo. Ayunta miento de EldayA.C.E.C. DOMINGO, día 17 Tradicional homenaje de los eldenses a los Santos Patronos A las O’OO horas: Santo Misa. A las 12’30 horas: Santo Misa. A las 20’00 horas: Miso en sufrogio por los miem bros difuntos de lo Congregación de losSontos Patronos. En todas las misos del dio, se ofrecerá olos fie les, pora besarlo, elEscapulario-Medalla de los Santos Patronos. NOTAS: •todo lopolifonía de los actos litúrgicos de los días 7, 8 y 9 será interpretada por elOrfeón Polifónico «Amigos de la Mú sica», del Centro Excursionista Eldense, Orquesta de Cámara de San Vicente ycomo organista M.a del Carmen Segura, di rigidos por D. Antonio J.Bollester Bonilla. • Lo polifonía del acto litúrgico del día 17, a las 20 horas. Ho menaje de los eldenses o los Sontos Patronos, será interpre tado por elOrfeón «Solidaridad», de Novelda, dirigido por D.Alberto Alcaroz. Actuación patrocinada por loObro Social de laCajo de Ahorros del Mediterráneo. • Por lo Comisión de Fiestas del Excmo. Ayuntamiento, eldía 7, alas 21 00 horos, se tirará una mascletá, así como a la en trada del templo Porroquiol de los Santos Patronos, trocas de colores. Exportación a todo el mundo Especialidad : Calzados de lujo para señora en trenzados y pasados JOSÉ AMAT SANCHIZ, S.A. CALZADOS MARGARITA José M.a Pemán, 10 — Apartado 91 — Telegramas: «Amat Sanchiz» Télex68173 MARJ E - Telfs. 538 64 40-41 - 538 64 42-43-Telefax 538 64 42 ELDA (España) M aííirtWU) O-wíti, Próxima inauguración a principios de Septiembre ELDA SE LO MERECÍA. POR FIN LLEGO. ERA LÓGI CO QUE MASSIMO DUTTI ESTUVIERA PRONTO EN ELDA. AHORA, PARA LOS QUE NO CONOZCÁIS LA TIENDA MASSIMO DUTTI, OS PRE SENTAMOS ESTA LISTA DE SUGERENCIAS: —IR AVER LOS 300 DIS TINTOS MODELOS DE CAMI SAS. 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