Don Antonio Hervás: se va un maestro entregado a su vocación
La dirección del Colegio Padre Manjón ha escrito una carta de despedida a Antonio Hervás, quien fue profesor del centro muy apreciado por sus alumnos:
La muerte de Antonio Hervás ha caído como un mazazo inesperado para toda la comunidad del colegio Padre Manjón. Y no sólo entre quienes estamos hoy en el centro sino entre todo el profesorado, el alumnado y las familias que compartieron con él alguno de los 36 años en los que permaneció en él. Su contribución fue decisiva durante ese tiempo (1972-2008) para la promoción del deporte tanto escolar como extraescolar en el propio colegio, así como en la ciudad de Elda, donde además de animador fue un constante organizador de infinidad de actividades deportivas.
Cuando en las escuelas se disponía de mucha más voluntad que medios, maestros entusiastas y entregados a su labor como Antonio Hervás ya apostaban por extender la práctica deportiva entre todo el alumnado puesto que, como reconocía al jubilarse, “el deporte es vital para la formación integral de la persona y es así porque está relacionado directamente con el juego, que no produce provecho pero sí felicidad y la felicidad es algo que buscamos todos”. Y subrayaba el ingente trabajo que suponía mover a más de 300 alumnos y 25 equipos en campeonatos internos, locales, provinciales, autonómicos e incluso a nivel nacional. Obteniendo logros importantes en todos ellos. Y por los que paseó el nombre de su colegio. Lo que contribuyó definitivamente a asentar las bases para que el Padre Manjón fuese y siga siendo un referente en la práctica deportiva local y provincial.
En 1997, con la celebración de los 25 años del Deporte en el colegio, se colocó una placa con su nombre en una de las pistas del patio en reconocimiento a su labor infatigable. En 2008, año de su jubilación, incidía en haber “intentado transmitir a los niños y niñas la necesidad de jugar, de divertirse, de participar y competir con otros niños y niñas” o de qué forma, con el deporte, valores como el esfuerzo y la constancia arraigan entre sus practicantes. Y lo hizo con tanto empuje y dedicación que, con agradecida e irónica sorna, sus compañeros y compañeras lo despedíamos cantándole “algo se nos queda en calma/ cuando se va Antonio Hervás”.
Visto lo anterior, es fácil comprender que fuese unánime en 2013 la decisión de concederle el premio Padre Manjón, en reconocimiento a su encomiable trayectoria. Siendo, además, el primer docente del colegio que lo obtuvo.
Su legado es admirable. Indeleble, su huella. Perdurará su memoria sobre el pavimento del Manjón donde hoy cientos de críos y crías reciben la Educación Física. El baloncesto infantil, las excursiones a la montaña, los campeonatos locales, la San Silvestre eldense… pierden a uno de sus distinguidos baluartes. Gracias, Don Antonio. Muchas gracias.
La dirección del Colegio Padre Manjón
