^^^ La cámara 01 ympus de exposición proqramada diseñada para crecer ilimitadamente. OM 2 Fo t o RAFA Juan Carlos I, 34 ELDA SAN ANTONIO ABAD SALUDA DE LA JUNTA CENTRAL SALUDA DEL ALCALDE, por Roberto García Blanes JUNTA CENTRÁL DE COMPARSAS DE MOROS Y CRISTIANOS MAYORDOMIA DE SAN ANTON Y COMISION DELEGADA DE GUERRILLAS Y EMBAJADAS PARA LA FIESTA DE 1988 Y EMBAJADORES, ACTO DEL PREGON Y PROCLAMACION DE ABANDERADAS Y CAPITANES 1988, por Arturo Rigel LA COMPARSA DE LA LUZ, por José Luis Bazán L^pez LA MUSICA, por José M. Bañc^n LA ARCABUCERIA ES ESENCIAL, por José Luis Mansanet Ribes PREGON DE PROCLAMACION DE ABANDERADAS Y CAPITANES INFAN TILES DE ELDA 1987, por José A. Sirvent Mullor IN MEMORIAM, por Concepcie^n Quero PENSAMIENTOS, por José Poveda de Castro ELDA, MOROS Y CRISTIANOS 1988, por M.` Angeles Sánchez Piyueras FIESTAS DE MOROS, por Lola ... HACER JUSTICIA, por Alfredo Rojas XVII CONCURSO DE DIBUJOS DE HUMOR PIROPO A ELDA, por Concepción Quero UN HOMENAJE QUE ES NUESTRO, por José A. Sirvent CONCURSO DE FOTOGRAFIAS SUEÑO REALIZADO, por Antonio Barceló Marco SUBIR AL MORO, por Serafín ESTUDIANTES EN LA UNIVERSIDAD DE ORIHUELA, por Salvador poménech Llorens EL REINO CRISTIANO DE TEODOMIRO, por José Navarro Payá EN LA ESENCIA DE LA FIESTA, por Luis Sánchez Sánchez COMPARSA DE PIRATAS COMPARSA DE ESTUDIANTES COMPARSA DE ZINGAROS COMPARSA DE CONTRABANDISTAS COMPARSA DE CRISTIANOS COMPARSA HUESTI ti DEL CADI COMPARSA DE MUSULMANES COMPARSA DE MARROQUIES COMPARSA DE REALISTAS LAS FIESTAS EN TODO SU APOGEO, por Paco Crespo CAPITANES Y ABANDERADAS MAYORES 1988 CAPITANES Y ABANDERADAS INFANTILES 1988 ROMANCE DE DONA VIOLANTE Y EL FERMOSO LISARDO, por Tomás Aguado LOS HOMBRES DE LA FIESTA, por J. Camarena Reig DON QUIJOTE DE LA MANCHA Y LOS MOROS Y CRISTIANOS HOMENAJE AL MAESTRO FERRERO, por José B. Blanes LOS DESFILES DE ELDA: UN PATRON A SEGUIR, por Antonio Sempere LA HISTORIA Y LA TRADICION DE MI PUEBLO, por B. Alonso RESUMEN DE UN ANO DE FIESTA, por ]uan Deltell RELACION DE JUNTAS DIRECTIVAS DEL BANDO CRISTIANO 1988 RELACION DE JUNTAS DIRECTIV.^S DEL BANDO MORO 1988 GUION DE ACTOS Edita: JUNTA CENTRAL DE MOROS Y CRISTIANOS Imprimr. Gráficas DIAZ, S.L. G. Marte, 6 - Alicante Depúsito Lc^;al: A.221-1986 SAN AN^ONIO ABAD Baj^^ cuy^a a^lv^,caci^ín se celehran las Fiestas ^e M^ros y Cristian^^s ae ELDA Saludo de la junta Central Un año más los amaneceres eldenses se vestirán de música y ale gría y el asombro invadirá inusitadamente los rostros de propios y extraños, porque la Fiesta de Moros y Cristianos ya está aquí, ale teando en las calles lo que durante todo un año ha ido forjándose en los corazones de miles de personas, en las manos de las bordado ras, en los proyectos de los directivos y también, justo es reconocer lo, en las ilusiones de los niños y de los que ya dejaron de serlo. Un año más se hará un paréntesis en la actividad laboral que siem pre ha caracterizado a nuestro pueblo, y un albor, como de año nue vo, alumbrará el desenvolvimiento festero. Otra vez, el pueblo se unirá en común alegría y olvidará queha ceres extraños, recuerdos fallidos, y todo aquello que sólo serviría para alimentar rencores a los que tan poco dados somos en estas tierras. El humo de la pólvora purificará el aire cada mañana y todos, Mo ros y Cristianos, rivalizarán en hacer agradable la convivencia y la estancia de aquellos que nos visiten. La Junta Central al dar la bienvenida a todos a estos necesarios días de Fiesta, hace un llamamiento a la prudencia de propios y extraños y recuerda que lo que ha sido siempre norma de Elda, cama radería, comprensión y buen hacer, debe de cultivarse una vez más para el buen fin de nuestros objetivos comunes: recordar siempre cada Fiesta como la mejor y alentar con el ejemplo el afán de partici pación de todos. Damos las gracias a nuestras Autoridades por su apoyo, a los fo rasteros por su presencia, y a cada uno de los festeros porque sabe mos que su amor a las cosas del pueblo tzaducidas, en este caso, en la Fiesta de Moros y Cristianos, conseguirán una vez más que la vi vencia de estos días sea inolvidable. Recibid todos un afectuoso y cordial abrazo. jUNTA CENTRAL n o n r^r_^a^ nnnnnnnnnnnnnnnnnnnnnnnnnnnnnnnnnnnnnnnnnnnnnnnnnnnnnnnnnnnnnnnnnnn Quericíc^s ^llll/^rc)5: Un añc^ m^ís Ile^^an l^ls t:ln e5^eraclas Fiestas de Mc^rc^s y Cristianc^s yue, como y^l es h:lhitual, har:ín de Elcl ĉ -1 una ciucfacf efeshc^rclacfa por Ia ale^^ría y el hullrcic^. Cc^n^c^ Alcalde ^le^ Elda, yuie^r^^ haceros lleg^lr n^is inejc^res dc^5ec^s p:lra tncfc^s, ec^mc^ así nlismc^ anirnaros para yue^ estc^s c^ías sirv:ln ^:lr:l ylie las relacic^nes entrf• tc^dc^s los ciuelacfanos se vayan estr^chandc^ cac^a vez más. Roberto Garcíá^lanes I ACGALI ^E ^^^ n ^11 nnn !nnnnnnnnnnnnnnnnnnnnnnnnnnnnnnnnnnnnnnnnnnnnnnnnnnnnnnnnnnnnnnnnn JUNTA CENTRAL DE COMPARSAS DE MOROS Y CRISTIANOS Año 1988 Presidente: Vicepresidente 1.°: Vicepresidente 2.°: Secretario:Tesorero: Secretario de Actas: Prensa y Propaganda: Delegado de Fotografía: Delegado Excmo. Ayuntamiento: JENARO VERA NAVARRO JUAN MARTINEZ CALVO JUAN CARLOS SANCHEZ LOPEZ JOSE RAMON GANGA GONZALEZ VICENTE VICENT VIDAL ROMUALDO GUALLART CREMADES JUAN DELTELL JOVER FRANCISCO SANTOS GONZALEZ MANUEL JOVER GARCIA VOCALES NATOS Los nueve presidentes de cada una de las Comparsas Cristianos: Piratas: Contrabandistas: Zíngaros: Estudiantes: Moros Huestes del Cadí: Moros Musulmanes: Moros Marroquíes: Moros Realistas: VICENTE QUINTANILLA COLOMINA FERNANDO PEREZ RICO JOAQUIN PUCHE IBAÑEZ REGINO PEREZ MARHUENDA ANTONIO MIGUEL LUCAS DIAZ ANTONIO BARCELO MARCO JOSE BLANES PEINADORUBEN MARTINEZ PAYA MANUEL AMAT PIQUERAS REPRESENTANTES DE COMPARSAS EN LA JUNTA CENTRAL Cristianos: Piratas: Contrabandistas: Estudiantes: Zíngaros: Moros Marroquíes: Moros Realistas: Moros Huestes del Cadí: Moros Musulmanes: JOSE IBAÑEZ MARTINEZ y VICENTE MARIN NAVARRO JUAN GOMEZ RICO y JUAN JOSE GUILL BELLOT JOSE NAVARRO ESTEVE y RAMON RICO MOLERO LUIS MIGUEL IBAÑEZ CARPENA y LUIS VILAPLANA GONZALEZ CAMILO VALOR GOMEZ y SALVADOR CASAÑEZ JUAN ANTONIO VALIENTE LLORET y LUIS CARRASCO MAESTRE EMILIO SEMPERE SANCHEZ y MANUEL BERENGUER GIL ANTONIO CASTELLANOS ARIAS y RAMON ALBERO GONZALEZ ANTONIO GARCIA CLEMENTE y JUAN LATORRE ALBALADEJO Mayordomía de San Antón y Comisión Delegada de Guerrillas y Embajadas para la Fiesta de 1988 y Embajadores Presidente: ANTONIO BARCELO MARCO ( Moros Huestes del Cadí) Vicepresidente: JOSE RAMON GANGA GONZALEZ ( Moros Realistas) Secretario: JUAN CARLOS SANCHEZ LOPEZ ( Moros Realistas) Vocales: JUAN CALATAYUD BENITO ( Moros Realistas) FRANCISCO DIAZ CHICO ( Piratas) COMISION DE GUERRILLAS Y ALARDO Presidente: JOSE BLANES PEINADO ( Moros Musulmanes) Vicepresidente: JUAN CALATAYUD BENITO (Moros Realistas) Secretario: ANTONIO MALLEBRERA COPETE (Moros Musulmanes) EMBAJADORES Del Bando Cristiano: JUAN DELTELL JOVER (Junta Central) Del Bando Moro: MIGUEL BARCALA VIZCAINO (Moros Huestes del Cadí) VOCALES DELEGADOS DE CADA COMPARSA EN GUERRILLAS Y EMBAJADA Contrabandistas: Cristianos: Piratas: Estudiantes: Zíngaros: Moros Marroquíes: Moros Realistas: Moros Huestes del Cadí: Moros Musulmanes: ANDRES MUNOZ PINA y JUAN ANTONIO SALA GRAS JOSE VERA JUAN y MANUEL GAMBIN SALAS JUAN JOSE GRACIA GARCIA y JUAN JOSE PAYA CARBONELL EDUARDO FUENTES LOPEZ y JOSE MANUEL AMAT NAVARRO REGINO PEREZ RICO y VICENTE AMAT NUÑEZ MANUEL GONZALEZ VERA y VICENTE JUAN ESTEVE FRANCISCO MOLINA CAJA y ELOY ROIG MARTINEZ FRANCISCO MOLLA CALVO y FRANCISCO JOVER ALFAZ ROBERTO NAVARRO CANDELAS y IGNACIO RIVERA ESCRIBANO Acto del Pregón de 1987 P R ESENTAC I ON D EL PR EGONE R O Pc^r ARTURO RIGEL Prescntacicín de EMILIC) ROMERO a^mc^ Prrí;c^ncrc^ dc las Ficstas c1c M^rc^s y Cristianc^s ac Elaa ^el añc^ 1987. Nc^che clcl 16 dc m^cyc^ Queridos amigos de Elda: Cuandc^ et^menzaha su carrera de músico el maestrcr J•tcinte Guerrercr, clirr;^^ía tma c^ryuestrt cem /a yue rearrría, cuanclcr /es cc.ntratahan, lcrs ^ueb/cu de Ttrledcr y sus cer canías. Una nc^che tocarc^n en el Teatnr de unc^ de esos E^uehlc^s y al acahar un núrnercr el^úhlicn se puscr a aplau clír c/r una manera entu.rasta, pidiencle^ a vccc^^ yue k^ re ^itieran. Así k^ hiciercrn, y al final vcrlvieron a peclirles que vcrlvic•r:tn a tcrcarhr. Y^rr cuatrcr cr cinccr veces In re^itie rnn clc• nuevcc. Viencfcr el entusiasmcr cle•/^úbliccr, e/ rnaes trcr se vcr/vió hacia é/ y scrnriendo ccrnt^lariekr /es dicr las gracias } les ^reguntcí: -Gracias yuerickr f^tihliccr, gracias^crr vuc:+tnrs a^lausos, ^em... ^hasta curíncícr vais a yuc•rer yue lcr repitamcrs? Y ema vt^z desde las alturas soncí con estrue7dn: -i Hasta yue os lo aprendát ŝ , lacfn rnes! Fn un cascr parec«lir al cfel maestrer estcry ycr arn voso tros. Y^ van tres años yue me tenéis ayuí, aguantándnme y escuchándc^ntc• ^acienternente. Ycr ncr ns voy a pregun tar hasta cu^ínckr ytrerc°is yue ven,^^a ^nryue su^crngo yue me contestariár ŝ lo yue al insi,^ne músiro tnledano. Yel caso es yue cada añcr he teniclo un motivo c^r ŝ tin to, pero forznscr, para venir y una causa sentimental u nbli gacla para ntr ne,^arme. Yt ncr sé si scrn esos motivos o soís vcrsntros y vueurcr E^uehlu lns yue me traen hasta ayuí ccrn vuestra ^^enc•n^s«lad y vuestra sint^atía, o si serrí Jenaro, vtrestrcr ^resiclrnte o Acacrít, su mujer, o toda la Junta de Cnm^arsas cr vuestras calles y vuestra alegría las yue me hacen ponrrme en marcha en cuanto el nombre de Elda salc• a relucir. De tcrdcz, mcxfcrs, gracias ^c^r estar ahí, escu chánc%^mc• una vez más. Y esta vez, para hacer yue os ^resentcr a a/,^^ttien, a al ^,^uien yue es tan impnrtante yue ncr necesita presentacrrín. Le han ll,^tmadn mae.+•trtr, ccrlcrscr, féncímc•ncr, ^rescr pe .tiac10 c% L7S /ctrAS, ^,i^,al7fc, mc)nstftlU, ^ac/TC• clc•/ ^^c•r«x/i,ti mc^, dreanc^, rectcrr. Le• han cc^ndecc^radr ct^n n^dc^s k^s f^rc•ntrez. yuc• sc• ac/juc/ican sin reccrmenelacicín, E^c,ryue cíe lc ^s yue se eí•tn pcrr anti^,^uismcr cr pcr sintpatías ^crlíticas ncr tiene nin^^uncr. Le han puesta en tm altar, le han ccrnside raeltr un c/iah/cr, le han creaclcr un paraíscr ^ara hacer/e un L^íccs } hasta en al^,^trna crcasícín le crearcrn un infierncr^a ra ^ex/er destruirle. Y es tan intcrcab/e yuc• cle tncfcr sa/icí inclemnc•. Vistc•, nclrrrna y hc^nra tcx/i^s /crs sit«^s acícrncle va y cc^ rner ayuel%t rc•ina «es tan nc^hle yue al nacer crecicí el hct nc^r en Gtstilla^^ y, sin emhar^,^c^, estorha ^ara muchcrs a yuienc•s hace scrmhr,•t ccrn su ^rc^^c•ncia y ncr ch^,^antcrs ccm sus artic•u/crs y ctn sus lihnrs, y le ^crnen zancncliUas clen tn^ c%/ áre•a ^crlítica y scrcia/ sin yuc• nadie /e srtyue tnrjeta rc^ja a su c•nc•mr^,^o. Dirt^^icí e/^eri^^iccr más vene/ídcr ele/ ^aís c/urante• muchcrs años y ahcrra acaha cle irse• cle crtrc^ en e/ yue c•scrihicí dtrr.tnte otrc^s tantns y yue, descle yue kr ha clcjadi^, ya nc^ se.vencfe. Cuanc%r han yueridcr eles^ennnalizar/e, uncrs^ara a^,^re clir/e, crtros ^ar•t ensa/zar/e, /e hart cc^nsiclertc%r un /ecín, una pante•r•t, tm ^,^atc^, tut lince, curtncln rl ntismn se autcc defin«í maravillc^srt }• certeramentc• armcr un ^,alln. Pnryue e.c^ es rc•rt/rnente, trn ^exlernscr y e•sp/énchiler ^^alkr ccrn /a cresta hic•n ,tlta y krs es^nlcmes c•n su sitic^, «n galkr yue se• muc•^•r y mercrcíea entre las i,^allinas yue se creen lihres en esta E:+^aña accrrralací.•r y ntrt/tratacla pcrr las pre^+icrnes, las prisicrnes y las E^rnsicmes, c•n esta Fs^raña yue cartrea ^ercr nv canta, yue hahlrt ^erc^ ncr hace, yue^nrmete pem nc r cum^lc•. En e.+tr,^^a/linrnr, c•n clonde se piccrtea yse camhrt cnn tanta frecuencra c% pahr, en clnne% nadie pc^ne huevns cr ^^crryue ncr se tienen n pcrryue nn se trahaja, él es el ^,^al/cr yuc• tcrcícrs /cs días dese% mi/ ventanas de infinitns ^eriricli cc^s y clcscle /as calles ele• i^arias emisoras de radicr, ncrs clc^s pic•rta y ncrs avisa, nr^ti descuhre /e^ yue ncrs va a Ile^,^ar, ners aclara /c^ yue ncrs lle^^cí y nadie nrrs kr dijcr, nos lihra de Icr yuc° ncu ,tmenaza }• nc^s ^ersuac%• de lcr yue• ncrs asusta. E:+ la cantf^ani//a efe su «kikirikí» /,•t yue en cacl ĉ •t amanecrr nc^s ahre lns njtrs y nc^s enseña a saher yuic^n es yuic^n y yué nos puc•c%• ncurrir si ncr nca, úes^ertamc^s y ncrs ponemcrs c•n situacicín c% rtlerta. E;;c• gaUcr arru,^^antr, cle crc^ti^ta rcrja y^icc^ c% ort^, c% plumaje abunckante, /ustnrscr e incapaz cle carnhiarlo en tan tn, añtrs, c% cerla de r.ttcrrce ^ena.+ sc^hre l•ts yue se alzan y^rc ^lc ut^^an c°n arcc ^ l.•ts cc ^hijas, c•..c• ^;aUc ^ dc• trtr.^os tirertrs annaders cle c°sper/emes a,^udirs e hiric•nte^ti, ese• ^;a/In castr- ll•tnn y es^añcrl yue° tiene a crr,^^ulln el caruar tuclcrs /cr5 clías /,•t verelac% está ayuí hn}^, ^ar•t cantar/e a E^/c^t /•t verc^•tc/ cle sus fiestas y para prr,^^cmarle a E,+paña /.t vea%•td cíe unas tie•stas cle• un pueblcr yue merece atenc«ín, c/istinc«ín y^rcr mcrcicín cvttrc• /crs ^uc•hkrs cle Es^aña. Ycr sé /n clifíci/ yue es yuitarc^s de la ca//e y traeros ayuí, y callar vuestrc^s cantos y apagar vuestras mtisicas y enti hirtr vurstras risas y parar vuestn^s bailc^, y sujetar vuc^ara nle^,^ría y ccrrtar vuestro viner y c%tener vtrestrcrs desfiles } clc•snuci•trc^s c% vuestros trajes mnriscos y cristiancrs y cíe.^arntarcrs c% alf^njes y^,^umías y encerrarcrs entre estas pa recles y acercarcu a esta trihuna ^ara c^ír un cliscurscr y enarrsetarcrs a unas palahras cuanclc estár ŝ c^eseando ahri rcrs a la risa, al pircr^cr } a la juer,^^a. Yn sé kr yue representa ^ara vcscrtnu estar ahí ahcrra misnxr, cal/adcrs, sujettrs, eelu ctdos y crheciientes, es^erandcr escuchar al pre,^^trnercr de turnc r. No sék^ yue c^s hahrá pareciefo c^tras veces. Pero hoy crs aseKun^ yue merece la pena pcrryue hahérs ele^,^idir^ara prc;^^nnc°n c% este añn al mejtrr pre^crnenr de Es^aña. Se llama, ni ntrís ni menns que... iErníhir Rtrmerc^t La comparsa de la luz A JULI^IN LLORENS VIL^I y a todos aquellos nombres qué nuestra memoria se niega a ol vidar. Mucho más alto de la sierra que se extien de paralela al valle, donde se asienta Elda, mi les de ojos iluminados, vacíos e inquietantes estaban contemplando la estructura reticular de su ciudad, una ciudad moderna cuyo crecimiento, a lo largo de varias décadas, no se había interrumpido a pesar de las crisis zapa teras. Unos mostraban su atención en las nuevas edificaciones (estaban indiferentes a lo ya conocido), otros más nostálgicos giraban sus mi radas hacia la encrespada roca sobre la que se asienta el ruinoso castillo; los recién incor porados reparaban en las zonas de incesante ajetreo, donde se modificaban, instalaban, re paraban y limpiaban los cuartelillos; los menos se entretenían observando un pueblo que les resultaba muy difícil verlo por mucho interés que tuvieran, a causa, quizás, de una invete rada costumbre originada por el olvido o la de satención. Alguno experimentaba una sensa ción de extrañamiento, casi de enemistad ab surda porque no recordaba haber estado en otra ciudad (una incongruencia), y por último los perplejos; se movían en distintas alternati vas, sin decidirse por ninguna, eran aquellos que no querían arriesgar ante esta situación que puede ser perfectamente lujosa. Su secreto no era la falta de conocimiento festero sino el temor que les encadenaran a posibles críticas. Cuando finalizaron su inventario anual el sol empezó a resbalar por Bolón con la luz decli nante del atardecer, el amago de viento de Le vante ya había pasado y con el aire cálido y transparente se inició una fiesta de imprevisi- bles innovaciones, llena de incidentes alegres y de algunas pinceladas extravagantes y joco sas. El murmullo de la ciudad se convirtió de repente en un sonido vibrante, todo se ilumi nó con una red de líneas multicolores que eclip saban el alumbrado público, parecía arder la luz. Arriba, mucho más alto de la sierra, apa reció el instinto innato de soledad, que se tro caba en una vertiginosa vocación de compañía, alejando en algunos casos esa insoportable me lancolía, causada por las clásicas querencias festeras que se complementaban con el can turreo de sus canciones favoritas. En sus men tes comenzaron a percibir recuerdos muy dispares, pensaban con una lentitud exagera da adoptando un tono ante el cual era muy di fícil discernir si se trataba de personas enig máticamente sabias o pretenciosamente año rantes. Algunas memorias se resistían a un or den cronológico, más como un freno que como un acicate, otros recibían las imágenes mezcla das de rostros hostiles y rostros amados, nacían sensaciones de impotencia ante los pequeños errores que tiempo atrás habían cometido y que nunca confesaron, pero también las virtu des, las cuales les habían permitido llegar al doctorado festero tratando de averiguar si el balance de su gestión había sido valorado po sitivamente. Algunos alegaban con orgullo de comparsista que su conocimiento era superior al de los de abajo, dando a entender, entre pausas y carraspeos, que ellos participaron en un saber secreto que estaba vedado a la ma yoría, aunque curiosamente y sin ponerse de acuerdo, sus intensas memorias les llevaban a catalogar como dichosos los momentos que estaban viviendo. Cada uno había llegado a la misma situación por distintos medios y nadie quería averiguar los recuerdos que guardaban los demás. Sus expresiones estaban ennoble cidas por la tristeza que da el sombrío anhelo de la eternidad. Todo emanaba de una ilimitada confianza en el poder de la voluntad de aquellos que es taban ocupando sus lugares abandonados. A veces, en las madrugadas festeras, cuan do aparece la espuma azulada del amanecer, cuando el día empieza a abrir sus puertas, una comparsa celestial hace su recorrido por esas calles llenas de abandono y vacías de alegría. Si estuviéramos pendientes, y no es un sueño, podríamos oír una música suave y agradable, mitad mora, mitad cristiana, al igual que se oye el mar en una caracola gigante. josé Luis Bazán López ASPECTOS DE LA FIESTA Otro aspecto de lo Fiesto de Moros y Cristionos muy importonte y singular es el gron número de bondos de músico que se concen tran en nuestro ciudod. Las músicos, con sus trojes con vencionales unos y con sus chilobos morunos otros, recorren inconso blemente los colles de Elda, ale grondo con sus familiores sones el ombiente festero. Sin embargo, si hocemos uno matización de lo close de músico que se toco en lo fiesro, concreto mente en los Entrados, veremos que pora el desfile de los compar sos del bondo moro se interpreton morchos codenciosamente lentos, muy opropiodos ol paso que se Ile vo, y en el bando cristiono impera como músico fundamentol el espo ñolísimo posodoble. Lo músico festero se enroizo muy fócilmente con el pueblo, por ello no es roro ver en cualquier fies to o celebración que a lo lorgo del oño tengo lugar, cómo se formon improvisodos escuodras y se desfi lo con el moyor entusiasmo ol son de los acordes tatoreodos con fer vor por los desfilontes de uno mar cho moro. Sobre esto, tengo un recuerdo personol muy bello. Fue en un vio je colectivo que realicé unos voco ciones a(3obiero, en lo República Federol Alemana. En dicho vioje iban olgunos personos muy vincu lados o nuestros fiestos de Moros y Cristianos. Unos amigos olemones nos dieron una gran fiesta. Finali zodo lo ceno y en el bonito jordín de la coso y, sin sober cómo, opo- recieron numerosos chilobos y fez LA MUSICA morunos y, ni que decir tengo, se improvisó un entrañable desfile de Moros y Cristianos que fue lorgo mente porticipodo por los olema nes y onfitriones, y celebrodo con gron odmiroción por todos. Y fue así, como o los fervorosos sones de lo conción de los musulmones di mos universalidad o nuestro Fiesto. Con todo ello, vemos cómo lo músico festero es pueblo y con él olconzo siempre los cotas mós en troñobles. Fiesta, músico y pueblo, son los fundomentoles ingredientes que se conjugon en unos díos de locol fontosía. Lo músico, en fin, lector, es lo vida de la Fiesta. Le imprime su co rócter mós peculior y sobre sus ocordes se deslizo todo el cúmulo de sensociones que nos produce. La morcho moro y el posodoble son, amigo, el olmo puro de lo Fiesto. José M.Doñón -, A ARC t ^l3 U CERIA ES ESENCIAL La Fiesta no puede imaginarse sin arcabuce ría. Sin disparos no hay lo que se denomina Fies ta de Moros y Cristianos, eso dicho así parece dogmático, y lo es, porque la arcabucería es su ba se sustancial. La Fiesta ha nacido de la arcabuce ría y sólo con ella tiene vida propia. Yerran los que creen que los Moros y Cristia nos nada pierden si desaparece el disparo. Senci llamente lo que pierden es su identidad, porque la Fiesta entonces puede parecerse a cualquier co sa, puede ser otra fiesta, por ejemplo un carnaval, pero no será una Fiesta de Moros y Cristianos. Decía que la Fiesta nació en la arcabucería por que sabido es que en la Comunidad Valenciana la Fiesta es una evolu ĉ ión de la soldadesca -que a su vez procedía de la milicia ciudadana- y quc^ era una comparsería festera que en los siglos XVII y XVIII realizaba funciones de acompañamiento y rendición de honores con disparos de arcabuce ría en las solemnidades públicas, procesiones, etc..., como aún lo hace la arcabucería de la Fies ta de Yecla. La Fiesta de Moros y Cristianos en nuestra área geográfica nació cuando la soldadesca que acom pañaba a la procesión del patrono con disparos de arcabucería se dividió en dos bandos, uno vesti do a la usanza morisca y otro a la cristiana y continuó con esa vestimenta honrando a la procesión con sus disparos, como aún se hace en muchas poblaciones del norte alicantino, como Caudete, Castalla, Sax, Villena, etc..., sentando las bases para una evolución posterior. Y en esa evolución posterior se llegó a la con traposición moro-cristiana en forma de embajadas, castillo y su conquista y reconquista, y a los desfi les que son muy posteriores. Se llegaba así a re memorar en forma festiva, para diversión comunitaria y sin ningún ánimo peyorativo, la con traposición de las culturas musulmana, comúnmen te llamada mora, y la cristiana, que lucharon y convivieron en nuestra tierra durante siglos, crean do sus propios símbolos con los que personifica ban su forma de ser. Sencillamente la arcabucería es esencial en la Fiesta porque no se puede renegar de su pasado origen sin hipotecar su futuro, y sin malbaratar su presente con la pérdida de su identidad. EI fragor de la pólvora es lo que preserva la identidad de la Fiesta, tanto que una Fiesta de Moros y Cristia nos sin arcabucería es nada, es menos que un ca fé descafeínado, porque es una engañifa. La función de la pólvora en la Fiesta es fun ciamental, porque aparte de los valores religiosos y tradicionales que trascienden de la misma y que evidentemente tiene, es la arcabucería la que se para de forma neta la Fiesta de Moros y Cristia nos de cualquier otro festejo que pudiera aseme jársele en algún acto, del camaval por ejemplo, por que ne se avienen bien el espectáculo carnavales co -muelle y sensual- con el viril fragor del disparo de arcabucería, aunque eso se reduzca a un s^l^ día de los varios de la representación festera. En los últimos cuarenta años se ha desarro llado mucho la suntuosidad de los desfiles, a cau sa de diversos factores de presión evolutiva de la Fiesta -la mujer, la música, la elevación del nivel de vida, etc...-, pero la arcabucería no ha men ^uado, al contrario, en las que son verdadera y esencialmente Fiestas de Moros y Cristianos, se ha incrementado. Es el aspecto viril y guerrero de lo que la Fiesta es. Y verdaderamente hay que recelar de allí don de la pólvora, en forma de arcabucería, no cum ple su función en la Fiesta. Si lo religioso no cumple su función y la pólvora no cumple la suya, y sólo se hacen desfiles espectaculares, por muchos mo ros y cristianos que salgan, se habrá producido una degeneración de la esencia, y en tales fiestas sí que será cierto lo que algún desconocedor, por no de cir ignorante, ha dicho por ahí, quizás con ánimo vejatorio para la Fiesta, de que los moros y cristia nos son los carnavales del País Valenciano. José Luis Mansanet Ribes PR EG ON de P roclamación de Abanderadas y Capitones Infantiles de E lda 1987 Señoros y señores: muchos grocios a todos por venir oquí o reolzar este acto, primero de lo Fies ta de 1987, en el cuol mós que pregonero voy o ser el portovoz de todos los presentes y ousen tes, poro ofirmar plenomente eso que todos Ile vomos en el corazón, que lo Fiesto de Moros y Cristianos de Elda estó yo rebosondo alegría, que la Fiesto de Moros y Cristianos de Elda estó yo a nuestros puertos, y que yo mismo vomos o seguir sierido quienes somos, los Moros y Cristionos, los hocedores de sueños y de ilusiones. Uno fiesto no serío tol si se quedara reducido a unos octos más o menos oficioles y o un diverti mento mós o menos oficioso. Uno fiesto paro serlo plenomente, como lo es lo nuestro, ho de ser ol go vivo, popular, porticipotivo y que goce sobre todo del oprecio y del apoyo de lo moyorío. Estas condiciones se don uno por uno y con juntomente en nuestras celebrociones, y por ello el anuncio que hocemos de ellos, el hecho de pre gonorlos, no es mós que lo ofirmoción individual en un momento dodo de un sentimiento colecti vo. Pero es que odemós, cuondo ese anuncio se hoce en presencia de nuestros hijos, cobra cate gorío de compromiso y osume lo olturo de ejem plo, convirtiéndose en eslobón de uno cadena de promesas que no hoce folto monifestor porque se tronsmite como lo vida o trovés de los sentimien tos, de lo songre y del espíritu. Lo Fiesto es compromiso con nosotros mismos y a lo vez con lo esencio de nuestro pueblo que queremos que resolte onte todos los demós y en tre todos los demás, y ol socorlo o la colle en los díos señalodos para su celebroción no estamos hociendo mós que mostror o todos lo que Ileva mos dentro, poro que se congrotulen con nosotros y se olegren con nosotros. Pora importir un poco de felicidad y de sonrisos en un mundo en el que por desgracia cado vez estón mós desplo zodos los soñodores y se priman mós los razones moterioles que los puromente espirituoles. Por eso, cuando hoce apenos unos momentos se pre miabo lo lobor de un cobo de escuodra infontil, cuondo se entregobo un premio o Antonio Miro Voliente, estóbomos ofirmondo uno vez mós que frente o los rozones de lo lógico es necesorio esgrimir los rozones de los sueños. Yo, ohoro, ol dor lo enhorobueno o Antonio Miro, quiero pedir a to dos que sigóis poniendo entusiasmo en los aplau sos que se prodigon en los desfiles, poro que el suove tronor de los mismos seo copoz de ohogor los secuelos de lo incomprensión y de lo como didod. Y dejondo poro codo uno los oportunos re flexiones sobre lo que se debe hocer poro que lo Fiesto seo mejor codo vez que lo celebremos, quiero dejorme de filosofíos que pudieron no ser entendidos y hosto provocor un cierto oburrimien to, poro centrorme, con todos vosotros, en olgo que es consustonciol ol hombre, lo olegrío. Eso ole grío que los demonios troviesos de lo sociedod tro ton muchos veces de ocollor y de destrozor. Cuondo os veío subir o todos ol estrodo, re memorobo por un momento los Fiestos de Moros y Cristionos y sobiendo que definiéndolos o ellos, definío en cierto modo lo que es lo glorio, pen sobo lo siguiente: Mirod qué ríos de omor mós grondes que lo mor poson. iQué olos de colorido con su voivén entusiosmon! Acoricion los orillos de los colles con su morcho. EI botir de los oplousos el ónimo enciende y colmo. Von los Reolistos de ozul y los Huestes de esmeroldo colores que ol mor y ol cielo tienen su hermosuro dodo. Rojo songre, Morroquíes, el color de los hozoños. De tesoros escondidos troe lo hueste musulmono con su color omorillo. Plumos ol viento. Mil copos. Retumbor de los timboles que mil suspiros ocollon. Poso el bondo moro de Eldo, de Eldo, mi bien omodo. Lleno el oire de conciones y el recuerdo de esperonzos cuondo un nuevo tropel viene orrollondo cuondo poso. Con olegres posodobles Ilego lo hueste cristiono. Siguen evocondo ol mor los coloveros pirotos. Evocon lo reconquisto los Cristionos. iCon qué olmo! iQué tesón en su quehocer! iQué presencio siempre groto! Ahoro son los Estudiontes con sus plumos y cuchoros prestos o probor el guiso y echorle sol si hoce folto. Vienen los Controbondistos o quitornos lo nostolgio, volcondo con su presencio el oire de los montoños que o Eldo estón rodeondo, que o Eldo siempre guordon. Poson ohoro los Zíngoros y porque no folte nodo troen universolidod o lo Fiesto. Mós lozono y más olegre se siente cuondo Ilegon con su morcho. Del poso regio del moro -codencio ritmo y odorgos ol poso olegre cristiono -victorio siempre logrodo todo oquí es inenorroble, Mi fiesto es verlo y omorlo porque lo Fiesto de Eldo es olgo mós que polobros. Mis queridos Copitones y Abonderodos infon tiles, permitidme que mis polobros de soludo para vosotros, seon ol mismo tiempo polobros de feli citoción poro vuestros podres y fomilios. Y o lo vez seon tombién unos polobros de congrotuloción y de enhorobueno poro los dirigentes de los Com porsos y poro todos los que componemos lo gron fomilio festero de Eldo. Ahoro estóis contentos porque ocobáis de re cibir unos regolos y eso es olgo que siempre nos hoce mucho ilusión o todos, tonto o los moyores como o los pequeños, sobre todo cuondo esos re golos, como ocurre en este octo, se hocen con mu cho coriño y muy bueno voluntod. Estóis contentos porque en cierto modo se ho repetido ohoro pora vosotros el «Dío de Reyes^, y efectivomente, hoy es un dío de Reyes poro to dos los Moros y Cristionos. Pero no un dío en que vomos o esperor con mós o menos ilusión poro verlos posor. Es hoy el dío de los Reyes de lo Fies to, que se proclomon ohoro y que von o estor con nosotros, que vois o estor con nosotros mis queridos Capitones y Abonderodos infontiles, Reyes de los distintos comporsos que os von o ver posor con interés y con ilusión y que os vomos o seguir con coriño y emoción en todos los octos de los Moros y Cristionos. Estáis contentos tombién todos los copitones y obonderodos solientes porque otro vez vois ves tidos con vuestros trojes de golo. Y los copitones y obonderodos que hoy se proclomon estón muy contentos porque yo estón pensondo, con todo lo ilusión del mundo, que muy pronto von o Ile vor unos trojes ton bonitos como los que ellos Ile von ohoro. Y, finolmente, estomos muy contentos todos, los fomiliores de los copitones y obonderodos so lientes, porque los niños hon cumplido muy bien su cometido. Y los fomiliores de los que hoy se proclomon, porque confíon en que tombién ellos cumplon muy bien con lo toreo que ohoro se les encomiendo. EI resto de los festeros estomos muy ilusionodos porque con este octo estomos osegu rondo uno vez mós lo continuidod de lo Fiesto. Mis queridos niños. Mis queridos copitones y obonderodos infontiles, vosotros que todavío te néis lo mirodo y los pensomientos limpios como el oguo de moyo, yo quisiero pediros que en el mundo de los recuerdos infontiles recordéis siem pre, como un hermoso c^.^ento de hodos, el oño en que fuisteis elegidos para estos bonitos corgos de obonderodo y de copitán. Y quisiero pediros tombién que siempre tengáis cariño poro los cosas de nuestro pueblo, o lo vez que pido o todos los moyores que hogon lo posible paro que este acto no seo un hecho aislodo en lo vido de nodie. Este octo de hoy, ounque sencillo es color de uno nuevo sementero. Es promeso de nuevos ilusiones. Es miror el moñono de lo Fiesto. Comporsos y fomilios, sembrodores, tienen que afianzorse en lo promeso de seguir cultivondo día a día los sueños que los niños hoy ostentan. ^Poro qué y por qué hacemos esto si no vois o defenderlo con firmeza? Ayuda o los niños o ser niños y que sigon ton limpios cuondo crezcan. Lo merecen los Moros y Cristionos y lo merece sobre todo Eldo. José A. Sirvent Mullor P e n sa mi e nt os IN MEMORIAM El maestro Ferrero se ha dormido y con él se ha quebrado el pentagrama. Se nubló el fuerte sol y la alegría en aquella fatídica mañana. Músicos y festeros, hermanados, se dieron cita en Onteniente triste, que fue muy duro el golpe, gran maestro, cuando tan de improviso te nos fuiste. De luto están tu «Chimo» y el Clariano, tu familia, tu Bar^da, el pueblo entero, tus amigos, la música y el arte que nos transmite el ambiente festero, Cuando se pierde a un buen amigo consuela acompañarlo en su viaje. iQué gran lección nos dio el señor Obispo de amistad, sencillez y paisanaje! A recibirte en la mansión eterna Santa Cecilia a tu encuentro acude; los coros de los ángeles cantores esperaban tu entrada tras la nube. En su trono de rosas y esmeraldas, con voz dulce, te habló Santa María: -«Ahora que estás aquí, en el Paraíso, escribe para mí una sinfonía. Papel pautado traigan los querubes y tintas de colores de una estrella; plumas para escribir no han de faltarte, que espero ya de ti la obra más bella». Concierto en la guitarra de Segovia, suenan ya «Chimo» y «E1 Chocolatero» recibiendo, con todos los honores, en el Edén, al maestro Ferrero. Si en mi risa nadie alcanza a ver su irónica nota y creen, con aires de jota, que alegre bailo mi danza. ^,Por c7ué vienes, alma rota, hablándome de esperanza? . . . Yo no sé si reír, si reír o llorar; mientras dure mi cuerda, o ser loco y bailar y bailar y bailar; o mejor imitar, en su gran necedad, a esa humanidad cuerda. ... Ayer dejé mi ventana con los recuerdos abierta por si al pasar por su puerta la brisa fresca y temprana entraba, de la mañana, y los llevaba de allí. Mas a la noche volví con ellos a tropezar y cuenta me pude darde que eran parte de mí. José Poveda de Castro ^n^ sr^x^ Concepción Quero Fiestas de moros Elda, tus fiestas, capullos y rosas, trajes soñadores, mujeres preciosas. Hombres gallardos que vi ven la fiesta, como sabe vivirla esta nuestra Elda. Niños con tal gracia, belleza y simpatía llueven los aplausos cuando el%s desfilan. El pueblo se torna en luces y fiesta ruidos de tambores, música festera. Y cuando terminan todos soñamos que sean mejores para el nue vo año. L OLA ELDA: Moros y Cristianos 1988 Sc^n lc^s m^^r^^s y cristian^^s un^^ fiesta singular. La ficsta ^^ue ^red^^mina, ^^^ryue la ^;ente la vive ^^csec^sa }^ ccm afán. Gente ^zlegrc, gente afahle, gente maravillosa. ^ Tú haces, ^;ente, yuc ésta una fiesta esplendorc^sa. ti^^l Gente ili^^runa, gente cristian^, ^^^Iis c^lc^r ^ esta ficsta yuc sin du^^^l c^s da fama. Pc^r eso Elda reluce, Se 11UI111I1^1 y ^1Cl^1I11^1, el renacer ^^e la fiesta, fiesta mc^runa y cristiana. M.a Angeles Sánchez Piqueras Por ALFREDO ROJAS Hace ya muchos años que me distinguen los festeros de Elda estampan do mi nombre en su revista y acogiendo en ella lo que escribo. Y más toda vía me honran ofreciéndome amistad y afecto, en tant^^^ ocasiones demos trado. Podría dar nombres de aquellos a quienes llamo amigos o citar esa Comparsa a la que estoy unido desde un día en el que me distinguieron de forma inolvidable. C^uiero hoy, sin embargo, centrar mis palabras en uno selo de estos hombres; el primero al c^ue traté dentro de esa gran familia, el que abrió para mí la puerta de la fiesta de Elda que es, después de la mía, la más querida para mí. Hablo, o escribo, ya lo suponéis, de Jenaro Vera. Y lo hago ahora, después de tanto tiempo, en razón de una sola y desdi chada circunstancia: la de su enfermedad. Los hombres, ya se sabe, somos parcos en la demostración de nuestros afectos hacia las personas de nues tro mismo sexo. Parece como si su exteriorización supusiera una debilidad u obrara en detrimento de nuestra hombría, en menoscabo de la varonili dad que tanto cuidamos en poner de manifiesto. Aunque, en realidad, no vengo yo hoy a estas páginas para efectuar el panegírico de una compartida amistad sino, simplemente, para hablaros de ese presidente cuyo cargo du ra ya dieciocho años. Permitidme, pues, que lo haga; y no os extrañe que llegue alguien de Villena a deciros lo que ya sabéis, puesto que, durante el plazo citado, lo habéis tenido delante de los ojos. Si bien es verdad que por razón de proxi midad tenéis más amplia perspectiva, más abundantes datos, mayor cono cimiento que yo de la actuación de Jenaro Vera, no es menor aseveración la de que. en ocasiones, los árboles no dejan ver el bosque. Tampoco es desdeñable, al menos para una inmensa mayoría de componentes de la Fiesta eldense, conocer algunos aspectos que yo puedo aportar sobre las activida des de Jenaro, puestas la mayor parte de ellas al servicio de esa Fiesta vues tra a la que tanta devoción profesa. Yo conocí a Jenaro Vera cuando, a los pocos meses de habérseme nom brado presidente de los Moros y Cristianos villenenses, fui a pedirle una información. Mi bisoñez contrastaba, para mí, con la veteranía que le atribuía yo por llevar más de un año en el cargo. Desde entonces hemos compartido muchas horas y nos ha unido una amistad y ciertas concomitancias, todo lo cual no hay duda de c^ue va a durar todavía muchos años. Yo he visto desde entonces a este hombre, y esto es lo que importa de cir aquí, dedicarse en cuerpo y alma a esa Fiesta vuestra. Yo he podido apre ciar su incesante trabajo en ella; he constatado cada año su ilusión hacia esta revista, viéndole trazar el bosquejo de cada una de sus páginas, salir a recoger pacientemente los anuncios o estar todos los días pendiente de la imprenta. Yo le he visto preparar anualmente los célebres «Tenorios»; ven der las localidades para las sillas y tribunas de los desfiles festeros, dispo ner programas, c.onvocar concursos, redactar instrucciones, escribir cartas, hacer de pregonero cuando las circunstancias lo impusieron; desarrollar, en fin, las mil tareas que trae consigo una Fiesta como la de Elda que es ya todo un mundo complejo y multiforme, con mil facetas y cuestiones a las que atender. Yo he comprobado su amor hacia esa Fiesta vuestra no sólo en los mi les de horas a ella dedicados, en la multiplicidad de sus funciones, en su entrega incesante, sino en algo más que da fe de ese amor: en su indigna- ción -la faz contraída, el ademán violento, la palabra atropellada- cuando alguien o algunos procedían de forma condenable y, actuando por debajo de lo que cabía esperar, defraudaban a quienes les contemplaban. Yo he sabido o he asistido a sus dubitaciones acerca de los sucesivos pregoneros, uno de los cuales fui yo, seguramente más por su consideración hacia mí que por mis méritos, que son, lamentablemente, bien escasos. He intuido sus pasadas escaramuzas con algunos politiquillos celosos y he visto, con asombro al que se mezclaba la satisfacción, que sus méritos, su indudable ascendiente, su labor y el afecto y hasta el respeto de tantos y tantos festeros de la ciudad, han convertido su presidencia en algo tan sólido e inamo vible c^ue los mil avatares de todo orden ocurridos desde 1970 no han podido ni siquiera llegar a hacerla cuestionable. Pero tal vez yo sea testigo de excepción de muchas otras cosas a las que sólo han tenido acceso sus colahoradores más cercanos. Yo puedo de ciros cuál ha sido la actuación de Jenaro Vera fuera de Elda, y hasta qué punto brilla con ella su nombre tanto como el de la ciudad a la que ha repre sentado en muchas ocasiones. Desde 1972 a 1974 fuimos compañeros en la Comisión Ejecutiva del Primer Congreso de Fiestas de Moros y Cristianos y en ella trabajó con no escaso sacrificio; reuniones innumerables en Ville na y tareas de proselitismo en muchas poblaciones, entre las que llegamos hasta Granada, a la que fuimos para extender, entre los pueblos andaluces que celebran la Fiesta, la buena nueva de un Congreso Nacional. Ha sido notable también su posterior función en la UNDEF, a lo largo de muchos años, ocupando en ella cargos de importancia, realizando delicadas gestiones, efectuando frecuentes y molestos desplazamientos. Y he podido constatar su labor como anfitrión en Elda, siempre con la hidalga jovialidad, la elegante sencillez y el generoso desprendimiento característico de muchos eldenses, factores todos ellos que abrumaban a los festeros de otras pobla ciones y les llevaba a multiplicar las alabanzas hacia la ciudad y hacia sus habitantcs. Sé que en todo ello se ha visto eficazmente secundado por sus más di rectos colaboradores. Sería pueril decir que lo citado es labor totalmente per sonal, y lo sería asimismo omitir cuanto han supuesto en ella hombms como Juan Martínez Calvo, Antonio 13arceló, Juan Deltell, Antonio Miguel Lucas, José Ramón Ganga, Vicente Vicent, José T3lanes y otros tantos que espero no tomen como demérito el hecho de no citar sus nombres. Pero ahí ha es tado Jenaro, al frente de ellos; y ninguno ignora que, sin él, todo habría sido muy distintos por la falta de su evidente personaliclad y de su incesante cle dicación. Jenaro Vera ha sido un importantísimo eslabón de la Fiesta de Elda du rante las dos últimas décadas; y todos esperamos que lo siga siendo, en ma yor o menor medida, en el futuro. Tan evidente es esto, y todo lo dicho anteriormente, que tal vez sea inútil haberlo escrito. Pero pienso que no; que esas verdades que nadie desmiente, y que laten de una forma vaga y confu sa, deben a veces tomar cuerpo, expresarse de forma clara y terminante y quedar incluso impresas para esa pequeña historia de las poblaciones, con el fin de que, así, permanezcan y no se hundan indiferentemente en el olvido. En efecto, es necesario. «Esas letras, que nada curan...», decía Séneca en una de sus epístolas. Y es verdad. Lo escrito es tan inane que nada reme dia; pero puede, como en esta ocasión, hacer justicia. XVII Concurso de Dibujos de Humor Primer Premio: Autor: JOAQUIN LAGUNA BLASCO de Elda Segundo Premio: Autor: CASTIL.LO DE FEZ de Godella Premio Local: Autor: JOSE L. BAZAN GARCIA de Elda Tercer Premiu: Autor: JOSE M.a SANCHIZ DOMINGUEZ de Valencia XVII CONCURSO DE DIBUJOS DE HUMOR Qir^p^ a ^Ida Eres, Eldo, florido primovero y tus fiestos galono moriposo que codo oño resulta mós hermoso enorbolondo en olto tu bondero. Llenos tus colles de hermondod festero, desfilo la olegrío bullicioso de lo mujer, cuol pétolo de roso, que en tu cólido noche reverbero. Cuondo junio omonece en los umbroles y el timbol de lo músico resueno, ocudo, codo oño, o tu Ilomodo. Y me porecen coros celestioles que inundon de olegrío el olmo bueno poro un lorgo comino de olborodo. Tus gentes otesoron del posado el impulso vitol de tu presente y eres, Eldo, en ti mismo suficiente con tu ritmo joviol ocomposodo. En tu lírico entorno dibujodo disfruto el forostero de tu ombiente y colmos sus deseos plenomente dejcándole de ti enomorodo. Eres muso que irrodio poesío y a ti brindo mis versos y mi roso con la emoción de mi sentir presente. Tú nos Ilenos de luz y de olegrío con los desfiles de tu Fiesto hermoso que es polmo y es lourel poro tu frente. Concepción Quero A D. Jenoro Vero Novorro, deseóndole uno pronto recuperoción. ., i^; ^ f_^^ í^ , ; ^^^ ^ ^ ^ ^ ^ , ^ ,^, r , ^ ^ ,, 1^ ^ /^ ^T .i...Y• , ^ .i^ j . . : /^ •` ^ ^, ^ ^f. •^ ` ^ ^% ^.A,Y . : • i .. ^_.^ ^/ t ^^ ^ •^ ^• ^y ► + • ^ • _ 6 i ^ .6f^ ^,^ y : ^^ 1 ^ ^ 1 ti • ^ ^ ^ . . . = , y ^, w ^ ^ .. . ,,. ^ . ^ ^ , . ^. , .. f . . , _ ^ , s ^% ^+ii : • .^. ^ í 3 ^ y^ ^ ^ ^ ^ ^ ^ _ : _ ^ % ^ y r. ^ . : i s , f ^ 7r. • • , ,^.. -•3 ^y^^r . • -. •,.,,Q .. _=•,^ t. .r - - ^._ ^,í, ^ • ^ ^^,`,,. . -i -. , f,;.^ _ ,^a . .••,^, ;^ »• ` - ; +^r^ ^^ ^ • ^ , 7 ^ h,. - o,^ c . . . ^^ ,. . , ^ •( T •y1 • ^ ^^%^ ^ ^• , ^ ^ - : ^. ^ } / S^r : E1p^^ ^ ^ ^. ^ r r, s, ^^ %i ; ^ , r •r.. ^s . . ^ . _ ^ : s .^` : U n hom e n aje qu e es nu es t r o En los últimos años hemos visto nacer con brío y, sobre todó, con buena fe, polémicas y contrastes de pareceres sobre la música fes tera, y todo lo relacionado con ella, categoría de las bandas de música, repetición de temas en el mismo desfile, poco uso dél vasto reper torio festero, etc., etc. En el cincuentenario de «Paquito el Chocolatero» tuvimos la satisfacción de oír los conse jos del Maestro Ferrero, que puso el dedo en la llaga, al indicar que para los músicos era có modo ceñirse a un repertorio, y que los festeros no habían demostrado mayor interés -sal vo algunas excepciones- en indagar o mejo rar su participación musical en desfiles y otros actos. Queremos recordar también aquí sus la mentar.iones sobre la picaresca existente, que él calificaba de simple omisión, al no declarar se las obras que se interpretan y no pagar los derechos correspondientes, con el consiguien te perjuicio para los compositores en general. Unas semanas más tarde, e126 de julio con cretamente, nos llegaba la noticia como un trá gico destello: ^^El Maestro Ferrero había muerto en un accidente de automóvil cuando volvía a Onteniente desde su casa de campo». El mun do festero se estremeció al darse cuenta de lo mucho que habíamos perdido, y de manera in mediata comenzaron una serie de homenajes que no eran más que el reflejo del afecto y del cariño que se le tuvo en vida. E130 de julio, el Ayuntamiento de Ontenien te, en sesión plenaria y por unanimidad acor daba el nombramiento a título póstumo del Maestro Ferrero como hijo predilecto de la ciu dad, materializándose el mismo unos días más tarde en la entrega de una placa acreditativa de este hecho a doña Pilar Silvaje, viuda del compositor. En el inicio de las fiestas de Ontinyent cen tenares de músicos de las bandas participan tes en las mismas interpretaron juntos «Chimo» bajo la batuta de Daniel Ferrero Silvaje, hijo del maestro Ferrero y actual director de la ban da onteniense. Jijona primero e Ibi después rindieron tam bién su homenaje interpretando en entradas y conciertos música del llorado maestro y ami go, y el 26 de noviembre la Excma. Diputación de Alicante, a propuesta de su Presidente, acordaba por unanimidad «abrir expediente administrativo para concederle la Medalla de Oro de la Provincia», que es la que más fiestas y desfiles de Moros y Cristian^s celebra. Todo esto que con ser magnífico se queda en un reconocimiento más o menos oficial, no puede bastarnos a los festeros de a pie, que tenemos en cada una de nuestras fiestas la oca sión de rendirle un homenaje vivo y muy ver dadero colaborando con lo que era su gran deseo: conseguir la dignificación de la músi ca festera. En este homenaje, que sería también nuestro, porque el Maestro Ferrero trabajó para no sotros, cada uno de los festeros tiene la palabra y la ocasión para hacerlo. josé A. Sirvent LIN^;Ak( ^ MULLOEI • • • • • • , , Autor: FOTOS RAFA Autor: JAVIER SANTOS VERA • • • ^ • • • , , 1.ef Premio Autor: FOTOS ERNES I 3.ef Premio Autor: MIGUEL GIMENEZ CORBI I 2.° Premio Autor: ANGEL VERA GUARINOS Sueño realizado ^ ^ ANO ^ 1950 It^r fin el Patrc^n tlc nuestras fiestas de Moros y Cristianos tiene trono y ermita di^ nt^^ c1e nucstr^^ s^^nt^^. Una obra que culmina con la satisfacción de haberse realizado con las aportacio nes de una ĉ ^ran parte de festeros y devotos, pero sin duda, el valor trascendental de la reconstrucción de la ermita, es el haber sido motivo de impulso para apiñar con este fin a todo un puehlo simholizado en nuestras fiestas de Moros y Cristianos. Todo ello no ^^iene sino a acrecentar la idea de que nuestro pueblo es emprendedor, que vence toclo con ima ĉ ^inación y trabajo. No podíamos seguir teniendo una cosa tan nuestra con esa falta de restauración, por lo que dec.idimos poner fin a esas críticas no muy ac.ertadas ^ue recibía cada año esta mayordonúa. Las fuentes de ingreso han sicío muy variadas y en cada una cie: ^llas se ha tenido un éxito, pero podemos considerar que entre unos y otros se ha realizado nuestro sueño. Con estas líneas ^ueremt^s reconocer nuestro sincero a ĉ ^radecimiento a todos aque llos que económica y personalmente, una vez rnás, han sahido responder a esa Ilama da que en su día esta mayordomía lanzó picliendo ayuda. Gracias a todos, el Santo tiene una ermita más digna, donde todos los festeros pueden ir a venerar a su Santo Patrón y a rendirle pleitesía. iViva San Antón y sus fiestas de Moros y Cristianos! Por la mayordomía, el Presidente, ANTONIO BARCELO MARCO Sub ir a l mo r o Por SERAFIN Ab-MualSi Hassane, el almude hano, ayatolah de tipo pisapape les, había nacido sentado, en pos turn fetal, y así seguía, ejerciendo de «muffti» consejero a sus incalcu lables años. Inciensaba al corro de mirones con sentencias sumido en una constelación de moscas fami liares, algunas de un exquisito re flejo verde metólico, como joyas inquietos. Aquella tarde calurosa dirigía su sermón especialmente a su nieto, den Zahuma Halegui, al que en todo Xouen los cristianiza dos apodaban «EI segundo Onón», vaya usted a saber por qué. Asis tía, adulador, el coro de siempre. -iAy! -clamaba-. Vete, mi nieto preferido. Cruza el mar en ese cascarón metálico cristianizado y planto tus babuchas indignas en aquello tierra paradisíaca que nun ca debimos dejar, donde fuimos antorcha del orbe sabio de enton ces. Porque quiero que sepas, ioh, inculto!, que fue Abbu-(3alsr el gran califa, designado por la yemo del dedo de Mahoma para ampliar el imperio como se hincha el pecho de uno hurí. Y su capital primera fue Damasco, y hubo enzarzo mientos fratricidas por un quítame esas briznas y hubo de ser Moha via «EI Sirio» quien trasladaro la se de a Dagdad, inaugurando un des lumbramiento de pujanza con Ha rim-AI Rosididh, que se sacó de la chiloba el imperio abasí, repartien do los idrisíes para Marruecos, los aglabitas a Túnez, los saffaríes a Persia y los omeyas, iay!, a la pe nínsula que ahora te cabe la glo ria de ir a recuperar para la media luna. Ese pegote pardo Ilomado Es poña, al salto del mor, fue holla do por el invencible Tariq y allí se aposentaron Abd-Al-Rohaman y sus virtuosísimos descendientes, en el AI-Andalus, para pasmo de chus mas de taifas disconformes, piojería de nuestra fe.Allí acudían los príncipes cristianos sedientos de culturos que su tosca civilización les negabo y los mercaderes por oro, ploto, tejidos, cerámicas y fórmacos exquisitos. iCon estos califos sean los alabanzas en número de ciento catorce, que son las suras del Corón! Porque fueron gratos a Aló, pese a las reyertas fratricidas, y cumplían con la oración cinco ve ces al día, ejercíon la limosna con dignidad, el oyuno sexual y la abs tinencia en la época del Ramadón y, en lo posible, el viaje precepti vo a Lo Meca, sin descuidar la gue rra Santo contra el terco cristiono, tan incómodo siempre. ^Cómo explicaros, ioh, piejo sos!, la grandeza de aquel empo rio? Os diré que Mohamed-ibn-Al haman fundó la dinastío nozarí, tan empañada en gloria y constru yó ese racimo de palacios que los infieles Ilaman Alhambra para atraer papanatas. Yusuf I la amu ralló por si las moscas y levantó to rres como la de lo Vela y la del Homenaje, que aún nos pasman y es fe que bajaban los ángeles o sentarse en ellas gozando de su ar monía cubista exterior. La Alcaza ba era un divieso castrense impres cindible y en todos los edificacio nes se atesoraban suntuosidades y gusto exquisito para hacer delirar a los infieles. Aún recuerdo yo las labradas jaculatorias decorativas repitiendo el nombre de Alá, re partidas por doquier. EI Salón del Trono estó cuojodo por las incon- tables estrellas de los siete cielos y uno fuente que hay con leones deliberadamente ciegos que vierten constantemente su oración cris talina por las bocas, en un coro su blime. ^Y qué deciros, ioh, turba de sarnosos que me escuchóis!, de mi Córdoba, tan lejana y estremeci da? Allí estaba Moquit con su ca balgata de esposas que teníon ojos como mejillones y senos como tazas invertidas, y se iniciaron los aúreos califatos que aún nos atur den con su pujanza. Anax, el Sa naamí, que fundó mezquitas como quien siembra a voleo y dotó a la principal de todas con ciento cua renta y dos columnas, y ochenta mós que, pese a su origen visigo do, instaló Abderramón II como si fueran piezas de un tablero de aje drez. iCuónto esplendor mancillado por nuestra indolencia! EI tercer chi co de los Abderramanes fundó en un suspiro lo ciudod residencial de Medino Azaharo, ayudóndole Mus lemo (3en Abdalo, «EI Geómetro» y arquitectos milagreros como Abda la den Yunus y Alí (3en Chfar, el egipciaco puñetero. Esto villo, dig na de un relato de Sherezade, te nía -no sé si ya los habrán masa crado- tres recintos escalonados dejardinería lujuriosa (según EI Edri si). En cuonto desembarques, corre con tus huestes hocia esa Córdobo que fue foro cegador del mundo bajo el tocto diplomático de Alha ISem II y de Hixem, y de Almonzor, que no se ocostoban noche olgu na sin hober oñodido algún deto Ile engrondecedor paro lo em brioguez omeyana de lo ciudad omodo. Es cierto que, o veces, se tirobon de las greños los olmoróvi des con los fanóticos del Atlas que eran los almohodes, pero en sus in tervolos fundobon acodemios y mezquitos que ahoro, Ifeliz tú!, vas o reincorporar o nuestro impocien cia histórico. Yo me dirós cómo es tán los minoretes de Cutubio y de Hasson, de Yocub Amansur que fue el que levontó la Giralda, sin el odefesio puntiagudo con que lo re motoron los de la Cruz y a lo que podío subirse sin bojor del coballo por sus rompos interiores. INovego hacia lberio y conquis to, oh, el más escuólido de mis nie tos! Que vuelvan a florecer como plegarias los palmeras ondoluzos que han cercenado los infieles y los telares de Almería, los sedos exqui sitas de Máloga y Murcio, lo ceró mica de Medino Azohoro, Alcoló de Guodoiro o Monises, los confi turos de Aliconte, que sólo podíon posarse en lenguos de limpios hu ríes de la gloria eterno. Nuestros oncestros levantinos creoron lo ce rómica de reflejos metólicos cuondo Mohomo les impuso ousteridod y les prohibió beber en vosos de oro y ploto... (3en Zohumo Halegui, mosque tón en mono, forrodo por oquello chilobo ocortonodo de mugres, su bió ol borco cristiono opretujóndo se con otros congéneres pertrecho dos hosto no poder moverse. Ero un coscorón metólico, como lo Ilo mabo el obuelo, que se hundío olormantemente hosto muy por debajo de la líneo permitida, ton to era su carga. EI mar se puso ca zurro y le hocía dar bandazos que desplozaba a la gente ocurrucodo en cubierto. De vez en cuondo, les eclipsobo el boyetozo inmisericor de de uno olo y ogachoban los tur bontes. Alguno desaporecío. Los oficioles cristianos, color coqui, se desgoñitobon poro controlor lo dis ciplino. Hocio mediodío oporecie ron unos insectos grondes que re voloteoron zumbondo entre el hu mo del borco y sus polos vocilon tes, luego se fueron. Den Zohumo, hecho un ovillo, soñobo con polo cios de mórmol y ámbar donde Ile vor algún dío o su familio y vivir entre donzos y bondejas de dáti les, léso sería su victorio! AI abuelo lo troslodorío sin desdoblorlo de su eterno posturo sedente, Ique disfrutoro de todo en el ocoso de su vido!... Algeciros en un otordecer de cáscoro de toronjo. Hubo un desfile por la ciudad silencioso y oturdi do, luego camiones repletos de beligerontes haropientos. Pregun tó por los polocios de Granodo y Córdoba, pero allí nadie sobío nado. Trepidobon los cominos reple tos hocio un horizonte encrespodo en estampidos cado vez mós cer conos... Den Zahuma Halegui, ol que los legionarios de Xauen habían motejodo, voyo usted o sober por qué demonios, «EI Onán segundob no Ilegó a conquistor nodo. Piojos y hambre por oleodos, eso sí. Hobío desembarcado el dío cinco de agosto, dío de lo Virgen de Africo. Unos semonos después, uno bolo republicano, de dudoso cristioni dod, le dejó despotorrado, con su pontolón onchote como un talego sobre oquel compo que mimoron sus oncestros. Eso fue todo. En el colendorio cristiano corrío potéticomente el verono de mil novecientos treinto y seis. ESTU DI AN T ES EN L A UN I VE R S ID A D D E ORIH U EL A Siete de Elda, cuatro de Monforte y dos de Monóvar Orihuela fue una de las ciudades más importantes del reino de Valen cia, sobre todo entre los siglos XIV y XIX. Pertenecía al reino de Mur cia y fue ocupada en 1244 por el fu turo Alfonso X^^El Sahio^^, en virtud del pacto de Alcaraz (1243); pero en las disensiones entre castellanos y aragoneses fuc conquistada por Jai me II ^El Justo^^ en 1296. Tras la sen tencia arbitral de Torrellas quedc^ anexionada en 1304 a la Corona de Aragbn, con los demás territorios de la parte sur de la actual provincia de Alicante; e integrada en el rei no de Valencia, yuedó constituida en 1308 como capital dc la Procu ración «Ultra Saxonam^ y en 1366 de la Gobemación de Orihuela. Al caho de varios intentos por algunos monarcas aragoneses a lo largo de siKlo y medio, en 1564 fue elevada a sede episcopal por Pío IV y a pe ticicín de Felipe II, con territorios se^;re^ados de la mitra de Cartagena. Si la naturaleza dotó a Orihuela de las condiciones óptimas para en cahezar una amplia y feraz comarca agrícola, y la política la elevó a ca pital de una zona del reino de Va lencia, la erección del ohispado completó la importancia y relieve alcanzados entre las ciudades valen cianas. Por todo ello, Orihuela era una típica ciudad de lahriegos, hi dalKos y clérigos en la ^^ue se fue de sarrollando paulatinamente un cier to florecimiento cultural, artístico y literario, pero el empuje decisivo se dio con la creac^ín de la Universidad. • . . El ilustre jurista, escritor y ecle siástico oriolano don Fernando de Loaces (1498-1568) fue estudiante en las Universidades de Valencia, Bolonia, Pavía y París, alcanzó el grado de doctor en ambos derechos y fue sucesivamente obispo de Elna (Rosellbn), Lérida y Tortosa y arzo bispo de Tarragona y Valencia, sien do tamhién patriarca de Antioyuía. Desde Lérida creó y construyc^ el Colegio de Santo Domingo, confia do a los dominicos y emhri^^n de la futura Universidad. En 1552 el Papa Julio III facul tb a la instituci^ín para promover los grados de hachiller, licenciado, doc tor y maestro; en 1569 Pío V erigió formalmente el Colegio para impar tir enseñanzas y grados en Tcología, Derecho Canónico, Derecho Civil, Filosofía, Medicina, Matemáticas y las otras Artes y Facultades libera les; y en 1592 Clemente VIII con firmb tales privilegios. Pero en la práctica el Colegio actuaba como centro de estudios superiores de la Orden de Predicad^^res, sin pt^der se ampliar civilmente por falta de medios ecc^nómicos. Tras varic^s ^rc^yect^^s y vicisitu des se logrC^ yue el Cahild^^ catedra lici^^ dt^tase ecc^n^ímicamente a al ^;unas cátedras y el pasc^ decisivc^ se dic^ en 1643 cuando el C^ncejo Mu nicipal sc hiz^^ car^;o de la dotacií^n de otras c^ítedras y se t^htuvo de Fe- li^e IV, en 1646, la ereccicín fc^rmal del Colegic^ en Universidad y la confirmación de sus estatut^^s. Al comenzar la segunda mitad del sigl^^ XVIII l^s estudi^^s yue se impartían en Orihuela, a l^^ larg^ de tres cursc^s, eran lc^s de Leyes y Cá ncmes, Medicina, Filosofía y Tec^lo ^ía, aunyue en 1785 ya a^arecen separad^^s Leyes (derech^^ civil) y Cá ncmes (derecho cancínict^), y los cur s^^s por carrera hahían aumentado a cuatro. La Universidad de Orihue la pasC^ p^r diversc^s altihajos en lo referente a la cantidad de estudian tes y a la calidad de sus enseñanzas. P^r ser de segundt orden y estar en decadencia, Carl^^s IV la su^rimió en 1807 al i^;ual yue c^tras diez; res tahlecida en 1814, fue abolida defi nitivamrnte en 1824. It^cal yuc han sc^hrevividc^ al ^ast^ del tiem^t^, la incuria de lus elemen tt„ ^ l,^ drsidia de lc^s hc^mhres. • • • De ayuella Universidad han }^rr durado algunc^s vestigi^^s cc^m^^ es el cas^ de d^^s re^istr^^s de alumn^^s ma triculad^^s: un^^ c^^rresp^^ndiente al ^eríodc^ 1755-61 y otr^^ del añc^ 1785, los cuales se puhlicar^^n re cientemente cc^mc^ ap^ndices de^cu mentales de la ^hra ^^Orihuela, una ciudad valenciana en la España moderna^^, páKinas 936-950 del vulu men III del t^^m^^ IV de la ^^Historia de la ciudad y obispado de Orihue la^^, del ^rofesc^r Juan Bautista Vi lar (Murcia, 1975-82). Bastante extensos, aunyue in c^^mpletc^s p^r la desaparicibn de al gtmas h^^jas, en tales registrc^s fi}^u ran lc^s nc^mhres y lugares de ^^rigen de l^^s estudiantes, así cc^mo algune^s c^tros detalles. Y todo ello constitu- ye una serie dc curic^sidades intere ;ante^ yur ct,nvirnc divul^ar r:ntre It^á ^ueblt» res^ectivus, ^c^r tratar se de datt,; dr la ^eyueiia histt^ri.^ Eld^ a^arece cun 7 estudiantes y 9 in^cri^ci^nes, Mcmft^rte ctm 4 y 8, y Mt^ncívar ct^n 2 y 4, res^ecti vamentr. Y exc^E^tu un ^studiante de Medicina, dc Eld^^, tud^s l^^s de más se re^arten entre Filosofía, Letras y Cán^^nes, tal amc^ se detalla en el cu^idr^ ,i^;tíirntc: C U R S O S Puchlos EsluJiantcs 1755 1757 I75R 1759 1760 1761 17N5 ELDA Antonio Martíncz . . . . . . . . . 1. M - Franciscci Qucsada . . . . . . . . . 1. F -- Gahricl Amar . . . . . . . . . . . . . 2. F 3. F - Gcrínim^ Candcl (1) . . . . . . 2. F 3. F - Barthc^lc^mé ]uan . . . . . . . . . . - 1. LyC Andrés B. y Linares . . . . . . . - 1. L J^ayuín Juez . . . . . . . . . . . . . . - - 1. L MONFORTE . . . . . . Anttmio Brnitc^ . . . . . . . . . . . 1. LyC x LyC 2. LyC Fr;incisct^ Mirabcl (2)....... 1. LyC 2 LyC 11,^nurl Miralles........... x F. 1 L Antmi^^ Pujalte (3) . . . . . . . . . 2. L MONOVAR . . . . . . . Silvestre Verdú 1. F l. F I . LyC Gregori^ Vcrdú . . . . . . . . . . . -- l. F M= Me^licina F= FilnsIfía L = Leyes L^•C = Leyes y C.irnmes (1) Entrr Itis rstu^liantes t^riun^lus ^lr Nlrvcl.l,t fi{;ura un Cicnminx^ Can^lrl cur,:^rnh^ l. y 2. dr Fil^^,ufiu en I^^, . ^iws 1755 } 1756. [uc^ic yue sr^t un humtínimu, {,cru cahe cl crn^r i yur se trate ^ic la misma E,crstma, y,t fucse ^ie El^la ^^ ^ie Nt^rcl^la, i yue en 1757 rc{^etiri,i 2. dc Fih^st,fí^t. (2) En la sc^;un^l^t inscri^ciún aparecc cumt^ Mirrvcl. (3) Curit,s,tmcntc fi^;ura insrritn cn cl misnx, atit, c^,nu, cstu.^iantc .lc 2. y 3. dc Lcies. Salvador poménech Llorens E L REINO CRISTIAIVO DE TEODOMIRO Esta zona donde nos encontramos perteneció al último reino cristiano, al iniciarse la invasión de los moros, con capitalidad en Orihuela, del que fue rey Teodomiro. El episodio se produjo de la si ĉ ^uiente forma: Muza, general árabe, gobernador de la Maurita nia, planeó invadir la península Ihérica. Para ello en vió al caudillo Tarik con sus tropas, que derrotó a don Rodripo en la batalla del Guadalete (otros dicen hatalla del río T3arbate). Vino lue ĉ ^o el mismo Muza con nuevos refuerzos y, posteriormente, su hijo Ab delaziz, e invadieron toda la península, exceptuan do las montañas de Asturias; cerca de Covadonga, desde donde se inició la Reconquista. A continuación los moros siguieron avanzando por el sur de Fran cia, donde fueron derrotados por Carlos Martel. Un príncipe visigodo que se salvó, llamado Teo domiro, con restos de las tropas derrotadas en Gua dalete, tropas desmoralizaclas, cluiso hacer frente al enemi^o. En vista de la inutilidad de su esfuerzo, se refugió con sus huestes en la histórica ciudad de Ori huela, esperando allí la venida del enemigo. Cuan do los árabes lledaron a las puertas de la ciudad, un embajador salió a parlamentar. El porte distinguido y la elocuente conversación del emisario cristiano que era el mismo Teodomiro, impresionaron al caudillo árabe, el cual el año 713 autorizó un tratado por el que se permitía un reino cristiano, tolerado por los árabes, con capitalidad en Orihuela, del que sería rey Teodomiro, donde se hallaba esta zona en que nos encontramos, y comprendía un territorio con la ex tensión aproximada de la que forman actualmente las provincias de Murcia y Alicante. Cuando murió Teodomiro le sucedió Atanagildo; hasta el año 779 en que los moros se cansaron de transigir y se ane xionaron el territorio. A partir de aquel momento los habitantes de todas estas tierras fueron islámicos en dran parte, hasta principios del siglo XVII, fecha de la expulsión de los moriscos. Según las crónicas, una de las causas que influ yó en la invasión de nuestra península por los ára bes, fue lo siguiente: el conde don Julián, cristiano, se sostenía en Ceuta, apoyado por los visigodos his panos, y tenía una hija educándose en Toledo. Don Rodrigo quiso abusar de la joven mujer, y entonces don Julián, aprovechando un momento de discordias en la península, orientó y ayudó a los árabes para clue iniciaran la invasión de nu^stro suelo. • E1 reino cristiano de T^odomiro • El califato de Córdoba • Expulsión de los moros EL CALIFATO DE CORDOI3A La familia de los Omeyas que dominaba en Da masco, fue destruida por las ambiciones de los que querían sustituirlos. Un príncipe que se salvó de la matanza, llamado Ahderramán, con huestes adictas, después de llegar a Marruecos, desembarcó en la pe nínsula Ibérica por Almuñecar el año 755; derrotó al caudillo Yusuf, entrando vencedor en Córdoba. donde organizó el i,ninc:r emirato independiente fren i te al gran imperio musulmán. Sostuvo una guerra ci vil, pero prevaleció contra sus enemigos, iniciando la constnicción de la monumental mez ĉ luita de Cór doba. Le sucedieron varios emires, hasta Abderra mán III, que se proclamó califa indepencíiente. Perfeccionó el Ejército y la Marina. En su reinado, Córdoha, con su famosa universidaci y más de quinientos mil habitantes, fue la población más impor tante de Occidente. Emprendió campañas militares con éxito, sucediéndole su hijo Al-Hakan II; hombre enidito y extraordinariamente intelectual, que amplió la hihlioteca a cerca de cuatrocientos mil volíimenes, consi^7uiendo que supiesen leer y escribir, en a^uella época, la mayor parte de los habitantes de Anda lucía. En su ti^mpo florecieron las artes, las ciencias, la a ĉ lricultura y el comercio. EI territorio dominado por el Califato de Córdoba, se titulaba Al-Andalus, y comprendía la penínsu la Ibérica, exceptuando Castilla la Vieja, León, Asturias, Galicia y Vasconia. Estos años pasados se ha celebrado el milena rio de la muerte de Al-Hakan II: Córdoba le rindió homenaje, levantándole un monumento. De aquella época ilustrada de la España musul mana es nuestro antepasado hispano-árabe, el filó sofo Averroes. Un sacerdote, profesor de la Univer sidad de Navarra, ha escrito un libro señalando que buena parte de la obra de Santo Tomás de Aquino se funda en la filosofía de Averroes. El régimen político del Califato de Córdoba, era la monarquía absoluta. El califa era dueño de vidas y haciendas; regía los intereses de la nación y de la milicia por medio de generales y gobernadores. En cada pueblo había un funcionario encargado de los servicios administrativos y judiciales, que mandaba y se titulaba «el cadí». La reli^ión era la misma que tienen ahora los mu sulmanes: c^l islam; que debe tener virtudes, según dice Averroes; pero que nosotros le encontramos un fallo grande: la discriminación de la mujer. Los mo ros se pueden casar con varias mujeres y, si son ricos, con frecuencia suelen tener un harén. No hace mucho tiempo, en Arabia Saudí, a una princesa que no fue fiel, la mataron a pedradas. Ahora podríamos recordar acluellas palabras de Jesucristo, cuando qui sicron ap^drear a la mujer adúltera: «El que esté li bre de pecado, que lance la primera piedra». Además la Inquisición islámica dejaba en mantillas a la In quisición española: en Algeciras sur0ió una secta is lámica protestante; acudieron los in ĉ luisidores y pasaron a cuchillo a la mayor parte de la pohlación. ALMAN7.OR A la muerte de Al-Hakan II, los eunucos propu sieron para sustituirle a un hermano del califa falle cido, ya que el hijo, Hixem, era muy pequeño. Un empleado de palacio, malo y ambicioso, que posteriormente tomó el nombre de Almanzor (que significa el victorioso), se prestó para matar al hermano del califa propuesto, para que ocupara el Trono el hijo Hixen^; pues estos eran los deseos del canciller del Estacio. Una vez cometido el crimen, el asesino cluedó como intendente para la madre y el hijo. Da das sus íntimas relaciones con la reina madre, el criminal escaló pucstos importantes en cl Gohicrno, anulancio la autoriciací clel califa y apocieránclose (ie la situación. Eliminó, sin pieciad, cualcluier ohstácu lo que se le puso por delante; organizancio un ré ĉ 7i men dictatorial en todo el territorio, según sus deseos. Mató al dohernador de 7arapora cíue se le había in suhordinacio; ascsinó a un hijo suyo• alegancio infi cielidaci anterior de la macire, y orpanizó la matanza del general en .jefe, su sue^ro: en esta lucha estuvo en pelipro su existencia, pero una carga cie la caba llería acahó con la vida del OeneraL Derrotó a los cris tianos en tolas las ^uerras, hasta cluc: él mismo fue vencicio c:n la batalla de Calatañaror, cerca cie So ria. Le sucedieron sus hijos, pero pronto el puchlo armó la rwolución, acal^ando con el poder personal de su pacire y con la ohra monumental del Califato de Córdoba. Entonces quedó rota la uniclad de la mo narquía islámica hispana, que se fraccionó en peclue ños reinos moros, llamados cie Taifas: como el de Sevilla, el cie Granada, el de Zaragoza, el de Lérida, el de Tortosa, el de Denia..., el c1e Murcia, a donde perteneció esta zona dorrcie nos encontramos. EXPULSION DE LOS MOROS Los moros invaciieron nuestra península en el si glo octavo a base de unos miles de soldados árahes y africanos que no traían mujeres. La Reconquista se inició en las montañas de Asturias, convirtiéndo se, con el paso del tieml^o, en una guerra civil o de religión: los cristianos contra los islámicos, qu^ iha terminando lentamente con el triunfo de los cristia nos. Por lo ^er^eral, c:n los últimos tiempos de la Re conc^uista, para evitar derramamiento de sangre, los musulmanes eran respetados en su religión, vidas `^ haciendas. A finales del sic^lo XV, los Reyes Católi Roarrcril ••EI Chico»• rcy moro dc GranaJa. cos derrotaron al rey moro de Granada, último ba luarte islámico en España, quedando terminada la Reconquista. Anteriormente los reyes Carlos I y Fe lipe II dictaron disposiciones discriminatorias y per jucliciales contra los moriscos españoles, los cuales confiahan ser liberados por los turcos u otros moros del exterior de nuestra península; por eso se resis tían a convertirse al cristianismo; hasta que, duran te el reinado de Felipe III, el año 1609, se decretó la expulsión, acusándoles de mantener contactos con otros mahometanos extranjeros para una nueva in vasión del territorio nacional. El prohlema afectó particularmente al Reino de Valencia, pues en el resto de España tenía ya me nos importancia. Se les dio tres días de tiempo para abandonar la patria. Homhres, ancianos, enfermos, mujeres y niños, dejando aquí sus propiedades, y car ĉ ^ados con lo poco que podían llevarse, caminahan llorando hacia los puntos de embarque en Alicante, Denia o Valencia. Muchos caerían en el camino para no levantarse más. Algunos presentaron resisten cia y corrió la sangre por nuestra región, pues un formicíable cuerpo de caballería avanzó sobre las tie rras valencianas, y vino la escuacira a nuestro lito ral. Unos ciento cincuenta mil islámicos valencianos fueron transportados en naves insuficientes a las in hóspitas costas africanas. Eran españoles valencia nos; hahían nacido aquí ellos y sus antepasados. Cuatrocientas cincuenta y tres localidacies del Rei no de Valencia cluecíaron despobladas. La repobla ción fue lenta. A repoblar unos pueblos vinieron gentes valencianas, a otros, familias de hahla caste llana. Por esta causa han quedado unos pueblos de la redión clue se expresan en valenciano y otros en castcllano. José Navarro Payá in iw e^enciw v^ ^w ^-^^^^w En la esencia misma de la Fiesta, en aquellos pueblos que lo tienen por costumbre secular, está la batolla, el disparo de salvas con visos de comba te. Es el primer atisbo de la Fiesta. Esto nace -estó demostrado y admitido por la generalidad- de los juegos de soldodesco y los olordes de pólvoro que hacían los destacamentos de las localidades o los grupos de miliaos en lo fiesto del Sonto Patrón y pre cisomente en su honor. De ello nos do noticio Vicente Carbonell en su «Célebre Centuria» con referencia a Alcoy y lo vemos también ol buceor en lo historio de la Fiesta bocairentina. Aquellas milicias locoles fueron disueltas al ter minar la Guerra de Sucesión por cambiarse el esque ma castrense y en las localidades que las habíon tenido o habían contactado con las vecinas, que daron unas pseudo milicias formadas porjóvenes del lugar, oquellos mismos que acudían a nuestras cos tas cuando en el litoral aparecían los pirotas berbe riscos a principios del siglo XVI y eran estos mismos jóvenes los que custodiaban ol Patrón y reolizoban salvos en su honor cuando su fiesta era Ilegada, tol como se había hecho años antes por los soldados. En Caravoca de la Cruz, tales milicias hocían uno ovonzoda o descubierta fuera de las murallas de lo ciudad, para asegurarse de que el campo estaba libre de enemigos y podía realizorse lo procesión. Esto próctico de honores de las milicias pudo evolucionar paro dar formo a lo que habrían de ser «Moros y Cristianos», según vemos en la «Célebre Centuria» citodo, al vestirse unos componentes de las tales milicias de moros pora estor arcobuceón dose frente a frente con lo otra mitad de «cristianos». Fue, por tanto, evolucionondo lo externo, el en voltorio, pero olgo permanecía y Ilega hosta nosotros, y no es otro cosa que el ^^so de la pólvora. Y es que en ello estó el argumento de lo Fiesta. La Fiesta nos viene a recordar y quiere repre sentor la contraposición bélico moro-cristiono. Y en ella «pasan cosos». Hay un movimiento dramótico; gente que va y viene; porlamentos, fementidas lu chos... Lo Fiesta no es una simple «estompa estótica», sino que mantiene los principios de toda repre sentación dramática, ateniéndose a los cónones de Lope de Vega. Y siempre presente la pólvora. Los desfiles son olgo complementario, uno cosa mós, pero no lo im portante; y osí lo entiende la UNDEF cuando no ad mite en su seno a aquellos entidodes que paro rea lizar lo Fiesta no montan castillo, declaman emba jadas y reolizan batollas. Es, por tanto, algo que está en lo esencia de la Fiesto y que forma parte de su presente. Pero el que seo algo consustancial no quiere de cir que a la pólvora puedo perdérsele el respeto. Quiera que no, el uso de la pólvora entraño un cier to riesgo; riesgo que queda enjugodo si se lo trata con otención y cuidado, y riesgo que estaró siem pre presente si olvidomos lo que tenemos entre manos. No hace un año, un fatídico accidente puso lu to en una de las comparsos que se ogrupon en la UNDEF. Y no vamos o revolver en ello ni o buscor res ponsobles. Ya se encargó de ello la prensa nacio nal cargondo las tintas,precisamente aquella prensa que moyor desconocimiento demostró de nuestro Fiesta. Pero habró que tenerlo presente, sobre to do por aquellos testeros que toman estos octos con patente despreocupación. La Fiesta es para diver tirse también, ciertamente, pero es algo serio que no se debe tomor irresponsoblemente. EI disporo es un acto para disfrutarlo, pero siendo siempre cons cientes de lo que se hoce. Quizó lo culpa lo tenga mos todos por permitir que el disparo se hayo ido quedondo en segundo término en beneficio de unos desfiles que han ido copando la Fiesta, hasta pare cer que son el todo cuando sólo son uno porte. Es preciso cuidar el disparo, acto al que si se le pone algo de imaginación y esmero puede resultar quizós el mejor de la Fiesta, si no en cuanto a es pectoculoridod y ompulosidod, que sí que lo tiene, sí en belleza y en autenticidad en lo que se refiere a la más profunda esencia de nuestra Fiesta. Vale la peno hacerlo. No se trota de ver quien disparo «el trueno más gordo», sino de montar un espectá culo, uno representación totalmente acorde con lo que conmemoromos. Dentro de un orden y unas re glas que lo hagan agradoble y nunco peligroso. Habró que poner imaginación por parte de los orgonizadores para sacarle todas las posibilidades de acuerdo con el escenario, el entorno y la historia local, tal como han conseguido en localidades co mo Elche y Crevillente, por poner dos ejemplos re cientes; y hobró que poner mucho interés por porte de todos los festeros en realizar un acto digno y be Ilo que nado tiene que ver con foIl5lóricos pasaca Iles que tanto entusiasman o los que poco conocen de la Fiesta y sólo ven lo superficial y anecdótico. Asuman los festeros el hecho de que el disparo es el origen de lo Fiesta. Realícenlo con respeto, cui dado e imaginación y tendrón en su Fiesta un acto admirable poro osombro de propios y extroños. Luis Sánchez Sónchez C^rnparsa de ^iratas C^nlparsa dc ^studiantes ^ ^^nlparsa de Zíngar^s Co^parsa de Coqtrabaqdistas ^ ! C^nZparsa dc Cristian^s ^ C^nlpar s a ^Iu e st e s d e l Cadí __ __ ^ C^rnpar ^ a d e ^ 1lu s ulnlan es C^n^parsa dc ° ^I^rr^quícs C^nlparsa de ^Ic^r^s 12calist ^ as A «GOLPE» DE MICRO Las Fiestas en todo su apogeo Realmente, contar las fiestas de Moros y Cristianos que Elda cele bra tradicionalmente todos los años a caballo de los meses de ma yo y junio, en honor de San Anto nio Abad, no es tarea sencilla, La imprenta aún no ha inventado el sonoro; ni por las páginas de la re vista puede desparramarse el hu mo y el olor de la pólvora. Los eldenses no necesitan conocer la crónica, porque todos ellos la pro tagonizan, Quienes no conocen las fiestas tienen que vivirlas para al canzar a conocerlas. Está lo suficientemente claro para comprender que desde que las filás de las comparsas se nutren de gente joven, las fiestas de Mo ros y Cristianos de Elda, nuestras fiestas, han asegurado su pervi vencia y continuidad, con los alti bajos propios, que están en razón directa del mayor o menor interés que se tome ese siempre reduci do número de personas que se sacrifican y trabajan denodadamen te y alrededor de las cuales giran las actividades que hacen que sea mejor o peor el desenvolvimiento de la comparsa durante el ejercicio anual. Esta savia nueva infunde a los elementos veteranos nuevos áni mos para seguir en la brecha -mientras el cuerpo aguante-, dispuestos en cualquier momento a darlo todo en aras de un mayor esplendor y magnificencia de las fiestas, que con todo cariño prepa ran durante trescientos sesenta y cinco dfas, incluidos los festivos, en los que, por una u otra razón, siempre hay algo que hacer, si no se quiere perder el compás o el ritmo que imponen los demás, ASI SON LAS FIESTAS Para los que nunca las hayan visto, que cada día creemos que serán los menos, vamos a describir, a grandes rasgos, este festejo popular eldense, refiriéndonos fundamentalmente a lo más esen cial y característico del mismo. Ya es sabido cómo y de qué manera en las grandes solemnidades de todos los pueblos, especialmente levantinos, los ingredientes feste ros se conjugan maravillosamente. Como ya es sobradamente c^ nocido, en las fiestas de Moros y Cristianos de Elda y de otras mu chas poblaciones de dentro y de fuera de la Comunidad Valencia na, se celebra la reiteración anual de los fastos de la Reconquista, en un simulacro que es gracia, que es arte y es contento, Y para el que las ciudades se engalan con grím polas y gallardetes que lucen el rojo y gualda de la enseña hispana; en las que címbalos y añafires anuncian el cortejo de los caballe ros cristianos y las chirimías y los atabales a las abigarradas huestes sarracenas; donde, en resumen, se funden en multitudinaria mescolanza el colorido, la música y el es truendo de la pólvora en salvas de los arcabuces,.. Es la fiesta de la patria chica por cuanto es honra y gloria de la patria grande; España. España cris tiana y heroica, la de las leyendas, la de las historias, Desde Cova donga hasta Granada, desde don Pelayo a Isabel y Fernando. Don-de se rememoran tradicionalmen te muchos siglos de luchas de cristianos contra moros... De tal suerte que Elda, al reiterar año tras año sus fiestas de Mo ros y Cristianos, muestra de nuevo su vitalidad, sú pujanza y su maes tría. Y como no sin acierto ha sido llamada la industriosa y la inquie ta, hace un alto en sus afanes de méritos bien logrados, para con alegría y algazara, celebrar sus fiestas de Moros y Cristianos con la imaginación puesta en la figura señera, que escapa del marco de la Historia en pos de la leyenda.,, Y así se abre el ventanal retros pectivo para oír el galopar de la epopeya donde el genio inmortal de nuestra Patria muestra su polvareda sobre el duro camino que conduce a la eternidad... Hasta aquí, en definitiva, les he mos descrito lo más típico e inte resante de estos famosos festejos eldenses que con tanta brillantez todos los años en la que, como he mos dicho al principio, encrucija da de los meses de mayo y junio, alternando las guerrillas, las em bajadas y los actos de gentil pro tocolo en honor de la mujer, con el sentido devocional de la fiesta en homenaje y pleitesía a San Antonio Abad. Y como muy bien han descrito destacadas plumas del periodis mo, «todo el heterogéneo tinglado festero tiene ia rara virtud de sub yugar a quien lo presenciare^^. Así se explica que los que ajenos a to do tuvieron la fortuna de cruzar por la ciudad cualquier día de sus fiestas de Moros y Cristianos, sin tieran ya una atracción, un lazo de simpatía que los lleva cada año ha cia la ciudad laboral que es Elda y a la vez cuna de grandes empre sas y realizaciones. , . En resumen, las fiestas de Mo ros y Cristianos, tienen la virtud de contagiar a los forasteros, ya que el recuerdo de un histórico pasa do lo inunda todo,.. Nuestras fies tas llaman a las puertas de nuestra ilusión,,. Y se goza el corazón y lan zamos nuestra alegría a los cuatro vientos, porque son fiestas de to dos,.. Para nosotros, porque gozamos plasmando un tiempo antañón que nos habla de luchas entre la Cruz y la Media Luna.,, Para ustedes, porque pueden gozar presencian do unas fiestas de luz y colorido im presionantes,,. Unas fiestas donde se lucen con galanura ricos y vistosos trajes, que hacen de los Moros y Cristia nos una fiesta de siempre, porque quien las ve una vez, repite todos los años... Paco Crespo I , / ^ • , I / I 1 / I 1 ^ ^ , , BANDO CRISTIANO Comparsa de Cristianos: CARIDAD RUBIO MANAS ALFONSO BROTONS ROMERO Comparsa de Estudiantes: CARMEN QUEVEDO GUERRA MANUEL QUEVEDO GUERRA Comparsa de Piratas: ANA MARIA IBANEZ VERDU JUAN FRANCISCO IBAÑEZ VERDU Comparsa de Contrabandistas: MARIA DEL MAR NAVARRO PASCUAL JOSE NAVARRO ESTEVE Comparsa de Zíngaros: MARIA SALUD NAVARRO CREMADES RAMON NAVARRO PLA BANDO MORO Comparsa de Realistas: MARIA NIEVES GONZALEZ HERRERO PASCUAL GONZALEZ AMAT Comparsa de Musulmanes: MARIA SAGRARIO LOPEZ FERRIZ FULGENCIO MARCO FERRIZ Comparsa Huestes del Cadí: PILAR FLOR BARBF.RAN MANUEL SANCHEZ NAVARRO Comparsa de Marroquíes: NURIA VALIENTE MAESTRE ANTONIO VALIENTE MAESTRE gand^ Cri s t ^ i a ^ ^ 4 ^baqderadas 4 ^Iay^res 1988 Contrabandistas: M. a DEL MAR NAVARRO PASCUAL Estudiante^ I CARMEN C^UEVEDO GUERR. Cristianos: Piratas CARIDAD RUBIO MAÑAS ^ ^ ANA MARI IBAÑEZ VERDI Zíngaros: M ^ SALUD NAVARRO CREMADES Realistas: ^l.a NIEVES GONZALEZ HERRERO Huestes del Cadí: PILAR FLOR T3ARBERAN ^a qd ^ 4 11 ^ro ^lbanderadas ^Iay^res 1^88 Musulmanes: M. SAGRARIO LOPEZ FERRIZ Marroquíes: NURIA VALIENTE MAESTRE ^S^?^.,.:.3ai?^iy.^. .ru . . __... .... .. ._^...,-. ., _ ^ ,.,.._,.^_. ...,... ;^.... ^ .... :,, . . ^ ^ + ._,.,. . : . . : ,, ^,_• i 1 ^ ^ / ^ 1 ^ ^ / ^ ^ ^ • ^ ^ ^ ^ rY.-.z _ rY^. r^ a:,.::Ci_....T.,. _. __.. ,. .._ . __ ..., .._,. . _ . ,.. _ BANDO CRISTIANO Comparsa de Cristianos: CRISTINA IBANEZ POVEDA JOSE JUAN IBAÑEZ POVEDA Comparsa de Estudiantes: MARIA JOSE QUINTO JOVER ALEJANDRO HERNANDEZ ARENAS Comparsa de Piratas: MARIA ANGELES RODRIGUEZ ANTONIO JOSE MAESTRE MARTINEZ Comparsa de Contrabandistas: PATRICIA CAMACHO FALCO IVAN CAMACHO FALCO Comparsa de Zíngaros: MARIA SALUD CASANEZ TORDERA JOSE M. HUMARAN RIVERA BANDO MORO Comparsa de Realistas: REBECA POVEDA GONZALVEZ DAVID SEMPERE LOPEZ Comparsa de Musulmanes: LUCIA HERNANDEZ SANCHEZ ALEJANDRO VERA NAVARRO Comparsa Huestes del Cadí: SILVIA NAVARRO AMAT FERNANDO JORDA SANTOS Comparsa de Marroquíes: CRISTINA BARCELO MAESTRE DAVID ZAHONERO PEREZ Zíngaros: M. a SALUD CASAÑEZ JOSE M. HUMARAN i3aqd^ Cristiaqo Cristianos: CRISTINA y JOSE JUAN II3AÑEZ POVEDA Contrabandistas: PATRICIA y JUAN CAMACHO FALCO ^ ; lbandcradas M. a JOSE QUINTO JOVER ALEJANDRO HERNANDEZ ARENAS Estudiantes: ^ Capitancs Infa^t^ilcs 1^88 Piratas: M. a ANGELES RODRIGUEZ ANTONIO JOSE MAESTRE MARTINEZ ^ando ^1ord Musulmanes: LUCIA HERNANDEZ SANCHEZ ALEJANDRO VERA NAVARRO Huestes del Cadí: SILVIA NAVARRO AMAT FERNANDO JORDA SANTOS ^lbanderadas ^ Capitanes I^fantiles 1^88 Marroquíes: CRISTINA 13ARCELO MAESTRE DAVID ZAHONERO PEREZ Realistas: REBECA POVEDA GONZALVEZ DAVID SEMPERE LOPEZ Romance de Doña Violante y el fermoso Lisardo (Apócrifo, claro) 13ebi^ndo Doña Violante en la Fuente de los T3urros vislumbró con sus dos ojos uno nec^ro, igual que el otro, al f^rmoso doncel Lisardo y quedóse embelcsada, mitad faba, mitad lela, de su gallarda figura, su donaire y su apostura. Lisardo no la miraba, pues bcbicndo en sitio tal se la figura una burra u otro cualquier animal; y es a cambio una condesa con p^lo, corona y tetas, un tío abad en su abadía, otro tío abad mitrado, y un señorío en Chinorla y dc Elda ticne cl Condado, amén de un golondrino en ^1 sobaco guardado. Y es tan grand^ su linaje quc su madre cra un pendón más conocido en el Valle que el de Castilla y León. Y la su abucla Emerganda tan recatada dama quc, cntrc catada y catada, una tarde la cataron los Siete Infantes d^ Lara. Ya de regreso al castillo por la calle de La Tripa non halla paz, reposo, calma, el des^o la devora, la pasión hurga en lo hondo, presa de calenturas como sargantana al sol sicnte en toda un picazón como tocando a r^bato. Así van pasando los días, en fila, unos tras otros, con la mesma parsimonia dc procesionarias dc pino. El conde, como buen conde, está l^jos guerreando contra los moros d^ Onil o a sus h^rmanos bastardos, o fornicando sin fin como bu^n cond^ cristiano. La condesa Violante presa dc fiebre de amores en vano busca sosiego ^n los maitines y laudas en las primas y cn las nonas, en las vísperas y compl^tas, ni en la suya argunsaera, tejida de fino esparto, -que cuelga dc la figuera regalo del rey Don Casto, pues era tan casto est^ Rey que non se comió una rosca. Mas enloquecida ^ay!, non pudiendo más recato, manda prendcr al donccl que inocente, pobre de ^1, lavándose estaba los pies en la 13alsa de los Patos. Esp^róle descocada, espatarrada en el lecho, con la enagua remangada y un brillo en los ojos avieso. -Oh, mi doncel Lisardo -díjole cuando lo violóqu^ esta condesa te adora, te desea, t^ venera y t^ idolatra con tal fuerza y sin razón como un pic a su alpargata. Lisardo indeciso, duda ^,por dónde meterle mano? Lo mesmo no ^s a una cabra o a una risueña villana que a una señora cond^sa. Doña Violante le anima: -Morded donde os apctczca. Vuestra soy mi bien amado, pero morded muy apriesa, que ciertos manjar^s hay que giielen recalentados, y si os quedárais con hambr^ podéis chupar del candado. Ante golosina tal le sube el pavo a Lisardo y, olvidando protocolos, sin descalzarse el calzado, s^ arroja presto en el lecho manchando de cagarrutas la colcha de lino blanco. Pcro hete que aquí cl conde, que se imaginaba algo, quitóse el disfraz de perch^ro apareciendo en ^sc^na resoplando como un bravo. Ante tal algarabía pronto se llena la estancia: cl ama, dos mosencs, un notario, cuatro guardias, tres lacayos el camarlengo, el verdugo, dos criadas, un mayordomo, y para c7ue no fueran nones un par y medio de Francia. De esta guisa el conde hablóles: -Testigos sois de la causa qu^ me causa tantos males, al ci^lo clamo justicia y por si llegara tard^ la hago yo que soy quien ^mando. Dirigióse al tal Lisardo, que temblaba como un pavo, y díjole paternalment^: -Hijo mío ^,quó me has hecho? ^,Acaso no he procurado el bienestar del Condado? ^,No os hc dado rosigones con el que saciar la hambre qu^ buscáis en mi apos^nto otro plato de manjar^s? ^,Así pagáis mis cuidados, mis desvelos e inqui^tudes mancillando sin r^cato dc arriba abajo mi nombre? Mas conociendo a mi esposa, tan coqu^ta y casquivana, sólo os condeno a una muerte, pues ved qu^ soy compasivo, para qu^ m^nos os duela os matarán lentament^. Y volviéndose a la esposa de esta manera le habló: -^Ay de ti, Doña Violante, que has mancillado mi nombr^, como tu dueño y s^ñor te condeno a qu^ cantares cuanto más alto m^jor! Tcrminarás tu existencia captiva en una alm^na sin más miras si te aupas que tejaos de Tafalera. Y para qu^ más cantaredes hasta que os desgañitares sólo com^réis alpist^ y en las ficstas cañamones. Cumplióse así la s^ntencia como encomendase el conde, para ejemplo de las damas esposas de principales. Treinta y seis años vivió Doña Violante en la almena, canta quc te canta ella, y sus gorgoritos se oían desde Hondón hasta Villena. Transcripción del Carolingio de: TOMAS AGUADO NOTA.-Dicen, los que una vez muerta Doña Violante entraron en la al mena para darle cristiana sepultura, que la encontraron consu mida, a la pobre, como un pajarito. LOS HOMDRES DE LA FIESTA En lo Fiesta, como en otros ospectos de lo vida, existen unos hombres dedicados por com pleto o la mismo. Me refiero en esto ocasión o los hombres que han venido Ilenondo lo último pógino de nuestro f3oletín Informotivo UNDEF. A esos hombres que, con más o menos ocier to, hon ostentodo 0 ostenton los presidencios de las entidodes o los que pertenecen. Don Alfredo Rojos Navorro, hombre dedi codo, entre otras cosas, al estudio de lo Fiesta, en su mogistral ponencia «Presente y futuro de lo Fiesto» que nos brindó en el Congreso de Vi Ileno, nos decío: «Lo fiesto lo hoce el hombre. Más oún, la Fiesta es del hombre, y éste Ilevo o ello, irremedioblemente, bueno parte de su grondezo y de su miserio, a la vez que la complejidod de sus sentimientos». Esto es uno reolidod polpoble a lo que no die puede poner objeciones, porque todos lo entendemos osí. Lo grondezo de lo Fiesto de pende de los hombres que lo orgonizon. Lo mi seria de lo Fiesto, tombién depende de los hombres que estón al frente de ello. Si los hom bres que tienen estas responsobilidodes, son consecuentes y serios, tienen ideos cloros y vo luntod de Ilevor o lo reolidod los diferentes as pectos de lo mismo, o buen seguro que lo Fiesto de su pueblo tendró el éxito opetecido. Si, por el controrio, los hombres que lo rigen estón fol tos de unos dones especioles, ésto seguirá de sarrollándose en una mediocridad, tirando 0 molo, que seró criticodo por los entendidos por lo folta de los esencios que le corresponden o la misma. Notaremos, al onalizor su desarrollo, qué clase de hombres estón al frente y la calificoremos de bueno o malo, y en este último co so nuestra expresión será: «Aquí faltan hombres», pero hombres copoces, pues no to dos volen poro los cometidos o los que se hon comprometido o les hemos ensalzado. Muchos veces, por el solo ofán de figurar, Ilegon hombres a puestos de responsobilidod que, siendo buenos festeros poro otros menes teres, no tienen la suficiente close para orgoni zarlo y desarrollarlo bien, y fracosan, achocando los moles a otros ospectos o vicios. Nado más lejos de lo realidod. En la vida hay hombres que triunfon y hombres que fracosan. EI foctor suer te también es importante, pero éste será un adi tivo ol buen hocer de los dotados. Los hombres a que nos referimos son aqué Ilos que, incluso, dejan sus osuntos particulares por aquellos otros que contribuyen a Ilevor los festejos de su pueblo al éxito generol, sin otra compensoción que lo estimoción de los feste ros que comondon, y en algunos cosos o ser criticodos molomente por los que no tienen ni eso voluntad de lo que venimos hoblondo, ni las ap titudes de los elegidos, y que, quizá por envi dio, orremeten contra todo. Y cuando esto ocurre demuestron su volen tío, hociendo coso omiso o lo crítico destructivo y oceptondo lo constructiva, que tombién es un don que sólo tienen los superdotados, porque no les guío otro ofón que hocer bien, y ocepton -como humonos- los fallos que todo perso no puede tener. Y como rectificar es de sobios, incluso demuestran sabidurío. Por unos u otros motivos hemos visto «coer se» hombres copoces, que ya no están en pri mera línea de la Fiesto. Unos hon sido sustituidos por otros de su misma escuela que hon procu rado creor -que tombién es otro virtud-, y otros hon tenido menos suerte, y así les va. En Elda existe un caso singular. Me refiero o vuestro Presidente, a Jenaro Vero Novorro, que desde hoce 18 años ha vivido por y pora lo Fiesto. Le conocí en 1974, con motivo del Congreso de Villena, y yo entonces ero vuestro Presidente. Con el troto he podido observor que tiene todos los dones y virtudes pora ser lo que es: un gran Presidente. Un maestro de presiden tes, de cuya sabiduría habeís aprendido voso tros y otros que no somos de Eldo. Ho sido espejo en donde, los que queremos ser bue nos presidentes, tenemos que mirornos. Y me remito o los hechos: que yo sepo nodie ha os tentodo tanto tiempo uno presidencio de Jun to de Fiestos. En otros menesteres, le he visto como Relociones Públicos de la UNDEF, recorrien do todo lo geogrofío festera y mostrando los do nes que Dios le ho dodo. Sus focultodes físicos octuoles no le van a permitir seguir siendo lo que fue: un hombre de lo Fiesto. Y lo Fiesto, lo de Eldo y fuero de ella, estó en deudo. Le ho Ilegodo lo hora de los ho menojes, y los homenojes -como él los ho ve nido brindondo o los que se lo merecíon- hay que hocerlos en vido de los merecedores, y Je naro se lo merece. J. Camcrenc Reig D on Qui jote d e l a M a n c h a y l os M o r os y C ri st i a n os EI c^rigen de la Fiesta de Moros y Cristian^s de la Reí;iím Valenciana en hcm^r del Sant^ Patrm hay pohlacic^nes yue lc^ rem^ntan a las décadas que si^;uieron a la expulsi^^n de los morisc^s, la cual yuedb aprobada pc^r cl Cc^nsejo de Estadu, en Valladolid, el 4 de abril de 1609 y la e^rden firmada pc^r Feli^e III el 4 de agosto (si^;uiente). Después, el 22 de septiemhre, se publicó el hando yue disponía la expulsi^^n de lc^s moriscos del Rei n^ de Valencia; cl 12 de enerc^ dc 1610, el referente a lc^s de Andalucía y Murcia; el 29 de mayc^ se puhlica n^n simcilt^nramente Ic^s relativos a Ic^s mc^riscc^s de Ara í;^ín y Catalui5a; finalmentc, el 10 de julic^ del mismc^ añc^, el yuc afectaha a las d^s Castillas, Extremadura y La Mancha. Y finalmente, cl 19 de febrerc^ de 1614, el Duyue de Lerma daha por acabada la expulsicín (1). A ccmtinuaci(^n, cc^mo ejetnplc^s dc^cumentadc^s de celebracicín, hallamus que Bc^cairent (Valencia), el 6 de noviemhre de 1632 vc^tó solemnemente hacer Fiesta de Se^ldadesca anualmenre en hcmor de su Patrbn, San Blas, realizándc^la pc^r vez primera en la tarde del 2 de febre rc^ dc 1633. También, en la ^bra aní^nima titulada Vi da y hechc^s de Estehanill^ González, hombre de huen hum^r^^, publicada en 1646, se alude a una aldea cerca na a Zara^;uza en la yue se hc^menajca al Patrí^n cc^n una Sc^ldadesca de Mc^rc^s y Cristian^s. Y un tercer ejem }^Ic^ lc^ hallamc^s en Alcc^y (Alicantc), dc^ndc, en la ohr^ titulada ^^C^Ichre Centuria^^, que consagrí la Ilustre y Real Villa de Ala^y en hc^nc^r del S,heranc, Sacramen tc^ del Altar (yue sea pe^r siempre alahado) en cl a^5c^ 1668, yue puhliaí su hijn, el Dr. D. Vicente Canc^^nell, en 1672, se manifiesta que también esta Villa celebra ;u Patron, S,an Jc,r^r, c^^n Sulda^lesc.^ ^ic Mun,s ^^ Cris Ci,^nc,s. Pero, en el mc^ment^ presente, lo que nos intrresa es mís bien la indagaci^n de los orí^;enes inmediatc^s, yuc precediere^n al nacimiento de nuestra Fiesta. Para rll^, opinam^s que un p^c^^ de luz pc^dem^s hallarla en Ios ca^ítulc^s finales de la inmc^rtal nuvela ^^El In^;cni^ ^c^ Hidalí;c^ Dc^n Quijc^te dc la Mancha^^, de Miguel de Crrvantes Saavedra. Cmsta esta ohra de primera ^arte, puhlicada en 1605, y seí;unda parte, que aparecicí cn 1615, murien dc^ el autor unc^s cincc^ meses después, el 23 de abril de 1616. Mas ^ara situarnc^s adecuadamente cc^nvienc re cc^rdar yuc la carta de Sancho Panza a su mujer, Teresa Panza, la cual a^arece en el ca^ítulc^ 36 de la segunda parte, Ileva fecha del 20 de julio de 1614; es decir, de pc^c^ después de cc^ncluida la trágica expulsicín. Es decir, se^ún parece, Cervantes nnvela su narra cicín a hase de datc^s reales cc^ntem^^ráneos, y así nc^ es extrañc^ cíue la crítica de la c^hra se haya esfc^rzadu c^n frecuencia en detcctarlc^s. De ahí cíue en la c^casiín presente sca cc^nveniente tener en cuenta ^^l^unas de las cc^nclusiones a cíue se ha llegadc^. Arrancíuemc^s dc cuandc^ Sanchc^ Panzi ,^handc^ncí el ^c^hiernu de la ínsula de Barataria (^c^r Ic^ harata yue lr cust^), la cual se identifira cc^n el lugar c^ munici^ic^ de Alcalá de Ehre^ (Zara^;oza), yue si nc^ es isla, está casi circuida de ayuel gran río, por el cual, en la guerra de Sucesicín, huhc^ rl ^rc^yecte^ de aislarla del tc^dc^, ahriendc^ un t^^sc^ en el istnu^, retc^rncí de nuevc^ al castillu del Du^lue, ^íue en la actualidad se sitúa en el ^alacic^ y le^s jardines de ^^Buenavía^^ (hc,y ^^rnta) yue Ic,s duyues de Villamc^sa tenían juntc^ a la villa de Pedre^la (Zaragoza), caminc^ para Bc^rja, Tarazc^na y Navarra (2); mas ,^^c^r cl caminc^ ^c^r dc^nde él (Sancho Panza) iha, venían seis pereí;rinus cc^n sus be^rdunes, de estos extranjeros yue ^iden la linu^sna cantandc^; los cuales, en llrgando a él se ^usierc^n en ala, y levantandc^ las voces tudus juntc^s, cc^menzarcm a cantar en su len^ua Ic^ yue Sanchc^ nu pu.ic^ entender, sino fue una palahra yue claramente í^ro nuncíahan, limosna, ^c^r dc^nde entendicí yue era li mc^sna lc^ yue en su eantc^ pedíarn^ (3). Entunces Sanchu les dic^ un pedazc^ de pan y yuesc^ yue llevaba, pues ^mo tenía ostugo de moneda, y pieandc^ al rucic^ rom^ió cnn ellos^^. Peru entunces unc^ de lc^s pc^rdic^seros se abrazú a Sanchc^, dándc^se a eeme^cer cc^nu^ ^,Ria^te el nu^risco, tendem de su lugan^. Y al fin, Sanchu Panza ^udu rea^ nc^cerlc^, exclamando: ^^^C^uién diahlos te había de ca nc^cer, Ricc^te, en ese traje de mc^harrachc^ yue traes? Dime, ^yuién te ha hecho franchute, y cóm^^ tienes el atrevimientc^ de volvcr a España, dcmde, si te cogen y cc^nc^cen, tendrás harta mala ventura?». ^,Si tú no me descuhres, Sanchu -respondicí el peregrino-, seguro estoy yue en este traje nc^ habrá nadie yue me conozca^^, y le invita a ce^mer con sus cc^mpatie ros, que han ido a recostarse a una alameda. Y tras el almuerzo, ambos se separan para hablar de lo aconteci dc^ desde yue Felipe III c^rdenara la expulsi6n de los mo risccs. Sancho comenzó por enterarse de yue su amigc^ ahc^ ra se había transformadc^ de m^risco en alemán o tu descc^, mientras Ricote le manifestcí que cuandc^ el re} ^uhlicó el bando ^^contra los de mi naeicín, pusc^ terrc,r y espanto en todos nose^tros; a lo menc^s en mí lc^ puso de suerte que, me parece que antes del tiem^c^ yuc se nos concedía ^ara yue hiciésemc^s ausencia de España, ya tenía el rigc^r de la pena ejecutada en mi persona y en la de mis hijos^^. Por ello, inmediatamente se fue a huscar lugar dcmde instalarse con su familia. De ahí que diga: ^^Salí de nuestro pueblo, entré en Francia, y aun yue allí nos hacían buen acogimiento, quise verlo to do. Pasé a Italia y llegué a Alemania, y allí me pareció yue se pc^día vivir con más lihertad, ^c^ryue sus hahi tantes no miran en muchas delicadezas: cada uno vive cc^mo yuiere porque en la mayc^r parte della se vive en lihertad de conciencia. Dejé tc^mada casa en un pueblc^ junto a Augusta (Ausghurg de Baviera); júnteme con estc^s pere^rinc^s, que tienen pc^r costumhre de venir a Es}^aña muchos dellos cada añ^ a visitar lc^s santos de Ila, cíue los tienen pc^r sus Indias y^or certísima granje ría y conc^cida ganancia^^. E incluso confiesa yue sc^hrevino este mal «no p^rque t^dos fuésemos culpa hles, yue al^;unc^s hahía cristianc^s firmes y verdaderc^s (el mismo Ricc^te), pero eran tan pocos yue nu se ^c^ dían c^^c^ner a los que no lo eran, y nc^ era hien criar la sierpe en el sen^,, tenien^lc^ los enemi^;us dentr^^ ele cISa^^. Finalmente amfiesa: ^^Y ahc^ra es mi intenci^ín, San chu, sacar el tes^^n yue ^ejé enterracío, yue pe^r estar fuera ^1e1 ^uehl^^ I^^ p^dré hacer sin peli^;r^^, y escrihir e^ ^asar ^les^le Valencia a mi hija ^^ a mi mujer, yue se yur estín en Ar^;el, ^• ^iar traza ^je traerlas a^Il^;ím puer t^ ^le Francia, ^• ^les^le allí llevarlas a Alelnania, ^1c^n^le esE,erIrrnu, l^ yue Di^s yuisiere hacer ^}c n^,sutr^^s; yue en res^^luci^ín, Sanch^^, y^ sé ciertu yue la Ria^ta, mi hija, ^• FranciscI Ricc^ta, mi mujer, sc^n catolicas cris tiana,, ^^ aunyue y, n^ Ii s^y tant^^, t^^^l.wía ten^;^^ más ^le cristianu yue ^1e m^^r^,, y rueí;^^ sicmE,re a Die^s me ahra lus ^^j^^s ^lel enten^limient^ y Ine ^lé a c^n^cer c^m^^ le tengo ^e servir. Y 1^^ yue me ticne admirICí^ es n^ saher ^c^r yuí se fur mi mujer antes a Berhería yue a Francia, ^l^m^Ie pc^^ía vivir cm^^^ cristiana^^. Ent^^nces le resp^^n^lieí Sanch^^: ^^Mira, Ric^,te, es^ n^, ^lehi^í estar en su m;ln^^, ^^^ryuc l^is Ilev^í Ju^ln Ti^^ ^iey^^, el herman^^ ^1e tu mujer; y cc^m^^ ^lehe ^lc srr fin^ nu,n,, fuese a 1, más hien ^ara^lu; y te v^^y a ^lecir ^,tra cu,I, yur crec^ yue vas en h,ll^le I huscar lo yue ^lejaste enrerr.a^1^,, ^^^ryue tuvim^^s nuev,ls yue hahían yuita^l^, a tu cuñad^, ^^ tu mujer muchas ^erlas y much^^ ^linero en ^^ru yue Ilevahan ^^^r re^;istran^. Ahura, hacien.lc^ una aclaracií^n al relatc^ úe Cer vanre^ ^• cc^ntrast^ín^lc^l^, c^^n I^^s suces^^s histcíria^s ^1e1 m^,mentc,, ha^• yue tener E^rrsente a^lemís yue ^^en la c^r ^len ^1e ex^,ulsiín ^le l^^s m^^riscc^s ^le Murcia, clel 9^1e ^íiciemhre ^}e 1609, eran exce^,tua^lc^s I^^s nu^riscc^s an ti}^u^,s ^lel rein^, ^1e Murcia, yue llaman mu^léx,^res, ^^r enten^lerse yue vivían christianamente, y yue h^^hita han en el valle ^1e Ric^^te; y en efect^^, estos fuerun ex clui^^^s en el han^}u ^jel 18 ^le ener^^ ^je 1610. Sin emhar}^e,, es ciert^^ yue tal exce^ci^^n fue cancela^la y yue Io, 2500 nu^risc^s ^el valle ^e Ricc^te acahIr^^n, entrr 1614 y 1616 ^lestcrra^lus ^le Es^atia,^ (4). ^T^^^l^ ell^^ c^^nviene tenerl^^ presente ^^r ahora. Mas vc^lv^imus ,1 la, ^á^;inas ^el Quij^^te. (ara encuntrarse c^n ^lc^n Quij^te, acaha Sanch^^ I.Inza ^1es^i^li^n^l^^se ael Rice^te aisfrazad^^ de percgri n^,, ne^;án^jc,se a acomp^lñarle, E,erc^ pn^metién^^^le n^^ ^3elatarle. Mas Ria^te tc^^javía le prekunt^í: ^^Per^ úime, ^hallastes en nuestr^^ luí;ar cuan^jc^ se parti^ del mi mu jer, mi hija y mi cutia^^^?,^. ^^Sí hallí -resp^,n^íi^, San chu-, y sete ^lecir yue sali^í tu hija tan hermusa yue salier^n a verla cuantc^s hahía en el ^uehlc^, y t^^^le^s ^}e cían yue era l^a m^s hella criatura clel mun^l^^. Iha Ilc^ ran^1^^ y ahrazaha a t^^^las las ami^;as y cm,cidas, y a cuant^^^ llegahan a verla, y a t^^^j^s E,e^lía la enc^^men ^jasen a Dios y a Nuestra Señ^^ra, su Ma^1re; ^^ est^^ c^n tant^ sentimicnt^, yue a Iní me hiz^^ ll^^rar, yue n^^ sue 1o ser Inuy 11^r^ín. Y a fe yur Inuch^s tuvier^^n ^^ese^ ^e cscc^n^lerla y salir a yuitársela en cl caminc^; ^er^^ el Inieac^ ^1e ir a^ntra el man^atc^ del Rey Ic^s ^letuv^. Prin ci^almente se mostró muy apasionaú^^ don Pe^jr^ Gre gciri^^, ayuel manceh^^ may^^raz^o ria^ yue tú a^n^^ces, yue ^licen yue la yuería Inuch^^, y^es^ués yue ella se ^arti^í nunca mis el ha a^areci^e^ en nuestr^^ lu^;ar, y t^^l^^s ^ensam^,s yue iha tras ella ^ara rescatarla; pero hasta ah^^ra nu se ha sahiac^ na^ja^^. Así, tras inf^^rmar a Ric^^te, se marchI Sancho en husca c1e su señ^^r, ccm cluyen^l^^ ^le esta fc^rma el capítul^ LIV úe la ^arte ll del Quijc^te. Se^;ui^lImente, Sanchu h^llla a ^lex^ Quijc^te cl^m^lr I^ dejara, junto al Duyue, de quien, pasados al^unos días, se des}^idier^u^ amhc,s, encaminánd^^se hacia Barcelma. P^^r el caminc^, no tardaron en tropezar c^m una cuadri lla de hand^leros catalanes que lc^s detuviercin para pre sentarlc^s a su capitán. Este, se^ún el capítul, LX, ^wenía s^^hre un poderoso cahallo, vestida la acera^^a cota, y con cuatre^ pist^letes (yue en ayuella tierra se llaman pedreñales) a los lados», lo cual yuería decir yue no se encienden c^n mecha (como actualmente los «mos yuetes^ en B^cairent) sino con pe^crnaL Se^;ím la in mc^rtal nwela se trataha ^1e Royue Guinart, yue la crítica histórica posterior suele identificar con Perot Rc^cagui narda, especie ^je handidc^ generosc^, muy pe^pular entre 1602 y 1611, el cual, en 1614, cuan^3c^ I^^ sitú^l el Qui j^^te, ya era capit^ín, ^ies^je hacía cc^mo tres añc^s, cle l^^s tercic,s ^1e infantería es^añola ^1e Nápc^les (It^llia) (5). Continuando adelante, el Quijc^te n^s dice yue R^^ yue Guinart envi(^ a un miemhr^^ ^e su cua^lrilla a^n una carta ^ara un acni^;^, ^^e Barcelc,na, avisán^lc,le ^le la lleí;a^l^a ^le ^lun Quij^^te y Sanchu ^lentru ^je cuatn^ ^lías, ccmcrctamente el ^lía ^1e San Juan Bautista. Mien tras am Quijc^te y Sanch^^, esc^^lta^l^^s p^^r seis escude re^s, c^ miemhrus ae l^l CU1l^rllla ^je R^^yue Guinart yue I^s c^i^itanea, empren^jen la marcha, llegan^lc^ a la playa ^je Barcelc^na en la n^che ae la vís^era ^1e San Juan. he ahí yue I^ yue sií;ue a a,ntinuaci^ín ^,ertenezca ya al ca^ítulu LXI ^le esta se^;un^1a },arte ^je la ^;enial ncwela. Cc^mu la ciu^la^1 estaha ^je fiestas, al clareIr el ^ía la kente em^ezí^ a acu^lir a la ^laya, retirán^íusc antes súhitamente R^^yue y su c^^m^añía ^le escu^ierus. Allí cerca, en el mar; se ence,ntrahan las cuatru ^;aleras ^le la Generali^}a^i (6), las cuales ,cc^menzar^m a mcwerse y a h^uer nuu}c, ^je escaramuza pc^r las sc,se^;acías a^;ua,, c^rres^^m^liin^}^^les casi al mismc^ nu^a^ infinit^s caha Ilerc^s yuc ^1e la ciu^ja^l, s^,hre herm^^sc^s cahalle^s y a^n vistc^sas lihreas, salían. L^^s sol^la^l^^s ^e las g;lleras dis ^arahan infinita artillería, a yuien resp^^n^jían los yue estahan en las murallas y fuertes ^^e la ciuda^l, y la arti llería gruesa cc^n espante^s^^ estruend, r^m^ía Ic^s vien tc^s, a yuien re^^^ndían 1^s ca ► 5e^nes ^ie crujía ^e las g^leras^^. Per^^ ^le num^ent^^, los ^erplej^s ^1^^n Quij^^te y San chu viér^^nse r^^jea^í^^s ^e^r la al^;azara de un grupo yue ca^itaneaha un^^, yue era ^^el avisa^l^^ ^+c^r R^^yue^^, el cual ^iij^^ en v^^z alta: ^^Bien sea veni^l^^ a nuestra ciuúad el es^ej^,, el farc,l, la estrella y el n^rte de toda la caballe ría an^lante, ^jcm^je más largamente se amtiene. Bien sea venidc^, ^li^;c^, el valer^^sc, ^^,n Quij^xe ^1r la Man ch^...^^; y^1cs^u^s, c^,m^, ^1on Quij^te n, rrs^^^n^ier^, cspete^le: ^^Vuestra merced, señ^^r ^1^^n Quij^^te, se ven í;a con n^s^tms; yue t^xlc^s s^^mos sus servi^}^^res y gran ^les ami^;us ^íe R^yue Guinart^^. Y ent^^nces sí que hahl^í ya don Quij^^te dicien^lc^: «Si c^^rtesías engenaran cur tesías, la vuestra, señcir cahaller^^, es hija o parienta muy cercana ae la del gran R^yue. Llevadme ^1c^ yuisiere c^es; yue y^^ n^^ tendré c^tra v^lunta^ yue la vuestra, y mas si la yueréis ocu^ar en vuestr^^ servici^^^^. T^^tal, yue ^i^m Quij^^te y Sanchu, aa^mpai^a^lc^s ^íe la multitu^l, ter minare^n pc^r ir a hos^ecíarse a la mansi^^n ^íe dc^n An t^^ni^^ M^^ren^^, cahallerc^ ria^ y humurista, yue hahía siac^ cl yue hahía recihicl^^ la carta ^le R^^yue Guin^lrt ante ri^^rmcntc, y^Ihora lc^s gui;^ha hacia su mc^ra^la, ^1^^n^1e pasaron varic^s días entreteni^3c^s en sorpren^lentes ^a satiempe^s, hasta yue una mañana «Avis^í dc^n Antc^nic^ al Cuatralhc^ ^e las galeras, cc^mo ayuella tar^le hahía ^le llevar a verlas a su huéspecí, el fam^^s^^ d^m Quijc^te de la Mancha, de yuien ya el Cuatralbo (jefe de cuatr^^ galeras) y todos los vecinos de la ciudad tenían noti cia...^^. Y ayuí finaliza el capítulo LXII, si bien el yue principalmente nos interesa es el yue le sigue, como veremos. ^^En resolución, ayuella tarde don Antonio More no, su huésped y sus dos amigos, con don Quijote y San cho, fueron a las galeras. El Cuatralbo, que estaba avisado de su buena venida, por ver a los dos tan famosos Qui jote y Sancho, apenas llegaron a la marina, cuando to das las galeras abatieron tienda, y sonaron las chirimías; arrojaron luego el esquife al agua, cubierto de ricos ta pices y de almohadas de terciopelo carmesí, y cn poniendo los pies en él don Quijote, disparó la capitana el cañón de cruj ía, y las otras galeras hicieron lo mesmo, y al subir don Quijote por la escala derecha, tod^^ la chusma le saludb como es usanza cuando una pers^^ na principal entra en la galera, diciendo: Hu, hu, hu!, tres veces. Díele la mano el General, yue con este nom bre le llamaremos, que era un principal caballero (y) abra zb a don Quijote diciéndole: Este día señalaré yo con piedra blanca, por ser uno de los mejores yue pienso Ilevar en mi vida, habiendo visto al señor don Quijote de la Mancha; tiempo y señal yue nos muestra yue en él se encierra y cifra todo el valor de la andante caba llería,. Ahora, prescindiendo del jocoso y divertido reci birniento otorgado a Sancho, se dispusieron a dar un paseo en barco a los huéspedes, cuando un marinero gritó: ^^Señal hace (el castillo de) Monjuí de que hay bajel de remos en la costa, por la banda de poniente. Esto oído, saltó el General en la crujía y dijo: iEa, hijos, no se nos vaya! Algún bergantín de corsarios de Argel debe ser éste yue la atalaya nos señala. Y zarparon las cuatro galeras en su persecución^^. A las dos millas avistaron el bajel, yue intentaha escapar, pero la galera capitana, más veloz, no tardó en darle alcance, cuando inesperadamente ^^dos torayuis, que es como decir dos turcos, borrachos, que en el bergantín venían con otros doce, dispararon dos escopetas con que dieron muerte a dos soldados que sobre nues tras arrumbadas (corredor a los dos lados de la proa) ve nían. Viendo lo cual juró el general no dejar con vida a cuantos en el bajel tomase...^^, el cual momentos des pués se rendía. Retornadas a la playa las cuatro galeras con la pre sa, resultó yue les estaba esperando el Virrey de Cata luña, yue no tardó en subir a bordo. Mientras, el General ^^mandó amainar la antena para ahorcar luego al arráez y a los demás turcos que en el bajel había cogido, yue serían hasta treinta y seis personas, todos gallardos, y los más escopeteros turcos^^. Y ello poryue «contra toda ley y contra toda razón y usanza (me han muerto) dos soldados de los mejores yue en estas galeras venían, y yo he jurado de ahorcar a cuantos he cautivado, princi palmente a este mozo, yue es el arráez del bergantín^^. Interrógolo el Virrey y averiguó yue no «era turco de nación, ni moro, ni renegado^, sino yue era ^mujer cristiana^^. Y acto seguido inició su confesión declaran do: ^^De ayuella nación más desdichada yue prudente,sobre quien ha llovido estos días un mar de desgracias, nací yo de moriscos padres engendrada. En la corriente de su desventura fui yo por dos tíos míus llevada a Ber bería, sin yue me aprovechase decir yue era cristiana, como en efecto lo soy, y no de las fingidas y aparentes, ;ino de las verdaderas y católicas. No me valió con los ^^ue tenían a cargo nuestro miserable destierro decir es ta verdad, ni mis tíos yuisieron creerla; antes la tuvie ron por mentira y por invencicín para yuedarme en la tierra donde había nacido, y así, por fuerza más que por grado, me trujeron consigo. Tuve una madre cristiana y un padre discreto y cristiano ni más ni menos; mamé la fe católica en la leche; criéme en buenas costumbres; ni en la lengua ni en ellas jamás, a mi parecer, di seña les de ser morisca. Al par y al paso destas virtudes (yue yo creo yue lo son) creció mi hermosura, si es que ten go alguna; y aunque mi recato y mi encerramiento fue mucho, no debió de ser tanto, que no tuviese lugar de verme un mancebo caballero llamado don Gaspar Gre gorio, hijo mayorazgo de un caballero yue, junto a nues tro lugar otro suyo tiene. Cómo me vio, cómo nos hablamos, cómo se vio perdido por mí, y cómo yo no muy ganada por él, sería largo dc contar...^^. No obstan tc, de todo ello -continuó manifestando-, «sólo diré, cómo en nuestro destierro yuiso acompañarme don Gre gorio. Mezclose con los moriscos que de otros lugares salieron, poryue sahía muy hien la lengua, y en el viaje se hizo amigo de dos tíos míos, yue consigo me traían; poryue mi padre, prudente y prevenido, así como oyó el primer bando de nuestro destierro, se salió del lugar y se fue a buscar alguno en los reinos extraños que nos acogiese. Dejó encerradas y enterradas en una parte de yuien yo sola tengo noticia muchas perlas y piedras de gran valor, con algunos dineros en cruzados y doblones de oro. Mandome que no tocase el tesoro que dejaba en ninguna manera, si acaso antes yue él volviese nos desterraban. Hícelo así, y con mis tíos, como tengo di cho, y otros parientes y allegados pasamos a Berbería, y el lugar donde hicimos asiento fue en Argel, como si lo hiciéramos en el mismo infierno. Tuvo noticias el Rey de mi hermosura, y la fama se la dio de mis ri yuezas yue, en parte, fue ventura mía. Llamome ante sí, preguntome de yué parte de España era y qué dine ros y yué joyas traía. Díjele el lugar, y yue las joyas y dineros quedaban en él enterradas; pero con facilidad se podrían cobrar si yo misma volviese por ellos. Estan do conmigo en estas pláticas, le llegaron a decir cómo venía conmigo uno de los más gallardos y hermosos man cebos yue se podía imaginar. Luego entendí que lo de cían por don Gaspar Gregorio, cuya belleza se deja atrás las mayores yue encarecer se pueden. Turbeme, consi derando el peligro yue don Gregorio corría, poryue en tre ayuellos hárbaros turcos en más se tiene y estima un muchacho o mancebo hermoso que una mujer, por hellísima yue sea. Mandó luego el Rey yue se lo truje sen allí delante para verle y preguntome si era verdad lo yue de aquel mozo le decían. Entonces yo, casi co mo prevenida del cielo, le dije yue sí era; pero yue le hacía saber yue no era varón, sino mujer como yo, y yue le suplicaba me la dejase ir a vestir en su natural traje, para yue de todo en todo mostrase su belleza y con menos empacho pareciese ante su presencia. Díjo me que fuese en buena hora y yue otro dia hahlaríamos en el modo yue se podría tener para yue yo volviese a España a sacar el escondido tesoro. Hablé con ae^n Gaspar, contéle el peligro que corría el mostrar ser hom bre, vestíle de mora, y ayuella mesma tarde le truje a la presencia del Rey, el cual, en viéndole, yuedó admi rado y hizo designio de guardarla para hacer presente della al Gran Señor; y por huir del peligro yue en cl serrallo de sus mujeres podía tener, y temer dc sí mis mo, le mandó poner en casa de unas principales moras yue la guardasen y sirviesen, a donde Ic Ilcvarc^n lucg+,. Lc^ yue los dc^s sentimc^s (yue nc^ puedc^ negar yue nc^ le yuiero) se deja a la ccrosideraci^n de los yue se apar tan, si bien se yuieren. Dic^ luego traza el Rey de yue yc^ vc^lviese a España en este bergantín y yue me acc^m pañasen dos turct^s de nacim, que fuerc^n los yue mata ron vuestros soldados. Vino también conmigc^ este renegado español -señalando al que hahía habladc^ primero-, del cual sé yo bien que es cristiano encuhierto y yue viene cc^n más dese^ de yuedarse en España que de volver a Berhería; la demás chusma del hergantín son morc^s y ture^s yue nc^ sirven de más yue de hogar al remc^. Los dos turcos, c^dicic^sc^s e insc^lentes, sin guar dar el c^rden yue traíam^s de yue a mí y a este renega do, en la primer parte de España, en háhitc^ de cristianus (de yue venimos prcweídc^s) nt^s echasen en tierra, pri mero yuisieron harrer esta costa y hacer alguna presa, si pudiesen, temiendc^ yue si primer^ nos echahan en tierra, pc^r algím accidente yue a Ic^s dc^s nc^s sucediese podríamos descuhrir yue yuedaha el hergantín en el mar, y si acasc^ hubiese galeras en esta c^sra, lc^s tc,masen. Anr,che .íe,cuhrimts c;ta playa y, sin tcncr nuticia destas cuatn, ^alera;, fuimc,: descuhierte^s y nc,s ha sucedidc^ lu yuc hahéis vistc,. En re;ulucicin, dc,n Gregc^ric^ yurda ^n h:ihitu .ie mujcr entrr mujeres, cc^n manifiestc^ peli gm ^ír pcrdene, y yc^ mr vec^ atadas lts manc^s, esperan ^íc,, c, pc^r mejc,r ^íecir, trmiendc, p^r.íer la vida, yue ya mr ^tn;a. E^rr rti, ,eñc,res, cl fin ^íe mi lamentahlc his turici, tan ver.íadera cc^mu desdichada; l^ ^íuc t„ ruege^ es yue mc dejéis mc^rir cc^mci cristiana, pues cemu, ya he ^licht,, en ninguna a^sa he sidc^ culpantr de la culpa ^n yue lc,s d^ mi nacitín han caídu». El Virrey termincí desatan^ic^ a la mc^risca. Mas en tunce,, un ancianu percgrint, yue hahía entradc^ en la galera cuan^íc^ el Virrey se arrují^ a lc^s pies de la tnc^ris ca y aferrín.íc^les llt^re^sc^ exclamcí: ^,Oh Ana Félix, des ^íichada hija mía! Yo se^y tu padre Ricote, yue volvía a huacarte, pe^r nu p^der vivir sin ti, yue eres mi alma^^. Estc^ hizu yue Sanchc^ mirara hien y se percatara de yue efectivamente se hallaha ante el reencuentro entre Ri cutc y su hija, tal cc^mo cc^ntinuaha pr^clamandc^: ^^Es ta, señures, e; mi hija, mas desdichada en sus sucesc^s yue en su nc^mhre, Ana Félix se llama, cc^n el sohre nc^mhre de Ricc^te, famosa tanto por su hermc^sura co mu pc^r mi riyueza. Yc^ salí de mi patria a huscar en reinos extratic^s yuien nos albergase y recogiese, y habiéndole hallad^ en Alemania, volví en este háhito peregrino, en ce^mpañía de otrc^s alemanes, a huscar a mi hija y a desenterrar muchas riyuezas yue dejé escc^ndidas. No hallé a mi hija; hallé un tesoro, yue ccmmigo traigo, y agc^ra, por el extraño rodeo yue hahéis visto he halla do el tesoro yue más me enriquece, yue es mi yuerida hija. Si nuestra poca culpa, y sus lágrimas y las mías, por la integridad de vuestra justicia pueden abrir puer tas a la misericordia, usadla con nosotros, yue jamás tu vimos pensamiento de ofenderos, ni convenimos en ningún modo con la intención de los nuestros, yue jus tamente han sido desterrados^^. Y en seguida ratificb San chu: ^^Bien conozco a Ricote, y sé yue es verdad lo yue dice en cuanto a ser Ana Félix su hija, yue en esotras zarandajas ^íe ir y venir, tener buena c^ mala intención, nc^ me entrc^metu,^. El resultado final fue yue no se ejecutó a nadie y el renegado españc^l se ofreció a volver a Argel y resca tar a don Gaspar Gregoric^, yue tanto había amado a .Ana Félix. Finalmente, partieron todos a casa de don Antc^nio Mc^reno. Para nosc^tros, ahora, lo importante de este relato ^1e Cervantes reside en yue, por vez primera en la in mc^rtal novela retumhan las armas de fuego militares, dehido a yue tiene lugar una peyueña hatalla naval en yue luchan cristianos cc^ntra turcos, y don Quijc^te, yue es testigo de cuanto acontece, resulta yue yueda parali zado y anulado, precisamente en la única ocasión yue se le ha presentado de manifestar verdaderamente su temple heroico. Con ell^, Cervantes no hacía más yue señalar el pasc^ de la Edad Media a la Edad Moderna. Es yue, al inicio de la Edad Mc^derna, dc^n Quijote hahía decidido resucitar la actividad guerrera medieval haciéndc^se ^^cahallero andante^^, a fin de restaurar la jus ticia en el mundo y defender individualmente a los dé biles contra 1,s tiranos. Pero el encuentrc^ con Royue Guinart hace yue entre de llenc^ en la historia del día. En definitiva, yue al final del Quijote recoge Cervan tes las grandes preocupaciones del siglo XVII, yue ihan a ser durante largos e intensos años la obsesicín del puchlo españ^I, de manera yue no s^lo yuedaron recogidas en la maravillosa ncrvela, sino yue esta realidad entonces obsesiva ha resultado imprescindible para entender la idic^sincrasia de buena parte de la reQi^n yue más di rectamente la vivicí enttnces, y posteric^rmente vino ne cesitandc^ rrvivirla ritualmente cada añc^, cc^mo parte de su esencia heredada. De ahí yue, en su estructura ciím, se cc^menzara cc^n la Fiesta de St^ldadesca, que no tardb en institucic^nalizarse cc^mc^ St^ldadesca de Morc^s y Cristian^s, la cual ccm el tiempt^ ev^lucimtí a Fiesta dc Mc^rc^s y Cristianc^s, tradición ésta cada vez más viva y dc^minante. Francisco Vañó Silvestre, prbo. Asest+r Rcli^ius++ ^3e I.+ UNDEF (I) •^Hia++ria ^Ir Es^aña••, ^1iri^i^la pur R:+mím Mcnin^lcz Pi.lal, tomn XXVI, ••EI si^l+r ^1c1 Quij++tc (1580-1680)••, v++lumcn II, ti:í^;. 161 (Ma drid, 1986). (2) Tum:mu+s cst:u citas ^Ic la nnt^+ n. 3, yuc fi^ura cn cl a+mentariu :+I ca^itub+ XLV ^Ic la se^;un.ia parte ^1e ••EI Li^;eni++su Hi^alko Dnn Quij+,re ^le la Mancha••, ^++r Mi^uel dc Ccrvantcs Sa;+vcdr:+, dc la c^li ciim Editurcs, S.A., se^(m a^arrce en la ^ák. 392 (Barcel+ma, 1983). (3) La frasc yuc sc rcpro^ucc fi^;ur:+ cn cl ca^írulc, LN dc la se^;un^1a ^:+r te ^le •^EI Inkcniusu Hi^lali;+^ D+,n Quij++tc ^le la Mancha•,, p+,r Mi^ucl .ic Ccrvantes Saavc^lra, ^Ic la c^liciím E.iinucs, S.A., sc^;ún a^arccc cn la pák. 472 (Barccluna, 1983). (4) •^Hisn,ria ^1c Es^aña•^, diri^;iJa por Ram+n Mcnendcz Pi^ial, tmm^ XXVI, ••EI sit;lc, dcl Quijcxc (1580-1680)••, vrlumcn II, ^át;. 166 (Ma ^lri^l, 1986). (5) En cl cuu^lir yuc hacc Martín dc Riyucl úc ••EI Quijntc••, cn la c+hra cita^la en la nora núm. I, en la pág. 184 se hahla Je Perut Je R++ca kuinarda, señaland^ yue nacib en Oristá, localidad al reste ^le Vich, cl 18 Je ^icicmhre de I 582, sicndo el yuinto hiio de un :ta+mn^la^l++ pn,pietarin rur:tl (páK. 179). Sohre su dedicacieín al handnlerismo se señala yuc fue temprana, si hicn sc afirm+ a^artir úc 1602, per^iu ran^l++ cn clla hasta cl 1611 cn yuc cl virrcy Pcdre+ Manriyuc, ohisrn de T++rtnsa, puhliu; un intiultn al yue se acogi+, s:+liendn en ++ctuhre de ayuel añ++ hacia Náp^^les (It:+lia), dnnde fue capitán de Irs tercios úc infantcría e,^añnlc,, Juranre 20 añs (pák. 184). Ami^+ dc Pcr+u R++ca{^uinard:+ fuc cl ^u^ular Vi^cnti Ci;+rcia, más cn n+ciJ++ cnnu, cl ••Rctnr ^1c Vallf+,^+,na•• (Vallf^+^++na.lc Riua+r^ cn Ge rnna), dc vi.la h++hemia y amik+ ^lc Lnpc dc Vcka, a yuicn sc ha :+trihuidu fun^adamcntc la autrria dcl Quijc+tc dc Avcllanc^a (pá^;. 425). (6) Tamhién se señala en la ,hra citada en I:+ m^ra núm. 1 yue las cuatru Kaleras de I:+ rnrvela cervantina están ^erfectamente d+,cumentadas ^+r la hisa+ri:+ catalana. La Gencrali^l,+^l ^Ic Cataluñ:+:mtnriz+i su cnns truccibn cn 1599. Así ••cl 3 dc julic^.lc 1607 sc hntarnn y hcn^lijcrnn las dos ^rimcras, la capitan:+, Ilamada Sant J++rdi, }• la patrnna, Ila mada Sant Maurici cr la Mauricia; cl 15 dc julir+ ^Ic 1608 sc hi z++ I++ rro^in cun las restantcs, la Sant Schastiá y la Sant Ram+ín, Il:+mada cc,múnmentc Ram+ma. Fuc ^;cncral dc cstas ^;alcras dnn Rambn ^lnms y de Calders, expert++ marino yuc de jrwen hahía lu chadu cn Lcpanrt+, y yur murib en 1615, lo yuc lo i^cntifica c,n cl kcncral dc t;alcras yuc cita Ccrvantcs, aunyuc lo ha^a valcnciann•• (t^:iy^. 190). nu n i^ .i v ^ ^^ ^ . ^. nu ^r ., i ic^ r r . icicr . icu II.- VIDA Y OI3RA «,Sis licet, ut dehes, te/lus. placata levisque, artifir.rs Ic^r^ior rroir /^c^tes c^çse rrtarlu,^ (1). (MíllCÍíll: aEpi.qrílm,,, V/. .S2) Nació en Onteniente (Valencia), e121 de diciem bre de 1926. Recibió sus primeros conocimientos mu sicales de su padre y a los 14 años entra a formar parte de la I3anda de Onteniente como instrumen tista de trompa, como su propio padre. Finalizada la contienda civil amplía sus estudios con el profesor de Música y Latín, Padre Vicente Pé rez Jorge. Convalida sus estudios en los conservato rios de Valencia y Sevilla con un brillante Sobresalientc fin de carrcra. En 1950 sc hacc cargo de la T3anda «Unión Mu sical» de Onteníente. Su principal fuente de inspira ción la tuvo en la música de corte festero. Entre las más de cuarenta obras que compuso, destacan las marchas moras «Reige», «Els Fésils», «Marrakech» y«El Kábila»; marchas cristianas como «I3onus Chris- tianus», «Apóstol Poeta» e«Illicitana»; pasodobles com0 «T3risas ciel Clarianrn,, «Ontenlente», «Reina de Fiestas» ,«El Nostre», etc. En l 964 compuso su obra más popular, «Chimo», marcha mora que realizó por encargo dc la Comparsa «Kábilas» para cclebrar las bodas de plata del industrial y festero Joaquín Sanz. Ha ohtenido premios varias veces en diversos concursos y certámenes celebrados en Alcoy y otras poblaciones festeras. Fue uno de los artífices y más incansables tra bajadores en la organización del II Congreso Nacio nal de la Fiesta de Moros y Cristianos, del que fue Vicepresic{ente 1.°. III.- EPILOGO I.- PROEMIO Como en un soplo se ha extinguido ese hálito vital quc fIlfundía fllcrza, inspiración y genio artísti co al insigne y llorado Maestro Ferrero. Las parcas con su tejer y destejer han acabado con la vida de tan inolvidable maestro cuya muerte sírbita c ines perada nos ha llenado de zozobra e impotencia. Es tc año, en la ya próxima efemérides festera, CUandO la I3anda de Onteniente desfile marcial y acompasa da al ritmo de «Chimo» o de nuestra «Elda Musulma na», los sones se han de elevar, cual inusitada plegaria, hacia las celestes regiones donde -sin duda- su alma desnuda y libre de ataduras munda nas los recogerá transisa de nostalgia, perenne y go zosa. Nosotros notaremos su ausencia con cada compás de «Chimo» o de «El Kábila»; recordaremos su grata compañía, su don magistral de músico y de persona ejemplar. Nos hemos de sentir, qué duda cabe, huérfanos de su maestría musical, de su conta giosa y sincera simpatía, de su desbordante humanidad que exhalaba por doquier. Honremos su memoria, ofrezcamos este home naje a quien tanto ha dado a la Fiesta, tanto ha he cho por la mírsica que cada año -en nuestras celebraciones y demás avatares festeros- inunda nuestros pucblos y ciudades, nuestra querida tierra valenciana a la quc tan vinculado se sentía. Sus mar chas, sus pasodobles, su música en general, es el mejor recuerdo que podemos tener de él y su inter pretación en los actos festeros, en conciertos y en procesiones y plegarias, es el homenaje que él -si anciuviera todavía entre nosotros, en este mundo sen sible y hanal- hubiera preferido sin duda a todos. JOSE MARIA FERRERO PASTOR, hombre, músico, artista y festero, descansa en paz, quc la tierra quc cubre tus huesos te sea leve y que Dios en su infini ta misericordia se apiade de tu alma y te acoja en su seno eterno. Quc allá en lo más alto coros dc se rafines y un sinfín de mírsicos querubines te delei ten -como tu música ha de deleitar siempre- con la celestial plegaria de la eterna singladura a través de los designios del Altísimo. José I3. 131anes (1) Traducción: •Conviene que seas -como dehes-, tierra, bené ^•ola y^ suave; aunque no puede ser más suave que la mano •del artista•. Cristia^ ► os Abanderada: CANDELARIA MARTI ROMERO Capitán: JOSE MARTI ARACIL ,,. /^ ^-^ /^%^ ` ^^ ^ i, ;^_ ! _ ^^i^i^^i^^^ ,^; /^ ^; -! ^,^ . ^ . ^_^^ ^ ^ ^^ -^ ^i_ ^^^ ^^, ^ ^^ ^^ ^ ► ^ ;;` i^ -^ r ^ i . ^ ^;_^_^ ^^^^^_,_ ^ ^^ ; %`^^. ^ ^`^ i. _ ^ /_^ i ^ ^ ^ /^ ^ / ^ ^^^ _ ^ ^^ .`^ ^ ^_^- ^^ i^/,^1 Abanderada Infantil: GEMA GIL MIRA ,^^^.^^^i^^ =^^ ^^^ ^`^^ -i1 ` , 1^^^r I ^--/ ^ ,^`^^;r^_i^ ► ^^^ ^^r ^-^^r^^^ ^^^ ^^^1^ ^^_ ^,- l ^^ ^^^ i `^l i t^ I ` ^^1^ ` ^. ^ ^%^^^ 1 1 ^ ^ ^. i I / Capitán Infantil: VICENTE C^UINTANILLA RODRIGUEZ ^ ^iratas Abanderada: ISAT3EL VILLAESCUSA GARCIA -i, ^^^ - ^^^ i _ ^_ -i^ ^ ^ ^^^ ^ ^ ^ ^ ^^ ^^ j /^^^`/I^ i^ ^ ^ ^ ^ _ ^ ^i` Capitán: JUAN JOSE GRACIA GARCIA i ^ ^`i.^^I i ^ i ^-^ Abanderada Infantil: SAN))RA VERA BLANES ^^^^.;^^^i^, =^ ^^:^ ^ ^ ^ ^ ^ i ^ ^^ ^ ^ _ ^ ^ ^^^ ^^^-/ _^ ^I^I^^ ^ ^ ^ ^^^f - ^ ^ ^1 ^ ^ ^^ I^^ ^ ^_ ^ /I 1 ` ^ `^^ ^. ^^ ^ 1 ^ / % ^- 1 ^ 1 ^ i ^^^ ^/^^^/_1 ^ ^ ^ ^ ./^^^/ ^ i ^^^`^ ^ i ^^^^^^ ^-^ ^^ / ^ ^ ^^ 1 . ^_ . ^-^ ^ _ ^/t ^ i_ ^^^^ ^ ^ / - ^ / ., ^^^_^ Capitán Infantil: J ^ ^ ^ FRANCISCO JAVIER DELTELL ^ ,.. ^ I30NETE ^ • • ^ ^ ^ ^.. •. . :^s • ^ f ^ ^ + , , ^,r ^^* / 1 Abanderada: M. a DEL ROSARIO MORAN GONZALEZ ^^^.Í Í /^^ ^ ^ ^1^ . ^ ^ ^ ^ i - i ^ ^/^ i _^ - ^ -i , ^ 1^ j j ^/^^ 1. ^ _^ ^ ^ i I i / ^ ^ j ^ ^ ^/^^^ . ^ ^ /_^/ ^ 1^ / _ ^ ^ %^^/ ^/ ^ ^/.^^, ^ ^^ ^ j ^/^^^^/1/ i^ ^ ^ - ^ 1^^ ^ /_ / ^^I^^ ^-^/^ Capitán: FRANCISCO MARTINEZ RIQUELME Abanderada Infantil: SILVIA LUCAS MILAN - / i- ^ ^ 1^^^1 1 ^^ i -^ ^ ^ ^^ 1 ^ /. ^ Capitán Infantil: JOSE JOA(^UIN GRACIA RODRIGUEZ ,^ ^^; , ^ - ^^ . ,: Y ^; • l G} ^ ^^`4^• (ir. ` Coqtraba^distas ^ 7 Ab dd ^^^• ^ an era a: •. ^•° MARICHON PUCHE °•,,°r?^ HERRERO ^^_ Abanderada: M. a I3ELEN PUCHE HERRERO Capitán: JOA(^UIN PUCHE I13AÑEZ ^ ^ ^ ,: . s^^ Abanderada Infantil: CRISTINA GOMEZ CAMACHO - /^ i- ^^ ^ 1^/^^_ 1 / ^ ^ ^ ^^ 1 ^ /. ^ ^ . _ _ ^ ^^I ^ ^-^ ^^^ - ^ / ^ // :^^ ^^^-^ ^i`i^^ _ i - ;l^ . . ^^^^_^_^,^ ^ . ^-!^, Capitán Infantil: FRANCISCO JAVIER GOMEZ CAMACHO 0 Zípgaros ^ Abanderada: ISABEL MARIA PRIMO CREMADES ^ .^ .^^^ ^ ^ ^ ^^ ♦ .. I _^ / i ^ ^ ^ I^ ^ ^/^^i/_ ^ -^ i / l ^ j % % /` ^^Í ^^^ ^^^^ ^^ ^^I -/^ ^/ / ^%^ ^/ ^ _ / /^ 1 ^^`i ^ ^^ ^ j 1/^^-`/1^ ^ L^.^ ^ ^-^ ^ / /_ / ^/1=^ _ ^ i ` / ^ ^^^^ ^ / ` i 1 ^^ ^ ^ i ^^ / - 1 ^ ^ ^ / ^ ♦ Capitán: ^ ^ _ _ ^ - i JOSE FRANCISCO PEREZ RICO -^ ^^ ^^^^^ ^ ^ ^ ^`i,^ ^ ^ Abanderada Infantil: ANDREA AGUILAR ALT3ERT Capitán Infantil: JESUS PEREZ GIL Lo s d esfiles d e E l d a: UN PATRON A SEGUIR L os fiestos de Moros Cristionos ozon de ^. Y 9 desorrollo inusitodo, que ho hecho que en todos los lugores donde se celebron oporezco el fenó meno de lo mosificoción, provocondo no pocos problemos o lo horo de orgonizor los desfiles, mo mento culminonte que brillo con luz propio en cuolquier progromo de festejos. Eldo, sin hober permonecido ojeno o dicho mosificoción, ho logrodo creor unos desfiles en los que los dotos hoblon por sí solos, ounóndose o un tiempo lo moyor contidod de festeros solien tes en el menor tiempo posible. Pero yo no es cuestión de que R solgo mucho gente», sino de lo puntuol orgonizoción de todos y codo uno de los vorios miles de componentes en codo uno de sus desfiles. Uno de los principoles oportociones o este sis temo estribo en lo solido de dos colles perpendi culores, situodos en lo plozo de Costelor, de modo que mientros uno comporso comienzo el desfile, lo siguiente, con todos sus escuodros formodos, oguordo en lo otro colle su turno. Junto o lo for moción en dos colles, es indispensoble poro que todo funcione como debe ser que los escuodros voyon numerodos, figurondo el número de codo uno de ellos en los extremos de lo mismo, por me dio de un brozolete de un festero, o pendiendo del ormo que éste porte. Salvodo el momento mós difícil, el de lo soli do, no ocobo ohí el buen hocer de los festeros eldenses. Codo escuodro tiene un cobo, o veces dos, por ser éstos mixtos. Pero no sucede como en cuolquier otro pobloción, donde los distoncios se ogigonton de unos escuodros o filós o los siguientes. En Eldo no hoy seporociones, y si uno polobro puede definir el ritmo del desfile es flui dez. Los bondos de músico ocompoñon o los es cuodros, y codo muy pocos de ellos Ilego uno, sin que por ello, poro escuchorlo mejor, se observe ningún tipo de corte entre los escuodros que von delonte y detrás de uno bondo de músico, y los escuodros que von delonte de lo bondo de mú sico siguiente. EI festero está mentolizodo de tol formo que entre tontos miles, y entre tontos cien tos de escuodros, los seporociones siempre son mínimos. En Eldo los desfiles son ton fluidos que, si no fuero porque todos hemos visto los de poblocio nes muy dispores, nos porecerío olgo fócil sin mo yores complicociones el que un número determi nodo de festeros desfile con estos corocterísticos. Apenos conocemos lo reolidod de un elevodo por centoje de «entrodos^ no tenemos mós que oplou dir o los eldenses por ese, en oporiencio, fócil orte de socor desfiles multitudinorios o lo colle. Eldo, insistimos, se puede erigir en porodigmo, en modelo y potrón de orgonizoción de des files festeros mosificodos. Siempre es bueno extroer lo positivo de codo lugor, yo que lo fiesto de Moros y Cristionos, plurol y con idiosincrosio por ticulor olló donde se celebro, cuento con proble mos comunes que en determinodos poblociones se solucionon con procedimientos dignos de ser conocidos. ANTONIO SEMPERE Cronisto de lo Junto Centrol de Fiestos de Villena a 4 lusul^aq e s Abanderada: M. a PILAR SANCHIZ ESTEVE r ^ ^ _ _`/ ^ ^^ ^ . .^^^^_^d ., ^ ^_^ ^ ^^ ^^ ^ ^ ^ i ^ ^^^^% ^^/_ ! =^ ^ ^ ^^^ ^ i ^, ^ 1 i ^ ^ ^ /^ ^ ^ ^ ^ ^ ^ I -1^ ^^/ /i`/^^/^ % /^1`i^;^i ^ _, / ^ ^ / i^ ^ ^ ^ - ^ 1^` - /_^/ / ^ ^ ^ ^ ^ _ ^ , ^ ^ ^ _ ^ / ^^ ^^^^ Capitán: JUAN SANCHIZ ESTEVE Abanderada Infantil: OLGA SANCHIZ ESTEVE ,^.^^i, = ^^:^^i^^^.^ i^i/. ^-^li^_^^ ^i ^ ^ ^ ^ ^ ^ I - ^l . / ^1 ^/^ ^ ^/ ^ % I ^ ^ t ^^ i ^/ ; 1^ / ` ^ ^ 1` ` ^ . ^ ^ ^/-^^/_1 ^ ^ _/ ^ / ^ / I ^ i !^ ^ i^! / - ^ ^^^^^^ - / - ^ ^ ^ ^ ^^^^ 1 ^ ^. , ^ _^- ^ • ^ ^ ^ ^ ^ ^ I ` _ ^ ^^^ i i ^ ^ ^ _ ^ I ^^^ ^ _ i - ;^^ . . ^^^^-I^^ . ^!^, ^ ^ , Capitán Infantil: ISIDRO CALVO IBORRA ® ^^arroquíes Abanderada: NURIA VALIENTE MAESTRE Capitán: ANTONIO VALIENTE MAESTRE ^^^^^^i_^ / ^ ^^^^^^` I i 1^^^^ ^ / - 1 ^ / ^ ^-^/_^/ / ^ ^ / / ^ ^ ^l ^ ^^^1 _ ^ ,^ . ^ ^ _^^ . _^ ^ ^ v^^: ^.^,: ^.. ^ ^ ^r w^ .,^ . Abanderada Infantil: GEMA PATRICIA PAGAN MARTINEZ .^ . `^` `^^ -^`-. ^ ► ^ ^^^: ^i -^^^- ^/ _/ ^ ^ 1 li _/^ ^^ ^ ^ ^ ,^ ^ ^^ i_^^^ ^^ ^^^^^^^^_ _ t ^ `^ ^. ,^^ ^ 1^ I ! ^- 1 ^ I^ i ^1^^^^^/-^^/-^ ^ : . ^, ^ ^ ^ ` ^` ^^ _^/^^-i ^^! i ^;^^^^^ ^ / 1 -^i ^ ^ /^ ; Capitán Infantil: VICENTE CARLOS PAGAN MARTINEZ Realistas Abanderada: M. a NIEVES GONZALEZ HERRERO Capitán: PASCUAL GONZALEZ AMAT 1^^i ^.i ^ ^ ^^/,i^^^ I: ^ ^/ i/ ^^ - ^^ ^ i , ^ ^ % ;^ %i^;; /^I i / ^ ^ % ^ ^ ^^ ^ ^ ^ . ^ ^ ^ /_^/ ^^^^ I ^^^_ ^ `^^ ^ ^ ^^^^ / ^ ^ ^_^^ / / ^ , ^ / ` / ^ - ^1^L /^ ^ ^ - /_^^ - ^^^^ ^i_ ^ / ^ - ^ / ^^ ^^^^ ^ i ^ ^ ^ ^ ^ ^^^^ _;_; ^ ^^ ^ ^^ ^ ^ ^^ . ^-i -^ ^. _ ^^ ^ i^i ^-^ ^ ^ ^`i.^^l 4^1 Abanderada Infantil: CRISTINA T3ERENGUER VIDAL f Capitán Infantil: MANUEL BERENGUER VIDAL :J Hucstes del Cadí Abanderada: MARI CHELO CUESTA VIZCAINO ^^ ^ ^ ^; / / 1i ^ ^ ^ I^ .^ ^^^ ^^^ ^/ _^ ^ ^^j ^%/1^ 1. i .^ i ^ ^ ^^^ ^^^^ i^ ^^li .^^ ^/ /-^` /^1` ^_ ^ /^ `^^^i ^^^_^ j^/^^^^/1/ i ^ ^ ^ - /^ - /_^/ , ^^^^^^i _ ^ /^^^ _ ^^ / ^^^/ ^ I ^ ^ / Capitán: GAI3RIEL CUESTA SANCHEZ Abanderada InfantiL ISAI3EL MARTINEZ PAYA ^^^^^^i, =^ !^^`^ ^^^ - ^ ^^ ^ ^^ ^ . ^ --^ ^^ ^^-^1^_^^ ^i ^ ^ _ ^ I ^ f ^ ^1 ^^^ ^ ^^ ^ ^^ 1- l ^ ^ ( ^ ^^ i /i^^/ ^^`1^ `^. ^^1^^^/^1 ^ ^ ^ .^_ t ` ^ ^ / ^ ^ I ^ , `/ ! 1^^^^^^ 1 -^^- ^- ^ ^ ^^ 1i1/^^ _- ^ . /t ^_^ I _ ^ ♦ _ ^ ^ ^ ^ ,` 1 /1 ^i^^^^ _ i-^^^.. ^^ ^_ ^ - 1 i^ . ^!^, ^ ^ , ^s a a , ^;.^.+.^.^^r ^ Capitán Infantil: JUAN FRANCISCO MOYA CASTELLO LA HI S T O R I A Y L A T RADICION D E M I PUEB L O Este artículo se publicó con motivo del Cen tenario de la traida de los Santos Patronos. Existen acontecimientos en la historia de los pueblos que el tiempo podrá cubrirlos con el polvo de su manto y si preciso fuera borrarlos del libro del pasado, pero vano intento: la tradición más compiscua, apoyada en una fe tierna y consoladora, con la esperanza de nuevos y sor prendentes acontecimientos, se encarga de transmitirlos con su peculiar lenguaje a las generaciones todas. Esas escenas grandiosas que con su extensión tocan la cum bre de lo sublime y con su profundidad la soberana Provi dencia de un Dios, que a los pueblos todos consuela y mantiene en el camino de sus creencias, sirven de aliento para su vida y como de escudo de la mejor nobleza. En los anales de España escritos están con indelebles carac teres esos acontecimientos sublimes que los hombres con placer y júbilo admiran; en los anales del pueblo graba dos quedan también como pía recordación las escenas más conmovedoras y los más gratos acontecimientos. Elda, de asombrosa antig ŭ edad, fundada durante la dominación romana, palacio de la mejor y más sobresaliente nobleza, coronada por un Alcázar, la mejor librea de su hermosa historia la leal, y fidelísima villa a sus Augus tos Monarcas, hoy bello jardín por su fecunda huerta rica y poderosa por la industria que domina, comercial, activa en el trabajo y en la honradez preclara, es el pueblo que en las páginas de su historia hoy recuerda aquellos acon tecimientos que, o regados por las lágrimas, o sellados por el placer y la alegría grabados dejaron sus antepasados, para que su eco Ilegara hasta la generación presente, sir viendo de calor y vida a todas aquellas escenas que rega das también por nuestras lágrimas y sancionadas por la indiscutible aprobación de toda ella, pasen a la historia co mo monumento precioso de una de sus más sublimes epopeyas. Elda, sin historia sería desgraciada, con ella hoy es dichosa; Elda, sin una tradición, hoy no se vería movida por el entusiasmo efervescente que la domina y su recuer do veríase envuelto en la oscuridad, efecto de la falta de tradición en algunos pueblos; pero Elda es un pueblo de Historia; Elda es un pueblo que firme conserva una tradi ción piadosa cuyo lenguaje, ya tres centurias, viene ma nifestando las grandezas de su origen, los acontecimientos que cada siglo ocasiona y la esperanza de otros más gran diosos para el presente año 1904. Sí, benévolos lectores, nos encontramos en año ex cepcional, en año apetecido y deseado por nuestros ma yores, en el año que constituía para todos nosotros la risueña esperanza de nuestra vida y que a no dudarlo ha rá paréntesis en la larga serie de los años. Yo bien quisie ra en este momento, reproducir con los vivos colores de la verdad, haciendo se refleje en este papel el eco con movedor que producen aquella historia y esta tradición, y recogiéndolo todo envuelto por el placer y júbilo que ani maba a los eldenses del 1804, dirigido a nuestro corazón, que ramificándose en toda su extensión consiga reprodu cir en todo él, aquel fervor y entusiasmo que desde el año 1601 se siente en los corazones de los buenos eldenses. Pero inútilmente; las ciencias que conservaron nuestros ascendientes hoy se encuentran más arraigadas si cabe en la generación presente, la fe que les dominaba y hacía vivir felices, hoy si apagada por el frío escepticismo de nuestro siglo, domina todos los pechos eldenses, el entu siasmo que entonces pudo arrancar de sus corazones aquel regocijo y aquellos ensordecedores vivas a la Vir gen de la Salud y al Santo Cristo del Buen Suceso, hoy reproducido lo tenemos en los que tienen la dicha de res pirar las primeras brisas del año 1904. Por esto en los primeros albores del año que con an siedad todos esperábamos, y contemplando a lo lejos las grandezas del 1804; en este año, repito, el más solemne de nuestra vida, movido por la gratitud me dirijo a todos mis paisanos que con la brisa de sus entusiasmos parece que desprenden mi corazón de la tierra y lo levantan ha cia el cielo. Veo en vosotros, herederos de la fe, de la leal tad y del tesón heroico de generaciones ilustres, el símbolo, el compendio de sus entusiasmos y grandezas; veo en vo sotros herederos de aquella hermosa y pía tradición, la flor espléndida que no se marchita, sino que crece en el ame no campo de la Historia perfumada por el sacrificio y la abnegación; veo en vosotros herederos también de la ilus tración y el saber de todos nuestros antepasados, no sólo la abnegación y sacrificio que encarecidamente se os rue ga desde estas columnas y que en este hermoso año con seguirán comunicar su aroma a los lauros de gloria y orlar con ellos las páginas de nuestra historia, sino también aquella otra silenciosa y suave cuyas fragancias y triun fos no se advierten y por eso mismo es más sublime, la abnegación, el sacrificio de nuestro corazón. iAh! Si yo pudiera condensar en una plegaria el aro ma de tantos heroismos, de tantas grandezas y glorias tan tas que mi pueblo sabe cauteloso guardar en los anales de su historia; orgulloso me atrevería a levantar mi pobre voz hacia el cielo, y de hinojos decir Supremo Hacedor de todas las cosas: iSeñor! iSeñor! iQué hermosa es la his toria y la tradición de mi pueblo! Septiembre de 1903 B. ALONSO R ESUMEN D E UN AÑ O D E F I ESTA [ur JUAN^ DELTELL AI igual yue en atius anteric^r^s, he m^„ de haccr halance de l^, m:ís signi ficativ^^ dentr^^ de la fiesta de Mc^r^^s ^• Cristianus de Elda en esta revista de fiestas, c^^rres^imdirnte al añ^^ 1988, pen, yue hahr:í yue recurd.u cusas ^• hc ch^,s yue t;^mhién fuerun n^,ticia en rl añu 1987. Comen.am^s ^^^r el mes de ABR1L de 1987 Día 4. La Cum^ars:t de Pirata^, celehra su actu fe;tem anual, hacien d^^ la presentacicín en el mi,mu dc lus nuevos ahanderada ^• capitán ^ara las próximas fiestas, Isahel Villaescusa Gar cía ^^ Juan Jc^sé Gracia García. Al acto asiste el alcalde de la ciudad, Roherto García Blancs, aa,m^a ñado tamhién del pre,idente de la Junta Central y un buen númer^^ de fester^s de esta c^mparsa. En cl misnu^ acto fue rm entregados premi^^s a lus ganado res de esta comparsa en las fiestas del año anteric^r, Escuadra Reyuena. Pre sentó el acto el ex-presidente de la Compar,a de Piratas, Pacu Vidal. Día 24. Es inauguradc^ el XV11 Concurso de Dibujos de Humor, que ganó el eldense Jc^ayuín Laguna Blas co, siendo segundc, Jc^sé Luis Castillo de Fez, de Godella (Valencia), y terce ru, José María Sánchez D^mínguez, de Valencia. EI premi^^ I^^cal fue ^ara Jusé Luis Bazán García. Día 25. En el restaurante de FICIA, tuvo lugar el acto de la Com^ar- sa de Me^ros Marroyuíes yue, am^^ cada añ^^, contb con una nutrida asistencia de festeros de esta comparsa, y tamhién de muchas com^arsas de la fiesta. En este act^^, yue estuv^^ presidi d^^ por las primeras autc^ridades l^^cales y también festeras, se presentar^^n a l^s herman^^s Nuria ^• Ant^^ni^^ Valiente Maestre, yue este :añ^^ 87 desempetia ron los cargos de ahandcrada y ca^irín de esta comparsa m^^ra. Un excelente ambiente, c^n alegría, música y emu cibn, pusier^m el hr^^che a una nc^ehe inolvidahle, dcmde I^gicantente n^ fal tó la música m^^ra }• el tradici^nal p:t sodohlc ^^Pedr^ Díaz^^. Día 30. Fuerc^n entregad^s en cl Aula de Cultura de la Caja de Ahc^rrc^s Provincial, l^^s premi^s a l^s ganad^rrs del amcurst^ de dihujo, yue al final se rí;t el último organizad^ por la Junta C:^•ntral de C^mparsas, c^mt^ conse- cucnci:t ^lcl ^uct^ a^^,í^, rccihidt, en I:t, últimas c^lici,ncs, a pcsar dc yuc I^^. premi^,s, tantu trufc^^s cmu cn mcrí lia^, eran im{,^^rt:tntes. C^lah^^rarm en csta c.liciín dcl 87 las C;tjas dc Ahu rru, Inrvincial }• de Alicante ^^ Murcia, así a^mu cl Aí^untamicnn^ ^1r Elda. MAYO En el Teatr^^ Castelar, E^rufusamen tc engalanadu ^:ua el actu, se crlehra el actu ^1r ^resentaci^^n dc ah;tn^lrr;i.l;t^ ^^ ca^itanes intantile,. Es la ^rimcra ^^r^ yue c,te im^^^rtante act^^ fe,trn r ha ci:t rn el teatr^^, ^•a ^^ue en anteri^^res ;^n^„ el misnu, se llevaha a cah^^ en rl transcurs^^ de una tnerienda yue c:ui siem^re tenía lugar en el restaurante ^3^• FICIA. En esta ^,ca,i^m cun un escena ri^^ realmente magistrnl, c^^n una dec^ raci^ín encarg;adx a I^„ grandes maestrus valenciarn^s en la rsE,erialidad, I^^s ^^^e yues^^ de la fiest;i suhirrcm al esccnari^^ en mrdi^^ de grnn^lr aE,lausc^s, recihien du de la Junra Central de Cc,mí,arsas unus hunitus regalu,, tantu los c^ue des E,e.lían cl cargu a^nu^ Ir^s yue entrah:tn :t ^,ru^ar lus misnu^s. Juan I)eltell, hi ^^^ I:t E,resentaciún del actu ^• tatnhi^n .1e1 pregonero para los ,^peques^^, que fue Ic^sé Antonio Sirvent Mullor, yue co mo siempre dejó boquiabiertos a toda la grey infantil de los moros y cristianos. Día 10. Se celebra el Segundo Certamen de Bandas de Música Feste ra, que tiene como banda ganadora a la de Rótova, seguida de la ^^Unión Mu sical Artística», de Novelda; ^^Sociedad Bañerense^^, de Bañeres, y^^Unicín Mu sicaL,, de Xeraco. Fuera de concurso ac tuó la ,^Santa Cecilia,^, de Elda, yue, junto al resto de entidades musicales, cosechó un gran éxito. Día 16. En el restaurante de FICIA, con cerca de yuinientos festeros, se celebró el acto de proclamación de abanderadas y capitanes y el preg^^n de las fiestas de Moros y Cristianos, yue corrió a cargo del prestigioso periodis ta y escritor, Emilio Romero. La convocatoria de este pregonero, hizo que prácticamente el lugar donde se llevaba a cabo el mismo, se quedase peyueño para albergar a la gran canti dad de festeros que querían estar pre sentes. Como siempre en este acto, las ver daderas o los verdaderos protagonistas son abanderadas y capitanes, ya que pa ra ellos está dedicado el acto. La pre sentación del pregonero, la realizaba otro ex-pregonero de nuestra fiesta, Ar turo Rigel, que se encargó de hacer un panegírico de Emilio Romero, antes de yue éste comenzase, durante 20 minu tos y sin papel, a disertar sobre la his toria de nuestras fiestas y sohre todo de sus festeros. Una fuerte ovaci^n, aca hada su disertación, recibía este presti ^;ioso personaje. Como cada año en este mismo ac to, la Junta Central de Comparsas ha ce entrega de los moros y cristianos de plata a aquellas personas que por su buen hacer, a lo largo de los años den tro de la fiesta, se hayan hecho acree dores a tal distinci^ín. En este año 87, el cristianu de plata fue a parar a la so ^lapa de Payuito Ortega, un hombre yue durante 19 años desempeñ^ el cargo de Embajador Cristiano. Los emblemas de plata moros fue ron para Benjamín Rueda Catalán y Rubén Martínez Payá, uno de los Rea listas y el otro actual presidente de los Marroquíes. Día 17. De extraordinario se pu do calificar el acto organizado por la Comparsa de Moros Musulmanes, ce lebrado en el Teatro Castelar. Con el primer coliseo eldense a re bosar, los musulmanes, acompañados de la banda de música ^^Santa Cecilia^^, de Elda, rindieron un merecido home naje al capitán yue se marchaba para dar paso a uno nuevo, en este caso hi jo del yue cesaba. Juan Sanchiz Rubio, decía adiós al cargo y entregaba los atri butos a su hijo, Juan Sanchiz Esteve, yue junto a su hermana Pilar, serían los responsables este año de comandar a los tnusulmanes. Los infantiles fueron Ol ga Sanchiz, abanderada, y como capi tán, Isidro Calvo. Día 29. Los Zíngaros, en el res taurante Paulino, celebraron su fiesta zíngara de cada año, donde además de homenajear a su abanderada y capitán, hicieron entrega de la más veterana dis tinción de las comparsas eldenses, la ze ta de oro, yue en esta ocasibn fue para José Antonio Martínez Ríos y Raúl Pérez Laliga. A este acto asisti(^ el alcal de de la ciudad. Día 30. La Comparsa Huestes del Cadí de alguna manera cerraba la serie de actos festeros que las comparsas y la propia Junta Central habían organiza do antes de las fiestas. En el restauran te de FICIA, perfectamente engalanado para tal ocasión, se celebrí el acto. En el mismo son presentados como aban derada y capitán, Marichelo Cuesta Vizcaíno y Gabriel Cuesta, respectiva mente. JUNIO Del 5 al 8.- Se celehran las fies tas de Moros y Cristianos, yue como en años anteriores cuentan con un am hiente excepcional en calles y cuarte ^ !illus ^ír rumE,arsa ^1^,n.ír la ficsta n^^ ^r•a ^lurintr t^^^íns l^is huras ^írl ^íí^i. f)r;^íc In, ^rimeras h^^ras ^íc I,i m^iñan,^ ^Irl viernes ^h^i 5 hasta hirn entra.ia l,^ m,^^1ru^;^i^l.^ ^írl ^{ia 9, c^^m^^ si l^^s fc,tc r^„ n„ ^lcsrasrn ^^ue I.^ ficsta ^írsa^arc cirr,i ^ír las calle,. La intrnsi^ía^í ^íc I^,s frtrr^,s fuc trrmrn^l;i, ) la música, l.^ s^lr^;ría, rl j^^l^;^^ri^^ ^ cl hucn hacer ^ír lu^ m,ís cír cincu mil fcstcn^s de las cíis tintn a^mE,arsas yue c^^nfi^;uran la fies t^^ cl.írnsc, .iirn^n tc,^lu un rccital ^íc l^^ yur s^^n una, ficstas ^e M^^rus ^• Cris tian^is. La trmE,craturi a^•u^lí r.^mhi^n hns tante .^ yuc la ^;cntc E^rácticamcntc n^, entrara cn las casas, hacien^í^, la ^^vida^^ en la callc, am la ^r^^^^ia ficsta. Día 12. La fiesra ^ír M^^r^^s ^• Cri, ti^in^,s, una re{^resentaci^^n ^lc la mi,ma, cun alrc^e^íur ^ír trescientus fester^,s, se ^íiu cita en rl CIR ^íe Alic.+nre, ^Icntru ^1c I^,s act^,s ^ru^;rama^í^^s }^^^r I,i, Fucr za, Arma^as. La fiesta cl^lense, ^^ue fuc invica^í,^ p^^r el Cc^nmcl-Jefe ^íel CIR ^ic Rahasa, nu ^efrau^ií^ l^ m^ís míninu^, ya yue ^iías ^íes^ués, en Ia E,ren,a ^ruvin cial, se hacían cáli^í^^s cl^^^;ic^s ^íe Ic^ yue allí ^e hahía vivi^i^ cun I.^ rcpresenta ci^ín ^ic lus festcr^^s el.lenses. Tan s^^l^^ lamentar en este ^1í,i, aen tru ^ie l.^ hrillantez yue tuv^^ la partici ^aci^ín ^íe I^^s cl^íenses, yue un ce^hete, ^^ ^ir una mancra fc^rtui[a, vinicra a cx ^lut.^r en la cara ^le la festera de I,i C^^mE,arsa ^íe Cristian^^s, Min^^lita R^^ canu,r^ S^icz, ^{ur tuv^^ yuc scr intcrvrni^í^i yuirúr^iciinente en el Hos^ital ^lrl INSALUD ^je Alicanre. P^c^, ^^ ^^,c^,, esta cxcelcntc fc,trr^i se fue recu^eran^{^, aun^^uc run lenti tu^l. A finales ^ie este mes Je juni^^, sc celehr.a en Coce1t.aina rl cincuentensi ri^, ^{cl ^as^^^l^^hle ^^Payuit^^ el Chucul:^ tcru^^, a escu^ act^^s acuden miemhr^^s ^íe la Junta Central ^íe Cc,inE^.^rsa^ ^Ic M^^ rus y Cristianc,s ^íc El^la. JULIO Día 13. La C^^mpars^r ^íc Pirutas s^,rE,ren^íe ce^n la ^íimi,i^m ^1e su ^re,i .iente, Ant^ni^^ M.^rtíncz Bernaheu, al yuc tc^^javí;^ le ^^ue^íaha un añ^^ ^íe nr.^n ^íatu. EI nucv^, ^rrsicíente ^1e esta c^m ^arsa, ^^ue sali^i ^íe unas eleccic^nes ce Iehra^j,is en seE^tiemhre, es Femandc^ Pé rcz Ric^^, yuicn am antcri^ri^íad ya ha hía ^ícsem^cñacíu cstc mismu cark^^ cn la misnri cum^arsa. Día 24. En acci^entc ^e aun^mú vil, fallece cl ^ran am}^^^situr Jus^ M.r ría Frrrcrc^ Iastc^r. Una ^,r^n cmmc^ci^ín hay en la fiesta el^íense al a^nucer la fatal nutici:^. A lu lar^^, .lr I^,s n:cscs si^;uirntrs a la fir,tn, t;illrrrn cn nuc,tr^ ciu^la^1 fr,ten^, yu^• .lrjarun hucll,i ^lcntrc^ ^íc Ius trstcjus rl^lrnscs, Ct^mu E^^^r rjcnt^I^^ Mi^;ucl Camus Lí^ez, J»r M,iría 5ir vcnt Martíncz, Manucl Murrn^^ Amat, r^xí^s cll^^s ^íc ^;ran rni^;^mhrr fcstcra cn El^ía. Así cum^ cl yuc úur.u^te much^,. ,iñus fucra ^^Ic.^l^lc ^lc ficstas, J^sé Tcn ^Irru Martí, y Juan Mir^ Mmz^í, un h^^mhrc yue en 194`^ fue E^resi^lente ^1c I,^ )unta Cenrr,^l. NOVIEMBRE El gruE^^^ artístic^ ^íe I^i Junta L:cn tral ^íc C^^mpars,is a^mirnz.^ a ^rc^^uar I^ yuc srr.í la uhra ^^[^c^n Juan Trn^^ri^^^^ 19t^7. Día 10. EI }^re^i^{entr ^íe la Jun ta Ccntral, Jrnar^^ Vcra Navarrc^, tie ne yue ,er intern.^^í^^ en rl H^^s}^it^il eírl INSALUI^ ^e El^la p^^r una afccciíin ^ír a^razím, ^íc Ia yur t^xíavía no sc ha rr cu^rra^1^ t^^talmente, aunyue sí ha [c ni^íc^ una kran mcj^^ría. I)rs^íe ese in^^mentu s^ hace carKe^ ^lr la E,resi^íencia en funci^^ncs, ^írspués ^lr hahrr mantcni^í^^ una rcuni^ín c^n ^^,^íc,s l^^s presi^írntes ^íe cumparsas, el ^^icc^residente, Juan Martínez Calv^^. Día 24. Fallecc cn nucstra ciuda^í rl yue ^íurantr much^^s añ^s fuc ^lircc [c^r ar[ístic^^ y mu^• vinculadc^ a la Jun ta Crntral elcíense, Francisa^ Can^^ela^ Carr^italá, yur h;tj^í csc ^íía cl tel^^n ^lr su vi^^i ^ír.iicací^^ ^iem^re al servici^ e1e l^^s ^Icm,í,. DICIEMBRE Se am^ienza a pre^arar l^ yue será lta me^lia ficsta en h^^n^^r cíe San Ant^^n. El día 28, a^n cl Tcatrc^ Castelar a reh^sar, a^m^^ ca^ia vez yue se represen ta ^^Don Juan Tenc^ri^^^, la ^^hra del cl ^ense Emili^^ Ric^^ Albert, se pone en escena a^n el éxit^^ ^íc sieinpre, per^^ ccm haja, scnsihlcs, amx^ la de su ^i rcct^^r musical, Jenan^ Vera, yue suplc en esta oc^^sií,n un miembro ^íel grup^ y festerc^, Ant^mie^ Beltrán. 1988 ENERO Día 9.- lnau^;uraci^ín ^íel Ccmcur stt ae Fc^tt^^;rafías, c^r^;anizadt^ pt^r la Jun ta Central de Cc,m^,arsas. Día 15. Comienza la media fies ta en hc^nc^r ^íe San Antún, cc^n la en tre^;a úe ^remitu a Ic^s ganaat,res ^el Cuncurst^ ^íe Fi^tu^;rafías. Día 16. Cmienzan a celehrarse lc^s actcu yue hahía previste^s en la me clia fiesta, yue este añ^ se han ^je re ^artir en dts fines ^1c semana, ya yue rn la mañana eíel ^iía 17, festivida^l ^íel Santo, cae st,hre Elda un enurme a^;ua cerc^ yue t^hli^;a a la Mayor^í^^mía ^1r San Ant^ín ^^ a la J^inri^Central, a sus ^en^ler It^s actt,s yue había ^reviste^s, ta Irs a^mu el ^iesfilc de la me^lia fiesta y el trasla^t^ ^el S:^nto, hasta la semana si^;uiente, ^1e ahí yue el d^^min^t^, ^1ía 24, cun fríu per^ sin Iluvia, :wn^^ue sí :tmrnazcí la mistna ^iurante la matian:t, se E,u^t^ hacer el trasla^lu del Santt^ cn mc^li^^ ^íe un hucn amhicnte, sicn^h^ cstc añu HH un añ^^ yue ^asar;i ;t la hist^ ri:t E,^^r haherse tcni^u yue cclehrar la mr^íin ficsta tt,talmrnte ^arti^la en ^ít^s finc, ^{c ,rmana. Lus ^^ue sí celehrarun su fiesta, al realizarla en l^^cal cerra^lc^, fucr^m lus Estu^íi;^ntes, yue en la nt^che ^lcl ^ía 17 sc reunían ^ara rencíir homenaje a la ahan^íera^ia y capitán, y tamhi^n a una escua^ír;i ^le la a^mparsa yuc se hahía ^íistingui^ít, en las pasa^as ficstas pt^r sus hucn:^s mnnrr;ts. MARZO Día 5.- La C^^m^,:trst ^le Mt^rt^s Rcalistas, atmc^ vienc sicn^lt^ hahitual en l^s últim^^s añ^s, cclehra su act^^ fes tcr^^ cn la vrcina l^cali^la^1 cle 13i;u, ^l^m de a^arte ^le htm^enajear ^^ ^remiar a tres escua^íras, se ^r^ce^íicí a entre};:tr, a título p^ístum^^, una E,laca a la fami lia ^1e Manuel M^^renu Amat, hacién ^i^,le sncit, ^le htne^r ^íe esta c^mp;irs;i. Fue un m^^mento em^^ci^mante donde, s^^hrc t^xí^^ a I^s familiares ^le Manuel M^,ren^,, ,e les veía tut;tlmentc cm^ ci^^n:^^j^^s. A princi^it,s c1e marzo comienza a restaurarse la ermita ^je San Ant^ín. E^ ta t^hr:^ se ct^mienza a^eticiím ^íe mu cht^s festert^s, yue a^t^rtan, sin yue yuicr;in ^1ar a a^nocer sus nt^mhres, hurnas c:tnti^ía^ícs ^íe ^íinere^, y tamhién ^^tn^s as^ccfus im^tirttntes a^mt^ st^n la ^ecuraciín ^íe aE,liyurs y las an^ías del sant^^, yue serín estrenad;^s en las fies- tas ^íe juni^^. Hasta el mument^^ de re ^lactar estas n^^tas, se Ilev:^n recauda^jas, a través de ^unativt^s, alreúedt^r ^ie dt^s cient;ts cincuenrt mil í,esetas. El í,re su^uestt^ ^le la t^bra se eleva x un millím ^^ nx^íit, ^e pesetas. A E,artir ^e este mt^ment^^, cuan^jc, ^lej:tm^^s ^1e escrihir esta cnínica anual ^lc It^ nrís st^hreti;tlicnte suce^li^i^^ en la ficsta ^íe M^^rus ^^ Cristianus, ha^• actus E,reE,;tra^ít^s ^ar:r celehrar en ^t^cas fe ch:ts yue, I^í};icamenre, serán ^1ad^^s ;t c^^n^,cer, si I^ie^s yuiere, en la revista ^e ficstas clel :tñ^^ 1989. Si ^,c,r cu:tlyuicr circunstancia, he m^,s ^,miti^lc^ al^;tín actt^, ;tlkuna a^sa, ^{uc ^uúiera haher si^í^^ de inter^s ^1en trt, ^lc I:^ fiesra, E,e^limtu humilrlemen te F,ercí^ín. A veces, cuanch^ se tienen nt^tas ^• nr.ís n^r.ts ,icm^re suele yuedar sr ul^;^^ rn cl tintcr^. Si es así, It^ ^licht^, F^rr^1^m, F,^,ryue I:t intencicín n^^ existr. Comparsa de PIRATAS Comparsa de CRISTIANOS Presidente: VICENTE QUINTANILLA COLOMINA Vicepresidente: ALFONSO BROTONS ROMERO Secretario: PABLO MAESTRE CAPO Tesorero: LUIS JAVALOYES SPBASTIA Comparsa de CONTRABANDISTAS Relación de `/^ juntas ^1 nJ Directivas del Bando Cristiano ^ ^1.^ 1988 n^^ Presidente: FERNANDO PEREZ RICO Vicepresidente 1.°: JUAN JOSE GUILL BELLOT Vicepresidente 2.°: BENJAMIN ORTUÑO ESTEBAN Secretaria General: JUAN GOMEZ RICO Tesorero: JOSE M.a SIRVENT OPORTO Vocales: VICENTE PINA ROMERO ENRIQUE PINA ROMERO ROBERTO SANCHEZ IBAÑEZ JUAN JOSE PAYA CARBONELL JUAN JOSE GRACIA GARCIA ALEJANDRO SIRVENT OPORTO JUAN IBAÑEZ MARTINEZ JOSE REQUENA TORDERO FRANCISCO MARTINEZ PAYA MANUEL VERDU REQUENA FRANCISCO JUAN UGEDA Presidente de Honor: VICENTE VICENT VIDAL Presidente: JOAQUIN PUCHE IBAÑEZ Comparsa de Vicepresidente 1.°: ESTUDIANTES Comparsa de ANTONIO AMAT SANCHEZ Vicepresidente 2.°: Presidente: ZINGAROS BERNARDO REQUENA SANCHEZ ANTONIO MIGUEL LUCAS DIAZ Presidente: Tesorero: Presidenta de Honor: REGINO PEREZ MARHUENDA JUAN ESPAÑOL VIDAL VICTORIA E. GARCIA CASAÑEZ Vicepresidente: Secretario de Actas: Vicepresidente: CAMILO VALOR GOMEZ ALBERTO GALIANO SANTOS JOSE VERA JUAN Secretario: Secretaria: °: Secretario 1 . SIRVENT MULLOR JOSE A KATINA BERENGUER YAÑEZ JOSE MARTINEZ RIQUELME . Tesorero: Contador: Secretario 2.°: VICENTE FORT MARTINEZ FELIPE CEBRIAN FEKRIZ JOSE JOAQUIN GRACIA BARCELO Cronista: Delegado de Cobro: JOSE A SIRVENT MULLOR FRANCISCO GANDIA LOPEZ Secretario de Actas: . Delegado de Desfiles: JOSE ANTONIO GONZALVEZ Delegado de Fiestas: AMAT SALVADOR CASAÑEZ JUAN ANTONIO BERENGUER VIDAL BERNARDO REQUENA SANCHEZ Tesorero: Vocales Tesorería: TOMAS AMAT BARRACHINA RAMON NAVARRO PLA Vocales: FERNANDO AGUILAR LOPEZ PEDRO CORREOSO MINGUEZ Vocales: JOSE M ^ ROMAN CREMADES FENEL^ON GARCIA CARBONELL JOSE MANUEL AMAT NAVARRO . JOSE GONZALEZ VERA JUAN BELTRA CREMADES Vocales Fiestas: ANA HURTADO MARTINEZ FRANCISCO MARTINEZ JOSE M.^ HUMARAN NAVARRO JOSE MALLEBRERA RICO RIQUELME FRANCISCO JUAN NAVARRO JOSE NAVARRO ESTEVE JUAN JOSE MEJIAS DIAZ VICTOR SALES PLANELLES NIEVES RICO CARRION JUAN VERDU CORBI MANUEL PEREZ LALIGA FRANCISCO SIMON SANCHEZ LUIS MIGUEL IBAÑEZ CARPENA ANTONIO SIRVENT JUAN LUIS VILAPLANA GONZALEZ Comparsa de HUESTES DEL CADI Relación de juntas Directivas del Bando Moro 1988 Comparsa de MOROS REALISTAS Presidentes de Honor: RAFAEL SILVESTRE MARIN JOSE PANADERO VARELA Presidente: MANUEL AMAT PIQUERAS Vicepresidente: ELOY ROIC MARTINEZ Vicepresidente 2.°: EMILIO SEMPERE SANCHEZ Secretario: FELIX DIAZ MUÑOZ Vicesecretario: JOSE LUIS LUZON MARTINEZ Secretario General: JOSE J. PEREZ IÑIGUEZ Tesorero: JOSE SERRANO PALAO 1.°^ Socio Honorario: MANUEL MORENO AMAT Vocales de Honor a Título Póstumo: MANUEL MORENO GONZALEZ JOSE VILAR ALBA OCTAVIO MORENO GONZALEZ ARTURO BERENCUER QUILES Vocales: JOSE REIG OLIVER JOSE FRANCISCO NAVARRO CASTAÑOS JOAQUIN LUNA MOLINA JOSE M. a FORTE MIJÑOZ ANA VICEDO GONZALEZ Presidente: ANTONIO BARCELO MARCO Vicepresidente: JOSE LOPEZ ALCARAZ Secretario de Administración: MANUEL SANCHEZ CONZALVEZ Secretario de Actas: MANUEL AMAT YAGO Vocales: ANTONIO CASTELLANOS ARIAS RAMON ALBERO CONZALEZ FRANCISCO MOYA CALVO FRANCISCO JOVER ALFAZ SALVADOR CARCIA CUENCA FRANCISCO SOGORB GOMEZ PILAR BARCELO RODRICUEZ JOSE LUIS AMAT VERA ANTONIO CANTO BUSQiJIER JOAQUIN LACUNA BLASCO JOSE RAMON RICO BONETE FRANCISCO JUSTAMANTE GRAN MARI ANGELES VERA Comparsa de MOROS MARROQUIES Presidente de Honor: EDUARDO GRASPASCUAL Presidente: RUBEN MARTINEZ PAYA Vicepresidentes: ANTONIO VALIENTE LLORET ANTONIO HERNANDEZ PLANELLES Secretario: LUIS CARRASCO MAESTRE Tesorero: RAFAEL PARREÑO PAREDES Vocales: FLORENCIO PEREZ MARTINEZ JAVIER GOMEZ ENCIDANOS VICENTE JUAN ESTEVE ANTONIO CREMADES ROMERO Comparsa de MOROS MUSULMANES Presidente: JOSE BLANES PEINADO Vicepresidente 1.°: PEDRO PRADAS PEREZ Vicepresidente 2.°: ROBERTO NAVARRO CANDELAS Vicepresidente 3.°: JUAN LATORRE ALBALADEJO Secretario: CESAR ORGILES BARCELO Tesorero: ANTONIO MALLEBRERA COPETE Vicesecretario: HERMELANDO AMAT PEREZ Secretario de Actas: JOSE B. MUÑOZ MIRALLES Contador: JAIME BELLOT CHIQUILLO Cronista Oficial: JOSE BLANES PEINADO Vocales: JULIAN MAESTRE DELTELL ANTONIO GARCIA CLEMENTE MIGUEL A. ALONSO BELLOT IGNACIO RIVERA ESCRIBANO JOSE CARLOS CARCIA BAY JOAQUIN J. MARCO FERRIZ ISIDRO CALVO JUAN OSCARSANTOSPOVEDA MIGUEL QUILES RICO JUAN J. CRUZ BLANES JOSE A. BUENDIA ALBERT JOAQUIN ALPAÑEZ MARTINEZ ............................................................... PI^OGI^1-^MA l^E 1^CTOS ............................................................... VIERNES, 3 DE JUNIO A las 630 de la tarde: Desfile general de comparsas hasta la Ermita de San Antón. A las 730 de la tarde: Traslado de la Ima gen del Santo desde la Ermita a la Iglesia de Santa Ana. A las 1100 de la noche: Retreta y Cabalga ta del Humor. A la 130 de la madrugada: Castillo de fue gos artificiales. ^ ^^^ ^ ti ^ . s .,, SAI3AD0, 4 DE JUNIO A las 1000 de la mañana: Alardo y Guerrilla. A las 1200 de la mañana: Embajada Mora. A las 530 de la tarde: Entrada Cristiana. DOMINGO, c^i DE JUNIO A las 930 de la mañana: Alardo y Guerrilla. A las 1100 de la mañana: Embajada Cristiana. A las 1200 de la mañana: Desfile Ofrenda. A la 100 del mediodía: Solemne misa can tada en honor a San Antón. A las G00 de la tarde: Entrada Mora. LUNES, G DE JUNIO A las 800 de la mañana: Diana de todas las comparsas. A las 1100 de la mañana: Desfile Infantil. A las 700 de la tarde: SOLEMNE PROCE SION y traslado de la imagen del Santo a su Ermita, siendo los encargados de llevar a San Antón la Comparsa HUESTES DEL CADI. A la entrada del Santo en la Ermita y como acto final de la fiesta de este año 1988, se dispara rá una extraordinaria mascletá.