Elda en Imágenes (^ i i ^ 25 Años a su Servicio QRODUCTpS ad que da s • Elaborados de • Hechos a gusto forma artesanal de todos porque no llevan sal FABRICACIÓN Y DISTRIBUCIÓN DE PATATAS FRITAS Y APERITIVOS Polígono Industrial CAMPO ALTO - Calle Francia, N° 5 Tfno. 538 36 20 - Fax 538 34 47 Apdo. Correos 590 ELDA En la foto, /v^aría Santos Guerra, una de las dos niñas que, atav^adas con los simbolismos re ublicanos recibieron con un ramo de Aores a don Nice^ qa^ca^4 Zamora en el Casino Eldense, donde se le á^ utó un acto g adecimiento por su presencia en nuestra ciud 32 E^primer presidente de la II Re ública visitó Elda el día 16 de enero de 19 pa^a a5i5tir a ^a colocaciÓn de Ia primera piedra del monumento a Castelar• A lEA ^lE lE ll^c^ lE If^A ^/A 1EA 1 ^^^EaE^i^c^ f ^EA UCEAR en el pasado tiene el peligro del contagio nostálgico, más acentuado en mo mentos como el que vivimos, en que la losa del vocablo CRISIS anula cualquier otra ex plicación para el desconcierto de este extraño fin de siglo que afrontamos, al que por otra parte tenemos la suerte de asistir. Pero caben más lecturas de lo que ya no volverá. Una de ellas puede ser la contemplación lúdica de imágenes, el simple placer de revisar aspectos del pasado reciente, como una forma de comunicación entre las distintas generaciones que conviven en esta cosa que Ilamamos Elda. Ese fue el móvil fundamental de los dos números anteriores de ALBORADA, cuya aceptación popular obliga a seguir en esa línea, al menos, hasta que la vena se agote. Como todo ejercicio de memoria, no se puede forzar la máquina. Hay que dejar que los hallazgos vayan sedimentando para que la cosecha no se malogre con la precipi tación. Fruto de esa espera se ofrece el bloque central que hemos denominado RE CUPERACIONES. Son trabajos amplios, con un gran despliegue fotográfico, acompa ñados de un texto argumental que arroja luz sobre las imágenes seleccionadas. Esta lí nea desarrolla lo que de una manera más tímida se inició en el número anterior. La fór mula es sencilla: cuando se tiene un puñado de buenas fotos sobre un tema de inte rés general, y a ser posible inéditas, se ahre la veda para su inclusión en la revista. Algo que se mantiene también de los números anteriores, incluida su presentacion, es el capítulo ÁLBUM agrupando y simplificando los distintos aspectos de las fotogra fías donadas espontáneamente y que siguen alimentando en gran medida esta terce- ra entrega de Elda en imágenes. Lo que sí supone una innovación es el primer bloque, esa MISCELÁNEA 92/93, que recoge, igualmente con un fuerte protagonismo gráfico, los asuntos más relevantes (siempre se quedará alguno en el tintero) de la dinámica cultural de la ciudad que tie nen que ver con el pasado, retomados desde una óptica más distante, menos sujeta a los vaivenes de la actualidad, pero que sin perder por ello su valor divulgativo, resulte amena al lector. La idea es de ser complementaria del planteamiento general, que no es otro que darle continuidad a una especie de Operación Rescate, en la que todos -tampoco se obliga a nadie- tenemos algo que decir o aportar. Como guinda final, se regala en formato video un documento valioso y único, ese do cumental con imágenes de la ciudad allá por 1928, acompañado de un trabajo preli minar, realizado especialmente para la ocasión con la intención de documentar la cin ta a través del testimonio de algunos de sus protagonistas, recrear los detalles de su ges tación y las circunstancias que han rodeado su recuperación. Todo este esfuerzo en distintos frentes, incluida una tirada mayor de la revista 5.000 ejemplares- tiene un objetivo básico: que nadie que lo desee se quede sin su ejemplar, para que pueda volver a darse ese disfrute tan democrático que respaldó a las experiencias anteriores. Quizá ya no resulte tan democrático para algunas econo mías su precio, que se ha doblado. Pero una cosa es segura, está más que ajustado a su coste real y el desembolso de las 1.500 pts. debe considerarse, en ese sentido, un pequeño lujo que, al menos una vez al año, se puede permitir cualquier persona que ame a su ciudad, ya sea de origen, o de adopción. Ese es el reto, que la experiencia se autofinancie en buena medida, para que podamos seguir repitiéndola y ampliándola en el futuro. Gozándola, en definitiva. NUEVA ÉPOCA N.° 38 DIRECCIÓN Y FUNCIONES VARIAS: Vicente Deltell COORDINACIÓN EN LA RECOGIDA DE MA TERIAL: Rafael Hernández FOTOGRAFIA: Juan José Pagán PORTADA Y OTROS ELEMENTOS DE DISEÑO: Carlos Carvalho TEXTOS ( por orden de aparición): Ramón Navarro, Gema Comas, José María Amat, Fernando Matallana, Francisco Belmar, José Ramón Valero, Alberto Navarro, Antonio M. Pove da, Consuelo Poveda, Juan Marhuenda, Pedro J. Navarro, Víctor Santos, Rafael Hernández, Antonio Juan, María Salud Sánchez, Vicente Deltell. EDITA: EMIDESA (Empresa Municipal de Información de Elda, S.A.). Jardín de la Música s/n 03600 ELDA. Tno. 5392577. Fax 5394433. CIF A-03272598 MACtUETACIÓN: Estudio Dac FILMACIÓN Y FOTOMECÁNICA: Espagrafic. Repro Offset IMPRIME: Gráficas Vidal-Leuka DEPOSITO LEGAL: A-1036-1988 TIRADA: 5.000 ejemplares Suelta del globo gigante que se realizaba desde la rotonda del viejo mercado el día 6 de septiembre. Confeccionado por Manuel Martínez La Casta, Manolico el Sacristán, con papel de colores y aros de botas de sardinas que le proporcionaba Emilio Hernández del Valle. Final años 40. RECONOCIMIENTOS. ALBORADA reconoce la participación de los fotógrafos cuyas firmas aparecen al pie de las fotografías pu blicadas: Penalva, Toniko, Hnos. García, Sogorb, Reportajes Caja, Carlson, Carpena, Conesa Aparicio, Antonio Sirvent, Samper, Eliseo Ga rrigós, Vicente Berenguer, Laurent. este reconocimiento se hace exten sivo a todos los fotógrafos profesionales o aficionados de los que he- mos omitido su nombre, ya sea por olvido o por falta de identificación de las fotografías. AGRA^EbIMIENTOS. ALBORADA agradece la aportación desinteresada de las personas que han donado material grbfico o información para la confección de este número: Vicente Segarra, Antonio Esteban Escolano, Emilio y Marcelino Hernández del Valle, Anto nio Castelló Pérez, Virgilio y Ginés Berbegal Galvañ, José Tomás Ma rín, José Juan Estarli, Rafaela Sirvent Poveda, Carmen Pérez Diaz, Juan Marhuenda Soler, Antonio Mateo Aguado, Carmen Pla Beneyto, Pedro Villaescusa Martínez, Maruja Ycardo, Pedro Rueda Sánchez, Lola Mo rante Cerdán, Carmen Esquitino Gómez, Juan Ferris Monllor, M° Lui sa Jover Garrigós, Consuelo Sirvent Moya, Paquita Garrigós Santos, Ma ría Santos Guerra, Ascensión Sirvent, Miguel Sierras, Felicidad Vera Bus quier, Nieves Hernández Román, Antonio Esteban Escolano, Martín Lazaro Sánchez, Ascensión Maestre Martínez, Lamberto Puchol, Ro berto García Blanes, Juan Medina Monzó, Carmen Alba, Roque Cal pena, Isidro García Beltrá, Juan Blanes Pina, Clemente Verdú, Francisco Martínez Navarro, Familia Ponsoda, Manuel Ibáñez Hernández, Eliseo Garrigós López, Miguel Sáez Ruano, Juan Torres Espí, Antonio Sirvent, Vicente Valero, Manuel Guill, Juan Rodríguez Campillo, Luis Maestre, Asamblea Local de Cruz Roja. Este agradecimiento se hace extensivo a todas aquellas personas que, por olvido involuntario, no hayan sido citadas. . n • .. PROYECTO PROMOVIDO POR „ii ii ^^i i i i,^,^^i ei ^ i^i EI Módulo de Promoción y Desarrollo del Medio Vinalopó, tiene como objetivo el formar a los profesionales que van a planeary difundir las iniciativas de desarrollo de la Comarca. La li s ta de la compra . Hiper-rápido. Súper-sencillo. Pagar la compra diaria, semanal o mensual con la Tarjeta CAM es de lo más cómoda. Siempre está lista. Y a mano. -Tarjeta CAM. Mucho imás que el dinero. cAm Caja de Ahorros del Mediterráneo ^ ^ v E,^ ^^/^^ Elda. LA PELICULA de los años 20. MUSEO DEL CALZADO, historia de una tradición. PUBLICACIONES ^^.^...^1 EL TEATRO CASTELAR LA MEMORIA ^ :^ LA FOTO Nuevos números de IDELLA recibidos en donación LA SIRENA IBÉRICA de EI Monastil FINCA LACY: la gran ^ desconocida ^^ La CRUZ ROjA de Elda Las mil y una caras de EL PARQUE ^ Los primeros pasos de LA FERIA EN PADRE MAN ÓN 1 ELISEO GARRIGÓS, Momentos estelares fotógrafo aficionado del BOXEO Primitiva falla dedicada al Teatro Castelar. Por el aspecto de las casas del fondo, puede estar instalada en el barrio del Progreso. Problablemente, se trate de los años 30. Procesión de San Crispín bajando por la calle Nueva. En el centro, con boina, EI Tío Pau. A su derecha, EI Tío Pere Perrachica. Detalle: los zapateros acudían con los delantales nuevos a la procesión. !955-56. v Ambiente profesional Usos y costumbres Fotos al minuto Tipos humanos Personajes Curiosidades urbanísticas Ocio y deportes Fiestas, tradiciones y citas religiosas Promociones escolares Recortes Servicio de Asistencia lnmediata $ 539 75 07 INFORMATICA Y COMUNICACIONES SERVICIO TECNICO comn^a • ESPECIALISTAS EN PC COMPATIBLES: Adaptaciones Periféricos especializados Ampliaciones (CAD, CAM, Autoedición, Reciclaje de equipos Industriales, etc. ► • SERVICIO ALOUILER DE ORDENADORES • ASESORIA INFORMATICA ESPECIALIZADA ^ ^ ^^ ^^ ^ ^^^^ ^^ ^i^ C )C^G^ OKI ^ HEW L E TT P^ PA C KARD Distribuidor Autorizado Informática Personal LLEVESE A CASA LA DIVERSION MULTIMEDIA Procesador 486 de Intel G^^^^^ ascquible para toda ^^^^^^^^ la familia • Todo lo que necesita para ^^^ ^^^ trabajar en casa y en la oficina se incluye como estándar • Sencillo de configurar, nada más ^^^^^ sacarlo de su caja • Sencillo de utilizar en el 71^ T 7^+^^ trabajo diario LJ V J • Software preinstalado, fácil de utilizar y listo para su ejecución ^^^^ • Calidad, fiabilidad y compatibilidad * ^^^ ^^^^^^ 100% Compaq • Garantía de 3 años. ts^ ^ •^p0 po^^^o^ ^ Q.29 * S^N Q. 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Desde entonces, este antiguo nodo cinematográfico en formato antiguo de 16 milímetros ha vivido una peculiar trayectoria. Pasó dos años en auténtico anonimato, paseó por distintas manos durante otros treinta y, en 1991, fue donado al Ayuntamiento, según su originaria dueña, como patrimonio del pueblo de Elda. Desde entonces, la concejalía de Cultura ha sido la encargada de guiar el último capítulo de este hallazgo. Las imágenes, por lo tanto, tienen un curioso valor circunstancial y han servido para rescatar parte de la memoria histórica de nuestra ciudad. Claves de la película Las imágenes recuperadas fueron tomadas en la primavera del año 1928 por un reportero valenciano apellidado Coquillar que formaba parte dé la empresa valenciana Apolo Films. Esta grabación fue encargada por el entonces alcalde de Elda, Francisco Alonso (conocido popularmente como tacón cubano) para inmortalizar el esplendor de) antiguo Parque de Atracciones, situado en los terrenos que actualmente ocupa el pabellón ferial. La (ocalización de estos primeros datos fue posible gracias a la información gráfica del propio reportaje y a los testimonios de alguna de las personas implicadas en la película, como su dueña originaria, Adela Pérez, o los protagonistas del último de los planos, Esperanza Alonso y Emilio Pérez Rosas, que aunque han crecido un poco más conservan intactos sus recuerdos de infancia. Posteriormente, la fecha y la autoría de este material han sido confirmadas con algunos documentos (como la crónica de) partido de futbol incluido en la película, aparecida en el Idella del siete de julio de 1928) y con las primeras referencias cronológicas apuntadas por escenas como la Procesión de EI Rebañito (festividad religiosa que antiguamente se celebraba el día del Buen Pastor; el cuarto domingo después del Domingo de Resurección). Todo parece indicar, por lo tanto, que la filmación se hizo en dos fines de semana; el domingo 6 de mayo de 1928 (Día del Buen Pastor de aquel año) y el domingo 1 de julio de ese mismo año (día en e) que se disputó el encuentro de futbol comentado). La primera de las escenas descubre una panorámica de lo que era la ciu dad por aquellos entonces; un pueblo de edificaciones relativamente bajas que se extendía desde el castillo has ta el antiguo Parque de Atracciones, y cuyos límites en dirección oeste se podrían encontrar a la altura de la Plaza Sagasta. La extensión de Elda en los años 20 conformaba un trián gulo (Castillo-Parque de Atracciones Sagasta), equivalente a una quinta parte de la edificación de hoy en día. La película continua con imágenes de la antigua estación de trenes (que un año después sufriría la primera de las remodelaciones y se encontraba justo enfrente de la actual) y con la Ile gada del correo a Elda y de nu merosas personas que, al haber em pezado el cartel taurino primaveral en Alicante con motivo de la festividad de San Juan, se desplazaban a la capital alrededor de las cuatro y me dia de la tarde. Posteriormente aparecen escenas de la Plaza de la Constitución, cuyo nombre actual es el mismo, y de la Plaza de Topete, denominada aho ra Plaza del Sagrado Corazón de Je sús. Popularmente estos frecuentados espacios se conocían como Plaza de Abajo yPlaza de Arriba, acep ciones que aún hoy en día pueden escucharse, sobre todo, en los más mayores. Tal y como se observa en las imágenes, y tal y como pudimos con firmar con testimonios escritos y ha blados, la casi totalidad de la activi dad comercial de Elda en los años veinte se desarrollaba en estos dos espacios. Además, muchos de los productos que allí se ponían a la ven ta procedían de las tristemente desa parecidas huertas de la ciudad. Cu riosamente, el único puesto de venta de pescado en esos años era el tem plete que aparece en el centro de la Plaza de Topete. EI domingo, según nos han contado los niños y niñas de aquellos entonces, era uno de los dí as preferidos por los pescadores o comerciantes de la provincia para traer el pescado fresco a Elda. La escena de la Plaza Sagasta nos mues tra una de las primeras imágenes de este emblemático lugar después de haber sido restaurada. Y para re cuerdos curiosos la imágen de el tio sopicas, el vox populi o vocero, que aunque se sale de plano por aquello de la adecuación del antiguo forma to de cine a video, ha dejado en la memoria de muchos sus tonadillas para leer los bandos oficiales y los precios de los alimentos del día. A mitad de la cinta recuperada, y como elemento protagonista, apare cen las imágenes del antiguo Parque de Atracciones, del que en este nú mero se ha elaborado un extenso re portaje. La casualidad de celebrarse un partido de foot bal! (término in glés originario del que procede el castellanizado fútbol), acaparó por lo visto la atención tanto de la gente como del cámara, y el reportaje so bre el Parque° acabó centrado en el encuentro de balonpié entre el C.D. Eldense y el Elche C.F. La utilidad del parque era, sin embargo, muy de la Procesión del Rebañito nos diversa, tal y como expone Antonio muestra una tradición religiosa que se Juan en su reportaje. Las imágenes perdió con el paso de los años. Se celebraba el día del Buen Pastor, y en ella participaban todos los niños y niñas que habían tomado la comu nión ese mismo año. EI sacerdote que ^, aparece tímidamente junto a la ima gen era D. Miguel Díaz Sánchez, an tiguo cura ecónomo de la parroquia petrerense de San Bartolomé que fue nombrado cura propio de San ta Ana el uno de junio de 1927. Junto a él se han podido reconocer a D. Narciso Catalán Romero, coad jutor de Santa Ana y al entrañable sacristán. La imágen del Buen Pas tor que aparece en la procesión fue destruida en la Guerra Civil y, como puede observarse, aparece adornada para la ocasión con las primeras cerezas y las primeras pereticas de San Juan. Las escenas del Casino Eldense son, quizá, las más representativas Crónica deportiva publicada en el desaparecido semanario Idella el 1 de julio de 1928, una semana después de que se jugara el partido de fútbol entre el Club Deportivo Eldense y el Elche F.C. de la época. Por aquellos años el Ca sino era, como ahora, una sociedad privada, pero tenía una gran afluen cia de público tanto fuera como den tro de sus jardines. Se podríq decir que era el único escenario lúdico y que todos los paseos y todas las citas tenían que pasar necesariamente por él. Y con la imágen de la famosa almazara del alcalde Francisco Alonso, que se encontraba al final de la calle Nueva, acaba el mate rial rescatado de las garras del ol vido. En esta última parte se ve claramente al entrañable y dicha ^^^^ . ^ ^ DEP^RTES TrinqueteBldense El partido ceiebrado e] último domingo no itevó la g ente que era de esperar porque todavta qvedaba tn el ambiente la impresidn a g ra dable deI úitimo encutntro de •Ma riana• e1 gran pelotari que siem prt pone lo que sabe al servicio de la pelota. . •kloraguefes• y •El Rata• ac tuaban contra los hermanos •Faí xeret•y •TaquíRar EI entusíasmo de los últimos dió la nota inttresantt dt la tarde y si bien venció hioragues tnvo para eilo yue pon¢r toda la carne en el asador. ^ licrque da ntre¢¢fonse ^ Nab(a la impresión rtínante de yue ta aficíón desorientada por ta talta dt encutntros d¢ fútbot no acudiria en el número suficiente a cuDrir los tmportant¢s g astos q ve el desplaxamiento del •Elche F.C.• siempre origina. La sorpresa aunque agradaDle la hubo ya que desde los primtros momtntos vióse que e! pueblo de poriívo íba ilenando las pocas lo calidades que ei local tiene dispo nibles quedando en pie tl resto hasta ocupar{o totalmcnte. EI eneuentro, coma siempre, tra de los de la máxima emocián ya que nunca podrá desaparecer la rivalidad ezistenf¢ entre ambos equipos, rivalidad nobte y que supone camo es lógico la suprt• macía de! hitbol provincial. A fuer de sínceros hernos de pre ĝ onarqae fuimos al campo ínituen cfadns por un desastre tidensç ya que el protongado desçanw dt nuestrqs equipiers no podta hactr esperar otra cosa. Los prímeros en apnrecer en ti 5erren.^ de jvego son tos de casa qué san redbidos con la mayor 1n diterencia pr¢cisamente por salir los jugadores con cv¢ntagotas sín duda evítando todn ostentación es pectacular. A eontínuación los dei •Elche• aparecen y-el respetable les dedi ca,Nnas palmas de acogtdora stm ^Saua. •Candelieas•, el gran Candelí cas,^fl deportista CandeHcas es el SeTluepifoen mano surje como dirigente de la contiendg. Empieza a hacerst el sihncio, sortéanse los campos que tavore• ce a los vísilantez locando actuar tn contra del sol a los nuestras. EI balón lo impulsa tl centro dtlanttro eldense ^ que pasa a •Orts• y este inmediatamente por no perder la costumbre lo cede a un contrario facilitando con ello el prtmer avance datilero. Destápanse Ios •chicos• depor tivos y tjercen una presión agobia dora al marro dt +Cristóbab que realiza en brtves mtnutos clnco pa radas imprtsionantes. • •Samper+ se mesa kos cabellos ya que ve ta imposibilidad de des pegar a los ddease3 del cerco fa tal y presume que la catástrok va n formar é poca. ^ En 1a ifnea media del azul -g rana surge triunfal ta tigura de •Paqui to+ que cual barrera íntranquea ble Jttiene y sirve balones que le vantan por la preclsión de las jugadas ovaciones cshuendosas. •Alaciá• en tI enlro y •Garri gós• al olra extremo, imposibilitan todo mavimienlo del avance dati lera. Un despeje de •Tormo• recó gelo •Samper• que al ser detenido por •Manofo• cede al interíor dt recha •en plrno• olltide quien con una iranquilidad absoluta bate a •Ruiz•golçoncedido por •Cande licas• con la protesta absoluta del pdbifco. Con un caSonaxo del 42 Ee •Al La stgunda part¢ resultó como la primera de un dominio absoluto del onct locai. Elsegundo tanto del Elche fvé consecuencia de un remate de eqvipier en olfside repetícián de jugada aceptada por •Candtias• con la protesta general, La prasión confinua del •Depor tivo empieza a surtir sus rfectos ya que se logra varios corners eonse cutivos qut tanzados por •Víla• es rematado uno por •Paquito• ba fiendo cn torma estupenda a•Cris tob{cal•. El empate a dos lo consigve •Atanolo• at lanzar un qolpe han eo con qve fué eastigada un deten sa datilero. Ei tercer tantoque conslituyá la víctoria del eqvipo localfué obte nido por •Paquito• al rematar un corner lanzado por •Víla+. Et entusiasmo del público se desbordaba constantemente, pues el número de j ugadas dignas de ovaciones tueron tantas como in tervenctones tuvieron los jugado res eldenses. Todo el tqvipo local merece cí tarst con agrado pero por nuestra parte, amigos de señalar com m^ yor interés Ios detactos, debemos recomendar al delantero centro, tnlerior derecha y exfremo izqu{er da que pongan un poco de interés en los entrenamienfos y qve em pu{en en la contienda a su •san gre• para ver si se consigut una matror movilidad. EI deiantero cenirn en el segun• do tiempo meioró consíderable mentc la actuación. PORTOVII7E -wr 4 jTyCy^i.^r^ DE LA MASCARA Y DE LA PANtALLA. Dertns• qne tiió en el )srgnçrfi ittit... perquo de Alr•eeclooes t1 primer tietnpo cbrt ei rtsnit8dr3 ^,e campafia vtraniega st, tn^ . de t-0 a ta.°or dc los dr Eichc. ... .. _-__. _.._._._..-_-. _. . rachero tacón cubano acompa- la recuperación de este fantástico ñado de su segunda mujer, de sus documento y, sobre todo, la recu dos hijas, Paqui y Esperanza Alon peración del recuerdo de esos so, y de un mozalbete que no es otro que Emilio Pérez Rosas. Es perancita y Emilio son los prota gonistas del último plano. Esta ima ` ^ ^^ gen, mejor que ninguna, simboliza ,;, ^; años. Un recuerdo, ahora sí, que jamás se perderá. Historia del descubrimiento A mediados de los años cincuen ta, Adela Pérez Albert y su marido, Francisco Poveda Rico, trabajaban en la industria del calzado. Un día cualquiera recibieron el consejo de utilizar fragmentos de celuloide ci nematográfico y mezclarlos con di solvente para conseguir un buen pe gamento. Adela, ni corta ni pere zosa, se puso en contacto con un antiguo operador del desaparecido Cine Coliseo y consiguió en Alican te quince kilos de películas deshe chadas. Cuando estaba cortándolas a trocicos me dí cuenta de que en una de ellas aparecía el nombre de Elda, entonces la guardé junto con una de dibujos animados y otra de una fábrica alicantina. Después del descubrimiento, Adela dejó su pe queño tesoro en el interior de un ca jón durante dos años pero al final, decidió enseñárselo a Ramón Se Ilers, propietario del Coliseo, pa ra poder ver la película de Elda pro yectada. Este fue el principio de una turbu lenta historia que hizo que esta reli quia desapareciera de la manos de su propietaria durante mucho tiempo. Después de la primera proyección se hizo una segunda sin la autorización de Adela. Ella se quejó y pidió que le devolvieran la película. Sellers le con testa que ya no la tiene en su poder; que se interesó por ella un empleado del antiguo ayuntamiento goberna do por José Martínez ,EI Arago nés, Ilamado Justo. Adela, ante las evasivas que recibe de los responsa Sagasta, y le devuelve la película ad bles públicos y con la decisión que virtiéndole que no vuelva aremover le caracteriza, pone el asunto en ma el caso. nos de un abogado. Sin embargo, no hizo falta Ilegar a los tribunales. Un cabo de la Policía Municipal se presenta por la noche en la antigua °^ casa de Adela, situada en la Plaza _^ °^ Pasaron muchos años hasta que veda en 1983. EI antiguo director de esta buena mujer olvidara el enfado la Casa de Cultura y actual respony el susto que pasó con la peliculita sable del Museo Arqueológico, se in dichosa. Hasta treinta años. Enton teresa por las imágenes y consigue, fi ces apareció en escena Antonio Po- nalmente, que el Ayuntamiento asu ma la responsabilidad de recuperar y difundir la película de los años vein te. En el verano de 1991, la conce jalía de Cultura se hace cargo de es te antiguo nodo cinematográfico y lo envía al Departamento de Recu peración y Conservación del Instituto Valenciano de Artes Escénicas, Ci- nematografía y Música. Hace unos meses se recibió en el ayuntamiento un sobre con una cinta de video en la que aparecían las imágenes res tauradas. Adela Pérez, por fín, vió el resultado del interminable proceso por el que había pasado su peque ño tesoro. Desde entonces, EMIDE SA ha realizado un esfuerzo para que las imágenes pudieran incluirse en este número de ALBORADA de la forma en la que se han presenta do; confirmándolas, documentándo las y realizando un video de pre sentación de toda esta historia en cuatro meses escasos. Ojalá que es te trabajo consiga trasmitir el objeti vo que perseguía: el cariño por lo nuestro y por los nuestros. ® N9 i ^ I S IE 4^ I D I E IL C^ IL ZA I L^O . H I Vg^^^ IR V^ I D IE I JI N^ ^ ^ I fZ, 41 D II C II ^ N 4G,.^^Gi^ Gema Comas L trabajo que presentamos pretende dejar constancia gráfica y de reconocimiento de lo que se puede encontrar en el Museo del Calzado de Elda, abierto al público desde hace más de un año, instalado provisionalmente en los bajos del Instituto de Formación Profesional de La Torreta. La cantidad y calidad del material conservado, y del que se va incorporando a través de contínuas donaciones, pide un pronto traslado a un lugar más espacioso y adecuado. Pero mientras tanto, se hace obligada la visita. Lo que se muestra ahora es parte relevante de lo que hay, aunque no es todo lo que allí se puede encontrar. Pero como bien recoge el dicho popular, a veces, para muestra basta con algún botón. I`I U ! fi 0 Así reza a la entrada del Museo y con ese propósito nace hace ahora algo más de un año. Y lo hace por accidente, como cuenta su director, Jose María Amat, después de que durante mucho tiempo el deseo de que Elda tuviese su Museo del Calzado no se pudo ha cer realidad, bien por ca recer de iniciativas sufi cientes, bien por circuns tancias naturales que lo im pidieron, como fue en el año 74, en el que FICIA in tentó Ilevar a cabo el pro yecto pero una inundación de los sótanos donde se te nían almacenados los ob jetos que iban recogiendo, hizo que se perdiera todo el material disponible. Habría que esperar al 92, cuando la pretensión era tan sólo una exposición breve al pú blico de determinadas má quinas, zapatos y herra mientas própias de la tra dición zapatera. Es enton ces cuando se desbordan todas las previsiones, y el elevado volumen de objetos recogidos desde aproxi madamente el año 86 obli ga a la apertura y puesta en marcha de este museo. Y lo hace en un local poco apropiado por la escasez de sitio, con un gran y apresurado trabajo de se lección y datación del ma terial, que muchas veces ha Ilevado a sus responsables y colaboradores a largas e intensas tareas de investi gación, un trabajo de lo cos, con pocos medios pe- ro con gran ilusión, porque el esfuerzo se ve recom pensado por el gran inte ^ste museo inaugurado en el año 92, rinde homenaje de gratitud y admiración a todos Cos que tradajan en el calzado, sin cuyo esfuerzo y sacrificio no hud iese sido posióCe Ca industria actual Reconstrucción con muebles de época, de la oficina contable de una fábrica de calzado. rés con el que coopera el público aportando todo ti po de objetos antiguos, cu riosos, algunos desconoci dos totalmente para ellos mismos y para nosotros. Así, cuatro secciones se ponen a disposición de la curiosidad y e) deseo de conocer del público, en una distribución global no demasiado ortodoxa y me tódica por la falta de es pacio y por la afluencia constante de material, pe ro sí cuidada y rigurosa en los datos y características. La dedicada a todo ti po de documentos gráfi cos relacionados con la historia de nuestra indus tría zapatera; cuadros, carteles (el museo recoge todos los de cada una de las Ferias Internacionales realizadas en Elda, una colección importante por lo que tiene ya de histo ria), libros , esculturas, etc... Una segunda donde se pueden apreciar, divi didos cronológicamente, zapatos de todas épocas y estilos, los que eran pro totipo y moda de un de terminada generación y aquellos que sólo fueron realizados para satisfacer la propia creatividad en premios y certámenes, con obras realmente dignas de museo. Junto a ellos, las repro ducciones de estos mismos zapatos pero en tamaños sorprendentes; son las miniaturas donde se combi na imaginación y una estraordinaria habilidad. De ahí se pasa a vitrinas Ile nas de herramientas y uti Ilaje, con objetos de lo más variopinto, y algunos son aún, utilizados por el zapatero artesanal, hoy prác ticamente desaparecidos pero no extintos del todo, porque , se intenta que no desaparezcan y se recupere esta forma de trabajar. Para finalizar, la cuarta y última parte expuesta en el museo, donde se puede ver to do tipo de maquinaria, ^ a veces realmente difícil de establecer su función y época. Una reprodución de lo que fue un talierico zapatero y lo que era una oficina contable, cierra es ta trayectoria por todo un esfuerzo, una constancia, una tradición y una histo ria, de un pueblo, de una ciudad, eminentemente za patera. i^ul^co CAlZADO ^ 0 ^C O m J Q Réplica de la sandalia de San Pedro donada por la Caja de Ahorros de Asturias a la FICIA, que a su vez cede al Museo del Calzado. Data del S.I y está realizada en cuero trabajado al estilo de las sandalias lujosas romanas. Se dice que la original, la que usó auténticamente el apóstol, se encuentra en la Catedral de Oviedo. Reproducciónde un clásico taller de principios de siglo hasta los años 40 y 50, inaugurado con el Museo en diciembre del 92. En la reproducción se puede apreciar como en un espacio reducido de pocos metros, era habitual encontrar a cortadores, aprendices, zapateros y aparadores, trabajando todos juntos con sus correspondientes herramientas necesarias. Representación de la sección de miniaturas que se pueden ver en el Museo del Calzado, obras, todas ellas, de Virgilio Berbegal Galván. Destaca la pieza central, donde se pueden apreciar figuras de tamaños increibles, como un tacón que tan sólo mide tres milímetros de altura o una horma de diez milímetros de larga. Se ha mandado ya la documentación para incluirla en el libro Guiness de los records. Horma de azúcar (1960J, obra de Virgilio Berbegal Galván. EI autor consiguió realizar, por primera vez, un zapato enterizo cosido a cordón mediante la técnica de desgranar el azúcar por un agujero en el bajo del tacón. Fue hecho como objeto digno de admirar para el escaparate de una de las primeras Ferias del Calzado. Botines de señora realizados porJosé Martí en 1869. Se aprecian tacones de suela en forma de carnuda y piso clavado realizado a mano. Tiene una hechura especial en la que no se aprecia la parte interior ni exterior, es decir que no hay diferencias entre pie derecho e izquierdo Zapatos representativos de los muchos que guarda el Museo de los galardonados con el Premio Crispín. Premio destinado a obras realizadas expresamente por los fabricantes para concursar. En todas estas obras se aprecia ingenio, imaginación y una gran capacidad creativa. La foto en concreto pertenece a los zapatos premiados en los años 1987 y 1989 Muestra de zapatos de época, de los que el Museo dispone de una amplia colección. A la izquierda, se puede ver los Sabots utilizados por los campesinos en Francia y Paises Bajos en 1530. Su uso se convirtió en símbolo de Justicia e Igualdad, en contra de la tiranía de los amos. En el centro, calzado rural del S.XII realizado con suela de madera, arpillera y cuerda, propio de las clases bajas. A la derecha, zapato de madera tollado manualmente del año 2.600 a. C., usado por los campesinos para protegerse del barro, Botín hecho artesanalmente por Antonio Oliver Vera en 1890, con punteado y marcado Royal. No se Ilegónunca a comercializar porque dispone de unas hechuras especiales que así lo impedía. De cualquier manera, en estos momentos es considerada como una pieza importante, por lo que tiene de novedosa y original con respecto a lo que se solía ser habitual en su época. grabado. Plataformas grabadas artesanalmente típicas de los años 70. Autético boom de toda esta década, que suponía un trabajo técnicamente muy sencillo aunque laborioso en lo que se refiere a la parte artesanal del Máquina de puntear, es la más antigua que posee el Museo, originaria del año 1893. Fue donada por el hijo de su propietario, José Amat Sanchiz. Máquina de medir pieles de 1916, donada al Museo porJuan A. Ferri en el año 92. Es una de las más antiguas que posee el recinto. Máquina de centrar puntas, la primera neumática fabricada por UNITED. 1960. i^ u ^ u v ^ ^ ^ ^t^ , 3 ,t ^ CAlZADO m J Q L Museo del Calza do de Elda nace con firme voluntad de Ilegar a alcanzar la titula ridad de entidad cultural de primer orden. En él, no sólo se expo nen objetos y maquinaria que conforman la historia del sector de fabricación de calzados, sino que es un lugar de encuentro con la evolución de la moda y una fuente de investigación, es tudio y reflexión. EI Museo abre sus puertas en diciembre de 1992 de forma provi sional en unos locales cedidos por la Conse Ilería de Cultura, Edu cación y Ciencia, en los bajos del Instituto de Formación Profesional La Torreta. Inmediata mente después, el 22 de diciembre de ese mis mo año, se pone en marcha dentro física mente de las naves del Museo una Escuela de Artesanos Zapateros, con el fin de retomar las antiguas técnicas artesa nales y mantener viva la tradición del zapato hecho a mano, en una incesante búsqueda de la calidad y la perfección. José María Amut Amer En los casi 800 metros2 de espacio en los que se ex ponen los zapatos, documentos, herramientas y ma quinaria, se encierra una parte muy importante de la historia del calzado y por ello, de la historia de los 150 últimos años de Elda; es sumamente enriquecedor observar como fueron nues tros primeros pasos en la búsqueda de una industria del calzado que parte de una actividad familiar to talmente artesanal, dando lugar al desarrolo tecnoló gico de los últimos años; Pioneros del calzado en Elda. De arriba a abajo, de izquierda a derecha, Rafael Romero Utilles, Pérez Hermanos y Amat, Isidro Aguado Aravit, Pablo Guarinos Juan, Pedro Bellod Payá y hermanos, Joaquín Vera Pérez, apodado el Vicent, Rodolfo Guarinos Vera, Tomás Guarinos Maestre, Paco Vera Santos, Emilio Maestre Coronel y Luís Villaplana Reig. contemplar, a través de do cumentos rescatados los es fuerzos, los triunfos y las fustraciones de un colecti vo tan importante como es el calzado y de un pueblo cuya única fuente de rique za ha sido y es el zapato. EI Museo del Calzado es tá comprometido en la ur gente necesidad de encon trar nuevas salidas al sec tor del calzado y es una posibilidad a través de esta muestra viva; comprome ter a los jóvenes para que no abandonen las téc nicas artesanales here dadas de otras genera ciones, tratando de bus car nuevos mercados en los que ese zapato ar tesano tiene su público exigente, para el que el zapato es algo más y para el que la calidad y el sentido estético ocu pan un lugar de mayor importancia en el vestir. La ciudad de Elda reune las características esen ciales para colmar los requerimientos de los usuarios más exigentes; aquí nos hemos distinguido por el buen gusto y la alta calidad. Aprovechemos es ta baza de la que no pue den hacer gala otros pue blos zapateros. i^u i^iR^^ ^.a vieja deuda que, en materia de publicaciones, tenía contraída la institu ción municipal con la in dustria del calzado -cau sa y origen de prosperidad en periodos de auge y mo tivo de preocupación en momentos de crisis- em pieza a ser saldada con es ta obra sobre la historia de la actividad zapatera en nuestra ciudad que consti tuye un primer acerca miento al tema y que, le jos de agotar la investiga ción, deja abierta la puer Elda, 1832-1980. Industria del calzado y transformación social. José Ramón Valero Escandell, Alberto Navarro Pastor, Francisco Martínez Navarro y José María Amat Amer. Elda, Excmo. Ayuntamiento de Elda-Instituto de Cultura Juan Gil-Albert, 1992. 198,/27p. : il. ; 29 cm. ISBN 84-87962-01-7 ELDA, 1832^ 1980 Industria del calzado y transformación socia( IOSE RAMON VALERO ESCANDELL - ALBERTO NAVARRO fASTOR FRANCISCO MARTINEZ NAVARRO - IOSE MARIA AMAT AMER hasta la preponderancia del monocultivo zapatero y el estudio de las varia bles coyunturas económi cas en nuestro siglo, así co mo la creación y desarrollo de la Feria lnternacional del Calzado e Industrias Afines (F.I.C.I.A.). EI otro aspecto, al que hace refe rencia el título, es la inci dencia social que todo es te proceso ha tenido sobre la ciudad, cuyas manifestaciones más importantes han sido la atracción mi gratoria, el crecimiento ur ta a ulteriores trabajos que avalen las afirmaciones aquí apuntadas como hipótesis. EI libro aborda el devenir del calzado desde su implantación, más o menos balbuceante, a mediados del siglo XIX, el paso de una sociedad agrí cola a otra de corte industrial con el establecimiento de las grandes fábricas en los ultimos años decimonónicos banístico y la dotación de servicios que ha requerido una población en constante aumento a lo largo del pe riodo abarcado, sin olvidar los movimientos políticos, sindicales, culturales, vecinales y reivindicativos de todo orden que, en el transcurso de este tiempo, se han generado en el ámbito ciudadano. Fernando Matallana E IL ^^IE^^^ R O C ,4^^^IEIL,^IR Francisco Belmar Tamayo Perspectiva interior del teatro, tras las reformas que sufrió a principios de los años 20. ON el Teatro Castelar cerrado por cuestiones de seguridad hace ya más de tres años, la rehabilitación arquitectónica del edificio se vislumbra más cercana, una vez se va resolviendo por la vía judicial el contencioso que enfrenta a propietario y Ayuntamiento sobre su expropiación. Lo que nos importa en este caso es que un espacio urbano tan carismático, testigo de los momentos más relevantes de la vida cultural de la ciudad a lo largo del siglo (no olvidemos que el año que viene se cumplirán 90 años de su construcción), se recupere cuanto antes para la actividad, porque Elda lo requiere urgentemente. Para conocer la envergadura de su restauración, lo primero será poder entrar y establecer un diagnóstico del estado actual del edificio. En esa dirección camina la reflexión del arquitecto. ^esde un punto vista netamente pro fesional, el realizar una primera apro ximación al significado arquitectóni co del edificio que sustenta al Tea tro, es verdaderamente atrayente. Acerquémonos en primer lugar a analizar formalmente el edificio al que vemos con una factura muy acep table, que recoge en su distribución espacial decimonónica, de la que en la actualidad no se discute su vali dez. EI edificio dispone de una or namentación de escaso interés ar quitectónico, pero adecuada al eclec ticismo de su época, y no se cuestio na la asimilada imagen del posterior añadido, general pobreza de mate riales empleados: se utiliza mam puesto recibo con yeso en obras de fábrica, cargaderos de madera en huecos de fachada, y revestimientos ge nerales de yeso; zó calos posteriores en mortero de cemento y arena. La estructu ra en formas roblo nadas, disponiendo de grandes- luces. Únicamente se ad vierte el empleo de materia^es más no bles en la ampliacibn frontal en la que se emplean zócalos de cantería, con des pieces de aceptable tamaño, labra y dis posición. Los aca bados y ornamentos interiores están rea lizados con yesos y escayolas. No se han apreciado pinturas de interés. Una fachada sin luces, un interior sin actividad, canalones que se vue lan. Se ha visto cómo ciertas partes del edificio sufren la influencia de agentes externos propios de trans curso del tiempo, humedades en fá bricas y oxidaciones en los hierros, carcomas en maderas y dinteles. No se puede obviar otro aspecto Funda mental, que el tiempo no perdona, como son los inadecuados cameri nos, sin condiciones objetivas: cale facción, energía eléctrica, proteccio- nes contra fuego superadas tecnológicamente... La rehabilitación del teatro se ha ce incuestionable por varias razones, siendo la principal la recuperación Las fotografías y plano que ilustran este artículo han sido cedidas por Ascensión Maestre Martínez, hija de Francisco Maestre Payá. Según el tesfimonio de Ascensión, su padre, de profesión abogado, regentó el Teatro Castelar en calidad de arrendador desde los años 20-21 hasta prácticamente el inicio de la Guerra Civil. Las importantes reformas que acometió, según el proyecto elaborado por el arquitecto valenciano -parece ser Alfonso García, según la firma- están fechadas en 1921 y Maestre las afrontó económicamente a cambio del alquiler. Vista lateral de los palcos. Exterior del edifico por la misma época. Aún no se había procedido al vallado exterior que aparece en las fotografías de la década de los años 30, ni a la ampliación frontal, incluida la visera, que se añadiría en los años 40. de la actividad cuitural que históri camente ha generado. Asimismo se debe procecer a la recuperación in tegral del edificio para así ocupar el lugar que le corresponde dentro del patrimonio arquitectónico de la ciu dad, ya que ésta es técnica y econbmicamente viable. Es un hecho evidente que nuestro parque arquitectónico y urbanístico se está empobreciendo día a día y que la actividad demoledora del tiem po se ejerce por la falta de mantenimiento en los edificios. Se está Ile gando a una situación que nos Ileva a perder, no solamente el significa do de la escena urbana, sino tam bién el arraigo de las personas, de las familias, a las casas, al barrio y a la ciudad. La memoria colectiva se pierde a) desaparecer las piedras, que son las imágenes, a las que és ta se une. EI Teatro Castelar forma una parte indisoluble con estos conceptos por lo que su recupera ción conlleva una prioridad absoluta. EI desarrollo prag mático tan mal enten dido por algunos, en que se premia la la- bor pseudo cultural de la reposición sal vaje, contrapunteada por aquellas opinio nes en las que lo viejo como tal es bueno, Ilevan consigo el que por un lado se pier da sentido de la iden tidad y, por otro, se encorsete la actividad ciudadana. Estos con ceptos no deberían li mitar el desarrollo de los correctos planteamientos arqui tectónicos en la rehabilitación del edi ficio, que esperamos que de forma inmediata se realice . i^,a r^Er^oiR i ,^ Una experiencia de recu p eración de la historia de Elda a través de las fuentes orales José Ramón Valero Escandell finales del pasado 1992, un reducido grupo de licenciados en Historia, al que recientemente se ha unido algún profesor de E.G.B, comenzamos a trabajar en un intento de recuperar una parte importante de nuestra historia, aquella que permanece viva en el recuerdo de las gentes a pesar de que muchas veces no exista constancia escrita de la misma. Fue el inicio de una experiencia que, con el patrocinio y el apoyo del ayuntamiento eldense, bautizamos con el nombre de La memoria. EI objetivo era simple: elaborar una se rie de grabaciones a través de las cuales los entrevistados pudieran recordar sus vivencias sobre algunos de los as pectos que configuran la idiosincrasia de esta ciudad, no sólo porque son aquellos cuya memoria directa sobre la vida de Elda Ilega a profundizar en épocas más alejadas, sino porque, en algún caso, resulta inaplazable nuestra aproximación a ellos. /^lunque algunas personas que han te- nido unan participación esencial en as pectos económicos, políticos o culiurales de la ciudad ofrecieron desde un pri mer momento su colaboración más en tusiasta, y sus recuerdos sobre mil y un aspecb ya han quedado plasmados en nuestras grabadoras, la experiencia no busca centrarse sólo en ellos sino acer carse también, y sobre todo, al eldense medio, al que apenas se diferenciaba del vecino en sus costumbres y en sus difi cultades, al que más puede aproximar nos a la vida cotidiana de antaño. ÍVo se trata de discriminar a nadie, de buscar una imagen casi institu cional de la ciudad pasada, sino de descubrirla en la diversidad de quie nes la componen: mujeres y hombres, ateos y creyentes, nacidos aquí y Ile gados de otras tierras, izquierdas y derechas, ricos y pobres, trabajado res y patronos, sindicalistas, políticos y gentes que han vivido sin afiliarse a nada, oficios muy variados, la gen te de esta tierra. Unos nos han resu mido la historia de su vida, otros han hablado del tema que mejor cono cen o que siempre les ha interesado. Gracias a ellos, hoy sabemos algo más de las fábricas zapateras, de las fiestas de antaño, de aspectos reli giosos, de las viejas escuelas, de ofi cios ya perdidos, de muchas otras cosas. Í1io todo está resultando satisfactorio en la experiencia. AI comenzarla, las invitaciones para colaborar que se dis tribuyeron por algunas entidades ape nas fueron contestadas y ha habido que recurrir directamente a algunos informantes que el grupo considera interesantes. Es una pena, porque más que significar que la gente no quiere contar sus experiencias (que no es cier to ya que cuando se les pregunta con testan encantados), da la impresión de ser muchos aquellos que, equivo cadamente, piensan que su relato po co puede aportar a nuestra historia o creen, tímidamente, que hay gente más capacitada que ellos para con tar las cosas del pasado. No es cierto. La memoria no busca quien nos cuente la interpretación histórica de nuestro ayer ni a nadie que nos diga lo que hicieron las gentes importan tes; busca el testimonio directo, la ex periencia personal, el recuerdo vivido en carne propia: el trabajo en el ho gar, la cocina de antes, los años en la escuela, las fábricas olvidadas, la vi da del viajante, los noviazgos, las fies tas, el hambre de postguerra, la vida en esas calles hoy irreconocibles. v Aunque el proceso de recogida de testimonio es bastante lento, tanto por las gestiones a realizar de cara a conseguir informadores como por el hecho de ser los entrevistadores gen tes dedicadas profesionalmente a otros menestres, y por el trabajo pos terior de que cada cinta comporta (clasificación, inventario...), espera mos que al final de la experiencia podamos contar con el testimonio de, al menos, medio centenar de perso nas (lo que supone un número mu cho mayor de cintas por que a veces se requieren varias horas para reco ger los recuerdos de un solo infor mante), una visión extensa y varia da, distinta y muy viva de la Elda de este sig^o. Estas cintas, que pasarán a formar parte del Archivo Histórico Municipal, ayudando a enriquecer y diversificar sus fondos, podrán ser posteriormente transcritas para que su información pueda ser más fácil mente utilizada por aquellos que pre ^J -/ ^ .. ... w_ ^ ^ ^^ ^ ^ 1 ^ tendan profundizar en la historia de nuestro pueblo. Constituirán, sin duda, lo constituyen ya, un patrimonio insustituible para conocer mejor no só^o nuestro propio pasado colectivo sino cómo (o recuerdan aquellos que lo vivie ron. Porque a veces, más que e^ re cuerdo exacto del hecho histórico con creto (tan fácil de encontrar en he merotecas o en archivos, aunque a veces mienten más que los recuerdos celosamente guardados en la memo ria) importa más la imagen que del mismo se conserva al cabo de los años en pquellos que lo vivieron, la opinión que pervive, el rastro que ha quedado en las conciencias, porque motivan los comportamientos poste riores y configuran las ideologías. EI testimonio oral es, al contrario de lo que sucede con las otras fuentes históricas, un patrimonio que no se conserva por sí solo, que debemos crearlo nosotros mismos, porque no sobrevive a quien mantiene los re cuerdos. Por eso, pero tambien porque permite al informante superar la estrechez temporal que supone toda existencia humana, creo que merece la pena acrecentar nuestra memoria colectiva, salvar esos recuerdos que nos ayudan a entender cómo somos. Para eso, aprovecho esta páginas de ALBORADA para pedir de nuevo, en nombre de los que realizamos esta experiencia, la colaboración de to dos aquellos que crean que sus re cuerdos ayudan a entender nuestro pasado. NOTA DE REDACCION: Cualquier persona interesada en participar en la experiencia, denominada finalmente Fuen tes Orales, puede ponerse en contacto con e^ grupo a través de la revista. i^a ^^^ro Por iniciativa de la Escuela-Taller Castillo de Elda y para ayudar en las labores de reconstrucción del Alcázar, actualmente en desarrollo, a principios del verano del 93 se desplazó hasta Madrid el fotógrafo de esta publicación, Juan José Pagán. EI objetivo era reproducir del original, existente en la Biblioteca del Palacio Real de Madrid, una panorámica de la ciudad tomada por el fotógrafo francés Jacques Laurent en 1858, por encargo de la Red Nacional de Ferrocarriles. Es de hecho, si no aparece otra, la vista más antigua que sé conserva de la ciudad, sacada a partir de un contacto sensibilizado a la albúmina sobre placa de cristal, cuyo formato es de 32,2 por 23,5 cros. De nacionalidad francesa, Laurent parece ser que visitó España por primera vez en 1843. Desde entonces, en su afamado estudio parisino vendía con notable éxito estampas decimonónicas y representativas de lo genuinamente español, si bien desde su instalación definitiva en España,que se produce en 1857, se especializa en obras de ingeniería, glorietas, monumentos arquitectónicos, emplazamientos urbanísticos, colegiatas, obras de arte y vistas panorámicas, según cuenta A. Molinero Cardenal en el ñ 48 de la revista FV. La panorámica de Elda fue tomada desde la zona conocida hoy como Polígono 25, a la altura de la vía del tren. Destacan los tres elementos arquitectónicos más característicos: el Castillo, la antigua Iglesia de Santa Ana y, al fondo, el Convento de los Franciscanos que luego pasaría a ser Manicomio Provincial, ubicado en la zona de Virgen de la Cabeza. De la toma sorprende sobre todo la gran distancia que se aprecia entre el Castillo y la Iglesia, lo que no deja de ser un engañoso efecto visual, dadas las reducidas dimensiones del casco urbano de la ciudad por aquellas fechas. ^v^iiEVO^ ^^in^EiROS i^E ^^EL^,^ iRiECiii^iii^o^ i^oiR i^o^,^^nó^ La pequeña crónica de Elda se enriquece Alherto Ncwarro Pastor AS colecciones de prensa de una determinada localidad constituyen la más fidedigna fuente de conocimiento de la vida cotidiana de la población en que aparece, en los diversos aspectos que contempla la actividad de sus habitantes, por cuyo motivo los fondos recogidos en hemerotecas son cada vez más utilizados por investigadores para captar el pulso del momento en que estos periódicos vieron la luz. Un ejemplo claro lo tenemos en Elda al considerar que en todo el period0 histórico anterior a 1936 de esta población no tenemos noticia puntual de su acontecer cotidiano más que entre los años 1926 y 1930, gracias a la presencia en la vida local del semanario Idella, un periódico en el que redactores y colaboradores supieron contactar fielmente con el acontecer de la vida local, penetrando en sus problemas y aspiraciones tanto en el aspecto humano, como en el municipal, industrial, cultural, social, deportivo y otros, incluso en la crónica de sucesos, narrada a veces con gracia especial, excepto en los casos en que el hecho tenía consecuencias trágicas o dolorosas. Primera página del n° 9, de 3 de abril de 1926. ^a^a^r^s ^r^bl^^^s ^6t0 ^A^er+c..i^^k* ^L TU(^^L pE ELA^ Caricatura de Oscar Porta aparecida en la primera página del n°4, de 27 de febrero de 1926. ^e los números publicados por ldeIla entre el 8 de febrero de 1926 fe cha de su aparición, hasta el 15 de marzo de 1930 en que publicó el nú mero 194, último de su fecunda exis tencia, sólo se conocían algunos ejem plares, en manos de particulares, des conociéndose que pudiera haber al guna colección completa. Una infati gable búsqueda, en la cual ha tenido decisiva parte Ia Concejalía de Cultura y la Biblioteca de la Casa de Cultura, permitió reunir un importante con junto de ejemplares que recientemente se ha visto incrementado, primero por la aportación de un centenar de nú meros originales, por generosa do nación de los descendientes de José Capilla, director del semanario du rante el periodo de mayor altura literaria de la publicación, y últimamen te por las facilidcides dadas por Ro berto Sánchez Román, con vínculos familiares con el que fue fundador de Idella, Manuel Maestre Gras, para que sea fotocopiada la colección en cuadernada que obra en su poder, procedente del citado señor Maestre, cuyas iniciales M.M. figuran en el lo mo del volumen. Con el ingreso en la Biblioteca de la Casa de Cultura de Elda de estos ejemplares puede decirse, con satis facción, que en este centro se cuenta con la posiblemente más completa co lección conocida del semanario, ya que únicamente faltan, para que es tuviera completa desde el 1 al 194, el número 15, no publicado por pro blemas de censura, y el 151, cuyo ejemplar no se ha conseguido y que tal vez, al faltar en la colección del señor Maestre, podría darse la posi bilidad de que no se publicara, aunque en el número siguiente, 152, no se hace referencia alguna a esta po sible incidencia. Por los números de Idella de los que no se conocía ejemplar alguno y que ahora podemos estudiar, hemos podido conocer magníficas colabo raciones de Azorín, Gabriel Miró y Rafael Altamira, sus colaboradores honorarios, y nuevos trabajos litera rios de Capilla, con su firma o con el seudónimo de Amadís, así como nue vos poemas y prosas de Eloy Cata lán Cantó, un poeta eldense que no ha tenido el reconocimiento que su obra merece; también se ha ensanchado la galería de retratos de eldenses im portantes en su época -y algunos aún hoy- a los que el lápiz de Oscar Por ta captó para la posteridad, como el médico Juan Rico Pérez, el alcalde don Joaquín Coronel Rico y el que fue Juez municipal don Jaime Zara goza. Otra colección de Retratos, ésta en verso humorístico original de Maximiliano García Soriano (Maga soJ, ha podido ser completada al re cibirse los números 47 a 50 y 52 y 54, en los que figuran los Retratos I a VI y IX a XII. Con éstos, queda completa la serie de ventiseis Retratos en los que su autor, sin dar nom bre al retratado, lograba con la ex posición de diversos datos y curiosas circunstancias de la persona, que ésta fuera reconocida por los lectores, y gracias a las cuales podemos tener una representación viva, fiel y ocu rrente, de las características físicas, profesionales o de otra índole de per sonalidades de aquel tiempo como Francisco Alonso Rico, Rodolfo Gua rinos Vera, Manuel Maestre Gras, Jo sé Joaquín González Amat, Joaquín Coronel, Antonio Porta Rausa y otros, entre ellos el mismísimo Maximiliano, que se autorretrató en el último de manera inmisericorde. La sección deportiva, que estaba a cargo del que después fue goberna dor civil de varias provincias, Angel Vera Coronel, Porvotide, nos da cu-^ riosos detalles de partidos jugados por el Eldense contra el Hércules, EIche, Albacete, Murcia y otros, así co R^TRATOS POR MAGASO 111 Mofletudo y colorado; bigote charlot, pequedo, y siempre ha sido su sueño ver a su E/da elevado. E/ pan inlegral le agrada; las duchus, su alivio son, y es ta! su iluminaclóu ert /as fitstas que artonada. ZPara qué dcciros másl Si acaso, que es muy metódico y que ha fundado un perlódico don.... IV Barbas bigotes y lentes; mlra sitmpre hácia la altura; es dt gallarda figura y dc !os más complacientta. Fué alcalde de la ciudad e hizo una fiesta de agrado; fué Gerente-opodtrado dc importante sociedad. B! hombre que habla con é(, quie ► t constrvar su frato: este es el vivo rttrato de don.... ^c ^v..+war^^ T-- Retrato de Manuel Maestre Gras, según el estilo característico de Magaso, seudónimo de Maximiliano García Soriano, aparecido en el n° 49, de 15 de enero de 1927. ^^ -- ^^ -` ^ ^arv^Y / mo de las partidas de pelota en EI Trinquete, que en aquel tiempo apa sionaban al público. La copiosa producción de Magaso, tanto en verso serio como en sus Bos quejos, Idelladas, Semblanzas oTarjeta Postal es constante en la prensa eldense, y sus nuevos trabajos en estos números de Idella darán satisfacción a los muchos admiradores que aún hoy tiene la labor versifica dora de don Maxi. Muy interesante es también obser var una cierta politización de Idella, perceptible en estos números desde la asunción de la dirección por Ca pilla. Antes de ella, el semanario se ocupa en un editorial de la Unión Patriótica, intento de partido único promovido por el dictador Primo de Rivera y que no Ilegó a cristalizar, viéndola como un camino para la nor malidad, mientras que a partir del n° 53, primero dirigido por Capilla, el Semanario Independiente dedica espacios al aniversario de Pablo Igle sias, a la conmemoración de la Pri- mera República, y a las actividades del Círculo Republicano y la Agru pación Socialista, en cuyos actos y conferencias paraticipaban a veces algunos redactores del periódico. Son notas curiosas las descripcio nes de los balnearios de EI Sapo y Las Salinetas, de la carrera pedestre del Meló de Alicante a Madrid, y las inefables Notas Locales y Genera les por las que desfilaban todos los personajes conocidos en aquella épo ca con sus acontecimientos familia res, sus viajes, sus estancias y regre sos veraniegos y otras muchas infor maciones de la pequeña crónica del pueblo. Del examen de los últimos números de Idella se presume el posible moti vo de la desaparición del periódico. En el número 190, de 8-2-1930, un ti tular destacado saluda jubilosamente la caida de la Dictadura del general Primo de Rivera. Pero en el siguiente número -191- otro titular, también en primera página, proclama que Aún hay censura y vuelven a aparecer en sus planas los espacios en blanco con la mención Este número ha sido visado por la censura. La semana si guiente no aparece el periódico, y en el 192, que aparece con fecha 1 de marzo, se inserta una nota bajo el tí tulo La dirección de Idella, en la que se da cuenta de la renuncia del di rector Cándido Amat Casáñez, a pe tición propia, anunciando que desde el próximo número se haría cargo del semanario el ex-director del mis mo José Capilla. EI número 193 pre senta una vez más los espacios ta chados por la censura, lo que se in crementa en el número 194, de 15 de marzo, en cuya primera página se muestra una gran mancha negra por haber sido sobreimpreso el artí culo que ocupaba partes de la 1° y 2° columna y la 3° en su totalidad, em borronando el texto para hacerlo ile gible. Tal vez fuera ésta la gota que colmara el vaso de la paciencia de director y redactóres de Idella,pues lo cierto es que ya no hubo número 195, consumándose la desaparición del semanario. Todo esto, y mucho más que de jamos sin referir para no ocupar ma yor espacio, es lo que presentan sólo unos cuantos números de Idella, aque Ilos que no conocíamos, de entre los últimamente conseguidos gracias a la donación de los familiares de José Capilla y el préstamo de la colección, para su fotocopia, realizado por Ro berto Sánchez Román. Con ellos se confirma lo dicho al principio sobre la alta calidad perio dística de Idella y la gran variedad de temas de los que se ocupó, cons tituyendo su colección una fiel crónica de noticias de la Elda de los años 26 al 30. Una muestra del estilo literario de José Capilla, escrita con el seudónimo de Amadís (primera página del n° 88, de 22 de octubre de 1927J. R Tono ^v^^o Buk^apelias iQué tiempos tan eslirpidos vivimos, 5eftorl Ya al qut se tntrega a un ideai, al que se halla poattdo por la fe, te llamamos loco, ^ l7tra idiotez de nuestros tiempos agarbanzadoa es el gtsto despectivo y bur!án que dedicamos al ramanticis mo, expansión del alma humana, sitrutsmo, despreció de 1a vida. Asi vivimos como topos, sin vtr la esiretla de ios héroes, dt los m^rtires, de los hombres sin lastre. iQro, ora, só{o cro! Cruz dt oro, espada de oro, balanxa de nro, fdlama de oro, i0ro, oro, sólo oro! 7enemos trcs palabras que todo lo explican: neurastenia, amb!ente y temperamento. Son trts mageifieas mu{etiRas para el discurso. ^ La muerte es !a divina salvadora de Ia vejez. Horroriza pensar tn una vejez eterna. Todo tl poder iascieador de una mujtr tstS en los ojas, vtnlanas dt su aima a 1a que no llegaremos nunea. Y tn esla imposibilidad radica tods la tragtdia de las grandes pasiones amorosas, ya que en este abismo tno hay nada! Cuando, tn tk curso de una conversacibn, oigo decít a algukn: .Yo, te advierto a usted que no soy apasionado•, pienso que estoy hablando con ua indiferenie o can un pi11o. ^ Un poeta me decia en cierta ocasibn: -Siempre qut ante ias tuartiltas atude su imagen a mi mente, 1a imagtn dt +t!la•, escr{bo maquinalmtnte .a tI*, y, alucinado, veo cbmo la te ae canv!erte tn una horca de la que ebloy Colgando yo que so^ la i. 1 iay una arislocracia sub!ime e impertredera: !a de la sensibitidad. De aqui que los ptaeerts es!éticos sean tan sbio astquib!es a exiguas minorias. EI piano ts un arrnonio tartacnudo. Chopin, pobre Chopin,.. Ei es e! que rige los cuartos de la Luna. Wagner. +!Taóleau!• Das ttclas rotas, un búcaro que rueda y se hact añicos, la iámpara de1 safbn qut se desploma.., iSocorrol Cuidado con las fugas de E ŝ ach. Suekn ser una iniciacián peiigrosa. Una iovenriia filarmbnica me decia que ejecutaba a Sos clásicas. La oi, y, efectivamente, Ios rjer.etnLa... aurnuriurrenle. La rnujer no mienle hasta qut comienza a conjurar tl verbo amar. AMADI5 i^^r suiRiE^v^ u^i^^iica^ D IE ^L I^ON,^^^^^ ^i^^;.^ Antonio M. Povedd Navarro v NA escultura de este tipo se colocaba sobre uno de los monumentos funerarios principales de la cultura ibérica, como eran los pilares-estela, uno de los cuales se debía erigir en la periferia del poblado de EI Monastil, y estaba rematado por la figura mitológica de la sirena recientemente depositada en el Museo Arqueológico Ilrlunicipal de Elda, por miembros del grupo de defensa del t^atrimonio Histórico Mosaico. La sirena vista desde el plano superior. Estos monumentos suelen indicar el centro o el comienzo de una necrópol i s, correspondiendo posiblemente a la élite dirigente de la sociedad ibérica, es decir, a dinastas o príncipes locales. Esculturas como las de estos animales tenían una función apotropaica como defensoras de la tumba, que simbolizaría mágica y socialmente al personaje enterrado que es heroizado y cuya sacralidad viene expresada por el propio carácter sacro de estas representaciones zoomorfas. Además, al poseer alas podían transportar al difunto al más allá. La sirena dejaría de formar parte de este esquema después del s. VI a. C . Los contactos económicos y culturales del mundo ibérico con los griegos focenses, explican que surjan a partir de la segunda mitad del s. VI a.C. influjos helénicos en la escultura ibérica, tomando elementos estilísticos e iconográficos de modelos grecoorientales, proceso del que es un buen ejemplo la sirena de EI Monasfil, al igual que las dos aparecidas en Corral de Saus (Mogente). Debido a la estrecha relación entre esculturas y estructura social ibérica, estos cambios pueden reflejar nuevas corrientes económicas y políticas. Las sirenas de Elda y Mogente manifiestan profundas raices en el mundo griego, donde encuentran sus mayores paralelos, tanto formales como de su significado. La escultura de EI Monastil está mutilada, le faltan la cabeza y las garras, conserva únicamente el cuerpo que es como los dos cuerpos hallados en Mogente. EI de Elda es más estilizado y rectilíneo que éstos, pues son curvos. Nuestra sirena presenta un grupo de plumones muy cortos en el cuello, dispuestos en dos filas. Por debajo de ellos asoman las alas formadas por tres filas de plumones cortos. Por último, dos grupos de plumas largas que Ilegan hasta la cola recubren todo el cuerpo resta nte. Las dimensiones de lo conservado son 26 cros. de altura, 27 cros. de anchura y 65 cros. de longitud. La piedra utilizada es arenisca blanda local, fáeil de trabajar y deshacer. La sirena de EI Monastil se ubicaría en lo más alto de un monumento funerario del tipo pilar estela, formado por un podium de varios escalones, sobre el que se erigía un pilar rematado por un dintel, Vista frontal de la sirena. Vista en perspectiva lateral izquierda. fre ĉ uentemente decorado con ovas, volutas, elementos florales e incluso humanos. Piezas fragmentarias de piedra ĉ on algunas de dichas decoraciones han sido también localizadas en el mismo lugar. Si nos atenemos al hallazgo de dos sirenas juntas en Mogente, al hecho de que son esculturas no muy grandes y que algunas esculturas de otros tipos mitológicos, como las esfinges de Agost, se colocaban por parejas, es posible que la nuestra estuviese (1). M. ALMAGRO-GORBEA. Origen y significado de la escultura ibérica`. Esculfura Ibérica. Revista de Arqueología. 1988. pp. 56-57. (2). T. CHAPA BRUNET. La escultura ibérica zoomorfa. Madrid. 1985. pp. 233-234. acompañada por otra sirena no localizada. La gran escasez de estas esculturas en la península ibérica -únicamente es segura su aparición en Elda y Mogente- impide hasta el momento saber más sobre ellas. En alguna ocasión se ha apuntado una posible relación de la sirena con una diosa de la vegetación y la naturaleza, que tendría que ver con el mundo de ultratumbaz. ILII IBIRO^ Se acercaba el verano de 1988, cuando Doña Carmen Conde pre sentaba, en la Casa de Cultura de nuestra ciudad, la primera Antología sobre la obra del poeta eldense An tonio Porpetta. Realizada por la es critora cubana, afincada en Nueva York, Rosario Hiriart, con el título An tonio Porpetta: una voluntad poética y editada por el Servicio de Publicaciones de la recién desaparecida Ca ja de Ahorros Provincial. En su antología, la Dra. Hiriart in cluía cuarenta y tres poemas, dos de ellos inéditos, además de un monó logo-diálogo que dividido en tres par tes nos acercaba de manera amena a la persona y obra de Antonio Por petta. Dos años más tarde y bajo el títu lo Década del Insomnio, aparecía la segunda antología, elaborada por José Más y publicada por Ediciones Libertarias, que abarca la obra poética de Porpetta en la década de los ochenta. José Más escoge para su antología ochenta y un poemas, más cinco que no habían sido publicados con anterioridad. Antonio Porpetta: Memoria y presencia Salvador Pavía. Elda: Sección de Publicaciones del Ayuntamiento; Alicante: Universidad, D.L. 1993. 354 p. 2 h. ; 21 cm. -(Publicaciones del fondo editorial del Ayuntamiento de Elda; b) ISBN 84-87962-02-5 . Este otoño ha visto la luz la ter cera antología, titulada, Antonio Porpztta: Memoria y presencia, obra del profesor de Literatura Salvador Pavía, publicada por el Ayunta miento de Elda, en su fondo edito rial. Salvador Pavía, que hace algún tiempo había publicado una Antología breve para estudiantes sobre la obra de Porpetta, en su nuevo estudio estructura tres partes perfectamente diferenciadas: Biografía, en ésta y a lo largo de cinco capítulos, realiza un ex haustivo repaso, a nuestro juicio el más completo realizado hasta el mo mento, sobre la figura de Antonio Porpetta. Obra literaria, después de una breve introducción sobre las carac terísticas generales de la obra de Porpetta, Salvador Pavía va anali zando, con bastante profundidad, la estructura de cada uno de sus ocho poemarios, desde Por un cálido sen dero hasta Territorio del fuego. A continuación realiza un breve barri do sobre los ensayos y narrativa que componen la obra en prosa de An tonio Porpetta. Completa esta se gunda parte una exhaustiva biblio grafía de los trabajos sobre la obra del poeta eldense. Antología, en esta tercera par te, el autor escoge noventa poemas, la selección más extensa realizada hasta el momento, además de dos capítulos del Manual de Superviven cia para turistas y cinco cuentos que fueron publicados entre 1988 y 1991. Consuelo Poveda IFIINC^ IL,^CY: IL,4 G^IR,^N IDIE^CONO^ IIID,4 ^;^^..^ Judn Marhuenda Soler y Rafael Hernández Pérez ESDE que se conoció que la piqueta iba a borrar todo vestigio de la historia de la Finca Lacy, allá por el otoño del 92, los esfuerzos del grupo Mosaico se encaminaron en dos direcciones: evitar, por un lado, que eso sucediese -lo que se ha conseguido-, e indagar por otro en distintas fuentes, consultando archivos y preguntando a antiguos moradores, para demostrar la importancia histórica de la hacienda y el error de su derribo. La suerte, la casualidad, pero también el interés y el cariño con que este grupo defensor del patrimonio local se ha tomado este asunto, ha dado como fruto el siguiente trabajo, en el que se exponen a grandes rasgos, los descubrimientos de la investigación. En el lecho del valle, con Bolón al fondo, la finca de Lacy. A orillas del Vinalopó, en su margen derecha y en el centro de una extensa Ilanura que bien puede denomi narse como el lecho del valle, don de quizá siempre se ha desárrolla do la vida agrí cola y huertana que hizo famosa su fertilidad en to da la comarca desde tiempos in memoriales, y a la que tanta refe rencia hacen los historiadores lo cales, se halla la finca conocida como la Casa de Lacy. Enclavada en la partida de la Jaud, todavía se reconoce el pasado esplendor, inconfundible por su bella silueta, en la que destaca en un extremo, su torre campanario, y to da ella flanqueada por unas bellas y esbeltas palmeras que parecen fun que aquello fue un auténtico vergel. dirse con los rayos del sol. Olivos, viñas, almendros, toda clase Una visita en la actualidad a la de frutales y, a sus pies, entre árbol y Finca Lacy pudiera hacernos dudar de árbol, cubriendo la extensión con to Restos de la zanja para la conservación del hielo. dos los matices imaginables del verde: trigo, ceba da, avena, alfalfa, legumbres -que te nían por reina las mejores habas de la zona-, tomates, melones...en fin, la máxima riqueza que cualquier tie rra fértil pudiera soñar. Hasta en la primavera, esa tierra, todavía infe cunda, te regala ba la vista con mares de rebani zas blancas, amarillas o moradas que asemeja ban desde la distancia fantásticas plantaciones coloreadas por mági cos pinceles. HISTORIA DE LA FINCA Y SU DESCRIPCIÓN La característica de los restos de los frescos hallados, la composición de los ladrillos de adobe que forman la zanja para conservar el hielo, unos grafitis en las que aparecen, entre otras, la fecha de 1796, y otros ele mentos arquitectónicos, presuponen que los orígenes de la hacienda se re montan, como mínimo al siglo XVII, dato este que podría confirmarse con la referencia a los libros de las antiguas contadurías, que aparece en las es crituras y testamento, del que parte la investigación. De los documentos hallados hasta el momento en el Registro de la Propie dad de Elda, cuya extensión y detalle nos habla de la importancia de la fin ca, de sus rentas y propietarios, y de los vecinos colindantes y transmisio nes o herencias, se desprende que tras el fallecimiento en 1856 de D. Pascual Reig y Martinez, de procedencia orio lana, propietario de la finca denomi nada de La Jaut (sic), y levantado su testamento por el notario Pedro Turón, los herederos de la hacienda pasan a ser sus cuatro sobrinas Pilar, Margarita, Teresa y Manuela Reig y González de Villaventín. En ese momento, aparece en esta historia quien posteriormente daría nombre a la hacienda, sería su pro pietario y, con el tiempo, Ilegaría a ser el I Marqués de Lacy. D. Salvador de Lacy y Pascual de Bonanza, que así se Ilamaba, accedió a la propiedad al estar casado con Manuela Reig, una de las sobrinas, heredera parcial de la hacienda. Interesado en adquirir y refundir to das las partes de la propiedad, Lacy, tras heredar, a través de su mujer, la parte de su cuñada Teresa, fallecida el 15 de julio de 1875 sin otorgar testa mento, compra la parte de su otra cu ñada, Margarita, así como pequeñas parcelas a numero sos propietarios co lindantes y, final mente, la parte de su última cuñada, Pilar, ya fallecida y sin descendencia, con un complicadí simo testamento en el que instituía co mo heredera a su alma, lo que obli gó a Salvador de Lacy a tratar direc tamente con la cu ria de Orihuela. Manuela, la es posa de Lacy, falle ce el 6 de octubre de 1878, con lo cual, fraguada ya la refundición, queda como único pro pietario del latifun dio, cosa que suce de en 1 889, por es ĉ ritura levantada al efecto. Para afrontar todas estas compras, Lacy tuvo que pedir un prés tamo hipotecario de 22.000 pts al 5S% de interés, concedido directa mente por el Gobernador del Banco Hipotecario de España, D. Juan de la Concha Castañeda, ex-ministro de la Corona y senador del Reino. Lacy es tuvo representado en la escritura por su sobrino, D. Manuel Reig y Lacy, co mandante de caballería residente en Madrid. La deslindada hacienda fue justipreciada en 125.000 pts. Por aquel entonces, Lacy ya tenía el título pontificio de Marqués de Lacy, Caballero de la Orden de San Juan de Jerusalén, que, con carácter here ditario, le fue concedido por el Papa León XIII en 1883. Nacido el 24 de abril de 1828, cinco años después de enviudar de Manuela, cuando conta Trozos de los frescos barrocos de los techos del salón. Se supone que la R corresponde a Reig, propietario fallecido en 1856. Muela y piedra de la almazara. ba con 50 años, contrajo segundas nupcias con María de la Concepción Zafra y Torres. De ahí que, casi con to da seguridad, el nombre con el que aparece referenciada la finca en al gunas ocasiones, La Concepción, se deba al nombre de su se ĝ unda mu jer. Tras la refundición de 1889, la des cripción de la hacienda queda refle jada como una colonia agrícola de 223 tahullas de tierra plantada de vi ña, olivar, almendros y árboles fruta les, con 19 horas y 6 azumbres de agua de la del riego de la huerta de EI da. Dividida en dos trozos, en el pri- mero, mucho mayor, de 210 tahullas y media, se hallan enclavados varios edificios: uno denominado casa prin cipal, marcado con el ñ 22 de poli cía (placa ésta robada mientras se ele boraba este trabajo) y compuesto de piso bajo, un alto y torre con varias dependencias y almazara. Mide 348 metros de frontera por 258 de fon do. Dentro de la hacienda, figuraban otras casas de habitación que formaban una unidad, marcada con los números 19, 20 y 21 de policía y que, en conjunto medían 349 metros de fron tera por 263 metros de fondo, com puesta de piso bajo, un alto y torre con bodegas, cubos, lagar, alambique, corral y habitación para el colono, er mita yotras anexidades. Y otra ca sa, marcada con el número 24 de po licía, de un solo piso y sótano subte rráneo de 8S metros de frontera por 158 metros de fondo. Además, una zanja para el depósito del hielo de medidas 7 1 x 16S. Alrededor de la zanja existían balsas para retener el hielo. Era una finca que tenía dere chos para regar de la rambfa (se su pone que era del río Vinalopó). A través de toda su historia, la fin ca aparece en los documentos oficia les con las denominaciones de La Jaut, La Hacienda de Reig°, La Con cepción, oLa casa del Pino. Para dójicamente, el conocimiento popular siempre la ha nombrado como Finca Lacy°, que dicho con el particular se seo de los eldenses sonaba algo así como EI assi. Del seguimiento documental se de duce una mala administración de la hacienda por el Marqués de lacy, lo que le obliga a solicitar tres préstamos de garantía hipotecaria en 1897, 1899 y 1901, causa presumible de que la propiedad cambiara de manos en 1903 en favor de D° Antonia Na varro Mira, conocida popu^armente por La Pichocha, propietaria de la Casa Modernista de Novelda, entre otras múltiples haciendas repartidas por toda ^a provincia. La propiedad es comprada por el Apoyada en el famoso pino de Lacy. Era tal el grosor que se necesitaban 4 0 5 personas para abrazarlo. Con una antig ŭ edad calculada de 400 años, cayó abatido por el aire en 1951, después de haber sobrevivido a un intento de tala durante la Guerra Civil. precio de 72.500 pts., cantidad que in cluía, además de la Finca Lacy, otras dos fincas más que poseía el Marqués en la provincia. D° Antonia estuvo re presentada en el acto de la compra por su yerno, D. Antonio Gómez Tor tosa, abogado y vecino de Novelda, quien, a partir de 1920, junto a su es posa, D° Carmen Navarro Navarro, pasarían a ser dueños por donación en vida de la legítima dueña. En ese momento, ya figuran en el documen to legal de la donación con el trata miento de Condes de Gómez-Torto sa. La situación legal de la finca per manece estable hasta 1929, fecha en que es donada nuevamente por los Condes de Gómez-Tortosa a su hija, D° Luisa Gómez-Tortosa Navarro. Cuando accede a la propiedad de la finca, esta mujer cuenta 35 años, se encuentra soltera, situación que per duraría hasta su muerte hace tan sólo algunos años. De los testimonios ora les conseguidos, se sabe que D° Luisa, a pesar de residir en Madrid, visitaba frecuentemente la finca, acompañada por su aya y algunas jóvenes de No velda, por los meses de septiembre u Aspecto parcial del salón de la planta alta. Luisa Gómez-Tortosa Navarro, última propietaria de la finca. octubre, interesándose directamente por la marcha de la hacienda. D°- Luisa mantendría ya la propie dad de la finca hasta el año 1972 en que la aporta, junto a otras dos fin cas más, como capital a la Sociedad Mercantil La Jaud S.A., empresa que se encargaría de vender la finca en su totalidad al Ayuntamiento en el año 1986 para la creación de un polígo no industrial, proyecto actualmente en desarrollo, que dio lugar al desmantelamiento de la estructura agrícola, con el arranque de más de 6.000 oli vos y al deterioro y desaparición de fos rasgos arquitectónicos de la casona, cuyos elementos de valor han sido es quilmados por desaprensivos, como consecuencia del abandono. La conservación y restauración en lo posible de lo que aún queda en pie es, en último extremo, la finalidad de este trabajo de investigación y de las acciones paralelas emprendidas por el Grupo Mosaico para evitar su de saparición, lo que parece asegurado tras el compromiso públicc del Ayun tamienb de paralizar su derribo y asu mir la consolidación, arreglo y utili zación de la casa, en una rotonda dig na, dentro del futuro polígono indus trial, como homenaje a una Elda del pasado. ILA U I I^A ^^^LIII^IIAI^JA ILI^ ILA IF111^1^A ILA^Y Los Ponsoda: Una familia, una finca, un destino y una añoranza José Ponsoda Cantó, conocido como el Tío Pep de Lassit y Cándida Giner Seva, su mujer. ^esde los tiempos del Marqués de Lacy y luego ya hasta casi los años 80, el mantenimiento de la Finca Lacy está ligado a la familia de los Pon- soda, como caseros, cuidadores y administradores de la propiedad. Es ta relación se remonta a finales del siglo pasado con José Ponsoda, EI Tío Pep de Sella, y luego se prolongaría a través de hijos y nietos. Una memoria viva, testigo y pro tagonista durante más de 60 años de la vida cotidiana, dura -y puede que solitaria- allá en la lejana finca de Lacy, es sin duda Cándida Ponso da Giner, hija menor de aquel hom bre venido de Sella, en la montaña alicantina, tras una tía que estuvo de maestra en Monóvar y que, instalado en principio de aparcero, Ilegó a ad ministrar otros arrendamientos en nombre, primero del Marqués de lacy, al que rendía cuentas periódi camente, y luego a la familia Gómez Tortosa Navarro. Cándida, con más de 80 años, arropada por hijos, nietos y sobri nos, comienza a hablar, agolpándo se los recuerdos en su mente: Yo na cí ailí en el Assit (sic). Aquello era un vergel, no había un trozo de tierra que no estuviera cultivado. Vivíamos toda la familia en casas distintas, no nos faltaba de nada. Vendíamos vi no, aceite, frutas y hortalizas. Por allí estaban el Tío Tomás Malacó, de Monóvar, el Tío Rules, Salvador Mo lina, el Tío Pascual... La casa De la casa, claro que me acuerdo, era muy señorial, con una cocina ba ja preciosa y muchas habitaciones. Un gran patio que tenía un naranjo amargo. de la casa de arriba, la de Delante de Villa Concepción (hoy derruidaJ, que también dio nombre a la hacienda. De izquierda a derecha, José Ponsoda Vidal, nieto del Tío Pep, junto a José, Andrés yJulio, hijos. los señores, que estaba cerrada mu cho tiempo, me acuerdo que tenía piso de madera y otras habitaciones con manises blancos de flores y otros adornos azules. Habían también unos módulos forrados con falditas para sentarse y también unos sillones o di vanes en forma de S para dos per sonas que, sentados, se miraban. En el descansillo de la escalera que su bía a la torre, había un pasillito que se comunicaba con el salón, estaba acristalado y causaba mucho respe to pues allí r^zaban, no sabría decir a qué santo o santa. Todavía emocionada, sin embargo en sus rostro afloran unas carcaja das para añadir: Llegué a conocer al Marqués una vez que mi padre nos Ilevó a mis hermanas Eleuteria, Isabel y a mí -mi otra hermana Carmen r Joaquín Villar Ponsoda, bisnieto del tío Pep, en 1957, delante de la casa que vio nacer a toda la saga. no vino- a Alicante. Era un hom bre pequeño, viejecito, con la bar ba larga y blanca. Creo que vivía con su hija casada en la Casa Car bonell, por San Nicolás. Comenzó a darle palmaditas a mi padre y le de cía: Ay Pepe, ay Pepe. Fue la úni ca vez que le vi, pero en mi casa se contaban muchas historias y anéc dotas. Mi cuñado, Carlos Valls, ca sado con Eleuteria, contaba que de niño se cruzó un día con el Marqués sin decirle nada. Entonces le agarró de la oreja diciéndole: Tú no sabes que cuando se pasa por mi lado se dice Buenos días tenga el señor Mar qués°. AI soltarlo, Carlos empezó a ti rarle piedras con su honda y el Mar qués tuvo que suplicarle que no le ti rara más. Tres días estuvo Carlos es condido en un pajar. Aún así, cuando salió, se Ilevó una paliza. En otra ocasión en que mi padre fue a visitar al Marqués, el criado le preguntó: A quién debo anunciar. Y mi padre le dijo AI tío Pep de Las sit.... Tras una espera, apareció el Marqués con familiares y amigos y poniéndole la mano en el hombro a mi padre, les dijo a todos: Os pre sento al hombre que me ha hereda do el título. Y es que mi padre em pezó siendo el tío Pep de Sella y aca bó siendo el tío Pep de Lassit. Cándida apenas recuerda haber visto los restos de un tiovivo que era de obra, según le contaba su padre. Se hallaba saliendo de la casa ha cia abajo, siguiendo un camino con olmos que se estrechaba y desembo caba en una pérgola o caseta de madera que era utilizada como comedor de verano, muy cerca de la zanja que había para el hielo. Qué tiempos! Mi padre siempre Ilevaba una marrajita del mejor vino a la iglesia de Santa Ana... Y cuan do se molía el aceite, esto era un tra siego de personal. Y la muela de la almazara, que todavía está, decían que estaba desgastada y trajeron una de la cantera de Bateig. A los dos años estaba deshecha y tuvimos que volver a poner la primitiva. E IL D ,^ IE N IFO N ^^ I^L IE^ a^^^ Treinta años de solidaridad F^^r^ Pedro J. Navarro ODO comenzó a mediados de los años cincuenta, muy probablemente en el 54, cuando una decena de eldenses se acercaron al Sanatorio San Francisco de Borja, ubicado en el Vall de Laguart, en la Marina Alta, lugar conocido como Fontilles. Durante cerca de treinta años, nuestra ciudad mantuvo una intensa y espontánea colaboración con aquellas personas afectadas por la enfermedad de la lepra. Fotografías, nombres, fe chas, ingresos bancarios, festivales, donaciones, ri fas, corridas de toros be néficas,...Todo parece en tremezclarse a los princi pales organizadores de la Solidaridad eldense hacia los enfermos de lepra del sanatorio de Fontilles, co mo muy bien se podría ca lificar. Y no es para menos. La mayoría de ellos supera con creces los ochenta años de edad, aunque todos coinciden en señalar que repetirían la experiencia si fuesen algo más jovenes y con menos achaques. Con el paso del tiempo han aflorado muchos recuerdos, la mayoría de ellos positi vos, y se les deja notar una tímida satisfacción en forma de pequeño orgullo por los más de treinta años de ayu da a Fontilles, y a los en fermos allí ingresados. Vi vencias personales imbo rrables en lo que fue, mien tras duró, pura y dura SO LIDARIDAD, con letras ma yúsculas. Pero no sólo eso, también una inmensa humanidad para con los in ternos de un sanatorio que atendía a personas afecta das por la bacteria de Hamsen, la lepra, que si gue teniendo una gran le yenda negra. ^ primera visita de Elda a Fontilles representó un ro tundo fracaso, en el terreno comercial, para la agencia de viajes que organizó la excursión, ya que no logró completar ni medio autobús. Pero para los pocos Año 1957. En el interior de uno de los autobuses, regresando de Fontilles. No solo los asientos van al completo, sino también el pasillo. Año 1962. Banastas conbolsas para distribuir a los enfermos. Q ^ J Q Año 1964. Con trajes y gorros de Moros y Cristianos en uno de los jardines del Sanatorio. Año 1961. Lamberto Puchol lee a una niña internada en el Sanatorio. que fueron la experiencia resultó tan gratificante que a su regreso comenzaron a divulgar las necesidades de un sanatorio que se nu tría, y lo sigue haciendo, de donaciones particulares. Entre los primeros expedi cionarios se encontraba Lamberto Puchol y su es posa, Teresa, quien re cuerda: teníamos más mie do que otra cosa, pero fue entrar al sanatorio y hablar con los enfermos y todo de sapareció°. A partir de ese momento, Puchol se con vertiría en la verdadera al ma mater de los viajes a Fontilles, de las rifas re caudatorias y de organizar festivales para los enfermos cada primer domingo del mes de mayo, la fecha asignada para la visita de los eldenses al sanatorio. `os inicios del Sanatorio San Francisco de Borja son oscuros y plagados de dificultades que aún hoy acompañan a los que pa decen la enfermedad. Construido por el jesuita Carlos Ferris, en el año 1 .909, enclavado en un frondoso paraje de la geo grafía alicantina, a esca sos kilometros de la fronte ra con Valencia, las insta laciones tuvieron que ser rodeadas de una muralla con el fin de evitar que los pacientes tuvieran acceso al exterior, ante el miedo de los vecinos de ciudades próximas. Una muralla que choca frontalemente con los evidentes signos de solida ridad y humanitarismo de mostrado no sólo por la pe ^ Año 1972. En el salón de actos, Lamberto Puchol disfruta con la decoración ideada por él para dar mayor realce. Junto a la reproducción de la Virgen de la Salud. ña pro-ayuda a Fontilles de Elda, sino por otras de ciudades de Alicante y Valencia. Para la mayoría fue una experiencia de solidaridad completa. Así lo demues tran las octavillas elabora das por Puchol para re caudar fondos en las que se leía !Eldense! FONTI LLES una vez más lanza una Ilamada de caridad, con tu donativo puedes ser fiel colaborador a esta hu manitaria obra, para nues tros hermanos internados en este hermoso Sanato- rio. Leproso o leprosería son palabras que la peña de Elda nunca utilizó, aunque en sus visitas, en las que Ilegaron a fletar más de veinte autobuses y nume- rosos vehículos particula res, había personas que por si acaso se untaban el cuerpo de alcohol para evitar cualquier posible contagio, a pesar de que a todos sabían que la lepra no se contagia y tiende a erradicarse por completo gracias a los avances de la medicina. ^ expedición de Elda, se gún Puchol, fue de las pri meras en mantener un tra to personal con los inter nos. EI primer domingo de mayo, hasta mediados de los años 80, la peña de EI da oFrecía a sus herma nos un festival en el salón de actos de la institución, por el que pasaron can tantes, la mayoría de ellos de la Casa de) Niño, ma Año 1963. Caras sonrientes mostrando una cesta vacía, tras el reparto a los internos. gos, etc. También el nume roso Vespa Club Ilegó a or ganizar actividades cultu rales, en sus años de mayor esplendor allá por los se senta. En la misma sesión, los internos recibían rega los donados por comercios Año 1960. En una casa convertida en almacén, colaboradores de 1a peña apilan cajas con ropa y calzado donados para los enfermos. También se observa una de las huchas que se distribuían en bares y comercios. y empresas eldenses. AI tiempo, Lamberto Puchol, y otros colaboradores como Juan Mira y Vicente Valero, entregaban el dinero re caudado en las diferentes campañas Ilevadas a cabo en la ciudad. Eso era lo que más le gustaba a Pu chol, dice su mujer, quien matiza que ideaba alguna manera inusual de entre gar el dinero, para que fue se Ilamativa. Las cantida des recaudadas fueron im portantes, sobrepasando en ocasiones el medio millón de pesetas, sobre todo en los primeros años de la dé cada de los setenta. la ciudad se vio inmersa en habituales envios de ro pa, calzado y otros pro ductos cedidos por comer cios y particulares, que eran trasladados al Sana torio de manera gratuita por una empresa de trans portes. Elda se volcó en co(aborar para Fontilles. Pu chol recuerda con especial cariño una campaña que estuvo dirigida a las pa cientes más jóvenes del sa natorio. Nos Ilamó el Pa dre Berra -asesor espiritual del sanatorio- y nos co mentó que había niñas que se aburrían por falta de ju guetes. A los dos días man damos un camión con cien tos de muñecas. La peña Ilegó a sortear un par de coches Seat 850 Especial y hasta un piso, a finales de los sesenta y prin cipios de los setenta. La ri fa fue la fórmula más utili zada para recaudar fon dos, aunque en los prime ^ ros años también se utili zaron huchas que fueron instaladas en bares y co mercios. La causa de Fon tilles tuvo una repercusión importante en los medios de comunicación de la épo ca. La antigua Radio Elda y Radio Monóvar cedieron espacios radiofónicos y re cogían mensajes de los oyentes que querían donar cosas en las campañas que organizaban. La radio siempre estuvo al lado de Fontilles, la genta Ilamaba y decía lo que donaba, la propia emisora se ponía en contacto con Transportes Gómez y estos se encarga ban de recoger la mercan cía y posteriormente tras ladarla al Sanatorio, co menta Vicente Valero. Nuestra ciudad también fue sede del tradicional fes tival taurino a beneficio de Fontilles, entre los meses de febrero y marzo de los años 68, 69, 70 y 71, que se encargó de organizar el conocido Demetrio Pastor. Por el coso eldense desfila ron destacadas figuras del toreo como Antonio Che nel Antoñete°, Vicente Fer nández EI Caracol, Cu rro Romero y otros. Lo cierto es que nadie Ilega a explicar los motivos que indujeron a cientos de personas a visitar el Sana rorio, hasta el punro de con vertirse en una cita obliga da para muchos. En la ac tualidad sólo algunas peñas de la provincia y unos cuantos nostálgicos a título individual colaboran con Fontilles. Una pena. Año 1958. En un rincón del salón de actos donde se desarollaban los habituales festivales músico-festivos. Grupo de eldenses de visita en el Sanatorio, el 7 de mayo de 1967. IL^ CIR I ^IZ IRO^A L^IE IE LD ,^. 9 fl AÑO^ ^ IE ,^^^ EI^ I^II O I e I^S Víctor Santos Práctica de auxilio. Años 30. A Cruz Roja de Elda nació en 1902. Fue iniciadora en la provincia de numerosos servicios y se convirtió desde el primer instante en imprescindible para nuestra población. Ha tenido épocas de mayor y menor esplendor a lo largo de la legislatura de los ocho presidentes con que ha contado. Cuando va camino de sus cien años de existencia, la Asamblea Local repasa el pasado pero sin destacar esos tiempos como mejores. ^ Brigada de la Cruz Roja, con ciclistas, banda de cornetas y tambores y camilleros. Principio años 30. Junta de Damas y Caballeros de la Asamblea Local en el jardín de la casa del alcalde Francisco Alonso (al fondo, en el centro de la fotoJ, en la calle Antonio Maura. EI sexto por la izquierda es Narciso Catalán, presidente entonces de la entidad. 1928. Todo ha cambiado, las bi cicletas-camillas dieron pa so a los Seat 1.500 y estos a las flamantes ambulan cias de la actualidad. La banda de cornetas se se paró totalmente de la or ganización y los desfiles por la vía pública dejaron de realizarse. Finalmente, la supresión del carácter militar de la institución hu manitaria obligó a colgar los uniformes con sus ga lones, afortunadamente se gún la actual directiva, que ha vivido esos tiempos pa sados. La juventud ha to mado la iniciativa en la en tidad y asegura así el futu ro de la Cruz Roja en nues tra ciudad. La Asamblea Local de Cruz Roja se constituyó des pués de (a de Alicante y la de Alcoy. Fue la tercera en la provincia, aunque la pri mera en contar con servicios como el de Ayuda en Carretera, atención que se prestaba con bicicletas que arrastraban su correspon diente camilla y, posterior mente, con los lujosos si decares. Los potentes pul mones de los ciclistas de la brigada hacían sonar con fuerza el cornetín mientras circulaban con urgencia. EI primer presidente en Elda de la Cruz Roja fue el industrial de calzado José Tóbar. A él le siguieron Jo sé Pujalte, Salustiano Villa, Pedro Nogueroles, Narci so Catalán, José Verdú y José María Alarcón, actual mandatario de la entidad que pasó a formar parte de la Asamblea tras ser nom Junta de Damas auxiliares de Cruz Roja, con el uniforme de servicio. Detalle: la abanderada luce la corona republicana. Principio de los años 30. brado presidente de nuevo el señor Catalán Romero, que ocupó el cargo en dos etapas, al parecer, las de mayor esplendor. Hasta domiciliar la Asam blea Local en la sede ac tual de la calle Hernán Cor tés, ésta estuvo ubicada su cesivamente en las calles Independencia, Pablo lgle sias (no la actual, sino la que ahora es Padre Man jón) y Pérez Galdós, hoy José María Pemán. Esta úl tima, querida sede para los componentes de Cruz Roja, fue inaugurada en 1928 y cerrada en 1986. Muchos momentos trágicos, emoti vos y de convivencia. En aquellos años 20, Elda con tó con un dispensario en la antigua calle Pablo Iglesias en el que prestaban sus ser Jefe, subjefe y practicante de la Cruz Roja con voluntarios de la ambulancia. 1935. vicios, entre otros, doctores eldenses como Antonio Por petta o Antonio Rico y practicantes como Enrique Román y José María Vera. Estos destacados aconteci mientos son una buena prueba de la gestión pre sidencial de Narciso Cata A lán, bajo cuyo mandato se dividieron los voluntarios en las secciones de ciclis tas, camilleros y cornetas y tambores. Pero si importantes eran estas personas, no menos lo fueron los primeros so cios que impulsaron y ase guraron el funcionamiento de la Cruz Roja en nuestra ciudad. Echando un vistazo a los archivos de Cruz Ro ja Española, Comité Cen tral de Madrid, de cuyos documentos relacionados con Elda tiene copias la Asamblea Local, destacan entre otros socios fundado- res Maximiliano García So riano, Joaquín Amat Amat, Francisco Maestre Olcina, Vicente Nogueroles Galia- na, Emérito Maestre, Hila rio Amat y Vera, Rudesindo Brotons, Deogracias Juan García, Saturnino Sax o Angel Vera Coronel, entre otros. Este último ilustre el dense Fue nombrado pre sidente honorario de Cruz Roja en Elda. 2Y las muje res? Pues sólo nueve seño ras se asociaron a la insti tución cuando hoy son muchas las chicas y mujeres que no sólo son socias, si- no voluntarias, según ma nifiesta la actual directiva. Entre aquellas pioneras, destacan nombres como los de Micaela Alonso, Anto nia Coquillat o Valeria Grieder de Cárdenas. Exceptuando el periodo de la Guerra Civil, entre los años 20 y 40, los volunta rios de la Asamblea Local no eran más de una vein tena, según relata uno de los veteranos con más edad Desfile con motivo del Día de la Banderita, posando delante de la antigua sede, de la calle José M° Pemán. 1951. Voluntarios de Cruz Roja. 1962. Brigada de servicio en el campo de fútbol. 1967. que a diario aún se acerca a la sede, a saludar y ver como va todo°. Es José Del tell Pastor, de 93 años, que Ileva en la entidad cerca de 70. Junro al presidente Alar cón, destaca Deltell que aquellos camilleros, ciclis tas y demás voluntarios te nían una edad media de 40 años. Hoy en día son cer ca de cien los voluntarios de Cruz Roja y la edad me dia es de 18 a 20 años. Los más jóvenes yá no co nocen a los sargentos, bri gadas y tenientes que tenía la entidad hasta hace bien poco. En tiempos pasados los médicos y licenciados en farmacia del pueblo que querían pasar a formar par te de Cruz Roja entraban directamente con el rango de teniente y hasta de ca pitán. EI traje de servicio Antiguo puesto de la Cruz Roja en el Reventón. Principio de los 60. Un día de servicio en el Arenal. 1967 era de color caqui -como cualquier otro cuerpo mili tar- y el de boniro o paseo era el blanco, con su gorra de plato, que se utilizaba principalmente en los Días de la Banderita, que empe zaron a celebrarse a partir de los años 20. La Junta de Damas que tenía la entidad era la encargada de solici tar los donativos al pueblo. Bendición de la primera ambulancia 1.500 con que contó la Cruz Roja, a cargo del párroco Narciso Catalán, en presencia del alcalde Antonio Porta. 1968 Servicio en el campo de fútbol. 1970. A base de ayudas públi cas e institucionales, la en tidad eldense ha disfruta do de otros momentos re levantes con el paso de las décadas. Uno de los más recientes fue,^ya en la dé cada de los 70, con la inauguración del Puesto de Primeros Auxilios de EI Re ventón -hoy cerrado- y el monumento a la Cruz Roja erigido en la antigua ca rretera nacional de Alican te ( posteriormente, la cons trucción de la actual Auto vía de Levante obligó a arrancar de allí el monu mento). En 1986 Ilegó el último momenro histórico de la en tidad con la inauguración de su sede actual en la manzana comprendida por las calles Hernán Cortés, Poeta Zorrilla y Ramón Gorgé. En aquella ocasión, en la plaza colindante al edificio fue descubierto un busto de Henry Dunant, el fundador internacional de la institución benéfica, que también fue retirado y hoy permanece en el despacho de la presidencia. EI que Cruz Roja ya no tenga rango militar le ha privado de ser destino de muchos soldados que ele gían la entidad para hacer la mili. Son menos volun tarios que los que necesita la entidad y, en conse cuencia, se han dejado de prestar servicios como los citados antes. A pesar de ello, acabamos como hemos empezado: tiempos pasados no fueron mejo res, según la actual direc tiva que prefiere que los voluntarios, aunque pocos, lo sean de verdad. Simulacro de atención a un herido. Años 20. La Cruz Roja en el estudio A tenor de los documentos gráficos encontrados, durante las primeras décadas de implantación de la Cruz Roja en Elda, la integración en la entidad altruista significaba, además de asumir sus principios humanitarios, el reconocimiento de un cierto prestigio ciudadano y, como consecuencia, relevancia social. Pertenecer a la Cruz Roja tenía la suficiente resonancia en la vida pública como para que la gente, fueran miembros o no, buscaran la inmortalidad del estudio, aunque para ello recurrieran al simulacro de una simbólica atención sanitaria. Eran tales las ganas de inmortalizarse con el uniforme que cualquier excusa era válida para visitar al fotógrafo. J Q Martín Lázaro Sánchez, en sus años mozos. 1929. Carmen Pérez Diaz, de tres meses. 1926. Miembros de la Asamblea Local, fotografiados de punto en blanco, probablemente con motivo de la Fiesta de la Banderita. EI primero por la derecha plantado es Maximiliano García Soriano. 1934-35. ^W O NdI E f el ^^O S IE^ T IEILAIf ^ IE S D IEIL I^ OX IEO E l vl IEILID,^ Rafael Hernández Pérez (1) Antonio Sirvent Boxing Club ÑO 1931, corrían nuevos tiempos y no sólo en el orden político, con la proclamación de la II República el 14 de abril. Adelantándose a ésta y en un ambiente de grandes inquietudes socio-culturales que embargaba a los eldenses de entonces, el 12 de marzo del citado año ... se organiza el Gimnasio Boxing Club en la Plaza de Sagasta, cuya finalidad es, no sólo practicar el boxeo sino toda clase de deportes Elda Extraordinario 1932 . como el excursionismo y la gimnasia educativa ^1^. Arráez, secretario del Boxing Club y Segarra, que fue campeón de Levante pesos ligeros 1934-35. ;:, I : k ^1^ ^ i^T^ ^ ^^? En EI Parque. Año 1943. De izquierda a derecha: Hernández del Valle (ayudante de Jesús BurgosJ, el árbitro Navarro Olcina y Antonio Campoy, de Murcia, campeón de Levante. ^ juventud se integra masivamente en este proyecto que alterna con las actividades natatorias en el también recién inaugurado Balneario Lido. Por lo tanto, para hablar de Boxeo en Elda en las años 30 hay que par tir de las actividades del mencionado Boxing Club y de los entusiastas que, desde allí, se organizan. Inmediatamente comienza a des tacar Segarra cuyo nombre era Je sus García Calpena (padre del ac tual Alcalde Roberto García Blanes). Tras los primeros escarceos y entre namientos en las inmediaciones de la Fábrica de las Lonas, Segarra se proclamó campeón de Levante pesos ligeros- en 1934-35 peleando contra el valenciano García Alvarez. A pesar de este triunfo, la Federación no lo presentó a los Campeonatos Nacionales y quedó campeón de España precisamente el que re sultara vencido por nuestro campe ón local. Segarra fue toda una leyenda del pugilismo local a pesar de su pronta retirada del cuadrilátero causada por un desgraciado accidente en Alican te. Una fecha fatídica para tantos es pañoles sería particularmente nefas ta para él. EI 18 de Julio de 1936 peleaba con Latorre y tuvo la des gracia de caer y golpearse en la ca beza, quedando inconsciente, lo cual le acarrearía un azaroso regreso hasta Elda, envuelto en los sucesos de la revuelta. Luego en la postguerra con tinuaría frecuentando los rings aunque ya en plan de exhibición o de má nager, ayudando a otros jóvenes a adquirir sus conocimientos. Los que le conocieron coinciden en una frase que define a Segarra: fue un de portista ejemplar°. De aquellos tiempos habría que destacar también a Fransuli, que mu rió en tiempo de guerra, y a Burgos, que era muy bueno..., según pa labras de Marcelino Hernández del Valle, del que más adelante habla remos. Acabada la contienda y ayudados por el alcalde de entonces, José María Batllés Juan, gran aficionado al boxeo que benefició a los que des tacaban con vales para comida y le che para poder estar en forma, y también por un antiguo socio del Bo xing Club que presta material del Gimnasio, termina la transhumancia de los aficionados que aún quedaban y que entrenaban en EI Pantano y también en La Colonia de Santa Eulalia. Se instalan en una pequeña casa alquilada detrás del actual Am bulatorio. Tébar Hernández fue la figura de la inmediata postguerra. Por su esti lo fue comparado con el mítico cam peón norteamericano Max Baer. Té bar Ilegó a ser profesional tras que dar campeón provincial amater en los años 1941-42. Marcelino Hernández del Valle (primo de Tébar) y Batanero fueron compañeros de entrenamiento, y sparrings circunstanciales de Tébar, hasta que éste descubre que su pri mo Marcelino, que a la sazón con taba 15 años, tenía una pegada du rísima. Entonces lo enrola en ese mundillo y así Ilega una velada en al Teatro Castelar organizada por Ma rio Silva, un portugués que entrena ba al C.D. Eldense. Marcelino tuvo también una fulgurante ascensión, ya que noqueó del primer golpe a un madrileño que sustituía al alicanti no Vidal Massanet. Luego vinieron los Campeonatos Provinciales, venciendo a Espí por K.O. en el segundo asalto... y por fin los Campeonatos de Levante en Va lencia, en septiembre de 1944. Le to có en suerte Suñer (que no se pre sentó). Le ponen a Martínez Catalá (que tampoco aparece) y por fin pe-leó con Verdú, campeón de España Año 1943. En el Imperial Cinema de Elda. Hernández del Valle (izquierdaJ, contra Kid Galvañ, campeón pesos pesados 1944. Ganó por puntos Hernández del Valle. En el centro, el árbitro Navarro Olcina. TEBAR Hernández el Max Baer eldense. Campeón amateur provincial. Año 1942. Zaragoza. 4-10-1944. Campeonatos de España. Todos los campeones de Levante de distintos pesos. De pie, de izquierda a derecha: Kid Galvañ (pesadoJ, Ben Buker (plumaJ, Alberola (welterJ, Campoy (medioJ, HERNANDEZ DEL VALLE (semi-pesadoJ y Dolz (galloJ. Agachados, de izquierda a derecha: Giménez (IigeroJ y Vicente Rebull (moscaJ. Imperial Cinema. Sentado, Hernández del Valle, detrás Vidal (boxeador local peso moscaJ y con la toalla de preparador, Tébar Hernández. ^ xeo profesional es otra cosa, la gen de los pesos pesados, a quien vence, siendo así coronado Hernández del Valle campeón de Levante y por lo tanto candidato a disputar los Cam peonatos de España. Se celebraron en Zaragoza la pri mera semana de octubre de 1944. Por conveniencias de la Federación tu vo que defender el cetro de los semi pesados. AI sobrepasar este peso le tocó estar 4 días casi sin comer y ba ñándose en agua y sal para poder adelgazar. Aún así, en el primer com bate ganó por K.O. a Larrazábal de Bilbao. En el segundo ganó por aban dono auno de Madrid. Tras des cansar el tercer día, le tocó en suer te Elustondo, de San Sebastián. EI ar bitro paró la pelea casi al final dan do por ganador al vasco por inferio ridad de Hernández del Valle. ...Po líticas de ese mundo, porque si Ilego a pelear con mi peso hubiera sido campeón de España... aún así me quedó la satisfacción moral de ha berle ganado a Verdú, campeón de España -pesos pesados- y no haber sido nunca vencido por K.O. Jamás caí al suelo y nunca besé la lona. Hizo otra pelea más en Valencia y se retiró. Marcelino afirma que los que hemos practicado el Boxeo tuvi mos la vida más fácil, porque eso for ja y si te sabes retirar a tiempo y no estás tocado te vale mucho EI bo te te encarniza y el púgil degenera... además caes en manos de mafias, como se ven en las películas, que te explotan... esa es la verdad. Una anécdota que habla del entu siasmo, afición y calidad de estos pú giles: Emilio Hernández del Valle, hermano de Marcelino, haciendo de promotor embarcó a los luchadores locales EI Pozi, Domingo, EI Ballena, Burgos, Hernández del Valle, Tébar y otros en una velada que se realizó en Montealegre en agosto de 1943. Marcó un hito y dicen que todavía se habla de ella y Emilio recuerda que perdió 400 ptas. de la época. Y para terminar, citar a Jenaro Juan Estarli que ya en los años 50 recoje la antorcha y en un local de la Avenida de Chapí (frente al actual edificio Elda) organiza peleas entre las viejas glorias y otros jóvenes que van surgiendo y que entrenaban allí. Imposible recordar a todos, pero ha bría que destacar a Felipe Guillén y a E) Gali. Mucho antes, los hubo que también tuvieron su momento este lar: Batanero, Guillermo Saavedra, Sangueta, Sierras, Pedro Blanes Pe re, etc. Sin embargo, el deçlive se produ De izquierda a derecha :Segarra, Salvador Brotons yJenaroJuan Estarli. Entrenando en el Boxing Club. Año 1932. a Qv Cartel de Boxeo. Imperial Cinema. 17 de Octubre de 1943. I^IIF^EFiIAL CINEMA-ELDA ^_BOXEO ® . o. » o n oocs.»^o. , a» ^ ,..o .. ^..^an r^.^,,. .. ., . o,.o^. ,. .^^.o^ ..reen ^^.,ó ^ r. nnK^^. o.o..- oo^ ^on r,. ^ ^^ ^ EMOCIONANTES COMBATES ^ -- ^ PROGRFM4 ^_ 4r ^hl4Li[,. (_r1N7K4 ^Fi^^^JII:L,^ s Boxeadores eldenses posando en La Fábrica de las Lonas, donde entrenaban. Segarra es el segundo por la izquierda. ^ ^^?^ Iftl^ ^ wLl (^ri^^KA ^ ^^^ ^,^^^ e^^^n . • n. Mii^.^.r 1^^^^^1^^^ ^^iilr:i^^i 1^^^^^ ^.^ Ei.^. vei.i^U .i. ,t^^..^^i. i al^.r^ ^^ Marcelino Hernández del Valle, campeón provincial de los semi pesados aficionados de Alicante. 1943. ,}e^rnández ^^alle ^^^^^ ^^;J^^ ®^^^^ ^^;^^, .,^,.,,,^^^,, • ^. ^^,,.,,,, ^,^^.^^^,,..^ s ^„^,^,^.^, ^. ^. ^^,^. ,, ,,....., , , ^ L_ C3 A.: l^ ^, ^^K^ ^^i^^ t^^o^^^ííz jo de manera prematura comparada con el ambiente boxístico nacional, difuminándose poco a poco con la Ilegada de los años sesenta, donde el sustituto son las veladas que ofrece la Plaza de Toros los sábados por la noche, generalmente de Lucha Libre Americana. Habrá que volver la vista atrás pa ra recordar hechos y lugares del bo xeo local... Boxing-Club, locales de encima del Trinquete y la SICEP pa ra entrenamientos; y el Teatro Cas telar, el Parque, Imperial Cinema (lue go cine Ideal de verano) y Plaza de Toros, como locales empleados pa ra veladas. Aunque muchos de ellos han desaparecido, todavía parecen reflejarse en las pupilas de estos en tusiastas supervivientes que conocie ron el auge y declive del boxeo en Elda. Eran otros tiempos. IL^ S CVdII L 1( l ^ll ^ l^ C,^IR„^S IDIE ^ IL IP,^IRC^^ 1 1E Lo que fue campo de fútbol hasta 1964 también conoció otros acontecimientos de la vida eldense Antonio Juctn Vista aérea de EI Parque. Final años 50. OS felices años veinte trajeron a nuestra ciudad el nacimiento de dos equipos, EI Elda Club de Fútbol y el Club Deportivo Eldense, pero hasta el año 1922 sus partidos los disputaban en unos terrenos del barrio EI Progreso. Fue en 1923 cuando el fútbol y otros espectáculos se trasladaron al f^arque de Atracciones, que albergaría los tiempos gloriosos del balompié local. Salida masiva de EI Parque, tras el partido Eldense-Elche, imagen perteneciente a la película Elda Años 20. Miss Murcia haciendo el saque de honor en el partido Eldense-Murcia. 1932-33. En la década de los cuarenta, el Ayuntamiento de Elda compró los 1 1.457 metros2 que tenía de su perficie aquella zona de recreo que rápidamente se le Ilamó EI Parque. EI solar era propiedad de la In dustria Española del Calzado, que el 4 de mayo de 1941 lo vendió al consistorio por 113.000 pese tas pagaderas en un plazo de cin co años. Una vez municipalizado EI Par que, y coincidiendo con las Fiestas Mayores, se inauguró el recinto de portivo. Era un 7 de septiembre de 1941 y el Eldense derrotaba al Ali cante (hoy Hércules) por 3-1 en en cuentro amistoso, aunque el primer partido oficial lo jugó el Deportivo el día 28 del mismo mes contra el Albacete Balompié. AI final, victoria azulgrana por 7-1 en la jornada inaugural del campeonato de Liga de Primera Regional. Sin embargo, EI Parque mostró antes y después de aquellos partidos mil y una caras en acontecimientos deportivos, culturales y sociales to talmente diferentes al mundo ba lompédico. A mediados de los años veinte, EI Parque de Atracciones ya fue testi go de varios encuentros de fútbol que protagonizaba el Club Depor tivo Eldense, hasta que en 1941 el Ayuntamiento compró los terrenos a la Industria Española del Calzado, propietaria de los más de 1 1.000 metrosz que tenía de extensión y donde en 1964 comenzó a levan tarse el edificio de la Fería Interna cional del Calzado. No obstante, aquel recinto se convirtió en una zona de recreo y expansión de los ciudadanos. La proliferación de espectáculos de todo tipo hizo que EI Parque de Atracciones fuera testigo mudo de infinidad de actos que to davía recuerdan con nostalgia los más viejos del lugar. Vista panorámica de EI Parque desde Avda. de Chapí. Años 30: Visión irónica del fútbol local, reflejada en la falla RNS. 1959. FOTO CARLSON. TEATRO Y Entre los aconteci BOXEO mientos culturales que se celebraron hay que destacar la variedad de obras de teatro que se realizaban. Según re cordaba Vicente Valero, cronista local de aquella época, eran los escolares quie nes interpretaban algunas de esas obras: Habían compañías locales que se es meraban en preparar obras de teatro. Una de las que mejor se recuerdan fue la de La Gran Vía que escenificaron alumnos de las Escuelas Nacionales, en tonces situadas en la avenida de Chapí, frente al actual Hotel Residencia Elda. Muchos domingos habían veladas matinales donde los aficionados al bo xeo tenían la oporfunidad de contemplar interesantes combates. Por aquellos años destacaban púgiles locales como Her nández del Valle y Tébar Hernández que exhibían buenas maneras cada vez que subían al ring. f^ ^ .^^ ^., `%^? ^ Panorámica de uno de los últimos partidos jugados por el Eldense en EI Parque. 1-3-1964. FOTO CARLSON. PLAZA DE TOROS Entonces la ciu dad carecía de coso taurino pa ra celebrar becerradas y charlotadas sin caballos. EI Parque fue acondicio nado con sus barreras y burladeros albergando diferentes festejos: E) terreno de juego se dividía por la mitad habilitando un improvisado corral donde permanecían los becerros y vaquillas has ta la hora de ser lidia dos. Entre los becerristas del lugar se recuerdan los nombres, entre otros, de Josualdo Benegas La gartija y Francisco Aguado Berbegal EI Exquisito°. Todavía hay quienes recuerdan que por los años veinte el que fuera alcalde de Elda, Francis co Alonso, conocido tam bien como tacón cuba no, organizaba sueltas de vaquillas en EI Parque. Una vez fal taba dinero para comprar cuatro va quillas que entretuvieran a los aficio nados, entonces se compró una sóla vaca y la pintaban de un color distin to^cada vez que decidían sacarla del corral. Ambiente en el acceso al mismo partido, desde Avda. de Chapí. FOTO CARLSON. CIRCC! Y CINE Aprovechando un escenario construído en aquel recinto deportivo, situado a la derecha de la fachada principal de EI Parque, orientado al norte y con un patio de butacas, se habilitaba el terreno para dar cabida a algunos de los circos que pasaban por la ciudad en los años veinte. En las noches cálidas de verano se instalaba en el escenario una panta Ila donde se proyectaban películas. Las sesiones ci nematográficas se reali zaban al aire libre y te nían un buen poder de convocatoria entre la po blación al no existir to davía la televisión. PISTA DE Elda no PATINAJE ha vuelto a tener un lugar más rentable que aquel desaparecido campo de deportes, Vicente Valero recordaba: Los niños acudían con patines a un rincón de EI Parque don de se construyó una pista de cemen to para poder patinar sobre ruedas°. Un grupo de aficionados Ilegó a practicar el hockey sobre hierba, aun que jugaban en tierra porque la plan tación de césped Ilegó a EI Parque cuando ya no se practicaba el hoc key. Enrique Puigcercer Foglietti fue el fundador del primer equipo que tuvo Elda, el Ulises Hockey Club, que Ile gó a proclamarse campeón regional. Entre sus jugadores más conocidos hay que recordar a Antonio Porta Vera, que años más tarde sería alcalde de la ciudad y a Jenaro Vera Navarro, expresidente de la Junta Central de Comparsas de Moros y Cristianos. EI recinto de EI Parque, cubierto por la nevada de 1960. FOTO CARLSON. EL BALONMANO En la década de los cincuenta y hasta los inicios de los setenta, Elda tuvo un equipo masculino de balonmano que Ilevó el nombre de la ciudad por toda nuestra geografía Ilegando a codearse con los mejores equipos del balonmano nacional, el Pizarro. Sin embargo, es te histórico club comenzó a jugar sus partidos en tierra utilizando una par te del terreno de juego de EI Parque. Allí logró su primer ascenso a la División de Honor, y continuó jugando hasta que la Federación Española de Balonmano le obligó a actuar en una cancha con suelo de cemento. REYES, MOROS EI Parque sirvió Y FALLAS tambien para ini ciar la Cabalga ta de Reyes. Antes de decidirse que el 5 de enero Melchor, Gaspar y Baltasar tenían que descender por los aledaños del monte Bolón, sus Ma jestades de Oriente iniciaban el re corrido triunfal por las calles eldenses partiendo de EI Parque. En los mismos vestuarios donde tantos y tantos jugadores se vestie ron de corto para buscar la gloria deportiva, se equiparon reyes, pajes y emisarios. Después, toda la comiti va real salía a la calle por la puerta principal ante el asombro de los más pequeños que no comprendían co mo los Reyes Magos iniciaban la Ca balgata desde el interior de un campo de fútbol. La fiesta de Moros y Cristianos tam bien tiene su recuerdo de EI Parque. Momento de un alardo de las fiestas de Moros y Cristianos en EI Parque. Junio de 1962. FOTO CARLSON. Las máquinas proceden al derribo de las instalaciones de EI Parque. 30-3-1964. FOTO CARLSON. En 1960 el castillo de las embajadas se instaló por vez primera en aquel re cinto deportivo. Las com parsas disparaban sus ar cabuces en un terreno que con anterioridad ya se ha bían librado otra clase de batallas con un balón. Los falleros tambien se acordaron de EI Parque. En 1959 la falla de la plaza R.N.S. (Ayuntamiento), le dedicó una escena del mo numento al campo de de portes que al concluir la Li ga cerró por vacaciones lu ciendo un gran cerrojo en la puerta principal. LAS MÁQUINAS Son muchos los que todavía re cuerdan las ca rreras de un popular personaje ali cantino, José Morán EI Meló, que demostraba a todos los eldenses sus portentosas condiciones físicas co rriendo a pie contra pilotos que con duciendo una moto no podían con su zancada. Una vez logró ir corriendo hasta Madrid, y desde entonces cuan do se hablaba de velocidad siempre se recordaba un dicho:Corres más que EI Meló. Otra nota exótica la protagonizó una señora que ató su larga melena a un camión. Luego comenzó a estirar con su pelo desplazando el vehículo ante el asombro de todos. EI Parque fue hasta helipuerto, por que un buen día de los años sesenta co menzó a surcar el cielo de la ciudad un helicóptero que lanzó el vacio cara melos en paracaídas. Luego aterrizó y del interior de aquel aparato descendió Mister Philips, convirtiéndose en la ad miración de los numerosos escolares que poblaron los graderíos de un cam po de fútbol que comenzaba a agonizar de sus mil y una caras. IL OS I P I RIN^ I EROS If ^ASOS I D I E IL A FE I R P, 4I D I R IE Md;0 1 ^I^pN e.. María Salud Sánchez Grupo da azafatas. La primera por la derecha es Carmen Alba, la única que sigue trabajando en la institución ferial. i de algo pueden estar orgullosos los habitantes de esta ciudad es de haber puesto en pie, con mucha imaginación, pocos medios y bastante trabajo, lo que luego con el paso de los años se convertiría en todo un símbolo e inequívoca seña de identidad de este pueblo: la feria de calzado. No fue, sin embargo, fruto de la casualidad, ni tampoco una iniciativa folclórica más, aunque naciera al amparo de la comisión municipal de fiestas. Sólo la necesidad de remontar una crisis importante en la industria zapatera puso en marcha el engranaje de lo que, con el paso de los años, se convertiría en un monstruo capaz de comerse a sus creadores y remontar el vuelo hacia otros lugares. r ^«AUu ttELEBEiLE81 ^ IIIIA11L/ á HLItiE INN4 ^ 4NILii HLEILEEt! ^ dt# ^ ; f® ^^^EiÉ^i Arriba, ambiente en el acceso a la I Feria Internacional de Calzado e Industrias Afines. Septiembre de 1964. Abajo, otra toma anterior de los aledaños del colegio Padre Manjón, esta vez con motivo de la I Feria Nacional. Septiembre de 1960. Fue Oscar Santos Gon zález, empresario eldense de la época, el primero que lanzó la idea, en el año 1957 aproximadamente, de montar en Elda una feria de muestras de calzado, al igual que se hacía en Chicago, París o Londres. EI primer documento escrito en el que se recoge esta sugerencia pertenece, sin embargo, a Carolina Gonzálvez, una mujer muy peculiar para la época que le ha tocado vivir, que luego Ilegaría a trabajar en la feria como traductora.Gonzálvez hablaba en el semanario Valle de Elda (número 91. 24 de mayo de 1958) y con el titular Elda, Pa ris, Bruselas° de la hipoté tica feria de calzado el Disposición de vitrinas en la zona de los fabricantes de Elda. Aspecto del patio del colegio, donde se situaba la exposición de maquinaria e industrias afines. dense para señalar que si no se hace es porque no se quiere. Carolina Gonzálvez se haCía eco de los muchos comenta rios de industriales eldenses que habían visitado las ferias de Milán, Bruse las o París, y de los elo gios que de ellas se ha ĉ í an como negocio próspe ro para los fabricantes de calzado que acudían a exponer. Pero cuando se habla de la Feria Nacio nal de Muestras (de Elda) se tropieza con una barre- ra de indiferencia, egoís mo, oscuridad mental o como quiera Ilamársele brica de Vicente Peñataro Benavente (Zamora) espe (...) A ciertos fabricantes EI cascabel al gato se lo (el padre del actual presi rando a un cliente para les gusta la idea pero la pone, en el año 1959, dente local del PP, José que me comprara 10 0 cuestión es 2quién le pone Roque Calpena, represen Peñataro) que, según 12 pares de zapatos, el cascabel al gato? tante de calzado de la fácuenta, se encontraba en cuando leyó, en una pe Vitrinas en la zona de exposición de los fabricantes nacionales. A la derecha, detalle de la zona donde se situaban los fabricantes de Elche. Otro aspecto del patio con stands de maquinaria y afines. queña crónica periodísti ca, los resultados importantes de la Feria de Vi gevano (población italia na a 20 km de Milán) que había logrado ser el mo tor activador de la pro ducción zapatera de esa ciudad. Argumentos no le falta ban a Calpena para, a su regreso a Elda, exponerle al alcalde Antonio Porta, la necesidad de por lo menos intentarlo. EI ca mino estaba abonado. A la crónica de Carolina Gonzálvez en Valle de EI da se unían otras muchas, recogidas en este sema nario, en las que periódi camente se hablaba de la crisis de las fábricas de calzado eldense, conse cuencia de su escasa ca pacidad de comercializa ción, sólo para el merca do nacional, bastante li mitado y con pocos recur sos, la también escasa ca pacidad inversora de las industrias, la superproducción, la competencia ilícita con fábricas clan destinas o los métodos anticuados de fabricación. Citemos, a modo de ejemplo, los artículos fir mados por Marchis (Valle de Elda, ñ 102. 9 de Agosto de 1958), Oscar Santos (Apatía. Valle..., ñ 106. 6 de Septiembre de 1958), Ibáñez (Valle... r ► 1 12 . 18 de Octubre de 1958) o José Sempere (Valle... n° 113. 25 de octubre de 1958). Una de las soluciones que se planteaba era exportar y Acto inaugural de la I Feria Nacional. De derecha a izquierda: el obispo Pablo Barrachina, el Director General de Expansión Comercial, el Gobernador Civil Miguel Moscardó, el alcalde Antonio Porta, el Comisario General de Ferias Manuel Fuentes, Roque Calpena y el delegado provincial de Sindicatos Manuel Hernández. de ello se habían dado cuenta algunos fabrican tes adscritos al Grupo exportador de calzado como Vicente Antón, o Manuel Amat, y otros que luego fundaron el colecti vo Elda Exportadora menos elitista y más numeroso que el anterior y la verdadera promotora de la feria, en palabras Paseillo de autoridades en la inauguración de la I Feria Nacional. Discutiendo sobre el futuro de la feria, Roque Calpena con el Director General de Expansión Comercial. En medio de ambos, poniendo paz, el Comisario General de Ferias. Septiembre de 1960. de Roque Calpena. Pero no era suficiente. Muchas fábricas grandes seguían cerrando, como la de Ro dolfo Guarinos, la de los Vera o los Bellods y las pequeñas se mantenían a duras penas. Así, en septiembre de 1959, al amparo de la Comisión Municipal de Fiestas, y con unos recursos de Vitrina de uno de los fabricantes adscritos al grupo Elda Exportadora. Detalle de la vitrina de la firma eldense Santos González. 240.000 pts., el patio del colegio Padre Manjón, las escuelas, como se las conocía popularmen te, acoge el I Certamen Nacional de Modelos. Colas inmensas de públi co para ver 8 ó 10 vitri nas en las que se exponí an 28 modelos de calza do de señora. Entre el pú blico visitante las crónicas hablaban de la visita de un tal Mr. Femamm (la versión eldense del mr. Marshall de Berlanga) quien, acompañado de un fotógrafo del New York Times, había retra tado todos los modelos, y muy especiafinente el de nominado Obsesión de la empresa Sucesores de Ortiz que se hizo con el Cambrillón de Oro°, el galardón que se otorga ba. E n mayo de 1960, y des pués de visitar al director de la feria de Barcelona para recoger un modelo de estatutos, el abogado Cándido Muñoz Zafrilla redacta los de la Feria Nacional de Calzado, que se celebra, por vez primera, en el mes de sep tiembre, con 300 exposi tores de Elda, Petrer, Mo nóvar, Arnedo o Baleares, que subieron a 400 en el siguiente año. Los de EIche, ya entonces venían pegando fuerte, dice Cal pena, director gerente de la feria desde su inicio hasta 1987, pues de los 400, 150 eran ilicitanos y se preocupaban de tener los stands más bonitos que eran los que, además de la vitrina para la expo sición, contaban con un espacio posterior para atender a los clientes. En el patio del colegio se ins talaban los stands para la maquinaria, curtidos, hor mas... que tenían nueve metros cuadrados y costa ban 9.000 pts., mientras que en el interior del re cinto se ubicaban los fa bricantes de calzado que exponían sus muestras o bien en vitrinas por las que se pagaba 800 pts. o en vitrinas-stands al pre cio de 2.000 pts. Era en verano cuando se derri baban los tabiques para convertir el colegio en una sala de exposiciones, pero luego, finalizada la feria, en un tiempo récord había que levantarlos de nuevo y dejarlo todo en perfecto orden de revista para que el curso pudiera empezar. Las primeras azafatas de la feria, esa profesión que luego veían con tanto glamour las jovencitas eldenses, se confeccionaron ellas mismas su blusita de uniforme, mientras que las fal das vinieron desde Ali cante procedentes de Saldos Arias°, según cuenta Carmen Alba, la única de aquellas primeras azafatas que todavía hoy sigue trabajando en el palacio ferial de la pro vincia de Alicante en To rrellano. EI despacho del director general de la fe ria -Roque Calpena- era el dormitorio del conserje de las escuelas durante los días de exposición, mientras que la feria ins taló luego sus oficinas permanentes en el último rincón del Ayuntamiento, aunque no dependía ni ha dependido nunca de la administración local, con un equipo administra tivo formado por el pro Vitrina de la firma local Miguel Sánchez, con el muestrario de las cuatro temporadas. Expectación en el stand de la firma eldense de hormas Obrador y Chico. pio Calpena, Antoñita Bertomeu (jubilada en IFA hace poco tiempo), Car men Alba, Eduardo Gras y Manuel Bonete. En el año 1964, y en vista del auge que la feria experimentaba año tras otro, se construyó el nue vo edificio en la Avenida de Chapí, en sólo 153 días, una obra compara ble sólo a la construccción del Hotel Palace por el tiempo récord, según cuenta Roque Calpena. EI 1 de abril, día de la Victo ria, media hora después de acabar el partido de fútbol que se disputaba en EI Parque, las maquinas entraron en el recinto pa ra convertir el terreno de juego en palacio de expo siciones. La feria, a cambio de este terreno de 12.000 m2, cedió al Ayuntamiento otro de 27.000 m2 donde se construyó el actual campo de futbol municipal, que había adquirido previa mente durante los años 61 al 63 con sus propios re cursos y además costeó la primera fase de obras del nuevo campo. EI día 8 de septiembre de 1964 se inauguraba el edificio de la Avenida de Chapí y con él se abría una nueva página en la historia lo cal. Quizá la feria no fue ra nunca la solución a la crisis zapatera, que siguió planeando sobre las fábri cas de calzado con más o menos intensidad, según las épocas, pero, eso sí, todos los años, por sep tiembre,los eldenses vivían con i^usión sus fiestas y no eran sólo las de la Virgen. Aspecto del nuevo recinto ferial de la Avda. de Chapí en la celebración de uno de sus primeros certámenes. Años 60. Panorámica de Elda nevada. Tomada probablemente desde Arco Sempere, destacan el Castillo, la antigua Iglesia de Santa Ana y, en primer plano a la derecha, la fábrica de Rodolfo Guarinos. Años 30. L centenar largo de fotografías que componen este último capítulo han sido ofrecidas espontáneamente por muy distintas personas. Se busca con este Album dar continuidad a los monográficos anteriores, de forma que sigan siendo un apartado importante de cada número de ALBORADA. La selección de imágenes está guiada por dos criterios: imágenes nuevas que ilustran aspectos no incluidos hasta ahora, e imágenes que aportan nuevos matices sobre lo ya conocido, porque abren ángulos inéditos, tienen calidad, frescura y gracia por sí mismas, o simplemente son curiosas. Brevemente, el procedimiento que se sigue con las fotos donadas es realizar una primera selección, amplia, de aquellas que se consideran de interés por un motivo u otro. Son reproducidas en diapositiva y documentadas en lo posible, devolviéndose los originales a sus dueños. Ese fondo va engrosando el archivo de la publicación y el hecho de que no aparezcan ahora, no quiere decir que no puedan hacerlo en números posteriores o cuando la oportunidad lo requiera, porque todas son importantes -algunas más, todo hay que reconocerlo- para ir reconstruyendo la pequeña y gran historia gráfica de la Elda del siglo XX, sin olvidar esas dos grandes lagunas gráficas, como son el siglo XIX y los años de la Guerra Civil -incluida la década republicana-, dos temas en los que cualquier hallazgo de material resulta cada vez más valioso. Quedan siete años para alcanzar el siglo XXI, siete oportunidades para ir ampliando el conocimiento común de los eldenses. Pero para ello, se tiene que seguir dando la colaboración de los donantes. Gracias a todos ellos, porque suyo es el protagonismo de las páginas que vienen a continuación. Dos tomas de la comida de hermandad celebrada en la fábrica de hormas de Isidro Aguado, situada en la Alfaguara. Entre los presentes, figuran Julio Beneit y Juan José, Marino e Isidro Aguado, que fue el último propietario de la empresa (actualmente, un nieto de este último regenta la fábricaJ. Detalle: al fondo, un gramófono, que pudo ser el primero que Ilegara a Elda. Agosto de 191 1. Plantilla de almacenistas y aprendizas de la fábrica de José Martínez Orgilés, Caliche. 1945 Plantilla (zapateros, terminadores, encargados y aprendicesJ de la fábrica de José Bernabé Orgilés, situada en la esquina de la carretera de Monóvar, con la Comisaría. 1958. Elecciones sindicales en Calzados LICESA (La^ndustria! y Comercial Exportadora S.A. J, en las oficinas de la propia empresa. Presidiendo la mesa, de izquierda a derecha, Antonio Payá (encargado de cortadoresJ, Vicente Mateo y Gonzalo. Votando, el gerente Cándido Amat. 1945. Maruja Icardo y otro operario tintando cuerson en el taller de su padre con un sistema que lo hacía impermeable y flexible. Imitando la badana, se utilizaba para forros y plantillas. 1951 Taquilla de la fábrica de Joaquín Romón Vera EI frailé, siluada en la calle I S de Julio (hoy Príncipe de Asfurias). Entregando la faena al taquillero Virgilio Berbegal. 1954 Sección de Almacén de la fábrica Calzados Armiño, que se encontraba en la calle Vicroria (hoy calle La PazJ. 1960 Sección de zapateros de la misma fábrica, situada en la calle María Guerrero. 1960 Actuación de un circo ambulante en el Coliseo de verano. Al fondo, torre de la antigua iglesia de Santa Ana. Años 30. Chiquillería y vecinos de la calle Falconde (hoy Pablo Picasso). 1930. Baño en la balsa de riego de EI Sapo. 1932-33. Bebiendo helado granizado al final de la Fraternidad. EI heladero bajaba de Petrel. 1933. Ambiente en el interior del viejo mercado, recién inaugurado. Final años Q0. Dos ciclistas circulando por el barrio de EI Progreso. 1951. En la antigua cantina de la estación del ferrocarril. Años 50. En el café Negresco. 1960. En la repostería de la sala de baile Jonjava, actual cine Rex. 1948. Celebración de una boda en el baile de invierno La Playa. En ese mismo solar se construiría poco después el Cine Gloria. 1962. Niños en el primer parque infantil instalado Bailando en los pasillos del Coliseo. 1964. en la Cruz de los Caidos (hoy Plaza de la ConcordiaJ. 1963. Típica foto de cuadrilla con disfraces que dejaba el fotógrafo. 1947. Eldenses en la Romería a San Pascual. 1941. Foto de Pascua en el Arenal. Detrás se observa el gran corte producido a causa de la extracción de arena que finalmente se paralizaría. 1963. Con la calle Eugenio Montes al fondo. Años 50. Pascuas en el Santo Negro. 1967. Niña ataviada con el traje típico eldense. Era costumbre ponérselo en Fiestas de Septiembre. Final años 20. Niña disfrazada de majorette. 1917 Abuelos. Años 20. Madre e hijo en foto de estudio. 1906. Madre con hijos. 1920. Familia Monzó, apodados los Bambas, que estaban afincados en el barranco del Gobernador.1914-15. Pandilla de amigas en foto de estudio. 1915-16. Pandilla de amigos. Años 20. Mujeres en blanco y negro. Seis bellezas de los años 20. Grupo de militantes de la CNT-FAI. Años30, antes de la Guerra Civil. Grupo de distinguidos jóvenes eldenses en los jardines del Casino. Entre los presentes, se encuentran Isidro Aguado, Manuel Navarro, Hernández el Pinilla y José y Juan Arráez. Final años 20. Tres mujeres en la cocina. 1956 Reuníón de la JOC de Elda en la casa del sacerdote David Pérez, en la ántigua calle Colón. 1956. Plantilla de enfermeras que inauguraron el ambulatorio de Padre Manjón. En el centro, el director médico Dr. Juan Hernández. A su lado, la enfermera jefe Encarna Mellado. 1967. Todas las enfermeras y practicantes de Elda celebrando el día de su patrón, San Juan de Dios. 1957. EI sacerdote Don Mario. Vino a Élda procedente EI juez D. Jaime Zaragoza, con su familia de Salinas. Murió en la Guerra Civil, víctima en la Plaza Sagasta. Años 30. del siniestro paseo. EI fabricante Francisco Vera Santos, cuya fabrica Francisco Torres Peral, decano de los modelistas se encontraba en la subida a la Estación. Años 30. eldenses. Años 30. EI torero local José Serrano EI Espontáneo. A su izquierda, Jenaro Juan. A su derecha, Francisco Saura y otro aficionado sin identificar. Probablemente estén en una corrida organizada con motivo de las Fiestas de Moros y Cristianos. Principio de los 60. EI corredor local de motos Artemio Alberó en la disputa de una de las carreras que se hacían por las calles de Elda ( en la foto se encuentran en Padre ManjónJ, en septiembre, puntuables para el Campeonato de España. 1959. Vista de la C/Antonio Maura en dirección a la C/ Independencia. A la derechaesquina de la C/ Nueva, cuando aún no se había instalado el Banco Popular (hoy es una farmaciaJ. AI fondo se aprecia parte de la replaceta de las monjas. Años 30. Perspectiva de la C/ Méndez Núñez, popularmente conocida como calle Marqués, tomada desde la esquina de la actual Pedrito Rico. Años 30. Dos panorámicas de la ciudad durante las obras de construcción de la actual Iglesia de Santa Ana. Arriba, en dirección al Castillo,con una magnífica perspectiva del casco antiguo. Abajo, en dirección al barrio del Progreso. Años 40. Una calle de Ciudad Vergel. Final años 40. Panorámica de la estación del ferrocarril. AI fondo, eolón y un tren procedente de Alicante. Final años 40. Cuadrilla de Pascua camino de la Tía Gervasia, con la ciudad al fondo. 1945. Con la ciudad al fondo. Vista tomada desde la huerta de Elda, en la zona próxima a la actual Avda. Alfonso Xlll, junto a la casa del primer Legón. 1950. Vista desde las Casas de Santa Bárbara. A la izquierda, antiguo camino de EI Monastil. AI fondo, primitiva encrucijada de acequias y vestigios de la Fábrica de Las Lonas. 1952. Vista panorámica con las casas del Progreso en primer plano. Posiblemente sea la nevada de 1960. Tres panorámicas distintas de la Plaza Castelar. Arriba, bajo una nevada. En medio, con la explosión primaveral. Abajo, con una gran concentración de gente, previsiblemente, con motivo de algún acto de las Fiestas de Septiembre. 1950-51. ^ Domingo de Ramos en la Plaza Castelar. Se aprecian los antiguos elementos característicos, incluido el templete. 1965. Perspectiva de la antigua entrada al 6arrio de la Huerta Nueva, a la altura del actual centro social. Nevada de 1961. Perspectiva de la bojada de la Estación. 1962. En la inauguración de la Ermita de San Crispín. 26-10-1951. ® En la antigua fuente luminosa de la Plaza Castelar. 1954. Vista ascendente de la C/ Padre Manjón. Todavía se observan fábricas y chalets, además del cine Gloria de verano. Años 60. Salto espectacular desde el trampolín del Lido. Fecha sin determinar. Carrera ciclista pasando por la Cruz de los Caidos (hoy Plaza de la ConcordiaJ. Final años 50. ^ Hinchada del Deportivo Eldense en Valencia, con banda de música incluida, acompañando al equipo en su partido con el Levante en dos trenes especiales. Perdió el Eldense por 4-0. 1956. Parada en la estación de Alfafar de uno de los trenes especiales que acompañó al Eldense en el mismo viaje a Valencia. 1956. EI Deportivo Eldense en el estadio de Chamdrtín, para disputar la liguilla de ascenso a Segunda División con el Plus Ultra. De izquierda a derecha, plantados: Asensio, Charles, Andrés, Cedrés, Molinos (entrenadorJ, Encinas, Grande y Zúnica. Agachados:Gancedo, Guillamón, Amaro, Villaplana, Medina y el masajista (se desconoceJ. 1956. EI Deportivo Eldense en Torrelavega, para disputar la promoción de ascenso a 2° División. De izquierda a derecha, plantados: Mateo, Albert, Chiqui, Valero, Cordones, Miguel y Beviá (portero suplenteJ. Agachados: Besó, Soroa, Lizani, Grande y Aguado. 1962. Equipo de fútbol del Pizarro en Teruel, cuando se proclamó campeón de España de aficionados al ganar la finalísima al Santander por 2-0. De izquierda a derecha, plantados: Asensi, Román, Oriente, Escutia, Emiliano, Felete y Mateo. Agachados: Barbe, Capó, Charles, Tacón y Calvo. 1951. Hinchada del Pizarro de balonmano en la Pista Paz o Cine Gloria de verano. 1967-68. Gigantes y cabezudos pasando por la C/ EI Cid, esquina Jardines. 1922. Otra variante de gigantes y cabezudos. Años 40 EI negro y la negra, pareja de antiguos gigantes, pasando por la carretera de Monóvar. 1958. Fiestas de Septiembre en la C/ EI Cid. 1949. Carrera de cintas alrededor de la Plaza Castelar, típicas de las Fiestas de Septiembre. 1956. Comparsa de Navarros en la confluencia de las calles Jardines y Martínez Anido (hoy Juan Carlos IJ. Detalle: todas las edificaciones del fondo han desaparecido. Años 50. Moras Realistas en la C/ Nueva. Años 50. ^ Desfile fallero cuando las Fallas se celebraban en honor a San Pedro. En primer término, los coheteros, precediendo a la comisión de la falla RNS, desfilando por la C/ Gral. Varela (hoy Antonino VeraJ. 1957. Primitiva falla. Se desconoce lugar y fecha. Probablemente, años 40. Falleras delante de una falla situada en la prolongación de la C/ Gral. Moscardó (hoy Pi y MargallJ, ya en término de Petrel. 1959. f• Convite de una boda, probablemente en el Casino Eldense. Años 20. Grupo de amigas en la procesión del Corpus, ataviadas con el obligado veio. 1953. Primera Comunión celebrada en la iglesia provisional instalada en lo que luego fue Cine Alcázar. AI fondo, en el centro, el sacerdote Tomás Rocamora. 1940-41. Bautismo en la pila bautismal de Santa Ana, Paseo por las inmediaciones de la Plaza Sagasta. construida en 1945. 1960. Detalle: al fondo se aprecia la tómbola benéfica. 1956. Boda en la antigua Iglesia de Santa Ana. Años 20. Primera promoción de niños y niñas de Primera Comunión celebrada en la Iglesia de la Inmaculada. En el centro los sacerdotes D. Antonio Cerdá (izquierdaJ y D. José Lorenzo. Alumnos de las Escuelas Nacionales Graduadas con el profesor D. Segundo. 1933-34. Dos ejemplos típicos de foto escolar. Arriba, encuadrada en un modelo de orla característica, aparecen dos hermanas. Abajo son dos hermanos los que posan con decorado, también fecuente. Años 50-60. Grupo de niños de 2° Grado de las Escuelas Nacionales Graduadas, con el profesor D. José Navarro Lillo. 1932-33. Grupo de 2° Grado de niñas de las Escuelas Nacionales Graduadas con las profesoras D° Encarnación Diez (izquierdaJ y D° EstefaníaCaso. 1934. Grupo de 4° Grado de las Escuelas Nacionales Graduadas, con las profesoras D° Consuelo Olaso (en el centro) y D° Josefn Martínez. 193^. Grupo de 4° Grado de las Escuelas Nacionales Graduadas, con el profesor D. José Navarro Lillo. 1933-34. Grupo de alumnos del colegio de D. Jesús. 1946. Grupo de la Casa del Niño, de la C/ San Roque. Años 50. Grupo de alumnas del colegio de las Hermanas Carmelitas, de la C/ San Roque. 1955. Cursos de 1° y 2° de Bachillerato de la Academia de D. Juan Madrona posando con la profesora ayudante D° Dolores en la Plaza Castelar. 1958. ^ )IARIU ILUS7R1 D11k^.^ ILl15TR JO Ah0 VIGF DO -^^v vIG iI MOC U _ A R1 U ^ S1MUC tl ,1 R I V A OJU l! ^! 1^ ^l A UJU l fm o uv n Portada de la edición nacional de ABC, recogiendo el acto de la colocación de la primera piedra del edificio de la Cruz Roja de Elda. 11-9-1928. EssclcLLO ^3 ;TAMBIEN LUCHAMOS POR LA CULTURAt Barcduna 14. La ^toche° critica la dr sat. -nn continua que esun edquirirndo los prcci.x de bs libroc que }^a en muchos caAx son muv esorbiuntes. Siendo d hbro sducula de cultura, hs dc impediru qut su ante le haga inaccaiNe a la mayoria de los ciud:ulanos.. Ccmra psrrcr qut x anuncie un nuaa sumtnta pnr d Dien de la cultura timala que el precio de los Ibros no puede [rncr caraaer prohibitivY. IDe los perio^ dtcos.l Periadicas, libros, publicaciones de tWa inddt x sgman rapídamrnte en una fitbre craiente por saber a rn d pxr caso, por mutteneru durante las largas hYras de las vdadas caxras, que comienzan al ano^ chtca, cuando las calla dt la cspital u vadan (altas de luz, y cares, beres v comttcws Ileven ya dos horas rn htrmetismo impuesto por las autoridades previ i(rf14. A tas bucnes gmtes les (eltan las disvaccíones. No todos los dias x puede ir al teavo o el cine. Los pro gramss u repiten monótonos rn su insulsez inagota^ ble y contumaz salvando, naturelmmte, una pelicula de va en cuandq una obra tcaval potable de tarde rn tarde... Pero en los hogares no todo ha de xr hablar de las subsiurnciss. o del hijo que pelea por la Rep ŭ blica, o de Ios suministroi que distruta la oronda vecina dc Ia casa de entrrnte. .. OTRAS NOTAS GRAFICAS NYCVa IaLE61a VaNNppYllll, aN aDP. Yn mom nio Ee ^e aeremonlo Oe le aendle^on, per el oO^aDU Ee Ori^uele, Uel n rroYUlaleO^ Ic Inmeoulo0e ConcepelOn, eona. truieo meEiante a ecrlDnien e e enclereOO.DIRDtpoCl .t, oer•ro• ae ia DDDeIDa, eDerrioaa nn Dee .r ^ Fotonoticia aparecida en ABC recogiendo el acto de inauguración de la Iglesia de la Inmaculada, por el obispo Pablo Barrachina, acompañado por el sacerdote Antonio Cerdá y los monaguillos EI olivica y Juan José Amo. Anteriormente a la construcción de esta iglesia, que en principio iba a ser dedicada a San Agustín, las misas se celebraban en una casa cercana. 1955. A 8 C. DOBLE DIARIO DF. LA GUF.RR:1 CIYIL PAGINA JI Afuchachas de Elda ( Alicante) que han organizado un taller dedicado a la mnjecrión de jersets para / os mtltclanos que luchan en el jrente. (Foto Berenguer.) Recorte del Doble Diario de la Guerra Civil, publicado por ABC, en el que aparecen mujeres eldenses, confeccionando jerseys para los milicianos. ^ E L ISE^ ^ Gr-JiR I G(}S. (?Tí;^G1^h.. ^ 0 µ.. FI ^ I^^V,u,DO Vicente Deltell Valerd Baño en el Pantano. 1931 UANDO te encuentras con una persona en la frontera de los ochenta años que mantiene la mente despierta, el recuerdo vivo, la expresión fluida y la lucidez vital intacta no puedes por menos que asombrarte y, en cierta manera, envidiarlo, porque no es nada fácil que en esa tesitura de la vida se pueda mantener el tipo como lo hace Eliseo Garrigós, él además, con tres heridas de guerra. EI volumen de la odisea de su propia vida desborda los límites de lo apreciable. Nos encontramos ante un caso verdaderamente especial, cuyo acercamiento requiere alguna apreciación preliminar. La revista ALBORADA se puso en contacto con Eliseo por distintas razones. La primera, porque conservaba en su poder una caja de negativos fotográficos fechados en los años treinta y cincuenta, además de otras copias en papel, material que se a utilizado en parte en los distintos capítulos del número. La segunda, porque es el decano de los operadores de cine de la ciudad (37 años de dedicación acumulados en las dos épocas de actividad), y esta revista anda empeñada en recuperar la historia de los cines locales. La tercera, porque los avatares de la Guerra Civil le Ilevaron a exiliarse durante diez años a Francia, acumulando tal cantidad de experiencias, al límite de la superviveincia, cuyo relato Ilenaría las páginas de un apretado volumen de memorias, si alguna vez se decide escribirlas, o alguien se las toma de viva voz, pues su peripecia simboliza la situación por la que atravesaron tantos soldados republicanos que tuvieron que huir al término de la contienda para escapar a las represalias del bando ganador. Esos tres aspectos se imbrican en la biografía de Eliseo con un cuarto que m Manuela La Tanga lavando en el patio de una casa de La Fraternidad. 1930. tampoco podemos olvidar como es su profesión de ebanista, que en los momentos difíciles del exilio contribuyó de una manera determinante a salvarle la vida, primero con los alemanes, para los que hubo de trabajar, y luego para conseguir instalarse en París con un trabajo bien remunerado y la consideración profesional conseguida, ya que Ilegó a ser encargado general de una importante fábrica de muebles. Por cuestiones operativas, en estos momentos debemos centrarnos en los dos asuntos estrictamente audiovisuales. Sus testimonios y recuerdos de la actividad cinematográfica ya están ordenados y junto a otros, servirán para articular el próximo número de la revista. Su faceta de fotógrafo es la que nos ocupa ahora, porque la calidad del material conservado se lo merece. Nacido en 1913, todavía adolescente, al final de la década de los años 20, Eliseo Garrigós es aprendiz despierto de muchas cosas: de carpintero en la fábrica de muebles familiar, de operador de cine junto a Vicente Reig, con el que inauguraría las proyecciones del Cine Coliseo, quedándose al cabo de unos meses él sólo ya como operador oficial; y como fotógrafo aficionado, hobby que empezó a practicar al principio con una Kodak sencilla y más adelante con una buena cámara, para aquella época, una Voiglander alemana que luego cuando marché al frente me la Ilevé, perdiéndola en la Cuesta de la Reina, en la primera refriega. Una lástima. De aquella época, primeros años treinta, a la que corresponde parte de las fotografías, hay que destacar la relación de Eliseo con Antonio Sirvent, uno de los clásicos fotógrafos profesionales con que ha contado la ciudad, al que hay que agradecer también el gesto de donar material gráfico propio, especialmente su colección de postales sobre la Feria en Padre Manjón, que ha sido utilizado en el presente número. Sirvent introduce a Eliseo en los secretos de la fotografía y también le hace algunos revelados. Se trata de negativos grandes de 6 x 9 que, mejor conservados unos que otros, han sobrevivido sin extraviarse la friolera de 60 años, gracias a la intervención de su mujer, Belén Soler. Estas tomas, de carácter cotidiano, muestran con gran calidad situaciones comunes de aquellos momentos, desde un baño en el Pantano, a una fiesta campestre en EI Chorillo, además de otras tomas familiares, seleccionadas entre el centenar largo de negativos conservados. Dispersos en otros apartados de la revista, se encuentran otras fotografías valiosas, como puedan ser instantáneas de la actuación de un circo ambulante en el patio del Coliseo, del campo de deportes EI Parque, de un baño en la balsa de EI Sapo, del juez Jaime Zaragoza, todas ellas de esta época, o varias panorámicas de la Plaza Castelar de los años 50. Igualmente se incluyen, junto a los anteriores, otros negativos realizados una vez que Eliseo ha regresado del exilio y recupera, junto a su trabajo en la carpintería familiar y la dedicación extra como operador -que reinicia con la entrada en funcionamiento del Cine Cantó-, su afición a la fotografía. Son, como los anteriores, el producto de robar horas al sueño, de meterse en el cuarto oscuro para revelar cuando acababa el cine. Su dedicación al cine como operador, la continuó Eliseo con su afición posterior por el cine en 8 m/m, de la que aún conserva el tomavistas, la pantalla y una buena colección de títulos. Hoy, como no podía ser de otra forma, el video es el rey de la sala de estar en su casa baja de la Nueva Fraternidad. Antonio y Elisa (padres de EliseoJ en el patio de su casa, de La Fraternidad. 1950. Leyendo el periódico deportivo de Alicante Marcador. 1950. En el patio de casa. 1931. Con el pavo de Navidad. 1933. De fiesta en una casa de EI Chorrillo. Detalle, gramófono a la izquierda. 1931. Delante del puente de subida a la estación. Años 30. Arriba, en el interior de la misma carpintería. A la derecha, un mueble de época fabricado en la propia carpintería, 1931-32. En la puerta de la fábrica de muebles de Miguel Esteve, en la calle Zorrilla. 1931-32. a^v^r^^ la r^xi a ^s va s r^ ^1 ^ ^ ^^° N la actualidad, Elda cuenta con tres salas comer ciales de cine el , _.__,^ _____ mismo número que tenía a principios de los años 30, cuando la población se ha mul tiplicado por cuatro desde enton ces. Las causas de su desaparición progresiva no es un fenómeno par ticular de nuestra ciudad, porque ha sido generalizado y no añadi mos nada nuevo si apuntamos co mo causa principal la irrupción de la televisión en un primer momento, del video luego, y ahora ya, con sa turación añadida de otras ofertas del mercado que permiten, por me- nos de lo que cuesta la entrada pa ra toda la familia, tener la cinta en propiedad y visionarla cuantas veces se quiera en la comodidad de la sa la de estar. Pero claro, cuando hablamos de CINE, queremos referirnos a otra cosa. Estamos hablando de un rito placentero que necesita de una gran pantalla, de la oscuridad, de un poderoso haz de luz y la com plicidad de otros espectadores. Es to, que todavía sigue existiendo, afortunadamente, ya no es lo mismo que en aquellos tiempos en que el Cine fue, a la vez que el principal esparcimiento colectivo de los el denses, válvula de escape, enciclo pedia (primero en blanco y negro, luego en color), segunda casa y has ta radio, porque algunas canciones sólo era posible verlas allí. Los artistas eran casi de la familia, así Película que inauguró la proyección de cine sonoro en el Coliseo España. Noviembre de 1931. EI ac.tor mejicano fue uno de los más populares de la década de los 30. jOSÉ MOJICA r^ LA LEY DEL HAREM VROUIíCCIJFFUX éA FSVA.St)L como los taquilleros o acomoda dores, que nos daban una buena fila o, en su defecto, nos buscaban una buena butaca. Ahora los cines sólo suelen abarrotarse con los pro ductos teledirigidos de la industria, pero raramente aparece la magia. Y aunque todo sea igual, nada es lo mismo, parque se ha perdido el há bito. La materialización de este ro mance tenía siempre uno o varios prólogos: el trailer que anuncia ba la siguiente sesión, los programas que se repartían estratégica mentye en el centro del pueblo, las pizarras o carteleras que te corta ban el paso en cualquier esquina con Ilamativas y orladas mayúsculas. O los afiches, que eran el precalen tamiento de ese culto entre el es pectador y el celuloide. ^or el camino quedaron los buenos tiempos para el séptimo arte, espe cialmente allá por los años 60, cuan do nuestra ciudad contaba con más de una docena de salas -en verano más- a pleno rendimiento. La lista global queda para el recuerdo: CAS TELAR, CERVANTES (viejo), COLISEO ES Estreno en 1a reapertura del cinema Cervantes, con la incorporación de un nuevo aparato sonoro. Enero de 1944. Película de una sesión organizada por la Comisión de espectáculos UGT-CNT en el ^ cinema Cervantes. Diciembre de 1936. ?,Lr7,CL. v rt CJ C t,! L C t Q^N PAÑA, IDEAL, CANTÓ, REX, LIS, AGUADO (Frontera), CERVANTES (nuevo), CA PRI, Casa del Niño, GOYA, ALCÁZAR, GLORIA, FLORIDA... Y las terrazas de verano: COLISEO, IMPERIAL, CERVANTES (viejo), IDEAL, PLAZA DE TOROS, GLORIA (PAZ), ROXI, AGUADO, CERVANTES (nue vo)... Cada una de estas salas encie rra un trozo de las vivencias de varias generaciones. ^ esulta difícil olvidar esa interminable procesión que conducía en las noches de verano hasta el altar de la Plaza de Toros. Familias ente ras, desde los abuelos a los niños en brazos, cuadrillas de chiquillos... Todos celebrando a priori las exce lencias de las películas que se iban a ver. También permanece retenido en la nariz el inconfundible olor a orines de aquellos retretes cutres de la época, mezclado con los eflu vios de los cacahuetes, de los tra musos y limonadas qúe te reafir maban en tu privilegio: estabas na da más y nada menos que en el Ci ne, un lugar donde podías combi nar ilusión y gastronomía -aquellas fritadas desplegadas en las gradas, o donde descargar un sueñecito si la película era un torrao. Des pués, el regreso a la realidad, siem pre era variado y liberador, porque por una módica cantidad podías volver a entrar en contacto con la ilusión. ALBORADA quiere dedicar bue na parte de su próximo número a recuperar esa historia común. Las películas que marcaron época, los mitos que nos subyugaron, la es tética que nos atrapó, la pequeña historia de cada local, las características sociológicas de cada épo ca, los testimonios gráficos y ora les de quienes vivieron el fenóme no: dueños o regentadores, opera dores, acomodadores, cinéfilos, de voradores de pipas, parejas (en tonces) en celo... Desde este momento quedan abiertas las puertas del cine en esta revista para todos aquellos que quie ran un papel en la película. Se ne cesitan actores principales, pero tam bién extras, para escenificar el brillo perdido de una sesión doble de do mingo, un lunes de estreno, o un jueves de moda. stamos en [^ omunicación ^^ E MID ES á EMFRESAMUNICIPAL^EINFORMpCION^EELOA,SA ^j Ĝ f^I l/n .. I / 1^ d^^.^ ^1 ^ Ñ L ^^ ^ f t T cl ALBORADP . 24 HORAS DE EMISIÓN - TELENOTICIAS - TELEFILM - CONEXIÓN SATÉLITE DIBUJOS ANIMADOS - VIDEO CLIPS - TELE CINE - MAGAZIN LOCAL - PELÍCULA NOCHE - RE`` CULTURAL L LOCALES - RETRA INTERNACIONAL - PC TODO SOBRE NUEST TELEFILM-CONEXIÓP MAGAZIN LOCAL - ^ ELDENSE - INFORM MIRILLA - MONOG NUESTRAS FIESTAS OL DEL C. D. ELDENSE - INFORMACION HE - POR LA MIRILLA - MONOGRÁFICOS ES EN DIRECTO - NUESTRAS FIESTAS - DEPORTE NO LAS VIO - INFORMATIVO - CINE A LAS OCHO IUDAD - 24 HOR^ N- TELENOTICIAS ÉLITE - DIBUJOS AI `viDEO CLIPS-TELE CINE ULA NOCHE - RETR MISIONES DE FÚTBOL DEL C. D. CULTURAL LOC^ • INE A MEDIANOCHE - POR LA INFORMATIVO - CINE A LAS OCHO -TODC DE EMISIÓN - TELENOTICIAS - TELEFII ANIMADOS - VIDEO CLIPS - TELE CINE TVE-1 RETRANSMISIONES DE FUTBOL DEL C. D. ^^ -^,., .,.^,.^.^,^ION CULTURAL LOCAL - CINE A MEDIANOCHE - POR LA MIRILLA - MONOGRÁFICOS LOCALES RETRANSMISIONES EN DIRECTO - NUESTRAS FIESTAS - DEPORTE INTERNACIONAL - POR SI NO LAS VIO - INFORMATIVO - CINE A LAS OCHO T E L E E L D A C/. González Bueno, 6 Entlo. a 539 7511 Ahora, además TELE-ELDA, pensando en sus abonados, ha puesto en marcha un plan de modernización, una red de teledistribución por cable, apta para ofrecerles toda la oferta televisiva del momento, sin que ustedes tengan que realizar modificación alguna en sus antenas. ESTA NUEVA RED, LES OFRECE YA, 15 DIFERENTES CANALES: TELE-ELDA ANTENA 3 EUROSPORT SC. SPORT C. CHILDREN RAI 1 TVE INTER. 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