niños refugiados en la Guerra Civil . PAPELERÍA INDUSTRIAL IMPRESOS COMERCIALES SUMINISTROS INFORMÁTICOS MONT^ BLANC O WATERMAN ^ P A RKER CERRUTI 1881 Ca l vin Klein complementos . o a .e^ ®^ ^.s J 0 R D I L A B A N D A A^AT}Iq RUIZ D^ ^A PRADA kukuxumusu FABER CASTEL L 1 O O C ^ ^`^ ^ ``^.^, ^ ^ f^ Y.;n, SELECC/ÓN ^ EL MUNDO DE LA ESCRITURA • PAPELERÍA-REGALO • OBJETOS DE ESCRITORIO •• . ^ ^ .^^ ^, f ERyNKO TOMBO ► I cr^oss ANTONIO MIRO SARA NAVARRO Grupo ^^M^^T^ t^^ ^9NSfi^y^^l^l^^^ 5^ E9NfiA^fit^^s ^.^, Siempre al servicio público Intentamos mejorar la calitlad de vida de tu ciudad , j^ y ^^ Í ^^^^ ^ Nu^sft^s ^^^i^s; • IIMPIEZA VIARIA • RECQGIDA DE BASURAS ^ RECOGIDA SEI^ECfilVA , ^ LIMPIEZA DE ALCANTARILLADOS :XGELENTÍSIMO ^YUNTAMIENTO DE ELDA SERVICIQS i?E IEVANTE, S.A. Quedamos en E l da ciudad de compras Ayunlamiento df^ Elcla Cotu^ejalía I^e Desarrollo Cume^rcial !.^ ASOCMCION OE COMENCYNIES ruu NuroN oE aa ^ cENERn^.ilnT v^^ENCiaNa Q CONfEtIERIR DE IRDUfiR1A, COMERCID Y TURISMO ^,^^^^1^, alborada or varias razones, este número de aiiaorada está Ila mado a cerrar un ciclo que se inició el año 2000 y que ha dado lugar -incluyendo este número- a una particular tetralogía con el siglo XX como fondo, rompiendo con trayectorias anteriores de la revista. EI secreto, si es que lo hay, ha sido funcionar con un consejo de redacción mínimamente organizado y aplicar unos criterios que a la postre han definido el esquema actual de la publicación: un amplio dosier, otro blo que de miscelánea cultural del año y, luego ya, el resto de artí culos, distribuidos en las diferentes temáticas, más la parte de álbum fotográfico, cada vez menos relevante. EI esquema se mantiene en este número con la salvedad de que lo más valio so del álbum se ha diluido en el magma general y que son dos los dosieres que se incorporan. EI primero, sobre los niños refu giados en Elda durante la Guerra Civil, más breve, arroja luz sobre un tema poco estudiado, tabú durante muchos años y que, finalmente, el tiempo va rescatando del olvido. EI segundo monográfico, sobre la evolución de la enseñan za en Elda, más amplio, podría haber dado lugar perfectamen te a una publicación diferenciada, aunque la última decisión ha sido incorporarlo al final y con la maquetación invertida, de mane ra que se ofrecen dos revistas en una. Ése es el regalo de este año: más conocimiento. Sobre el pasado, pero indagando tam bién en el presente y sin descartar proyecciones sobre el futuro de una ciudad que se apresta a vivir los diferentes centenarios del año 2004. La revista alborada se mueve en estos momentos entre los contenidos inducidos y el conglomerado de intenciones de sus colaboradores, los fijos y las nuevas firmas que se van incor porando, siendo de ellos en gran parte el mérito de esta nueva entrega de una publicación que apuesta por seguir iluminando los claroscuros de la realidad local en el sentido más amplio. De ahí brotan los hallazgos que van recomponiendo la memoria colectiva en sus diferentes apartados: literario, deportivo, botá nico, urbanístico, biográfico, costumbrista, histórico o puramente visual. No está de más volver a reconocer que unos contenidos tie nen más calado popular que otros. Combinar esa vocación mayo ritaria con el rigor, que a menudo da lugar a contenidos «fríos», periodísticamente hablando, es un reto que sigue planteándose en cada nuevo número. La solución, pensamos quienes hemos esta do en la cocina, está en ir ampliando la variedad de miras y, sobre todo, en el propio instinto del lector a la hora de detenerse en un artículo determinado o pasar al siguiente. Pero despacio, ya que en cualquier momento puede saltar la liebre del interés. Motivos no faltan para quienes les interesan las cosas de Elda. Llegados a este punto, sólo falta desear que alborada siga sien do un espacio para canalizar descubrimientos, más que una manera de mirarse en el ombligo colectivo. Pero sobre todo, que siga siendo punto de encuentro para los recuerdos y las vivencias comunes que merezcan ser contadas. Otoño-Invierno 2003 COORDINACIÓN GENERAL Vicente Deltell Valera COORDINACIÓN DOSIER EDUCACIÓN Fernando Matallana Hervás, Pedro Civera Coloma y Vicente Deltell Valera APOYO DE REDACCIÓN Rafael Juan Ortega, Fernando Matallana Hervás y Rafael Hernántlez Pérez. CONSEJO DE REDACCIÓN Carlos G. Ortuño, Marifé Obrador, Consuelo Poveda, Fernando Matallana, Joaquín Samper, Pedro Civera, Rafael Juan y Vicente Deltell. EDITAN Ayuntamiento de Elda y EMIDESA (Empresa Municipal de Información S.A.) Jardín de la Música, s/n 03600 ELDA, Tlfno. 965 392 577, Fax 965 394 433. E-mail: emidesa@emitlesa.net DISEÑO E IMPRESIÓN Estudio Dac, s.l.-Petrer IMPRIME Quinta Impresión, s.l. -Alicante DEPÓSITO LEGAL A-1197-1996 TIRADA 1.500 ejemplares AGRADECIMIENTOS agradece a totlas las personas y entitlatles que han cedido material gráfico para la confección tle este número: Lorenzo Capó Llopis, Paquita Amat, Anita Vera, Elatlio González, Museo del Calzado, C.P Padre Manjón y Colegio Santa María del Carmen. Este agratlecimiento se hace extensivo a la Biblioteca Valenciana, Universidatl de California, a los autores que han aportado sus propias imágenes para los artículos y a aquellas personas que, por tlesconocimiento u olvitlo involuntario, no hayan sitlo citatlas, así como a los fotógrafos profesionales y aficionatlos que realizaron algunas de fas fotografías publicadas: Juan Arráez García, Inmaculatla Arráez Juan, Celia García Crematles, Pedro Civera, Samper, Carlson, Jesús Cruces o Basilio, entre las firmas que se han poditlo reconocer. UNA CELEBRAGIÓN PERFECTA En el Hotel AC Elda cualquier celebración sólo puede tener una calificación: perfecta. EI salón será el adecuado a sus necesidades y estará atendido con una dedicación exclusiva en un entorno único. Bodas, banquetes, cualquier celebración.. . en este hotel sentirá por qué usted es un cliente excepcional. . . •• . . ^ •. .• • • . • 1 •11 e. ^ . ^ ^ • • ^ i . ^ • • • • i . 1 . ^ . 1 1 Dibujos para una guerra. Mónica Moreno Seco y José Ramón Valero Escandell ..14 Recuerdos en primera persona. José Ramón Valero Escandell . . . . . . . . . . . . . . . .21 Las experiencias de Antonia Rouco, Alicia Fernántlez, Santiago Chavida y Carmen Romero. Rafael Juan Ortega . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .22 Pregón Fiestas Mayores 2003. Ramón Candelas Orgilés . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .32 2004: un cuatricentenario prodigioso, un centenario histórico y otros tlos de categoría. Alberto Navarro Pastor ......................................................................35 EI remodelado C.P. Padre Manjón: activitlatles conmemorativas con motivo de su reinauguración. RafaelCarcelén García ......................................................................38 Nuevos espacios culturales: Casa de la Viuda tle Rosas, Centro Cívico y Juvenil y Auditorio de ADOC ............41 EI Museo del Calzado, un instrumento al servicio tlel sector. José Ma Amat Amer . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .44 Activitlatles tlel Museo Etnológico. Tomás Palau Escarabajal . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .47 José Hierro en Elda. José Luis Durán Álv,arez . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .48 XXI Premio tle Pintura «Pintor Sorolla» . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .50 Licencias, primer premio de la XIX edición del «Ciudad tle Elda» de cuentos. Pepe Monteserín Corrales Ilustraciones de Vicente Beltrá . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .51 Publicaciones . ..............................................................................56 Literatura Ángeles Navarro Guzmán: Versos para el recuerdo. Regina Davia Muñoz . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .63 Castelar/Saramago. ^Un caso de paralelismo literario? Fernando Matallana Hervás . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .67 Los sonetos de Gaspar Archent en Idella. José Puche Acién . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .70 1959: primeras montañeras eldenses en los Pirineos. Fina Pastor Durá . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .73 Historia de los campeonatos locales de fútbol. Antonio Juan Muñoz . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .80 Botánica Nuestro patrimonio arbóreo. Raimundo Martínez Pastor . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .87 Evolución de los parques y jardines de Eltla. Mercedes Jerez Durá . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .91 r i Un paseo por la historia de las calles tle Eltla: sus rótulos. Gabriel Segura Herrero . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .95 Origen y desarrollo de un barrio: la Nueva Fraternitlad. José David Busquier . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .102 ^ Recuerdo del arquitecto municipal Miguel López González. José Poveda Giménez . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .107 Oficios perdidos Los nevateros. Juan Antonio Martí Cebrián . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .111 8 botlas en agosto. Recuerdos de otro tiempo. Juan Vera Gil . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .114 EI laberinto mágico. Rafael Hernández Pérez . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .120 Sobrevivir en los caminos, Musulmanes y jutlíos en Elda (1402-1422). M.A. González Hernández . . . . . . . . . . . . .123 Felipe de Valera: un militar del siglo XVII. Vicente Vázquez Hernández . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .125 EI molino tlel Canto, entre la arqueología y las fuentes escritas. Ma Dolores Soler García y Juan Carlos Márquez Villora . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .132 Masones en Elda. Sociedad Benéfica Constante Alona . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .137 EI modelisia Juan Capó (izquierda) y otro compañero eldense, dibujando carteles de propaqanda republicana en Alcoy.1937 ^ JUfln ^ •.11fR^fl^Df I C U R T I D O S Curtidos Juan Hernández Gran e Hijas, S.L. C/. Hilarión Eslava, 10 Teléfono: 96 539 82 87* • Fax: 96 539 83 59 E-mail: cur.juanherC^inescop.es E L D A RADIO ELDA ^^ ti^ ^^ 100 ^ 5 9 o 1^EM . ltoqnmo. rnr,rrud nrr n t^ fo, l,,. corrv: on.alu quc IlVurdr , wrr.,ol y rtcndan la Lqurrlwu ltl m , qu xrmfn.. 1RE^13ELIONI ^ ,cceatu ( onda, p.rn cum lfr cam promLoa Inapla,aGfu. ^uc xodoa trfcnd¢n cl rucga. -,_ /,/U-rf/ /c^ : ^`a^a ^ ,n ^ ^ ^ ^ ^^ .. ^ ^ ,^, ^-^ ^^Ie é^ .^r.:^^;^F,r1,.i^ ^oa( (, ^ ^i ia dYd % A Ai M. ^ G MJ i.-r • i ^ Ĵ V A,f^ ^_r R rJ r8^ .i^. -^:,+......^..... 2 l lr^L y^^rs . E- ^t RnLlc^r:{ nnr ,1, i. J. , r i. ^ 1 !.. r„ r .,. ,„ r.. lucxo 7rr,:rr„ir,nJn, r•.,•r.^,c. , c,t pnr rrn;dnrco, r^ r nrllqunw . z hnS1^ s.u t,,,.,^i,i,r rrnn ei •Jcfe,r a ^Qaa^ a^^^^^^ ^^a° ^^^:^ ^°^^9afl^^p^:^^Q^^^^°^^^á^ á^^^Q^^9^;^^^^^^^ ^1^^^^^^^^sa:^ ^^^^^^, ŝ ^^^^^di Ĵ y^fi ^^^^^li^a^^^^^^ ^^^^^^^^^;lá C+í^iu^ Q^á Ŝ ^^ ^^^^^9^i^^^` ^^P1b^+^ ^^^J^Qa ^^^^^, ^^^^^^^a^,^^^^ ^^^^^®^^^5^;^^ç^^^^^^g^^^^°^^^.^®^^: ç^^^^^^^^^^^^ Ln mans vnanda dimoa vnn re(ere q da, d.r a4s do brne ante In 9nndloeldad d¢ r(ua ntuto Prtseatldo cl nctv- dt la lltpadn de loa n1Ron arhulanos. Como de cinmoa m elL, mGa^dt doc¢ mll pcuo q ea ncoAl¢zon tnln oanc.rnc c lc. ;::;b: ^- tnn •c+olucJon,tlnr de ,hstGrinq. llore mll peraone¢ Vuc nnludaron en ava h!ion Ine i iinru fuchadora d:a c o6rtra. Dilllnrcc d i,ullu+ wl .w nn vor ndm dcnlea •bczne corxvnondl^,do nl ewludorRve loanióoa hatan Jc,de.loa autoe. ^ Lo. requa6oa rpcuantnnten de la te p IGn teroivelv n•r7+ lueron 1(crndna n la Cnsn dcl Publo a:áuldoz da n muchedumbs¢ ( nntkattcn q a a• nntaclonó Ercntc n ln Caan an,rnndo muxnr n lln pnra ♦ crlan dc ceru. Lna cwlla aJyncantn. utnbau 11nn¢ dc p ersonna Rue npvnrdnban tncnranblemmto el mormanto de vvda acer cwna n nuertroo PeVufSOa cnntnradna. Coaa poco menoa Rv iniltll. LIna Arnm m^aa humnna carrnUn I y •ao n ntrn 7irnn ma¢n Ru¢ Ruazta cutzst en nl aa1Sn da la Cnea del YuaLlo. La clua obrnrn cldenec, ¢l Pv,blo an d¢ntrnl, reclólA tomo ee mracta, a loa h[lw da lo¢ Lrnroe aoldadv dcl rJErclto prolcnrlo. li lea Soa hnrnn da la llcdndn d Comltf locnl Pto Iu lwncfn proed1ó n ls dlatxíbvIOn de níRva. Cuando eatoa aaI(nn COn l0a CnIDj,a$ai0a Qlle u hnbtan encarfndo de wlatncln, laa rnu J re¢ q• a ta p e nban tn la n ab.(nnznbnn hacla Iloa ubclEnduloa de h¢aoa. Po ntoa Pnrcfe Ru in dfin v cl nI1So tba q n rcr rlc dc aláuna nárxatdn. Lna eocenwa que dcanrtol rrnn emoclonnnECO por demA.a. Iodaa ffyrtulac¢, mucltoa ltorn6cn, qucrl+n dnrn nn ma q er. hnc:n loa n1fSn que no podfnn lla+ h+n ton tn^ t b `^ l lrt Intft. i.nrg molll pucblt SrrAfo ^ P,ncdlnn LLrr.•. Larlar.n. hcrtcnccn n^$,o ta Ctus dt Miern. Sn v•i,t ar l,nlln idunfinente:íen ln tdz•ccl o^ctcnnc. ^ I.tonclo Fcrnóndz t;ortrr;o. dc crclnts^ mroca, d ?dnd _ .rrlndr,^ r.,..i y n.:c.L:.,;.^.,:..=: r,..,. c. filina dc u .d. wdca.nnn.l,.; J^.^ C^,.boro, Catn nw? oe formwn In :Ji^n qv 6n qucdwdo cn E13n. tloy^dw md, cn Ptc^j^ uno naSwrc. E;li Nuntro ronyor intcréo- - d dr: nai tndar. encuchwr dc clloe w1AGn:cinto^dc lo trnqcdin „c qu (ur n xr.aaon. Lon nlno. rr. ^, r;r-,. p , nm:., r, to,ln ^e nxo ds datnllc, In+ erlnodlcer^-r rrnci^rn». lin avn rlatoa hny alnccz:d.d t•^ro;^.ia. drlon q•rr tndavtn r. han tnido tlmpo de ^.rrn^ a u-.cntir. Pnr r, Lto en dcblemeni cnld^orí.onrcdn ealor nlIIen nnh:11n ^^aa ^^9^^s^ ea^ ^;:,,.^^dm^t^^a^ ^,^^^cr6A^aw^ Sclazar Aloruv co su Ili,: +;i;ulodo •ónJo ci slRuo dc la Rcvotucl0n• nlirma lo sl n^.:^;:,ic: •AilcmlgodonAilgntl^A,:rrra IIcNó rnup;,prroatpn!lu, y mc diJo: -VcnRO dt( CouRttlO. Ibr+.(alo a SahorlL ntdrn tnr i^oa mmon Í ^{nn^ ^^ ^ qve , qu a Q^e ^cuñdts^ ^ t-^^nia +qutlio. In^[nuor Sapen pnrrca tln ..s^nDlen mlredo Indnrin pvrcntr.rnr. A qu rt lo ut^reprrltnlaDo e,la cnclqu[ nrtlcnt, Jr In rv n pinT, .. ^ ^ .r P rto ne,n s.llen I,d.c^, IUIa M,^r ,nl, ^^^:i bn tntraAadoe n avn jucAue in(wntiir,, eln nh,A„ i,^n drwmAticacrt In lmnriinwidn. ( ucrnn narnrrr„il,!r.•. r unw hnrcjv, anl+ajc luc lo ncrnl;eba lodn r ciiniin c dc ni cdwd,t` nton dc nifnr, .„1^.. rlnt^r: . .» : ., . „r,.. • 5 .. .. InArr cl•eilbW,,,,ic I ob.n-rrdc ^ L,.r:.• .!^ ^ilit^, .a•F..r. n ^nrirb o1.^h:Ar•.-1rc. F^n ^ ,,,. , , C^m:^nn prcvllar grnccin c^, ..•. .•i5,ur., .r„ ,.u,.. ., . ---St. Vilon cn^ Mordn^16^níc rnuy Lninn. 1^„nLr„ rnplr.. Lugo, cnmttn hnmbn,. lltodrn vn rutJ„ 1.,. rcntallonn...l --Lon ,brcro+ ILnn cnn mlonc±. Llcrr.b.n -,n,r tnn y hnllln. n I^ , . Oin n ucón: tirc^.a,L„cs:, (uE el Terdo. }^lnbl^I v^, n, nAro, n,uy nrArn y m,:y Arnnd. Rclwnc r . Yn ,Ilo c c nrAh u „Inrf+ n In trlpn e un oblr co. Lo.gu olutronnc. Vino uc,uc.,n hunrdl.. -2...1 -St, r ueón nnan E.i nern ,., n n dncrnr.,do. Lin. coaw dcl n, lod„ tnn-„tn. Y u.n m.,+ an c1 P•nc Lna nito.a Vue hnbinn de In tnAcdiw n.turincn ,;lri • cnpeci (e indit.n i5rr v de tcreor unndc i,r.binn ~lwa uorna lunlwtrn. Pwn cl!vn ln re•nturi,n ;.,r ^ tnt aus. Unv al dc l. :nclr^ .bicccn dc Iuc , ,,. . Orro cl dc low horrurc+ dr l. rrnrr..ILn. : r,. _. ^^a(a r..._+,:r^,,ntucóo c ndn Vuc conrrru c .. l odin Vur rmin :irr.-. ^ Ll,^. cli^, .rv ,,,.c n, µ tnnd ..^: ,, ... ^ hnl•1Jo ^ tro pd laIcm .ti^^q„^,^ ` ^Í1^o610t as1 (ticu I úe! -,^s^-, ^., ._,^^^ineorrecc Jn r uc ru:ci ^ ŝ ^, ^^sc^ 7.1 rAhndo Jt Ie pnanJa n,n.n. r ;rlrl,ra..nmcclo ca ¢,nn niu •r1o dr vvl,laA prolatnri., I,.larrinlrndo lo. c.n arnA.• MI^ IlArrnt)un,dlui., omunlrler, T Nadollo.IoVlr, aoclelirln. L1 fall+ Jt r pnrto nor ImplJe dar ena Intonr.ecl0n rml:in da rrta eeto, qur, rryalt^ ,n . wnwpd un tzno. n Por ur minao moaro, por la lohn M upnUo, no Nodamor AtJlcar t7,plt mrrtct le tunclGn drda rl Ao,ahrylo por Ie m,chq con In Inprran• ddn drl cuJro rtitOco dr la Core Jd iwLlo Jr Cldo, y1u rapnxmd, admhnhlrmtnlt. .md..lwd.. Dnptnnn iw camnr.E•r. nldo.. Io. nrimaror rlnr n rro, n qnr ar ,;aL, rn rn I .1 ^^I ^• ^h^,^. tllrlduor nut in,tlnr vtctr M1n.i. Irru,or AtclinJu I nrc , yoco. nn^Ir roitu.cla }^ 1Dlnmt crnruradoalno•al•h.pe;,rtr:u;n•, q at I ,ncnlo cr cnltrr. .^nt:nar, to. dt Aaldn ru^,ulnr, p tu. lor duAr IIU!bltl.t0^l M Jr merdtn r Ja prce^ Is 6,ril^^crlc. lnrn AIr1•n •rrnnr• qnt dln Pton aon,o eon ,ml p o. t•^oml..nr. .nbrd qaltn u tt n„IOr arr ^. a n ro.•, nn hny ror qnt aa«n8„r, dr IIUJ,,., y,,n ,r .nr,Irrk^ yn,^ qva .r heRan lnvnrr tnira atlof lurr Innln p,nnior lr Alqan In ,rr^ I!1 •Loian • Ar Chnpe n pri I,n Jad.. qnr,,dv u, I,r n. rmin.dn. nalnn I^IAIn ir•,r olN.,n ( Ilflnll^^ltl.II() rutl^lo.,tlol^(Ylrnd,,In,t^ICr.In^r,Y^ -. la a,«1nmv. ur Inc,,, n,o Io. p r i O C 1 1t i t qutrln h.canc Lltn n,lrndu Ar lor .,lnnunr p rrcnW n In n,;n;Lnrnn fit In:, „nn xrr. .r,lnre cl rn^ varvclrm.. pr,tln. ,lor n^hoco rnv cl,^n rr In ^^.^da,l,:,mA. mnAra It luron nA:nIllA.r. ni v a„nrn dc nnrnn, yutri,ln :rn,n,n,le nnlo^ ntqnllrn n rclt •rru.lllo. I^,^ rrrA n101a n n:.t^,a ,r.llnn,nlnninxnnir^ u, rl {nnlAn BnJIai .`orl.^ltu. Iru mdr rl,arru ,nillndrnln, nnl rn• lAh.l„JrrrhlrvAtl:hnpnprlrln^cn c .npn,l,ryAtr,nnnn,.l?I nclo tlcnnvrn:n.SuVnnrinn,i c, nAo,rullAu,;i1, ,r,I,or,Irnnnd• mLi rl r n+iro JIn I^n7itlrn c ,ro Jr re,.n, Y,In,^nlfr.n bl+tA 1ornM1itn Ac Irr.,. 11 1. pollll^ :ca.-(Dlri^,)1n 12 aÍborada Alvy^ „ nrnrn .1r m,r.,,., •..li,n,.,^l..,l mnil•,• ^.• •, plrln Ari prnnnlr.o m^o dr wunn,r ,.Inrr^ ,.kb,na,• Ain, p,..a.., ru Illnrn. ,,i la ntrr,rnIf,ii .Ir Itrrr,^^,.r,. „•I.I„rn, t l.r.i,.ri. I^.: r Tlcnl,ir`c, mn,il„n, Iln.,r tnlan,n,r .rJnln, ,lur r1 n,in tnm,liuY:^ ^^^^ nn„^.1,• ., ,. Aammltnll,o ,If qur I. cl.+,r IIaI,.^I.rJn,n rnbt Ir, qur ^l^ilrrr 1,. ,, r rl rnminn I^n n Inprnrlo. tlniln ni n.,Alr ,rr.1 r,•..l Jr ,^.,In .1,1^..,., pll^nl.,nn nrt nr„ .. SduA, c+:ea[ednr dr Illone. . nAro, muy nArn i , , ,n ^ tl todn 1. rurld^d . [MINI DOSIER] M!N! DOSI^R .... .... ......................................... ^ ^l ^^ ^ 1(^ .Í l F ( ` l ^ . u ^xxevvu (^iai! ex#rr ŭ xalu, dv.+^u^^ cle zcu civvta ^ilvur^irs, uL^#rnra.r la lluvuuu %^ur^ta cle [rz c^iEuart^^iu, dixvu^ív lv^x ^vlir^r^^ ^S0 y #rrxvtv dv lax 90 drl #t,cz^^rzJa ^ir^la, lirz z9rxvlta a^ w ali^^tr^ rle utvur^i^az #zuv #ruvtv Jv Lar lxió^tavirulavv^, cakz uvz ex#zvr^iul ur^evxta evz lax ax#rectr^^ ,#z^v^avzulv.r_, v.z dvciv, vu c^cwua uy^^r-tá vl r^au^licta u lu^ zsirlax dv tcrvxta^ y. turita^ irrrlix^irlxr,wx. r^í, vuivazlyux caz^vvz^rzvt u rlexevztvvvuvxv la.^ cxzev#rdx dv urf,u^lla.z rtue z#ucíurz eu ^a^ux vau^zrxrtvr .r^#rxzltur/r^x ;^av d^curlu^ rlv ivreuviu ^f de rnivdr^^, qxxv ua de alr^ida, .zn dv^vxxtievvun a 4z a^a iu{^autul^lex l9iayvu^írzá, vvcuvvrla.^ ^f te^tivuaniax. avul.^r rlv qvutet vucia a^zvua^ uudnizvxrx^ qzxv ^rzd^civvau la c^uevr^u ^f lu ^7)ir^taviu. r^TuvuGi^u lux^ valAautla ;/watur#av^i.^rn s^ lax uivca.^^ vv^ix^irula.r r/v lu c#uevarx: ,^vixnvva, q^uvvavx lax vzivza^r, dv ^z^iu if, ulzavu, ^r^u lax vrivza^r del iutkviav. %)c^r^ xu caurlic^irwz dv ciudrxrl ulv^czrlrx rl,^l ywvvztv, 1^lrlrx ^uv vv^^cu#ia irve^a,vtnute ^uvu Lax ni^ax cfxze /^uiuu clv óaz^l^ux if dkxrlir^/arx.r evz Jllrirlvid i# c/lófuviux., ^al^ve tacla. ^ vvai^íu óill^^udu fzuda ex#ul^lvcwv r^arzfrzc^ta cau zzxzrz de v^a.z vtir`rrx^ vv^u^fiudax, lu w^urlvile^u c^vztauiu ^Ilaazxr^a, u exufr^ textivnr^rxi^ xv lruu u^urlirla atva.z, lr^^ dv c^i/icin (^vvuríuclv^c z^ ^Scxazfiuga (^l^rzarJrx, y^rxv a/tavu rFe^id,^rz eu Lldu. c^irlvzvzrír^, eetríu laó vvc^uvvrla^ Jv C^axwrwvz ^/c^actzeva, zuxu uix^u c{rxv zs+irzir^ la .zi#rzueiáEZ rlexrlv vl #ruvzta c[v cvi,ztu Jv uurr ^urvziliu ucar^vrlavu. ^Jarz ertad tv.^tix^taiziax ,^# uazu .zkviv dv dil^xxsjrs^^ dr a#va.z zzi^zaá^ v,^q^u^^irulax ^u 1ldu i# ^rxv ^avvc^zrzvau ;^rxvtv rlr^ uz^z lil^va qcze x^vxyic^ {zuvu ver^ruzduv ^r^uda^ ^rruvcc 4z ^nuu.tiu vv#uxlvlieuun, x^ lzu Ca[?^[C!lrJl?urla (xu bkl1N[[ !1l4^irw lt,I[l, ñi [[a [^^t. dv^iuitiz^a #rnvu rluv c^xxvutu dv ^.^tv aó#zvvta dv !rx ^uvvvu C^iail evx zruv^tva cixuluxl, xí ^u(rlr Paut!!!19//%x zux fzrua u vzxtr^udvv i# t^avu^rwv lu micvalú^tavirr rlv uu wricv^vrza yuv zrzrxvcá lrce rzidu.^ dv tuntax y tuiztaa ui^za.^ q^zv liar,# xau ifrr ^ev.raurzx urrxz ,f xvzu^#avv^ r#ue xu^ie^^vz dvl vz^ieda z^ !u xa/vdud dvrzru.z^uda #zvauta^. [NIÑOS REFIJGIADOS DURANTE LA GUEPRA CIVIL] ^^ ^^ ^^^ ^ ^ ^ ^^vcc^^v^ ^r _. a^a cc v ta DtRUJ05 tNF^NTlL^S DF L^A COLONtf^ N° 10 ............................................................................................................................. y .................... y.............................................. _ DFL MlNtST^RtO DF tNSTRUCCtON PURLlC^A ^N ELDR .................................................................................................................................................................................... ........ . ............................................... ^/IÓNICA MORENO SECO _ ___ __ _ __ Y ^OSÉ RAMÓN VALERO ESCANDELL ./^1czeGi^^ yk lia e^evifa ^ahwe la Pcze^va ^^ics^i! er^z ^lda, azzcuf^ere de ^^^zr^ia 19rz.titaz^zfe cLiafzec^^a ^ xivt qez^ e^ixfa faclarúa urza zs^i^^^vz c^1c^GaL ó.i^ter^ec^fica ^r^lsve la zvri^vvzrz; alc^a, z^r^zezra^ extvu^frz^ada tadarsía, ^a/sv^ la ller^zda de e^vztyzzczz*ee^ de ae^^rc^nrLe^ -^iz^a^, evuzz^rvvifavia^eerle- drrvaz2fe lcz ea^fiezr^lcz. LHfee lax v^ate^iaLex q^ce ^rredevc ar^udavve^^ a eazn fz^eNUlev, fzac^ zz^ LczcLa, la exfurrr^iu de aqczeLlax vzi^ic^^ eez lec eiudacl ^f, fzrva afNa, las tc^avza^^arzzaeiaz2e.^ ^adrzeida^ ezz la zúda cr^fidiaaza z^ eiz lc^x revaiela^ dizdc^^clc^á a lcz ^al^lnc^ic^^z xe er^zcuere#c^a zzc^za qcrk eanr.^idec{uz^ca^ de c^var^z iEZtfer^P^ c^. z2a e^ee^iz^rizzzerrt^ eavcaeirla^ aqczí: la^ di/^u^rvx. vealizado^^, ^a^ la^ ^ivza^ rle lcc Calarria %^c^alcrv qar^ eLJblivci^tkvia de ^#^uc,cicívt ^j^ál ► lic^u eafal^leeiá ezr Llclcz. 14 alborada LMINI DOSIER] os dibujos a que los ^ ^ ; referimos, de los que t se conservan al , i^,^ á a ^, menos veintidós, ^ ^ ^`^ °k ^ ► ^^E seguramente del año ^` M ^^ ^ 1937, aunque desconocemos la fecha exacta de realización, forman parte de i I una colección que se inició en Nueva York en 1938 por la Spanish Child Welfare Association of America for the ^ --d ---- ---I American Friends Seruice Tres portadas diferentes del l Committee (reeditados un Española y en el que apareee año después en la misma gran eseritorAidous Huxley. ciudad por la Oxford --- --- Uniuersity Press), que fue ampliada posteriormente por Herbert Rotledge Southworth, periodista del Washington Post defensor de la causa republicana, y en 1966 adquirida por la Universidad de California en San Diego, donde forma parte de su riquísimo fondo sobre la Guerra Española de 1936, que puede ser consultado en interneti. La Colonia Escolar n° 10 de Elda pertenecía al Ministerio de Instrucción Pública, pero también fue frecuente que numerosas organizaciones y partidos políticos creasen a lo largo de las regiones más seguras (Valencia, Murcia o Cataluña) colonias escolares propias; entre éstas, destaca la labor del Socorro Rojo Internacional, que se volcó especialmente en la asistencia a la infancia y estableció comités locales en numerosos municipios, con cifras de afiliados y colaboradores superiores muchas veces a los de cualquier organización política, con elevada presencia de mujeres. Para dirigir y coordinar una asistencia que en los primeros momentos tenía mucho de espontánea y voluntarista se fundaron instituciones como la Oficina Central de Evacuación y Asistencia a Refugiados, con una red de comités locales, entre los que se encontró el de Elda desde los primeros momentos. Para ocuparse del asunto concreto de la asistencia a los niños se creó en febrero de 1937 la Delegación Central de Colonias, que en agosto del mismo año dio paso al Consejo Nacional de la Infancia Evacuada. A fin de fomentar la evacuación de los niños residentes en las zonas geográficas más r i ,* ^ 1 • b ^ ibro editado en 1938 para recaudar fondos a favor de la República n los dibujos de los níños refugiados en Elda. La intradueeión es def afectadas por la guerra, como Madrid o Asturias, se diseñó una masiva campaña propagandística, con la edición de un buen número de carteles que incidían en tres aspectos básicos: la denuncia de la violencia indiscriminada del bando nacionalistaz, ejemplificada en las bajas producidas entre niños y mujeres; la labor de convencimiento de las familias de las zonas consideradas más peligrosas -singularmente, Madrid para que consintieran separarse de sus hijos en bien de éstos y la concienciación de la población de las áreas de acogida para que brindaran a quienes Ilegaban todo el apoyo que requerían. Las colonias escolares ya contaban con cierta tradición en España, pues fueron introducidas por la Institución Libre de Enseñanza en 1887. En Elda se habían implantado a los pocos meses de la constitución de la corporación .r s^b. °^^ -___^ ^^ ^^ , ^ t^ /^ ^`i4 .//r^ f j _ ^ ^, - .,i ^i . , ,.-, ,+ ^ ^ % ^+r ^ f1P ^v fiY/ ^ ^^^ / ^^rr^ ^ ^ ..,. _,^_^^ . ^ ^ .. . j1 l ^ , r ^ I f % ^1^^ 1 R^ , ^ ^ r^ ^ .a.^ ^^ Y , ^^, . ^U5 ,;^ ,^ ` ^ ^ .^ t`f^^^ .r ^ ^ar^r ñ, ; .. ,, r.^: ,!t^.` ,^* ^ , C , ,, ; ^ J`^ ,^ ^ ^i^f f ^ . ,F^ ^ ^ ,; S : `,C, i ^ ^?; `^ ? ^, f^r `!d ^ ^` .1 ^^^ l i ^ ^ r en s r^^r^^ 2 :^^ :^,-,xr.-^^ ^or^oy ^ 1r ,^/, , _ _^ ^ ^l^ ^`^^ -C a n ` , ^ oC .^ ^ usv ^.e -„2 -^r:.^ó :•^ t^t _ ; [NIÑOS REFUGIADOS DURANTE LA GUERRA CIVIL] al bo rad a ^`^ ^`^ ,^ 1 vu.u. Y ♦ ^^ . - ^ r^ ^^^ ^^`^: , ^ ^ ^ ^ ^ _f . , ^e ^ ! :^ ^ ^^ ^ `^ ^ b ^ ^ ^ ^^..,, , , ^ , ^ ^ ,^ ^ ^ ^--a .^.` ^.. , ,^ ^ ^ ? ^t^ -^rr i: + ^ i^ ``Z ,% ^. ^ , ^ , ,, ^ N Y^ ^ ^ ,y. , .! r{ r^ ^u^il,i ,^..,.. .. ., , i^ I ^-*-^e^^^oL% I ^^ ^^ ĉ : ^ : . ; x ^ ^ 4 ^, M^%i ^ ^ `- ^ : . 1^, ; ` ^^• ^ , ^ ` ^ ^ ^ ^ ^ , ^ ^ , aV ^:, Ĉ ,`. `^^ 1 ^ ,,, ^^fi° , 1 ^^ ^ r ^ ^ ^^^ ^^ , ^^r ; ^ r^^{. ^ ^ ^ y ^t ^ ^a .,w^ f;- ^ .,,^ ` ^^ `1 ^^ ^; ..^, ^ ^ ^^^^ ,^^- f^ , : ^,. ^ ^, i^ ^, - ^ ^,:! _= , . ^`^ ► ^` ^- ,,^ er ^ ^^ __ (^Ahiut _ - _ . _ .f_: ^ -. ` ^`^^ -= __., ^^G , .. _. C^ Ui^C^^..^10^^ republicana, en 1931, como colonia de vacaciones en Guardamar y, al año siguiente y en dos turnos, en Santa Pola, con subvención ministerial y municipals. Aunque abiertas a niños de toda clase y condición, estuvo enfocada en ^,^ znr r.^ ^nr^c, ó i^^?z ^ s ^:t;^ 0 ^R E ^AS . ^ ^ Cdsnit n. 1C F^ ^..,a^`; TRo ^^ H^TL^^Y.^1dSSDLIN^ ^) i 7Rlo F,^ri^it 0 T1F L g^1GE7^J ^í^^h^^,YoT^F^ff..... Le ^^uF ^f`drif 7f.zj^^Y t^r ,1 beneficio de aquellos más desfavorecidos. Durante la contienda, las colonias escolares se organizaron en dos modalidades: colectivas, en palacetes y chalets abandonados por sus propietarios -qeneralmente hostiles al Frente Popular, huidos o represaliados-, dotados de servicios suficientes, como se desprende de muchos de los dibujos realizados por los niños que asistieron a las mismas; y familiares, con niños alojados en casas particulares, supervisados por un maestro que también les impartía clases para asegurar la continuidad de su educación. En Elda se tiene constancia de que, durante buena parte de la contienda, permanecieron refugiados numerosos niños pertenecientes a los grupos escolares «Pérez Galdós» y«Bartolomé Cossío», ambos de Madrid, acompañados por alqunos profesores°. Pero debieron ser muchísimos más, a juzgar por los datos de una encuesta de OCEAR enviada al Ministerio de Sanidad, donde se habla de muchos centenares de refugiados. Su presencia debió de ocasionar más de un quebradero de cabeza al Consejo Municipal, porque se Ilegó a pedir, con el apoyo del inspector, el traslado del alumnado del «Pérez Galdós»; probablemente, su elevado número incrementó las dificultades para conseguir suministrar diariamente un complemento alimenticio escolar que paliase la deficiente dieta alimenticia de las familias (en 1937, gracias a la ayuda de la Cruz Roja Americana a través de los cuáqueros, era posible suministrar un panecillo de 100 gr a cada niño, pero resultaron fallidas las gestiones para aumentar las raciones); también hubo de afrontarse algún grado de absentismo escolar, no generalizado, a juzgar por los bandos pidiendo a las familias que acogían refugiados que los enviasen a escuela. Sólo diez de estos alumnos refugiados fueron los autores de los 22 dibujos a que nos referimos en este artículo, porque alguno de ellos -como Pedro García o Enrique Diezmaaparecen como creadores de hasta tres de ellos. Sus edades oscilan entre los ocho y los quince años; sólo hay una niña, la más pequeña de todos; no conocemos nada de sus lugares de origen, porque no aparece indicio alguno en ningún dibujo, al contrario de lo que sucede en otras escuelas, donde los niños dibujan aspectos de la vida cotidiana de su zona de procedencia. Los dibujos de los refugiados en Elda tampoco reflejan ningún rincón de la ^s alborada (MINI DOSIER] ^ ^^ / ^ rYr^ ^ ` 1 ^d` ^ ^ • 1^} ^^li ^ ^ , ^^ ^ ` J ^,. ^ ^ ^ ^/ / ^ -^` r ^ i /. . /,, .. ^ i ^ ^ ^ ^ /^ ^ _. ^,_^ ^ ^^ ^1^fj^ ^ ^ ^ ^ ^ ^`^{ ^ 1^^ , r W ^I y I ^ ` , f ^ J ^;^ ^^ ^ r ^ b i 3 ^^ ^ _ ^ ^ -^ ° ^ ^^ifN^ i,^,..^^_ ^ ^ ^^^^ ^ ^ ĝ ^ ~^ .^ / ^^ / n .. ^^ // -^ ^ . / - . . ^a^ {^ ^^^ ^([ [^^^f^. ^^s^t /f^ r2^i 2^- .^.. ^^^ ^ ^ J - f. ciudad, o del centro escolar, o del hogar donde se alojan. De todos los dibujos de la colección posiblemente sean los de Elda los más politizados, con numerosas referencias a personajes famosos de lo que podríamos denominar el universo rojo (Lenin, Stalin, Miaja, Trotsky) o ultraderechista (como Hitler o Mussolini, aunque no Franco). La politización que muestran los dibujos de la colonia eldense chocan claramente con algunas de las directrices de neutralidad ideológica de las que presumía la escuela repubiicana, que en el caso de Elda había sido defendida desde varias publicaciones por gente como José Tomás o Ramón Ricoe. Curiosamente, la tendenciosidad de los dibujos no cuadra con los planteamientos anarcosindicalistas del Sindicato Comarcal de la Enseñanza de la CNT, a la que estaban afiliados los maestros eldenses (aunque . / ¢. .: ^ ^ ^ _ v . ^ f / . ^. / I^ t f ^^lL ^ Qt^O A Q^ 1^ n, t ^.;^ y ^ r ^^ ,^ í ^ ,^ ^y ^^ f ^! / /. / ^ ^1 ^^ ^ ^ ^^^. : / . . ^ ^ ,1 f ^`^ ^ ^,., ^ ,. . , _ i,, ^^ ^ f ^{^ í + ^ / _ i ^S ^ - --^-,.^.1 i . 1 r ^ ^ ^ ^^ ^ ; ^ ^^i -_ _ ^ ^ = ^^ ^ ^,Y^^ , r ^ ^ ^^ : ^ -.^ ^^ ^x^,, ^-.^ -^ ^ ° ^ ^ . ñ ^ ,^ í . ,. x . ^_^ ^^^ ^^^% ^ Cofonft n.` tG --:^, r.,. ^ ^ ^;.^^t _ ^ ^ ,^ ,^w.^1 ^ ^:.vu^C algunos de ellos evolucionaron en la primera posguerra hacia posiciones reaccionarias); parece obvio vincular al profesor de aquellos niños con las ideas marxistas aunque no tanto a un partido concreto (hay dibujos tanto de Lenin como del [NIÑOS REfUGIADOS DURANTE LA GUERRA CIVIL] al bo rad a ^^ - f ^ ^ ^^^ ^, . ^F^.,1/!!: • r^ f . . -^ Y. l . ^ ^-. ,,^^;, ^^ T `^ a^ ^ ^ ,^^ ,;^^?^t `, ^^^ :,^^ . . ^ f I^^,f^.^^ ^ f`iia 1. ( ._ ^ ^^ ^^ £I ŝ 1 °^ ^ 4 j^^`n ^/!^, I t} ^ ^^.^,,. l^.. ^bG`^strUe% ^ .. .... ^_„^ ^ ^ e ^^, Ú ^ ^ - ^^` , - T ^ ^ ^^ ^.,.^^ ^^ F i ,g ^. ^ 1 ^ ^ ^` ^ `^ ` ^F ^ c ^ ^^^_ i AU ^ ^--^ ^ j ^ I + ^ i , ^ ^ emblema del PSOE). Alguno de los dibujos -como el que muestra a Trotsky en compañía de Hitler y Mussolini como enemigo de la clase obrera, de acuerdo con las tesis defendidas por el PCE- deja clara su influencia directa en la elección de algunos temas, que difícilmente podríart surgir de forma espontánea de los propios chicos. Los dibujos ^^ _ r`Rr ^ _ ^ ,^ _ s ^ ^ , ^ ^ ^^ ^ ^ i ^ r:^ ^ i / ^ ^ !V ^....,, C/^ ^ A f ^ .. s ,t ^^^ . 8?, r . ^^e r-.^ ^^^^ .^, r , ^ q,^, / ^,^cv.1u c^ r ^^ Q i^+lanla aj f^, P( ^^yZ.w 4/ Qa4 Ú^^^ ^ A //^ D 1,/ ^ l ^1 demuestran cómo la contienda bélica impregnó la enseñanza de actitudes propagandísticas, rompiendo con el proyecto educativo que la II República defendió en sus años de paz, instaurando una escuela beligerante, de tintes revolucionarios, ensalzando las acciones del bando republicano y atacando las del enemigo9. Con todo ello, la infancia no sólo se nos muestra como una víctima pasiva de los salvajes bombardeos de la aviación franquista sino también como un colectivo victimizado por la propaganda política del bando republicano10 Algunos dibujos reflejan escenas de la vida cotidiana, tanto en la retaguardia como en el frente, en general bastante conseguidas, seguramente por tratarse de niños que ya alcanzaban la pubertad, pero también porque deben haber superado algún proceso de selección. De cualquier forma, no cabe olvidar el empuje que recibieron los estudios artísticos en Elda durante aquellos años difíciles, como muestra la constitución en 1937 del Ateneo Artístico de modelistas y patronistas del calzado, que promovió una Escuela de Artes y Oficios y la puesta en marcha de una fábrica. 1 v alborada [MINI DOSIER] De todos los dibujos conservados, hay uno especialmente significativo. Con el lema de «La tierra para el que la trabaja», un campesino regresa a casa con la azada al hombro; al fondo, tal vez sea sólo un descuido, la luna reflejada muestra una cara de la propia Tierra. Pedir la luna, consequir la utopía, ése fue el sueño de las ideologías obreras que protagonizaron buena parte de la historia del siglo XX. Los dibujos de aquella colonia escolar eldense son un reflejo de los logros y las carencias del momento histórico más decisivo de la historia reciente de España, de la defensa heróica de ^-: ^ ^. ^,% ^ 9 t ,, ,^ , ^ ^ ^^ ^ E _^ ^ ^ ^ ^k ^ ., ^ ^ ^. `-s . PA^. rG^ ^^^^^rv j ^_^_^ti^ ^ . ^ •• a, 1^nt ^5^ L t . ^ e 1 ^ `^i 1°i._f ^.h^t^.: F ;. unos ideales pero también de las miserias de la condición humana. IV O ^`a^ : 1. Los dibujos, junto a numerosos carteles y materiales de la Guerra Civii española, pueden consultarse en orpheus.ucsd.edu. Existen otras colecciones similares, como un libro editado por el Equipo al Servicio de la Infancia Amenazada, que reproducía dibujos infantiles de refugiados con el objetivo de recabar fondos en apoyo del bando republ icano (La guerra de España dibujada porsus niños, Barcelona, s.f.) y otra localizada en EE.UU., citada por FERNÁNDEZ SORIA,Juan M.: «La asistencia a la infancia amenazada. Las colonias escolares», Historia de )a Educación, n° 6(1987), p. 124. [NIÑOS REFUGIADOS DURANTE LA GUERRA CIVIL] al bo rad a ^^ 3. Por ejemplo, los carteles con las leyendas «Que tu familia no viva el drama de la guerra. Euacuar Madrid es ayudar a 1a uictoria final», «iPeligro! Alejad a los niños de Madrid. En las Colonias del Ministerio de Instrucción Pública podrán jugar en jardines» o «iA Levante! Ahorrad sufrimientos a los niños!». 4. Los ejemplos más claros de carteles editados con esta intención son los que muestran las leyendas «iPueblos de Leuante! Los hijos, 1as madres y las compañeras de los héroes de Madrid no deben perecer bajo lametralla y el fuego de los auiones fascistas. iFacilitad su euacuación!iHaced un hueco cariñoso!» o el que, editado por el Ministerio de Instrucción Pública, afirmaba tajantemente que «Los niños euacuados son vuestros propios hijos». 2. Como ejemplo, carteles con leyendas como «La aviación fascista pasa sobre la capital de la República. LQué haces tú para euitar esto? Ayuda a Madrid» o«The Military practice of the rebelds. [Con el dibujo de un duro bombardeo sobre la población civilJ If you tolerate this your children wi11 be next» 5. Sobre la cuestión véase SALVADOR, S: «Colonia escolar de Elda», y GUILL, Juan: «Consideraciones acerca de la Colonia Escolar», ambos en Elda Extraordinario, 6-9-1932. 6. NAVARRO PASTOR, A.: Hisforia de Elda, t. II, 1981, Alicante, C.A.P.A., pp. 273-274. 7. Las fuentes ofrecen datos que varían entre los 2.500 ofrecidos por MARTÍNEZ NAVARRO, F. («Boceto de la vida en Elda durante la Guerra Civil»,Alborada, n° 33 (1986), p. 18 y los 500 de BAZÁN,I.L.,(«La aventura escolar eldense durante (a guerra civil»,Alborada n°33, (1986), p. 26), citando ambos datos de una encuesta de OCEAR para el Ministerio de Sanidad de 1937, aunque puede ser posible que ambas se refieran a fechas diferentes del mismo año, dada la continua Ilegada de refiguados en aquel periodo. 8. EI maestro eldense D.José Tomás Sánchez escribe en septiembre de 1932: «La República, a su aduenimiento, hubiese podido obrar por reacción obligando a inf^uir sobre el niño en sentido opuesto, pero con gesto digno, elegante y honrado ha dicho: la conciencia del niño es sagrada para su maestro» (En El Cronista). Ramón Rico escribe, ya en 1937, desde las páginas del también periódico eldense Nueuo Rumbo un artículo sobre la cuestión titulado «Salvemos a la Infancia» (n° 17, 19-6-1937). 9. Ver REKALDE, I.: Escuela, educación e infancia duranfe 1a Guerra Civil en Euskadi. Salamanca, Universidad (CD ROM), 2001, pp. 845-846 y 937. También PUELLES, M.: Educación e ideología en la España contemporánea, 1986, Barcelona, Labor, p.348. 10. Ver CREGO,R.: «Las colonias escolares durante la Guerra Civil (1936-1939), Espacio, Tiempo y Forma. Historia Contemporánea, n°2 (1989), p.303. 2 0 alborada IMINI DOSIER] ( ^ ^ ^ i ^ ^ ^ ^ a ^^ x ^a ^OSÉ F Ŝ AMÓN ^/ALERO ESCANDELL _ _ . .... licia, Antonia y Santiago narran su historia de refugiados en la Elda de la Guerra Civil; Carmen es una de esos numerosos eldenses de edad avanzada que todavía recuerdan a aquellos niños victimas de aquella tragedia colectiva, de muchos de los cuales ya nunca más se supo. Desde sus recuerdos personales y, sin duda, también desde su historia familiar y experiencia posterior, ofrecen visiones -a veces diametralmente opuestas- de lo que fue la acoqida a los menores refugiados. En situaciones similares, para bien y para mal, se encontrarían, sin duda, la mayoría de los niños y niñas que acudieron a Elda huyendo de las dificultades de sus lugares de origen (bombardeos, avance nacionalista...) Alicia es el caso excepcional de una niña Ilegada a Elda casi en olor de multitud; parece ser que formó parte del reducido contingente que Ileqó a nuestra ciudad de la mano de los partidos del Frente Popular poco antes de las elecciones de febrero de 1936; hija de un minero asturiano de la revolución de octubre de 1934, en la estación le esperaba una banda de música y unas gentes dispuestas a la bienvenida. La conciencia obrera de la familia de la niña, el recuerdo amable de su integración en una familia eldense y sus dificultades en otras latitudes hicieron que ella misma buscase nuevamente cobijo aquí. Los casos de Antonia y Santiago parecen más comunes. Forman parte del contingente madrileño, el mayoritario entre los centenares de niños refugiados en Elda. Antonia lleqa a Elda desde uno de los barrios más castizos de Madrid, Santiago de otro algo más acomodado. Sus familias, como tantas otras que vivían la cotidianeidad terrible de la capital y conocían la posibilidad de enviar a sus hijos a lugares más seguros, les vieron marcharjunto a sus compañeros de colegio. AI Ilegar, las condiciones materiales de las familias de acogida determinaron en buena medida su estancia y, con ello, su vinculación posterior a Elda: Santiago -errante por tantos mares- sabe que aquí ha encontrado su lugar en el mundo; Antonia vagó por la ciudad sin nadie que se preocupara demasiado de ella. Junto a estos ejemplos, tan atípicos como reales, Carmen -también acoqida a causa de la guerra, pero por sus propios parientes- fue uno de aquellos niños eldenses que convivieron estrechamente con los recién Ileqados y compartieron con ellos aquel periodo triste, con algunos momentos de alegría. Recuerda que se hizo lo que se pudo, con mayor o menor organización, con escasos recursos, pero multitud de familias acudieron a ofrecer comida y cobijo a los recién Ilegados y, algo más importante, les trataron como a uno más de la familia. Testimonio ilustrativo de aquella estancia, una fotografía extraída de un álbum familiar muestra un grupo de cuatro niñas: las dos mayores Ilevan el mismo vestido y el mismo calzado. No son hermanas: una de ellas es refugiada en casa de la otra, pero en la fotografía no es fácil distinguir cuál. Sencillamente, la mujer que la acogió, como tantas otras de la ciudad, trató de ofrecer a su pequeña refugiada el hogar y el cariño que la contienda le había arrancado, como le hubiese gustado que hubiesen atendido a sus hijos. [NIÑOS REFUGIADOS DURANTE LA GUERRA CIVIL] al bo rad a 21 ....................... ..................................................................................................................................................................... . ..... R^^o^ra Ro.HCO Trrgo ^a^só ^o^ ^re^ aiv^o^s .... .... ................................_ dE ^a G^Erra Crvr^ Ert F^da ................................................................................................................................. • ^ / r/ / ^^ _ ada iAFAEL ^UAN ORTEGA _ _ _ ....... ^Intr^rríu rl2rvun+H^ ^ri^^ e.^ rruu rrzudril^ixu rlr 7i urrr^^ rfrxY r.^tur^r^ tv^s urraa err ^Irlrr rlrrrunt^ !u ^,^^rrfrau C^ir^%1 nama r^y^irr^iurlu. c^IzL^CX/2c^l^cfl frurlc^ #rr^rzeaa^ en rr^rrturlh ^c^rz. Yllu ^^ueirr^ u qrx^ ^ar#r^niu lzul^íu fzrrblir^urla- rrrrrr r^urtu ^n cnl r /^uí.r ^Serr:unul Pu lu rfur^ liul^lulur rle ^u ^^^reaiearc^in, un lunth utí fzi^ri, r^dmt^ rrirtu re^rrrliuclu err +c^lrlu. r l3u.^tá r^r^rr 1lnrrzur u3rr^r^rrnuriir^rr rl^ ^el^;^rínir^u ^uru l^^ulizurlu r^ ^drl^a 1rrrLJur er^rr Yllu. % ^^ ^rr.r ;^rrlu/^u^, rfcr^rlu lu irrra ^^r: rl^ rrrin nirru r1Y^rrrlu ufr trr^a u lu l^rr^rttr rle I^ir^^ qrre d^trrril^rxlcrbrr ^ar ^Itlu rlis^rrrurrdxr rl^ ra^zili^iurtu, ^ist er^ler ^yi^,^.rirr urtti[)d^, sirr #rurtini frur err urtxrellr3.^ rr^tc^s f.rríl^lic^r^^ en Ir^a^ qrre Ih-s rriérr^.^ v^^irr^iurlNS_ Yrurr rrtilitcurlhs ^uau lu #zrr^^rrr^urrrlu ,ftd ► liti^u, ^nlrrrettl^ rlp rtterta-^ rr .^tr rrrrrdny r^ u ^ux li^r^uszrr^, cxlrr^rrrlu eri eu^u rly urxu ^rr^riliu e^taerr2udurtzent^ Iruratilrl^ rlerrzu.^iurlh r^nufrrrrlu #rrrv : rnl^^rxir^ix, u^^urtt^utLu rl^ .^rr ^rttt^^rrrr ^r^a unrr r^u^^s^u tfu^ Yntr3rt^^.x ad +nrtm,fz^^rzdíu. ^s.tu ^.^ In torrnxc^ri,^c^ir ŝ rz ^n #trirrierrr #r^x^sdrxu rle .rrr.r u ^^iclu!^^^ v^nu^r•tl^ . Salidn ds Madrid. Mi padre murió en septiem bre y la querra empezó al año siquiente, en julio.Yo vivía en el barrio de Lavapiés. Me acuerdo de que sonaban las sirenas y de que bajábamos a la portería a refuqiarnos. Yo tenía nueve años cuan do nos hicieron salir del coleqio y nos subieron a un tren en Madrid. Éramos muchísimos, una qran cantidad de niños no a ^ u ai ^ e Antonia Rouco en la actualidad, fotografiada en su casa de Madrid. sólo de nuestro coleqio. Mi madre me dijo que me iba de colo nias, de vacaciones, y yo pensé: «Qué bien, me voy de colonias y dentro de dos semanas estoy de vuelta con mi madre». Pero, claro, no fue así. Volví tres años después. 1l+egada a Flda. Cuando Ileqamos a la estación de Elda, nos subieron en unos autobuses y nos dejaron en el patio o en el jardín de un edificio en el que había unas rejas. Entonces, empe zó a entrar qente que coqía a un niño o a una niña, o a dos, y no pasaba nada. Yo pensaba que íbamos a estar con niños, que, como habíamos Ileqado juntos, íbamos a sequir juntos. Pues no. Cuando 22 aiborada IMINI DOSIER] La niña Antonia Rouco con los das hijos de la familia que la acoqió. La foto de Samper está realizada en su estudio, que estaba situado en la calle Pablo Guarinos, 46 (hoy Pedrito Rico). empecé a ver a toda aquella qente que entraba, me aterroricé. A mí no me escoqían porque yo me escondía. Cuando ya no quedaba casi nadie, sólo quedábamos tres o cuatro, vi que desde la otra parte de ese patio había un señor que decía sí con la cabeza, como que bueno, que valía, que me recoqiese, y una señora me coqió de la mano y me fui con ese matrimonio. Lueqo, nadie vino a prequntarme si estaba bien, si necesitaba alqo, si podía recurrir a alqún sitio o a alquien si pasaba alqo... Nada, nada de nada. Me tocó con esa qente y ya no volví a ver más a ninqún niño de Madrid ni fui al cole qio en esos tres años y eso lo he arrastrado siempre. Cuando terminó la querra, yo esta ba a punto de cumplir catorce años y había perdido mi primera enseñanza. Toda mi vida he arrastrado ese vacío, eso que me ha faltado, los primeros estudios, la base. Perdí tres años de coleqio cuando yo era una buena estudiante, me qustaba mucho estudiar. Tenqo un hijo y siempre quise que tuviera una buena educación, la que yo no tuve por culpa de la Guerra Civil y la mala suerte que tuve en Elda durante ese periodo. Eso no quiere decir que yo sienta la más mínima animadversión hacia Elda y sus ciudada nos. Todo lo contrario, me aqrada mucho oír el nombre de Elda cuando alquien lo pro nuncia, me dan qanas de decir: yo también soy de Elda. FrS^ciNtCi^t. Las personas con las que me quedé eran muy humildes, muy sencillas, que vivían en las afueras, en la carretera de Madrid a Alicante, al final del pueblo. Sé que era esa carretera porque el portero de la casa donde yo vivía en Madrid estaba metido en alqo de la querra y venía con un camión para Alicante. Y lueqo, cuando vol vía a Madrid, se paraba, me daba unos cara melos y estaba un ratito conmiqo en la puerta de la vivienda. Y yo siempre le pedía, Ilo rando, que me Ilevase, y él me hablaba de los controles y de que le iban a castiqar. No me acuerdo de la calle, pero sí me acuerdo de un sitio al que Ilevaban los cadáveres y al que fui dos veces a ver a qente a la que habían matado los rojos, porque era zona roja, y una vez vi a uno que decían que era cura. No los habían matado en Elda, los habí an encontrado por ahíZ.Yo venía de Madrid y esa vivienda no tenía suelo, había que echar aqua para barrer, no había cocina y se quisaba en un fueqo de leña. Tampoco había retrete, había una fosa séptica de ésas, se levantaba la tapa... o había que ir a hacerlo por detrás de las casas. Tampoco había aqua corriente: yo tenía nueve años y tenía que carqar con unos cántaros terribles y lueqo me dolía mucho la espal da, quizá por eso tenqo ahora un poco de chepa. Para ir a la fuen te a coqer aqua, había que subir un poco de cuesta y la fuente estaba en un ensanche donde se terminaban las casas. Todo eso me impactó muchísimo. [NIÑOS REFUGIADOS DURANTE lA GUERRA CIVIL] al bo rad a `^ ^ incultos. Luego, a él lo movilizaron. Tenía 33 años. Subida de la calle Santa Bárbara, zona donde presumiblemente vivió Antonia Rouco. En esta foto de los años 60, la zona se conservaba prácticamente igual que en la Guerra Civil. _ _ __ _ _ _ _ _ _ . __ Fat^^ti^ia. EI hombre que me acogió se Ilamaba Antonio, Antonio Navarro, y su mujer se Ilamaba Antonia. No sé el apellido de ella ni el segundo apellido de él. Había un bebé de unos meses que era una niña y que Iloraba mucho, debía de ser de ham bre, un niño que se Ilamaba Antonio y que era más mayorcito y otro niño que se Ilamaba Rafael. EI bebé no había Ilegado a andar cuando se murió de difteria. Recuerdo que tenía mucha fiebre y que yo quería darle una naranja y la niña no quería. Murió un poco abandonada. Creo que se Ilamaba Laura. Qué pena, todavía me acuerdo de cómo Ilo raba. Todos estábamos un poco aban donados: la madre se iba a buscar comida, porque pasábamos mucha hambre, y él hacía zapatos, iba con su taleguillo a una de las fábricas, le daban una porción de zapatos para hacer y, cuando los tenía hechos, iba y recogía su dinero y comíamos de eso. De todas formas, tampoco había dónde comprar. Ella se iba muchas veces a Petrer, a Alqemesí, a Gandía, a Villena... y me dejaba a mí con los tres críos. Pasábamos mucha hambre y teníamos que espe rar a que viniese ella, que traía arroz, naranjas, alquna morcilla y habas. Recuerdo que hacía una tortilla con harina de habas que me encantaba. Ese día era un festín para mí. Como pasaba mucha hambre, me iba a una tienda donde yo sabía que ella compraba «de fiao» y pedía un paquete de galletas María y que lo apuntaran en la cuenta de Antonia. Y me comía las galletas. Nunca me dijeron nada. Siempre me ha chocado que una familia tan pobre recogiese a una niña refugiada, a lo mejor pensaron que yo les podía servir para quedarme con los niños y arreglarles la pape leta. Yo creo que nos tenían que dar a quien fuese porque, por lo visto, había que sacarnos de Madrid. Y no importaba que tuviesen más medios o menos medios o que fuesen más o menos Vieia coiiáiarta. No hice ninguna amistad. De haber hecho amis tad con alguien, los padres de otros niños hubieran dicho que me fuera con ellos. Tampoco conocí a niños de Elda, sólo a los niños de esa familia y no sé si a alguno que vivía en ese trozo de carretera. Con eso de que estaba en las afueras del pueblo, tenía pocos contactos. Yo hacía lo que quería, no me reqañaban, no me casti gaban, no me prohibían hacer cosas, pero me hubiera gustado que se hubiesen interesado un poquito más por mí. Pero no, estaba a mi libre albedrío, yo corre teaba por las calles a mi aire y había buen ambiente, la gente era agradable. Me acuerdo de que me gustaba vestirme de miliciana con una camisa, una falda, un pañuelo al cuello que no sé de dónde lo saqué... y así iba, correteando por todo el pue blo. Había muchos anarquistas y yo, por lo visto, estaba en mi salsa, muy a gusto porque nadie se metía conmigo, nadie me decía nada, yo iba por libre, como se dice ahora. Creo que la gente daba por hecho que yo era de Elda. Nadie me preguntó de dónde era y qué hacía por aquí o por allí. Lo que pasa es que me encontraba muy sola y me lo había montado a mi modo y manera y así pasé los tres años. También estuve una vez en el . ................................................................................. «5rew^^rE ^E i^a . ............................. . ................................................ c^ocado c,luE ^^a aw^rlia^^^i^ai^^^^^^^^^^obrE .^ .......................................................Q........................ recogiE^sE a ^nrr^a ..................... ..................................................... .^irta ref^giaáa» .............................. ........................... calabozo: como había que tener leña para hacer fueqo y guisar en la chime nea, me dijeron que fuera a recoger cepas con un saquito. Me cogió la Guar dia Civil, me quitó la leña, me Ilevó al calabozo y allí estuve hasta que vinie ron a buscarme. De haber ido al colegio, hubiese hecho amistad con algún niño, pero no me mandaron a ningún cole qio: a lo mejor, como esas personas eran analfabetas, les pasaron alqún papel o alguna cosa y ellos, ni caso. Como esta gente no sabía leer ni escribir, las vecinas de los alrededores venían por la tarde y por la noche a que yo les escribiese cartas para sus maridos y sus novios, que estababan en el frente. Y todas las cartas decían lo mismo: me alegro mucho de que al recibo de ésta te encuentres bien, nosotros estamos bien. Y luego ya venía eso de que te quiero mucho. G»erra. Para mí, no hubo más frente que el de Alicante. Nos subíamos al altillo de la casa donde vivían estas personas y, desde allí, se veían los fuegos de las bombas y obuses que esta Ilaban. Yo estaba acostumbrada a las sirenas de Madrid y, aunque sabía que en Elda no había guerra, sí recuerdo que, al principio, me asustaban las sirenas y que me encogía cuando sonaban. 24 alborada IMINI DOSIER] Sufría mucho por mi madre, pensaba mucho en ella y en mi casa. Sabía lo que pasaba en Madrid y mi madre estaba allí. De hecho, un obús tocó la casa donde vivíamos, en la calle de Lavapiés esquina Cara vaca y desapareció la mitad de la fachada. Una persona joven que se encontraba imposibilitada en la cama en una habitación exterior se salvó milagrosamente. En el mismo piso vivía mi madre, que nunca quería bajar al refugio, terrible pesadilla para mí. Allí cayeron muchas casas porque era donde vivía la gente obre ra y había más rojos. Entonces, era allí donde más cas tigaban con los bombardeos. NOiSfa^gia. Sabía que no le pasaba nada a mi madre porque nos escribíamos y sufría mucho por ella porque tuvo que separarse de sus tres hijos al mismo tiem po. Yo tengo un hijo y lo eduqué en I nglaterra y he sufri do muchísimo por estar separada de él. LCuánto sufriría mi madre por sus tres hijos? Yo echaba mucho de menos a mi madre, quería estar con ella a toda costa y, des Antonia Rouco volvió a Elda el pasado 27 de octubre, 64 años después, siendo recibida por el alcalde,luan Pascual Azorín. pués de un tiempo, Ilegó a Elda mucha qente adulta, refugiados. Me acuerdo de señoras maduras, bastante maduras, a las que me pareció que conocía y que ellas conocían a mi madre. Que ha Ile gado no sé quién, oía decir, y yo iba corriendo y me daba la sen sación de que me eran muy familiares. Les preguntaba: Lcómo está mi mamá?, Lcómo está mi mamá?, y ellas me decían: yo no conoz co a tú mamá, ni ña. Y yo que sí, que sí, que se Ilama loaquina, que sí la conoces. Y me miraban con cara de asco, con una cara... Esas señoras iban muy pintarrajeadas y toda la gente que se pintaba mucho por aquel tiem po era lo que era, decían que se gana ban la vida en las esquinas. Yo, como en Madrid pasaba mucho por la calle Jesús y María y por Tirso de Molina, Me extrañó muchísimo, ya que en Madrid no había fábricas de zapa tos, que es lo que él sabía hacer. Mi madre les dio cobijo en casa hasta que encontraron un piso de alquiler en la calle del Ampa ro. No puedo acordarme de qué hicieron en ese tiempo y de cómo se las arreglaron para subsistir. Quizá traerían algún dine- ro, no sé. No estuvieron mucho tiempo, creo que me dijeron algo así como que se marchaban a Mallorca. Lo encontré más sensa to, puesto que allí se hacían zapatos. No volví a saber nada de ellos. Nunca me escribieron ni se pusieron en con tacto conmigo para decirme dónde se encontraban. .............................................................................. «DE^,pHé^s de Hi^ . ...................... . .................................................. ^re^.^^.^.... ^.^E.^.ó.. a.. F^áa iv^t^rc^ta E^vttE ................................9........................ ad^lfa. ^....rE.^^.St.rad.o^». que es donde estaban entonces estas señoras, por eso me eran tan familiares. No sé quién las acogería, no sé dónde las colo carían, ni en qué casa ni en qué sitio. Regre^so. No recuerdo cómo sucedió lo de mi vuelta a Madrid, sería yo la que lo dijese. Fue unos meses después de acabada la guerra. Volví sola, en el tren, acompañada por una pareja de la Guardia Civil. Los guardias no se creían que yo tenía trece años, decían que tenía menos. Se ve que yo estaba bas tante canija. Mi madre me estaba esperando en Atocha y mis her- manos habían vuelto antes, ya estaban en casa cuando yo Ilegué. Allí, en Madrid, no se celebraba nada, habíamos perdido la gue rra y todo el mundo estaba muy callado. En aquel Madrid de la postguerra, todo era peor que en la guerra. Mi madre, viuda, sin trabajo y con mala salud, no sabía cómo alimentarnos. ReErrictleritro. AI poco tiempo de estar de vuelta, la familia Navarro, no sé por qué razón, decidió venirse a Madrid. Reco^pe^^a. Me ter miné de criar con una familia que conocía mi madre y que me pagó academias y estudios. Estudié inglés, que me gustaba, y me fui a inglaterra a perfeccionarlo. Allí estuve cinco años y lueqo me enteré de que los americanos estaban en España y, como yo sabía inqlés, me vine a Madrid para colocarme con ellos. Y me fue muy bien, porque saqué más puntuación haciendo el examen en inglés que haciéndolo en español. Eso es lo que me valió para enviar a mi hijo, al que crié sola, lo que fue muy duro para mí, a estudiar a Inglaterra. Ahora, mi hijo, que estudió Psicología, tiene 40 años y es psicólogo en un colegio bilinq ŭ e. Después de la vida tan desagradable y tan trágica que he tenido, al final la vida me ha recompensado con dos preciosos nietos que son mi felicidad, incluyendo a mi hijo. Nota^: 1. Probablemente, el colegio Padre Manjón. 2. Todos estos detalles hacen pensar que la casa donde vivió Antonia estaría situada en la parte del Cementerio de Santa Bárbara. [NIÑOS REfUGIADOS DURANTE LA GUERRA CIVIL] al bo rad a ``^ ........................................................................................................................................................................................................................................................ ^lrc.ra..Fer^.á.Hde,^...Garc.ía...vr^o...d.E..^1^s^^r.ri.a^...^o.^.o...^i.wt.a . ^^ : . .rE f ^nr.g.rada...E^...1934...^...^E....^^Edo...E^...E^da...,para ^re^,pre ^ • • ^ • ^ ^ / c^fLic^ia ( ,f-^r^xrrúrrl^z L^rrvr^írr ^e rrvra drrlr+e rrzrr^^v rL^ 7G rre^us^.r rtrre r^ir^ ^Nr Llría rlr^.^dr^ diuce nrr^i . r^tevrf^r crvrr^^ a#zeerrr^ rCe diab^^ nar^ida edr e^letuviu.r, d^.rrl^ rldrid^ !l^^jc^ ^rr # 934 ^rz c^rrlidar! de rrir`rrr v^^ixrrirrda ^vr rrnr9.^ rr^rrvvrc^rz#a^ ^ve ycc^ . ^u tie^vrr ^xtalirr errratidrr ^vr uvur a^rvr^lrrcicírt y.rr^ r^rr ^r^^^uz #zrrvte cLe [r^e liGva^ J^ ^i.rtr^r^irr. ^Gciu rvcvlrvir^^ u c^frrvicr.r ^dt^a r[^^#rrr^^r i# ^rtwe^.rí- a ^ltlu ^ur #al^vra i^ ^!rreNr^cr ^^ir^il, ^^ta r^^z #tuvrr qrreda^^^. c^fttxri, r^e crrxá r# tur^ fa^x lii^-^. cfEqrcí, rvirsid hdrnrv ae^ur ^irrrr eltlekt.r^ r^cír. dir#rrr, #zader^iá [u tr^ar#^rlia rle La clu^r^vrr i# de lrr #tnót^/rr^varr ^rr !^ ^avrze d^ xu ^adv^ r^ alr^rrve^ r!^ .^xrx liYr^rnrrxrr^x. e^f/rr^va, d^^#rrréer, rl^ trrvrt^^ rxdre^^, c^flir^ia r^^r^r^t^vorc^va actrr^l tieer7^r^ r^c^at vvrrí.r lát^ir^trr^ rtrr^ vr^fulr/icr.. licia nació en Misiegos, un pequeña aldea de Asturias, en 1928. Su padre era minero y, además, comunista, por lo que participó muy activamente en la Revolu ción de Asturias, que tuvo luqar en 1934. Así fue como Alicia vino a Elda aquel año, en un tren repleto de niños refugiados: «Nos trajo la Pasionaria y la encargada de la comisión de Elda se Ilamaba Nieves. Salían bandas de música a esperarnos a las estaciones. Aquí, nos trajo la Casa del Pue blo, que estaba por donde está Iberdrola. Nos trajeron a Ali cante directamente y en Alicante estuvimos una noche. Luego, los de la Comisión nos trajeron a Elda. Aquí, ya citaron a los señores que nos habían solicitado para buscarnos». No sólo vino Alicia, sino también cuatro de sus hermanos (en total, eran nueve hermanos) y otros muchos niños de Asturias «que fue ron distribuidos por Elda, Novelda, Petrer... A mí, me trajo un señor que era muy conocido en Elda y que se Ilamaba Hermi Alicia Fernández en la actualidad en su domicilio de Elda. nio Poveda Rico, hermano del pintor Gabriel Poveda. Su seño ra, María Martínez Vera vive todavía y está en el Geriátrico». Poco después, Alicia volvió a Asturias, «pero muchos niños se quedaron». G^nerra. Cuando estalló la Guerra Civil, Alicia volvió a salir de Asturias junto con otros muchos niños, pero esta vez su des tino era Rusia: «Unos primos míos se quedaron allí, pero a nosotros nos Ilevaron a Francia y, desde allí, nos bajaron a Bar celona, a Reus, donde pasamos casi toda la guerra». Pero Alicia no tardó en volver a Elda: «En Barcelona, estábamos en guarderías. Allí, enfermé y me puse en contacto con la familia Poveda y vinieron a buscarnos a mí y a mis hermanos. Una de mis hermanas estaba con ese médico, Aracil, y con sus padres». Un poco antes, cuando Alicia estaba todavía en Asturias, su hermano mayor saltó los Pirineos y se fue Francia. Después, estuvo en el fren 26 alborada IMINI DOSIER] Herminio Poveda, que acogió a Alicia. al uso, sino una eldense más, «una niña del pue blo mezclada con los niños del pueblo, que se volcó con los refugiados». También iba al cole gio, «al Colegio Ibérico, con doña Adela Busquier». Herminio Poveda era operador de cine, al igual que su hermano, y el abuelo era portero del Coli seo: «Íbamos a Ilevar la comida al que hacía de mi padre y nos quedábamos en el cine». madre adoptiva, María Martínez Vera, al poco de venir a Elda, en 1934. te con el grado de tenien te y fue condecorado y herido: «Estaba en el Hos pital de Sangre de Alcoy y le dieron un permiso. Se vino a Alicante. Yo me enteré en Barcelona de que mi hermano estaba por aquí buscando a her manos míos y, cuando se enteró de que yo estaba en Barcelona, se quedó con f^^icra ^o fwe HrHa .wti,ria rc f Hc^^rada ai ................................ .... ... 1hiSO, ^rA^tO 1+^A^lQ ..................................................................... eidEi^r^.,s^e i^á^, «^r^a ..........,aii,ria...dE^...;pHEb^a......... ............................................ . .. ^wtE^c^ada...co.^...^o^s . H i ir^. o,^ ... d^ e í. ..,^ ^. E. b! o. ». migo en el hospital hasta que yo pude venirme». E^calu. Ya en Elda, Alicia estuvo de nuevo con la familia Poveda, «en una casa que estaba en la Fraternidad, en la calle José Sancho Tello o algo así». Alicia no fue una niña refugiada Po^^tg^Erra. AI terminar la Guerra Civil, Alicia, como tantos otros perdedores, sufrió las consecuencias de una herencia de dolor y de sangre: «Dos hermanos se fueron a la guerra, y uno de ellos murió en el frente. Mi hermana pequeña se vino en lugar de uno de ellos y se quedó aquí. Mi padre también estuvo en el fren te». Después de la guerra, el padre de Alicia y uno de sus hermanos se fueron al monte con el maquis, que es como se conocía a la guerrilla republicana: «De vez en cuando, mi padre baja ba a casa. AI final, mi padre y mi hermano aca baron con sus vidas antes de ser capturados. Yo me quedé en Elda y también se quedó mi her mana con otra familia». Pero en Elda también se había perdido la guerra: «Herminio Poveda, el jefe de familia, era socialista, y se tuvo que mar char a Argel, al exilio, y allí estuvo muchos años». Alicia ya no salió de Elda, donde se casó y tuvo tres hijos. Desde entonces, ha vuelto muchas veces a Asturias, a visitar a su familia, pero, después de tantos años, todavía Ilora cuan do recuerda a su padre y a su hermano, acosados en los mon tes, muertos, vivos en sus recuerdos. (NIÑOS REFUGIADOS DURANTE IA GUERRA CIVIL] al bo rad a `^ ............................................................................................................................. Sar^fra.go....C^aviá.a..^rKái,^. u a ^^v c d q r^ e ^e^cz l e e s ^ ^ / ^ !u ^Sa^íiaq^^ CGuu^ida c^Evv^riiz ^^r ^3t^^cs d^ aqun[L^e r^irc^x v^q^u^^arla.r frv^cYd^i^te.^ d^ Jllarli^ul lLe^ladc^^ u^l^lrr a! ^vivtt^ifZi^^ de lrc ^^u^vc^a ciaiL ^Sáld ^stu^ ur^ a^in, fzevcv- ^^ aidu, d^.rde erttaiu^e.^., / ia e.rf^ufr^ Liqada frara .+ie^^fr^^ u us^a ^^iudcul Ja^^de tiw^ d^^Enir^ilia ^i^a d^.rdv y^i^tal^.r d^ lr^^ a^^c^^ 60 J^! {^cz.^adr^^ .^^Ic^. c/f s^u.^ 77 uir^s, a-^ ^rr ^^^^ afz^c^^ih/^ dw^vticiii^^ de 1^ldu, ^ia^rfir«« ^a^idu e.r_ ur^t ^Era^^uz^^ r^twcartty vefu^ari^^ qiie iia r^ia^arLa fz^sv t^das^ L^^ ^^iirfas d^L ^^^i^br^ teEV^^í^fccer3, uvtn é fz^yc^a qc^^ ^^^uQVda c^^^t fzcc^iá^Fr ri^a«i^i^^fa y fzud^^i^t^^« aastalt^ia. ambién recuerda cómo Ilegó a Elda cuando sólo tenía diez años de edad: «En Madrid, el alcalde sacó un bando en el que se decía que todos los niños de corta edad tenían que salir. Había bombardeos y morían muchos niños. Yo estaba en el colegio Jaime Vera y, de allí, nos Ilevaron al tren y a Elda. Nos dijeron que nos íbamos a colo nias de vacaciones». De esta forma, Santiago dejó su hogar, en Bravo Murillo, donde su padre tenía «un consultorio de médicos». 11Egada. Una vez en la ciudad, los niños refugiados fueron Ilevados a la Calle Nueva: «Estaba Ilena de gente de arri ba a abajo, gente que Ilegaba y cogía al niño que quería. Yo esta ba con dos compañeros míos del colegio, amigos de Madrid, vecinos míos.luan Verdú cogió a esos dos niños y, a mí, me cogió Francisco Alba, el cuñado de Manuel Martínez, en la puer ta del Negresco, pero me quedé con Manuel, Manolo el de la Tienda. EI hijo, que ahora es maestro jubilado, no estaba toda vía en la guerra, pero le Ilamaron en seguida. Así que, en la gue rra, viví en la Casa Tienda, caí de pie. Unos estaban mejor y otros estaban peor. Me acuerdo de que el padre de Álvaro Car pena también cogió a una chiquilla, María Luisa, que se mar chó cuando se acabó la guerra». Santiago Chavida en la actualidad en su domicilio de Elda. flrrtbierttE. En Elda, Santiaqo fue al colegio, «donde don Pascual Borruel, pero estuve poco tiempo». También recuer da de la época que «había un teatro de niños que hacían funciones en el Castelar y fui al cine a ver EI sombrero de copa, de Fred Astaire. Una vez, vino la Orquesta Nacional de Madrid durante dos o tres días y un músico estuvo en casa ese tiempo. También 28 álborada IMINI DOSIER] pe izquierda a derecha y de arriba a abaja: Paquika Alba; Salud Alba; Amparo, esposa de Félix Tabernero, el empresario que donó el altar de mármol de la iglesia de Santa Ana; Amparo Martínez Amat, hermana de Manolico el de la Casa-Tienda y esposa de Francisco Aiba; y Santiago Chavida, unos meses después de Ilegar a Elda desde Madrid como niño refugíado. _ _ __ _ _ me acuerdo de que el Partido Comunista repar tía por la calle unas hojas pequeñas con las caricaturas de Hitler y Mussolini. La gente vivía y había mucho ambien te, no se notaba que había guerra, pero eso t Frt...^a..........Nr^erra.,....vrvi .....................................9......................................................... E^ ^a Ca^a Ti^ei^da, .............................................................................................. CC^t ^£ ^tE^ vA^IO^S .................................. ....... ... .................................. E^fabaiv^ ^^e^or ^ ....................................................... .................. . o.tro^ ► ...E^^aba^...^^eo.r». fue el primer año. Después, la cosa ya fue peor». En realidad, Santiago sólo estuvo un año en Elda: «Llamaron a mi padre y le dijeron que me iban a Ilevar a Rusia. Vino mi padre, nos fuimos a Madrid pero tuvimos que parar en Alcázar. Allí, estuvimos tres meses en un cuartel hasta que nos pudieron meter en Madrid». Por aquel entonces, Madrid estaba casi sitiada por las tropas rebeldes a la Repúbli ca. Finalmente, Santiago no se fue a Rusia, se quedó dos años en la capital de España. Su padre falleció nada más terminada la guerra: «Yo tenía trece años y me vine para Elda. Aquí, estuve unos tres meses y Manolo me quería adoptar, pero mi madre no quiso. Yo tenía un hermano en la mili, que se había ido voluntario, y una hermana casa da. Me fui a Santander con unos tíos míos y, allí, me tiré treinta y cinco años, pero venía a Elda de vez en cuando, pasaban dos años, venía quince días, me marchaba... Mantenía el contacto». Mari^o. Por aquel entonces, Santiago esta ba metido en negocios de transportes. Falleció su madre y se casó, «pero no me salió bien el asunto. Mi mujer no quería vivir en Santander, así que vendí mi piso y me vine para acá». San tiago ya estaba en la marina mercante, navegan do en un petrolero: «Compré un piso en Elda, me fui al barco y, cuando pude, me traje a mi mujer y aquí se quedó, pero tampoco quería estar aquí». AI final Santiago se quedó solo con su hijo, que entonces tenía siete años: «Me lo recogió una her mana de Manolo, pero yo no sabía qué hacer porque estaba navegando. Hablé con el alcalde y me lo metió en un colegio de Villena, donde estuvo dos o tres años. Después, por medio de unos conocidos de la marina mercante, lo pude meter en Sanlúcar de Barrameda. La empresa me con certaba el mes que yo tenía de vacaciones para que pudiera estar con mi hijo en verano. Una vez, cuando el chiquillo tenía quince años, me lo Ilevé en el barco a Argentina». Y es que Santiago ha recorrido en barco el mundo entero: «EI primer barco en que estuve era un barco de carga que Ilevaba armas a Corea, pero yo me bajé en Rotterdam y, de allí, me fui a Alemania, pero la policía me detuvo en la fron tera». Aquella aventura terminó con Santiago tra bajando en una empresa textil holandesa. Hubo muchos más viajes en barco por los lugares más exóticos y lejanos que uno pueda imaginar, San tiago escapó ileso cuando su barco fue ametra Ilado en Biafra y, ahora, tanto tiempo después, puede contarlo. Santiago Chavida, que vino a Elda cuando era sólamente un niño, nunca se marchó de la ciudad, donde vive casado en segundas nupcias, feliz y tranquilo, nostálgico, rodeado de las fotos de los barcos en los que navegó. Su hijo, que ahora tiene cuarenta años, come con él todos los dominqos. [NIÑOS REFl1GiADOS DURAME LA GUERRA CIVIL] al bo rad a `^ .......................................................................................................................................................................................... . Carw^eH Roi^ero corl^r^^arfió ^^nr ^oc ,^ar ... ĉ owt H^a atiivta rE.f u9.rada .......................................................................... .................... ^^ q , ae cred ^ie^^^t C^avmvr2 ^IQavr[vvN ^wvz tivrrv aliava 8.2 rrña^ y tY^ía 16 arrc^.r r^uu^rda vtiz,frvz^ la ^^^.uvvva E^ii^il. l^ntavu^vy, ^rrv fv.^tiqc^ dv cárrrN ^v aedr^ic^ err Llrla a h^^ Hiri^.r er^rrcrrada.r dv ryt^aa tsdl^la^^ir^^rv.r cu.^ti jczda.r /r^v el c^avr^li^^ta l^^lica, . r^l^vv tadr^ de Jil{rrlvid, dv davulv vva la rrir`ra c^^r la ^tue F^avvt 3 rvFi vwrrfzavti^ . rrr lia^av vn aqrrvll^e u^rr^.r. cffr^^rl^ada la ^jrrvvvcr, ^avr^dredr vv^^rrvvda rluv llv^^rí la dv.^lurrtduda r^ rrvra . ^itrurr^i^írr hrr^ta^rfe vadtivrr. ^Ov uqrrella vrirra vriadvilvrrrz, nrraca rrr^ís^ .rx s^rrfrc^. I padre de Carmen era de la CNT y«estuvo en Barce lona antes de la guerra». Cuando se rebelaron los mili tares, «estuvo en el frente equis meses, muy poca cosa, porque se ve que hacía como que iba a la que rra y, luego, se venía en seguida». Carmen, que se había quedado sin madre cuando apenas tenía cinco años, vivió muy poco con aquel padre anarquista que iba y venía: «Yo me crié con Antonio Beltrán y un hermano mío se crío con José María Jerónimo Guill. Antonio Sirvent crió al otro». Es así cómo Carmen está en casa de su tío Antonio Bel trán cuando empieza la guerra: «Estábamos mi tío, que era encarqado de los cortadores en la fábrica de lerónimo, mi primo Antonio, una chiquilla que tuvieron mis tíos y yo». Cuando Ilegaron los niños refugiados, «nos enteramos de que en casa de Fraterno Valera, un vecino, había una nena que siempre estaba Ilorando porque quería estar con su herma na, pero no podían tener dos niñas. Y mi tía dijo que se que daba con la otra. Como estábamos en la misma calle, las nenas se veían todos los días. La niña tenía unos diez añicos y era de Madrid, pero no me acuerdo de su nombre, sólo me acuer do de que las vecinas estaban en la calle comentando que había una nena en casa de Amor que estaba Ilorando por que quería estar con su hermana. Eran malos tiempos y no había nada, pero ahí estábamos». Carmen Romero en la actualidad en su domicilio de Elda. Otrow rE f H9rad0^. Por entonces, Carmen paraba poco en aquella casa del barrio de La Fraternidad, en una calle Ilena de acacias que, entonces, se Ilamaba Primero de Mayo, después se Ilamó Falconde y, ahora, Pablo Picasso: «Yo me iba a trabajar, era un demonio emplumao por la fábricas, no he dejado de moverme desde que tenía once años. En la guerra, yo estaba cortando lonas para hacer mochilas para los soldados. También me acuerdo de que iba a la Calle Nueva, a una casa, a coser camisas para los soldados. Éramos voluntarias». Por las noches, después del trabajo, Carmen acudía a la academia de Don Eliso: «Allí, había una chica refugia da que era una alumna más, pero que le ayudaba a correqir al maes 30 álborada [MINI DOSIER] 9arrio de la Fraternidad, estenaria de las carrerias infantiles de Carmen Romero. tro. Se Ilamaba Leo y era más guapa que un sol, era un encanto». También se acuerda de otras dos niñas refugiadas «que estaban en la placetica de San Pascual y que, cuando se hicieron mayores, se volvieron a Madrid, pero allí sólo qanaban para pagar el autobús y se vol vieron a Elda. Una se casó y tuvo una chiquilla y la otra se quedó soltera». No sólo vinieron niños, también los adul tos trataban de escapar de los bombar deos, que fueron una pesadilla: «Mi tío Jerónimo tenía un representante de la fábrica en Madrid. EI representante y su señora vivían en Madrid, pero una bomba les mató a un nene y se vinieron para acá. Estuvieron mucho tiempo en casa de mi tía la de la fábrica porque la señora no quería volver a Madrid de ninguna de las maneras». Son pequeños fragmen tos de la gran tragedia que vivieron muchos refugiados. Por ellos, en Elda, según Carmen, «se hizo lo que se pudo: la niña de Madrid que estaba en la casa de mi tío era como una niña más de la familia y me acuerdo de que estaba en la escuela de don Pedro». ^titi ĉ o{^iC![iQWt1. De los tiempos de la querra, Carmen recuerda que trabajaba y trabajaba, pero también que «salíamos a la esquina de La Fraternidad y allí jugábamos que nos las pelá bamos». Y es que también hubo risas en la guerra: «Me acuerdo de las funciones de teatro, de las estudiantinas que se montaban los de la Fraternidad, de los programas que hacían los del fútbol, que te meabas de risa de lo bromistas que eran, me acuerdo de muchas cosas y de que me lo pasé muy bien a pesar de todo». Hasta qui sieron pagarle por no trabajar: «En la guerra, cuando cerraron la .. . . «C^ttrtc^.^ca... cil^c^l^c^^l ......................................... f......................................... c^r. ^at f r^+^a... c^. r. a^... ^.v c^t r ct ^I^I+Ie ^+^ c^c^barc^ ^a ..... ... ................................................................................. g^crrc^.,....aq^^e^^o .^1^ F:...11.A1..... ^ ^:/S j^i ^/S ^Fr ^to^^ot^, u^twa ^tt^id^at ........ ..............:......................................................... d^^^^,p^^ca^d+w ^l^ ................................................................................ ^^c^ta t^€atf^e^ ................................. ...... ......................... fábrica de Vicente Gil, pagaban sin tra bajar, pero yo no quería eso y me fui con el Aragonés. Siempre he trabajado, me ha gustado mucho». Gtxt^^• Terminada la guerra, Ilegó una situación caótica para todos en general y para la familia de Carmen en particular: «Mi tío se murió el 25 de marzo, cuando faltaban cuatro días, como quien dice, para que se acaba ra la guerra, y aquello fue un despis te total, una huida desesperada de mucha gente. Estábamos desorien tados y la chiquilla que si se va o no se va. Luego, en la familia de Fraterno, que ya han desaparecido todos, enfermaron los padres, la familia se fue y perdimos la pista a las dos nenas». Carmen siguió trabajando, como había hecho toda su vida desde que tenía 11 años: «Cuando me salí del Araqonés, me fui a la fábrica de carteras de la Plaza de Sagasta; allí estaban Vicente el Colao y Reginoy se cortaban carteras de ministros». Se casó en 1946, tuvo dos hijas y enviudó hace nueve años. A su edad, Carmen Romero conserva una mente lúcida, una memoria excelente y mucho del espíritu de ese «demonio emplumao» que se movía como un torbellino por las fábricas. [NIÑOS REFUGIADOS DURANTE LA GUERRA CIVIL] a^ bo rad a 31 TEXTO PRONUNCIADO EL PASADO 6 DE SEPTIEMBRE DESDE EL BALCÓN DEL AYUNTAMIENTO POR EL M F DICQ E L D ^ N S E Ramón Candelas Orgilés, Fiestas Mayores 2003 r. Alcalde Presitlente tle este Excelentísimo Ayuntamiento, Sr. Concejal de Fiestas, señores concejales, invitados y totlos los presentes: iBuenas noches! Cuando el Sr. Alcaltle me propuso la designación de Pregonero para estas Fiestas tle Septiembre, tlije que me confería un gran honor, me protlucía gran satisfacción, y también dije que este balcón me tlaría vértigo, lo que hoy confirmo, un vértigo enorme. No obstante, muchas gracias, Sr. Alcaltle, por concederme este privilegio. Decir el Pregón de las Fiestas Mayores es un gran reto. Haber nacido en la calle tle La Tripa y haber transcurrido toda mi mi vitla en Elda no es garantía tle palabras lúcitlas y brillantes para abrir esta noche mágica tle la Alborada. Sin embargo, habiendo puesto en tal empeño todo mi corazón, espero merecer, cuantlo menos, vuestra benevolencia. Hace poco más tle un siglo, en 1902, se publicó un librito del poeta Francisco Ganga, «EI Seráfico». Permititlme que tome sus primeros versos para iniciar mi tliscurso. Decía así: Elda, feliz y tlichosa eternamente serás, pues catla paso que das te haces más laboriosa. La senda de la virtutl no abandones patria mía, ya que por ella te guía la Virgen tle la Salud. Creo que estos versos itlentifican los sentimientos tle los que nos reunimos aquí esta noche: el cariño a Elda y el amor a los Santos Patronos, la Virgen tle la Salud y el Cristo del Buen Suceso. En base a estos dos pilares, he redactado estas palabras añatliendo algún recuertlo de la Elda y fiestas de mi niñez y atlolescencia. Existe una circunstancia que no se ha citado en mi presentación y es que yo conocí al último pregonero que tuvo el Ayuntamiento de Eltla y me Ilena de satisfacción considerarme, en cierto modo, heredero de tal personaje y tlesearía que mi disertación fuera un pequeño homenaje al mismo. Tengo, por casualidad, el pregón tle Fiestas que dijo el año 1928, lo cual me ha facilitatlo la labor tle confeccionar el mío, limitántlome a añatlir algunas notas. AI pregonero, cuyo nombre no recuerdo, le Ilamaban el «Tío Sopas» porque hablaba como si estuviera, al mismo tiempo, comiendo sopas. Era su atuendo de pana verde, gorra de plato con galón rojo y en las solapas las tloradas iniciales de su cargo. Se anunciaba en las esquinas no con la consabida y chillona trompetilla, sino con un retloble de tambor. Su Ilamatla congregaba a los chiquillos que jugábamos en la calle, a las vecinas y vecinos que andaban en sus trabajos; se asomaban curiosos a sus puertas los tentleros y parroquianas, los barberos y sus clientes y los habitantes tle las tabernas. Es tlecir, todo el pueblo. Dicho pregón comienza así: -De orden del Sr. Alcalde del llustre Ayuntamiento de la antigua y fiel ciudad de Elda. La palabra antigua nos introduce en el recuerdo, en la historia. De la antig ŭ edad de Elda hay testimonios tlesde la época de los iberos, hace 500 años a.C. Destle entonces a hoy, nuestro solar ha sido asiento de diversos pueblos y culturas, cambios frecuentes de dueños y pertenencia y han pasado muchos avatares históricos. Totlo ello nos habla de plurales raíces, tle sentirse alimentatlo por savias diferentes. De la historia y tlesarrollo industrial se han ocupatlo numerosas plumas, no es momento tle relatarlos esta noche. Pero nuestras raíces no sólo se huntlen en la historia, sino también en el medio físico. EI Valle tle Elda con el río Vinalopó y los montes del Citl, Chaparrales, Camara, Bolón y Bateig y, sobre todos ellos, el aire diáfano, limpio y eternamente azul, contribuyen a crear el carácter y la identitlatl de sus habitantes. EI río no sólo fue fuente de fecuntlidad, sino también eje tle comunicación y cultura. La tierra, fértil al principio, fue apurándose a metlio que río perdió su caudal e hizo multiplicar el esfuerzo, trabajar duro para arrancarle algún producto y, al final, fue la causa del cambio de actividad agrícola a la intlustrial. EI Pantano, creado para recuperar la feracidad de las tierras, pronto no cumplió sus fines, quetlantlo tan sólo como lugar tle encuentro y excursiones. Más tardío, el ferrocarril amplió las comunicaciones, facilitó el tlesarrollo de la intlustria y nos tlejó otra seña de itlentidatl, el túnel. Con su misterio, creaba y avivaba la imaginación introduciendo un acento poético. Veíamos entrar o salir el tren con excitación, sentir su trepitlación, como un temblor de tierra, era como considerarla viva. Nos acurrucábamos en una de sus casillas y notábamos en la oscuridatl envolvernos el fragor, el torbellino de aire y entreveíamos pasar el tren a dos palmos de los ojos semicerratlos entre la emoción y el miedo. Nos adentrábamos en el túnel y, entre sustos y risas nerviosas, nos creíamos héroes de Julio Verne viajantlo al centro de la tierra, y en la oscuridad y silencio culminaba la ^ misc^lánea aventura intentando robar un beso. Así lo cantó el poeta Campoamor: Con tanta emoción pasamos el túnes tle Elda los dos que de inmediato exclamamos iNo habrá otro túnel, Gran Dios! Pero ya es momento que volvamos al pregón tlel señor Sopas. -Hago saber: Que el próximo día 6 de septiembre darán comienzo las Fiestas en honor de los Santos Patronos el Cristo del Buen Suceso y Virgen de la Salud, en consecuencia deben los vecinos tomar la debida holganza para poder adecentar las calles, acicalarlas con perillicas, farolicos y bandericas; encalar y enramar las fachadas y acopiar el mejor condumio para tal evento. EI bando anuncia la conmemoración de los sucesos tlel año 1604, cuando el segundo Conde de Elda, tlon Antonio Coloma y Calvillo, finalizatlos sus servicios como Virrey de Nápoles y Certleña, vuelve a Elda y trae dos bellas imágenes: un Cristo de fina talla y una Virgen tle hermosa cara, las cuales, incorporadas al acervo religioso eldense, posteriormente fueron proclamadas patronos tle la villa con los nombres de Cristo del Buen Suceso y Nuestra Señora tle la Salud. Pitle nuestro amigo Sopas a los vecinos que catla cual deje a un lado sus problemas, sus preocupaciones, abandone sus faenas y tlediquen los siguientes días tle víperas a preparar las fiestas. Empezando por las calles, aliviántlolas de hoyos y tle piedras, regándolas para dar limpieza y frescor, encalando las fachadas, enramántlolas con taray y romero y alumbrando los balcones amén de vestirlos con banderas y cobertores. Pitle, igualmente, que detliquen tiempo a su aseo personal. Para los varones, eran días de afeitarse, lavarse los pies y el torso y restregarse las orejas con aguartliente; para las mujeres, de hacerse la permanente. Y era momento de sacar tle los baúles y cómodas los trajes y vestidos guardatlos entre olorosos membrillos y ramas de espliego. Y hacer viajes al horno Ilevando en lebrillos y Ilandicas las magdalenas, rollicos, mantecatlos y las divinas toñas. Igualmente, prevenir lo necesario para preparar la cena típica de la Alborada: pataticas al montón y morcillicas de cebolla y la sopa cubierta y rellenos de los tlías tle la Virgen y el Cristo. Sigue nuestro pregonero anunciando el contenitlo de las fiestas: Que el día 6, en la Plaza de la Constitución, a las 12 de la noche, con el disparo de una bomba real, volteo de campanas y la Marcha Real, interpretada por la banda de música Santa Cecilia, quedará anunciado al vecindario que da comienzo la tradicional ALBORADA. Tras lo cual, la comitiva, alcalde e invitados y público en general precedidos de la banda de música, se trasladará a los solares del Progreso, donde se disparará un descomunal Castillo de Fuegos Artificiales. La convocatoria es pertinente, invita a empezar las fiestas en la plaza del Ayuntamiento, rito que se repite de generación en generación. En 1904, mis padres vinieron de la mano tle mis abuelos; en 1934, yo venía de la mano de mi padre; en 1964, pasado otro tercio, traje de la mano a mis hijos; hoy, mis hijos traen de la mano a mis nietos. iQué fabuloso! Pocos recuerdos quedan tan imborrables en la mente, especialmente en las mentes infantiles, como las sensaciones de esta inolvidable noche. Perfumes, luces, colores y estruendo de cohetes. A los jóvenes, nos ilusionaba ir detrás de la banda tle música y, en cierta ocasión, viendo que no la acompañaba ninguna presidencia, nos metimos tletrás de ella como un joven consistorio, pero, andados unos metros, Ilegó la autoridad rezagada y nos Ilovió una sarta de bastonazos e improperios que arrancó otro castillico tle luces tle nuestras cabezas y sembró tle cardenales nuestras espaltlas. Tengo para mí que, aunque no me midieron para ir a la mili, estoy bien metlitlo por la vara de nuestra primera autoritlatl. EI Tío Sopas, en su pregón, anunciaba a continuación los festejos: Al amanecer Gran Despertá, volteo general y disparo de 21 salvas de gran potencia, a/as 6 y media de la mañana Diana por la Banda de Cornetas y Tambores de los Exploradores y la Cruz Roja. A las nueve pasacalles por la banda de música. EI día 7 Solemne Salve, y los días 8 y 9: Misas Mayores, Salves y Solemnes Procesiones. Durante estos días se celebrarán: Carreras ciclistas, partidos de fútbol y de pelota, tiradas de Pichón, tiradas a bola, conciertos, bailes y verbenas, Monumental Globo, Castillos de Fuegos Artificiales y Colosales Tracas. Como vemos, los festejos empezaban al romper el tlía, siendo un derroche de actividades; al final del mismo, los que estaban rotos eran los vecinos. Pero no le hasía, ieran fiestas! Fastuosa era la Liturgia, con el ritual del Acompañamiento tlel Predicador, las Misas Solemnes de Perosi y Eslava, las Salves tle Agapito Sancho y Eslava y las Procesiones, cuyo recuerdo inspiraría tlelicadas páginas de Castelar. «Yo no he visto procesión como aquella del anochecer...», diría el tribuno. Y los versos que EI Seráfico dedicó a la Virgen: Ha salido en procesión Por las calles de esta Villa EI encanto y maravilla De la angélica mansión. miscelánea^ Durante su desfile, las imágenes realizaban un par tle paratlas durante las que se cantaban motetes bajo una Iluvia tle aleluyas y pétalos de flores y, a su entrada en la iglesia, embalsamada con aromas tle la salvia, el espliego y la cera tle las «doce mil velitas», con el canto de los Villancicos tlel maestro Gorgé, se cerraba el fasto con un momento insuperable. Prosigamos con nuestro pregonero: Que no olvide esta parroquia tratar bien al forastero, que si familiar fuese, bien le vale para la buena convivencia, y si compromiso de negocio, igualmente mejor para los que se hicieren en el futuro. Las fiestas eran ocasión para que vinieran los que vivían lejos, familiares, amigos e invitatlos. Era momento de ver damas vestitlas de capital y compuestas con sombrero y caballeros con cuello almidonado y bastón tle puño de plata. Eran y son momentos tle recibir o recordar a los hijos y familiares dispersos, tle sentir en el alma a los que se fueron para siempre. Hablando de ausentes, es momento de hacerlo un minuto tlel fenómeno tle la emigración, porque su flujo y reflujo ha sitlo factor determinante tle lo que Elda es hoy. Desde el siglo XIX, Elda fue destino de emigración, pero tuvo también momentos inversos en los que fueron eldenses los que emigraron. Un 8 tle septiembre, unos cuantos eldenses andaban sin rumbo por las calles de Buenos Aires con las tripas encogidas por vacías y lamentantlo lo lejos que estaban tle su Eltla en fiestas cuando pasó junto a ellos una mujer que Ilevaba a la cabeza un gran tablero con panes recién sacatlos tlel horno. A uno de aquellos, Antonio Vera «Patasema», embriagatlo por el perfume de los panes, se le escapó este quejumbroso comentario: «Como estos panes, buena mujer, los hacía mi matlre». Y la buena mujer, comprendiendo su situación, los invitó a su casa a comer. De sobremesa, contaron sus tlesventuras, brindaron con vino y nostalgia y celebraron con bien el día tle la Virgen. Con totlo lo dicho, queda esbozatlo un poco cómo es Eltla. Pueblo con defectos, ^y cuál no?, anárquico, rompedor, gastatlor, confiatlo, improvisador, jactancioso... que tanto se le fue el alma tras el trabajo que dicen los que la conocen que le quedó muy poca para otras cuestiones. Pero Eltla, sujeta a muchos vaivenes y cambios, sabe sobreponerse, sabe trabajar, sudar y batallar; no es conformista, sino activa, emprentletlora e innovatlora; vitalizatla por cien sangres, no está cerrada en sí misma mirántlose el ombligo, sino que es abierta y acogedora; y, finalmente, cansatla de trajinar, sabe cambiar tle chip convirtiéntlose en pueblo ilusionado y alegre que sabe divertirse. Acababa su pregón el tío Sopas tliciendo: -Que finalizadas las Fiestas con bien, vuelva cada uno a su faena, haga lo que mejor pueda su trabajo, prepare su futuro y el de sus hijos, y tenga presto el pensamiento en los días que faltan para el próximo septiembre. Nosotros haremos lo mismo, volveremos a empezar una vez más. Pero es también momento de pregonar sobre qué va a hacer Eltla en los tiempos venitleros. ^Sólamente trabajar con frenesí hasta otras fiestas? Mi pregón es un canto a la esperanza, invita a no dormirse en el pasado, hay que mirar hacia delante. Los problemas que plantea el porvenir son serios, se avecinan tiempos duros. Hay que tener en cuenta el cúmulo de desastres actuales, especialmente que hay mucha gente con hambre y eso no se puede olvidar. Se imponen nuevas fórmulas de convivencia, siendo prioritarios los principios tle justicia y solidaridad y todo lo que no vaya por esos caminos, a la larga, no tendrá futuro. En este devenir, no pierdo la fe en nuestro pueblo, creo que Elda tiene capacidad para algo más y tiene que exigirse mucho más. Tengo confianza y me atrevo a vaticinar que Elda no se arrunsará en apatía o desaliento. Eltla sabrá afrontar los nuevos problemas, tomar los rumbos adecuados y seguirá siendo ejemplo y acicate para otros pueblos. En ese futuro, hay una meta más cercana, el año 2004 con la celebración de icuatro centenarios!. Y, así como el Centenario de 1904 fue efeméride que animó el espíritu de los eldenses totlo el siglo pasatlo, trabajemos para que las celebraciones del año próximo lo sean igualmente para las generaciones del siglo XXI. Pero, antes, hay otra meta más inmediata que empieza esta noche cuando toquen las campanatlas de las doce, cuantlo suene la bantla de música, cuantlo la traca Ileve su fuego entre las torres tle la iglesia y estalle la palmera que lance al cielo mis suspiros de colores iniciantlo la Alborada y Fiestas tlel 2003, que también son muy importantes porque ellas y nosotros vamos a cerrar el Tercer Centenario, el que iniciaron nuestros padres y abuelos con entusiasmo. Como pregonero tle ellas tengo el aprecio tle decíros:En nombre del señorAlcalde, felices fiestas a todos y Dios guarde a este vecindario el año venidero y muchos más. VIVAN LAS FIESTAS DE ELDA. VIVA LA VIRGEN DE LA SALUD. VIVA EL CRISTO DEL BUEN SUCESO. VIVA ELDA. Muchas gracias. ^mti^c+^lánea La calle Nueva a principios del siglo XX. CUATRICENTENARIO PRODIGIOSO, UN CENTENARIO HISTÓRICOYOTROS , f+ATCAAf^TA ALBERTO NAVARRO PASTOR _ __ entro de muy poco, van a cumplirse cien años que la villa de Elda se apresta ba a iniciar un nuevo año, pero un año que no era como los demás, con sus inte rrogantes sociales y la continui dad y monotonía de la vida labo riosa de sus gentes. Ya desde septiembre de 1903 Ilegaba a los hogares católicos de Elda un cuadernillo en cuarto, Ileno de un espíritu exalta do de amor a los Santos Patronos del pueblo, exhor tando a sus habi tantes a celebrar con sin igual grandeza y entu siasmo los trescientos años trans curridos desde que las dos hermosas imágenes de una Virgen con el Niño en sus brazos y un Santísimo Cristo en el crucifijo de su martirio habían Ilegado a Elda, entre el entusiasmo de la multitud, desde el puerto de Alicante al que una legendaria nave las habia traído desde Cerdeña, isla en la que un Conde de Elda era Virrey por mandato de Feli pe III. -- . _ re^i^^^l,^r^^^ i La calle Nueva a mediados del siglo XX (fotos procedentes de la Biblioteca Valencianaj. La revista, titulada EI Centena rio, con una modesta y liviana cubier ta en papel de color y con un tam bién modesto papel, iba renovando el amor y la exaltación de los elden ses hacia sus Patronos con inspi radas poesías y con escritos en prosa alentando y proclamando la secu lar tradición de los eldenses de amor y devoción a sus Patronos Ilegados del mar. Firmas destacadas de hijos de Elda, y también de otros hijos de Elda aunque nacidos en otros luga res (contradicción manifiesta que no preocupaba a nadie que habita ra en Elda), como las de Agustín Cavero, Francisco Maestre Pérez, Domingo Tomás Vera, Antonio Cre mades, Juan Vidal Vera, Baldomero Alonso y Maximiliano García Soria no, entre otros, ofrecían trabajos literarios y poéticos que aún hoy, cien años después, son releídos con gusto y admiración. EI objetivo de esta campaña era la preparación y organización de los grandes actos con los que con memorar dignamente la Ilegada de las imágenes que se convertirían en los Santísimos Patronos de Elda, al cumplirse el Tercer Centenario, al igual que lo habían hecho sus ante pasados con ocasión del primero y segundo, festejándolos con fasto, solemnidad y esplendor sin igual en la entonces villa. Y a fé que lo consiguieron, y las fiestas del III Centenario rayaron a una altura como jamás se habían cono cido en Elda: los desfiles, la Cabal gata Histórica, los fuegos artificiales, las celebraciones litúrgicas, las músi cas, la participación y ambiente popular y, en fin, todos los actos del III Centenario alcanzaron una cús pide casi imposible de igualar, y mucho menos superar, por futuras generaciones de eldenses. En este mismo año de 1904, la villa de Elda bullía en hormigueo de gentes que venían de pueblos cer canos y lugares lejanos atraídas por las sirenas -con su sonido pene trante no tan seductor como las del mar de Ulises, pero con un irresis tible acento que prometía pan y tra bajo- nutriendo de brazos e inteligencias a las naves de las fábricas que calzaban a toda España y aún conquistaban medallas de oro por el estilo y elegancia de sus calza dos en las Exposiciones Universales de París y Londres allá por 1902. Y Elda crecía en población y los fabricantes levantaban barriadas salubres y cómodas para albergar a las familias que Ilegaban desde todos los puntos de España, y la villa se esforzaba en igualarse a las más prósperas poblaciones, por lo que en 1904 instalaba su primer teléfono -compartido por el Ayun tamiento, el Juzgado y la Guardia Civil-, y establecía el primer acuar telamiento de este benemérito Cuer po en previsión de que el aluvión de nuevos obreros propagara las ideas de reivindicaciones sociales y crea - miscelfinea 3^ ra conflictos que alterasen la pací fica convivencia de la población eldense. Y en este ambiente de supera ción y engrandecimiento, un día, el 24 de mayo del estelar 1904, Ilegó el comunicado oficial del Ministerio de la Gobernación informando de que «...queriendo dar una muestra de su Real aprecio a la villa de Elda, S.M. el Rey Alfonso XIII le conce día el título de Ciudad». EI real comunicado fue pre gonado por el «voz públi ca», a golpe de tambor, en todas las esquinas de la fla mante ciudad, y la alegría de los ciudadanos -antes viflanos, sin el sentido peyo rativo que tiene esta pala bra- fue clamorosa. Una nueva aportación de eldenses, preocupados por la grandeza y prosperidad de la laboriosa ciudad, fue la inauguración de un cen tro adecuado al incremento de la categoría social de las clases medio-altas de Elda, el Casino Eldense, con un soberbio edificio en la calle Nueva, abandonando el modesto local alquilado en la calle de Colón, esquina a la placeta de Santa Ana, donde desde 1901 se reunía la sociedad eldense, con sus juegos de cartas en las que iban y venían y desa parecían importantes can tidades de pesetas de las de entonces, se producían los chicoleos de la juven tud, y se celebraban con entusiasmo los certámenes poéticos iniciados por el joven Miguel Tato y Amat, director de EI Vinalapó, que acababa de crear la bene mérita Cruz Roja en Elda un año antes, y en los que pudo leer sus fervorosas poesías a la jovencita Milagritos Gorgé, entonces en plena gloria de su bellí sima voz. Y por si le faltaba algo al pueblo emprendedor, que rompía a trozos los corsés de siglos de oscura humil dad, poco después la población se engalanaba con un suntuoso teatro DOCUMENTO CENTENARIO de magnífica presencia, el Teatro Castelar, que traería a la ciudad las mejores compañías de España, el encanto de las «varietés» y la zar zuela y, sobre todo, el cinemató grafo, que entonces hacía furor con sus héroes de sombras y luces y las prodigiosas aventuras de sus vaque ros y caballistas que arran caban tempestades de voces y pataleo en los pisos de madera del «gallinero». De todo aquello hará cien años en ese próximo 2004, y cuatrocientos de la Ilega da de las imágenes de la Virgen de la Salud y el Cris to del Buen Suceso, y Elda se apresta a celebrar estos centenarios con el mayor esplendor y entusiasmo. A la sombra de estas celebraciones han apareci do otras muy respetables y muy dignas de ser conme moradas cuando cumplan su primer centenario, pero que ahora creemos deben dejar paso a estas magnas celebraciones centenarias que se preparan. Los 75 años que se proponen para las Fallas, los 60 desde que se inició el primer desfile de la segunda época de los Moros y Cristianos en Elda, los ya mencionados del telé fono y la instalación de la Guardia Civil en Elda y los 60 desde la recepción de las nuevas imágenes de los Santísimos Patronos, cele brada en 1944, no deben diluir la grandiosa conme moración que Elda prepara para festejar los 400 años de la Ilegada de sus Patro nos, y los cien años redon dos de su ascensión a ciu dad y de la inauguración del Teatro Castelar y el Casino Eldense, orgullo todo ello de la ciudadanía eldense. miscelánea Fachada delantera del colegio tras la rehabilitación. EI remodelado C . P . Padre Manjon : ACTIVIDADES CONMEMORATIVAS CON IU COMISIÓN ORGANIZADORA n junio del año 2001, el profeso rado del C. P. Padre Manjón pre paraba el material y el mobiliario escolar para el traslado al IES La :,Torreta de los alumnos de Pri maria y al Centro Parroquial de Santa Ana de los de Educación Infantil. Se iban a iniciar las tan demandadas obras de remodelación del colegio. Cuando en enero de este año se hizo evidente que la finalización de las obras estaba próxima y que el curso 2003-2004 lo iniciaríamos en el nuevo edificio, desde el Consejo Escolar se creó una Comisión destinada a orga nizar una amplia gama de actividades para celebrar un hecho tan significati vo. La implicación de muchas perso nas fue inmediata pues, no en vano, toda la comunidad educativa ha esta do pendiente, preocupada y al tanto del desarrollo de las obras. Si ya desde antes del inicio de la remodelación el Consejo Escolar efectuaba un segui miento muy estrecho del proceso, era lógico que el empuje y decisión des plegados culminasen con un último y decisivo esfuerzo: regresar por todo lo alto. La primera semana de febrero se reunía esta comisión forrnada por padres/ madres, profesores/ as y la dirección del centro. En esta reunión surgieron muchas ideas y propuestas de activi dades y una semana después se había elaborado ya un proyecto de presupuestos por un valor de 22.850 euros. Todo un reto; casi un imposible que no se podía asumir con la asignación anual que el centro recibe de la Consellería deEducación. La primera cuestión a resol ver entonces sería la de obtener los patrocinadores que garantizasen el desarrollo de las actividades previstas y que, en síntesis, serían las siguien tes: - - -- miscelánea 3^ ^ • La edición de un libro conmemora tivo de los 71 años de historia del colegio. • Una exposición fotográfica con una amplia selección de fotografías de estos 71 años. • Toda una serie de actuaciones en torno a los actos propios de la rei nauguración: conferencia inaugu ral, jornada de puertas abiertas, pro tocolo de inauguración, etc. • Realización de actividades de carác ter cultural programadas para el pri mer trimestre del curso 2003-2004: una Semana Cultural en torno a los 71 años de historia del colegio; la convocatoria de un Concurso de dibujo cuyo motivo sería el nuevo colegio, un Certamen de comics convocado para todos los colegios de Primaria de Elda y la realización de un Ciclo de charlas y conferen cias a realizar también durante el primer trimestre del nuevo curso escolar. • Realización de una amplia gama de actividades deportivas, con una asignación cuantiosa para premios y un pequeño recuerdo para todos los participantes. Para nuestro regocijo, los primeros contactos con empresas e institucio nes supusieron un respaldo inicial muy estimulante. EI hecho de que muchos empresarios, representantes de insti tuciones y particulares hubiesen estu diado en nuestro colegio y la vinculación afectiva que ello suponía, nos abrió muchas puertas. Vislumbrada la posi bilidad de Ilevar a buen puerto lo pre supuestado, una gran responsabilidad se nos vino encima: planificar y organizar hasta el mínimo detalle todas y cada una de estas actividades. Se crearon subcomisiones de trabajo para las dis tintas áreas y grupos de actividades, con el fin de ir avanzando simultánea mente en la organización y desarrollo de todo este vasto conjunto de actividades y actos programados. La confección del libro, por su difi cultad y la dilación en el tiempo de su proceso de elaboración, fue la prime Fachada posterior del edificio. ra tarea que centró nuestros esfuerzos. A tal fin, se hizo un Ilamamiento a toda la ciudad para recoger cuanto material y documentación audiovisual (fotos, revistas, periódicos, etc.) sirvieran para elaborar e ilustrar el libro. AI mismo tiempo, con ese material, escaneado y debidamente registrado, se crearía un archivo documental de la historia del colegio que quedaría custodiado por el centro y disponible para cuan tas consultas y/ o investigaciones de carácter histórico se deseen efectuar en el futuro. Con una amplia selección del material recogido, se realizaría una Exposición fotográfica durante el mes de octubre o noviembre, ubicada en el edificio Manjón, y disponible para que todos los eldenses conozcan o se reco nozcan en estos 71 años de historia del colegio. A mediados de junio, tras múltiples gestiones y contactos con las perso nas e instituciones que participarían en los actos, se confeccionó el calendario concreto de actividades a realizar desde octubre hasta diciembre. Un calenda rio que hubo de modificarse a comien EI nuevo edificio de Cardenal Cisneros concentra todo el aulario. miscelánea^ Las actividades de reinauguración se abrieron con una conferencia del escritor Andrés Trapiello. zos de septiembre, dado el retraso en la finalización de las obras y la necesi dad de centrar todos los esfuerzos en acondicionar y organizar el colegio para comenzar el curso con total normali dad en la nueva ubicación. Finalmente, a comienzos de octubre se iniciaban las actividades programa das. EI día 3, se abrían los actos con una conferencia del escritor Andrés Tra piello en torno a la situación actual de la cultura y la instrucción y a la que asistieron más de 250 personas. Del 2 al 8, los alumnos del colegio disfrutaban de una representación de títeres y la visita al COSMICAM, instalado en el propio colegio. Se convocaron los dos certámenes, de dibujo y de cómics, este último para todos los colegios de Elda. A mediados de mes, se iniciaban las actividades deportivas con distin tas competiciones: futbito para padres, futbito alevín y benjamín con partici pación de varios colegios, basket, mul tideporte y ajedrez, cuyo torneo cul Exposición de imágenes retrospectivas. minó con una sesión de partidas simul táneas con 25 jugadores, alumnos y ex alumnos del colegio, a cargo del jugador cubano Rigoberto Alderete, y que despertó una gran expectación el día 7 de noviembre. Otra de las actividades previstas, la celebración de una mesa redonda con cuatro personas vinculadas al cole gio en distintos momentos de su historia, se celebró el 24 de octubre. En un acto entrañable y emotivo, Ma Jesús Vera, Camelia Belda, Consuelo Poveda y Ma Ángeles Javaloyes evocaron detalla damente algunos de los momentos más significativos de estos 71 años. Finalmente, la presentación del libro y la exposición fotográfica se fijó para el sábado 22 de noviembre, con una proyección de más de 300 fotos y la presencia de Vicente Esteban, Ma Car men Segura y Manuel Martínez, anti guo maestro del colegio. También para ese mes, el 7, se realizó una actuación del grupo Kasiclásika, a la que asistie ron además de adultos, alumnos de 5° y 6° del colegio. La jornada de clausu ra de todos los actos estaba prevista para el 12 de diciembre, con la entre ga de premios deportivos y de los cer támenes convocados y una conferen cia a cargo de la periodista Ma Jesús Ivars, antigua alumna del colegio. EI 21 de noviembre también hubo una con ferencia del pedagogo granadino José Montero, sobre la figura y la obra de Andrés Manjón, y otra de José Luis Bazán el 28 de noviembre en torno a la historia del colegio. Cuando estas páginas vean la luz, casi todas las actividades previstas se habrán Ilevado a cabo y nuestra ilusión es que haya sido de la forma más satis factoria. No en vano, detrás de todas ellas hay un largo trabajo y una prolongada dedicación de muchas personas. Cree mos que tanto esfuerzo habrá mereci do la pena si quienes durante 71 años, de un modo u otro, han estado vincu ladas a nuestro colegio perciben el más grato reconocimiento y el cálido home naje de aquellos que hoy seguimos en la brecha que ellos abrieron. ^ miscelánea NUEVOS ESPACIOS CULTURRLES Casa de la Viuda de Rosas UNA SE E MODERNISTA PARA ^.®S MOROSYCRISTIANOS REDACCIÓN ____ a Junta Central de Comparsas de Moros y Cristianos dispone, desde el pasado 10 de enero, de una flamante sede modernista, la antigua Casa de la Viuda de Rosas, en la Calle Nueva. Ese día, a pesar del intenso frío, unas dos mil qui nientas personas arroparon a Capitanes y Abanderadas en el acto inaugural, presidido por el alcalde, Juan Pascual Azorín; el obispo de la diócesis, Victo rio Oliver; y el presidente de la Junta Central, José Blanes. Como destacó el alcalde, la rehabilitación de una casa modernista tan emblemática supone una dinamización cultural del Casco Antiguo. Miles de festeros y ciudadanos tuvieron la oportunidad de conocer el interior de la flamante sede de los Moros y Cristianos en los dos días que hubo de puertas abiertas, inmediatamente después de su inauguración. EI inmueble, construido en 1915 y rehabilitado por el Ayuntamiento a lo largo de todo el año 2002 con un coste de cerca de un millón de euros, dispone de planta baja y dos alturas que han servido para desarrollar múltiples actividades cultu rales y festeras y exposiciones artísti cas organizadas no sólo por las com parsas, sino también por colectivos y ciu dadanos. miscelánea Centro Cívico y Ju^enil CASA PARA LA JUVENTUD ás de tres mil personas asis tieron, el pasado 3 de mayo, a la inauguración del nuevo Centro Cívico y Juvenil, ubi cado en la Plaza de la FICIA, lo que ha permitido disponer de un nuevo espacio para la cultura, los jóvenes y también las personas mayores. Este importante complejo ha contado con un presupuesto superior a los 24 millo nes de euros y ha sido posible mer ced a la cesión de suelo a la empresa Vinalopó Bus, filial de Alsa, por espa cio de 75 años, pasados los cuales, todo revertirá al Ayuntamiento. EI complejo incluye una plaza pública de 6.000 mz. que alberga un conjunto escultóri co del artista eldense Sócrates de la Encarnación dedicado a la mujer tra bajadora, dos plantas de aparcamien to en el sótano con capacidad para seiscientos vehículos y un hotel de cuatro estrellas, además de una subes tación de autobuses. EI Centro Cívico y Juvenil ocupa unos 2.800 m2. distri buidos en planta baja y tres plantas. En la planta baja, están ubicadas las oficinas del Centro de Información Juvenil y de la concejalía de Juventud; en la primera planta, hay un salón de actos con capacidad para ciento cin cuenta personas y un gran salón mul tiusos; en la segunda planta, hay tres salas-taller, un despacho para la con cejala del área de Juventud; y, en la tercera planta, hay un gran salón des tinado a sala de estudio y dos salas más que se dedicarán a ciberteca y a ludoteca respectivamente, además de una amplia terraza. Desde el día de su inauguración, y a falta de disponerse de todo el equipamiento necesario, algo que está negociando la concejalía de Juven tud con el IVAJ (Instituto Valenciano de la Juventud), el Centro Cívico y Juvenil ha albergado múltiples actividades de todo tipo, tanto lúdicas como cul turales y sociales. miscelánea a actuación de la soprano Mont serrat Caballé y la presencia del presidente de la Generalitat, Fran cisco Camps, aderezaron la inau ^^^^^^^guración del nuevo auditorio de la Asociación de Ópera y Conciertos, que tuvo lugar el pasado 4 de diciembre. La soprano catalana, en su sexta visi ta a Elda, estuvo acompañada por la Orquesta Sinfónica de Oviedo y el Orfe ón Voces Crevillentinas, todo bajo la dirección musical de Pilar Vañó y presentado por la diseñadora eldense Sara Navarro. Dos días antes del evento, se había celebrado una especie de pre inauguración para los socios de ADOC y los vecinos de la zona con un con cierto de la Orquesta de Cuerda y Vien to del Conservatorio de Música de Elda. De esta forma, cuatro años des pués de iniciarse el proceso y con una inversión de 285 millones de pesetas por parte de la Consellería de Cultura, ADOC cuenta con un moderno audi torio después de haberse rehabilitado, de forma integral, lo que fue el antiguo cine Cantó, adquirido por la Asocia ción en 1999. EI Auditorio de ADOC cuenta con una capacidad para seis cientas personas, algo más de cuatro cientas en el patio de butacas y el resto en el anfiteatro. Además, hay en la pri mera planta un amplio vestíbulo, con capacidad para cien personas, que se quiere aprovechar para reuniones y exposiciones. Precisamente, y con moti vo de la inauguración, se abrió una exposición del pintor Gabriel Poveda de temática general y también musi cal. La intención de ADOC es progra mar en el auditorio actuaciones musi cales de todo tipo, no sólo de música clásica, abriéndolo a géneros como el jazz, el flamenco o la copla. Los espec táculos de ópera y zarzuela, que requie ren un montaje escénico, serán des viados al Teatro Castelar. La Asocia ción de Ópera y Conciertos ha previsto también otras actividades comple mentarias, como proyecciones audiovisuales para las que se ha previsto la adquisición de un moderno equipo de proyección. Auditorio de ADOC NUEVO ESPACIO PARA LA MÚSICA miscelánea; w,^ Estand del Museo en la última edición de Modacalzado. EI Museo del Cal z ado , UN INSTRUMENTO ALSERVICIO DELSECTOR ^OSÉ MARÍA AMAT AMER _ _ i os últimos meses han sido especialmente intensos y espectacularmente interesantes con vistas a la proyección del Museo del Calzado como exponente de un mayor prestigio del calzado español en los mercados internacionales. Son varios los frentes en los que actúa nuestro Museo. Si en lo referente a la muestra expositiva se ha alcanzado un alto nivel de calidad y contamos con la admiración de todos los visitantes, e incluso superamos la sorpresiva imaginación de aquellos que han oído hablar de este Museo pero no lo han visitado, y que contrasta satisfactoriamente con la idea que se habían forjado; nuestra incidencia en el mundo de la enseñanza es significativa y así mantenemos cada año el curso de apoyo a los Ciclos Formativos de Calzado y Marroquinería y que se imparte en el Centro de la Torreta con nuestros programas adaptados a las prácticas de dicho ciclo, además de nuestros estudios propios que pretenden formar Zapateros Artesanos para realizar zapatos a personas con deformaciones en los pies. Este año, como los anteriores, hemos participado en las ferias del sector, tanto en Madrid, en Modacalzado, como en Alicante, en Futurmoda; tratamos de prestigiar el zapato español mostrando nuestra propia historia, la del sector en este país y en Elda en particular, y proclamando nuestros orígenes y la calidad de los zapatos fabricados. Con las exposiciones temporales que traemos a las salas de exposición del Museo, buscamos un punto de encuentro entre el arte y el calzado y, así, han montado sus exposiciones grupos como Eldado 0 artistas de forma individual como Carmen Castaño, Sócrates, la escultora húngara sobre zapatos Zita Attalai o la consagrada artista Silvia Sempere, que muestran sus obras alrededor del calzado pero que también nos presentan sus últimos trabajos. - miscel^nea 4^ Mantenemos la Semana de la Artesanía que cada año, por el mes de noviembre, nos muestra trabajos de autores diversos y que enriquecen cada vez ese homenaje que tradicionalmente dedicamos a nuestros mayores, entregando una serie de distinciones a personas que se han destacado en el pasado por sus trabajos en los diferentes oficios de la industria del calzado; por cierto, que pretendemos en el futuro que esos homenajes sean extensivos a personajes no Exposición del Museo del Calzado en la Casa de Vacas del Parque del Retiro madrileño. sólo de la comarca, sino de todo el territorio nacional con una representación de las diferentes zonas zapateras. La biblioteca del Museo del Calzado sigue creciendo con todo tipo de documentos, especialmente en lo referente a revistas especializadas y trabajos de diseñadores que deciden confiarnos su patrimonio profesional tras la jubilación. De ahí que cada día recibamos nuevas incorporaciones de estudiosos en temas del calzado que desean indagar en nuestras vitrinas. Pero quizás lo más espectacular, Ilamativo y beneficioso para la promoción interna y externa del calzado de calidad, sea el trabajo que vienen desarrollando en favor del Museo personalidades de la talla de Luis García Berlanga; el Secretario de Estado de Cultura, Luis Alberto de Cuenca (en el desempeño de su cargo dependen todos los museos nacionales del país); la Princesa Tessa de Baviera; la escritora Lourdes Ventura; y nuestro incondicional y laureado poeta, Antonio Porpeta, entre otros, y que cada año muestran sus simpatías por el Museo y nuestra industria de fabricación de calzados. Es el caso de Concha Velasco, Anne Igartiburu o Ana Rosa Quintana, que han sido elegidas mujeres mejores calzadas en años anteriores. Pero qué decir de la Baronesa Thyssen- Bornemisza; Carmen Cervera estuvo entre nosotros recientemente y, además de prestigiar mucho más nuestros premios a«La Mejor Calzada» y al trabajo periodístico sobre el zapato femenino «Luis García Berlanga», nos ha traído un enorme regalo: su presencia y su apoyo al sector de fabricación de calzados, como lo manifestó personalmente: «donde me encuentre hablaré de la calidad y el diseño de los zapatos españoles y especialmente de los fabricados en esta ciudad». Ese ha sido un gran salto cualitativo que nos ha venido a demostrar que estamos en el camino correcto para cooperar con el sector de fabricación del calzado y aportar nuestro modesto empuje a la difusión de nuestros fabricados como sinónimo de calidad y prestigio. A mi juicio esas son las características que deben reunir nuestros zapatos para asegurar una continuidad de la industria de fabricación en esta comarca. Cada año las incorporaciones a nuestra causa van creciendo en cantidad de personas que aportan sus propios nombres y trayectorias al calzado. Eso debe mantenerse y potenciarse; hay una frase que pronuncié el pasado mes de junio en el acto de entrega del galardón a Carmen Cervera: «jamás pude pensar en reunir a las personalidades que nos acompañan en la mesa presidencial, en un acto de exaltación del calzado de mujer de calidad». Incluso ahora, cuando hablo por teléfono o me encuentro en Madrid con nuestros distinguidos colaboradores, sigue pareciéndome increíble haber conseguido reunir a esos buenos amigos alrededor de Carmen Cervera recoge el premio a la mujer mejor calzada 2003. miscslánea nuestra industria, de forma voluntaria y desinteresada. Por eso no cesaré de hacer público mi agradecimiento a ellos y a todos los industriales de nuestra comarca que nos están ayudando a elevar el Museo del Calzado a cotas que jamás pensé podríamos Ilegar. Fruto de los esfuerzos de nuestros ilustres colaboradores y de los industriales e instituciones que nos arropan y prestan su ayuda, hemos participado en dos eventos de máximo alcance y trascendencia para el Museo y, naturalmente, para el conjunto del sector de fabricación de calzados. Se trata de la recién creada «Academia del Tacón de Aguja», que es una fundación primer número de la nueva publicación que impulsa la cultural presidida por Berlanga y que tiene por objeto social la promoción Fundación Museo del Calzado. del zapato de señora de calidad, por medio de exposiciones, conferencias y cualquier manifestación que sirva también para potenciar el Museo del Calzado. A esta Academia se están incorporando personajes famosos del mundo de la cultura de todo el país que buscan los mismos objetivos y que supondrá un importante espaldarazo para la difusión del calzado español y de nuestro Museo. Contamos con académicos de la Real Academia Española, de la Academia de San Fernando, de la cinematografía; también hay profesionales de reconocida trayectoria nacional, arquitectos de reconocida trayectoria profesional, escritores y hasta algunos ex-ministros de gobiernos recientes. Otro hecho importante es la exposición que en el mes de septiembre realizamos en la Casa de Vacas del Retiro de Madrid. Es una muestra dentro del programa «Madrid vive la Moda» que organiza Pasarela Cibeles (la muestra más prestigiosa de la Moda española del vestir). Para ello hemos conocido personalmente a Cuca Solana, una mujer muy introducida en el mundo de la moda y del diseño y que ha mostrado su deseo de ayudar al zapato español a través del Museo del Calzado; también, uno de los fotógrafos que trabaja en el mundo de la moda y que está reconocido como una excelencia dentro del mundo de la fotografía, Jesús Alonso, colabora con el Museo en esta importante muestra. Con ese motivo se ha editado un bello catálogo de la muestra con profusión de fotografías y unos trabajos de presentación de aquellas personalidades de mayor responsabilidad en esta manifestación. Se han contabilizado en 54.000 personas las que han visitado esta muestra en Madrid. Por último, cabe decir que ha aparecido la Revista CalzArte. Se trata de una publicación, en principio con carácter semestral, que tratará de potenciar y difundir todas aquellas actividades que realiza la Fundación Museo del Calzado y que deben Ilegar a las personas, entidades e instituciones, en nuestro país y en el extranjero, y que podrá convertirse también en un medio de difusión de otros eventos del sector que deban ser destacados por su repercusión social o cultural. Para la publicación de esta revista hemos contado con empresas y entidades que no han regateado esfuerzos para figurar como anunciantes y dar su respaldo a esta nueva iniciativa. Deseo acabar esta especial «Memoria de Actividades», agradeciendo a los Patronos del Patronato del la Fundación Museo del Calzado su tiempo y disposición para hacer realidad nuestra trayectoria; a las empresas que están ayudando al Museo para que pueda estar presente en ferias y exposiciones itinerantes; a nuestros incondicionales mecenas que hacen posible los premios a«La Mejor Calzada» y «Premio periodísiico Luis García Berlanga» y que también posibilitan la adquisición permanente de fondos que conforman nuestra mayor expansión y enriquecimiento; a las instituciones locales, autonómicas y comunitarias que, además de aportarnos sus ayudas materiales, nos alientan a conseguir mayores cotas de difusión. Reitero también mi agradecimiento a los jurados de los premios y, en general, a todos los donantes de piezas que son miles y que demuestran con ello su cariño por el Museo y la industria que representa. - - miscelánea 4^ TOMÁS PALAU ESCARABAJAL _ _ _ A cercarse al Museo Etnológico de Elda es sumergirse en la historia reciente de los eldenses. Utensilios, cacharros, herramientas, etc., que formaron parte de la vida cotidiana de nuestros mayores, en los que despertará recuerdos y añoranzas. Para los niños y jóvenes también supone un conocimiento de cómo éramos a través de los objetos que se utilizaban en décadas pasadas. En definitiva, visitar el Museo es realizar un viaje a nuestro pasado cercano, que nos permite comprender el presente y hacia dónde caminamos en el futuro. ^ Demostración de bolillos en la 11 Quincena del Patrimonio Histórico de Elda organizada por Mosaico. EI Museo Etnológico de Elda, regido por la Asociación de Amigos del Patrimonio Histórico y Cultural de Elda Mosaico, formado por la propia colección de etnología de Mosaico y la Colección Pedrito Rico, ha seguido un año más con su actividad de investigar, conservar y mostrar a los ciudadanos los testimonios de nuestro pasado más cercano. EI número total de visitas durante el año 2003 ha sido de 1.197 personas, correspondiendo la mayoría de ellas a visitas individuales (908), aunque también se ha producido la visita programada de algunos grupos (289), tales como el colegio Santa María del Carmen, la Asociación de Viudas de Elda, Residencia de Ancianos «EI Catí» y la concejalía de Cultura de Muchamiel. Asimismo, gracias a la donación de particulares, los fondos de la colección de etnología se han visto incrementados con 67 nuevas piezas, destacando entre ellas la Actividades del Museo Etnológico donación de una colección de fotografías autografiadas de numerosos artistas que pasaron por nuestro Teatro Castelar. Con el objetivo de difundir el patrimonio histórico de nuestra ciudad, a finales del año 2003 se ha organizado la II Quincena del Patrimonio Histórico de Elda, donde se desarrollaron, entre otras actividades, la segunda edición del concurso fotográfico «EI patrimonio histórico de Elda»; la primera edición de un concurso de dibujo escolar sobre el mismo tema, una demostración de oficios tradicionales, la entrega, por segundo año, de los premios «La Cañamona», unas jornadas de de puertas abiertas en el Castillo con visitas guiadas y la Ruta Etnológica «Vestigios de la Elda preindustrial» con un recorrido por el cauce del río hacia el Puente Sambo, visitando la Finca Lacy, el nevero de Lacy, la tejera y el molino de la Jaud. Estas jornadas se celebraron con un gran éxito de participación . Además, se ha proseguido con las labores cotidianas del museo: catalogación de los fondos, intercambio bibliográfico, etc. Como es sabido, el Museo está situado en la Avenida de Chapí, 32 bis, teléfono 965381434 y el horario de visitas es de martes a viernes: 16 a 20 horas y los sábados, de 17 a 20 horas. Fuera de este horario, se pueden concertar visitas de grupos en el teléfono 647624129. miscelánea ^mis^^^^n^a JOSÉ LUIS DURÁN ALVAREZ I pasado 21 de diciembre de 2002, tras un creciente agrava miento de su precaria salud, fallecía José Hierro, en medio de un casi unánime reconoci miento nacional: nacido en Madrid en 1922, el más conocido de los com ponentes de la Ilamada poesía social de la posguerra -integrada también, entre otros, por Celaya, Blas de Otero había recibido en sus últimos años todo tipo de distinciones: desde 1991 formaba parte, casi a regañadientes, de la Real Academia de la Lengua; en 1990 vuelve a ser distinguido con el Premio Nacional de las Letras (que ya había recibido en 1953, casi en la juventud); en 1998 se le otorga el Pre mio Cervantes, el mayor reconoci miento internacional a los escritores en lengua castellana. Hierro es uno de los grandes escri tores del siglo XX vinculados a Elda, una ciudad asociada a lo largo del siglo con figuras de la talla de Rafa el Alberti (que partió de aquí al exilio), Miguel Hernández (cuyo suegro, guar dia civil, murió aquí asesinado en 1936), Miguel de Unamuno (mante nedor de los juegos florales cele brados en el centenario de Caste lar), Enric Valor (residente aquí duran te algunos años), Azorín (que siempre alabó la pujanza fabril de nuestro pueblo) y tantos otros. La relación de Hierro con Elda se asocia con la Sociedad Cultural «EI Seráfico», organizadora de los premios poéticos que Ilevaban el nombre delpopular trovero y del colegio en que surgió la idea. Hierro presidió en 1981 y 1982 las reuniones de un jurado entusiasta, formado por algunos eldenses vinculados a la enseñanza o al periodismo y por varios poetas foráneos, algunos de la talla de Luis López de Anglada (galardonado en 1981 y ya poeta de reconocido pres tigio). Hierro sustituyó en la presi dencia del jurado a José García Nieto, también académico y Premio Cer Reunión deliberadora del jurado del premio de poesía organizado por la Sociedad Cultural «EI Seráfico», que José Hierro presidió en 1981 y 1982. vantes en 1996. EI Premio Seráfico, que Ilegó a gozar de un buen predi camento en los círculos poéticos del país, siempre contó con presidentes prestigiosos en el jurado que lo otor gaba. Como rasgos singulares del certamen, se invitaba a formar parte del jurado al ganador del año ante rior y alguna vez, precisamente bajo la presidencia de Hierro en 1982, se Ilegó a facilitar breves fragmentos de las obras finalistas a los asisten tes a la cena del fallo, a fín de que también pudiesen sentirse partíci pes de las decisiones. De Hierro recordamos su sabio magisterio en los consejos, en los comentarios, en las matizaciones. Su voz ronca y cascada, su carraspera constante, su agitada respiración, su cara enrojecida mostraban ya enton ces una salud endeble, de lo que él era sabedor y consciente, pero no por ello refrenaba su apasionada partici pación en las deliberaciones, ensal zando o denostando muchas veces con un sabio recitado o un declama do burlesco los libros de poemas de calidad elevada o la insuficiencia de algún verso. De su paso por Elda, quedan tam bién las anécdotas de ese hombre sencillo que siempre intentó ser el poeta excepcional: su afición por el vino de esta tierra, ese vino recio y agradable al paladar, idóneo para degustar los embutidos de estos pue blos, que alguna vez le fueron envia dos a Madrid. Recordamos al abuelo recién estrenado que enseñaba pala brotas a su nietecita; al hombre que odiaba las corbatas y acudía con un jersey de cuello de cisne a la cena ofi cial pero participaba descamisado en las deliberaciones de la tarde; al conductor que Ilegaba desde Madrid con un Renault 6 blanquecino. Sobre todo, cuando poco después de estar por primera vez entre nosotros, recibió el Premio Príncipe de Asturias -Hierro fue galardonado en la primera edición del mismo-. Era como si se hubiese premiado un poco a nuestro modes to certamen literario, ése que con tanto esfuerzo tratábamos infructuosamente de consolidar en medio de tanto molino de viento. Descanse en paz un hombre sen cillo, un poeta excepcional, un amigo de Elda. miscelánea - .:k^ XXI PREMIO DE PINTURA «Pintor Sorolla» REDACCIÓN a obra «Ciutat preciosa», delpintor valenciano Salvador Ribes Villalba ha resultado ganador de la XXI edición del Premio de Pintura «Pintor Sorolla», adjudicándose de esta manera los 3.000 euros del primer premio. EI segundo premio, dotado con 1.800 euros, ha sido para el pintor madrileño residente en Alicante Antonio Rubio Fuentes, con la obra titulada «Orfeu IX». Ambos premios eran entregados el 29 de noviembre en la Casa Grande del Jardín de la Música al tiempo que se inauguraba la exposición con las obras seleccionadas, una treintena de cuadros elegidos por el jurado entre el centenar de obras presentadas a concurso, procedentes más de la mitad de Elda y provincia y el resto de otros lugares de España, además de otra obra remitida desde Brasil. De entre las 16 obras presentadas por pintores eldenses, tres de ellas fueron seleccionadas para la exposición, las presentadas por Rodolfo Agulló, Miguel Ángel Esteve y Jesús Serrano. La exposición se clausuró el 20 de diciembre. «Ciutat preciosa», de Salvador Ribes, primer premio. Técnica mixta sobre tabla. «On`eu IX», de Antonio Rubío, segundo premio. Técnica mixta. miscelánea ® PR IM ER PRE MI O DE L AX I X ED I C I ÓN DE L CONCURSO DE CUENTOS «CIUDAD DE n icencias PEPE MONTESERÍN CORRALES De: Ediciones Cantábrico S.A. Para: Don Mauro García Asunto: Salvad el original Estimado señor García: Qué grato me resultó nuestro encuentro de ayer, y qué interés despertó en ésta su casa la novela que, por exce siva modestia, tiene usted guardada en un cajón. Sepa que muchos técnicos Ilegaron a ser grandes escritores, y que su original, cuando menos, merece la lectura atenta miscelánea ^ de unos profesionales. De ahí que me tome la libertad de pedírselo para darle nuestro parecer y asesorarlo acerca de su eventual publicación. Le presenta sus respetos, Ramón Orbea Director General de Ediciones Cantábrico S.A. Posdata: Agradezco su inestimable atención para un asunto de poca monta, aunque me atañe tan de cerca, como es la caseta de aperos de labranza que quiero cons truir en mi finca de las afueras. Ojalá pueda ayudarme a resolverlo, sin salirnos de las normas y planes de desarrollo urbano generales y parciales. De: Licencias Urbanísticas Para: Ramón Orbea Asunto: Zafarrancho Muy señor mío: Después de su visita me he preocupado especialmente por su proyecto, y no es asunto de pocas ventanas por cuan to itiene en vilo a todo mi departamento! Veremos qué puedo hacer... Atentamente, Mauro García Arquitecto Jefe del Departamento de Licencias Urba nas y Concejal de Urbanismo Post Scriptum: En archivo aparte le envío, ante su insis tencia, mi novela Peregrinamente y el soporte gráfico. Nunca antes le hablé a nadie de este palimpsesto, aunque siempre fui proclive a expresarme por escrito ante las provocacio- nes de las Musas. Lea usted, si se empeña, mi novela, por otra parte, muy oportuna, ien pleno año Jacobeo!; supongo que de ahí su porfía, como buen empresario. Sé que comer cialmente iremos en pinganitos pero, como comprenderá, lo que a una persona como yo le interesa es saber si la obra es aceptable, estructuralmente hablando; si se sostiene. Adjunto el prólogo que la alcaldesa, voluntariamente, se prestó a entregarme cuando la hablé del inusitado inte rés que despertó mi original. De: Ediciones Cantábrico S.A. Para: Don Mauro García Asunto: Peregrinamente Querido Mauro: Bravo por Peregrinamente. Extraordinaria novela coral. Hoy mismo la pasaré al comité de lectura para que le den su aprobación; ya sabe, conviene hacer las cosas por el libro (nunca tan bien dicho). De obtener respuesta positi va, haríamos un hueco en nuestro programa de publica ciones para presentarla en abril, coincidiendo con el Día del Libro; sin descartar que, con ocasión del Año Jacobeo, como usted apunta, podamos hacer una tirada especial. Respecto al prólogo de nuestra alcaldesa, cuidado con pre cipitarnos; su tono algo electoralista le confiere un punto de contingencia poco recomendable en su novela, de largo aliento y capaz de defenderse por sí sola. Advertirle sobre la conveniencia de pensar.en alguna alternativa para el título; el actual es interesante pero la crí tica malintencionada podría aprovechar su evidente doble sentido en nuestro perjuicio. Un abrazo afectuoso, Ramón Orbea Director General de Ediciones Cantábrico S.A. P D. ^Pudo hacer alguna pesquisa acerca de la licencia del tendejón? De: Licencias Urbanísticas Para: Don Ramón Orbea Asunto: Palacio de Aperos iSeñor Orbea! En lo que respecta al expediente de su finca, conviene que venga a despachar conmigo su facultativo; aunque usted dice que se trata de una solicitud de licencia de obras para iun tendejón de aperos de labranza! los técnicos cer tifican que la construcción, iniciada sin el tránseat previo, da la impresión de que va a albergar iiaperos de labranza y a todos los labradores de la comarca!! Afectuosamente, Mauro García Arquitecto Jefe del Departamento de Licencias Urba nas y Concejal de Urbanismo. P.S. iMe complace su entusiasmo por Peregrinamen te! La novela fue diseñada, como lo dije días atrás, en base a mi peregrinación idesde París hasta Santiago de Compostela!, cubierta pacientemente (a nivel de coche) a lo largo de muchos fines de semana, de ahí las fotogra fías de autor... AI hablarle de Peregrinamente jamás pensé en su publicación; casualmente, la tenía en el cajón y de ahí que saliera a colación. Fíjese que casi hubiera prefe rido que me desencantara y así quitarme una preocupa ción añadida..., no quisiera ponerle a usted en un brete... De: Ediciones Cantábrico S.A. Para: Don Mauro García Asunto: Dos mil kilómetros trepidantes En ningún brete, mi estimado. Lo hago de mil amo res. Cómo le explicaría yo lo difícil que es conseguir un buen original. De ahí mi agrado para promocionar éste y a su autor, y animarlo a que persista y ponga de manifiesto esa extraordinaria sensibilidad para recoger en su alma al hálito del Arte y verterlo en un papel. Un reparo: advierto en su manuscrito una inflación de adverbios terminados en «mente»: «realmente», «brus camente», «simplemente», «solamente», «lentamente», «insoportablemente» y «melancólicamente», aparecen en la primera página, a veces acompañados del verbo «dice», lo que rebaja algo la calidad del texto; y, dado que provocan ripios imprevistos, he modificado y entresacado algunos, antes de que el comité de lectura se atasque con la poética en perjuicio de una libación adecuada de la prosa. También observé una tendencia por el uso de pala bras que terminan en «ón»: «reprehensión», «torondón», «videograbaciórn, «persecucióm^, «invitación», «aspira ción», «cabezón», «eructación» y «etceteración» surgen a las primeras de cambio, ya sea por el uso de aumenta tivos, ya por el afán de sustantivar los verbos; sería con veniente un repaso para buscar alternativas discretas, reservando la sonoridad y la traca para los capítulos más épicos, como el del Olifante, en Roncesvalles. Añadirle que, con su permiso, me tomé la libertad de segregar las fotos, si es que queremos dar preferencia al formato de novela antes que al de un ensayo, un reportaje o una guía de viajes. Por lo demás, estamos hablando de un !ibro de altos vuelos, no ya por la perspectiva, tan distante, cuanto por el supersónico ritmo de la narración. Un muy sincero abrazo, Ramón Orbea ( re^i^c^l^nea Director General de Ediciones Cantábrico S.A. P.D. Por supuesto, mañana mismo estará mi arquitecto ahí. Sergio Marrero me dice que fue compañero de usted el último año de carrera, en la Escuela de Arqui tectura de las Las Palmas de Gran Canaria. En cuanto al inicio de la peque ña obra nos hemos limitado a un desbroce del terreno, pero ya sabe cómo son de escandalosas las palas, y sobre todo, cómo son las muje res; la mía quiere eliminar la male za del entorno para evitar que los tigres le salten a la bañera mientras se ducha. De: Licencias Urbanísticas Para: Don Ramón Orbea Asunto: Intermediarios Estimado señor Orbea... Lamentablemente, vengo a comunicarle que he arrestado de apercibimiento a su arquitecto: el infeliz no se ha enterado de que, antes de com pañero suyo, soy responsable de este departamento y es mi obligación observar constantemente la legislación urbanística... Otra cosa es que se me requiera para que, con el exhaustivo conocimiento que tengo de esa normativa, consiga filtrar por los resquicios de la ley su castillo neo gótico y las murallas necesarias para evitar la estrigila ción de los tigres con su esposa de usted; pero su arqui tecto tiene más prisa que los felinos, y los nervios peor tem plados. Consiguientemente, le aconsejo que nombre algún subalterno de su confianza, o prescindamos de esa inter locución y resolvamos este expediente entre nosotros, directamente. Atentamente, Mauro García Arquitecto Jefe del Departamento de Licencias Urba nas y Concejal de Urbanismo. P.S. Ciertamente, buscando la espontaneidad, he escrito algunos diálogos poniéndome en la piel de los per sonajes, de ahí que parezcan errores míos lo que, realmente, son coloquios entre arrieros, ganapanes y clase de tropa que no tienen ni deben hablar como Demóstenes. En cuanto a los adverbios terminados en «mente», tengo que confesar que son un homenaje a Cortázar, íclaro que usted ha leído Queremos tanto a Glenda!, ^verdad? Pues todos los que usted ha citado están precisamen te en la primera página de ese cuento inmortal, curio samente. También las fotografías están incluidas en el dos sier premeditadamente; La vuelta al día en ochenta mun dos, ^es una obra de ficción, verdad? ^E incluye fotos, no? ^Y la escribió Cortázar, no es cierto, che? De: Ediciones Cantábrico S.A. Para: Mauro García Asunto: V° B° Mi buen arquitecto, urbanista y escritor: Traigo una gran noticia: nuestro director comercial emi tió el informe acerca de Peregrinamente. La calidad lite raria les ha parecido excepcional; el tema muy oportuno, y el currículum del autor, fascinante. Es posible que algu nas palabras demasiado cultas, como «pinciano», «bracio», «ledro», «oraje», por mencionar las que aparecen en el primer párrafo, haya que cambiarlas por «vallisoletano», «brazo derecho», «brazo izquierdo», «mal tiempo», más sencillas. Y para optimizar la complicidd con nuestros lectores, en principio de habla española, acaso optemos por traducir a este idioma los diálogos entre personajes de distintos países; por ejemplo, cuando el peregrino de San Martín de Tours hablan en ^bretón?, ^provenzal?, ^aranés?, con la prostituta aragonesa, que se expresa en fabla. O el latín de la gallina de Santo Domingo de la Calzada que platica con un diablo anglófono y con un tejero asturiano que larga en xíriga. En cuanto a Cortázar, es de buen gusto su predilección; y basta que las fotos y los adver bios en «mente» hayan sido incluidos en la memoria del argentino para que sean respetados; otros fuman tres cajetillas diarias de Gitane, para imitarlo. Adjunto, sin más dilación, un modelo de contrato para la edición de la obra, caso de que acepte nuestras con miscelánea ^ diciones generales y nos honre con su presencia en esta editorial centenaria. Siempre suyo, Ramón Orbea Director General de Ediciones Cantábrico S.A. P.D. Cuánto siento lo del arquitecto. Más enfureci do que usted lo estoy yo. Resulta que Sergio Marrero es el pretendiente de mi hija y es difícil ponerlo en su sitio sin ofender a la pequeña. En fin, déjelo de mi cuenta. EI aparejador, menos soberbio, nos ayudará en cual quier aclaración que fuera menester. Reitero mis dis culpas. Esto viene a abundar en mi desconfianza hacia las nuevas técnicas de management, cuando nos acon sejan delegar responsabilidades, no creernos impres cindibles y dar a los demás la oportunidad de equivocarse, aunque luego seamos nosotros los fracasados. De: Licencias Urbanísticas Para: Ramón Orbea Asunto: EI arte de urbanizar Estimado Ramón: Hoy hice un gran avance; hablé tranquilamente con su perito, de cuya educación y profesionalización me congratulo, e hícele saber cómo se recompone el proyecto, y qué cambios ( teóricos) habría que hacer en la rasante, es decir, en la cota cero, para que la planta segunda, parezca primera, y la primera, baja, y la baja, sótano, y así sucesivamente; lo que coloquialmente nosotros Ilamamos «soterrar hipotéticamente». iAy!, querido editor, a veces pienso con emoción que «Urba nismo» es el arte de construir donde no se p^uede. Mauro García Arquitecto Jefe del Departamento de Licencias Urba nas y Concejal de Urbanismo. P.S. Le devuelvo firmados los dos ejemplares del con trato de edición de mi ópera prima. Suscribo ese 10% de dere chos de autor, aunque añado que la edición será de 30.000 ejemplares, en lugar de 3.000, en consideración a tan opor tuna aparición en el mercado. Tenemos que ser valientes. Y, por sufragar los enormes gastos que devengó el trabajo de campo de esta novela, añado una cantidad en concepto de entrega a cuenta de futuras ventas, incluyendo la cesión de los derechos de tanteo sobre mi próximo equiridión, posiblemente acerca del urbanismo marginal. En cuanto a los idiomas, siento que se me ampute léxico; es la primera vez que me dicen de que ser políglota pone cortapisas a los interlocutores. Bien creí que era al revés, y de que mi conocimiento ampliaría el abanico de los fruidores y salta ría fronteras, francamente. Usted sabrá. Luego no eche la culpa de los fracasos a los demás. Otrosí: ^Cree que podríamos obtener la colabora ción del arzobispo para que intercediera ante el homó nimo de éste, en Santiago, con el fin de presentar Pere grinamente en la basílica Compostelana? ^Y qué me dice, si no, del Monte del Gozo? ^Puede haber mejor peana? Sé que nuestra alcaldesa también nos ayudaría en la mediación, si reconsiderásemos lo del prólogo. De: Ediciones Cantábrico Para: Mauro García Asunto: Ultreia Apreciado concejal: Hablé con el arzobispo y no tiene inconveniente en mediar con el de Santiago para que ceda la Basílica o trescientas hectáreas del Monto del Gozo y, además, concelebrar juntos tan magno acontecimiento. Esta mos, pues, de enhorabuena. En cuanto al anticipo por derechos de autor, es práctica prohibida en esta casa, pero trataré de revocarla en nuestra próxima Junta. A propósito, por esos misterios de la cibernética hemos descubierto en su manuscrito algo nuevo: las acotaciones a pie de página. AI haber utilizado usted y nosotros distintos programas, nunca habíamos repara do en ello; de tal manera que ayer, preparando la maque ta del libro, aparecieron los subíndices y las corres pondientes notas ad hoc, mil quinientas treinta, que, a nuestro entender, perjudican el «pathos», es decir, la acción. Las escenas, narradas con asombrosa fluidez, se ven interrumpidas por tercos asteriscos que podrían, primero despistar, luego crispar al lector. Por ejemplo, al narrar los duelos en el Paso Honroso, sobre el puente del Órbigo, creemos que es preferible contar que el caba Ilero Suero de Quiñones se colocó el yelmo y que atacó lanza en ristre, sin detenernos a explicar que el yelmo lo había construido él con piezas conseguidas en distintos mercados, haciendo mención a cada pieza, a cada mer cado y a cada mercader. Le saluda, Ramón Orbea Director General de Ediciones Cantábrico S.A. P.D. Por cierto, nuestro arzobispo me habló acerca del precario estado de la corporación municipal. AI pare cer, tiene certezas de que prospere la reciente moción de censura que les planteó a ustedes la oposición. ^Hay algo de eso? De: Licencias Urbanísticas Para: Don Ramón Orbea Asunto: iConcedida! Mi buen Ramón: iiiUna gran noticia!!! La licencia de obras de su alcá zar está vista para la aprobación en el próximo pleno del Ayuntamiento. Mi gente hizo los arreglos necesa miscelánea rios, respetando la intencionalidad del proyecto, para que se presente en la mesa de visados con todos los sacramentos. Consiguientemente, enseguida podrá materializar su fortaleza. No fue un trabajo sencillo, fran camente lo digo, aunque mi imaginación haya podido dar con las claves y resolverlo postreramente. Le abraza fuertemente, Mauro García Arquitecto Jefe del Departamento de Licencias Urba nas y Concejal de Urbanismo. P.S. Mañana tendríamos que firmar el contrato de Peregrinamente (con el título que sus técnicos decidan), puesto que pasado mañana salgo de viaje y me ausenta ré varios días. Con referencia a las aco taciones a pie de página, siento que sustraiga a los lec tores la información de lo que para mí constituyó un hallaz go de primera magnitud, preferente mente el yelmo de Don Suero de Qui ñones, puesto que el morrión le forjó en la fragua de Complu do, la visera perte necía a un yelmo del Conde de Barcelos; el bacinete es de Fer ^^ ® ^ Rrct^li^.!n Editar ^.J F.^r-,^... [:cr_i... mos, laísmos, loísmos, dequeísmos, cacofonías y meta plasmos diversos de un narrador omnisciente que, a veces, parece maestro de obras, por el abuso del argot y la jerga masona, y otras un ignorante. Trataremos tam bién de suprimir cientos de signos de exclamación que parecen columnas fuera de quicio. Sabido que la totalidad de los personajes hablan a gritos, pudiera bastar con abrir un paréntesis al principio y multiplicarlo todo por «íiiiii^^^ o bien incluir una N. del A. para explicar semejante alboroto (usted lo Ilamaría «somatén»). Apro vecharemos además para eliminar varios centenares de puntos suspensivos, por el medio y al final de cada i ^ ^ pgtia^s... Q ta Irl:=,ert..yr Fnrrilat. ^ E^icirrle:_^ Carit.,yhricn • Ñ J 0^ ^ri M.^I_aro Garc i ^^ R:_Lm±.o... ral^.^,^d rl nriuirlal HerrarniFnt.a^ Rr:c:i^^rle_. Flyuda { párrafo; el texto es tan prolijo que nada queda por decir. Y quitare mos las acotaciones al pie, con la idea de incorporarlas a Pere grinamente-ll y Pere grinamente-111, cuan do proceda. Hemos detectado, por último, páginas que coinciden literalmente con la Guía Campsa, edición del 96, razón por la que nos veremos obliga dos a tramitar permi sos para eludir con flictos con la Propie dad Intelectual. Y, en general, haríamos un seguro a todo riesgo ante posibles denun Est_inrad ŭ :^ ĉ íic^r Garciy: [1ur ^^r^•3t.n rnr re=•Lal^.á rrueat.r^^ en^i_rrnt.rn d? al=aer: 1=1 quF irlt.Prr=• . dp^pFt,t[^ eri r_•t.•^ ^•I_^ ^_•^=•.^ 1•^ n^7r;lrl•^ ql_ar: F^rrt^ r,^r:rsl^.:^•^ ril ŭ de:^t.i,y, tienr u=•ted puyrdada Yn un ca jbrr. sepa ^aue rrlu^:h ŭ :^ t.^cnic^ ^s lleq•^ron a vrr grandrs ŭ sceit ŭ r,r^.: 1=^ ql_aF :=•I.a or-iqirl•yl: ^_u.ynd ŭ tilenn=•, mYrY ŭ Y la lect.l_rra .^t.rr-,t.a dF L1rl^^`• ^^r ŭ ?P:^i^^n^ilYv. CIY •yhl ql_ar rr,F t.orrle la libYrt.ad de p^dir:^Ylo ^^ar•^ dar-I ĉ nuc^^t.r-^^ p•jtar:rr u•^:_.é:^or•yrl ŭ y ŭ rrC:a de _•I_r e{Jent.l_aal ^^I_ablú_•ycir^r^. PO^d^ytd: Fiqr^•^d?^C:fi :^I_J 1nP5t.1lfl•yb12 c^^.^rIC1^7n ^^dt7 un y:^llnt0 dr p^^ca rilunt•y: al_rrual_ar ne at.ai=^e t.an de cFrc•^: cr^rnr^ e:^ ly ca:=•Yt.a dr a^^Yr~r_^s de lat^ran^a q^.ar ^al_^ier-o c ŭ rl^t.ruir en rni tinr_.a dF Lys yfu^rd:^. [I ^dly ^^I_Jrdd ^ljudyrrilé c3 r^é_014^Pr10: Slrl :^•yllrr1^7:=• d? 1•y:_• rl^^rrn•^°• y Eil•^r-IF^ de de:_•areolln urbann ^aFner•ale_^ u^arciale_•. J nández de Bethencourt; la borgoñota, de Piferrer, y la babera... Usted tiene la palabra, íiíy la responsabilidad!!! Se me ocurre que con ese material que dice que sobra, podría hacerse un apéndice o ultílogo, si de verdad que remos ser honestos con el lector. En cuanto a la observación del arzobispo, iválgame Dios!, puede decirle a monseñor que la moción de cen sura no saldrá adelante, matemáticamente hablando. De: Ramón Orbea Para: Mauro García Asunto: EI arte de editar Querido Mauro: Como quiera que con el contrato quería pagarle el anti cipo de derechos de autor, según su gusto, y como espero el beneplácito de nuestro consejo de administración, preferiría esperar a su regreso del viaje para hacerlo en conjunto. En ese interín nos aplicaremos para corregir leís cias del Centro Español de Derechos Reprográficos, del Instituto para la Defensa del Consumidor y del Defensor del Pueblo. Por lo demás, al abtruso asunto de fondo y su caótica trama, no creemos que pueda ofender a los creyentes, a los descreídos ni al Arzobispado, dada su complejidad y hermetismo. Le saluda, Ramón Orbea P.D. Mi futuro yerno me dice que la comisión de visa dos se reunirá después de la moción de censura, y me asegura que habrá un vuelco en el Consistorio. Díga me, Mauro, ^sabe usted si el candidato a concejal de urba nismo, propuesto por ia oposición, tiene veleidades lite rarias? ^Es vate, por ventura, o lo será? Lo digo por que, con esta fecha, hemos iniciado la colección «Poestas de hoy y de mañana». Ay, querido arquitecto; a veces, pienso con amar gura que el verdadero arte de un editor responsable consiste en no publicar mientras se pueda. miscelánea P^BLICACIONES COMPARSA DE ESTUDIANTES DE ELDA. 1944-2002. José Luis Bazán López. Isidro Aguado Sánchez, 2003, 210 páginas. on este libro, los Estu diantes saldan la cuen ta pendiente que tenían con su historia, ya que la publicación de este libro no fue posible en 1994, cuando la comparsa cele bró el cincuenta aniversa rio de su fundación. Un pilar fundamental en la confección del libro fue Antonio Miguel Lucas, pre sidente de los Estudian tes durante muchos años, que colaboró intensamente con José Luis Bazán, el autor del libro, vertiendo sus vastos recuerdos, sien do básica la memoria oral de éste y otros testimo nios para reconstruir la his toria de la comparsa. EI libro, que se acompaña de numerosas fotografías, muchas de ellas inéditas, está dividido en cuatro capítulos. En el primero se cuentan las vivencias de los estudiantes durante los siglos XVII y XVlil; en el segundo, son protagonis tas las comparsas de Estu diantes de los distintos pueblos festeros; y es en el tercer y cuarto capítu los cuando se aborda la historia de los Estudian tes, desde su fundación y hasta el pasado año, y la de casi todas las escua dras. Además, cuenta con un interesante apéndice documental. La introduc ción es de Isidro Aguado, mecenas de I^ publica ción, que también apare ce retratado al óleo en la portada. -^ Redacción ..........._ ............................................. SUENOS Y LEYENDAS (poemario 11). Manuel Serrano González. Edición del autor, 2003, 139 páginas. I versátil dinamizador cultural que dice ser y Ilamarse Manuel Serrano González, de nacionali dad levantino-andaluza, experto en plantas, viaje ro impenitente, doctor en farmacopea y titular, hasta hace no mucho tiempo, de una afamada apoteca en nuestra ciudad, ani mado por el espíritu de uomo universale -en el doble sentido, ideológico y geográfico de la expresión- que parece impreg nar la realización de todos y cada uno de sus actos, nos ofrece una nueva entrega de sus Poemarios bajo el becqueriano título de Sueños y Leyendas. Se trata, en esta oca sión, de un conjunto de poemas y narraciones cor tas en las que el autor, convertido en editor de sí mismo, expone un rami Ilete de temas personales que van de lo íntimo y familiar, a lo social y ciu dadano, donde pone de manifiesto sus pasiones estéticas (la antigi^edad clásica, el mundo árabe con sus ramificaciones andalusíes y festeras, etc.), sus deudas morales y afectivas, así como su cáli do sentido de la amistad y el recuerdo elegíaco de los compañeros desapa recidos. En las ensoña ciones, Manuel Serrano se muestra como un gran observador de la realidad, para quien no pasa desa percibida una plaza, un paisaje urbano supuesta mente anodino, un ruti nario por acostumbrado paseo callejero y, asu miendo un papel de fran cotirador, es capaz de extraer ejemplos de belle za, destellos de armonía que alcanzan su máxima plenitud en el contacto con la naturaleza. Rasgo este último que está muy presente en los relatos breves que ocupan la segunda parte del libro, donde el autor se mueve entre el didactismo de la fábula y la narración épica. En definitiva, la reu nión de sueños y leyen das, unos ya conocidos otros inéditos, conforman una atractiva y sugeren te obra de un hombre que se acerca al fenómeno creador de una forma pla centera y, con la misma sencillez, es capaz de escribir un tratado de botánica, un manual de prevención de las drogo depencias, una guía de montaña o sus viajes tran soceánicos. -o Fernando Matallana miscelánea MUSULMANS, JUEUS I CRISTIANS A LES TERRES DEL VINALOPÓ (1404-1594). Miquel Ángel González i Hernández. Centre dEstudis Locals tlel Vinalopó, 2003, 145 páginas. I quinto título de la colec ción IAlgoleja, que edita el Centre dEstudis Locals del Vinalopó, aborda todos los aspectos de la difícil convivencia entre musul manes, judíos y cristianos en las comarcas del Vina lopó durante los siglos XV y XVI, es decir, la pobla ción que había en los dife rentes pueblos, el sistema señorial, los grupos socia les, la cultura, el papel de la Inquisición y todos los aspectos económicos, con especial atención al agua y a las luchas habidas en torno a un bien indispen sable para el desarrollo agrícola. No falta tampoco el indispensable apén dice documental. Libro imprescindible para todos los interesados en la his toria local, aunque los cas tellanohablantes tengan que hacer un esfuerzo suplementario al estar escrito en valenciano. -o Redacción ..................^ ...................................... CORAZON DE MUJER. Maruja Ycardo. CBC Promotores, 2003, 138 páginas. nalizar la obra poética ^de una mujer eldense como Maruja Ycardo no resulta demasiado difícil, sencillamente porque siem pre nos transmite su amor hacia su ciudad además de contagiarnos con la bondad de una poetisa que se entrega constan temente a todo aquello que desea realizar, demos trando verdadera huma nidad. Una prueba con tunáente es la capacidad que tiene para conmover corazones a través de sus versos. Los poemas que encontramos en su pri mera publicacíón están dentro de un ambiente muy determinado y amplio. Podemos destacar los diri gidos a sus amigos y a ciertos personajes cono cidos a nivel nacional con los siguientes títulos: «ADon Juan Madrona», «A Nítida, amiga de todos», «AI caballero Andrés More no», «A Cirilo Muñoz», «A Miguel Hernández», «AI torero Paquirri», incluso a los mineros y basureros, a todos ellos con una valo- ración muy positiva de sus aspectos humanos, sociales y laborales. EI amor, la sinceridad, el interés y la perseveran cia que ha mantenido a lo largo de su vida, la han Ile vado a escribir unos versos muy significativos, como aquellos que ha dedicado a su esposo, fallecido hace unos años, y a sus hijos en «Ser madre». En este libro aparece un horizonte muy amplio como resultado de la dig nidad y empeño de la auto ra, se nota que la entrega es primordial y coloca cada palabra en el sitio que le corresponde, por eso sería casi imposible hacer deter minados cambios. En Corazón de Mujer, Maruja nos ha demostra do que está dotada de una sensibilidad distinta a la de otras mujeres que se dedican a este menester, su poesía es dolor, dulzu ra, amor... Sus composi ciones siempre son abiertas, con una suavidad que penetra en los corazones de los lectores, y es capaz de aniquilar cualquier obs táculo que se interponga entre ella y su poesía. Desde estas páginas de la revista Alborada, le pedimos que continúe escribiendo con tanta dul zura, que siga colocando las palabras idóneas en cada verso, que nos delei te con esas bellas estam pas y que nos transmita su testimonio emocional para que podamos perci bir sus soledades, recuer dos y esa serie de viven cias que, con mucha dig nidad, nos puede trans portar a lugares insólitos Ilenos de armonía. -o José Luis Bazán IMPRESIONES DE MIS VIAJES. Manuel Serrano González. Edición del autor, 2003, 272 páginas ^olumen (voluminoso, por cierto) a través del cual Manuel Serrano nos apor ta su personal y peculiar visión de los lugares que ha visitado tanto en Espa ña como en el extranjero. Hombre de ciencia, pero amante de la escritura, y aficionado a la fotografía, este polifacético perso naje no sólo nos narra sus vivencias de viajes sino que, además, aporta un sinfín de instantáneas pre cisas de aquellos lugares que ha visitado: desde Bur gos a Canarias, pasando por destinos tan remotos como Egipto o la legen daria China. No es éste el primer libro de Serrano, con una ya dilatada tra yectoria en el mundo de las publicaciones -tam bién ha escrito monogra miscelánea ^ fías de botánica. Poema rios, cuentos, etc.- que nos ofrece acerca de sus viajes, pues, coincidiendo con su etapa de concejal de Cultura ya publicó, en una cuidada edición, la selección de cinco viajes que ahora incluye en esta obra. Quizá no sea el últi mo libro dedicado a esta temática, habida cuenta del espíritu viajero de Manuel Serrano. Y es por esto -porque estamos seguros de que habrá una nueva entrega- por lo que le animamos a adentrar se, sin miedo, en las pecu liaridades de las gentes y los pueblos que visita. En definitiva, que nos ofrezca la esencia de las ciudades narradas y entonces, sin lugar a dudas, nos sor prenderá con una obra redonda. -o Consuelo Poveda REVISTA DEL VINALOPÓ 5 Ciula^s dr, fa mi sugln ^ . cwre e•evmi. ^,.^.^. ed ^^..w^ .......................................................... REVISTA DEL VINALOPÓ, N° 5. Centre dEstudis Locals tlel Vinalopó, 2002, 256 páginas. .......................................................... ^a ciudad de Elda está muy poco presente en el número 5 de la Revista del Vinalopó, que edita anualmente el Centre dEs 58 tudis Locals del Vina^lopó y que, aunque corres ^pon diente al año 2002, v^io la luz en 2003. En realí^dad, Elda sólo aparece de fr°rma explícita en un artícu Ilo de Jaime Richart Gomá titu lado «Inventarios de cas tillos y toma de posPisión de Elda, Petrer, Sal í^nas, Aspe y Sax en 1478» ^ Por lo demás, el dosierr del número se dedica a ^^Ciu tats de fa un segle», con artículos dedicados a G^iver sos aspectos de EI che, Villena, Novelda, Ho^dón de las Nieves y Mon^°var. Hay también varios artí culos sobre person^^es, historia, heráldica y Nsos ling ŭ ísticos de dive rsas poblaciones del Vina^ opó. Es de señalar la creGien te presencia del valer^cia no en esta publicaGión, todavía bilingi]e. -^ Redac^ción ............................................... , ......... SENDEROS ALICANTINOS I. Cen^ro Excursionista Eldense, 2D03. ............................................... . Ia Sección de Mon^aña ldel Centro ExcursiDnis ta Eldense ha editaG^o el primer tomo de una 5erie con la que pretende G ubrir todos los senderos G^e la provincia. En la prirnera entrega aparecen tOdos los senderos de Rat7osa, Catí y Elda, con m2pas topográficos y todo tipo de detalles técnicos G°mo distancia, tiempo de f°co rrido y nivel de dificUltad, que ayudan a cualduier senderista a movers^ por nuestros montes con ^oda la información necesaria sobre el itinerario esG°g^ do. A esta facilidad con tribuye el formato del libro, una especie de fichero de anillas que permite la uti lización del plano de un sendero determinado, per fectamente plastificado, sin tener que cargar con el libro completo. Los tex tos y fotografías son de Ramón Sala y, en total, se detallan veinte senderos de pequeño recorrido: Elda-Petrer-Rabosa; Rabo sa-Castellarets; Rabosa La Foradada; Rabosa Rasos de Catí; Rabosa Rincón Bello: Rabosa-Silla del Cid; Rabosa-Xorret de Catí; Rabosa-Pantanet; Rabosa- Racó de la Bola: Elda-Salinas-Elda; Xorret de Catí-Silla del Cid; Xorret de Catí-Rasos de Catí; Xorret de Catí-LAlt de Gui xop; Xorret de Catí-Pico del Fraile; Xorret de Catí Rincón Bello; Petrer-La silla del Cid: Xorret de Catí Casa Tápena; Xorret de Catí-LAvaiol y Las Caña das (Elda-Elda). Además, el libro incluye información sobre la flora de cada zona, ofrecida por Miguel de Juan, y sobre las áreas recreativas. La edición ha contado con el patrocinio de las empresas Textilin y Silvoturismo Mediterrá neo. -o Redacción Elia Barceló __ _ EI secreto , del orfebre f^ z^ ,.,^, . _^ t ^^ * _ °^r. ^ EL SECRETO DEL ORFEBRE. Elia Barceló. Etlitorial Lengua tle Trapo. Madrid, 2003, 93 páginas. ste año ha sido muy pro Eductivo para la escrito ra austro-eldense (vive en la ciudad austriaca de Ins bruck desde 1981) Elia Barceló, que ha añadido tres nuevos títulos a su ya amplia obra de ficción. De los tres, el más ambicio so, sin duda, es EI secre to del oriebre, una novela corta donde, sin salir del todo del terreno de la fic ción fantástica, en el que tan cómodamente se mueve la escritora, se aborda una historia de amor fatal y desesperado en una especie de Elda norteña donde son reco nocibles para los elden ses algunos lugares y calles como el Casino, la Calle Nueva, el Negresco ^miscel^nea o el Hotel Sandalio, que pertenecen al imaginario existencial y sentimental de la autora. EI secreto del orfebre, dada su breve dad, se lee de un tirón y en un suspiro y, si el lec tor se cree de entrada el pliegue en el tiempo que es el pretexto y motor de toda la historia, disfruta de una historia que es como uno de esos días Iluviosos y tristes en los que un indefinible deseo nos aprieta el pecho con manos heladas. Por cier to, esta novela es la pri mera que Elia Barceló ha presentado en su ciudad natal. Fue el pasado 6 de septiembre en la Casa de la Viuda de Rosas y la res puesta de sus paisanos fue más que notable. -o Rafael Juan ..........................., .............................. EL ALMACEN DE LAS PALABRAS TERRIBLES. Elia Barceló. Edelvives. Zaragoza, 2003, 118 páginas. lia Barceló tiene ya una amplia experiencia en las obras de ficción digiri das a jóvenes y adoles centes, un público que siempre ha sabido apre ciar el talento de la escri tora eldense para abordar géneros donde reinan la imaginación, la aventura, el misterio y las emociones intensas. En EI almacén de /as palabras terribles se cuenta la historia de Talia, una chica de doce años de edad que le dice a su madre unas palabras terribles que es imposible borrar: es demasiado tarde. Pero existe un lugar ocul to y misterioso, el alma cén de las palabras terribles, donde Talia conoce rá a Pablo, que también busca una solución a su problema, y descubrirá la importancia de las pala bras, al igual que la des cubren los jóvenes lecto res, fascinados y perdidos, como los protagonistas del relato, en un lugar Ileno de magia que no siempre parece benévolo y donde las palabras valen su peso en oro. -P Rafael Juan ....................,..................................... SI UN DIA VUELVES A BRASIL. Elia Barceló. Alba Editorial. Barcelona, 2003, 170 páginas. i un día vuelves a Brasil es otra incursión de Elia Barceló en la literatura juvenil, en esta ocasión un thriller con la realidad actual de Brasil como pro tagonista y donde se muestra el brutal contras te entre la riqueza des mesurada y la miseria más extrema, la importancia de luchar para ocupar un sitio en la vida y todo lo valio so que tiene el amor. En la novela, en realidad, un diario escrito diez años ............_ ................................................................................................... EL ANO DEL CENTENARIO. Historia y memoria de una tradición secular recogida en cien textos de la prensa eldense. Edición a cargo de José Luis Bazán López y Fernando Matallana Hervás. Ayuntamiento de Elda, 2003, 320 páginas. I año del Centenario es la primera de las pubficacio nes que ha editado el Ayuntamiento con motivo del Centenario de Elda como ciu dad. En su pre sentación públi ca, a mediados de octubre pasa do, Rafael Nava rro Mallebrera elogió la utilidad del libro, remar cando la inten ción de los auto res de no inter pretar ni opinar sobre los hechos que se cuentan, limitándose a encaminar al lec tor en la sucesión de artículos periodísticos recopila dos, para que sea él quien saque sus propias conclu siones sobre los diferentes aspectos de la Elda del siglo XX que aparecen reflejados. Como indica el subtítulo, «Historia y memoria de la tradición secular en cien textos de la prensa eldense», el libro es una recopilación de artículos periodísticos extraídos de diferentes publicaciones locales de dis tintas épocas y relativos a los centenarios que se con memoran en 2004, especialmente del IV Centenario de la Venida de los Santos Patronos, sin olvidar tampoco el Centenario de la concesión a Elda del título de ciu dad o los centenarios que también alcanzan el Teatro Castelar, el edificio del Casino Eldense y la instalación en Elda de la Guardia Civil. La edición, selección de artículos e introducción ha corrido a cargo de José Luis Bazán y Fernando Matallana, con prólogo de Alberto Nava rro Pastor, cronista oficial de la ciudad, habiendose coordinador la edición a través de EMIDESA, la Empre sa Municipal de Información. EI libro se acompaña de más de medio centenar de imágenes relacionadas con los artículos, además de un índice de autores recopilados y otro índice de las publicaciones periódicas de donde proceden los artículos seleccionados, lo que facilita su localización. -o Redacción miscelánea ^ después de los hechos, se cuenta cómo Jandro e Inés, dos hermanos que están pasando unos días solos en Río de Janeiro, viven una trepidante aven tura que les permitirá cono cer cómo viven los pobres y cómo se las gasta una banda de ladrones de niños. Una vez más, Elia Barceló demuestra su maestría a la hora de mez clar ingredientes como el misterio, la intriga y el sem piterno descubrimiento adolescente del amor y la vida, es decir, ese asom bro que es el pan cotidia no de cualquier escritor que se precie. -m Rafael Juan .......................................................... HASTA LA ÚLTIMA GOTA. Surtidores de gasolina en el Valle del Vinalopó (1921-1936). Héctor Leite Garcia. Centre tlEstutlis Locals del Vinalopó, 2003, 168 páginas. stamos ante un documentado libro de Héc tor Leite García, autor de numerosos trabajos sobre este asunto en revistas y libros, incluido el n° 44 de la revista Alborada, donde publicó un artículo con el título de «Las primeras gasolineras de Elda». Con abundante documentación de archivos, hemerotecas y de las mismas compa ñías petrolíferas que pres taban el servicio, Héctor Leite traza una visión amplísima del tema, revi sando las incidencias de las concesiones de instalaciones de surtidores de gasolina en las poblacio nes del Valle del Vinalopó durante la época en que estos aparatos estaban situados en las vías públi cas de poblaciones de paso habitual de vehícu los a motor. EI capítulo dedicado al funciona miento de estos surtido res en Elda, con sus datos referentes a los lugares de instalación de los mismos, es interesante, tanto por su pintoresquismo como por ser un asunto poco 0 nada tratado y ya reclui do en las memorias de los que los vieron y los utilizaron, antes de su defini tiva desaparición, en la Avenida de Chapí y en la calle de Jardines, lugares de tránsito de la carretera general Alicante-Madrid. Las fotografías de estos aparatos; los gráficos de elementos que entraban en su composición y los detalles aportados sobre su instalación son intere santes para el investiga dor de estos aparatos, que fueron inseparables del aspecto urbano durante una larga época y ele mento familiar para los habitantes de los pueblos en que se instalaron. -o Alberto Navarro .............................................^ ........... C.P. PADRE MANJON. ELDA. 1932-2003. 71 AÑOS DE HISTORIA. Elda, Comisión tle Reinauguración, 2003, 151 páginas. espués de la fundamen tal obra que J.L. Bazán dedicara a la historia del Colegio Público Padre Man jón, galardonada en los actos conmemorati vos del Cincuentenario del Grupo Escolar (1982), aparece ahora esta otra monografía colectiva que, enmar carda en los eventos de reinauguración, recoge los avatares del centro a lo largo de sus más de 71 años de existencia en sus múltiples vertientes: histórica y docente, interna y humana, social y administrati va, poniendo el acen to en la parte ilustra da, donde se han reu nido varios cientos de fotografías. Si ingente ha sido el trabajo Ilevado a cabo por los operarios de las empresas construc toras, siguiendo el proyecto técnico realizado por el arquitecto A.M. Marí Mellado, no menos sig nificativa ha sido la labor desarrollada por los miem bros de la Comisión de Reinauguración, quienes, sin perder de vista la mar cha y terminación de las obras, han preparado, de forma simultánea, un amplio programa de acti vidades para celebrar la vuelta a su «cole», entre los que destaca el pre sente libro. Para ello se han preocupado de buscar colaboradores, asig nar temas, seleccionar, clasificar y ordenar de forma comprensible un maremágnum de aproximadamente 600 fotogra fías de la totalidad de imá genes recopiladas, así como de buscar patroci nadores. ^in^^^^-^i^^r^^^^^ En la parte literaria, hemos de destacar, junto a la reseña histórica, los trabajos que abordan dis tintas facetas de la vida cotidiana del centro: el deporte escolar (con espe cial atención a las excur siones de montaña), el teatro y la música (Área diná mica), la preparación de campañas como las del Día de la Paz, Carnaval, Moros y Cristianos y Navi dad, la Rondalla, la Aso ciación de Padres y, final mente, el anhelado pro yecto de remodelación por el que venía suspirando la comunidad escolar y que ha obligado al exilio y a la división del colegio duran te dos años. Pero el Padre Manjón representa en nuestra ciu dad algo más que un cole gio de enseñanza prima ria; en su trayectoria pode mos ver reflejada la historia de una sociedad: años de República, Guerra Civil, postguerra, dictadura, desarrollismo, transición y democracia consolidada, a lo largo de los cuales ha prestado importantes ser vicios a una población que carecía del equipamiento adecuado, lugar donde anidaron, por otra parte, las inquietudes por la con servación del patrimonio histórico local y espacio que, desde 1952, alber gó, provisionalmente, la Biblioteca Pública Muni cipal, para dentro de poco tiempo compartir con las instalaciones educativas gran parte del edificio his tórico de las nuevas Escuelas Nuevas. -^ Fernando Matallana IV CENTENARIO SANTOS PATRONOS DE ELDA. Ana María Sánchez (soprano), Manuel Adsuar (bajo), Coral Santos Patronos y Orquesta Clásica Ciudad de Elda, bajo la tlirección musical de Mari Carmen Segura. a celebración del IV Centenario de los Santos Patronos ha pro piciado la primera grabación de la Coral Santos Patronos (antes del Centro Excursionista Eldense) tan enraizada en nuestra ciudad. EI compacto se inicia con una fenomenal misa de Lorenzo Pero si, compositor italiano que ejerció en Venecia y en la Capilla Six tina de Roma a principios del s. XX. Estamos ante una partitura de sobrio clasicismo frente a divagaciones románticas y operísticas. Ya desde la primera nota emociona la hondura y serenidad que trans mite el Kyrie, uno de los mejores momentos del CD. Las voces de la coral cantan con musicalidad y entrega dando tono a una inte resante interpretación vocal y la aportación desigual de los can tantes solistas. Destaquemos la firmeza de los bajos, la lumino sidad de las sopranos y equilibrio del conjunto. La guinda del disco nos Ilega con Ana María Sánchez, esplén dida en su habitual pureza de timbre y calidez, que otorga una altura insospechada al aria de Virgen Purísima de Ramón Gorgé, canción de sorprendente belleza. Del resto, mencionar la profundidad de la Salve Grande de Eslava cantada con ardor, así como la palpitante Salve a ocho voces de Agapito Sancho, pieza exigente en la que brilla con luz propia la Orquesta de Cámara Ciudad de Elda, un sólido apoyo a todo el programa que goza de la estupenda dirección de Mari Carmen Segura. En definitiva, disco necesario en una muy digna interpretación. -^ Alberto Beltrán mi^^^^^^^,-^^^^ ^ i 0 0 0 N O U ^^ ^% i ^ ` i ^ :^.^i estés donde estés No importa el día, ni la hora que sea. Si estás en la playa o en la montaña. Ni siquiera si estás de vacaciones en París, Boston o en Tailandia. Estés donde estés, con www.cam.es, tienes a la CAM las 24 horas del día, 365 días al año. 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Antes de empezar su etapa escolar, ya sabía leer; le había enseñado un tío suyo y, a partir de ahí, empezó a interesarse por la lectura y por la magia de los I i bros. ivió en la calle General Mola, hoy Ortega y Gasset, y allí, su padre, que era de Puerto Lumbreras, y su madre, de Granada, tuvieron una tienda de tejidos Ilamada Casa Alfonso. Estudió en el colegio de las Car melitas, situado en la parte antigua de la ciudad; de él recuerda espe cialmente a su profesora Visitación Bas, que «me hablaba del Quijote y me descubrió a Tagore». Angeles Navarro firmando libros en el 17° Mercado de la Poesia organizado por la Librería Española en París, en 1999. Pidió ir interna a las Salesianas de Alicante a los nueve años. Volvió a Elda a los doce y, de nuevo, a Alicante a los quince, esta vez a Jesús María, porque quería estudiar Letras. En esta segunda etapa de internado, conoció a Salud Hernández, profesora de Historia del Arte, «no sólo me transmitió conocimientos como una visión con junta de los hechos históricos -todo influye en todo y nada se da en com partimentos estancos-, sino un mode lo, una coherencia para actuar dentro de la propia opción ideológica.» De esta época, conserva Ángeles ricos y variados recuerdos: los cam pos en vacaciones, los cines de vera no, las monas de Pascua, las fiestas de Moros ya de joven, y, sobre todo, los amigos con los que compartía, y aún comparte, los mismos intereses. Empezó a escribir con doce o trece años en paralelo a la lectura de todos aquellos libros «a los que tengo un agradecimiento infinito. En mi casa había pocos, pero se valoraban mucho. Nos hacían tres regalos en el año: Navidad, cumpleaños y santo, y yo siempre pedía libros; nos prestába mos entre los amigos y, además esta ban las novedades que traía mi hermano, que estudiaba en Barcelona». Estamos hablando de la década de los sesenta. En los veranos de 1969 y 1970, rea lizó estudios de Lengua y Literatura [VERSOS PARA EL RECUERDO] al bo rad a [Regina Davia Muñoz) 63 Francesas en la Universidad Libre de Bruselas. En 1970, se diplomó en Tra bajo Social por la escuela de Alicante y, a partir de ese año, se trasladó a vivir a Madrid, donde se licenció en Socio logía por la Universidad Complutense. Tras cinco años de estancia en Madrid publicó su primer libro de poe mas, «el preferido por la ilusión, la novedad y por constituir, casi, un acci dente»: Mar en la sangre (Málaga, Librería Anticuaria EI Guadalhorce, 1975, agotado. Notas de Ángel Caf farena), hecho que se debió al inte rés y al buen hacer de Pilar Faus. Su segunda publicación fue A la sombra de la ciudad enamorada (Madrid Ayuso, 1979). Prologado por Celso Emilio Ferreiro, coincidió con su trabajo como socióloga en Novel da, entre 1979 y 1982, para la Obra Social y Cultural de la Caja de Aho rros de Alicante y Murcia, en la ela boración del proyecto y coordinación de la puesta en marcha de la Casa Museo Modernista de Novelda y la colaboración en la renovación y reor ganización de la Casa Museo Azorín de Monovar. En 1987, publicó su tercera obra: EI silencio de los días (Ed. Ayuso), con prólogo de Paloma Fernández Quin tilla. A esto hemos de añadir dos libros inéditos: La puerta del horizonte, pro logado por Luis Enrique Alonso, y EI color de las horas. Empezó a escribir relatos cortos, «que han de tener pulso y tensión narrativa, como decía Benedetti», y entre ellos destacamos: La mujer que Iloraba letras, que obtuvo la mención especial en el XI Premio de Cuentos Cafetín Croché de San Lorenzo de EI Escorial, en junio de 2000; y La auda cia, seleccionado para formar parte de libro ReCuento, Publicaciones Acu mán, en el Concurso Internacional de Relatos Hiperbreves, en 2002. Merece la pena hacer mención de sus colaboraciones en las revistas Gávula: Oviedo, 1981; Betania: Novel da, 1981; y Cal Viva: Madrid, 1997. Mujer de sonrisa franca y gesto afable a la que «cualquier libro, frase o imagen le sugiere un motivo para escribir», comunica de una manera casi inconsciente su amor por la literatura y mientras me pregunta que quién no ha leído a Bécquer en la adolescencia y yo le contesto que nadie, va nombrando a todos y cada uno se sus autores preferidos: Macha do, Miguel Hernández, Octavio Paz, Neruda y, sobre todo, Espriu. Y sigue con Sor Ángela de la Cruz, Garcila so...y tantos otros. Aunque Ángeles no se considera adscrita a ninguna generación o movi miento literario, sí reconoce lo grati ficante que resulta el contacto con otros poetas. Éste es el caso de su relación con Andrés Lloret Martí2, poeta nacido en Yecla en 1910 y que, como es sabido, pasó la mayor parte de su vida en nuestra ciudad, a quien conoció por sus hijas, Isabel y Beatriz. No es difícil imaginarla firmando ejemplares en el 17° Mercado de la poesía organizado por la Librería Espa ñola en París, en 1999, junto a Luis F. Jiménez, director del grupo Zoron go, que organiza en la capital fran cesa un encuentro de teatro en Lengua espafiola de los distintos países de habla hispana, si tenemos en cuenta las reseñas publicadas en distintos diarios y revistas sobre sus obras. A la sombra de la ciudad enamorada tiene sendos comentarios en Hierro (Bilbao) el 30 de noviembre de 1979 y en Nueva Estafeta (Madrid), en octu bre de 1980, por Clara Janés. EI silen cio de los días viene reseñado en Madrid Norte, en 1988, por Jesús Gironés. Es precisamente en una de estas reseñas donde, a propósito de su segundo libro, se dice que «los libros, a veces, tienen la virtud de propor cionar -entre otras cosas- sorpresas inesperadas». No podría estar más de acuerdo con esta afirmación y es por ello por lo que nos adentramos en el mundo de la lírica de la mano de Ángeles Navarro Guzmán, que recorre, a tra vés de una poesía Ilena de calidad y entusiasmo, un mundo olvidado y a la vez presente, un mundo lejano que vivimos día a día y que bien merece la lectura de esas páginas, que nos harán recordar vivencias y emocio nes. Esta autora, sabe transmitir como pocos la belleza de la palabra, dejan do a libre interpretación cada una de sus composiciones. Interpretaciones que variarán según la sensibilidad y mundo interior de cada uno de los lectores. Vertebrados sus temas en el con cepto del amor, la soledad, los sueños y la muerte, tan comunes en todos y a la vez tan dispares, Ángeles Nava rro disfruta del privilegio de conmover al lector, que se adentra, como pocas veces, en el proceso sensitivo e inte lectual, pocas veces parejo. ^Es toda poesía capaz de descu brir un mundo de sensaciones pla centeras? La respuesta es no. ^Llegamos a reconocer como pro pias las emociones que nos quieran transmitir? Sólo a veces. Pero, en algunos contados casos, nos sentimos tan fielmente identifi cados que nos puede asustar; es en ese momento cuando el poeta con sigue su objetivo y cuando, al mar gen de técnicas y artificios literarios, rompe las barreras que separan al autor del lector, para constituir una única mente en la que no hay cabi da para la falsedad de los hechos. No busquemos en Ángeles Nava rro una poesía «al uso». Es ahí donde radica su verdadera valía y donde la composición alcanza sus mayores cuotas de originalidad; donde la expre sión toma forma, y donde la escasez de palabras alcanza el mayor núme- ro de significados; donde el silencio toma cuerpo para hacernos com prender que no hay palabras que expre sen el sentido de la vida, como ya evocara Miguel Hernández. «Sonreír con la alegre tristeza del olivo, / espe rar, no cansarse de esperar la alegría./ s4 alborada [LITERATURA] ENDYMION Angeles Navarro Guzmán A LA SOMBRA DE LA CIUDAD ENAMORADA poesía prólogo de Celso Emilio Ferreiro /^./ _.^^^._^,^I^ ^ Editorial Ayuso Sonriamos, doremos la luz de cada día / en esta alegre y triste vanidad de ser vivo». Y como ahora nos quie re transmitir Ángeles: «Hay un tiem po de transparencia / que la edad reclama / pero se hace imposible / limitar la extensión de la luz / con un solo trazo (EI silencio de los días). Hay en ambas composiciones un punto de conexión tan sutil que quizás debiéramos dejarlo a libre inter pretación, como bien decíamos antes; pero hay un punto de inflexión que sólo da cabida a la esperanza. Subyace, sin embargo, en la auto ra, un deseo de evasión que se traduce en un rico mundo onírico donde los sueños constituyen una vía de esca pismo, nada ajena a todos y cada uno de nosotros. Será porque los sueños son el único camino viable donde poder proyectar ilusiones ya perdi das, o andaduras sin recorrer: «Sien 6. ENDYMION ANGELES NAVARRQ GULMÁN EI, SILENCIO DE LOS DI^.S PrólaRO ae Paloma Fcrnández-Quintilla ^.:.^5 ^. _ r^ Editorial Ayuso do sueño / realidad / voz y silencio / soy al tiempo / armonía y límite / vacío / orilla / perfil indescriptible» (EI silen cio de los días). Ángeles escribe al impulso de una íntima necesidad donde la soledad es tema presente como ya lo era en Cernuda: «Tú, verdad solitaria, / trans parente pasión, mi soledad de siem pre». Si bien es cierto que Ángeles Nava rro, cronológicamente hablando, abar ca el último tercio de siglo y con ello las tres generaciones literarias domi nantes en este periodo, también hemos de decir que es prácticamente impo sible enmarcarla en una de ellas. Difícilmente pudo vivir el concep to generacional de los novísimos, cuyo año de consagración se sitúa en 1970 y que supuso, al mismo tiempo, la disolución de dicho grupo. Entonces, Ángeles contaba con 21 años. Sí se acerca más a los postnovi simos (y su marcado gusto por el oni rismo y el individualismo literario): «Con avidez / bebí el presente / y así / fui deshaciendo / los sueños impo sibles / morían cada noche conmigo» (EI silencio de los días). Y a la Ilama da «poesía de la experiencia», aun que hay en ambos movimientos un marcado gusto por la métrica tradi cional, que en nada corresponde al verso libre de Ángeles: «Mi presente / tras un cristal finísimo / pero intran sitable (EI silencio de los días). Más acertado sería adscribir a la autora en ese grupo de mujeres que emerge a finales de los setenta y comienzos de los ochenta con una intensa actividad literaria y cuyas voces más conocidas son las de Ana Rossetti y Blanca Andréu. Hemos de tener en cuenta que Mar en la san gre es publicado en el año 1975, A la (VERSOS PARA EL RECUERDOI ^I (,.^ O r^^../ ^ [Regina Davia Muñoz] 65 sombra de la ciudad enamorada en el año 1979 y EI silencio de los diás en 1987. En la poesía de Ángeles Navarro nos encontramos con una respuesta emocional común a todo este grupo de poetisas que ya no quieren escri bir con ese componente de victimismo que ha rodeado casi siempre a la poesía femenina. Los temas son bási camente los mismos (amor, soledad, tiempo, sueños...) pero el tratamien to que se le da es, incluso, liberador. Cuando Navarro habla de soledad no se percibe desolación ni angustia sino la asunción de un hecho de forma tranquila y sosegada: «No hay una mano / bajo mi mano / ni un pie que continúe / el inicio de mi huella / una sombra / se refleja en la pared (A la sombra de la ciudad enamorada). Cuando trata el desamor, reconoce su tristeza pero sin imágenes apo calípticas ni dantescas: « Colocando lentamente / capas de amarillo / sobre la fotografía de mi recuerdo / fuiste mi enamorado presente / sé que no me libraré / de tu desamor huyendo / soy como un puñado de hojas tristes / envuelto en la danza de tu mortal abrazo (A la sombra de la ciudad ena morada). En cuanto a la composición y el lenguaje, Ángeles vuelve a coincidir con el resto de sus coetáneas rom piendo todo esquema preestableci do de corte academicista. Las frases son cortas, al igual que los poemas, rupturas en los versos, fragmenta ción, repetición... Muestra de ello es el inicio y tér mino del libro de poemas EI silencio de los días. Se inicia con un «Sería la muerte del sueño / nombrarlo». Y ter mina con «mientras calle / el sueño quedará a salvo». Todo esto nos Ileva a la concepción de una poesía fuertemente persona lista e intimista: «Voy haciendo senda en el agua / con mis poemas a cues tas / Ilorando sal / y enjugando con arena / mis ojos de azul marino (Mar en la sangre). Son sus obras el prólogo o el epí logo, según queramos, de la vida; y aunque ella hace extensible la frase de Borges «yo publico por dejar de corre gir» y dice no recordar sus poemas de memoria «excepto alguno muy especial», no olvidemos nosotros que el legado que nos deja Ángeles Nava rro Guzmán es, cuando menos, para tener en cuenta. Pasado un tiempo lo que no diga ahora no te sorprenderá como un regalo ni supondrá para mí la ruptura tle un secreto Fuera tle este momento sólo serán palabras Reconocibles en todos los labios sonidos gratos al oítlo avisado pero habrán pertlido el color tle las horas cercanas al desvario De EI color de las horas (inédito). Habla, hoy no quiero pensar el cielo está azul marino y el ruido cercano son los grillos tu voz es como un pañuelo, pañuelo de malvas, sonido de espejos rotos, al chocar un rostro demasiado transparente. me rotlea me envuelve me roza apenas me Ileva me trae me adormece De Mar en la sangre (1975). Como un rumor tle tlolor antiguo sólo poseía el nombre de las cosas resbalando por las terribles pentlientes tle silencio y de pronto todos los nombres se confundieron huesos tle miedo mis miembros nacidos en el espacio tle aquel posible sueño De EI silencio de los días (1987). Hoy me muero de gris y no hay una mano tlispuesta a evitarme los ardores tlel plomo inclemente del cielo Hoy me muero de gris y no se nota las ramas de los árboles, los paraguás se tlisputan la primacía para ocultar mi muerte Hoy me muero tle gris en solitario De A la sombra de la ciudad ena morada (1979). Notas: 1. CELSO EMILIO FERREIRO. Poeta en lengua gallega nacido en 1914 en Celanova. Poseedor de una extensa bibliografía de la que destacamos: Donde el mundo se Ilama Celanova, O soño su/agado, Longa noite de pedra, Viaxe ao país dos enanos y Antipoemas. 2. LLORET MARTÍ, Andrés. Rama de Laurel: poemas y romances. Elda: Club de Campo, 1986. Prólogo de Salvador Pavía; dibujos de «Arti bucilla» Joaquín Planelles y de Ramón Candelas (1986). Bibliografía: BENEGAS, N. y MUNÁRRIZ, J: Ellas tienen la palabra, Madrid (Hipe rión), 1997 GARCÍA MARTÍN, J.L: EI último ter cio de siglo (1968 -1998). Antolo gía consultada de la poesía española, Madrid (Visor), 1998 VILLENA, L.A. DE: Postnovísimos, Madrid (Visor), 1986 ss al bo rad a [LITERATURA] S eiar/Sarama^o ZUn caso de paralelismo literario? FERNANDO MATALLANA HERVÁS En el panorama de la literatura comparada son muchos los casos de coincidencias, paralelismos, intertextualidades, homenajes involuntarios e, incluso, de plagio puro y duro que, desde un punto de vista crítico, han sido estudiados. EI hipotético caso de semejanza de textos que traemos a colación en estas páginas, para ser sometido a criterio del lector avisado, establece, con las salvedades preceptivas, un singular vínculo entre dos autores tan dispares como Emilio Castelar (Cádiz, 1832-S. Pedro del Pinatar,1899) y josé Saramago (Azinhaga, 1922) al abordar un mismo tema de manera muy similar, al menos en (o que se refiere a(a acción de los personajes, sin que tengamos constancia de que haya habido una conexión directa entre ambos relatos. Similitudes y divergencias. se trata de una despedida del medio rural que en el caso del político decimo nónico es presentada como un hecho autobiográfico, en tanto que el autor portugués la sitúa como un episodio perteneciente a la historia de su fami lia, pero los dos ejemplos revelan unos atávicos lazos de unión entre sus res pectivos protagonistas y el territorio y los seres vivos que lo habitan, de los que resulta una determinada con figuración del entorno, paisaje que para Castelar descansa en unas con vicciones de tipo panteísta, mientras que para Saramago es fruto, única y exclusivamente, de la acción de la naturaleza, por un lado, y, por otro, de la fuerza de trabajo del ser huma no y de un uso racional de los recur [CASTELARlSARAMAGO; ^I ^O ^^^ ^ [Fernando Matallana Hervás] 67 sos que aquella nos ofre ce. Pero uno y otro autores vuelven a coincidir cuando detectan una especie de potente influjo telúrico que impide a sus personajes separarse del medio. Otra diferencia que hemos de señalar es la que se refiere a la estética lite raria, donde la redacción apasionada y el sentimen talismo tardorromántico de Castelar contrasta con la emotividad y la mirada sere na, no exenta de ironía, de quien hoy es una de las máximas figuras de las letras portuguesas. D. Emilio EI tribuno ochocentista, de honda raigambre e influencia en nuestra ciu dad como todos sabemos, firmó en septiembre de 1879 un largo artículo memorístico titulado Recuerdos de Elda o Las fiestas de mi pueblo en el que evoca sus años infan J!!I1{ll111111fiilllillll{I111111(IIIi11IílIlilllllilllillll!(Iil{iiillllllilflllL RECIIERDOS DE ELDA ^ ^ O = ^ LAS FIESTAS DE Ml PUEBLO por Cmi^io ^es^e^er . 0 Tiraáe espeeia^ coa molivo áe ^e coloracibo á e le primere pieára áe^ ®onnmenio a ^asEeiar= ecEo realisaáo ñor par e^ ^xcmo. Sr. presiáep^o áe ^a Repúú^ice Espaáo^e ^, Nicefo ii ^ce^á Zemora qué punto se sentía en deuda con su antepasa do, campesino de la pro vincia central de Ribatejo dedicado al pastoreo, a la cría de cerdos y al cuida do de su huerto, cuya vida transcurrió siempre en la extrema pobreza y al que reconoce la función de haber sido su principal maestro de vida, de quien aprendió el amor por la naturaleza y el gusto por contar historias. Recuer da el escritor las circuns tancias en que su abuelo, consciente que iba a morir, dijo adiós a los árboles de su sembrado, cada uno de lo cuales mereció un abra zo y unas lágrimas (Léase Texto 2). Antes de ser galardo nado con el premio de la Fundación Nobel, el autor mantuvo una extensa con versación con el periodis ta Juan Ariass, a lo largo de la cual y en respuesta a una ^ ^^áe ló ^noro 19á^ = ^111li!!1!{lll{Iil{IIEI1111l1111111!!l111Ei1f111f IIIIIf1111NIII111111111Illilllllfr tiles y de adolescencia en estas tie rras, trabajo que pronto se convirtió en un librito que, con el paso del tiem po, ha adquirido carácter de celebridad y se ha transformado en una fuente para el conocimiento de nuestro pasa do, de ahí que haya merecido los hono res de la imprenta en numerosas oportunidadesz. Pero no siendo este el lugar ni la ocasión para dar una visión de conjunto de la obra a la que nos referimos, tarea de la que ya se han ocupado distintos estudiosos3, nos vamos a centrar en el momento de su partida, cuando D. Emilio recuerda el instante en que abandona este lugar con la creencia de que nunca volvería a residir en él y escribe «cada árbol de mi huertecillo mereció un abrazo»: el azofaifillo, los albaricoqueros, el mem brillero, la higuera, «yo le dije una pala bra a cada cepa, a cada arbusto, a cada retoño» (Léase Texto 1). EI Nobel Por su parte, el novelista portugués -cuya memoria es um río onde nave gam os barcos da infancia- en dos ocasiones, al menos, ha descrito el episodio que comentamos. De ellas, la que más trascendencia pública tuvo fue el discurso pronunciado ante la Academia Sueca el 7 de diciembre de 1998. Con motivo del acto de entrega del Premio Nobel de Litera tura -el primero que recibía un escri tor en la lengua de nuestro vecino peninsular-, Saramago rindió un emo cionado homenaje a su abuelo mater no Jerónimo Melrinho, el hombre más sabio que, según él, ha conocido en su vida y que no sabía leer ni escri bir. En su disertación, presentada bajo el revelador título De cómo el personaje fue maestro y el autor su aprendiz, puso de manifiesto hasta pregunta de éste, relató en parecidos términos la despedida de su abuelo Jerónimo (Léase Texto 3). TEXT01 Recuerdos de Elda o Las fiestas de mi pueblo / Emilio Castelar «Recuerdo mi partir, en que el corazón verdaderamente se partiá en pedazos. Resistime como el cordero al cuchillo. Bajé a las bodegas, subí a los desvaness, me encerré en /os escondites del lagar y de la almaza ra, me enterré en /os pajares, pues prefiriera convertirme en la piedra del suelo, deshacerme en la ceniza del hogar, evaporarme en el humo de la chimenea, a dejar aauellos sitios, ungidos con tantas lágrimas y con sagrados con tantos recuerdos. Cada árbol de mi huertecillo mereció un abrazo. Yo le recomendé al azofaifi s$ al bo rad a [LITERATURf^] llo que siguiera creciendo para dar al viento con gallardlá no usada sus hojas de áureo verde y sus frutas relucientes como granillos de pórfido. Yo le pedí perdón a los albaricoqueros por haberles mil veces arran cado sus a/baricoques antes de madurar, con desapoderada impaciencia. Yo le encargué al membrillero, entre cuyas hojas de color de las lilas bri Ilaban los membrillos del color de los limones, que se apre surara a endulzar la aspereza de sus frutos con la jugosa savia. Yo me subí a la copa de la higuera sólo para abrazar aquellas ramas, las cuales tan tas veces me habían ofrecido sabroso almuerzo, sazonado con el rocío de la mañana. Yo le dije una palabra a cada cepa, a cada arbusto, a cada retoño, como si fueran una legión de amigos.» TEXTO 2 De cómo el personaje fue maestro y el autor su aprendiz l José Saramago «(..) gente que tenía pena de irse de la vida sólo porque el mundo era bonito, gente, y ese fue mi abuelo Jerónimo, pastor y contador de his torias, que, al presentir que la muerte venía a buscarlo, se despidió de los árboles de su huerto uno por uno, abrazándolos y Ilorando porque sabía que no los volvená a ver.» TEXTO 3 José Saramago: el amor posible / Juan Arias «A este abuelo mío, cuando esta ba muy enfermo y muy mal, lo Ilevaron a Lisboa a un hospital, donde después murió. Antes de saber, a sus setenta y dos años, aquella figura que no olvidaré nunca, se dirigió al huerto donde hablá algunos árboles frutales y abrazándo los uno por uno se despidió de ellos llo rando y agradeciéndoles los frutos que le habían dado. Mi abuelo era analfabeto total. No se estaba despi diendo de la única riqueza que tenía, porque aquello no era riqueza, se esta ba despidiendo de la vida que ellos eran y que no compartiría más, y lloraba abrazado a el/os porque intuía que no volvería a verlos.» Notas:1. «Aquella separación entre mucha cho y terruño resultó brutal para un espíritu tan finamente sensible, tan constante y sincero en sus entregas emocionales», GARCÍA LLOBREGAT, E., Op. cit. en 2.6. 2. Algunas ediciones de esta obra, a la que Alberto Navarro Pastor cali fica de «canto emocionado a la Elda de su infancia», son las siguientes: 2.1 En La llustración Española y Americana, Madrid, 1879(?) ó 1880(?). 2.2 Almanaque de La llustración para el año 1881. Citadas ésta y la anterior, al igual que la 2.4, por ESTEVE IBÁÑEZ, L. en EI pensamiento de E. Cas telar. Tesis doctoral inédita, 1989, p. 589-590. 2.3 Madrid, Imp. de T Minue sa de los Ríos, 1899. Edición a cargo de José Payá Pertusa. 2.4 Elda, Tip. Moderna, 1916. 2.5 En Idella, n. 31, 6-IX-1926. 2.6 Elda, Tip. Moderna, 1932. Tirada especial con motivo de la colocación de la primera piedra del monumento a Cas telar. 2.7 En Alborada, n. 14, 1968. Presentación de Ernesto García Llobregat. 2.8 En La palabra de Emilio Castelar. Elda, Ayuntamiento, 1984. p. 149-168. Introducción y comentarios por José Ramón Valero Escandell. 2.9 Elda, P. Poveda Fernández, 1999. Reprod. facs. de la ed. de 1932, presentada por José Luis Bazán López. 3. Véase nota anterior. 4. En el diario EI País, 8-XII-1998, p. 36. Editado posteriormente, con traducción de Pilar del Río, bajo el título colectivo Discursos de Estocolmo. Madrid, Alfagua ra, 1999, p. 6. 5. ARIAS, J., José Saramago: el amor posible. 1 a ed. Barcelona, Planeta, mayo 1998, p. 144. 6. Obsérvese la similitud de estas frases con aquellos inmortales versos que, treinta y cinco años antes, José Zorrilla había puesto en boca de D. Juan :«Yo a las cabañas bajé, yo a los palacios subí...». Don Juan Tenorio, pri mera parte, acto I, escena XII. Bar celona, Planeta, 1984, p. 25. [CASTELAR/SARAMAGO^ a I b o rad a [Fernando Matallana Hervás] 69 ^os soneios ae ^aspar Archent en Ide11a ^OSÉ PUCHE ACIÉN Entre los abundantes y excelentes colaboradores del prestigioso y emblemático semanario Ide11a, donde publicaron, además de famosos literatos alicantinos y foráneos, que no menciono porque resultan sobradamente conocidos por la mayoría de eldenses, y de ello da cumplida cuenta Alberto Navarro Pastor en «EI semanario Idella, cima periodística de la Elda de anteguerra» (ALBORADA N° 32,1985; Otoño-Invierno), donde extracta la extensa lista de colaboradores ampliada por él mismo en La prensa períódica en Elda,1866-1992 (Instituto de Cultura «Juan Gil-Albert». Diputación Provincia) de Alicante.1997), se encuentran otros escritores más conocidos en los respectivos ámbitos locales. Gaspar Archent Avellán es uno de ellos. A él me referí en las páginas de esta revista el año pasado, a propósito de un romance titulado «EI alcázar de Elda», publicado en el también periódico local de Villena La Corona, firmado con el pseudónimo Zen A Vesta. En esta ocasiabn voy a referirme a los sonetos que Gaspar Archent publicó en Idella en 1926 y unos años antes en La Corona villenense. Notas biográficas del autor. Gaspar Archent Avellán nació el día 5 de octubre de 1877 en el histórico barrio del Rabal de Villena y fue bau tizado, al día siguiente, por su tío, el también sacerdote e historiador ville nense D. Salvador Avellán García, en la misma pila bautismal de la Iglesia de Sta. Maria donde anteriormente reci bieran las aguas personajes como Juan Chaumel, Aquilino Juan Ocaña, el mismo Salvador Avellán, Ruperto Chapí y otros. Comenzó los estudios sacerdotales en el seminario de Mur cia y los terminó de manera brillante en el Colegio Español de Roma, donde acabó su carrera y donde escribió varias de sus composiciones. En esta ciudad celebró su primera misa solem ne, a las cero horas del día 1 de enero de 1900, coincidiendo con el comienzo de año y de siglo. Ejerció el sacer docio como párroco de Santa Ma de Cartagena, Jumilla, Sax, Águilas y en calidad de canónigo electoral, de Orihuela y Valencia. Una muestra de sus dotes oratorias es el número de ser mones que Ilegó a predicar en Valen cia durante un mes de mayo, que asciende a 46. Murió el 28 de enero de 1950 en Valencia, a los 73 años de edad. Su faceta literaria. Atraído por el arte lírico, cultivó la poesía; supe ran las trescientas el número de sus composiciones, algunas de las cua les firmaba con nombre y apellidos o iniciales, aunque también empleaba varios pseudónimos como Chartres Pagán, EI Doctoral de Orihuela, EI vigía del castillo, Ignotus, Gasarave (acrónimo de Gaspar Archent Ave Ilán), Zar y Cejo, Zen A. Vesta, EI campanero, X., Z. En ellas predominan los temas en torno al amor, la devoción religiosa, además del fervor patriótico, modos y costumbres de su pueblo y exaltación 70 al bo rad a [LITERATURA] de las fiestas, y otros como los dedi cados a Elda y a algunos de sus per sonajes. Destacan en especial sus poemas dedicados a la Virgen, cuya gran devo ción declaraba en todos los medios que estaban a su alcance: conferen cias, sermones, tertulias..., de lo cual surge otra faceta de su actividad lite raria, el periodismo local. Además de ser el director y artífi ce del boletín La Corona, colaboró también en otros periódicos de Ville na como EI Defensor de Villena, Ville na Joven (en sus dos primeras etapas), Uillena en fiestas, Patria Chica, EI Olivo, Villena Azul y Bodas de plata. Parte de sus composiciones se publicaron en el libreto EI Romance ro Villenense, donde recoge varias de las tradiciones locales; libreto que fue publicado en 1970 y se ha vuelto a reeditar en marzo de 2003, treinta y tres años después, con un añadido de otros poemas suyos. Los sonetos en Idella. Aunque la primera composición de Gaspar Archent publicada en Idella data del año 1926, su relación con Elda viene de antes, y está documentada en un programa de festejos del año 1904. «La población de la ^Ila de Elda», podemos leer, «celebra durante los días del 6 al 20 de sep tiembre, en honor a sus Excelsos Patronos el Santísimo Cristo del Buen Suceso y Ntra. Sra. de la Salud, con motivo del tercer centenario de la veni da de dichas imágenes a esta Villa» (por cierto, en el programa figura como impresor «Amorós» de ^lllena.). En el pro grama, junto al anuncio del «Globo aerostático, construido por el ingenio so artíficie Manuel Martínez que se ele vará a las 10 de la noche, y el bonito Castillo de fuegos artificiales, obra del pirotécnico D. Silvestre Maestre, veci no de esta villa, que se disparará des-pués... », se añade: «AI anochecer de este día dará principio un Solemne Novenario en honor de Nuestros Excel sos Patronos el Santo Cristo del Buen Suceso y Nuestra Señora de la Salud.. EI día 13 manifiesta su gratitud á María Santísima don José Candel, y predi cará el Doctor D. Gaspar Archent Abe Ilán, (sic) ...». Es posible que su colaboración en Idella se debiera a la amistad con quien fuera uno de sus directores de la revis ta, Maximiliano García Soriano, el conocido Don Maxi, quien, aunque nació en Yecla, desarrolló gran parte de su actividad profesional y literario periodística en Elda, y además tuvo bastante relación con Villena, donde colaboró también en los periódicos locales EI Bordoño, EI activo (3a época), Nosotros, Villena joven (2a etapa) y Patria chica. Los sonetos de Gaspar Archent publicados en Idella son cuatro; a saber: A ELDA. En el n° 7. 20 de marzo de 1926. DON JUAN SEMPERE GUARI NOS. En el n°.17. 29 de mayo de 1926. DON JUAN RICO AMAT. En el n° 19. 12 de junio de 1926. [LOS SONETOS DE GASPAR ARCHENTI al bo rad a [^osé Puche Acién] 71 FRANCISCO GANGA AGER (EL SERÁFICO). En el n° 21. 26 de junio de 1926. Las cuatro composiciones pueden verse también en La Corona, boletín villenense que el mismo Gaspar Archent dirigía. EI primero de ellos, titulado «A Elda» (aparecido en el n° 3 de La Coro na, 1 de noviembre de 1921; es decir, cinco años antes que en Idella, forma parte de un tríptico y se presenta como la composición premiada en la «Fiesta de la Poesía» celebrada en Elda el día 10 de septiembre de 1920, junto con los también sonetos titulados «A la Sma. Virgen de la Salud» y«AI Smo. Cristo del Buen Suceso»; poemas también que transcribo, a continuación. A Elda Esculpido con letras tle diamante en el libro de oro tle la historia como límpida y noble ejecutoria aparece tu nombre fulgurante. La humanidad contemplará anhelante los vívidos reflejos de tu gloria cuando pase a los siglos la memoria de tu industrioso laborar constante. Que es totla la ciudad fábrica inmensa do se escucha el rumor siempre creciente del trabajo prolífico y fecundo: los brazos obran y el cerebro piensa y por la acción del músculo y la mente es Elda ya la atlmiración tlel mundo. A la Stma. Virgen de la Salud Bajo solio tle luz y tle colores Sobre trono tle excelsa gradería Se descubre la imagen de María, Derramantlo a torrentes sus amores: Es aurora de célicos fulgores Es la reina ideal de la poesía. Más tlulce que del néctar la ambrosía Más grata que el perfume de las flores. EI pueblo enagenatlo la venera Y ofrenda ante su altar con fe sencilla, Las plegarias que salen tle su boca, Y allí postratlo, con el alma entera, Mientras dobla en el suelo la rotlilla, A la que es Virgen de Salud invoca. AI Stmo. Cristo del Buen Suceso Clavado está en la cruz; triste mirada Con brillante fulgor de luz divina, Dirige al mundo, y su cabeza inclina De punzantes abrojos coronada. AI mirar con la frente ya inclinada En sus vidriados ojos se adivina Que más le duele o que la agutla espina La ingratitud del alma extraviada. Nos mira con estático embeleso Y es lenguaje tan dulce el tle sus ojos Que tlicen de su amor en el exceso: «Quiero salvar al muntlo con un beso Y por mirarle siempre sin enojos EI Cristo seré yo del Buen Suceso.» EI soneto titulado «A Elda» es una loa a la población, en la que se destaca el trabajo bien realiza do de sus gentes; labor que califi ca de prolífica y fecunda, que Gaspar Archent compendia en los últimos tres versos: los brazos obran y el cerebro piensa / y por la acción del músculo y la mente / es Elda ya la admiración del mundo. Las dos composiciones dedi cadas a los patronos eldenses la Virgen de la Salud y el Stmo. Cris to del Buen Suceso están escritas dentro de un estilo literario acorde con el tipo de poesía religiosa. Los dos poemas coinciden entre sí, y también con el de la ciudad de Elda, en que sus últimos versos aparece el título. Los tres poemas siguientes tam bién se publicaron en el número 8 de La Corona, el 1 de abril de 1922, identificados como una composi ción premiada en la «Fiesta de la Poesía» celebrada en Elda el día 10 de septiembre de 1920. En el tríptico de sonetos dedicados a los tres conocidos perso najes eldenses resalta Gaspar Archent cada una de sus cualida des individuales. D. Juan Sempere Guarinos EI aura tlel saber su frente orea y en sus ojos la luz resplantleciente tlel tesoro tle ciencia de su mente con fuego cegador relampaguea. Con el vuelo tlel genio que aletea se encumbra cual un astro refulgente y de su verbo cálitlo, elocuente, brota el rayo fecundo de la idea. Jurisconsulto insigne cuya fama traspasó de la patria los linderos resonantlo con ecos eternales..... hasta el empíreo subirá la Ilama que alumbrará a los siglos venitleros con la luz tle sus obras inmortales. D. Juan Rico Amat Literato eminente que extasía con el grato sonar tle sus canciones, brilla en todas sus grandes producciones el encantó inmortal de la poesía. Hijas de su exaltada fantasía asombran sus innúmeras creaciones y tiemblan de pavor los corazones temiendo su satírica ironía. AI admirar su crítica aceratla que tle frases punzantes está Ilena y hiere cual la punta de una espada, la ingente muchedumbre se enagena y grita sin cesar entusiasmada aplaudientlo sus obras en la escena. Francisco Ganga Ager (EI Seráfico) Bardo bohemio, errante y vagabundo su natural inspiración admira y el verso brota de su tosca lira cual brota el agua en surtidor profundo. Hijo del pueblo fue; genio fecundo a quien la musa popular inspira y si unas veces canta, otras suspira movientlo a compasión a todo el mundo. Vibraron con acentos de la gloria las cuerdas tle la lira entre sus manos, y aunque su nombre olvidará la Historia no morirán sus versos soberanos porque escritos están en la memoria de todos los Eldenses, sus paisanos. 72 alborada [LITERATURA] En el Círculo de Colomers. De izquierda a derecha: Fina Pastor, Bienvenída Sánchez, Ma Luis Pastor, Amparo Rico, Virtudes Mauro y Elena Santos. FINA PASTOR ^URÁ _ _ _ _ __ EI deporte de la montaña en su versión menos dura -el senderismo- tiene una larga tradición en Elda. Las primeras expediciones organizadas se remontan al comienzo de la segunda mitad de la década de los 50, a raíz de la creación del Centro Excursionista Eldense, siendo el verano de 1959 la primera vez en que una excursión montañera al Pirineo catalán contó con la presencia de mujeres. Para Fina Pastor, una de las pioneras del excursionismo local, aquella experiencia fue especialmente importante en su vida, Tanto es así que, casi medio siglo después, todavía la recuerda con detalle y, basándose en la información recopilada entonces por Daniel Esteve, presidente del CEE y componente también de la expedición, ha reconstruido ahora en forma de diario de viaje lo que supuso aquella experiencia de dos semanas en el paisaje pirenaico. Un relato construido desde el candor y el desconocimiento de una joven de 18 años de entonces que salía sola de Elda por primera vez, y en unas condiciones que, vistas hoy desde la distancia de los años y la modernización social, pueden parecernos de un mundo muy lejano. Pero, en lo esencial, el esfuerzo montañero para afrontar aquellas rutas que se relatan sigue siendo el mismo. (PRIMERAS MONTANERAS ELDENSE EN LOS PIRINEOSj I^^,.^ t,,,^. ^ . [Fina PasYOr Durá] 73 ste viaje se fraguó en sep tiembre de 1958 cuando el que entonces era mi novio me contó sus vacaciones estivales, recorriendo durante quin ce días los Pirineos catalanes. Quedé tan gratamente impresionada con su relato de los paisajes maravillosos y de la convivencia con otras personas que, después de ver las fotos y ampliar comentarios, anécdotas y otras cues tiones montañeras, caló en mis pen samientos una ilusión que quedó apar cada en mi subsconsciente. En el año 1959, no recuerdo en qué fecha exacta, se estaba organizando otra expedición a los Pirineos catala nes, esta vez con mujeres. Cuando me dio la noticia mi novio me Ilevé una gran alegría. La expedición se componía de cuatro matrimonios, un padre con su hija y unas cuantas personas más que iban por libre. Yo estaba ilusionada con hacer aquel viaje pero, claro, había una barrera insalvable en aquellos tiempos: ^Cómo me iba a ir yo, una chica de 18 años, sola a los Pirineos? Mi novio y yo estuvimos bastante tiempo viendo la manera de decírselo a mis padres. Hoy puede parecer muynormal, pero entonces pasamos nues tros apuros, hasta que un día decidi mos hablar con ellos. Recuerdo que parecía que les íbamos a proponer una tragedia en vez de unas simples vaca ciones de montaña, pero tengo que decir que la charla fue bastante tran quila y me dieron su consentimiento poniendo sólo dos condiciones: que me Ilevara a mi hermana, unos años más joven que yo, y que tenía que hacer se responsable algún matrimonio de la expedición. Así se hizo, vinieron a mi casa dos matrimonios y otros compo nentes de la expedición, se dejó todo bien sentado y conseguí el permiso definitivo. Así que, con unos meses por delante, mi hermana y yo empezamos a preparar aquella ilusión aparcada que era, al fin, iver los Pirineos! Nos hici mos pantalones, jerseys, blusas..., las mochilas nos las prestaron otros mon tañeros y las botas nos las hizo mi La totalidad de componentes de la expedición:l. Hijo del guarda. 2. Óscar Santos. 3. Elena Santos. 4. Miguel Pérez. 5. Fina Villaplana. 6. Paco Villena. 7. Guarda. 8. Dionisio Sirvent. 9. Fina Pastor.l0. Daniel Esteve.ll. Bienvenida Sánchez.l2. (desconocido).13. Amparo Rico.14. Elías Vera.15. Julián Torregrosa.ló. Rafael Vercher.l7. Manuel Díaz.18. Me Luisa Pastor.l9. Pascual Navarro. 20. Virtudes Mauro. Diego Muñoz. 22. Etios Payá. 74 ^ /^ ^^^ [DEPORTE] padre. Todo el equipo tenía que ser doble y hasta última hora no lo termi namos de preparar. Aunque hecho a mano y muy modesto, tengo que decir que el equipo no quedó mal y le dimos un sobresaliente con nuestra ilusión. ^ 17. Por fin se acercaba el momen to, tras unas cuantas noches sin poder conciliar el sueño del todo debido al nerviosismo que me provocaba el pri mer viaje a lo desconocido que iba a realizar. La última noche nos acostamos tarde, ultimando los preparativos. En el mejor momento del sueño, a las cua tro de la madrugada, sonó el desper tador. Cogimos las mochilas y nos fui mos al punto de partida, la Agencia Navarro, que hoy no existe. A las cinco y cuarto estaba todo el grupo y subi mos a un camión del Sr. Navarro que nos Ilevó a la estación de ferrocarril de La Encina, donde teníamos que coger un tren procedente de Cádiz con des tino a Barcelona que le decían «EI sevi Ilano». Tomamos café en la cantina de la estación, que no cerraba nunca por ser estación de tránsito para enlazar con varias provincias, y a las siete y cuarto subimos al tren. AI poco tiempo conseguimos estar todos senta dos. EI viaje transcurría tranquilo, con risas y comentarios. La primera anéc dota estuvo a cargo de «Migalo» y es que, mientras estuvimos un buen rato esperando el tren en la estación, allá donde iba le seguían dos perros que no conseguía quitárselos de encima. EI motivo era que para inpermeabili zar las botas las había restregado cor teza de tocino, algo habitual en aque Ilos tiempos, y los perros creían que era un manjar. Llegamos a Tarragona a las cua tro y media de la tarde y teníamos que esperar hasta las seis y diez para coger otro tren hasta Lérida, tiempo que aprovechamos para comer en la can tina de la estación. A las diez y media de la noche Ilegamos a Lérida, per-noctando en una fonda cercana a la estación. Era mi primera noche fuera de casa. Comienzo de la marcha desde el pueblo de Espot. ^ ^ó. EI día 18 amaneció espléndido. A las seis de la mañana ya estaba todo el grupo dispuesto y camino de la esta ción. EI tren ya estaba formado, cogimos asientos y, como había tiempo, nos fuimos a desayunar, ya que siem pre se quedaba alguna persona guar dando las cosas. La estación estaba abarrotada de gente: excursionistas, pescadores, familias enteras con sus capazos de comida...Van hacia el lago Tremp y alrededores. Son las siete y media, el tren hace su salida con retra so y va repleto. Se Ilega a la montaña y el paisaje es muy bonito. Salimos a la plataforma, donde sopla un aire fres quito y se puede respirar profunda mente. Hacemos alguna foto, porque el paisaje lo requiere. La gente, en su mayoría, se baja pronto y quedamos solos en el departamento. A las diez y veinte Ilegamos a nuestro siguiente des tino, Pobla de Segur, y en la estación se arregló el viaje de regreso. Durante el trayecto Lérida-Pobla de Segur se nombró a los que se encar garían de hacer de cocineros durante la expedición, que fueron Villena, Rafael Vercher y Julián, mientras que las muje res ayudamos a confeccionar la lista de alimentos necesarios, menos aque Ilos que se deberían comprar al día en los pueblos de la montaña. Cuando Ile gamos a Pobla de Segur, dejamos los bártulos en la fonda y nos fuimos a la oficina de turismo a recoger informa ción más precisa. Dimos una vuelta por el pueblo, comimos en la fonda, y a las tres estábamos preparados para mar char en autobús hacia nuestro nuevo destino, con tiempo aún para escribir y mandar tarjetas postales y telegramas. Pobla de Segur es la última estación de tren, la más cercana a los Pirineos, muy importante en aquellos tiempos, y que hace tan sólo unos meses ha sido clausurada. En Llaborsí, el autobús hizo una parada, dando la casualidad de hacer lo en un parque infantil muy moderno, con bastantes juegos para niños. Era la primera vez que veía aquello y me Ilamó la atención. EI parque estaba en hondo y se accedía por unas escaleras. A sus lados bajaban dos toboganes hechos de cemento fino. Era una tentación que no pudimos resistir y nos tiramos varias veces mientras duró la parada del auto bús. Continuamos la marcha y, a las cinco y media, Ilegamos a La Gingue ta, en el cruce de la carretera de Espot, donde teníamos que pernoctar esa noche. Desde el cruce hasta Espot hay siete kilómetros y, como somos dieci nueve personas, el taxi que nos esta ba esperando tuvo que hacer varios viajes. Empezaba a Ilover y en el pri mer viaje subimos mujeres acompa ^PRIMERAS MONTAÑERAS ELDENSE EN LOS PIRWEDS] ,, ^ f,.,^ ^^„^ _,.. I ^, _ (Pina Pastor Durá] 7G ñadas por un hombre, que es el que se tenía que encargar del alojamiento de todos. EI taxi empezó a subir por aque Ilas curvas tan empinadas en una carre tera blanca de barro y Ilena de baches, pero al fin Ilegamos a Espot. Recuerdo que la tarde estaba cayen do y estaba nublado, aunque había dejado de Ilover. EI pueblo era bellísimo con las montañas pegadas unas con otras, los abetos, los sauces, la hierba, las vacas... Un conjunto de natu raleza que aparecía ante mis ojos por primera vez y que me dejó anonada da y sin palabras para definir aquel momento. Claro, era mi sueño, eran Los Pirineos. EI hotel estaba Ileno, pero se con siguieron tres habitaciones en casas particulares y se habló también con el alcalde, que facilitó la sala del Juz gado del Ayuntamiento para los que no tenían habitación. En el hotel nos espe raba una carta del presidente del Cen tro Excursionista Eldense dándonos la bienvenida. d^ ^9. Dedicamos la mañana a ter minar de aprovisionarnos de los últi mos suministros y dimos una vuelta por el pueblo. Espot era el auténtico pueblo de montaña con tres o cuatro pequeñas calles, unas cuantas casas, muy poca gente en la calle y un puen Cruzando un glaciar en Colomers. te de piedra para poder cruzar el impetuoso río que proviene de las nieves de las altas montañas que circundan el valle. A las diez de la mañana nos suben en una furgoneta los suminis tros y algunas mochilas hasta el lugar donde vamos a pasar la noche, el lago San Mauricio, a 1.860 ms. de altitud. Iniciamos a pie la subida de siete kiló metros que discurre por pista, y, a veces, por senda, atravesando peque ños bosques de abetos. Por el cami no Ilueve y hace sol de manera inter mitente y las botas, como no son muy técnicas, empiezan a mojarse y noto humedad en los pies. Poco a poco vamos ganando altura y a la una y media llegamos al lago San Mauricio. Si por la mañana quedé sorprendi da por el paisaje del pueblo, aquí estu ve un buen rato contemplando el pano rama que tenía ante mi vista: un gran lago rodeado de montañas con nieve aún cerca de las cumbres, sobre las que no paré de hacer preguntas. Quedé impresionada por dos montañas idénticas que casi se podían tocar, que me dijeron que eran «Los Encantats», sin darme cuenta de que no iba sola y de que tenía que colaborar en las tareas de preparación del campamento. Ese año no dejaban acampar junto al lago, como el año anterior, y hay un guarda fores tal. «Esto es nuevo», nos dicen los que habían venido el año anterior. Así que fuimos a visitar a los guardas de la presa, a los que sí que conocían, y nos habilitaron un pabellón abandonado de Hidroeléctrica, aunque el guarda fores tal seguía en sus trece y ponía reparos a dar permiso sin consultar a sus jefes. AI final se pusieron de acuerdo entre los guardas, gracias a los de la presa, y acabaron adecentándonos el pabe Ilón para dormir, mientras que en el refugio de los guardas de la presa cocinábamos y pasábamos las veladas. Por los alrededores del lago había un cuartel con un destacamento de sol dados. También había una ermita, refu gio donde pernoctaba un médico reti rado que había venido a pintar estos bellos paisajes. Comimos y nos fuimos a disfrutar de los Pirineos y recuerdo que, en la base de «Los Encantats», había un pequeño glaciar hacia el que nos encaminamos. También recuerdo que, no sé cómo, aparecieron unos cuantos soldados del cuartel que distaba, por lo menos, media hora de camino. Los soldados, muy amables, nos ayudaron a subir, pues había bastante pendiente y pasamos un rato agradable en la nieve todos juntos. Por la noche estábamos cansados y, después de cenar, nos acostamos. ^^ ^. Nos despertamos con la pre sencia de Rafael Vercher, uno de los cocineros, que amablemente nos trajo el desayuno a la cama. Un grupo de tres montañeros había madrugado para subir al pico del Encantat Mayor. Después de desayunar, salimos a dar un paseo por el lago San Mauricio y ascen dimos la Cascada del Escritá, una her mosa cascada de unos veinte metros de altura. De allí nos fuimos al lago Ratera, que está a 2.222 ms. de alti tud. Allí nos quedamos las mujeres ins- peccionando aquellos maravillosos rin cones, además de darnos un baño en las gélidas aguas y tomar el sol, mien tras otra parte del grupo se fue a com probar en qué condiciones se encon traba el camino por donde tendríamos que pasar días después. AI cabo de 76 ^n t„a ^g (DEPORTE] unas horas, regresó el grupo diciendo que había nieve en el camino, pero que se podía pasar bien. EI grupo de esca lada subió a la cumbre con éxito y a las tres de la tarde estábamos todos juntos para dar cuenta de un arroz con conejo excelente. Por la tarde continuamos dándo la vuelta al lago, ya que es muy grande. DIA 21. Sin objetivo alguno, salimos a dar un paseo y hacer fotos para el recuerdo. Llegamos al cuartel y en el bar tomamos unas cervezas. Los sol dados no paraban de decirnos bro mas y contarnos su estancia en la montaña, que era muy aburrida y se querían ir a casa. Así pasamos la maña na hasta la hora de comer. Cuando volvimos al campamento, los cocine ros habían hecho unos gazpachos buenísimos. EI grupo explorador infor mó que por el camino que debíamos transitar había que atravesar cuatro glaciares sin dificultad y que en el lago Umbago había un pabellón desocu pado con dieciséis literas. Por la tarde, después de fregar los cacharros (me tocó a m^, descansamos, no tuvimos ganas de andar. Por la noche, cena mos truchas pescadas en el lago por los guardas. Después tomamos café, contamos chistes e hicimos un coro. Cantamos mal pero cantamos duran En el lago de Trenm. En el lago San Maurício. te un buen rato, sin darnos cuenta de fuera había una gran tormenta. Era una gozada ver caer los rayos desli zándose por la montaña, dejándolo todo iluminado en una noche inmen- samente oscura. EI ruido de los true nos, en medio de la tormenta, era pavoroso y recuerdo que, cada vez que caía una chispa, sonaba como una campana un teléfono de emer gencia que había para la presa del lago. Teníamos suerte de estar bajo techo porque en la lona de la tienda hubiera sido imposible dormir. D^A 22, Amanece con sol y des pués de desayunar damos un paseo por el canal cogiendo fresas. Segui mos caminando hasta la ermita, donde cogimos ramas de avellano para hacer nos unas varas de apoyo para la mar cha del día siguiente. AI Ilegar al refu gio, alguien insinúa ir al cuartel a tomar una cerveza; lo han tomado como vicio y allá que vamos. En ese tra yecto se lesionó un componente de la expedición y lo Ilevamos al médico del refugio, que le dijo que era un esguince mandándole masajes y repo so. Así que este componente y su mujer, que lo tenía que acompañar pues no podía dar ni un paso, se quedaron sin hacer la travesía del Círcu lo de Colomer. La noche se volvió a pasar Iloviendo. DIA 23. Amanece algo nublado. Nos levantamos a las cinco y media y a las seis y cuarto ya estábamos en marcha, todos, menos el acci dentado y su señora, con los que quedamos en vernos en Salardú dos días después. Comenzamos la mar cha y poco a poco nos vamos ele vando. A las dos horas pasamos por el Port de Ratera, a 2.580 ms. de alti tud. Desde este privilegiado lugar se pueden ver varios lagos a la vez. Hay [PRIMERAS MQNTAÑERAS EIpENSE EN LQS PIRINEpS] ]^^ r^^ € [Fina Fastor Ourá] 77 uno en primer plano, que recibe el nombre de Obago, que es una maravilla formando una gran isla rodeada de agua. Seguimos mar chando, pasamos varios glacia res y, cuando Ilevábamos más de ocho horas de marcha, deci dimos acampar. Encontramos un pequeño refugio y allí cenamos y pasamos la noche como mejor pudimos. Buscamos leña, que estaba mojada, pero al fin ardió y pudimos dejar las botas secar al fuego, con tan mala fortuna, que a uno del grupo se le quemó una bota por el talón, pero así hubo de Ilevarla puesta. DIA 24. Nos levantamos con los huesos doloridos de haber dormido en el suelo, pero no quedaba más remedio que seguir y después del desayuno nos pusimos en marcha. Fuimos caminado hasta Ilegar al Lago Mayor de Colomer, situado a Campamento en Lago San Mauricio. 2.086 m.de altitud. AI poco tiempo Ilegamos a una pista que, después de varias horas, nos Ileva hasta los Baños de Tredos. Seguimos andan do por la pista, el camino es bueno pero son ya muchas horas de marcha. Pasamos por Tredos y, ya por fin, a las cinco de la tarde, hicimos entra da en Salardú, el final de etapa. Tengo que decir que esos dos días fueron muy duros, ya que no teníamos costumbre de andar tanto tiempo segui- do. Pero todo lo daba por bueno por lo que había visto: paisajes, nieve, montañas altísimas, árboles, flores, Iluvia...un compendio de la natura leza que compensaba el sufrimiento. En Salardú buscamos alojamiento y el guarda del albergue del Alto Arán nos prometió poder pasar allí la noche. Cenamos ligeramente y como el grupo estaba cansado y cargado con las mochilas, nos fuimos directamente al albergue. Nos destinaron dos salas, una para mujeres con diez literas, y otra para hombres con quince. EI albergue tenía un comedor de ensue ño, todo nuevo y maravillosamente montado. Pasamos a las duchas por turnos y cuando se estaban duchan do los últimos, viene un alto cargo con la orden de que debemos de abandonar el albergue de inmedia to. Intentamos convencerle de que nos dejara pasar la noche por lo menos, pero no hubo manera y a las dos horas estábamos en la calle. En compensación, nos dejaron el salón de sesiones del Ayuntamiento y, como estábamos tan cansados, nos fui mos a dormir enseguida. DÍA 25. Desayunamos en el bar Esquí y a las siete cogimos un coche que nos Ilevó a Viella. Pasamos por varios pueblecitos todos idénticos con sus torres de iglesias alargadas iguales, situados junto al río y la carre tera. Llegamos a Viella a las ocho y montamos el campamento junto al campo de fútbol, a orillas del río Garo na. Plantamos sólo cuatro tiendas porque los matrimonios se fueron a pernoctar al hotel, aunque comíamos todos juntos. Por la tarde fuimos al cine a ver Lili Marlen y EI Capi tán Koperbi. Cuando salimos, vimos que había Ilovido. Nos reu nimos en un café, pues esperá bamos la contestación de un taxista spbre el viaje que quería mos hacer a Lourdes. AI poco tiempo hay acuerdo poniendo 150 ptas. por persona, lo que suponía el alquiler del taxi para todo el día. DIA 26. Nos levantamos a las seis y media, desayunamos y a las ocho salimos para la fronte ra, que cruzamos en Puente del Rey después de haber hecho los trámites en Les. A las diez ya estábamos en suelo francés, cuzamos Tarbes, en Bossot hemos cambiado algunos fran cos, y a las doce y media llega mos a Lourdes. Lourdes era una población de unos 60.000 habi tantes Ilena de comercios donde vendían recuerdos de la Virgen. La gruta donde apareció la Virgen esta ba repleta de gente y enfermos a la espera de un milagro para su pena. Comemos cerca de la iglesia subte rránea, que se está más fresco, pues hace mucho calor. A las cuatro vimos una procesión, nos acercamos a las tiendas a comprar unas medallitas y emprendimos el viaje de regreso a España. Como íbamos en dos taxis nos tenemos que ir esperando. AI chófer, que era francés, le pregunta mos cuánto valía el Citroén 2 caba Ilos. Nos Ilamó la atención que valie ra 30.000 ptas. En Lex compramos comida para los días que nos qué daban, merendamos y continuamos el viaje y pronto Ilegamos a Les Bor des, a unos diez kilómetros de la fron tera. En una tienda que lo era todo en el pueblo nos alquilaron una habi tación para cuatro mujeres. EI resto de mujeres encontramos alojamien to en el pueblo y los demás compo nentes del grupo durmieron en la escuela, a la entrada del pueblo. 78 ^nra rt `oEPO`^`^ r ^.,,: DÍA 27. Amanece buen día y temprano iniciamos la subida al refugio de Artiga de Lin. Es buena pista, pero tardamos más de tres horas, aunque nos habían dicho que había solamente hora y media. EI paisaje es bellísimo, la vegetación muy tupida y los bosques muy espesos. Por fin Ilegamos a la ermita, a donde el 3 de mayo suben en romería todos los pueblos veci nos. A nuestra Ilegada sale un hombre que va camino del pueblo y nos infor ma que, en caso necesario, podíamos utilizar el pajar, que estaba abierto, y que hasta el día siguiente no regre saba. Descansamos un rato y conti nuamos con nuestro propósito de Ile gar al refugio de Artiga de Lin. Encontramos una cascada preciosa en un paraje encantador, así que optamos por parar a comer en aquel idílico lugar. La cascada se denomina Gre siyú. Después de comer nos dimos una caminata para recoger fresas y moras, que estaban muy ricas y abun daban en la zona. Pasamos la noche, unos en el pajar, y otros en las tiendas de campaña que se plantaron. La cena nos la planteamos en la expla nada de la ermita y nos salió una cena ambiente de las mejores de los últimos tiempos. Después de cenar, toma mos café, organizamos un fuego de campamento, cantamos algunas can ciones y a las once nos acostamos. Fue una magnífica noche. DÍA 28. Amaneció un día espléndido. Un grupo salimos caminando con ánimo de Ilegar al lago. Almor zamos en la cabaña de los guardas de la Hidroeléctrica. Los guardas, muy amables, nos proporcionaron algunos alimentos: tocino y chorizos para la comida comunitaria, pero pan no nos pueden dar porque casi no les queda para ellos. Recorremos las instalaciones de la central eléctrica y visitamos las Giáell del Juen, donde, en plena montaña y sin motivo alguno, brota una enorme cantidad de agua que cae rápidamente, agua que se ha comprobado que viene del Lago en el Círculo de Colomers. Aneto. Tomamos unas fotos y segui mos hacia el refugio. Lo inspeccio namos: en la parte alta tiene 18 literas y en la planta baja 8, es pequeño pero está muy bien distribuido. Segui mos la marcha entre pastos, bos ques y cascadas de regreso al cam pamento. Son las tres de la tarde. Los garbanzos que nos dan hoy para comer están algo duros, pero con el hambre que Ilevamos no se nota mucho. Pan no hay, pero sí buen humor. Después de comer, se reco ge el campamento e iniciamos el des censo a Les Bordes, donde pernoc tamos. Hacemos una bajada muy agradable, tomamos fotos y a las seis de la tarde estábamos en el pue blo. Todos tenemos alojamiento, cena mos juntos en un bar y a las diez nos vamos a la cama. Sigue Iloviendo. D^A 29. Ya tenemos que coger trans portes motorizados, por lo tanto vamos a horario fijo. Bajamos la carretera y paramos un camión que nos dejó en Viella. A la una y cuarto salimos de Viella. La subida es preciosa, se ve todo el Valle de Arán, un paraíso de tranquilidad y belleza en pleno Piri neo. Tardamos quince minutos en cru zar el túnel, pasando a la vertiente sur, que da al Mediterráneo. La baja da es bonita, pero la carretera muy accidentada. Llegamos a la Pobla de Segur a las cinco y media de la tarde, cenamos, tomamos café y a las once nos fuimos a la cama. DÍA 30. Hemos de emprender el viaje de regreso. EI tren parte a las dos hacia Lérida, a donde Ilegamos a las cinco. A las siete salimos para Tarragona. Llagamos a las once de la noche y hasta la una no pasaba el expreso Barcelona-Valencia. Recorremos la ciudad y cenamos a la hora conve nida tomando el tren con asiento para todos. DÍA 31. Nos amanece en ruta y a las ocho Ilegamos a Valencia. Todos los trasbordos se han hecho con regula ridad y en franca camaradería. Unos se encargan de bajar las mochilas, otros de coger asientos, almorzamos y a las nueve y cuarto salimos para Elda. Llegamos a la una y media y en la estación nos esperaban familiares y amigos. EI grupo se disgrega y cada cual marcha a su casa dando fin a estas magníficas vacaciones. Para mí ha sido una gran experiencia en cuanto poder haber visto los paisajes soña dos, así como en lo deportivo, al haber aguantado todas las caminatas tan seguidas. Y en lo humano también, al haber convivido de tan buen agrado con una gente que apenas conocía. [PRIMERAS MONTANERAS ELDENSE EN lOS PIRINEOS] ^ [Fina Pastor Duráj 79 ^^J©Cr3CC^^_ ^. LA POSTGUERRA TRAJ LA ECLOSIÓN DEL FÚTBOL MODESTO ELDENSE Historia ce campeonatos locales ANTONIO JUAN MUÑOZ Al finalizar la Guerra Civil, comenzó la eclosión del fútbol modesto eldense . Antes, en los años veinte, se había dado ya la rivalidad entre el Elda Fútbol Club y el Club Deportivo Eldense, originando una pasión balompédica que llegó a nuestra provincia por los barcos ingleses que anclaban en el Puerto de Santa Pola . Sin embargo, con anterioridad, en nuestra ciudad se jugaron algunos partidos de fútbol a principios de 1900, generalmente coincidiendo con las Fiestas Mayores entre equipos de amigos que desafiaban a otros de Petrer . Todo eso despertó el interés de los jóvenes de la población, que decidieron hacer sus «pinitos» con un balón en los pies . De esa forma, y de manera paulatina, se fraguó el nacimiento de los campeonatos locales . L a década de los cuarenta marcó el inicio de los tor neos eldenses aumentando en la década de los cin cuenta, los más gloriosos para el fútbol amateur de Elda . En esos años proliferó la creación de conjuntos de nombres que todavía perduran y otros que desaparecieron hace poco tiempo . Recordemos algunos y su año de fundación : C .D.Bolonense (1952), C .D .Ciclón (1953), U .D . San Antón (1954), Eldense juvenil (1955), Flecha C .F . (1956), Frontera C .F . (1957), U .D. San Miguel (1958), C .D . Santa Gema (1959), Júpiter C .F . (1959), Iberia C .F. (1959), C .D . Europa (1959), Peña Depor tiva Castillo (1959), Sputnik C .F . (1960), Real Gervasia (1960), Huerta Nueva (1960), Atlético Andalucía (1968) y un largo etcétera . «Venían a vernos jugar 80 [DEPORTE] n i w ^.. r ^ ^... ®® .. a.. 8 , ^ w ^ n . ® n n . w nn w . • tl :0,. • m! °B f • . . nn ^.. n ^^ : s •°s e n s o si, .r., ,_ ^_ n ® ar `^:i^^^ ^ _ ese ® n _w^ m ^. Mw,. ^w . ®. ^ • _ . ^ ® •s s os• ^ • ,^ 4^^a . - ^ ^ . ^ , ^ - ®_ ^® ® m ^ .- ® . . - .- . . o _e ^. .^ .... . .-. n n n r .e °a- ®^c ^*^ ^s .. ^-z.. _ Arriba, el equipo del Forum Filatélico Huerta Nueva, campeón de li Atlético Andalucía, último campeón de copa en el mismo tonteo de [HISTORIA DE LOS CAMPEONATOS LOCALES] [Antonio Juan Muñoz] ^ ^ ^ ^ li ^ ^ ^ ^ • • ^ ^ ^ ^ ^ ^ ^ ^ ^ ^ ^ ^ Nuestro patrimonio ar ao re o RAIMUNDO MARTÍNEZ PASTOR Hace seis años, el Ayuntamiento inició un inventario del arbolado y otras especies vegetales que crecen en los distintos parques, jardines y viales de Elda. Ese inventario ya se ha completado arrojando la cifra de 9.865 árboles,sin contar el )ardín del Vinalopó y los colegios, lo que representa algo más de un cuarto de árbol por habitante. Si añadimos los árboles plantados en el cauce del río (^+.613j más los 816 pinos de la Pinada del Trinitario, esta cifra se eleva a 14.478 ejemplares, casi el triple de los que había en 1989. Entre los árboles de hoja perenne destaca la preponderancia del Aligustre y entre los de hoja caduca se Ileva la palma e) Árbol del Amor. Paralelamente al inventariado de especies arbóreas, también se han contabilizado los arbustos y los diferentes elementos ornamentales de nuestros jardines. En el siguiente artículo, el Ingeniero Agrónomo Municipal repasa y valora los resultados de este arduo trabajo, exceptuandq ,^ ^ (os arbustos, cuyo objetivo fundamental es mejorar la gestión `^ =; de los espacios ajardinados de la ciudad. jNUESTRO PATRIMONIO ARBOREO] Ejemplares de Aflanthus y Falso plátano en la Avenida de Ronda. [Raimundo Martínez Pastor] 87 Jacaranda con árboles del amor a espaldas del edificio de La Farola. i los eldenses nos volviéra mos locos y nos pusiéramos de acuerdo, difícil lo prime ro e imposible lo segundo, quizá podríamos vender nuestro término municipal. Si fuera así, estoy seguro que, muy al final, algún vecino preguntaría: ^nos queda mucho por vender? Y puede que, con cierta cara de desinterés, otro res pondería: los árboles. La realidad es que en el mundo en el que vivimos todo vale dinero, incluso los árboles de nuestras calles, que son parte del gran patrimonio eldense. Hace tiempo que el Servicio de Parques y Jardines de nuestra ciudad acometió la ardua tarea de contar nuestros árboles, así como conocer su situación física y biológica, ade más de contabilizar en los diferentes parques el número de bancos: de madera o metálicos; el número de papeleras y farolas; o los metros cua drados de césped, de terrizo y de zonas pavimentadas. Este inventario no se ha hecho inventario era necesario para la ges por si algún día decidiéramos ven tión de nuestros parques, para saber der, aunque si viene al caso, ya lo a qué nos enfrentamos y poder mar tenemos. Hablando en serio, este car objetivos, pues sin objetivos (lo ® Olivos y plantas aromáticas en la rotonda de la salida a la autovía en dirección a Madrid. [BOTÁNICA] Moreras en la Avenida del Mediterráneo. que se pretende lograr), no se toman decisiones. Fue en el año 1997 cuando comenzamos el inventariado de los elementos vegetales de los jardines y viales de la ciudad; y ha sido en marzo del año 2003 cuando se puede decir que disponemos de informa ción seria. Según los escasos datos de que disponíamos en 1989, la ciudad poseía entonces 5.864 árboles, sien do a partir de 1990 cuando asumi mos el objetivo de saber qué es lo que tenemos. Durante los últimos trece años hemos Ilegado a la cifra de 9.865 árboles en la ciudad; algo más de un cuarto de árbol/habitante. Si observamos la tabla adjunta, en el año 94 se plantaron 452 árboles, en el año 96 739, y el año estrella es el 2003 con 875 unidades plantadas. Hay que añadir que, además de los árboles contabilizados en los espa cios urbanos, existen 4.613 árboles en los Jardines del Vinalopó y 816 pinos en la Pinada del Trinitario. [NUESTRO PATRIMONIO ARBÓREO] Variedades de mayor implan tación. Entre las especies de hoja verde perenne, hay que destacar, por este orden, el Aligustre con 401 ejemplares, la Palmera Washingtonia robus ta con 189 ejemplares y el Olivo con 120 ejemplares. Entre las especies de hoja caduca, sobresale el Árbol del Amor con 639 ejemplares, des tacando en menor número 416 More ras, 260 Jacarandas, 228 Ailanthus, 203 Melias y 140 Falsos Plátanos. La flor de los caducos es en su mayo ría de color azulado. Y son escasos entre los árboles de hoja caduca un Liquibanbar y un Pino Canario. Cons ta como asignatura pendiente el Cas taño de Indias y el Ginko Biloba, especies que algún día disfrutare mos. ^Por qué colocamos estos árboles? EI Aligustre es un árbol de porte media no, que permite podas circulares o rectangulares y que no produce daños en las aceras. Las Palmeras Was hingtonia robusta ocupan poco lugar, con un tronco larguisimo, siendo solu ción para cualquier espacio. EI Olivo es un árbol que está de moda por su colorido y forma sinuosa; además nuestros campos se están vaciando de ellos por su escasa rentabilidad económica y estos ejemplares arbóreos están encontrando cobijo en la ciu dad. En cuanto a los árboles de hoja caduca, el rey es el Árbol del Amor, quizás porque el amor es el motor de nuestra existencia, posee un tamaño medio, sistema radicular poco dañi no y una floración rosa que nos avisa que la primavera ha Ilegado. Le siguen las Moreras, que irán a menos por que su fruto ensucia y su gestión es costosa, pues las podas deben ser severas. Las Jacarandas irán a más; son de fácil gestión: sin plagas, casi sin poda, buena floración azulada; aunque su fruto es peligroso para los con ductores de motocicletas. EI Ailanthus las sigue en número y puede que aumente: gusta a los arquitectos, a los vecinos y es árbol de poco man tenimiento, por lo que gusta también a los jardineros. [Raimundo Martínez Pastor] 89 Superficie ajardinada. Entre otras curiosidades que nos revela el inventariado de nuestros parques y jardines, hay que destacar que dis ponemos de 233.435 metros cuadra dos de zonas ajardinadas (sin contabilizar los jardines del Vinalopó); de los cuales 29.188 mz son de cés ped; 90.439 de pavimento y 28.489 de terrizo. Las pistas de juego ocu pan 12.334 m; los areneros infantiles 4.669 m2; y la superficie revestida con caucho para juegos 321 mZ. EI mobi- liario urbano lo componen 1.420 ban cos, 441 papeleras, 764 farolas y 103 mesas de madera. Y resaltamos 11 monumentos destacables. Una sencilla aproximación al valor de este patrimonio arbóreo sería de 90 euros por ejemplar, por el hecho de su simple existencia. Pero dicho valor podría multiplicarse por diez. La gestión de todo este patrimonio es una ardua tarea que en la actuali dad se realiza desde el Servicio de Parques y Jardines, integrado por: un Ingeniero, un Maestro Jardinero, tres Jefes de Grupo y diez Oficiales jardi neros. EI modelo de gestión humana utilizado es la conocida «dirección por objetivos» y la modelización mate mática para rentabilización de objeti vos es el sistema de programación lineal «Simplex». Ejemplares jóvenes de Aligustre en las aceras de la calle Pablo Iglesias. Pawa finalizar, son de agradecer al Oficial Jardinero Juan Ortega para que Maestro Jardinero Benjamín Valen este inventario importante y conside zuela sus correcciones y el esfuerzo del rable fuera una realidad. • ^ • ^ ^ • ^ • • AMO HOJA PERENNE HOJA CADUCA c, _^^ ^^e . :^ ^ •• :. ^• ^ . ^ :^ ^^ ^ . .^ ^ ^ :^ :^ ^ ^ ^• . ^^^ ^ •^ ^ ^ :. :t ^^ ^ ^^^ ^ ^ :^ ^^^ Evolución de los parques y jardines de Elda IV^ERCEDES ^EREZ DURÁ Los parques y jardines constituyen una parte muy importante de las ciudades, ya que desempeñan importantes funciones ambientales y sociales, a la vez que les confieren carácter y personalidad. Se puede decirque las zonas ajardinadas de las ciudades (paseos, rotondas, pequeños jardines de viviendas, etc.) tienen una función principalmente estética y ecológica, ya que enriquecen el paisaje urbano además de suministrarnos oxígeno y eliminar dióxido de carbono. Los parques, además de las funciones anteriores, constituyen un elemento social imprescindible en la vida de las personas. Los parques sirven de zonas de esparcimiento y recreo donde principalmente los niños disfrutan de un tiempo al airelibre, siendo también muy frecuentados por jubilados y otras personas que disfrutan de estar un tiempo en la calle. [EVOLUC16N DE LOS PARDUES Y JARDINES DE ELDA] La plaza Sagasta en 1966 y en la actualidad. [Mercedes Jerez Durá] ,^.. ^ .:: r-?. ^ .. c ^ c^^.2É,^ 91 os parques y jardines de la ciudad de Elda han ido evolucionan do a lo largo del paso de los años al igual que ha sucedido en la mayo ría de las ciudades de España. Este cambio se ha dado tanto en ajardinamiento y elemen tos estéticos como también en el uso que se hace de estos parques. Si consideramos los cam bios físicos habidos en el últi mo siglo y ciñéndonos más concretamente a los últimos sesenta o setenta años, vemos que los principales cambios han sido fundamentalmente en las especies de plantas utiliza das, en los materiales utiliza dos en su construcción, y también en el tipo y estilo de construcciones arquitectóni cas y elementos decorativos existentes (estatuas, fuentes, tipo de bancos,...). Los parques más notorios que existían en Elda en los años 40 y 50 eran principalmente la Plaza Castelar, la Plaza Sagas ta y la Plaza Prosperidad. Tam bién empezó a construirse en estos años el Parque de la Cruz de los Caídos (actualmente Par que de la Concordia), aunque este último albergaba en sus comienzos tan solo el monu mento a los Caídos y un núme ro no muy grande de pinos y La Cruz de los Caídos al principio de los años 40 y en la actualídad. palmeras, de cuyos ejemplares muchos se secaron. Además de estos parques, también contaba con una significativa zona de jardín el Casino Eldense, el cual ha sufrido también relevantes cambios en su jardín con el paso de los años y algunas casas particulares que contaban con una conside rable superficie ajardinada. Si realizamos una revisión de las modificaciones habidas en los par ques citados anteriormente, nos encon 92 tramos con una serie de cambios que generalmente son comunes a todos ellos. Cuando estos parques comenza ron a construirse en Elda, era muy poco el ajardinamiento que poseían, limitándose en la mayoría de los casos a una superficie de terreno recubierta de tierra, bancos, farolas y por supuesto algunos ejemplares de árboles. Este arbolado estaba formado en la mayoría de los casos, por ejemplares de pinos y también por palmeras. Esta limitación de elementos en sus comienzos era lógica debido fun damentalmente a tres factores. • En primer lugar hay que conside rar la situación económica de aque Ilos momentos, la cual no destacaba por ser especialmente desahogada. • Por otra parte, la poca disponibi lidad de plantas ornamentales que había entonces hacía difícil y cos tosa económicamente su adqui sición. [BOTL^NICA] Estanque de la plaza Castelar en los años 50 y en la actualidad. • Por último, hay que tener en cuen ta el escaso personal especializado en el cuidado de estos jardines, el cual ha ido aumentado notoriamen te en el último medio siglo. Hoy en día en todos los parques de Elda, se utiliza un mayor número de árboles, arbustos y plantas herbáce as, al mismo tiempo que se diversifica más el número de especies. Todo ésto es consecuencia de la aparición de viveros que cultivan gran número de especies vegetales, facilitando con ello [EVOLUCIÓN DE LOS PAROUES Y JARDINES DE ELDA] la disponibilidad y también el abarata miento de muchas especies. Este aumento de ejemplares vegetales Ileva consigo, como he citado anteriormente, la nece sidad de personal al cuidado de éstos jar dines, además de un mayor gasto en agua, herramientas y productos fitosa nitarios. EI suelo no ajardinado o transita ble de estos parques era en sus comien zos generalmente de tierra o en muchos casos de grava. Actualmente el suelo está recubierto en muchos casos por baldosas, facilitando así su lim pieza y haciendo más limpio el acceso a ellos. Las baldosas utili zadas presentan gran variedad. En la Pfaza Castelar el suelo de la parte de abajo es más antiguo y presenta un dibujo de líneas rojas, mientras que la zona de arriba, recubierta más recientemente, presenta un suelo de mármol. En otros parques nos encontramos con suelo for mado por adoquines de distintas figuras geométricas. Los elementos au^ciliares como bancos y farolas empezaron sien do de madera o también de obra recubiertos por azulejos. Con el tiempo, en la mayoria de los parques se han colocado bancos metáli cos o bien en algunos, como es el caso de la Plaza Sagasta, se ha vuelto a colocar bancos de obra. En las última remodelaciones de algunos parques se ha intenta do recuperar en parte la estética de estos parques en sus inicios. Este es el caso de la Plaza Sagas ta, en la cual se han utilizado ele mentos decorativos típicos de mitad del último siglo, recubriendo estos bancos y unas grandes jardineras de gresite. También se ha introdu cido una fuente de una estatua de león, muy típica de los años 50, que viene a sustituir el diseño cen tral, el cual fue en sus inicios una farola rodeada por una bancada circular de obra, sustituyéndose después por una zona ajardinada circular, que contenía un pequeño estanque. También se han introducido en los últimos años unas pérgolas de made ra y las farolas, de hierro oscuro, pre sentan también un diseño típico de esta época. Todos estos elementos vienen un poco a imitar los diseños de moda de mitad del siglo pasado. Otro cambio importante que puede pasar desapercibido es la situación de estos parques respecto al nivel de altu ra de la acera. No era raro en el siglo pasado, que los parques estuviesen ele [Mercedes Jerez Durá] 93 vados a cierta altura de la acera, o por el contrario hundidos, salvándose en ambos casos esta diferencia de aftura por unas escaleras. Este era el caso de la Plaza Sagasta y la Plaza Prosperidad, que hoy en día se encuentran remode ladas de forma que se pueda acceder a pie Ilano desde la acera. Es un cambio importante desde el punto de vista de la accesibillidad de personas discapaci tadas o carritos de bebés. También, pensando en los niños, se ha introducido en la mayoría de estos parques una zona de juegos con colum pios y suelo de arena. Otro cambio notable en la evolu ción de los jardines de Elda ha sido la sustitución en la Plaza Castelar del templete de la música. Este temple te existente en los años 50, presenta ba una arquitectura típica de la época. Fue derribado a finales de los años 60 y sustituido a principios de los 80 por otro de diseño mucho más vanguar dista, que se encuentra situado sobre un estanque con fuentes que surgen de dentro del agua. Antiguamente en el lugar donde se ubica éste existía una fuente luminosa pero más peque ña y por supuesto con un diseño más clásico. En la parte inferior de la Plaza Castelar hoy en día encontramos un estanque con una fuente de león en el centro que viene a sustituir al estan que rectangular que había, encabeza do también por un león y que era uno de los lugares típicos de este parque para hacer fotografías. La Plaza de la Prosperidad también ha sufrido cambios en el último medio siglo. Como he dicho antes, se ha cam biado su situación desde el nivel del suelo, favoreciendo así su accesibilidad. También se ha introducido una pérgola de madera y se han plantado distintos ejemplares principalmente arbóreos. Considerando en conjunto los cam bios habidos podemos decir que en todos los parques se ha visto enrique cida la diversidad de especies botánicas utilizadas. En las construcciones y mate riales utilizados en estos parques se ha considerado no sólo la función orna 94 i^.^.^.Ít2r^! ^ ^ . femplete de la plaza Castelar a principios de los años 50 y el auditorio de la actualidad. mental o estética, sino que también se ha tenido en cuenta la funcionalidad. Hay que destacar también la poca pre sencia de césped en nuestros parques, algo que hay que considerar positivo, ya que nuestra región no destaca por la abundancia de Iluvias y el césped demanda una gran cantidad de riego. También se ha visto incrementado el número de farolas, papeleras y elementos de accesibilidad, aunque en algunos casos particulares resulten insuficien tes. En cuanto al uso social que se hace de estos parques, éste también ha ido cambiando con el paso de los años. Mientras que antiguamente a los par ques y plazas acudían las personas en sus ratos libres, hoy en día debido a la mayor oferta de lugares de ocio, a la mayor comodidad que presentan las casas, y a la existencia de la televisión, los parques son muchas veces casi exclusivamente frecuentados por niños y las personas a su ĉ uidado que los acompañan. Como punto final hay que decir que la evolución de las ciudades requiere el crecimiento continuo y la mejora de zonas verdes que contrarresten en lo posible la contaminación existente y que doten a las ciudades de colorido y de zonas donde las personas puedan distraerse, olvidándose un poco del trá fico, las prisas y la vida estresada en que nos vemos envueltos, aún más cuando el clima nos favorece como ocu rre en la Comunidad Valenciana. UN PASEO POR LA HISTORIA DE LAS CALLES DE ELDA (I) : Sus rótulos GABRIEL SEGURA HERRERO Desde tiempa inmemorial, o como Ie gustaba decir a nuestros cronistas desde tiempa de las maros, las calles de Elda han sido designadas y canocidas por vecinos y autoridades con nombres populares, surgidas de modo espantáneo y fijadas consuetudinariamente. este respecto, si bien poseemos un amplio conocimien to del callejero eldense del siglo XVIII y exacto por lo que respecta al siglo XIX y XX, no ocurre lo mismo con anteriori dad al siglo XVII. En unos casos u otros, la toponimia popular urbana siempre alude a referencias topográ ficas, caso de las plazas de Arriba y de Abajo; a hitos urbanos, caso de la calle Iglesia, Nueva, Jarrería, del Vall, del Horno de Santa Ana, del Horno de San Francisco, del Mesón; a antro-pónimos, caso de la calle Virtudes, de los Giles, de la Cañamona o callejón del Curro; a la religiosidad popular, como eran las calles de San Francis co, San Roque, la Purísima; a oficios, caso de la Comadre o Clérigos; y, a elementos que por su naturaleza sin gularizan a la calle, caso de las calles Pilares, Trinquete, Almazaras, de la Palmera, placeta de las Parras, calle de las Moreras, etc. Calles que las vemos citadas, a lo largo de los siglos, en los mas varia dos asuntos y de las que únicamen te nos ha Ilegado la referencia escri ta de su nombre. Múltiples son los ejemplos, pero valga como ejemplo el nombre mas antiguo del que se tiene constancia de una calle eldense. Hace, exactamente, 616 años, cuando el siglo XIV tocaba a su fin, vemos como Jaume Escrivá, caba Ilero y procurador de la reina Violante de Bar, esposa del rey Juan I de Ara gón, acudió, el martes día 6 de agos to de 1387, a tomar posesión de Elda en nombre de su señora. Para lo cual se entrevistó con Lope Ximenez de Perencisa, a la sazón alcaide del cas tillo nombrado por la anterior señora, la reina Sibila de Forcia, esposa del fallecido Pedro IV. EI encuentro entre ambos, según da fe el protocolo nota rial, tuvo lugar en la Ilamada calle de Hamet Anucí: «. .. Et en aprés dimarts, en hora de tercias, quo era comptat, o que hom comptava sis dies del mes de Agost del any de la Nativitat de nostre Senyor (1387) en presencia encara de mi dit Notari, et testi monis dejus scrits, en la Vila de ^;t^l.^ ^, ^ ; CALLE fll^: ^ ; I .^;IC^^1L1:1 ^, fEDKI f(J RICO Elda, en lo carrer appellat de Hamet Anuci, constituits personalment, devant lo dit en Lop Ximenez...» Desde la primera noticia de que se tiene constancia que haga refe rencia al nombre de una calle elden se hasta las últimas rotulaciones realizadas en nuestra ciudad han trans currido mas de 600 años. Durante la mayor parte de ese periodo las calles fueron conocidas por su nombres populares, no haciendo falta la exis tencia de rótulos que las identifica ran. EI nombre de cada una de ellas era obvio y sobradamente conocido para todos los vecinos. Sin embargo, las reformas libera les del siglo XIX, en especial a lo tocan te a la modernización de la contribución económica de los individuos a la finan ciación del Estado conllevaron, en un amplio programa de dilatada aplicación temporal, la supresión de señoríos y jurisdicciones privadas, la organiza ción del territorio nacional en provin cias y la articulación de éstas en partidos judiciales en los que queda ron agrupados los diferentes pueblos. 95 Municipios en los que se distinguió entre el ámbito rústico y el urbano. En éste, se procedió a su sectorización en distritos electorales y manzanas admi nistrativas, constituyéndose en el pri mer germen de los actuales barrios. Las manzanas quedaron delimitadas por calles, y en éstas, cada casa, cada inmueble fue identificado con un núme ro de policía. Programa de estructuración pira midal, con el Estado en la cúspide y en la base al ciudadano, que permi tió, entre otros fines administrativos y políticos, a la Hacienda Pública arti cular una eficiente red de recaudación de impuestos para hacer Ilegar al Gobierno de la nación la contribu ción económica de todos y cada uno de los ciudadanos. Fenómeno de amplia proyección y profunda tras cendencia en la estructuración polí tica y económica de España, que configuró al municipio como la unidad administrativa de recaudación por excelencia. Proceso reflejado en la fijación administrativa del nombre de las calles, pues es allí donde tenían la residencia los vecinos censados. Nor malización administrativa del calle jero que conllevó la rotulación de todas las vías públicas. Calles rotu- ladas y números de policía identifi caron, a partir de los gobiernos progresistas surgidos con posterioridad al destronamiento de Isabel II y la revolución de septiembre de 1868, todos los inmuebles urbanos. Pro piedades que quedaron sujetas a las correspondientes tasas impositivas, mediante su inscripción en el Regis tro de la Propiedad. Por tanto, como se puede com probar, la rotulación de las vías públicas es la muestra, a pie de calle, de un programa estatal de tributación, de amplia trascendencia, que Ilega hasta nuestros días. Rótulo y número de policía fueron los dos elementos que permitieron censar, con criterios moder nos y fiables, tanto a personas como a bienes raíces o propiedades inmue bles. Así, si desde la Edad Media las calles fueron conocidas por los nom bres con las que las designaban los vecinos, desde 1869, la rotulación de las calles fue, por tanto, obligatoria, debiéndose realizar mediante mate rial resistente a la intemperie, ancladas en las paredes, en lugares visibles, en especial al principio y final de cada vial. Desde entonces hasta actualidad, y a lo largo de estos 134 años, las placas o rótulos de nuestras calles, al igual que el nombre de las mismas, han cambiado de forma y de dimen siones, se han ido sucediendo, han visto pasar a generaciones eldenses, han sufrido los cambios de régimen y de gustos estéticos del momento. Tan solo unas pocas han sobrevivido a la vorágine de los tiempos, salvaguar dadas por su discreta posición que les ha permitido pasar inadvertidas al pillaje o al robo; salvadas por el olvido del funcionario de turno encar go de sustituirlas; por el celo del veci no para con las cosas antiguas de su calle y de su pueblo. EI presente tra bajo no persigue otro fin que el dejar constancia de los tipos de placas o rótulos que han existido en Elda; apor tando vna somera descripción de la misma y un intento de seriación cro notipológica de las mismas; dejando para otro trabajo mas ambicioso, ya en curso de realización, el estudio toponímico e histórico de nuestras calles. La seriación que a continuación se expone queda articulada, por un criterio cronológico, describiendo los diferentes tipos identificados de mayor a menor antigGedad. Descripción para la que hemos recurrido a la ayuda de una pequeña ficha descriptiva con formada por los campos que hemos creído necesarios a tal fin. Como el lector apreciará, en oca siones se ha procedido al estableci miento de tipos y subtipos atendiendo tanto a criterios morfológicos, com positivos y estéticos como cronoló gicos. TIP01 Soporte: Azulejo Leyenda: Letras negras en manga neso sobre fondo blanco. Dimensiones: 20 x 20 cm Tamaño de letra: 5 cm (h.) Ancla^e: Recibido con yeso en la pared Cronología: ss. XIX-princ. s. XX (1869 - h. 1900) Comentario: Constituye el tipo mas antiguo de placa de calle eldense. Común a todos los pueblos limítrofes, fue el tipo empleado para la rotulación administrativa de las calles desde el periodo del Gobier no Provisional (1868-1870) hasta la primera década del siglo XX, bajo la monarquía de Alfonso XIII. Del Tipo I solo quedan tres ejem plares conservados en las calles eldensés; un cuarto azulejo, el correspondiente a la calle «Horno de San Antonio» se conserva en el Museo Arqueológico Municipal de Elda; y varios más se conocen por su reproducción fotográfica en publicaciones locales, caso de las calles del duque de la Victoria, de la Esperanza y de Castelar. (Caba Ilero de Gracia, 1965, 37) TIP i Soporte: Mármol blanco Leyenda: Letras cincetadas. Dimensiones: 47 x 33 cm Tamaño de letra: 5 cm (h.) y 75 cm (h.) Anclaje: Recibido con yeso en la pared Cronología: 1899-1917 Comentario: La construcción del barrio de la Prosperidad, iniciado en 1899 y finalizado en 1917, supuso un verdadero hito urbanístico para la Elda decimonónica, al iniciarse, con esta promoción de viviendas, el desarrollo urbano de Elda. Si bien todas las calles de este barrio debieron poseer placas identifica tivas, como consecuencia de los sucesivos cambios de nombres de las calles por avatares políticos, solo dos han Ilegado inalterables hasta el siglo XXI: la de la calle Juan Sempere y la de la calle Juan Rico. Está última, visible hasta hace cua tro años, fue ocultada por el panel cerámico conmemorativo del cen tenario del barrio (1899-1999). TIPO llb Soporte: Mármol blanco. Leyenda: Letras esculpidas. Dimensiones: 585 x 34 cm Tamaño de letra: 95 cm (h.) Anclaje: Incrustada en la pared. Cronología: 1939-1942 Comer^tario: Este tipo de rótulo le encon trábamos presente, hasta hace unos meses, en tres calles eldenses: Váz quez de Mella, Alcázar de Toledo y San José de Calasanz. En la actua- lidad, ésta última ha desaparecido, al ser derribado el inmueble donde estaba colocada, siguiendo el rastro de otros muchos testimonios histó ricos de nuestra ciudad, ante la pasi vidad de técnicos y políticos municipales encargados de velar por la conservación de nuestro patri monio cultural. EI Tipo Ilb tiene su precedente directo en las placas del barrio de la Prosperidad. Respon de a la continuación del gusto por las placas de calles en un soporte noble, como es el mármol. Elemento pétreo muy del gusto del nuevo régimen político salido de la Guerra Civil que procedió a la sustitución del nombre de un buen número de calles por nombres de personas o aconteci mientos afines a la ideología políti ca gubernamental. Frente al resto de placas que fueron sufragadas por el Ayuntamiento, las del Tipo II lo debieron ser por las respectivas sociedades promotoras de la cons trucción de viviendas: La Prosperi dad y la Fratemidad, respectivamente. De ahí que presenten unas carac terísticas similares, habiéndose ins pirado una en la otra. TIPO III Soporte: Metálico. Chapa. Leyenda: Letras blancas sobre fondo azul. Dimensiones: 37 x 24 cm Tamaño de letra: 5 cm (h.) y 85 cm (h.) Anclaje: Incrustado en el enfoscado de la pared Cronología: h. 1900-1939 Comentario: Los nuevos aires de moder nidad traídos por el siglo XX se deja ron notar en las calles eldenses en los nuevos rótulos metálicos que venían a sustituir a los decimonóni cos de cerámica. Este tipo de rótu los se impuso durante las primeras décadas del siglo XX, bajo la monar quía de Alfonso XIII (1910/1920 1931) y la II República (1931-1939), al socaire del proceso de cambio de denominación de algunas calles de la ciudad. Valga como ejemplo lo sucedido con los antiguos nom bres de las calles de la Pistola, Estra lazo, Cañamona y Las Moreras, que fueron cambiados por decisión muni cipal, de 26 de abril de 1906, por los de Ramón y Cajal, Espoz y Mina, General Castaños y Francos Rodrí guez, respectivamente. (Rodríguez Campillo, 1999, 63) De la placa Tipo III solo queda un único ejemplar en las calles eldenses. TIPO IVa Soporte: Mármol gris. Leyenda: Letras en reserva sobre fondo tratado a gradina. Dimensiones: 33 x 21 x 2 cm Tamaño de letra: 5 cm (h.) Anclaje: Recibida con yeso en la pared. Cronología: 1923-1930 Comentario: Este tipo destaca por estar realizado en una placa de már mol gris, quedando la leyenda enmar cada por una cenefa u orla lisa en resalte, al igual que la misma leyen da. Este tipo de placa fue el utiliza do por las corporaciones municipales durante el periodo de la dictadura del general Primo de Rivera. De este tipo solo conocemos el ejemplar correspondiente al Ilamado «Pasa je de San Luis». h : ^^r^ ^vu Soporte: Mármol gris. Leyenda: Letras en reserva sobre fondo tratado a gradina. Dimensiones: 58 x 40 x 25 cm Tamaño de letra: 10 cm (h.) Anclaje: 4 vástagos angulares, a modo de tachuelas, en las esquinas. Cronología: 1928 Comentario: Esta singular placa fue colocada el día 10 de septiembre de 1928, en la popular «Esquina del guardia», durante las Fiestas Mayores, como reconocimiento del pueblo eldense al maestro Chapí (Navarro Pastor, 1981 II, 116). TIPO IVc Soporte; Mármol gris. Leyenda; Letras en reserva sobre fondo tratado a gradina. Dimensiones: 65 x 50 cm x 25 cm Tamaño de letra: 75 cm y 105 cm (h.) Anelaje: Sujeta por cuatro alcayatas a la pared. Cronología; 1967 Comentario: Placa conmemorativa del hermanamiento entre Elda y la ciudad brasileña de Novo Ham burgo, colocada en enero de 1967 con motivo de la visita que el pre fecto de la ciudad hizo a la nues tra población para firmar la declaración de hermandad (Navarro Pastor, 1981 III, 127). Siguien do la preferencia por el soporte marmóreo para la conmemora ción de celebraciones y solemni dades, esta placa, siguiendo el modelo y esquema compositivo de los tipos IVa y IVb -leyenda y orla en reserva, tachuelas decorati vas en los ángulos- adopta una línea de modernidad por el puli do de las superficies en reserva, así como por la inclusión en el cantón izquierdo el escudo de la ciudad brasileña, en correspon dencia al tipo de placa utilizada en ese momento en el resto de calles eldenses (Tipo Vla). TIPO V Soporte: Mármol gris. Leyenda: Letras en reserva sobre fondo tratado. Dímensiones: 524 x 34 cm Tamaño de letra: 6 cm (h.) y 8 cm (h.) Anclaje: Recibida con yeso en la pared. Cronología: 1942 Comentario: Siguiendo el modelo del Tipo IV, este nuevo tipo, sin tantos artificios decorativos como sus predecesores, responde a la imposición en la vida pública de la simbología propia de la ven cedores en la Guerra Civil. Cam bio de régimen político que conllevó, a nivel local, en lo que al tema tratado respecta, el cam bio de nombre de todas aquellas caJles que recordaran al reciente pasado republicano. Este tipo de placa, único en su género, res ponde al periodo político que se ha venido denominando de domi nio falangista del consistorio elden se (1939-1943). Ideología plasmada en el rótulo: dentro de una orla lisa, la cruz y el yugo y las flechas, símbolos del partido único, enmarcan la leyenda «Calle del Camarada Francisco Espí». Inscrita en la orla, en su ángulo inferior derecha, aparece la fecha de su colocación: 1942. Como recuer da el cronista oficial de la ciudad, el día 1 de abril de 1942, día de la Victoria, conmemoración del final del Guerra Civil, se procedió a la inauguración de una nueva calle en la zona de la Tenería (Navarro Pastor, 1981 III, 23). TIPO Vla Soporte: Chapa metálica. Leyenda: En relieve. Repujado. Letras en reserva sobre fondo azul. Dimensiones: 49 x 325 cm Tamaño de letra: 75 cm (h.) Anclaje: Tornillos en los ángulos. Cronología: 1950-1980 Comentario: Quizás sea el tipo de placa mas frecuente en las calles de nuestra ciudad, debido al largo tiempo en que estuvo vigen te, así como el elevado número de calles, de nueva creación, que se rotularon con este tipo. Su diseño austero, y moderno para la época, dotado de ese elemento heráldico nuevo, como es el escudo de Elda, en el can tón izquierdo, que lo vemos apa recer por primer vez en las placas de calle, le permitieron conver tirse en un tipo de placa des provisto de contenido ideológico que sobrevivió al régimen que la creó, continuando durante el pri mer lustro de la monarquía demo crática. TIPO Vlb Soporte: Chapa metálica. Leyenda: En relieve. Repujado. Letras en blanco sobre fondo azul. Dimensiones; 49 x 32 cm. Tamaño de letra: 85 cm (h.) y 6 cm (h.) Anclaje: Tornillos en los ángulos. Cronología: Década de los años 80, s. XX. Comentario: Este tipo constituye la versión democratizada del Tipo Vla, diferenciándose de su pre decesor tanto en el color de la leyenda, ahora en blanco, como en la técnica del escudo de Elda, que ahora ya no aparece repu jado en color aluminio, sino pin tado en color. Fue la placa de calle empleada durante la déca da de los años 80 para sustituir los rótulos de las calles dedica das a personajes y fechas con memorativas del régimen del general Franco por otras deno minaciones. TIP I Soporte: Chapa metálica. Leyenda: En relieve. Repujado. Letras en blanco sobre fondo azul. Dimensiones: 49 x 32 cm. Tamaño de letra: 5 cm (h.) y 7 cm (h.) Anclaje: Clavos en los ángulos. Cronología: Década de los años 80 y 90 del s. XX. Comentario: Consolidado el siste ma democrático, y pasado el furor del cambio de nombres, se vuelve a utilizar el Tipo Vla, con las únicas diferencias de la actua lización y modernización del dise ño y la sustitución del escudo repujado por el pintado monó cromo en blanco. A pesar de ser un tipo con cierta antigGedad, cuyo modelo primigenio data de hace medio siglo, es una placa que sigue vigente, habiéndose empleado en la rotulación de las nuevas calles de la Avenida de Ronda. --__ .__ , ^ _ °zr d , i / f ® 1 I ^ ^ru v^ Soporte: Chapa metálica. Leyenda: En relieve. Repujado. Letras en blanco sobre fondo azul. Dimensiones: 50 x 30 cm. Tamaño de letra: 5 cm (h.) y 8 cm (h.) Anclaje: Clavos en los ángulos. Cronología: Finales de la década de los 90 del s. XX y primer lustro del s. XXI. Comentario: Una nueva variante del Tipo VI, en la que el pequeño file te que enmarca la placa ya no está en reserva, apreciándose el color de la chapa de metal (aleación de aluminio y zinc), sino que aparece pintado, al igual que el escudo de la ciudad, se dio a finales de la década de los años 90 y primeros años del siglo XXI; pudiéndose encontrar en las zonas de nueva expansión urbana, así como en algunos otros puntos de la ciudad que han sido objeto de construc ción de nuevos inmuebles. TIPO V Soporte: Chapa metálica. Leyenda: Pintada. Letras en blanco sobre fondo azul. Dimensíones: 50 x 305 cm. Tamaño de letra: 5 cm (h.) Anclaje: Clavos en los ángulos. Cronología: Década de los años 80 del siglo XX. Comentario: Un caso único lo constituye esta placa, que si bien cabe adscribirla al Tipo VI, carece del escudo de la ciudad y la leyenda se encuentra pintada en lugar de repujado. Hecho que cabe atribuirlo a su fabricación apresurada, fuera del pedido habitual de placas viarias que se realiza al taller donde las rea lizan, y nos atreveríamos a decir que de fabricación casera. TIPO V Soporte: Chapa metálica. Leyenda: Pintada. Leyenda en blanco sobre fondo azul. Dimensiones: 48 x 24 cm. Tamaño de letra: 5 cm (h.) Anclaje: Clavos en los ángulos. Cronología: Década de los años 90 del siglo XX. Comentario: Si bien sigue el modelo impuesto por el Tipo VI, el cambio de dimensiones, con el predominio de la horizontalidad, la aparición de un filete pintado a modo de orla, y que toda la leyenda, incluido el escu do, esté pintada, nos ha inducido a su individualización como un nuevo tipo de placa. Rótulo que, salvando las distancias, recuerda bastante al Tipo III. TIPO V Soporte: Chapa metálica. Leyenda: En relieve. Repujado. Letras en blanco sobre fondo azul. Dimensiones: 46 x 32 cm Tamaño de letra: 8 (h.) Anclaje: Pegada con silicona. Cronología: Último lustro del siglo XX. Comentaria: EI Tipo VIII viene a rom per la larga tradición eldense de pla cas con escudo de la ciudad. Ejemplos de este tipo solo lo hemos encontrado en la rotulación de la Avenida de Ronda y en la Avenida del Centro Excursionista Eldense; siendo este último ejemplo, el único caso que todas las placas de la calle están exentas, colocadas sobre un mástil en medio de la mediana de la carretera de Monóvar. TIPO IX Saparte: Chapa metálica. Leyenda: Pintada. Letras en blanco sobre fondo verde. Dimensiones: 120 x 41 cm Tamaña de letra: 35 cm (h.) Anclaje: Exenta. Sujeta por un más til vertical. Gronología: 2003 Comentario: AI igual que el tipo de placa precedente, el Tipo IX viene a romper el modelo imperante de placas del callejero. Ruptura, tanto en la composición como en el dise ño, que nada tiene que ver con todos los tipos anteriores. Todo él está pin tado, tanto leyenda como orla en blanco. Aun siendo rupturista, y fren te al tipo VIII que le precede, vuelve a recuperar el escudo de Elda, en jefe, a color sobre fondo blanco (155 x 15 cm.). AI parecer, este tipo de placa va a estar dedicado, con exclu sividad, a la rotulación de plazas. I ®X Junto con los tipos de placas de las calles que podríamos denominar ordinarias, por ser las mas abundan tes y presentes en nuestras vías públi cas, también nos encontramos con unas placas extraordinarias, colocados con motivo de la rotulación de la vía con el nombre de un ilustre personaje con el fin de rendirle memoria y reconoci 100 miento público, o bien para conme morar algún aniversario importante. Ante la ausencia de la placa de metal de la calle Príncipe de Asturias2, sita en la esquina de la calle homóni ma con la calle Petrel, cuyo paradero ignoramos, cabe traer a colación los ejemplos de placas realizados con azulejos, en composición de panel cerámico, caso de las calles Pablo Iglesias y Pedrito Rico y Plaza Rodol fo Guarinos. Paneles de diferentes dimensiones como composiciones. ^^ I^LE PABLQ ^ IGLE^IAS ^aite ra I^ II s 3aporte: Panel cerámico formado por 8 azulejos cerámicos cuadrados (20 x 20 cm.) Leyenda: Pintada Dimensianes: 82 x 42 cm Tamaño de letra: 65 cm (h.) Analaje: Perfil metálico anclado en la pared. Gronología: 1980-1983 Camentario: Si bien sigue el modelo compositivo dominante en la calles eldenses al reproducir en el cantón izquierdo el escudo de Elda y desa rrollar el nombre de la calle en dos niveles, también constituye un caso inusual dada la reproducción de la imagen, en busto, del homenajeado en cantón diestro. Calle P ri o ic Soporte: Panel cerámico formado por 6 azulejos cerámicos cuadrados (20 x 20 cm.) Leyenda: Pintada Dimensianes: 615 x 42 cm Tamaño de letra: 65 cm (h.) Anclaje: Perfil metálico anclado en la pared. Granología: 1988 Comentario: Este panel cerámico reproduce, en composición, el Tipo Vla. Como curiosidad es necesa rio hacer notar que es la única placa de calle, en Elda, del que conoce mos el autor, dado que aparece en el ángulo inferior derecha: «Lola Juan, 1988». PL^, í^^ ,,: RODOLIr 0 GU^.RINOS N FUEINAUGURADA POR D. JUAN PASCUAL AZORIN SORIANO, ALCALDE DE EhDA ANO 2001 Plaza de Rod I# Guarin Soporte: Panel cerámico formado por 12 azulejos cerámicos cuadrados (15 x 15 cm.) leyenda: Pintada Dimensiones: 455 x 605 cm Tamaño de letra: 5 cm (h.) Anclaje: Perfil metálico anclado en la pared. Gronolagia: 2001 Gomentario: Quizás por ser un espa cio público de nueva creación -diríamos los bien pensantes-, esta placa se aparta de los mode los habituales en la rotulación de las calles eldenses de los últimos cin cuenta años. A la composición pri migenia (escudo mas leyenda) conservada en la mitad superior, se le adosa un cuerpo inferior, de iguales dimensiones, en la que se hace referencia al acto de inaugu ración de la plaza. Todo ello enmar cado por dos ramas de laurel, alu sivas al escudo de Elda. Como ha podido apreciar el lec tor al leer las líneas anteriores, el cono cimiento de los tipos de placas o rótulos de las calles eldenses constituye un verdadero paseo por la his toria de nuestras calles y por la historia de Elda. Las placas, al igual que los nombre de las calles, son testigos mudos y sufridores de los cambios de régimen y avatares políticos suce didos a lo largo de los siglos XIX y XX. Son también fruto de las tendencias y gustos artísticos del momento, así como un poderoso vehículo de pro paganda política. AI igual que sucede con otros muchos elementos muebles disper sos por nuestra ciudad, las placas de las calles son una pequeña parte de ese patrimonio histórico y cultu ral, cada vez mas escaso en Elda, que merece la pena conservar y cui dar. Rótulos que dicen mucho de nosotros mismos si, haciendo un parón de escasos minutos en nues tra estresada vida, nos detenemos a escuchar la historia que, prestos, quieren contarnos. Por todo ello, sirva esta colabo ración desinteresada y no republica da para realizar un Ilamamiento a los responsable municipales técnicos y políticos- de las delegaciones com petentes, para que tengan en cuen ta la importancia de estos elementos del mobiliario urbano y vigilen por su conservación; en especial en los momentos de demolición y de nueva construcción o de reforma de las facha das de los inmuebles, obligando a los promotores de las obras bien a vol ver a reposicionar las placas en su sitio, o bien a depositarlas en el museo correspondiente. Llamamiento exten sivo a los vecinos para que velen por la personalidad de nuestras calles, como me consta que así lo hacen, a ® Casa en la esquina del guardia, edificio de principios del s. XX en cuya fachada está la placa de homenaje al Maestro Chapi que aparece en el artículo y da nombre a la avenida. __ ___ __ _ __ _ juzgar por los sucesivos interrogato rios a los que fui sometido durante la realización de este trabajo. BIBLIOGRAFÍA AMAT Y SEMPERE, L. (1983). Elda. Su Antig ŭ edad, su historia. Personajes de estirpe regia que habitaron su alcázar. Edificios públicos, sus obras. Lo que fue antes esta población y lo que es ahora, su huerta y produc ciones. Industrias de sus vecinos, & a. Ayuntamiento de Elda. Edición facsímil, 1897. Alicante. CABALLERO DE GRACIA (1965). «Somos las calles, plazas y calle jones ....» Alborada, XI, s/f. Elda. NAVARRO PASTOR, A. (1981). Histo ria de Elda. 3 vol. Alicante. RODRÍGUEZ CAMPILLO (1999). Elda: Urbanismo, Toponimia y Miscelá nea. Elda. NOT S 1. Realizada también en una pieza rectangular de mármol blanco, presenta unas dimensiones de 45 cm de longitud por 30 cm de altu ra, estando la leyenda grabada con gradina. EI tamaño de la letra es de 8 cm de altura, quedando sujeta a la pared por el propio enfoscado del inmueble donde se sitúa. 2. Placa colocada, en 1983, cuando fue sustituido el anterior nombre de la calle por el del título nobiliario que ostenta el heredero a la Corona de España. (ELDA LOS RÓTULOS DE SUS CALLES] ,^ ^ .J-iw, ^ i 4^ S i, t LE ^^ i •^ ^ ^ : _, ^t ^ • ^ , ^ f n { i ^,, ,6 ^ I ^^^ ^^ .tl_ á e ^ i i _ ^ ^^ ^ ^ ^ . .^ a ^ ^ ^ ^ ^^i ^ ^, ^ ^ i ^ I t ^; i i i ^ ^ ., ^ ^ ^ ai ^ ^ ! t ^^^k^^ti•^Q ? i^i^, ^ _ , ^ ^ ! .^ ^ ^ ^ ^ i S .tffi.^ ^^ I ^^ t ^^•^t^ rc, i ^ ^^^^I !ti :t 1 1 S i^ S l 1 ^ ^ ^ r f I , . ^T I - +^ .{ a i ^, .i^ `í -^ j a: ^ t^ ^ ei ] ,1 ., e __.---- t ^ ^ . ^, ^^..1 P á4 t.•áj ^.+d:.1.1 ..^ ^ ^ ^_..r$.5 .e.^ , i ^ ^ Ye r. ^ ♦ ^ at y ^-y n {i .^ f ^j.1 a rab t^ , r-^^. ^-^• ^ ... _^ a^^°`;3^^*^^ x ^_^ ^•e-, ^^^ . ^^,r^^ --.^ •_{ 1 ^ _ ^1 . Q.----x , ,.. ORIGEN Y DESARROLLO DE UN BARRIO: La Nueva Fraternidad ^. DAVID BUSOUIER CORBÍ __ _ _ _ __ ...... Poco antes de entrar en la segunda mitad del siglo XX, la Elda que hasta ese momento conocen los vecinos de los barrios ya consolidados va a cambiar de (a mano de un enarme influjo urbanístico, que no es apreciable por los eldenses de la época. Desarrollo que afecta a una de las zonas más periféricas de la ciudad en ese momento, limitada hacia el núcleo conocido por el barrio cooperativa de Fraternidad, en la actualidad, delimitado por la Gran Avenida, emblemático vial de la ciudad, cuyo origen, envuelto en una serie de circunstancias adversas, da comienzo a la extensión del sur de la urbe. La Avenida de José Martínez González, como se conocerá tras la muerte en accidente de automóvil de este alcalde ilustre de la ciudad a partir del día 15 de enero de 1956, no es más que el comienzo de una extensión que se antoja imparable y, como consecuencia, descontrolada. a a finales de la década ante rior, se fueron concediendo licencias y realizando algunas partidas de viviendas en estos terrenos. EI 7 de mayo de 1949 se concedió una licencia de edificación de considerable importancia para el desarrollo posterior de la zona, si bien no se apreciaba de este modo en su momento. La Gran Avenida no existía, la calle Padre Manjón contaba sólo con algún chalet en la parte superior y, por consiguiente, lo que hoy es la Avenida Reina Victoria era sólo una sucesión de bancales de almendros secos y olivos, sin enlace entre esta parte del pueblo, la Ciudad Vergel y el grupo de viviendas de planta baja que la Organización Sindical había edificado para sus fun cionarios en lo que hoy es Avenida de las Acacias. (Navarro Pastor. 1981). La licencia de edificación a la que nos referimos fue concedida a don Manuel Ochoa Ugeda para construir un blo que de 22 viviendas y almacenes en la «calle del Trinquete, plaza y avenida de la Ciudad Vergel». Este bloque fue la primera edificación de la Avenida Reina Victoria, a la derecha de la misma, dando frente a la «farola». A continuación de ésta, en sucesivas etapas, fueron cons truyéndose los restantes edificios que dan a esta avenida, constituyendo una de las principales vías públicas de la ciudad desde entonces hasta la actua lidad. (Navarro Pastor. 1981). Con el desarrollo de estas zonas de la periferia de la urbe, comenzarán a extenderse las viviendas de barrios como la Nueva Fraternidad. Será la década de los 50 la que marque un punto de salida para la construcción de casas de planta baja en este barrio. Construcciones que vienen de la mano de las anteriores practicadas en la veci ^ m^^,,,^,^._ - ^^ ^w^w+^r®+r.uí.^.^--- ^ Casa de planta baja característica de los años 40 y 50 similar a las que formaron y dieron continuidad al barrio de La Fraternidad. na Fraternidad, es decir, casas de plan ta baja, unifamiliares y no demasiado grandes, ubicadas en algunas calles de reciente trazado para la época a la que nos referimos. Así, es conocido que en un pleno del Ayuntamiento de Elda del año 1952 se dará nombre a muchas de estas calles de nueva factura, situadas en el conjunto del término municipal y, concretamente, en barrios como el que nos ocupa, en pleno crecimiento. De este periodo destacamos calles como: Alicante, Castellón, Murcia, Onésimo Redondo, Cura Abad, León XIII, Agus tín Cavero, Santísimo Cristo del Buen Suceso, Santísima Virgen de la Salud, Reina Victoria2, San Crispín, Las Navas, Bailén, Sagunto, Numancia, San Vicen te, Juan de Austria, Pizarro y Calderón de la Barca, localizadas en diferentes puntos de la urbe, predominando la Fra ternidad y Nueva Fraternidad. (Navarro Pastor. 1981). EI impulso constructivo de esta época es incesante. AI margen de la iniciativa privada y de los intentos de cooperativas, que no Ilegan a buen tér mino, localizamos actuaciones de los sin dicatos en materia de promoción de viviendas. Actuaciones centradas entre (ORIGEN Y DESARROLLO DE LA NUEVA FRATERN^^.: -^.^^. ^ ^ . „,^. „ ^, ® , ,,,, „^ , I,:J.. David Busquier Corbí] 103 ^^,^ .^ , ^ ^ ,,..,-.^:....... ..^..^.. !^ ii t r ^ } ^^ f °}14 ^ , ^y , , , : ^ ^ ^ ^.^^ . , ^ .,^ ^^ .! r ^ ^R Pro ^i 1^ Ily-M a ^.^ { ! ,^• ^^~.: ^^ _Y ^ y...4^ ^il ^ ^ M ^ r ^ ^ !, , • ^w i , ry ^ ^ ^ { los años 1954 y 1957, en los que se localizan construcciones de al menos 2 ó 3 plantas, en las que reconocemos el anagrama del promotor. Será ésta una de las primeras iniciativas en mate ria de construcción con varias alturas en la Nueva Fraternidad. Este continuo desarrollo que marca la década de los 50, hasta entrados los 60, salpicará el barrio de una serie de construcciones de dos alturas características y que en la actualidad conviven todavía con edi ficaciones más modernas. Vivos ejem plos de ello son las calles Agustín Cavero y Maximiliano García Soriano, entre otras. Los años 60 se habían sucedido con la misma tónica que la década anterior, es decir, con predominio de construcciones de dos alturas, sal picadas por edificios más modernos, de 3 ó 4 plantas. Pero tomaremos los años 70 y, más concretamente, 1969, para marcar un punto de infle xión en el desarrollo de la Nueva Fra ternidad, considerándose éste como el inicio de una evolución imparable de la mano del incipiente auge inmo biliario. Momento éste en el que apa recen, y ayudan a la consolidación del barrio, numerosos edificios plu rifamiliares de tres, cuatro y, en menor medida, cinco alturas3. Además, encontraremos las primeras inten ciones de instalación de alumbrado público en la zona. Alumbrado que es adjudicado en pleno del Ayunta miento, con fecha 5 de julio de 1969, y que se ubicará en todas las calles del barrio posteriormente. Con este empuje constructivo, la Nueva Fraternidad entra en un proce so de desarrollo imparable en el que las condiciones tienden a mejorar el barrio en inicio, terminando por «empeorarlo» con posterioridad. Fruto de este proceso encontramos actua ciones interesantes como las prolon gaciones de calles emblemáticas del barrio, entre las que destacan: Falcon de, (Pablo Picasso en la actualidad), General Yagi^e y las actuales Donoso Cortés, Alicante o Castellón, que cobran ., ,^ .lfini.^l^rr:^^^^^teirr:,r^^r ^ ^tl.i^!/^/^ ^^lrY./^1X^ ^ ^il7^ffIclPr^! ^ mayores dimensiones en torno al año 1969. Será además en abril de este mismo año, cuando se acuerde en pleno del Ayuntamiento la denominación defi nitiva de la barriada, pasando a cono cerse como «Nueva Fraternidad», por su continuación directa en caracterís ticas y en espacio de un barrio más antiguo y colindante como lo fue y es la Fraternidad. . ^r^`^t^, ^ $ K .* ^ ^ ^` ^^ ^.*r..w.^i.+^ ^T i j ^,. ^ ^^ # t .^ E^ f1 ,...,. i,!`^ ^^! ^l^, {t tfr`t.^ ^^w ^ ^^^^^ ^ 1^^^lCr^^ ^ t^a/a. ^^,;.i^^r ^1 +1l^:l^;aRti^^ x. Í ], ^i^. ^^1 ^^.,i:^xi {,l^,^^ ^ ^ ^^^r^^, .^ ^ ;.^xr,^..^^,,,,. ^^. ŝ ^t,^. ^^^^^^-., jtí^,t^tl:^i^;,;s^.^ 1 .i:_1^; ^f^^•+^ R , w ! ^ ^ !^^ 1, t^«^= fi .:^;^^.^a^ ^^^, r r^^1^+^± ^ ^^i^:^1+j, ^ ^,9f^e^ -+^^f r; !^L_ i1 ^1;. :1^ Pero si importantes para el desarrollo de un barrio en expansión son las remodelaciones en su estructura urbanística, la rotulación de nuevas calles y avenidas, así como la cons trucción de edificios de numerosas altu ras, no lo son menos las construcciones dedicadas al desarrollo de las gentes, caso de los colegios e institutos que desarrollan, y mucho, la calidad de vida de determinadas zonas de Elda. Como ejemplo de este tipo de inmuebles rela cionados con la educación, contamos en la Nueva Fraternidad con el Cole gio de las Hermanas Carmelitas, edifi cación de los años 60, cuya primera piedra fue colocada el 30 de mayo de 1963, acompañando el acto con una consecuente bendición . 1,. +i ^ )[ ; ^^ ^ ^ C.^.e;,. ^• ^^ ^ #r^+^a rs^,.. ^#.^^p, k ^ ^^ ,,,^ r,l,,f ^( .., ^ ^^ ^^.., ^^^ ^ , ..%:, ^. ,^r^_,^,, ,^ ^ (i , r : ^ , 7! ^^r f ` ^^jM^^t#;^,1r^^ ^^ t^ta^`M. ,lp^l ^^^,^^^^1 ^ ^f ^,i^ r ^t ^11.1i. ^YK^^h, q f . ^.^ • { Y^...^^^ ^ .^. kY ^ ^ 1.^ .^. ^ n^^:.^., ^, ^.,:^ ,^. ^^l^^. ^ 4...^^^r ^^ ^t:(^^^a,i.,,^,-, .^ `.^^ 1.?^ /s ^ s^ . ^ .^i ^.t 4^á 105 nestas ae sepnemare ae ^yry en ia rvueva Fraternidad. AI fondo, ya se aprecian edificios de varias alturas. (Foto tomada del número extraordínario de La voz det áarrio editado este año con motivo del 25 aniversario de la Asociación de Vecinos. No obstante, no debemos olvidar la construcción de uno de los colegios de Educación General Básica más impor tantes de la barriada, como es el cen tro Miguel Hernández, localizado en la zona alta del barrio, incurriendo en parte de los terrenos del término municipal de Petrel y cuya inauguración se reali za en el año 1979. Un hecho a tener en cuenta, en cuanto al desarrollo de este centro, es la primera reunión de su Aso ciación de Padres de Alumnos, (APA), con fecha 28 de Junio de 1979, y realizada en la sede de la Asociación de Vecinos, localizada en este momento en la calle Murcia, siendo este colectivo vecinal el principal motor de la vida sociopolítica y cultural de un barrio en proceso de consolidación, como ya ocurriera otras barriadas eldensess. EI auge imparable de crecimiento al que se enfrenta esta parte de la ciu dad no le beneficiará a medio y largo plazo, entre otras cosas, por la inci piente construcción de industrias con auge en los años 60 y el envejecimiento continuado de unas viviendas que no se renuevan y evolucionan con respecto a otras zonas de la ciudad. Los 80 marcarán el punto de infle xión que separará el proceso de auge del declive inminente en materia urbanística sufrido por la barriada. La evo lución del barrio ha marcado la vida de éste, encontrando, al margen de nuevas y numerosas editicaciones, un sinfín de industrias zapateras, que, habiendo sido partícipes en el inicio del progreso y desarrollo, serán tam- bién los causantes primordiales de la decadencia del barrio. Actualmente formado por 767 edi ficios, que albergan 3.194 viviendas, 653 locales, 89 naves industriales de distinto tamaño y varias construccio nes comerciales, encontramos un barrio que sufre diversos problemas de tipo urbanístico. AI margen de contar con numerosos servicios públicos, nece sarios para incrementar la calidad de vida de los vecinos de esta zona de Elda, el barrio Nueva Fraternidad, del mismo modo que su vecino Fraterni dad, se enfrenta a problemas como el despoblamiento, la aglomeración de vehículos y la contaminación por la pre sencia de industrias molestas, entre otros. EI despoblamiento mencionado viene marcado por la presencia en ambas zonas de edificios de mediana edad, que se unen a algunos muy anti guos correspondientes a las primeras fases del barrio. Edificios que se enfren tan a la inexistencia de ascensor y, por ello, de vida en las plantas superiores. Ello conlleva un abaratamiento del pre cio de las viviendas, considerándose de calidad media-baja. Por otro lado, las numerosas indus trias que todavía quedan en la zona dificultan la buena vida de los vecinos permanentes del barrio. En cualquier caso, problemas fruto de un barrio en continuo crecimiento, pero estancado en la fase de consolidación, sin paso a la innovación. Innovación que debe venir marcada por la elaboración de nuevos planes de ordenación urbanís tica en la ciudad de Elda, abordando de Ileno la problemática de barrios, no sólo como la Fraternidad o Nueva Fra ternidad, sino como Estación, Huerta Casa de planta baja en la calle Maestro Estruch atrapada entre nuevos edificios en canstrucción. Nueva, entre otros. Problemática cuya solución inmediata debe pasar por una restauración de viviendas, adaptándo se a los nuevos planes actuales. i i r i w NAVARRO PASTOR, A. Historia de Elda. 3 Vol. Elda 1981 NAVARRO PASTOR, A. Eldenses Notables. Elda 1999 NAVARRO PAYÁ, J. Personajes y Episodios en la Historia de Elda. Elda, 1985 Fuentes orales relacionadas directa mente con la barriada. i^O^áS 1. Se conocen además algunos inten tos de continuidad con las coo perativas antaño imperantes en barrios colindantes, pero con sabi das consecuencias desfavorables. 2. No siendo pavimentada esta calle hasta el año 1967, 3. EI barrio cuenta en la actualidad con un total de 279 edificios. Algo más del 36% de las viviendas de la zona 4. Pues no debemos pasar por alto su condición de colegio religioso. 5. Caso de la Estación, Tafalera, etc. RECUERDO DEL ARQUITECTO MUNICIPAL FALLECIDO EN 1976 Miguel López González Es un placer recordar las jornadas de trabajo al lado del personaje al que se dedica este breve y sincero recordatorio. JOSÉ POVEDA GIMÉNEZ _ _ __ _ _ . ace en Valencia el 18 de sep tiembre de 1907. Reside en Barcelona desde su infan cia hasta finalizar estudios universitarios. Es compañe ro entonces de Josep Lluis Sert, Sote rras Mauri, Ribas Seva y Bofill Benesat. Con todos ellos ejerce una estrecha amistad, con alguno de ellos incluso prolongó sus contactos tras el desas tre de la Guerra Civil. En 1931 obtiene el título de arquitecto y sigue idénticas pautas que sus compañeros y amigos. Consigue que Theo van Doesburg se desplace hasta Barcelona. Desde Ali cante acompañó a Sert a Ibiza con motivo de unas conferencias. Presidió la Federación de Estudiantes Univer sitarios, razón por la que se desplazó a la Escuela de Arquitectura de Madrid, donde conoció a Emilio Herrero. Apro vechó su viaje final de carrera para visi tar Alemania, que por entonces fue moda en el mundo de la arquitectura. Gran admirador de los maestros Gaudí y Le Corbusier. Fue en el año 1931, atendiendo en Barcelona unas gestiones de su fami lia, cuando se interesa en la constru ción de un parque de atracciones. En este viaje conocería a Clementina Cam pos del Fresno, que unos años des pués sería su mujer y que pertenecía a una familia adinerada. Sus buenas relaciones con D. Loren zo Carbonell, alcalde republicano de Alicante, le abrió muchas puertas. EI Régimen del General Franco lo tenía catalogado como «persona de bien, inteligente, con oleaginosas ídeas izquier distas». Por este motivo, colgaba en su vivienda de San Juan un cartel que rezaba «Benvingut siga si no em parla de politica». Durante la Guerra Civil fue movilizado cuando ya quedaban pocas esperanzas en la Zona Roja, incorpo rándose al Cuerpo de Carabineros. Concluida la contienda, continuó su faceta profesional relacionándose con pintores: Emilio Varela Isabel, Gastón Castelló Bravo, Manuel Baeza Gómez y José Pérez-Gil; también colaboró con escultores: Vicente Bañuls Aracil y Daniel Bañuls Martínez. Entre sus amigos, también se encontraban el compositor Javier Monsalvatge y San tiago Pérez Aracil, arquitecto. Era un gran aficionado a los viajes y en éstos siempre le acompañaban un bloc de apuntes, un lápiz y una cámara de fotografiar. Hecha la anterior reseña, refe rida al arquitecto «alicantino», comenzamos lo que para noso tros será la vivencia de López en Elda, que en 1934 inicia su acer camiento a nuestra ciudad en la que no recibe más que parabienes y proyectos de trabajos. «En 20 de noviembre de 1934, don Miguel López G., arquitec to Municipal de Alicante, se ofre ció al Ayuntamiento como arquitecto muncipal honorario en atención al «espiritu progre sivo» que anima a esta ciudad y considerando que el rápido e incesante crecimiento de la pobla ción requiere un cierto rigor esté tico y urbani ŝ tico que conviene iniciar cuanto antes para que Elda se sitúe entre las más bellas e higienicas ciudades de España». EI Ayuntamiento acordó crear la plaza de arquitecto municipal acep tando la oferta del señor López Gon zález. (Acta municipal, 20 novbre. 1934). Prácticamente desde la fecha refe rida, ya comienza un trasiego necesa rio entre Alicante y Elda que nuestro hombre se programa para hacer fren te a las necesidades de su aportación al ayuntamiento eldense. Intervino en muchísimas obras, bien en sentido inspeccional, como en la dirección de nuevos proyectos, si bien por aquellas fechas pocas eran las obras que necesitaban de los servicios del Arquitecto Municipal. Una de las primeras obras en las que intervino es la que aparece en un acuerdo de Pleno... «En el Pleno del 4 de enero se acordó aprobar el proyec to del arquitecto don Miguel López Gon zález para la construcción de la Lonja de Frutas y Uerduras de la ciudad, frente a la plaza de Abastos por un importe de 107 256.493,62 pesetas. EI solarhabiá sido ofrecido al Ayuntamiento por la Socie dad EI Progreso, iniciándose las obras seguidamente y entrando en servicio, sin inauguración pública alguna, dentro del año 1946». Quiero diferenciar de entre la «nómi na» de trabajos que se proyectaron y rea lizaron en Elda, una tripleta que considero destaca de forma muy singular. EI Colegio de la Sagrada Familia, de Segunda Enseñanza, maravilloso edificio de piedra y hormigón de lo más moderno que se construyó por un Patro nato privado en el kilómetro 377 de la carretera hacia Alicante. Posteriormente, se hizo cargo la Caja de Ahorros de Novelda, como obra social, estando el Centro a cargo de la Compañía de Jesús. Formaban la plantilla de profe sores el Padre Parra, director; Padre Abad, Padre Feliu y el hermano Font. Han pasado muchos años y recuer do perfectamente un detalle que me marcó: la modernidad del edificio. EI acceso desde la planta baja a los pisos en donde estaban ubicadas las distin tas clases se hacía por medio de una gran rampa de hormigón construida al efecto. EI acto inaugural del Colegio de la Sagrada Familia tuvo lugar el día 12 de abril de 1964, acto presidido por el director general de Enseñanza Media D. Ángel González Álvarez, presidente de la Diputación Provincial y otras auto ridades. Efectuó la bendición de las instalaciones el obispo de la diócesis, doctor Barrachina Estevan. EI otro trabajo que incluyo en esa tripleta es el recinto ferial que acogía la «Feria lntemacional del Calzado, cons truido en un plazo mínimo en el solar del antiguo Parque, consistente en una nave de exposiciones de dos plantas y un anexo de oficinas, servicios de res taurante, con unos alrededores artísti camente dispuestos para la mayor vistosidad del certamen. Fue inaugu rado el 12 de septiembre de 1964.» Cierro la terna de edificios emble máticos con el Edificio Elda, un sen cillo pero monumental amasijo de 108 Miguel López en su despacha. EI arq^ ► ifiecto Nfigu^l i.áp^z fu^ ^I a^ ► tor de proyect^s c^mo e9 coleqi^ Sagrada [Jasd Fpv^ilA Gim^naxa 109 cristal, hierro y cemento que creció hasta «diecinueve» alturas, que se destinarían para hacer un «gran hotel» capaz de atender la demanda de la que Elda siempre estuvo en precario. EI mayor socio interesado en ello fue el maestro de obras D. José Navarro Méndez, muy buen amigo de Don Miguel y cliente al mismo tiempo. EI edificio está enclavado entre la Avenida de Chapí, Virgen de Mont serrat y San Blas. He de manifestar que desde la entreplanta, las cuatro fachadas dan al exterior, lo que hace de él una torre monumental. Mi personal relación con Don Miguel comienza en Alicante. Trabajaba yo como delineante en la empre sa Carlos Tortosa, S.A. de mármoles y construcciones de Monóvar y, en una de mis visitas de trabajo en la construcción del Hotel Carlton de Ali cante, tomé contacto con el arqui tecto de aquella obra, que resultó ser Don Miguel López González. Sin espe rarlo, este trabajo cambiaría mi vida en elfuturo. En 1955/56 abrió su primer estu dio de arquitectura en Elda. Desco nozco las razones, pero lo cierto es que después de esta primera relación pro fesional, de acuerdo con mis jefes de Monóvar, don Miguel me propuso irme a trabajar con él, y en pocos días allí me encontré con Vicente Poveda Ortuño y Fernando Cortés Davó, el primero delineante y aparejador el segundo y un tercero que vino poco después, Vicente Martínez Pons, que se encargaría de contabilidad y admi nistración del despacho. Debo acla rar que desde un principio, quien hacía en Elda de aparejador para los pro yectos del «despacho» era D. Reca redo Rico, que a la vez lo era también municipal. Los maestros de obra que mayor relación tenían con el estudio eran Efigenio López Limiñana, José Navarro Méndez, Emilio Romero y Lorenzo Ortuño. EI primer estudio de Don Miguel en Elda estaba situado en una finca de cinco plantas que proyectó el arqui 110 rruner ewnsiu ue am^u p^amas cun ascensur yue se cun^uuyu eii ^iua, pruyeaiauu pur rvuyuei López, en cuyo primer piso tuvo su estudio de arquitectura. tecto para Raúl Coloma. Pues bien, tomando parte del primer piso, en tres habitaciones se montó el des- pacho. En los bajos, había un bar. Ahora, en su lugar, hay una sucursal del Banco Guipuzcoano. Como dato anecdótico diré que esta casa fue la primera en Elda que tenía instalado un ascensor. Don Miguel López González fue arquitecto municipal hasta su falleci miento en el año 1976. Un accidente de tráfico truncó su vida en el tra yecto Almansa-Alicante, cuando se dirigía a su trabajo en esta última ciu dad. Su muerte nos privó de un gran maestro que hubiese podido aportar a la ciudad de Elda grandes proyec tos arquitectónicos pero, sobre todo, de una magnifica persona. Agradecimientos Cuanto aparece en «cursiva» está tomado literalmente de la Historia de Elda. Tomo III de Alberto Nava rro Pastor. Las dos fotografías han sido cedi das por el Colegio Oficial de Arqui tectos de Alicante. Miguel López González. Treinta años de Arqui tectura. 1932-1962. Mi reconocimiento al Sr. Navarro y Biblioteca del Colegio de Arqui tectos. [SEMBIANZAS] Nevero de Biar recientemente restaurado para actividades culturales. Lo s n evater o s Continuando con el estudio de las antiguas profesiones perdidas, que iniciamos e) pasado año en esta misma publicación hablando de los antiguos carboneros, queremos, este año, resaltar y rescatar del olvido la figura del nevatero (nevater, en valenciano), es decir, aquella persona que, en épocas de grandes nevadas, se dedicaba a recoger la nieve, almacenándola en unos pozos denominados pozos de nieve o neveros para, posteriormente y en verano, venderla a todo aquel que quisiera conservar determinados alimentos o fabricar sorbetes y helados, entre otros usos principales. obre la venta de la nieve y del hielo, hemos podido locali zar una abundante bibliogra fía que habla de un importante comercío que tuvo la villa de Elda durante los siglos XVIII y XIX y que, inexplicablemente, pasan por alto via jeros y cronistas como Cavanilles, Labor de, Montesinos o Pascual Madoz cuando describen la economía eldense. Inicialmente, comentaremos que una de las grandes preocupaciones del hombre en siglos pasados ha sido la forma de poder conservar aquetlos ali mentos perecederos que deseaba alma cenar, tales como la carne y el pescado. Si quería guardarlos para el verano, tenía que salarlos o bien ahumarlos. alborada ^^1 Antigua balsa para helar agua junto a Rambla de Anchureta, Desde el siglo XVII, el clima se recrudece y las grandes nevadas que cubren las montañas dan ocasión para recoger y apilar enormes cantidades de nieve que pueden almacenarse y usarse en la estación estival. En las montañas ali cantinas, se construye una serie de pozos donde ocultarla de los rayos solares. Es el origen de los neveros, algunos de ellos verdaderas obras de arte. Estos edificios eran unas profun das excavaciones que alcanzaban entre los 4 y 15 metros de profundidad y un diámetro de entre 7 y 16 metros. La planta solía ser circular, exagonal u octogonal. La bóveda estaba formada por arcos y la cubierta era de teja o sillería. Por unos ventanales, se echa ba la nieve. Cuando estaban Ilenos los pozos, se cerraban hasta los inicios del verano, en que la nieve era vendida, como veremos seguidamente. EI trabajo de los nevateros era idén tico en todas las villas y ciudades del Reino de Valencia. Cuando había una gran nevada, los propietarios de los neveros, por medio de los pregoneros municipales, convocaban a aquellos campesinos que se encontraban deso cupados en esos meses invernales para que obtuvieran unos ingresos comple mentarios. Subían a la montaña y comen zaban a recoger la nieve para Ilevarla hasta los pozos. Para facilitar el traba jo, también se construían unos muros o ribazos de piedra donde la ventisca api laba la nieve: eran los ventisqueros. La nieve se colocaba en capazos y se arro jaba al interior de los neveros por los citados ventanales. Cuando había una cantidad importante en su interior, los obreros bajaban al fondo por medio de una cuerda atada a una anilla y a una garrucha para descolgarse. Una vez abajo, la nieve era pisada para com pactarla y se agregaba una capa de paja de arroz para aislarla. Nuevamente, se volvía a tirar la nieve y se pisaba con otra capa de paja de arroz. Y, así, hasta que el pozo se colmaba, opera ción que podía durar unos días. Era un trabajo muy penoso debido al intenso frío: algun nevatero dejó allí su vida o perdió alguna pierna por congelación. Sabemos que hasta los niños Ilegaron a trabajar acarreando nieve. Una vez se Ilenaba el pozo, se ponia una doble capa de paja y se tapiaban los ventanales. Los obreros cobraban un salario. Según cita Seijó Alonso, «en 1920, se solían pagar 15 céntimos por echar 5 capazos de nieve, y que a un promedio de 5 minu tos por viaje se sacaba un jornal de 11 reales al término de 8 horas de jornada». Todavían quedan ancíanos en Ibi que recuerdan esta actividad, incluso Ilegan a tararear las canciones que se canta ban pisando la nieve. A inicios del verano, por la festividad de San Juan, se solían abrir los neve ros y se contrataba a trabajadores para picar la nieve, ahora convertida en sóli do hielo que, introducido en unos mol des de madera y cubierto con paja de arroz y gruesas mantas, a lomos de caballerías y carros, se comercializa ba por los reinos de Valencia y Murcia. En el caso concreto de la villa de Elda, donde las nevadas no eran tan importantes como en la montaña ali cantina, creemos que los pozos eran almacenes de hielo, es decir, que la nieve se compraba en otras poblacio nes y se revendía. Por Mallol Ferrán diz, sabemos que la ciudad de Alicante mantuvo varios pleitos, a lo largo del siglo XVIII, con unos propietarios elden ses de neveros. Exíste una documen tación que prueba que se vendían importantes cantidades de hielo a Orihue la y a Jumilla. Si había inviernos con poca nieve, el precio de ésta se encarecía, por lo que se vio que el hielo bien podía suplir la. Para ello, se construyeron unas pequeñas balsas donde el agua se con gelaba los fríos días invernales. Dicho hielo se recogía y, rápidamente, se echa ba al pozo de idéntica forma que si fuera nieve. Esta operación se repetía varias veces, echando agua, helándo se ésta y recogiéndose con celeridad. EI viajero ilustrado británico Henry Swin burne, en su obra Viajes a través de España en 1775 y 1776, comenta en la carta XV, a su paso por Elda el 8 de diciembre de 1775: «...Pasamos por una serie de estan ques y cuevas donde los habitantes de esa ciudad guardan su provisiones de. hielo para su consumo de verano. Como había una delgada capa de hielo en la superficie del agua, estaban muy ocu pados Ilevándosela con mayor celeridad por si un repentíno deshielo la hiciera desaparecer...» (Bas Carbonell, 1996: 141-142) Tenemos el testimonio de un elden se que todavía recuerda haber visto realizar esta actividad en el paraje de Anchureta, frente al cementerio de Santa 1^2 alborada Bárbara, donde se encontraba el pozo de Anchura, junto a la rambla, hoy desa parecido. En unos bancales cercanos, todavía sobrevive una pequeña balsa cir cular que, creemos, se emplearía para el hielo. También tenemos noticias de la compra de cargas de granizo por los campos de las cercanías, granizo que era transportado en carros y rápida mente a los pozos. Segura Martí hace referencia a un artí culo publicado por el escritor alicanti no Manuel Rico en el periódico La Unión Democrática con fecha de 8 de julio de 1880, donde se indica que, en Elda, existen ocho pozos de nieve: Finca Lacy (posiblemente, había varios pozos pequeños), Zanja de Hielo de Marqués de Lacy, Duque (en las cercanías del puente del Sambo), Anchuras (ya cita do anteriormente), San Antonio de Padua (cercano al barrio de Caliu), Fran cesco (en La Jaud) y, por último, dos pozos en el paraje de EI Chorrillo. En cuanto a los propietarios de pozos de nieve, añadiremos que Fillol Martínez cita la Guía Comercial e Indus trial de Elda de 1884. Dicho anuario incluye a seis comerciantes propieta rios: Antonio Bañón, José Bañón, Manuel Beltrán Aravid (el famoso médico Bel trán, del que sabemos que tenia otros pozos de nieve en la zona de Alpera y que era propietario del de San Antonio de Padua), José García, Francisco Olci na (dueño del pozo de Anchura) y Salvador Lauj (por error de transcripción, podría ser Salvador de Lacy, propieta rio de los neveros de Lacy y de la Zanja de Hielo). Como hemos podido observar, nues tros antepasados se sacaban un sobre sueldo acarreando nieve, hielo o granizo, bajando al interior de los pozos para pisar la nieve y bajando más tarde de nuevo para picar y trocear el hielo y subirlo, todo ello con el riesgo de su propia vida o con una pulmonía en el menor de los casos. Ésa era la dura vida de los nevateros. iCon lo sencillo que es hoy, para nosotros, sacar unos cubitos del congelador de nuestro fri gorífico!. Heladeras o garrapiñeras manuales. La segunda década del pasado siglo XX marca el principio del fin de los pozos de nieve. Aparecen las prime ras garrapiñeras o heladeras manua les a nivel familiar y las fábricas de hielo industrial. Todo esto hace que los neve ros dejen de funcionar uno tras otro. Durante años, son ignorados, derrui dos o utilizados como basureros o mula dares. En los últimos años, parece que existe una toma de conciencia y, gracias a los excelentes trabajos de Cruz Orozco, Segura Martí y Mallol Ferrán diz, entre otros, se han restaurado algunos, siendo utilizados para fines culturales en forma de salas de exposiciones y conferencias, etc... Valgan los loables ejemplos de Biar, Jijona o Bocairante. Sólo cabe esperar que los dos neve ros que nos quedan en Elda, la Zanja de Hielo del Marqués de Lacy y el Pozo Franceso de La Jaud, toquen alguna fibra sensible de nuestros políticos loca les (oposición incluida) y sean restau rados. Quizás, con ello, podríamos sacudirnos un poco de encima la crónica negra de la destrucción de nues tro patrimonio artístico local. Bibliografía: BAS CARBONELL, M. (1996). Los via jeros británícos por la Valencia de la llustración (siglo XVlll). Ayunta miento de Valencia. CRUZ OROZCO, J. y SEGURA MARTÍ, J.M. (1996). EI comercio de la nieve. alborada La red de pozos de nieve en las tie rras valencianas. Consellería de Cul tura, Educación y Ciencia. Generalitat Valenciana. FILLOL MARTÍNEZ, V. (1985). Elda hace cien años, 1884. Club de Campo de Elda. LÓPEZ MEJÍAS, F. R. y ORTIZ LÓPEZ, M. J. (1992). Pozos de nieve. Arque ologiá del frío industrial. Edición par ticular de los autores. MALLOL FERRÁNDIZ, J. (1989). Ali cante y el comercio de la nieve en la Edad Moderna. Universidad de Ali cante. MARTÍ CEBRIÁN, J.A. (1996) «Pozos de nieve en el término de Elda». Revista Fiestas Mayores, n° 13. Elda. MARTÍ CEBRIÁN, J.A. (2000). «Los pozos de nieve y su comercio en la comarca del Medio Vinalopó». Revis ta del Vinalopó, tomo III. Centro de Estudios Locales del Vinalopó. MARTÍ CEBRIÁN, J.A. (2001). «EI comercio de la nieve en la villa de Elda durante los siglos XVIII y XIX». Alborada, n° 45. Ayuntamiento de Elda. SEGURA MARTÍ, J.M. «Los pozos de nieve». Historia de la provincia de Alicante, vol. VIII. Ediciones Medi terráneo. Murcia. SEIJO ALONSO, F.G. (1979). Capítulo dedicado a los pozos de nieve en Arquitectura rústica en la Región Valenciana. Ediciones Seijó. Alicante. 113 Uista goneral del altar de Santa Ana con la celebración de la boda múltiple desde el coro. RECUERDOS DE OTRO TIEMPO JUAN VERA GIL Éste es un episodio de la vida social eldense que, sin tener una importancia crucial para el desarrollo de la ciudad, sí que se constituye en una efeméride curiosa, por cuanto tiene de punto de partida para retratar sociológicamente la evolución de un sectorde la población y de una época eercana, pero al mismo tiempo ascura. asándome en una noticia que fue portada en el primer número del semanario local Ualle de Elda de 27 de agos to de 1956, he podido ir reconstruyendo la ceremonia nup cial más numerosa y popular que posiblemente se haya celebrado en Elda. Ocho parejas contrajeron matri monio en esa fecha por el rito de la Iglesia católica. Todas ellas perte necían a un nivel social medio bajo y por ello la noticia no pasó de ser una mera curiosidad. Cuarenta y seis años después, analizar este hecho nos permite conocer cómo era la vida de estas parejas en los años cin cuenta, la importancia del desarrollo industrial en nuestra ciudad y la evo lución de la sociedad eldense. Los protagonistas de esta histo ria son ocho parejas cuyos nombres quedaron reflejados en el libro de actas matrimoniales de la Parroquia de Santa Ana de Elda, pertenecien te a los años 1955 y 1956. En el libro referido y con los números de regis tro que les acompañan, como testi gos mudos quedan los siguientes nombres: N° 106. JOSÉ MADRONA MARTÍNEZ con RAFAELA REBOLLO GONZÁLEZ N° 107. FRANCISCO CEREZO GONZÁLEZ con ENCARNACIÓN REQUENA MARTÍNEZ 114 ^ ^ ^ [COSTUMBRISMO] N° 108. MANUEL MADRONA MARTÍNEZ con JOSEFA GRACIA JIMÉNEZ N° 109. JOSÉ MARÍA ESTEVE SANTOS con FAUSTINA BUSQUIER CARPIO N° 110. PASCUAL PIÑOL SOLER con FRANCISCA PÉREZ BROTÓNS N° 111. ANTONIO CAMPILLO CORTÉS con CARMEN SEGURA ARQUÉS N° 112. JUAN VERDÚ CERDÁN con LUISA CARBONELL CARBONELL N° 113. JOSÉ LEÓN VERA BURLÓ con SALUD GIL ORGILÉS Pasados diecisiete años desde que acabara la Guerra Civil, estos hombres y mujeres eran el exponente y la esperanza de una nueva España. Aquellos que sufrieron en su niñez la tragedia de la contienda, fueron creciendo y curando sus heridas, bajo una atmósfera de oscurantismo y opresión, lo mismo que lo hacía la ciudad. Lentamente las nubes de la miseria y del hambre se fueron alejando, dando paso a un futuro de incipiente desarrollo. Durante los primeros diez años de postguerra, caracterizados por una fuerte presencia de los estamentos oficiales y religiosos, se reconstruyó la indus tria zapatera, para, en la década siguiente, iniciar la aventura de la exportación. Las jornadas de trabajo se iban alargando de lunes a sábado tarde. Después del horario establecido, los obreros se quedaban a«velar» , en la propia fábrica o bien marchaban a otras para completar el sueldo semanal. Gracias a este esfuerzo, Elda iba superando aquella situa ción de penuria. Con una población superior a los 20.000 habitantes, empezaba un lento despertar de la ciudad en todos los aspectos, desde el físico, con la urba nización de calles y plazas, instala ción de alumbrado y de la red de aguas potables; el social, con la recu Grupo de jóvenes pas ido por la C/ Gral. Mola, actuafinente C/ Ortega y Gasset, año 1947. peración de sociedades desmante ladas con la Ilegada de la guerra y la creación de otras nuevas, casi siempre de índole religioso o de mar cado carácter afín al régimen domi nante; hasta el anímico, ya que al contar con mayores recursos eco nómicos, las privaciones se iban disi pando. Pasada la época de revanchismo político por parte de la primera auto ridad local, encarnada en la persona de D. José María Batllés, la Ilegada a la alcaldía en 1943 de D. José Mar tínez González, conocido popular mente por el apodo de EI aragonés, supuso un periodo de prosperidad y los primeros intentos de moderni zar Elda. La década de los cincuenta, se ini cia con importantes mejoras en la infraestructura ciudadana. Con el paso de los años, Elda se va Ilenando de fábricas y de lugares de recreo donde pasar los pocos ratos de asueto de la población. Cines, bailes, casinos y bares, son las diversiones que los eldenses encuentran en la ciudad. La radio, por entonces reina de los hogares como hoy lo es la televisión, suponía un signo de modernidad. Durante el día emitía discos dedicados y seriales lacrimógenos que preten dían hacer olvidar a los españoles con dramas tremebundos, cual era la rea lidad diaria. Por las noches, el mismo receptor se convertía en un elemento subversivo, cuando alguien intentaba sintonizar La Pirenaica, la emisora de la resistencia en el exilio, uno de los pocos signos de que todavía había esperanza. A modo de curiosidad, recorda remos el inicio en 1951 del culto a San Crispín como patrono del gre mio de zapateros; había que inter venir desde el orden religioso en la vida laboral e industrial y para ello se otorgó el patronazgo del gremio al denominado zapatero. AI año siguiente, el Ayuntamien to solicita al organismo correspon diente la creación de una biblioteca pública, instalándose ésta provisio nalmente en el grupo escolar Padre Manjón. [Juan Vera Gilj 115 EI fútbol , en este caso representado por el Club Deportivo Eldense, canaliza ba la afición deportiva mayo ritaria en la ciudad. Las sociedades obreras «EI Progreso» y «La Fraternidad», transformado el nombre de esta última en «EI Ahorro», con tinuaban construyendo nue vos barrios de ensanche urbano, Ilegando a ceder al Ayuntamiento los solares nece sarios para construir un nuevo parque a mayor gloria de los «caídos», siendo el monumento que en él se iba a instalar sufra gado por medio de aporta ciones voluntarias de los obreros, para lo cual les era descontada una peseta sema nal de su sueldo a la hora de recibir el jornal. En 1954, se acusa una fuer te crisis en el sector del cal zado, que provoca el cierre de empresas emblemáticas de la ciudad como las de Vicente Gil, «Los Veras» o «Los Bellod». Ya en esas fechas, el sindica to de la piel denuncia como causa de esta crisis el alto grado de clandestinaje que sufre el sector, por parte de empresas sin legalizar que tie nen a los empleados sin ase gurar. Con este trasfondo social, creo que nada extraño para nosotros hoy en día, los protagonistas de este artículo se plantean la conveniencia de contraer matrimonio y, ante la alta demanda de fechas para casarse, se les asigna el día 27 de agosto. La coincidencia en el día fue debida a la cercanía con las fiestas patronales de sep tiembre. Los novios procura ban casarse en estas fechas con el fin de alargar un poco el permiso laboral por matri Amigas ante las imágenes de San Crispín y San Crispiniano,1952. ► Exterior de la ermita de estos santos en su primer año de celebración,1952. monio. AI revisar los libros de actas matrimoniales de la Igle sia de Santa Ana, vemos con curiosidad que, si bien nin gún enlace fue tan multitudi nario como el que referimos, no era extraño que se cele brasen estas bodas múltiples. Otro aspecto igualmente curio so es que las bodas se ofi ciaban preferentemente en días laborables, dejando libres los domingos. Así es como la que nos ocupa se celebró en lunes, contrastando fuerte mente con lo que actualmen te ocurre, que, sin existir una obligación al respecto, la norma orienta hacia los fines de semana. Concretamente, este enla ce se organizó de una forma peculiar. La Iglesia distinguía tres tipos de ceremonias: de 1 a, de 2a y de 3a categoría. La misa y el ritual era común para todos, pero la diferencia venía establecida por la cantidad de dinero que, gene ralmente el padrino, estuvie se dispuesto a pagar a la parroquia. Casarse con misa de primera suponía contar con una ceremonia en la que los novios podían elegir la hora. EI templo se adornaba, a los novios se les abrían las puertas principales, en donde eran recibidos por el cuerpo eclesiástico que iba a oficiar, además de contar con la interpretación de música de órgano durante la ceremo nia. En la misa de segunda, se prescindía del recibimiento en la puerta y de la música. En cuanto a la de tercera categoría, los novios entra ban por una puerta lateral y la boda había que celebrarla como muy tarde a las ocho de la mañana, casi a escon didas. 116 ^ ^.^ r^ ICOSTUMBRlSMO] Parece ser que una de las pare jas de esta historia había solicitado boda de primera y entorno a esta cir cunstancia se fue construyendo toda la celebración que relatamos. AI poder elegir esta pareja hora de celebra ción, la fijaron para las nueve de la mañana y esto condicionó que la entrada del resto de parejas se efec tuase desde 740 h. de la mañana con intervalos de 10 minutos. De esta forma, al Ilegar las 9OOh., podría entrar en la iglesia como estaba pre visto la novia de «primera». Otra particularidad fue que, al ser tantos los contrayentes, según entra ban a la Iglesia, les desviaban a la sacristía para firmar el acta matri monial, !antes de celebrar el oficioi, con el fin de aligerar los tiempos y que la boda central se celebrase tal como debía de ser. Una vez todos dentro de la iglesia, la distribución se acordó tal que los novios de pri mera estuviesen en el centro del altar con sus padrinos a los lados en sus correspondientes reclinatorios. EI resto de las parejas, en sillas de anea habilitadas para el momento, se dis pusieron en semicírculo alrededor de ellos, ubicándose los restantes padri nos detrás de su pareja correspon diente. Esta es la explicación de que en la fotografía se observen nueve parejas en lugar de ocho, por si algún curioso hubiese caído en la tenta ción de contarlos. La ceremonia se inició por la pare ja central, continuando por un orden establecido a continuación de dere cha a izquierda. Es de destacar la forma en que se iba abandonando, como si de un lastre se tratara, la antigua costum bre de vestir a la novia de negro, adornándose ésta con una ramita de azahar en señal de pureza. En las fotografías que ilustran este trabajo se pueden apreciar hasta seis novias vestidas de blanco: alguna de ellas incluso recuerda que eligió este color por la claridad que aportaba a su futuro, asociando el negro con las Imagen de Basilio que ilustraba la noticia de la boda, portada del primer número de Valle de Elda. penalidades pasadas en su niñez, deseando dejarlo en el recuerdo, envuelto en un fardo junto a las pena lidades y la tristeza. Ellos, los novios, ataviados de negro, con camisa blanca y cuello armado con ballenas, lazo o corba ta, pañuelo blanco asomando en el bolsillo de la chaqueta y camelias blancas en el ojal de la solapa. Como galanes de cine vestidos. Remedaban el arquetipo de la elegancia, impues to por las películas de teléfonos blan cos tan de moda en la época, las cuales desde las pantallas del Cer vantes, el Ideal o el Cantó entre otros cines eldenses, les ofrecían una visión desenfadada y banal de la sociedad. Acabada la ceremonia, se inició el desfile de modo que saliesen todas las parejas dejando a la central en el templo para que pudiesen firmar el Momento de la ceremonia en el que se aprecia algunos de los usos eclesiástícos de entonces. EN AG05^Cy ^^ ^ ^ íJuan Yera Gil] 117 Detalle de la vestimonta de los contrayentes: blanco total para ellas con escotes recatados y negro con detafles de pañuelos y flores en el ojal para ellos. acta con tranquilidad, se fotografia sen en el altar y saliesen con los acor des de la música. En la puerta, alegría y arroz, desde allí cada uno a hacerse las fotografías de rigor, más de una novia visitó el cementerio para dejar su ramo nupcial a algún ser queri do fallecido. Los invitados mientras tanto, aguardaban a los novios para poder desayunar. AI ser día laborable, casi todos ellos habían pedido medio día de permiso en las fábricas y, por la hora temprana de la ceremonia, espe raban reponer fuerzas y almorzar. En cuanto a la celebración festiva, cQnsistía generalmente en invi Invitados al ^=convite» nupcial. tar a los acompañantes a tomar cho colate con pastas, hechas éstas por las mujeres de la familia: los rollicos de anís, los mantecados, los suspi ros o los sequillos, junto a la miste la, Calisay, Licor 43, el coñac Fundador y otros espirituosos, eran protagonistas y plato fuerte de tan magras celebraciones mientras de fondo se podía escuchar a Machín cantar pos Gardenias o Angelitos Negros. EI convite se celebraba en la pro pía casa o, ya en algunos casos, en algún local de celebraciones, tal como el teatro Coliseo, testigo de tantos y tantos convites nupciales. La empre sa propietaria contaba junto al Coli seo con unos locales que, al finalizar la guerra, sirvieron para celebrar el culto provisionalmente, hasta aca bar la construcción de la nueva Igle sia. Una vez terminadas las obras del nuevo templo y abierto este al culto, los locales que con los años se convertirían en el cine Alcázar, una vez desacralizados, sus propie tarios los alquilaron para distintos eventos. Llegar a casarse en aquellos momentos no suponía el reto que conocemos hoy en día. La falta de viviendas y, más que eso, de medios para comprarla, obligaba a habilitar una habitación en casa de los padres para el uso de la nueva familia. Como mucho, comprar una cama, un arma rio y una cómoda era un lujo que no todos podían permitirse. Por supues to, una casa, aunque fuese de alqui ler, era algo soñado pero inaccesible, por lo menos hasta que, una vez casados y trabajando ambos, al cabo de unos años, pudieran acceder a un pisito en alguno de los nuevos edificios que con el despegue indus trial y económico se construirían en la ciudad durante los años 60. La Luna de Miel o el más real: Viaje de Novios, elemento impres cindible en cualquier casamiento, tenía como destino de los afortuna dos que podían permitírselo tres o 118 r^ ^ g« r^y [^dSTUMBRISMO] cuatro días en alguna pensión de Alicante o Valencia a lo sumo, cuan do no en casa de algún familiar Raros eran los que podían viajar hasta Madrid. Generalmente, éstos estaban muy alejados de la clase trabajado ra. Hay anécdotas que hablan por sí solas de estos viajes, como la de dos parejas de nuestros contrayen tes que, Ilegados a Valencia, era tanto su despiste y asombro que el taxista al que preguntaron por una pensión de confianza quiso reírse de ellos y les Ilevó a una «casa de citas». O la de aquellos otros que estando en el cine, al darse cuenta ella que pasaba de las nueve de la noche, salió corriendo porque se le hacía tarde para Ilegar a su casa. Incluso la de la novia que tuvo que soportar varias sesiones de espec táculo de lucha libre, ya que a su marido le gustaban. Qué diferente se nos muestra hoy este acto social del matrimonio. Antes, las bodas eran por la Iglesia tradi cional y para toda la vida; hoy, por cualquier rito estéticamente aceptable para los contrayen tes y hasta que dure. Antes era una forma de traspasar a la mujer de la casa del padre a la del marido, hoy es una forma de legalizar una unión, muchas veces por intereses económi cos. Antes tenía la simpleza de dos personas que disponían de los elementos materiales justos para iniciar un hogar y una vida en común. Hoy apa rece con la complejidad de una revista de diseño, en la cual no falta de nada, solamente que el fotógrafo de fama nunca Ilegará a inmortalizar los nue vos adosados en las páginas de las revistas de papel couché. No he querido en ningún momento moralizar o estable cer bondades pasadas o pre sentes. Posiblemente, incluso el tema de este trabajo pueda En la puerta del Teatro Coliseo, junto al local de «celebraciones» parecer pueril y sin importancia, pero das curiosas, que simplemente desa lo que me motivó a redactarlo fue tan el interés por momentos de nues esa chispa que a veces surge cuan t r o p a s a d o r e c i e n t e y, m á s do te encuentras ante noticias pasa concretamente, nos hablan sobre la Una de las parejas durante su Luna de Miel, fotografiados en la Plaza de la Virgen de Valencia forma en la que una ciudad como la nuestra supo reponerse, destruida como estaba en su esencia más profunda, hasta curar sus heridas apli cando el remedio del trabajo, de la ilusión y, sobre todo, de la convivencia. NAVARRO PASTOR, Alberto. Historia de Elda, tomo III. Ali cante: Caja de Ahorros Pro vincial, 1981. Alborada, n° 1. Elda: Septiem bre,1956 Libro de Actas Matrimoniales, año 1955-56. Elda: Iglesia de Santa Ana. Elaborado a partir de con versaciones con los contra yentes y su aportación de documentos gráficos. ;, a Gil] 119 E I la b RAFAEL FiERNÁNDEZ PÉREZ _ _ __ __ __..... Eran tiempos donde predominaban las calles estrechas, tanto como sus aceras. A pesar de ello, o quizás por esa, estaban hechas a la medida de las personas. Por ellas, se transitaba saboreando todos y cada uno de sus recovecos y detalies, ilegando a conocer y reconocer a casi todos los vecinos que las habitaban. nto asi siempre, el recorrido para ° atravesar el pueblo era el mismo. Sin embargo, tenía cada vez algo distinto que lo diferenciaba de la vez ante rior: ^serían los sonidos? ^los olores? ^el día de la semana? ^la estación del año en que se hacía el trayecto? Aque Ilas oscuras y estrechas callejuelas y las replacetas que conformaban nues tro casco antiguo guardaban, en casi todas las casas, un secreto que tenía sus propias voces, que, a veces, proyec taban hacia afuera, con sordina, el pro digio que se producía en su interior. A través de puertas entreabiertas, per sianas desvencijadas o visillos primo rosamente tejidos, se adivinaban mágicos laboratorios regentados por GO afanosos artesanos que, a semejanza de alquimistas medievales, podían trans formar la paja en oro, la calabaza en vistosa carroza. Toc, toc, toc, toc, toc, tocotoco toc... proclamaba la hábil picadora girando su complicada puntera vega apoyada sobre un viejo cartón de fibra. Rum, rum, ruuuuumm, ruuuuummm... componía la imprescindible aparado ra, con no menos habilidad, las largas y difíciles notas de un ribeteo febril o las lentas y acompasadas del cosido de un copete, sólo interrumpidas por el chasquido de la tijera al cortar el hilo umbilical que le unía a la canilla de la máquina de aparar Pero, sin duda algu na, los sonidos más variados y, no por conocidos, menos sugerentes eran los 120 ^j ^^^^ [COSTUMBRISMO^ emanados por el maestro zapatero en sus diferentes faenas para la elaboración del zapato de botier, Luis XV..., zapato de señora, en defini tiva, secundado cual virtuo so solista por otros sones no menos importantes para la transmisión del oficio, ejecu tados por el niño-aprendiz que, día a día, iba acumulan do conocimientos y expe riencia. No era lo mismo el tableteo machacón de la tena za, que entachaba a buen ritmo, que el potente golpeteo del martillo sobre la suela ya cosida al zapato: era el sen tado de la misma, la comu nión entre las dos piezas más indispensables, el corte y el piso. Otro sonido original y reconocible era el chirriante golpeo de ese peculiar marti Ilo Ilamado galgo cuando cla vaba los gabarrotes a través de la chapa que servía para sujetar el tacón. EI raspado de las suelas con bocas de cristal, el sibilino y esforzado lijado de los frentes con los dedos, el ahue vado de las plantas, el encambrillona do..., todo ello formaba parte, la más esencial, de un recorrido intimista, ani mado, un recorrido por un laberinto mágico que, a veces, sobre todo en verano, lo era más todavía cuando nos mostraba sus entrañas, cuando ponía al alcance de nuestros ojos el interior de aquellos laboratorios de alquimista, aquellas paredes Ilenas de propagan das de cine, toros, varietés o boxeo que nos hablaban de las aficiones del morador y que contribuían a hacer más ameno nuestro paseo, que, muchas veces, nos hacía envidiar la faena que otros ya habían realizado. Otras veces, el paseo nos aliviaba de la zozobra de tener que entregar nuestra propia tarea al comprobar cómo otros iban más atrasados. Cuarticos de zapatero Ile nos de ingenio a pesar de las penurias de la época, con las perillas Ilenas de papeles pegados con almidón cual vise ras a la altura de las ojos para que su escasa e hiriente luz no dañara la vista. Aquellos lebrillos Ilenos de agua color marrón y cepillos donde, en función de su dureza, se mojaban o bañaban las suelas. También se veían aquellas mesas de zapatero con toda clase de herra mientas, desparramadas por encima o sujetas por clavos a las patas, los botes de clavos estratégicamente colocados y el peculiar coco Ileno de almidón. En las esquinas, punchas dobladas y, a veces, mezcladas con colillas. No fal taba el viejo bote de Pelargón conte niendo el cemen y los correspondientes pinceles. EI suelo aparecía alfombra do de retales multicolores en torno a unos pies que se movían afanosos con la estrategia que la faena requería. AI lado de la mesa, casi siempre a la izquier da, tab/eros personalizados, adapta dos al espacio y donde crecían los pares con esfuerzo. A veces, el espacio se compartía con los platos de la comida o la cena y con mastodónticos apara tos de radio con los que, entre coplas, radionovelas y noticias de los logros del Régimen, se intentaba sobrellevar la dureza de un trabajo sin horario. También había capa zos de esparto sabiamente forrados con trozos de manta para que los zapatos no Ile garan dañados en el momen to de la entrega, carretillas para el transporte, bicicletas y otros artilugios que confor maban todo el atrezzo nece sario. Pero la esencia de este recorrido por la laboriosa Elda de hace cincuenta años esta ba en la diversidad de modelos de zapatos expuestos en las aceras, secándose al sol y luciendo sus colores. AI lado, el zapatero, luciendo con orgu Ilo su delantal herido por múl tiples cuchilladas, brochazos de cemen y cola y remiendos cual blasones nobiliarios. De todo lo expuesto, se deduce que allí ocurría casi un milagro que era y es el zapato de señora Made in Elda, un producto mundialmente reconocido y aprecia do. Sin embargo, el paso del tiempo ha visto cómo el paulatino despobla miento de esta zona, la desidia y la falta de visión conservacionista de nuestros sucesivos gobernantes han ido reduciendo a escombros ese labe rinto mágico, ese zoco encantado que, durante muchos años, hizo de Elda una ciudad envidiada por muchos, un pueblo con alma. Ese recorrido de hace medio siglo ya no es posible y sólo está en la ima ginación: los métodos de producción han cambiado y se han desplazado a polígonos industriales. De aquel casco antiguo febril y fabril ya casi nada queda, sólo unas gotas de nostalgia y unos cuantos cascotes y escombros que nos pueden hacer pensar que lo que vimos y vivimos fue un sueño si no fuera por la recreación virtual y la contem plación de algunas fotos y maquetas que se conservan en los museos de nuestra ciudad. ^G^ a I b o rad a[Ratael Hemández Pérez] 121 creatividad ...lo hacemos posíble Doctor Marañón, 9• 03610 PETRER (Alicante) Tel. 966 950 986 • estudiodac^ono.com Dibujo extraido del cómic De Musulmanes, Moros y Moriscos, de Miguel Ángel Guill. SOBREVIVI R EN LOS CAM I NOS nn u s u^m a n es y ^udio s de Elda (1402 1422) MIGUEL ANGEL GONZÁLEZ HERNÁNDEZ _ _ __ _ __ A cualquier ciudadano de a pie de Elda cada vez le resulta más familiar la presencia de musulmanes en sus calles. Este hecho,hace apenas veinticinco años, era sólo anecdótico, pero cada año la convivencia multirracial será un fenómeno de claro crecimiento en España. i los eldenses están empezando a acostumbrarse, con este artículo se pretende que conozcan que esta convivencia no se ha dado sólo en nuestra época, sino que hace más de 500 años por las calles y los cami nos de Elda circulaban numerosos comerciantes que formaban parte de las tres culturas del momento: musulmanes, cristianos y judíos. Volviendo al tema que nos ocupa, se han seleccionado tres hechos cotidianos que nos dan una idea de la vida cotidiana de tres familias eldenses a finales del siglo XIV y en los inicios del siglo XV. EI primero de ellos es la salida masiva de familias judías de Elda; el segundo es un relato sobre cómo sobrevivían los comerciantes a su paso por los caminos de la zona; y el tercero son varios artículos firmados en un convenio entre musulmanes y cristianos para establecer un fundamento jurídico para la convivencia pacífica en estas tierras. La familia del judío de Elda Abraham Elareni, en busca de refu gi0. La intransigencia religiosa vivida en tierras valencianas en el año 1391, con el asalto y saqueo de diversas juderías, produjo un miedo generalizado entre los judíos a perder la vida en cualquier momento. Este hecho les condujo a tomar la decisión de concentrarse en un mayor número para salvaguarda de sus familias. Así, las familias judías se concentraron en ciudades más grandes y en barrios perfectamente delimitados deniminados «call» o «juderías». No está todavía cuantificada la población judía que vivía en las comarcas del Vinalopó, a excepción del caso de la judería de Elche. En Elda, habitaban varias familias, pero tampoco existe ningún estudio al respecto. La documentación cita en ocasiones la presencia de algunas familias dedicadas al comercio 0 la artesanía. Desde 1402 hasta 1422 se conoce la existencia de diversas familias de judíos eldenses, entre ellos, Cildac ^ad, Abraham Elareni, Hede, Altur, etc. Todos ellos fueron abando nando progresivamente Elda a lo largo de varios años. No se conoce el momento de Ilega a Elda de Abraham Elareni o, si por el contrario, su familia y él mismo habían nacido en la villa. Lo cierto es que el 1 de febrero de 1400 sale de Elda con todas sus pertenencias y con su fami lia en dirección a una ciudad más gran de. En esos momentos, la mayor concentración de judíos estaba en las ciudades de Orihuela y Murcia. Es en ellas y en los procesos administrativos de empadronamiento donde se loca liza la procedencia de las familias. En esos documentos es donde realmente empiezan a aparecer estas familias judías de Elda. Por las circunstancias que fueran, la familia de Abraham Elareni no se quedó en Orihuela. La judería de esa ciudad se extendía a lo largo de las calles de la iglesia de Santiago, en torno al castillo. a I b o rad a .A^ye^ ^on^^^e2 ^e^n ^ 23 La familia siguió su camino, a pesar de la inseguridad existente en los cami nos que recorrían los valles del Vinalo pó y las comarcas del Segura. EI 3 de febrero se presentan ante la casa de Cildac ^ad, otro judío eldense emigra do a Murcia que les acompaña al concejo de la ciudad, donde presentan los salvoconductos obtenidos de la auto ridad valenciana que les permitían emi grar a Murcia. Logran el certificado de empadronamiento por un tiempo limi tado y se instalan en la judería murcia- na, próxima al río Segura. En esa época, uno de los requisi tos imprescindibles para conseguir el per miso de empadronamiento era presentar el aval de un vecino del lugar. Gene ralmente, los judíos murcianos avala ban a las familias judías que Ilegaban a su barrio y, por ello, se pueden conocer la procedencia de muchos de ellos. Inseguridad ciudadana en los caminos de Elda. Asesinato de una mujer, muerte de una mula y st^esh^al de dos eldalr SeS. Entre los años 1402 y 1404 han quedado testimoniados estos sucesos en las proximidades de Elda. EI prime ro de ellos le ocurrió a un grupo de mer caderes cristianos que habían salido de Orihuela con dirección a Castalla. EI camino les Ilevó a Elda y, tras el des canso de las caballerías en el hostal del parador, retomaron el viaje por el viejo camino de Petrer Las mulas esta ban cargadas con innumerables fardos de mercancías de todo tipo, en espe cial, de tejidos de importación que se comerciaban a través de los pequeños puertos de la costa de Orihuela. EI grupo de mercaderes fue asalta do en los primeros repechos del cami no hacia Castalla, dentro de las estribaciones de la sierra del ^it (hoy del Cid). Los hombre fueron apresados, la mujer que les acompañaba fue ase sinada, las mercancías fueron robadas por un grupo de asaltantes y una de las mulas fue muerta en el asalto. Posible mente, pudieron ocurrir dos cosas: que el grupo fuera seguido desde el hostal de Elda, o que estuvieran esperando la Ilegada de cualquier víctima en los estre chos caminos de la sierra. Lo cierto es que la mujer muerta estuvo yaciendo junto a la mula en el camino durante bastante tiempo, hasta la Ilegada de otro grupo de mercaderes que denunció los hechos ante las autoridades de Elda y Petrer. Éstos, a su vez, hicieron uso del convenio de protección mutua firmado durante esos años y solicitaron ayuda de la justicia de Elche (firma de las hermandades de musul manes y cristianos). Durante varios días hicieron salidas continuas por los caminos de Elda y Petrer, pero el crimen y el robo quedaron impunes. De ahí que en esa época ser mercader o transportista fuera una profesión de alto riesgo. Entre la documentación referida a la villa de Elda, contenida en el Archivo Muni cipal de Orihuela, también el 22 de enero de 1404 se recuerda que se conserva una denuncia desde hace año y medio en la que se dice que dos musulmanes, posi blemente también mercaderes, fueron asaltados en la zona de Salinas, en el cami no que va a Cap Cever (Torrevieja) y que se sigue desconociendo su paradero. Este evidente problema de inseguridad en la zona de Elda venía dado por la pro ximidad del reino musulmán de Granada y por las disputas entre castellanos y aragoneses, cuya frontera se extendía en las proximidades del Vinalopó. A ello, ade más, hay que añadir la existencia de las tres culturas que trataban de mantener la estabilidad en su convivencia diaria. Las cuatro hermandades de musulmanes y cristianos (1399 ^ 4y 2^. La ya mencionada dificultad de transitar por los caminos del Vinalopó, dio lugar a la convocatoria de una reunión en la iglesia de Santiago de Orihuela entre los representantes de las principales aljamas musulmanas y de las villas cristianas de la gobernación de Orihuela. Esa reunión, celebrada en diciembre de 1399, dio lugar a la firma de una hermandad que se regiría por unas condiciones. Entre ellas, todas las villas se obligaban a ayudarse en caso de cautiverio o muerte de alguno de sus vecinos. La puesta en marcha de esta hermandad fue importante por que no sólo ayudó a solucionar los casos de cautiverio mediante rescate económico, sino que supuso la firma de una colaboración escrita entre las autoridades de las dos culturas mayoritarias del momento. En representación de la villa de Elda acudió el lugarteniente del procurador, Vidal de Blanes, y en representación de la aljama musulmana fue el síndico, Muça Alazarch. En esa hermandad estaban integrados Elda, Petrer, Crevillent, Elche, Alicante, Orihuela, Monóver, Asprella, Xinosa y Novelda. Fue renovada tres veces más, por lo que se suele hablar de cuatro hermandades que ocuparon su tiempo desde 1399 hasta 1412. Este tema ya ha sido estudiado en varias oca siones (Hinojosa Montalvo, 1987; Ferrer Mallol, 1988; Nieto, 1997; y Vázquez Her nández, 2000). Aún así, continuó el fenómeno de los cautiverios y muertes, Para finalizar, se ha entresacado otro ejemplo más, curioso además. En agosto de 1419, el mercader musulmán de Elda, Jayhie, contrata a Acab Aben y su mulo para el transporte de mercaderías en dirección al reino de Granada. Pero, pocos días antes de salir, la autoridad de Elda detiene a Jayhie por otro motivo y no puede acompañar en el viaje a Acab. Pues bien, a la entrada de camino que conducía a la ciudad de Gra nada, Acab es hecho cautivo y sus mercancías confiscadas. Luego vendría un amplio proceso para volver a Elda. Mientras tanto, Jayhie se salvó de ese cauti verio, aunque le quedaba salir del que tenía pendiente en su villa. Bibliografía: GONZÁLEZ I HERNÁNDEZ, Miquel-Ángel (2002). Musulmans, jueus i cristians a les terres del Uinalopó (1404-1594). Alacant, centre dEstudis Locals del Vinalo pó. 154 fuls. ^24 alborada Dragón y timbalero del cuorpo de caballería del ejército español en 1673. FE LI PE DE VALE RA un m^i^tar ei ense a d del siglo XVI I VICENTE VÁZQUEZ HERNÁNDEZ _ _ _ _ _ _. _ __ En dos articulos anteriores, publicados en los años 2001 y 2002, hemos tratado sobre dos eldenses pertenecientes a la Orden de Malta: Juan Valera Bernabé y su sobrino Vicente Valera Vicente. Este último era hijo de Martin Valera Bernabé y de Antonia Vicente Llobregat. ntre la documentación que se conserva en el Archivo His ` tórico Nacional, en la sección de Órdenes Militares, en la - relación de «Pruebas de Fr. Capellan del año de 1700 hasta el de 1720», figuran en el índice las «Prue bas del diácono Antonio Valera», en el año 1708, natural de Elda. Sin embar go, no se conservan dichas pruebas en el citado archivo, por lo que no podemos asegurar que se trata de un familiar de los anteriores, tal vez hijo también de Martín de Valera, que fuera al barada : ^aZp^^z ^e^,,.^, ^2s Galeones españoles y holandeses del siglo XVII, Dibujo de Rafael Mpnleán en el Museo Naval de Madrid. Gobernador del Condado de Elda, y que obtuvo el privilegio de nobleza en 1702, ya fallecido, a instancias de otro de sus hijos, el militar Felipe de Vale ra. O si se trata del mismo Antonio Nicolás Valera, que figura en el Archi vo Histórico Nacional como soldado en Flandes en el año 1703, o de Anto- nio Valera, alcaide del castillo de Ali cante, casado con Ludgarda Molina. Lamberto Amat también ratifica la calidad de noble de Martín de Valera, al citarlo en su obra sobre la historia de Elda como «Martín Valera, gene roso Governador de Elda», o«Martín de Valera ciutada Justicia en lo civil y criminal de la vila de Elda». Por «gene roso» se entendía la calidad de noble za que desde la Edad Media hasta el año 1707 se reconoció en el Reino de Valencia, a los descendientes de caba Ileros que no habían sido armados como tales. Y«ciudadanos» se con sideraban hasta el siglo XVIII los Ila mados «homes honrats o prohomes de ciutat o vila», es decir, todos aquellos que en cualquier ciudad, villa o lugar viviesen de sus rentas o ejercieran una profesión liberal; con lo que la calidad de ciudadano, en su significación nobiliaria, se adquiría, en cierto modo, por prescripción de generaciones. En el Archivo del Reino de Valencia se conserva el privilegio de nobleza, fechado en 1702, del capitán Martín de Valera, otorgado por Felipe V a título pós tumo, por sus valiosos servicios, y en este documento se menciona expresa mente a Felipe de Valera, natural de la villa de Elda, en el Reino de Valencia, y le califica de fiel y dilecto militar, haciéndole partícipe de este título de nobleza con carácter hereditario para él y sus descendientes. La existencia del militar Felipe de Valera nos la confirma también su sobri no, Don José Valera de la Carra, clérigo de menores, en la fundación que se conserva en el Libro de Visitas del Archivo de la Parroquia de Santa Ana de Elda, folios 132v-139: «Don José Valera de la Carra, clérigo de Menores y Beneficiado que fue en esta Iglesia, por su testamento que en veinte y nueve de abril de mil setecientos quarenta y ocho otorgó ante el Escrivano Pedro Navarro y Barceló, y codi cilo ante el mismo en oncede mayo siguiente, dispuso que anual y perpetuamente se celebrase en esta Parroquial lo siguiente: Primeramente: diez misas rezadas por su alma, dieciséis por la de sus padres Don Antonio Valera y Doña Ludgarda Molina...ocho por el Teniente General Mar qués Don Felipe de la Carra,...» No podemos saber la fecha exacta del nacimiento de Felipe de Valera, pues faltan los datos comprendidos entre 1640-1681 en el archivo de la parroquia de Santa Ana de Elda, al pasar del libro 3° de bautismos, confirmaciones ^2s alborada RELAC I ON ^ ^ 5^1^^I^I^S ^ E ^, MAESiRO de ^amp® Don ^elipe de i^alera , facad^ de ius Papeles ^ariginales , 9ue preCent^ en e^a Secreta^-ia de Guerra , Parte de ^talia , en 1V^adrid cluinze de Abril de ^il ^eifciento5 y noventa v nneve. y desposorios, que abarca desde 1596 a 1640, al libro 4° de bautismos, con firmaciones y matrimonios, que comprende desde el año 1681 al 1700, por lo que los asientos periodo que abarca desde 1641 a 1680 no se han conservado. Aunque de los datos que proporciona el informe sobre «Don Phelipe Vale ra», fechado en Mesina (Sicilia) el 26 de abril de 1683, que se conserva en el Archivo Histórico Nacional, sección Estado, se desprende que debió nacer hacia 1652: «Don Phelipe Valera Mesina, a 2 de Agosto de 1683 Don Joseph Marcal entretenido por S. Magestad en los papeles de la Viceda. General de la Gente de Guerra y exercito de este Reino de Sicilia y a cuyo cargo está su despacho en esta Plaza y sus fronteras Zertifico que por la lista de la Compañía de Cavallos Corazas del Capitán Frai Don Rodrigo Ronquillo, parece que en onçe de henero mill seiscientos y seten ta y seis, asentó por soldado de ella Don Phelipe de Valera, Hijo de don Martín, natural de Elda en el Reino de Valencia, Alto, Cavello Castaño obscuro, de veinte y quatro años entonces, con nueve escudos al mes y en diez y siete de Junio de dicho año asentó porAlférez della en Virtud de dro. de S.E. de el mismo día Voluntad de su Capitán y aprobación de Su General con treinta y ocho escudos al mes, y lo continuó hasta dos de Septiembre siguiente, que pasó a ser the niente de la misma Compañiá con quarenta y ocho escudos al mes con los qua les lo continuó hasta primero de Junio mill seiscientos y ochenta que quedó reformado por haver servido la thenencia de dicha Compañía el tiempo que Su Magestad manda y dicho d^á de su reforma asentó por soldado de ella con el suelo hordinario de veinte escudos al mes, los quales se les sentaron en virtud de dere cho de S.E. y en tres de dicho Junio volvió asentar de Theniente Vivo de ella con los requisitos nezesarios y el sueldo que le pertenece de quarenta y ocho escu dos al mes y con dicho sueldo y exercicio lo continuó hasta oy día de la fecha de esta que huso de licencia que se le concedio por horden de tres de Abril ante cedente con término de ocho meses para yr a levantar una Compañ^á de Infan tería españo/a a las cosas de España, Islas de Mallorca y Menorca con que ha de servir en este Reino en el Tercio de la Armada real y para que de ello conste. Por la presente, en Mecina, a veinte y seis de Abril de Mil Seiscientos y ochenta y tres años. Joseph Marcal Verificación de siete años, tres meses y quince días que ha servido en el Reino de Sicilia en diferentes Plaças de el Theniente Don Phelipe de Balera. » En el ejército de los Austrias, se entendía por teniente o capitán «vivo» al que tuvo mando en compañía, y por teniente o capitán «reformado» a los que, sin mando, servían como «entretenidos» o agregados en la com pañía de otro capitán más antiguo. Otro documento, esta vez perte neciente al Archivo General de Siman cas, nos ofrece nuevas pistas sobre la carrera militar de Felipe de Valera en la década de 1680, al hablarnos de su presencia en el Reino de Nápoles, en las campañas de Portugal, en las islas Madeira y en las islas Azores (Ter ceras): «A1 Virrey de Nápoles Por quanto teniendo considera ción a lo que el Alférez Phelippe de Valera me ha servido de Treynta años a esta parte en la guerra los siete en el Reyno de Nápoles en las occasiones que huvo de mar y tierra y en la (Jor nada) de Portugal hasta que se paci ficó y aún en el passado con su comparná a la Isla de la Madera ..allí.. dieciocho años de soldado aventaja do y sargento donde dijo el dever y últimamente en las Is/as Terceras... De alférez hasta que ... llegado ... enfermo ... se proveyó la dicha en el reducto y el dexó la dicha vandera. Y junto con el deseo que tiene de continuar mi servicio y para que lo pueda hazer con más comodidad, he tenido por bien hazerle merced, como por la presente se la haga de seys escudos de Ventaja al mes en la Infan tería española del Tercio de ese mi Reyno y os encargo y mando proveays y deys orden que desde el día de la presentación desta en adelante todo el tiempo que el dicho Alf. Phelippe de Ualera sirviese y residiese entre la Infantería española del Tercio desse dicho mi Reyno se le assienten, libren y paguen los dichos seys escudo de alborada v ^^^^^_^^^,: ^2^ Ventaja al mes de más de su plaça ordinaria a los tiempos y de la mane ra que se pagare la dicha Infantería que assí procede de mi Voluntad». Los seis escudos de ventaja a que se refiere el documento son un com plemento de su sueldo. Pero la prin cipal fuente documental para conocer más extensamente la extensa carre ra militar de Felipe de Valera la brinda el Archivo Histórico Nacional, en la sección de Estado, donde se con serva el siguiente impreso: «RELA CIÓN DE SERVICIOS DEL MAESTRO DE CAMPO DON FELIPE DE VALE RA, sacada de sus Papeles Originales, que presentó en esta Secretaría de Guerra, Parte de Tierra, en Madrid, quinze de Abril de mil seiscientos y noventa y nueve». Este mismo docu mento, no manuscrito, sino impreso, lo volvió a presentar en la Secretaría de Guerra en 1702 y 1703: «Por Fees de Oficios consta, que el Maestro de Campo Don Felipe de Valera ha servido a su Magestad vein te y cuatro años, continuadamente. En esta forma: Un Año, y veinte y seis días, en el Exército de Cataluña, de Soldado, en la Compañía de Cavallos Corazas del Capitán Don Fernando Coloma, del Trozo de Valones, desde veinte y uno de Agosto de mil seis cientos y setenta y quatro, hasta el día diez y seis de Agosto de setenta y cinco, que ^notó? Licencia, para pas sar a otro Exército. En onze de Enero del Año siguien te, sentó Plaça en el Exercito de Sici lia, en la Compañía de Cavallos Corazas del Capitán Fr. Don Rodrigo Ronquillo, con nueve Escudos de Sueldo a/ Mes: Y en diez y siete de Junio de dicho Año passó a ser A/férez de la misma Comparná, con Decreto del Capitán General de aquel Exército, Aprobación de su General, y voluntad de su Capi tán; y lo continuó hasta dos de Sep tiembre siguiente, que passó a ser Teniente de la misma Compañiá, con quarenta y ocho Escudos de Sueldo. En primero de Junio de seiscien tos y ochenta, hizo Dexación de dicha Tenencia, por aver servido los tres Años, que manda su Magestad, y sentó de Reformado, con veinte Escudos al Mes: Y en tres del referido Junio bolbió a sentar por Teniente de la propia Compañía, con voluntad de su Capitán, y Aprobación del Comissario General, con el dicho Sueldo de quarenta y ocho Escudos. En treze de Abril de ochenta y tres le concedió el señor Virrey Conde de Santistevan ocho Meses de Licencia, para venir a levantar una Compañía de Infantená Española, en /as Costas de España; y aviendo conduzido la referida Leva, en veinte y dos de Octubre siguiente se le formó Compañía, para servir con ella en el Tercio de Lisboa, y se /e hizo Assiento de Capitán, con el Sueldo ordina rio de quarenta Escudos al Mes, en virtud de Patente del señor Virrey, de vein te y seis de Março antecedente. Por Uillete de quinze de Abril de seiscientos y ochenta y seis, le mandó el señor Virrey servir el Puesto de Teniente de Governador del Castillo de Matagrison, de la Ciudad de Mezina, por averselo propuesto el Governador de aquella Plaça: Y con la referida Compañía, y Suelo sirvió hasta veinte y dos de Agosto de ochenta y nueve, que fue Reformado; y desde este día le sentaron veinte y cinco Escudo de Entretenimiento al Meds, cerca de la Persona, y con ellos sirvió hasta nueve de Noviembre del mismo Año, que presentó Licencia, para continuar sus Servicios en Guerra viva. Don Antonio de Olea, Teniente General de la Cavallería de aquel Exército, certifica: Averle visto servir, con particularzelo, y aventajado valor, aviendo asis tido en quantas ocasiones se han ofrecido en su tiempo, y en el de la Guerra de Mezina: Singularmente el Día Domingo de Ramos de seiscientos y setenta y seis, en el Reencuentro que tuvieron Nuestras Armas con las del Enemigo, sobre el Convento del Salvador de los Griegos. Y asimismo el Día veinte y cinco de Abril de dicho Año, se hallo en la Derrota, que se dio a Franceses, y Mezineses, en el Dromo de Mezina, obligándoles a poner en azelerada fuga. Y aviendole nom brada para que fuesse a reconocer el Campo del Enemigo, lo executó, con tan vizarro desempeño, que traxo prisionero una Centinela Enemiga. Y en las dos inva siones, que se hizieron contra la Plaça de Taormina, se portó con notable ardi miento: Como en la Toma de la Mola, y demás ocasiones, que todo el tiempo de la Guerra se ofrecieron, cumpliendo con las obligaciones de suSangre, y con entera satisfación de todos sus Superiores: Por lo qual le juzga mereçedor de todas las Honras, que su Magestad fuese servido de hazerle. Don Tomás Angelo de Arcos, Comissario General de la Cavalleria del Exér cito, certifica lo mismo, que el Teniente General Don Antonio de Olea. Por certificación del Capitán de Cavallos Corazas Fr. D. Rodrigo Ronquillo, parece: Averse portado, en quantas ocasiones ocurrieron en su tiempo, con señalado valor, y muestras de experto So/dado: Y aviendo passado a hazer /as Carabanas de su Religión, con Despacho de su Magestad, quedó Don Felipe de Ualera governando su Compañía, como Teniente della, y dio enterísima quenta, y satisfación de este Empleo, y de todos lo que se le han encargado: Con que le estima por muy Benemérito de qualquiera Merced, que su Magestad fuere ser vio hazerle». La revuelta de la ciudad siciliana de Mesina (1674-1678) y la guerra que produjo fue el conflicto político más importante de cuantos ocurrieron en el seno de la Monarquía hispánica durante el reinado de Carlos II. EI levantamiento armado de Mesina, iniciado con vítores al rey Carlos II, se convirtió de hecho, días más tarde, en un enfrentamiento con la Monarquía hispánica. Mesina solicitó la ayuda de Luis XIV, en guerra con España, quien aprovechó la opor tunidad para intervenir en Sicilia y abrir un nuevo frente bélico en el seno de los dominios españoles de Italia, que tal vez le permitiera, de paso, incorpo 128 alborada - ^ ;:^- ,^-^-^ =^. ^. ç.,^^ .-,,^.^.^,,.,x,^ T;,^^, ^ _ *^... ^ - - -^.._a^^ ,a^:.7..^ Batalla naval del 22 de abril de 1676. Grabado de S. Leclerc (Biblioteca Nacional de París). rar la isla a sus posesiones. La guerra se alargó durante cuatro años, y terminó cuando en marzo de 1678 los franceses se retiraron de Sicilia y se firmó la paz de Nimega. Es en esta guerra de Mesina en la que participó valientemente Felipe de Valera, según cuentan sus superiores en la relación de servicios, especialmen te en los meses de marzo y abril de 1676, durante los ataques de la coalición hispano-holandesa, como señala Ribot García en su obra La monarquía de España y la guerra de Mesina (1674-1678): «Bracamonte tomó San Salvatore dei Greci, que tampoco pudo conservar mucho tiempo, pese al auxilio de las galeras de España, por el ataque de la artillería de algunos barcos de Francia. Tropas alemanas ocuparon la colina de San Francisco de Paula, de la que fueron desalojados el día 29 (de marzo de 1676) por los mesineses, resultando muerto el coronel de alemanes conde de Bucquoi... ...22 de abril trabaron una dura batalla en los mares de Catania, con resul tado incierto, si bien ninguno de los combatientes perdió unidades navales. EI triunfo moral del combate, que comenzó a las cuatro de la tarde y se desarro- Iló durante dos horas, correspondió quizá a los aliados... Las tropas de tierra, mandadas por Bracamonte, supieron aprovechar bien la salida de Mesina de los barcos franceses. No sólo quemaron y rompieron los molinos cercanos a la ciudad, sino que rechazaron a un buen número de hombres que salieron de ella, dirigidos por Vallavoire.» La relación de servicios de Felipe de Valera nos indica que, al igual que su hermano, el caballero de la Orden de Malta Vicente Valera, también estuvo sir viendo bajo las órdenes de los hijos del conde de Elda (no olvidemos que su padre, Martín de Valera, era el gobernador del condado de Elda), Fernando (que fue capi tán de caballería y que falleció antes que su padre y su hermano Antonio) y Francisco Coloma, éste último sería más tarde IV conde de Elda (1694-1712). Desde que en 1682, a los veintiséis años de edad, Francisco Coloma ingresó en la orden de San Juan o de Malta, estuvo sirviendo en los ejércitos reales en diversos lugares y destinos como capitán de infantería, capitán de caballos corazas, capitán de las guardias de arcabuceros, entre otros, alcanzando el grado de maestre de campo, terminando su brillante hoja de servicios en 1693, a la muerte de su hermano Antonio Fernando, conde de Anna, sin des cendencia, al tener que hacerse cargo de este estado, y desempeñando con posterioridad el cargo de capitán gene ral de las costas de Granada: «Consta por Fee de Oficios que Don Alonso Zanoguera, Señor de la Baronía de Alcántara, del Consejo de su Magestad, Veedor General, y Con tador Principal de la Gente de Gue rra de la Ciudad, y Reyno de Valencia, que de los setecientos Hombres, con que sirvieron a su Magestad Don Simón Bernet, y Don Pedro de Leyzalde, y otras Compañías sueltas, que se agre garon a los setecientos Infantes, y de todos se formó Tercio, de quien Maes tro de Campo Don Francisco Colo ma, oy Conde de Elda y Ana, para passar a servir a su Magestad en el Real Exército de Milán, según pare ce por Reales Cédulas, y consta por la Lista de los Oficiales Mayores del referido Tercio, como en treinta de Noviembre de mil seiscientos y noven ta y uno, se le formó su Assiento de Sargento Mayor de dicho Tercio al Capitán Don Felipe de Valera, con el Sueldo de sesenta y cinco Escudos al Mes, en virtud de Real Cédula, de veinte y dos de Mayo de seiscientos y noventa y uno, y Cumplase del señor Marqués de Castel-Rodrigo, Virrey, y Capitán General, que fue de dicho Reyno: Y el referido Sargento Mayor Don Felipe de Valera se embarcó en Alicante, en veinte y tres de Junio de seiscientos y noventa y dos, sobre las Galeras de Nápoles, con la Gente de su Tercio, para passar al Real Exérci to de Cataluña, según orden de su Magestad. » Felipe de Valera fue Sargento Mayor del Tercio de Infantería Española de Don Francisco Coloma y participó en la guerra contra los franceses tras la invasión de Cataluña, pasando des pués a Lombardía, en el norte de Ita lia, el ejército de Milán, siendo nombrado en 1693 Teniente de Maes tre de Campo General, cargo que denotaba su larga experiencia militar: alborada ^^^E°^^`^^^ ^29 «Consta por Fee de Oficios de Don Manuel Rodriguez Bravo de Hoyos, Contador Principal del Exército de Cataluña, como el diá veinte y dos de Junio de noventa y dos, se passó Muestra en el Muelle de Barçelona al Tercio de Infantería Española de Don Francisco Coloma; y por las Listas que se presentaron de dicho Tercio, venía sentado por Sargento Mayor del, el referido Don Felipe de Valera; y el diá siguiente, dicho Sargento Mayor, con su Tercio, passó a Rosas, en las mis mas Galeras, para incorporarse con el Exército, al Campo de Pon-de Molins: Y lo continuó hasta onze de Septiembre siguiente del mismo Año, que bolvió e embarcarse, con los demás Oficiales del referido Tercio, en /as referidas Galeras, pasa passar a/ Exér cito de Milán. Consta por Fee de Oficios de Don Baltasar Patiño, Veedor General del Exército de Milán, que el Sargento Mayor pon Felipe de Valera, con el referido Tercio del Maestro de Campo Don Francisco Coloma, desembarcó en la Marina del Final, en veinte y siete de Septiembre de seiscientos y noventa y dos. Y dicho día se le passó Muestra, y recibió el Sueldo, de donde passó a incorporarse al Exército. Y en la Muestra, y Reforma General de seis de Noviembre siguiente, se reformó su Tercio, y assentó Plaça de Sargento Mayor Reformado, en la Compañía del Maes tro de Campo del Tercio de Lom bardiá. Y en nueve de Agosto de seiscientos y noventa y tres, por Patente del Excelentísimo señor Mar qués de Leganés, passó a ser Tenien te de Maestro de Campo General de este Exército, con cien Escudos de Sueldo al Mes; y continuó como a tal, hasta doze de Mayo de seis cientos y noventa y cinco, que por aver creado su Magestad Generales de Batalla en esteExército, /e cessó al referido su Empleo; y dicho día sentó de Reformado, cerca de la Per sona, hasta primero de Enero de seiscientos y noventa y ocho, que presentó Licencia de dicho señor Marqués de Leganés, Governador, y Capi tán General del Estado de Milán. EI Baylio Fr. Don Francisco Fernández de Cordova, del Consejo de su Magestad, y Maestro de Campo General del Exército de Milán; Certifica: Aver visto servir a dicho Maestro de Campo Don Felipe de Valera, de Sargento Mayor, Vivo, y Reformado, del Tercio del Maestro de Campo Don Francisco Coloma, Conde de Elda, y de Teniente de Maestro de Campo Genera/, Vivo, y Reformado: Aviendose hallado en todas, y en las más principales ocasiones, que ha tenido el Exército de su Magestad, como son, Toma, y Abançe del Fuerte de la Perosa, y Reductos de aquel Valle: Sitio, y Toma de Santa Brígi da; en donde, por aver muerto al Teniente de Maestro de Campo General Don Lucas Pinto, le hizo Merced el señor Marqués de Leganés de dicho Empleo. Y en el8ombardeo de Piñarol trabajó incessablemente. Como assi mismo en la Batalla de Orbazán, assistiendo muy vigilante a la distribución de las órdenes, y a todolo que estuvo a su cargo en aquella Función: Como también sucessivamente, en la del Sitio de Casal de Monferrato; y en la Cam paña siguiente de noventa y seis: Y assí en esta, como en todas las demás, y sus operaciones, obró con el zelo, y valor correspondiente a su Calidad, y Grado, manifestando siempre su mucha inteligencia, con muy propios, y sin gulares aciertos: Señaladamente en la buena dirección, que mostró en la Campaña de noventa y quatro, en el Campo de Carde, donde mandó todo el Exército en voz, el espacio de diez y nueve días continuos, por aver enfer mado todos los Generales, y retirados y enfermos a Turín, y Milán; de cuya Con ducta, como tan eficaz, se experimentó al dicho Don Felipe de Valera capazi ŝ simo a mayores Logros; además de aver merecido particular aprobación, y gra cias de su Excelencia, y demás Generalesm que tienen muy conocidos sus hon rados proçederes, practica, ze/o, valor, y actividad en el Exercicio Militar: Cuyas razones, como tan proprias para buen Oficial, le hazen Digno de todas las Honras, que su Magestad fuere servido de hazerle. EI Duque de Sexto, Gentil-Hombre de la Cámara de su Magestad, y Gene ral de la Cavallená del Exército y Estado de Milán; Certifica lo mismo, que el Maestro de Campo General Fr. Don Francisco Fernández de Cordova». Por su relación de servicios sabemos que Felipe de Valera fue Sargento Mayor de la plaza militar de Alicante y Teniente de su castillo: «EI Excelentísimo señor Marqués de Leganés, Duque de San-Lucar, Gen til-Hombre de la Cámara de su Magestad, Capitán General de la Artillería Española, y Governador, y Capitán General del Estado de Milán, en Carta para su Magestad, con fecha de catorze de Octubre de seiscientos y noven ta y siete, representa: Que el dicho Don Felipe de Valera ha veinte y quatro Años que sirve a su Magestad, en Cataluña, Mezina, y Exército de Milán, aviendo passado por todos los Puestos de la Milicia, y servidólos, con mucho crédi to, y aprobación de sus Superiores, como haze constar por sus Papeles: Aviéndose hallado en todas las ocasiones que expressan, y de averle confe rido su Magestad el Cargo de Sargento Mayor de la Plaça de Alicante, y Teniente de aquel Castillo. Y conociendo el señor Marqués, que sus expe riencias, y buena Conducta, serían de mucho provecho, le persuadió a que se quedasse en el Exército, y lo executó assi, posponiendo sus conveniencias, al deseo de continuar el Real Servicio en Guerra viva; ocupándole con el Puesto de Teniente de Maestro de Campo General; assegurando a su Mages tad, aver cumplido muy cabalmente con su obligación, desempeñándose, con todo acierto, en diversas operaciones: Particularmente en la del Año de seiscientos y noventa y quatro, que quedó a su mando todo el Exército, en el Campo de Carde, por la enfermedad, que padecieron todos los Generales, y ^30 alborada más sobre la vida y carrera militar de Felipe de Valera, por lo que no pode mos comprobar si realmente Ilegó al empleo de Teniente General en el nuevo ejército de los Borbones, ni si su calidad de noble fue recompensada con el título de marqués, que no apa rece confirmado por ninguna otra fuente. ^ Mesina soCOrrida por Luis XIV en febrero de 2675. Grahado de S. Leclerc (8ibliqteca Nacional de Parísj hallarse el Marqués obligado a passar a Milán, a diferentes Negocios de su Mages tad; mostrando el dicho Don Felipe gran zelo, valor, y buen Régimen en esta Conducta. Y aviendo quedado de Reformado, con otros de su Grado, por la Creación de Generales de Batalla, quedó sin forma de mantenerse, por la impossibilidad de cobrar su Sueldo. Y por todas razones, y en continuación de sus muchos Méritos, y honrados Servicios: Suplica a su Magestad, tenga por bien de acomodarle. Y añade el señor Marqués: Que con este motivo, no puede dexar de representar a su Magestad, el buen Concepto, que siempre le ha debido Don Felípe; y que le juzga muy capaz de qualquier Empleo, y assimismo justificadissimo Acreedor de las Honras, y Mercedes, que la Grandeza de su Magestad tuviere por bien de dispensarle. En consideración de sus muchos Méritos, su Magestad fue servido hazerle Merced del Grado de Maestro de Campo, con el sueldo que ha gozado de Teniente de Maestro de Campo General, para uno de sus Exércitos: Y hallándose oy sin Empleo alguno, para continuar el Real servicio, haze nuevo Recurso a su Magestad, a fin, de que le tenga presente, en los Empleos correspondientes a su Grado. Concuerda con la Relación que se sacó en esta Secretaria de Guerra, Madrid, 22 de sre. 1702. D. Antonio Bodeguer y Salazar D. Felipe Valera, a 20 de Marzo 1703.» A lo largo de su dilatada carrera militar, Felipe de Valera fue ascendiendo desde soldado hasta Maestre de Campo (en los siglos XVI y XVII se Ilamaba así al jefe superior y natural de la unidad orgánica y táctica Ilamada tercio y que puede asimilarse, no con toda exactitud, al coronel de Regimiento del siglo XVIII que a sus principios le substituyó), habiendo sido Alférez, Teniente, Capitán, Sargento Mayor (segundo jefe de los tercios durante los siglos XVI y XVII) y Teniente de Maestre de Campo General (ayudante del segundo jefe de los ejércitos). Tal vez este último empleo militar sea la causa de que en 1748 su sobrino, el clérigo José Valera de la Carra, lo nombre en su testamento como Teniente General. Lo cierto es que no hemos podido averiguar ningún dato Fuentes: ARCHIVO HISTORIA NACIONAL ARCHIVO GENERAL DE SIMANCAS ARCHIVO DEL REINO DE VALENCIA ARCHIVO DE LA PARROQUTA DE SANTA ANA DE ELDA Bióliografía: AMAT Y SEMPERE, Lamberto. Elda. Elda, Ayuntamiento, Universidad de Alicante, 1983, 2 tomos. RIBOT GARCÍA, Luis Antonio: «EI Ejér cito de los Austrias. Aportaciones recientes y nuevas perspectivas», Temas de Historia Militar, (Tomo I). Madrid, Servicio de Publicaciones del EME, 1983, pp. 157-203. RIBOT GARCÍA, Luis Antonio: La Monarquía de España y la guerra de Mesina (1674-1678). Madrid, Actas, 2002. RIBOT GARCÍA, Luis Antonio: La revuel ta antiespañola de Mesina. Cau sas y antecedentes (1591-1674). Valladolid, Universidad de Valla dolid, Facultad de Filosofía y Letras, 1982. La transición del siglo XVII al XVlll. Entre la decadencia y la reconstrucción. Historia de España Menén dez Pidal. Tomo XXVIII. Madrid, Espasa-Calpe, 1993. SÁNCHEZ DE TOCA Y CATALÁ, José María: «Un infante en el siglo de las luces», en Historia de la Infan tería española. T. II: Entre la Ilus tración y el Romanticismo. Madrid, Ministerio de Defensa, Secretaría General Técnica, 1994. SEGURA HERRERO, Gabriel, POVE DA POVEDA, Consuelo: Catálogo del Archivo Condal de Elda (1). Elda, Ayuntamiento, 1999. ^ I ^ O ^^^ ^ Yaxqtiez Nerna; ^ ^ ^ E I m o lin o d el C anto ENTRE LAARQUEOLOGÍAY LAS FUENTES ESCRITAS Ma DOLORES SOLER GARCÍA Y ^UAN CARLOS MÁROUEZ VILLORA Los trabajos arqueológicos desarrollados el pasado año en el cauce del rio Vinalopó sacaron a la luz los restos de un antiguo molino harinero. EI molino fue construido a inicios del siglo XIX, y estuvo activo hasta bien entrada la pasada centuria. Los vestigios de este ingenio hidráulico se situaban en (a par#ida de EI Canto, en la confluencia de los términos municipales de Elda y Petrer. EI hallazgo es relevante dada la escasez de obras de este tipo localizadas hasta el momento en Elda. Por sus caracteristicas, es#e descubrimiento permite la sugeren#e posibilidad de hilvanar parte del recorrido histórico de un molino harinero y, sobre #odo, aportar datos acerca de la evolución económica del valle de Elda. Gracias a la integración de la novedosa información arqueológica y las referencias escritas conservadas, podemos conoter algo mejor la historia del hoy (amentablemen#e desaparecido Malino del Can#o. 132 Vista general del Molino del Can#o desde el Sur. l,a excavación arqueolágica. En el verano de 2002, durante los trabajos de un seguimiento arqueológico de obra promovido por la empresa Aguas de Alican te, se detectaron indicios de antiguas construcciones, entre las que destacaban dos canalizaciones y un arco de piedra. La presencia de estos restos, de cierta envergadura, Ilevaron a solicitar una excavación arqueológica de urgencia o salva- mento. Los objetivos de esta excavación, antes de acometer cualquier tipo de obra álborada 1.Acequia madre 2. Saetín o Sagitia (conducción) 3- Cup o cubo (pozo) 4. Muela fija o solera 5. Cárcavo ( cAmara subterrAnea) 6. Almenara o derramador (aliviadero) 7. Balsa de evacuación 0 5 m. Planta general de los restos arqueológicos del Molino del Canto. en el lugar, eran conocer el estado de los restos, su identificación, y cuáles eran sus dimensiones y su cronología. La excavación ocupó un área aproximada de 370 m2, superficie determinada por la extensión y el trazado que iban a seguir las cana lizaciones de agua proyectadas por la empresa promotora. De esta forma se podrí an documentar todos los vestigios en el recorrido de la obra y en su entorno inmediato. La excavación arqueológica se desarrolló a lo largo de un mes. EI resultado fue el hallazgo de los restos de un molino harinero, concretamente del tipo denomina do «de rueda horizontal de cubo». En torno a un promontorio rocoso se descu brieron una serie de estructuras que conformaban el núcleo o motor del molino. De oeste a este, identificamos una serie de significativos restos, claramente relaciona dos con el funcionamiento del molino. Así, se observaban los restos de la acequia madre, un canal abovedado de piedra y mortero, de la que se tomaba el agua para mover la maquinaria del molino. Inmediatamente al sur de esta acequia encontra mos el saetín o sagitia, una conducción de sección decreciente, excavada en el terreno, que Ilevaba el agua hasta el cup o cubo. EI cubo de este molino contaba con unas dimensiones modestas. La caída del agua en el cup generaba la energía sufi ciente para mover el mecanismo de las muelas del molino. EI artilugio mecánico 0 rueda motriz, el rodete, se situaría en una cámara subterránea Ilamada cárcavo. Sobre esta cámara se ubicaban las piedras del molino, de las que se conservaban solamente las fijas, Ilamadas muelas fijas o solera. Otro de los elementos conservados e identificados fue la almenara o derramador, el aliviadero por donde salía el agua sobrante del cubo hasta la balsa de evacuación. Esta balsa, de grandes dimensiones, es un elemento poco habitual. Normalmente, el agua sobrante se recoge en una conducción que la Ileva a otro molino o a la acequia de nuevo. Probablemente de esta balsa saldría otra acequia que conduciría el agua a otros molinos río abajo. La excavación permitió solamente identificar algunos elementos metálicos que formarían parte de la rueda motriz. Como detalle, se observó la presencia de sillares en el muro que separaba el cubo de la zona de molienda. Las carac terísticas de estos sillares son similares a los que se conservan aguas arriba, en el Pantanto de Elda. Esta circunstancia nos hace pensar que en la construcción del molino se pudo reutilizar piedra del Pantano. Por el lado oeste del peñasco, las dependencias del molino y la acequia que lo abastecía estaban totalmente desaparecidas, puesto que en este punto en los últimos años se han venido ins talando infraestructuras públicas, como el puente que da acceso a la autovía, varias tuberías y canalizaciones para la red de saneamiento y de riego, etc. Lamentablemente, apenas se con servaban objetos relacionados con la vida y la actividad del molino. En cam bio, se localizó una potente capa de tie rra que cubría buena parte de los restos de la fábrica. Se localizó una gran can tidad de basura procedente del arras tre del agua y del uso del sitio como vertedero. Parece ser que, tras el aban dono del molino, empezó el deterioro del mismo, acelerado por el hecho de estar ubicado prácticamente en el cauce del río y en la confluencia de las ram blas de Caprala y de Santa Bárbara. Por tanto, expuesto a uno de los agentes erosivos más potentes: el agua. Para dójicamente, el agua era el recurso ener gético esencial para el funcionamiento de estos complejos «industriales», tan difundidos a lo largo del curso del río Vinalopó. De hecho, el emplazamiento de un molino en la zona cumplía con las condiciones adecuadas de caudal de agua y desnivel que generaban la energía necesaria para mover las pie dras encargadas de la molienda de los cereales. EI molino del Canto y las iuen tes documentales. La partida o lugar del Canto se sitúa en el cauce del río Vinalopó, inmediatamente al este de la sierra de la Torreta. EI paraje ha reci bido su nombre precisamente del espo lón rocoso situado junto al río y denominado popularmente como EI Canto o el Canto de Domingo o de Santo Domingo. Estas dos últimas denomi naciones hacen alusión, a grandes ras gos, a una zona que comprende desde el pantano de Elda hasta el barranco de Santa Bárbara. Rodríguez Campillo nos al b o rad a :o^es s^íer Gatcia y^Uan c Marti^7 ^ ^ 3 3 ^^^^^^^i^, _ Cam^^w-^ ^^ie^o - tf 1 ^r^^^^^^ ^o^^^^^- 1)ormi ^ ti ^, ^^ ^ +^ ^i` ^ ^ r ^, ^! a, n n eo i. : x ^ 7 TIT^r^)i?ar117 .^ ^. , . ^^ ^^: 1:, P :r d: F• T ifd : +. A^O^ d:: : ^ t : ^.vt;; 8 . i 1. .. /,l^ ^t ^ ^ ^ ^• •^, . r^• ii• • ^ i^• i ^ , ^ ^ ^. .^. ^ ^i , r, i .^^ ^i . ^. ^. . , . ^. ,. . ,. ^ ^,.^• ^ ^^ ^ ^,^^ • r, r, r. , r i r, ^• , i. • i ^• ^^ ^ ^^ ^^ • r, r, .^. ^• • .^ ^. ^^ ^ ^ , ^ •^ ,,..,. .^• ^^ ^ • ^ ^ ^• ► , :. ^ ^ ^ ^ iae a^: aa , e t, a^ a^ ^r,,;, a,: ^. #s ^..3 s t .^ ia^^p-R ^ A ^t.e t:,. °,: : l^f:^-^=: ^ : r: a; r;, : s^ t t:ra^+t; r:^ : vt:a : -.^m%s ^^t ar.^.s^, ^a. ^n;^t, .r,, ,,^ : ^ t,,-A=: : t ,ti ^8+ ; ^:9-. t^^l8 ♦ 8!; k.i .:8..,^ d^,.8 : +^t ,mY`á-,. rJ^t^Bti ^:f.^ A: t:t:t 8-: ^l^Y a ^ ^,, .: ^ , ^ ^^: ,^ e{s. ,a a . : a:ra ..^ •t..P.á ^.A^ rd`. átrv4ll, rrP,.: :^i,^,^U^^ Y.rt^i^dc,ro .Bana drl rAIzadoi - ar^^o^ moderna hasta el pasado siglo, ha albergado construcciones e inge nios hidráulicos vinculados a la explotación del espacio irrigado de la huerta de Elda. EI molino en cuestión se ubicó a los pies del yacimiento arqueológico EI Monastil, entre el río y el caserío de Santa Bárbara, aprovechando precisa mente la roca para proteger y favorecer la construcción del ingenio hidráulico y sus dependencias anexas. A través de la arqueología conocemos los vestigios de uno de tantos molinos ubicados en el recorrido del Vinalopó a su paso por Elda. Pero, además, disponemos de su denominación tradicional: molino del Canto, dato que nos permite aproximarnos con más precisión a su historia. Un documento conservado en el Archivo Municipal de Elda, que conocemos por gentileza de J. Rodríguez Campillo, nos proporciona los primeros datos fundamentales. EI Molino Nuevo o del Canto de Domingo, un molino harinero, se cons truyó en 1839. Disponemos, además, del nombre del propietario: Pedro Montesinos y Navarro. La denominación de Molino Nuevo para el molino del Canto plantea algunas dudas, ya que en el archivo municipal eldense existe un documento de fecha anterior (1781) en el que ya se cita un Molino Nuevo, propiedad del Conde de Puñonrrostro. a;^^ 0 0 Por tanto, en 1839 se levanta un nuevo molino en el cauce del Vinalopó. Eviden temente, no se trata de un hecho aisla do. Pérez Medina señala que ya en la Elda del siglo XVI al menos existían dos molinos harineros. En 1785 aparecen cinco molinos harineros en la partida del Chopo. En 1836 se conocen al menos cuatro de estos artilugios. EI ingenio hidráulico del Canto sería, sin duda, uno de los ocho molinos harineros existentes en Elda que cita Madoz pocos años después, junto a seis martinetes de esparto y siete fábri indica la existencia documental, ya en 1690, del topónimo Charco de Domingo, denominación que también aparece en 1735 y que ha per manecido hasta nuestros días. La Ilamativa presencia de un saliente rocoso de 8 metros de altu ra en pleno cauce se ha reflejado en la toponimia de la zona, que a su vez aparece citada en varios textos antiguos. Navarro Pastor aporta refe rencias acerca del molino del Canto o Canto de Domingo, en el paraje del Monastil, donde se descubrió un manantial de aguas -las Aguas del Canto- al parecer potables. EI área citada, pues, probablemente a partir de la época medieval y especialmente desde fines de la edad ^ ^ cas de papel de estraza. En 1841 se data un expediente sobre la construcción de un martinete de majar esparto, concedido por la corporación eldense a Maximo del Val y Antonio Amat y Bernabé, en el partido del Charco-Domin go. La construcción se hizo, según el docu mento, aguas abajo del molino harinero de Pablo Montesinos y Navarro, vecino de la Esquema del conjunto hidráulico de un molino de cubo con balsa según Pérez Medina (1999). ^ ^^a. villa de Petrel y probablemente el hijo del primer propietario del molino del Canto, cons truido poco tiempo atrás. En el texto se indica que el nuevo artilugio necesitaba alborada Detalle del área de molienda del Molino del Canto.. Muela fija o solera del Molino del Canto. aprovechar el curso de las aguas de la rambla, tomándolas una vez separadas por el molino harinero. A su vez, el nuevo martinete, una vez usadas las aguas, las devolvía a la rambla al principio de la toma de los molinos de papel de Miguel Juan. EI Ayuntamiento aprobó y concedió la obra (26 de julio), con la condición de que no perjudi cara a otros molineros, en particular al citado Pablo Montesinos. En noviembre de 1841 Pablo Montesinos se queja al Ayuntamiento del perjuicio que le ocasiona la construcción del martinete de esparto anterior. En diciembre del mismo año una comi sión dictamina que sí hay perjuicio por la construcción y uso del nuevo molino de esparto. EI texto anterior es especialmente útil desde varios puntos de vista. Por un lado, se advierte la densidad de construcciones hidráulicas en la zona. En 1796 Miguel Juan y Tormo solicita el permiso para la reconstrucción de un molino de papel blanco «en la acequia de arriba, inmediata a las Minas y barranco de Santa Bárbara». La solicitud es denegada. EI mismo propietario pide entonces la ampliación de otro molino que poseía en la partida de EI Monastil. Por otro lado, existe una petición de Pedro Juan y Navarro, datada en 1842, para construir un molino harinero en la partida de EI Monastil. Este mismo pro pietario poseía ya un martinete de espar to. En 1849 se abre un expediente para la construcción de un martinete de majar esparto en el partido del Pantano, a nombre de Antonio Máñez. Estos expedientes y solicitudes refle jan la importancia de esta actividad, pero también puede inducir a confusión respecto a denominaciones y localiza ciones de estos ingenios. Por otro lado, es patente la diversificación y coexis tencia de las industrias: harina, esparto y papel. Asimismo, en varios de estos documentos se reflejan los conflictos por el uso del agua en nuestras tierras, un bien escaso que ha provocado tra dicionalmente luchas y enfrentamien tos que se han perpetuado hasta la actualidad. EI notorio incremento de obras hidráu licas de esta naturaleza tiene, así pues, un contexto histórico bien conocido. EI molino del Canto es uno de los molinos que, sobre todo a partir de mediados del siglo XVIII, como indica Pérez Medi na, y coincidiendo con la etapa ilustra da, se erigen en el río Vinalopó. EI mismo Cavanilles, que visita Elda en 1792, nos proporciona datos especialmente interesantes acerca del progreso en el tra tamiento mecánico del esparto por medio de martinetes. Lamberto Amat, poco más de una generación después de la construcción del molino del Canto, escri be en 1875 refiriéndose a Elda «...hay molinos de harina, de papel de estraza y de majar esparto...», añadiendo líneas después «...En el molino Nuevo se dividen las aguas para las acequias de Arriba y de Abajo; la primera tiene un martinete Ilamado del Canto... », y con cluyendo más adelante «...resultan, pues, once de los últimos [harineros], cuatro de estraza y diez de majar espar to...» , así como «...la generalidad de estos artefactos no trabajan más, que tres meses unos y medio año otros... ». A partir del texto de Amat, que hace referencia expresa a un martinete en el Canto, podríamos suponer que el moli al b o rad a ,^^es so^^^ G^«^^ y,Uan G M^n,^,^^ ^ 3 5 no harinero del Canto se convirtió 0 adaptó para funcionar como martinete de esparto años después de su cons trucción, ya que los molinos eran fácil mente convertibles. La estructura básica de estos ingenios permitía un carácter polifuncional, pudiendo dedicarse al tra tamiento del cereal, del esparto y del papel. Y en la Elda del siglo XIX, en los inicios de una transformación econó mica y social sin precedentes, la indus tria espartera era una opción no desdeñable para los propietarios del molino. O, simplemente, podemos dedu cir que el erudito eldense citó uno de los martinetes de majar esparto que se situaban en la zona del Canto, sin refe rirse al molino harinero construido años atrás. Años más tarde, gracias a la emergente prensa alicantina del último ter cio del siglo XIX, conocemos un episodio, recogido por Navarro Pas tor y sin duda repetido en la zona, que afectó al molino del Canto. Un corresponsal del diario alicantino EI Graduador informa que el 18 de sep tiembre de 1884 hubo una riada que destruyó los numerosos molinos que se alzaban junto al Vinalopó y que desde entonces no fueron recons truidos. EI agua procedente de los barrancos de Caprala y Santa Bár bara agrietó e inundó el molino de harina y esparto del Canto, al pie del Monastil. La noticia no debe sorprendernos, dada la ubicación del molino en un cruce de ramblas, circunstancia a la que hay que añadir los ya conocidos episodios de Iluvias de alta intensidad horaria, especialmente a inicios de otoño, que caracterizan a nuestras tierras y que provocan riadas y avenidas que afec tan sobre todo a las tierras bajas. Pare ce quizá algo exagerado la indicación de que los molinos de Elda no fueron reconstruidos tras la catástrofe. En un plano de 1896 aparece citado Molino Nuevo en la zona del Canto. Rodríguez Campillo nos muestra una lista de par tidas rurales de la villa de Elda en 1900 en la que se hace referencia al Molino del Sección y planta de un molino horizontal de cubo para harina, según el proyecto de construcción de 1818 en la Rambla de Puça de Petrer. ARV: BAILÍA: Letra E, exp. 2958, fol. 6, tomado de Pérez Medina (1999). Canto en la partida del Pantano. ^Tal vez un indicio del mantenimiento de la activi dad, o el recuerdo de la ubicación de un ingenio desaparecido pocos años atrás? En cualquier caso, parece que el molino continuó funcionando. Samper nos pro porciona datos acerca de molinos harineros eldenses que estuvieron en activo hasta los años cuarenta del siglo pasado, y la arqueología parece confirmar que el moli no ha sido utilizado durante parte del siglo XX, dadas las evidentes reformas que ha experimentado el artefacto, aunque desconocemos, hasta ahora, en qué momen to fue abandonado. Tras la excavación arqueológica, los restos del molino fueron des truidos para siempre. Bibliografía y fue^es: Archivo Histórico Municipal de Elda AMAT Y SEMPERE, L. (1873): Elda. 1873 (I), 1875 (II) [Edición facsímil, I-II, Elda, 1983]. CAVANILLES, A. J. (1795-1797): Observaciones sobre la Historia Natural, Geo grafía, Agricultura, Población y Frutos del Reyno de Valencia, 2 vols., Madrid, ed. facsímil publicada por Albatros ediciones, Valencia, 1981, 2a ed. publicada por el C.S.I.C., Zaragoza, 1958. MADOZ, P. 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Modernidad e Ilustración (1517-1809), Elda. ^3s alborada masones en r^aa SOCIEDAD BENÉFICA CONSTANTE ALONA _... _..._... _ __ la Logia Constante Alona de Alicante, en el 125 aniversario de su fundación, con la publicación del presente artículo en la revista Alborada, desea homenajear a todos los masones eldenses que consagraron su vida a la libertad y la fraternidad universal. na de las grandes cuestiones cuando se pregunta sobre la masonería y los masones en la España contemporánea es su relevancia e influen cia en los procesos históricos de nuestro país. No cabe duda de que los masones intervinieron en la evolución de la España que va desde la mitad del siglo XIX hasta la Guerra Civil y su exilio, si bien la influencia de la masonería como institución no fue más allá de posiciones éticas como la abolición de la esclavitud o políticas como la profundización de la democracia o, más directamente, posicionamientos partidistas, éstos en momentos muy limita dos, como el apoyo al gobierno de la II República. La realidad es que el calado y volumen de las intervenciones en la sociedad de la masonería española como institución no es grande, pero no deja de ser cierto que, en general, los masones españoles se caracterizaron por ser dinamiza dores políticos, culturales e intelectuales, pues no es baladí la presen alborada cia en la institución masónica de políti cos de la altura de Sagasta o Martínez Barrios -en nuestra provincia, Eleute rio Maissonave-, de personajes de nues tra cultura como Antonio Machado, Blasco Ibáñez o Joaquín Sorolla, o de científicos e intelectuales como Ramón y Cajal u Ortega y Gasset. Estas grandes figuras históricas dan garantía de la talla y calidad humana de la masonería española, pero no deja de ser importante el papel que, gene ralmente, tenían los masones como referentes de su comunidad allá donde establecían sus logias. Sirva en este caso, como paradigma, la ciudad de Elda, donde la masonería tuvo una nota ble actividad durante dos importantes periodos. Los masones eldettse.s del XIX: la Logia Fidelísima . EI primer taller masónico eldense vio la luz en 1886 con el levantamiento de columnas -como se conoce la fundación de una nueva logia en el argot masónico-, el 4 de abril, de la Logia Fidelísima n° 355 en el seno del Gran Oriente ^..;^.3 -^6^ ^ Ci / ^ ^ / . l.^ti%C^z^? ^^ GL^Llf^^l?LZCL l ^^^.^Ea.ra CAliPEFn5f5PECll.^E9 _L^^.r,a^/^,x.^ .Lrr1e ^^^^ Z^ae,zc^ Sr. poa A. RSetori Yriaolpe, 12 Ertadrid MI querldo nmlgo: .^C^o^ C^Gdn. 4 Qe abr11 de 103c,^o ^ ^^ ^ ( ^A,^•••,•, REC7RIDA ffi.-^^ ^^.^.^^^_p CCNTFSTADA II...^^r..wwy^r Cuatro lotras eolamente para msalYeatarle que ao asieti sl último pleno por ao haber llegado todavfa la canvocatoria a mi poder. dúnno ha eatado en Veleacía y no he poflldo averiguar ea oonae cuancie lo que :rebf& avoadldo, sl nlan ^Eanao @e que el naoho de habersa euaentada el Cr:. 5ecreterlo Regic¢al, h.: Campoe, haye producido en nuea tro orgealsma algún leva y paea^oro transtorno. Para enl.tar que el oaso pueda rapotlrsa,ea lo euoeeivo coavendrfa qua lae convocatorles ma lee manedara ustod direotament,e. Graoiea por asta paqueRa moleetio. ;,No han ooavocedo uatedea todavia para eantinuar en Seville loa traba aos de ls Gran Aeamblea Eatraordlnaris reoesadoe en Valenoie? Paréoame ra oordar qus se acrodó continuarlos on lae vaoacionea de prlmanera. Ys he visto e1 oontrayr^..yectn de loa hh:. Catalanea. No maó guata. Lfl eterne canelón, Ya hetrlaremos. Mie aPectueeos ealudos a todno eaoe buenos hh;, p Dare uoted un frataael y fuerte abrazo. CL P,SIFICA;) J1^ 3^ 5341 OIBECCION GENENAL OE SEGUHIOAD COMISABIA GENEflAL oe INFOflMACION iaei ext^e,ue^rel ARCHIVO MASONl^CO ñtr2io7^1 a^.^. C 2e 2.1 ..1.^. f .....^r.c._^1.._.. . (epallidos) hi)¢ de neturel de ^P:13a^^^^^ y de nrel ....... __..... (nombre) estado... C•j^ &9f7..__. .. ..___...profesión. t:. 1 a.l.....a:.e ..._._..provincin de_. liCzuite...... domiciiiedo en ..:St^TS:.^^.A3&...,......:.:Z-..^IIbeYliLt Ú7.. ^:^..r.1.^. Nombre simbcilico...__ ................. Gredo ^ Logia A•.,.tr....^,rv-_.r.hd.r...._. Iniciado en _...,_.._. Situación en 1 A de julio de 1936 ._...._. . Situación ectunl ._.r.g.:L1CCi^^;^a-......_...... ZHn sido senaionado? . Conceptuacirin policiel ^ri•-ev. O[3SERVACIONES; ^ Cr*_^úo Ga^^ r^.e^1.1 ^rci..^n^^ . , ;, ooi^iets^ en c+.^ te lYx^.Yie^.joe del éir^ .6 d° ..,,.v3.e^^tx^re c^c l^tt•;sr,•^b=e Ae 3927 i:5^-9.nr3 9 dEl .^•r:^r; ^rSente Esi^r^2oi ^oeref°rie ^e 1i3 ?^^^^ Ŝ ,F -S. r^. e !:xiete ^^n :.u oxnediotte lce 8i1i^c^,cia i^.ie.Urui.^72:^ en ar^ F^o2n ec,^ ^.totivo de .:.^tcr^c.ién t_^. ^vi.c.^..Lre ŭ o 1:^6. Carta de José Verdú Cuenca al Gran Secretario del GOE, Ambrosio Ristori. de España, tal y como figura en las cir culares enviadas, informando del acon tecimiento, a las logias Alona y Constante Alona de Alicante. Aparecen como fundadores de aque Ila primera logia eldense nueve miem bros de la burguesía local, siendo su primer Venerable Maestro -presiden te- el propietario Pablo Guarinos Gua rinos. Los cargos fundacionales de la Logia, a los que adjuntamos sus nom bres simbólicos, fueron los siguientes: • Venerable Maestro: Pablo Guarinos Guarinos, Abraham. • Primer Vigilante: Juan José Jebrer Samper, Plutón. • Segundo Vigilante: José Linares Amat, César. • Orador: Miguel Vidal, Hipócrates. • Secretario: Blas Vera, Cicerón. • Tesorero: Rafael Romero Utrilles. • Fueron también fundadores de la Logia el propietario Antonio Porta (Prim) y el industrial Gaspar Pérez (Castelar). La vinculación de algunos de ellos con el liberalismo canovista se hizo patente en la política local al haber sido Expediente de Angel Vera Coronel en el Archivo Masónico de la Direccián General de 5eguridad Franquista. Juan José Jebrer Samper alcalde de Elda durante el periodo de la Restauración y Pablo Guarinos secretario del Ayuntamiento. Eran miembros de la burguesía eldense de la época los propietarios José Linares y Antonio Porta, el comercian te Blas Vera y el médico local Miguel Vidal. Es importante mencionar la repercu sión que tuvieron en el desarrollo industrial eldense Gaspar Pérez y, sobre todo, Rafael Romero Utrilles, pionero de la industria del calzado. Coritemporánea a la Logia Fidelísima fue la Logia Consuelo n° 128 de Petrer, también en el seno del GOE, fundada cuatro años antes por siete petrerenses, entre los que destacan el propietario José Doroteo Payá (Pelayo), el administrador y comerciante Román Payá Soria (Noé), el médico Luis Gonzaga Cavero (Benja mín) y el comerciante barcelonés Francisco Ponti (Carlomagno). No tenemos constancia de la finalización de actividades de ambas logias; supo nemos que desaparecerían durante las crisis de la década de los noventa en la que se sumió la masonería española tanto por la división y el clima de enfrentamiento entre diferentes organizaciones masónicas como, probablemente, por el mal endé mico que provocó esta situación, el absentismo y el impago de cuotas. La Logia Amor de Elda. Durante el siglo XX, vuelve la masonería a Elda de la mano de la Logia Amor n° 9, fundada en septiembre de 1927 con la autoriza ción previa de la Logia Numancia n° 3 de Alicante, de la cual eran miembros acti vos los siete masones fundadores del taller masónico eldense. En un escrito de la Comisión Permanente de la Gran Logia Regional de Levante, fechado en Elda el 7 de octubre de 1927, se comunicaba su establecimiento provisional y la realización de tenidas2 preparatorias y se envió el juramento de adhesión a la Constitu ción, Estatutos y Reglamentos del Gran Oriente Español. Los cargos de la logia fueron elegidos, de forma interina, del siguiente modo: • Venerable Maestro: José Ramón Sánchez, Pestazzoli. • Primer Vigilante: Cándido Amat Casáñez, Progreso. 13s alborada • Segundo Vigilante: Joaquín Porta Rausa, Actividad. • Orador: José Verdú Cuenca, Pascal. • Secretario: Ángel Vera Coronel, Plutarco. • Experto: José Capilla Beltrán, Platón. • Tesorero: Jenaro Vera Coronel, Estrella. Según un informé secreto de la Delegación Nacional de Servicios Especiales Secretaría particular del Jefe del Estado, fechado en Salamanca en diciembre de 1937, la correspondencia de esta logia en Elda se remitía a Ángel Vera Coronel, ofi cial de Correos, o también al médico Luis Nieto García, con domicilio en la calle Fermín Galán n° 53, si bien la logia tenía su sede y realizaba sus tenidas masóni cas en la calle San José de Elda. Entre la correspondencia de la Logia en el Archivo Histórico Nacional de Sala manca, existe una carta, con fecha 7 de diciembre de 1935, solicitando al Gran Secre tario del GOE, Ambrosio Ristori, un encargo de libros, concretamente de las obras ^Con quién?, de Julio Mangada3 y De la moral, de Gazol y Corti. Por el número de sus componentes entre 1930 y 1936 (que osciló entre los cuarenta y los cuarenta y cuatro obreros), debió tener una actividad bastante nota ble. Hay constancia de la participación activa en las Grandes Asambleas del Gran Oriente de España de este taller eldense. En febrero de 1934, asistió a la Gran Asamblea del GOE Ángel Vera Coronel y, posteriormente, en 1935, asis tió José Verdú Cuenca4, profesor y propietario del centro de enseñanza que Ile vaba su nombre, representando a la Gran Logia Simbólica Regional de Levante, en la que participó como Guardatemplo Interior. También asistió al Gran Con sejo General Simbólico del GOE en ese mismo año, participando como Gran Maes tro de Ceremonias. Si tenemos en cuenta que el número de oficiales que Ilevan a cabo un ritual masónico es de once y que asistía un representante de cada una de las más de cien logias españolas existentes, la participación de José Verdú en dichos actos fue de notable relevancia. Existe una carta de José Verdú Cuenca a Ambrosio Ristori, fechada el 4 de abril de 1936 y con membrete de la Academia Verdú, disculpando su falta de asisten cia al anterior pleno a la fecha mencionada del Gran Consejo Simbólico al no reci bir por parte del Gran Secretario de la Gran Logia Simbólica Regional, el Sr. Campos, la convocatoria para dicho pleno. En esta misma carta, hace mención de su desagrado hacia las posiciones de los masones catalanes, probablemente hacia las posiciones federalistas de la Gran Logia Catalano-Balear del Gran Orien te de Españas. También cabe destacar, en la Logia Amor, a su principal figura política, Ángel Vera Coronel. EI que fuera fundador del Comité Republicano de Elda durante el bie nio republicano-socialista ocupó los gobiernos civiles de Cáceres y Cádiz. Miem bro de Izquierda Republicana, después de la victoria del Frente Popular fue nombrado gobernador civil de Zaragoza, cargo que ocupaba en el momento de producirse el Alzamiento Nacional. Después de su detención, estuvo un año en pri sión y fue fusilado en julio de 1937 en Pedrola (Zaragoza). Su caso es atípico, ya que parece ser que no estableció contacto con los talleres instalados en la capi tal aragonesa durante los dos meses en que permaneció en Zaragoza, especial mente con la Logia Constancia n° 6, o, al menos, no han aparecido datos sobre el tema. Como decimos, la Logia Amor Ilegó a tener la destacada cantidad de cuarenta y cuatro obreros en una localidad como Elda, donde, en la década de los 30, había algo más de 13.000 habitantes. Entre los que formaron parte de este taller eldense (se añaden algunos de los nombres simbólicos usados por ellos en la logia) estaban los industriales Elías Jover Sánchez (Sencillo), Emérito Maestre, Emiliano Vera, José María Pérez Gomales (Sócrates), José María Pérez Gras (Linares Rivas) y José María Gil Esteve, el profesor Francisco Verdú Cuenca, el constructor Segismundo Falcó (Pablo Iglesias), el empresario de transportes de EI Despacho Cen tral Manuel González, el representan te Sebastián Rosas del Bosque (Elda) y el procurador de los tribunales Tomás Guarinos Maestre (Newton). La mayo ría de los masones eldenses fueron represaliados durante el franquismo y pasaron por los tribunales de repre sión del comunismo y la masonería. Los miembros de la Logia Amor mantenían estrecha relación con las logias de la capital de la provincia y con los grados filosóficos de la masonería, habiendo constancia de la elevación al 4° grado (Maestro Secreto) en el Capí tulo Lucentino de Alicante, de los maso nes Ángel Vera Coronel y José Verdú Cuenca. NOTAS 1. AHNS. Expediente Logia Fidelísima. 2. Tenida: Reunión masónica. 3. Mangada Rosernon, Julio (1877 1946): Militar. Abogado defensor en el Consejo de Guerra de la Semana Trágica (1909). Conocido como repu blicano, masón, nudista, teósofo y vegetariano. Separado del ejército, se unió a él en el levantamiento del 36 para detener el avance naciona lista hacia Madrid. 4. AHNS. Expediente de José Verdú Cuenca. 5. Idem. 6. Después de la guerra, el sabio, pací fico y querido profesor de tantos eldenses aparecía en un libro titula do La masonería al desnudo como uno de sus miembros más peligrosos. 7. Grados filosóficos: En el rito esco cés antiguo y aceptado, del grado 4° al 33°. BIBLIOGRAFIA SAMPEDRO RUANO, Vicent: La Maço nería Ualenciana y les Lógies acci dentals durant la Guerra Civil. Generalitat Valenciana. Consell Valen ciá de Cultura. Serie Minor. Historia. alborada ; ,^sen^f,^^^,s,^n^^;^ ^39