PAPELERÍA INDUSTRIAL• IMPRESOS COMERCIALES SUMINISTROS INFORMÁTICOS • MOBILIARIO DE OFICINA MARÍA GUERRERO, 14 • TEL. 96 538 33 14 • FAX 96 538 76 02 • 03600 ELDA - ALICANTE • papeleria@serynko.com @ WATERMAN c:f PARKER CERRUTI 1881 ~SS (l) fff/ ~ UNOJ.~5~ ---~ ARMAM MONTO BLANC l 000 l ,...,-~ 060 f ~ JtRJNKO • - -- SELECCIÓN todo en complementos para ti. GUESS cK Calvin Klein complementos VICTORIO & LUCCHINO m¡j PERTEGAZ ANTONIO MIRO SARA NAVARRO A MANDARINADUCK AGATfjA Rurr oc tA PRAM kukuxumusu JORDI LABANDA ~ FABER -CASTELL EL MUNDO DE LA ESCRITURA • PAPELERÍA-REGALO • OBJETOS DE ESCRITORIO ¡ PLAZA MAYOR, 13 • TEL. 96 538 05 75 • 03600 ELDA-ALICANTE • www.serynko.com ¡ .J Saluda de la alcaldesa Estimados conciudadanos: Es para mí un motivo de satisfacción presentar a todos los eldenses este nuevo número de la revista ALBORADA, publicación señera con la que nos identificamos porque forma parte de nuestras vivencias. Desde mí responsabilidad al frente del Ayuntamiento de Elda no podíamos menos que llevar a buen puerto este proyecto editorial con ansias renovadas. Se trata sin duda de un compendio de interés cultural e histórico en el que el hilo conductor es la ciudad de Elda; al igual que lo ha sido para todos y cada uno de los autores, que con gran generosidad nos han hecho partícipes de su trabajo y esfuerzo. Quiero aprovechar estas líneas para agradecer su cola boración a todas estas personas que han hecho posible esta edición, que ya es la número 51. Espero y deseo que disfruten con su lectura y que les resulte ameno su contenido. Adela Pedrosa Roldán ALCALDESA Presentación 1 La viva luz de Alberto Navarro Pastor ha gravitado sobre la elaboración de esta edición de ALBORADA, número 51. El primer ejemplar en el que el maestro y fundador no ha estado presente. Dedicamos a su memoria el primero de los artícu los de la revista, un capítulo póstumo e inédito del que iba a ser -en coautoría- su próximo libro. Po cas páginas para tan grande figura, pero muchos de los que han recogido el testigo humano e intelectual de Alberto Navarro están presentes en esta edición, y el recuerdo y el homenaje están implícitos en sus palabras, en sus firmas y en los textos de cada uno de ellos. «La perennidad me hará justicia », dijo Sempe re y Guarinos. Así ha sido, y así ha empezado a ser para Navarro Pastor. Nuestro principal anhelo desde ALBORADA es creer que el cronista de los eldenses gozaría con la lectura de esta revista, reclinado en su sillón bajo la luz de una lámpara, o allá donde quiera que esté: en un monte Olimpo de los que no quieren ser dioses. En caso contrario, habremos fracasado. Es peremos que no sea así, y que todos ustedes, lectores, disfruten con los contenidos; nos conformamos con que les guste uno sólo de los artículos. El pasado, el presente y el futuro de Elda están retratados en pequeñas parcelas de la memoria, del estudio y de la curiosidad de los colaboradores de ALBORADA 51. La verdad nunca es absoluta , ya lo dijo alguien, pero si creemos en lo que decimos y en 2 alborada 2007 lo que hacemos nadie podrá dudar de nuestra inten ción, que no es otra que dotar a Elda de una revista cultural amena, interesante y gráficamente agradable a la vista. Nunca dejamos de aprender. El afán de conoci miento nos hace un poco más humanos y mucho más vitales. ¿Qué mejor plataforma que ALBORADA para satisfacer nuestra modesta ansia de saber? Si hemos elegido como tema central el inabarca ble universo de la Arqueología es porque la mitología que rodea a esta disciplina nos permite jugar con la imaginación para bordar un mundo del que sólo co nocemos puntadas . Una ciencia no exacta tamizada por los mensajes de tanto cómic y tantas películas y reportajes que han conferido a los arqueólogos un aura de héroes contemporáneos. Sirva también este dossie r de humilde tributo a los arqueólogos de Elda y su comarca, que con su trabajo diario nos aportan nuevas visiones de un pasado que nos ha convertido en lo que hoy en día somos. Cada página que pasamos de esta revista nos re gala una foto, un dato, una idea; quizás no siempre acertados ... pero nunca manipulados a conciencia por mano ajena. Los artistas de la palabra practican las artes malabares con sus conocimientos y, de forma absolutamente desinteresada, los ponen a disposición de los lectores, queriendo compartir con generosidad los frutos de su aprendizaje. Así como los profesio nales de las artes plásticas nos descubren su obra, mostrando sin pudor el resultado de una sensibilidad siempre tan vulnerable. Pero si hay capítulos de ALBORADA por los que merece la pena que esta revista vea la luz cada año, y los venideros, son aquellos en los que se rescatan de la memoria los años vividos por otros. Experiencias vita les, a veces tan cotidianas y aparentemente anodinas, que sin embargo acaban encajando en el puzzle de la contemporaneidad. Sin esas pequeñas piezas huma nas recortadas a base de sacrificio personal, hoy día no podríamos estar construyendo la morada del neonato siglo XXI. La entrega y sacrificio de maestros, zapate ros, aventureros, médicos, pioneros solidarios, filóso fos, visionarios ... ; en definitiva, el coraje personal, es el cimiento de nuestras actuales estancias vitales. El pasado es el presente y el futuro ya es presente. ALBORADA mira hacia adelante desde el respeto hacia el pasado, y las nuevas voces se abren camino para canalizar los nuevos tiempos, que son los nues tros. Los de todos. Alcemos la vista hacia abajo para observar alrede dor. Un sinsentido para expresar nuestro objetivo: no pasar de largo por los acontecimientos. En ALBO RADA nos merece la pena tornar impulso para dar un paso atrás y reflexionar: sobre lo acaecido y lo por venir. Sin más pretensión que animar a la lectura, am pliar conocimientos o refrescar la memoria. Si alguien más, lector, aprecia la misma sensación, cerraremos la última página con satisfacción . Alborada nº 51 · 2007 Dirección José Mateas Gras Coordinación María Cuchillo lbáñez Adjunta a Coordinación Consuelo Poveda Poveda Diseño Vicente Montesinos Esp í Maquetación Estudio DAC, S. L. Colaboradores Rodolfo Amat Sirvent, José Luis Bazán López, Alberto Beltrán Llorén, José David Busquier Corbí, Julio Capilla Bel lo, Rafael Carcelén García, Agustín Caruana Vañó, Is rael Ángel Castillo García, Inmaculada Cuchillo lbáñez , Miguel Ángel Esteve Jerónimo , Daniel Este ve Poveda, Ernesto García Llobregat, Jesús Mª García Sáenz, Antonio Gisbert Pér ez, Em ilio Gisbert Pérez, Emilio Guinea Sáez, Teresa Jo ver Bonete , Ana Jover Sapena, Clarisa Leal Domínguez, Juan Manuel Maestre Carbonell, Concha Maestre Martín, Emilio Maestre Vera, Connie Marchante Sáez, Juan Carlos Márqu ez Villora, Juan Antonio Martí Cebrián, Juan Miguel Martínez Lorenzo, Raimundo Mar tínez Pastor, José Mateas Gras, Aldo Mateas Martínez , José Ochoa Gil, Carmen Olcina Soriano, César Orgilés Barceló, Rem edios Páez Yáñez, Tomás Palau Escaraba ja!, Baltasar Palicio Maestre, Jesús Peidro Blane s, Aurora Pérez Moneo, Mª Cruz Pérez Ycardo, Silvia Pidal Pérez, Consuelo Poveda Poveda /Alberto Na varro Pastor, Jesú s Quílez Calderón, Juan Rico Jiménez , Mª Carmen Roig Rico, M’ Salud Sánchez López, Mª del Mar Saorín Be renguer, Gabriel Segura Herrero, Mª Dolores Soler García, Francisco Susarte Malina, Roberto Valero Serrano , Juan Vera Gil , José Vidal Guaita . Edita Ayuntamiento de Elda (Concejalía de Cultura) alborada@elda.es Distribución y Publicidad Emidesa Impresión Quinta Impre sión, S.L . Depósito legal A-1197-1996 TIRADA: 1.000 ejemplares PORTADA : Enterramiento conocido como «El Niño de Balón» (fotografía archivo gráfico MAE) NOTA: Nuestro agradecimiento a todas aquellas personas que han colaborado generosamente con sus aportacio nes, sin las cuales no hubiera sido pos ible la edición de esta revista. ALBORADA no se hace responsable de las opiniones expresadas por los autores. Queda prohibida la reproduc ción total o parcial de esta publicación. Presentación 3 • • • tu ciudad: más limpia AENOR ~ 8 @) • umar10 HISTORIA Dedicado a la memoria de Alberto Navarro ..... ... .. .. ... ..... ........... .. ... ..... .. .. ... ... .. ..... .. 10 La Biblioteca Municipal de Elda . Antecedentes ..... .. .... ....... .. ...... ....... .. ..... .... ... ...... ... 12 Don Enrique Puigcer ver, alcalde de Elda. Las entrañables amistades: Miró, Chápuli, Tato, Capilla ...... ...... .......... 20 El patriotismo economicista de Sempere y Guari nos ... .. ....... .. ....... .... .. ... ..... ...... ... .. .. ... .. 24 Crisis económica mundial y producción zapatera en Elda. Diario de un cortador : 1929-1936 .... .......... .... .... .. 28 Rodolfo Guari nos. Presidente de la Unión Nacional de Fabricantes de Calzado (1926) ..... ... .. .. ....... .. . . .... .. 36 Un hijo del 1 Conde de Elda al servicio de los Tercios de Flandes. Don Carlos Coloma .. ..... .. .. ....... ... .. .. ... .. 40 Apellidos de raigambre en Elda (11) ... ........... ... ... .............. ..... .. ... ..... ... .. .. ....... .. 44 BOTÁNICA La conflictiva interrelación ciudad/naturaleza. Paseo por E Ida a la sombra de sus árboles ..... ...... .. ..... .. ... .... 52 Estrategias para el control de plagas en la ciudad. Bichos: el bueno, el feo y el malo .. ..... ... .... ... .... .. ... .... 60 CALZADO Semana de la Artesanía: Homenaje a los trabajadores del calzado. Once vidas en torno al zapato ........ ...... ... .... 66 Respuestas para entender el fenómeno de la globalización . ¿Tiene futuro el modelo de distrito industrial zapatero? ... .. ... 72 Historia y valor simbólico del calzado. Entre calzados y descalzos ........... ......... ....... ... ... .... ...... 75 Avances tecnológicos y flexibilidad de las empresas de Elda. Vuelve el calzado a medida .... .. ...... .. .. ....... .... 82 Exposición : Un recorrido fotográfico por las formas de trabajo de antaño. Escenas zapateras ..... .... .. .............. 88 CD [) 0 -’--’ -0 r’ ID --’ _,CD rJ -l---1 ---’ o ID {) 0 ---’ 6 alborada 2007 DOSSIER ARQUEOLOGÍA Arqueología al norte de Elda: hacia un parque cultural . Hace 6.000 años, junto al Vinalopó .... .... .. .. . ............ 94 El Monastil. Una milenaria ciudad en las afueras ..... ......................... ... .. ... .......... ....... 96 La torre medieval de La Torreta. Vigilando caminos peligrosos .. ..... .. ...... .... .... .... .. ..... .... ....... 100 Museo Arqueológico: los orígenes. Los primeros hallazgos ........................ .... .... ... ....... ...... 104 Entrevista a Antonio Martínez Mendiola , memoria viva de las arqueología local .............. .. ...... .... .. .. . .. 110 Referente patrimonial, símbolo y seña de identidad. Fortaleza , Castillo, Alcázar ... Palacio ..... .... ... ... ..... .. ... 114 Desenterrando el pasado: cementerios medievales en Elda. En las entrañas del Casco Antiguo ... .... .... .. .. . . .. . .. 120 Ritos y creencias de las prácticas funerarias . Honrar a los muertos .. .......... . . ... .. ......... ...... ....... . 126 De aficionado a profesional: tipologías de arqueólogo del siglo XXI. Buscadores de tesoros, picadedreros .... .. .. ...... .. 132 Arqueología industrial, ese patrimonio desconocido . Las fábricas de la luz ... .... ........... ..... .. .. ... ..... . 135 Los proyectos de la Concejalía de Patrimonio Histórico. El pasado a la luz del presente . .. ... .. ... .. ..... ... .... . . 140 RECUERDOS La Revista Musical en el Teatro Castelar . Nuestros divertidos años 70 .. ... .... .. .. .. .. ... . ..... .. .. ....... ... 144 Puntos de Encuentro (IV). Un chisguete de aloque de las viñas de Elda .... .......... ....... ................. 151 Asunción Vera Millet. Mi abuela: la Maestra .... .............................. ....... .... ... .......... 155 Eldenses en las Fuentes del Nilo. Congo: la Ruta de la Belleza ........................... ................. 159 Oficios Perdidos (VI) . Constructores de cucos. La arquitectura rural de la piedra en seco ..... ..................... 164 Imágenes de la Historia de Elda. Tras la pista de una fotografía ....................... ................. .... 166 Ayer en E Ida .................. ... ...... ........... ..... .. ....... .......... .. ... .......... ... 170 Exposición de la Asociación Mosaico. Aquella Pascua de nuestros amores .. .. ..... ...... .... .. ... . . .... ..... .. 174 ANIVERSARIOS 75 años del colegio Padre Manjón. Una comunidad en el tiempo .. .. ... ......... .. ...... ......... ... .... .. . 178 Mi colegio: Padre Manjón ..... ..... ........ ............ .. .. ... .... .. .... ... .... ... . . .. .. .. ..... . 184 ... Casi 35 años de «El Vergel ». El primer jardín de infancia .. .. .. . ..... .. . ... ....... ....... .. ..... .... ... 188 Nuevo Almafrá. 25 años trabajando por y para los niños .. ... .. .... .......... .. ...... .. .. .... .. .... .. .... 191 50 años de la Falla Fraternidad .. .......... ........... .. ... . .. ... .... .. .. .... .... ... .. .. .. ...... .. 196 Una organización pionera en España. 25 años de Protección Civil ..... ..... .. .. .... ... .... .... ... ...... ... . 201 El hospital de Elda prepara sus bodas de plata. La Residencia .... ............. ....... .... ... .. .. ....... ... 205 50 aniversario del CEE (1957-2007). áscar Santos González : Filósofo del montañismo loc al ... .. .. .... .. ..... ... .. 209 ARTES I LITERATURA Conferencia en el Casino Eldense: « El amor en los tiempos de la revolución ». Cien años de Frida Kahlo ... .. .. ... ... .. 212 El amigo, el hermano, el pintor. Enrique Barcelona (1932-2006) .. ... ...................... .. .. .. .... ... ... 219 Teatro de la ilusión: seis años de talleres . ¡Arriba el telón! ....... .. .. ........ ... ...... ... .. .. ... .. .. .. .. .. 222 Francisco Laliga Gorgues . Literato eldense (1861-1928). Los silencios del poeta ............... .. .... .......... 224 Volar sobre Elda: como un sueño ...... ... ..... ............ .......... .. ... ...... .. .... ............. 228 Reseñas ... . .. .. ........... ........ .. ... ....... .... .. .. ... ........ ... ... .. .... ... .......... 234 Presentación 7 10 alborada 2007 • • a 1 1oteca Municipal de Elda ANTECEDENTES G eneralmente, las Bibliotecas Públicas Municipales, o cualquier otro centro oficial, no tienen historia. En su mayoría nacen de una moción de la Alcaldía proponiendo a la Corporación su creación, o de la propuesta de alguno de los miembros del organismo oficial correspondiente que sugiere la fundación de una biblioteca y la propuesta es aceptada, aprobándose el consiguiente acuerdo, hecho constar en el libro de actas, e iniciándose los trámites consiguientes de inclusión de un presupuesto económico con el que hacer frente a los gastos, principalmente el de adquisición de volúmenes que hayan de constituirla, así como también el sueldo de las personas que vayan a trabajar en la biblioteca. ALBERTO NAVARRO /CONSUELO POVEDA Ded ic a do a la memor ia de Alberto Navarro Hoy es casi impo sible que ninguna población que es time su prestigio carezca de una biblioteca pública municipal, de mayor o menor importancia, pero el servicio básico de un estable cimiento cultural de esta clase a la disposición de los ciudadanos -por lo menos en nuestra Comu nidad Autonómica -está atendido debidamente. Por ello se nos hace difícil acercarnos a una Elda de los años cuarenta y cincuenta, ya con una población de más de 20.000 ha bitantes, con acreditadas escuelas nacionales como las hoy conoci das de Padre Manjón , academias 12 alborada 2007 particulares prestigiosas, centros de enseñanzas especiales, princi palmente proyectadas para ayudar a formar personal para las distintas necesidades de la entonces pujante industria del calzado, y comprobar que no sólo carecía de una institu ción bibliotecaria oficial, sino que ni siquiera se constataba su falta, aunque en este aspecto hemos ha llado honrosas excepciones , pro movidas generalmente por perso nas o entidades particulares. Es de conocimiento general que la instalación de una Biblioteca Pú blica en Elda tuvo lugar en el año 1952. El día 10 de septiembre de ese año, se inauguró con toda so lemnidad y presencia oficial de las Alberto Navarro Pastor. Alberto Navarro en la redacción del semanario Valle de E/da. autoridades competentes la que , desde entonces, se ha conocido como «la biblioteca de Padre Man jón », ya que se instaló en el salón de actos de este centro escolar. En el transcurso de 52 años así ha sido conocida, y a este lugar volverá tras su dilatada estancia en la Casa Mu nicipal de Cultura sita en la calle Príncipe de Asturias, 40. Efectivamente 1952 es el año, porque ninguno de los varios em peños oficiales o privados anterio res, realizados en diferentes épocas, tuvo el colofón feliz de este acto in augural. Todos aquellos intentos , más o menos avanzados, quedaron relegados, con el fracaso y la desilu sión gravitando sobre las personas que iniciaron y trabajaron con afán en esta tarea. Una fecha revisada: 1926 Hasta hace bien poco, la investi gación sobre los primeros intentos de crear una biblioteca pública en nuestra población nos llevaron a fi jar una fecha: 1926. En este año el semanario Idella, dirigido por José Capilla Beltrán, realizó una cam paña en este sentido, con excelen- tes resultados teóricos y oficial mente favorables, pero que nunca quedaron establecidos en firme en la práctica. También son impor tantes las fechas de 1931 y 1932, en las que, desde el mismo Ayun tamiento de Elda, se realizaron las gestiones correspondientes para la concesión del fondo bibliotecario necesario para establecer la ansiada biblioteca municipal. Pero este in tento también resultó infructuoso por los motivos que, más adelante, expondremos. Ésta era la información quepo seíamos, hasta que, posteriores y Historia 13 más recientes investigaciones nos han llevado a conocer que, en fechas anteriores a 1926, ya se constata el trabajo de destacados ciudadanos o entidades eldenses por conseguir realizar este anhelo. Si bien estos intentos no encajan exactamente con el concepto de biblioteca pú blica tal y como lo conocemos aho ra, puede considerarse, dadas las fechas de las gestiones realizadas, que son los primeros amagos por conseguir algo aproximado a lo que representa esta institución. El primer intento conocido de que alguna colectividad oficial o particular iniciara las gestiones correspondientes para conseguir establecer en Elda una bibliote ca a disposición de sus socios, fue hace nada menos que 118 años, allá por 1886. La impulsora fue D ed icado a la m emo ria de Alberto Navarro una sociedad el dense denomina da El Bien Gene ral, que publicaba un semanano con el mismo título. El semanario de esta sociedad, cuyos socios tenían un nivel económico y social que los igualaba a la mayoría de los ciuda danos eldenses de aquella época, funcionaba como portavoz de una Sociedad Cooperativa de Obreros. En él se manifestó, en varias oca siones, el objetivo, entre otros, de llevar la Ilustración a los obreros de la localidad y también mencio naba el empeño de El Bien Gene ral, como sociedad, de ofrecer una biblioteca a sus asociados, que cu brían un amplio sector social de la población de la época. En un largo artículo de uno de los redactores de este semanario -el escritor y poeta Ricardo Pérez Po mares- titulado Nuestra Biblioteca, inserto en el número 14 correspon diente al 12 de diciembre de 1886, se daba cuenta de las gestiones rea- 14 alborada 2007 lizadas por su presidente honorario, Don Daniel Balaciart, en Madrid, en el Ministerio de Fomento y en la Dirección General de Instrucción Pública. Gracias a estas gestiones se había logrado, con fecha 29 de noviembre de 1886, la concesión de esta biblioteca popular (según nota en el número 16 de este semana rio, con fecha de 26 de diciembre de 1886), hecho que se confirmó en otra nota en la misma publica ción el 2 de enero de 1887. En esta última se expresaba la esperanza de que, en pocos días, se produciría la llegada de dicha biblioteca a Elda, facultándose a un representante de la sociedad para recoger la donación de libros concedida. Lamentablemente no hemos conseguido saber el final de este episodio, pues el semanario El Bien General dejó de publicarse con el número 31, correspondiente al 14 de abril de 1887, sin que en los nú meros comprendidos entre el 17 y el 31 que hemos podido consultar (números 17, 20, 23, 25, 26 y 28) hayamos encontrado ninguna otra referencia a la biblioteca de esta so ciedad, si es que llegó a constituirse alguna vez. Pocos años después de la des aparición de El Bien General como sociedad y como publicación se manal, en el año 1904 -un año de gran trascendencia para la historia de la ciudad, tal y como pusieron de relieve los extraordinarios ac tos celebrados como conmemora ción del Centenario de El da - fue creada en nuestra ciudad otra so ciedad recreativo-cultural: el Casi no Eldense. Ésta estaba destinada a círculos más minoritarios, por lo que no la podemos considerar to talmente pública, al estar limitado el uso de sus instalaciones a sus so cios, poseedores de una situación social, económica o familiar que sólo podía corresponder a perso- nas de profesiones liberales, pro pietarios, comerciantes, hacenda dos o similares, y a sus familiares. Los artículos 28 al 31 del Re glamento del Casino Eldense deta llaban claramente las condiciones en las que los socios podían hacer uso de la biblioteca, así como las Alberto Navarro retratado en su valiosa biblioteca particular, en el transcurso de una entrevista. funciones del bibliotecario, con la particularidad de que la duración máxima del tiempo de préstamo de un libro a un socio sería de un año. Por las particularidades de la posición social exigida a los socios y por la limitación en el uso de los libros pertenecientes a esta bi blioteca, no es posible considerar la como pública, pero, por la gran calidad de la mayoría de sus volú menes, fue lamentable la situación de abandono y despojo que sufrió durante el trágico período de 1936 a 1939, aunque después recuperó su riqueza bibliotecaria para satis facción de sus asociados. /della, el impulsor Tras este hecho, ya no volvemos a encontrar otra noticia de que enti dad o persona alguna se interesa- Historia 15 Alrasmkr 11’J0 Susc ripción · Elo.b m(’ntu a l o’5 0 i;:uc:r11 irimC’ttal l’oo . ,, . ., ...... - , ..... PAGO ADEUllTADO laEldo. ,Oº OOp .. iao.t-. lti.,1·~1ri -•·· S..Pt1e•elu.1~tLrol_I,. . ~~-.:.: .r:.ri:.~· u:·t~ d·.~ ... [d ... r&Md.oo,~iJ. , . .,’’’°’’ ...... _’º PAGO ADEUllTlDO .~.:;;.;:;;::.:::~ ;:::=::: ... n1rno 0[ LI ~WJD (mlJTill tt OBRERU l llll ltllOl. Dedica do a la m emo ria de Alberto Navarro ,,. 1•• .~ ’’’’’’’’’ t . ... ,,,.,.; t1I~• .Co•o•I~ 1 ni•kletn• : ci’’’’’ ! • ’ 0r•; •li. In •lil•·..,1u . In u;u,,fn lm~. tti. d e ’’ J• ~re• rnr n l ho1c .. jo : ~•ul~ l ~Jeon¡;l. uol n 1, ~•• hettnv•’ enip l’ J n,u縀 ’’’ ’’’’I’ ~ l !n ftl ’!’rftb1)0. •r .,1,, ,,,, ,¡..,..,,.·,h 1lc c nrmonlo, h lffiU•’ po!~11tt. •noto ho111r n•je: ~I ~k• ~¡~, ,_¡.¡, ~. J~,..t:,1_n:r l) • lu u11~1ln1ia, e ~ •u ~ oi::-t~1~J• )l,.¡;:u ¡·u~•Í •llbl~ y ’’’•h·, In•¡!~ 1•«):v’ n lu ¡.,~,.,; ,,, ’’’’l’’e ,,n ,, ’’ ’’ ’’’’’’’’ 1~1l~ 1 .~,,~~~,?I ~,,~: 1.:, .~~,1~::•,:;~ ~•~1. ’1ul huh•• d~ ¡.:no uirl u I~ •’! • l •’f• ue•v w ·•·n~ce;• , ’’ i. .... ,,,,, ,¡~ ......... . ’’’’’Lu rl ’’.ll’U’ ú lu ~ ~•óro l lo~en lu• ’’’’’, ’ ,, ’’ )llU!~· ’’’º’· h,,,.,,. ,.,, j~· ~ ... ,(,,,, h·~v1o .-¡ ’1n,1,., 1ucr• ’’’ 1o.,,,,· .•.. 1•e•’ ’ ;s 1·1 ·¡,,w ,1 r·c 16 x· L.,’’l’’’’·’’’’’’’-e’l’m’h’’’’’ •lel ~~~n. ’ ’’’’’ ’’ J’’ ’’-’ ’kl l•·’’’’’’ ¡ .. ; ¡,. ’I’ ’ •~•~! n lh’ º’el ro od o ,¡.. 1 .. C ’’’c’’’’;n , ’º’’ ’ ’’ CloC••i~. lv • n.,t•lu h·,.,¡,.¡.,, . ., zJ ., , Y’’’·’’ rn m pl. . u ~ rum~ uh. ’’’’1•• 1,. l mlu• l• Írt 1~ hn ~o fiuufor, lt·.h.r·l~tu hl,!111 ¡:11¡;,, u•• .V ’’h’’’’O! T lt.U.J,lr; •:11• •• • tr11orTv,cuutud• H11’, ’l’C ’’°’ ~ ~~ llun’ QI ’ ’b’jo, ,.• IK•nol.oli¡.:-¡ou• lo l’-’!:’• ’ ’’j.;, ’’ ~~~i. .. ¡,,¡,., l• ’V’’’’ ’’’’’’ l ’1r .. . i:nuJ•n, t•H •l l~vn•.tlnM; ~u .. , .uf, ].’’’°’ ’’º crl• i’’’: ’º’ •’ c’n’’ ’ ’ci’, ·~•ui 1t1.i .... : P’’ •’’Q’’ª’’’’·di ........ p•¡.:•’ ’’ ’ rcin~ y oi.,~,..., huoo lhle )’ n ub l’, JKr~u 1»~~ .Joblu. e~ d..,•!•t~ h o, !• •’’’’’’’’· ti~K li H’)f , I’’’’ ell’ 0011, ¡m r ’º’’ h’•or•ll • .•• 1 t ’’’ e.r- nh•~ • llt10t1 lSt1 O~: ~,䰀.oZIH ~ (G~1ar. .... n1J ’ .... ,.. • ra por cubrir esta carencia cultural en la vida eldense, hasta 1926, año en el que la fun- dación de un se manario titulado !della, inició otro intenso y fecundo movimiento cul tural y literario en la ciudad. !della había sido creado por un grupo de entusiastas de la literatu ra y el arte, tales como: José Capilla Beltrán (director y alma del perió dico), Maximiliano García Soriano (el popular «boticario-poeta» de Elda), Óscar Porta Carbonell, Eloy Catalán Cantó, Antonio Gonzál vez Vera, Emilio Rico Albert (el famoso autor del Don Juan Tenorio o Dos tubos un real), Emiliano Vera González, Cándido Amat Casáñez y algún otro, con el patrocinio eco nómico del industrial de calzado 16 alborada 2007 ·b~t1•:.1JorM0Jc1~ Sr O.... °Ca.10.:~u✀爀昀✀琀⸀ ,, ~ ••lzy· ~~~:.-::·.~«.::.°;:::;:.:- ~~ •iOo•!,.·o••uA,,_.. ,._,.. ’’’ª’’’’°«oP°’’ 1&•1--... :~i.·::·:;:.:::.~·:i: .. ’::; .. ~·~;;: .. :-:.:.:.~== ........... _ .... S.knlll’.,._’:’.’’tC:. L- 0. llATIL.t,.,. E.ISr .Jol.otilla:_I_ ..... ,, ... ~- , .• • ,.. .. J•n·~·-~11 ... W. ¡•l;,!,:,7Qo!to ,Mo~- ··• º·°-° ••oo~eoo•- ,.~..._.i_cnor •1&rq1t.. :..::.:.~~ ..... :~:==:-:: ~ . .;::.:.::.~ ·~ ’’’ ... ’*’Q ............. _o!O,.,., •~°--¡N’o lo pitn ,,e m !a...! Su :’lnun cio en IIDF. LL J ’ .aumcntuá su,. v enta s. .UVEHT E:’CIA . Don Manuel Maestre Gras. Ellos sacaron a la luz pública, un 8 de febrero de 1926, aquel semanario y lo mantuvieron con una gran ca tegoría periodística hasta 1930, año en el que dieron fin a su la bor con el número 194 de la publi cación, aparecido el 15 de marzo. Este grupo constituyó una de las pléyades literarias de mayor pres tigio que haya existido en nuestra población. De este grupo de eldenses amantes de la cultura surgió el si guiente impulso para la consecu ción de una Biblioteca Pública para Elda. Y no tardaron mucho en ob tener frutos de su empeño, ya que, apenas transcurridos cuatro meses desde el inicio de su publicación, ya se había realizado una gestión con personalidades de la vida política madrileña, como Don José Yan- ~•ta • .1...,.,;,,¡ . ,., ..... :ll’!’ffdott • ~~~~=¡~::~:~~ ~=. 8~ : ~~~:r,:t~1 ,~;1:~i~~¿c~: uclHmtay,.i1 R. P’’’’ Io•u•~ llt!Q1,1,..,11utUi~llr0..l伀r &ldt lnutnccioo Pioblíe~.• . oiq,,.,f..;cnpodcrM110utro Presldcnt.honn riol1c1p’...b .•ulidtud . prueo⸀ól.•~io pérollda do 1rn•n~abn,oorni:nd3n•漀氀縀䌀㰀㸀氀☀渀㨀㰀tur.lcr .. ,.ci1 :llH110 ... 11?rD.Ju li11 C1lkl•, :lo ual e1UM:1Jt ✀挀ⴀ㸀渀縀搀椀漀℀愀 ’’ll’id:i.m cok.COllW-•lil ~· :~1~~~~;1G!~:.}d~r:;t110- ..; • ., 11;,buea. 11.L .’.l:I. al Sr. D. 0...le l ílbchrlyll en• el ¡¡n ~t.· tle rullirle lo. Mljuntl! drdn ~ra b)bekd•1Pt~llnJe obre ~w!:!~·!lO!(jUO l:•n~i•:mnWM ;;;~.:~:~?~.ri?~:~,;:;:1~ ,.,.,.,,,,w ...... 1un. 11:1drld31lde Xooiu•br::J•tll8Cl .o ·~i7~t!~;~;~~~~·:~~~ ~!. :·L:;:;;;.~ a·i:~7::J:..:t 2.:~ .. :::/~ª~~ ’!’’ ’• ’’’1.ncsmcut. ... .,.-itanen•I r .,, .,, .1 .. den .... tra--.:leaeil. . $0CIOLOOU .. ’’’¡’’’ «00:•’ cu urouu •u ’°’1.’IS. U ....... ’’°’ULUCO. -- eiadt ldlC3!111’.digoc011 e.U.fecha ~01~ª:U:~~,;.; .. ~::1~ri.~i:.i~~~; ..... . . ~ ... ,.. ~-··- f i1! 11.~.r.~.1 ir. l’re• lden!edc bSocledadl’«t · ’ pera!ind•·’brcrosdeY.ld& .• ¡., ·l · ·ilid.ade•n1’) bum&1111 1 ~ ~:~s~!{~~:~~ t.~.~éii.~f~ .. l.縀 .. 1.:~.:.~.·~.!.~1.~.~-- ..... .tiw !,~甀爀甀 Is man:h.t. npld& ;,;-· ’’ ~ - !.~~:;:::1b. l!rnC::.i:o~:::r~~ ~ .• ’ r:.·}i,·,~.~·.;. ~~~r~~:¡¡; ~~~~:~.; :~c~~Q1;:~~i;;~:e!~ ... :.;; e~1:;.; ·:i~~:! t ~ · Soelodod · ydeDiNWrd.el Jli.,, ll•.’••lU l&P’’’’’lld&l ..... li’’nalur,r..uy (U’l’ leinp:rme11o n td~elllioq ni a•in re1116l.ameQ• l~pU1•redundu enpr•IL!uQ~lo, 1lin:cta 111Un’’ ’’’ .11~ 1’9!,,.,r-.iG, Yb;IC:.i:unda.q111pl!tt~l ·q,.. ~n e .. rf,,. •e~-nlno !~ L, 1 kb ·~• guas Mesía, que había tenido un resultado satisfactorio con pronti tud, tal y como lo evidencia el ofi cio recibido por el Ayuntamiento eldense con fecha de 26 de junio de 1926, el cual comunicaba la conce sión oficial de la Biblioteca Popular y de una colección de libros. Este escrito consta en el Archivo Muni cipal de Elda. La satisfacción con que fue reci bida esta concesión por parte de la redacción de Idella fue motivo para la publicación del artículo Biblio teca Popular en la primera página del número 23 del semanario, fe chado el 10 de julio de 1926, que, por su interés, reproducimos se guidamente: ’BIBLIOTECA POPULAR’. «Cuenta desde esta fecha nues tra ciudad con una Biblioteca LABOR MUN ICIPA L la Plaza de Tope1e, en que¡a por la colocación de pucslos permanen1cs de melones y sandías en Jos meses de ve rano . Aprobar una moc ió n del S r. Alcalde Presiden/e rc Ferenle al estudio del esta do económico de la Corpo rllción y su presupucs10 vlgenle y cOn•Cniencia de proceder a Ja llquidación del mismo en 30 di! junio próximo, y confeccionar otro para el 2.’ se rneslre del al’i.o acru11l y autorizánd ole 1impliam en1e pora que en no mbre y reprcsl!nlación del Ayunlamienlo eleve la correspondiente ins1anci1 al Minis!erio de Ha cienda , con 1,11 fin. Dar cucn1a de la memoria del Arqui1ec10 Direc1or de 1.:is obras de construc ción del Grup o Esco lar y d’’!flCc de cu11n10 reprcsenrd la modificación de los cimientos, con el plano en que se han dibujado las urnj.:s y pozos de cimemac ion es con !as ind:caciones d e alturns que ha11 servido de b;ise para el estado de mediciones y l1 eonsiguien rc aplicddón de precios, y a propueslil del Sr. Llopls, se acordó que anres de acordar sobre el panicular, se designe un Letrado que esrndic los pliegos de condiciones del contrato y un 11rquirecto p11r1ic ular plra las condicion es 1écnl· cas, que inform e debidamente a! Ayuntamienlo, pr o· ponien do respecJi’iltnenle los nombres de don Ma· miel Pomtres Monleón, de Alicnn te, y don José Cor! Boii, de Vale ncia y asi se acuerda. Dar e! nombre de •Calle del Docror Simarro » a la lla urnda det tcCabllllero de R odas». Esrndiar lt1 fornrn de varia r las condiciones del conJrnlo de Id Biblio1ect1 ¿¡dquirida U!Jimamenle por el Ayun1amien10 y a ser posible rl.’sci ndirlo, pul.’S por no esléH las obrns debidmnente seleccionadas, no responden a su objeto, y él propuesra del Sr. Uopls, se dc!:ligna 1ambien al Lei~ado don Manuel Pomares Monleón pt:rll que informe sobre la posi bilidad de mod ific,lr o ri?Scindlr dicho conrraJo. Adoptar la Alcaldía a ruego de !os Sres. Nieto, Llopis y Ruano, las medid’IS convenientes para co rregir ciertos defcclos que denuncian de los salones de espec róculos. Llev.Jr a cfec10 I n ejecución de cierllls obras y aperturll de un osario en e! cemenierlo, a propu esta del Ten ien1e de Alcdlde Delegado, con arreglo a un pro•ecro que por su 1.’llCllrgo ha formado el S r. Ase sor Tecnlco de Obr.:is Municipales. Que lt1 Alcaldía. a prop u esm de! Sr. Amal Casá íez, se i nforme de cierro incid en!e ocurrido en et ce· tnl.’nt rrio, con mo!ivo de un e111ierro civil A propuesta del Sr. Salgado y a pro pó siro de la proyect1 dd cons tru cción del osario e n el cementerio, que d m1spor 1 1: d: los res!os se verifiqu:. bien en ca ja o sueltos, segUn eslim en convenlen1e las personas inleresadas, quedando lodo lo dl.’m.-is con la obra re· laciO n ’lda, 1 li! accrr ada disposición del Delegado de¡ cementerio. El Sr. Ruano, recuerda un ruego que formuló en sesiones anteriores refereme a la venia de pan, con- tesJándole sarfsfactorlamenle el Sr. Presid e me de la Comisión de Mercados. Se ocupa ta mbien el Sr. Ru1no de la jorm1da de trabajo en los hornos . Los S~s. Llopis y Salgado, proponen que la Co misión del Merc ado, recabe de los fcibrican1es de pan, facturas de compras de har ina del ano anterior, )’del aclual, y se estudie si puede venderse el pan miis barato. Ruega el Sr. Nieto al Sr. Alcald e, se prohib a la circulación de perrcs sin bozal que cons!iruyen un peligro para el lranseunie,muy espec!almen1eenesta época del ano. Re1lrar la Capllla que existe en el Hospital Munici pal a propue sf ll de! Sr. Ama! Casiinez habili1.-indose aquél local pdía otros fines . Proc eder a la formaci ón del expediente al oficial t.’ de Secretaría don Dionisia M arifnez Lacaslll a propues1 a del Sr. Llop!s, po r resuhar que ejerce otro cargo en la Iglesia Par roquial, que le ocupa, con per· iulcio del servicio Informarse si es tiempo de que el Ayun1amiento pued,.¡ mostrarse parle en el pleito comencio:so que se .sigue en el Tribuna! Provincial. en virtud de re curso inlerpuesto por el Conl ratisla de la Impo sición Municipal !’Obre consumo de bebidas esplri!uosas y alcohólicas, don José Ama! Pérez, contra acuerdo d el Ayunramiento que ordenó Ja devolución por el mismo de ca ntid ades indebidame n te cobradas a varios con· tribuyen 1 es. El Sr. Salgado dice, que el Ayunramien lo está !eg:’.llmenre representado en el plei10 por el Fisc al. Acordar a propuesti del Teniell!e de Alcalde Dí?le· g’ldo del Maradero, formar un nuevo Rtglamento pa ra el réglrn ’n del mismo, y a propuesra del Sr. Amai Casánez, aulorizcir ampliamenie a dicho Delegado para que hasla tan10 .se forme el nue vo Reg lamento o se mod ifique el actu al, dlspon~a y ordene lo conve· nicnTe para el servicio. Denuncia el Sr. Nieto que cu un local ndjunlo a! mat adero y de la proplepad del Municipio, ha estado cerrándose un carro de la propiedad del ex- lnspectvr Jefe de Ja Guardia Municip al, don José Joaquln Anuit Arenás, mientras el Ayuntamlen 10 ha pagado alquiler por orro local par a guardar efectos del mismo, y el Sr. Llopi .s pide que este cargo vaya al expediente que se insi ruye a dicho .senor Amal Arenás. A propues ta del Sr. Salgado, ofrece la Alcaldfll conegir defic iencias que .senala en e l régi m en d1;: es· pectáculo .s pUblico.s )’ que se cumpl an debld amenle lo.s preceptos reglamenl arios y se crea una nueva co misión, permanente del seno del Ayuntamiento, que se denominará de tcPolicia de Es;ectáculos• para la que se designa a los senorres don Marciano A. Sal· gado Sánchez, don juan Lorenzo Ccupena y don Migue l MarllnezDebés. No acepta r el palco que gratui1am e nte se cede por las empresas de especJlic ulos al Ayun1amien10 y sólo Tres publicaciones eldenses en las que se constata la necesidad de una biblioteca pública en Elda. Popula r . !DELLA, periódico sin tendencia ni color político, nacido para laborar por y para Elda(aunque a alguien pese), tiene en su redacción elemen tos que anteponen a sus par ticulares egoísmos el placer de sumarse entre los benefacto res de Elda, y así, aprovechan do circunstancias especiales de amistad , han querido de una vez para siempre probar con he chos concretos ese cariño a su pueblo, de una manera sensible, sin afán de notoriedad popula chera. Ciertamente que si en donde pudo hacerse se hizo esa concesión no existiera en sumo grado nobleza de propósitos y de interés máximo en pro de la mayor prosperidad de la patria, acaso la Biblioteca Popular no se hubiera concedido a nuestra población , pero el Excmo. Sr. D. José Yanguas Mesía , Minis tro de Estado, no ha servido al amigo en su afortunada gestión para obtener del titular de Ins trucción Pública una Biblioteca para Elda , sino que ha prestado un servicio al pueblo, como es su norma de conducta particu lar y pública. IDELLA felicita a lo eldenses por esta concesión de la Biblioteca Popular, cuya orden fue entregada por nues tro compañero de redacción Sr. Gonzálvez al Sr. Alcalde Presi dente del este Excmo. Ayunta miento, don Francisco López, quien acogió de manera entu siasta esta prueba de amor a Elda ... » Idella reproduce a continua ción una nota del secretario par- ticular del señor Yanguas Mesia, señor Matilla, «comprovinciano nuestro » según el semanario , so bre su intervención en el asunto, en el cual se especifica en qué consistía esta concesión: «En nombre de don José (Yan guas) he tenido el gusto de reca bar la concesión a favor de ese Ayuntamiento de una Biblioteca Popular y una colección de libros, como puede Vd. ver por la orden que me complazco en remitirle adjunta». El semanario Idella dejó de pu blicarse con su número 194, de 15 de marzo de 1930, y en su colec ción no hemos hallado ninguna otra referencia a aquella concesión de 1926, tan bien recibida , que hu biera producido efecto alguno fa vorable a su propósito. Apenas transcurridos dos me ses y medio del cierre de Idella, en el Boletín del Ayuntamiento de Elda , número 2, de fecha junio de 1930 , se publicaba una nota que decía los siguiente: «Autori z ar al Sr. Alcalde para qu e contrate con la Com pañía Iberoamericana de Publi caciones, S.A. la adquisición de una Biblioteca para cada una de las Escuelas Graduadas, y otra que se instalará en las depend e n cias municipales, con carácter de pública, estipulando la forma y condiciones de pago a nombre del Ayuntamiento ». Esta iniciativa municipal en pro de la constitución de una biblioteca no deja lugar a dudas sobre el he cho de que la anterior concesión lograda por Idella no había tenido efectividad alguna, ni tampoco las nuevas disposiciones habían dado ningún fruto, como se desprende de la siguiente nota que reprodu cimos de la publicación oficial del Ayuntamiento eldense Labor Mu- Historia 17 nicipal, en su número 1 y único , de fecha 31 de mayo de 1931. «Acuerdo tomado en el día 5 de mayo de 1931: Estudiar la for ma de variar las condiciones del contrato de la biblioteca adquiri da últimamente por el Ayunta miento y a ser posible rescindirlo , pues por no estar las obras debi damente seleccionadas, no respon den a su objeto, y a propuesta del Sr. Llopis , se designa también al Letrado Sr. Pomares Monleón para que informe sobre la posi bilidad de modificar o rescindir dicho contrato». Una biblioteca ’para Castelar’ Apenas dos meses después, en la sesión municipal del día 7 de ju lio de 1931,se propuso se organi- Ded i cado a la m emor ia de Alberto Navarro zase esta bibliote ca con los fondos adquiridos, «bien al aire libre o en local adecuado », sugiriéndose por los concejales se ñores Amat Casáñez (Cándido) y García Soriano (Maximiliano) que en ella debían figurar las obras de ilustres escritores hijos de Elda, en especial las de Castelar, que debie ran estar en una biblioteca especial en la plaza de su nombre. Seguidamente se nombró una Comisión para el establecimiento de estas bibliotecas, formada por don Maximiliano García Soriano, don Emiliano Vera González y don Cándido Amat Casáñez. En el libro de actas de las sesio nes celebradas por el Ayuntamiento de Elda que comienza el 19 de junio de 1932yfinalizael16 de enero de 1933, encontramos nuevas gestio nes municipales para conseguir ins talar una biblioteca pública, como en la sesión celebrada el 21 de julio de 1932, en la que se trató de este 18 alborada 2007 tema, dándose lectura a una moción del concejal don Luis Nieto García, fundada en el decreto del Ministe rio de Instrucción Pública y Bellas Artes, publicado en la Gaceta de Madrid del día 14 de ese mes, pro poniendo en su vista que: « .. .la corporación preste a la tal biblioteca un local en condi cione s que bien podría ser el salón disponible de los grupos escolares en construcción, pues aunque en el decreto en cuestión se hace men ción de un local indep endiente de otro servicio, estima el proponente que ningún lugar más adecuado que el expuesto , por la naturaleza de su destino y por la amplitud que en tal sitio se le puede asignar, y que esta proposición debería ha cerse inmediatamente a la Junta de Intercambio». El señor Nieto consideraba que, siendo el tiempo mínimo de funcionamiento diario de cuatro horas, y habiendo de existir por lo menos un día a la semana el ser vicio abierto para todo aquel que, con las garantías necesarias, tratase de valerse del mismo con la lectura en su propio domicilio (bibliote ca circulante) y expresándose un trato de especial favor para aque llas bibliotecas que intensifiquen su labor, se podría encomendar el servicio de biblioteca al futuro con serje del Grupo Escolar, auxiliado en las funciones por niños de la propia escuela a quienes , sirvien do esta designación como premio a su demostrado aprovechamiento , podrían sacar un beneficio cierto de su continuo trato con los libros y lograr con ello un afán de estímu lo en los mismos. Don Luis Nieto manifestaba que el Ayuntamiento poseía en la actualidad una existencia de libros, y correspondiéndole por número de habitantes una donación inau gural de la Junta de Intercambio de 500 volúmenes al notificar tal exis tencia, por el artículo 5° del decre to, debía recibir el duplo de dicha existencia, con lo que comenzaría a funcionar la biblioteca con una variedad y abundancia de obras notables. Indicaba también el señor Nieto que sería necesaria la de signación de una Junta Municipal de la que formarían parte algunos de los miembros de la Corpora ción, la cual se encargaría de to dos los asuntos relacionados con la biblioteca, y que se invitaría también por el Ayuntamiento o por la Junta Municipal a perso nas destacadas para que periódi camente pronunciaran en el local de la biblioteca conferencias, so bre diversos temas, con especial interés en aquellos que desper tasen el amor al libro y la afición a la lectura. La moción de don Luis fue aprobada por unanimidad, acor dándose que en la siguiente se sión se efectuara la designación de la Junta , lo que se cumplió en la sesión municipal del día 1 de septiembre de 1932, nombrán dose a los vecinos de esta ciudad Don Antonio Gonzálvez Vera y Don Enrique Puigcerver Fo glietti para formar parte de esta Junta, por ser « ••. personas de re conocida cultura y amor a la ins trucción ». En otra sesión , celebrada el 29 de septiembre siguiente, el señor Nieto rogó que se completase la Junta, lo que se realizó en la se sión de 6 de octubre del mismo año, con la inclusión de los seño res Don Francisco Insa Sempere, Don José Capilla Beltrán, Don Luis Nieto García, Don José Ors Ferrándiz y Doña Consolación Olaso !borra. Sin embargo, tras estas gestio nes y acuerdos que parecían dar a entender que la Junta Municipal estaba dando pasos firmes en el logro definitivo de la biblioteca, el silencio caía nuevamente sobre los libros municipales de actas, no apareciendo en ellas nuevos textos demostrativos de que la cuestión de la biblioteca fuera una preocu pación constante para los compo nentes del Consejo Municipal. Tendrían que llegar los años dramáticos de nuestra guerra ci vil para poder hacer referencia a la constitución de unas bibliotecas semipúblicas, por estar regidas por organizaciones políticas o sindica les, y situadas en locales requisados a personas o entidades considera- das como desafectas al régimen dominante y formados sus fondos por libros también requisados en diversos locales o casas particula res, antes propiedad de personas calificadas dela misma manera, con las graves consecuencias que en ocasiones podían originarles a dichos propietarios. Aunque en cada Ateneo o local sindical, de los que hubo un buen número en Elda, había a disposi ción de sus visitantes o afiliados una colección más o menos exten sa de libros, la de mayor importan cia que recordamos fue la que se instaló en el chalet que se conocía popularmente como «de Rodolfo » por haber sido propiedad del in dustrial de calzado don Rodolfo Guarinos Vera , en la calle Jardines, esquina a la actual calle Menéndez ba revistas como Estudios o La No vela Ideal y autores como Federica Montseny y Federico Orales, junto con otros y otras de parecida temá tica libertaria. El fin de la guerra significó el final de estos centros junto con sus bibliotecas, devueltos los li bros a las personas o entidades conocidas como sus dueños y pa sando aquellos que no fueron re clamados a los nuevos locales de Falange Española , Frente de Ju ventudes o Sindicatos. Pero es tas colecciones de libros tuvieron más bien una función decorativa pues nunca o casi nunca se les dio carácter de públicos a los centros que los guardaban. Así continuó la situación de inexistencia de una biblioteca pú blica en Elda hasta que las llama- Tendrían que llegar los años dramáticos de nuestra guerra civil para poder hacer referencia a la constitución de unas bibliotecas semi públicas Pelayo, frente a la popular tienda de ultramarinos conocida como «de la Mahonesa » y a la torrecilla de distribución eléctrica que poco después serviría de torre campana rio a la iglesia provisional de Santa Ana, que suplió las funciones de la antigua iglesia, arrasada totalmen te en 1936. El salón de lectura de este cen tro llamado Ateneo Libertario, lo cal de reuniones del Sindicato que lo dirigía, era amplio y luminoso, bien dotado de sillas y mesas para la lectura y con una cantidad de li bros bastante elevada , del que mu chos jóvenes hacían uso frecuente, aunque naturalmente predomina- das de atención de los redactores de una modesta publicación elden se, Dahellos, aparecida en 1949, vi nieron a despertar un movimien to reclamando la existencia de la misma, volviendo a tomar la ini ciativa como antaño lo hicieron los lejanos periódicos locales El Bien general e Idella, y que finalmente, ya en los años cuarenta y cincuen ta, se consiguió gracias al empeño puesto en lograrla por unos pocos y el apoyo de personajes notables de la localidad con autoridad so cial o política o sin ella, pero con la autoridad moral de defender una causa justa y beneficiosa para la cultura local. Historia 19 DON ENRIQUE PUIGCERVER, ALCALDE DE ELDA Las entrañables amistades: • , 1ro, , • a u 1, Tato, Capilla ... A l término del año 1926 o principios de 1927, la familia Puigcerver, Don Enrique, su esposa Doña Purificación y sus tres hijas, traslada su hogar alicantino a la cercana Elda, donde establecerá su residencia a lo largo de ocho años. Por aquel tiempo, Don Enrique ronda la cuarentena, es persona inteligente, culta y dotada de cierta distinción. En su mocedad cursó estudios en la Escuela Superior de Comercio de su Alicante natal y obtuvo el título de Perito mercantil. Gran aficionado a los deportes, practicó el tenis y el remo, distinguiéndose en el ejercicio de ambos . Dotado de sensibilidad y predisposición a escribir, colaboró en diversas publicaciones alicantinas, en especial en el Diario de Alicante. Solía firmar sus trabajos con el poético seudónimo de Florisal y, para sus crónicas deportivas, utilizaba el de Swft. Socialmente, Don Enrique gozaba de muy buenas relaciones y, entre sus escogidas amistades, destaca la entrañable con el excelso escritor Gabriel Miró. JULIO CAPILLA BELLOT 20 alborada 2001 Enrique Puigcerver Foglietti, alcalde de Elda desde el 30 de octubre de 1934 al 27 de julio de 1935. (Archivo Biblioteca Gabriel Miró). Al establecerse con los suyos en la fabril y dinámica capital del calza do, la dedicación de Don Enrique consistiría en representar comer cialmente a la importante y acredi tada empresa La Tenería Moder na Franco-Española , con sede en Mollet del Vallés (Barcelona), es pecializada en el curtido de pieles destinadas a la fabricación de za patos. Para desempeñar con éxito esta actividad le sobran condicio nes personales y cuenta con ex pe riencia comercial, condición esta última demostrada en su época de permanencia en América del Sur, a donde partiría desde el puerto de Vigo en 1909. Gabriel Miró, amigo entrañable de Enrique Pu igcerver. Llegado a Buenos Aires, Don Enrique inicia su periplo ameri cano, su «hacer las Américas». En aquellos días de proyectos e incer tidumbre s sumaría experiencia y obtendría frutos de indudable pro vecho al regresar a España. En Argentina contó con la valio sa amistad del ingeniero alicantino, PROVlNgA Et ~L!_~ AYUN TA MIENTO DE ELDA . _ . e en udod por Ordon del Mi. n:stA r:o de la Gobermiclón !ec!la 8 de Agosto do 1934 (Caceie. del 9). José Capilla. Anverso del carnet de funcionario municipal. también escritor, Ernesto Chápu li, afincado desde hacía un año en Buenos Aires y, hasta cierto punto , impulsor de la aventura america na de su amigo Enrique. La rela ción con Ernesto Chápuli supuso para el recién llegado un apreciable punto de apoyo al comienzo de su estancia en Argentina. Además de su actividad en «ministrar empre sas)1 l, Don Enrique no abandonó su vocación periodístic a y sus ar tículos son publicados en las pá ginas de la prensa bonaerense, es pecialmente en el Diario Español de Buenos Aires. No por ello dejó de hacerlo también en el Diario de Alicante, medio que le permitiría no perder el contacto con su año rada patria chica. Cartas autógrafas de Gabriel Miró De su etapa americana, es de inte rés extraordinario, sobre todo por su contenido biográfico, las cartas autógrafas de Gabriel Miró diri gidas a su entrañable amigo En rique. En el contenido de dichas cartas queda patente la sensibili dad y espiritualidad del autor de Las cerezas del cementerio, escritas con total sinceridad, con el corazón en la mano, sin ocultar sus proble mas, tanto los de índole familiar como los relativos a la profesión de escritor, que acibaran su vivir. En una de aquellas cartas, la fechada el 8 de enero de 1910, entre otras cosas, Miró le confiesa a su amigo Enrique: « ... He padecido muchas ca lamidades y la última ha sido la cesantía del cargo de cronis ta. La prensa ha protestado, yo pensé en emigrar ... » Algo más adelante añade: « ... Pero mis protectores, mis mecenas alicantinos me creen inútil y me echan. ¡Oh, si yo no tuviese la dulcísima res ponsabilidad de padre! Acaso te pidiese un hueco en alguna de esas empresas que ministras». Desde la distancia, el entrañable amigo pretende, con desigual for tuna, conseguirle a Miró colabora ciones en los diarios americanos. Incluso hay el propósito de lograr la edición de alguna de las novelas de Gabriel Miró; pretensión que no llega a cuajar. El escritor alican tino, por aquel entonces , deplora recibir de la prensa americana más elogios que dineros para alivio de sus apuros domésticos. En el otoño de 1928, en el ho gar eldense de los Puigcerver, si tuado en el moderno chalet cono cido como El Alminar (2J, acontece un felicísimo suceso que colma de alegría a todo el clan familiar: el nacimiento de un hijo varón des pués de tres niñas. Al recién nacido se le impondrá el nombre de Ga- Historia 21 briel. Una hermana del padre y el escritor alicantino serán los padri nos del niño, que recibirá el bau tismo en la iglesia parroquial de Santa Ana de Elda. Gabriel Miró, residente en Madrid, acepta el pa drinazgo de su tocayo, pero no po drá asistir a la ceremonia. Com promisos ineludibles motivados por su cargo de Secretario de los Concursos Nacionales de Protec ción a las Bellas Artes le impiden desplazarse a Elda. Año y medio más tarde, fallecía Gabriel Miró en su hogar madrileño a consecuen cia de una peritonitis. El día del entierro, 29 de mayo de 1930, una lluvia torrencial caía sobre Madrid. Don Enrique Puigcerver fue de las pocas personas a quien la familia de Gabriel Miró permitió perma necer junto al cadáver del escritor . Don Enrique formó parte de la co mitiva fúnebre y estuvo presente en la inhumación del cuerpo de su entrañable amigo en el madrileño cementerio de la Almudena. Alcalde de Elda En la Alcaldía popular de la Fide lísima ciudad de Elda, durante los seis años transcurridos desde la instauración de la Segunda Repú blica hasta el estallido de la Gue rra Civil, se sucedieron, nada más y nada menos, seis alcaldes. Uno de ellos, Don Enrique Puigcerver, se sostuvo en el cargo unos nueve meses; otros apenas permanecie ron un mes. A raíz de los sucesos revolucio narios de octubre de 1934, con el epicentro en Asturias y repercu siones en otras zonas de España, Elda no queda al margen de los acontecimientos y sufre sus con secuencias. Por ese motivo, el Go bernador Civil de Alicante cesó al alcalde de Elda en ese momento , Don Joaquín Vera Pérez. Para sus- 22 alborada 2007 tituirlo, la Comisión Gestora de signada por el Gobernador, en la cual figuraba Don Enrique, eligió a éste para cubrir la vacante de Alcal de, función que desempeñó desde el 30 de octubre de 1934 hasta el 27 de julio de 1935, fecha de su di misión. Lo limitado del tiempo de su mandato y el enrarecido clima político-social le impidieron llevar a cabo sus proyectos municipales. Puso gran empeño en dotar a Elda de una escuela profesional en don de los jóvenes eldenses tuvieran la posibilidad de especializarse en los oficios implícitos de la fabricación de calzado. Éste y otros proyectos quedaron en suspenso a la espera de tiempos más propicios que, sin duda, llegarían con el paso de los años. El Ayuntamiento de Elda, con Don Enrique Puigcerver de Al calde, tuvo el acierto de nombrar «Hijo Benemérito de la Ciudad» al escritor Miguel Tato Amat. Este EL ALMINAR Elda 8 de octubre de 1930 Mi querido Capilla: consumado espécimen y recalci trante republicano hasta el fin de su existencia había ejercido de cro nista de Elda y aquí fundó y diri gió el semanario El Vinalapó. Bue na parte de su vida transcurrió en Madrid. En la capital de España ejerció el periodismo y se relacionó con la clase política y sus ambien tes durante la Segunda República. El Gobierno , en 1936, le otorgó el título de «Caballero de la Orden de la República », homenaje al que se sumó su pueblo concediéndole el título citado anteriormente. El sobrino del escritor Pío Ba roja, Julio Caro, en su libro Lo s Ba raja, cita a Miguel Tato Amat como uno de los contertulios que , en los años de la posguerra, en la época franquista, acudía a la tertulia del madrileño Café Varela, célebre por su clientela de índole intelectual. Y de él nos dice: «Tato y Amat era el último re publicano decimonónico que ha Le escribo con la más viva emoción. No sé, ni podría hacer frases. Pocas veces he agradecido como en esta ocasión presente un regalo. Conocía -y amaba ya- su trabajo, esa honrada, sabia y generosa contribución al conocimiento de la obra de nuestro Gabriel Miró; porque para ello me interesaba vivamente, me tomé la libertad de leer sus pruebas de imprenta en casa de Vidal. Pero ahora lo poseo -con una dedicatoria que me ha arrancado lágrimas para leer, releerlo y guardarlo junto con los libros de Gabriel. Sentía respetuosa admiración por su inteligencia; hoy, a aquella, se une un verdadero cariño de hermano en orfandad, esa especie de masonería que debe ser el aglutinante de los amigos u «obligacionistas» de Gabriel Miró Acepte un abrazo de su amigo, E. Puigcerver vivido en España. Tenía una ino cencia de paloma y tan gra nde era su apego a los principios de la revo lución del 68, que la República de 1931 le cogió de sorpresa a pesar de que ella en sí nos parece un ana cronismo. Tato era de los republi canos de grandes barbas y duran te todo el comienzo de este siglo participó en sinfín de mítines y ce remonias de carácter republicano, primero en la Unión Republicana, luego en el Partido Radical. A ve ces contaba anécdotas que tenían gracia, pese a la falta de humor del que las contaba, hombre tan bueno como serio e inocente ». Don Enrique Puigcerver, en su condición de Alcalde, y mi padre -Jos é Capilla- en la de Oficial de Secretaría, desempeñaron en la misma época sus funciones en el Ayuntamiento de Elda. Ambos confraternizaban en su admiración y devoción por Gabriel Miró y su obra literaria. Cuando a principios de 1930, el mismo año de la muer te del autor de Años y leguas , mi padre edita su ensayo El paisaje ali cantino en la obra de Gabriel Miró, sencillo homenaje al llorado escri tor, y le dedica un ejemplar a Don Enrique, éste le corresponde con una emocionada carta que trans cribimos Íntegramente. Don Enrique tuvo la gentilez a de facilitarle a mi padre las cartas que tan celosamente guardaba de su amigo Gabriel, auténtico tesoro epistolar. Cartas que mi progeni tor leyó con especial interés y copió mecano gráficamente. Liberado de su responsabilidad de Alcalde , cargo que desempeñó con acierto y honestidad, Don En rique y los suyos retornaron a su hogar alicantino. Durante los años de su estancia en Elda, la familia Puigcerver-Roma dejó constancia de su distinción y estilo. En la so ciedad eldense de la época perma- IL PAISAJ~ ALICANTINO ~N LA OBDA D~ ~ABRIIL MIRÓ GLOSA POR Ano 1900 Tlpogra ffa Moderna ELDA Portada del libro de José Capilla sobre la obra de Miró. neció el recuerdo de aquella familia singular. Notas l. E xpresión utilizada por Gabr iel Miró. 2. Pese al tiempo transcurrido y a la vora cidad inmobili aria, El Alminar sigu e en pie. Fuentes consultadas - RICO GARCÍA, Manuel: Ensayo bio gráfico de escritores de Alicante y su pro vincia. - RAMOS PÉREZ, V icente : Vida de Gabrie l Miró. - NAVARRO PASTOR, Alberto: His toria de Elda, tomo II. Historia 23 El patriotismo economicista de em ere • uar1nos R egreso de nuevo, si bien con algunos años de dilación, a las páginas de esta estupenda revista con una modesta colaboración sobre un tema ya recurrente en mi haber historiográfico: Juan Sempere y Guarinos. Este ilustre eldense es un saco sin fondo en la producción intelectual, dentro de la amplia temática propia de la Ilustración española. Su curiosidad abarcó campos tan diversos como la crítica literaria, la economía, el derecho privado y público, la beneficencia social, la estética y la moral social, etc. Pero fue una curiosidad ubicada siempre bajo la clave de bóveda del «espíritu ilustrado», es decir, impulsada por la querencia reformista, con la vocación de modernizar, engrandecer y, al mismo tiempo, europeizar España. Un viejo problema que, dicho sea de paso, ha tenido que esperar más de dos siglos, desde los planteamientos de los Sempere, Campomanes, Jovellanos ••• , para comenzar a resolverse. En ese sentido, Sempere se sentiría legítimamente orgulloso del triunfo del Estado de Derecho en la España actual. JUAN RICO GIMÉNEZ Por eso viene bien, según creo, in troducir la palabra «patriotismo » ya en el título mismo de esta nue va exposición de la laboriosidad de Sempere y Guarinos, quien, en 1804, en que escribía las páginas que a continuación transcribimos, tenía la sazonada edad de 50 años , y llevaba quince desempeñando con rigor y eficiencia las tareas pro- 24 alborada 2007 pías de la fiscalía de lo civil en la Real Chancillería de Granada. En efecto, el reformismo patrio ta de Sempere se refleja con toda claridad en el «Prólogo » con que encabezó el tomo III de su Biblio teca española económico-política (de los cuatro que publicó, en las pren sas de Antonio Sancha , en Madrid, entre 1801 y 1821). La Biblioteca en su conjunto es una obra de di vulgación de temas económicos, jurídico-políticos y sociales en la que se mezcla el trabajo original del propio Sempere, junto con re copilaciones de trabajos de otros españoles empeñados en la tarea reformista, muchos de ellos inédi tos y que son sacados a la luz tras una concienzuda y encomiable la ~--:,1~~- .... - .,-: .--:.:.:.~ .~.o~ Aguador. bor investigadora en archivos y manuscritos llevada a cabo por el fiscal de Granada. Como era habi tual en aquellos tiempos, Sempe re aseguró la primera divulgación de la obra estableciendo un siste ma de suscripciones periódicas (de números sueltos, que luego com pletarían los cuatro tomos) entre gente más o menos importante en la sociedad española. Pero, vaya mos al grano y leamos ese «Prólo go» referido, donde constataremos la defensa de la ciencia económica como instrumento necesario para el establecimiento de una política desarrollista moderna. Sempere dixit : «He dado fin a los doce nú meros ofrecidos en la suscrip ción a mi Biblioteca econó mico-política y, aunque en las Naranjera. entregas ha habido mucha re tardación, sin culpa mía, creo que no he faltado a los suscrip tores en la parte más esencial, que es el desempeño del plan propuesto y ofrecido en el pros pecto. Los informes de la Sociedad Económica [de Madrid], y del Ilustre Colegio de Abogados de Madrid, que han censurado mi obra, de orden de S. M., y los dictámenes de otras personas doctas e imparciales, me confir man en el juicio que he formado de su importancia y me estimu lan a su continuación». La economía política es una ciencia nueva. Algunos autores no le dan más que siglo y medio de antigüedad. 1 Y, a la verdad, si se re- gistra la historia literaria universal, apenas se encontrará algún autor que merezca el nombre de político economista antes del siglo XVII. No faltaron antes de aquel tiem po algunos arbitristas, los cuales se ocupaban en discurrir y presen tar proyectos para recoger dinero, como los había también para en contrar la piedra filosofal. Pero ta les proyectistas están tan lejos de merecer el nombre de buenos po líticos como los alquimistas el de buenos filósofos. En España es algo más antigua la economía civil, por sus parti culares circunstancias. Habiendo sido la Monarquía más poderosa de toda Europa en el siglo XVI, empezó a decaer de su opulencia a fines del mismo siglo, y con más precipitación en el siguiente. Historia 25 Veía que su grandeza se iba disminuyendo, ya con pérdidas de plazas y provincias, ya con derro tas y naufragios de sus escuadras; con la despoblación; con la ruina de su agricultura, fábricas y co mercio; con la desaparición de los tesoros de sus minas; y con otras señales infalibles de languidez y decadencia. El Reino advertía estos males, y no acertaba con los remedios, por que aunque la política diplomática había hecho grandes progresos, la economía era casi absolutamente desconocida. Así es que las Cortes presen taban con mucha frecuencia pe ticiones las más impolíticas y re pugnantes al bien que solicitaban, y que aun los ministros más afa mados, o no conocían los verda deros principios de esta ciencia, o no eran muy consiguientes en su aplicación. 2 Gaspar de Pons, Consejero de Hacienda de Felipe II, cuando por una parte establecía el indubitable y luminoso axioma de que el me dio más principal de beneficiar y aumentar la Hacienda Real consis te en enriquecer a los vasallos, por otra proponía leyes muy contrarias al trabajo y a la industria, que son la base fundamental de la riqueza de las familias y de todos los es tados.3 Los inevitables errores de una ciencia nueva En una ciencia nueva y no enseña da en las escuelas, ni [en J escritos de autores particulares, no es ex traño que se cometieran errores y equivocaciones. Así se han forma do todas las artes y ciencias. Po cos hechos no bien observados por unos; rectificados por otros; com parados por sus sucesores, e ilu minados por ciertas circunstancias 26 alborada 2007 favorables. Tales han sido los orí genes y progresos de todos los co nocimientos técnicos y científicos; y tales lo han sido también los de la Economía Política. 4No es poco lo que adelantaron en ella Mon eada, Navarrete, Cevallos, Mata, Osorio y otros buenos españoles del siglo XVII. Sin más auxilio que su talento, estimulado por el pa triotismo. 5 Mayores hubieran sido los pro gresos de la Economía política si las obras de aquellos bien intencio nados escritores fueran más leídas y apreciadas. Pero como la mate ria sobre que trataban era nueva, no se enseñaba en las escuelas, ni entraba en el plan de los estudios prescritos para el goce de preben das y empleos civiles; se miraban con indiferencia y como de mero pasatiempo; las leían pocos, y aún algunos las despreciaban como sueños y delirios. «Muchas personas -decía el señor Conde de Campoma nes- han despreciado esta espe cie de papeles y escritos políticos, tachando de proyectistas a sus autores. Me parece que se debe hacer diferencia. Una, de los que Verdulera. estudian con exquisitas maneras y ambages en gravar al público con arbitrios, o en lisonjear para ha cer ellos su fortuna arruinando la de otros. Semejantes proyectos con razón merecen el odio y la censura pública; porque sus autores prefie ren el interés particular al bien de la Nación en cuanto proponen. No son de esta calidad aquellos es critores económicos que, desnudos de miras personales, nada piden para sí y abogan por el bien de los demás. ¿Qué acto más caritativo con sus prójimos y compatriotas? Cuando no acierten, es recomen dable su buena intención y celo. En tales escritores siempre se en cuentran hechos y cálculos utilísi mos sobre qué discurrir y compa rar fundadamente.» 6 Para los mayores adelantamien tos de esta ciencia proponía el Dr. [Sancho de J Moneada el estableci miento de una Cátedra de Política en cada Universidad de España, y la fundación de otra nueva Univer sidad en la Corte, destinada única mente a su enseñanza. 7 En efecto, en los Estudios Rea les, erigidos por Felipe IV en el Colegio Imperial de Madrid, a car go de los jesuitas, el año de 1726, se puso una Cátedra de Política y Economía. Mas aquella cátedra lo fue sólo en el nombre, por las ra zones que refiere el señor Casafon da en su Diálogo sobre la literatura española. 8 Sería muy conveniente su res tablecimiento y propagación a las demás Universidades del Reino, en lugar de otras muchas cátedras que existen de Jurisprudencia, mucho menos importantes para la debida instrucción de los Jueces y Minis- tros. «Los que han de ser Corregi dores, Alcaldes mayores, Inten dentes, o Togados -dice también el Sr. Campomanes- necesa riamente están en obligación de conocer el sistema político de la Monarquía; los principios de su felicidad; su estado actual, y los medios de favorecer la causa pú blica, en los casos que les ocurran o prevean respectivamente. De otra manera, rigiéndose por prin cipios tradicionales y casuales, se incide tal vez en contradicción in voluntaria, y no se logra la utili dad común, que desea el mismo que sin quererlo la retarda, por falta de una instrucción sólida de la Economía política.» 9 El gobierno ha dado ya algu nas órdenes para suplir de algún modo la falta de esta enseñanza en las Universidades, fomentándo la en las Academias de Jurispru dencia, y mandando que los pre tendientes a los Corregimientos y Alcaldías mayores, entre otras diligencias, presenten una diserta ción o comentario sobre las leyes y capítulos de Corregidores que, por la mayor parte, tratan de la policía y gobierno económico de los pueblos. 1 0 Para llevar a efecto estos buenos deseos de S.M. y del Consejo, será muy conveniente esta Biblioteca, en la cual se encontrará resumido lo mejor de cuanto se ha escrito en España sobre la Policía y Economía política, como puede comprender se por la lectura de los tres tomos que quedan publicados. Su autor ha puesto, y pondrá particular cuidado en escribir con la moderación correspondiente a su naturaleza y a su destino. La primera obligación de un vasallo, y mucho más de un Magistrado, es respetar las leyes, costumbres y opiniones de su Nación; y, aun cuando crea que algunas deben co rregirse, proponer su dictamen sin aspereza ni acaloramiento. Notas SAY: Tratado de economía política. [JEANBAPTISTESAY(1767-1832), economista francés, uno de los funda dores de la economía política burguesa. En su «Tratado de economía política» , Say desechó por completo la teoría de Adam Smith sobre el valor por el traba jo. Say Identificaba el valor con la utili dad (es decir, con el valor de uso), que es fruto de tres factores: el trabajo, el capital y la naturaleza (la tierra)]. En adelante, las citas entre corchetes son mías, así como las que eventualmente aparecen en el texto, y el resto de Sem pere. En este caso, vemos que Sempere estaba al tanto de las teorías económicas más avanzadas de su tiempo. Pueden verse algunos ejemplos en mi Historia del lujo y de las leyes suntuarias de España. Y en mi Memoria sobre la Ren ta de Población del Reino de Granada. Véase su artículo (sobre este personaje], en el tomo I (de esta Biblioteca J Vendedor de agua de cebada. (Aquí realiza Sempere una declaración clara de sus convicciones sobre el sopor te empírico de la ciencia en general, que es la perspectiva que se ha ido imponien do poco a poco en Europa desde el siglo XVI, frente a la perspectiva esencialista y deductiva propia de la Escolástica J (Se trata de los más destacados auto res del llamado arbitrismo español, cuyas obras Sempere conocía bien.] Apéndice a la Educación popular, Parte I, Advertencia, pág. 10 Restauración política de España, Discur so 8. Impreso en el Semanario Erudito, de don Antonio Valladares, tomo 28. (CAMPOMANES, op. cit.] , pág. 51 10 Real Decreto de 1° de Octubre de 1783. (El concepto ilustrado de «policía» se refería, grosso modo, a la función de Ad ministración general del Estado, y aún no estaba restringido a su función re presora actual J Historia 27 CRISIS ECONÓMICA MUNDIAL Y PRODUCCIÓN ZAPATERA EN ELDA • • 1ar10 de un cortador: 1929-1936 M i aportación al estudio de la industrialización en Elda se basa en el diario (libreta, lo llama él) que un cortador monovero, Antonio Martínez Martínez, trabajador de la Fábrica Hijos de Gabriel Vera García, escribió ininterrumpidamente entre el 1 de enero de 1929 y el 31 de diciembre de 1936 «con el fin de saber todos los fines de año los días que he trabajado y las pesetas que he ganado+ El Diario llegó a mis manos hace unos años, cuando un amigo mío, Ángel López~Guerrero, lo encontró en la basura y consideró que podía interesarme como historiador. BALTASAR PALICIO MAESTRE Son varios los libros que tratan el proceso de industrialización eldense, por no hablar de los nu~ merosos estudios e investigacio~ nes publicados en ALBORADA. Pero la relevancia de este artículo se fundamenta en que rompe uno de los mitos de la historiografía eldense (basada en libros de otros autores que no demuestran cómo llegan a las cifras que ofrecen): aquel que mantiene que el calza~ do, durante la República, estaba 28 alborada 2007 UNA CU RÍO S iD AD . EN 1929 en expansión, pese a que dispo~ nían de datos que les permitían inferir lo contrario. Hay que des~ tacar que mi tesis, de que la indus~ tria del calzado salió muy tocada por la crisis económica mundial, se basa en una fuente de prime~ ra mano, el diario de un orgullo~ so cortador que precisamente lo escribió para saber cuántos días Contraportada del Diario de Antonio Martínez Martínez. trabajaba y cuánto dinero ganaba, por lo que los datos y su significa do son indiscutibles. Una vida marcada por la adversidad Nacido en Monóvar en 1901, hijo del jornalero Antonio Martínez Vi cent y de Dorotea Martínez Bel mar, Antonio tuvo una vida corta y marcada por las adversidades. Nada sabemos de su vida antes del 3 de febrero de 1925, momento en que entró a trabajar de cortador en la fábrica de Gabriel Vera García , se gún señala en la primera página del Diario, pero siguió ligado a los Vera y la industria del calzado como mí nimo hasta el 31 de diciembre de 1936 , y posiblemente hasta el mo mento de su muerte , sin descen dencia, que tuvo lugar en Elda el 1 de enero de 1929. 14 de septiembre de 1938, a las 6 de la mañana, en su casa de la calle Justamante, número 12, cuando su joven y cansado corazón sufrió un Visita a Elda del presidente de la República, Niceto Alcalá Zamora, en 1932. colapso. El 3 de agosto de 1936 fue nombrado miembro del Comité de Investigación de Socorro del recién constituido Comité de Abastos. Historia 29 Anotaciones en el Diario durante la huelga del hilo (1930). Lo que le motivó a escribir fue que el empresario para el que traba jaba desde el 3 de febrero de 1925, Gabriel Vera García -miembro de una de las más grandes y antiguas familias zapateras de Elda (Vale ro, 80-81)-, inaugurara la nueva fábrica a la que se incorporaría Antonio. Según sus propias pala bras: «pues para tener un recuerdo, pues ellos inauguran su fábrica y yo inauguro mi libreta». Las anotaciones de Antonio Martínez están estructuradas se manalmente y en cada página, pre sidida por el correspondiente año, lleva la cuenta de dos semanas, con las anotaciones correspondientes a los 14 días, especificando el núme ro de horas trabajadas y la cantidad cobrada cada día, lo que permite conocer los sueldos reales de un cortador, semana tras semana, in cluidas las horas extraordinarias. Al final de cada semana, en una línea, Antonio resume los días tra bajados, las horas (días no trabaja dos al completo por diversos mo tivos) y las horas extraordinarias 30 alborada 2007 realizadas, así como la cantidad total cobrada. En una línea poste rior, anota las cantidades corres pondientes a cada concepto acu muladas a lo largo del año hasta el final de cada semana. El Diario ofrece, pues, datos de primera mano sobre el número de días y horas trabajadas por un cortador en una de las principales empresas de calzado de Elda du rante el agitado periodo, tanto en lo político como en lo económico, comprendido entre 1929 y 1936, lo que nos permite establecer, sin ningún género de dudas, la fecha y el número de días trabajados en la fábrica y por tanto, aunque de for ma indirecta, la producción máxi ma estimada de la misma. También el número de jornadas de trabajo clamación de la República, el ac ceso de los socialistas al gobierno en coalición con los republicanos, el alzamiento franquista y la revo lución social fruto de la respuesta de los trabajadores a este último también está presente en el Diario de Antonio Martínez, con comen tarios personales que muestran la radicalización de sus planteamien tos desde 1934. La producción de Hijos de Gabriel Vera Dado que no disponemos de los libros de contabilidad de la em presa y no sabemos, por tanto, el número exacto de pares fabricados ni la cronología y evolución de la producción, el Diario de Antonio Lo que le motivó a escribir fue su incorporación a la nueva fábrica del empresario Gabriel Vera García, «para tener un recuerdo, pues ellos inauguran su fábrica y yo inauguro mi libreta» perdidas por «falta de faena», fies tas de guardar, vacaciones o con ocasión de los diferentes conflic tos laborales, sindicales o políticos promovidos por los trabajadores. Además, al anotar en el Diario las retenciones salariales a que le so mete la empresa, nos permite si tuar en el tiempo los problemas de liquidez de la misma. La historia de España entre 1929 y 1936 -sacudida por una serie de convulsiones políticas, económicas y sociales que com prenden el fin de la Restauración, la dimisión del general Primo de Rivera, que arrastra tras de sí la caída de Alfonso XIII y del pro pio régimen monárquico, la pro- Martínez, con sus escuetas y con cisas anotaciones, permite un pri mer acercamiento a la misma me diante el recuento del número de jornadas trabajadas cada año en la fábrica, que están perfectamente identificadas en tanto que se ha llan registradas en el Diario. De esta forma he elaborado un cuadro con las jornadas productivas de la fábrica que muestra el poderoso impacto de la crisis y su evolución en el tiempo. En cuanto al número de pares de calzado producidos, lo he cal culado a razón de 1.500 pares dia rios, capacidad productiva declara da por la empresa en un anuncio de 1933 publicado en la revista El Cronista, de orientación republica na y bien informada de la indus tria del calzado, la banca y la vida de las organizaciones patronales y obreras (Palicio Maestre, 1994). Ciertamente, no sé con seguridad si antes de 1933 la fábrica tenía esa capacidad productiva, pero cabe suponerlo, habida cuenta que fue inaugurada en 1929 y que la cri sis económica internacional pro vocada por el crack de la Bolsa de Nueva York de septiembre de ese año comportó una contracción del comercio y de las inversiones. En cualquier caso, para lo que interesa a este estudio, lo impor tante no es tanto conocer el nú mero exacto de pares fabricados como establecer la cronología de la crisis sufrida por Hijos de Ga- Manifestación de las organizaciones obreras. briel Vera García y, por extensión, por el calzado eldense, entre 1929 y 1936, una crisis que la afectó has ta el punto de obligarla a reducir las jornadas. Los datos muestran que la crisis afectó de forma pro funda la producción de Hijos de Gabriel Vera: en 1935 producía un 18% menos (72.000 pares) que en 1929. Si atendemos al número de jor nadas trabajadas, resulta evidente que Hijos de Gabriel Vera pasa por dos etapas distintas. La primera, de 1929 a 1932, se caracteriza por la continua disminución del número de jornadas trabajadas, primero sua vemente, en 1930, para luego sufrir una abrupta caída en 1931y1932, cuando el número de jornadas se reduce en un 28%, por el impacto de la crisis económica mundial, que alcanzó de lleno a la empresa. La segunda, de 1933 a 1936, una vez que la empresa logró re cuperarse parcialmente de la crisis y con el Banco de Elda ya en mar cha, marcada por una tímida recu peración del número de jornadas trabajadas, que todavía se sitúan, con ligera tendencia al alza, un 18% por debajo respecto a 1929. El año 1936 merece un análisis más detallado, ya que las cifras del primer semestre muestran una ace lerada disminución de las jornadas trabajadas, lo que parece indicar un repunte de la crisis comercial. En cualquier caso, la insurrección mi lit ar franquista de 1936 cerró las tímidas posibilidades de desarrollo iniciadas en 1933. Historia 31 Un comienzo prometedor: 1929 La nueva fábrica, que producí a cal zado de fabricación y manufactura en jornada de 8 horas de lunes a sábado, fue inaugurada la mañana del miércoles 2 de enero de 1929, comenzando a trabajar esa misma tarde, según deja anotado Anto nio Martínez, aunque de forma un tanto desorganizada, puesto que él mismo no pudo incorporarse al trabajo hasta el miércoles por la tarde, por no haber sido avisado con antelación. Al terminar el año, tras 266 días de trabajo , en los que Antonio rea lizó 56,5 horas extraordinarias, ha bía producido 399.000 pares y su perado el primer conflicto laboral interno. Sin embargo, dos proble mas ensombrecían el prometedor comienzo: la escasez de pedidos (la «falta de faena», señalada por Antonio Martínez), y la falta de li quide z de la empresa. La falta de pedidos se hizo patente cuando la fábrica dejó de producir durante 4 días a finales de mayo y principios de junio. Y reapareció en el segun do semestre, cuando cerró 2 días a finales de agosto, 2 a principios de octubre y 11 días en diciembre. Los problemas de liquidez sa le n a la luz el sábado 14 de sep tiembre de 1929, día en que , según Antonio Martínez, « se ha traba jado, pero se queda en Caja según / .. Oooa11Yo Pro-Mooomeoto de los ·Mártires de A1torlal Donati110 : 10 céntimos. Donativo para la construcción del monumento a los «martires de Asturias ». 32 alborada 2007 un acuerdo que la fábrica ha toma do desde hoy, y a hora lo pondrá de menos y cuando se cobre lo pondrá de más.» Es decir, que la empresa, cabe suponer que para hacer frente a sus necesidades económicas y/ o financieras, decidió retener en su «Caja » los salarios de un día de los trabajadores, salarios que no devol vió hasta el 29 de diciembre. El devastador azote de la crisis: 1930-1932 El año 1930 la fábrica abrió sus puertas 120 días ha sta el 5 de ju lio inclusive, con una producción estimada de 180 .000 pares, bas tante por debajo de los 138,5 días y los 207.750 pares producidos en el mismo periodo del año anterior. Las horas extraordinarias de Anto nio se reducen a 4 en el primer se mestre (frente a las 41 del año an terior), y la empresa tuvo que hacer frente a la principal huelga de la provincia (Forn er, 188-189), la «huelga del hilo », que se extendió del 26 de marzo al 23 de abril. Pero no es menos cierto que la falta de pedidos y los problemas de liquidez se acentuaron durante el primer semestre de 1930. La fábri ca cerró 2 días a finales de mayo y 7 días en junio ( 5 más que en el mis mo periodo del año anterior) y re currió a la retención salarial el 4 de enero y el 26 de abril. Teniendo en cuenta que los días sin trabajo y las retenciones salariales se acumulan en el segundo semestre a lo largo del periodo estudiado , cabe supo ner que la segunda mitad del año fue peor y que es en este momento cuando comienza a hacerse notar la crisis económica mundial, que se dejará sentir con toda su crudeza a lo largo de 1931y1932. Pero nada sabemos del resto del año, porque el 7 de julio Antonio Martínez se marchó a trabajar a la fábrica de Miguel Payá, de Monóvar , y no vol vió a Hijos de Gabriel Vera hasta el 29 de diciembre de 1930. Las cosas empeoraron significa tivamente en 1931 y, ante la falt a de pedidos, la empresa hizo abundan te uso del cierre y de la retención salarial para hacer frente a la crisis económica mundial, que provocó una «fortísima contracción delco mercio mundial con tasas de paro del 25 por 100 en el Reino Unido y Norteamérica, y muy superior es en Alemania », y al aumento de los costes laborales como consecuen cia de las alzas salariales y de las mejoras sociales conseguidas con la República (García Delgado y Ji ménez, p. 88-91). Tras un primer trime stre sin días de paro forzoso y con 36 horas extraordinarias de Antonio, la fá brica trabajó un total de 191,5 días ( 64 menos que el año anterior) y produjo 287.250 pares, 96.000 por debajo de 1930. Acabadas las fiestas de Semana Santa, el 10 de abril comienzan los días sin tra bajo por «falta de faena », que su marán 104 ,5 días hasta finales de año , afectando a todos los meses y las campañas de verano e invierno. Así, en mayo se dejaron de trabajar 13 días, 15 en junio, 12 en agosto y 19 en diciembre. Con 9 días sin trabajo se hallan los meses de abril , octubre y noviembre , mientras que julio cuenta con 8 y septiembre con 6 días de paro forzoso. La falta de liquidez era tan ago biante que la empresa recurrió a la retención salarial en doce ocasio nes a lo largo del año. A diferencia de las retenciones de 1930, las de ahora tienen todas una cadencia de devolución de un mes o menos, excepto la del 3 de enero, que es de 2 ,5 meses: 8 son semanales, 2 de tres semanas y 1 de un mes . Hubo meses , como junio y agosto , en los que la empresa retuvo sueldos en dos ocasiones. Por el contrario, sólo febrero y julio estuvieron exentos de retenciones. Y todavía fueron peor las co sas en 1932, cuando la crisis tocó fondo y la fábrica sólo trabajó 189,5 jornadas en las que produjo 284.500 pares, sin horas extraordi narias para Antonio. Este año, los días de paro forzoso comenzaron el 15 de marzo, cuando Antonio anota: «Sin trabajo , por falta de material según se rumorea. Pues lo cierto es que hemos empezado antes que el año pasado a parar». Hasta diciembre, todos los meses tuvieron paro forzoso, destac an do mayo, con 10 días, julio con 12 , agosto con 16 , noviembre con 14 y diciembre con 20 días de paro. La falta de liquidez se acentuó en 1932 y la empresa recurrió 14 veces a la retención salarial a lo largo del año: todos los meses (ex cepto febrero, marzo y noviembre), tuvieron su retención, algunos de ellos por partida doble, como ene ro, abril, agosto, septiembre y oc tubre. Se da el caso de que la re tención correspondiente al 1 de octubre no fue devuelta hasta el 27 de julio de 1933, después de que la Mecánica presentara una reclama ción al respecto. No resulta extraño que en esas circunstancias los empresarios se negaran a aplicar el convenio co lectivo recién firmado. Al respec to, el 2 de mayo, Antonio anota: «Esta semana tenía que principiar a regir un contrato de trabajo que hemos firmado obreros y patronos y no lo han cumplido, de modo que ya veremos cuando lo cumplen.» Y el 25 de mayo, cuando la empresa aumenta el sueldo en 0,25 pesetas, señala: «Día entero y con 0,25 más, pero esto no es del contrato . Total diario 8,50 ». La desesperanza y la rabia cun dían en Antonio, según se despren- Apuntes del Diario de las últimas semanas de 1936. de de sus anotaciones del 29 de agosto: «Sin trabajo, y esta (sema na) como vienen fiestas, para que las pasemos bien no trabajamos en toda la semana. Pues estos son los bienes que nos da el Capital de la burguesía, que cuando será el día que la derribemos. Ya sería hora. » Y de nuevo, el 19 de diciembre: «Sin trabajo toda la semana, y el sábado se nos paga el día que que dó de las vacaciones y estas son las pesetas que uno dispone para pa sar las fiestas de Navidad, de ma nera que así serán ellas. De modo que otro fin de año con empeños, y a ver el otro como bien, si uno lo ve.» Una producción que no se recupera del todo: 1933-1936 La producción comenzó 1933 con buenos augurios: tan sólo 5 días sin trabajo en el primer semestre ( 4 de ellos «por falta de patrones», se gún Antonio) , frente a los 27,5 del mismo periodo del año anterior, aunque persistieron los proble mas de liquidez , con retenciones salariales en enero y febrero. Más aún, en mayo y junio Antonio rea lizó las últimas 9 horas extras en la empresa. Y el segundo semestre también mejoró respecto del mis mo periodo de 1932, con 68 días de paro forzoso, diez menos. En total, la fábrica trabajó 215 días y produjo 322.500 pares, un 19% menos que en 1929. Además, las dos retenciones salariales de julio son la última manifestación de los problemas de liquidez de la empre sa en el Diario. Tras tres años de penurias, 1933 fue considerado un buen año por los trabajadores. El 25 de diciem bre de 1933, en su reflexión de final de año, Antonio Martínez , que ha bía estado dos días en las «fallas » de San Juan, escribe: «Sin trabajo, pues esta semana no se trabajará en toda la semana, por ser las fiestas de Navidad. Y, por lo tanto, vamos a liquidar el año 1933, que este año parece que haya ido un poco mejor, pues al cabo de siete años que soy casado no había terminado ningún año sin quedar empeñado y este año he quedado en paz con todo el mundo. O sea, que no le debo a nadie nada y además me he hecho la dentadura, que me cuesta 225 pesetas y una máquina de coser de mano de segunda mano, que me cuesta 75 pesetas, y otras cositas. En fin, que no ha estado mal. Ya veremos el que viene qué tal se trae, si es mejor o peor( ... )». Los dos años siguientes mues tran un estancamiento con ligera tendencia al alza. Durante 1934 la fábrica trabajó 216,5 días y pro dujo 324.750 pares. Según ano ta Antonio, el 11 de junio la em presa introdujo una novedad en la organización del trabajo, la media jornada: «Medio día. Y de hoy en adelante vendremos todos los días medio día, pues según los dueños, si no es así, no puede marchar la industria. Los operarios hemos Historia 33 visto que es así. Ya veremos hasta cuándo nos tienen así.» La empre sa mantuvo la media jornada 41 días, hasta finales de julio, y sólo la retiró cuando los trabajadores, el 1 de agosto, se declararon en huel ga contra la misma y la empresa aceptó que acudieran al trabajo un día sí y otro no, manteniéndolos en esta situación dos semanas. Noviembre, con 19 días de paro forzoso , se hizo largo para los tra bajadores. El 26, Antonio anota en su Diario: «Sin trabajo, y no se le ve careo de haberlo.» Continuando con la misma tó nica, en 1935 la fábrica trabajó 218 días, con una producción estimada de 327.000 pares. Como novedad, el 7 de marzo la empresa moder niza el proceso productivo con la introducción de la sección de Pega- licia vez. Con todo, la empresa volvió a intentarlo el 17 de mayo , pero tuvo que ceder ante la protesta obrera. Así las cosas, cuatro días más tar de, el 21 de mayo, Hijos de Gabriel Vera reintrodujo la modalidad de trabajo a media jornada, que fue la más utilizada durante los meses de mayo, junio y julio. Finalmente, cabe considerar el año 1936 como un caso especial. En primer lugar, porque duran te el primer semestre disminuyó el número de días trabajados, que caen hasta 84,5, frente a los 124 del mismo periodo del año anterior, con una producción estimada de 126.750 pares. En el Diario , Anto nio se hace eco de la situación, ano tando el 20 de enero: «Sin trabajo, ya hemos empezado y estamos a principios de año », p ara volver a Crédito para la aJquisición Je/ Cuartel Je la SuarJia Ciuil ll lxcmo . .A!Jtmfamienfo Je Eláa, en 1u iOn nf.,fuaJa .,¡ rliecituu :oe de Octubre de mil noueciutto1 freinfa !J ln1, aco,,10 recononr al porlaJor un creJito , pagaclua en fe11 /arma eJfpruada al clo’fo , Je ’Doscientas cincuenta pesetas o Jea fa 1’2 • parle de puefa1 210.JOO, a ’fl.H cuci e ru:le la canliclacl lotol que ha J., hanr1e e/ediua por la adquiJiciOn del Cuartel ele la ~ucm:lia Cioil . licia JI ele O ch 1b,.. J., lfJl. do, «una nueva faena que principia la fábrica », según anota Antonio , que es uno de los cortadores ele gidos para trabajar en ella, aunque la ve con cierto escepticismo («Ya veremos si resulta o no», señala). Poco después, el 24 de abril, la empresa intentó dividir a los traba jadores haciendo que trabajaran en días distintos la sección del Pegado y el resto, aunque sin conseguir lo del todo, pues el 8 de mayo los trab ajadores acordaron trabajar, o estar en paro forzoso, todos a la 34 alborada 2007 c1s,, ..... , •• ;,,, .- ’’’’fi’ ·¿ Crédito para la contrucción del cuartel de la Guardia Civil, emitido en 1933. insistir el 30 de marzo: «Sin tra bajo. Pues cada día se pone peor la cosa. Pues no sé a dónde vamos a parar si esto sigue así.» Sus pen samientos tenían en qué sustentar se: durante los tres primeros meses del año había estado sin trabajo 23 días, dejando de ingresar el sueldo de un mes. Ciertamente, la huelga del calza do que se inició el 5 de junio, tiene parte de responsabilidad en la caí da de la producción; pero no está de más señalar que durante el pri- mer semestre hubo un total de 44 días sin trabajo por «falta de fae na », más que en cualquiera de los años estudiados, lo que indica una disminución de los pedidos y un empeoramiento de la situación em presarial. No cabe duda que la su blevación franquista, la guerra civil y la triste posguerra , frenaron el tí mido resurgimiento de la industria del calzado iniciado en 1933. La crisis del calzado en la prensa local El calzado y la crisis no pasaron desapercibidos para los coetáneos, que escribían sobre la misma en las revistas eldenses: El Cronista, siempre tan atenta a la industria del calzado, informa en 1933 de la disolución de la asociación patro nal de Elda, que había sido creada en 1924 (Valero, 76), y aboga por el mantenimiento de la industria. Venancio Caballero publica el artículo «La crisis económica » en Albor de septiembre de 1934 , mientras que Teófilo Romero lo hace en El Cronista del mismo año bajo el título «Ürigen y desarrollo de la industria del calzado ». Esta última, en su número 4 (1934), in forma sobre la crisis económica y la industria del calzado, mientras que Juan Esteban publica en Albor del mismo año un artículo titulado «Elda y su industria del calzado». El semanario socialista ¡Rebe lión! también dedicó su atención a la crisis del calzado: durante las tres primeras semanas de febrero de 1936 (número 36, 37 y 38 de la segunda época) publicó una se rie de tres artículos con el sugeren te título de «El caos industrial y financiero de Elda», él último de los cuales, subtitulado «La crisis de trabajo y las maniobras bancarias », el 15 de febrero. Y en el número del 14 de marzo, informaba de la reunión mantenida en la Casa del Pueblo por la Federación Obrera de la Industria del Calzado (FOIC, ugetista), la Confederación Gene ral del Trabajo (CNT, anarcosin dicalista), partidos y autoridades «para tratar de la crisis del calzado y exigir el cumplimiento del con trato de trabajo », una especie de convenio colectivo comarcal del calzado que está en el origen de la huelga desencadenada el 5 de junio de 1936. El paro forzoso, el principal recurso de la empresa frente a la crisis Establecido el número de jornadas trabajadas, lo he comparado con las jornadas de trabajo que teóri camente podía realizar la empresa anualmente, una vez descontados los días de fiesta (21), domingos (52) y vacaciones (7 días, sólo des de 1932), al objeto de conocer las causas que motivan las frecuentes jornadas «sin trabajo ». Los dos principales factores que inciden negativamente y de forma continuada sobre la producción de la Fábrica de Hijos de Gabriel Vera García son, de una parte, la falta de pedidos, material o patro nes como consecuencia de la crisis económica de 1929 y la contrac ción del comercio, escollo casi in salvable para una fábrica con una capacidad productiva de 1.500 pa res diarios concebida para un pe riodo de expansión económica; de otra, el resurgir de un movimiento obrero que había estado atenazado y bajo control durante los años de la dictadura de Primo de Rivera, especialmente el sector anarcosin dicalista del mismo. Como muestra el cuadro, los momentos de mayor auge del mo vimiento huelguístico son 1930 y 1936, que concentran el 68% del /¡ ¡u--t ...... l... t-,v.... Escrito de María Gran. total de jornadas de huelga del pe riodo estudiado, seguidos de lejos por 1935. Tanto en 1930 como en 1935, la empresa afronta huel gas de solidaridad con las apara doras: la primera, la del hilo, con todas las aparadoras; la segunda, con las aparadoras de Casa Rivas; la de 1936 está directamente rela cionada con el convenio colectivo de los zapateros y se inició en pro testa por la ruptura de relaciones de la patronal con los trabajadores en la negociación de un «contrato de trabajo », según Antonio Mar tínez. Resulta significativa, tras la ex plosión huelguística de la primave ra de 1930 y la proclamación de la República, la disminución del nú mero de jornadas de huelga de los años 1931y1932 (en coinciden cia con los peores momentos de la crisis y el gobierno de la coalición republicano-socialista), así como la rápida recuperación del viejo méto do de lucha a partir de 1933, hasta recuperar y sobrepasar en 1936 el tono y la fuerza de 1930. Por contra, los peores años para la producción fueron 1931 y 1932 , seguidos por el periodo 1933-1936. En cualquier caso, las cifras hablan por sí solas: de las 616 jornadas perdidas entre los años 1929 y el 18 de julio de 1936 , 516 son claramente achacables a las dificultades de producción de la empresa, bien sea por «poca fae na» o el escueto «Sin trabajo», que parecen indicar falta de pedidos, o por «falta de material» o «fa lta de patrones », que pueden achacarse a problemas de distribución, trans porte y/ o liquidez. Bibliografía - BERNABÉ MAESTRE,JOSEP M.: Indústria i subdesenvo lupament al País Valencia (El calrat a la val/ del Vinalopó). Ed. Moll: Mallorca, 1975. -- La industria del calzado en el Valle del Vinalopó. Departamento de Geografía de la Universidad de Va l encia : Valen cia, 1976. - FORNERMUÑOZ,SALVADOR: Industrialización y movimiento obrero. Alicante 1923-1936. Institución Alfon so El Magnánimo : Valencia, 1982. - GARCÍA DELGADO, JOSÉ LUIS Y JIM ÉNEZ, JUAN CARLOS: Un siglo de España: la economía. Ed. Marcial Pons: Madri d, 2001. - MARTÍNEZ MARTÍNEZ, AN TONIO: Una curiosidad en 1929. Dia rio manuscrito, 1929-1936. Colección del autor. NAVARRO PASTOR, ALBERTO: Historia de Elda. Caja de Ahorros de la Provincia d e Alicante: Alicante, 1981. - PALICIO MAESTRE, BALTASAR: «A lbor », «E l Cronista», «¡Rebelión!», en Moreno Sáez, Francisco (ed.): La prensa en la provincia de Alicante durante la segunda República (1931-1936). Ins tituto de Cultura Juan Gil Albert: Ali cante, 1994 SANTACREU SOLER, JOSÉ MI GUEL: «De la Elda alfonsina a la Gue rra Civil», en Valero Escandell ,Jo sé Ra món (coordinador ): Histo ria de Elda. Tomo JI. La expansión contemporánea, p. 109-125. Ayuntamiento de Elda-Caja de Ahorros del Mediterráneo : Alicante, 2006. - VALERO ESCANDELL,JOSÉ RA MÓN Y OTROS: Elda, 1832-1980. Industria del calzado y transformación social. In stituto de Cultura Juan Gil Al bert y Ayuntamiento de Elda : Alicante, 1992 Historia 35 o • uar1nos Presidente de la Unión Nacional de Fabricantes de Calzado (1926) E Ida en 1926 era una de esas poblaciones que ya había adquirido su propia identidad. Gracias al trabajo de muchos eldenses se consiguió que tuviera una categoría muy reconocida, ya que estaba calzando a muchas personas de la mayoría de las provincias españolas. Este proceso que se vivió en aquella época hizo que nuestra ciudad tuviera un ambiente muy significativo dentro de la industria zapatera y, como consecuencia, un buen contexto social. Y lógicamente un espectacular momento ocioso. Bien es verdad que en algunas épocas hubo una serie de crisis que perjudicaron a empresarios y obreros. JOSÉ LUIS BAZÁN LÓPEZ En aquel año de 1926, Elda estaba habitada por 8.116 personas, sin contar esas otras que se desplaza ban desde los pueblos de alrededor como operarios de las industrias eldenses. Rodolfo Guarinos, desde muy joven, se introdujo en la industria zapatera gracias a que su familia poseía una empresa. Con el paso del tiempo, él se convirtió en su único propietario y logró crear una de las fábricas más importantes de Elda, sin olvidar la construcción de un bonito chalet en la calle Jardi nes, que era la admiración de pro pios y extraños. 36 alborada 2007 Vamos a resumir lo más desta cado dentro de su trayectoria el dense: -Miembro de la primera Junta de la Sociedad «El Progreso ». -Estuvo como directivo en la Unión Patriótica. (Partido forma do por el General Primo de Rive ra) -Fue Diputado Provincial. -Participó directamente en la creación del Banco de Elda. Retrato de Rodolfo Guarinos, extraído del libro Eldenses Notables, de Alberto Navarro Pastor. -Presidió, durante la Repúbli ca, el Partido Republicano Radical de Elda . Ma ximiliano García Soriano, que durante muchos años traba jó intensamente por la cultura el dense , participando en un elevado número de eventos y publicando muchos artículos referidos a Elda y a sus personajes, tenía en el se manario Id ella un espacio titulado Retratos, donde define algunas cua lidades del Sr. Guarinos: «Al hablar es muy vehemente, quiere al pueblo con pasión y de una Federación es el actual presidente . Es pródigo y a su lado nadie respira estrechez , en Elda más de un a vez al caído ha levantado . Sus calzados extr afinos lograron notoriedad y es que llevan la bondad de don ... » Tampoco podemos olvidar el retrato que le hizo Ósc ar Porta en sus «Figur a s Eldenses », también publicadas en el mismo semanario, donde apreciamos el arte y origina lidad de este joven eldense. Visita de Alcalá Zamora La categoría de Rodolfo Guarinos dentro de la industria zapatera des bordaba los límites provinciales. Una prueba de ello la encontramos en la visita que realizó el presiden te Alcalá Zamora a Elda y, dentro de su recorrido , a su fá brica. Nos lo especifica Alberto Navarro: «En 1932 , la fábrica de Gu arinos Vera tuvo el honor de ser escogida para mostrar al presidente de la Repú blica, don Niceto Alcalá Zamora, una de las más modernas empre sas productoras de calzado de la población , con la circunstancia de que se le tomó la medida del pie a FIGU l~A S DE ~ELIEVE D. RODOLFO GUARINOS fDr-e•t.lli(IOeo f•br-lcant.e de C•lxado . ll:ld•n•• de ¡¡rand•• lnlol•tlvae . Caricatura de Rodolfo Guarinos realizada por áscar Porta y publicada en el semanario /della. Alcalá Zamora al entrar en la enti dad fabril y mientras duró la visita del presidente en las naves fueron realizándose por todas la s seccio nes las operaciones necesarias de fabricación pa ra serle entregados unos magníficos zapatos hechos a la medida como recuerdo de su vi sita a la fábrica, al despedirse Al calá Zamora del propietario y del personal directivo, técnico y obrero de la empresa.» Cuando fue nombrado presi dente de la Federación Local de Fabricantes de Calzado inició su andadura con mucha ilusión, la misma que puso en todos aque llos contextos en los que participó, aunque estuvo muy poco tiempo , porque enseguida fue nombrado presidente de la Unión Nacional de Fabricantes de Calzado, don de demostró su forma de ser y de luchar en beneficio de la industria zapatera. Es interesante transcribir algunos párrafos del texto que de dica nuestro personaje a los Fabri cantes de Calzado, en las primeras páginas de los Estatutos de dicha Asociación , al poco tiempo de ser nombrado presidente: «La Asamblea de e lementos del Ramo celebrada en Mad rid y a la que se refieren las páginas siguientes, constituyó un éxito insospechado e indiscutible, de bido a la buena voluntad de to dos y al deseo unánim e de mejo rar la crisis porque la industria atravie sa ». « ( ... )sea siempre un Organis mo fuert e y compacto , no puede caber duda de que por su media ción habrán de conseguirse venta jas en proporción con el empeño que se ponga en la demanda. Y ya que nuestra industria ha sabido colocarse para su prospe ridad en una situación excelente, es de sumo interés no desmayar nunca en la obra emprendida, cuyo único fracaso, la esterilidad, no re presenta para nadie ni siquiera un sacrificio mínimo ». La citada Asamblea tuvo varias sesiones, en las que los distintos fabricantes de toda España tuvie ron, lógicamente, sus polémicas y debates, que en algunos momen tos fueron muy apasionados. Pero como era una causa común, al final inició su andadura con autoridad y prestigio. La Unión Nacional de Fabri cantes tenía un total de setecien tos trece asociados de toda Espa ña, con una facturación anual que superaba los doscientos sesenta millones de pesetas y con más de treinta y seis mil operarios de am bos sexos. Sin embargo, en muchas fábricas españolas tenían una pro ducción muy restringida, debido a que el consumo estaba muy bajo. Por eso las aspiraciones de los in dustriales eran poder penetrar en el mercado extranjero. Nuestro personaje mandó una carta a la Presidencia del Consejo de Ministros, fechada el 7 de oc tubre de 1926, donde expuso una serie de peticiones que vamos a re sumir: Historia 37 1 ª.- Conceder a la Unión Na cional de Fabricantes del Calzado una representación propia dentro del Consejo de Economía Nacio nal. 2ª.- Prohibición absoluta de implantar nuevas fábricas de cal zado en toda España, debiendo ex ceptuarse los talleres manuales de menos de cuatro operarios. 3ª.- Que en el tratado con Cuba próximo a concertarse se respete el actual arancel suprimiendo la tri butación ad-valoren. 4ª.- Que para la venta de toda clase de pieles se declare la equi valencia del «Pie cuadrado inglés » en un cuadrado de 0,3048 metros de lado. 5ª.- Conceder a la Unión Na cional de Fabricantes de Calzado una representación propia dentro de la Asamblea Consultiva, próxi ma a ser creada y convocada por V. E., petición ésta que se formula tanto en razón a la importancia de los intereses representados por la Entidad que suscribe, como por el deseo de cooperar a la magnífica labor realizada y que está elevando a la práctica el actual Gobierno que V. E. preside. Firmado: El Presi dente, Rodolfo Guarinos. La petición que aparece en el se gundo apartado estaba justificada por el exceso de producción, que se puede calcular, por lo menos, dos veces superior al consumo nacio nal, algo que determinaba el cie rre y las suspensiones de pagos de muchas industrias. Implicación de los fabricantes Por aquellas fechas se estaba elaborando un tratado comercial con Cuba y Rodolfo Guarinos pe día al Gobierno intervenir en las negociaciones de los futuros con venios industriales , además de pro- 38 alborada 2007 poner las medidas necesarias para solucionar el problema que tenía la industria zapatera en España. Este industrial eldense logró que se implicaran en sus proyec tos, dentro de la Unión Nacional, muchos fabricantes de nuestra ciu dad y de Petrer, como a continua ción vamos a comprobar. Los centros fabriles de Elda y Petrer que estaban representados en la Asamblea de Madrid eran: Don Rodolfo Guarinos, Don José Bustamante , Don Luis Villaplana, Don Manuel Maestre Gras y Don Antonio Porta. Los fabricantes adheridos a la Unión Nacional de Elda y Petrer fueron: Vicente Aguado Guill José Alós Páez Luis Amat Amorós José Aracil Aquilino Bañón Lorenzo Beltrán David Beltrán Rico Manuel Brotóns y Cª Bellod Hermanos y Zaragoza Gabriel García Amat José Jerónimo Guill Vicente Gil Alcaraz José María Gil Manuel González Vera José Guarinos Vera Viuda de Pablo Guarinos Ovidio Guarinos Vera Rodolfo Guarinos Vera Enrique Juan Arenas José Justamante Seva José Lloréns Molina Manuel Maestre Gras Pablo Maestre Viuda de A. Maestre José Martínez Sánchez Vicente Juan Monllor Juan Melero Yago Francisco Martínez Orgilés Juan Antonio Maestre Pujol y Botella Antonio Porta Camilo Payá Bordera Francisco Páez Gil Adrián Rico Albert Teófilo Romero Narciso Rico Pérez Joaquín Sirvent Amat José Sirvent Sampere Manuel Sirvent Amat Manuel Sirvent Galiano Gabriel Vera García Trinidad Vera García Manuel Vera Bañón Genaro Vera García Francisco Vera Santos Esperanza Verdú Joaquín Vera Pérez Luis Villaplana Antonio Sampere Una demostración de su labor como presidente de la Unión Na cional fue el reconocimiento de un número muy elevado de fabrican tes de toda España, que le rindie ron un gran homenaje en Palma de Mallorca el 21 de junio de 1927, en el que destacaron los empresa rios zapateros, de curtidos , alma cenistas y de hormas de las Islas Baleares. Rodolfo Guarinos fue una de esas personas que dedicó toda su vida a colaborar intensamente en todos los ambientes eldenses (in dustriales, sociales y culturales), en aportar su colaboración al máxi mo, en mantener su personalidad en todos los momentos difíciles, y en todas aquellas iniciativas que fueran válidas para el beneficio de muchas personas. Bibliografía - NAVARRO PASTOR, Alberto. El denses Notables. Elda. 2000. - Acta de Constitución y Estatuto s de la Unión Nacion al de Fabric a ntes de C a l zado. Artículo publicado en la Gaceta de Cueros y Calzad os. 1 de septi e mbr e de 1926 . - Semana rio !della. 9 de abril de 192 7. Santa Bárbara , 25 -Teléfono y Fax 96 539 74 70 -03600 EL DA (Alicante) - e-mail: info@muebleslozano.es -www.muebleslozano.es C/. Magallanes , 39 -Teléfono 96 698 14 08 -03600 EL DA (Alicante) UN HIJO DEL 1 CONDE DE ELDA AL SERVICIO DE LOS TERCIOS DE FLANDES Don Carlos A lo largo de su historia Elda ha tenido numerosos personajes notables y famosos aunque, quizás por su proximidad cronológica, las personalidades más recordadas son las que vivieron en los siglos XIX- XX. Yo quisiera hacer un viaje en el tiempo y situarnos a finales del s. XVI y primera mitad del s. XVII, en la época del reinado de Felipe III, el rey planeta, que coincide con el inicio de la decadencia del Imperio Español, sumido en largas y costosas guerras. Entre estos conflictos bélicos destaca uno por encima de todos, actualmente recordado por la gran pantalla en la película Alatriste: la Guerra de Flandes. ISRAEL ÁNGEL CASTILLO GARCÍA El territorio de Flandes fue con cedido en herencia a Felipe II por parte de su padre , el Emperador Carlos V. Era un territorio rico y muy válido para el comercio por su salida al mar, y hay que desta car que culturalmente tenía gran importancia, ya que allí residían grandes intelectuales de la época. En España estos intelectuales es tarían frenados por la religión, el gran motivo por el que se produjo la guerra en los Países Bajos, don de hubo un cisma religioso entre protestantes y católicos. Retrato de Carlos Coloma. Anthony Van Dyck. 40 alborada 2007 Carlos Coloma comenzó su periplo en Flandes en un año difícil, 1588, marcado por el Desastre de la Armada Invencible En esta guerra, una de las más importantes y a la vez más desgra ciadas de la Historia de España, participó de forma destacada un hijo de Juan Coloma (I Conde de Ataque naval inglés a la armada española en 1585, según el pintor Hendrick Cornelisz. Elda), de nombre Don Carlos Co loma de Saa, nacido en 1566 en Alicante. Fue bautizado en la igle sia de Santa María de esa ciudad el 5 de febrero del mismo año. Desempeñó varias facetas en la vida como hombre de letras y de armas, y en los dos campos des tacó , pues aparte de militar tam bién fue diplomático e historiador. Desde muy joven comenzó su ca rrera militar, concretamente a los catorce años. Se forjó como militar en la campaña de Portugal (1581) bajo las órdenes de un grande de España como era el Duque de Alba, y posteriormente estuvo destinado en las galeras de Sicilia (1584). Pero donde desempeña ría gran parte de su carrera militar sería en Flandes, y en tierras fla mencas haría varias campañas. Su primera época en los Países Bajos sería de 1588 a 1600, donde estu vo bajo las órdenes de uno de los más famosos militares españoles: Alejandro de Farnesio, primo del mismísimo rey. Carlos Coloma comenzó su pe riplo en Flandes en un año difícil, 1588, marcado por el Desastre de la Armada Invencible. Alcanzó numerosos éxitos en el campo de batalla y también en diversas acciones bélicas, entre las que podríamos destacar el sitio de Rouen (1591), las batallas de Au male (1592) y Doullens (1595). Fue ascendido a Maestre de Cam po y nombrado Caballero del Há- bito de Santiago (1597), asignán dole las encomiendas de Montiel y de la Ossa. Tras su regreso a Es paña fue designado castellano de Perpiñán (1600). En 1606 fue nombrado Capi tán General de los Condados de Rosellón y la Cerdaña. Ya poste riormente, desde 1611a1617, des empeña el cargo de Virrey y Ca pitán General de Mallorca y sus islas, donde hoy en día se recuer da su persona debido a la denomi nación del Castillo de San Carlos en su honor en la Isla de Palma de Mallorca. En 1617 volverá otra vez a Flandes, donde fue nombrado Gobernador de Cambray y Cam bresí, participando a las órdenes de Ambrosio Spínola en la inva sión del Palatinado, al inicio de la Capacete, ejemplo de armadura defensiva del siglo XVI. Historia 41 La Rendición de Breda, de Velázquez. Recreación de una batalla de los tercios españoles en la película A/atriste, de Díaz Yanes. sangrienta y cruenta Guerra de los Treinta Años. La toma de Breda Bajo las órdenes de Spínola inter vino en 1625 en la toma de Bre da, una plaza rica y populosa que desde 1404 pertenecía a la casa de 42 alborada 2007 Nassau, líderes de la causa inde pendentista, por lo que su con quista podría suponer, sin duda, un importante golpe psicológico. Tras nueve meses de asedio, final mente Breda cayó. Velázquez, diez años después, en su famoso cuadro La Rendición de Breda, más conocido como Las Lanzas, inmortalizó este momento. En 1953 el historiador Carl Justi trató de identificar en este memo rable cuadro a Don Carlos Colo ma junto a otros capitanes como Alberto de Arenberg, el príncipe Neuburg y Don Gonzalo de Cór doba. Posteriormente fue nombrado, en 1626, Gobernador de la Caba llería Ligera del Estado de Milán, cargo que ostentó hasta 1627. Des pués de la toma de Breda partici pó en 1631, con gran valor, en el socorro de Brujas contra los ho landeses. De Flandes pasó a las posesio nes españolas en Italia, donde fue gobernador del castillo de Milán y Maestre de Campo General del ejército de Lombardía, y allí derro tó, en 1635, a los ejércitos coaliga dos de Parma, Saboya y Francia, a los que obligó a levantar el sitio de Valenza. A su regreso a la corte es nom brado mayordomo de Felipe IV y miembro del Consejo de Estado y de Guerra (1635 y 1637): Ronda Nocturna, de Rembrandt. «L lámole la Majestad del Rey nuestro señor Felipe IV para sus consejos de guerra y Juntas Parti culares, haciéndole gentilhombre de su cámara y uno de sus ma yordomos». Es necesario decir que Don Carlos no sólo destacó en la faceta militar, sino que también fue un importante diplomático y ocupó el cargo de embajador extraordi nario en Inglaterra en 1622-1624. Allí negocia, con poca fortuna , la fracasada boda del príncipe de Ga les, el futuro Carlos I, con la infan ta María, hija de Felipe III. Tam bién en 1630 negociará la paz con Jacobo I. Pluma prestigiosa No sólo era hábil en las acciones bélicas, sino también con la plu ma. Su participación directa en los campos de batalla de los Países Ba jos y sus conocimientos en el arte de la guerra propiciaron que escri biera la obra Las Guerras de los Es tados Bajos, cuya primera edición Levantamiento del sitio de Valenza. fue impresa en Cambray en 1622, y en 1629 la traducción del latín de los Anales de Tácito, en Dovay. Estas dos obras le otorgaron un merecido prestigio. Obtuvo altas concesiones y car gos que supo ocupar con gran des treza y orgullo. Destaca el enno blecimiento por sus servicios a los reyes Felipe III y Felipe IV, quien le otorgó el título de Marqués de Espinar el 16 de septiembre de 1627. En el plano personal, Don Car los se casó en 1597 con Margari ta Liederquerque, hija de Antonio Liederquerque y Lucía de la Bar ca, condes de Mezen y de Riell, de antiguos linajes flamencos. Fruto de este matrimonio nacieron 13 hijos. Finalmente, la apasionante vida de Carlos Coloma acabó el 23 de noviembre de 1637 a los 70 años de edad. Para finalizar, y a modo de con clusión , sólo quisiera resaltar que la realización de este artículo esta he cha de forma breve y sencilla para una mejor asimilación por parte del lector , para que los eldenses conoz can parte de su historia y de los per sonajes que llevaron el nombre de Elda ya no sólo fuera de nuestras fronteras, sino a la Corte Real. Ya hace casi 500 años desde que Carlos Coloma se convirtiera en un importante militar en una so ciedad donde la guerra marcaba el ritmo de la historia, y que compa ginaba con una gran habilidad para escribir. Desde estas líneas animo a todo lector aficionado a la historia a que conozca su obra Las Guerras en los Estados Bajos, la cual he te nido el gusto de leer, y he podido comprobar de primera mano las experiencias en el campo de bata lla de este noble militar. Bibliografía -El ejército de Flandes y El Camino Es pañol. 1567 -163 9. Geoffrey Parker. 2006. RBA. - Catálogo del Archivo Condal de Elda. (I). Gabriel Segura Herrero y Consuelo Poveda Poveda. Excmo. Ayuntamiento de Elda.1999. - Nobiliario Va lenc iano Tomo I. Onofre Esquerdo. Biblioteca Valenciana.2001 -Flandes y la Monar_quía Hi spánica. 1500-1713. Miguel Angel Echeverria. Ed. Silex. 1998. - Los Generales de Flandes (Alejandro Farnesio y Ambrosio de Spínol a), dos militares al servicio del imperio español. Ju an Carlos Losada. Ed. La esfera de l os lib ros.2007. - Gran enciclope dia de España S.A.1992. - Carlos Coloma (1566- 1637) espada y pluma de los tercios . Miguel Angel Guill Ortega. Ayuntamiento de Elda y Ed. Ecu. (Próxima aparición) Historia 43 • e 1 de raigambre en Elda (II) P roseguimos en la presente edición de ALBORADA con la labor iniciada en el número anterior, en el que dedicamos un breve estudio a una serie de apellidos que calificábamos de «genuinamente eldenses». Es decir, apellidos que subsisten actualmente en nuestra población, heredados de antepasados locales a lo largo de los últimos siglos y de los que había pruebas documentales suficientes para seguir el rastro genealógico hasta el siglo XVI como mínimo. ANTONIO Y EMILIO GISBERT PÉREZ En dicho trabajo hacíamos una in troducción para explicar el origen de los apellidos en general, su cla sificación, fuentes, etcétera, por lo que en el presente artículo obvia remos estos datos, remitiendo a los lectores a la precedente edición de ALBORADA para ampliar cono cimientos que pudieran interesar les. Los apellidos estudiados en tonces fueron los siguientes: Amat, Crespo, Galiano, Guarinos,Juan (Joan), Navarro, Pomares, Rico, Romero, Tordera y Vera. Este año hemos decidido con tinuar el estudio abordando diez apellidos que resultarán conocidos, en su mayor parte, por todos los el denses , siguiendo la línea anterior de explicar la etimología y signifi cado de éstos, así como el origen y la presentación del escudo de ar44 alborada 2007 mas que pueden poseer, dada la cu riosidad que ello supone para los portadores de tales apellidos . Los nombres que aparecen ex traídos de los diferentes documen tos consultados se corresponden a las personas más antiguas de las que hay constancia escrita que lle vaban estos apellidos en Elda, por lo que los lectores actuales que los porten son descendientes directos de ellos, y de este modo tienen ac ceso, merced a este trabajo, al co nocimiento de los nombres de sus antepasados del siglo XVI y XVII. Siempre en el caso de que sean «el denses de toda la vida», es decir, que sus raíces familiares estuvieran vinculadas a Elda por generaciones sucesivas en los últimos siglos. Queremos indicar que en la transcripción de los nombres y apellidos que aparecen en este trabajo hemos respetado la grafía original, o sea, tal como vienen es critos en la documentación con sultada en el archivo parroquial, adaptándolos solamente a las nor mas de acentuación actuales tanto del castellano como del catalán, así como también se han empleado los signos correspondientes a las pau sas que no venían reflejados en los textos analizados , es decir, puntos y comas. Sin más, procedemos a pre sentar el estudio de los apellidos correspondientes a esta edición , agradeciendo a la revista ALBO RADA la oportunidad que nos brinda de participar en ella y con tribuir a la divulgación de la His toria y el Patrimonio Cultural de nuestro pueblo. AGUADO Adjetivo castellano que ha dado lu gar a un apellido. Del verbo aguar, abstemio. Es uno de los muchos nombres derivados de agua (lat. a qua), elemento importantísimo en la toponimia. Así , aguada (sitio en el que hay agua potable); agua dero (abrevadero), etc. La heráldica le adjudica un ori gen legendario, haciéndolo des cender del caballero Fortún Sáez, quien después de haber dado muerte a un moro llegó empapa do en sangre, agua y barro, y el rey Fernando III el Santo, al verlo de esta manera, exclamó: «Fortún como venís». Contestando el ca ballero: «¡Victorioso, señor y agua do!», quedando esta palabra pri mero como mote y después como apellido. En la Carta de Repoblación del Señorío de Elda (1611), posterior a la expulsión de los moriscos, apa rece un talJoan Aguado, que hasta ahora es el primer personaje docu mentado que porta este apellido en Elda, por lo cual cabe pensar que se establece aquí con posterioridad a la expulsión citada. En el Archivo Parroquial de Santa Ana encontramos las pri meras referencias a los Aguado a partir de 1631, cuando es bautiza do Joan Theodoro, hijo de Diego Aguado y María Martínez (pro- bablemente este Diego era hijo del Joan Aguado que viene en la Carta Puebla, ya que a su primer hijo le pone el nombre de su pa dre). De este matrimonio consta el bautismo de cinco hijos más entre 1633y1639: Catalina María Julia na, Diego Joan Bonaventura, Joan Clemente, María Ana Adriana e Isabel Ana. Tenemos también la referencia de Alonso Aguado , casado con AnnaJoan, que entre 1633 y 1638 tienen dos hijos y dos hijas: Josepe Joan, Pedro Joseph Buenaventura, Catalina Jusepa Agustina Buena ventura y Jusepa Ana. Los libros de registro bautis males comprendidos entre 1640 y 1680 han desaparecido. Sin embargo, a partir de 1680 cons tan los matrimonios de diferentes personas apellidadas Aguado; hi jos todos de Juan Aguado, proba blemente Joan Theodoro o Joan Clemente citados anteriormente. Como curiosidad, en la calle de San Agustín , antigua calle del Ma tador (matadero), había un peque ño ensanche conocido como Place ta de Aguado, aunque también se llamó de Chifa. Entre los representantes de este apellido hay que destacar a Isidro Aguado Aravid, fundador de la primera fábrica de hormas para calzado en el siglo XIX y gene rador de una saga de empresarios que llega hasta nuestros días. BERNABÉ Nombre de pila y apodo, tomado del apóstol compañero de San Pa blo. Desde el punto de vista eti mológico, procede del arameo Bar Naba (hijo de Naba), interpretable como profeta (Nebí en árabe). Pue de ser tanto castellano como cata lán. En esta última lengua existen también los variantes Bernabeu y Barlabé. La heráldica lo cataloga como linaje aragonés. En la Carta Puebla de 1611 aparece Joan Bernabé, sin embar go, este apellido es anterior a la expulsión de los moriscos, ya que en 1587 hallamos bautizada una niña llamada Mariana Petronila, que es hija de Andrés Bernabé y Juana Daroca. También en 1591 son bautizados Andrés y Jerónima, hijos de Andrés Bernabé y Geró nima Daroca (este Andrés debe de ser el mismo, que enviudaría de Juana y se casaría en segundas nupcias con Gerónima). Tras la expulsión, y ya en 1613, nace Josepa María, hija de Esteve Bernabé y Jusepa Cortés. En 1619 bautizan a Pedro Pascual, de Ju sepe Bernabé y Juana Alameda. En 1621 y 1622 el matrimonio formado por Gregorio y Vicenta Bernabé bautizó a Matías Tomás y Gregorio, respectivamente. CAN DEL Nombre de una aldea en el Rose lló y otra en el Empordá, Candell, antiguo Canetellum. Es posible que derive del latín candela (vela de luz). Variante Candela. Catalán Candell. En la relación de pobladores de 1611 (Carta Puebla) aparecen Cos- Historia 45 me Candel y Joseph Candel, sin embargo ambos son anteriores a la repoblación, ya que constan en el Archivo Parroquial en fechas más tempranas. Cosme Candel, casado con Catalina Serna, bautiza nueve hijos entre 1590 y 1608: Diego J, Joan Asencio, Diego Bonaventura, María Leonarda, Catalina Nada la Vicenta Bonaventura, Melchor Domingo, Vicente Antonio Jusepe, Menchiol y CatalinaJoana.Jusepe Candel e Isabel Daroca que tienen por hijos a Cosme en 1609 y a Ca talina Gerónima en 1610. También está el matrimonio de Joan Candel y Ángela Faraxa con dos hijos en 1597, Martín y Joan. CASÁÑEZ I CASAÑES Apellido toponímico catalán. Ori ginalmente terminaba en S, es de- 46 alborada 2007 cir, Casañes ( Cassanyes en la grafía normativa actual de esta lengua, ya que el díg:afo NY en catalán equi vale a la N castellana, es decir, re presenta el mismo fonema), que es el plural de casaña ( cassanya) y así aparece en la documentación an tigua. La forma actual de escribir lo, acabado en Z, lo convierte en un falso patronímico, a imitación de González, Fernández ... ( hijo de Gonzalo, hijo de Fernando ... ), debido a una hipercorrección habi tual en las zonas de habla castella na donde se produce el fenómeno del seseo, como ocurría hasta no hace mucho en Elda , y se intenta diferenciar en la lengua escrita la representación gráfica de C, Z y S. Este hecho sucede en países hispa noamericanos donde el seseo es la norma general en la lengua habla da, y sin embargo las normas orto gráficas conservan las diferencias al escribir. Así, nos encontramos con apellidos que, por asimilación con los patronímicos, se escriben con Z final cuando deberían llevar S, como por ejemplo Flórez, Cor tez, Chávez y Valdez, que serían realmente Flores, Cortés, Chaves y Valdés. Por todo lo dicho ante riormente resulta que quienes real mente pronuncian bien el apellido son las personas mayores que to davía dicen «Casañes», aunque se escriba con Z final. Tanto casañ (Casany) como Casaña ( casanya) proceden de la forma latinizada cassaneum y cas sanea (robledo) , derivada del galo cassanus (roble). En el Archivo Parroquial no aparece ningún Casañes hasta 1681 (hay que recordar que faltan los libros de bautismo de 1640 a 1680), cuando es bautizado un niño de nombre Fernando Andrés Antonio, hijo de Jaime Casañes y Maria Micó. Posteriormente apa rece el matrimonio formado por Francisco Casañes y Bárbara Juan, que entre 1692 y 1700 tienen cua tro hijos: Francisco Luis, Francisco Melchor Simón, Vicenta Barbera María y Antonio Francisco Pablo. También tenemos a Geróni mo Casañes y Mariana Juan, que bautizan en 1695 a Laura Ma ría Manuela, en 1697 a Geróni mo Melchor y en 1698 a Melchor Gerónimo. Como curiosidad, es tos tres niños son inscritos con el apellido «Casañs», es decir, con el plural masculino en vez de utilizar el plural femenino con que consta el padre. ESTEBAN-ESTEVE Nombre de pila usado como apelli do. Tanto su forma castellana, Este ban, como la catalana, Esteve, pro ceden del latín Stephanus, a su vez tomado del griego Stephanos: guir naldá, ’coroná, y especialmente ’co rona de laurel; es decir, ’victorioso; por la costumbre de imponer a los vencedores en los concursos y prue bas atléticas una corona de laurel (stepho: ’rodear, ceñir, coronar’). La heráldica dice de Esteban que es un linaje aragonés y califica de valenciano a Esteve. En la citada Carta Puebla de 1611 aparecen Martín Esteban, Pedro Esteban y Bernat Esteve, es decir, vemos tanto la forma cas tellana como la catalana. Sin em bargo, antes de la expulsión de los moriscos habitaba en la villa un tal Gerónimo Esteban, ya que consta en 1579 el bautizo de su hija Isa bel Blanca. En 1612 se inscribe el bautismo de MadalenaJuana, hija de Pedro Estevan (escrito con V) de Alpa ñes y Joana Saplana. También tenemos a otro Pedro Esteban, llamado de Carrión, casa do con Anna Carrión, de los cuales consta el bautizo de cinco vástagos entre 1613 y 1623: Diego, Pedro Domingo Simón, Juan, Francisca y Antonia Buenaventura. Del matrimonio formado por Martín Esteban y Leonor Chico o Chicana, según el año en que está registrado su nombre, existen cua tro hijos entre 1613-1621 llama dos Martín Jerónimo, Juan Ángel, Tomás Gorn;:alo y Pedro Agustín. Hay otro Martín Esteban ca sado con Lorern;:a Miralles, ya que está documentado el bautizo de su hijo Francisco Simón en 1614. Lógicamente, uno de estos úl timos, así como uno de los dos pedros nombrados anteriormente, son los que aparecen en la Carta Puebla, así como el llamado Ber nat Esteban, casado con Madale na Esteve y padres de Philipe Si món en 1613, que a pesar de estar registrado como Esteban en el en cabezamiento del acta bautismal, debe ser el Bernat Esteve de la su sodicha carta. (Por cierto, Bernat es nombre catalán que equivale al castellano Bernardo). En 1618 se produce el bauti zo de Mariana Magdalena, hija de Gaspar Esteve, como consta en el encabezamiento, y de Lau ra Valls. Por lo dicho anteriormente, po demos sacar la conclusión de que dependiendo de diferentes circuns tancias, una misma persona puede ser inscrita como Esteban o Esteve, sin que sepamos a ciencia cierta si ambos apellidos eran diferentes al principio y se interferían mutua mente por su similitud, o si alguno de los dos era el original y a veces era suplantado por el otro al tra ducirlo de una lengua a otra. Sabe mos que en la Elda de entonces se producía un bilingüismo efectivo y que se usaban indistintamente el castellano y el valenciano, tanto en el ámbito oral como en el escri to, aunque había preferencia por el primero en los documentos ecle siásticos y por el segundo en los administrativos. Como muestra de tal interfe rencia tenemos el caso del matri monio formado por Vicente Es teve y Ángela Gras, que en las inscripciones bautismales de sus cuatro hijos, dos son registrados como Esteve, Ana María Manuela en 1688 y Beatriz Ana en 1692; y los otros dos como Esteban, Ana María Rosana en 1690 y Ángela María a finales de 1692. Se da la circunstancia, para mayor confir mación de lo que venimos expli cando, de que las cuatro actas son firmadas significativamente por la misma persona, el rector Francisco de Valera. Para finalizar, destacar que en los libros de bautismo de 1612 hasta 1639 la mayoría de las actas son encabezadas por Esteban. En el de 1681 a 1700 los Es teban siguen siendo más numero sos, aunque dos siglos después, en el censo de 1884, aparecen siete vecinos con Esteve como primer apellido y varios más con éste de segundo y, sin embargo, sólo uno apellidado Esteban, por lo que se ría interesante estudiar este cam bio de predominio de uno sobre otro. GIL Apellido tanto castellano como ca talán, que originalmente era nom bre de pila. Deriva de Egidio, del bajo latín Aegidius, interpretado tradicionalmente como ’protector; o ’el protegido, el defendido; ya que en latín aeigis era el escudo de Jú piter y de Minerva, confecciona do con piel de cabra ( aix; porque la égida o escudo de Zeus se hizo con la piel de la cabra Amaltea). Ya en la Edad Media, y durante la época moderna, ha sido conside rado nombre propio de pastores y rústicos. La heráldica lo considera un linaje de Santander. Este apellido, del cual hallamos a tres representantes en la Carta de Población de 1611 (Miguel Gil, Vicent Gil y Jaume Gil), se encontraba en Elda ya en el siglo XVI, puesto que en 1583 aparece registrado el bautizo de una niña Historia 47 de nombre Ángela, hija de Juan Gil y Leonor. Con posterioridad a la repo blación surgen unos nombres que deben ser, por lógica, los anterior mente citados, y así, en el año 1612 se inscribe el bautismo de Antonia, hija de Miguel Gil y Vicenta Nava rra (sic). El matrimonio compuesto por Vicente Gil Galiano y Grasio sa Villarreal o Yacer, según el año en que se registra, tiene nueve hi jos bautizados entre 1612 y 1639: Catalina Vicenta, Grasiosa María, Vicente Bonaventura,Jusepe Die go, Juan Bautista, Leonor María, Martín Diego Bonaventura, Fran cisco Lucas y Silverio Bautista. En 1631 aparece Miguel Gil casado con Anna Sempere, que bautizan a Vicenta Bonifacia y después, de 1634 a 1638, a Usola, Ana María y Diego Bonaventura. Conviene resaltar un dato cu rioso, como es el hecho de que en pleno Centro Histórico de Elda, a la derecha de la iglesia de Santa Ana, hay una calle llamada tra dicionalmente de los Giles, que ya en el siglo XVII, época obje to precisamente de nuestro estu dio, aparece documentada como carrer deis Gils, en referencia casi con toda seguridad a que en ella vivían miembros de la familia Gil, con lo que tendríamos ubicado el lugar de la antigua villa donde residían las personas que hemos mencionado. GRAS Apellido surgido del adjetivo ca talán gras, a su vez del latín cras sus (craso, gordo), a partir de una forma vulgar grassus que se explica por el influjo del sinónimo grossus (grueso). Además de su significa do original adquirió la acepción de 48 alborada 2007 ’rudo y falto de finurá. En caste llano existen las variantes graso y craso. La primera referencia a este apellido la encontramos en el Ar chivo de Santa Ana, en un acta bautismal correspondiente al año 1610, es decir, en fecha inmedia ta a la expulsión de los moriscos, donde hallamos inscrito a Joan, hijo de Joan Gras y Leonor Ro dríguez. Este Joan Gras debe ser, sin lugar a dudas, el mismo que aparece en la Carta Puebla un año después con el cargo de mustaf at (escrito de modo incorrecto, ya que debería poner musta~aj), que era el encargado de los mercados y del control de los pesos y medidas públicas, nombrado por el conde para la gestión administrativa mu nicipal. Posteriormente se documenta a Pedro Gras, casado con Anna Hernández de Gasque, de los cua les constan seis hijos entre 1616 y 1629: Leonor Petronila, Anna, Francisca, Antonia Bonaventura, Juan y Ana María. Podemos dedu cir que Anna Hernández de Gas que debe de ser hermana un tal Joan Ernandes de Gasea que apa rece en la Carta Puebla, ya que en las transcripciones de los nombres se producían muchos errores por parte de los escribanos. En 1628 nace Juan Agustín, hijo de Francisco Gras y Jusepa Juan, que en 1630 tienen también a Pere Joan Bautista. Del matrimonio Bautista Gras y Mariana Guarinos constan dos hijos, Juan Bautista Cristoval y Francisco Diego, en 1629 y 1631 respectivamente. En 1632 es bauti zada Leonor Nadala Bonaventura, hija de Joan Gras menor y Catali na Candel, que tendrán más hijos entre 1633 y 1639, junto a otros también apellidados Gras. Este Joan Gras último es el mis mo que vimos bautizado en 1610, por lo cual tiene a su primera hija a los 22 años. Como su padre se llamaba Joan Gras también, para diferenciarlo de éste, ya que viviría aún en 1632, se le añade al nombre el apelativo de menor, y su padre entonces pasaría a ser Joan Gras mayor. MAESTRE Apellido que en origen hacía refe rencia a un cargo, dignidad u ofi cio. Procede del latín magíster,-tri (jefe, director, maestro, el que en seña) del que también deriva la va riante maestro, persona que se de dica a enseñar, y también jefe o que tiene gran maestría en un oficio. Maestre, en concreto, hacía re ferencia al superior de cualquiera de las órdenes militares. También era un título equivalente a doctor o maestro, así como a la persona a quien después del capitán corres pondía el gobierno económico de las naves mercantes. La heráldica lo califica como linaje castellano. Los Maestre hacen aparición en Elda con posterioridad a la ex pulsión de los moriscos, ya que no constan en ningún documento an terior conocido, ni siquiera en la carta Puebla de 1611. La primera referencia a los Maestre la encontramos en el año 1615, en el acta bautismal de un niño llamado Juan, hijo de Juan Maestre y Catalina Servera. Posteriormente este matrimo nio tiene cinco hijos más entre 1618 y 1629: Pedro, Esperan~a Polonia, Catalina, Isabel Juana y Jusepha. Hasta 1639 ya no encontramos nacimientos de ningún Maestre, ignorando lo sucedido entre 1640 y 1680 por la desaparición del li bro correspondiente a estas fechas, como ya hemos reiterado. Es a partir de 1684 cuando ya vuelven a aparecer en los libros de bautismo , y así entre este año y 1689 tenemos a Ventura María Margarita, Jusepa María Ursola y Vicente Pedro Antonio, hijos de Pedro Maestre y Leonor Díez. En 1688 nace Antonio Juan, cu yos padres son Antonio Maestre y Feliciana Micó, y el matrimonio compuesto por Andrés Maestre y Juana Dueñas que bautizan a sus hijos Francisco Andrés y Juan Francisco en 1689 y 1691 respec tivamente. SEMPERE Forma aglutinada de Sent Pere, que a su vez es la variante antigua de Sant Pere; es decir, San Pedro en catalán. El nombre catalán de Pere es el equivalente al Pedro castella no, antiguo Pero, procedentes del latín Petrus, masculinización de petra (piedra, roca), por el pasaje evangélico donde Simón , hijo de Jonás, fue consagrado como jefe de la iglesia por el propio Jesús con las palabras « ••. sobre esta piedra edificaré mi iglesia». La primera referencia de este apellido es la Carta de Repobla ción de 1611, donde encontramos a Cosme Sempere, único cabeza de familia que representa a este li naje en el citado documento. En los libros de bautismo hasta el año 1639 no se registra el naci miento de ningún Sempere, apa reciendo la primera inscripción en 1681 (recordamos que han desaparecido las actas compren didas entre 1640 y 1680) donde Juan Sempere, casado con Cata lina Llorente, procede al bautismo de su hija Anna María Barbera. De este mismo matrimonio aparecen dos hijos más en 1683 y 1685 , Blas Antonio Luis y Anna María Vi centa respectivamente. De Nicolás Sempere y Jusepa Tordera disponemos de los nom bres de cuatro hijos bautizados entre 1681 y 1689: Catalina Ju sepa María, Juan Antonio, Cata lina María Jusepa y Vicente Juan Francisco. El matrimonio formado por To más Sempere y Madalena Amat tiene cinco hijos entre 1682-1691 llamados Pedro Jusepe Diego, An drés Pasqual Buenaventura , Isabel María Rosa Gregaria, Isabel María Rosa y Juan Jusepe Tomás Geró mmo. En 1683 se bautiza a Josepe Juan Andrés, hijo de Jusepe Sem pere y Ángela Ribes, y en 1691 a Juana María Antonia , de Felipe Sempere y Anna María García. Como podemos comprobar, a partir de 1680 tenemos una bue na representación de personas apellidadas Sempere , a pesar de la parquedad existente en años ante riores. No sabemos con seguridad si guardan relación con el Cosme Sempere de la Carta Puebla. Como persona más destacada con este apellido se encuentra Juan Sempere y Guarinos, el polifacé tico representante local de la ilus tración. VIDAL Apellido originado en el nombre de pila Vital, procedente del latín vitalis,-e (relativo a la vida, vital, sano) a su vez derivado de vita, ae (vida). Aplicado como fórmula natalicia. La heráldica lo designa como un linaje catalán. La primera mención a este apellido en Elda la encontramos en 1625, en el acta de bautismo Historia 49 APARICIÓN DOCUMENTAL DE LOS APELLIDOS POR ORDEN CRONOLÓGICO SIGLO XVI Bernabe, Cande!, Esteban Y Gil. SIGLO XVII Aguado, Casañes, Esteve, Gras, Maestre, Sempere y Vida!. de Antonio Marcelo Fabia, cuya transcripción literal damos a con tinuación por su interés: (hijo) «De Francisco Vidal, alcaide del castillo de Elda e Isabel J. Bernabé conyuges. Padrinos, el capitán Lois Ardanza, gobernador del condado de Elda y doña Isabel Ferrando de Maya, mu jer de Pedro Martín de Vera, batle de Alicante». Como podemos observar, el pri mer Vidal del que tenemos cons tancia en nuestra población perte nece a la clase dirigente de la villa, nombrado por el conde alcaide del castillo, y compadre, por el bauti zo de su hijo, del gobernador del condado y de la mujer del batle de Alicante. Este Francisco Vidal llega a Elda tras la repoblación posterior a la expulsión de los moriscos, ig noramos su procedencia, para asu mir un cargo importante, en el que sustituiría al anterior , que tal vez fuera Pedro Artés, el cual consta como alcaide del castillo de Elda en el año 1604. De este mismo matrimonio en tre Francisco Vidal e Isabel Joan so alborada 2007 Bernabé encontramos el bautizo de tres hijos más: Antoni Joan en 1630, Joana María Blasa en 1633 e Isabel Francisca en 1635. Desconocemos nacimientos producidos entre los años 1640 y 1680 por las razones antes aludi das, sin embargo en 1682 hemos encontrado el acta matrimonial de Antonio Vidal y Ángela María Bernabé, donde se dice de éste que es hijo de Antonio Vidal y Rafaela Navarro. Este último debe de ser, por el tiempo transcurrido ( cin cuenta y dos años), el bautizado en el año 1630 como AntoniJoan, por lo que el desposado en 1682 es nieto de Francisco Vidal, que parece ser el ascendiente directo de los Vidal más antiguos de Elda. El representante local más des tacado con este apellido es el maes tro Juan Vidal Vera (1863-1930), fundador de la primera imprenta de Elda, luego librería y toda una institución en el devenir históri co de la Elda de los últimos cien años. Fuente Archi vo Parroqui al de la Iglesi a de Santa Ana de Elda. Bibliografia ALBAIGÉS OLIVART ,J. M.: El gran li bro de los apellidos. Círculo de Lectores. Barcelona, 1999. ALCOVER, Antoni: Diccionari Catala Valencia-Balear. Edit.Moll, Palma de Mallorca Carta de Población del Señorío de Elda. Transcripción y traducción de Glice rio SÁNCHEZ RECIO NAVARRO PASTOR, A.: Historia de Elda , tomo L Alicante,1981. NAVARRO PASTOR, A.: Eldenses nota bles. Elda, 2002. REAL ACADEMIA ESPAÑOLA: Dic cionario de la Lengua, 21 ªedición. Ma drid 1999. RODRÍGUEZ CAMPILLO, J.: Elda: ur banismo, toponimia y miscelánea. Ayto. de Elda 2002. SAMPER ALCÁZAR, J.: Elda a través de la Historia. Ayto. de Elda y Universidad de Alicante, 1995. VARIOS AUTORES: Heráldica, 4 to mos. Edit. Perea y Ediciones Liberta rias. Madrid 1999. LA CONFLICTIVA INTERRELACIÓN CIUDAD/NATURALEZA aseo por Elda a la sombra de sus / ar o es E n el arbolado viario se concentran todos los conflictos derivados de la interrelación ciudad y naturaleza. El árbol, aunque es un sistema muy evolucionado y por tanto adaptable, precisa de un mínimo espacio vital y una estabilidad para desarrollarse de forma armónica. Los primeros árboles de alineación se introdujeron en el s. XVII. En los planos de Madrid aparecen ya agrupaciones en las calles Atocha, San Jerónimo y Recoletos. Pero no se implantó hasta las reformas urbanas del s. XIX, en las que se adopta la alineación de árboles como un elemento necesario y esencial para la definición de los espacios de la ciudad moderna. ALBERTO BELTRÁN LLORÉNS Bulevares y plazas, no sólo jardi~ nes y parques públicos, precisaban del arbolado por varias razones, entre ellas articular la dimensión de grandes calles y avenidas en su papel de conexión entre barrios y, ante los edificios, formar fren~ tes de menor escala que dotaban al mismo tiempo de cierta conti~ nuidad y homogeneidad al trata~ miento dispar de las fachadas y cierto contraste gracias al verdor, humanizando la ciudad. Hoy na~ die discute lo ineludible de poblar las ciudades de árboles y arbustos, 52 alborada 2007 Avenida de Ronda, el único bulevar. Chopo en la Plaza Castelar. ya sea en calles, plazas, avenidas o jardines. Pero hay que precisar los valores más importantes asociados al arbolado viario: - Ambientales: proporciona sombra, oxígeno, coadyuva a la regulación térmica suavizando la temperatura y el viento y propor cionando humedad, y consume C0 2, ayudando a mitigar los efec tos de la contaminación. Sociales: significado, iden tidad, permanencia, lugar de en cuentro y disfrute, salud, bienes tar. -Biológicos: continuidad con el entorno, biodiversidad, favorece la avifauna. -Paisajísticos: organiza la tra ma urbana, proporciona escala, cu bierta de las calles, espacios de gran atractivo. -Económicos: valor patrimo nial, plusvalía inmobiliaria, mejora del entorno , etcétera. Si bien, no debemos obviar de terminados inconvenientes y mo lestias producidos por la caída de hojas, frutos y ramas, insectos, re ducción de luz en los edificios cer canos, levantamiento de pavimen tos, así como los costes de podas, talas, riegos y sustituciones. De igual forma es imprescindible que la acera tenga una determinada an chura mínima para que sea conve niente el árbol. ¿Dónde está lo más beneficioso2 En la superioridad de los valores sobre los inconvenientes. Cuando un árbol en la calle representa más inconvenientes que ventajas es el momento de plantear soluciones: poda, trasplante y sustitución por otra especie más adecuada y, sólo en última instancia, eliminarlo. Bajo estas premisas vamos a anali zar nuestro entorno ciudadano, no sin mencionar otro conflicto que se empieza a vislumbrar. Llevamos un siglo modelando la ciudad para los coches, una tendencia que ha toca do fondo. Hoy es necesario volver la vista a los peatones. Planificación local La planificación urbana de Elda es históricamente deficiente, tie ne muy poca cabida el desarrollo de espacios aptos para los árbo les: calles angostas, plazas pe queñas e inexistencia de grandes avenidas o bulevares. Si existía algo llamado Gran Avenida, aca bamos de asistir a una polémica remodelación para construir un aparcamiento subterráneo que ha acabado, pese a las protestas de Botánica 53 Árboles del amor en el destierro. algunos ciudadanos, con una ex traordinaria colección de árboles del amor, muy bella y consolidada (bastantes ejemplares se salvaron trasplantándolos, pero a su vez se volvieron a trasplantar, lo que está acabando con ellos). Las an- 54 alborada 2007 Prolifera la aridez de las nuevas plazas duras. tiguas General Aranda, Plazas de Arriba y del Lys, al igual que tan tos otros lugares de la ciudad, de bieron de enarbolar el Ailanthus según los testimonios fotográfi cos. Hoy Pedrito Rico resulta una calle poco adecuada para árboles. Como sucede con la mayoría de calles de la ciudad, los árboles no caben: calles estrechas, aceras es trechísimas. Éste es un problema antiguo y parece como si se pusieran piedras para una más coherente planifica ción de futuro: la Avenida de Ron da es nuestro primer gran bulevar con amplitud y el Sector 9 anuncia árboles a mansalva. Esperamos que no sea una excepción, porque si és tos son ejemplos a elogiar, como el PERI, con algunas reservas, existen testimonios de que los dignatarios que han regido hasta ahora la ciu dad se han preocupado muy poco de los aspectos ambientales que se definen como Zona Verde: profu sión de minúsculas plazas duras con escasa o inexistente vegetación sustentadas en la fatídica política municipal de vender «todo» el subsuelo de la ciudad para aparca mientos. En este sentido se explica cómo una plaza tan emblemática como la de Los Trabajadores del Calzado presenta una superficie «verde» tan ridícula. O porqué la Gran Avenida se ha sobreexplota do en exceso para el subterráneo hasta el mismo borde de las edi ficaciones, propiciando la brutal tala y traslado de unos ejemplares que se hubieran salvado limitando la anchura de la perforación. Otro triste ejemplo lo tenemos en la Pla za de la Princesa, cuyo inevitable parking subterráneo ha dado lugar en un espacio público duro, seco y nada acogedor. Coherencia de futuro Por las citadas razones creemos que una política municipal coherente, sostenible y receptiva a las necesi dades urbanas de zonas verdes y arbolado pasaría hoy en Elda por la adquisición de solares, espacios, casas y fincas antiguas con jardines, para dedicarlos a plazas, parques y jardines sobre los que se pueda desarrollar el pulmón vegetal im prescindible en cualquier ciudad moderna, y que ayude a mejorar la habitabilidad y a combatir la con taminación sin abusar siempre de la explotación subterránea. Al mis mo tiempo, los nuevos proyectos urbanísticos deben realizarse te niendo en cuenta, a ser posible, los ejemplares arbóreos preexistentes. Hace unos años estuvieron a punto de desaparecer los dos olmos ubi cados frente a la puerta del cemen terio viejo debido a la remodela ción de la carretera. Recordemos también la pinada de !della y los citados árboles del amor de la Gran Avenida, y muy recientemente los majestuosos pinos de la Avenida de Ronda y el pino centenario de la Huerta Nueva, que parece haber Morera monumental. sido tenido en cuenta en la urbani zación del barrio. Arbolado destacable Un repaso al arbolado de Elda nos conduce en primer lugar a la Plaza Castelar, donde hallamos entre otros un gran número de ejemplares arbóreos y arbustivos de interés: Casuarina , Magnolia, Brachychiton o Árbol botella, Pal mera Canaria, Washingtonia y Pal mito (Margalló), Durillo, Algarrobo, Árbol del Paraíso, Laurel, Baladre, Tuya Oriental, Parkinsonia, Ciprés, Madreselva, Prunus Pisardi, Cho po, Pittosporum Tobira (Pitosporo) y bastantes ejemplares de Pino Ca rrasco o de Alepo, algunos en esta do preocupante. No sabemos si es el mármol, el clima, la contamina ción o un uso excesivo del espacio, pero están teniendo negativas con secuencias para la plantas. Así, ob servamos que se está produciendo la desecación de parte de la pinada, algunos ejemplares de Magnolia, Braquiquitón o Chopo se encuen tran en estado anquilosado y el Al cornoque casi agonizante. También sorprende la cantidad de ejempla- Braquiquiton. res que cita Manuel Serrano en Al borada 1984 que hoy sencillamente no existen: Plátano, Acer Negundo, Cedro, Tilo, Catalpa, Melia, etc. En el balance positivo hay que resaltar la magnífica colección de Pitospo ro, arbustos que han alcanzado un porte verdaderamente infrecuente y que debemos pregonar entre los árboles más destacables de la ciu dad. Así mismo un sorprendente Ficus con hoja de Laurel, vestigio de la especie Ficus, desaparecida en Elda. Dicen los botánicos que el pro blema no es plantar árboles sino conservarlos, cuidarlos, aplicarles el tratamiento adecuado y eso es lo que pedimos a nuestras autorida des municipales. Un ejemplo de los más problemáticos lo hallaremos en el Altico San Miguel, donde se han talado 11 pinos y el resto se halla en proceso de deterioro, Botánica 55 Brachychiton o árbol botella. una pinada de impacto visual único desde toda la ciudad. La causa se atribuye a la desaparición de hu medades por el abandono del anti guo depósito de agua, que si en un principio se proyectó dedicarlo al riego de los jardines del PERI con caudal de la depuradora, después el proyecto se paralizó. Al lado de tal pérdida nos alegra la vista un gru po de Tipuanas y su espectacular floración amarilla. Siguiendo con el apartado del Pinus Halepensis, el pino más fre cuente, se pueden observar ejem plares bastante más sanos en el Jardín de la Música; casi todos cuentan con más de 70 años. Ade más, en este espacio se describen Pitosporo , Palmera Canaria y Was hingtonia, un señorial Ailanto, Pru nus, Baladre y algún fenomenal Ta ray arbóreo. Entre los árboles más habituales en toda la ciudad volvemos al Árbol 56 alborada 2007 Plaza Castelar, pinos, palmeras, braquiquitón, magnolias, etc. Plaza San Pascual y las bellas melias. del Amor, pero se contemplan me jor en la calles Colón y Padre Man jón. El Olmo, usual gracias a sus evi dentes virtudes: espléndida fronda y hoja caduca, lo que permite el paso del sol en invierno, se puede ver junto al antiguo cementerio en dirección al río, en la Avenida Aca cias (contradiciendo el nombre de la calle), dos ejemplares magníficos en la puerta de la iglesia de la Inma culada y en bastantes otros lugares. Los más jóvenes pertenecen casi to dos a la especie Pumila u Olmo de Liberia, debido a que son más re sistentes a la grafiosis, enfermedad que está asolando la mayoría de ol mos de Europa. Un raro fius hoja de laurel. ¿Hoja caduca o perenne? Hacemos un inciso para resaltar la contradicción entre árboles de hoja caduca que permiten el sol en in vierno, frente a los de hoja perenne cuya ventaja es que fijan el conta minante CO 2 durante todo el año. Hoy las ciudades suelen compartir ambos tipos, y un buen ejemplo es el arbolito perennifolio Aligustre, el más plantado actualmente por la razón citada pero también por que su pequeño tamaño (se poda en cuanto crece) es adecuado a muchas aceras. La contrapartida es que su sombra en verano es mi núscula. Como ejemplo véase la calle Pablo Iglesias, y en Petrer las avenidas de Elda y de Madrid. Plátanos de sombra (Platanus x hipanica). Maravilloso árbol ca ducifolio de gran porte y follaje (solían verse en las carreteras an tes de la infausta moda de elimi narlos, todavía se conservan en buena parte de las francesas). Re siste muy bien la contaminación, los suelos insuficientes y la esca sez de agua y proporciona la me jor sombra. Hasta hace poco una ausencia notable, causaba envidia contemplar en tantas ciudades las frondosas y acogedoras alamedas de Plátanos. Hoy se ha subsana do gracias a la zona de Avenida de Botánica 57 Ronda, y pronto serán una reali dad. Se ven en algunos rincones, por ejemplo en el puente de Mo nóvar, también en Antonino Vera y José Mª Pemán (sólo tres). Es un árbol difícil por tamaño, sue le podarse la parte de su inmensa copa que da a los edificios, pero origina los más bellos paseos y alamedas. Siguiendo la carretera a Monóvar vemos Olmos todavía muy jóvenes, y antes de la Ciudad Deportiva un gran número de ]a carandas mimosifolias, el árbol de la bellísima flor azul y fruto en forma de guitarra. Por la ciudad también hay ejemplares, lástima que por estas latitudes produzca escasa fronda y a veces se hielen. En el Polígono Campo Alto se han plantado Plátanos, Arces, etc., y en la ciudad sobresale la ya citada Avenida de Ronda con Plátanos y Ailantos; gran número de More ras en la Avenida del Mediterrá neo; abundan también en distintos lugares Robinia, Falsa Pimienta, Chopo, Tipuana, Olivo, Palmera, Ciprés Ailanthus (Plaza Sagasta y por todas partes); Melia, otro ár bol caducifolio de gran sombra y belleza, y un larguísimo etcétera que no tiene objeto desmenuzar, si acaso resaltar la escasez de Almez o Lledoner, árbol muy valenciano, y la ausencia de otro árbol notable por su elegancia, el Castaño de In dias. Como rareza citemos alguna Encina en el cauce del río, magní ficas Catalpas en Pablo Iglesias, y alguna Paulownia. Árboles singulares o monumentales: proteger No queremos acabar sin enumerar algunos de los arboles más destaca bles por belleza, tamaño o antigüe dad del entorno urbano y rural de los alrededores, nuestros «Árboles Singulares o Monumentales». Un 58 alborada 2007 árbol antiguo es patrimonio his tórico, testimonio y ejemplo para nuestros hijos. Sería urgente ca talogarlos y protegerlos, cada día aumenta la presión urbanística y peligra su conservación. Propone mos un recuento provisional, pero sería necesario un estudio amplio y seno. -Pino centenario de la Huer ta Nueva, el de más envergadura del término municipal. Se localiza en la parte alta del barrio y parece salvado de las obras actuales. -Morera detrás de Ayunta miento. En efecto, en la parte tra sera del edificio vemos una morera solitaria y apuntalada. Tiene más de 150 años, pero no se ha hecho nada por protegerla. - Olmos. Unos están frente a la Ciudad Vergel, otros en la calle Santa Bárbara, por el mercadillo, y otros frente al cementerio. Todos Ulmus minar o común, son los más viejos de la comarca, presentan una fronda espectacular y están amena zados de la grafiosis. -Casuarinas. El árbol que con funde, parece una conífera pero no lo es. Las más añosas se sitúan en la placeta detrás de la iglesia San Ana. También son de interés las de la Plaza Castelar. -Falsas Pimientas. Muy des tacable y antigua las dos que vemos en el casino frente al Teatro Caste lar. Antaño ostentaban una altura superior a la de la fachada del tea tro. También muy vistosa la que se Tres espléndidos pitosporos. halla en la fachada del cuartelillo de los Contrabandistas. -Chopos. Extraordinaria Cho pera que se ve a la derecha de la ca rretera de Sax, nada más bajar La Torreta junto a la balsa de riego. -Tarayal. Quizás el mayor te soro de nuestra flora. De Tamarix Gallica, una especie autóctona, se conservan todavía en el Pantano y en el cauce del Vinalopó. - Cedros. Considerable ejem plar de Cedrus atlantica en el ca sino. Una rareza, pues los cedros escasean por la comarca. Pino monumental de la Huerta Nueva. PLANTAR MIL MILLONES DE ÁRBOLES Los árboles constituyen lo fundamental de la compo nente biótica de los ecosistemas y su conoc imiento una de las mejores bases para aproximarse a la naturaleza. Producen sosiego y bienestar , dan riqueza y fertilidad a los suelo s, los descontaminan, reducen el ruido y regulan el clima, producen oxígeno (un roble adulto fija 22 toneladas de co2 al año y un solo árbol filtra por año unos 70 kg. de contaminantes atmosféricos). Nos gustan y nos atraen porque sí, porque son seres vivos y nos acompañan. Los mayores enemigos de los árboles , casi todos de origen antropogénico, son la presión urbanizadora , la alteración de los ecosistemas , los incendios y la falta de agua , si bien no olvidemos otros enemigos: Según noticias recientes gran parte de pinares y abetales de la península están amenazados por una viru lenta plaga. Muchos piensan que la desaparición paulatina de los árboles probablemente irá ligada al final de la sociedad humana. La destrucción de los bosques en la Península Ibérica es un fenómeno anti guo que se acentuó en el s. XIX por el desarrollo industrial y la desamortiza ción. Hoy se propugna un compromiso entre explotación y conservación de la naturaleza pero la aplicación es contrad ictoria (un ejemplo: Los planes eólicos que arruinan grandes extensiones de montaña). Se sigue defores tando y se pretende compensar repoblando. Lo más importante no es plan- - Otros ejemplares a contem~ plar por Petrer y alrededores serían los Plátanos de la Bassa Perico, el Castaño de Indias y La Carrasca de la Casa de I.Administració en Catí, el Roble «Quejigo» en la Font del Ginebrar al pie del Alt de Guissop, los Madroños del Racó Xolí y Salí~ netas, los Pinos de I.Avaiol y Casa dels Pins, la Carrasca de la Casa dels Pins en el paraje l’.Esquinar, los Olivos de Puc;:a, un Algarrobo centenario en la Loma Badá, etcé~ tera. Gracias a Ximo,Javi, Raimundo y Esparcía por su ayuda. Bibliografía - Raimundo Martínez Pastor: «El árbol de los solares». Alborada 2002. -Raimundo Martínez Pastor: «Nuestro patrimonio arbóreo». Alborada 2003. Manuel Serrano González: «La flora de la Plaza Castelar». Alborada 1984. Varios. Los Árboles en el paisaje urbano. Madrid, 2004. F. Castilla, E. Blanco. Más de 100 Ár boles Madrileños. Madrid, 2007. - Varios. Petrer Tierra y Cielo. Petrer, 2005. lar árboles sin criterios ecológicos como se suele hacer , la naturaleza sabe cómo proceder, es mejor no destruir ni un solo metro más de bosque natu ral favoreciendo la regeneración natural, así es como los bosques crecen equilibrados. En nuestro entorno , hoy predomina el Coscojar , etapa de sus titución resultante de la degradación del Carrascar , vege tación potencial óptima del mediterráneo , pero desde los años 50 se han efectuado grandes repoblaciones de Pino de Alepo , especie controvertible y que favorece los incendios. Es imprescindible reforestar , pero respetando el ecosistema. Citaremos dos iniciativas dignas de conocerse: El Programa de las Nacio nes Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA) está lanzando una campaña mundial para plantar árboles. Bajo el nombre Plantemos para el Planeta: Campaña de los Mil Millones de Árboles , personas , comunidades, negocios e industrias , sociedad civil , organizaciones y gobiernos serán alentados a hacer una promesa de contribución para plantar árboles. Algo que de lle varse a la práctica contribuiría a paliar el ya imparable cambio climático. Y otro ejemplo: algunas empresas de diferentes puntos geográficos comien zan a practicar el lema: TANTO CONTAMINO , TANTOS ÁRBOLES PLANTO. El objetivo es compensar las emisiones contaminantes producidas (consumo de luz, vehícu los, viajes en avión , etc.) mediante la plantación de árboles que absorban el equivalente de C02• Botánica 59 ESTRATEGIAS PARA EL CONTROL DE PLAGAS EN LA CIUDAD • lC OS: el bueno, el feo y el malo U na de las facetas de la ingeniería urbana consiste en el cuidado y gestión de parques, jardines y espacios públicos, y parte de ello es el control de plagas. Las recetas procedentes del conocimiento agrícola están obsoletas y no son aplicables al medio urbano. Por otro lado, el contacto con personas es muy cercano y esta circunstancia implica la necesidad de ser más cuidadosos en el uso de pesticidas por razones de salud. RAIMUNDO MARTÍNEZ Con palmeras importadas, han lle gado a la Comunidad Valenciana, dos plagas: el picudo rojo (Rhyn chophorus Jerrugineus) y paisandi sia (Paysanddisia archon). El primero mata a las palmeras datileras y de Canarias, y la segun da afecta gravemente a las palme- ras ornamentales en general. Picudo rojo. A la derecha, una secuencia de El picudo rojo es un insecto que su evolución. Abajo, la paisandisia. vive a costa de las palmeras, prefi riendo las datileras y las de Cana rias. Vive en el interior de la base de las hojas alimentándose de ellas; por lo que es difícil detectar con una simple inspección visual. El picudo en una palmera se puede encontrar bajo cuatro formas diferentes: hue vos, larvas, pupas y adultos. 60 alborada 2007 Las hembras ponen los huevos en las heridas o agujeros de la plan ta. Las larvas fabrican un capullo de color marrón con las fibras proce dentes de las bases de las hojas y al cabo de tres meses se transforman en escarabajos adultos de color rojo con su cabeza acabada en pico. En nuestro clima se producen tres generaciones anuales, sien- -----. .___ do los daños pro- ducidos por tan ele vada población gra ves, acabando con la vida de la palmera. En cuanto a los síntomas es difícil que la palmera los manifieste has ta el momento que es irre versible la muerte de la mis- ma. Por ello no se puede asegurar que los ejemplares aparentemente sanos y cercanos a los infestados no contengan plaga. Los sín tomas a observar son: galerías en las tábalas ; serrín en la base de las hojas; fibra apelmazada y orificios. Se deben realizar tratamientos insecticidas preventivos de prima vera a otoño, alternando las mate rias activas. Se recomienda el uso de microencapsulados por su ma yor persistencia. Como materias activas a utilizar son: Diazinon 24% a dosis de 0,6 % y Fenitotrión 40% a dosis de 0,175 %. Larva de paisandisia. Paisandisia procede del Cono Sur americano. Las especies más sensibles son Trachycarpus y Cha maerops, muy utilizados en nues tros jardines. Es un lepidóptero con una ma riposa muy vistosa que realiza su puesta en la corona de la palmera. Los huevos se asemejan a un grano de arroz. De cada uno de ellos sale una lar va de color blan co que con el tiempo llega rá a medir casi once centí me tras. que Los síntomas son pare cidos a los de picudo salvo los orificios se en cuentren en las hojas con forma de abanico. En cuanto a los tratamientos, como sus hábitos alimenticios y de comportamiento son parecidos, en ambos casos se recomienda el uso de las mismas materias activas. Y para la estrategia a utilizar en tiempo y espacio no existe un cri terio claro, excepto el comentado de la realización de tratamientos Pulgón negro. preventivos. En el último Taller In ternacional sobre estas plagas reali zado en Elche el 24 de abril pasado no hubo consenso al respecto y las expectativas de erradicación está lejos de conseguirse. Para otras plagas endémicas de la ciudad, hace varias campa ñas se meditó la puesta a punto de estrategias utilizando insecti cidas específicos y la suelta de pa rásitos y depredadores, de forma que durante el período estival se combinara lucha química y bio lógica de forma que pudiéramos llevar la plaga a bajo nivel de da ños. Los resultados obtenidos no fueron los esperados, y desde fina les del año 2005 y principios de la campaña 2006, decidimos revisar el trabajo por completo y empezar totalmente de nuevo. El exhausti vo y tedioso trabajo de laboratorio lo dirigió la doctora Eugenia Ro drigo y la ingeniero técnico fores tal Anna Planelles (Universidad Politécnica de Gandía) las cuales describieron con exactitud lo que se encuentra en nuestros árboles. Posteriormente y en razón a los resultados obtenidos Rafael La borda de la Universidad Politécni ca de Valencia hizo sus recomen daciones en cuanto a los posibles tratamientos. Entre estas plagas endémicas podemos destacar: El pulgón negro de las legumi nosas Aphis craccivora. En las ob servaciones de campo se compro- Tinocallis saltanas. Botánica 61 ... Toflobicidos. Insectos de la familia Chalcidoidea. bó las abundantes poblaciones. Sus picos poblacionales se encuentran en junio, finales de agosto y un ter cer pico en octubre. Tinocallis saltanas es el segun do fitófago más capturado y es ex clusivo de los olmos. Su identificación mediante el dibujo de las venas alares fue mo tivo de gran alegría en el grupo de 62 alborada 2007 trabajo. Por fin conocíamos a uno de nuestros enemigos. Este posee un máximo poblacional en los me ses de agosto y finales de septiem bre. Otros insectos plaga encontra dos fueron: trips, toflobicidos y moscas blancas ; pero las capturas observadas no implicaron nunca la necesidad de tratamientos quí micos. «Los buenos de la película» Lo más importante del trabajo de los dos últimos años y uno de los objetivos del trabajo (que más me preocupaba) fue conocer qué pa- rásitos y depredadores naturales poseemos en la ciudad y su evo lución biológica, en resumidas cuentas, los buenos de la pelícu la ... para mimarlos y tratarlos con delicadeza. Los enemigos naturales más abundantes fueron de la fami lia Chalcidoidea y del género Aphytis. Trioxys spp es el tercero más capturado y el que pone a raya al pulgón del olmo. El vuelo de parásito se solapa con un cierto retraso al aumento de población del pulgón haciéndolo muy efectivo. Todavía desconoce mos sus apellidos, aunque estamos cerca de conocerlos. A éste se le une un Mirido y por lo tanto entre el trabajo de ambos nos evita el tratamiento químico estival. Por otro lado Scymnus se en cuentra en olmos, acacias y robi nias, siendo en estas últimas don de más población se halló y donde más daño hace el pulgón negro de las leguminosas. A pesar de ello el tratamiento químico es imprescin dible ya que la suelta de Aphidius colemani o ervi no implica el éxito en la lucha. Mirido. Transcurridos siete años desde el inicio de este trabajo, la estrate gia de tratamientos que se busca no podrá ser general para todas las es pecies arbóreas, incluso ocupando similares árboles hay diferencias de comportamiento de los artrópodos en diferentes lugares de la ciudad. Falta por dilucidar el nivel exacto de parasitismo o depredación na Trioxys spp. Scymmus. rural y el conocimiento de los hi perparásitos que a su vez diezma la población amiga y nos ataca por la retaguardia sin avisar. Hay que sumar la dificultad de aplicar un modelo estadístico sen cillo que implica que el muestreo A los «buenos» hay que mimarlos y tratarlos con delicadeza pueda llevarse con facilidad y pre cisión, de manera que podamos anticipar el daño que produce di cha población, informándonos con acierto de lo que ocurre en la copa de nuestros árboles. La estrategia que utilizamos de momento es sencilla: Uso de aceites parafínicos en mv1erno. Colocación de placas cromáti cas y su lectura semanalmente. En razón a la información re cibida , utilización de insecticidas respetuosos con el medio e inocuos para la salud humana. Botánica 63 e u R T D o s Curtidos Juan Hernández Gran e Hijas, S.L. Polígono Industrial Finca Lacy, parcelas C9 y C1 O Avda. San Luis de Cuba, esquina C/. El Fleje Teléfono: 96 539 82 87* • Fax: 96 539 83 59 Apartado 311 ELDA SEMANA DE LA ARTESANÍA: HOMENAJE A LOS TRABAJADORES DEL CALZADO • ncev1 as en torno al zapato E l Museo del Calzado nació con el fin de preservar el patrimonio de una de las industrias más importantes en el ámbito económico y con tradición cultural de nuestro país y, consecuentemente, también para recordar a aquellas personas que forjaron parte de dicha industria y la hicieron posible, siendo testigos del paso de la actividad artesanal a la mecanizada, y creando todo un bagaje cultural en torno a la misma. MUSEO DEL CALZADO 66 alborada 2007 14ª Semana de la Artesanía Homenaje a los Trabajadores del Calzado museo&/ calzado tlbD. 25 de oc tubr e - 2 de diciembre 2007 H ace más de una década que el Museo del Calzado decidió crear la Semana de la Artesanía y así re conocer el esfuerzo y sacrificio de las personas que trabajaron en la industria del calzado en una épo ca en la que el sector era exclusiva mente artesanal y apenas se con taba con el potencial económico y tecnológico de hoy en día. Ese reconocimiento al trabajo se extiende a todos los pueblos de España donde se ha desarrollado esa cultura z apatera; es decir, a to das aquellas zonas donde existe o e x istió una tradición, cultura o in dustria en torno a la fabricación de calzado. Coincidiendo con la apertura de la 14ª Semana de la Artesanía, se presentan una serie de actividades en las que el calzado es el princi pal protagonista: exposiciones ur banas como El Museo en la Calle, conformada por 200 piezas en los escaparates de establecimientos co merciales de la ciudad; exposicio nes de Fotografía como Personajes de la Historia del Calzado, que se realizó en el Casino Eldense; Esce nas zapateras en colaboración con el Museo Etnológico y Mosaico; CalzArte2 , que nace del II Con curso Nacional de Fotografía Cal zArte- Ciudad de Elda; la exposi ción temática El Cal zado en Moros y Cristianos, que se pudo contem- plar en la Cas a de Rosas , y el ciclo de cine El zapato en el 7 ª Arte, que tuvo lugar en la Fundación Pauri des González Vidal. En definitiva, con esta semana que comienza con una Ofrenda al Monumento a la Familia Zapatera el 25 de Octubre, día de San Cris pín y San Crispiniano; la Funda ción Museo del Calzado consigue tematizar los distintos espacios expositivos de la ciudad y realizar actividades socio-culturales donde el zapato tiene un protagonismo evidente. La puesta en marcha de activi dades como la Semana de la Arte sanía potencia la cultura zapatera de nuestra ciudad; y sirve de herra mienta de promo ción de la indus tria más importante del Valle del Vinalopó, y de signo de distinción de un producto , el calzado, con una identidad propia y un pedigrí, na cido de unas costumbres y cultura muy arraigadas. El homenaje Los homenajeados responden a cada uno de los oficios que des empeñaron, relacionados con el calzado. Son personas que jamás habían recibido ningún tipo de reconocimiento por su dedicación al trabajo. Testimonios que son el exponente de una vida dedicada a una industria que hoy está desa rrollada gracias al sacrificio en el trabajo de miles de personas. Se trata de un emotivo y entrañable acto institucional en el que se hace entrega de la Medalla de Plata de la Fundación Museo del Calzado. Es un homenaje extensible a todas las zonas z apate ras del país, desde la Comunidad Valenciana, donde más industria zapatera hay de todo el territorio español, hasta lugares como La Rioja. Así, se pro duce un encuentro global de traba- jadores, familiares e instituciones que tienen en común ese arraigo cultural y tradición en torno al za pato. Se favorece la comunicación cultural entre las comunidades au tónomas, poniendo de manifiesto características o aspectos cultura les comunes e interrelacionados de las mismas, además de propiciarse el conocimiento mutuo de la plura lidad y riqueza de sus respectivos patrimonios histórico-culturales. Los homenajeados l. JOSÉ POVEDA YAGO 78 años EMPRESARIO Nace en Elda en 1929, y per tenece a la tercera generación de una familia zapatera. El primer contacto que tiene con el mundo del calzado es el capazo de entregar la faena de su padre que empleab a como cuna . Como aprendiz, a los 13 años era el encargado del botijo para dar de beber a los trabajadores de la fábrica en la que su padre era el encargado. A los 18 años parti cipó activamente en la empresa que montó su padre, y tras la experien cia vivida en una sociedad volvió a retomar la iniciativa familiar junto a su progenitor, Juan Poveda. En los 80 , en una de las tantas crisis de la historia del calzado, se vio obli- Calzado 67 gado a cerrar la empresa familiar, que tanto sudor le había costado montarla y mantenerla. Gracias a sus conocimientos del zapato fue solicitado para trabajar como en cargado en una compañía expor tadora hasta su jubilación. 2. JOSÉ AMAT AZORÍN 82 años MoDELISTA-PATRONI STA Nace en Petrer en 1925. Con 14 años entra a trabajar como apren diz en la sección de centrado-mon tado de la fábrica de calzado de Al fonso Chico de Guzmán de Petrer. Como se le daba bien el dibujo, aprende las técnicas de modelista patronista con Liborio Montesinos Poveda. Una vez asumidas las téc nicas de modelista-patronista, se incorpora a la sección de patronaje y posteriormente lo contratan en la empresa Ochoa-Sapena de Elda. En 1951 se independiza y trabaja para varias empresas, entre ellas la de Rafael Yuste Vera (FIFO), al ternando las labores de modelis ta y viajante durante ocho o diez años. A finales de los cincuenta un grupo de fabricantes de Elda se unió para exponer sus modelos en la Semana del Cuero de París, designándole junto a su maestro, Liborio Montesinos, para hacer el muestrario de Elda Exportadora. También ha confeccionado mues trarios para Eliseo Poveda Vicedo 68 alborada 2007 (Lito), así como para Duver, Coo perativa Rey, su amigo Fifo, y los últimos años como modelista en contacto con la firma Magrit. 3. RAMÓN PAJARES MANRESA 68 años EMPRESARIO Llegó por casualidad al mun do del calzado, ya que su ocupa ción desde los 24 años fue la cons trucción. A principios de los años 70 decide ayudar a un hombre de Redován que se quedó sin trabajo en una empresa de vulcanizados de Elche, montando una industria que fabricaba 300 pares de zapa tillas de paño, lona y rejilla. Pocos años después , esa persona decide independizarse y Ramón tiene que asumir la dirección de la empresa. Su ímpetu emprendedor le hace comprar una máquina con la que empieza a fabricar botas de agua y sandalias de playa. Pero aquella iniciativa respondía a un mercado muy concreto con pocas expecta tivas de crecimiento. Así, en el año 1983 se decide a fabricar calzado deportivo, con unos resultados no tan satisfactorios. Reacciona y ad quiere la marca Panter, especiali zándose en calzado de seguridad, un segmento en el que son líderes a nivel nacional. En el año 2005 fue galardonado con un premio Nova de la Genera litat Valenciana, y recientemente le concedieron el primer premio T xe ma Elorza a los Valores Humanos y Profesionales de la Empresa , que le entregó el ex presidente catalán Jordi Pujol en Barcelona. 4. JAIME BELLOT AMAT 80 años VIAJANTE A los 16 años, y después de pa sar por el colegio de Don Eliseo Verdú, comienza a trabajar como administrativo en la empresa de Santiago Piqueras, amigo perso nal de su padre, hasta que se fue a cumplir con el servicio militar en Melilla. Terminada la mili decide, de común acuerdo con Santiago Piqueras, abandonar esta empre sa y emprender una nueva etapa profesional como viajante de Ra fael Yuste Vera Pifo. Esta empre sa ya fabricaba zapatos para otra firma, y con Jaime Bellot abre una nueva vía para comercializar su propio muestrario. Su primer viaje, a las ciudades de la antigua Castilla la Vieja, lo emprende por recomendación de un amigo viajante que le explicó los detalles, problemas y las me jores tiendas que podía encontrar en esta ruta. Todavía recuerda el primer pedido de 48 pares que le hicieron en la primera plaza que visitó, Toledo. La mayor parte de su vida profesional estuvo ligada a Fijo, excepto entre 1983 y 1989 que trabajó para la Sociedad In dustrial Cooperativa Rey. 5. MIGUEL HUERTA PASTOR 75 años EMPRESARIO Hace más de cincuenta años, Miguel Huerta creó la empresa de calzado para niño Moda Shoe S.L., en Villena. Una empresa na cida en el seno familiar, sin recur sos y sin medios de ningún tipo, que comenzó como un pequeño taller que fabricaba zapatos para las muñecas de una empresa de Ibi. Con mucho sacrificio y esfuerzo, la empresa fue creciendo y apostan do por el calzado de chicarro que caracteriza a la industria zapatera de Villena. Hoy en día, Moda Shoe es una empresa de tercera genera ción, con una treintena de emplea dos que lucha día a día por superar las dificultades del calzado fabrica do en países asiáticos. 6. PABLO MAESTRE MAESTRE 81 años HORMAS En el año 1951 decide , junto a sus hermanos y su padre, abando nar la empresa de Julio Beneit en la que trabajaban para fundar su propia industria de hormas. Has ta entonces, una vez terminado su trabajo por las noches en la fábrica, se dedicaban a rectificar hormas en un pequeño taller instalado en su casa. En el año 1952, con los in gresos extra obtenidos, comienza una aventura empresarial que es tuvo trufada de muchos problemas en sus inicios, entre ellos la compe tencia y los constantes apagones de electricidad. Subsanados los pro blemas, pronto empezó a crecer incorporando nuevos empleados a un proyecto que arrancó desde el propio seno familiar. 7. CONSTANTINO OLIVER MONTESINOS 77 años ZAPATERO Nace en Elda en 1930. Con tan sólo 8 años ya enderezaba puntas para clavar plantas a las hormas en el taller de su padre. En 1940 la familia se exilia a Valencia, donde trabajó de aprendiz con un medi dista artesano y practicó diversos procesos de la elaboración de cal zado manual. De vuelta a la ciu dad estuvo de aprendiz de zapatero con los Caliche y con su padre en la fábrica de Jesús Martínez Cuen ca. En 1946 se traslada de nuevo a Valencia con su familia, donde junto a su padre y hermanos con tinuó con el oficio de zapatero. El servicio militar en Inca le permite perfeccionar sus conocimientos, y en 1956 vuelve a Elda para reali zar tareas de zapatero en diversas fábricas. En Francia descubre todo un mundo nuevo sobre la fabricación de calzado, y en 1963 regresa a su pueblo con la ilusión de aplicar en Elda lo aprendido en Francia. Tra baja en Calzados Olvido, Luxelda, Jaime Segarra y Calzados Angari, ocupando el puesto de montador hasta su jubilación. 8. ANTONIO MARCO SÁNCHEZ 80 años CORTADOR Nace en Elda en 1927. De pro fesión cortador desde los 12 años, trabaja a lo largo de su vida en va rias empresas como Vicente Juan Monllor hasta su cierre, cuando pasa a Calzado Elda. Tras la des aparición de ésta última desempe ña labores de encargado en la em presa de José María García Soria, y ocupa el mismo puesto de encarga- Calzado 69 do en la fábrica de Manuel Amante Madrid hasta su jubilación. 9. ANTONIO ABAD TORRECILLA 78 años EMPRESARIO Nace en Arnedo (La Rioja) en 1929. Hijo de agricultores y como tal, dedicado durante mucho tiem po a trabajar con su padre y su fa milia en el campo, también trabaja de albañil y en una empresa de cal zado. En 1955 se casa con Mª Lui- 70 alborada 2007 sa, con quien tendrá 4 hijos. En el año 1958 decide montar junto a su esposa su propia empresa en un lo cal de 30 m2 , donde realiza labores de diseñador, productor, director y comercial. Con el paso del tiempo va ampliando su instalación e in corporando nuevos empleos hasta tener un centro de 1.400 m2 y más de 50 empleados, especializándo se en zapatillas y calzado de lona. Ha sido una persona volcada en su trabajo, sacrificando en muchos ca sos el tiempo dedicado a su familia, que, por otra parte, ha sido el mo tor de su constante esfuerzo. 10. CARMEN ROMERO PÉREZ 87 años CORTADORA, CALADORA, ALMACENISTA, COMODÍN Siendo apenas una niña co mienza a familiarizarse con el mundo del calzado, aunque no fue hasta la edad de 13 años cuan do empezó a trabajar en la fábri ca de Vicente Gil, hasta su cierre en 1937. Durante la guerra civil, y junto a otras compañeras, es desti nada a la fábrica del Aragonés, para posteriormente trabajar en una in dustria dedicada a la fabricación de carteras para los militares, en la plaza Sagasta. Una vez terminada la guerra, comienza a trabajar en la fábrica de José Jerónimo Guill, y tras el nacimiento de su primera hija seguirá trabajando como ope raria externa, en su casa, como una gran experta en sacar calados para diversas empresas, hasta su jubi lación. F .. h.b1j• ____ --~ -~o-o.~.: 11. ANTONIO BELTRÁN PÉREZ 84 años CORTADOR Nace en Elda en 1923. En 1934, acompañado de su padre, que era el encargado, empieza a trabajar en la empresa de José Jerónimo Guill. Durante la Guerra Civil trabaja de ayudante en la oficina del Ateneo Artístico de Modelistas y Patro nistas de Elda, en cuya escuela de Artes y Oficios, como ayudante de cortador, terminó de aprender el oficio de cortador. Tras la contien da civil vuelve a la empresa José Jerónimo Guill, de la que seguía siendo encargado su padre, al que sustituye tras su fallecimiento, pa sando a ocupar el puesto de en cargado del cortado hasta 1974, cuando cierra la citada empresa. Desde 1976 hasta su jubilación, en 1988, continúa de encargado del cortado en la fábrica de Enri que José. f-• .,., -~: .-- ,~ .. ~ ~ .. ..-~ .- .. • • .,,-,_,..~_ ... ,, ~ ... ~~-~;,.,· _;._._ ·._’ ... ,_·_, ~ - . . La forma de ser que marca la diferencia En Caixapetrer, vamos a marcar la dife rencia con nuestra forma de ser. Estamos construyendo una Caixapetrer renovada, más dinámica y actual. Una Caixapetrer, si cabe, más cercana y humana, asequible y transparente. Pero sobre todo, vamos a ofrecerte una Caixapetrer más ambiciosa y competiti va, integrada en uno de los mayores grupos financieros de este país como es el Grupo Caja Rural, capaz de acompa ñarte y apoyarte, con todas las garantías, en todas las metas que te propongas. Por ello, nos hemos dotado de un nuevo logotipo que expresa mejor lo que somos y de donde somos: una caja con una larga tradición pero muy moderna, hecha por, y para, la gente de aquí. Presentamos la nueva Caixapetrer. ¡Más tuya que nunca y más de todos! Porque ser de Caixapetrer, para los que nos sentimos de esta tierra, es de sentido común. el RESPUESTAS PARA ENTENDER EL FENÓMENO DE LA GLOBALIZACIÓN ¿Tiene Utllfü modelo de distrito industria ~ za atero. E n este artículo vamos a proponer una respuesta a algo que los eldenses nos cuestionamos con mayor o menor profundidad: «Debido a la globalización de la economía, y con ello al surgimiento de la competencia asiática, ~va a desaparecer la industria zapatera de nuestra comarca:». Para contestar a esta pregunta tan compleja como delicada, debemos previamente hacer una introducción teórica al modelo del distrito industrial zapatero o cluster zapatero y al fenómeno de la globalización, para posteriormente plantear una serie de hipótesis de trabajo donde apoyar la respuesta a esta pregunta. JESÚS QUÍLEZ CALDERÓN El concepto de distrito industrial surge de Alfred Marshall , quien de muestra que las ventajas de la pro ducción a gran escala, o al menos una parte de ellas, pueden lograr las una población de empresas de pequeñas dimensiones, concentra das en un determinado territorio , subdivididas en fases productivas , surtiéndose de un único mercado local de trabajo. En consecuencia, el distrito in dustrial se puede imaginar como un gran complejo productivo, en el que la coordinación entre las dis tintas fases y el control de su fun cionamiento regular, no se lleva a cabo mediante unas reglas prees tablecidas y / o mediante mecanis mos jerarquizados (como ocurre Vista exterior de la Fundación FICIA. 72 alborada 2001 Polígono Industrial Campo Alto en su totalidad. Enero 2005. (Foro: JuAN M1GUEL MARTíNEz LoRENzo) en la gran empresa privada), sino mediante la confianza en una com binación del juego automático del mercado con un sistema de san ciones sociales impuestas por la comunidad. La pertenencia a un territorio pequeño en dimensión permite al sistema territorial de las empresas, es decir, al distrito in dustrial, gozar prácticamente de una economía a gran escala ligada al complejo proceso productivo, sin perder la flexibilidad y la adaptabi lidad a las diversas coyunturas de mercado que se desprenden de su fragmentación, (Becattini, 1992). El poder de las multinacionales Con respecto al fenómeno tan complejo de la globalización; pode mos definirlo como el proceso so cio-económico en el cual encontra- mos que los sistemas productivos y los mercados adquieren, paulatina mente, dimensión global; el estado cede protagonismo y liderazgo a las empresas multinacionales; las nuevas tecnologías de la informa ción, los transportes y las comu nicaciones facilitan y refuerzan el funcionamiento y la interacción de las organizaciones; y el proceso de integración económica toma forma a medida que el modo de desarro llo industrial da paso al modo de desarrollo informacional. Si bien nos deberíamos pregun tar si estamos en el primer impacto de la globalización. No es así, tene mos muchas evidencias históricas que nos reflejan fundamentalmen te a partir de la industrialización de los países occidentales en los que han existido procesos simila res. Según Barquero (2005), «la globalización es un fenómeno an- tiguo, asociado a los intercambios internacionales de bienes y servi cios, y la internacionalización del capital y de la producción». Resal tando las etapas de globalización comprendidas de 1870 a 1914, y la etapa actual que se inicia en 1980 hasta la actualidad, siendo de mayor impacto hasta la fecha la primera que la actual, tanto en emigración, como en difusión tec nológica y en movimiento de capi tal internacional. Como primera hipótesis de trabajo nos apoyaremos en Porter (1990), que afirma que las econo mías externas sujetas a un territorio local determinan la ventaja compe titiva de las empresas y del territo rio en el que se localizan. Partien do de esta afirmación llegamos a la conclusión que es el territorio el elemento aglutinador de las econo mías externas, el que influye direc- Calzado 73 Hay evidencias históricas que reflejan que la globalización es un fenómeno antiguo, asociado a la industrialización de los países occidentales Edificio de lnescop. tamente en la ventaja competitiva de las empresas y en conclusión del desarrollo económico. Este razona miento teórico, lleva a la decisión por parte de Comisión de la Unión Europea de defender una política industrial que tenga como objeti vos fortalecer el entorno compe titivo, mejorar la oferta de capital humano y reforzar la cohesión so cial. El nuevo enfoque comunitario atiende a las externalidades de las empresas y de la industria en un territorio local en cuanto dinami zadoras de la eficacia productiva y de la competencia. La ’deslocalización’ Como segunda hipótesis vamos a apoyarnos en Sevilla (2007), que nos afirma en su artículo que du rante los últimos años, el fuerte proceso de globalización ha pues to en duda el alcance de las ventajas competitivas ligadas al territorio, donde se ubican estos cluster y/ o distritos industriales. La denomi nada deslocalización ha puesto y está poniendo en riesgo la vincu lación entre las empresas, los secto res y el territorio ante la gran mo vilidad coyuntural que tienen las mismas para desplazarse por todo 74 alborada 2007 Cadena de almacén. el mundo en la búsqueda de esas mismas ventajas competitivas. La fuerte implantación de las marcas de productos disociados del lugar donde se producen los mismos (también producidos en diversos países y ensamblados o acabados en otros distintos) y el gran papel que han adquirido las grandes empresas de comercio mi norista (que distribuyen produc tos estándar que pueden variar de temporada en temporada), han dado un vuelco radical al nuevo papel que puede desempeñar el territorio en ese proceso. Si bien, también observamos que los pro cesos de deslocalización de las em presas no es brusco ni radical, ya que si así fuera, todas las empresas se desplazarían de golpe a las zonas más atractivas y, por ejemplo, toda la industria española del calzado ya se habría instalado en China. Pero hay muchos factores que hacen que esto no suceda así. Desde la propia preparación de la mano de obra hasta la existencia de nichos de mercado que todavía pueden ser abastecidos por esas empresas locales. Y es ahí donde deben de profundizar las instituciones liga das al territorio en la defensa de la actividad ligada al territorio. La respuesta: «Sí, es viable» Por todo lo anterior, la respuesta al interrogante que se plantea en este artículo, apoyándola en las hi pótesis de trabajo anteriores, so bre la caducidad o no del modelo de distrito industrial en el Valle de Elda es que sí es viable el modelo de distrito industrial zapatero de Elda, y tiene un potencial futuro en una economía globalizada como es el que tenemos en este inicio del siglo XXI. Si bien, partiendo de lo afirmado por Porter (2005): « .. .la globalización permite a las empresas proveerse de sus insumos en forma global, con lo cual los as pectos de las ventajas comparativas pierden valor a favor de las ventajas competitivas, es decir, a un uso más productivo de los insumos, lo cual exige una constante innovación». Es decir, la nueva competitivi dad empresarial de nuestro distri to o cluster zapatero será posible si funcionan tres mecanismos: los realizados en el interior de la em presa (eficiente organización del trabajo y la calidad de la produc ción); las llevadas a cabo por la red de clientes y productores (la cade na de valor de la empresa); y las orientadas a propiciar la creación de un entorno territorial -un en torno socio-económico atractivo e innovador en nuestra ciudad- que permita el acceso a los servicios de desarrollo empresarial. HISTORIA Y VALOR SIMBÓLICO DEL CALZADO Entre calzados y ~esca zos Y o era un niño todavía: Lo recuerdo per fectamente cuando en un soleado día del cálido julio, sentado en un banco de mármol de la Plaza Castelar, le oí decir con- trariado: «Fabricando y trabajando en algo tan arrastrado como son los zapatos, nunca llegaremos a nada». Los años han pasado y con ellos, viendo, leyendo y analizando su frase ya no me cabe duda de su error. Pocas cosas en la vida y pocos oficios han sido tan refrendados y valorados como el calzado y el zapatero. MIGUEL ÁNGEL ESTEVEJERÓNIMO La historia del hombre, su desarro llo, sus posibilidades, sus influen cias, sus valores sociales y econó micos, su categoría, sus vanidades, sus humillaciones etc., pasan con enorme frecuencia por ese objeto que el ser humano puso bajo sus pies, EL CALZADO. Nada mejor para empezar que acudir a la Biblia. En ella hallamos innumerables citas alusivas con di ferentes matices, significados y va loraciones En el cántico de Judit se observa como un par de sandalias pueden hechizar: «Sus sandalias arrebata ron los ojos del asirio y su belleza cautivó su alma, y el alfanje segó su garganta» (JDT. 16,11). Así se narra la muerte del Ge neral Holofernes enamorado de tanta belleza. Este trabajo se publicó en la revista técnica ’Mecanipiel ’ de octubre de 1987 y obtuvo el Premio de Prensa de FICIA de ese año . Su autor , Miguel Ángel Esteve , lo ha cedido para su publicación en ALBORADA 2007. El Profeta Isaías se refiere a la venida del Mesías: «Y han sido echados al fuego y devorados por las llamas los jactanciosos zapatos del guerrero y el manto manchado de sangre» (Is. 9,5). Encontramos nuevamente en (Gen. 14.22-23), la valoración del calzado como algo exclusivo y digno del hombre: «Alzo mi mano ante Yavé, Dios Altísimo, Creador de cielos y tierra: ni un hilo, ni una correa de sandalia, ni nada de lo tuyo tomaré, y así no me dirás: Yo he enriquecido a Abraham». En el libro de Los Salmos, se cuenta una derrota del pueblo ele gido y como término simbólico de tomar posesión de aquella tierra Calzado 75 que pisa, canta: «Moab es la bacía para lavarme, sobre Edom arrojaré mi calzado, y sobre ti Filistea, can taré victoria» (Sal. 60, 10). Conocida es la costumbre en el antiguo Israel, de intercambiarse los zapatos en caso de compra o cambio de algo. Como prueba de un acto mercantil resuelto: «Quitándose el zapato añadió: testigos sois hoy de que yo compro a Noemí ». «Testigos somos » (Rut. 4, 1.11) A veces la valoración de la belle za por motivo del calzado también se señala. En el diálogo del amor del Cantar de Los Cantares, el es poso dice a su esposa: «Qué bellos son tus pies con las sandalias, hija del noble pueblo » (Can. 7, 2). Asimismo, encontramos en el Evangelio diversas citas, donde el calzado sirve por analogía de acti tudes humildes: «Tras de mí viene uno más fuerte que yo, ante quien no soy digno de postrarme para desatar la correa de su sandalias » (Me. l, 7) o de regocijo , citando de nuevo al calzado como regalo espe cial, como don representativo del amor paterno, cuando dice aquel a sus criados: «¡Pronto, traed la túni ca más rica y vestídsela, poned un anillo en su mano, y unas sandalias a sus pies!» (Lc.15,22). Pero no deseo cita tras cita can saros más para demostrar lo ex puesto. Vayamos a la historia y veamos como según diferentes versiones, se sitúa uno de los trabajos más anti guos, el del zapatero, y su producto, el calzado a lo largo del tiempo. No tenemos constancia exac ta del momento en que el hombre decide proteger sus pies a las as perezas del suelo, del calor en el ardiente desierto, del frío de las he ladas superficies, de los matorrales, piedras, etc. Ya hay noticias de la protec ción de los pies por parte del ser 76 alborada 2007 humano en unas figuras de mujer pintadas en las cuevas de Altami ra, hace aproximadamente 14.000 años. En ellas se observa perfec tamente como sus pies y piernas están revestidos por algo (proba blemente piel) que las protege del medio exterior. De la Edad de Bronce se tienen unas urnas, en forma de zapatos y botas , procedentes del norte de Persia y del Luristán. No obstante sabemos que los pueblos primitivos al igual que los actuales salvajes, llevaron los pies desnudos, sin que su piel endure cida sintiera molestias por la in clemencia del tiempo o la dureza del suelo. Por ello debemos atribuir al re finamiento de la civilización y al progreso de la cultura la invención del zapato. En los monumentos del anti guo Impero Egipcio anteriores a la V Dinastía, hombres y mujeres aparecen con los pies desnudos, lo que hace pensar que todavía no se usaba calzado. Posteriormente, en Egipto, el calzado comienza a aparecer y no sólo como signo de protección de los pies, sino respondiendo a cáno nes de utilidad y elegancia. El primer calzado conocido con exactitud se desarrolla a orillas del Nilo. Su forma básica es la sanda- lía que se conservará en el curso de milenios. Una tira que abraza el pie por encima , en el centro de la cual, se une otra que separa el dedo pul gar de los demás. Todas ellas suje tadas a una planta o piso. Se con feccionaban con hojas de palmera o papiro entretejido o trenzado . Posteriormente, los egipcios, hábiles curtidores (descubrieron la mimosa como curtiente) y diestros artesanos en posesión de refinados instrumentos, trabajaron el cuero creando sandalias de piel teñida, a veces bordadas y adornadas con lá minas, según el poderío económico del propietario. Por su lado, los asirios utiliza ron la sandalia, pero dividida en dos partes. Una delantera sujetaba el dedo pulgar, como una anilla, la otra estaba formada por un trozo de cuero que sujetaba el talón y del que partían una o varias tiras que se apoyaban en el empeine del pie , sujetándolo. Los artesanos asirios destaca ron curtiendo y tiñendo, hasta el punto que el origen del famoso ta filete, se remonta a esta nación. Empezamos a ver que el zapa to de reyes y dignatarios destaca del usado por el pueblo común y se adorna con bordados. Hasta los colores determinan el rango los pá lidos para nobles, rojos y amarillos para las clases más bajas. El calzado como otros elemen tos del ropaje marca las diferen cias entre estratos sociales. Todo esto podemos constatarlos en los monumentos de Khorsabad de la época de Sargón. Aún hoy los ha bitantes de Mesopotamia portan este tipo de calzado. Otra forma de sandalia que apa rece en los monumentos de Asur banipal es con una suela más grue sa hacia el talón, la envoltura abriga todo el pie menos los dedos y el tarso. Los últimos reyes, como se ve en Senaquerit, llevan una espe cie de escarpín de piel, redondeado en el extremo del pie y adornado con rosetas. No obstante todo lo indicado, es en Grecia donde se desarrollan todas las formas básicas del calza do que han llegado a nosotros. Los griegos mostraron un vivo interés en ocuparse del bienestar de sus pies, creando gran diver sidad de modelos para adecuarse a cada circunstancia y exigencia. Aunque dentro de la casa los seño- res no utilizaban calzado alguno y por las calles tampoco los esclavos, el griego se ocupó en gran modo de su persona e imagen. De ahí que debamos destacar junto al ciudadano de sus ropas, la variedad de sus calzados. El más común y utilizado, con sistía en las famosas abarcas de piel de buey, ceñidas hasta el tobillo con correas entrelazadas. La gente acomodada o distinguida calzaba sandalias más o menos lujosas que consistían en un trozo de piel que protegía el talón y los costados del pie hasta los dedos. Para sujetarlas utilizaban unas correas entrecru zadas y atadas al tobillo. Los lacedonios se distinguieron por su afición al calzado elegante y así, ciudades como Aniclea y Ar gos llegaron a tener fama por su calzado. Otros tipos de calzado utiliza do por los griegos fueron: La crépida, usada durante más de 10 siglos y de la que nos hablan Jenofonte y Sófocles, apareciendo con frecuencia en los vasos griegos. Entre los monumentos en que apa rece es de destacar el pie del Her mes de Praxiteles, encontrado en el O limpia y la Diana que existe en el Museo del Louvre. El endromis, utilizado encarre ras y el embas usado por campesi nos, pastores y gente humilde. El coturno, borceguí de origen oriental, cerrado con suela muy alta que indistintamente servía para uno u otro pie y que realzaba las figuras de los actores en escena, proporcionándoles dignidad y al tura. El diabatro es un tipo de zapa tilla de origen griego igualmente. Pero como dije, las sandalias eran el calzado más en boga, el mismo Homero elogia la belleza de sus adornos hechos generalmente sobre piel púrpura y sujetos con broches metálicos. Es evidente que desde Egipto a Grecia y todavía más en Roma, el hombre va dando cada vez más interés a la protección de sus pies, a la vez que va considerando la be lleza de su calzado. La categoría social, su nivel eco nómico y el rango de cada cual, pasa a venir determinado en gran manera por el calzado que se uti liza. Del mismo modo el zapatero comienza a tomar un valor social superior al de otros artesanos, lle gando a gozar a veces del aprecio personal de los grandes de cada época y país. Calzado 77 Roma, que bebió de Grecia en tantas fuentes, lo hizo también en el amplio panorama que le ofrecía el calzado griego, no dejando por ello la influencia de sus vecinos los etruscos, base del pragmático pue blo romano. De este modo los romanos co piaron la crépida y el coturno ya ci tados en Grecia y el socco (propio de comerciantes) de los etruscos, así como el compagus, botín has ta media pierna que deja libre los bién entre otros los calzados dedos, el malleus, zapato que cu bría todo el pie y el pero, bota recia anudada por delante y que envolvía las tres cuartas partes de la pierna. Tras la con quista de las Ga lias introdujeron en su vestimenta la gallica, sanda lia de cuerpo basto. Fi guran tam- más utilizados por el pueblo romano la solea, san dalia de fina suela que se sujetaba al pie por medio de una pala de ti ras de cuero o de tela y el calceus, de patrimonio exclusivo de los patri cios y de los hombres con toga. El Emperador y máximas auto ridades se reservaban la utilización del calceus mulleus, de exótico color púrpura. 78 alborada 2007 Los campesinos llevaban zuecos de madera, las burdas carbatinae, de piel sin curtir y los udones, es pecie de escarpines de lana o piel de cabra. Los guerreros calzaban la cali ga, provista de fuertes clavos del que tomó su sobrenombre el Em perador Calígula, del que Juvenal se queja cuando un soldado le pisa por descuido. Las pinturas de Pompeya ofre cen repetidos ejemplos del lujo a que se lega en Roma en el calza do femenino, pues en ningún sitio hasta aquí había sido un signo tan claro de clase social y riqueza. Se llegó a tal exceso, que algu nos Padres de la Iglesia lo conde nan. Así San Clemente de Alejan dría dice en su Pedagogo que «las mujeres vanas y orgullosas mostra ban su debilidad hasta en sus mis mo calzados, ya que sus sandalias estaban bordadas en oro y lleva ban imágenes amorosas, como si quisieran dejar en la tierra las hue llas de la corrupción de su alma». Condena, asimismo , las zapatillas de Atenas y Sicione por su lujo y desenfado. De nuevo recuerdo la frase de aquel hombre de la Plaza de Cas telar y me pregunto: ¿Cómo ante algo tan importante y trascendente como es el calzado podía opinar así?, cómo nunca llegar a nada, haciendo algo tan bello como unas sandalias?,¿ por qué decir tamaña negación ante algo tan hermoso como calzar al ser huma no?, ¿por qué desdeñar un oficio que ha dado Mártires y Santos?. Recordemos que Crispín y Crispiniano, nobles romanos con vertidos al Cristianismo, zapateros de profesión, fueron denunciados y padecieron martirio. ¿Por qué no valorar la memoria de Urbano IV, de origen zapatero y Papa de la Iglesia?. Pero volvamos a la Historia. El imperio romano fue arrasado por los pueblos bárbaros, que oca sionaron un retroceso en el domi nio de la técnica y conocimientos del calzado, como de tantas otras cosas. Los bárbaros que invadieron las Galias utilizaban un calzado cerrado y atado a la usanza de los pueblos del norte. Rudos zapatos o botas de piel sin curtir, sin ninguna concesión a la elegancia, tan solo se trataba de protegerse y cubrir los pies. Los galos y algunos otros pueblos bárbaros de la Germanía gastaban una especie de sandalia semejante a la cáliga, a modo de zapato que cubría los dedos y los ataba por medio de correas cruza das sobre el empeine. Los campesinos galos usaban un calzado semejante a las alparga tas que aún llevan las gentes del Pi rineo, consistente en una suela de cuero o esparto, a la cual se unían un empeine de piel o tela gruesa con unas tiras que aprisionaban la garganta del pie y reforzaban las partes laterales. Todo esto se com pletaba con unas perneras de lana o piel. Con el Emperador Cario Mag no encontramos de nuevo un auge y esplendor del calzado. Gustaba de celebrar con dignidad todas las solemnidades y como consecuen cia los vestidos y calzados de él y de su corte llegaron a poseer gran variedad y riqueza. El historiador Eginardo: «Ves tía túnica tejida con oro, zapatos adornados con gemas. Cuando partía a la guerra con sus soldados llevaban zapatos de hierro». Después de Cario Magno otros soberanos serán recordados por su calzado. Entre ellos el rey Bernar do, cuyos zapatos hallados en su tumba eran de cuero rojo con suela de madera. El magnífico Federico II, des crito por sus súbditos árabes como «gacela en la que el Creador plas mó toda la belleza y elegancia», fue enterrado calzando unos botines de seda con galones de oro. En castillos y palacios, el calza do se convierte en artículo de lujo (brocados, sedas, cueros bordados) de modo, que a menudo se dejan en herencias y testamentos, como es el caso de Teobaldo, uno de los primeros abades de Fleury sur Loire. Desde el siglo VI, se había te nido como signo de nobleza llevar calzado de cuero curtido y borda do. El pueblo llano utilizaba za patos fuertes y herrados. La clase acomodada zapatos de cuero o tela bordados en colores y con galones que arrollaban a las piernas. Complejo es el panorama que observamos en Europa en los siglos XI-XII. Recordemos que de los bár baros invasores solo los visigodos y los francos lograron construir sen dos reinos en el solar de las devasta das provincias romanas de occiden te. Los primeros fundidos con los hispanorromanos y vencidos por los arabigomusulmanes, los segundos fusionados con los galorromanos y su Emperador Cario Magno que re sucita el Imperio de occidente, sobre el modelo romano. Luego vendrá el Cisma de la Iglesia griega, las Cruzadas y la descomposición del califato, que facilita la Reconquista. Nos hallamos ante una socie dad feudal en la que el vasallaje es aceptado y legislado. En este clima el comercio y las profesiones liberales son mirados con desprecio por el señor, el noble y el caballero, dedicados a luchar entre sí, con el Rey o contra él. Comienzan a aparecer los gran des burgos (formados por obreros y comerciantes) y se crean los Gre mios y las Cofradías de abolengo romano. Sabemos que en el año 1200 el rey Pedro el Católico, en un privile gio de «Pau i Treva» hace mención por primera vez del calificativo de menestral al referirse a los artesa nos establecidos en sus reinos y po cos años más tarde el Obispo Be renguer de Barcelona da permiso para edificar un altar, dedicado a San Marcos Evangelista Patrón de la Cofradía de zapateros catalanes, concediendo además indulgencias a todos los cofrades y visitantes de la capilla situada en la Seo de Bar celona. Nuevamente recordé al anciano de la Plaza de Castelar pensando en el avance que la profesión zapateril Calzado 79 había ido adquiriendo en el trans curso de los siglos. Sus palabras pe simistas caían deshojadas por tantos y tantos datos que valoran ennoble ciendo este oficio secular, que vaga nado en cada época y sociedad el lugar que le corresponde. Y no es solo en España, en Francia las cofréries, arti en Italia y guilds en los países anglosajones son signo inequívoco del asociacio nismo zapatero, que va determi nando un poderío e importancia considerables. Todavía es pronto para plan tearse temas de moda, pero los se cretos del oficio se guardaban ce losamente y el taller del zapatero era como una escuela, en la que de forma gradual el alumno iba acce diendo a todos los conocimientos sobre la materia. En Florencia, en 1293 el gremio de zapateros pasó a ocupar el nove no lugar entre las Artes Mayores y en Francia en el siglo XIII los Cor douniers ya estaban especializados en calzado de lujo, hecho con cor dobán o badana. Durante el siglo XIV, triunfa por doquier el zapato denomina do polaina, que prolonga su pun ta alargada a la altura del pulgar, embutida con crines para que se mantenga rígida y a veces curvada hacia arriba. Es tan larga en ocasio nes que para no tropezar se ata con una cadenita bajo la rodilla. 80 alborada 2007 Este calzado atraviesa fronteras y es copiado por unos y otros, Su originalidad y uso levante polémi cas, disposiciones legales (Carlos V, Felipe IV, Eduardo III). Encí clicas papales (Urbano V) y can ciones entre los trovadores de la época. Se afirma que por causa de una deformidad de su pie, Carlos VII (1470-98), suprime la utilización de la polaina, imponiendo un cal zado de punta roma o cudrangular (pico de pato). Durante un largo período entre los siglos XV y XVI, el zapato se convirtió en un símbolo de insu rrección popular. El pobre zapatón de los campesinos alemanes llama do bundschub sirvió como grito de protesta contra la prepotencia de los nobles, convirtiéndose en se ñera del partido campesino y más tarde en grito de guerra en el cam po de batalla. Hasta el Renacimiento, con su exaltación del individualismo, no hubo época que mayor importan cia concediese a la vestimenta y el calzado. La preocupación por dis tinguirse y el lujo fueron ideales cal dos de cultivo para la prosperidad y desarrollo del uso del calzado. La invención de la imprenta, la caída de Constantinopla, el esta blecimiento de las rutas de la India por los portugueses y el descubri miento de América, son grandes hechos con factores, de cara a la so ciedad, su transformación, su vida y como consecuencia a su vesti menta y calzado. Según un censo de oficios en 1516 existían en Barcelona 116 sastres y 186 zapateros. En España los hombres calza ban botas altas de ante y las mu jeres chapines de alta suela de cor cho. Francia, reinando Francisco I, calza a sus féminas con zapatos muy escotados de raso o satén, los hombres, terciopelo entretallado de punta roma. Los contemporáneos de En rique III abandonan el escarpín francés, más o menos elevado, por un calzado de influencia italiana, la pianella, a modo de chinela sin abrochadores ni talón y el patín ve neciano, más propio del Extremo Oriente que de Europa. Los hombres durante el rei nado de Luis XIII, llevaban bo tas hasta más arriba de la rodilla, y en ocasiones elegantes zapatos de tela que se ocultaban con fre cuencia bajo gigantescas rosetas de encaje. A finales del siglo XVI hace su aparición el tacón, invento de gran importancia y que colocado bajo el talón hace variar todos los pre supuestos, ya que en primer lugar cambia la disposición del cuerpo, condiciona la forma de andar y transforma la forma de vestir. Encontramos en el siglo XVII y desde allí hasta casi nuestros días que el ámbito de creación y diseño se ha trasladado a Francia. Hombres y mujeres calzan za patos de tacón que a veces es altísi mo. La nobleza adopta el color rojo y así se distingue del resto de la so ciedad. Estos realces escarlatas da rán el nombre a toda una época. Luego vendría Luis XVI, el rey galante de pequeña estatura y de enormes tacones para disi mularla. Con dos Luises, XV y XVI se persevera en dicha moda, disminu- yendo la altura del tacón, cargan do la atención de las hebillas que a veces van grabadas con las iniciales del propietario y consiguiendo la introducción del color rojo en los tacones de todas las cortes euro peas. La Revolución Francesa acabó con estas modas, de manera que la corte de Napoleón fue la últi ma llamarada de la moda mascu lina afeminada, pues los hombres comienzan a buscar la sencillez y la funcionalidad de sus mode los. Desde aquí hasta nuestros días el calzado pasa a ser el elemen to fundamental de la vestimenta. Abrigar los pies comienza a ser entre industriales y comercian tes un serio motivo de negocio, así como de empleo importantes. Entre modistos y dibujantes, un motivo de preocupación, lucha y búsqueda. La sociedad llega a aceptar, que un par de zapatos es tan importan te que merece ser estudiado y ana lizado debidamente y como conse cuencia, valorado. Por todo lo expuesto y con mi memoria puesta en aquel anciano de la Plaza Castelar debo insistir solemnemente: Aquel hombre no tenía razón. ·20 2 • 3 l )J Q f!ANZ KROGER 1 839 S C H U STERJUNGE • ’ ~ • ••••••••••••••••••• Calzado 81 AVANCES TECNOLÓGICOS Y FLEXIBILIDAD DE LAS EMPRESAS DE ELDA Vuelve el calzado a Q e no cunda el pánico! ¡No estamos proponiendo una vuelta a los 7 principios del siglo pasado! Se trata, simplemente, de aprovechar y • coordinar la tecnología desarrollada por Inescop con la capacidad de nuestras empresas para hacer series cortas e incluso pares sueltos, para abordar un mercado en expansión, dispuesto a pagar precios muy altos por un producto personalizado. En el número de octubre de 2007 de la revista Excelente, que la compañía aérea Iberia reparte entre los pasajeros de la clase business, aparecía un artículo sobre una empresa de calzado inglesa que hace, en el centro de Londres, calzado a medida por un precio superior a los 3.000 euros/par. Así pues, el margen de maniobra para mantener el nivel de riqueza de nuestro entorno geográfico es evidentemente amplio en este tipo de calzado. CÉSAR ORGILÉS BARCELÓ El mercado del calzado está com puesto por diferentes tipos de clien tes y usuarios que tienen diversas necesidades, las cuales se convierten finalmente en criterios de diseño y producción. Esta gran cantidad de requisitos pueden ser agrupados en un conjunto de criterios técnicos y funcionales (¿para qué están di señados?) que no han sido tenidos en cuenta suficientemente en los procesos de producción del calza do, excepto para el ortopédico y el deportivo muy especializado. En el número 49 de ALBORADA, co- 82 alborada 2007 mentaba el cambio del sector des de una actividad basada en los re cursos, a una actividad basada en el conocimiento. Ahora se trata de desarrollar una de las posibilidades de ese cambio. Bajo la denominación de calza do a medida, se pueden entender distintos grados de personaliza ción de un calzado en relación a las medidas de un pie determina do, que podemos agrupar en dos grandes bloques: l. Medición del pie, compara ción con los diferentes juegos de hormas de que dispone la empre sa, búsqueda de la que mejor se adapta a ese pie y fabricación del calzado correspondiente. No es exactamente un calzado a medi da, pero se está utilizando como tal en alguna empresa europea (Ej. Left Foot, de Finlandia). Tiene la ventaja de que no hay que fabricar una horma nueva, ni hacer nuevos patrones, etc. 2. Medición del pie, fabricación de una horma específica, ajuste del modelo y fabricación de un pro ducto totalmente a medida. Figura 1. Medición manual de los pies. Como vemos, en ambos casos, el trabajo comienza con la medi ción del pie. Tradicionalmente, e incluso en la actualidad, ésta es una labor manual que se realiza con una cinta métrica flexible , como se observa en la figura l. Además de los problemas de precisión y de localización exacta de la zona a medir, tiene el inconveniente de que mide longitudes pero ignora la forma de las partes que se miden y el mismo perímetro puede conse guirse con formas muy diferentes en ancho y altura. Figura 2. Esquema del funcionamiento del scanner de lnescop. Con el digitalizador de pies (ver figura 2), desarrollado por lnes cop, se consiguen medidas más precisas y se dispone de la forma del pie en tres dimensiones (3D), compatible con el programa de di seño de hormas (ver figuras 3 y 4 ). El proceso completo de obtención de los datos del pie (digitalización) tarda unos 30 segundos. Figura 3. Pie digitalizado en formato nube de puntos (en verde) y superficie. Una vez se cuenta con la forma y medidas del pie, se puede com parar con la base de datos de hor mas existentes almacenada en el ordenador de la empresa , con un programa desarrollado por lnes cop para tal fin , que nos indica el grado de adaptación de la horma al pie en cada uno de sus parámetros Figura 4.Toma de medidas y de perfiles sobre un pie digitalizado. Figura 5. Programa de comparación entre el pie y la horma. principales. En la figura 5 se mues tra la pantalla de inicio de este pro grama. De esta forma, puesto que la horma ya está estudiada en la fábrica y se cuenta con los patro nes correspondientes a una serie de modelos, el calzado se puede fabri car con rapidez e incluso se puede servir inmediatamente si se tiene en stock. Sin embargo, para hacer un ver dadero calzado a medida es nece sario fabricar una horma específi ca para cada individuo e incluso, a veces, para cada pie. Para ello, la primera necesidad es disponer de un programa de diseño de hormas, como el que desarrolló lnescop y que destaca por su potencia a ni vel internacional, pues está siendo utilizado por el principal provee dor mundial de maquinas para fa bricar hormas, la empresa italiana New Last. Realmente el proceso empeza ría por la digitalización de las hor- Calzado 83 Figura 6. Digitalizador 30 para hormas. mas que las empresas ya tienen e incluirlas en una base de datos, para poder trabajarlas posterior mente en el ordenador. Para ello, Inescop ha desarrollado un digi talizador de alta precisión, con ca libración automática, una resolu ción de 0.1 mm y una velocidad de 60 mm/ seg, que se muestra en la figura 6. Una vez digitalizadas las hor mas el programa de diseño por ordenador de Inescop simplifica y acelera las diferentes tareas que implica el diseño de una horma. Permite diseñar nuevas hormas, modificando las alturas, las formas de la trasera y la punta o uniendo partes de diferentes hormas , que 84 alborada 2007 se encuentran en la base de datos. El programa trabaja en tres dimen siones pero el operario puede hacer las modificaciones en las diferentes secciones planas (20) y automáti camente pasan al modelo 3 D (ver figura 7) í~·~-: ~E, ·-·~.::.:~f 1 _ . 1~.L~ ~ Ll e-=--~~ ~ - .......... - ..--~-- ¡;¡;;; · --· . --• ··- - Figura 7. Programa de diseño de hormas. A partir del pie digitalizado podemos buscar una horma pa recida, que esté dentro del estilo buscado por el usuario y hacer las adaptaciones correspondientes, hasta conseguir una horma total mente nueva y adaptada al pie. En la figura 8, podemos ver la com binación entre un pie (en rojo) y una horma (en azul). A la izquier da observamos que el pie idesbor dai sobre la horma y, a la derecha vemos como se va adaptando más la horma. Figura 8. Fusión pie -horma. De esta forma se consigue una horma totalmente vinculada al pie (figura 9), A partir del diseño de la hor ma en tres dimensiones, realizado en el ordenador, se pueden fabri car inmediatamente las hormas en unas máquinas que trabajan direc tamente desde los datos que le en vía el programa de diseño (figura 10), en lugar de necesitar de una horma modelo para copiarla, como se hacia antes. Es el momento de actuar: miles de turistas de nuestras costas aplaudirían un centro especializado en calzado de Elda y la posibilidad de hacerse unos zapatos a medida. Hablamos de turismo terapéutico o de salud del pie. Figura 1 O. Fabricación de hormas por control numérico. Por otra parte, Inescop tam bién ha desarrollado un progra ma informático, el Cad 3D + (figu ra 11), para hacer rápidamente el diseño del modelo por ordenador y sacar los patrones. El desarrolla do del programa ha contado con la colaboración de Ars Sutoria, de Milán, la escuela de patronaje más importante del mundo y se siguen sus prescripciones para un ajuste perfecto del patrón a la horma. El programa trabaja interactiva mente en dos y tres dimensiones, de forma que cualquier línea dibu- --· ~-1!1.! .. /~ .. ,~-w •• Figura 11. Programa de patronaje en 3 dimensiones. jada en una de las vistas se forma simultáneamente en la otra y las modificaciones se pueden hacer en una u otra vista, hasta conseguir el modelo deseado con las piezas co rrectamente situadas. Las piezas se pueden sacar en cartulina para cor tar las pieles o se pueden mandar a una máquina de corte automática (figura 12 ), sin necesidad de tener físicamente los patrones. Figura 12. Detalle de corte de una máquina automática. Figura 13. Pantalla del programa de diseño de tacones. Por supuesto, en caso necesa rio, se pueden fabricar también por ordenador los tacones, me diante el programa Ditacor ©, uno de los primeros desarrollos CAD de Inescop, que marcó un están dar en este tipo de programas (ver figura 13). La fabricación de calzado a me dida puede ser especialmente útil para pies problemáticos , como en el caso de los pies de algunos dia béticos. En la figura 14 vemos la imagen de un pie que ha sufrido la amputación de dos dedos y está caído hacia la parte externa. En la Calzado 85 ¡.-- .. -~ ....... -.. _ t.J !.:’fJ Sti~t..lltl-1i!ó i!4._(..i-JW~~ !ltl’M O! Figura 14. Pie con sólo tres dedos. .. --·- - ~ ~.il !!l~!lt!/ ~3bl~~ -r..-r:l fS- .. ~ Figura 15.Fusión de la imagen del pie y una horma tipo. f!.:..:.::_ -: ¡~:::;;: ~ ;::..’::.. :....:... ;;:;;;:! :: ;~ ...,_· e:;;:]¡;;;;:]¡:¡;;] ,._ •• • ’’ ’ ’ ’’ ’’ ’.’ Figura 16. Plantilla 30 a partir de la digitalización del pie. cr·. DI , ¡ ¡ ( ll, ’!, ’’8., ’’ ,l!, (): Q’. .. figura 15 se ve la fusión del pie con la horma que más se aproximaba en tamaño. Por último, con estas herra mientas informáticas, se pueden fabricar, en menos de dos minu tos, plantillas ortopédicas en tres dimensiones, totalmente adapta das al pie, a partir de un conjunto de entre 10y12 parámetros, como ilustra la figura 16. En definitiva, disponemos de una tecnología propia, que mu chos países no tienen, para hacer calzado a medida y nuestras em presas estan ya habituadas a hacer pequeñas series y pares sueltos so- 86 alborada 2007 bre pedido o como muestras, por lo que sólo hace falta un pequeño es fuerzo para unir ambas experien cias. Tal vez el esfuerzo adicional provenga de la iniciativa planteada por el Ayuntamiento con la Ciu dad del Zapato. Elda ya tiene una imagen de hacer buenos zapatos. Miles de españoles pasan cada año por nuestra ciudad, con destino a las costas alicantinas y otros tantos miles de extranjeros veranean en la provincia. Muchos apreciarían contar con un centro especializa do en calzado de Elda y una parte de ellos valorarían favorablemen te la posibilidad de hacerse unos zapatos a medida. Incluso se po dría hablar de turismo terapéutico o de salud del pie. Es el momento de actuar. Una industria «diferente» A modo de epílogo, quisiera refe rirme al artículo que escribí para el nº 49 de ALBORADA, corres pondiente a 2005 , en el que me re fería a las posibilidades de futuro del sector calzado en España y co mentaba las últimas crisis de 1973, 1980 y 1992, augurando que, si hacíamos bien las cosas, esta sería una más de las crisis. Afortuna damente podría ser así pues en el 2006 ya se invirtió la tendencia en la exportación de calzado en euros y en 2007, si las ventas de los últi mos meses continúan la tendencia, se habrá llegado al fondo en rela- Figura 17. Exportación de calzado en euros. ción a las exportaciones en pares, como se aprecia en las gráficas de las figuras 17 y 18. La exportación sólo es una par te de nuestro mercado, pero desde hace años es el indicador principal de la evolución del sector, pues una parte importante de la producción se exporta y cuando falla la expor tación la competencia interior es mucho más fuerte. En esta ocasión, el calzado de importación por su precio y cantidad tiene una inci dencia especial en nuestro mercado interior por lo que causa también una distorsión propia. Por otra parte, la fortaleza del euro frente a la del dólar está haciendo prácti camente imposible exportar a Es tados Unidos y la competencia en el área del dólar es tremenda. Indudablemente, esta situación dará lugar a una industria diferen te, con producciones menores, pero de calzado con más valor. Hace 10 años, el precio medio de nuestro calzado era de 8,6 €/par, en 2002 , cuando se inició esta crisis, el pre cio medio era ya de 15,5 €/par y, en 2007, el precio medio rondará los 18 €/par. Cada vez nos diferencia mos más del calzado de los países asiáticos, pero hay que ponerle mu cho conocimiento al producto para justificar esos precios. El calzado a medida o más adaptado al pie es una de las alternativas de nuestra industria pues, según los estudios de mercado, el usuario pide cada vez más confort a sus zapatos. ;ro ,-----------~ I ~ 1-,-· ,- 1. ••• rn rn ~ I 8) 8) . .. . , ......... ......... .. .¡¡, ... , .................. , ,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,, ,, ’’’’’’’’’’’’’’’’’’’’’’’’’’’’’’’’’’’ ·¡ 3) . . ,,,,,,,,,,,,,,,,,, ..•..... i a ...... ~,.,....,~~~....,_~~~.,..,....~ n ~ • • ro ~ ~ ffi re m ~ M E ~ m ~ ~ m Mas Figura 18. Exportación de calzado en pares. Codo vez que realizas uno operación con lo CAM , estós contribuyendo a l desarrollo cultura l, med i oambiental y social de tv comun i dad . Aquí está el Mediterráneo, para lo que necesites. Mas para tí. mas para todos CRlll Caja de Ahorros del Mediterráneo EXPOSICIÓN: UN RECORRIDO FOTOGRÁFICO POR LAS FORMAS DE TRABAJO DE ANTAÑO N o se puede entender la historia reciente de Elda sin los zapatos. En nuestras familias siempre ha habido miembros dedicados de una u otra forma al sector del calzado, que se ha convertido en seña de identidad para Elda y los eldenses. TOMÁS PALAU ESCARABAJAL/BÁRBARA SÁNCHEZ SÁNCHEZ A pesar de los altibajos que siem pre han caracterizado a este sec tor industrial, nuestras gentes han sabido ir adaptando y mejorando su trabajo a las demandas del mo mento, convirtiendo el calzado el dense en producto de calidad reco nocida a nivel internacional. Pese a ello y a las grandes fábri cas y marcas que existen en nues tra ciudad, nuestro calzado siem pre ha sido un producto artesanal. Un producto para cuya finalización ha sido necesaria la colaboración de numerosos profesionales, quienes han ido perfeccionando y trabajan do desde que el zapato es una sim ple idea en la cabeza de un modelis ta hasta que es llevado a las tiendas y se convierte en complemento de 88 alborada 2007 moda imprescindible.Trabajadores que forman parte de una cadena hu mana de profesionales que, aún sin tener en muchas ocasiones contacto el uno con el otro, consiguen aunar su profesionalidad y dar al mercado un gran producto. Hablar de zapatos en Elda es hablar de tallericos, zapateros, al macenistas, aprendices, aparado ras, cortadores, rebajadoras, mo delistas, patronistas, forradores de tacones, terminadores, montado res, centradores, hormeros, desvi radores, sacadores de calados, fo rradores de plantas, encargados ... Nuestro reconocimiento de ante mano a todos ellos. Precisamente, con objeto de ho menajear y volver a traer a la me- moría a todos aquellos que en su día hicieron posible que el calzado de Elda fuera una realidad y c©n formaron el presente y el futuro de nuestra localidad, el Museo Etno lógico, en colaboración con el Mu seo del Calzado, realizó la exposi ción Escenas Zapateras, recogiendo fotografías antiguas para crear un gran archivo sobre este oficio mi lenario. Un recorrido fotográfico por las formas de trabajo de antaño, por los oficios hoy ya mecanizados, por los cambios urbanísticos de nues tra localidad y hasta por curiosi dades como los antiguos equipos de fútbol de las empresas locales. En definitiva, un paseo por nuestra historia reciente. Grupo de trabajadores de la Fábrica de José Guarinos Vera que se encontraba situada en la calle Benito Pérez Galdós actual Francisco Espí. Años 30. Calzado 89 Sección de doblado y aparado de la Fábrica de Peñataro. Año 1954. Abajo, Almacenista tintando cantos en la Fábrica de Calzados Cimbra. Año 1953. 90 alborada 2007 Aparando con máquina Singer en casa de la Calle La tripa. Año 1955. Aparando en casa con máquina Singer. Año 1956. Aprendiz montando el enfranque en la Fábrica de Luis Pomares. Año 1955. L Zapateros de silla realizando el terminado en la Fábrica de Calzados Cimbra. Década de los 60. Zapatero de silla trabajando delante de casa. Año 1957. Cortadoras. Año 1956. Sumando pies en el Almacén de Curtidos Baquera. Año 1962. Visita de los Reyes a la Fábrica de Kurhapies. Año 1976. Grupo de aprendices. Año 1958. Calzado 91 ARQUEOLOGÍA AL NORTE DE ELDA: HACIA UN PARQUE CULTURAL Hace • anos, Vinalopó ... junto al E n los difusos límites entre Elda y Petrer, una pequeña zona de nuestro término municipal alberga un singular conjunto de elementos materiales y naturales. El río Vinalopó, cómo no, articula este espacio rico en patrimonio histórico y medio- ambiental, desde la fronteriza partida de El Chorrillo hasta la de El Monastil. En unos pocos kilómetros, a lo largo del curso del río y sus sierras aledañas, se jalonan varios hitos de lo que podría ser una larga jornada de excursionismo cultural. VAN CARLOS MÁR UEZ VILLORA El punto de partida podría situarse en El Chorrillo. Aquí, un modes to montículo conserva las ruinas de un singular edificio, quizá un antiguo templo, sin duda relacio nado con la famosa y actualmen te desaparecida escultura funera ria de piedra que representa a un toro ibérico. Este paraje, ocupado por el hombre desde hace al menos 6.000 años, muestra también restos de otra arqueología: la de nuestra era industrial. En la zona se conser van los vestigios de varios molinos y, sobre todo, de una fábrica de la luz, construida en 1908: se trata de uno de esos ingenios que trajo la electricidad y, con ello, la moder nidad a nuestra ciudad. 94 alborada 2007 A poca distancia, ya en Petrer y semioculta al viajero por una arbo leda, la finca El Poblet -hoy Bien de Relevancia Local- albergó la dis creta y conocida Posición Yuste, re sidencia del Presidente del Gobier no Republicano durante los últimos días de la Guerra Civil. Volviendo al cauce del río, una antigua y singular noria abandonada da paso al Panta no de Elda. El río, ya encajonado, fa voreció en su tiempo la construcción sucesiva de las dos presas históricas así denominadas, formando una de las obras más monumentales y sig nificativas de la historia del valle de Elda. Junto al Pantanet de Petrer y sus homónimas de Elche, Relleu y especialmente Tibi, la primera pre- sa de Elda ( 1692-1698) se une al insólito y limitado grupo de obras hidráulicas de envergadura en la Ali cante de los Austrias (siglos XVI XVII). Esta muestra de ingeniería civil, merecedora de una recupera ción integral, ejemplifica la impor tancia del agua para nuestros ante pasados y resume parte de nuestra experiencia colectiva en el intento de explotación racional de los recursos hídricos del valle. Paralelamente, las laderas y re lieves colindantes muestran -más bien todavía ocultan -yacimientos arqueológicos prehistóricos como El Canalón, las Terrazas del Pantano o la Cueva del Hacha, tibio reflejo material del Neolítico y la Edad del 1 Vista aérea de la sierra de La Torreta desde el este. Se pueden apreciar los restos de El Monastil, situados en la parte alta en la parte alta, así como el gran meandro del río Vinalopó a su salida del paraje del Pantano (fotografía de J. M. Martínez Lorenzo) Bronce en nuestras tierras. Más en alto, a poca distancia, encontramos la estratégica torre vigía de La To rreta , construida en torno a 1386. Esta atalaya, ubicada en una privi legiada posición serrana en la anti gua frontera entre Castilla y Aragón, refleja, en el apartado material, una época de guerras e inseguridades medievales. A unos cientos de me tros, El Monastil, yacimiento situa do en el extremo oriental de la sierra de la Torreta, y de nuevo junto al río, es una rara y poco habitual sín tesis arqueológica de la vida prehis tórica y antigua en el valle. Frente a las ruinas de la ciudad iberorroma na, en el margen izquierdo del Vi nalopó, se sitúa el caserío de Santa Bárbara, recuerdo físico del antiguo Marquesado de La Noguera. Final mente, llegando a nuestro tiempo, la antigua fábrica de la Eléctrica El dense , construida a inicios del siglo XX, intenta luchar contra su aban dono y paulatino derrumbe. Éstos son algunos de los selec tos hitos del patrimonio histórico y arqueológico de un área también rica en valores ecológicos y pai sajísticos. El humedal del Pantano, hoy en regresión , alberga todavía un reconocido conjunto de tarays que destaca entre una variada gama de especies vegetales y animales. A poca distancia, otra vez en tierras petrerenses, se conserva el conoci do e insólito Arenal de l’Almortxó, fenómeno excepcional en nuestras tierras interiores e hito tradicional de excursiones domingueras. En definitiva, este paraje existen te a caballo entre Elda y Petrer, así como sus ramificaciones cercanas, poseen múltiples recursos para un disfrute sostenible. El aprovecha miento futuro de la zona, y su con versión en un producto cultural, puede y debe integrar Arqueología , Historia y Naturaleza bajo el para guas protector legal de un Parque Cultural, «el espacio que contiene ele mentos significa tivos del patrimonio cultural integrados en un medio físico relevante por sus valores paisajísticos y ecológicos » según la Ley del Patri monio Cultural Valenciano. 00 años , junto al Vinalopó 95 EL MONASTIL • Una • 1 enarta ciudad en las afueras A fines del siglo XIX, el erudito eldense Lamberto Amat vislumbraba el valor y la futura importancia y riqueza del yacimiento arqueológico El Monastil. En aquella época, el cincuentón secretario y archivero municipal resumía su curiosidad y su lamento reivindicativo sobre aquellas abandonadas ruinas en unas pocas y premonitorias líneas: . C. MÁRQUEZ VILLORA «Tenemos la fundada creencia de que Elda estaba poblada en la época que los romanos dominaron en Espa ña ... en el término de dicha villa se encuentra un partido rural que se lla ma hoy del monastil y antiguamente según hemos visto en libros viejos de este archivo municipal, monasteri; confirmando más nuestra presun ción, el que en una colinita que do mina el citado partido pueden verse aún vestigios de un edificio, que si bien no son considerables en la super ficie, deben serlo interiormente por que se notan ciertas cavidades que así lo indican; y en verdad que debe mos acusarnos de incuria los hijos de Elda por no haber hecho hasta aho ra alguna excavación para descubrir esta antigüedad, máxime cuando en tre las personas ilustradas se conocen estas noticias y muchos hemos visto además de escombros de edificio, un 96 alborada 2007 Vista aérea de El Monastil desde el norte . Pueden observarse los restos de las viviendas romanas restauradas en los últimos años (fotografía de J. M. Martínez Lorenzo) molde de piedra que debió servir para la fabricación de campanas, extraí do por un labrador de entre aquellas rumas». Dos generaciones después, el maestro nacional Antonio Sem pere Rico realizó prospecciones y una pequeña excavación en la parte 1 Bronce, hacen pensar en un asen tamiento todavía sin delimitar, for mado por cabañas, que estuvo ac tivo durante varios siglos. Ya bien entrado el primer milenio antes de nuestra era, la llegada de los prime ros colonizadores del Mediterrá neo oriental dejó una interesante impronta en el yacimiento. La in fluencia fenicia, fechada entre los siglos VII y VI antes de Cristo, se observa especialmente en la lade ra meridional, y ha proporcionado diversos e interesantes restos ce rámicos y vestigios de una posible construcción defensiva. Torre de la muralla de El Monastil (siglos 111-11 antes de Cristo), recientemente consolidada. Pueden apreciarse, asimismo, los restos de una pequeña escalera perteneciente a una entrada secundaria del poblado (archivo Museo Arqueológico Municipal de Elda) La huella de la cultura ibérica La cultura ibérica, desde mediados del primer milenio antes de Cristo, dejó una importante huella en El Monastil , el principal asentamiento humano que jerarquizó el territorio del Medio y Alto Vinalopó durante esta etapa. Destacan singularmente alta del yacimiento, publicando los hallazgos en la revista local Albor (1933). Los materiales recupera dos se depositaron en la colección didáctica de las Escuelas Gradua das desde 1932. Sempere habla de la presencia en El Monastil de murallas, cerámica griega, piezas cartaginesas, ibéricas, romanas, de dos sarcófagos cristianos de la de cadencia romana, y de restos visi godos. En definitiva, un anuncio y preludio de su potencial rique za. Tras el paréntesis impuesto por la Guerra Civil y los primeros años de la posguerra, entre 1959 y 1977, miembros de la Sección de Arqueología del Centro Excursio nista Eldense realizaron una am plia, meritoria y pionera serie de intervenciones arqueológicas en la parte alta del yacimiento. Como resultado, más de 60 habitaciones del antiguo poblado iberorromano fueron excavadas, proporcionando un ingente caudal de piezas de di versas épocas. Más adelante , con una perspec tiva inscrita en el mundo profesio nal, desde los años ochenta hasta la actualidad se continúa excavan do irregularmente en El Monastil, y aumenta nuestro conocimiento del yacimiento, impulsado espe cialmente por Antonio M. Pove- Sitio estratégico para controlar el principal paso natural del valle de Elda, lugar de tránsito de ejércitos, comerciantes, viajeros, artesanos y, en definitiva, de ideas, culturas y tradiciones diversas da Navarro, hasta llegar a las 3,5 hectáreas de extensión e incorpo rar hallazgos en las terrazas y el lla no circundante. Hoy, El Monas til figura en la literatura científica como un lugar clave en la dinámi ca histórica antigua del Vinalopó y tierras del sureste de la Península Ibérica. Los vecinos de la colina La parte alta de El Monastil es ocupada por el hombre entre fines del tercer milenio y los inicios del segundo milenio antes de Cristo. Los restos, fechados en la Edad del los restos de un almacén de cereal, escaso ejemplo de este tipo de cons trucciones en el Levante peninsular. Este almacén, cuya cimentación re cuerda a la de los tradicionales hó rreos gallegos , estuvo posiblemente vinculado a construcciones de re presentación política y religiosa fe chadas entre los siglos V-IV antes de Cristo , tal vez la residencia del jefe del poblado. Entre diversos restos escultóri cos de una necrópolis aún sin lo calizar, sobresale especialmente el hallazgo fortuito, en 1992, de una sirena de piedra. Este animal mi tológico alado e híbrido, mezcla aria ciudad en las afueras 97 de ave y mujer, fue contacto entre el mundo real y el Más Allá en el imaginario ibérico. La sirena de El Monastil, por tanto, formó parte de un tipo de monumento funera rio denominado pilar-estela, y fue el símbolo exterior de una tumba aristocrática ibérica del siglo Van tes de nuestra era. Los privilegia dos contactos comerciales e ideoló gicos del yacimiento se confirman, además, con numerosos hallazgos de objetos de origen griego y pú nico. Siglos de presencia romana El oppidum o lugar alto y fortifica do de El Monastil tiene un amplio desarrollo en la fase ibérica final y los inicios del dominio romano. Durante el siglo III o los inicios del siglo II antes de Cristo se cons truye una muralla, de la que se ha recuperado un tramo con dos to rres y dos accesos, y un importan te número de viviendas de planta rectangular y zócalo de piedra en la parte alta, articuladas por una calle central que recorre todo el poblado. La etapa romana republicana ha dejado importantes testimonios de actividad artesanal, como un horno metalúrgi- co y, espe~ial mente, unsmlar horno cerámico, fechado en época del emperador Augusto. Este ejemplo de alfarería local produjo ladrillos y cerámicas variadas pro bablemente de la mano de Lucius Eros, personaje de raigambre griega que conocemos gracias a una mo- 98 alborada 2001 desta marca de alfarero hallada en el mismo horno. En este mismo período, desde fines del siglo II hasta el cambio de era, pudo tener su actividad el lla mado taller del «maestro del Mo- nastil», manufacturando llamativas cerámicas ibéricas pintadas del co nocido estilo Elche-Archena. Posteriormente, a mediados del siglo I después de Cristo, en una etapa de cierta estabilidad política, se aban dona la parte alta del poblado. Es entonces cuando una parte de la población parece que ocupa el lla no meridional contiguo, mientras que el resto se dispersa en varios asentamientos rurales del valle. La mayor parte de los especialistas co inciden en señalar que la enigmá tica mansio Ad Ello se situó en los alrededores de El Monastil. El Itinerario de Antonino, documento clave para conocer las comunica ciones durante el Imperio Roma- no, cita esta mansio como una im portante parada e hito caminero en el sureste de Hispania. Posterior mente, otros documentos medie vales, como el Ravennate o la Geogra- fía de Guido, citan variantes del mismo nombre, como Eloe y Ede lle, respectivamente. De la Antigüedad al Medievo A lo largo del Bajo Imperio y de la época tardorromana se reorganiza la vida en la parte alta de El Mo nastil. De esta etapa destacan los restos de un primitivo templo cris tiano fechado entre los siglos VI y VII de nuestra era, resultado de la presencia de bizantinos y visigodos en el lugar. A poca distancia del ya cimiento se halló en 1991 una pe queña necrópolis fechada en esa época. En línea con los numero sos y variados restos cristianos ha llados en el yacimiento y su entor no, El Monastil ha sido propuesto como sede del llamado obispado elotano. Este obispado, citado en varios de los textos de los concilios visigodos de Toledo, fue fundado probablemente a inicios del siglo VII. De confirmarse esta idea, de fendida por muchos investigado res, se relacionarían con el asenta miento eldense personajes lis, que aparece como J como el obispo Sanabi- .,’r episcopus ecclesiae Elota- ~1-Y~ nae -obispo de la iglesia ~ - elotana- en textos visigodos ,. como la Constitutio Carthaginen- Decoración de un vaso cerámico del «Maestro de si um sacerdotum (610). También se recoge la existencia de Uinibal, Leander y Emmila, representan tes de las sedes ilicitana y elotana, en los concilios VII ( 646) al XII (681), y en el XV (688). Tras la llegada inicial del Islam, el yaci miento entra en un largo declive y se abandona progresivamente. El paraje tomará su nombre defini tivo (El Monastil), derivado pro bablemente de la palabra árabe al munastir (monasterio), probable reflejo toponímico de la existencia de una comunidad monástica entre 1 el final de la Antigüedad y la Alta Edad Media. En definitiva, a lo largo de su historia , el yacimiento ha manteni do una constante posición central a caballo entre las cuencas media y alta del Vinalopó , privilegiado por la presencia del río Vinalopó -tal vez el Alebus mencionado por el poeta latino Avieno en su Ora Marítima-. El lugar fue, pues, sitio estratégico para controlar el princi pal paso natural del valle de Elda, camino entre la Meseta, la Alta Andalucía y la costa mediterrá nea, lugar de tránsito de ejércitos, comerciantes, viajeros, artesanos y, en definitiva , de ideas, culturas y tradiciones diversas. El futuro del yacimiento En la actualidad, El Monastil se halla inmerso en una larga e irre gular carrera de fondo. En esta ca rrera está en juego su propia exis tencia. Como sucede con otros importantes restos del patrimo nio arqueológico local, es factible la conversión de este potencial re curso cultural en un lugar digno para el disfrute de los eldenses. Sa bemos que durante cerca de 3.000 años El Monastil fue el principal núcleo habitado de la comarca. Como resultado, el yacimiento al berga una enorme y variada rique za arqueológica, fruto de su larga ocupación y variedad cultural, hoy conservada en el Museo Arqueoló gico Municipal. Más allá del valor de los objetos hallados, el enclave posee unas magníficas condicio nes para una óptima recuperación patrimonial, cultural y social. Se trata de uno de los escasos ejem plos de asentamiento con entidad urbana desde la fase final de la cul tura ibérica hasta el comienzo de la Edad Media. Este primer nú cleo es el origen de la vida urbana Vista de la parrilla del horno cerámico romano de El Monastil (siglo 1 a. C.). Pueden apreciarse los orificios o toberas por las que saldría el calor desde la cámara de combustión, situada bajo la parrilla, hacia la cámara de cocción, donde se apilarían las piezas cerámicas (archivo Museo Arqueológico Municipal de Elda). Detalle del molde de lucerna romana con la inscripción L.EROS, localizado en el horno romano de El Monastil (archivo Museo Arqueológico Municipal de Elda). y organizada en el valle de Elda, cuya herencia ha recogido nuestra actual ciudad. Los terrenos que ocupa el yaci miento son propiedad municipal desde hace décadas. La gestión corresponde al Ayuntamiento de Elda, de quien depende su conser vación, investigación, difusión y re cuperación. El descubrimiento de la muralla a fines de los años 90 le confirió, automáticamente, la cate goría de Bien de Interés Cultural. Su situación rural, extensión y res tos relevantes, junto a la escasa pre sencia de construcciones modernas y contemporáneas, han alejado el yacimiento de la especulación ur- banística y permiten su recupera ción patrimonial. El Monastil es, así , hoy por hoy, un yacimiento magnífico para el estudio de la Ar queología e Historia de Elda y de la Comunidad Valenciana. El futuro de El Monastil como producto cultural local pasa, nece sariamente, por la redacción de un Plan Director que articule y diseñe un modelo coherente para la recu peración del lugar y de su entorno. Está aún pendiente la llegada de fondos estatales para convertirlo en un yacimiento visitable. Cum pliendo la normativa en materia de Patrimonio Histórico, el 1 % de la inversión realizada en la ejecución del A VE en nuestra comarca por el Ministerio de Fomento -aproxi madamente , 970.000 euros- debe destinarse a la necesaria recupera ción de este antiguo asentamiento. Diversos avatares administrativos están retrasando esta imprescin dible y esencial aportación estatal que puede cambiar la historia de El Monastil. Y, entre tanto, ante el riesgo de desaparición de par tes emblemáticas del yacimiento, el Ayuntamiento de Elda y la Con selleria de Cultura han colabora do desde el año 2002 en la restau ración de antiguas viviendas del poblado, dañadas por el paso del tiempo y por la escasez de medidas de mantenimiento adecuadas. En la última campaña de trabajos, con cluida el pasado mes de octubre, se ha abordado la restauración de dos antiguas asignaturas pendientes: la muralla y el horno romano , ambas todavía en curso. Y, cara el próximo año, si los hados presupuestarios son propicios, se abordará la inter vención más ambiciosa realizada hasta el momento: la restauración del primitivo templo cristiano, an tesala de la anhelada recuperación global de esta pequeña joya de la historia eldense. aria ciud a d en las afueras 99 LA TORRE MEDIEVAL DE LA TORRETA Vigilando • caminos peligrosos P rácticamente arrasada y en inminente peligro de desaparición. Así se encontraba la torre medie~ val de La Torreta, la única fortificación eldense en su género, cuando en el año 2003 se iniciaron los primeros trabajos encaminados a su conservación y recuperación. Cuatro años después, tras su excava~ ción arqueológica y un lento e irregular periplo ad~ ministrativo jalonado por su declaración como Bien de Interés Cultural (2005), la torre continúa, utili~ zando términos médicos, en coma profundo. Hasta el momento se han senta~ do las bases para su rehabilitación, pero si la restauración no se pro~ duce pronto tal vez será demasia~ do tarde. Hoy, a 547 metros sobre el nivel del mar, en una pequeña explanada entre el Alto y Medio Vinalopó, y dando nombre a esta fronteriza sierra, las ruinas de un monumento eldense singular y único en su género esperan una deseada restauración. Primer paso de la Arqueología La Arqueología ha permitido, en los últimos años, conocer algo me~ jor las ruinas de la centenaria ata laya cristiana que se construyó, sin embargo, siguiendo una tradicio- 100 alborada 2001 nal técnica islámica: la tapiería, ta pia o tapial calicostrado, a base de tierra, guijarros y cal compactados y encofrados en cajones de madera. Esta torre de planta cuadrangular, con 4, 70 metros de lado, se levantó sobre una pequeña base maciza de tapial. En su lado oriental, el me~ jor conservado, aún alcanza 2,41 metros de altura. Sin embargo, los lados norte y oeste están práctica~ mente desaparecidos. Las tapias usadas en su construcción tuvie~ ron unas dimensiones estimadas de alrededor de un metro de espe sor en los primeros cajones, medi~ da que probablemente fue decre ciendo en alturas sucesivas. En los lados oriental y meridional de la torre se pueden todavía observar los orificios ( mechinales) dejados por los tableros horizontales o agu jas que remataban la parte superior de los tapiales, separados entre sí por una distancia de 0,98 m.: esta 1 medida corresponde a la altura de las tapialeras. También se observa la impronta de los tableros laterales del cajón, con una medida estándar de 14 cm ., de manera que la unión La torre vigía de La Torreta a fines de los años 50 (fotografía Alberto Navarro Pastor, Semanario Valle de E/da). de 7 de estos tableros formó, como se aprecia en la obra, el lateral de una tapia. Algunas antiguas fotografías del siglo pasado permiten comprobar la existencia de un mínimo de seis tapias que aproximarían su altura mínima a los 6 metros. Esta altura todavía era visible en los años 70, antes de un importante derrumbe ilando caminos peligrosos 101 Vista aérea reciente de las ruinas de la torre. Puede observarse su situación respecto al Hospital Comarcal Virgen de la Salud (fotografía gentileza de J. M. Martínez Lorenzo). que tuvo lugar hace unos treinta años y en el que se perdió una parte importante del alzado. No obstan te, si tomamos como referencia la altura de otras atalayas con unas dimensiones de base similares y funciones análogas, la altura ori ginal pudo ser claramente superior, posiblemente en torno a los 11 me tros. Hipotéticamente , se podría pensar en la existencia original de tres pisos con suelos de madera y comunicados entre sí por escaleras del mismo material. Algunos indi cios y datos comparativos apuntan a que se accedía a través de una en trada colgada, a cierta altura, a tra vés de una escalera de mano o de una escala. Como información novedosa, la excavación arqueológica localizó cuatro modestas y casi desapare cidas dependencias anexas al lado norte de la torre. Estas habita ciones aparecieron prácticamente arrasadas. En conjunto, su función es todavía una incógnita, sirviendo probablemente, en origen, de es tancias de servicio o almacenaje, o bien destinadas a animales de tiro 102 alborada 2007 Visita de Juan Rodríguez Campillo a la torre medieval (fotografía J. R. Campillo). o caballerías. Los vestigios materia les hallados durante la excavación arqueológica fueron escasos y muy fragmentarios, pero singularmente valiosos por la información cien tífica que han proporcionado, to davía en estudio, que nos sitúan el principal período de actividad de la torre entre los siglos XIV y XV. Historias de guerras y fronteras La sierra de La Torreta se deno mina en la época medieval como Serra del Portitxol o de la For~a d’Elda, y adquiere su nombre ac tual en la Edad Moderna. La erec ción de la torre se produce en una zona caracterizada por su situa ción estratégica y fronteriza entre Castilla y Aragón durante la Baja Edad Media. En esta etapa exis ten enfrentamientos entre ambas coronas, especialmente duran te la Guerra de los Dos Pedros (1356-1370) y fechas inmediata mente posteriores. En una zona insegura, azotada por incursiones y escaramuzas periódicas, la Co rona de Aragón manda construir la torre-atalaya para mantener la seguridad en el camino entre Elda y Sa x y, de manera secundaria, el camino de la Noguera, que se di rigía hacia Petrer. En los últimos años, el trabajo de medievalistas eldenses ha per mitido la valiosísima localización del documento que se puede consi derar como la partida de nacimien to de la torre. Por él sabemos que, a instancias de la reina Sibilia de Forcia, señora de Elda, el rey Pedro IV el Ceremonioso dispone, el 15 de diciembre de 1386, la creación de un servicio de vigilancia y adua na de dos hombres en la torre cons truida poco antes en el paso mon tañoso, a expensas del cobro de 1 dinero real valenciano en concepto de peaje para viandantes, animales de tiro, silla o carga. Singularmen te, durante los trabajos arqueológi cos se produjo el hallazgo de una moneda de este tipo, corroboran do la mención del texto medieval, si bien en la lejana fecha de 1610, bajo el reinado de Felipe III. Desde su construcción, el uso de la torre atalaya parece continuar al menos hasta fines del siglo XV, El Proyecto de Rehabilitación de la Atalaya medieval de la Sie rra de la Torreta ha sido aproba do recientemente por la Dirección General de Patrimonio Cultural Valenciano. Detrás queda el tra bajo desarrollado por la compar sa Huestes del Cadí y del Museo Arqueológico Municipal de Elda , principales valedores del monu mento. La actuación proyecta la reconstrucción parcial de la torre con un conocimiento suficiente de lo que se ha perdido, sin añadidos que falseen su autenticidad históri ca, respetando sus valores esencia les y preservando su integridad. La Torreta desde su lado sur (archivo Museo Arqueológico Municipal de Elda). según se desprende de la concordia Paralelamente, la intervención va más allá de lo previsto en los planteamientos iniciales de los años 90, reparando el camino de acceso y la accesibilidad general del yacimiento. Se incorporarán miradores para la contemplación del paisaje de Elda, Petrer, Sax, Villena y Monóvar, rememoran do su carácter de lugar fronterizo. Asimismo , se incluye la creación de un aparcamiento, iluminación nocturna, repoblaciones vegetales y señalizaciones y paneles informa tivos variados. Simultáneamente, se trabaja en la publicación de los firmada el 30 de agosto de 1494 entre el III conde de Cocentaina y el obispo de Cartagena. En el protocolo notarial se cita el lugar o castillo de la Torreta, una de las posesiones de Joan Roi;: de Corella en el señorío de Elda, si bien ese fragmento del texto pudiera hacer referencia más bien a la torre de Salinas , y no a la atalaya eldense. Posteriormente, se mencion a la existencia del torreón en el contex to de la Guerra de Sucesión. En diciembre de 1705 el Consejo de la villa de Elda utiliza la torre para la vigilancia militar. De hecho, en un asiento del 13 de enero de 1706 se informa del pago del servicio de vigía en la atalaya ya denomi nada La Torreta. Posteriormente, un croquis de la comarca, fechado en torno a 1820, muestra la posi ción privilegiada de la torre vigía, tal vez en el contexto de la Guerra de Independencia. Posiblemente, a lo largo del siglo XIX la torre fue definitivamente abandonada, ini ciándose un deterioro continuado hasta la actualidad. La torre muestra las característi cas básicas de otras obras de la mis- -- --o --- - -- - - - - - - Hipótesis de la disposición y altura original de la torre (diseño R. Segura-F. Pérez) En el proyecto de reconstrucción parcial de la torre se incorporarán miradores para la contemplación del paisaje de Elda, Petrer, Sax, Villena y Monóvar, rememorando su carácter de lugar fronterizo ma naturaleza -vigía fronteriza halladas, entre otros lugares, en el antiguo Reino de Valencia, la región de Murcia y la Andalucía oriental. De manera singular, destaca, por su proximidad geográfica, la llamada torre del Emperador, localizada en Sax, bien comunicada visualmente con la atalaya eldense. resultados de una investigación histórica interdisciplinar. En defi nitiva, de un monumento en ruinas se pasará a la recuperación física del lugar, poniendo en valor el pa raje con una perspectiva integral, para uso y disfrute en el ámbito de la cultura y la historia, el ocio, el ex cursionismo y el tiempo libre. ilando caminos peligrosos 103 MUSEO ARQUEOLÓGICO: LOS ORÍGENES Los primeros a az os L a creación, en septiembre de 1983, del Museo Arqueológico Municipal de Elda vino a plas~ mar un hito cultural cuyo antecedente más antiguo se remontaba al año 1935. Este aconte~ cimiento supuso la cristalización del esfuerzo y entusiasmo de un infatigable grupo de personas que, durante más de 30 años, supieron crear y consolidar el germen de la primera institución museística eldense. A todos ellos, a quien tanto debemos quienes en Elda hemos hecho de la Ar~ queología nuestra profesión, dedicamos el pre~ sente artículo, como homenaje a su esfuerzo in~ dividua! y colectivo, tantas veces menospreciado y tan pocas reconocido justamente. GABRIEL SEGURA HERRERO Previa a la aparición tanto de la Ar~ queología como profesión como de la afición arqueológica, existieron en Elda y en su entorno geográfico más cercano unos precedentes que permitieron iniciar el conocimien~ to de las etapas más antiguas de la historia del hombre en el valle de Elda, y ayudaron a crear aficiones y vocaciones posteriores. La primera referencia literaria conocida de la existencia de restos arqueológicos en el valle de Elda la debemos a Josep Montesinos (1745~ 1828), sacerdote oriolano y profesor en la Universidad de 104 alborada 2001 Orihuela, quien en su volumino~ sa obra Compendio Histórico Orio lano, redactada a caballo entre los últimos años del siglo XVIII y primeros del siglo XIX recoge abundantes noticias de carácter arqueológico. Hallazgos casuales de cerámicas, esculturas, mosai~ cos, epígrafes, monedas y bronces producidos durante labores agrí~ colas, reformas edilicias, apertura de calles, etc. son, frecuentemente, Supuestos hallazgos arqueológicos en la iglesia de Santa Ana en los siglos XVII y XVIII. Artículo publicado bajo el título Un siglo de Arqueología en el valle de E/da (Alicante): De la afición y vocación no profesional a la creación del Museo Arqueológico de E/da , en La Cristalización del pasado: Génesis y desarrollo del marco Institucional de la Arqueología en España. Málaga , 1997 , pp. 485-495 . 1 referidas en cada uno de los capí tulos correspondientes a todos los pueblos integrantes de la diócesis de Orihuela. En el caso de Elda, este autor re fiere el descubrimiento de diversas lápidas con inscripciones, monedas y esculturas durante las obras rea lizadas en la iglesia de Santa Ana durante los siglos XVII y XVIII. A pesar del innegable valor como fuente para el conocimien to histórico del espacio geográfi co estudiado, el sacerdote oriola no acude con frecuencia bien a la copia y modificación de lápidas e inscripciones latinas citadas por otros autores, bien a la invención de las mismas, atribuyéndolas a la mayor parte de los pueblos descri tos, pretendiendo argumentar con ellas la extraordinaria antigüedad de la fundación de estos pueblos. Lápidas, inscripciones y monedas son utilizadas para argumentar la vieja estirpe romana, y por ende cristiana, de la comarca previa a la invasión musulmana. Ante estos testimonios, en la mayor parte de ocasiones de dudosa procedencia, algún autor ya mostró serias du das acerca del grado de confianza que merecen las mismas. Por lo que sólo la luz de la crítica histó rica permite diferenciar aquellos hallazgos y referencias veraces, tal y como ocurrió con el mosaico ro mano de Petrel, de aquellos otros es puno s. Durante la mayor parte del con vulso siglo XIX ningún otro au tor foráneo o local se sintió atraí do por hallazgos casuales o restos antigu?s de civilizaciones preté ritas. Unicamente en las últimas décadas del siglo XIX, volvemos a encontrar noticias e informaciones acerca de la existencia de restos ar queológicos. La primera de ellas la debemos al erudito eldense Lam berto Amat Sempere quien, hacia 1873-187 4, plasma en su obra ma nuscrita Elda. Su Antigüedad. Su Historia gran parte de su saber his tórico. Buen conocedor de la his toria local y preocupado por el co nocimiento y conservación de los restos antiguos, centró su atención en la descripción y estudio de los grandes conjuntos monumentales entonces en pie: la iglesia parro quial de Santa Anta, el convento franciscano de Nuestra Señora de los Ángeles y el castillo-palacio de Elda; al tiempo que dedica algunas breves líneas al yacimiento arqueo lógico del Monastil. Lamberto Amat Sempere y Juan Vilanova y Pi era. Por su parte, y aunque a un ni vel científico muy superior al ante rior, Juan Vilanova y Piera, geólo go, considerado como uno de los padres de la Prehistoria española, inicia a partir del verano de 1866 una serie de investigaciones prehis tóricas y visitas a diversas cuevas valencianas, tales como Parpalló, Cava Negra, Cava de la Roca, etc. Una de estas estaciones prehistó ricas será la cueva de enterramien to neolítico de la Serreta la Vella, en Monóvar, que excavó y estudió junto con el doctor R. Berenguer con anterioridad a 1881. Pues en la mencionada fecha, Vilanova ya cita en su libro Agricultura Prehistóri ca tres cráneos braquicéfalos pro cedentes de la Cueva de la Serreta de la Vella. A través de sus noticias sabemos que la cueva proporcionó Escultura de toro ibérico descubierto en El Chorrillo, según dibujo de Bernardo Ochoa Herrero. cuchillos de piedra tallada, hachas y gubias pulimentadas, cerámica a mano con incisiones angulares, una punta de lanza de cobre, huesos de animales y siete esqueletos. Ya iniciado el siglo XX, duran te las obras de construcción de la Fábrica de Luz del Chorrillo, en 1906, se descubrió fortuitamente la escultura de un toro ibérico, ac tualmente en paradero desconoci do, y del que pronto el académi co Manuel González Simancas se hizo eco. La afición cultural Si hasta los primeros años del siglo XX la investigación arqueológica estuvo capitalizada por investiga dores y estudiosos, en su mayor parte foráneos a éstas tierras, con Los primeros hallazgos 105 Antonio Sempere Rico. la llegada de la década de los años 30 se produce una revitalización de la vida intelectual y cultural de los pueblos. Fenómeno no exclusi vo de esta área geográfica, sino ge neralizable al resto de España. En esta coyuntura, Elda se convirtió, a causa de su despegue económico, en el núcleo catalizador del interés por el pasado más antiguo de estas tierras. El gusto y la afición po r los temas arqueológicos vendrán, en gran medida, de la mano de una serie de maestros nacionales, cuya labor pedagógica se desarrolló a lo largo de la década republicana. Entre este conjunto de personajes destaca la obra de Antonio Sempe re Rico (1933) y Juan Vidal Vera, junto a José Andrés Sinobas (1935) y Antonio González Vera (1933). Su preocupación e interés por los temas del pasado prehistórico de Elda quedó pronto reflejado tan to en las prospecciones arqueoló gicas por los relieves montañosos mas cercanos, en las rebuscas en el yacimiento del Monastil, así como en breves notas y artículos de di vulgación en las revistas y prensa local del momento. 106 alborada 2007 De todos ellos será Antonio Sempere quién, con un afán emi nentemente didáctico, lleve más allá su afición y consiga crear, entre 1934 y 1935, un pequeño museo o colección arqueológica en las re cién inauguradas Escuelas Nacio nales Graduadas. Allí reunió tanto las piezas procedentes de sus pros pecciones en los yacimientos del Peñón del Trinitario y del Monas til como todos los materiales ar queológicos de otros maestros, y algunos materiales aislados que obraban en poder de particulares. Este creciente interés arqueoló gico canalizado por una vía «ins titucional», que podría haber des embocado en la creación de un centro aglutinador de la actividad arqueológica, se vio truncado fatí dicamente por los acontecimientos bélicos que cercenaron un lustro prometedor. La Guerra Civil abor tará los logros de estos aficionados. Los propios acontecimientos béli cos, el desenlace del conflicto y el desolador panorama cultural pos terior supusieron la disgregación y pérdida de aquella primera colec ción arqueológica eldense. El olvido de la posguerra Los duros años de posguerra abrie ron un largo paréntesis de olvido y despreocupación por las cues tiones arqueológicas e históricas. Durante la década de los años 40 la única actividad arqueológica re gistrada, a pesar de considerarla como muy sui generis, es la prac ticada por el sacerdote José Belda, director del Museo Arqueológico Provincial hasta 1965, quién paga ba a un cabrero de Elda determi nadas cantidad de dinero por cada cráneo humano que éste le entre gara procedente de las numerosas cuevas de enterramiento sitas en el monte Bolón. Bien conocido es que el reverendo Belda era poco amigo de datos y referencias exactas, por lo que si apenas dejó información escrita de sus prospecciones y ex cavaciones en Alicante y alrededo res, no es de extrañar que no exista ninguna referencia a la actividad anteriormente señalada. Con la llegada de la década de los años 50 y el proceso de reac tivación económica, Elda se con vertirá en el centro vertebrador del espacio físico que la rodea. En ella se centrará de nuevo el interés por los asuntos arqueológicos. Así ve mos como durante estos años se puede ir rastreando en la prensa local, e incluso provincial, noticias acerca de hallazgos arqueológicos (Información 1954, Navarro Pas tor 1955), controversias sobre el descubrimiento e interpretación de los hallazgos (Navarro Pastor 1954a; Martínez Aguirre 1954) y reflexiones acerca del pasado y fu turo de la arqueología eldense (Na varro Pastor, 1951). El descubrimiento, en 1954, del enterramiento múltiple de la Cueva del Hacha, por parte de Joaquín Payá González el Tarzán del Pantano, Joaquín Ruiz y José Starli supuso la cristalización de la afición por la Arqueología de un nutrido grupo de jóvenes que, gra cias al impulso de Francisco Prat Beltrán, a la sazón presidente del Centro Excursionista Eldense de cidieron integrarse, en noviembre de 1959 , dentro del organigrama de la mencionada entidad deporti va, dando lugar al nacimiento de la Sección de Arqueología del Centro Excursionista Eldense, cuyo pri mer vocal fue Antonio Martínez Mendiola. En ella quedaron graba dos con letras de oro los nombres de un reducido grupo de jóvenes eldenses quienes, alentados por una inquebrantable fe en sus fir mes propósitos, supieron realizar 1 una apuesta de futuro por y para las futuras generaciones en pro de rescatar del olvido los testimonios mas antiguos de la historia de su ciudad. Nombres como los de Joa quín Ruiz, Joaquín Payá Gonzá lez, Antonio Martínez Mendiola, Vicente Sanz Vicedo, José Amat Beltrán, Luis García Guardiola, José García Guardiola, Luis Gar cía Soria, Alberto Sempere, Fran cisco Leal, Juan Rodríguez Cam pillo, Francisco Castaño Morales, Pedro y Miguel Tecles Molla, Juan Rico Ganga, Juan Antonio Martí Poveda, Luis Maestre Amat, etc., han de ser reconocidos como ver daderos progenitores de los estu dios arqueológicos eldenses. Durante 25 años, desde su cons titución en noviembre de 1959 has ta la creación del Museo Arqueoló gico Municipal en 1983, la Sección de Arqueología vertebrará el interés por los temas históricos mas anti guos. Los miembros de la misma lle varon a cabo un intenso trabajo con una voluntad constante en, prácti camente, todas las facetas arqueo lógicas. La prospección superficial, excavaciones, visitas a museos y ya cimientos, conferencias en colegios y círculos culturales diversos hasta la constitución de una mas quemo desta colección de piezas arqueoló gicas colocadas dignamente en sus vitrinas, e incluso, la catalogación de piezas fueron campos de trabajo de este grupo de bienintencionados aficionados, que centró su actividad en el entorno geográfico mas cer cano, dando a conocer yacimientos como el Monastil, Peñón del Trini tario, cuevas de Bolón, Cueva de la Casa Colorá, Terraza del Pantano, cueva del Hacha, castillo de Elda y las Agualejas. Todos los materiales hallados en sus innumerables prospeccio nes y excavaciones conformaron una colección arqueológica, sita Miembros de la Sección de Arqueología del CEE en el museo de la sección, en 1972. De izquierda a derecha, de atrás a adelante: Simpatizante de Novelda, Luis Maestre Amat, José Amat Beltrán, Antonio Martínez Mendiola, Vicente Sanz Vicedo, José García Guardiola. Segunda fila: Francisco Castaño Morales, Pedro Tecles Molla, Luis García Guardiola, Juan Rodríguez Campillo, Alberto Sempere, Juan Antonio Martí Poveda. Tercera fila, sentados: Francisco Leal, desconocido, Daniel Esteve Poveda, presidente del Centro Excursionista Eldense, Luis García Soria, Joaquín Payá González. Cuarto fila, hijo de Francisco Castaño y Ramón Parra Gil. Miembros de la Sección de Arqueología del CEE durante un descanso en las excavaciones arqueológicas en El Monastil. De izquierda a derecha, de pie: Joaquín Ruiz Guardiola, José García Guardiola y Luis García Soria. Sentados: dos colaboradores, niño Juan Martínez Pastor, Luis García Guardiola, Antonio Martínez Mendiola y Juan Rico Ganga. Los primeros hallazgos 107 Vitrina de la Sección de Arqueología del CEE, con piezas de las excavaciones en El Monastil. en unas dependencias propias, abiertas al público y visitada, en numerosas ocasiones, por algunos investigadores y especialistas del momento, entre los que cabe des tacar a Enrique Llobregat, director del Museo Arqueológico Provin cial de Alicante y a Domingo Flet cher, director del Servicio de Inves tigación Prehistórica de Valencia, verdaderos rectores y valedores de la vocación arqueológica de es tos aficionados ante la comunidad científica del momento; quienes, además, mantuvieron constante contacto con parte de los protago nistas de la arqueología provincial alicantina del momento: Alejan dro Ramos Folqués, José Mª So ler García y Solveig Nordstrom; o con otros arqueólogos de la talla de Martín Almagro Basch, director del Museo Arqueológico Nacional, quién habiendo recibido denuncia de las actividades ilegales por parte de la Sección de Arqueología, llegó a girar visita a Elda para cerciorar se de los hechos, quedando grata mente impresionado de los traba- 108 alborada 2007 jos realizados, prestando todo su apoyo desde ese momento. Además, la Sección Arqueo lógica del CEE llevó a cabo una meritoria labor al rescatar del ol vido parte de los materiales de la colección de A. Sempere y otros materiales arqueológicos en manos de particulares, así como el velar continuamente por los restos ar queológicos eldenses tan poco va lorados por autoridades munici pales y resto de conciudadanos de la época. Amén de que gran parte de las actividades realizadas han quedado documentadas, en mayor o menor medida, en los partes o diarios de actividad diaria, sema nal o mensual, según las ocasiones, confeccionados, sistemáticamente, por los miembros de la sección des pués de cada actividad. En ellos se recogen fechas, ubicaciones, cro quis, descripción de sedimentos y características de los hallazgos, di mensiones de objetos y estructuras e, incluso, cotas de profundidad. Testimonios que se convierten en valiosos documentos para el co- nacimiento de las actividades del grupo. Al igual que sucede con la producción bibliográfica, cuyo lis tado comprende tanto artículos en revistas especializadas, caso de la Carta Arqueológica de Elda (Centro Excursionista El dense, 1972), a las que accedieron bajo el patronazgo de los ilustres arqueólogos valen cianos antes mencionados, como numerosos artículos de carácter eminentemente divulgativo en pu blicaciones de carácter local. En este sentido, cabe traer a co lación las palabras de Enrique Llo bregat Conesa: «Nunca agradecerá bastante la ciudad de Elda la labor extraordinaria que, en el estudio de sus etapas más pretéritas, va llevan do a cabo desde hace años, la sección de Arqueología del Centro Excur sionista Eldense. Una labor callada, metódica y continua que no cesa de alumbrar hallazgos más y más im portantes.» Sin embargo, la Sección de Ar queología del CEE no será la única asociación preocupada por el pa trimonio histórico eldense. Pues, aunque sin punto de comparación posible ni por la trayectoria ama teur ni por la constancia personal de sus miembros, y como respuesta a la iniciativa radiofónica y televisi va de carácter nacional, a partir de 1967 surge en Elda un Grupo de Misión Rescate, integrado por ni ñas eldenses en edad escolar, quie nes bajo la dirección de las profe soras Teresa Martínez de Riera, directora de la Escuela Unitaria de Niñas y Eutimia Gutiérrez Ro dríguez, mas conocida como doña Timi, profesora del colegio Padre Manjón, constituyeron, entre los años 1967 y 1976, varios Grupos de Rescate (nº 12, 92, 93, 591) in tegrados, entre otras, por las niñas Mª Carmen Amorós Galiana, Mª Luisa Juan García, Mª de los Án geles Carpena Almendros, Elisa 1 Calero Munera, Anita Ferré Du rán. Sus investigaciones educativas, mas enfocadas al descubrimiento de aspectos artísticos de Elda que a las actividades arqueológicas, per mitieron identificar en la iglesia de la Inmaculada una pieza escultóri ca de indudable valor artístico, atri buida a Nicolás de Bussy. Tanto una iniciativa -Misión Rescate- como la otra -Sección de Arqueología del CEE- fueron es tímulos fundamentales para que en la vecina población de Petrer cris talizara un grupo de jóvenes aficio nados a la Arqueología. En 1968, y enmarcado en el seno del Club de la Juventud de Petrer, asociación vinculada a la OJE (Organización de Juventudes Españolas), quedó constituido este grupo, siendo Dá maso Navarro Guillén su principal impulsor. La existencia de grupos de afi cionados en Elda y Petrer, con la meta propuesta en la constitución de museos municipales en am bas poblaciones impidió el surgi miento y consolidación de la tan perjudicial figura del coleccionis ta particular, pues permitió cana lizar positivamente el interés por los temas arqueológicos de los po tenciales aficionados. Pero ello no impidió que se realizaran rebuscas y remociones de tierra en varios ya cimientos de la parte meridional del valle de Elda por parte de colec cionistas de Novelda. De esta po blación serán también los grupos de Misión Rescatenº 688 y 689, que bajo la dirección del profesor Vicente Gómez García, del colegio de PP.RR. Padre Dehón llevaron a cabo la prospección de los térmi nos de Novelda, Aspe y Monfor te, localizando un gran número de yacimientos arqueológicos, alguno de los cuales estaba en el término municipal de Elda, caso del cono cido como Puente de la Jaud. Sin embargo, tras las décadas de los años 60 y 70, en las que se incrementó de modo espectacular el interés por la Arqueología en personas sin conocimientos cua lificados, que fueron los auténti cos protagonistas de la actividad arqueológica en estas tierras du rante mas de 20 años, la década de los años 80 nacía llena de esperan zas e ilusiones debido al proceso de cambio político representado por la constitución de los prime ros ayuntamientos democráticos y a la creación, también en 1979, de la Universidad de Alicante. La existencia en el seno de ésta última lecciones arqueológicas bajo juris dicción municipal, caso de Petrel; o bien de colecciones privadas, caso de Monóvar o Novelda. Elda fue el único municipio de toda la comarca alicantina del Medio Vinalopó donde fraguó el concepto de museo, debido a la existencia de una situación proto museística de la colección arqueo lógica del Centro Excursionista y a la voluntad inquebrantable de una serie de aficionados que, des de su constitución como grupo, persiguieron legar a su pueblo el conocimiento adquirido del pa sado, a través de años de esfuer- El descubrimiento en 1954 del enterramiento de la Cueva del Hacha impulsó la afición por la Arqueología de unos jóvenes que decidieron integrarse en el CEE de un departamento de Arqueolo gía y Prehistoria abrió nuevas pers pectivas en todo el ámbito provin cial, tanto de cara a la investigación como a la formación académica de personal. Por tanto, el gran interés regis trado por las cuestiones arqueo lógicas en toda la comarca llevará a la creación de una sensibilidad social favorable, que según las di versas circunstancias sociales, po líticas y económicas de los distin tos municipios influirá de modos distintos en la voluntad de los po deres municipales para canalizar y obtener beneficios culturales de esas veteranas aficiones arqueoló gicas. Así, la diversidad de situa ciones preexistentes y de los con dicionantes señalados, junto con la nueva percepción del concepto de cultura por parte de los ayun tamientos democráticos, generará bien la creación de museos arqueo lógicos, caso de Elda; bien de co- zo. Así, en septiembre de 1983 la Sección de Arqueología del Cen tro Excursionista Eldense cedía al pueblo de Elda, y en su nombre al Ayuntamiento, el fruto de 25 años de trabajo, pasión e ilusio nes; convirtiéndose de esta ma nera en el Museo Arqueológico Municipal, que quedó instalado en la Casa de Cultura, institución cultural que perseguía dinamizar y vertebrar la vida cultural de la Elda democrática. Se iniciaba así una nueva etapa en la Arqueolo gía de Elda, en la que los jóvenes arqueólogos profesionales salidos de las aulas universitarias comen zaron a trabajar, intentando ren tabilizar social y culturalmente su profesión, sin ser conscientes de la deuda contraída con todos aque llos ciudadanos aficionados a la Arqueología que, desinteresada mente, trabajaron y lucharon para permitirnos poder ejercer con dig nidad nuestra profesión. Los primeros hallazgos 109 ENTREVISTA A ANTONIO MARTÍNEZ MENDIOLA, MEMORIA VIVA DE LA ARQUEOLOGÍA LOCAL «De niño, las piezas estaban al alcance de la mano» H a dedicado gran parte de su vida al estudio, bús queda, restauración y clasificación de piezas ar queológicas hasta conseguir un sueño que alberga ba desde la infancia: conseguir un museo para la ciudad. Su memoria le sitúa en los años treinta del pasado siglo, y recuerda sin esfuerzo las piezas del pequeño museo de su colegio, ahora Padre Manjón, y las excursiones a El Monastil. Fundador de la Sección de Arqueología del CEE, que posteriormente cedería sus fondos al actual Museo Arqueológico, ha sido también impulsor y forma parte activa de la asociación de amigos del patrimonio cultural, Mosaico. Antonio Martínez, a sus 85 años, si gue siendo una pieza clave para conocer el pasado de la arqueología en Elda. Este hombre de carácter discreto, talante pausado y memoria prodigiosa, relata con entu siasmo los últimos cincuenta años de historia local y la falta de un reconocimiento institucional. CONCHA MAESTRE Nacido en Villena en 1922 y tras ladado a Elda con sólo 6 años, Antonio Martínez sitúa en el año 1934 sus primeros contactos con la arqueología a través de las visitas escolares que los maestros de las Escuelas Nacionales organizaban a El Monastil en tiempos de la II República, una práctica que al pa recer era habitual en otros campos, ya que también recuerda la visita a fábricas para después plasmar en papel sus impresiones. 110 alborada 2001 Año 1963 Agua lejas. Durante los trabajos de excavación en una villa romana. Antonio es el primero por la izquierda. 1 Antonio Martínez Mendiola. ~Cómo recuerda aquellas ex cursiones~ Obviamente con mucho agra dado. Las piezas estaban al alcance de la mano. Recogíamos trozos de cerámica y los maestros nos alenta ban para crear un pequeño museo en las escuelas. Mi amistad con el hijo del arqueólogo e historiador Antonio Sempere supuso también un tremendo aliciente. Tenía en su casa un pequeño museo con varias piezas, algunas encontradas en El Monastil. Para mí era realmente impactante contemplar esas piezas que podían tener 2.000 o 2.500 años de antigüedad. ~Llegó a ser una realidad el museo en el colegiof Por supuesto. Contamos con la aportación de algunas piezas de Sempere y con las que cada jue- ves recogíamos en El Monastil. Se construyeron dos vitrinas que fue ron colocadas a ambos lados de la tarima del salón de actos. Aquello fue el primer Museo Arqueológico que tuvo Elda. ~Continuó su interés por la ar queología posteriormentef Claro, lo que ocurrió fue que en el 36 dije adiós a la escuela y comencé a trabajar. Un mes más tarde llegó la guerra y después la posguerra. En tiempos tan difíciles la única preocupación era subsistir y la cultura no era precisamente lo más importante. ~Cuándo vuelve de nuevo a in teresarsd Yo siempre he estado interesa do y he seguido leyendo sobre ar queología pero es cierto que exis ten determinados momentos que marcan un nuevo inicio. En 1954, Joaquín Paya, Joaquín Ruiz y José Starli, descubrieron un enterra miento que resultó ser del neolí tico valenciano. La noticia saltó a la prensa y los excursionistas fue ron requeridos para que recogieran el enterramiento, que pasó a estar depositado en el cajón de un mue ble del Ayuntamiento. Llegaron a prohibirles que salieran al campo y se preocuparan por este asunto. Este descubrimiento añadió una prueba más a la hipótesis de que no solamente existieron poblados neolíticos en Bolón. ~Se dieron más casos simila resf Bueno, se produjeron otros des cubrimientos. Un grupo del CEE, Luis García y Juan Verdú, que en contraron en el Peñón del Trinita rio un enterramiento prehistórico de un niño con su ajuar. Luis Gar cía lo guardó en su casa. Después de esto se formaría un grupo en el que nos integramos personas que teníamos una inquietud común: conocer el pasado prehistórico y histórico de nuestro pueblo, for mando parte Luis García Soria, Joaquín Ruiz Guardiola,José Gar cía Soria, José García Guardiola, Juan Rico Ganga y Luis García Guardiola. ~De dónde nace la idea de ir agrupando piezas: Teníamos dos ejemplos en el pueblo de personas que se habían interesado por la arqueología, uno de ellos el maestro Juan Vidal, y que después de su muerte desapa reció todo el material que había re cogido de El Monastil por el des interés, ya que acabó en el río. El caso de Sempere es similar, dejó constancia en sus escritos de las ex cavaciones en El Monastil y Bolón, pero la familia se trasladó a Barce lona y nunca más se supo desuco lección. Nuestro objetivo, al comEntrevista 111 probar estas pérdidas, fue reunir todo lo que se había encontrado y así comenzamos en el desván de la casa de Joaquín Ruiz. Habilita mos unas mesas y yo entregué las piezas que me había regalado en su día Antonio Sempere. Posterior mente Luis García añadió el ente rramiento del Trinitario. Corría ya el año 1959. ~Comienzan entonces las ex cavaciones: Sí. Después de visitar El Mo nastil, y buscar el lugar en el que comenzaríamos los trabajos, ele gimos un espacio entre dos muros y al domingo siguiente nos reuni mos en casa de Joaquín para hacer recuento de herramientas; un pico, dos legones, una picoleta y varios capazos de pleita. Al llegar a El Monastil, en la parte sur, comen zaron a salir trozos de cerámica sin conexión de algunas vasijas, pero nuestra sorpresa fue el hallazgo de dos ánforas y el muro sur. Una vez restauradas las colocamos en nues tro museo del desván de Joaquín. Un museo en el desván ~Hasta cuándo se mantuvie ron en el desván: Bueno, la prensa local se hizo ya eco de nuestra actividad y, ante la necesidad de buscar otro espa cio, nos entrevistamos con el pre sidente del Centro Excursionista Eldense, Francisco Prats y el CEE nos acoge. En noviembre de 1959 ya existe la Sección Arqueológica, eligiéndome a mí como primer vo cal o jefe de sección ante la junta. Es de imaginar que comien zan entonces mejores momentos ~no: Es cierto que contamos con un pequeño presupuesto para la com pra de material y nos trasladamos a las dependencias del CEE. Los fondos se alojaron en armarios e 112 alborada 2007 incluso se hicieron pies de hierro para las ánforas. Con la llegada de Daniel Esteve a la presidencia del CEE nos marcamos como meta la creación de un Museo Arqueoló gico Eldense. El grupo trabaja sin descanso en las prospecciones de El Monastil y Bolón. Se limpian, catalogan, fichan y fotografían to das las piezas, a la vez que nos en trevistamos con arqueólogos, vi sitamos museos de arqueología y poblados prehistóricos. La finali dad no es otra que ir aumentando nuestros conocimientos. ~Cuándo llegan los reconoci mientos: En el año 1961 el CEE nos pre mia como mejor sección. En 1962, durante las Fiestas Patronales se presenta, junto a la exposición fo tográfica y filatélica, una primera muestra con algunas piezas, pero la primera exposición de arqueo logía local en toda regla se hizo un año después. En 1963, y durante las fiestas de Moros y Cristianos, se pudo ver todo el material recu perado, colocado en tres armarios y vitrinas. De nuevo ese año nos distinguieron como la mejor sec ción de la entidad. ~En qué momento se consti tuye como Museo Arqueológico Municipal: El miedo a que las piezas fuesen requisadas para el Museo de Ali cante nos impulsó a dar este paso y el entonces presidente y yo pedi mos en el Ayuntamiento que la co lección fuese aceptada como Mu seo Arqueológico Municipal. Con fecha 27 /08/63 nuestra colección es registrada como tal y esto nos da un descanso. De cualquier forma fue en el año 1969 cuando se lega liza a través del pleno, nombrando a una directora, Mª Carmen Gil, que era licenciada. En aquel enton ces nos dieron una subvención de 25.000 pesetas anuales. ~Volvió a correr peligro la co lección: Sí. Nosotros seguíamos traba jando y haciendo descubrimien tos, entre otros un yacimiento en la Partida de las Agualejas, junto al río Vinalopó, y en el año 1964 pudimos realizar la segunda expo sición, montando seis vitrinas que mostraban por orden cronológico los hallazgos. Esta segunda expo sición quedó montada de forma permanente y recibió los elogios de arqueólogos como Alejandro Ra mos y José Mª Soler, así como de la arqueóloga sueca Solveig Nords trom, el cronista oficial de Alican te, Vicente Martínez y de Domin go Flecher, director del Servicio de Investigación de Prehistoria de Va lencia. El capítulo oscuro llegó con el anuncio de la visita del director general de Excavaciones tras una denuncia realizada a la Dirección General de Bellas Artes por los des manes que estábamos haciendo en los yacimientos y así poder llevarse el material al Museo Provincial. ~Qué pasó durante la visita: Que Almagro se quedó mara villado al ver la colección. Tenía mos todas las vitrinas iluminadas y lejos de pensar en llevársela nos pidió que lo legalizásemos para pe dir subvenciones. No salía de su asombro al ver lo que habíamos conseguido. ~Tenían buenas relaciones con los arqueólogos de la época: ~Les pedían opinión para algún tema: Si, en ocasiones les hemos con sultado alguna duda para catalogar determinada pieza que no enten díamos, tanto a Enrique Llobre gat, director del Museo Provin cial, como a Domingo Flecher, pero hemos tenido relación con todos, Alejandro Ramos, Jose Mª Soler o Samuel de los Santos. En los años 69- 70 se redactó la Carta 1 Arqueológica del Valle del Elda, un documento preciso para conocer las estaciones arqueológicas que se conocían en aquellos momen tos: Terraza del Pantano, Peñón del Trinitario en Balón, Cerro de las Sepulturas, también de Balón, Monastil, Agualejas y la Torreta. Llobregat lo revisó y, por medio de Domingo Flecher, la Diputa ción de Valencia lo publicó en el año 1972 en el archivo de Prehistoria Levantina con el número 13. ~Cómo llega el Museo a su estado actuaU En el año 1983 se fir ma la cesión con 19 vitrinas, que montamos noso tros mismos y tal como las dejamos han estado hasta hace muy pocos años. Por entonces el vocal de CEE es Juan Rodríguez Cam pillo y el alcalde, Roberto García Blanes. El Museo formó parte de lo que era la Casa de Cultura. Si, incluso en el año 1984, tras dejar el cargo su director, nos tuvi mos que ocupar de nuevo del mu seo, incluso lo abríamos los sábados para quien quisiera visitarlo. Pero nos quedamos con un sabor agri dulce, incluso en algunos momen tos se nos prohibió la entrada. Luego llegó Mosaico ••• Efectivamente, alguno de los veteranos del CEE nos embarca- Año 1993 Rafael Hernández, Juan Martínez Soler y Antonio Martínez Mendiola junto a la Sirena de El Monastil. mos cuenta de que se trataba de una sirena y, después de realizar un informe, la entregamos al Museo. Los componentes de Mosaico que hicimos la entrega fuimos Antonio Martínez Pastor, Juan Rico Ganga y yo mismo, todos antiguos miem bros del CEE. ~Cuál ha sido la pieza más im portante que ha encontrado: Hay muchas pero yo creo que el sarcófago. En el año 1980, durante una pros pección en el castillo, ob servamos, en una cister na que había en el centro, una piedra más blanca que resultó ser mármol. Tras contemplar las escenas de la inscripción llegamos a la conclusión de que era una parte de un sarcófago del siglo III o IV de nuestra era. También mi hijo An tonio ha conseguido piezas estupendas, como el cama feo. Él también forma aho ra parte de Mosaico. Mo- saico, al igual que el CEE, ha reconocido la labor que hemos hecho en general y ~Colmaba aquello las expectativas de todos: ~Reconocieron la labor de aquellas personas: La verdad es que que damos un tanto desilu sionados, no hubo ningún tipo de reconocimiento, ni lo ha habido hasta el día de hoy por parte del Ayunta miento. Desde el CEE, a instancias del que fuera su presidente Daniel Esteve, En el año 1993 Tomás Poveda había a mí, personalmente, en el año 2005. recogido una piedra, algo trabajada, en los accesos a la autovía de Madrid: enseguida nos dimos cuenta Antonio, que ha sido za patero, pasó los últimos 20 años de su vida profesional como encargado en una fá- de que se trataba de una sirena se nos llegó a reconocer 16 años después, en 1999. En aquella oca sión, durante la entrega de premios anual del Centro Excursionista se nos entregó una placa individual a diez miembros de la sección en reconocimiento a la labor a favor de la arqueología eldense. ~Siguieron en contacto con el museo: mos de nuevo en otra aventura en esta nueva Asociación de Amigos del Patrimonio Cultural en el año 1992. ~En qué año encuentran la fa mosa Sirena del Monastfü En el año 1993 Tomás Pove da había recogido una piedra, algo trabajada, en los accesos a la auto vía de Madrid. Enseguida nos di- brica. En la actualidad sigue leyendo y estudiando sobre su mayor pasión, la Arqueo- logía. Este hombre vitalista, a sus 85 años, cuenta que practica me dia hora de gimnasia al día, no se pierde una sola conferencia de Au las de la Tercera Edad desde que se jubiló a los 63 años y no hay quien le quite sus horas de baile semanal, junto a su inseparable Ramona, su mujer durante ya más de medio siglo. Entrevista 113 REFERENTE PATRIMONIAL, SÍMBOLO Y SEÑA DE IDENTIDAD Fortaleza, • ast1 o, Alcázar ... Palacio S on numerosas las monografías y artículos que nos ilustran sobre el Castillo, bien de manera global o incidiendo en elementos concretos y particulares. Pretendemos, por El Castillo-palacio de Elda se eri ge sobre un pequeño cerro a 420 metros sobre el nivel del mar, do minando el curso del río Vinalo pó que lo flanquea por su vertiente norte. Alrededor de la fortaleza se desarrolló el núcleo urbano de la villa, conformando el actual Casco Histórico o Casco Antiguo de la ciudad. Queda de esta forma en gullido por la trama urbana de la ciudad contemporánea, lo cual no debe restarle la importancia his tórica que tuvo en la Edad Media y Moderna y que sigue teniendo actualmente como hito patrimo- 114 alborada 2007 tanto, con esta modesta publicación contribuir, de forma breve y concisa, a dar una visión gene ral del monumento. Y pretendemos acercarlo a aquellos curiosos y amantes del mismo que lo deseen, mostrándoles su historia pasada y las perspectivas de futuro, de un futuro, espere mos, no muy lejano. Mª DOLORES SOLER GARCÍA nial y elemento emblemático del paisaje eldense. La gran cantidad de documen tación con la que contamos acerca del Castillo: archivos, excavaciones arqueológicas , fuentes orales, foto grafías, etc., nos ha permitido co nocer su evolución a lo largo de sus ochocientos años de vida. Durante este tiempo ha sufrido numerosas transformaciones y cambios en su estructura, pasando de ser una for taleza musulmana-almohade, con un recinto amurallado con diez to rres defensivas que encerraban un área de 2.700 m2 , a ser un casti- llo señorial y palacio condal, con 5.231 m2 , que controlaría la vida de la pequeña comunidad agrícola del valle medio del Vinalopó. Del origen al abandono El Castillo de Elda es concebido en origen como una fortaleza que los musulmanes almohades cons truyen entre fines del siglo XII y los inicios del siglo XIII, formando parte de la línea defensiva que pro tegía las comunicaciones a lo largo del Vinalopó, controlada por el rei no taifa de Murcia, y de la red de 1 Reconstrucción idealizada de la fortaleza almohade (ss. XII-XIII). Dibujo de C. Callado. Pileta de abluciones musulmana encontrada en las excavaciones del Castillo. Archivo MAE. castillos que en esa época jalonan dicho río, como los de Petrer, Sax o Villena, entre otros. En 1244, con el Tratado de Al mizra, Castilla se anexiona el reino musulmán de Murcia. Así el Cas tillo de Elda pasa a manos cristia nas castellanas y se convierte en un castillo feudal. Y a partir de 1304 Reconstrucción idealizada del Castillo tras la conquista cristiana (ss. XIII-XV). Dibujo de C. Callado. (Sentencia Arbitral de Torrellas) y 1305 (Acuerdo de Elche), las tierras al norte del río Segura for marán la Gobernación de Oriola , incluyendo la villa de Elda, pasan do a formar parte de la Corona de Aragón. Desde su incorporación a los reinos cristianos y hasta 6.nales del siglo XIV, la fortaleza y la comuni dad asentada en su entorno pasan un período turbulento, marcado por varios cambios de propietarios, cesiones y compraventas. Paralela mente , por su situación fronteriza entre Castilla y Aragón, la pobla ción medieval del valle de Elda su fre las secuelas de los numerosos enfrentamientos militares entre los dos reinos. La repoblación es lenta y dificultosa: de hecho, la mayor parte de los habitantes de la villa son musulmanes. Finalmente, ya a partir del último cuarto del siglo XIV hay signos de recuperación económica en el valle. Con el siglo XV, la Elda me dieval y su territorio gozarán de una etapa de mayor estabilidad y prosp erid ad que se ve reflejado en la concesión real de un mercado se manal (1426) y de una feria an ual (1466). A partir de ahora, serán dos las grandes familias nobles que posean el castillo y su territorio de- Loseta cerámica con el escudo de armas de los Corella (primera mitad del siglo XV). Archivo MAE. pendiente: los Corella ( 14 24-1513) y los Coloma (1513-1841). En 1424 Ximen Pérez de Co rella aumenta su patrimonio con los valles y castillos de Elda y Aspe y en 1431 compra Petrer y Salinas. Nombrado por el rey, en , Castillo, Alcázar ... Palacio 115 Reconstrucción idealizada del Castillo en época condal (ss. XVI-XVIII). Dibujo de C. Callado. 1448, Conde de Cocentaina in corpora esta villa a sus posesiones. Con la familia de los Corella con tinúan las obras de remodelación que van cambiando la imagen física del Castillo. Se produce la trans formación de la fortaleza en resi dencia nobiliaria, acondicionando la fortificación como lugar adecua do para sus sucesivos señores. En este período, pues, se consolida la dualidad funcional del castillo: for taleza y residencia nobiliaria. En 1498 Joan Roi;: de Corella vende la baronía de Elda formada además por Salinas y Petrera Juan Pérez Calvillo de Coloma hacién dose efectiva en 1513. Con la lle gada de los Coloma se acelera la transformación física del mismo, convirtiéndose, paulatinamente, en una residencia palaciega de los se ñores de Elda, el principal núcleo de una señoría con base jurisdiccio- 116 alborada 2007 nal. Los nuevos propietarios quie ren hacer del Castillo la residencia solariega de la familia, vinculada al servicio de la Corona de Aragón. Los Coloma, entre los siglos XVI y XVII desempeñaron puestos en Cerdeña (virreyes), o Flandes (generales), proporcionando em bajadores, gobernadores, obispos, miembros del Consejo de Estado y de la Real Audiencia de Valencia, alcaides de castillos como Alicante y otros cargos. En 1577 se crea el condado de Elda, que comprende los términos de Elda, Petrer y Sa linas. Durante más de trescientos años, entre los siglos XVI y me diados del siglo XIX, se asiste al crecimiento y lento declive del monumento, muy afectado por el absentismo de los condes en los siglos XVII y XVIII, establecién dose primero en Valencia ( 1634) y posteriormente en Madrid ( 1701), en el entorno de la Corte. El pala cio condal, símbolo intemporal del dominio señorial, se destina a usos ocasionales y variados en el siglo XVIII por parte de las autoridades municipales y los vecinos: refugio de la población, punto de vigía, lu gar de almacenamiento de víveres y agua, prisión. De hecho, ya en esta época se construyen casas junto al antemural, conformando parte del barrio de San Antón en las calles Virtudes, Ramón y Cajal y Cléri gos, ocultando y desfigurando el antemural. En definitiva, el siglo XVIII supone la pérdida de im portancia del castillo como resi dencia nobiliaria y como fortaleza defensiva. Los siglos XIX y XX serán tes tigos del lento declive, abandono y ruina del Castillo. En el siglo XIX se ve muy afectado por los avatares políticos que marcan el fin del régi men señorial en España. En 1837 son abolidos los señoríos y como consecuencia de este proceso, se produce un litigio entre la villa y los condes, y la primera, incluido el castillo, pasa a manos de la Coro na (1841). Perdido su carácter de residencia señorial, el proceso de degradación y la búsqueda de nue vos usos se aceleran. En 1842 se produce un intento de demolición de la fortaleza para construir un puente sobre el río. Dos años des pués se pretende su conversión en cárcel del Juzgado de Primera Ins tancia. En 1846 se intenta acondi cionarlo para funciones teatrales, cómicas o incluso novilladas. En 1848 se produce la venta del casti llo por 121.000 reales, que conlle vó la reutilización de los materiales constructivos de mejor calidad y su posterior abandono definitivo. El deterioro y el expolio del mo numento se vieron acelerados por la construcción de viviendas ado 1 Panorámica de la villa de Elda con el Castillo del año 1858. Foto Laurent. sadas al antemural y por la erec ción de puentes y pasarelas sobre el vecino río Vinalopó con vigas y sillería del Palacio. Posteriormente, en 1879 se construye un puente de dos arcos con sillares de las torres circulares. El peligro de desmoro namiento de algunas estructuras es evidente cuando, tras la apertura de un expediente de ruina (1915), en 1917 el Ayuntamiento realiza obras de demolición en la fortale za eldense. A lo largo del siglo XX se acen túa el carácter marginal del mo numento, convirtiéndose en un vertedero y lugar de refugio de va gabundos. La apertura de la ave nida de Novo Hamburgo eliminó parte de la ladera norte de la forta leza, provocando un problema de estabilidad de la base del montícu lo agravado con los años. Con este desolador panorama llegamos al año 1968 que es cuando se toman las primeras medidas que inician una tímida recuperación del edi ficio. Proceso del que hablaremos más adelante. ¿Qué podemos ver en el Castillo? El Castillo que conservamos y observamos en la actualidad es una construcción producto de las obras, remodelaciones y transfor maciones sufridas a lo largo de sus años de ocupación y, también su fridas como consecuencia de su abandono. El ingreso a la Fortaleza lo ha cemos desde la calle Virtudes que va a desembocar a un arco que for ma parte del sistema defensivo del castillo. Desde aquí observamos el recinto amurallado exterior o An temural, obra del siglo XVI. La su bida al segundo recinto amurallado se hace a través de la Barbacana, que es una rampa de recorrido he licoidal que cuenta con una pri mera torre defensiva (reutilizada como vivienda hasta hace pocos años). Una vez superado el des nivel llegamos a la Puerta Condal (en proceso de restauración) que nos permite cruzar el antemural. Atravesando la misma ingresamos en el denominado Espacio de Liza (zona intermedia entre los dos re cintos amurallados). En esta zona y a ambos lados de la puerta existe un cementerio cristiano que estu vo en uso durante tres siglos, des de el XIII hasta el XVI, momen to en el que empiezan a enterrar dentro y en los alrededores de la iglesia de Santa Ana. Los resulta dos de la excavación de este cemen terio han sido muy interesantes y novedosos. Se excavaron más de un centenar de tumbas y tres fosas comunes u osarios, con un total de más de doscientos individuos ente rrados. Se trata de enterramientos modestos sin apenas ajuares, aun que han aparecido restos de colla res, pendientes, amuletos, alguna moneda y, como curiosidad, seña lar el hallazgo de un enterramiento con tres vieiras que pertenecían a un peregrino del Camino de San tiago. Con los trabajos arqueológi- Enterramiento de la necrópolis cristiana del castillo (ss. XIII-XVI). Archivo MAE. , Castillo, Alcázar ... Palacio 117 Marcas de cantero (estrella y flecha) en los sillares del , torre circular. Archivo MAE. cos en la necrópolis se exhumaron también restos de un edificio que podrían pertenecer a la primera iglesia cristiana de la villa, bajo la advocación de Santa María; y res tos constructivos de un pasadizo o pasillo (restaurado en la actuali dad) de época condal que finaliza en una escalera de caracol. Superado el espacio de liza lle gamos al recinto amurallado inte rior, donde podemos ver una gran torre circular de sillería, que flan quea la puerta de ingreso al patio de armas del castillo por su lado derecho. El castillo cuenta con diez torres o cubos defensivos que en origen eran cuadrados, pero a lo largo de los siglos XV y XVI, dos de esas torres se revistieron dándo les una forma circular. Actualmen te se conserva una sola torre circu lar que se restauró en el año 1985. En algunos de los sillares originales de la torre, observamos la existen cia de marcas de cantero, muy ca racterísticas de la época. El recinto amurallado interno del castillo dibuja una planta po ligonal, delimitada por un lienzo continuo de tapial del que sobre salen las diez torres mencionadas anteriormente. Dependencias interiores Una vez pasado el arco de la puerta accedemos a una gran plaza, el Pa tio de Armas. Destacan dentro de este espacio, tres grandes grupos de 118 alborada 2007 construcciones. Por un lado, en la zona suroccidental, encontramos las estancias nobles, que alcanza ban hasta tres pisos de altura. Se conservan restos de diversas de pendencias con tramos de escale ras, arcadas y pavimentaciones, en tre las que destacamos la Capilla. Se trata de una habitación rectan gular destinada a uso religioso que en origen estuvo bajo la advocación de San Antonio Abad y posterior mente de la Virgen del Rosario. En la parte occidental del patio y adosados a la muralla encontramos los almacenes, con restos de tinajas para contener líquidos. Y, por úl timo, señalar la existencia de dos cisternas para el almacenamiento y abastecimiento de agua. La pri mera anexa a la capilla y de origen almohade, reconvertida en zona de se acometió la última, hasta el mo mento. La primera iniciativa para la re cuperación del Castillo es del año 1968, cuando se acometen obras en el entorno del mismo: se conso lida el puente de acceso, el cierre de la entrada y se plantan pinos en las laderas del cerro. Será a partir de los años ochenta, y especialmente desde los inicios de la década de los noventa del siglo pasado, cuando se inicie la tarea de recuperación inte gral del monumento para su apro vechamiento y disfrute público con intervenciones del Ayuntamiento y Idelsa con sus escuelas-taller. Y en 1996 se redacta el Plan Director de Conservación y Recuperación del Castillo de Elda, elaborado por el Módulo de Promoción y Desarro llo del Medio Vinalopó y aproba- En 1848 se vende el castillo por 121.000 reales y se reutilizan los materiales constructivos de mejor calidad, derivando en su posterior abandono definitivo almacén. La segunda de época con dal es más grande. Es un depósito subterráneo, bien conservado, lo calizado en el centro del patio. Para poder llevar a cabo las ta reas de recuperación y restauración en el Castillo, al tratarse de un ya cimiento arqueológico, se deben realizar las excavaciones arqueo lógicas pertinentes según recogen las leyes de patrimonio con el fin de tener el más amplio conocimiento de la obra. Entre los años 1980 y 1983 se llevan a cabo las primeras intervenciones arqueológicas por parte , de los miembros de la Sec ción de Arqueología del Centro Excursionista Eldense. Esta activi dad, realizada ya en años posterio res por arqueólogos titulados, con tinuará hasta el año 2004, cuando do por la Conselleria de Cultura, Educación y Ciencia de la Gene ralitat, que marcará las directrices a seguir para las actuaciones en el Castillo. Limpieza y acondicionamiento Este proyecto se engloba dentro de los objetivos marcados por la Con cejalía de Patrimonio Histórico para recuperar y poner en valor el monumento. Dicho proyecto está subvencionado por el Servicio Va lenciano de Empleo y Ocupación y autorizado por la Dirección Gene ral de Patrimonio Cultural Valen ciano de la Conselleria de Cultura, Educación y Deporte. Se trata de un proyecto que se desarrollará a lo largo de seis meses 1 Trabajos de limpieza y acondicionamiento de una de las estancias nobles del castillo. Archivo MAE. en el que trabaja un equipo multi disciplinar: arqueólogos, restaura dores, arquitectos y peones espe cializados de arqueología. Son numerosas las visitas soli citadas por los ciudadanos tanto eldenses como de otras poblacio nes que desean disfrutar del lugar. Desde el Museo Arqueológico Mu nicipal, al que podríamos definir como «el centro de operaciones » de la Concejalía de Patrimonio, siempre se ha intentado satisfacer dicha demanda, a pesar de las con diciones en las que se encontraba la fortaleza. De ahí la necesidad de llevar a cabo una empresa como ésta, que siguiendo las premisas del Plan Director del Castillo, sirviese para poner un punto de partida al acondicionamiento y recuperación del monumento para los ciudada nos. Se trata de un proyecto am bicioso en las pretensiones, pues es mucho lo que hay por hacer. Su objetivo primordial es limpiar de basuras, escombros y vegetación, recuperar las zonas excavadas de antiguo, proteger y consolidar las estructuras para evitar que se de- graden más y se lleguen a perder, y señalizar las distintas zonas para hacer comprensible a los visitantes el monumento; y por supuesto, ga rantizar una visita con las condi ciones de seguridad pertinentes. Una vez finalizados estos tra bajos quedará mucho por hacer. El Ayuntamiento como tutor y pro pietario del Castillo tiene que ga rantizar las condiciones de man tenimiento necesarias para no retroceder lo andado. Y a partir de ahí, desde la Concejalía de Patri monio Histórico se tendrán que ir desarrollando proyectos puntuales o globales de excavación y restau ración de los distintos elementos y partes que componen la fortaleza. Su valor patrimonial Hablábamos al inicio del texto de la importancia histórica del Casti llo en tiempos pasados, pero tam bién hay que otorgarle la impor tancia histórica y patrimonial que posee actualmente. El Castillo es un bien inmueble de titularidad pública-municipal, declarado expresamente Bien de Interés Cultural (BIC.) con cate goría de monumento desde el año 2001(Ley16/1985 de Patrimonio Histórico Español), aunque yago zaba de esta situación con anterio ridad, según el Decreto de 22 abril de 1949 sobre las normas de pro tección de los castillos. Y tanto, en las leyes autonómicas (Ley 4/1998 del Patrimonio Cultural Valencia no), como en la normativa munici pal (PGOU de 1985) queda refle jada su categoría de monumento y de edificio a proteger. Pero más allá de lo que recoge la legislación, la Fortaleza, Castillo o Alcázar de Elda es un emblema de nuestra ciudad, pues junto a los yacimientos arqueológicos de El Monastil, la Atalaya de la Torreta o el propio Casco Antiguo (la gran asignatura pendiente de las admi nistraciones públicas), entre otros, es un referente dentro del panora ma arqueológico y patrimonial, y por supuesto, es un símbolo y seña de identidad de nuestra ciudad que creció y se desarrolló a partir del mismo. Debe ser un objetivo prio ritario de la Concejalía de Patri monio Histórico el recuperarlo y ponerlo en valor para acercarlo, di fundirlo y hacerlo conocer por los ciudadanos. Pues el valor intrínse co que posee un elemento patrimo nial (un yacimiento arqueológico, un monumento, una obra de arte, etc.) se multiplica con creces cuan do el ciudadano de a pie, no sólo los profesionales del tema , lo conocen, lo respetan y lo hacen suyo. Como balance, podemos decir que existen interesantes expecta tivas abiertas, tanto en el plano arqueológico como en el terreno patrimonial, integrando la docu mentación científica generada por la Arqueología con los datos de las fuentes escritas, en aras de la recu peración patrimonial, como espacio útil (para exposiciones, actos públi cos, etc.) de un monumento esen cial en el paisaje urbano de Elda. Por último, hacerles la siguien te observación: No debemos ver el Castillo o cualquier otro yaci miento o monumento como un montón de muros, habitaciones o torres sin más. Tenemos que ir más allá, leer entre líneas y ese es nuestro propósito hacerles ver y comprender que «la piedras » tie nen un contexto y una historia de trás de ellas que las enriquece y les da valor y sentido. Forman parte de nuestra cultura y, aunque sea un tópico no por ello deja de ser verdad, forman parte de nuestro pasado y nos ayudan a entender la historia presente y a prepararnos para el futuro. , Castillo, Alcázar ... Palacio 119 DESENTERRANDO EL PASADO: CEMENTERIOS MEDIEVALES EN ELDA En las entranas del Casco Antiguo L a intensa actividad urbanística registrada en Elda los últi mos años ha inundado las calles de viviendas en construc ción esperando ser compradas. Al beneficio del compra dor y del vendedor debemos añadirle el del arqueólogo, que puede saciar su enorme curiosidad excavando en el interior de las entrañas del Casco Antiguo. Fruto de las excavaciones arqueológicas realizadas en el último año se ha producido una serie de hallazgos de gran importancia histórica, directamen te relacionados con las necrópolis de época islámica. ESÚS PEIDRO BLANES/SILVIA PIDAL PÉREZ Las necrópolis islámicas de Ella Para ubicarnos: debemos mencio nar, en primer lugar, la excavación de un solar de la calle Luis Buñuel , en la que se ha documentado el ma yor número de restos. La excavación se realizó por encargo de la promo tor a propietaria del solar, Valor & Valor S.L En cuanto a los resulta dos de la excavación, aparte de re gistrar niveles arqueológicos per tenecientes a fases bajomedievales y modernas (siglos XV-XVIII), se documentó parte de una necrópolis isl ámic a de época almohade (siglos XII-XIII), habiéndose recuperado restos pertenecientes a un total de dieciséis individuos. De ellos, tres 120 alborada 2007 Vista de varias sepulturas de la necrópolis localizada en la calle Luis Buñuel (fotografía de los autores). 1 Lb5/l ¡N DI VCD vo 6 uu [[ ~9 y’15 ¡ , ’I . ·.’:· Excavación parcial de un enterramiento islámico en la calle Luis Buñuel (fotografía de los autores). eran individuos infantiles, otros siete adultos, que aparecieron en muy buen estado de conservación. El resto de las sepulturas, corres pondientes a adultos, se encontra ban en mal estado o bien alteradas por construcciones posteriores, es- pecialmente una canalización ce rámica del siglo XVIII, que había provocado que los restos de varios individuos aparecieran amontona dos sin ningún tipo de orden, alre dedor de la fosa excavada para la colocación de la tubería. Los enterramientos se concen traban en la parte suroeste del solar, de modo que todo parece indicar que la necrópolis se extendería tan to al oeste como al sur, por lo que próximas excavaciones en el entor no del solar podrían confirmar esta hipótesis. Las sepulturas se encon traban excavadas en un estrato de color amarillento, que podemos encontrar en todo el subsuelo del Casco Antiguo de Elda. Se trata de fosas alargadas y estrechas , en las que apenas cabe el cuerpo del difunto. El cadáver se depositaba en posición decúbito lateral, es de cir, de lado, con la cabeza orientada en dirección sur-sureste. Al igual que ocurre en otras necrópolis si milares, no se ha documentado la reutilización de las tumbas, para colocar más de un individuo de la misma familia por fosa. Lo que sí se aprecia es la superposición de dos sepulturas , en concreto las de dos individuos infantiles situadas sobre las tumbas de otros tantos adultos. Excepto en dos casos, en los que se han recuperado sendos peque ños colgantes de bronce, los en terramientos documentados no presentaban ningún tipo de ajuar funerario, ya que los difuntos eran depositados tan sólo con un suda rio. Igualmente, la mayoría de las tumbas se encontraban cubiertas con la propia tierra extraída para su excavación, sin señalización verti cal o cubrición alguna, únicamente se ha registrado una sepultura cu bierta con una capa de arcilla de color anaranjado, posiblemente adobe deshecho. Por otra parte, en el solar ubi cado en la confluencia de las calles Andrés Amado y la Plaza Sagrado Corazón se ha realizado una exca vación arqueológica con el fin de proceder a la ampliación del actual Ayuntamiento. En este caso, en el ntrañas del Casco Antiguo 121 Sepultura de la calle Luis Buñuel en la que se observa la orientación lateral del cuerpo y las dimensiones ajustadas de la fosa (fotografía de los autores). lado suroeste del solar se ha recu perado un total de nueve sepultu ras, con las mismas características y orientación que las documentadas en la calle Luis Buñuel. No obs tante, el estado de conservación de buena parte de los restos excavados era bastante deficiente, dado que la intensa actividad constructora en esta parte del Casco Antiguo en 122 alborada 2007 Alteración de un enterramiento documentado en la calle Andrés Amado-Sagrado Corazón por la construcción de un muro de fase posterior (fotografía archivo gráfico del Museo Arqueológico de Elda). los últimos siglos ha provocado la destrucción parcial de la necrópo lis. Un caso curioso es el de uno de los enterramientos, de los que se conserva en buen estado el cuerpo pero al que le falta el cráneo debi do a la construcción de un muro en época moderna. Los hallazgos de la calle Luis Buñuel y de la calle Andrés Ama do-Sagrado Corazón suponen un cambio sustancial en el conoci miento que tenemos de la Elda is lámica. En primer lugar porque se trata de los primeros testimonios que tenemos de áreas de enterra miento, más allá de los hallazgos esporádicos de la calle Indepen dencia o de la supuesta necrópo lis situada en los alrededores de la partida de El Melic. No sólo eso, sino que pensamos que es posible que se trate de una misma área de enterramientos, una misma necró polis. No sería nada descabellado pensar que no se trata de hallaz gos sin conexión entre sí, sino más bien que entre la zona suroeste del solar de Andrés Amado-Sagrado Corazón y la misma zona del so- lar de Luis Buñuel existiría un área de enterramientos perteneciente a la comunidad islámica de Elda, el grupo cultural mayoritario hasta el siglo XVII. En todo caso, independiente mente de que se trate de una misma necrópolis o no, con perduración en el tiempo, lo más importante es el hecho de poder situar estas zonas de enterramientos y extraer algunas conclusiones históricas. Dos hipótesis: mezquita versus castillo Existen dos teorías fundamentales acerca del origen del asentamiento islámico en el actual Casco Anti guo de Elda. L. E Bernabé vincula el primer asentamiento islámico a la construcción de la denominada mesquíta vella (bajo la actual er mita de San Antón), que data al menos en el siglo IX, situándose una pequeña alquería alrededor del edificio religioso. Así se satis farían las necesidades de culto de la población circundante, que esta ría diseminada a lo largo del valle 1 en pequeñas alquerías. El proble ma fundamental de esta teoría es que hasta la fecha las excavaciones arqueológicas llevadas a cabo en el Casco Antiguo de Elda no han aportado datos que señalen la exis tencia de un asentamiento islámico tan temprano. La otra hipótesis considera que debe relacionarse directamente con crópolis o cementerios se situaban fuera del núcleo habitado , de ma nera que no es posible que en épo ca almohade se hubiera ocupado la parte situada en Andrés Amado Sagrado Corazón. Esto es de ca pital importancia, dado que podría indicar que en un primer momento la medina estaría orientada al sur y suroeste del castillo, evidentemen- Frente a la hipótesis de que la mezquita estaba situada en la Plaza del Ángel, nuevas teorías apuntan que la iglesia de Santa Ana fue primero sinagoga, luego mezquita y finalmente iglesia cristriana la construcción del castillo de Elda en época almohade (siglos XII XIII), de manera que al amparo de la fortaleza, la población del valle se fue concentrando en sus faldas, dando lugar a la medina islámica. Según esto, la ciudad almohade se desarrolló hacia el sur y el sureste, e_nglobando la zona de la Plaza del Angel (actual Plaza de la Consti tución) entre otras. 6 O Puertas de la villa cristiana 1 Castillo en época almohade 2 Mezquita aljama 3 Mesquita vella 4 Baños de la Al-fawwara te hacia la mesquita vella e igual mente hacia la calle Independencia y al sur-suroeste de la misma, por la zona de la calle Gonzalo Sem pere. Además, no debe pasarse por alto la presencia al otro lado del río de la zona denominada como Al faguara ( aljawwara, o manantial de agua corriente en árabe), don de podrían haberse ubicado unos baños ya en esta época. Por otra parte, habría que va lorar la posibilidad de que la de nominada Plaza del Angel no existiese como tal en el primitivo asentamiento almohade o bien que lo estuviera en la periferia, por la gran proximidad hacia la necrópo- ’ ~ ~ z .... m 5 Enterramientos de la c/ Independencia 6 Necrópolis de El Melic? 7 Hallazgos de la c/ Luis Buñuel 8 Hallazgos A. Amado -Sagrado Corazón Sin embargo, en los últimos años, las excavaciones arqueológi cas, tal como ya hemos comenta do, ofrecen datos que matizan la visión tradicional. En la calle In dependencia se ha documentado la presencia de viviendas de época almohade al mismo tiempo que a apenas unos metros se ha localiza do una zona de silos y vertederos. Por ello se ha considerado que esta zona se encontraría en las afueras o en el límite habitado del núcleo ur bano. De este modo, el hallazgo en la calle Independencia de una zona de viviendas pero también de ver tederos y, sobre todo, los hallazgos de las calles Luis Buñuel y Andrés Amado-Sagrado Corazón indican que la medina no se desarrolló en esa dirección. Sabemos que las ne- Propuesta de desarrollo de la medina almohade (ss. XII-XIII) Plano de la Elda medieval con propuesta de límites y desarrollo de la medina almohade (a partir de A. Poveda, 1994, modificado por los autores). ntrañas del Casco Antiguo 123 lis documentada en Andrés Ama do-Sagrado Corazón. Es más, con sideramos que es probable que los restos humanos encontrados en los bajos del actual Ayuntamiento en el pasado siglo formaran parte de la misma necrópolis islámica y no fueran enterramientos cristianos, como se ha propuesto en otras oca siones. Por todo ello, planteamos la existencia de una medina en época almohade que no pudo en un pri mer momento orientarse hacia esa zona. Pensamos que la villa bajo medieval, ya bajo dominio cristia no, creció hacia la actual iglesia de Santa Ana de forma paulatina in corporando una serie de portales o entradas a la ciudad que anterior mente no existirían al no haberse desarrollado el urbanismo en esas áreas. Y en un momento impreci- Detalle de los pies de un enterramiento islámico de la calle Andrés Amado Sagrado Corazón (archivo gráfico Museo Arqueológico de Elda). Destaca una sepultura cristiana de varón ataviado con tres vieiras a la altura de la cadera, que indicarían que en vida realizó el Camino de Santiago, al final del cual fue honrado con estas conchas, con las que quiso enterrarse trada de la misma. En 1528, por orden real, las mezquitas aljamas se convirtieron al culto cristiano, de manera que desaparecieron las mezquitas de culto islámico en la Ella medieval. Por otra parte, recientemente J. V. Cabezuelo ha planteado la po sibilidad de que en el solar de la iglesia de Santa Ana se ubicase la sinagoga perteneciente a la comu nidad judía, mientras que la mez quita se encontraría en la Plaza del Ángel. A. Poveda, matizando el planteamiento anteriormente ci tado, ha sugerido que primero el lugar fue utilizado como sinagoga, luego como mezquita y finalmente como iglesia cristiana. Las necrópolis cristianas La llegada de los cristianos a la me dina de Ella supuso un cambio im portante en el plano político, pero también en algunos aspectos de la configuración de la ciudad. Frente a la ocupación de los aledaños del castillo con viviendas como había mos visto en época almohade, la población cristiana transforma el entorno con la construcción de una pequeña iglesia, posiblemente bajo so del siglo xv; con una población cada vez mayor y con la necesidad de celebrar el culto en un recin to más adecuado que el ofrecido por la mesquita vella, se erigió una nueva mezquita, la aljama, pre cisamente en el solar de la actual iglesia de Santa Ana. La mezquita es un hito urbanístico de primer orden en el urbanismo islámico. Y hay que tener en cuenta que para su construcción se necesitaba una importante cantidad de terreno li bre, por cuanto se trataba de un edificio de grandes dimensiones y que además debía estar provisto de una plaza o gran patio a la en- Vista general de parte de la necrópolis de época cristiana del Castillo de Elda (archivo gráfico del Museo Arqueológico de Elda). 124 alborada 2007 1 la advocación de Santa María, así como de la ubicación en la zona de una necrópolis que ha sido datada entre los siglos XIII y XVI. Se trata de una necrópolis que hoy se puede observar en el actual espacio de liza del castillo ( espa cio existente entre el recinto inte rior del castillo y el antemural que delimita el perímetro de la forta leza), pero cuyas dimensiones to tales desconocemos de momento. Se han recuperado restos de algo más de doscientos individuos, sin embargo el número de sepulturas es muy inferior. Ello se debe a que en el caso de la necrópolis cristia na sí que se observa el reaprove chamiento de la misma sepultura para enterrar a varios miembros de la misma familia. Normalmente se coloca el cuerpo de un difunto y, posteriormente, cuando se entierra a un familiar, el cráneo del que se encontraba en la sepultura se colo ca junto al cráneo del nuevo inqui lino de la tumba, mientras que el resto de huesos se amontona a sus pies. Asimismo, se ha constatado la superposición de varias sepulturas, debido a la larga perduración de la necrópolis. En cuanto al tipo de sepultu ras, son de similares característi cas a las documentadas en el caso de la comunidad islámica, es decir, se trata de fosas alargadas y estre chas, sin cubierta. No obstante, en esta necrópolis se ha documentado la existencia de clavos y restos de madera en las tumbas, lo que hace presuponer la existencia de ataú des. Los cuerpos se depositaban en posición decúbito supino (alarga do boca arriba), con las manos cru zadas en el pecho o en la cadera. Por su parte, algunos de los indi viduos presentaban ajuar funera rio, destacando algunos amuletos, pendientes, semillas o frutos y cu riosamente monedas colocadas en Proceso de excavación de una sepultura islámica de la calle Andrés Amado-Sagrado Corazón (archivo gráfico del Museo Arqueológico de Elda). la boca que han sido interpretadas como ejemplo de la perduración de un rito pagano. Pero si debemos destacar por encima del resto una sepultura es la de un individuo que aparece ataviado con tres vieiras si tuadas a la altura de la cadera, que indicarían que se trata de una per sona que en vida realizó el Cami no de Santiago, al final del cual fue honrado con estas conchas, con las que quiso enterrarse. El final del uso de la necrópo lis se relaciona con la compra por parte de la familia Coloma del cas tillo y la villa de Elda, en el siglo XVI, ya que realizaron una serie de reformas en la fortaleza. La más importante fue la construcción del antemural o recinto exterior del castillo, con el que el alcázar que daba definitivamente separado de la villa, otorgando el deseado ais lamiento a sus nuevos moradores. Ello conllevó que la comunidad cristiana no pudiera enterrarse en las cercanías del castillo. Sin embargo, tal como hemos visto anteriormente, en 1528 la mezquita mayor o aljama fue con- vertida en iglesia de culto cristiano, por lo que los cristianos, que ante riormente se habían estado ente rrando en las proximidades de la iglesia de Santa María, lo comen zaron a hacer en la parte situada al este de la cabecera de la actual iglesia de Santa Ana y en la cripta situada bajo la misma. Esta situa ción se puede rastrea r en la docu mentación antigua, puesto que las fuentes de época moderna señalan la existencia del fosar de fuera, que se encontraría a espaldas del tem plo. Recientemente se ha realizado una excavación arqueológica en la confluencia de las calles Los Gi les y José Amar Sempere, que ha permitido descartar la existencia de enterramientos más allá de ese punto. A partir de entonces, conocidos son sobradamente los portales que delimitaban la villa de época cris tiana y moderna, que configuraron la trama urbana de nuestro actual Casco Antiguo. Ése que a veces parece languidecer pero que afor tunadamente termina renaciendo como el ave fénix. ntrañas del Casco Antiguo 125 RITOS Y CREENCIAS DE LAS PRÁCTICAS FUNERARIAS onrar a los muertos E n la actualidad presentamos respeto a nuestros difuntos aseándolos, amorta jándolos y preparándolos con sus mejo res ropas y adornos para exponerlos durante el velatorio, trasladándolos al cementerio en cortejo para darles nuestro último adiós, y cada 1 de noviembre los recordamos y hon ramos en familia arreglando sus tumbas con flores. De la misma forma, nuestros antepa sados del Valle de Elda realizaban prácticas funerarias muy similares de acuerdo a sus costumbres y creencias. S. PIDAL PÉREZ/J. PEIDRO BLANES Rituales en la Prehistoria Los primeros testimonios funera rios de los pobladores del Valle de Elda datan del Calcolítico Pleno Final (2500-2000 a.C.) y se locali zan en el enterramiento múltiple de la cueva de Casa Colorá, evidencia de una pequeña comunidad cam pesina, de carácter probablemente familiar, asentada en el yacimien to de La Torreta-Monastil. En tal sepultura se hallaron los restos de tres individuos adultos y otro in fantil asociado a abundantes piezas de ajuar como fragmentos de va sos cerámicos fabricados a mano, 126 alborada 2007 puntas de flecha, un fragmento de lámina, hachas pulimentadas, pun zones, conchas de molusco y restos óseos de ovicáprido. Durante la Edad del Bronce asistimos al nacimiento de una sociedad clasista, con una mayor especialización laboral de carácter artesanal particularmente en la or febrería y en la alfarería, así como en la llegada de un mayor número de productos (marfil, ámbar, ob jetos de adorno de pasta vítrea, etc.). Asimismo, el inicio de esta desigualdad social se refleja en la existencia de las primeras inhuma ciones individuales, donde pasa a ser el individuo lo importante en lugar de la comunidad aunque sin abandonar la práctica del enterra miento múltiple. Así lo observa mos en las inhumaciones de las Cuevas de Bolón (II milenio a.C.), en las que podemos distinguir una sepultura colectiva (Cueva 2) con restos de individuos adultos e in fantiles junto con anillos y cuentas de collar, fragmentos de lino y es parto pertenecientes a la mortaja, y restos animales, probablemente de alguna ofrenda alimenticia. Una mención especial merecen los enterramientos infantiles de las Cuevas 1 y 9, donde estos indivi 1 Enterramiento infantil de las cuevas del monte Bolón (fotografía archivo gráfico del Museo Arqueológico de Elda). duos que no han alcanzado todavía la edad adulta merecen el mismo tratamiento que los mayores del poblado, a diferencia de otras cul turas en las que no se les tiene en cuenta como miembros de la comu nidad hasta llegar a una edad deter minada, por lo que no se les otorga el privilegio de ser enterrados en los cementerios. Así, podemos obser- var el cuidado que se tuvo a la hora de depositar al niño de la Cueva 9 en posición fetal, sobre un lecho de esparto y cubierto por un sudario de lino , junto a restos de ofrendas alimenticias a sus pies como frutos silvestres o restos de animales para que lo acompañasen durante su via je y estancia en el más allá. Rituales en el mundo ibérico A día de hoy desconocemos gran parte del ceremonial empleado por los iberos para honrar a sus muer tos, a excepción del funeral del lu sitano Viriato en el que se celebra ron juegos, danzas y cánticos en su honor. Sin embargo, gracias a los textos que describen las costum bres funerarias griegas y fenicias, y al registro arqueológico podemos contar con cierta información al respecto. Probablemente, los iberos lava rían y prepararían al difunto con sus ropas y adornos para ser ex puesto durante un tiempo, en el que familiares y amigos le presen tasen duelo y respeto. Posterior mente, el finado sería trasladado de noche sobre unas andas o un carro al cementerio acompañado con músicos y formando una pro cesión con los hombres delante y las mujeres detrás. No conocemos si estos honores serían dispensados a todos los fallecidos o únicamente a una parte de la sociedad como los guerreros o la elite local, como pa rece representarse en vasos cerámi cos o en elementos escultóricos. Una vez incinerado el cuerpo, en algunos casos se realizaría en la misma sepultura, se llevaría a cabo una recogida cuidadosa y lavado de los restos óseos para depositar los junto a las cenizas bien directa mente en la fosa bien en una urna. En el interior de la fosa, se celebra ría un fuego de purificación don- Honrar a los muertos 127 - -O 30cm Monumento funerario ibérico rematado con escultura de sirena hallada en el entorno de El Monastil (según Izquierdo, 2000). pectorales, fíbulas; lanzas, espa das, manillas del escudo, cuchillos, amuletos protectores y/ o piezas de la vajilla. Estos últimos utilizados como contenedores de ofrendas alimenticias (cereales, piñones, al mendra, olivas, huevos de gallina, etc.), que simbolizarían la partici pación del difunto en el ágape cele brado después por la familia. Finalmente, se señali zaría la Escultura de época ibérica de un toro hallada en El Chorrillo (foto Petrer Mensuaf). El ajuar funerario solía recoger gran variedad de objetos, como anillos, pendientes, brazaletes, cuentas de collar, pinzas para depilar, hebillas de cinturón, lanzas, espadas, amuletos, piezas de la vajilla ... de quemarían hierbas aromáticas o adormideras y se realizarían liba ciones en honor al fallecido. A continuación, se cerraba la urna y se depositaban las piezas de ajuar, entre las que se solían re coger una gran variedad de obje tos como anillos, pendientes, bra zaletes, cuentas de collar; pinzas para depilar, hebillas de cinturón, 128 alborada 2007 tumba con algún elemento que so bresaliese de la tierra. Aquí inclui mos los fragmentos escultóricos pertenecientes a dos monumentos funerarios, la sirena de El Monas til y el toro de El Chorrillo, ambas figuras símbolos de protección de los difuntos. La primera represen ta el cuerpo de este animal mito lógico cubierto de plumas, con las alas plegadas, y que coronaría un pilar-estela; mientras que el segun do está acostado, con la boca entre abierta, con los orificios donde se incrustarían los cuernos y orejas postizos, y se levantaría sobre un monumento funerario del tipo tú mulo o plataforma. Los dos monumentos se rela cionan con elementos simbólicos de heroización del di funto, por lo que puede atribuirse a un personaje de la elite local. Así, aparte de señalizar y evitar la profanación de la sepultura, per petuaba su recuer do y exhibía supo der sobre el resto de la sociedad. Rituales paganos El ritual funerario romano comienza cuando el individuo no ha muerto y está pos trado sobre el lecho rodeado de sus seres queridos, esperando para ce rrarle los ojos y darle el último beso que recoge su alma. Una vez falle cido, se le llama por su nombre, se lamenta su pérdida y se dispone el cuerpo para su nueva morada con agua caliente, aceites y esen cias para evitar malos olores; se le viste con una prenda de color blan co o, en el caso de los más pobres, negro; y se le deposita una moneda en la boca para pagar al barquero Caronte en su viaje hacia el otro mundo. A continuación, se expone el cuerpo rodeado de flores e incen sarios durante varios días, mientras que las plañideras entonan cantos fúnebres. Una vez transcurrido este tiem po, se transporta el cuerpo hacia la 1 Fragmento de inscripción funeraria en honor a G. Sempronius procedente de Arco Sempere (fotografía archivo gráfico del Museo Arqueológico de Elda). necrópolis acompañado por músi cos, plañidera, familiares y amigos vestidos de oscuro y con la cabeza cubierta, por la noche, a excepción de si se trataba de niños o pobres que tenía lugar de día. En el cementerio se procede a dar sepultura al difunto acompa ñado con los objetos personales que había utilizado en vida, bien mediante incineración bien me diante inhumación, dependiendo del momento histórico en que nos encontremos y de las creencias del individuo. Con anterioridad, se ce lebra un banquete con alimentos y vino que son ofrecidos al ausente. Una vez enterrado , comienza un período de purificación para limpiar la contaminación que pro voca la muerte, en el que los fami liares guardan fiesta y cumplen con los rituales finales: barrer la casa tras la partida del cortejo, rociar se agua con una rama de laurel y pasar sobre un fuego, y ofrecer un sacrificio a los dioses Lares domés- ricos. Y para poner fin al duelo, en el noveno día tras el entierro, se efectúa una comida con una liba ción a los dioses Manes sobre la sepultura del difunto , en la que se le dejan algunos alimentos. Durante todo el año los fami liares y amigos celebran banquetes funerarios en su honor y se le lle van regalos, comida o flores como por ejemplo en el día de su cum pleaños, o en festividades propias como las Parentalia (entre el 13 y el21 defebrero),lasLemuria (9,11 y 13 de mayo) , las Violaría (22 de marzo) , las Rosalia ( 23 de mayo) o las Larentalia (23 de diciembre). la villa romana de Arco Sempere (fines de siglo II y principios del III d.C.) y dedicada a Gaius Sem pronius, un miembro de la familia Sempronia habitual en las tierras alicantinas. Ritual cristiano (siglos IV-VI 1 d.C.) En el siglo IV el cristianismo se convierte en la religión mayoritaria del Imperio gracias a los edictos de Constantino y de Teodosio I, trans formando muchos aspectos de los ritos funerarios paganos que pervi ven debido a su gran raigambre en- Fragmento de tapa de sarcófago romano con representación de la escena del profeta Jonás (fotografía archivo gráfico del Museo Arqueológico de Elda). Para poder cumplir con estos preceptos es necesario que las se pulturas estén señalizadas para acceder a ellas con facilidad, así como evitar posibles destruccio nes, y perpetuar la memoria de los difuntos entre los vivos. Exis ten variedad de marcaciones que reflejan la desigualdad social-eco nómica existente, que van desde simples piedras clavadas sobre el enterramiento hasta monumentos funerarios de gran envergadura. En este apartado hemos de incluir, la inscripción funeraria localizada en tre la población. Así, por ejemplo en el momento de dar el último adiós al difunto también se le otorga la úl tima comunión y se le unce con pre parado de óleo, incienso y perfumes bendecidos durante la festividad de San Cosme y San Damián; y duran te el cortejo hacia el cementerio , se sustituyen los cánticos y llantos de las plañideras por salmos cristianos dedicados al perdón de las pecados o/y al descanso del fallecido, a ex cepción de aquellos castigados por sus crímenes, suicidas o catecúme nos sin bautismo. Honrar a los muertos 129 EM- 88 Am-ipl O Enterramiento infantil en fosa hallado en el yacimiento arqueológico de El Monastil (fotografía archivo gráfico del Museo Arqueológico de Elda). Ya una vez en la necrópolis, el individuo siempre era inhumado, nunca incinerado, en posición de cúbito supino (tumbado sobre la espalda) con los brazos pegados junto al cuerpo o cruzados sobre el pecho o la pelvis, amortajado en 130 alborada 2007 el interior de un sudario o ataúd, y orientado en dirección Este-Oes te o viceversa. Tal hecho se debe a la creencia cristiana de mantener intacto el cuerpo y evitar su dete rioro hasta el día del Juicio Final. Así lo demuestran diferentes ha- llazgos datados entre los siglos V y VII d.C. como la sepultura en cista al exterior del ábside basilical de El Monastil, la tumba de ladrillos en el interior del recinto absidial de Casa Colará, la fosa localizada en la plaza de La Torreta, el enterra miento de un niño en cista en una finca de Camara, o la mitad de las inhumaciones de la necrópolis de El Camino de El Monastil, pues la otra mitad está colocada en direc ción Norte-Sur como la sepultura infantil localizada en una vivienda de El MonastiL Una práctica habitual de estos siglos es la reutilización de las se pulturas, introduciendo el cadá ver de uno o varios familiares en la misma fosa, como sucede en la plaza de la Torreta o en la necró polis de El Camino de El Monas til, llegando a aparecer hasta cinco inhumados en el interior de una misma tumba. Este hecho se debe a dos motivos, por un lado a la pér dida de la memoria del individuo allí enterrado y a la necesidad de un espacio para enterrar al nuevo difunto. Así, el nuevo cadáver se coloca en posición decúbito supino (tumbado sobre la espalda) mien tras que el anterior se arrumba a sus pies formando un montón, a excepción del cráneo que suele co locarse junto al del nuevo individuo o sobre su pecho; de esta manera, las sepulturas se convierten en pe queños mausoleos familiares. De un momento anterior, si glo IV d.C., parece que se tratan los sarcófagos monolíticos descu biertos a los pies de la basílica de este mismo yacimiento y que se encuentran desaparecidos. A este siglo pertenece también la excep cional tapa de sarcófago de már mol hallado reutilizado en la cis terna cristiana del castillo de Elda (325-335 d.C.), y que representa el ciclo del profeta Jonás, uno de 1 Era habitual la reutilización de las sepulturas, introduciendo el cadáver de uno o varios familiares en la misma fosa, como sucede en la plaza de La Torreta o en la necrópolis de El Camino de El Monastil los episodios más típicos del arte paleocristiano funerario debido a que se trata de un símbolo de la esperanza de la salvación y resu rrección del difunto. El conjunto de los materiales procedentes de los ajuares funera rios está compuesto mayoritaria mente por objetos de adorno per sonal y de vestido del inhumado que lo distingue e identifica del res to de sujetos. Así, en la necrópolis del Camino del Monastil se recu peraron abundantes piezas como agujas para el pelo, pendientes de aro, anillos, brazaletes con cabeza de ofidio, broches y cuentas de co llar de diferentes materiales. Una vez ya enterrado al difun to, se continúa con la tradición ro mana de celebrar banquetes en su honor, identificando el vertido de líquidos (las libaciones paganas) con el bautismo. De tal modo, en el área cementerial que venimos des cribiendo se recogieron restos del ágape funerario (semillas de uva y de almendra, y cáscaras de hue- vo) en el interior de las sepulturas dos y nueve; se delimitó un área de cocina formada por un hogar y un depósito de agua para preparar las viandas, así como un área de ver tederos donde se acumulaban los desperdicios procedentes de la ce lebración. Finalmente, las sepulturas de bieron estar marcadas con algún tipo de signo externo que permi tiese a los familiares acceder a la sepultura sin confusión como lo evidencian las continuas reutili zaciones de la fosa. Estas señali zaciones, en su mayoría, serían fa bricadas en materiales perecederos como estacas de madera, e incluso plantas, acumulaciones de piedras, ladrillos, tejas, o pequeños túmu los, que han hecho que no lleguen hasta nosotros. Enterramiento múltiple en cista documentado en la necrópolis del Camino de El Monastil (fotografía archivo gráfico del Museo Arqueológico de Elda). Honrar a los muertos 131 DE AFICIONADO A PROFESIONAL: TIPOLOGÍAS DE ARQUEÓLOGO DEL SIGLO XXI Buscadores de tesoros, picapedreros. + + P icapedrero, buscapiedras o cazatesoros ••• Entre la opinión pública, la figura del arqueólogo aún conserva, ciertamente, la pátina de busca dor de tesoros, de ciudades perdidas y de momias egipcias, en línea con el estereotipado espíritu aventurero del Indiana Jones made in Ho- llywood. Si fuera un médico, este tipo de arqueólogo idealizado sería, por ejemplo, el descubridor de la vacuna contra el sida o la cura del cáncer. O, si fuera arquitecto, construiría rascacielos o edificios emblemáticos • . C. MÁRQUEZ VILLORA En ocasiones, los medios de co municación todavía reproducen y mitifican el tópico de arqueólogo que limpia cuidadosamente con el cepillo unos importantes y anti quísimos restos, vigilado de cerca por una videocámara que recoge el momento clave del descubrimien to. Entonces , el arqueólogo , con un relato rico todavía en tecnicismos, comunica el valioso hallazgo. Si lo hace convenientemente , será un sa bio. Si no, será un inventor de his torias difícilmente creíbles (« ... y eso ¿cómo lo sabe? ¡Pues ya hay que echar imaginación a un montón de piedras y de tierra ... !»). Por suerte o por desgracia , en muchas ocasiones, ante una reali dad social aún desconocedora de su s tareas , el arqueólogo aún tiene que explicar su trabajo -circuns- 132 alborada 2001 tancia que no sucede, obviamente, en todas las profesiones-: a qué se dedica realmente, y el por qué o el para qué de su trabajo. Son ciertos inconvenientes de una profesión todavía joven, en formación. Sin ánimo de ser exhaustivo, y a ries go de lanzar un mensaje demasia do esquemático o tópico, podemos distinguir varias circunstancias que dan lugar a la conformación de tipos de arqueólogo que no son excluyentes entre sí. Ahí van algu nos de ellos, sin que el orden esta blecido implique una mayor im portancia: Arqueólogo profesional libe ral. Es un free lance, normalmente un trabajador autónomo, o un pe queño empresario, hijos ambos del artículo 62 de la Ley de Patrimo nio Cultural Valenciano y de otras normativas urbanísticas y medio ambientales subsidiarias. Dirige o participa en excavaciones o pros pecciones arqueológicas de salva mento, seguimientos arqueológi cos de obras públicas, y estudios de impacto ambiental del patri monio cultural. Este arqueólogo empresario vive habitualmente de una demanda algo irregular, entre la ansiedad por la tardanza de las imprescindibles autorizaciones de la Dirección General de Patrimo nio Cultural (los «permisos de ex cavación », que suelen llegar tarde, con un eterno retraso), y la presión ambiental del promotor o cons tructor que no tiene más remedio que financiar trabajos arqueológi cos previos a su obra y que, lógi camente, alejado de un idealismo conservacionista, desea una labor 1 Excavación de la Atalaya de la Torreta (2003-2004), donde el frío y el viento endurecieron notablemente las tareas arqueológicas (archivo Museo Arqueológico Municipal de Elda) restauración de bienes muebles e inmuebles de naturaleza arqueoló gica, el turismo histórico y cultural o las actividades didácticas dirigi das fundamentalmente al sector público. ble de grandes proyectos en Espa ña o en el extranjero, en ocasiones dignamente financiados , y escritor de libros, así como conferenciante reconocido y prestigioso. Lógica mente, no abundan, pero hay cada vez más casos. Arqueólogo hiperespeciali zado. Se trata de un arqueólogo con un perfil habitualmente muy académico , con una dedicación in vestigadora en la línea de las nue vas arqueologías o arqueologías es pecializadas. Podemos citar, entre otras, la Arqueología de los Espa cios Irrigados o Arqueología Hi dráulica, la Arqueología del Géne ro, la Arqueología de la Muerte, la Arqueología de la Producción, la Arqueología Espacial o la Arqueo logía del Paisaje. De hecho, el ar queólogo ya no busca sólo restos y vestigios de antiguas culturas. Junto a las Arqueologías clásicas, por así citarlas -Oriental, Griega, Romana, etc. .. - existen otras Ar- profesional rápida y barata previa al hormigón. Este tipo itinerante y seminómada puede pasar, a pie de obra, días y días entre retroex cavadoras y giratorias viendo ex traer metros cúbicos de tierra, pero también protagoniza hallazgos re levantes. Este arqueólogo-gestor, en ocasiones, y en contra de la visión idealista y trasnochadamente ro mántica que tiene la opinión públi ca sobre el trabajo arqueológico, no siempre desea que aparezcan restos significativos en el subsuelo. Efecti vamente, el hallazgo de más restos implica más medios técnicos y hu manos, y conlleva, a su vez, retrasos para la futura obra y, en definitiva, el riesgo de la incomprensión del cliente. Debemos decir, no obstan te, que aumenta paulatinamente la aceptación, por parte de promo tores y constructores, del traba jo arqueológico, con sus costes y previsiones, como una parte más del proceso en el sector de la cons trucción. Algunas empresas alican tinas dedicadas a la arqueología y patrimonio cultural van amplian do su oferta hacia el ámbito de la Han surgido especializaciones en ciencias novedosas que enriquecen las respuestas a viejas preguntas Arqueólogo universitario. Se trata del profesor e investigador que participa en proyectos de in vestigación sobre yacimientos ar queológicos reconocidos. Además, teóricamente, dispone de tiempo y medios para publicar sus resulta dos en libros, revistas científicas o congresos. Es una figura reconoci da, con cierto prestigio social tras una interminable etapa de forma ción. En muchas ocasiones es el sa bio y el especialista que, en los úl timos años, va saliendo de su torre de marfil académica y minoritaria, y busca que su trabajo tenga, ade más, repercusión social. Arqueólogo estrella. Una rara pero creciente variante de este tipo . Se trata del director o responsa- queologías Postclásicas con deno minaciones diversas: la Arqueo logía Medieval, la Arqueología Postmedieval, la Arqueología de las Sociedades Contemporáneas o la Arqueología Industrial. Paralela mente, más allá de los barcos y em presas cazatesoros, ha ido crecien do la Arqueología Subacuática. Arqueólogo funcionario o contratado, al servicio de ayun tamientos, diputaciones, comuni dades autónomas o museos. T ra baja, a menudo, en una dualidad incómoda. Por un lado, entre una realidad administrativa lenta y en ocasiones, miope. Por otro lado, este tipo de arqueólogo hombre orquesta del patrimonio histórico y cultural, figura tradicionalmente Buscadores de tesoros... 133 solitaria o, cuanto menos, minori taria en la administración pública, está obligado a cuidar, supervisar y vigilar los aspectos básicos de la legislación vigente en su ámbi to competencia!: la preservación y conservación de yacimientos, así como la investigación, divulgación y difusión de los mismos. Cuando puede, además, dirige excavaciones y realiza trabajo de campo. Arqueólogo técnico o especia lista, vinculado al conocimiento de nuevas ciencias y nuevas tecnolo gías. Para este tipo, importa tanto la información que se extrae de la excavación o del contexto arqueoló gico como el propio objeto arqueo lógico. Ante la pregunta del visitan te de una excavación arqueológica « ... pero ¿aquí que habéis sacado?», su respuesta sería «mucha información y datos para saber cómo vivían nues tros antepasados ... », sin enumerar la interminable lista de objetos anti guos recuperados. Es algo así como un forense de la Historia ... En esta variante encontramos arqueólogos dibujantes expertos en diseño, representación gráfica, o sistemas de información geográfica. Otro segmento está ocupado por ar queólogos especializados o forma dos en disciplinas y ciencias relati vamente novedosas que enriquecen y amplían las respuestas ante viejas preguntas. Han surgido los prime ros arqueobotánicos, arqueozoólo gos o arqueometalúrgicos, por citar algunas de estas especialidades. Los arqueólogos, en esta línea y desde hace décadas, paralelamente buscan el auxilio y la colaboración de otras disciplinas científicas. Por ejemplo, las relacionadas con la Medicina, como la Paleopatología, Osteoarqueología o Arqueología Forense; con la Antropología, re presentada por la Antropología Fí sica, la Bioantropología, o la Etnoar queología; con la Biología, mediante 134 alborada 2007 la Palinología o la Carpología; con la Química, a través de disciplinas como la Petrología y la Metalogra fía; con la Geología, siguiendo los principios de la Sedimentología; o con la Física, utilizando, por ejem plo, el Arqueomagnetismo ... En este ámbito, también han aparecido, en los últimos decenios, otras especialidades, como la lla mada Arqueología de los Alzados o Arqueología de la Arquitectura, así como la Arqueología Experi mental. Y, asimismo, los contactos con los profesionales de la Restau ración son cada vez más estrechos. En definitiva, se utilizan más a me nudo medios técnicos procedentes de otros saberes. Destaca el uso li mitado pero creciente de sistemas y medios de prospección como la Fotointerpretación, el Georradar o la Resistividad Eléctrica. O de nu merosos sistemas de datación por isótopos radiactivos o físico-quí micos para fechar restos antiguos, como el famoso carbono 14 o ra diocarbono, que encabeza una larga lista que sería tedioso enumerar. Para finalizar esta escueta enu meración, el arqueólogo-becario: apenas necesita mayor definición, pero sí mucho respeto. lmprescin- dible en cualquier proyecto que se precie. En un hipotético escalafón, se sitúa ligeramente por encima del estudiante de Arqueología o del es tudiante en prácticas. En definitiva, el arqueólogo de inicios del siglo XXI no responde claramente a un único perfil. En los últimos años se está consolidando lentamente su proyección profe sional, abriendo nuevos caminos de desarrollo. Este fenómeno se debe, en primer lugar, a importan tes avances legislativos en materia de patrimonio histórico, cultural y medioambiental. Nuevas leyes, con apartados dedicados específi camente a la regulación de la activi dad arqueológica pública y privada, han abierto un terreno considera ble a la práctica profesional. En segundo lugar, la ampliación de la oferta profesional se debe a nue vas demandas y necesidades socia les, que dan cierta relevancia a un sector terciario asociado a la cul tura, el esparcimiento, el ocio y el turismo. Entre ambos caminos en contramos parte de nuestro futu ro, conjugando espíritu científico, gestión patrimonial y, por qué no decirlo, una elevada dosis de voca ción profesional. Los resultados de las excavaciones arqueológicas se dan a conocer mediante publicaciones o conferencias, como las que se celebran desde hace siete años en Elda en los Seminarios de Historia (archivo Museo Arqueológico Municipal de Elda). 1 ARQUEOLOGÍA INDUSTRIAL, ESE PATRIMONIO DESCONOCIDO Las fábricas de M uchas son las noticias que, en las últimas décadas, nos acercan a nuestro patrimonio cultural; noticias que tienen que ver con las excavaciones arqueológicas en yacimientos cono- cidos, nuevos hallazgos de gran interés que forma rán parte de museos y colecciones ••• Sin embargo, otro tipo de patrimonio cultural que deja huella en las ciudades modernas se va abriendo paso con fuerza, gracias al estudio y a la investigación de ar queólogos que impulsan un nuevo concepto patri monial: la Arqueología Industrial. OSÉDAVIDBUS UIERCORBÍ Este concepto, surgido en 1955 a partir de un artículo publicado por el investigador Michael Rix, de la Universidad de Birmingham, comenzará a englobar todo el patrimonio relacionado con lugares, si tios y elementos pertenecien tes a industrias de cualquier tipo, sobre todo las edificadas a partir de la segunda mitad del siglo XIX. En la actualidad, fruto de un cambio sustancial en la mentalidad de los ciudada nos, relacionado en su mayor parte con el reciclaje de cos tumbres y valores que se in culca en la enseñanza, se han ido incorporado nuevas refe rencias históricas y culturales que mostrarán al observador un paisaje de símbolos y edi ficaciones que antes pasaban desapercibidos. A lo largo de los últimos años se ha pasado a comprender, o por lo menos a apreciar, el paisaje industrial de nuestras ciudades, adqui riendo nuevos valores que, desde el plano científico y pro fesional, se están incorporan- Las fábricas de la luz 135 do también como elementos inte grantes del Patrimonio Cultural. Muchos son los edificios de este tipo localizados a lo largo de la geo grafía alicantina, en la mayoría de los casos pertenecientes a una hor quilla cultural que los enmarca en torno a los siglos XIX y XX. Uno de los ejemplos más característicos en lo que a este tipo de edificios se refiere son las centrales hidroeléc tricas de principios del siglo XX. Centrales hidroeléctricas en E Ida Al igual que otras ciudades de la provincia alicantina, Elda es claro referente en el acogimiento de este tipo de edificios, las fábricas de la luz, pequeñas centrales hidroeléc tricas que han salpicado todo el va lle del Vinalopó y que se ubican en nuestro término desde principios del siglo XX (1900), constituyen do un enorme motor , tanto para la ciudadanía como para el desarrollo de la industria particular como fue la del calzado. Las primeras aportaciones en el campo de la electricidad relacio nadas con el Valle del Vinalopó, y más particularmente con nuestra ciudad, están directamente relacio nadas con el propio cauce del río, como viene pasando en otros de los municipios . Junto a las zonas en las que éste se puede aprovechar, fue ron construidas las primeras cen trales hidroeléctricas. Dos son los edificios de este tipo localizados en nuestro térmi no municipal, constituyendo las representaciones mejor conserva das en el valle, albergadas posible mente en zonas donde antes hubo un molino , bien de harina o bien de esparto. Uno de estos edificios se ubi ca en la partida de El Monastil, a los pies del propio yacimiento ibe- 136 alborada 2007 Fábrica de Luz de L’Orxa. Ejemplo vivo de arqueología industrial. ro-romano, en la margen derecha, aguas abajo, del álveo del río. Éste, aprovecha un canal que parte de la presa del pantano de Elda, para derivar parte de su cauce a un sal to de agua en el que se producirá la electricidad mediante el uso de una turbina y un generador. Pero la Eléctrica Eldense, como se denominó a la empresa instau rada en la zona descrita en torno al año 1900, propiedad directa de la Sociedad Hidroeléctrica Española, con concesión a varios empresarios eldenses, entre los que reconoce mos el nombre de Joaquín Coro nel Rico, como gerente, no fue la única de estas construcciones en término municipal de Elda. A es casos 7 km. de ella, cerca de la ca rretera que nos une con el vecino municipio de Sax, en la partida de 1 El Chorrillo, se levantó en 1908 otro edificio de mayores dimensio nes, y por ello, mayor producción eléctrica. La mencionada entidad, denominada Luz Elda S.A., com petidora de la anterior, consiguió el monopolio del suministro eléc trico eldense, cedido a la mercantil Abad, Almodóvar y Cía., cuya ex plotación se extendería hasta junio de 1930, momento en que tomó la propiedad la compañía Riegos de Levante. El nuevo edificio, con un canal de agua de considerables dimensiones, dos saltos y dos tur binas y generadores, constituyó un avance progresivo en el suminis tro eléctrico del municipio elden se, y de los colindantes, significan do casi el cierre de la empresa más veterana. Farola de los años 30. Elda Pocas son las referencias más actuales a ambas industrias, cuyo rastro se pierde en los archivos. Sí conocemos, en cambio, las fuer tes disputas entre ambas por la competencia en el suministro a la ciudad, siendo el más relevante el proporcionado por la industria ubicada en El Chorrillo. No es po- Pequeñas centrales hidroeléctricas que han salpicado todo el valle del Vinalopó, levantadas en Elda desde principios de 1900, y directamente relacionadas con el propio cauce del río sible en la actualidad determinar la fecha exacta de cierre, y por tanto abandono, de la producción eléc trica utilizando un recurso natural como es la fuerza del agua canali zada en la ciudad de Elda. Si bien, alguna de las referencias orales aportadas nos acercan a los años 70, momento en el que se atisba el cierre de la industria de El Mo nastil, argumentando la caída de un rayo en la torre principal, agen te meteorológico que causaría un gran perjuicio en tendido y gene radores, descartando la posibilidad de reparación de la industria. Repercusiones sociales No podemos estimar la produc tividad real de ambas industrias, Iluminación en las calles de Elda. Las fábricas de la luz 137 pero sí nos podemos hacer idea aproximada de los condicionan tes que debieron repercutir en la misma. Alejada de las comodidades y avances tecnológicos de las cen trales hidroeléctricas actuales, la Eléctrica Eldense debió significar el primer impulso industrial de este tipo en la zona de Elda, pa gando por ello, las primeras nova tadas. Su caudal escaso y sus di mensiones reducidas no debieron suministrar demasiada producción eléctrica a la ciudad, encontrando las primeras manifestaciones en edificios públicos únicamente. La competencia iniciada casi una dé- Restos del edificio de El Chorrillo. Sistema constructivo del canal de vertido en el Chorrillo. 138 alborada 2007 1 cada después de la construcción de la misma, por la industria al bergada en El Chorrillo, Luz Elda S. A., no tendría parangón, ni casi contestación. De mayor capacidad, esta empresa, con aportaciones mecánicas mucho más modernas, había sacrificado las dimensiones del edificio por la incorporación de una maquinaria más sofisticada y productiva, capaz de optimizar el trabajo para ofrecer una oferta ma yor y desbancar el monopolio de la anterior, y menos moderna, indus tria de El Monastil. Su mayor potencia al albergar dos generadores, así como dos tu bos de vertido, de mayor diáme tro, creando con ello dos saltos de agua con turbinas independien tes, haría generar más del doble Canales de vertido de El Chorrillo. de electricidad que su homónima. No obstante, no podemos, en nin gún caso, comparar cualquiera de estas industrias con las modernas centrales hidroeléctricas en funcio namiento en la actualidad. Sí es conveniente resaltar las di versas aportaciones realizadas por este tipo de centrales, tanto directa como indirectamente. Directamente, contribuyeron al desarrollo tanto de los espacios públicos de la ciudad como de los privados. Así, proporcionaron ilu minación en origen a edificios de ocio, como el Cine Coliseo y el Teatro Castelar, que comenzaron Central hidroeléctrica actual. La electricidad fue uno de los motores que, al igual que antes el ferrocarril, impulsó el desarrollo de las industrias locales, mayoritariamente zapateras a utilizar los tendidos eléctricos, disponiendo además de uno o va rios generadores con motores de gasolina que propiciaban el abaste cimiento continuo en caso de fallo en el fluido. Este origen de fluido escaso desembocaría en el alum brado de plazas, calles, y en última instancia, de viviendas particula res, abandonando los tradicionales carbureros y quinqués. De forma indirecta, fue la elec tricidad uno de los motores que, como lo había sido anteriormente el ferrocarril, impulsaría ahora más si cabe el desarrollo de las indus trias locales, en la mayoría de los casos destinadas a la fabricación de calzado. Todo ello, en definitiva, cons tituiría el punto de inflexión en el comienzo del desarrollo social que se iniciaría con la implantación de la electricidad como mayor fuente de energía, hasta la incorporación de otras energías mucho más ac tuales. Origen de este desarrollo que culmina en nuestro siglo, son los edificios que hemos querido pre sentar en estas líneas. Edificios de principios de siglo XX, que con tribuyeron en algún momento de su existencia al beneficio de ciuda danos, y que hoy en día duermen a los pies de riberas de ríos como el Vinalopó, esperando su incorpo ración, como elementos de interés patrimonial a los Catálogos o In ventarios de Bienes de municipios como el de Elda, dignos merecedo res de un reconocimiento dentro de la Arqueología Industrial de la comarca. Las fábricas de la luz 139 LOS PROYECTOS DE LA CONCEJALÍA DE PATRIMONIO HISTÓRICO El asa o a la luz del resente e uando nuestra alcaldesa, Adela Pedrosa, de~ legó en mí la Concejalía de Patrimonio His~ tórico, debo reconocer que me produjo gran alegría y satisfacción, a la vez que una profunda Los objetivos básicos de esta Con cejalía son la consolidación y mejo ra de lo ya existente y, sobre todo, acometer nuevos proyectos. A con tinuación expongo una relación de estas tareas: Museos 1.- Museo Arqueológico Mu~ nicipal: creación y mejora de in fraestructuras y dotaciones, ade- 140 alborada 2007 reflexión, ante la responsabilidad de tener que administrar todos los legados históricos existen~ tes en la actualidad, más los que habrá que ir in~ corporando por los nuevos trabajos que se están realizando y que abren nuevos campos, nuevas posibilidades de investigación. OSÉ MATEOS GRAS cuándolas a necesidades culturales, educativas y de ocio, con una ma yor proyección social. 2.- Exposición 25 años de Mu seo Arqueológico, un recorrido so bre el pasado de nuestra ciudad a través de sus restos materiales. 3.- Participación del Museo Arqueológico Municipal en el Ci clo de Exposiciones Museos mu nicipales en el Marq (Diputación Provincial de Alicante). 4.- Museo Etnológico: mejora de dotaciones e infraestructuras. 5.- Viabilidad de nuevos in~ muebles para exposición y con~ servación del Patrimonio Histó rico y Cultural local. Arqueología y monumentos 1.- Creación y aprobación del Catálogo de Bienes y Espacios Protegidos del Patrimonio Histó 1 Vista aérea del Castillo de Elda (foto nº 999092 de la Serie Paisajes españoles). rico y Cultural Eldense, en el marco del PGOU, con el fin de proteger y conservar el patrimonio histórico y cultural local, rústico y urbano. 2.- Castillo de Elda: recupera ción del monumento para su uso público, con especial atención a: -Restitución del antemural oc cidental. -Limpieza, consolidación y acondicionamiento del espacio interior. -Rehabilitación e integración urbana del acceso principal (lade ra sur). 3.- Casco Antiguo: diseño de un plan de actuación que satisfaga las inquietudes y los deseos de to dos los sectores afectados: vecinos, asociaciones y el propio Ayunta- miento. En definitiva, en qué tipo de barrio queremos para vivir. 4.- El Monastil: Plan Director de Recuperación y medidas de res tauración para la apertura al públi co del yacimiento arqueológico, a través del 1 % cultural. 5.- La Torreta: restauración de la torre medieval y su paraje para uso cultural y de ocio. 6.- Creación de un Parque Cul tural en el entorno del Pantano de Elda, recuperando los valores medioambientales e históricos de la sierra de la Torreta y del río Vi nalopó. 7.- Declaración de nuevos Bie nes de Interés Cultural o Bienes de Relevancia Local en el término municipal. Investigación y difusión histórica 1.- Potenciación de los Semi narios Internacionales de Histo ria y los vínculos con las univer sidades del entorno (Universidad de Alicante, UNED, Miguel Her nández). 2.- Creación y potenciación de la nueva serie de la revista históri co-arqueológica Alebus, dedicada a la investigación del patrimonio histórico eldense. 3.- Jornadas anuales de visitas y puertas abiertas en los yacimien tos emblemáticos de Elda: El Mo nastil y Castillo. sacio a la luz del presente 141 o C2 1-z w 144 alborada 2001 LA REVISTA MUSICAL EN EL TEATRO CASTELAR .Nuestros . 1vert1 - anos H ace unos días, mientras reorganizaba mi bibliote ca, en el interior de un sobre anónimo aparecieron programas de mano y otras curiosidades del Tea tro Castelar de los años 70, casi todos anunciaban teatro de variedades, compañías de comedia, grandes compa ñías de revista, revistas musicales y vodeviles. Todo lo que yo recordaba haber visto en grandes carteles en las paredes del Castelar allá en mi lejana adolescencia y que no pude presenciar en vivo por tratarse de espectáculos «para mayores», pero por las largas colas y los posteriores comentarios debían de tener mucho éxito de público y ba de obras estaban re canciones, nunca en crítica, pues aunque se trata menores e intrascendentes, pletas de diversión, picardía, alegría y ••• poca ropa, sin caer el mal gusto. ROBERTO VALERO SERRANO Con este material encontrado y para situarlo en su contexto , recu rrí a consultar el magnífico libro dedicado al Teatro Castelar, edita do en 1999 con motivo de su rein auguración, y mi sorpresa fue que apenas se hacía referencia a este gé nero popular , sólo alguna mención y foto de Celia Gámez en alguna de sus actuaciones, aunque, haciendo justicia, se hace un exhaustivo re corrido por todas las actuaciones de nuestro eldense más universal y querido: Pedrito Rico, cuyas pues tas en escena tenían mucho de re vista musical. Muchas veces caemos en el tó pico de decir que somos un pueblo sin apenas diversión , como lo es en nuestros días , pero nada más lejos de la realidad: siempre hemos sido muy propensos a la diversión, en tregados al cine, al teatro, a la músi ca, a la vida social en la calle, bares, bailes y verbenas. Al menos así fue hasta mediados de los 80, cuando se nota un radical cambio de vida y de costumbres y un descenso apre ciable de actividad social, lúdica y cultural, muy constreñida alrede dor de nuestras Fiestas Mayores, de Moros y Cris- tianos y de Fallas. Primero desapa recen salas de 1 T EA TR O C A S°!: ,~LAR 19 HIUR D COMP AÑ IA l~t ~ ANGEL TEBBON CON IRENE DAINA y MARIA NO BOM O prt1111t1 11 utrtna d1 .UTOIUO BUEID VALLEJO siete meses en el TEATRO LARA de Madrid baile y discotecas, y poco a poco los cines hasta su total extinción. Sólo queda nuestro Teatro Caste lar, siempre vivo como un referen te de la cultura eldense y, reciente mente, tras la aparición de ADOC y su sala de conciertos, se ha reani mado el panorama musical con una más que aceptable programación de la mal llamada «música culta ». Teatro, cine, ópera, conciertos ... Si nos centramos en la década de los 70 y sólo en el Teatro Castelar, la cantidad de actos y represen taciones son innumerables, pues, aparte de proyectar cientos de películas, se realizaban todo tipo de eventos , unos relacionados con las Fiestas de Moros y Cristianos, como la se todos los 28 de diciembre-, actos falleros, zarzuelas, conciertos, obras teatrales, etc. Todo esto en un entorno políti co y social de finales de la dictadura franquista, que ya entonces estaba bastante descafeinada por la aper tura al exterior. Antonio Porta era el alcalde, y como concejal delega do de la comisión de fiestas esta ba José Amat Jover, hombre muy r ,¡ I~atro .. [Ut~lar ELDA MARTES 18 OCTUBRE 7,15 ta rde ¡ y 10’45 no che !eomiml lmWimleolo Allilliro Rc1pa1ece1n1e,u s p1iJ1nOtdupuésdeunano }’ 1n1esde1up•1tlda nuH111unle puu Amé!ica PEDRITO RICO consumodtmonpec ticulo , DE ARGENTINA A ELDA inquieto, entregado a la cultura y especialmente a la música. Su la bor se nota sobremanera en aque llos años, pues fue quien hizo las gestiones para traer los festivales de ópera a Elda tras arduas nego ciaciones con el Teatro del Liceo de Barcelona y, ya recientemente, poco antes de su fallecimiento, fue el promotor y fundador de ADOC. En 1969 consiguió que se hiciera ! semana del Humor o Teatro Casielar ELDA la representación de (Alkiam9J ! IU Don Juan Tenorio o :z: Butaca de Patio dos tubos un real 1 u -que aún o Fila 16 Nm. 20 ; z I sigue re- .. • presen- ... tándo- Recuerdos 145 TEATRO CASTELAR.- ELDA Marte s, 27 de Febrero de 1973 11 Noche 146 alborada 2007 un merecido homenaje a los artis tas eldenses que honraban el nom bre de Elda: Gerardo y José Marí a Pérez Busquier, Evelio Esteve, Pe drito Rico y Antonio Gades. También en aquellos años y posteriores tuvo una gran presen cia y protagonismo los Amigos de la Música del CEE, que incluso trajeron a la Orquesta Sinfónica de Praga con obras de Rachmaninov, Mica y Dvorak. En un pabellón desmontable ubicado en la Plaza Castelar, se representó en 1971 el TEATRO ·e ASTE LAR - !ELDA ’ --- UN reo DIA - • • : :::;J ,, ... -Ll.:JNES día .1 de abril de 1974: · A las 7’15 y 10’45 noche y presentación por primera vez en Espafta p A LA D 1 U M del formidable ballet Inglés directamente de LondtH espectáculo Festivales de España y al añ~ siguiente el Primer Festi val de Opera que, en 1975 pasó al Teatro Cervantes siendo aún con cejal de fiestas José Amat Jover. En 1976 Antonio Porta no se presenta para alcalde, pero aún sigue vigente el sistema orgánico franquista para esas elecciones cuando sale elegido Francisco Sogorb, hasta 1978, que se convocan las primeras elecciones democráticas. En aquel entorno político-cultural el Teatro Caste lar se convierte en el lugar de refe rencia donde confluyen todas las modalidades y tendencias de es pectáculos. Aquí, a finales de los 60, se hacen conciertos en directo de música por grupos locales como Los Boxer, Sonámbulos, Prehistó ricos, e incluso algún crack del mo mento como el Dúo Dinámico. Se representan obras de teatro serias y comprometidas, y otras no tan to. El Tenorio confraternizaba con el Grupo Coturno y sus mejores obras: Hamlet, Rómulo el Magni fico, Calígula. Pero con todo y con eso, el géne ro que más se representó y que con tó con el mayor favor del público fue la revista musical, ya plenamen te asentada en el resto de la nación sobre todo en Madrid y Barcelona. Muchas de estas revistas, al acabar la temporada, hacían giras por pro vincias y muchas recalaban en Elda, cosa curiosa y que dice mucho de la afición y ganas de divertirse de los eldenses, pues algunas ni siquiera pasaban por los escenarios de Ali cante, teniendo presente que nues tra población sumaba algo más de Recuerdos 147 Teatro Caslelar - Elda Lunes, 5 de Noviembre de 1979 (único dfa) Tarde 7’15 Noche 10’45 Compañía de Comedias MllY PAZ PONDAL CON MAXIMO VILVEIDE lducanda a una idiota de ALFONSO PASO ¡una historia de BUMOB con AMOR! 45.000 habitantes. Sin lugar a du das, el principal impulsor de este tipo de espectáculos fue Pedrito Rico, pues cada vez que traía uno a España lo presentaba en el Cas telar, y así lo hizo en 1969, cuando a beneficio de Cáritas estrenó su famoso pasodoble Elda es mi pue blo del maestro Algarra con éxito apoteósico. Repitió en 197 4 con ¡Piernas ... y olé!, en 1975 con Can dilejas y en octubre de 1977 con De Argentina a Elda. Antecedentes: Celia Gámez El teatro tenía algunos sonados an tecedentes, como cuando a finales de los 40 presentó a Celia Gámez con la revista La hechicera en Pa lacio cantando el célebre número de La Estudiantina Portuguesa. La volvemos a tener entre nosotros en 148 alborada 2007 T e a t r o C a s t e 1 a r • Elda Martes , 25 de Noviembre 1980 (único dla) Tarde 7’15-Noche 10’45 1968 junto a Rafael Ribelles con la obra de Alfonso Paso Es mujer en otoño. Pero los 70 son los más prolíficos en este tipo de represen taciones y por nuestro teatro pasó la flor y nata nacional comenzan do, en 1971, con la súper estrella Lina Margan que, junto a Juanito Navarro, presenta la deliciosa y di vertida La chica del surtidor. A estas alturas del artículo in tentaré explicar de alguna forma, a los que no lo han conocido, lo que era este género prácticamente des aparecido hoy día, desplazado por el moderno musical de enorme éxi to con obras como Hoy no me puedo levantar, Cabaret, Don Quijote de la Mancha, Chicago, Cats, El Fantasma de la Ópera, Mamma mía ... Nuestra carpetovetónica revista proviene del vodevil francés, con siderado un subgénero dramático que consiste en una comedia frí vola, ligera y picante que da lugar T e a 1 r o C a s 1 e 1 a r - Elda Martes , 23 de Marzo de 1982 (único dla) Tarde 7’15 -Noche 10’45 Tealro Caslelar Martes, 23 de Marzo de 1982 (único dla) E Ida Tarde 7’15 -Noche 10’45 a equívocos y situaciones cómicas, en la que se alternan diálogos y números musicales y que, a su vez ,viene de la ópera cómica u opereta que en 1792, en plena Revolución Francesa, comenzó a representarse en París en el famoso teatro Vau deville, del que tomó su nombre. Así llegó a España a principios del siglo XX, sobre todo a raíz de la inauguración en Madrid del Tria non Palace y aprovechándose del tirón que tenía el cuplé y el llamado género ínfimo, representado en la figura de AuroraJauffret La Gaya, que cantaba tonadillas, habaneras y cuplés. Sus letras se caracteriza ban por un elevado tono picante, erótico y sensual, a las que acompa ñaba con movimientos sugerentes y atrevidísimos vestidos que causa ron furor entre el público que ren día culto al nuevo género. Junto a ella triunfaron las famosísimas La Fornarina, La Chelito, Raquel Me ller o Celia Gámez. Después de la Primera Guerra Mundial siguió de moda el cuplé de la mano sobre todo de Raquel Meller, que rebajó sensiblemente el tono erótico de las canciones haciéndolas menos pícaras y más románticas.Tuvo sus más sonoros éxitos con El relicario y La Viole tera, que años más tarde sirvieron para lanzar a la fama a otra gran cupletista, Sarita Montiel. La an daluza Pastora Imperio, rival de Raquel Meller en aquellos años, con estilo y canciones en las que empieza a adivinarse el género de la copla. Después de la Guerra Civil española, José Muñoz Román, au tor de sainetes y operetas, se hace con el Teatro Martín de Madrid y se propone regenerar la revista al gusto de la pacata sociedad fran quista alcanzando grandes éxitos: 5 minutos nada menos, con músi ca del maestro Jacinto Guerrero, o Doña Mariquita de mi corazón con música de Francisco Alonso. Así siguió hasta los años 60 este tipo de revistas dulcificadas, románti cas y prácticamente asexuadas bajo la tutela de la férrea censura. Pero la opereta no desapareció, pues en 1941 y en el Teatro Eslava madri leño se estrenó Yola con la genial Celia Gámez, el primer boom tea tral de la posguerra, que dio lugar durante varios años al llamado tea tro frívolo español. Las alegres chicas de Colsada Pero la revista que se hacía en los años 70 debe su formato práctica mente a un solo hombre, Marías Colsada, un sagaz empresario tea tral que ya contaba con el Teatro Recuerdos 149 Apolo de Barcelona y en 1964 ad quirió el Teatro La Latina de Ma drid. T uva la brillante idea de re unir en un mismo espectáculo a actores de la talla de Antonio Casal y Juanito Navarro junto a las vedet tes Addy Ventura y Lina Margan en la revista Ay qué ladrones. Luego fue incorporando a su compañía a lo mejor de la escena musical y frívola: Luis Cuenca, Pedro Peña, Katia Loritz, Adrián Ortega, Qui que Camoiras, Queta Claver, Vic ky Luzón, la tripleta Zori-Santos y Codeso, incluso Tony Leblanc, Rafael Aparicio, Tania Doris, Palo ma Hurtado , Ingrid Garbo, etc. En esta época de las revistas Colsada, año a año, las letras se van volvien do más picantes y los vestidos más escuetos hasta llegar a los conoci dos años del destape en las que las vedettes y chicas del coro apenas lucían algunos trozos de tela, eso sí, disimulados entre plumas y plu meros de los más variados tama ños y colores. La mayoría de las ve ces, ya el título de la revista da una idea del tema: Una noche movidita; Nena no me des tormento; Pío tu se rás mío; Eva al desnudo; Tu novia es mi mujer; Un, dos, tres , desnúdame otra vez; Con quién me acuesto esta noche; Especialista en desnudos; La casa del placer, etc. Nos podemos imaginar el esfuerzo de guionistas y modistas para bordear las buenas costumbres y no verse sometidos al tijeretazo de la censura. Junto a estas revistas intrascen dentes y picantes también se repre sentan en el Teatro Castelar come dias divertidas pero comprometidas y con mensajes subliminales que eran comprendidos perfectamente por un público acostumbrado a leer entre líneas en unos momentos po líticos en que ya se notaba una in cipiente apertura y un relajamiento en la censura, sobre todo en el as pecto visual y estético en el cine y 150 alborada 2007 Teatro Castelar - Elda Jueves, 16 de Marzo de 1978 (único dfa) Tarda 7 MAYORES 18 AROS el teatro, representándose obras de Alfonso Paso: Enseñar a un sinver güenza, o Buera Vallejo: Historia de una escalera, y Las que tienen que servir. Como conclusión, la déca da de los 70 en Elda y en el Teatro Castelar contó con lo mejor y más representativo de la escena españo la. Esperemos que, por el bien de Elda, de la cultura y los eldenses, siga así muchos años. Agradecimiento especial a José Soriano por la donación de los pro- Noche 10’30 gramas de mano del Teatro Caste lar, sin los cuales no habría podido hacer este artículo. Bibliografía - «El teatro Castelarn: Conmemor ativo. Manuel Serr a no González y Alberto Navarro Pastor. - «Historia de Elda (tomo III) »: Alberto Navarro Pastor. - Wikypedia -Enciclopedia d e Inter net . PUNTOS DE ENCUENTRO (IV) S e van acumulando los años por ley de vida, de la misma forma que se acumulan los recuerdos que nos ha ido proporcionando esta misma ley y, ya alcanzada la serenidad, sin las inquietudes propias de una lejana juventud que nos pudiera proporcionar otros momentos para futuras e imposibles evocaciones, el tiempo pasado aflora a nuestra mente, trayéndonos instantes idos, situaciones que conforman nuestro mundo pasado y ahora pensado. ERNESTO GARCÍA LLOBREGAT Recordar estos tiempos, ir en bus ca de aquellos puntos de encuen tro que la mencionada ley de vida depositó en nuestro cerebro, es mi sión cotidiana y casi ineludible des de que contemplamos el transcu rrir de los días hundidos en nuestro sillón favorito y no por esto me nos odiado. Un sillón paliativo de imaginados o auténticos achaques, desde donde las ideas van, vienen , y se detienen en cualquier punto, especialmente en los referidos años mozos , aquellos en los que las ac titudes y los sentimientos gozaban de singular pujanza. En el duermevela de nuestro sillón evocamos esta edad dora- da, pasada en un tiempo que no tenía nada de dorado, sino todo lo contrario , pues estamos hablando de los años cuarenta del siglo pa sado, en aquella larga posguerra civil y luego europea, notable por la carencia de tantas cosas. A pe sar de esta situación , recordamos aquella época con sumo agrado, pues era nuestra juventud la que discurría por ella, la que estaba en juego y necesitada de protección. Así que , en condición de estudian tes, en gran parte despreocupados de aconteceres generales, nuestro tiempo sobrante era repartido en todo aquello que pudiera darnos satisfacción, perteneciendo, por una parte, a un grupo literario (nuestra gran frustrada vocación) que nos diera instantes placenteros y, por otra parte , a otros grupos de alegre concurrencia donde brilla ban los guateques de gramófono, de garantizada diversión, pero sin excesos , como era norma entonces. Es preciso recordar, en este aparta do, aquel fabuloso tiempo de Mo nas de Pascua en el que la juventud tenía su más perfecto enclave de expresión, con tal caudal de ener gía desplegada en crear instantes dichosos para que luego el tiempo los convirtiera en recuerdos nos tá lgicos, que los cuerpos quedaban exhaustos, colmados y en espera de Recuerdos 151 Azorín. una próxima puesta en escena de tan extraordinario acontecimien to. Así las cosas, todo iba resultan do perfecto y bien llevado, aunque aquella euforia juvenil quizá estu viese supeditada al prisma ambien tal que, como contrapunto, se afe rraba a los escondidos y necesarios magnificados divertimentos. Y siguiendo con el hilo de nues tros recuerdos, que nos va facili tando los necesarios puntos de encuentro para tejer este relato, hagamos mención de que tam bién los jóvenes, en ese afán que tienen por parecer prematuramen te adultos, visitábamos ufanos y ya poseídos de la presunta condición de personas mayores, las tascas y tabernas, atractivos lugares cuyos cantos de sirenas eran imposibles de soslayar. Situados en el barrio antiguo de la ciudad, aparecían ante nuestros ojos como encuen tros del pasado, con su aspecto rústico, olor de bodega, ambiente bohemio y el recuerdo de la capa y la espada. Allí se podían comer 152 alborada 2007 unas habas hervidas con guindilla picante que atraían las inevitables libaciones del tintorro, a la vez que participar en el coro de los comen sales y cantar el brindis de Marina, en el que siempre surgía la voz del gangoso tenor de turno lanzando, él sólo, aquello que decía: «Si Dios hubiese hecho de vino el mar, yo me volviera pato para nadar ... », a lo que nosotros, el coro, contestába mos: «La niña que a la mar se va a lavar los pies que tenga cuidadito que no le pique un pez ... ». Pero recuer do especial merecen aquellas inefa bles cancioncillas vernáculas: «Tu madre tuvo la culpa por dejar la puerta abierta, y yo por meter la mano y tú por estarte quieta.» Mi madre estará diciendo dónde estará este muchacho, estará en casa del Lelo y me lo traerán borracho.» Ya en el año 1903,José Martí nez Ruiz, autor de la novela Anto nio Azorín, del que tomaría en el año 1905 este apellido, «Azorín», como seudónimo de su futura obra literaria, nos dice: «Elda es un pue blo activo. La agricultura no basta para su vida: ha nacido la industria. Y es una sola industria, que hace tra bajar a todos los obreros en lo mis mo .... » Y sigue diciendo de estos eldenses ya convertidos en zapate ros, y en esta misma obra: «Los do mingos, todos estos hombres, un poco encorvados, un poco pálidos, dejan sus mesillas terreras y se disgregan en grupos numerosos y alegres por los pueblos circunvecinos. Los labrie gos miran absortos y envidiosos a sus antiguos compañeros. Y ellos gritan, bravuconean , cantan la eterna ro manza de Marina, y hacen sonar con garbo sus monedas sobre los mármo les .•. » En aquellas tabernas apa recidas en nuestros recuerdos, ya comentadas y, como puntos de en- cuentro, convertidas en aparentes decorados donde poder evocar la figura de El Seráfico, gran conoce dor de estos lugares y de lo que en ellos se oficia: «empinar el codo», dicho a lo castizo o, lo que es lo mismo, «libar del producto de la vid», dicho a lo poético. También el maestro Azorín nos dice, referido a este personaje, en su obra Supe rrealismo lo siguiente: «El Seráfico, poeta humilde, no nativo de Monó var, sino de Elda; pero en Monóvar se conserva fresca su memoria y se re citan fragmentos de sus poesías; poe ta del pueblo; sin estudios, espontá neo, franciscano; su nombre lo dice: el Seráfico. » Trago de vino venido desde lo alto El Seráfico, juglar errante por los pueblos de la contornada. Su hue lla llega hasta Orihuela a través de mesones y tabernas recitando sus celebrados versos que son recom pensados con dádivas e invitacio nes a probar de los distintos mos tos fermentados. «Si el comensal es amigo del vino, un chisguete de aloque de las viñas de Elda», nos dice el celebrado Azorín en su prenovela Suprerrealismo (año 1929). Chisguete, trago de vino como venido desde lo alto, de porrón de vidrio o bota de cue ro. Y en este caso de aloque, un vino entre tinto y clarete, especia lidad famosa en otros tiempos de los viñedos eldenses, cuando Elda olía a almazaras y lagares, al pino quemado que expelían los hornos donde se cocían aquellas imborra bles torticas de cebá, y a tierra mo jada, cuando las diligentes amas de casa arrosiaban las calles. Son olores perdidos de nuestra lejana infancia salidos a nuestro encuen tro como complemento al evocar la figura de el Seráfico, personaje El Seráfico. entre celestial -su nombre lo indi ca, como ya se ha dicho-, por po seer el don de la poesía, y prosai co o roncero, al estar de continuo con los placeres que proporciona el dios Baco. Nuestro eximio Emi lio Castelar dijo de él: «Si no hu biesen viñas conocería el mundo el mérito del Seráfico»; cosa que a éste poco importaría tal aseveración, contestando al familiar que quiso apartarle de la senda etílica, y con el desparpajo que le caracterizaba, lo siguiente: «Déjame que beba vino tenga dinero o no tenga, y cuando no te convenga puedes tomar el camino.» El Seráfico era de condición bo hemia y, por tal motivo, practicante de oficios varios cuando le asediaba la necesidad, aunque su profesión heredada era la de cofinero, hace dor de cofines, o sea, de capazos y ruedos de esparto utilizados en sitios tan comunes entonces como lagares y almazaras. (El esparto, autóctono de nuestro campus es partaría, núcleo y causa también de las esparteñas, las mismas que cal zaba el Seráfico y motivo precursor de los primeros zapatos ideados en Elda). Pero el Seráfico donde me jor se desenvolvía -como pez en el agua- era en ágoras y tabernas, sus centros habituales, pero como ya se ha dicho, a veces claudicaba obligado a menesteres impropios de su alcurnia poética. Así le ve mos ocupado en trabajos tan rudos como serían aquellos de la cons trucción del ferrocarril Almansa Alicante, a su paso por Elda, en el cual su constructor, el marqués de Salamanca, al tener noticias de la vena poética de aquel peón versifi cador, y al querer conocerlo, nues tro vate fue y le «espolsó» -válga me el eldensismo- aquella décima que empieza así: «Hoy me encuen tro por mi mal -En el camino de hierro, -Trabajando como un perro -Por un mísero jornal. ... » El mar qués premió a El Seráfico con cinco duros, mucho dinero entonces, que el premiado emplearía en sus ex pansiones preferidas, las que todos suponemos. El Seráfico también mereció el aprecio del célebre poeta Campoamor, según cuenta Alberto Navarro Pastor en su obra Vida y versos del Seráfico, quien transcribe del oriolano Sansano (ignoramos quién sería este personaje) el afec to referido. Don Ramón de Cam poamor, el celebrado autor de las Doloras y a la sazón Gobernador Civil de Alicante, jugaba, entrete nido y a la vez admirado, en poner en aprietos a El Seráfico, buscan do consonantes para improvisa dos versos en los que siempre salía triunfante nuestro rústico vate, el que «como un perro, trabajaba» por entonces, «en el camino de hierro» El camino de hierro, «le chemin de Jerr», el tren. El tren entrando de lleno en la vía muerta de nues tro pensamiento como descanso y meditación. Traer ahora a la me moria la suma importancia que tuvo entre últimos y principios de los dos siglos pasados «la sierpe íg nea», frase referente al tren y apar cada en lejanos escritos, que nos devuelve ahora esta misma me moria. Y la literatura desplegada Recuerdos 153 Campoamor. - entonces alrededor de este mons truo de acero que, entre nubes de vapor y rugidos feroces, se tragaba el paisaje. «Si, tienen una profun da poesía los caminos de hierro. Las tienen las anchas, inmensas estacio nes de las grandes urbes, con su ir y venir incesante -vaivén eterno de la vida-de multitud de trenes .... »; «Tienen poesía las pequeñas estacio nes en que un tren lento se detiene largamente, en una mañana abra sadora de verano; el sol lo ciega todo y ciega las lejanías, todo es silen cio ..•. », «Tienen poesía esas otras estaciones cercanas a viejas ciudades a las que en la tarde del domingo , durante el crepúsculo, salen a pa- 154 alborada 2007 sear las muchachas y van devanean do lentamente, a lo largo del andén cogidas del brazo .... », «Tienen, en fin, poesía, la llegada del tren, allá de madrugada, a una estación de capital de provincia •.. » Estos son inicios de la poesía que Azorín quiere transmitirnos y que vemos en su obra Castilla (1912) sobre el tren. Este medio de transporte «que venía a revolu cionar las relaciones humanas», en traba de lleno en el pensamiento de aquellos autores contemporáneos a la aparición de aquellos caminos de hierro. Entre ellos destaca el men cionado Ramón de Campoamor (junto a Zorrilla y Espronceda, grandes figuras del renacimiento lí rico español) con su El tren expreso, poema en tres cantos que cuenta una atracción «expresa» entre sus dos personajes desengañados de anteriores amores, y con el recuer do personal de mi padre, lector de su tiempo, recitando fragmentos de memoria del referido texto. El tren como inspiración de aquellos autores de entre siglos (el XlX y el XX), también como avanzadilla de la modernidad que ya se mostraba imparable. En el año 1858 inaugu ración de la vía férrea construida por el marqués de Salamanca que llegó por fin hasta Alicante. En el vagón regio la reina Isabel ll con su séquito, y en la locomotora, ador nada con banderas al viento, el pro pio marqués; de pronto un túnel, y volviendo de nuevo a Azorín, a una de sus citas, que nos dice: «El ruido de la máquina, junto con el estrépito de los coches, resuena hórridamente bajo la bóveda; sólo acá y allá una lucecita rompe la densa oscuridad; pasan veloces las tinieblas, las chispas y carbones desprendidos de la máqui na .... » Y brúscamente aparece de nuevo la luz, el paisaje, el ubérrimo valle de Elda circundado por mon tes de porcelana; y la vida también: gentes que alegres saludan agitan do sus pañuelos; y unos jornaleros de la vía férrea que detenidos en su trabajo también saludad, y en su descanso, el Seráfico entre ellos, empinan el codo -dicho a lo pro saico- trazando en el aire repara dores chisguetes de aloque de las viñas de Elda. Poco tiempo después, don Ra món de Campoamor a su paso por este túnel, y en uno de sus epigra máticos cantares, nos dejaría este bonito recuerdo: Con tanto placer cruzamos el túnel de Elda los dos, que al salir de él exclamamos: ¿no habrá otro túnel, gran Dios? ASUNCIÓN VERA MILLET Mi abuela: a aestra e uando yo nací, mi abuela Asunción ejercía como maestra en el Colegio Virgen de la Salud de Elda. Aún tengo vivo el recuerdo de ella, viéndola salir todos los días de casa, los dos juntos hacia nuestros respectivos colegios: ella, a trabajar al Virgen de la Salud, y yo, a estudiar al Colegio Público Padre Manjón, del que ella fue alumna desde su inauguración en el año 1932. ALDO JOSÉ MATEOS MARTÍNEZ Cuando volvía a casa, al mediodía, mi abuela cocinaba para todos no sotros y, antes de las tres de la tar de, hacía nuevamente el recorrido de vuelta al trabajo. Pero era a las seis de la tarde, terminada la jorna da laboral, cuando con más anhelo esperaba la llegada de mi abuela a casa; venía con la merienda, unos pepitos de Casa Peñataro, y aún hoy siento nostalgia de los momentos tan felices que pasaba junto a ella mojando aquella bollería en una taza con leche. Asunción Vera Millet nació en Elda en el año 1921, en el seno de una familia eldense: su padre, Ma nuel Vera Laliga, Manolico el Car nicero, sobrino del poeta Francisco Laliga Morgues, y su madre, Tere sa Millet Orquin. Del matrimonio Asunción y sus dos hermanas en el homenaje del colegio Padre Manjón en su 75 aniversario a los alumnos de la primera promoción. Octubre de 2007. Recuerdos 155 r f 15 SEM1N1 DEL LIBR0 S08RE EL eENTEN1R10 0 Pemamienfo (~eolar H G ’ fy C’i e !? s ~-:.::. ~:.~~:-:.·:~ Prut..· 1s ..... ::::.:~E!1~.:縀Ⰰ⸀, . ARO l -lI~ ... 1 E ... ,1.,G .. ~-.1 ... 6:G,.olo f.U.17 DK-M..~. itl• PEN5fMIENTO ESCOLfR Q w ’!. g ~ EL01 DEL 3 1L 31 DE M1Y0 1 % 2004 ~ ~ A RIETTlQLS’ i.~Am~J·L~t~ftB~ 4 N a .Í Asunción Vera fue la secretario de la publicación Pensamiento Escolar. Año 1932. nacieron cinco hijos: María Teresa de la Salud, que falleció a los 11 años de edad, mi abuela Asuncio nita, mis tías Amalita y Paquita, y Manolito, también conocido como su padre por Manolito el Carnicero, que falleció hace tres años. En torno a Francisco Laliga Su infancia giró alrededor de la plaza del Ayuntamiento, donde sus padres regentaban la carnicería que era el sostén económico de la fa milia y, especialmente, en torno a la influencia que ejerció en ella la figura de su tío segundo, el poeta Francisco Laliga, al que veía siem pre escribiendo o leyendo, sentado en la que hoy es la actual salita de la casa que siempre fue de la familia en la calle del mismo nombre en honor al poeta. Aún hoy conser va una pequeña librería de su tío Francisco Laliga. Como anécdota, decir que mi abuela es la niña que en la época de la República aparece vestida con el 156 alborada 2007 Asunción Vera, vestida de republicana con motivo de la visita a Elda de Niceto Alcalá Zamora. 16 de enero de 1932. ’ traje de republicana, como consta en conocidas fotografías. En una de esas fotos aparece junto al presi dente de la República en esos mo mentos, Niceto Alcalá Zamora Los cuatro hermanos fueron alumnos de las Graduadas ( ac tualmente Colegio Público Padre Manjón). Existe una fotografía de grupo en la que están las tres her manas juntas. Además, mi abuela Asunción fue una de las alumnas fundadoras y secretaria de la re vista mensual Pensamiento Esco lar, editada en las Escuelas Gra duadas. Retrato de Asunción que en su día dedicó a Braulio Martínez Morales, su marido. Recuerdos 157 fesión que ella ejerció a lo largo de toda su vida. Sentido homenaje Momento del homenaje que le rindieron sus alumnas en diciembre de 2001. Tras ejercer de maestra en la Es cuela de Don Norberto Vera apro bó las oposiciones y obtuvo plaza en un pueblo de Cuenca, llamado Ledaña, de donde volvió a Elda a ocupar plaza en una Escuela Pa rroquial que se creó cerca de donde estaba el Hospital, pasando poste riormente al Colegio Virgen de la Maestra de alumnos insignes Después de cursar el Bachiller rea lizó los estudios de Magisterio y uno de sus primeros trabajos fue en la Academia de Don Norberto Vera, entre otros, tuvo de alumno a Camilo Valor, conocido político y alcalde que fue de nuestra ciu dad, así como a Antonio Porpetta, nuestro más insigne poeta en la ac tualidad. Realizando sustituciones llegó al Colegio Padre Manjón un mu chacho de la Vega Baja, concreta mente de Rafal, que también era profesor y venía de estar ejercien do en el Colegio de Santo Domin go de Orihuela, dependiente del Seminario de la misma localidad. Este joven, llamado Braulio Mar tínez Morales, quien también era practicante-podólogo y que aca baría siendo mi abuelo, nada más ver a mi abuela quedó prendado de su belleza y bondad, y ya nun ca jamás se separó de ella, aun que la verdad sea dicha, la felici dad les duró muy poco: mi abuelo Braulio falleció a los 44 años; mi madre entonces tenía diez años y mi tía María Asunción, cuatro. Mi abuela Asunción tuvo que sacar adelante a sus hijas llevando una vida muy austera y sacrificada; 158 alborada 2007 A sus 86 años sigue haciendo una vida muy activa: cocina, limpia, hace el crucigrama del periódico y sobre todo lee, lee mucho fueron años muy duros y tristes para ella, y aún llora cuando re cuerda aquellos momentos. Hoy en día, mi madre y mi tía también ejercen la docencia, la misma pro- A NUESTRA QUERIDA MAESTRA: Aunque hace mucho tiempo, Casi cuarenta años va, Gracias a la iniciativa de un~ compaiieras Ha sido posible este homenage realizar. A nuestra querida maestra, Mujer inteligente, integra y dulce, Que tantas cosas nos supo dar En aquello;; años difíciles, De pobreza y humildad, . ..llí estaba nuestra maestra En la que poder confiar :’os en::eñó a leer, a escrib ir Y muchas co::;as más; :’os ensefió la más hennosa: Que es la amistad. Después de este día, Cuando en nuestra mente El recuerdo volvamos a guardar Querida maestra, De una cosa esté se.;;!ura: Jamá. la podremos oividar . Con todo nuestro ca.riño Y con tod.o nuestro a.mor En nombre de mis compañ eras y mío Le queremos decir: Gracias, Doña Asunción Salud, donde permaneció mas de 25 años, hasta su jubilación. En diciembre de 2001 varias alumnas le rindieron un homena je del que guarda un grato y emo tivo recuerdo. En el mes de octu bre del presente año acudió junto a otros compañeros y, cómo no, con sus dos hermanas, al homenaje que el Colegio Público Padre Manjón realizó a estos alumnos que forman parte de la historia del mencionado centro por ser los alumnos de su primera promoción . Actualmente mi abuela Asun ción, a sus 86 años, sigue haciendo una vida muy activa: cocina, limpia, hace el crucigrama del periódico y sobre todo lee, lee mucho. Aunque los años no han pasado en balde. Abuela: Yo también te rindo este pequeño homenaje, a ti y a todos los abuelos, que a buen se guro se habrán visto reflejados en estas pequeñas palabras de amor y ternura que te he dedicado. Te quiere, tu nieto. ELDENSES EN LAS FUENTES DEL NILO on la Ruta de la Belleza ~ A quellos días me sentí un privilegiado. Nos encontrábamos en la Región de los Grandes Lagos, en el centro del África Negra, andorreando bajo los mismos cielos que lo hicieran Stanley, Speke, Norton o el propio David Livingstone, legendarios exploradores de la época victoriana. El destino final de aquel viaje eran las montañas del Ruwenzori, situadas al norte del Tanganika, entre los lagos Albert, Edward, George y el inmenso Victoria, todos ellos fronteras naturales entre el Congo, Uganda, Rwanda, Burundi, Kenia y Tanzania. Nos habían hablado tanto de aquella fantástica tierra de los Virunga, que un grupo de eldenses nos propusimos recorrerla, en nuestro acercamiento a las montañas de la Luna, las legendarias fuentes del río Nilo. El objetivo era la realización de un reportaje videográfi.co sobre aquellos lugares. JUAN MANUEL MAESTRE CARBONELL El reino de los Kongo, que se había llamado de tantas maneras a lo lar~ go de la historia, aquel verano del 90 se llamaba Republica del Zaire (luego desde 1997 Republica De~ mocrática del Congo). Habíamos decidido realizar el viaje partien~ do desde Goma, populosa ciudad fronteriza con Rwanda, asentada en la rivera norte del lago Kivu , para recorrer desde allí la vasta re~ gión de los Virunga, en el que sería un alucinante viaje de quinientos kilómetros por caminos de tierra y barro a través de Ruta de la Belle~ za; región de altos volcanes (ocho en total) como el Nyiragongo que, activo a nuestro paso, aireaba blan~ cas fumarolas manifestando una actividad volcánica que entraría en erupción años más tarde causando Paco Juan. Antonio Muñoz. José Sanchiz. Miguel Español. José Feo. Maestre. Juan M. Maestre. Recuerdos 159 Montados sobre una plataforma en la caja del camión. Atardecer en la región Virunga. Volcán Nyiragongo. muchas victimas y ríos de lava que arrasaron una parte de la ciudad de Goma antes de ahogarse incan descente en el lago Kivu con gran peligro ecológico. Aquel año los tutsis refugiados en Uganda iniciaron una guerra de reconquista de Rwanda en ma nos de la mayoría hutu y toda la zona, siendo limítrofe con ambos países, andaba ya revuelta, aunque aún bajo control del ejercito zaire ño. Cuatro años después el terrible genocidio provocó una catástrofe humanitaria de grandes propor ciones que, todavía hoy, subsiste a cargo de facciones armadas de dis tintos bandos que tienen la zona sumida en el caos a pesar de la ri queza de las minas de diamantes, oro y coltán, mineral que sirve para el desarrollo de la telefonía móvil. Pescadores en Vitshumbi. Lago Edward. 160 alborada 2001 Hoy toda la zona del Kivu está controlada y desestabilizada des de el exterior, a través de Uganda y de Rwanda, por nuestras superpo tencias occidentales. Hay que ser muy tonto para no ver la asquerosa doble moral que allí se practica. roja tierra del mágico continente, esquivando el ramaje en las zonas selváticas y sorteando en continuo vaivén, por defectuosas suspensio nes, todos los obstáculos del cami no en inenarrable aventura desde Goma hasta Mutwanga, en la lade- Cuando el corazón logra asimilar tanta belleza nos sorprende aún la arcaica Kanyabayongo, aldea montañosa que se desparrama sobre un mar de verdes Durante seis días viajamos a lomos de nuestro Katumbos Ku lai, que así bautizamos al camión lastrado con barro y acondicio nado con coloristas sillones y có modos sofás, en lo alto de la caja de madera, para recorrer la rica y ra norte donde habitan, en peligro de extinción, los últimos gorilas de montaña. Nuestro viaje quisimos que fue ra sin prisas, deteniéndonos para admirar todo lo que el camino ofre cía y así salimos una tarde sin im- Hipopótamos en La Ruwindi. portarnos la hora, para recorrer los 73 kilómetros que nos separaban de Rutshuru y sus plantaciones de café, pequeña aldea cuyo nombre recibe del río, que es afluente del Semliki o Nilo Blanco. El serpen teante camino transcurrió entre volcanes, mientras la tarde moría lentamente bajo un cielo limpio y grande que nos lleno de sensacio nes nuevas. Olores y colores de la auténtica y milenaria África que fue penetrando, para bien y para mal, por todos los poros de nues tra piel. La noche aumentó el ries go inquietante de las ramas gol- Vitshumbi, donde los hombres ex traen su carga de tilapias del lago Edward y se la disputan en sus aba rrotadas orillas a los avispados pe lícanos que andan al acecho com pitiendo con los feos caribúes. (El lago se llamaba entonces, Idi Amin Dada). Elefantes y leones, siempre difíciles de ver y las grandes con centraciones de hipopótamos, ce bras, manadas de ñús y toda clase antílopes en las grandes extensiones de la sábana africana, dan la visión vitalista de lo que tuvo que ser la tierra en la antigüedad. Se entien de con rapidez, cada vez que baja- mas al suelo para filmar, la necesi dad de agruparse que, al igual que los animales, tiene el ser humano y, para volver al camión, funciona siempre el recurrente «tonto el úl timo ». Ver en vivo y en directo el sagaz ritual de caza de una leona fue el triste premio que nos hizo aprender , de golpe , la realidad de la vida salvaje. Cuando el corazón logra asimi lar la belleza exultante de esta tie rra y creemos improbable mayor sorpresa, llega ante nuestros ojos la arcaica Kanyabayongo, aldea multitudinaria, levantada sobre En Kanyabayongo también las bicicletas son arcaicas. Extrarradio de Kanyabayongo en la Ruta de la Belleza. peando con secos varetazos sobre la caja del camión, en un ejercicio constante de esquivar el golpe. Es tábamos pagando el exceso de con fianza, pues cualquier trayecto en África conlleva diez o doce veces más tiempo que el necesario en Eu ropa. Rutshuru estaba totalmente a oscuras y sin luz en mitad de la noche cuando al fin llegamos. Extensos platanares cubren on duladas colinas antes de llegar al parque de La Rwindi, el más ce lebre y antiguo del país creado en 1925, que merece, como mínimo, un par de días de escala para reco rrer sus extensiones, admirando la fauna salvaje y las pescaderías de La línea del ecuador. Importante centro de minas de oro. Recuerdos 161 José Feo. y Sanchíz en el mercado de Beni, ciudad al norte de la región de Kivu. El río Semliki, antes de convertirse en el Nilo Blanco. la principal elevación montañosa que se desparramaba luego sobre un mar de verdes y ondulantes co linas de roja tierra y grandes eu caliptos, salpicada de bananeras y frutales que traen el aroma fresco y suave de lo exótico; ¡Ahora man go!, ¡ahora prunas del Japón!, ¡aho ra maracuyá!, exquisiteces que son un regalo para los sentidos. Dete nida en el tiempo, su larga calle es 162 alborada 2007 camino y arteria principal, merca do y centro de la vida social que bulle entre sus cabañas de barro y tejados de hojalata. En todas di recciones se amontona el horizon te en chozas de tejado de palma, más propias del rústico extrarra dio donde África se renueva cada día sobre sí misma. Dura tierra de imprescindible ingenio para afron tar la vida. Allí comparto noche en blanco con Miguel Español, tiempo oscu ro y de larga dedicación al recargo de las baterías necesarias para con tinuar la grabación del reportaje que nos habíamos propuesto. Los pitillos caen uno tras otro acom pañados por algún lugareño que tampoco duerme ante el runrún de nuestro motor de gasolina que rompe el silencio de la noche. Nada es fácil en África y cada logro ha de ser ganado con sacrificio y desve los. Nadie dijo que fuera sencillo filmar en aquella tierra. Desciende luego el terreno des de los 2.200 metros a la región de Luofu, arbórea, casi selvática , ver dadero reino del bambú. Más ade lante Lubero y después Butembo; de nu evo el café y también el te, aromatizan el aire sutilmente. Rica en minas de oro y sobre todo encla vada a poca distancia de la misma línea del ecuador, curiosidad geo gráfica que un cartel refleja junto al camino. Los 120 kilómetros que nos separan de Beni , los aprovecha Isaac , nuestro chofer , para darnos una paliza en el cuerpo que duró trece horas, interrumpidas sola mente para comprar fruta, comer un poco de maíz hervido y un es peso pero mal café de olla. El día ha sido un continuo saludar con el sonoro «j Uelele!» a las gentes de esta rica zona agrícola, especial mente a la chiquillería . No tene mos derecho a quejarnos. La peor parte se la llevaría como siempre Capenet , el ayudante de Isaac , de un negro tan intenso como el car bón brillante, que no ha parado en todo el día de usar la pala para rellenar los cráteres del imposible cammo. Beni es la gran ciudad al nor te de la región de Kivu. Su censo andab a cercano a los 35.000 habi tantes y ¡milagro! 2 kilómetros de asfalto en la avenida Mobutu , su mos Ishango, cruzando para ello la sabana campo a través, en un ejer cicio de libertad tan grande como navegar por un océano, sin más obstáculos que el bajo matorral y solitarias acacias. Después del baño con hipopótamos en lshango, una de las fuentes del río Nilo. Paraíso natural, ubicado en la ri bera norte del lago Edward, Ishan go es uno de los lugares más remo tos de la tierra donde los estudiosos sitúan el nacimiento del cálculo ma temático 15 . 000 años antes de la llegada de la escritura y la numera ción mesopotámica. Los huesos de Ishango, descubiertos en los años cincuenta, han sido datados en el 2007 con una antigüedad de 20.000 años a.C. y algunas teorías, a tenor calle principal y centro del comer cio de marfil, ahora prohibido, el único asfalto que hemos visto en un a semana, nos recuerda que ro dar sin botar es posible. Beni tiene un a gr an importancia dentro del campo de la farmacopea química y alimentaría , por ello es corriente ver hombres blancos y ¡por fin! una buen a cama y un hotel que sería nuestra base para la organización de equipos y avituallamiento de todo lo necesario para la monta ña, en su gran mercado. Dos días después aún llovía to rrencialmente cuando nos interna mos en la ruta a Mutwanga , pe queña aldea a los pies del macizo del Ruwenzori. En el camino, entre los poblados de Vieux Beni y Kilia, cruzamos el río Semliki, custodia do por el ejército. El Semliki une los lagos Edward y Albert y parte desde este último convertido en el Nilo Blanco, para atravesar el Sudan. Junta luego sus aguas en Jartum con el Nilo Azul y siendo ya el Gran Nilo, recorre Egipto y se vierte al Mediterráneo sobre el Delta de Alejandría, en el más fantástico recorrido de la tie rra. lshango es uno de los lugares más remotos de la tierra, donde sitúan el nacimiento del cálculo matemático de la mano de sus mujeres, observadoras del ciclo natural de la menstruación Desde Mutwanga, laboriosa y entregada a sus cafetales , platane ras y campos de mandioca visita- Las nieves eternas del escondido Ruwenzori. de las 29 incisiones que contienen los huesos, interpretan que fueron las mujeres las primeras matemáti cas , observadoras del ciclo natural de la menstruación, las que desarro llaron este primer sistema contable, muy anterior al ábaco. Un inconsciente aunque vigi lante baño en sus aguas infectadas de hipopótamos y una comida, in cluido mantel, al más puro estilo de las exploraciones de la época victoriana, allí, en la desemboca dura del Semliki, fueron merecida recompensa, tras descender de las increíbles Montañas de la Luna, bello, misterioso y olvidado para je del que un día os hablaré, pues aquí termino ya el relato breve, de unos viajeros eldenses que cruza ron los Virungas por la Ruta de la Belleza , hasta alcanzar las fuentes del Nilo , en el mismísimo corazón del Congo. Recuerdos 163 OFICIOS PERDIDOS (VI) Constructores de Nuestra comarca del Me dio Vinalopó cuenta con gran cantidad de ellos, es pecialmente en Monóvar y Pinoso. Algunos son ver daderas joyas de la arqui tectura popular. Podríamos aquí incluir los refugios de pastores, las barraquetas de caza y las casetas de cante ros, pero preferimos hablar de ellas detalladamente y por separado en próximos trabajos. Vamos a centrar nos pues en los referidos cucos que se localizan en los terrenos de secano de nuestros montes cercanos. cucos LA ARQUITECTURA RURAL DE LA PIEDRA EN SECO D entro de la catalogación de la arquitectura rural de nuestro térmi no municipal, que actualmente estamos confeccionando, aparecen localizadas una pequeñas construcciones que generalmente pasan desapercibidas e ignoradas por encontrarse muy escondidas. Son los lla- mados cucos o chozas, también denominados en la Comunidad Valencia na carxerulos y en la zona de La Mancha bardales. JUAN ANT ~ IO MARTÍ CEBRIÁN Detalle del cuco de Marín, con las peñas del mismo nombre al fondo. El origen de estas curiosas edi ficaciones habría que buscarlo en la prehistoria, sobre todo en los periodos Neolítico y Calcolítico . Se encuentran distribuidas tanto a lo largo de la cuenca mediterrá- nea como en el interior de la Pe nínsula Ibérica. La tipología de estas construcciones nos recuer da vagamente a los castros celtas. Comenzaremos diciendo que un cuco es una pequeña caseta que ser vía de abrigo a los campesinos que cultivaban terrenos de secano en lugares alejados tanto de la pobla ción como de las casas de labran za. Su función era la de refugiar al trabajador rural de las tormentas, vendavales , nevadas o del temible pedrisco, que tantas desgracias ocasionaba. También servían para descans ar de los rigurosos calores 164 alborada 2001 del estío en la época de recolección. Allí, resguardados los campesinos podían comer, echar una pequeña siesta y en muchos casos pernoctar. Es una construcción sencilla, prác tica y funcional. Su técnica cons tructora es la denominada «piedra en seco», es decir, sin utilizar arga masa alguna. La planta de estos re fugios podía ser circular, cuadrada o rectangular y su construcción se hacía apilando piedras sin labrar, sentadas y encajadas, construidas sin cimbras en hiladas horizontales y voladas sucesivamente, como cita el escritor Seijo Alonso. La bóveda solía fina lizar en una falsa cúpu la cuando la planta era circular. Si ésta era cuadrada podían emplear se las pechinas o, en algunos ca sos concretos, vigas de troncos de árboles. Generalmente contaban con una sola dependencia , aunque existen otras que disponían de dos habitaciones comunicadas entre sí. En estos casos poseían una peque ña cocina con chimenea, cuadra y hasta pozo de agua de arrastre. Ci tando nuevamente a Seijo Alonso: «allí donde divises y veas un bancal, unas viñas o unas oliveras, allí hay un cuco». Carecían de mobiliario, y excepcionalmente podían tener un banco de piedra. También con taban con algunas estacas en lapa red para colgar los zurrones o las herramientas. No solían tener ven tanas y el acceso estaba orientado al mediodía para evitar el viento del norte. En nuestro término municipal se localizaban varios cucos. El des poblamiento del campo, junto con el paso del tiempo y el desinterés general, han ocasionado que en la actualidad apenas quede alguno en pie. Tenemos noticias de que existieron varios de ellos en Ba teig, Las Barrancas y El Chorrillo. Por testimonio oral sabemos que en la zona de Las Cañadas y Cam- ~ ~~~ oLso~ . __ ;_._ Planta y alzado del cuco de Marín (con medidas aproximadas) en su posible construcción inicial. po Alto existían varios hasta hace pocos años. Del que vamos a tratar aquí se encuentra localizado entre los Alticos del Gordo y las Peñas de Marín , muy cercano a la finca del mismo nombre y también del Pocico Alonso. A principios del pa sado siglo XX, en esta partida ru ral había varias fincas dedicadas a la agricultura de secano, llegando a acondicionar bancales en las co linas del entorno. Esta es la razón de tanto refugio en la zona. El cuco de Marín El estado de conservación del cuco del Marín es bastante bueno. Qui zás ha podido librarse de su des trucción por encontrarse aparta do de los caminos principales. Se encuentra ubicado en una pequeña vaguada junto a unos bancales de almendros. Su relativa distancia a la casa de labranza hizo necesaria su construcción. No tenemos cons tancia de quién y cuándo lo realizó. Podría ser de la primera mitad del siglo pasado. Su tipología es muy sencilla, de planta circular y con capacidad para una persona. Se emplearon piedras planas extraí das en sus cercanías y apiladas en hileras hasta formar una falsa cú pula. Una gran piedra rectangular hace las funciones de dintel. Otra similar forma un pequeño portal. El acceso está orientado al medio día y no posee ningún ventanuco. En el dibujo adjunto damos unas dimensiones aproximadas. La par te trasera que mira al norte es la más deteriorada, amenazando rui na. En su interior aparecen unas estacas de madera en la pared que servirían par a colgar aparejos. Da la impresión de que este cuco ha sido reconstruido en varias ocasio nes a lo largo del tiempo. Esta pequeña edificación debe ría figurar en el Catálogo de Bienes a proteger por la Concejalía de Cul tura y Patrimonio , ya que el antiguo refugio rural, verdadera joya etno lógica, es un homenaje a los hom bres y mujeres que, generación tras generación, dedicaron gran parte de su vida a limpiar de piedras los campos para hacerlos más aptos para el cultivo en unas duras tierras de secano. Los cucos nos hablan de la manera de vivir, trabajar y subsis tir de nuestros ancestros, personas sufridas y humildes que nos han legado un importante patrimonio cultural del cual debemos sentirnos orgullosos y responsables. Bibliografía APARICIO, J. «Cons truccione s de pie dra en seco». Recuperación del Patrimo nio; Las Provincias Digital. Vale ncia. - GOMEZ LABLANCA, F. «E nciclo pedia de la vid a en el campo». Editor Mota & Dowell. Barcelon a 2005. - MUÑOZ MUÑOZ,J.A. «Los refu gios de piedra de Uleila, Sorbas y Lu brin ». Revista Cultural El Afa. Amigos de Sorba s. N° 13 (Inv ierno 2006. Pagi nas 8-14. Sorbas (Almería). SEIJO ALONSO, F. G. «Ar quitectura rustica en La Comunidad Va lenci ana». Ediciones Seijo. Alicante. 1979 Recuerdos 165 FOTO 1 IMÁGENES DE LA HISTORIA DE ELDA Tras la pista de una , oto ~ra 1a L a fotografía, el invento que revolucionó el arte de plasmar imágenes a finales del siglo XIX, es capaz de detener el tiempo y conservar para la posteridad edificios, monumentos, usos y costumbres que van perdiéndose en el olvido a medida que van desapareciendo las personas que fueron testigos y actores. Desde N o ,_ ~ siempre ha habido en mi familia una gran afición por la fotografía. Heredé esta afición de mi padre (el autor de la fotografía de la inauguración del monumento a Castelar en el momento que se retira la bandera republicana, y muchas otras ya publicadas en ALBORADA), uno de aquellos primeros aficionados junto a mi RODOLFO AMAT SIRVENT padrino, Antonio Sirvent. Pero su afición no se limitaba a realizar fotografías, sino también a guardar imágenes antiguas. Una de esas imágenes (foto 1) estaba ol _ vidada en mi familia, pues no sabíamos a qué pueblo co~respondía. Hasta que un día, curioseando en la enciclopedia Espa sa, vi parte de esa fotografía ilustrando la descdpción que hace de Elda. (foto 2) Comparaciones A partir de ese momento he tra tado de sacar toda la información posible de esa imagen de Elda que regresaba del pasado. La primera tarea fue tratar de fecharla. Apa rece en la edición del Espasa de 1908, concretamente en el tomo 19, publicado en 1915. Tratándose de una obra monumental, que de bió de llevar varios años para su re dacción, maquetación, etcétera, pa rece probable que se tomase, como mínimo, un año antes, es decir, ha cia 1914. Por el desarrollo de las viñas y los almendros, debió de ser al principio del verano , quizás julio (¿ explicaría el calor el hecho de que se vean tan pocas personas?, ¿la fal ta de sombra en las viñas podría ser por la hora de mediodía?). Lla ma la atención la gran extensión de la viña y los huertos de almendros, que contrasta con la foto tomada del nº 33 de ALBORADA (foto 3), fechada en los años 30, en que ya han sido sustituidas por nuevas edificaciones en las que predomina la teja plana. El sitio desde donde se tomaron las fotografías parece ser el mismo o muy próximo si to mamos como referencia el árbol central (posiblemente un chopo) que queda de los cuatro de la pri méra imagen. Situar ese punto ha sido moti vo de polémica para todos cuantos han opinado. Para ello hemos te nido en cuenta tres puntos de re ferencia (de izquierda a derecha): la silueta del monte Bateig, la fa chada de la fábrica de calzado de Don José Tobar y la iglesia anti gua (mismo ángulo). La primera opción fue que está tomada des de el castillo, pues no aparece en la foto, pero comparando la perspectiva con una foto tomada des de una ventana del castillo (foto 4), vemos que el ángulo de la nave principal no es el mismo, sino que estaría fuera de él. En el plano de Elda de 1916 (foto 5, línea verde) podemos ver la orientación de la antigua iglesia y las calles que exis- n~.NO filJl¡l !--:~-_;-:-!==-:- ’ L __ __ .JL~ .: tían entonces. Si trazamos líneas que unan los puntos de referencia sobre un plano actual de Elda (foto 6) y vemos la zona’a vista de pája ro’ en 3D (foto 7), parece probable que nuestro desconocido fotógrafo se encontraba en los alrededores de la confluencia de la actual calle An tonino Vera con Jardines, no más allá, pues la silueta del castillo no aparece en la foto. Todo ello con la imprecisión de las ópticas de aque lla época y el hecho de que el fotó grafo tornó dos imágenes que luego unió para formar una panorámica. Pero no nos ponernos de acuerdo los que opinamos, y eso que -cá mara y foto en mano- he recorri do y tornado fotografías desde el Altico San Miguel, calle del De pósito Viejo, calle Santa Bárbara, Parque de la Concordia y Merca do Central, tratando de encontrar la misma perspectiva, por consejo de Don Ernesto Ortiz, que ya re produjo de esta forma la famosa foto de Laurent y que se exhibe en el Museo Etnológico de nuestra ciudad. Minuciosa disección de la foto Veamos qué imágenes nos aporta del pasado eldense: comenzando por la izquier da , se identifi ca el rótulo de la fábrica de calzado de Don José Tobar (foto 8), importante empresa que estaba situada donde más tarde se levan tó el cine Coliseo España (o según otras fuentes, más al este, donde durante muchos años estuvo el al macén de materiales de construc ción de Don Segisrnundo Falcó). En ella trabajaban 150 obreros bajo la dirección de Don Manuel Tobar, hermano del propietario. 168 alborada 2001 Grari ff ábrica de @:alzado Je ID. 3osé rr obar .. • :-. ’ . • . -~ ~-... ’ l’ . ’!’ ... .: • -.·. ~· .... • ., .., . • .!,.~ ~- ~.f. .. ’ D. ~ln.nut:I Tobnr.-Ilrtttor D . Ju111n row ~dn.-}IUAlro Anun cio de la fábrica de calzad o de looé Tobar 1900. Este señor era un activo hombre de negocios que, además de la fá brica de calzado en Elda, tenía otra importante fábrica de alpargatas en Elche y una empresa de expor tación de frutos del país. También fue el primer presidente que tuvo la Cruz Roja en Elda. (foto 9) Parece ser que, por aquellos años, se instaló una fuente en las cercanías de la calle Cid que daba molestias a los vecinos y el Señor Tobar autorizó a •• or ,... ~·-· ::-~ que se trasladase ¡· :-· .. .,~~~ hasta la verja de su --~ fábrica. Arnplian- ~- · _. do la imagen (foto ~ 1 .;,,.v., 10), se aprecia fren te a esa fábrica, muy cerca del borde de la foto, una mujer vis tiendo unas sayas negras hasta el sue lo, típicas de la épo ca. En la siguiente ampliación (foto 11), un poco más a la derecha vernos una escena ca llejera donde aparecen unos anima les (¿cabras y cabrero vendiendo le che a domicilio?) y una mula con dos alforjas montada por una per sona, corno era habitual en la venta callejera de todo tipo de cosas, des de tierra blanca para fregar hasta arrope calabasate. Varias personas salen a la calle al reclamo del ven dedor ambulante. Un poco más a la derecha (foto 12) aparece un grupo de casas con las fachadas pintadas al uso de la época, dejando una orla blanca a las ventanas y frente a un conjunto de árboles. Parece tratarse de la plaza Sagasta al compararla con la foto (13) donde apa rece la misma facha da y su chimenea. Coincidiría en el tiempo con la repoblación que se hizo en 1914, cuando se plantaron 22 árboles. Siguiendo hacia la dere cha (foto 14), entre dos chopos se observa un jardín de palmeras, una pequeña torre cuadrada y el frontal ’’ o § de una nave con un logo circular que no he podido identificar. Más a la derecha, entre los tejados emer ge otro grupo de palmeras y a con tinuación la imagen de la antigua iglesia (foto 15), una arboleda y el río que, por cierto, lleva abundante caudal, nada extraño pues periódi camente subía mucho su nivel. Ya en noviembre de 1902, una riada se llevó los dos puentes que tenía Elda y nuevamente, en 1908, otra gran riada arrasó la cuenca. Cerca del río se distingue una pequeña espadaña (¿ermita?) (foto 16), al otro lado del río grandes olivares y, re- - costándose en el monte, viñedos (foto 17). Predominan las casas pequeñas, con pequeñas ventanas, de uno o dos pisos y rematadas con teja curva. En el centro de la imagen (foto 18) se destaca la parte trasera de una casa de dos pisos, con dos viviendas por piso. Se ven clara mente las pequeñas galerías con los retretes (que se construían sacán dolos del interior de la vivienda) tipo letrina (un banco de obra con un agujero que se tapaba con una tapadera circular de madera), con su ventanita para ventilación. Por último (foto 19), destaca en pri- ¿ALGUIEN PUEDE APORTAR MÁS DATOS? Es seguro que debe haber más copias de esta fotografía y, posiblemente, personas que conozcan más a fondo sus detalles. Desde aquí les envío el ruego de que se pongan en contacto con esta publicación a fin de enriquecer el conocimiento del pasado de nuestra ciudad que -no lo olvidemos- es también el nuestro, pues desde siempre, Elda ha sabido integrar a gentes venidas de todas partes y que, a poco de llegar, ya son eldenses ’de toda la vida’. mer término y sobre una loma que la eleva sobre el resto de la pobla ción, una gran casa de campo a la que debió de pertenecer el viñedo, constituida por varias edificacio nes que se fueron adosando según necesidades: corrales, almacenes, etc. En el centro se puede ver una cúpula de adobe que pudo ser un horno de tipo árabe ya inutiliza do, pues por debajo de él, sostenida por un arco, aparece otra edifica ción añadida. En total cuento solo tres ventanas ... La cápsula del tiempo Éstas son algunas de las imágenes que nos transmite la ’cápsula del tiempo’ que es esta fotografía y que me ha parecido interesante reseñar aquí para que no se pierdan. Mu chas personas han opinado sobre ella: Bárbara Sánchez y Tomás Pa lau del Museo Etnológico; varios componentes del grupo Mosaico que son un auténtico ’banco de me moria’ y a quienes tanto debe Elda en la conservación de su historia; Juan Carlos Martínez, director del Museo del Calzado, y muchas otras, personas mayores que recor daban retazos de su infancia. Por último, agradecer a mi hijo Rodolfo, ingeniero telemá tico, la paciencia que ha tenido para confeccionar las imágenes que acompañan al artículo. Desde ALBORADA esperamos sus co mentarios y sus imágenes. Gracias anticipadas. Recuerdos 169 «RECORDAR ES VOLVER A PASAR POR EL CORAZÓN HECHOS YA ACAECIDOS» M i compromiso, escuetamente expuesto en el título de este escrito, es narrar mi propia experiencia en relación con el paso de los años en mi querida ciudad de Elda, mis recuerdos con anterioridad a la actual situación político~social. Recordar es volver a pasar por el corazón hechos ya acaecidos. Me veo obligado por tanto a escribir del pasado de Elda haciendo memoria de mi propia vida. Perdone, pues, el lector esta puesta en escena asignándome el papel de protagonista~narrador. JOSÉ OCHOA GIL- Nací, un año después de termina~ da la Guerra Civil, de padre y ma~ dre igualmente nacidos en Elda, en una casa sita en el barrio del Progreso, en una calle -como no podía ser de otro modo, dadas las circunstancias del tiempo- rebauti zada con el nombre de un general del bando vencedor de la contienda que acababa de finalizar, concre~ tamente del defensor del Alcázar de Toledo, general Moscardó; casa que forma esquina con otra calle igualmente militarizada, la de ge neral Dávila. Hubieron de pasar cuarenta años, y celebrarse las pri meras elecciones municipales de mocráticas, en las que socialistas y comunistas sumados consiguieron la mayoría absoluta y gobernaron en el Ayuntamiento, para que se desposeyese de la titularidad de esas y otras calles a los militares franquistas y se volviesen otra vez a bautizar estas dos con los nombres de Pí y Margall y Antonino Vera, respectivamente. 170 alborada 2007 Mis primeros recuerdos son para estas dos calles, con árboles junto a las aceras, sin asfalto, y -¡oh Dios bendito!-, ¡sin automóviles!; la calle era entonces el lugar de jue go de los niños, su feudo natural, sin peligro de ser atropellados. Yo jugué en esas calles a las bolas -de barro la mayor parte, y algunas de cristales de colores, que eran las más apreciadas-, a la trompa, al escondite durante la noche, etc. Mis hermanos mayores se agru paban con sus amigos en bandas que competían unas con otras, a veces no demasiado amigablemen te, pues en más de una ocasión vi llegar a casa a alguno de ellos con señales evidentes de contiendas en las que se habían utilizado objetos más contundentes que las manos, y que solían consistir en ramas de árboles a modo de garrotes, siendo las más buscadas las procedentes de las hojas de palmera. De mis seis o siete años re cuerdo que el pueblo acababa en la Gran Avenida a la altura de la Plaza de Castelar, acera de la iz quierda subiendo, y que más allá de esta acera, de menos de un me tro de ancha, y de los otros ocho correspondientes al resto de la ca lle, se ubicaban una serie de ban cales sembrados de trigo o cebada, adonde los chicos acudían al ano checer jugando al escondite al am paro de la oscuridad de la noche, ya que la luz de la calle, cuando exis tía, era muy pobre y, procedente de una sola bombilla sita en el centro, apenas llegaba en penumbra a po cos metros de la misma. El Tío Toni y las manzanas Acudía yo por entonces a un colegio ubicado en la Plaza de Sagasta, en la que toda una institución para los chicos, el Tío Toni, conseguía cada día unas pocas monedas para poder vivir mediante una rifa de habilidad en la que, previo pago de cinco o diez céntimos por intento, se podía Recuerdos 171 tal vez conseguir el premio, que con sistía siempre en una pequeña man zana bañada de azúcar tostada. En honor del Tío Toni, y para hacerle justicia, he de dejar constancia aquí de que era un vejete muy paciente con nuestras travesuras y que, cuan do después de muchos intentos no habíamos conseguido premio, solía much as veces obsequiarnos con la ansiada manzanita. El primer alcalde de Elda del que tengo noticia fue José Martínez Gonz ález. Le llamaban el aragonés y era dueño de una fábrica de calza do sita en el centro de Elda, enton ces calle -¡cómo no!- del General Martínez Anido y vivía con su fa milia en esa misma calle frente a la fábrica. Tal alcalde debió ser nom brado por el Gobernador Civil de Alicante , a quien visitaba frecuen temente. De regreso de una de esas visitas se estrelló con su coche en la entonces existente curva a la altu ra de la Venta de las Guapas, a la salida hacía Madrid de nuestra ca pital de provincia. De este alcalde, con cuyo nombre se designó en su día la ahora Gran Avenida, se decía que era muy desinteresado, pues en viaba sus emolumentos de alcalde de nuestra ciudad a las monjas que regentaban el Hospital Municipal para las atenciones del mismo. En 1946 mi familia se trasladó al número 38 de la calle General Aranda , hoy Pedrito Rico, al ha ber nacido este hijo insigne de Elda en el número 36 de esa calle, don de sus padres tuvieron una carni cería. Mi padre, -con la dirección de obra de su amigo el maestro al bañil Pepe Navarro, padre del que luego fue concejal de Urbanismo con Antonio Porta, José Navarro Méndez-, construyó un edificio a cuyos bajos trasladó su fábrica de calzado , antes sita en las dos casas, números 4 y 6 de General Moscar dó, mientras que en las dos plantas 172 alborada 2001 altas se ubicaron cuatro viviendas. El edificio, sesenta años después, todavía se conserva en buen esta do. La fábrica de calzado continúa funcionando en forma de socie dad limitada dirigida por dos de los nietos del fundador de la ra zón social. Nosotros ocupamos la vivienda del piso primero derecha; la sita a la izquierda de esa misma planta la ocupó en régimen de alquiler el di rector para Elda del Banco Español de Crédito, que había sido trasla dado desde Santander para ocupar aquí ese cargo; el piso segundo de recha lo ocupó con su familia Ro berto Vera, cuyo padre, Paco Vera, tenía fábrica y casa-chalet cerca de la Estación del Ferrocarril, y des pertaba entonces mi curiosidad porque hasta mis oídos había llega do la noticia de que era uno de los pocos señores de Elda que ... j tenía automóvil propio! Y no necesitaba los servicios de taxistas como Ma riano o Faustino , los números uno y dos de su profesión en nuestra población. El segundo izquierda pasó a ocuparlo la señora viuda de Ortega con sus tres hijos y una her mana soltera. Muy pronto el Banco Español de Crédito se trasladó a la planta baja de la casa número 1 de la calle Nueva, entonces calle Ge neralísimo, y su directo r se marchó a una de las viviendas ubicadas en las plantas de arriba. Dos zamoranos en mi vida Enseguida conocí a dos zamoranos que han dejado en mí honda huella. Uno fue José Pertejo, médico de mi familia, y el segundo Jesús Andrés, mi primer maestro. Pertejo había llegado a Alicante como Jefe de Sa nidad de las últimas tropas repu blicanas del Gobierno de Negrín , que se había exiliado de España al final de la guerra embarcando en el puerto de Alicante. Nunca comp a r tí sus ideas políticas, pero su con ducta profesional siempre mereció mi más profunda admiración: fue un magnifico profesional de la Me dicina, con la humildad heroica de atreverse a decir -una vez que, des pués de un concienzudo estudio de los síntomas de mi enfermedad, no fue capaz de emitir un diagnostico seguro de la misma-, : «Escucha, Pepe, tengo serias dudas sobre tu posible enfermedad; acude a este especialista de Valencia que mejor que yo te indicará cuál es tu mal y te propondrá el tratamiento más adecuado ». Nunca jugó con sus enfermos para experimentar utili zándoles como conejillos de Indias , sino que siempre nos trató con de licado respeto y cariño, viendo en nosotros a personas necesitadas de la auténtica verdad aunque la ma nifestación de la misma supusiera la confesión de su ignorancia en los muy contados casos que ello pudo ocurrir. En un médico, como en un abogado, esto es heroísmo en el ejercicio de su profesión. Los primeros maestros Mi primer maestro, don Jesús de Andrés, y sus hijos, don Ángel y doña Purita, me prepararon para hacer el examen de ingreso en el Bachillerato, lo que efectivamente realicé en 1950 y , a cuyo fin, hube de desplazarme al Instituto de Se gunda Enseñanza de Alicante. El primer curso del bachillerato lo estudié en la Academia del Santí simo Cristo del Buen Suceso, ins talada en la antigua escuela de don Eliso Verdú. De esa academia era propietario y profesor don Nor berto y director un maestro joven de Monóvar que acudía cada ma ñana a Elda con su cestillo de la co mida y se marchaba bien avan z ada la tarde. Allí preparé, como alum no libre del Instituto de Segunda Enseñanza de Alcoy, los seis años que duraba normalmente el bachi ller, conviviendo diariamente con otros muchos jóvenes de Elda en iguales circunstancias. Otro profesor de jornada com pleta era don Alonso, persona de una gran erudición, que impartía clases de inglés, francés, latín, grie go y filosofía. Como profesores de concretas asignaturas, que acudían semanalmente en días y horas de terminados, recuerdo a los maes tros nacionales don Juan Terrades -padre del secretario particular de Antonio Porta y Francisco Sogorb en el Ayuntamiento- que nos ex plicaba Literatura; don José Uriel, profesor de Historia; don Fran cisco Alba, profesor de Geografía. Junto a los mencionados, las clases de religión corrían a cargo de don Antonio Cerdán, párroco de la efí mera iglesia de San Agustín, tem plo que se instaló provisionalmente en un local cedido por José María Zahonero -el padre del actual dueño de la fábrica de goma-es puma-, sito en la calle de Donoso Cortes, frente a la actual parroquia de la Inmaculada que entonces era sólo un solar, entre los barrios del Progreso y la Fraternidad, donde se construyó esa iglesia con cam bio de denominación de la inicial San Agustín. Mención aparte -porque su persona e ideas han sido todo un símbolo de los tiempos que vivía mos por entonces en Elda- merece el profesor de la asignatura Forma ción del Espíritu Nacional, don Pe dro Ramón Lorenzo Ballester. Era falangista convencido, un hombre bueno, de conciencia recta y cora zón generoso, hermano del sacer dote que fue primeramente coadju tor de la Iglesia de la Inmaculada y posteriormente párroco de la Igle sia de la Santa Cruz de Petrer, don José Lorenzo Ballester, conocido con el apelativo del cura Bultaco al tener una moto de esa marca con la que se desplazaba a toda veloci dad de una a otra población. Con don Pedro Ramón sus alumnos varones coincidíamos en el Frente de Juventudes y, algunos domin gos por la mañana, nos llevaba de excursión por los montes vestidos con pantalones cortos, camisa azul, botas y boina roja; marchábamos cantando el cara al sol, montañas nevadas, yo tenía un camarada, etc., canciones que exaltaban el patrio tismo político de aquélla época. A la vez las chicas acudían a la Sec ción Femenina de la Falange a ha cer el Servicio Social: actividades de aprendizaje de técnicas para auxi liar a los indigentes y que consis tían en trabajos de cocina, servir la mesa, corte y confección, actuacio nes de enfermeras ... ; que Pilar Pri mo de Rivera, hermana del Funda dor de la Falange Española, había implantado en toda España. La verdad os hará libres En los párrafos precedentes me he referido al modo de vida de losado lescentes de Elda en los primeros años de la década de 1950. Está bamos sometidos a una disciplina rígida: todos nos mandaban unas cosas u otras, bastaba una mirada de nuestros padres para que dejá semos de hacer algo no convenien te o realizásemos de inmediato lo que debíamos hacer .. Treinta años después, en la década de 1980, con el advenimiento del actual régimen político y la exaltación frívola de una falsa libertad, he comproba do que es un derroche inútil de la propia vida y felicidad el rechazar el orden y la disciplina -la heren cia de nuestros padres- procuran do sólo el disfrutar, «aprovechar la vida al máximo», tener lo que erróneamente se considera «una vida en plenitud», sin someterse a ningún precepto ni a ninguna au toridad, buscando sólo la libertad radical, queriendo vivir sólo para uno mismo, sin la imposición de ninguna exigencia por parte de na die, queriendo sentirse totalmente autónomo. El pájaro, para poder volar, ne cesita de la resistencia del aire que le exige el esfuerzo continuo del movimiento de sus alas; el hom bre, del orden y de la disciplina, que conllevan igualmente esfuer zo y sacrificio, para poder vivir en libertad. El pájaro en el vacío cae irremisiblemente en tierra atraído por la fuerza de la gravedad: no puede volar. Tampoco el hombre, sin una norma y una autoridad a la que someterse, puede vivir libre mente, pues acaba víctima de sus pasiones y de sus vicios .. El hom bre que entiende la libertad como puro arbitrio, el simple hacer lo que quiere e ir donde se le antoja, vive en la mentira, pues su propia naturaleza forma parte de una re ciprocidad, no vive aislado, su li bertad es una libertad que debe compartir con los otros; su misma esencia lleva consigo disciplina y normas; identificarnos plenamente con ellas, adherir nuestra voluntad a la verdad, eso es vivir libremente. Quienes quieren ser radicalmen te libres sin someterse a nada ni a nadie, apartándose de la verdad, acaban convirtiéndose en esclavos miserables de su propia mentira. ¡Qué acertado estuvo el arquitec to eldense, Alfonso Navarro, autor del Colegio de la Sagrada Familia, al hacer colocar en el Oratorio la frase evangélica Veritas liberabit vos, «la Verdad os hará libres»! Inolvidable tiempo pasado, maestro del presente actual y pie dra angular para construir un fu turo mejor. Recuerdos 173 Pandilla de chicas celebrando el día de San Vicente con las típicas paellas. Año 1935. Tradicionalmente Elda festejaba estas fiestas con comidas campes tres, donde no faltaban alimen tos típicos de estas fechas como la mona, los embutidos secos, las fri tadas o las habas. Eran momentos de encuentro y reunión de amigos, así como del nacimiento de nuevos amores. Asociados a estas festivi dades permanecen muchos recuer dos de juventud que tristemente se van perdiendo. Por este motivo Mosaico se planteó el reto de organizar una 174 alborada 2007 EXPOSICIÓN DE LA ASOCIACIÓN MOSAICO Aquella ascua de nuestros amores MONAS, PANDILLAS Y ZAPATILLAS NUEVAS: LAS FOTOS DEL PASADO H abiar de Pascua en Elda era hablar de pandillas, de meriendas y de lugares típicos donde tanto jóvenes como mayores y niños acudían en romería para comerse la mona. Unos momentos esperados por todos, pues después de la austeridad y recogimie~to de los días de Cuaresma y Semana Santa, la Pascua suponía volver a celebrar la vida, la alegría y el entusiasmo. TOMÁS PALAU ESCARABAJAL/BÁRBARA SÁNCHEZ SÁNCHEZ exposición fotográfica que sirvie ra, al mismo tiempo, de recuerdo para todos aquellos que tuvieron la suerte de disfrutar de estas tradi ciones y también de descubrimien to, sobre todo para las generacio nes de jóvenes que hoy en día se encuentran con un vacío cultural que les impide conocer su propia historia y sus raíces. La exposición, celebrada en el mes de abril del presente año, nos acercó, por un lado, a los lugares característicos que se visitaban durante estas fiestas: El Arenal, la Tía Gervasia, el Santo Negro, Ba lón ... Además, permitió recordar algunas tradiciones típicas de esta época, como realizar paellas en los campos, poner la merienda, llevar algún distintivo identificativo de la pandilla a la que se pertenecía o estrenar vestimenta como las za patillas maneras, los pañuelos o las cestas y delantales. Esta exposición pretendió echar una ojeada a aquellas Pascuas, hoy olvidadas. Foto de estudio de grupo de jóvenes con la indumentaria típica de las fechas. Año 1925. Pandilla en la Fábrica de la Luz de El Chorrillo. Año 1944. En El Chopo disfrutando de la paella. Año 1948. Grupo de maneros en la Tía Gervasia. Año 1950. Recuerdos 175 Delante de los hornos de yeso de El Santo Negro. Año 1956. 176 alborada 2007 Familia en El Arenal comiendo el huevo de Pascua. Año 1952. Con la Vespa en El Arenal. Año 1962. Niños posando para la foto en El Arenal. Año 1962. 75 AÑOS DEL COLEGIO PADRE MANJÓN Una • comun1 en el tiempo C ontribuir a que las personas que durante sus 75 años de historia han estado vinculadas al colegio Padre Manjón se reencontrasen, que compartiesen desde distintos tiempos un mismo espacio que a todos nos pertenece, ha sido el ’leitmotiv’ de una conmemoración volcada en reivindicar la memoria de un colegio emblemático y de todas las personas e instituciones que por él han pasado: una presencia ininterrumpida de servicio a la ciudad, una comunidad en el tiempo. RAFAEL CARCELÉN GARCÍA Cuando a comienzos del curso pasado (2006/2007) comenza mos a planificar las actividades que se realizarían durante el mis mo, concretamos que la más em blemática sería la conmemoración del 75 Aniversario del colegio. Un reto tan apasionante como comple jo: no sólo por su extensión en el tiempo, cuanto por su significación para miles de eldenses. La primera limitación que nos encontramos fue la proximidad en el tiempo de otra celebración muy significativa: la reinauguración del colegio remodelado en 2003, con un vasto programa de actividades -un libro de sus 71 años de his toria, una exposición fotográfica, actividades deportivas, charlas, una Tras ser descubierta la placa. 7 de septiembre de 2007. 178 alborada 2007 jornada de puertas abiertas, etc. que no queríamos en esencia re petir. La densidad de actividades programadas para el curso ante rior nos inclinó a posponer para el primer trimestre de este curso la Grupo de 40 alumnos homenajeados de las 3 primeras promociones. conmemoración. Además, los actos se iniciarían el 7 de septiembre con la colocación de una placa conme morativa, justo el mismo día que se inauguró el colegio en 1932. En enero, una comisión forma da por maestros y maestras actua les, otros jubilados/ as y un nutrido grupo de padres y antiguos alum nos / as comenzamos a reunirnos con regular periodicidad para ir concretando aspectos como los si guientes: • Establecer un programa de ac tividades conmemorativas su ficientemente amplio para que en él estuviesen representadas todas las personas y estamen tos que han estado vinculados al colegio en estos 75 años. + Determinar las acciones especí ficas a seguir, paso a paso, para llevar a cabo las actividades pre vistas. • Buscar los patrocinadores y colaboradores que , junto con el colegio y la APA , subvenciona sen las actividades que se iban a realizar. Competición de balonmano el 19 de octubre. Desde enero hasta junio se dieron pasos decisivos para pre- Simultánea de ajedrez el 19 de octubre. sentar ya un programa de activi dades que se llevarían a cabo du rante el primer trimestre del curso 2007-2008. Durante el mes de julio se ul timaron muchos aspectos de to das estas actividades, se cerraron acuerdos con entidades participan tes y se prepararon los dípticos con el programa de actos y las invita ciones para participar en los mis mos, que se cursaron a finales de agosto a todas las personas y en tidades vinculadas con el colegio, además de a todos los colectivos significativos de la ciudad. El día 7 de septiembre, justo 75 años después , a las 7 de la tarde, se descubría una placa conmemorati va en la fachada principal del cole gio cuyo texto dice 75 ANIVERSARIO El 7 de Septiembre de 1.932 se inauguró el C. P. Padre Manjón , entonces Escuelas Graduadas Emilio Castelar , y cuyo acto contó con la presencia de D. Miguel de Unamuno. Un texto que pretende reco ger, en tan escueta formulación, la importancia de su construcción en 1932, así como sugerir los di ferentes momentos por los que ha atravesado en estos 75 años. Tras Aniversarios 179 los breves discursos del director del colegio y el concejal de Educa ción, se sirvió un ágape en el vestí bulo del centro. Desde ese momento el nivel de actividad fue frenético para que to dos los actos previstos se pudiesen llevar a cabo. Importantes proble mas se nos plantearon para que la pista contigua al Comedor estuvie se lista a primeros de octubre y se pudiesen realizar las competicio- Las maestras y maestros escribiendo sus dedicatorias tras la comida. Coro de 150 niños que interpretó Un corro abierto en el tiempo. nes deportivas anunciadas. Del 6 de octubre al 9 de noviembre hubo baloncesto, balonmano, futbito, ajedrez -incluyendo una simul tánea a 20 tableros con el jugador de ajedrez y antiguo alumno del centro, Jonatan Pérez Ródenas y multideporte, con la participa ción en una o más competiciones de varios colegios eldenses: San to Negro, Antonio Machado, Mi guel Hernández, Pintor Sorolla, Miguel Servet , Sagrada Familia, Santa María del Carmen y, por supuesto, muchos equipos del Pa dre Manjón . Sin la implicación del profesorado de Educación Física y la APA del colegio y el patroci nio de la Concejalía de Deportes o 180 alborada 2007 Ibercaja, nada de esto hubiese sido posible. Dedicatorias en el mantel El momento más emotivo se vivió el pasado 20 de octubre, día en el que se concentraban los actos más entrañables y significados de entre los programados. A las dos de la tarde se reunían en el comedor del colegio ciento treinta maestros de las distintas épocas, que compartie ron unas horas muy agradables. Al final de la comida, y tras una breve intervención de la maestra más an tigua -M ª Jesús Vera- quien nos animó a valorar más la educación que la instrucción en las aulas, se les propuso que escribiesen una de dicatoria de recuerdo en el mantel , y que quedaría para el Centenario. He aquí un par de ejemplos: «Aca bo de comenzar en este colegio y ha resultado J antástico sentir la magia de una celebración tan emotiva y di vertida. Evidentemente las personas hacen los colegios». « Con diez años cumplí los cincuenta años del colegio como alumna; los setenta y cinco años los he celebrado como maestra; y los cien años del P. M. espero celebrarlo como ... Besos». A las siete y media se iniciaba en el patio del colegio un amplio acto al que no quiso faltar nadie. Más Ernesto García Llobregat estrenando el Aula Museo 75 años después. de trescientas personas recibieron a los cuarenta alumnos y alumnas de las tres primeras promociones, las cuales recibieron un cálido ho menaje que se inició con las inter venciones de Ernesto García Llo bregat y MªJesús Vera, alumnos en 1932 , prosiguió con la entrega de un obsequio a cada homenajeado (un lote de libros de recuerdo de este homenaje y que contenía, entre otros, el ejemplar Cabo Trafalgar de Arturo Pérez Reverte en una edi ción especial, única para este acto, con la estampación en su portada del lema Homenaje primeras promo ciones 75 aniversario colegio Padre Manjón Elda 1932-2007, con un certificado personal y numerado de cada ejemplar) y llegó a su momen to álgido cuando un coro de ciento cincuenta niños de todas las edades del colegio interpretó especialmen te para ellos la canción conmemo rativa Un corro abierto en el tiempo y cuya letra dice así: Me pregunto a donde llevará esa puerta colosal, mamá; ¿quién ha brá?. No me digas que se va a cerrar cuando cruce ese umbral, papá, no estarás. Vamos hijo, no te pares más. Es un sitio que te va a gustar, ya ve rás. De pequeño yo jugaba aquí, aprendí con todos los demás y crecí. Con Pinocho de la mano voy a en trar donde juegan Cenicienta y Peter Pan: volaremos en un barco para juntos compartir con los libros como amigos la alegría de vivir. Por los mares de las letras llegarás a la isla del tesoro del saber: se abrirán cientos de puertas para en tonces comprender que el futuro es ya presente y no hay mañana sm ayer. Es un espacio de encuentro sin fin; un corro abierto en el tiempo, un la tir. Todos unidos, una sola voz: niños, maestros y padres a un son. Es mi colegio: es el Padre Manjón. Era, sin duda, el reconocimien to del presente, del inminente fu turo, a la memoria viva de un pa sado sin cuyo legado nada sería tal como es. Un homenaje al tesón, al esfuerzo ininterrumpido de las ge neraciones precedentes y que tan decisivamente han contribuido a que la situación educativa hoy sea incomparable respecto a la de hace años. Fue tanta la intensidad y la emoción del momento, que el coro hubo de repetir la canción y reci bió una ovación inolvidable. Tras las intervenciones del Director, quien señaló que el colegio sigue y seguirá por la senda abierta desde sus inicios de servicio a la ciudad y de potenciación de cuantos pro yectos mejoren nuestra calidad, y la del Concejal de Educación, que agradeció el esfuerzo y el afecto de todos, se proyectó el DVD con memorativo en el Salón de Actos, que recoge los momentos más se ñalados de su historia y muchos recuerdos significativos de todos aquellos que, desde uno u otro ámbito -como maestros, padres, alumnos, historiadores, etc.-, han estado vinculados a este colegio. Posteriormente se distribuyeron 2000 DVD gratuitos, comprando la revista Vivir del mes de noviem bre. Una película que, además de finalizar con la canción conmemo rativa, cuya música y arreglos de bemos al profesor de Música del colegio Manuel Poveda Marco y cuya letra han compuesto los pro fesores de Educación Infantil Ra fael Carcelén y Josefina Martínez, se completa con un archivo digita lizado de más de 500 fotografías ordenadas por décadas para verlas en la televisión. Un regalo inolvi dable para toda la ciudad. Inauguración del Aula-Museo Hacia las diez de la noche se inauguraba el Aula Museo, con casi todo el mobiliario aportado por el Museo Escolar de Pusol, en Elche, y material educativo del Museo Et nológico, del colegio y aportaciones de muchos particulares -especial mente de algunas de las personas de las primeras promociones ho menajeadas esa tarde-. Además de con fotografías de grupos de alum nos de los años 30, se completaba la ambientación del aula con una exposición fotográfica de lugares de Elda de ayer y de hoy, prepara da por alumnos del IES La Melva, muchos de ellos antiguos alumnos de nuestro colegio. Durante la semana siguiente, y hasta el 31 de octubre, se realiza ron actividades en las aulas en con memoración de este 75 Aniversa rio. Entre ellas cabe destacar: Con la tarta del 75 Aniversario en el patio del colegio. Aniversarios 181 Con la tarta del 75 Aniversario en el patio del colegio. + La proyección y actividades en torno al DVD de los 75 años de historia, en el Salón de Ac tos. + La realización de un recortable del colegio diseñado por Cons tantino Callado -en dos mo dalidades adecuadas a la edad de los niños/ as- y del que se han impreso 2000 ejemplares de cada tipo . + La elaboración de productos: fichas monográficas , unidades didácticas en torno a la histo ria del colegio, lecturas, mura les, fotografías, dibujos, árbol genealógico, etc. + Visita al Aula Museo de todos los niveles del Centro. al colegio y la canción conme morativa. + Excursiones en todos los niveles de Educación Primaria: a Elche y Santa Pola, 1° y 2°; a Valen cia, 4° y a Sagunto, 5° y 6° de E. Primaria (la de este último nivel se hubo de posponer al 15 de noviembre por la lluvia). + Títeres para los alumnos/ as de Educación Infantil: Represen tación en el Salón de Actos del colegio de LA CIGARRA Y LA HORMIGA, el 24 de Oc tubre. • COSMICAM para 3° Ciclo de Educación Primaria (niveles 5° y 6°), los días 30 y 31 de Octu bre. Sin duda, un amplísimo progra ma con un broche de oro en la cena conmemorativa de antiguos alum nos que reunió a unos quinientos de sus distintas promociones jun to con muchos de sus maestros y maestras. Un corro abierto en el tiempo En definitiva, un trabajo arduo y constante durante casi un año pero que -no nos cabe duda- ha mere cido la pena. Como decía el artículo publicado en el diario Información del pasado 7 de septiembre «Es la institución , en este caso el colegio Pa dre Manjón, quien ha de recibir el reconocimiento, el homenaje de toda una ciudad que allá por 1932 deposi- + Celebración de un acto conjunto de todos los alumnos y maes tros en el patio, el viernes 26 de octubre, que contó con la parti cipación de la Banda de educan dos de la Agrupación Musical Santa Cecilia y cuatro antiguos alumnos de distintas épocas que relataron sus vivencias y recuerdos durante su estancia en el colegio. Acabó el acto can tando todos el cumpleaños feliz Algunos miembros de la Comisión de Actos del 75 Aniversario. 182 alborada 2007 CRONOLOGÍA DEL C. P. PADRE MANJÓN. 1932-2007 • El colegio se inauguró el 7 de septiembre de 1932 y contó con la presencia de Miguel de Unamuno. • Conocido aún hoy por muchos eldenses como Escuelas Nue vas , comenzó llamándose Es cuelas Graduadas Emilio Cas telar y posteriormente tuvo dos nombres : «Inmaculada Con cepción » la Escuela Graduada de niñas y «Juan Bautista de la Salle » la de los niños. Es hacia 1964 cuando adquiere su nom bre actual , por estar ubicado en la calle Padre Manjón. • De 1944 a 1952, funcionó en sus aulas la Escuela Profe sional de Calzado de Elda y Petrer . • En 1946 el Ayuntamiento , du rante las obras de rehabilita ción de sus dependencias , se trasladó al Salón de Actos del colegio . • El 10 de septiembre de 1952 se inauguró la Biblioteca Pública Municipal, ubicada en lo que entonces era el Salón de Actos del colegio y donde permaneció hasta las obras de remodela ción , s iendo Alberto Navarro -croni sta de la ciudad- su primer bibliotecario . • Desde 1959 hasta 1963 se ce- • En 1961 se inauguró el Co medor del colegio , que -en su primera etapa- permaneció abierto hasta 1985. • Desde 1963 se impartieron clases de Alfabetización a par tir de las 5 de la tarde . • En junio de 1970 se inauguró el Grupo Escolar Cardenal Cis neros , construido en el patio del Colegio Padre Manjón , y donde actualmente se ubica el edificio Aulario del colegio remodelado. • En 1971 se crea la Asociación de Padres de Alumnos del co legio, siendo la primera que se constituyó en Elda , y presidida por Marcelino Pérez González . • En 1979 , por su masificación , más de 600 alumnos salieron del colegio a otros recién cons truido s en distintos barrios de la ciudad . • En 1982 se realizaron múlti ples actividades para conme morar su Cincuentenario. • En 1989 se publica el libro de José Luis Bazá n Historia del Colegio «Padre Manjón » . • En 1992 se le encargó al arqui tecto Antonio Marí un proyecto para arreglar los aseos del an tiguo edificio Manjón , y que fue creciendo hasta ser una obra de lebraron los primeros Certáme- remodelación de todo el Centro. nes de la Feria del Calzado en • En 1997 se celebraron los «25 las dependencias del colegio : primero como Feria de carácter nacional y desde 1962 como Feria Internacional del Calzado e Industrias Afines (FICIA). años de Deporte » en el cole gio, con múltiples actividades -deportivas sobre todo- y la edición de un cuadernillo con memorativo . • En 2001 se inician las obras de remodelación , trasladán dose las aulas de Educación Primaria al IES La Torreta y las de Educación Infantil al Cen tro Parroquial de la iglesia de Santa Ana . • En septiembre de 2003 se ini cian las clase s en el nuevo co legio remodelado celebrándo se, durante el último trimestre del año , un amplio programa de actividades y Actos Conme morativos de su Reinaugura ción , así como un libro y una exposición fotográfica de sus «71 años de historia » . • El 4 de diciembre de 2003 se efec tuó la Reinauguración oficial , con asistencia del Presiden! de la Ge neralitat Valen ciana , O.Francisco Camps , Con selleres , Alcalde de Elda y dem ás autoridades . • El 27 de noviembre de 2006 se pone en funcionamiento el comedor escolar tras la cons trucción de un edificio espe cífico para tal fin en el patio del colegio. Durante el curso anterior unos 80 alumnos se desplazaron diariamente al C. P . «El Seráfico » para comer. • El 9 de enero de 2007 se inau gura la Biblioteca Muni cipal Alberto Navarro , ocupando la mita d de la primera planta y toda la segunda del edificio Manjón. • De septiembre a noviembre del año 2007 se celebran los actos de conmemoración del 75 ani versario del Centro. taba sus esperanzas en un Grupo Es colar para superar una situación de insalubridad y dispersión por toda la ciudad de unas cuantas pequeñas au las que apenas si acogían al cincuenta por ciento de la población infantil. Su contribución al desarrollo cultural, laboral y empresarial de Elda en estos años lo resumió perfectamente Ma nuel Martínez Cuenca, emblemático maestro del colegio que nos dejó hace algo más de un año, cuando afirmaba que « Elda, desde este colegio, miró al mundo. Y el mundo conoció Elda, y a sus gentes » . También agradecía mos allí la colaboración e implica ción de muchas personas para que este homenaje fuese coral, colecti vo y, sobre todo, humano. Quede constancia, como dice la canción conmemorativa, de que el colegio Padre Manjón es, ha sido y quiere seguir siendo un corro abierto en el tiempo, un latir. Y acabo. A la pregunta de si se sentía orgulloso de los libros que escribió, Borges contestó «qu e otros se vanaglorien de lo que han escrito; yo me enorgullezco de los que he leí do». Emulando al gran argentino, diré que otros se vanaglorien de los trabajos que hacen; yo me congra tulo de las personas con quienes los hago. Por eso, gracias a todos los que de una u otra forma han colaborado con nosotros, y espe cialmente a los componentes de la Comisión de Actos: a Josefina por su dicción natural y limpia, a Lola por su tarta tan real, a Consuelo por su delicadeza en el Aula Mu seo, a Cristina por su afecto incon dicional, a José Antonio por saber dónde hay que estar a cada instan te , a M ª Carmen y a Nieves por su cálida caligrafía, a Gumer por cui dar tantos detalles, a Vicente con sus listados de la cena, a Isabel y Mª José porque ya no olvidaré sus nombres, a Francisco por sus fo tos memorables, aJuanita y Anto ñita por gozar -ya jubiladas- de tan intensa reniñez y, entre tantos otros, a Juan Carlos por su con fianza infinita en todos nosotros. También, por su dedicación y afec to hacia el colegio, a Rafa Bañón, de Azorín; a Constantino Calla do, con su minuciosidad plasmada en tan bello recortable; a Pedro J. Navarro, de Emidesa y a Santiago Vidal, de CBC. Igualmente ellos forman ya parte de nuestra comu nidad educativa y han contribuido a hacer real otro de los deseos es critos por un maestro en el mantel, tras la comida del 20 de octubre: «Si caminando, dice el poeta, se hace camino al andar , cuánto no hemos caminado en estos años, hasta de jar a Manjón en tan digno lugar ». Gracias a todos ellos porque han sabido comprender la importancia del vuelo, no de las plumas. Aniversarios 183 • • 1 co e .... 10: Padre Manjón ... Y resulta que un día derribaron el colegio de mi infancia, aquél en el que había crecido y con el que había compartido tantas cosas. ARI CRUZ PÉREZ YCARDO Habían tirado la fachada de la par te antigua, que a mí me encanta ba, y, al pasar y ver de nuevo su in terior, los recuerdos se agolparon en mi mente en una avalancha. La barandilla del segundo piso , con su largo pasillo, no podía más que significar una cosa: las vacunas, esa tortura a la que éramos sometidas todas sin excepción. Ya de por sí era inquietante subir al segundo piso, desconocido para todas , grande y solitario; aunque ahora no sé si se ría tan grande o es que yo era muy pequeña, o ambas cosas a la vez. Una cola enorme de niñas asusta das y, de repente, alguna salía de la habitación donde ponían las inyec ciones gritando como una posesa con la profesora detrás diciendo «si no te va a doler». Aquello no con tribuía mucho a tranquilizar a las demás. Esa vacuna era la dosis de recuerdo de la viruela; otra vacuna que nos ponían ya con nueve años 184 alborada 2001 era la de la rubeola. Como yo había pasado la enfermedad me libré, así que, mientras todas salían de clase con cara de ir al matadero, yo me quedaba allí más ancha que larga esperando su regreso con las lagri mitas asomando por los ojos. Para los que no la conocieron, esa parte antigua del colegio es donde ahora está ubicada la Bi blioteca Alberto Navarro. Desde Maternales: me gustaba Yo empecé el colegio muy peque ña, en Maternales. De eso no me acuerdo, pero sí de que al año si guiente no me dejaron volver por que la edad mínima era de tres años y yo no los había cumplido, así que, realmente, sí era muy pe queña cuando empecé. Pero me gustaba. Cuando ya era mayor, con mis tres añitos cumplidos, volví dis puesta a comerme el mundo. Y ahí viene otro de los recuerdos: el primer día de colegio, pero no el primero de todos , sino el prime ro de cada año. Es que, realmente, éramos criaturas indefensas en el vestíbulo lleno de niñas y madres, sin saber dónde ir, sin conocer a nadie ... Es que eso hay que pasar lo para entenderlo, era un mal tra go de verdad. Luego, con los años, pues vas conociendo gente y se sua viza la cosa, pero yo todavía me veo allí, cogida de la mano de mi ma dre, asustada (yo) y que parecía tan segura (ella). Así empecé Parvulitos , con Doña Beni como profesora (o se ñorita, como se decía entonces). No me acuerdo de su cara, pero Allí comencé a hacer amigas: Isabel Vera, Inmaculada Lloréns, Esther Obrador, Isabel Valero ... , que me acompañaron a través de los cur sos, hasta que cuando iba a empe zar séptimo de EGB (que no sé a qué corresponde de la ESO porque no logro aprendérmelo) me cam biaron de colegio. Me mandaron a Pintor Sorolla, que estaba muchí simo más lejos de mi casa, pero así no tenía que cruzar lo que era la ca rretera general en aquel entonces, o sea, la Avenida de Chapí. Tuve que abandonar a mis amigas, aunque allí hice otras nuevas. Pero bueno, ésta es otra historia y debe ser con tada en otra ocasión. La clase donde hice primero en el colegio Padre Manjón era ¡cómo Grupo de niñas de parvulitos en una actuación de fin de curso. La señora morena con gafas oscuras que se ve al fondo es Doña Beni. sí de que era muy buena y guar do un grato recuerdo de ella. Lo peor de esos años, para mí, eran las salidas al servicio. Porque estaban lejos y eran grandes y tétricos, con unas puertas de madera altísimas que impresionaban mucho. Pero es que, claro, a la tierna edad de tres años todo es grande. Y así lo recuerdo yo todo en ese colegio: GRAAAAAAAAAANDE. 186 alborada 2001 no! enorme. Y la mesa de la seño rita Maruja Lloréns estaba sobre una tarima altísima en la que se me cayó un pendiente que se coló por una rendija de la madera. Desde entonces consideré el interior de la tarima como un lugar repleto de tesoros ocultos. Me veo allí como si fuera ahora haciendo círculos uniendo cuatro puntos, y salían torcidos, todos deformes. Y luego, Delante del patio «de los mayores». el largo paseo a la mesa de la seña, que siempre decía «muy bien, muy bien, haz otra hoja más», la esca lada encima de la tarima, la espera en la cola y, por fin, el largo regreso a tu pupitre. En segundo tuve a la profesora más vieja que he conocido en toda mi vida: Doña Timi, que me des veló los secretos de las sumas y las restas. Era una clase estrecha y lar ga, bueno, más bien era corta y an cha, porque estaba así como apai sada, con todas las mesas juntas, apretujadas unas contra otras de tantas como éramos. Yo me senta ba al lado de la ventana desde don de veía el patio (si me ponía de pie encima de la silla, claro). El patio «de los pequeños», por que al «de los mayores» , que estaba donde ahora está el comedor, no nos atrevíamos a ir de lo lejos que estaba, y eso que era mejor porque había columpios. Pero nos quedá bamos en nuestro sitio jugando a la comba, a la goma, a la chula ... o peleándonos con los niños, que eran unos impertinentes insopor tables. También había arena y to boganes en la parte central, delante de donde estaba la casa del conser je Martín, que se encontraba a con tinuación de las clases. Ahí aún nos aventurábamos de vez en cuando en un alarde de valentía. En este patio, el de los peque ños, que hacía esquina entre las calles Padre Manjón y Cervantes había una columna muy alta (ésa sigue siendo alta) que creo que se construyó para la inauguración de la primera feria del calzado que tuvo lugar en las instalaciones del colegio, en el año 1960. Más de un chichón nos hicimos contra ella por correr sin mirar por dónde. Luego cambiaron la valla de lugar y la columna quedó fuera del cole gio, en medio de la acera, como un monolito solitario. Ahora está tan pegada a la valla, que hasta pasa desapercibida. Esperando al pie del eucalipto A la salida del colegio, como era tarea prácticamente imposible lo calizar a nadie entre la piara rui dosa de niños descontrolados que salían en tropel, mi madre nos de- RECUERDO DE MI COLEGIO cía que la esperáramos al pie de un gran eucalipto que había en la puerta que daba a la calle Cervan tes. Para mi hermano y para mí, ese era «nuestro árbol» y para mi ma dre «el árbol de mis hijos». Ahora ya no existe. El resto de los cursos, a partir de tercero, ya se hacían en la par te nueva, el colegio Cardenal Cis neros, que tenía menos encanto pero un porche maravilloso don de se podía jugar cuando llovía (y cuando no lo hacía también). Y en la hora del recreo íbamos al «pa tio de los mayores», ya teníamos ¡ocho años! Nos subíamos a los co lumpios y dábamos unas volteretas «quepa qué», con unas caídas que te cortaban la respiración y te qui taban las ganas por unos días. Los columpios eran como unas barras paralelas a las que nos subíamos, nos colgábamos de los pies y dába mos la vuelta retorciéndonos como lombrices. También había una bola gigantesca a la que podías entrar y pasearte por su interior, subir y ba jar ... La verdad es que, ahora que lo pienso, éramos unas temerarias inconscientes que nos jugábamos la vida con unas contorsiones que ahora me parecen físicamente im posibles. Serán cosas de la edad. Todas sobrevivimos milagrosa mente, pero visto desde la distan cia de los años, eran unos artilugios muy peligrosos que no debían ha ber estado en un colegio; los niños de antes éramos más resistentes. En esa parte nueva empecé ter cero con Doña Mª Jesús Vera, una de las mejores profesoras que he tenido nunca y a la que también tuve en cuarto. Todavía estábamos separados niños y niñas, cada uno en una parte del colegio, con el co medor entre ambas, donde tam bién nos separaban. Ni siquiera los hermanos (chico y chica como era mi caso) se sentaban juntos. Los niños con los niños, las niñas con las niñas. Eso cambió en quinto, cuando las clases y el comedor se hicieron mixtos, donde todos éramos ya muy mayores, con diez años y don de teníamos varios profesores para las distintas asignaturas. Ya no era lo mismo. De ese año recuerdo a Doña Mila García y a Doña Hor tensia Guill, con la que siempre es tábamos haciendo manualidades y así teníamos resuelto el regalo de Navidad, del día del Padre, de la Madre y de todas las fiestas habi das y por haber. De sexto sólo recuerdo a Don Felipe y a Don Manuel, creo que Doña Conchita también, pero no estoy segura. Yo vivía feliz y aje na a la desgracia que se avecinaba. Ése fue el último año que cursé yo en Padre Manjón antes de que me exiliaran. Pero lo que más se ha quedado grabado en mi memoria es la en cantadora parte antigua del cole gio, que se llevó un trocito de mi corazón en sus escombros y a la que seguiré viendo siempre muy grande porque yo era muy pequeña. Aniversarios 187 CASI 35 AÑOS DE ’EL VERGEL’ El primer ·ar ín de • • 1n anc1a e uando pasa el tiempo y se habla de instituciones, fábri cas, colegios ••• , existentes o desaparecidos, tendemos a pensar que se pusieron en marcha de forma casi casual, cuando, por el contrario, la mayoría de las veces se trató en primer lugar de una ilusión, después un proyecto y, final mente, trabajo-dificultades-trabajo ••• Algo así sucedió con la creación del primer jardín de infancia de Elda. Éste es el relato de su gestación: CARMEN OLCINA SORIANO A principios de los años 60 regre sé a Elda tras mi licenciatura con la ilusión y la necesidad de traba jar en mi profesión. Pensé que el barrio de la Huerta Nueva estaba necesitado de escuelas, pues sólo existía el Colegio Parroquial (en donde se encuentra actualmente la Parroquia de San José Obrero) y donde ejercían de forma ejemplar los profesores Doña Lolita y Don Pascual. Atendían a tantos niños, y además de todas las edades, que ni se podían sentar. Para quien no haya conocido este barrio en aque lla época les diré que las comunica- 188 alborada 2007 La autora y «El Vergel» en la actualidad. Primera promoción de alumnos que pasó a EGB. ciones públicas no existían, los ve hículos privados eran muy escasos (bicicletas aparte) -el único vial asfaltado era la carretera a la esta ción-, no había servicios de ningu na clase y, cuando alguien marcha ba a la compra o a otro menester a la ciudad, se despedía diciendo «me voy al pueblo ... ». Esta frase resumía el sentimiento de separa ción que sentían aquellas buenas, buenísimas gentes, venidas en su mayor parte de la emigración y que fueron parte importantísima del fuego que impulsó la locomotora del progreso en Elda. Fundé mi colegio en la calle Río Vinalopó y le puse por nombre «Colegio de la Virgen Niña». Fue ron años de duro trabajo (pasar el puente de la estación amaneciendo en invierno con el aguanieve azo tándote el rostro te despejaba del todo ... ), compensados amplia mente por la satisfacción de ver cómo «mis niños» iban creciendo «en edad y sabiduría» y cómo sus padres me apoyaron en todo mo mento. Era -supongo que seguirá siéndolo- un barrio maravilloso, con personas extraordinarias que, rutinaria, la inspectora, señora Castillo, me animó a poner en marcha una idea que me ronda ba por la cabeza: fundar un jardín de infancia que ayudase a tantas y tantas mujeres que se incorpo raban al mundo del trabajo y cu yos hijos pequeños dejaban al cui dado de vecinas y parientes. Algo que fuese más que una «guardería infantil», dando un doble servicio: guardería y enseñanza al estilo de los kindergarten alemanes, como el Kindergarten La Salle, fundado en 1960 por Samuel Baonza y su es posa Mª Pilar. Preocupados por las carencias detectadas en los prime ros niveles de escolarización obli- Un chalet de la Ciudad Vergel, con jardín y alejado del centro de la ciudad, me pareció el mejor lugar para nuestro kindergarten al ser también trabajadores como yo, me dieron su cariño y respeto. No quiero dejar de nombrar al pá rroco de la nueva San José Obre ro, Don José Tormo, quien empezó ejerciendo su ministerio en unan tiguo tallerico de la calle Reyes Ma gatoria, decidieron crear un centro de educación infantil cuyo propó sito inicial fuera ofertar una forma ción que prevm1era y compensara dichas carencias. Una vez tomada la decisión, comenzó la búsqueda del lugar idóneo gos -que hubo que despojar de la decora ción mural al uso de la épo ca-, y que tan to hizo por el barrio. Toda vía hoy me emoc10na y me llena de orgullo cuan Los dos primeros alumnos. que debería estar un poco aleja do del centro y disponer de jardín. Me pa reció el mejor lugar un cha let de la Ciu dad Vergel. El problema era la economía, do me saluda alguno de aquellos alumnos o sus padres. Pasó el tiempo y mejoró la si tuación del barrio. En 1975 se in auguró el Colegio Público El Se ráfico. Durante una inspección pues recién casada «no teníamos un duro». Con mucho sacrificio, la colaboración del propietario y un préstamo de la entonces Caja de Ahorros del Sureste (hoy CAM), lo compramos ... y surgió otro pro- Aniversarios 189 Promoción de 1974. blema: la casa estaba casi en rui nas. En ese momento encontramos la ayuda inestimable del padre de unos alumnos de mi primer colegio en la Huerta Nueva: Don Francis co Gómez, maestro de obras, quien se hizo cargo de las reparaciones (¡gracias Paco!) y a quien fuimos pagando poco a poco con los in gresos de la profesión de mi ma rido. ¡Y la factura se subió por las nubes!, pues pretendí aplicar allí lo más avanzado que existía en aque lla época: los colores de la habita ciones se consultaron a especialis tas, los sanitarios eran de tamaño especial, el material pedagógico y lúdico se compró tras visitar varias ferias nacionales de la especialidad, así como la decoración mural y la iluminación, se instaló música am biental (¡un lujo para la época!) y le dimos un nombre: «El Vergel». Inauguración de El Vergel La inspectora lo visitó y quedó encantada. Con su «visto bue no» pedimos permiso para abrir y descubrimos que todavía no ha bía legislación sobre el tema, así 190 alborada 2001 que recurrimos a la Alcaldía y, con el beneplácito del concejal Don Francisco Sogorb y el alcalde Don Antonio Porta, se pagaron los im puestos municipales preceptivos y abrimos las puertas. Esto sucedió en el mes de mayo de 1973, fecha próxima a las fiestas de moros y con las familias pensando ya en las vacaciones de verano; es de cir: sin niños ... casi. Con la ayuda de mi amiga Mª Carmen Gimé nez atendimos a los dos prime ros alumnos: Juanma, un precioso niño rubio hijo de Juan García y Mara Sánchez, y Carmen Andrea, guapa hija de Mª Carmen Ruiz y Carlos Mendiola. Durante el ve rano vinieron a ser ocho, pero en septiembre acudieron tantos que se amplió la plantilla docente con mi buena amiga la profesora Pepi Vera (que aportó a sus hijos Mª José y Antonio). Por entonces pusimos en mar cha el comedor infantil, algo muy complejo, no sólo por las instalacio nes y mobiliario especiales, sino por la confección de los menús específi cos. Fue una suerte contar como co cinera con la señora Marcelina, mu- jer de sonrisa fácil que se ganaba a todos los niños y que contaba con la experiencia de haber sido cocinera en Auxilio Social. Casi sin darnos cuenta nos habíamos convertido en un buen equipo que llegó a atender simultáneamente a un promedio de 45 niños diarios. Dimos entrada a más personal y yo pude ayudar, incorporándola a la plantilla, a mi hermana que -por circunstancias de la vida -no llegó a tener ningún título, enseñándole esta nueva pro fesión, como ya lo había hecho en mi primer colegio. También traba jó allí Pepi Giménez, muy querida por los niños. A la primera cocine ra sucedió la señora Concha, que se hizo famosa entre la chiquillería no sólo por su buen trato sino por su arroz blanco que, a decir de los peques, «a sus mamis no les salía igual». Muchos niños pasaron por El Vergel, incluidos mis dos hijos, Carmen y Rodolfo, y de todos ellos guardo buenos recuerdos. Calculo que fueron alrededor de setecien tos, y entraban sobre los 2 ó 3 años. Se les enseñaba con las técnicas de mayor actualidad, entre ellas el sis tema onomatopéyico del profesor Sanabria. Salían a los 6 años pre parados para integrarse en el pri mer curso de EGB. Por motivos personales tuve que dejar la ense ñanza y delegué la dirección en mi hermana, pero las cosas no fueron bien y El Vergel cerró sus puertas en 1992. El recuerdo trae el dolor de la añoranza, pero también la sa tisfacción de haber colaborado en la formación de muchos eldenses con el primer jardín de infancia moderno de Elda y que durante un tiempo fue referencia en toda la provincia. Un recuerdo emociona do a todos aquellos -padres, alum nos y personal- que participaron en aquella empresa y a los que traté de dar lo mejor de mí misma. NUEVO ALMAFRÁ 25 años trabajando por y para los . ~ nin os 2 ~ Jln.ii.nn~an icr ~ 1982•’ 2007 é.é.!1. ’Yli.«oo Jiimahc( P arece que fue ayer cuando, allá por el año 1982, comenzaba la andadura de la escuela Nuevo Almafrá. Si bien en los principios se encontró con más de un obstáculo en su camino, gracias a un cúmulo de transformaciones y modificaciones propiciadas por todas las personas que con su esfuerzo, cariño y trabajo creyeron firmemente en ella, se ha convertido hoy en una realidad apasionante que valora y apuesta por el futuro de la Educación Infantil y de sus alumnos. EEI NUEVO ALMAFRÁ Una de las primeras dificultades con las que se encontró en sus ini~ cios la Escuela de Educación In~ fantil Nuevo Almafrá fue que las aulas no reunían las condiciones necesarias para desarrollar el tra~ bajo con niños de tan corta edad, pues eran aulas~talleres concebidas para un centro de Educación Es~ pecial. Pese a ello, comenzamos el curso con dos aulas de 1° de EGB y nueve de Preescolar, composición ésta que fue transformándose y lle~ gamos a tener hasta 5° de EGB en el curso 88~89 , cuando los niños de EGB pasan a un nuevo colegio, Giner de los Ríos , y en el centro se mantienen solamente las aulas de Preescolar. Disfrazados para el desfile de Carnaval. Ani v ersarios 191 Al año siguiente, curso 90-91, debido a un descenso de la pobla ción en edad preescolar nuestro centro absorbe al colegio público El Negret; y es en este curso cuando podemos considerar nuestra com posición como propia de un centro específico de Preescolar. Pero no sería hasta el curso 92-93, con la creación de un aula de 3 años, el momento en que nuestra denomi nación pasaría a ser la de Escuela de Educación Infantil (EEI), co menzando a forjarse nuestra pro pia identidad de centro. En la actualidad, contamos con un total de nueve aulas; 3 de 3 años, 3 de 4 años y 3 de 5, con un total de 223 niños escolarizados que son fiel reflejo de los cambios y transformaciones que nuestra so ciedad ha sufrido en los últimos tiempos, pues contamos con alum nos de diferentes razas, culturas, países y niveles sociales y cultura les. Esta heterogeneidad supone un reto añadido a la labor docente y un estímulo más para todo el co lectivo que forma parte del centro, ya que lo que siempre hemos pre tendido ha sido ofertar una escuela cercana, humana e integradora. Implicación total Desde estas líneas queremos agradecer y destacar la colabora ción de los padres y madres que durante estos 25 años han forma do y forman parte destacable de la dinámica de la escuela, sin cuya ayuda, a través del APA, como co laboradores eventuales en talleres o en visitas y fiestas organizadas por el colegio, o bien desde casa, no hubiese sido posible completar la tarea educativa que nos com pete, pues ellos siempre se impli caron codo a codo con las maes tras y con la línea educativa del centro. 192 alborada 2007 Es de derecho reconocer la la bor de muchísimos padres que, desde la organización de activi dades extraescolares, ayuda en el mantenimiento del centro, reali zación y participación en teatros, fiestas y demás eventos, nos han facilitado mucho nuestra tarea. Desde aquí animamos también a los nuevos padres, que comien zan a formar parte de nuestra his toria, a participar y a unirse a las diferentes propuestas que vayan surgiendo. Seguro que ocasiones no les van a faltar, sobre todo en el presente curso donde los actos programados para conmemorar el 25 aniversario del centro van a ser considerables. Precisamente queremos apro vechar la oportunidad para invitar a todos aquellos que gustosamente quieran unirse a nuestros festejos a participar en las actividades que hemos programado y que, hacien do un recorrido por todas ellas, nos ayudan a comprender mejor la di námica de trabajo de la EEI Nuevo Almafrá. Cuando nos planteamos la ce lebración de este aniversario con sideramos que el mejor modo de hacerlo sería resaltar cada una de las actividades que dan vida y ca racterizan a nuestro centro, y que son planteadas y trabajadas de ma nera muy especial por toda la co munidad educativa. Para ello se creó una comisión organizadora formada por profesoras, miembros del APA y monitoras de comedor, tanto actuales como antiguos, cuyo objetivo era planificar y organizar todos los actos de este 25 Aniver sario. Contó a su vez con la ayuda y colaboración de muchos colecti vos y personas que, sin dudarlo un instante, nos apoyaron en todo lo necesario para poder embarcarnos en esta hermosa experiencia, por un lado de recuerdo y por otro de futuro, pues si bien los actos pro gramados son reflejo de nuestra historia como centro, en este cur so ofrecen importantes novedades que engalanan y mejoran estas ac tividades. Al inicio de su andadura se convocó un concurso de ideas para elegir un logo representativo de nuestro cole que sirviera como elemento identificativo y presidiera todos los actos. El jurado de este concurso, compuesto por Yola Pé rez, Mª José Reyes, Pascual Mar tínez, Inma Mira y Mª Carmen Roig, otorgó el premio a Lorena Albert Ricote, antigua alumna del Nuevo Almafrá. Lo primero que elaboramos fue una agenda de actividades, deta llando los diversos actos a realizar, con las fechas y lugares donde se desarrollarían. Dicha agenda fue confeccionada por la profesora Mª José Reyes y para su presentación, Elías Escribá, antiguo alumno, confeccionó un vídeo que contó con la participación de alumnos, ex alumnos y padres y madres de alumnos y ex alumnos. Toda la comunidad educativa se preparó para este primer acto de celebración, que además suponía el pistoletazo de salida del aniversa rio así como su presentación ante la ciudadanía eldense en general, pues al acto de presentación estu vieron invitados todos aquellos que durante estos 25 años han formado parte de la vida de nuestro centro: alumnos, profesores , padres, repre sentantes de autoridades, institu ciones, asociaciones y colectivos di versos de nuestra ciudad. Engalanamos la escuela con flores, alfombras rojas, focos, es cenario, pantalla gigante ... Todo a lo grande, pues la ocasión lo re quería: teníamos que hacer saber a todos que cumplíamos 25 años y queríamos celebrarlo por todo lo alto. Lamentablemente tuvimos la presencia de una invitada non gra ta, una tormenta que aguó, y nun ca mejor dicho, todas las ilusiones puestas en este evento, impidién donos desarrollar el programa que teníamos previsto y obligándonos a modificar sensiblemente todo lo programado. No obstante, y pese a las inclemencias atmosféricas, presentamos el logo del colegio, se repartieron las agendas de ac tividades y pudimos escuchar de la voz de nuestros alumnos de 5 años el himno de nuestro centro, creado para la ocasión por Clara Guarinos , con música de Pepi Pé rez. Desde aquí gracias a todos los que con su apoyo, comprensión y cariño nos ayudaron a «aguantar el chaparrón » y nos brindaron su calor acompañándonos en esta ce lebración. Ilusión, inocencia, complicidad La llegada de la Navidad siempre ha supuesto para nuestro colegio un momento especial y mágico, pues las edades de nuestros alum nos nos hacen presente día a día muchos de los valores de la Navi dad, como la ilusión, la inocencia o la complicidad. Pese a las diferen tes culturas de origen de nuestros niños, siempre pretendimos desta car el factor humanitario de estas fechas, aprovechando para colabo rar con diferentes campañas y pro yectos de carácter solidario, como la campaña del kilo o la recogida de material escolar para el Sáhara o Cuba. Nuestro Festival de Navidad es esperado por familiares y ni ños como la primera gran actua ción del curso . Con motivo del aniversario, este año también ha brá una celebración especial en el Auditorio ADOC y los benefi cios serán donados a la ONG Mi chawasi, que significa Casa de La Luz, cuyo principal objetivo es la creación de una escuela en Huan cayo, en la cordillera andina. Qué mejor regalo de Navidad quepo der contribuir desde un colectivo educativo a que la educación llegue a otros niños. Destaca en nuestra gala navi deña la representación por parte de los niños de un Belén, que en ocasiones también ha sido realiza do por los padres. Pero si hay algo especial para nosotros es poder ser testigos de las caras de asombro e ilusión con las que nuestros alum- Aniversarios 193 Destaca en nuestra gala navideña la representación por parte de los niños de un Belén, que en ocasiones también ha sido realizado por los padres nos entregan sus cartas a los Reyes Magos de Oriente, quienes, pese a lo ajetreado de las fechas, siempre tienen la deferencia de pasar a vi sitarnos y a los que hemos acom pañado en su Cabalgata del 5 de enero en alguna ocasión. Tras la Navidad celebramos el Día de la Paz, aunque esta ac titud conciliadora y de resolución de conflictos está siempre presente en nuestra labor educativa y es uno de los principales componentes de nuestras vías de trabajo. Después llega Carnaval y el cole se transforma. Nos visitan por estas fechas dos personajes muy característicos y esperados por los niños: nuestro gran Dra gón de Carnaval -agradecemos a Amador Alba, padre del mismo, su gran labor y su gran contribu ción a nuestra escuela-y Carnava lito, extraño duende que se empe ña en dejarnos mensajes durante 194 alborada 2007 una semana con las más dispara tadas premisas. Nuestro recono cimiento también a aquellos que durante estos años fueron este es píritu burlón que aparece el día de Carnaval y que nos acompaña en el desfile, que, como antaño, tomará este año como escenario las calles de nuestra ciudad. También des de aquí recordar a aquellos cen tros como Pintor Sorolla , Antonio Machado, Rico y Amat, Miguel de Cervantes o Sagrada Familia que compartieron con nosotros este desfile. Por último, nuestro espe cial reconocimiento a aquellas ma dres y padres hacendosos que, con ingenio y voluntad, consiguieron convertir retales y bolsas de plás tico en los más sofisticados y enga lanados trajes de princesa, payaso o bruja. Tradiciones y cuentos Tras el Carnaval llega la Pascua y, con ella, nuestro empeño por recu perar y mantener tradiciones típi cas de nuestra localidad que con el paso del tiempo van perdiendo las nuevas generaciones o que resultan desconocidas para las familias fo ráneas. Cuántas risas elaborando las monas, esclafando los huevos y jugando a los juegos de nuestros abuelos. Importante para nosotros ha sido también la animación lectora, por lo que siempre hemos partici pado y elaborado proyectos acor des con las campañas propuestas desde el Ayuntamiento, la Conce jalía de Educación o las Bibliotecas Municipales, donde en numerosas ocasiones hemos asistido a sesio nes de cuentacuentos. Sin duda nuestro colegio no se ría el mismo sin la celebración de la Fiesta de Moros y Cristianos. Mu cho han cambiado aquellos trajes confeccionados con bolsas de basu ra y cartones gracias a la labor de muchas madres, padres y maestras que, sacando tiempo de donde no Tras el Carnaval llega la Pascua, y con ella nuestro empeño por recuperar y mantener tradiciones típicas de nuestra localidad que con el paso del tiempo se van perdiendo Retomamos este año la Se mana del Teatro con dos actua ciones , una llevada a cabo por alumnos del centro y otra por ex alumnos y padres. En la memoria de todos están los años en los que nuestro colegio participaba, junto con muchos otros colegios, en la Semana de Teatro C.P. Antonio Machado , y en otra s campañas de teatro escolar. Nuestra agenda cultural se abre a los adultos con la Quincena Cul tural, en recuerdo de la del colegio Pintor Sorolla, con la que colabora mos activamente. Este evento se ini ció en el 1997 y es , qué duda cabe, una estupenda ocasión para acercar a los adultos a las temáticas educati vas más actuales y acuciantes. lo había, confeccionaron unos tra jes dignos de cualquier escuadra de nuestras fiestas. Además, esta fies ta se ha enriquecido notablemente con la inclusión de embajadas, boa tos , castillo , banderas ... La celebración de estas fiestas supone para nuestro colegio, ale jado del centro de la ciudad, la oportunidad de acercar a muchas familias a las tradiciones cultura les de nuestro pueblo, integrándo las en los sentimientos festivos que a todos los eldenses nos invaden durante estas fechas y haciendo, si cabe, más cercano a este pueblo y a sus gentes. Tal es el grado de participación y esplendor que ha ido adquirien do este evento durante estos 25 años, que nuestros alumnos han participado de manera muy nota ble en varios boatos de comparsas en el desfile infantil oficial. Terminando ya el curso llega la tan esperada por los niños fiesta del agua en la que, entre chapoteos, risas y juegos, conseguimos despe dir el curso algo más frescos. Signo del espíritu de unidad y familiaridad que queremos trans mitir y que forma parte de nues tro ideario de centro , tenemos una Fiesta de Bienvenida y una cena de las llamadas «de sobaquillo » (en la que padres, maestras, niños y de más comunidad educativa compar timos lo mejor de las dotes culi narias de cada uno), que sirven de inicio y clausura del curso. En la memoria quedan otras muchas actividades que a lo lar go de estos 25 años se realizaron, como visitas a la feria y al circo, múltiples excursiones y salidas que fueron la excusa para desarrollar posteriores proyectos de trabajo con los niños, pero sobre todo en el recuerdo nos quedan imágenes, . . sensac10nes, conversaciones, experiencias y personas que han hecho posible que la EEI Nuevo Almafrá sea hoy lo que es. AGRADECIMIENTOS Gracias a todos: presidentes y miembros de APAS , Junta Central de Moros y Cristianos, asociaciones, diferentes corporaciones de gobierno, concejales de Educación , profesoras , padres y madres de alumnos , alumnos, personal de limpieza y de co medor, monitore s y tantos otros por hac er posible una educación infantil digna y de calidad donde los niños se sienten a g usto y felices. Gracias a Octavio, sin cuya ayuda diaria nuestra labor sería mucho más difícil. Gracias al C.P. Pintor Sorolla, cuya colaboración siempre ha estado presen te, con quien completamos las prime ras etapas educativas de nuestros alumnos y hace posible que disfrutemo s de un gran servicio de comedor. Gracias a todos por ayudarnos a forjar ciudada nos para el futuro , comprometidos y sensibles. Gracias por confiar en nosotros. Gracias por hacer posible que seamos realidad. Aniversarios 195 50 años de la a a E 1 desarrollo que ha tenido en Elda la fiesta de fallas durante los últimos años, le ha hecho merecedora de la atención y la investigación sobre su origen y evolución. Sentadas las bases para el estudio del tema por medio de trabajos anteriores publicados, entre otras en esta misma revista, en esta ocasión queremos acercarnos a la labor que un grupo de personas ha venido realizando durante todo un año, con el fin de conmemorar el cincuentenario de la fundación de una falla: la de Fraternidad. UANVERAGIL Sería fácil, dentro de la dificultad que supone, el relatar la historia de la Falla Fraternidad desde sus orígenes. Tampoco sería excesiva mente costoso ceñirnos al relato de los aconteceres de este último año, y relatarles como se ha desa rrollado el trabajo del equipo de personas que forman la comisión . Aunque si todo esto se puede ha cer recurri e ndo a los archivos y a las hemerotecas, algo más compli cado es transmitir la ilusión y el sentimiento con el que este grupo de personas han conseguido man tener su falla durante las cincuenta años de su existencia. Y este preci samente es el objetivo que me he propuesto con este artículo: hacer llegar al lector las sensaciones y la pasión con la que se está viviendo este cincuentenario. Para introducirnos en el tema nada mejor que recurrir a la his- 196 alborada 2001 La vuelta del Quijote, falla de 1958. Primer escudo de la Falla, 1957, y el escudo actual. toria y, haciendo memoria de lo leído y de lo escuchado, propongo que nos remontemos a los primeros años de la década de los cincuenta, en el pasado siglo, concretamente a 1951. Situados ya en este año di remos que , por entonces , ya hacía tres años, desde 1949, que Trin quete había recuperado la costum bre de plantar fallas en Elda, entre bromas y charlas de vecinos al fres co del verano. Eran años en los que este pue blo y sus gentes luchaban por salir de la dureza de los tiempos que 1 Cincuenta años haciendo el indio. corrían , y con mu cho esfuerzo y traba jo, conseguirían poco a poco, consolidar la industria que les daba de comer desde cien años antes. Pero precisamen te esa industria, ha bía favorecido el cre cimiento de Elda y la creación de nuevos barrios. Nacidos estos de la misma industria y sus consecuencias , Escudo infantil. en 1922 se crea el de Fraternidad, y es al acabar la guerra y casi en las fecha que les hemos si tuado, 1951, cuando se da por con cluida su construcción. El eco de Trinque te parece que llegó hasta estas calles si tuadas algo alejadas, y así es como en el mes de junio de aquel año, se planta junto al lava dero municipal, la pri mera falla conocida de Fraternidad . No pros peró la idea en aquel momento, y aunque en los años siguientes la aventura parece que se repite, situándola en distintos lugares cerca nos, no es el nombre del barrio el que encabeza la iniciativa. Todo permanece como decimos, hasta que cinco años más tarde, al acabar Falla Fraternidad, 1951. las fiestas de San Pedro de 1957, en el mes de septiembre , llega la noticia de que una nueva falla se plantaría en las fiestas siguientes. Desde ese momento la comisión formada , y que en su momento presidió por primera vez y duran te muchos años Vicente Ferrándiz Busquier, comenzó el trabajo que les llevaría a plantar un año más tarde aquel primer monumento de lema literario: La vuelta del Quijo te, descrito sabiamente y con todo lujo de detalles, en una explicación adicional más parecida a un ensa yo literario que a la escasa reseña (por no llamarla inexistente) de hoy día. Que decir de estos años , tan solo me pararé en el de 1982. Por Aniversarios 197 Maqueta monumento infantil 2007, autor Francisco José Conejero. entonces la comisión sufrió uno de aquellos desánimos que llevan a dejar correr todo, y aunque aquel era el veinticinco aniversario, la fa lla no salió a la calle. Recuperada el año siguiente, parece que desde entonces la continuidad estaba ase gurada y los sucesivos presidentes, al frente de los hombres y mujeres que componían la comisión con tinuaron su camino, hasta que un buen día _quien, ahora les dirige, Joaquín Avila Requena, anuncia que ha llegado el cincuentenario. Ardua tarea la que se avecinaba. Si difícil viene siendo sacar adelante un ejercicio económico en esta fies ta, cuanto más no lo sería celebrar una fecha tan especial. Pero el reto estaba lanzado, y aunque el progra ma de actos no era excesivamente denso, al menos si era intenso. Puestas así las cosas, el 28 de oc tubre de 2006, en el transcurso de la cena de fin de ejercicio de la falla, entre nombramientos honoríficos y agradecimientos laureados, se da a conocer cual sería el buque insig nia del aniversario anunciado: Joa quín Rubio Yáñez plantaría el mo numento conmemorativo. Aquella misma noche la comisión conoció el boceto, y al mismo tiempo aquel 198 alborada 2007 lema propuesto: 50 años haciendo el indio, caló hondo en todos. Hasta tal punto llegó a ilusionarles que solo se podía comparar aquel sen timiento con la monumentalidad de la falla plantada. Pero no nos adelantemos: para eso tod avía fal taban casi diez meses. Una vez hecho el anuncio ha bía que seguir trabajando. Las ideas estaban sobre la mesa, pero ¿cómo hacerlas realidad:, y de este modo es como comienza un pere grinar por los despachos y empre- Conejero retocando la falla antes de la tormenta. sas que a priori, podrían actuar de mecenas. ’Sentimiento festero’ Como recuerdo de la ocasión, se pensó en contar con una obra mu sical que sirviese de referente en el tiempo. El encargo se le hizo a Vi cente Javier Ortiz Parra, compo sitor eldense que ya contaba con alguna que otra composición para las fallas de Elda. Se pensó en una obra apta para interpretarla con instrumentos populares, de este modo la colla Los Blusonicos, naci da en el seno de la falla, podría eje cutarla sin problemas. Pero ¿como presentarla en sociedad una vez compuesta: La respuesta vino de la mano, o mejor dicho del sonido de los instrumentos de la Colla El Terrós. Una vez compuesta la obra que llevaría por título Sentimiento Festero, la partitura pasó a manos de la colla de Petrer y tras su pre paración y arropada por un magní fico repertorio, se estrenaba el 3 de marzo, en el marco del Concierto de Música Popular celebrado en ADOC. Hasta allí llegaron en pa sacalles, fallas y falleros, cargos de estas y autoridades de la ciudad, todos acompañados por una re presentación de las collas eldenses y alguna de Petrer. Una vez en el auditorio, cuarenta músicos a lo largo de dos horas interpretaron un buen número de obras, con mo mentos estelares como la entrega de la partitura de Sentimiento Fes tero por parte del autor al presi dente, quien la recogió en nombre de la comisión. El otro momento mágico fue la interpretación de La Muxaranga, danza tradicional va lenciana convertida casi en himno obligatorio. Pocos día más tarde, ya en las fiestas de San José, Fraternidad re presentada por la Colla Los Bluso nicos, participaba en la Ofrenda de Flores de Valencia acompañando a la Falla Universidad Politécnica. El caso es que a pesar del cin cuentenario, la programación habi tual se tenía que cumplir, por eso días más tarde, el último fin de se mana de marzo, tenían lugar los actos del Medio Año Fallero. Este encuentro, planteado como un re cordatorio del paso de ecuador de la fiesta, viene celebrándose desde hace varios años por esta comisión. En su particular forma de plantear este acto, Fraternidad compuso el esquema tradicional de la fiesta fa llera, y para la ocasión tuvo a una pregonera: Bianca Ruano Segura; presentaron la maqueta de la falla infantil, obra de Francisco José Co nejero, bajo el lema: Al este del oes te, en alusión a la ubicación de este monumento respecto del mayor; el sábado tuvo lugar la plantá, ya que hasta monumento hubo; aperiti vos, comidas y cenas, bailes por la noche y música a lo largo del fin de semana completaron el calendario, y ya el domingo por la tarde, ves tidos de gala, la procesión por el barrio. Más tarde y ya con bastante público alrededor se quemó la falla, a decir de los falleros: la única falla que han conocido que se prendió an tes que la mecha. Los premios F Mayo trajo la Presentación de Car gos y el relevo de estos en la falla. Pero también fue el momento en el que la comisión hizo entrega de los premios F, un galardón otorga do cada año a personas y entida des destacadas por su colaboración con la fiesta fallera en general. En esta ocasión los premios recayeron en Mi Bar Fallero, como estableci miento colaborador especialmente ligado a la Falla Fraternidad, ya que desde su fundación y a pesar de los distintos cambios de dirección del establecimiento , la colaboración ha sido constante. Otro galardón , esta vez el que reconocía el trabajo de los medios de comunicación, se concedió a Va lle de Elda, el periódico local que desde 1956 es puntual a su cita se manal con los ciudadanos, y que en los últimos años, ha incremen tado el respaldo y la promoción de la fiesta de fallas. El premio que completaba la terna estaba destinado a la Fun dación Museo del Calzado, por la labor cultural y de fomento de la industria local y ahora según las palabras dedicadas a la falla por su director: Juan Carlos Martínez Cañabate, en el momento de re coger el premio «EFE que recono cemos con sofoco pero que formará parte de nuestros fondos ». Impuestas las bandas de los nuevos cargos, comenzó el deam bular por fiestas y actos de otros Premios F, Falla Fraternidad. lugares. El verano y las relaciones de hermanamiento con Alicante y San Vicente, hacían inexcusa bles estas salidas. Hasta que, ya después de vacaciones y con el ca lendario general en pleno auge, se descubrió la placa que en la sede, recordará para siempre que aque lla falla había nacido 50 años an tes. Así es que con estas alegrías y la tristeza de alguna ausencia, llegamos a la noche de la plantá. Doble plantá este año, ya que dado el volumen de la falla contratada, se pidió permiso al Ayuntamiento para iniciar el trabajo el miércoles por la noche. Las primeras piezas comenzaron a llegar a media tar de, y alrededor de las nueve de la noche, ya estaban las grúas prepa radas para levantar las partes del rompecabezas que llevarían a com pletar el coloso de más de catorce metros de altura. Larga fue la noche, y más la del jueves durante la que quedó com pletada la obra y se pudo ver en todo su esplendor el trabajo de Joa quín Rubio. Mientras tanto la pre ocupación por la grandiosidad de la obra se hacía patente. La falla se desparramaba por las calles aleda ñas, haciendo dudar a los falleros sobre la posibilidad de quemar la falla entera. Pero al ver aquella fa lla, plantada y enorme, las esperan zas de ganar el ansiado primer pre mio se adueñaron de todos. Desde ese momento pasado el mediodía del viernes 14 de septiembre , todo sucedió demasiado deprisa: el paso del jurado, las nubes oscureciendo el cielo, los relámpagos y truenos y el hielo, granizo caído en lugar de agua, pero con una furia tal que amenazaba con no respetar nada de los monumentos. Pero no solo el granizo causó daños: otra ad versidad, esta vez con responsa bles más conocidos, completó el problema creado por la lluvia has- Aniversarios 199 ta extremos límites. La falta de infraestructura de desagüe en la vecina Petrer y la cercanía de Fra ternidad con esta población , la hi cieron receptora del agua que baja indiscriminadamente y todas sus consecuencias. Gracias a los refle jos de los falleros, la falla infantil no fue arrastrada por la corriente, pero para siempre quedará la ima gen de la falla subida sobre varias vallas metálicas, con la intención de salvarla de la riada. Las consecuencias de la lluvia fueron entre otras las de cambiar los criterios de valoración de los monumentos. La entrega de pre mios hubo que cambiarla de lu gar, trasladándola desde el Ayun tamiento al pabellón polideportivo Ciudad de Elda. Y los premios ... bueno, pues los premios son lo que son, el resultado de la valoración de un grupo de personas en busca de la mayor objetividad. Había die ciocho fallas: nueve mayores y nue ve infantiles. Todas pugnaban a los primeros premios, pero cada uno sabía que posibilidades tenía. Al final dos de las mayores quedaban en los primeros puestos, buenas obras las dos pero un solo primer premio. Y ahí es en donde el sueño de Fraternidad quedó incompleto: se alzó con los dos segundos pre mios, galardones de plata para un aniversario de oro, aunque tras el mal momento del principio, poco a poco se calmaron los ánimos. Se cumple el rito Continuó la fiesta, la falla descon chada, como todas, pero la fiesta se recuperó. El sábado en la Ofren da de Flores, si se reconoció el tra bajo de la comisión. Y el domingo después de la procesión, llegó el momento mágico de esta fiesta: la cremá, los temores de todos esta ban a flor de piel y el coloso amena zante podía causar más sorpresas. Pero lo medido de su estructura y el buen hacer de los bomberos, permitieron que el último acto, si fuese digno de galardón de oro. Las llamas comenzaron tras la mascle tá inicial, a lamer tímidamente las piernas del indio, poco a poco se fueron apropiando del cuerpo y en breves minutos el fuego alcan zó unas dimensiones parejas a la Componentes de la Falla Fraternidad durante la cena de fin de ejercicio de 2007. 200 alborada 2007 belleza que mostraba. Las llamas cumplieron su co metido dando buena cuenta de las fallas. El rito se había cumplido una vez más. Después solo queda ba volver a empezar. Esta vez en la segunda parte del cincuentenario, se anunciaban nuevos encuentros para 2008, no en vano este año será cuando se cumplan cincuenta años del primer monumento. Una exposición especial recor dando a las fallas desaparecidas, her manas de nacimiento de Fraternidad muchas de ellas, pero que abandona ron antes o después el camino. Una gala homenaje a las Falleras Mayores de estos cincuenta años y la publicación de un libro que cuen te la historia de la falla y de su en torno, son algunos de los eventos previstos para los próximos meses y con los que Fraternidad continuará celebrando su decanato. Aunque eso si, detrás de ellos, Estación espera ya que cumple también cincuenta años, y más adelante nuevas celebraciones, ven drán a confirmarnos esa mayoría de edad que ya cumplen las Fallas de Elda. UNA ORGANIZACIÓN PIONERA EN ESPAÑA 25 años de . , rotecc1on • • lVl E n el año 1982, el concejal de Seguridad Ciudadana José Miguel Oliver, el funcionario del Ayuntamiento de Elda Vicente Navarro Pérez y yo mismo, inquietos y preocupados porque se legislara y desarrollara el mandato de la Constitución, nos dirigimos con distintos documentos al Ministerio del Interior y a la Dirección General de Protección Civil (anteriormente Defensa Civil), siendo director general Federico Gallo y como asesor César Pérez de Tudela, para intentar presionar y desmontar aquellas estructuras que considerábamos obsoletas y darle un nuevo giro y orientación a la Protección Civil en nuestro país. OSÉ VIDAL GUAITA Nosotros entendíamos que Protec ción Civil debería fundamentarse en materia de prevención, auxilio y participación ciudadana. La Cons titución Española determina en su artículo 15: «Los poderes públicos tienen la obligación de garantizar el derecho a la vida y a la integridad fí sica de las personas y sus bienes». Los estamentos antes aludidos no tardaron en hacernos llegar sus respuestas animándonos a seguir trabajando, dándonos su apoyo y recogiendo nuestras sugerencias. Así empezó a engendrarse lo que hoy es Protección Civil, tanto a ni vel nacional como local. Voluntarios en las fiestas de Moros y Cristianos, ante el Ayuntamiento de E Ida. Aniversarios 201 Hoy en día no se celebra ningún evento en nuestra ciudad en el que no sean requeridos. Nos queda la satisfacción de poder decir que los eldenses fui mos pioneros en aportar nuestro granito de arena en el cambio que más tarde se produjo. A nivel lo cal empezamos a organizar por nuestra cuenta, pero con consen timiento de las autoridades muni cipales, a un grupo de voluntarios radioaficionados porque, de alguna 202 alborada 2007 Al principio los voluntarios seguíamos luchando con las únicas armas que teníamos: trabajo, esfuerzo y dedicación ... y un brazalete como uniforme manera estaban controlados por Te lecomunicaciones y disponían de equipos de transmisiones propios. Sin medios ni formación, pero sí con una gran voluntad y afán de servicio hacia a los demás, de una forma altruista digna de elogio. Primera intervención: Vega Baja Nuestra primera intervención en emergencias fue en las inunda ciones de la Vega Baja, en el año 1982, más concretamente en las poblaciones de Orihuela, Rojales y alrededores, desplazándonos en auxilio de las personas afectadas. Llevamos como única uniformidad un brazalete con el escudo de Elda que nos facilitó el Ayuntamiento. Así empezó nuestra andadura, sin ninguna legislación que nos amparara. No cejando en nuestro empeño de conseguir aquello que en su momento nos planteamos: seguir trabajando en beneficio de los demás a través de la participa ción ciudadana. El 29 de septiembre de 1983 conseguimos constituir a nivel mu nicipal la Junta Local de Protec ción Civil, realizándose en Elda los primeros simulacros de incendios, que fueron en los colegios Rico y Amat y Antonio Machado, y otro de evacuación por inundaciones en el Barrio de Caliú. En el año 1984, y después de varios contactos y reuniones con la Federación Española de Muni cipios y Provincias (FEMP), con seguimos organizar en Madrid la I Jornada Nacional de Protección Civil. Fruto de las diversas reunio- nes, conferencias, mesas de trabajo etc., fue la redacción del borrador de la Ley 2/1985 sobre Protección Civil, algo fundamental para noso tros, que nos respaldaba en todo lo que ya habíamos iniciado años atrás y nos abría una puerta para poder organizar, coordinar, dirigir, etc. Sólo que, a partir de ahora, am parados y respaldados legalmente. Una base legal La ley de Protección Civil nos per mitía reclamar a las autoridades lo cales, con más fuerza que antes, el respaldo y los medios necesarios para poder trabajar con dignidad y con ciertas garantías, ya que los voluntarios de Protección Civil poníamos todos los recursos hu manos y materiales, es decir, nues tros vehículos, equipos de trans misiones, nuestro tiempo libre ... No fue nada sencillo, sobre todo que se nos reconociera legalmente a nivel Institucional. Los voluntarios seguíamos lu chando con las únicas armas que teníamos: trabajo, esfuerzo y dedi cación. En cuanto a la uniformidad que solicitábamos, al margen del brazalete entregado, fueron unos petos color naranja, años mas tarde una gorra, pero nosotros no cejába mos en nuestro empeño en seguir trabajando, preparando distintos servicios preventivos en distintos actos: culturales, religiosos, depor tivos ... , en intervenciones como incendios, búsqueda de personas desaparecidas, fuertes lluvias, fuer tes vientos, etc., que se nos solici taba. Eso si, siempre en labores de apoyo a los distintos cuerpos de 1 emergencias, principalmente con la Policía Local, estando al frente de la misma en aquella época Vi cente Banal Sáez, pilar fundamen tal en cuanto al funcionamiento y desarrollo de los distintos servicios que prestábamos los voluntarios, y que él mismo se encargaba de su pervisar, además de darnos su apo yo y orientarnos en todo aquello que se le consultaba. Por lo tanto, Simulacro de evacuación. mi agradecimiento especial para la Policía Local. La uniformidad fue uno de los mayores escollos que nos costó sal var, no tanto por el importe eco nómico, en el que se escudaba el Ayuntamiento, sino por la incerti dumbre que representaba unifor mar a un grupo de personas sin te ner muy claro su uso y finalidad. En las condiciones señaladas fueron transcurriendo los años, y ante la imposibilidad de no po der negar el trabajo voluntario y altruista a un grupo de personas, que desinteresadamente dedicaban su tiempo libre a medidas de pre vención, en colaboración con otros cuerpos, el Ayuntamiento empezó a tomarse en serio algo que ya no tenia vuelta atrás, y empezaron a darse cuenta que nuestra colabo ración era necesaria. En la visita del Papa a Valencia. Primeros auxilios. Ante la evidencia de los hechos, el trabajo serio y responsable de mostrado por los voluntarios hizo reflexionar a los políticos, inicián dose una serie de reuniones y con tactos que tuvieron como resulta do final que en la sesión celebrada por el Pleno del Ayuntamiento de Elda, el día 23 de diciembre de 1996, se adoptase el siguiente acuerdo: Constitución de la Agrupación de Voluntarios de Protección Civil y aprobación del reglamento: De conformidad con el dictamen emi tido por la Comisión de Protección Ciudadana, el Pleno del Ayunta miento, por unanimidad, adoptó los siguientes acuerdos: 1 ° Proceder a la constitución de la Agrupación Local de Volunta rios de Protección Civil. 2° Aprobar el Reglamento de Organización y Funcionamiento de la Agrupación Local. Integrados, tanto estructural como funcionalmente, tal como nos marcaba la Ley, el Ayunta miento de forma paulatina empezó a facilitarnos medios, consiguiendo en poco tiempo el reconocimiento de las autoridades, no sólo a nivel local sino incluso a nivel nacional, tal como consta en diversos docu mentos. La participación de los volun tarios en servicios preventivos así, como de intervención, se sucedían con frecuencia, dadas las necesi dades y circunstancias de nuestra ciudad. La labor desarrollada, el tra bajo demostrado y nuestra expe riencia hizo que las autoridades autonómicas, solicitaran nuestra participación en el borrador de la Ley 9 /2002, de 12 de diciembre, de Protección Civil y Gestión de Emergencias de la Generalitat Va lenciana, y más tarde en el Regla mento del Voluntario de Protec ción Civil. Solidaridad y justicia En la actualidad, la Agrupación cuenta con los medios necesarios (siempre mejorables) para poder desarrollar su cometido, gracias a las aportaciones realizadas por los distintos equipos de Gobierno de Aniversarios 203 nuestra ciudad, poniendo todos y cada uno de ellos su granito de are~ na, para que hoy sea una realidad lo que en el año 1982 (25 años han pasado) parecía una utopía. No por eso debemos bajar la guardia. Elda afortunadamente es una ciu~ dad viva en lo que a actividades se refiere, que necesita se la dote de medidas de prevención , indepen~ dientemente de los riesgos indus~ triales, transporte, inundaciones , etc., que tenemos la obligación de estudiar, prevenir o al menos mini~ mizar si se produjeran. Para poder hacer frente a cualquier imprevisto que nos pueda surgir, tenemos que intentar mejorar la formación, la coordinación y los medios. Haciendo referencia al Plan Estatal del Voluntario diré que «el voluntario de Protección Civil surge de la sociedad y evoluciona con ella. No persigue protagonis~ mo, pero lo alcanza a medida que se consolida como respuesta social al colaborar para intentar resolver los problemas que la propia sacie~ dad genera, y se siente capaz de abordar, con formación, los mis~ mos. Supone , en consecuencia, un claro ejercicio de ciudadanía y de participación que adquiere su 204 alborada 2007 máximo significado desde los con~ ceptos de solidaridad y justicia en cuanto expresión de dos de los va~ lores más elevados de la condición humana.» Empezamos con más pena que gloria, sin medios, pero con una gran ilusión por algo que deseo~ nacíamos pero en lo que sí creía~ mos. Y pensábamos que podía ser útil y a la vez necesario para que se adoptaran medidas de prevención y participar en ellas. Así ha sido: nuestras ideas fueron ratificadas y plasmadas por los legisladores a lo largo de estos 25 años. La evolución en cuanto a ser~ vicios se refiere es hoy evidente. Es tal la cantidad de servicios que se nos solicita desde asociaciones vecinales, culturales, deportivas, religiosas, etc., que, independien~ temente de los servicios que se pre~ paran por cualquier situación de preemergencia , en algunos casos la voluntariedad se convierte en una obligación, de modo que hoy en día no se celebra ningún evento en nuestra ciudad en el que no seamos requeridos, pasando de las 250 ho~ ras de servicio del año 1982, a las cerca de 5.000 horas en 2006. Quiero resaltar uno de los ser~ vicios más recientes de los volun~ tarios, dada su responsabilidad y repercusión: el servicio solicitado por la Generalitat Valenciana , al incorporarnos en el plan de emer~ gencia, en julio de 2006, con mo~ tivo de la visita del Papa a Valen~ cía, y participar directamente en el dispositivo de seguridad, haciendo una labor destacada, como así lo reconocieron y nos transmitieron la autoridades autonómicas. La Agrupación de Voluntarios de Protección de Elda ha servido de referente a otras muchas po~ blaciones. Incluso el Ministerio del Interior en su pagina web hace referencia a los voluntarios de Elda como ejemplo. El resultado final no es fruto de la casualidad, es fruto del empeño de muchas personas que han pasa~ do o están en la Agrupación y que, desinteresadamente, han aporta~ do cada uno de ellos lo mejor de sí mismos. Vaya para ellos mi más sincero agradecimiento. INTERVENCIONES DESTACADAS INCENDIOS . Entre otras, pode mos destacar nuestra partici pación en el incendio de la fá brica de colas Kefren en agosto del año 1996, en la partida de La Melva. La nave fue arrasa da por las llama s, y dadas las características del inmueble y de los productos almacenados se tuvieron que adoptar medi das preventivas, en las cuales participamos colaborando con los distintos cuerpos de emer gencias. También intervenimos en el incendio de la fábrica de goma La Torreta , situada en el polígono Campo Alto , en el de Zahonero , la FICIA , etcétera. DESPARECIDOS. También recor damos la búsqueda de personas desaparecidas , como la de un ciudadano de Elda arrastrado por una tromba de agua en el térmi no municipal de Sax . Desgracia damente , después de tres días de intenso rastreo lo localizamo s sin vida en el pantano de Elda . Al margen de las distintas operacio nes de búsqueda y recuperación de personas con algún tipo de trastorno , con mucha frecuencia localizamos a niños perdidos , casi siempre por despiste , en concentraciones de público con motivo de Fiesta s de Moros y Cris tianos, Fallas , conciertos, etc. EL HOSPITAL DE ELDA PREPARA SUS BODAS DE PLATA • • ~enc1a E 1 próximo año nuestro Hospital General Virgen de la Salud hará sus bodas de plata y me ha parecido oportuno decir algo acerca de su trayectoria, aunque le llamaré Residencia Comarcal del lnsalud, que es como se le denominaba al principio. He trabajado allí desde antes de su inauguración, por lo que viví sus avatares desde el principio. Fueron tantos los problemas que se presentaron que sería imposible enumerarlos en unas pocas páginas. Por ello, me limitaré a recordar algunos de ellos previos a su apertura y en sus primeras etapas. FRANCISCO SUSARTE MOLINA De hecho, la entrega de la Resi dencia por parte de la empresa constructora se realizó en agosto de 1981. Dos años después sus servicios seguían cerrados. Es ló gico que la población se mostrara inquieta y malhumorada pues, te niendo aquí su hospital, había de seguir marchándose al de Alicante para recibir asistencia. Todos nos preguntábamos qué pasaba. Yo también. En mi opinión, creo que hubo factores de diversa naturaleza. En tre ellos la crucial situación política de aquellos años (coincidió con el cambio en el poder de la UCD por el PSOE). Se tenía incluso prepa rada la placa para su inauguración y hubo de cambiarse por otra con los nombres de los nuevos dirigen tes. Si eso hubiese sido todo ha- bría quedado en una mera anécdo ta. Existían otras razones ’de peso’ que justificaban la demora. Trataré Fachada principal. de explicarlas, aunque sea somera mente, siempre desde mi particular punto de vista. Aniversarios 205 Momento de la inauguración. Antes de nada decir que, aun que aparentemente la Residencia estaba terminada, interiormente no reunía condiciones para entrar en funcionamiento. Eran muchas las deficiencias arquitectónicas que presentaba y muchos los pro blemas de instalaciones que resol ver debido a la mala planificación de la misma. Pero, vayamos por partes. Suspensión de pagos y otras cuitas La razón del mal acabado de la obra se debió a que la empresa constructora, encargada también de instalar el equipo de radiolo gía, presentó suspensión de pagos y la dejó sin terminar. El equipo de rayos X estaba allí, pero las obras para su instalación estaban sin ha cer y su realización llevaría de tres a cuatro meses. No se habían convo cado las oposiciones para la provi sión de plazas de personal médico. El material -alguno había- era tan antiguo que gran parte del mismo hubiese hecho un decoroso papel en un Museo de Historia de la Medicina y, como no había presu puesto suplementario, se tuvo que gestionar la forma de adquirir -al menos- lo más necesario. Hubo de crearse también un Banco de Sangre, cosa que se pudo llevar a cabo gracias a la colabora ción de la Cruz Roja local que puso 206 alborada 2007 en marcha la Hermandad de Do nantes de Sangre. Si bien desde el primer momen to los servicios técnicos ya habían empezado a corregir las irregulari dades de infraestructura detecta das en la obra (fontanería, central térmica, aire acondicionado, ins talación de gases medicinales, de puradora de aguas residuales, etc.), las tormentas y lluvias torrenciales de octubre de 1982 aumentaron los problemas. Recuerdo que oca sionaron desperfectos en la sala de descalcificadores y de los grupos de presión: se inundaron. Las piedras y tierra arrastradas embozaron los desagües de la zona de Urgencias Generales, motivando que el agua rebasara las aceras e inundara toda el área; se derrumbó parte de la va lla del recinto (la lindante con la carretera) y el agua y las piedras arrasaron gran parte del jardín; se hundió parte de la zona de los depósitos de gasóleo; aparecieron goteras en las dependencias subya centes a las terrazas al embozarse los desagües de éstas, y un largo etcétera. Ante tanta adversidad no era posible poner en marcha una obra de tal envergadura, todos de- seábamos abrir cuanto antes, pero previamente era preciso solucio nar estos problemas. El desánimo era frecuente pese a la buena vo luntad. Tras las elecciones generales de 1982 se impulsó la puesta en mar cha de la Residencia. Así, a fina les de dicho año se convocaron las oposiciones para cubrir plazas de facultativos y, en marzo de 1983, una vez cumplidos los plazos de reclamaciones y hacerse público los resultados del concurso-oposición, tomamos posesión de dichas pla zas. Como no se convocó ninguna de jefe de servicio, quienes obtuvi mos la de jefe de sección (después llamadas de jefe clínico) tuvimos que hacernos cargo de la organi zación y puesta en marcha de las respectivas áreas. Pero, la mala planificación moti vó que no todos los que obtuvimos plaza tomásemos posesión de ella. La razón de esto fue que, por una parte, convocaron al mismo tiempo las plazas de todas las residencias de la provincia y, por otra, que sa lieron a concurso en primer lugar las de médicos adjuntos y después las de jefes de sección. De ahí que algunos obtuviéramos plazas du plicadas (una de médico adjunto y otra de jefe de sección) y otros las obtuvieran en dos residencias dife rentes. Esto supuso que teníamos que tomar posesión sólo de una, dejando la otra vacante. Otros, por el contrario, aun consiguiendo una plaza , no tomaron posesión de ella. Como consecuencia de todo esto, la ya de por sí reducida plantilla se vio aún más menguada al que dar plazas sin cubrir. Tuvimos que buscar especialistas que estuviesen dispuestos a venir a trabajar interi namente. Un estreno con reformas A medida que nos fuimos haciendo cargo de nuestras respectivas áreas empezamos a percatarnos de la de ficiente infraestructura que tenían. Ello obligó a tener que efectuar re formas o nuevas instalaciones. Así ocurrió con los interfonos, enchu fes, termostatos, rejas en ventanas, vertederos para residuos y ropa su cia. Se tuvieron que sustituir los bi dets de las habitaciones por duchas (había ¡un baño! común para toda la planta), conectar varios desagües de los lavabos a las bajantes de los aseos, repasar las cisternas de los váteres por las que salía agua ca liente, etcétera. No cabe duda de que el ingeniero técnico y su equi po tuvieron trabajo. Resueltas las deficiencias más imprescindibles, el 21 de septiem bre de 1983 la Residencia abrió sus puertas al público, aunque la asistencia médica empezó poste riormente (1° de octubre) y, unos días después (28 de noviembre de 1983) el entonces ministro de Sa nidad, Ernest Lluch, la inauguró oficialmente. En aquel mismo acto, los médicos hicimos llegar al se ñor Ministro nuestro desconten to y frustración profesional por lo Quirófano. reducido de las plantillas que, in cluso en las más amplias, obligaba a tener que hacer más de noventa horas semanales de trabajo para poder cubrir la asistencia diaria. Los primeros Servicios en pres tar labor asistencial fueron los de Urgencias Generales, Medicina In terna, Anestesia y Cirugía Gene ral, apoyados por los de Radiolo gía y Laboratorio. Se abrió con 96 camas, en las que se atendieron a 368 pacientes; y se practicaron 56 intervenciones quirúrgicas progra madas y 111 urgentes en ese últi mo trimestre de 1983. Todo ello con un personal más que reducido. Así, el servicio de Anestesia tenía 3 médicos, 6 ATS y 5 auxiliares de Enfermería; el de Cirugía, 5 médi cos, 8 ATS y 7 auxiliares; y el de Medicina Interna, 5 médicos, 9 ATS y 8 auxiliares. Prueba de los problemas que tenía la Residencia es que, desde mi incorporación a ella (marzo de 1983) hasta su inauguración ofi cial (noviembre de 1983) -es de cir, en ocho meses- tuvo cuatro directores. Tal vez esto acarreara una progresiva desmotivación en el personal del centro, que veía cómo con cada cambio se daba un nuevo rumbo. Con mucha profesionalidad y buena voluntad por parte del per sonal, llegamos a 1984. A lo largo del año, y a medida que se iba in corporando personal y llegaba ma terial, otros Servicios fueron en trando en funcionamiento. Así, el 9 de abril de aquel 1984, se abrie ron las plantas de Obstetricia, Gi necología y Pediatría; en mayo se abrieron las consultas externas de Tocología y Ginecología; en junio se incorporó el servicio de Anato mía Patológica; y así sucesivamente hasta que a finales de ese 1984 se prestaba asistencia de: Urgencias Generales, Obstetricia (dos parito rios) y Ginecología (un quirófano), Pediatría, Medicina Interna, Ciru gía General (dos quirófanos pro gramados y uno para urgencias), Traumatología (un quirófano), Anestesia y Reanimación, UCI, Rehabilitación, Radiología, Labo ratorio (Bioquímica, Bacteriología, Hematología y Banco de Sangre), Farmacia y Anatomía Patológica. Se abrieron también las consultas Aniversarios 207 Planta. externas de: Toco-Ginecología, Pediatría, Medicina Interna (sólo para revisiones), Cirugía General (pa ra revisiones), Traumatología (para revisiones), Rehabilitación y Hematología. Había también per sonal en los Servicios de Urología, Otorrinolaringología y Oftalmolo gía, si bien era sólo de apoyo, por si las circunstancias lo requerían. Desde 49 médicos hasta ... Y todo esto con tan sólo 49 médi cos; 4 fisioterapeutas, 6 matronas, 155 enfermeras y 129 auxiliares de Clínica. Personal que, reparti do entre todos los Servicios, era insuficiente para cubrir los turnos de mañana, tarde y noche todos los días del año (incluidos los festivos) 208 alborada 2001 y dar el obligatorio descanso des pués de las guardias. También ha bía un personal no asistencial (158 personas entre celadores, carpin teros, cocineros, administrativos, electricistas, ... ), lo que hacía un total de plantilla de 501 perso nas. A partir de 1985 la capacidad asistencial de la Residencia (desde ese momento empezó a llamarse Hospital Comarcal del Insalud) creció mucho, empezaba a funcio nar con más soltura. En la tabla ad junta comparo los resultados de los dos primeros años. Poco a poco, los servicios irían acoplándose y nuevas especialida- des iban incorporándose, aunque los problemas no cesarían. Tal vez, y siempre en mi opinión, porque no estaban constituidas aun la Jun ta de Gobierno ni la Junta Faculta tiva que habrían de aunar esfuerzos y coordinar los servicios. Pronto se solventó esta circunstancia. Estos fueron, a grandes trazos, los comienzos de nuestra Residen cia (hoy, Hospital General Virgen de la Salud). Es posible que hubiese algún fallo (es humano y casi in evitable en una empresa de tal en vergadura), pero en todo momento primó el dar al paciente la mejor asistencia posible, sin reparar en esfuerzos para conseguirlo. RESULTADOS DE LOS DOS PRIMEROS AÑOS Año Camas Ingresos 1983 * 96 368 1984 205 4.797 1985 235 6.251 (*)A partir de octubre de 1983 (**)A partir de abril de 1984 Intervenciones Urgent./Program. 111 -56 820 -628 1.257 -649 Partos Cesáreas Urgencias e.Externas - - - - 992 ** 76 16.878 11.089 1.636 112 21.380 20.327 (NOTA: No es que tenga tanta memoria que me acuerde de estos datos -¡qué más quisiera yo!-. Es que los tenía anotados). 50 ANIVERSARIO DEL CEE (1957-2007) Óscar Santos González: • , 1 osoº· de1 montañ1smo local T odo movimiento encierra en el fondo una filosofía. El montañismo también la tiene y el montañismo eldense, además, con nombre y apellidos. Siempre dije, y lo mantengo, que el Centro Excursionista Eldense (CEE) tiene un filósofo: Óscar Santos González. DANIEL ESTEVE POVEDA El montañismo fue un fenómeno que se prodigó intensamente en la segunda mitad del siglo XX. A fi nales del siglo XIX se crea el CE de Cataluña, siendo sus fundadores profesores e intelectuales; después el Peñalara de Madrid, primero el Club de los 13, que era el núme ro autorizado de socios; después, gracias a Victory, se abrió la ins cripción. En nuestra zona, y seguramente en todo el Levante, el campo esta ba poblado y de la ciudad solían salir las gentes a dichos campos, con ocasión de alguna festividad y de las vacaciones de San Jaime y Santa Ana, sin más entretenimien to que almorzar en un lugar pin toresco: Chorret de la Almadra va, Chorret de Catí, Caprala, o en Óscar Santos González. casas de familiares y amigos; para coger caracoles, hierbas aromáticas o medicinales ... , ignorando el sen tido del montañismo. Es en la se- gunda mitad del siglo XX cuando proliferan los clubes y asociaciones con miras a desarrollar actividades deportivas. Se ignora todo. Se es tablecen contactos con centros de Alcoy y de Alicante y, con esa base, se inicia un ingenuo montañismo. Somos pioneros en el lugar bajo una intención deportiva. Los gru pos salen al campo, no a la monta ña, equipados con ropas viejas, mal calzados e incluso con chaquetas. No hay, todavía, establecimientos que expendan prendas adecuadas. Un concurso de cumbres anima e inicia el montañismo. Montañismo viene de montaña y montañero es el que asciende a la montaña. Hay una Federación Nacional de Montaña incipiente. Delgado Úbeda es su presidente, que ya lo Aniversarios 209 1958. áscar y su hija Elena en la Artiga de Lin, durante la primera expedición eldense al Pirineo. era antes de la contienda nacional; y en las regiones había un delega do, en su mayoría procedentes de la OJE. En Valencia era Roca el dele gado. Todavía en España no se ha bía realizado ninguna expedición de alta montaña, la primera fue en 1961 a los Andes peruanos , dirigi da por Félix Méndez, quien a su re greso fue designado presidente de la F.E.M. , cubriendo la vacante de Delgado Úbeda por fallecimiento. Cataluña era la más avanzada en actividades de montaña, con exce lentes escaladores y montañeros. Impregnados de todo esto y ante este ambiente propicio, fue fundado el CEE, que, a través del semanario Valle de Elda, lanzó una serie de escritos, llamando a efec tuar salidas a la montaña y a go zar de su beneficio, que glosaba con interés y amor a la naturaleza. Osear Santos fue quien, a lo lar go de los primeros años del CEE, y hasta su fallecimiento, desgranó sus excelencias físicas, culturales y sociales. Persona sencilla, pero con grandes ideas y muy claras , que in tervino en movimientos progresis- 210 alborada 2007 tas eldenses: FICIA y CEE, como filósofo de todo ello. Todo movimiento encierra un fondo filosófico y fue Óscar San tos quien aportó las ideas: una gran persona que pasó desapercibida por su gran sencillez. Banderín conmemorativo de la primera expedición española. ’-c.’ .. ... ,,,..,..,.’-’ ... . ’ ·’: . . . ,, . - . • , a ’ ’• CONFERENCIA EN EL CASINO ELDENSE: ’EL AMOR EN LOS TIEMPOS DE LA REVOLUCIÓN’ Cien años de E ste año, en el que se cumple el Centenario del nacimiento _ de la artista mexicana Frida Kahlo, he decidido emprender la difícil tarea de un estudio distinto, en la medida de lo posible, acerca de esta artista que tanto nos interesa desde la perspectiva de la Modernidad. De Frida nos fascina la voluntad permanente de construirse a sí misma, los datos de su realidad cambiados, la inestabilidad política debido al completo sometimiento a su marido, Diego Rivera, la pasión y la novedad con que compone todo, tanto cuadros como su escritura. Muchos dirán que, como nadie, ella supo hacer de su sufrimiento físico y psíquico un arte, pero la realidad va más allá. No fue sólo Arte el fruto del sufrimiento de Frida, sino que del sufrimiento ella hizo su forma de vida. Es por todo esto que, en un intento de rescatar el valor poético y estético de la mexicana, llego a esta breve reflexión, la cual forma parte de un proyecto de investigación que recientemente he finalizado 1 • CONNIE MARCHANTE L a vocac10n artística de Frida siempre quedó explícita gracias a la necesidad que la mexicana sintió a lo largo de su vida por expresar , exteriorizar, exorcizar todo aquello que se producía en su inter ior ; lo qu e la ilusionaba, la maltrataba , la alegraba o la dañab a ... Sin embar go, a pesar de la innegable influen cia que su trayectoria personal tuvo para la creación de toda su obra , Frida también parte de una «pues ta en escena artística de su vida por medio de códigos culturales, his- tóricos y estéticos, que recodifican elementos europeos, precolombi nos y me xicanos » 2 • Teniendo esto en cuenta, com prendemos que en su afán por transmitir todo lo que ella repre sentaba en sí misma, Frida tam- 212 alborada 2007 bién tuvo que recurrir a la escritu ra, por medio de un Diario y cartas personales. Frida es en lienzos y en papel una creación de ella misma, desde el propio nacimiento, que es tableció en 1910, año de comienzo de la Revolución Mexicana, cuan do en realidad Magdalena Carmen Frida Kahlo y Calderón nació el 6 de julio de 1907. A pesar del engaño generalizado acerca de la fecha de su nacimiento, la enorme importancia que Frida le da a su herencia familiar también la demuestra en sus cuadros y es critos. El orgullo de su mezcla de sangres y de su internacionalidad queda claro al contemplar su obra, Henry Ford Hospital, 1932. 214 alborada 2007 Mis abuelos, mis padres y yo, pinta da en 1936. El 17 de septiembre de 1925 supone un antes y un después en la vida de la joven Frida Kahlo. Una muerte y un nacimiento. Frida tiene 18 años, había superado una poliomielitis padecida en su niñez, pertenece al grupo estudiantil los Cachuchas, que su novio Alejan dro Gómez Arias parece dirigir y es una joven activa, inteligente, re belde, atractiva ... Ese día viaja en un autobús con Alejandro de ca mino a la Prepa, pero no llega. El vehículo choca contra un tranvía y queda horriblemente destrozado. La barra metálica del bus atravesó el cuerpo de Frida de manera que prácticamente la empaló, saliendo por su sexo y destrozando su pelvis, lo que la incapacitó para ser madre por siempre. Quedó desnuda en la calzada, teñida de sangre y polvo de oro que uno de los pasajeros lle vaba para trabajar. Los gritos aho gaban las sirenas que tardaron una eternidad en llegar ... Siente como su columna vertebral se rompe por varias partes, su clavícula, costillas, la pierna y el pie derecho también resultan fracturados. Frida se reen cuentra con el dolor, que ya no la abandonaría jamás. Nadie pensó que sobreviviría. Frida dibujó bo cetos que mostraban su accidente Autorretrato con traje de terciopelo, 1926. pero jamás pintó un lienzo que lo plasmara formalmente. Tal vez le suponía un esfuerzo terrible e in necesario recomponer aquella san grienta escena, los llantos, el mie do, los gritos, la espera: el principio de su camino en el dolor ... y en el arte. A finales de 1927, después de que su primer novio la abandonara definitivamente (Autorretrato con traje de terciopelo de 1926 fue su úl tima súplica de amor hacia Alejan- dro Gómez Arias) y de una durísi ma recaída, Frida pareció volver a poder caminar, siempre con ayuda, y llevar una vida más o menos acti va. A pesar de que su salud le impi dió retomar sus estudios, volvió a reunirse con sus compañeros de la Preparatoria, los Cachuchas , quie nes eran ya jóvenes profesionales con ideales políticos muy definidos que pronto le inculcaron . En 1928 Kahlo se hizo miembro del Par tido Comunista, muy interesada por la vida política de su país. En las reuniones del partido volvió a coincidir con Diego Rivera. Pronto surgió la amistad entre ellos y a los pocos meses fueron pareja, a pesar de la preocupación de los padres de la muchacha, conocedores de la fama de mujeriego del muralista y temerosos del peculiar carácter de su hija. A la sombra del gran Diego Diego y Frida contrajeron matri monio en 1929, cuando ella tenía 22 años y él 43. Rivera ya era una leyenda como artista en México, y Frida una jovencita que comenza ba su carrera a la sombra del gran Diego, priorizando su papel de es posa ante todo. Un ejemplo claro de esta entrega total por parte de la joven artista mexicana lo tene mos cuando el mismo año de su matrimonio con Frida, Diego fue expulsado del Partido Comunista mexicano y ella, por amor y como protesta , se dio de baja del parti do. El amor de Frida por Diego ha sido el más comentado del mura lista mexicano, ya que, por parte de Frida , resultó su más grande pa sión y aunque no fuera la única, sí resultó la más fuerte y determinan te en su vida, la tormenta que logró hacer zozobrar su razón, su espíri tu, hasta su gran orgullo de mujer. Por tanto , la concepción del amor en Frida Kahlo debe entenderse, sin pretender caer en los tópicos o en cursilerías, como una sensa ción sagrada y salvaje, proveniente del alma y del cuerpo, la adoración espiritual y el placer sexual carnal, llevados siempre al extremo. Lo que resulta paradójico es que las ocasiones, al principio de su matri monio sobre todo, en las que sacri ficó su pintura fuera por Diego y que , a pesar de que lo proclamara Artes / Literatura 215 Diego Rivera y Frida Kahlo. el amor de su vida a viva voz, Frida no se privó de tener tantos amantes como pudiera tener Rivera. A partir de 1930 ,junto a Diego Rivera y debido al trabajo del mu ralista, el mundo de Frida Kahlo se divide entre México y Estados Unidos. En Detroit padeció uno de los tantos momentos terribles que la marcarían una vez más, el aborto que reproduce en el lienzo de El hospital Henry Ford. La vi sión de Estados Unidos de Diego y Frida no era totalmente compar tida. Mientras Diego cantaba las glorias de la industrialización y la magnificencia de los motores, en las cartas de Frida podemos encon trar anotaciones sobre las ciudades que la joven artista va conocien do. Plasma su visión del mundo y de las personas que la rodean , la mirada subjetiva a través de metá foras muy visuales. Frida amaba a México y le dolía permanecer ale jada de su tierra. Regresaron a su 216 alborada 2001 casa en San Ángel, en ciudad de México , en 1933. El matrimonio de Frida tuvo numerosos altibajos por culpa de las infidelidades de Diego. Sin embargo, sólo una vez Frida sintió que su marido la ha bía traicionado de la peor manera posible. En 1935 , poco después de un tercer aborto, Frida descubrió que su hermana Cristina y Diego tenían una aventura. El golpe emo cional que sufrió fue durísimo y su relación con Rivera ya jamás sería la misma. Al separarse de Diego, se corta el pelo con un estilo va ronil y pinta Autorretrato con pelo cortado, cantándole una canción popular a Diego en el propio lien zo: «Mira que si te quise fue por el pelo, ahora que estás pelona ya no te quiero ». A pesar de que su divorcio ya estaba decidido, en 1937 Fri da apoyó a Diego una vez más en sus decisiones políticas. Debido al arranque trotskista de su esposo, Frida acogió en su Casa Azul de Coyoacán al matrimonio Trotsky, refugiado en México gracias a la in tervención del propio Rivera. Mu chos fueron los comentarios acerca de un posible romance entre Frida de Rivera y León T rotsky, quien quedó totalmente fascinado por la belleza salvaje de la mexicana. La propia sobrina de Kahlo, hija de Cristina Kahlo, !solda Pinedo en sus memorias sólo puede contar que « de Frida y Trotsky se dicen muchas cosas , pero yo mal haría en hablar de lo que no me consta» 3 • Muchos afirman que el pensador ruso quedó hechizado por la atrac tiva artista mexicana y que man tuvieron relaciones durante algún tiempo, hasta que Diego comenzó a encontrar desavenencias ideoló gicas y decidió retirar su apoyo a Trotsky. Frida apoyó, como siem pre, a su marido en esta decisión y terminó toda relación con el ideó- logo, despidiéndose con una pin tura: Entre cortinas. En 1938, gracias a un viaje a México por causa de unas confe rencias André Breton conoció y decidió descubrir a Frida Kahlo como una gran artista surrealista, aunque no queda claro todavía que tal afirmación fuese cierta. «El arte de Frida Kahlo es un lazo alrede dor de una bomba »4 , dijo Breton en el catálogo de una exposición de artistas mexicanos que se realizó en esa época. Frida, por su parte, aprovechó el momento y la opor tunidad de ser aún más conocida y respondió a las afirmaciones de Breton: «Nunca supe que era su rrealista hasta que André Breton vino a México y me lo dijo» 5 • Sin embargo, sería posible encontrar muchas compatibilidades entre la obra de Kahlo y el movimiento surrealista en determinadas obras, puesto que ambas formas de en tender el arte convergen en un uso sistemático de contenidos simbó licos; en el caso del surrealismo se basan en los sueños mientras que Frida logra codificar su visión de la realidad con un lenguaje emo cional y escalofriante. El cuadro más representativo de esta época surrealista de Frida Kahlo es el co nocidísimo Lo que me dio el agua. El mismo año de 1938, Kahlo viaja sola a Nueva York. para preparar su exposición en la galería de Julien Levy; su relación con Diego estaba cada vez más deteriorada. Su experiencia en Nueva York fue todo un éxito y Frida logró for midables críticas de numerosos ex pertos. El mismo Julien Levy, que gozaba de mucho prestigio en el ámbito artístico y cultural del mo mento, quedó convencido del valor de la mexicana . En 1939, desde Nueva York Fri da viajó a París, ya que André Bre ton la invitó a una exposición que Páginas del Diario de Frida Kahlo. organizó sobre México, que lleva ba por nombre Mexique, la cual no tuvo el éxito que la exhibición de Nueva York de Levy. En las cartas personales de Frida podemos ver claramente cómo detestaba alteó rico y poeta francés. Cuando re gresó a México a finales de 1939 , Diego y Frida se divorciaron . Por aquella época Frida es tá pintando su cuadro tal vez más representa tivo, Las dos Fridas, el cual ha reci- bido todo tipo de interpretaciones, no siempre adecuadas. En una visita al museo de arte contemporáneo Tate de Londres, tuve la fortuna de contemplar una exposición dedicada a la obra ori ginal de Frida Kahlo. Al contem plar el lienzo, pude ver cómo las dos Fridas se dan la mano como si la artista quisiera reconciliarse consigo misma, aunque el rostro serio de las dos nos devuelve una sensación de tristeza y completa soledad. Una de las Fridas lleva el vestido de tehuana tradicional, la amantes, etc. La personalidad de la artista era un poderoso imán que atrapaba a los que se acercaban a ella: lograba conquistar por com pleto a todos , menos a Diego. En 1940, León Trotsky fue asesin ado tras un intento ante rior fracasado. Ramón Mercader, de la confianza de Frida Kahlo , se introdujo en la casa de los Trotsky y mató a León Trotsky clavándole un piolet en la cabeza. Diego Ri vera se vio obligado a huir a los Estados Unidos, donde había reci bido una oferta de trabajo en nue- Sobre accidentes y enfermedades, viajes y aventuras pasionales, amigos y cariño, se creó a sí misma en una continua remodelación, con pinceles y palabras mujer que Diego amó , con su co razón intacto aunque visible. A su lado , la Frida no amada, vestida de novia al modo colonial, quien muestra su corazón abierto, cor tado y herido . También represen ta el conflicto que se produce en el mestizaje, tema tratado tanto en la pintura como en la literatu ra del s. XX mexicano (lo europeo contra lo indígena). El cuadro se pintó para una exhibición surrea lista muy importante , con André Breton a la cabeza . Las dos Fridas te miran y sobrecogen desde cual quier punto de la sala, te dicen en silencio y con duro rostro «Míra me, esta soy yo». Una personalidad magnética La vida de Frida Kahlo no se res tringió sólo al dolor y el llanto, sino que también fue lucha , pasión, amor ... Frida amó a muchas per sonas en su vida: familia , amigos, vos murales, gracias a la ayuda de Irene Bohus, una de sus amantes. Frida se quedó en México, enfer ma, sospechosa y retenida por la policí a que la obligó a prestar de claración en unas circunstancias muy dolorosas , llegando a sentirse maltratada por la situación y has ta por el desdén del propio Diego al planear su propia fuga, quien ya no era su esposo. En junio del mismo año le escribe a Diego con tándole sobre la situación que se vive en México tras el atentado de Trotsky y quejándose indirecta mente de la relación que Diego está manteniendo con la señorita Bohus. Sin embargo, cuando Rivera se enteró del cruel maltrato que Fri da recibió por los interrogatorios y la recaída en su enfermedad, le pidió que se reuniera con él en San Francisco para poder acudir allí al hospital. Gracias a la ayuda e inter vención de su gran amigo, el doc- Artes / Literatura 217 Viva la vida, 1954. tor Eloesser, Frida consiguió con traer matrimonio con Diego por segunda vez, en 1940, aunque esta vez con ciertas condiciones, ya que Frida no era la niña inexperta de 1929, sino una artista reconocida, independiente y capaz de mante nerse por sí misma. A partir de 1943, su salud em peoró y volvió a la Casa Azul de Coyoacán junto con Diego. La casa que la vio nacer también la acogió en su último suspiro. A pesar de su recaída, Frida siguió pintándose a sí misma y en naturalezas muer tas. En estos peores y diez últimos años, Frida decidió comenzar la es critura de su Diario. La escritura de esta obra es la más dura y trá gica de Frida pues refleja el dolor y desesperación de los últimos años de su vida. Es ésta la etapa más de soladora y desesperada, más cerca na al dolor desgarrador, a su muer te. A medida que penetramos en sus páginas como un enrevesado bosque, adivinamos los anhelos, la angustia y las desesperadas ganas de vivir de la artista. 218 alborada 2007 En abril de 1953 se realizó la primera exposición en solitario de Frida Kahlo en la Galería de Arte Contemporáneo de Ciudad de México gracias a la intervención de la fotógrafa y amiga Lola Álva rez Bravo. El acto resultó un éxito absoluto. Las invitaciones a la ex posición de Frida fueron redacta das por ella misma, demostrando una vez más el gusto y voluntad li terarios que poseía la artista mexi cana. Durante los últimos años de su vida, el comunismo sustituyó a su religión y participó en la medida de sus posibilidades (y aún exce derse en ellas) en la causa comu nista. Ella misma da explicaciones en su Diario sobre su abandono de la militancia política durante una época de su vida determinada. Fue una mujer entregada a las causas en las que creyó a lo largo de su vida y por eso, a pesar de no po der casi moverse, en julio de 1954, Frida asistió a una manifestación comunista en silla de ruedas por las calles de la ciudad de México, arriesgando seriamente su salud. Debido a esta salida la artista con trajo una pulmonía. Frida Kahlo, a raíz de la inde bida aparición en aquella manifes tación, contrae una pulmonía que agrava aún más si cabía su débil sa lud. El 13 de julio de 1954 Frida fallece con 4 7 años. La estela de su legado será constante, hasta la ac tualidad. La construcción de la mujer -artista y creación- llamada Frida Kahlo no pudo existir como tal sin que la acompañara el dolor, en su cuerpo y alma. Tanto fue así que el único verdadero amor que recono ció pública y sinceramente le causó más lágrimas que sonrisas. Sobre esos cimientos de dolor y lágrimas construyó Frida Kahlo su felicidad, que también existió a pesar de lo que muchos han escrito sobre ella. Sobre accidentes y enfermedades, viajes y aventuras pasionales, amigos y cariño, se creó a sí misma en una continua remodelación, con pince les y palabras. Como el ave fénix, se derrumbó en varias ocasiones pero siempre surgió de sus cenizas hasta que por fin, tal y como deseaba, no sólo llegó a ser una gran artista, sino una inquietante leyenda. Notas Connie Marchante Sáez, La auto biografía en Frida Kahlo y los mu ralistas mexicanos, Universidad de Alicante, 2007. Claudia Gronemann, «Escenifica ciones híbridas: La escritura trasme dial y transcultural en el Diario de Frida Kahlo»; Emilia Perassi y Su sana Regazzoni, Mujeres en el Um bral. De la Iniciación femenina en las escritoras hispánicas, Sevilla, ed. Renacimiento, 2006, pág .66. !solda Pinedo Kahlo, Frida Íntima, Argentina, ediciones Gato Azul, 2004, pág. 30. Jill A. Laidlaw, Op. Cit., pág. 28. lbidem, pág. 28 . t on Enrique Barcelona empezamos una nueva serie dedicada a pintores, escul~ tores, grabadores, etcétera, que cuenten con un extenso currículo de exposiciones que enriquezcan. las aipotlta~iones a esta ga~ lería de artistas plásticos de nuestra revista A1.BOR:ADA. Bnrique, como todos, se ini~ ció con un estilo más formal, más académirn, pero poco a poco se fue decan 11ando por un expresio~ nismo muy personal, valiente, con fuertes con nrastes , con toques un tanto surreali:st as producto de su intensa vida interior y de otra vida real no menos intensa, prolonga~ da el’l su hijo Favio y en Susi, su mujer , que tienen el mandato y el deber de divulgar la obra de En~ ri~ue allá donde pueda haber un esfectador . Sirva como ejemplo este peque~ ño homenaje póstumo a Enrique. LA BODA. Óleo/lienzo. 250 x 200 cm. ARLEQUÍN CON CABALLO. Pastel, 68 x 50, Barcelona 1992. 220 alborada 2001 DESNUDO CON CABRA. Óleo/ cartón, 81 x 64, Elche 1998. PINCELADAS PARA UNA BIOGRAFÍA Mers el Kiibir (Orán, Argelia). 1932-2006 Artista estab lecido argelino , Enrique Barce lona traba ja en un estilo figurativo , enmarcado dentro de la tra dición realista occidental, rico en matices y detalles. Estudia en la Academia de Artes y Oficios de Madrid , y es alumno libre de la Real Academia de San Fernando de Madrid. Durante cuatro años perfecciona su técni ca en el Museo del Prado. Reside en Roma entre 1959 y 1980 , donde trabaja como profesor de la Academia S. Giácomo , viaja por toda Italia y expone su obra en todas las capi tales y ciudades importa ntes: Roma , Nápoles , Taranta , Flo rencia , Génova ... Después de 1980 reside y expone en Alicante y Madrid , seg uidamente viaja a Bar celo na donde vive y trabaja durante 7 años. DESNUDO DEL NATURAL. Óleo/lienzo, 46 x 38, Barelona 1986. Ha realizado gran cant idad de retratos a personajes ilustres (Anthon y Quinn, doctor Christian B arnard , ... ). S u obra se encuentra en coleccione s de todo el mundo: México , Canadá , Cuba , Estados Unidos o España. Fallece en Elche a los 73 años. La muestra Enr ique Barcelona 1972-2005 , celebrada en 2006 en El Castell de Guada les!, se convirtió en u n em otivo homenaje póstumo a l artis ta reflejado en 34 obras sign ificativas. DAMA CON CABALLERO. Óleo/tabla, 65 x 50, Elche 2000. VIEJA CON PERRO, Óleo/cartón, 81 x 64 , Elche 2000 . Artes / Literatur a 221 TEATRO DE LA ILUSIÓN: SEIS AÑOS DE TALLERES teon. A l comenzar a escribir este artículo he intentado en contrar el adjetivo adecuado que definiera de la forma más precisa posible estos seis años de andadura teatral a través de los Talleres de Teatro que cada año viene reali- zando la Concejalía de Juventud. Talleres que han marcado positivamente la vida de quienes, en un momento determi nado, se arriesgaron a cruzar la puerta de una clase llena de disfraces y sonrisas para convertirse en personajes y poder vivir así situaciones propias o ajenas, reales o de ficción. Por eso no hay palabra mejor que pueda definir esta acti vidad como la de la ILUSIÓN. Ilusión por conocer gente, por descubrirse a sí mismos, por expresar lo que sienten y por ofrecerlo al resto, a los espectadores, a su gente, a su ciudad. CLARISA LEAL En 2001 se me ofreció la oportu nidad de crear este taller y, aunque reconozco que al principio costó un poco poner en marcha el proyecto, pronto las cosas fueron cambiando y , a día de hoy, puedo decir orgu llosa que se ha convertido en una de las actividades fijas de la Con cejalía gracias a la grata aceptación que ha tenido. Prueba de ello es la masificación de gente que se pro duce en las listas cuando se abre la convocatoria de inscripción. años y durante cuatro horas sema nales, intentan acercarse lo máximo posible a este mundo a través de clases tanto teóricas como prácti cas, prestando una mayor atención a la creación y participación en los Actualmente se trabajan con dos tipos de talleres: Iniciación al Teatro y el Taller Avanzado. Los alumnos / as, en un periodo de dos 222 alborada 2007 Dlo:V1eu1~s. l }d~ AtH.I lUg.-.: CtnTRO C .VloyJutn lL ~~~ !~;~~·;:s. AloRo UmlTADo ~11: tll.-ºdtl~.㰀甀縀㰀 渀 3Nd~I 16 JO•t ORCln iZA: T~LLcR do TutrO ConCE.J~h ... do JuVon1ud Cartel presentación de Enamoryarte. Caracterizados para la noche de Halloween. diferentes montajes teatr ales, tales como La Noche de Halloween, La Noche de Monólogos, Animación de calle para el Día Mundial del Teatro , la obra de Final de Curso en el Teatro Castelar , etcétera. Durante estos seis años han par ticipado en los talleres entre 80 y 100 alumnos, de edades comp ren didas entre los 14- 15 años, los más jóvenes , y pasados los 40, los más mayores. Y una vez más ha queda do demostrado que el teatro es de todos y para todos, sin límites de edades, sin ningún tipo de condi ción ni de aptitud. Simplemente ES y así se VIVE. Hemos montado un sinfín de espectáculos , la gran mayoría con textos originales (Camino hacia el cielo , Peloquería, El rollo, Gym 24 horas, Experimento en el parque, Enamoryarte ... ), en los que se ha intentado que, además de diversión y técnica teatral, aportaran a nues- Cartel presentac ión de Experimento en el parque. Participantes en la inauguración del Centro Cívico y Juvenil. tras vidas pequeñas vivencias apli cables al día a día, al paso por una sociedad cada vez más impersonal y cargada de esca sos y flacos valores. Qué ironía, ¿verdad? El teatro de la farsa convertido en el tea tro de la vida ... Así puede llegar a ser de mágico. Por eso y, por último, apro vecho para reivindi car la visibilidad de toda esta gente que deja por unas horas semanales su «espa- cio vital» y acude al taller de teatro no sólo por propia diversión sino como medio para divertir al resto. Son jóvenes con alegría, algunos con el deseo de vivir en el futuro de esta difícil y hambrienta profe sión y otros, simplemente, con el deseo de compartir y mostrar de una manera totalmente altruista un trabajo hecho con ilusión. No nece sitamos -y me arriesgo a hablar por boca de todos los alumnos/ as que han pasado por los talleres-, ya que han sido conversaciones que sur gen habitualmente en las clases- la promesa electoral cada cuatro años de una escuela de teatro, no nece sitamos grandes presupuestos para grandes hazañas dramáticas, sólo queremos seguir existiendo como Participantes de los Talleres de Teatro. una opción más de ocio juvenil y cultural. Sólo queremos aportar lo que podamos para que el ambiente teatral tenga más protagonismo en nuestra ciudad, sólo queremos con tinuar, como mínimo, otros «tai tantos» años más. Gracias a todas aquellas per sonas que han creído en este pro yecto. Gracias a la Concejalía de Juventud por ofrecer los medios para que estos talleres se crearan y, hoy por hoy , sigan funcionan do. Gracias a todos los alumnos/ as que han pasado durante estos seis años. Gracias al teatro. ¡Arri ba el telón! Artes / Literatura 223 FRANCISCO LALIGA GORGUES. LITERATO ELDENSE. (1861-1928) • Los • s1 enc1os del poeta L a publicación en 2007 de Francisco Laliga. Poesía. Herencia Familiar, por parte del Ayuntamiento de Elda, viene a paliar el olvido sufrido por este poeta eldense a los largo del siglo XX a pesar de tratarse del autor de tres de las composiciones más repre~entativas de la tradición cultural eldense: el Villancico Virgen Purísima a la Virgen de la Salud, el Villancico Sol de Justicia al Cristo del Buen Suceso y la Embajada del Cristiano que se declama en las fiestas de Moros y Cristianos. EMILIO MAESTRE VERA Cuando Francisco Laliga fallece en 1928 ya hacía tiempo que su pro ducción poética había cesado y a partir de ese momento comien za un proceso que culminará en el futuro con la recuperación de toda su obra. A pesar del tiempo se han podido conservar alrede dor de trescientas obras que dan prueba de la capacidad y calidad de este poeta. Varias personas participan en un momento u otro en el proceso de conservación de la obra de La liga. Viviendo aún el poeta son de señalar Ramón Gorgé y Vicente Coronel, quienes le animan a com poner en un momento en que él parecía haber perdido la disposi ción. Y una vez fallecido, encon- 224 alborada 2007 tramos a su sobrino Ricardo Vera Laliga que se hace cargo del legado cultural de su tío poeta transcri biendo todo aquello que conside ró trascendente y conservando en perfecto estado una serie de ma nuscritos que garantizan la super vivencia de la obra de Laliga. Este patrimonio pasará con el tiempo al nieto de Don Ricardo, Joaquín Vera Busquiel. Y continuando con esta cadena, un día, en una tertulia de amigos, Joaquín Vera nos dio a conocer a Luis Quirante Santacruz y a mí mismo este legado y no du damos en llevar adelante el trabajo de trascripción que este año ha cul minado en la publicación de parte de la obra del poeta: la conservada por la familia. Por otro lado, Alberto Navarro Pastor, en su labor de investigación y recopilación del patrimonio cul tural eldense conservó otros ma nuscritos del poeta que permane cen a la espera de ser publicados, aunque ya ha comenzado el proce so por el cual esperamos que pron to vean la luz. Francisco Laliga Gorgues. Poesía. Herencia Familiar recoge pues la trascripción del patrimonio poéti co de originales conservado por la familia junto a otros materiales que también me han permitido recons truir la vida de nuestro poeta. Francisco Laliga Gorgues nace en Elda el 14 de noviembre de 1861 en el número 14 de la calle Prim, más tarde conocida como General Sanjurjo, y hoy calle de Francisco Laliga. Hijo de Rafael Laliga, natu ral de Alcoy, y de María Gorgues, de Mogente, quienes formaron una familia que no dudó en apoyar a su hijo en sus estudios y carrera litera ria al demostrar éste sus capacida des, a pesar de no contar con una posición económica desahogada. Sus primeras letras las aprende en las escuelas públicas de Elda de la mano del profesor Don Rafael Ayala Elull, quien le dirigirá tam bién en sus estudios de Bachille rato en el Instituto de Alicante en el que ingresa con matricula libre en 1876 y donde obtiene el título de Bachiller el 7 de junio de 1880 con la calificación de sobresaliente. Contaba entonces 18 años. La enfermedad Desde Alicante marcha a Madrid para estudiar Filosofía y Letras en la Universidad Central, pero la aparición de una enfermedad que no hemos podido determinar re comienda su traslado a Orihuela en busca de un clima más benig no. En esta ciudad ingresa en el Se minario de San Miguel cursando estudios eclesiásticos y llegando a dar explicaciones en la Cátedra de Retórica y Poética. De aquí pasó al Seminario Conciliar Central de Valencia, después a Murcia y por último vuelve de nuevo a Madrid en 1885, donde deja los estudios eclesiásticos cursados hasta aho ra para dedicarse al Derecho. Se apreciará cómo su vida universita ria es movida. Cinco universidades, y dos cambios de carrera en ape nas cinco años. En mi opinión este continuo cambio ya da pistas sobre las ansias de saber del poeta y so bre una cierta inestabilidad en su personalidad, que probablemente esté en la base de la enfermedad mental, de nuevo sin determinar, FRANC I SCO !ALI GA GORG U ES (ISGl-1928) POESÍA - 1tarucripci6n y tlOWS Em ilio Maes tre V era Portada del libro Francisco Laliga Gorgues. Poesía. Herencia Familiar publicado por el Ayuntamiento de Elda en 2007-08-29. que recomienda a sus familiares traerlo desde Madrid por segun da vez, abandonando sus estudios, e ingresarlo en 1888 en régimen de pensionado en el Manicomio Pro vincial de Elda, entonces instalado en el antiguo convento de Francis canos. No tardó en trasladarse de finitivamente a su casa, pero ya no retomó nunca su periplo universi tario, permaneciendo en Elda has ta el fin de sus días el 6 de diciem bre de 1928. Durante estos cuarenta años (1888-1928) no hay constancia de que el poeta produjera nada. Te nemos noticias de que escribía, ya que los familiares de Vicente Co ronel recuerdan que éste les con taba que junto a Ramón Gorgé fa cilitaban papel a Laliga para que continuara escribiendo, pero todo lo conservado , tanto por la familia como por Alberto Navarro, man tiene fechas anteriores al siglo XX. Sólo los poemas que darán letra a los Villancicos a los Patronos en su Tercer Centenario (Sol de justi cia y Virgen de la Salud) fechados en 1904 dejan constancia de la ac tividad del poeta en el siglo XX. Claro que no descarto la posibi lidad de encontrar obras fechadas en futuras investigaciones, ni de que esas obras desaparecieran en el incendio que él mismo parece ser que provocó en su habitación. De cualquier forma, tanto lo ya publi cado en Herencia Familiar, como lo conservado por Alberto Nava rro se concentra fundamentalmen te en la década de los ochenta del siglo XIX y a ese período me voy a remitir. Fecunda década de los 80 del siglo XIX Durante este tiempo Laliga dio pruebas de una capacidad creativa extraordinaria. A la vez que rea liza sus estudios con aprovecha miento no cesa de escribir y dar a conocer sus obras. Son múltiples las ocasiones en las que el poeta hace públicas sus obras, bien pu blicadas en prensa, bien en las vela das literarias que en los ambientes universitarios se celebraban en las ciudades en las que estudió. Así en Valencia ya dio pruebas públicas de su inspiración poética, recitan do muchos de sus poemas en las veladas celebradas en el Centro de Instrucción y Recreo de la Juven tud Católica, a la vez que publicó varios de sus poemas en el Boletín de este Centro. Prueba de su ca lidad es que en este momento no sólo Valencia recoge sus obras. La Academia Mariana de Lérida, en cuyos certámenes participó Lali ga, también publica alguna de sus obras. Y su presencia en periódicos locales, provinciales o nacionales como La Ilustración Católica Espa ñola dan una idea de la proyección que llegó a tener. Es decir, más allá del entretenimiento literario, que entonces se desarrollaba en todos Artes / Literatura 225 Fotografía del Convento de Franciscanos, habilitado después como manicomio, en el que estuvo recluido un tiempo el poeta cuando abandonó Madrid por una enfermedad mental en 1888. los círculos recreativos sociales de la época, este poeta tenía un reco nocimiento no frecuente en aquel tiempo. La idea de la calidad de sus com posiciones se vio refrendada por la cantidad de premios que obtuvo en varios certámenes de primer orden. Hasta hoy se tiene constancia de los siguientes premios: En 1881 El Centenario de Calde rón obtiene un premio en Madrid. Al año siguiente, 1882, en Al coy se le concede el máximo galar dón por su obra de carácter religio so Santa Teresa de Jesús. Dos años más tarde, en 1884, recibirá dos premios, uno de ellos en Gerona por Ante el sepulcro de Espronceda, y el otro, premiado con la Corona de Laurel, en Alicante por Canto a la Patria. En el año de 1885 obtiene la Rosa de Plata del Certamen de Cá diz por su poema Al Arte, editado en esta misma ciudad en 1886. Y, en el mismo año 1885, su composición Al descubrimiento de los restos del Apóstol Santiago recibe un premio en Santiago de Galicia (como él mismo denomina a San tiago de Compostela). 226 alborada 2007 Igualmente hay referencias a haber obtenido premios poéticos en Lérida, Málaga y Valencia, aun que todavía están por constatar. De cualquier forma de lo que no cabe duda es de que este eldense se movía a un nivel que abría ante él un futuro prometedor cuando apenas contaba 25 años. ¿Qué ocurrió en 1888? Por ello quizá resulta algo duro admitir que cuando en 1888 abandona Madrid su producción se vea paralizada. ¿Qué ocurrió? ¿Qué enfermedad puede truncar esta carrera de esa formar Espero que el tiempo nos de una contes tación. Mientras tanto tendremos que contentamos con disfrutar de la obra conservada del poeta. Es evidente que Laliga ya sintió una preocupación por la conser vación de su obra ya que encon tramos las obras escritas y reescri tas en varias ocasiones, llegando incluso a realizar colecciones de poemas según criterios que no quedan claros en muchas ocasío nes pero que forman libros, que se ría lo que daría a leer a sus amigos. Saco esta conclusión porque en los papeles del poeta se conserva tam bién algún cuaderno con obras de otros poetas, como Domingo To más Vera, amigo de Laliga, pro bablemente proveniente de alguno de esos intercambios, que deja la puerta abierta a que en el futuro puedan aparecer nuevas obras del poeta en los archivos de cualquier casa eldense heredera de aquellos círculos del siglo XIX. En esta línea se han conservado las siguientes colecciones: Poesías Varias, Colección de Odas, Ayes y Notas y una serie de poemas que Alberto Navarro tituló Odas a lá piz por estar escritas así en un cua dernillo pero carente de título pro pio. Siguiendo esta línea, Ricardo Vera Laliga, cuando se propone re cuperar la obra de su tío lo primero que hace es recopilar una serie de obras bajo un volumen manuscrito que denomina Patria y Religión, tal vez inspirado por alguna colección del propio poeta, como sugiere Al berto Navarro, que responde clara mente a dos de las claves temáticas más frecuentes de la poesía de Lali ga: la patria y la religión, lo heroico y lo trascendente. Se entronca pues su poesía en un romanticismo conservador que gira fundamentalmente en tomo a estos dos temas. El amor, que todo el mundo relaciona casi inevitablemente con el romanti cismo, tiene un tratamiento muy escaso en la obra de nuestro poe ta. El amor de madre, de herma no, de amigo .... aparece en muchas ocasiones dando una pincelada o ocupando todo un poema. Pero el amor romántico, apasionado, no aparece prácticamente en nin gún poema. Cuando aparece tiene siempre un matiz sublimante, casi religioso, y por supuesto, mora lista. Sólo el amor puro consigue sus fines. En general, los amantes no se saldrán con la suya, y su frirán las consecuencias de una relación que, al no basarse en los cánones, será castigada tanto en esta vida como en la eterna. Se entroncan pues en una tradición plenamente establecida con los personajes de Don Juan , el cala vera, la cándida amante, el dolor generado por sus acciones, lo in evitable del destino .... Sin embargo Laliga da mues tras en algunas obras de estar expe rimentando y de vislumbrar otras vías para su poesía. Así en un poe ma sin título, que me he permiti do llamar Dª Inés y D. Luis, por ser estos los nombres de los pro tagonistas, se produce una situa ción peculiar. La candida Inés, a pesar de todos los avisos huye con el crápula D. Luis. Hasta ahí, todo normal. Pero la obra no termina. El poema acaba con el abandono de Inés de la casa de sus padres. Nada sabemos sobre el final real de la relación. Esta inconclusión no es tópica, y junto a otros elementos similares difuminados a lo largo de su obra nos habla de un futuro que podría haber sido, pero que se vio truncado. También poema histórico y teatro Otro aspecto del romanticismo conservador que Laliga practica es el desarrollo del poema histórico, y de él encontramos varios ejemplos a lo largo de su obra. Pero convie ne destacar el poema Bandera de la Cruz, que representa un episodio sobre la reconquista de una plaza. Y lo hace de una forma tal que en la década de los ochenta del siglo XX, la Junta Central de Moros y Cristianos decidió tomarla como texto para la Embajada Cristiana celebrada durante las Fiestas de Moros y Cristianos, dándole una singularidad especial a este acto de nuestras fiestas, pues no sólo es di ferente a cualquiera de las realiza das en nuestra zona, sino que ade más es obra específica de un poeta nuestro. Otro aspecto importante en la obra de Laliga es el teatro. Cuan do en 1885 pasó a Madrid, no sólo cambió de carrera, al comen zar estudios de Derecho, sino que debió entrar en contacto con otras corrientes o ambientes literarios, ya que se decidió a sumergirse en un género hasta ahora no practi cado: el teatro. Gracias a la obra de Manuel Rico García y Adalmi ro Montero Pérez tenemos cono cimiento de sus dramas: El hijo de las lagunas. Los dos amantes. Es clavos del corazón, Un mártir de la fe, El peregrino de Cavaquolo, La voz del remordimiento, La felicidad consiste en la virtud, y El Aroma de una flor, y la zarzuela Aurora, con música del maestro Sempere. Sin embargo, a pesar de la producción teatral de aquella época, la única constancia de que alguna de estas obras se llegara a representar es el comentario de Manuel Rico García de que «El hijo de las Lagunas ... fue representada por vez primera en el teatro de Elda mereciendo una gran ovación ». Y lo que es más. El hijo de las lagunas es la única de las obras citadas por Rico y Montero que hoy se conserva. Sea como fuera, lo cierto es que a partir de este momento cesa la producción de Laliga y sólo po dremos constatar con fecha las letras que el poeta escribe a ins tancias de Ramón Gorgé Soler para los Villancicos a los Santos Patronos, La Virgen de la Salud y el Cristo del Buen Suceso, en 1904, y que siguen cantándose hasta hoy en las Fiestas Mayores: son los populares Sol de Justicia y Virgen Purísima. Portada manuscrita de El hijo de las lagunas, única de las obras de teatro atribuidas a Laliga que se conserva hasta el momento. Después de esto, el silencio. En primer lugar generado por el pro pio poeta, cuya producción durante el siglo XX no es constatable . No tenemos ningún poema fechado con posterioridad a 1904, y si lle gó a escribir algo, se dedicó a repetir los esquemas que ya había desarro llado en su juventud. Y en segundo lugar, por el olvido: nuestra cultura relega con mucha facilidad a un se gundo plano a todo aquello que no produce de forma inmediata. Afortunadamente el trabajo de varias personas, cada una en sumo mento y a su manera, ha permitido que su obra no se pierda del todo y que hoy podamos recuperar este patrimonio de la cultura eldense, a la vez que rendir un homenaje tanto al poeta como a todos aque llos que han hecho posible que no caiga en el olvido. Continúa el trabajo y es de espe rar que en un futuro no muy lejano podamos completar un legado que es de todos los eldenses: la poesía de Francisco Laliga Gorgues . Artes / Literatura 227 230 alborada 2007 Sobre estas líneas: Panorámica general de Elda. Página anterior: Arriba, amanecer desde Bolón. Centro, una vista de El Cid desde Rabosa. Abajo, los cascos urbanos de Elda y Petrer. Artes / Literatura 231 Sobre estas líneas: Iglesia de Santa Ana y ruinas del Alcázar. Página siguiente: Arriba, Plaza de Toros en un día de corrida. Centro, paseando un caballo de un establo de la zona rural eldense. Abajo, el campo de fútbol «Pepico Amat». 232 alborada 2007 Artes / Literatura 233 surge la ironía, incluso el desengaño aproximarnos al carácter curioso y a historia de España es la historia de la 100 POEMAS DE AMOR Y del mundo, pero siempre sin dejar el la amplitud de intereses informativos inconstancia institucional y del error, SENTIMIENTO referente de su pasión por la vida. que manifiesta José Luis Bazán, siendo y que por tanto no puede ser evoca- Mario Martín García. Edición del Mario Martín nos anuncia que este tan variados éstos como: la industria, da como legitimidad para el presen- autor. E Ida, 2007. 190 pp. poemario es sólo un «pequeño avan- la economía, los personajes, deportes, te. Este antihistoricismo de raigam- ce» de lo que será su obra. Que no se cultura, sociedad o fiestas, no acaban- bre afrancesada se transformará más Mario Martín García ha publicado haga esperar. do aquí, la nómina de los tratados. En tarde en la defensa liberal de la Cons- sus propios poemas. Sólo este R.P.Y. todos los artículos, subyace la inten- titución de Cádiz de Memoria primera dato nos hace entender que, para él, ción de dar a conocer hechos y situa- sobre la Constitución gótico-española escribir poesía es algo más que una ciones de actualidad, o simplemente (1820), en la cual el autor desmonta afición, es una forma de vida, la ne- OTROS RETAZOS DE LA curiosos, dotándolos de la perspectiva la tesis del medievalismo jurídico de cesidad de comunicarse . En el libro, HISTORIA ELDENSE que les otorga sus antecedentes en la Martínez Marina, con el fin de mostrar una breve semblanza de su biografía José Luis Bazán López. Elda, historia reciente. la superioridad de la Constitución de nos muestra al hombre que hay detrás Ayuntamiento, 2007. 320 pp. Alejado de los artículos de opinión, 1812 y su inconmensurable respeto a de su decir; una vida sencilla, activa, diríamos que nos encontramos más cualquier período anterior de la histo- llena. Nºs hallamos ante la tercera entrega ante un catálogo de propuestas váli- ria española. En la portada de la obra, su foto, de lo que podríamos definir, como das para cualquier investigador y es- Redacción pero, sobre todo , su mirada. Una mi- una serie de obras, dedicadas a res- tudioso de la cultura eldense. rada directa, clara, que nos invita a catar la obra periodística publicada asomarnos a su mundo interior y a a lo largo de la historia de la prensa Juan Vera Gil 50 ANIVERSARIO CEE participar de sentimientos y recuer- el dense. 1957-2007 dos. Mario Martín en éstos , sus «100 Del autor, José Luis Bazán López, CÁDIZ, 1812. Rafael Tapia Valdés. Centro poemas de amor y sentimiento» nos profesor del C.P. Padre Manjón desde Excursionista Eldense. Elda, 2007. regala palabras que tienen aroma y su llegada a Elda hace más de cua- 1. OBSERVACIONES SOBRE 204 pp. sabor a verdad. A través del alambi- tro décadas, hasta su jubilación, y de LAS CORTES Y SOBRE LAS que de una existencia plena, sus ver- su labor en pro de la recuperación de LEYES. FUNDAMENTALES DE E 1 Centro Excursionista El dense es sos destilan toda clase de emociones: la historia local reciente, pocas cosas ES PANA una admirable sociedad deportiva- amor, nostalgia, dolor, pasión, triste- podemos decir que acrecienten la po- 2. MEMORIA PRIMERA , cultural-recreativa con una trayectoria za, .. . Las estaciones pasan y se van pularidad que ha alcanzado con sus SOBRE LA CO~STITUCION sin parangón en el panorama nacio- llenando de experiencias, y el hombre trabajos. GOTICO-ESPANOLA nal: sus socios se cuentan por miles , que surge de ellas necesita ponerles Del libro motivo de esta reseña, les Rafael Herrera Guillén, ed. su campo de actividades parece no voz y darles sentido, y qué mejor ma- contaremos que está prologado por Madrid, Biblioteca Nueva, 2007. tener límites y el enraizamiento en la nera que hacerlas poesía. Manuel Serrano González, otra de las 201 pp. ciudad es absoluto. Por ello hay que Las vivencias irrumpen con fuerza personas involucradas socialmente congratularse que se alcance la cifra en estos poemas y abren ventanas; en la recuperación de la identidad de Este volumen recoge dos obras so- de 50 años de funcionamiento y con ventanas a la niñez, al joven que fue y Elda. Amigo confeso del autor en el pró- bre historia constitucional de Juan muy buena salud . que todavía habita en él; ventanas al lago aludido, ambos han compartido Sempere y Guari nos (Elda, 1754-1830), Fundado e impulsado por un puña- hombre que mira las cosas con la se- charlas, tertulias y viajes a lo largo de redactadas en períodos cruciales en la do de entusiastas, todavía en años de renidad que da la distancia. El autor muchos años, inmersos en distintas historia del nacimiento de la España penuria pero ya con la precoz idea de convierte en eje de su poema ria al amor asociaciones entre las que destacare- moderna. Las Observaciones sobre las que era necesario impulsar actividades en todas y cada una de sus facetas; mas, no por ser la más importante , sino Cortes y sobre las leyes fundamentales de ocio, el CEE nació para promover el amor por su familia , por la vida, por por su continuidad, la de Los Críticos. de España (1810)-que se habían dado excursionismo dominguero y los viajes su ciudad natal (Fontiveros) y la que le La obra comentada, recopila la labor por perdidas por la crítica- representa vacacionales a los pirineos, Sierra Ne- ha adoptado (Elda). Uno de sus versos periodística llevada a cabo por el au- uno de los primeros ataques frontales va da y otras sierras de la península. La le da sentido al conjunto «Amor es du- tora lo largo de los últimos tres años. contra la retórica del historicismos ju- esencia del centro se circunscribió en plicar la vida». En otros de sus poemas Los contenidos y los temas , nos hacen rídico; en ella Sempere sostiene que la un principio al montañismo , gracias a 234 alborada 2001 la gran riqueza de montañas , cumbres de la actividad montañera de la ciudad desplazan todo el peso de lo sucedido llegar a encon trarse. y bosques con que con tamos en la zona que el Centro o no supo o no pudo. a las décadas más recientes y donde , y Destacable es, desde luego , la his- y en gran parte de la provincia, pero al Detrás de las grandes empresas hay esto es mér ito, n o falta nadie. Queda ría toria , pero no menos el manejo que la calor del buen ambien t e y éxito de la g randes hombres y si hay que perso- todavía como asig natura pendiente el autora hace del lenguaje , plagado de agrupac ión no tardaro n en surgir nue- nalizar en a lguien la magn ífica t rayec- escr ib ir l a h isto ria de esta insó lit a y giros porteños en muchas ocasiones y vas ideas y asp iracio nes: fila te l ia, a r- toria ést e sólo pued e s er D aniel Esteve p restig iosa so c ie d a d mul tidisciplinar. fruto de un t raba jo p r evio de docume n- queo logía , espeleo logía, fútbol, músi- Poveda, h om bre de una rara calidad Alberto Beltrán Lloréns tación, junto con la forma de expresar- ca, coro , etc., encontrando todas cobijo humana , con grandes dotes par a lide- se de los tres protagon istas que nos y apoyo rápidamente hasta culm inar rar un g rupo, que ejemplifica , en los CORAZÓN DE TANGO. narran en primera persona sus miedos , en magna empresa de construi r una 18 años de presi dencia, el paso de una sus fracasos y sus anhe los. C iudad Deportiva , una aspiración de pequeña agrupac ión social al extraor- Elia Barceló. Madrid , 451 Editores , Una novela para disfrutar con cada la Elda de entonces concebida desde dinario complejo de las mil caras que 2007. 182 pp. una de sus páginas, sin prisas por una perspect iva mas iva y popula r hu- hoy conocemos. llegar al final de una historia que se yendo de los habituales planteamien- Entre las conmemoraciones del 50 o ifícil reseñar un libro de Elia Bar- adivina , des d e el principio , poco feliz . tos elitistas , sin olvidar otros logros aniversario del Centro , algunas ver- celó sin volve r a destacar sus exce- Quizá ahí estriba uno de los mayo res como el parque de mon taña de Rabo- daderamente memo rables como la lencias como escrito ra, y es que, aun- mér itos de u n nar ra dor: que el solo pla- sa y que de su incesa nte dinam ismo Marcha Nacional de Vet e ranos, se h a que podamos red undar en a lgunas de cer por la lectura sea motivo sufic iente han surgido figuras com o la soprano editado l a pub licac ió n que a hora co- las cuestio nes q ue ya h em os apuntado para abrir un lib ro y eso es algo que A n a María Sánchez , José A lbert, cam- mentamos real izada por el anterior en otras ocasiones con motivo de la El ia Barce ló ya ha conseguido . peón naciona l de billar, campeones presidente Rafael Tapia. Con formato publicación de anteriores libros de la Mar í a Salud Sánchez de ten i s y natac ión, etc., también ha de antigua revista de f iestas se quiere autora e ldense , lo cierto es que Elia no ayudado a que el balonmano y otros recoger con imágenes, notas de prensa deja de sorpre ndernos con cada nue - deportes no desapa rezcan . Sería im- y testimonios, la histor i a de la soc ie- va nove la . CORDELUNA posible enumerar una míni m a parte de dad que actual mente pres ide Roge lio Que a Elia Barceló le gustan las Elia Barceló. Edebé .Barcelona , lo rea lizado, sin soslaya r la continua García, y el resultado es a lgo decepcio- historias de amor es evidente , pero 2007. 346 pp. actividad montañera en sus vertientes nante. Lo limitado del formato y el afán siemp re pasadas por el tamiz de la excursionista, escalada, expediciones de que nadie quede olvidado reduce fantasía. En una línea s im i lar a «El H ay quie nes sue len diferenciar ent re y más recientemente, competiciones l a pub licación a un pequeño catálogo secreto del orfebre», donde los persa - literat ura juveni l y «literatura se- deport ivas. Como a nécdota c i taremos que, en su ces ión c ro n o l ógica anua l, najes parece n move rse e n m ás de una ria», pero es evidente que esc ribir para unos festiva les mus icales en fiestas nos deta lla algu nos d e los sucesos y d i mensió n, este «Co razón de Tango» jóve nes es u n asu nto muy serio. Elia de Sept iembre y feria de libro a mitad éxitos más destacab les de las diferen - nos traslada a l Bue nos Aires de los Barceló nos vuelve a sorp render este de los setenta . Toda act iv idad que se tes secciones de la sociedad con profu- años veinte donde Nata lia, una joven- año con una nove la dedicada a losado- ha propuesto ha tenido cabida en esta sión de fotog rafías y escasez de datos y císima emigrante española , tiene l a lescentes y , por qué no, también a los caja de pandara insaciable y en ello relatos . Los años más t rascendenta les suerte y la desgracia de enamo rarse adultos que quie ran aventurarse entre ha residido su mayor virtud y quizás de la gran eclosión , etapa funda men- de D iego -bailarín de tangos de origen las páginas de esta atractiva historia. también algunos de sus principa les tal de Daniel Esteve como presiden te , italiano- un día antes de su boda con La nove la « Cordeluna », premio edebé problemas: el abarcar tanto ha podido las causas , artífices y relato de las cir- el Rojo , un tosco marinero alemán . El de literatura juvenil , atrapa al lector generar algunos descontentos y dejar cunstancias , las grandes expediciones barrio de La Boca es testigo del amor desde las primeras páginas. a lgo relegada la actividad primordial, alpinas y diversidad de actividades de imposib le de estos dos jóvenes cuyos Época medieval , magia , aventuras , la que otorgó las señas de identidad a mon taña , y tantas o tras actividades de destinos se cruzan sin poder unirse. una mald ición que perdura a través de la soc iedad, la montaña. Y la prueba gran influ e nc ia en la c iudad, muchos Quizá será en ese otro mun do no real, l os siglos y, en e l cen tro, una gran h is- es que en Elda existe otra dinámica so- de los hechos esencia les en definitiva , donde habitan fantasmas que bailan toria de amor q ue recorre las arterias ciedad, E l Club Alp ino, que de alguna quedan todos sepultados por un a lu- tangos en milongas de medio pelo, el del tiempo y del espacio hasta llegar forma ha venido a cub r ir esos capítulos vión de actos , noticias y reseñas que lugar en e l que Natalia y Diego puedan a nuestros días . Artes / Lite rat ura 235 La época del Cid Campeador y la actual se entrecruzan para dar vida a las historias paralelas de los cuatro jóvenes protagonistas. Sancho, vasa llo del Cid y uno de los muchos que le acompañan en su destierro, se ena mora de Guiomar , hija de nobles, pero el elemento perturbador no tarda en aparecer en la figura de doña Brianda, madrastra de la doncella , encapricha da con el joven. Una maldición y el po der de la magia ancestral traerán esta historia de amor trágico hasta nuestros días. Sergio y Gloria, dos jóvenes estu diantes de bachillerato que participan en un proyecto teatral sobre el Cid, se rán los únicos capaces de poner fin al hechizo que pesa sobre los espíritus de aquellos personajes y no les permite descansar juntos y en paz. Alrededor de estas dos parejas aparecen toda una galería de personajes secunda rios que arropan la historia y le dan verosimilitud y ritmo. La novela se llena de dualidades que cruzan el tiempo ; la maldad de doña Brianda, heredada por Bárbara , se ve compensada por lama gia blanca de la anciana Bibiana y su trasunto actual, Sibila. Los personajes actuales no pueden decidir sobre sus sentimientos , éstos se escapan a su voluntad, porque están predestinados a repetir la historia de manera que se rompa la maldición o que permanezca para siempre. Y como una protagonista más , en el epicentro , se halla Cordelu na, la espada mágica que da título y sentido a la novela. Tanto la época medieval como el retrato costumbrista de adolescentes urbanos están muy bien ambientados, pero no por ello provocan la sensación de que los componentes mágicos de la historia , que se van introduciendo con una gran sutileza , parezcan inverosí miles o fuera de lugar. El ritmo de la novela es ágil , sobre todo en su última parte , más llena de acción que el prin cipio , donde el tempo se demora para presentarnos la historia y dar su lugar a cada uno de los ingredientes que la componen . Elia Barceló nos demuestra una vez más su maestría y oficio en la escritu ra. En definitiva, una novela altamente recomendable para cualquier edad . R.P.Y . 236 alborada 2007 PROGRAMA DE EDUCACIÓN EMOCIONAL Y PREVENCION DE LA VIOLENCIA - 1 rn CICLO DE ESO Grupo Aprendizaje Emocional. Conselleria d’Educació. Elda, 2007. 320 pp. E l grupo Aprendizaje Emocional lo forman psicó logos , pedagogos y especialistas en Pedagogía Terapéuti ca que trabajan en el campo educativo y se reúnen regularmente en el Cefire de Elda (Centro de Formación Innovación y Recursos Educativos). El grupo está coordinado por Agustín Caruana Vañó (asesor del CEFIRE de Elda) y ya ha ela borado varios programas de educación emocional y prevención de la violencia , que se han presentado en forma de li bros a la comunidad educativa. Concre tamente el programa dedicado a primer ciclo de la eso ha merecido el Premio Extraordinario del Conseller d’Educació a la Convivencia 2007. Para ser más exactos el premio se ha concedido al CEFIRE de E Ida por la trayectoria segui da en la elaboración de materiales para el fomento de la convivencia escolar y en particular por el trabajo «Programa de educación emocional y prevención de la violencia » . El trabajo que se presenta este año , como los anteriores , es un ejemplo de trabajo en equipo , de un grupo de 20 profesionales de la Psicología y la Pe dagogía que se ha convertido en una factoría de instrumentos didácticos de gran utilidad, para suerte quienes tengan la oportunidad de disfrutarlos y usarlos .. El Programas parte de un diagnós tico previo de la realidad de nuestros centros educativos , ofrece una pano rámica de estudios relacionados con la intimidación y el maltrato en los centros y aporta los resultados de un exhaustivo análisis propio, en veinte centros que imparten Educación Se cundaria Obligatoria en la Comuni dad Valenciana (con cerca de 6.000 encuestas realizadas por el alumnado de la ESO) . Otro aspecto que conviene destacar es la temática abordada. Así el libro trata sobre educación emocional , la gran olvidada en los currículos , casi siempre arrinconada a los espacios ocultos y marginales del voluntarismo y el tratamiento poco riguroso , quedan do al albur de la intuición y la impro- visación de cada profesor. Cualquier esfuerzo por sacarla a la luz y darle un tratamiento , si no preferente, al menos digno , es de agradecer, y este libro lo intenta con excelentes resultados. Ade más del enorme sentido práctico de la propuesta la educación emocional se aplica a prevenir la violencia, lo cual resulta novedoso y atractivo. La profesión docente es un tra bajo de personas con personas , es decir , de relaciones interpersonales intensivas y extensivas. No sólo hay una relación profesorado-alumnado , sino que los alumnos mantienen rela ciones entre ellos que los van madu rando y que les hacen crecer. En este libro se invita al profesorado a par ticipar en la educación emocional del alumnado , con intervenciones previa mente planificadas, acompañadas de un tratamiento esmerado y con un enfoque eminentemente práctico. Se ha elegido un enfoque centrado en aportar propuestas prácticas a los problemas, pero bien fundamentadas teóricamente , dirigidas especialmen te a su despliegue en el plan de ac ción tutorial, aunque sin descartar su posible aplicación en determinadas materias con un componente actitu dinal importante . Los libros del grupo Aprendizaje Emocional proponen una serie de ac tividades de utilidad para entrenar al alumnado en una serie de habilidades que , además de conseguir mejorar su nivel socio-emocional , facilita prope déuticamente el alcance de los obje tivos académicos. Un último acierto del libro consiste en, haber elegido la etapa que mayor problemática presenta: la ESO. Efec tivamente, si se me permite el juego de palabras, la ESO necesita la ESE (Educación Socio-Emocional). Agustín Caruana Vañó HISTORIA Y RECUEBDOS DE LA AGJWPACION MEDICO QUIRURGICA DE ELDA Enrique Selva Poveda. Francisco Susarte Molina. Ayuntamiento de Elda y Colegio Oficial de Médicos de Alicante, 2007. 164 pp. P arafraseando al Presidente del Ilustre Colegio Oficial de Médicos de la provincia de Alicante , este libro es ante todo un homenaje a las perso nas que a lo largo de la historia de la Agrupación Médico-Quirúrgica de Elda han pasado por ella . Se trata de una fuente permanente de consulta , ya que en ella se recogen datos , acontecimientos, fechas, con memoraciones , nombramientos etc., fuentes , en definitiva, de las que be berán todos aquellos que quieran alu dir a algún aspecto relacionado con la historia de la Agrupación Médico Qui rúrgica de Elda a lo largo de sus más de 40 años de existencia. Los doctores Selva y Susarte , han sido capaces , a pesar de su apreta da agenda profesional, de prestar una especial dedicación, a la minu ciosa labor de recopilación de aconte cimientos , consulta de datos, actas y de todo aquello que haya supuesto el enriquecimiento de cuanta información ha precisado la culminación de esta magnífica obra. Redacción LAS INDECISIONES DEL PRIMER LIBERALISMO ESPANOL JUAN SEMPERE Y GUARI NOS Rafael Herrera Guillén. Madrid, Biblioteca Nueva, 2007. 342 pp. R afael Herrera Guillén, doctor eu ropeo en Filosofía , forma parte del grupo de investigación Biblio teca Virtual Saavedra Fajardo de la Universidad de Murcia. Estudioso del pensamiento político español (Vives , Florida blanca, Ortega ... ), ha centrado sus investigaciones en Juan Sempere y Guari nos, del cual ha editado la obra que hoy nos ocupa. En ella pretende demostrar cómo el tiempo político solo se despliega en la vida histórica a tra vés de complejos procesos histórico conceptuales. El autor muestra cómo en Sempere los nuevos conceptos de la época moderna (constitución , li bertad ... ) comienzan a abrirse paso con dificultades, pero de manera ya imparable , a pesar de la operatividad de las viejas categorías del Antiguo Régimen. Este libro pretende, a su modo, cum plir ese deseo que el viejo Sempere con fesó ya retirado del mundo en su pueblo natal , Elda: «La perennidad me hará justicia » . Redacción FRANCISCO LALIGA GORGJJES (1861-1928). POESIA. HERENCIA FAMILIAR Transcripción y notas de Emilio Maestre Vera. Ed. Ayuntamiento de Elda . 2007. 543 pp. se recogen en este libro publicado por el Ayuntamiento de Elda los poemas del poeta eldense Francisco Laliga Gorgues que su familia y, más específicamente , su sobrino Ricardo Vera Laliga rescataron del olvido a lo largo del siglo XX. El poeta es conocido en E Ida por ser el autor de las letras de los Villancicos a los Patronos , la Virgen de la Salud y el Cristo del Buen Suceso, a los que puso música Ramón Gorgé Soler en 1904 , y por su composición «La bandera de la Cruz », que desde los años 80 del pa- sado siglo se utiliza como parlamento del embajador cristiano en las Emba- jada Cristiana de las fiestas de Moros y Cristianos. Pero a pesar de estas obras , tanto su persona como el resto de su pro- ducción permanecían ocultas en la biblioteca de sus familiares hasta el día de hoy. Este libro viene a desempolvar los manuscritos conservados por la fa mi- lia, dando a la luz la que de otra far- ma podría haberse perdido definitiva- mente. De hecho el primer paso para la confección de esta antología lo da su sobrino Ricardo Vera al conservar los escritos de su tío aunque no consi- guiera publicarlos él mismo. La lectura de estos poemas nos pone en contacto con un poeta de corte ro- mántico tardío cuyos temas preteren- tes son la patria y la religión . Pero se tro obras que a pesar de no estar en atisban otros temas románticos como este archivo son de dominio público el honoro el amor , aunque éste siempre como ya hemos señalado : «La bande- tratado por boca de terceros . En toda su ra de la Cruz » y los «Villancicos a los obra no se encuentran referencias al Patronos », recogiendo además la letra amor del propio poeta , lo que tampo- que con música del Villancico al Cristo , ca debe sorprender mucho si se piensa dedicó el poeta a la Virgen . que sus estudios fueron eminentemente En el prólogo se dan a conocer dela- dirigidos hacia el sacerdocio durante la lles de la vida del poeta y curiosidades mayor parte de su vida estudiantil en en torno a su obra . Al mismo tiempo Alicante , Valencia o Murcia . Estos estu- se nos hace saber de la existencia de dios serán el eje y motor de su carrera otro centenar de obras que , con suerte , hasta que se desplaza a Madrid donde verán pronto la luz para completar así cambia sus estudios por los de Derecho la memoria de las obras de uno de los al tiempo que hizo algunos escarceos poetas más importantes de la historia con otros géneros literarios como el tea- de las letras de nuestra ciudad . tro, género éste no incluido en este libro Emilio Maestre Vera ya que sólo se conserva una obra , y me- rece , a juicio del transcriptor , un estudio específico en otra publicación . HISTORIA DEL CU~RTELILLO La calidad del poeta se hace paten- NEGROS DEL CADI te en las obras que la prensa nacional Manuel Serrano González . Edición recogió en sus páginas y en la obten- del autor. Elda, 2006, 84 pp. ción de varios premios nacionales en la segunda mitad del siglo XIX. Sin em- E 1 autor nos acerca a la vida interna bargo , la segunda mitad de su vida , de la fiesta con un lenguaje cercano desde 1888 , se desarrolla sumida en el que quiere mostrar la convivencia y el silencio provocado por una enfermedad compañerismo que envuelve a los Mo- mental que hizo que su familia lo traje- ros y Cristianos de Elda. La escuadra se de Madrid para no volver a salir de Negros del Cadí, una de las fundado- Elda hasta su muerte en 1928. ras de la comparsa Huestes del Cadí , En el libro se recogen las obras es el hilo conductor que utiliza Manuel transcritas por el sobrino del poeta , Serrano para ilustrar el crecimiento de Ricardo Vera Laliga en un tomo ma- unas fiestas que arrancan en la prime- nuscrito denominado «Patria y Reli- ra mitad del pasado siglo. gión» , junto a otro centenar de poemas Una perspectiva documentada y que el propio Ricardo Vera conservó con perfecta mente descrita en los prime- celo . De hecho, el criterio , para su or- ros capítulos dedicados a la fundación denación en el libro , se ha basado en de la propia comparsa y del «cuarte- la manera en que Ricardo tenía guar- lillo » . Las numerosas fotografías re- dados los manuscritos y diferenciando fuerzan el objetivo del autor porque re- obras mayores de menores y fechadas velan escenas simpáticas y divertidas de no fechadas . de sus miembros . Además tienen un Esta antología se completa con cua- valor añadido como prueba gráfica de E..’ffi.IQ.UE SEi.VA row :o , FR.. ... C JSCO Sl!SARTf.. .IOU:XA los cambios que han experimentado los trajes y el maquillaje , muy presentes siempre en cualquier fiesta de Moros y Cristianos. El cuartelillo de los Negros Cadí también alberga la Fundación de la Asociación de Amigos de San Antón desde 1995. La inquietud mostrada por Vicente Sogorb , » padre y en gen- drador de la Comparsa « y promotor de la asociación cofrade , sirve de tributo a uno de los testeros más reconocidos en Elda; pero que no resta protagonis- mo a otro destacado miembro dentro de la comparsa y de la Unión Festera como Antonio Barceló , reconocidos en dulces versos . Las imágenes , omnipresentes en el relato festero , devuelven el papel prin- cipal a las distintas generaciones de eldenses que han pasado por el cuar- telilla y que han convertido este pun- to de encuentro en el epicentro de las actividades y de «Nostalgia » para el propio autor. Una historia visual y, en determinados momentos , enternece- dora , que nos aproxima rápidamente a los trajes de batalla tan caracterís- ticos en los ambientes de cuartelillo , trofeos , homenajes y sobre todo , a ese canto a la vida que el autor recrea en sus poemas. El lector festero debe saber que el libro cuenta con una parte final intere- sanie compuesta por un breve glosario , un apéndice documental y una breve bibliografía . Redacción fRA. ... C ISCO lAUCA C:ORCUCS c1S61-1na) Artes / Literatura 237 PÁJAROS EN LA MEMORIA el primer poema (homenaje, en ella , en referencia al nombre de un meandro LA MIRADA INTRAMUROS a otros poetas o artistas , a su propia del río Vinalopó, trata de acercarnos Sacra leal. Ed. Ayuntamiento de Antonio Porpetta. Huerga & Fierro poesía , a la poesía en general), siguen la obra de distintos autores en torno a Elda. Concejalía de Cultura. Elda, editores. Madrid. Septiembre presentes aquí las inquietudes y pre- temas de interés para las poblaciones 2007. 50 pp. 2007. 77 pp. ocupaciones por el mundo en que vi- de la comarca. La serie de monogra- vimos, los desastres y tragedias que fías agrupadas bajo este título , vie- HªY un poema del gran Luis Cer- En la ya dilatada trayectoria del poe- nos asedian, los conflictos personales nen siendo publicadas por el Centre nuda titulado «Si el hombre pu- ta eldense Antonio Porpetta, éste es y existenciales o las sensaciones que el d ’Estudis Locals del Vinalopó (CEL), en diera decir» , que comienza con el su décimo libro de poemas, dejando al paso del tiempo generan en su interior un intento de recuperar la memoria lo- verso «Si el hombre pudiera decir lo margen al menos tres importantes an- (en su doble vertiente de destrucción cal común a estas poblaciones. que ama». Qué difícil poner voz a los tologías del conjunto de su obra . y creación) , que ya aparecían en sus En esta ocasión nos encontramos sentimientos . Qué arduo extrañarlos Diez años después de Adagio Medi- obras anteriores. Y sigue vigente un ante una obra cuyo autor , Vicente Bel- de uno mismo y concederles forma y terráneo , un libro por entero dedicado lenguaje siempre del lado de lo figura- monte Botella , crea un personaje Helios sentido a través de la escritura . Y qué al mar -fuente de nostalgia y melan- tivo , de lo real , pero que nunca desdeña el cual , convertido en sosia suyo nos escalofrío cuando nos encontramos colía para el poeta a lo largo de toda lo mágico, lo impredecible, aquello que cuenta de forma novelada , las peripe- con alguien que no le tiene miedo a su obra- y tras haber publicado Silva aunque presente no es patente a pri- cias que el protagonista vive desde los la palabra, que va vistiendo de ellas de extravagancias en 2000 -a mi modo mera vista. Aunque , desde luego , ale- últimos días de la Guerra Civil españo- cada emoción y les pone música pul- de ver el más meditativo y depurado ja do siempre de toda tentativa críptica la, y como consecuencia de la derrota sando las cuerdas de lo cotidiano y lo de sus libros-, esta Mirada intramuros o hermética. sufrida por el Frente Popular. atávico. Cuando ese alguien escribe se caracteriza por dos rasgos distinti- Fiel a sí mismo, a su forma persa- El relato abarca ocho años de la vida desde el corazón , se le va la vida en vos: continuar en la línea de huma- nal de ver, sentir, entender el mundo, del protagonista, y durante todo el pe- ello y también le retorna multiplicada. na claridad y comunicación que des- Porpetta nos muestra en este libro su riada, a pesar del nombre de éste en De todo eso hay mucho en «Pájaros de hace casi 20 años define su voz y casa, su morada, su ser interior; y nos la narración, subyace la certeza de la en la memoria», de la poetisa Sacra constituir un homenaje al lugar donde invita a compartir sus emociones y autobiografía contada. Leal. En cada poema un trocito de ella, se han gestado todos sus poemarios: sentimientos, sus sensaciones, en una No es una historia amable, al igual cada verso atravesado por un rayo de Torremozas, la casa a 50 kilómetros de amalgama donde la memoria y el pre- que el tiempo y la situación que se nos lucidez que da sentido y templanza al Madrid que, en honor a una antecesora sente, la vida y la muerte, la palabra cuenta. Ni tan siquiera es una historia alma que se desborda . significada de la familia, da nombre y el mundo, lo acogen y lo configuran excepcional, dadas las tragedias vivi- No hay improvisación en estos poe- además a una editorial de poesía es- en la plenitud y en la precariedad que das por millones de personas, como mas, se advierte en ellos la paciencia crita por mujeres y que dirige su mujer habita en todo ser humano, y que es consecuencia de ese episodio histórico laboriosa y el afán de quien busca la Luzmaría Jiménez Faro. fuente de toda verdadera humanidad. de nuestro país. Pero de ella señalaría- palabra exacta y los silencios precisos . Compuesto por veinticuatro poemas El propio poeta lo ha dicho con meridia- mas la capacidad descriptiva de con- Como pájaros, estos versos levantan y Tres evocaciones que cierran el con- na claridad, en una entrevista relativa- tarnos un drama real, con el deambular el vuelo, gorjean o, con las alas exten- junto , La mirada intramuros persiste, mente reciente aunque anterior a este de Helios por distintos centros peniten- didas e inmóviles, planean sobre las como sus predecesores, en una dicción libro, y que también podría servir como ciarios , desde que sale de Elda, hasta experiencias y descubren la sabiduría elegante y refinada aunque lejos ya de pórtico a este nuevo poemario: ’Yo diría su vuelta en 1947 y su incorporación de lo cotidiano. cierto preciosismo presente en sus pri- que mi poesía es sobre todo una poe- a la vida común. A Sacra Leal todos podemos ponerle meras obras. El dominio del verbo, un sía humanizada, creo que es luminosa Señalaría de esta obra varias cosas, cara y voz, una voz que, a lo largo de tono a lo largo del conjunto sostenido porque es así, el mar está en toda mi entre ellas: la pregunta insatisfecha de los años, ha ido dando nueva vida a las y el ritmo siempre cadencioso a base poesía, de una forma u otra la luz de ¿por qué la sinrazón de la guerra?; la palabras dormidas de grandes poetas. de una casi inaudible asonancia o la mi tierra está en mi poesía, el senti- destrucción del hombre por el hombre Pero en este poemario nos regala su regularidad del heptasílabo, el ende- do hedonista de mi vida no separado y el odio constante que esto genera; el propia música, hecha de amores y des- casílabo o el verso alejandrino, entre de la concepción trágica de la muerte , estilo descriptivo de lo vivido, inten- amores, de añoranzas y reencuentros, otros rasgos formales, nos permiten por supuesto, también la utopía , creo cionadamente distante para, creemos de luces y sombras, de ironías y juego, reconocer la voz casi siempre se re- que mi poesía es una amalgama de entender, no perder cierta objetividad ; pero, sobre todo , de verdad poética. na, propensa en algún momento a la sentimientos , una amalgama de sen- el optimismo del protagonista mostra- Y detrás de todo, la mujer; que tie- meditación, con que Porpetta nos va saciones» . Un libro bien hecho , con do en sus diálogos con otros presos en ne ojos y ve, que tiene alas y vuela, ofreciendo sus poemas . Una voz que , cuidada minuciosidad , con manos de situaciones límite . Todo ello narrado que tiene manos y acaricia, que tiene en no pocas ocasiones , percibimos con artesano. Un libro que desde su primer con un estilo claramente autodidacta , corazón y ama, que tiene ombligo y se un matiz confidencial , cálido, íntimo , verso nos apela, nos convoca; que nos consecuencia de la formación raciona- atreve a mirárselo, que tiene lágrimas pegada a nuestro oído. Y en otras, sin acoge, nos resguarda ... y que se deja lista del autor. y las llora, que tiene labios y besa , que ser alarido, nos sobrecoge por su cru- querer. Gócenlo. Nos atreveríamos a señalar además, tiene voz ... y la saca afuera. deza (un fácil realismo aparente) para Rafael Carcelén García la oportunidad del momento en el que Gracias. expresar el dolor y el desamparo ante esta obra se edita , cuando se ha de- R.P.Y. situaciones que , individual o colecti- batido y aprobado en el Congreso la vamente, nos muestran la propia fra- PRISIONEROS DE GUERRA Ley de la Memoria Histórica. Un acto gilidad , la humana condición de se- Vicente Belmonte Botella. Centre valiente que ha generado polémica y res expuestos permanentemente a la d’Estudis Locals del Vinalopó. controversia , que no acabará con la intemperie. Colección l’Algoleja, nº 9. 172 pp. división de opiniones en torno a qué, Aunque el tema esencial sea el ho- y cómo paso todo en aquel capítulo de menaje a la casa, en su vertiente real Nueva entrega de esta colección nuestra historia reciente, pero es in- y en la simbólica , sugerida ya desde que , bajo el nombre de l’Algoleja, negable que servirá para devolver la 238 alborada 2007 dignidad a miles de personas trágica- mente desaparecidas , y la tranquilidad a sus familias. Juan Vera Gil DANIEL ESTE.VE. EL HOMBRE Y LA MONTANA Juan Manuel Maestre Carbonell. Edición dahellos.com, patrocinada conjuntamente por los Ayuntamientos de Elda y de Petrer, 2007. 512 pp. En esta ocasión, Juan Manuel Maes- tre, pionero del alpinismo local y Presidente Fundador del Club Alpino Eldense , no echa mano de su diario para contarnos en primera persona sus vivencias , sino que, aprovechando la amistad que le une a Daniel Esteve y con permiso, de este último ha hecho una recopilación de textos que recogen parte de la vida montañera de Daniel. Relatos, cartas , diarios y artículos montañeros , junto a las largas con- versaciones entre los dos, así como un arduo trabajo por parte de ambos , han hecho posible esta nueva publicación, que sin duda recoge una parte impar- tante de la historia del montañismo lo- cal avalada por estos dos reconocidos montañeros , que no en vano han sido fundadores y presidentes de sendas sociedades montañeras como son el Centro Excursionista Eldense y el Club Alpino Eldense. Los que vivimos aquellos primeros años , hojeando las páginas de este libro , veremos pasar por ellas nom- bres que traerán a nuestra memoria momentos inolvidables e irrepetibles. Sabremos del esfuerzo realizado por muchas personas que hicieron posi- ble la realidad que hoy es la Ciudad amorosa , encontrándose con la incom- Deportiva del Centro Excursionista El- prensión de las familias y sobre todo, dense o el Parque de Montaña Daniel el juicio social. Esteve (Rabosa). Si bien nos hallamos ante una nove- Un libro recomendable para todo la de las llamadas románticas , palabra amante de la montaña y de nuestra que parece definir no sólo un estilo lite- historia montañera de la segunda mi- rario, sino también a quienes son sus tad del S XX. lectores , en ella encontramos una serie Aurora Pérez Moneo de cuestiones y de razonamientos que no habría que perder de vista, ya que ROMÁNTICO SIN REMEDIO nos hablan de relaciones familiares y de pareja , de frustración y de anhelos Mercedes Ghiglione Ramírez. insatisfechos y, ante todo, de ganas de Libros en red, 2007, 520 pp. vivir en el otoño de la edad. Negado por su autora el perfil au- si comenzamos hablando de la auto- tobiográfico de la historia , es innega- ra, diremos que Mercedes Ghiglio- ble que en ella se pueden encontrar ne, vive en Elda y su profesión es la de cuestiones que interesarán a muchas comerciante . Su manifiesta afición a mujeres reflejadas en la edad de la pro- la lectura , le ha llevado a escribir va- !agonista. Aunque no estaría de más rias historias , de las cuales ésta que que algunos hombres la leyeran , po- comentamos es la primera que publica . siblemente algunas partes les harían Para la edición , tras visitar varios des- reflexionar sobre sus propias vidas y pachos y no encontrar respaldo para relaciones familiares. su empeño , opta por una modalidad Juan Vera Gil de autoedición, contactando en la red con una empresa dedicada a la publi- cación de obras de autores en estas UN TIRO DE GRACIA ci rcu nsta ncias. Emilio Pérez Rosas. Elda, En Romántico sin remedio , como Ayuntamiento, 2007. 87 pp. decimos , primera obra de su autora que ve la luz, nos situamos ante una Los hechos comentados en este libro , historia de emociones y sentimientos , basado en la propia vivencia persa- localizada en la madurez de una vida . nal del autor, con bastante sencillez , La protagonista, una mujer de sesenta son la vida de juventud en Elda , el alis- años v iuda y madre de dos hijos casa- !amiento en la guerra civil (una guerra dos , accidentalmente vive una situa- civil descrita como el «desbordamiento ción por medio de un concurso televisi- de las pasiones » ), la posterior expe- va, que le lleva a conocer a un famoso riencia hospitalaria , por un tiro de gra - actor de moda. Con éste vivirá sensa- cia que no llegó, y la vuelta a la vida ciones, unas veces olvidadas y otras de quién a todas luces murió el 19 de desconocidas para ella. La diferencia julio de 1938 a orillas del río Mijares. de edad entre los dos , él es veintitrés Nada nos cuenta de las postrimerías de años más joven , dificulta la relación la contienda , ni de la larga posguerra ANTONIO PORPETTA LA MIRADA INTRAMUROS de un mutilado republicano. Quizá nos lo deje para otra ocasión. Pero el libro no es sólo eso es mas bien una reflexión sobre la inutilidad de la guerra en la que la vida no vale nada ( «Acontinuación , sacando un papel de su bolsillo leyó los nombres de los sol- dados que habían sido fusilados , uno era mi mejor amigo en ese momento de la vida; otro era el hermano menor de Tomás; y el tercero , hermano de un amigo. Los tres tenían diecisiete años , su delito ir a misa » Pág. 54) , sobre la arbitrariedad de todas las guerras (el suegro del poeta comunista Miguel Hernández asesinado en Elda por los comunistas , el tío del autor detenido por fascista porque su mujer era una beata, «por noviembre cunde el rumor: el Ayuntamiento , en sesión plenaria , ha decretado la demolición de la Iglesia de Santa Ana . Es el absurdo llegado al poder » Pág.17. «Otra navidad perdida en esta guerra de todos contra todos. Un oscuro año 1938 comienza a des- puntar en un almanaque que presagia mas horrores » Pág. 28. Al mismo tiempo nos presenta una contienda en continua improvisación , con mandos cambiando en exceso ar- denación y direcciones , y de los que nunca sabes si estás cumpliendo ór- cienes reales. Es increíble la memoria que va de- sarrollando en la concatenación de unos hechos transcurridos sesenta años antes , con una precisión abso- lula , y detalles que a mas de uno nos gustaría recordar de tiempos menos lejanos. El libro desde luego es un canto a la reconciliación (« ... un rechazo a in- tentar matar a aquel que podría ser yo mismo si el destino me hubiera colo- Artes / Literatura 239 cado en aquella parte de España» Pag. 34) . Y en todo momento quiere prescin- dir de cargas ideológicas. Matizado con una gran parte anecdótica (algún robo de gallinas , trueques más o menos beneficiosos , un baño conjunto en el río nacionales- republicanos) , la lectura es muy lle- vadera pues su escritura no es nada rupturista (a veces algo decimonónica « ... se comenzaba a considerar como un compromiso de noviazgo el hecho de acompañar a una señorita por la ca- lle durante unas cuantas y reiteradas ocasiones» Pág. 11. Emilio Guinea VOCES DEL ALMA Maruja Ycardo. CBC Promotores. Elda, 2007. 208 pp. e on una edición muy cuidada , apa- rece «Voces del alma» , segundo libro publicado por la poetisa eldense Maruja Y cardo. Su larga trayectoria es- cribiendo poesía es conocida por todos gracias a la publicación de muchos de sus poemas en diversos medios de ám- bito local (semanario «Valle de E/da» y revistas «Fiestas Mayores» y «Albo- rada») . También nos es conocida su gran humanidad , ya que , al igual que con su anterior poemario , los beneficios de éste irán a parar a la «Asociación de familiares y amigos de enfermos de Alzheimer» . Con una voz muy personal , senci- lla y clara , Maruja nos hace partícipes de su generosidad; la inmensa gene- rosidad de desnudar su alma de ro- Romántico sin remedio leredes GhlQUonc Ramucz 240 alborada 2007 pajes y abalorios y mostrarla en toda su fragilidad y entereza. Sus versos , repletos de recuerdos y vivencias, nos envuelven con calidez y despiertan la emoción. Poemas llenos de añoranza , dedicados a la niñez perdida ; poemas a la vida; poemas plenos de devoción hacia Dios y los Santos Patronos ; poe- mas de querencias y desamores ; poe- mas para los que ya se han ido pero siguen estando. Con un tono nostálgico , la autora siembra pequeñas semillas de pensa- miento y las impregna de corazón para que puedan brotar al fin esas «voces del alma» , esas voces multiformes y caleidoscópicas que se dejan oír y nos penetran. Que no sea éste su segundo libro , sino el penúltimo. R.P.Y. RECURSOS EDUCATIVOS 2006-2007 Pedro Civera Coloma [et al.] coord. Valencia, Conselleria d’Educació, 2007. El CEFIRE de Elda , fiel a su cita anual, publica su colección de ma- teriales didácticos Recursos educativos 2006-2001. Éste es el cuarto volumen en formato DVD y el sexto de la serie, desde su inicio en el curso 2001-2002. En el presente volumen se ofrecen más de 500 recursos inéditos , fruto de la cooperación de docentes individuales , seminarios y grupos de trabajo. Como venía siendo habitual en las últimas ediciones , el DVD recupera también to- dos los materiales publicados con ante- consisten en el desarrollo del genera- rioridad y agrupados por etapa , materia dor de test Gentest, por parte de Ricar- y año. En esta ocasión , se ha aumentado do Lucas Gómez, asesor del CEFIRE de considerablemente la tirada hasta lle- Elche y numerosas incorporaciones de gar a 10.800 ejemplares . trabajos , muy destacadas en lo que se Inmersos en una sociedad basada refiere a Ciclos Formativos y Formación en el conocimiento, donde resulta tan para Adultos y a áreas como informáti- importante la transmisión y la selec- ca, atención a la diversidad, educación ción de informaciones y la apertura a física, matemáticas e idiomas. nuevos modelos culturales y saberes , El equipo del CEFIRE de Elda , inte- es reseñable la vocación aperturista grado por su director Pedro Civera y sus de Recursos Educativos en lo que se asesores Jesús Ángel García , Agustín refiere a contenidos y a colaboracio- Caruana , Germán Bernabeu y Jesús nes inéditas. María García, con la valiosa colabo- En el capítulo de colaboraciones , ración de Vladi Monzó , Yolanda lbáñez merece destacarse la inclusión en este y Manuela Belda , coordina esta colee- volumen de una selección de trabajos ción de trabajos que abarcan las diver- presentados recientemente a los pre- sas áreas curriculares de las etapas mios de la Comunitat Valenciana a la de Infantil , Primaria, ESO, Bachillera- innovación educativa , a los premios a to, Ciclos Formativos , Formación para materiales didácticos dirigidos a la Adultos y Escuelas de Idiomas. atención educativa del alumnado in- Como en anteriores ediciones , a es- migrante así como a los proyectos de tos contenidos se suman un repertorio investigación e innovación educativa de publicaciones de gran interés para sobre el desarrollo del currículo . Esta el profesorado en formato .pdf , una ex- importante contribución ha llevado a haustiva recopilación de textos legales una ampliación extraordinaria del ori- referidos a educación y un conjunto de gen y el número de los recursos y cons- utilidades de software generales yedu- tituye en sí una apuesta por la calidad cativas de contenidos . Recursos Educativos , se repartirá Por otra parte , el nuevo DVD repro- entre todo el profesorado de los centros duce el Programa de Educación Emo- de la zona de influencia del CEFIRE de e ion al y Prevención de la Violencia para Elda , los colaboradores en la publica- primer ciclo de ESO, obra colectiva de ción e instituciones relevantes en el un equipo de orientadores coordinados ámbito educativo de nuestra comuni- desde el CEFIRE de Elda por la que éste dad y de todo el Estado , tratando de ha sido recientemente galardonado con hacer llegar a los profesionales de la el Premio Extraordinario a la Conviven- docencia un conjunto de experiencias cia 2007 . útiles y surgidas desde la práctica co- Otras novedades que ofrece esta tidiana de nuestras aulas. edición con respecto a las anteriores Jesús María García Sáenz