AÑOS Valle de Elda celebra este mes de septiembre su 60 aniversario, un hecho que constituye en nuestro mundo “líquido” y cambiante una proeza empresarial y periodística, atribuible sobre todo a la gran delidad de sus lectores. Sesenta años signi can que el semanario ha formado parte de nuestra vida o buena parte de ella, logrando un nivel de complicidad y simbiosis con los ciudadanos poco frecuente en cualquier publicación. A ellos, a vosotros, está dedicado este suplemento especial que mira hacia el futuro y muestra la opinión de diferentes expertos sobre cómo debería ser la ciudad en las siguientes décadas. Estamos de enhorabuena además porque, tras consultar la Hemeroteca Nacional, constatamos que nuestra publicación –que es de todos- constituye el semanario más veterano de toda España después de que el Ciudad de Alcoy (1953), que estaba en manos de un gran grupo editorial, cerrara su rotativa hace tres años. Por debajo de las páginas de Valle de Elda desde sus inicios corrió, como un río subterráneo que ha alimentado la publicación, el empeño de los llaneros solitarios que lo fundaron y mantuvieron por contribuir a lograr una ciudad mejor, informando y, a la vez, siendo altavoz de las preocupaciones de los eldenses, con una atención especial a Petrer. A veces la historia da a luz una generación brillante, como la que hizo posible el semanario: Alberto y Eduardo Navarro, Eduardo Gras, Rodolfo Guarinos, Francisco Crespo, Vicente Valero, Pedro López “Carpintero”, Francisco Tetilla, Juan Madrona, Ernesto García Llobregat, el petrerense Francisco Mollá, el dibujante Pascual Amat, el caricaturista Francisco Esteban, los fotógrafos Basilio, Carlson, alguna mujer como Carola Gonzálvez… y muchos, muchos más, personas autodidactas en su mayoría, maestros o corresponsales de periódicos provinciales, que apostaron por elevar el nivel cultural en la ciudad y promover iniciativas, como la Feria de Calzado, que se hizo realidad dos años después de que el periódico la propusiera e impulsara desde sus páginas. En las primeras décadas un grupo de tres amigos voluntariosos, Rodolfo Guarinos, Eduardo Gras y Alberto Navarro -alma mater de Valle de Elda-, se reunía en la casa de este último por las noches para confeccionar el periódico cuando terminaban su jornada laboral, por pura vocación, sin buscar bene cio económico alguno. El apoyo incondicional de los lectores desde el número 1 hizo posible que el semanario se mantuviera en los primeros años y luego continuara en los años 80 y 90, donde compitió con una decena de nuevos medios de comunicación locales, entre periódicos, radios y televisiones, y haya seguido publicándose hasta la actualidad con buena salud, después de sortear la crisis económica que hizo sucumbir a muchos de ellos. Hace doce años, el semanario pasó a manos de la empresa local Ediciones Notivalle, que amplió el número de páginas de información local y abrió hace más de un año la página web www.valledeleda.com que cubre la actualidad de Elda y Petrer de manera diaria. El medio continúa la estela de la misión heredada de promover el conocimiento de la historia, el patrimonio y la cultura local desde sus páginas. Si hay una sección que conjuga tradición y modernidad es la hemeroteca digitalizada de la página web de Valle de Elda, con los 2.910 números de la publicación y sus alrededor de 60.000 páginas escaneadas desde el número 1, -así como numerosas publicaciones propias y revistas Fiestas Mayores, Alborada, Moros y Cristianos-, donde un buscador permite bucear en el pasado y encontrar rápidamente el contenido que se desee. Pues bien, y regresamos al punto de partida y objeto de este suplemento especial. Dedicado a nuestros lectores, y como homenaje a la propia labor que ha desarrollado el semanario en la mejora de Elda, presentamos el siguiente cuadernillo “60 años de Valle de Elda” en el que numerosos y generosos colaboradores comparten con nosotros sus ideas sobre la ciudad que queremos y hacia dónde debemos caminar. ¡Gracias lectores! Valle de Elda celebra en septiembre sus 60 años de vida, una proeza empresarial y periodística posible gracias al gran seguimiento que ha tenido entre sus lectores. Cumplir sesenta años significa que el semanario ha formado parte de nuestra vida o buena parte de ella. Aunque nació con escasos medios, se mantuvo gracias al tesón y la vocación de servicio público de los hombres que lo llevaron adelante y hoy continúa adaptándose a la época que vive con la puesta en marcha de una edición digital diaria y la diversificación de la publicidad con la instalación de modernas pantallas leds. Tras consultar la Hemeroteca Nacional, estamos en condiciones de afirmar que nuestra publicación –que es de todos- constituye el semanario más veterano de toda España después de que el Ciudad de Alcoy (1953) cerrara su rotativa hace tres años después de pasar a manos de un gran grupo editorial. Por debajo de las páginas de Valle de Elda, desde sus inicios corrió, como un río subterráneo que ha alimentado la publicación, el empeño de los llaneros solitarios que lo fundaron y mantuvieron para contribuir a lograr una ciudad mejor, informando y a la vez siendo altavoz de las preocupaciones de los eldenses, con una atención especial a Petrer. A veces la historia da a luz una generación brillante, como la que hizo posible el semanario: Alberto y Eduardo Navarro, Eduardo Gras, Rodolfo Guarinos, Francisco Crespo, Vicente Valero, Pedro López “Carpintero”, Francisco Tetilla, Juan Madrona, José Madrona, Ernesto García Llobregat, el petrerense Francisco Mollá, los fotógrafos Basilio, Carlson y alguna mujer como Carola Gonzálvez… y muchos más, personas autodidactas en su mayoría, pero también maestro o corresponsales aquí de periódicos provinciales, que apostaron por elevar su nivel cultural y promover iniciativas como la Feria de Calzado, que se hizo realidad dos años después de que el periódico la propusiera e impulsara desde sus páginas. Durante muchos años este grupo de amigos voluntariosos con Alberto Navarro a la cabeza se ocupó de confeccionar el periódico por las noches, después de terminar sus respectivos trabajos, sin buscar beneficio económico alguno, sino solo los fondos que les permitieran mantener el medio, con no pocas dificultades. Hace doce años, el semanario pasó a manos de la empresa local Ediciones Notivalle, que amplió las páginas de información y abrió en 2015 la página web Valle de Elda celebra en septiembre sus 60 años de vida, una proeza empresarial y periodística posible gracias al gran seguimiento que ha tenido entre sus lectores. Cumplir sesenta años significa que el semanario ha formado parte de nuestra vida o buena parte de ella. Aunque nació con escasos medios, se mantuvo gracias al tesón y la vocación de servicio público de los hombres que lo llevaron adelante y hoy continúa adaptándose a la época que vive con la puesta en marcha de una edición digital diaria y la diversificación de la publicidad con la instalación de modernas pantallas leds. Tras consultar la Hemeroteca Nacional, estamos en condiciones de afirmar que nuestra publicación –que es de todos- constituye el semanario más veterano de toda España después de que el Ciudad de Alcoy (1953) cerrara su rotativa hace tres años después de pasar a manos de un gran grupo editorial. Por debajo de las páginas de Valle de Elda, desde sus inicios corrió, como un río subterráneo que ha alimentado la publicación, el empeño de los llaneros solitarios que lo fundaron y mantuvieron para contribuir a lograr una ciudad mejor, informando y a la vez siendo altavoz de las preocupaciones de los eldenses, con una atención especial a Petrer. A veces la historia da a luz una generación brillante, como la que hizo posible el semanario: Alberto y Eduardo Navarro, Eduardo Gras, Rodolfo Guarinos, Francisco Crespo, Vicente Valero, Pedro López “Carpintero”, Francisco Tetilla, Juan Madrona, José Madrona, Ernesto García Llobregat, el petrerense Francisco Mollá, los fotógrafos Basilio, Carlson y alguna mujer como Carola Gonzálvez… y muchos más, personas autodidactas en su mayoría, pero también maestro o corresponsales aquí de periódicos provinciales, que apostaron por elevar su nivel cultural y promover iniciativas como la Feria de Calzado, que se hizo realidad dos años después de que el periódico la propusiera e impulsara desde sus páginas. Durante muchos años este grupo de amigos voluntariosos con Alberto Navarro a la cabeza se ocupó de confeccionar el periódico por las noches, después de terminar sus respectivos trabajos, sin buscar beneficio económico alguno, sino solo los fondos que les permitieran mantener el medio, con no pocas dificultades. Hace doce años, el semanario pasó a manos de la empresa local Ediciones Notivalle, que amplió las páginas de información y abrió en 2015 la página web E l Valle de Elda es mucho más que el nombre de un lugar geográfico, para nosotros es nuestro periódico. Un semanario que nació hace ahora sesenta años de la mano de un grupo de amigos con una sólida formación cultural y afán divulgativo que apostaron por informar de la actualidad cuando todavía no había llegado aquí la radio, la televisión local ni ningún otro periódico. Valle de Elda ha sido un testigo de lo que sucedía en Elda y Petrer cada semana ininterrumpidamente desde hace más de medio siglo, una proeza que sobrepasa el ámbito local y lo convierte en el semanario más antiguo de España, con casi tres mil números publicados y más de 60.000 páginas editadas. Por todo este ingente trabajo, los habitantes del valle estamos en deuda con el semanario. Esta singularidad no habría sido posible sin el apoyo incondicional de sus lectores desde el primer número, una fidelidad que ha ido creciendo con los años hasta constituir un hábito, y hoy cientos de eldenses compran el Valle de Elda cada viernes después de ir por el pan porque no puede faltar en sus casas, como un alimento más del menú familiar. La publicación nació con un marcado interés por la cultura y por elevar su nivel en la población, de hecho, sus tres fundadores fueron Alberto Navarro ,el historiador local más emblemático de la ciudad, junto a un gran poeta, Rodolfo Guarinos y Eduardo Gras , buen amante de la literatura. Eran amigos y personas honestas por lo que el buen tono latió y continúa haciéndolo en la publicación. Nunca se dedica- Del Valle de Elda a www.valledeelda.com, 60 años en evolución Mª Carmen Rico Navarro Cronista Oficial de Petrer ron profesionalmente al periodismo, sino que el Valle lo confeccionaban después de sus respectivos trabajos en un inquebrantable ejercicio de voluntad. La historia de Elda y Petrer en los últimos 60 años está escrita en el Valle de Elda , un archivo que da cuenta de las noticias sobre los hechos más relevantes que suceden en el valle; de las preocupaciones de los ciudadanos en sus artículos de opinión e incluso de las regañinas que los redactores lanzaban a sus paisanos con el objetivo de aumentar su formación; con artículos de fondo que lanzaron propuestas que marcaron el futuro de Elda como la feria o el museo del calzado. Hojeando sus páginas vemos el seguimiento de los equipos locales de deporte; los nacimientos, las defunciones, incluso las bodas; sos testigos de las empresas que han existido en Elda y Petrer a través de la publicidad en sus páginas, así como de los vaivenes económicos recorriendo sus típicos anuncios de “se compra”, “se vende”, “se ofrece”. Podemos decir sin miedo a equivocarnos que el semanario es, pues, más que un periódico y se ha erigido en un servicio público para los ciudadanos. Relevo generacional Hace doce años el periódico amplió el número de páginas de actualidad e incorporó nuevas secciones cuando cambió de propietarios por el natural relevo generacional. El nuevo equipo profesional con Susana Esteve a la cabeza, junto con Ramón de Haro y Pedro Serrano , ha mantenido viva la esencia del Valle, de hecho, dieron un tratamiento más moderno a la información, pero sin alterar la estructura de su ca- racterística maquetación que le da un sabor único. Lo más importante es que su actual plantilla, que ha crecido con Valle de Elda en sus casas, está sabiendo mantener la médula de nuestro querido medio de comunicación, lo cual se puede concretar en dos hechos intangibles: manifestar su respeto hacia el lector por lo que se esmeran en buscar el tratamiento imparcial de las noticias con un tono elegante que huye de “hacer sangre” en los temas locales; y una apuesta por los temas y la cultura local a través de artículos propios y de colaboradores que se expresa con contundencia en sus números especiales sobre las Fiestas Mayores o de Moros y Cristianos tanto de Elda como de Petrer, o sobre su comercio e industria. Si algo caracteriza a Valle de Elda es que ha sabido conjugar la tradición con la evolución y hace un año dio un paso de gigante con la creación de su página web www.valledeelda.com, que funciona de manera paralela al semanario escrito. Este nuevo formato no es un calco de la publicación en papel, sino que ofrece las noticias diariamente, así como blogs de autores locales sobre numerosos temas, en su mayoría culturales, una amplia agenda de ocio, así como reportajes y entrevistas, la completísima hemeroteca o la nueva sección para empresas. El salto cualitativo de convertirse también en un medio diario es algo que sus lectores agradecemos mucho, ya que en cualquier momento y lugar, ya sea en casa o de vacaciones, con un soporte digital como el teléfono podemos estar al día de lo que ocurre en Elda y Petrer con el sello de calidad que imprime Valle de Elda a todo lo que hace. Pocas empresas llegan a cumplir 60 años y todavía son menos las que no han detenido su actividad en todo este tiempo, trabajando de manera ininterrumpida semana a semana. Este acompañamiento ha hecho que adquirir Valle de Elda se haya convertido en un hábito y que su lectura constituya un servicio público imprescindible. Por ello, desde estas páginas, considero que Elda y Petrer están en deuda con este medio. Me pregunto si ambas ciudades podríamos expresar nuestra gratitud de alguna manera y no se me ocurre mejor forma de hacerlo que dedicarle lo que nos constituye como localidades: una calle o una plaza con su nombre. Las personas somos tercas para saber valorar lo valioso cuando lo tenemos cerca, y más todavía si es fiel. Para calibrar la importancia del semanario, nos podríamos hacer una sencilla pregunta: ¿Elda y Petrer serían las mismas hoy sin el Valle ?, ¿y nosotros, si no hubiéramos contado con la música suave de su fiel compañía en estos 60 años? Gracias Valle de Elda por estos sesenta años de periodismo y por mantenernos siempre informados. Gracias por atender la cultura del Valle y por impulsar tantos proyectos. Felicidades y que cumpláis muchos años más. Valle de Elda edita el semanario en papel y una página digital diaria La página web se puede consultar desde cualquier dispositivo Cultura con mayúsculas Consuelo Poveda Poveda Jefe de Secciónde Bibliotecas del Ayuntamiento de Elda E stamos ante un aniversario feliz. Valle de Elda cumple 60 años y me invitan a contar cómo ha sido el desarrollo cultural en nuestra ciudad en estos años, como ha quedado reflejado en el semanario. Si bien, hace algún tiempo, en compañía de María Salud Sánchez , ya dimos un repaso a la actividad cultural en la segunda mitad del siglo XX, ahora nos toca narrar qué ha sucedido en estos dieciséis años de este nuevo siglo. Sirva esta colaboración para rendir homenaje a dos personas, hoy desaparecidas, Luis Gabriel Torregrosa Mira y Miguel Ángel Esteve Jerónimo , que ocuparon la delegación de Cultura del Ayuntamiento de Elda y con quienes tuve el inmenso orgullo de trabajar, con el primero como bibliotecaria y directora de la Casa municipal de Cultura y con el segundo, sólo como bibliotecaria y responsable del archivo municipal. Gracias a los dos aprendí a crecer como profesional y, sobre todo, como persona. La segunda mitad del siglo XX se caracteriza por el cambio que atraviesa la sociedad española. Se pasa de un régimen dictatorial a una época de transición, y de esta a los inicios y plenitud de una democracia que a día de hoy está totalmente consolidada. Estas circunstancias repercuten de manera muy notable en la vida y cultura de la población, teniendo en cuenta además que en el caso de Elda se produce una afluencia masiva de gente de otras provincias en busca de trabajo y mejor calidad de vida y, por consiguiente, se experimenta un aumento notable en el índice de natalidad, que hace que la ciudad esté más pendiente del desarrollo urbanístico e industrial que de continuar la línea ilustrada de la primera mitad del siglo XX. No obstante, consideramos que Elda mantiene un nivel cultural aceptable a pesar de estas circunstancias aludidas. Incluso algunas situaciones políticas que se dan durante los últimos años del franquismo e inicio de la democracia son el germen de un movimiento cultural que alcanzará su plenitud en torno a la década de los años 80. Si tuviésemos que destacar un organismo o agrupación que actuó como propulsor de la cultura en la década de los 60 este es, sin lugar a dudas, el Centro Excursionista Eldense. Parece ser que al abrigo del Centro surgen una serie de secciones que sentaron las bases del hacer cultural en el tardo franquismo, de las cuales hablaremos más adelante. Otras agrupaciones, como el Centro Cultural Eldense y el Aula de Cultura de la, entonces, Caja de Ahorros del Sureste de España, desarrollaron una gran actividad cultural. El 5 de mayo de 1960 la Caja de Ahorros del Sureste de España inauguró su Aula de Cultura con un concierto de la violinista Josefina Salvador . Este Aula funcionó a lo largo de tres décadas ofreciendo una nutrida progra- mación cultural: conciertos, recitales, exposiciones de pintura etc, colaborando además con otras instituciones culturales de Elda. Aunque sea a modo de anécdota, no podemos dejar de señalar que el lunes 23 de febrero de 1981, fecha del intento de golpe de estado, en esta sede había organizada una charla a cargo de la actriz Nuria Espert que, evidentemente, no se llegó a realizar. Ocho años más tarde, el 20 de abril de 1968, fue inaugurada la Galería de Arte de la que fuese Caja de Ahorros Provincial, dirigida por Pedro Maestre Guarinos , en la que se celebraron numerosas actividades artísticas y culturales. Centro Cultural Eldense Fue alma del Centro Cultural Eldense la inolvidable Carola Gonzálvez , mujer de formación autodidacta con una vasta cultura y con amplio conocimiento de varios idiomas que, en compañía del insigne poeta Paco Mollá, utilizaron, cómo no, el semanario Carola Gonzálvez junto a Manuel Serrano y Juan Pascual Azorín El Centro Excursionista Eldense ha sido el impulsor de la cultura local en los años 60 El Valle de Elda, creado en 1956 por Alberto Navarro para hacer una llamada cultural a la ciudadanía, pues ellos, inquietos y sensibles con su pueblo, no podían ni querían vivir en el desierto cultural que era nuestra ciudad en aquellos difíciles años de posguerra. Nos consta que la primera actividad que organizaron fue una charla que versó sobre el pintor Diego de Velázquez y su obra, y que tuvo lugar en el salón de actos de la Caja de Ahorros del Sureste de España en el verano de 1960. También sabemos que dicho centro organizó diversas charlas, audiciones y, a lo largo de más de cuatro años de existencia, se abordaron por socios del mismo y personalidades invitadas una gran diversidad de temas del más alto interés, tratados de una forma amena y coloquial, que hacía gratas todas estas sesiones. La actividad del Centro no se ciñó a la organización de conferencias semanales, sino que fue promotora de otras actividades como la Semana de Arte Sacro que tuvo lugar durante la Semana Santa del año 1961. También realizó durante tiempo un espacio semanal en la emisora Radio Elda “La Voz de Elda y Petrel” de la Cadena de Ondas Populares Españolas, cuyos estudios estuvieron situados en un anexo de la parroquia de la Inmaculada, dejando de emitir en el año 1964. Casi dieciocho años de silencio en las ondas eran demasiados para una población de la importancia de la nuestra. En 1981 la empresa Inradio S.L. Propietaria de Radio Elche, consiguió la concesión de la emisora para Elda. Nacía así Radio Elda, la emisora independiente del Valle del Vinalopó. Tras el inciso radiofónico volvamos a ocuparnos del Centro de Cultura Eldense. Este a lo largo de su efímera vida tuvo diferentes directivas, siendo Carola Gonzálvez quien asumió la primera dirección. Le sucedieron, por este orden: Carlos Pastor Poveda, Carlos González Gordillo y Juan Martí Poveda . El Centro Cultural Eldense se extinguió a mitad del año 1964. Centro Excursionista Eldense Por lo que respecta al Centro Excursionista Eldense, destacaremos su contribución fundamental a la cultura de Elda desde su fundación allá por el año 1956, siendo una de sus mayores aportaciones culturales el haber sido el promotor del Museo Arqueológico Municipal, por el esfuerzo personal de unos entusiastas aficionados y enamorados de la arqueología. Pero también podemos destacar que, al abrigo de este organismo y dado que de otra forma era casi imposible, se Fotografía del primer festival de ópera de Elda, con Evelio Esteve, en 1972 El eldense Antonio Gades La asociación Amigos de la Música realizó una magnífica labor de difusión cultural crea en el año 1974 la Sección de Juventud, integrada por un conjunto de jóvenes con inquietudes culturales entre los que podemos citar a los hermanos Beltrán Llorens, Emilio Guinea Sáez, José Guardiola, Manuel Juan, José Joaquín Candel y Clemente Martínez, quienes, en colaboración con la Comisión Municipal de Fiestas, presidida por José Amat , organizarían el I Festival de la Juventud, con ocasión de las Fiestas Mayores, en la pista polideportiva. Actuaron los artistas Cecilia, Hermanos Calatrava y los conjuntos musicales Supers y Marfil, pero como actividad paralela a este Festival se organiza la I Feria del Libro a la que asistieron como invitados los escritores alicantinos Enrique Cerdán Tato y Vicente Ramos Carratalá y el joven autor eldense Ernesto Alba con su libro Garabatos . A raíz de esta iniciativa y con los beneficios obtenidos, esta misma Sección organiza en 1976 en la discoteca La Playa un recital de los cantautores Elisa Serna y Luis Pastor que, a pesar de contar con la pertinente autorización de la Delegación Provincial de Información y Turismo, horas antes del comienzo del mismo se prohibió dando lugar a una manifestación de protesta por parte de los frustrados asistentes al concierto. Amigos de la música Una sección muy destacada que a lo largo de su trayectoria realizó numerosas actividades culturales, constituyéndose en muchas ocasiones en mecenas del Centro, fue la de Amigos de la Música, que realizó una magnífica labor de difusión de la música, haciendo actuar en Elda a conjuntos de cámara y orquestas sinfónicas de categoría internacional. Gracias al empuje y profesionalidad del prestigioso músico Antonio Ballester Bonilla , verdadero artífice de la Coral y Rondalla, promotor de la Escuela de Música que se ubicó en la calle san Roque ( en la actualidad Conservatorio de Música “Ana María Sánchez” ), el grupo fue asesor técnico de los Festivales de Ópera que se celebraron en nuestra ciudad durante los años 1972 a 1975 y que fueron todo un hito en la ciudad, con representantes operísticos de gran calidad y la participación de las mejores voces de la lírica española. Precisamente no podemos obviar que esta Agrupación colaboró con la soprano Ana María Sánchez, que formaba parte de la Coral, en los inicios de su carrera artística, organizando un recital de la cantante en el Teatro Castelar, en 1985, cuyos beneficios sirvieron para que pudiera desplazarse durante una larga temporada a Madrid y estudiar bajo la batuta de Isabel Penagos, que fue quien realmente intuyó las inmensas posibilidades de su voz. Ana María Sánchez figura entre las voces más destacadas de la lírica a nivel internacional. Algunos componentes de Amigos de la Música, varios años después de la desaparición de este colectivo, se volvieron a unir para crear el grupo ADOC, Asociación de Amigos de la Ópera y Conciertos, cuya acción más destacada, al margen de promover alguna actividad musical, fue la adquisición del antiguo cine Cantó para su rehabilitación y posterior conversión en un magnífico auditorio. Sin lugar a dudas el alma mater de este auditorio fue Pepe Amat. A pesar del esfuerzo realizado por sus directivas y el respaldo de sus socios, después de años, no ha terminado de fraguar con una programación estable, si bien es cierto que, coincidiendo en el tiempo, con la reinauguración de Teatro Castelar, se trata de dos espacios semejan- tes, salvando las distancias, cuyo mantenimiento resulta excesivamente costoso. Cuenta nuestra ciudad con tres figuras destacadas en el terreno musical, son los hermanos Pérez Busquier, José María y Gerardo y el tenor Evelio Esteve . En la actualidad los tres están felizmente jubilados. También debemos hablar de la banda de Música que, aunque viene funcionando desde 1900 y a partir de 1907 es bautizada como “Santa Cecilia” bajo la dirección del maestro Estruch, ha sido siempre patrimonio cultural de la ciudad, teniendo como cimientos el apoyo popular de todos los eldenses y, a pesar de las vicisitudes por las que ha atravesado, siempre nos ha representado dentro y fuera de Elda de forma brillante durante más de cien años. No podemos concluir este apartado dedicado a la música sin hacer una mención especial al famoso e internacional artista nacido en Elda: Pedrito Rico, “El Ángel de España”, quien desarrolló una fulgurante carrera en España y Latinoamérica a comienzos de la década de los 60, convirtiéndose en la máxima estrella de la copla en países tales como Cuba, Argentina, Perú y Estados Unidos. Su inesperada muerte dejó a Elda sin uno de sus más fieles embajadores, pues siempre tuvo presente el nombre de su ciudad allí donde actuaba. Un artista de primera categoría en los escenarios, en este caso como bailarín, es Antonio Esteve conocido artísticamente como Antonio Gades quien, casi al final de su vida se reencontró con la ciudad que lo vio nacer (el Ayuntamiento le dedicó una plaza con su nombre que el mismo Gades vino a inaugurar hace algunos años). No obstante, no podemos decir que Elda sea una ciudad con escasa afición a este género artístico y prueba de ello es la existencia de algunos grupos de baile consolidados y con una regular trayectoria. Grupo de teatro Carasses Una trayectoria extensa es la del grupo de teatro Carasses. Creado en el año 1985 como grupo amateur, sus componentes han pisado los más variados escenarios como aficionados, logrando numerosos premios y distinciones en certámenes de teatro de ámbito nacional e internacional. En la actualidad continúan su trabajo, si bien el no haber dado el salto a profesionales ha condicionado que sus componentes hayan tenido que buscarse otro modo de vida al margen del teatro, aunque el grupo, bajo la sabia dirección de Antonio Santos , haya servido de plataforma para que algunos de sus actores y actrices estén trabajando en compañías profesionales y actuando en series de televisión. No pasaron de aficionados los miembros del grupo Coturno. Sin embargo, bajo la dirección del siempre polémico y brillante Rafael Maestre , lograron poner en escena piezas clásicas con una calidad que superaba, con creces, el amateurismo. Rafael Maestre dirigió obras clásicas para el teatro profesional con artistas de la talla de José María Rodero. Y además la crítica lo ha resaltado como un gran maestro del teatro del Barroco. Realmente de aficionados, y sin otras pretensiones que las de divertir y perpetuar una tradición, es el grupo de teatro de la Junta Central de Moros y Cristianos cuya representación del Don Juan Tenorio o Dos tubos un real se viene celebrando en Elda el día de los Santos Inocentes, en sesiones de tarde y noche, desde principios del siglo XX con un paréntesis por el cierre del Teatro Castelar, constituyendo un acontecimiento anual de gran calado en la sociedad eldense. Teatro Castelar Respecto al teatro profesional, Elda tuvo unos años dorados en El grupo de teatro Coturno con su director Rafael Maestre Antonio Porpetta En la ciudad han existido varios grupos de teatro de aficionados la década de los 80, siendo la plaza donde estrenaban compañías teatrales de primer orden: Joglars, Dagoll Dagom, etc. Sin embargo, a raíz de la programación de aquellas puestas en escena del circuito de teatro de la Generalidad Valenciana, el público empezó a perder interés, a lo que contribuyó el cierre del teatro, expropiado al empresario Andrés Aguado por el Ayuntamiento, y a la menguada infraestructura del salón de actos de la Casa Municipal de Cultura donde se reanudaron las actuaciones teatrales. En la actualidad, y una vez reinaugurado el teatro en 1999, tres personas han trazado las directrices del mismo. Y, con mucho esfuerzo por parte del Consistorio, se ha logrado, en mayor o menor medida, una programación estable, con actuaciones y representaciones de un nivel aceptable, pero que no alcanzan, todavía, el listón de la década de los 80 del pasado siglo. Una mención especial merece, por su continuidad en el tiempo, la Semana de Títeres y Marionetas organizada por la Concejalía de Cultura que se inició en el año 1983 pocos días después de la inauguración de la Casa de Cultura. Este centro cultural abrió sus puertas el 23 de abril de 1983 y, pese a algunas voces críticas que le vaticinaban, a priori , un fracaso, lo cierto es que la misma ha tenido una gran trascendencia como foco de la cultura en Elda, con una programación más rompedora, con tendencia a lo que fueron las nuevas vanguardias en los años 80 y más comercial y populista en la etapa posterior. La Casa de Cultura, cerró sus puertas los primeros días del mes de enero de 2007, y con la inauguración de la nueva biblioteca central “Alberto Navarro Pastor” el 9 de enero, se adaptó para uso exclusivo del Museo Arqueológico Municipal. Casa de Cultura Durante muchos años, hasta su traslado al Jardín de la Música, la sala de exposiciones de la Casa de Cultura acogió, dentro de sus limitadas posibilidades, muestras de artistas de la talla de Arcadio Blasco, Oukalele, María Chana, Dionisio Gázquez, Paco Messa etc y, por supuesto, a los artistas del colectivo local Casica del Artista y también a otros pintores locales como Maestre Yago, Maite Carpena, Boke Bazán, Javier Romero, Carmen Castaño, Yola o Miguel Ángel Esteve , este último propietario de la Sala de arte Sorolla, galería que supo atraer a lo largo de diecisiete años a destacados artistas, contribuyendo a crear una afición por la pintura de calidad entre el público eldense, lo cual, tratándose de una iniciativa privada, no deja de ser encomiable. Fue en la década de los 90 cuando se produjo el traslado a la Casa Grande, convirtiendo aquel espacio en un salón multiusos con cafetería. En esta sede ha funcionado, con luces y sombras, a lo largo de casi tres décadas. A finales del pasado año fue clausurada puesto que la estructura del inmueble presentaba grandes deficiencias. Si esta ciudad ha sido cuna de pintores destacados, en la rama de las letras, lo cierto es que no sólo no queda atrás sino que incluso el nivel es brillante. Desde el famosisimo Antonio Porpetta , pasando por nombres como Nuestra ciudad ha sido cuna de pintores destacados Miguel Ángel Esteve inauguró la Sala Sorolla con obra de Gabriel Poveda Sacra Leal , Andrés Lloret o Carola Gonzálvez , la actividad poética en Elda siempre ha estado en un lugar preponderante, pues no queda muy lejos en el tiempo el concurso de poesía El Seráfico que contaba entre los miembros de su jurado nada más y nada menos que con José Hierro o el concurso de poesía organizado por el colegio público Miguel Hernández que estaba respaldado por la nuera del poeta oriolano. Sin embargo, es el campo de la narrativa en el que autores locales están cosechando éxitos importantes. Tal es el caso de Elia Barceló , toda una experta y considerada como la gran dama de la narrativa de ciencia ficción, y de Pedro Maestre , Premio Nadal del año 1996 con su novela “Matando dinosaurios con tirachinas” sin olvidar a Antonio Peñalver , que últimamente poco se prodiga, y que obtuvo en el año 1986 el premio Joven y Brillante con su novela Más falso que Judas . Sin lugar a dudas, una cita destacada en el campo de la narrativa es la convocatoria anual del antes Concurso “Príncipe de Asturias, 40” y en la actualidad concurso de “Cuentos Ciudad de Elda”, en el que han resultado premiados escritores como Juan Manuel de Prada o José Antonio Panero . El cine Continuamos este repaso por la actividad cultural de Elda a lo largo de estos sesenta años hablando del séptimo arte, que siempre ha tenido grandes adeptos en la ciudad. Muestra de ello fue la gran proliferación de salas cinematográficas en torno a los años 60, década en la que, paralelamente a la exhibición de cintas casi siempre americanas en salas comerciales, surgieron cineclubes como el Bergman que, precisamente al abrigo del Centro Excursionista Eldense, comenzó a funcionar con la proyección de la película El Verdugo de Berlanga en 1976, y en el que participaban nombres que luego han destacado en la vida sociopolítica de la ciudad tales como Luis Torregrosa Mira, Fernando Belmonte, Felipe Tornero o el que fuera cura párroco de San Francisco de Sales, Paco Cohello Cabrera . El cine en Elda en este siglo sigue siendo una asignatura pendiente, puesto que en la actualidad, nuestra ciudad no dispone de ninguna sala de proyecciones, obligándonos a acudir a la vecina Petrer, donde en sendos centros comerciales existen salas multicine que ofrecen una programación excesivamente comercial que nos resta la posibilidad de acceder a estupendos estrenos que pasan totalmente desapercibidos. Sólo nos queda la digna programación que nos ofrece el centro cultural Fundación Cultural Paurides González Vidal , auspiciado por el Grupo “Nuestra Opinión Alberto Navarro”. Se trata de un centro que, sin fin lucrativo alguno, tal y como dispuso su benefactor, fomenta la investigación, educación, creatividad, etc, desde su inauguración en julio del año 2003. Regido por un Patronatro, realiza una la- bor, más que encomiable, desde entonces. Publicaciones Hablaremos ahora de las publicaciones periódicas, aunque debemos decir que, así como en la primera mitad del siglo XX estas proliferaron, después de la guerra civil se inicia un período de decadencia subsanado por la aparición de algunas publicaciones como fue el caso de Peregrinación , que sólo publicó doce números. Pocos meses, después, como consecuencia de las sesiones literarias que, en círculo restringido, iba realizando el grupo literario Dahellos, que se reunía en la academia de Juan Madrona, surgió la idea de realizar unos cuadernos literarios con el mismo título del grupo, lo que se llevó a cabo en setiembre de 1949. Aparte de Dahellos, en todos estos años las únicas publicaciones periódicas existentes fueron las dos revistas anuales, dedicadas a fiestas, Fiestas Mayores , Alborada y Moros y Cristianos , y los libretos de Fallas que de forma irregular editaban las comisiones falleras en el mes de junio de cada año. A finales de la década de los 50 apareció la revista Fallas de San Pedro , llamándose después Fallas de Elda . Pedro Maestre Con la llegada de la democracia, se puso en práctica una actuación, que no era una primicia, pues ya la había experimentado el alcalde Joaquín Coronel , la confección de un boletín de información municipal, cuya misión era dar cuenta de todo lo proyectado o ejecutado por el Consistorio. Así surgió Vivir en Juan Madrona recibió un homenaje Elda que, desde sus comienzos, adoptó un talante abierto a todos los aspectos de la vida local. El cierre de la empresa municipal EMIDESA implicó la desaparición de este boletín informativo de periodicidad mensual que puntualmente aparecía desde 1983. En cuanto a semanarios, no se editaba ninguno en Elda hasta que en setiembre de 1956, apareció Valle de Elda que, a lo largo de 60 años sin interrupción, nos da la crónica fiel de todo aquello que acontece en en el valle gracias a la constante dedicación de Alberto Navarro, Rodolfo Guarinos y Eduardo Gras . En 2003 la cabecera de esta publicación fue adquirida por la empresa local Ediciones Notivalle, la cual con su directora Susana Esteve junto a un exiguo equipo de profesionales, recogió el testigo de Navarro Pastor, conservando la filosofía de la publicación hasta el momento presente. El semanario Periódico Comarcal realizó una interesante incursión en el ámbito de la información local y posteriormente deportiva entre los años 1995 y 2006. Este medio fue fundado y dirigido por el que luego sería el actual equipo de Valle de Elda . En 1984 el Ayuntamiento asumió la cabecera de la revista Alborada , que desde 1957 había sido el nombre de la revista dedicada a las fiestas de septiembre, que poco después pasó a denominarse de nuevo Fiestas Mayores bajo los auspicios de la Cofra- día de los Santos Patronos. La revista Alborada , en esta nueva época, 1983, no tiene periodicidad fija, ni vinculación a las fiestas que le habían dado origen, sino de un claro propósito de extensión cultural y de recuperación de todos aquellos aspectos interesantes y singulares para el pueblo de Elda. Otras dos publicaciones intermitentes son Adellum auspiciada por el grupo literario El Seráfico y Alebus, publicación realizada por el Museo Arqueológico Municipal con la colaboración de la Universidad de Alicante. En estos últimos años han surgido otros colectivos que ante la sequía cultural se propusieron organizar algunas actividades con la finalidad de ganar presencia en la ciudad. Nos referimos al colectivo Octubre Negro, el grupo Pic-Nic. Octubre Negro Octubre Negro surgió en verano de 2011 y goza de buena salud a lo largo de estos años. Pensamos que su éxito se debe a que es un colectivo de talante aperturista e integrador. Suele organizar dos quincenas, en otoño y primavera, así como también realizan dos convocatorias de una feria de publicaciones y artesanía “Libros en la calle” que tiene mucha aceptación por parte de colectivos y público en general. A la sombra de este colectivo surgió Gramática Parda, asociación de escritores, lugar de encuentro para todas aquellas personas que aman la escritura. Sirva este artículo como merecido homenaje a todas las personas que estando al frente de la Concejalía de Cultura, han logrado, unos más que otros, mantener encendida la llama de la cultura. Si bien es cierto que, en nuestra humilde opinión, Elda ha adolecido, y adolece, de un proyecto cultural serio que garantice determinadas acciones culturales más allá del criterio personal del concejal-delegado de Cultura y que tenga como objetivo una estabilidad y continuidad de las mismas, lejos de siglas políticas o aficiones personales. Elda necesita un proyecto cultural que garantice su continuidad S eguramente quien más sepa de Fiestas en nuestra ciudad es el Semanario Valle de Elda . A lo largo de los últimos 60 años por él ha pasado toda la información de las Fiestas Mayores, Fallas, Semana Santa, Moros y Cristianos … y demás festividades que Elda celebra o ha celebrado a lo largo de todo este tiempo. Pero … ¿Cómo serán las Fiestas del futuro? No se trata de jugar a ser Julio Verne ni adivinar mirando fijamente una bola de cristal, lo que me pide «El Valle» más bien es apuntar hacia dónde deberían encaminarse en Las Fiestas que están por venir... mi opini?n (personal y sencilla) las fiestas que cada año celebramos, en concreto las Fiestas de Moros y Cristianos. Pues bien, aquí van algunas pinceladas (seguro que cada uno de los que estáis leyendo este artículo tenéis las vuestras, estas son un puñado de las mías). Aunque es imposible resumir en unas cuantas líneas cómo podrían ser las Fiestas de Moros y Cristianos del futuro, vamos a jugar a aventurarnos y lanzar unas cuantas ideas divididas en varios bloques: el primero respondería a la pregunta de qué tipo de Fiesta queremos, lo que nos ayudará para hablar de las posibilidades de la promoción turística de las mismas; continuaremos hablando de la Fiesta en sí, sobre todo de posibles espacios a utilizar; para acabar, hablaremos de lo más importante de la Fiesta que no es otra cosa que las personas, para ver en dónde, en mi opinión, se debería de poner una especial atención. Pues comencemos a mirar hacia el futuro… ¿Qué tipo de Fiestas queremos? Pienso que lo primero de todo es tener muy claro que en el futuro deberíamos seguir cuidando el doble sentido que tienen nuestras fiestas: por un lado la parte lúdica, de descanso, de expansión, de evasión del día a día, de ver a los amigos y amigas, de disfrutar junto a la familia… de vivir las fiestas pensando sólo en divertirnos y disfrutar. Por otro lado, seguir cuidando la parte que tiene la Fiesta como transmisión de costumbres, de tradiciones, de arraigo a nuestra ciudad, siendo un nexo imprescindible de unión de festeros y eldenses la figura del Patrón, San Antón. Sólo cuidando estas dos dimensiones de la Fiesta, esta podrá mantenerse y crecer en el tiempo. Unida a esta idea podemos enlazar la de… ¿Qué imagen de la Fiesta nos gustaría proyectar al exterior? Se habla mucho del tu- José Javier Santa Hernández Profesor. Expresidente de la Mayordomía de San Antón La figura de San Antón es esencial en las fiestas rismo que podrían atraer las Fiestas de Moros y Cristianos de Elda. Seguro que en pocos años, la Junta Central de Comparsas – con su excepcional trabajo- acaba consiguiendo para las fiestas de Elda la denominación de “Fiestas de Interés Turístico Internacional”, sin embargo, junto a esta denominación –muy importante por cierto- es quizás más prioritario aún tener muy claro qué promoción nos gustaría hacer de la Fiesta y con qué finalidad. Por este motivo, me imagino las Fiestas de Moros y Cristianos dentro de unos años como unas Fiestas de Interés Turístico Internacional en las que la promoción turística ha ido unida a la diversión que esos días ofrece Elda, pero también a la manera única –una ciudad de puertas abiertas y acogedora con todos- en la que los eldenses celebran sus fiestas y enseñan a todo el mundo sus tradiciones, costumbres y valores. En una zona de grandes fiestas de Moros y Cristianos, actualmente las de Elda gozan de un gran prestigio a nivel institucional; partamos entonces desde lo más cercano, desde una promoción a nivel provincial y autonómico que les otorguen el lugar que con mucho trabajo se han ganado y las acerque a cualquier persona que quiera disfrutar de ellas. Ahora y en los próximos años hagamos una promoción desde lo más cercano para llegar –en unos años- a poder traspasar nuestras fronteras, pero siempre sin perder de vista esa doble dimensión lúdica y tradicional que es la que al fin y al cabo nos puede diferenciar de otras poblaciones y hacernos especiales. Por otra parte, estos próximos años –y por la situación global del planeta- creo que va a salir a la palestra el debate de fiestas de Moros y Cristianos y su relación con el islam. Creo que, bien planteado, puede ser una ocasión excepcional para mostrar el carácter de unión de culturas y respeto que una Fiesta como la nuestra posee; sin embargo, tendremos que estar preparados y documentados por si en el futuro este debate pudiera plantearse. Utilizar el Castillo y un Centro de Interpretación Pasando ya al nivel organizativo, creo que es difícil realizar cambios que puedan mejorar las fiestas en cuanto a los actos se refie- re, pero a nivel estructural sí se podría dar un salto de calidad en las mismas. ¿Cómo? Utilizando nuevos espacios como el castillo de Elda para determinados actos festeros. Creo que en los años venideros (me consta el trabajo que desde Patrimonio -sobre todo a través del departamento de Arqueología- se está realizando) podremos ver las Embajadas desde el castillo. Sin embargo, pienso que la rehabilitación del castillo debe ir irremediablemente unida a la regeneración de la zona que lo rodea (algo que ninguna Administración hasta la fecha se ha decidido a afrontar). Toda esta zona que rodea al castillo junto a la ocupada por las diferentes sedes festeras, la Iglesia de Santa Ana y la Ermita de San Antón, crearían un entorno magnífico como punto neurálgico de Elda en esos días de Fiesta y un escaparate desde el que mostrarse al exterior. Otra tarea pendiente para es- El castillo condal se podría utilizar en las embajadas en lugar del portátil tos años es conseguir que la Fiesta tenga un espacio en el que mostrar su pasado y su presente. Más que un museo, pienso que Elda debería de contar con un Centro de Interpretación que uniera su historia con la celebración de sus fiestas; lo ideal sería contar con algún edificio cercano al castillo (como en la vecina población de Villena, por ejemplo). Utilizar el castillo para este menester se antoja actualmente imposible y hacerse con un edificio que reúna las condiciones necesarias parece también lejano a las posibilidades de Ayuntamiento y Junta Central. Sin embargo, este lugar podría ser una sede festera que “arrendara” para los próximos años parte de su espacio al Ayuntamiento para poder realizar allí ese centro de interpretación, que sería una enorme ventana desde la que mostrar nuestra historia y nuestras fiestas, junto a otros espacios como el Museo del Calzado o el Yacimiento Arqueológico El Monastil. Entre los actos poco o nada creo que se puede añadir: tanto las Comparsas como la Junta Central realizan un papel excepcional y el margen de mejora y de cambios a realizar creo que es muy pequeño; quizás el acto que más controversia trae cada año es el del Pregón de las Fiestas. Hay posicionamientos a favor de que vengan famosos o que el pregón lo realicen personas de Elda. Creo que en los próximos años será una combinación de los dos lo que veamos desde el castillo ese miércoles previo a las fiestas. No sé si algún año de estos veremos -se me antoja complicado- una iniciativa que pida a la gente hacer propuestas y entre las más votadas, la Junta Central intentar hacer que esa persona se convierta en quien pregone nuestra Fiesta. Lo que sí creo es que sería necesario crear un equipo de trabajo dentro de la Junta Central que trabajara a un par de años vista sobre este tema, pudiendo invitar a las fiestas a la persona, que se considere reúne las cualidades necesarias, para que al siguiente año pudiera hacer el pregón, lo que iría dotando a las fiestas de un mayor prestigio. Atención a jóvenes y mayores Por lo que respecta a los festeros en sí, creo que el trabajo que desde las entidades festeras, resaltando el que viene haciendo la Mayordomía de San Antón, y desde los centros educativos se viene realizando para hacer que los más pequeños conozcan, sientan y vivan las fiestas como verdaderos protagonistas de las mismas, es algo de un valor incalculable pensando en el futuro. Sin embargo, como decía, creo que en los próximos años -además de seguir cuidando de manera especial a los más pequeñosdeberíamos poner nuestro foco en dos grupos de población muy diferentes entre sí: por un lado los adolescentes, que en la época del instituto y sobre todo con el paso a la universidad, se desconectan a veces de las Fiestas, o en otras ocasiones simplemente no encuentran su espacio dentro de ellas. A ellos –y sobre todo contando con ellos y su opiniónhabría que dedicarles una especial atención. El otro grupo al que me refería son las personas mayores. Las fiestas de Elda cumplen dentro de cuatro años su 75 aniversario, es decir, en estos años vamos a poder ver a festeros de una avanzada edad y que llevan toda una vida en la Fiesta; sin embargo, deberíamos de crear espacios más adecuados para ellos, para que podamos ver en las fiestas a todas esas personas que las han hecho posibles todos estos años y que ahora por cansancio, porque van faltando compañeros de escuadra, porque se tienen que quedar con los nietos… van ausentándose de una Fiesta que les ha visto crecer y a la que han visto crecer. Resumiendo, creo que a las Fiestas de Moros y Cristianos de Elda les esperan por delante unos años apasionantes, en los que se van a convertir en el lugar de paso obligado para todo aquel que quiera disfrutar de unas verdaderas Fiestas de Moros junto a Cristianos, para todo aquel que se quiera divertir y disfrutar inmerso en un mundo de tradiciones, costumbres y de una manera muy particular de celebrar una Fiesta. También podremos disfrutar de ese castillo y, ojalá, también de sus alrededores, lo que unido al centro de interpretación podría dotar a Elda y sus fiestas de una zona en la que guardar nuestro pasado para poder proyectar nuestro futuro. Por último, unido a una organización perfecta y a unos actos cuidados al detalle, deberemos poner el foco de una manera especial en los adolescentes y los mayores de nuestra ciudad y nuestra Fiesta, sólo así conseguiremos mantener vivas nuestras tradiciones. Los jóvenes y mayores necesitan una atención especial en la fiesta H ace más de un año que estamos tratando de explicar nuestro proyecto para ilusionar a la ciudad de Elda y confiar en un mejor futuro. También para tratar de erradicar el trabajo no regulado, que es un cáncer que nos ahoga y va diezmando nuestra precaria economía, especialmente la de las personas más necesitadas de protección. ¿Cómo hacerlo? ¿Quién debe hacerlo? ¿Con qué medios? Son algunas de las pre- Un proyecto para Elda que le haga recobrar la ilusión por el futuro guntas que me hacen casi a diario desde las redes sociales y en llamadas personales. En primer lugar, quiero aclarar que este «proyecto para Elda» no es ni único ni infalible, pero es un intento serio de algo que necesitamos de forma inmediata y muy urgente. Hay cuatro líneas de actuación, como hemos ido planteando: la primera, solicitar la denominación de marca «Zapatos de Elda» (aunque se aprobó por Pleno Municipal, nada se ha hecho en más de medio año). En segundo lugar, movilizar las instituciones del sector (FICE y AVECAL) para que convenien con la ciudad de Elda una serie de medidas que tiendan a los objetivos que aquí se persiguen. Como tercera acción y sincronizada con las restantes, un convenio necesario y urgente entre la Universidad de Alicante, los Ayuntamientos de Elda y Petrer y las empresas e instituciones del sector, para poner en marcha la «Cátedra de Calzados» y entre sus fines está precisamente la creación de un fondo económico que impulse estas y otras acciones, ya que la situación actual impide encontrar medios económicos en forma de subvenciones. Por último, el lanzamiento cada temporada (dos al año) de las tendencias para todo el sector en lo que respecta al calzado de señora de las gamas media y alta o, lo que es lo mismo, y objeto de muchas controversias, realizar dos veces al año una exposición o muestra en Elda para dar a conocer los avances y novedades en el calzado de mujer de esas gamas expuestas, potenciando su industria local y su buen hacer. Con estas sencillas acciones, arropadas del necesario marketing, Elda puede recuperar un protagonismo que cada día tiene más lejano. Pero, además, con lo que conocemos por «De- nominación de Origen», que no es otra cosa que la marca «Zapatos de Elda», podemos incluso erradicar de forma sensible la economía sumergida, esa lacra que resta fortaleza y vigor a nuestra industria, sencilla y llanamente porque para poder ostentarla en cualquier empresa (si conseguimos que la marca se consolide como un bien intangible) es condición indispensable certificar que la empresa cumple con la legalidad y no se produce ninguna fase con trabajo no regulado. Como es natural, lo aquí expuesto no es más que un esbozo de un estudio más amplio que, tras año y medio, no he podido transmitir, comentar o discutir con quien, a mi juicio, puede llevarlo a feliz término. ¿Cómo hacerlo? Con un amplio consenso auspiciado por el poder político, que es quien tiene la capacidad de convocatoria. ¿Quién debe hacerlo? Naturalmente se precisa de una voluntad que debe emanar del poder municipal e implicar a las instituciones sectoriales y universitarias, como primer paso para involucrar a las empresas más importantes de la zona. ¿Con qué medios? Estando en juego nuestro futuro, eso debería ser lo menos importante, pero aún así los costes económicos serían mínimos, tanto por parte del Ayuntamiento como de las otras instituciones, serían mucho más importantes los esfuerzos por perseguir los resultados. Si se quiere... se puede. José María Amat Amer Fundador del Museo del Calzado de Elda El poder político debe liderar el proyecto para conseguir la denominación «Zapato de Elda» El Museo del Calzado. Retos de futuro A escasos seis meses de cumplir los 18 años desde su inauguración, el Museo del Calzado es acuciado por muchos problemas, unos estructurales, otros coyunturales; unos económicos y otros funcionales. Pero junto a los problemas se plantean dilemas cruciales para el propio futuro del museo, que deben ser atendidos de forma prioritaria, pues de su resolución depende, en gran medida, la solución de los problemas actuales de la institución y, lo que es más importante, su futuro. Problemas de financiación económica y deuda histórica lastran y amenazan la propia viabilidad del museo; a los que se añade, salvando honrosas excepciones, la falta de compromiso “de hecho”de buena parte de entidades, organismos e instituciones de las que el museo depende orgánicamente. Situación a la que se suma el desapego e indiferencia del sector empresarial, tanto como colectivo como a nivel individual, que debería ver en el museo, y al modo anglosajón, a un aliado estratégico per se , que dote de un valor añadido cultural a un producto industrial, al tiempo que se constituye en fedatario público de una tradición secular en la maestría y buen hacer en las artes zapateras. Pero no toca en estas líneas caer en lamentos estériles. En la sociedad de la comunicación y de las tecnologías de la información, y a escasa distancia de una de las zonas turísticas más importantes de España, el Museo del Calzado debe afrontar su futuro con estrategia y planificación. Hay que definir objetivos. Hay que establecer metas a corto, medio y largo plazo. Hay que programar una hoja de ruta que permita alcanzar el objetivo propuesto. Si claras son las debilidades del museo, fijémonos en las oportunidades y fortalezas para establecer los objetivos y las metas. La principal de las oportunidades viene de las manos de las tecnologías de la comunicación. Cuestión a la que, paradójicamente, tan ajena está la museografía del propio museo. El esfuerzo realizado en la visualización y comunicación de contenidos en las redes sociales ha permitido que el Museo del Calzado se convierta, con 10.714 seguidores en Facebook, en el tercer museo de la Comunidad Valenciana, por detrás del MUVIM (Valencia) y del MARQ (Alicante), y un elevado nivel de crecimiento, publicación, aprobación e interactuación similar a los grandes museos nacionales. Afirmación refrendada por los datos que nos permiten conocer, entre otros, que apenas el 19 % de “amigos” del museo son de Elda; siendo Madrid, Elche, Alicante, Valencia, Petrer, México D.F., Villena, Arnedo, Almansa y Ubrique las principales ciudades con número de seguidores, alcanzando todas ellas juntas el 30 % del total. Items a los que hay que sumar que casi un 18 % de los “amigos” están repartidos mayoritariamente por América (México, Argentina, Colombia, …) y Europa (Portugal, Reino Unido, Italia…), y en menor medida por Asia y África; al igual que destacar que el femenino supone el 74 % del público adepto en las redes sociales. Datos que avalan que el Museo del Calzado es un embajador internacional del zapato y de la industria española del calzado. De igual modo, y ante la ausencia de acciones publicitarias tradicionales, el incremento de un 12,86 % en el número de visitantes durante el primer semestre de 2015-2016, cabe achacarlo a la presencia y actividad en las redes sociales. Visitantes cuya mayor parte son foráneos a la provincia de Alicante y el 26 % visitantes extranjeros. Oportunidades a las que cabe sumar la singularidad y casi excepcionalidad del museo. Junto con el Museu del Calçat i la Pell , de Inca, el Museo del Calzado es el único museo (según los parámetros técnicos internacionalmente aceptados por el ICOM) en la España peninsular dedicado al calzado. Hecho que se torna en oportunidad para nuestro museo si tenemos en cuenta su superficie expositiva, instalaciones, amplia variedad temática y calidad y cantidad de fondos museísticos custodiados; a lo que cabe sumar que el museo se encuentra en la principal zona zapatera de toda España. En este sentido, no debemos olvidar que desde Almansa hasta Elche, pasando por Villena, Sax, Elda, Petrer y Pinoso, se fabrica aproximadamente el 70 % de la producción nacional de calzado. Provincia turística por excelencia que, además, tiene a fácil alcance a miles y miles de visitantes de diferentes segmentos de edad en todas las épocas del año. Por su parte, y tras la asfixiante falta de recursos económicos, la principal amenaza para el museo es el enfoque localista, tanto en la gestión como en la imagen. El museo debe desprenderse de su apellido eldense para aspirar a convertirse en un museo de ámbito nacional, en el que el visitante pueda conocer, además del proceso productivo de un zapato y la historia del calzado en la provincia de Alicante, los diferentes centros zapateros del país, sus producciones características, la importancia del sector zapatero en la economía del país, etc. Enfoque nacional que permitirá ampliar público, ganar en trascendencia social y cultural, al tiempo que favorecer y propiciar la entrada de nuevos “actores”, tanto en la gestión como en la financiación. Patronos, socios protectores, socios colaboradores y amigos del museo deben colaborar, deben aportar y deben recibir beneficios, cada uno según el grado de implicación y compromiso. El Museo del Calzado no sólo es del Ayuntamiento de Elda; el museo debe ser sentido y tenido como propio por otros municipios zapateros; por instituciones públicas de carácter turístico, industrial y cultural de ámbito provincial, autonómico e incluso nacional; así como, sobre todo, por la industria del calzado, por empresas y empresarios del sector, independientemente de la población o del tipo de calzado realizado. Sólo acabando con miedos atávicos, derribando absurdas fronteras mentales autoimpuestas, erradicando la ensoñación pretérita en las glorias pasadas y dejando atrás la perniciosa elucubración de que «cualquier pasado fue mejor», el Museo del Calzado tendrá futuro. El incremento de visitantes obedece sobre todo a la intensa difusión del Museo del Calzado en las redes sociales Gabriel Segura Herrero Director del Museo del Calzado de Elda «El valle de Elda reviste la forma del casco de un buque (...). A una banda se levanta una colina de yeso, y en su cumbre aparece Monóvar al otro lado; en las faldas de otro altozano, se ve Petrel. Y abajo, tocando las aguas del ría, está Elda». Azorín, El enfermo (1943) A lo largo de la historia de la prensa de Elda han sido varias las publicaciones periódicas que se han ocupado en mayor o menor medida de Petrer. Pero es a partir del nacimiento del semanario Valle de Elda , en 1956, cuando la prensa eldense volverá a centrar su atención en esta localidad. Fue el 1 de septiembre de 1956 cuando salió a la luz el primer número del semanario Valle de Elda, incluyéndose desde los primeros números una sección que llevaba por título «Petrel». En Petrer hasta que apareció el boletín de información local El Carrer en febrero de 1980, las noticias que sucedieron desde mediados de los años 50 del pasado siglo se conocían por medio de Valle de Elda y a través de las corresponsalías de los periódicos provinciales La Verdad e Información , además del semanario comarcal Nuevo Ciudad que sólo se publicó un año (1974). Petrer en las páginas de Valle de Elda Desde Valle de Elda siempre ha habido una atención especial a Petrer y este medio escrito es fundamental para conocer el latir del pueblo sobre todo durante el periodo en que ninguna publicación se ocupó de lo que sucedía en el pueblo vecino. Respecto a los colaboradores de Petrer, a Alberto Navarro , al igual que a la actual directora Susana Esteve , nunca les gustó denominarlos corresponsales, pues siempre pensaron que Valle de Elda informaba igual de Elda que de Petrer. Entre las personas que informaron de lo acontecido en Petrer destaca desde los inicios de la publicación hasta 1959 ROMAR. Este acrónimo se corresponde con las primeras sílabas de los apellidos de Francisco Rodríguez Martínez , maestro de profesión, conocido popularmente en Petrer como Don Paco , y que también fue corresponsal del diario Información y transmitió numerosas crónicas por Radio Elda . Continuó la labor de Don Paco, el petrerense Luis Vera Poveda , miembro del grupo Dahellos que aparece como colaborador de Valle de Elda desde 1959 hasta 1965, siendo también desde 1960 corresponsal del diario Información . En los últimos años las noticias sobre Petrer se han extraído de lo que se publicaba en la prensa diaria y las notas informativas y actividades culturales se reseñaban desde la informa- ción que se enviaba desde el mismo Ayuntamiento. A lo largo de su ya dilatada historia han sido muchos los petrerenses que han participado en esta emblemática publicación. El poeta Paco Mollá fue un colaborador asiduo de este semanario, al igual que también lo hicieron en alguna ocasión otros petrerenses como el poeta Enrique Amat Payá , Libertad Brotons , el farmacéutico José Luis Perseguer de Castro , el pintor Gabriel Poveda Rico , Ricardo Vera Laliga, Gregorio Vieco y el sacerdote y poeta Don Jesús Zaragoza . Por lo que respecta a las fotografías, en alguna ocasión se publicaron imágenes del fotógrafo de Petrer Antonio Navarro . Desde la redacción de Valle de Elda siempre ha habido una ex- celente sintonía hacia Petrer y ello se debió en un principio sobre todo a la entrañable relación de amistad que existió siempre entre el poeta petrerense Paco Mollá y los responsables del semanario eldense, especialmente con Alberto Navarro, alma mater durante mucho tiempo de esta publicación. Hoy, por suerte, esta sintonía continúa ya que Susana Esteve es una persona abierta y comprometida con cubrir toda la información que generan los pueblos del valle. Valle de Elda siempre se distribuyó tanto en Elda como en Petrer, ya que como hemos apuntado con anterioridad, hasta que no se crearon las corresponsalías de los periódicos provinciales la información referente a Petrer era casi nula. Las noticias de Patricia Navarro Díaz Periodista Mª Carmen Rico NavarroCronista Oficial de Petrer Valle de Elda ha promovido desde sus inicios el encuentro de los puntos comunes entre Elda y Petrer El poeta Francisco Mollá fue un asiduo colaborador del semanario Petrer que se incluyen en esta publicación se refieren al ámbito local, preferentemente noticias de información municipal y también de carácter cultural y festivo.Como es lógico suponer han sido numerosas las noticias que Valle de Elda ha publicado sobre Petrer, y para poder conocer y disfrutar releyéndolas contamos con la magnífica hemeroteca que se puede consultar de forma muy sencilla en la web: https:// valledeelda.com/hemeroteca.html. Noticias como la creación y la inauguración del Instituto Azorín (nº 583), el nacimiento y urbanización de la Loma Badá (nº 673), la polémica fusión entre Elda y Petrer (nº 664), la constitución de la Mancomunidad Elda-Petrel (nº 858), el descubrimiento del mosaico romano (nº 995), las manifestaciones obreras relacionadas con el convenio del calzado (n? 1.016) y la inauguración del Centro Cultural Municipal de la calle San Bartolomé (nº 2.129), entre muchas otras, destacan en este semanario que ha sido un referente a lo largo de la historia tanto para los eldenses como para los petrerenses. Entre los artículos destacados relacionados con Petrer se inclu- yen, entre otros, los siguientes: H. Soria del Castillo publica «La leyenda de la Sierra del Caballo» (nº 81); Alberto Navarro, «Ciudades hermanas» (nº 501); Francisco Esteban Navarro en el artículo «Una arqueóloga sueca, interesada por la prehistoria eldense: Solveig Nordstrom» (nº 584), se ocupa de describir la visita que la célebre estudiosa de la cultura ibérica realizó a la alfarería Román en 1967; Alberto Navarro publica «Viejos papeles: Un accidente de circulación en las Salinetas y en 1694» (nº 732); José Luis Perseguer de Castro en «Azorín y Petrel» revive la visita que realizó en Madrid al célebre escritor de la Generación del 98 (nº 878); José Navarro Payá , «Trágico éxodo de los moriscos del País Valenciano, con los de Elda y Petrel» (nº 980); también del mismo autor «La guerra de las Germanías, episodio de nuestra regi?n (Los moros de Elda y Petrel lucharon también a favor de los nobles)» (nº 980); «Nuevo testimonio de hermandad de las ciudades zapateras? (n? 1.011) y Ramón Candelas Orgilés : «La ermita de Catí. Reina del espliego» (nº 1.727). Valle de Elda también anuncia y se ha ocupado y se sigue ocupando de reseñar los libros y publicaciones periódicas editadas en Petrer, realizando en la mayoría de las ocasiones las crónicas de estas publicaciones Alberto Navarro y en la actualidad se hacen desde la redacción. Para terminar, queremos lanzar un deseo: que el semanario más longevo de la historia de la prensa eldense siga cumpliendo años y continúe ocupándose de Petrer como lo ha venido haciendo hasta ahora. Estamos convencidas de que así será porque la buena sintonía entre las dos ciudades hermanas a las que da cobertura Valle de Elda es hoy, más que nunca, una realidad. El semanario no hizo distinciones entre la cultura de Elda y Petrer E l 1 de septiembre de 1956 salió a la venta el primer número del semanario Valle de Elda . Entre sus páginas no había ninguna noticia o reseña dedicada al patrimonio cultural. Ni a la historia. Lo contrario hubiera sido raro en la Elda de aquellos años, todavía con la inercia de los desoladores efectos de la Guerra Civil en todos los órdenes de la vida. Cuando nace Valle de Elda , apenas existía conciencia del patrimonio Hemerotecas reales y virtuales del patrimonio histórico eldense histórico y cultural de la ciudad, de su arqueología y de sus monumentos. La antigua iglesia de Santa Ana había sido destruida en 1936. El convento franciscano de los Ángeles y manicomio provincial, demolido en 1941. El castillo, prácticamente arruinado desde el siglo XIX, continuaba en un abandono crónico que rayaba el olvido. La torre medieval de la Torreta se desmoronaba lentamente, tal y como AlbertoNavarro mostraba en una instantánea de 1958. El yacimiento arqueológico El Monastil, tras unos prometedores trabajos de la mano de eruditos locales durante la Segunda República, tendría que esperar algún tiempo para que la Sección de Arqueología del Centro Excursionista Eldense comenzara su voluntariosa y fructífera exploración. Sesenta años después el panorama lógicamente ha mejora- do. Pero no lo suficiente, desde luego, desde una perspectiva mínimamente crítica. Creo que estamos lejos del aprobado en patrimonio histórico para una ciudad como la nuestra. En estas décadas, por el camino se ha quedado, dolorosamente, buena parte del centro histórico, el llamado Casco Antiguo, sin que generaciones de eldenses hayan caído en la cuenta que el patrimonio es a la ciudad como la genética al ser humano: parte esencial de nuestro pasado y también de nuestro futuro, herencia y parte constitutiva de nuestra identidad. Queda mucho por hacer en las próximas décadas. Puestos a concretar, si hacemos un pequeño ejercicio de ficción histórica, uno querría encontrar en la hipotética hemeroteca de Valle de Elda del año 2056 la noticia de la inauguración de un Museo de Historia de Elda diseñado a la auténtica medida de la ciudad, activo y dinámico, integrando, entre otras, las colecciones de Arqueología y Etnología de los museos existentes en la actualidad, y dando un protagonismo especial a la Juan Carlos Márquez Villora Arqueólogo municipal Estamos lejos del aprobado en Patrimonio industrialización y al explosivo siglo XX. Uno también querría tropezarse con novedades de un Museo del Calzado moderno y vanguardista, expresión al mismo tiempo de la especificidad eldense y de la singularidad temática de esta institución: es decir, de Elda, en particular, y del CalCFo , en general. Y toparse con crónicas de actividades en el Parque Cultural Torreta-Vinalopó mostrando la notable riqueza natural y cultural que gravita, entre Elda y Petrer, en torno a El Monastil, las presas del Pantano, la finca El Poblet o los Arenales de l’Almortxó: un paraje revalori- zado para ocio, excursionismo, medio ambiente e historia. O descubrir una reseña del programa La Llave de Elda , camino de cumplir cincuenta años, revelando las claves de la ciudad a estudiantes de todas las edades. O localizar imágenes, quién sabe en qué soporte o formato, de un castillo polivalente y de un centro histórico regenerados, recuperados y dignificados. Un castillo y centro histórico frutos, por qué no, puestos a imaginar, de una inversión millonaria -inversión, no gasto- para conformar un espacio urbano que formara parte natural de la vida de Elda: un lugar donde pasear y hacerse fotos, conocer historias de la antigua villa, tomar algo o disfrutar de eventos de todo tipo.Uno desearía, en definitiva, que esa virtual hemeroteca del centenario Valle de Elda reflejara una ciudad más rica y notablemente mejorada en el ámbito del patrimonio histórico y cultural. Una ciudad que, en la afirmación de una identidad sólida y propia, hubiera reforzado los vínculos entre el patrimonio cultural y la educación, el turismo cultural y la actividad empresarial, por ejemplo. Una ciudad que hubiera consolidado la apropiación y la valorización social de su patrimonio, en la que sus ciudadanos se pudieran sentir orgullosos de poder mostrar o disfrutar de los testimonios materiales de su pasado y de su historia. En nuestras manos está, ese es uno de nuestros desafíos. Ah, y además, que todo eso lo siguiera contando Valle de Elda. Elda necesita reforzar los vínculos con su patrimonio En un futuro son deseables más actividades culturales en la población La Cultura en prospectiva E n casi todas las definiciones, clasificaciones o tipologías que abarca el término cultura subyace la idea clásica, decisiva en el siglo XVIII, para entender el crecimiento cultural como cultivo de uno mismo, del propio espíritu. También surge en esta época la oposición entre naturaleza y cultura, según la cual esta última constituiría ese vasto conjunto de experiencia acumulada (conocimientos y saberes) a lo largo de miles de años. Poco después, con el empuje de los nacionalismos, se originó la idea de cultura con sentido identitario como singularidad y contraste frente al universalismo ilustrado. Con todo ello, durante doscientos años, las ciudades fueron albergando espacios específicos donde acudir a cultivarse: teatros, museos, bibliotecas, óperas, auditorios, cines, etcétera, constituyeron esos lugares de culto en los que satisfacer el hambre espiritual. El progreso económico y la extensión a una gran mayoría de los bienes culturales, su popularización, conllevó la aparición de lo que hoy conocemos como industria cultural. Con ella se trató no solo de satisfacer una necesidad sino ante todo de crearla, de agrandarla, acelerando además sus cambios para que la industria no parase: fenómenos como la moda van en esta línea. A la vez, y por el fuerte influjo de las vanguardias del siglo pasado, la cultura y el arte renegaron de los espacios cerrados de teatros y museos y salieron a las calles para uso y disfrute de todos. Lo efímero, lo popular y lo deslocalizado son conceptos que fueron imponiendo su presencia en nuestra cultura. El desarrollo tecnológico imparable, la aparición de la radio, la tv o internet han contribuido tam- bién en estos últimos setenta años a una concepción de la cultura en la que, sin renunciar al crecimiento interior pero sin estimularlo tampoco, las ideas de divulgación, pasatiempo y diversión se imponen. La posmodernidad vendría a ser para algunos teóricos de la cultura, mayoritariamente franceses, una degradación reduccionista de esos saberes acumulados por los hombres a lo largo de su historia. Ni el poder político ni el económico han estado al margen de estos cambios. Todo lo contrario: ese afán ilustrado por alfabetizar y/o cultivar a los pueblos, por mejorar su educación y su cultura, no pocas veces se ha utilizado para dirigir, controlar y/ o adoctrinar sin escrúpulo alguno. Y no sólo en las dictaduras de todo pelaje, que por supuesto. Hoy, más que de industria cultural, habría que hablar de multinacionales de la cultura y sus manifestaciones. El poder acumulado por fenómenos como Google o Facebook es ya incontestable. O por las grandes multinacionales de la información, la telefonía, los medios de comunicación, etcétera. No ya lo efímero: lo instantáneo e inmediato y lo discontinuo son valores preponderantes en nuestra era global y digital. Este sucinto recorrido por los vaivenes de ese oasis que la cultura siempre quiso ser permite concluir que en los próximos años la tendencia está trazada: el territorio digital y virtual seguirá creciendo y ocupando exponencialmente el tiempo de ocio y de disfrute cultural aunque siga con- viviendo con espacios reales en franco retroceso: museos, teatros, cines, etcétera. O con todo ese bagaje que la tradición local o nacional representa para un pueblo. El imperio de las audiencias y los electores continuará capitalizando el camino a seguir por empresas mediáticas e instituciones políticas: dar gusto al vulgo, que diría Lope. Aunque más valdría decir instrumentalizar ese gusto. El consumo rápido, el éxito inmediato o el mero entretenimiento tienen casi todo el espacio ganado. Pero también se va abriendo una obstinada brecha que de algún modo intenta recuperar ese lugar sereno, silencioso, prolongado, en el que adentrarse y disfrutar de un cuadro, un poema, una pieza musical o una película. En el que saciar también, sin prisas ni deslumbrantes artefactos virtuales, nuestras auténticas necesidades del espíritu. Y este es el reto para los gobernantes y las instituciones del inmediato futuro: no permitir que muera esta sed tan intrínseca a los humanos. Y ello, a mi modo de ver, significa recuperar también el espacio que le corresponde a las humanidades en el sistema educativo; invertir desinteresadamente para apoyar y sostener esos bienes culturales, el impulso de los creadores, o para favorecer la implantación de un modelo social donde el trabajo no sea el fin último de todo ni las jornadas tan abusivas y agotadoras que apenas si dejen ganas más que de tumbarnos y que nos entretengan. Además, seguir pensando que la cultura es todo aquello que patrocina o promueve el Ministerio de Cultura es absurdo. La cultura es patrimonio de todos. Y no deberíamos permitir que nadie, en representación de urna alguna, la instrumentalice en beneficio propio o para el deterioro ajeno. Nuestras democracias, a base de pervertir el lenguaje y extender los criterios privatizadores y de empresa, han terminado por usurpar, cuando no por manipular, ese territorio desinteresado y acogedor en el que se fueron asentando nuestros bienes culturales. Por eso, tantas veces, la política de ayudas y subvenciones no ha sido ajena al amiguismo o a las más inmundas redes clientelares. En definitiva, y mirando al futuro sin dejar de apreciar el pasado, no se trata de escoger entre la alta cultura, selecta y minoritaria, o una cultura de masas, popular y menos exigente. Habría que observarlo más como esa necesidad irrenunciable de armonizar y satisfacer las apetencias propias de nuestro espíritu. De entender los fenómenos culturales como lugares de encuentro con uno mismo y con los demás y en los que enriquecernos y crecer en todas las direcciones que nos constituyen: sociales, personales, emocionales… De cultivar una sensibilidad que no aspire solo a pasar el rato; o a satisfacer nuestras urgencias comunicativas inmediatas. De valorar el goce del espíritu por encima de lo rentable y lo material cuando hablamos de pintura, teatro, danza o cualquier otra forma de expresión creativa. De ofrecer a los ciudadanos todo ese amplio abanico cultural del que disponemos, pero en igualdad de condiciones, sin apostar exclusivamente por esas fórmulas que son más rentables por ser banales y que son cada vez más banales precisamente por su rentabilidad. Lo dice Nuccio Ordine en La utilidad de lo inútil : «Si dejamos morir lo gratuito, si renunciamos a la fuerza generadora de lo inútil, si escuchamos únicamente el mortífero canto de sirenas que nos impele a perseguir el beneficio, sólo seremos capaces de producir una colectividad enferma y sin memoria que, extraviada, acabará por perder el sentido de sí mismo y de la vida» Rafael Carcelén García Profesor y secretario del Colegio Padre Manjón La cultura local debe promoverse aunque sea minoritaria E n estos días se cumple el 60 aniversario del nacimiento de Valle de Elda . En su momento, supuso un reto y un aliciente para la ciudad disponer de una publicación que, de forma regular, contase a los eldenses aquello que, en mayor o menor medida, afectaba a su vida cotidiana. Gracias a esta iniciativa, digamos quijotesca aprovechando el año cervantino, se ha ido creando un archivo de indudable importancia histórica y documental, que no hace más que acrecentar su valor con el paso del tiempo. Valle de Elda nos ha informado sobre todo lo que acontecía en Elda y ha sido el termómetro por el que durante muchos años se pudo pulsar la opinión pública en cualquiera de sus vertientes. Gracias a ello, hoy conocemos mejor de dónde venimos y, por tanto, se supone que también a dónde vamos. Pero como no solo de recuerdos debemos vivir, y precisamente Valle nos da ejemplo con su adaptación a los nuevos tiempos, creo que no sería descabellado que mirásemos al futuro y fuésemos capaces de intuir lo que la ciudad de Elda puede llegar a ser de aquí a una década guiados por la realidad del presente. Desde esta perspectiva y desde la atalaya que me ofrece la dirección del Teatro Castelar, me atrevería a otear ese horizonte temporal y, sin intención de actuar de oráculo, ofrecer una hipótesis de lo que podemos llegar a conseguir en el panorama de las artes escénicas como espacio de encuentro social e intercultural, a la vez que formativo y cívico. De todos es sabido el gran Entre la sexta y la séptima década del Teatro Castelar interés que Elda ha mostrado siempre por las artes en cualquiera de sus disciplinas y, entre ellas, el teatro, el cine, la música o la danza no son una excepción. Movido por esta premisa incuestionable, a lo largo del último año he tenido ocasión de pulsar el interés del colectivo ciudadano por contar con una programación adecuada a sus gustos y de interés general, tanto por calidad, como por variedad y frecuencia de la oferta. Contando con este interés ciudadano, con un buen equipo de trabajo y la preocupación política y administrativa por llevarlo a cabo, desde hace unos meses iniciamos un plan cultural de inmersión social, en el cual encontramos varias líneas de trabajo paralelas a la meramente exhibidora. Para nuestro propósito es de gran importancia la recuperación y adecuación de nuevos espacios escenográficos y expositivos, así como la intervención dirigida a distintos sectores de la población, actuando con ellos de la forma más adecuada para acercar la oferta programática a sus demandas, intereses y gustos. Partiendo de analizar cada sector y sus necesidades, comenzamos a perfilar esa programación, aunque tampoco perdemos de vista la necesidad de llevar a cabo una pedagogía artística, imprescindible, dado lo cambiante de los gustos y circunstancias sociales y económicas.La sociedad en general ha evolucionado en la última década y lo ha hecho obligada por la situación político-económica. No en- traremos en analizar las actuaciones administrativas que nos han llevado a este punto, pero sí tendremos en cuenta el escenario en el que, por ellas, nos vemos obligados a actuar, y ese escenario pasa por ofrecernos propuestas creativas de interactuación artista-público; pequeños espacios para representaciones; explorar nuevas vías de comunicación y una mayor presencia de la realidad social en los textos, así como mayor austeridad en las puestas en escena de los espectáculos, por lo tanto más necesidad de desarrollar el ingenio para conseguir resultados efectivos con la mínima inversión. Elda, ante este panorama, creo que cuenta con un presente prometedor y un futuro halagüeño. El enfoque que estamos dando a la demanda del público pasa por ser conscientes de nuestras necesidades, de las carencias y dificultades diarias, tanto en infraestructura como en recursos de personal y económicos. Pero también somos conscientes del ingente caudal humano con el que contamos y este caudal se alimenta de la implicación por parte de artistas y gestores en superar las dificultades del día a día; de la enorme creatividad y buen hacer de un gran número de artistas locales, muchos de ellos con residencia en lugares cercanos a los centros de producción artística, bien sea en nuestro país o en otros lejanos, pero siempre mirando hacia Elda; del interés de profesores y maestros por acercar la cultura en cualquiera de sus manifestaciones a los alumnos, plasmado en la formación intelectual y crítica de estos; del interés de los medios de comunicación por transmitir las propuestas artísticas puntuales y prueba de ello es este espacio dedicado por Valle a la cultura escénica; de la pasión del público y el orgullo por ver en sus escenarios cercanos lo mejor que, culturalmente hablando, se pueda ofrecer en ellos. El resto, hasta conseguir los objetivos fijados, tan solo es trabajo. Por estas razones confío en que dentro de una década, posiblemente cuando Valle cumpla 70 años de su cita con los eldenses, nuestra colaboración para aquel especial comenzará más o menos agradeciendo la constancia y la ayuda de todos por haber conseguido una realidad cultural y especialmente escénica, rica y variada, para un pueblo preocupado por alimentar su espíritu creativo y crítico con las mejores propuestas a su alcance. Juan Vera Gil Director del Teatro Castelar El teatro espera unir la calidad y el gusto del público El pianista eldense Rafael Gómez Claves de la ciudad Raimundo Martínez Pastor Ingeniero municipal de Elda Elda cumple con la superficie de espacios verdes que propone la Organización Mundial de la Salud A lo largo de mi carrera profesional, he gestionado parques y jardines de la ciudad durante los últimos treinta años. La ciudad, a lo largo de todo este tiempo, ha incorporado dos tercios de los parques y espacios libres actuales, creciendo hasta los 487.000 m2. Esto equivale a los 9 m2 por habitante propuestos por la OMS. Además, he observado el consumo de parte del valle para suelo residencial, hemos utilizado suelo para uso residencial de densidad media en los sectores situados desde la Avenida del Mediterráneo hasta la nueva Avenida de Ronda; así como, el desarrollo residencial de alta densidad desde el barrio de las Trescientas hasta casa Carlicos. Por otro lado, la actividad industrial ha añadido su consumo de la superficie del valle en la gran Finca Lacy y en el norte, Torreta Río. Desde esta perspectiva, el periódico Valle de Elda me pidió que respondiera a la pregunta sobre el futuro de la ciudad. Esta última década, hemos incorporado nuevas tecnologías y la glo- balización del mercado es una realidad. Pero estamos a tan solo 10 años de incorporar el procesador cuántico que va a revolucionar las relaciones económicas y de utilización de datos. Esto influirá en la forma de relación y por La ciudad debe tener un crecimiento moderado tanto en el diseño de las ciudades. Por ello, la respuesta a la pregunta planteada es sencilla: no lo sé, y tampoco tengo la remota idea. Hace tiempo que me planteé la respuesta y, lo más importante, conocerla, si existe. Me explico: La ciudad, he observado estos últimos años, es un escenario donde se atienden las demandas urbanas y se desarrollan actividades que generan riqueza. Es también, un lugar para relaciones sociales, producción, consumo, cultura, negocio, etc. Es intrínseco a la ciudad la expansión y el crecimiento asociándose a la creación de riqueza y conformándose a las nuevas condiciones de relación y tecnológicas actuales. Pero el crecimiento de la ciudad es algo más que el consumo de suelo y su extensión por el valle. Es posible desarrollar políticas urbanas de crecimiento a través de la contribución al debate de los cambios profundos que se nos avecinan. En la ciudad, como he dicho más arriba, se dan todas las opciones de crecimiento: residencial, en actividad comercial, industrial, empresarial, crecimiento en equipamiento, servicios y parques y espacios libres. Y así, se supone, se encuentran implicados todos los ciudadanos en las decisiones a adoptar. La fuerte expansión de nuestra ciudad durante el siglo XX por las emigraciones de la población generó la necesidad de vivienda, y se optó por una alta densidad, principalmente en los barrios de Fraternidad y Nueva Fraternidad. Esto presenta ventajas en el ahorro de suelo, energía y funcionamiento de la ciudad a nivel de equipamientos e infraestructuras, y su sostenibilidad desde el punto de vista de los servicios públicos es evidente. De la misma forma que a título individual nos preguntamos qué queremos ser o adónde queremos llegar, en el ámbito urbano también surgen ciertas preguntas básicas, del tipo: ¿queremos crecer más?, ¿cómo? y ¿de qué manera? La respuesta a todas estas preguntas van ligadas al tipo de ciudad y las características que deseamos y que nos diferencian del resto. ¿Qué nos pide la ciudad? Esto no hay que confundirlo con los problemas intrínsecos a nuestra urbe. El hecho de saber esta información, o bien la respuesta a todas esas preguntas que nos planteamos, nos acercará a la estrategia de crecimiento deseada. Para ello, es necesario la actuación pública y privada dentro de lo que es el marco de las leyes. Por otro lado, solemos tener una imagen de la ciudad cercana a un pensamiento capitalista neoliberal, sin em- bargo, el modelo de ciudad europeo está más centrado (o quiere estarlo) en esa econom?a social de mercado,,, que se encuentra más bien maltrecha en estos momentos. Pues para que esta ciudad social pueda llegar a tener éxito, se necesitaría de un trabajo continuo y crítico sobre nuestra Es necesario el debate ciudadano y la participación para determinar la ciudad que queremos ciudad, el cual nos diera la posibilidad de equilibrar la oferta de suelo disponible con la demanda real. En otras palabras, es necesario un sistema, un método que se apoye en lo que es la ciudad hoy en día y en las posibilidades de futuro, de manera que todo ello se adecúe a los tiempos que vienen, las futuras generaciones y las nuevas tecnologías. Ahora bien, para responder a la pregunta esencial sobre cuál es el futuro de la ciudad, necesitamos conocer otros puntos de vista como las aspiraciones, la cultura, la originalidad, las ganas de cambio. Para alcanzar este propósito hay que indagar e investigar, encontrar grupos de conocimiento que constituyen la ciudad. Este capital humano puede impulsar la estrategia que he comentado a lo largo del artículo, la estrategia de cambio y su continuidad. Partiendo desde este planteamiento, se ha diseñado la “Charla-Debate” que se viene realizando en la Fundación Paurides sobre el formato: “Claves para entender la complejidad de la ciudad”. La primera charla-debate trató sobre el urbanismo de la ciudad, aclarando sucintamente los mo- delos de ciudad a los que se puede aspirar y la estrategia urbana de futuro. En la segunda, invitamos al mundo de la pintura local y quizá dé sus frutos y a finales de septiembre, la ciudad disponga de un grupo visible de trabajo. Volviendo a la posible respuesta considero que en urbanismo estamos muy atrasados. Hace falta mucho trabajo y participación para acertar en las necesidades objetivas de los espacios de suelo residencial, terciario o equipamiento. La situación ideal sería una ciudad de crecimiento moderado y con unas densidades adecuadas. Quizás haya que optar por renovar y crecer. En artes plásticas poseemos un gran capital humano con talento y, por desgracia, desperdiciado o infravalorado, minusvalorado. En la siguiente charla-debate, le toca al grupo de los matemáticos. ¿Hay alguien que estudie la teoría de juegos en el desarrollo de la ciudad? ¡Qué interesante se hace buscar las necesidades futuras de la ciudad! C uando el 1 de septiembre de 1956 salió a la calle el primer número de Valle de Elda , al precio de 1,50 pesetas (un céntimo de euro de la moneda actual), pocos pensaron que este entrañable semanario llegaría a cumplir 60 años de existencia en 2016, y los que le quedan por cumplir. Por entonces, el histórico Deportivo Eldense, actualmente el equipo más antiguo de la provincia de Alicante, debutaba en Segunda División absoluta con una sonora goleada al no menos histórico Córdoba (4-0). También existía otro equipo que marcó una época en Elda, el Pizarro de balonmano masculino, que en 1959 debutó en División de Honor jugando su primer encuentro liguero en casa ante el Atlético de Madrid, el equipo que marcó su definitiva desaparición. Después de seis décadas, el precio del Valle de Elda ha cambiado y el deporte local también, ya que han florecido otros clubes locales en diferentes disciplinas deportivas que han dado gloria y alegrías a la ciudad. El más reciente ejemplo El deporte que viene han sido las gestas del Elda Prestigio, club de balonmano femenino que en 1992 ascendió a División de Honor con una inolvidable victoria (21-16) en su estreno liguero en casa precisamente ante el Atlético de Madrid Alcobendas. Sin embargo, durante las últimas décadas el deporte en general, en muchos casos, se sostuvo por encima de sus posibilidades financieras y sociales, agudizándose la situación en el año 2007 cuando irrumpió la crisis económica, obligando a muchas personas, deportistas o no, a emigrar, ya que los clubes no pudieron mantener su estatus por falta de patrocinadores y por los reajustes financieros que se adoptaron. El futuro del deporte, a falta de patrocinios y subvenciones oficiales, debe sustentarse con el espíritu que hizo famoso el Barón de Coubertin en los Juegos Olímpicos de Atenas 1896 y que no es otro que deporte amateur, olvidado por el profesionalismo que ha alcanzado el deporte de élite y se ha convertido en un gran negocio para los clubes. Visto así las cosas, es de esperar que en la próxima década el deporte eldense alcance las mejores metas posibles con arreglo a sus posibilidades económicas, aunque me encantaría que volvieran a aparecer patrocinadores que ayuden a alcanzarlas, teniendo en cuenta que el Deportivo Eldense cumplirá un siglo de vida en 2021 y, de llegar ayudas, quién sabe si podría volver a la Segunda División absoluta. Por otra parte, mirando hacia el futuro, los avances tecnológicos se aplicarán a las prendas, que proporcionarán mayor comodidad al usuario. Ese puede ser el caso, por ejemplo, de las zapatillas que están irrumpiendo en el mercado y que pueden ser tan especiales como únicas, con prestaciones específicas con las que mejorar el rendimiento deportivo. Los mismos avances que se han dado en el calzado también han llegado a los tejidos para ofrecer al deportista mejoras muy sensibles a la hora de competir. Es el caso de los bañadores con piel de tiburón que se alían con los nadadores que buscan buenas marcas, permitiéndoles nadar más rápido y con un menor desgaste de energía. El futuro de la natación, donde una décima de segundo decide un título, pasa por tanto por el entrenamiento como por la «ayuda» que los avances tecnológicos puedan ofrecer. Del mismo modo que en el futuro, incluso ya en el presente, la tecnología puede ayudar a aumentar el rendimiento de los deportistas, y la alimentación también es un factor a tener muy en cuenta. Las dietas de cualquier profesional del deporte, independientemente de la disciplina en la que compita, forman un factor determinante a la hora de realizar cualquier práctica deportiva. En ese sentido, el estudio del metabolismo y los factores que influyen en el rendimiento del deportista también serán un factor vital en el rendimiento. Sin embargo, el mayor avance tecnológico se encuentra en los diferentes dispositivos inventados durante los últimos tiempos. Antes bastaba con salir a correr con ropa cómoda y unas zapatillas. Ahora, cualquier deportista que se precie no sale de casa sin «smartphone» o su reloj inteligente, con el que medir la distancia, las calorías, y un sinfín de datos. Estos dispositivos, así como los ordenadores o las tablets, marcan el futuro del deportista a la hora de establecer mejores entrenamientos y más específicos para la meta que desee alcanzar. En la próxima década, la tecnología terminará también por implantarse en el deporte de competición. Poco a poco se están introduciendo novedades que complementen la labor de los árbitros o jueces, por ejemplo. Comenzó con el «ojo de halcón» en tenis hasta llegar a un deporte tan purista como es el fútbol, donde ya se está probando el método para acabar con el polémico «gol fantasma», lo que evitaría ciertas injusticias y denuncias, aunque los debates de los aficionados de uno y otro equipo perderían cierto atractivo. De ese modo, el deporte debe continuar evolucionando durante la próxima década, mejorando las prestaciones de los deportistas y puliendo los defectos normativos que el ojo humano es incapaz de percibir, pero al final será lo que sus dirigentes sean capaces de asimilar. Sin embargo, se debe estar siempre con los pies en el suelo y no querer evolucionar a un ritmo insostenible, de lo contrario, la historia podría repetirse y las carencias financieras volverían a aparecer para castigar a clubes, deportistas y aficionados. Antonio Juan Muñoz Periodista deportivo El CD Eldense es el equipo más antiguo de la provincia Los equipos profesionales como el Elda Prestigio acusaron la crisis Desea al pueblo de Elda unas Felices Fiestas Mayores C live Staples Lewis, novelista conocido entre otras obras por ser el autor de Las crónicas de Narnia , afirmaba que se prepara a las personas para pensar en el futuro como una tierra prometida que alcanzan los h?roes (y las heroínas) y no como lo que cualquiera alcanC a un ritmo de sesenta minutos por hora haga lo que haga. Es cierto. Sentimos la inclinación a imaginar el futuro, también el de la educación, como un escenario ideal, una selección sesgada de circunstancias en la que ponemos en juego nuestros mejores deseos. Desde luego constituye una postura más alentadora que la de reconocer que el porvenir, lejos de surgir espontáneamente, se teje con los mimbres del presente por parte de mujeres y hombres comunes que rara vez catalogaríamos como heroínas y héroes de lo cotidiano, aunque con frecuencia lo sean. Otra de las tentaciones al hablar del futuro de la educación es limitarnos a una mera descripción del cómo. Muchos de los atributos, que compartimos o no, se centran en esa dimensión. Así se suele calificar la educación venidera como personalizada, gamificada o basada en las dinámicas de los juegos, flipada (https://es.wikipedia.org/wiki/ Aula_invertida), desarrollada a lo largo de toda la vida, mestiza (en el sentido de mezcla de lo formal, lo no formal y lo informal), creativa, abierta, ubicua, desligada de la simple transmisión magistral de contenidos, experiencial, competencial, cimentada en la colaboración, sin deberes, sin horarios, ¿sin escuelas?, ¿sin reválidas?... Es sencillo rastrear ejemplos de estudios, artículos, reflexiones que profundizan en estas líneas, lecturas que nos seducen El futuro de la educación con las bondades de los avances que se vislumbran. No dudo de que los haya, una mirada al pasado basta para convencernos de un progreso inequívoco aunque seguro que insuficiente y no siempre desinteresado, sino de que todos esos avances sean igual de sustantivos. Son menos las reflexiones en torno al por qué y el para qué de esta educación futura, a su relación con sus actores y actrices y los escenarios del día a día en las aulas de nuestros centros. El alejamiento de estas preguntas nos induce a hablar en un tono demasiado ampuloso de aquella y a no ahondar en sus previsibles miserias, mucho más fáciles de reconocer en el presente (fracaso escolar, sexismo, racismo, acoso, discriminaciones diversas, desencanto profesional, deserción o insumisión ante políticas que han perdido crédito o credibilidad, carencias en el plano emocional...). Creer que todos estos problemas acuciantes en la actualidad desaparecerán sin más con el paso de los años o solo mediante los miríficos progresos tecnológicos se me antoja demasiado iluso. Con toda su importancia, confirmada, entre otros muchos ejemplos, en su respuesta al aprendizaje desde la diversidad, además de reiterada por el patrocinio de un mercado creciente, la solu- ción a algunos de estos retos radicales parece tarea harto compleja para la mejor herramienta considerada de manera aislada de su usuario o usuaria. Más aún, la potencia de aquella no garantiza de por sí siempre un buen uso educativo. Al contrario, puede dar lugar a usos irrelevantes, inesperados o incluso dañinos (adicciones, ciberacoso...) o repercutir en nuevas exclusiones, en la creación de brechas tecnológicas entre el alumnado con distintas posibilidades, etc. Una aproximación poco acostumbrada al futuro de la educación tiene que ver con el contexto en el que se produce. Hablaba antes de los escenarios un tanto ideales. La función educativa de transmisión de conocimientos y de cultura no es ajena a la promoción de valores hegemónicos asociados a ella y de intereses vinculados a distintos grupos, en especial, los que cuentan con un mayor poder para imponerse, que tratarán de promocionar los aspectos más funcionales de la educación congruentes con aquellos intereses (patriarcado, capital...). El futuro de la educación no reside en una entelequia sino en una realidad en la que el peso de las decisiones políticas y los condicionamientos económicos juegan un papel tan fundamental que incluso eclipsa la labor y la voluntad de quienes están implicados e implicadas más directamente en ella. Me temo que esta situación no tiene muchos visos de cambio y limita las posibilidades de transformaciones educativas generalizadas más radicales. No vivimos en ni avanzamos hacia un mundo ideal y la educación como respuesta casi siempre rezagada a las necesidades de ese mundo refleja tanto las luces como las sombras del que construimos cada día. Quizás sería más consecuente pensar que el futuro ya no es lo que era . No obstante, nos sigue interesando, en alguna medida. La mala noticia es que el desinterés y la poca preocupación social registrada de ordinario por estos aspectos claves de la educación, nos relegan a una cierta resignación independientemente de los progresos. La buena es que ese incierto mañana no está escrito y se abre a una participación plural con todas las cortapisas a las que me he referido, pero también con la ventaja de una mayor interconexión sobre otros momentos de la historia, una participación que, a pesar de estas restricciones que nos han acompañado desde siempre, resulta imprescindible cuando lo que se plantea es, más que preverlo, hacer posible un futuro mejor para la educación y, con él, para todas y todos nosotros. Jesús María García Sáenz Asesor de Plurilingüismo del CEFIRE Se habla mucho del cómo educar, pero no del para qué M e piden mis amigos del Valle de Elda unas pequeñas reflexiones sobre el mundo del trabajo en la comarca desde mi visión como funcionario de la Administración Pública. Si bien yo no soy de Elda ni Petrer, aunque resido aquí desde hace bastantes años, me dicen cuando pregunto por las relaciones laborales en el Valle del Vinalopó, que poco ha cambiado la situación en relación a décadas anteriores. Esto es que, tanto ahora como antes, en todas aquellas actividades con fuerte presencia de mano de obra, y muy principalmente en el calzado, las relaciones laborales siguen caracterizándose (tal y como yo puedo comprobar por mi trabajo), en general, por largas horas de trabajo, bajos sueldos en el sector, discriminación por razón de género y poca atención por la prevención de riesgos laborales con Alternativas al complejo mundo laboral del calzado una importante siniestralidad laboral. O lo que es mucho peor, por la existencia de gran cantidad de trabajadores sin alta en el Régimen General de la Seguridad Social (o con cotizaciones muy inferiores a la jornada realmente trabajada) que ven cómo a pesar de largos años trabajando, se encuentran desprovistos de protección social cuando surgen situaciones de necesidad tales como accidentes laborales o en- fermedades profesionales, o pierden el empleo y no pueden acceder a la prestación por desempleo por no tener cotizaciones suficientes, o cuando llega el momento de la jubilación con pensiones ínfimas que no pueden cubrir los mínimos vitales. De todos es conocida la situación de múltiples aparadoras del calzado trabajando en sus domicilios sin protección social alguna. ¿Es esto realmente así? ¿Nada ha mejorado en relación a la situa- ción de nuestros abuelos o padres? ¿Está de alguna manera toda la sociedad implicada para que esta lamentable situación siga siendo así? ¿No tenemos verdaderos empresarios en el sector? Personalmente he conocido muchos empresarios que trabajan duro y muy concienciados con la dignificación de las condiciones laborales de sus trabajadores y totalmente respetuosos con la legalidad a pesar de las, en ocasiones, muchas trabas burocráticas. Pero también, desgraciadamente, todo lo contrario. Es bien cierto que nunca se puede generalizar, pero la realidad indica de forma escandalosa una serie de datos que no se pueden ocultar: altísima tasa de paro juvenil en la comarca, grave y creciente desigualdad social acrecentada por la crisis económica que ha expulsado, si cabe, todavía más del mercado laboral a gran cantidad de trabajadores a la economía sumergida, informal o precaria que obliga a aceptar «cualquier trabajo en las condiciones que sean». Ni siquiera las numerosas ac- Toni Tatay Nieto Inspector de Trabajo y Seguridad Social El cambio en el mundo del trabajo comienza por la concienciación social tuaciones de la Inspección de Trabajo y Seguridad social que, pese a las múltiples sanciones impuestas (tras las sucesivas reformas legislativas se han endurecido considerablemente incluso contemplando nuevas formas delictivas contra los derechos de los trabajadores y contra la Seguridad Social en el Código Penal), no consiguen erradicar el fenómeno. Todo ello unido al hecho de gran cantidad de accidentes laborales y enfermedades profesionales (estas últimas fundamentalmente por trastornos musculoesqueléticos o utilización de productos químicos) que condenan a numerosos trabajadores a penosas condiciones de vida sobre todo al final de su vida laboral… ¿Qué se puede hacer para cambiar esta situación y este modelo? ¿No es otro modelo laboral posible? Si el calzado y otras actividades con fuerte presencia de mano de obra que se producen en la comarca son alabados por su calidad y diseño, por su excelencia, ¿por qué no cambiar esta imagen deplorable de nuestro mercado laboral en la comarca? A mi juicio no basta con medidas represivas o legislativas de los poderes públicos, y es nece- sario una implicación de toda la sociedad civil incluyendo a las administraciones locales, autonómicas y estatales y, sobre todo, a empresarios y sus asociaciones, y trabajadores y sus sindicatos. Cierto que el problema es complejo y de difícil solución dentro de un contexto globalizado como el actual, donde se toman decisiones desde grandes empresas que se van trasladando hacia abajo a las pequeñas, con márgenes tan estrechos que prácticamente hacen inviable la actividad dentro de la legalidad. Las administraciones deberían implicarse más en el cambio laboral El contrato social que imperó en el modelo occidental del Estado del bienestar parece claro que se ha terminado de romper y todas estas profundas transformaciones obligan a repensar el mundo del trabajo, ya que no parece que podamos conformarnos con esta situación de constante «precariado» (como ya se llama incluso a trabajadores con puestos de trabajo que no permiten vivir dignamente) y obligan a ?vivir a la intemperie” o en una constante «incertidumbre vital» a tantas personas. En estas breves reflexiones no se pueden abordar todos los múltiples problemas y sus posibles soluciones, pero a título ejemplificativo, en mi opinión, parece claro que desde el mundo educativo también debería incidirse en una mayor formación orientada a la formación profesional y al mundo del trabajo; desde la Administración local y provincial podrían implementarse ayudas y eliminación de trabas condicionadas a la calidad en el empleo. También parece claro que debería incrementarse la presión hacia las grandes marcas comerciales para conseguir una responsabilidad social real, así como fomentarse el asociacionismo empresarial del sector para incentivar la dignificación de las condiciones laborales de los trabajadores y evitar el dumping social que sufren muchos empresarios. Quizá podrían explorarse otras fórmulas también de economía social, cooperativas, e incluso, aunque parezca utópico, fomentar pequeñas empresas con filosofías de la llamada «economía del bien común»… porque lo que más claro parece es que no hay que conformarse de forma pesimista, ya que otro mundo del trabajo es posible. La ilusión y la creatividad han conseguido un creciente turismo cultural en Petrer E l turismo es un sector económico que ha pasado en pocos años de ser una apuesta por diversificar el monocultivo industrial de la zona a constituir una realidad. Se contaba con buenos recursos culturales y patrimoniales, pero ninguno de ellos era, por sí mismo, un reclamo turístico suficiente para motivar en el visitante una estancia de más de tres horas. Desde el Ayuntamiento de Petrer, hace ya ocho años que el turismo es una rama del área de Desarrollo Económico, formando parte de la Red de las Tourist Sara Sánchez Martínez Responsable Touristinfo Petrer Info de la Comunidad Valenciana. Tenemos un presupuesto muy pequeño y el equipo lo formamos dos personas que, junto con el personal del Museo Arqueológico y Etnológico Dámaso Navarro, realizamos visitas acompañadas todos los días excepto lunes a las 11, 12 y 13 horas, donde visitamos los monumentos y los rincones con mayor encanto. La visita comienza en la Plaça de Baix y cruza el Centro Histórico a través de la Plaça de Dalt y del Arco del Castillo hasta llegar a las Casas-cueva de la muralla, donde nos sorprenden la forma de vida y las anécdotas de nuestros abuelos. Acto seguido se llega al Castillo, para sumergirnos en la historia que esconde desde que fue construido en el siglo XII por los Almohades. Y seguimos el camino hasta llegar al Horno Romano de Villa Petraria que data del siglo III para conocer un poco más del Imperio Romano a su paso por estas tierras y, finalmente, acabar la visita en el Museo Dámaso Navarro, donde nos adentramos en la Historia con sus exposiciones arqueológica y etnológica o disfrutamos con la exposición Game Over donde hay que resolver el enigma de Petrer a través de nueve juegos, desde una sopa de letras hasta un sudoku, pasando por solitarios o por un tetris. En la actualidad podemos hablar de varios productos turísticos de Petrer por los cuales vienen a visitarnos, destacando sobretodo “Petrer se viste de luna” y “Tejiendo Petrer”. ”Petrer se viste de luna” es una visita nocturna y teatralizada que se realiza una vez al mes, coincidiendo con el sábado más cercano a la luna llena. A lo largo de la hora y media que dura la visita recorremos los lugares más emblemáticos, a la vez que viajamos en el tiempo para conocer la historia de Petrer en tres momentos diferentes de la historia acompañados por distintos personajes como Agripina la romana, el fantasma de Hassan o Sara la morisca. Hay siete personajes distinEl turismo cultural es una realidad en Petrer tos, por lo que cada mes la visita es totalmente diferente a la anterior para que los visitantes puedan repetir. Y todo ello acompañados por la mágica luz de la luna llena. También existe la posibilidad de manera opcional de completar la visita reservando una cena con un menú de estilo hispanoárabe por 12 euros. En cuanto a “Tejiendo Petrer”, se trata de una iniciativa que tiene como fin concienciar de la importancia de conservar tanto el Patrimonio cultural como las sanas costumbres. El ganchillo ha sido protagonista en hogares durante muchos años y queremos que lo sea ahora de nuestra población. Para ello, decoramos el Centro Histórico de colores utilizando esta labor. Ya están decorados los diez árboles de la Plaça de Baix, la fachada del Museo Dámaso Navarro y de la Tourist Info, el frontal de la Iglesia San Bartolomé, el balcón de la Unión de Festejos y la fachada de la Comparsa de Labradores. Ahora continuamos decorando los balcones de los vecinos del Centro Histórico con unos 40 tapices que representan los monumentos y recursos turísticos o culturales más importantes de Petrer. Y todo esto, gracias a más de 200 mujeres de todo el mundo (nos envían lana tejida de varios puntos de España así como de Francia, Inglaterra o Alemania), que de forma voluntaria y solicitando de manera gratuita la lana en la Tourist Info nos ayudan a realizar esta actividad. Destacaría que somos “profetas en nuestra tierra” y que Actuación de «Petrer se viste de luna» la mayoría de los habitantes de Petrer se sienten anfitriones de su pueblo y nos sirven de altavoz para nuestras actividades turísticas. Además, formamos parte de acciones supramunicipales junto con poblaciones cercanas que complementan nuestra oferta: Ave Villena y Levante Interior donde estamos incluidos los municipios cercanos a la parada del Ave de Villena para promocionarnos a lo largo del recorrido que realiza este tren; Ruta del Vino de Alicante, para dar a conocer nuestros vinos, bodegas y empresas relacionadas con la cultura vitivinícola; la Ruta de los Castillos del Vinalopó, un itinera- rio histórico que invita a visitar las fortalezas y castillos más representativos de la provincia de Alicante; y por último, somos lugar de sellado tanto del Camino de Santiago en el que también tenemos albergue para peregrinos, como del Camino del Cid donde podemos expedir el Salvoconducto para realizar entera la ruta. ¿Hacia dónde vamos? ¿Cómo veo el futuro turístico de Petrer para los próximos diez años? Más que visionaria, me defino como entusiasta y espero un futuro con iniciativas privadas que aprovechen todas las ventajas de vivir en una conurbación con Elda de más de 100.000 personas con buenos servicios y comunicaciones. Espero emprendedores que entiendan que el turismo cultural y de ocio existe además a ese sol y playa tan cercano. Espero que en poco tiempo se pongan en valor y se mantengan nuestros recursos, interactuando con actividades lúdicas y culturales. Espero que el calzado fino de señora y sus complementos sean de una vez la bandera de nuestra zona, convirtiéndola en un espacio de moda y compras. Espero que la demanda por los residentes, visitantes y turistas se siga incrementando de manera exponencial como en estos últimos cinco años. Espero, además, que siga habiendo voluntad política para dotar el área con recursos humanos y económicos suficientes para no vivir solo del esfuerzo e ilusión. Espero que surja alguna iniciativa turística entre Elda y Petrer como único destino. En definitiva, espero, y sobre todo deseo, que se hable de Petrer y de su entorno como un destino singular y sólido dentro del interior de la provincia de Alicante. L as fiestas del fuego son una de las manifestaciones festivas más emblemáticas de la Comunidad Valenciana y, a día de hoy, Elda sigue siendo la única ciudad situada en las comarcas del Vinalopó donde se celebra la fiesta de Fallas. Concretamente, en el presente año, se cumple el 87 aniversario de la tradición fallera eldense. Uno de los factores más importantes que ha permitido la evolución de las Fallas en nuestra ciudad es el cambio de percepción que poseía la ciudadanía de ella, ya que, sin olvidar su esen- Las Fallas de Elda: presente y futuro Miguel Campos Ruiz Director de la Revista Oficial de Fallas cia de fiesta de barrio, cada vez más involucra a una mayor parte de la sociedad eldense. Muchos vecinos asisten a los actos oficiales de los días grandes de la fiesta en septiembre, y también a la multitud de actividades socioculturales que cada comisión fallera organiza a lo largo del año. En un futuro no muy lejano, se- guramente estas actividades irán creando un arraigo en el conjunto de los ciudadanos, formando parte de la programación festivocultural de la ciudad. Con «Fallas en el Cole», dicha involucración tiene un matiz especial con los eldenses más pequeños. Se trata de un proyecto promovido por la propia Junta Central de Fallas, convirtiéndose en una apuesta decidida de divulgación de la fiesta en los distintos centros educativos existentes en la ciudad. Contando con la inestimable colaboración de comprometidos maestros, en su descubrimiento por la opción que les permite trabajar con sus alumnos distintas competencias educativas dentro del aula. Un programa muy interesante que concluye con la construcción de diferentes ninots que permiten expresar, a través de esculturas y mensajes incluidos, la realidad que vivimos con sus aspectos positivos y negativos. En este sentido, para próximas ediciones con el propósito de seguir acercando todos aquellos aspectos que definen la fiesta, sería una experiencia muy enriquecedora incluir un taller de creación de versos satíricos para que los niños entiendan el espíritu crítico de la fiesta. Inmersos en la sociedad de la información, tanto las comisiones falleras como Junta Central de Fallas han modificado sus vías de comunicación. Es decir, todas ellas cuentan con perfiles en las principales redes sociales, acercando mediante fotografías y vídeos su presencia en los distintos actos que son invitadas. Se tratan de unos medios de promoción de la fiesta económicos y que cuentan con un gran alcance de público debido a su número de seguidores, «me gustas», hashtags… En las Fallas de Elda, como en cualquier otra fiesta, la música es una pieza fundamental de la celebración. Efectivamente, desde 2013 contamos con himno oficial. Se trata del pasodoble festero «Fallas de Elda». Pieza musical perteneciente al reconocido compositor eldense Octavio J. Peidró, que se estrenó en 1995 y desde entonces venía acompañando a numerosos pasacalles y otros actos falleros de la ciudad. También el propio compositor realizó, con motivo de su presentación, la adaptación de dicho himno para ser interpretado por dulzaina y tabal. Elda cuenta con un rico repertorio musical fallero. La mayoría de comisiones falleras poseen su propio himno oficial y pasodobles compuestos en homenaje a personas con fuerte vinculación en la fiesta. Ojalá en breve se incluya en el calendario anual festero, la realización de un concierto de música fallera: un encuentro anual con las partituras falleras, y abierto a todos los eldenses. De hecho, el espíritu fallero se mantiene vivo durante cada ejercicio con la celebración del Medio Año Fallero, que en sus sucesivas convocatorias ha comenzado a consolidarse. Tras la modificación de ciertos actos, cuenta con más seguidores que disfrutan juntos en torno al Alminar de la proximidad de la fiesta. En definitiva, las Fallas de Elda son una fiesta en constante superación. Muchos son los retos que se proponen directiva tras directiva. En concreto, uno muy presente es la obtención para la fiesta de la declaración de interés turístico autonómico. No pasa desapercibido el trabajo que las nueve comisiones falleras vienen realizando, ya que juegan un papel muy importante en cada barrio como agentes sociales, dinamizando su programación sociocultural alrededor de los espacios urbanos más característicos de cada uno de ellos. Unión, cooperación, identidad de grupo… son algunos de los valores que desprende la fiesta de Fallas y, cuando las conoces, te terminan enganchando. El espíritu fallero se mantiene vivo durante todo el año Iniciaremos este artículo con un simpático y muy eldense dicho popular: “Elda, París y Londres” de nuestro emprendedor Francisco Romero Utrilles , para ser conscientes de lo que sentimos por nuestra ciudad, para a continuación sumergirnos en el objetivo de este artículo , que no es otra cosa que la incertidumbre que nos rodea sobre el futuro socio-económico de esta ciudad y sus habitantes, la cual o nos ha visto nacer o nos ha adoptado cariñosamente. Para ello, comenzaremos con un análisis sobre la población de Elda y su comarca durante el siglo XX y XXI, para posteriormente centrarnos en las variables que han permitido su crecimiento hasta nuestros días, y concluiremos con una previsión de futuro de nuestra ciudad y su comarca en un horizonte de quince años. En primer lugar , debemos afirmar que para escudriñar el futuro ELDA 2030, es necesario partir del estudio de nuestra urbe en su pasado más reciente, hasta desembocar en la situación actual, y con ello conseguir las herramientas suficientes para hacer una previsión de nuestro futuro. Y empezando por su pasado, podemos afirmar que Elda tiene un pasado de éxitos, sobre todo en el siglo XX, pasando de ser una villa a convertirse en una ciudad en 1904 (por la gracia de Alfonso XIII , a solicitud de Antonio Maura ), sin olvidarnos del cambio de pasar de depender de la vecina población de Monóvar, como partido judicial desde 1833, a ser la cabecera a partir de 1965. Este éxito como urbe siempre vino de la mano de un desarrollo económico importante, vinculado a la industria del calzado y, por ende, de un aumento poblacional, que nos ha permitido convertirnos en una ciudad media (término utilizado para nombrar a las ciudades con una población superior a 50.000 habitantes y menor de 300.000) a partir de los 70 del siglo pasado. Hemos pasado de una población que a principios del siglo XX Jesús Quílez Calderón Director de IDELSA. Doctor en Economía apenas superaba los 6.000 habitantes, a más de 51.000 habitantes en el 2000 y a más de 53.000 en la actualidad. Lo que refleja que hemos multiplicado casi por 9 la población que existía a principios de 1900. Aunque no debemos hablar de Elda sin Petrer, que a lo largo de la historia como vecino más cercano, nos ha obligado a ser una ciudad más competitiva y a colaborar juntos, al mismo tiempo, sin renunciar a la idiosincrasia propia de cada uno. Por lo que vemos que Petrer es la única ciudad de nuestro entorno que ha crecido igual que nosotros, pasando de unos casi 4.000 habitantes a principios del siglo XX a más de 34.000 habitantes en la actualidad, es decir, se vuelve a multiplicar casi por 9, ¿es casualidad o no la similitud de la evolución con Elda? Estos incrementos de población son la respuesta a varios aspectos: una mejora de las comunicaciones en infraestructuras ferroviarias y viarias que comunican el centro peninsular con el levante; la existencia de un puerto y aeropuerto en sus cercanías; y la mejora de la actividad económica fundamentalmente centrada a partir de principios del siglo XX en la evolución creciente de la industria del calzado. Pero no por ello debemos lanzar las campanas al vuelo en materia de población, ya que podemos observar que a lo largo del siglo XX el aumento poblacional coincide con los repuntes de la actividad económica, que tiene su máximo crecimiento en el período de 1960 a 1980, consiguiendo el pico de población en la década de los 90, y empezando a bajar progresivamente a favor de Petrer por el abaratamiento y exceso de oferta de vivienda, lo que permitió urbanizar la zona existente entre los dos municipios. Y posteriormente , en 2015 por el abandono de nuestro término municipal de muchos de nuestros jóvenes en busca de trabajo, compensado parcialmente con la llegada de inmigrantes de otros países. Nuestro crecimiento vegetativo en la actualidad es negativo, debido a: - Una tasa de natalidad muy baja debido a la cada vez más tardía independencia de nuestros jóvenes por la falta de puestos de trabajo estables y la emigración de muchos de ellos por la no existencia de oportunidades de empleo - Una tasa de mortandad baja pero ligeramente superior a los nacimientos, debida a la mejora de la calidad de vida de nuestros mayores que aumenta significativamente su esperanza de vida. Industria zapatera En segundo lugar, hablaremos de la industria zapatera eldense que empezó a mediados del siglo XIX con pequeños talleres artesanos, progresando de forma importante debido a una regresión de la industria tradicional 1803, con el fin de desecar y desaguar la laguna de Villena. Por lo que nos encontramos con la clave del éxito de nuestra ciudad, que es, sin lugar a dudas, el sector calzado. Elda es uno de los 21 mercados locales de empleo identificados de la Comunidad Valenciana, con un distrito industrial incluido entre los seis sistemas productivos locales zapateros, teniendo como zona de influencia a Petrer, Monóvar, Sax y Salinas dentro de su mercado local de empleo. Pero este distrito zapatero del Medio Vinalopó es una realidad socio-económica en transformación constante debido a los avatares de la globalización, la deslocalización y la crisis económica mundial, con una masa empresarial adelgazada . Esta situación conlleva una menor autonomía del mercado laboral local, que tiene una necesidad imperiosa de cooperar para innovar y seguir siendo competitivo, como ya han hecho algunos distritos zapateros italianos, pero con una apatía y recelo entre los actores para colaborar. Donde encontramos como fortalezas: un incremento lento de la producción tras la vuelta a la localización, un incremento en inversión en marcas y en calidad, un importante control de la distribución minorista y de la satisfacción del cliente final y una tendencia creciente a la terciarización. Aunque Elda, hoy en día, ya no es todo industria del calzado, la industria existente ha conseguido recuperarse de sucesivas crisis y ha vuelto a una tendencia alcista del crecimiento de facturación de calzado eldense dirigido a la exportación, apareciendo como punta de lanza en la salida de la crisis dentro de la economía valenciana y española. También en el 2015, las exportaciones del sector del calzado siguieron subiendo alcanzando Elda 2030: el futuro de una ciudad mediana unida a su distrito industrial del calzado La industria de Elda ha conseguido superar las sucesivas crisis Evolución poblacional de Elda y comarca (1900 a 2015) espartera y del papel principalmente. Por otro lado, se produjo la pérdida de la agricultura como consecuencia de la desaparición del caudal del Vinalopó y la aportación de aguas salinizadas de la Acequia del Rey desde Los recursos humanos para el calzado disminuyen los 2.934 millones de euros, lo que supuso un 11,1% más que en 2014, según el informe anual del sector realizado por la Federación de Industrias del Calzado Español (FICE). Si bien, en este 2016 y debido a nuestra importante dependencia de los mercados europeos nos está afectando notablemente la mala situación de la Banca Italiana y el llamado Brexit, provocándose de nuevo una tendencia bajista en las exportaciones. Los trabajadores Ahora nos centraremos en nuestra población trabajadora y en el desempleo. La tasa de desempleo ha crecido hasta duplicarse desde 1998 a la actualidad, si bien, en este último período constatamos una bajada considerable hasta la fecha de hoy, aunque pendientes de las sucesivas fluctuaciones del comercio internacional. A esto debemos añadir que cada vez son menos los recursos humanos que se dedican al sector del calzado, ya que están poco valorizados, con una alta precariedad laboral y con la lacra de la economía sumergida. Por lo que nuestro mercado laboral , con un bajo grado formativo-educativo ha tenido que reinventarse: primero con el boom de la construcción y, posteriormente , con una terciarización importante. También hemos visto volver a mu- chos de nuestros jóvenes a las aulas para acabar sus estudios, aprender idiomas o para reciclarse. Al mismo tiempo que los más preparados han tenido que coger la maleta y mudarse a ciudades cercanas más grandes, como Alicante, Elx o Valencia, o decidirse a emigrar a Gran Bretaña, Francia, Alemania, etc. En conclusión, podemos afirmar sin riesgo a equivocarnos, que no sabemos lo que nos depara el futuro, ELDA 2030, pero lo que sí parece obvio, viendo nuestra evolución pasada y nuestro presente, es que partiendo de la nueva realidad de la globalización y del desmoronamiento de la antigua jerarquía de ciudades, nos dirigimos hacia: 1) Un modelo urbano compuesto por una conurbación de EldaPetrer-Monóvar-Sax-Salinas, vinculado a un área metropolitana exitosa compuesta por Alicante-Elx. 2) Con un modelo de conurbación que debe basar su crecimiento en la interconexión de in- fraestructuras y la mejora en calidad y cantidad de las comunicaciones con el área metropolitana de Alicante-Elx. Sin obviar , la mejora de las infraestructuras viarias y ferroviarias con Madrid, tanto a través de los accesos locales a la autovía como con su ampliación; además de garantizar el acceso directo al AVE, y de asegurar la exportación de nuestras mercancías mediante el transporte ferroviario dentro del Corredor Mediterráneo. 3) Y una población que no crezca mucho en términos absolutos en los próximos quince años, con un crecimiento lento pero constante. Concluyendo a partir del análisis de la evolución poblacional que Elda se mantendrá entre 50.000 y 60.000 habitantes, y si hablamos del conjunto poblacional de la conurbación, se mantendría en un entorno de entre 110.000 a 130.000 habitantes, dependiendo de nuestra capacidad de atracción. 4) Pero todo ello será posible si somos capaces de seguir siendo un polo de atracción poblacional y económico, para ello debemos de hacer un esfuerzo por recuperar: - Nuestra trama urbana, que debido al modelo urbanístico desarrollado en las ciudades industriales nos ha llevado al deterioro de los centros urbanos. - Nuestro patrimonio histórico y medioambiental, haciéndolo parte de nuestra ciudad y un atractivo más de la misma. - Nuestra cultura y nuestras fiestas. - Nuestro saber hacer dentro del sector calzado, dignificando nuestro capital humano y avanzando en el apartado tecnológico y de tendencias. - Y, por último, una oferta formativa para nuestros jóvenes, con una importante oferta universitaria y de idiomas que responda a las necesidades de nuestro territorio. El futuro de la investigación e innovación en el calzado César Orgilés Barceló Consejero Técnico de INESCOP M e piden que escriba sobre este tema, a 20 años vista, como un gran reto, teniendo en cuenta las características del sector calzado en nuestro país, con sus pequeñas empresas y su limitada capacidad de inversión. No faltan razones para considerarlo un gran reto pues, en la historia reciente, encontramos varios factores que invitaban al pesimismo, como los avisos de los años 70 cuando algún economista de prestigio dibujaba al sector en una curva de crecimiento que había alcanzado su nivel de madurez y que iniciaba su caí- da, porque era una actividad de países subdesarrollados. En los 80 aparecieron titulares en primera página de algún periódico, anunciado que al sector le quedaba un año de vida. Y no hablemos del pesimismo de los años en los que se fueron las compañías americanas. La realidad, que es muy tozu- da, contradijo esos malos augurios, pues en los 70 la exportación aumentó en 14,6 millones de pares y en 115 millones de euros, multiplicándose por 2 el precio medio; y en el decenio de los 80 se aumentó la exportación en 39,6 millones de pares y en 560 millones de euros. Hoy se exportan 150 millones de pares, por un valor de casi 3.000 millones de euros. No está mal para un sector maduro que debía haber desaparecido en 1981. Evidentemente, no es el mismo producto, ni su calidad, ni su diseño, ni sus destinatarios, pero esa ha sido la gran labor de las empresas. La mundialización de los mercados y la acelerada evolución de la innovación tecnológica ha hecho preciso movilizar un volumen creciente de recursos en diseño, investigación y desarrollo para poner en los mercados productos cuyos ciclos de vida son cada vez más cortos y que están sometidos a una competencia cada vez más dura. En estas condiciones, es necesario conocer la evolución de la investigación para asegurar el futuro y uno de los mecanismos para tal fin es la prospectiva, que se define como un ejercicio colectivo de análisis y comunicación, entre expertos, para identificar probables escenarios de Digitalización de pie futuro en una determinada materia.Entre 1988 y 2012 trabajamos, como Patronos, en el Observatorio de Prospectiva Tecnológica Industrial, promovido por el Ministerio de Industria, ocupándonos de los sectores tradicionales y, después, hemos ido manteniendo la prospectiva exclusivamente en nuestro sector, por lo que podemos hacer una aproximación a los temas de investigación que seguirán vigentes o aparecerán nuevos en los próximos años. Por áreas, las líneas más importantes serán: Materiales: - Eliminación total de los metales pesados en la curtición de las pieles, que seguirán siendo el material por excelencia para cal- zado, aunque ya están apareciendo materiales sintéticos de propiedades parecidas a las pieles. Dado que el consumo de carne se mantendrá o se irá reduciendo y el consumo de pieles irá aumentando por uso en países de producción masiva de calzado, mediante ingeniería tisular se obtendrán materiales similares a las pieles actuales. - Nuevos materiales utilizables en impresión 3D, para prototipos, moldes o partes de un zapato, como las plantillas personalizadas, no solo para los pisos. - Adhesivos para aplicación a una sola cara y adhesivos de origen orgánico. - Trazabilidad entre materias primas, componentes y calzado terminado. Tecnologías: - Generalización del diseño por ordenador en 3D e incorporación de inteligencia artificial para facilitar la labor creativa. - Comunicación entre los programas de diseño y las máquinas y de estas entre ellas para que se autoprogramen y se adapten a cada zapato en particular. - Incorporación de robots, de nueva generación, ligeros y autoprogramables, capaces de tra- bajar en colaboración con las personas. Gestión y comercialización: - Personalización total de productos. - Servicios basados en estudios de datos masivos (BIG DATA) para la identificaci?n de tendencias como ayuda a la toma de decisiones empresariales. - Conexión integral de toda la cadena de valor. Intercambio electrónico de datos. - Documento personal de las medidas de los pies en diferentes condiciones. Salud y medioambiente: · Calzados activos, saludables, antibacterianos. · Reciclado o tratamiento limpio de los residuos de materias primas y de los calzados usados. · Procesos de fabricación más sostenibles. Algunos de estos temas serán tratados en el Congreso Nacional de Calzado, que se celebrará en Elda, el próximo 7 de octubre. Diseño realístico Ingeniería tisular REDACCIÓN L a publicidad es, en pocas palabras, información. A través de ella podemos anunciar un nuevo producto o servicio, compartir ofertas y precios, avisar sobre nuevos puntos de venta o servicios, o simplemente recordar y reforzar la imagen de un comercio o empresa, todo tiene que ver con transmitir información. Desde sus comienzos gracias al semanario Valle de Elda , empresas y comercios tanto de Elda como de Petrer han informado sobre los productos y servicios que ofrecían, por ejemplo, la llegada de los primeros televisores Telefunken, los electrodomésticos de la marca Edesa, promocionar un sistema patentado de cambio de marchas para Mobylette llamado “VELCAM”, o las diferentes bodegas distribuidoras de bebidas o materiales de construcción fabricados por empresas cerámicas de la población. ¿La publicidad gasto o inversión? Naturalmente no debemos vincular la publicidad como un gasto, sino como una inversión necesaria para promocionar toda clase de negocios. Es cierto que cada vez existen diversidad de medios y plataformas publicitarias, pero es muy importante diferenciar entre la publicidad de colaboración y la de promoción. La primera es una publicidad con un bajo nivel de efectividad y su objetivo no es otro que colaborar con la entidad o evento; la segunda 60 años apoyando el comercio y las empresas de Elda y Petrer puede ser la más eficaz y con mayor índice de retorno si sabemos enfocar el segmento o público al que queremos llegar, dependiendo también el tipo de mensaje que queremos transmitir. De todos es sabido que la publicidad más antigua y efectiva es el llamado “boca a boca” pero es muy lenta, lógicamente se divulga entre nuestros clientes. Con la llegada de las nuevas tecnologías también disponemos de otras plataformas como redes sociales, pero sobre estas últimas tenemos una concepción equivocada, ya que las campañas a través de redes sociales de difusión gratuita, solamente llegan a nuestro círculo a amigos. Naturalmente para que tenga algo de efectividad hay que realizar una inversión. Está demostrado que, a pesar de la evolución de la prensa escrita, esta se sitúa en una de las más efectivas, sobre todo las ediciones de carácter local, ya que ofrecen una mayor confianza a los lectores, lo escrito perdura con el tiempo. Adaptación a las nuevastecnologías y soportes La consolidación de la cabecera Valle de Elda también llega con la puesta en marcha de la edición digital con un proyecto que a día de hoy ha cumplido el objetivo marcado, ofrecer la información al instante, siendo actualmente el medio local con más visitas diarias. En poco más de año y medio su página de Facebook tiene más de 11.300 seguidores (cifra que se habrá incrementado antes de la publicación de este artículo). Asimismo, la empresa que ges- tiona Valle de Elda , Ediciones Notivalle, acaba de poner en marcha un impactante y novedoso soporte publicitario en las mejores ubicaciones de Elda-Petrer, apostando por las últimas tecnologías con tres pantallas publicitarias de luces leds. Las pantallas miden 4 x 3 metros y para conseguir la mejor calidad visual está compuesta por leds (cmd) capsulados que ofrecen la mejor visión a plena luz del día. Tras realizar un estudio, estas pantallas se han ubicado en los puntos de mayor afluencia tanto de tráfico de vehículos como de viandantes: en la Avenida del Guiney en la rotonda de acceso desde la Autovía Madrid-Alicante, junto al Centro Comercial Carrefour y Bassa el Moro, frente a estación de servicio, una zona industrial donde diariamente confluyen miles de vehículos que se desplazan de poblaciones cercanas como Sax, Villena, Novelda, Aspe, Biar, Castalla, Onil, Almansa; la otra se ubica en la Avenida Reina Sofía, cerca del polideportivo municipal, junto a la Estación de Autobuses de Petrer, zona de ocio y cafeterías, zona comercial, de colegios e institutos y la arteria principal de comunicación entre las dos poblaciones; y la última se encuentra en la Avenida del Mediterráneo frente a gasolinera Shell y Paco Herrero, principal vía de acceso desde la autovía Elda-Petrer, junto a una zona comercial, zona industrial y residencial, zona de paso de un gran número tanto de viandantes como tráfico rodado. Valle de Elda ha invertido en grandes y modernas pantallas de leds