El marquesado de Noguera

Sabina Asins Velis • Gabriel Segura Herrero Miguel Ángel Guill Ortega• M ª Carmen Rico Navarro EL MARQUESADO DE NOGUERA Un señorío nobiliario en Petrer (Alicante) QtilOCWJnDtCUll@II COL·LECCIÓ VILA DE PETRER n ---~·~ ffTKfK Directora: Mª Carmen Rico Navan-o Sabina Asins Ve lis Gabriel Segura Herrero Miguel Ángel Guill Ortega Mª Carmen Rico Navarro EL MARQUESADO DE NOGUERA Un señorío nobiliario en Petrer (Alicante) Ayuntamiento de Petrer El marquesado de Noguera: Un señorío nobiliario en Petrer (Alicante) / Sabina As ins Ve lis ... [et al.] .-Petre r: Ay unt amiento , D.L. 2014 .- *XXXX p*.: il.; 24 cm. - (Vila de Petr er; 1 O) D.L. A XXXX -201 ISB N 978 -84-xxxxxxxx 1. Petrer-Historia-S. XVl-XXI 2. Eld a-Hi storia -S. XVI -XX I l. Asins Ve lis, Sa bina, coa ut. II. Petrer. Ayuntamiento , ed. III. Título. IV. Serie 94(460.315 Petrer) ’l5 /20 ’ 94(460.315 Elda)’ l5 /20 ’ o Una parte de este trabajo ha sido realizado en el marco del proyecto HAR2011 -27662, financiado por el Mini ster io d e Eco nomía y Compe titividad. © de los textos: sus autores © de la prese nte ed ición: Ayuntamiento de Petre r Foto portada: Juan M igue l Ma rtín ez Lorenzo Fotografías: Arch ivo de María Dolores Fortea, Archivo del Reino de Valencia, Sab ina Asins Ve lis, Jaime Belda, Luis Bernabé Reig, CEFlRE Elda, Heliodoro Corbí Sirven! , Julio Derrey , José Esteve Sá nchez, Jea n La uren t, Vicente Limorti Albarra nch, J uan M ig uel Martínez Lorenzo , Co nrado Poveda Maestre y Gabr ie l Segura Herrero I.S.B.N : 978 -84 -95 254 -46-7 Depósito Legal: A 769-20 14 Imprime. Gráficas Arenal , s. l. - Petrer ÍNDICE Agradecimientos. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 11 Abreviaturas ... ... .... .. .. ... ..... .. .. .... ..... ........ .... 12 INTRODUCCIÓN ........... ............. .......... .... .... 13 Camino , carretera y autovía. La vía de comunicación. . . . . . . . . . . 20 Capítulo 1 LA HERETAT DE NOGUERA : POSEEDORES PREVIOS AL MARQUESADO ... .. ... .. ..... ....... .... ..... .... ..... 31 E l primer dueño de la heredad de Noguera: Juan Colom a, I conde de Elda ........ .......... ... .......................... 31 Francisco Coloma, segundo propietario de Noguera ........ .... 56 Cesión de la heredad de Noguera a su hermano Car los Co loma , tercer propietario y miembro destacado de la casa condal . . . . . . . 65 Del reintegro de la h eredad a la casa condal de Eld a .... ........ 74 La venta de la hered ad d e Noguera en e l año 1669 .... ....... .. 76 Capítulo 2 EL MARQUESADO DE NOGUERA DESDE SU CONCESIÓN EN 1670 HASTA FINALES DEL SIGLO XVIII ................. 83 El linaje Coloma Antonio Coloma Liedekerke , I marqués de Noguera (años 1670 1678) ................................................ 83 Su hermana Luis a Co loma Liedekerke , heredera del marquesado de Noguera ...... ..... .......... ......... .............. 88 El maestre de campo Carlos Coloma de Noguera ..... ...... ... 89 De nuevo en la casa condal: Juan Andrés Co loma, IV conde de E lda y II marqué s de Noguera (c irca 1683-1694)............. 93 Francisco Coloma, V conde de Elda , III marqués de Noguera entre 1694 y 1698. .................... .......... ....... 96 Siguiente cesión entre hermanos : Joseph Coloma , IV marqués de Noguera entre 1698 y 1721 , por concordia con Francisco , V conde de Elda. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 98 Reintegro a la casa condal: Francisco Coloma y Leyva , VI conde de Elda , V marqués de Noguera (1725-1729). Incumplimiento del testamento de Joseph Coloma por las disposiciones de Juan Andrés Coloma . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 102 El linaje Puñonrostro El paso a los Puñomostro : Gonzalo Joseph Arias-D ávila y Coloma , VII conde de Elda y VI marqués de Noguera (1729-1738) .. .. 103 Pedro Francisco Coloma , hijo natural de Joseph Coloma , y el pleito por la posesión del condado de Elda y el ma rquesado de Noguera (1729-1737). Intento de dejación del marquesado de Noguera por Gon zalo Joseph .. ... ......... ............. .. 105 Diego Lucas Arias-D ávila Croy, VIII conde de Elda y VII marqués de Noguera entre 173 8 y 17 51. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 114 Francisco Javier Arias-Dávila y Centurión , IX conde de Elda y VIII marqués de Noguera (1751-1783) ........... ..... .... . 115 E l linaje Centurión Juan Bautista Centurión y Velasco , X conde de Elda y IX mar qués de Noguera (1783-1785) , y su hermana María Luisa Cen turión y Velasco , XI condesa de Elda y X marquesa de Noguera (1785-1799) ............. ..... ............ ............. 117 Capítulo 3 E L M ARQ UES ADO DE NOGUERA E N EL SIGLO XIX Y LA V EN TA DE LA PROPIEDAD ...... ....... ..... ...... .. . 119 El linaje Cervelló Laura Castelví y Mercader , XII condesa de Elda y XI marquesa de Noguera en 1 799. Su hijo , Felipe Carlos Osorio y Castelví , XIII cond e de Elda y XII ma rqués de Noguera (1799-1815) ... .. 119 F elipe María Osario y de la Cueva , XIV conde de Elda y XIII marqués de Noguera (1815-1859) . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 122 María del Pilar Loreto Osorio y Gutiérre z de los Ríos , XV condesa de Elda (1859-1921) . Cesión del marquesado de Noguera a su tía, la XIV marquesa, María del Pilar Osorio y de la Cueva en 1859. Fallecimiento de la marquesa de Noguera , en 1862, sin sucesión, y vacante del título. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 124 Capítulo 4 LA REHABILITACIÓN DEL TÍTULO DE MARQUÉS DE NOGUERA EN EL SIGLO XX, DESVINCULADO DE LA CASA Y LA TIERRA ........... ....... ....... ..... .. 127 Año 1948: María de los Dolores Lin ares y Díez solicita la rehabi lit ac ión del título por su descendencia de Blanca Pérez-Calvillo Co lom a y Car dona ..... .. ......... ..... ..... ........... 127 Año 1952: Solicitud de rehabilitación del título por Mercedes de Anc horen a y Uriburu, e n calidad de madre y representante lega l de Me rcedes Fa lcó de Anchorena, menor de edad. . . . . . . . . . . . . 1 30 El ac tual XVI marqués de Noguera: Tristán Jaime de Soto y Falcó, por cesión de su madre Mercedes Falcó y A nch orena en 1998 . . . . 132 Capítulo 5 LA CASA DE NOGUERA DESDE SU VENTA HASTA LAACTUALIDAD .................. ..... ........ ......... 133 La venta de la casa y erm ita de Santa Bárbara en 1889. . . . . . . . . 133 De Francisco Maestre A lgarra a Gonza lo Castelló Poveda ...... 136 De Gonza lo Castelló Poveda a José Luis Marco Bazán . . . . . . . . 143 El poblamiento en Santa Bárbara. De la venta a la pedanía . . . . . 144 Vi lla Emilia . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 14 6 El Quitap enas. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 151 Fáb rica de lonas ..... ........... .... ... ................ 152 Yeseros ..... ... ...... ......... .... ..... .... ........ .. 152 Viviendas . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 154 Los vecinos de Santa Bárbara .... ..... ....... .. .. ..... ... 155 Los alcaldes pedáneos .... .............. ........ ........ 159 Severiano F ernández A l garra . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 161 La ’Acc ión de Elda’, en Santa Bárbara ..................... 162 Las joyas de la Virgen de la Salud, de Elda. . . . . . . . . . . . . . . . . . l 64 Capítulo 6 LA ERMITA DE SANTA BÁRBARA . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 167 Capítulo 7 ELAGUABUENA DE ELDA ...... ... ... .. .. ....... ... ... ... 177 Capítulo 8 LA BASSA EL MORO Y EL RIEGO DEL GUIRNEY . ........ ... 213 CONSIDERACIO NES FI NALES ........ ...... ...... ... .... . 217 ÁRBOL GENEALÓGICO DE LA TRANSMISIÓN DEL TÍTULO NOBILIARIO DEL MARQUESADO DE NOGUERA ... 220 BIBLIOGRAFÍA .... .. . .... ... ...... .. ... ....... ... .. ..... 227 AGRADECIMIENTOS Este trabajo no habría sido posible sin la colaboración de los archiveros que han puesto a nuestra disposición todos los documentos que hemos solici tado. Desde estas líneas queremos dar las gracias a Alicia Cerdá Romero del Archivo Municipal de Monóvar , a Fernando Matallana Hervás del Archivo Municipal de Eld a, al Archivo del Reino de Valencia, al Archivo de Protoco los del Patriarca y al Archivo General del Ministerio de Justicia de Madrid. Con el los , a Luis Villaplana Payá, que nos facilitó cuantos datos solicit amos de la Oficina del Catastro de Petrer. Destacar las generosas aportaciones de Luis Bernabé Reig y Mª Dolores Fortea Castelló que nos contaron muchas historias sobre la Noguera y nos transmitieron su amor por esta tierra. A Juan Miguel Martínez Lorenzo , por su continua disposición a colaborar con sus impactantes y bellas imágenes, y al fotógrafo ya fallecido José Es teve Sánchez. También a Mª Victoria Hernández Rico que nos abrió la casa del marquesado. A Fernando E. Tendero Fernández, Enrique Mira-Perceval Verdú, al párroco don Antonio Rocamora Sánchez, Bonifacio Navarro Pove da , Juan Gabriel Sanchis Maestre , Eladio González Jover , Vicente Maestre Montesinos y a Montserrat Serrano Rodrigo. Al párroco don Elies Ferrer y a Xavier Sola, de Sant Feliu de Pallerols, y a muchas otras personas que con su ayuda dotaron de contenido esta publicación. Y por supuesto , al Ayuntamiento de Petrer, a través de su concejalía de Cultura, representada por José Miguel Payá Poveda , y a su director de Servicios Culturales , Juan Ramón García Azorín , por involucrarse y hacer suyo este proyecto. A todos ellos, gracias. 11 ABREVIATURAS ACA: Archivo de la Corona de Aragón (Barcelona) ACE: Archivo Condal de Elda. Fondo documental microfilmado procedente del Archivo Histórico Nacional (Toledo) , sección Nobleza , Fondo Fernán Núñez , depositado en el Archivo Municipal de Elda (Alicante) AGI: Archivo General de Indias (Sevilla) AGM: Archivo General Militar (Madrid) AGS: Archivo General de Simancas (Valladolid) AHN: Archivo Histórico Nacional (Madrid) AME: Archivo Municipal de Elda (Alicante) AMP: Archivo Municipal de Petrer (Alicante) AMV: Archivo Municipal de Villena (Alicante) APM: Archivo de Protocolos de Monóvar (Alicante) APP: Archivo de Protocolos del Patriarca (Valencia) APSAE: Archivo Pan-oquial de Santa Ana de Elda (Alicante) APSBP: Archivo Pan-oquial de San Bartolomé de Petrer (Alicante) ARV: Archivo del Reino de Valencia (Valencia) BIUV: Biblioteca de Investigadores de la Universitat de Valencia (Valencia) BNE: Biblioteca Nacional de España (Madrid) HDE: Hemeroteca Digital Eldense (Alicante) MJ: Ministerio de Justicia (Madrid) RPE: Registro de la Propiedad de Elda (Alicante) 12 INTRODUCCIÓN En 1513 , Juan Coloma compró las villas de Elda , Petrer y Salinas y sus términos a los condes de Cocentaina. En 1577, Felipe II le concedió a su nieto , también de nombre Juan Coloma, el título de conde de Elda 1 • Petrer formaba parte de los territorios del condado de Elda, pero además dentro de sus límites municipales se incluiría, a partir de 1670 , un marquesado : el de Noguera . La familia Coloma mantuvo ambos títu los hasta 1729, pasando después de esa fecha a sus herederos directos , primero a los condes de Pu ñonrostro y posteriormente al linaje Centurión y a los condes de Cervelló. Tras la abolición de los señorío s en 1837, los títulos nobiliarios que habían ido acumulando los titulares de la casa se mantendrían , pero sin adscrip ción territorial. A los títulos de conde de Elda , marqués de Noguera, conde de Anna , conde de Puñonrostro y conde de Cervellón , entre otros, se uniría e n 1821 , por matrimonio , el imp01iante ducado de Fernán-Núñez. El último descendiente de la casa en mantener unidos todos los títu los fue Manuel Fe lipe Falcó y Osario, quien falleció en 1918. Tras él , estos títulos se fueron repartiendo entre los diferentes hijos. En la actua lidad, Manuel Falcó y An chorena es el duque de Fernán-Núñez, conde de Cervelló y conde de Anna; e l título de conde de Elda lo ostenta Enrique Falcó y Carrión; y Tristán Jaime de Soto y Falcó es el marqués de Noguera. Si bien son numerosos los trabajos que se han centrado en el estu dio de la casa condal de Elda , el marquesado de Noguera es un gran desconocido para la historiografía. Entre los autores que se ocuparon de la descripción de este enclave destacan Joseph Montesinos , hacia 1795 (Navarro Villapla na , 1993 ; Montesinos, 1993) , y el erudito eldense Lamberto Amat, quien en su Historia de Elda (terminada alrededor de 1874) aportaba datos de in terés, gracias a los documentos que se conservaban en el Archivo Histórico Municipal de Elda. El mismo Amat ya se hacía eco de ese desconocimiento (Amat, 2004: 272). Habría que esperar de nuevo otro siglo , hasta finales del XX, para que Gabriel Segura y Consuelo Poveda publicaran la documen tación relativa al marquesado que se conserva en el Fondo Fernán -Núñez ’ Venta en A PP, PROTOCOLOS NOTARIALES , M igue l Frigola, núm. 11102, 26 de febrero, 22 de marzo, 19 y 21 de abril y 11 de agosto de 1513. Concesión del título en: Segura y Po veda, 1999: 49-50. 13 del Archivo Histórico Nacional, y nos aportaran unos datos precisos para profundizar en su conocimiento (Segura y Poveda, 1999a y b ). Igualmente, para que Martí Cebrián escribiera un detallado artículo sobre la ermita de Santa Bárbara (Martí, 2003: 64-69). Esta escasez de trabajos previos y la curiosidad que el marquesado de No guera ha suscitado entre la población del valle de Elda han sido los motivos que nos ha llevado a emprender el análisis de su devenir histórico. Dadas las reducidas dimensiones de este marquesado considerábamos que el interés de su estudio radicaba tanto en reflexionar acerca de los motivos que originaron el asiento del título nobiliario, como sobre el significado que tuvo en deter minados siglos su disfrute para alcanzar cierto estatus social. Como justifica ción, creemos que será suficiente con informar al lector de que sus propieda des se limitaban a una casa, con su pequeña ermita dedicada a Santa Bárbara, una fuente y unas diez tahullas de tierra huerta, secana, y realencos, que son dos días y medio de labrar con par de mulas 2 ( es decir, aproximadamente, 1,2 hectáreas) . De él se obtenía además una escasísima renta, limitada a seis libras de censo anual y el diezmo de sus cortos frutos. Sin embargo, a lo largo de su historia, se entablaron largos pleitos por la posesión del título de marqués de Noguera . Desde finales del siglo XIX, el motivo que se ha argumentado en la bi bliografía para explicar la concesión del marquesado de Noguera ha sido la importancia de los recursos hídricos de la zona, y la pretensión de los condes de Elda de controlarlos. Esta idea se difundió, en concreto, desde 1874, a raíz del comentario que hiciera el erudito eldense Lamberto Amat en un capítulo de su Historia de Elda: ’Nuestro humilde parecer es que la erección de éste Estado en Santa Bárbara, de ningún rendimiento, solo tuvo por objeto dejar su jurisdicción á cargo del Gobernador, Bayle general del Conda do; áfin de que ni Elda ni Petrel la tuvieran en él, por encontrarse en el mismo enclavado el nacimiento del agua potable de Elda y evitar las cuestiones que son consiguientes en el uso y aprovecha miento de las aguas’. (Amat, 2004: 272). En este dominio semi-árido, tenemos documentada la dependencia de los eldenses en el abastecimiento de agua, al menos, desde el año 1392. Para el riego se surtían de una acequia que traía el agua del vecino lugar de Petrer 3 , cuyo suministro ampliaron más tarde con la proveniente de la Fuente del 2 En Petrer se ha mantenido históricamente la exten sión de una tahúlla en 1.201 1112 (Amat, 2004, II: 280). 3 Contra tota raho tallen et leven a mes sostmesos de E/da una cequia qui del terme de Petrer acustuma de venir al dit !och dE/da. ACA, C, reg. 2030, f. 11 v. (Ferrer i Ma llo!, 1988a: 99). 14 Chopo de Villena4. Sin embargo, la que utilizaban para beber (que denomi naban el agua buena) venía canalizada desde los manantiales petrerenses localizados en las partidas de Caprala y de Noguera, según nos informa la documentación del siglo XVI5. El trabajo de campo y de archivo nos ha permitido diferenciar hasta tres manantiales en la partida de Noguera: dos manantiales (que en momentos su cesivos abastecieron las fuentes de la villa de Elda) y una mina de agua (de la que se smiían la fuente y la balsa de la heredad de Noguera). Ambos recursos eran tota lmente independientes: para uso público , y canali zados mediante una construcción cerrada con arcaduces y tejas, los que abastecieron a Elda, y para uso privado de la heretat de los Coloma la mina. Para facilitar la lectura de este estudio consideramos de interés describirlos: 1) El manantial que abasteció de agua buena a la villa de Elda, casi con seguridad hasta el año 1615: Este afloramiento de agua lo descubri mos gracias a un documento notarial que , en principio , nos causó cier ta confusión. Nos explicamos: en la actualidad, en la paiiida de la Noguera, los restos visibles de la mina de agua que alimentaba las cañerías que conducían el agua a Elda se encuentran ubicados en la misma ladera que la vivienda del marquesado de Noguera. La última restauración de su boca-mina data del año 1881. Ello nos llevaba a pensar que la mina de agua siempre había estado allí, aunque su boca hubiera sido sometida a restauraciones a lo largo de los siglos . Pero no. En un documento del año 1586 se nos decía que Francisco Coloma cedía a su hermano Carlos una casa, una fuente , una balsa y la ermita de Santa Bárbara, ubicadas ’frente’ a las montañas de la Font de Noguera. Con ello distinguía la casa , la ermita y su fuente donde se encuentran en la actualidad, y en la ladera de delante de ellas la Fuente de Noguera. Inicialmente , creímos que esta descripción era un error del notario Gonzalo Fernández, que fue quien registró la cesión en 1586, dado que, como hemos dicho, hoy en día se enc uentran en la misma ladera. Sin embargo, fue el ilustrado Montesinos quien en su obra de 1795 nos daba la solución: ’Por ultimo, entre otras ruinas que se descubrieron en el campo , se advierte un conducto muy antiguo de aguas que to davía permanece a trechos casi en la superficie de la tierra y formado de arcaduces de tiesto, cerca de dos palmos de diá- 4 En 1493 el conde de Coce ntaina agradece el ofrecimiento del agua de la Fuente de l Chopo , AMV , caja 724, exp . 72, citado por Pérez Medina , 1997: 48 y Pérez Medina: e n prensa; AGS, CONSE JO REAL DE CASTILL A, Procesos , Pleitos y Expedientes , Leg. 95, f. 1, 24 de junio de 1533. 5 En 20 de marzo de 1576 (Amat , 2004: pp. 270-271 ). 15 metro, los que por los muchos siglos ya tienen su vacío lleno de tierra ó haberse inundado. Sus principios son cerca de dos quartos de hora al Norte de esta Villa [de Petrer] en el men cionado partido llamado Noguera a la parte del barranco del medio dia y en su otra parte de fi·ente nace ahora el agua que por otro conducto viene a parar a las jitentes de la Villa de Elda ’. (Montesinos , 1993 ed. facs.: 46 -47). Es decir , en 1586 el manantial estaba en la parte del barranco del mediodía (la que daba al Sur), coincidiendo con la descripción que hiciera el notario Gonzalo Fernández, en la ladera que hay al otro lado del barranco , frente a la casa. Pero en 1795 la canalización del agua buena de Eld a ya nacía en el lado del barranco donde se encuentra la casa de Noguera, como en la actualidad: ¿En qué momento se produ ciría ese cambio? Por lo que creemos, más de 180 años antes de que J. Montesinos lo describiera. Posiblemente, durante las actuaciones que se llevaron a cabo a partir del año 1615. En ese año, en concreto el día 22 de diciembre de 1615, el Consell de la villa de Elda su bastó la eje cución de obras en las conducciones y canalizaciones que llevaban el agua a la villa. Obras que se deberían hacer durante un plazo de cinco años, con un presupuesto inicial de 2.029 libras, incrementándose éste posterionnente hasta las 2.429 libras (Pérez Medina , 1996a: 252-253; Segura Herrero, 1997: 319 -322). En los capítulos que se redactaron para concretar el trabajo se especifica: ’ ... sea derfer un arch en lo riu de noguerajunt a lama teixa font allí parexera millar seg o ns la disposicio del barranch perla qua! ha de pasar la aygua ... ’6 El manantial se captaría a partir del año 1615 en el mismo lado del barranco en que está la casa de Noguera, por lo que tendrían que hacer un puente-acueducto para atravesar el barranco de Noguera y poder conducir el agua hasta Elda. Y se debía hacer ese puente-acueducto (arco, en la terminología de la época) porque no se encontraba cons trnido con anterioridad ya que, como sabemos por el notario Gonzalo Femández , el manantial que se explotaba hasta ese momento era el que manaba en la ladera de delante 7. Si estamos en lo cierto y la primi tiva conducción se abandonó cuando se terminaron las obras iniciadas 6 AME, Notario Marc Joan Aracil , 22 de diciembre de 1615 . Manual de ConseL!s , Caja 42, exp. 1. 7 Realizada una prospección arqueológica en la zona por Gabriel Segura y Sabina Asins, el día 22 de septiembre de 20 l 2 , se loca lizaron restos de arcaduces en los bancales de cultivo justo en la ladera que hay frente a la viv ienda de la Noguera . Estos arcaduces los atribuimos a la canal ización anterior a 1615 , por la coincidencia con los datos aportados por el notario Gonzalo Fernández y por Montesinos . 16 en 1615, podía ser válida la descripción de Montesinos del año 1795: ’ ... se advierte un conducto muy antiguo de aguas ... los que por los muchos siglos ya tienen su vacio lleno de tierra’. En concreto, los casi dos siglos que distaban entre 1615 y 1795. II) El segundo afloramiento, que surtió a la villa de Elda desde 1615 hasta el siglo XX: Éste era el manantial del que en 1795 decía Montesinos ’nace ahora el agua que por otro conducto viene a parar a las ji,ent es d e la Villa de E/da’ y que sería ya el que, continuamente restaurada su boca-mina y canalizac ión, estaría en uso hasta mediados del siglo XX (Figuras la y lb). Figura s I a y I b.- Mananti al d el agu a bu ena de Elda. Boc a-mina res taurada en 1 881. Su ubicación en e l piedemonte de la ladera , en la partida de la Noguera. (Fotos: S. A sins). III) La mina que suministraba agua a la fuente y a la balsa de la heretat de Noguera: La captación del agua se real izaba a unos l 00 metros a espaldas de esta casa , mediante un minado hasta llegar al mani f est o punto donde brotaba el agua. La boca se localiza aún hoy en día en un bancal a escasos metros de la vivienda del marquesado, justo frente a la balsa. Esta excavación todavía se puede recorrer (Figura 2). 17 Figura 2.- Mina de la heretat de N oguera ,junto a la casa del marque sado. (Foto: S. Asins). Por la cantidad de los recursos hídricos que acabamos de reseñar, bien pu diera pensarse (como hiciera Lamberto Amat en 1874) que la impo1iancia del marquesado de Noguera derivaba de la pretensión , por parte de la señoría, de controlar el manantial que alumbraba el agua buena que abastecía a la villa de Elda. De hecho, durante los más de ciento cincuenta años que distan entre 1513 , fecha en que los Coloma compraron este territorio que daría origen al condado de Elda, y el año de 1670 , en que se concedió el título de marqués de Noguera , se recogen numerosos pleitos por el agua entre los regantes de Petrer y las autoridades municipales de Elda . Sin embargo , la conclusión de nuestro estudio, tras analizar toda la in formación aportada por la documentación escrita, es que hay cinco hechos básicos que nos llevan a considerar que no fue la pretensión de controlar el agua el motivo de la solicitud de un marquesado para Noguera: 18 -En primer lugar, la heredad de Noguera no quedó vinculada al mayoraz go que se fundó sobre el estado de Elda en el año 15 81, sino que quedó como ’bien libre’. Ello implica que esta heredad -sobre la que se asentó más adelante el título de marqués para el tío del conde de Elda- no cons tituía un enclave estratégico para la casa condal. - En segundo lugar , el manantial que abastecía de agua buena a la villa de Elda nunca quedó adscrito al pequeño territorio del marquesado, sino que se localizaba en el término de Petrer, y por tanto en los dominios del conde de Elda. El título de marqués de Noguera, en origen, se con cedió para un tío del conde de Elda; por lo que el marqués de Nogue ra difícilmente podía tener jurisdicción sobre un manantial ubicado en un territorio que no era suyo. La única relación puntual entre el titular del marquesado de Noguera y la jurisdicción que éste ejercía sobre el manantial de agua que abastecía a Elda se cita en el año 1700, porque se dio la circunstancia de que Joseph Coloma, en ese tiempo marqués de Noguera , era a su vez Procurador General de su hennano Francisco Coloma Pujades y B01ja, conde de Elda. Y en su cargo de Procurador General del conde de Elda ejercía la jurisdicción sobre ese manantial del término de Petrer. - En tercer lugar , el marquesado se surtía de su propia ’júente de agua que nase en dicho termino de Noguera’ 8 , cuya mina de agua -que era dis tinta de la que proveía a Elda-todavía se encuentra en perfecto estado en un bancal junto a la vivienda; por lo que no necesitaba del manantial del agua buena de Elda ni para consumo humano ni para regar su corta huerta. El agua buena iba canalizaba en su nacimiento -también en No guera- mediante una conducción cerrada. - En cuarto lugar, los numerosos pleitos que se recogen entre el ayun tamiento de Elda y quienes la documentación denomina ’regantes de Santa Bárbara’ hacen referencia a los propietarios de tierras en esa partida rural , que no se circunscribe sólo a las 1,2 hectáreas del mar quesado de Noguera. La partida de Santa Bárbara comprendía, y to davía comprende , un paraje más extenso a ambos lados de la actual autovía Madrid-Alicante. Prueba de ello es que las escasas tierras del marquesado las trabajaba un único labrador , por ejemplo Juan Luis Crespo en el año 1687 9 , y de los ’regantes de Santa Bárbara ’ Lamber to Amat llega a citar en 1874 a tres de ellos, en representación de todos los demás (Amat, 2004: 293). - Por último , como expondremos, los conflictos por el agua continuaron entre las partes en litigio incluso creado ya el marquesado. Así pues , el origen del marquesado estaría relacionado más bien con el prestigio social que proporcionaba un título nobiliario , y con la facilidad con que éstos se concedieron a finales del siglo XVII, que con el control del agua que abastecía las fuentes de Elda. Cuestión que desarrollaremos a lo largo de este estudio. 8 ARV , MANAMENTS Y EMPARES , año 1687, nu111. 1673 , libro 3, 111ano 25, folio 28-33; ACE , Doc. 554. 9 !bíd. 19 Camino, carretera y autovía. La vía de comunicación. La cuenca hidrográfica del río Vinalopó queda estructurada en diferentes cubetas, correspondientes, grosso modo, a las cuencas alta, media y baja de este río -rambla mediterráneo. Espacios circundados por diversas sie1rns, por cuyo fondo circula el río y que quedan separados unos de otros por umbrales montañosos en los que el río ha excavado estrechas gargantas para salvarlos. Es, precisamente, en el primero de estos umbrales, el que separa e l curso alto del curso medio , donde se sitúa la actual partida de Santa Bárbara . Los cerros y serrezuelas que conforman el paisaje se caracterizan por perfiles suaves, escasa altitud sobre las tierras circundantes ( entre I 05 y I 66 m.) y por aflorar en su base las arcillas y yesos triásicos del Keuper , que han ocasionado algunos ejemplos cercanos de diapirismo en el paraje del Guirney. El escaso porte de estos relieves más la acción erosiva fluvial del río Vinalopó que escapa del encajonamiento de la garganta de la sierra de la Torreta por un lado y las ramblas tributarias por la derecha , caso de la rambla de Caprala y de la rambla del Tio Bonifa , por otro , condicionaron la existencia de un portillo entre la sierra de la Torreta y las estri baciones más meridionales de la sierra del Rutllo. Será este punto del denominado camino de la Noguera, junto con el puerto de la Torreta, también llamado de la Forr;a d’Elda , el utili zado ya desde el siglo XIV para el tránsito de mercancías y personas entre los reinos de Castilla (Sax , adscrita al mar quesado de Villena) y Valencia (señoríos de Eld a y Petrer) (Ferrer i Mallol , 1988a: 366). Esta condición de lugar de paso entre dos reinos , y entre el interior me seteño y la costa mediterránea, se mantuvo a lo largo de la Edad Media y Edad Moderna. Durante toda la Edad Moderna fue conocido como Camino de Valencia, pues era la vía que desde Cartagena y Murcia permitía entroncar con el Camino Real en Fuente La Higuera. Fue por tanto el paso del camino de Murcia a Valencia , su situación estra tégica junto al citado vial , en un lugar a caballo entre Castilla y Valencia , y la presencia de un caudal constante de agua para viajeros y caballerías, lo que confirió cierta importancia a este lugar desde la Edad Moderna. La configuración del nudo hidrográfico de Santa Bárbara condicionó des de la Edad Media tanto el trazado zigzagueante del medieval ’camino de la Noguera’, como del posterior camino de Ocaña a Alicante y de la carretera N-330 a su paso por este punto , hasta bien entrado el siglo XX. Todavía hoy en día la Autovía A-31 describe una peligrosa curva que, aunque su radio ha sido suavizado con continuas refonnas del peralte del firme , sigue siendo la causa de un buen número de accidentes de tráfico. Lo accidentado del terre no quedó evidenciado en la descripción que, hacia I 863- I 865, se realizó del trayecto a su paso por Santa Bárbara: 20 ’El terreno se accidenta, y a 3,5 lan. de Sax la carretera e ntra e n el desfiladero formado por el cerro de Santa Bárbara, est ribo de la sierra del Caballo , a la izqui erda, y la de la Torreta, a la de recha, y por el que corre el Vinalopó, a cuya inmedia ción continua la carr etera con gran desarrollo hasta E!da.’ 1º Hecho que, de sd e finales del siglo XVIII, llamó la atención a algunos de lo s v iajeros qu e por el Vinalopó pasaron, caso de José Comide y Saavedra, quien un 15 de octubre de 1797 describía: ’A legua y media (de Villena) pasa el camino toca nd o e n el de Sax y por él deberíamos pasar para ir a E/da si el río no se hubi ese llevado el puente .. . Como no se pudo pasar el río , tu vim os que ir a buscar la cu esta de Santa Bárbara , di cha así por pasar cerca d e una capilla de esta advocación; aunque el camino es malo y de algún rodeo, llegamos a E/da al poner el so l; c omo un cuarto d e legua antes de E/da se deja a la izqui erda el lugar d e Petrés [Pe trer ] , arrimado a la sierra y con un casti llo viejo. E/da está s ituado a la margen izquierd a del río de Vi llena, so bre el cual no tiene puent e; es pueblo grande y tien e algunas calles bastantes anchas; la iglesia es de crucero y no me pareció bastante grande para tal pueblo; es verdad que falta la cap illa mayo, ~ que l a es tán concluyen do. La vill a pertenece a la casa de Villena por here n cia de la de Puñonr ostro (sic), que te nía y aún tiene un palacio o casa fúerte que domina la villa . En e lla duermo esta noc he del 15 de octubre y dicen que iremos maifona a comer a Al icante, que dista seis leguas. Pongo fin a és ta, que ya va larga ... ’. (A basca! y Cebrián , 2009: 289). También de finales del siglo XIX es la brev e de scr ipción de A. Laborde 11 , qui en en su ltin eraire descriptif de ! ’Espagne 12 (1809) comenta al respecto d e Santa Bárbara: ’º Itinerario De scripti vo Militar d e Espal’ia . Formado y pub licado por el D ep ós ito d e la Gu erra , co n l os dato s recog idos sobre el campo por el Cuerpo del Estado Mayor del Ejército. Torno I V. Ca ta lui’ia y Va lencia. p. 187. Madrid. 1866 . Fuente: http:// books.google.e s/books?id =Mk8 BAAAAQAAJ&pg =PA I 86& dq=Ca rretera +Yenta+de+ la+Enc ina& hl=es&sa=X&e i= 1 n4j U t3 OC S Prn 7 Aa Py4Go Dw & ved=OC DQQ6A E w AA #v=o nepage& q=Ca rretera%2 O Ve n ta % 20 d e% 201a %20Encina&f =fa lse [Cons ulta: 10-08 -20 13 ]. 11 D esc ripción copiada y traducida ai’io s má s tarde por Sebastián d e Miilano , mi embro d e la Rea l Acade mia de la Hi sto ria y de la Sociedad de Geografía de Parí s, en su obra Diccionario Geográfico -Estadístico de Espai’w y Portugal, editado en 1 826 e n var ios vo lúmenes . ’’ Fuent e: hnp ://books.goog le.es/books?id=U7 DtrkHq6rnQC&printsec=frontcover&d q= ltin erar io +desc ri pti vo+ Laborde&h l=es&sa= X&e i= i D Ud U u H c FY2p 7 Aa By4 Eg& ved=OCD I Q6A E w AA #v=s nippet&q=E lda&f=fa lse 21 ’ ... A sí se llega a Elda a poco mas de media hora de travesía ... A la salida de Elda , costeada la montaña de Camara durante quince minutos se pasa el río cuatro veces a corta distancia; lo cual hace este paso peligroso, y aun imposible en tiempos de grandes lluvias, e n que viene a ser un torrente impetuoso; síguese una subida áspera y pedregosa por la ladera de la montaña ; después de la cual se cru zan dos vall es, plantados d e viñas y olivos; el último d e los cuales pertene ce al Reino de Mur cia, que por un prolongación extraña se interna en el d e Valencia. Luego se deja ver a corta distancia, sobre la izquierda el lugar de Sax ... ’ . Curvas , barrancos , cuestas y pendientes que , junto a su lejanía de los pue blos más próximos (Sax , Petrer o Elda) , fueron las coordenadas idóneas para hacer de este punto un lugar de actuación de forajidos y bandoleros durante el primer tercio del siglo XIX. A juzgar por el testimonio de Lamberto Amat (1983 II: 282 -283) , el paraje de Santa Bárbara ,junto con el estrecho de Saline tas y la garganta de Crevillente , era uno de sus preferidos por lo apartado del lugar para cometer fechorías y asaltos . A ellos se les atribuyen todas las prácti cas comunes al bandolerismo de la época: robos, asesinatos y secuestro de per sonas para reclamar el pago de un rescate. Correrías que quedan brevemente descritas por Lamberto Amat , quién en su condición de persona de orden , vin culada estrechamente al gobierno municipal eldense y principal terrateniente de la villa , era muy sensible a cualquier elemento que pudiera alterar el orden de los pueblos , la actividad económica y el tránsito de pasajeros y mercancías entre los mismos . En este sentido , y a pesar de ser una zona de actuación del famoso Jaum e el Barbut , tras su ajusticiamiento en 1824, los caminos y zonas aisladas de estas ti erras siguieron siendo zonas inseguras en las que los delin cuentes habituales y liberales huidos de la represión absolutista campeaban por doquier cometiendo robos y pillajes (Martínez Español , 2012 , 145) , caso de los bandoleros conocidos como Barbarroja, Mitjabarba y Pitxaque. E n 1834 un escribano del juzgado del alcalde mayor del condado fue a Santa Bárbara a notificar una providencia a los regantes , y cuando se prepa raba para extender la notificación fue sorprendido por los ladrones, quienes le propinaron una fuerte paliza, no pudiéndole robar ningún caudal (Amat, 1983 II : 283 -284). Extinguido el fenómeno del bandolerismo, a lo largo de la década de los años treint a del siglo XIX , el eje viaiio del Vinalopó se convirtió en una de las arte ri as claves de comunicación terrestre del nuevo estado liberal configurado tras la subdivisión provincial del territorio nacional. La suave topografía manchega , la fractura orográfica del Vinalopó -que pem1ite la comunicación natural entre el litoral mediterráneo y las tierras cuasi meseteñas de Villena y Caudete -, la supre sión de las trabas administrativas y portazgos para el tráfico de mercancías y la potenciación de Alicante y su puerto, como capital provincial portuaria más cer- 22 cana a Madrid, hicieron del antiguo camino de Murcia a Va lencia una importante v ía de comunicación por la que primero , carros y carretas , carromatos y tartanas , galeras y diligencias , y posteriormente, camiones , automóviles y ciclomotores circularon sobre pavimento de macadán hasta mediados de la década de los cin cuenta del sig lo XX , cuando el pavimento de riego asfáltico vino a generalizarse en todo el trazado de la carretera hacia Albacete y Madrid . Un relato de época, escrito por un testigo presencial , de aquella carretera decimonónica , circulante por el angosto paraje de Santa Bárbara , lo encon tramos en la obra Castelm~ su infancia y su último aí’io de vida 13 , de Bernardo Herrero Ochoa, médico de Emilio Cas telar , a quién acompañó en mayo de 1898 en la última visita que hizo el tribuno a la vill a de Petrer. ’ ... volvamo s a reanudar el interrumpido relato de nu estra excur sión a Petr el. Habíamos llegado ya a la cumbre de la llamada cuesta de Santa Bárbara, y al doblar la carret era al extremo d e la sierra de e ste nomb re, of,-éces e a la vista uno d e lo s paisajes más soberbios y h ermoso s. Entr e la sierra d e Santa Bárbara , compl etam ente rala , y la de la To rre ta, que ost ent a e ntre sus p eñas una veget ación agreste de brezo s, espinos, rom ero s y otra multitud de plantas, húndese el terreno en profimdo barranco, formando una espe cie de collado , por cu yo fondo s e,pea el Vinalopó entr e cañares, taray es y adelfas. A la d erec ha del camino, donde llega el traquet eo d e su s ochenta t e lar es m ecáni cos , presta animación y vida el s encillo y sobrio edi ficio de la fábrica de lona s de don Vicente Castelló, y en fa part e opuesta , d es de el trozo de c arretera , tallado como inmen sa repisa e n las prim eras e striba cion es de la sie rra d e Santa Bárbara , con t é mplan se des de gran altura los taludes que limitan el barranco , s obr e los qu e se alza una antigua v enta , á guisa d e feudal castillo y allá, en último término , aparece el cas erío de Petr el, alegre y s onrient e, sobre el bos caj e de su huerta incomparabl e. Paramo s junto a unafi1 ent e, sita en la cun eta del camino, que al par qu e te mpla la s ed d el c aminante, al egra con su s murmullos tan deliciosos paraj es; y no l ejo s, admirábamo s la sob erbia v egetación de una hendidura formada por una v ertiente de la sierra , en fa que apar ecía en r evu elto d esord en un verdad ero bosque d e vides y d e alm endro s, de higu eras y nopal es.’ (Herrero Ochoa, 1999: 85). Camino , carretera y autovía que se han visto obligadas a lo largo de los siglos a salvar el obstáculo natural de la confluencia hidrográfica de las ram blas de Caprala y del Tia Bonifa con e l cauce del río Vina lopó. Punto oro- 13 Obra r eeditada en 1999 por la M anc omunidad Int ermuni cip al del M edio Vinalopó , con mo ti vo de la cel ebra ció n d el ce ntenari o del fallecimi ent o de don Emilio Caste lar y Ripoll (25 d e m ay o de 1 899 ). 23 gráfico de acusadas pendientes en el que se puede apreciar, como en ningún otro enclave, el desnivel de la comarca del Alto Vinalopó al Medio Vinalopó. Diferencia de cota y laderas abruptas seccionadas por cauces y barrancos que obligaron desde la Edad Media a trazar un camino lleno de curvas y revueltas para salvar tanto obstáculo. Conforme la ingeniería se desmrollaba y los medios técnicos y económicos lo permitían el trazado de la carretera fue mejorando. Desconocemos si la política ilustrada impulsada durante el reinado de Carlos III (1759-1788) y Carlos IV (1788-1808), de la mano de ministros, como Bernardo Ward y Floridablanca o Godoy , respectivamente, tuvieron una incidencia directa bien en la mejora del finne a su paso por San ta Bárbara o en la construcción de las infraestructuras necesarias para que los vehículos de rueda salvaran cómodamente los cauces de las ramblas. Sin embargo, es de resaltar que será el mismo Bernardo Ward, verdadero impulsor de la programación de carreteras durante el reinado de Carlos III, quien en su obra Proyecto Económico. En que se proponen varias providen cias dirigidas á promover los intereses de España ... , redactado entre 1754 y 1760 , impulse la construcción de caminos aptos para el transporte sobre rue das, programando las seis carreteras radiales básicas de la red española que, superando los siglos, han llegado hasta nuestros días. Entre ellas la carretera de Madrid a Alicante: Necesita España de seis caminos grandes, desde Madrid a La Coruña, a Badajoz, a Cádiz, a Alicante y a la raya de Francia, así por la parte de Bayona, como por la de Pe,piñán. Despúes se ne cesitan diferentes caminos de travesía de unas ciudades a otras, y haciendo el rey el primer costo, como corresponde, es muy justo que en lo sucesivo mantengan estos c aminos los pueblos mismos que disfrutarán el beneficio de esta providencia, cada uno en su distrito y jurisdi cción; pero la primera atención se ha de aplicar a que todos los caminos y ramales vayan en línea recta a costa de cualesqu iera dificultades, pues cada legua que se ahorre de camino es un tesoro que vale para las conducciones muchos millones en el transcurso del tiempo, y facilita más y más el comercio, el giro, la comodidad, las artes y el trato de las gentes’. (Uriol Salcedo, 1990: 252). Carretera trazada, en la pa1ie de las comarcas del Vinalopó, sobre el anti guo Camino de Valencia que permitía la comunicación de Fuente la Higuera (Camino Real de Valencia a Madrid) con Murcia, a través de Villena, Elda , Novelda, Aspe, Crevillente y Orihuela. Sin embargo, el posterior Real Decre to de Carlos III, de 1 O de junio de 1761, expedido para hacer caminos rectos y sólidos en España , que faciliten el comercio de unas provincias con otras, dando principio por las de Andalucía, Cataluña, Galicia y Valencia, primó el destino valentino frente al alicantino. 24 La impmtancia de esta vía se puso de manifiesto al poco de instalarse en Alicante la demarcación provincial de Obras Públicas , pues uno de los pri meros anteproyectos que se redactaron fue el de este camino. En la memoria del citado trabajo , Francisco Morell y Gómez, autor del mismo, deja claro el valor de este eje: ’Reconociendo sin duda la importancia de este camino desde tiempo atrás, se ven en él varias obras de fábrica muy regulares, bajo todos los conceptos, que parece son contemporáneos de las del Puerto de la Cadena, entre la ciudad de Murcia y Cartagena; por lo que inferimos que el objeto principal de su construcción a principios de siglo, jite el facilitar los transportes de efectos que se consumieron en aquel tiempo en el arsenal de Cartagena ’. (Navarro Vera, 1994: 35). Pero será, sin duda alguna, la nueva configuración territorial de España , con la creación de las provincias, la que impulse , en el caso de Alicante, la conso lidación de este camino como vía principal de comunicación del gobierno cen tral con el gobierno provincial, residente a paitir de 1833 en la ciudad portuaria de Alicante, en detrimento de la capital histórica de la antigua Gobernación de Orihuela. Así, en 1834, la carretera Almansa-Alicante estaba ya finalizada (Navarro Vera , 1994, 36); incluido el puente sobre la rambla de Santa Bárbara. Obra de fábrica que, a ju zgar por el testimonio de A. Laborde , en cuya obra publicada en 1809 que recogía los apuntes de los viajes realizados por España entre 1792 y 1798 bajo el patrocinio de Carlos IV y Manuel Godoy, todavía no estaba construida en esos años finiseculares del siglo XVIII . Esta infraestructura permitía vadear el profundo cauce de la mencionada rambla y acceder cómodamente a la venta de Santa Bárbara. Punto de des canso de viajeros y caballerías, que se complementaba con una fuente de agua , procedente del manantial de la Noguera , para el uso de los transeúntes (Arnat, 1983 II: 290 -291) (Figura 3). A mediados del siglo XIX, Pascual Madoz (1982 I: 70- 71) reconocerá que esta carretera es la mejor de la provincia de Alicante. Calidad ligada a ser ahora vía de comunicación gubernamental, lo que conllevó que desde momentos iniciales recibiera inve rsiones económicas en el mantenimiento y restauración de firmes. Caso de las obras de reparación llevadas a cabo en el tramo Alicante-Almansa en 1847, por valor de 1.400.000 reales de vel lón, que fueron adjudicadas el 4 de agosto de 1846 a favor de Pedro Miranda, adjudicatario también de las obras de la carretera de Albacete a Murcia 1-1. ’’ Ga cewde Madrid ,20dejuniode 1847. Fuente: http: //www .boe. es/dato s/pdfs /BOE /l 847 /4662 / AOOOO 1-00002.pdf [Con sult a: 22 -07-2013]. 25 Figura 3.-Puente d e la carretera genera l so bre e l barranco de Santa Bárbara , década de los año s 20. (Foto: Conrado Po veda). Esta carretera fue clasificada , en la ley de 7 de mayo de 1851 15 , como carretera general al dirigirse desde Madrid a Alicante 16 • Categoría gracias a la cual se mejoró durante la década de los cincuenta del siglo XIX (De Vera Ferre, 1991: 41, 47). Pocos años más tarde , en e l Plan de Carreteras de 22 de julio de 1857, conocido como Ley Moyana, esta cmTetera fue clasifica da como de primer orden , siendo la única de esta categoría existente en la provincia de Alicante. Vial cuya titularidad y mantenimiento, dada su impor tancia, siempre estuvo a cargo del Estado , a excepción de un breve período de tiempo (1876-1879) en el cual se realizaron trabajos de conservación por parte de la Diputación Provincial (De Vera Ferre, 1991: 65). A lo largo de la segunda mitad del siglo XIX y durante el siglo XX, la carretera Ocaña-Alicante jugó un papel fundamental en las comunicaciones de la provincia con el resto de España. Conforme se fue incrementando el número de vehículos circulantes , se fueron acometiendo obras de acondicio namiento y mejora de la misma, dentro de la s limitaciones permitidas por la escasez presupuestaria. Como cmTetera de primer orden, y atendiendo a los fonnularios de carreteras de 1859 que definían los anchos de las mismas , es de suponer que el firme era de unos 5 ,50 m de ancho, con andenes o paseos de 2 ’50 m. , haciendo un total de 8 m. de anchura. 15 Ley de Clasific ación de Carreteras presentada a las Co rtes e n n ovie mbr e de 1849 por Manue l Seijas Lozano, in ge niero de caminos (Navarro Vera , 1994: 25). 16 L eg is lac ión inspirada en la de otros países e uropeo s, caso de Bélgi ca y Francia , por m edio la cua l ’ ... se establecía una jerarquía de car reteras en cuatro niveles : ge neral es, transversales, prov incial es y locales [ ... ] Se comprenden en la primera clase todas las carreteras que se dirigen desde Madrid a capita les de prov incia , a depa rtamentos de marina y aduanas de gran movimiento mer cantil , habilitadas para el comercio extranjero. ’ (Navarro Vera , 1994: 2 6). 26 Sin embar go, a pesar de su importancia en la administración política de la pro vincia y de su categoría, la catTetera de Ocaña-Alicante quedó excluida del Circ uito Nacional de Firmes Espec ia les (1926) . Iniciativa del conde Gua dalhorce durante lo s gobiernos de la dictadura de Primo de Rivera, continua da durante la II República , que persiguió la utilización de nuevos firmes, caso d el asfa lto, la supr esió n d e lo s pasos a nivel, la mejora de travesías, curvas y rasantes, así como el peralte de los bord es exteriores para contrarrestar la fuer za centrífuga. E n este sentido , cabe traer a colación la peligrosida d de la carretera de Ocaña a su paso por Sant a Bárbara , der ivada del sinu oso trazado con pendientes acu sa da s. Circunstancia que ha ocasionado un elevado número de accidentes desde qu e em pezaro n a circular vehículos a motor . Sirva como ejemplo el ocurrido e l lunes 25 de mar zo de 1929 , y cuya c rón ica fue recogida en el sernanaiio ldelld 7 , y en el qu e se natrn que el accidente’ ... ocurrió en las proximidades de nuestra c iud ad, en el famoso paso de Santa Bárbara, lugar de numerosos accidentes que h a n tenido casi siempre !amentabilísimas consecuencias.’ Para indicar a reglón seg uido que ’La llamada curva de la muerte de Santa Bárbara ha sido lugar de es te accidente , que ha causado a ambos ocupantes de un lujoso Ford, herida s y con tusio nes que por fortuna no revisten mucha gravedad. ’ 18 Será despu és de la Guerra Civil cuando se inicie una política de recons tru cción de carreteras. Así en 1940, siendo m inistro de Obras Públicas el in gen iero de caminos , canales y pue1tos Alfonso Peña Boeuf se publicó el Plan General de Obras Públicas , más conocido como ’Plan Peña’ , en honor a su mentor , que vino a esta blecer la clasificación y nomenclatura de las carreteras espaii.olas v ig ent es en s u integridad hasta la transferencia de competencias en l a materia a las aut onomías. Es en ese momento cuando el tramo de catTetera entre A licante y Alrnan sa, pasará a denominar se carretera Nacional 330 ’Ali cante a Francia por Zaragoza’. Sin embargo , y has ta qu e la econo mía del país no fue superando las secuelas de la g uerra y el aislam iento internacional , el antiguo camino de Valencia , de s pués carretera general y de primer orden de Ocaña -A licante, y luego carretera N -330, no con seguiría superar su factura decimonónica , a pesar de los seis me tros de ancho de finne que como carretera de prim er orden tenía (Figura 4). Habrá que esperar al Plan de Modern ización de la red de carreteras espa ii.olas de 1950 19 , cuyos o bjetivos entre otros fue pal iar e l mal estado del firme , incapaz de sopo ttar la ci rcul ación de vehículos de gran tonelaje ; dar respuesta el incre mento del transpotte de mercancías por carretera que ganó posiciones 17 Accident e e n el qu e se v io invo lucrado Sebast ián Rosas del Bosque , elden se conoc ido po r su participación en la rep rese ntación anual , desde 1919, de la obra de teatro humorístico Don Juan T enorio o dos tubos un real, de Em ilio Rico Albert. 18 HDE , Semanar io !della , nº 15 8. ’9 L ey de 18 de diciembr e de 1950 (BOE, 19 -12-1950). 27 Figu ra 4.- Cercanías de l pueb lo de Pet rer antes de producirse los grandes desmontes para construi r la autovía . A l fondo , a la izquierda, la partida de la Noguera. (Foto: Archivo fotográfico de El Correr, Petrer , alrededor d e 1960). al ferrocarril , que había mantenido su primacía durante la década de los años 40 del siglo XX; y, adecuar los trazados de las carreteras a la velocidad que ya podían alcanzar los coches (Navarro Guillén, 1991 ). Plan que proponía entre otras actuaciones la modificación de las curvas peligrosas y la constmcción de variantes para la eliminación de las travesías por el interior de los pueblos 20 . Será en este momento cuando se proyecte ampliar la carretera de Ocaña de los seis a los siete metros (3,5 m en cada sentido), al tiempo de darle un tratamiento superficial de aglomerado asfáltico (De Vera Ferre , 1991: 97). Del mismo modo, fue el Plan REDIA (Red de Itinerario Asfáltico), apro bado por orden ministerial de 18 de enero de 1967 , el que supuso una mejora sustancia l de la carretera N-330 , pues fue ésta una de los doce itinerarios seleccionados para actuar. Si bien es cierto que fue diseñado para su eje cución durante el periodo 1967-1971, la principal actuación en la zona de Elda -Petrer no se produjo hasta unos años más tarde , con la constmcción de la denominada ’Variante de Elda’ , que permitió evitar la travesía de Elda, abriendo un nuevo trazado de la carretera por detrás del castillo de Petrer, mediante la construcción del viaducto de la rambla de Pm;a. Variante gestada 2° Fuente: http://carreterashistoricas.blogspot.com.es /2012 /01 /el -circu ito -naciona l-de -firmes. htm l [Consu lta : 22-07-2013 ] 28 a lo largo de los años 1968-1969 21, proyectada en 197122, ejecutada a lo largo del año 1974 e inaugurada oficialmente un 11 de febrero de 1975, y cuya construcción alcanzó los 92 millones de pesetas, con una longitud de 6 km y un viaducto de 23 m. de altura y 115 m. de longitud (Navarro Pastor, 1981 III: 149, 163-164; Navarro Guillén, 2005). Actuación que tuvo una considerable incidencia en el trazado de la N-330 a su paso por Santa Bárbara, pues desde allí partió la nueva variante, dirigién dose por el Guirney , la balsa del Moro y el Barxell hacia la rambla de Pw;:a, salvada por el viaducto mencionado y pasando entre el castillo de Petrer y la alfarería de Julio Román , para dirigirse por la pattida de Salinetas hacia el Reventón, donde volvía a en lazar con el trazado de la carretera. El nuevo trazado conllevó la conección de las peligrosas curvas que tantos accidentes habían ocasionado , el desvío del trazado por en medio del caserío de Santa Bárbara y el abandono del antiguo trazado que ahora quedaba como un vial de acceso a Elda a través del barrio de San Rafael, de Petrer (Figura 5). Sin embargo, aquella carretera nacional remozada y desviada por una nueva variante , pronto se mostró insuficiente para el espectacular incremento del tráfico de turismos y mercancías durante el segundo lustro de la década de los años setenta y primero de los años ochenta. Fruto del Plan General de Ca1Teteras 1984-199 l 23 , que tenía como finalidad la corrección del fuerte déficit de infraestructuras del país, mediante la modernización de la red de carreteras de interés general , se procedió a la intervención en una serie de carreteras nacionales para su conversión en autovías 24 . Será en los años 1987 y 1988 cuando se ejecuten las obras de los diferentes tramos entre Al mansa y Alicante; entrando en funcionamiento en 1989 25 , inclui do el subtramo Villena Sur-Elda. Conversión de la carretera nacional N-330 en autovía de Alicante o A -31 que vino a suponer la definitiva transfo1111ación del paisaje viario a su paso por Santa Bárbara. Las antiguas infraestrncturas viarias 21 El proyecto de la ’Va riante de Elda’ CN-330 fue valorad o inicialmente en 51.725.672 de pesetas (Mascarell Roig, 1969: 9). 22 En 1971 se inici arán los trámite s ofic iales para el levantamiento de actas previas a la ocupa ción de los bienes y derechos afectados por las obras de la Variante de Elda, entre los pp.kk. 372,3 y 378,7, en e l término municipal de Petrer; y entre el p.k. 372,3 a l p.k. 378,7 de la CN-330 en e l término municipal de Elda, mediante convocator ia pública en los respectivos ayuntam ientos . En cuyos tablone s de anunc ios se enco ntraban expuesta la relación de los titulares de bi enes y derechos afectados, para la presentación del alegac iones (BOE, 17 de marzo de 1971 , p. 4415). 23 Aprobado por el Gobierno en 1985 y ratificado por el Congreso de los Diputados el 20 de marzo de 1986. 24 Media nte e l desdoblamiento de la ca lzada y limitación de accesos a las propiedades colin dantes. 25 Fuente: http://www .skyscrape rcity.com/showthread.php 9p=I 07905829. [Consulta: 25 -09- 2013]. 29 Figura 5.- La carretera a su paso por Noguera, en los años 60 del siglo XX. (Foto: J. Esteve). decimonónicas quedaban ahora abandonadas o para uso secundario de los viales de servicio, caso del antiguo puente y alcantarillas; tramos de la antigua carretera nacional quedaban amortizados y sin uso ; y, el antiguo caserío, donde se situaba la venta de Santa Bárbara, quedó arrinconado al borde de la autovía, abandonado a su suerte, y dentro de la zona de servidumbre de la misma (Figura 6). Figura 6.-Transformación del paisaje en el enclave de Noguera por la construcción de la autovía Madrid-Alicante. (Foto: J.M. Martínez Lorenzo). 30 CAPÍTULO 1 LAHERETATDE NOGUERA: POSEEDORES PREVIOS AL MARQUESADO El primer dueño de la heredad de Noguera: Juan Coloma, I conde de Elda La disponibilidad de agua y su ubicación en un paso estratégico serían los dos motivos principales que influirían en la elección del paraje de Noguera para edificar allí la heretat . Fuera cual fuera la fecha en la que ésta se cons truyera. Documentalmente , comenzamos a tener constancia de que la casa de Noguera y su fuente se encontraban ya en pleno uso en el año 1575 , propie dad de füAN COLOMA , en esos días señor de la baronía de Elda y dos años más tarde nombrado I conde de Elda. Sin embargo , no descartamos que con anterioridad hubiera sido una propiedad morisca que reformaran los Coloma como ’casa de recreo ’, construyendo incluso una ermita (Figura 7). En un Figura 7.-La casa d e la here tal de Noguera en la actualidad. (Foto: S. A sins). 31 dominio semi-árido, como en el que nos encontramos, la disponibilidad de agua en un paraje lo convierte en un enclave privilegiado. Por lo que bien las fuentes de Noguera pudieron ser un notable reclamo para ubicar una casa morisca, a quienes los Coloma se la hubieran podido comprar. Un paralelo muy cercano, del año 1582, podría ser la importante propiedad que se consi guió reunir en la contigua partida del Chon-illo, también asociada al copioso manantial que allí había, y en cuya compra intervinieron Juan Coloma y su mujer, siendo ya condes de Elda. El estudio de esas tierras del Chorrillo ha puesto de manifiesto que la zona se puso en cultivo en las épocas ibérica y romana. Estos suelos se incluyen entre los de mayor capacidad agrícola del valle de Elda; capacidad que se incrementó con la introducción de la cultura inigada, al verse beneficiada por la Font de la aygua vulgarment dita del Chorrillo y bassa de aquella 26 . En el siglo XVI , una parte de esa heredad y de su fuente la había comprado el morisco Gaspar Milich de Petrera unos particulares de Sax. Tras su muerte, el tutor de sus hijos y herederos la vendió, en 1582 , a Juan Coloma e Isabel de Saa, condes de Elda 27 . La condesa, inmediatamente , volvió a vendérsela a su administrador, Gaspar Remiro. En 1583 , Gaspar Remiro adquirió además las tienas y otra tercera parte de agua de la fuente propiedad del también mo risco y vecino de Petrer , Balthasar Milich 28 • La finca que logró unir Remiro era de grandes proporciones; constaba de 150 tahúllas (unas 18 hectáreas) en los ténninos de Sax y de Elda, y se podía regar en toda su extensión gracias a la fuente del Chorrillo (Asins, 2009: 85 -86). Así, son tres las posibilidades que barajamos para entender cómo llegó la heretat de Noguera a ser propiedad de los Coloma: - que la hubieran comprado a alguna familia morisca, siguiendo el parale lo de la propiedad del Chorrillo, y la reformaran, añadiéndole al menos la ermita; - que Juan Coloma la hubiera recibido en herencia; pos ibilidad que con sideramos menos probable porque no podemos deducirlo del testamento de su abuelo, el I señor de Elda , que hemos analizado detalladamente 29 , ni de las propiedades de su padre, II señor de Elda, que murió sin testar; - o que la construyeran de nueva planta, siguiendo la moda renacentista -entre las clases económicamente privilegiadas-de construir casas de recreo cerca de las villas urbanas. 26 ARV, PROTOCOLOS NOTARlALES, Gonzalo Fernánde z, nº reg. 861, 1 de enero de 1582. 27 lbíd. 2 8 ARV, PROTOCOLOS NOTARIALES, Gonzalo Fernández , nº reg . 862 , 29 de agosto y 30 de septiembre de 1583. 29 Testamento de Juan Coloma, I se ñor de Elda en: ARV, REAL JUSTICIA año 1724, L. 788 , fs. 302-319. 32 ¿Se referiría a esta propiedad Martí de Viciana cuando en 1564, al tratar de la familia Coloma , nos describía como sigue?: ’En el rio junto al castillo de Elda ay una graciosa casa bien labrada y para recreación , donde manan y nas cen muchas .fúentes que toda s dan en una a/verga , en que ay muchos pe ces: qu e cie rto es una de las deleyto sa s piec;as d el reyno. Poco mas baxo de e sta casa ay una huerta con millares de árboles donzeles, que dan .fi’utas muy ex cellent es, y de estrañas especi es ’. (Viciana , 1564: 103). Es muy tentador pensar que sí, pues , aunque en Elda se conocen otros parajes en los que se alumbraron fuentes, como el de Alfaguara, su descrip ción se ajusta bastante al paisaje que rodeaba Noguera. Ya que un poco más abajo se localizaban el denominado ’hue1io o jardín del Conde’, de unas 8 hectáreas de extensión (Segura, 1997: 330-331 ), y la huerta de Elda, que se ubicaba a una cota más baja, en el espacio comprendido entre los términos de Elda y Petrer. El que Viciana indique que se producían frutas de extrañas especies nos induce a pensar que podía referirse más al huerto o jardín del conde , que a la huerta de Elda propiamente dicha en donde se plantaban vi ñas , olivos , cereales , higueras , etc. Por otro lado, el concepto de ’casa de recreo ’ ( de ’recreación ’, en palabras de Viciana) no nos remitiría a una casa de labor , sino a las construcciones re nacentistas , de nobles y señores, que se levantaron a escasos kilómetros de lo s núcleos urbanos en otras zonas peninsulares, como Valladolid o Toledo . Estas casas de recreo incluían igualmente oratorio, fuentes y estanques , y podían incluso tener un aprovechamiento agrícola (Fernández del Hoyo, 2005 ; Garri do , 2012), que no sería muy elevado en la heredad de Noguera, dada la corta extensión de su territorio . Precisamente, es la construcción de la ermita, pared con pared a la casa , lo que nos sugiere que, más que de una casa de labor , se trataría de una casa de recreo con su oratorio , para disfrute de los condes. La cercanía a los pueblos de Elda y Petrer no hacía necesaria la erección de una ermita en la heredad , destinada a que oyeran misa los labradores que vivieran en el entorno , como sí se justificaba para otras ennitas que se levantaban en otros parajes del lugar de Petrer, como la de la partida de Catí. Sin embargo , la ermita de Noguera sí que denotaba el prestigio de sus poseedores, los condes , y diferenciaba esa propiedad de las tradicionales casas de labor. Además, el espíritu de hombre de letras y el prestigio social de Juan Coloma casarían bien con el perfil del clásico poseedor de una finca de re creo durante el Renacimiento. Su biografía , estudiada por diferentes inves tigadores , nos revela que fue un notable personaje de las letras españolas del Siglo de Oro (Azevedo , c. 1777; Turner , 1950 , 1961; Enten za, 1969; Navarro Pastor, 1981 ; Segura y Poveda , 1999 ; Guill , 2004 , 2005 , 201 O , 2011 a ; Cátedra , 2007). 33 Los primeros años de Juan Coloma Nacido en Elda, entre 1521 y 1525, probablemente en su castillo-pala cio 30, era el hijo primogénito del II señor de Elda, Juan Francisco Pérez Calvillo Coloma, y de su primera esposa, María de Cardona. A la muerte de su madre , su padre se casó con Catalina de Cardona, hennana de María. De este matrimonio nacieron también en Elda3 1 sus hermanastros Pedro32 , Car los 33, Blanca 34 e Isabel3 5 Pérez-Calvillo Coloma y Cardona 36 . Contra todos ellos tuvo que emprender Juan Coloma ( en la documentación omiten gene ralmente el Pérez-Calvillo) un largo pleito a la muerte de su padre, acaecida fortuitamente en Elda en 1539 a causa de una caída de caballo , y sin haber hecho testamento 37 . De entre sus hermanastros , retendremos en la memoria a Blanca porque , como detallaremos en su momento , ya en el siglo XX, con cretamente en el año 1948, una descendiente suya pedirá la rehabilitación del título de marquesa de Noguera. Por la esca sa documentación de que disponemos de ese período , parece que , tras la muerte de su padre, Juan Coloma se marchó a Zaragoza 38 . Allí se 30 El nacimiento en Elda d e Ju an Coloma se confirma en los expediente s de limpie za de san gre para el ingreso en la Orden Militar de Santiago de sus hijo s Antonio y Carlos Coloma. Como ejemp lo, la declaración de Gaspar Remiro de Espejo, gobernador del condado de Elda: ’c uar enta aiio s que este tes tigo /rala y conoce y a conocido muy particularmente a todos [lo s miembro s de la casa de Elda] ( ... ) y que cono cio a su padr e y madre , llamado el padre don Juan Coloma primer conde de E/da nacido y criado en la ciudad de Elda y asi original de aquella villa’; Limpieza de Car los Co loma , 17 de septiembre de 1597 , AHN, Órdenes Militares , Santiago , expediente 2015 , (Guill , 2009: 131). La horquilla de la fecha de su naci mi ento viene dada porque en el afio 1521 se casaron sus padre s y en 1525 la madre ya había fallecido , según se indica en el testam ento de su abuela: ’mi nu era que en gloria este’, Tes tamento de María Pérez Calvil lo, señora de Elda, Petrer y Sa linas. AHN, Sección Nobleza, Fondo Fernán-Núñez , C.21 , D .10. 31 Informe del procurador de P edro Coloma , hermano de Juan Coloma I conde Elda. Expediente de limpieza d e sangre de Antonio Coloma, 9 de diciembre de l 588. AHN, Órdenes Mi litar es, Santiago , exped ie nte , nº 2014 . 32 Fue sei’íor de la baronía de Malón y se casó con María de Luna hija del conde de Morata de Ja lón. Falleció en 1592 (Azev edo , SO: 4) (Segura y Poveda , 1999: 4 l ). 33 No se casó pero tuvo un hijo il egitimo , llamado Je rónimo Coloma, con la noble zarago zana Leonor Ruiz de Prado. Fa lleció en Tarragona (Azevedo , SD: 4). 34 Se casó con Juan Alonso Milán de Aragón , III conde de Albaida (Azevedo , SD: 4) (Seg ura y Po veda, 1999: 41). 35 En 1558, en la igl esia de Santa Ana, füe madrina de Pere de Attes , hijo de Jerónimo Attes alcai d e del castillo de Elda , siendo padrino el conde de Albaida, su cuñado (Amat, 2004 I: 72). 36 Según Azevedo , Juan Francisco Pérez Ca lv illo tuvo también un hijo ilegitimo llamado Enri que Coloma (Azevedo, SD: 4). 37 Limpi eza de Car los Coloma , 1597, AHN, Órdenes M ilitares , Santiago, expediente 2015. 38 Únicamente tenemos constancia de que firma unos documentos en Zaragoza el 9 de marzo de 1545 (Segura y Poveda , 1999: Doc l 57) y que en esa misma ciudad se publicó en 1554 el Cancionero General de E steb an de Na jera , donde está recopil ad a gran parte de su poesí a. 34 casó con Esperanza de Aragón, más conocida como Aldorn;a 39 , hija del conde de Ribagorza. En el año 1545 estaban ya casados, pero en una fecha inde terminada Aldon9a falleció , tras haber tenido siete hijos que habrían muerto en la infancia 40 . En contrapartida a estas desgracias , Juan Colom a fue adqui riendo gran fama por sus composiciones poéticas, convirtiéndose en ejemplo de la cultura cortesana propia del siglo XVI. En aquellos años fue muy elo giado por autores contemporáneos suyos, como Jerónimo Jiménez de Urrea, Luis Zapata, Gregario Hemández de Velasco o Remando de Hoces (Entenza, 1969: 165-167 ; Cossío, 1998: 197-201). Estos elogios y la gran amistad que mantenía con el comendador mayor Juan de Zúñiga nos aclaran que partici pó de la vida cortesana y literaria de los años 40 en la corte del emperador Carlos V (Cátedra, 2007: 466). En la actual idad, se reconoce su contribución a la renovación poética de la primera mitad del siglo XVI, perteneciente a la segunda avanzadilla de petrarquistas españoles . En el año 1551, Juan Coloma residía en Valladolid y se relacionaba en los círculos cortesanos de la infanta María, hija del emperador y futura empera triz de Austria, de la que dirá que era ’criado y hechura’ 41 , en esos momentos regente junto a su marido Maximiliano II. La infanta María, antes de partir con Maximi liano hacia tierras alemanas, concertó la boda entre Juan Coloma y una de sus damas favoritas, la portuguesa Isabel de Saa ]usarte de Melo. La infanta escribió a su padre solicitándole que le pagara a Isabel gran parte de la dote , por los muchos servicios que le debía. Aunque éste no accedió a darle más de lo que ya se le había dado (F ernández Álvarez, 1977: 141 ; Cátedra, 2007: 459). Isabel de Saa había nacido en la isla lusa de San Migue l, en el archipié lago de las Azores 42 . Su bisabuelo , Joao de Saa era hijo ilegitimo del héroe nacional portugués Joao Rodríguez de Saa o das Gales. Por otra parte , su 39 Era hija de Alonso Felipe de Aragón y Gurrea ( 1487 -1550) , Ill conde de Ribagorza , y de su tercera esposa Isabel de Espés, por lo tanto hermanastra del humanista Martín de Gurrea y Aragón (Morejón Ramos, 2009: 39) . Aldorn;a fue su prim era muJer, como así consta en el codici lo testamentario de Juan Coloma firmado en el castil lo de E lda el 24 de abril de 1585 (ACE, Doc. 227). • 0 Se mencio na en la D eclaración de Andrés Bernabé, de Sax y de 66 alias, quien viv ía 33 alias en Elda. Expediente de limpieza de sang re de Antonio Coloma , 1588, AHN , Órdenes Milita res, Santiago , expediente 2014. ’ Ded icato ria a dalia María de A ustr ia en: Co loma , Juan: Decada d e la pasion de nuestro redemplor Iesu Christo ... Cagliari, 1576. ’As í lo declaran vario s testigos en Lisboa en la limpi eza de sang re de Carlos Co loma, como Pedro Boges de Sosa:’ Ysabel d e Saa madre de pre/ endiente, la qua/ casso en Castilla y que no sabe con qui en, y file hija de una sei1ora llamada doiia Guiomar d e Saa, la s qua/es madre e hijafiieron naturales de la isla de san Miguel’ . Limpieza de Carlos Coloma, 1597, AHN, Órdenes Mi litares, Santiago, expediente 20 15 . En otro documento se indica qu e era or iunda d e Lisboa: MJ, Archi vo General , Marquesado de Noguera, Rehabilitación , Índi ce de lo s do cumentos que presenta el Excmo. Sefior don Fernando de Soto y Falcó , nº 24. 35 abuela, Guiomar de Saa estuvo casada con Gaspar de Bettencourt , natural de la isla de Madeira, y descendiente de los conquistadores de las islas Canarias. Su madre fue Guiomar de Saa y su padre Antonio ]usarte de Melo, un hidal go natural de Évora que desapareció en una annada que formó el marqués de Ayamonte al río de la Plata, tras haberse enrolado por haber matado a un corregidor. Fruto de este matrimonio nacieron cuatro hijas: Beatriz, María, Guiomar e Isabel. Una tía de ellas, llamada también Isabel de Saa , camarera mayor de la emperatriz Isabel de Portugal, decidió llevarse a sus sobrinas a la corte castellana, donde les dio dote y situó: Beatriz hizo votos religiosos en Toledo; María se casó con Francisco Cisneros , patrón de la Universidad de Alcalá; y Guiomar contrajo matrimonio con Luis Venegas, aposentador mayor de Felipe II (Vaquero , 2003; 2007). Por su parte , Isabel , como hemos dicho , pasó a ser dama de la infanta Ma ría, trasladándose con ella a la villa de Cigales, donde el 19 de abril de 1551 se finnaron las capitulaciones para contraer matrimonio con Juan Coloma. Una vez casados, fijaron su residencia habitual en Valladolid y durante su estancia allí nació su primer hijo, también de nombre Juan ( entre 1551 y 1555). Mientras tanto, Juan Coloma no cesaba en su significativa faceta literaria; en 1554 se editó en Zaragoza un importante cancionero en el que se incluía gran parte de su obra poética: Cancionero general de obras nuevas, nunca hasta aora impresas , essi por el! arte española como por la toscana (AA .VV., 1554). No obstante su intensa actividad, la familia Coloma abandonaría, entre 1555 y 1557 , la capital puzolana para trasladarse a su señorío de Elda 43 . La decisión de alejarse de Valladolid, en ese momento epicentro de la corte his pana, hay que enmarcarla en dos coyunturas , una política y otra familiar, que van a suceder durante esos años : - En primer lugar, en 1556 Carlos V abdicó en favor de su hijo Felipe II. Juan Coloma se había posicionado políticamente alrededor de la infanta María. Ésta , junto con su marido Maximiliano, había tenido un ostensible poder al ocupar la regencia del trono hispano durante las múltiples ausen cias de España de su padre. Sin embargo, la marcha de la infanta a tierras alemanas , junto a su marido , conllevó la pérdida de poder político de los cortesanos y nobles que estaban junto a ellos (Cátedra: 2007: 460). - En segundo lugar, en 1557, tras varias décadas de pleitos, se llegó a un acuerdo para poner fin al litigio sucesorio que mantenía Juan Coloma con sus hermanastros y madrastra; finnado por él el 27 de octubre de 1557 en el castillo de Elda. Por ese acuerdo , Juan Coloma se quedó definiti- 43 Dijo q[ue] conoce a don Anton io Ca /ama , qu e es de veynte y ocho o treinta a11o s poco mas o menos y resid e en E/da y es natural des/a villa, por q[ue] aunque bino de Valladolid, donde nacio y [se] l e trajo, [. . .} ase criado en esta villa. Testimonio de Andreu Bernabé, natural de Sax y res idente treinta y tres años en Eld a. Expediente de limpi eza de sangre de Antonio Co loma , 15 88, AHN, Órdenes Militares , Santiago , exped ie nt e 2014. 36 vamente con las posesiones en el reino de Valencia: el señorío de Elda, que comprendía Elda, Petrer y el lugar de Salinas. Su hennanastro Pedro Coloma, hijo mayor del segundo matrimonio , se quedaría con las pose siones del reino de Aragón que incluía el señorío de Malón; fijando su residencia en la ciudad de Zaragoza 44 (Segura y Poveda , 1999: 42-43). Juan Coloma e Isabel de Saa en el señorío de E/da y en la heretat de Noguera Por todo ello, Juan Coloma e Isabel de Saa debieron decidir trasladarse a su señorío de Elda. Según el cronista Martín de Viciana, en 1564, el seño río de Elda, compuesto por 700 casas, aportaba a los Coloma 8.000 ducados de renta, cantidad que se elevaba hasta las 12.000 libras anuales en 1581 45 . Una alta rentabilidad si tenernos en cuenta que el cercano marquesado de Elche, compuesto por 1.700 casas , aportaba a la familia Cárdenas 10.000 ducados. En el panorama sefiorial valenciano, la familia Coloma tenía una destacada importancia, si clasificamos a los nobles por la cuantía de las rentas que percibían de sus territorios. Por delante de ellos estaban la fa milia B01ja que , según el cronista, contaba con 42.000 ducados de rentas anuales de sus vastos territorios. Les seguirían los duques de Segorbe, con 40.000 ducados anuales. Tras ellos, los Cárdenas , marqueses de Elche, y los Corella, condes de Cocentaina, con 10.000 ducados cada uno de ellos. A continuación, los Coloma con sus 8.000. Seguidamente, las rentas baja ban de forma considerable: el marqués de Denia y la familia Castelví con 3.000 cada uno. Así sucesivamente remitía la importancia económica de las numerosas familias sefioriales que seguirían en esta lista y que compo nían el estamento sefiorial valenciano ; trescientos caballeros en palabras del cronista. Pese a que en la crónica de Viciana falten familias nobiliarias tan importantes como los condes de Oliva, Albaida , Aranda, Sinarcas; o marqueses como los de Guadalest ( emparentados con los Col orna) y Terra nova ; duques como el del Infantado o el vizconde de Chelva , se puede ver por su relación la importancia económica de la familia Coloma dentro de este grupo social (García Martínez, 1983). Juan Coloma, pese a alejarse de la corte, seguía manteniendo contactos y buena reputación en ésta. Ejemplo de ello sería el hecho de que , entre •• Martín Yor, resident e en Zaragoza, en su declaración para la limpieza de sangre de Antonio Co loma testificó que Pedro Coloma, h erma nastro de Juan Coloma, re sidía en la ciudad de Za ragoza en 15 86. Expediente de limpieza de sangre de Antonio Coloma , 1588 , A HN , Órdenes Militares, Santiago , exped iente 2014 . • ; Estas 12.000 libras las percibía Juan Coloma de su sei’ior io de Eld a (E lda, Petrer y Salinas) y de otros censales y posesiones en el reino y ciudad de Valencia y reino de Mallorca (Asins, 2009: 76). Teniendo en cuenta la equ iva len cia de I ducado valenciano =252 dineros y I libra va lenciana=240 dineros, en 1581 se est ima el capital en 3.428 ducados más qu e en 1564. 37 Figura 8.-Detalle del castillo de la vista panorámica de Eld a, 185 8. (Foto: Jean Laur ent. Patrimonio Nacional, Biblioteca del Palacio Real , Madrid). otros candidatos, sería propuesto en 1561 para ir como embajador español seglar al concilio de Trento. En el informe, elaborado en la corte, se decía que tenía excelente fama en letras y entendimiento. Pese a ello, Felipe 11 elegiría como embajador suyo al conde de Luna 46 . Además ese mismo año fue nombrado alcaide del castillo de Alicante y prefecto de la ciudad , por lo que desde ese momento alternará su residencia en Elda con el castillo de Alicante (Guill, 2009: 132). La llegada de Juan Coloma a su señorío de Elda, su única posesión seño rial, propiciará que aproveche la favorable coyuntura económica para comen zar un programa constructivo que lo dotará de edificios monumentales, que testimoniarán su poder y riqueza, como sería la reforma del castillo-palacio (Segura Herrero, 1994 ; 1995; 200 l) (Figura 8) o las obras en la iglesia parro quial de Santa Ana (Segura y Navarro, 1996). Además asumirá una actitud protectora y paternalista con sus vasallos, ejerciendo una labor de mecenaz go, con obras pías y sociales, concediendo becas , donaciones económicas , beneficios eclesiásticos , pago de un médico, etc. (Guill, 2011 a; 2011 b ). 46 En el informe figuraban entre los elegidos seg lares: el conde de Oropesa , Garcilaso de la Vega (sobrino del poeta), el comendador mayor de Castilla, Diego de Mendoza , Juan de Aya la , el regente Figueroa , Pedro Fajardo , el marqués de Montesclaro s y el conde de Luna (que fue el e legido) y Juan Coloma (Gutiérrez , 2000). 38 Figura 9.- Convent o de E lda, edificado por Juan Coloma entre los térm inos de Elda y Petrer, en cuya iglesia estaba el panteón de lo s conde s de Elda. Tras la de samorti zac ión fue cuarte l de la Milicia Nacional , para pa sar po steriormente a ser el Manicomio Pro vincial de Alicante. Fue derribado en lo s año s 40 del siglo XX. (Foto: CEFIRE , Elda). Pero sobre todo financiará la construcción de dos edificios que resumen c la ramente esta política: el primero, en 1560 , un hospital en la villa de Elda 47 (Montesinos , 1997: 108; Guill, 2008a: 32-34) . El segundo , la edificación , desde 1562, del convento o monasterio de Nuestra Señora de los Ángeles, de padres franciscanos (Figura 9). Además, al cobrar los Coloma el diezmo eclesiástico , gestionaban el mantenimiento de las infraestructuras religiosas y las refomrns y donaciones a las iglesias de Elda y Petrer 48 . Pese a ello , Juan Coloma no se mostró celoso en el proselitismo católico con sus vasallos moriscos, más bien al contrario parece que los protegió (Guill, 2012a: 189), l o que pudo favorecer el aumento de población en Elda y Petrer desde 1563 (Asins y Rico , 2009: 59-60). Esta bonanza económica en la segunda mitad del siglo XVI también se vio reflejada en las villas de Elda y Petrer, que tuvieron capacidad para hacer obras con la finalidad de ampliar sus partidas de regadío y para mejorar la canalización de las fuentes públicas (Belando , 1990; Pérez Medina , 1997 ; Asins , 2009). 47 En los libros de bautismo s y matrimonios d e la iglesia de Santa Ana d e Elda con sta el naci miento en 1580 de una niiia , de nombre María, en el Hospital (Gi sbert , 2011: 97). ’8 Por el acuerdo que los anterior es sei’iores de Elda , los Corella, habían llegado en 1449 con e l obi spado de Orihuela , modificado en 1492 , por el qu e recaudaban el die zmo a cambio d e abonar al obispado 300 libras anuale s y ocuparse de las reparacion es de la igle sia y del manteni miento del rector. ARV, REAL CANCILLERÍA , reg. 395, ff. 12-13. Pleito en: ARV, REAL 598 , f. 7 1 v .-82 (at’io 1653) y otra copia en BTUV , manuscrito 196 (5). Belando, 1990: 36 -41. 39 No dudamos que una de esas construcciones que levantaron de nueva planta , o en las que hicieron reforma, sería también la casa de recreo de Noguera. Y si bien consideramos bastante probable que era a ella a la que se refería Viciana en el año 1564, tenemos ya datos seguros de ello en el año 1575. Concretamente e l 10 de febrero de ese año, Gaspar Remiro de Espejo, gobernador y baile de Elda, Petrer y Salinas, prohibía la entrada en tata la he retat del molt Ylls º [il.lustrisim} señor Don Juan Coloma en Noguera. Remi ro de Espejo prohibía la entrada en la propiedad a los ganaderos , leñadores, cazadores y cualquier otra persona , bajo pena de multa de 60 sueldos: ’Noguera y alcadiifada die decimo febraris anno a nate. D.M MDLXXV [1575} Rpt Luis Alhadich missatger de lapresent villa de Petrer. Ell de provisio y manament del molt mag. Gaspar Remiro, go vernador e batle de l es viles de Elda, Petrer e Salines en la pre[se}nt vila de Petrer haver preconisat que tingiten per vedada tata le heretat del molt Ylls º [ilustrísimo J señor Don Juan Coloma en Nogi1era e la se n-a questa damunt ella desde lo mon -al del talch(¿) on hiba un molla de pedres dreta linea devers Sax fins lo collado on hiba altre mallo en vista de Sax , e tota la solana e peña fins la ombría e tot lo alt de dita serra en tata la qua! partida axi bestiars , llenaters com ca9adors ni ningima al tra persona no sía gosada entrar -hi en pena de seixanta sous aplicadors lo ter9 al acusador e lo ten; al dit m. Ylls º [il-lustríssim} señor amo de dita heretat e lo altre ten; a la Ylls º [il·lustríssima} S[enyor}a. En la qual pena encorregi1en los que entraren a seixanta passes de lafont e de tata la alcaduffada de Nogi1era devers Petrer e devers Elda y la qua! crida feu en presentía de Just[icia} y jurats y moltes altres persones’ (Amat, 2004 II: 272-275). Y serían el castillo-palacio y la heredad de Noguera las propiedades en las que compartiría su tiempo con su extensa familia , pues Juan Coloma e Isabel de Saa , primeros condes de Elda, tuvieron 14 hijos . Los catorce hijos de Juan Coloma e Isabel de Saa Juan Coloma (Valladolid, c. 1553 -Valencia, 1581). Fue paje junto a su hermano Antonio de la reina Isabel de Valois. Acompañó a su padre en su virreinato de Cerdeña (1570-1577). Como primogénito, era el sucesor del condado, pero falleció en Valencia de enfennedad en marzo de 15 81, cuando había sido con certada su boda con Beatriz de Corella, hija del conde de Cocentaina 49 • Fue sepultado en el monasterio de Nuestra Señora de los Ángeles de Elda 50 . 49 ACE , Doc. 236. 50 Según consta en el codici lo testam entar io de su madre de l 3 de mayo de 1581. ACE, Docs. 225-227. 40 Antonio Luis Coloma Pérez-Calvillo y Saa, II conde de Elda (Vallado lid 51 c. 1555-Palermo , 1619) . Tras criarse en el castillo de Elda mar chó , alrededor de 1566, junto a su hermano mayor a la corte para servir como paje de la reina Isabel de Valois. Participó en el frustrado socorro de Chipre (1570); en la batalla de Lepanto a bordo de la ca pitana de Sicilia al mando de Juan de Cardona (1571); en la jornada de Navarino (Pilos y Modón en 1572) y en la toma de Túnez (1573). Tras estas campañas militares acompañó a su padre en el virreinato en Cerdeña (1574-1577), siendo nombrado por éste gobernador de Sas ser (1578-1580). Participó en la campaña de Portugal como soldado entretenido en las galeras de Nápo les (1581 -1583). Tras la muerte de su hermano mayor , acaecida en 1581, y la posterior de su padre , he redó el título y condado de Elda (1586). Fue nombrado alcaide del castillo de Alicante (1587-1619) , sucediendo a su padre; caballero del hábito de Santiago ( 1588) y comendador de Estepa; virrey de Cerdeña (1594-1604) ; general de las galeras de Portugal (1604-1615), también gobernó desde ese puesto las de España de manera interina. Participó en la expulsión de los moriscos desde el puerto de Alicante ( 1609), en la toma de Larache (161 O) y de la Mamora ( 1614 ). Firmó las cartas puebla del condado de Elda tras la expulsión de los moriscos (1611 ). Nombrado general de las galeras de Sicilia (1615-1619), falleció en Palermo al mando de ellas. Se casó en un primer matrimonio con Bea triz de Corella (1581 ), con quien tuvo una hija , Francisca Isabel, que deb ió de fallecer siendo niña . Contrajo de nuevo matrimonio en 1587 con Juana Enríquez de Mendoza , natural de Castrojeriz (Burgos), con quien tuvo una hija -Isabel-y dos hijos -Juan y Antonio- (Segura y Poveda, 1999 : 52-53). En su testamento, firmado en Palermo , Antonio Coloma también pidió , como su hermano , ser enterrado en el convento de Elda 52 (Guill, 201 le; 2011d) . ;, Justificación d e su nacimi ento en Valladolid: ’’Dijo q[ue} conoce a don Antonio Co loma , que es de veynte y ocho o treinta a110s po co mas o menos y reside en E/da y es natural de s/a villa, por q[ue} aunque bino de Valladolid , donde nacio y [se} le traj o, [. . .} as e criado en esta villa·· Tes tificación de Andreu Bernabé , natural de Sax y res idente tr einta y tres afio s en Elda. Expedi ent e de limpi eza de sangre de Antonio Coloma , 1588 , AHN , Órdenes Militares, Santiago , ex pedi ente 2014 . Justificación de s u n acimiento en Elda: MJ , Archivo General , Marquesado de Noguera, Rehabilita ción, Índice d e los docum entos que pre senta el Excmo. Seiior don Fernando de Soto y Falcó , nº 27. También en Segura y Po veda, 1999: 50. La ma yor part e de los te stigo s d e s u limpie za de sang re declaran que en 15 86 te nía uno s treinta aiios , pero otros dan la s e dades má s variadas: de veinticu atro a treinta y dos. La imprecisión es constante en las dec laraciones, la mayoría ni siquiera saben decir con precisión su propia edad (Entenza , 1969: 1 71 ). 52 ’para enterrarm e con mis antecesores’. Testamento de Antoni o Coloma , 11 conde de Eld a, Pal ermo, 12 de agosto de 161 9 (ACE, Doc. 253). 41 Alonso Coloma (¿? c. 1555-Murcia, 20-IV-1606). Estudió en la Universi dad de Valencia, en Salamanca y en el Colegio Mayor de Cuenca , donde se graduó en Teología. En 1580 pertenecía a la cámara del cardenal Alberto de Austria. Fue inquisidor y canónigo de la iglesia en Lisboa, siendo visitador del Santo Oficio en Évora en 1584. Obtuvo la plaza por oposición de canónigo magistral en la catedral de Sevilla y fue nombra do administrador de los hospitales de los galeones de la flota de Indias, que mandaba su hermano Francisco, cargo que ocupó entre el 19 de marzo y el 19 de noviembre de 1593. Felipe II le encargó ser visitador de la Universidad de Valencia el 19 de junio 1597 . Fue nombrado obis po de Barcelona (1599-1602); canciller de la Universidad de Barcelona (1599-1604) y obispo de Cartagena (1602). Introdujo en España la Or den de las Capuchinas; promovió la canonización de San Raimundo de Peñafort; fue un reconocido predicador y es autor de las obras poéticas : En gusto tan entero 53 ; De habers e interrumpido el triste canto 54 ; O mar, que de corona húmida y fi’ía y O tu gran padre del mundo 55 . Murió víc tima de la peste en Murcia en 1606 (Segura y Poveda, 1999: 46; Guill, 2010: 35-47). Francisco Coloma, que será propietario de la heredad de Noguera y cuya biografía desarrollaremos en el apartado siguiente. Diego Coloma (c. 1557-¿?). Cursó estudios en la Universidad de Sa lamanca en 1576 y 1577 junto a su hermano Alonso 56 . En 1580 era capellán de su majestad 57 • Fue canónigo de la iglesia metropolitana de Valencia y doctor en sagrados cánones (Segura y Poveda, 1999: 48). En 1601 ya había fallecido 58 . Existe una obra poética inédita suya: Glosa de don Diego Coloma del terceto Si estoy cansado es posible a vos rendido 59 • Luis Coloma (c. 1558-Madrid , 28-X-1600). Profesó en el convento agusti no de Salamanca en 1575 y fue elegido definidor en 1595. Fue prior del convento de San Agustín de Valladolid del 15 de mayo de 1594 al 24 de enero de 1595 60 . Además de prior agustino en los conventos de Orihuela, 53 Manuscrito B2.504 , depositado en la biblioteca de la Hispanic Society of America; inédito. 54 Bibliot eca del Castillo de Peralada , Manuscrito 091. Publicado en Poesías inéditas de Cris tóbal Mosquera de Figueroa . Edición de José Manuel Blecua; Real Academia Española de la Lengua , Valencia 1955, p. 159. 55 Cristóbal Mosquera de Figu eroa: Comentario en breue compendio de disciplina militar: en que se escr iue la jornada de la islas de los A(:ores, Madrid 1596. 56 Beltrán de Heredia , Cartulario de la Universidad de Salamanca , vol. V. Salamanca , 1978. 57 ACE , Doc . 237. 58 Archivo Histórico de la ciudad de Barcelona , ms. B-100 , dietari 1596-160 l. 59 R ea l Biblioteca de Palacio Real de Madrid , manuscrito: II/531.-f 109rb- l 09 va. 60 Hen era, Tomas: Historia del conve nto de San Agustín de Salamanca. Madrid 1652. 42 Alicante, Alcira y Valencia; murió siendo designado obispo de Almería (Segura y Poveda, 1999: 48). Falleció en el monasterio de San Felipe de Madrid, el 28 de octubre de 1600 61 . María Coloma (Elda, IX-1559 62-¿?, 1609). En 1580 era dama de la reina 63 . Se casó con Don Pedro de Zúñiga Cave;:a de Vaca, señor de Flores Dávila (Segura y Poveda, 1999: 48) , miembro del Consejo de Estado, embaja dor en Inglaterra (1606-1609) y Caballero de Santiago. Felipe III, el 11 de abril de 1612, le concedió el título de I Marqués de Flores Dávila. El fallecimiento de María Coloma apresuró la marcha de don Pedro de la embajada inglesa 64 . No tuvieron descendencia. Isabel Coloma (Elda, IX-1560 65-¿ ?). Se hizo llamar de Saa y Coloma. Siendo niña, realizó unos grafiti en la capilla del castillo de Elda, aún visibles. Se casó con Andrés Herrera, regidor de Salamanca y señor de Herguijuela (Cáceres). Las capitulaciones matrimoniales se firmaron el 31 de mayo de 1587 66 . Tuvieron tres hijas y un hijo (Esquerdo, ed. 2001: 120). Guiomar Coloma ( c. 1561-¿ ?). Monja en el monasterio de la Santísima Tri nidad de Villena. Su padre la dotó con 364 libras para entrar en el conven to ( o la pensión de su renta mientras no se pagase esa cantidad), y 100 más para el gasto de la profesión 67 • Ana Coloma (c. 1562-¿?) . Religiosa , profesó en el mismo monasterio que la anterior (Segura y Poveda, 1999: 49). No se la nombra en los últimos testamentos y codicilos de sus padres, por lo que debió de fallecer antes de 1580. Blanca Coloma (c. 1563-¿?). Monja de las comendadoras de Santiago, del monasterio de Santa Fe en Toledo, ya lo era en el año 1580. Su padre la dota con 500 ducados para entrar en el convento ( o la pensión de su renta mientras no se pague la cantidad), y 100 más para el gasto de la profesión 6 8 . 61 lbíd. 62 Fue bautizada en la iglesia de Santa Ana de Elda el 24 de septiemb re de 1559 (Arnat , 2004 1: 72). 63 ACE , Doc. 237. 64 ’La m uerte de la se ñora doiia María Coloma ha apresurado la partida del señor don Pedro , que , por ningún caso, dice, quedará aquí más ’, carta escrita en Londres el 6 de marzo de 1609. ’Epis tolario de Luisa de Carvaja l y Mendoza Carvajal’ Obra digitalizada en la ’Bi bliot eca digita l Miguel de Cervantes’ extraído de Epistolario y Poesías, Madrid, Atlas , 1965, pp. 97-4 17 , 477-482 , (Bib lioteca de Autores Españo les). 65 Fue b auti zada en la iglesia de Santa Ana de Elda el 25 de septiembre de 1560 (Amat, 2004 ]: 231-23 7). 66 Catálogo de manuscritos de la biblioteca de Francisco Xavier Clavijero de la Universidad iberoamericana . México 1990 , p. 82. 67 ACE, Doc . 237. 68 lbíd. 43 Carlos Coloma, será también propietario de la heredad de Noguera, por lo que desarrollaremos su biografía en el apartado siguiente. Luisa Coloma (Elda 69 c. 1567- ¿?). Religiosa. Profesó en el monasterio de Santa Fe de Toledo (Segura y Poveda , 1999 : 49). Fueron dadas las prue bas de ingreso por válidas en 1584, e ingresó al año siguiente. Juana Coloma ( c. 1568-¿ ?). Monja de las comendadoras de Santiago , del mo nasterio de Santa Fe en Toledo , ya lo era en el año 1580. Su padre la dotó con 500 ducados para entrar en el convento ( o la pensión de su renta mien tras no se pagase esa cantidad) , y 100 más para el gasto de la profesión 70 . Los siguientes destinos de Juan Coloma Juan Coloma debía de tener uno s contactos muy influyentes en l a corte , que podrían explicar su nombramiento como prefecto de Alicante o alcaide del cas tillo de dicha ciudad , conviitiéndose de esa manera en un tentáculo del poder real en la gobernación de O1ihuela , que enlaza con la política de F elipe II por generar un mayor control y eficacia gubernativa (Belchi , 2006). Juan Coloma aprovecharía estas influencias y mandaría a la corte a cinco de sus hijos: a Juan y a Antonio en 1564; y a Alonso , Diego y María en 1580. Como mínimo sabe mos que Antonio estaba desde 1564 en la coite , con tan sólo nueve años , pues esa presencia fue aprovechada ese año por Honorat Togores , baile general de la gobernación de Orihuela , quien también se encontraba en la cmte, para conse guir el favor real en las negociaciones sobre la segregación en otra diócesis de la ciudad y gobernación de Orihuela del obispado de Caitagena. Un litigio en el que Juan Coloma tuvo una parte mu y activa apoyándola . Honorat escribió el 16 de agosto recrimii1ando a los síndicos de Orihuela qu e no le mandaran nmguna carta , añadiendo después que podían enviarle las que quisieran sin coste alguno ’ vía Elda’ , porque a menudo Juan Coloma solía mandar misivas personales a sus hijos que estaban al servicio de la reína. Ésta no fue la única insistencia que el Baile les dirigió para que utilizaran la correspondencia del señor de Elda y sus hijos , llegando en una de ellas a decii · que llegaban cmtas a diario desde Elda a la corte (Carrasco , 2001 : 225-238) . Esto nos debe dar una idea de la importancia 69 N atural de Elda , se gún su ex pedi ente d e limpie za de sa ngre para e l ingr eso corno religio sa en el con vento d e Santa F e de T oledo , Ord en d e Santi ago. Año 158 4. AHN (O M-Reli gio sa s Santiago , E xp . 151 ) . ’º AC E, Doc . 237 . En ARV , MANAM ENTS Y EMP ARES , año 1608, p. 16 del índice y 39v .; con sta que Blan ca y Juana tod avía vive n en el año de 160 8, pu es se adjunt a la Fe de Vida de amba s. D e es tas última s cinco hij as re li g iosa s, un a d e ella s debió de ll evar de segundo nombr e tambi én I sabel, qui en en el año 15 86 era monja del San cto Es píritu d e la ciud ad d e Salamanca , y el día 8 de ago sto de ese año donó a su hermano Antonio, futuro II conde de Elda , la parte d e la herencia d e su madre que le corr espondí a, a ca mbio d e 200 libra s para mant ener se de monja. AR V, PROTO COLOS NOTARI ALES , Gon zalo F ern ánd ez, nº reg . 8 63 , año 1586. 44 de la estancia de sus hijos en la corte, y como brindaban apoyo con ello en las cuestiones políticas que les interesaba, quedando patente que, aun residiendo en el castillo-palacio de Elda , Juan Coloma no permanecía ajeno a los movimientos políticos de la c01te. Concretamente, los hennanos Juan y Antonio se encontra ban sirviendo en la ’casa’ de la reina Isabel de Valois alrededor de 1566 71 • La muerte de Isabel de Valois, el 3 de octubre de 1568, hi zo que su casa se deshiciera. Pese a esto , los Coloma no dejaron de tener peso en la coite, pues en 1580 Diego Coloma era capellán de su majestad 72 , su hennana María, dama de la reina 73 y Alonso ’de la cámara del sereníssimo príncipe cardenal’ [ archiduque Alberto de Austria] (Guill , 2011 e ) 74 . Estos últimos habían estu diado en el Colegio Mayor de Cuenca 75 , una inst itución con protección real y denominado ’mayor’ para diferenciarse de otros más numerosos dependien tes de órdenes militares y religiosas. En los co legios mayores se exigía rigu rosa limpieza de sangre y estaban enfocados a preparar a la elite aristocrática o económica. Todo esto hace suponer que sus hijos serían parte muy activa en las actuaciones políticas del patriarca que conseguirá ser nombrado por Felipe II, el 20 de febrero de 1570, viiTey y lugarteniente y capitán general del reino de Cerdeña. Juan Coloma tuvo el honor de ser el primer virrey de Cerdeña nombrado por Felipe II; puesto en el que sustituyó a Álvaro de Madrigal que había fa ll ec ido ocupando el cargo y que había sido uno de los virreyes más longevos en ese puesto (desde 1556 a 1569). En mar zo de 1570 el monarca escribía al virrey de Valencia, conde de Benavente, sobre varios temas relativos a la seguridad del reino. Entre ellos, le comentaba el nombramiento de Juan Co loma y que éste debía dejar una persona adecuada en el castillo durante su au se ncia para su ’buena seguridad ’ 76 . Gran parte de la familia Coloma estuvo reunida en Cerdeña , unos cuatro años, pues en 1574 su mujer y sus hijos se marcharon de la isla , permaneciendo únicamente él y sus dos hijos mayores 77 que habían recalado en la is la en 1574, tras haber participado en la campaña naval de don Juan de Austria , incluyendo la batalla de Lepan to 78 . 71 Rodríguez Salgado , 2003: anejo 11: 39-96. 72 ACE, Doc. 237. 73 lbíd. 74 1 bíd. 75 Beltrán de Heredia , 1978. 76 Belchi Navarro, 2006: 264. 77 En el pri vilegio real con la conces ión de título de conde de Elda a Juan Coloma se pueden leer estas e logio sas palabra s para su s hijo s mayores: ’ ... y además a que tus hijos don Juan y don Antonio todavía jóvenes sir viendo en las exped iciones orientales, y en otras cosas del reino de Cerdeiia no jiieron para ti pequeiia ayuda ... ’ (Navarro Payá , 1985 : 54-55). 78 AGS. Papeles de Estado , Sicilia , Legajo 1891. Palermo, 3 de septiembre de 1618. Carta del 11 conde de Elda al Re y. El conde exp lica las ra zones de su sa lida del Adriático y da una pe que11a hoja de servicios de toda su vida como militar. 45 En realidad, el virreinato en Cerdeña era un destino difícil. Con un Mediterráneo en una situación dramática, era considerado en ocasiones como un destierro. La inseguridad en el mar hacía que muchas veces la correspondencia no llegara y se encontrara en una situación de bloqueo y aislamiento , que el propio Juan Coloma describiría de esta manera en una carta del 27 de julio de 1571: ’Somos vivos gracias a Dios, que este es el t er mino con que se ha d e abiar d esde ;erdeña’ (Cátedra , 2007 : 465). A esto había que añadir la situación de la isla que él mismo definía así a su llegada a ella el 22 de junio de 1570: ’[estamos] muy c ont ento s des ta tierra , aunque la h emos aliado t erribl em ent e trabajada d e hambr e’ (Cátedra , 2007: 464). De hecho su mujer Isabel de Saa se encontraba en una situación de reclusión incomoda , en el castillo de Cerdeña . Por ello Juan Coloma insistió a través de su amigo, el embajador en Roma Juan de Zuñiga , que le solicitara una bula papal ante Pio V para que ella y sus damas pudieran entrar en un monasterio masculino de clausura. El Papa negó la bula pero Juan Coloma lo siguió intentando (Catedra, 2012:75). Juan Coloma residirá en Cagliari , aunque también pasará temporadas en la segunda capital del reino , Sassari ; ciudades riva les (Manconi , 201 O : 314) . Sin embargo no era la persona ideal para estar al mando de la defensa de Cerdeña en aquellos complicados años , pues pese a ser un noble prepa rado intelectualmente no lo era así en el terreno militar . Por ellos en una consulta del Consejo de Aragón , de noviembre de 1574 , varios consejeros propusieron a Marco Antonio Colonna, el almirante de la escuadra papal en Lepanto , como virrey de Cerdeña ; como alternativa, a Juan Coloma se le ofrecía otro cargo o se le concedería un título nobiliario, como así su cedió. Pero los consejeros tenían miedo a que la elección de un militar tan importante como Colonna al modesto virreynato de Cerdeña inflacionaría el sueldo de ese cargo . Por ello se decidió enviar a los sodados experimen tados que ayudaran en las labores defensivas del virrey . Estos soldados serían Pedro Quintana , el valenciano Juan ;anoguera y Juan Bautista Reina (Manconi , 2010 : 236-237) , además del ingeniero Fratini (Viganó , 2004). El virrey y estos comenzaron una intensa labor en la defensa del reino frente a los peligros berberisco y turco, redoblando los esfuerzos en las ciuda des sardas , pero dificultados por los problemas financieros. Se llevarían tropas profesionales de fuera del reino , como el Tercio español de Suárez de Berrio para Cagliari , la coronelía italiana de Gonzaga para Alguer, una coronelía de alemanes se encargaría de los dos cabos de la isla y la italiana de Ettore Spinola , del campo . Sin embargo , Juan Coloma estaba muy preocupado por las invernadas de los soldados en la isla. De hecho, la estancia en la isla de las tropas italianas de Segismundo Gonzaga propició un problema de sustento que obligó al virrey Juan Coloma a alimentar a las tropas a costa del reino sardo 46 (Manconi, 2006: 124). Juan Coloma durante su virreynato mantuvo una posición muy firme ante el Consejo de Estado en este tema , como decía claramente en una carta del 9 de diciembre de 1573: ’Que en este Rey no [no] se traiga gente a inbernar’ (Manconi, 2006: 125). Además de empe ñarse en primera persona y con gran tesón en controlar el orden público y regular la relación entre los soldados y la población: ’no daré ocasión a qu e se me amotinen y me roben los pueblos ’ (Manconi, 2006: 127). En este aspecto se tuvo que emplear a fondo al tener que sofocar uan reyerta, en la que murieron diez genoveses, durante el embarque de las tropas españolas de Martín de Argote, pertenecientes al tercio de Lope de Figueroa y en las que se encontraba Miguel de Cervantes , con la tripulación de las galeras napolitanas de Marcelo Doria. Tal vez, las escasas soldadas que transportaban las galeras, y que Juan Coloma impusiera su autoridad embargando parte de esos fondos para pagar los gastos y prétamos que los soldados habían ocasionado en la isla , pudo producir ese violento ambiente . Juan Coloma , tan celoso con el orden, se mostró expeditivo y , a costa de condenas a horca y a galeras , restableció el orden. Además mostró su capacidad conciliadora al lograr zanjar una disputa entre Martín de Argote y Marcelo Doria , consiguiendo embarcar las tropas con destino Génova (Manconi, 2006: 130). Con esas tropas también se marchó Miguel de Cervantes que pasó en Cerdeña lo s primeros cinco meses de 1574 en unas condiciones logísticas y econó micas nada envidiables (Manconi , 2006: 121 ). Y , muy probablemente, la virreina Isabel de Saa y seis de sus hijos se refugiaron en Génova y no regresarían de nuevo al reino sardo, ante los crecientes rumores de un posible ataque de la armada turca a Cerdeña, para luego marchar a Elda. como solución a estos prob lemas y a la defensa del reino sardo , Ju an Coloma expondrá a la corte un proyecto , del que fue su principal valedor , para levantar una milicia integrada por los propios sardos en la isla (Man coni , 2006 : 127 ; 2010: 242-243). Pese a esta actividad militar , no abandonará la labor administrati va interna del reino. Bajo su virreinato , en 1572 , se publicó una buena parte del cuerpo legislativo vigente hasta entonces en suelo sardo 79 . Las disposi ciones y edictos durante el virreinato de Coloma se publicarán en 1591 80 . 79 Bajo el título E di cles eo pragma liq ues genera ls p er lo bo n gove rn y ad minis lra lio de lajus li cia d el pr esent R egne de Sar deny a, publicado con lice nci a y privilegi o ordinario en Cá ller (Cagl iari), por Vic ent Semberino , impr esor de Nicola s Canyellas. so Con el título Capilols de C or/, del Stam ent milit ar d e Sa rdeny a : ara n ovam et res tampat s, _v de no u aiiadit s y stampa ts los Capit ols de is Parlam ent s res pec tiuam ent ce lebra ts per ... Don l oa n Co loma y Don Miqu el de M oneada / reu is ts per lo ... P ere loan Ar quer ... , comp endi o l e g al impr eso en Cá ller, por France sch Gu arnerio , impr esor d e loan M ari a Galc erino (R ea l Ac ademia de la Hi storia , sig. R-17). 47 Además se mantuvo en una fuerte pugna para mantener el poder real frente a la jurisdicción religiosa con el arzobispo de Cagliari, Antonio Parragués (Cátedra, 2007: 464). Y en 1573 convocó, por orden real, el parlamento del reino, presidido por él como representante directo del monarca 81 • En las Cortes se llegaron a acuerdos tales como reprimir la usura, reglamentar la administración de justicia, imposibilitar la venta de feudos en pago de la restitución de dote, etc. Pero , sobre todo , se le dio importancia al problema del abastecimiento del grano, pues la carestía de trigo llevará a la isla a una situación crítica entre 1575 y 1578 (Manconi, 2010: 296) . Igualmente , las actas de las Cortes son muy interesantes por la exposición que en ellas hizo el virrey de la situación política de Europa. En ellas, Juan Coloma denunció la ingratitud de los venecianos que acababan de aliarse con los turcos contra los estados cristianos; la necesidad de la defensa de la Goleta en Túnez y la conveniencia de fortificar adecuadamente las que denomi nó tres llaves de Cerdeña: Alguer, Cáller (Cagliari) y Castillo Aragonés (Toda, 2009: 46). Por otra parte , Juan Coloma ejerció una importante labor en Cerdeña, activando la modesta vida cultural , frecuentando y rodeándose de los pocos intelectuales laicos y religiosos de la isla. Este hecho ha llevado a conside rarle como un típico virrey de la Contrarreforma, llegando a crear en la isla un ambiente literario hasta entonces desconocido (Entenza, 1969). Apoyó y protegió a los poetas Antonio de Lofrasso y a Giorolamo Amolla. El primero, en agradecimiento a su mecenas, le dedicó un soneto a él y otro a su esposa 82 • Amolla, en sus Rimas spirituales, editada en 1597 en Cagliari, agradece cla ramente su protección y muestra su gran admiración hacia Juan Coloma, a quien dedicará: Risposta a una littera de su Cante de Elda Don Juan Coloma y Soneto por la mu erte de don luan Coloma Conde de Elda. En esta obra también se incluyó un soneto dedicado a su hijo Antonio Coloma, Del tuo gran genitor servitor fiti. Además en la composición poética en sardo Cabi dulu de una visione el personaje Gavinu se dirige al conde -poeta diciéndole: ’ is co qui [donjuan} t ’amarit de vero coro’ (yo te amo de verdadero corazón) (Virdis, 2006: 61 ). De igual manera, se cree que el mismo virrey pudo tener algún tipo de intervención en la edición de dos obras de los poetas cristianos Juvencio 81 Las actas de estas Cortes se conservan íntegramente en el Archiv io di Sta/o di Cag/iari , vol. 162 , 163 , 164 , en el fondo antiguo del archivo concerniente a los presididos por Giovanni Coloma (1573-1574). Comprenden 834 cartas; hay copia en el Archivo de la Corona de Aragón. 82 A la muy illustre y mi señora doñ a Tsa bel Coloma y dac;:a [ ... ] Visoreyna de Cerdeña y Al my ilustre y mi señor, don Juan Col orna, Visorey del reyno d e Cerdeña, Lo s Di ez Libros de Fortuna d’Amor , compuestos por Antonio lo Frasso . Libro X, f. 327. Bar celona en 1573. 48 y Prudencio, publicadas en Cagliari en 1573 y 1574 , respectivamente 83 (Entenza , 1969). Otro aspecto de la preocupación cultural de Coloma fue el engalanamiento artístico y monumental de esta ciudad, como demues tra su presencia en el Consejo del 19 de octubre de 1574 para estudiar la manera de continuar las obras de edificación de la catedral de la capital (Mateu, 1964: 210). Su aportación a la cultura sarda se vio coronada por la publicación , en 1576 , de un libro con dos de sus obras poéticas, la primera edición de Década de la Passión de nuestro Rede mptor J esu Christo . Con otra obra intitulada Cántico de su gloriosa resurrectión (Cátedra, 2007). Convir tiéndose en uno de los primeros autores pub licados por la imprenta sarda, de la mano del impresor Vicencio Semberino. Esta obra supuso para Juan Coloma una dura lucha y autocensura, pues debía conseguir la aprobación de numerosos censores y evitar una posible retirada del libro ya que, en esos momentos de contrarreforma , los poderes no estaban por la labor de publicar cierto tipo de literatura religiosa. Por otra parte , en su numero sa correspondencia, llena de asuntos militares y políticos, Juan Coloma introducía pequeños comentarios para conseguir la publicación del libro , aunque con mesura pues no era conveniente que en la corte, ante la grave situación bélica del Mediterráneo, pudiera dar la sensación de estar más preocupado en cuestiones líricas que en las bélicas y administrativas 84 . La segunda edición de la obra se publicó en Madrid en 1586; ambas edicio nes serían de corta tirada , pues Salvá, en el año 1876, puntuali za que eran muy raras de encontrar 85 . No obstante , el mismo Cervantes dispondría de algún ejemplar de la primera edición en su biblioteca (Eisenberg , 2002), pues Coloma fue incluido entre los 100 autores a quienes el escritor dedi có unas líneas en el Canto de Calíope, (libro VI de La Gafatea), publica do en 1585, y por tanto un año antes de la muerte de Juan Coloma. La loa que le dedicó Cervantes dice así: 83 luuenc i Hispani Euangelicae Hislo riae libri HI, de Cayo Ve tio Aquilino Juvenco , y Aurelii Prud entii Clementis ... Carmín’, de Aure lio Prudencia Clemente. 8 ’ Un ej e mplo de esto es este extrac to de una carta a su amigo y embaj a dor en Roma, Juan de Zúii iga: ’ ... una cosa que, aunque no es des/e jaez, me inporta mucho contentamienlo. Y es que en Espai10 , estando oc;:ioso, scriví en verso estos aiios pasados una obra de la Pasión d e nuestro Seiim; que algunos dizen qu ’está bien scr ita, y otra de la Res urr ec;:ión más bre ve. Y sie ndo importunado aquí y parec;:iéndome que se haría algún serv ic;:io a Dios en ello, d eterm iné de haz ella imprimí, ; ... ’ (Cátedra , 2007:473). Existe una colección de cartas mu y int eresa ntes dirigida s por Juan Coloma desde Cerdeiia a Juan de Zúiiiga, su am igo y embaja dor de Felipe [] en Roma. Se conserva e ntre los papele s de la Embajada de la Santa Sede en el Archivo del Ministerio de Asuntos Exteriores de Madrid. Catalogado en: Luciano Serrano , Embajada de Espaiia cerca de la Santa Sede. l. Índic e analítico de los documento s del sig lo XV I, Roma , Palaci o de Espa!’ia , 19 15 , p . 24. 85 Sal vá, 18 72: 20 8. 49 ¡Oh, tú, don Juan Coloma, en cuyo seno tanta gracia del cielo se ha encerrado, que a la envidia pusiste en duro freno y en la fama mil lenguas has criado, con que del gentil Tajo al fértil Reno tu nombre y tu valor va levantado! Tú, conde de Elda, en todo tan dichoso, haces el Turia más qu’el Po famoso. 86 Cervantes conocía y admiraba al poeta eldense, y en esos momentos virrey , Juan Coloma. Curiosamente, además, Miguel de Cervantes y los dos hijos de Juan Coloma habían participado en las mismas campañas mi litares , por lo que es probable que fueran a la isla juntos y que el virrey y Cervantes se conocieran personalmente ; al igual que al histriónico poeta Antonio de Lofrasso, a quien el virrey trató y cuyos disparates Cervantes comentó divertido en varias ocasiones 87 . Lejanos en lo social pero cercanos en lo cultural , tal vez las tensas circunstancias que les tocó vivir en la isla evitó un mayor acercamiento de dos personas que amaban lo mismo: la literatura (Manconi, 2006). Su nombramiento como I conde de Elda y el retiro definitivo en el condado Desde el año 1576 ya hay constancia documental de la presencia de Isabel de Saa en el señorío de Elda, actuando como gobernadora del mis mo en ausencia de su marido (Segura y Poveda, 1999: 44). Además, ese mismo año , el hijo varón menor, Carlos Coloma, asistía como padrino a dos bodas en la iglesia de Santa Ana de Elda, cuando contaba con diez años de edad 88 . Por su parte , tras seis años en Cerdeña, Juan Coloma pidió permiso al rey para ausentarse de su cargo , poniendo como causa el velar por sus propiedades. Licencia concedida el 16 de septiembre de 1576. Juan Co loma marchó a Elda, aproximadamente un año después que su mujer e hijos menores. Desde allí, en abril de 1577, se trasladó a la Corte donde presentó a Felipe II su dimisión como virrey de Cerdeña. Antes de ello, nombró a su hijo Antonio gobernador de la villa de Sassari 89 , cargo que 86 Cervantes, M. de (re impresión de 2009). La Ca/at ea. Barcelona: Linkgua Ediciones , p. 353. 87 Arce , 1956 : 14 3- 144 . 88 APSAE , Quinque Libri: 1577-1595 (Aunque está así catalogado en el lomo, contiene infor mación desde el año 1572). Anotación correspondient e al año 15 76. 89 ’fui con mi padre , que hera virrey de Cerd ei’la, y me enco mendo el govierno de Sazer [Sasser] a donde servia V[uestra] M[agestad] // dos mios con mucha satisf acion. ’AGS : Papel es de Estado, S ici lia: (Legajo 189 1 ). Palermo, 3 de septiembre de 1618. Carta del conde de Elda al rey. 50 Figura 10.-Escudo d e ar mas de Juan Colo ma, 1 co nd e d e E Ida. ( Fu ent e: G uill , 200 8b ; El ab o rad o a partir del esc udo de Juan Colom a que apare ce en la C ró ni ca d e Ma rtín d e Vic ia n a ( 156 4) y cot ejado y c omparado con lo s de su s hijo s A ntoni o y Carlo s). desempeñará durante dos ai’ios , desde 1578 hasta 1580. Con este nombra miento , el patriarca proporcionaba a su hijo una remuneración económica, una experiencia administrativa y un primer peldaño para medrar dentro de la administración de la monarquía hispana. A pesar de la dimisión de Juan Coloma , el monarca debió de quedar satisfecho con su gestión , así como de su servicio a los intereses de la monarquía , tal como se manifiesta en el privilegio real dado el 14 de mayo de 1577 , en el palacio del real sitio de Aranjuez y en el que también nombra a sus hijos: ’ ... además a que tu s hijo s don Juan y don Antonio todavía jóv en es sirvi endo en las expedi cion es ori ental es, y en otras cosas d el reino de C erdeña no fu eron para ti pequ eifo ay uda ... ’ (Navarro Payá , 1985: 54-55). Por este privilegio se le otorgó el título de conde de Elda, erigido sobre su señorío de Elda , Petrer y el lugar de Salinas. El ascenso a la alta noble za conseguido por Juan Coloma supuso la culminación del proceso de ennoble cimiento familiar y distinción social iniciado por el linaje Coloma a finales del siglo XV (Segura y Poveda , 1999 : 49 -50) (Figura 1 O). 51 Tras este período, Juan Coloma residirá en su palacio de Elda práctica mente hasta el final de sus días 90 . Durante este tiempo, concretamente entre los años 1578-1580 , se constata la presencia en Elda de sus hijos Alonso, Diego y Carlos 91 • Sus hijos militares se irán a la campaña de Portugal. An tonio Coloma que estuvo desde 1578 a 1580 como gobernador de Sásser, como hemos dicho , hasta que le sucedió Pietro Aymerich , se incorporó como soldado entretenido a las tropas españolas que salieron a la conquista de Por tugal en 1580. Tenía por entonces unos 26 años. En concreto se embarcó en la escuadra de galeras de Nápoles , bajo las órdenes de don Juan de Cardona, con quien también estuvo en Lepanto 92 . Escuadra en la que igualmente se hallaba su hermano menor Carlos (Guill, 2007: 41-43) . Su hermano Fran cisco se encontraba, probablemente, en las galeras de Sicilia. La victoriosa batalla de Alcántara obtenida por el ejército de la monarquía hispánica, el 25 de agosto de ese mismo año, debió inspirar a Juan Coloma la composición del Romance d e don Antonio 93 , que trata de la huida tras esta batalla de don Antonio, prior de Crato y pretendiente al trono portugués 94 . Mientras esto sucede , al hijo mayor , Juan , destinado a heredar el conda do , se le concierta la boda con Beatriz de Corella y Mendoza, hija de los VI condes de Cocentaina. Con ello , intentaban asegurar a la familia su entrada en los restringidos círculos nobiliarios valencianos, ya conseguido por privi legio regio, pero aumentando con esta boda su prestigio e influencias en el reino de Valencia . El I conde se trasladó con su hijo a Valencia , a su casa de la calle Serranos , de la parroquia de San Bartolomé. Sin embargo en marzo de 1581 , en pleno proceso, el primogénito enfennó y falleció 95 . Esto hizo que la titularidad del condado pasara al segundo de los hijos , Antonio Coloma, quien estuvo presente durante la muerte de su hennano, y a quien le prometió que fundaría una capellanía en la iglesia de Elda en su memoria 96 • También 90 Todos los documentos del Archivo Condal de Elda , firmados por Juan Colom a a partir de la concesión del título conda l, lo están en Elda o castillo de Elda. 91 Concretamente intervienen como padrino s en va rio s bauti zos en la iglesia de Santa Ana de Elda: Alonso el 25 de agosto de 1578, Diego el 22 de noviembre de 1579 y Carlos el 26 de febrero de 1580 (Gisbert, 2011: 97). 92 AGS, Papeles de Estado, Sic ilia (Legajo 189 1 ). Pal ermo , 3 de se ptiembre de 1618. Carta del conde de Elda a l rey . 93 BNE , manuscrito Obra s de div ersos recopil adas 15 82, ms. 3924 (fol. 132). 94 Esta obra fue atribuida erróneamente a Antonio Co loma (Gui ll, 2012b) ’E l Romance de Don Antonio , una obra poética de Juan Coloma mal atribuida a su hijo ’. Re vista Fi estas Mayores de E/da , pp. 96-98. Edita Mayordomía de los Santos Patrono s. 95 ACE, Doc. 236. 96 La madre se anticipó a éste y decidió fundarla en voluntad testamentaria y mantenerla hasta q ue su hijo lo hiciera como había prometido. La condesa aclara que cuando su hijo la erigiera e l din ero que ésta aportó para ell o sería donado al hospital de pobres de Elda. Testamento de Isabel de Saa , redactado en Valencia el 3 de mayo de 1581 e incluido en el testamento de su marido , el I conde de Elda Juan Coloma. ACE, Doc. 227. 52 Francisco Coloma accedió en el lecho de mue11e de su hermano a que sepa garan las deudas contraídas por su hennano con sus rentas de la encomienda de Torrente 97 . Tras ello, sus padres redactarían un codicilo en Valencia, el 3 de mayo de ese mismo año. En el nuevo codicilo, el patriarca dejaba a An tonio Coloma como heredero y sucesor del condado 98 . La tristeza producida por el óbito de su hijo mayor y heredero debió ser enonne, como reflejó en un sentido soneto que escribió en 1582 en memoria de su hijo mayor 99 . Fue su última obra poética. La familia Coloma y los Corella, IV condes de Cocentaina, habían acor dado el matrimonio de Beatriz de Corella y Mendoza con el primogénito Juan. Ante la nueva situación, mantuvieron el estratégico acuerdo matrimo nial decidiendo continuar con él, pero ahora con el nuevo heredero, Antonio , como cónyuge, firmando las capitulaciones matrimoniales el 1 de abril de 1581 en Valencia. A la boda de Antonio Coloma con Beatriz de Corella, se unió el estab lecimiento por Felipe II del vínculo del mayorazgo sobre el con dado de Elda. Esta estratégica boda hay que enmarcarla en un proceso más amplio de renovación de la nobleza valenciana , mediante la unión de la zos familiares entre casas nobiliarias y la institución de los mayorazgos (Segura y Poveda, 1999: 45). El mayora zgo impedía la disgregación del patrimonio, heredando el primogénito los bienes vinculados, no pudiendo enajenarlos y sólo dis frutarlos en usufructo. El resto de los hermanos Coloma se repartirían los pocos bienes libres que quedaran, y se sustentarían con los frutos de su trabajo , bien dedicándose a la carrera militar o a ocupar altos cargos de la jerarquía eclesiástica y, en el caso de las mujeres, contrayendo matrimo nio con miembros de otras casas nobles o dedicándose a la vida religiosa (Segura y Poveda, 1999: 44-49). De esa manera Juan Coloma evitó que su hacienda se fuera disgregando en múltiples particiones hereditarias entre sus numerosos hijos e hijas , conservando sus posesiones unidas en una sola persona que, por ese mecanismo , mantendría en el futuro el po der que le daba la posesión territorial y evitaría la disgregación de la importante herencia pese a un a mala gestión o adversidades económicas (Segura y Poveda, 1999: 45). Precisamente sería el establecimiento de ese mayorazgo y la necesi dad de repartir otros bienes entre sus hijos, el argumento que esgrimiría Juan Coloma para solicitar dedicarse al comercio, actividad vedada por ley a los nobles y militares. En un interesante expediente localizado en 97 ACE, Doc. 236. La presencia de los dos hermano s y el padre en Valenci a nos hace pensar que l a fam ilia, con el resto o varios hermano s más , se habría trasladado a la ciudad a celebrar la boda. Boda que no se celebró por el fa llecim iento repentino del no vio. 98 ACE , Docs. 225-227. 99 BNE , manuscrito Obras de Diversos R ecopiladas , 1582 , ms. 3924 (fol. 69r.) (Guill, 2011 e: 116). 53 el Archivo del Reino de Valencia (Asins, 2009: 76- 77) se recoge que , en el año 1581, el I conde de Elda solicitó facultad para comerciar sin pagar derechos, en cantidad de 18.000 hasta 20.000 libras. Gracias a este documento conocemos que el conde tenía una renta cercana a las 12.000 libras de las villas del condado de Elda y de otros censales y posesiones que disfrutaba en la ciudad y reino de Valencia y en el reino de Mallorca. La finalidad del conde era comprar seda et mutat illius forma vendere. El procurador patrimonial del rey , acogiéndose a los dictados de los Fueros de Valencia, le recordó la imposibilidad de practicar el comercio a nobles y militares: ’lo dit Joan Coloma es noble , et ulterius es titulat, co es comte e quant no Jora sino noble solament, o milita, : no podria negociar ne tractar ni francament ni de altra manera com lo tracte nego ciatio, y commerci e mercancia sia prohibit als nobles y militars, y ... contraria la dignitat de noblea ... y axi quant (mes) ilustre es la dignitat y titol tant mes sies prohibit el commerci y tracte al quilate ’100 . Petición en la que insistió el conde quien , en un extenso memorando, ale gó sus derechos a comerciar, entre ellos: que al tener doce hijos era de justicia se le concediera la franqueza de derechos especiales y personales; que los fueros no prohibían que se pudiera comerciar con la cantidad que se tenía al contado, que era la que le sobraba de su renta y patrimonio, por lo que podía emplearla en lo que a él le parezca , pues era hacienda propia. Adujo incluso que después de más de cien años, los caballeros y personas nobles y titula das de la ciudad y reino de Valencia, por silencio del rey y de sus oficiales, habían estado tratando y comerciando libremente arrendando los derechos de la ciudad y ocupándose en otros tratos que eran más incompatibles con la dignidad ilustre que el comercio. Argumentaba además que cuanto más principal era un caballero más obligación tenía de dejar a sus hijos hacienda y patrimonio , además del mayorazgo, para poder dotar a sus hijas y repartir bienes entre sus hijos. Por su parte, el heredero, Antonio Coloma, desde su llegada de Portugal, pasará un periodo de unos cinco años en Elda, al mando de las rentas del con dado, como arrendador (Asins, 2009: 79), junto a su esposa. En 1582 nació la primera hija del matrimonio, que fue bautizada en la iglesia de Santa Ana el 14 de diciembre . Fueron sus padrinos Isabel , hermana de Antonio, y el go bernador del condado, Gaspar Remiro 1°1 . Como contrapunto, un año después 100 ARV, Bailía A, Letra P , Procesos, nº 2526, s /f. 101 Libro de bautismos y matrimonios de la Iglesia de Santa Ana de E lda, año 1582 (Gisbert, 20 11: 97). 54 de este nacimiento, murió en el castillo de Elda la condesa, Isabel de Saa. Fue enterrada en el panteón familiar del convento de esa villa (Segura y Poveda, 1999: 50). Su fallecimiento no pasó desapercibido en el mundo de la poesía, en el que ella y su marido tanto se habían relacionado; en esta ocasión la loó Cristóbal Mosquera de Figueroa 1º2 . Antonio Coloma seguía residiendo en Elda, pues ese mismo año nació allí otra hija suya , Isabel. De nuevo bautizada en la iglesia de Santa Ana y contando con el amadrinamiento de su hermana Isabel. Pero esta vez será el insigne III duque de Maqueda y IV marqués de Elche, Bernardino de Cárdenas y Portugal, el padrino 1° 3 . Esto debió ser un gran acontecimiento para la villa y el señorío eldense, pues a la importancia de ese aconteci miento social se dio, además, la presencia de las dos casas nobiliarias más destacadas de la gobernación de Orihuela: la de Elche y Elda, lo que conllevaría el consiguiente agasajamiento de la familia Coloma a su invitado. El 13 de octubre de ese año, 1584, redactó testamento Beatriz de Co rella, nuera de Juan Coloma. En el nombró heredera de todos sus bienes a su hija Francisca Isabel. Y en caso de no sobrevivida, como así fue, a su marido. Entre otras cosas mandó fundar una capellanía en la iglesia de Santa Ana y que se construyera un edificio como hospital de pobres en Elda, aunque ya había otro, para lo que dejaba 1.200 libras de renta para su mantenimiento anual. La construcción debería edificarse a la muerte de su marido, el futuro II conde de Elda. Sin embargo será edificado en 1641 por su nieto , el IV conde de Elda, presionado por el obispo de Ori huela 10 4. Este hospital dio servicio desde 1641 a 1837. Beatriz de Corella falleció en 1585 105 . El 24 de abril de 1585 , el I conde de Elda, redactaba en Elda un nuevo co dicilo testamentario. Al poco tiempo , el 9 de octubre de 1586, Juan Coloma 102 Son eto a Don Alonso Coloma, habiendo comenzado una eleg ía a la mu ert e de la condesa s u madre y no pudo pasar adelante. C ristóbal Mosquera de Figueroa: Obras, vo l. 1 , po e s ía s inéditas. R eal Academia Espafiola de la Lengua , Valencia 1955, p. 158 (Guill, 2008 : 139-148). 103 Libro de bauti smo s y matrimon ios de la Iglesia de Santa Ana de Elda , afio 1583 (Gisbert , 20 11: 97). 10 • Probablemente porque el hijo de Ant onio Coloma , el 111 conde de Elda , no lo lle vó a cabo ante la prec aria situación económica en la que se vio inmer sa la casa de Elda a principios del siglo XVII que hizo que la corona tuviera que inter venir el condado entre J 621 y 1623 para hacer frente a los acreedores censalis tas y mantener económicamente a l propio III conde. Para esclarecer este tema y so bre el origen de l ho spita l de Elda: (Guil l, 2008a: 32-34). 105 Beatriz falleció entre el 25 de mar zo, cuando apadrina junto a su marido a un esclavo en la igle sia de Santa Ana de Elda (Gis b ert , 2011 : 97) , y e l 24 de abril , cuando Juan Coloma indica e n su codicilo que s u nu era ya ha fallecido (ACE, Docs. 225-227). 55 murió en su castillo de dicha villa 1°6 . Fue enterrado con el hábito de francisca no en el panteón familiar junto a su esposa y su hijo mayor . Al día siguiente se leyó el testamento en el palacio condal , estando presentes sus hijos Anto nio, Carlos y Francisco. El día 12 de octubre, se redactó la escritura de toma de posesión del condado de Elda por parte de Francisco, quien representó a su hermano Antonio , ausente ya ese día 1º7 • ¿Constaba la heredad de Noguera específicamente en ese testamento? ¿Cómo pasó esa propiedad a su hijo Francisco Coloma? Francisco Coloma, segundo propietario de Noguera La heredad de Noguera no se nombraba específicamente en ninguno de los diferentes testamentos ni codicilos que se redactaron en vida de Juan Coloma e Isabel de Saa. Tras la muerte de l hijo mayor del I conde de Elda, en 1581 , la primogenitura había recaído en Antonio, quien sabemos que no heredó la Noguera. Ello nos lleva a pensar que esta propiedad debía ser un ’bien libre’ de la casa condal, y por lo tanto podía donarse en vida o dejarse en herencia, sin quedar vinculada al mayorazgo . La propiedad había pasado en un momento indeterminado, pero fecha do entre los años de 1575 y 1586, a manos de FRANCISCO COLOMA, el cuarto hijo de los condes de Elda. Por las fechas, considerarnos que debió de tratarse de una donación en vida del I conde de Elda a su hijo , pues Francisco Colorna era su propietar io en abril de 1586 y su padre -y anterior señor amo de dita heretat, Juan Coloma- no fallecería hasta el día 9 de octubre de ese mismo año 10 8 . El que la casa condal disponía de bienes libres queda claro en el codicilo que redactó el I conde Juan Coloma el día 3 de mayo de 15 81: ’ ... se haga inv entario de todos mis bienes libres y averigua ción de los mejoramientos que yo he hecho en las villas de Elda y Petrer y Salinas y de todas las demas cosas que están fiwra del n1ayorazgo ... ’ 109 . Por el primer testamento de Juan Colorna, redactado en el año de 1566, dejaba el mayorazgo a Juan, el primogénito. A sus hijas, María e Isabel, 5.000 1 0 6 ’Llego don Juan a edad tan avanzada que de puro viejo perdió la vista ... ’ (Ximeno, 1747, Escritores del Reino de Valencia, Valencia 1747-9 , Vol III: 145). Juan Coloma tenía entre 59 y 64 años cuando murió. 107 ACE , Doc . 61. 108 ACE , Docs . 226 y 237. Juan Coloma redactó el primer testamento en 1566 (ACE, 225), un nuevo testamento en 25 de mayo de 1580 (ACE , Doc. 226) y un codicilo el 3 de mayo de 1581 , cuando ya se había producido la defunción de su hijo primogénito Juan. 10 9 ACE, Docs . 225-227. 56 y 4.000 libras, respectivamente, en concepto de dote para su matrimonio. A los demás hijos los desheredaba y les dejaba únicamente una dobla de oro de 20 sueldos moneda reales de Valencia, en concepto de legítima. Sin embar go, a aquellas otras hijas que quisieran profesar en una orden religiosa se les darían 500 libras para ingresar en el convento. Posteriormente, hubo un segundo testamento, que pasó ante el notario Gonzalo Femández , el día 25 de mayo de 1580 , en el que Juan Coloma hacía una interesante re visión del estado en que se encontraba su patrimonio 110 • A sus hijas monjas les dejaba: a Blanca y a Juana, 500 ducados de dote para el convento y 100 más para el gasto de la profesión , y a Guiomar 364 libras de dote para el convento. Excluyendo a Juan, el primogénito, dejaba a todos sus hijos -Alonso, Diego , Antonio , Francisco , Luis, Carlos, María, Isabel, Lui sa, Guiomar, Blanca y Juana -, por la legítim a, una dobla de oro que valiera 20 sueldos. El conde indicaba que tenía confianza en que sus hijos Alonso, Diego y Luis -por la Iglesia -y Francisco -por su religión (orden militar) tendrán de comer : ’ ... y sus Hermanos y Hermanas que están por coloca r han menester tanto la ayuda de quien pueda ayudalles, les ruego y en cargo mucho que, attento que yo no he podido mas, y que este no poder mas ha sido mucha parte lo mucho que con ellos he gastado e n su s estudios con los dichos don Alonso, don Diego yfi’ay Luis, y con el dicho don Francisco hasta pone/le en el estado que oy esta, por el amor con que fo he echo y los he criado y por su virtud y zelo del servicio de Nuestro Señor, se acuerden de ayudalles con lo que buenamente pudieren ... ’ A continuación añadía que lo que podía dejarles era tan poco que, reparti do entre todos sería casi nada, por cuanto dejaba a Juan , mayorazgo universal, heredero de todos sus bienes. Al primogénito le encargaba que mantuviese a su cargo a su hermano Antonio, como él hacía , mientras éste tuviera medios propios; que a Carlos le ayudara hasta que Dios le diera con qué vivir ho nestamente y procurara hacer ’algun casamie nto que le este bien’ . De igual forma , le pedía que atendiera a sus hermanas que estaban por casar, María, Isabel y Luisa, como también él hacía. Seguidamente se incluía un largo lis tado de censales que tenía cargados desde el año 1568, por casi 20.000 libras, y que instaba a su heredero qu e quitara , pues le convenía ’tener su tierra franca y descargada de censales’. Pues bien, aparte del dinero que había invertido el I conde en los estudios de su hijo Francisco hasta el año de 1580 , no tenemos noticias de que éste hubiera recibido ninguna otra donación. Sin embargo, al año siguiente, otro ’º ACE, Doc. 237. 57 testamento nos proporcionará más datos. En marzo de 1581 ocurrirá un triste acontecimiento en la casa condal: la muerte de Juan, el primogénito. En su testamento, redactado el día 11 del mismo mes, poco antes de morir, Juan nos informa de que Francisco había sido beneficiado con algunas prebendas, pues indica: ’ ... por quanto don Francisco Coloma, mi hermano, ha sido y es contento, que las cien libras que tiene de pension cada un anyo sobre la encomienda de Torrente se den para ayuda de pagar mis deudas ... ’_tu Tras la muerte del primogénito, el I conde redactaría un nuevo codicilo, en 3 de mayo de 1581 , por el que nombraba nuevo heredero y mayorazgo a su hijo Antonio . En ese codicilo indica también que a sus hijas María, Isabel y Luisa les dejaba 4 .000 libras a cada una para su matrimonio, y si no se quisieran casar se les diera de por vida la renta correspondiente de esas 4.000 libras (para testar sólo podían disponer de 500 libra s). Por ello , consideramos que una cantidad al menos similar debía de poder legar también a sus hijos varones . Por ejemplo, ¿Qué decía ese codicilo del menor de ellos , Carlos? ’ ... acordandome con el dicho mi ultimo testamento haver des heredado con una dobla de oro de valor de veynte sueldos a don Carlos Coloma, mi hijo, aora emendando la dicha clausula y me jorándola , quiero, ordeno y mando y es mi voluntad y dexo y lego al dicho don Carlos Coloma mi hijo tresr;ientas libras moneda de este reyno de Valenr;ia en cada un año durante su vida y no mas tiempo para ayuda a su entreten imiento con las cuales le haya de acudir y acuda cada año el dicho don Antonio, mi hijo, y heredero baxo scrito, o , le forme la dicha renta de por vida. Al qua! dicho don Antonio ruego y encargo mire mucho por el dicho don Carlos y le acuda con lo que mas pudiere como yo del conjio, las quales dichas tresientas libras de por vida le doy al dicho don Carlos por parte y por legitima y por todo y qua/quier derecho que en mis bienes tenga, o, pertenescerle pueda por qua/quier titulo, causa, via , manera, o, razon ’ 112 • ¿Equiparaba con esas 300 libras para Carlos lo que había desembol sado con los otros hijos varones? Con Francisco, como indicaba el padre en su testamento de 1580, se había ya gastado mucho y había conseguido situarlo bien. Francisco había solicitado la entrada en la Orden de San Juan de Jerusalén (Orden de Malta), presentando las pruebas en 1570, y 111 ACE, Doc. 236. 112 ACE, Docs. 225-227 . 58 en 1576 fue admitido caballero . En esta orden fu e comendador de Aliaga y Orta , lo que le supuso un importante desembolso económico. De hecho , el 20 de octubre de 1585, el I conde Juan Colorna y su hijo mayorazgo Antonio Coloma , aprovechando la licencia dada por el I conde en 15 83 para cargar censales sobre las villas del condado , dieron licencia para cargar tres censales por esa cantidad en fa vor de Francisco , para así poder hacer frente a la deuda que éste había contraído con el gran maestre de la Orden de Malta, por la concesión de la encomienda turolense de Aliaga, y que consistía en el pago de las dos primeras añadas de esta encomienda . Un mes más tarde , en Alicante y ante el notario Miguel Bellot, el síndico de las villas del condado , Juan Ubacar , establecía sobre éstas y con tres prestamistas 113 la deuda para pagar la encomienda de Francisco Coloma. Francisco no esperó mucho y ocho días más tarde se comprometía ante notario a pagar los censales que el 19 de noviembre había contraído con esos tres prestamistas 114 • Posteriormente , el 24 de abril de 1585 , el l conde hacía otro codicilo , en el que se recogía que como Lui sa había ingresado ese mismo año como religiosa en el monasterio de Santa Fe de Toledo , le aumentaba a Isabel la dotación hasta 6.000 libras en contemplación de matrimonio. Por tanto , las donaciones a sus hijos que no ingresaban como religiosos iban subien do de cantidad. Y, tal vez , a Francisco se le había estado dando más de lo que le podría corresponder , por ello, en palabras de su hermano ’ha sido y es c ontento ’. Entre aquello que le debió de donar su padre se encontraban , seguro , una propiedad: la heredad de Noguera, y, mucho más que probable , un huerto con una casa-torre y una balsa, junto al monasterio de la Virgen María de Gracia cerca de la ciudad de Alicante 115 • El que la heredad de Noguera 113 AGI , contratac ión , 5579 , N.67 /2 / 11 y 12. 114 Fu eron Cristóbal B oix de Alicant e y Juan Bapti sta , que pr estaron 1.500 libra s valencian as cada uno, y V icente Boi x, 1.000 libra s valenciana s. AGI, contratación , 55 79 , N .67/2 /1 1 y 12 . ,. ... y por h aver embol sado las dich as quatr omil libra s el di ch o do n Fran cisco y co nve rtido se en su apro vechami ent o, pa gando con ell as a l g ran ma estre de San Joan lo s d os aFios prim ero s deji·uto s de la en co mi enda d e Alia ga que le había dado d e gracia y en r esg uardo della el di ch o don Fran cisco havia hec ho s us p artes esc riturad o indi gnidad en ve int e y och o de oc tubre del a110 de q uiniento s y oc hent a y c inco p or ant e Gonzalo F er n a nd ez o bligánd ose que ca da y qua ndo qu e.fuese req uerido los dichos ce nsos los pa garía t o dos los re dito s qu e p or el hu biese n pag ado y las cos tas, y e ra an ssi qu e aunq[u e} sus part es le habían p edid o y re qu erid o di ve rsa s ve zes que re m edia sse los di ch os ce nso s no lo s havia hecho ant es desd e la impo sic ión de los dicho s tres ce nsos ... ’AG 1, contratación , 55 79 , N.67 /2 /8 r. , 8 V . 11 5 El mona sterio de la Virg en de Graci a era popularment e conocido en Alicant e como el con ve nto de San Franci sco. En 18 36 se di vidió en con vento, ho spicio , igle sia y cuartel d e In fantería. El templ o fue d estrnido en 1936 y e l resto d el edifi cio fue d emolido en 1941 para la c on strucción de la actual Pla¡;a de la Muntanyeta . 59 pertenecía al I conde lo tenemos documentado. El que la casa-torre fuera también de él, únicamente lo intuimos. El motivo de ello es que en el testa mento que hiciera Juan Coloma, el día 25 de mayo de 1580 , se especificaba que las iglesias en donde se debían celebrar 1.000 misas por su alma eran: 300 en el monasterio de Nuestra Señora de los Ángeles de Elda, 200 en la iglesia de Elda, 100 en la de Petrer, 100 en la de Salinas , otras 100 en el monasterio de la villa de Biar y, finalmente , 200 misas en el monasterio de Nuestra Señora de Gracia de la ciudad de Alicante. Deducimos por ello que el I conde se encontraba vinculado a ese monasterio de la ciudad de Alicante, por lo que esta casa-torre de Francisco Coloma en Alicante podría haberla recibido de su padre. Fuera como fuera, lo que consta en la documentación es que Francisco Coloma donó esas dos propiedades a su hennano Carlos el día 24 de abril de 1586, cuando todavía vivía el I conde. En concreto en el protocolo notarial se recoge que el motivo de la donación no era otro que 116 : ’ ... Fer lo amor y voluntat que te al molt /!lustre don Carlos Coloma son germa e per molts agradables servicis que li ha Jet de cascun dia ... ’, Por ello, le donaba (Figuras 11 a-11 b ): - Una heredad con una casa, una fuente , una balsa y una ennita dedicada a Santa Bárbara dentro de dicha heredad . Plantada de diversos árboles en el término de la ’Vª de Elda’. Afrontaba con las montañas de la fuente de Noguera , con el río y con otro barranco , y con tierras de particulares de la villa de Petrer ( en el documento consta la abreviatura ’la Vª de Elda’, si bien esta partida rural siempre ha sido del término de Petrer). - Un huerto franco con una casa torre, que contaba con balsa propia den tro del mismo. Situado en la ciudad de Alicante, junto al monasterio de la Virgen María de Gracia. Afrontaba, por un lado , con la plaza de dicho monasterio y, por otro lado , con el hue1to del señor de Busot y con el camino real que iba de Alicante a la villa de Elig (Elche). No obstante, por la corta edad de Carlos (20 años en ese momento) con sideramos que la donación , más que a los ’muy agradables servicios’ que le hubiera podido prestar Carlos, pudo deberse al reconocimiento de que éste había salido económicamente desfavorecido hasta ese momento . De todas fonnas , en la donación de Francisco a Carlos se especificaba que si Carlos era ’ingrato’ a su hermano o si moría antes que Francisco, la donación no tendría efecto y podría revocarse. 11 6 ARV , PROTOCOLOS NOTARIALES , Gonza lo Fernández, nº reg. 863, 24 de abri l de 15 86. 60 La vida de Francisco Coloma Pero pasemos ahora a ocuparnos brevemente del segundo propietario de la heredad de Noguera. Francisco Coloma había nacido alrededor de 1556, no se sabe si en Valladolid o en Elda 117 • Siguiendo la voluntad expresada por su padre en su testamento de 1566, redactado cuando Francisco contaba sólo 1 O años , solicitó la entrada en la Orden de San Juan de Jerusalén, presentan do las pruebas en 1570. En ellas se especificaba que vivía en Salinas 11 8 • Fue admitido como caballero en 1576. En 1577 hay constancia de su presencia , junto con varios de sus hermanos, en Elda . El 5 de mayo de ese año , él y su hermana Blanca apadrinan a la hija del morisco Alonso Chiqui llo en la Igle sia de Santa Ana 11 9 • En la Orden de San Juan de Jerusalén fue comendador de Aliaga y Orta. Como militar y marino tuvo una exitosa carrera, que quedó ensombrecida por varios escándalos económicos ocurridos durante su primer viaje a las Indias. La cesión de la heretat de Noguera a Carlos se produjo cuando Francis co contaría unos 30 años de edad. Que no estaba interesado en tener una v ida tranquila en su propiedad del condado de Elda lo demostrará el impor tante número de destinos que se sucedieron a lo largo de los años. A saber: en 1582 servía en las galeras de Siciliajunto a su hermano Carlos. En 1588 estaba al mando de la subdi visión de las galeras de España con base en el puerto de Santa María , bajo órdenes directas del conde de Santa Gadea. En 1589 participó en la célebre defensa de Lisboa contra la expedición Drake Norris , también llamada ’Contraarmada inglesa ’. Tras esto , y ese mismo año , mandaba la escuadra de galeras de Lisboa con las que tuvo una exitosa actuación contra una pequeña flota del conde de Cumberland en las islas Berlingas (Portugal) . A finales de 1592 fue ascendido a capitán general de la Armada de la Guarda de la Carrera de Indias . En 1593 marchó con su flota a La Habana donde pasó el invierno; partió con la flota de Nueva España , y tras sufrir una importante tempestad , llegó a la península ibérica en mayo de 1595. Tras ello , fue procesado por corrupción y condenado e inhabilitado por tres años. 11 7 Una b iografía d e Franci sco Coloma en Gui ll (inédito): Fran cisco Colo m a ge ner al d e los ga leones de las In dia . Tambi én en: Fernánd ez Duro , C. (1972, reed.) , Tomo s II y lll . 118 Pru ebas de cava lleros Va le n cia nos, v an repartid as de d ie z en diez a i’io s, cada un a c on f orm e hallamo s su r ecepc ión, no mira ndo s u ancia ni da d, s ino a la presentación d e sus pru ebas, po nien do a c ada u no s u a110. Bib lioteca Pro vincial de Alicante, caja 29, num. 15 , R.2992. Martíne z Mor ellá , V. ( 1961 ). Nómina d e caba llero s valenciano s. R evi sta Hidal g uí a, 45. 18 5- 188 . 119 APS AE, Quinqu e Libri: 15 77-1595 (A unqu e está así catalogado en el lomo , conti en e infor mación d esde e l afio 1572). Anot ación corre spondiente al afio 1577 . 61 62 Figuras 11 a- 11 b.- Cesión de la pAropliedadd dleR !a _Noguera de Franci sco a Ca rlos Co lorna . (Fotos· ic 11’º e emo de Valenc ia). · 63 Durante este periodo de inhabilitación fue lugarteniente del gobernador de Alicante en 1596, sustituyendo temporalmente a éste. De nuevo habili tado en 1599 salió con su flota hacía Puerto Rico. Trasportaba 400 hombres y al nuevo gobernador don Alonso de Mercado , para reforzar la ciudad tras el ataque a Puerto Rico del corsario inglés conde de Cumberland. Pasó el invierno en La Habana y regresó a España en 1600. Ese año presentó al Consejo de Indias un informe relativo a la manera de actuar contra los cor sarios franceses, ingleses y holandeses. Falleció al año siguiente, en enero de 1601 , en Madrid. No contrajo matrimonio, pero tuvo una hija llamada Ana María Coloma quien se casó en Alicante con el capitán Luis de Ardan za (Azevedo, SD: 6). Como dijimos , Francisco Coloma tuvo que afrontar problemas económi cos derivados de su acceso a la encomienda de Aliaga : el día 20 de octubre de 1585 , Francisco se encontraba en el castillo de Eldajunto al patriarca y a su hermano Antonio quien en ese momento tenía arrendado el señorío a su padre. Juan Coloma, J conde de Elda, había dado licencia a sus vasallos en 1580 y 1586 para que las villas tomaran a censo distintas cantidades con las que abastecerse de cereales y otros productos, por la escasez que había habido en el reino de Valencia 120 • El conde aprovechó esta última licencia para autorizar a su hijo Francisco a cargar un censal con el que poder hacer frente a la deuda que había contraído con el gran maestre de la Orden de Malta, por la concesión de la encomienda turolense de Aliaga. Un mes más tarde, en Alicante y ante el notario Miguel Bellot, el síndico del condado de Elda respaldaba la compra de tres censales para el pago de la deuda a la que debía hacer frente Francisco Coloma 121 • Sin embargo, no cumplió con ese y otros pagos , y tras su muerte , ocurrida en 1601 , su hermano Antonio y las villas de Elda y Petrer tuvieron que pleitear contra sus acreedores y el Consejo de Indias. Todavía en el año 1609 no se había solucionado el conflicto y los diputados de la ’ave ría’ pleiteaban con las universidades de Elda y Petrer, por ver sobre cuál de las dos villas se debían cargar los 29.000 reales que debía el general de los galeones Francisco Coloma tras su fallecimiento 1 22 • 120 ARV , PROTOCOLOS NOTARIALES, Gonzalo Fernánde z, núm. 4167 , 3 de octubre de 15 80; ARV, PROTOCOLOS NOTARIALES, Gonzalo Fernández , núm. 863, 5 y 7 de abril de 1586. 121 AGI , Contratación , 5579, N.67 /2/1 1 y 12. 122 AG I, Pleitos del Consejo, 1608 - 161 O; signatura: Escribanía I O 138. Todo lo concerniente a este pleito en : AGI , Co ntratación , 5579, N.672 12. 64 Cesión de la heredad de Noguera a su hermano Carlos Co loma, tercer propietario y miembro destacado de la casa condal El tercer propietatio de la heredad de Noguera fue, como vimos , CARLOS COLOMA, quien la recibió en donación de su hennano Francisco a la temprana edad de 20 años. Además de esa propiedad también le cedió el mismo hennano un huerto con una casa torre en Alicante; y de su padre recibió una pensión anual de 300 libras moneda de Valencia. Pensión que , al día siguiente de fallecer su padre, reafinnó en pagar su hennano primogénito y mayorazgo, Antonio: ’ ... acepta la obligación de pagar cada aí10 al dicho muy Ilus tre don Carlos Co/oma su hermano el legado en su favor de este codicilio, el qua! el dicho don Carlos estando presente dixo que aceptava con el agradecimiento que deve hazer ... ’123 • ¿Fue tanta la activ idad de Carlos, el nuevo propietario de Noguera, como había sido la de sus antecesores? Más, si cabe. Carlos Coloma es sin lugar a dudas el miembro más destacado de la casa conda l de Eld a, y una de las personalidades más prestigiosas de lamo narquía hispánic a de los siglos XVI y XVII: no en vano, está considerado un emblemático general de los Tercios de Flandes y un prestigioso diplo mático . Además destacó por su talla intelectual. Su obra más importante Las guerras de los Estados Bajos está calificada corno una de las mejores crónicas militares y políticas de la época; se publicó por vez primera en Cambray, en 1622 y la última en el año 201 O por el Ministerio de Defensa (Cortijo, 2010). Además no debernos olvidar su traducción del clásico lati no Los Anales de Callo Cornelio Tacita (l ª edición: Dovay, 1629), una de las más empleadas incluso en la actualidad 124 • Nació en Alicante en 1566 y fue bautizado en la iglesia de Santa María el día 5 de febrero 125 , cuando su padre, alcaide del castillo de Santa Bárbara ’3 ACE, Docs. 225-227. 124 Otras de sus obra s son: Rela ción del socorro de Bruja s ( 1’ edición: Madrid 1880); Memorias d e Guerra 1634-1635, inédito; Verdadera re la ción de una carla Embiada por el seiior don Carlos Colona al sei’10r cardenal Albornoz,[. . .} Con!iene lo que los Espaiio/es han hecho en Valencia del Po, ( 1’ edic ión: Barcelona 1635). Es autor de los memorandos: Discurso de don Carlos Coloma de la.forma en que debería hacer la guerra a los holandeses, escrito en 1620 y depo sitado en la British Library , Add. 14005 ,63 F. Discurso en que se repr esenta cu anto conviene a la monarquía Espai’wla, la conservac ión del estado de Milán y lo que necesita para su defensa y mayor seguridad, escrito en 1626, Bib lioteca Naciona l, MS 2363. 125 Sus padrinos fueron Juan de Moncayo ,por/anveus de gobe rnador genera l del reino, Orihuela y de Xixona y la lim a. Sra. Doiia Is abel de Rocafull , mujer del Magnífico Melchor F ernánde z de Mesa. En: Libro Primero de Bauti smos de la Iglesia de Santa María de Alicant e, f. 71; public a do por Llorente y Lannas , 187 4: 133. Información gentileza de Enrique M ira-Perceval. 65 de la misma ciudad, compaginaba largas estancias en aquella fortaleza junto con su residencia del Vinalopó. Muy tempranamente fue llevado al castillo de Elda, donde se crió y fue amamantado por una nodriza. Es por ello que los eldenses de la época lo consideraban natural de Elda, aunque hubiera nacido en Alicante (Guill, 2009). Al cumplir los cuatro años, en 1570, marchó con sus padres, dos hermanos y tres hermanas a Cerdeña, donde el padre desem peñó el importante cargo de virrey. Cuatro años después, en 1574, ante los crecientes rumores de un posible ataque de la armada turca a la isla, la madre y los niños se refugiaron en Génova 126 , trasladándose posterionnente a su castillo-palacio de Elda. En 1576 ya existe constancia documental de la presencia de Isabel de Saa actuando de gobernadora del señorío en ausencia de su marido (Segura y Poveda, 1999:44) . Ese mismo año, al igual que hicieran sus hennanos Francisco y Blan ca, Carlos Coloma fue padrino en dos bautizos en la iglesia de SantaAna 127 : ’A 21 de dicho mes [Junio] bautice yo mosén Gil a María hija de Bernizo, comp[adres ] don Carlos Colomay Marianna Vergara’ ’A 4 de octubre bautice yo mosén Gil a Juan Fran[ cis ]co hijo de Juan de Olivares comp[padres] don Carlos Coloma y doña Isa bel Coloma.’ Un año después, en 1577 , Juan Coloma dimitió de su cargo y regresó al señorío 1 2 8 , para luego marchar a la Corte, donde Felipe II le concedió el título de I conde de Elda. Su estancia allí debió de ser aprovechada por Juan Colo ma para dejar a su hijo Carlos como menino (paje) en la casa de la reina Ana, última esposa del rey, 129 junto con su hennana María que era dama. Fallecida la reina en octubre de 1580, y desecha su casa, al año siguiente, Carlos, con tan sólo catorce años, comenzó su carrera militar participando en la campaña 12 6 Sus hennano s Juan y Antonio estaban sirv iendo en el ejérc ito y Alonso y Luis estudiando en Salamanca , por ell o parece más que evidente que uno de los tres niños que estaban en Gé nova era Carlos Co loma. Más complicado es saber quiénes eran las niñas. 127 APSAE, Quinque Libri: 1577-1595 (Aunqu e está así catalogado en e l lomo, contiene infor mación desde el afio 1572). Anotación correspondiente al año 1576. Información cortesía de Emilio Gisbert Pérez . 128 Juan Coloma al concluir su virreinato paró en el monasterio de Orito, en Monforte del Cid, para dar las gracias por el buen viaje. Gonzá lez Hernández, M. A. 2004 : ’Preparados para la rebelión. Desarme de moriscos en Elda en el afio 1563’. Revista Albomda , pp. 206. Ayun tamiento de Eld a. · 12 9 British Libra1y, Add. Ms. 28.708, ff. 266-27 1 v: ’Pap el que dexó escrito Don Carlos Coloma de los Consejos de Estado y Guerra de Su Mag[estad] de sus servicios, y de las honras y mer cedes que por ellos reciuió de los Señores Reyes Phelipe 2°. 3° y 4 ’’. Debió dejarlo su padre a su regreso de Cerdefia pues ni Ca rlos ni María aparecen en la lista de los componentes de la casa de la reina Ana en 1572 (Martínez Millán, 2000: 159-184). Además la reina Ana era hija de la emperatriz María de Austria , he1111ana de Felipe II, de la que Isabel de Saa fue dama y con la que el matrimonio Coloma estaba muy bien relacionado . 66 de Portugal 13°. En marzo de 1584 pasaba a sentar plaza en las galeras de Sici lia cobrando cinco escudos de entretenimiento 131 ; escuadra en la que ya ser vía su hermano Francisco. Con esas galeras estuvo desde 1586 a 1587 bajo las órdenes del conde de Santa Gadea, general de las galeras de España, en sus acciones contra los corsarios ingleses 132 • En 1588 se fue a Flandes, don de comenzó una carrera militar meteórica. Fue capitán de caballería ( 15921597) y maestre de campo (1597-1600). En 1597 se le concedió el hábito de Santiago, no sin cierta controversia por la ascendencia judía de su bisabuela materna . En esta Orden fue comendador de Montiel y La Osa en 1621. Tras este periplo estrictamente militar ostentó cargos administrativos, como el de gobernador de Perpiñán y lugarteniente de capitán general en los condados de Rosellón, Cerdaña y Puigcerda ( 1600-1611 ), virrey de Mallor ca (1611-1617), gobernador de Cambray y capitán general del Cambresado ( 1617-1629) y miembro del Consejo de Guerra de Flandes ( 1617). Fue nom brado en dos ocasiones embajador extraordinario en Inglaterra ( 1622-1624 y 1630-1631 ). En su última embajada firmó la paz anglo-española de 1631. Entre ambas fue capitán general de la caballería ligera de Milán ( 1626-1627). Ya al final de su carrera fue maestre de campo general del ejército de Flandes (1631-1635) y maestre de campo general del ejército de Lombardía y caste1 lano del castillo de Milán (1635-1636). Con este último cargo tuvo su más exitosa campaña al derrotar a los ejércitos coaligados de Francia, Sabaya y Parrna, que habían puesto sitio a la ciudad italiana de Valenza del Po. Este triunfo fue recordado por Felipe IV con un cuadro que colgó en el salón de los reinos del palacio del Buen Retiro, hoy desaparecido, en el que estaba la imagen de Carlos Coloma. Tras ello fue llamado a la corte donde ostentó los cargos de miembro del Consejo de Guerra (1636); gentil hombre de cámara y mayordomo de su majestad Felipe IV y del cardenal- infante ( 1637) y miem bro del Consejo de la Junta de Defensa (163 7). Falleció en Madrid en 163 7 a una avanzada edad 133 (Figura 12). 130 Según el mismo esc ribió en un memorial al rey (Llorente , 1874 : 7). Su herm ano Ant on io Co lom a también estaba en esa campai ia en las galeras de Nápoles. Cabe la posibilidad de que fueran juntos. O dada su edad acompañando a algún noble. Para la familia Coloma era un a campa ña cargada de simboli smos pues era la tierra de su madre Isa bel de Saa. i)i AHS, Papeles de Estado , Sicilia , Legajo 1152 . Carta de Felipe II al virr ey de Sicilia conce diendo a Carlos Co loma plaza en las galeras de Sicilia y cinco escudos de entretenimiento al m es. Lisboa último de marzo de 1584 . I), En su título de concesión como castellano de Cambrai se dice: ’· .. lo bien que aveis se rvido de treynta y se is a110s a esta parte, los cinco primeros en las galeras de Sicilia habiéndose hallado en algunas jornadas de levante y en los reencuentros que tubo el adelantado de Castilla con ingleses ... ’. El adelantado de Castilla fue el conde de Santa Gadea general de la s galeras de Espa ña desde 1584 a 15 97. Estar ía en una de las seis galeras sicilianas que se unieron a la armada de Portugal, a 17 galeras del conde y que bajo las órdenes del marqués de Santa Cruz re pelieron el ataque inglés de 1587 a Cascais y Lisboa. 133 Una biografía de Carlos Co loma en: Turner, 1950; Gu ill, 2007. 67 Figura 12.-Carlos Co loma. Grabado de Paulus Pontiu s ’leo nes prin cipum virorum ab Antonio Van D yc k’, Amb eres 1636. (Fuente: Biblioteca Nacional d e Espafia). Entre tanto movimiento por el mundo, ¿Qué papel tendría la heredad de Noguera en la vida de Carlos Coloma ? Sabemos por la documentación que Carlos Coloma se encontraba en el año de 1586 en el condado de Elda. Es muy probable incluso que ya un año antes , junto con su hermano Francisco , pues ambos servían en las galeras de Sicilia y es lógico que regresaran juntos al condado para ajustar cuestiones relativas a la herencia de su madre (que había fallecido en 1583) y visitar a su padre , el anciano I conde de Elda. Precisamente , ambos her manos estaban presentes el 9 de octubre de 1586 cuando falleció su padre en el castillo-palacio de Elda. Al día siguiente del óbito se leyó su testa mento en el palacio condal ante ellos y los testigos. A los tres días , el 12 de octubre , Francisco tomó posesión del condado en nombre de su hermano Antonio 1 34 • Carlos Coloma siguió residiendo una temporada más en las tierras del Vi nalopó. Durante esa estancia asistió a una boda de moriscos como padrino , el 27 de septiembre de 1587 , en la iglesia de Santa Ana de Elda, junto con otro 134 Segura y Po veda , 1999: 50. 68 de sus hermanos, el religioso Diego, que se encontraría en la villa cabeza del condado (Amat, 2004: 69). Los hijos de Juan Coloma siempre se sintieron muy vinculados al condado de Elda al que consideraban su lugar solariego y al que realizaban visitas cuando la ocasión lo permitía. Tal es el caso también de Alonso Coloma, quien durante su época de obispo de Cartagena lo visitó varias veces (Guill, 2010). Tras aproximadamente tres años en el condado, Carlos Coloma se mar chó a Flandes a servir en su ejército. Allí se casó, en 1597, con Margarita de Grave o Liedekerke con quien tuvo trece hijos. Era la hija menor, nacida en Nulle -Flandes-, de los condes de Mezen y de Riell, Antonio de Gavre, señor de Liedekerke, y Louise de la Bane. Los trece hijos de Carlos Coloma y Margarita Liedekerke Antonio Coloma Liedekerke (Perpiñán 1601-Wefel 1621 ). Fue capitán de lanzas, caballero del hábito de Santiago y gentilhombre de cámara del ar ch iduque Alberto. Murió de enfermedad durante el sitio de Juliers (Países Bajos), en el campamento de Wefel, en diciembre de 1621 135 . Jerónima Coloma Liedekerke (Perpiñán ¿ ?-¿ ?). Religiosa de la Orden de Santiago en el Real Convento de Santa Fe en Toledo, pruebas presentadas en 1619 136 . Juana Coloma Liedekerke (Perpiñán ¿ ?-¿?).Religiosa de la Orden de Santiago en el Real Convento de Santa Fe en Toledo, pruebas presentadas en 1619 137 . Luisa Coloma Liedekerke (Mallorca ¿ ?-¿ ?). Corno sus hermanas, también presentó las pruebas para ingresar como religiosa en el Convento Santa Fe de Toledo de la Orden de Santiago en 16191 38 . Pero, finalmente, se casó en los Países Bajos con José Manrique de Luyando, caballero del hábito de Santiago , coronel de infantería alemana 139 , y maestre de cam po1-1o_ Más adelante retomaremos su historia, como heredera del título de marquesa de Noguera. rn Azevedo, c. 1777: 12; Turner , 1950: 337-344. u1, Azevedo, c. 1777: 12 ; Turner, 1950: 337-344. Colección Luis de Sa lazar y Castro, Real Aca demia de la Historia: Tabla genea lógica de la familia Coloma. Empieza en Carlos Coloma , termina con su nieto Carlos Bricefio Coloma, 1 marqués de Villanueva de las Torres. D-46 , f’ 114. Los f’ 114 v. a 120. iJ, lbíd. 138 AHN /1.1.12.2.4 //OM-Religiosas de Santiago , Exp. 149. Expediente de pruebas de Blanca, Jerónima , Juana y Luisa Coloma de Liquerque de Saa y de la Barra , naturales de Mallorca , Perpifián, Perpifián y Mallorca , re spect iva mente , para el ingreso como re ligio sas en el Con ve nto Santa Fe de Toledo de la Orden de Santiago. Afio 1619. 139 Azevedo, c. 1777: 12; Turner, 1950: 337-344. 140 Según consta en el testamento del primer marqués de Noguera: ARV , MANAMENTS Y EMPARES, afio 1687 , Libro 2 , mano 19 , fol. 23-34v. 69 Blanca Coloma Liedekerke (Mallorca¿?-¿?). Presentó las pruebas para in gresar como religiosa en el Convento Santa Fe de Toledo de la Orden de Santiago en 1619 . Fue dama de la Infanta Isabel Clara Eugenia. Al igual que Luisa, terminó casándose en primeras nupcias, a finales de 1632, con don Jerónimo Briceño de Monroy y Bazán , caballero del hábito de San tiago y capitán de caballos en Flandes. Enviudó en 1638 tras fallecer su marido ahogado mientras se bañaba en un río de Flandes (Cevallos, 1880: 192) . Seguidamente se casó con Diego de Luyando, señor de las casas de Luyando y Sopelana, caballero de Calatrava y gentil hombre de boca del rey. De su primer matrimonio tuvo un hijo : Carlos Briceño Coloma, primer marqués de Villanueva de las Torres , concedido por Carlos II el 24 de julio de 1687. Maestre de campo de un Tercio de Lombardía , se casó en 1672 con María Ronquillo, dama de la corte, con la que no tuvo descendencia. Pero el marqués tuvo una hija ilegítima: Catalina María Margarita Briceño Coloma , que fue monja en el convento de la Purísima Concepción de Almería 141 • Carlos Ignacio Coloma Liedekerke, I marqués del Espinar (¿ ?-Barce lona, 1652) . Se le hizo merced a su padre , Carlos Coloma, del título de marqués del Espinar para su hijo el 16 de septiembre de 1627. Fue caba llero del hábito de Santiago , comendador de Montiel y de la Osa. Sirvió en Flandes y presentó una relación de sus servicios militares el 30 de enero de 1639 142 • Se casó en 1638 con María Polonia Vélez de Medra na, señora de Iguzquiza, en Navarra, quien falleció en Agreda en 1643 ó 1648. En 1643 , al principio de la Guerra de Restauración portuguesa , era maestre de campo del ’Tercio del marqués de Espinar’ del ejército de Extremadura 143 • En 1648 pasó a ser gentil hombre de cámara y capitán de la guardia de Juan José de Austria , en cuya annada se embarcó 144 • Se casó en segundas nupcias con doña Ángela María Fernández de Córdova 141 Aze vedo , c . 1777: 12 ; Turner , 1950: 337 -344. Colecc ión Luis de Salazar y Castro, Real Aca demia de la Historia: Tabla genealógica de la familia Coloma. Empieza en Carlos Coloma , termina con su nieto Carlos Briceño Coloma , I marqués de Villanue va de las Torres. D-46 , f’ 114. Los f’ 114 v. a 120. 142 AGS -GYM, SMI , 00094, 09. Concuerda con la relacion que se ha sacado de los papeles origina les que el Marq[ue ]s presento en la s[ecreta]ria de estado de la negociacion de Flan[de]s en M[adri]d a 16 de hen[ero] 1640-Firma ms. -An. ms. ’Marques de Espinar ’. Olim: S. M. 94 -9 143 Según un extracto de relación de la infantería que había en el ejército de Extremadura, mues tra tomada el mes de mayo de 1643. Estébanez Calderón, 1885: 302. 144 14 de noviembre de 1648: Carta de Juan José de Austria a Luis Méndez de Haro, en que, entre otros asuntos , comenta que ha nombrado a Juan Aznares de Sada , I conde de Javier , por capitán interino de su guarda mientras llega el capitán efectivo: Carlos Ignacio Coloma y Liedekerke , I marqués del Espinar; y otros asuntos. Colección Luis Salazar y Castro , ori ginal A-103 , f’ 73 a 75. 70 y Quesada, a la que dejó por heredera 145 • Falleció en 1652 en el asedio de Barcelona durante la guerra de Cataluña14 6 • No tuvo descendencia , y el título fue reclamado por su cuñado José Manrique de Luyando, marido de Luisa Coloma Liedekerke. Como anécdota reseñamo s que en la colección de Salazar y Castro se relata un hecho curioso : El día 25 de agosto de 1659 una señora llama da Manuela Margarita se casó con Jacinto de Cas tro. Haciéndose llamar Margarita Coloma, dijo ser hija de Carlos Ignacio Co lom a Liedekerke y de Ángela María Femández de Córdova , por lo que p idi ó el titulo d e marqu esa del Espinar , por ser de su padre , quien , decía , la declaró por su hij a legítima en el te stamento que pasó en 1650 en Ma drid , ante Francisco de Cartage na. Ángela María Fernández de Córdova alegó que no era su hija, sino de padres no conocido s, y presentó la fe de bautismo en San Ginés de Madrid en 12 de enero de 1642 , llamándola María Margarita. Añadió que era la mism a persona que cuando se casó dio otros padre s y nombre diciendo llamarse doña (¿ ?) de Cardona, hija de don Carlos de Cardon a y de doña María de Medrano y Mendoza. Án gela María negó que fuese su hija y dijo que la sacó de la inclus a 147 • Ya en e l año 1846, el nieto del pintor Francisco de Goya, Mariano Goya, se hizo llamar marqu és del Espinar. Para acceder a l título tramó una falsa histo ria , intentando enlaza r su asce ndencia con esos tales Margarita Coloma y Jacinto de Castro (J unquera, 2003: 360). En l a ac tualidad , el título está vacante y ha revertido a la corona 148 • Joseph Coloma Liedekerke (¿?-Toledo 1659). Capellán Mayor de la capilla de los Reyes Viejos de Cast illa en la catedral de Toledo y canónigo en ella. Era caballero del h ábito d e Alcántara. En 1651 , su sobrino Carlos Briceño y Co loma pedía permiso para entrar y criarse en Es pañ a bajo su curaduría 149 • Murió en Toledo en 1659 150 • Debió de tener un hijo il egitimo con María Femández , llamado Carlos Fra ncisco Coloma (Tole do , 1648-¿ ?), quien pasó a las Indias como criado de su tío el I marqués de Noguera 151 • 145 Alg una s noticia s de la fam ilia de Co loma, marqueses de Espinar. Colecc ió n Sa laza r y Castro [Manuscrito] Real Acade111ia de la Hi storia , Signatura: 33,f’ 39 v. 146 Azeve do, c . 1777: 12; Turner , 1950 : 337 -34 4. Co lecc ión Luis de Salazar y Castro, Rea l Aca dem ia de la Hi storia: Tabla ge nea lógica de la fam ilia Co lo111a. Empi eza en Ca rlos Coloma, ter111ina con su ni eto Car los B rice iio Co loma, 1 marqu és de Vill anu eva de las Torres. 0-46 , f’ 114. Los f’ 114 v. a 120. 147 A lg una s noticias de la familia de Coloma , m arqu eses de Espinar. Colección Salazar y Castro [ Manuscrito] Real Acade111i a de la Hi storia , Signatura: 33, f. 39 v. 14 8 Co lecc ión Luis de Salaza r y Castro , Real Academ ia de la Hi storia: Tabla genea lógica de la fa milia Coloma. Emp ieza en Ca rlos Co lo m a, termina con su nieto Carlos Brice110 Coloma , 1 marqués de Vill anu eva de las Torres . D-46 , ff. 114v. a 12 0. 149 AGM, Libro 45, f. 87. 150 Azevedo, c. 1777: 12; Turner , 1950: 337 -34 4. 151 AG I, Contratación , 5434 , N. 1, R.56. 71 Antonio Coloma Liedekerke, I MARQUÉS DE NOGUERA. (Cambrai ¿? -Madrid , 1678) . Su biografía la desarrollaremos más adelante. María Coloma Liedekerke (¿ ? -Santo Domingo, isla de La Española , 1645) . Dama de la Infanta Isabel Clara Eugenia . Se casó con don Nico lás de Velasco Altamirano (México, 1603-Santo Domingo, 1648), nie to del virrey de México y Perú 152 • Nicolás era hijo de la I condesa de Santiago de Calima ya . Caballero de la Orden de Santiago en 1613. En 1628 el rey le dio licencia para pasar a la península durante cuatro años, siendo capitán de caballos de las milicias españolas de los estados de Flandes ese mismo año. En 1633 ya se encontraba en Nueva España, sin María Coloma , su mujer , donde fue castellano de la fortaleza de San Juan de Ulúa , Veracruz , desde 1640 a 1644 . Fue nombrado capitán ge neral de la isla La Española y presidente de la Real Audiencia de Santo Domingo , el 31 de diciembre de 1643 . María Coloma se marchó a Santo Domingo para reunirse con su esposo al año siguiente , y testó en Santo Domingo en 1645 posible fecha de su fallecimiento . Su marido murió en La Española el 31 de diciembre de 1648. No tuvieron descendencia ; aunque don Nicolás tuvo un hijo ilegitimo con doña María de San Diego de Vivero (Tejera , 1941; Aguirre, 1995: 52 , 55) . Margarita Coloma Liedekerke (¿ ?-¿?) .Dama de la infanta -archiduquesa . Concertado su matrimonio con don Juan Vázquez Coronado, que llegó a ser primer vizconde de Monterubio y caballero del hábito de Calatrava, prefería hacerse religiosa, pero debido al disgusto de su familia al final se casó con éste . Falleció en Milán en 1648 en olor de santidad , cuando su marido ejercía el cargo de castellano ; en la iglesia de Santa Pelagia de esa ciudad se conservaban dos reliquias suyas 15 3 • Murió sin hijos (Salazar y Castro , 1697: 687). Isabel Coloma Liedekerke (¿ ?-¿?).Dama de la archiduquesa . Casada con don Luis de Peralta y Cárdenas, segundo vizconde de Ambite, caballero del hábito de Alcántara , gentil hombre de cámara de Felipe IV , em bajador en Inglaterra y veedor general del ejército de Cataluña. Isabel falleció sin descendencia 1 54 • Francisco Alberto Coloma Liedekerke: (Cambrai, 1619-¿ ?). A los 16 años estuvo junto a su padre en la defensa de Valenza del Po (Italia) en 1635 15 5 • 152 A zeve do , c. 1777: 12 . Colección L uis de Sa lazar y Castro , Rea l Academ ia de la Hi stor ia: Tabla genealógica de la familia Co loma. Empieza en Carlo s Coloma , te rmina con su nieto Carlos Br iceño Coloma , I marq ués de Villanue va d e las Torres . 0 -46 , ff. 114 a 120 . 153 Azev edo, c. 1777: 12; Turner , 1950: 337 -344; Via llon , 1998 : 135. 154 Aze vedo , c. 1777 , p. 12. Colección Luis de Sa lazar y Castro , Rea l Acad emia de la Histor ia : Tabla genealógica de la familia Co loma. Empieza en Carlos Coloma , termina con su nieto Carlos Briceño Coloma, I marqués de Villanue va de las Torres. 0-46 , ff. 114 v. a 120. 155 Coloma , Carlos : Memoria s de g uerra. Inéditas. 72 Muerto su padre, marchó a Flandes, donde llegó a l puerto d e Dunquerque e n el in vierno de 1637. Tras la muerte de su cuñado Jerónimo Briceño, ahogado en 1638, se le traspasó su compañía de caballos (Cevallos, 1880: 192) , de la que fue capitán desde 1638 hasta 1646 /49, en que su compañía pasó al capitán Joseph Manrique. Promocionó hasta mae stre de campo . Murió sin descendencia 156 . Ana Coloma , murió siendo niña 15 7 . E l hogar formado por Carlos y Margarita fue itinerante, pero se sintieron muy identificados con Flandes , a la que Carlos consideraba su escuela, lo que le s llevó a establecer su casa en Cambray. Pese a ello se sentía ligado a la tie rra d e sus antepasados, como demostró cuando durante su primera embajada en Londres propuso casar a su hijo Carlos Ignacio Coloma, I marqués del Es pinar , con su sobrina nieta, algo que al final no se llevó a cabo: ’ .. . mucho me ha pesado fa muerte de mi señora la co ndesa de E/da [doña Ju ana Enríquez su cuñada y madre del entonces conde de Elda] no sé si vendrá acá su nieta [sobr ina nieta d e Carlos], que es menina y ha rto lind a mu cha cha ; no m e pesara porque a.falta de otro marid o más rico, a su tiempo le podríamos dar a mi hijo Car los, para que en cualqui er accident e que pueda suceder no salga la casa de E/da de los Coloma, que a.falta de un hijo que tiene el c onde, mi sobri no, y otro del de Cant illana, es esta niña heredera de ambas casas, que toda vía valen un pedazo de pan; mire v .s. si l e hablo con flaneza ’ 158 • Carlos Coloma , en realidad , fue un nobl e que no tuvo señor íos ni grand es po ses iones. Es por ell o que se vio obligado a viv ir del serv icio al rey hasta e l final de sus días . Estos aprietos económicos pudieron ser los que le moti varan a querer vender la heredad de Noguera en el año 1605. Además en esa fecha ya con total libertad , pu es en enero de 160 l había fallecido su hermano Francisco , que , como recordar emo s, le habí a donado la Noguera con derecho a revocar esta donación si Carlos le era ingrato o moría antes que él, lo cual no sucedió. Así, en una carta personal a su amigo Diego de Iba1Ta 159 , escrita e n Perpiñán el 30 de agosto de 1605 , le comunicaba: ’Co n todo esto he en viado vender una casilla en Elda , que me d ej o mi herma no don Francis co, q[ue] me darán seis mil reales .. . ’. 156 Azeve do, c. 1777, p. 12; Turner , 1950, pp. 337 -344. 157 Azeve do, c. 177 7, p. 12 . 158 Llor ent e, 1874: 139 , Don Carlos Colo111a, historiado,; militar y político. Discurso leído ante l a Acade mia de la Hi storia en la r ecepc ión pública del Excmo. Sr. D. Alejandro Llor ent e el d ía 21 de junio de 187 4. Co ntestación del marqué s de Mo lins. 159 Co nse jero de Estado con e l con de-duqu e de Oli vares. 73 Gracias a este documento sabemos que la heredad de Noguera fue pro piedad suya al menos durante 19 años, entre 1586 y 1605 . Aunque de nuevo se indique que la casa está en Elda no hay ninguna duda de que se refiere a la Noguera de Petrer , pues como apuntamos en su momento ya en la donación de 1586 se decía -erróneamente -que la heredad estaba ’en lo t erme de la V ª de Elda ’. También , gracias a esta carta, conocemos su valor económico aproximado, estimado entre 575 y 450 libras valencianas (dependiendo si se refería a reales castellanos o valencianos) 160 • Pero ... ¿vendió finalmente la casa ? La documentación recuperada nos informa de que , en una fecha toda vía no determinada , pasó de nuevo a la casa condal , pues en 1669 pertenecía a su heredero , el IV conde de Elda, Juan André s Coloma. Sea como fuere, y a pesar de que Carlos Coloma no debió de pasar mucho tiempo en la Noguera , por lo ajetreada que fue su vida, un hecho import ante es que esta heredad fue la base para que a un hijo suyo , Antonio Coloma Liedekerke, se le concediese el título de marqués de Noguera en 1670. Del reintegro de la heredad a la casa condal de Elda A la heredad de Noguera le perdemos la pista a partir del año 1605 , cuan do Carlos Coloma manifestó: ’Con todo esto h e enviado vender una casilla en Elda, que me dejo mi herm ano don Francisco, q[ ue] me darán se is mil real es ... ’161 ; pista que no volveremos a recuperar hasta el año de 1669 . En ese período tuvieron lugar dos importantes acontecimientos en el con dado de Elda: la expulsión de los moriscos en 1609 y la repoblación con cris tianos a partir de 1611 . Ambos hec hos han sido estudiados en profundidad, incidiendo tanto en las consecuencias que el cambio poblacional tendría en la dinámica territorial , como , a largo plazo, en las arcas de los condes que se sucedieron al frente de la casa condal: Antonio Coloma, II conde de Elda (1586-1619) , Juan Coloma, III conde (1619-1638) y Juan Andrés Coloma , IV conde (1638-1694). Fue durante la señoría de uno de ellos cuando la heredad de Noguera se reintegró a la casa condal. A falta de documentación al respecto , conside- 160 ACE , Doc. 944. En la carta no especifica si se trata de r eales caste llanos o re ales v alenciano s. La carta se la dirig e a su amigo Diego de !barra , con sejero d e Estado con el conde -duque de Olivares , por lo qu e podría referirse a reales caste llanos. Para la s equi vale n c ia s utili zamo s e l est udio de Ventura, 1992: 504. Las equi valencia s vige ntes hasta el año d e 16 14 serían: 1 r e al caste llano=23 din ero s v alenc ianos. Por lo que 6.000 reales castellano s= 138.000 dineros va le nci anos . Por una parte , si 12 din ero s= 1 sueldo; 138.000 dineros = 11.500 sueldos. Final ment e, si I libra =20 su eldo s; 11.500 sueldos=575 libras vale nci anas. Por otra paiie, el real va le nciano era 5 dinero s meno s que el cas te ll ano, por lo t anto I re al va le nciano = 18 dinero s va lenci ano s. De a hí qu e 6.000 reales vale nciano s serían 450 libras va le nc iana s. 16 1 ACE, Doc. 944. 74 ramos bastante probable que, ante su intención de vender la propiedad por parte de Carlos Coloma, fuera el II conde de Elda , Antonio Coloma, quien pudi era habérsela comprado en un momento anterior a que se produjera la expulsión de los moriscos . Momento a partir del cual la casa condal pasó por dificultades , ya que, como consecuencia del extrañamiento de los mo riscos , el II conde tuvo que firmar , en 1612 , una Capitulación y Concordia con los censalistas para aliviar el grande empeño del condado y de las villas de Elda y Petrer. Como consecuencia , entre los años de 1612-1619 , y de nuevo en 1621 , las rentas del conde en las villas de Eld a, Petrer y Salinas se hallaban secuestradas y arrendadas , por orden y provisión de la Real Audiencia de Valencia (Asins , 2009: 93 -95) . Por ello, en principio, nos atrevemos a descartar todo ese período para la reversión de la heredad de Noguera a la casa condal. Esa compra por parte del conde de Elda podría haberse producido en tre los años de 1605 y 1609. No obstante, entre esos años, el heredero del condado debía ir también justo de liquidez , pues dejó de pagarle durante un año a su hermano Carlos ciertas cantidades, como así relataba éste a su amigo Diego de !barra , justificando con ello la intención de venta de la heredad de Noguera: 1•, !bíd. ’Sepa Vs. q[ue} Dios puso enhorabuena el[¿ ... ?} de una car ta que manda mi herm[ano el II conde de Elda} se ha alcanzado los bencimientos y pensando yo que me tenía guardados los 1 O ducados del año pasado con otros 16 deste, por mi jornada de la cor te, y enbiándole un criado con cierto presentillo curioso de no menos de doscientos ducados de valo, ~ sin los que pudi era acre centa lle el ser cosa de su gusto, para renovar la memoria de mis esperanzas jimdadas en tan gran hermano, me ha respondido en subs tancia q[ue} piense en ponerme de otra parte, q[ue} fa mucha carga de pension es y esteri lidad de los años no le dan lugar de poderme cumplir la palabra por agora. Pero todo esto tan dorado de palabras y largas promesas q[ue} casi tragara las píldoras sin sentillas, a no averse sab ido acá por mis acreedores y dándome la batería q[ue} suelen quando ven al pobre deudor con obligación de alargar los plac;os aji,erc;a de mas no pode1 é Los cual es no gri tan por menos q [ue J por (¿ ... ?) escudos de oro ni mas de otros 1 O e n que tengo empeP’ 1ado, que en mi casa valía de cien arriba. Mire Vm. (¿ . .. ?) para esperar nada en el(¿ ... ?) que corre con todo. Con todo esto he enbiado vender una casil la en Elda que me dejo mi hermano don Francisco , q[u e} me darán seis mil reales ’162 • 75 Tal vez un poco después se ajustaran esos pagos y el II conde de Elda, An tonio Coloma, comprara a su hermano Carlos la heredad . Fuera entre 16051609 , o algún tiempo después , la Noguera revirtió a la casa condal y quedó de nuevo incluida entre los bienes libres del condado de Elda . Como ya adelantamos, Antonio Coloma, II conde , contrajo un primer matrimonio con Beatriz de Corella , con quien tuvo una hija , Francisca Isa bel, que debió de fallecer siendo niña. De su segundo matrimonio con Juana Enríquez de Mendoza nacieron una hija -Isabel- y dos hijos -Juan y Anto nio-(Segura y Poveda, 1999: 52-53). Juan , como primogénito varón, pasaría a ser , tras la muerte de su padre en 1619, el III conde de Elda , y con ello, a buen seguro , propietario de la heredad de Noguera. Aunque este extremo no podamos demostrarlo documentalmente hasta que su hijo Juan Andrés ostente la señoría. La venta de la heredad de Noguera en el año 1669 En el año de 1636, Juan Coloma , III conde , y su mujer Guiomar Femán dez -Espinosa de Saa hicieron testamento. La condesa fallecería en Elda el 26 de enero de 1638 y el conde en Valencia el día 30 de noviembre del mismo año, siendo ambos enterrados en el convento de los frailes franciscanos de E lda 163 . Habían tenido tres hijos, Juan Andrés , el primogénito , quien le suce dería como titular del condado; Carlos, que llegó a ser arcediano de Xativa (Valencia) y Cristóbal , miembro del Consejo de Estado en 1630 (Segura y Poveda, 1999: 55 , citando a Pérez Medina , 1993: 257) , quien ya no debía vivir en 1636 , pues no se le incluye en el testamento de sus padres. Y aunque no se haga referencia explícita a ella, por ese testamento reci biría Juan Andrés Coloma, el primogénito, la heredad de Noguera , como un bien libre más de la casa, no sujeto a mayorazgo , pues procederá a vendérsela a su tío Antonio en 1669. JUAN ANDRÉS COLOMA , el IV conde , sucedió a su padre cuando con taba sólo 17 años de edad. A los 13 años lo habían casado , previa dispensa papal, con Isabel Francisca Pu jades y B01ja , quien se convertiría a la muerte de su abuelo en la II condesa de Anna y señora de la baronía de Relleu. Ello llevaría al matrimonio a ocupar un alto estatus en la sociedad valenciana. De este matrimonio nacerían ocho hijos: Juan Alberto, Antonio Femando, Fer nando, Francisco , Joseph , María Manuela , Ana y Guiomar. De todos ellos, retomaremos la vida de dos. De Francisco, quien pasará a ser el V conde de Elda y IV conde Alma , al haber fallecido todos sus hermanos mayores antes que su padre; y de Joseph, que llegará a ostentar el título de marqués de No- 163 ACE , Docs. 249-250. Segura y Po veda , 19 99 : 54-56. 76 guera, como veremos. También, mucho más adelante, recuperaremos a María Manuela y a Guiomar, pues en sus descendientes seguirá la sucesión de la casa condal de Elda ya en el siglo XVIII. A la vez que de los condados de Elda y Anna, la larga vida del IV conde le permitió además disfrutar de los importantes bienes que recibió en he rencia de su madre , consistente en diversos juros y tercias en Sevilla, Cádiz y Málaga, así como de los heredados tras la muerte de Francisco Hurta do de Mendoza, conde de Castilnovo y Lodosa. Herencias que ayudarían a paliar las deudas contraídas y las dificultades económicas atravesadas en ciertos períodos (Segura y Poveda, 1999: 60-61). Precisamente, las si guientes noticias de que disponemos de la heredad de Noguera en lazarán con el destino de esas herencias, pues será a raíz de las continuas visitas al notario Antonio Herrera , en el año 1669, cuando retomaremos el hilo de la historia de dicha propiedad. Para el IV conde de Elda, ese año de 1669 fue muy activo , desde el punto de vista económico: -El día 15 de julio , Juan Andrés Coloma Pérez -Calvillo de Saa y Espino sa, conde de Elda, vecino de la ciudad de Valencia, visitaba al notario Antonio Herrera. Como heredero y donatario de doña Guiomar de Saa y Espinosa, su madre ya difunta (había fallecido en 1639), vendía a don Bernardino de Cuellar y Medrano, vecino de la villa de Madrid, un cen so de propiedad de 320.000 maravedisses de plata y de annuo reddito de 16.000 maravedisses de plata 164 • -El día 30 del mismo mes, el conde volvía a visitar al notario Herrera 165 . En esta ocasión para registrar una escritura de venta muy interesante que hace referencia a la herencia recibida por Juan Andrés Coloma, su her mano Carlos Coloma -arcediano de Xativa-, y por Antonio Fernando, el primogénito de Juan Andrés. En el documento se especifica que Juan Andrés y su hermano Carlos eran herederos legítimos de don Francisco [H]urtado de Mendoza Fernández de Espinosa, conde de Castilnovo y de Lodosa, su primo hern1ano por parte de madre , que había fallecido sin hacer testamento. La madre de este último había instituido mayorazgo y línea de descendencia en primer lugar para sus sucesores y, terminados éstos , en los sucesores de la casa de Elda. El derecho a esa herencia deri vaba de que eran nietos de Juan Fernández de Espinosa y de Guiomar de Saa , cuias fi,eron dichas e infraescriptas cassas que actualmente pos seemos quieta y pacíficamente con todos los demás bienes que quedaron por fin y muerte del dicho conde de Castilnovo y Lodosa nuestro primo, 16 ’ APP, PROTOCOLOS NOTARIALES, Antonio Herrera, núm. 17955 , 15 de ju lio de 1669. 165 APP, PROTOCOLOS NOTARIALES, Antonio Herrera, núm. 17955, 30 de julio de 1669, p. 260. 77 como consta por escritura de possession ... (en 19 de octubre de l año 1661) . Además se encontraba también presente don Antonio Femando Pujades y Borja olim Coloma, conde de Anna (etc .), hijo mayor en ese momento del conde de Elda Juan Andrés Coloma : ’ ... los tres juntos y cada uno de por s i insolidum o torgamos que vendemos . .. al noble don Pedro Fernandez del Campo y An gulo ... unas cassas principales que están situadas en la dicha villa de Madrid, en la Parrochia y convento de San Martín, ei1fi ’ente del dicho Convento , junto al convento Real de las Descalzas subiendo por San Gines arriba al dicho convento a mano derecha, con todos sus anexos y accesorios, patios, cochera, jardín, entradas y salidas . .. por el precio de 46. 000 du cados de vellón de Castilla ’. -La siguiente visita al notario Antonio Hen-era la harían el día 29 de agosto, y desde luego esta visita sería el antecedente directo de la venta de la heredad de Noguera . En ella , Antonio Femando Pujades y Borja olim Coloma, conde de Anna , y Carlos Coloma (arcediano de Xativa), hennano de su padre: ’ . .. assi en mi nombre propio como de successor que he de ser del ii1fi ’ascrito egregio conde de Elda mi padre y Don Carlos Coloma Arcidiano de la ciudad de Xativa, canónigo de la santa Metropolitana Iglesia de Valencia, de l Consejo de su Majestad y su abogado Patrimonial en la Real Audienzia de Valencia, vecinos della misma, los dos juntos y cada de por si in solidum de nuestra espontanea voluntad y cierta licencia otorgamos que damos todo nuestro poder tan cumplido qua! de derecho se requiere al egregio Don Juan Andres Coloma Perez Calvillo de Saa y Espinosa conde de Elda . .. Para que por nosotros y representando nues tras m ismas personas juntamente con su Señoría sin su señoría et insolidum pueda vender, enajenar o e mpei1ar a la persona o personas por los precio o pre cios y con los pactos y condition es que le pareciere y pudiere ajustar todos y qualesquiera bienes raizes y muebles de rechos y acciones que nos pertenezcan a nosotros o a qua/quiera de nosotros tanto en este reyno de Valencia como en los Reynos de Castilla por qua/quier titulo causa manera y razón y aquellos ceder y transportar y de dichas ventas cessiones enajenaciones empeños y transformaciones otorgar escrituras publicas ... ’ 166 • Con este poder , Juan Andrés Coloma , IV conde de Elda, tenía libertad para vender las propiedades libres que co1Tespondían a las partes de las herencias de 1 66 APP , PROTOCOLOS NOTARIALES , Antonio Herrera , núm. 17955, 29 de agosto de 1669. 78 los tres interesados: la suya propia, la de su hennano Carlos y la de su propio hijo Antonio Femando, como primogénito. Y, desde luego, inmediatamente, hizo uso del poder que le habían finnado su hennano y su hijo para poder ven der la heredad de Noguera . Precisamente, a los cuatro meses, en la siguiente visita al notario Antonio Herrera, el día 12 de diciembre de 1669. E l motivo de esta venta reviste gran interés a efectos de este estudio, pues este pequeño territorio será la base para que un tío de Juan Andrés Coloma pueda obtener un título nobiliario 16 7 • Se trata de su tío Antonio Coloma Lie dekerke, como vimos, hijo de Carlos Coloma y de Margarita Liedekerke. Y como dijimos, Carlos Coloma había sido a su vez propietario de la heredad de Noguera, al menos entre los años de 1586 y 1605 , por cesión de su her mano Francisco. El documento de la venta se conserva en el Archivo del Reino de Valencia. Lo transcribimos a continuación porque en él se recogen todos los detalles de la transacción que sentará las bases para obtener el marquesado de Noguera: ’Sepan quantos esta escritura de venta vieren, oyeren y leyeren como yo Don Juan Andres Coloma Perez Ca/villa de Saa y Espi nosa conde de E/da , Gentil hombre de la boca de su Majestad, Castellano del Castillo de la Ciudad de Alicante, vezino de esta Ciudad de Valencia, de mi espontanea voluntad y cierta licencia otorgo que vendo y por titulo de cierta y verdadera vendizion cedo y transporto al Noble Don Antonio Coloma, Cava/lera de la orden de Santiago, Comendador de Montie! y la Osa en dicha orden, gentil hombre de la Camara de su Alteza el Señor Don Juan de Austria, absente bien assi como si .fúese presente y por aquel el notario infrascrito como publica y autentica persona estipulan te y aceptante , y a los suyos, el lugar y cassas de Noguera situados en este Reyno de Valencia que lindan por una parte en el termino de mi Villa de E/da y por otra con el termino de mi Lugar de Petrel, con toda su Jurisdiccion Civil y Criminal , mero, mixto imperio y con todo su termino, regalías y derechos Dominicales de dicho Lu gar de Noguera a Señor pertenecientes co11forme asta el presente los he gosado y con todos los títulos derechos y acciones que en dichos lugar y cassas me pertenecen por precio de seis mil libras moneda de Valencia. La qua/es confiesso haver havido y resivido del dicho Don Antonio Coloma en el modo y forma que en la Carta de pago infi’aescrita se dira y declarara. Por lo qua! renuncio a la excepción de no haver otorgado la presente venta y de no ha ver contado ni rezibido el precio de ella como esta dicho y a todo 167 Posteriormente, en 14 de enero de 1698 , se reconoce que la ve nta fue hecha para ’·para obtener de su Magestad el titulo del referido Marquesado’. ACE, Doc. 551. 79 80 dolo y fi’aude y al beneficio de menosprecio doble decepcion y a qualquiera otra excepción y derecho que me competa, y por la Causa de la presente venta doy cedo y transporto al dicho Don An tonio todo lo que -aheien mas dicho Lugar y cassas por el precio arriba referido y todos mis derechos y acciones reales personales utiles y directos ordinarios extraordinarios y otros qualesquiera que me pertenezcan en dicho lugar y cassas contra qualesquier personas y sus bienes, para que de dicho Lugar y cassas derechos y acciones pueda hazer a su libre voluntad como yo hiziera antes de la presente venta instituiendole al dicho Don Antonio y a los suyos en dicho Lugar y cassas verdaderos Señores actores y pro curadores como en cossa propia constituiendoles en la possession Real y actual de ellas, para que puedan tomarla y aprehenderla por su propia autoridad y para que puedan el dicho Don Antonio Coloma y los suyos tenellas , posseellas , dallas, vendellas, enage narlas y obligarlas y hazer de ellas a su libre voluntad como mejor y mas bien le pareciere. Promettiendo según que con la presente prometto que sobre la presente venta y lo contenido en ella no moveremos pleito ni demanda alguna en juhizio ni fitera de el por ningún tiempo, ni concentire que otros los muevan o, inciten antes bien lo prohibiré siempre . Y assi mesmo prometto hazer valer y tener al dicho Don Antonio Coloma y a los suyos la presente venta el lugar y cassas en ella vendidas y mantenelles y defendelles en la possession de ellas contra qualesquiere personas que intentaren perturballes y por ello quiero ser tenido de.firme y legal evicción al dicho Don Antonio y a los suyos por razón de la presente venta y del lugar y cassas en ella vendidos y por razón de todos los daños, gravámenes, intereses y expensas que por razón dellas aconteciere suceder/es sobre los qualesquiera que el dicho Don Antonio y los suyos sean creídos con solo su Juramento , el qua! desde aora se le defiero sin que hayan de menester otra prueva alguna cuya de lación de Juramento no puedo revocar por ningún modo. Renun ciando a qualquier Ley fuero y opinión que dize que la delación del Juramento antes de prestarse se puede lícitamente revocar y que para la prestación del Juramento es necessario que las par tes estén presentes y assi mismo a las disposiciones de derecho que disponen que el comprador haya de interpellar y denunciar el casso de la evicción al vendedor. Y quiero que en qualquier casso de dicha evicción de la presente venta o de parte de lo contenido en ella sea executado por el dicho Don Antonio y los suyos o, por sus procuradores legítimos por via executiva, como esta dispuesto por derecho municipal de este Reyno. Y por cumplir y observar inviolablemente todo lo sob redicho obligo al dicho Don Antonio Coloma y a los s uyos todos mis bien es y derechos y acciones havi dos y por hav er en qualqui er parte assi en es te Re yno como en los de Castilla. La qual escritura jite hecha en Valencia a doze días del m es de Dizi embre del año Mil Seiscientos y sesenta y nueve, siendo presentes por testigos Don Pedro de Robl es y don Juan de Pere da vez inos de Vale n ci a ’ 168 . La Carta de Pago a que hace referencia se adjuntaba en el documento sigu iente: S epan quantos esta Carta de pago viere n y lei ere n, co mo yo don Juan Andres Coloma Perez Calvillo de Saa E spinosa Conde de Elda gentil hombre de la bo ca d e su Majestad, Castellano del Castillo de A licante, vezino de esta Ciudad de Valencia , de mi es pontanea voluntad y cierta lizencia otorgo por ver dad reconozco a Don Antonio Coloma cava/lera de la orden de Santiago Comen dador de Mo ntiel y La Osa en dicha orden, gentil hombre de la Camara de s u Alteza el SeFzor Don Juan d e Austria, absente bien assi como sifitesse pres ent e que yo dicho Conde de Elda h e havido y resivido realmente y de co ntado del dich o Don Antonio Coloma seys mil libras moneda de Valencia por precio de las quales con escritura de ve nta qu e passo ante el no tario infi’a escrito poco antes de la pr esente he vendido al dicho Don Antonio Coloma un lugar y cassas en dicha escritura de venta contenidas y especi ficados y por ser assi la vez Renun cio a la excepció n de no ha ve r hec ho esta Confession y de no hav er co ntado ni perzibido dicho precio y a todo s dolo y fi’aude. La qua! fi1e hec ha e n la presente ciudad de Valencia en do ze de Diziembre de Mil Seyscientos y sesenta y nueve siendo presentes por testigos los antedichos ’ 169 . Cabe destacar de es te docum ento el eleva do precio , 6.000 libras valencia na s, e n que se tasó la heredad en el año de 1669. No olvidemo s que estarnos habl ando de una casa con ennita anexa, una fuente , una bal sa y únicament e 1 ,2 h ectá reas de tierra. Recordemos que en el año 1605 Carlos Colorna es perab a recibir por ella 6.000 reales. Si se refería a reales cast ellanos equival drían a unas 5 75 libra s va lenci anas; si eran reales valencianos , esta cantidad 16 8 APP , PROTO COLOS NOTARI ALES , A ntonio Herr era, núm. 17955 , 12 de diciembre de 1 669 , p. 439 v.-444 . En AHN, ES.280 79. AHN /1 .1 .3.3 .5 // CON SE JOS , 22103, Exp. 17: Fa c ul tad para vender el territorio de Noguera (a ño 1670) y CONSE JOS, 22 109, Exp . 3: Sobre l a venta del luga r de Nog ue ra (aíio 1 69 8). 169 APP , PROTOCOLOS NOTARIALES , Antonio Herr era , núm. 17955, 12 de diciembre d e 1669, p. 439v.-444. 81 bajaba hasta las 450 libras valencianas 170 • Sin embargo, en 1669 la venta se estipuló en 6.000 libras valencianas. Como comparación, en el ténnino de Petrer en 1665 se vendieron 6,72 hectáreas en la paiiida de Puya por 130 libras 1 7 1 ; algo más tarde, en 1726, en Salinetas 8,6 hectáreas valían 650 li bras 172 ; o una heredad tan productiva como la de la Administración en la par tida de Catí se tasó en el año de 1764 por 1.675 libras -comprendía la mitad de una gran casa , un corral de ganado y cerca de 13 hectáreas de tierra, en la que al igual que en Noguera disponían de varios manantiales y al menos dos balsas de riego (Asins, 2009: 139)-. Por ello, consideramos que el elevado precio de Noguera tenía únicamente una finalidad: era un precio que las par tes no tenían intención de pagar /cobrar, pese a que se hiciera el documento de carta de pago. De hecho, esas 6.000 libras nunca llegaron a pagarse, como nos demues tran todos los documentos posteriores. Además , algunos años más tarde, su sucesor, el V conde de Elda , reconocería: ’La renta y beneficio anuo que pued e producir el lugar y terri torio de Noguera es de tan poca importancia que de ninguna suerte tiene equivalencia a las seis mil libras que de contado se han de pagar ... ’ 173 . Con esta venta, lo que si se conseguía era un término jurisdiccional con el que poder comprar el título de marqués de Noguera , como así se justificaba en el codicilo testamentario de Juan Andrés Coloma: ’ ... y territori de la Noguera, que avia pasat á son favor pera obtenir desa Magestat la mercet de dit titol de Marque s ... ’ 174 • 170 En la carta no especifica si se trata de reales castellanos o reales valencianos. Véase nota 160 para el cálculo de la cantidad en lib ras valenc ianas. 171 APM, sección P etrer , 15 de enero de 1665. 172 AMP , Libro de Hacienda de 1726, 45 /1, f. 251. 173 ACE , Doc . 551. Tran scrito en Segura y Poveda , 1999: 273. 174 ACE, Doc. 166. 82 CAPÍTULO 2 EL MARQUE,SADO DE NOGUERA DESDE SU CONCESION EN 1670 HASTA FINALES DEL SIGLO XVIII El linaje Coloma Antonio Coloma Liedekerke, I marqués de Noguera (años 1670-1678) Con ANTONIO COLOMA LIEDEKERKE se inicia el paso de la No guera a territorio de marquesado. Antonio era hijo de aquel Carlos Coloma a quien en el año 1586 su hermano Francisco le había cedido la heredad de Noguera, que como sabemos intentó vender, y cuya propiedad terminó d e nuevo -desconocemos todavía la fecha exacta- en la casa condal de Elda. Antonio era, por lo tanto, nieto del primer conde de Elda. Nació en la ciudad de Cambray, hoy Francia pero en ese momento pertene ciente a los Paíse s Bajos españoles, donde la familia tuvo fijada su residencia du rante mucho tiempo ya que su padre era gobernador y castellano de ese castillo. Era el quinto de los 13 hijos que tuvo el matrimonio fonnado por Carlos Coloma y Margarita Liedekerke. Tuvo un hennano mayor llamado como él y nacido en Perpifián en 1601 que falleció en diciembre de 1621 , durante el sitio de Juliers. Como su padre y la mayoría de sus hennanos se dedicó a la carrera militar. El 20 de julio de 1641 fue nombrado capitán de una compañía de lanzas espa ñolas en Italia. El 8 de mayo de 1646 se le pasó con el mismo cargo a una de caball ería de corazas en Milán. El 6 de mayo de 1650 se marchó a los Países Bajos españoles con el mismo cargo. El 12 de febrero de 1653 fue ascendido a coronel de un regimiento de infantería alemana alta, cobrando 150 escudos de entretenimiento. El 15 de diciembre de ese mismo afio pidió licencia para via jar a España. El 30 de mayo de 1657 regresó a los Países Bajos espafioles con el cargo de coronel de un regimiento de caballería alemana. Al afio siguiente era gentilhombre de cámara de Juan José de Austria en Bruselas (Azeveo, SD: 12). Pa11icipó en la batalla de las Dunas , 14 de junio de 1658 , también conocida como batalla de Dunkerque, donde fue hecho prisionero y tuvo que ser rescata- 83 do a su costa. El 7 de marzo de 1660 se le volvieron a conceder los 150 escudos de entretenimiento y el l de septiembre de 1660 pidió licencia para volver a España. Era caballero del hábito de Alcántara y, ya en Madrid, pidió permiso e hizo las pruebas para pasar al de Santiago 17 5 , y obtener las encomiendas de Montiel y de la Osa, que tuvieron su padre y su hermano , cuyas rentas percibía desde la muerte de éste. Todo ello se le concedió en 1662 (Azevedo, SD: 12). Durante todo este tiempo en España intentó conseguir un cargo en las Indias 176 , pidiendo el gobierno de Cuzco por sus méritos. Pero fue nombrado corregidor de la ciudad de México. Allí viajó en 1663 junto con tres criados: José de Avendaño, Pedro Ramírez de Orosa y Carlos Francisco Coloma . Como detalle señalaremos que este último, Carlos Fran cisco Coloma, se llamaba exactamente igual que el padre de Antonio Coloma Liedekerke. Según la documentación conservada , era un joven de 15 años, de tez blanca , pelo liso y castaño, y nariz con caballete; natural de Toledo, su madre era María Fernández y su padre Joseph Coloma 177 . Antonio Colo ma Liedekerke tenía un hermano llamado como el padre del criado, y que además era capellán mayor y canónigo en la catedral de Toledo, por lo tanto podría tratarse de un hijo ilegitimo de éste. Ya en la ciudad de México tomó posesión del cargo el 25 de agosto de 1664, que desempeñó hasta 1668. Se alojó en la casa-palacio de los condes de Santiago de Calimaya (actual museo de la ciudad de México), pues su cuñado fue Nico lás de Velasco Altamirano, hijo de esos condes y casado con su hennana María Coloma , ambos ya fallecidos. Durante su gobierno se restituyeron al cargo de c01Tegidor las comisiones del pulque , alhóndiga y juez de policía , que había sido entregado por el conde de Baños a otros funcionarios (Pazos, 1999). Al tenninar su cargo mexicano , Antonio Coloma volvió a Madrid . Fue en tonces cuando inició las gestiones para conseguir un título nobiliario. Justo en un período en el que se concedieron cientos de títulos por parte de la monar quía. Así, en el mes de noviembre de 1669 , el Consejo de Aragón consultó con la reina Mariana de Austria sobre la concesión a Antonio Coloma de un título de marqués en el reino de Valencia. Para ello se argumentaban los servicios que había prestado a la corona y por la calidad de su persona , además de por el pago de 6.000 reales de a ocho por parte de Coloma. La reina regente aceptó, pero dados los problemas económicos de la corona forzó a que se pidiera una canti dad mayor, por lo que los ministros negociaron y consiguieron el compromiso por parte de Antonio Coloma del pago de 8.000 reales de a ocho. Este dinero fue destinado a costear el envío de tropas a Cerdeña ante la alannante situación 175 AHN, sección Órdenes Militares, exp. 361 y exp.2016. Aprobado en el Consejo de Órdenes e l 1 7 de febrero de 1650 y en el Consejo de Órdenes el 11 de agosto de 1659. 176 Para ello presentó una hoja de servicios al Consejo de Indias por el que hemos podido re construir parte de su vida. AGI , indiferente , 119 , N. 84. 177 AGI , Contratación , 5434 , N.1 , R . 56. 84 militar que padecía aquel reino hispano (Álvarez-Ossorio, 2006: 163-164). Los gastos ocasionados por semejante desembolso forzarían al año siguiente, al ya marqués , a rogar al Consejo de Aragón a que obligara a Pedro Pomar a que le restituyera una cantidad económica que le debía 178 • La jurisdicción de un te1Titorio, sobre el que asentar el título de marqués, la consiguió con la heredad de Noguera, como acabamos de ver a cambio del acuerdo del pago de 6.000 libras valencianas a su sobrino Juan Andrés Co loma, IV conde de Elda. Cantidad que no llegó a satisfacerse. El asiento del título de marqués de Noguera se firmó en Madrid el día 16 de noviembre de 1670 , por el rey Carlos II y la reina regente doña Mariana 17 9 • A continuación, el 9 de julio de 1673 , por una Real Carta de su Majestad, dada en el Buen Retiro, se establecieron las condiciones del mayorazgo 18 0 • Pero será por un documento posterior, por el testamento del mismo Antonio Coloma Liedekerke, I marqués de Noguera, cuando tengamos constancia de que, efectivamente, no había abo nado a Juan Andrés Coloma las 6.000 libras a las que se había comprometido ante e l notario Antonio Herrera. En el testamento, redactado en Madrid el 12 de agosto de 1678 ante el notario Juan de Siles, se especifica 181 : ’asimismo en atención y recompensa de quando se me dio la jurisdicción de Noguera ofi ·ec i a el dicho Señor Conde de Elda seis mil libras moneda de Valencia de que no le he dado satisfacción’ . Este extremo será corroborado por el último codicilo de Juan Andrés Coloma: ’ ... ab atenció que no me havia satisfet, y pagat les dites sis milia lliures de moneda valenciana, que me avia offert donar per la jurisdiccio y territori de Noguera ... ’ 182 . Así como en la carta pública de transacción y concordia firmada el 14 de enero de 1698: ’con atencion a que no havia pagado al Señor Don Juan Andres Coloma, Conde de Elda, ... , seis mil libras que le devia por el pre c io del lugar, territorio y jurisdicción de Noguera que le havia ven dido con Escritura que passo ante Antonio Herrera, notario de Va lencia, en doze de Diciembre mil seiscientos sesenta y nueve, para obtener de su Magestad el titulo del referido Marquesado ’18 3 . 178 ACA , Co nsejo de Aragó n, Legajo 0916, nº 217. 179 Título de marqué s de Nog uera a favor de Antonio Coloma, original en: ACA , regis tro 174 , f. 9 de la Cámara de Aragón. Ta mbi én en AHN. 1. 1.2.2., Consejos, L. 2040, f. 129v. Copia de 1 687 en: AHN, Sección Nobleza; Fondo Fernán-Núñez, C, 212, D. 43. 180 ACE , Doc. 551. 181 ARV , MANAMEN TS Y EMPARES, año 1687, Libro 2, mano 19 , fol. 23-34v. 18 ’ ACE, Doc. 166. 183 ACE , Doc. 551. Transcrito en Segura y Poveda , 1999: 271-275. 85 Tras la concesión del título, el marqués viviría ocho años más en Madrid. A los tres años de esa concesión , se vio envuelto en un escándalo al ser apre sado en su casa por ’comunicación ilícita’. Esta expresión era una manera común en la época de definir su convivencia con una mujer con la que no estaba casado: ’El alguacil maior de este consejo dio noticia en él, de que el viernes pasado a la noche fueron unos ministros de la sala de los alcaldes a casa de D[on} Antonio Coloma marqués de Noguera, y caba llero de la orden de Santiago , y que aviendo si tiado con mucho ruido y alboroto entraron en ella, y le desaron preso con guardas por orden de la sala, haciéndole causa de que tenia una comunicación ilícita, con que el consejo proveió luego auto de prisión [ ... ] apercibiendo al reo con multas y otras penas . ’ 1 84 • El hecho estuvo envuelto en polémica al ser efectuado su arresto por or den de la sala de alcaldes de la Casa y Corte , mientras que el marqués debía ser juzgado por una jurisdicción aparte al ser miembro de una Orden, lo que conllevó la consiguiente protesta del Consejo de Órdenes a la reina madre y regente Mariana de Austria. Ésta dio la razón al Consejo advirtiendo que debía ser juzgado por la jurisdicción de éstos , a no ser que tuviera otro delito , lo que entonces daría la razón a la sala de alcaldes. El marqués no había contraído matrimonio, pero , seguramente , la mujer con quien convivía en Madrid era María Josepha Alvares . En el testamento que redactó el 12 de agosto de 1678 , cuando se encontraba ya muy enfermo, indicaba que dejaría una Memoria escrita de mano del padre fray Phelippe de la Madre de Dios , para que se cumpliese y ejecutase su contenido como si fuera parte del testamento. En esa Memoria , fechada el 19 de agosto de ese mismo año, se indica que a fray Phelippe y a don Nicolas Jacops , sus testa mentarios , se le debían dar 500 ducados de renta al año para que se los dieran durante su vida ’ a una persona ’. Más adelante se indica que esa persona era doña María Josepha Alvares , residente en esta Corte, quien debía retirarse a un convento u otro lugar escogido por su confesor para poder hacer uso de esa renta: ’ por los días de su vida de renta cada año con condición que se recoja a un convento o en parte que fuesse de satisfacción de mi confessor el padre fray Phelippe de la Madre de Dios ... ’ 185 • 18 4 Consulta del Consejo de la s Órdenes a la reina doña Mariana de Austria, sobre la prisión de Antonio Coloma , marqués de Noguera y caballero santiaguista. 19 de septiembre de 1673. Real Academi a de la Historia; Colección Luis de Salazar y Castro; I-26, f’ 173 a 174 v. 18 5 ARV, MANAME NTS Y EMPARES , año 1687 , Libro 2 , mano 19, fol. 32-34. 86 Figura 13. -Real Convento de la Paciencia de Cristo , en cu ya bóveda d ebí a se r ent errado el I m arqu és de Noguera. Fue derribado en 1837 , tras su de samorti zación. Ocupaba la ach1a plaza de Váz quez de Me lla (Mad rid). Litografía de Letre rea lizada en el sig lo XIX. (Álva rez y Baena , 1786: 158-165; Rincón García , 199 3, p. 81. Imagen: http: //www .urbani ty.es/foro /e d ificio s-e n general-mad /6203-madrid-edificios-destru ido s-17. htm l). También por su tes tamento intuimos que después de la concesión del tí tulo de marqués de Noguera no debió de pasar mucho por su propiedad en el condado de Elda , pue s ni tan siquiera encargó misas en ninguna iglesia d e E lda o Petrer ni en la ermita que había en la propiedad que dio nombre a s u marquesado , la de Santa Bárbara. Sería sepultado en la bóveda de la iglesia del Convento de la Paciencia (de la Orden de Capuchinos, Figura 13), y las 5.000 misas que encargaba por su alma debían celebrarse en 186 : 1.000 en e l Co nve nto de Nuestra Señora de Copacabana de Madrid (de Recoletos Ag ustinos) 187 , 500 misas a disposición del padre Fray Phelipe de la Madre de Dios, su confesor, otra cuarta parte en su panoquia , y el resto donde decidie ra n su s te stame ntario s. Por cuanto a nosotros nos interesa, en relación con la sucesión en el mar quesado, ya que no tu vo hijos , en el testamento indicaba que era su voluntad qu e el título de marqués de Noguera fuera para su hermana Luisa Coloma L iedekerke . Esta sucesión se basaba en el mismo Privilegio de la erección del marqu esado en el que se decía: 186 ARV , MANAMENTS Y EMPARES , ai’io 16 87, L ibro 2, m an o 19, fol. 23-34 v. 187 Se e ncont raba en e l lu gar que ocupan en la actua lidad la Bib lioteca Nac ional y el Museo Arqueo lóg ico Nac iona l. D esamorti zado en 1837 y detTib ado posteriormente. 87 te que eundem Nobilem Don Antonium Coloma et suos filias legitimas, heredes et consaguineos succesores Marchiones prodiori oppidi seu loci de Noguera facimus escritura, de las qua les se infiere que su Magestad le dio facultad de disponer del Mar quesado como jitera en sus parientes pues sin ella no parece po dría tener efecto la gracia en los herederos y succesores de sangre del Señor Don Antonio ’ 188 . Su hermana Luisa Coloma Liedekerke, heredera del marquesado de Noguera LUISA COLOMA LIEDEKERKE era la cuarte hija de Carlos Coloma y Margarita Liedekerke. Como sus hermanas, también presentó las pruebas para ingresar como religiosa en el Convento Santa Fe de Toledo de la Orden de Santiago en 1619 189 . Pero, finalmente, se casó en los Países Bajos con José Manrique de Luyando, Caballero del hábito de Santiago, coronel de infante ría alemana 190 y maestre de campo 191 • Ya viuda, pero todavía residente en los estados de Flandes, recibió por el testamento de su hermano Antonio el título de marquesa de Noguera, ade más de 12.000 ducados (132.000 reales de vellón), con la condición de que no pudiera pedir nada más de los bienes y de l a hacienda de su hermano . Antonio había incluido en ese testamento una súplica al Rey para que, en consideración a sus servicios y a los de sus antepasados, le hiciera merced de concederle que durante diez años, después de su fallecimiento, pudiera disfrutar de los frutos y rentas de la encomienda de la Osa, para que con ellos sus testamentarios pudieran cumplir su testamento y pagar las deudas que de jaba. Desconocemos si el Rey atendió su petición y también si Luisa Coloma pudo cobrar los 12.000 ducados que le dejó su hermano . Al morir Luisa, el título de marqués de Noguera debía volver a la casa condal , igualmente por voluntad testamentaria del I marqués, como dijimos: ’ ... en atención della mucha amistad que siempre hemos pro fessado y asimismo en atención y recompensa de quando se me 1 88 ACE, Doc. 551. 189 AHN/1.1.12.2.4 //OM-Religiosas de Santiago, Exp. 149. Exped ie nt e de pruebas de Blanca, Jerónima, Juana y Luisa Coloma de Liedequerque de Saa , natur ale s de Mallorca, Perpiñán , Perpiñán y Mallorca , para el ingreso como religiosas en el Convento Santa Fe de Toledo de la Orden de Santiago. Año 1619. ’9º Azevedo, c . 1777, p. 12; Turner, 1950, pp . 337-344. 191 Según consta en el testamento del primer marqués de Noguera: ARV, MANAMENTS Y EMPARES, afio 1687 , Libro 2, mano 19, fol. 23-34v. 88 dio la jurisdi cc ió n d e No guera oF eci a e l di cho S eñor Conde de Elda seis mil lib ra s mon eda de Val en cia d e qu e no l e he dado satisfacción ’1 92 • No tenemos constancia documental de que Luisa usara el título y, de he cho , cuando se dan relaciones numerales de los sucesivos marqueses de No guera, a ella no se le incluye. El maestre de campo Carlos Coloma de Noguera En este punto debemos de hacer un inciso para comentar un interesante vestigio conservado en los muros de la iglesia milanesa de Santa Maria degli Angeli o Sant ’ Angel o , perteneciente a la Orden de los Franciscanos. En ella existe una lápida sepulcral colgada de una de las paredes donde se puede leer (Figura 14a): ’ AQVI IAC E [D .] CARLOS COLOMA [~] D E NOGUERA M[AEST]RO DE CAMPO DEL 3º [TE RCIO] DE LISBOA. MURIO A 9 DE ABRIL 169 7’ . ,· / / . -;~ ¡ IAC ;- -~ . i{ . CA RLOS COLO MA ____ Dl NO GVE RA MRO DE C A MPO I DE L 3~ DE Ll SBO A MVRIO. ~ 9 DE ABR IL ’7 j Figura 14a.- Lápida se pulc ral en un a pare d d e la igl esia de S anta M ari a deg li A nge li o S ant ’ Ange l o e n Mil án. (Foto: V. Lim orti ). 192 lb íd. 89 A QYI lACE _,..__ ¡D~ CAR.LOS COL()MA MAR~ Ul:.: NOGVERA MRO DE CAM O DEL 3~ DE LISBOA MVRIO 9. DE ABRIL } -7 Figura 14b.- Propue sta de restitución de las palabra s borr ada s e n la lá pida. Lo curioso es que en la lápida fureon bonadas varias palabras: claramente, la abreviatura de ’Don’ [D.] delante de Carlos, y otra palabra detrás de Coloma, de la que se aprecia el palo de la letra ’Q’ y el pictograma para abreviar palabras. Nuestra sugerencia es que la palabra bonada es ’marqués’ (Figuras 14b y 14c). ¿Quién era este Carlos Coloma que pretendió titularse marqués de No guera? Desde luego, algún vínculo tenía con la familia de los condes de Elda. Tal vez pudiera tratarse de un hijo sin reconocer de Antonio Coloma Liede kerke , I marques de Noguera , pues lleva el nombre del padre de éste y la refe rencia a Noguera . El problema reside en que ni en la genealogía de Azevedo (Azevedo, 1777), máxima autoridad en este tema de la familia Coloma, ni en la Colección Luis de Salazar y Castro, y que también hace referencia al linaje Coloma, ni en el mismo testamento de Antonio Coloma, se nos dice que el I marqués de Noguera se hubiera casado o tenido descendencia. Más bien, al contrario , al no tener hijos el título pasaba a su hermana Luisa. Sin embargo, sí dijimos que existía un Carlos Francisco Coloma, hijo de María Femández y Joseph Coloma. Este Joseph Coloma podía ser el herma no (canónigo) de Antonio , I marqués de Noguera. Carlos Francisco pasó a las Indias como criado de su tío el I marqués de Noguera. Además , en el Archivo General de Indias se conserv a una hoja de servicios 19 3 de un tal Carlos Coloma que expone que era nieto de Carlos Coloma , pero no 193 AGI, Indiferente 129. N . 46. 90 Figura 14c.-Iglesia de Santa Maria degli Angeli i Sant ’Angelo (Milán), por Marcantonio da l Re, c. 1745. (Fuente: http://storiadirn ilano. it). dice quién era su padre. Según nos cuenta, su catTera militar comenzó e l 25 de mayo de 1669 en e l regimiento de la guardia de su majestad, concretamente en l a compañía de Carlos Briceño Coloma, su primo hermano 194 • El 22 de junio de 1669 sentó plaza ordinaria en la compañía, con seis escudos de ventaja, en consideración a los servicios de su abuelo. Prefirió dejar el servicio en la corte y pidió licencia para incorporarse a la gue1i-a como soldado de infantería, en Milán el 20 de agosto de 1672. En agosto del año siguiente fue ascendido a capitán de una compañía de infantería del Tercio de Saboya. El 8 de diciembre de 1676 pasó a ser capitán de una compañía de caballería de corazas. Con ella se embarcó para Sicilia en enero del año siguiente para participar en la gueJTa de Mesina con un sueldo de 11 O escudos al mes. El 3 de enero de 1678 fue hecho preso por el enemigo. Tras ser liberado es nombrado capitán de una compañía del Tercio de Nápoles . El 6 de septiembre de 1678 embarca para Cataluña y el 26 de enero de l año siguiente para Galicia. El 23 de febrero de 1680 embarcó en la annada de Flandes, para volverlo a hacer y regresar a Cataluña en febrero de ese año, ll egando allí el 31 marzo. Ese mismo año, el 11 de septiembre, pidió licencia para marchar a Milán y luego regresar a España para solucionar ciertos negocios. El 2 de julio de 1681 presentaba al Consejo de Indias una hoja de servicios para obtene r un puesto en las Indias. ’’ Era hijo de B lanca Coloma Liedekerke que se casó a finales de 1632 con don Jerónimo Br iceiio de Monroy y Bazán. Fue caballero del hábito de Santiago, capitán de caballería en Flandes, y marqués de Villanueva de las Torres. Falleció el 5 de julio de 1693, sin descen denc ia legitima. Tuvo una hija natural llamada Catalina María Margarita. 91 Pero sorprende que tras el fallecimiento de Antonio Coloma Liedekerke en 1678 , no hiciera ningún tipo de gestión legal para que el título de marqués pasara a su persona. Antonio Coloma, I marqués, murió en 1678 ; su hermana Luisa Coloma ya había fallecido en 1683 . Por lo tanto ese viaje a España del año 1680 bien pudiera deberse a intereses relacionados con la reclamación de la herencia del marquesado de Noguera. Con ello intentaría evitar que este título y la heredad volvieran a la casa condal de Elda , como así finalmente sucedió. Un dato interesante relacionado con el personaje que nos ocupa es el pleito mantenido para la construcción del Real Monasterio de la Encamación, Orden de Santa Clara, deAlmería (Gil, 1996). La cuestión es que, casi un siglo antes, el 24 de diciembre de 1590 , Jerónimo Briceño de Mendoza testó,junto a su es posa Micaela de la Cueva , que en caso de agotamiento de su linaje, se destinara buena parte de su renta a la fundación en Almería de un monasterio de monjas profesas de la Orden de Santa Clara. Esto oclmió el 5 de julio de 1693 cuando falleció Carlos Briceño Coloma, marqués de Villanueva de las Torres, primo hermano de Carlos Coloma y capitán de la compañía de la guardia real donde sentó plaza en 1669 y comenzó su carrera militar. Pero Carlos Briceño había tenido una hija ilegítima llamada Catalina María Margarita Briceño Coloma, que era monja en el convento de la Purísima Concepción de Almería, por lo que se produjo un pleito complicado en el que una persona llamada Carlos Coloma intervino con los poderes que le otorgó ésta. Lo interesante es que en los documentos se le nombra como: Carlos Coloma marqués de Noguera . Ello puede indicar que se encontrara en un contencioso legal con su pariente el conde de Elda que no nos ha llegado , hasta el momento, y que se saldó con la pérdida de él, como también le sucedió a su representada Catalina María Margarita Briceño Coloma. O que moralmente se sintiera here dero del primer marqués , por ser su tío, y él era, que tengamos noticia , uno de los dos únicos descendientes , aunque hijos ’ilegítimos’, de la casa,junto con la monja Catalina María Margarita Briceño Coloma. No olvidemos que de los 13 hijos que tuvieron los Coloma-Liedekerke, el primer hijo (Antonio) y la última hija (Ana) fallecieron jóvenes ; hubo dos hijas monjas (Jerónima y Juana); cin co hijos casados que no tuvieron descendencia (Luisa, Carlos Ignacio, María, Margarita e Isabel); su otra hija (Blanca) tuvo un único hijo (Carlos Briceño Coloma) que dejó una hija ilegítima (Catalina María Margarita Briceño Colo ma); y quedan Joseph -el canónigo -y Francisco y Antonio -el I marqués de Noguera- solteros y que tampoco tuvieron descendencia. Por tanto , este Carlos Coloma, nieto de Carlos Coloma y de padre des conocido, según su hoja de servicios , podía ser el mismo que aquel Carlos Francisco Coloma, hijo de María Femández y Joseph Coloma (que no podía ser otro que el canónigo) y quien bien pudiera aspirar a que se le reconociera como heredero del título de marqués de Noguera, a falta de descendientes hijos-legítimos de los 13 hijos de los Coloma-Liedekerke. 92 En 1695 era maestre de campo del Tercio de Lisboa y fallecería dos años después , el 9 de abril de 1697, en Milán. Fue enterrado en la ig lesia milanesa de Santa Maria degli Angeli o Sant’ Angel o, auto-titulándose en su sepulcro como Carlos Coloma marqués de Noguera. ¿Quién pudo borrar la referencia a ’marqués’ de su lápida sepulcral? Consideramos que debió hacerlo Joseph Co loma, IV marqués de No guera , que sabemos estuvo viviendo en Milán entre 1713 y 1716. De nuevo en la casa condal: Juan Andrés Coloma, IV conde de Elda y II marqués de Noguera (circa 1683-1694) Por el testamento redactado en 1678, el I marqués de Noguera cedía el título a su hennana Luisa, quien sabemos no tenía hijos de su matrimonio con José Manrique de Luyando. Al fallecer ésta, el título debía pasar a la casa condal de Elda, como dijimos, por no haberse pagado las 6.000 libras valen cianas que se habían pactado por el corto territor io de la Noguera. Además , porque en el asiento del título se había estipulado que se debía suceder en él por vía de mayorazgo legal, en forma regular por orden de la primogeni tura 195, siendo el conde de Elda el pariente más cercano, a l no haber tenido descendencia legítima ninguno de los doce hermanos del I marqués , y por que no prosperó , si lo hubo , el intento de Carlos Coloma de ser nombrado marqués de Noguera . Por ello , el marquesado de Noguera pasó al IV conde de Elda, Juan Andrés Coloma, quien ya había agregado en 1638 el título de conde consorte de Anna. JUAN ANDRÉS COLOMA debió de incorporar el título de marqués de Noguera a la casa condal de Elda en una fecha indeterminada entre 1678 y 1683 1 96 • En 1678 fallecía su tío Antonio, el I marqués. Por voluntad testa mentaria , Luisa debía sucederle; aunque debió de ser por un breve período de tiempo pues debió de fallecer antes de 1683. En este último año , Juan Andrés Coloma, IV conde de Elda, ya consta en los docu mentos como mar qués de Noguera 197 . Sin embargo será algo después , concretamente en 1687 , cuando tome posesión de la ’casería , término y jurisdicción del marquesado de Noguera’ 198 . El día 1 O de junio de 1687, el procurador del conde de Elda, Macia Albiñana, ante el notario de Elda Vicente Salazar , ’constituits perso nalm ent en la casería y marquesa! de Noguera, que esta entre los termes de 195 ACE, Doc. 551. 196 En esta fecha ya figura como marqués de Noguera. AGS , Contaduría de Mercedes, legajo II36 , f. 36. 197 AC E, Docs. 67-68. 198 A RV, MANAMENTS Y EMPARES, afio 1687, num . 1673 , libro 3, mano 25 , folio 2 8-33; ACE , Doc. 554. 93 dita vila de Elda y la de Petrer ’, acompañados por Pere Giner de Gracián, gobernador del condado de Elda, en nombre de procurador especial del Muy Ilustre Señor don Joan Andreu Coloma Perez Calvillo de Saa y Espinosa (Se ñor de las villas de Elda y Petrer y del lugar de Salinas; Señor de los lugares de Malón, Maloncillo y Albeta ; gentil hombre de la cámara de su majestad y alcaide del castillo de la ciudad de Alicante) se reunieron con el objetivo: ’ ... de pendre en dit nom la posessio verdadera real y actual de la dita Caseria de Noguera terme y juridisccio y del tito! de Marquesa! constituhit sobre dita caseria aixi en virtut del ultim y darrer testament Jet per lo dit Señor Mestre de Campo don Antonio Coloma, Marques de Noguera , rebut per Joan Siles en 12 de agost de 1678 ’. Tras esa introducción, se pide que se traduzca al castellano, y se continúa ale gando los motivos que tenía el IV conde a suceder en el marquesado de Noguera: ’en el qua! después los días de la Señora doña Luisa Coloma , sustituyó en la sucesión del dicho marquesado el dicho muy ilustre señor conde de Elda como también por el crédito de seis mil li bras moneda del presente Reyno que dicho muy ilustre señor tiene contra los bienes , derechos y acciones y contra el valor de dicho Marquesado que jiteron del dicho don Antonio Coloma, Marques de Noguera, por razón del precio de la venta de la dicha Casería termino y jurisdicción de Noguera que hizo el dicho ilustre Señor Conde Elda al dicho don Antonio Coloma , y asimismo por la su cession legal o por otro qualesquier titulo, causa o razón además de los arriba expresados por los quales conforme derecho pueda y deva suceder el dicho muy ilustre señor conde de Elda en dicho Marquesado ... ’199 • En ese momento vivía en la heredad o , ya en palabras de la época, casería de Noguera , Juan Luis Crespo, a quien Pedro Giner de Gracián mandó salir y tomó las llaves de la casa. Entrando en ella , cerró y abrió las puertas en señal de ’verdadera, Real y actual y corporal possession de dicha Casería y mar quesado’ y de allí paso a una ’ jitente de agua que nase en dicho termino de Noguera’ echó y esparció en la mano agua de dicha fuente , y asimismo con tinuando dicha posesión la tomó Pedro Giner de Gracian en dicho nombre , de 199 Como ha estudiado B. Montoya (2006) desde el afio 1678 no se registran en los protocolos notariales de Elda gentilicio s en valenciano , y en 1690 se registra por última vez un protoco lo en esta lengua en la citada villa (Segura y Po veda, 1999: 62). El documento de 1687 que presentamos se iniciaba en valenciano, pero tras la introducción se pide que se traduzca al castellano; lo que iría en la línea que argumenta Montoya. Por cuanto se refiere al codicilo testamentario de Juan Andrés Coloma referente a la Noguera, del afio 1694 y que está en valenciano , debemos decir que fue redactado en la villa de Anna (ACE, Doc. 166). 94 una huerta y todas las tien-as campas, que están constituidas en el tennino y jurisdicción de dicho Marquesado, rompió unas ramas de árboles y esparció tien-a en la mano (Figuras 15 y 16) y enseguida fue al oratorio contiguo a la dicha Casería de la invocación de la señora Santa Bárbara y ce1TÓ y abrió las puertas, y tocó la campana en señal de la verdadera, real y corporal posesión de dicho oratorio ( este dato, que hace referencia a la puerta de la ermita es también de interés, ya que en la actualidad a lo que fue en su día la ermita se accede desde dentro de la casa principal, habiendo quedado anulada la puerta de la ennita. La referencia a la puerta se hará de nuevo en la toma de posesión del año 1751). Figura 15.- Banca les incluid os en las 1,2 hectáreas de la heredad de Noguera. (Foto: S. As ins). Figura 16. -Era de la partida de Noguera. (Fo to: S. As ins). 95 Continúa el documento con los símbolos propios de actos de toma de po sesión: y en la misma confonnidad , habiendo tenido una pendencia Frances Grau, notario, y Marcelino Bemabe, el dicho Pedro Giner en dicho nombre los puso presos en la dicha Casería y los cerró en ella en señal de la verdadera, real y actual posesión de la jurisdicción alta y baja, mero y mixto Imperio del dicho Marquesado y del título de aquel ’y después a ruegos del doctor Joseph Gomez de Valera, Retor de la Iglesia Parrochial de dicha Vila de Elda y de otras personas que se hallaron en dicha casería los mando sacar de dicha prisión, haciendo otros autos dominicales y posesorios, la qual posesión de la dicha Casería, Marquesado, termino y jurisdicción tomo el dicho Pedro Giner en dicho nombre sin empecho ni contradicción de persona alguna’. Los testigos fueron : Christoval Juan , polvorista , Francisco Burguño , notario y Juan Aguado, labrador de dicha villa de Elda. La heredad de Noguera había perdido con los años la función de casa recreo con que la concibieran los Coloma a mediados del siglo XVI , y pasó a ser únicamente un medio con el que sustentar un título nobiliario. Como vemos , un siglo después , sus tierras las trabajaba Juan Luis Crespo , y el IV conde de Elda recibía por ello la insignificante cantidad de 6 libras de renta anuaF 00 . Además , otros agricultores de Petrer intentaban romper tierras en Noguera para el cultivo , como ocurriera un año antes de que se hiciera este acto de toma de posesión: al inspeccionar el almotacén de Petrer los parajes del término , denunció que la viuda de Melchor Maestre había labrado, sin pertenecerle , un malladar de tierra en la solana de la sierra de Noguera, arriba de donde nacía el agua , en el alto del Collado , cuyas tierras , traba jadas hacía más de 40 años , pertenecían a la heredad de Noguera 201 . Sin embargo , lo que no había perdido eran aquellos elementos que describiera el notario Gonzalo Femández en 1586: la casa , la fuente y el oratorio de Santa Bárbara. Francisco Coloma, V conde de Elda, 111 marqués de Noguera entre 1694 y 1698 Siete años después del acto de toma de posesión , concretamente el 21 de agosto de 1694 , Juan Andrés Coloma , marido de Isabel Francisca Pujades y Borja, condesa de Anna , redactaba su testamento ante el notario Francis co Simón. Recordemos que habían sido padres de ocho hijos : Juan Alber to , Antonio Femando , Fernando , Francisco , Joseph , María Manuela , Ana y Guiomar . Los tres primeros murieron antes que su padre, por lo que la pri- 200 AMP , caja 37 , exp. 4, Contrallibre de la vila de Petrer, any 1690 , notario Joseph Gil, s/ f[p . 2 ]. 2 0 1 AMP, Llibre de Amostasaf (1660-1700) , Caja 37 , expediente 1, s/f. , 4 de marzo de 1686. 96 mogenitura recayó en el cuarto hijo, Francisco (quien había heredado un año antes el título de conde Anna y señor de las villas de Anna, Enguera, Relleu, Pedreguer, Piles y Palmera, al haber fallecido su hermano Antonio Femando sin descendencia). Por esa primogenitura, Francisco Coloma Pujades y B01ja fue nombrado sucesor en los vínculos y mayorazgos. De los bienes libres , Juan Andrés Coloma instituía por herederos universa les a su hermano Carlos Coloma (como dijimos, arcediano de Xátiva) y a sus hijos Francisco y Joseph Coloma 2º2 (Segura y Poveda, 1999: 56 -63). Juan Andrés fallecería el día 13 de septiembre de 1694, a los pocos días de redactar el testamento 203 • Por esa disposición testamentaria , el marquesado de Noguera había quedado agregado al condado de Elda; sin embargo, por un codicilo testamentario hecho el mismo día 21 de agosto legaba a su hijo Joseph Coloma, del Consejo de su Majestad, el derecho a recobrar las 6.000 libras o en su recompensa el título , jurisdicción y territorio del marquesado de Noguera. Pero a pesar de ese codicilo, FRANCISCO COLOMA PUJA DES Y BORJA además de la sucesión en el mayorazgo de Elda, Petrer y Salinas 2º4, tomaría posesión del título de marqués de Noguera, pues así se le nombra en diversos documentos firmados entre los años de 1694 y 1698 205 • Será en ese último afio cuando se firme la escritura de transacción y concor dia sobre el título, jurisdicción y territorio del marquesado de Noguera entre los hermanos Francisco y Joseph Coloma Pujades y Botja , en atención a lo estipulado en el codicilo paterno. Francisco Coloma tuvo una brillante hoja de servicios, que comen z ó a la temprana edad de siete años en que fue nombrado ’caballero de justicia ’ en la castellanía de Amposta, de la Orden M ilitar de San Juan de Jerusalén ; orden en la que ingresaría en 1682 , cuando contaba veinti séis años. A partir de ese afio, y hasta el de 1692 , estaría sirviendo en el ejército real en diversos destinos , como capitán de infantería , capitán de caballos corazas o capitán de las guardias de arcabuceros, alcanzando el grado de maestre de campo (Segura y Poveda, 1999: 63 -67). En 1693, al fallecer su hermano Antonio Fernando sin descendencia tuvo que hacerse cargo del condado de Anna , y un año más tarde , al fallecer el padre de ambo s, del de Elda, que incluía el marquesado de Noguera. De éste últi mo sería titular únicamente entre los años de 1694 y 1698. Durante este período , contraería matrimonio ( en 1695) con María Ana de la Cerda y Leyva , IV condesa de Baños , y nacería su único hijo , Francisco Colorna y Le yva (en 1698). ’º’ ACE , Docs. 161-16 5. ’º3 En ACE , Doc. 770 se indic a que falleció el 26 de ago sto. ’º’ ACE , D oc. 60. ,o; AHN, Sección Nobleza, Fondo Fernán- Núl’iez , C.73, D. 4. 97 Siguiente ces10n entre hermanos: Joseph Coloma, IV marqués de Noguera entre 1698 y 1721, por concordia con Francisco, V conde de Elda Desconocemos a qué se debió el inminente cambio de opinión de Juan Andrés Coloma, quien, a continuación de redactar su testamento, man daba al notario Francisco Simón corregir y mejorar éste, añadiendo un codicilo por el que revocaba una cláusula incluido en el primero . Él lo justificaba diciendo: ’ ... lo qua/ prellegat fas al dit don Joseph Coloma cariss im, y amat fill meu p er lo molt amor y voluntat qu e tinch á aquell ... ’206 . En ese codicilo establecía el orden de sucesión que debería regir en el marquesado de Noguera, a saber: ’ ... per a qu e e l tinga e goze per tots els diez de la Vida y despues sos fills i descendents llegitims y naturals y de llegitim y carnal matrimoni nats y procreats y en falta de ells torne y se incorpore lo dit tito! de Marques al que posehira el estat y condat de Elda ... ’2º1 . De esta forma , separaba la sucesión en el marquesado de Noguera de la herencia del primogénito de la casa condal de Elda; a no ser que la línea de Noguera quedara sin hijos. El día 13 de octubre de 1697 Joseph Coloma aceptó el legado y tomó posesión del marquesado de Noguera 20 8 . Pero ello implicó el que se hiciera necesaria la firma de una Concordia entre ambos hermanos. Finalmente, el día 14 enero de 1698 se acordaría la Escritura de Transacción y Concordia sobre el título, jurisdicción y territorio del marquesado de Noguera. La signarían el tío de ambos , Carlos Coloma (arcediano de Xativa) como procurador de Francisco Coloma y Borja, conde de Elda, y Joseph Coloma y Borja, ante el notario Mathias Albiñana, de Valencia 209 . Se haría efectiva el 11 de febrero 210 • El rey aprobó la Concordia por decreto de 14 de abril de 1698. No obstante , a Francisco se le siguió llamando marqués de Noguera en los documentos notariales 211 hasta el día 3 de julio, fecha en que se realizó el asiento de la resolución de Su Majestad aprobando 206 ACE, Doc. 166. 201 ACE, Doc . 197. 208 ACE , Doc . 770. 209 ACE , Doc . 551. ’º ACE, Doc. 770. 211 Por ejemplo en APP , PROTOCOLOS NOTARIALES , Francisco Simón , 19 de marzo de 1698. 98 la renuncia que, con su Real licencia , había hecho Francisco Coloma y Borja , conde de Elda y Anna y marqués de Noguera, al marquesado de Noguera en su hermano Joseph Coloma y Borja y nombrando por tanto marqués de Noguera a Joseph 212 • Esa renuncia de Francisco Coloma , el V conde , aunque tardó cuatro años en producirse , se basó desde luego en una cuestión muy práctica. Por el codi cilo de su padre , no podía retener el marquesado, ni por fuerza de mayorazgo legal, sin pagar a su hennano Joseph 6.000 libras valencianas. Y la propiedad de Noguera no valía esa cantidad, y ni siquiera las rentas que proporcionaba , pues sólo se obtenían 6 libras anuales y el diezmo de las 10 tahúllas que se trabajaban casi todas en secano (equivalentes a 1 ,2 hectáreas). Tampoco le compensaba pagar esa cantidad por mantener el título pues , como se indica en la Concordia: ’ ... qu e no desembolsar las seis mil libras de contado, pues e l honor de la Di gnidad R eal [se refiere al título de marqués de Noguera] no añade ni quita el lustre a su casa ni a sus sucessores, hallándo se condecorada con los títulos y condados mas antiguos de Elda, Petre, ~ Salinas y de Anna, y la renta y beneficio anuo que puede producir el lu gar y te rritorio de Noguera es de tan poca im portancia que de ninguna suerte tiene equivalencia a las seis mil libras que de contado se han de pagar ... ’213_ Además se explica que Francisco no disponía de esa cantidad, por lo que se vería forzado a buscarla y obligar con ello a su casa y a sus sucesores. Concluyendo, en la Concordia se expone que se consideraba más útil y pro vechoso para el conde y sus descendientes, consentir y aprobar la voluntad de su padre y que Joseph pudiera disponer del marquesado de Noguera para él y sus descendientes legítimos y naturales por vía de mayorazgo regular , con la condición de que extinguiéndose esa línea volviera a incorporarse a la casa de Elda, como se estipulaba en el codicilo del padre de ambos. Añadiendo, claro está, el amor fraternal que se tenían (pero costó cuatro años de resolver y la firma de una Concordia ... ). De este modo , JOSEPH COLOMA PUJADES Y BORJA pasó, desde el año de 1698 , a ser el nuevo marqués de Noguera. Había estudiado leyes en el Real Colegio de Cuenca. En 1693, por privilegio de Carlos II, se le nombró oidor civil de la Real Audiencia de Valencia, por jubilación de su tío Carlos Coloma (a quien nos venimos refiriendo como arcediano de Xativa), pero sin los salarios ni emolumentos que quedaban adscritos a dicha plaza , que se le reservaban a Carlos Coloma hasta su fallecimien- ’’ AHN , ES.28079 . A HN /1.1.2.2 //CONSE JOS, L.2041 , f. 159. ’13 ACE, Doc. 551. 99 to214 . Esos emolumentos se le concederían en el año 1695215 . Dos años más tarde le sería adjudicada una pensión de 194 ducados de oro216 . En 1700 fue propuesto por el virrey, marqués de Villagarcía, al conde de Frigiliana para ocupar la pla za de regente del Consejo de Aragón, que se le proveyó al año siguiente (Canet, 1990; Arrieta, 1998). Durante el gobierno de su hermano Francisco, el V conde de Elda, y ante las pro longadas ausencias de éste de sus señoríos, por encontrarse en la corte madrileña , actuó como su procurador en los territorios de los condados de Elda y Anna. En 1703, su hermano el V conde delimitó los términos municipales de Elda y Petrer. En esta delimitación excluía al pequeño marquesado de Noguera de la jurisdicción de ambas villas: ’ ... En la qua/ divission de jurisdicciones se entiende no te nerla ninguno de dichos justicias en el marquesado de Noguera, porque esta es solo del seña,~ y en su lugar la tiene su procurador general , como en las dichas dos villa s la tenemos y en nuestro nombr e, nuestro Bayle y Procurador General ... ’ 217 . Durante ese período , al morir sin descendientes el rey Carlos JI, estalló en España la Guerra de Sucesión. Ello iniciaría un período complicado para la familia Coloma. El marqués de Noguera, su hennano el V conde de Elda y su cuñado el marqués de Villatorcas2 18 se unirían a la causa del archiduque Car los en el verano de 1706, marchándose desde la Corte a Barcelona (Anieta, 1998: 291). En ese año le serían embargados por la Intendencia de Aragón los bienes y rentas al conde de Elda21 9 . La militancia del conde en el bando del archiduque , y del militar eldense Felipe de Valera 22 º, propició la existen cia de un minoritario partido austracista en la villa eldense. Ese mismo año, Joseph, el marqués de Noguera, le dio plenos poderes a su mayordomo Bias Rodríguez para que le sustituyera en pleitos, etc., y cobrara todos sus ingre sos 221. El marqués de Noguera permaneció en Cataluña hasta la salida de la emperatriz y la consiguiente victoria de Felipe V. 214 ACE , Doc . 292. 215 ACE, Doc. 291. 216 ACE, Doc. 27 5. 217 AME , Libro de Consejos de los años 1686 -1704. Libro 29 , ff. 179 -180. Samper Alcázar , 1991:221-246 . 218 Jo sep h de Castelví y A lagón , 1 marqué s de Villatorcas , casado con Guiomar Coloma, fu e vi rre y y capitán general de Mallorca. El marquesado d e Yillatorcas fue concedido por Carlos 11 a su favor el 8 de diciembre de 1690 (Segura y Poveda , 1999: 58, c itando a González-Doria 1987: 279 y a De Cade nas y De Cade nas, 1 997: 1 136). 219 Pradells , 2006: 249-260; y ACE, Doc. 776. 220 Una biografía de Felipe de Valera en: Cas tillo , 201 O. 221 ARV , REAL JUSTICIA , afias 1712 y 1713 , L.7 84, pp. 55-58v. En A lco bendas a 26 de septiem bre d e 17 06 . El 13 de enero de 17 12 Bi as Rodrígue z le pasaría el poder a Domingo Aparicio. 100 En ese ínterin, y antes de la caída de Barcelona (que se produjo el 11 de septiembre de 1714), fallecería el conde de Elda, Francisco Coloma Pujades y Bo1ja , concretamente el día 8 de marzo de 1712 , a los 53 años de edad 222 • El día 6 de marzo , estando enfermo en la cama , otorgó su testamento en la villa de Sant Feliu de Pallerols (Girona) ; en cuya iglesia , en la capilla de Nostra Senyora de Gracia , debía ser ente1Tado 223 • Por él , dejaba usufructuaria a su mujer María Ana de la Cerda y Leyva, y tutora y curadora hasta que Fran cisco Coloma y de la Cerda y Leyva , su hijo , tuviera la edad legitima para gobernar sus estados y hacienda . En cuanto a Joseph , IV marqués de Noguera, entre 1713 y 1716 se exilió primero a Milán y más tarde a Viena , al igual que su sobrino Juan Basilio de Castelví y Coloma , conde de Cervelló e hijo de su hermana Guiomar Coloma (Felipó , 2002 : 258-259; León , 2007). Joseph Coloma viviría en esa ciudad austríaca, soltero , en la corte del emperador Carlos VI , donde redactaría su testamento el 18 de agosto de 1721 224 . Por él , dejaba por albaceas testamenta rios al arzobispo de Valencia, al conde de Cervelló, al conde de Montesanto , al marqués de Almenara y a su confesor , Fray Francisco de Santo Tomás . De los bienes de su herencia , tras el pago de las deudas , nombraba heredero uni versal a su sobrino Francisco Coloma y Leyva , conde de Elda ; y si éste moría sin hijos legítimos sería su heredero su otro sobrino , Juan Basilio de Castelví y Co loma , conde de Cervelló, y sus sucesores. En el testamento no se h ace ningun a mención expresa a su propiedad de Noguera . Sin embargo, lo curioso es la referencia al ’encargo’ que le hace a su sobrino el conde de Cervelló: ’ ... pa ra que lo explique y declare sie mp re que llegue el caso de nec esitar de ello para el cumplimiento d e su voluntad y descargo de su conciencia ... ’ 225 • Encargo que estaba relacionado con la existencia de un hijo natural lla mado Pedro Francisco Coloma, nacido el día 8 de diciembre de 1715 en Milán , y quien , tras la extinc ión de la rama principal de la familia Coloma , a l fa llecer el VI conde de Elda sin descendencia , emprenderá un litigio contra el conde de Puñonrostro que durará largos años, entre 1729 y 1736 , como luego veremos. 222 ACE, Doc. 776. 223 A RV. REAL JUSTICI A, 790, fo l. 530-5 32. En la actua lidad no hay constancia de ninguna cap illa en esta iglesia con esa ad vocac ión, ni ninguna lápida que recuerde que Francisc o Coloma fue enterrado en esa iglesia. Información d el Sr. párroco don Elies Ferrer y de don Xavier Sola , a quien es agradecernos su atención. 124 ARV, RE AL JUSTICIA , 790, fol. 533-537 v. 225 lbíd. 101 Reintegro a la casa condal: Francisco Coloma y Leyva, VI conde de Elda, V marqués de Noguera (1725-1729). Incumplimiento del testamento de Joseph Coloma por las disposiciones de Juan Andrés Coloma Del matrimonio entre Francisco Coloma Pu jades y Borja y María Ana de la Cerda y Leyva nacería un único hijo , Francisco Coloma y Leyva, quien sería conde de Elda a la muerte de su padre, acaecida en 1712. Sin embargo, éste no podría hacerse cargo de sus estados hasta abril del año 1725 , cuando, gracias a la firma del Tratado de Viena , le fueron devueltos los bienes y pose siones que le habían sido secuestrados a su padre 22 6 • También , desde el 25 de abril de 1725, era marqués de Noguera , por el fallecimiento de su tío Joseph Coloma , en 1721 , sin hijos legítimos 227 ; territorio que igualmente debió de estar confiscado hasta 1 725 . FRANCISCO COLOMA Y LEYVA sería marqués de Noguera hasta su fallecimiento en Madrid el 1 O de julio de 1729 22 8 , a los 31 años de edad. Soltero y sin descendientes, por su testamento dejaba heredera de sus bienes libres a su madre, María Ana , y como heredero de los vinculados a su primo Gonzalo Joseph Arias-Dávila Coloma, conde de Puñonrostro , hijo de su tía María Manuela Coloma Pujades y Borja y de Juan Arias-Dávila, VI conde de Puñonrostro. Al poco tiempo de ser nombrado Francisco conde de Elda, su primo Gonzalo Joseph le puso un pleito para reclamarle la pensión por alimentos que le correspondía como inmediato sucesor . Por este testamento , y por cuanto se refiere al marquesado de Nogue ra, surgía un problema , que, sin embargo, no dio origen a pleito alguno por parte de los Cervelló: Recordemos que Joseph Coloma , el anterior marqués, había nombrado heredero de todos sus bienes por línea paterna y materna a Francisco Coloma y Leyva , su sobrino, y en caso de fallecer éste sin hijos legítimos era su voluntad que sucediera en el estado de Noguera su sobrino el conde de Cervelló , y sus sucesores. Pese a este deseo de Joseph, el marquesado de Noguera pasó a la rama de los Puñonrostro en lugar de a los Cervelló. Los Cervelló eran sobrinos de Joseph como descendientes de su hermana Guiomar, casada con Joseph de Castelví. Los Puñonrostro eran también sobrinos de Joseph , como herederos de su hermana María Manuela, casada con Juan Arias-Dávila 229 , nacida en 226 AHN , Secc ión Nob leza, Fondo Fernán -Nuñez, C. 1383, D. 25 ; ACE, Doc . 748 . Prade lls, 2006: 259. 227 ACE, Doc. 112 . 228 Fallec ió en su casa de Madrid , frente a l monaster io de las mon jas de Santa Ana , d e la ca lle del Prado (Rivaro la y Pineda , 1736 : 106). 229 ACE , Doc . 197. Bautizada en la ig lesia de Santo Tomás de Valenc ia e l día 26 de diciembre de 1638. 102 1638 y mayor que Guiomar, por lo que en el orden de primogenitura tenía preferencia . El que Joseph Coloma prefiriera a su sobrino Cervelló en lugar de al Puñoenrostro debía obedecer a que ambos compartieron exilio en Vie na , con motivo de la victoria de Felipe V en la guerra de Sucesión. De hecho, el conde de Cervelló constaba entre los albaceas testamentarios de Joseph; testamento firmado en esa ciudad en 1 721 . El incumplimiento de esa cláusula debió de basarse en que el padre de Joseph, Juan Andrés Coloma , el IV conde de Elda , había dejado el título de marqués de Noguera a su hijo Joseph con la condición de que extinguiéndose su línea sucesoria el título volviera a incorporarse a la casa de Elda 23º. Y los herederos de la casa de Elda fueron los Puñonrostro , como descendientes de María Manuela Coloma, hermana mayor de Guiomar , al extinguirse la línea directa masculina. Esta sucesión del marquesado no ocasionó ningún pleito, pero curiosamente el deseo de Joseph de que el título de marqués de Noguera pasara a la casa de Cervelló se cumpliría en el año de 1799, al extinguirse la casa de Puñonrostro y recuperar el orden de descendencia los herederos de Guiomar Coloma. El linaje Puñonrostro El paso a los Puñonrostro: Gonzalo Joseph Arias-Dávila y Coloma, VII conde de Elda y VI marqués de Noguera (1729-1738) En 1729, tras la muerte de Francisco Coloma y Leyva , el VI conde de Elda , se inicia una larga etapa en la que se sucederán pleitos importantes y que pon drán de nuevo de manifiesto el interés por poseer un título nobiliario, aunque fuera apoyado en un territorio tan diminuto y de tan escasas rentas como era el de Noguera . Si bien , el pleito por Noguera estaba incluido en el que se seguía por un territorio mucho mayor, por los condados de Elda y Anna. Del matrimonio que celebraron María Manuela Coloma y Juan Arias Dávila , el 16 de junio de 1664 , en el Palacio Real y en presencia de los reyes , nacieron varios hijos, algunos de los cuales murieron siendo niños. En 1729 quedaban con vida únicamente tres de ellos: Gonzalo Joseph , bau tizado el 30 de abril de 1667 en la iglesia de San Justo y Pastor de Madrid , sor Luisa de Santa Paula y sor Cathalina de la Purificación , religiosas re coletas de la Orden de San Jerónimo , en el monasterio del Corpus Christi de Madrid 23 1 . Quedaban también tres nietos , hijos de su hija difunta Isabel, ’º ACE , Doc . 166. 231 Salazar y Castro ( 1685: 567) nombra a una hermana también monja llamada Madrona. 103 dama de la reina Mariana y marquesa de Estepa ( eran Manuel -marqués de Estepa- y a cuyo hijo Juan Bautista recuperaremos más adelante como sucesor del condado de Elda y del marquesado de Noguera; Isabel y Luisa Centurión y Arias Fernández de Córdova. Habían fallec ido sus otros nietos Diego y Teresa) 232 . Gonzalo Joseph , nacido en 1666 , era pues el heredero. Sirvió desde muy joven en los ejércitos de Flandes y Cataluña , entre otros destinos . El 4 de septiembre de 1684 , Carlos II le concedió el título de I marqués de Casasola. Durante el reinado de Felipe V , fue capitán general de la costa de Andalucía , virrey y capitán general de la plaza de Orán , por lo que se le concedió la gran deza de España el 29 de noviembre de 1 726. Se casó en primeras nupcias con Josefa Ernestina de Croy , con quien tendría cuatro hijos : Diego Lucas , quien heredaría los estados de Puñonrostro y Elda y el marquesado de Noguera ; Luis , que murió sin descendencia ; Melchora, religiosa, e Isabel, casada con el duque de Pópoli y que fa lleció sin sucesión (Segura y Poveda , 1999: 69 -70). Posteriormente Gonzalo contrajo matrimonio en Orán con Isabel Ramírez de Arellano , hija de los marqueses de Arellano (Álvarez , 1790, II: 364) , de cuya unión nacieron Luis Manuel y Carlos Arias-Dávila y Ramírez de Arellano . Como heredero Puñonrostro , a los pocos días del fallecimiento sin hijos de su primo hennano el conde de Elda y marqués de Noguera, Francisco Coloma y Leyva , GONZALO JOSEPH ARIAS -DÁ VILA Y COLOMA to maría posesión de las regalías , rentas y estados de éste, por lo que pasaría a ser conde de Puñonrostro , Elda y Anna , marqués de Casasola y de Noguera y barón de Relleu, Piles, Pedreguer y Pa lmera , Grande de España de primera clase. Lo haría en su nombre su segundo hijo , Luis Arias-Dávila Croy 2 33 , al tener Gonzalo fijada su residencia en Madrid. La toma de posesión del marquesado de Noguera se realizó , concreta mente , el día 11 de agosto de 1729 234 . En ese acto Luis Arias estuvo acom pañado por Pedro Sempere , gobernador del condado de Elda, Antonio Juan de Pedro, alcalde ordinario , Antonio Juan de Luis , Gabriel Tordera , Joseph Juan y Pedro Vida! , regidores, y Joseph Vida! , síndico de la villa de Elda, así como por otros vecinos de la misma. Luis Arias accedió al marquesado de Noguera , con el fin de tomar posesión de la casa y de la ermita anexa con la invocación de Santa Bárbara , de la huerta y de su campo. Ante el escribano público Ginés Juan , se repetían los mismos símbolos que ya se hicieran en la toma de posesión por parte de Juan Andrés Coloma en 1687. Se paseó por la casa , cerró y abrió sus puertas , oró a Santa Bárbara , tomó el atril que estaba 232 ACE , Doc. I 97. 233 ACE , Docs . 119 , 772 -774 , 77 8-779 y 786. Segura y Po veda , 1999: 69. 234 ACE , Doc . 552. En el documento se indica que Luis Arias Co loma era marqu és de Noguera , pero se deb e a qu e su padre le había conferido un poder legal para tomar su posesión en su nombre . 104 sobre la mesa del altar , y usando de la jurisdicción criminal, alta y baja y mero y mixto imperio , le privó del empleo de justicia de dicho marquesado a Bias Romero, al cual inmediatamente se lo restituyó. Se paseó por la huerta y campo del marquesado, quebró ramas, arrancó matas, deshizo terrones y esparció tierra al aire, en seña l de posesión. Sin embargo, en esta ocasión, el documento no hace referencia a l nom bre del labrad or que debía vivir en la casa. La solemn idad del acto fue seguida , además de por los aco mpañant es expresa dos más arriba , por distinguidos vecinos , como V icente Guarinos de Juan , el Dr. Don Juan Cande! y el Dr. Don Antonio Rico, abogados, don Pedro Bernabé , don Juan Ángel Amat , Gabriel Amat de Serdán, Andrés Sem pere , Joseph Guarinos , médico , y otros vecinos más . No obstante la tranquilidad que demostraba ese acto, desde el mismo año de 1729 Gonzalo se verá envue lto en varios pleito s. E l primero de ellos, con su tía María Ana de la Cerda y Leyva, por su manut en ción, que finalizará en 1731 con la muerte de María Ana 235 . El segundo , mucho más largo, con Pedro Francisco Coloma, como dijimos el hijo natural que Joseph Coloma había tenido en Milán el 8 de diciembre de 1715 . Pedro Francisco Coloma, hijo natural de Joseph Coloma, y el pleito por la posesión del condado de Elda y el mar quesado de Noguera (1729-1737). Intento de dejación del marquesado de Noguera por Gonzalo Joseph Al extinguirse la rama de los Coloma, por el fa llecimiento de Francisco Co loma y Leyva s in hijos que le sucedieran, se iniciaría un largo pleito ent re Gonzalo Joseph Arias-Dávila y Pedro Francisco Co loma por la posesión de los condados de Elda , Anna y el marquesado de Noguera y, entre todos, una renta que excedía los 6.000 doblones 236 . Por el codicilo testamentario de Juan Andrés Co loma, el IV conde de Eld a, el marquesado de Noguera pasaba a su hijo Joseph y a sus descendientes de legítimo matrimonio nacidos: ’ ... y territori de Noguera, pera que el tinga, y goze per tots los dies de sa vida , y despues sos fills, y descend ent s llegitims, y natu rals, y de llegi tim y carnal matrimoni nat s, y procreats, y en falta de ells torne y se incorpore lo dit tito! de Marques al que posehira el estat y Condat de E/da ... ’ 23 7 . 235 ACE , Doc s. 10 9, 115 -1 16 , 130 ,697, 7 16 , 7 18, 720-721 , 784-7 85 y 898 . Segura y Poveda , 1 999: 69. 236 ACE, Doc. 768. 237 ACE, Doc. 166. 105 El problema era que Joseph Coloma, el IV marqués de Noguera, había tenido un hijo, pero fuera del matrimonio. Se llamaba Pedro Francisco Co loma. Por su Fe de Bautismo conocemos que fue bautizado en la iglesia de San Gotardo (Milán), el día 8 de diciembre de 1715. Y se concreta que Pedro Francisco era hijo natural del Excmo. Sr. Marqués Don Joseph Coloma y de l a noble señora N.N. Su padrino fue el doctor Carlos Francisco Ferrario. La madre se omite y se esconde bajo las siglas N.N. De ella sólo sabemos que era mujer de notoria Nobleza y soltera, natural de Milán, con la que hubiera podido casarse el marqués de Noguera libremente y sin impedimento alguno (nobleza y condición que pone en duda el conde de Puñonrostro durante el pleito 238 ). Mientras duró el embarazo, el marqués pagó el alquiler de la casa donde ella se alojaba , y una vez hubo nacido el niño , y el marqués se tuvo que ir a la Corte de Viena , le envió dinero varias veces. Luego, en el pleito, añadirán sobre la madre: ’... conviene muchas veces no declararla , para evitar con el silencio su deshonor: y en este caso sabe el conde de Puñonrostro que ha sido y es justissimo callar su nombre’ 239 . En vida del marqués de Noguera, el testigo Joseph de Clariana y Gali afirma que llevaron al niño a la ciudad de Pavía , en el estado de Milán, donde entró a educarse en el Colegio de Nobles. Otro testigo, Miguel de Baraya , afim1aba que el padre ’sacó al muchacho del poder de su madre ’ y lo envió a educarse al Lago de Como, también en el estado de Milán. Testigos a los que desacredita repetidamente el conde de Puñonrostro , así como el hecho de que Pedro Francisco no podía probar fehacientemente que Joseph Coloma fuera su padre (natural tantum), porque no estaba casado y, además, en nin gún lugar se indica el nombre de la madre , requisito necesario según las leyes de Toro para que se le reconociera como hijo natural2 4º. En el fondo , se trataba de resolver quién tenía más derecho a la suce sión , si el heredero varón -aunque hijo ilegítimo -o el descendiente nacido de matrimonio legítimo, pero por vía femenina . El proceso lo inició Pedro Francisco Coloma, que reclamaba sus derechos por ser descendiente varón. En contrapartida el conde de Puñonrostro, Gonzalo Joseph, afirmaba ser el legítimo heredero por haber nacido de legítimo matrimonio. La cuestión era compleja, pues ambos intentaban defender sus derechos remontándose a tes tamentos y disposiciones del mayorazgo desde el siglo XVI. El problema era que Pedro Francisco Coloma no había nacido de legítimo matrimonio de Joseph Coloma. Al extinguirse la línea masculina directa de 238 ACE, Doc. 770. 239 ACE , Doc. 768 . 240 ACE, Docs. 770- 771. 106 los Coloma, Pedro Francisco , representado por su curador Gabriel Pedrero , ya que él contaba tan sólo con 14 años de edad , inició el pleito contra el heredero Puñonrostro 241 . Concretamente, el día 23 de noviembre de 1729, a los pocos meses de que el conde de Puñonrostro tomara posesión de los territorios del condado de Elda y del marquesado de Noguera , el curador de Pedro Francisco puso demanda en el Consejo alegando ser hijo varón de Jo seph Coloma. Incidía en que Gonzalo Joseph era descendiente pero por línea femenina. A la vez , Gonzalo Joseph solicitó que se le pennitiera administrar los bienes y rentas del estado de Elda y sus agregados durante el tiempo que durara el litigio. Solicitud que se le concedió el 30 de octubre de 1731 me diante una Provisión del Consejo Real , y en virtud de la fianza depositada de 10.000 ducados de vellón. Para plantear la demanda , Pedro Francisco se amparaba en que estos es tados se encontraban sujetos a mayorazgo desde el año 1581, ’prefiriendo en todos tiempos los varones a las h embras’. Además , recuperó el testamento redactado el día 7 de agosto de 1517 por mosén Juan Coloma , I señor de Elda. Por ese testamento , mosén Coloma dejaba por heredero universal a su hijo Juan Francisco Pérez-Calvillo Coloma, que sería el II señor de Elda, con prohibición de enajenar sus bienes ni disponer de ellos sino en hijos suyos legítimos y de legítimo matrimonio procreados. Sin embargo , Juan Coloma añadía en ese testamento que si moría Juan Francisco sin hijos varones le gítimos y de legítimo matrimonio nacidos, mandaba le sucediesen sus hijos naturales aunque bastardos y descendientes de ellos ’poniendo en condición y llamando a toda la posteridad y descendientes legítimos y bastardos de el di cho don Juan Francisco’. Pedro Francisco Coloma argumentaba que él , como hijo de Joseph , era el descendiente varón; y, sin embargo , Gonzalo Joseph Arias-Dávila descendía por vía femenina, de María Manuela , hermana de su padre Jo seph y tía por tanto de Pedro. Pedro señalaba que en su partida de bau tismo constaba que él era hijo de Joseph Coloma , marqués de Noguera , y que además así se constataba en la Cláusula de su testamento y decla ración hecha en su virtud por el conde de Cervelló . Alegaba Pedro que según derecho podían optar a la sucesión los hijos naturales ’y bastaba su existencia’, y que incluso los Fueros de Valencia ’les havilitavan y !lamavan para la sucesión testamentaria y legitima, pues el hijo natural at endida la Costumbre de espaPía era de la ca sa y agnación d e su Padr e y participava de su Nobleza, pr eh eminenzias y honores ’. Añadía además que en su caso no había impedimento ’por estar puestos en condizion y llamados los hijos y descendi entes naturales del dicho don Juan Fran cis co Coloma ’. 241 ACE, Docs. 652 y 7 17 . 10 7 Efectivamente, en el testamento de mosén Coloma de 1517 se expresaba: ’ ... et si a caesiese (lo que Dios no mande) ni permita, que el dicho don Juan Francisco, mi hijo, muriese sin hijos masclos legi timas e de legitimo matrimonio procrehados y sin posteridad lexi tima y de lexitimo matrimonio procrehados suczedan hijos suyos naturales, aunque bastardos, y descendientes de ellos ... ’ 242 . El 7 de octubre de 1730, Puñonrostro presentaba los documentos que se le requerían . Exponía que el testamento de mosén Juan Coloma que había presentado Pedro Francisco no era el correcto. Que además en la donación que hiciera mosén Juan Coloma a su hijo Juan Francisco, el 19 de junio de 1512, se insistía en que debían ser hijos legítimos y de legítimo matrimonio nacidos. Por otra parte alegaba que el curador de Pedro Francisco no había planteado bien la demanda , pues no justificaba que Pedro Francisco fuera hijo de Joseph en la forma en que debiera haberlo hecho. Argumentaba Pu ñonrostro que Joseph Coloma no había contraído matrimonio, que falleció soltero ’por lo que era imposibl e que el expresado don P edro júese su hijo ’, por lo que como había ’imposibilidad de legitimación ’ pedía que se le con denase a pagar las costas del juicio Además Gonzalo Joseph basaba sus derechos en las Capitulaciones fir madas por Juan Coloma, I conde de Elda, en 1581 (recordemos que en esa fecha se fundó el mayorazgo sobre el entonces ya ’condado’ de Elda), en las que se recalcaba la necesidad de descendencia legítima y de legítimo matrimonio. E insistía en que Pedro Francisco no había declarado de forma fehaciente ser hijo de Joseph Coloma : ’le faltava todo quanto el derecho disponía como medio de pru eva ’. Para ello Pedro Francisco aportaba como prueba el ’encargo’ al que nos referimos cuando tratamos del testamento de Joseph Coloma, y que iba diri gido a su sobrino Juan Bautista , conde de Cervelló. El documento aportado por Pedro Francisco refiere el encuentro que tuvo lugar el día 17 de octubre de 1729, en que habían citado al notario Francisco Llevant y a otros testigos en la casa que el conde de Cervelló tenía en la calle de los Señores. Juan Bau tista les comunicó, para descargo de su conciencia, que el día 18 de agosto de 1721 su tío Joseph Coloma , marqués de Noguera , le informó de que dejaba un hijo natural de seis años de edad ya cumplidos , llamado Pedro Coloma . Por ciertos motivos (que no exp lica) no le declaraba por tal hijo natural en su testamento, por lo que le encargaba encarecidamente que se lo hiciese saber a Francisco Coloma y Leyva , conde de Elda y de Baños , su sobrino , a quien había nombrado su heredero universal; previniéndole el que tuviese a bien tomar a su cargo su educación y crianza, así como suministrarle todo lo que 242 ACE , Doc. 197. 108 9l Para mas juftific:tcion, por parre de di. i;ha menor {é pidio , que con cicacion fe (acatlc 1.ópi, ~urorizad. de l.1 Orden, que le cxpidio por fu Magcft ad en 7.9, de Noviem bre del afio patfa do dc 171.9 .di rigida al Padre Rcétorle lColcg io de los E(,occffcs d~ la Co mp úíia de Jcsv s, de cfta Corre, para que le le admi tidle en dicho Cole gio ~ los Eftudios; y luvicndo{c m.inJado por Decreto de 1 3. de Febrero de 17 3 1. y hech o no torio; y ÍJcad:1 la Ccrrifi,ac ion , lo que rcfolr::i de clla,cs lo fig uit’n tc . 91. Revcrcndil sirnn P.,drc, el Rey manda, que Don Pedro Fr:incilc o Colonn, hijo del Mar ques de Nogu era, fe admit:1 en cffc Colegio, a fin de que puetb ;iprcndcr e-o el bs Ciencias que Figura l 7.-Ju stificación de la orde n que expidió el rey , e l 29 d e no vie mbr e de 1729 mandando se admitiese a Pedro Francisco Coloma en el Co legio de los Escoceses de la Compañía de Jesús de Madrid (ACE, Doc. 652). para su manutención y subsistencia fuera necesario. Añadía que si el conde de Elda no cumplía con este encargo, pasaba a declarar a Pedro Francisco como su hijo natural. Seguía el relato del conde de Cervelló indicando que , fallecido el mar qués de Noguera , le contó al conde de Elda la existencia de Pedro Francisco , e inmediatamente éste se hizo cargo del niño , criándole y asistiéndole. En un principio parece ser que el conde lo envió al colegio de los Jesuitas de Valencia y, posteriormente, al que tenían en Ocaña 243 , hasta el fallecimiento del conde de Elda que , como dijimos , ocurrió en Madrid el día 1 O de julio de 1729. A continuación , el niño volvería a Madrid , en donde, el 29 de noviem bre de 1729, el rey dictaría una Orden dirigida al Padre Rector del Colegio de los Escoceses de la Compañía de Jesús de esa ciudad , para que se le admitie se en dicho colegio (Figura 17). E l conde de Puñonrostro no aceptaba tal documentación e incluso alegaba odio por parte del conde de Cervelló 244 . Entre los argumentos que esgrimía destacaba ’ lo temerario de la otra parte en querer persuadir ser hijo natural de don Jo seph Coloma por medio de una declarazion que suponía ser del conde de Cervellón ... siendo a todas luces inútil y despreciable , co n cuios insanables vizios concurría el bisible de las enmiendas que en ella se adver tían puestas en las partes mas sustanziales y que la llamada fe de Bauptis- 243 ACE, Docs. 769-770. 244 ACE, Doc. 770 , p. 8. 109 mo ... estar en ydioma estrangero ... y que menos sufi’agaba a la otra parte el supuesto testamento de dicho Masen Juan Coloma porque el trasumpto presentado era copia de copia ... ’. El pleito se irá alargando y, entre 1731 y 1735, las dos partes presentarán numerosas alegaciones 245 . Para Pedro Francisco la cuestión se complicaba, pues alegaba que lo habían sacado del colegio de los Escoceses y habían cesado los alimentos que le proporcionaba el conde de Tébar, sin obligación para ello y por pura conmiseración, por lo que tenía pedida una demanda de tenuta, desde el 25 de septiembre de 1730 246 . En verdad , en este pleito era mucho lo que estaba en juego: la posesión y rentas de un ten-itorio extenso que comprendía los condados de Elda y Anna y el pequeño marquesado de Noguera, que se señala que, entre todos, su renta excedía los 6.000 doblones 247 . Como se indicaba en los prolegómenos, la sen tencia requería además que se analizara en detalle cuál era la capacidad que se atribuía a los denominados ’hijos naturales’ en el Derecho Civil (se refie ren concretamente a la nueva Constitución de Justiniano, por la que siempre que hubiera herederos legítimos no podrían optar los hijos naturales), en el Real de Castilla ( que presupone a los naturales incapaces en competencia de legítimos) y en el Foral de Valencia (en que los hijos naturales estaban habi litados para la sucesión, ex testamento, ab intestato y en cualquier vínculos, fideicomisos, mayorazgos, estados y baronías) 24 8 . Era complicado, ya que Pedro Francisco era descendiente directo por vía masculina de mosén Juan Coloma, pero el conde de Puñoenrostro era des cendiente legítimo de ese mismo fundador de la línea . Y la ley se ’resistía’ al llamamiento de naturales en competencia de ’legítimos ’, pero por el testa mento de mosén Juan Coloma hubieran tenido preferencia los hijos naturales de su hijo Juan Francisco a los hennanos de éste, de haberlos tenido. Ade más, las opiniones estaban muy encontradas en lo referente a otra cláusula del testamento de mosén Juan Coloma, al que ambas partes se remontaban, en la que se decía: ’ .. . si contesiera el dicho don Juan Francisco , mi hijo, morir con hijos masclos e de leg itimo matrimonio procrehados; que los dichos sus hijos masclos aian los bienes suyos emp ero vinculados en la dicha forma y manera con la qua/ dicho mi hijo los vinculo prefiriendo como dicho es el maior al menor et si por ventura el dicho mi hijo don Juan contesera morir sin los dichos hijos legiti mas masclos e de legitimo matrimonio procrehados pero quedaran w ACE , Docs. 765-771 y 788. 246 ACE, Doc. 770. 247 ACE, Doc. 768. 2• s lbíd. 110 hijas de el legitimas y de legitimo matrimonio procrehadas, que en tal caso la hija maior y los hijos legitimas y de legitimo matrimo nio procrehados masclos uno empues de otro suzcesivame nte de maior a menor suczedan en la dicha heren cia univ ersal servando el orden de genitura .. . ’ 249 . A esta cláusula alegaban que al no darse el caso de que Juan Francisco hubiera tenido hijas , automáticamente esta cláusula quedaba sin efecto para sus descendientes , por lo que seguían teniendo preferencia los hijos naturales a la sucesión. Porque además no se trataba de un mayorazgo de Castilla sino de un fideicomiso de Valencia, sujeto a Fueros de Valencia en el tiempo en que se fundó la primera donación de mosén Juan Coloma 25º. Considerados todos los documentos presentados por las partes, finalmente, el 15 de diciem bre de 1736 , se leyó la sentencia del Consejo, dándole la razón a Gonzalo Joseph. De esta forma obtenía la posesión civil y natural de los condados de Elda y Anna y el marquesado de Noguera, y sus rentas. Añadían que sobre la propiedad lo remití an a la Audiencia. Por cuanto se refiere a Pedro Francisco , la sentencia del Consejo le reconocía como hijo de Joseph Coloma. Por ello, le concedió la pensión de alimentos que también había solicitado, recibiendo 400 libras valencianas al año, desde la notificación de la misma. Para resolver esta cuestión se ampararon en el Derecho común, que permitía alienar bienes sujetos a fi deicomiso para alimentar a los descendientes del fundador , y en los Fueros de Valencia. Pero aún con la sentencia resuelta, el asunto de la sucesión en los estados todavía se alargaría un poco más. La cuestión es que, después de haber falla do a su favor el Consejo de Castilla, Gonzalo Joseph Arias Coloma, quería renunciar al marquesado de Noguera y a su título. No así a los condados de E lda y Anna . El mismo Gonzalo Joseph resumía los motivos como sigue 251 : Al haber planteado Pedro Francisco el pleito conjunto para el condado de Elda y el marquesado de Noguera, el conde de Puñonrostro tuvo que defen derlo también de forma conjunta. Finalmente, al ganar el pleito mandó tomar posesión únicamente del condado de Elda, porque ’del Marquesado de Noguera no piensa tomarla por no conve nir/e, y para que tenga su curso y recaiga en quien le perteneciere por derecho, en virtud de la dejación del Conde , que hasta aora no ha podido hazer por haver estado en litigio’ 252 . 209 ACE , Doc. 197. ’º ACE , Doc. 768. 251 ARV, REAL ACUERDO , aiio 173 7 , nº 32 , pp. 165- 166. 2 ;2 ARV, REAL ACUERDO, ai’io 1737, nº 32, p. 166. Fernández-Mota , 1984: 259. 111 Por ello, Gonzalo Joseph le pedía a Felipe V que por Real Decreto le mandara a la Cámara o al Consejo que diera curso a lo que él le suplicaba. El rey accedía, y el 27 de junio de 1737 remitía a la Cámara un memorial y una certificación del conde de Puñonrostro acerca de su solicitud de deja ción del título de marqués de Noguera. Inmediatamente, el día 3 de agosto, la Cámara solicitaba un informe de la Audiencia, por lo que a continuación ésta le pedía al Procurador General de dicho conde que presentase el título y fundación del marquesado de Noguera y de qué bienes se componía éste, además de las circunstancias con las que fue erigido y si estaba agregado al condado de Elda. En realidad, con este intento de dejación no está claro si se beneficiaba Pedro Francisco, el hijo ilegítimo de Joseph Coloma. Recordemos que en el testamento de este último, el beneficiario, en caso de fallecer sin hijos el entonces conde de Elda, Francisco Coloma y Leyva, no era Pedro Fran cisco , a quien su padre ni siquiera nombraba en su testamento, sino su sobrino el conde de Cervelló quien debía heredar el título de marqués de Noguera. Pero , por otra parte, como sabemos, la casa de Cervelló tampo co podía heredarlo por la cláusula testamentaria de Juan Andrés Coloma, que obligaba a devolver el título de marqués de Noguera a la casa con dal de Elda. Sin embargo, el curador de Pedro Francisco había alegado durante el pleito anterior que, aún no pudiendo heredar los condados de Elda y Anna, Pedro Francisco podría heredar el marquesado de Noguera, porque en el capítulo II de la Concordia firmada el 14 de abril de 1698 entre Francisco y Joseph Coloma Pujades y Borja se establecía que el marquesado lo heredaría el conde de Elda , sólo en caso de fallecer Joseph y sus descendientes -sin que se especificara la condición de ’legítimos’-, por lo que Pedro Francisco debía de poder al menos optar a la sucesión en el marquesado de Noguera 253 . Todo acabó en nada, y finalmente el día 2 de septiembre de 173 7 se redactaría también en Madrid, en un extenso documento, el ejecutorio del pleito mantenido 254 ; y seguidamente, desde ese mismo día 2 de septiembre, Gonzalo Joseph Arias Coloma , conde de Puñonrostro, tomaría de nuevo posesión del condado de Elda y sus agregados, como ya hiciera también en el año de 1729 255 . Por cuanto es de interés para el marquesado de Noguera, entre medias del pleito, Gonzalo Joseph Arias acudió al Consejo de Castilla solicitando que se hiciese apeo y deslinde de los límites del marquesado de Noguera. El docu mento lo resume el historiador eldense Lamberto Amat , quien indica que el 253 ACE, Doc. 770. 254 ACE, Doc. 197. 255 ACE, Docs. 776- 777 y 780- 781. 112 Consejo accedió por medio de una Real Provisión, fechada en 27 de abril de 1735 . Entre los testigos que se desplazaron a esa partida rural se encontraban: por parte de Elda , su alcalde, Antonio Guarinos y Rico, junto con Joseph y Vicente Guarinos y Tomás Juan; por parte de Petrer, Baltasar Pérez, Baltasar Tortosa y Tomás Pérez 256 . En ese acto, el alcalde de Elda dijo: ’ ... que en cumplimiento de su encargo y según las individua les noticias que el testigo dice tener de sus mayores, y más ancia nos, y de lo que ha visto observar y practicar sobre el territorio que llaman de Noguera, ha pasado a reconocer aquél,juntamen te con diferentes vecinos de la presente villa y de la de Petrel, el cual solamente consiste en la ermita de Santa Bárbara , casa de la habitación del ermitaí10 que está anexa; y huertecil/a que al presente se halla plantada de olivos, higueras, parras y otros ár boles, que antiguamente jite establecido por el dueño y seFíor de este condado, con el cargo de 6 libras, moneda corriente de este reino, de censo anual; o enfiteusis, que los poseedores de dicho territorio siempre han pagado y pagan a dicho señorío, además de los diezmos de los .fi’utos que se cogen; como así es de ver y consta por los libros Giradoras y libros de colectas que ha habi do y actualmente hay corrientes en dicha villa de Petrel , de que el testigo t iene entera noticia. Y así lo ha visto pagar y practica,~ a los poseedores del expresado territorio, y en caso necesario se refiere a dichos libros . Y también sabe, que no goza, tiene, ni posee ninguna renta, regalía, montes, pastos, prados, ni dehesas; porque los circunvecinos y confinantes pertenecen a ambas villas de E/da y Petrel y sus vecinos. Y así ha sido y es público, y noto rio, pública voz y fama, entre dichas villas y sus vecinos, sin que hasta ahora lo contrario se haya oído decir ni practica,~ y así es la verdad so cargo del juramento que tiene prestado , en que se afirmó y dixo ser de 66 años de edad poco más o menos y lo firmó con su merced’’. (Amat, 2004 II: 275 -278). Poco tiempo después de resueltos los conflictos sucesorios, concretamen te el día 17 de agosto de 1738 , fallecería Gonzalo Joseph; creemos que sin haber pasado, ni mucho ni poco, por su condado de Elda y el marquesado de Noguera durante los nueve años que distaron entre 1729, en que sucedió en los títulos de conde y marqués, y 1738, en que murió. Gonzalo Joseph había tenido una larga e intensa vida. ’ 6 Tomás Pérez: Po seedor del mayora zgo de los Pérez en Petrer. Alguaci l mayor en 171 O ; sín dico y procurador general en 1734, 1739 , 1750 y 1754 . Alcalde en 1720, 1732 , 1736 y 1744. Regidor en 1738. En las listas de repartimientos de 1735 y 1736 figura de forma destacada como mayor contribuyente de la villa. En: Mira-Perceval y Rico , 2006. 113 Diego Lucas Arias-Dávila Croy, VIII conde de Elda y VII marqués de Noguera entre 1738 y 1751 Al fallecer Gonzalo el día 17 de agosto de 1738 , su hijo primogénito DIEGO LUCAS ARIAS-DÁ VILA CROY le sucedería como VIII conde de Puñonrostro, VIII conde de Elda, VII conde de Anna , VII marqués de Noguera, 11 marqués de Casasola y barón de Relleu. Justo al día si guiente, Diego otorgaría poderes a Antonio Téllez de Acebeda, vecino de Madrid, y a Miguel Calbo, vecino y escribano de Valencia , para que , en su nombre, tomaran posesión de todos los bienes que le correspondían como sucesor del anterior conde 257 . El día 23, se redactarían los autos de posesión de los estados de Elda, Anna y agregados, entre los que se in cluía Noguera , estando presente Antonio Guarinos y Rico, alcalde mayor de Elda 258 . En días sucesivos se tomaría también posesión de una casa en la calle del Mar de V alencia , de la villa de Enguera y de la huerta de la Señoría y de un corral en Anna 259 . Diego no insistió en la dejación del marquesado de Noguera que inten tara su padre , y siguió paga ndo el impuesto de lanzas sobre los títulos de conde de Elda, Anna y marqués de Noguera 260 . Pero, al igual que su padre , no debió de pasar mucho tiempo en estos estados, al tener fijada su resi dencia en Madrid. Los problemas que en ellos se suscitaban los intentaba solucionar su Procurador Patrimonial, como ocurriera en 1746 , cuando se llevó ante la Audiencia de Valencia el asunto planteado desde hacía años entre los vecinos de Elda y Petrer por el aprovechamiento mancomunado de los montes y pastos . O también en 1748, cuando se intentó poner fin a las tensiones por la delimitación de los términos municipales , que enfren taban a Elda, Salinas, Sax, Petrer y Monóvar. Por cuanto se refiere a los límites del marquesado de Noguera , no debían de causar ningún problema, tras el amojonamiento que se hizo durante la señoría de su padre, ya que no se incluye ninguna referencia en la documentación relativa al apeo y amojonamiento efectuados ese año 2 61 . A excepción del auto de toma de posesión, no disponemos de noticias de Noguera durante este período, en el que suponemos que la casa seguiría ocupada por el enfiteuta-ermitaño a que se hacía referencia en 1735 , quien cultivaría los olivos, higueras , parras y otros árboles , que crecían en su escasa huerta. 257 ACE, Doc . 13 8. 258 ACE , Doc. 139 . 259 ACE, Docs. 139-142. 26º ACE, Docs. 910-911. 261 ACE , Docs. 170-171. 114 El VIII conde de Elda y VII marqués de Noguera contrajo matrimonio con Isabel Leonor Centurión , hija natural del marqués de Estepa , con quien tendría un único hijo, Francisco Javier Arias-Dávila y Centurión. Francisco Javier sucedería a su padre en la posesión de los estados de la casa a la muerte de éste, ocurrida en Madrid , en su casa de la plazuela del Cordón junto a la iglesia de los santos Justo y Pastor, el día 7 de enero de 1751 262 . Francisco Javier Arias-Dávila y Centurión, IX conde de Elda y VIII marqués de Noguera (1751-1783) FRANCISCO JAVIER ARIAS-DÁVILA Y CENTURIÓN , al igual que hiciera su padre , tomó inmediatamente posesión de los estados que había he redado, y en su nombre Indalecio López de Sagredo, su Procurador General y apoderado. En los documentos se le nombra como conde de Puñonrostro, de Elda, de Anna, marqués de Noguera y Casasola; señor de las villas y forta leza de To1Tejón de Velasco, Pozuela y Palomero, Fuentidueña, Alcobendas, San Agustín, Pedreruelas del Algarve, Fortaleza de Casasola y de los montes de los Bomberos en el Reino de Castilla; de las villas de Petrer y Enguera y lugares de Pedreguer, Piles, Palmera y Salinas ; de las baronías de Relleu y Almedíjar en el reino de Valencia y de la villa de Malón y lugar de Al beta en el reino de Aragón Empezarían por el marquesado de Noguera, en concreto a partir del día 16 de enero, al que seguirían los demás territorios del condado de Elda, de Anna y la casa de la calle del Mar 263 . La novedad de este documento de toma de posesión de Noguera es que se hace referencia a Christoval Juan, que se indica que era Alcalde ordinario del marquesado. Además , como di jimos , también en este documento, se especifica que la ermita tenía puerta propia de acceso ( ’hab iendo llegado a las puertas de la hermita y casa de Santa Barbara de dicho marquesado’, ’cerró y abrió las puertas de dicha hermit a ’), a diferencia de la actualidad ( en que se entra por una abertura desd e el interior de la casa). Se explica también que el patrono de la misma era el conde y que en su interior había una imagen de Santa Bárbara. La posesión del término general la hicieron de visu desd e el montecillo que hay arriba de la fuente del marquesado , y que en otros documentos se cita como solana de la sierra de Noguera. Indalecio López de Sagredo practicó , a continuación , diferentes actos para demostrar la verdadera posesión de la Jurisdicción Ínfima, Criminal y Suprema; cesó al Alcalde ordinario to mándole la vara que llevaba , para , seguidamente, devolvérsela y mandarl e 262 Segura y Poveda , 1999 : 71-72 y ACE , Doc . 552. 263 ACE, Docs. 492-502. 115 que continuase en el ejercicio de su jurisdicción. Los testigos fueron Pedro Jerónimo Juan , Diego Vida! , Gabriel Amat y Navarro , vecinos de Elda , y Christoval Juan. Precisamente en esos documentos se refieren al marquesado de No guera con el término ’caserío ’. Recordemos que ya en 1687 se le deno minaba ’casería de Noguera’ , en lugar de ’heredad’ , como se designaba con anterioridad. Y de nuevo , como ya se e specificaba en el documento de apeo y deslinde de 1735 , para referirse a la persona que cuidaba de sus tierras utilizan expresamente el vocablo ’ermitaño ’ en lugar de ’la brador’ , etc. Si aplicamos la definición que da el diccionario de la Real Academia Española , para el vocablo ermit año como ’persona que vive en una ermita y cuida de ella ’, entendemos que la función de la persona que vivía en el marquesado sería prioritariamente el cuidado de la ermita de Santa Bárbara , pues la escasa productividad de las tierras de la No guera realmente no debían de dar para más. De hecho, a excepción del año 1690 , en que se indica que se pagan 6 libras anuales y el diezmo de los frutos , no hemos localizado ninguna otra referencia , en la abundante documentación que se conserva en el Archivo Municipal de Petrer , que indique que se siguiera pagando esa cantidad. Esa ausencia de referencias a pago alguno , podría ser también el motivo por el que se le requiere al ermitaño que habitaba allí en 1777 que se hiciera cargo de ciertas reparaciones. La casa del marqués propiamente dicha se iría abandonando con los años , debido , desde luego , al absentismo de sus dife rentes poseedores, a buen seguro incluso desde el primer marqués, que ya residía en Madrid. Por ello , el ermitaño que la ocupaba en el año de 1777 , Pedro Cantos , tuvo que firmar un a escritura por la que se obligaba a reparar a su costa y a hacer la obra de la casa contigua a la ermita de Santa Bárba ra 264 . La reparación se debió de llevar a cabo , pues cuando Montesinos, hacia 1795 , relató su crónica de estos parajes, incluyó la ermita de Santa Bárbara , indicando que se trataba de una ermita contigua a una casa ’ que manifiesta mu cha antigüedad, propia d e los c ondes y seFíores de esta villa , cu yo sitio llamado Noguera , tiene título de Marquesado d e este nombr e’, no haciendo alusión a que se encontrara deteriorada. Y si bien sus antecesores Puñonrostro , a diferencia de los Coloma , no de jaron rastro que nos pennitan asegurar que visitaron las villas del condado de Elda, Francisco Javier sí que se desplazaría allí en diversas ocasiones durante su largo señorío que duró treinta y dos años, e intentaría intervenir de fonna directa en la administración de sus estados (Segura y Poveda , 1999: 72- 76). La remodelación de la iglesia de Petrer se hizo durante este período , por lo que mandó poner su escudo nobiliario en la fachada . 264 ACE. Doc. 555. 116 De todas formas, esas estancias serían breves , pues losArias-Dávila tenían fi jada su residencia en Madrid. De hecho , los Puñomostro y marqueses de Nogue ra , serían todos entenados en el convento de la Orden de Descalzos Trinitarios de la villa de Tonejón de Velasco (Madrid) , fundado en 1606 por los condes de Puñomostro , a petición de la villa. Con vento que fue sup1imido en 1822 , durante el Trienio Liberal , y del que en la actualidad sólo quedan restos de la tapia que lo rodeaba. En la bóveda de ese convento se encontraban sepultados Mmia Manue la Coloma Pujades y Borja , su hijo Gonzalo Joseph Arias -Dávila y Coloma, el hijo de éste Diego LucasArias-Dávila Croy ; la segunda mujer de Gonzalo , Isabel Ramíre z de Árellano y el hijo de ambos, Fray Luis de Arias-Dávila Ramírez de Arellano. Finalmente , el día 19 de Septiembre de 1783 , entenarían allí al VIII marqués de Noguera, Francisco Javier Arias-Dávila y Centurión (López, 1788 : 94-99) , que , al igual que su padre , había fallecido en su casa de Madrid, sita en la plazuela del Cordón , el día 17 de septiembre de ese año 2 6 5 . Francisco Javier se había casado con Lucrecia Pío de Sabaya , con quien no tuvo descendencia, por lo que le sucedió su primo hermano Juan Bautista Centurión y Velasco , marqués de Estepa y conde de Fuensalida, por ser biz nieto de María Manuela Coloma y nieto de su hija Isabel (dama de la reina Mariana). Sucesión que suscitó nuevos pleitos , como veremos. El linaje Centurión Juan Bautista Centurión y Velasco, X conde de Elda y IX marqués de Noguera (1783-1785), y su hermana Ma ría Luisa Centurión y Velasco, XI condesa de Elda y X marquesa de Noguera (1785-1799) Breve también fue el sefíorío de los Centurión sobre estos estados ; sólo duró en total dieciséis años. A JUAN BAUTISTA CENTURIÓN Y VELAS CO , Grande de Espafía de primera clase , de la Orden de Carlos III y gentil hombre de cámara de su Majestad , y entre otros muchos títulos marqués de Estepa y conde de Fuensalida y de Barajas , le dio poco tiempo más que a to mar posesión de ellos . Actos que se iniciaron el 19 de septiembre de 1783 por su procurador general y el apoderado de éste. D el marquesado de Noguera lo tomarían el 23 de septiembre , estando presentes Silvestre Verdú , abogado de los Reales Consejos , alcalde mayor de Elda , y Joseph Ayala , apoderado de Juan Bautista Centurión. Los testigos fueron Rafael Amat y Vida! y Vicente Bernabé y Guarinos. Como siempre , entraron en la ermita de Santa Bárbara y en la casa contigua a ella, sin dar en esta ocasión muchos más detalles . ’65 A CE , Doc . 476. 117 Nacido el 12 de noviembre de 1718, se casó, en primeras nupcias, con su tía María Luisa Centurión y, en segundas, con Mariana Urries y Pigna telli, con quienes no tuvo descendencia. Cuando heredó los estados de su primo Francisco Javier Arias-Dávila se encontraba ya bastante enfermo, por lo que se había desplazado a los baños de Graena (en Granada), con permiso del rey 266 . Falleció a los dos años de heredar los títulos. Le sucedió su hermana MARÍA LUISA CENTURIÓN Y VELASCO. Pero desde hacía varios años , concretamente desde 1773, otros aspirantes se habían interesado por sus de rechos sucesorios sobre estos estados (Segura y Poveda, 1999: 76-78). En concreto , Laura Castelví y Mercader , condesa de Cervelló , y su hijo Felipe Carlos Osorio Castelví, como nieta y biznieto de Guiomar Coloma, herma na de María Manuela ( quien había arrastrado la sucesión al haber quedado la línea sin herederos varones , tras el fallecimiento de Francisco Coloma y Leyva , en 1729) . Tras varios pleitos , el 3 de noviembre de 1786 llegaron al acuerdo de que María Luisa Centurión y Velasco se haría cargo de los estados hasta su muerte, en que Laura Castelví , y con ella el linaje de los Cervelló, heredarían los derechos sobre las casas de Elda y Anna. María Luisa se había casado el 21 de febrero de 1750 con Felipe López Pacheco y de la Cerda, marqués de Villena, con quien no tuvo descenden cia . Como XI condesa de Elda , XI condesa de Puñonrostro, X condesa de Anna , X marquesa de Noguera, además de marquesa de Estepa y condesa de Fuensalida , entre otros, tomó posesión de estos estados a partir del día 1 O de diciembre de 1785 (Segura y Poveda, 1999: 77). En el marquesado de No guera estarían presentes Gerónimo Servent y Vicuña , abogado de los Reales Consejos y alcalde mayor de Elda y su condado. Allí se encontraba también Manuel Sempere, quien, junto con el alcalde mayor , hizo la representación de los actos habituales en la toma de posesión. Los testigos fueron Francisco Guarinos y Francisco Galán, vecinos de Elda 267 • Durante el tiempo que duró el señorío de María Luisa no fueron dema siado buenas las relaciones con las villas del condado de Elda , pues trató de reforzar el poder señorial y controlar la gestión municipal (Samper , 2006: 246-248); su incidencia en la casería de Noguera no tendría efectos, pues como sabemos estaba habitada por un único ermitaño. María Luisa Centu rión y Velasco falleció el día 22 de enero de 1799 268 . 266 Ibíd. 267 ACE, Doc. 143. 268 ACE, Doc. 146. 118 Capítulo 3 EL MARQUESADO DE NOGUERA EN EL SIGLO XIX Y LA VENTA DE LA PROPIEDAD El linaje Cervelló Laura Castelví y Mercader, XII condesa de Elda y XI mar quesa de Noguera en 1799. Su hijo, Felipe Carlos Osorio y Castelví, XIII conde de Elda y XII marqués de Noguera (1799-1815) Como ya adelantamos , en el último año del siglo XVIII la sucesión en las casas de Elda y Anna se recuperaría por otra línea femenina de los Coloma. La que seguía por vía de Guiomar , la hija pequeña de Juan Andrés Coloma, IV conde de Elda , e Isabel Francisca Pu jades y Borja. Guiomar Coloma Pujades y Borja contrajo matrimonio con Joseph de Cas telví , I marqués de Villatorcas, en la parroquia de Santa Ana de Elda el día 30 de octubre de 1672 . Su hijo primogénito fue Juan Basilio de Castelví y Coloma , bautizado en la parroquia de San Esteban de Valencia el 17 de marzo de 167 5. Juan Basilio, II marqués de Villatorcas, se casó el 27 de febrero de 1702 en El Puig (Valencia) con Francisca María Mercader, IV condesa de Cervelló 26 9 . Am bos tuvieron una única hija , LAURA CASTELVÍ Y MERCADER , nacida en el exi lio de Viena (Austria) , donde fue bautizada el día 7 de octubre de 1717. El destino hizo que con el nacimiento de Laura se cumplieran las volunta des testamentarias de Joseph Coloma Pujades y Borja , el que fuera IV marqués de Noguera entre 1698 y 1721. Recordemos que Joseph Coloma, tuvo que exi liarse primero a Milán y después a Viena , como consecuencia de su militancia austracista en la Guerra de Sucesión al trono español. También su sobrino Juan Basilio, hijo de su hennana Guiomar , marchó a Viena. En este caso, acompaña do por su mujer Francisca María Mercader , pues allí nacerá su hija Laura. Por 269 Parroquia de San Esteban de Valencia , partida de bautismo , libro de 1659 a 1678 , f. 384v. Parroquia de San Pedro y San Nicolá s de Valenc ia, registro de boda s, f. 45v., libro de 1695 a 1721; 26 de febrero de 1702. 119 su testamento y posterior fallecimiento, ocurrido en 1 721, Joseph Coloma de jaba heredero del título de marqués de Noguera a su sobrino Francisco Coloma y Leyva, el conde de Elda; y si éste moría sin hijos legítimos a su otro sobrino, Juan Basilio de Castelví y Coloma, conde de Cervelló, y sus sucesores. Así ocurrió en 1729, pero, debido a la prevalencia de la primogenitura en la suce sión, en lugar de heredar el marquesado de Noguera Juan Basilio lo heredaría Gonzalo Joseph Arias -Dávila y Coloma, de la casa de los Puñonrostro, como sucesores de María Manuela Coloma, hermana mayor de Guiomar -la madre de Juan Basilio-. Extinguida en 1799 la casa de los Puñonrostro, al morir sin descendencia María Luisa Centurión y Ve lasco, el marquesado de Noguera recaerá en los Cervelló, cumpliéndose la voluntad del IV marqués de Noguera setenta y ocho años después de su fallecimiento. Laura Castelví y Mercader, Grande de España de primera clase, dama de la reina, tomó posesión de sus estados como XII condesa de Elda, XI con desa de Anna y XI marquesa de Noguera el día 25 de enero de 1799 (Segura y Poveda, 1999: 79). Además, por herencia de sus padres, era V condesa de Cervelló y III marquesa de Villatorcas. Había contraído matrimonio con Antonio Osario y Guzmán el día 13 de mayo de 17 54 en la Colegial de San Ildefonso (La Granja, Segovia). Su heredero fue su hijo Felipe Carlos Osario y Castelví, nacido en San Ildefonso el 19 de octubre de 1758, en donde lo bautizaron por necesidad, y más tarde, en 1763, solemnemente, en la capilla del Palacio Real de Madrid 270 . La señoría de Laura Castelví, como condesa de Elda y Anna y marquesa de Noguera apenas duraría seis días, pues falle cería el día 1 de febrero, nada más tomar posesión de sus estados. FELIPE CARLOS OSORIO Y CASTELVÍ, gentil hombre de cámara de su Majestad, XIII conde de Elda, XII conde de Anna, XII marqués de Nogue ra, VI conde de Cervelló, IV marqués de Vi llatorcas, marqués de Nules y de Quirra (en Cerdeña), el día 13 de febrero de 1799 tomó posesión de los nu merosos estados que le correspondían por la herencia de su madre. La visita a Noguera corrió a cargo de Miguel Badía y de Pasqual Sancho de Portugal, abogado de los Reales Consejos, alcalde mayor del condado de Elda. Los testigos fueron Manuel Sempere y Guarinos y [ ... ] y Navarro. Indican que el marquesado se componía de una casa de habitación en la que vivía una familia y la ennita de Santa Bárbara, y curiosamente detallan: ’con algunas tierras sin cultivo pues solo se extienden a un corto recinto u ensanche de dicha casa y hermita entre las juris dicciones de Elda y Petrel, y linda con montaña y tierras de varios vecinos de Petrel y E lda ’ 271 . 270 MJ, Archivo General, Marq uesado de Noguera, Rehabilitación, Índice de los documentos que presenta el Excmo. Señor do n Fernando de Soto y Falcó, nº 20 . 271 ACE, Doc. 146 . 120 Figura 18.- Palacio d e los condes de Cervelló en la plaza de Tetuán de la ciudad de Valencia en 1870 (Jean Laurent). A continuación, Felipe Carlos solicitó la peritación de la situación en que habían quedado los bienes de los condados de Elda y Anna durante el go bierno de los Pufionorostro, pues su tía y antecesora María Luisa Centurión y Velasco había testado sus bienes libres a favor del monasterio de la Visitación en Madrid. Finalmente, en 1802, Felipe Carlos llegó a un acuerdo con dichas religiosas para hacerse cargo de esos bienes libres a cambio de una contra prestación económica (Segura y Poveda, 1999: 79-80). En el afio 1 770 ingresó en la Orden de Alcántara 272 . Se casó el día 21 de noviembre de 1789, en la parroquia de San Ginés de Madrid, con Magdalena de la Cueva y de la Cerda, con quien tuvo dos hijos Felipe María y María del Pilar Osorio y de la Cueva. Con ellos tenía fijada su residencia en Madrid, por lo que el importante palacio de los Cervelló de la ciudad de Valencia se encontraba deshabitado (Figura 18). Ello le llevó a ceder su uso al gobierno municipal de esta ciudad, quien lo destinó primero a albergar la Capitanía Militar y posteriormente a hacer las veces de residencia oficial de los mo narcas en sus visitas a la ciudad, al haber sido derribado en 181 O el Palacio del Real, ubicado en el actual Jardín de Viveros, como consecuencia de la invasión napoleónica. 271 AHN , expediente 1109. MJ, Archivo General , Marquesado de Noguera, Rehabilitación , Ín dice de los docum entos que presenta el Excmo . Seiior don Fernando de Soto y Falcó , nº 20. 121 Felipe Carlos estaría al frente de sus casas desde 1799 hasta el día 23 de octubre de 1815, en que falleció. Su presencia por los señoríos heredados en Castellón, Valencia y Alicante no debió de ser frecuente, pero sí la correspon dencia mantenida con su procurador, quien le tenía al corriente de los asun tos relativos a la captación y administración de las rentas , el arrendamiento de las regalías y de los bienes solariegos, y de la dotación económica a las iglesias de Elda , Petrer y Salinas , entre otros muchos asuntos. Pero lo más significativo, en cuanto se refiere al condado de Elda, son las noticias que le llegaron pocos meses antes de morir informándole de que los vecinos de la villa de Elda, en una Junta General celebrada el día 16 de abril de 1815 , habían aprobado el inicio de los trámites legales , ante el Consejo de Castilla, para solicitar la reversión de la villa a la Corona (Segura y Poveda , 1999: 80). Noticia que, sin duda , no debió de agradarle nada y que no era sino el colofón a los antiguos desencuentros entre la señoría y el pueblo eldense. Felipe María Osorio y de la Cueva, XIV conde de Elda y XIII marqués de Noguera (1815-1859) FELIPE MARÍA OSORIO Y DE LA CUEVA , XIV conde de Elda , XIII conde de Anna , XIII marqués de Noguera, VII conde de Cervelló, V mar qués de Villatorcas , marqués de Nules y de Quirra fue bautizado el día 28 de junio de 1795 en la parroquia de San Sebastián de Madrid. Las cartas de sucesión en los estados las firmaría el rey Fernando VII en 1820 273 • El día 26 de septiembre de 1821 se casó , en la parroquia de San Miguel y San Justo de Madrid, con Francisca Gutiérrez de los Ríos, II duquesa de Fernán-Núñez, VII duquesa de Montellano y del Arco. Tuvieron únicamente una hija, María del Pilar Loreto Osorio y Gutiérrez de los Ríos, que nació en 1829; el mismo año en que Felipe María ingresó en la Orden de Carlos III 274 . Los primeros años de la señoría de Felipe María vinieron marcados por el pleito de reversión a la corona que habían solicitado los eldenses durante los últimos meses del gobierno de su padre. Este pleito se solucionaría final mente a favor de la villa en el año 1841, lo que implicó la reversión al Estado del castillo-palacio de Elda, y su posterior venta en pública subasta (Belando, 1990: 110,216). Pero unos años antes de la venta del palacio eldense, concretamente a partir de 183 7, Felipe María ya había tenido que asumir lo más duro , pues le tocó afrontar las consecuencias de la que puede que fuera una de 273 AHN, Secc ión Nob leza , Fondo Fernán-Núñez, C . 212 , D. 70. 274 MJ , Archivo General, Marque sado de Noguera, Rehabilitación , Índice de los documentos que presenta el Excmo. Señor don Fernando de Soto y Falcó, nº 10-1 2. 1 22 las dos decisiones políticas de mayor impacto tomadas en el siglo XIX: la abolición de los señoríos jurisdiccionales (la otra sería la desamortización de los bienes eclesiásticos). El decreto de las Cortes de Cádiz de 1811 y las leyes aclaratorias de 1823 y 183 7 fueron las tres normas básicas de la abolición de los señoríos 275 . Descrito minuciosamente por la profesora Be lando Carbonell , este proceso se siguió con intensidad en todo el valle de Elda (Belando, 1990: 97-113). Aprobadas esas leyes, por las que el conde dejaba de obtener las sustanciosas rentas de las que en parte dependía el mantenimiento de su casa, Felipe María dejó de pagar la pensión anual para el mantenimiento del hospital de pobres de la villa de Elda , y renunció a los patronatos religiosos (Segura y Poveda, 1999: 81, cfr. Navarro Pastor, 1981, I: 190 y Amat, 1983 , I: 203). El conde únicamente pudo conservar las pertenencias sobre las que tenía dominio pleno. En este caso , sí que pudo preservar la propiedad objeto de este estudio: la antigua heredad de Noguera, bien que fuera libre y que venía pasando de generación en generación desde mediados del siglo XVI. Recuperando el hilo de la historia de la Noguera, y tras unos años de silencio , será precisamente todavía durante el señorío de Felipe María cuando la documentación escrita nos aporte nuevos datos de interés. En concreto en el año 1816. Se trata de la descripción más completa con que contamos del estado en que mantenían la ermita de Santa Bárbara la familia que en ese momento habitaba la casería de Noguera . Estado que, por cierto, obligó a su cierre . A los escasos veinte años de que se hiciera esta descripción, se promulga ría el Decreto antes citado , y el conde de Elda y marqués de Noguera única mente mantendría en este territorio aquellos bienes sobre los que tenía domi nio pleno; entre otros, en Petrer , 7 tahúllas de viña en la partida de las Viñas de Abajo y 2 jornales de viña en la partida de la Pedrera; tres casas y media; un molino harinero ; dos hornos de pan y dos almazaras de aceite, una de ellas inservible (Asins, 2009: 145). Y , además , la casa de la Noguera que, desde 1670 , le diera nombre al marquesado. Felipe María Osorio y de la Cueva falleció el día 5 de enero de 1859. El 21 de diciembre de 1848 la reina Isabel II había expedido una Real Confir mación de las cartas de sucesión de sus títulos 276 ; títulos y demás bienes en los que le sucedería su única hija María del Pilar Loreto Osorio y Gutiérrez de los Ríos. Realmente en todos menos en uno: precisamente en el marque sado de Noguera. m Colección Legislativa, impre sión ai’io 18 38 , v ol. 23 , Reale s R es olucion es expedidas en julio, pp. 99-102. 276 AHN , Sección Nobl eza, Fondo F ernán- Núi’ie z, C. 212 , D. 70. ES. 2 8079. AHN /1.1.2.2 / CONSEJOS ,8982 ,A. 184 8,EXP.145 . 123 María del Pilar Loreto Osorio y Gutiérrez de los Ríos, XV condesa de Elda (1859-1921). Cesión del marquesado de Noguera a su tía, la XIV marquesa, María del Pilar Osorio y de la Cueva en 1859. Fallecimiento de la marquesa de Noguera, en 1862, sin sucesión, y vacante del título María del Pilar Loreto fue bautizada en la parroquia de San Lorenzo de Madrid , el 10 de diciembre de 1829. Misma parroquia en la que se casaría con el marqués de Almonacid de los Oteros , Manuel Falcó y d’ Adda, el día 14 de octubre de 1852 277 . Concentró un buen número de títulos nobiliarios , pero ya sin que quedaran adscritos a jurisdicción ni a extracción de rentas, como consecuencia de la abolición de los señoríos. Entre esos títulos desta caban: III duquesa de Femán-Núñez , VIII duquesa de Montellano, del Arco , XV condesa de Elda, XIV condesa de Anna, VIII condesa de Cervelló, VI marquesa de Villatorcas , marquesa de Nules y de Quirra , marquesa de la Mina , de Alameda , de Castelmoncayo , de Miranda de Anta , de Pons , condesa de Barajas , de Frigiliana , de Molina de Herrera , de Siruela , etc . 278 • De esos títulos heredados de su padre y de su madre se desprendería del de marquesa de Noguera, que le cedería a su tía y hennana de su padre, MARÍA DEL PILAR OSORIO Y DE LA CUEVA, quien sería la XIV marquesa de Noguera. Dicha cesión se asentaría el día 7 de febrero de 1859 ante el notario Olallo Megia . Posteriormente, en Aran juez , el 6 de mayo de ese mismo año, se redactaría el Decreto expidiendo Carta de Sucesión en el título de Marqués de Noguera 279 , y finalmente el día 5 de junio la reina Isabel II firmaría la Real carta de sucesión en el título de Marqués de Noguera a favor de María del Pilar Osorio y de la Cueva , aprobando la cesión que de dicho título le hacía la duquesa de Femán-Núñez 28º . María del Pilar Osorio y de la Cueva nació en Madrid el 20 de di ciembre de 1 790 , siendo bautizada un día después en la parroquia de San Sebastián. No contrajo matrimonio y fallecería el día 21 de enero de 1862, sin sucesión 28 1 • Sólo pudo disponer del título de marquesa de 277 MJ , Archivo General , Marquesado de Noguera , Rehabilitación , Índice de los documentos que presenta el Excmo. Sefior don Fernando de Soto y Falcó , nº 1 O.; parroquia de San Lo renzo, Libro 13 de bautismo s, f. l 50 v.; y nº 9 , libro 11 , f. 78 v. 278 Segura y Poveda 1999: 82, cfr. La guía de los forasteros de 1866. 279 Fernández -Mota de Cifuente s, 1984: 259. MJ , Archi vo General , Marquesado de Noguera , Rehabilitación , Índice de los documentos que presenta el Excmo. Sefior don Fernando de Soto y Falcó , nº 16 , 17 , 19. 280 ES.28079.AHN/l. l .2.2 //CONSEJOS , 8985 , A. 1859 , Exp. 283 281 MJ , Archivo General , Marquesado de Noguera , Rehabilitación , Índice de los documentos que presenta el Excmo . Sefior don Fernando de Soto y Falcó, n º 13 . La partida de defunción en la parroquia de San Lorenzo de Madrid. 124 Noguera durante menos de tres años, tiempo durante el cual no debió de visitar la casería de Noguera , que la familia había podido conservar tras la abolición de los señoríos. Curiosamente , a la muerte de la XIV marquesa de Noguera , en 1862 , el título cayó en el olvido , y pasó a engrosar la relación de títulos nobiliarios v acantes. Todavía el día 5 de noviembre de 1867 se publicaba en la Gaceta de Madrid el segundo Anuncio Oficial de la Dirección General de Contribu ciones acerca de la vacante del título de Marqués de Noguera , a la que no se había presentado ningún interesado 282 • En realidad , el interesado que tendría que haberse presentado a solicitar la vacante del título de marqués de Noguera no debía de haber sido otro que la misma María del Pilar Loreto Osorio y Gutiérrez de los Ríos , pues sobrevi viría a su tía y anterior marquesa . Pero no mostró interés por ello , entre otros motivos , tal vez por la gran cantidad de títulos que ya acumulaba. El título de marqués de Noguera quedaría vacante más de un siglo ; concretamente entre el año de 1862 , en que murió su última poseedora, y el de 1991 , en que quedaría rehabilitado . 282 Cace ra de Madrid. Día 5 d e no vie mbr e de 18 67. Anuncio Oficia l de la D irección G en era l d e Contribucion es: S egundo anuncio de la vacante del título de Marqué s de N ogu era. 125 Capítulo 4 LA REHABILITACIÓN DEL TÍTULO DE MARQUÉS DE NOGUERA EN EL SIGLO XX, DESVINCULADO DE LA CASA Y LA TIERRA Año 1948: María de los Dolores Linares y Díez solicita la rehabilitación del título por su descendencia de Blanca Pérez-Calvillo Coloma y Cardona Ya desde el año de 1862 la historia que siguió la casa-labor de Noguera iría desvinculada del título condal de Elda. Ello se debió a que ninguno de sus herederos mostró interés por recuperar el título. Como vimos, María del Pilar Loreto Osorio y Gutiérrez de los Ríos pudo haberlo solicitado a la muerte de su tía ocurrida en ese año, sin suce sión. María del Pilar Loreto se había casado con Manuel Falcó y d’ Adda en 1852. El día 1 de octubre de 1856 nacería en Bélgica su heredero, Manuel Felipe Falcó y Osorio. Sus otros hijos serían María del Rosario y Felipe Falcó y Osorio. Manuel Felipe le sucedería, entre otros títulos, como IV duque de Fernán Núñez , XVI conde de Elda, XV conde de Anna y IX conde de Cervelló. Contrajo matrimonio con Silvia Álvarez de Toledo y Gutiérrez de la Concha , el día 26 de junio de 1896 , en Madrid. De esta unión, nacerían Manuel, José , Mª Cristina, Livia, Pilar , Beltrán y Tristán Falcó y Álvarez de Toledo. En los descendientes de esta unión se separará la casa de Elda de los otros títulos . El primogénito, Manuel Falcó y Álvarez de Toledo (Madrid , 7 de abril de 1897-Ávila , 9 de diciembre de 1936) será el V duque de Fernán -Núñez , el XVI conde de Anna y el X conde de Cervelló. Su her mano José pasará a ostentar los títulos de XVII conde de Elda y barón de Benifayó ( en Valencia). A sus otros hermanos también les serán cedidos otros títulos de la casa. Pero ninguno de ellos intentará tampoco recuperar el de marqués de Noguera. Para ello, tendremos que esperar a la siguiente generación. Pero entre medias , tendrá lugar un interesante intento. Nos referimos a la petición de rehabilitación del título de marquesa de Noguera solicitada en el año de 1948 127 por MARÍA DE LOS DOLORES LINARES Y DÍEZ. Tenemos que reconocer que , en principio, el hallazgo de la noticia nos despistó: no lográbamos vincular sus apellidos con la casa condal de Elda . Sin embargo, el enlace con ellos arrancaba en el siglo XVI. En concreto de Blanca Coloma y Cardona, hija de Juan Francisco Pérez-Calvillo Coloma, quien fuera el II señor de Elda entre los años 1517-1539, y de su segunda mujer, Catalina de Cardona. El vínculo familiar venía no sólo de antes de concederse el título de marqués de Noguera en 1670 , sino incluso de antes de concederse el título de conde de Elda , cuyo primer titular fue Juan Coloma en 1577 , hermanastro de Blanca; además , por cierto , de primo-hermano. El parentesco de María de los Dolores Linares y Díez arraigaba como sigue 283 : Blanca Pérez-Calvillo Coloma y Cardona se casó en 1566 con Juan Mi lán de Aragón , III conde de Albaida. De esta unión nacieron Cristóbal, José y Francisco Milán de Aragón y Coloma. El primogénito Cristóbal Milán de Aragón y Coloma fue bautizado en Xativa (Valencia) el 25 de agosto de 1599; entre otros títulos, fue IV conde de Albaida , que desde 1604 pasó a ser marquesado por gracia que hiciera Felipe III. Por ello pasó a titularse I marqués de Albaida . Cristóbal contrajo matrimonio con Juana Corverán de Let Mila; su hija mayor sería Jerónima Milán de Aragón, señora de Otanel, bautizada en la iglesia de San Bartolomé de Valencia el 28 de septiembre de 1580 . Ésta casó, el día 25 de agosto de 1604 , con Diego Orense Manrique Bernuy (alférez mayor de Burgos, señor de Amaya y Peones) también en la iglesia de San Bartolomé de Valencia. Tendrían por hijo a Jaime Orense Manrique y Milán deAragón , que fue bautizado en la misma iglesia el día 27 de febrero de 1607. Jaime Orense Manrique y Milán de Aragón sería Caballero de Santiago en 1627 , y Regidor perpetuo de Burgos. Se casaría con Catalina de Tovar y Padilla, en Melgar de Yuso, el día 25 de junio de 1626. Tendrían por hijo a Manuel Orense y Tovar , bautizado en Melgar de Yuso el 14 de diciembre de 1632. Éste , contrajo matrimonio con María Enríquez de Cisneros Albornoz Vázquez Coronado , firmando las capitulaciones matrimoniales en Mazuelas, a 31 de enero de 1649. Manuel, ya nombrado vizconde de Ama ya y barón de Otanel, fallecería en Melgar de Yuso el 12 de junio de 1698. El hijo de Manuel Orense y Tovar y de María Enríquez de Cisneros que seguiría en la línea fue José Orense Enríquez de Cisneros , bautizado en Melgar de Yuso el 18 de diciembre de 1659, que casó con Ana María de Colmenares y Fil ea en Mazuelas , el 14 de junio de 1693. De esta unión , na cería Bernardo Orense Colmenares , señor de Tablares , bautizado en Tabla- 283 MJ , Archivo General , Marquesado de Noguera , Rehabi litación, Índice de los documentos que presenta doña María de los Dolores Linares y Diez. 128 res el 31 de enero de 1697 , quien casaría con Manuela Careaga y Ve lasco , también en Tablares, el 1 O de marzo de 1748. Entre otros hijos, tendrían a Ramón Orense Careaga. Ramón Orense Careaga, señor de Tablares, fue bautizado en Tablares el 9 de abril de 1756. Se casó con Juana de Ravago Gómez de Cosío en Tresabuela (Santander) , el 20 de agosto de 1772. Tuvieron por hijo a Francisco de Orense y Ravago, bautizado en Tablares , el 15 de octubre de 1781. Casado con María Concepción HeJTero y Rosillo, Francisco tomó posesión de sus mayorazgos , como hijo de Ramón Orense, el día 19 de marzo de 1806. Los hijos de esta unión fueron José María de Orense y HeJTero, bautizado en Laredo (Santander) el 28 de octubre de 1803, y que sería el marqués de Albaida; y María Teresa Orense y Hen-ero , bautizada en Laredo el 8 de abril de 181 O. La descendencia por María Teresa Orense y Herrero , quien casaría con Ignacio Díez Pastor en la iglesia de San Miguel de Palencia el día 7 de sep tiembre de 1832 , es la que enlaza directamente con la peticionaria de la reha bilitación del título de marquesa de Noguera, María de los Dolores Linares y Díez. De la unión de María Teresa e Ignacio nacería Romualda Díez Orense , bautizada en la iglesia de San Antolín de Palencia el 9 de febrero de 1834. Romualda Díez contraería matrimonio con Enrique Linares y Manrique de la Vega en San Miguel de Palencia , el día 9 de julio de 1856. Finalmente , de esta unión , nacería María de los Dolores Linares y Díez , a quien bautizarían en Tama (Santander) el 1 de abril de 1865. María de los Dolores Linares y Díez se casaría con José María Martínez Carande, en Tama el 15 de noviembre de 1887. En el año 1948, a la edad de 83 años , solicitó la rehabilitación del título de marquesa de Noguera; enlazando su ascendencia, como hemos visto, con Blanca Pérez-Calvillo y Coloma quien se había casado hacía 382 años, concretamente en 1566, con Juan Milán de Aragón, 1II conde de Albaida. El parentesco que unía a Blan ca con el I marqués de Noguera, Antonio Coloma Liedekerke , era que Juan Francisco Pérez-Calvillo y Coloma, padre de Blanca, era a su vez bisabuelo de Antonio por línea paterna , pues Antonio descendía de diferente línea ma terna (aunque era consanguínea , ya que María , la madre de su abuelo Juan, y Catalina, la madre de Blanca , fueron hermanas y casadas ambas con Juan Francisco Pérez-Calvillo y Coloma). Por tanto, María de los Dolores era un décima nieta del bisabuelo del I marqués de Noguera. ¿Cómo se resolvió el expediente? El día 8 de julio de 1948 , María de los Dolores presentó una instancia en el Ministerio de Justicia exponiendo su parentesco con Antonio Coloma Liedekerke, I marqués de Noguera. El Ministerio de Justicia publicó la petición en el Boletín Oficial del Estado del día 30 de octubre de ese mismo año. A continuación el expediente se envió a la Diputación Permanente y Consejo de la Grandeza de España , que dic taminó en sentido desfavorable, por entender que existían líneas preferentes 129 cuya extinción no se justificaba, requiriendo a la interesada que presentará la justificación de cómo enlazaba su ascendencia con la última poseedora del título, María del Pilar Osorio y de la Cueva. Así lo hizo María de los Dolores y el día 5 de mayo de 1951, la Sección de Títulos del Ministerio de Justicia informó en sentido favorable a la rehabilitación solicitada. Este informe fue enviado a la Comisión Permanente del Consejo de Estado que, el 7 de junio de 1951 , no informaría favorablemente a la petición . El expediente se mandó a despacho el 11 de junio de 1951 , pero no se resolvió. Año 1952: Solicitud de rehabilitación del título por Mer cedes de Anchorena y Uriburu, en calidad de madre y representante legal de Mercedes Falcó de Anchorena, menor de edad Acto seguido , la rehabilitación volvería a interesar a otra rama familiar 284 . El día 21 de julio de 1952 , Mercedes de Anchorena y Uriburu solicitó , en nombre de su hija menor, Mercedes Falcó de Anchorena la rehabilitación del título de marquesa de Noguera ; solicitud que se publicó en el Boletín Oficial del Estado de 20 de enero de 1954 . En el apartado anterior dijimos que en los hijos de Manuel Felipe Falcó y Osorio, hijo de María del Pilar Loreto Osorio y Gutiérrez de los Ríos , se habían separado los títulos de las casas de Femán-Núñez y de Elda. El hijo mayor de Manuel Felipe , Manuel Falcó y Álvarez de Toledo sería el V duque de Femán-Núñez, el XVI conde de Anna y el X conde de Cervelló. Manuel se casaría en París con Mercedes de Anchore na y Uriburu . Tendrían dos hijos, Manuel , quien heredaría los títulos de VI duque de Femán-Núñez, XVII conde de Anna y XI conde de Cervellón, y MERCEDES FALCÓ DE ANCHORENA, nacida en 1932, que sería duquesa del Arco , y para quien, cuando era todavía menor de edad, su madre solicitó la rehabilitación del título de marquesa de Noguera. Para la rehabilitación de ese título de marquesa de Noguera , Mercedes de Anchorena y Uriburu, ya viuda, y en nombre de su hija, alegaba como méritos , además de su consanguineidad con la última poseedora , la condición de Mercedes Falcó de Anchorena como hija de Manuel , V duque de Femán Núñez , quien acudió como voluntario al ejército ’nacional ’ en la Guerra Civil, y halló la muerte en el frente. La Diputación de la Grandeza informó desfavorablemente la petición , y la Sección de Títulos del Ministerio de Jus ticia lo hizo en sentido favorable. 284 MJ , Arch ivo General , Marquesado de Nog uera, Rehabilitación , Índice d e los documento s qu e pre sentan doña Merced es de Anc horena y Ur ibwu y doña Mercedes Falcó de Anc horena. 130 Unos años más tarde, volvería a solicitarse la rehabilitación por Mer cedes Falcó de Anchorena , siendo ya mayor de edad. En aplicación del Decreto de 1 de junio de 1962 , se acordó la notificación de esa solicitud a la anterior peticionaria, María de los Dolores Linares y Díez. Fecha en la que , desde luego , ya había fallecido , pues recordemos que había nacido el 1 de abri l de 1865. Se informó que , concretamente , María de los Dolores falleció en 1951 , en plena tramitación de la rehabilitación al título que ella misma solicitara . E l 27 de marzo de 1969 el Consejo de Estado informó que debía practicarse notificación personal a lo s herederos de María de los Dolores indicándoles que se había solicitado una nueva rehabilitación, por si estaban interesados en presentar sus derechos. Ese mismo año fueron contactadas sus hijas, Blanca , Luz , Carmen y María Martínez -Carande y Linares , y además en el Boletín Oficial del Estado de 10 de abril de 1975 se citaría , con carácter general , a todos los sucesores de María de los Dolores ; sin que en el plazo establecido se presentara oposición alguna a la petición hecha por Mercedes Falcó de Anchorena. Por ello, el 1 de julio de 1976 , el Consejo de Estado considerando , por una parte , que al haber fallecido María de los Dolores no podía recibir la gracia de la rehabilitación , y que sus descendientes , al no personarse, no podían ser considerados candidatos a la rehabilitación; y, por otra , que Mercedes Falcó de Anchorena , acreditaba descender de un hermano de la última poseedora del título , y además aportaba méritos propios que cumplían sobradamente con los requisitos para optar a la rehabilitación, resolvió que podía accederse a la rehabilitación del marquesado de Noguera a favor de esta última. De todas formas , el expediente toda vía no quedaría resuelto ni publicado. Esta ausenc ia de publicación , justificaría el que en el año de 1984 se volviera a presentar la solicitud de rehabilitación del título de marqués de Noguera , esta ve z por FERNANDO MANUEL DE SOTO Y FALCÓ, hijo de Mercedes Falcó de Anchorena 285 . Mercedes había contraído matrimonio en 1954 con Fernando de Soto Carvaja l, marqués de Arienzo , Grande de España , Conde de Pue1io Hermoso. El hijo de ambos , Fernando Manuel de Soto y Falcó nació en Madrid el 6 de noviembre de 1956. No obstante, este expediente tampoco se publicó y, finalmente , el día 6 de agosto de 1986 , Mercedes Falcó de Anchorena se dirigiría a l rey Juan Carlos I exponiéndole el grado de parentesco con María del Pilar Osario y de la Cueva, la última poseedora del título de marquesa de Noguera , así como los méritos para me recer la gracia de la rehabilitación. Finalmente , el rey Juan Carlos , por el Real Decreto 158711991, de 14 de junio , rehabilitaba , sin perjuicio de tercero de mejor derecho , el título de ’85 MJ , A rchi vo G eneral , M arque sad o de Nog uera, R eh abili taci ón, Índi ce de los doc um ent os que pres enta don F ern ando Manuel d e Soto y Falcó. 13 1 XV Marqués de Noguera. a favor de doña Mercedes Falcó y de Anchorena , de acuerdo con la Diputación Permanente de la Grande za de España y el Consejo de Estado ; para sí , sus hijos y sucesores, previo pago del impuesto correspondiente (publicado en el BOE de 9 de noviembre de 1991). Lo más destacado de esta rehabilitación es que el título de marqués de Noguera se separaba de la rama heredera del título de conde de Elda. El actual XVI marqués de Noguera: Tristán Jaime de Soto y Falcó, por cesión de su madre Mercedes Falcó y Ancho rena en 1998 Como dijimos , Mercedes Falcó de Anchorena había contraído matrimo nio en 1954 con Fernando de Soto Carvajal, marqués de Arienzo , Grande de España , Conde de Puerto Hermoso . Además de Fernando Manuel, de quien ya hemos hablado , tendrían también por hijos a Mercedes, Myriam, Manuel y Tristán Jaime. En 1998 el menor de sus hijos , TRISTÁN JAIME DE SOTO Y FALCÓ , solicitaría la sucesión en el título de marqués de Noguera , por cesión que del mismo le hacía su madre (BOE, de 8 junio de 1998) . En el edicto del Ministerio de Justicia se especificaba que se anunciaba por el plazo de treinta días, contados a partir de esa publicación , y a los efectos de los artículos 6 y 12 del Real Decreto de 27 de mayo de 1912 , para que pudieran solicitar lo conveniente aquellos que se consideraran pe1judicados por la mencionada cesión. Nadie se presentó. Por ello, en el Boletín Oficial del Estado, de 29 de octubre de 1998 , el Subsecretario de Justicia , Mariscal de Gante y Mirón, firmaba la orden de 9 de octubre de 1998 por la que el Ministerio de Justicia, en nombre de S.M. el Rey , tuvo a bien disponer que , previo pago del impuesto correspondiente, se expidiera , sin pe1juicio de tercero de mejor derecho , Real Carta de Sucesión en el título de marqués de Noguera, a favor de Tristán Jaime de Soto y Falcó , por cesión de su madre, doña Mercedes Falcó y Anchorena, de conformidad con lo prevenido en el artículo 12 del Real Decreto de 27 de mayo de 1912 . Desde ese día Tristán Jaime de Soto y Falcó es el XVI marqués de Nogue ra. Nacido en 1964 y casado con María Díe z de la Lastra vive en Madrid, en donde trabaja en el sector financiero . 132 Capítulo 5 LA CASA DE NOGUERA DESDE SU VENTA HASTA LA ACTUALIDAD La venta de la casa y ermita de Santa Bárbara en 1889 Como se ha podido documentar en la páginas anteriores, la heredad de Noguera fue una propiedad privativa en origen y en régimen de libre disposición del titular del condado de Elda , y por tanto fuera del vínculo del mayora zgo establecido en 1581 por el primer conde (Segura y Poveda , 1999 : 45) 286 . La abolición de los señoríos jurisdiccionales por decreto de 6 de agosto de las Cortes de Cádi z vino a suponer el principio del fin del condado de Elda . L as sucesivas r estauraciones del Antiguo Régimen de la mano de Fernando VII no lograron impedir que a su fallecimiento en 1833, y de la mano de los gobiernos liberales en los que se apoya la reina regente Mª Cristina de Bar bón , se ratificara la definitiva abolición de los señoríos mediante la ley de 26 de agosto de 1837 , precedida por la ley de 29 de julio en la que se establecía la desaparición de los diezmos. Por minist erio de aquella , y siguiendo lo dictado en el decreto de 6 de agosto de 1811 y en la ley aclaratoria de 3 de mayo de 1823 , se dispuso que los titulares de los señoríos consolidaran la plena propiedad de aquellos terre nos , casas y heredades de los que hasta entonces habían disfrutado privativa mente , pasando a tener consideración de propiedad particular. Paralelamente , la reforma de la hacienda pública y la implantación de un nue vo modelo tributario y fiscal más acorde con los nuevos preceptos del es tado liberal estructurado a paiiir de la división territorial y política de Javier de Burgos en 1833, conllevó la necesidad de fiscalizar todos los bienes in muebles y controlar con una e vidente finalidad tributaria las transacciones y compraventa de tierras e inmuebles. Para ello , se creó en 1861 el Registro de la Propiedad , sobre la base de las antiguas Contadurías de Hipotecas (1778). E l proceso desamortizador , la necesidad de una reforn1a económica y e l fra- 286 AM E, A rchi vo Condal d e Elda , doc . 166. 133 caso de la codificación civil fueron los precedentes de la Ley Hipotecaria de 1861 que reguló el derecho real de hipoteca y vino a formalizar el Registro de la Propiedad . Tras la definitiva pérdida de la jurisdicción sobre el condado de Elda, la antigua Señoría, sin vínculos familiares ni solariegos con las poblaciones del condado, y convertida en una propietaria más de inmuebles y haciendas, procedió a la plena consolidación y reconocimiento público de la propiedad mediante su inscripción en el correspondiente registro, al tiempo que paso previo para su enajenación. Circunstancia que en el caso de la casa de Santa Bárbara , en la heredad de Noguera , propiedad de los condes de Elda desde el siglo XVI, queda perfectamente atestiguado en el Registro de la Propiedad. Así, tras el fallecimiento de Felipe María Osorio y de la Cueva, conde de Cervellón y XIV conde de Elda (1815-1859) , le sucederá su única hija Mª del Pilar Loreto Osorio y Gutiérrez de los Ríos , según carta de sucesión al marquesado de Noguera otorgada el 6 de mayo de 1859 (Fernández Mota, 1984 , 259) . A los escasos meses de su conversión en condesa de Elda, se procederá , en fecha de 17 de noviembre de 1859, a la inscripción en los libros de Contaduría, IV Urbanas de Petrer, de ’una hermita y casas en Santa Bárbara del marquesado de Noguera’, como propiedad de la hija del fallecido conde de Cervellón. Cinco años más tarde, en 1864, FRANCISCO MAESTRE ALGA RRA, abogado, vecino de la villa de Elda, alquila la casa de Santa Bár bara y ermita anexa , sita en la partida de la Noguera, en el término de Petrer por tiempo indeterminado y un precio anual fijado en 8 libras, ó 120 reales de vellón, pagaderos por mitad el día 30 de abril y el día de Todos los Santos 2 87 . Francisco Maestre Algarra, hijo de José Maestre, natural de Elda, y de Francisca María Algarra, natural de Vi llena, nació en Elda en 1816 y se casó con Francisca María Sempere Vidal (Mira-Perceval y Rico, 2010). Tenía fi jada su residencia en la calle La Iglesia , de Elda y fue uno de los mayores contribuyentes de la localidad. De la cuota atribuida en la contribución anual a la Hacienda Pública (620’34 pesetas) se desprende que en el año 1883 era el segundo contribuyente en importancia tras Lamberto Amat y Sempere , que contribuía con 733 ’95 pesetas . Mantenía relaciones profesionales con los duques de Fernán-Núñez, pues en 1862 recibió poderes legales de repre sentación, por delegación de Tomás Martínez de León , apoderado general de los duques , para que le sustituyera en juicios verbales, conciliaciones y demás pleitos que surgieran en Elda (Segura y Poveda, 1999: 83 ; Segura y Rico, 2004: 219). En 1863, junto con José Amat y Sempere, alcalde de Elda , Justo Navarro, Gregorio García y Juan Amat y Quesada , también hacendados 287 AMP , Fondo Amat y Maestre, doc. 108. 134 y personajes bienestantes de la Elda preindustrial, alquiló una casa en la calle Nueva, nº 14, a los duques , para el establecimiento de un casino (Segura y Rico , 2004: 219). El contrato de arrendamiento fue renovado el 26 de agosto de 1866 por Miguel Amat, como administrador de las rentas de los duques en Elda, Petrer y Salinas , por un plazo de ocho años (1866-1873) y por el mismo precio anual, pero ahora pagaderos los días de San Juan y de Navidad 288 . Alquiler que se prolongará durante 16 años, hasta 1880, cuando en un proceso mucho más amplio de enajenación de todas las propiedades y antiguas regalías de la casa condal de Elda, Francisco Maestre y Algarra la adquirió en la subasta pública de bienes de la duquesa de Fernán-Núñez celebrada el día 5 de agosto de ese año (Segura y Poveda , 1999: 82 -83). La subasta fue realizada por Joaquín Buchón y Reig, administrador del conde para las provincias de Alicante, Valencia y Castellón. Venta formaliza da ante José Amo y Bañón , notario de la villa de Monóvar, el día 1 de mayo de 1884: ’ Una casa y ermita de Santa Bárbara, cuya superficie es de ciento veinte y ocho metros cuadrados, situada en el término de Petre1~ partido de Santa Bárbara , lindante por derecha entrando con tierras de Joaquín Maestre y hermanos; izquierda Don Ricar do Pérez, y espaldas Don Joaquín Maestre: valorada en trescien tas veinte y siete pesetas con cincuenta céntimos ’289 . El precio pagado , 327’50 pesetas , no era realmente alto, en consonancia con la línea mantenida a lo largo de este estudio en relación con el valor de la propiedad inmobiliaria y de las escasas tierras que se trabajaban. Previo a esta transacción inmobiliaria , el 18 de diciembre de 1871, la finca había sido inscrita en el Registro de la Propiedad de Monóvar, a favor de Mª del Pilar Loreto Osorio y Gutiérrez de los Ríos, duquesa de Fernán Núñez, de Montellano, condesa de Cervellón y de Elda, entre otros títulos . Inscripción registra! como manifestación pública de dominio total de la pro piedad , al tiempo que obligación fiscal y tributaria para con la hacienda pú blica; y, trámite necesario para la posterior venta de los inmuebles . Transac ción comercial que también quedaba anotada y sujeta al pago del impuesto correspondiente. En la inscripción registra! se identifica la finca como 290 : Las fincas heredadas de sus padres, que ahora constituye las de este número lo es, una hermita y casa en Santa Bárbara, digo 288 AMP, Fondo Amat y Mae stre , doc. 146. 289 APM , Elda , 1884 , José Amo , f. 437-439. 290 RPE, Petrer, Tomo 156 , Libro 21 , f. 234. 135 una casa de habitación situada en el Partido de Santa Bárbara, en la Villa de Petrel, señalada con el número veinte de policía sin que conste su medida métrica, superficie, lindante por frente con camino de la balsa, derecha saliendo, corral de ganados de Don Joaquín Maestre, izquierda casa de los herederos de Francisco Maestre y ensanche. Inscripción realizada junto con todos aquellos bienes propiedad de la condesa de Cervellón, tal como los hornos ’de pan cocer’ y los molinos harineros, además de los mesones o posadas, casas, fincas y de la propiedad de parte de las aguas de riego, de las tres villas del condado (Segura y Pove da , 1999: 82). Propiedades que , a lo largo de la década de los años ochenta del siglo XIX, fueron enajenadas por la casa ducal , en un paulatino proceso de liquidación del antiguo señorío. Así, todos los anteriores bienes fueron vendidos en pública subasta. Y entre ellos, la casa y ermita de Santa Bárbara que fue adjudicada por Joaquín Buchón y Reig, administrador de la condesa para las provincias de Alicante, Valencia y Castellón, el 5 de agosto de 1880 a favor de Francisco Maestre Algmn, vecino de Elda. La venta se realizaría en nombre del hijo de la duquesa, MANUEL FELI PE FALCÓ Y OSORIO, a quien en 1888 le quedaban en el término de Petrer cuatro tahúllas en la partida Casa Huerta, un jornal en la partida Molino Nue vo, un jornal en la partida del Pino, dos hornos de pan, una casa y esta casa de labor de Santa Bárbara, según el Amillaramiento de Petrer de ese año (Asins, 2009: 145). En el último cuarto del siglo XIX los Fernán-Núñez fueron ven diendo las propiedades que les restaban en el condado de Elda , de forma que en 1900 a Manuel Falcó sólo le pertenecían 6,14 hectáreas en el término de Elda (Belando Carbonell, 1990: 112). Con la venta de la casa de Noguera se cerró página a una parte de la historia de nuestros pueblos. Tras casi cuatrocientos años de vinculación al patrimonio señorial de los condes de Elda, en sus diferentes linajes, la anti gua heredad de Noguera, pasaba a manos particulares, entrando como una propiedad más en el mercado inmobiliario; quedando el antiguo territorio del marquesado de Noguera desvinculado para siempre de los poseedores del título nobiliario al que dio nombre. De Francisco Maestre Algarra a Gonzalo Castelló Poveda Habiendo disfrutado de la hacienda de Santa Bárbara durante 20 largos años como mTendatario de la misma, a los escasos cinco años de su uso y disfrute como legítimo propietario, un 7 de junio de 1889 falleció Francisco Maestre Algarra, quedando por disposición testamentaria adjudicada a favor 136 Figura l 9.- Gonzalo Castelló Poveda y su esposa Constantina Rizó Cantó. A iio 1900. (Foto: Julio Derrey , Valencia . Archivo de María Dolore s Fortea). de su esposa. Tras el fallecimiento de Francisca Mª Sempere , el 19 de junio de 1901 , heredó la casa su hija Mª SALUD MAESTRE SEMPERE, casada con Vicente Maestre Sempere , quienes un 7 de junio de 1913 vendieron la casa a GONZALO CASTELLÓ PO VEDA (Figura 19). 137 Hijo de Vicente Castelló Navano y de Antonia Poveda Payá, y el terce ro de cuatro hermanos 2 91 , Gonzalo nació en Petrer el 25 de abril de 1877, siendo bautizado al día siguiente por don José Beviá, cura ecónomo de San Bartolomé, de Petrer , imponiéndole los nombres de pila de Gonzalo Jeróni mo Bartolomé Marco 292 . El negocio familiar (una tienda de ultramarinos con gran variedad de artículos) debió pennitir al matrimonio Castelló Poveda que sus hijos estudiaran las primeras letras con un maestro del pueblo (Mª Dolores Portea , información oral). Quizás heredado y aprendido de su padre el espíritu emprendedor para los negocios y el comercio , a los 18 años de edad ya regentaba en Novelda un próspero negocio de comercialización de azafrán. El 6 de noviembre de 1900 se casó con Constantina Rizo Cantó, de aquella población, donde quedó fijada su residencia, en la calle del Canil. Matrimonio del que nacieron cuah·o hijos: Gonzalo , Araceli , Constantina y Vicente (Figura 20). La buena marcha del negocio le penn itió tener representantes en diversos puntos, entre ellos Manuecos , donde mandó a un hombre de su total confian za, que una vez allí realizó un desfalco de una enorme suma de dinero que condujo a la quiebra a Gonza lo Castelló. E l apoyo económico de su suegra le permitió sobrevivir , hasta que por indicac ión de un primo hermano de ésta, que residía en Barcelona y trabajaba en la banca, se trasladó a la ciudad conda l. A los pocos días, regresó a Novelda con mucha ilusión y un billete de embarque para un viaje transatlántico a América desde el puerto francés de Le Havre 293 . Durante dos meses permaneció en los Estados Unidos, desde donde vo lvió con un automóvil y un contrato para representar a los laborato rios farmacéut icos Pfeizer en varios países europeos. Su talante emprendedor le pennitió aprender rápidamente francés con fluidez e inglés. Viajaba dos veces al año a Nueva York a rendir cuentas , donde entabló, más allá de lo es trictamente laboral, una intensa re lación con los dueños de la farmacéutica. Su trayectoria empresarial le llevó a fundar en 1907 la firma ’Gonzalo Castelló’, y posteriormente ’Tártaros Gonzalo Castelló , S.L.’, convirtién dose en un gran empresario dedicado a la producción y comercialización de sales tartáricas naturales derivadas de los subproductos de la uva, expor - 291 Matilde, la mayor, casada con La ureano Payá, regentaron un estanco en la plac;:a de Da lt; el segundo era Vicente, propietario q ue fue de la llamada fábrica de lonas de Santa Bárbara ( 1903-1921 ), vivía en la ca lle Francos Rodríguez , actual calle Pedro Requena, en una casa que todavía se conserva y en la actualidad es la sede de la fila Negros Beduinos, donde en una de las rejas de las ventanas se pueden observar las iniciales del que fuera concejal y alcalde del ayuntamiento de Petrer (1909 y 1914 ); y, el más pequeño , Pedro Pompeyo , más conocido como Pompe yo. 292 APSBP, Libro de Bautismos , 1871-1878 , tomo XII. 293 A este respecto la frase transmitida en el entorno familiar en relación a este suceso fue: ’Que venga enseguida a Barcelo na. Aquí han venido unos americanos que buscan un hombre para Europa y Gonzalo vale mucho’. 138 Figura 20.-Go nzalo Cas te ll ó Po ved a fotografiado en uno de sus múltiples viajes. Aiios 20. (Fo to: Archi vo de Ma ría Dolore s Fort ea). tando la producción a diversos países de Europa, América, Rusia e incluso Japón. Firma comercial que a lo largo de más de cien años de trayectoria se ha consolidado corno un fabricante de referencia mundial en sales tartáricas naturales 294 . Periodo durante el cual siempre ha mantenido una estrecha re lación con estas tierras, dado que si hoy en día las instalaciones industriales están en Salinas, el domicilio social y oficinas de administración todavía permanecen en Novelda. Con 53 años de edad , y dada su condición de empresario y hombre de orden , y al igual que suced ió en otras muchas poblaciones españolas, fue elevado a la alc aldía de Nove lda, su ciudad de adopc ión, tomando posesión el 6 de noviembre de 1930 y permaneciendo en el cargo escasos cuatro meses, h asta el 26 de marzo de 1931 (Aldeguer Jover, 2007). Falleció en Marsella, un 5 de abril de 1938, a punto de cumplir los 61 años de edad. Sus restos fueron trasl adados a Novelda hacia el año 1957. 194 Los derivados y compu estos con tártaro son de amp lia utilización en la alim entación y co nse rvació n de alimento s. As í, e l bitá1taro potásico es un producto natural utilizado corno ad itivo natu ra l en la e laborac ión de paste lería para galleta s, merengues, etc .; en los edu l cora ntes para reducir el regusto; en la indu stria farmacéutica como d iurético y laxan te. El ác ido taitárico es un prod ucto natural procedente de los s ubproducto s de la uva . F uente : ht tp:/ /www.tartar ic.com /gonzalo caste llo [Consulta: 02-09-2013]. 139 Figura 21: En las tardes de verano las mujeres se reunían a bordar y a coser. De negro Raimunda, nuera de Elías Rizo Cantó, dueíio de una de las casa de Santa Bárbara. En primer término sentada en una hamaca Ramona Mira Rizo , a s u lado mirando a la cámara su prima hermana Constantina Castelló Rizo, de pie y en brazos de la niiiera Mª Dolores Fortea Castelló , hija de Constant ina. Santa Bárbara , aiio 1931. (Foto: Archivo de María Dolores Fortea). Además, de la propiedad de Santa Bárbara, Gonzalo Castelló era también dueño de otras fincas en Petrer, en las partidas de la Lloma de Dalt, la Lloma de Baix y el Figueralet. Debido a la localización de la casa y finca de Santa Bárbara junto a la carretera nacional, con fácil acceso y comunicación con Novelda, Petrer y la estación de ferrocarril, los Castelló Rizo trasladaban allí su residencia durante los tres meses de verano. Les gustaba mucho ir a esa finca quizás por la proximidad a Petrer donde tenían familia y buenas amistades. Era fi’ecuente que los familiares de Petrer /iteran a Santa Bárbara a comer o a me rendm’ La vida en la casa era muy sencilla y relajada. Delante de la casa había unos árboles muy altos y frondosos que proporciona ban una sombra muy agradable. Mientras los mayores charlaban relajadamente los más pequeños jugaban a la comba y a las cani cas. Las mujeres hacían labor y visitaban a los vecinos. También la familia Castelló recibía visitas de los amigos y en algunas oca siones iban a Petrera visitar a la familia. Después de la guerra ya no veranearon allí porque la casa había sido saqueada y se habían producido muchos daños 295 . (Figuras 21, 22 y 23) 295 Testimonio oral de Mª Dolores Fortea Castelló , nieta de Gonzalo Caste lló Poveda . 140 Figura 22. En el centro , E lv ira Cantó Navarro, propietar ia de una de las casas de Santa Bárbara y esposa de E lías Rizo Cantó. También aparecen e ntre otras las hermanas Castelló Rizo, Aracel i y Constant ina y en primer plano los hermanos Wigberto y Wifredo Rizo Cantó , primos hermanos de las anteriores e hijos de Elv ir a. (Foto: Arch ivo de Mar ía Do lores Fortea). Figura 23. De izquierda a derecha Rosario Pérez , ¿ ?, las hermanas Araceli y Consta ntina Caste lló R izo y e l chófer en el Hispano-Suiza de Vicente Castel ló Poveda, delante de la fac hada de la ig lesia de San Bartolomé. Afio! 920. (Foto: Arc hivo de Ma ría Dolores Fortea). 141 Figura 24: Manuel Martínez García y T ere sa Alb ert Cantó , fotografiados e l J de septiembre de 1965 , en la boda d e su nieta Mª Tere sa Herr ero Martínez con Gabrie l Segura Martínez. (Foto: A rchi vo d e Gabri el Segura Herr ero). El inmueble , con una superficie de 258 m2, estaba distribuido en dos pisos y patio trasero. En 1926 estaba valorado fiscalmente en 2.198 pesetas, por lo que pagaba una contribución de 70 pesetas anuales 2 96 . Durante los meses que la familia Castelló Rizo estaba ausente , la casa era custodiada por la figura de los caseros 297 , matrimonio que junto con 296 AMP, Regi stro Fi scal de Bienes Inmueble s, Tomo 3 , registro 819 , 12 /3. 297 El casero más antiguo del que tenemos noticia fue Juan Luis Crespo que habitaba la casa en 1678 (ARV, Manaments y Empares , 1687 , nº 1673 , libro 3, mano 25 , folios 28-33 . Posesión de la casería, término y jurisdicción y marquesado de Noguera a favor de don Juan A ndrés Coloma Pérez Calvillo y Espinosa , conde de Elda) . 142 su familia, cuidaba que todo permaneciera en orden y preparaban la casa para recibir a los dueños . Todavía se guarda memoria del matrimonio que durante muchos años estuvieron como caseros 298 . Matrimonio formado por Manuel Martínez García, pastor de oficio , y Teresa Albert Cantó, quienes a finales de los años veinte del siglo XX llegaron a Santa Bárbara procedentes desde La Algueña, junto con sus tres hijos: Manuel, Teresa 299 y Francisca (Figura 24). De Gonzalo Castelló Poveda a José Luis Marco Bazán Al fallecimiento de Gonzalo Castelló y la recuperación de la propiedad de la casa , al final de la Guerra Civil, en 1941, y en virtud del testamento, el inmueble pasa a ser propiedad de CONSTANTINA RIZO, su esposa; quién a su vez la trasmitió a su hijo VICENTE CASTELLÓ RIZO 300 en 1943. Éste, tras 21 años de propiedad, vendió la casa en 1964 al farmacéutico JOSÉ LUIS MARCO BAZÁN. Oriundo de Sobradiel (Zaragoza) y nacido el 3 de marzo de 1929 , tras sus estudios de farmacia, se trasladó a Petrer para re gentar una fannacia en la que ofreció sus servicios a varias generaciones de petrerenses hasta su jubilación. Desde su llegada a Petrer, en 1948, y durante muchos años, ocupó la plaza de inspector farmacéutico, formando parte de la Junta Local de Sani dad, desde donde realizaba las correspondientes inspecciones sanitarias de competencia municipal. Labor desarrollada desde mediados de la década de los años cincuenta y durante todos los sesenta del siglo XX. Entre sus ocu paciones figuraba el control de la calidad del agua de las fuentes públicas (1956), el análisis del índice de acidez del aceite de la almazara a solicitud de la Cooperativa Agrícola (1959); control de la higiene y eficacia en el servicio municipal de recogida de las basuras domésticas, mediante el establecimien to de unos itinerarios determinados ( 1964) y el uso de bolsas de plástico y la recogida nocturna de las mismas ( 1967). José Luis Marco Bazán tuvo su primera farmacia y laboratorio en la calle Antonio Torres, nº 11. Establecimiento que, anteriormente, había sido la farmacia de Julio Jover Llorca. Con posterioridad , se trasladó a la calle Leopoldo Pardines. Fue uno de los farmacéuticos más conocidos de Petrer, destacando por ser un especialista en dietética y alimentación. Temática 298 Testimonio oral de Luis Bernabé Reig . Fecha: Junio, 2013 299 T ere sa Matiínez A lbert ( 191 7 -1983) casada con Mariano Herrero Tribaldo s ( 1909-19 87), natu ral de Sax , son los abuelo s maternos de uno de los autores de este trabajo . 300 Nacido en Nove lda un 8 de agosto de l 9 l 5. Al igual que su hermano Gonzalo, se dedicó al negocio familiar de la producción y comercialización de sa les tartáricas naturales. Casó con Josefina Cantos Requena. 143 de la que publicó artículos de investigación en diversas revistas europeas; permaneciendo hasta su jubilación en 1994, vinculado con varias universi dades españolas a las que se trasladaba a impartir conferencias y participar en jornadas y debates (Jover y Rico, 2006). Tras su fallecimiento el 3 de octubre de 1999, a los setenta años de edad , la casa de Santa Bárbara pasó a sus herederos . El poblamiento en Santa Bárbara. De la venta a la pedanía Lugar de frontera entre reinos, jurisdicciones y provincias; vía de comu nicación entre el litoral mediterráneo y el interior peninsular; y punto con abastecimiento de agua, confirieron a la partida de Santa Bárbara una notable importancia histórica y singularidad frente a otros lugares , parajes o partidas del antiguo condado de Elda. Como siempre que queramos buscar los orígenes de algo en Santa Bárba ra , hay que recmTir al primitivo topónimo, ahora perdido , de Noguera. Y ahí es donde nos volvemos a encontrar con el documento donde aparece referido por primera vez este bello topónimo de origen medieval. En 13 86 aparece atestiguado por primera vez el término ’Noguera’ , cuando Pedro IV dispone , a instancias de la reina Sibila de Fortia, señora de Elda, el establecimiento de un peaje en la torre de la sierra del Por titxol (actualmente sierra de la Torreta), construida hacía escasos años, para mantener la seguridad en el camino entre Elda y Sax y en el camino de la Noguera: ’ .. .familiaris ve! etiam officialis, transitum faciens per dictum iter , hoc est inter Elda et Saix et inter Saix et Eldam et u tique per caminum de la Noguera, ad quasvis alias partes unum denarium regalim Valencie ... ’. (Ferrer i Mallol, 1988a: 365). De la existencia del topónimo no podemos inferir la existencia ni de un poblamiento fijo en la zona ni de inmuebles residenciales. Sólo a mediados del siglo XVI vuelve a documentarse el topónimo 301 , siendo constante su referencia a partir de 1575. Como ya se ha indicado en el capítulo 1 , será un I O de febrero de ese año, cuando mediante una crida o bando público, Gaspar Remiro de Es pejo, gobernador y baile de las villas de Elda, Petrer y Salinas, establece los límites territoriales de ’la hereta t del molt Jlls ’. Señor Don Juan Co- 301 ’El ahitamiento de la Alcadufada de Noguera a 19 de Enero de 1565’, designa e l trazado de la cana lización que conducía el agua desde la Noguera basta la s fuentes de Elda (Amat, 1983 II: 271). 144 loma en Noguera e la Serra questa damunt ella’, quedando como una propiedad privativa de la Señoría y, por tanto, de acceso prohibido a los vecinos de las citadas poblaciones, así como a los ganados , leñadores y cazadores u otras personas bajo pena de multa de 60 sueldos (Amat, 1983 II: 274-275). Heredad privativa del señor de la todavía baronía de Elda en la que es lógico presuponer la existencia de algún inmueble para vivienda tanto del señor como de su familia, así como de los guardeses que debían vi gilar la propiedad señorial y el no incumplimiento de los súbditos de las prohibiciones impuestas, especialmente la de la caza . Inmuebles que , por otra parte , ya vemos reflejados en 1586, cuando un 24 de abril Francisco Coloma , cede la casa, balsa , ermita y fuente a su hermano Carlos (Asins , 2009: 82). Cesión entre hermanos segundones que viene a confirmar que la heredad de Noguera tuvo, al menos hasta 1694, la consideración de bien de libre disposición , no sujeto al vínculo del mayorazgo establecido para los estados de la casa condal de Elda en 1581 (Segura y Poveda , 1991: 45 , 63). La abolición de los señoríos jurisdiccionales, entre l 811 y 183 7, y la consolidación de la propiedad plena de la tierra en mano de los enfiteutas ; la venta de las propiedades señoriales de Noguera y su adquisición por un particular; así como la potenciación del antiguo camino de Murcia a Va lencia , ahora convertido en carretera general de primer orden, de Ocaña a Alicante, que permitía el tránsito de un flujo continuo de carros y carretas con mercancías diversas, bien hacia la costa bien hacia el interior penin sular , favoreció a finales del siglo XIX el surgimiento de un incipiente núcleo de población , potenciado tanto por la proximidad a las localidades de Petrer (1,90 km.) y Elda (2 ,6 km.) , como por la presencia de un foco de abastecimiento de agua potable para el consumo humano. Población cuya localización quedó focalizada preferentemente en torno al trazado de la carretera, en lo alto de la llamada ’cuesta de Santa Bárbara ’. Además de la propia casa de Santa Bárbara , propiedad desde 1880 de Francisco Maestre Algarra, y de la venta homónima , destinada a dar servicio a los viajeros, arrieros y transeúntes que circulaban por la ca- 1-retera, en las dos últimas décadas del siglo XIX se debieron construir todos los inmuebles que en diverso estado de conservación han llegado hasta nuestros días , tanto los agrupados en el caserío a ambos lados de la carretera , como aquellos otros aislados , a escasos metros de la carretera y en el camino hacia la que fue casa principal de Noguera . Entre todos ellos , cabe destacar , por su trascendencia cultural y social el conocido como ’Villa Emilia’. 145 Villa Emilia Situada junto a la calzada de la antigua carretera, en lo alto de la famosa cuesta de Santa Bárbara y enfrente de la venta, esta finca ocupaba una su perficie superior a los 2.435 m 2 • Dimensiones que posee en la actualidad tras las continuas expropiaciones y afecciones sufridas por la construcción de la ’Variante de Elda’ primero , y de la autovía A-31 después. Desconocemos el año de su construcción , si bien su tipología y elementos arquitectónicos uti lizados en fachadas y cubierta permiten proponer una cronología del último cuarto del siglo XIX . Debe su nombre a doña Emilia Sempere y Gómez de Algarra (Reus , 6 de marzo de 1849 - Petrer , 22 de octubre de 1920), hija de Vicente Sempere Molina, capitán del Estado Mayor y gobernador del castillo de To1iosa. A los ocho años de edad, y tras el retiro paterno y el pase a la reserva militar , la fa milia Sempere Gómez se trasladó a vivir a Petrer, cuna de la familia de la es posa. Transcurridos los años, la joven Emilia conoció a Román Payá Soria 302 , comerciante, de posición acomodada e hijo de José Doroteo Payá Ramírez 303 , con quien contrajo matrimonio en 1874 , fijando su residencia en una casa de laplar;a de Dalt (González Jover, 1993 ; Rico Navarro , 2002) (Figura 25). La familia Payá Sempere no tuvo descendencia por lo que Emilia se volcó en atender a sus sobrinos Pepita y Carlos Payá Testor , cuyo fallecimiento en noviembre de 1918 , a causa de la epidemia conocida como ’la gripe española’, provocó un hondo pesar en el ánimo de la poetisa . Lamento reflejado en varias de sus composiciones (Sempere y Gómez, 1921: 12-17; Martí Cebrián, 1999). En honor a su esposa, la finca que Román Payá tenía en Santa Bárbara fue conocida como ’Villa Emilia ’. Acondicionada como vivienda de recreo veraniego, estaba dotada de un amplio jardín, donde , dada la inquietud lite raria de Emilia y la inclinación intelectual de Román Payá por las corrientes de pensamiento teosóficas y espiritistas, tan en boga a finales del siglo XIX y primer tercio del siglo XX, se desarrollaron muchas tertulias literarias y filosóficas , así como reuniones masónicas (Gonzá lez Jover , 1993). La vi vienda acabó convüiiéndose en residencia fija y permanente del matrimonio (Figuras 26, 27 y 28) . 302 Nacido en Petr er, en 1853 . Casó en primeras nupcia s co n Emilia Sempere , co n la que no llegó a tener descendencia; y, al fallecimiento de ésta e n l 920 , contrajo matrimonio en segundas nupcias con Rosario Pére z, con la que sí tuvo descendencia (González Jover, 1993). 303 Tanto José Doroteo Payá Ramírez (J 829-1903) , como su hijo Román Payá Soria in gresaron en 188 1 en l a Logia Amor , nº 126 , de Vi llen a, donde fueron conocidos bajo los se udónimos ma sónicos de Pela yo y Noé , re spec tiva ment e. En 1883, José Doroteo Payá fundará en Petr er l a Logia Con su elo , nº 128 , bajo la obediencia del Gran Oriente de Es paña (González Jo ver, 1993; Rico Nava rro, 1999). 146 Figura 25: La poetisa E milia Se mpere, senta da, junto a su esposo Román Payá y la actriz Dolores E strada. (Fuente: Martí Ceb rián , 1999). .1111 Figura 26. V ista panorámica del jardín de Vi lla E mili a, a p rincipios de l sig lo XX. (Fuente: González Jover , 199 3). 147 Figura 27. Vista aérea de Villa Em ilia en la actua lidad. (Foto: J.M. Martínez Lorenzo). Figura 28. Fachada principa l de Villa E milia. De aquellas celebraciones en Villa Emilia nos ha llegado el eco social gracias a la crónica de una de ellas recogida en el periódico El Demócrata , en su edición del 9 de abril de 1908 304 : ’El domingo último, tuvo lugar en la preciosa quinta que posee Don Román Payá Soria, en Santa Bárbara y que lleva por nombre ’Villa Emilia’ una de esas fiestas íntima s que dejan perdurable recuerdo en cua ntos ti enen la dicha de asistir a ella. 304 No ticia recogid a del libro in édito de Patricia Navarro Dí az, Historie s de carn i paper, a qui én agradecemos las faci lidades dadas para s u consu lta. 148 Celebrábase la fiesta onomástica de la distinguida esposa del S1é Payá y para festejar tan fausto suceso, se reunieron en la citada finca los amigos de la familia entre los cuales se destacaban por su belleza y gracia, las señoritas Lola y Elvira Poveda, Faustina e lsabelita Payá, Rosario Pérez Sevilla, Esperanza Guillén y otras que con su donaire y gentileza completaban el cuadro que ofrecía aquel edén pletórico de luz , colores y aromas. Dirigidos por el & Payá, se bailaron ’Rigodones y Lanceros’, se hizo música, se recorrieron los vergeles de la preciosa finca, y a la caída de la tarde se obsequió a los concurrentes con un lunch durante el cual reinó la animación y alegría consiguient e. Hubo los corres pondientes brindis , y la tarde te rminó con demasiada rapidez para los que deseaban quejúese eterna’. (El corresponsal, Víctor Guillén). De igual modo, ambos cónyuges, y acorde con su sensibilidad intelectual e implicación social, compartieron aficiones . Así, paiiiciparon en la función teatral benéfica que tuvo lugar en Petrer el 27 de mayo de 1912 para la re cogida de fondos destinados a socotTer las necesidades de los soldados que combatían en Melilla. La crónica periodística de aquel acto benéfico fue re cogida, de forma telegráfica , en un diario madrileño de amplia tirada y de marcado carácter republicano: ’Celebrada anoche fimción beneficio soldados Melilla. Lleno rebosante. Estrenada comedia costumbre, ’Los hijos del pueblo’ , de Emigdio Tato Amat , éxito grandioso. Salido escena varias ve ces durante la representación y final cuadros. Fin, levantado telón infinidad de veces, grandes ovaciones. Repitese esta noche . Obra tiene efectos dramáticos tensión , llegan alma yfuerza cómica. Mu chos chistes reídos ovacionados. Director artístico Román Payá Soria hizo creación papel ’Chuano ’, ovacionado toda la obra. Distinguiéronse Srtas . Rosario Pérez, Sra . Emilia Sempere y S1é Villaplana Reig que bordaron sus papeles . El & Montesinos hizo muy bien papel dificilísimo. También estu vieron admirables la Srta. Pepita Payá, Sres . Esteve, Barberá, Hipó lito García, Amat Castillo , Maestre y niiia Felicitas Rico . Todos muy aplaudidos , contribuyendo éxito obra. Banda dirige S1é Alemán , muy afinado; rondalla, Sr Tortosa, aplaudida; orquesta, maestro Cantos, ovacionada’. (BNE,HD ,DiarioElPaís , 1 dejuniode 1912: 3). Emilia Sempere contó con la admiración de su esposo, quien la animaba en su afición poética, componiendo su obra en aquella residencia. Y a la cual también dedicó alguna que otra poesía , donde deja entrever su amor y admi ración por la propiedad familiar. 149 VERSOS DE EMILIA POESIA S INEDIT AS POR---- Doña Emilia Sempere y Gómez OBRA PÓSTUMA : E!.C Hr. : 1~,r- llltCrs r.cut!wr : 19!.’1: Figura 29. Portada d el libro pó stumo d e Emilia Semp ere. Villa Emilia Eres Villa Emilia hermosa , encanto del que te mira ; en tu recinto se aspira la brisa más deliciosa. Alguna hada protectora puso en ti tan grande hechizo , que te llaman , seductora , ’ El Rincón del Paraíso ’. ¡ Villa de mis ilusiones , cuánto mi pecho te ama! ¡ Que mágico panorama se ve desde tus balcones! ¡ Cuántas flores delicadas se ostentan en tus jardines! Hortensias , Dalias , Jazmines y las rosas nacaradas ; Madreselvas perfumadas te inundan de esencias mil. . . Parte de su obra vio la luz , de forma póstuma, en 1921 , bajo el título Poe sías inéditas . Versos de Emilia 305, tras el fallecimiento de la poetisa un 22 de octubre de 1920 (Figura 29). io; Impreso en Elche, en la imprenta de Matías Gonzá lv ez. 57 páginas. 150 El Quitapenas El incremento del tráfico de personas y mercancías por la ca1Tetera, el acondicionamiento y mantenimiento de la calzada de ésta y el desarrollo eco nómico, demográfico y social de los pueblos más próximos , permitió que , alrededor del antiguo núcleo de Santa Bárbara, fueran surgiendo otros in muebles dedicados a diferentes usos, en unos casos residenciales y en otros comerciales, e incluso industriales. En junio de 1930 se traslada a la Junta Municipal de Sanidad de Petrer, la solicitud de una señora, dirigida al alcalde Antonio Andreu Cabedo, con la pr ete nsión de abrir un prostíbulo en una casa de la partida de Santa Bárbara (Jover y Rico, 2006: 79-80). Solicitud denegada por unanimidad de todos los miembros de dicha junt a, en base a las siguientes razones: ’1. La proximidad de la casa pública a un importante poblado donde sus moradores, gente honrada y trabajadora había de pre senciar como sus hijos para ir diariamente a las fábricas tenían que pasar por allí por ser de obligado paso entre E/da y Petrel, exponiéndolos y desamparándolos en su inexperiencia ante esta ocasión de perder su inocencia, predisponiéndolos y dando las fa ci lidad es para el vicio. 2. El estar s ituada esta casa a regular distancia de la pobla ción, traería como consecuencia obligada la falta de vigilancia por los agentes de la autoridad, con lo que los peligros de es cánda lo, perversión y corrupción de menores etcétera se verán favorecidos. 3. La limitación o escasez de medios de todas clases que en estos pueblos pequeños padecemos harían que la .fitnción guber nativa, de investigación y de sostenimiento del orden, y /afimción sanitaria en su aspecto de profilaxis de las enfermedades venero s ifllíticas, fi,esen insuficientes para remediar los perniciosos efec tos que en la familia y en la sociedad determinan la propagación de estas enfermedades’ . (AMP, L. 39/1 ). Como muy bien apuntan los autores, la denegación del permiso para la apertura de una casa de citas ’respondía necesariamente a la presencia de otras, siempre situadas a las afueras de la población, bien en los ca minos entre Petrer y E/da, bien en la carretera nacional hacia Alica nte’ (Jover y Rico, 2006: 80). En relación con la localización de este tipo de negocios, cabe mencionar el conocido como el Quitapenas. Negocio situado en lo que previamente había sido la cerámica propiedad de Ernes to Maestre Beltrán, donde se fabricaron materiales para la construcción, caso de tejas y ladrillos en un horno de unos 1 O m 3 de capacidad, según 151 consta en el libro-registro de altas de matrícula industrial de 1923. Este edificio se destinó posteriormente a venta o posada para el servicio de carruajes, y durante la II República y Guerra Civil quedó habilitado como prostíbulo (Bernabé Reig , 1998) . Fábrica de lonas En las proximidades de Santa Bárbara , destaca por su importancia el edi ficio conocido como la fábrica de lonas , situada aguas abajo del pantano de Elda , a la salida del encajonamiento del río Vinalopó en la sierra de la Torreta. Propiedad de la mercantil Vicente Castelló y Compañía, Fábrica de tejidos , tintes, blanqueo y acabado de algodón, estaba participada 30 6 en su mayoría por Vicente Castelló Poveda 3 0 7 , hermano del ya mencionado Gon zalo Castelló, propietario de la casa señorial de Noguera (Figura 30). Cons truida en los últimos años del siglo XIX , la fábrica de lonas se encontraba en plena producción en el año 1900, siendo las dos primeras décadas del siglo XX las que concentraron la actividad industrial de este complejo fabril , alimentado primero por la fuerza motriz de las aguas del pantano de Elda y , posteriormente , por la energía eléctrica procedente de la pequeña central hidroeléctrica de la ’Eléctrica Eldense ’. Instalaciones y aprovechamiento energético que permitió la producción de diversas clases de tejidos, lonas , lonetas, velámenes para barcos, acabados y forrería para el abastecimiento de la industria del calzado eldense. Sin embargo, el descenso de los pedidos comerciales con motivo del final de la I Guerra Mundial ( 1914-1919), el cambio de coyuntura política españo la con el agotamiento del modelo social y económico de la Restauración y el incremento de la conflictividad laboral con numerosas huelgas, provocaron su cierre en 1921 y el traslado de la producción a N ovelda (Martínez Maestre, 1990; Navarro Guillén, 2003) (Figura 31 ). Yeseros Otra actividad industrial localizada en las proximidades de Santa Bárbara, y en estrecha relación con la explotación y aprovechamiento minero de los pequeños cabezos triásicos allí existentes , fue la producción de yeso . En este 306 Otro socio de la compañía fue Lui s Sala Seller , conocido banquero de Novelda , cuya aporta ción económica inicial pennitió la adquisición de los terrenos y la construcción de la primera na ve (Navarro Guillén , 2003). 307 Vicente Castelló consta en 19 l 7 corno propietario de un total de 24,03 ha de tierra en la paiiida de Santa Bárbara (AMP , Libro de la Propiedad de la Riqueza Rústica , de 1917). 152 Figura 30. En el centro Vice nte Caste lló Poveda, propietario de la fábrica de lo nas de Santa Bárbara y alcald e de Petr er. El coc he es uno de los prim eros que se sacaro n al me rcado y la imag en está tomada en los a lrededores de la Molineta. El de la der echa posiblemente es qui en fuera también a lc ald e de P etre r, Vícto r Ponti . (Fo to: Arc hi vo de María Dolo res Fortea). F igura 31. Pano rám ica d el comp le jo fabril de V icent e Castelló y Co mpaiií a, conoc ido como ’la fáb rica de lonas. sentido , la primera de las caleras documentada fue la calera del tío Roig, que dio nombre a la cuesta de la carretera (Bemabé Reig , 1998). Producción yesí fera en la zona continuada en las décadas de los años cuarenta y cincuenta del siglo XX por Batiste y Soga /13° 8 , en los conocidos como Forns d’algeps de Sogall, situados más en la partida del Guimey que en Santa Bárbara. 30 8 Informac ión oral obtenida gracias al testimonio de Luis Bernabé Reig. Fecha: 3 de mar zo de 201 l. 153 Viviendas Además de la venta , de Villa Emilia, de la casona principal del marque sado de Noguera, y de las instalaciones fabriles y comerciales que hemos comentado , en Santa Bárbara se construyeron otros inmuebles para resi dencia y explotación agropecuaria del entorno (Navarro Guillén , 1995) . Centrados en el camino que desde la antigua carretera nacional permite el acceso a la casona del marquesado , podemos encontrar en primer lugar las ruinas en pie de la casa que fue propiedad de Santiago Brotons Brotons . Inmueble de dos plantas , en el que a lo largo del tiempo hubo varios case ros 309 . A principios del siglo XX , fueron caseros d e la cas a de Santiago Bro tons el matrimonio formado por José Beltrán e Isabel Montesinos (Figura 32) . En la década de los años veinte fue residenci a de Juan Camarasa y su familia, oriundos de Biar. A éste le siguió Serafín Rodrígue z, más conocido como el Roig de les boles marido de ’Eliseta la bordaora ’. Matrimonio sucedido por Francisco Lorenzo Soriano de Al pera (Albacete) y su familia . Tras el episodio de la Guerra Civil , la casa fue h abitada por José M ª Rico Amat , Rambla , hermano de Ana Mª Rico , esposa del propietario de la casa , Santiago Brotons. Los últimos caseros o medieros que estuvieron viviendo allí fueron Felipe Olmedo Hernández y su mujer Dolores Gallego Gil , suegros del que fuera enterrador municipal Clodoaldo Algarra Amorós. Este matrimonio de origen manchego vino a Petrer cuando la oleada migratoria de personas procedentes sobre todo de la Mancha y trabajó en la construcción del barrio del Guirney. Según testimonio oral de Luis Bernabé , en los bancales de debajo de la casa tenían sembrado maíz , tomates y hortalizas; mientras que los aterrazamientos de la ladera de la montaña estaban dedicados al cultivo de avena . Otro inmueble es el comprado en 1870 por José Bernabé Payá , abuelo de Luis Bernabé Reig. Su padre , José M ª Bernabé Poveda , el Cureta , amplió la casa y construyó la bodega. En la actualidad , el nieto e hijo de los anteriores es el propietario de la misma, junto a 17,88 hectárea s de tierr a de secano en la ladera. Vivienda en la que residieron y tuvieron su morada abuelo , padre e hijo desde finales del siglo XIX y gran parte del siglo XX, como manifiestan los padrones de vecinos (Figura 33). Por otra parte, y adosados a la casona de Noguera , también se cons truyeron otros inmuebles que, en origen , debieron ser dependencias do mésticas de la casa principal y que con el paso del tiempo se fueron segregando. Entre ellas , una casa propiedad de Elías Rizo 3 10 , cuñado de 309 Ib íd. 3 10 Propiedad anteriorment e de Vic ente Castelló Po veda , qui én la ve ndió haci a 1928-1929 a E lías Rizo Cantó, cuñado d e su hermano Gonzalo. 154 Gonzalo Castelló Poveda, que al poco tiempo de adquirirla la derruyó (años 20 del siglo XX) para volverla a edificar de nuevo. Con posterio ridad la vendió a Mercedes Navarro Payá, la de Mases , quién a su vez la vendería a José Luis Marco Bazán , propietario de la casa principal desde 1964. F igura 32. Isabel Montesinos y José Be ltrán con sus h ijos Vicente e Isa be l. (Foto: Elda Libertad). 155 Figura 33. El matrimonio formado por Jo sé M’ Bernabé Poveda y Patro cinio Reig Alcaraz, a princi pio s del sig lo XX. (Foto : Archi vo d e Lui s Bernab é). Los vecinos de Santa Bárbara Todas estas construcciones e inmuebles relacionados hasta el momento, destinados bien a viviendas , bien a la explotación agropecuaria del entorno más imnediato , vienen a evidenciar, desde finales del siglo XIX y durante el primer tercio del siglo XX, un proceso de fijación de la residencia en la partida de Santa Bárbara de vecinos tanto de Petrer como de familias foráneas llegadas en búsqueda de mejores condiciones de vida. Fenómeno ligado , sin duda , a la proximidad , ya comentada, a los núcleos urbanos de Petrer y de Elda . Según el Padrón Municipal de Vecinos de 1935, Santa Bárbara contaba con un total de 115 vecinos. Cifras similares a las de otras partidas rurales igualmente pobladas, caso de la Almafrá , con 218 personas allí avecindadas o el Guirney , con 116 habitantes . La mayoría de los residentes en Santa Bárbara constan como jornaleros (21), frente a los 10 dedicados al oficio de zapatero. En el censo de 193 5 se indican dos propietarios residentes allí : Juan Bautista Leal Cerdá, natural de Castalla y nacido en 1866 , con su esposa Josefa Pérez Bernabeu y sus hijos Antonio, Juan Bautista , María y Francisco; y, José Mª Bernabé Poveda, nacido en 1877, que vive con sus hijos José Mª , que figura como jornalero en las tierras de su padre , Patrocinio, Adelia y Luis Bernabé Reig 31 1 (Figura 34). 311 AMP, Padrón de Vecinos , 19 35 , Libro 27 /3 , pp. 172-175. 156 Figura 34. Luis Be rnabé Reig y Ana Beltrán Rico. Ai’io 1946. (Foto: Arc hi vo de Lui s Be rnab é). RELACIÓN DE PROPIETARIOS DE SANTA BÁRBARA (Año 1917) Joaquín Vida! Giménez 43 21 ,02 10 Juan Cantó Escolano 28 97 35 Juan Bautista Payá Alcaraz 14 41 20 Micaela Payá Maestre l 92 18 V da. de Bmiolomé Reig Pascual 1 68 14 José Poveda Beltrán 1 44 12 Josefa Payá Navarro 1 26 11 José Bernabé Payá 1 20 10 Ana Payá Amat 1 14 10 Antonio Maestre Cabedo 48 4 Francisco Botella Payá 39 Román Payá Soria 36 4 Vicente Payá Tortosa 36 3 Josefa Payá Maestre 30 3 Vicente Castelló Poveda 24 3 Ramón Maestre Maestre 24 3 Francisco Navarro Esteban 24 2 Asunción Román Maestre 15 2 Fuente: AMP. E laboración Propia. 157 Veinte años más tarde, en 1955 , la población avecindada en Santa Bárbara descendió hasta las 72 personas 312 . Pérdida de más de un tercio de la pobla ción (37 ,39 %) que hay que poner en directa relación con la industrialización y el proceso de crecimiento urbano experimentado en Petrer a lo largo de la década de los años cincuenta del siglo XX , que favoreció la concentración de población en el núcleo urbano y , en paralelo , el despoblamiento de caseríos y pedanías del término municipal. La manifestación evidente d e esta tendencia la encontramos en la dis tribución de los oficios de sempeñados por los allí residentes . Los trabajos relacionados con la industria del cal zado son los predominantes , caso de los z apateros , cortador y taconero ; al igual que las aparadoras , entre las mujeres . Situación que contrasta con el reducido número de hombres dedicados a las labores agrícolas . Siete en total , de los cuale s cuatro son propietarios y tres jornaleros . - Francisco Lorenzo Soriano , natural de Yecla , de 32 años , que vive con su familia. - Luis Bernabé Reig , de 33 años , natural de Petrer , que vive con su esposa Ana Beltrán Rico y sus hijas Ana y Patrocinio Bernabé Beltrán . - José Mª Bernabé Poveda , de 79 años de edad , natural de P etrer , que como en el Padrón de 1935 , también aparece como labrador. - Antonio González Micó , de 58 años de edad , natural de Villen a y pastor de profesión (Figura 35). Vive con su esposa , y de sus cinco hijos , sólo uno de ellos se dedica a la agriculh1ra , mientras que el otro varón y sus tres hijas trabajaban en la industria del calzado . - Junto a ellos se citan a tres jornaleros dedicados a realizar trabajos agrí colas para otros propietarios : Joaquín Poveda Andreu (nació en Petr er el 20-VI-1892) , de 63 años ; Luis Sabater Botella , nació en Monóvar el 5 de mayo de 1907 , de 48 años , y Bartolomé Payá Payá , natural de Petrer , nació el 20 de agosto de 1905 , de 50 años. Diez años más tarde , la población avecindada en Santa Bárbara se ha reducido drásticamente , alcan zando a un 50 % de los 72 vecinos censados en 1955 y a más de los dos tercios (67 ,82 %) d e los 115 vecinos residentes en 1935. En el P adrón municipal de habitantes de 1965 constan sólo 37 vecinos residentes en aquella partida . Se cit a únicamente a Luis Bernabé Reig como agricultor propietario , junto a los jornaleros Juan Moreno Gómez y José Rico Rico , con sus respectivas familias . En la actualidad y según los datos censales de 2012 en Santa Bárbara resi den un total de 16 vecinos. Cifras que permiten testimoniar que en el período de 77 años , entre 1935 y 2012 , la población de Santa Bárbara ha disminuido 312 AMP , Padrón d e Vecinos , 1955 , Libro 1309 , pp. 24 1-243. 158 Figura 35. Rebaño de cabras en el barranco de Sa nta Bárbara. Déca da de lo s aiios 70 del siglo XX. un 86,08 %. Fenómeno de despoblación del medio rural y del abandono de la agricultura , como principal medio de vida, común a amplias zonas de Espa ña , y del cual las tierras del Vinalopó tampoco han escapado. A los factores ya comentados de concentración urbana de la población y la industrialización de la economía, con la consiguiente pérdida de importan cia de la agricultura, cabe añadir en este caso el desdoblamiento de la carre tera nacional N-330 y posterior construcción de la autovía A -31 que dificultó el acceso a Santa Bárbara y favoreció el incremento exponencial del tráfico rodado de vehículos 313 . Los alcaldes pedáneos Al igual que otros municipios españoles, Petrer contó con diversos núcleos de población diseminada, agrupados administrativamente en par tidas rurales. Al frente de las cuales, y por delegación de la primera auto ridad municipal, se nombraron alcaldes pedáneos o diputados de justicia , que nombra el alcalde del pueblo, cuya misión no es otra, que la de 313 Segú n datos oficia les del Mini ste rio de Fomento del afio 2012 la autovía A-31 , de Madrid a Al icante , recibió ese afio un tránsito medio diar io de 48.159 vehículos a su paso por las comar cas del Alto y Medio Vinalo pó. (Fuente: http://www.dia rioinfom1acion.com /e ld a/20 13/09 /29 / la-31 -la-gran-olvidad a/1420259.html) [Consulta: 30-09 -2013]. 1 59 comunicar a los moradores las órdenes que recibe de aquel, de tener y presentar a éste los criminales que vaguen por su partido, y evitar el robo defrutos (Madoz, 1846 , V, 483) . Si bien a mediados del siglo XIX ya hay constancia documental de la figura del alcalde pedáneo en otros caseríos petrerenses, caso de Catí o Caprala (Madoz, 1846), la noticia más antigua que poseemos de un alcal de pedáneo en Santa Bárbara nos retrotrae al verano de 1885, cuando la epidemia de cólera se cernía sobre los pueblos del Vinalopó, amenazando con una gran mortandad. Ante tales circunstancias, y como medida pre ventiva frente al contagio de una población a otra, dado que dos días antes ya se había producido un fallecimiento en Elda por dicha enfermedad contagiosa, el día 7 de julio de 1885 el alcalde de Petrer, Luciano Maestre Pérez, comunica al alcalde de Santa Bárbara la obligación de ’no admitir persona alguna ni ninguna clase de comestibles y géneros contumaces procedentes de la villa de Elda’ (Botella Varó, 1986 : 1 O; Jover y Rico, 2006: 53). Ante los peores presagios, la Junta Municipal de Sanidad se reunió con el objeto de establecer y ordenar el acordonamiento sanitario necesa rio para prevenir el contagio a los vecinos de Petrer . Entre los acuerdos tomados figuran los diferentes aranceles a satisfacer por los familiares de los fallecidos en las partidas rurales, dependiendo de la distancia al cementerio . ’por los cadáveres que condujera al cementerio y enterraran procedentes de las partidas del Palomaret, Casas de Onil , Cuevas de Alach, Catí y la Administración, se les gratificaría por cada uno 80 ptas. que satisfaría la familia del difimto; los que condujeran desde las partidas de la Venteta, Almadrava, Fusa, Esquina!, Na vayol y Caprala percibirían 60 ptas. por cada uno; igualmente co brarían 60 ptas . por cada cadáver que procediera de las partidas de la Pedrera y el Pantano; los de Santa Bárbara, Salinetas y Cid, 40 ptas.; los de los Molinos, hasta el de Daniel Payá, 30 ptas.; los de los Molinos de Arriba, 40 ptas. ’ (Jover y Rico, 2006: 56). Ya en el siglo XX, en el período de la Guen-a Civil, el alcalde pedáneo de Santa Bárbara fue Joaquín Poveda Andreu que ejerció su cargo durante todo el conflicto . Afiliado al sindicato UGT , contaba con 44 años en 1936 y era conocido como Ximo el Castella, o simplemente el Castella. Meses después del inicio de la contienda, fue el encargado de recoger todas las armas de fuego que había en la zona. Por su testimonio en el consejo de guen-a al que fue sometido tras el final de la guena 314 , tenemos noticia de que, durante la 314 Información facilitada por Bonifacio Navarro Poveda en el año 2013. 160 contienda, el caserío de Santa Bárbara, en la carretera, fue utilizado como puesto de control por grupos de milicianos que establecieron una barricada permanente para el tráfico de personas y mercancías. Período bélico en el que como alcalde pedáneo también tuvo que ayudar a recoger al menos trece cadáveres de la cuneta de la cuesta de la carretera en dirección a Sax, como consecuencia de los ’paseos’ o actos de violencia incontrolada desatados durante los primeros meses de la guerra contra las personas sospechosas de desafección o deslealtad a la causa republicana. El testimonio de Joaquín Poveda nos permite conocer que en muchas de las casas de Santa Bárbara, al igual que sucedió en Petrer y en Elda, se acogieron a niños evacuados desde Madrid. Quizás, en relación con la pre sencia de un mayor número de niños en el ámbito rural, esté la propuesta del concejal Pascual González a la corporación municipal para la creación de esc uelas en las partidas de Catí, Puc;a y Santa Bárbara , ’comprometiéndose e l Ayuntamiento a.facilitar locales, material escolar y casas para los señores maestros’. Moción que si bien fue aprobada por el Consejo Municipal, no tenemos la constancia fehaciente de la creación de escuelas rurales durante el período 1936 a 1939 (DíazAmat, 2001: 123). Tras la Guerra Civil , y según testimonio del presbítero don Conrado Po veda, en la ceremonia de bendición de la nueva imagen de San Isidro Labra dor destinada a la ermita de San Bonifacio, ’los siete alcaldes de las siete partidas del término, en un emot ivo acto, ofi·ecieron un saquito de tierra de sus respectivas partidas (incluida Santa Bárbara), que se guardaron en un cofrec ito de antemano ya preparado. Después de unos emocionantes vivas a San Isidro y a Petre,~ se dirigieron a la casa social de la Hermandad (Rico Navarro, 2000: 77- 78). La paulatina despoblación del espacio rural del término municipal debió conllevar, en un momento indeterminado de los años sesenta, la sup resión de los alcaldes pedáneos por ser ya una figura innecesaria. Severiano Fernández Algarra Vinculado también con Santa Bárbara se encuentra un personaje petre rense singular, Severiano Fernández Algarra (Requena, 1849), nieto del brigadier Vicente Algarra Abellán (Petrer, 1776 -Madrid, 1839), e hijo de Joaquina Algarra Marín y de Joaquín Fernández López (Requena, 1807 -Pe trer, 1888) , médico-director de los Baños de Busot, condecorado con varias cruces militares. Severiano, hermano del que fuera capitán Ricardo Fernán dez (Requena, 1874 -Petrer, 1926), fue uno de esos personajes de oscura memoria que aparecen en casi todas las familias. En 1876 fue nombrado escribiente de la segunda clase del Ayuntamiento de Madrid, pero debido a 161 sus múltiples licencias para no trasladarse a esa capital, alegando motivos de salud, finalmente fue cesado. Al morir su padre, en 1888 , Severiano recibió una nada despreciable herencia que, bien administrada , le hubiese permitido vivir como notable hacendado , pero dilapidó pronto toda su fortuna. La vinculación de Severiano con Santa Bárbara tuvo lugar al final de sus días . E l ocaso de su vida fue triste , iba a mendigar al xorret de Santa Bárbara y a la fuente del caserío, donde fingiendo que lo cuidaba , recogía las mone das de los transeuntes y visitantes que pasaban. Murió en el asilo de Monóvar en los años cuarenta del pasado siglo XX (Navano Villaplana , 1987 ; Rico Navano, 1988; González Jover, 1994). La ’Acción de Elda’, en Santa Bárbara En directa relación con la importancia de la antigua carretera de Ocaña como arteria de comunicación entre Madrid y Alicante, los campos de las partidas de Sant a Bárbara y del Guirney fueron escenarios de una de las muchas refriegas militares que llenaron las páginas de la historia de España durante gran parte del siglo XIX. Período en el que los levanta mientos y asonadas militares estuvieron a la orden del día , formando par te del devenir político de la nación , al provocar la caída de los gobiernos progresistas o moderados y la formación de un gobierno de la tendencia del vencedor. Así, tras el derrocamiento del progresista general Espartero en 1843, la sucesión al frente del gabinete ministerial de Joaquín Mª López y Salustiano Olózaga , no contentó a los moderados conservadores partidarios del general Nárvaez, quienes propiciaron un gabinete puente, al frente del cual situaron a Luis González Bravo . Las medidas adoptadas por éste estuvieron dirigidas a conseguir la marginación de lo s progresistas de las tareas de gobierno, soca vando las bases de su poder popular: la milicia nacional y los ayuntamientos . El restablecimiento de la ley moderada de ayuntamientos de 1840 provocó que en enero de 1844 estallara en Alicante un movimiento revolucionario en defensa de la autonomía municipal. Tras el confinamiento de las autori dades civiles y militares de la capital de la provincia , se formó una Junta de Gobierno integrada por Pantaleón Boné, como presidente, Manuel Caneras , vicepresidente; Miguel España y José Mª Gaona , vocales; y, Marcelino Fran co , como vocal-secretario. La reacción del gobierno central de Madrid fue la represión militar de la su blevación para impedir que se propagara a otros puntos del país. Desde Murcia se puso en marcha un contingente militar bajo el mando del brigadier Juan Antonio Pardo , que el día 5 de febrero de 1844 se enfrentó a la fuerzas de Pantaleón Boné, desanollándose el encuentro bélico en las tien-as de Santa Bárbara y el Guirney. 162 Aunque la proximidad a Elda, por ser esta villa el siguiente punto habitado más próximo en el trazado de la cmTetera , ha hecho que en la bibliografia sobre este e pisodio histórico sea conocida e1Tóneamente como la ’Acción de Elda’. Episodio bélico en el que participaron directamente , a favor de las tropas gubernamentales, contingentes de ci viles de la Milici a Nacional de Elda. Esta milicia , dirigida por José Ama t y Amat, estaba constituida por cinco compañías: Fusileros , Granadero s, Tiradores , la de Petrer o 4ª compañía y una quinta com pañía en la que se integraban vecinos de Salinas (Nava1To Pastor , 198 7; 2000: 152) . Aunque en la acción sólo pmiiciparon tropa s eldense s, pue sto que Petrer sec undó la sublevación. El encuentro resultó favorable a las tropas gubernament ales , y como se ha pu esto de manifiesto por algún investigador , la de1Tota de Borré ... supuso un punto de infl exión en el proceso revolucionario, pues puso en evidencia las dificultades que los progresistas tendrían para exte nd er el movimiento in su rrecc iona! a otros puntos de la prov incia. D e hec ho , a partir de ese momento estuvo claro que la esperada rebelión generalizada quedaba limitada a Alican te y Cartage na, que también se sublevó (Díaz Marín , 1997 : 22) (Figura 36) Si bien muchos han sido lo s autores e in ves tigador es en citar la acc ión de E /d a, en especial a su s protagonistas y su resultado , poco s han sido los que Figura 36. Plano del esce nario geográfico donde se desa rrolló la batall a entre las fuerza s progre sis tas su b levadas y las g uberna menta les (Guill , 20 13) 1 63 han tratado en profundidad este encuentro militar entre sublevados progresis tas y tropas gubernamentales, permitiendo desentrañar el desarrollo interno de la batalla , las posiciones de cada bando, sus movimientos y annamento. Recientemente, Guill (2013) ha analizado con detenimiento y profundidad la batalla, utilizando como base documental las diversas crónicas conser vadas de la época, con testimonios personales de los mismos protagonistas, así como de los civiles testigos indirectos del enfrentamiento. Su detallada descripción y documentado trabajo aconseja remitir al lector interesado a dicha investigación , para un mayor conocimiento de este episodio bélico de la España decimonónica. Las joyas de la Virgen de la Salud, de Elda Otro singular acontecimiento relacionado con Santa Bárbara es el hallaz go el día 8 de octubre de 1942 de unas joyas pertenecientes a la Virgen de la Salud, de Elda. Al respecto de este curioso hecho, reproducimos el contenido del artículo de H. Navarro Guillén (2006), basado en una entrevista a Luis Bernabé Reig, protagonista de aquel suceso (Figura 37): ’El día anterior , el 7 , festividad de la Virgen del Remedio, hubo una gran tormenta y Luis Bernabé Reig que había ido a Petrer a pasar el día de la Virgen , ante las amenazas meteorológicas , decidió volver a su residencia de Santa Bárbara. Tomó el camino de regreso , enfilando la cuesta del Guirney, pasando el puente sobre la rambla de Pur;a y encaminándose en busca de la antigua carretera nacional de Alicante a Ocaña. La Casa Vennella se veía con claridad , la bassa d el Moro o los hornos de yeso que bordeaban el camino también se apreciaban con nitidez . Ya en la carretera nacional apretó el paso y llegó hasta la venta situada al borde de la carretera, no recuerda si bebió en la fuente que manaba junto al abrevadero , pero si se acuerda que subió la cuesta que le llevaba a su casa dando incluso alguna carrerilla porque la tormenta estaba cada vez más cerca . Un rayo cayó en lo que se conocía como la Fábrica de la Luz, situada muy cerca del caserío de Santa Bárbara , y dejó sin fluido eléctrico a todo Petrer y Elda . Al día siguiente , el 8 de octubre, todos los bancales de Santa Bárbara estaban anegados, el río Vinalopó llevaba una gran crecida, el bancal situado junto a su casa, que siempre había tenido una ligera pendiente , se había tor nado llano y los bancales hasta lo alto del monte del Rutilo estaban jalonados por considerables ’ ’portells’, ya que los ribazos fueron incapaces de resistir la fuerza del agua . El camino estaba intransitable , el puente del Guirney había desparecido debido a la virulencia de las aguas que bajaban de Pur;a y l ’Almadrava por la rambla. Los hombres de cada familia se afanaron por arreglar los desper - 164 Figura 37 . Lu is Bernabé Reig, protagonista d el halla zgo de la s jo yas de la Virgen de la Salud, de Elda. fectos que el agua había causado. Lo primero que hicieron fue arreglar los caminos para que pudiera salir el carro. En esa labor se pusieron los tres varones de la casa: el padre José María , el hijo mayor también José María y Luis. Este último se encargaba de recoger piedras en un capazo para echarlas en los hoyos y en ’els regalladors’ que surcaban el camino . Su padre y her mano completaban la labor cubriéndolas con una capa de tierra que después apisonaban . Luis , poco antes de almorzar, hizo un nuevo viaje a un pedregal situado en el margen de un bancal y al sacar las piedras encontró una especie de cadena negruzca que al cogerla con la mano y limpiarla un poco se volvió brillante. Luis gritó una y otra vez ’¡He trobat un tres01’. .. he trobat un fre sar!’ Se trataba de una cadena que parecía de oro de la que pendía un Sagra do Corazón del tamaño de la palma de la mano atravesado por una espada , un rosario y una pulsera de media caña . Una vez limpias , al tratarse de joyas religiosas , el padre decidió entregar las a la iglesia con el fin de que se encontrara a su dueño. Habló con el en tonces cura párroco de San Bartolomé , don Vicente Hernández , para intentar averiguar su procedencia pero en un principio no fue posible. No obstante las piezas quedaron depositadas en la iglesia por si alguien las reclamaba. 165 Transcurrieron los meses y varios años sin que las joyas encontraran a su dueño. Cuatro años después, en 1946, a don Vicente Hemández se le anunció que iba a ser trasladado a la parroquia arciprestal de Alicante y que en su lugar había sido designado cura párroco don Jesús Zaragoza Giner. Ambos sacerdotes se reunieron en varias ocasiones con el fin de preparar el relevo y dar a conocer al sustituto todos los asuntos referidos a la parroquia. En una ocasión en la que estaban presentes ’ les Senyoretes’, Teresa y Merce des Soria, muy vinculadas a la iglesia, don Vicente Hemández le enseñó a don Jesús una pequeña caja que contenía la cadena y el rosario encontrados fortuitamente en Santa Bárbara. Una de ellas , al cogerla con sus manos tocó casualmente un diminuto mecanismo y el Sagrado Corazón se abrió. En su interior encontraron un pequeño papelito con varios nombres. Uno de ellos fue reconocido por una de las hermanas. Se trataba de Eufemia Juan Amat, esposa del médico don Antonio Payá Martínez que vivía al lado de su casa de la calle Pedro Requena. Eufemia era de Elda y por los apellidos de las otras personas que figuraban en la inscripción, también parecía que eran de la vecina población. Casi de inmediato se acercaron a ver a la mujer del mé dico quien reconoció la cadena y les dijo que la joya había sido donada por un grupo de feligresas de la parroquia de Santa Ana a la Virgen de la Salud y que poco tiempo después, en el año 1926, había sido robada del camarín de la patrona de la ciudad. Con bastante júbilo le fue comunicado el hallazgo a don José Mª Amat, cura párroco de la iglesia de Santa Ana, de Elda, quien en el transcurso de la homilía de la Misa Mayor con motivo de la celebración de la Virgen de la Salud, agradeció públicamente el gesto de honradez de la familia de Petrer. Habían transcurrido exactamente veinte años desde que la patrona de Elda fue despojada de su cadena y del rosario hasta que la volvió a lucir de nuevo. El párroco eldense transmitió a la familia de José Mª Bemabé si tenía alguna petición que hacer . El padre de familia contestó que le gustaría que la Virgen del Remedio luciera en alguna ocasión las joyas encontradas de la Virgen de la Salud . Al año siguiente la Mare de Déu del Remei procesionó por las calles de Petrer con ellas. El tiempo pasado desde entonces ha borrado de la memoria aquel acto de generosidad y honradez. La mayoría de los que intervinieron en la historia han desaparecido pero no Luis Bemabé Reig, su principal protagonista. Su habitual modestia y su discreción han propiciado que esta entrañable historia sea conocida por poquísimas personas’ . 166 Capítulo 6 LA ERMITA DE SANTA BÁRBARA Como todo núcleo rural aislado, alejado del núcleo urbano principa l, e l paraje de Santa Bárbara, al igual que otros caseríos y pedanías del Vinalopó, también contó con una ennita, de cuya advocación homó nima tomó el nombre que v ino a sustituir al topónimo medieval de la Noguera, ya atestiguado en el siglo XIV. La primera referencia bibliográfica de la advocación de Santa Bárbara la debemos al cronista J. Montesinos quién en su Compendio Histórico Orio lano 315 , apunta la erección de la ermita en 1649, bajo la advocación de Santa Bárbara. Hecho que , sin embargo, contrasta con la primera referencia docu mental de la ermita en 1586, con motivo de la cesión por parte de Francisco Coloma, a favor de su hermano Carlos, de la heredad de Noguera, compuesta de casa y ermita -ya dedicada a Santa Bárbara-, junto a una fuente y balsa (Asins, 2009: 82). La advocación a esta virgen y mártir del sig lo III no es ajena al panteó n familiar de los Coloma, donde los santos de origen romano ocupan un lugar privilegiado en la fundación de espacios religiosos , casos de la primitiva iglesia pa11’oquial de Elda , inicialmente bajo la advocación de Santa Catali na, mártir 316 (1528); para posteriormente pasar al patronazgo de Santa Ana (1534). 315 Entre 1791 y 18 16 don José Montesinos Pérez Ma1tínez de Onunbella ( 1745-1828) realizó s u monumental obra titu la d a Comp endio Histórico Oriolano. Dicha obra consta de 20 volúmenes , de ochocientas a mil doscientas pág inas cada uno, y está manusc rita en tamaiio fo lio. N unca llegó a se r p ub licada y pem1aneció durante ai’ios en manos pri vadas y anticuarios. De hecho, y confonne i ba temúnando los volúmenes , se los iba comprando Juan Roca d e Togores , a quien el autor se los ve ndía para atender su s neces idades. Fuente : http ://almorad i l 829.b logspot.com .es /2009 /08 /djose mont esinos -pere z-ma1tin ez-de.html [ Consulta: 12 -08-20 13]. 316 Santa Cata lina, al igual que Santa Isabe l, Santa Margarita o Santa Ana fueron advocac iones con una füe1te expansión geográfica en la seg unda mitad del siglo XV, fomentada desde la propia cmte de lo s Reyes Católicos, en especia l por la reina Isabel. La reina disponía , en el contexto de la gue1rn de conquista del reino nazarí de Granada , la s nuevas advocaciones religiosas en la consagración cristiana de las mezquita s, que en bu ena paite debían acomodarse a lo estab lec ido hasta el momento , caso de la Virgen María y de Santiago , pero que como también procedía a dotarlas , ayudada por las 1mueres de confianza , de ornamentos sagrados, libro s piadosos e im áge nes, defin ía otros nuevos cu ltos, que se introducían de esa manera. Culto s copiados y expo1tados en gran medida por los nob leza y miembro s de la Coite (Segura Grai110, 2003). 167 Ermita que en la toma de posesión del marquesado de Noguera, en 1687, por parte de Juan Andrés Coloma, IV conde de Elda, aparece mencionada como oratorio. Así tras describir la toma de posesión de los bienes existentes, caso de la casa, la fuente, la huerta y tierras adyacentes ’ .. . enseguida file al oratorio contiguo a la dicha Caseria de la invocación de la señora Santa Barbara y cerro y abrió las puertas y toco la campana en señal de la verdadera, real y corporal pose sión de dicho oratorio ... ’ 317 En este sentido, el ténnino oratorio 318 quizás defina mejor la realidad fí sica de aquel espacio religioso existente en la heredad de Noguera, en tanto que la propiedad privativa de los condes de Elda, era de uso exclusivo de los mismos para la celebración de los oficios religiosos. Ermita que posteriormente seguiremos viendo citada bajo la advocación de la patrona del arma de artillería. Así, en 1735, con motivo del amojona miento del ténnino del marquesado de Noguera se dice que ’el qua! sola mente consiste, en la hermita de Santa Bárbara, casa de la habitación del hermitaño que está anexa; y huertesilla que al presente se halla plantada de olivos, higueras, parras y otros árboles ... ’ (Amat, 1983 11: 277 -278). Es pacio religioso custodiado en 1777 por Pedro Cantos, ermitaño (Segura y Poveda, 1999: 149) y del cual conservamos la breve descripción que en 1795 aporta J. Montesinos en su enciclopédica obra: Esta aseada Hermita de la Gloriosa Virgen y Martir Santa Bar bara, esta extramuros de Elda, cerca de media legua en el partido, llamado el Marquesado de Noguera, se fimdó con las debidas li cencias en el de 1649: es capaz, hermosa y aseada, con mediana Torre, y campana; por un terremoto se deterioró mucho, pero a expensas de sus vecinos los Labradores se ha reedificado con pri mor; en su propio dia 4 de Diciembre, a las siete de la mañana va a ella el Revdo. Clero de la Parroquia a celebrar su Fiesta con Misa cantada, y Sermon; comen con sus Mayordomos los Sres. Ecclesiasticos, y a la tarde, celebradas las Visperas, se bue/ven a la Villa. (Montesinos Pérez, 1997: 112). 317 ARV, Manaments y Empare s, 1687 , nº 1673 , libro 3 , mano 25, folios 28-33. Posesión de la casería , témüno y jurisdicc ión y marquesado de Noguera a favor de don Juan Andrés Coloma Pérez Calvillo y Espino sa, conde de Elda. 318 ’Por ennita , entendemos una serie de pequeños edificios destinados a capilla o santuario. Situados , por lo común en despoblado , que no tienen un culto permanente . Dedicadas o ad vocadas al predilecto culto de una única imagen. El oratorio, es un lugar donde se instala , por privilegio , una pequeña capilla y que tienen destinados algunos edificios nobles o no tan nobles (casonas solariegas , casti llo , calles, fincas agrícolas, etc.), para poder celebrar el santo sacrificio de la misa.’ (Alcalde Crespo, 1999: 474). 168 Referencia de la cual se puede extraer, a parte de la fecha de fundación ya comentada , la adscripción de la ern1ita a la iglesia parroquial de Santa Ana , de Elda; la sencillez de su construcción , como refleja la breve y lacónica descripción al decir ’capaz , hermosa y aseada’; así como, los daños causados por un terremoto que a juzgar por la fecha debió ser bien el conocido como terremoto de Lisboa, acontecido el 1 de noviembre de 1755 y que según las estimaciones actuales cabría clasificarlo en una magnitud de 9 en la escala de Richter; o bien el terremoto de Montesa, ocmTido el 23 de marzo de 1748, que ocasionó la ruina del castillo -abadía sede de la orden militar valenciana . Seísmo de gran intensidad con epicentro en la localidad homónima y con repercusiones en todos los pueblos de la comarca de la Costera y limítrofes. Terremotos que debieron provocar , en especial el más próximo , la ruina de la construcción y la posterior reconstrucción a expensas de los labradores de la zona (Figura 38). Pocos años más tarde, en octubre de 1816 , y recuperada la normalidad de las poblaciones tras la guerra del Francés, encontramos un esclarecedor in forme al respecto del estado de la ermita de Santa Bárbara , su uso , ubicación y clausura. En el curso de la rutinaria visita pastoral diocesana a la parroquia de Elda , Diego Flores Abellán, secretario del obispo de Orihuela Simón Ló - Figura 38. Fachada de la casa de la Noguera, en primer término el espacio que ocupó la ermita de Santa Bárbara. 169 pez García (1815-1824), deán y canónigo de la iglesia de San Nicolás, de Alicante, y visitador delegado para la misma , en su inspección de las ermitas adscritas a la parroquial eldense , se personó en la ermita de Santa Bárbara, dejando por escrito su impresión y recomendaciones: 170 ’Como a media hora de distancia de esta Villa [ de Elda] entre Oriente y Norte de ella, se halla el territorio llamado Marquesado de Noguera, en que existe la hermita denominada de Santa Barba ra, perteneciente a esta Parroquia , en la casa que se dic e propia del Excmo. & Conde d e Cervellón, y se recibe el título de Marqués de Noguera; y habiendo accedido el & Visitador, y asistido de mi su secretario , y acompañado de algunos ecle siásticos , a la inspec ción y visita de dicha hermita , la halló al cuidado de Francisco Planelles natural de la villa de Petrel habitador en dicha casa: y entrando a la Hermita al.frente de su Puerta Principal se halló un pequeño retablo de madera sin pintar, lienzo, ni Ymagen alguna , puestos sobre una como mesa de Altar de Yeso mal pintada e inde cente y sin otro aparato alguno . A la Derecha se halló también en una Capilla, que antes era Sacristía de la Hermita, otro altar con la Ymagen o lienzo de Sta . Barbara, Sacra, Evangelio de San Juan y Lavabo sin oja de lata, dos Candeleros y Atril de madera, sobre una muy indecente mesa de Yeso sin pintura , sin Ara , ni manteles. Al lado del Evangelio sobre el mismo altar, un lienzo de la Divina Pastora, que se dijo, habia allí dejado Jose Gras y González: y a la izquierda un cuadro en la pared con dos Ymagenes. Requerido el Hermitaño por el Sr. Visitador pusiese de mani fiesto todos los Ornamentos, Vasos Sagrados, ropas y demás ense res pertenecientes a esta Hermita, dijo que en su poder solo exis tían unos manteles para la Mesa del Altar (que presentó, y son de lienzo con randa) manifestando los habia dado José Cantos para las funciones que solían celebrarse en esta Hermita y no habia mas efectos pertenecientes a ella. En vista de todo, y de que sobre la Hermita se halla una de las principales piezas de la casa que sirve de dormitorio a la familia que habita en ella; y que por informes fidedignos consta al & Vi sitado,~ que aunque la Hermita en el acto de la visita se ha hallado barrida y tal cual limpia , no solo se han colocado en otro tiempo toneles para conservar el vino, y otros enseres de labranza , si que también ha servido de dormitorio; en consideración a todo mando: Que por ningún motivo se celebre en esta Hermita , ni haga uso como a tal; antes bien se tenga por cerrada y sin uso alguno hasta que se proveha de todo lo necesario y ponga en estado decente, con denando la habitación que existe sobre la Hermita por ser Contra Derecho , y no profanando esta con usos indebidos como hasta aquí. Y para evitar las indecencias a las Santas Ymagenes que en ella se hallan, se quitan inmediatamente, y se reportan a la Yglesia Parro quial donde se custodien en calidad de deposición y habitación de la Hermita a satisfacción de nuestro prelado el Ilmo. Sr. Obispo de esta Diocesis, sin cuyo previo conocimiento, y nueva aprobación no se tendrá por habilitada’ . (Maití Cebrián, 2003: 68). De esta más que interesante visita, además de los aspectos más anecdó ticos relacionados con el inventario de los objetos litúrgicos y decorativos e imágenes sobre lienzo, cabe destacar en primer lugar la localización exacta de la ermita de Santa Bárbara en relación a la casa solariega del marquesa do. Así, nos dice que ’ . .. la ermita denominada Santa Bárbara, pertenece a esta parroquia [de Elda], en la casa que se dice propia del & Conde de Cervellón, y que recibe el título de Marqués de Noguera ... ’. Afirmación que viene a reincidir en la adscripción de la ermita al curato eldense, al tiempo que señala la ubicación de la ermita en el interior de la casa principal. Hecho ratificado cuando en sus conclusiones previas a la exposición de órdenes, se afirma que ’ ... sobre la ermita se halla una de las principales piezas de la casa que sirve de dormitorio a lafamilia que habita en ella ... ’. Lo que permite asegurar que la ennita se encontraba en la planta baja de la casa se ñoriai319. Circunstancia en consonancia con su naturaleza de oratorio más que de ermita , anteriormente expuesta y manifestada en 1687. Apreciación corro borada un siglo más tarde por José Comide y Saavedra cuando en su viaje de Villena a Elda , y tras la imposibilidad de vadear el río dice que ’tuvimos que ir a buscar la cuesta de Santa Bárbara, dicha así por pasar cerca de una capilla de esta advocación’. (Abascal y Cebrián , 2009: 289). Espacio sagrado que, a tenor de lo expuesto , también había estado uti lizándose como bodega, almacén de aperos agrícolas y hasta de dormitorio ocasional. Pésimo estado de conservación cuyo origen hay que rastrear años atrás de la mano de un testigo excepcional, como lo fue Pedro Cantos , ermi taño de Santa Bárbara. Conservamos el traslado de la escritura de obligación por la cual Pedro Cantos, vecino de la villa de Elda , ante su pretensión de que el conde de Puñonrostro, Francisco Javier Arias-Dávila Centurión, a la sazón IX conde de E lda (1751-1783), como titular del marquesado de Noguera, le cediera e l uso de la casa anexa a la ermita para su uso como lugar de habitación , comprometiéndose a camb io al arreglo de los desperfectos existentes y el 319 Según testimonio oral de Luis Bernabé Reig (nacido en Petrer , el 19 de abril de 1922) , re cuerda todavía la existencia de una pequeña p ila de agua bendita en el interior de una de las hab itaciones de la p lanta baja de la casa principa l de Santa Bárbara. 171 mantenimiento en optimo estado de conservación 320• Traslado en el que se recoge tanto la solicitud de Cantos, la respuesta del conde y el compromiso por escrito del ermitaño (15-02-1777). En la solicitud , de fecha 18 de enero de 1777, Pedro Cantos se dirige al conde y expone: ’Excmo. Señor : Señor Pedro Cantos ermitaño de la hermita de la gloriosa Santa Bárbara erigida en el Marquesado de Noguera de VE. con el respeto que debe Expone a VE. que la casa de abitación, que se alla anexa a dicha hermita como días haze está serrada sin abitar la y sus ventanas abiertas , se está deteriorando de día en día , de forma que amenaza ruina a no irla reparando poco a poco , y con motivo de estar serrada y abiertas sus ventanas, ha sucedido al que expone , dexar algunas he rramientas de la labranza tras el Altar de dicha hermita , y se las han llevado. Y para quitar estos daños y los de la casa Suplica // a VE. se digne, si lo tuviere a bien, mandar al Alcalde mayor de esta su villa , que recoja la llave de poder de quién la ocupa y la entregue al supli cante quién cuidará que se abite en ella y poco a poco irá reparando lo que se alle quebrantado , para que no se pierda de un todo, assi lo espera merecer del recto proceder de VE. Elda y Enero, 18 de 1777. Por Pedro Cantos, Francisco Romero’. En respuesta a la misma , y asombrosamente en un más que prudente pla zo, y de mano del propio Francisco Javier Arias-Dávila Centurión , hombre participe del espíritu ilustrado de su tiempo e implicado personalmente en la administración de sus estados (Segura y Poveda, 1999 , 72-76), contesta : ’Excmo. Señor Conde de Puñonstro, Elda y Anna. Madrid, 28 de enero de 1777. Por constarme ser cierta la expresión de este memorial vengo en conceder a Pedro Cantos la abitación que solicita de la casa contigua a la hermita de Santa Bárbara de mi Marquesado de No guera con tal que se obligue con escritura pública a repararla y mejorarla del estado en que de presente se alla, y no de otra forma, ordeno y mando al alcalde mayor de mi condado de Elda, D. Si lvestre Verdú, recoja las llaves de la persona que las tuviere y las entregue al citado Pedro Cantos, precediendo el allanamiento de este a la composición y reparo de la citada casa con las condi ciones que se le previenen poniendo. Este mi Decreto por principio de la escritura que se ha de formalizar y no de otra manera. El Conde’ . 320 ACE, Doc. 555. 1 72 Decreto de la Seüoría, a cuyo cumplimiento se compromete Pedro Cantos por escritura pública otorgada el día 15 de febrero de 1777, ante Pedro León Vida!, escribano de la villa de Elda en los siguientes ténninos: ’ ... en execuc ión y cumplimiento de dicha venerada orden se obliga dicho Cantos a reparar la significada casa con aquellas obras y extensiones, que necessite, retejando sus tejados , para que no derrame el agua dentro de su buque, respecto de que en el dia se alfan quebrantadas muchas de las tejas de que se compone mejorándola del estado que al presente se a/la, hasta ponerla fortificada y segura y dexarla con toda pe1fección, lo que cum plirá en dicha conformidad, hasta que sea la voluntad de dicho señor Excmo . y seguirá en practicar iguales reparos siempre que lo succesivo se o_Fezcan y Di[. . .} a cuia observación obliga su persona y bienes havidos y por have,~ y da poder a las Justicias de Su Magd. para que le apremien a lo dicho como por sentencia pasada en cosa juzgada y consentida. Assi lo otorga en dicha Vi lla los día, mes y año referidos, siendo testigos Francisco Agustín Coluchi, escriturario, y Bonifacio Amat, labrado, ~ vecinos y mo radores de la misma y el otorgante, a quién Doy fe e conozco. No firmó por no saba Lo firmó a su suegro el testigo Coluchi. Doy fe. Francisco Coluchi321 . Ante mi, Pedro Leó n Vida/. Escribano’. Documentación de la que se desprende el estado de abandono total de la casa contigua, así como el abandono parcial, o al menos cuidado relajado, de la ermita en la octava década del siglo XVIII. Situación que permitía que ya en fecha tan temprana fuera utilizado el propio altar para guardar aperos de labranza , al tiempo que su situación alejada de las poblaciones del condado y ausencia constante del erm itaüo permitieran la existencia de robos. Cambio de uso y dejación en las labores de mantenimiento del espacio re ligioso que si bien y de forma puntual se puede retrotraer al último cuaito del siglo XVIII, son las primera s décadas del siglo XIX las que vinieron a agudizar un proceso de abandono y despreocupación por su mantenimiento. Situación que quizás deba ser puesta en relación con los convulsos aüos de principios del siglo XIX en los que a la invasión napoleónica y posterior Guerra del fran- 321 Francisco Co lu chi era hijo de Car los Co luchi , persona vincul ada estrec hamente a la admi nistración del condado de Eld a, cua ndo el se11orío fue secuestrado ( 1706 -1725) a su titular Francisco Coloma , por su militancia activa en el bando del archiduque Carlos de Austria, durante la Guerra de Sucesión a la corona de España. Ostentó el cargo de procurador del duque de A tri, administrador real de los condados de E Ida y Anna, ejercie ndo la jurisdicción se ñorial a través de su s procuradores , Casimiro Martí, en primer lugar, y Car los Coluchi , más tarde. Siendo este último quién gozará también del cargo de gobernador del condado durant e el bre ve seño río de Gonzalo Josep h Arias-Dávila Coloma (1729-1738) (Samper A lcázar, 1993: 224,229,231; Segura y Herrero, 1999: 66). 173 cés, con todas las secuelas bélicas sobre la población civil en los pueblos del Vinalopó (1812-1813), cabe añadir la inestable situación política nacional con la proclamación de la Constitución de Cádiz (1812) y posterior reinstauración del Antiguo Régimen (1814). Aires de cambio de rumbo emanados de la legis lación gaditana manifestados en el intento de abolición de los señoríos (1811) y en un fuerte sentimiento municipalista del texto constitucional que, sumado a la dialéctica Señoría versus vasa llos, acabó manifestándose , en el caso de la vi lla de Elda , en un pleito de reversión a la Corona (1815). Este proceso antise ñorial conllevó, por un lado , la pérdida del poder coactivo de la Señoría al ser abolida la jurisdicción señorial y por extensión la impartición de justicia civil y criminal en aquellos periodos de vigencia del texto constitucional gaditano; y, por otro, durante ese mismo periodo , la dejación de la obligación de tributación impositiva a favor del conde de Cervellón, como titular del condado de Elda. Las dificultades de los vecinos y la negativa de las haciendas municipales a contribuir a las arcas señoriales , debió tener fiel reflejo en las obligaciones económicas de la Señoría para con sus vasallos , caso del patronazgo y dotación económica de las iglesias de Elda , Petrer y Salinas. Y que en el caso de la heredad de Noguera, como propiedad privativa del conde de Cervellón, no debió existir ningún interés en mantener el lugar de culto a Santa Bárbara , ni por parte de los administradores del conde , ni por parte del arrendatario de la casa y tierras . Como se aprecia en el acta , ante la pésima situación de la ermita, el visita dor diocesano dicta el cierre de la ermita, prohibiendo la celebración de actos litúrgicos hasta nueva aprobación exprofeso y ordenando el traslado de los lienzos con las imágenes de Santa Bárbara y de la Divina Pastora a la iglesia de Santa Ana , de Elda , para su custodia. Circunstancias que debieron suponer la desacralización de facto de la ermita y su transformación definitiva en una dependencia más de la casa. Las sucesivas refonnas que, a lo largo de los siglos XIX y XX , pudo haber sufiido la casa de la mano primero de los arrendatarios y posterionnente de los dueños han borrado prácticamente todas las huellas de aquella ennita del siglo XVI. Únicamente, la estructura arquitectónica de la primera crujía de la plan ta baja , así como la distribución del espacio a la derecha entrando, mediante dos grandes arcos de medio punto, que compartimentan el espacio, recuerdan a aquella ermita que llegó hasta principios del siglo XIX conve1tida en bodega y almacén de útiles agrícolas (Martí Cebrián, 2003 , 69) (Figura 39). Sin embargo , y frente a la desaparición del uso como espacio religioso, su huella perduró en la documentación registra! y notarial de la segunda mitad del siglo XIX y principios del siglo XX , quizás por el hábito de los escribanos de copiar y trasladar la información de anteriores apuntes registrales. Así, tan to en los contratos de arrendamiento como en el de compraventa celebrados entre Francisco Maestre Algarra y la duquesa de Fernán-Núñez y posteriores transacciones, siempre se hará referencia a la casa y ermita de Santa Bárbara . 174 Figura 39. Interi or de la casa de la Nog uera, e n cuya planta baja toda vía se aprecia la estructura de arcos que conforrnaban el es pac io de la antigua errnita de Santa Bárbara entr e los s iglos XVI y X IX . Fórmu la testimonial heredada de los antiguos libros de Contaduría 322 , donde un 17 de no viembre de 1859 se inscribe ’una hermita y casas d e Santa Bárbara d el marquesado de Noguera’ como propiedad de Mª del Pilar Loreto Osorio GutiéITez de los Ríos , duquesa de Femán-Núñez y condesa de Cervellón. Descripción regi stra! que perdurará hasta 1943 cuando se documenta por última vez la fórmula ’Casa y her mita de Santa Bárbara ’, repetida invariable mente desde 1884 , a pesa r de que ya no se conservase dicho espacio religioso. Hecho debido, quizá s, a la perduración del concepto de que toda ermita, desde su erecc ión, está ligada a un sentimiento de dominio teITitorial y geográfico. Sin embargo , y a pesar de la desaparición de la antigua ermita de Santa Bárbara , la tradición oral de algunos vecinos 323 permite reconstrnir la historia de una ermita más mode sta , erigida hacia 1920 (Martí Cebr ián, 2003). Desde junio de 1913 el dueño de la casa principal de Santa Bárbara fue Gonza lo Castelló Po veda , empresario nacido en Petrer , pero afincado por matrimonio en Novelda y dedicado desde 1907 a la fabricación y comercia li zac ión de sales tartáric as naturales por todo el mund o. 322 Antecedente directo del Registro de la Propi edad. 323 T est imonio s de Lui s Bernabé Reig y Mª Dolor es Fort ea Cas te ll ó. 175 Durante la I Guerra Mundial, y a consecuencia de la gue1rn submarina decla rada en febrero de 1915 por la Alemania del káiser Guillenno II , Gonzalo Castelló perdió tm importante cargamento de materias prin1as necesarias para su industiia, ocasionándole un grave perjuicio y casi la ruina económica. Ante tal situación se trasladó a vivir a su propiedad de Santa Bárbara. Allí, su esposa Constantina Rizo Cantó hizo la promesa de constiuir una ennita dedicada a Santa Bárbara si su mari do conseguía rehacer la empresa y el patrimonio fa1niliar . Fruto de aquella promesa fue la construcción de mm nueva y modesta etmita en un impreciso momento entre 1919 y 1921. Espacio de oración y culto que fue dotado de una imagen de la santa má1tir , al tiempo que todos los objetos litúrgicos necesarios para los oficios reli giosos, caso de cáliz , pátena , copón, manteles de altar, etc. Ajuar realizado en plata sobredorada y adquirido por Gonzalo Castelló en Barcelona. Situada enfrente de la casa propiedad de los Castelló, estaba constituida por mm habitación de planta rectangular, de fachada lisa, con tejado a dos aguas y una espadaña con la cruz de Caravaca y una pequeña campana. Su interior quedaba presidido por una única imagen de Santa Bárbara en tma hornacina tras el altar. La ermita fue bendecida hacia 1921 por el párroco de Peti·er, que ofició la pti mera tnisa , tras la cual, y con la calle enga lanada con banderolas , se celebró un ágape y fiesta amenizada por una banda de música 324 . Durante toda la década de los años veinte se vino celebrando cada 4 de diciembre la festividad de Santa Bárbara, además de otros oficios religiosos , caso de la misa fúnebre en recuerdo del alma de Patrocinio Reig Alcaraz , esposa de José Mª Bernabé Poveda, fallecida en 1931, y que fue una de las últimas misas oficiadas de la que tenemos noticias. Esta ermita u oratorio privado permaneció en uso discontinuo hasta la Guerra Civil, cuando fue asaltada durante los primeros meses del conflicto, no siendo reconstruida tras la contienda. De aquella modesta ennita, here dera de aquella otra centenaria , sólo se pudieron salvar el cáliz, la patena y algunos manteles, gracias a Josefina Alcaraz ’la Borr ega’, quién antes de que la ennita fuera profanada recogió todo lo que pudo. Objetos litúrgicos que, a mediados de la década de los años 40 del siglo XX, fueron donados por Constantina Castelló Rizo, hija de Gonzalo Castelló, a la iglesia de San Pascual, en Alicante, regentada por los padres capuchinos 325 . Relacionado con el culto a Santa Bárbara, quisiéramos destacar la tradición que se mantuvo en Peti·er hasta hace escasos años de disparar salvas el día 4 de diciembre en honor a esta santa. Con anterioridad, existía la costumbre de subir al castillo ese mismo día y pintar grafitis en sus muros (NavatTO Poveda , 1996). 32 ’ Información oral de Mª Dolores Fortea Castelló . 325 Por información oral de Mª Dolor es Fortea Castelló, hija de Constant ina Caste lló, sabemos que su madre entregó dichos objetos al célebre padre Ángel de Carcagente (Carcagente , 1895-Masamagrell 1993) , monje capuchino emprendedor y fundador de los barrios de ’Ciu dad de Asis’ y ’Divina Pastora’ de Alicante, y de la Magdalena , en Massamagrell.. 176 Capítulo 7 ELAGUABUENA DE ELDA A lo largo de la historia, el actual paraje de Santa Bárbara ha estado ligado estrechamente al uso del agua que allí nacía. Desde mediados del siglo XVI hasta principios del siglo XX , el líquido elemento fue objeto de negociación, de litigio y de controversia entre la villa de Elda, que necesitaba dichos cau dales para el abastecimiento de las fuentes públicas, y los propietarios de tierras de la zona con derecho a riego, por servidumbre de paso. Altercados e incidentes entre autoridades eldenses y regantes; reparaciones, reconstruc ciones y obras de mantenimiento de la canalización; disposiciones judiciales , peticiones, pleitos, concordias y sentencias han venido a jalonar la trayecto ria durante siglos de un conflicto en el que la villa de Elda no cejó de esgrimir sus derechos al ’agua buena’ de Noguera o de Santa Bárbara. Tanto durante el período andalusí como en los siglos bajomedievales y modernos fue norma generalizada la diferenciación entre el agua utilizada para uso agrícola y aquellos otros caudales destinados al abastecimiento de las fuentes públicas para el consumo humano. Dualidad hídrica manifestada tanto en el lugar de captación como en la red de distribución. Así, desde 1382 queda documentado el uso que la aljama de Elda hacía de los caudales fo ráneos para el riego de su huerta mediante una acequia que, desde la Fuente del Chopo , en la actual pedanía de las Virtudes (Villena) , conducía el agua hasta el cauce del río Vinalopó. Actuando éste de canal natural de transporte. Trasvase de caudales desde el Alto al Medio Vinalopó que, sumado al hecho de que se trataba de un agua nacida en Castilla pero aprovechada en el rei no de Valencia , generó una fuerte conflictividad entre ambas partes (Soler, 1969 ; Hinojosa Montalvo , 1987: 227; Ferrer i Mallo! , 1988b: 96, 288-289). Esta tensión se acrecentó por la enérgica defensa de los derechos de Elda al agua de Vi llena que hizo , como señora de la villa, la reina Violan te , esposa de Juan I de Aragón , dado que en ella reve1iían de fonna directa los impuestos pagados por sus vasallos eldenses (Hinojosa Montalvo , 1987: 228). Estos caudales de la Fuente del Chopo fueron usufructuados por la al jama eldense a lo largo de los siglos XIV y XV , y cuyo uso exclusivo fue reconocido por el concejo de Villena , en 1504. Finalmente, fue adquirida en 177 propiedad por la villa de Elda en 1535 (Amat, 1983 II : 43-44 ; Navarro Pastor , 1981 I: 157 , 21 O; Alonso Gotor, 2000: 90). A estas aguas de riego se sumaron en 1512 las procedentes de la Fuente del Emperador , en Sax (Amat, 1983 11: 51; Navarro Pastor, 1981 I: 155). Por otra parte , respecto del suministro de agua potable a la aljama y pos terior villa de Elda, la referencia documental más antigua que poseemos del aprovechamiento eldense del agua de Noguera se remonta al año 1565. Sin emba rgo, es indudable que dicho origen debe retrotraerse siglos atrás; llegando incluso hasta los imprecisos momentos andalusíes de los siglos X-XI cuando se conformó el ge1men del núcleo urbano actual y fue necesario dotarlo de un suministro hídrico tanto para las necesidades domésticas como religiosas. En este sentido , no se tiene noticia documental ni de la existencia de ma nantiales de buena calidad para el consumo humano en el entorno más próximo a Elda ni de la captación de aguas para el abastecimiento de las fuentes desde otro punto que no fuera la Noguera 326 . Por lo que es de suponer el origen an dalusí del aprovechamiento del agua de Noguera ; al igual que en un proceso paralelo la aljama de Petrer tuvo que recurrir a la búsqueda de agua en la mina de Pm;a, distante d e la misma unos 6 kilómetros (Asins, 2009: 58-59). Noticias históricas La noticia más antigua de la utilización del agua de Noguera para el abas tecimiento de las fuentes de Elda se remonta a mediados del siglo XVI. Se trata de un documento , del que únicamente conocemos la regesta 327 , fechado un 19 de enero de 1565 , bajo el titulo ’El ahitamiento de la Alcadufada de Noguera’, en el cual se establecen los puntos por los que discurría la canali zación entre la Noguera y la villa de Elda, así como el modo de evitar que los ganados abrevaran en ella (Amat , 1983 11: 271) . También , datada en un impreciso momento de la década de los años sesenta del Quinientos , conocemos la queja del consell de la v illa de Petrer elevada a Juan Coloma , I conde de Elda, exponiendo los graves perjuicios ocasionados a los cultivos de olivar , viñas y cereal por el desvío de las aguas de Petrer (las de su balsa , que se llenaba con agua de la mina de Pm;:a) para el riego del huerto y olivares de la Señoría, en Elda , suplicando no se vuelva a cometer agravio semejante. 32 6 Atendiendo al trazado del antiguo camino , la mina d e la Nog uera se s itúa a una distanc ia de 3 .200 metros de la ant igua villa de Eld a; s iendo unos 2.450 metros los que reconía la canalización desde la boca de la min a ha sta las fuente s de la villa. 327 Según Lamberto Amat se conser vaban en el Archi vo Municipal de Elda ’ ... dos libros titu lados ’Libro Viejo ’ (Amat, 1983 II: 270). Uno de los cua les toda vía se conserva en el AME . Volúmenes que a ju zga r por la documentación referenciada por el erudito debían ser copia de pat1e de la docum entación generada por el consell de la vi lla de Elda durante el siglo XVI. 178 ’V[uestra} S[eñoria} sepa que la villa de Petrer recibe mucho agravio y daí10 en la júerr;a que se le haze en quitarnos el agua para el huerto de V S., porque en estos dos años por avernos/a quitado para regar el olivar del huerto a perdido la villa mil du cados y señaladamente en este año lo an tomado treinta y dos días por lo qual los olivares no andado fruto ninguno y lo poco q[ue} [¿ ... ?] no la a dado es para el olivar que se a regado, por lo qua/ muchas vezes el pueblo se [ha} alborotado y [ha} hecho muchos clamores a nosotros como oficiales por que el agua ha venido a menos y es muy poca y no basta para cultivar las cereades y mu chas viñas o granos que an quedado por regar estos años pasados . Aunque la villa recibía daño en dar el agua para regar las viñas de V S. teniamoslo por bien por que con tres o quatro días se aca bavan de rega,~ pero ya el olivar no se podia sufi’úé A V S. supli camos mande no se nos haga este agravio pues dello se nos haze mucho daFío e aun le toca parte a V S. y percibe mas cantidad que el provecho que saque a sus olivares en E/da. Y no es justo que el descuydo que tienen sus oficiales en no hazer correar y guardar el agua de la fi 1ente de Noguera de la qual se pierden de las quatro partes las tres, y que lo paguen los vecinos de Petrer en quitalles su agua. Pues la otra agua de la fi1ente de Noguera si fi1ese bien tratada es agua para regar el huerto de VS. y aun algo mas. Estos suplicamos a VS. lo provea de manera que no se nos quite el agua, pues en tiempo de S[eFwr} santa gloria aya, no se nos ejercio esas molestias en quitarnos el agua en tiempo que tanta necesidad te nemos della 328 ’ (AME, Libro Viejo, leg. 43). Ante la queja de los vasa llos de Petrer, e l gobernador genera l de l condado responde: ’ ... que su S[eñoria} esta informado que a don Ju[an Pérez Ca/vil/o Coloma} mi seí101~ que sea en gloria, se le dava todas las vezes que la pedia y era menester y siendo necesario para ereda des que valen tanto. No es razón; que deven de hacerle esta buena obra como la han hecho con sus antepasados, pero que todavía mandará que siempre que se pueda escusar se escuse y no se tome si no a gran necesidad, en la que es razón que le ayuden. Y que tambien mandará que se tenga especial cuidado de el agua de No guera por que se escuse de tomar la de Petrel lo menos q pueda . ’ 328 Se trata de una carta del justicia de la villa de Petrera su Se11or, Juan Pérez Calvillo de Colo ma , exponiendo varias quejas y súplicas concernientes a la población; así como la contesta ción a las mismas. Ocho hojas escritas en castellano, sin fechar (Guill, 2012a). 179 Queja y contestación en la que, de nuevo, queda constancia de la exis tencia de la canalización que desde Noguera conducía el agua hasta la balsa de Elda, a cuyos pies se extendía el huerto del Señor. Y cuyo mal estado de conservación pennitía, a juzgar por el testimonio, la pérdida de las tres cuartas partes del caudal. Estos caudales procedentes de Noguera serán ori gen de futuros y seculares enfrentamientos y pleitos entre la villa de Elda y los vecinos y consell de Petrer, bien por la insuficiencia de los mismos para satisfacer la demanda de la primera y del riego del huerto de la Señoría; bien por el abuso que de ellos hacían los agricultores de las tierras cercanas al paso de la conducción. Así , ante los incidentes y disputas existentes entre la villa de Elda y los agricultores próximos a los manantiales de Caprala y Noguera -el primero se consideraba tributario del segundo (Pérez Medina, 1996b ) -, el 20 de mar zo de 1576 Gaspar Ramiro d ’Espejo, gobernador general del condado dicta sentencia prohibiendo el riego de las huertas del caserío de Noguera con las aguas nacientes allí, bajo pena de 50 libras de multa , ordenando las dejasen correr libremente con destino a Elda (Amat , 1983 II: 270-271). Veintidós años más tarde , las fuertes lluvias acaecidas en el otoño de 1598 ocasionaron el grave deterioro de tramos de la alcadufada o canalización que conducía el agua hasta Elda. Hecho que ocasionó un grave perjuicio a la villa de Elda , cuyos vecinos ante la falta de suministro de agua en la fuente de la plaza, se vieron obligados a consumir agua de riego. Situación que motivó que el gobernador general del condado ordenara a los oficiales de Petrer, el 13 de diciembre de ese año, la sue lta de aguas desde la balsa de esta villa, donde se recogía el ’agua buena’ sobrante de las fuentes con destino al rega dío, para poder abastecer las fuentes eldenses (Pérez Medina, 1996a: 251 ). 180 ’Y tem P er quant la pre[sen]t vila se sab que [se] surt[eix] de aygua dol ;a de la font de Noguera que ve por alcaduffada la que p[er] les avengudes deis rius esta trencada, c;:ega y desbaratada de mes de un any a esta part de lo qu es pateixen un gran dany en lo reparo de la ques feren grans gastos aixi a la vila com a sa S’’[eñoria] que ha de contribu ir en aquells . E lo que es pe1jui de mes consideracio e mes digne de remediarse que beuen de la aygua del riu que ve deis almmjals de Villena que es aygua dano sa y pe1judicial per la salut lo qua! se pot remediar ab que de la aygua de la villa de Petrer [¿ ... ?]de aygua se pren una poca a ora conven ient pera sois lo beure de dits veins que charre en la Font de la plac;:a per a los vehins de Elda que son mes menesterosos de aygua [. . .] y que tal es la voluntat de Sa Sº[eñoria] [. . .] se haja de donar arde q[ue] la dita Font se repare como es raho.’ (AME, Libro Viejo, leg. 43, p. 85) Sucesos como el referido debieron ser frecuentes a lo largo del siglo XVI cada vez que se produjeran copiosas lluvias, afectando gravemente a las en debles pasarelas y acueductos de madera y obra de mampostería, que per mitían salvar el desnivel topográfico de las ramblas. Desperfectos y daños seguidos de su arreglo y reparación inmediata para impedir el corte prolon gado del suministro de agua. Estas obras de reparación, de las que se carece de infonnación documental por su carácter de urgencia, eran de obligación asumida como propia por la comunidad morisca de Elda, que constituía la mayoría del vecindario eldense, a las que también contribuía la Señoría, con una parte de los gastos. Con posterioridad a la expulsión de la población morisca, y en pleno pro ceso repoblador, ante el pésimo estado de conservación de la alcaduzada de la Noguera, y con la intención de asegurar definitivamente el abastecimiento de aguas potables a Elda, proporcionando ’comodidades ’ urbanas a los ve cinos, el Consell de la villa dispone la construcción de nuevas conducciones y canalizaciones. A tal fin se subasta, el día 22 de diciembre de 1615, la ejecución de las mencionadas obras durante un plazo de cinco años, siendo adjudicadas por un montante de 2.029 libras, a favor de Joaquim Bernabeu 329 , ’obrer de la vila de Tibi’. Cantidad incrementada con posterioridad hasta un total de 2.429 libras que, como ha puesto de manifiesto T. Pérez Medina (1996a, 251-253), indica la gran envergadura constructiva y financiera de la obra, pagándose en 1623 las últimas 365 libras. Sin embargo, en 1663, y a pesar del importante desembolso eco nómico realizado por el consell de la villa cuarenta años antes , se procede de nuevo a la reconstrucción parcial de la conducción hídrica, como consecuencia de otra avenida fluvial. En esta ocasión la subasta de las obras a ejecutar ascendió a 1.500 libras, siendo adjudicada a Melchor Cande!. Obra revisada a su finalización, en 1664, por una comisión técnica formada por Pere Quintana 330 , como arquitecto, que en aquel momento se encontraba dirigiendo las obras en la iglesia de San Nicolás de la ciudad de Alicante, y por Batiste Gras, como ’obrer de la vila d’Elda’. Expertos que pusieron bastantes reparos a la ejecu- 3 ’9 Maestro cantero o picapedrer que trabajó en importantes obras por toda la geografía vale n ciana , caso de la construcción de un capilla a la entrada, Junto al campanar io , de la igl esia parroquial de A lcoy, en 1615 (Santonja Cardona, 1988); de la r efor ma de la igle sia de la Asunc ió n, de Carcaixent (Daras i Mahiques, 2002); de la construcción de la iglesia del mo nasterio de Santa María de la Va lldigna ( 164 8) (Anónimo , 2008: 2); y, de l diseio de la planta y alzado de la iglesia de San Juan Bautista , de Mónovar, en 1655 (Poveda , 1990) , entre otras. Otro Joaquim Bernabeu ’mestre de cantería de la vi/a de Vallada ’ aparece en 1679 en la co nstrucción de la presa de Petrer (Pérez Medina , 1996a , 251). Como puso de manifiesto este último autor, quizás estemos ante un linaje famil iar de maestros de obra. 330 Arqu itecto que trabajó tanto en 1666 corno en 1673 -16 74 en las obras de reparac ión de l temp lo de Santa María, de Elche (Navarro Mallebrera , 19 80 : 37 , 48) . 181 ción de algunos tramos de la conducción, puesto que no se ajustaba a los capítulos que sirvieron de base a la subasta de adjudicación (Amat, 1983 II: 271-272) . Durante la segunda mitad del siglo XVII y a lo largo de todo el siglo XVIII se tiene constancia de numerosos incidentes legales , ante las instan cias superiores de Justicia , entre el ayuntamiento eldense y vecinos de Pe trer o la propia corporación petrerina, motivados bien por las reclamaciones del primero ante los tribunales contra los riegos abusivos de las huertas de Caprala y de la Noguera, que mermaban el caudal encauzado con destino a Elda; bien por aquella última que pretendió dejar sin efecto la Mancomuni dad de aguas, montes y pastos establecida por Antonio Coloma, 11 conde de Elda, en la publicación de las cartas pueblas de Petrer ( 19 de agosto de 1611) y Elda (11 de noviembre de 1611) (Segura He1Tero, 1996). A pesar de la voluntad señorial de evitar disputas, el siglo XVIII quedará jalonado de quejas y denuncias del ayuntamiento de Elda contra los agricul tores de Caprala y de la Noguera por el abuso indebido de las aguas circulan tes por la rambla y alumbradas en la mina, respectivamente. Estas disputas fueron fruto de un incremento de la población de ambas villas desde finales del siglo XVII y el consiguiente aumento de la presión demográfica sobre el medio natural. Hecho que conllevó por una pmte una mayor demanda de caudal para abastecer las fuentes públicas eldenses y , por otra, el riego de una mayor parte de tierras para incrementar la producción agrícola en les terres capralen ques y noguerenques. A lo’ largo de los siglos XVIII y XIX la villa de Elda velará con ahínco por el mantenimiento de sus derechos sobre el agua de Noguera, pues de ella dependía el suministro de sus fuentes y el abastecimiento de los ho gares eldenses. Defe nsa del elemento de vital importancia , cuyo máximo exponente será Lamberto Amat, erudito local al tiempo que mayor te1Tate ni en te y contribuyente de la villa de Elda en el último tercio del siglo XIX, en cuya obra manuscrita Elda . Su Antigüedad. Su Historia .. . , escrita entre 1873 y 1874, realizará una defensa casi apologética del derecho de la villa de Elda a las aguas de la Noguera, que queda resumida en un breve párrafo de su obra: 182 ’Abastece las júentes de agua potable de Elda el manantial de Santa Bárbara , situado el NE. de esta Villa, como a una hora escasa de distancia de la misma, en cuya posesión , uso y aprove chamiento, jamás interrumpidos, se halla de inmemorial; a la que también tiene derecho escrito; así como le asisten ambos para que los vecinos de la propia villa puedan tomar aguas para beber de todas las júentecillas o manantiales que hay en el término de Pe trel .’ (Amat, 1983 II: 265) (Figura 40). Figura 40. Portada de l libro manuscr ito de Larnberto Amat. Firme posición basada , por otra parte , en senci llos p la n team ientos, a la par que lóg icos: ’Las aguas de Caprala y de Santa Bárbara no se utilizan para beber en el pueblo de Petrel, ni puede hacerlo, no solo porque pertenecen a Elda, si no que además la topografía del terreno no permite su conducción; y Petrel tiene otro manantial más abun dante y de tan buena calidad, que es el de la Mina de Pur;a, que lleva a sus júentes, aunque con malísimas condiciones . El térm ino jurisdiccional de Petrel posee además muchos manantiales de ri quísimas aguas para bebe,~ aunque no tan abundantes como los dos citados, y son el del Cid , L a Fonteta, Ferrusa, la Almadraba y otros . .. ’ (Amat, 1983 II: 269). 183 Esta defensa la planteaba Amat desde el profundo conocimiento de la documentación histórica custodiada en el archivo municipal, dado que lle gó a ser secretario municipal (1837 -1847) bajo la alcaldía de su padre 331 y por tanto con acceso directo a la misma. Lamberto Amat se constituye en uno de los últimos eslabones de una larga tradición en la defensa a ultranza de los derechos eldenses, con precedentes en actitudes personales simila res. Como cuando el Consejo de Castilla, ante la solicitud del conde de Pu ñonrostro, Elda y Anna para el apeo y deslinde del marquesado de Noguera, accede a la petición y comisiona, por Real Provisión de 27 de abril de 1735, al alcalde mayor de Elda, Antonio Guarinos y Rico para que proceda según autos . El día 22 de mayo toma declaración a personas de cierta edad, y con conocimiento de causa , tanto de Elda (José Guarinos, mayor, y Vicente Guarinos de Juan) , como de la villa de Petrer (Tomás Juan, Baltasar Pérez, Baltasar Tortosa y Tomás Pérez). Estos testigos fueron nombrados peritos apeadores, procediendo al día siguiente al apeo, deslinde y amojonamiento del territorio de N oguera 332 . El amojonamiento del marquesado de Noguera fue motivo de preocupa ción para los eldenses, por lo que el síndico procurador general de la villa de Elda, Pedro Gerónimo Juan expresó su inquietud por el hecho de que por dentro del ten-itorio del marquesado de Noguera circulaban ’el curso y cau ce de dichas aguas’, especificando que ’éstas después de su nacimiento ’ pasan por el término del marquesado, lo que nos reafirma en el argumento , como hemos indicado en la primera parte de este libro, de que este nacimien to no quedaba comprendido dentro de los límites territoriales del marquesado de Noguera sino en el límite ten-itorial de Petrer, y por tanto del condado de Elda . Pedro Gerónimo Juan , en nombre de la villa, manifestó: ’Que por cuanto las aguas, que comunmente se llaman las aguas buenas , son las del servicio y gasto y consumo de la misma Villa, y sus vezinos, y éstas después de su nacimi ento transitan y han passado siempre de tiempo inmemorial por dicho territorio, sin contradicción, ni impedimento alguno, y aviéndose de amo jona,~ comprehendiendose su curso y cauces de las dichas aguas por dentro de sus limites protesta en nombre de dicha Villa, su Común y sus vezinos, una, dos, tres y las demás veces que sea nesessario, y que según dro. puede, y deve, ha de ser siempre 331 José Amat y Amat ( 1796-1847), padre de Lamberto Amat, desempeñó el cargo de alcalde de la villa de Elda entre 1837 y 1842. Entre 1836 y 1844 fue comandante de la Milicia Nacional de Elda (Navarro Pastor, 2000 : 151-153). 332 Trabajos desan-ollados por los maestros albañiles Gaspar Pinos y Juan Gregorio con sus peones, todos vecinos de Elda , que debieron fabricar los mojones que los péritos señalaban (Amat , 1983 II: 278). 184 sin perjuicio ni detrimento alguno de dichas aguas, su natural curso y servidumbre, y sobre ello protestó lo que protestar le convenía, y lo pidió por testimonio, para el resguardo y defensa de dichas posesiones de inmemorial y de los derechos de dicha Villa’. (Amat, 1983 II: 279). Meses más tarde , en julio de 1735 , la corporación eldense remitirá un memorial al ayuntamiento de Petrer manifestando su enérgica protesta por que los agricultores de la pmiida de Capra la represan el agua del nacimiento homónimo para desviarla al riego de las tierras, impidiendo que circulen por la rambla aguas abajo (Rico Navarro, 2000). Hecho que en principio pudiera parecer baladí , pero que adquiere su importancia , cuando manifiestan, como resu ltado de la observación empírica 333 , que en un punto determinado del le cho de la rambla de Caprala el agua desaparece, yendo a alimentar la mina de Santa Bárbara . Y que cuando el agua es represada y derivada para el riego, el caudal de la mina desciende. Esta unidad del acuífero fue igualmente ma nifestada por Lamberto Amat, al decir que: ’El referido manantial de Santa Bárbara no es mas que una derivación del grande y principal nacimiento de agua del parti do de Caprala, jurisdicción de Petrel, entendido también dicho partido por el ’Agua Buena’ a causa de la bondad de la misma, situado al N. de Santa Bárbara a la distancia de media hora o tres cuartos, y separados por la pequeña sierra que parece servir de testera al primero, y en cuya base, al extremo E., se encuentra el manantial derivado’. (Amat, 1983 II: 266-267). Situación que se prolongará hasta mediados del siglo XVIII cuando la vi lla de Eld a, ante el perjuicio ocasionado por el riego de Caprala interpone una demanda en la Real Audiencia de Valencia 334 , presentada por Antonio de Luz y Soriano, sínd ico del concejo, justicia y regidor de la villa de Elda, quién en la exposición de hechos fundamenta los derechos sobre las aguas: ’ ... ante VE. parezco por vía de recurso, quexa , violencia, ma nifiesto atentado , o como más haya lugar y derecho proceda, y digo: que mi parte siempre desde la fimdación de la Población ha estado en posesión del uso de las aguas de las fi,entes de Ca - 333 Fenómeno de cir culación subál vea también observado por J. Cavani lles en otros puntos del V in alopó, caso de la rambla de Novelda, cuando afirma que ’ ... se observó un fenómeno antes desconocido, y_fi1e que las aguas que seguían a descubierto por el cauce de la rambla, se sumen en el cascajo y arenas antes de llegar a Nove/da, corren largo trecho ocultas, y vuelven a salir caminando hacia Monf’orte. Por eso suele hallarse el cauce, como le hallé yo enteramente seco ... ’ (Lacarra et alii, 1997). 334 ARV, Escribanías de Cámara , 157 8, exp. 62. AME, Var ios pape les intere santes al Pueblo de E ld a desde 1 77 1 a 1772 , f. 173-201 v. 185 prala, que están en el término general de la Villa y renace cerca de la Ermita de Santa Bárbara, Marquesado de Noguera y de allí se encamina subterráneamente por arcaduces, encañadas y en los barrancos y ramblas por canales y pilares de mampostería a ex pensas de la Villa de Elda , etc, etc.’ . (Amat, 1983 11: 268-269). El pleito se resolvió por la sentencia de 11 de agosto de 1758, en la que Francisco Sirera, alcalde mayor de Novelda, mandó reintegrar y dar posesión a la villa de Elda del uso y curso de las aguas de la fuente de Caprala y Santa Bárbara, recogiéndose en uno de los autos que: ’En el expresado sitio de Caprala y dia referido, hallándose concluidas las diligencias pertenecientes al mismo sitio, dicho Sr. juez en comisión debía mandar y mandó, se pase al de Santa Bárbara donde renacen las aguas para beber de la Villa de Elda y se practiquen diligencias que convengan para cumplir con lo mandado; y por este su auto así lo proveyó y firmó -D. Francisco Sirera-Ante mí , José Corbí’. (Amat, 1983 11: 267-268). La sentencia ordenaba la reposición de todo al estado previo al corte de su curso natural; conminando a los agricultores Juan Rico de Juan y Ceferino Pellicer a que no derivaran el curso de dichas aguas , bajo pena de 100 libras de multa. Sin embargo, días más tarde , el 26 de agosto del mismo año, representan tes de Petrer y Elda, acompañados de Gerónimo Amat, notario y escribano de Petrer, acudieron a inspeccionar tanto el lugar de Santa Bárbara , donde dieron fe de que existía ’un caño de agua de tres dedos’ , del cual los pro pietarios de tierras tomaban el agua para regar unas 15 tahullas de huerta (l ’8 ha, aprox .). También visitaron la partida de Caprala, donde se constató que los labradores seguían utilizando el agua del manantial para el riego de sus huertas. La consecuencia de aquella visita fue la presentación, por parte del síndico eldense , de una denuncia contra Juan Rico de Juan y Ceferino Pellicer, vecinos de Petrer , por utilizar las aguas de Caprala e impedir que corriesen por la rambla. Del mismo modo , el síndico de Elda solicitó que ’ ... ningún de los vasallos la conducta a Pila, ni ameren esparto, ni otra cosa alguna en el primitivo nacimiento de dichas jitentes de Caprala, ni di biertan las aguas de estas en sus usos’ (Pérez Medina, 1996b). La inestabilidad política del primer tercio del siglo XIX también tuvo un reflejo directo en la falta de interés de los ayuntamientos eldenses entre 1824 y 1837 en la defensa de los derechos al agua buena de Noguera, así como en el mantenimiento de la infraestructura que conducía el agua hasta las fuentes . Desinterés que favoreció que los regantes de Santa Bárbara tomasen cada vez más agua, disminuyendo en épocas estivales los caudales que llegaban 186 a Elda. Hecho que, a juicio de Lamberto Amat , ocasionó que los vecinos de Elda se vieran precisados a comprarla diariamente a los vecinos de Petrer. Así exclamará el erudito eldense: ¡Aún se nos enroj ecen las mejillas al recordar las cuarenta o cincuenta caballerías cargadas d e agua qu e constante y diaria mente rodaban por e sta población para vend erla a sus vecinos! (Amat , 1983 II: 282). Esta situación se intentó solucionar en 1835 , cuando el propio Lamberto Amat , siendo su padre alcalde de la villa , instruyó y redactó la petición de la posesión del manantia l de Santa Bárbara ante el Juzgado de Primera Instan cia del partido judicial de Mónovar. Solicitud de posesión que, a causa de la inestabilidad política y bélica ocasionada por la guerra carlista (1833-1840), no se desbloqueó hasta 1839 , cuando por auto de 20 de junio de ese año, el Juzgado reintegró la posesión y uso de las aguas potables a la villa de Elda, imponiendo una sanción de 1.500 reales a los regantes o cualquiera que alte rase su curso (Amat , 1983 II: 284-285) (Figura 41). Figura 41. R etrato d e Lamb erto Arnat (R evis ta A lborada, 1974). 1 87 Paralelamente, se acometieron importantes labores de mantenimiento en la conducción ante los desperfectos y roturas ocasionados años atrás. Así entre 183 8 y 1839 se procedió a su reparación mediante la construcción de 1.100 varas de nueva cañería de piedra (1.003 ’2 m .) y el levantamiento de 22 arcos de mampostería y ladrillos con canales de piedra para salvar pequeños desniveles y vaguadas, cubriendo toda la conducción mediante losas de piedras que evitaran el ensucie y obstrucción de la canalización. Esta obra supuso la práctica remoción y acondicionamiento del trazado completo de la canalización desde Santa Bárbara hasta Elda. Su importe sobrepasó, a los expertos y calculadores ojos de L. Amat, los 6.000 duros. Esta cantidad fue financiada tanto con los escasos caudales de la caja del Común , con el sobrante de los fondos de Estorbo basados en la explota ción de las tandas de agua propiedad del Estado y con los sobrantes de las liquidaciones que periódicamente, y durante el período de la guerra, se hacía, primero en la Diputación Provincial y, después, en la Comisaría de Guerra, para el suministro de víveres a las tropas gubernamentales de paso por la villa y de la Milicia Nacional. También contó con la aportación voluntaria de los vecinos, que llegó a alcanzar los 4.000 reales (Amat, 1983 11: 286-287). Finalizado el conflicto fratricida entre carlistas e isabelinos, la villa de Elda retomó con renovado interés su preocupación por la defensa de sus de rechos a las aguas de Noguera. Así, frente a los actos vandálicos cometidos contra la canalización del agua buena, caso de la rotura en varias ocasiones de la fuente y abrevadero existente en la carretera de Madrid a la altura de la venta de Santa Bárbara 335 y otras acciones para que se perdiera el agua, se dio conocimiento de los mismos al Juzgado de Primera Instancia de Monóvar, que a su vez se dirigió al alcalde de Petrer mediante una providencia de rein tegro de aguas y apercibimiento de una multa de 1.500 reales a todos aquellos vecinos que atentaran contra dicha infraestructura de abastecimiento hídrico; mandándole además que averiguase quienes habían cometido tales fechorías (Amat, 1983 II: 290-291). Ante tal situación, el 25 de mayo de 1840, el ayuntamiento eldense, pre sidido por José Amat y Amat, buscando una solución definitiva a este secular problema que enturbiaba la relación entre los pueblos vecinos , expuso a la Diputación Provincial de Alicante que el medio de evitar tales desmanes, era ampliar la jurisdicción de Elda hasta incluir en ella el territorio de Santa Bárbara . Propuesta que, al parecer de Lamberto Amat, testigo directo de los hechos, dada su condición de secretario municipal (1837-1847) , fue bien acogida por los regantes de Santa Bárbara . 335 Fuente para el uso de viajeros que fue reconstruida y ampliado su vacío , a expensas de los fondos de la villa de Elda. 188 Ante tal solicitud, la Diputación se dirigió al jefe político de la provincia, quién a instancia del mismo Lambe1to Amat en su visita de 3 de agosto, convocó una reunión para el 6 de agosto. Como secretario municipa l del ayuntamiento de Elda, Lamberto Amat asistió a esta reun ión entre autorida des provinc iales y municipales de Elda y Petrer. Su testimonio, de pr imera mano, es insustituible: A las seis de la maF,ana de este dia, se hallaban en Santa Bárbara los Sres. D. José Maria Ruiz Pérez, Gefe superior po litico; D . Salvador Pérez, diputado provincial; D. Fra ncisco Javier Sánchez, Juez de Primera Instancia; D. José Pérez Payá, Promotor fiscal del mismo , y D. Manuel Pérez, sabio distingui do, hijo del referido Sr. diputado; los representantes de Elda, su Alcalde D. José Amat y Amat, su Síndico D. Francisco Javier García y Juan, y su vecino D. Luis Bernabé y Sempere; los re presentantes de Petrel D. Francisco María Caturla, Alcalde, y los propietarios D . Antonio Maestre y D. Gabriel Pérez López, asociados de su Abogado D. José Tomás Baudin, vecino de Xi jona; y el Síndico del Ayuntamiento de Petrel Nicolás Brotons y Rico, con Juan Tortosa, Joaquín Planelles y Pedro Gras y Pérez como regantes de Santa Bárbara, por si y en representación de los demás. Las espresadas Autoridades, acompaífodas de to dos los asistentes, recorrieron con toda detención el manantial, su acueducto, tierras colindantes y cuanto tuvieron a bien de aquel territorio , pidiendo al propio tiempo las explicaciones y aclaraciones que estimaron convenientes; y después deter minaron venirse todos a Elda, llegando a las nueve de aquella mañana a mi actual casa de habitación , que entonces ocupaba mi difunto abuelo Juan Sempere y Guarinos, alojamiento pre parado para las referidas Autoridades superiores . El Sr. Gef’e político abrió discusión sobre el asunto, e invitó y amonestó a las partes a transigirlo de una manera honrosa, y conveniente para las mismas . Los representantes de Petrel expusieron, que acerca de la división de términos nada tenían que conferenciar porque no se les había facultado para ello, y sí lo harían res pecto al uso y aprovechamiento de las aguas de Santa Bárba ra. Los comisionados de E/da contestaron, que solo tratarían de la cuestión de términos y no de las aguas, porque las que nacían en Santa Bárbara eran propias de esta villa, según lo acreditaban plenísimamente los legitimas títulos que tenían y el uso y aprovechamiento que venía haciendo desde remotos siglos ... Abierto el debate sobre las aguas de bebe1~ expusie - 189 ron ampliamente unos y otros cuanto creyeron convenir/es; de parte de Elda se presentaron varios documentos fehacientes de sus inconcusos a las aguas potables de Santa Bárbara , su uso y aprovechamiento de inmemorial, de que todos los presentes quedaron convencidos; y aquí me parece oportuno consignar un hecho, que por su gracejo merece serlo. Yo como Secreta rio que era entonces de este Ayuntamiento asistía también a la conferencia y leía los documentos ... Los Comisionados de Petrel no presentaron documentos de ninguna clase , ni siquiera pudieron referirse a ellos , y solo fundaban sus argumentos en el uso que habían hecho de las aguas sobrantes para su riego’ . (Amat, 1983 II: 292-296) Ante la exposición de hechos y derechos de las paiies, l as autoridades provinciales y judiciales, y ante el común acuerdo en aceptar el ar bitraje, propus iero n: 190 ’Que el agua que entonces nacía en el manantial de San ta Bárbara se dividiera en cinco partes iguales , de las que tres serían para Elda , y dos para los regantes, que la utilizarían en la forma que habían aprovechado antes los sobrantes; pero que nunca habían de faltar a esta villa las tres quintas partes, haya aumento o disminución de agua, quedando el resto a favor de los regantes; sobre lo que se extendió en aquel acto una escritura de concordia, autorizada por el Notario, que lo era de esta villa, D. José Antonio Sanz, con solo cuatro condiciones, que a la letra son como siguen: ’J’. Primeramente: Que los Comisionados por el Ayunta miento de esta Villa de Elda , bien penetrados del derecho que tiene su parte, se conformaron en nombre de la misma, en que las aguas del nacimiento de Santa Bárbara, se divida en cinco partes, de las que tres vendrán a esta villa de Elda para el surtido de sus fuentes, cuyas tres partes serán medidas sobre la cantidad de agua que hoy produce el nacimiento , y esta ha de quedar mar cada en la casita que se forme , de modo que nunca ha de faltar la referida cantidad en el conducto de salida que se le diere, bien sea que haya disminución o aumento de aguas , quedando todo el resto a favor de los regantes . 2ª. Otrosí: De la cantidad de agua que resulte a favor de esta Villa, dará ésta a la fuente del camino, un caño de agua del diámetro de un real de vellón; cuyo derrame seguirá el curso que hasta aquí , sin que ninguna de las partes pueda pretender dere cho sobre su aprovechamiento. 3ª. Otrosí: La casita con su puerta y dos llaves diferentes la una de la otra , serán costeadas por los propietarios y regantes, y por el Ayuntamiento de esta Villa de Elda, a proporción del agua que tomen; teniendo una llave un individuo de Ayuntamiento, y otro de los regantes la otra; y para evitar que se pueda destruir por medio de júego , se forrará toda ella con plancha de hierro; siendo de cuenta de los mismos la reparación de la casita, así como la cubierta del conducto por donde viene el agua desde su nacimiento hasta la casita. 4ª Y últimamente: Para formar la división de dichas aguas, nombran al efec to a D. Juan Rico y D. Manuel Pérez de Monó var; a D. Jos é Tomás Baudín, abogado de Xixona, y Francisco Rico y Pérez de esta Villa, dándoles para ello las correspondien tes facultades. ’ El 18 del m encionado agosto, los comisionados dieron por concluida la división de aguas, y en escritura de esta fecha , ante el mismo Notario, dijeron lo que sigue: ’Que habiéndo se principiado la operación de dividir las aguas buenas del nominado Santa Bárbara por los expresados comparecientes D. José Tomá s Baudín y D. Francisco Rico , con asistencia de D . Juan Ri co, quedó hecha y concluida, y des pu és revisada por el D. Luis B ernabé la distribución de las aguas buenas, se arregló y conformaron en estos términos: La parte que va a las júen tes de la Villa d e Elda, tiene de latitud cuatro pulgadas y media,y d e altura una y dos líneas, la que se halla cogida por su plancha de hi erro correspondiente para que no se aumente aunque lo haga el nacimiento, cuya medida comprende las tres quintas part es en que convinieron los otorgantes en aquella escritura, medida el agua en el día de la partición; y esta agua que ahora entra por el boquete referido con la latitud de cua tro pulgadas y med ia, y la altura de una y dos lineas, no ha de faltar a las expresadas fuentes de Elda, aunque se disminuya o salga menos del nacimiento actual; y por el otro boquete pasa el resto del agua a los regantes de Santa Bárbara, y compren de tres pulgadas d e latitud, dejándose abierto por arriba para que en el caso de que aumenten dichas aguas, aumente solo en dicho boqu ete; y el diseño de la partición de las indica das aguas buenas , quedará marcado en el expediente formado sobre el particular por el Ayuntamiento de la citada villa de Elda, del que se dará una certificación con el diseí10 a los interesados del riego del partido de Santa Bárbara ’. (Amat, 1983 II: 296-300). 191 Esta Concordia o acuerdo inte,partes de 1840, a juzgar por la opinión de L. Amat y Sempere en el momento de escribir su obra (1874), solucionó definitivamente los conflictos entre el ayuntamiento de Elda y los regantes de Santa Bárbara. ’ .. . Desd e este arreglo ya no se han exper imentado las fal tas de agua potable que antes sufrieron ... La experiencia de treinta y cuatro años que cuenta la practica de la concordia relatada , justifica el acierto de los que la realizaron, y acre dita que las 3 /5 partes del Manantial de Santa Bárbara -que nunca ha decrecido- abastecen abundantemente todas las ne cesidades de agua para beber y limpieza de este vecindario ... ’ (Amat, II: 301 -302). Veinte años más tarde, se volverá a registrar una reclamación del ayun tamiento eldense en julio y agosto de 1860 con motivo del crecimiento de arbolado en el entorno inmediato a la canalización del agua, cuyas raíces y hojas perjudicaban tanto el caudal como la salubridad de las aguas. Así, a las 6 de la mañana del día 11 de julio del citado año la comisión de policía rural y aguas potables del ayuntamiento de Elda se persona en Santa Bár bara con la finalidad de inspeccionar el trazado de la conducción del agua, disponiendo ’ ... que se arranquen todos los árboles y plantaciones que se hallen dentro de la línea divisoria que se compone de 11 pies castellanos , a uno y otro lado de dichos canales, a saber: 3 pies que pertenecen a la misma por cada lado y 8 pies de ensanches que parten como línea divisoria desde los tres a los once con arreglo a las leyes cuyo cumpli miento reco mienda el Sr. Gobernador en su citada comunicación . Ello sin perjuicio de que cuando los árboles o plantaciones sean higueras, parras u otros cuyas raíces se estienden a inmensa distancia, hayan de arrancarse tam bién, cualquiera que sea e l punto en donde se hallen siempre que sus raíces ll eguen a la cañería de aguas potables’ 336 • Arranque de árbolado que tenía que ser ejecutado y costeado por los propietario de los árboles y que si bien no encontró resistencia alguna por parte del ayuntamiento de Petrer, que incoó las oportunas diligencias avisando a los vecinos afectados, si que encontró el silencio y dejación de su obligación por parte de los propieta rios de los árboles , a los que hubo que conminar tanto desde los propios ayuntamientos como desde el gobierno civil. Será a partir de las últimas décadas del siglo XIX cuando el equilibrio hídrico entre el caudal disponible y el demandado se vea alterado por el incremento demográfico de Elda, derivado de la llegada de población para 336 AMP, Caja 5 , Exp . 44. ’Di ligencias sobre el aITanque de los árboles situados en el linde de l a cañería de las aguas potables de Elda’. 192 cubrir la demanda de mano d e obra en las grandes fábricas de calzado que comenzaron a producir a un a mayor escala. Por ello, el caudal del ma n antial de Santa Bárbara pronto se mostró insuficiente para abastecer las necesidades domésticas e higiénicas de una población en constante creci miento 337. En el pleno municipal eldense de 29 de julio de 1906 , y ante las noticias de que los propietarios de tierras en Santa Bárbara estaban soli citando licencias mineras con la finalidad solapada de encontrar agua, se trató en el orden del día la propuesta de denunciar el acuerdo de 1840, para poder adquirir las dos quintas partes del agua que manaba y que en virtud del citado acuerdo eran destinadas al uso agrícola (Navarro Pastor, 1981 II: 71- 72). Esta proposición, a pesar de no tener consecuencia alguna, permitió impedir la concesión de las ’pertenencias mineras de lignito ’. Esa insufi ciencia hídrica motivó la búsqueda de otros lugares de aprovisionamiento, como las Aguas del Canto 338 (1913) y, tras la pérdida de calidad de ésta, la importación de agua desde Salinas339 a partir de 1952 y hasta la actualidad (Segura Herrero, 1997: 333-334; 1998). De igual modo , el crecimiento demográfico de Elda-Petrer trajo con sigo el surgimiento del fenómeno de la segunda residencia en el medio rural. La necesidad de abastecimiento hídrico de estas casas obligó a exp lorar nuevos caudales subterráneos. La explotación del acuífero que durante siglos había alimentado el minado de Santa Bárbara por los pozos del Almortxó ( 1972) y, posteriormente, de A iguarrius condujo al descenso del nivel freático por debajo del punto de toma de los mina dos de Santa Bárbara, impidiendo que el agua aflorara a la superficie (Bernabé Reig, 1998). El agua cesó de fluir hacia la balsa y hacia las fuentes de Elda, algunas de las cuales todavía hasta finales de la década de los años setenta del siglo XX se estuvieron abasteciendo del agua de Santa Bárbara. m Según e l censo municipal d e 1835 , la población de Elda era de 3.696 habitantes (Sánchez Recio , 1981, 84), mientra s que según el Padrón de Habitantes en 1906 ascendía a los 7 .124 vec inos. Incremento demográfico en sete nta afias de casi el 100 por cien. 33 ’ El pozo de las Aguas del Canto, hoy día abandonado, queda situado a la derecha del cauce del río Yinalopó , a los pies del Monasti l, en frente d e la desembocadura de la rambla de Santa Bárbara en el río. A lumbrado en julio de 1906, su aforo fue estimado en 13 litro s por segu ndo. A partir de 1913 sus aguas fueron impulsada s suces iva ment e a l os depositas Viejo y Nuevo, instalados e n el Altico de San Miguel , desde allí y pre via mente tratada s se distribuía el agua potable a las fuentes y, posteriormente , a los hogares e ldenses , a través de la red inaugurada en 1924 (Navarro Pastor, 1981 II: 74-75; Segura Herrero , 199 7: 334). 339 El Ayuntami ento de Eld a abr ió y compró los derechos de explotación de los pozos ’Garr incho’, con un caudal de 30 1./s.; ’Pilarica ’, con 30 1./s .; ’ Bego11a ’, con 30 1./s .; ’Sa n Pedro ’, co n 25 1./ s. y ’Soledad ’, con 45 1./ s., todos en Salinas. Pozos que s umini straba n un caudal por segundo de 119 litros/ segundo (Tetilla, 1956; Navarro Pastor , 1981 III: 64). 193 El camino del agua buena hasta las fuentes de Elda Si bien es norma común el presuponer la fosilización en el espacio de las infraestructuras hidráulicas , sobre todo aquellas relacionadas con el agua de riego, la encañada o alcaduzada de Noguera no conoció un único trazado para la conducción de las aguas hasta las fuentes de Elda, tal y como se ha venido admitiendo desde el primer estudio realizado (Segura Herrero, 1997). Una detenida lectura del articulado que la villa de Elda protocolizó en 1615 ante el notario Marc JoanAracil3 40 para la construcción de las conducciones y canales que condujeran el agua a la fuente pública de Elda pennite distinguir entre la obra vella, como conducción obsoleta que iba a ser sustituida por la obra nova; infiriendo , por tanto, una canali zación más antigua que nacía frente a la casa de Noguera, que debió quedar abandonada tras la construc ción de la nueva entre 1616 y 1622. La preocupación de las autoridades municipales para evitar el desabas tecimiento de la población quedó recogida de forma precisa en uno de los capítulos que se redactaron para hacer esa obra nueva: XIIII. Jttem que ans de fer dita obra haja de portar la ygua a la font de la plac;a tornan! a reedificar lo pilar de aquella mu dan! les peces que estaren partides pera que la gent se remedie enpoar aygua de lafont i c horros que esta en la plasa mentres se fara la obra de la dita font i tot lo qu e costara de portar dita aygua a la dita font o pagara dita vil a de Elda excepte los jor nals del m estre qu e estos han de ser a carrec h del dit mestre en tense qu e ha de portar dita ayguafins la basa perla obra vella .fins que se acabe la obra nova i de la basafins la ditafont haja de ferse la obra nova conforme lo capitula! i lo que costara dita obra nova desde dita font de la plac;a de Elda fins la basa .fins ahon estaba la obra vella o haja de portar lo tal mestre a sa costa segons lo damunt dits capítols com este capítol se fa perque m entres se fac;a la obra nova estiga la aygua en la font de la plac;a pera remediar que la gent no baja a Noguera per aygua mentr es sefa la obra nova de ditafont. Frente a la obra nueva , cuyo trazado conocemos a la perfección por ha ber llegado a nosotros abundantes testimonios materiales que han permitido su reconstrucción , de la obra vella apenas conocemos datos . Desconocemos la fecha exacta de su construcción, su trazado, sus características construc tivas , etc. Por el contrario , si que sabemos que el único elemento que com partían era la balsa de la villa, pues era el lugar de almacenamiento, distri- 340 AME, Caja 42, Exp., l. Manual de Consells (Pérez Medina , 1996a: 477-481 ). 194 bución y regulación de los caudales. De igual modo , y por datación relati va, dado su funcionamiento hasta 1616-1622 , debemos presuponer su uso a lo largo de todo el siglo XVI, retrotrayéndolo incluso hasta un momento inde terminado del siglo XV, quizás en directa relación con el señorío de Ximén Pérez de Corella , como titular de la baronía de Elda desde 1424 y del lugar de Petrer desde 1431. Será por tanto con la obra vella, con la que hay que relacionar la cons trucción en 1583 de los archs del riu de Petrer Obra dirigida por Guillem Pasqual de Jaca,jitster e mestre de fer molins 341 , por los que la villa de Elda le abonó la cantidad de 51 O libras (Asins, 2009: 77- 78). Datos que condujeron a S . Asins Velis (2009: 77- 78) a datar en este momento la construcción del actual acueducto de Puc;a. También con aquella hay que poner en relación la mención que se hace a la conducción del agua mediante canales de madera, que atravesaban las tierras de algunos agricultores , como se especifica en la delimitación de la redonda del condado de Elda (hacia l 591) en donde se indica que los canales pasaban por las tierras de un morisco de Petrer apellidado Taca 342 : ’E de dita creu de fitsta del camí de Petrer proseguin la re donda recta línea fins un 11101!011 que esta sobre lo riu de Petrer damunt les cana Is de fitsta de lafont d e Noguera en l es ferres de Taca d e Petrer ’. (AME, Libro Viejo, leg. 43 , 110). Y de igual modo, será también con este antiguo trazado con el que haya que relacionar las noticias documentales que tenernos a lo largo del siglo XVI sobre el agua de Noguera. En especial , la primera de ellas datada en 1565 , y que , paradójicamente , y a pesar de tener por título ’El ahitamiento de la Alcadufada de Noguera’ , no conservamos el documento que pudiera habernos facilitado la primera y más antigua de las descripciones por la que las aguas llegaban a la fuente de Elda en el siglo XVI (Amat , 1983 II: 27 l ). Esa obra vella fue también advertida por J. Montesinos , quien en el año 1795 escribía: 341 En su testamento otorgado el 17 de septi embre de 1583 , ante el temor a fallecer manifiesta sus última s voluntad es, disponiendo qu e quiere que le entierren en la iglesia de Santa Ana, de Elda; así como reconoc e hab er construido ’en la cequ ia del Negrel c inh par!idors’ y que ’quem es deulom la prese/11 villa de E/da de vinl idos 1/iures do!ze sous y sel diners a complimenr de les cinchcenles y deu 1/iures en que.forenjudica/s y estimals los Archs que ro he.fer en lo Riu de Perrer ’. Reconoc e también haber h echo ’una mina en lo terrer del Almorchon’ y aiiade ’rallí moll a pedm en la primem pedrem a int enc io de cerrs ediflicis que se havien de.fer a lo Riu de Cappmla ... obrirfonamenls e //ive/lar e a/tres lreballs 101 lo qua/ no lingue eflecle perr;o con mudaren lo designe y en lloch de dirs edifjicis y ar;ul de da// jiu en apres los dits archs del Riu de Perrer’(ARV, Protocolo s Notariales, 862, Gonzalo Fernández, 17 de septiembr e de 15 83). 34 ’ El ape llido Taca, también escrito Ta9a, está bien documentado en la población (Asins y Rico, 2009). 195 ’Por ultimo, entre otras ruinas que se descubrieron en el cam po, se advierte un conducto muy antiguo de aguas que todavía permanece a trechos casi en la superficie de la tierra y formado de arcaduces de tiesto, cerca de dos palmos de diámetro , los que por los muchos siglos ya tienen su vacío lleno de tierra ó haber se inundado . Sus principios son cerca de dos quartos de hora al Norte de esta Villa [ de Petrer } en el mencionado partido llamado Noguera a la parte del barranco del medio dia y en su otra parte de frente nace ahora el agua que por otro conducto viene a parar a las fuentes de la Villa d e Elda ’. (Montesinos, 1993, 46-47). El abandono que apreciaba Montesinos duraba casi los dos siglos que dis taban entre 1616, cuando se inició la obra nueva conforme a los capítulos de 1615 , que amortizaba la obra vella, y el año 1795 , en que escribió el cronista oriolano. Permitiéndonos suponer, por tanto , la existencia de un primigenio minado en la margen izquierda de la rambla de Santa Bárbara , enfrente de los conocidos actualmente, y cuyo emplazamiento exacto desconocemos. Al igual que ignoramos en que momento ese primitivo alumbramiento de agua fue sustituido por el que se sitúa en la margen derecha de la rambla. El trazado de la obra nova lo encontramos descrito grosso modo en el artículado 3 43 donde se recogen las condiciones técnicas y económicas que han de regir la construcción de las conducciones y canales que llevan el agua desde la Noguera hasta la fuente de la villa: ’VI. Jttem que la cequia o encadufada se a de portar desde el barran ch de Noguera per les desus dit es Cañadetes dret al collador del cami de Petrer i desde allí devalla al riu de Petrer travesant el dit riu per los olivarers y algo/ejes de Petrer i de allí seguint dret al convent de la dita vila dexant el convent a la ma esquerr e i desde la basa fins a la font vinga per mig deis carrers sense tocar en ninguna casa de dita vila.’ (Pérez Medina, 1996a: 478) (Figura 42). Una vez alumbrada, el agua era conducida mediante canalización, supo nemos conformada por tubería cerámica cerrada, hacia un punto aguas aba jo del barranco de la Noguera para su vadeo . Al atravesar el antiguo camino de Valencia se generó una servidumbre de paso reflejada en la existencia de una fuente para el servicio de los viajeros, situada sobre la cota de 446 m s.n.m., y ya documentada en 1840 , pero cuyo origen debe retrotraerse siglos atrás. El barranco de Santa Bárbara o rambla del Tia Bonifa era salvado, a una cota de 430 m . s.n.m., por medio de un acueducto del que todavía se conser- 34 3 Artículado registrado públicamente el 22 de diciembre de 1615 ante Marc Joan Aracil, no tario de Elda (AME, Caja 42 , Exp. 1, Manual de Consells). 196 van importantes restos en la orilla izquierda, donde se puede observar una pa red maciza de mampostería con una longitud conservada de 10’5 m por 0’9 0 m de grosor en su parte inferior y 0’60 m en la superior y una altura máxima de 4’70 m. En su alzado se distinguen claramente dos fábricas . La primera, situada en la parte inferior se caracteriza por la presencia de mampostería regular realizada con cantos de río de mediano tamaño, dispuestos de modo El Poblet , So-nto. Bo.rbo.ro Figura 42. Plano con el trazado del ’Ag ua Buena’ , desde Santa Bárbara hasta las fuente s de Eld a. (Seg ura Herrero , 1997: 331 ). 197 lineal y recibidos con argamasa de cal de árido fino y coloración rosácea. La superficie de este paramento se encuentra poco cuidada , no mostrando restos de enlucido o enfoscado , que lo protegiera de las filtraciones del caudal cir culante por su parte superior o de los agentes atmosféricos. Por su parte , la segunda fábrica , superpuesta a la primera , mide 0’85 m de altura y se caracteriza por la utilización de una mampostería muy irregu lar , en la que junto a cantos de río de mediano tamaño se encuentran piedras angulosas , elaboradas previamente para su colocación. A diferencia de la fá brica interior , su superficie se encuentra parcialmente enfoscada mediante un mortero de cal de árido grueso y coloración blanquecina. Asociada a esta segunda fábrica es la canali zación existente en la coro nación del acueducto. Presenta una sección en ’U’ , con el fondo del vaso plano realizado mediante el uso de fragmentos de lajas plan as de piedra, en cuyos laterales se elevan dos pequeñas paredes reali zadas mediante mortero. Elementos que conforman el vaso de la canalización por donde discurriría el agua, teniendo una sección más ancha que alta. El vaso se sitúa a una cota aproximada de 430 m s.n.m (Figura 43). Conservados en uno de los extremos del acueducto e integrados en la s egunda de las fábricas descritas , se pueden encontrar restos de canalizacio nes de piedra reutilizados como mampostería de relleno . Estos elementos cabe identificarlos con la canalización correspondiente a la primera de las fábricas , reutilizados como mampuestos en la segunda. En la superficie del interior del vaso se puede observar todavía una importante costra calcárea precipitada (1-1 ’5 cm) , que nos indica el alto contenido en carbonato cálcico de las aguas de Noguera , así como del abundante caudal circulado a lo largo de todo el año , en especial durante el estío que es cuando más fácilmente se p recipitan las sales disueltas en el agua . Figura 43. S ecc ión tran sversa l d e la cana lización de piedra d el acu educto d e la Noguera sobre la ramb la d e Santa Bárbara . (Segura Herrero , 1997: 323). 19 8 De igual modo, en el interior del acueducto, en la zona de contacto entre las fábricas mencionadas se documenta un arcaduz de 20 cm. de diámetro interior, con una longitud superior a 60 cm. Con todos estos datos se puede afirmar, por tanto, la existencia en el ba rranco de Noguera de un acueducto de un ojo o arco, del que no se conser va más que el estribo de la orilla izquierda. Restos suficientes para poder identificarlos con la construcción mencionada en el capítulo I del atiiculado registrado , el 22 de diciembre de 1615 , ante el notario de Elda, para la cons trucción de las conducciones que abastecieran de aguas a Elda , donde se recoge que ’ ... se a d e fer un ar ch en lo riu de nogu era junt a la mateixa font allí parexera millar s egons la disposi cio d el barranch per la qua! ha de pasar fa aygua y esta de ser d e pedra picada de tres pams de pos la par et ab sos peus drets que s e engranen dins en los barranch f ent prim eram ent un fonament p er fo sol d el barranch de cinch pams d e ampl e y tres de fondo fin s a fa cara de una de aque lles , huyt pams din s en lo te rr er i qu e lo d em es se s eguiex ca tot de mampostería d e una part i altra ji.ns a el niv el! de dita aygua ... ’ (Pérez Medina , 1996a: 477). Acueducto construido entre 1616 y 1622 , y en el que se registran al menos tres fases de utilización (ss. XVII-XIX) , identificables con los diversos restos encontrados, como son las canalizaciones de arcaduces, la de piedra y una última, documentada también en la orilla derecha , que aprovecharía el acue ducto para salvar la rambla , construida mediante una tubería metálica, a base de largos tubos de hierro de 2’75 m. de longitud que presentan un diámetro exterior de 11 cm , frente a los 9 cm. de diámetro interior. Tubos metálicos machihembrados y refor zados en las uniones con tres clavos de hierro rema chados , dando lugar al engrosamiento exterior de la tubería. Tubería que iría colocada en el interior de la canalización de piedra antes comentada y cuya instalación podríamos fechar en la remodelación de 1881 , cuya bocamina en sillería todavía conserva parcialmente la inscripción ’AÑO 18[8] l ’, y de la cua l arranca la tubería metálica 344 comentada, como manifiestan los tubos semienterrados todavía allí conservados (Figuras 44 y 45). 300 Ya Lamberto Amat ( 1983 11: 301 -3 02) e xpr esaba en 187 4 que ’H oy, q ue e n m ate ria d e acue du cto s se ha ad elantad o tanto, co nve ndrí a hacer lo de tube ría de hierro ... q ue haría qu e esta a g ua mu y bu ena en su ori ge n,.fitese much o mejor y má s salu dab le , li brándol a de la perni ciosa influ en cia d e p artí cul as ex traFi as y has ta d e ra íces que se intr od uce n en l a ac tual cañería. E sta id ea h ace w10 s que b ulle e ntre las pe rso na s que se interes an por su pue blo, y aca so es tuviese y a r ealizada; p ero los desd ic h ad os tiemp os que co rremo s no se presta n, ni mu cho men os, a es ta cla se de obra s; a p esa r de to do , indi caremos a l a lige ra como se nos oc urrió a alguno s ll evarla a efecto ... el nu evo acu edu cto d e hierro , inclu so elJi ltra do1; se ca lc ula costa ría d e oc ho a di ez mil duro s, según los ant ecedent es que se tomaron ’. 199 o Figura 44. Sección longi tudinal del tub o metálico uti liza do para la conducc ión del agua de Santa Bárbara a Eld a. (Segura Herrero, 1997: 324). Fig ura 45. Bocamina del minado conoc ido como de las ’Aguas de Elda ’, en cuya clave todavía se p uede aprec ia r l a in sc rip ció n ’ 18 [8 ] I ’ . (Foto: L. Bernabé). Una vez salvada la rambla de la Noguera, la canalización efectuaría un giro hacia la derecha de 120 º, encauzando el agua por una ampl ia acequia, hoy cubierta y todavía observable, que corre paralela al actual camino rural del Guirney (antiguo camino de la Noguera), atravesando la zona conocida como de ’ les Cañadetes de Noguera’ 345 , tierras a los pies de los cerros 345 Lugar e n el que se localiza el yacimiento arqueo lógico homónimo , identificado como una a lq uería (Segura y Martí, 2007; As ins, 2009 : 53) . 200 triásicos del Guirney, entre Santa Bárbara y el actual barrio urbano de San Rafael. Siendo el riego de estas tierras las que ocasionaron tantos y cons tantes conflictos entre los agricultores y ayuntamiento eldenses desde el siglo XVI hasta 1840. A lo largo de este trayecto, que disclme entre las cotas de 430 m y 422 m s.n.m., se pueden observar toda una serie de hitos hidráulicos asociables a la canalización estudiada, cuya función viene también avalada por el relato oral de personas de avanzada edad que se constituyen en transmisores de co nocimiento del pasado. Así, es frecuente observar en algunos aterrazamien tos y bancales la presencia, como elementos de mampostería reutilizada, de fragmentos de canalización de piedra , de sección abierta en ’U’ e iguales características que las documentadas en el acueducto de la Noguera. También, en el mismo camino del Guirney, se encuentra un pequeño acueducto de 4 arcos escarzanos, uno de los cuales se encuentra cegado. Estos arcos tienen una altura de estribo de l m. y una luz de 2 m. cada uno de ellos. Presentan una fábrica mixta de ladrillos macizos (27 cm. de lon gitud x 13 ’5 cm. de anchura x 3 cm. de grosor), dispuestos a soga y tizón, presente en la propia arcada; y de mampostería careada en los estribos. És tos están constituidos por pilares de sección cuadrada (0’90 cm) realizados en mampostería recibida con argamasa de cal de árido fino y rejuntada me diante un llagueado grueso en resalte. La construcción del acueducto hay que relacionarla con las obras realizadas durante los años 1838-1839. Esta intervención supuso una elevada inversión económica y un gran volumen constructivo, a juzgar por las palabras de un contemporáneo que nos des cribe como ’se.fabricaban los canales de piedra, se levantaban los muros y arcos donde se habían de fija,~ y .funcionaba un gran horno de cal, que se estableció entre la carretera y las últimas casas del Barrio del Conven to ... ’ (Amat, 1983 II: 286-287). Así, y siguiendo el actual camino del Guirney, la canalización llegaría a las tierras ocupadas por el actual barrio de San Rafael, por cuyas calles ’Se ñor Jofré de Loaysa’ y ’Los Canteros’ las aguas se dirigían, en línea recta, hacia la rambla de Petrer o Puc;;a; habiendo condicionado la trama urbana del mencionado barrio (Varela Botella, 1983: 30). Este accidente orográfico es salvado por el acueducto de gran porte que todavía se conserva en pie. La fecha de construcción de esta obra hidráulica ha sido objeto de diver sidad de opiniones y propuestas, habiéndose adscrito a un amplio período de tiempo comprendido desde el siglo XV, llegándolo a calificar de ’acueduc to gótico-mudéjar’ (Po veda Navarro, 1993: 116); a lo largo del siglo XV y principios del XVI (Martí Cebrián , 1980); en 1583 (Asins, 2009: 77); en un impreciso momento de los siglos XVI y XVII (Navarro Villaplana, 1993: 63; Varela Botella, 1983); a principios del siglo XVII (Segura Herrero, 1997: 327); e incluso a finales del siglo XVIII (Matallana Hervás , 2011). 201 Amplitud cronológica de casi 300 años que atendiendo a la discrimina ción de aquellas propuestas poco sólidas, basadas únicamente en criterios estéticos o en paralelos tipológicos, queda reducida a un segmento temporal entre 1583 y 1783 346 . Periodo de tiempo en el que se documentan en ’lo riu de Petrer’ hasta tres obras de gran envergadura, cuya finalidad era la cons trucción de un acueducto de obra sólida para asegurar el mantenimiento del caudal de las fuentes de Elda; siempre ante la ruina de la construcción ante rior afectada por las lluvias torrenciales 347 . Entre 1616 y 1622, tras la expulsión de los moriscos del valle de Elda y la llegada de nuevos pobladores, se procede a la construcción de nueva planta de toda la conducción de agua entre la Noguera y la fuente de Elda, levantándose dos acueductos para salvar el barranco de Noguera y el río de Petrer (o rambla de Pw;:a). Obra contratada por 2.429 libras y adjudicada a Joaquín Bernabeu y Alonso Santa, cuyas condiciones particulares quedaron debidamente protocolizadas (Pérez Medina, 1996a: 251-253, 477-481). Des cripción detallada y gran volumen de obra que condujeron a G. Segura He rrero (1997, 327) a datar erróneamente la construcción del acueducto sobre la rambla de Pw;:a entre los años 1616 y 1622. Cuarenta años más tarde, ’ . .. en el año 1663, se reconstruyó la cañería desde Santa Bárbara, o sea desde el nacimiento de la Noguera a las fuentes de Elda, cuya obra se subastó a favor de Melchor Cande! por la cantidad de ’m il y sinchcents lliures ’y después fue revistada en 19 de Abril de 1664 por ’Pere Quintana, arquitecto de la Cuitad de Alacant ’ ... y por ’Batiste Gras, obrer de la Vila ’, el primero en representación del Concejo de Elda y el ú l timo en la del contratista Cande!; los cuales hicieron bastantes reparos para que éste pe1feccionara algunos puntos de la obra, conforme a los capítulos que sirvieron de base a la subasta’. (Amat, 1983 11: 271-272). Por otra parte, investigaciones posteriores han permitido a F. Matallana Hervás (2011) proponer la fecha de 1783 para la construcción del acueducto de San Rafael. Obra realizada a iniciativa de Francisco Sempere y Amat, vecino de Elda, familiar del Santo Oficio y alguacil mayor del tribunal de Murcia, quién a cambio de que se le pennitiese derivar una hijuela del agua buena de la Noguera a su domicilio particular en la calle del Mesón (actual Antonio Maura), se comprometió a abonar el coste de las obras de la cons- 346 No cabe incluir aquí el proyecto de construcción de un acueducto en 1796, adscr ito errónea mente al ’ag ua buena ’, cuyo p lano de proyecto (AME, Caja 73, expdte. 7) es reproducido en la tesis doctoral de Pérez Medina (1996a: 338-342), por tratarse de un acueduc to para la llamada ’agua ruin ’ o agua de riego de la Acequia de Arriba. Confusión que produjo ads cripciones erróneas (Segura Herrero, 1997, 328-329). 347 Avenidas fluviales de gran intensidad y efectos devas tadores las encontramos documentadas en octubre de 1598 (Pérez Medina, 1996a, 251 ); diciembre de 1777 y enero de 1778 (Pérez Medina, 1996a, 255, 257; AME, Caja 135, Exp. 4); 1792 (Ca vanilles , Libro IV, 265); 20 y 30 de agosto y 4 y 6 de noviembre de 1796 (AME, Caja 73, exp . 7). 202 trucción de un acueducto de seis arcos de medio punto o tres apuntados, de piedra y mortero mezclado con yeso, con una anchura de dos palmos y me dio. Obras ejecutadas en un plazo record de tres meses, pues fueron iniciadas un 24 de marzo del referido año y finalizadas el 25 de junio del mismo año de 1783; siendo inspeccionadas por Antonio Gregario, maestro alarife, y Benito Bolarín, arquitecto , como personal técnico de la villa . Disparidad de opiniones en cuanto a la datación cronológica del acue ducto que , como hemos visto, hacen oscilar su construcción en un amplio espectro de dos siglos, dificultando una adscripción precisa y definitiva, pues de las tres obras citadas anteriormente sólo se conservan o conocemos los restos de una de ellas . Independientemente del elemento distorsionante que a priori pudiera suponer la traza ojival de los arcos conservados, a la hora de decantarse por una de las opciones, es conveniente tener en cuenta otras variables. Así, el coste económico de la intervención es un indicativo aproximado del volu men de obra ejecutada y por extensión un argumento para juzgar si estamos ante una obra de nueva planta o una reparación de una construcción afecta da por las riadas . Proyectos y obras en las que el acueducto de la rambla de Puc;a siempre debió llevarse una buena parte del presupuesto (Figura 46). Frente a las 51 O libras abonadas por la villa de E Ida en 1583 a Guillem Pasqual de Jaca por hacer los archs del Riu de Petrer; encontramos las 2.429 libras cobradas en total por Joaquim Bernabeu, a la finalización de la obra en 1622, que incluía canalizaciones; o las 1.600 libras pagadas en 1663 a Figura 46. Acueducto de Pu9a en la actualidad. 203 Melchor Candel. Por otro lado, la valoración dada por los arriba indicados Antonio Gregorio y Benito Bolarín, para la obra de la rambla de Petrer en 1783 fue de 42 libras (Matallana Hervás, 2011, 73). La reducida cuantía de la obra de 1783 podría deberse a una remodelación menor. Por el contrario, el excesivo gasto de la obra de 1616-1622 sólo es justificable por tratarse de la reconstrucción del trazado íntegro de la cana lización desde la Noguera hasta la fuente de la villa , incluyendo el arco del barranco de la Noguera y de un acueducto en la rambla de Petrer . De igual modo, sucede con la obra de 1663. Otra de las variables a tener en cuenta es el análisis de los contratos firma dos por la villa de Elda en las sucesivas construcciones o reconstrucciones. Así, en los ’Capitols ab los quals se a de fer y fabricar la obra de la font de la vila de Elda’ , de 1615, si bien se recoge como ya hemos comentado la construcción de un arch en lo riu de noguera ... de pedra picada de tres pams de gros la paret ... a alzaría de huyt pams hagen de ser los pilars del arch de pedres se ns eres, nada se especifica al respecto de arcos en lo riu de Petrer 3 4 8 • Sólo se habla de obra de mampostería ab la cara de pedra picada a modo de tallamar en ambas laderas de la rambla. Referencia que debe ser identificada como los estribos de un acueducto formado por pilas que , a juz gar por el capítulo VIII, debían ser de planta cuadrada, con unas dimensiones aproximadas de 1,35 m. de lado. lttem sean de fer uns tallamars en la mitat del riu conforman! ab lo endret de dit peu que tinguen sis pams de llarch fin a les es cuadries i sis de amples ab los tallamar a la part de amunt i baix tot de pedra picada i aximateix se far;:a altre reportint a vinticinch pams de hueco de hu a altre ab la altaria que marque el nivel, de man era i que estos estiguen deu pams de fonament fentlos ben am ples que reste un palm de sabata a cada part. Pilares o pilas que, con una separación entre ellos de 5,50 m aproxi madamente, servían de elementos sustentantes a los canales de madera por los que circulaba el agua, tal y como específica con claridad el capí tulo VIII: VIII. lttem que en lo dit riu se hajen de fer tres canals de fitsta que travesen lo riu per damunt los pilars pera que pase dita aygua deves diles algoleges de Petrer i olivars i que estos Canals sien rebedores de tata laygua que per la dita alcadufada vendra. 348 La indefinición de los capítulos VII y VIII ha llevado a presuponer la construcción de arcos y por extensión de un acueducto (Pérez Medina, I 996a , 342; Segura Herrero , I 997 , 327). Una revisión detenida de esos capítu los no permite afirmar la proyección o ejecución de arcos de pedra picada , sino únicamente de tallamars en la mita/ del riu. 204 Poco o nada tiene que ver este acueducto de pilares cuadrados, a modo de tajamares, y canales de madera con el conservado actualmente. A este res pecto , entre el construido entre 1616-1622 y el de 1782, tenemos referencia de otra importante actuación en 1663. Sin embargo , de esta obra poco o nada más sabemos a parte de la noticia facilitada por Lamberto Amat en la octava década del siglo XIX. Por su paiie , una detallada lectura de las capitulaciones pactadas el 28 de septiembre de 1782 entre la villa de Elda y Francisco Sempere y Amat 349 , nos permite obtener más información al respecto de las obras preexistentes y reaprovechadas. ’1 ° Que en dha. rambla y Pilar es que hai en ella, se han de construir seis arcos de medio punto, o tres puntados de piedra rasa y mortero mesclado con yeso, hasta serrarlos de llave, y sus an churas de dos palmos y medio y[. . .} de lo mismo. 2º Que los arrancamientos de dhos Arcos se han de recalar dentro de los Pilares , lo correspondiente, y en[. . .}a cont inua ción de la obra .. 3º Sobre dhos Arcos y la calzada que está a co ntinua ción se han de poner canales de piedra machiembrada, y sus juntas con llar;a de buena calidad. 4 ° Que las canales han de tener de diámetro tres quartos de palmo y de.fondo , o de Su, ~ un palmo. 5 º Que dhas. canales hayan de /ligar desde la Pila que es// en tierras de Thomas Bernabé, que es la primera inmediata a dha. obra, hasta la otra que existe en la de Vicente Utrillas, con la al tura que pu eda llevar y todas aforradas de mortero de buena cali dad, a excepción de la que existían sobre los arcos qu e no se han de.forrar si solo sentarlas sobre el mortero llano que el que cuide de las aguas pueda pasar de un lado a otro. 6 ° Que se han de revo car toda la obra a la capuchina de mor tero a satisfacc ión. 7 ° Que la cañería que deve .formarse desde la Fuente ... ’. (AME, Caja 134, Exp. 11) . De su análisis se desprende que en 1783 existían pilares previos: ’ ... Pila res qu e hai en el la ... ’, procedentes de un acueducto anterior (¿1583 , 1616 ó 1663 ?); así como otros elementos arquitectónicos anteriores , caso de las pi las de ambas orillas’ .. . hayan de !ligar desde la Pila que es en tierras de Thomas 34 9 AME, Ca ja 134 , Expdte. 11 ’C apítulo s con los quale s debe construirse la obra de las nuevas canales de piedra qu e se han de colocar en los Pilare s de la rambla titulada de Petrel ’ (Ma ta llana Hervás, 2011 ). 205 Bernabé, que es la primera inmediata a dha. obra, hasta la otra que existe en la de Vicente U trillas ... ’; y, que dichos pilares son utilizados como elementos en los que deben apoyar los arcos a construir:’ . .. dhos Arcos se han de reca lar dentro de los Pilares .. . ’ . De ello se desprende que la obra promovida por Francisco Sempere y Amat aprovechó un acueducto anterior constituido por pilares de sillería como elementos ve1iicales sobre los que se situaban tramos horizontales de canalizaciones de madera (Matallana Hervás, 2011: 76). Aprovechamiento mediante la construcción de arcos , que por la escasa luz e xistente entr e pila y pila , así como el estr echo tamaño de éstas, no pudo realizarse en traza de medio punto, sino que debió verse abocado a la ejecu ción de una sucesión de arcos apuntados u ojivales. Esta solución aparente mente , y por su tipología gótica , podría ser considerada como arcaizante o retardataria, pero que sin embargo adquiere razón de ser si tenemos en cuenta que el arco apuntado posee un empuje lateral menor que el arco de medio punto , necesitando por tanto un estribo de menor grosor 35 0 . Tipología de arco que , por tanto , se adaptaría mejor a los restos de los pilares preexistentes, permitiendo una mayor estabilidad y solidez estructural. Ello permitiría afirmar que el actual acueducto de San Rafael , al igual que sucede en otros muchos tipos de inmuebles de la arquitectura militar , civil y religiosa, es la simbiosis de dos construcciones : -Un acueducto primigenio, fechado bien en 1583 , en 1616-1622 ó en 1663, conformado por gruesas pilas de planta circular y sección troncocónica, en fábrica de sillería, sobre la que se elevaban , en vertical, pilares cua drados. Elementos sobre los que, a su vez , descansarían las canales de madera que permitían que el agua circulara de una a otra orilla. -Y , la reforma de 1783, que permitió , mediante una adecuada solución técnica y ajustada en lo económico , la construcción de arcos ojivales aprovechando la estructura arquitectónica existente, que se había mos trado lo suficientemente sólida para resistir tanto las avenidas fluviales de diciembre de 1777 y enero de 1 778, como las posteriores. El resultado fue un acueducto con una longitud de algo más de 30 m y una altura que alcanza los 8 m sobre el lecho de la rambla. Debió de poseer ocho luces en origen 351 , de las que en la ach1alidad sólo se conservan tres de ellas, presentando una construcción mixta de cantería y mampostería realizada con 350 E. Viollet-le-Duc , 1856: Diccionario razonado d e la arquit ectura jiw1 ces a de lo s si glo s XI al XVI. 9. Fuent e: http: //fr. wikisomce .org/ wiki/Dictio1maire_raisonn%C3%A9 _ de _! %E2%80 %99architecture _ fran%C3 %A 7ai se _ du _ Xl e _ au _ XVl e _s i% C3 %A8cle /Constrnc tion _--_ Vo%C3 %88tes [Con sulta: 10-10-2013]. 351 La reconstrucción viitual del acueducto , basada en la fotografía más antigua conservada del mismo , pe1111ite presupon er una simetría, teniendo como eje central la pila situada en el centro de la rambla. 206 Figura 47. Acueducto de Pu~a, aiios 70 del siglo XX. (Foto: José Esteve). bloques de arenisca de diferentes tamaños y tratamientos distintos. Toda vía se conservan fotos de la década de los años setenta en las que se puede apreciar un cuarto ojo en la orilla derecha de la rambla 352 (Figura 47). Tramo demolido en su momento, junto con las construcciones latera les próximas, para evitar accidentes al intentar subirse encima. A este respecto, se desco noce , en qué momento se produjo el desplome de la parte que falta del acue ducto. Se distinguen dos partes claramente diferenciadas, correpondientes a los momentos cronológicos expuestos. Las pilas o basamentos sobre los que se asienta la construcción, de forma troncocónica, se encuentran realizadas en sillería isódoma, colocada a soga, en la que las hiladas son todas de igual espesor. El número de hiladas visibles es de nueve, a partir de la cimentación. Sobre las pilas se asientan unas molduras de piedra, perfectamente niveladas, en forma de toro. Por encima de éstas arrancan los arcos apuntados o de traza ojival, realizados, al igual que la parte superior de las pilas, en mampostería de pequeño tamaño. Las dovelas, también de mampostería labrada, son de 351 E n lo s últimos meses, con motivo del proyecto de consolidación y limpieza del acueducto. s ufragado por el Ayuntamiento de Petrer y la Conse lleria de Educación, Culn1ra y Deporte, se está realizando una actualización de las medidas y técnicas constructivas del monumento y, a fa lta de la conclusión del estudio, se ha comprobado cómo las mediciones reales difieren d e las publicada s ha sta la fecha (información verbal del director del Museo Dámaso Nava1-ro, Ferna ndo E. Tendero). 207 r- --,,. l.-*-r } @ 1 -, @ j , ! 1 í J 1 e Figura 48. Planta , alzado y secc ión de acueducto de Puc;:a (Varela Botella , 1983: 30). forma romboidal , estando colocadas a sardinel por el lado de mayor longitud con el fin de ganar canto (Varela Botella, 1983; Ferrer García, 1989), Por la parte superior pasa la canalización hidráulica, cuya sección transversal tiene forma de ’U’, con unas dimensiones de 25 x 25 cm., realizada mediante pie zas cerámicas. La canalización se sitúa a una cota s.n.m. de 420 m., aproxi madamente (Figura 48) . El acueducto estuvo en funcionamiento hasta pleno siglo XX, y siempre en directa relación con la llegada del agua de Santa Bárbara a las fuentes de Elda, como evidencian los tramos de tubería metálica documentados en la orilla izquierda en el año 1996. Los tramos de canalización se identifi can junto a la boca-mina de las ’Ag uas de Elda’, en Santa Bárbara y en el acueducto sobre la rambla de Santa Bárbara . La reducida dimensión de su sección permitió que fuera encajada en la canalización de piedra que coro naba el acueducto de San Rafael, posibilitando el paso del mismo volumen de agua a pesar de contar con una menor sección, debido a la presión que facilita el ser de hierro e ir remachada en sus uniones. La tubería atestigua el funcionamiento del acueducto de la rambla de Pw;:a desde 1 783 hasta finales de la década de los años setenta del siglo XX, cuando todavía las fuentes eldenses se surtían del agua de Santa Bárbara. El agua potable que se suministraba a los domicilios particulares, procedecía de los pozos mu nicipales de Salinas. En este sentido, son sintomáticas de la integridad del acueducto de San Rafael hacia 1873-1874 -años en los que Lamberto Amat escribe su obra magna -las palabras del erudito eldense, al decir: 208 ’Hermosean el Valle la ancha carretera que desde Alicante va a Ocaña; los caminos vecinales que comunican con Petrel, Sax y Mo nóvar .. . ; los acueductos potable y de riego, que paralelos corren por el E., salvando la rambla de Petrel por medio de arcos de alguna consideración en longitud y altura ... ’. (Amat, 1983 II: 10). Puesto que, dado lo preciso y minucioso en los detalles descriptivos que caracteriza el estilo de Lamberto Amat y Sempere, si el acued ucto hubiese estado ya afectado por alguna riada o avenida, lo hubiera referido de forma expresa y concisa. Fecha que se convierte en un hito post quem a la hora de establecer la ruina del acueducto. A este respecto, se desconoce en qué momento se produjo el desplome de la parte que falta del acueducto. Pero que, sin duda, hay que poner en re lación con algún episodio de lluvias torrenciales y crecida extraordinaria del río Vinalopó y de sus ramblas tributarias, entre ellas la rambla de Puc;a. Pudo tratarse de alguna de las crecidas octmidas en el último cuarto del siglo XIX, caso de 1884 , 1898 , o especialmente las precipitaciones acaecidas entre los días 1 O y 12 de marzo de 1899 que, en forma de riada , a lc anzó proporciones catastróficas en toda la comarca (Oleína Cantos, 2005: 198-200) . Una vez en la orilla izquierda de la rambla , atravesando las tierras que en la documentación aparecen denominadas como ’ ... los olivarers y al go/ejes de Petrer .. ’, la canalización procedente de Noguera seguía recta hasta el antiguo convento franciscano de los Ángeles, donde abastecía a la cisterna del mismo y el pozo de la cocina (Amat, 1983 ll: 305), así como el volumen de agua necesitado para la atención de los posteriores usos del edificio, como Hospital Provincial de distrito (1864-1892) y Manicomio Provincial ( 1892-1939). Sin embargo, en este segmento del trazado es donde se ha encontrado un ma yor problema a la hora de establecer e l recorrido aproximado de la cana lización , debido tanto a la antropización total al ser una zona urbana como a la existencia, entre el acueducto de San Rafael y el punto donde se ubicaba el antiguo convento, de una modesta elevación del terreno que hace ascender las curvas de nivel a cotas sobre los 422-424 m. s.n.rn., impidiendo de ese modo que el agua circulase por su propio curso, como lo venía haciendo desde el lugar de captación. Para salvar este obstáculo natural de 2-4 m. se debió recurrir a la excava ción de una mina o galería subterránea que permitiera mantener la pendiente constante del 0’5 % que se venía observando desde Santa Bárbara para que el agua circulara por si sola. A este respecto hay que traer a colación la exis tencia de lo que se denominaron ’ .. .las minas detrás del Convento ... ’ (Amat , 1983 II: 223), que vuelven a aparecer referenciadas por el mismo autor ’ ... desde a!!í a la parada del Convento por las minas hasta el camino de Pe209 trel ... ’ (1983 II: 317). Minas que , sin duda , tuvieron relación tanto con el agua ruin circulante por la Acequia de Arriba como del agua buena de No guera. De hecho, en el capítulo V del articulado de la construcción de 1615 se expresa ’ ... que en tot lo discurs de la obra si p er portar la encadufada dreta li parexera al mestre minar alguna llama lo puxa fer en benefici de la obra ... ’ (Pérez Medina, 1996a: 478). Una vez superada la ligera elevación del terreno que supone el ac tual barrio eldense de Virgen de la Cabeza y adyacentes , y ya dentro del término municipal de Elda, la canalización del agua buena iría a desem bocar en la denominada ’balsa de la villa ’ o ’balsa de los condes ’. Cons trucción que , situada ’ ... dexant el conv ent a la m a esqu erre ... ’, estaría ubicada sobre el mismo solar donde en 1923-24 la sociedad ’Aguas del Canto, S.A.’ construyó el conocido como Depósito Viejo de Agua, y don de, desde 1973, se levanta el Hogar del Pensionista (Navarro Pastor, 1981 II: 75), sobre la cota de 418-417 m . s.n .m . Este depósito se construyó , al mismo tiempo que se realizó la instalación de un nuevo tendido de aguas potables, para permitir la elevación de las aguas a las viviendas , así como para regular el volumen de agua circulante. Esta última función fue here dada de la antigua balsa, y ha quedado fosilizada en la toponimia urbana como calle del Depósito Viejo. El origen de la balsa de la villa de Elda , verdadero embalse regulador del abastecimiento a las fuentes urbanas, hay que remontarlo, al menos, al siglo XVI, pues su existencia ya aparece certificada en 15 86 ( en la toma de posesión de la villa de Elda por parte de Francisco Coloma, como pro curador de su hermano Antonio Coloma, heredero del condado) 353 ; per viviendo como construcción y en pleno funcionamiento hasta la tercera década del siglo XX. La función de la construcción hidráulica no debió ser exclusiva para el abastecimiento urbano (Pére z Medina, 1996a , 253), pues debió ser compartida con la utilización de caudales de la balsa para uso señorial, destinados al riego de las tierras del llamado ’Jardín del Conde’. Estas tierras de regadío estaban bajo el dominio directo de los condes de Elda, ubicadas en lo que en los siglos XIX y principios del XX aparece mencionada como la partida del Jardín, que en la actualidad se correspondería con todo el espacio urbano situado entre las actuales calles de la Tenería y de Pedrito Rico y entre el castillo de Elda y la balsa de la villa, ocupando prácticamente todo el actual barrio del Progreso y aledaños. Hemos estimado que este espacio abarcaría durante el régimen señorial unas 8 ha (70 ’29 tahullas). Superficie que , durante la segunda mitad del siglo XIX, debió verse reducida paulatinamente por las ventas y enajenaciones de las últimas posesiones señoriales a particulares , que- m ACE, Doc. 227, 12 de octubre de 1586. 210 dando reducidas a ’ ... algo mas de una hectárea de tierra feracísima, que ho y co nocemos con el mismo nombre del Jardín y aún es propiedad del Conde de Cervellón , último dueño territorial que fue de E/da hasta el a,10 1841 ... ’ (Amat, 1983 I: 17). Desde la balsa , ubicada sobre una cota de 418-417 m. s.n.111, el agua soltada hacia las fuentes de la villa sería conducida a través de una canali zación de arcaduces, semejantes a los ya expuestos, y que deben ser a los que se refería L. Amat cuando mencionaba los ’ ... anchos, largos yfitertes arcaduces morunos, que estos a,fos hemos tenido el gusto de ver extraídos por propietarios del trayecto en las labores de sus tierras ... ’ (Amat, 1983 I: 16). Conducción cuyo trazado, más o menos rectilíneo , ha quedado fosi li za do por las calles del Depósito Viejo y Tenería. Éste último vial urbano se desarrolló a partir de 1923 (Navarro Pastor, 1981 II: 140), sobre la anti gua partida rural de la Canalica (Montoya i Abad, 1986: 270). El topónimo es altamente indicativo de la existencia de una conducción de agua, que fue sustituido en el siglo XIX por el de ’Camino de la Tenería ’ (A111at, 1983 II: 301) debido , posiblemente , a la existencia aledaña de alguna instalación dedicada al curtido de pieles. Labor artesanal e industrial que requiere de abundantes y buenas aguas. Por tanto , siguiendo por las actuales calle Tenería, situada entre las co tas de 413 y 408 111. s.n.m., plaza de Santiago y calle Neptuno, la canali zación descendería hasta la antigua calle de la Cañamona (actual calle de Luis Buñuel), donde se encontraría la denominada en 1753, como ’casica del agua buena’ , junto a la casa del personaje eldense del Setecientos que dio nombre a la calle (Rodríguez Campillo, 1994: 40). Vial que, desde el siglo XVI hasta principios del siglo XX, marcó el límite urbano de la villa de Elda. El punto de llegada de las aguas estaría situado a una cota estimada de 398-397 111. s.n.m. y desde el cual la canalización de arcaduces partiría, en línea recta ’ .. . per mig deis carrers sense tocar en ninguna casa de dita vi/a’ (cap. VI del articulado de 1615), hasta las diferentes fuentes de la villa, ubicadas a unas cotas de 395 m . la fuente de la Iglesia, 392 m. la fuente de la Plaza de Abajo y 390 111. la fuente del Hospital. En relación con ésta última hay que poner la existencia de la antigua calle de la Balsa, hoy Alcázar de Toledo, donde se ubicaría una balsa que recogería el agua sobrante de la bacía de la fuente del Hospital con destino al riego de las huertas inmediatas a la villa de Elda -zona del actual barrio del Huerto - y que no podían ser regadas con el caudal de la acequia de Abajo, por dis currir ésta a una cota inferior. Así , el aprovechamiento de las aguas de las fuentes era íntegro , puesto que las sobrantes del consumo humano estaban destinadas al riego. 211 Capítulo 8 LA BASSA EL MORO Y EL RIEGO DEL GUIRNEY Como se ha podido comprobar a lo largo de las páginas anteriores, desde me diados del siglo XVI las aguas de la Noguera fueron objeto de disputa entre la villa de Elda y los regantes de Santa Bárbara. La concordia o acuerdo de 1840 entre regantes y ayuntamiento eldense vino a reconocer de derecho la situación de hecho de siglos anteriores, permitiendo que las tres quintas pattes del caudal alumbrado fueran destinadas a las fuentes públicas de Elda, mientras que las dos quintas pattes restantes ( 40 % ) quedaron para el riego de las tierras que, en la orilla derecha, se extendían entre el minado, el cauce del barranco y la catTetera de Madrid. Tierras que a juzgar por las noticias expuestas fueron incrementando pau latinamente la superficie de regadío. Desconocemos la superficie irrigada a finales del siglo XVI, cuando en 1586 se registra la primera noticia de la exis tencia de una balsa en la heretat (Asins, 2009: 82) en la que cabe presuponer se recogían patte de los caudales manados de la mina excavada junto a la heretat (como podemos apreciar en la Figura 2) con destino al riego de las tietTas in mediatas. Por el contrario , sabemos que en 1735 , en el momento de proceder al amojonamiento del marquesado de Noguera, la huertesilla que al presente se halla plantada de olivos, higueras, parras y otros árboles comprendía unas diez tahullas 354 de tierra de huerta, secana, y realencos, que son dos dias y medio de labrar con par de mulas (Amat , 1983 II: 277-280). Mientras que en 1758, con un caño de agua de tres dedos que mana de la fuente se estaban re gando unas 15 tahúllas de tierra (Pérez Medina, 1996b). Superficie equ ivalente a las tierras actualmente situadas por debajo de la casa de Noguera 355 , cuya superficie catastral asciende a 18.182 m 2 ( l ’8182 ha). Sin embargo, en 187 4 vemos como la superficie irrigada se ha duplicado, alcanzando casi las 40 tahúllas, por la puesta en regadío de tietTas de la margen i z quierda de la rambla de Santa Bárbara, gracias a la construcción de un cana l 350 Tahúlla: Medida de sup erficie cuya equivalencia en metro s varia d e unos luga res a otros. Así en el reino de Murcia equ iva le a 1.11 8 111 2 , en Elda y Salinas a 1 . 13 8 111 2 , mientras que en Petrer equiva lía a 1.20 1 1112 • 355 Parcelas rústicas adscritas al polígono 26 del término municipal de Petrer, co n lo s número s 135 (8.004 m’), 136(1.080111 2 ) , 137 (451111 2 ) , 138(6.270111 2 ) y 191(2.3 77111 2 ). 213 de madera que permitió transportar el agua de la margen derecha (lugar de na cimiento y de regadío tradicional) a la margen i zquierda (Amat , 1983 11 : 281). Hecho que, sin duda, hay que poner en relación con un interés por la explota ción agrícola de las tierras para incrementar la producción y así poder satisfacer l a demanda generada por un aumento de la población. El desarrollo demográfico de ambos municipios a lo largo del siglo XIX , pero especialmente en su segunda mitad , conllevó una mayor necesidad de caudales para el abastecimiento humano y agrícola. Por su paite , en el caso de Elda , el incremento de la demanda hídrica se pretendió solucionar me diante la mejora de la infraestructrura de transporte hidráulico con la instala ción de una tubería metálica hacia 1881 , para evitar pérdidas . Mientras que en el caso de Petrer , el incremento demográfico tanto de su población como de la vecina villa de Elda conllevó la puesta en regadío de nuevas tietns para incrementar la producción agrícola. Actividad económica que también requería más caudales para asegurar la productividad. Ante la imposibilidad de irrigar las tierras de la pattida del Guirney con las aguas procedentes de Pu9a , dado que por derecho eran recogidas en la balsa de Petrer , o con la aguas esporádicas en momento de crecida mediante la construc ción de parats o boqueras ; ante la proximidad del manantial de Santa Bárbara , cuyas dos terceras partes correspondían a los propietarios de tierra; y , dado que las aguas de éste ya estaban regando tierras de la orilla izquierda; a principios del siglo XX asistimos al establecimiento de una red de riego de nueva planta que pe1mitió el riego de las tierras a la derecha de la rambla de Pu9a . Para sustituir a esas endebles canalizaciones de madera sobre la rambla de San ta Bárbara, se construyó un acueducto, con un único arco de medio punto , con Figura 49. Acueducto de un solo arco con stru ido en el atio 190 1 para salvar e l cauce de la rambla de Santa Bá rbara, aguas ar riba de la casa de Nogu era. 214 Figura 50. Gabrie l Pa yá ’el Moro ’, promotor de la co nst ru cc ión de la conoc ida como ’balsa del Moro’. (Foto: Ja im e Be lda , Nove lda, hacia 1898 . Fuent e: Go nzá lez, 1990). dovelaje en ladri llo macizo y resto de fábtica en mampostería recibida con mortero de cal y enfoscada. En la clave de arco figura inscrita en ma yúsc ul a la datación de su construcción ’AÑO 190 l ’. Ac ueducto coronado por una pequefia canalización fon nada por piezas de sillería labrada en fo1111a de ’U’ (Figura 49). La construcción en 190 1 de este acueducto hay que ponerla en directa re lación con la posterior de la denominada ’bal sa del Moro’ . Balsa de gran tamafio , de planta cuadrangular, construida en 1903 , en sillería con hormigón de cemento ’Portland ’, con una capacidad de 576 m 3 qu e permitía suminis trar 87 hora s de riego . Su constmcc ión costó unos 50 .000 reales y fue promo vida por Gabriel Payá Payá 356 (1831 -1905) , conocido como ’e l Moro’, junto a Ramón Maestre Maestre y José Bemabé Payá, como propietarios de tienas e n la partida del Guimey y de las aguas de Santa Bárbara (González Jover, 1 99 0; Asins, 2009, 183) (Figura 50). La distribución del agua almacenada en l a balsa fue proporcional a las horas de agua de las qu e cada uno era propie tario. Así , a Ramón Maestre le conespondieron 26 horas en cada tanda y a José Mª Bemabé , 24 horas; asignándole el resto a Gabriel Payá. Por medio de un convenio inte ,partes , cele brado en junio d e 1903, los tre s promotores 356 Gabrie l Pa yá Payá ( 183 1-1905) , vecino de Petrer y podero so terrate nient e local , pert en ec ió al partido liberal , por el cua l fue a lcalde de Petrer en var ias ocasio nes. A él se debe la co ns trucción del Teatro Cervantes y la apert ura de la calle que lleva su no mbr e, como elemento v iario de expansió n urbana hac ia el oeste. Fue propi etario de un a gra n ca ntidad de tien-a s en l a partida del Guirne y des de 188 4-1885 , dond e construyó su casa de rec reo . 215 Figura 5 I. Vi sta de la balsa del Moro. (Foto: H. Corbí). alcanzan un acuerdo para el uso racional y proporcional del agua , así como para el mantenimiento de la balsa (Figura 51 ). Su abandono se debió a la falta de uso. Durante años estuvo junto a la auto vía A -31, hasta que la construcción entre los años 2000-2003 del centro comer cial ’Bassa el Moro’ en los ten-enos donde se asentaba, puso el punto y final a esta construcción hidráulica que no llegó a cumplir los 100 años (Figura 52). Figura 52. Casa del G uirn ey, propiedad de Gab riel Payá Payá. 216 CONSIDERACIONES FINALES El paraje de Noguera, en el ténnino de Petrer (Alicante), nos facilita el relato de dos historias paralelas. La primera ligada a una familia , a un título nobiliario y a su destino tras la abolición de los señoríos jurisdiccionales. La segunda , a la e xplotación de un recurso natural tan preciado como es el agua . La abundancia de este recurso en ese ambiente semi-árido fue , sin duda, lo que dio valor al enclave. Por un lado , la excavación de una mina de agua hizo viable , a lo largo de los siglos , la heretat de Noguera , con su fuente y su balsa. Por otro , el alumbramiento sucesivo de dos manantiales sirvió para apro visionar con agua buena a la vecina villa de Elda , en la que siempre escaseó ese bien tan necesario . La historia de la propiedad de Noguera va unida a la familia Coloma y a sus descendientes los Puñonrostro , los Centurión , y finalmente a los Cerve lló /F ernán-Núñez . Casas todas ellas de gran renombre , que fueron acumu lando numerosos títulos nobiliarios a lo largo de los siglos , incluido el de marqués de Noguera. Y si bien los sucesivos linajes estuvieron interesados en mantener este título , no creemos alejarnos mucho de la realidad si decimos que a excepción de los primeros Coloma , los demás titulares de la propiedad no debieron pasar personalmente por el territorio de Noguera . Y ello aún a pesar de los largos pleitos y las firmas de concordia que en algunos momen tos llegaron a mantenerse por su titularidad . Los primeros propietarios de la casa , de quien tenemos constancia documental en 1575 , fueron Juan Coloma e Isabel de Saa . El que sería primer conde de Elda y su mujer debieron de concebir esta casa como un lugar de recreo , siguiendo la moda renacentista de disponer, las clases privilegiadas , de ese tipo de instalaciones. Se encontraba ubicada muy cerca de su castillo-palacio , de pequeñas dimensiones y con su ermita anexa dedicada a Santa Bárbara. Sin embargo , este concepto de casa de recreo ya no fue útil a sus dos hijos que sucesivamente la poseyeron: Francisco y Carlos Coloma. Militares ambos de alto rango pasaron la mayor parte de su existencia destinados en tierras muy lejanas a Noguera: si activa fue la corta vida de Francisco , en Sicilia, Lisboa, Puerto Rico o La Habana , mucho más lo sería la del longe vo Carlos , que llegó a ser una de las personalidades más prestigiosas de la monarquía hispánica de los siglos XVI y XVII. Carlos , su mujer -Margarita Liedekerke- y sus 217 trece hijos residirían en Mallorca, Rosellón , Milán , Inglaterra y durante muchos años en Flandes. Tanto Francisco como Carlos fallecerían en Ma drid, alejados igualmente de Noguera. Esa casa de recreo, a la que denomina rán ’heretat ’ en tiempos de Juan y Francisco Coloma, fue ya designada como ’casilla’ por Carlos. Denomi nación que pasará a ’casería ’ desde el momento en que sirvió para asentar un título nobiliario , el de marqués de Noguera , en 1670 . El primer marqués, e hijo de Carlos , Antonio Coloma Liedekerke , antes de instalarse definitiva mente en Madrid , vivió igualmente en Flandes , Milán, Países Bajos , Bruselas e incluso en México . Por lo que la Noguera , que no le aportaba ninguna renta , la utilizó , únicamente , para obtener un título . Un título que le proporcionaba prestigio social en la sociedad de finales del siglo XVII. No obstante , nos gustaría destacar que los Coloma , los poseedores de Noguera , por su dedica ción como militares en importantes y arriesgados destinos , se hicieron por sí mismos merecedores de ese prestigio social. Pero ese mismo ir y venir en sus destinos , y la vida en la Corte, les hicie ron absentistas de Noguera . Tanto a aquellos tres que únicamente disfruta ron de ese título ( en concreto , Antonio Coloma , marqués entre 1670-1678, Joseph Coloma , entre 1698 -1721 , y María del Pilar Osario y de la Cueva , entre 1859-1862) , como a todos los demás poseedores , que asociaron el título de marqués de Noguera al de la casa condal de Elda . De todas formas , ese absentismo era lo más lógico , pues la Noguera sólo podría haberles servido de refugio de descanso , pues muy poca vida social hubieran podi do hacer allí. Pero ese absentismo tenía una importante contrapartida: el enfiteuta , casero , ermitaño o labrador que allí vivía, como se le designó su cesivamente en los autos de toma de posesión del marquesado, disfrutaría tranquilamente de la casa y su tierra , aunque fueran de reducido tamaño. A cambio , que sepamos , sólo durante un breve período de tiempo , pagaba seis libras valencianas anuales y el diezmo de sus cortos frutos. Contribución que desde mediados del XVIII debieron de permutarle por mantener en buen estado la casa y la ermita . Con la abolición de los señoríos jurisdiccionales , en 183 7, el destino de la propiedad , de la denominada por entonces casa de labor , no fue otro que su venta. Desde 1889 la Noguera pasaría a miembros de la clase media-alta asentada en el Vinalopó : un abogado -Francisco Maestre -, un próspero em presario -Gonzalo Castelló- hasta llegar a su compra por el famrncéutico de Petrer , José Luis Marco Bazán , en cuya familia todavía se conserva. Con la venta de la casa de labor de Noguera a particulares se cerraba un largo capítulo que, como mínimo, comenzó con Juan Coloma , el I conde de Elda, a mediados del siglo XVI. La propiedad había estado en manos de la misma familia, en sus diferentes ramas, al menos cerca de 325 años: los Coloma , los Puñonrostro , los Centurión y los Cervelló /Femán-Núñez. 218 Por cuanto respecta al mantenimiento del título nobiliario, desde 1862 , año en que falleció la última marquesa de Noguera, éste permaneció vacante durante más de un siglo. En la actualidad , obtenida su rehabilitación en 1991, el XVI marqués de Noguera reside también en Madrid. La particularidad más reseñable de esta rehabilitación es que la sucesión en el marquesado de Noguera sigue a partir de ahora en los herederos de la duquesa del Arco. Con ello, se ha desvinculado de la sucesión en el título de conde de Elda, al que históricament e fue unido. Hoy en día, el marqués de Noguera es el hijo menor de la duquesa del Arco, hermana del duque de Fernán-Núñez. Sin embargo, el conde de Elda es Enrique Falcó y CatTión (hijo de José Falcó y Álvarez de Toledo), tío del actual marqués de Noguera. La segunda historia paralela que nos cuenta la Noguera, es la que nos pro porcionan los dos importantes manantiales que allí se alumbraron a lo largo de los siglos. Desde el siglo XVI, si no antes, y hasta finales de la década de los años setenta del siglo XX las aguas de Noguera-Santa Bárbara llegaron hasta las fuentes de Elda, a través de una canalización de unos 2.050 m. de longitud que, con una pendiente del 0’5 %, descendía desde la cota de 446 m. a las cotas de los 395-390 m. s.n.m. Conducción que durante 500 años cono ció dos trazados, sufriendo innumerables reparaciones y cambios de fábrica debido, principalmente, a la problemática estacional de las avenidas fluviales y a las propias condiciones de conservación y mantenimiento de la misma, que ocasionaron constantes roturas y desperfectos. Estas circunstancias con- 1 levaron de forma inmediata el arreglo y reposición de aquellos elementos dañados y su rápida puesta en funcionamiento. Estos condicionantes supusie ron una constante inve rsión económica por parte del consistorio eldense para el mantenimiento de la misma; al tiempo que una permanente defensa de los derechos legítimos al agua de Noguera , frente al uso de la misma por parte de los agricultores de Caprala y Santa Bárbara. Indudable es, pues, el valor social, económico y patrimonial del paraje de Noguera, tanto por sus manantiales como por su casa, ermita y tierras, pero sobre todo por su vinculación histórica a los titulares del condado de Elda y a los habitantes de Petrer y Elda. 219 ÁRBOL GENEALÓGICO DE LA TRANSMISIÓN DEL TÍTULO NOBILIARIO DEL MARQUESADO DE NOGUERA 220 tv 1v Juan! Antonio 11 conde de Elda (c. 1555-1619) Alonso Diego Luis María - G -------t-e Dueños de la heredad de Noguera Familia Coloma Isabel (Juiomar Cesión de la heredad d e Noguera en tre hermanos , 24 de abril de 1586 Siglo XVI Blanca Luisa Juana N N N Antonio Coloma II conde de Elda (c. 1555 -1619) Juan Coloma lII conde de Elda (1591-163 8) Paso de la here dad d e Nog uera a l a casa cond al d e E /da ¿po r ven ta? • (e ntr e 16 05 y 166 9) Carlos Coloma (Alicante 1566-Madrid 1637) Militar, diplomático e historiador. · oo Margarita Liedekerke Propietario de la 1:· =~. heredad de Noguera (desde 1586) Dueños de la heredad H marqueses de Noguera (desde 1670) F amilia Coloma S iglos XVI-XVII Antonio J Jeró~ima I Ju~na J I Bla~ca I Ca~los I Jos _eph (canoni go) María l Margarita I Is;bel J Fran~isco 1 Ve111ajicticia de la heredad de Noguera el 12 de d icie mbre de 1669 pa ra q ue Anto11io pud iera ob tener el título de marqués. Tras la muert e del prim er mar qués, e l título de marqués de Nog uera se inco,po ra a la casa condal de E/da. --♦ - Al fallece r el pr imer marq ués, pretende el título Ca rlos Colom a de Noguera (pad re desco noc ido - tal vez Josep h Colo ma Liedekerke, canónigo, he rma no de Antonio el 1 marqués-). Pudo habe r en tab la d o un p le ito s u ceso rio en tre 16 78 y 1 683 . Fa llece e n 16 97. N N w Juan Andrés Coloma (Elda 5 XII 1621-1694) abe! Francisca Pujades l Borja IV conde de Elda 11 marqués de Noguera -(c. 1683-1694) Juan Alberto Antonio Fernando Fernando Fi rm a de Co 11cordia Reintegro del título a la casa co, ,dal ’ • Pedro Francisco Coloma (1715-¿? ) (Hijo ile gít imo de Jose ph) Larg o pleit o para que se le re conociera el der ech o a suc esión Dueños de la heredad 1:l marqueses de Noguera Familia Coloma Siglos XVII-XVIII María Manuela (Val en cia 1638-1716) 00 Juan Arias Dávila VI conde de Puñonrostro Ana - (Juiomar (16 49-1 684 ) oo Joseph de Castelui H erenc ia 1 Herencia ~ -- -- -- --- -- --- -- - ---- -- -- -- -- -~- •-------------’ ’ ’ • N N _¡:,. Dueños de la heredad tl marqueses de Noguera Linajes Puñonrostro, Centurión 1.:J Cervelló Siglo XVIII I I I María Manuela Coloma (Valencia 1638-1716) oo Juan Arias Dáuila VI conde de Puñonrostro I Isabel Luisa de 1 Santa Paula Catalina de la 1 Purificación 00 Luis Centurión Melchora I Isabel Luis Carlosl Ma~u-~l · Is;bel I Luisa J (1) (1) Manuel (2) Centurton - (2) _____. 00 Leonor 1 Vela sco r::: l Here ncia 1 1 rm:10m:1-11 1 1 H erenc ia 1 1 rm:nwmr (Juiomar Coloma (1649-1684) oo Joseph de Casteluí 1 Juan Basilio Casteluí 1:l Coloma 00 Francisca Mercader (IV condesa de Ceruelló) 1 i 1 ·¡ 1 Heren cia N h..l u, María del Pilar Osario Gutiérrez (Madrid 1829-Namur 192¡¡) 00 Manue l Falcó 1:J d’Adda XV condesa de Elda IlI duquesa de Fernán-Núñez Dueños de la heredad l:l marqueses de Noguera Linaje Cervelló Siglo XIX Dueños de la heredad l:J marqueses de Noguera Linaje Fernán-Núñez Ces ión del títul o de marquesa de Nog uera a su tía María del Pilar Osario de la Cueva Siglo XIX A su muerte en 1862 e l título de marqu és/a de Noguera cayó en el • olvido y quedó vacante hasta el aiio /991 , en que sería rehab ilitad o . N N °’ María del Pilar Osario Gutiérrez (Madrid 1829-Namur 19~) oo Manuel Falcó 1:J d’Adda XV condesa de Elda III duquesa de Fernán -Núñez Rehabilitación del título de marqués de Noguera en 1991 Manuel Felipe Falcó Osario (Namur 18~6-Madrid 1927) María del Rosario j Felipe 1 oo Silvia Álvarez de Toledo XVI conde de Elda IV duque de Fernán-Núñez Manuel Falcó Álvarez de Toledo (Madrid 1897-Ávila 1936) oo Mercedes de Anchorena V duque de Fernán-Núñez Manuel VI duque de Fernán-Núñez Mercedes Fernando Manuel José XVII conde de Elda Miriam M.ª Cristina ] Li~ia j Piiar ! Bel;rán I Tri;tán 1 Solicita la rehabilitación del título. --------➔• Se le concede e n 1991. En 1998 , cesión al menor de sus hijos. Manuel ’ _________ J Tristón Fernando María BIBLIOGRAFÍA AA.VV. (1554). Cancionero general de obras nuevas, nunca asta ahora im pressas , assi por ell arte español como por la toscana. Zaragoza: Edi tado por Esteban de Nájera. ABASCAL , J. M. ; CEBRlÁN , R. (2009). 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Azorín y Petrer Mª Carmen Rico Navarro (coord.) • 7. Apuntes para la historia de Petrer Mª Carmen Rico Navarro 8. Castelar y su tiempo Glicerio Sánchez Recio (coord .) 9. La enseñanza en Petrer. Siglos XVII -XX Pascual Díaz Amat El marquesado de Noguera. Un señorío nobiliario en Petrer (Alicante) El estudio del paraje de Noguera y del asiento del título de marqués del mismo nombre nos ha revelado datos de gran interés ; tanto para esclarecer el origen de ese privi legio nobiliario , como para desligar su concesión del intento de los condes de Elda de controlar los manantiales de agua buena de lo s que se abastecía la villa de Elda. El prestigio social que suponía la posesión de un título nobiliario y la facilidad con q’ue éstos se concedieron a finales del siglo XVII son l a clave para entender cómo un territorio de tan reducido tamaño dio origen, en 1670, al título de marqués de Noguera. Su historia va unida a la de lo s condes de Elda y sus descendiente s: los Puñonrostro , los Centurión, los Cervelló, los duques de Femán-Núñez y, finalment e, a la duquesa del Arco y su hijo, el actua l marqués de Noguera. Pero también a la de los labradore s y ermitaños que la trabajaron , así como a la de lo s suce sivos propietario s qu e la adquirieron desde finales del sig lo XlX. Fina lmente, este estudio reactualiza el conocimiento so bre lo s manantiale s que , al menos durante quiniento s años , abastecieron de agua potable a los veci nos de Elda. Indudable es, pues , el va lor social , económico y patrimo nial del paraje de Noguera, tanto por sus manantiale s como por su casa , ermita y tierras , pero sobre todo por su v in culación histórica a los titulares del condado y a los habitantes de Eld a y Petrer .

El marquesado de Noguera

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