** llSSr Mr Ptv’. I s fiestas H i Numero 15 Septiembre de 1998 Revista anual que la IA DE LOS SANTOS ’edita en fyotfor de la u ¿ or SUiHARIO 4 = ALBORADA 98.-£. 6 - VIRGEN DE LA SALUD. RG/98. 8= CRISTO DEL BUEN SUCESO. RG/98. 10 = SALUDO A LOS SANTOS PATRONOS. José Navarro Navarro. 13=EN LA NOCHE MARIANA YMARINERA. Juan Madrona ¡báñez. 16 = EPÍSTOLA A LOS SANTOS PATRONOS. José Luis Bazán López. 17 = MI PUEBLO. CarmenGuarinos. 18 =LA RECUPERACIÓN DE LA MEMORIA HISTÓRICA...- Manuel Serrano González. 20 =REGALOS TRADICIONALES DE LA VILLA DE ELDA... Juan Rodríguez Campillo. 22 = UNTESTIMONIO HISTÓRICODE UNA ÉPOCA...Alberto Navarro Pastor. 25=CONSTRUCCIONES RURALES ELDENSES. Joaquín Samper Alcázar. 28 =EL ABASTECIMIENTO DE AGUA POTABLE ALA VILLA... Gabriel Segura Herrero. 34 = DON JUSTO JUEZ Y SIRVENT. UN DESCONOCIDO... Juan Antonio Martí Cebrián. 37 = EN TORNO A UN CENTENARIO. José Luis Bazán López. 39= MAXIMILIANO GARCÍA SORIANO... José Miguel Bañón Alonso. 42= DOÑA ANTONIA (REMEMBRANZA). Julio A. Capilla. 44 = EL DESASTRE COLONIAL DEL 98... Juan Marhuenda Soler. 50 =SENTIMIENTOS DEL 98. Ernesto García Llobregat. 59=LOUTA.Azorín. 61 = UN DOMINGO EN LOS AÑOS SESENTA. Juan Deltell Jover. 63 = DE FOTOS... Ramón Candelas Orgilés. 66 = UNA CALLE MUY QUERIDA POR LOS ELDENSES. Vicente Alarcón Juan. 68= PLAZAS, RECUERDOS YALGUNAS CONSIDE RACIONES. Miguel Barcala Vizcaíno. 71 = UNOS VERSOS A LA VIRGEN DE LA SALUD. M.q del Carmen Rico Navarro. •-: II m^ i ELDA septiembre 1998 DIRECCIÓN: Ernesto García Llobregat. COMITÉ DE REDACCIÓN: Pedro Maestre Guarinos, José Miguel Bañón Alonso, Ramón Candelas Orgilés, Luis Maestre Amat, Emilio Maestre Vera, José Joaquín Romero Amat, Ramón Rico Vidal. EDITA: Cofradía de los Santos Patronos IMPRIME: Gráficas Díaz, S.L. (San Vicente/Alicante) Depósito Legal: A. 1072- 1998 Mayores 73 = EVANGELINA LORENZO. POETISA EN ELDA. Ramón Candelas Orgilés. 11 =POEMAS DE CAROLINA GONZALVEZ. £. 79= ARTE NUESTRO: CAMILO VALOR ESTEVE (PINTURA). Ernesto. 82 = ARTE NUESTRO: JOSÉ MIGUEL BAÑON (FOTOGRAFÍA). Ernesto. 84 =IDIOMA INTERNACIONAL. PRIVILEGIO DE LA MÚSICA. Juan Ferris Monllor. 86 = LA ORQUÍDEA DEL ESPEJO. Manuel Serrano González. VIAJES POR LA MEMORIA. E.G.LL NACIMIENTO DE LA CORAL SANTOS PATRONOS. M.q Carmen Segura. EL NACIMIENTO DE UN GRAN PROYECTO... José M.a- Amat Amer. LOS CUENTOS.Elias Vera. EL OTRO LADO. Juan Car/os García-Torres Martínez. 118 =VIAJE ACERDEÑA. Esperanza Alonso yP.M. 124= LA PESTE DEL AÑO 1648... Andrés de Sales Ferri Chulio. 127 = I ENCUENTRO NACIONAL DE HERMANDADES... Pedro Maestre. LACOFRADÍA DE LOS SANTOS PATRONOS... Francisco Cabrera Tomás. COFRADÍA SANTOS PATRONOS. Ramón González Amat. 17 DE MAYO.DE 1998. «FECHA PARARECORDAR». Mayordomía S.P. HISTORIA DE UNA FOTOGRAFÍA.Conchita Juan. VIRGEN DEL TANATORIO. Pedro Gras Chinchilla. 138= COMUNIDAD PARROQUIAL DE SAN PASCUAL. Vicente Valero. AGULLO DE COCENTAINA. AUTOR DEL CRISTO... José Soler Cardona. BRILLANTE Y FERVOR RELIGIOSO EN LOS ACTOS... Vicente Valero Bellot. EL RINCÓN DE LOS POETAS. Tenes. Lola Gómez} Manuel Verdú, Carmen Pérez. COMENTARIOS ACERCA DEL «CANTAR DE LOS CANTARES». Enrique Selva Poveda. FIESTAS MAYORES. REPERTORIO BIBLIOGRÁFICO. Luis Maestre Amat yEmilio Maestre Vera. SOLEMNES CULTOS 87 = 105 = 106= 114 = 115 = 130 = 132 = 134 = 136 = 137= 139 = 140 - 141 = 143 = 146 = 150 = a ^ PORTADA: Composición fotográfica acargo de Vicente Albero con fotografías de Norberto Navarro (Cristo) y Francisco Santos yÁngel Vera (Fuegos artificiales). FOTOGRAFÍAS: Ramón Candelas Orgilés, José Miguel Bañón Alonso, Pedro Gras Chinchilla yArchivo. FOTOS SANTOS PATRONOS: José Miguel Bañón. DIBUJOS: Teresa Gil, Alejandro Torres yColección «Blanco yNegro». La revista «Fiestas Mayores» cumple quince años. Sin ser mayor de edad, año tras año se havenido observando en supaulatino desarrollo una más lúcida presencia en su forma ypropuestas al buen pueblo eldense. Yto do gracias aesas conocidas «plumas» locales, que sino acaparanex presiones ysapiencias académicas, en cambio rebosandesinteresada participación amorosa hacia esta empesa;aunque, y si hubieseque reprocharles algo, sería -en muy pocos casos por cierto- algunasdivaga ciones por cerros ajenos sin pensar que nuestros cerros cldcnses rebo san ubérrimos de ideas, historia y costumbrismo. Este número 15(la niña bonita) va dedicadoatodos vosotros, amigoscolaboradores, moto res de la publicación. 3 ,’.’¿M -v ~^~ Alborada 98 ^£. LaALBORADA número 98 deeste siglo, proyectándose en forma de palmeraluminosa sobrelanoche del valle, y las mira das, como siempre,asombradas yexpectantes, anteel fulgor de estrellas anunciadoras de lallegada de otro momento particular mente eldense. Ya se sabe de este eterno devenir de todas las cosas, del aliento cíclico que regula el curso naturalde lavidaes por esto que, la máquina deltiempo, nos hatraídoestanueva ALBORADA que resumecien años dedistancia de aquella otra lejana ALBORADA de 1898. Año crucial aquél en la Historia de España, pues de todos es ya sabido, o recordado-constantes refe renciasexpuestas en losmedios decomunicación asi nos lohan venidomostrando durantetodoel año- estas efemérides que ios traea lamemoria lapérdida de las últimas coloniasespañolas. Con laconsiguiente guerraambiciosa por ycontra losEstados Unidos de América y las importantesconsecuencias económicas, políticas osimplemente sentimentales que aquello que llegó a denominarse «El Desastre» supuso para elpaís. Igualmente es sabido que,alrededor de aquelperiodocrítico,surgióunnuevo pensamiento, un deseo de renovación reflejado sobre todo en una literatura denominada años más tarde por nuestro coterráneo Azorín como la«Generación del 98», cuya influenciayvitalidac se han mantenido vivas a lolargode todo el siglo XX. Sería oportuno para nosotros loseldenses actualesrecordar también aaquellos pocos paisanos nuestros de hace cien años que, dejándose llevar deaficiones literariasestrechamente desa rrolladas en un marcode pueblo, pudieranconformar lo queatre vidamente tambiénpudiéramos distinguircomonuestra particular «Generación del 98»; degraninfluencia asimismodurantetodo este siglo, sobre todo, entreaquellos que gustabanindagary escri bir sobre nuestras cosas.«Faltan seisaños», se dirían unos aotros, pensando ya en elinminente TercerCentenario. (Faltan seis af os, decimos ahora nosotros pensando en elCuarto Centenario). Y aquellos, nuestrosantecesores, comenzarían amaquinar, a dar cabida en sus mentesaproyectos realizables a largo plazo. Entre las ideas que iban surgiendo entre los miembros de la Mayordomíadignos de resaltary daresplendor alGran Acontecimiento con actos que dejasen huella y marcaranpuntosdereferencia, surgió elcompromiso -como memorable caminopreparatoi io- de editar una revista conmemorativa; yen el momento oportuno, o sea, un año antes,elambicioso proyecto empezó afanáorvan con la aparición de un número mensual hasta completar la doce naprecisa para alcanzar tan extraordinario evento:elTercer Cen tenario de la histórica llegada a Eldade los Santos Patronos, la Virgen de la Salud y el Cristo del Buen Suceso,en olor,además de santidad yleyenda, de lasaromáticas hierbasde losmontes que circundan el valle. Es en esta revista, bautizada por sucircunstancia con el nombre de «El Centenario» -actualmente reeditada por la Cofradía de losSantos Patronos con unaentregaanual con cada número de lapresente «Fiestas Mayores»-, dondevamos a encontrar los nombres de aquellos que nos precedieron en estos afanes que, aunque en todo momentoha sido labor de aficionados, no por eso hadejado derepresentar partedenuestra literatura local, si es que en realidad dispusiésemosde unaauténtica -por meritoria-, historia literaria. Copiamos dedicha revista, textualmente: «La Redacción de la Revista EL CENTENARIO la constituían: Direc tor, D. Juan Vidal Vera;Redactor-Administrador, D. Baldomero AlonsoAlonso: Redactores y Colaboradores: D. AgustínCavero Casáñez, D.Francisco MaestrePérez,D.Antonio Cremades Ber- nal, D.Maximiliano G.Soriano, D. Domingo T. Vera. D. José Coronel, D. Vicente J. Ferrando,D. Miguel Tato Amat, D. JoséJ. González, D. Emilio Poveda. D. FernandoBernabé y D. Eleuterio Amat. Todos estosnombres, ycomo ya decimos, han conforma do la generación de escritores eldenses de finales-principiosde siglopasados. Ejercieron su menesterdehonrar unacontecimien to que, como legado ancestral, estáenraizado en lahistoria, en la fe de nuestro pueblo y, por supuesto, en un entrañable y luminoso eldensismo creador.. Como ocurriera en otros niveles con la famosa y azoriniana «Generacióndel 98», también para nosotros, nuestra«Generación del 98» local, ha perduradocon su influencia ennuestros corazones durantetodo el siglo XX. Admiración y homenaje para aquellos que,hace cienaños, advocaron como nosotros hacemos ahora: Salud y Buenos Sucesos para Elda. Y que,pasados otroscienaños, otrascien ALBORADAS, estaher mosa divisa figure máspatente todavía, en el escudo protector sobre campo de significativo azur, que conformael cielo de nues tro valle. LA MAYORDOMIA (E.) ^^ -^£. rai,^ Virgen de la Salud Camino de verdad, luz encendida, purísimo cristal de la mañana, tu abierto corazón, dulce manzana, me alienta areencontrar la fe perdida. Bendita, sin pecado concebida, rocío matinal de porcelana, del agua del amor casta fontana que al sediento socorre y da lavida. Elegida entre las mujeres para madre de Dios y madre mía, la salud y esperanza me confieres, la Salud, que es tu nombre y mialegría, la esperanza al saber que tú lo quieres y es tuyoelcorazón, VirgenMaría. RG/98 Cristo del Buen Suceso No soy digno, Señor, de que traspases, los umbrales de mi humilde morada ni que pisen tus pies mi madrugada, que es sendero de amor para que pases. No soy digno, Señor, de que me amases hasta darme tu sangre enamorada, tu viva humanidad crucificada, y en torrente de luz me penetrases. Mas solo una palabra de tu boca o algún gesto amoroso de tu mano, que limpia y purifica lo que toca, me bastará para sentirme sano y saber que mi amor no se equivoca, que no ha esperado tu visita en vano. RG/98 Foto:JOSÉ MIGUEL Saludo a los Santos Patronos Un año más, conelpregón denuestras fiestas mayores, conel mágico momentode la Alborada y con vuestrapresencia aquíen este templo de Santa Ana, la ciudadde Elda rompe laoscuridad de la nochepara saludar congozo a sus Santos Patronos, el Santísimo Cristo del Buen Suceso y su Excelsa Madre, laVirgen de la Salud. En estos días la palabra, la luz, los fuegos artificiales,la convivencia y la música, son como un cantoagradecido querecoge eldeseo de tanta buenagentede este pueblo, que lleva grabado,ypara siempre en el corazón, el rostro bellísimo de quienes son, para todos nosotros, el orgullo y el sentido de nuestras vidas. Por eso, que la alegría y la fiesta de estos días llegue a todos. Y todonos ayude a valorar más la vida, y a vivirla como hermanosen la lucha y en la búsqueda sincera del bien común. VTVA EL SANTÍSIMO CRISTO DEL BUEN SUCESO! VIVA LA SANTÍSIMA VIRGEN DE LA SALUD! VIVA NUESTRO PUEBLO Y SUS FIESTAS PATRONALES! 10 José Navarro Navarro (Cura) Et* la noche mariana Por JUAN MADRONA IBÁÑEZ En el calendario eldense hay una entrañable fecha pulida con doble encanto de mariana y marinera. Mariana porque esa noche de fragancias milagreras la Virgen de la Salud con su adorable presencia prestigia de un santo orgullo las callecicas de Elda. Y es también insospechable festividad marinera porque al filo de la noche un barquito de leyenda prodiga marinerías por las calles en sorpresa. Es el ocho de septiembre esa enternecida fecha; la Virgen y el barco, un ritmo de cielo y de mar en Elda. Recias manos sabedoras del misterio de las hierbas alfombraron de tornillo, de romero y de alhucemas, 13 el suelo que han de crismar con su exquisita presencia la Virgen de la Salud y el barquito de leyenda, quedando el aire embrujado de ternuras arcangélicas. Impacientes y alocadas las campanas de la iglesia lanzan al cielo su insomne júbilo en la noche alerta, cuando entre un volcán de luces y de bendiciones tiernas enfervorizan las almas con su anhelada presencia la Virgen de la Salud a la puerta de la iglesia. El barquito rompe amarras y, alborozado, comienza su celestial andadura por las calles marineras. Angelillos juguetones jugando a rezar lo llevan. ¿Adonde irá ese barquillo con su gracia verbenera?... Hace cuatrocientos años salió, feliz, de Cerdeña y, ansioso de amables playas, llegó al regazo de Elda con un rico cargamento de celestiales promesas en los labios milagreros de una Virgen marinera y en los ojos moribundos de un Cristo con vida eterna, divinizando el embrujo de una caja de madera en la que manos seráficas suscribieron: «PARA ELDA». Dos mil mujeres devotas en doble y lúcida hilera suspiran, sonríen, lloran, rezan y rezan y rezan. Y tras el dulce rosario de las mujeres que rezan, otros tantos hombretones de alma suave y recia que lo humano y lo divino saben conjugar sin grietas. ¡Qué noche de bendiciones la noche mariana en Elda! ¡Y qué celestial victoria la procesión marinera! Más ardientes que las luces de esas dos largas hileras caen las lágrimas copiosas de una multitud que suelta contenidas explosiones de unísonas complacencias con unas viejas palabras que en la niñez se aprendieran: n «Vida y dulzura, María, divina esperanza nuestra». Palabras de amor que, humildes, bajan en diluvio a tierra y luego suben y suben urgidas a la querencia de un favor que de la Virgen con impaciencia se espera. Toda oración es un lastre de humildad y de miserias que pronto se torna en santas burbujas que un cielo anhelan. ¡Y qué abundosas burbujas esa noche marinera! ¿No es fragante consuelo saber con clara evidencia que las burbujas no pueden jamás volver a la tierra?... Las ventanas, sorprendidas y las puertas entreabiertas, ávidas de la delicia de la noche marinera, quieren hacerse delfines, hipocampos o sirenas para escoltar a la Virgen en su ruta misionera. Y esos altos edificios, flor de la ciudad moderna, se excusan avergonzados, pues todos ellos quisieran arrollidarse, humildosos, ante la Virgen que llega derramando a borbotones sus divinas complacencias. •. • • •.. Olas gigantes y limpias de devoción marinera trizan el aire embrujado por la ingente noche angélica. Y en esas olas se bañan, se limpian y se revuelcan las almas enardecidas por la litúrgica fiesta. 15 Un escozor de salitre sobre los labios nos queda cuando al fínal nos murmura una vieja insatisfecha: «¡Qué breve ha sido esta gloria! ¡Si nos la hicieran eterna!...». j$ ^ Epístola alos Santos Patronos VIRGEN DE LA SALUD Y CRISTO DEL BUENSUCESO Al igual que una nota infinitamente suave se traslada por laatmósfera, los adolescentes eldenses entran a for mar parte devuestro todo con una reposante delicia. Observéen los días grandesdeseptiembre comoen las procesiones avanzaban, retrocedían o se paraban muchos jóvenes que, portandovelas con olor a cera, poblaban unas calles con orillas misteriosas ytransmitían una corriente de acercamiento. Graciasa VOSOTROS este espacio de amor se hace grande, profundo y permanente,es un espacio que los jóvenes quieren recorrer y construir, sin sombras y con transparencias, es unabuenacostumbre, bien heredada o bien conquistada, que caminaentretu manto, Virgen de la Salud y entre tu cruz, Cristo del Buen Suceso. Esterecorrido lo habéispreparado despuésde explo rar la cavidad amorosa de nuestrosjóvenes y dirigido por unas tarimas suavísimas al tacto llenas de cojines borda dos sin ningún indicio de riqueza. Los pies juveniles se hunden sobre la alfombra del amor secretoque les habéis tendido para que sus cortas zancadas vayan cubiertas de sentimientos hermosos y vocablos amados. Sin embargo ellos limitan su movilidadsegúnlossonidos que reciben y los puntos declaridad que les enviáis. No existe undebilitamiento armónicoy sí una res ponsable actitud de nuestros adolescentes que, año tras año, con decoro y austeridad, se mueven hacia espacios religioso-patronales portando unos maletines llenos de crepúsculos nuevos y vacíos de desaliento y crueldad Gracias, Virgen de la Salud. Gracias, Cristo del Buen Suceso, porque ya han pasado los años oscuros de jóve nes y solitarios de plegarias, ahora el camino individual se ha convertido en el camino detodos, debido aque aque llos seres adormecidos que no hacían ni movimientoni ruido están empezando a dartestimonios resplandecien tes, porque nuestros jóvenes han salido a contar a toda Elda, sin máscaras ni misterios, lo que siente cuandoven a sus patronos. Gracias a ambos porqueasí ganamos todos. José LuisBazán López 16 Mi pueblo Es un rincón, desenfadado, simpático, atrayente... Y sobre todo, laborioso en extremo.Se llama Elda, que susignificado es, «casa de regalo». Lo poco que tiene lo ofrece; en ello está, su demostrada hospitalidad. ¡Cada obrero, es un señor! Encontra mos extraño, cuando las personas que nosvisitan, no anidan para siempre en este tran quilo, y a la vez, «inquieto» lugar. Reconozco que no esperfecto, porque no tieneuna arquitectura deslumbrante para impresionar, pero tiene cierto «ambientillo» que atrae a quien nos visita, una virtud que agracia a toda persona que pisa nuestra tierra.Se ase mejaa un guante cómodo y suave que es fácilele adaptar a cualquier mano, yele la mano, rápidamente forma parte ele nuestro corazón. Nuestro «cosmopolitismo», le da cierto aire locuelo y banal, pero resulta, al cono cerlo, que hay profundidad en sus sentimientos. Está constituido, como digo, ele muchas gentes ele varias partes de España, y hasta de extranjeros, que al contrario del procedimiento ele antaño, encuentran en nuestro querido pueblo, su América particular. Ya sabemos, que el mundo es inagotable en alegríasydolor; aquí, procuramos hacer gala, más bien ele nuestras alegrías. En su momento apropiado, manifestamos nuestras raíces tradicionales, y no nos importa, que el radiante júbilo, sea producido por fiestas religiosas o paganas, nos unimos con entusiasmo todos a una. No quiero olvidar,la segunda ele nuestras raíces.Si pisamos fuerte, es porque nuestra industria que da vida a mi pueblo, es la mejor del mundo. En este suelo que hemos forjado tantos sueños, creemos, loselclenses, que es un pequeño trozo ele cielo que nos ha obsequiado Dios, para cjue presumamos elesli acu sada personalidad. Carmen Guarinos 17 IA RECUPERACIÓN DE LA MEMORIA HISTÓRICA DE ELDA Desde el primer momento que elactual grupo de gobierno del Excmo. Ayuntamiento de Elda nos hicimos responsables de programar la política actualdel Ayuntamiento por ypara supueblo, tuvimos y tenemos un objetivo importante dentro de todos losprioritarios propuestos. Este era el de recobrar la memoria y la identidad histórica de nuestra querida Elda, por ello en las fiestas de Septiembrede eseprimer año de gobierno municipal, semontaron diezexposiciones simultáneas que recogieronel legado histórico deElda mediante lasfuentes, mediante ladocumentación yen todas sus manifestaciones culturales.Estosobjetivos se concretaron en 10exposiciones culturalesenSeptiembre de 1996coincidiendo con lasfiestas dedicadas a los patronos de Elda la Virgen de la Salud y el Cristo del Buen Suceso, posteriormente la línea de recopilación de documentos en elArchivo Histórico de Toledo propiedad de losactuales Condes de Elda (Casa Fernán-Núñez) y hace poco con la valiosa donación de parte del poeta eldenseuniversal AntonioPorpetta de la Real Cédulade S.M. el Rey D. Carlos III, fechada en Madrid en 1783, por la cual sedeclara«no solo el Oficio de Curtidos, sino también las demás Artes yOficios de Herrero, Sastre,Zapatero, Carpintero yotros, a este modo, son honestos y honrados;y que el uso de ellosnoenvilece la familia, ni la persona del que los ejerce, ni lainhabilita para obtener los empleos municipales de la República en que estén avecindaelos losArtesanos yMenestrales que los ejercitasen», con lo que esos oficios elejaron de ser malditos en elsentielo actual y las personas que losejercían pasaron aser ciudadanos de prime ra,cosa que hasta ese momento solo se dejaba para la nobleza,elclero, la milicia o loshijos-dalgo. Hay que pensarque elcontexto de ese siglo y esa época, nada tenía que ver con el actual de la sociedadespañola, porlo que Carlos III conesedocumento dio un giro importantísimo a la Sociología del oficio de zapatero de silla, que comose sabe es la quintaesencia de Elda desde finales del siglo XIX y quedespués de la revolución industrialya ennuestro siglo dará ori gen y lugar a la industria del calzado, merced a los cambios en los procesosdeproducción y a la intro ducciónen estaindustria de nuevos materiales y nuevas tecnologías.Es por lo que juzga importantísi maesta cédula como fuente para la mejorcomprensión de laSociología de Elda ystiprincipal fuente de riqueza ypervivencia. Por su parte gracias a la compra por partedenuestro Ayuntamiento y hoy encustodia denuestro archivo municipal, se hanadquirido todoslosdocumentos microfilmados queexisten enelfondo documental de los Condes de Elda en Toledo (fondo Fernán-Núñez) con legajos y documentos desde el siglo XIII (1258)que es la fecha más baja, hasta 1802 fecha más alta de un documento.Para ello se adquirió unmodernolectorde microfilms marca «Canon» y se desarrolla un programa de catalogación, transcripción ycomentarios en el queparticipadoña Consuelo Poveda y D. Gabriel Segura y del que prontoveremos sus resultados así como, se puso a disposición de cualquierinvestigador local o ibrá- 18 •íí.i1.-,’l/.J.rrí.J.f5fc’ ;? /.’ Milpa ile L’ldd y Alonói ar conocido. Princ Histórico de los Condes deElda. Legajos 211/2 Histórico Nacional del lio.’ uta/ de Tarara de ! ɣ?, ’^ K ^a ayfes dfi, — / m; 5*«te,,i§a ^s^ ,/,,^*fc£ »* :^/; i tr;l //’ iV :^’ €ra :%. .•^? í-^———r ¡/// 7 ///’ // ^— —’’,•’• ílt’*n*^**./’*n( /.r*** ^^^^s^^f^^^r^^^m -*~w*z*4 JC’tls Ot/7,n- ürwrt !42¿¿C„’~- . f^tjmtU’ I J = W/ CVJV¿J W ift*n»*ft. XVII. Microfilm del fondo «FernánNúñez»delA rehiro ríginal seencuentra en la Sección NoblezadelArehiro .Sinos ¿zc &£cfo Deslinde y apeo por elCorregidor deVi/lena, envirtud de la Orden del Real Consejode las Villas de Sax.Petrel. Elda, Monórar ySalinas yotras del año 1748. Plano Topográfico de sus confinantes. Í^JnOJ’* neo. Dicho lectorvadotado de unaparataje dereproducción mediantefotocopia de losmicrofilms ori ginales. Conestos aportes documentales y lapuesta a punto parafuturas investigaciones puntuales,así como conlarestauración de las señas de identidad más eidenses y eidensistas como puedanser, la plaza de Sagasta y el teatroCastelar, se pretende por partedenuestro actualgrupo degobierno, que se conozcan mejor las señas de identidad,seidentifiquen mejor a través de las fuenteso de los vestigios, pues creemos que esto servirá para que todos los vecinos conozcamosnuestropasado, así como que se valore más nuestropatrimonio histórico,cuestiónbásica para que todos nos sintamos máseidenses y eidensistas, queriendo más a Elda y respetandotodosumedio ambiente, ya seaurbano, cultural o su entorno.Ya que como afirma el clásico,lascosas sequieren más, cuando mejor se las conocen. Manuel Serrano González Concejal deCultura, Sanidad y Medio Ambiente del Excmo. Ayuntamiento de Elda. 19 Regalos tradicionales do la Villa do Elda a los Condes Por JUAN RODRÍGUEZ CAMPILLO Como en años anteriores, en el presente me encuentro ante la misma disyuntiva: el compromiso adquirido ante misdilectos amigos-almenos yo así los consielero-, no solo los abnegados dirigentes, o comprometidos en darle forma ycoordinación, del contenido de nuestra excelente revista «FIESTAS MAYORES». Yeligo compromiso, que para mí moral- mente, no lo es, más bien satisfacción yagradeci miento, por su benevolencia en aceptar «disyunti vas» seudo-Iiterarias, pero si le pongo ese calificativo es en referencia hacia mí mismo, por enfrentarme, como se dice vulgarmente, atener que dar la cara, que por supuesto nadie me obliga, pero sí me obli ga ese llamémosle «pundonor» de aceptar de un año para otro, ese «contamos contigo», que a mí sincera mente, me supervalora en demasía, ydesde ese momento de mi asentimiento. ¡Ya está mi palabra dada! que yo la dejo rubricada en mi consciente y subsconciente. Se corre el riesgo, cuando se decide uno a escribir para el público, firmando con su nombre los artículos, de hacer ver alos amigos la ignorancia que se tiene almacenada, yque en ese momento se va sigilosamente escapando, yquedándose solapada en los renglones, que tú con tu incansable voluntad, tratas de pergeñar, yque dejas ahí confiando en la benevolencia comprensiva, de esos amigos que tú has conceptuado, yque nunca te han defraudado. ¡Gracias! Después de esta introducción justificante, no sé si necesaria, voy atratar de entrar de lleno, en mi compromiso de este año, que como siempre me lo salva la diversidad de facetas, ele nuestra querida ELDA, la cosmopolita -lo he dicho en alguna oca sión-. Que nuestro pueblo tiene muchos resquicios históricos inexplorados. El tema de hoy es uno de ellos: «Los tradicio nales regalos de la Villa de Elda a los Condes», que se le mandaban como «aguilando» aguinaldo, Kdos los años desde las fechas más tempranas, en que ya los señores condes no habitaban el Castillo-Palacio, de forma habitual yestable, pero que através de estos presentes que lo confirman, al menos desde 1629(y no sería este el año inicial de su ausencia de aquí) ya se le mandaban, unas veces a la Corte de Madrid, yotras a la capital levantina, donde mora ban -parece que indistintamente- según estos rega los. Aunque también hay otros documentos, mucho más importante que los justifican, que entrarían en otro artículo de materia muy distinta, como en los nombramientos de Justicias yJurados, que anual mente designaban apropuesta de los salientes, en concordancia con su administrador yAlcalde Mayor, residentes en laVilla. Pero esto es otro asunto. Los regalos que todos los años la Villa de Elda mandaba alos Condes en la Navidad, consistían en Turrones y pasas de uva, aunque por supuesto habría otros de otras características en otros momentos, como frutas, animales de corral, etc. Pero lo que quizás desde entonces se fue haciendo tradicional de la Navidad, fueron los turrones ele almendra ymiel, puesto que desde esas fechas ya se ven en los presentes. No sabemos con exactitud desde cuando se fabrican los turrones, desde luego en la región levantina, pero en apoyo de sus principios, yenca jando bien en este artículo, introduciré algunos documentos al respecto: En el Archivo Municipal de Alicante se guarda un escrito del Virrey y CapitánGeneral de Valencia, Francisco de Moneada, fechado el 22 de Noviembre ele 1582, en que por esas fechas hay la costumbre de pagar las autoridades alicantinas, con motivo de laNavidad a sus abogados ySíndicos, residentes en 20 lacapital valenciana, parte endinero y parte en turrones ypanes de higo. Pero es que anteriormente elsevillano Lope de Rueda, en su obra teatral «Los lacayos ladrones» nombra por dos veces los turrones de Alicante. Todos estos datos y los que acontinuación veremos, abogan sin lugar adudas, como cuna del turrónlas tierras alicantinas. Tenemos que advertir, que en losprimeros tiemposelturrón que se hacía aún no tenía la solidez y la dureza actual; por tal motivo se tenía que envasar en «caxuelas», cazuelas de barro. Las «uvas-pasas» se envasabanencolines deesparto; éstosdeconfeccionaban conpromiscui dad en esta Villa, como veremos acontinuación. Creo que laforma más real y verazde expo ner estas explicaciones, es presentar literalmente las anotaciones, a este respecto reflejadasenlos libros de Clavarias del Ayuntamiento de Elda. «Hay un acta de 1629 donde figura el Sr. D. Juan Andrés ColomaPérez Calvillo, Conde de Elda y Anna, que reside en Valencia y está relacionado con Bartolomé Rodríguez, Jurado de la Villa de Elda». «Hay unrecibo de 1664en que senombra a D.Juan Andrés ColomaPérezCalvillo y Saa de Espi nosa, (’onde de Elda, Marquesado de Noguera». «D. Joseph Coloma y Borja del Consejode Su Magestad, en laReal Audiencia de Valencia, en nom bre del Procurador General del Excmo. Sr. Conde de Elda y Anna y por voz del Capitán Antonio Valeradé laCarra, General Baile y Procurador General de la presente Villa y Condado de Elda,Año 1695». «Año 1710. Se pagan 3libras y 6 sueldos al Dr. Francisco Sempere por elvalor de seis arrobas de pasa negra, que se le compraronparaenviar de regalo aMadrid a la Exma. Señora Condesa de Elda, miseñora, al precio de 5reales y medio por arroba». Más abajo. «Se le paga aFrancisco Garúa Infante, por el porte de dicha pasa a Madrid, a seis reales de esta moneda por arroba». «Año 1734. Paguéelregalo que se hizo en las Navidades al Excmo. Sr. Conde de Puñonrrostro Elda y Anna, mi señor, 33 libras, estoes por 18 arro bas que se enviaron a dicha casa, de pasa negra y 48 caxuelas de turrón blanco. Por el porte detraerlos de la Villa deNovélela a esta, por envasarelturrón y lapasa, y por el porte de conducir desde esta Villa a Madrid, todo lo dicho, 33 libras». «Año 1737. Se paga a AntonioMonllor, por los doce cofines de esparto, para embalar doce arrobas de pasas, cuatro sueldos». «Sepagan 25libras aFrancisco Candel,para emplearlos encaxuelas deturrón blanco, y 8 arro bas de pasas negras yportes de esta Villa a la Corte de Madrid, como regalo al Conde de Puñonrrostro, Elda y Anna». (Esto es en 1748). «En 1753, se obsequia al Conde de Puñonrros tro por Navidad con 17arrobas de pasa negray 3 docenas de caxuelas de turrón blanco». «Año 1755. Doy en data 12 libras y 10 sueldos que pagué por un regalo que esta Villa hizo al Exmo. Sr. Conde de Puñonrrostro, Elda y Anna,mi señor, en pescadoyotros diferentes manjares,al tiempo ycuando llegó aesta Villa de la Corte de Madrid, consta de este pago con eln.’ 76». Otro. «Doy en data 59 libras que pagué por el gasto de pólvora, morteretesy mitras, para la Com pañíadeGranaderos, y otros gastosen lavenida de los señores Conde yCondesa de esta Villa, cuando a ella vinieron». * * * * *:: (Otros aspectos de la administración del Conde) El Secretario elel Conde. Hay un documento escrito en Madrid, dirigi do al Justicia de Elda que dice:«Muy señores míos, corresponde mi verdadero reconocimiento alas atentas expresiones, que merezco de Veles, en su apreciable carta de 30 elelpelo, con motivo de haber premiado mi insuficiencia, elMarejués, mi señor, nombrándome susecretario, de su casa y estadosde Puñonrrostro, y los que se posehe en este Reyno, cuya particular distinción ofrezco aVel. con mis ver daderos deseos acomplacerles, y ele nuestro señor que su vida g.D.m.a. Madrid 6 ele Mayo de 1785.Firmado: Juan Bautista Ruiz». ElAelministrador del Conde. «La Junta dePropios de laVilla de Elda, por el presente Bonifacio Vidal, MayordomodePropios y Arbitrios de estaVilla. Dé y pague aD.Joaemin Pérez Aelministrador de los Derechos Dominicalesy Deci males delSeñoríode esta Villa, 25 libras y 15 reales corrientes, que anualmente paga esta Villa al Señor Territorial, por derecho deTaberna las 25 libras, y los15reales por razón de pechos, como tiene esta Villa sobre las fincas que posee, como bienes comu nes. Que con este yrecibo de su colector se abona rán en las cuentas que desuadministración tiene, dado en la Villa y Diciembre 16 ele1788». * * * *** Esto es cuanto he encontrado, ele momento, de estas costumbres tradicionales, eletiempos preté ritos, ytambién -como ya apunté- el etro aspecto de la autoría, ele los turrones alicantinos. 21 La históricamáquinade imprimir Augusta’esperando sudestino definitivo. (Foto:CRUCES-ERNES). Un testimonio histórico do una época quo no moroco sor destruido Por ALBERTO NAVARRO PASTOR Con mi agradecimiento aJuan Manuel, de la familia Vidal, por ¡as facilidades dadas para poder hacer este trabajo. Junto a los escasos vestigios ele lo que durante varios siglos fue la recoleta yanimada pla ceta ele San Pascual, hoy arrasada por el imperativo ele dejar paso a la circulación rodada, aunque sea a costa de hacer desaparecer antiguos panoramas urbanos que eran característico atractivo elenues tra antigua Elda, se alza -y no por mucho tiempo- una nave ele construcción relativamente moderna, levantada sobre lo que fue el patio ele la casa elel maestro don Juan Vidal Wcnx, en la que estaba insta lado el más antiguo taller ele impresión ele Elda, la Tipografía Moderna, también desaparecida hace algunos años. En esta nave se conservan, tal como fueron colocadas al hacer eltraslado previoala demolición ele la antigua casa elel rincón ele la calle ejue hoy lleva el nombre elel maestro eimpresor, las máqui nas y utensilios que componían laantigua Imprenta Vidal, también conocida así aun cuanelo su nombre comercial fuera el citado ele Tipografía Moderna. Muchas ele sus piezas son hoyejemplares dignosele un museo ele la tipografía, si no fuera porque los rápidos, vertiginosos, adelantosdelacomposición fotomecánica ypor ordenador arrinconaron en pocos años, en una avasalladora revolución tecnokS- gica,a todas las antiguas imprentas que usaban el ya 22 avanzadosistemaele lacomposición por linotipia, y el aún más antiguo, casi contemporáneo ele los caracteres ele madera de Gutenberg, ele los tipos móviles de aleación de plomo que lostipógrafos ordenaban, letra aletra, para formar los textos sóbre los componedores manuales, Entre los elementos eme componían este his tórico taller tipográfico -histórico porque esta imprenta desempeñó importante papel en la histo ria ele la cultura y el periodismo localy también en un determinado ydramático momento histórico ele España, como veremos más adelante- hay varias máquinas eleimpresión y entre ellas la gran máqui na plana en la que se imprimían lasgraneles hojas ele laprensa elelense y dealgunos otrosperiódicos de poblaciones cercanas, con su capacidad de 70 x 50 cms.,de caja, que permitía la impresión elel tama ño más gráneleejueseusaba en la prensa ele estos pueblos, cuyo tamaño de página era un máximo ele 44 x32. Esta máquina, e¡ueen su tiempo era un gran avance en esta industria, fue fabricada por lafirma italiana ’Societá ’Augusta’,Torino. Unione Nazionale Foneleríe Carattieri eFabriche Macchine’. en el ’Anno1913’,y con el número de fabricación ’N? 5629’, como podemos leer en los placas elelatón dorado que figuran en la máquina, ycomo nota curiosa diremos que no puelo ser totalmente pagada por el señor Vidal, por el estallido de la guerra ele 1914 y la desaparición ele laempresa por bombar deo aéreo. LaTipografía Modernafueinaugurada aproxi madamente en 1905 o1906, pues désele este ultimo año, comienzan asalir ya con este pie ele imprenta los programitas que en lasfiestas ele septiembre se editaban, muchos de los cuales figuran en mi colec ción.Los primeros periódicos eidenses que conoce mos imprimió fueron ’El Tijeretazo’, en julio de 1912 y’Heraldo eleElda’ en diciembre elel mismo año. Es posible que lamáejuina en eme imprimiera estos semanarios no fuera muy satisfactoria en ren dimiento, pues en 1913 ya había adquirido esta ’Augusta’ con la que desde entonces imprimiría otros periódicos como ’El Adalid’ (1914); ’Liberal ele Elda’,(solo el extraordinario ele fiestas), ’El Refor mista’ y ’Cultura yProgreso’, los tres en 1915;’La Lucha’ (1920); ’Cultura’ (1925); ’Idella’, en su pri mersemestre, (1926);’ElTirapié’ y ’La Voz elel Pue blo’, ambos en 1928; ’Proa’, (2? época, 1935), y ’Rebelión’, (3? época, 1937). Aelemás, en estamáquina planaseimprimie ron varias revistas eidenses ele formato folio, como ’Elda Extraordinario’ (1932), ’Albor’ (1933-35), ’El Cronista’, (1934-35), yvarios ele los primeros núme ros de ’Alborada’ (primera época) y ele’Moros y Cristianos’, con todo lo cual no creemos incurrir en exageración siconsideramos a estavetusta máquina impresora como ’la madre ele la prensa elelense’. El momento dramático aque hemos aludido, yen el que esta impresora se convirtió en un prota gonista destacado elel curso ele la historia ele Espa ña,aúneme fuera en su papel pasivo ele imprimir lo que en la composición que se le colocó figurase, fue en un día de marzoele1939, cuando el gobierno Negrín, perdida la batalla ele Cataluñay endescom posición la zona republicana, había reunido afinales ele febrero los restos de su gobierno en Elda, ocu pando el Colegio hoy ele Padre Manjón para depen dencias elel Ministerio ele Defensa yfacilitando refu gio asus más fieles seguidores -la Pasionaria, Alberti, etc.- en varias fincas por el campo elelense, encastillánelose él y suséejuito entre los pinos de El Poblet. Pero las eiiferencias entre su programa ele resistir hasta ejue estallara la guerra en Europa, a la cual la política ele Alemania estaba conelucienelo irremisiblemente, yel de muchos militares, como Casado,Miaja,Matallana y otros, ele buscar una solu ción digna ypactada para terminar la lucha honro samente, hizo que los acontecimientos se precipita ran. Personas cercanas a la familia Vidal, dueña ele la citada imprenta, recuerelan que se les contó que una tarde de marzo irrumpieron en el taller solda dos fuertemente armados, eme hicieron salir alos operarios elel mismo, reemplazándolos por tipógra fos que traían con ellos,ejuerealizaron lastareas de composición del ’Boletín Oficialelel Ministerio de Defensa’, cuya cartera era desempeñada también por Negrín, cuya tiraela se efectuó en la citada máquina plana’Augusta’, y en la cualse anunciaba el nombramiento ele miembros elel Partido Comu nista para ocupar lasjefaturas de todos los Ejércitos ele la zona republicana y ele laBase Naval de Carta gena, Este número elel periódico oficial llevaba la fecha elel 3 de marzo yfue el detonante que provo có la constitución elel Consejo Nacional eleDefensa presidido per el general Miaja ycon el coronel Casaelo, jefe elel Ejércitoelel Centro, asumienelo las competencias eleDefensa, produciéndose lasuble- 23 vación contra Negríny laguerra intestina en Madrid yen Cartagena entre las fuerzas con mandos comu nistasafectas aNegrín y las que obedecían alConse jo de Defensa, con el triunfo final ele éstasy la huiela de Negrín y lossuyos, dejando sus refugios ele Elela para escapar eleEspaña desde el improvisado aeró dromo militar ele El Maná en Monóvar, custodiado por militares afectos al Partido, fuertemente arma dos. Toda esta tragedia -hubo cientos ele muertos en esta guerra civil dentro ele la otra guerra mayor- se originó con esta impresión elel ’Boletín oficial’ en la máquina ’Augusta’ ele laTipografía Moderna de Elda,protagonista pasivoeleldrama ejuese pro vocaba con su publicación. El historiador Martínez Báñele manifiesta eme no se conoce se conserve ningún ejemplar ele este diario oficial, aunque sí consta que llegó amanos ele los mandos militares de la zona Centro y es ele suponer que a todas las demás, pues todas estaban afectadas por los cambios ele mandos ejue apare cían en el ’Bole tín’. De cualquier modo, esto no afecta al valor his tórico ejue tiene la máquina que es testimonio ele este momento tan tras cendental en nues tra reciente histo ria. Por todo ello, tanto por la labor ejue elesem- peñó la impresora ’Augusta’ de la Tipografía Moder na en la ediciem ele tantos periódicos, revistas y otras publicaciones eidenses (recorde mos la edición en 1932 de ’Recuer dos de Elda o las fiestas de mi pue blo’, ele Castelar, y la única celiciem ele ’El paisaje alicantino en la obra de Gabriel Miró’,ele Capilla, solo por nombrar algu nas de las eeliciones realizaelas en esta histórica impresora), ce)mo por el papel ejuele tocó desem peñar en la noche elel 2 al 3 de marzo de 1939 en los históricas acontecimientos relatados, considera mos que el destino eleella no debiera ser su desgua ce para chatarra, que es la amenaza ciue actualmen te pesa sobre ella, sino su conservación cerno elemento histórico de elestacado interés eldense, e incluso nacional, en algún lugar adecuado, como sería el Museo Etnológico, (naturalmente cuando dispusiera de un local suficiente para poder realizar sus fines), ya que consideramos ejuelamisión de este Museo es constituirse en Museo de la Ciudad, no solo en sus aspectos costumbristas yde indus trias y actividades populares, sino de todo cuanto, en cualquiera ele sus múltiples esferas, responde al interés de conser var cuanto de importante, curio so, anecelótico, fes tivo, folklórico, industrial, artístico, literario, iconográ fico ode cualquie ra de los aspectos relevantes de la activielad de los eidenses de ayer y de hoy, para el dis frute y conoci miento de los eidenses de maña na. Lo lamen table es que, dada la lentitud (y en bastantes casos indiferencia) ofi cial, para estos asuntos, la históri ca impresora no consiga aguantar incólume, tal como está ahora, hasta que se produzca una acción salva dora que debiera iniciarse cuanto antes. que laCiudad de ELDA ofrece ú sus Excelsos Pairónos, elSimo. Crislo del Buen Suceso yla Sima. Virgen de la Salud en los días h,7, 8 y ’) de Septiembre. AÑO 1906 ’Primer programa defiestas de septiembre (1906) impreso en Tipografía Moderna. Elda’. 20 (Foto n.’ 11). CONSTRUCCIONES RURALES ELDENSES Por JOAQUÍN SAMPER ALCÁZAR En laladera sur eleBateig se encuentra un paraje que estuvo de actualidad hace unos años con motivo ele lainstalación ele la planta de reci claje de basuras. Uno de los motivos por los que variosgrupos, entre ellosMosaico, se opuso a la instalación, es que setrata de una zona interesante elesde el punto de vista ecológico ycultural. Su interés cultural radicaen la gran cantidad deconstrucciones rurales que salpican el paisaje; viejas ruinas de casas ele labor, un azud en perfec to estado deconservación, variospozosy,sobre todo, los refugios ele canteros. Es un lugar con todas las características de la tierra de secano elelense. Un paisaje árido salpi cado ele almendros, olivos (algunos centenarios),y un algarrobo, junto conalguna mancha de pinos hacia el norte. Pero la principal actividad es la extracción de la «piedra ele Bateig»,unavariedad muy utiliza da en construcción yornamentación, yque se empleó para la construcción de la antigua y la nueva iglesia de Santa Ana, la Casa Modernista de Novélela, el Casino de Monóvar, etc. Durante siglos, el trabajo de las canteras se efectuabaele formaartesanal, a base de pico y cin cel, yutilizando la fuerza animal como medio ele transporte. Las labores eran efectuadas por obre ros, que, en muchas casos procedían ele pueblos alejadosy que necesitaban pernoctar en el lugar de trabajo, por lo que eranecesario disponer de algún lugar al efecto.Para eso se construyeron los refugios de canteros,construcciones depiedra en seco,es decir, sin más elemento ele unión que el propio peso de las piedras. Se han localizaelo una docena de estas cons trucciones, algunas más viejas y otras más nuevas, 25 unas mejor conservadas yotras en peor estado, pero todasde un alto interéscultural yetnológico y,por tanto, dignas de ser protegidas. Las más antiguas están localizadas en altura, muy próximas a la cantera antigua, en la misma laelera elel monte. Simultáneamente al avance de la cantera, vemos cómo se van levantando otros refu gios en el llano, algunos pegados a la misma explo tación yotros más alejaelos. Uno de los motivos parece que estárelacionado con la utilización ele explosivos que hacían elesprender pedazosde pie- elraa larga elistancia. Sutipología, aunque homogénea, presenta algunas variantes. Llaman la atención losgrandes bloques utilizados como elinteles y vigas elel inte rior que tienen una proporciones enormes. Hemos medido una de 2,60 m. de largo, con una sección de 60x60 cm. No se puede negarelsentido estético ele sus constructores, sobre tóelo los de altura, los más antiguos, entre los que destacamos lan.a 11, con chimenea yhogar, y sobre todo, lan.’ 10 que es una pequeña joya por ladisposición de sucúpula, abase ele lajas colocadas a modo deescamas que ascienden desde el zócalo hasta la cúspide. Tam- (Poto n.’ I). (Foto n.’3). bien es ele forma interior abovedada la n.° 8. Gene ralmente son ele planta interior rectangular, con la excepción de la yacitadan.’ 10 que es circular. Sólo tienen salida ele humos las n.’ 11y 8, en este caso un simple orificio en el techo. Los interiores son suficientes para albergar avarias personas, las entradas van desde 1,40 hasta 1,85 de altura, excepto la n.° 6 que es muy pequeña: 0,55dealtu ra de entrada y 1 m. de interior. Pero no sólo eran utilizadas por los cante ros, sino por los campesinos ele la zona en las oca siones en las que lascircunstancias hacían aconse jable pasar alguna temporada. Algunas tienen hogarychimenea. Sedisponen formando un cír culo en torno a la cantera. Todas están orientadas al sur o aloeste, excepto dos de las más alejadas que loestánal este, aunque eneste caso mirando ala cantera. Estetrabajo no tiene otro objetivo e¡ue ser unaprimera aproximación alconocimiento deun patrimonio eldense.Confiemos en lasensibilidad de quienes tienen laobligación develar por sau conservación para que adopten las oportunas meelielas encaminadas a su protección y, a ser posi ble, a su elivulgación. (Poto n.’ 2). 26 f/bío ». . ;/;’:%r^f;SL ^-••’•, ••*•• :-• ¡ü’ «•• v,,v vV •’’’ -’- f/-b/o n.’ 9). í7b/o M.°éf). (Foto n.’ 10). 27 ’’ (x; - ’H Acueducto de SanRafaelo de la Rambla deis iirevista Festa 9O El abastecimiento deagua potable a la villay ciudad de Elda desdek Edad Media hasta el siglo XX Por GABRIEL SEGURA HERRERO Arqueólogo En sintonía con la línea editorial ele la revista de Fiestas Mayores ele acoger en sus páginastraba jos eleinvestigación que acerquen ydivulguen el conocimiento del pasado histórico de nuestra ciu dad entre todos los eidenses, hemos creído oportu no colaborar en esta edición presentando un resu men elel trabajo ele investigación titulado ’El abastecí miento de aguas potables ala Villa y Cas tillo-Palacio de Elda (ss. XVI-XX)’, llevado acabo durante los año 1996y1997, y que fuepresentado en el /Congreso deEstudios delVinalopú. Reunión que bajo el título de ’Agua yTerritorio’ se celebró simultáneamente en Petrer yVillena durante los días 13 al 15 de junio ele 1997,sienelo organizado por el Centre d’Estudis Locáis de Petrer y la fundación municipal ’José MaSoler’ eleVillena, acuya memoria fue eleelicaeio, y patrocinaelo por la Caja ele Crédito ele Petrer ylos Ayuntamientos ele Petrer yVillena, contando con el respaldo académico ycolaboración ele la Universidad ele Alicante. Se ha pretendido realizar una aproximación previaa laproblemática elel aguadestinada al abas tecimiento yconsumo humano en Elela, como pri mer paso en elestuelio elel agua ele riege yreel de acequias ele la huerta ele Elela. Laboriosa investiga ción surgida a raíz elel trabajo ele Tomás Pérez Meeli- na,plasmado en su tesis doctoral. El estudio realizado ha estado orientado, bási camente, a la reconstrucción del trazado de la red ele distribución ele agua potable desde el punto de captación hastalas fuentes públicas ele la villa. R sti- tución realizaela conjugando la información facilita- ela por Lamberto Amat y la aportación elocumental 28 de los trabajos eleJuan Rodríguez Campillo y Tomás Pérez Medina en el Archivo Histórico ele Elela con losresultados ele la prospección arqueológica y estudio de los restos hallados del trazado ele la cana lización, que han permitidoordenareinterpretar toda una seriedenoticias históricas aisladasy hallazgos arqueológicos elescontextualizaelos hasta el memento, posibilitando plasmarsobreun plano el trazado exacto de la conducción hidráulica entre el actual caserío de Santa Bárbara -origen-y la anti gua villa ele Elda, como punto final eledestino. EL TRAZADO DE LA CANALIZACIÓN ATRAVÉS DEL TERRITORIO Aunque durante siglos fue norma frecuente en muchas poblaciones que un mismo caudal ele aguasirviera para elconsumo humanoy para usos agropecuarios, en Elda se observa ele inmemorial, o siel lector prefiere por afinidad histórica ’desdeel tiempo de los moros’, la diferenciación existente entre el agua de riego con destinoa la huerta y el agua de las fuentes ele lavilla. Dualidad mantenida tanto en el lugar ele captación, como enla red ele distribución. Así,mientras laprimera provenía ele los caudales proporcionados por el ríoVinalopóy la fuentedelChopo (act.paraje de las Virtudes), en la jurisdicción castellana de Villena, así como ele la Fuente del Emperador, en Sax; la segundaeracapta da en el manantial de la Noguera (act.caserío ele Santa Bárbara), desde donde se hacía llegar hasta las fuentespúblicas de la villa para abastecimiento de personas yanimales, así como su uso final en el riego de la huerta más inmediata. Sin embargo, y a pesar ele tener la certeza dé laanterior afirmación por venir avalada por todos los autores que en labibliografía local han tratado el tema de las aguas desde Lamberto Amat hasta nues tros días, nadie había señalado con exactitud el tra zado de lacanalización que traía las llamadas ’aguas buenas’ hasta la villa ele Elela. Para tal finhemoscontado con laimprescin dible ayuda del documento por el cual elConselldé la villa de Elda saca, en 1615,apública subasta la ejecución de la canalización. Documentodeposita do en el Archivo Histórico Municipal ele Elela, y en cuyo capítulo VIemedó señalado grosso modo el trazadode la misma. Capítulo que reproducimos literalmente: ’Ittem que lacequia oencaclufada seade portar desde el barranch deNoguera per les desús dites Cañadetes dret al col/ador del cami de Petrel idesde al/i devalla al riu de Petrer travesant el dit ñu per los olivareis yalgolejes de Petrer i de allí seguint dret al convent de la dita vila dexant el conventala ma esquerre idesde labasa fins ala font vinga per mig deis carrers sensetocaren nin guna casadedita vila’(Pérez Medina, 1996:478) Lacaptación ele las ’aguas buenas’tenía lugar en elantiguo paraje ele la Noguera, actual partida rural petrerense ele Santa Bárbara, en el manantial situadoaescasos 200 m elel actualcaserío ysobre la cota ele 450 m. El agua debía ser recogidaen alguna balsao estanque regulador, siendo canalizada hasta el actual caseríoele Santa Bárbara, punto eleentrada al reino ele Valencia desde las tierras castellanas del señorío y marquesado ele Villena y por el que trans currió desde la Edad Media el llamado Camino Real oele Castilla. Lugar seguroeleabrevadero y peaje ele viajeros ycarreteros, situado sobre la cota ele 446 m., yque posteriormente sería el centro elel mar quesado ele la Noguera, situándose allí incluso una vivienda propiedad de los condes ele Elela hasta 1884, en la que se encontraba la ermita eleSanta Bárbara, hoy desaparecida, que dio nombre a la par tida (Martí Cebrián, 1991). Desde aquí las aguas descendían mediante canalización ele cerámica abase de alcaduces machimbreados hasta elbarranco ele laNoguera -actual rambla elel Tío Boniíá-, que era salvado, a una cota aproximada ele 430 m s.n.m., por medio ele un acueducto elel que todavía se conservan importantes restos en laorilla izquierda, donde se puede observar una pared maciza ele manipostería con unalongitud conservada ele 10’5 m por 0’90 m ele grosoren suparteinferior y 0’60men la supe rior yuna altura máxima ele 4’70 m. Acueducto ele un solo ojo o arco, del que no se conserva más que elestribo ele la orilla izquierda, y que es más que suficiente para poder identificarle con la construcción mencionadaen elcapítulo I elel articulado registrado, el 22 ele diciembre de 1615, ante elnotario ele Elela parala construcción ele las conducciones que abastecieran ele aguas aElda, donde serecoge que ’...se ade fer un arel) en lo riu de noguera juntala mateixa font allí parexera millor segons ladisposicio delbarranch per la qual hade pasar laaygua...’ (PérezMedina, 1996: 477).Acueducto construidoentre1615 y 1622, y en el que se registran al menos 3fases ele utilización (ss. XVI1-XIX), identificablcs con los diversos restos encontrados como son las canalizaciones ele alcadu ces, la de piedra y una última, documentada tam bién en la orilla derecha, que aprovecharíaelacue ducto para salvar la rambla, construida mediante- una tubería metálica, a base ele largos tubosele hie rro ele 2’75 m.ele longitud que presentan un diáme tro exterior ele 11 cm, frente alos 9cm ele diámetro interior. Tubos unidos de forma machimbreada y asegurados mediante tres clavos ele hierro remacha dos en las unionesele dostubos, dando lugaral engrasamiento exterior ele la tubería. Tubería que iría colocada en el interior ele la canalización ele pie draantes comentada y que hay que fecharenlas últimas décadas del siglo XIX. Una vez salvada la rambla de la Noguera, el agua iría poruna amplia acequia,hoycubierta y todavíaobservable, que corre paralela alactual camino rural del Guirney (ant. camino de laNogue ra), atravesando la zona conocida antiguamente como ele’les cañadetes de Noguera’, tierrasa los pies ele los cerros delGuirney, entreSanta Bárbara y el actual barrio urbano de San Rafael. Siendo el 29 ^gEESSsgpS? % Trazadode la canalización de agua potable (Hitoshidráulicos): 1.Nacimiento; 2.Caserío de Santa Bárbara/Marquesado de Noguera;3.Acueducto de la Noguera; 4.Acueducto de San Rafael; 5.Conrento franciscano de Ntra. Sra.delosAngeles;6. Balsade la rula;7. Calle Tenería (Partidade laCanalica); 8.’Casica delAgua’(Calle de la Callamona);9.fardía del Conde (Partida delJardín); 10.Castillo-Palacio de Elda(ss. XJIÍ-XJX); 11.Villa de Elda (ss.XVI-XlX). riego de estas tierras las que ocasionaron tantos y constantes conflictos con el Consell yAyuntamien to de Elda desde el siglo XVI hasta el siglo XIX. Alo largo de este trayecto, entre las cotas de 430 m y 422 m s.n.m.,se puede observar toda una serie de hitos hidráulicos asociables a la canali zación estueliada.Así, es frecuente observar en algu nos aterrazamientos ybancales la presencia, como elementos de manipostería reutilizaela, elefragmen tos de canalización elepiedra, desección abiertaen ’U’ e iguales características que las documentadas en el acueducto ele la Noguera. También, en el mismo camino elel Guirney, se encuentra un pecmeño acueducto de 4arcos escarzanos. Cada uno presenta una altura de estribo ele 1 m. y una luz ele 2 m. Su fábricaes una obra mixta de ladrillos macizos dispuestos a soga ytizón en la arcada y demanipostería careada en losestri bos. Éstos estánconstituidos por pilares desección cuadrada realizados en mampostería recibida con argamasa de cal de árido fino y rejuntada mediante un llagueado grueso en resalte. Acueducto cuya construcción hay eme relacionar con las obras eje cutadas durante los años 1838-1839 (Amat ySempe- re,1983 II:286-287). A través del trazado paralelo al actual cami no del Guirney lacanalización llegaría a las tierras ocupadas por elactual barrio petrerense de San Rafael, a la parteelearriba ele la partiela eldensede la Horteta, por cuyas calles’Señor Jofréde Loaysa’y ’LosCanteros’ lasaguas sedirigían, en línea recta, hacia la rambla ele Petrer o’deis Molins’, habiendo condicionado la trama urbana elel mencionado barrio. El importante accidente orográfico ejue suponía lamencionada rambla era salvado por el acueducto eme, en gran parte, todavía ser conserva en pie. Éste, con una longitud original ele algo más ele 30 m y una altura que alcanzalos 8 m sobre el lechode la rambla, y eme,enorigen, poseía6 luces, ele las que en laactualidad solose conservan tres, presenta una construcción mixta de cantería y mampostería realizada con bloemesdearenisca de diferentes tamaños ytratamientos distintos. Pudién dose distinguir dos partes claramente diferenciadas. Las pilas,machones obasamentos sobre los que se asienta la construcción, de forma troncocónica, se encuentran realizadas en sillería isódoma, coloe aela a soga, en la que las hiladas son todas de igual espe sor. El número ele hiladas visibles es, apartir, de la cimentación de nueve. Sobre las pilas se asientan unas moleluras ele pieelra, perfectamente niveladas, en forma ele toro. Por encima de éstas arrancan los arcosapuntados o de traza ojival, realizados,al igual que lapartesuperior de las pilas, en manipostería ele pequeño tamaño, que en losarcosse encuentra ligeramente. Lasdovelas, también elemampostería labraela, son de forma romboielal, estáñelo colocadas asardinel por el laelo elemayor longitud con el fin ele ganar canto. Por la parte superior pasa lacanalización hidráulica, cuya sección transversal tiene formaele ’U’, con unas dimensiones ele 25 x 25 cm, encon trándose realizaela mediante piezascerámicas. Cana lización situada auna cota s.n.m. de 420 m., aproxi madamente. El origen de esta obra hielráulica ha sido muydebatido, sin llegar ningúnautoraafirmar con claridad una cronología exacta, debido sobre todo a la falta ele conocimiento ele la elocumentación archi- vística. Posibilitando, de este modo, la adscripción elel acueducto auna amplio periodo de tiempo que se alarga desdeel siglo XV, llegándole a calificar de ’acueducto gótico-mudejar’ (PovedaNavarro, 1993: 116), o a situarle a lo largo del siglo XV y principios elel XVI (Martí Cebrián, 1980), o hasta alcanzar los siglos XVI yXVII (Navarro Villaplana, 1983:63; Vare- la Botella, 1983). Sinembargo, atendiendo al tipo de obra, así como a suenvergadura, a suinclusión en eltrazaelo ele la canalización de las aguas potables ele Elela, y con el referente documental estudiado excele nte- mente por eldoctor Pérez Medina, la construcción 30 elel acueducto de San Rafael o ele la rambla ’deis Molins’ hay que situarla entre 1615 y 1622, cuando seacomete la realización ele las conduccionesy cana lesque lleven el agua potablea lasfuentes ele Elela. Importante obra,elegran envergadura técnica y financiera, como ya hemos comentado líneas anterio res, en cuyas condiciones ele ejecución -capítulos VII, VIII y IX- sepreveía laconstrucción, juntoalmencio nado acueducto de Noguera, ele otro ’...en loriu de Petrer..de manipostería ab la cara de pedra picada a modo de tal/amai:..ab los tal/amarala parí de amunt ibaix tot de pedra picada iaximateix sen faga altre reportint avinticinch pams de hueco de buaaltre...’(Pérez Medina,1996:477-481). Una vez en la orillaizquierda ele la rambla, atravesando las tierras que en la documentación aparecen denominadas como ’...tosolivareis yalgo- lejes dePetrer..’, la canalización seguía recta hasta el antiguo Convento franciscano ele losAngeles (1562-1836), donde abastecía a la cisterna elel mismo y el pozo ele la cocina (Amaty Sempere, 1983 II: 305),así como elvolumen ele aguanecesita do para la atención de los posteriores usos elel eelifi- cio, como Hospital eledistrito (1864-1892) y Mani comio Provincial (1892-1939). Sin embargo, en esta parte elel trazado es donde se ha encontrado un mayor problema a la hora de establecer el recorrido aproximado ele la canalización debido tanto a laantropización total, al ser una zona urbana, como ala existencia, entre el acueducto ele San Rafael y el punto donde se ubica ba el antiguo convento, ele una modesta elevación elel terreno que hace ascender las curvas ele nivel a cotas sobre los 422-424 ms.n.m., impidiendo eleese modo que el agua circulase por su propio curso, como lo venía haciendo desde ellugar elecaptación. Para salvar este obstáculo natural ele entre 2 y 4 m. se debió recurrir a la excavación ele una mina ogalería subterránea que permitiera mantener la pendiente constante del 0’5 %que se venía observanelo, para ejueelagua circulara por gravedael. A este respecto hay que traer acolación la existencia ele lo que se denominaron ’...las minas detrás del Con vento..: (Amat y Sempere, 1983 II: 223), que vuelven aaparecer referenciadas por el mismo autor’... desde allí ala parada del Convento por las minas hasta el camino de Petrel...’ (1983 II:317). Minas eme, sin duela,tuvieron constatada unafuncionalidad ligadaal agua ele riego, pero también cabe laposibilidad ele que algunaele ellas pudiera ser de agua potable. Posibilidad cjueaparece recogida en elcapí tulo Velel articulado de la construcción de las con ducciones ycanales realizaela entre 1615y 1622, elonele se expresa ’...que en toto lo disatis de la obra siper portar la encad ufada dreta¡i parexera al mestre minar alguna liorna lo puxa fer en benefici de laobra...’(Pérez Medina, 1996:478). Una vez superada esta ligera elevación elel terreno que supone el actual barrio eldense de Vir gen de laCabeza yaelyacentes, y ya dentro del tér mino municipal ele Elela, la canalización ele agua potable iríaa elesembocar en la denominada ’Balsa de la Villa’ o’Balsa ele los Condes’. Construcción que, situada ’...dexanl elconvent ala ma esque- rre...’, estaría ubicada sobre el mismo solar elonele en 1923-24 la sociedad ’Aguas elelCanto, S.A.’ cons truyó elconocido como Depósito Viejo elel Agua, y elonele, desde 1973, se levanta el Hogar del Pensio nista (Navarro Pastor, 1981 II: 75), sobre la cota ele 418-417 m. s.n.m..Construcción que haquedado fosilizada en la toponimia urbana como calle elel Depósito Viejo. :J i-» Z2i. f—2D6—I + 1—706- r ^^ ^^ iB Plano de planta, alzado ysección del acueducto de San Rafael (en Várela, 1983:30). 31 Desde labalsa, elagua soltada hacialas fuen tes de la villa sería conducida através ele una canali zación de alcaduces, semejantes a los ya expuestos, y que deben ser los que refiera L.Amatcuando men ciona los ’...anchos, largos yfuertes arcaduces morunos, que estos años hemos tenidoel gusto de ver extraídos por propietarios del trayecto en las labores de sus tierras...’ (Amat ySempere, 1983 I: 16).Conelucción cuyotrazado, más o menos rectilí neo, ha eiuedado fosilizado por lascalles elel Depósi to Viejo yTenería. Éste último vial urbano se desarro lló apartir de 1923 (Navarro Pastor, 1981 II: 140), sobre laantigua partida rural ele la Canalica (Monto- ya i Abad, 1986: 270).Topónimo altamenteindicativo de la existencia de una conducción ele agua, que debió ser sustituido en elsiglo XIX por el de ’cami no de la Tenería’ (Amat ySempere, 1983 II: 301) debido, posiblemente, a la existencia aledaña ele alguna instalación dedicada al curtido ele pieles. Labor artesanal eindustrial que requiere ele abun dantes ybuenas aguas (Amat Amer, 1992:108). Por tanto, siguiendo por las actuales calle- Tenería, situada entre las cotas ele 413 y408 m s.n.m., plaza eleSantiago ycalle Neptuno, la canali zación descendería hasta la antigua calle ele la Caña- mona (actual calle ele Luis Buñuel), donde se encon traría la denominada, en 1753, como ’casica del agua buena’, junto a la casa elelpersonaje femeni no eldense del Setecientos ejiíe dio nombre a la calle (Roelríguez Campillo, 1994:40). Vial que,desde el siglo XVI hastaprincipios del siglo XX, marcóel límite urbano de la villa de Elela. Siendo tímidamen te superado por laedificación a ambos lados en la calle elelValí, a mediados del siglo XIX, y finalmente roto con la construcción elel barrio del Progreso (1899-1917) (Navarro Pastor, 1981 II: 50-51). El punto elellegaeia ele las agua estaríasituado auna cota estimada ele 398-397 m.s.n.m. y desde el cual partiría, en línea recta ’...per mig deiscarrers sense tocaren ninguna casa dedita vila.’Xcdp.Vl elel articulado ele 1615), la canalización ele alcadu ces hasta las diferentes fuentes ele la villa, ubicadas a unas cotas de 395 mla fuente ele la Iglesia, 392 m la fuente de laPlaza eleAbajo y 390 m. la fuente elel Hospital. Enrelación con ésta última hay que poner la existencia de la calle de laBalsa, hoy Alcázar de- Toledo, elonele se ubicaría una balsa que recogería el agua sobrante ele labacía ele lafuente elelHospital, y probablemente ele otras, paradestinarlaal riego ele las huertas inmediatas a la villa ele Elela, que no pudieran ser regadas con elcaudal ele laacequia de Abajo por discurrir auna cota masbaja que estas tierras -zona elel actual barrio elel Huerto-. Así, el aprovechamiento ele las aguas potables era total, puesto emelas sobrantes elel consumo doméstico eran destinadas al riego yabreve elel ganado. De igual modo, en relación con la balsa de la villa y la llegada delas aguas potablesa la villa a tra vés ele la partidaele laCanalica, en laladera oriental elel Altico SanMiguel, hay que poner, ya en elsiglo XX, y no solo con aguas procedentesíntegramente de Santa Bárbara sino elel nuevo yacimiento elel Canto -descubierto en 1906 yexplotado para el suministro urbano elesele 1913 por lasociedad ’Aguas elelCanto, S.A.’-, la inauguración ele la fuente de San Joaquín (1913),laconstrucción dellavadero viejo a los pies elelcastillo (1915), lainstalación ele una fuen te en el barrio elel Progreso (1919) y la construcción elel matadero municipal (1921) (Navarro Pastor, 1981).Edificaciones y USOS urbanos que requeríanun cada vez mayor volumen hídrico, debido al incre mento demográfico ele la población ele Elela. CONSIDERACIONES FINALES Desde la Edad Media, alo largo de toda la Edad Moderna y hasta la mitad del siglo XX las aguas ele la Noguerao ele Santa Bárbarallegaron por propia graveelael hasta las fuentes ele Elela, a través ele una canalización ele unos 2.050 m de longitud que, con una pendientedel 0’5 %,descendía desde lacota ele 446 ma las cotas ele los 395-390 m. s.n.m. Conelucción que durante mas ele cinco siglos man tuvo casi inalterado su trazado, sufriendo innumera bles reparaciones y cambios elefábrica debido a la problemática estacionalele lasavenidas fluvialesy a las propias condiciones ele conservación ymanteni miento de la misma, que ocasionaron constantes roturas ydesperfectos. Circunstancias que conlleva ron de forma inmediata el arreglo yreposición de aquellos elementos dañados y surápida puesta en funcionamiento. Condicionantes que supusieron una constante inversión económica y ele mano ele obra por parte elelConsell yAyuntamiento ele Elda en el mantenimiento ele la misma. Esta constante preocupación aportó ele mentos constructivos yarquitectónicos ele elife ren tes materiales, técnicas yfabricas distintas eme se fueron sumando en eltiempo, conservándose algu nos hasta la actualidad. Así, restos ele canalizaciones talladas en piedra, junto con arcos yacueductos de mampostería oacueductos ele ladrillo y mamposte ría, a los que se le suman largos tramos ele tuberías ele hierro, los encontramos distribuidos a lolargo elel trazado o al menos en el tramo del trayecto com prendido entre Santa Bárbara y el acueducto sibre larambla ’deis Molins’, por ser éste en la actualidad un espacio ele carácter periurbano, elonele la ant opi- zación ha sido mucho más atenuada eme en el truno comprendido eleseleelantiguo Convento francisca- 32 no de LosAngeleshastalas fuentes de Elela, total mente transformado ydonde sehan perdido la casi totalidad ele restos testimoniales relacionables con elabastecimientos de aguapotable. Proceso aleme contribuyó, sin duela, lainsu ficiencia elel manantial ele Santa Bárbara, primero, y del Canto después, que obligó a abandonar esasins talaciones para podertraer aguas elesele otros pun tos. Las aguaselel primero fueron aprovechadas ele- modo conjunto con las del segundo, entre 1913y la década de los años 50. Caudales distribuidos utili zando lainfraestructura y red inauguradaen1924, haciendo llegar el agua elesele los nacimientos hasta losdepósitos Viejo yNuevo,sucesivamente, instala dos en el Altico de San Miguel.Y elesele aquí atodos los puntos de la ciudad. Sinembargo, elincremento demográfico cons tante ele lapoblaciónele Elda, basado en el auge de la industria delcalzado, hizo que denuevo el caudal suministrado quedara obsoleto con respecto a la demanda ele agua potable, instalada ahora ele modo generalizado en todos los hogares eidenses.Situación que obligó a la coq^oraciónmunicipalelelense a la compra, en 1952-53, y tras el rescatemunicipal ele la concesión, de los pozos Garrincho, Pilanca, Begoña y San Pedro y Soledad, en el término municipal ele Sali nas. (Tetilla, 1956;Navarro Pastor, 1981 111:64). La importación ele caudales elesele la cuenca de Salinas conllevó la instalación ele una nueva tubería que atravesó la sierra de laTorreta mediante- una mina de 660 m, excavada en la roca (1960- 1962), y la construcción ele nuevosdepósitosmuni cipales en la partida ele laTorreta (1960-1963), detrás de la ermita de San Crispín, con una capaci dad de 3.000 mque junto con elDepósito Nuevo elel Altico ele San Miguel albergaban5millones ele litros ele agua potable (Navarro Pastor, 1981). De esta forma,y mediante la importación ele caudales foráneos, se volvie’) a solucionar, durante décadas y hasta el próximo siglo, el sempiternopro blema elel abastecimiento ele aguaspotablesa Elela. BIBLIOGRAFÍA AMATAMERJ.M’. (1992).Tecnología del calzado. Alicante-. -AMATY SEMPERE, L. (1983). Historia de¡-Ida. 2 rol. Elda. -FILLOL MARTÍNEZ,V (1984). Elda hacecienaños. 1984. Elda. -MARTÍ CEBRIANJ.A.(1980).BE1 acueducto de- larambla de Pusa’. Alborada, XXVI. Elda. (1991).’La ermitaeleSanta Bárbara’. Fiestas Mayores, n’ 8, s/p.Elda. -MONTOYA IABAD. B.(1986). Variado idesplagament de ñenguesaElda i Orlóla durant l’lidatModerna. Alacant. - NAVARRO PASTOR.A. (1981). Historia de Elda.3 VOl. Elda. -NAVARRO VTLLAPLANA,H. (1983). La Fiesta de Moros y Cristianos de Petrer. Petrer. -PÉREZ MEDINA.T. (1996). Regadíos históricos del País Valenciano. La cuenca delVinalopó en laépoca moderna. Tesis doctoral inédita. Valencia. (1996a).’Capraia. L’aiguai Chorea d’un lloc amb historia’.Revista Fes/a.96.39-46. Petrer. -POVEDA NAVARRO, A.(1993).’Aproximación alurbanismo medieval de I-lela’. Urbanismo medieval del País Valenciano, 107-133- Madrid. -RODRÍGUEZ CAMPILLOJ.(1994).0EI Castillo de I-Ida ysu capilla’. Fiestas Mayores, n’Ii, 37-40. I-Ida. -TETILLA, F.(1956).’15 añosenla vida de Elda.’.Moros y Cristianos. 1956. Mida. -VÁRELA BOTELLA, S.( 1983).’Acueducto de San Rafael’. Catálogo de monumentos yconjuntos de la Comunidad Valenciana. Vol.I, 30-31. Valencia. Depósito viejo de aguas construido en 1923. sobre cuyo solar seleranió el¡logar del Pensionista. Alfondo, laEscuela de Monte Calvario. (Foto autor, 1958). 33 Don JUSTO JURY SIRVENT: un desconocido médico homeópata eldense Por JUAN ANTONIO MARTI CEBRIAN (Vocal de Mosaico) Hanhabido personajes que,apesar ele que en su época tuvieron ciertaimportancia, al fallecer y pasar losaños, el olvido y el silencio caen como una losa sobre ellosy su recuerdo termina por desapare cer. Con D. JustoJuezy Sirvent hapasado así, aun que en el fondo nosotros notengamos laculpa ele este olvido ya que este ilustre galeno desarrolló su labor litera ele Elda. Tuve noticia ele su existencia hace ya algún tiempo,cuando manejando un mapa elel término municipalele Elda ele finales elel siglo XIX en busca ele topónimos localicé una casa en las afuerasele la entonces Villa, definida como «casa ele Justo Juez» (véase eletalleele plano adjunto). En aquel momento pensé ejue podía tratarse ele un apodo, algo muy normal en aquella época, elonele cadavecino tenía su «mote» eme le identificaba. Posteriormente, al consultar la obra «Ensayo bibliográfico ele escritores alicantinos», ele Manuel Rico García, observé con sorpresaemeaparecía unmédico homeópata llama do Justo Juez, natural ele Elela. Desde entonces, con mucha curiosidad por miparte, decidí localizar más información sobre tan desconocido personaje. Fue una tarea laboriosa ya que apenas habían datos sobreél. Aquí en Elela casi nadie había oído hablar ele este médico eme, como he citado anteriormente, viviósuvida profesional ycultural en Valencia y selo venía por aquílos meses calurosos delverano. Pero veamos los pocos dalos biográficos que he podido encontrar. NacióD.Justo Juez en la Villa ele Elela un 25 ele Septiembre ele1808, era hijo elejosef Juez, labrador, y ele Josefa Sirvent.Fue bautizado en laparroquia ele Santa Ana dos días después por el presbíteroD.Vicente Tormo,segúnconsta en el libro de bautismos elel citado año. Se le impuso el El n.’11delacalle de la Esperanza (hoy calle Antonio Meara) donde vivió el médico homeópataD.Justo juez ySirvent. nombre de JUSTO JOAQUÍN JUEZ Y SIRVENT Sus padresdebieron tenerunaposición acomodaela ya que pudo marchara Valencia y realizar estudiosde Medicina y Homeopatía, donde se tituló. Fue médi co militar, yManuel Rico comenta «eme era muy apreciado por sus compañeros». Por alguna acción notable le fue concedida la Cruz de Beneficencia. Posteriormente se estableció en laCapital del Turia elonele ejerció la Medicina. Rico dice que «fueautor deobras muyleídas entre los hombres de ciencia, polemista incansable y que vivíadedicado a la cura ción de sus enfermos». Lamentablemente n he podido localizar ninguna obra suya.Contrajo matri monio con D,a Isidra Gómez yBernal, natural ele Badajoz. De esta uniónnacen dos hijas: Carolinay María de los Desamparados. Los años van transcu rriendo.El 5 de Septiembre de1873 fallece su espo sa, a la edad ele 58años: pero el golpe más fuerte lo recibirá cuando fallece su hija primogénita Caroli na, a los 35 años, que estabasoltera y vivía cen su padre. Su otra hija María ele los Desamparados casó con D. Enrique Lafuente Ruiz, un comerciante de Crevillente. Los últimos años de su vida los pasó aquí en Elda; viviendo en su casa ele la calle Esperan za, 11(hoy calle ele AntonioMaura) (foto 1) )una casa de campo que poseía en la partida rural del Campico (ejue creo que estaríalocalizaela en las 34 proximidadesdelactual parque de laNueva Frater nidad). En las elecciones para diputados aCortes ele 1884aparece censado en elcolegio electoral ele la Casa Capitular con el número de elector 183 de las listas de votantes ycon una contribución a la Hacienda Pública de 164,64pesetas. No conocemos sufaceta científica pero, en cam bio, sí conocemos a D.Justocomopolemista yaeme suele escribir artículos en la prensa provincial elela época, algunos de ellos ele gran dureza,elada la agita da década ele 1880, en donde Sagasta, temiendo que el reciente partido Liberal-Conservador de Cánovas se haga con el poder, crea un Directorio común a lospartidos Centrista, Constitucional yProgresistaDemocrático, donde el mismo Sagasta yCastelar figuran como candidatos. Todoello hace ejuelos Conservadores se pasen en masa a las filas Constitu cionales y sefusionen en un nuevo partido LiberalFusionista. Estos acontecimientos exasperaron a nuestromédico, quienel 6 de mayo de 1880 publi ca un explosivo artículo en el diario «El Graduador» deAlicante, de donde citaremos textualmente algu nos párrafos: «EL CAOS POLÍTICO. El partido Moderado Histórico está demasiado inactivodebidoalas defecciones que ha sufrido, por lo que laPolítica ha llegado ala mayor per turbación (....) Muchos políticos son eminencias elevados cual los reptiles ala cúspide de las montañas yal llegar a la meta de suinjustifica da ambición, pretenden darse la importancia de las águilas yaspirar amayor altura, llamándo se gratuitamente partidos serios que se apro pian deltítulo yla gloria de los verdaderos par tidos (...) Las frecuentes disidencias entre los mismos afiliados al tocar el tema de lachupa dura (sic) para ver quién logralamejor nodri za. Lázaros moral, política y materialmente muertos en su sediciosa tentativa yresucitados al reclamo del socorro yparticipación para arrojarlo luego al Tajo en obsequio aSan Pas cual; actores y comparsas de honrosa septembri na; personajes que gritaron y hasta tres veces gritaron: ¡Fuera!... ¡Jamás!,y luego tan frescos como nuevos yruede la bola (...) personajes en fin que, aunque se les cante la virgen pura se quedan tanfrescos y pegados al turrón, más que ala miel las moscas...». Palabras muyfuertes que reflejan la opinión ele suautor hacia los políticosquepululaban en aque lla época. ¡Si D.Justo viviese hoy!. Secasó en segundas nupcias con D.’ María Ball y sededicó por entero a sustierras que heredó ele sus antepasados yque además del Campico se extendían por laAlmafrá, La Jaud, etc. Si) nombre vuelve aaparecer en el Arancel de las Cabeceras de agua de riego de laVilla ele Elda del año 1857 con la tanda novena junto aLamberto Amat ySempere, del que era vecino en la población. Falleció alos 83 años según consta delRegistro Civil un 8de Octu bre de 1891. D. Justo Juez ySirvent no será recordado en Elda como un gran méelico, ni tampoco como autor de obras muy leídas.No se acierta acompreneler su silencio eldense, sobre todo después ele haber ejer cido laMedicina y la Homeopatía en una gran ciu dad como es Valencia. ¡Sus razones tendría! Puede que algúndía no lejano aparezca una de sus obras en alguna olvidada librería ele lance. De todas for mas es cierta la cita elelEvangelio: «El profeta no tiene honra en su propia tierra». BIBLIOGRAFÍA - FILLOLMARTÍNEZ, Vicente. «Elda hace cien años, 1884».Publicaciones Club de Campo, Elda 1984. -NAVARRO PASTOR, Alberto. «Historia ele Elda» Tomo I.Publicaciones CAPA. Alicante 1981. - RICO GARCÍA, Manuel. «Ensayo Biográfico Bibliográfico de escritoresde Alicante y su provincia». Ediciónfacsímil. 1888. Instituto Juan Gil-Albert. Excma. Diputación Provincial. Alicante 1986. -Ordenanza de la Comunidad ele Regantes ele la Villa ele Elela con Reglamento yMemoria sobre el sistema deriego. Imprenta Emilio Pascual. Valencia 1890. -Archivo Parroquial Iglesia Santa Ana de Elela. Libro deBautismos núm.XV (de 1808 a1815). -Registro Civil de Elela. Acta Defunción D.Justo Juez Sirvent. -«El Graduador». Periódico Políticoy de Intereses Materiales.Año VI, núm. 1831 ¡Jueves 6 demayo de 1880. Detalle de un plano defínales dels.XlX donde aparece reflejada la finca de D.Justo Juez (por cortesía deD.Alberto Navarro). íVio A 35 Foto: Pedro (iras Chin billa EN TORNO A UN CENTENARIO Por JOSÉ LUIS BAZAN LÓPEZ Dibujo: TeresaCU Resulta penoso comprobar en1998 (a menos de un año elel Centenario elela muerte de D. Emi lio Castelar en San Pedro elel Pinatar), cómo texlavía existen algunos sectores ele opinión -cada vez menos- que desconocen la realidad documentada y arremeten contra la figura y obra de una de las personalidades más destacadas del siglo XIX. Para algunos la ideapolítica deCastelar esrechazada; sin embargo, muchos estudiosos estamos convencidos que es una idea actualizada aunquenossituemos en las circunstancias de su tiempo, donde sobresalesu empeño pacifistaeintegrador. La imagen de Castelar fue objeto preferente ele críticas injustas en losmomentosde crisis duran te el siglo pasado, es algo que se entiende porque siempre se han buscado responsables de cualquier situaciónnegativa,sin embargo lo que no tiene sentido es que en la actualidad existan sesudos «histo riadores» quedenuncien una «farsa castelariana» o la implantación ele un sistema dictatorial cuandoD. Emilio dio muchaslecciones eledemocracia pura. Las visioneshistóricas deformadas suponen untraslado elerealidades en las mentes elenuestros adolescentes, siempre perjudiciales ylo único que pretendemos es realizar un esfuerzo objetivo para poner a I). Emilio Castelar donde se merece. Se puede simpatizar, o no, con un personajedeterminado pero creemos que no es lícito desvir tuar una labor política por la interpretación de una frase irónica, sin más alcanceque una simple eva- 37 sión en un momento detensión, siempre ycuando que dicha frasehubiera salidode los labiosde Castelar, algo que no está demostrado. «Sonespañoles los que no... pueden ser otracosa». Estamos seguros quenuestro personaje nuncapudo realizar ese tipo de comentario. Después de una ardua investiga ción tuvimos la posibilidad de encontraral supuesto autor y no era otro que un íntimo amigo de D. Emilio, el granestadista, D.Antonio Cánovasdel Castillo. Castelar fue un liberal por encimade todo, y en el sentidomás amplio de la palabra, muy cercano a la síntesis que dio Marañón en sólo dos puntos: «Aceptarque la razón puedeestar en el adversario, y no creer nunca que el fin justifica los medios, sino que, por el contrario, puedenserlosmedios los que justifiquen elfin». Creemos que es necesariomatizar que el liberalismo de D. Emilio partía de la materia prima de una sociedad como la española en aquella época, en la que apenas existía un mínimo ápice de convi vencia ciudadana y dentrode las escasas relaciones socio-económicas, porquetodavíaquedaba un las trederivado de las viejas herenciasneofeudales. Mantuvo una pugnadifícil con ciertos representantes católicos por el famoso artículo de la Constituciónque trataba de la tolerancia de cultos. Quizá estos seguidores del Papa romano desconocían que nuestro personajesiemprerespondía a un criterio de convivencia, como bien lodemustra en lafraternal amistad con su oponente político,Cánovas del Cas tillo yconlasposibilidades que dio a otras personascon ideas muy alejadas de su forma de pensar. CuandoBenitoPérezGaldós publicó suúltimo libro de la serie«Episodios Nacionales» los lecto res pudieron comprobar una frase que dice uno de lospersonajesde la obra. «¿Liberal ycatólie o?». -Curiosamente el Papa Pío IX había dicho que el liberalismo era pecado-. El mayor éxito de Castelar fue demostrar que esa opción era viable, incluso dentro de la monarquía borbónica, aunque en este caso era lógico que lacoronanecesitara hacerel papel de integradora y derebote, conciliadora. Para entender el criterio castelariano ante esta situación nos ha resultado fácil a través de algunos textos de suextensa correspondencia, donde sedemuestra sugeneral arraigohacialoreligioso y enparticular a laVirgen de la Salud, Patrona de Elda. Dentro de sus principiospolíticos, Castelar fue incapaz de caer en brazos de algún líder que le pudiera brindar los placeres pasajeros ylos eternos dolores de la presidencia republicana. Él era fuerte en sus decisiones y mantenía una planificación hasta que apareciera alguna perturbación.Hemos leído en alguna de sus biografías que en ciertaocasión comentó: «hay quetomarme odejarme como soy. Algunospersonejs conocidos contemporáneos deCastelar, pero de ideas distintas, se oponíana susprogramas políticos y sin embargo le admiraban. Como el ilustre tribuno tuvo la aspiraciónde haceruna Europa mejor y una sociedad española más afín al continentetuvo susdetractores, y todo porque le faltó una labor continuadadebido a los golpes militares y asaltos revolucionarios, que con vertían el proyectoen negros horizontes desprovistos de futuro y abocadoa la falta de porvenir. El único aliado que no tuvo Castelar fue el tiempo; de haberse prolongadosu mandato duante algunos años -algo difícil de suceder-España se habría convertido en una nación poderosayreconoci da en el resto de Europa. La herencia castelariana es unpatrimonio comúndetodos losespañoles, los de ayer y los de hoy, no debe de ser un señuelo que perjudique creando discordiaentre unos pocos, por eso muchos políti cos de nuestro tiempo deberían asumir los tratados que pregonaba Castelar duranteel siglo pasado, y seguro que se notarían los avances con transaccionescoherentes, justas y lícitas. 38 MAXIMILIANO GARCÍA SORIANO (recuerdo de un trágico f¡ Por JOSÉMIGUEL BAÑONALONSO El tiempo que corría era el año 1936. Yo contaba unos 11 años ele edad. Ya se percibía en el ambiente español cierto olor atragedia. Elela, entonces, era una ciudad en desarrollo, más bien pequeña. Sus calles no despedían calor eleasfalto porque no lo había, sino un grato perfume ele arboleda que le daba un dulce sabor de Ciudad alegre ytranquila. Por todos los lugares pululaban los vende dores de todo tipo de artículos. Recuerdo algu nos: elTuerto con su carrito y su borrico vendien do agua de limón helado; elTío Barrachina con su desvencijada carretillaofrecienelo susriquísimas habas cocidas al que dediqué en esta misma Revista un sentido recuerdo; elBareiuillero con su depósito debarquillos al hombro en cuyatapade ra llevaba la ’rueda de la fortuna’; el carrico del Tío Isielro, elonde teníamosloschiquillos nuestra mejor hucha; el vendeelor de roscos ados un real, portando una gran cesta y,de vez en vez, aparecía por las calles de la Ciudad un señor vestido de cocinero, tocado con un alto gorro blanco, haciendo propaganda del chocolate Nogueroles. Un enjambre de chiquillos íbamos detrás ele él, diciendo avoz en grito ’Ole, ole, ole, chocolate Nogueroles’. En nuestro pueblo que dejaba de ser cos tumbrista ha discurrido toda mivida. Mipadre- era empresario de una fábrica de hormas ytaco nes, con unos trabajadores que hoy recuerdo entrañables yexcelentes, yen el ambiente ya se comenzaba asentir la convulsión social en eme se vivía y a laeme nos había llevado lapolítica. Los Sindicatos muy poderosos hacían una huelga tras otra,obligando a lafuerza a parar lafábrica. Ya en Junio me examiné de ingreso ele Bachiller en el Instituto de Segunda Enseñanza de Alicante, aprobándole). Y como premio a tal apro bado,mellevaron a pasar unos díasa la playa de San Juan, con Pedro Esteban ysu esposa Lola Casanova que a la sazón tenían una Caseta de madera en dicha playa, en unión de otros muchos eidenses. La playa estaba entonces casi virgen, podía decirse que setrataba de un pequeño pa raíso, sereno, tranquilo, en el que no se escuchaba más murmullo ejueel que producían lasolas del mar. Estando yo en mi pequeño veraneo, se ini cie) la nefasta guerra civil. Rápidamente en un coche nos volvimos a Elda y ya se podían verlas huellas amargas del conflicto. Un control de carretera detrás de otro de milicianos armados con escopetas, nos fueron parando en cada tre cho pidiendo la documentación, hasta que, feliz mente, llegamos a la Ciudad. Nuestras relaciones personales e íntimas con mifamilia fueron muy reducidas. El tío Maxi y su esposa. Pedro Esteban y Lola Casanova, ya citados. Estos son los que acudían acasa muy a menudo, sobre todo en cualquier onomástica o fiesta que celebráramos. Sin embargo, conocidos los teníamos enabundancia, detoda condición y clase, pues mi padre -me parece verlo ahora- era un hombre ele bien, afable y tranquilo, alcjiíe jamás oí hablar mal ele nadie,quizás un poco mayorparalacelad que teníamos sus hijos. Mi tío Maximiliano, poseía una farmacia en la calle de Colón, ycomo su esposa Le)la era prima hermana ele mi madre, se traían ce)n fre cuencia a ella y a mi tía Micaelaa pasar tempora das en su casa. En una ele dichas temporadas conocióa mipadre, yacincuentón, y se casócon él teniendo cuatro hijos. Mi tíoMaximiliano, con su pelo alcepille), 39 sus gafas redondas y su ojo elecristal, era una per sona encantadora, amante ele todo loelelense y, sobre todo, de los niños, quizás porque no los hubo de su matrimonio. Nohabía crío que fueraa su farmacia que no le regalara alguna pastilla o golosina. Muchos Domingos por la tarde, nos íba mos con él y mis paelresele paseo a laEstación a ver pasar el tren elelas cuatro. Mi tío Maxi ponía sobre los raíles unas monedas de cinco céntimos y al pisarlas el tren se agrandaban ynos decía a mis hermanas y a mí, siempre festivo ’tomad, ya tenéis eliez céntimos’. Nosotros le protestábamos y al final después ele hacernos rabiarnosdaba los eliez céntimos verdaderos acada uno. Le agradaba mucho hacernos enfadar, pero era muy cordial yexquisito. De verdael -lec tor- ejuemi tío Maxi era un hombre entrañable, incapaz ele ofender anadie. Las colaboraciones ce)iirevistas eidenses, de toda índole, yafueran políticas oreligiosas se podían contar acentena res. De ello tenemos numerosos testimemios. Siempre le gustaba firmarse con el seudónimo elel ’Boticario ele Elela’ o ’Magaso’. Se hizo muy famoso, pues sus conocimientos ele farmacia eran tan extensos ejue cree) un producto llamado Tara- yina elel Boticario ele Elela, que elaba paz ysosiego alos este’miagos averiaelos. En el Diario ABC: ele aquella época salieron insertos algunos anuncios de este fármaco. Le apasionaban muchísimo las cosas de Elela y las festejaba con sus versos satíricos a veces o a veces serios. Si hubiera nacielo en Elda no lahubiera querido tanto. La vida transcurría en aquel tiempo con determinada placidez, solamente burlada por algún acontecimiento trágico producto de la gue rra civil. Un día, cemcretamente el 28 ele Septiem bre de 1936, víspera elelelíaele San Miguel, vino como de costumbre mi tío Maximiliano acasa, alrededor ele las dos ele la tarde. Venía con el sem blante pálido, elemudaelo, asustado. Mi padre se lo notó y le elijo: ’¿Quétepasa, Maximiliano?’, 1lo que respondió con voz quebrada: ’Creo que me vienen siguiendo!’. Mi padre intentó persuae.irlo diciénelole:’Pero, ¿qué puedes temer si eres repu blicano y nada religioso?’.’¡Yo cree)cjiíe es una figuración tuya!’. Maximiliano ne) quedó muy convencido.Al pece) tocó el timbre de la puerta, Doña Dolores Maestre, esposa de Maximiliano ytía del autor. 40 era D. Luis Abad, Párroco de Santa Ana, que, de paisano, venía adespedirse pues regresaba a Novélela,su pueblo natal.Terminada la breve char la quemantuvieron todos, D. Luis, dijo a mi tío: ’Don Maxi, ¿Se vienepara arriba?’, a lo que Maxi miliano responelió:’¡Lo eme me faltaba!.¡Ir acom pañado de un Cura!’. Don Luis Abad se marchó solo,y al poco rato salió mi tío. Fue suúltima visi ta y su últimoadiós. Le vimosdesaparecer escale ras abajo, con su pelo al cepillo, sus gafas redon das, su chaqueta blancay su ojo de cristal.Jamás le volvimos a ver, ni a él ni a mi tía Lola. Al atardecer de aquel funesto día, nuestro chófer nos dio la triste noticia: ’Don Maximiliano yDoña Lola están detenidos en el Coliseo’. ’Como pueden pasar la noche allí les puedo lle var un colchón, mantas y lacena’. Mimadre, dili gentemente, lo preparó todo para que selolleva ra. Al día siguiente el mismo chófer nos lo devolvió diciéndonos que a Don Maximiliano y a Doña Lola los habían asesinadoen elpuente que hay a la entrada de la carretera de Sax aCastalia. Para nosotros, tan trágica ne)ticia fue una terrible conmoción. No nos lo podíamos creer. ¿Cómo ha podido pasar si Maximiliano era repu blicano y laico?. El y su esposa eran personas muy apreciaelas y queridas en la Ciudad. Yo pienso, al contrario que afirmaJ. Capi lla en un artículo sobre Maximiliano García Soria- no insertado el pasado año en esta misma Revis ta, que los que los mataron no fueron de Yecla, pues los milicianos ele Yecla no los habrían ingre sado en elColiseo,a las 3delatarde, puesto que en este lugar no tenían jurisdicción alguna. Fue ron sinduela los de Elda quienes consumaron este amargo sacrificio que, de verdad, ni él ni ella merecían. Al díasiguiente, unaspiadosas mujeres de Castalia ejue venían aElda caminando avender pastas, recogieron ynos entregaron las gafas rotas ychamuscadas ele mi tíoMaximiliano y un pen diente de mi tía Lola. Y yo, me pregunto, habida cuenta de su amor aElela, de su pasión por todo loelelensista, ¿No es hora ya ele que se nombre aMaximiliano García Soriano, atítulo postumo, a los 52 años de su muerte, hijo adoptivo de nuestra Ciudad? José Miguel Bañón Maximiliano García Soriano. Fotografía de Vicente ñerenguer. Archivo J. Capilla. 41 DOÑA ANTONIA (remembranza] Por JULIO A. CAPILLA Al término de la década de los años veinte, mis padres trasladaneldomicilio familiaral nume re)eliez de la calle Antonio Maura, antes denomina da ele la Esperanza. Esta vía, junto con lascalles Nueva, Médico BeltrányJardines, constituían, en aquella época, el meollo urbano ele Elda. Tuvimos de vecinos adoña Antonia, dueña del inmueble, y a un comerciante de curtidos, establecido en losbajos. Sobre lacalle Maura aso maba el balcón de nuestra vivienda. Desde él, podíamos contemplar tóela la panorámica de fachadas ytejados, el constante ir yvenir de las gentes y el paso ele los carros hacialaposada, sita en lamisma calle. Bajo el balcónde casa, en Sema na Santa yFiestas Mayores, desfilaban las proce siones;losgigantes y cabezudos en Corpus y las báñelas ele música en muchas festivielades. Una pequeña galería, con barandal de hie rro, situada aespálelas de la casa, nos permitía contemplar adoña Antonia trajinando en su pequeña cocina ydivisar elárido paisaje rocoso elel monte Bolón, cruzado en su base por la vía elel tren. Doña Antonia, imagen desvanecida en el tiempo, pese a loavanzado de suedad, gozaba ele extraordinaria lucidez y,hasta el término de sus días, mantuvo su talante ele señora respetable. Doña Antonia contrajo matrimonio canónico, mucho tiempo atrás, con un súbelito francésafin cado en la ciudad de Montpellier y, ele sus expe riencias vividas en la dulce Francia, hablaba en tertulias yencuentros con sus amistades. No tuvo elescenelencia de su matrimonie) con el francés. Dios no le concedió la gracia ele ser madre. ¡Con la dicha que le hubiese proporcionado un hijo! La soledad ele su viudez la mitigaba con sus prácticas religiosas y la silenciosacompañía ele suprecioso gato,rollizo y comodón. Doña Antonia, únicamente pisaba la calle para asistiramisas y novenarios en la parroquia de Santa Ana. Salía de casa al primer toque ele campana, cubierta elemantilla negra ydevociona rio en mano. Caminaba elespacito, con cierto balanceo y, por lascalles Nueva, Colónycallejón ele la Iglesia, penetraba en el templo por la puerta de acceso ala sacristía. Su devoción abarcaba una parte importante elelsantoral; pero la plenitud de sufervor religio so se centraba en el culto a laVirgen de laSalud y al Cristo del Buen Suceso. Sentía debilidad por los sermones yescuchaba, con arrobo, las palabras del predicador. Toda ella se estremecía en los pasajes del discurso que elorador, con taimada minuciosidad, describía los crueles tormentos de las almas condenadas al fuego eterno; por el con trario, cuando la oratoria del preelicaelor sedulcifi caba y confrases grandilocuentes elescribíalaglo ria rebosante de almas bienaventuradas, el espíritu de doña Antonia se extasiaba. Doña Anto nia, sentada en su sillita, muy cerca del pulpito, en ocasiones, quedabadormidaplácidamente. A lacasa ele doña Antonia acudían monjas y frailes limosneros a pedir. Ella, persona piadosa, les atendía con alguna moneda de cobre extraída de su faltriquera. Entre los frailes pedigüeños, recuerdo aun franciscano, corpulento ybarbudo, elel convento ele capuchinos de Cristo que, al des cender por la pina escalera de casa en busca eíela calle, bajaba precipitadamente, asaltos, dejando tras de sí el estrépito de sus sandalias. Estefraile también llamaba anuestra puerta y, mi madre, le daba alguna moneda que introducía en su escar- 42 cela.A cambio, nos dejaba alguna estampita o medalla con la imagen ele San Pascual Bailón. Con mis pocos años, mi madre me confiaba a la custodia de doña Antonia; era conmigo afec tuosa ycomplaciente. Acomodado en suregazo, ambos nosbalanceábamos en su viejamecedora y,eso, me elivertía muchísimo. Al mismo tiempo, ponían empeño aenseñarme pueriles jaculatorias yen hacerme cantar canciones elel repertorio de la parroejuia. Escurióse) que, alguna de aquellas tonaelillas, permanecen tercas en mi memoria. Doña Antonia guardaba en la alacena elel comedor gollerías eleliciexsas. Recuerdo que, son riente ycomplacida, me obseejuiaba con un peda zo deriquísima toñay untrozo elechocolate. Hoy, con tantos años transcurridos, esa combinación toña-chocolate ge)za de prioridad entre mis sabe)- res preferidos. Cuando me ponía enfermo, doña Antonia colocaba sobre el blanco mármol ele la mesita de noche, junto a la cabecera de mi cama, la imagen policromada elel arcángel SanRafael. Tóela la noche, la dulce llamita ele una mariposa de aceite iluminaba, en la penumbra de la habita ción, el rostro asombrado de San Rafael. El arcán gel velaba mis sueños febriles y, una vez cumplida su misión terapéutica, ve)lvía a su fanal ele cristal en casa ele doña Antonia. Aestas alturas meresulta difícil precisar el momento elel suceso: la muerte ele doña Antonia. Debió acontecer poco antes elel destronamiento del reyAlfonso XIII.Monárquica visceral, de vivir, le hubiese horrorizado ver proclamada la Repúbli ca; la muerte le evite’) tamaño disgusto. De la mano de mi maelre, el día elel óbito, entré en el dormito rio ele eloña Antonia: una habitación ele blancas paredes, luminosa, con olor acera y naftalina. Sobre la cama reposaba el cadáver de ladifunta, amortajada con hábito ele religiosa y un rosario entre sus mane)s cruzadas. Un grupo ele señoras y alguna monja carmelita, sentadas en torno a la muerta, rezaban por su alma. Aquella mañana las campanas doblaban amuerte) y,mediada la tarde, un coche fúnebre arrastraelo por un tronco ele caballos, trasladaron los restos de doña Antonia al cementerio de Elela. No transcurrió mucho tiempe) en ser vacia da de contenido la casa de la difunta; todas las habitaciones se quedaron desnudas yalgunas ele sus pertenencias se arrinconaron en el desván ele la casa, junto con otros cachivaches y objetos inverosímiles. Años elespués, en el caluroso verano del 36, alregrese) de nuestras vacaciones en el campo, tras el estallielo ele la Guerra Civil, encemtramexs elescerrajaela la enorme puerta de acceso aleles- ván. Unos chicos ele la calle camparon por sus res petos yconvirtieron el lugar en escenario de sus juegos. El polvo y las telarañas estaba presentes en te)ek)s losrincemes y por los huecos de las ven tanas penetraban, déselela calle, las golondrinas hacían sus nidos adosados al techo de cañizo. Entre los traste)s allí acumulados sin orelen ni con cierto, encontré una cajareelegida ele cartón y,en su interior, milagrosamente bien conservaek), hallé un flamante sombrero ele copa. Determinade)s e)bjete)spueelen adquirir, por circunstancias, valorsimbólico en nuestras vielasy hasta actuar como revulsivos en el subsconscien- te. En uno ele mis habituales paseos por lascalle- citas aleelañas a la maravillosa iglesia ele Santa María del Mar, en el corazón elel casco antiguo de Barcelona, elescubrí, no ha mucho, unpintoresce) y abigarrado comercie) de artículexs para fiestasy juege)s ele magia. En su escaparate, elignoele ser representado en un cuadro de Solana, una negra y reluciente chistera se exponía junto con caretas y stmibreritos ele papel. La visión ele la chistera o sombrero de ce)pa, despertó recuerelos elormielexs en el fondo ele mi memoria. Difuminada por el hume) elel tiempo, evoqué la olvielaela imagen de eloña Antonia, pieza esencial en el puzzle de mi niñez, ya imposible de recomponer al ser tantas las piececitas perdielas en el olvielo. Ejército de operaciones enCuba:TerceraCompañía del Primer Batallón del Regimiento Navarra. (Biblioteca Nacionalde Madrid). El desastre colonial del9£ Dos eidenses en Filipinas 44 Por JUAN MARHUENDA SOLER «Presidente de Mosaico» ¡mi Excmo. Sr.D.Arsenio Martínez Campos. General en Jefe del Ejército deoperacionesen laIslade Cuba, conocido conelnombre de «ElPacificador». Wssm Sfll n pleno año de la efeméride histórica qtie, en la historiografía española, ha sido llamado «el desastre del 98», que supuso la pérdida de las últimas colonias españolas en ultramar, y al cumplirse el primer centenario de la pérdida de las últimas colonias españolas en América (Cuba y Puerto Rico) y en Asia (Islas Filipinas) como consecuencia de la guerra hispano nor teamericana a la que puso fin el Tratado de París, el 10 de diciembre de 1898, como buen aficionado y amante de la his toria de nuestro pueblo queremos rendir un sincero homenaje a todas las víctimas y supervivientes de esa guerra colonial en las personas de dos eidenses que participaron en ellas: Manuel Amoros Poveda e Ignacio Maestre Bernabé, desaparecido este último en Filipinas. 45 El’’Pizarra’, buque de rapar de ruedas, canJ50caballas defuerza, armada con 6 cañones y153 hambres de dotación completa. (Ilustración española yamericana). IGNACIO MAESTRE BERNABÉ Poco sabemos sobre lavida de este joven, hijo de una acomodada familia elelense elel momento, yelado por desaparecido en Filipinas en 1881. Hijo de José Maestre Vidal yJosefina Bernabé Amat, nació en 1843, siendo el cuarto de siete hijos. Uno ele sus hermanos menoresfue Rigober- to Maestre (1848-1928), influyente terrateniente elelense que, dadasu posición social, disfrutó elel cargo de concejal en varias ocasiones por el parti do conservador ele Antonio Maura, llegando a desempeñar el cargo ele alcalde durante parte elel año 1893. Ocupó un lugar destacado en la vida social ypolítica de la Elela ele finales elel siglo XIX yprimeros años de la presente centuria. Nacido en la casa familiar de los Maestre en la actual calle ele Francisco Laliga, debió desarrollar su niñez y juventud en laElda de la segunda mitad elelsiglo XIX, cuando todavía laindustria elel calzado no había iniciado su desarrollo en Elda. Pronto debió partir este joven hacialas Fili pinas, ignorando losmotivos y finesperseguidos, puesbienpudiera tratarsede unabúsqueda de aventuras en lejanas tierras, ya que no creemos que por obligaciones militares fuera allí destina do, pues por entonces era norma frecuente y legal la exención militarele los quintos destinaelos a las colonias y presidios ele África mediante la compra ele la misma por una elevaela suma de dinero. Posibilidad a la que sólo podían acceder aquellasfamiliasmejoracomodadas. En1881, con 3S añexs de edad, yaños antes de la pérdida ele la soberanía española sobre las islas Filipinas como consecuencia delTratado de París, ya se le die por desaparecido por ignorarse su paradero en aquelarchipiélago. Custiónemesiem pre ha despertado la curiosidad familiar por lo raro y extraño del asunto, tal y como nos loha expresado doña Sara Vidal Maestre,sobrina-nieta eleIgnacio Maestre ynieta ele Rigoberto Maestre, aquien agradecemos tóelaslasmolestias causadas y lasfacilidades dadas para la consulta ele la decu- mentación escrita yoral. MANUEL AMOROS POVEDA Aunque me)iiovero de nacimiento, donde vio la luz el 22 de diciembre de 1876, mantuvo una relación intensa con Elda, donde vivió desde el año 1929 junto con parte de su familia hastael 1 ele noviembre de 1964, fecha ele su fallecimiento con 88 años ele edad. Superada su adolescencia yjuventud en su pueblo natal, el día 21ele septiembre de 1895, con 19 años, se incorporó a filas en el Quinto Regimiente) de Infantería de Marina. En agoste) de 1896 fue dado de alta en el 1.’ Batallón del Tercer Regimiento de Cartagena, pasando posteriormen te al departamento de Cádiz, donde el día prime ro de septiembre prestó juramento de fidelidad a las baneleras, pasando apertenecer, elesele ese ins tante, al 1 .’ Batallón del Primer Regimiente de Filipinas.Tras su jura ele banderaembarcó, jumo a todo subatallón, en Cádiz en el vapor «Catalina» con destino a las lejanas islas elel archipiélago fili pino. Tras un largo viaje de casi un mes de dura- 46 AsQCiAcnm IAH fallU’AÑAB lili V.UI’.A VFIUVIWM ; BARCELONA Tarjeta a favor del socio -’•-..y D. . • ’.’/’ .._. . domicilio Barcelona, de ...3-JüH»-jWft-de 194-£1PfCíidenle, /*,ElSccrelcno. , •i’¡nteroiado, 47 Elsaldado Manuel Amarás Poveda, con l’J años, en vísperas de partir hacia Filipinas. ?ga ix* FIL I l N A S Taiíácl »ífDanatu»» y ’ J - -7 Caloocan.ViiQeVóh City ~^r~i— Nan’a )•* i z. ; hi’^.Butiian ’m*K Princesa NEGRO ALARDE , .oto- ***? *fin ’’ Pag»d.an».. •rAlNDANAO’ jr-’ ’ boanga •Zam Basila -N .. •’’’kG° 1 P’o r•- ’ MAR DE ción, llegó aManila el1.’ de octubre, trasladándo se a la base de Cavite, en la isla de Luzón. En las Filipinas participó con su batallón, durante los últimos meses elel año, en las incursiones milita res realizadas contra los isleños insurrectos. El 9 de julio ele 1897 embarcó con su compa ñía en el transporte «Manila» con destino a Pona- pé, capitalde las islas que componían elarchipié lago de las Carolinas, en el Océano Pacífico, que junto con las islas Marianas yPalaos, también esta ban bajo soberanía española, como último testi monio elel imperio colonial hispano en aquellas latitudes oceánicas ele la Micronesia. Como recompensa en el campo del honor militar, Manuel Amoros fue conelecoraelo, con arreglo al R.D. de 26 de enero de 1898, con la medalla de Filipinas, por su ejemplar comporta miento yvalor demostrado en las misiones enco mendadas. En el destino ele las Carolinas -hoy en día lugar turístico casi paradisíaco- estuvo hasta el 29 de noviembre de 1898, cuando nuevamente embarcó, abordo del vapor «Uranés», con destino aIloilo, en la isla filipina ele Panay, elonele desem barcó el 13 de diciembre, pasando aintegrar las tropas elelejército español donde combatió a los insurrectos tagalos en las trincheras más avanza das, mantenienelo eliarios tiroteos elesele la ruptu ra de hostilidades. El 24 ele diciembre, vísperas de la última Navidael española en las Filipinas, embar có en el vapor «Leern XIII» con elestino a Zam bo anga, en la isla de Minelanao, donde finalizó el año. El día 11 de febrero de 1899, Manuel Amoros fuetrasladado junto con subatallón a la plaza de Joló, en laisla del mismo nombre, elonele perma neció hasta el 10 ele mayo, que retornó aZam bo anga, en cuya plaza sostuvo diarios combates con los insurrectos, alentaek)sy apoyados por Estade)s Unidos, cuyaarmaela habíabárdele) a la anticuada ydesabastecida flota españe)la en labatalla naval de Cavite un año antes, elelía 1 ele mayo ele1898, en el conocielo como «elesastre ele Cavite». Durante los enfrentamientos, fue herielo en la pierna izquierda, teniendo que permanecer unos tres meses en un hexspital ele Manila, siendo 48 hecho prisionero por los norteamericanos en la plaza de Zamboanga. El trato recibido por las tropas españolas en las Filipinas fue, en el caso de ManuelAmoros, un tanto vejatorie), pues fue ron encadenados con argollas o grilletes en los pies yatados abarras de hierro para impedir su huiela. Tras la rendición de las tropas españolas en Filipinas, Manuel Amoros Poveda embarcó, el día 24 ele mayo de 1899,conparte de las tropas espa ñolas en el vapor «Puerte) Rico», con destino a Cartagena, donde arribaron el 9 de julio, después de un largo ypenoso viaje.Travesía durante la cual,tanto él como suscompañeros, pasaronver daderas penalidades dadas las malas condiciones del viaje. De éstepenóse) episoelio ele su viela sería el propio Manuel Amoros quien, através elel rela tooral, contará las penalidades y miserias de aquel viaje ele retorno a la patria tras la humilla ción de la derrota.A lo largo del viaje, murieron gran parte de los soldados por desnutrición y pésimascondiciones médicasdeltransporte, sien do muchos arrojadosa alta mar yotros enterra dos en Cartagena, puerto mediterráneo punto finaldelviaje, donde según contó Manuel Amo- ros,fueron los paelres de un compañerosuyo a recibira suhijo.Tras preguntar por suparadero y conocer que se hallaba en un camarote fueron en su busca, encontránelole muerto desde hacía pocas horas. Por su parte, él consiguió sobrevivir a la muerte graciasa la caña de azúcar que lleva ba consigo ymasticaba. Mientras Manuel Amoros Poveda, junto con otrosmiles de españoles destinados en las lejanas tierras filipinas combatían dejando susangre y vida para ladefensa ele lasúltimas colonias espa ñolas allende los mares, en la llamada «Madre Patria»casitóelos los grupos políticos del momen to, se esforzaban por mantener la situación colo nial. Así, vemos como Sagasta, en 1895,afirma que daráhasta laúltima gota de sangre y su última pesetas para finalizar la guerra en Cuba y Filipi nas. Por su parte,Cánovas del Castillo, por enton ces jefe del gobierno, agradece el ofrecimiento del líder liberal y afirma en una desafortunaela frase que «estabadispuesto asacrificar, en el empeño de mantener la soberanía española en las Antillas, el últimohombre y laúltima pese ta». Ante estasituación política, hoy tananacróni ca, solo cabe preguntarse: ¿Qué sangre? ¿La de las gentes humildes sin recursos económicos e) la de las clases acomodadas? Pues como es bien sabido las clases sociales ygentes con elinero e influen cias pagaba con elinero la exención del servicio militar de sus hijos, librándose de una muerte segura ysufrimientos casi infrahumanos, mientras lajuventud española máshumilde, mal pertrecha da y peor alimentada, iba asufrir y morir en los escenarios coloniales de las Filipinas y Cuba mientras emelosseñorite)s que propugnaban la conservación aultranza de losrestoselelImperio cantaban en los cafés y tertulias la «Marcha de Cáeliz». Ante este cúmulo de injusticias acontecielas ahora haceun siglo, solé) cabe expresar ejueal fin en España se ponía el Sol, y se abría un periíele)de reflexión ce)lectiva, iniciánelose así loeme sería la historia de la España del sigloXX. Parafinalizar este trabajo, quisiera mostrar mi más sincero agradecimiento adon Manuel Amo- ros Paya, hijo de don Manuel Amoros Pe)veda, por toda la información facilitada sobre la vida de su padre, así como por la ambilidad demostrada hacia nosotros. K0.506.571 ¿^ /&¿Uíw^^ ¿Z¿z¿^~^ ¿¿3-^t 49 PERSONAJES DEL 98 «Mis Amigos», cuadro fechado entre los años 1925a1930, de Ignacio Zuloaga,que dejó sin na barydonde aparecen, de izquierda a derecha, sentados alrededor de lamesa: el duque de Alba ya su lado Pablo Uranga;ante éste en la mesa hay una pajaritade papel, lo que indica que allí estuvopr;me ramente Unamuno, tanaficionado a la cocotología o papiroplexía, el arte de obtener figurasmediante los dobleces de papel;sigue Barojayasu lado la posiblefigura de Maeztu; continúa con el doctor Mara ñen, y el último sentado a su izquierda, Ortega yGasset;sentado también, en segundo término, aparece una figura desconocida. En pie, einclinado sobre el grupo, un personaje de difícil identificación¡ ’ero que bien pudiera ser Rafael «El Gallo»; detrás de éste, un torero vestido de luces que podría serjosehtoo Belmonte;sigue, en pietambién, Blasco lbáñez;y acontinuación Valle Inclán arropado con su poncho. Por último, en el rincónderecho, una segunda figurade Uranga de perfil en esperadeocupar su sitio definitvo;y asu lado, un personaje desconocido, aunque se ha apuntado que pudieraserAmalio Cuen ca. Apuntes del pintor indican cpte allí debían estar también Pérez de Ayala, Julio Camba y Juan Cristó bal, el escultor. (A José Martínez Ruiz no lo pintó hasta 1941).Alfondo del cuadro yjunto alcaballete, a la izquierda, aparece Zuloaga pintando, yocupando todo elfondo aparece parte del cuadro del Greco «La visión de San Juan enel Apocalipsis» famosa pintura que estuvo en la coleccióndeZuloaga yque hoy es gala del Museo Metropolitano de Nueva York. (Información yfotografías de la obra «Los Genios de la Pintura Española»; Zuloaga de SARPE, S.A.). 50 mimientoé del 98 Por ERNESTO GARCÍA LLOBREGAT De toda la memoria, sólo vale el don preclaro de evocar los sueños. (A. Machado) I El señor Antonio -actor de este relato- tiene entre sus manos un texto programado sobre un curso de verno celebrado en Alicante durante los días del siete aloncede Julio del año pasado. Este curso, amparado con el título genérico de: 1898: Pensamiento yCreación en el Fin de Siglo, fue patrocinado por la Universidad de Alicante en cola boración con una entidad de ahorro. Deaquella tanda de conferencias que duraron cinco días, el señor Antonio, no recuerda casi nada, su oído, duro enaños y su ya incipiente pérdida dememoria, con virtieron aquellas jornadas de ambiente finisecular en un recuerdo de agradable penumbra. Tan sólo le queda un folleto, y en él, una hermosafrase con la suficiente fuerza introductora paralarealización ele esteescrito. La frase, llena de magia, correspondía como título, a la conferencia que elprofesor Russell P.Sebold(University of Pennsylvania) ofrecióel día ocho de una calurosa mañana delmes ele Julio, y rezaba así: Sobre la haz de las cosas a la manera de silenciosa caricia: la mimesis en Doña Inés de Azorín. Sobre la haz de las cosas: la haz, la faz, la cara, el relieve de las cosas, de tantas cosas como nos rode an estáticas -a veces estéticas- con su mutismo ruti nario,cotidiano, tal vezinquietante ymisterioso con el peso de su historia acuestas. A la manera de silenciosa caricia, sobre ellas, las cosas, todas nues tras cosas, tanto las que nos han acompañado a lo largo de nuestra vida, como las recientes, lasnuevas, lascapaces todavía de despertarcapacidad ele asom bro, electrónicas, imaginativas y con mandoa distan cia en este siglo que se nos va. Me destierro ala memoria, voy avivir del recuerdo. Buscadme, si es que me pierdo en el yermo de la historia. (M. de Unamuno) La mimesis en Doña Inés de Azorín. Ya deci mos no recordar con exactitud -aunque hemos intentado recuperar esta memoria en los medios pertinentes sin éxitoalguno-a qué mimesis pensa das allá en Pennsylvaniaserefería el profesor P. Sevold vertidas sobre esta obra de nuestro admirado ycoterráneo escritor.Porsimple curiosidad hubiese deseado saberloel señor Antonio, nadamás por eso, su interés se hallaba volcaelo tan sólo sobre una frase y las sugerencias que podían sacarse de ella. Una frase para partir y un título nunca olvidado: Doña Inés. «Las veletas, mudables y locas -son veletas- giran ytornan agirar de Norte aSur, de Este a Oeste. No saben lo que hacen». Este fragmento (Capítulo XXXVIII Tolvanera de Doña Inés de Azo rín) ha permanecido intacto en la memoria de nues tro protagonista quizá durante cincuenta años. ¿Es pequeña ogrande lafilosofía que encierra? ¿Es for zoso, acaso, que las veletas, por el mero hecho de serlo han de ser necesariamente mudables ylocas, no saber lo que hacen? ¿No podrían rebelarse las veletas de todo el mundo y decir: ¡basta ya!, dejemos de ser mudables ylocas, no hagamos nuestro cual quier viento colado que interfiera nuestro Norte nuestro Sur? ¿Son vientos miméticos finiseculares éstos que vuelven locasa lasveletas? II Si algo place sobremanera al señor Antonioes organizar, poner en orden sus cosas,todasaquéllas que han ido adhiriéndose a su vida alpasode los años. Hombre cuidadoso yfetichista las cuida, las mira (¿lemiran?) y diríase que, aveces, mantiene 51 diálogo con ellas. Sontestimonio eletoda suandadu ra y, todavía, portandoalgún objeto que perdió utili dad oefecto ornamental, sube por pina escalera que conduce a unaestancia superior elonele se han ido acumulando através del tiempo recuerdos ynostal gias. Desde este aposento sedivisaba -hace ya algu nos años- anoreste, unaesplendía panorámica con la peña elel Cid al fondo, y a noroeste,lastorres ele Santa Ana en medio del valleelonele, allá en el fondo naciera Azorín. Paulatinamente las vistas fueron desapareciendo ante el constante avance elel cemen tovertical quedando ya sininterés alguno el mundo exterior deaquel recinto -en otros tiempos atalaya do- para nuestro personaje, replegadoyasolamente en sus sellos, en sus libros, en sus cosas,en el ámbi to de la memoria. La estancia recuerda un decorado ele aquellas viejas películas melodramáticas. Se desprende en ellas el palpito ele pequeñas historias contadas en baja voz. Salen al encuentro momentos que fueron, con circunstancias, modos ymodas ele un ayer, ele varios ayeres que impregnanambienteypensamien to. El señor Antonio se dejacaeren una mecedora elemadera ondulada, con asientoyrespaldo dereji lla ele clara procedencia modernista desplazaen su deterioro de la función actual. Desde allí acaricia con los ojos (las miradas son las más aptas dispensa doras de silenciosas caricias) alláelonele sus manos no alcanzan la haz de las cosas. Su vista se detiene aquí, allá, en cualquier punto expuesto ante sus ojos: un lavabo decimonónicocon suespejo, jarra y cubo, ahora contenedor de papeles ylibros; la vieja cómoda de laabuela repleta eleantiguallas; unbrase ro de bronce con su badila y peanaele madera idó neo reposador ele pies; ranciaslitografías en lapared en la que destaca unÁngel ele laGuárela memoriza- do hasta la eternidad; el inevitable caballo ele made rajuguete ambientador eledesvanes; la mesa ele des pachodel abuelo («de estilo inglés», decía); y libros, yrevistas y cajasce)nteniendo cartas,fotografías, recuerdos... quellenan la amplia estantería metálica. Y el cofre, también del abuelo, donde se guardaron durante mucho tiempo sus cosas, sus papeles, su uniforme de la guerra mantenida en Cuba contra los EstadosUnidosdeAmérica; aquellaguerra que estu vo a punto de dejarnos para siempre alabuelo en La Habana, no por adversidad de las balas yankis, sino -y comolesocurrió aotros muchos- por los dispa ros procedentes ele los ojazosele una bellacriolla que leofrecían ame)r y hacienela. El señor Antonio se levanta ele la mecedora yse dirigea lalibrería. Extraeele ella algunas revistasy se vuelve asentar, ahora ante la mesa. Las revistas pueden ser BlancoyNegro yLa Esfera, puelienelo ser, también, ejemplares ele finales elel siglo pasaelo. Nuestro amigolashojea y encuentra lo que busca ba. Aquí está; la noticiadadaentitular eilustrada por uno ele aquellos finísimos dibujantes ele la época: «El hundimiento delacorazado estadouniden se Maine en el puerto ele La Habana».Con 266 mari nes muertos y la fatal inculpación(nuncademostra da) en formaele atentado por parte ele los espinó les. «Los americanos aseguran que unbarril ele vino lleno ele pólvora, colocado por elementosespañoles exaltados, causó lacatátrofe. Lainvestigación espa ñola mantiene por elcontrario quetodo se debió al incendio espontáneo y casual en una de sus carbo neras.Los cubanos rebeldes callan y sefrotan las manos. Elcaso es que Washington nos ha hecho res ponsables. La guerra es inevitable», decía la prensa eleaquel tiempo. Algrito de Remember theMaine (Recuerda el Maine), los yankisselanzaron amb cio- sos a forjar su pujantesueñoimperial acosta ele otro sueño imperial yadecadente: elespañol. «Quie- ren Cuba, Puerto Rico, lasIslas Filipinas y las del Pacífico como Guaní.Lo quieren todo».Era lo que llegó a denominarse El Desastre, por lasgraves con secuencias traumáticas económicas, y las sociales, ante una políticaqueaparecía comonegativa y que quedó proyectada a lo largo ele nuestrosparticulares cien años de soledad. III El señor Antonio es un apasionado ele los libros. Ellos le han dado a lo largo ele su vida momentos de inolvidable solaz.Aquí, en esta estan cia, se encuentran aquellos que por ser físicamente de condición rústica y elemanifiesto deteriore’,no sonpropicios a ser lucidosen la librería ele la salita -según opinión ele suesposa-. Manoseados, ajados, siguen siendo considerados por su dueño quilos sigue utilizando ele vez en vez. Ahora mismo, inmer so en este centenario noventayochista, busca entre ellos aaquellos autores que marcaron una genera ción -la que Azorín distinguió como Generado):del 98- creadoraele unaliteratura que seformó c mo consecuencia a una desorientación política y social trasEl Desastre quesupuso lapérdida ele lasprovin cias ele Ultramar. «La Historia muere, pero laliteratu ra, la grande almenos, cada día está más viva. La belleza esidéntica en todas las épocas. Por eso al hablar del noventay ocho recordamos únicamente media docena de escritores yunos cuantos libros. Lo demás, los barcos hundidos, losnacionalistas ele aquíy ele allá, los generales,inclusolosreyes de antaño se hanieloríoabajo con eldeshielo. Lalitera tura son siempre nieves eternas», nos vienea decir Andrés Trapiello, autor eleLos nietos del Cid, con referencia generacional enelsubtitulado: La nueva Edad de Oro de la literatura Española (1898- 1914). Por eso, el señor Antonio, reparte silenciosas caricias sobre loslibros que sealinean en losestan tes. Palpa, mira, entresaca,suspira; aquí están, esos «cuantoslibros», este conjunto deviejas páginas impresas en edicionesoriginales y que han significa do elpensamiento, el legadotranscendente y espiri tual de un pequeño grupo ele escritores pero de gran influencia durante todo el siglo veinte. El señor Antonio tacta en este momento Vida de 52 «til hundimiento del acorazado estaunidense Maine en el puerto de Lallábana». Don QuijoteySancho, ensayo ele la vida ele España, elel almaelenuestro puebloatravés ele la obra ele Cervantes, elel otro Miguel, el ele Unamuno.Aéste le «dolía España» -más que cualquier otro inoportuno dolor físico- «porque la lleva en sus entrañas». Como tóelos losescritores deGeneración -ningunocaste llano- siente irresistible atracción hacia Castilla, hacia supurezainterior, a sulatente poesía, a su desolado e intensosentirreligioso, que comparte Unamuno, con ese sentidotrágico que descubre en la vida en contraelicción entrela razón y el deseo ele inmortalidad. «Castillamiserable, ayer dominadora,/ envuelta en sus harapos, despreciacuantoignora. / ¿Espera, duerme osueña?», nos dice Antonio Macha do, el poeta generacional, sevillano de nacimiento pero emocionalmente enredado entre las aguas elel Duero; mientras, su hermanoManuel, más sensual y modernista asevera con melancolíaoriental: «Tengo el alma ele nardo elel árabe español». El señor Antonio extrae ahora de la librería unos libros con el denominador común de Azorín: Alma castellana, Los pueblos, Una hora de España, La ruta de Don Quijote,Un pueblecilo, Castilla y Sin tiendoaEspaña. Subyugado por elsentimiento cas tellano, elmonovero, como hace Unamuno, recorre caminos ypueblos que observa minuciosamente, conemoción estética.Conpalabras pintacuadros que, ele llevarse a laplástica, podríafirmarlos Zuloa ga, el vasco pintor de aquellos escritores y su tiem po; léase sino el capítulotituladoAquelarre en Segoviadela novela Doña Inés de Azorín. Y con este fragmento, que insertamosacontinuación, per teneciente al capítulo tituladoTolvanera del mismo libro y que dice: «Barbulla en hornosy lavaderos. Titiritaina en talleres y obradores.Trulla ensaragüe tes y tripudios. Cantaleta enejidos yeras.Tochura de villanos en taberna. Confidencias salaces de viejos y pirujas...» se compone unapintura, uncuadro para inspiración de Darío de Regoyos,o mejor, y con más motivación, para Solana y sus ambientes grotescos.Y es que, este pequeño fragmento de Azorín ocasional mente esperpéntico, nos traslada en la memoria a Ramón María del Valle-lnclán, aquel gallego autor también de un amplio poemaestacional en prosa: Las Sonatas. Y Pío Baroja, vasco, novelista puro,ori ginal, igualmente con el peso delsentimiento gene racional, como Ramiro de Maeztu, Menéndez Pielal, ÁngelGanivet, Ortegay Gasset, Benavente..., que conforman la emblemática Generacióndel 98 que nos ocupa. Pensamientos agolpados en la mente elel señor Antonioenaquel momento, ante aquellos libros, en aquella apartadaestanciadelrecuerdo, son los relacionados con el movimientoartísticoy litera rionacido al unísono llamado Modernismo, elArt 53 Retrato deAzorín, pintado por Zuloaga en1941. Nouveau francés,elLiberty inglés, la Renaixenga catalana, másentregada a lossentidos, más idealiza do, cuyomentores elnicaragüense Rubén Darío en literatura,AntonioGaudí en arquitectura, ambienta domusicalmente por Falla y pintado por Fortuny, Romero de Torres, Sorolla.Anglada Camarasa, Ramón Casas, Cecilio Píay «un pintor español, Rusiñol». (La figura de Gabriel Miró, luminosase nosquedapro yectada sobre un fondo de montañaslevantinas y la raya azul del mar alfondo). IV En la parte superior de la librería, apartados, menosrecordados, pero nomenos queridos, guarda el señor Antonio aquellos primeros libros que acari ciaron sus manos. Son libros escolares, los que se abrieronante sus ojos despertandotambién sus pri meras curiosidades. Lentamente los va sacando de la estantería y los deposita en lamesa, uno junto a otro; veamos lostítulos: Enciclopedia Cíclica Peda gógica,por don José Dalmau Caries; Europa, segun do manuscrito, del mismo autor; España mi patria, tambiéndel mismo; y algúnotro que omitimos cen- tranelo nuestra atención entre los citados. ¡Ay, aque llasEnciclopedias de Dalmau!Servían para vnrios cursos,incluso las heredaban los hermanos menores de la familia. Hoy, al releerla, además de la emoción producida eneste ojear de hojas en silenciosacari cia, se advierte el perfectoplan analítico y pedagó gico que el autor imprimió a su obra: don José Dal mau Caries, Profesor Normal, Caballero de la Real Orden de IsabellaCatólica y de la Orden Civil de Alfonso XII por méritosdeenseñanza. En laprimera página puedeleerse; Dalmau CariesPía, S.A. Edito res,Gerona 1931;y al final de laasignatura deHis toria de España:«Este abandono en que durante más de mediosiglo se ha tenido aescuelas ymaes tros, ha tenido por consecuencia la enorme pr )por- ción conjjque los analfabetos figuran aún, por des gracia, erijas estadísticas españolas»; quedandccon esto evidenciado aquellostiemposdedecadencia, heredadpjs de pasados desastresnacionales de los cualessurgió, noobstante, unadorada generación deescritores quecircunstancialmente pueda recor darnos aquella otra famosa conocidacomo Siglo de Orohabida entre 1550 y 1650.Sea en Gerona o Bar celona, el señor Antonio, empedernido lector,siem pre ha tenidoencuenta elrelevante papelcultural ele Cataluña con sus magníficas empresaseditoriales en la lengua ele Cervantesalgo que, en el fondo ele su rama catalana, manteníalecomplacido. Con elEuropa, segundo manuscrito, también ele Dalmau, como yadecimos,nuestroprotagonista, siendo muchacho, se unió emocionalmente a la familiacompuesta por Don Abelardo Roelríguez ele Arzúa-«caballero elecultura singular»- y ele sus hijos Valentín y Herminia en aquel periploeuropeo: «-¡Aleluya! ¡Aleluya!-exclamóla angelical Herminia, corriendo haciasu papá yestrechándole entre sus brazos al saberqueéste ya elisponía del carnet ele viajescirculares por Europa». Y con las guías Joanes yBaedéker imprescindibles a todo conspicuo viaje ro,junto a unabultado equipajecompuesto ele mun dos, maletas, maletines,sombrereras, placas fotográ ficas, cuadernos de dibujo y libretas para tomar apuntes, serealizó aquelviaje que duró todo un curso escolar. Grecia,Roma, Hispania, Flanees, Nederland, Gemianía, Francia, Florencia, Venecia, Bizaucio...;lodórico, lojónico, locorintio: el romá nico,el gótico, el renacimiento, el barroco, el neoclá sico...; el puente ele Alcántara, el monasterio de Ripoll, la gruta eleFingall, los fiordos noruegos, el Coliseo romano, Coloniayel Rliin, elParlamento ele Londres,el Partenón ele Atenas, el ferrocarril transi- beriano,el Louvre ele París..., y tantosotros,los cua les, al señor Antonio, lesumergieron en unprimer baño ele europeismo que, pese apasados agravios históricos, lehicieron tomarconciencia plena ele unaidentidad y pertenencia a la gran familia conti nental. Entonces -suponemos que ahora también- en la escuela existía la hora de lectura en común en la cual, por turno ydentro de lamayor atención, los alumnos leían untextoen alta voz emeluego era comentado por losmismos y elprofesor. Ademáselel referido libro se leían tambiénDon Quijote de la Mancha de Cervantes, yCorazón, deEdmundo ele Amicis, por lo que loschicos adquirían, ademásde facilidad ele expresión,corduraysentimiento. Otro libro elelecturaeraEspaña mi patria: «En él halla réis, en síntesis concisa,el valorinapreciable ele la riquezahispana; en él conoceréis nuestras glorias máslegítimas; en él respiraréis el perfume ele nues tras santas tradiciones; él encenderá en vuestro cora zón el amor a vuestro suelo..., decía en el prólogo el profesorDalmau Caries. Su lecturacomenzaba por:El pueblo vasco -Antigüedaddesu origen - Suscuali dades - Sus costumbres - Sus fuerosoprivilegios La lengua éuscara, que por estar alprincipio elel libro, y tras los continuosempieces, ci-a eltema más leído. Recordamos al leer de nuevo: «Sus condiciones morales contribuyen aaumentar el valor ele estepue blo: excelentes soldados e intrépidos navegantes, laboriosos y hospitalarios, activos, osados, briosos y vehementes, rinden al pasadounculto fervoroso y no han transigido jamás con lainmoralidad ele las costumbres...». «El vascuence, segúnopinión general, es uno ele los primitivosidiomasele España; es agluti nante, rico ydulce, cabiéndole lagloria ele ser una dé laslenguas más antiguas del mundo. Sólo merece, pues, alabanza latenacidad de losvascongados en conservar su idioma». Libres de la invasión musulma na,apenas romanizados, son probablemente -piensa el señor Antonio- un reducto ele nuestros ancestros losiberos, y por ende, los más antiguos pobladores de lapenínsula, los másantiguos españoles. V En el año 1932, el señorAntonio contabanueve años ele celad.Todavía mantiene vivo el recuerdo de aquellas fiestas septembrinas habidasenaquel año, segundo ele laRepública Española. Entre sus fastos, se inauguraba un monumento adon EmilioCastelar, en elcentenario de sunacimiento, monumento que daba un cierto tono ambientalmente ciudadano al pueblodotándole eleentrañable matiz ele pequeña capital deprovincias. (Lástima que el señor tribuno ’ n; : ’ IiC ICJ ópediaI CÍCblCO-PEDAOÓOICA M Corvan . C/RADO MEDIO. POR DON cJOSF DA1/-VU CAUUES. Diario de un rimo ’’’’’’ :: 1 55 10 i Nuestros viajeros ÍI i^UX h. (XkrtXtXnscLcr ¥l&dnÁMA^VZ, de awXaA., ccd^o^svlcla^ pxrr ti M-U^cUo,^rr Ixrl vúüw «4. 4o«v tt W-oJ-o -i-G-tloul, cycc¿ ka. Ira* -VUVci^W ¿fv VXXn+XM tó-ríC* t^JJTyOyiX^M , no estuviese subidoen un caballo, para resultar más aparente, más enfunción de Jefeele Estado, decorati vo y monumental al uso -pensaba el señor Antonio, Tonio entonces-). Hubo por la noche un Certamen Literario asistido por importantes figuraspolíticas y literarias del momento que fueatención yreferencia durante muchos años después y, también, por la tarde deese mismo día,siete deSeptiembre, la inau guración ele un hermoso grupo escolar popularmen te conocido entonces como las Escuelas Nuevas. Toniofiguraba entre el grupo eleniños como repre sentación escolar en el acto de inauguración del colegio, tras haber estaelo agitando anteriormente, su correspondiente banderita tricolorquelosniños de las Escuelas elel Gobierno portaron durante el homenaje a Castelar en la plaza que dieran su nom bre y seerigiera su monumento. Tonio, impresiona do por todocuanto acontecía a su alrededor, mante nía losojosy la mente despiertos pensando que todos aquellos momentos tendrían ejue ser necesa riamente extraordinarios. Desde su punto elevista inferior, sentado como estaba con sus compañeros en peemeñas sillasparvularias, mirabaatodos aque llos señores tan importantes aposentados delanteele él y subidos en el estrado elel salón ele actos ele aquel inmenso edificio pensado para ellos, los niños, que se adentraba en la huerta en aquel pequeño pueblo ele entonces. Exceptola iglesia, no había otro mayor, el restoele las edificaciones eran pee|ne nas casas unifamiliares ele una o dos plantas, por lo que Tonio, se mostraba orgulloso ele aquella escuela monumental de la que élpasaría a formar parte elesele el mismo momento ele su inminente apertura. Consciente elel honor, miraba embelesado, agradeci do, a los señores elel estrado buscando alguna mira da ele complicidad, ele entendimiento mutuo y, curiosamente, el señor ele mediana barba cana, atra vés de sus leves gafas, le correspondía con una son risa queejueríasersaluelo, acentuado éste con un movimiento ele mano para romperlaabstracción de Tonio eindicar que era a él a quien saludaba, Éste comprendió, yapresurado yagradecido agitó tam bién su mano nerviosamente aambos lados, como si limpiase un cristal. Al término elel acto, y al p tsar ante Tonio, lehizo entrega de una pequeña pají rita elepapel, producto ele sus manosociosas entre el papeleo ele los discursos. Este fue el único contacto del señor Antonio con don ¡vliguel ele Unamuno yque mantuvo vivo a lo largo ele su vida. El viejo profesor yrector de la Universidad eleSalamanca, desterrado durante la pri mera Dictadura del siglo, vasco, español por entra ñas, viajero ele tercera clase (aquellos viajes de noche, durante nueve odiez horas de Madrid a 1 lela, que Unamuno realizeí en aquellos vagones ele tablas), honesto socialista y existencialmente cre- .; y- .’.•’’.’• ^^ C--v. ..*-•- Don Miguel de Unamuno. por Juan de Echevarría. (Museo d Arte Moderno. Madrid). 56 vente. ¡Oh, El Cristo de VelázquezV. «¿En qué piensas tú, muerto, Cristo Mío? / ¿por qué ese velo de cerra da noche / en tu abundosa cabelleranegra / ele nazareno cae sobre tu frente? /Miras dentro ele ti donde está elreino / ele Dios; dentro ele ti elonele alborea... VI Latarde se ha nitrado a través ele laventana en la estancia dondelosrecuerdos son pasado y pre sencia.Una suave penumbra envuelve al señor Anto nio y a los objetosevocadores, cuya haz tacta ala manera de silenciosacaricia.Piensa en el profesor de Pennsylvania y en susmimetismos azorinianos, cuando, por asociación de ideas, inicia la búsqueda entreunconjunto degastados discos ele 78 r.p.m. Aparecen antiguosnombres, viejosamigos que lle naron untramo de suexistencia -y también la elel sigloveinte-. Entiempo ele jazz, ele blues,de swing, desfilan en viejas grabaciones -algunas ele ellas encontradas por azar en elRastro madrileño- nom bres como el elel increíble Ira Sullivan, el BenWebs ter Quartet (susurros ycaricias arrancados alsaxo), el Joe Newman Quartet,el inolvidable TommyDorsey,Louis Amstrong, Joe Turner, Duke Ellington, Panamá Francis, Winston Kelly, PhilBoelner, Count Basie, Lionel Hampton,BennyGoodman..., cuando, por finencuentra el discodeseado, sedirige con él al lugar elonele se halla un veteranogramófono ele maleta, testigo ele aquellas fiestas juveniles precurso ras ele posteriores encuentros guatequeros; abreel artilugio, extrae laaguja que observa al trasluz ele una pantalla ele ajado diseñocubista que enciende momentáneamente, tan sólo para comprobar su dudosa electividad; colocaeldisco sobre el plato giratorio, suavemente imprime un movimiento cir cular a la mano accionando la cuerda, cuando, acon tinuación, y tras colocarel diafragma sobreel disco, empieza afuncionar aquel asombroso invento deci monónico. Tras un breve rasgueo de laaguja sóbre la superficie elel disco -también se decíaplaca-,la estancia se llena con los soneselePennsylvania sixfive thousand, ele Glenn Miller. Con esta música de fondo, el señor Antonio se acomoda en lavieja mecedora modernista. De la cercana mesa, su mano tría -entre los diversos libros allí depositados- uno, queacercaa supecho. Es un libro ele la infancia, ya mencionado: España mi patria. Aprieta el libro sobre sí mismo intentando protegerno sabequé,y leviene a la mente el impla cable destino de esas veletas, mudablesy locas, que por eso, por ser veletas, giran ygiran de Norte a Sur, ele Este aOeste,sinsaber lo que hacen. Acaricia el libro, como ya decimos a la manera desilenciosa caricia, ymedita en lamimesis que puede haber, no en la obra Doña Inésde Azorín -que sigue descono ciendo- sino en los reflejosparejosde dos finales elesiglo. Plácidamente el señor Antoniosequeda dormido. El gramófono cesa su música y posteriorrasgueo soli tario de laaguja sobre elsurco de laplaca una vez acabada la cuerda. El libro cae de sus manos y la oscu ridad se apodera deaquella estancia elelrecuerelo con una ventana asomada a un exterior ya sin vistas. E.G.L.L 57 irtuspameide alie, ldel /nos stas, tZ,y Eneste año, el mundo de la Cultura, celebraelCentenario de la«Generación del 98»,y sería op( noparticipar de laprosa de Azorín, uno de los más destacados autores de aquelmomento literario i ño/. Aparte de decididas admiraciones, hay motivos más que suficientes que nos impulsan aofrecer l.n naje a tan significativa figurageneracional, entre ellos, la circunstanciadepaisanaje; ylambié. agradecimiento, por menciones anuestro pueblo en algunasde sus obras.Azorín, nacido en nuestro i en laparte occidental, en la literariaMonóvar, siempre llevó prendidoen lasretinas de sus ojos -lo. alma-lasazuladas porcelanas de nuestras envolventes ysignificativas montañas,algoque compartí lodos los nacidosenestos mismos lugares. Por no incurrir en faltasimperdonables, enomisiones inju abrámonos ala prosa de nuestro coterráneo,paraseguir gozando de arquitecturas perfectas,o talv en el mejor de los casos, propiciandodescubrimientos anuevas pasiones en la lectura. Este relato, queacontinuación ofrecemos, ¡leva portítulo: «Lolila, historia de una niña que se hará grande», fue publicado enel número 701 de la revista «Blanco yNegro», correspondiente alaño 1904. El mismo año del Tercer Centenario Eldense;enplenomovimiento artísticodenominado «Modernismo»; dán dose la circunstancia de emplear el autoren esta publicación y por primera vez, elseudónimo de «Azorín». Con estoasistimos a una historia donde Lolila, laprotagonista, jugando con eltiempo, traspasa barreras inactuales en undelicioso reíalo de «Be/le Epoque», ycomo tal burgués, dondeel autor, relegando reciente pasadoextremista (colaboraciones radicales,federalistas yanarquismo), se deja llevar por eso que ahora se dice «el discreto encanto de la burguesía» tan del agrado de la progresía actual. (Elpintor Méndez tifin ga, extraordinario captor de su tiempo -«el tiempo médulade la vida»- ilustrayadorna este texto con una no menos deliciosa pinturaaparecida también en larevista «Blanco y Negro», número .557, del año 1902. E. 58 Lolita HISTORIA DE UNA NIÑA QUE SE HARÁ GRANDE Por AZORÍN Cuantos años tiene Lolita? ¿Doce otrece? Ye) le digo: -Lolila, these pan-cakes are badly done... Lolita, esos flanes están mal hechos. Ellalevanta sus ojos claros, azules, grandes, ingenuos y me mira en silencio, absorta. Lolitaestáen la playa, arrodilladaenlaarena, puestas las manos sobre un diminuto cubo de lata vuelto hacia abajo. Lolitatieneel cabelle) large), sedoso, casta ño, que cae sobreloshombros yencuadra una cara ovalada conla be)ca pequeña, con lasmejillas rojas. En el fondo,el mar azul,verde, glauco, plata,se extiende en una inmensa ylumine)sa llanada. -Lolita, repitausted:Thesepan-cakes arebadly done. Lolita repite: -Thesepan-cake are badly done. Y entonces yo aparto sus manos largas, finas, puntiagudas, del diminuto cubo y voyformando flanesperfectos, simétricos, en laarena. Y Lolita los contempla sonriende), apartando de rato en rate), con ungesto instintivo, lablonda ysuave matade pelo que cae sobre sus hemibros. Y yo, en tanto que los pequeños obeliscos vansaliendo del molde, pienso que Lolita ya no tiene doce años,sinoquince, sinodieciocho, sinoveinte. Lolita ya no lleva la falda corta, ni loscabellos sueltos,ni searrodilla sobre laarena, ni pone su idealsupremo enhacer flanes. Ya susmovimientos son máspausados y sus ojos miran de e)tra maneraelespectáculo de lascosasy ele los hombres. Lolitatiene en un cajón unretrato, unas cartas, unas flores marchitas.Tal vez de tarde en tarde,esas car tas son otras cartas, yeste retrato es otro retrato, yestas flores marchitas no son las mismas flores. Pero Lolita, sea como sea,atisba tras los visillos texlos los días, y sus manos ce)rren sobre el piano y le arrancan melodías largas, ensoñadoras, melancóli cas. ¿En qué piensa Lolita? ¿Por qué está pálida? ¿Por qué estátriste? ¿Por qué seenfu rece súbitamente por unanimiedad y pasa luego tambiénsúbitamente a la alegría? Una ola rompe más espumeante, más rumorosa emelas demás, en la arena elorada. Y yo ya no veo una Lolita de quince, de dieciocho, de veinte años. Lolita tiene ahora treinta. Acaso lleva un traje de luto; su tez es pálida; caminalentamente; su talle esgrueso; un señor con lentes, con un bastón de puño ele plata; un señor que tal vez es abogado, que acaso es médico, marcha a sulado; un niño, una niña, otro niño, van delante... De cuando en cuando el señor se acerca a ella y le habla;ella muestra un 59 tenue gesto de displicenciaydice sencillamente: «Sí», obien: «No».Y cuando el cre púsculo llega, todos vuelven acasa despacio, silenciosos, como cansados, como ano nadados por no se sabe eme peso misterioso einsacudible. Yotra ola henchida, encrespada, sonora, se deshace en la playa. Y ante mí ya no está la Lolita ele quince, ele dieciocho, ele veinte ni ele treinta años. Ahora Lolita tiene setenta. Y Lolita está sentada en un sillón de gutapercha negro; enfrente, en un ángulo, se ve un piane) vieje), un piano alcual Lolita no puede acercarse sin sentir un dejo de tristeza. Y ante este piano hay sentada una niña de quince, ele dieciocho, ele veinte años, que va tocando una melodía larga, ensoñadora, melancólica. Y Lolita, que ya no se mueve de susillón, que está enferma, oye estas ne)tas tris tes,)’ elice suspirando: «¡Ay, señor!». Y en la estancia ha entrado una dama rubia, rígiela. Es acaso la profesora con quienestaniña elel piano estudia inglés. Las dos sesientan juntoa Lolita, y van char lando en este idioma.Y de pronto Lolita, tras un hondo suspiro, exclama: -¡These pan-cakes are badly done! La niña se queda mirándola estupefacta. -Abuelita -le dice-: ¿ele qué flanes estás hablando? -Esto lo decía un señor -contesta Lolita- que me enseñó una vez ahacer fla nes ele arena. Y la niña se ríe y torna aexclamar: -Pero abuelita, ¿qué tonterías estás diciendo? 60 Por JUAN DELTELLJOVER De nuevo tengo la oportunidad ele recordar através de la revista FIESTAS MAYORES cosas entrañables que imagino, amás de uno le ven drán a lamemoria alleer este pequeño artículo. Tal vez los de mi edael, sí recuerdan cómo era un domingo en los años sesenta. La verdad es que había pocas variaciones, casi siempre era lo mismo, pero lasgeneracie)nes más jóvenes no se pueden imaginar con qué intensidad se vivía un domingo por aquellos años. Y es eme, teniendo en cuenta que se solía trabajar hasta los sábados por la tarde, cuando amanecía el domingo (el día ele descanso) lo nor mal era que uno sedispusiera aaprovecharle) al máximo.Cada cual a su manera.Unosoptaban por saliral campo (lo ele laplaya era para unos pocos) pero para la mayoría cadadomingo era un calco del anterie)r. Salías ele casa, comprabas elperiódico, te dabas una vuelta por une) de los muchos «salones limpiabotas» que habían en Elela: Calle Nueva, Antonio Maura,o uno que estaba en la llamada entonces calle General Jordana, cerca del Merca do de Abastos. Al entrar, te colocaban los cartoncitos en loszapatos (había que intentar epe el calcetín no se manchara) yentre ese olorcillo a betún, se comentaban las cosas cjiíe pasaban mientras le dabas un repaso al periódico. Al acabar, salías mirándote orgullosolospies, porque llevando los zapatos limpios aunque la ropa no fuese «de marca», te sentías, como por entonces se decía, «muelao». Lascolas de los cines esperaban. Había que sacar el abono. Prácticamente todos teníamos un abonoencualquiera ele losmuchos cinesque en aquellos años tenía nuestra ciudad, ytras sacar las entradas, sintiéndote más tranquilo, te ibas al balonmano, lasemana que el Pizarro jugabaen casa. Recuerdo que comenzó jugando en el Campo Municipal ElParque, y después pasó a la sala Paz, donde habíauncine, pero que, con gra das tipo circo demadera, servía de escenario para los encuentros ejue jugaba el Pizarro en la máxi macategoría elel balonmano español. Equipos como el Barcelona, Atlético de Madrid, Grano- llers,Obras elel Puerto yValencia, entre otros, des filaron durante muchas temporadas por Elda. 61 Al salir del encuentre), era preceptivo (tras haber estado «currando» hasta el mismo sábado), tomarte un «vermutico». Podías hacerlo en varios lugares; recuerdo que en el Bar los Piratas, te ser vían unos berberechos de ensueño. Y por la tarde, la semana que el Deportivo jugaba en casa, alfútbol. Antes ele entrar, además de la entrada, paga bas una especie ele canon, que sellamaba «emble ma» que, si no me falla la memoria,estabadestina do aAuxilio Social o alguna otra entidad más o menosbenéfica. Con lasprisaslógicas, al salir elel fútbol, tedirigías al cine, a lasesión de las seis y meelia osiete. Casi siempre habían dos películas en carte lera. Antes de comenzar, elNODO, e]ue los más retrasados, llegando pegados del partido, cogía mos ya empezado. Alsalir del cine, cansado incluso de la jor nada, ya comenzabas a planear el domingo siguiente. A partir elel díasiguiente, elellunes, no habría tiempo más que para eltrabajo y ya no se pensaba en otra cosa.Sevolvía a la carga enla fábrica, en el comercio, o en la oficina, según cada cual, pero sinceramente, al menos en lo que a mí respecta, con lasensación elehaber aprove chado bien el domingo, con intensidad; pues eran tantas las ganas que habías tenido de que llegara que durante las doce horas (de las diez de la mañana a las diez ele la noche) que lodisfrutabas, lovivías ce)n unas ganas tremendas. Ahora, evidentemente, las cosas han cam biado. Quizá lo ele leerelperiódico sea loúnico e[ue continúa igual ele aquellos domingos. En lo demás, el cambio ha sido (imagino que para bien), sustancial. Lascasas de campe), los apartamentos, los coches, han hecho que Elda, sobre todo cuando aparece el buen tiempo,se quede casidesierto. Pero las gentesde aquí, seguimos siendofieles a lo nuestro. Como señalaba al principio, esta revistade FIESTAS MAYORES, en la que me permiten cola borar en los últimos años, me hace recordar gran des y pequeños momentos de mi vida, todos importantes, ysentirme unielo a Elda, como espe ro que se sienta el lector al rememorar estos tiempos. Ahora, cuando llegan las fiestas de Septiem bre, para mí lasprimeras, aunque elresto tengan un carácter más popular, siento nostalgia por todo lo vivido yaunque la vida sigue, yespero que por muchos añes, y haya que vivir la realidad del momento, me alegro de recordar. A todos, felices Fiestas Mayores. 62 DE FOTOS Por RAMÓN CANDELAS ORGILÉS La memoria seborra, lafotografía permanece. En ocasiones tropezamos con fotos ele épocas pasadas y a veces no podemos identificar su conteni do: ¿qué representan, quienes aparecen en ellas?. Entre los papeles ele mi padre, encuentro estas fotos yprogramas, e intento reconstruir su porqué ysus personajes. Algunos datos están impresos en mi memoria, porque fui testigo ele ellos; otros, a mi pesar, se han borrado con elpaso elel tiempo pero las imágenes sirven ele revulsivo para recordar;otros losdesconozco desdeunprincipio, no puedo hablar sobre ellos. Puede que alguien,al leerme, tuviera algo o mucho que decir al respecto. De todos modos,mipretensión alpresentarlas es que aviven los recuerdos, lascosas lavadas ele la memoria por el tiempo, para ayudar apasar un grato momento. Todo aficionado al llamado ’género chico’, dentro elel teatro lírico, conoce bien la zarzuela ’LA DEL MANOJO DE ROSAS’.El saínete lírico con letra de Carreño yRamos de Castro ymúsica del maestro Pablo Sorozábal se estrenó en el Teatro Fuencarral, ele Madrid, el 13 ele Noviembre de 1934, yse puso en escena en Elela por grupos ele aficiona dos en varias ocasiones. Una de ellas se perpetúa en estas fotos. ¡Mantecao helao! ¡Qué rico mantecao! En la ’Plaza Delemevenga’ de un barrio madri leño, trasladada, en un vuelo de bambalinasy tramo ya, alTeatro Castelar de nuestra devoción, se desarro lla el conflicto ele amores entre Ascensión yJoaejuín, y paralelamente el de Capó yGarita, lapareja cómi ca que hace ele contrapunto; el tipo castizo por excelencia lo encarna Espasa, que fluctúa entre camarero ycobrador de autobús, quiere entrar en el juegopero,una vez más, Cupielo es ciegoysordo, y la experiencia fracasaantelajuventud. 63 Teatro Castelar - Elda HOMENAJE a Emilio Rico Martes, día 30 de Mayo de 1961 a las 7’30 tarde y 11 noche Sepondrá enesceno elsoinete lírico en dos actos y seis cuadros, letra deCorrerlo y Ramos de Castroy música del maestro Pablo Sorozábal;bajo la Dirección delmaestroD. JoséMaríaRequena, con la colabo ración de la profesoraSrta.María del Carmen Segura. La del Manojo de Rosas REPARTO: Ascensión D.° Marina Pérez doBustamanto Clarita . . . ’ . . Srla. Carmen Vera D.° Mariana .... D.° LaloTornerodeRequena LaFisga Srla. Carolina AmoDoncella Srto. Loli Mañas Espasa D. FranciscoCandelasJoaquín D.Osear PovedaRicardo D.Enrique VeraCapó D.Jorge BellodD. Pedro Bolero . ’ . 0. Sandolio Requena D.Daniel D.Jenaro Vera Eldel monlecoo . . . D, Vicente Mañas Un inglés D. José MuñozParroquiano l.°. . . D. Roberto Sirvent Parroquiano 2.’ . ’ . D. Pascual Gil Urrcamarero . . . . Sr.Uñak Apuntodor Traipunlo D. Romualdo Guallart D. PedroRequena 23 Profesores de Orquesta, 23 Despacho de localidades en el Bar Mañas, apartir dellunes día 29 en las taquillasdel Teatro Castelar Helénica Ascensión, Tribúnica mujer... Mi náutica ilusión Naufraga en mi querer Las fotografías, aparte ele ilustrarnos la pica resca ele cambiar el’Se habla inglés... pero muy baji to’ por el ’Se habla manchego’, nos muestra a a quienes encarnaron los personajes elel saínete en aquella ocasión: Ascensión (Marina Pérezele Bus tamante); Clarita, (¡VT CarmenVera); Espasa, (Fran cisco Candelas); Joaquín, (Enrique Vera); Capó, (Jorge Bellod); apenasse ve al maestro D.José María Requena que dirigía laorquesta con lacolaboración ele la profesora María elel Carmen Segura, lacual no se la llega a ver por estar sentada alpiano. -Hace tiempo que vengo al taller, yno se aque vengo. -Eso es muy alarmante, eso no lo comprendo. Sin ánimo de desmerecer anadie, porque tóelos ponían en juego muy buenas cualidades,; Ima ycorazón, no puedo por menos que destacar la pareja cómica integrada por Jorge Bellod y Carinen Vera, que por su juventud, gracia y donaire realiza ron una interpretación de sus intervenciones eme causó gran impacto ymuy difícileleolvidar. - ChinochiÜa de mi charniqué, chipicalli ties que trajenar, que es la chipi con bullapipen, p ’al chupendi ypa chamullar. -Si me parlas como Faraón gitanilla para ti seré, porque siento que mi corazón ha nacido para ser calé. ’La elel Manojo de Rosas’ se represento en varias ocasiones en Elda. La primera vez que se puse) en escena, el papel de Ascensión lo encarna ba Carmen Bañón Alonso; Joaquín lo representaba Manuel Martinez, Capó fue puesto en escena por Genaro Juan Sirvent’elColao’, y el eleClarita. por PepitaMillán, una joven ele Monóvar que cantaba muybien, tenía mucha gracia, pero que no se iteja ba ’achuchar’ lo más mínimo por el arelorose) Cipo, aúneme no hubiere ’mala intención’, sino solo exi gencias de la puesta en escena. Estos extremos me los contaba hace poco el citade Genaro Juan, al tiempo eme me recordaba sus actuaciones en los papeles cómicos de ’La Dolorosa’ y’Los Clave les’, obras en las eme tuvo por compañera ele elíeto cómico aCelia Moreno, de presencia, genio ybis cómica ine)lvielables. El programa adjunto, como he dicho, no corresponde a la representación recogida en las fotografías. Pertenece auna función realizaela como justo heMTienaje aD. EMILIO RICO, que tanto elio a los eidenses através de la escena, yfue interprete espléndido, en muchas ocasiones, elel papel ele Joa quín en esta misma obra. Este programa nos permite conocer, junto a los personajes recogielos en las fote)grafías, la inter venciónele personas muy conocidas por elcírculo ele aficionados: Lola Tornero, Carolina Amo, Loli Mañas, Osear Perveela, Sandalio Reeiuena, Jenaro Vera, Vicente Mañas, José Muñoz ’el Sastre’, Roberto Sir vent yPascual Gil ’Tartana’. No quiero cerrar estas líneas sin hacer refe rencia a la foto que encabeza este artículo, que 64 representa alos que trabajaban en la sombra, entre tramoya. En ella -terminanelo el ’piscola bis’ que tomaban, entre las funciones de tarde y noche, en los mismos camerinos elel teatro- junto a mi padre, Francisco Candelas, que tam bién hacía las veces eleelirector de escena, y José Muñoz, estánRomualdo Gallart que actua ba de ’apuntador’, cargo en que había sucedi do a José M.’ Pérez ’Perole)’, y Pedro Requena, que lo hacía de ’transpunte’, plaza que, igual mente, había heredado de D. Luis Maestre Coro nel. Sin duela, estos personajes -al hilo de las fotos- nos dirían muchas más cosas, llenando mis lapsus ylagunas, rememoranelo los detalles, los’intríngulis’ ele telón adentro, aquellas anéc dotas solo por ellos cemocielas, tóele) leíejuc es la sal de la vida del teatro. Personalmente han estimulaelo mis recuerdos de aquellos eventos yde sus intérpretes, -unos que se fueron para siempre yotros todavía entre nosotros aunque, por supuesto, menosjóvenes- pere),indudable mente, te)ek) ellos muy queridos. Podríamos entonar, para terminar, estas frases de Joaquín: ¡Que tiempos aquellos! ¡Que tiempo perdido! ¡Que tiempo querido! ¡Que pronto se fue, para ya en la vida jamás volver! Pero afortunadamente tenemos estas fotos para ve)lver a vivir aquellos momentos y terminar con alegría: Dice la gente del barrio Cuando pasa mi persona ’Tiene carita de cielo La del Manojo de Rosas’ Elda, 20 de Mayo 1998 65 Una calle muy querida por los eidenses Por VICENTE ALARCON JUAN Existen aún hoy calles en Elela que aunque han tenido varios nombres, se las conoce más por otro distinto, con el que el pueblo, al margen ele la deno minación municipal, por elesce)ne)cimicntooinvolu- tariamente los cambió aunque simplemente sea como en nuestro caso con el añadido ele una sola letra, pero que fue lo suficiente para que el nombre con el cual fue bautizada la calle del presente ar ticule),ejue no tiene nada que ver con el que hoy está rotulada, perdiera el origen primero para darle otro el pueblo con unseñuelo que todavía pervive en la mente ele los elelenses. A la que ejuiero referirme, si hay otras en el mismo case) lo desconozco, ya que solé) tengo cono cimiento ele lacalle sobre laeme voy a hablar, que ha pasaelo por eliversos nombres, sobre texlo en razón de cambios históricos en diferentes épocas. Desde comienzos ele laprimera décadaeleeste siglo se haelesignaeio por lo menos tres veces con nom bre distinto yactualmente no conserva su nombre inicial. Mantengamos por el momento en secreto cómo se elenomina, tanto oficialmente como cual es el nombre con la que el pueblo llano sigue llaiíán- elola, esperemos que así sigua haciéndolo, yno des velemos por ahora con qué nombre seinauguró Veamos cómo se creó esta calle: Allá por los finales elelsiglo XIX y principios elelactual, Elela era un pueblo todavía pequeño pero que habíainiciaelo su despegue industrial elejanelo poco apoco la agricultura. Su conjunto urbano nacíadel barrio más antiguo pegaelo a lasfaldas ele su castillo en la parte e)puesta al cauce elel ríe) Vinalopó, pero con el paso del tiempo, alreeledor de su iglesia y ayuntamiento se fueron creanelo algunas calles eme se conformaban en elistinte)s distritos. El primero constituido por las calles ele La Espera iza. San José, Valí, Nueva, Ménelez Núñez yPierrael. El segundo seformaría por el barrio ele la Prosperidad, 66 alejándoseele élhastala plaza ele Sagasta por un extremo, ypor el otro por unas casas en su entorno anteriores a la construcción ele este que por inter mediodel tercer distrito que lointegraba lacalle Cañamona conectaba con dos grupos ele casas casi aislaelas elel resto llamadas respectivamente ElAltico ele San Miguel y un poco más separadas El Mente Calvario. Todaslas viviendas que se encerraban entre las llamadas calles principales enumeradas establecían los límites elel cascourbano y dos cru ces, la de Trinidad, situada alfinal de la calle Pierrael, yla de San Blas en el polo opuesto del pueblo, fija ban el término del misme). Pues bien, durante los primeros años elela construcción elel barrio ele laProsperidad ymucho antes ele terminarse, un abogado afincado en Ali cante llamado D. Sebastián Cid Granero, dedicado a la construcción, levantó aproximadamente ochenta viviendas distribuidas a lo largo ele una calle así creada paralela a la ele Méndez Núñez y casi a sus espaldas. Empezaba alfinal ele la calle Pierrad, se continuaba con las del barrioele laProsperidad y terminaba en la carretera general Alicante-Madrid. A lo largo ele dicha calle, unas casas enfrente ele otras, dejando en medio la calle ocalzada, unidas pared con pared con un piso baje)y otro alte), como se puede hoy todavía ver en dos o tres que seconser- van muy deterioraelas e incluso por lo menos una habitadacon sufrenteoriginal. A la elel piso bajo se accedía yaccede por una puerta grande yen el extremo ele la fachada ypor una puertecita con escaleras estrechas que se bifurcaba aderecha e izquierda, con unos pocos escalones más se llegaa otra puerta que, independientemente, permite entrar alos pisos superiores que forman elosvivien das colindantes. Esta vía urbana, en el transcurso ele su devenir, tiene hechos que merecen resaltarse; voy adescri bir elosele ellos. En el año 1925, como la industria del calzado en auge, necesitaba mano ele obra ferá- nea y Elela era un continuo goteo ele personas ele otros pueblos en busca eletrabajo, casi todas estas vivienelas fueron habitadas por familias eleAlmansa y,como al parecer, las ocuparon con muy poco intervalo ele tiempo, a los eidenses les causó gracia ycon cierto gracejo se rumoreaba por todo el pue blo: «Qué barbaridad, ¿habéisvisto? ya estánasenta dos en su calle ’la avalancha ele Almansa’. Paso a relatar el segundo; resultó que por los años 1930, más o menos, serealizó un censo depoblación en Elda y a esta calle se le concedióelprimer premio denatalidad, porque cada familia eleestos hogares teníacomo mínimo cuatroocinco hijos, con lo que la cantidad de vecinos que sumaba la por ahora innominada calle, sobrepasaba la respetable canti dad ele más ele trescientos cincuenta ocuatrocien tos. En fin, para terminar, hasta hace pocos añe)s era una calle tan importante ejue por ella pasaban las procesiones de Semana Santa yen septiembre las ele los Santos Patronos. El día 6 de abrilele1902 se inauguró estacalle con el primer apellido de su constructor, por lo tanto se rotuló como «Calle ele Cid». Ya hemos des cubierto parte del secreto que seguramente para muchos deustedes que han leído hasta aquíno lo era, pues fácilmente se podía adivinar, pero conti núo, pues con esto no se termina mi relato. Seguramente con el paso de los años los eiden ses que por ella transitaban, asociaron su nombre al del monte emblemático que domina nuestro valle dedicadoalCid Campeador, imbuidosde esaleyen da tan hermosa que cuenta que estando montado ese guerrero sobre su caballo Babieca en la cima elel monte que luego llevaría su nombre, dio un salto tan grande que cruzando por el aire todo elvalle fue aposarse sobre una roca del monte de Bolón quedando hoy todavía visible la huella de una mano opata de su corcel. Yo creo que los vecinos ele toda la población relacionaron al nombre de lacalle, el ele dicho personaje histe)rice porque viendo cada día su monte elel Cid con solo levantar la vista un poco, los eidenses dieron por sentado que a él se dedicó elesde el principio, de modo que incluso actualmente, si alguien eme no conoce su ubicación en el pueblo le pregunta aalgún transeúnte lo hace ele la manera siguiente: -¡Por favor! ¿Me puede indicar elonele está la calle...? Y dice el nombre actualele lamisma, ejueunas líneas másabajo divulgaremos. El preguntado, casi con seguridad, responde: -¡Ah! me pregunta usted por la «Calle elel Cid» que ahora tiene otro nombre- y le explica, aconti nuación, por dónele pueele llegar a ella. Como al principio ele este escrito la he resalta do sinnombrarla, ahora lohago diciendo que de la «Calle ele Cid» así bautizada, a la «Calle del Cid» sólo hay lavariación de una letra:una simple ele que parece no tener importancia, pero vaya si la tiene, su significado cambia totalmente. A mí me gusta decir la «Calle elelCid», como desde hace años la venimos llamando todos los eidenses, yno «Calle ele Barberán y Collar» como hoy está rotulada,y no menospreciando a D. Sebastián Cid Granero, tampo co emiero prescindir de ponerle ala de entre esta y su apellido Cid una ele, espero que me perdone ejue lo acepte como una tradición elenuestro pue blo impuesta por el pueblo ypara elpueblo, ysepa ejue lacalle que él creó, hasta ahora, tiene una vida muy larga, con una interesante historia en la cual él va incluido. 67 PLAZAS.RECUERDOS Y ALGUNAS CONSIDERACIONES Por MIGUEL BARCALA VIZCAÍNO Un acontecimiento, no exento en principio ele polémica encuanto a suubicación, hatenido lugar en Elela durante el mes de febrero ele este año. Por fin un monumento dedicado al zapatero ha sido erigido en unpunto ele la población, obra elel escultor elelense Alejandro Pérez Verelú. El lugar elegido, después ele varias propuestas que sebarajaron endistintos luga res, fue al fin una plazuelasin nombre propio,anexaa la Plaza de los Trabajadores elel Calzado. Es más que probable que con el tiempotermine por llamarse «del monumento alzapatero». Recuerdo el día en que una gran grúa posó el monumento en la base convenientemente dispuesta. Como recuerdo el día en que el plástico negro que cubría lasfiguras, fue sustituido por una tela roja para suinauguración, hecho que tuvo lugar el 13 de marzo deeste año noventa y ocho, con elbeneplácito de numerosos eidenses que no quisieron perderse el momento histórico. Siemprees unacircunstancia históricapara la ciudad cuando surge un monumento onace una nuevaplaza. Sencillamente porejue son lugares que danpersonalidad y embellecen laciudad. Porejue se convierten en unlugardereferencia, en una zora ele esparcimiento, en un punto de encuentro. Todas estas consideraciones, producto elel naci miento ele un nuevo monumento y de la reactivación ele una plazuela que, seguramente,nuncasospechó albergaría el máximo símbololaboral ele laciudad, me hizoreflexionar en la suerte que han corrido determi nadas plazas eidenses. Tenemos en Elela plazas importantes, jardines emblemáticos ejue han soportado elpaso ele los tiem pos, sufriendo en algunos casos la mano «mal parida» ele los devastadores que lasensucian yeleterioran [mal haya sea! Y por otra partela acción deciertas reformas que, en algunos casos, han devaluadosu belleza primi tiva. Al hilo de todo esto,heelegido cinco plazas que me sugieren recuerdos, ciertas reflexiones mu por 68 encima.Sin pretensiones eleinvestigación eleorígenes, ni fechas, ni consideraciones históricas. Escurioso, oquizás normal, (no sé...) que todas ellas hansido objeto elecambios, remodelaciones, más o menosacertadas, aunquetampoco ha}’ porquégene ralizar. Comienzo con las plazas ele la «Constitución»y la del «Sagrado Corazón», denominadas popularmente otrora, plazas de «Abajo» (elel Ángel, ele laRepública, ele José Antonio), y de «Arriba» (Topete, R.N.S.). Son lasplazaseidenses másveteranas. Alamparo de ellas nació el comercio, tanto estable como ambu lante. No hay que olvidar queen la «Plaza ele Abajo», estaba la «CasaTienda», que teníasus antecedentes his tóricos en aquellos ancestrales sistemas feudales ele venta, en los que todos los géneros producto ele las cosechas estabangravados yaulorizaelos por el señor jurisdiccional. Con eltiempo, en torno a la plaza fue desarrollándose elcomercio, que se fue extendiendo a mediados elel siglo XIX por lacalle Colón yalrededo res. Ambas plazasalbergaron la feriaanual,ejuecada año se instalaba allí. La demolición ele la calle Colón fuedeterminante parasucambio eleubicación a otro lugar. La plaza cambiósufisonomía, y quedó totalmen te abierta por lacalle Colón, ya no era plaza cerrada. Su entorno, poco apoco, se ha ido modernizando tra tando eleconservar uncierto estilo ele edificación típi ca elelense. El derribo ele la «Casa Tienda» significóla eliminación ele unedificio emblemático aunquecon unafachada muydeteriorada. La misma suerte corrió la «Plaza eleArriba», quedejó ele ser cerrada.Quizás el derribo ele aquel quioscocentral ele antañoen el que, creo,sevendía pescado, debió representar también en su día una pérdida ele Identidad ele la plaza, no cuestio nadaentonces, quizás porque noexistían losmecanis mo oportunos. En sulugarseinstaló unafuente que, años mástarde, seríaigualmente demolida.Estaba tam bién allí el edificio de Auxilio Social.Ambas plazas han sido objeto deremodelaciones queleshan proporcio nado unanueva imagen, especialmente a la «Plaza ele la Constitución»: peatonal, con farolas «isabelinas»,y algu nosbancos ymaceteros. Con todo, continuará siendo base delcastillo en las «Fiestas ele MorosyCristianos». La otra plaza, la «del Sagrado Corazón», o la «de Arriba», está todavía amedias, sin acabar. Con una zona ele sola resderribados, en cuyo suelo todavíase puede ver el mosaico quetenían losinmuebles, yejue está sirviendo de apareamiento permitido.Lógicamente la plaza deja mucho que desear...¿por cuanto tiempo así? La tercera plaza que merefiero es la «Plaza Sagas ta», que en tiempos de laposguerra yhasta que llegó la democracia, pasó adenominarse, según figuraba en una placa: «Plaza de M.R.N.S.», siglas que correspon dían a la denominación de «Mártires ele la Revolución Nacional Sindicalista». Sin embargo, popularmente se le siguió llamando «Plaza Sagasta»,cuyonombre le fue restituido con la llegada ele la democracia.En aquella plaza que vuelvea ocupar plano eleactualidad merced a su reciente y nuevaremodelación, amediados delos años cincuenta, según recuerdo, tañía una personali dad muy especial.La plaza se alzaba unosmetros por encima ele la superficiede la calle, lo quele obligaba a contar enzonas ele su alreeledor con unos peldaños paraacceder a ella.Tenía unosgraneles árbolesy jardin cillos aparcelados ele bordillos de manises, así como bancosparasentarse demanises blancosy azules. En el centro, unafuente de estilo modernista, en laqueen aquellos inviernos, se podían ver los chorretes elehielo elel agua congelada. Era unabonitaplaza,ejueestaba rodeada por inmuebles deplanta baja y alta. Allí, elonele actualmente está situado el Banco Central, casi donde tiene su puerta ele acceso, había unas estrechas escale ras que daban acceso a la escuela ele Don Jesús. Allí 69 muchos eidenses aprendimos nuestrasprimeras letras, con Don Ángel y su hermana Purita. Entonces estaba también en aquella plaza, justo donde está Deportes Torres,el«Bar Los Navarros» que fue cuartel generalele lacomparsa ejueexistía en aquel entonces, cuyabarra regentaba el popular Antonio Esteve «El Lelo», y que teníauna buena clientela y fama por lasbuenas tapas que servía.En verano era un puro gozo tomar «el ver- mutico», «el cafetico» o «la merendica» en las mesas puestas en la calle, juntoala plaza bajo los árboles. Junto a «Los Navarros» había tambiénunaprestigiosa carnicería, la del «Gazpacho». En otro ladoele la plaza, lafábrica ele «El Música», elonele está ahora «El Club del Reloj».Justoallado puso la tienda delámparas y apara tos eléctricos Tomás Rico, uno delos precursores, años más tarde, ele la venta de los primeros «transistores a pilas» y de los televisores«Iberia».Y un personajeinde leble eleaejuella plaza en losaños cincuenta, un hom bre ejue puntual y a eliarioe)cupabaunlugar en el late ral ele la misma, próxima a la esquina deelonele ahora está lazapatería «Duver», el«tíoToni» que con su ruleta portátil se ganaba lavida jugando con los escolares y adolescentes, céntimo acéntimo, ejueapostaban a un punto ele laruleta, parallevarte el premio odejar la moneda. Aquella plaza fue finalmente demolida en 1966, y en su lugar se construyóotra, que nada tenía ejuever con laanterior. La plaza perdió supersonali dad y lo queseconstruyó le dio uncarácterfuncional, pero soso o«eiescafeinaek)», pese almonumento ejuese levantó en el centro ele la misma dedicado ala indus tria del calzado, por iniciativa delColegio elePeritos Industriales. Ahora ya es otrahistoria, la plaza volvió a ser demolida yremoelelada. El29 ele mayo ele esteaño noventa yocho, la nueva jilaza fue inaugurada con todos los honores jiorel alcalele Azorín, junto con ce)n- cejalesyabanderadas, cajiitanesyembajadores ele las fiestaseleMoros yCristianos elelenses.La «Plaza Sagas ta»sigue viva y tienenueva personalidad, recuperando ciertas señas ele identidad eleaejuella plaza ele bancos y maceteros ele manises blancos yazules, con fuente central y graneles árbolesejue muchos recordamos. «La Plazaele la Prosperidad» tenía también su empaque y al igual que «la Plaza Sagasta» estaba en alto, unos metros jior encima de lasuj)erficie ele la calle, accediéndose a ella por unos jieldaños elepiedra; gozaba de una buena arboleda, lo que proporcionaba una magnífica sombra que seagradecía, especialmente en verano, por lasgentes que en los bancos elepiedra tomaban el fresco. «La Plaza ele la Prosperidad» es donde se encuentra el «Cine Lis», en una de las esqui nas que la bordean. En otros tiempos, en ese mismo lugar, estuvo la sala «Yola», lugar elecelebraciemes ele bodas y elebailes que amenizaba entre otras, aquella «Orquesta Crosby» con su cantor Navarro. Lajilaza sufrió también el rigor de lapala, y en su lugar fue construida otratotalmente distinta, que al serrealizada jiordebajo elel nivel ele la calle, cuandollovía, la plaza seinundaba, loejue obligó finalmente allevar acabo una nueva remoelelación. Curiosamentela plazaconti núaarropada casi con los mismos inmueblesde aque llos años cincuenta-sesenta. Yllegamos a la «Plaza Castelar». La más grandey bonitaejuetenemos. Unauténtico orgullo,peroabierta a lanostalgia de los que tenemos edad elesentiría. El temjilete, la fuente luminosa, «la balsica»con el león ejuetiraba agua por laboca, La «Plaza Castelar» agluti naba enfiestas ele Septiembre amiles de jiersonas en torno aacontecimientos musicales, donde actuaban los más famosos yjiojiulares cantantes ele entonces, incluso la ójiera llege) acelebrarse allí, en una monu mentalyengalanada carpa que se montó al efecto. Las verbenas en fiestas de la«Plaza Castelar» eran famosas, ycompetían con las elel «Casino Elelense», con las de «La Playa»,ejue estaba en lacalle Chapitel, esejumaa calle San José,y las de «Las Vegas» ubicada en una ¿011a ajardinada detrás elel Cine Ideal. Años atrás, las verbe nas testeras estaban alternaelas también con las de «Las Palmeras», famoso recinto de baile al aire libre que estabasituado en lacalleGeneral Mola, hoy Ortegay Gasset, donde está el eelificio Fleming.Eltemjilete aco gía los conciertos ele la banda «Santa Cecilia», que durante el verano tenían lugar semanalmente bajola dirección elel inolvielable maestroEstruch.En losbajos deltemplete había un bar ejueservía buenas tajiasen lasmesas que se encontraban en los alrededores. Sin embargo, jiesea lanostalgia eleaquellos ele mentos que daban «sabor» a la plaza y que también «la pala» borró ele la misma, es indudable que laremoelela ción ele que fue objeto resultó, creo, del agrado ele muchos elelenses. La concha, la fuente y la exjilanada que sirvepara ser habilitada como «patio de butacas», cumplen su cometido paraelelesarrollo de distintos eventos culturales yfesteros que se celebran a lo largo elel año. Naturalmente que se habrán quedado muchos detalles en el aire. Son simplemente memorias en torno acinco plazas entrañables. Hay jior supuesto muchísimas más, como: Comedia, Dos Puentes, Luis Braille,Arejuitecto Gaudí, Cura José Amat Martínez.Pin tor Eusebio Semjiere, PauCasáis, elel Castillo, Ángel Vera, Matadero, Santiago,elel Sol, de España, Comune ros de Castilla, Salvador Allende, Ejército Español, SimónBolívar, Rosalía ele Castro y algunas más quevan nacienelo, como recientemente el «Jardín ele Amonio Gaeles», y otras ejue aguardaban su turno jiropuesto, como laele «Las Huestes elel Cadí». La «Plaza de San Antón», el «Parque de la Concor dia» y la más imj)ortante y bonita, sin duela,de los últi mos tiemjios: la «Plaza Mayor», junto con las de los «Trabajadores del Calzado», el «ParejueCocoliche», el «ParqueeleTráfico ele lasTrescientas» y la de «San Fran ciscode Sales»... merecen otro capítulo, si setercia, en una próxima página. 70 UNOS VERSOS A LA VIRGEN DE IA SALUD 1 Por M.! CARMEN RICO NAVARRO. Cronista Oficial de la Villa de Petrer A NUESTRA SEÑORA DE LA SALUD La Virgen ele la Salud Es en Elela venerada Yele tóelos adorada Por su grandiosa virtud. Con lamayor prontitud Presta salud yconsuelo En este mísero suelo. Sugracia nunca nos priva Pues elevemos con vida Todos juntos hasta el cielo. Elda consagra este elía Con la mayor devoción Y en solemne procesión Llevan con pompa a María, Pues ninguno desconfía ele su elevada virtud, Por eso la multitud Harta ele intención esquiva, Ha decir todos que viva La Madre ele laSalud. Fstos son los versos que José Brotons Cortés el Cantaoret dedi có a la Virgen de la Salud, patrona de Elela, tras la petición de un fer voroso devoto elelense que se empeñó en que le improvisase una composición en loor de tan venerada imagen, dictándole la anteriores décimas sin apenas darle tiempo apensarlas. No satisfecho el mismo devoro con las composiciones que que dan expuestas le suplicó ejue le dedicase otra nueva de distinto metro yBrotons, acto continuo, le improvisó lasiguiente: A NUESTRA SEÑORA DE LA SALUD VENERADA EN ELDA SÚPLICA Madre amorosa, Reina del cielo, Eres piadosa, Dadnos consuelo. Loshijos de Elela Loestán pidiendo, Avoz os llaman Aylos enfermos. Muy confiados Que han ele tenerlo. Y no eludamos Que puede serlo, Que por tu gracia Se alcanza el cielo, Donde gozamos Un bien eterno. Brotons, deseando complacer más y más a aquel buenamigo y vecino ejue con tanto empeño deseaba poseer algunas composi ciones sobre el mismo asunto, le dictó los dossiguientes ovillejos: Salud en Elela tenemos. Gozamos por tu virtud Salud, Tienes un trono yno celda En Elela, Dicha completa no menos Tenemos. Por lo dicho veneramos Aesta Imagen pura ybella, Que sabemos que jior ella Salud en Fíela tenemos. Madre ele Salud hermosa. Dios eterno es nuestro padre, Madre, Danos pues la plenitud ele Salud, Eres después ele amorosa Hermosa. Atina imagen tan jireciosa Que en el cielo la proclaman Por eso en Elela la llaman Madre de Salud hermosa. En este trabajo ejueremos dar ace)nocer los versos que este popular poeta dedicó a la patrona ele Fíela, la Virgen de laSalud, y 71 realizar una ajiroximación al estu dio ele la vida y la obra de un poeta popular, de un rejientiza- dor, ele un trovero nacido en Petrer amediados elel pasado siglo: José Brotons Cortés, conoci do por el apodo elel Cantaoret. Curiosamente, la primera décima de la comjiosición titula da «A Nuestra Señora de la Salud» y el ovillejo «Salud en Elda tene mos» ajiarecieron jiublicados en la revista católica eldense El Cen tenario, dedicada jior laMayordo- mía en el año del centenario 1903 a 1904 al Santo Cristo del Buen Suceso y a la Virgen Santísi ma ele la Salud. Dicha publicación consta ele doce números yen el cuaderno numere)emce,jiáginas 227 y 228 resjiectivamente, corresjiondiente al mes de julio de 1904, se incluyenambasestro fas firmadas con las iniciales FM. Posiblemente aludan al sacerdote elelense Francisco Maestre Pérez (1876-1944), que estudió en el Seminario Conciliar ele Orilmela y ocupó eiiversos cargos en varias iglesias, hasta 1903 en que fue nombrado cura ecónomo ele Busot. No podemos saber aciencia cierta ejuién fue realmente el autor ele esros versexs, pero loejue sí es cierto es que Rico García, en su obra sobre los escritores de Alicante y sujirovincia, los atribu ye aBrotons. Rico también trans cribe en su obra varias comj)osi- cienies ele Francisco Maestre Pérez aparecidas en La Corres pondencia Alicantina, 18-1-1898 yen la publicación elelense El Centenario, en laejue 110 constan dichas estrofas. En el libro manuscrito del insigne polígrafo alicantino Manuel Rico García (1850-1913) Ensa)o biográjico bibliográfico de escritores de Alicante y su provincia, encontramos una extensa ycompleta referencia biográfica sobre el poeta jietre- rense ejue intercala, además, varias composiciones poéticas elel autor que figura bajo el erró neo nombre ele José Boronat Cor tés el Cantaoret, aunque en la referida nota biográficael erudito siempre lo cita como José Bro tons el Cantaoret, siendo éste su verdadero nombre. Hemos considerado de interés transcribir la biografía de José Brotons, que recoge RicoGarcía, porque aporta datos muy impor tantes a la hora ele conocer la tra yectoria ele este poeta, al mismo tiempo ejue nos permite conocer parte de su obra que se ha perdi do en gran medida debido asu carácter oral y popular. Granparte ele laobrajioética ejue se conserva es ele temática religiosa, dedicada a la Virgen en sus distintas advocaciones locales (Virgen ele la Salud, Virgen elel Remedie) yVirgen elel Carmen). Otro apartado de su obra está compuesto-por poemas que podríamos calificarele contenido ’político y social’ en relación con laéjie)ca en ejue le tocó vivir (Canalejas, D.Carlos...). Otro hecho a resaltar es la amistad entre Brotons y el aboga do y el insigne escritor jietreren- se D. Miguel Amat y Maestre (1837-1896), através del cual el Cantaoret tuvo la ojiortunidad ele conocer jiersonalmente al polí grafo Manuel RicoGarcía, llegan do incluso adedicarle unos ver sos. También Amat escribió un artículo en el diario alicantino ’El Liberal’ del 15-XI-1892 en el que hacía referencias jiersemales a Brotons y al licor ’Alegría’ fabrica do por el ingenioso jioeta.En este artículo Amat ensalza las jiropie- elaeles curativas elel licor y el modo de usarlo. José Brotons Cortés, tan modesto como inspirado vate según Rico García, nació el11 ele octubre elel año 1854, siendo sus padres Gabriel Brotons Beltrá y María Cortés yBernabeu, modes tísima jiero honrada familia de jornaleros que apenas jiudieron proporcionar a su hijo una escasa educación literaria, puesto ejue haciendo supremos esfuerzos consiguieron que frecuentase la escuela de instrucción primaria que por entonces elirigía el respe tado profesor D. Juan Alcaraz y Puerto, quien viendo las especia les condiciones intelectuales ejue se manifestaban en su pequeño eliscíjiulo procuró sacar eleellas el mejor partido posible. Pero cuando contaba siete años de edad dejó de frecuentar la escue lapara tomar el oficie) ele jiastor, en elejuepasó algunos años, dedi cándose posteriormente, a fin de ayudar al sostenimiento ele sus padres, al penoso ymal recom pensado trabajo ele la tierra, que se vio forzado aabandonar en 1874, cuando tenía veinte añeis, a causa ele haberle cabido la’triste suerte ele soldado’, ingresando acto continuo en las filas del ejér cito isabelino durante la guerra carlista, siendo afiliado en bata llón reserva ele Alicante, sexta compañía, hastaejuefue disuelto ypasó alregimiento ele Galicia, en el que permaneció ehizo toda la campaña ele la guerra civil en el Norte durante tres años conse- cutivos. Finalizada la contienda, en 1877 pasó a continuarsus ser vicios en la reserva activa ycum plido sucompromiso con elejér cito se trasladó, ya con la licencia, a su pueblo natal, Petrer, y no encontrando en él trabajo necesa rio ejue asegurase el sustento se fue aresidir a la ciudad eleAlcoy, en laejue entró como mozo en una elesus posadas. Allícomenzó aimprovisar versos ycanciones acomjiañaelo ele laguitarra, adqui riendo por estas raras cualidades una más que regular popularidad y admiración entre los hijos ele la industriosa ciudad. En este penoso género ele viela pasó algunos años, hasta ejueelespués ele no pocos trabajos y sufri mientos vino adeelicarse ala explotación de una nueva indus tria invención suya, como es la fabricación elel renombrado licor ’Alegría’ ejue tanta fama le ha dado,resarciéndole delaprecaria situación que había atravesado su existencia. Desde muy niño, come) ante riormente hemos dicho, mostró una inteligencia nada vulgar, una imaginación asaz, viva y una inspi 72 ración jioética, natural, que era el encante) de todos aquellos ejuele escuchaban; era tal su inagotable numen yfacilidad fiara laversifi cación ya en aquellos años que con frecuencia no sólo se concre taba acomjilacer atodo aquel ejuelepedía unacomposición en todo género y metro, sino que hasta sostenía cualejuier convcrsa- ción jiolémica o discusión en verso por larga que fuese. Pode moscalificar la inspiración p éti- ca de Brotons como algo natural jiuestoejue apenas habíarecibido formación alguna. Estas notables condiciones fueron aumentando con la edad, hasta conseguir dominar por comjileto todos los géneros y todos los metros conocidos en el arte poética, con la misma facili dad ygalanura maneja Bro.ons una sencilla cuarteta ejue una quintilla, el romance que laocta va real, el difícil soneto coito la décima. También observamos que la poesía de Brotons guarda alg mas concomitancias cení la ele Francis co Juan Ganga Ager (1812-1871), jie)eta elelense conocide) pojmlarmente como ’el Seráfico’. Ambos tuvieron una formación similar, carente de estuelieis,y su jioesía es eminentemente popular fele transmisión oral, resultado ele una cultura, ele una éjx)ca yuna elcter- minaela situación social. Los elos coinciden incluso en el uso de unas mismas estrofas y metros -décimas, quintillas yovillejes- y también en cuanto ala tem itica sobre la que escriben. Así, dedi can composiciones a la Virgen de la Salud, a jiolíticosele la éjie»ca y agente del jmeblo jior todos conocida. Aunejue la jioesía ele Brotons nos resulte un tanto anticuada, facilonae incluso un jioco eursi, no jioelemos por lo poco de su obra que conocemos, elejar de ver ejue tenía unafacilidad muycsjie- cial para la comjiosición yque brilló con luz jirojiia entre los jioetas alicantinos elel siglo XIX. NOTA:Agradecemos, una vez más, a Alberto Navarro Pastor, Cronist;. Ofi cial ele la Ciudad eleElela, su est echa vvaliosa colaboración. Mira elefrente, con nobleza aragonesa yojos sombreados, brocales de un profundo jiozo sensi ble. Sentada en el borde ele una butaca no se recuesta, la espalda recta añora lasilla, no en vano entre sillas anduvo yanda el juego de su vida, y nos dice que esta vida es asimismo lineal, no pocas veces quebrada, yque, en ocasiones, jiare- ce que camina por el estrecho filo de una regla con no poco riesge). La postura erguida nos indica también que el encuentre) emjiieza con cierta rigidez, no exento de tensión, que, afortunadamente, va cediendo a medida que cruzamos lapalabra. Ayuda el grato sosiego del salón: la luz yel rumor ele la Plaza Mayor, tamizados, tenues, jx)r los cristales, nos envuelve en unatmósfera jiropiciaa la confiden cia, se jiierde el rubor de desvestir el alma. Evangelina, nace ele jiadre yeclano ymadre arago nesa, va para cuarenta yjiocos años, en Zaragoza, en las cercanías elelPilar. La mítica columna, sin duela, imprime su carácter de reciedumbre que le ha jiermitiek) resurgir mil veces de los vaivenes ele una vida sometida avientexs tramontanos, ricos en frialdades, asaltéis, engaños, laceraciones yheri das, y que, aunque sujierados, han dejado en ella un jioso eleduelas y autodesconfianza. EVANGELINA LORENZO Poetisa en Elda Por RAMÓN CANDELAS ORGILÉS ¿Si en cuanto ajjarece el luto se me adelanta el dolor, no será que en mí, Dios no halla morada asu gusto...? Evangelina, intenta sacar yofrecer su interior, con su mejor modo de exjiresieMí, la jialabra; jiero, encuentra dificultad en hacerlo, jiorejue Evangelina es autodidacta.Rompió losestudiosal alborear de la me)cedad, sus aulas han sido las lec turas ysus maestras los jie)etas. Sobre todos, Miguel Hernández; desjiués: Rubén Darío, Macha do, J.R.Jiménez y un largo etc.; y los jioetas de nuestro entorno: Paco Molla, Juan Madrona, Anto nioPotpeta, Sacra Leal, y un amplio número, que llegarona formar el grujió eleAmigos de la Poe sía. Tuvo qtieaprender, por sí sola, el uso de las jialabras, asirlas, acunarlas, engarzarlas, su sonori dad, suvalor, su medida; y las jialabras le sirven para aflorar lorecemdite) ele sus jiensamientos, de sus olvidos, sus daños, sus tristezas, sus búsque das, su luz. Evangelina, sin eluda,cernió laraíz de su nom bre indica, comunica una buena nueva o es mensajera del bien: la buena nueva de su jioesía, que nos acerca a la Buena Nueva con mayúsculas, 73 que es mensajera ele un balsame) sosegado para los espíritus inquietos, hambrientos ele infinitud. Pero, también, en griego profano, el término ’euaggélion’ designaprincipalmente elanuncio de la victoria, la jiaz. La paz que Evangelina encuentra através de la métrica; esa paz que se revoluciemó, ya va para treinta añe)s, en la prima vera de su vida, jiero que vuelve aencontrar a fuerza ele lucha, de jiartexsde)k)rosexs del alma; y que nos transmite prendida en sus versexs. Mujer de un carisma excejiciemal, tiene el don de la comunicación, escribe como siente, habla como escribe, ydeclama como habla. Y a la vez ejue sus rimas,y su boca, sus ojos orientales, egipcios, húmedos de emoción, dicen que la Luz vive en ellos, vive en ella. ’Ando buscando la luz... La luz es la cumbre, el Norte Por donde han de ir mis jmsos...’ ¡Entonces se hará la luz...! Cuando de vuelta del llanto Un resplandor en lo alto Me desvele el existir... Yya no me agravie nada, Sino la febril mirada De la Luz que habita en mí. La primera vez que oí aEvangelina, un recital en ’La Maelrassa’, no seílo meimpresionó su pecu liar manera de decir sino la trascendencia ejuelos impregnaba. Había en ellos temor, dolor, soleelad, amargura, ansiedad, pero tambiénbúsqueda, rena cer, calma, amor, yeternidad. Gran regale) encon traren un rincón ele mi pueblo una sensibilidad y una voz emparentada con losgraneles místicos esjiañe)les. ¡Que el morir sean las alas que liberen mi vivir, que quiero morir, y quiero el vivir siemj?re muriendo derramadamente en Ti!. De jironto, jierdida la noción del tiemjio transcurrido, en un rincón de la casa suena un afónice) carrillón -está averiado, dice Evangelina- y, a poco, le contesta, rotundo de campanada5, el relojele la Plaza Mayor. Ne)s dan aviso elel tempus fugii, el momento ele charla ha transcurrido y es el tiemjx) ele retirarnos, yde leer aEvangelina. AMEMOS Caminé tantas veces con pisadas tan te)qies, cjlic hoy cenisucla mi alma el placer ele pensar. Hoy rece)rre) las sombras, el ek)lor y la muerte, yya nada me turba mi destino es, amar... Que en amánele) las cosas se le antoja ami alma, que no hay nada eterne): secamente, amar... Ya ejue amánele) se vive, se edifica la vida: ytenemos la gloria, la sublime verdad; de guiar nuestms jiase)s, más allá de la vida, más allá ele los sueñexs, más allá de la muerte, más allá, más allá... 74 MUERTE, ¿QUÉ QUIERES DE MÍ? Estoymuñéndome en mí y muero ele tal manera que mi muerte es mensajera para mi mejor vivir. Hubo un tiempo en que creí ejue amar era darlo todo pero obrando ele talmodo siempre me olvidé ele mí. Todo el daño que sufrí pide su razón de vida para que ladicha mía sea quererme hasta el fin. Sea amarme en mis torpezas alabar mis desatinos pues sólo se hace camino renaciendo con presteza. Y así, devuelta del llanto yo que creí amar tanto, ante lamuerte sentí que,obrando de tal manera, siempre me olvidé de mí. 75 ANDO BUSCANDO LA LUZ Ando buscando la luz... La luz es la cumbre, el Norte por donde han ele ir mis pasos, ¡Si en el intente) fracaso! ¿A quién hablaré elel día? ¡Si mi fe se extravía entre huracanes de humo cómo podré levantarme sin saberme malherida? Anelo buscando la luz... Pobre necia que seescolíele en cuanto le asalta el alba, yse cuestiona la vida como prueba de dolor en donde dejarse herir es ya sutil tentación. Ando buscando la luz... Me lacera con su llama ysumerge mi fiel alma en un torrente ele espanto. ¿Dime vida, cuánto amo si no sé negarme nada? ¿Si en cuanto aparece el luto se me adelanta el dolor, no será ejue en mí mi Dios no halla morada asu gusto...? ¿No será que Él que es justo, siente laeluda, el temor; se cuestiona abandonarme ydejarme desolada yalcance al cielo mi voz? ¡Entonces se hará la luz...! Cuando de vuelta del llanto un resplandor en lo alto me desvele el existir... yya no me agravie nada, sino la febril mirada de la luz que habita en mí. ¡Que el morir sean las alas ejue liberen mi vivir, ejue quiero morir, yquiero elvivir siemjire muriendo derramadamente en ti! AMOR ETERNO Enverdad, en verdad te digo, «ejue nopuede ver el reine) ele Dios sino aquel que renaciere ele nuevo». Juan,cap.Ill,v.3 Yo sé que esperas ele mí que, a la luz elelEvangelio vale por cáela misterio que nos lleva al existir. Y sé que es jubile) siempre vivir sintiendo la muerte ele este frío que traspasa yllena toda mi casa de grave resentimiento. ¡Sin embargo,Amor Eterno, no muere) en ti derramada! Ya ves me tienes aquí, arraigada acáela eluda, dilatadamente herida yresucitando espantos... Vienes hasta mí alado, yyo, no alcanzo tus alas; pues siendo tan desdichada quedo imantada en elllanto. Tú, amor... elesele lo alte) me miras lleno ele calma ysostienes en mi pecho la cruz que se agita yclama. ¡Sin embargo,Amor Eterno, no muere) en tielerramaela! Necia, teirjicy engreída... así elebe ser mi vida si yo tu mano no alcanzo; que, al alcanzarla, es santo el vivir del hombre austero ejuevive sembrando elcicle) yen el morir ve la causa... ¡Que el morir sean las alas ejue liberen mi vivir, ejue quiere) morir, yquiero elvivir siempre muriendo elerramadamente en ti! 76 RENACER Ysuceelió ejuela luz me cege) con su semblanza ylloré como se llora si jierelemos nuestros jiasos. Desjiués sucedió ejue elliante) fue aliaelo ele la luz y se hize) más amargo al despertar sobre el alma ele las cosas que nos nacen. Fueron días de tormentas donde el sol amanecía yse velaba ele nuevo dáñelo jiaso al pensamiento ¿Quién soy?... pregunté a la luz; «-Una ignorante alomos del cabalk) de la vida. -Ajirende de los errores ycrécete en elelokir. -Si eletienes lo que nace quién te mecerá de nuevo. -Hoy el dolor es simiente, tuyo seráel nuevo fruto, tan solo el dolor germina sobre los ojos del múñelo». ¡Y sucedió que la luz me cegó con su semblanza yme hallé solo en aquellos ejue la invocaban llorando! SOLA ¿Quién me defiende los ojos hartos de mirar sin ver? ¿quién mitiga la sed yerta en remembranzas de ayer? No quiero recuerdos muertos alimentados en albas... ¡El alba siempre es el día, mía es la luz ysus alas! ¡Míos son los rayos nuevos elel mañana sin jiisar! No ejuiero dolores viejos. Mis pies se niegan, ¡sin más...! Ante el horizonte nuevo no llevarélo ya usado, llevaré el saber ele un tiemjio todavía no escalado. El, está jireso en mialma... yo soy quien lo debe andar. ¡He)y anclo este barco ajaelo ysola entro en mi mar! UT)i De nuestrosfondosdearchivo entresacamos algunos poemas de Carolina Gonzálvez. Son cuartillasque conservamos yque ellamisma hacíallegar a nuestras manosen los viejos tiemposde ALBORADA yen los continuados con FIESTAS MAYORES. Alguno, quizá, hayasidopublicado conanterioridad enalgún número de las citadas revistas, pero ¿quién se cansade escuchar una y cien veces más un adagio de Albinoni?, por ejemplo. En esta selecciónque ofrecemos habrá también obra inéditaque ella misma,laautora -poco cuidadora de sus escritos-reconozca yle traiga recuerdos y momentosdeinspirada y feliz tristeza, dos términos opuestos pero que en poesíase entrelazan ycomplementan. Lo dicho, música en tiempo de adagio paralos poemas de Carola, «que nos deja sus palabrascomo rosas en las hojasdel libro de su vida, ellaque quiso decirnos tantas cosas...». E. COMO ROSAS Lahora pálida hasonado vacía, el sol está muriendo entre losgrises de lamelancolía; por elcamino vieneanocheciendo. Yo tengo unos recuerdos no vividos de ti que nunca fuiste y unos años no sé dóndeperdidos en unpasado solitario ytriste. Te dejo mis palabras como rosas en las hojas del librode mi vida, yo que quise decirte tantas cosas... ycuando vengastú,estaré dormida. 77 CREPUSCULAR Fue en un crepúsculo tristeysilente, en donde solo las horas galopaban por el camino de cristal del Tiempo, con espuelasdesangre tachonadas. Crepúsculo velado por lanoche cuando en amargura se te quema el alma y es la soledad paisaje en tuentorno, horizonte sin fin de tu mirada. Fue la congoja de algo que se muere con la dulzura de la rosa blanca; aquellashorasdegalope largo, Aieron solo mías... paraagonizarlas. ALBORADA Quiero beber azul de lamañana, comulgar con la luz del universo, buscaren loproAmdo esecamino que conduce a laspuertas de loeterno. Sumergirme en lasfuentes de la vida, arder en llamaradas de luceros, vibrar en la corriente de las ondas donde fluye el rumor delpensamiento, yamanecer en miles de alboradas en la gloria sublimede los cielos. A TODOS ELLOS Que seréis para mí, mientras yo viva, muchachos de ojosdulcesybrillantes, con mágicos ensueños yapurando el placer de vivir, en cada instante. En la fuente delTiempo hemosbebido la medida cabal de nuestra historia, un sorbo de dolor, otrodeangustia y el sabor de la miel en la memoria. Puestodos formáis partede mi vida; que somos peregrinos caminando haciala eternidad lamisma etapa yen el camino nos Aiimosencontrando.. Mas de tal modo os llevo en el recuerdo, que no veo vuestroshombros abatidos, ni lanube que os cubre la mirada, ni vuestro pasoen el andar perdido; queseréis para mí, mientras yo viva muchachos en sujuventud amada; caminantes como yo en este mundo dondelas almas sonpurificadas. 78 LA SIESTA Silencio en el azul. La hora está dormida en las sumisas aceras indolentes. Vibra el árbol renacido de hojas tiernas, se reclina la flor yentre los oros se desliza el mediodía. En el aire de sedacaliente ysuave, se tiende la siesta y sueña amarillo limón, los jardines, el campo y losmontes, ladorada calle, la dulce palmera, latorre, lafuente, la risa del agua, el sol y las olas, la arena, la brisa y el amor perdido una noche redonda de luna en el mar. LA PROMESA Mianhelo de ti es místicoyproAindo nacido de los senderos de los oros de soles moribundos y en las Aientesde luz de los luceros. Mi silencio es en ti, tú eres presencia amada ypresentida, tengoel alma embriagada de tuesencia y una nostalgia azul de tu venida. De buscarte, se hizo honda mimirada, de tanto ver sin verte; sé que mi amor trascenderáde la nada, seré yo en ti, más allá de la muerte, ARTE NUESTRO pintura CAMILO VALOR ESTEVE «Nací en Elela, el 19 deJulioele1964, en casa de mi abuela», empieza elieiéndonos el joven Camilo ponien do especial énfasis en la palabra abuela. Podía haber nacido en una clínica como cualquier hijo ele vecino actual, o en la casa de sus padres, como se nacía antes, jiero no, él nació como privilegio especial en casa de su abuela.Y tuvieron que pasar nueve años para hacer algunos dibujos, tipo cómic, como hacen todos los niños con un papel y un lápiz en las manos cuando buscan exteriorizar sus sentimientos. Posteriormente, esta afición, le hizoentregarseaconcursos escolares de pintura sembrándose en sí mismo lasemilla de lo que sería su futuro profesional, amparado por las importantes influenciasquetenía cerca ele sí, como las de su profesor ele dibujo, don Francisco Esteban, coin cido ysobresaliente acuarelista. Su vocación artística en aumento durante toda la trayectoria de la E.G.B. y B.U.P., le hicieron cursar estudios ele Bellas Artes en San Carlos ele Valencia, obteniendo la Licenciatura en la especialidad ele Dibujo en el año 1987. Su curriculum,a partirele aquí son la participaciónenocho muestras ele pintura y ser seleccionado en eloscertámenes, uno en el Pintor Sorolla y otro en el Club ele Campo. Realizó una colectiva en la Caja de Crédito de Petrer, y otra en elRestaurant-Art GalleryOstauele Altea, en 1997.Es profesor en una academia privada de Bellas Artes y 4«NOCHBYDIA» (Técnica mixta, 70x50) 79 formó parte eleljurado en el certamen PintorSorolla en 1998, aunqueprincipalmente su aetivielad está dedi cada a la enseñanza en el Centro Sagrada Familia.Tiene un proyecto ele exposición colectiva para el año 1999 yestá ilustrando un libre) para el curso escolar 1998/99.Lehan publicado un comie en larevista Albo rada, diversos dibujos en revistasele Fiestas Mayores y ele Moros y Cristianosyalgún cartel paraconciertos ele música festera. Camilo, ele asjiectoevangélico (pelolargo, barba recortada en rostro ele mirada sincera) nos confiesa: «Soy figurativo. Estoy enamorado elel cuerpo humano, de sufuerza cinética yexjiresiva. Los objetos inertes no meproducen vibración alguna, a no ser que la técnica olas texturas utilizadas me llamen la atención. Me gusta que las obrasde arte esténvivas, que se muevan por sí mismas, que me involucren en la acción que desarrollan. La figura humana habla por sí misma, por sus gestos, sean levesoviolentos, aunque esos gestos y posturas desafien y rompanla recia pero flexible, natu ralezaele la anatomía en arasde la expresividad». Así observamos, en la obra de este joven pintor, una dinámica envolvente, coloristaygesticular, trasun to quizá de aquellos comicsde su niñez que intuimos marcará su futura jiersonalielael artística: que cree más en sus propias realidades, las que surgen de su cabeza que, las que la misma naturaleza estática, le puede ofre cer,sintiendo unanecesidad elecomunicación con el espectadoral que intenta hacerllegar algo ele lo que pasa en su interior.Y si hablamos elel arte actual, ele las vanguardias, piensaque:«no es campo para masas, sino «CARROUSEL» (Técnica mixta, 50x65) 1 -l •Ufe*’ -’ÉtfSfekí BrVÍ _^K~^^^V. ^^^T c’’ íá /*&£&* ^^^BgÉfe^B. tt^l ^^r ^^BHÍ^H Bft. . tu ¡li 90^’ llftlH ^m¿ �«ClUSTCh (Técnicapastel.40x60) �«LLANTO- (Técnica mixta. .iOxi-) f«LUNA» (Oleo, 81x61) �«ZÍNGARA» (Oleo. 81x61) para minorías. Las tendencias minimalistas, el arte seeuencial,las últimascorrientesejuepretenden hacer historia, son sectores elel mundo artístico excesivamen te teóricos. La gente ele a pie, profana en la materia, se siente al margen y se pierde esa comunicación tan esencial para mí, aunqueesta sea linaopinión discuti ble». Lasadmiraciones ele Camilo y sus posiblesinfluen cias las tienemuyrepartidas. Sesiente atraído sobre todo por Renoir, su obra: El baile del Moulin de la Galette tiene un encanto especial jiaraél.También Tolouse Lautrec,«que deja caerelpincel con una segu ridad envidiable».Y algunos artistas del movimiento ale mánDerBlane Reiter, como Kanelinsky. Y el mundo hiperrealista eleEduardo Naranjo.Y losmaravillosos murales ele Vela Zanetti.Y tantos otros...; nos confiesa este jeven pintor eldense, inquieto ycalmo a la vez, concentrado yextrovertielo en sentimientos de comu nicación. Y ejue hace de su vocación un camino que piensarecorrer apasionadamente, entregadoen cuerpo y alma a un arte, la pintura, en la que piensa encontrar segúndice:«expresividad, movimiento, paz, compene tración,vidayesjiíritu». «Sin embargo, a veces, obtengo intranquilidad y sufrimiento». Ernesto �«CLAVO» (Oleo, 81x61) 81 ARTE NUESTRO fotografía JOSÉMIGUEL BAÑOÑ Ya se sabe que detrás ele la máquina existe siempre el hombre y que, puestos a elucubraciones futuristas, tendrá que pasar mucho tiempo para que aquéllas, convertidas en robots, puedan sustituir el elemento humano.Esteartilugio queconforma la cámara oscura -lo que se entiendeporfotografía- ha experimentado durantelos últimos años una profunda transformación, tanto es así que, corrientemente, oímos decir referido a los nuevos aparatos fotográficos que vanapareciendo en el mercado: «esta máquina hace las fotos ella sola». Pero aunque esto ha llegado a ser unarealidada medias y el futuro siga deparándonos nuevas y profundas sorpresas,losavances de la técnica no podrán nunca acaparar ese juego emocional que se establece entre la luz y el sentimiento. José Miguel Bañón lleva muchos años siendo ese hombre tras el objetivo ele la cámara fotográfica. En ese mundo de imágenes y de las décimas ele segundo obturados, ha transcurrido todauna vida aportando a la fotografía su estro personal de hombre pulcro, sensible e inspirado a las realizaciones positivadas.(irán observador. Sabe esperar paciente y decidir el momento, el encuadre, el lugar idóneo para captar ese inst inte fugaz y preciso -lo que conformael alma ele este arte- para ofrecernos unas jilasmaciones elonele se intuye enmuchos casos una sensorialjioesía. Acorde con estas motivaciones, ofrecemosunas fotos realizadas en las márgeneselenuestro río Vinalopó.Ese cielo con esos nimbos algodonados,esas transparencias en el agua elonele se adivina la brisa.ese sugerente camino, ese árbol rosáceo,ese cruzado ele palmas sobre blanco y azul,son elementos perfectaniL-nte conjugadosen unacaptación eleimágenes más que previstas, soñadas. E. 82 83 IDIOMA INTERNACIONAL, privilegio de la música Sin que se sepa que hubierahabi do convención internacional alguna, acuerdo opacto anteautoridades mu sicales a nivel mundial,lamúsica, por condición natural, posee el privilegio ele ser el único idioma parlante que se puede leer en todos los rincones de nuestro planeta sin sufrir alteraciones, adulterios ni obstáculos que le impi dan ser leído y difundido libremente por el serhumano para sucomunica ción y diálogo entre los distintos paí ses y razas que conviven en el globo terráqueo. Su fundamento, el sonido, ele entre sus varias facetas, proviene, por una parte, elel agente físico, el ruido, al golpearentresí a elos o varios cuerpos nobles o rústicos y elel tañido ele elos artilugios un tanto sensibles para lograr ciertos tonos armoniosos. En otras por las vibraciones alfriccionar oestimular otros cuerpos hilados y flexibles condicionados atal efecto para conseguir suaves susurros adapta bles. Y en otros por el sonar conse cuente ele lapresión del aire a través ele unos utensilios oinstrumentos fabricados para tal fin, con unvalor fónico, loscuales, unidos entre sí, en franca armonía, dan forma expresiva para manifestarse en determinadas y variadísimas vocaciones con ellengua je universal de lamúsica. Es preciso, para lograr tal fin, que se redacten previamente unos signos sobre una renglonadura formada por cinco líneas rectas paralelas y equidis tantes, llamada pentagrama, sobre la que se escribe la música, es decir,los sentimientos que en cada individuo aflora en el momento ele su inspira ción por cualquier eventoíntimo: sen timentales, religiosos, amorosos, pasio nales, eleéxtasis, arrebato, paternales, ternura, etc., ocolectivas, leyendas, gestas, patrióticas, revolucionarias, exaltación ele masas, y otras ele carác ter colectivas por suidentificación consecuente. Añadiendo ala música el valor intrínseco ele lapalabra, por ende con vertido enforma para satisfacer los más intensos yvariados sentimientos Por JUAN FERRIS MONLLOR ele quien los compone a tal efecto para su gozo en su manifestación artís tica preferida, llegan en un segundo término, con su palabra musical, a quienes se identifican espiritualmente con ésta oaquélla composición que refleja tal o cual sentimiento,siendo éstasegunda posturalaejue preconiza su privilegio ele idioma universal, apa reciendo consecuentemente la presen cia viva ele todo lo que nos rodea, y por consiguiente la manifestación cos tumbrista más sublime ele nuestro ser, carácter ysentimientos, privilegio de la música como laexpresión más pon derada y aplaudida ele cuantossonidos surgen en nuestra vidacotidiana. Por, y con éstos jironunciamien- tos, el concepto musical, es el móvil más armonioso yespiritual ele todos los sentimientos humanos sin distin ción ele razas. Es de todos reconoci dos, seanmelómanos o no, de esa par ticular historia que encierran tantísimascomposiciones, sean meno res omayores, no importa, la capta ción elelpúblicoen general, las identi fican por su carga emocional, quedándosecon el fragmento caracte rístico que les llega al alma. No en balde, la gran obra ele un gran músico, el genio por excelencia, Ludwig van Beethoven (1770-1827), queda resumi da su inmensa producción musical para el profano con elfragmento-coral de la sinfonía n.’ 9 en Re mayor, «Himno ele la alegría», por cierto, la pri mera vez que una pieza musico-vocal se interpretó al mismo tiempo en cincolugares del planeta,sitos en cada uno ele los cinco continentes de nues tro globo terráqueo (Pekín, Nueva York, Sydney, Berlín yCiudad del Cabo), los cuales se unieron asu homólogo Nagano, lugar ele la Olim piada Blanca 1998en la inauguración olímpica, para entonar al unísono el susodicho fragmento en un idioma único: elmusical. Este hecho históricoes el que ha dado culminación alprivilegio interna cional ele la música. No obstante, es ele opinión general,sin manifestación pública, que este sabor internacional 84 estaba presente en la gran familia musical, conscientes ele su universal privilegio.También es de dominio público, que tras innumerables frag mentos popularísimos, existen gr indí simas obras musicales ignoraelas por unos yencubiertas jior otros, tales como son los casos eleWolfgang ma- eleusMozart (1756-1791), cuya in nensa obra musical tiene como una el sus portadas elprolijo fragmento de su Sinfonía n.’ 40 en Sol menor K.550 1.’ Movimiento (Allegromolto);deRicar do Wagner (1813-1883), otros frag mentos de «Tannháuser» y «La alki- ria», sirven de pantalla a otra importantísima e ingente inspiración musical, previo conocimiento de la leyenda correspondiente: Peter J. Tschaikowsky (1840-1893)otrogran maestro ele granprofundidad é nica allá elonele se encontrara, y ele los más fecundos, tiene como pantalla «( apri- cho español», «Andante cantabiledel cuarteto en RE» «Marcha esUva», «Obertura solemne 1812», «Case; nue ces», «El lage ele loscisnes», etc.: otro grande ele entre los grandes, Iranz Schubert (1797-1828), apesar demorir joven (a los 31años ele edad)en menos ele15años nos dejó una t e las más prolíficas obras musicales, a jiesar ele que solamente, a nivel popular al menos, se le reconocen su famosa «Serenata»,«Ave María», «Marchamili tar» yalguna e)tra eximo «Rosamunda» (obertura) y el primer movimien o ele su inacabada «Octava Sinfonía n Si menor»(incompleta), yotros michos que por alguna que otra célebre com posición, jiojiularmente aplaudidísi ma, queda su gran obradifumiiiada, como son los casos ele: Jorge Hzet (1838-1875), que con su gran Car men» deslumhró yeclipsó su queha cer musical; Héctor Berlioz (1803- 1869)y su«Condenación de Fausto» portada de toda su obra; Alejandro Boronin (1833-1887), su«Príncipe Igor» destronó todoun reinado nusi- cal; Juan Brams (1833-1897), C n su «Sinfomía n.’ 40 en Sol menor K550» y alguna que otra danza húngara,deja ron atrás otra jirodigiosay bella vida musical; Claudio Debussy (1862-.918) queriéndose ele la técnica tradicional, rompió tales cadenas con iniciativas deacordes novísimos y revoluciona rios, siendo claros ejemplos de su pedagogía «El mar- e«Iberia’; Paul Dukas(1865-1935), caso insólito musi cal ya que, cuandounacomposición no le satisfacía plenamente,le rasgaba en varios trozos o la quemaba para que nadie pensara que se dejaba llevar por la popularidad o no sabíahacerlo mejor, y ele su corta pero minuciosa obra, cabe destacar elscherzo fenome nal de «El aprendiz de brujo»; Charles Counod (1818-1893), admirado oca sionalmente por su ballet «Fausto» y su «Ave María»:Eduardo Grieg (1843- 1907).popularmente conocidopor su «Danza Noruega n.’ 2 y el «Peer Gyn»; Jorge Federico Háendel (1685-1759) ele quien se elijo que suartemusical era tan grande como el mundo y como muestra son famosas «Water Music» (música acuática) y «El Mesías»; Joaquín Rossini(1792-1868), que de inconstante yjierezoso, pasaba fre cuentemente a serraudo ycomponer, pues no en balde, su popularópera «El barbero de Sevilla» la escribió en catorce días, «Semíramis» en cuarenta, y suinmensa yglorificada «Guillermo Tell», dedicándole un granesfuerzo, la compuso en seis meses, considerada como su obra maestra y de la ópera,y con éstos esbozos, ele entre los muchí simos casos intrínsecos a los que po díamos referirnos, no podemosolvidar los Johann Strauss padre (1804-1849) yJohann Strauss hijo (1825-1899), lla mados Johann I y JohannII, aquienes toda laobra musical ele ambos se refle jaen «el vals más célebre elel mundo», «El bello Danubio Azul» (1867), cual vals se transformó en unalegre fenó meno social.Y como último fenómeno mundial anecdótico, nos encontramos con la composición de Cari Orff (1895-1982), «CarminaBurana» (1937), referida dicha composiciónal códicecontexto poéticoycantos medievales descubiertos en la abadía bávara ele Benerdkrbeverna en 1803, compues tos en latín y alemán entrelos siglos XII y XIII por goliardos yclérigos errantes con frecuencia anónimos con temas de inspiración moral, amorosa y hedonista, que impactando profunda mente en el sentir profano delindivi- eluo de a pie, eclipsatotalmente toda la sutil obra musical de este composi tor con gran sentido elela rítmica, engendrando a la vez la melodía, cues tión que le planteóserias dificultades por conseguir ciertaestima, y sin duda el más afectado por esta circunstancia pueril, por todos reconocido, es el francésMauricio Ravel(1875-1937) por sudinámico yrítmico «Bolero». Ya en el ámbito nacional, de todos es conocido ellenguaje musicalde nuestra zarzuela, la cual se coloca comoportada, salvo algunas excepcio nes, como intrínsicamente ele un valor espiritual ypatriótico. En la mente está, como valor representativo,el que se reconozcan una ovarias romanzas o fragmentos de dicha zarzuela y se desconozca el contenido real de lo que condujoa suinspiración. Por tal o cual popular fragmento, sabemos quién esel maestro falla por «La Danza delFuego»; por el«Concierto de Aranjuez» sabemos elel maestro Rodri go: por «La torre del oro» y «La temjini- nica»al maestro Jiménez; aAmadeo Vives por «Maruxa»; aJacinto Guerrero por «La rosa elel azafrán»; aCliapí por «La Revoltosa»; a M.Torroba por «Luisa Fernanda», y tantos y tantos otros, pero el que más, y el más sinfónico de todos, quizás el más ignorado por el melómano ele a pie, es ele Don Pablo Sorozábal (1897), a quien por su obra maestra, ele un contenido sinfónico inusual en lazarzuela, «Katiuska» es su máxima expresión musical que encumbra su fantástica ydilatada empresaartística.Tras ella se encubren variasimportantes composiciones sin fónicas, un cuarteto, Heder, varias obras para piano y violín y corosvaseos, una relación que por el espacio consecuente omitimos. Puntualice mos, que apesar ele su influencia sin fónica, cabe destacar, en grado sumo, sumatiz cómico impregnado deétni capopular. Redundando sobre el privilegio musical, nos acercamos anuestro entorno local y nos encontramos con la palabra musical (que es elonele nos conduce este inesperado prólogo como planteamiento ele entrada) eldense. dándonos ele cara con el agra vanteelel poco concepto cignorancia del aficionado plenoyentusiasta res pecto a su concienciación ele las com posiciones más representativas de nuestra vida cultural. Es de resaltar la obra musical activa y escritaele Don Ramón Gorgé (1853-1925), que aun siendo foráneo alicantino, seintegró en nuestro espíritu elelense y sació su apetito musical con unas comjiosiciones llenas ele carisma elelense: tres zar zuelas que se sepa, «Perote», «El túnel» y «Rosalía» de ambiente elelense, y en laúltima se elestacan un coro ele apara doras y otro ele aprenelizas: «Himno de- 85 Bienvenida a los Santos Patronos» para coro yorquesta alcentenario ele 1904; «Gran Salve en Re menor» jiaracoro y orquesta; «Misa en Fa», un Villancico a la Virgen ele la Salud y otro alCristo del Buen Suceso; «VirgenPurísima», «Cristo del Buen Suceso», entre otras salves,villancicos yjiopulares. Tam bién nodebemos olvidar el lenguaje carismático de Don Francisco Santos Amat con sus himnos n.’ 1 a dos voces yorquesta: n.’ 2 a cuatro voces y orquesta (ofrendada a la patrona ele España,laVirgen del Pilar); otra salve n.’ 3. «Ave María» y «Villancico a la Vir gen» (sujiuestamente ala Virgen ele la Salud), un «Sejitenario a la Santísima Virgendelos Dolores» a tres voces, piano y orquesta dedicado a su queri da madre; «Himno aElda» para piano y cuatro voces; «Himno alos héroes del Rif», y un pasodoble dedicado al Comandante Ruiz Masa caído el 18 ele- Juliode1936, con algunas otraspiezas víctimas elel pecado delolvido. Igual mente es de alabar elestilo personal elelense de otro foráneo, D. José Es- truch Martí(10-11-1910 / 16-11-1982), que con su peculiar jialabramusical, también nos dejó su huella artística entre nosotros: «A mi Filomena» (1945), «Ensueño», estrenada el 1 ele Septiembre de1946; «Sulapd», marcha mora interpretada el 27-11-1949; «Deportivo Eldense», estrenada el15-4- 1962; «Vals en La menor», interpretada el 26-5-1946, «Canción ele cuna», «Tango canción», «Slow canción» «Ojos deensueño», «VicentePastor», «José Miguel Bañón» y «Elela esde ilusión» interpretadas todas ellas en un emoti vohomenaje, el 8-2-1997, a su estima da persona. Así mismo, son dignas ele mención las comjiosiciones de E.L. Constantino Marco Albert «Idella» (pasodoble) interpretada el22-12- 1963; «Sinfonía en Do menor» (jirimer tiempo), donde se ajusta su relato musical auna excursión ele dos ami gos eidenses aSalinas, ida yvuelta, cual comentario de presentación se decía «estamos seguros ele que muchos de los acentos ele estacompo sición serán un sutil reflejo ele nuestro ámbito y modode ser»; «A unaflor» He der, y otras composiciones característi cas ele su peculiarpalabra musical. Todos ellos son una muestra de la consecuencia lógica ele lo que repre senta eldiálogo musical en el senti miento humano. Todos, con su tempe ramento, pasión,sensibilidad yotras expresiones características de la humanidad, han colaborado aelevar el privilegio del idioma musical. La orquídea del espejo Por MANUEL SERRANO GONZÁLEZ Es planta que pertenece alafamilia de las Orquidáceas, es una de las más bellas de nuestra área geobotánicamediterránea. Tanto por sus colores vivos, así como por su labelo, con el cen tro azul que con el viento y el sol produce sensación a la vista de destellos producidos por un espejo, ele aejuí su nombre, efec to visual que es importantísimo en la atracción de los insectos en el momento ele su polinización. DESCRIPCIÓN YORGANOGRAFIA Pertenece a la familia botánicaele lasOrchielaceae, su nom bre científico es Ophrysspeculum. Link yO. vernisia. Brot. Posee los tubérculos subglobosos. Es una planta vivaz, glabra que la hemos podido estudiar esta primavera (mes de abril) en las faldas ele Cámara (parcela de las tontas), así como próximo a la antigua cantera de Bolón, pasada laPata del Caballo y en las proximidades de la boca elel túnel en la salida al pantano, en la ladera ele ascenso desdeel pantano a laTorretaal iniciarse elcamino de subida a la derecha de lasenda. Tiene el tallo recto o ligeramente flexuoso en la inflores cencia. Sus hojas básales son de forma oval-lanceoladas en número que oscila ele 4 a 6 unidades dispuestas en roseta; alguna hasta de 10cms.de largo,sus hojas caulinares son envainadoras,muy reducidas. Su inflorescencia es una típica espiga muy laxa. Flores ele ta maño mediano, de sépalos oblongos ycolor verde claro. De pétalos lineares, ondulados y color verde amarillentos son glabros. Posee un vistoso labelo oboval, villoso de unos 10 mm.de largo y 12 mm. de ancho;es entero, ele color púrpura al princi pio y posteriormente amarillento marcado hacia el centro por dos líneas paralelas azules yglabras, unidas en su mitad por una línea transversal del mismo aspecto y color, que forma el espe culo azulado yvistoso, de ginospermo arqueado yantena aboya da.Posee su ovario glabro y ele forma cilindrica. El labelo es anchamente obovadoy marcadamente trilobu lado, ligeramente convexo, viloso, púrpura oscuro, raramente pardorojizo, Lóbulos laterales, oblicuamente oblongos, obtusos, inflexos oaproximados allóbulo medio, la zona media púrpura oscura o pardo rojiza rodeada de una banda amarillenta yprovistos en sus márgenes de pilosidad abundante pardo-púrpura opardo-rojiza. Su lóbulo medioesobovado con frecuencia marginado, ligeramenteconvexo, de margen revoluto,densamente viloso, pardo-purpúreo. Su especulo entero y centrales amplio de color azul metálico, con una ligera banda estrecha marginal y amarilla. Sus gimnospermoobtuso no tiene apículo. Esta especie tiene elos subespecies:a) Subp. Speculum y b) Subp. Lusitanica. COROLOGIA YECOLOGÍA Aunque es una especie habitual de prados claros en los carrascales ysotos ele ríos, principalmente choperas, las hemos localizadoenzonas umbrosas ele lasladeras húmedas con abun dante fondo elel Pantano de Elela, Umbría de Bolón entrañapor larambla de la Melva, y en las zonas umbrosas ele laUmbría de Cámara por la parte de la entrada aCámara, así como por la parte posterior alCaserío, junto con las otras cuatro orquídeas que ya habíamos catalogado anteriormente en Cámara }que publiqué en la revista Fiestas Mayores. Florece de abril amayo. ANOTACIONES HISTÓRICAS Pedanio Dioscórides Anazarbo, nos describe algunas orquí deas en su libro «De materia médica y venenos mortíferos con los nombres de «Testiculus» «Tcsticulusalter»,«Compaion», «Satyricon», «Trifolium», «Satyricum basilicum» y«Cynoforsis», y Andrés Laguna en el siglo XVI lesdenomina a todas como com pañones ele perro. Dioscórides dice que «la raíz de Satiricón que si se toc.i con la mano estimula a la luxuria» y mucho más si se bebe con vino. Por su parte Laguna diferencia dos variedades de Oreuíele- as, la macho y la hembra, afirmando que los árabes las llamaron «Bucheiden», este autor dice que un dracma ele polvo desi raíz bebida con vino, resuelve las ventosidades del vientre, m.iduralos tumores elel pecho, conforta la digestión y sirve atodaslas «enfermedades frías de los nervios»; la apoplejía y la gota coral, con agua ele salvia o de mejorana.Aunque él diferencia tres espe cies distintas, a todas les atribuye las mismas propiedades c urati- vas. Sibien hoy, como se sabc,se conocen muchísimas más espe cies y subespecies que en el siglo XVI, que es cuane o las describe Andrés Laguna. BIBLIOGRAFÍA1.DIOSCÓRIDES, PEDANIO ANAZARBO: Traducidadelgriego al caste llano por Andrés Laguna. «De materia médica y venenos mortífe ros». Ed.Anuers 1555. 2RIVERA NUÑEZ, D.y LOl’EZ VELEZ, G.: «Orquídeas de la provincia de Albacete». Ed. Institutode Estudios Albaceteños de laExcma Diputación deAlbacete. Albacete 1987. 3.VALDES BENITO/LALAVERA S.y FERNANDEZ GAUANO, E.:«Fíera Vas cular deAndalucía Occidental». T-3, Ed.KetresEditores S.A. Barce lona 1987. 4.VAN DER SLIJYS, M.yGONZÁLEZ ARTABEJ.: «Orquídeas de Na.arra». Ed. Diputación Foralde Navarra. Burlada. Navarra 1987. NarcisoJunquillo.Autor M.S.G. Orquídea del espejo de Cámara, Bolón y Pantano de Elda. Autor M.S.G. 86 Viajes por la memoria ni inr, Iniciamosesta nueva sección visual-consusañadidos ya veces oportunos comentarios-, la cual podrá ser ofrecida con fotografíasu otros tipos de ilustracionesprocedentes de nuestros archivos, aunquetambién podrían acogerse aportaciones fotográficasactualeso añejas de cierto interés localque cualquier eldense conserve y desee ver publicadas.Aun que sequiera observar ciertas analogías ante parecidas circunstancias,en verdad que, ésta, es una vieja idea que venimos arrastrandodesde los tiempos en que la revista «Albo rada» era la genuina portadorade lasfiestas septembrinas, talcomo iniciamos en el número 14 de dicha revista, año 1968. Hoy, por fin, hacemos realidadestemantenido deseo con este reportaje pilotoesperando sea del agrado de nuestros lectores. E.G.LL. Año 1855 Don Juan Rico yAmat publica este año —en dos ediciones sucesivas- su obra «Diccionario de los Políticos». La proyección de ésta queda reflejada en la tercera edición efecttiada más de un siglo después, en el año 1976, cuando los nuevos políticos surgidos de la transición buscaban urgentes y necesarias fuentes aleccionadoras. Recordemos que, donjuán, nació en Elda el 29 de Agosto de 1821. Marchó joven aMadrid donde hizo estudios de abogacía en la Universidad Central. Notable autor teatral de su tiempo, cosechó numerosos triunfos en la poesía dramática. Ocupó distintos cargos políticos ypublicó el periódico «Don Quijote». Como nota curiosa haremos constar que es el autor de una «Embajada de Moros yCristianos» destinada a Alcoy, donde todavía es representada. Murió el 19 de Noviembre de 1870. 87 ti* , . FINALES DEL SIGLO PASADO Don Emilio Castelar en su ocaso, en una fotografía que pudo ser la última de su vida, acompañado de sus amigos de Sax. Murió en San Pedro del Pinatar,el25 de Mayo de 1899, año que nos hace recordar el inminente centenario de su óbito. Aprovechamos tal circunstancia para recordar alos eidenses una efemérides que de ningún modo debe pasarnos desapercibida. (Foto procedente de la familia Valera). 88 ggaigga^EUg&gi&gfeaB&S&gBag&áfegife^i&^te^S’ ¡SZ .r-&! •^ ^gs && sftaafo ^ *&-«& o& c£5, a& .*&Ata g&i cgfr t&;tute cfls a£& i&i r&: a&c£a; AÑO 1897 Mí Viajando por el internet de la memoria nos sale al paso los inspirados versos que Francisco Maestre Pérez escribió desde La Habana, en plena guerra contra los EE. UU., dedicados ala Virgen de la Salud. Aunque publicados ya en más de una ocasión, su atracción es tan grande y el momento tan oportuno, que es imposible sustraerse ala tentación de traerlos de nuevo a este recorrido por los recuerdos. En aquella Cuba —que aún sigue en el pensamiento con sus añoranzas ysus querencias—, un eldense de hace cien años consigue mantener viva la sencilla llama de emotividad. Los factores físicos cambian, los sentimientos, por el contrario, tienen más largo plazo de caduci dad, ¿Alcanzará éste hasta el año 2098? ¿Habrá alguien, entonces, que exhume del pasado —nuestro presente— el recuerdo de Francisco Maestre Pérez relacionado con el segundo centenario de la independencia cubana? ANO 1923 En «El Parque», lugar de atracciones eldense y futuro escenario de los triunfos —las adversidades no cuentan- del recién nacido «Club Deportivo Eldense». ¿Quién siendo de estos lares y habiendo amasado ya una buena cantidad de años podría reconocer asu progenitor entre los varones del grupo? Yo reconozco al mío, el quinto, contando por la izquierda, el de la chaqueta clara. ¿Alguien más apuesta alas identificaciones? **-’ ai 90 ANO 1932 «Las Escuelas Nuevas» en el año de su terminación. Todavía no ha sido colocada la verja del patio yaún se observa material de la obra representado con esos dos bidones de albañileria. En los extremos laterales de la foto se aprecian pequeños fragmentos de monte y campo que indican el extrarradio donde fueron edifica das. Lugar donde nuestros recuerdos convergen, cuando miramos muy hacia atrás, sin ira, naturalmente; con mucho amor, más naturalmente, si cabe. . 91 ’-•- AÑOS 30/40 Ante la reciente puesta en escena en versión recordatoria de la nueva «Plaza Sagasta», nos es propicio ofrecer unas viejas fotografías evocadoras de aquella otra plaza de nuestros sueños. En ellos, perdidos, se difuminan la fuente román tica, aquella algarabía de pájaros en los umbrosos árboles ala caída de la tarde, y las rosas copiadas del jardín sobre las mejillas de aquellas muchachas que fue ron. 92 NAVIDAD 1943/44 Ofrecemos información gráfica de la Primera Exposición de Pintura Colectiva celebrada en Elda. Fue ofrecida en el Casino Eldense por los ««Amigos del Arte», grupo de amigos pintores que tuvo su sede en la calle París a instancias de Gabriel Poveda, quien actuaba de mentor. Para tal ocasión Osear Porta hizo cari caturas de los participantes, donde aparecen en la foto grande, de izquierda a derecha: Rigoberto Román, Margarita Pertejo, Marino Nieto, Tomás Pellín, Ernes to García, Felipe Navarro, Joaquín Planelles, Juanito Mira, Manuel López y Gabriel Poveda. Falta la de Alberto Navarro, también concurrente aesta primige nia muestra de pintura eldense. (Fotos de Sirvent) ANO 1951 Sugiere esta coloreada fotografía aquellas mañanas de domingo, apacibles, sin ausencias (el «seiscientos» presto para emprender su cultura disgregadora); con gentes trajeadas -«mudadas», como bien leemos en otro apartado de esta revista- saludándose unos con otros, pues todos se conocen; paseando su rutina alrede dor del templete neoclásico donde la banda Santa Cecilia ofrecía sus conciertos; con la espléndida rosaleda decorando con sus fragancias ycolores nuestra juven tud en aquella plaza de Castelar sumida, como tantas cosas, en el recuerdo. 96 AÑO 1954 Día 25 de Octubre, festividad de los Santos Crispín y Crispiniano. Los zapateros eidenses festejando asus gremiales ySantos Patronos: romería, procesión, carre ra ciclista, gachamiga..., etc. (Fotosdelautor). iíSr ’•’ 97 1P ’.** 98 ANO 1973 Los Festivales de Opera promocionaron el nombre de Elda en el mundo de la música. Excepcionales figuras fueron escuchadas por estos pagos, pero eran espectáculos de élite frecuentados por una mayoría de esnobs que difícilmente conectaban con aquellos primeros tiemposdemocráticos. Noobstante, deaquel periodo de la lírica ydel glamour nos quedó un sedimento de auténtica venera ción a la música grande: losnuevos Amigos de la Opera, abnegados yfervientes impulsores actuales por dotar a nuestro pueblo de la necesaria cultura musical. (Fotos Carlson) •. r( 99 V ’ ANO 1979 Escenas políticas de la transición eldense. Rostros que protagonizaron aquellos momentos históricos. El poder, que como el dinero, no cambia nunca su signifi cado, pero sí de dueño. Y el tiempo, que pasa, ylentamente todo queda converti do en campos del recuerdo donde poder encaminar nuestros curiosos pasos. (Fotos Carlson) *££&’ 100 101 Miércoles, 25 do abril 1904 INFORMACIÓN 1 % •T — *¡.1 )j ’.’ Lanonada ganadora 30 artos de historia local Hoy se presenta la solicitud de huelga en el calzado Las centrales sindicales CC. 00., UGT y USO pre sentan esta mañana en Madrid la solicitud legal para la convocatoria delas tres jornadas.de paro, anunciadas la paasaa semana, ante lapostura de iapatronal FICEen lasnegociaciones del conve nio colectivo, calificadas por los sindicatos de in transigente»Las jornadas de huelga han sido convocadas por las tres centrales sindica les para lospróximos días 9, 15 y16de mayo, siem pre que FICE persistaensu actual actitud de no aumentar el incremento salarial en más del 7,5% y mantenga su negativa de no negociar otros puntos de la plataforma conjunta. Durante eldia de hoy. centrales ypatronal vuel ven areunirse en Madrid para proseguir lassesiones de trabajo sobre elconve nio. Esta reunión esdecisi va para confirmar o no la convocatoria de huelga. A la vez, los sindicatos este mediodía setrasladarán al Tribunal Centra! de Tra bajo para recibir informa ción sobre el fallo del recurso presentado por la patronal ante lasentencia de Magistratura que igua laba las tablas salariales de las mujeres. F.R. Con más artículos de investigación y litera rio¡ La revista «Alborada» seré renovada en su totalidad Un motorista herido de gravedad por un turismo El joven José Poveda Verdúresultó ayer herido de gravedadcuando la motocicleta que con ducía colisionó con unu Berlina en la calle Gran Avenida a la altura del cruce conGeneral Yagua.Alparecer, el choque se produjocuando laBerlina intentó girar ala izquierda sufriendo el conductorde lamotocicleta un golpe en laespalda con posible traumatismo dorsal .loseAntonio Jiménez de AÑO 1984 «Alborada», la revistaeditada por la comisión de fiestas del Ayuntamiento eldense, va a sufrir una serie de modificaciones que imprimirán a la publicación un caris nuevo y completamente diíeronto al que ha venido teniendo a lo largo de los últimos años.Dentro de ese aire derenovación que se le va a inculcardestacala ausencia de sus anteriores rectores, un énfasis especial en un nivelinvestigador y una exigente cabdadliteraria, librándose de la carga de anuncios. Estas modificaciones traeránpolémica por que algunas personas piensan que su estructura actual no debemodificarse. La revista «Alborada» sale ala luz en el mes de septiembre con motivo delas fiestas mayores de la ciudad enhonor a los patronos, el Cristo del Buen Suceso y laVirgen de la Salud, yprecisamente pora esas fechus contaré con un conte nido muy distinto ul de anteriores números. Unos cambios que pre tenden darle otro cariz. «Nos hemos dado cuenta de que no cumple el papel de anunciador de las fiestas, sino que por oíalto prestigio de sus artículos era una fuente de conocimiento de lor. temas de Elda» comentaba a INFORMACIÓN el concejalde Cultura. Luis Torrcgrosn. Proyecto sin terminar El proyecto, que no está completamente ultimado, girnrá entonio a untemnmonográfico en cada revista, temas porsupuesto eiden ses.o a lo sumo, comarcales, desde varios puntos devisto operspectivas que irán conjuntados con otros artículos mas generales. La revista nocambiara denombre y se publi cará dos veces alaño. uno onsep tiembrey otra entomo a los meses de la primavera (marzo.,abril o mayo).La edición de septiembrecontará con una separata consti tuida por el programade las fiestas patronales, sin artículos, yseriamás grueso que el simpletriptico anunciador de los actos ymejor editado. La revista puede perder carác ter popular y por esas ramas andan los detractores del cambio. Precisamente este cambio coincide con elrelevo de los «alma mater» de la revista: Enrique García Llo bregat yJosé Miguel Bañón. «Nosotros estábamos cansados do hacer larevista ypedimos el rele vo dealguien quequisiera hacerse cargo do la misma y eso ha coincidido con los cambios que sepre tenden efectuar», señalaba Enri que García. «Nosdijeron quequerían que siguiéramos colaborando con la revista pero de momento no nos han vuelto adecir nada». «Una aberración» Mucho más contundente ypre ciso es Jenaro Vera, presidente déla Junta Centra! do Moros y Cristianos. «Me parece una aberra- , Por deseo municipal la revista ALBORADA cesa en su cometido de ser la portadora de las Fiestas Patronales. Como consecuencia de esto surge la revista FIESTAS MAYORES, que con este número cumple sus primeros 15 años. (Quince velas para una tarta de cumpleaños con facultad de apagarlas con un soplo formulando un deseo). ción sin objeto el intentar osa transformación. El Ayuntamiento siquiere, puede hacer una revista en cualquier feche del año pero que no quiera cambiar el sentidode «Alborada». El representante cualificado de los Moros yCristia nos que formaba pone de la Comi sión deFiestas precisamente al recibir elpremio de la Diputación a la mejor revisto de fiestas, con testaba a la falto do calidad y al exceso de anunciantes así. «¿Qué no tiene calidad? Ahí escriben Francisco Molla, José Miguel Bañón, Rodolfo Guarinos, Ernesto Garcia Llobregat... Una calidad que para los de Elda nos sirve. Ami me sirve como calidad literaria eintelectual».Respecto a los anuncios, «efec tivamente hay un gran número pero no se puodensuprimir porel precio de realización de larevista. Alos anunciantes no les molesta estar en larevista». La descarga de publicidad es uno de los objetivosde los actuales rectores municipales sin que se sepa si este factor incidirá en elprecio del producto.«Dependeráde los costes, pero con respecto a su carácter popular tengo que decir que el Ultimo número la gen tesólo se llevó la mitad de los ejemplares. Eso si nos lo podían de muchos institutos, de laUniversi dad, y dovarios lujaros más inte resados por los articules que se publicaban». En esto aspecto tamo eldirec tor como el secretario unterior pensan que perderán ese cariz popular si seincide en los temas delainvestigación o más estricta mente literiarios. Ellos están satis fechos del cometido realizado con el objetivo de tratar ytocar todos los temas eidenses a lo largo deloe dieciséis años que ellos estuvieron alfrente de la revista, después del cual pensaron que era necesario un relevo en lodirección. «La revista «Alborada» hacum pudo otro ciclo desde susorígenes. Primero se editaba como progra mo de fiestas, después tuvo un carácter diferente con pretensio nes mucho mayores ycreemos que ha llegado alfinal de esta etapa. Pienso —afirma Torref.rosa— que hay que realizar los cambios que sean positivo. Es la hora dehacer los ynotienen por que ser apeor. FERNANDO RAMÓN 30 años de historia La revi ;ta«Alborada» tiene su arrancuc en elaño 1954, cuando efamiliar programa defestejo adquiere condicio nes de rtvista. Apareció sin nombre hista elaño siguiente cuando a se le otorga la actual denominación deriva da, probf blemente. de Albor, revista eliense del año 1933. Enest periplo de casi 3C años. «Alborada» puede des glosar su trayectoria en dos etapas, i,i primera que abar carla lo: catorce primeros números yque corrió bajo le dirección deAlberto Navarro Pastor, i.on él colaboraron Antonio 5 ;rpcta. José Capilla Rodolfo Guarinos. Vicente Valero. Francisco Mollay Ernesto (arela Llobreeat. Será oreasamenie este últimoqiIon asuma la dirección deIr publicación aparut del año -7con José Migue’ Bañón como secretario. Las colabora :iones habituales mantienen sus firmas, que se ven ampiadas por otros cir culos di colaboradores di todos los ámbitos. La calidar de larevota lahace merece dora en •.!año 1976, de! Pri mor Premio Provincial d( Revistos de Fiestas otorgad por laD ilutación Provincial Entre ilgunas delas anéc dolos coi que cuenta la revis ta. destacan lasupresión ri, las fignr.is jerárquicas de h Nación. j-:fc de Estado, gobcr nador civil y demás en el eñe 1967 Sena laprimera revis taque 1:hiciera manteriien dosc :ar. sólo sudedicación r los «exc( sos patronos delt ciudad); :.•¡as vicisitudes qut posaron sus responsables er e! cño 6’. cuando ladesapa rición de :a empresa donde si imprimu rozó lasupresión d ese minero, aunque cor incertidunibre ytodo se en contró 1eimprenta que reaü zara elI abajo F.R {1 V. Si ioí ,{}’ k -, i 8N¿} -- lí l ( VI 1’,.yí • V •vtv. s*i ’ ?cKf , ANO 1998 Y, para terminar, dos fotografías de José Miguel, ese gran fotógrafo eldense; gran amigo ycompañero de fatigas en estas lides que nos ocupa con la publicación de esta revista. La primera, con la melancolía -doblemente conseguida con su insu perable blanco y negro fotográfico- saliéndonos al paso ante ese enorme pino seco ydesgajado en un paisaje de abandono. Un lugar pascual muy conocido por muchas generaciones de jóvenes eidenses que, al plasmar aquí su toponimia: «La Tía Gervasia», puede hacer volcar y desparramar por los suelos, el cajón de los recuerdos. 103 ANO 1998 La segunda fotografía de José Miguel -también en blanco y negro, modalidad por la que muestra especial querencia— nos muestra al árbol acosado, irremisible mente condenado a desaparecer ante el constante avance de una ciudad viva y crecedera que avanza devoradora de su paisaje. Si rebasó su término municipal por el Este, si el Norte queda cortado por el monte «La Torreta», ahora es el Sur y el Oeste mayormente la ruta aseguir, el «FarWest» a conquistar con la seguridad de que ni el río ni el ferrocarril serán impedimentos a futuros asentamientos urbanísticos. El árbol lo sabe y, dolorido, olvida sus flores de almendro en la últi ma primavera en espera del hacha que lo convierta en leña para chimeneas de «adosados». 104 Nacimiento de la Coral SANTOS PATRONOS ^ -* Por M.:i CARMEN SEGURA ^ Ante lanoticia inesperada de la desaparición del Orfeón Centro Excursionista Eldense nosencontramos con el gran problema de vernos privados de los cantos litúrgicos que esta coral venía interpretandoa lo largo de casi veinte años en las Fies tas Mayores de Elda. Así las cosas, tuve una reunión con la Mayordomíay se meencomendó la tarea de intentar el montaje de dichos actos. Nosponemos manos a la obra un grupodepersonas conun plazo máximode un mes y medio (porqueel mes de agosto es mes de vacaciones)para poder llegar a buen fin. De este grupo lashay con más costumbre en el arte del buen cantar y las hay más profanas..., pero eso sí todas ellas ofrecen su gran entusiasmo y esfuerzo para poder realizar nuestro objetivo. Como montaje de Misa hemos escogido la 1.’ Misa Pontifical de Perosi por ser la que tradicionalmente se cantaba hace muchísimos años (antes de la Misa Shubert que habíavenido hastaahora interpretando elOrfeón delCentro Excursionista). Contaré como anécdotaque esta misa está en mi posesión porqueDon José María Requelma, antiguo Director, hace muchos años antes de morir estandomuy enfermo me llamó y me hizo el gran honor deser ladepositaría de todo el material litúrgico, casi todo en manuscrito, para que lo conservara y lo llevara a la práctica. Fue un gran honorpara mí el conservarestas partituras que tanto nos han ayudado en el montaje de lamúsica de las Fiestas. Con el Coro (que hemos bautizado SantosPatronos por que para ellosva nuestro esfuezo, cariño,trabajo y laprofesionalidad denuestra orquesta de Cámara Ciudad de Elda) veremosrealizada D.M. la Salve, misas y villancicos que requieren los actos litúrgicos de nuestras Fiestas Mayores enhonor del Cristo del Buen Suceso y la Virgende la Salud. ? 105 í7) ~*^~ ijnr El nacimiento de un gran proyecto: LA FERIA DEL CALZADO EN ELDA Por JOSÉM*AMAT AMER. Director del Museo delCalzado Algún día alguienrecopilará todos los datos y las informa ciones escritas o no, que hablen de aquellos años en que se empezó a fraguar el mayor acontecimiento econó mico del siglo XX, para la Industria del Calzado en gene ral y para Elda en particular, la Feria del Calzado y la capitali dad de nuestra ciudad como sede de esas Ferias; el Final de la década de los 50 fueron años decisivos para nuestro futuro inmediato, como gran ciudad industrial y como punto de referencia en la vida zapatera. Será una historia que hablará de grandes ilusiones y de no menos sacrificios, será la historia de la creación de los primeros movimientos colecti vos para lanzar el zapato de nuestro país al mundo exte rior. De la información escrita yhablada podrá transmitirse a los jóvenes, el ejemplo y el tesón de aquellos eidenses que pusieron ilusión y coraje para hacer de este valle un lugar destacado en el mundo. Hace unos días, organizan do papeles releía una y otra vez las crónicas de aquellos tiempos, experimentaba una extraña sensación al transpor tarme auna época que apenas viví con total conciencia de lo que pasaba, pero que sin embargo percibo en algunos pasajes como si yo mismo hubiese sido testigo de lo que allí estaba ocurriendo. En Elda nacían entre 500 y 600 personas cada año, y a partir del año 1956al 1959, el promedio de inmigrantes de otras ciudades hacia Elda, esta ba en torno a las 430 perso nas. La década de los años 50 o fase de transición, como le llamaba Francisco Martínez Navarro, en el libro ’Elda 1832- 1980 Industria del Calzado y transformación social’, se caracterizaba por una indus tria que comenzaba adejar la fase artesana; abocada al mer cado nacional y con tímidos intentos de exportación. Las industrias, en su mayor parte talleres que alcanzaban peque ñas producciones, abandona ban agran velocidad, los anti guos esquemas artesanos yen la primera parte de la década, iniciaban una lenta mecaniza ción que culminaría en la década siguiente. La mayor parte de las Em presas sesurtían deotros talle res para acabar sus zapatos, abundaban, por esta causa, los llamados ’terminados’, o talle res encargados de desvirar, apomazar, tintar ylujar loscal zados, devolviéndolos después a las fábricas de donde proce dían; los ’cosidos’, que realiza ban ese tipo de trabajo sobre las suelas, e incluso los ’talle res de montado’, que en algu nos casos entregaban el traba jo listo para el acabado de limpieza yembalaje. La cualificación de los trabajadores era dispar y se pasaba del antiguo maestro, que domina el proce so en su conjunto, al especia lista en un tipo determinado de trabajo o trabajos, sin embargo las categorías técni 106 cas se mantienen. Desaparece el aprendiz ’propiedad del maestro’ y lafigura del apren diz corre acargo de la Empre sa, que se convierte en ina especie de escuela de oficios para este tipo detrabajado La mayor parte de los obreros de las fábricas de los años 50 tra bajan sentados en sillas de asiento de anea, entre un ’mar’ de carros de madera yreali ’.an do la ’tarea’, con la ayuda de uno odos aprendices. La entra da en escena de la cadera-, de fabricación, la manovia o la vía, como se le conoce, con la mecanización de la mayor parte de los trabajos, pone al obrero en pie y ya al final ce la década en la mayor parte de las fábricas el trabajo se reali zaría de forma especializada y en serie. Los talleres de los primeros años 50 no conocen los nor rios de estabilización, el seca do de los almidones en el embastado requiere de horas y el calor solar; no era extraño en esos años, observar er las calles de nuestra ciudad un ’peregrinaje’ de carros de madera en busca del ’resés’ y del sol. Los tiempos de salida de zapatos de la horma se eter nizan y las fábricas para ofre cer producciones considera das como medias, entre 100 y 200 pares aldía, necesitan una buena cantidad de personal. Los trabajadores de fina de esa década perciben salarios que hoy son impensables, por ejemplo, un oficial de primera cobraba 39 pesetas al día y una aparadora considerada también de primera, 36 pts.. Las máquinas que se instala ban en las industrias más modernas, no utilizaban colec tores para la recogida de pol vos yestos se extraían a la vía pública, por medio de unos agujeros que se practicaban en los muros de las fábricas para dar salida alos residuos de las máquinas de lijar, desvirar o apomazar, entre otras; ni que decir tiene que el vapor de las colas, si se extraían, lo hacían también a la calle, como los líquidos en dispersión de las cabinas de abrillantar. EnElda, como en cualquier ciudad zapatera, se respiraba a zapa tos en fabricación por sus calles, una mezcla de suela y disolvente que daba un olor característico e inconfundible para todos los que hemos naci do yvivido aquí, el ruido chi rriante de la máquina de desvi rar, el machacón repiqueteo del martillo de doblar y el constante sonido del lijado, daban a esta ciudad un aire especial, era el aroma y el ruido deltrabajo que se perci bía en cualquier calle o plaza de esa Elda pre-íerial. La vida en la ciudad discu rría dentro de loslímites que puede ofrecer un pueblo más de nuestra provincia, algunos forasteros en busca de zapatos ypoco más... Elda era una ciu dad con un aspecto entrañable de pueblo y los barrios en expansión, hacían presagiar el nacimiento de una ciudad importante por el creciente aumento de su población y como consecuencia del desa rrollo industrial que años des pués setenía que producir. Con ese panorama descrito desde recuerdos confusos y documentado por los escritos recogidos en el diario Infor mación de Alicante y sobre todo en nuestro semanal Valle de Elda, que por cierto apare- Vista de tilda antes del desarrollo urbanístico de los años 00. ce en ese año 1956, se leeny escuchan voces por las que se pide incesantemente que el comercio del calzado acceda a otros mercados. Elda y las poblaciones de su entorno, fabrican en esos años el 50% de la producción nacional de calzado y es aquí donde corresponde crear los cauces adecuados para dar salida a esos zapatos. El día 22 de diciembre de 1956, bajo eltítulo ’¿Elda, capi tal del calzado español?, publi cado en Valle de Elda, Osear Santos González se pregunta qué hacemos desde esta ciu dad para darnos aconocer y analiza nuestra situación, com parándola con otras ciudades de Europa que supieron crear riqueza entrando en los merca dos internacionales, entre las muchas formas que el Sr. San tos propone para evitar nues tro aislamiento, sugiere la crea ción de una revista sobre Moda en elCalzado y laorga nización de una ’Feria o Expo sición a crear, con carácter internacional’, más adelante añade... ’No cuesta nada seguir pensando que todo ello daría empaque industrial a nuestra ciudad y que con la visita de comerciantes del país y extranjero, nuestros comer 107 cios aumentarían sus ventas; nuevos hoteles serían necesa rios, los meses de calma chi cha de nuestra producción serían cubiertos; aumentarían nuestras posibilidades, nues tras esperanzas...’, llega incluso asugerir que la Feria coincida en el tiempo con las fiestas de Moros y Cristianos..’ con lo que el visitante complementa ría ala razón económica de los negocios, la alegría sana de un pueblo que lo mismo que sabe trabajar, sabe divertirse cuando llega el turno.’ Esta, creemos, es la primera vez que se escri be y publica un llamamiento a la creación de una Feria de Calzados para el sector ynatu ralmente para Elda. El día 4de mayo de 1957,1a poetisa y escritora eldense Carola Gonzálvez, publica en Valle de Elda, un original artí culo titulado ’Feria de Mues tras del Calzado en Elda, 1958’, narra lo que pasó en la ciudad cuando se ’anunció’ y se ’celebró’, la primera Feria de Muestras de Cazado, los fabricantes se aprestaban a reservar los stands y la ’la ciu dad presentaba un aspecto inusitadamente animado. Se había hecho coincidir, la Feria con los típicos festejos de Moros y Cristianos...’, el escri tocontinua... ’Atraídos por los festejos y la novedad de la Feria, hubo tal afluencia de público, que apenas se podía transitar por las calles. Los stands, resplandecientes de luces, rivalizaban en el decora do para la presentación de las muestras...’’El proyecto hecho realidad, fue un éxito, yen los años que siguieron, laFeria de Muestras del Calzado, en Elda, ha logrado ser famosa, atrayen do la atención no sólo de los españoles, sino de los número- sos turistas que visitan nuestro país’. Era toda una premoni ción, Carola Gonzálvez, asu miendo el lanzamiento hecho por Osear Santos daba una crónica de una Feria que se celebraba en el año 1958, cuando todavía estábamos en el mes de mayo del año 1957; como diría un artículo publica do en Valle de Elda y firmado por Violeta el día 15 de junio de 1957, ’Esta magnífica idea, solamente lanzada con el impulso que da el amor hacia la patria chica, ha hecho que muchos de nosotros nos enzar záramos en discusiones sobre la posibilidad de llevar acabo tal empresa. No obstante, en la mente y en el corazón de todos, al ver surgir esta idea como penacho de humo negro en el horizonte, hemos pensa do que algo así llevábamos escondido en las profundida des del pensamiento, y a la mayoría nos causó la misma impresión que causaría en su tiempo el hecho... del huevo de Colón.’ Con fecha 20 de julio de 1957, en Valle de Elda yfirma do por Eduardo Navarro, se publica un extenso artículo titulado ’Feria Nacional de Muestras de Calzado en Elda’, sirviendo como documento gráfico un momento de la inauguración de una Exposi ción de Fin de Curso en laAca demia Vera, en la que se distin gue, además del conocido maestro d. Pablo, el alcalde Joa quín Martínez Campos,elCon cejal Antonio Portay el sacer dote Antonio Poveda. En el citado trabajo, el Sr. Navarro aborda la posibilidad de crear una Feria en Elda, concretando ’lasposibilidades y los obstá culos’; habla de la construc ción de un palacio ferial en una de las zonas de expan sión... ’Santo Negro, carretera de Monóvar o cualquiera de esaszonas que aún le quedan a Elda para extenderse.’ Apun ta como factores favorables: ’a) El tesón y entusiasmo que Elda sabe poner cuando quiere, yque la hace salirairo sa de las más difíciles empre sas; b) la materia prima, es decir, las muestras, que con Feria o sin Feria se hacen todos los años...y c) laposibili dad de que, mientras el rendi miento de la Feria hace posi ble la creación de su recinto propio... se pueda lograr con lugares provisionales para esta blecerla’, propone como posi bles instalaciones provisiona les, las Escuelas Nacionales, las naves de la fábrica de Los Vera o de Industria Española...’ o incluso habilitar para este objeto la explanada del casti llo.’, respecto a las fechas a celebrar, también considera las de Moros y Cristianos o las Patronales de septiembre, lle gando a la conclusión de que ’una Feria del Calzado, con muestras que ya están en los escaparates de toda España, no interesaría al comerciante...’. Como inconvenientes apunta los siguientes: ’el coste del stand... el coste de la campaña de propaganda que habría que hacer para llamar alos exposi tores yvisitantes de toda Espa ña... El carácter rutinario, rece loso y reservón, que en buena parte aun anida en nosotros, que ya ha fustrado otras inicia tivas...’ El mismo semanal Valle 108 de Elda realiza en ese mismo mes, un cuestionario sobre la campaña pro-Feria de Mues trasy que recogía las siguien tes preguntas: ¿Cree conve niente la idea?; ¿La cree posible?; ¿Que ventaja encuen tra?; ¿Inconvenientes y obstá culos?; ¿En que época del año aconsejaría se celebrase?; ¿Como cree que podría ser financiada?; ¿Que campaña de propaganda aconsejaría?; ¿Como y dónde sugiere que podría ser el emplazamiento definitivo de la Feria?. ’Elda capital del calzado español’, ese título con el que yaescribió su primer artículo en Valle de Elda, Osear San tos, lo repite en esta ocasión y casi nueve meses después, para reafirmarse en laidea de creación de esa Feria del Cal zado, felicitándose que ’el espí ritu colectivo local reaccione favorablemente a estas inquie tudes, de tanta importancia, para el futuro’, también agra dece al semanario Valle que haya asumido la idea ypase de las palabras a los hechos, el autor considera una ocasión envidiable, el poder demostrar que el espíritu emprendedor y luchador de los eidenses. es una realidad, pero advierte que para poder realizar ese sueño es necesario vencer varias difi cultades...’ Todos nos creemos suficientes para nosotros mis mos, y precisamente en ese criterio de puerta cerrada (tan absurdo y fuera de lugar en estos tiempos) estriba nues tro gran defecto, nuestro gran enemigo, contra el que tene mos la obligación de luchar y vencer.’ El Sr. Santos esboza cómo debiera canalizarse los esfuerzos para llevar la idea hacia una realidad...’ Se liará preciso la constitución de una Comisión, lo más idónea posi ble a los fines que se persi guen... que consiguiera el pla cel oficial y el apoyo decidido de lasautoridades locales, pro vinciales y nacionales; de la industria, del comercio, del particular, en fin, el de todo Elda.’. ...Lanza una serie de ideas sobre como deben orga nizarse las diferentes sub-comi- siones y las misiones que deben realizar; también vuelve asugerir lasfiestas de Moros y Cristianos como fechas más convenientes...’ Los muestra riosa exponer, sólo habrían de anticiparse muy poco en cuan to a su preparación, porque es precisamente en junio cuando se lanzan actualmente al mer cado Nacional las colecciones de Otoño-Invierno.’... Más ade lante añade...’Pese amis esca sos conocimientos sobre el mercado exterior de Calzado, casi podría asegurar que éste, aun sin conocernos, nos pre siente, nos está esperando.’, termina animando a la unión de todos yalejando la conoci da frase de ’yo me basto’, para aceptar la lucha como ’una obligación moral’. Una semana después, Valle de Elda publica una carta remi tida aese semanal por la Agru pación de Fabricantes de Cal zadodeLevante S.A., en la que tras dedicar unas bonitas fra ses ensalzando a la ciudad y a sus habitantes... ’Elda, pues, es una ciudad trabajadora, emprendedora, alegre, genero sa, hospitalaria, abierta de cora zón a todo el mundo, y tam bién un poco confiada. Confiada en su natural nobleza y en la reciedumbre de su dinamismo, de su amor inago tablealtrabajo’. ...afirma que ’puede y debe montarse una Feria de Muestras de Calzado, de Elda’... Los comentarios se produ cen en la prensa local,ya que hasta este momento lasideas y los comentarios no llegan si quiera atener carácter provin cial,y prueba de elloes que en las páginas del diario Informa ción no aparece reseña alguna aese proyecto que ya empieza a calar en el pensamiento de Un día de mercado en ladécada de los años 00. 109 muchos eidenses; el día 31 de agosto de 1957, aparece una carta al Director en el semana rio Valle de Elda, que deja a más de uno perplejo... se trata de un escrito firmado por Luis Pérez, por el que se lamenta del revuelo que están dando a la pretendida Feria del Calzado y vaticina un rotundo fracaso, además de considerarla inne cesaria... ’Francamente, los asi duos lectores de nuestro Sema nario están ya cansándose de que el mismo llene sus páginas con cosas que, al fin y a la pos tre, no han de tener efectivi dad, puesto que ese proyecto es completamente imposible que se lleve a efecto porque falta en él la mateia base; la colaboración material de los señores fabricantes del calza do...’ da una serie de razones, una de ella que no habrá nin gún fabricante que venga a Elda a mostrar sus zapatos y exponerse aque se los copien, otra que los comerciantes acostumbrados a comprar en sus tiendas, no acudirán a la Feria...’ no van avenir ahacer un gasto que ningún beneficio les va a reportar’... acaba su desafortunada carta al director, afirmando que todos y sobre ellos...’la Agrupación de Fabri cantes del Calzado, es una equivocación enorme, y si lle gara realizarse, el tiempo daría la razón, a mis opiniones.’ No hace falta otro comentario, es un claro ejemplo de un error cantado, creo que muy pocos conciudadanos de la época podían coincidir con esa carta yprueba de elloes que la res puesta no se hizo esperar; el siete de septiembre fue prime ro Eduardo Navarro, bajo el ellas el Monumento al Zapate ro o el Museo del Calzado. En ese artículo escribe... ’La Feria del Calzado es una obra de tal importancia yenvergadura que debe salir ya del espinoso campo de la polémica, para ser estudiadasurealización por los organismos a quien compe te...’. Días después, el dos de noviembre, lanza el primer logotipo que conocemos de lo que seríalaFeria del Calzado, bajo el título¿Habrá Feria?, des pués de recordar que el tema ha sido tratado en diferentes revistas de ámbito nacional, como son ’El Economista’ y ’El exportador español’, nuestro historiador local, nos apercibe Dibujo original de Alberto Navarro, anunciando laferia. título ’Apostillas a una carta. A vueltas con la Feria del Calza do’ y semanas después el propio Osear Santos en un artículo con el nombre de ’Contestando una Carta’, dan cumplida respuesta a aquel escrito. Ambos eidenses afir man con rotundidad lo equivo cado de los argumentos esgri midos y se reafimán en la necesidad de crear esa Feria del Calzado que el Sr. Santos ya denomina como Internacional. Alberto Navarro escribe ’Las palabras y los hechos’, el día 28 de septiembre de ese año 1957, describiendo y analizan do los diferentes logros de la sociedad eldense del momento yseñalando una serie de Actua ciones por acometer, entre del peligro de no llevarel pro yecto adelante con la mayor rapidez, ya que otras ciudades industriales, podrían adelantar se. En el primer trimestre de 1958,se anuncia la aparición de la primera revista eldense que planteará exclusivamente temas relacionados con la moda del calzado, la revista que años antes había sido demandada por Osear Santos y por el semanario Valle de El da, estaba apunto de aparecer yse llamaría ’Elda Creadora’. Esta revista abriría un concur so entre los modelistas para orientar los muestrarios de la temporada primavera 1958-59, los premios estaban estableci do en 1.000 y500 pesetas para 110 primero y segundo premio y diez accésit de 100 pesetas cada uno, además de otros ele consolación a juicio elel jura do, ele setenta ycinco pesetas cáela uno. El primer número trimestral salía a la luz, en la última semana del mes ele mayo, la portada es una repro ducción de un cuadro de Gabriel Poveda mostrando ana desaparecida plaza ele nuestra ciudad. Mientras Elela se prepara para un futuro por descubrir, acuelen algunos fabricantes a la Feria Internacional de Nueva York, en concreto ese año asis ten cincuenta empresas de Españay seinstala también un pabellón español,losrepresentates del sector calzado ele nuestro país han vendido eien mil pares de zapatos por un valor ele cuatrocientos mil etólares. En esta Feria se abren grandes expectativas y se cal cula que las ventas pueden lle gar muy pronto a los trecientos mil pares al año {Información 10-V-58 y 16-V-58).También en agostoy ele la mano elelrecién creaelo Grupo ele Exportae ion de Calzaelo ele Elda, se acude con tres stanels a la Semana Internacional del Cuero ele París, con la participación de catorce expositores elelenses eme José Ma Gran, que acompa ñó a la expedición en calidad de Jefe Provincial ele laPiely expositor, calificó ele triunfal participación y el periodista Fernando Gil desde el diario Información titula...’Elcalza do eldense ha admirado aEuro pa’. El periodista Sr. Tetilla, entrevistó aVicente Antón,elel grupodeExportación y tras el éxito obtenido en la Feria y como contestación de una ele las preguntas, afirma...’Soy un decidido partidiario de laFeria elel Calzaelo en Elela, y un con vencido ele los beneficios que puede ser para Elela el dar a conocer su principal indus tria.’, esa Semana del Cuero que seríala primera represen tación numerosa de Elela, estan do presentes las siguientes Empresas de Elda: José Amat Sanchiz, Vicente Esteve Pérez, Vicente Antón Martínez, Manuel Belmar Navarro, Joa quín Vera Maestre, Pablo Rizo Esteve, Antonio González Bus- quier, Benjamín Belmonte Gar cía, Rafael YusteVera, José Ara- cil Garrigós, Luis Palomares Ramírez, Viuda de Manuel Vera Bañón, Calzados Proa S. L. y FelipePeñataro yHno. S. R. C, además ele otros fabricantes ele Menorca y Mallorca. (Valle de Elda 27-09-58). De Elda, escribe Francisco Tetilla en el diario Informa ción del día 18 de marzo de 1958... ’Elda, la gran ciudad levantina, puede decirse que es una inmensa fábrica de cal zados. Tóelas sus actividades giran en torno aesta importan te industria y ele sus factorías, sale más elel 50 % ele los zapa tos que abastecen el mercado nacional, aparte ele los que traspasan nuestras fronteras’. Confecha 24 ele mayo, bajo el título ’Elda,París, Bruselas’, escribe en Valle de Elda un artículo firmado por Carola Gonzálvez, en elejue se pre gunta una vez más qué hace mos los elelenses para crear esa tan ansiada Feria, debiendo dejar aparte las individualida des y unirse para poner en marcha este gran proyecto ele futuro... ’En resumen -dice Carola- la Feria Nacional de Muestras de Calzado, no se hace en Elda porque los eiden ses no quieren’, recordando el resurgimiento de las Fiestas de Moros y Cristianos o el incre mento que han tenido las Fallas de Elela, dos proyectos que han sido impulsados por voluntad ele este pueblo. Ante ese cúmulo de comen tarios publicados elesele hace un año en nuestro semanario Valle y en otros periódicos provinciales ynacionales, el día 14 de junioE.Chinchilla escri be un breve comentario titula do ’Desorientación’, más o menos viene adecir eme ante las distintas versiones dadas sobre la conveniencia o no de realizar una Feria en Elda, le gustaría que todas las personas eme tuvieran algo que decir, lo hagan a través del Valle, de esta forma podrá darse una luz, ’esa luz ele la emeacaso, algún día pueda sentirse orgullosa nuestra ciudad’. Osear Santos, el 6 de sep tiembre, vuelve ainsistir en la consecución de la unidad entre los industriales elel calza do para alcanzar mayores lo gros, entre los eme se encuen- Ruizy una pluma anómima lla mada Equis, entre otros. Casi medio año transcurre sinejue se hable ni una palabra elel proyecto de creación de la Feria en Elela, el 28 ele febrero ele 1959. Eduardo Navarro, vuelve ahacer un llamamiento ante la pasividad por la que discurren asuntos tan impor tantes como esa tan traída y llevada Feria elel Calzaelo, el artículo periodístico lo llamó ’Elela en letargo’. En una sección publicada por elValle y llamada ’Apuntes zapateros’, se escribe una corta noticia titulada ’La Feria del Calzaelo... de Utrech’, en ella se comenta la colabora ción entre losfabricantes y la Real Feria Holandesa, al final hay un comentario firmado Instalación provisional del lCertamen de Calzado en las ’Escuelas Nacionales’ tra la creación ele la Feria elel Calzado de Elda, por último piele’el gran impulso’, hacien do un llamamiento al ’presti gio personal’ ele muchos eidenses. También en términos muy similares se llama a la uni dad en otro artículo publicado el mismo día en Valle y sin firma, bajoeltítulo de ’El Mila gro elelense ylos Reinos ele Tai fas en la industria elel calzaelo’. Los problemas del individualis mo y otros que se ciernen sobre nuestra industria elel cal zado, son trataelos a lo largo ele este año, por José Sempere m por Argos, que dice con cierto tono de sarcasmo... ’Désele luego los Holandeses no escar mientan en cabeza ajena. Si hubieran escuchado las opi niones de los industriales eidenses sobre la utilidad ele las Ferias del Calzado, no se hubieran atrevido a hacer su primera Feria... Y mucho menos la segunda. Pero los holandeses son así... y los eidenses ele la otra manera’. Valle de Elda publica elelía 13 de junio de 1959, el anun cio elel ICertamen de la Indus tria del calzado ele Elda, este Concurso sería en esta ocasión la puerta para la que inmedia tamente años después seríala FERIA DEL CALZADO DE ELDA. La Comisión Municipal ele Fiestas elel Excmo. Ayunta miento organiza con motivo ele las Fiestas Mayores de ese año, en el anuncio se decía textualmente eme se realizaba para...’resaltar, con la propie dad epie merecen, la capaci dad,el arte y el espíritu crea dor de la mano de obra zapatera elelense...’, se daban todas las normas de presenta- ción eletrabajos, así como las puntuaciones a otorgar por cáela uno ele ellos, el Jurado calificador y por último de anunciaba una exposición para los días6 al 13 de sep tiembre de ese año. La Comi- sión elefiestas proponía colo car un gran cartel a la entraela ele la ciudad con el dibujo de un zapato gigante. De ese Con curso se hicieron eco varios diarios ele tirada provincial y nacional, como Sábado Infor mativo o Así, entre otros. Sin embargo y a pesar de este anuncio, la opinión pública ele Elela, seguía sienelo escéptica con la Feria ele Muestras del Calzaelo y leemos en el mismo Valley en el verano del 59, ejue entre los proyectos falli dos para Elela, figura la Feria del Calzaelo. Durante los meses siguientes, el Ayuntamiento ele Elda, efectúa diversas llamaelas a los fabricantes para ejue se inscriban en ese ICertamen. En agosto se colocan gran eles carteles a la entrada de Elela, uno en la zona del Reven tón y el otro en la curva de Santa Bárbara, en ellos figuran un gran zapato y laleyenela...’T Feria Local de Calzado’, en castellano, francés e inglés, con la inscripción ’ELDA CAPI TAL DEL CALZADO’. A partir ele ahí se escriben varios artí culos en Valle proclamando la magnífica idea de la Comisión de Fiestas del Ayuntamiento; I Detalle de las vitrinas instaladas en el1Certamen de Calzado. primero seríauneditorial del semanario, después un artículo firmado por Pedro Deltell; Anelrés Lloret en un magnífico escrito titulado ’Despertar de fiesta’, habla sin nombrarla de ese despertar de la industria, paracrear la Feria; A. Josébajo el titular ele’Elela en la leja nía’... El 22 de agosto Valle de Elda publica una entrevista con Roque Calpena, Concejal elefiestas, en la que se expresa abiertamente sobre el éxito esperado y deseado de ese I Certamen Local. Se establecen unos derechos de suscripción para el Certamen de 200 pts. por exponer 4 modelos de señora o caballero, ó 6 de series e niños; por cada mode le) más se cobrarán 100 pts... El día 22 ele agosto en el diario Información eleAlican te escribe José Gonzálvez Romero, bajoeltítulo ’LaHora de Elda’, un precioso artículo exaltando nuestros valores y preconizando la celebración lo antes posible ele una Feria Internacional ele Calzado. Ese mismo artículo lo reprodujo Valle de Elda el 5 de septiem bre, bajo el título’Elela... llegó tu hora’. Información elelelía 23 de agosto, también recoge un ar 112 tículo firmado por R. Gonz.üez Bautista, y titulado ’Eleh., la estrella ele la mañana’, por el ejue vierte en términos de halago, la búsejueda constante del progreso ele un pueblo eme ’más que femenina...es un pueblo macho...’. Firmado por Equis, en un escrito titulado ’El ICertamen de Calzado’, habla ele lo importante del Certamen y anima ala consecución de los mayores logros para la ciu dad...’ ¡Todo por Elda y su Industria!...’. Información elel 4 ele sep tiembre, en un articule) ele Fer nando Gil, habla ele 1.300 modelos distintos en el Certa men de Calzado de Elda, con fecha 6 del mismo mes, este diariodedice) una página ente ra al acontecimiento, con loto- grafías ele las vitrinas yalgunos zapatos,’...el valorele los zapa tos expueste)s alcanzólacifra de 300.000 pts’. Se crea el Premio cambri llón ele Oro, patrocinado por la firma Hijo de Sócrates yValle hace público, que el patrocina dor del ICertamen ele Calzado en Elela, ha sielo José Roelríguez Espinosa, en esa entrevista des vela el Sr. Rodríguez que la idea de lanzar este Certamen, ha siek) comentario consume entre un grupo deamigos que piensan constantemente en hacer realidad la Feria elel Cal zado de Elda, a preguntas del periodista dice desconocer si tendrá continuidad esta idea, manifestando su plena confian za en el Ayuntamiento ’sobre quien ha recaído la organiza ción del certamen, yejue por su autoridad y continuidad será el mejor defensor de la obra que lanzamos’. Valle de Elda publica el elía 5 de septiembre, una página con las marcas ele las principa les Empresas invitadas al Cer tamen, aparecen las marcas: ’Hepna; Calzados M.R. Mary Elda; Loto Coral; Lean M.R.; M.R.; Calzados Ponce M.R. Elda; Jube; Calzados Chita Elela; Calzados Vimar Especial Guan te; Corbí; Calzados Aladino; Stil; D Eli; Calzados Roger; Marca Registrada Boyer Elda; Sioux Elda; Vera Bañón Marca Regis trada; Marca Registrada Lube; Duver M.R.; Calzados Polet M.R. Garantía y por último, Vite Marca Registrada. Todas las Empresas sin excepción han elesaparecido. Algunas de las marcasde losfabricantes participantes en el 1 Certamen Local deCalzado. A partir de ahí los comen tarios se multiplican y artícu los como ’Elda, la ciudad que ha puesto veto alos soñado res’ firmado por Joaquín Cam pos Fernández o’Elda acusará pronto los beneficios de su I Certamen del Calzado’, de Francisco Tetilla con motivo de una entrevista aRoque Cal- pena, en Información; ’La Luna alcanzada’ de Argos en Valle de Elda; ’Excepcional interés del Concurso Local del Calzado’, firmado por L. Pove- ela en Así; ’En torno al Certa men-Exposición de Muestras de Calzado, ele Eduardo Nava rro en Valle... y muchos más comentarios ejue hablaban de Elda, ele sus gentes y natural mente ele su industria. Todas las palabras llevaban un común denominador, alabar el esfuerzo realizado por lanzar esa primera Feria Local que iba aelejar la semilla ele una nueva vida para este Valley que transformaría el futuro, potenciando ce)mo jamás se había soñado, el nombre de Elela y la Industria elel Calza do. 113 BIBLIOGRAFÍA: Prensa Nacional Provincial y Local: Información de Alicante, Así,Valle de Elda. ’Elda, 1832-1980 Industria del Calzado y transformación social’ J.R. Valero -A. Navarro - F.Martínez -J.M.Amat. Nota del autor: Naturalmen te al margen de lo que aparece en las publicaciones menciona das, hubo reuniones de todo tipo para configurar esa IFeria Local, habrían otras personas implicadas en ese esfuerzo, sin embargo me he ceñido escrupu losamente alo encontrado en las hemerotecas. No he prenten- dido hacer ni siquiera un acer camiento a la Historia de la Feria en Elda, tan sólo me he limitado a transmitir lo que otros escribieron en su momen to, prescindiendo de otros testi monios que los hubo, y ejue junto con las publicaciones lle garán aformar la verdadera His toria de la Feria del Calzado en Elda.Tampoco se trata de añorar tiempos pasaelos, recreándonos en una época hoy superada. Sin embargo aquel esfuerzo colecti vo debe servirnos ahora, para buscar otras señas ele identidad que contribuyan aque el nom bre de esta ciudad, siga tenien do vigencia en el mundo zapate ro, entonces la Feria del Calzado nos sacó del anonimato interna cional, como industria y como ciudad; hoy debemos mantener el prestigio alcanzado, investi gando en nuestra propia indus tria, mejorando la calidad de los zapatos fabricados aquí ytratan do de que Elda quede como el ’lugar emblemático en el calza do de alta calidad’, la sede del ’magisterio en el calzado’, o el ’buque insignia del sector calza do’. La permanencia en Elda de la Fundación FIC1A y la inmedia ta inauguración de un digno Museo del Calzado por el que tantas veces se ha suspiraelo, contribuirán aello. LOS CUENTOS El díahabíasido muy caluro so. El sudario ele la noche no acababa de calmar el palpito febril de la tierra. Las casitas del caserío, con sus luces encendi das, proclamaban que anidaba vida en sus entrañas; en una ele ellas, un cuarto para dormir: paredes blancas, cama elehierro, jofaina en un rincón, piso ele cemento; sobre la cama, un niño, tendido apoyado sobre los codos clama: ¡Luiseta, Luiseta..., cuéntame un cuento! Entra Lui seta, que es moza alta, garrida, con una sonrisa que la invade y le rezuma, y andar airoso, y requiere con ternura: venga, acuéstate bien.Transcurren unos segundos elesilencio...: ele pron to, el recinto comienza allenar se elepalabras y de gestos... «Hace ya mucho tiempo, en un país muy lejano, muy lejano, vivió un rey muy poderoso que tenía una hija muy guapa.La hija tenía ya edad para casarse, y como era la única heredera, su padre ordenó que se anunciara en un bando e¡ue todo ae¡uel que lapretendiera deberíapresentar se en la corte y exponer los méritos que tuvieraparaalcan zar tan precioso don. Lanoticia dio mucho que hablar ycomen tar, y los pretendientes fueron pidiendo audiencia. Un pastorci- co, pobre, que guardaba en su corazón losgestos y laspalabras ele la princesa, calmaba su des consuelo llorando amargamen te; pero armado de valor, bien lavado, con sus ropas más lim pias, se presente’) anteel rey y su corte para solicitar la mane) ele la doncella. Unas risotadas sono ras y burlonas responelierem a Por ELIAS VERA suspalabras y elpobrecillo pas tor se llenó de vergüenza. Siguiendo laburla, el rey propu so que se leentregara una jaula con cien conejos, los cuales tenía que devolverbienalimen tados después ele tres meses, y a los cuales tenía que soltar a comer hierba por la mañana y por latarde; y así,sabedor ele lo imposible de la empresa, sereti ró a sus habitaciones, esperando mofarse dentro ele algún tiem po. El joven andabaarrastrando la enorme jaula, que se apoyaba sobreunas ruedas, y paróa des cansar juntoalcamino: pasó por allí una viejecita, con saya raíela y remendada, y le preguntóqué lesucedía, puesestaba triste;él le contestó explicando la prue ba a que lehabían sometido, y que cuando soltaraa los conejos para comer, éstos seirían y no volverían jamás,y él perdería todas sus ilusiones. La viejecita le consolé’), y le elijo e[ueno se preocupara, y le dio un silbato con cuyosonido todosvolverían de nuevo a la jaula. La viejecita -que era unhada-,desapareció lentamente por el camino. Al pocotiempo, elpastorcico soltó a losconejos, ypasado un tiem po, tocó elsilbato, viendo con sorpresa yalegría que todos, todos, los cien, regresaban a la jaula; y así, día tras día, más con tento que unas castañuelas, esperó el elía de conseguir la mano ele la princesa... Pero el rey mandó unos espías para saber lo e]ue sucedía, yéstos le informaron ele todo, ce)n lo cual montó en cólera ymandó pre parar cien perros muy feroces que secomieran a los cien cone jos. Pero avisadoel jovencito 114 por elhada, éstaleproporci- nó unos polvos mágicos para atur dir yadormilar a losferoces ani males, yaquel hizo unos canutos ele las cañas ele un cañaveral con los cuales lanzarlos; para ello, adiestró a los conejillos, y los apostó trasun montículo espe rando elataque.Al poco tiempo, una gran polvareda, como sinies tranube, apareció en elhorizon te, y un estruendo ele ladridos colmó el espacie); rápidame ite, el peligro avanzaba, ycuando estuvo muy cerca, muy cerca, los conejicos expulsaron los pol vos contra los ojos ynarices de los feroces perros, los cuales fueron cayendo unos sobre otros, formando una montaña ele sopor;y cuando despertaror. se habían convertido en mansos animales que llenaban elelame- tones asus presuntas víctimas como si ele sus hijossetratara; montados sobre sus lomos, y dirigidos hacia la corte, camina ban alegremente; lossubditos, al verles pasar, sonreían y aplau dían; los cortesanos les vieron aparecer con rabia;y el rey, el pobre rey, no tuvo más remedio que conceder la mano ele su hija al pobre pastorcico, pues había comprometido públicamente su palabra, palabra elerey... Yse casaron, yfueron muy felices...». El niño se había ek)rmido plácidamente, dulcemente. No sesabe lo que soñó. Esposible que soñara con laprincesa... O acaso su princesa era Luiseta? Un ligero vientecillo acarició cuanto toce’). La luz elel cuartl) se apagó, pero en el cielo se encen dió una nueva estrella para ilu minar la negra noche. EL OTRO LADO Por JUAN CARLOS GARCÍA-TORRES MARTÍNEZ DEDICATORIA:A mi mujer Paquiya mi bija Rosalía,quie nes me obligan a practicar malabarismos con las mandari nas delfrutero. Daban las ocho ele la mañana de un día de inviernosoleadoy fresco,elradio-reloj despertador había conectaelo en la frecuencia programada yuna suave música comenzó afluir por la habita ción. Sonó el teléfonoy se incorporó; sus rodillas entumecidas crujieron al unísono. Al descolgar el auricular una vozásperale requirió urgentemente: tenía que asistira un dete nido. Afeitándose con elesga- na inició el acostumbrado contoneo en busca del anhelado placer matutino. Cada mañana se bambolea bafrente alespejo con un ritmo semejante al del baile merengue, pronun- | ciando una yotra vez el lento movimiento de cade ras; siguiendo con pasos oscilantes el imaginario compás. Pocos minutos después el cuerpo, movido por el vaivén externo, se subyugaba liberando a aejuellos que habían per manecido apresados en su interior entre largas y oscuras cárceles. Ellos al fin verían la luz, aunque tan solo un instante, por que pronto iban a pasar a otro tipo de tortura: la elel alcantarillado. Eligió el trajegrisperla ydesa yunó un vaso de BioManán con sabor achocolate. Irremediable mente sucumbió ante la tenta ción de mojar un buen trozode toña. Una gota vivaracha se revol vió y saltó ensuciándole elpanta lón. No había tiempo para cam biarse, disimularía la mancha pegando elbrazo izquierdo junto a la pierna. Salióelel piso y se dirigió a comisaría. Aunque Eutemio Trujillo ejer cía la profesión ele abogado elesele hacía unos años su voca ciónfrustrada era la eleprestidigi tador, como ya lofuera su padre y antes su abuelo, aquienes recordaba entre escenarios y sombreros ele copa de los que aparecían conejos blancos, peri quitos y hasta esferas que se mantenían ingrávidas ante la per plejidad elel público. Sin embar go, la férrea oposición ele su madre y una serie ele curiosas zozobras familiares, determina rían que poco a pe)co se fuera hil vanando el destino eme no desea baseguir, alejándole totalmente 115 del mímelo ele la magiaelel que yasólo conservaba algunashabi lidades y ligerezas ele manos aprendidas en la niñez. Encomisaría se repetía la his toria. Estaba todo preparado salvo... un pequeño detalle: No encontraban al detenido. Unpolicía grueso ele voz pas tosa gritaba con losojos desorbi tados através elel teléfono inten tando averiguar cómo podía extraviarse un detenido elesele el depósito municipal carcelarie) hastalaJefatura; cosa bien difícil, pues ambos edifi cios estaban distanciados entre sí pe)r poco másde cien metros. -¡Maldita sea pero si han salido hace media hora! ¿Cómo puede ser que aún no estén aquí? - vociferaba acalorado. -¿Ne) me dirás ejue se han perdido? ¡No me lo digas! ¡Meje)r cállate y no contestes! -concluyó, al tiempo que colgaba el teléfono engullendo indescifrables retahilas de tacos. Tras una larga espera apareció custodiada por elospolicías corpulentos y sonrientes la detenida, quien despojándose del chaquetón tomó asiento discretamente al lado elel letrado Trujillo. Era una mujer ele piel atezada ysuave. De pelo liso yordenado por una finísima raya en medio. Con frente despejada,ojos oscuros, pestañas largas, y cejas perfiladas que recorelaban el gesto ele un gonelolero cantarín. Marina Luisa Molinerprocedía de una familia de intelectuales aburguesados. Desde niña había quedado fascinada por losjuegos ele eeiuilibrio, destacando siem pre en ejercicios acrobáticos y piruetas. Pero sisobresalía por su condición física, había además un rasgo que la distinguía de las demás niñas de suclase, y que no eraotro que lapasión por el peli gro y la cleptomanía. Pronto comenzó atrepar por los balco nes ytejados logrando acceder con sorprendente facilidad a viviendas contiguas. En un princi pio le movía la curiosidad o emizá elinstinto, pero tras múlti ples eletencie)nes fuerepueüada por su familia y hubo de manejar se entre mangantes yvividores. Algunos de sus delitos, por la espectacularidad y precisión, habían llegado a ser noticia des tacada en los diarios. Eutemio Trujillo comenzó apreguntarse elporenié de ese tipo ele accio nes, sospechando laexistencia de un mundo de sensaciones parale lo al que él estaba viviendo. Un mundo elonele también existía la ley, pero no como norma arespe tar o que interpretar, sino como listón por el que correr con la emoción ele ser cazado. Ya en el Juzgado la declara ción fue breve, reconoció los hechos yquedó en libertad sin fianza. Contestó con tanta sen sualidadyfranqueza que el letra do percibió la sensación de haber contemplado la decisión de un juez hechizado. Éste ape nas había dirigido mirada a la detenida, ycuando de forma esquiva lohizo, denotó un ner- viexsismo impropio. Al decretar la libertad se refu gió presurosamente en su despa cho con orden expresa de no ser molestado. Mientras la chica salía hacia la calle,Eutemio Trujillosedeleitó examinándola. Quizáel juez no había sido el único encantado. Firmóel parte eleasistencia y se manchó ele nuevo con el tam- pón almohadillado colocado sobre la mesa. Esta vez fue la mangaderecha, por lo que hubo de disimular fijando también este brazoa lapierna. Volvió al despacho sin bra cear, andando como un autómata en el intento ele esconder así las manchas fruto ele su torpeza y eme ya eran dos. Repasó los asun tos entramitación pero desgra ciadamente terminópronto.Ejer citó sus juegos de manos preferidos y seaburrió. Practicó latelequinesia pero el seco movi miento de los objetos le adormi ló. Telefoneó aentidades oficiales imitando voces de altos cargos y también se aburrió. Tocaron al timbre. Eutemio observó por la mirilla. Una mujer ele expresión triste con la nariz casi pegada a lapuerta, leía su nombre en la elorada placa. Entendió que sería una nueva cliente, ele modo que colocó la cinta... Le gustaba impresionar a los nuevos clientes. Así, cuando algu no llegaba, conectaba en la habi tación contigua a la sala de visi tas la cintaeleefectos especiales elonele se escuchaban voces ele varias personas dialogando. Esto, pensaba,suplía la falta de secreta ria y aún de clientes. -¡Buenos díasSeñor... Brujillo! Estamos haciendo una charla con susvecinos. Somostestigos de la palabra dejehová. - ¡Lo siento! -contestó, algo enojado por laconfusa interpre tación elel nombre- pero estoy informado através ele unos ami gos que comparten su religión. ¡Créame compro surevista todos los meses! - ¿Y que le parecenuestro últi mo número? -preguntó hábilmen te la ’jehovina’ lanzando una mueca sarcástica y compromete dora. - ¡Muy Interesante! ¡Excelen te! ¡Casi profetice)! Si me discul pa,tenge) alfontanero dentro del despacho arreglando el grifo y algunos clientes que necesitan miconsejo. - ¡Ah, vaya señor Brujillo! No sabía que en el despacho ele un 116 abogado se colocaran grifos- replicó laarrugada anciana con fundiendo ele nuevo el nomore y denotando un instinto detectives- co que sin duelahabíadesarrolla do en superegrinar. - ¿Podría exponer mi eloe trina a sus clientes? ¿Quizá a su fonta nero?Seguro ejueestán precisanelo ele nuestra fe... Eutemio sabía que la cinta pasaría en breves segundos al sonido ele guerra intergaláctica. Estaba furioso con aquel absurdo despiste elene)mbres. Tenía que deshacerse eleaquella mujer -¡Largúese ollamaré a lapoli cía maldita entrometida! ¡No quiero saber naela de relig:ones ni de dioses! ¡Y MI NOMBRE ES EUTEMIO TRUJILLO! ¡TRU-JI- LLO! -silabeó. - ¡Está bien me voy! Pero sepa que es usted un hombre sin fe. No se ofenda si ledigo que elesde ejueabrió esta puertahesentido la fría vibración ele irascibilidad que emana. Eutemio cerró violentamente, aunque con laextraña sensación de culpabilidad que atrapa a aquel que no acepta la hoiesta proposición de un vendedor ambulante. Al otro ladoele la puerta y ya en la inmensidad ele los solidos delhiperespacio, pudo escuchar un ligero susurro: ’Perdónalos señor porque no saben le que hacen.’ Eutemio ojeó por la miri lla y contempló cómo la rechon cha mujer seretiraba estirada flo tando a unpalmo delsuelo. Lo que en realidad había atur dido psicóticamente alabobado, fue la joven de ojos rasgados a quien había asistido por la maña na. Una semana después Euiemio escrutaba los barrios bajos en buscaele quien habíadespertado su inusitado interés. Se sentía atraído, conducido por una curio sidad irresistible. Le obsesienaba el eleseo ele conocer la viela de aquella mujer. No sólo no la encontró sino que cayó en una cíclicadesespe ración agravada por los incesan tes acosos ele implacables testi gos eleJehová que empleab; n los más sutiles métodos para con vencerle. Uno ele ellos desapare cióante sus ojos y reapareció en formaele serpiente enrollada en un árbol con una manzana en la boca. Fue inútil, laincredulidad y el escepticismo anulaban aque llas demostraciones insólitas. Siguió y siguió buscando into xicado por eldeseo. Apenas dor mía y cuando lo hacía no descan saba, pues soñaba que era perseguido por Adán, Eva, Caín, Abel, Abrahán, Jacob, Simeón, Zabulón y otros personajesbíbli cos, por lo que el agotamiento se fuehaciendo máspatente. Cami naba arrastranelo los pies como un fantasma errante. Circunstan- cialmente yen medio de todo este delirio, parecie’) como si todas las manchas de la tierra se hubieran confabulado para reu nirse en sus trajes. Continuamen te se ensuciaba ele los modos máspintorescos; líquidos, grasas ymugres describían vertiginosas parábolasdesafiando lasmás ele mentales leyesfísicas hastallegar a él.Intentó impedirlo adhirien doplásticos a la ropa, pero éstos eran traspasados sinpiedad, con lo cual tuvo que ceder e ir por la ciudad como un desarrapado cualemiera. Incesantes mensajes en el contestador automático en los que se le preguntaba ’¿Qué desti no puede tener la vida de un hombre sin fe?’ aumentaban su tortura. Una mañana, por la calle Mayor, mientras sedirigía al des pacho,oyó unos gritoselesesperados:’¡Mi maletín! ¡Detengan a esa mujer!.’ Un hombre, desde el balcón de un segundopiso, alar maba alos vecinos señalando la canalera del edificio donde se reconocía laagilidad y destreza de una figura con forma de mujer que, aterrizando en mitad de la calle, iniciaba la escapada. El cabello oscuro yordenadamente trenzado ondeaba ele lado alado. Se acercaba agran velocidad: ERA ELLA. Eutemio aprovechó la oportu nidad einició su persecución por losangostos callejones que conducían hasta el castillo. Des pués demuchascallejuelas en las que se ensució con mohos, tie rras yotros elementos multico lor,cuando por finhubieron per dido ele vista a todo el gentío, Marina LuisaMoliner se detuvo y dio media vuelta. - ¿Qué quieres? -preguntó con larespiración aún agitada pero sin denotar temor. -¡Qui...qui...! ¡Qui...qui...quie! ¡QuL.quie! -Eutemio quiquireaba sin conseguir engarzar una frase coherente. Pretendía expresarle su deseo, su curiosidad, su inte rés. Peroaquellamiradadesafian te, aquellos ojosatravesando su cara le habían bloqueado. No pudo sobreponerse, y la mujer que tanto había buscado se des- vanecie’) velozmente. Desanimado y soportando la tristeza abismal del ánima en pena,quedó con la mirada perdi da en el infinito. Esa noche después de trase gar durante horas, se sorprendió cogiendo un trozo ele porcelana y reventando el cristal ele un vehículo con matrícula gaditana. Se introdujo en él intentando ansiosamente extraer el radio- cassette eme estaba fuertemente atornillado en la consola del sal picadero. Al fin desistió y tuvo que contentarse con las cintas escondidas en la guantera. La emoción fue tal que quedó hasta el amanecer escuchando las grabaciones, en su mayoría flamencas, que acababa de sus traer. Imitó bailes y palmeoscon maneras barriobajeras hasta eme rendido por el cansancio cayó sumido en un profundo ytran quilo sueño. Así empezó sudoble vida. Por las noches delinquía. Por el día asistía a los delincuentes. Algunos de ellosle preguntaban sitenía hermanos de peor suerte; sin eluda recordando lasinuosa figu ra que se desenvolvía en el palpi tar nocturno. Elimpulso, que le embargaba una yotra vez, le lanzaba hacia la noche en laesperanza decoinci dir con la que fuera promotora de su reservada afición. Incluso presintió su sombra cuando armado recorrió torpemente los primeros tejados. Una tárele regresó del despa cho antesde loprevisto, abrióla puerta del piso yoyó el golpe 117 seco de una ventana. Corrió haciala cocina pero no pudo ver más que un pequeño papel sobre la encimera donde se leía: ’Te espero esta noche en las terrazas elel edificio Torres. -M.L.M.-’. Dos perros chihuahua, desdeelpatio vecino, ladraban con rabia olfate ando el rastro reciente... El enmohecido reloj-desperta dor comenzó arugir con furia. Al abrir los ojos Eutemio contem pló la hora y advirtió que la mañana era soleada y fría.Sobre el techo de la caravana se con centraban algunas gotas que revelaban el contraste ele tempe ratura con el exterior. Frente asu reducida cama continuaban ordenados ydispuestos todos los utensilios. Pronto habría que pre pararse para la presentación, al ritmo ele tambores y platillos, en la nueva ciuelael. Se asomó por una de las ventanas. Los equili bristas ya ejercitaban sus cuer pos con movimientos elásticosy hasta retorcidos. Marina Luisa sonriente lesaludó entre saltos y ágiles piruetas invitándole a salir pero exhortándole acumplir pre viamente con las tareas domésti cas. Cumplió con las camas y el freguijo. Alejó recuerdos pere grinosy salió de su casa de cara col dando un brinco. Mientras, en unrincón, un pequeño conejo blanco de nombre Ramón, rosiga ba los restos de la toga otrora preferida por su dueño Eutemio, desesperado por la certidumbre de no estar lo suficientemente adiestrado para debutar bajola carpa... ILUSTRACIONES: ALEJANDRO TORRES í VIAJE A CERDEÑA Por ESPERANZA ALONSO Y PEDRO MAESTRE Todos los elelenses amantes ele nuestros Santos Patronos, laVirgen ele laSalud y el Cristo elelBuen Suceso, siempre hemos tenidoel gusanillo dentro ele nuestro cuerpo ele conocer laleyenda ele la lle gada de sus veneradas imágenes desde la isla ele Cerdeña hastael puerto ele Alicante traídas por D. Antonio Coloma, Conde ele Elela y Virrey de Cerde ña. Han pasado más de trescientosaños desde su llegada yestáa las puertas el IVCentenario, pero creemos que ningún elelenseha ido a Cerdeña para investigar y conocer en sustierrasla leyenda ele la venida ele los Santes Patronos. EnSeptiembre de1997, unpequeño grupoele amantes ycofrades ele la Virgen ele la Salud y el Cristo del Buen Suceso, encabezados por losPresi dentes de laCofradía, Esperanza AlonsoyPedro Maestre, la Secretaria,DoloresMartínez y las cofra des Aurelia y Magdalena Amat, Petra Vera, Reme diosRomán yTeresa Maestre, iniciaron viaje a Cer deña para averiguar y conocer algo de la vieja leyenda. (Voto 1). Al llegara nuestre) punto eledestino, la prime ravisita que realizamos fue al puerto y nuestra imaginación nos hizo ver los Galeones prestos para zarpar haciaEspaña por lo que las emocones empezaron a inundarnosalrecordar esa estrofa ele nuestro himno «Desde Cerdeña...». (Foto 1). Nuestro buen amigo D. Ginés Pardo,Vicario ele la IV Vicaría, nos elio una carta ele presentación dirigida a su homónimo ele Cagliari informánelole delobjetivo elenuestro viaje y que fue la llave- que nos permitió que el día 29 de Septiembre nos recibiese Monseñor Tareisio Pillotla, Vicario Gene ral ele la Archidiócesis diCagliari quien al quedar enterado del motivo de nuestra visita, nos rogó, muy amablemente, que lerelatásemos lale)enda ele la que manifestó su total desconocimientoy de la que quedó asombrado por su belleza.(Foto 2). Dos días después, el 1 ele Octubre, fuimos recibidos enaudiencia por el Arzobispe) Monseñor PietroAlberti, rogándonos que hablásemos en cas- 118 (Foto 2). tellanopuessi lohacíamos lentamente, loentende ría, le serviría depráctica y nonecesitaríamos intér prete. Durante la audiencia le fue entregado un programaeleFiestas Mayores ele1997, fotografías de las imágenes de nuestros Excelsos Patronos, ele los que realzósubelleza, ele lasProcesiones, elel Barco y otrosvarios documentos más. Al observar el himno impreso en la estampa pequeña ele la Vir gen nosrogó que entonásemos sucanto. Asombra dos por supetición y emocionados por el lugar donde estábamos, lejosele nuestra ciudad y de donde cuenta laleyenda vinieron lasImágenes San tas, iniciamos nuestre) cante) ce)n voces temblorosas que en pocos momentos fueafirmándose, quizás influidos por labondad einterés que nos prestaba Monseñor, quizástambién por laconfianza que nos infundía nuestroquerido himnoe hizoqtieMonse ñor nos acompañase, en algunas estrofas, tararean do sumúsica.También se le entregó lanueva meda lla ele Cofrade ele nuestros Patronos que secolgó del cuello y nospidiólehiciésemos unafotografía que lesirviese elerecuerdo. (Foto 4). Cerca ele una hora, que nos parecióun soplo, duró laaudiencia con Monseñor yen ella se inte resó muchísimo por laleyenda ele la salida ele las Imágenes ele nuestros Santos Patronos, recordó datoselelVirrey de Cerdeña y se sorprendió al cemocer emetambién era Conde de Elda, prome tiéndonos que se interesaría sobre su historia e intentaría averiguar qué habíasobre nuestra leyen da. Al despedirnos nos obseemió con unos dulces típicoseleCerdeña. A la salida elelArzobispaelo visi tamos la Catedral llamándonos la atención un reta blo de mármol dedicaelo a Martino El Joven, de Aragón que se encuentra enlugar preferente y muy visitado por su magnificencia como obra ele arte. (Foto 5). Junto a la Catedral y elPalacio delVirrey nos encontramos, albajar unas escalinatas, una peque ña plaza y en el centro una estatua de SanFrancis co ele Asís y, a su espalda, sobre unmuro, existe una placa ele piedra con lasiguiente inscripción: «CAGLIARI, ÍNCLITA CAPITAL DE NUESTRO INSIGNE REINO DE CERDEÑA BAJO LA MAGES- TAD DEL CATÓLICO REY FELIPE IIIY DEL SUMO GOBERNADOR DEL MONARCA, EL CONDE DE ELDA, VIRREY COLOMA. LA CIUDAD LEVANTÓ ESTA BRILLANTE OBRA DE LA FUENTE EN MEDIO DE ESTE FERAZ CASTILLO,Y IACOLOCÓ EN LA PARTE NOBLE. LOS PADRES DE LA PATRIA GASPAR FORTESA, JUAN OTGERIO, PEDRO ESTE- FANO QUENZA, ANTIOCO MALTES Y MATEO XINTO, SE PREOCUPABAN DE QUE FUERA HECHOESTO.- ABRIL 1603». (Traducción de D. José BlanesPeinado).(Fotos 6y 7). Como se ve por lafecha, esta placa fuecoloca da el año anteriora la salida del Virrey Colomaele Monseñor Otorino Pielro Albert, Arzobispo de laArcbidiócesis de Cagliari con nuestra revista «Fiestas Mayores» 119 (Foto 4) Cerdeña. La emocióncorrió por todonuestro cuer po al ver grabado el nombre del Conde de Elela a tantoskilómetros dedistancia denuestro pueblo. Continuamos nuestra visita, seguimos viviendo nuestra historia eleEspaña, recorriendo calles con sabor español, cuyos nombres nos recordaban a las de muchas ele nuestras ciudades. Vía Amat, Vía Barcelona,VíaAlagón,Vía Iglesias,VíaSanta Eulalia, y otras que se han perdido en nuestra memoria. Durante nuestro recorrido por laciudad ydado que nuestros comentarios eran de viva voz, se nos acercó unaseñora que alconfirmarle queéramos españoles, sepresentó como profesora eleespañol en un Instituto, sorprendiéndose de nuestra pre sencia en Cagliariloeme fue motivo para contarle nuestra leyenda. Sus comentarios einformaciones noshicieron conocer mejor la parte histórica ele la isla y surecomendación nos hizo visitar la Basílica de Bonaria, para lo cualtuvimos ejueascender por unas escalinatas acuyo finalhabía, sobre un gran bloque de granito, una escultura ele bronce que representaba una nave española ante laque, entre bromas y risas, comentamos que era la nave que había llevado anuestros Santos Patronos hasta España. (Foto 8). Una vez en el interior de la Basíli ca,nuestra sorpresa fuemayúscula cuandovimos, en el Altar Mayor, la imagen de una Virgen con un niño en elbrazo izquierdo que llevaba en la mano derecha una vela y cuyatalla, sin manto,era muy parecida anuestra Virgen de la Salud. Era Nuestra SeñoradeBonaira, más conocida por el pueblo como «LA SIGNORA VENUTA DEL MARE» (Foto 9) cuyaleyenda transcribimos acontinuación: «En el mes de Marzo de 1370, zarpó ele España una nave a vela que en alta mar fue sorprendida por una furiosa y tremenda tempestad que amena zaba con hacerla naufragar. Latripulación, aterra da,solo piensa en tirar al mar la mercancíaejue transportaban para salvarlanave. Las olas enfurecidas tragaban todos los objetos menos una pesadacaja que cuandotocólas aguas del mar, produjo unaimpresionante bonanza. Los marineros, atónitos ante aquel prodigio, intentaron recuperar aquella caja cuyo contenido les eradesconocido. La caja veloz, segura y pláci da, sedirige directamente hacia Cerdeña. El nave gante siempre en la tentativa de recuperarla, ve cómo sedirige alGolfo de Angelí en Cagliari, en la colina Bonaria, zona preferida por los habitar tes ele la ciudad pararespirar una brisa de aire frese o. La caja se posa en lasproximidades de la ori lla, cerca de la nave que acaba de atracar yama rrar. Sullegada, no esperada, aun lugar no muy seguro, atrae auna muchedumbre de curiosos que,atónitos escuchan elrelato delnavegante. Todo el esfuerzo yenergía nofueron suficien tes para sacar atierra lapesada caja. Unas vocesde la muchedumbre dicen: «Llamemos al padre del Convento». El padre, religioso mercedario, es escol tado para bajar la colina y,sin esfuerzo alguno, tras el estupor general,levantóla caja y los religiosos la trasladaron a laIglesia dedicada a la MADONA DEL MIRACOLO. vw ;: ’^ilTiy^^-^— fe?- * .» V ’.TV 0|fef«¿i|0I (Foto 5). 120 (Foto 6). (Foto 7). i~i I *I Elpueblo, curioso, asistea laapertura ele aque lla misteriosa caja con laesperanza eleencontrar algún tesoro y, al abrirla, vieron que eltesoro era una Bellísima Señora,LaSantísima Virgen con un niñoen el brazo y una vela en la mano. Este era el contenido ele aquella misteriosa caja. En aeiuel día, 25 de Marzo de 1370,se cumplen laspredicciones elel Beato Carlos Catalano, religio so mercedarie) y fundadordelconvento en Caglia ri, que profetizó la llegada a aquel lugar de un per sonaje ilustre para la CIUDAD y para toda la Isla. La bellísima imagende la Señora, que toma el nombre elel cerro de Bonaira, fue enseguidaobjeto ele granveneración por partedel pueble) yele las autoridades civiles y religiosas. El culto a María se hacebajo la advocación deNuestra Señora de Bonaira. Desdeaquel día elel milagro queda marcada la vida de Cagliari, ele todalaCerdeña y de los hom bres ele tierra y mar. Lasgalerías delSantuario están atestadas ele innumerables ofrendas ala Señora venida ele los Mares.También elpeemeño museo,ricode exve)- tos,confirman laprodigiosa intervención ele Nues tra Señora ele la Bonaira a quienesconfíanen ella. La fiesta del V Centenario que secelebraba el día 25 ele Marzo de 1870fueaplazada al 2íele Abril del mismoaño,día que es decretada pr el Vaticano, la coronación ele laVirgen ele laBonaira como reinaele todos lossardos, y el año 1907fue proclamada por el Santo PontíficePío X, Pal roña de toda Cereleña. Del Santuario ele Nuestra Señora ele Bonaira se desprende un mensaje que indica la luz encendida en la vela que tienela imagen en su mano dere cha, pero sobre todolo indica el niño ele la Se ñora que sepresenta como LUZ DEL MUNDO». Nos quedamos sorprendidos poresta Leyenda, pensando que Nuestra Señora de Bonaira legó procedente ele España y nuestrosSantos Patronos vinieron de Cerdeña, con la similitud de que ambasimágenes llegaronmetidasengrades eajas ele madera ydesconociendo suceMitenido. Al salir ele Cagliari una gran emoción nos embargaba y almismo tiempo una gran satisfac ciónporhaber vivido durante unos días, pasajes ele la leyenda de la salida ele las imágenes de nues tros Santos Patronos que aumentó nuestra fe y devoción hacialaSantísima Virgen ele la Saluel y el Cristo elel Buen Suceso. Cagliari (Cereleña), Septiembreele 1997. (Foto9). 122 M§rzo 1370. Una misteriosa cá&S gettata in mere da una nave spagno- la indiflicolts per unatempesta, ap-prodaai piedi del colle di Bonaria. Vani sonó tutti gli sforzi dei pesca- tori del luogoper portarla ariva.Due Padri Mercedari, ¡nvece, ci ríe- scono sema alcuna fática. veiuitad 21 //giorno successivo, pero, l’efffgíe t’delloMadonna de. Miracolonon épiüal centro dell’altare. II suo posto é stato preso dal misterioso simulacro venuto dal mare. «Nos queelamos sorprendidos por esta leyenda,pensando que NuestraSeñoradeBonaira llegó pro cedente ele España y nuestros Sante)s Patronos vinieron ele Cereleña,conlasimilitud ele que ambas imá genesllegaron metidasen graneles cajas elemadera ydesconociendo sucontenido». 123 La peste del año f 64S y NUESTRA SEÑORA DE LA SALUD de Elda Por el RVDO. ANDRÉS DE SALAS FERRI CHULIO La peste fue una enfermedad infecciosa, epidémica yfebril que tuvo un carácter endé mico en el Reino de Valencia hasta bien entrado el siglo XVIII. En algunas ocasiones se produjeron tal número ele defunciones que la economía sufrió graves quebrantos. Así ocurrió el año 1647 cuando un barco procedente de Argelia introdujo la peste al arribar alpuerto de Valencia. El mismo año la peste llegó a Ali cante de elonele se extendió por tierra a Orihuela y Murcia, y por mar, a Gibraltar, Cádiz y Huelva. En Valencia se contabilizaron unos 17.000 muer tos y en el conjuntoregnícola ascendieron a más de 30.000, según elrelato de un cronista de la época: «...no podían los cuerpos enterrarse abrazos de los sepultureros. Proveyó laciudad(Valencia) a las parroquias de unos carros,loscuales ibanrecogiendo por las calles los cuerpos que por las ventanas descolgaban, envueltos algunos con unasábana yotros aúnsinella. No se hallaba quien quisiera enterrarles...» (1). Podemos imaginareleiantesco espectáculo, real mente apocalíptico, de laciudad elel’furia, yaún más, 124 intentar comprender el horror de cualquier ciu dad más pequeña, cenno en este caso Elda. En la vecina villa de Onil la pandemia llegó en el mes de Febrero ele 1648, anotándose el pri mer fallecimiento el día 6 (2), aunque lamáxima virulencia ymortandad tuvo lugar en el mes de Abril. Estos datos pocria mos trasladarlos para explicarnos de algún modo las circunstancias que los vecinos elelen ses experimentarían en los meses mencionados del fatídico año de 1648. En tan dramática situaciónlosfíeles seacogieron a la maternal protección de María Santísima, la Madre de Dios, a quien rendían culto fervoroso en el ten’ pío parroquial ele Santa Ana invocandounabellísima ima gen de la Mare de Déu queel año 1604 trajo de la isla ele Cereleña el conde de Elela. El relato tradicional nos recuerda que aquellos dos peregrinos entregaron men dos arcones, en cuya cubierta estaba escrito: PaRA ELDA, sin precisar su contenido. Abiertas dichas cajas en el puerto deAlicante aparecieron en su interior las imágenes de la Virgen María y Cristocrucificado, que fueron entronizados en laiglesia parroquial ele Elela 125 Desde1604a1648 lahermosa imagenbarroca ele Nuestra Señora carecía eletítulo advocacional, pero en 1648 la piedad popularprocesionó en sentida rogativa esta bendita imagen por las calles ele Elda, aclamándola para que obtuviera ele la divina piedad el cese ele la peste mortífera que diezmaba la población. Este acon tecimiento, y laexperiencia de haber conseguidoel remedio que sepedía con el cese ele la epidemia, pro movió laaclamación popular ele la MARE DE DEU DE LA SALUT como celestial Patronay Protectora de Elela ysus gentes. Asíocurrió laproclamación popularele Nuestra Señora ele la Salud como excelsa Patrona ele Elda hace trescientos cincuenta años.La gran tribulación ele los eidensesles movió a acogersea lasentrañas maternales eleSanta María Madre ele Dios, pidiéndole lasalud elel cuerpo que los remedios humanos no podían conseguir. También podemos imaginar las solemnes fiestas que en Acción de Graciascelebraríaeldevoto vecinda rio como reconocimiento del gran bien recibido, como era costumbre. Aquel año ele 1648 dejó una huella imborrable en la memoria colectivaele muchísimos pueblos, pero espe cialmente en tres: ALICANTE, ELDA yONIL.En estas localidades, y por idénticas circunstancias, fueprocesie nada una devota escultura ele Nuestra Señora invocán dola como remedio y saluel en tan implacable mortan dad. Experimentada la maternal intercesión dicho devoto icono fue invocado como NUES TRA SEÑORA DEL REMEDIO en Alicante yNUESTRA SEÑORA DE LA SALUD en Elela yOnil. Desde aquel año de 1648 hasta el presente,cíela una de estas tres poblacioneshaofrendado a su ima gen maternal lamás tierna delas devociones, y el más explícito de sus reconocimientos. Así, Alicante, conce dió el título ele Alcaldesa Honoraria aNuestra Señora elel Remedio en 1954, y verá coronaela canónicamente esabendita imagenel próxima día 22 ele noviembre ele- este mismo año en conmemoración del 350 Aniversa rio elel Milagro de la peste. Por su parte, Onilcoronó canónicamente a Nues tra Señora de la Saluel el año 1948 con motivo de. III Centenarioelel Milagro de la peste,proclamándola Alcaldesa Honoraria y concediéndole la Medalla ele- Oro ele la Villa el 21 de marzo ele 1998, al celebrar el 350 Aniversario elelMilagro. Elda ha conmemorado con solemnísimas celebra ciones cada centenario de la llegada ele las benditas imágenes de sus Santos Patronos,el Cristo elel Buen Suceso y Nuestra Señora de la Saluel, cuyopróxiir o y IV Centenario celebrará, D.M., el año 2004. En este CCCLAniversario de lapeste, en elcual losfíeles otor garon eltítulo de MARE DE DEU DE LA SALUT -NI ES- TRA SEÑORA DE LA SALUD aeste simulacro ele María Santísima el puebloelelense tieneuna nueva oportuni dad elemanifestar suagradecida piedada sucelestial intercesora yPatrona. (1) P.Francisco Gavaldá.O.E- «Memoria de los sucesos particula res de Valenciay su Reino en los años mil seiscic utos cuarenta ysiete ycuarenta yocho, tiempo de peste». Valencia, 1651.Cap. IV. (2) Rvdo. Andrés de Sales Ferri Chullo. «1.a pesu del año 1648 en Onil». Revista de Moros yCristianos, 1983. 126 I ENCUENTRO NACIONAL DE HERMANDADES BAJO LAADVOCACIÓN DE LA SALUD Por PEDRO MAESTRE. Presidente Cofradía Santos Patronos En el mes de Junio elel año 1991, llegóa mis manos un libro escrito por D. Florentino Castañe da yMuñoz, hijo predilecto ele Laujar ele Andará, en el que se reseña los pueblos eleEspaña elonele sevenera la Virgen ele la Salud como patrona. Siempre tuve en mi mente el ponerme en contacto con aquellos pueblos yciudades, donde su patrona era la Virgen ele laSalud, pero no tenía en mis manos los medios para conocer einiciar las gestiones entre las Parroquias elonele celebra sen la festividad ele su Patrona con la advocación de la Saluel, hasta que por la lectura quedé alta mente sorprendido, al ver que por toda nuestra gee)grafía se encuentran muchas imágenes con el nombre ele la Saluel. Pasaron unos años yen Sep tiembre de 1996, nuevamente surgió en mí la idea de ponerme en contacte) con aquellos pue blos que celebrasen la festividad de laVirgen ele laSalud, y empecé adirigirme alos sacerdotes ele lasParroejuias con un escrito, ejue entre otras cosas les decía: «Esta Cofradía ele los Santos Patronos de Elela, la Virgen de la Saluel y el SantoCristodel Buen Suceso, desea fervientemente estrechar lazos espirituales y eleamistad con lasCiudades que tengan porPatrona la Virgen ele la Saluel, ofrecién donos incondicionalmente». De los 12 escritos que se dirigieron avarias Ciudades, solamente nuestro vecino pueblo de Onil, que tiene como Patrona laVirgen de la Salud, se puso en contacto con nosotros y,desde hace tres años, mantenemos intercambios ele pro gramas einvitaciones en nuestras fiestas. Un poco descorazonado por la nula respuesta que demostraba el poco interésele laspersonas a quien ibandirigidas lascartas, no quise continuar y lo dejé en suspenso. Un día, D.JoséNavarro, Cura Párroco ele Santa Ana, me entregó una carta que le dirigía D.Juan Aranda Doncel, en la que solicitaba fotografía de la Virgen de la Saluel y material sobrela Cofradía si existiese, ya que se pensaba celebrar en la ciu dad de Córdoba en el próximo Otoño un encuen tro de Cofradías baje) el título ele Nuestra Señora ele la Salud. Cuando la leí me proporcionóuna gran alegría al ver que alguien iba aempezar atrabajar para montar un Encuentro Nacional deCofradías bajo el título de advocación ele laSalud. Me puse inme diatamente en contacto con el Sr. Aranda, quien me dio una graninformación sobre losactos que se pensaban realizar, poniéndome en contacto con el Presidente de la Comisión Organizadora, D. Francisco J.Jurado Luna. A finales del mes de Octubre se recibió el boletín de inscripción del I Encuentro Nacional deHermandades bajo laadvocación ele la Saluel, que se celebraría en Córdoba en elPalacio ele Congresos durante los días22 y 23 de Noviem bre. Entre los actos que se celebraron asistimos a tres magistrales conferencias dadas por los siguientes señores: Dr.JOSE RODA PEÑA Universidad ele Sevilla «El Cristo de la Salud en la Escultura Española. Significación artística y devocio- nal». Quedamos asombrados de la cantidad de Cris tos con la advocación ele laSalud, existen por la geografía española, pero sobre todo con más arrai go en Andalucía. Nosfue demostrando con diapo sitivas, las grandes obras esculturales eletallistas españoles en lafigura de Cristo Crucificado. La segunda conferencia fuedada por el Dr.JUAN LOPEZ-GUADALUPE MUÑOZ Universidad de Granada «Iconografía de la Virgen de laSalud en la escultura española». Este señor nos deleitó con una interesante conferencia, dándonos a conocer los tesoros escondidos por esos pueblos de Dios, en las esculturas de laVirgen de laSalud. Y por último cerró elciclo de conferencias el Dr.JUANARANDA DONCEL, de la Real Acade mia de Córdoba, que versó sobre «El arraigo popular de la advocación de la Salud en la Geografía Española. Aproxi mación histórica». Con una magnífica alocución ycon una gran facilidadde palabra yexpresión nos fue situando la advocación de la Virgen de la Salud sobre la vieja piel de toro, que si empezamos por el Norte, nos encontramos. LaVirgen de laSalud en Carreña de Cabrales (Asturias); nos acercamos hacia el centro ynos la encontramos como Patrona en Casas Viejas (Avila), Nuestra Sra.de la Salud de Barbatona en Sigüenza (Guadalajara) en los pueblos de Bóraxy de Casarrubios del Monte ambos de la provincia de Toledo, donde se les venera y festeja. En Madrid se encuentra en las Iglesias Parroquiales de San Ildefonso, de San José, Santiago y San Juan. Si nos trasladamos aCataluña nos encontramos como Patrona en San Feliu de Llobregat (Barcelo na). En la Comunidad Valenciana es Patrona ele los pueblos de Chirivella, Algemesí, Onil y Elda. En Palma de Mallorca es también patrona. Siguiendo la ruta nos encontramos en Alcantarilla (Murcia) y adentrándonos en Andalucía nos encontramos que en lospueblos deAlmería deHuércal-Overa, Ocaña yVélez-Rubio, que sin ser la Patrona, es muy venerada. En Málaga en Jimera de Libar es su patrona. EnCastro del Río (Córdoba) se venera como Patrona. En la provincia de Huelva se vene ra en El Cerro de Andévalo, Higuera de la Sierra y en Los Madroñeros-Alajar. También nos encontramos con las vírgenes de la Salud Penitenciales, que casi todas ellas se encuentran en Andalucía yque salen en Semana Santa acompañando al Cristo Crucificado. La ima gen penitenciaria que más cerca encontramos es en la ciudad de Elche, que acompaña alSant simo Cristo de la Sangre. Fue una convivencia con más de 150 perso nas llegadas de toda España a las que nos guiaba 128 una misma finalidad:informarnos,averiguary saber más sobre la advocación del Cristo de la Salud, para unos y sobre laVirgen de la Saluel para otros. Se han hecho nuevas amistades, se han can jeado programas de fiestas, estampas de las Patronas, ideas sobre lasfiestas ydesenvolvi miento ele las Cofradías. Entre los encuentros bien en las conferen cias, o en el almuerzo o en la cena, estábamos intercalados con otros asistentes, se hablaba de de las costumbres de nuestros pueblos, y en una de las conversaciones salió a relucir los años que tenía nuestra Imagen de la Saluel. Todos losasistentes coincidimos que en la Gue rra Civil fuerondestruidas y que fueron recons truidas en los años 1939 y 1940. Al preguntarnos qué escultor fuequien hizonuestra Virgen de la Salud, le contestamos que un valenciano llamado Pío Molla. Nuestros interlocutores se quedaron sorprendidos e impresionados; ellos eran de Montoro (Córdoba) y pertenecían a la Cofradía del Stmo. Cristo de lasPenas, cuya imagen fue también esculpida por Pío Molla. Esperamos que la Hermandad del Cristo de la Salud de Jerez de la Frontera dé su conformi dad para convocar el II Encuentro Nacional de Hermandades bajo la advocación de laSalud. Con mi agradecimiento al Presidente y a todos los cofrades de la Hermandad del Vía- Crucis del Santo Cristo de la Salud de Córdoba por la magnífica organización y por laserie de atenciones que tuvieron en nuestra corta estan cia en esabella capital. I ENCUENTRO NACIONAL DE HERMANDADES BAJO LA ADVOCACIÓN DE LA SALUD Córdoba, 22 y 23 de Noviembre de1997 PALACIO DE CONGRESOS YEXPOSICIONE ORGANIZA HERMANDAD DEL VIA-CRUCIS DEL SANTO CRISTO DE LA SALUD 129 LA COFRADÍA DELOS SANTOS PATRONOS. Nuevos rumbo* jurídico* Por FRANCISCO CABRERA TOMAS Antes ele comenzar con la nueva andadura jurídica ele laCofradía de losSantos Patronos ele nuestra ciudad, la SANTÍSIMA VIRGEN DE LA SALUD y el SANTÍSIMO CRISTO DEL BUEN SUCESO, sería interesante efectuar un breve análi sis histórico, para comprender que estos rumbos no son más que la continuación de esahistoria que envuelve a nuestros Patronos y que se remonta al siglo XVII. Para ello vamos autilizar los datos ofrecidos en la Memoria realizaela el 30 de Octubre de 1875 por elcura párroco que lo fuera de Santa Ana, Don GONZALO SEMPERE, cuya publicación fueautorizada por elentonces Obispo ele Orihuela, el 20 ele Diciembre ele 1875. Así, en el año 1604, siendo Sume) Pontífice Clemente VIII, y Rey de España Eelipe III, Don LUIS ANTONIO COLOMA, conde ele esta ciudad, nacido en la misma y bautizado en la Parroquia ele Santa Ana,había sido nombrado por sumajes tad Virrey ele Cerdeña, isla entonces pertenecien te a España. Terminadosumándate) ydispuesto a volver atierras alicantinas, elos mozos con trajes eleperegrinos, suplicaronal Sr.Conde, sedignase aadmitir en el buque que le enviara ele regrese), elos cajones que debían dirigirse al puerto ele Ali cante. Llegados al susodicho puerto y al extraer del buque los mentados cajonesse observó que en sus tapas había un rótulo que decía: «PARA ELDA». Una vez abiertos, cual sería la sorpresa al ver que uno contenía una imagen ele Jesús Cruci ficado, y el otro una imagen ele María Santísima con el niño Jesús en su brazo. Ne) teniendo noti ciaalguna de la aelve)cacie’)n con que anteriormen te eran honradas estas santas imágenes, solo se les invocaba con sus propios nombres ele Jesús y María. No obstante, en 1648, cuando este país se encontraba afligido por el terrible azote ele la peste que causaba innumerables víctimas, viéndo se Elela libre ele semejante epidemia yconsideran do el pueble), guiados por su devoción, que a María Santísima se elebía tal beneficio, la procla maron con el título de VIRGEN DE LA SALUD. Por otra parte, autoridades civiles del Ayuntamiento ele la ciudad yuna representación del pueble), con la intención ele dar un titule) al Santísimo Cristo que excitase todavíamás ladevoción, y por insa culación de entre cien cédulas (papeletas) que contenían cientítulos ele los que con máspropie dad pudiera ser Invocado, se extraje) al fina elel proceso la que daríatítulo definitivo a laimagen: el Santo CRISTO DEL BUEN SUCESO. Así las cosas,y con el fin ele. premiover másel culto alas santas imágenes, el Cura yel Clero, el Ayuntamiento y personas entregadas a tal fin, convinieron en la constitución de una MAYOR- DOMIA ele la que pudieran formar parte todos los fieles devotos, sindistinción elesexo, loe¡ue tuvo efecto en el año 1796, y ejue viene funcionunde) elesele entonces hasta nuestros elías. Posiblemente inclusohasta quedaron redactados los correspon dientes Estatutos que guiaran lavida jurídica de la mayordomía constituida,y por eneleelfunciona miento de la Cofradía de los Santos Patronos, pero no existe en la actualidad papel, ni archivo algune), ejueasí lo confirme. Como ce)iisecue ncia ele la Guerra Civil española ele 1936, nuestro tem plo parroquial ele Santa Ana fue destruido, no quedando piedra sobre pieelra, y en esa destruc ción desaparecieron las veneraelas imágenes, y muy pe)siblemente aquellos primeros Estatutos constitutivos de laMayordomía. Pere) al igual que en el año 1939, finalizada la Guerra, se constituye en Elela, bajo los auspicios ele las autoridades civilesyeclesiásticas, la Junta denominada «DE RECONSTRUCCIÓN DE LOS SANTOS PATRONOS», siendo Cura ele Santa Ana Don Vicente Juan Eerranelo, precisamente para tratar ele reproducir laselestruidas imágenes, con- siguiendo su objetive) en el año 1940, graciasal artista valenciano Don Píe) Molla. En la actúa idael los miembros ele la Mayordomía se conciencian ele la necesidad ele reconstruir también el maree) jurídico ele laCofradía de losSantos Patronos,con el fin ele que el reconocimiento de laCofradía no sea tan se)k) histórico sine) presente, futuro yefec- tive), tanto anivel religiose), como civil; más en estos tiempos, en los que cualquier paso que se ele está regulado por el Derecho y si se quiere cemseguir el ampare) de las normasjurídicas hay 130 que cumplir con los requisitos que el ordena miento jurídico exige. La realidad era una, aunque la historia y su continuo funcionamiento avalaban la constitu ción de la Mayordomía y de la Cofradía elenues tros Patronos, lo cierto es que laCofradía noexis tía, jurídicamente hablando, es decir, noexistía una personalidad jurídica independiente ele la ele sus propios componentes elesele el punto elevista elel Derecho, lo que suponía, tal y como reza el título de este artículo, iniciar nuevos rumbos jurí dicos para poder permanecer en el tiempo prote gidos por lalegalidad. Así y con esa concienciación, se empezó tal andadura en el año 1996 por losmiembros que componen la actual Mayordomía. Redactados los nuevos Estatutos, se presentan para su aproba ción al Obispaelo de Orihuela-Alicante, expidién dose por el Vicario General ele la Diócesis, De)n José CarlosSampedroForner, elDecreto ele apro bación de los mismos el 28 ele Octubre ele 1996. Aprobados losEstatutos, pero carente todavía la Cofradía de los Santos Patronos ele personalidad jurídica indepeneliente, y tras un paréntesis ele algo más ele un año, motivaele) por la organización de otros acontecimientos e]ue se consideraron prioritarios, el 18 ele Febrero de 1998, se constitu ye una Comisión Gestora, para llevar acabo la definitiva legalización de la asociación denomina daCofradía ele losSantos Patronos, Virgenele la Salud y Cristo del Buen Suceso, en la que se designa aDon Pedro Maestre Guarinos, como Pre sidente, con facultades suficientes para que reali ce cuantas gestiemes sean necesarias con el fin ele- obtener la inscripción ele la Asociación, así como solicitar el NIF ante laAgencia Estatal ele Adminis tración Tributaria. Pero los pasos no podían ser excesivamente rápidos; tratándose la Cofradía de los Santos Patronos de una Asociación eminentemente reli giosa,su camino no podía ser otro ejueel ele con seguir en primer lugar el reconocimiente) ecle siástico, de tal forma que se nos conceeliera el carácter de Asociación Pública de Fieles con la consiguiente personalidad jurídica civil y, por tanto, el reconocimiento elel Estaele), haría falta la inscripción en elRegistro de Entidades Religiosas Grupo C de entidades asociativas, dependiente del Ministerio de Justicia. Para ello era necesario el Decreto de Erección en Asociación Pública ele Fieles expeelielo por el Obispaelo, es decir, lacem- cesión por parte de laIglesia ele lapersonalidad jurídica religiosa, así como la certificación de finesreligiosos de laCofradía igualmente expedi da por el obispado y la designación elel represen tante legal ele la misma, tambiénefectuada por el obispado, para ejue en nombre ele laCofradía elelos Santos Patronos pudiera proceder a la inscrip ción definitiva en el mencionado Registro de enti dades religiosas, con el fin ele obtener la persona lidad jurídica civil, todo ello además, con el visado correspondiente ele la Conferencia Episcopal. En primer lugar, y por parte de Don Pedm Maestre Guarinos, elesignaelo come) Presielente, se procedió a la solicitud ante la Agencia Tributaria de un NIF para la Cofradía que le permitiera actuaren eltráfico jurídico fiscal ele forma inele- pendiente, número eleidentificación ejuese obtu vo el 25 de Febrero de 1998. Posteriormente, ycon fecha 2 de Marzo ele 1998, sesolicitó alExcmo. yRvdmo. Sr. Obispo de laDiócesis ele Orihuela-Alicante, tras una carta ele presentación elel Cura Párre)ce) ele Santa Ana Don Je)sé Navarre) Navarre) ejue,cumplienele) ce)mo se cumplían, losreejuisitos exigielexs por el Derecho Canónico nos fuera concedida la PERSONALI DAD JURÍDICA RELIGIOSA como ASOCIACIÓN PUBLICA DE FIELES, mediante el corresponeliente Decreto ele Erección Canónica; le) que se consi guióel 6 ele Marzo ele 1998, en virtuel elel Decreto expeelielo por Monseñor Victorio Oliver Domin go, Obispo Diocesano de Orihuela-Alicante, eiue en su parte fundamental dice textualmente: «Erijo en Asociación Pública de Fieles a la Cofradía de los Santos Patronos Virgen de la Salud yCristo del Buen Suceso con la consi guiente personalidad jurídica». Lo que eviden temente otorgaba a la Cofradía de los Santos Patronosotre) momento histórico, ele importancia actualyvisión futura, era el reconocimiento pe)r parte de laIglesia eleejue la Cofradía ele los San tos Patronos, Virgen ele la Saluel y Cristo elel Buen Suceso, quedaba constituida como Ase)ciacie’)n Pública eleFieles, con personalidad jurídica inde pendiente anivel religioso. Este hecho nos abría el camino, igualmente, para la obtención elel reco- nocimiento estatal y ele la personalielael jurídica civil. El 15 ele Mayo ele 1998 se consiguió elel obis paelo de Orihuela-Alicante, cem la mediación del Cura Párrace) de Santa Ana, Dem José Navarro Navarro, dos documentos necesarios para conti nuarlostrámites, lacertificación ele fines religiose)s ele laCofradía ele losSantos Patronos y la designación elel representante legal, como Presi dente de la misma, ele Don Pedro Maestre Guari nos, habiéndose iniciado ya los pasos para conse guirlaInscripción ele la Ce)fradía en el Registre) eleEntidades Religiosas, dependiente delMiniste rio eleJusticia, con el fin ele obtener la personali dad jurídica civil. En el mismo Obispaelo se nos comentó que setrata ele un camino arduo y difí cil de conseguir, pero ele buen seguro que no cesaremos en el empeño. 131 Foto:JoséHtiguel COFRADÍA di ios santos PATRONOS Por RAMÓN GONZÁLEZ AMAT (Costalero) COSTALERO... ALGO MAS Ser costalero es algo más ejue lo que nues tro diccionario nos define al respecto. «Costale ro: El que lleva los pasos en las procesiones». Situémonos cronológicamente en el tiempo para hacer una breve historia ele loscostaleros en la Cofradía de nuestros Santos Patronos. Ima gina ejueelesele su llegadaa nuestra Ciudad en el año 1604, hasta la llegada de las nuevas imá genes de nuestros patronos en 1940, fueron portadas en andas, después fueronllevadas en lacarroza, que todavía recordamos. Desde muy temprana edad fui recibiendo una educación basada en valores cristianos, morales y humanos, en mi casa fueron mis paelres -Marcelino yJoaquinita-, quienes hicie ron crecer en mí, dichos valores. Por mi proxi midad geográfica con la parroquia de Santa Ana, pronto fui monaguillo y tomé parte de la historia y desarrollo de dicha parroquia, fui viendo cómo un grupo de hombre ymujeres, llegados los días grandes de nuestras fiestas patronales, dedicaban tiempo y devoción al Cristo del Buen Suceso y a la Virgen de laSalud. Más concretamente veía atónito cómo mi padre Marcelino y mi tío José VilarAlba (Pepe elRoyal) subían al trono y con gran destreza preparaban tanto un día a la Virgen, como otro día alCristo para ser llevado en procesión por nuestras calles. Quería colaborar, pero tan solo era un niño. Fue pasando el tiempo y fui cre- cienelo, mi padre murió, y yo creí haber heieda- do la responsabilidad de estar junto anuestros 132 patronos trabajando para que alsalir a lacalle, todo elmundo pudiera contemplar confe y devoción elpaso ele ellos; así fui integrándome en la Cofradía de los Santos Patronos,hasta hoy que asumo responsabilidad importante en cuanto a las imágenes se refiere. En el año 1988 se celebró el año Mariano; con tal aconteci miento la imagen de la Virgen de la Saluel fue llevada en andas a la parroquiade la Inmacula da en romería, donde pernoctó esa noche, vol viendoal díasiguiente al templo de Santa Ana. Fue entonces cuando comprendí que los San tosPatronos debían ser llevadosenandas, pere) la cosa no era fácil. El 6 de Septiembrede 1990, con la conmemoración de lallegada de los San tos Patronos a Elda, fueron llevados en andas desde la calle Nueva hastaeltemplo, volvienelo a ser un éxito. Fue entonces cuando plantee a laCofradía la posibilidad de llevar en andas a nuestrasimágenes; por supuesto no fue fácil, y al finalconseguí laconfianza de Pedro y Espe- rancita con el respaldo de la Mayordomía. Fue mucha gente llegada de la reciente Semana Santa, la que seintegró, pero quisimos eme todo el pueblo pudiera ser partícipe de tan extraor dinario acontecimiento, por eso publicamos y difundimos en los medios de comunicación locales, dicha noticia, y con unascuarenta per sonas ese primer año salimos a la calle, siendo un total éxito. Vimos cómo ce)n nuestro esfuer zo se producía, no sólo una estampa armonio sa, sino que setransmitía algo más al público.Al término de las fiestas ese año, recuerdoque se me acercó una señora muy conocida para darme la enhorabuena, pero me dijo también que era una pena que, al sacar las andas solo, se quedara la carroza -que tanto esfuerzo costó conseguir en sus años y que es una auténtica joya- guardada en el trastero. Ledije que haría mos lo posible por poder incorporarla a las andas yque las imágenes salieran con todo el conjunto de andas y carroza, y así fue, Paco Maestre (ebanista) se encargó de hacer realidad las palabras de aquella señora. Aquel año en lugar de 18 costaleros fueron preciso 42, ya que el conjunto ahora pesaba mucho más. El pasado año ypor petición de los costaleros, se creó unamedalla con lasimágenes de nuestros patronos, para ser llevada por los mismos en las procesiones. Al finalizar la Salve del día siete, DonJosé Navarro impuso a los cerca de ochen ta costaleros dicha medalla, ante la mirada del Cristo del Buen Suceso y la Virgen de laSalud que fueron testigos desde su trono. Esta meda lla viene a incrementar la fe y devoción que un costalero tiene.Ser costalero es algo más ejuela definición que al principio comentábamos. Es importante la altura, lafuerza física, etc. pero si aello no les imprimimos la fuerza espiritual, será cuando de verdad, acabemos cansados al terminar una procesión, por eso ser costalero esalgo más. 133 Foto: Cruces f 7 do MAYO do 199* FECHA PARA RECORDAR [Crónica de la Romería) Por LA MAYORDOMÍA En el mes ele Marzo, los Párrocos de lasIgle sias ele Santa Ana, D.José Navarro; La Inmaculada, D. José Rives); San Francisco de Sales,D.Ginés Pardo); San José Obrero, D. Juan Antonio Ortigo sa; y de la nueva Parroquia de SanPascual, D.Fran cisco Carlos, reunidos con los Presidentes ele los Santos Patronos D.a Esperanza Alonsoy D.Pedro Maestre, acuerdan el día 17 ele mayo, que la Vir gen de la Salud salga en romería avisitar los nue vos terrenos elonele se alzaráel templo parroquia] dedicado ala advocación de San Pascual. Ante la proximidad ele las Fiestas de Semana Santa,se toma la decisión de empezar atrabajar una vez pasaelas éstas, creando una Comisión fromada por miembros ele la nueva Parroquia, junte) a la Mayor domía de los Santos Patronos, encabezadas ambas, por D. Francisco Carlos y D.José Navarro. En la mente de los organizadores, estaba la preocupación de la fecha de la Romería, ya que en la misma, se celebraban Comuniones, Fiestas ele Moros yCristianos en Petrel y Romería ele Orito, ypor lo tanto se impusieron como el prin cipal objetivo llegar atodos los hogares y rinco nes elelenses, por los medios de comunicación, octavillas, carteles de escaparate con lafotografía de nuestra Patrona ycartas dirigidas atexlos los vecinos por donde iba apasar la Virgen de la Saluel para que engalanasen los balcones, ya que era la primera vez en lahistoria de Eldaejueiba a pasar por esas calles. Llegó el día señalado y a las cinco de la tarde, se abrieron las puertas elel Templo ele Santa Ana y en el mismo instante que nuestra patrona la Vir gen ele la Salud apareció, ahombros ele sus eosta- leros, una multitud apiñada prorrumpió er una gran salva de aplausos y, al mismo tiempo, elesele los balcones caía una lluvia de pétalos. Se inicia la Romería, los e)rganizaelores se ven ydesean para que la Virgen recorra su canino, pues todos cruieren ir al lado ycern voces de ¡paso a la Virgen!, se va avanzando. Por todas las esquinas salían verdaderos ríosele gente que se 134 iban agregando a la comitiva, ydurante su recorri do era aclamada, piropeada ydesde los balcones caía una continua lluvia ele pétalos de flores. A las 5,45 de latarde,horaanunciada parala llegada de nuestra Patrona al límite ele la Parro quia de San Pascual, se puede calificar como apoteósico el recibimiento que lehicieron, haciéndo se entrega alos costaleros de la nueva Parroquia, las andas con la Imagen. Presidió el acto el Sr. Obispo de la Diócesis, D.Victorio Oliver, el Cura Párroco ele SanPascual, elSr.Alcalde D.Juan Pas cual Azorín y Corporación ele su Presidencia. Falleras elelBarrio de las 300, Fallera Mayory Pre sidente de laJunta Central de Fallasy Sacerelotes de laselemás Parroeiuias, y todexs elle)s acemipaña- dos de los sones de un pasodoble interpretado por la Banda Instructiva Musical Santa Cecilia. Lle varon a la Virgen hacia el altar que profusamente ade)rnado con centros de flores se había montado en el mismo lugar donde se elevará el nuevo Tem ple)Parroej[uial yce)k)canelo a nuestra Patrona bajo Palio. Se inició laEucaristía presieiiela por el Sr. Obis po D. Victorio Oliver, concelebrada con los sacer dotes D. José Navarre), D. PeelroLuis,(Aira y Vica rio de Santa Ana; D. Ginés Pardo García y D. Francisco J. Estaelellas, Cura Párroco yVicario ele San Francisco de Sales;D. Juan Antonio Ortigosa Bernal, Cura Párroco ele San José Obrero; D.José Rives, Párroce) ele la Inmaculaela. D. Enrique Garrigós, Cura Párroce) de San Juan Bautista de Callosa de Ensarriá; D. Francisco Juan Galiana, Cura Párroco ele Nuestra Señora ele la Asunción de Sax; D.Juan Urbán, Pro fesor elel Seminario ele Orihuela y el Cura ele la nueva Parroejuia, D.Francisce) Carlos ante una multitud que, según los medios informativos daban una apreciación ele unas 5.000 personas, yque con gran silen cio yrespeto oían laSanta Misa y en la que en laHomilía, el Sr. Obispo, con ve)Z entre cortada por la emoción, pidió a losfieles que rezaran por suPatrona. Una vez termi nado el oficio religiose), el Alcalele, Juan Pascual Azorín, dirigió unas palabras ele agradecimiento atodos los presentes por el gran acto y momentos ele emoción ejue se vivió. LaFallera Mayor impuso a la Virgen come) obsequio, una banda ele los vecinos elel Barrio ele las 300 y ele la nueva Parroquia, como recuerdo ele su visita. A las 7,30 ele la tarde se inicia nuevamen te el regrese) triunfalhaciala Parroquia ele SantaAna, acompañada por las Autoridades, Curas Párrocos yBanda Santa Cecilia, hasta el límite de la Parroquia recien creada (Avela. ele Alfonso XIII). Durante este rece)rrie!o, fue lle vada la Virgen pe)r una granmayoría de mujeres que no consentían elrelevo. Al llegar al mencio- naelolímite vuelven a coger las andas los costale ros ele los SantosPatronexs y cuando laBanda ele SantaCecilia, como despedida, inicia los compa ses elel himno nacional, los costaleros levantan la Imagen a braze)s por encima ele sus cabezas y la vuelven lentamente hacia las calles adyacentes, despidiéndose elelBarrio, enmedio ele una gran emoción, aplausos y lágrimas en los ojos de mucha gente, hasta que laVirgen, poco apoco, va desapareciendo. Fue un rece)rriek) triunfal hasta ejue hizo su entrada a las 9 ele la noche en el Templo Arcipres- tal ele Santa Ana, que fue recibida por el Cura Párroco D. José Navarre), eiuien emocionado, dio lasgracias a todos los eidenses por el gran amor que sienten hacia su patrona, terminanelo con el canto de la Salve. (lomo testimonio de roek) lo acemteciek), la prensa en titulares elijo:Valle de Elda: «Elda vibró de fe y fervor en la Romería ele la Patrona de la Ciudad». Periódico Comarcal: «El Obispo se emo cionó ante la masiva respuesta ciudadana. Casi 6.000 eidenses asistieron a la Romería ele la Vir gen ele la Saluel y a la Misa Posterior»; LaVerdad eleMurcia: «Una multitud acompaña a la Patrona durante la Romería ele las 300». Cuando pasen los años, rodas las personas ejue asistieron aesta emotiva Romería a la nueva Parroquia ele SanPascual, recordarán lafecha elel 17 de mayo ele 1998. Deizquierda a derecha: Conchita Juan,l’epade Sopo, Ana Juan, Angelito Masegosa HISTORIA DE UNA FOTOGRAFÍA Por CONCHITA JUAN AMaripé Sofío Pasadas las Navidades me llamóMaripé elesele Alicante:’ Voy unos díasa Elda y quisiera verte, pues tengo una foto ele la Virgen de la Saluel pasando por mi casa ele la calle Nueva en laeme estás junto con mi madre, tu hermana Ana y tu tía Angelita’. Mealegró mucho lanoticia, pues además de que con Maripé lo paso muy bien recordando nues trasbatallitas elel colegio, juventud, etc., quería ver lafoto, pues según ella no la había visto antes. Quedamos en vernos al día siguiente. Maripé llegó con la foto y, efectivamente, la desconocía. Comentamos de qué año sería y al darle la vuelta nos sorprendimos, pues había una fecha puesta por elfotógrafo Penalva:6-6-61. Esta foto no era del día 8de septiembre, festi vidad de la Virgen de la Saluel, que es cuando única mente sale a lacalle, por tanto debía de ser elealgún acontecimiento extraordinario para que dicho día de Junio hubiese salido la Virgen arecorrer las calles del Municipio. Al día siguiente comencé aindagar, pregun tando agente que podría saberlo, pero inútil. Nadie recordaba esa efemérides. Sin decírmelo, mi marido consultó su archivo particular (los Valles de Elda que tiene guardados) ehizo fotocopia elel valle número250, fecha 10-6-61, y me entregóuna carpe ta diciendo: ’esto es para ti’. Me quede extrañada, pero al abrirla, ¡que alegría!. Allí estaba la noticia que yo tanto deseaba saber. En primera página destacaba el Valle: Gran jornada Mariana en Elda La mayor concentración humana que se ha producido en nuestra ciudad. Un inmenso gentío aclamó a la Virgen peregrina de los Desamparados que el martes día 6 llegóa nuestra ciudad proce dente de Alicante en viaje por la región valenciana, de la que recientemente había sido nombada Patrona. Previamente había sido trasladada en proce sión desde la Parroquia de Santa Ana hasta el lagar de encuentro de las dos imágenes: nuestra patrona de laSantísima Virgen de laSalud para recibir a su homónima. Una vez producido el encuentro, arabas imágenes fueron llevadas en procesión hasta la puerta principal de la Iglesia de Santa Ana, donde fue cantada una salve, para seguir la Virgen de los Desamparados hacia Monóvar, donde estaba previs to pasara la noche. Gracias aesta fotografía hemos recore.ado muchos eidenses una parte importante de la histo riareligiosa de Nuestra Ciudad. 136 VIRGEN DEL TANATORIO Por PEDRO GRAS CHINCHILLA Me van aperdonar que en una publicación dedicada a lospatronosele Elela, la Virgen ele la Saluel y el Cristo del Buen Suceso, dediqueestas letras a otra Virgen. Apesar de que los creyentes sabemos que las diferentes imágenessagradaseleJesús, ele María y ele los Santos son simples representaciones enmaterial sólido dedicadas anuestras advocaciones nacionales o locales, lo cierto yverdad es que inconscientemente plurificamos y, en el caso de laVirgen, tenemos cientos de esas advocaciones: elelaSalud, del Rosario, del Car men, de la Almudena, elel Camino, de los Dolores siendo todas en realidad larepresentación tangibledé la Madre de Dios hecho hombre. Imágenes que han ido surgiendo de la necesidad humana, cuestionable o no, de volcar nuestra fe o nuestra necesidad ele con suelo espiritual en algo más palpable que undogma. No obstante lo anterior, y aun siendo plena menteconsciente de que María es una, representada bajo muchos nombres, uno nopuededejar de diferen ciar entre lasdistintas imágenes; y por eso merefieroa la Virgen del Tanatorio como entidadespecial. Muy especial. Desgraciadamente, en estos últimostiempos, he tenido que asistira muchos entierros. Defamiliares, de amigos, de compañeros.Gran parte deellos se han celebrado en lacapilla deltanatorio. Por mucrjo que intentemos consolar oconso larnos. Por mucho que creamos oqueramos creer en una vida mejor despuésde lamuerte, locierto y ver dad es que la muerte estriste. Desoladora. Lamayoría ele nosotros, enesos momentos amargos, levantamos la vista a la imagen de laMadre buscando el amparo a nuestra pena ynos parece notar ejue esos ojos, que vie ron morir a su Hijo querido en el terrible suplicio ele la cruz, nos miran apaciblemente trasmitiéndonos la esperanza de lo eterno. Siempre encontramos en ellos ladulzura resignada que nos reconforta, estemos enel tanatorio o en cualquier otro de los templos en los que te buscamos. Lo ejue tediferencia, VirgendelTanatorio, de las ’otras’, es emea Ti siempre te tocan las penas. Tú no compartes la alegría ele los novios que quieren santificar una vida en común. Nunca escuchas elrefrescante llantodel bebé que está recibiendo su bautizo. Jamás podrás sonreirte internamente ante las tropelías inocentes de losniñosyniñas ilusionados por sus trajes, sus regalos, sus convites y,quizá tam bién un poco, porque van a tomar suPrimera Comu nión. ¡Pobre Virgen elel Tanatorio! A Ti no te sacan en procesión para que,acompañada de miles dedevotos, recibasla luz de las engalanadas callesy de los que alumbramos con nuestras velas ynuestra fe. No te podemos hacer llegar nuestra alegría para compensar te de las penas que tetrasmitimos en nuestras plega rias. No tenemos tiempo. Cuando estamos frente a Ti, te pedimos; pero luego nunca nos acordamos de ir a darte. Virgen del Tanatorio, Virgen María. 137 COMUNIDADPARROQUIA SAN PASCUAL II $r. Obispo de la Diócesis presidió en acto inaugural Por VICENTE VALERO El domingo día 4 de Enero del presente año el Sr. Obispo de la Diócesis, Excmo. Sr. D. Victorio Oliver Domingo,presidióel actoinaugural dela nueva Comunidad Parroquial,bajo laadvocación de San Pas cual Bailón, Patrono de las Obras Eucarísticas,que ha sido erigida recientemente por la Diócesis. En el acto fue leído el Decreto de Erección de la nueva Parroquia,y el delnombramiento del Sr. Párro co, D. Francisco CarlosCarlos, quedemodo acciden tal ocupa el de Coadjutor en la Parroquia de San Fran cisco de Sales. Se celebró la primera Misa en el local provisional, presidida por el Sr. Obispo y concelebrada por 10 sacerdotes de lazona. En su homilía el Dr. Oliver com paró el nacimiento de Jesús con el de la nueva parro quia, pobre y humilde, a la que su feligresía, en princi pio compuesta por 4.500personas está dispuesta a trabajar con el mayor fervor y entusiasmopara ver construido lo máspronto posible el nuevo templo y todas sus actividades de culto. El Sr. Obispo finalizó su homilía con la siguientefrase: «Lo que comienza pobremente comienzabien», y animó a estos nuevos feligreses a colaborar con fe en esta nueva obra, para bien de Elda y en particular de su feligresía. Asistieron las autoridades locales presididas por el alcalde Juan Pascual Azorín,el Consejo Interparroquial ynutridas representaciones de las cuatroparroqui isde la ciudad. La nueva feligresía se mostrócontenta y satisfecha por este primer paso realizado para la conse cución delnuevo templo, no tanto en lo material comoespiritual, éste será construido en terrenos cedi dos por el Ayuntamiento, de unas 4.000 metros cua drados, cerca de la cooperativadel Centro Excursi :nis- ta Eldense. El local habilitadoprovisionalmente se halla ubicado en la Avenida de Ronda, junto al Centro Cultural SeveroOchoa,en la partida de las 300. Fue habilitado después de que la parroquia fuera creaeia en el mes de Agosto del pasado año. Es como una avanza dilla de expansión de Elda en aquellazona. En él, de momento, seofrecerá laSanta Misa los domingos y fiestas,aunquela feligresía expresó el deseo de que fuera también las vísperasde estas fe:has. Del aseo del local se ocuparonvarias señoras y el altar provisional fue donado también por varios feligreses. 138 AGULLÓ DE COCENTAINA, AUTOR DEL CRISTO DE LA PARROQUIA DE SAN FRANCISCO DE SALES Por JOSÉ SOLER CARDONA. Canónigo Don Ginés, cura de la Parroquia, me encarga escriba sobre la autoría del Cristo, de grandesdimensio nes, que preside el altar mayor dela Parroquia de San Francisco de Sales de Elda. Las razones de ese encargo son varias: somos amigos en la Fiesta de Moros y Cristia nos y soy paisano y fuiamigo personal del escultory durante varios años, precisamente cuando secolocó el Cristo, yo ejercía como Delegado Episcopal de Arte Sacro en laDiócesis. «Agulló deCocentaina» era su nombre artístico, pero su nombre era Vicente de Paúl Agulló Sanchís. Nació en Cocentaina en 1932 y falleció en agosto de 1994 a los sesenta y dos años, aunquesu físico fue siem pre de joven, bien apuesto y con su típica barbilla. Agulló es el autor de varias esculturas repartidas por nuestra provinciadeAlicante, en Cocentaina, Ibi, Guadalest, San Juan de Alicante, Elda, etc. Sinembargo, su fama llegó a muchos rincones del mundo.Estudió BellasArtesen San Carlosde Valencia, en San Fernando de Madrid y en París. Después de varios premios, representó a España en la II Bienal deCuba (1953). En la beatificación de San Juan de Ribera, la ciudad de Valencia obsequia al Papa con un busto en bronce delSanto Patriarca, obra de Agu lló de Cocentaina. En 1961 obtiene la Medalla de Oro de Arte Actual de«Artistas del Mediterráneo». Un recuerdo per sonal debo hacer ahora al amigo Agulló, pues para entrar en Arte Actual hacía falta dos firmas de artistas de presti gio que avalasen al artista entrante. Cuando entré a for mar parte de «Artistasdel Mediterráneo» una de las dos firmas era de Vicente de Paúl Agulló. El Comité Olímpico Nacional adquieresu obra «Bateleros» para el Museo Fundación Reina Sofía, mien tras que a su vez la obra «Arqueros»es adquirida por el Comité Olímpico Internacional para el Museo de Laussanne en Suiza. En 1993 obtiene el Primer Premio Internacional de Numismática del 500 aniversario elel Descubrimiento de América; su obra se expone en el Pabellón Español de laExpo de Sevilla. También elestacan suscreaciones de las mejores muñecas deOnil. Una de sus cualidackís investigadoras fue la «piedra científica» que usaba en sus obras dándolesunsentido de autenticidad. El Cristo de San Francisco de Sales es bellísimo en su escultura, en la actitud mística, en su expresión divinohumana. «Lo principal es una obra -decía-es la expre sión». Así es el Cristo, hecho por un artista meticuloso que acababa bien sus obras, pero sobre todoAgulló de Cocentaina era muy religioso, como todasu familia. En su mansión-chalet en lafalda de la Sierra de Mariola ha dejado su gusto y su arte, pero también... su vacío. Agulló amó a su Patrona la Virgen y fue siempre un gran festero de Moros y Cristianos.Eldase enorgulle ce de poseer una magníficay singular obra suya: El Cristo de la Parroquia deSan Francisco de Sales, que llama la atención por su original perfección. El escultor Agulló dejó allí su personalidad. 139 BRILLANTEZ YFERVOR RELIGIOSO EN LOSACTOSDE NUESTRAS FIESTAS MAYORES 1997 Por VICENTE VALERO BELLOT Como es natural, el primer acto de las Fiestas Mayores en honorelenuestros Excelsos Patronos, la Stma. Virgen de la Salud y el Stmo. Cristo del Buen Suceso, se iniciaron con la acostum brada Alborada, en este año ensalzada con la presenciade un nuevo pregonero: nuestropaisano e internacional artista Anto nio Gades, que se sintió orgulloso por esta atención. Disparada la tradicional palmera desde el templo arciprestal de SantaAna, los eidenses realizaron su primera y obligada visita al templo para ofrecer su filial amor y saludo a los Santos Patro nos, ya en su preciado trono, que estuvo a cargo en nombre de la ciudad, del Sr.Párroco Don José Navarro Navarro. Los actos religiososestuvierona la altura de años anterio res; millares de personasllenarontotalmente el amplio templo parroquial en la solemne concelebración de la Eucaristía, presi dida por D.Ginés Pardo García, Vicario Episcopal y Párroco de San Francisco de Sales, y 20 sacerdotes,algunos de ellos nos habían honrado años antes con su presencia en las laboresapos tólicas de la parroquia, varios hijos de Elda ejue esta labor la rea lizan en otras poblaciones y todos con el deseo de unirse a estas brillantes celebraciones religiosas.Por la mañana, a las 12,30 por vez primera se celebró un acto brillantísimo, cual fue la renova ción comunitaria del matrimonio por 26 parejas que celebraban sus Bodas de Platay 6 las de Oro, presidiendo el acto el párroco, D.José Navarro Navarro. La celebración Eucarística de lafestividad del Stmo. Cristo del Buen Suceso, fue presidida por D. Fernando Rodrigue/Trives,Rector del Teologado Diocesanode Alicante, y concelel rada con 14 sacerdotes. En ambos actos litúrgicos actuaron el Orfeón -Amigos de la Música» del C.E.E., la Orquesta de Cámara «Ciudad de Elda», dirigida por D.AntonioBallesterCorbí, y el órganola profesora María del Carmen Segura Almodóvar. Eldía de la Vir gen la soprano eldense Ana María Sánchez cantó la plegariidel maestro D. Ramón Gorgé «Virgen Purísima», destacaronen ambas actuaciones M.’ Isabel Tecles, soprano, José Luis Sáez, barítono y Juan Carlos Pastor, tenor, como solistas. Ambos actos religiosos fueron retransmitidos por RADIO ELDA-SER los cías 8 y 9 yTELEELDA el 9. Las procesiones fueron fiel expresión popular del amory devoción que los eidensessentimos por nuestros Santos Patro nos; la brillantez y el número de fieles que participaron en los desfiles procesionales, incontables,fueronfielreflejo c!e lo comentado en estos últimos años en los que el fervor religioso ha sido una de las notas más sobresalientes de las fiestas. Agradecemosde modo particular, como eidenses, seguro de que sería compartido para la ciudad, el Ayuntamientoque presiele Donjuán Pascual Azorín Soriano, al deseo de incorpo rarse atodoslos actos celebrados en las Fiestas Mayores en honorele losSantos patronos, como alcalde detodos los eiden ses a los cuales representacomoprimera autoridad de la ciu dad. 140 El RINCÓN Dt W METAS ELDENSEYMADRE, VIRGEN DE LASALUD Contemplo tu andar solemne vestida toda de blanco con las sandalias de cuero hacia la plaza caminas colgando del brazo la cesta de mimbre raída forrada ele tela. Vas subiendo atu destino contemplando aquí y allá, ac[uel niño que juega perdido, aquella e)tra mujer que en su prisa no ve el resplandor de tu aderable sensatez. Acjuél abuelo impávido que con esfuerzo ysin reposo alza la vista entre frío y escabrosea Las máquinas atronackíras van invadiendo tu calma, no respeta tu timidez rompiendo en mil pedazos la paz de tu alma y el candor que destellas paso apaso... de sencillez. ¡Por fin lo has conseguide)! ¡Llenar de manjares la cesta! En ella va el sustento diario de tu marido ytu hijo. Comienzas el descenso con lafatiga en el rostro como todos los días, fortaleza ytemplanza con amor seducida. Cada noche sin vencer la fatiga, la silla a la puerta sacas contemplando la oscuridad del cielo. La Torre de Santa Ana. La Almena del Castillo. La Placeta ele San Antón. yen ella... su insigne Ermita. Le aconsejas atu hijo que nunca olvide esa visión. Elela te dio cobijo entre esperanza eilusión, para que luches por ella con esfuerzo ytesón. ¡Llévalos ele la mano para seguir tu camino! ¡Acompáñalos en la soledad yjunto a Ti, estar unidos! ¡Ábreles tu corazón para eme en él vean, sentido yrazón! ¡Yo estoy contigo! No olvides nunca que ellos están adorándote conmigo. Me adormece el soñar temiendo al despertar. Ha sido un sueño hecho realidad. El amor es luz yvida cuando se ama de verdad. 141 TENES/98 VIRGEN DE LA SALUD Virgen de la Salud Divina Nunca te puedo olvidar En estas Fiestas Preciosas En grandioso altar. Te rezamos en silencie) Por que fuiste elegida Para dar anuestro pueblo La Saluel y la Alegría. Sin tu Amor no somos nada Nos das la luz y lavida Y nosotros te rezamos Como rosa preferida. AL CRISTO DEL BUEN SUCESO Oh Cristo del Buen Suceso Tu siempre estás en la Cruz Y nosotros te pedimos La Fe el Amor y la luz Pues no creas te olvidamos Te rezamos con amor Por que Tú lo eres tóele) Amor, Fe y Salvación. LOLA GÓMEZ PARA LA VIRGEN DE LA SALUD No te pares apensar si fue dolorosa tu vida, porque tienes un don ejue te ilumina la luz divina. Siete heridas tienes en el pecho eme hey te hace así penar, de ver el desamor en la tierra yen el hombre la poca humanidad. Texlo en tisu luz mora, un amor que llevas dentro, que te daDios lavida de su propie) aliente). Vida es la esencia sublime que queremos alcanzar, para llegar con esperanza asu morada astral. VIRGEN MARÍA Solamente hay una Virgen se llaman SANTA MARÍA aElda le da LA SALUD y almundo le da la alegría. LA FE NO MUERE En solemne procesión, vemos que la fe no muere; ¿Sinfe que serían Señor larazón y losquereres? Nuestra VIRGEN, MADRE Y PURA que a ti te traje) a la tierra, puede sentirse segura ejuela fe jamás se entierra Otros añe)s, luz ele bien con fervor os di mis versos, os rece)rde come) Rey y a nuestros pies ele mis besos. Tú, CRISTO del BUEN SUCESO, nosdiste ejemplo yperdón; quisiera según tus pasos yofreceros, yo mi amor. MANUEL VERDUJUAN PARA EL CRISTO DEL BUEN SUCESO Eres nuestro Redentor ele verdades ypurezas, humano en la entereza yfuerza en le) espiritual. Viniste por mándate) de Diexs para proteger nuestras vidas, y al conquistar la pureza no comprendieron tu sabiduría. Pero tu sigues con grandeza reflejada en el rostro, con la esperanza de escuchar nuestro amor ynuestro geze). CARMEN PÉREZ DÍAZ 142 Comentarios acerea del «CANTAR DE 10$ CANTARES» Por ENRIQUE SELVA POVEDA ’¡Levántale ya, amada mía, hermosa mía,yven! Que ya se ha pasado el invierno yhan cesado las lluvias. Ya se muestran en la tierra los brotes flori dos, ya ha llegado eltiempo de la poda yse deja oír en nuestra tierra el arrullo de latórtola. Ya ha echado la higuera sus brotes, ya las viñas en flor esparcen su aroma. ¿Levántate, amada mía, hermosa mía, yven! Cuando, en un ambiente relaja do, leemos detenidamente el más hermoso libro del Antiguo Testa mento, el’Cantar de los Cantares’, quedamos sobrecogidos por la mezcla de belleza ymisterio. Nos conmueve la delicada forma de expresión, el sublime amor que subyace en todo el Cantar. Pero nos impresiona sobre todo por un ’no sesabe qué*. En él nadaes lo que parece. Ni el Esposo es tal, ni el sentido de laEsposa le cede en eso- terismo. Emplean un lenguaje pas toril, mientras semejan ser reyes. Muestran una atracción extraña, donde a los supremos eleliquios de amor sigue una especie de huiela elel Esposo, siempre seguido ybus cado por la Esposa. Atribuido aSalomón, fue escrito cientos ele años después. Pero utili za el recuerdo ielealizaelo ele un rey sabio, que tiene por primera esposa amante a la hija de un faraón, al tiempo que subyuga a un persona jesimbólico, ala reina de Saba. Aceptar la literalidad del Cantal es como pretender explicar la alquimia con las ideas cartesianas. El Cantar no se explica, se siente, conmueve, yes para cada cual una fuente ele inspiración, que da el agua ejue cada uno necesita. Como todas las obras geniales, dice más que lo que quiere decir. Quizá fue S.Juan de la Cruz quien más sintió la veta mística del poema bíblico. Einelica ejue la lisposa es el Alma en busca ele Dios. Pero cuando se lee el ’Cánti co Espiritual’, cuando nos eleleita- mos en la Noche Oscura de la ’Subida al Monte Carmelo’, vemos que S.Juan dice mucho más en sus versos que en sus comentarios explicativos. La belleza del ’Cantar de los Cantares’ odel ’Cántico Espiritual’ se gusta sin explicación, es un placer que conmueve, aun que apenas se entiende, porque el pozo del que surgen las palabras está en lo más íntimo de nuestra Historia olvielaela. Pero el estar apoyado el Cantar bíblico, como referencia, en una época heroica ele la historia eleIsra el, tal vez profundizando en ésta podamos vislumbrar parte de los secretos ocultos en este maravillo so poema ele amor. Corría el primer milenio a. C. cuando Salomón, gracias a las intri gas de su madre Betsabé, había podido suceder a su padre David. No habían sido los tiempos de éste ricos en justicia ypaz, sino en lucha, temor ycrueldad. Rey de un pequeño pueblo recién llegado de los desiertos del Sinaí, portador con él de su Dios Jehová. No dios ele un lugar sino de un pueblo; celoso ele laadoración de sus fíeles yprotector sin trabas ele los intere ses elel pueblo israelita. Ensanchó éste su dominio por meelioele crue les guerras contra pueblos matriar cales. Su dios celeste, manifestado por el rayo y el trueno en las altu ras del Sinaí. se enfrentó alos anti guos cultos matriarcales ele las Astarté, Isis oIsthar. La lucha ele pueblos ycréelos fue terrible. Los eelomitas varones fueron todos exterminados por Joab, el lugarteniente del rey David. Y cuando fue semietielo el pueblo ele Ammón, al otro hielo del Jordán, el carro realtíntelo por briosos cor celes ycon cuchillas en las ruedas sepaseó algalope sobrelosprisio neros amontonados. La fielelielael ele David a Jehová le incitó, pues, a la guerra, al exterminio y a la no mez cla con las poblaciones cananeas; sólo losfilisteos, los que habitaban loejue hoy se llama franja de Gaza, mantuvieron con Israel una rela ción de competencia yequilibrio; Incluso David admiró su arte ele la 143 guerra yse valió de algunos de ellos como mercenarios; vale la pena recordar que el pueblo filis- tee) (phylisteus) fue el que dio nombre alatierra ele Palestina. El culto matriarcal tenía profun das raíces en el extremo oriental elel Mediterráneo. Ya en Jericé), 8000 a.a.C., existía la civilización agrícola, creadora elel respeto a la naturaleza, elel culto ala diosa Madre Tierra, fecundada por el esperma ele los Cielos. Unión que permitía el renacimiento de las plantas al descomponerse las semi llas. ¿Por qué cl hombre, al morir y ser ele nuevo arropado por su madre, no podía renacer auna vida nueva? Es un simbolismo que recerre toda la literatura sagraela: Jesús indi ca ejueel hombre había de volver al vientre ele su madre para llegar a ser renovado. El culto alas caver nas, úteros de la Maelre Tierra. Tam bién Abel, representando con su muerte a lacivilización agraria que se eclipsaba por la naciente eelael técnica de los metales, fue enterra do bajo el surco. Cada actividad agraria era una hierofanía, el agricultor un sacerdo teejue ofrecía sacrificios. El hemí- bre estaba plenamente integrado en la naturaleza. La fecunelidad de la tierra guardaba estrecha relación con la fecundidad humana. La unión ele los cuerpe)S sobre los campos ele cultivo era una garantía ele la rica cosecha. Ningún fruto era dable conseguir sin sacrificio; la sangre humana, los holocaustos ani males, eran el precio apagar por la fecundidad. Y las relaciones sexua les de las sacerdotisas de los tem pléis matriarcales tenían la misma finalidad. La viela ele la socieelael matriar cal era una eterna vuelta a los prin cipios, como la rueda del tiempo atmosférico; su mentalidad respon día al mito del Eterno Retorno. Y las celebraciones del Año Nuevo, con sus célebres orgías, no eran sino una inmersión en la totalidad de la naturaleza, pereler la ndivi- dualidad y renacer con fuerzas nuevas. Daviel era el prototipo de un pueblo que tenía por protector a un elios celestial, ejuese hacía ver entre el rayo y la tormenta, cuyas apariciones preferidas tenían lugar en las cumbres de las montañas. Israel era un pueblo que tenía el privilegio de tener un dios propio de sí, no de un lugar. Nómadas desde hacía muchos siglos, desde que Abraham dejó la ciudad de Ur, cabe el Eufrates, llevaronconsigo sus dioses lares ejue, con el tiempe, se transformarían, en ese progreso de su visión religie)sa, en el dios supremo Yhavé, aunque no el Dios único. Dios celoso de su poder y de la adoración de su pueblo, fiel cum plidor de los compromisos. Sienelo dios de un pueblo nómada, no podía lógicamente tener templo alguno. El Arca que contenía las Tablas de Moisés iba llevada con el pueblo yhabitaba bajo sus tiendas en el desierto. Cuanelo Saúl llegó aCanaán el conflicto estaba servido. Había que convivir con pueblos -Edom, Moab, Filistea...- con una visión del mundo yde la Divinidad completa mente distinta. Pero, aelemás, Israel no iba de paso; estaba elecidielo a quedarse en laTierra Prometida, es elecir, se iba aconvertir en seelenta- rio. Y aquí nació un nuevo conflicto, éste dentro del mismo pue blo invasor. El sedentaris- mo, el cultive) ele la tie rra, no podían encajaren sus estructuras mentales, un auténtico problema elel inconsciente colecti vo. El pueblo de Israel siempre estuvo tentado por el culto matriarcal personificado especial mente por la diosa Astar- té; y lo aceptó individual mente en muchas ocasiones. Los profetas se encargarían posterior mente de prevenir asus gentes contra la conta minación, siendo los auténticos inspiradores de un progreso religioso extraordinario. Que lle varía aYhavé de ser un dios entre tantos, cruel yjusticiero, alYhavé como Dios único ele texlexs los pueblos, revelado especialmen teal pueblo elegido, misericorelioso antes eme justo. Pero eso ocurrió mucho des pués. Mil años a.C, Salomón se enfrentó, al dirigir aunas gentes todavía primitivas, a los elos proble mas: la convivencia con los otros pueblos de Palestina y al drama íntimo de su propio pueblo; proba blemente también asu íntimo drama personal. Y entonces ocurre algo inesperado, un reinado pacífi co ejue duraría unos cuarenta años, algo que en principio parece inex plicable tras los años ele continuas luchas de los reinados de Saúl y Daviel. Aelemás, se construye el Tem plo. Yhavé tiene por fin casa pro pia. Su lugarele asiento, Jerusalén, se cemvierte por consiguiente en ciudad sagraela. Y, a partir ele enton ces, toda la vida de Israel girará alrededor del lugar santo; tras la primera elestrucción, el mayor anhelo de los desterrados fue el volver para reconstruirle). El Arca, hasta entonces nómada, quedaría enterrada bajo el altar ele los sacrifi cios, se)le accesible para el sumo sacerdote; ya no fue vistamás por el pueblo. Se ha indicado (RENÁN) que los pueblos no judíos fueronesclaviza dos por Salomón, de los ejue se extraían sucesivas levas para la construcción del Temple). Quizá, pero es raro eme los pueblos opri 144 midos no se hubieran rebelado en un espacio ele tiempo tan largo. Más bien hay que pensar que hubo una especie deconvivencia de múl tiplescréelos religiosos, una mutua tolerancia. No es seguro que la madre ele Salomón, Betsabé, fuera israelita y mucho menos una fi.nda- mentalista. Su influencia sobre Davidy su habilidad para las ntrigas palaciegas hacen pensar que la influencia que ejerció sobre su hijo, confirmada por el trato reve rente que éste la profesaba, centri- buyó aldesarrollo de una época de estabilidad. El harén de Salomón, según cuenta la Biblia (I Reyes, 11). era enorme: setecientas mujeres de sangre real ytrescientas concubi nas. Sus numerosas esposas extran jerasinfluyeron dealgún modj en su aceptación ele cultos extraños junto alele Yhavé. Se puede leír en elLibro I de los Reyes (11,5): yse fue Salomón tras Astarté, diosa de los siclon ios, y tras de Mi Ico ni, abominación de los ammonitas; construyó cerca deJerusalén tem plos en los que se adoraba adis tintos dioses’ También en elTemplo deYhavé se celebraron ceremonias orgiásti cas en honor ala diosa Anat. En el templo de Hierápolis -con estr ictura y mobiliario parecidos alde Salo món- se celebraba anualmente una orgía entre fieles varones ylos sacerdotes del perro, vestidos con ropas femeninas; muchachas solte ras actuaban como prostitutas del templo. Pues bien, de la realidad de estas prácticas en Israel hablan las prohibiciones ele Deuteronomio XXII,5: ’Nollevará la mujer vesti dos de hombre, ni el hombre lvesti dos de mujer, porque el que tal hace es abominación a Yhavé, tu dios’; yen XXIII, 17,l8:’Que no haya prostitutas de entre las bijas de Israel, ni prostituios de entre los hijos de Israel. No lleves ala casa de Yhavé ni la merced de una ramera ni el precio de un perro (sacerdote del perro) para cumplir un voto...’. En II Reyes XXIII, refiriéndosea los hechos eleJosías, rey de Judá, se dice: ’El rey mandó...que sacaran del Templo de Yhavé todos los enseres que habían sido hechos para Baal, para Asera (diosa Anat)... y los quemó fuera deJeru salén...Expulsó alos sacerdotes de los ídolos...Sacó la Asera fueui de la casa de Yhavé...y la ¡tie rno...Derribó los lugares de prosti tución idolátrica del TempBo de Yhavé...Profanó el rey los altos que había al oriente deJerusalén, al mediodía del monte de los Oli vos, que Salomón, rey de Israel, había erigido a Astarté..., a Camos...y aMilcom’. Y se pueden elar más citas. Salo món introdujo el culto de Moloc y Kemas, alos que se sacrificaban niños en el valle de Tofar (Gehena) -II Reyes XIII, 10; Miqueas VI,7; Jere mías (VII.31; XIX,5,6; XXXII, 35); Ezequiel (XVI,20; XX,26); Deuteronomio XXII.31; Levítico (XVIII,21; XXII, 2 y ss.); Éxodo XXXIV,20-. La superación de esta práctica queda escenificada en el relato del sacrifi cio de Isaac por Abraham. Todo parece indicar que Salo món adoptó simultáneamente todos los cultos, sedentarizó a Yhavé al construirle un templo; construcción, como ya se ha indica do, ajena a la tradición. Para llevar a cabo su empresa recurrió al vecino rey de Tiro, aelorador de la diosa Madre,Éste le envió la madera de cedro del Líbano y,expresamente lo indica laBiblia, a Hiram, elforja dor, el herrero, para vestir de uten silios al Templo. Pero la figura del herrero ya llega acompañada por un fuerte simbolismo ligado a la Madre Tie rra. La primera relación que el hombre tuvo con el hierro fue con el de origen meteórico, por loejue se le llamó también la piedra del Cielo (siderus). Por eso la hachas de doble hoja simbolizaban alrayo y al dios celeste. Más adelante aprendió aextraer los metales a partir de los minerales. Eran consi derados componentes -hijos- de la Tierra. La obra de fundición, mediante la cual el herrero extraía el metal, era considerada como un embarazo acelerado. El mineral sería similar aun feto en el seno de la Madre Tierra que maduraba de forma lentísima. El herrero, conver tido en hierofante, conocedor de los saberes esotéricos, efectuaba la actividad sagradade la fundición y purificación elel metal. Su prestigio era grande.Tenía su traducción en el Olimpo, en elelios herrero Hefesto, el mismo que ató con cadenas aPrometeo auna roca delCáucaso. Era respetado, temido y,en ocasiones, perseguido. Su acti vidad entraba en el entramado cul turaldelaDiosa Madre. Fue el pre cursor de las prácticas aleiuímicas posteriores. Éstastuvieron mucho del simbolismo ysecretismo que rodeo siempre la activielael del herrero primitivo; y, como él, desarrolló su actividad en soledad. La participación tan desta cada de Hiram en la construcción elel Templo habla en favor del sincre tismo religioso que tuvo lugar en tiempos ele Salo món. A su entrada hizo construir dos columnas, Jakim y Boaz, que sim bolizaban los elos princi pios creadores, elCeleste y el Terráqueo. Hay otros relatos ejue unen aSalomón con la socieelad matriarcal. Uno es el de la recepción prestaela ala reina de Saba, eme eiuedaría des lumhrada ante su sabidu ría. Existen relatos midriáticos indicando que la reina de Saba era una encarnación de Lilit, forma satanizada de la Diosa Maeire. Sus largos vestidos oculta ban los pies, dispuestosen forma elehoja de trébol -pata ele pato-, dis tingo del demonio; un ardid ele Salomón, al conducirla auna habi tación con suelo de espejos permi tió que lareina, al confundir el cris tal con agua, levantara lasfaldas y descubriera los pies. La fama ele sabio del rey se extendió por todo el mundo cono cido yperduró por siglos. El Corán (11,60;VI,84; XXI, 78-82; XXVII, 1728; XXXIV, 11,13; XXXVIII, 29,38) se hace eco de su saber yde sus poderes mágicos. Sus buenas rela ciones diplomáticas con el pueblo fcnicie), ce)n el hitita, con los filiste os ycon el mismo Egipto hace suponer ejue, con la excusa de la construcción del Templo y ele la residencia real, se reunieran sabios de tode) el mímelo conocido. Auxi- liaelo por los fenicios, creó una flota ejue llegó alas tierras ele Ofir (la India), ele la que traerían no sólo mercancías sino también conoci mientos. Y parece igualmente que comerció con Tarsis (el sur ele la Península Ibérica), trayendo pro ductos ele sus minas (Tarsos alcan zó un importante nivel cultural; cuenta Estrabón ejue tenía sus leyes escritas en 5000 versos). Es, pues, probable, que alreele- elor de Salomón se formara algo parecielo a lo que posteriormente pasara con la Biblioteca de Alejan dría: un extraordinaria reunión ele- sabios ysacerdotes ele tóelos los 145 saberes ycultexs. De aejuí nacería un cuerpo de iniciaelos que transmitirí an sus saberes ocultos ydarían unos frutos tan hermosos como inexplicables: el Faro de Alejandría, las cateelrales góticas,los estudios alquímicos, laCabala... Y volvienelo ahora ele nuevo al Cantar de los Cantares, aese canto de amor que habla al incons ciente ypermite experiencias dis tintas a cáela lector. El Esposo es un rey, ybien puede representar al mismo Dios. La Esposa ha sielo interpretaela como la personifica ción ele la Iglesia; para S.Juan de la Cruz es elAlma anhelante de unión con dios. Pero también puede ser la per sonificación ele la Diosa Madre en busca de un reencuentro del cielo y la Tierra, de la Unidad última dé los dos cultos, ya soñada en los tiempos de Salomón. Igualmente el Cantar podría ser la premonición de los esposónos de la Virgen maeire María con Dios, de esa unión de dios con la más hermosa repre sentación de la Creación, esa ’diosa’ madre epac acepta con humildad la oferta del Ángel Gabriel. De laejue nacerá el Fruto eme aunará bajo suAmor, justifica dos, atodos los hombres, de todas las creencias. De esta manera conti nuarán siempre unidas las dos gran des traeliciones religiexsasejue han acompañado siempre a la Humani dad, la matriarcal y la patriarcal; y, por fin,la mano tendida pe)r la Tie rra fecunda alcanzará al Cielo. FIESTAS MAYORES ELDA. septiembre de 1989 - ’Alborada.’, FiestasMayoresn’ 6, s.f. (1989) - ’¡Ay! Alma bonita.’,FiestasMayores n’ 9, p. 63. (1992) -ALONSO, B.,’Mi Primer Trabajo. (De la Revista ’El Centenario’ 1903-1904)’, FiestasMayores n’ 6, s.f. (1989) - AMATAMERJ.M., ’Elda pone apunto su Museo del Calzado.’, Fiestas Mayores n’7, s.f. (1990) -AMAT BELTRÁN,A.,’San Bicarbonato’, Fiestas Mayores n’ 10,pp. 60-61.(1993) -ARRÁEZ, I.,’A laVirgen de la Salud y al Cristo del Buen Suceso asu llegada a Elda en 1940’, Fiestas Mayores n°7, s.f. (1990) - BAÑÓN, J.M., ’El tío Barraehina. 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García Soriano.’, Fiestas Mayores n° 10,p.62.(1993) -VALERO, V, ’Extraordinaria brillantez en los actos religiosos de 1988.’, Fiestas Mayores n°6, s.f. (1989) -VALERO, V, ’Solemne ordenación sacerdotal de D. Carlos Mendiola Martí nez.’, Fiestas Mayores n’ 8, s.f. (1991) -VALERO, V,’Memorable recibimiento a las sagradas imágenes de los Santos Patronos.’, Fiestas Mayores n’ 8, s.f. (1991) - VALERO, V, ’Importantes obras en la Parroquia de la Inmaculada.’, Fiestas Mayores n°8, s.f.(199D - VALERO, V,’Los actos litúrgicos del pasado año en septiembre, expresión de fe y amor alos Santos Patronos.’, Fiestas Mayores n’8, s.f. (1991) -VALERO, V,’Elda se crece en Amor y devoción alos Santos Patronos’, Fiestas Mayores n° 9,p. 54.. (1992) -VALERO, V, ’Aumenta el filial amor a nuestros excelsos patronos.’, Fiestas Mayoresn°10, p. 65. (1993) -VERDÚ JUAN, M., ’Canto de fe.’, Fies tas Mayores n° 7, s.f. (1990) -VERDÚ JUAN, M., ’Madre, voy al rome ral.’, Fiestas Mayores n’ 8, s.f. 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En el ofertorio se cantará el villancico del Maestro Gorgé, «VIRGEN PURÍSIMA». Esta Misa será retransmitida por la Cadena de Radio Elda-Ser. A las 13 y a las 19 horas: Santa Misa. A las 20 horas: SalveSolemne, villancico «VIRGEN DE LA SALUD» y, a continuación, PROCESIÓN DE LA SANTÍSIMA VIRGEN DE LA SALUD Día 9, MIÉRCOLES (SolemnidaddelSantísimo CristodelBuen Suceso) A las 8, 9 y 10 horas: Santa Misa A las 11 horas: SolemneConcelebración de la Eucaristía, ocupandolaSagrada Cátedrael Rvdo. D. Miguel ÁngelCremades Romero, párroco de San Blas enAlicante. En el Ofertorio se cantará el villancico del Maestro Gorgé, «AL CRISTO DEL BUEN SUCESO». A las 13 y a las 19 horas:SantaMisa. A las 20 horas: Salve Solemne, villancico «AL CRISTODEL BUEN SUCESO y, acontinuación, PROCESIÓN DEL SANTÍSIMO CRISTO DEL BUEN SUCESO Del día 10 al 18, SOLEMNE NOVENARIO Día 10, JUEVES HOMENAJE DE LAPARROQUIA DE SANTA ANA A LOS SANTOS PATRONOS A las 20 horas: Celebración de la Eucaristía Día 11, VIERNES DEDICADO A LOS ENFERMOS OrganizaCatequistas de la Salud A las 20 horas: Celebración de la Eucaristía Día 12, SÁBADO HOMENAJE DE LA PARROQUIA DE SAN PASCUAL A LOS SANTOSPATRONOS A las 12 horas: Ofrenda de Flores del Colectivo de Fallasa los Santos Patronos A las 20 horas: Celebración de la Eucaristía Día 13, DOMINGO TRADICIONAL HOMENAJE DE LOS ELDENSES A LOS SANTOS PATRONOS A las 8,30, 11 y 12,30 horas: Santa Misa 150 A las 12,30 horas:Presentación de los niños y niñas menoresde tres años a los Santos Patronos A las 20 horas: Celebración de la Eucaristía. La Polifonía de la SantaMisa será interpretada por el Coro Capilla Clásica de Murcia, dirigido por D. Fulgencio HernándezGil y, a su finalización, se procederáal acto de BESA ESCAPULARIO Día 14, LUNES HOMENAJE DE LA PARROQUIA DE LAINMACULADA A LOS SANTOS PATRONOS A las 20 horas: Celebración de la Eucaristía Día 15, MARTES HOMENAJE DE LA PARROQUIA DE SAN JOSÉ OBRERO A LOS SANTOS PATRONOS A las 20 horas: Celebración de la Eucaristía Día 16, MIÉRCOLES HOMENAJE DE LA PARROQUIA DE SAN FRANCISCO A LOS SANTOS PATRONOS A las 20 horas: Celebración de la Eucaristía Día 17, JUEVES ENTREGA DE MEDALLAS A LOS NUEVOS COFRADES DE LOS SANTOS PATRONOS A las 20 horas: Celebración de la Eucaristía Día 18, VIERNES CELEBRACIÓN COMUNITARIA DE BODAS DE PLATA Y OROMATRIMONIALES QUE CUMPLAN DICHA EFEMÉRIDES A LO LARGODEL AÑO 1998 A las 20 horas: Celebración de la Eucaristía I Día 19, SÁBADO SOLEMNE CONMEMORACIÓN DEL 350 ANIVERSARIO DE LA ADVOCACIÓN «VIRGEN DE LA SALUD» A las 20 horas: Solemne Concelebración de la Eucaristía A las 23,45 horas: ESPECIAL SERENATA a la Virgen de la Salud con motivo de su 350 aniversario. Las agrupaciones folclóricas REINO DE MURCIA y GRUPO DE DANZAS DE MONOVAR, cantarány bailarán en elinterior delTemplo. Día 20, DOMINGO A las 12 horas, Celebración de la Eucaristíay, a continuación, bendición e inauguración del CENTRO PARROQUIAL DE SANTA ANA A las 20 horas: Celebración de la Eucaristía Día 21, LUNES A las 8 horas: Misa Funeral por todos los difuntoseidenses. NOTAS: Toda la Polifonía de los actos de los días 7, 8 y 9 serán interpretados por la Coral Polifónica Santos Patronos, acompañados por la Orquesta de Cámara «Ciudad de Elda», dirigidos ambos por D.sMaría delCarmen Segura y, como organista,D.-Patricia Amat Segura. La Polifonía de la misa del día 13, Homenaje de los eidenses a los SantosPatronos, ha sido patrocinada por CajaMurcia. La Agrupación Folclórica Reino de Murcia ha sido patrocinadapor la Concejalía de Cultura del Excmo.Ayuntamiento y elGrupo de Danzas de Monóvar por la CAM. Por la Comisión de Fiestas del Excmo. Ayuntamiento los días 8 y 9 se dispararántracas de colores a laentrada de losSantos Patronos en el Templo Arciprestal de Santa Ana. ELDA. Septiembre de 1998 151 Ahora puedes pagar fus compras al confado ...o en 3G cómodos plazos con #? COMPRA FLEXIBLE CRM Compra lo que quieras, pagarlo no es problema. Si eres titular de una Tarjeta CAM, ahora puedes pagar tus compras de la manera más cómoda. Con la COMPRA FLEXIBLE CAM*. Hastaen36 cómodos plazos. Para disfrutar de tuscompras sinpreocupaciones. Inmejorables ventajas. Para compras superiores a30.000 ptas. disfruta de un crédito automático que te permite pagar tus compras en cómodos plazos, de o a36 meses, con una cuota mensual mínima de 5.000 ptas. Sin papeles, comisioneso avalistas. Facilidad de acceso a la financiación: en el mismo comercio o hastadiez días despuésde la compra,CON UNA SIMPLE LLAMADA AL 902 100 112 ó aCAM DIRECTO. • ParaTarjetas CAM conmodolidad de crédito. 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