FIESTAS MAYORES M Septiembre 1993 ~aí I FIESTAS MAYORE Número 10 *¿0 Jrc’* ^tí1 Septiembre de1993 Revista anual que la r’ Cofradía de los Santos Patronos edita en honor de la Virgen de la Salud y del Cristo del BuenSuceso, para mayor exaltación ymemoria de losvalores eldenses 34 RAMÓN CANDELAS ORGILES El libro de las ermitas sS JUAN MARTI POVEDA •3O Los festivales de ópera de Elda FIESTAS MAYORES ALBORADA N.Q 10 Septiembre,1993 ALBORADA -93 6 RG/93 A la Virgen de la Salud 8 RG/93Al Cristo del Buen Suceso 10 JOSÉMIGUEL BAÑON Plegaria por mi ciudad rota 12 RG/93Al Cristo, muy de cerca 13 JOSÉ A. SIRVENT MULLOR Lasonrisa de laVirgen 14 RAMÓN CANDELAS ORGILES Pío Mollar, artista olvidado 19 JULIO A. CAPILLA Enlomo a una fotografía 21 ERNESTO GARCÍA LLOBREGAT DonLamberto «entrevisto» porAzorín 26 ALBERTO NAVARRO PASTOR Francis, recuerdos de unpolifacético eldense 30 JUAN RODRÍGUEZ CAMPILLO Cómo era elabastecimiento de agua en el castillo de Elda A-j JOSÉ LUIS BAZAN LÓPEZ T’ JL Milagritos Gorgé: una voz alicantina que debe perdurar A A JUAN ANTONIO MARTI CEBRIAN ^TT1 Doña Emilia Sempere yGómez... AS RAMÓN CANDELAS T’U Federico. Laausencia de una... Af-i JOVER GONZÁLEZ DE LA HORTETA ^/ «La siequesica siete años»... 50 52 MANUEL SERRANO GONZÁLEZ El Manicomio Provincial... ANDRÉS LLORET MARTI Poemario £ , PAUR1DES GONZÁLEZ VIDAL JT1 Añoranzas 57 58 60 62 63 64 65 Portada: RAMÓN CANDELAS Fotografías: FRANCISCO SANTOS GONZÁLEZ JOSÉ MIGUEL BAÑON RAMÓN CANDELAS ORGILES CARLSON RAFA ÁNGEL VERA GUARINOS MIGUEL GONZÁLEZ AGUADO La aparadora ANDRÉS LLORET MARTI La difícil verdad A. AMAT BELTRAN San Bicarbonato VICENTE VALERO BELLOT Las cosas de mi pueblo PEDRO MAESTRE Acompañamiento alpredicador MIGUEL CONEJERO PÉREZ María, divina aurora VICENTE VALERO BELLOT Aumenta el filial amor... /:/: EL RINCÓN DE LOS POETAS: Tenes, T. Rocamora, **** S. Palazón, M. Verdú Juan ,L. Gómez, C. Pérez Díaz n 1 ENRIQUE GARRIGOS El Buen Suceso 72 PROGRAMA DE ACTOS Dibujos patronos: JOSÉ PASCUAL CASAÑEZ Dibujos: RAMÓN CANDELAS ORGILES JOAQUÍN PLANELLES FRANCISCO ESTEBAN Coordinación: JOSÉ MIGUEL Maqueta: ERNESTO ¿n w B*-l m ’’Z ffr --fl lio!R NClSCd SANTOS ( ^ L ’A revista FIESTAS MAYORESapareceeste año con el número10 en su citaanual con loseldenses y sustradicionales fiestas en honor de sus Santos Patronos,la Virgen de la Salud y elCristo del Buen Suceso.Diezaños -desde quelarevista ALBORADA deja ra de ser portavoz de dicho evento-han pasado; diez años procurando mantener encendi da lallama deeste tipo de revistade fiestas patronales que, con carácteroficial,escomún anuestros pueblos. Entrañables, localistas, en ellas se reflejantodos los pensamientos, logrosydeseos quecompendian el añonatural, aquélqueva de fiestaenfiesta, de todo un pueblo; se recrea el pasado aleccionador,histórico,anecdótico osimplemente emotivo en situaciones, lugares opersonajes popularesquellenaron sus calles; y se manifiestael presente, siempreconpretendidos deseosoptimistas, o por lomenoscongrandes deseos de felicidad compartida,conescritos de sus gentes que, al correrde los años, nos salen al encuentro con la punzada intimistayevocadora delrecuerdo, porque son memorianatu ral-ingenua oprofunda- a la medida de ese pueblo que late a impulsos de su ámbito, de supequeño mundo«suigeneris». La Cofradía delos Santos Patronos ha cuidado durante esta década de la normal apa rición de este tipo de publicaciónen nuestro pueblo; en este caso bajo el título de FIES TAS MAYORES, ya que elanteriordeALBORADA, nacidoexpresamente por y para la exaltacióndeestas fiestas, estabadestinado a «unnuevo estiloqueestuviese a laaltura delos tiempos»; empeño loable, magnífico, si no se hubiesen olvidado esencias, motivos ¿legales? y tradición, y si no hubiesen habido también, viejos y hermosos títulos de viejas revistas eldenses -sobre todo las del período republicano-,lascuales hubiese sido una gloria rescatar. Sin equipo remunerado,sin apenaspresupuesto, pero con elesfuerzode los eldenses, se ha podido mantener durante estos diez años, como cualquierpueblo que se precie, la revista de fiestas patronales; con críticas, a veces, durante este largo lapso, y con ignorante buena intención, referida a la patente modestia de la revista en comparacio nes noprocedentes con otras revistas, de otros pueblos,másacordes con sustradiciones y felizmente para ellos más celosos de sus cosas, que han sabido conservarypotenciar en todo momento sus costumbres cimagen. Y llegados hasta aquí, no queremoscansar la paciencia del eldense lector con aburri das consideraciones acerca de unarevistamás,o revista menos. No queremos abundar en un tema de tan poca monta pensando en los grandestemasabrumadores que atodoscon ciernen. Noqueríamos hablar de otra cosa que no fuese, y para estobastarían unas pocas líneas, las pocas que teníamos que haber puesto al principio evitando tanto relleno, pero que ha sido necesario recurrir a él para, entre otras cosas, poder confeccionaresta colum na -espacio fijo reservado en una publicación-losuficientemente densa e inhiesta, de la que cabría destacar, en último término, y al final de la fuste, el capitel labrado con delica dos reproches salutistas. Decíamos que no queríamos hablar de otra cosa que no fuese de las pocas líneas trascendentales que cabría poner aquí, y son: amigos, hermanos eldenses, nuestras FiestasMayores son ya.Abramos elcorazón a la GRAN ALBORADA de la ale gría, delapaz y del amor auténticos; cuidemos de nuestras cosas, aquellas que nos fueron legadas por nuestros mayores y aprobadas como idóneas; y una vez sumergidos en la alborada de nuestra fiesta, nuestras miradas todas para nuestros Santos Patronos, la Virgen de la Salud y el Cristo del Buen Suceso; que sí, que no son más que dos imágenes, obra de inspirado artista, pero ¿qué largo misterio de siglosseencierra tras ellas por la devoción de un pueblo? Y en la más crucial de las interrogacionesqueatenazan al hom bre y a la mujer de hoy: ¿a qué roca salvadora asirnos en este marasmo de desesperanzay degradación? La Cofradía A LA VIRGEN DE LA SALUD ¡2L •e par en par, Señora, estánabiertas alalba de tu paso mis ventanas. Está septiembreen flor y en las mañanas el alma decristal notiene puertas. La ciudad callaquieta, comomuerta, soñando la salud de tus fontanas, recogiendo eltemblor de lascampanas que proclaman tupaso con su alerta. Dando tucorazón multiplicado, en lenta procesión vasperegrina por sendero deluz transfigurado. Con la tarde asomadaa cadaesquina, a tu encuentro he de ir, hasta tu lado, que miviaje de amor en titermina. RG/93 y..’,.’ AL CRISTO DEL RÚENSUCESO p ;,n tusmanos, Señor, dejo mi peso, entregolibertad, nombre yaliento; no quiero navegar conotro viento ni llevar otro amor dentro del hueso. En tus manos, Señor,pongo mibeso, televanto bandera y monumento, con mi carne mortal como cimiento y la sedinmortal queteconfieso. Seré, quizá -lo dijo ya Quevedo-, sólo polvo desueño yprimavera, que sólo enpobre barro habré quedado. Seré, tal vez, como un oscuro miedo decenizas delárbol en lahoguera... «polvo seré,maspolvo enamorado». RG/93 JlmU’A k A*Aimvimt*m*i mW r35 m (Sai Foto: ÁNGEL VERA PLEGARIA POR MI CIUDAD ROTA Esta es, Cristo del Buen Suceso, mi plegaria. Laplegaríapara esta Elda nuestra, que tanto agobio económico está produciendo, que tanto está sufriendo por tan amarga falta de trabajo, por tener el entrañable rumor de sus fábricas, casi dolorosamente mudo. ¿Qué nos está pasando,Señor? ¿Qué familia hoy en Elda no está sintiendo en suscarnes elacíbar desconsolador del paro? La nuestra, que fue una ciudad trabajadoray fértil, arrastra ahora, como un loco y doloroso vaticinio, el sinsaborangustioso decarecer depuestos detrabajo. Nuestras fábricas, Cristo querido, han ido cerrandouna tras otra, debatiéndose en duras agonías, por no tener trabajo. Las máquinas tan laboriosasen sus diarias faenas, tan mágicas y cantarínas que llenaban de rumores el Valle, han enmudecidoy, un silenciodensose haesparcido por doquier, condenandoa una gran parte de nuestras gentes al ocio y al paro. Ya sabes, pues, Cristo del Buen Suceso, cuál es mi plegaria, la plegariadetodos nosotros. A tu amorosa piedad acudimos los eldenses suplicándote ayuda. Queremos, Señor, que nos facilites salirdeesta horrenda crisis que tanto tiempo ya venimos padeciendoy tanto daño está causandoa nuestras familias. Que Elda vuelva a ser la ciudad alegre y laboriosa de siempre, esforzada en su quehacer y que a todos nos devuelva el orgullo de per tenecer aella. Que ilumines con tu Divina Luz a nuestros empresarios, para que acierten con nuevos caminos, y respondan, con inteligencia y tesón hasta poder conseguir otra vez el laborioso rango del trabajo de todos. Que des a nuestros obreros paciencia,ilusión y destreza, para con seguir que nuestros zapatos sean aceptadospor su calidad y buen esti lo en los mercados internacionales. Sé, Cristo del Buen Suceso, que estos otoños tan resecos y duros dehorizontes queestamos viviendo, nos llevarán de tu piadosamano, a nuevas y fértiles primaveras donde nuestros jóvenespuedan tener ese lugar al sol que por justicia les corresponde y tanta falta les está haciendo. Estoy seguro, Señor, de que harás el milagro y, cuando el día 9 de septiembre, fecha entrañable de tu festividad, y salgas por las calles de Elda en procesión, verás un pueblo que te venera. En sus rostros halla rás huellas muy marcadas de sus actuales sufrimientos, de sus agobios por suincierto futuro y las pésimasperspectivas laborales.No nos olvides, Señor, tú que todo lo puedes. Ojalá recuperemos el tiempo perdido y otro ciclo de prosperidadnos venga de tu fecundo amor. Elda entera se une de corazón, de verdad, a esta plegariapor nues tra ciudad tan digna y laboriosa, porque con todo nuestroamor de bue nos hijos, cuando contemplemos arrobados tu paso procesional, en el silencio de la tarde que declina, saldrán de nuestras emocionadasgar gantas los rezos unánimes y piadosos de loshijos de Elda, que te soli citan, Cristo del Buen Suceso, trabajo y pan para todos y solución a tantas desesperanzas. Que no volvamos jamás, Señor, a que nuestro pueblo, como en lejanos tiempos, de amargo recuerdo, se debata, amargo, dolorido y roto, entre ausencias ysombras. José Miguel Bañón 11 Foto: JOSÉ MIGUEL BAÑON 12 AL CRISTO, MUY DE CERCA Nunca vi tan de cerca tu tristeza, tan llena de dolor, tan desgarrada; un soplo de existencia, apenas nada, alienta mortecino en tu cabeza. Vas a morir, Señor, ymi torpeza no acierta aconsolar tu desbandada, que esta muerte en la cruz anticipada me nubla la razón con su certeza. El oro que es corona de tu frente es fuego que tu dulce sien abrasa con fiebre iluminada ytransparente. Y veo acabar tu vida tan escasa, yveo morir aDios omnipotente en medio del incendio de mi casa. RG/93 Foto: JÓSE MIGUEL La sonrisa de la Virgen La expresión de la Virgen delaSalud es bondadosa, apaci ble, hasta se diría que irradiacalma, ycuando la miras durantealgún tiempo parece que te sonríe. Es más. yo me atrevería a asegurar que de verdad esboza una sonrisa para animarte a per severar o a emprender -eso Ella y tú lo sabéis-esasempresas que a la luz de la lógica parecen imposibles. Y estoy seguro de que a lo largo del año son muchas las ocasiones en quenuestra Patrona sonríea loseldenses que seacogen a su protecciónen supresencia, y también hace más placenteros y sosegadoslossueños de aquéllos que aún estando lejos no la olvidan en sus jaculatorias o en sus oraciones. Y demanera especial me ha parecido su mirada en las procesiones decadaseptiembre, aunque al comentarlo con quien estaba a milado ha pretendido hacerme ver que todo era un efectoóptico causado por las luces que adornan su trono, o por los claroscu ros del crepúsculo al jugar con los colores de las perillicas que adornan su recorrido. Pero yo sé que no es eso y siento dentro de mí la seguridad de que allá en el año 1944a la natural alegría de volver a estar entronizada en SantaAna, en su casa,laVirgen de la Salud añadió,díasdespués desu festividad, el 17 de septiembre para ser más precisos,una especial satisfacción en el acto de bendiciónde lasbanderas de lascincocomparsas:Cristianos, Contrabandistas. Estudiantes, Moros Realistas y Moros Marroquíes, que retomaban el testigo de tiempos pasados preparándose a reconquistar las calles de Elda con la Fiestade Moros y Cristianos;luegoelestruendo de losarcabuces debió llegar hasta el ciclo como una oración sin palabras. El paso del tiempo, el consecuente o inconsecuente cambio de las modas y costumbres,y otras muchas cosas es posible que hoy lleven a pensar a más de uno que las fiestas en general no son más que la expresión de un sentimiento lúdico y desinhibitorio de las gentes que la celebran, y hasta es posible que en parte tengan razón en lo que dicen. Pero la Fiesta ha nacido en todas partes como consecuencia de un voto religioso y si pres cindimos de él se nos queda en muy poco, en casi nada, en nada tal vez.Ahora, cuando las Fiestas Patronales van camino de su IV Centenario y la de Moros y Cristianosva acumplir sus bodas de oro, me gusta evocaraquelseptiembre de hacecincuenta años y la que debió ser una de las sonrisas más placenteras de la Virgen de la Salud,a la vez que expreso con todo mi corazón el deseo de que los eldenses le sigamos dando motivos de alegría a nuestra Patrona y Protectora. La ocasiónno importa. Ella está siempre esperando, dispuestaarecoger nuestras peticiones y nuestros anhelos. Solamente el olvido haría posible cambiar laexpresión dulce de su cara. Pero yo creo, estoy seguro, que ninguno denosotrosdejaráque esto ocurra. Y tal vez un día no muy lejano lodos verán una sonrisa en laexpresión bondadosa, apacible,irradiando calmade laSantísima Virgen de la Salud. José A. Sirvent Mullor 13 PIÓ MOLLAR, artistaolvidado Nadie tiene memoria de él,nadie -o casi nadie- sabe quién fue. Me refiero al autor de las imágenes de nuestrospatronos.Es otro artista olvidado. Que ello ocurriera en la Edad Media, tiene pase. Uno visita el museo diocesano de Cuenca, oel de Astorga, o el de Sigüenza,y seencuentra con facili dad: «Virgen románica delsiglo XI,anónima» o «Tabla del siglo XII, anónima». Y lo comprende. El autornotenía relieve; se hanperdido documentos al paso de los años; ya es bastanteque dichas obras se conserven, aunque en mala situación muchas veces. El Renacimiento traería, es verdad, el reconoci mientodelartista, que bajo laprotección de los mecenas devino en un hombre relativamente libre. 14 Aún,noobstante, existen muchas obras que «son atribuidas», quetienen «elsello de tal o cualtaller», porque fueron obras en las que el maestrose reser vaba para sólo realizar determinadoselementos, y muchas quedaron sin firmar, otras fueron simples bocetosdestinados adesaparecer una vezterminada laobra, lo que no siempre tuvo lugar, por fortuna. El anonimato delartista era muy frecuente, pues, en otras épocas, pero que ello ocurra en pleno siglo XX, es cosa de sin razón, aunque así es. Habría queinvestigar lascausas: obras sin firmar, falta de extender los debidosdocumentos, pérdic as de archivos, o, comorecientemente proponíauna Cofradía en esta ciudad: silenciar el nombre del artistade un paso reciénadquirido pordiferencias económicas con el mismo. Siempre que veoalCristo delBuen Suceso y a la Virgen de la Salud me he preguntado:¿quién hizo estas doshermosas imágenes? ¿Quéocurrió con el artista? Y nadie ha sabido darme cuenta yrazón. Porque estoy seguro de que el lector se ha plan teado alguna vezestas interrogantes, y porque me fastidianestassituaciones deignorancia yolvido, quise adentrarme en lainvestigación de quién fue su autor,recoger elmayor número de datos posibles acerca del mismo y, cómo no, ofrecerosestos resul tados. Hoy os lo cuento. Lógico era empezar en nuestra Parroquia de Santa Ana, al fin y al caboes la casa materna, como quien dice. Pero su párroco,D.Enrique, no pudo ayudarme lo másmínimo, no existe documento algunoalrespecto: cartas,presupuestos, facturas, etc.Parece imposible, pero así es. Preguntamos a personas de iglesiadetoda la viday nadie supo res ponder, nadierecordaba. Nos encontramos en un callejón sinsalida, cuando unamigo, LuisMaestre, ¡por fin!, nos dio la primera pista: el librito «Novena a laDulcísima VirgenMaríabajo la advo cación de la Salud de Elda», del presbítero D. Gonzalo Sempere, proporciona el nombre del artis ta: PIÓ MOLLAR. Efectivamente, en la edición de 1958 de dicha obrita hay una nota aclaratoriaa pie de página que extractada dice: «El año1939...se produjo una convulsiónpolí tica y social... (se) saquearon e incendiaron los tem plos... y en esta oleada de destrucción desaparecie ron las veneradas imágenesdelCristo delBuen Suceso y la Virgen de la Saludque en 1604llegaron anuestra ciudad, siendo objeto del amor yvenera ción de los hijosdeElda... El año 1939...seconstituye unaJunta denomi nada «DE RECONSTRUCCIÓN DE LOS SAN TOS PATRONOS»..., para ello se dirigieronal gran artistavalenciano don PíoMollar,quien con gran sabor artístico y delicadísima inspiración reprodujo nuestras veneradas joyas»(1). Este pequeño documento,aparte del nombre del artistay sulugar detrabajo nosrevela también, aproximadamente, eltiempo que tardó Mollaren realizar las imágenes: año y medio, y cuándo fue entregada, pueslamisma nota nos dice: «El día 6 de septiembrede1940. a las nueve de la mañana y en lasalidadelpueblo, en elparaje denominado ’Cruz de San Blas’... se celebró, con extraordinaria solemnidad, el acto simbólico de la entrega de dichas imágenes por la Comisión Reconstructora al Excelentísimo Ayuntamiento y autoridades eclesiásticas». Lo que ya no nos cuentaes si el artistaestuvo presente. Probablemente no,porque la nota es bas tanteexahustiva encuanto apersonalidades asisten tes. Tampocoen elactadeentrega levantada por el entonces Notariodel Ilustre Colegio deValencia, distrito de Monóvar, D.Marcial Ivíeleiro y Fernández se le nombra (2). Empiezael olvido. Sinembargo, unaíntima satisfacción surgede la lectura atenta de esta acta y es que las imágenesfue ron entregadas conjuntamente alcura-párroco de la Iglesia de SantaAna y al alcaldede Elda, este últi mo, como eslógico, enrepresentación delpueblo. Es decir, ¡son nuestras!,nopodía ser de otro modo. Se repite yconfirma históricamente la leyenda: SOY PARA ELDA. Bueno, ya teníamoselnombre del autor, su pro cedencia, el tiempo que tardó en realizarlas y su entregaal pueblo. Pero había que intentarsaberalgo más. Buceamos en la HISTORIA DEL ARTE VALENCIANO, recientementeaparecida,yencon tramos uncapítulo dedicado a laEscultura, en el que BLASCO CARRASCOSA dividelanómina de artistas valencianos del siglo XX en cuatrograndes bloques. El primer grupo está formado por los con tinuadoresdela tradición imaginera, y en él inclu ye a «Pío Mollar (Valencia, 1878-1953)»(3). Así se nosconfirma que nacióenValencia, y aparecen algunosdatos más: el año de su nacimien to y el de su muerte,y que se incluyeen un grupo deescultores de la«escuela deValencia» quetiene estos rasgos generales, según el autor citado: «Escasa proclividad hacia criterios más renovadores y una notable dignidad a la hora de la realización de sus tallasreligiosas. Fueron buenos artesanos, grandes conocedores de su oficio que alardearon de unatécnica envidiable, aprendidaen el seno de la Escuela de SanCarlos. Perosu arte estabamuy des fasado de los intentos de renovación ensayados durante estos años en España,y,todavía más, de las propuestas rupturistaseuropeas»(3). También BLASCO CARRASCOSA en su obra «Laescultura valenciana en laSegunda República» nombra aPío Mollar como «escultor del círculo de Ribalta». Discípulo de SanCarlosyaprendiz en el estudio de Modesto Quilis, Pío Mollar se dedicó fervientemente a latalla de madera, realizando gran número de «cristos». También le deben su autoría un«Anteo» y «Raza española». En esta reseña, apartededecirnos dónderealizó susestudios el artista. Carrascosa proporciona unas preciosas refe rencias a la revista «Ribalta»,pistasque han servido para conformar el perfil de nuestro escultor (4). La primera nota sacada de los cuadernos «Ribalta», que eran como el escribanoonotario de las Bellas Artes en la Valencia de los años cuarenta, es que con motivo de la I DEMOSTRACIÓNDE i:¡ ARTE EN MADERA, realizada en Valencia durante el mes de marzo de 1946. La revista lanza un núme ro especial dedicado a la misma en el que se glosa lamuestra y losartistas queparticiparon. Allí nos viene a decir que MOLLARera untrabajador infa tigable, y dice así: «PIÓMOLLAR es un viejo maestro joven,respetado, admirado y querido por todos.Nacióparaescultor y de suestudiosalieron buenos escultores. Aún vive para el Arte y hay que verle con la gubia en las manos y el gusto en elcon cepto estimulándonos. Aquí su talla «Raza Española» preside la sala, vecina de otra de Benlliure. Discípulodenuestro SanCarlos y de aquel estudio de don Modesto Quilis en su mejor época, supo elevar laimaginería aprime ra línea» (5). Nos atrevemos a resaltar la convivencia de adje tivos tan contradictorios: viejo y joven. Pero así era. A la sazón, Mollar contabala edad de 68 años, y se puede suponer que casi había cumplidolas bodas de oro con la gubia. Había pasado de aprendiz a maes tro, pero seguía siendo jovena la hora de concebiry realizar una obra. Ese es el ejemplo de la obra mencionada «Raza Española». No sabemos las motivaciones de su con cepción, pero de la mera contemplacióny título de lamisma sí quepueden sacarse algunas considera ciones. Laprimera, queelige pararepresentar a la raza a un soldado, un soldado de los tiempos impe riales,lo que está muy de acuerdo con lasideas políticas del momento. Es el soldado de Lepante, de SanQuintín, deBreda. Es un general, con su bastón demando, marcando congesto ineludible un objeti vo. Un Pizarro, un Hernán Cortés, un Duque de Alba... Nos llamalaatención elaristocrático porte, la rotundidad del gesto, la nobleza del rostro, la mano desnuda...; despuésestáelequilibrado contra- posto,la compensación de volúmenes, la detallada vestimenta, etc., todo lo que da vida y movimientoa estaestatua, y quedemuestra queMollar fuealgo más que un imaginero.Estaestatua estásituada en la plaza de Manisesde Valencia, juntoal palacio de la Generalitat. Por favor, si pasas por allí detente a verla. Pero veamos la alusión aotra obra distinta: «Anteo»:inspirada obra de este artista, en doi.de unsentido barroco singular clama la decisión de incursar el movimiento yla plástica más expresiva. Pío Mollar,fervorosode laforma yculto buce ador de todos los conceptos, se haquedado en este punto con el deletreo de las efectividades anatómicas más significativas (6). Lamusculatura delgigante monstruoso, hijo de Posidón y de Gea, que mataba a cuantosviajeros atravesaban el desiertoen el que vivía, pues había prometido a su padre construirun templo con crá neos humanos, parece inspirada en bocetos de Miguel Ángelpor su rotundidad, fidelidadanatómi ca yfuerza contenida. Este conocimiento de la ana tomía tendrá sumejor expresión, sinduda, enotros cuerpos desnudos: los «cristos». Es, sin duda, comoimaginero que PíoMollar alcanzala plenitud, especialmente en sus cristos, que según el comentarista de larevista «Ribalta» corresponden auna concepción yobjetiva de la escultura valenciana. Pío Mollar es el veterano imaginero valenciano absolutamente inmerso en tamañas fervientes actividades. Agilidad mental y agilidad en lamotriz actuación de la tallade la madera. Procedente del pueblo yen continuo estu dio experimental del género estético, Pío Mollar ha desarrollado ingente labor. Imagineríavalenciana, que quiere decirexenta en sus características de otra cualquiera interpretación ysentimiento. Más sus«cristos». Hay una larga teoría de ellos, aún dentro de la parcelade loscompatricios, en imagi nería. Y desde las realizaciones postgóticas de Damián Forment, como alllegarcon Muñoz aun dramatismo quelinda ya con lo barroco de los Vergaras. Aquí Pío Mollar, en la representaciónmuscular, muestra aquellafrondorescencia expresivaenIos /aciales, en losgrupos delpelo yen los de la barba y flexión de cabezasy miembros. Así entendemos ser éstas de las mejores muestras de imaginería 16 contemporánea,resultadodel estudio ydel concep to de este valenciano escultor que es Pío Mollar (7). Seríamos incompletos si notransmitiéramos al lector una nota que redondealapersonalidad del artista.Copiamos literalmente de lanecrológica publicada por larevista «Ribalta» en la fecha de su muerteel 28 de agosto de 1953: Pío Mollar, el conocido ynotable escultor valenciano ha muerto enValencia, ala edad de setenta ycinco años. Pío era un gran enamorado de su arte, sin otra desvia ción afectuosa ni mayor. El Museo, el Círculo de Bellas Artes, su estudio-taller, eran las únicas estancias que asumían su presencia de por vida. De buen carácter, bondadoso, trabajador infatigable, artista temperamental, conocedor del oficio, supo ganarse un justo bienestar yuna envidiable fama por toda España y América (8). Así era Pío Mollar Franch, no podía ser menos. Bastacontemplar ensilencio «su» Cristo, «nuestro» Cristo. Nuestro Cristo del Buen Suceso. Ramón CandelasOrgilés BIBLIOGRAFÍA 1.SEMPERE GUARÍ NOS, Gonzalo: «Novena a la Dulcísima VirgenMaría,bajo la advocación delaSalud...». Elda, edición 1958. 2. MELEIRO Y FERNANDEZ, Marcial: «Acta Notarial». Archivo Histórico. Monóvar. Libro de Protocolo, 1940. agosto-octubre. Folio l.l 15. Número 263. 3. BLASCO CARRASCOSA. Juan Ángel:«LaEscultura».. Historia del Arte Valenciano. Tomo6. pág. 92. Ed. Biblioteca Valenciana. Consorcid’EditorsValencians, S.A.Valencia, 1988. 4.BLASCO CARRASCOSA. Juan Ángel: «LaEscultura Valenciana en laSegunda República». Ayuntamiento de Valencia. 1988. pág. 58. 5. I DEMOSTRACIÓN DE ARTE EN MADERA. Revista «Ribalta». Bellas Artes, Valencia. Marzo-abril, 1946. 6. PÍO MOLLAR, ESCULTOR. Revista «Ribalta», Bellas Arles. Valencia, abril. 1948. 7. EL CRISTO EN LA IMAGINERÍA VALENCIANA, PIÓ MOLLAR. Revista «Ribalta», Bellas Artes. Valencia, marzo. 1948. 8. EL ESCULTOR PIÓ MOLLAR. IN MEMORIAM. Revista «Ribalta», Bellas Artes. Valencia, septiembre-octubre, 1953. (Fotosdelautor) «Raza», ilcPío Mollar, enla plaza deManises deValencia. 17 Redacción de IDELLA. Figuran Emiliano Vera, José Capilla y Maximiliano G. Soriano. (Foto: Vicente Berenguer). 18 En torno a unafotografía Lector,estafotografía quetienes ante ti, tan expresiva, fuehecha un día del mes defebrero del año 1928 por Vicente Berenguer, excelente profe sional de la fotografía y reportero gráfico de los eventos de nuestra ciudad durante muchos años. Fue tomada en la redacción del semanario eldense inde pendiente IDELLA, que por aquel tiempo ocupaba losbajos delnúmero dieciocho de laañorada calle Colón, en la misma casa en donde transcurrió la infancia del personajepolítico tal vez más relevante de nuestro turbulentosiglo XIX, Emilio Castelar. La casa hacía esquina con las calles de San Roque y Colón, en el lugar de los antiguos porches de Elda. En nuestra juventudconocimos aquel edificio con balcones asomándose aambas calles, una mercería en los bajos y adosadaa lafachada de la calle de San Roque, la placa de bronce con la efigie del gran tribuno y eminente polígrafo, obra del escultor ali cantino Vicente Bañuls, que recuerda al pueblo de Elda que allívivió el niño predestinadoa ser la estrellapolardeEuropa. Vicente Berenguer captócon su cámara la ima gen de los tres redactores de IDELLA en su ambiente, juntoa la mesa de trabajo; mesa con el tablero forrado de gutapercha, llena de papeles y objetos diversos. Sentados en sencillas sillas de boj vemos aEmiliano Vera y a Maximiliano García Soriano, con los cinco sentidos puestos en su labor. Emiliano Vera ante una vieja máquina de escribirUnderwood, posiblemente mecanografíaun artículo destinadoacubrir las páginas del próximonúmero del semanario IDELLA y al otro lado de la mesa, Maxi con la pluma en la mano escribesobre unas cuartillas algunos de sus satíricos versos. Capilla de pie, entre los dos, sujeta con ambas manos el ejem plar de IDELLA dedicado a la memoria del autor de «La Barraca», Vicente Blasco Ibáñez, fallecido días antesen su residencia de Fontana Rosa,en la Costa Azul. Aespaldas de losredactores, dos paredes conti guasmaterialmente cubiertaspor laiconografía local. Destacan dos enormes retratos de Castelar y del genial vateeldense Francisco Ganga,«El Seráfico». Los dos personajes, coetáneos, profunda mentearraigados en el sentir populardel Elda deci monónico ysus retratos con los de Juan Rico Amat ySempere Guarinos, nocomprendidos en la foto grafía, decoraban las deterioradas paredesde la redacción. Lapanorámica de Elda,juntoal retrato de don Emilio, es un dibujo hecho al carbónpor Osear Porta. También son suyas las diversas carica turas de tipos populares y conocidas personalidades Por JULIO A. CAPILLA eldenses de la época repartidas por las paredes. No falta el calendario deIndustrias Gráficas Ortín pin chado al muro, indicador del transcurso de los días. Hay un detalle chocante en la fotografía comen tada y es el sistemadeiluminación de laestancia, consistente en unabombilla eléctrica con caperuza de papel que pende del techo y que un hilo atado al cabledesplaza la fuente de luz hacia la mesa de tra bajo. Este procedimiento tan peculiar no era exclu sivo de los redactores del semanario, en muchos hogares eldenses utilizaban el mismo sistema en aquellos años: todo un símbolo del consumismo de aquella época. Al cumplirse el segundo año de la vida del semanario IDELLA, se editó un número conmemo rativo (18 de febrero de 1928). La fotografíade Vicente Berenguer ilustra lapágina de IDELLA con los trabajos de los redactores Vera, Maxi y Capilla. «Hablemos de nosotros» es el título del artículo de Emiliano Vera,especie deresumen críticodel bie nio transcurrido. En estetrabajo, su autor se hace la siguiente pregunta: «¿Qué queda de nuestros esfuer zos?», y se responde a sí mismo: «Desengaños, ene mistades, resquemores..., nada». En otro momento escribe: «Y esto habrá sido con el transcurso del tiempo, toda nuestra labor, que será juzgada imparcialmenteporgeneraciones venideras». La colaboración de Maximiliano está sazonada con suchispadehumor y en su «Idelladas», escribe jocosamente en torno alsegundoaniversario del periódico. José Capilla, por turno, eltercero de losdirecto res de IDELLA (el cuarto yúltimo fue Cándido Amat Casáñez) en su sección «A todo rumbo», con eltítulo de PIE QUEBRADO, describe con acento irónico, la limitación de medios, mejor dicho, la pobreza demedios disponibles paraconfeccionar, cada semana, elejemplar de IDELLA, y confesaba que en el cuartito de la redacción se había sentido feliz con unas cuartillas, un lápiz y un libro que leer. Y aquí pongo punto final, lector, a esta descrip ción evocadora en torno a una fotografía de Vicente Berenguer ancladaen elpasado. Otroseranenton ces los valores humanos cotizados en la bolsa de la vida. No sé si mejores o peores que en el presente, pero sí muy distintos. (Colección de IDELLA, del archivo documental «José Capilla»). LOS MERECEDORES Tiene Sempere Maestre, (nuestro amigo don José) en un ángulo del huerto, un muy erguido laurel. Cuando en las tardes airosas tomo el sol en el reses, observo que la alta copa. la inclina en lento vaivén; ydeduzco que al viandante, saluda amable ycortés según sus merecimientos su conducta ysu valer. Al pasar el hombre sabio, le inclina su copa, fiel, yal cruzar con su tarea el obrero hacia el taller, rendido mece su copa como ofrenda ala honradez. Yes que los merecedores de ceñir siempre en la sien la diadema victoriosa, la corona de laurel, serán los que representen el trabajo yel saber. Maximiliano García Soriano (Año1919) Don Lamberto Amat y Sempere nació en Elda, en el año 1820.Murió en el mismo lugar que le vio nacer -componiendobien las cosas-, setenta y tres años después; esto es, en el año 1893,un 17 de marzo.Esteañoporel que transitamos secumplen por lotanto, loscien años de suóbito. Talefermérides nosimpulsa arecordar a una de las figurasmásinteresantes que hemos tenido en Elda; y nadamás lejos por nuestraparte que volverainsistir en lo que ya se ha divulgado en otras ocasiones con patente rigurosidad y fortuna por plumas más idóneas: el estudio detallado de suobray vida; colmada deinteligencia, bondad,respetocompartido y pro fundo amor y entregatotal a los intereses de su pueblo. En estaocasión nosmueve el sólo deseo de llenarunascuartillas que, conayudadel maestro Azorín,y como si fuese un ramo de laurel,depositamos como homenaje en la memoria de tan eldense celebración centenaria. D. Lamberto «entrevisto» por Azorín Por ERNESTO GARCÍA LLOBREGAT I.- CASA DE REGALO Como queda dicho, en el año 1893, ahora hace cien años,moríaen Elda, su lugardenacimiento, don Lamberto Amat ySempere. En este mismo año. un joven de veinte años, nacido en Monóvar, José Martínez Ruiz, hacía su entrada en el mundo de la lite ratura; firmando con el seudónimo de«Cándido»; y con lapublicación «Lacrítica literaria en España». Este joven aúnno es «Azorín» -elegiría estanueva y definitiva forma de llamarse más tarde, exactamente el 28 deenero de1904 cuando firma por primeravez con este seudónimo en el periódico «España»- nombre tomado del personaje literario de su trilogía «La Voluntad», «Antonio Azorín» y «Las confesionesde un pequeño filósofo». La obra literaria de don Lamberto quedabatotalmente hecha,la deAzorín, ini ciaba su andadura. La del primero modesta ytotal mente circunscrita al ambiente eintereses de su pue blo; la del segundo,fecunday con fuerte proyección en lasletrashispanas. Les unía a los dos el haber naci do en el mismo valle, bajoel mismo cielo, rodeados de los mismos montes de porcelana azul en un mismo paisaje. Paisajeque uno aquilataría conamorosa dedi cación ycaligrafía perfectaa lahistoria y a los dife rentes cultivos delterruño, cuando la agricultura era arte y parte en la exuberanciavegetalen el valle, y el otro, con magisterio de pluma, crearía bellísimaspági nasinmortales. Ambosdeslumhrados por lamisma luz y el mismo aire que emanaría entonces de la«Val! d’Elda.» Luz y aire todavía,encierta manera, reminiscente deaquella mítica«Casa de Regalo»que aún, en 21 aquellos años, les cupo alcanzar. Nunca hubo más bella toponomía para designar unlugar. Wenceslao Fernández Flórez se inventó lo de «Casa de la Primavera» referidoa la provincia deAlicante; pero ignoraba quedentro de esta «Casa», y una vez pasado eltúnel de la vía férrea, bajando dela Meseta, existía otra casa, de muy antiguatradición. DonLamberto, en su obra capital,lamenciona: «Los moros conquista dores de España la llamaron Idella, de la palabra Dadlo, que en su lengua significa casa de regalo, por lo mucho que tiene esta villaen su asiento y campo, con las aguas que le riegan; por donde abunda de frutos yfrutas; ygoza de muchos pues tos de suma amenidad...» También Martínez Ruiz recoge dicha denominación; en su libro «Antonio Azorín», capítulo XIX, dice: «Y he aquí la misma Elda, que los iberos grandes poetas, llamaron Idaella, que en nuestra lengua es Casa deRegalo». Don Lamberto yAzorín usando de la misma designa ción referida a unpunto común delvalle. ¿Dedónde sacaría Azorín este dato? ¿Acaso Azorín llegóa leer algún escrito de don Lamberto? Ignoramos si las coor denadas de ambos tuvieron alguna vez puntos de con tacto, esto es. si hubotratopersonal encualquiera de aquellasfrecuentes idasy venidas que Azorín realiza badesde Monóvar aPetrel. «Todo esto esprecioso; mi vida sedesliza en elvalledeElda, bajo esta peña del Cid, con una suavidad indecible; voy descu briendo poco apoco nuevos aspectos de la natura leza» (1), dice Azorín, pensante yobservador de todo cuanto le rodea. En sus escritos cita aSempere y Guarinos, aJuan Rico y Amat, aCastelar, a«El Seráfico».¿Tuvoocasión deintuir a don Lamberto en su frecuente transitar observativo por el valle? Leyendo a Azorín, se desprendeun cierto paralelismo entre algunos de sus personajes y lafigura de don Lamberto. ¡Cuantos puntos similares encontramos!;es por esto que damosa don Lamberto calidad de perso naje azoriniano. DonLamberto y Azorín unidos por afinidad caprichosa, en este momento, en la «Casa de Regalo», en el valle de Elda. Este valle que nos viene idealizado del pasado con resonancias,si son clásicas, de égloga; si arabescas, como oasis y ver gel aorillas de unrío -el Vinalopó, íntegro, sin mermas y de puras aguas cristalinas-, frondosa mente natural en su arbolado, ycuando no, sabia mente cultivado con árboles de exquisitos frutos. Dice don Lamberto: «Pero sobre todo, lo que da más realce yamenidad aeste admirable concier to de la Naturaleza y del tosco yatrasado arte agrícola, es la frondosidad que en el valle cam pea de innumerables, hermosos yútiles árboles y arbustos...». «La vista del valle en su conjunto, y en cualquier parte de él, es deliciosa, yel hom bre pensador, al disfrutarlas, se extasía, yno puede menos de alabar la Omnipotencia de Dios en sus admirables creaciones...» (2). (Ahora es llegado el momento, inmersos como estamos en esta actualidad que nos toca vivir entre bloques de cemento yruidosa circulación de motores contami nantes, sin contar con las continuas agresiones al medio ofuturas amenazantes alo que antaño fuera «Casa de Regalo», de elevar la vista buscando un trozo de aquel cielo azoriniano, para dar un fuerte suspiro, yexclamar aquello de: ¡Cuan verde era mi valle!). II- LA GENERACIÓN DEL 98 El año 1898 señala lalocalización de unagenera ción literaria, la del 98. Españasedebatía en ladeso rientación política,desasosiego social yconsiguiente estadodedejadez artística. Seperdía el último trozo de poderío colonial paracolmo demales, y lapobreza afectaba entodas susdimensiones, siendomáspatente ylamentable lacultural. Estageneración surgió como protesta a un estado de cosas negativas:elfracaso político, laignorancia yel rechazo a lacultura extran jera. Los escritores del 98intentaron remediaresto. Les dolía España, porque la amaban profundamente, y procuraronacercamientos a suhistoria, a supaisaje, a sus poetas, a suspintores -para lamayoría desconoci dos- buscando en lacultura europea lainvestigación científica y lafilosofía necesarias alequilibrio huma no. Como decía Azorín: «Esa generación implica una reacción contra la España fúnebre, entregada al placer de los espectáculos de crueldad y de muerte». Azorín, junto aUnamuno, PíoBaraja, Valle Inclán, los Machado yotros, intentando salvar la España cultural con su generación del 98. En aquel año, el mismo en que España perdía supoderío colo nial, don Emilio Castelar, que había sidoPresidente de 22 la Primera República Española, visita por última vez Elda; un año después, en 1899, fallece en San Pedro del Pinatar a la edad de sesenta ysiete años. Don Lamberto hace ya cinco años que descansaen la paz del Señor. Tenemos referencias orales de la amistad que hubo entreambos; y enestavisita aElda, don Emilio, recordaría alamigo desaparecido conprofun do sentimiento. Ofrecíasu más sentidopésame a la familia en la casa que en otras ocasionesfuese distin guido huésped, y tal vez, en el despacho de don Lamberto, sentado en el sillón de líneas neoclásicas que, según la tradición, ocupaba siempre en sus visi tas, llenaría su pensamientoconrecuerdos del amigo definitivamente ausente.Comounalinterna mágica, a la que se le pudiera poner movimiento,lasescenas de un ayer, van desfilandopor su memoria. Dos ventanas abiertas, al Este y alSur, mostrarían un frondoso mar de árboles prolongado hasta los montes de Bateig y de Bolón, componiendo, en su mente, una floreciente explosión primaveral de todos aquellosárboles como homenaje yrecuerdo adon Lamberto enaquel día siguiente a los nefastos Idus de marzo. Luego miraría por la estancia buscando huellas, pequeñas señales intrascendentes intentandorecuperaralamigo. Se le podíaencontrar en multitud de detalles; en la situación de aquel libro que quedó fuerade su lugar, en los papeles de sumesadetrabajo, en susmanuscrito ya terminados ycuidadosamente colocadosen laencrista lada librería. ¿Conocía don Emilio la obra de don Lamberto? En estecasolarespuesta esrotundamente afirmativa. Castelar, vuelve atener ahora en sus manos, la obra que ocupólamayor partedetiempo de la vida literaria de don Lamberto, en dos tomos,pul cramente encuadernados, convella y legible caligrafía. Lamanosea y ojeapasando suspáginas condelecta ción, con el mismointerésquepusiera enotros tiem pos, ahora aumentado por impulsos emocionales, cuando «habiéndola tenido en Madrid leyéndola y publicado en su periódico ’El Globo’, en sus números 994 y 995 del 5 y 6 de julio de1878. un comentario muy elogioso» (3). Sutítulo:«Elda. su antigüedad, suhistoria. Personajes deestirpe regia quehabitaron su alcázar; edificios públicos,sus obras;lo que fue antesesta población ylo que es ahora; su huerta y productos; industrias de sus veci nos». También colaboró don Lamberto como coires- ponsal en el periódicoalicantino «El Graduador». Ya había publicado antestrabajos enperiódicos madrile ños como «El Corresponsal», «El Globo», «El Tiempo»; en1857 publicó su «Memoria de todo?, los antecedentes del sistemaespecialde riego de la huer ta de Elda», y en1873 «Expansión de aguassubterrá neas en la cuenca de Villena», colaborando en el «Ensayo biobibliográfico de escritores de Alicante y su provincia» con biografías de Juan Sempere y Guarinos, Juan Rico y Amat,PedroRico y Amat, «El Seráfico»... Don Emilio valora la obra de don Lamberto, en este rincón del levante alicantino, en el valle de Elda, donde ahora se encuentra, un tanto nos tálgico,un tanto agotado. Suagitada vida depol tico honesto leha deparado eltener queseguir trabaje ndo parapoder subsistir; y sunostalgia, un añoantesde su muerte pasa por Elda, por su infanciaen lo que él con sideraba supueblo, del que decía: «Partíme, por fin, partíme, no sin haber llorado como siel mundo entero se acabase y la familia entera se muriese para mí; tanta era mi desolación, tan grande mi resistencia, casi invencible, aser transplantado de aquel suelo, en cuya sabiacreíayo que se alimenta ban, como lasraíces delos árboles, de lasplantas, las raíces de mipropia vida» (4). En este mismo año de la visita de Castelar aElda, esCastelar, a su vez, visitado por Azorínen elvecino pueblo de Sax donde residía, un año antesde su muer te, ydonde trabajaba en su obra «Historia de la Revolución Francesa». Azorín nos recuerda, con esta visita, análogos puntosdevista a larealizada por Castelaren memoria de don Lamberto,aunque habría que aclarar que, ésta, es ficticia y la otra real. Aquí el visitador, siente curiosidadpor los libros que maneja enestos momentos elvisitado, ycuriosea entre ellos. Azorín siempre recordará lostítulos que leyó; uno, un tomo de la «Historia de la Revolución», de Luis Blanc; otro, la «Historia de la sociedad francesa durante la Revolución yel Directorio», de los herma nos Goncourt. Azorín,deaquel momento, nos deja un hermoso capítulotitulado: «Elgrande hombre en el pueblo», de su libro «Lospueblos». ¿Tendríanuevos capítulos reservados para don Emilio en elfuturo? Posiblemente, dehaberse llevadoacabo el libro que tanto le obsesionaba escribir sobre el valle de Elda. Y termina Azorín los recuerdos de aquella visita a Castelar, conestas palabras: «Castelar, enfermo, can sado, teníaen los ojos la misma viveza y el mismo resplandor deinteligencia, que debía tener siendo niño, cuando a los seis años, pisaba este mismo suelo que ahora, a los sesenta yseis, un años antes demorir, tornaba apisar» (5). III- LOS CAMINOS DE HIERRO En el año 1930, Azorín escribía a su amigo de Elda: «Querido amigo Capilla: hacía tiempo que no veía la viñeta de IDELLA; el horado negro del túnel; los paredones delcastillo; la torre y la pal mera...» IDELLA fue unsemanario eldenseque diri gía José Capilla Beltrán, destacado azorinista -por no decir el primero- alláafinales de los años veinte, y en el que, en alguna ocasión, colaboró el monovcro maes tro.«El horado negro del túnel»; retazos de imáge nes formadas en elpensamiento alcontemplar la viñe ta de IDELLA. Pensamos en el tren, cruzando este horadode 870 metros, como puertade entrada -oscura puertapara que al salirelcontraste sea mayor- al valle de Elda. «Y el valle de Elda por donde traveseó Castelar siendo niño; el valle de Elda cantado en magníficas páginas por el gran prosista, el más cadencioso de losprosistas españoles. Todo elvalle anegado de luz; luz fina, cristalina...» (6); son refle jos de esas imágenes producidas al contemplar el valle, los montes, elcastillo, el río, como punzantes llamadas delentorno. Elentorno que hace «sentir»o «pensar» en España, en eltrozo de ésta donde nace mos; en las pequeñasycotidianas cosasque van for mando nuestras vidas en el círculo donde nos move mos. Son sensaciones que Azorín observa con su prosaprecisa ypreciosa, destilando eninterminables 23 cuadernitos de notas sus sentimientos estéticos en variedad decuestiones. Cualquier lema suyo podría ser aprovechado para convertirlo en particular adecua ción a las necesidades amigablesde cada uno. Azorín amigo de esto, de lo otro. Azorín «Amigode los Castillos». Tambiénpodríaser:«Azorín amigode los Trenes». ¿Habéisobservado laatención quededica en sus relatos alos viajes en este mediodelocomoción? En su obra «Castilla», lededica doscapítulos enteros, además de continuadas alusiones en ésta y enotras obras. Son viajes auténticos, cuidadosamente anota dos, que nos abrenlosporos de lanostalgia alpensar en aquellos románticos viajes en tren. «Los ferroca rriles -escribe Ritchie- removerán los prejuicios y harán que, unos yotros se conozcan mejor los miembros dela gran familia humana; tenderán así a promover la civilización y a mantener la paz del mundo» (7). Y el ferrocarril cruzando el valle de Elda promoviendo elprogreso. Estemismo ferrocarril en el que «El Seráfico» trabajara esporádicamente como peón de obrasdurante suconstrucción. «Elseráfico», también presunto personaje azoriniano; cofinero,«bon vivant», amigode loscaldos delatierra -espiritosos-, yespiritual él por su dedicación de versificador en calles ytabernas. Azoríndecía: «Poeta del pueblo; sinestudios, espontáneo, franciscano; su nombre lo dice, ’El Seráfico’». Y don Emilio Castelar: «Si no hubieran viñas conocería el mundo el mérito de ’El Seráfico’»... Y don Lamberto Amat: «’El Seráfico’ fue honrado ytuvo buen corazón; era trabajador y con suoficiose ganaba el sustento; peroen tener lo bastante para unos díasya no se ocupaba de él y vagaba hasta que se le concluía, aquejándole sola mente el ser devotísimo de Baco». Cofinero; ese fue eloficio artesano de «ElSeráfico»; trabajarlapleita de esparto deestos montes espartanos. De susmanos salían cofines, capazos, serones, seras, esteras, valeos y,seguramente esparteñas.Lasesparteñas, allá en la segunda mitad delsiglo diecinueve, como trasunto his tórico de la industria de calzado en el valle; este valle cruzado a lo largo por caminos paralelos: fluvial,de tierra, y como última providencia, dehierro. «Sí; tienen una profunda poesía los caminos de hierro. Las tienen las anchas, inmensas estaciones de las grandes urbes, con su ir y venir incesante -vaivén eterno de la vida- de multitud de trenes; los silbidos agudos de las locomotoras...» (8) Y es llegado en este punto,ypasando a unafantasía anun ciada, cuando «Alguien» se dispone asubir altren. Sí, eselinstante deaparecer enescena dedarle consisten cia literaria alpersonaje centralcon que tejemoseste relato. Denominaremos aeste «Alguien» anunciado con lasiniciales L.A.,dotándole -aunque innecesaria mente- de cierto misterio azoriniano. Queda dicho, L.A. es el personajeintroducido, ymotivo de este apa ratoso homenaje, paraque el entramado de loexpuesto tenga cierto nexo.L.A. obviamente tiene consistencia real en el tiempo, su tiempo; este viaje que vamos a emprender es pura ficción. IV- FIN DE TRAYECTO Anuestro personaje L.A.,el tren, como a todos los hombres decimonódicos, lesumerge en unmundo de excitación yaventura. Todavíapresente elperíodo del romanticismo -desde que Merimé olvidara ladili gencia hastaEspronceda-, el tren acapara historias de amor,misterio, ycierta situación poética.Los largos pasillos solitarios de losvagones, elrítmico traqueteo, las lívidas luces; los departamentososcurosysigilosos en las noches insomnes, donde en alguno de ellos, una dama bellísima envueltaennegros crespones suspira inconsolable; laparada en una estación a altas horas de la madrugada, pequeñaysolitaria, con su farol de petróleo mortecino dandouna lección de entrañabley angustiosa sensaciónpoemática... L.A.piensa en todo esto cómodamente artellena- do. con su magazinedeParís, en suasiento ele vagón «sleping». También piensa, recordando la historia reciente: «En 1858, la inauguración de la línea férrea construida por Salamanca. Viaje regio: Isabel II, don Francisco, el príncipe Alfonso. Salamanca en la locomotora, desde Madrid a Alicante» (9). Pero ahora estamos en el año 1889 y L.A. ha enlazado este viaje deregreso deParís. ¿Por qué no? Estamos construyendo unahistoria azoriniana y Azorín gustaba profundamente de estaciudadllena de encanto, en surecuerdo, creemos oportuno traerla imagen de la «VilleLumiere» a este relato. Carecemos de datos que nos asegurenque L.A. estuviese alguna vez en París;nuestra fantasía lecoloca allíporque, entre otras cosas, L.A. es un hacendado yculto caba llero delLevante Español; recordemos que elaceite de sus almazaras eldenses ganó en1873 -el mismo año que nació Azorín- la Medalla al Mérito en la Exposición Internacional deViena; y suvida está dedicada, además de su trabajo habitual, a lapotencia ción yrecursos de laagricultura delvalle, a loslibras y alestudio de lahistoria de sulugardeorigen. Lo dicho, imaginamos a L.A. enParís,ciudad plenade espiritualidad y arte, que él ha visitadoconmotivo de la Exposición Internacional de1889, endonde ha teni do la oportunidad departicipar en losprimeros asom brosdeadmiración de laprestigiosa obra maestra de uningeniero, Eiffel,con su torremetálica denueve millones dekilogramos dehierro. «Elpretil delSena, con sus álamosy suslibros, en lasdulces y platea das primaveras deParís» (10). Una estampaazori niana que se desvanece entrenubes devapor que la locomotora del tren expande ya por lallanura manchc- ga, ante el recuerdo de aquel otro caballero que, «caballero de lanza enristre, adarga antigua, rocín ñaco ygalgo corredor», cabalgabapor estasparame ras. «Y el encanto profundo del muro blanco. Comienzo deltapiel encalado; eltapial manchego; pasar yrepasar la vista a lo largo de este refulgente muro que brilla en la le janía...»( 11) Y el tren que avanzadevorando tiempoy distan ciahacia sudestino. «Navajas. ¡Una navajita bonita! Bandolero con faja rojadeseda y trabuco; periódi co de París. Un par de muías labrando por el bule var de la Magdalena» (12). Y La Mancha surrealista, bajonubes surrealistas yllanuras surrealistas que nos traen de improvisto el castillo de Almansa. «La Encina; tres ymedia de la tarde. Emoción ybifur cación. Dividido el tren; la mitad paraValencia y la otra mitad para Alicante. Emoción; haber recorri do por la meseta fría y prepararse al descenso» (13). Eldescenso pasa por Villena. ciudadagrícola en sus campos yseñorial en suspiedras monumentales. «Tiene un castillo que aún conserva la torre del homenaje yen cuyos salones don Diego Pacheco, 24 gran protector de los moriscos vería ondular el cuerpo serpentino delas troteras» (14). Seguimos descendiendo y ya laatmósfera parecellenarse de sua vidades placenteras. «Perfilde montañas que resal tan en la lejanía. Sax; el peñón agudo con los muros lisos, de su castillo moruno. Peñón iniesto, que surgedepronto de lashuertas verdes» (15). Y seacerca elhorado del túnel, el túnel de Campoanior. «Dejados atrás losllanos inmensos, se recorre un túnel -el túnel de la Torreta- y al salir...» (16)Al salir, el valle de Elda; la«Valí d’Elda» medieval la «Casa de Regalo» de los«iberos grandes poetas»; o de los «moros conquistadores de España»; entre preciosas montañas decerúlea porcelana, donde,el tren, se detiene ante una pequeña estación situada ala izquierda de la vía. El letrero «Elda-Petrel»pone tran quilidades a lasimpaciencias de L.A. quedesciende deltren. Fin del Trayecto. Saludos, plácemes, pala breos, y L.A. que sube al cabrioléque havenidoa buscarle. Eltrayecto alpueblo escorto yagradable. Se atraviesaun ameno trazado dehuertas hastallegar al río, el Vinalopó, con elsuaverumor de sus cañavera les, destacando alfrente, elcastillo, que parece avan zar hacia el carruaje,a la vez que el carruajeavanza hacia él. «Elpalacio vetusto de los Coloma, virreyes de Cerdeña, muestra en lo alto sus dorados muros ruinosos...» (17) L.A. frunce el ceño al recordar las arbitrariedades de los últimos poderosos moradores delcastillo. Estono quita que, ya desaparecidos los señoríos, defendiese con todas sus energíasde hombre civilizado, y envarias ocasiones, eledificio, sinpoder evitar que, al fin, fuese vendido enpública subasta para aprovechamiento de sus materiales. (La historia, además de estar en loslibros, también está en las pie dras.Intereses particulares, mezquinos,estultos,ios privaron denuestro castillo, esecastillo que esemble ma y que todo buen pueblo necesita, enlaperfecta estética de supaisaje urbano; remanso desiglos, rejile to de hazañas y grandes acontecimientos, que buenos omalos, son nuestros, son nuestra herencia, nuestra historia, nuestracultura. Recuperar este pasado, hacer resurgirde lascenizas comoAveFénix elcastillo, este monumento tangenuino yrepresentativo de los pue blos, quecomprendía lugardeorigen, señasde identi dad, historia ymunicipio, eslabor meritoria delmejor ramo de laurel). V- EL MOLINO EN EL VALLE «El valle de Elda es uno de los más bellos de la provincia de Alicante. En el fondo corre el Vinalopó entre cañares y se aleja la vía férrea. Allá en un recuesto se halla Petrel. Y en el hondo del valle está Elda» (18). Y en Elda ya L.A. en su ambiente; de nuevo en sus ocupaciones ordinarias: y cuando no, recorriendo pensativo los campos. Estos campos,quetambién atraviesa ahoraeljoven Azorín, subido enbirloche que arrastra mulilla cascabelera, en dirección a la peña del Cid; cuadrada,singular,sobre saliente entre otros montes, colinas, alcores, altozanos, queleviene indicando elcamino desdequesaliera de Monóvar. La peña del Cid sobre el nítido azuldel cielo, magestuosa, avanzandosobrelaesmeralda del valle. L.A. y Azorínintegrados ahoraen los caminos de este valle; uno, como personaje en busca de su autor, y el otro, como autor en busca de superson.ije. ¿Se encuentran? ¿En qué momento de qué camino se saludan?¿Quéhacer para convertir enliteratura tal conocimiento? L.A. con dimensión azorinianapor gra cia nuestra; por la similitud con algunos personajes de sus novelas; por losfuertesnexoscomunes del valle, el río y los montes de porcelana. L.A. proyectándose en elinterés literario deAzorín; aprovechando esta figura de notable personalidaddel valle para hipotéti cos escritos, donde,enellos, describiría con perfec ción azoriniana, claro, elambiente que le rodea: la casa que habita, con las escalerasque suben o bajan a lasdistintas dependencias, lossignificativos muebles, el jardín, la cocina con el espacioso«zafariche o can tarera»; sinolvidar el estudio o despachocon profu sión de libros y papelesescritos o entrance de serlo. ¿Qué libros leería L.A.? Esto es algo que preocupa a Azorín, ycomo hará más tardeen la visita aCastelar en Sax, discretamente intentaaveriguarlo en esta fan tásticoencuentro. ¿AlgodeBaudelaire? ¿Algode Montaigne? «Este hombre era un solitario yun raro, como él, le encanta»(19), pensaría Azorín por que «Montaigne es el amado filósofode lo concreto, de lo menudo, de lotrivial, deldetalle prosaico, de lo que vemos ypalpamos en la casa y en la calle». Azorín y su personaje encontrado hablarían luego, pausadamente, en elcasino, un viejo caserónsituado en lacallede «Las Dueñas». «En todos los pueblos, biensean de estaprovincia, o bien de otra cualquie ra, por las noches(y también por las mañanas y por las tardes) hay que ir al casino» (20).Elcasino, como viejo tópico deprovincias, tambiénazoriniano. ygaldosiano; allísehabla de política, delagro, de mujeres, de laincipiente industria,y se juega aljulepe en gastadas barajas.Y en los paseosa lacaída de la tarde: largos paseos, aveces, hacia las huertas por caminos flanquedos por granados obajo el sombrado de los nogales rebasando los cruceros depiedra; otras, hacia el castillo, parameditar sobreloefímero de las glorias humanas recordando aJorge Manrique ysobre la necesidad desalvaguardar las viejaspiedrasaleccio nadoras dehistoria; y las más de las veces haciaelrío, hacia el molino, paraescuchar elconcierto en símayor del rumor del «agua cristalina», el flamear delas «flámulas del cañar» mecidas por el «suave céfiro», el «sonsonete advertidor de la taravilla cuando falta trigo en la tolva». En el molino Azorín seentera de todo: «maquila, cibera, muelas, caz del molino, citóla; no quiero que se me olvide lacitóla; todos estos vocablos andan joviales por mi cerebro» (21), repite Azorín insistentepararegocijo de L.A., su pase ante amigo. Oportunidad de conocer enelvalle, «en las tiendecillas de abaceros yfegatones, en obrado res de alfayates yboneteros» (22),en almazaras, lagares, y en el molino del río, el profundo encanto de laspalabras antiguas de antiguos oficios artesanos. Artesano, palabraíntimamente ligada a lapalabraarte sa,recipiente donde se amasaba el pan manualmente: el pan.alimento generalmásantiguo ycompleto. Este panproducto delmolino; el molino ancestral con su citóla -tablilla de madera pendiente de una cuerda sobrelapiedra del molino harinero para que latolva vaya despidiendo lacivera y para conocer que se para el molino cuando cesa de golpear-, recibiendo la fuer za de las claras aguas del río. Y en el río,las cañas mecidas por el suave céfiro entonando insistentes y melodiosos cantos de nereidas; obsesivos cantos natu rales que estallan con la luz del sol sobre los juncos, 25 en los albos cantos rodados,en el rielar del agua, en el cardenillo, en el hiriente brillo delas raudas libélulas, reclamando alinspirado autor que los convierta en obra literaria. Todos los elementos están aquí: paisaje ypersonajes descritos -incluidos algunosantiguos moradores delcastillo; y elmolinero, y lamolinera, queademás deextrovertida ysimpaticona esrotunda de formas y también quiere salir en el daguerretipoenvolviendo este pequeño molino aorillas del Vinalopó.bajoel suave azul delcielo, entre montes de porcelana, salmodiados por elsoniquete delataravilla. «Pienso escribir un libro sobre el valle de Elda; me obsesiona el asunto, no puedo dejar depensar en él; veo a todas horas las flámulasdel cañar, oigo el rumor del agua cristalina; escucho, sí, con profun da atención, el sonsonete advertidor de la taravilla cuando falta trigo en la tolva. Hablo naturalmente del molino. ¿Y pondré a mi libro el título de EL VALLE DE ELDA oel de EL MOLINO EN EL VALLE?» (23). Notas (1) AZORÍN: «Memorias inmemoriales». (2) LAMBERTO AMAT: «Elda...» Tomo II. (3)ALBERTO NAVARRO PASTOR:«Lamberlo Amat ySempere, uneldense ejemplar». Revista ALBORADA, año 1974. (4) EMILIO CASTELAR:«Recuerdos de Elda, o las Fiestas de mi Pueblo». (5) AZORÍN: «Castelar». Revista ALBOR, año 1933. (6) AZORÍN: «Superrealismo».(7) AZORÍN: «Castilla». (8) AZORÍN: «Castilla». (9)AZORIN:«Supenealismo».(10) AZORÍN: «Memorias». (11) AZORÍN: «Superrealismo». (12) AZORÍN: «Superrealismo». (13) AZORIN:«Superrealismo». (14) AZORÍN: «Antonio A/orín». (15) AZORÍN: «Superrealismo». (16) AZORIN:«Sintiendo España». (17) AZORIN:«Antonio A/orín». (18) AZORÍN: «Cavilar y contar». (19) AZORIN:«La voluntad». (20) AZORÍN: «Lospueblos».(21) AZORIN:«Memorias inmemoriales». (22)AZORIN:«Espafia».(23) AZORÍN: «Memorias inmemoriales». TEXTOS CONSULTADOS: LAMBERTO AMAT YSEMPERE: «Elda .suhistoria.... etc.». EMILIO CASTELAR: «Recuerdos de Elda. olas fiestas de mi pueblo». ALBERTO NAVARRO PASTOR: «Lamberto Amat y Sempere, uneldense ejemplar». RevistaALBORADA, año 1974. JOSÉ MARTÍNEZ RUIZ. «AZORÍN»: «Castelar», en larevista ALBOR de Elda. año 1933. «Superrealismo», «Castilla». «Memorias inmemoriales». «Antonio Azorín», «Sintiendo España», «Cavilar yConatar». «La Voluntad», «Los Pueblos» y «España». ¡* X Para muchos de los eldenses de hoy esprobable que el nombre -o el sobrenombre- de Francis no les traiga a la memoriaelrecuerdo de persona algu na especialmente conocida,mientrasque para otros, probablemente muchosmenos,elnombre citadosí les hará evocara unpaisano nuestro, ya desapareci do,que con este «nom de guerre» trabajó en los espectáculos, pasando la mayor partede su vida fuera de nuestropueblo, dedicado a lapasión de su existencia, el escenario, en la modalidad de las variedades, en el quealcanzóunrenombre incluso más allá de nuestras fronteras. No hayeldense, sea comparsista de los Moros y Cristianos osimple espectador, quenoconozca la famosa marcha mora popularmente denominada «Los Musulmanes», por ser el himno deesta com parsa. Es una músicasolemne, graveypausada, que suena majestuosa entre el sordo retumbar de los atabales, entonada acompasadamente por losmiem- 26 FRANCIS Recuerdo de un polifacético artista eldense Por ALBERTO NAVARRO PASTOR bros de las escuadrasmientrasdesfilan con su paso lento ycadencioso, que llega alos espectadores como un rumor que se inicia a lolejos y poco a poco va ganando en sonoridad amedida quelas filas musulmanas van acercándose, aumentando su volumen como en el famoso «CorodePeregrinos» de Tannhauser, llenando los aires con su cárnico, que decrece y seatenúa amedida quelasescuadras se alejan en sudesfile. Esta inspirada composición es uno de los más señalados logrosdelartista eldense aquien hasta ahora hemos designado por su nombre teatral de Francis ycuyo nombre verdadero era Francisco Chico Cantos, que nació en Elda el 2 de juniode 1900, en la calledeLinares, hoy delmaestro Juan Vidal. Probablemente desdemuytemprana edadse inició en él la vocaciónporactuar enespectáculos, pues en una entrevistaquese le hizomuchos años más tarde, ya en 1936, sobre cómo seinició en el mundo delteatro, respondió muyseriamente «creo que nací en el Teatro»,queaunque realmente no debe tomarse ensentido literal sí presupone un muy tempranocomienzo de suscontactos con lascandi lejas. También debióiniciarse desdemuypequeño en el mundo de lamúsica, puesno se comprendería sin esto su dominio de varios instrumentos, su facilidad decomposición einstrumentación, sucompetencia en la enseñanza musical, su maestría en la afinación yreparación deinstrumentos y, en fin, sus variados yextensos conocimientos de la técnica musical. Hayquetener en cuenta que ya a los 23 añosle vemos actuando en espectáculos, por lo que el período deaprendizaje en laadquisición de cono cimientosytécnicas tieneque haber sido, necesa riamente, muyanterior. La época de vitalidad musical enElda, en la cual don RamónGorgéimpartía susenseñanzas en la Banda deMúsica «SantaCecilia», podríahaber sido, tal vez, la de la formación de Francisco Chico en esta difícil materia. Porestas extraordinarias dotesparaestearte que poseía Chicoesdifícil admitir como ciertala ver sión publicada sobrelacreación de lamarcha mora a que nos hemosreferido másarriba yque decía que «... alguien tarareó en unmomento deeuforia las notas de una musiquillapegadizay fácil.Luego,un artífice delpentagrama, donFranciséo Chico,le dio forma exacta a la musiquilla improvisada y un juglar musulmán escribió,tal vez en la cintafrágil de una serpentina, losversos adaptables a la músi ca» (Revista Bodas de Plata de la Comparsa de Musulmanes, 1972). A esta versión se opusieronun grupo de amigos de Chico, escribiendo: «La verdad es que ’Elda Musulmana’ fuepedida alcompositor por un comparsistayafallecido y elprecio quese fijó fue de 1.500 pesetas... y desde luegono hubo nadieque facilitara, proporcionándole unoscompases, lalabor del autor. La verdad -continuaba el artículo- es que Francisco Chico,más conocido por «Francis» era unartista tangrande que sebastaba ysobraba no ya para componer unamarcha sinopara mucho más. Y quien esto escribe puede testificarlo, porque fue profesor de unosfamiliares ydurante estetiempo, y con muy poco esfuerzo,lesdedicó variascanciones muy bonitas, tantoen la letra como en la música...» («Valle de Elda», núm. 993, 6-IX-1975). Laprimera noticiaquetenemos de suactuación ante las candilejas es enseptiembre de 1923 en el Teatro Maravillas, no sé si de Madrid o Barcelona, figurandoen el cartel con su nombre artísticode «Francis» con el que recorrería el mundo. Este nombrefigura en letrasde lamisma alturaque las de «Ramper», elfamoso caricato alque solamente se presentaba eneste cartel con elcalificativo de «excéntrico». También figuraba en este reparto la famosa«Argentina», lo que indica que la compañía de laque«Francis» formabaparte era una de las mejores de su épocaen laespecialidad de varieda des. Losaños fueron pasando y«Francis» yagozaba de una merecida nombradía, actuando de ventrílo cuo magistral, con su muñeco «Manolito», ymúsico polifacético, queigual demostraba sudominio del arte musical con el concertino, el saxofón, el xilófo no o elviolín, que tocaba en cualquier posición, como porejemplo sujetando elarco entre las rodi llas yarrancando así al violín extraordinarias sono ridadesen lainterpretación deconocidas partituras. A primeros de julio de1936, «Francis» regresó aElda para contraer matrimonio con una joven eldense, y seguidamente continuó su gira por España, sorprendiéndole el alzamiento militar en Valladolid. Siguió actuando en la zona nacionalista y en cuanto le fueposible pasóaportugal, actuando repelidas veces enLisboa, Oportoyotras localida- 27 Francis. director de laBanda «Santa Cecilia» de Elda. desportuguesas, siempre con éxito popular por la originalidad, calidadysimpatía de susactuaciones. En el Teatro MaríaVictoria, de lacapital portugue sa, «Francis» era presentado en loscarteles con la frase: «O maravílhoso excéntrico musical obtem un succeso magnífico, conquistando rápidamente ao publico. UM’aSSOMBROSO SUCESSO!». En junio de1937 tomó parte en la «Verbena Sevilhana», «com acolaboracáo deartistas espanhois, dos maisnotavcls» en losjardines delParque delantiguo Palaciode losCondes deFarrobo, con la actuación de la Banda de la Guardia Nacional Republicana. Otra actuación de «Francis» en el Monumental Casino de Povoa, era presentada con los siguien tespárrafos encomiásticos: «Ventrílocuo moderno -Atrac^áo mundial- Famoso musical eexcéntrico -Formidavel no scu -BONECO MÁGICO - GARGALHADA». Lo que creemos no precisa traducción excepto en «boneco» por «muñeco» y la «gargalhada» por «carcajada». En este progra ma compartía los honores del cartel con la famosa Custodia Romero, «La Venus de Bronce». Después decasi un año y medio en Portugal, actuando siempre con el mayor de los éxitos, «Francis» dio el salto aBuenos Aires, desde donde el 23 de diciembre de 1937 mandaba una foto asus Retratode José Eslruch dibujado por«Francis». Año 1935. familiaresreproduciendo elgran cartel con el que era anunciado en lacapital porteña como«Notable humorista musical, procedente de los principales teatros europeos». Hasta elfinal de la guerra de España, «Francis» recorrióAmérica, actuandoprác ticamente entodos los países de habla española, alternando lasactuaciones enteatros y lo que ahora se denominan «galas»conintervenciones enemiso ras de radiode numerosos países, recogiendo en todos favorables críticas asus exhibiciones de vir tuosismo humorístico-musical. Vuelto a España, reanuda sus intervenciones ante los públicos españoles, consalidas aescenarios extranjeros, laúltima de lascuales fue alCasino de St.Cloud, centroturístico de lujo cerca de París, el 9 de octubre de 1960, dondefuepresentado como «leprestigieux ventriloque musical». Pero lavida de la farándula requiereunas condi ciones físicasespeciales parapoder soportar el con tinuo ajetreo deviajes yvariación depoblaciones y ambientes. «Francis», ya sexagenario, comienza a acusar los síntomas de una enfermedad consuntiva que le llevará al sepulcroaños más tarde, pero que ya leaconseja reducirsuactividad viajeray profe sional. Como buscando sus raíces, Francisco Chico, «Francis», vuelve aElda, donde se instala, con su esposa Alhambra Corbí,en la casa número 47 de la calle de San Roque. Desde allí continuará realizan do actuaciones en las especialidades que le han dado fama y en las quecontinúa siendoexcepcio nal. Como ventrílocuo era único en España. Discípulo ycompañero delrenombrado ventrílocuo argentino «Wences» -el cualle llamaba hermano en 28 una foto dedicada- engañaba con sustrucosacual quiera. Aúnrecuerdan susfamiliares algunabroma que les gastaba, como la de que encontrándose en la mesa, comiendo, se oía la voz de un amigollamado desde lapuerta. El dueño selevantaba de lamesa para abrir, encontrándose con que nohabíanadie, sino que era una broma más de «Francis»,que podía hacerestasdemostraciones deventriloquia, incluso comiendo ofumando, sin que se notara nada en sus labios, alcontrarioquemuchas figurasde fama de hoy, que tendrían mucho que aprender de aquel experto. En 1959, en momentosdifícilesparalasupervi vencia de la Bandade Música de Santa Cecilia,por habermarchado sudirector Antonio Candeladirigir la Banda de Hellín, Francisco Chico fue solicitado en junio dedicho añopara ocupar ladirección de la banda eldense, actuando la misma en las Hogueras de SanJuandeAlicante y enotras poblaciones y demostrando «Francis» sus cualidades también en la direccióndebandas. Chico cesó eneste puesto al reincorporarse a lamisma elantiguo director José Estruch, que alparecer habíadejado ladirección de la banda porenfermedad. Los últimos años de «Francis» transcurrieron en Elda, dando lecciones de música einstrumemos, afinando ycomponiendo éstos,en loqueera un ver dadero artista, porque no sólo se había hecho él mismo susxilófonos yconcertinos, sinoquefabri caba instrumentos casi enminiatura, con igualsono ridad que los normales,que usaba en sus números humorístico-musicales. Sobre esta habilidad de Chico secuentaque un músico dePetrel lellevó un ’ropagandu de «Francis» en los tranvías deBuenos Aires SÁBADO 15 DE DICIEMBRE 1923 Tarde,a las5*30 •NorJie. a las10’15 BINrONIA MANOLITA HELLÍI SALOMÉ MRRIN L@BlESMl MllAil’.U1 tXCU-ITBlCO.’! FRANCISVtntrllocuu. jilalonuí; 1 nuixs tCÁMOoma RAMPER iccsriico CASCIONIL3 Orquesta CASES rnccios, ibcluimí los 1nru1.s7.ji saxofón para reparar y afinar, y «Francis», después de componerlo, le dijo a un familiar que él tenía que ir a Alicante y que si venía el de Petrel le cobrara qui nientaspesetas por elarreglo. Llegóelmúsico a recogersuinstrumento ycuando se leentregó el saxofón lo rechazó, diciendo: «Eixe no es meu; el meu es atre». Y buscaron en el taller, entre los demás instrumentos para ver dónde se hallaba, sin encon trarlo.Entonces lepreguntó elfamiliar cómo sabía que no era suyo y si tenía alguna marca, manifestan do el petrelense que estaba «tot abollat y fet una llástima». Efectivamente, el saxofón era el suyo y las manos de «Francis» habían hecho el prodigio de transformar un instrumento «fet una llástima» en uno en brillanteestadodepresencia yperfecta afinación. Otra de sus especialidades artísticasfue el teatro de marionetas, con muñecos construidos por él mismo, de cuyo espectáculorealizórepresentacio nes enEldayotras localidades. También era un dibujante extraordinario, con singular habilidad paraelretrato, y deellopode mos presentar una excelente muestra con el dibujo que hizo del maestro José Estruch, de gran fidelidad en elparecido, originalydelicada ambientación y ejecución verdaderamente magistral. Francisco Chico sucumbió finalmente a la enfermedad que leaquejaba desdehacíalargotiem po, falleciendo el 5 de marzo de 1966 en su casa de lacalle de San Roque. Atendiendo a susdeseos expresados envida, su esposa yfamiliares depositaron en elinterior de la caja que contenía su cadáver, sus muñecos parlantes y muchos de los recuerdos de su vida de artista bohemio, exceptuando algunasfotografías yrecor tes de prensa que gracias a la amabilidad de su cuñado José Corbí Martí, que mefacilitó unosy otros, me han servido pararedactar esteapunte bio- 29 Los últimos años. Francis, ya retirado, en su taller de afinación ycomposición de instrumentos. Fotografías hechas y reveladas por élmismo. gráfico de «Francis» y recuperar para Elda la figura, modesta yextraordinaria a la vez, de este eldense cuya ilusión se centró,comolosantiguos juglares, endivertir yhacer sonreír aniños ymayores, rega lándoles suarte, sucomicidad y sumúsica. Cuando lleganlas jornadas primaverales enque se celebran los desfiles maravillosos de los Moros y Cristianos de Elda, el resonar de los tambores ylos vibrantes compases de la marcha «Elda Musul mana» son el homenaje anónimo que se rindeal casi ignorado autorde esta inspirada músicafestera eldense, al polifacético artista Francisco Chico, «Francis». A.N.P. **-^’ . •’ ’;#* Fragmento desarcófago paleocrisliano con la escena bíblica de «Joñas»,descubierto en la cisterna del castilloen1980. (Medidas: 70 x 38 x 9 cms.. Cómo era el abastecimiento de agua en el castillo de Elda Capítulo I.-ELEMENTOS DEALMACENAJE Y OTRAS EXPLICACIONES Continuando con mis presentaciones de partes de historia del Castillo, para su mejor ydetallado conocimiento, pero desde elpunto de vista físico yateniéndome a su estructura material (aunque en algún momento lleve alguna pincelada seudofantástica).Este trabajo, por su nomenclatura explicativa,tiene que constar de tres partes ocapítulos bien diferenciados. En la presente ocasión pretendo dar a conocer -como el mismo títu lo ya indica- todo lo que conocemos y situamos,referentes al abasteci miento de aguas en el Castillo, tratando de centrarlo con su situación física en el mismo recinto. Especialmente dando a conocerel proceso delimpie za y posterior reconstrucción de su elemento principal, como es la monu mental ygrandiosa cisterna oalgibe. Con el conocimiento de causa que representa, el haber sido su insti gador y total responsable en dicho proceso,como Concejal en su momento, de Patrimonio Histórico y Arqueología. Como sabéis, en la revista delpasado año. di a conocerel aspecto directo de la reconstrucción de la torre. De muy antiguo, los habitantes de Elda conocían, en el centro del palio del Castillo, unagujero (para muchos algo misterioso) casi tapado de escombros ybasuras. Del que secontaban, por tradición, fantasías entre peregrinas ymisteriosas, alguna de ellas relacionada con la «famosa» gale ría, que comunicaba el Castillo con la calle Nueva. Pues creían que el Castillo partía desde ese agujero -que muchos llamaban pozo- aunque también habían mejores conocedores yrealistas, que sabíanque este aguje ro no era ni más ni menos que unacisterna, queenépocas posteriores, los vecinos de los alrededores utilizaban como vertedero. También posterior mente creado elParque de Bomberos, éstos utilizaban laexplanada para sus ejercicios gimnásticos, ypara evitar elpeligro del hoyo lollegaron a tapar totalmente, pero cuandose dejó de practicarallí, de nuevo fue descu bierto, pues lacisterna no estaba totalmente alorada de escombros, pues dado a sus grandes dimensiones quedaban dos grandes linceos sin rellenar, como comprobamos en el proceso de limpieza llevado a cabo cuando su restauración, por la Concejalía de Patrimonio Histórico, que el que suscri be delegaba. Aunque sea un avance y tenga título de anécdota importante (pues esto merece un trabajo exclusivo), no puedo dejar de mencionarlo aquí, 30 Por JUAN RODRÍGUEZ CAMPILLO pues cae dentro de la historiade la cisterna. Como es el descubrimiento delSARCÓFAGO PALEOCRISTIANO. empotrado en laestructura de obra delacisterna..En mis constantes correríasde observación meticulosa, por todo: los vericuetos del Castillo, tropecé visualmente con el canto de una piedrablanca demármol, que me intrigó sobremanera, pues no tenía porque iStar dondeestaba, formando parte de las dobelasde la bóveda de la cisterna. Esta intriga quedó aclarada cuando posteriormente, encompañía de varios componentes de la Sección deArqueología del Centro Excursionista Eklense del que yo era vocal, procedimos arecuperarla, con laagradabilí sima sorpresa de encontrarnosante unconsiderable trozo deSarcól.igo paleocrisliano. delos siglos III-IV de nuestra era, que representa laescena bíblica deJOÑAS tragado por el «monstruo marino». Pieza deimpon; ntí- simo valor histórico, que puedequedar -y de hecho así lo es como elemen torepresentativo de la Historia Antigua de ELDA-. Otro de sus importantes elementos de abastecimiento de agua, se refiere aun pozo de donde sesurtían de agua, procedente de los veneros del mismo río. y está situado en su ladera Norte, dando vistas alpuente de la Estación, es el que hace referencia Lamberto Amat -como comprobare mos en sus referencias escritas-. Dicho pozo es de sección cuadrangt lar. está revestido de ladrillos y piedras (al menos en sus primeros siete metros), pues es la parte de limpieza que se hizo de él en el año 1985. También hay que hacerconstar que en las labores delimpieza de las dependencias del Castillo sedescubrió otro pozo, del que no se tenía nin gunanoticia, situado dentro de una estancia muy cercana a la torre circulardesaparecida, está protegido por un brocal deladrillos enlucidos con yeso, de 0 80 metros de altoy tiene un diámetro de un metro escaso,no tienerevestimiento alguno, en los trabajos de limpieza sellegó sólo hasta cu uro metros de profundidad, desde luego sin llegar al fondo. Conesla descripción queda finalizado este capítulo. Capítulo II.- REFERENCIAS ESCRITAS Lamberto Amat en su Historia.«Elda su antigüedad, su historia...» escribe en ampliasreferencias,alabastecimiento de agua tanto de I Idacomo del Castillo. (Tomo I, pág.13)«... contribuyendo también a la hermosura de Ésta (la plaza) lagrande ybien construida cisterna que ocupaba elcentro de.lia para recoger las aguas pluviales y un pozoque desde elcostado deponien tedescendía a la profundidad del río.delcual tomaba sus aguas...». (Pág. 16)... Surtíase ésta del agua potable dePetrel Traída por costo so acueducto subterráneo de anchos,largos y fuertes arcaduces morunos,que estos años hemos tenido el gusto de ver extraídos por propietarios del trayecto en las labores de sus tierras, y al llegar al recinto exteriordel edificio se elevaba elacueducto por medio de muy altos pilares, por lo que la calle que posteriormente debió construirse junto a aquél por la parte Este, se llamó como ahora de los pilares. En verdad que el diámetro de veinticinco centímetros que tienen los arcaduces era excesivo para el surtido de aguas a beber; pero no tenían este solo objeto: los Señores Castellanos que gozaban con la vista del ameno y delicioso Valle que se extendíaa sus pies, quisieron disfrutar materialmen te de él y lo consiguieron estableciendo un hermoso jardín casi a la base del muro, que llenó algo más deuna hectárea detierra feracísima, que hoy conocemos con el nombre del jardín y aún es propiedad del Conde deCervellón, último dueño territorial que fue de Elda hasta el año 1841. y el citado acueducto fertilizaba dicho jardín con las ricas aguas de Petrel. No hay ninguna dudade que existió este jardín,pero si alguna apareciera, se desvanecería citando y copiando si necesario fuera, las varias súplicas que los labradores de Petrel solían dirigir a los Señores de «la Val de Elda» todos los veranos desde el siglo XV en adelante para que se suspendiera algún riego de aquél con el atendible objeto de que a ellos no se les secaran y perdieran las cosechas de panizo y hortalizas, cuyas humildes súplicas hemos leído en el Archivo Municipalde Elda...». He creído conveniente hacer referencia al «Marquesado de la Noguera» por el protagonismoque tuvo en las aguas que abastecían Elda y el Castillo, para el más completo conocimiento de su procedencia. Sigue Lamberto Amat en el Tomo II de su Historia,en varios capítu los pormenorizando las cuestiones del abastecimiento de agua en Elda. del queextractamos algunos párrafos explicativosinteresantes(no por ellomenos interesantes que los demás). Página 265. Capítulo VI.«Aguas para beber». Manantiales de Caprala que renacen en Santa Bárbara, Marquesado de la Noguera y dere cho que tiene Elda a traer aguas de todos los Manantiales que existen en el término dePeirel. Abastece las fuentes de agua potable de Elda el Manantialde Santa Bárbara,situadoal NE de nuestra Villa, como a una hora escasa de distan cia de la misma, en cuya posesión, uso y aprovechamiento, jamás interrumpidos, sehalla de inmemorial...». Pág. 266. «El referido Manantial de Santa Bárbara no es más que una derivación del grande y principal naci miento de agua del partido de Caprala, jurisdicción de Petrel, entendido también dicho partido por «el AGUA BUENA...». Pág. 267. Que el Agua Buena, o sea. la de la balsa de Caprala, la utilizó Elda directamente, lo están atestiguando los diferentes trozos de cañería que en dicha sierra de Santa Bárbara, a su lado de poniente existe,y por tradición, nunca contra dicha, sobretodo,lo confirma el reintegro y posesión que la Excma. Audiencia del territorio «concedió y dio»por medio de su Juez comisionado. D. Francisco Sirera. Alcalde mayor entonces de Novelda.en 11de agosto de 1758. que la llevó a efecto en los días 17 y 18del propio mes. realizando elreintegro yposesión en los dos referidos partidos deCaprala ySanta Bárbara, diciendo en Auto del 18.«En el expresado sitio deCaprala y día referido, hallándose concluidas lasdiligencias pertenecientes al mismo sitio,dicho Sr. Juez en comisión debía mandar y mandó,se pase al de Santa Bárbara donde renacen las aguas para beber de la Villa de Elda y se practiquen las diligencias que convengan para cumplir con lo manda do; y por éste su auto así lo proveyó y firmó D.Francisco Sirena. Ante mí. José Corbí». Llegado el Juez al último punió,encabeza así su otro auto «En el sitio del Estado de Noguera. Ermita de Santa Bárbara,donde rena cen las aguasde las fuentes deCaprala. a losdieciocho días de dicho mes y año...». Pág. 272. «EL MARQUESADO DE LA NOGUERA» Por más que lo hemos procurado, no nos ha sido posible encontrar la época en que fue establecido este Marquesado, ysuponemos que sus due ños lo ignoraban en el siglo X VIII... Nuestro humilde pareceres que la erc- ción de este Estado en Santa Bárbara,de ningún rendimiento, sólo tuvo porobjeto dejar su jurisdicción a cargo del Gobernador, Baile general delCondado, a fin de que ni en Elda ni en Petrel latuviesen en él, por encon trarse en el mismo enclavado elnacimiento del agua potable de Elda y evi tar las cuestiones que son consiguientes en el uso y aprovechamiento de las aguas. Sin embargo la jurisdicción eclesiástica sobre la Ermita de Santa Bárbara la conservó el cura de Elda. y así consta de varias visitas giradas por los Sres.Obispos en distintos siglos, como puede verse en los libros de sureferencia en el archivo de esta Parroquia...». Pág. 274 ...Que elpequeño territorio de la Noguera estaba separado del término general de Elda y Petrel y. reservado al Sr. de ambas villas, aparece plenamentejustificado por el siguiente documento que copiamos a la letra, tomado de uno de los Libros Viejos ya citados: es de suponer estu viera yaentonces erigido elMarquesado, puesto que el Condado lo había sido algún tiempo antes. «- Noguera yAlcadufada=Die décimo febrvris Anuo anatc Dm. MDLXXV=R’. Luis Alhdich missatge de lapresent vila de petrer EI1 de proisusio ymanament del molí mag ,Gaspar Remiro Gouernador ebulle ile les viles de Elda petrer é Salines en la pinvila de petrer habver preconi- sat que tinguen per vedada tota la heretal del molí Yllsc, Señor Don Juan Coloma en Noguera...». También existen en uno de los dos libros titulados «Libro Viejo» unas diligencias originales respecto a las aguas de Caprala, fechadas el 20 de marzo de 1576...Hay original en uno de los dos citados Libros Viejos, el ahitamiento de la Alcadufada de Noguera a 19de enero de 1565 en que sedesignan extensamente los «puntos» por donde iba (que acaso son los mismos de hoy, hasta la carretera) y el modo de «evitar» el que los ganados «bebieran» enelacueducto. En el año 1663 se reconstruyó la cañería desde Santa Bárbara, o sea, desde el nacimiento de la Noguera a las fuentes de Elda, cuya obra sesubastó a favor de Melchor Candelpor la cantidad de «mil y sinchcents licures» y después fue revistada en 19de abril de 1664por «Pere Quintana Arquitecto de la Ciutat de Alacant» (Que dirigió en aquella época la cons trucción de la Iglesia de San Nicolás «con mucho acierto»,según la historia de dicha ciudad) y por «Batiste Gras obrer de la Vila», el primero en Corteesquemático de lacisterna delcastillo y forma en que estaban depositadoslosescombros en su interior.I.Escombros y basuras bastante modernos. 2. Capa de basuras en su mayor parte de fábricas. 3. Escombros procedentes del mismo castillo.4. Escombros procedentes de la rotura de la cisterna. 31 Me. Molduras ycapitelestallados en piedra del castillo,aparecidos en la limpieza de la cisterna. representacióndel Concejo de Elda y el últimoen la del contratista Candel;los cuales hicieron bastantes reparos para que éste perfeccionara algunos puntos de la obra,conforme a los capítulos que sirvieron de base a la subasta. Constan los documentos originales en un libro, tapas de pergami no, titulado «De diferentes escrituras ulintus...». Hasta aquí las referencias escritas. Aunque de este asunto hay bastantes más referencias,he selecciona doéstas, por imperiosa necesidad del presente trabajo. Tratando de hacer comprobaciones, a las fuentes escritas. He reco rrido personalmente envarias ocasiones eltrayecto -en algunos casoscier to, y en otros lógico o probable- por donde discurríanlascañerías, que venían desde Santa Bárbara yllegaban a Elda y al Castillo, yaunque que dan pocos indicios que las atestigüen, noobstante, hay puntos del recorrido que. con muchas probabilidades son. aúndentrode la hipótesis, las mues tras ciertas que darían fe de ello. No sería descabellado y se puede aventurar que: se sabe que la ram bla de los Molinos era atravesada por dos acueductos, uno traía a Elda elagua para beber, y el otro-quizásen época posterior- agua para riego. Con referencia alacueducto de construcción monumental, del que todavía quedan tres arcos apuntados, y con pilares troncocónicos con basesdepilares, de casi dos metros dediámetro ydesde una alturade tres metros como promedio, de manipostería cogida con cal. Tiene la particularidadde que laluz de la cañería que lo corona sólo tiene unos 25 x 25 cm.. o sea. muy exigua para llevar agua de riego,y sin embargo si sería sificiente en aquella época,para el abastecimiento de beber,tanto la entonces Villa de Elda como suCastillo. Por otra parle, el encargo de la supervisión de los trabajos en la reconstrucción de nuevas cañerías que se hicieron en el año 1663a un Arquitecto de la categoría de Pere Quintana, no tendría objeto nada más que para cruzar la rambla con acueducto, de la categoría del que estamostratando. Es de peso y lógico el pensar que en dicha rambla sería una proble mática de pesadilla constante para los de Elda el arrastre de las cañerías ordinarias, cada vez que las tormentas originaban avenidas tumultuosas, que sería en bastantes ocasiones, que los obligaría a, de una vez, hacer unaobra casi «imperecedera», comoes ese acueducto. Enotras ocasiones, enremociones deterrenos, frente al Cementerio Municipal de Elda, pero en término de Petrel -coincidiendo con la línea por donde pasaban las cañerías- hemos visto bloques de piedra perforados. 32 pertenecientes acañerías de agua queencajaríanmuy bien con la antedicha reestructuración de 1663. Endirección alConvento, por donde pasaba. En este sentido, y sobre la elevación del agua al castillo-y no estoy decubriendo nada nuevo- sepodía producir por estar éste aun nivel más bajo,que el nacimiento de Santa Bárbara. Capítulo III Para elúltimocapítulo con que finaliza este trabajo he dejado el informe descriptivo, peroextractado, del proceso de limpieza de la cister na, presentando solamente las partes de él que considero más esenciales. Es como sigue: (Informe que se redactó en su momento) INFORME DE LOS TRABAJOS EFECTUADOS EN EL CASTILLO POR EL GRUPO ARQUEOLÓGICO MUNICIPALALSERVICIO DE LA CONCEJALÍA DE PATRIMONIO HISTÓRICO YARQUEOLÓGICO Estos trabajos se han realizado exclusivamente en la limpieza Je la cisterna, que el Castillo tiene construida en el centro del patio. Se empezó a trabajar con dicho propósito el día 11de abril de 984. con la finalidad exclusiva de la total limpieza de dicho depósito. La cisterna estaba llena de escombros en un 90% de su total capaci dad (Parece, segúncuentan, que todos estos receptáculos del Castillo antes de la «Guerra Española» las autoridades de entonces,las hicieron destruir -en algunos casos- y rellenar de escombros, para que no fuesen ocupadas por gentes maleantes, aunque elCastilloestabaderruido de mucho antes,todavía quedaban algunos habitáculos.Esto es lo que le ocuirióalacisterna. Para darle más realidad aeste informe, lotranscribe talcomo se fue anotando en sus momentos de trabajo. Como se anota más arriba,se empiezan los trabajos eldía 1 . los días 12y13 se continúan sacando escombros. Junto a los escombros alen cerámicas contemporáneas y entre ellas,algunos trozos árabes de pin .idascon trazados oscuros y un trozo musulmana de improntas. Durante el resto de este mes ticabril se continúa trabajando ;nla cisterna y se siguen sacando escombros mezclados con basuras de losúlti mos 40 ó 50 años, ycomo los escombros proceden del mismo Castillo, traen mezclados algunas cerámicas, tanto «vidriadas» como decorada contrazos negruzcos. Elmotivo principal de la limpieza de la cisterna estaba determinado por dos razones: una es la limpieza en sí de este depósito, laotra motiva ción, más importante, es que en esta misma bóveda de la cisterna, utilizado como material de construcción. En el año 1980 se descubrió un trozode sarcófago romano-cristiano, (como ya se comunicó en su día) y en este mismo trozo, por rotura posterior a su primitiva colocación, sehabía des prendidoun pequeño ángulo que se suponía podía estar dentro.Promovimos lalimpieza por estos dos motivos. En lajornada del día 15demayo apareció eltrozo desarcófago, tal como supuse en un principio. El trozo de sarcófago recuperado de la cisterna estaba a unos dos metros de la superficie, sehabía desprendido del trozo original por tener alguna fisura, y a tenor del entorno de escombros donde estaba,habríacaído 35ó 40 años antes. Sedepositó en el Museo para sulimpieza ypos terior unión al original. Apartir del 20 de agosto en adelante seempezó atrabajar a un metro de espesor delpiso, pero en el sector central del lateral Norte, estazona sediferencia en dos partes, en los 50 cm. de arriba siguen predomi nando los escombros muy contemporáneos. En los 50 cm. junto alpiso predominan grandes piedras que proceden dela rotura que hicieron, para llenar de escombros lacisterna ycegarla, mezclados con los primeros escombros que empezaron a tirar. Tal como sevan presentando los rellenos, demuestran que cuando la cisterna seabandonó, estuvo muchos años totalmente vacía yposiblemente tapadas sus bocas, pues tenía dos, una está descubierta ymide 0’60 x 0’60 cm. y está intacta. Apartir de las primeras piedras que arrojaron dentro, y que proceden de la rotura, encima ymezcladas con ellas -pero que noestuvieron cogidas a la obra de la cisterna- van saliendo piedras trabajadas, molduradas ytam bién de las que formaron columnas obaquetones, en las salas regias del Castillo. Comenzó el mes de septiembre con la continuación de los trabajos en la misma, y con la misma tónica de recuperación de malariles del mismo Castillo, y por tanto serecuperaron algunas piedras talladas oescul pidas, como restos decolumnas depequeño tamaño omolduras depiedra, así como yesos o estucos pertenecientesa frisos o arrimaderos, de lasestancias más nobles del Castillo, como algunos trozos demanises de dos o tres modelos del que tenemos uno entero, que es un «Alfardón» de la fami liaXimen Pérez de Corellacon su emblema SDVENIDOR. Así como otros sin identificar.Las características deeste depósito deagua, que sirvió para elabas tecimiento del Castillo son las siguientes:Es unreceptáculo de once metros delargo, por 4’20 de alto y 5’10deancho, es de forma cuadrangular yabovedado en su parte alta,tal como está distribuido en su parte alta o techo, tuvo dos compuertas para sacar el agua. Están cosntruidas sus pare Interior de la cisterna del castillo (restaurada). 33 des verticales, con mortero de cal. grava ypiedras pequeñas; eltecho o abovedado está construido con piedras grandes cogidas concal.a modo de «dovelas». Donde sustituyendo auna deellas estaba eltrozo desarcófago paleocristiano de mármol blanco, pieza degran valor arqueológico (depo sitada en el Museo Arqueológico Municipal). El piso está compuesto por tres elementos fundamentales.Elprimero esuna base de mortero de cal ygrava, encima una capa regular de tierra amarronada y.por último, está’enladrillado con ladrillos de 20 x 20 cm. (de los llamados morunos) y enel centro inexacto deeste piso hay una pileta depiedra de()’4() x0’40 xO’IO cm. defondo, esta pileta oreposadero está protegida ocircundada por seis grandes piedras calizas como ella misma, que laprotegen, que forman uncuadrángulo dedos por dos metros aproximadamente, yque ledan supermanente estabilidad. Las paredes verticales y el abovedado están enlucidas con cal yestu vieron pintadas con unimpermeabilizante decolor rojo. Como elementos defuncionamiento, tiene en la parte alta deunlate ralpequeño untubo decerámica de 14cm. dediámetro, por donde seabas tecía, muy probablemente del acueducto que entraba por la calle «Pilares» que traía las aguas del manantial deSanta Bárbara, situado en la parte Este del Castillo. Tiene otro tubo abastecedor en laparte alta del lateral largo, situado alSur por donde con mucha probabilidad recogía las aguas ’de arrastre delas azoteas del Castillo, esmás pequeño que elanterior, razona blemente, y por último en el lateral pequeño que da al Oeste, hay dos rebo- zaderos que seencargaban de mantener siempre elnivel máximo deagua, evitando que se desbordase. Lacapacidad de este principal depósilo estaba en el orden de los 215 m.cúbicos, o como entonces semedía, unas18.400 arrobas. Como se puede comprobar con un elemento abastecedorde estas dimensiones, ladotación del Castillo, tenía asegurado elabastecimiento del líquido elemento, por tiempo bastante considerable en algún momento de peligro, guerras, sitio u otras emergencias. El otro elemento abastecedordeagua era el pozo (No lo describo aquí por estar ya descrito más arriba). Poco podemos decir al respecto. Sino que elescritor eldense Lamberto Amat ya lo menciona en su Historia de Elda escrita en 1875. y que nosotros comprobamos con SUdescubrimiento en 1980. Este pozo para cumplir su misión deabastecerse de los veneros del río. sería de bastante profundidad, quizás de 35 ó 40 metros de profundi dad,que podrá comprobarse cuando esté totalmente descubierto. Con esta descripción queda cerrado este capítulo, concernientes al abastecimientode agua en el Castillo de Elda. Juan Rodríguez Campillo Concejal dePatrimonio Histórico yArqueología .’.’ .•;’’’ •.’’..’ í#:!,’ . :• j ... ...;.^i/ífí’’ :i/’- .:/f’ EL LIBRO DE LAS ERMITAS Donde debía haber una ermita, Caprala Por RAMÓN CANDELAS ORGILES Cuando por laautovía N-430acabamos deperder de vista el castillodePetrel, entramos en la curva de Santa Bárbara y, apenas salimos deella, al frente se divisa el Arenal -esa inusi tada formación geológicaque ha servido de diversiónydeleite demúltiples generaciones eldenses- y, a laizquierda, queda elcolladodelMonastil, asentamiento de loshabitantes prehistóricos del valle. Un poco más adelante, a la derecha, se inicia la carreteritaque nos lle vará aCaprala, lugarmuyligado también alesparcimiento eldense. El otoño suele ser buen compañero de viaje, pues presenta a nuestros ojos la gama de colores más polícroma y entonada que puede ofrecer la Naturaleza.Ninguna tonalidad es estridente, atrás quedaron los colores saturados, intensos, del verano, ahora todos son moderados, apacibles. 34 El cielo ofrece un azul pastel, tachonado de girones de blanco que surcan el espacio, totalmente inmaterial, donde como diría el místico: «La mirada penetra hasta el infinito». La tierra presenta su gama de marrones ypardos, degradados de los colores puros, enne grecidos. Siguiendo con la cita religiosa: como «El sayal de los religiosos, símbolo de humil dad (humus, tierra) yde pobreza», porque pobres son estas tierras, secanos poco cultivados. Losverdes, aestas alturas delcalendario, sonescasos. El verde profundo de los pinos, quizá el más brillante de esta paleta; el plateado de los olivos, muy desvaído y agrisado por los tonos rojizosde las olivas, antes de entrar en su sazón negruzca; yel verde veronés de los almendros que cede su brillantezy cambia a los tonos ocres. Estamutación, en el otoño, es común a otros muchos árboles, arbustos, hierbas, a todo el reino vegetal. Y entonces la gama de tonos dorados, amarillentos, anaranjados yrojizos pre domina, es inmensa. Desde el amarillo blanquinoso de laavenilla de las lindes del camino,al dorado de los melocotoneros, como lacorteza de un pan candeal, y al corinto de los pámpanos viejosde lasvides, lavisión sehace ilimitada. Pero ya nos asomamos al valle de Caprala. La rambla, formada por el Barranco Escuriana y el Barranco Perel, y que pasado el Arenal, desembocará enel Vinalopó, aquí no es más que un lecho blanco de bolos ycantos rodados. Eso sí, las dos riberas escoltadas por esbeltos juncos dan fe de que en épocas de lluvia por elladiscurre el agua. De vez en cuando, alguna pitera, opalera, y, más abundan tes, sediseminan porloscampos próximos: higueras, olivos,almendros. Sin embargo, todas ceden terreno ante la pujanza del pino que impera por las laderas del Alto Peret, Las Troneras, etc. Del pinar nos llega, junto a su aroma, unmurmullo del aire entre las copas que nos recuerda el de las olas del mar, pero en continuo, sin vaivenes. Por un momentono existe otro sonido en el ambiente. Pero, presto se rompe el encanto. Aunque lejanos, suenan unos dispa ros de cazador, la depredaciónsigue su marcha. Afortunadamente, también hay muchos amantes de lanaturaleza y por doquier suenan voces de núcleos familiaresque hanaprovechado esta tibia mañana para oxigenarse con aro mas de pino y de romero. Cogemos una ramita,puesta por su mata al alcance de nuestra mano, recordando aquello de «Quien va al monte y no coge romero, no tiene amor verdadero» y conéstasnosacercamos alcaserío. En Caprala existe una población muy diseminada, pero hay un núcleo más llamativo: el antiguo caserío de Caprala. En él nuestro acompañanterecordaba haber asistido a una misa con gran asistencia de público. Por ello se planteaba la posibilidadde que existiera alguna ermita, y aunque las averiguaciones al respectono habían dado resultado, su búsqueda era nuestroobjetivo. Un olmo grande y otros más pequeños, en varios grupos,custodian las diversas edifica ciones. De éstas destaca como buen modelo de construcción rural una casa llamada ESPE RANZA, y queostenta elnúmero 8 depolicía. Las paredes son de bolos con argamasa de cal y recubiertos de yeso moreno, que se afina y blanquea en la fachada. Los tejadosde teja curva árabe, de color amarillo-pardo. La puerta, cubierta de hoja de lata claveteada, y una ventana, señalan el piso bajo; dos ventanas y un bal cón circundados con fajones, indican el primer piso -el balcón de hierro con filigrana de ochos-; y, en el segundo piso, tres huecos indicanla amplitud del porche. Pero aparte de esta fachada, que se conserva bastante bien, el resto es pura ruina. La casa era grande, con muchas dependencias, propiasde losmenesteres rurales. Junto a la casa se adivina una era, de la que quedan la planicie y un rulo de la trilla. Hay esparcidas varias telas de somier en los que se aprecianhuellas de los tomates puestos a secar, y en unas gradas, por las que se baja a una amplia explanada, también se secan un buen puña do depanochas. A la vera de la era, y antes de llegar a lasescaleras, hay una cruz. Una pequeña verja en cuadro acota un escueto recinto y una cruz,recubierta de chapa galvanizada, santifica el lugar. En una lápida de mármol se leeesta inscripción: 1 de mayo de 1979. Nos enteramos que el día primero de mayo acuden vecinos y foráneos a una eucaristía que se celebraanualmenteen este lugar y luego hay una pequeña fiesta y «vermutico». Evidentemente, no hay ninguna ermita pero este lugar bien lo merece. 35 LABOHEME de Puccini. con MonserratCaballé y Plácido Domingo. Los festivales de óperadeElda Muchas circunstancias favorables tuvieronquedarse cita para que aquella idea que surgió de la Concejalía de Fiestas, allá por los primeros años 70, pudiera realizarse. Desde muchos años antes,elprograma denuestras FiestasMayores incluía la actuación de una de las mejoresbandas de música de nuestraregión,concierto quetradicionalmente se celebraba el día de la Virgen a mediodía. Y, en ocasiones señaladas, una o dosactuaciones decompañías de zarzuelacompletaban un renglón que satisfacía a los aficionados de nuestro pueblo. Pero la idea de nuestraConcejalía era otra, es decir, másavanzada. Pretendíalaorganización de unasrepresenta ciones de ópera, pero contando con los medios suficientes para contratar cantantes y orquetas de prestigio. En Elda siempre haexistido unaapasionada afición por la música y ellopresuponía unambiente favorable en un amplio sectordeaficionados. Con esta premisa, se buscó el apoyo de un grupo de aficionados que poraquellos añosmantenía una notable actividad en esteambiente -aparte de lasveladas musicales y charlas sobre el tema,recuérdense las actuaciones de conjuntos tan prestigiosos como la Orquesta de Cámara de Viena, Sinfónica de Praga, delConservatorio de París-, grupo que ofreció su máxima colaboración al proyecto. Se iniciaron los primeroscontactos con el Gran Teatro del Liceo de Barcelona. 36 Por JUAN MARTI POVEDA Lacircunstancia deque, porentonces, era Director titular de la orquesta sinfónica dedicho teatro, nuestro paisano Gerardo PérezBusquicr, y elvínculo creado desde años atrás por esc grupode casi un centenardeeldenses -que en algunos casos llegaron a la cifra de 150- quienes, de forma puntual, año tras año se desplazaban y siguen hoy desplazándose al Liceo para asistir a alguna representación de ópera, fue lo que facilitó en principio la apertura de unas negociaciones. Importante fue. y es justo dejar constancia de ello, el apoyo entusiasta de toda una CorporaciónMunicipal, que supo ver el lado positivoy lo que culturalmente podría representar para nuestra ciudad patrocinar un festival ce las características proyectadasque, porotraparte, norepresen taba un coste económico importante, como posteriormente el desarrollo de lospropios festivales demostraron. A todoello,podríamos unir, como detalle simpático,un especial recuerdo afectivo que, de sus años mozos, sentía hacia nuestra ciudad el Director del Gran Teatro del Liceo, Don JuanAntonioPamias,personade quien guardaremos siempre un agradecido recuerdo muchos aficionados de Elda. Pues bien, con todo este maravilloso combinado comenzó a caminar unFestival de Opera que,aunque eímcro, tanta resonancia tuvoincluso fuera de nuestras fronteras. ¿Pecamos deexagerados? No locreemos así. Aunque en estos lugares parece que está totalmenteolvidado,er des plazamientosqueocasionalmente hemos efectuado aotros puntos de nuestro país, para asistir a un concierto u ópera, hemos tenido ocasión de saludar a muchas personas que fue ron espectadores de aquellos festivales y que nos recuerdancon frases de elogio el nivel artístico y la importancia quealcanzaronaquellasmanifestaciones culturales. Porque ¿quién no recuerda aquella BOHEME de Puccini,conMontserrat CaballéyPlácido Domingo quedejó pequeño nuestro Teatro Cervantes, que hizo desatender un gran númerodeencargos delocalidades por falta de espacio y que atrajo un elevadonúmerodepersonas, incluso de fuera de nuestro país? O una TRAVIATA, con la misma cantante, a la que acompañaron JoséCarreras, VicenteSardinero y JuanPons.presentada en el Pabellón de Festivales de la Plaza de Castelar, que reunió en una sola función a cuatroprimeras voces, circunstancia queraramente se da en teatros de pri mer orden del mundo de laópera. O una LUCIA DE LAMMERMOOR de Donizetti -muchos aún recordamos laprimorosa yabsoluta perfección que el maestro PérezBusquicr dio aestaobra, principal mente a su concertante y que trajo a nuestro escenarioa la indiscutida mejor intérprete de esta ópera por aquellos años,Maddalena Bonifacio, cuya presencia se disputaban los Teatros de Opera de Viena. Berlín, Nueva York y un largoetcétera.... y quecontócon la presencia de un joven tenor quealcanzó unnotable triunfoy que, en honoranuestropúblico, pidióalDirector deorquesta cantar atono elcuarto acto de esta ópera-. Hemos de señalar que raramente un tenor lo hace así, por la gran dificultadque ello lleva consigo y quesólouna voz privilegiada, con facultades algo fuera de locorriente, puedeafrontarlo sintemor a fracasar. Ocurrió un detalle simpático, unaanécdota en la que interviene elcitado tenory que relatamos. Era en los comienzos del año 1976. En un viaje efec tuado a Málaga por un miembro de laJunta de Amigos de la Opera de Elda, se sorprendiógratamente al ver unanuncio RIGOLETTO, con Franco Bordoni y Cecilia Albanese. 37 de la ópera OTELLO de Verdi, que representaba en un teatro de dichaciudadmalagueña el tenor Pedro Lavirgcn. Una vez en el teatro y, antes de comenzarla represen taciónsolicita pasara saludar alcitado cantante. Enel came rino, donde están acabando de maquillarle para su papel delmoro veneciano, se encuentran unos miembros de la Asociación homónimanuestra,deMálaga, quienes, alcono cer que el visitanteformaparte del grupoorganizador de Elda, le abrazan y comentande formaentusiasta lasóperas a las que asistieron ennuestra ciudad. El másefusivo yentusiasmado con los festivales elden ses fue precisamente PedroLavirgen. Ylecuenta a nuestro paisano que, hallándoseen Brasil, en gira artística, coincidió en una ciudad con un joven tenor italiano que también prepa raba una actuación allí.Lecomenta éste que ha obtenidoun contrato paracantar en elGran Teatro del Liceo, pero que el Director, Sr. Pamias,le ha impuesto que antes de presentarse en el Teatro de las Ramblas barcelonesas, dehe hacer lo en un pueblo,llamado Elda,de quien notiene la menor noticia, interpretando elEdgardo de unaLUCIA DE LAMMERMOOR. La reacción del tenor, según cuenta,fue inmediata. «Le dije -comenta éste- en tu país,tenéis una ciudad, Parma,que es laverdadera cuna de la ópera, dondecon más intensidad se vive la lírica y dondehay un público entusiasta quevibracuando uncantante seentrega. Puesestomismo comienza aserElda. y ten la seguridad de que, con el ambiente respiradoallí en las ocasionesen que he actuado,estaciudad alcanzará una categoría que ha de situarleen losprimeros lugaresde la lírica en breveplazo». No cabe duda que aquí había mucha parte deafecto, pero estos elogios decían muchosobre la opinión que fuera denuestro entorno comenzaban acosechar nuestros festivales de ópera. Una vez había actuado ante nosotros, Beniamino Prior se presentó en Barcelona por primera vez. Por aquel entonces,larepresentación inicialde cada ópera era transmitida por Radio Nacional deEspañaenBarcelona endirecto, desde el mismo teatro. El comentarista radiofónico. Juan Lluch, conocido nues tro porque nunca faltaba a la citaseptembrina de Elda. en un entreacto, llevó ante el micrófono al mencionado cantante. Tras comentar susanteriores actuaciones hasta sullegada al Liceo, como era obligado, surgió el comentario sobre la ópera que se estaba representando aquella noche, la misma LUCIA DE LAMMERMOOR escuchada antes aquí. Hubouna curiosa pregunta y una no menos sorprenden terespuesta. Juan Lluch preguntó,finalizando ya laentrevis ta, si al tratarse de su presentación en el Gran Teatro del Liceopensaba cantar el cuarto acto a tono, tal como Donizetti lohabía escrito. Muycortés desvió estapregunta, indicando que no, que ello era muy comprometido. Él locutor insistió, señalando que él.personalmente, le habíaescuchado elcuarto acto en su nota original, en Eldaprecisamente. YPrior, con igual delicadeza, lecontestó «Allítuve que hacerlo porquepara mí era obligado,y lo hice». Es posible que en ello influyera la recomendaciónde Pedro Lavirgen. oque incluso fuera para él la pruebadefuego, el sallo al Liceo, pero Elda recibió así un cálidohomenaje de este tenor. En posteriores actuaciones en el mismo Liceo de Barcelona tuvimosocasióndevolver aabrazarle, ysiempre nos demostró un eran deseo de volver entre nosotros. Quizá fuese la escenografíaprestada a las representacio nes lo menos conseguido. Nunca pudo lograrse integrar en elescenarioelabundante materialde que se disponía, por la falta de espacio. Esta circunstanciamotivó que. en muchas ocasiones, fueron los propios escenógrafoslos quepinlisen sobre lamarcha los mismos decorados, aprovechando lopoco que, de lo que disponían, podía aprovecharse. Sin embargo, el vestuario y todo el resto del montaje sí era exacto al que el Liceo presentaba en sus representaciones. Se desplazaban desde el director de escena, pasando por tramoyistas, técnicos,utilleros,peluqueros y todoscuantos intervinieron en lapreparación de todo ello. Prácticamente, el Liceo barcelonés setrasplantaba enbloque anuestra ciudad durante los días de la preparación,montaje y las correspon dientesfunciones operísticas. Fueron siete años consecutivos, desde 1972 a1978, en que se mantuvo la cita con la ópera en nuestra ciudad, inicián-dosc con MADAME BUTTERFLY de Puccini que interpretó YasukoIlayasi,unacantante japonesa de calidad excepcional y que ha dejado profundas raíces de amistad entre nosotros. Completaron esteprimer festival dos pequeñasjoyas ce la ópera, CAVALLERIA RUSTICANAde Mascagni y PAVASOSdeLeoncavallo. que trajo ante nosotrosa Juan Pons por primera vez. El segundo festival de ópera estuvocompuesto por dos obras de Verdi, AÍDAYRIGOLETO; lasoprano Ella Lee y el tenor Pedro Lavirgen actuaron en la primera y un barítono LUCIA DE LAMMHRMOOR de Donizetti, con Magdalena Bonifacio, Beniamino Prior y el maestro Pérez Busquicr. 38 Fotografíatomadaen el curso de la representaciónde la ópera MADAMl- BU’ITHRI-LY de Puccini. el día 9 de septiembrede 1977, en el Teatro Cervantes de Elda. deexcepción, FrancoBordoni. juntoanuestro paisano José María Pérez BusquieryCecilia Albanese en elprincipal rol femeninodieron vida al segundo programa. Un avance extraordinario seconsiguió, encuanto a voces, en el tercer año. La TRAVIATA de Verdi antes comentada, junto a una TOSCA de Puccini, con una bellísimaVirginia Zeani,soprano dotadade una igual preciosavoz. CARMEN deBizel y NORMA deBellini fueronlas óperas presentadas en el cuarto año defestivales. Plácido Domingo. Carmen González, Vicente Sardinero y Juan Ponspara la primera de ellas yMontserrat Caballé, Pedro Lavirgen, Janet Coster y Juan Pons en la segunda completaron unas actuaciones de imborrable recuerdo. Quizá, la cota más alta de lasrepresentacionesoperísti cas sealcanzó en laquinta edición. LUCIADELAMMERMOOR y LABOHEME, a las que antes hemos hecho refe rencia, dejaron sobradamente satisfechosa losaficionados más exigentes. Maddalena Bonifaccio y Beniamino PriorenLucía y Montserrat CaballéyPlácido Domingo enBoheme, dieronel espaldarazo a lo que yaparecíaarraigado definitivamente en Elda. un festival de categoríainternacional. No obstante, mereceespecial mención elprograma del sexto año tanto por la calidadde lasobraspresentadas, por las voces que intervenían ytambién por elhecho de que ya eran tres representaciones las que sedesarrollaban: MANONde Massenet, MADAME BUTTERFLY de Puccini, ésta como reposición, y UNBALLO IN MASCHERA de Verdi. 39 La ópera MANON, una verdadera deliciade la música francesa, nospresentaba unacantante de gran sensibilidad, especialista enesta ópera gala.Jeanette Pilouestuvo insupera ble en su papel. BeniaminoPriorvolvía alTeatro Cervantes para interpretar el rol detenoren esta obra. MADAME BUTTERFLY fueinterpretada en esta oca sión por otra cantantejaponesa, AtzukoAzuma, juntoaltenor Ricardo Giménez y unaexpresiva yveterana Flora RalTanelli. Como datocurioso, anotamos que para esta representación se aplicó un precioexcepcional, alalcance del más modesto afi cionado: lalocalidad más cara valía 500 pesetasy 100 la más económica. UN BALLO IN MASCHERA nospresentó una vez más a Montserrat Caballéenpleno apogeo de su arte, secundada por Franco Bordoni, Cario Bini y Juan Pons. El octavo yúltimo festival estuvo integrado por las obras IL TROVATORE de Verdi y L’ELIXIR DAMORE de Donizetti. Piorenza Cossolo, con merecida fama de ser la mezzosoprano másrenombrada enaquella década, cerró elciclodefestivales ennuestra población. Todas lasóperas, aexcepción de MANON deMassenet, fueron dirigidas pornuestro paisano Gerardo PérezBusquier, con un gran dominiode laorquesta y plenacompenetración con las voces. Consiguiómomentosverdaderamente magis trales en todas sus actuaciones. Francesco Maria Martini fue el director de Manon, tam biéncon una gran perfecciónen sucometido. La CoralCrevillentina prestó una gran colaboración en todas susactuaciones, resultadode unosensayos numerosos y una dedicación dignadeelogio. En algunas ocasiones, se hacriticado aAmigos de la Opera el haber sido causante de la desapariciónde los festiva les. Falla de interés, cansanciopor el trabajo que representaba cadaorganización..., nada de eso escierto.Quizá, ylamentamos tener que señalarlo así todo este esfuerzo, este logro para nuestro pueblo no fue comprendidopor un sector que se mos tró decididamente contrario aestas manifestaciones. Laprensa denuestro país, en general, se hizo eco de estasrepresentaciones de forma muy positiva. Sin embargo,dosdiarios denuestro entorno, nosabemos si porpolemizar o por qué otro motivo,discutieron laviabilidad de laópera en Elda, con algunos artículos que no contribuían precisamente aque los festivales tuviesenunacontinuidad, uniéndoseasí aungrupo disconforme que tenía sus raíces en la oposiciónmunicipaldeaquella época, que también mostróuncierto despego poreste tipo de representaciones. Como ha pasado bastante tiempo de ello, no es nuestro deseodar más importancia a esteasunto, pero sídebedejarseconstancia de que nunca entendimosesta oposición; si era poreldesembolso que supuestamente representaba para lasarcas municipales, podemosasegurarinclusocon datos que obran en poder de la desaparecida asociación organizadora, que nunca superó elcosto depresentar unabanda de música de renombre o elmontaje de unasrepresentaciones dezarzuela. Más bien creemosibadirigida a lo que aparecía como «clasis ta» en frases que escuchamosa los másenconados detractores. Estas manifestaciones contrarias alos festivales crearon un clima que, en particular en las dos últimas representacio nes desanimaron a losaficionados. Losencargos para estas dosfunciones que, dos mesesantesde las fechas previstas alcanzaban casi un 80 por cientodelaforo del teatro, se vie ron reducidos a unaasistencia del 60 por cientoa la hora de levantar eltelón. Ellooriginó unperjuicio económico debastante impor tancia, pero que fue asumidoenteramente por elgrupo orga nizador.Laescasa asignación recibidaparaestas últimasactuaciones, unidoa lapérdida habiday laconfirmación deque, a partir de entonces,elpresupuesto municipalno con templabasubvención algunaparaeste tipo de representaciones, motivó que la juntaorganizadora desistiese de la conti nuaciónde losfestivales por elriesgo económico que ello podía suponer. Es cierto que el Ministeriode Cultura siempre destinó unascantidades, exiguasenprincipio y unpoco máselevadasposteriormente, que ayudaron al desarrollo de estos eventos,pero que por sí eran insuficientes paraintentar la continudad si no secontaba conotro apoyo. De lo que no cabe duda es que, muchosaficionados a la músicaguardaremos siempre un grato recuerdo de estos festi vales que han de quedarindisolublemente unidos a la historia de lacultura de nuestra ciudad. AÍDAde Verdi. una escena con EllaLee y Rstella Silva. 40 Milagritos con lamuñecaque le regaló la reina. MILAGRITOS GORGE: Unavoz alicantina que debe perdurar Muchos artistas sufren tras su muerte el sacrificio del silencio y del olvido,elpersonaje que nos ocupa no es ningunaexcepción, parece como siMilagritos Gorgé estuviera en un purgatorio musical esperandola llamado del cielo, y esto no es justo, porque fue, al menos en lo que correspondea su trayecto ria, unacantante connotable éxitoa finales del sigloXIX. Susinterpretaciones delcélebre «rondó» deCampanonc o de suMargaritaen«Anillo deHierro» demostraron que fue un expo nente clarode esa floración musicalvalenciana que se inició a mediados delsiglo pasado. Nació Milagritos Gorgé yBorras enAlicante, el17de abril de 1878,en la calle Virgen de Belén y murió en Elda el año 1959. Desde muy niña (I) empezó a cantar, y no es nada extañoante elambiente familiarquerespiraba. Suabuelo, Don Ramón Gorgé,(dicenque pasó de timbaleroaempresario tea tral) formó una compañía llamada «COMPAÑÍALÍRICAFAMILIA GORGE», que lacomponían, apartedelabuelo, Pablo (2), Ramón, Rafael, Francisco,José Miguel, Ramona y Milagritos. Nuestra protagonista, en sus primeros años, alternó 41 Por JOSÉ LUIS BAZAN LÓPEZ el canto con el aprendizajemusical,«...Consiguiendo dominarlo en el breveespaciode dos años, haciéndoseal mismo tiempounanotable profesora depiano yarpa» (3).Fueron años muydifíciles, años de mucho trabajo y sacrificio, pero ella supo vencertodos estosinconvenientes graciasa su tesón y entrega. Empezó alevantar un gran revuelo en lastertulias musica les que existían enAlicante, dondealgunas personas empezarona descubrir esta figura que estaba emergiendo como un surtidordeemociones. Sucorta carrera empezaba a ser un eco, llenode ternura, quetransmitía sucarácter levantino, aderezado por el cielo limpio y azul de losdías. Milagritos rubricó su futuro enpresencia de susincondicionales el día 2 defebrerode1890. El Teatro Principal deAlicante fue elescenario donde logró una victoria plena y redonda. Cuandola niña terminó, arrancó consucanto absolutos comentarios ysonoras muestras deentusias mo de los concurrentes. «La preciosa niñaMilagritos Gorgé recibió anoche lasaguas bautismales de sucarrera artística, conlaslágrimas de supadrey las del viejomúsico Gorgé,quemiraba encantado a su nietecita, cada vez que el público, pro rrumpíaenbravos entreatronadoras, prolongadasyrepelidas salvas deaplausos. Milagritos electrizóanochealpúblico can tando con afinación y buen gusto el ’aria’de salida, los recitados y el célebre ’rondó’, dificilísima pieza musical de la que no faltó ni una nota, ejecutandocon granlimpieza, increíblea su edad, labellísima ’fcrmata’ con sus notas picadasy sus trinos y cadencias sin que en toda lanoche pudiera observarse el más ligero roce, ni el más leve descuido,ni el más insignificante tropiezo. Si de lamúsica pasamos a ladeclamación han de ser más vehementes y másapasionados nuestroselogios,porque es pre ciso haber pisado laescena paraapreciar losdetalles y las cosas admirables que hizoanocheMilagritos» (4). Los primeros mesesdel año 1891fueron clavespara cul minar elreconocimiento de estapequeña grancantante en todo el país. Sus trece años se pasearon por las calles de Madrid ydebutaron en el Teatro de la Zarzuela ante unosrigurosos críti cos que entendieron su actuación. El Madrid que halló Milagritos era unaciudadopulenta, inmersa,apartedelaspectopolítico, en la vida intelectual y absolutamente dispuesta para absorver yhacer suya toda la cultura llegada del resto de España. Fue un frío sábado -24 de enero de 1891- cuando nuestra paisana revolucionó con su voz a los madrileños justificando lafama que la precedía.Lafuerza moral con la que se lanzó alescenario ya hizopensara los asistentes que era una cantante ala que no se podíaignorar. Logróque su sensibilidad penetrara con perplejidad en lamente de loscríticos. «Lasesperanzas del público no fueron defraudadas,pues la niña en cuestión alcanzóungran triunfo en la difícil parte de Corila.El aria de salida y el dúo con el Sr. Bergerlavalieron muchosaplausos, pero donde el público la hizo una gran ovaciónfue en el rondódel acto ter cero, pieza llena de dificultades,quesalvó conexquisito gusto y como unaverdadera artista. El entusiasmo delpúblico no la permitió ni aun terminar la íermatafinal» (5). «Esasombroso verdaderamente. Comienzaporadmirar el público la seguridad y el aplomo con que laniña actriz habla yse mueve en la escena.Cuando empezó acantar laadmiración subió de tono. La voz sorprendepor lo pura; la vocalización essegura,producto de unsabioestudio, y entrinos, stacattos, fór malas y grupettos no tiene la diminutadiva nada que envidiara las más célebres cantantes» (6). «Laexpresión con quematizalosdiversos pasajes de la obra de Mazza;ladulzura con que emitela voz, el sentimiento con que revela el estadopasional, sonasombrosos, y elpúblico entusiasmado ante talprecocidad, no cesó un puntodeaplaudir en toda la noche. La pequeñaartistallegó sin dar muestraalgu na de cansancio hastaeltercer acto,y en éste repitióel aria dando pruebas de notable frescura, y haciendo juegos reveladores de una gargantarealmente privilegiada. Enresumen, laniñaMilagros Gorgé posee envidiablesdotes artísticas para elgénero lírico, ycomo siga por ese caminoesindudable que llegará a ser una gran cantante. Así empezó AdelinaPatti»(7). A partir de este momentolaempezaron acomparar con AdelinaPatti (8) que fue un valiosotestimonio de sugenialidad musical, aunque su inspiración artística,sinlímites, llevaba continuamente susello personal. Poco tiempo despuésse laconocía como «LaPequeña Patti». / Pasaron pocos días desdeelimpacto increíble quecausó en Madrid esta joven alicantinahasta unacontecimiento, quedebemos destacar,por elpoderoso éxitosocial yprofesional que representaba. Por iniciativa del gran maestro NapoleónBerger nuestra pequeña diva fue recibida en Palacio -acompañadadesu padre- por S.M. la Reina María Cristinay la Infanta Isabel, las cualesestaban muyinteresadas enconocer y oír aesc fenómeno que había conquistado, con su voz, la capitaldel Reino. LaReina Madre y su hija pudieroncomprobar la plaslici- dad, la armonía y la sensibilidadde una artista que tenía sussentidosmuydespiertos yperfectamente controlados.SS.AA. tuvieron la fortuna de oír cantara unaMilagritos que lanzaba oleadasde aciertos con perfecto equilibrio,con su trepidanteternuraysencillez, yprolongando esasensación debienestar que sabía dar en todo momento. J. Guijarro Esclápez envió desde Madrid una carta al Director del periódico Él Liberal de Alicante -que salió publi cada el4de febero de 1891- donde lecomentaba esta visita. Entre otras muchas cosas hay que destacar losiguiente: «S.A.la Infanta Isabel, demostrando una vez más sus profundos conoci 42 mientos y sudecidida aficiónalarte de la música,lepreguntó siconocía el solfeo o si lo que cantaba lo hacía de oído. Contestó Milagritos afirmando loprimero y lainfanta dijo siconocía todaslasclaves. Respondió nuevamente ensentido afirmativola niña y su Alteza para cerciorarsele dijo:Vamosa ver siconoces laclave de Do. Púsoseen el atril del pianolapartitura de Lucía y acompañada por elmaestro BergercantóMilagritos elaria de lacitada obra, demostrando con esto sus conocimien- tosmusicales ylogrando entusiasmar a la realfamilia,que la besó repetidas veces y la regalóunpreciosísimo bouquet.S.M. la Reinaofrecióla también para cuandoregresare a ésta un precioso ’bebé’ (este regalo estuvoexpuesto en unescaparate de la Calle Mayor de Alicante) y lo que valiese más que esto, pagarle una carreraartística sicomo era su real deseo queríaestudiar ópera»(segúnelperiódico deAlicante, ElLuchador,con fecha del 6 de sepliembrede 1934, la pensión de la ReinaMaría Cristina duró tres años). Milagritos empezó avencer a laeternidad. Enseguida fue ron reconocidas sus dimensiones musicales en España y Europa, desde Madrid aBarcelona ydesde Lisboa aParís, desde un espléndido teatro hastaelsalón delpalacete ducal. Llevó su creatividad conorgullo, supoinfundir a sucanto la fascinación ymoldeó unasaspiraciones derivadasde susr.u’ces alicantinas quefortificó con susactuaciones. En los camerinos del Teatro Calderón de Valladolid. des pués de interpretar laniña Gorgé el «rondó de sonámb da», para luego cantar con Berger el dúo de«II barbierc» y el de «L’elixir» conBaldelli. elmaestro Bergerhizo unas declaracio nes a una preguntade losperiodistas, siMilagritos era sucüscípula, a esto respondió: «Milagritos no esdiscípula más que de Dios. Lo que yo tengoquehacer es muy poco»(9). Días antes de estas declaraciones del maestro, uno d- los críticos másconocido en loscírculos musicales madrileños, J.Guijarro, dedicó unas estrofas a«La eminente diva niña MilagrosGorgé en sus días». Tengo linda Milagritosunjilguero en mi casaal que sirven de prisión los alambres de unajaula, en la cual pasa su vida saltando de caña en caña, picando loscañamones y bañándose en elagua, sin que haya dicho en su vidaaquíestoy yo.Nunca canta.Por eso me extrañó mucho encontrarme esta mañana haciendo milgolgoritos,trinos, cadencias, ícrmatas Yaquí me tienes Milagros que humilde llego a tus plantasdispuesto afelicitarlecomo mijilguero manda, aunque sintiendo no hacerlocon sus trinos y íermatasToma un beso, dame dos, y que elcieloniñaamadacomo elmayor de los bienes te conserve la garganta (10). En su primera visita aBarcelona debutó en elTi Gayarre ante un aforo lleno de oyentes, ávidos de curiosidde unoscríticosqueposeían unosantecedentes no muy ex. de Milagritos. Noconocían susgrandes condiciones artís su gran desenvoltura en elescenario y suclaro modular. Ni daron mucho. Después de suactuación uno de los críticos exigentes escribió: «Tal vez no sea esta la obra de las npropósitopara eldebutde una artista, peroMilagritos ha oguido dominar los escollosque pudiera presentar, triunfanctoda la línea en el difícil rondó final del terceracto, queque repetir anoche dos veces ainstancias del público. Si está aún formándose, pero sus tonos, productode unardui bajo de educación artística,son tanpuros como claros» (11 Su toque delicadodesensibilidad, suinquietud adole: te -como misterio que hay que desvelar- y eseduende alie no que fascinaba atodos, convertían anuestra Milagriu una mediadora para eldiálogo deculturas, en unaembaj; atroid, yactos¡cas,tar-máslas a nse-loentuvovoz«tracen-anti-isendora Milagritosensayando con su padre. D. Ramón Gorgé. que llevó a Oportoy Lisboa el hechizodellevante español, con orgullo y con el único objetivo de transmitir suinspiración artística. Nuestra diva penetró admirablementeen lapeculiarpsicología de losportugueses, incluso,no meextrañaría nada que llegase a conocerel país luso con muchaintensidad, aun que podemos especular con la añoranza de su sol levantino, adelantándose a lo que decíaAzorín.«Todolobueno y lomejor de todas las partes,aquí, en latierra alicantina». En Oporto triunfó. ¡Cómono! Así lohemos comprobado en periódicos como «A Provincia». «Portuguesa». «Jornalde Porto», «A PrimeirodeJaneiro» yalgunos más.Quizá el que mejor definió estaactuación íuesinlugar adudas el «Jornal de Noticias» que entre otras alabanzas,publicó «Gorgé a pequeñadiva erealmente unacreanca prodigiosa, quejunta auna voz dulcísima, adovalmcnte timbrada,unaintelligencia poucovul gar. Está realmente n’essa creancaunavocacao lyricaphcnomc-nal,que as licoes de Vergerdevemlevarlonge, muito longo. Aphysionomía insinuante c intclligcntc da pcqueninacantora que e ja hojo una artista ten as linhas dos prencstinades.d’aquellcs que vao marchando gloriosamente para eltriumpho daarte, sur- dos as louvamihias da vaidadcccstudando semprc...» (12). Continuósuséxitos porValladolid, Santander.Alicante. Valencia y en el año 1895triunfó en París. El día 3 de junio de 1895 «La Ilustración Artística» de Barcelona, publicó de Arte de París, firmadaporJuan B.Ensenat, en la que se hablabade las artistas españolas quedurante aquellos díasactuaban en la capitalfrancesa, y porsupuesto deMilagritos que ya habíaactuadoen«Folies Berger», en «El Dorado» y la«Escala», donde había justificado el sobrenombrede «La Pequeña Patti». Elperiódico «Información» dio unarelación, endiciembre de 1948, donde citaba laactuación deMilagritos con Lola y María Bernal interpretando «laMorena» y «La Bella Otero». Más tarderecorrióSanPctcrsburgo, Lisboa,Marsella, Londres, Berlín y Moscú (13). Fue durante el año 1897 cuandose retiró de sus giras por todoel continente y se fue a vivir aElda donde siguió actuando durante muchos años. «En 1897seretiró de su gloriosa carrera y se estableció en Elda, para que de vez en cuandopudiéramos extasiarnos oyendoysolozándonos con sushabilidosos juegos de canto, mirando cómo jugueteacon suprivilegiada garganta.Un punto de egoísmonos hace alegrarpor esta retiradaque nos proporciona tanpreciados instantesdefelicidad y si a la par lo deploramos, es porellaque no teje más laurelespara sucorona y por el arte nacional, que pierde una de sus más célebres divas» (14). 13 El único contrapunto oscurodeesta brillante cantante ha venidodespués: eselinexplicable olvidoen que ha caídolaobra de Milagritos en Alicante ypor supuesto enElda. La ausencia depersonas dedicadas aestudiar sutrayectoria, sus logros y susactuaciones hacen queeltiempo vaya pasando y suestela se vaya alejando. Queremos, pues,queMilagritos siga viva a pesarde los olvidos y exageraciones, deadoraciones eignorantes desprecios. Visto desdemiperspectiva estamujer, de tancortacarrera, sigue siendo de lo mejor que dio esta provincia a España yEuropa a finales delsiglo pasado. Con este trabajo no he pretendido magnificar a la «Pequeña Patti», sino colocarlaen su sitio, en el que le corres ponde,ciniciar unreconocimiento que debe departirde todosaquellos que usamosla pluma como instrumento encargado dequitarel polvo a nuestrasgloriasinternacionales, para que uni dos a las altas esferaseconómico-culturales logremosque nues tro entorno conozca a unamujer que vivió y amó a su tierra con mucha perseverancia yrespeto. Notas (1) El 17 demayo de1886 debutó en el Teatro Principal de Alicante.En la segunda partedelconcierto Don Ramón Gorgé Soler presentóa su hija Milagritosque cantó la romanza deltiple del«ANILLO DE HIERRO»,paramástarde terminar con una preciosa habanera. (2) Al disolverse el grupofamiliar, Pablo Gorgé pasó al Teatro TívolideBar celona donde triunfó como bajo barítono al tener que sustituir a un compañe ro enfermo en «MARINA». Debemosdestacar las interpretaciones |iie reali zó enRIGOLETTO, TOSCA, AÍDA. (3) ElMEDITERRÁNEO. Cartagena,17de enero de 1894.(4) Periódico LA TARDE. Alicante. 3 de lebrero de1890. (5) Periódico LA CORRESPONDENCIA DE LA MAÑANA. Madrid. 25 deenero de1891 (ó) Periódico EL GLOBO. Madrid. 25deenero de1891. (7) Periódico EL IMPARCIAL. Madrid. 25deenero de1891. (8) Cantante italiana. Estudió canto enNueva York, debutó en 1859 con «Lucía deLammennoor» ycontinuó sucarrera en elConven! Carden,Durantecincuenta y seis años triunfó en Europa y América, interpretando unrepertorio italiano adecuado a mi VOZ desoprano ligera. (9) Periódico EL ECO DE CASTILLA. Valladolid, 24 de abril de1891. (10)LA REVISTA. Alicante,3de mayo de 1891. (11) Periódico EL NOTICIERO UNIVERSAL. Barcelona. 15de mayo de 1891. (12)Periódico JORNAL DENOTICIAS. Oporio.8 de julio de 1892. (13) Periódico VINALOPÓ. I-Ida.Ide marzo de1903. (14) Periódico VINALOPÓ. Elda. Ide marzo de1903. D.s EMILIA SEMPERE Y GÓMEZ: lapoetisa de Santa Bárbara Por JUAN ANTONIO MARTI CEBRIAN Fotografía tomadadeun retrato de D.-’ Emilia Sempere y Gómez. (Foto cortesía de la familia AmatPaya). Hace un par de años, en esta mismaPublicación, al tratar sobre la ErmitadeSanta Bárbara, comentábamos que en una de sus fincas vivió la poetisaDoñaEmilia Sempere yGómez. Hoy queremos centrarnos, aunqueseabrevemente, en la vida y en la obra de esta extraordinaria mujer,autorade unos bellos poemas que no deben quedar relegados al olvido. Suspoesías recopiladas a sumuerte en laobrita «POE SÍAS INÉDITAS, OBRA POSTUMA», son versos degran belleza ysensibilidad propiasde un alma nobleysufrida a quien lavida trató con extremada dureza. Nació D.;J Emilia Sempere, según nos consta, en Reus (Tarragona) en 1849,viviendohastalos 8 años en Tortosa, donde su padre Don Vicente Sempere Molina, capitán de estado mayor era gobernador militar de suCastillo. Su madre D.- Encarnación Gómez de Algarra, naturaldePetrel, logró con vencer a su esposo para que se retirasea vivir a estaúltima Villa y así alejarsede losfrentes de laSegunda GuerraCarlista, donde escasos años antes había sufrido tanto. En el año 1857 lafamilia se instala definitivamente en Petrel. Son años durosydifíciles; lasepidemias decólera han pasado porestas tierras dejando suesleía dehorror y la sequía acaba con las cosechas. Contrariamente, la Industria del Calzado se encuentra en sus albores con un futuroprometedor. También hay que señalar elpaso delFerrocarril por Elda (1858). Todo ello no pudo pasardesapercibido para Emilia, aunque entonces fuese una niña. 4-1 Algunos años más tarde Emiliaconoce almédico homeó pata, Don Román Payay Soria, con quien contrae matrimonioen1874 marchándose avivir a una finca en la partidarural de Santa Bárbara, donde construyen una solariega casa que lla maron Villa Emilia, en honor de su esposa. Allí el médico pasaba su consultay almismo tiempo administraba sus tierras yhaciendas, siempre contando con la eficaz ayuda de su esposa. De esta época pueden ser sus primeros poemas que lamen tablemente no seconservan, ya que laescritora, en suextrema da humildad, no losconsideraba dignos y losdestruía una vez recitados a la familia. El 19 de marzode1915 improvisa unos simpáticos versos alPresbítero DonConrado Povedacuandocantó misa: «Al joven misa-cantano,quisierahacerunosversos; mas me encuentro viejoycano y me saldrían perversos. Pero asu dicha me asocio y ledeseo humildad y mucha felicidad, en su nuevo sacerdocio». Su delicado estado desalud impide que tenga hijos, pir lo que nuestra poetisa derramatodo su cariño en su esposo (¡MI ROMÁN!... ¡MI BIEN QUERIDO!»), en su hogar («VL.LA EMILIA,EL RINCÓN DEL PARAÍSO... ¡VILLA DE MIS ILUSIONES!») y en sussobrinos, a los que quierecomoalos hijos que no pudo tener. Y allí en VillaEmiliavansucediéndose los años; los que haceres domésticos, laadministración de la hacienda durante lasfrecuentes ausenciasdelmarido, junto con el cuidado de su espléndido jardín lamantienen totalmente ocupada.Todavíaencuentra tiempo para componer poesías que dedicaa su fami lia y amistades; poesías que son leídas en las frescas tardes de verano y al calor del buen fuego en invierno. Algunas han podi doconservarse (Nochebuena, unbrindis, elperro Brobbi).Varios poemas son religiosos, pues Emilia es una persona cre yente; así las hay dedicadas a la Virgen del Remedio, a San Bonifacio, a SantaBárbara. Su obra poética se encuentraescritaprácticamente en cas tellano, sólodos poesías se encuentran en valenciano (A ROMÁN PAYA EN EL DÍA DE SU SANTO YCON MOTI VO DE UNA HUELGA).Ambastienenalgunas faltas,lo queprueba que no conocía del todo bien esta lengua. Ennoviembre de1918 su vida va a sufrirun grave impac to, ya que fallecen, con sólo seis días de diferencia sus queridos sobrinos. Pepita y Carlitos PayaTester, ambos víctimas de la terrible epidemia de gripe que ese año asoló al país. Estas muertes van a marcarpara siempre su vida y su poe sía. Nunca ya podrá reponerse, ya que como hemosmenciona do quería a esos sobrinos como a hijos suyos. Son varios lospoemas que les dedica. De todos ellos podemosdestacarel queescribeel 4 defebrero de1919 y que lleva por título: ¡QUE TRISTE ES LA VIDA SIN UNA ILUSIÓN! «¡Tres meses sin verte, Pepita querida!¡Qué triste es la vida sin una ilusión!¿Porqué me sumiste en eldesconsuelo teniendo tuvuelo aetérea región? ¿No sabes, Pepita, que eras mi embelese?¿Que yo sin tu beso nopuedovivir?Tu cariño daba calor ami alma y sin él la calma no puede existir.En tu raudo vuelotesiguió millantoyt;il fue el quebranto que entoncessentí, que pedí al Eterno la muerte me diera, y me permitiera estar junto a ti. ¡Qué vacío inmenso dejaste, hija mía! ¡Qué inmenso vacío en mi derredor! Contigo se fueron amor yalegría. Ya sólo en mi pechoanidaeldolor. Adiós, Pepita, ángel de consuelo;mira desde el Cielo mi grandeaflicción; contempla midicha porsiempre perdida; ¡qué triste es la vida sin una ilusión!» La enfermedad y la tristeza van consumiendoa la poetisa. Todavíacontinúa escribiendo. Son susúltimaspoesías. Como dice textualmente en el prólogo del libro D. Joaquín Gómez deTenes, «Sus poemas están llenos de sentimiento delicado y tierno». Ahora presientelamuerte; y porellosedespide de la vida,de su esposo, de su casa, de su jardín(¡ADIÓS, MI JARDÍNAMADO! ¡ADIÓS..., NO TE VERÉ MAS!). Quizá, a nuestro juicio,uno de sus mejores poemas escri tos unos meses antes de fallecer sea eltitulado: MEDITACIÓN ¡Quétristes lashoras...! ¡Cuan largas me son...! ¡Qué horribles zozobras en mi corazón! ¡Lasnoches quéoscuras,sin luna, sin luz; envuelto en pavuras está sucapuz! ¡Qué es de la existenciaeltriste final; vela queagonizaen turbio final; eco que se pierdeen la inmensidad; nube queloarrasa todo sin piedad...! ¡Esta es la semblanzade laancianidad!». EmiliaSempere yGómez falleceel 22 de octubrede 1920, a los 71años de edad.Sulucha por fin ha terminado y sunobleespíritu va areunirse con susamadossobrinos; «Sumisión ha terminado en este mundo falaz».Entresuspapeles deja escrito su propio EPITAFIO para recuerdo de todos los que la conocieron: «¡Y¿iceaquí la pobre Emilia, que fue buena y muy leal! ¡Todos latrataron mal,quitándole la razón,masDios con juicio grave lajuzgará bien, El sabetenía un gran corazón!». Suesposo, D. Román Paya,en medio de su profundo dolor, reunió todos los poemas de su difunta esposa y los publi có en una edición postumaunos meses después, ya en 1921. Dicha edición, cuya portada reproducimos circuló entre conoci dos y familiares de lapoetisa. Desdeestaslíneas queremos mostrar todanuestra gratitud a losherederos de D.’Emilia Sempere, familia Amat Paya,residentes en Elda yquienesama blemente nos hanproporcionado toda suayuda. Bibliografía POESÍAS INÉDITAS (VersosdeEmilia), porD.’Emilia Sempere y Gómez (Obra postuma).Ediciónfamiliar. Imprenta MatíasGonzálvez, Elche, 1921. NAVARRO PASTOR, Alberto: «Historia de Elda», tomos I y II. Publicaciones de la Caja de Ahorros Provincial de Alicante.Alicante, 1981. 45 :: VERSOS DE EMILIA POESÍAS inéditas POR Doña Emilia Semperey Gómez OBRA POSTUMA : : : ELCHE : : : Imp.Matías Goiizíllvez : : : 1921 : : : Portada del librito de sus poemas,publicado por la familia en 1921 FEDERICO LA AUSENCIA DE UNA PRESENCIA O LA PRESENCIA DE UNA AUSENCIA No es una adivinanza, ni una elucubración filosófica,ni una fineza semántica. Es, sencillamente, la doble expresión de un hecho: unas ventanasque, como ningunasen el pueblo, advertían que un hombre trabajaba permanentementetras ellasy que hoy esausenciadolorida: FEDERICO. Basta el nombre, no hace falla ponerle apellidos, ni títu los,porque casi todos los eldenses se acuerdan de él-y muchos tuvieron que ver con su arte de curar- porque, no en vano, Federico fue «médico de los niños» durante casi diez genera ciones. Estas ventanas de laantigua esquina delguardia, eran muchomás que cerramiento de una casa. Eran: testimonio,símbolo de fe, trasmisoras de sosiego. Ventanas, que nunca cerra ron sus persianas y testificaban,día a día, año tras año, que su morador trabajaba tras sus visillos. Visillos que, en realidad, no eran necesarios para proteger el pudor de los enfermos, en este caso niños, con vergüenza poco probable. Médico de los niños, o niño médico, o médico niño, que vaya usted a saber qué elegirpara decir lo más adecuado, portille participaba de ambos. No era fácil figurárseloen otro que hacer,parecía haber nacido con ese deslino: dedicarse a los niños. Se podía imaginar a Federico, cuando entrara por primera vez en la Facultad de Medicina, con susdieciséis años,bajo deestatura, menudo de cuerpo, cara lampiña, pelo corto,greñarebelde, endefinitiva, un crío;pero,a la vez, con sobradacuriosidad, alegría y vivacidad,otras facetas que se dan mucho en los niños. Porsimilitud, porafinidad, nopodía ser de otra manera, laespecialidad que le venía comoanillo al dedo, era sin duda, lapediatría. Por ello, no es de extrañarque este hombreabierto,como también son los niños, sólo podía trabajar con las ventanas diá fanas, para que entrara laluz a raudales, haciendo su consulta clara, gozosa; y que se colocaran tambiénlos ruidos del exterior: el trasiego de vehículos, lasvoces de encuentro, los pitidos del guardia, el murmullo de la ciudad en definitiva, que no sólo no le molesiaban en su tarea, sino que absorbido por ella, le lle gaban como una melodía de fondo. Una presencia de vida exte rior, que le era necesariaen susmuchas horas de encierro. Y alatardecer, lasventanas seiluminaban hastamuy entrada la noche. Y para el viandante eran elsigno perenne desu trabajo infatigable, de sudisponibilidad continua.Eran talvez inocente reclamo,pero evidentemente un faro que iluminaba nuestra pesadumbre de padres navegantesen el dolor de unhijoenfermo, que señalaban que ese puerto de seguridad, deamparo,siempreestabaabierto. Alrededor de la media noche, Federico daba un paseo,no muylejos, como siquisiera estaralalcance de la voz. El su perro en mutuacompañía. Yo diría que era su -no sé si única- distracción. Gozaba en verlo correr, ir, volver, recordando días, momentosysucesos decaza, -la única pasión que yo le cono cí- Y se embelesaba relatando la perspicacia, la finura jla belleza de las «muestras»de estecompañero, llamado MOW-GLI, terceroo cuarto que teníacon este nombre, fiel a una dinastía nacida en lalectura del hermoso «Libro de laSelva» de Rudyard Kipling.Estebello animal que, lo decíaelmismoFederico, llegó a olfatear el cercano fin de su dueño y se pusotriste antes de que llegara el suceso. Y, luego, arrastraríaen el fondo de sus ojos, un reflejo ticnostalgia, de pesadumbre,por el amigomuerto. Porque Federico Martínez Pérez,pediatra, murió cuando también morían el pasadoveranode 1992, en losumbrales delasFiestas deSeptiembre, cuandoLas Parcas parecen tenerpreferencia por aquellos que les disputanlas presas, los médicos(Ferreira. Pellejo, Torrella...). Y lasventanas, que eran el testimonio permanentede su quehacer,aunque quedaron, fieles a su recuerdo, abiertas, subi das las persianas, son como dos cuencas ciegas,opacas, sin vida, indicándonos la ausencia de su presencia o la presencia desu ausencia. Ramón Candelas Orgilés 46 Plaza tic Tolete Plaza de Arriba con lapescaderíay antigua Iglesia deSanta Ana. «La sequiesica siete años», «La olmaica de la tía Pura» y«Los tilos de la plaza de Arriba» (Réquiem por tres hitos que se llevó la correa de la vida de lahistoria de nuestro pueblo) Por JOVER GONZÁLEZ DE LA HORTETA Otro año más me asomo a las simpáticas páginas deesta eldera revista que es«Fiestas Mayores». Por descontado está que el modesto conte nido de mi trabajo podrá parecer a los amantes de la buena literatura que desentona un tanto delcontenido de tancuidada yesmerada publi cación. Noobstante, el que yo en esta ocasión hayaelegido estostreshitos eideros para cola borar en su contenido total, tiene el mérito de ser el contrapunto de lo que escriben doctos 47 coterráneos y basándome en mi irrefrenable manía de escribidor dehistorietas por el recuer do, pues me tomolalicencia delargarles la pri meraytodos quedamos a pré. El padre de mi amigo Juanico, que fue maestro de obras yvivían en miinfancia en las últimas casas de la calle de las Virtudes, bastan te cerca de donde yo vine al mundo, estaba un día con su ayudante amasador del algés (yeso) reparando unapared que se habíacaído en una casa de lacallede la Comadre, en su partebaja (la calle no la pared). En aquel histórico momento acertó a pasar por allí el tío «Fuchina»,zapaterodeprofesión yespecialista en la confección de tacones, de parches, vamos a lafabricación decalzado yafines; era un afín, ¿me han comprendido? El bueno de«Fuchina» sequedó mirando al maestro cómo colocabalas piedras de Bateig en la obra y vio que entre piedra y piedra, queda ban intersticios que el albañil rellenaba con piedrecitas pequeñas queservían paratapar los «hujeros» yajustar lasgrandes. - ¿Oiga, maestro! ¿Qué pintan esas pie dras tan pequeñas ahí, con tantaspiedras gran des que tiene a mano? -le dijo el zapatero. A lo cual el maestro lo contestó, volviéndo se: - Mire, señor entrometido. Tiene Ud. que saber que «todaslas piedras hacen pared, las pequeñas también» y, a propósito,¿cuando a Ud. le dan en el taller los retales de suela que hanquedado en lamáquina decortar suelas, plantas, topesycontrafuertes, no le quedan pedazos pequeños? Y cuando ajusta un tacón con los retales y le queda un pequeño rincón, ¿qué hace usted, pedazo de chorlito? ¿No lo rellenausted con un retal pequeño?Pues así hago yo con las piedras, hombre!» «Bueno, bueno, maestro, que yo no le he faltado¿eh? Aunque no se lo tomo en cuentaporque creo que tiene más razónque un santo». Yosupongo que mis astutos aborígenesya han sacado la moraleja que da eso de«Todas las piedras hacen pared, las pequeñas y las grandes». Bueno, como veo que se ha alargado un tanto elpreludio deesta especie deópera que pretendo escribir,buenoseráque me dedique a ello con todo el ánimoposible y me lance con mis alas desplegadas a resolver tanespinoso embrollo. Elnombre de la«sequiesica siete años» que ledieron siempre miscoterráneos a tansingular vía de agua me trae a mal traer. ¿Por qué el adi tamento de los sieteaños? Hehurgado en algu nosarchivos municipales yprovinciales y no he podido sacarnada en limpio.Así que la dejare mos como está y paso a ladescripción de tan importante «hito»local. Este modesto canalillo nacía en las faldas de nuestro Alcázar, en su paite noreste, yseguía por toda su falda hastael final de la callede los Clérigos dondeatravesa ba el final de la calle Independenciay se metía en la «Olmaíca de la tía Pura». Ese fue segura mente el cometido que ledieron losantiguos eideros, que regase tal arboledaaunquefuese con las aguasdeescorrentía de laslluvias que recogería de todo el entorno de la montañita que sustenta el castillo. Estoque a primera vista parece una cosa nimia debió tener muchaimportancia en aque llos años, si tenemos en cuenta que para el aprovisionamiento naturaldeoxígeno de la ciu dad no había más pulmonesque talolmaíca y los tilos de la Plazade Arriba, amén de la pal mera que hubo donde hoy está la ermita de San Antón. Así que sóloporesto ya tienea mi jui cio un lugardestacado en lahistoria local. Estuvo situada dicha arboleda a todo lo largo de las traseras de la calle de la Tripa, en su parte Oestey en un planosuperior de un par demetros de la acequia que salíade la Rafa en sumargen izquierda yatravesando todo el hoy barrio de Caliú se perdía por el Puente el Sambo», después de regar todo el centro de nuestra huerta. De ahí que para regar dicho enclavehubo que inventarlafamosa «sequiesi ca que, por cierto,apesar de su proximidad a lascasas del pueblo siempre fue unlugar agra dable,limpio ydigno demejor suerte, ya que en el crecimiento natural del pueblo podían haberlo dejado como jardín público para espar cimiento de los eldenses. Elinsigne «Rabogato», capitándelequipo deneuronas que componen mi modesto saber y entender, me dice en este momentoqueestamos envísperas defiestas y que alegre algo mi tra bajo en consonancia con tales fechas. Precisamente estaba pensando en ello y al tiempo que me acerco a la plaza de Arriba para traer a mi memorialosfamosos «tilos»aprove charé mi éxtasis espiritual cuando llegan los días de nuestras entrañables fiestasparadesgra nar algo que los eideros llevamos muyadentro de nuestro ser. Es inútil intentar sustraerse al embrujo deestos díastanseñalados. El aroma y los efluvios penetrantes de recorrer suscalles, sintiendo un no se qué dealegría en elespíritu, un sabor en el aire,en las gentes, en el sonido de las campanitas de Santa Ana. En fin,un sabor atradición desiglos que nos embarga y nos hace felices. Dandotumbos por esas callejas de lavieja Idella, llego a la plaza deArriba y me coloco en el Toril para atisbar la plaza en toda suexten sión. Allíestaban aquellos dosárboles centena rios, señores dellugar en mis recuerdos infanti les, uno muy frondosoyexhubcrante de verdor, y el otro más ruinoso en su estado total, como si losaños ya lo hubieran vencido. El primero estuvo situado delante de lacasa donde remataban el agua y donde vivía mi amigo Antonio Martínez.Creo que fue en sus años mozos un viajante de calzadode lujo (me refiero a él, no al calzado)yacabó defabricante de calzados de suela vuelta, de no menos lujo que él mismo. Buen amigo este probo eidero, donde Dios quiera que estés, mi afecto de pajarico viejo. Asistí alguna vez a la recogida de la cose cha de «tila» de dicho árbol por los empleados municipales. Seguramente «el boticario de Elda» Maximiliano García Soriano sería uno de los mejoresclientesde dicho árbol, pues allí había tila para aplacar las angustias de muchos milesdeciudadanos yciudadanas. Lo que nunca me he llegado a explicares a quién se leocurriría plantarestostilos no siendoárbol de estas latitudes, pero ya que agarrarontan bienen Elda ¿por qué los Ayuntamientos eideros no hanseguido nuncaelejemplo y alegrar nuestras calles y plazas con tales ejemplares bienhechores de la salud, además de lamagnífica sombra que daban y el oxíge no de su verdor? El segundo tilotambién estuvo situado en la misma hilada, cerca de la baldosa más al interiorde laplaza, justamente delantede la casa donde vivía don Ventura Pastor, que tenía una Academia para aprendercontabilidad, ¡la decontables quesalieron deallí! Pues este árbol que estabascmiseco fue el causante de mis desdichas a manos de la justi cia. Fue donde hice prácticas de balística antes de colocar un cohete entre las barras de turrón del tío Remigio «El Jijonenco»,hecho por el que fui conducido por el célebre personaje eide ro «ElTuerto Serafín» apresencia de don José CatalánGras,alcalde de laciudad, para que juzgase mi fechoría y aplicase el castigo debido por lasbarrasdeturrón quecayeron albarro con la explosión.. No hubo tal castigo sino una gran explosión de hilaridad del bueno de don José cuando vio laexplosión delcohete que me quedaba en el bolsillo. Tres una perrica me costaron en el carrico del tío Pindarga, así que juzguen Uds. cómo sería el calibre de tan mortífera arma. 4’) Estaaventura delcohete y delturrón ya apareció en «Valle de Elda»en mi trabajo titu lado «La Feriade mi pueblo» y siahora aparece de nuevo esporque lorequiere elguión de la historia de «Los Tilos». De los tres enclavescitadosen estetrabaji- to, el más entrañable paramí fue siempre, como es natural, la «Olmaicade la lía Pura» y esto es porque vivía muy cercade ella y era una goza da para nosotros, sobretodoen verano por sus gratas sombras, pero el recuerdo más vivo lo tengo deaquel viejoárbol, añosoy caduco, donde puse mi primercohete, el que dio pie a la tragedia. Yaquel día, cuando lo miraba desde el toril, un escalofríorecorriómicuerpo recor dando... laexplosión de aquelmalditocohete quehacía caeralbarro lasbarras deturrón; los gritosdelturronero con su sombrerico deforma cónica que llevabanlos de Jijona: «¡El xiquet! ¡Agárrenlo!». Sí, sí, yo subía la calle del Castillo, como lo que soy, es decir, volando. A poco, sin embargo se presentó en micasa el ínclito Tuerto Serafín, con su gorra de algua cil, que me condujo para mi ludibrio y vergüen za apresencia delpreboste local. CalleCastillo abajo sufrí el escarnioy mofa de algunos chiquillos yhasta uno de ellosse permitió un«¡Anda, Joseíco, tan valiente que eresyestás apunto de llorar!». Pues claro que estaba a punto de llorar, pues en mi cortaedad no era para menos.Sinembargo yomiraba la rubicunda cara del bueno deDionisio, con sus huellas de haber pasado «la pigota» (viruela) en su juventud, y su ojo derecho, más blanco que un papel de fumar. (A propósito,para que la historia tenga estos datos ciertos: ¿Sabían Uds. que era tuertodelojo derecho ytenía la cara llena de «hoyicos» de la«pigota»?) Llegué tranquilo al Ayuntamiento y el resto ya lo saben mis paisanos: fui exonerado de culpa y nombra do«Cohetero Mayorde laCiudad». En mi disculpa: me remito al aforismo que le endilgó elpadre de mi amigo al tío «Fu china»: «Todas las piedras hacen pared,hasta las más chiquiticas». Mea culpa: por mis atrabiliariosydispares conceptos de este trabajito, termino como lo hacían loscómicos de la legua, de antañolar gandootrono menos sincero aforismo: ¡Lacomedia haterminado, perdonadsus muchasfaltas! Saludos, eideros. Fachada del Manicomio Provincial deAlicante, enElda. en suúltima fase. ELMANICOMIO PROVINCIAL DE ALICANTE ESTABLECIDO EN ELDA I.Introducción Lasede yubicación del antiguo hospital deElda tuvo una dinámica ydesa rrollo parecido a lo que sucedió con lamedicina monástica española engeneral, como subraya Lain EntralgO (I)en su obra, que seinicia con una base conventual, donde sedesarrollaban lasenseñanzas cristianas a la población yademás secuidaba altruistamente apobres ydesasistidos, para posteriormente ycon elcorrer delos siglos transformarse enlo que sehan conocido como hospitales, donde nosedesa rrolla la denominada beneficencia, sino se origina la Medicina Asistencia! y Curativa, a los enfermos. Pasando adepender organizativamente del listado, particu larizando en el caso de Eldapor la Excma. Diputación Provincial deAlicante. Para conocer elorigen deeste hospital hemos deremontarnos a la creación del antiguo convento delos Padres Franciscanos que sehallaba donde está hoy el Barrio dela Salud, creado por elConde deElda. Don Juan Coloma (2)enElda, enel siglo XVI. Pero elorigen del convento donde seprecisa sufuncionamiento, fueenel reinado deFelipe IIque lootorga aDon Juan Pérez Calvillo yDoña Isabel deSaa. Los frailes que organizaban elconvento franciscano fueron Fray Sebastián Alemany yFray Rafael Escobar. Se fundó bajo laadvocación deNuestra Señora delos Angeles. Este convento lo describe Don Lamberto Amat en su obra sobre Elda (3). El convento sirvió además para laformación desacerdotes. Posteriormente ytras ladesamortización deMendizábal alos bienes de la iglesia, elconvento fue abandonado permaneciendo cerrado, siendo utilizado algún tíempo por laMilicia Nacional. En 1862 por Real Orden fue declarado Hospital de Distrito. Posteriormente eledificio del antiguo convento fue destinado por la Excma. Dipulación Provincial deAlicante aHospital Provincial. En el año 1892 fue transformado enmanicomio provincial hasta 1939. Posteriomiente elmanicomio provincial fue trasladado a la Sla. Faz hasta la actualidad, siendo eledificio deElda destruido y enel solar seconstruyó elcitado barrio. II. El funcionamiento del hospital a través de sus fucnlcs Los libros Mayor yDiario los hemos localizado junto con elresto delas fuentes en el Archivo de la Diputación (A.D.P.) enAlicanle, donde hallamos una importante base documental para estudiar cinvestigar las fuentes, tanto anivel de libros del hospital, como enlos legajos, en el primer caso con lassignaturas 1.450- 1.456, elsegundo caso yenelvolumen Idelasección VBeneficencia Provincial junto con fuentes deotros hospitales deAlicanle yotros pueblos delaprovincia. Para mejor comprensión del lector lohemos agrupado así: 2-1.- ManicomioProvincial de Alicante, establecidoen Elda.documentos relativos a personal.2-2.- Año 1893. Expedientes tramitados por la Comisión deBeneficencia de laExcma. Diputación Provincial deAlicanle, relativo alpersonal del manicomio. Le»ajo468. 2-3.- Año 1895-1897. Expedientes tramitados por la Comisión de Beneficencia. Legajo 468. 2-4-.- Años 1904-1905. Expedientes tramitados por la Comisión de Beneficencia. Legajo 468. 2-5- Años1907-1909. Expedientes tramitados por la Comisión de Beneficencia. Legajo468. 2-6- Año 1911. Borradoresde las nóminas de los salarios, percibidos por el personal del manicomio provincial. Legajo 27. 2-7- Años 1928-1930. Recibo de nóminas de salarios recibidos por personal del manicomio provincial. Legajo 1.159. 2-8- Año 1938. Partes diarios relativos alpersonal del hospital. Lega ¡382. 2-9- Años 1901 hasta elcierre del hospital en1939. Expedientes trar itados por laComisión deBeneficencia relativos aaltas dedementes desde 1901 enacelante. Legajo 1.116. Que nodetallamos por nohacer muy árida ladescripción. Los libros mayores ydiarios nos muestran losapartados entodas sus |aginas deloscapítulos enque seregía laeconomía doméstica del hospital. 2-10- Ponemos como muestra laprimera hoja del libro Diario del Hospital de Elda (4). años 1891-1892. A.D.P. Signatura 1.454. Cerrado aprimeros dejuliode 1891 siendo eltotal del presupuesto ordinario deese año deuntotal de25-74’25 pesetas distribuido enlassiguientes partidas: Sueldos facultativos 1.500 ptas. Asueldos de los empleados 2.250 pías. A víveres 8.942*50 pías. Autensilios 500 ptas. Acombustible yalumbrado 1.250 ptas. A botica 1.000 otas. Acamas yropa 1.317 ptas. Avestuario 750 pías. Alavado deropas 500 pías. AOtiles decocina 250 pías. Apracticantes, enfermos ysirvientes 501875 ptas. Aculto yclero 772’50 ptas. Agastos generales 1.423’50 pías. Ellibro Diario consta de 60 páginas donde sedetalla con lodo lujo dei-talles lasdiversas partidas yconceptos sehalla manuscrito, viene supervisado yaceptado porelDirector y porel Secretario Contador. Firmado enElda. el 30 de juniode 1892. 2-1L- Ellibro Mayor de1891-1892. Hospital deElda. A.D.P. Signatur 1.452 consta de29páginas adoble hoja (5). Enlaprimera vienen clasificados ydek aniña dos por fechas, contrapartidas, folios, explicación ypesetas losingresos. EnlaS anida hoja vienen concretados lospagos habidos con losmismos. Todos ellos bajo C:titular deAdministrador. Normalmente loscapítulos depago son aproveedores detejidos, carní. com bustible, pan. etc. destinados alos enfermos ypersonal, frecuentemente sedan los nombres yapellidos de los proveedores. Enlos ingresos producidos por cantidades pagadas por familiares del d-mente para elsostenimiento del interno enel centro hospitalario, cito como ejemplo 11suma del folio 17,a 2 de diciembre por ingresos eventuales 3750 ptas.. recibidas deLuis Navarro por lasestancias del demente’Pedro Amorós del mes denoviembre. asíen cada enfemio. III.- Estudio de los enfermos por demencia Hemos estudiado tres libros deíndices por orden alfabético de los nombres de losdementes. Elprimero delos libros con lasig.: 1.450/4 del A.D.P. consta de26rginas. Laportada tiene una pegatina de la vida deJuan José Carratalá deAlicante, qie es la imprenta ylitografía autora de la fabricación del libro, aclara que essuei -or de Carratalá yGadea. Eltítulo del libro es«Registro dedementes». 1870-1888. Beneficencia. Las páginas dobles van ordenadas por orden alfabético delaA-Z. Enelprimer casillero viene elnombre yapellidos del demente, para proseguir con eldeprbeden- cia, lechas deeslancias enelhospital, lainicial ylafinal, sifue destinado aotros ceñ iros ylafecha enque seprocedió. Especificación siel alta seproduce por curación o fallecimiento, asícomo unapartado deobservaciones, donde consta silúe peli roso o si es un procesado. 50 Los pueblos yciudades que secitan deorigen son Villena, Alicante. San Vicente. Tárbena, Novelda, Valí deLaguar. Villajoyosa. Alcoy, Ibi. Aspe. Fomientera. Altea. Santa Pola, Pareen!, Elche, Benidonn, Petrel, Gala deGorgos, Rojales, Bañeres Teulada, Pinoso. Ondara. Orcheta, Alfas, Rafal deAlmunia, Calpe. Carral Iorrcmanzanas, Elda. San Juan, Benissa. Callosa deEnsarriá. A«res, Crevillente San Felipe Ncry, Cocentaina, Confrides, Callosa deSegura. Jalón, iVIonforte. Pe»o Biar Bolulla. Aguas deBusot. Valí deGallinera. LaNucía, Tollos, Jor»a. Crevillente. Sax. Teulada. Castalia, Muchamiel. Ondara, Jijona. Palma deMallorca. Balones. Muro Pedreguer. Guadales!. Bernia yPego. Elsegundo libro deRegistro dedementes investigado yestudiado eslasig 1.450/3 A.D.P. de la imprenta deVda. deJuan J.Carratalá deAlicanle. Consia de48 páginas rayadas, con unencabezamiento encada doble hoja deregistro dedementes y con losapartados nombre yapellidos y su procedencia, fecha dela comunicación dela Junta Provincial deBeneficencia, fecha deingreso enelhospital, fecha delacomuni cación del director del hospital, salida del dcmenle del centro, baja por término de enfcmiedad o porel fallecimiento. Los pueblos yciudades son prácticamente todos los delaprovincia de Alicante, siendo abundante elnúmero deenfemios deAlicante capital ydeElche enla página Ihallamos unenfermo deElda. Isidra Guill yGonzález, enelaño 1876 yenla I-uno dePetrel. Francisco Maestre Retís. EnlaJ hallamos otro deElda. José Parres, en 1872. en la J.José Pastor Juan. Eltercer libro investigado fue elque tiene eltítulo: «Dementes», antiguo Vla signatura 1.450/5. 1919 A.D.P. e’3 Cada página con losapartados: nombres yapellidos, naturaleza, vecindad, fecha delacuerdo, fecha deingreso enelmanicomio, alia por defunción yobservaciones. IV.- Estudio delosenfermos por lepra Antes dedividirse como hospital dedementes omanicomio yhospital delepro sos oleprosería. Elhospital deElda también atendió aalgunos leprosos como demues tralainvestigación del libro de1892 «Registro para anotar losenfermos delepra del hospital provincial deElda». libro impreso por Juan José Carratalá deAlicante del A.D.P. signatura 1.456/1. Eií laprimera página seaclara yafirma «Este libro que consta deveintiocho hojas tobadas yrubricadas por eloficial del Negociado yselladas, por laExcma. Diputación Provincial, hadeservir para anotar todos losenfermos delepra que han ingresado ysalido del hospital provincial deElda. Alicanle, 1deenero de1892». El oficial del negociado firma: E.Aquilino lleva elsello con elescudo yrótulo: Diputación Provincial deAlicante. Cada hoja lleva de título Diputación Provincial deAlicante, Sección Beneficencia con vanos apartados: nombre yapellidos del leproso, nombre desus padres, pueblo desunaturaleza, fecha deingreso enElda, día. mes yaño. salidas por alta, salidaspor del unción, observaciones. Los pueblos deorigen son: Petrel. Murías. Orchela. Cocentaina. Planes. Valí Alcalá, Castell deCasiells. Lorcha, Confrides. Teulada. Tárbena, San Juan. Aaost. San Vicente. Penáguila, Vergel. Callosa deEnsarriá. Muchamiel. Denia. Benidonn. Aeres YeclaXiezay Benilachell. Conclusiones 1)Elantiguo hospital tuvo como origen una ermita yunconvento resido por la orden religiosa de los Franciscanos. 2)Estuvo ubicado en el montículo donde sehalla elactual Barrio de la Salud. 3)Eledificio antiguo fue poreste orden: convento, hospital dedistrito, hospital y manicomio. 4)Fue destinado eledificio ensuprimera época aConvento Franciscano de Nlra. Sra.de los Angeles. 5)Posterioníiente aHospilal deDistrito, Hospital Provincial deAlicante ya Manicomio Provincialsucesivamente. 6)Permaneció abierto desde 1891 a1939 como Hospital Provincial de Alicante en Elda. _ /.’?.: «* r¿-¡ - ’ ’/ ’ /’/’,:../: ,:/.; -- «’/fit.u.-.A.t.//*,„„... ?, .’/&:).;,„.. .,/,„,./ •&£/’,/ .-. ./.... 4?&* ’íOfj’-- ¿O/i* /•-, ,/, .¿¿¿ó,,. A’~.-.- ¿,.--.?-Z ’-r/,i,A A’~/¿), %»’-/.., ..^5?r^.v.._ ¿¿L.A:,^ ¿fe y^ .f^./r-A .’. ’,. -/.• Y s., &tiL¿* ?s, cA..¿7,~ /7 /,. .- ;.. ; • ’ ... .- ./’ ;:..-’ I •’ -; /•- • /’. Escapulario de la Santa Faz del siglo XIX. Lugar donde fuetrasladadoelmanicomio, hasta laactualidad. 51 7)Inicialmentc seatendía aenfermos desasistidos, dementes yleprosos. 8)Recibía enfermos delaprovincia deAlicante, asícomo de’algunos pueblos deValencia yMurcia. 9)Recibía yreespedía enfermos alhospilal provincial deValencia yaldeSan l-cliú deLlobregat.10)Elpnmei Director del Hospital fue elPresbítero Don Tomás Satorres y Guarinos. 11)Elúltimo Director del Itaspita! fue elmédico Don Miguel López Mora. 12)EnelHospital deElda existió unpormenorizado registro delos internos dementes según recogen sus libros. 13) EnelHospilal deElda existió unregistro especial yuna sección, para los enfermos delepra. MANUEL SERRANO GONZÁLEZ Doctor enFarmacia Bibliografía(1)I.AIN ENTRAl.GO. I’.:«Ilisioria dolaMedicina». Ed,Salvai. S.A. Barcelona, 1976. (2)NAVARRO PASTOR. A.:«Historia deElda». 3 T Ed. Caja deAhorros Provincial de Alicanle.Alicanle. 1981.(3)AMAT YSEMPERE. I..:«Elda.. 2T Ed.Universal deAlicanle yAyuntamiento deElda. Ed. facsímil. Gráficas Soler. Valencia. 1983.(4)LIBRO DIARIO DEL HOSPITAL DE ELDA. Archivo Diputación Provincial deAlicanle. Sección Beneficencia. Signatura, 1454. (5)LIBRO MAYOR DEL HOSPITAL DE ELDA. Archivo Diputación Provincial deAlicanle. Sección Beneficencia. Signatura, 1452. V* ’.-v’~¿V. í/f^./. /?’,/ g¿JL¿, //y;. .rfi,/£-;...¿./f:7 /S/„SI //’- fJZ.,,- //// €,-/á,.a/í*.//^/íí,, /y.- -’ ’/¿j0&¿. /y/y /¿As,./,. /?r- /?¿ka. / A**. /e/¿/,./..^/W /fyí/^„ /if/3 $¿/„// ///.-! 2J-//fc/A../#U £.( .///**,-, /?7¿ /.’.//,:- /??/ ítr ,) ) ’&7/’’’Ái’f’f’**!* s.-.’s~.’ /. ;’•,/,.. / //. ,.’v,A-^. /¿/.,/../:;:*ffítu* /’/Á/j,,- /mi- e¿, /. ’... /-y-;- H ’/. , /:,fi/,,:.. /.. /áfa - .’//¡/.A./fíJ ! ’I-’,., ::. -?X/:.y. : *?.,//y/**? fr.////////,-;!. S /¿..„.,A. Página J del libro «Registro de dementes»,años1870-1888.A.D.P. Foto del autor. SONES DEL YUNQUE De lafragua se escapan lamentos yecos quecontando su historia sepierden por las calles antiguas delpueblo. Historia de amor con rosas yespinas que busca consuelo. Presencia de los colores Los colores sueñan que la luz los mira y aldespertar seengalanan con sus vestidos mejores, yobedientes a lasllamadas de los soles los colores abren su rica presencia y le hablan con banderas de arco iris a las nubes..., a loscampos..., y alcorazón de los hombres. Espejos de lasorpresa los colores son felices cuando enseñan sus desnudos..., sus rubores..., alenjambre de miradas de los soles rondadores. ¡Ay..., los colores...! quieren hacerse entender pero tienen un lenguaje de otros cielos que sólo entienden las flores. Poemas de ANDRÉS LLORET MARTI 52 LARGÓ ENCANTAMIENTO Las rosas de la inocencia le piden favor al cielo para que asus venas vuelva su alegre vivir, abierto aidilio de corazones en el jardín de su reino. • • • La brisa lleva mensajes de esperanzas en secreto hasta aquel monte sin nombre que tiene un castillo viejo hecho de silencio y piedra yde niebla de misterio que lo defiende un dragón con roja lengua de fuego y un feo encantador vestido con larga capa yagrio mirar de celos. Cuando se funden las luces con un sol de oro nuevo. Cuando el ramo de laurel quiere convertirse en premio, jinete de buena estrella yalto porte de guerrero blande en su mano diestra audaz espada de acero con la que vence al dragón del castillo y a su dueño, ycon aire triunfador yrompiendo los silencios entra en la fría alcoba donde duerme en blanco lecho bella princesa cautiva en un largo encantamiento del que sueña despertar al calor de las palabras de un jinete aventurero.• • • Rumores de caracolas vencen al rumor del viento, yel sol llama en los cristales del castillo, y placentero pone luz de primavera en los ojos de los sueños. ZOZOBRA Se abrían los ojos del agua y las luces de los arcos yse repetía el piar mañanero de los pájaros. Eran puros los silencios en balcones y peñascos cuando un sol de primavera ofrecía su amor al campo. Sólo faltaba la fruta que aún dormía en el árbol para endulzar con su jugo al deseo de los labios. —María del Mar..., tus ojeras dicen pena, marcan daño. ¿Qué buscas tan de mañana, tu zozobra pregonando...? _Voy buscando un nuevo día de siemprevivas en ramos, el brillo de una mirada yel calor de unos brazos. Dulce morder de alfileres y brasas en el costado piden palabras de vida y arras de oro blanco. —Calma tu ansiedad..., no bebas el licor de los engaños ydeja vivir en paz atu corazón esclavo. Dale rama atus desvelos, enciende velas aun santo yescoge senda yestrella para guía de tus pasos. Las flechas de la pasión ciegas de sol, buscando el árbol del Paraíso se perdían en el espacio. -María del Mar..., no dejes que te quite luz el llanto. Ciñe tu frente de nácar con un pañtielo de raso, deja que la brisa venza atu nube de verano yponle flores de nieve atu sueño apasionado. Juego infantil de gaviotas en playas y acantilados barajaban con sus vuelos los naipes de los milagros. 53 —¡Mujer...!, echa avolar tus pensamientos amargos y aprende a librar el juego del cuento de los enfados. Bajo un puente de siglos corre un arroyo claro que se lleva al amor ciego al mar de los desengaños. Cuando el brillo de la aurora besa montes y tejados ¿a qué amante irá abuscar el dulce acero de un dardo? —¡Mujer...!, que tu buena estrella y la magia de tus manos despierten el corazón de tu príncipe encantado. —Ya no me quedan claveles ni que lucir más refajos por encontrar lo que busco y para ciarme descanso. Por mirarme en sus pupilas yoír mi nombre en sus labios echaría mi corazón al encuentro de su paso aunque sangrara en la arena pisado por su caballo. Los deseos cjuerían tener la alegría de un regalo con armonías de brisa yamaneceres de mayo. ¡Zozobra de amor oculto...! ¡Ay..., suspiros sin descanso en busca de un ascua viva yencuentran lunas de estaño...! Sin color de primavera. En la diana de un manzano hay grabado un solo nombre, un corazón yLina flecha de un romance que espera aun jinete enamorado. Fachada del Teatro Castelar en los años anteriores a1936.con la verja que rodeaba el frente del edificio. AÑORANZAS Losnombres de las calles y lugares, en los pueblos y ciu dades, NO deben ser el caprichode los políticos de turno. Eso no es serio. Las calles y lugares públicos son parle entrañable e íntima de lavida de los ciudadanos. Deben tener una relación directa con ellos y llevar los nombres de personas opersonali dades populares del PUEBLO, o de la calle, que se hayan dis tinguido de una manera u otra,aunque hayan sido personas sen cillas y no genios. También podrían usarse el nombre de alguna característi ca que las distinga de las demás calles, o usar nombres de para jesdesu termino municipal, e incluso de su naturaleza, florayfauna. Hace más de 75 años, los nombres de las calles en mi «pueblcsico», ELDA,eran más expresivas y descriptivas delentorno: la calle de la Tripa,laComadre, la Balsa, la Palmera,ladel Castillo, laPuñalá... Yo nací en la del Estralaso, hoy Espoz y Mina, en una casona que pasaría a formar parte del presente Ayuntamiento. En la acera de enfrente, tenía el almacén de curtidos, el bien situado Norberto Rosas. Su hijo Norbertito solía buscarnos, a mi hermano Alfonsitoy a mí, para jugaren los montones de lardos desuela, curtidos ycartones. Un poco más alláde mi casa estaba el callejón sin salida endonde vivíaelciego Gaspar, que seganaba la vida vendiendo losperiódicos de Madrid, que costaban DIliZ CÉNTIMOS, repartidos a domicilio; hoy cualquierperiódico o revista, tienesque ir a buscarlos y pagar CIEN, 150ó 200 pesetas: lo quedemuestra cuánto se ha devaluado la peseta y cómo la inflación ha encarecido lodo. El «Valle de Elda» en 1956 costaba 1*50 pías., en1986, 25 ptas., hoy 50 ptas. Al popular Gaspar, lo guiaba su sobrino, buen amigo mío y mi «guardaespaldas», ennuestra calamitosa guerra, bien conocido por «El pajarico». Hoy Don José Jover González, que con estoicidad cometía su bondadosa larca. En la esquina de esecallejón, estabaelconcurrido «Horno del Pandorgo», del que salían el suculento pan casero y las deliciosas«torticas deceba», cocidos en elsuelo del horno, con 54 Por PAURIDES GONZÁLEZ VIDAL leña; y en el que por DIEZ céntimos leasaba en elhorno la «llanda» que contenía las costillas, patatas, tomates, etc. quesalían tan sabrosas. Calle arriba vivía «el PrimerLegón», popular terratenien te que también se ocupabaencobrar los«puestos» que se«plantaban» en la plaza de Abajo para el mercado de cada día,incluso losdomingos, cuyas frutas y verduras habían sido cogi das aquella misma madrugada,en la fértil huerta de Elda. Casi en su frente, vivía María «La Recovera», que vendía huevos frescos, a cinco céntimosla pieza, o sea, a sesentacéntimos la docena: ahora SOLO cuestan 150ó 200 pesetas la docena! En la «callesica» que sebifurcaba frente alhorno,vivía Don Joaquín González, que fue Alcalde, y el mejory único pastelero del pueblo, que hacía unas tabletas de chocolate «parahacer» que te chupabaslosdedos. Y al final de esa calle,en sufrente, vivía Don HilarioAmat, el mayor propietariourbano, con sus alniel ivas hijas c hijos. Mi calle empezaba en la Plaza de Abajo. Allí, entre mi calle y el Ayuntamiento antiguo, con sus vetustos arcos, habíauna casa en la que vivía la madredeSantos Vera,acreditadoindustrial, que tenía unas hijas mellizas.bellísimas, siempre tanpulcras y perfectas, que no distinguíascuál era quién; en elfrenie de esa casa, se instalaba, con sus escasos medios, la enju ta «tía Felipa» que,por dos céntimos, nos llenaba el bolsilkdelbabater con «mesclao»,tramusos, torraos, cacahuets, etc. y. ensu tiempo, la «tía Bcatrís»,con níspolas, jínjoles,albaricoques,almendras verdes, etc., que nos hacían «la boca agua». Comopárvulos, empezamos a ir a la escuela del «gobier no», que era gratuita. Estaba en un edificio de doble planta,situado entre la casa de Santos Vera y la fábrica de «los Veras»,a dos pasos de la entradaa lacalle Jardines. Al lado de la rasa de Santos había un jardincitoy lascasas de«Pesahumos». en las que vivía el divertido«Lechuga». Acontinuación habí; un bancal dealmendros y lafábrica de Porta, que eran ya lasafueras» delpueblo. Aunque pequeños, íbamos«sobeos» yandando, claro,a la escuela: no nos llevaban lasmadres, porque había confian; a yseguridad vial y de toda otra clase. El maestro era una persona muy respetable y respetada. que ejercía su difícil misión con paciencia. Era estricto y de gran autoridad. Tenía que ser así porque éramos algo primitivosy, los más traviesos, como requería la edad, lo que significaba un gran esfuerzo, «enderezar la vida de la rebosanleniñez» y «sacarnos punta» de nuestros indómitos y yermos cerebros. Un día. le jugamos una «olorosa trastá»almaestro. La cuadrilla de amiguicos. Callado.AntonioSirvent y yo. fue la protagonista. Elresultado fue que nos propinóuna tunda de «padre y muy señormío». Este recuerdo arcaico me incita a pagar un debido tributo a mi viejo amigo Antonio Sirvent.porque fue él. de muy joven, el percusor de la fotografía popular y sus cámaras portables «de cajón» y de «bolsillo». El fueel que despertó esa afición en elpueblo y, aún hoy. despuésde 65 años, la mantiene. En la escuela, los chiquilloslopasábamos bien,pero no se podía decirlomismo delmaestro. Confrecuencia causábamosmotivos para castigarnoscon el«palmetazo» y de rodillas en el rincón. Alvapulearnos, instintivamente, retirábamoslamano, en el momento en que se nos venía encimalaominosa regla de madera. Entonces elcastigo eradoble, por«rebelión» y no por tarnos como«hombres»: entonceselmaestro noscogía por la «gobanilla», con unamano,y con la otra nosatizaba con la regla sobre la palmade la mano, que, con el impacto,cambiaba a un color rojizo, muy bonito, pero que escocía más de la cuenta! Sinembargo, ningún«complejo» menoscabónuestrasvidas,como alos de ahora. Enaquellos trances,nostragamos laslágrimas que trilla ban de saltar, pero en cuanto llegábamos a casa,dábamos rienda suelta a un llanto desconsolador buscando laprotección materna, aunque el únicoconsuelo querecibíamos eraaquello de «algo habrás hecho para merecerlo». A ningún padreo madre se les ocurríaponeren tela de juicio laacción delmaestro, y era inconcebible ir apedirle cítenlas al maestro por su castigo y su procederpor el bien delniño. Era respetado, y asícrecíamos tancampantes y sin complejos, nidesequilibrios psíquicos, con una mente más natural ysana, ya que en esta vida sólo se reciben«golpes» de una mane ra u otra, y hay que aprenderaevitarlos o arecibirlos! En cambio hoy. los maestros ymaestras no seatreven a reprender seriamente a un niño por sus travesurasy falta de respeto o malas maneras,ymenos aún a«tocarlo», poiquese las tendría que ver con los padres,lasmadres, y la«Inquisición». Sin el control debido, sininculcarles losprincipios morales,de urbanidad, cortesía,buenosmodales yrespeto, muchosde los niños crecen agresivos,groseros,impertinentes eirresponsables y rehuyen los estudiosy el trabajo. Son proclives al vicio y a la promiscuidad y tiene a todos «acobardados»! Un «botón de muestra»; hace meses hubo manifestaciones juveniles, incluso violentas, en Alicante, NO para pedir mejoresmétodosdeenseñanza omedios educativos, SINO paraexigir que las discotecas, pubsy bares, se cerrasendespuésde lasCUATRO de lamadrugada!! Losjuegos denuestra niñez eran alaire libre, en las calles, en elcampo, yeran mássanos, nobles yconstructivos, ya quelos fabricábamos nosotros mismos: molinicos de papel, cachirulos, escampillas, machinas, hondas de soga para lanzar piedras, «algunsaeras» que colgábamos de los árboles. Habían otros no «artesanales», como la peonza o trompa, las bobeas,el aro con horquilla de alambre para impulsarlo, la pelota a mano, la píndola; algunas veces jugábamos con laschiquillas a«sallar a la comba», en la que nos aventajaban, al «rolde», a las cuatro esquinas, al «palmo»,a la«gallinica ciega», alescondite... Y yamás de «hombres», fabricábamos «bombas». Hacíamos un hoyieoen latierra, cubriéndolo con agua y añadíamos un Hocico decarburo. Empujábamos en elagujero una lata de lómatevacía, con un agujerico en su parte cerrada, al que se le aplicaba una cerilla ardiendo, que al contactarcon los gases, hacía saltar la lata por los aires, con el regocijo de los «artilleros». El uso delcarburoeraentonces muycomún partíproducir buena luz en la noche, con unos contenedoresapropiados. Cada juego tenía su temporada en el año. y así pasábamos nuestros ocios activos, gastando las excesivasenergías,saluda blemente. Hoy lamayoría «practica» eldeporte mirando a todas horas la T.V. que no les dejatiempo parapensar en otras cosas útiles. Mifamilia setrasladó aAlicante, para mejorar nuestra educación en losHermanos Maristas,endonde hice gran amis tad con los hermanosOsearyCarlos Porta,quedespués trasla daron su residencia a Elda, en lacalle San Roque. Nosotrostambién tuvimos que volver alpueblo, también a la calle SanRoque, donde teníamosuna casa, precisamente enfrentede la escuela del incomparable Don Eliso,y me pusieron a su cuida do. Este dedicado hombrehizotanto por la educación de la chiquillería y las aclividadesculturalesdel pueblo, que nos quedaremoscortos concualquier, tributoque se le dediqueenagrade cimiento. Su hijo. Don José Verdú, empezó apreparar a los pri meros estudiantes que consiguieron su bachillerato en Elda; aunque losexámenes eranenAlicante. Despuésleayudaría su hermano Paco,mibuen amigo de siempre, que se casó con nuestra amigaEliaBellod. ElTeatro-Circo Castelarseinauguró enseptiembre de 1904y,según cuentan, fue un gran aconlecimienlo. Enseptiem bre de 1921seinauguró su granreforma, que loconvirtió en un teatro «de mucha categoría»,con sus palcos y plateas aterciopeladasen gránale oscuro: era elegantísimo, una maravilla. En él se celebraban teatro, certámenes, mítines, fiestas de poesía... aunquelo de más impactoeilusionante eran los fan tásticos carnavales, quedisfrutábamos con losprimeros amores juveniles, y los no tan juveniles. En agosto de 1921, también se inauguró el Teatro Cervantes, cuyasparedes fuerondecoradas por mibuenamigode la infancia Gabriel Poveda. Pintó unos murales enormes, copiando a Rubens,quedeterminaron sucarrera de pintor profesional que lellevó a la fama. De él tengounrecuerdo entrañable, puespoco antes de morir, aún pudo pintar mi retrato deunos 47 x 56 cm. La partede la boca y las barba las dejó esbozadas, ya no tuvo tiempo paraterminarlas. En enero de1930. seinauguró elGran Coliseo España, que seconstruyó con lo que fue fábrica de Calzados de Carlos o Guillermo Recio,cuyohijo se casócon mi buenaamiga «la Rubia», la más simpática que hetenido... Para hacer laobra tuvieronquelevantar todo eltecho,con un sistema hidráulico, extraordinario enaquellos tiempos. Aquellas ya eran épocas desbordantes, y también de com petición, por lo que podíamosdisfrutarde dospelículas delar-gometraje, que aúneranmudas, más lacómica, que nopodía faltar, en cada sesión. Así pues,por la tarde íbamosa unciney, después decenar, aotro, terminando el domingo habiendodis frutado,sin inmutarnos, de cuatro largas películas ydos «de risa», por el módico preciode 0’50 pesetaslabutaca, cadasesión. Con el encantoañadidode que. en cadauna, en el silencioreinante durantelaproyección, éramosdeleitados por la música romántica del piano, que, en la oscuridad,el pianista. interpretaba, envolviéndonos en un ambiente arrullador, y todopor 0’50pías. Pero lodo eso fue mucho después. En la niñez, el primer cine que tuvimos en Elda, estabaal aire libre, en un terreno vallado, en las afueras. La entrada costaba diez céntimos. Cada uno tenía que llevar su silla o sentarseen el suelo. Eran pelícu las mudas, claro, con letreritos explicativos,paraseguir el argu mento, muyrudimentarias, encapítulos: cada unoterminaba en el momento más crítico,que te dejaba con el alma en vilo, y con la impaciencia de volveral otro día, ansiosos de ver lo que pasaba en el capítulo siguiente. Las gentes eran tan sencillas,inocentes, ingenuas y crédulasque sufrían y se desahogabanen llantos, con aquellas simplestragicomedias. Poco a poco las técnicas fueron mejorando pero, aún así, con frecuencia, se cortabala película o fallaba la electricidady.entoncesse«armaba la de San Quintín»,especialmente en el«gallinero», donde empezabael pataleo, la algarabíay los cán ticos, entre los que no fallaba aquel de: ... «En mi país no hay luz, por que Palaya es un gandul, el más gandul de la nación. porque ha fallado la instalación...». Cuando, después de algún tiempo, se arreglabala avería, la reanudación de la película se recibía con una gran ovación yalboroto. Para ir al cine,era como unaliciente uobligación llenar nos los bolsillos de «mesclao». Había, convenientemente situa dos en las entradas, pequeños «puestesicos» de«torraos», «cacahuets», tramusos, chufas, habas hervidas, etc. etc. que se alumbraban en la noche con los rústicos ytípicos «botes de car buro», queproducían unas Mamitas blanquecinas, que servíanbien para el caso. Al final de la sesión, ya os podéis figurarcomodejábamos elsuelo, concascaras, papeles,etc. Ile de aclarar que, Palaya, era el único electricistadel pue blo ytrabajaba para «el Mocoso», un gran eldense, muy 55 emprendedor.Fue él el que«trajo»laelectricidad a Elda, en septiembre de 1900. y usabaaquellas bombillas de carbón que daban una luz rojiza deficiente,pero quecausaban admiración, en las pocas callesen las que se instalaron.En lascasas,aún perdurarían bástanlesaños el humilde candil y el «quinqué». que ya era más «burgués». En aquellos tiempos, lagente no era tan avispadacomo ahora, erasencilla, honesta, respetuosay feliz en su humildad: había muchísima más moral y sentidodehermandad y más Fe. Por eso, los sentimientos y la Muerte, se respetaban y veneraban mucho más. No había más que ver con qué consternación ydevociónla gente salía apresuradamente a las puertas de sus casas, en cuanto oían la alarmante campanilla,que anunciaba el paso de lasolemnecomitiva quellevaba la«exlremaunción» a un moribundo. Todos, en susportales, sehincaban de rodillas, portando en la mano una vela, un candil o una mariposa encen dida, como ofrenda, aguardando el paso del viático, y así per manecían hasta que desfilaban por delante el monaguillo primero, agitando sulúgubre campanilla, vestidocon susotanaencar nada y sobrepelliz blanco,acontinuación elsacerdote, en su dalmática,arropando con el humeral el sagrado recipiente, y a su lado el sacristán, de sotana negra y sobrepelliz blanco, por tando el dosel que cubría alsacerdote con su reliquia. Al llegar a la altura de cada uno, las gentes inclinaban sus preocupadas cabezas, conreverencia ydevoción, y asípermanecían hastaque pasaba la solemne y triste comitiva; con el alma compungi da por el moribundo, al que dedicabanun rezo pidiendo a Dios su bendición para el agonizante, al que deseaban un«buen morir», ungido por el óleo sagrado. ¡Lástima que esa «solidaridad»espiritual, pareceque ya no existe! También los entierros eran mucho más solemnes, serios y sentidos, porque, como casi todos en el pueblo nos conocíamos, la desgracia y la pena era común y compartida, como cuandomuere un familiar o un buen amigo. El entierro se empezabaa anunciar con el tañido lúgubre de lascampanas de la torre «tocandoamuerto». Salíande laiglesia, en sus solemnes atuendos,primero los tres monaguillos,el delcentro, portando laCruz, y acada lado los otros, con loscandelabros encendidos; les seguían el cura, y a su lado, el sacristán, que llevaba el sagrado recipiente con elagua benditay el hisopo, para la bendición del féretro. Así iban, a pie. hastala casa del difunto;allídespués de lasoraciones ybendición del muerto, el ataúd era llevadoahombros por los más allegados. Inmediatamente, les seguían los familiares, con su dolor y tristeza y, acontinuación, la solemne comitiva que, por lo regular,era la mayoría del pueblo. Esta procesión era precedida por los 56 monaguillos, el sacristán y el cura, entonandocánticoslitirgicos, hasta laiglesia. Con las campanas aúntañendo, secolocaba el ataúdfíente al altar mayor, y, una vez llevadosacabo losservicios relgio- sos de«córpore insepulto», la misma procesión, precedidaporelséquito religioso, acompañaba alféretro hasta«elPortal», que era en la calle PedritoRico,en laconfluencia con la calle de San Juan Rico, ya a las afuerasdelpueblo. Allísedespedía el duelo, lacomitiva religiosaregresaba a laiglesia, con las velas apagadas, y los acompañantes, los más, seguían a los familiares y el muerto hasta el mismocementerio. La msmasolemnidad a los ricos y a los pobres,porqueen lamuerte tidos somos iguales. Mucho después aparecerían aquellos imponentes «Coches Fúnebres» tirados por caballoscon sendos plumerossobre suscabezas. Todo aquelloeranpruebas de compañerismo yafinidad que compartían las penas y las alegrías, con sinceridad,compasiónyafecto. Parece que todo esto ha cambiado, así como nuestra manera devivir, másegoísta eindiferente. Lahumanidad se ha materializado demasiado,perdiendoaquellos valoresytradición quedebieron serpermanentes. Hoy losasistentes seconcentran en la iglesia, en su puerta,y allí mismo se despide el duelo y se acabó, «el muerto al hoyo y el vivo al bollo», lo que nos hace recordar aquella triste poesía que acaba con: «...! Diosmío qué solos se quedanlosmuertos» ¡...Ylosvivos también!! Recordando aquellosmaravillosos años, hoycontemplo, con el corazón en un puño, cómo,la que fue nuestraexuberante ELDA, agoniza; aquel espíritu tan viril y pujante, tan emprendedor yconstructivo ha idodecayendo tal vez porque no htmos sabido mantener aquelarraigado amor al«pueblesico», a lo que era tan nuestro y parte integrantede nuestro ser. Parece que, resignados c indolentes, hemos contempladoy permitido sudecadencia;comosi no se tratase de nuestro pueblo; sin luchardenodadamente paracontrarrestar yeliminar losmales qie lo han ido minando, oprimiendo, reduciendo! ¡Cuánto daría por volvera mi Elda, sencilla,honesta,tra bajadora, feliz, sin tantos y prescindiblesautos, pubs, discote cas, loterías, bingos... todo loque anula o merma las gan;¡sde trabajar ymejorar, confiando en resolver los problemas con dudosas esperanzas, en vez de con realidades y el pr ipio esfuerzo ytesón, y más Fe!! Los tiempos han cambiado,naturalmente, pero ¿en qué direcciones? Yo prefiero aquellos años más limpios y solaces,y también más libres, tranquilos, y honestos, con más inspiración, dedicación, amor al pueblo:eficaz estímulo que hizo producir, progresar ysuperarse!!! Q^DOD^ Homenaje a la mujer eldense y, en particular, a «la aparadora» Cuando llegan estos días de lasfestividadesde losStmos. Patronos de nuestra ciudad, me viene a la memoria una Sra. Madre que yo conocí siendo muy pequeño y, como esta Sra.han habido muchas más, y todavía las hay aunque algo menos.Me refiero a las madres amas de casa que han ejercido y ejercen el oficiode«Aparadoras» de laindustria delcalzado. El nombre de aparadoraespalabra que noexisteen el diccionario de nuestra lengua, pero sí es la denominación quese le da a la profesión de aparar particularmentedentro de lajerga zapateril; ya que su nombre verdadero sería la de «guarni cionera» y no debemos olvidar que en esta profesión los prime ros en ejercerla fueron los hombres, y de ellos pasó a las muje res como profesión complementariade susquehaceres diarios,que no son pocos en la casa. Dicho esto, queda muy claro que todo el soporte de la mano de obra de la industria de nuestro pueblo ha recaído en elesfuerzo de nuestras mujeres eldenses, ya que ni en tiemposanterioresnisiquiera en estos más modernosconloda la tecnología que conlleva actualmente laindustria del calzado, no ha podidoreemplazar a lashábiles manosdenuestras «artesanas» como lo han demostradoa lo largo de toda la historiaindustrial eldense. Demanera quecuando comienzan los años del desarrollo de nuestra industria y las máquinas de aparar que se utilizaban eran de la marca «SINGER» americana -por cierlo, la primera máquina quese vendió a plazos antes de la guerra del 36-, conuna plataforma de hierro llamado«pedal»; en ella había que mover los pies con suma rapidez y constanciapara alcanzar y mantener la velocidad adecuada para realizar determinadostra bajos:rápidamente parahacer canilla, coserforros, hacercosturas... Y, más despacio para hacer los calados con mucho pulso y con habilidad coser el ribeteado y el vivo especial. Todo esto dejándose la vista pegada entre las lanzadas de la aguja y las pestañas delribeteado de«Pegamoy» (PLÁSTICO), ya que años atrás se cosían tres cuerpos a la vez: forro, libele y la piel, queformaba uncanto grueso. A esto se la denominaba ribetear, proceso de los más difí ciles en el arte de aparar: empleandohoras y horas con los pies JPÍ3 57 apoyados en el hierro del pedal de la máquina, con el helor de las horas constantes de trabajo en el invierno sin más calefac ción que un bolecon un poco de carbón para toda la familia, y pare Vd. de conlar. La luz eléctrica era de puro candil y cuando le locaba el turno a ese distritodepoblación, ya que a la semana daban suministro de fluido eléctrico sólo tres ocuatro días hasta que con el paso del tiempo se fue normalizandola situación ymientra éstallegaba, lasvelas (cirios) y mástardelosquinqués de petróleo eran las luces de que se disponía para realizar los trabajos «artesanales» -y digo bien- porque siempre han sido y serán los dedos de la mano de la mujer y la agudeza de la vislalo que han conducido por línea firme y segurala rea lización deformar pieza a pieza la figura del«corte» delzapato para luego pasarloa lasección del«montado». Su horario detrabajo no tenía límitesya que las 16 ó 18 horas eran corrientesde susjornadas laborales, incluyendo elsábado:así como nodescuidando lalimpieza de lacasani las comidas que había que cocinarlascon el«Baleo» en lamano para que el fogón no se apagase,ni ellavado de laropaamano sobre la piedra de la pila de lavaracielo raso en plenoinvier no: y. losdomingos por la mañana tocabael turno de la aguja y el huevo de maderaparazurcir yremendar, terminando conla plancha decarbón... Al fin veía su ilusión lograda cuando sus hijos salían a la callelimpios yguapos como un San Luis. Recuerdo un día que esta Sra. «Aparadora» -tenía una piernaescayolada tendida sobre una silla-,con una sola piernamovía el pedal de la máquinay a su lado tenía una pequeña cuna con un niño de meses,al quemecíacon una mano y, con la que le quedaba libre, conducíael «corte» que estabaaparando, por luz tenía una vela porqueese día no le tocabaluz al dis trito donde vivía; pero ante tanta adversidadnohabía renuncia a sus propósitos desacar a su familia adelanteporquesu Fe, su confianza en laVirgen de laSalud era firme y sosegada, era- como sifuera su madre a la que contaba todas sus penas y sufrimientos. Invocándole con sumirada a laeslampita de laVirgen de la Salud que teníapegada en lapared. Y así es que, cuando llegan estosdías de fiestas mayores de nuestro pueblorecuerdo a todas las madresqueestán con nosotros y a las que ya nos han dejadoy. enparticular a esta Sra. Madre «Aparadora» que yoconocí, hija de este valle de Elda, y que me lleva a dedicarleel máshondode mis senti mientos. Ledeseo la paz eterna a esa Sra.«Aparadora» que fue mi madre. ALEGORÍA ALA VIRGEN DE LA SALUD Virgen y Madre: raíces del ser humano, que con su existenciale das la esenciade la vida, que ante el dolory la angustia le ofreces tuimagen de la conformidad como virtud de la humildad y les conducespor elcamino máscorto para encontrarse más cerca de Ti, jardín donde la luz y laprimavera soneternas. Saludos de un eldense. Miguel González Aguado LA DIFÍCIL VERDAD Por ANDRÉS LLORET MARTI de La luz del sol es la máspoderosamanifesta ción de vida que conoce el ser humano, quién valiéndose en su mundo de la luzde.su mente busca conseguir losmejores frutos del árbol de la Verdad. Y será también que cumpliendounmandato de su naturaleza, lamujer, milagrera de la vida, dé a luz a un ser, le sonríay locuide. Con esehermoso cum plir, tan entrañable, llegamosaconocer que todos los seres ytambién lascosas necesitan delfavor de la luz con la que se ayudaránparailuminar su exis tencia. El sol con su luz ofrece una verdad absoluta, refulgeen todo lo quesepresenta bajo su poder. Y el ser humano en su anhelo de alcanzar la verdad de todo loqueexiste yvaliéndose de losestímulos de su mente indaga ytrata de descubrir hasta donde le esposible lasubstancia con laqueestá compuesta cualquier materia,y deotraparte, aaspirar la esen cia que le ayudeafortalecer la moral en su conduc ta, en su vivir. Cualquier aparición de vida tiene unfunda mento que el ser humano desea conocer. En las plantas y de su sueñobrotan las flores para que des pués los ojos del caminante contemplen labelleza que tienen y en ello se complazca.Para eseobser var y sentir haráfalta una despierta sensibilidad en quién lo mira y analiza.De ahí que ese ser, en su caminar, apenassisosiega en pos de dominarcon aciertoaquello que su mirada encuentracercano y tambiénde loquesedesdibuja alo lejos y atesora el infinito mundo. En uno yotro caso, con esa ilu sión,el caminante dirigirá sumirada y supensa miento hacia los campos extensos de laciencia, de la filosofía, del arte. Así se podrá saber que aunque el caminante haga elesfuerzo deandar conpasos firmes por los caminos que le pudieran conducir a la cima de la más deseada verdad, de lo que está relacionado con su vivir, no lo consigue según se lo propone. El 58 caminante busca acertar en cualquier paso yjuicio que ha de dar, y por lo que la experiencialeenseña también aprendeque le falta seguridada la hora de poner enclaro el fondo de la cuestiónquese le pre senta. No se le hace fácil establecer un valor abso luto sobre laverdad que ronda por su mente. No acaba deconformar a suíntimo ser detodolo que quiere conocer, de darle contestacióncompletaisu preocupación pordescubrir loque pueda teneriela ción con el mundo de lo misterioso, por ayudar a resolver elcomplicado ajustede los problemas que se entrecruzan en lasociedad en laqueconvive, y también porencontrar lafuente de la que mananlas hebras de gracia con las que setejen las obras de arte. Y ocurrirá que siendo explorador de los hori zontes que descubre sumirada, queel caminante detiene sus pasos ante elbrocal de un pozo terrero y observa que de una delgada soga pende un cubo de tosca madera con el que consigue sacar agua del pozo, y que a consecuenciade esarepetida manio bra es también por lo que se ha producidouna honda mella en la piedra que forma la collera del brocal, y ya con el estímuloque le despierta esa observación, piensa que también él podrá sacar luz de su mente y dominar en lo posible a la difícil ver dad que día a díalo inquieta y lo encandila. Por todo lo que hasta ahora se puede ver y entender, elcaminante ha de recordar las veces que en su andar ha tropezado en la misma piedra, y aún más, de que ha caído alguna vez hundidos sus pies en el disimulado «engaña-pastor» que lo esperaba oculto bajo los yerbajos del camino; y ahora valién dose de esa experienciatendráqueasegurar sus pasosy aunque haya mirado al cielo con sus mares de luz, no podrá dejar de mirar a la tierra que pisa y lo ha visto nacer. Ahora ya sabe que en su caminar, la huidiza verdad se escapa a la simple mirada, y de que resignado a su pequenezandariega tendrá que conformarse con disponerde algún fruto del árbol de su vida, ycon esa ayuda y para alivio de su mente podrá seguir echando avolar sus buenos deseospor lograr algún pasajeroacierto.Será con ese propósito que buscarádarlecuerpo a esadifícil verdad que quiereabrazar, mientras que al mismo tiempo y para su gusto y recreo, mira y remira las sueltasyblanquecinas nubéculas que festonean el cielo azul. Con esteparticular cuadro,y porque así viene a presentarse lasituación, que el caminante dará su parecer, (siempre expuesto atenerlo quecompartir), sobre los atractivos de los perfiles y tonalidadesque tiene la figura que ha contempladoen el paisaje, y pretenderá que suopinión se haga valer. Por todo lo vistovendrá aocurrir que aún reconociéndole méri tos al juicio que acaba de expresar elcaminante observador, tendráqueadmitir que por naturalcon secuencia, entreenescena unsegundo observador, quién también dará su parecer sobre la misma figura del paisaje que acaba de contemplar e intentará que suopinión tengapreferencia sobrela que ya declaró el primer observador. Por todo esto se puede acaecer se deduce que en esta o en pareci das confrontaciones siempre aparecerá ladificul tad de distinguir donde está la verdad más firme, de mayor pureza. 59 Por esta varia circunstanciaresulta que ya tiene otros aprecios la figura que ha sido contemplada, ya ha perdido lo que parecía su exclusiva identidad,ya se mueve en el péndulo de la duda, por lo que cual quier observador está expuesto a que se ponga en competencia el juicioque ha pronunciado. Ante ese inconveniente, el caminante con laayuda que tiene ahora de las señalesque vaencontrando en su cami no ya pone en alertaa sumente para que pueda tomar sitio con centradaclaridadantecualquier situación en la que tenga que dar su opinión. Todo esto puede llevar a considerarque aunque el cami nanteobservador dispongade buenas razones,siem pre será arriesgado para él pretender marcar con patente de verdad su punto de vista, por lo que ha de procurar que eljuicioqueexponga enciertas oca siones, tenga la mayor consistenciay se pueda man tener asalvo. Vistos pues los lados que presentan las esce nas delvivir,elcaminante tendráqueaceptar la inevitable conclusión de que ladifícil verdad se escapa de su mente, no se deja alcanzar, y de quea través del tiempo, todo pierde presencia, de que segúnel color del cristal con que se con templan lasimágenes así se lepuedenapreciar nuevostonosde luz en sus rasgos y contornos, de que en análogas circunstancias aproximan su valor las cosas conocidas, ¡y cómo no!,de que siempre sealeja y preocupa lo desconocido, lo trascendente que la difícil verdad guarda en el cofre de sus secretos. Y será contando con esos conflictos resbaladi zos en el pensary en el andar,que: ¡ay de ti..., cami nante...!, que apareces en los vericuetos de estos renglones, y dequeen tus pasosy con fatigas has de seguirsubiendo lacuesta que tepuedaacercar a la cima que ocupa ladifícil verdad, pero también: ¡caminante! ¡Te valga tu buena estrella!, porque aunque nologres alcanzar aesa quimérica figura,sí podrás recrearte en la ambrosía de los campos, saborear la fruta que coloreaenelárbol y después descansar en elcobijo de tu choza. Por todo eso que te encuentras en tu vida y aunque sea portando sobre tu cabeza el peso de un manojodedudas, y de tener algún que otro tropiezo, has de agradecer como bueno, seraprendiz en la comedia quete ha tocado vivir,y derecibir elregalo de luz que te ofrece cada amanecer. RELATO San Bicarbonato Entré en mi casa, mispisadasseoyeron en el pasillo blanco y yo a la vez oí la voz de mi padre; estaba en el comedor, también mimadre. En lashábiles manosde mi padre había una carta, era desu hermano Gaspar que vivía enElche, siempre hubo entre ellos una gran unión, mi padre lo admirabapor ser el mayory otras causasy éste, sabiéndolo había adquirido cierto airede señor patriarcal, daba consejos y mi padre siempre le obedeció sumiso ycontento. En la carta le decía que tenía para él un kilo de bicarbonato, esto era el colmo de la felicidad en el 38, en plena guerra civil, y para mi padre delicado del estómago casi toda su vida, sus ojos le brillaban. Se levantó y sinpensarlo ni unmomento (era de resoluciones rápidasy más si eranen su beneficio) me dijo: Mañana madrugas y«chanico, chanico»te vas a Elche y me traes el bicarbonato. No recuerdo si mi madre dijoalgo, eran «tiemposde guerra» yo a la sazón era un chiquillode 13 años y mi cabeza llena de privaciones nopensaba, sóloobedecía. Me gustaba muchocorrerenbicicleta y casi con impa ciencia esperéel nuevo día. Antes de las ochome llamó mi padre, él se iba a la fábrica. Examinó la bicicleta, ruedas ycadena ydándome unasrecomendaciones me puso una peseta marrón en la mano. Eraverano y yorecuerdo que me puse un jersey,tal vez por «ser la guerra»te ponías lo que tenías sinpensar en modas niestaciones climatológicas. En los ojos claros de mi madre vi miedo y esa impo tencia que la gran personalidad de mi padre impuso con los años. Me dijo tú siemprepor laderecha, hijo mío, y pegado a lacuneta. Me dio unos higos y un trozo de pan que reconocí, era su ración de lanoche pasada. Monté en labiciysalgo sobre lasnueve, intuyola hora, porque el reloj de la torrey laiglesia sehabía vola tilizado y sus doce númerosibancomo locas por el cielo del pueblo buscando su redonda esfera, «era la guerra». Dejo atrás mi calle, hoy FranciscoAlonso, en aque lla época Estanislao Figueras.Loscambios que según las circunstancias soportan las sufridas calles. Ya en la Avenida deChapí voycontento ycalculo sobre qué hora llegaría a Elche y la cara deextañeza quepondrían mis familiares al verme, divertido corro ycorro, descansé variasveces, me comí loshigos y el pan, bebí agua de cada pozo que me tropecé y gran experto en tirar piedra Por A. AMAT BELTRAN practiqué con todos los posibles blancos que caigan a mi alcance, latas, postes, pájaros,de pronto acudía a mi memoria mi misión,mi padre, el bicarbonato,Elche y con la serenidad de un buen emisario corría veloz kiló metrosykilómetros. Sobre las once entrabaen Elche y ya delantede la escalera de mis tíos dejé la bici, me sacudíelpolvo y loquélapuerta. El asombro no fuegrande alverme, quedéun poco desilusionado. Querían que me quedara a comer, pero mi tío creyó más conveniente que me llevara algo y comiera por el camino y así adelantaría tiempo y llegaría a Elda antes de hacerse de noche. Después de preguntarme por la salud de todos y sin darle mayor importancia a mi proeza, salí del piso. Comprobé lascondiciones de lamáquina compañe a de viaje, hinché larueda trasera, coloqué en elsoporte el paquete de bicarbonato ydespués examiné las viandas que mehabíadado mi tía. Un cucuruchodeperiódico servía para envolvermediopan de higo, dátiles adobados y un trozo de pan morenocon una sardina,merepartí todo entre los bolsillosyhabriendo elcuello deljersey me improvisé una buena bolsa. Haciendo estos preparati vos eraobservado por misprimosquehabían bajadocon migo. Me despidodeellos yentre risasemprendo otra vez mi aventura. Unchiquillo de trece años en una simplebicicleta y solo, iba arecorrer otra vez 35 kilómetros de carretera expuesto ainfinidad depeligros, peroestonotenía la más mínima importancia, comparando con lossucesos que ocurrían en todaEspaña, «era laguerra». Y es a la vueltadeeste viaje lo que me ha motivado paraescribir estesuceso quenunca se me olvidará por muchosaños que viva. Era lasegunda vez que paraba,hacía rato que oía rumor de agua y, efectivamenteun ribazo de los llamados «monoveros» daban fin a unos viñedos,y justo debajo de élcorría unaacequia entremusgo reluciente y verde. Me lave la cara y manosy con los pies metidosen el agua me disponía acomer lo que me quedabacuandooícomo un quejido, parecíaellamento de unmoribundo, me hizo ponerme en guardia,contuve larespiración poniéndome los zapatos yclaramente oí un «Mare megua».Me acer quérápidamente alsitio de donde venía lavoz. había una senda que rodeabaun granmontículo depiedras deesas que se dejan despuésdeconstruir losribazos y pasan los años cubriéndolas de hierbajos ylagartijas. Le doy la vuelta y me encuentro con una noria abandonada, todo seco y en ruinas y, en el pozo, que en otro tiempo manara 60 elagua había caído unchiquillo máspequeño que yo. Estaba envuelto en un rollo de alambre entre cascotes de todaclase, eso era unestercolero. Sólo llevaba puestoun calzón que a mí me parecióunbañador, tenía las dos manosen su costado derecho por donde salíaabundante sangre, que en las manos ya parecía seca. ¿Cuánto tiem po llevaría allí el pobre desgraciado? Bajé como pude y le dije: quita las manos. Me obe deció. Vi la herida,eraprofunda y lasangre salíacon fuerza. Era preciso contenerla hemorragia. Yo no llevaba pañuelo, él ibacasi desnudo, ¡tengo unaidea!, salgo corriendo, voy a la bici, cojo el bicarbonatoy al pasar le pego un tirón a una viña y le arranco unas hojas, me acer co al herido y le pongo dos puñados de bicarbonato enci ma de la herida y cubro el amasijo con las hojas de vid. Le digo: aprieta con las dos manos, esto te hará que no salga más sangre. ¿Vives cerca? Sube arriba y a tu izquierda verás unos tejados rojos. Se para, tiene laboca seca. Mis padres son los caseros de esa finca. Me voy corriendo haciadonde me dijo el pobre muchacho (por esas fechas leíamosen «Casa de Don Eliso» el libro «Corazón» de Edmundo de Amacis, y tenía presente todas las proezas de sus jóvenes héroes, digo yo que en mi subconsciente ellos me dieron valor, no sé, en ese momento yo obré impulsado por ese noble instinto que es la humanidad). Salgo de la hondanadaque formaba todo el viñedo y veo lacasa. Una mujer saca agua de un pozo. ¡Oiga buena mujer!,le grito (esto de «buena mujer» recordando estas palabras me doy cuenta que es otra buena cosa que se ha perdido y yo no le he vuelto a oír). A mis gritos sale un perro y viene hacia mí con todas las peores intenciones. Cojo una piedra, no sé donde le doy, pero dando un fuerte alarido retrocede. Viene la mujer. ¿Qué quieres?, me dice casi de mal talante. Su hijo se ha caído en el hoyo de la noria y no se puede mover. Elasombro la dejaperpleja. ¡Está sangrando! le grito(pensando en lascondicio nes que le dejé). Hecha a correrhacia un bancal que se veía cerca. ¡Simo, Simo! Sale un hombre con los calzones remangados, entre elalto maíz. ¡El chiquet! Fue suficiente alarma,elpeligro, todoseplasmó en su cara morena. ¡En la noria, en la noria!, decía la pobre mujer entre un mar de lágrimas. Llegar a donde estaba el chiquillo fue unsuspiro. Vi cómo secruzaron lasmiradas de padre e hijo. Ese era un lugar prohibido para él y allí estaba cogido infraganti. ¡Pare,pare!,decía el asustado desobediente. Concuidado ydestreza sacó los pies heridos de entre los alambres y escorias,y como una pluma los recios brazos del campesino elevaron al maltrecho chi quillo. Fuimos a la casaentriste comitiva el padredelante con su hijo casi en volandas.Lamadre detrásllorando, pero sin gritar,yo le vi esa enterezade laspersonas acos tumbradas apadecer pero con dignidad. Yo también corríaydetrás de mí el perro, que ya me miraba con otros ojos ¡Borde!,le dije, ¡qué susto me has dado antes! Fue unplacerentraren lacasona fresca y limpia. Pusieron alherido en una mesaquehabía pegada a la pared. La madre trajo el cubo de agua que dejó en el bro cal del pozo cuandoyo lainterrumpí. Lo lavaron y, con los paños finos y extremadamenteblancos lecubrieron lasheridas, no sinantesdarlecon una pluma de un líqui do pardo que sacó el padre de una alacena llena de platos y objetos de loza típicos de esos campos,debía ser ese frasquito que en el mismo tapón llevaba la pluma de ave incrustada, muypreciado porellos. Elpadre loeleva como buscando elcontraluz ymovió lacabeza nosatisfe cho de su poco contenido. Todo fue rápido y en silencio, me daba la sensación que estas curas eran habituales para ellos. Me preguntaron que hacía yo por esas tierras. Les conté mi viaje y que tenía prisa. Elcampesino se acercó a un almanaque que había en la pared y arrancó la hoja, finalizaba agosto y, aprovechando la cara blanca anotó el nombre de mis padres y nuestra dirección en Elda. Después enganchó una tartana a un caballonegro, algopequeño pero fuerte y bien cuidado, le dijo «Moro» cariñosamente. La buena mujer me dio dos melones en una talega larga. Los melonesse fueron a los extremosy yo con facilidadmelos cargué al hombro. Fuimos al camino, cargamos la bicicleta en la tartana.Cogí el bicarbonato que no se me había olvidadoni unmomento, era un encargo de mi padre y eso era sagrado para mí. Me dejó en la carretera, dejando atrás los campos, acequias yviñedos de Novelda, donde hoy está enclava da laCruz Roja. Antes de despedirnos me dijo: Yo creo que el bicar bonato esc ha salvadola vida de mi hijo. Nadamás con un ¡lleva cuidado! se metió en la tartana y se fue. Yo llegué a mi casa todavía de día, me esperaban ya impacientes. ¿Traes el bicarbonato? Eso fue lo primero que me dijo mi padre. Se lo di y conté porqué faltaba casi la mitad, esperé la reacción de mi padre. Si dices que el bicarbonato ha salvado lavida de esc chiquillo, yo espero que salve la mía. Le diremos «San Bicarbonato». No estuvo mal la ocurrenciade mi padre, y ya no se habló más, «era la guerra» y se hablaba poco. A mediados de octubre paró en nuestra puerta una tartana, salimos todos. Eran losnoveldcros, era la mujer y el chiquillo. Al padre se lo habían llevado al frente no sin antes arreglar la deuda que dicen tenían con nosotros. Traían latartana llenadecomida, empleamos un buen rato en descargar todo lo que nos traían, uvas, dátiles, granadas, patatas, unos kilos de harina y dos pollos. Eso era en aquellos tiempos algo increíble.Mi madre lloraba de alegría y se abrazó a la mujer del campo. Yo le presenté al chiquillo a lodos mis hermanos, me enteré que se llamaba Tonet. No se quisieron quedar acomer, se marchaban aValencia donde ella dijo que tenía una hermana casada. Vimos marchar a la tartana en silencio, entramos a casa y cerramos la puerta dispuestos a dar buena cuenta de lo que aquellas agradecidas personas nos regalaron. No le dimos nada a nadie «eralaguerra». 61 LAS COSAS DE MI PUEBLO LA COLABORACIÓN DE LOS ELDENSES AL TERCER CENTENARIO Esta colaboración no se limita solamentea laparte económica que había de cubrir losgastos programa dos, fue mucho más importante la literaria durante todo el año, salida de la pluma de los hijos de Elda, ausen tes y presentes quecubrían las pági nas de la revista EL CENTENARIO, que desde octubre de 1903 hasta agosto de 1904 editólaMayordomía de los Santos Patronos, en la que apa recíantrabajos todos ellos relaciona dos con la conmemoración que se aproximaba, EL TERCER CENTE NARIO, debidos amuchos ilustres eldenses, de entre los que citamos M.I. Sr. Don Agustín Cavero Casáñez, Vicario General de la Diócesis de Orihuela; Don José Joaquín González Amat,alcalde; Don José Navarro García, cura; Don Juan Vidal Vera, maestro; don Maximi liano García Soriano, farmacéutico; Don Ramón Gorgés Soler, músico; Don José PayaVidal, comerciante; Don José M.u Amat Gres, sacerdote; Don Baldomero Alonso Alonso, sacerdote; Don Manuel Martínez Lacasla, industrial, ymuchos otros. Los residentes en Barcelona, «extasiados porel entusiasmo que domina a todos loshijos de Elda por el centenario de sus patronos, se reu nieron en casa de uno de ellos y por unanimidad acordaron reunir fondos y con ellos construirmedallas de plata y metal blanco y regalarlas a la Mayordomía con el fin de que ésta obtengaotrosingresos...». De entre las colaboraciones eco nómicas citaremos por más importan te EL AGUINALDO A LA VIRGEN, que se celebraba el día de Navidad, por medio de lacualsesubastaban los objetos que habían sido donados pol los eldenses a tal fin, además delos suscriptores voluntarios que participa ban con una cantidad mensual de 2 y 75 ptas. entre braceros, comerciantes, industriales ypropietarios. De las colaboraciones literarias cabe destacar, sin duda, la de Maximiliano García Soriano y la del sacerdote Don Francisco Maestre; del primero todasellas expresando un Por VICENTE VALERO BELLOT cantodeamor hacia Elda y sus Santos Patronos, enparticular a la Virgen de la Salud, y hemos elegidopara acom pañar estetrabajo el titulado «DES PACHO DE OTRO MUNDO», (cablegramas de ultratumba), en el que, sinmencionarlo directamente se refierea otro gran eldense,comoes «El Seráfico»; dice así: Hasta mi oscura mansión donde elsilencio esprofundo y de las cosasdelmundo no llega la confusión. ¡Porquehasido y es su gloria! ¡Porque es la Reina del Cielo! Y también tuvo Maximiliano un hermoso recuerdo paraaquellos jóve nes marineros que conducen hacia puerto seguro aquel barco que nos hacerecordar el que«desde Cerdeña a esta villa...» nos trajo aquellapre ciosa carga, para todos desconocida. de las dos veneradas imágenes de nuestros excelsos Patronos, decía así: SIGUE... SIGUE... Marinero, marinero que ansioso en la procesión diriges tan placentero labonita embarcación. No vayas, no tan aprisa; deja ensuavevaivén al barco, y laleve brisa rodé lu frente también. No mires sólo adelante que presto al fin llegarás, ve despacio... y un instante vuelvelosojos atrás. ¿Qué escudriña tumirada entre tanta confusión? alguna fazdemudada que lecausas atención. Que aquel hombre entristecido que su vista posa en ti, de niño, fue igual vestido y el barco empujaba así... También con elmismo anhelo que sientes, jamásvolvió suvista alajeno duelo... ¡y antes deltiempo llegó! Y es que, si las alegrías en pos de nosotros van, ¡quéveloces son losdías...! ¡cuánto goce ycuánto afán! el murmullo, animación, de la Villa toda, llega 62 y suentusiasmo meanega en este tiempo tancrudo, y es que viene, no lo duro con los aires de esa vega. Medespojo delsudario que metiene tancautivo, toda la pluma yescribo elmensual CENTENARIO. Aunque yo fuiestrafalario en la temporada ésta en que el sol calor no presta, de mis Patronos cantor quiero ser, cual ruiseñor devuestro sin par floresta. Es mi fuerte improvisar, unas rehuso alescribir: por eso debenvenir taquígrafos aescuchar. Aún no han podidoolvidar las lindas hijas de Apolo, cuando acongojado y solo «el Seráfico se acuesta...» y lo que a luz de sutesta se leerá de Polo aPolo. A continuación Maximiliano incluye, como punto final de su poema, una décima original del Seráfico, bastante conocida, que dice así: Ahora, hincando larodilla en unmísero peludo, buscando fe santa acudo alaeterna maravilla. A laVirgen que esa Villa festeja con tanto anhelo, porqueEllapresta consuelo ytransporta sumemoria... Pero llegamos alpuerto deseado, y¡qué dolor alencontrarlo desierto, sin albergue... sin amor! Y van pasando losaños... y viene larealidad a impulsos dedesengaños con espantosa crueldad. Más... recobramos lacalma y nos alienta la fe que renace en nuestra alma yque siempre dice:Cree. Sigue, sigue,marinero, puedes lasvelas izar; más no vayas tan ligero que pudieres naufragar. El acompañamiento al predicador Transcurreelacontecer diario,lasviejas piedras enmo hecen, cobran ese color oscuro húmedo, pareceque se hue len los años en ellas, hoy se habla incluso de que enferman,aquellos pilares, vestigios de orgullosas civilizaciones ante riores que se pensaba permaneceríanimpávidas,están en peligro de extinción. Una rara enfermedad las está minando, lacontaminación, el avancetecnológico, elprogreso, ¡quién lodiría! La modernidad cambia también las costumbres, lavida de los pueblos, de las personas y hasta podríamos decir del ambiente. Y el transcurrir del tiempo se encarga dedosificar dichos cambios sin queapenas nos demos cuenta, mimetizándolos, consolidándolos yhaciéndolos imperceptibles para nosotros que permanecemos ensimismados en el sub sistir del día adía. Pero sivolvemos lavista atrás nos encon traremos que en el transcurso de unos pocos años el cambio se ha producido en la sociedad, en nuestro ambiente, en nuestras costumbres cotidianasque sindarnoscuentalas hemos ido modificando y así, de este modo,nosencontra mos que en nuestras FiestasMayores en honor de nuestros SantosPatronos, La Virgen de la Salud y El Cristo del Buen Suceso hadesaparecido un actosimpático, alegre y respetadopor todos los eldensesque loconocieron. «El acompañar alPredicador», que veníarealizándose desde hacía muchísimos años. Yaenelprograma de fiestas del año 1904,aparece como uno de los actosdeestas Fiestas Mayores elacompa ñamiento delPredicador desdelaiglesia a sudomicilio, junto con el Clero, Ayuntamiento.Mayordomía y Banda deMúsica, dando una nota festivay de alegría en lascalles eldenses por donde hacían el recorrido, calle de la Esperanza, calle Nueva, Los Giles e Iglesia. Por PEDRO MAESTRE Los hijos de Elda que han dirigido sus elocuentes pala bras a susexcelsospatronos, comoD.Agustín Cavero, D.Baldomcro Alonso, D. José Luis Maestre Olcina, D. José Coronel Rico, D. VicenteJuanFerrando, D.Francisco Amat Linares y D. Francisco Maestre Pérez, lo conocieron bien. Después de la contienda civil semantuvo la tradición del acompañamiento al Predicador durante unos años, igno rando por qué causas o circunstanciasse dejó de realizar dicho acto en nuestra población, cuando en la actualidad en muchos pueblos de la geografía española se continúa con la tradición del acompañamiento alpredicador hastala Casa del Cura Párroco, entre algarada yacompañamiento de música. Lamodernidad, latecnología, las prisas, la velocidad, el crecimiento desordenado denuestros pueblos,están cre ando también una nueva enfermedad en sus habitantes como ha sucedido con sus piedras y sus síntomas son la insolidaridacl,la falla de contacto humano, el rico sabor de la auténti caamistad, las ricas costumbres de sucultura identificativa. Hoy en día, diez minutos antes de que empiece la Misa Mayor, se presenta en la sacristía un señor con suéter o cha queta de verano y ante la sorpresa de los presentes dice:«Soy el Predicador», y terminada la misa mayor desaparece repentinamente. Hay rasgos brillantísimos que conforman la fisonomía de los pueblos, pero la acción demoledora de nuestra moder nidad mal entendida, ayudada por eltranscurrir del tiempo, hace quedesaparezcan actos que han sido tradicionales durante muchos años. La vida de los recuerdos tiene sus encantos y es una gran pena que se pierda, despojandopoco a poco pequeños momentos de nuestra vida. 63 MARÍA, divina aurora Cuando Elda era más agrícola que indus trial. Cuando por doquier en laciudad habían molinos, almazaras, lagaresybodegas, almace nes decereales, pajaresysilos dehierba seca como pienso deganados, yhortalizas abundan tes..., consciente era de los grandes favoresy beneficios que recibía por intercesión de la Virgen de la Salud.Famoso era por los contor nos elfértil Valle de Elda. La vid, la almendra, la oliva eran bien cotizados en los mercados de laprovincia. De bien nacidos es ser agradecidos y no podemos olvidar la singular protección de la Virgensobresupueblo. Quizáseanpocos los que tengan conocimiento de los«gozos» que se recitan en laNovena a la Virgen Santísimade la Salud. Allí se manifiesta la fe unpuebloque todo lo esperadelcielo, sindejar deponer los medios en untrabajo arduo.Buenoseríareci tarlos hastaaprenderlos paranoolvidar dónde tenemos la solución de nuestros males. «En varias consternaciones avos hemos recurrido, y al punto el aire ha perdido sus malignas infecciones: al que vuestro auxilioimplora libráis de toda agonía; dadnossaludyalegría, pues soislaSalud Señora». Confrecuencia vemos a innumerables pue blos orgullosos de sus raíces y tradiciones. Podríamos citar incontables pueblos, villas, caseríosde lageografía hispana que entregan a susdescendientes laherencia querecibieron de sus mayores, historias, leyendas, narraciones, costumbres llenasdegestas heroicas yreligio sas que describen lavida de sus habitantes y la intervención de lo sobrenatural en sus vidas. No esdifícil imaginar a una Elda habituada a las labores del campo. Pues leyendo los «gozos» sededuce que elazadón, elarado, el rastrillo, la hoz yotrosaperos delabranza eran familiares asus vecinos; así como las faenas de 64 sembrar, segar, escardar, trillar, vendimiar, cogeralmendra y oliva, y las múltiplesocupa cionesdelcampo decoger frutos yhortalizas. Todo esto eralonormal en unpueblo laborioso y de costumbres sencillas. «Si lacruel sequedad amedranta al labrador, ladispensa sufavor vuestra materna piedad: la cosecha se mejora con lalluviaquepedía; dadnos salud yalegría pues sois la salud,Señora». Bien arraigada estaba la devoción a la Virgen de los vecinos de Elda. Conocían us privilegios yprincipales misterios;laamaban y honraban en susdistintas festividades y latrata ban a lo largo del año con el rezo del Santo Rosario en familia, el Ángelus, las tres Avemarias de la noche, la Salve de los sábados cantadaporelclero parroquial y elpueblo, y gustaban deinvocarla conlossiguientes ver sos... «María, divina Aurora Madre del eterno Día; dadnossaludyalegría pues soislasalud, Señora». Versos sencillos, perode un gran contenido teológico que dicemuchode unpueblo instrui do ytrabajador. Esto hemos recibido de nues trosantepasados que nosdejaronygozan ya del «Eterno Día».También deellos hemos aprendi do a invocarla encualquier tribulación. «Vos en cualquiera desgracia nos cubrís con vuestro manto, vos delHijosacrosanto nos lográis laeterna gracia: Elda os ama, Elda os adora, y osllama su luz y guía; dadnos saludyalegría, pues soislasalud, Señora». Miguel Conejero Pérez Sacerdote Aumentael filial amoranuestros excelsos patronos Nuestras FiestasMayores estánllenas de una vieja tradición y costumbres que de por sí mismo hablan de loque los corazones de elden ses están rebosantes. Y en este pasado 1992 no podía ser menos, antes al contrario. El primer acto, el primero siempre, fue esa alborada del día 6 que todos ansiamosvivir con la emoción propia de mejores tiempos, en que coincidiendo con las doce campanadasde la torre parroquial se abren las puertas del templo para dar paso a los muchoscentenares de elden ses que desean realizarlaprimera visita de las fiestas a los Santos Patronos.El Sr. Arcipreste, D. Enrique Garrigós dio lectura a una emotiva salutaciónque dio paso a la Salve popular can tadaportodos losasistentes. Serecupera unavieja costumbre LaMayordomía de laCongregación, deseo sa de recuperar algunasviejascostumbres y tra diciones, había acordado,con muy buen acier to, que la imagendelCristo delBuen Suceso permaneciera en eltrono durante todos losdías de las fiestas, del 6 al 18. Para muchos fieles fue una sorpresa por desconocidalacostumbre, pues habíamos de remontar a muchos años anteriores, pero fueacogidaconsatisfacción. Si el saluda de la noche del día 6 es alos Santos Patronoseslógico queambos loreciban desde elprivilegiado lugar que ocupan en el magnífi co trono. Las celebraciones eucarísticas El día 8, festividad de la Stma.Virgen, fue presidida yproclamó laPalabra D.Victoriano Garrigós Jaime,cura-párroco de San Pedro,de Novelda, acompañado de 16sacerdotes. El día 9, dedicado al Stmo. Cristo del Buen Suceso la presidió eleldenseD. Miguel ÁngelCremades Romero, licenciado en Derecho Canónico, con celebrándola con 10 sacerdotes. El Orfeón Polifónico «Amigos de la Música» delC.E.E., acompañado de la Orquesta de Cámara de San Vicente delRaspeig,interpretó laMisa en Sol Mayor, de Franz Schubert, al órgano Mari 65 Carmen Segura, todos bajo la dirección del pro fesor Antonio J. Ballester Bonilla.Lasantenas deRadio Elda y las cámarasdeTele-Elda lleva ron a los hogareseldenses, ensendas retransmi siones, losdías 8 y 9, respectivamente, los solemnes actos eucarísticos. Las procesiones Como en años anteriores se desbordó el entusiasmocristiano de los eldenses, acompa ñando a las veneradas imágenes en losdesfiles procesionales, siendosuperior a3.500 fieles los que figuraron en laprocesión, ademásde un número muy superior los que las presenciaron. Gratitud LaCofradía de losSantos Patronos y el clero parroquial reiteran una vez más su profun da gratitud a quienes con su colaboración coad yuvan a la brillantezysolemnidad de losactos religiosos de lasFiestas Mayores; en general, al puebloeldense, que año tras año vieneaumen tando su filial amor hacia los Santos Patronos y en particular el Orfeón Polifónico del C.E.E. y su director, D. Antonio J. Ballester Bonilla. Nuevos nombramientos eclesiásticos El Excmo. Sr. Obispo de la Diócesis, D. Francisco Alvarez Martínez, tuvo abien decre tar en septiembre de1991 lossiguientes nom bramientos eclesiásticos queafectaban a nues tra ciudad: D. AntonioCrespoLlin,párroco de la Inmaculada, a igual cargo en la parroquiade San José, de Alicante; D. Bartolomé Roselló, párroco de la SantaCruz, de Petrer, y adminis tradorparroquial de San José Obrero, deElda; D. Juan Antonio OrtigosaBcrnal,capellán del Hospilal Comarcal; D. José Lorenzo Ballester, párroco de SantaCruz, de Petrer, a igual cargo en la de Nuestra Señora delMar, en Benidonn, y D. José Tormo Porta, párroco de San Bar tolomé, de Petrer, a igual cargoen laparroquia deSantiago, deVillena. Vicente Valero EL RINCÓN DE LOS POETAS 2 poemas de TENES A NUESTRO AMADO MAESTRO DEL BUEN SUCESO Muchas dudas me asaltan y aunque mi fe en TI, a veces conestupor sequebranta, mi deseo permanece pero mi ceguedad no te alcanza. Tu bondad nos humilla, y con desigual desatino nosconvertimos enjueces, de cómo yporqué? ASI HACEMOS NUESTRO CAMINO. Carne ymateria. Unidas por algo ynada. Incompleta si no haycorazóny alma. Corazón para hacemos sentir sólo un poco de tudolor paraamortiguar nuestra queja. Alma, que busca con ahinco tu fe absoluta y quenuestra vanidad nos ciega. No dejamos traslucirelreflejo de tu luz. Andamos perdidos en elalbor de tus enseñanzas. ¡FÉRREA VOLUNTAD! ¡HEAHÍ NUESTRA [FALTA! Construimos sólo materia porque sólo así, la felicidad nos embarga. En ella anclamos el barco de nuestra vida. No lanzamos al mar las redes porque la duda en tuamor, no nos deja ver qué hay en el fondo, en tuanunciada esperanzade una vida mejor. Tuhuella permanece ennosotros. Nuestro llanto por tudolor, aveces, es sólo llanto. Es la tristeza del alma, que en tus pasos intentamosseguir, pero que no podemosalcanzar cuandoqueremos ver en losdemás, labondad y lahumildad que en tu mensaje nos dejaste. MADRE MADRE, Que tu corazón es grandeza ynuestro sentir, desatino. Que tu amor nos eleva ynuestro orgullo, te humilla. Que sentimos tu abrazo pero no oimos tu queja. Que tu calor nos inunda ynuestra frialdad, nos ciega. Que diste sentido anuestra vida y el tiempo, de tinos aleja. Que robas nuestro dolor para no sentir nuestra pena. MADRE, Tú que nos llenas de esperanza y tu fe en nosotros, anhelas. Seca tus lágrimas por nuestro sufrimiento porque nuestra vanidad, es ciega. El eco de tu amor continuamente se repite. No sientas tristeza por nuestros continuos desatinos, que alguna vez nuestro orgullo, ver tu amor de madre, nos deja. MADRE, Cuando las dificultades nos llegan recurrimos siempre a ti esperando respuesta. No oimos tus consejos. No sentimos tus palabras. El dolor nos aflige. Nuestra impaciencia no te respeta. ¿NO OYES NUESTRA SUPLICA? Sentirás por nosotros pena. MADRE, guíanos por el llano sendero, porque la vida en ocasiones curte nuestra tristeza. No permitas que nuestro amor a ti, deje de abrir en nuestro corazón una huella. Danos sombra al calor de nuestra torpeza. Arrópanos cuando el frío nos llega. Danos un poco de tu luz, hermosa ymadre, [Virgen de la Salud. 66 EL RINCÓN DE LOS POETAS IBODAS DEORO. SACERDOTE, MÚSICO Y POETA SONETO Gracias, Señor, por haberme concedido celebrar, en Año Santo, Bodas de Oro. Humilde siervo,misericordiaimploro por el tiempo, ¡en tantos años! ya perdido. Del sacerdocio, la Gracia, nunca olvido, y, aunque lamento muchas veces deficiencias, con tu Palabra he llevado alas conciencias divina Luz de la Fe que habían perdido. Sindespreciar losvalores de lasciencias, preferí siempre basarmiapostolado en tu Palabra, sencillayelocuente. Con la poesía y la música he logrado, del Sacerdocio, mayorestransparencias, con un alma ycorazón deadolescente. Mi vida se concreta en una trilogía trascendente: Sacerdote, Músicoy Poeta. II BODAS DE PLATINO. EN EL V CENTENARIO: 1492-1992 SONETO Bodas de Oro, de Plata y de Platino, gracias a Ti, mi Dios y mi Señor, he celebrado, en mi largo camino, de un Sacerdocio vivido en amor. Docelustros marcan ya midestino deservicio y deabnegada labor, predicando, a lohumano y lo divino tuEvangelio, ¡ohJesús Salvador! TuPalabra, sencillay tanfecunda, fuisembrando encampos muydispersos que hoyrecuerdan el «Quinto Centenario». EspañayChile, enentrega profunda: formación yapostolados diversos iluminan mitriple aniversario. De mi vidaen el portal resplandece, a la luz de mis prosasy misversos, Tomás Rocamora García Canónigo de laS.I. Concatedral de Alicante D esdeAlicante, eneste año que pudiéramos considerar «Jubilar»1993,porunnuevo «Año Santo Jacobeo», año del Congreso Eucarístico Internacional enSevilla, ycoincidir, por estas circunstancias especiales,conunanueva visita apostólica denuestro SantoPadre, elPapa Juan Pablo II. Y en el que estesacerdote, el día 3 de agosto, cumplirá D.M.el LXXXVI aniversario de su nacimiento. 67 EL RINCÓN DE LOS POETAS Poemas de SALVADOR PALAZON «Llega más lejosuna sola gaviota que una manada de burros». Ser realista es... «Creer en las flores como novias de pureza, brújulas dedioses, argumentos defuerza». Ser cataratas hacia el cielo, pariendo ypariendo nubes degolondrinas, golondrinas lloviendo. Plantarle cara ala muerte, aprovechando lavida, para sembrar deutopía un Nuevo Continente. Sí, ¿acaso se lesolvidó asignatura tanimportante a los que matan a Dios yadoran a losdiamantes? Sí, sí, ser realista es inundar debosques lasciudades, bajar el Cielo a la Tierra y..., poblar con gaviotas las universidades. Enterrador de cañones, carpintero deamores, estamble ypolen en la cárcel de las flores, de las flores que ponen ¡lospoetas en lasCortes! Los latidos frente al viento, las entrañas cara al sol, los segundos como truenos preguntando por Dios. Ser realista es emborracharme de versos, dialogarcon lasaves, llorar desde las nubes, gritarbajo las cataratas; viajar por la conciencia... más allá de las murallas de nuestro castillo fantasma; navegar con loslatidos al corazón de la musulmana, al rebaño de los Balcanes, por los labios de la hawaiana, por los etíopes pechos de las madres desahuciadas; 68 EL RINCÓN DE LOS POETAS (* y... ’’** alos^Óeños fusilados /-^ ^^ queencienden y carbonizan ^^ ^v- las cicatrices del alma. ^ rT Subir ala Cruz del CeJr^rtT^p dar la vida por elamor; el amor quenoiisalva, resucita^yíiava ara de cenizas. -«rr’ ^^ Creer en las florea’ comeríiovias depureza, brújula dedioses, argumentos de fuerza. c^ r r Morirme en tus ojos, reencarnarme en tu ser, ahorcarme en tusporos, no volver... aver; Pasearme por tuslabio deja luna, sonando que me llamas a tus pechos deseda; superar a los sabios, besar alas estrellas yque tusdivinos sueños de amor, me secuestren ydifurj. con sus rayos detlulzura cr I* r r-* Plantarle cara a lamuerte, aprpve,chandoTa vida, para sembrar deutopía, un, Nuevo, Continente. EL RINCÓN DE LOS POETAS LUZ DE VIDA ¡Quécontento estoy Pilar, por haberte conocido! y luego ser tu marido; para más felicidad. Fuimosporlasenda del caliente hogar yhallamos laprenda, del amor en paz. Los años pasaron y yo fui sufriendo, tu ayuda yvalor me hacen ir viviendo. Tu amor consiguió quellegase aanciano; que en ti pusoDios sus benditas manos. Por eso Pilai- te quiero yotanto; porque eresmi luz ymayor encanto. El amor sincero esdulce ysublime; pero elembustero, es duro yterrible. Mis ojos nolloran, no pueden llorar; que ya se secaron de ver tanto mal. Tú eres mi vida; tú eres mi luz; tú mi alegría rompen micruz. Quisiera morirme antes que tellegara a ti elturno, que si no seríamivida el calvario másprofundo. LaVirgen de laSalud y el Cristo delBuen Suceso, harán que yo sea el primero y me des tu últimobeso. Manuel Verdú Juan 70 Para la Virgen de la Salud La Virgen es una flor, pero nunca se marchita es la madre de Dios y de esta tierra infinita. Esmadre, es Virgen, es la que a todos ayuda yvivimos por su amor pero con ellano hay dudas. Cuando laVirgen nos pide que siempre estemos alegres pues sus razonestendrá, porque triste nada sientes. Hay que huirde las penas, triste nada puedes hacer Diosquiere queriamos para poder hacerbien. Lola Gómez Un piropo para la Virgen de la Salud Vino nuestra Santa Patrona aElda con alegría peregrina como ninguna más ligera que laespuma. Hermosa como los cielos gallarda comoninguna. Tanta belleza junta en esta mujer divina haga que por muchos años mantenga con feestavilla. Carmen Pérez Díaz EL BUEN SUCESO May encuentros en lavidaque no dejan de ser un verdade ro y excepcional suceso.Son aquellos que. al margen desu mucha o poca trascendencia, quedan de tal forma impresos en elalma que la marcan para siempre. El día que EdithStein, la joven judía,auxiliar de cátedra en laUniversidad deFriburgo, recibió la noticia de uno de sus colegas y gran amigo suyo -nos dice su biografía- que por el camino, cuando iba a darle el pésame a su viuda, se pregunta ba: ¿qué palabra de consuelopodré ofrecer a su esposa en una situación tan desesperada y de abatimiento como ésta? Cuando Edith entra en casa de su amiga, la saluda y toma asiento a su lado para compartir con ella su dolor,a medida que avanza la conversación, va intuyendo que su amiga no está sola; que hay alguien junto a ellaque le transmite una gran entereza y. al mismo tiempo,le da ánimos para hablar de espe ranza,cuando todo parece irremediablemente perdido. Edith, sin saber cómo, encuentra en el rostro de su amiga, el rostro de Cristo. Y su espíritu,profundamentefilosófico, emprende una verdadera andadura por esos caminos impensa bles para todo judío: tener que inclinarse ante una situación enla que se respira a un Cristo vivo y operante, y aceptar lo ina ceptable: que Cristo no pertenece al pasado, sino que está allí como Alguien que la ayuda a tomar,denuevo, las riendas del hogar. ¡Es demasiado!, pero la gracia de Dios ha llegado al corazón y, en adelante, ya no podrá eludir aquel encuentro. He querido recrearme en la vida de esta carmelita, por aque llo de que su testimonio nos sirva de ejemplo para pensar que también nosotros estamosnecesitados de un encuentro personal con Cristo. No basta estar bautizado, creer y respetar a Dios, sino que es necesario, para nuestra vida cristiana, un tú a túprofundo con él. Edith no era cristiana y tuvo necesidad de unagracia extraordinaria para encontrar a Cristo. Sin embargo, a nosotros no noscorresponde esperaruna gracia similar,sinoprovocar el encuentro, allí donde él se nos hace elencontradizo: en la vida sacramental de la Iglesia. Para Edith hubo de significar una escalada muy agreste aceptar la presencia de Dios,precisamente en el «traidor de su raza», como ellos llaman aCristo. Y para nosotros no es menos difícil el camino a recorrer, porque supone descubrir a Cristo en la impotenciade un pedazo de pan, en la incomodi dad del pobre, o lo que es peor, en la figura molesta del enemi go. Pasos que no podemosdar sin el don de la fe cristiana. Cristo se nos hace presente -comotodo amigo de verdad- sinanunciar su visita y deseandoentablarverdadero diálogo con cada uno de nosotros. Y cuando esta relación amistosano secomprende, induda blemente que deberíamos de revisar nuestra actitud ante la pre sencia de Cristo en los sacramentos. Nopretendo hacerunexamen exhaustivo de los sacra mentos, pero sí desearía recrearmeenalgunos detalles. Cuando tomo el pan en mis manos para consagrarlo -me inclino sobre él- no sólo por respeto almomentoque estoy celebrando, sino como alguien que desea pasar inadvertidoydejar plena visibi lidad a la comunidad, para que pueda contemplara quien real mente preside la eucaristía.Es una forma muy personal de expresarme y pretender explicar que es Cristo quien consagra a través de los gestos y palabrasdelsacerdote. Si viviéramos así la misa, sentiríamos laexigencia deespacios desilencio y, con toda seguridad, que la acción de gracias de la comuniónno la reduciríamos a un tiempo tan breve, que prácticamenteanula mos elencuentro con Cristo. May otromomento en laeucaristía que meimpresiona: las oraciones que siguen a la consagración.Son lasoraciones del escalofrío suaveeimperceptible, y a la vez real y profundo, que acerca al alma el misteriode Dios. Son las oracionesdel 71 éxtasis;de la universalidad y de la íntima unión. Bsel momento en que Cristo, rompiendo las barreras del espacio y del tiempo, se sitúa en el centro de la crea ción entera yactualiza la ofrenda de su cruz por la redención del hombre. Es el instante, eternizado, en que el Verbo deDios sigue expresando, en ’términos peremnes y de locura, su amor por nosotros hasta la muerte. Es, finalmente, la súplica de la Iglesia pidien do la unidad de lodos con la víctima ofrecida. ¿Y cómo forjar esa unidad sin esforzarnos por salir al encuentro de Cristo? También existe otro lugar privilegiado, y a la vez espino so, donde Cristo se nos hace presente: el hermano.Y digo pri vilegiado, no porque no comprendatoda la carga de sacrificio y de negación que esta presenciaconlleva,sino porque aquí. Dios se nos manifiesta como necesitado,pobre,indigente, incluso identifica su mano con la del mendigo: «Tuve hambre, y me diste de comer;tuve sed, y me diste de beber»...(Mt. 25, 35-36). Días atrás leía, no recuerdo dónde, una frase de San Agustín que venía a decirnos: «Si estás frío y no puedes hacer oración, sirve a los hermanosporamor a él y. poco a poco, te concederá el don de la oración.¡Elservicio a losdemás con vertido en oración!», es decir, en encuentro con Dios. Cristo ha permitido que loseldenses leveneremos a través de una imagen que lleva la advocaciónde «BuenSuceso»,y un suceso con Dios no puede ser otra cosa que un verdadero encuentro salvador con él. Enrique Garrigós Cura de Santa Ana BlMaBiaaBMgMBlBMgMBMBI^^ 1 i I I i iI I ¡ Solemnes cultos en honor del Stmo. Cristo del Buen Suceso y de la Stma. Virgen de la Salud DEL 6 AL 18 DE SEPTIEMBRE DE 1993 LUNES, día 6 Canto de la Salve A la.s 24’00 h.: Saluda de los eldenses alos Santos Patronos en elTemplo Arciprestal de Santa Ana. MARTES, día 7 A la.s 8’00 v20’00 h.: SANTA MISA. A la.s 21’00 h.: SALVE SOLEMNE CON ORQUESTA. MIÉRCOLES, día 8 Día dedicado a la Santísima Virgende laSalud Alas 8’00, 9’00 vÍO’OO h.: Santa Misa. A lasll’OO h.:*MISA SOLEMNE concelebrada, presidirá la Eucaristía yproclamará lapalabra D.FRANCISCO BROTONS. cura-párroco deSantiago Apóstolde laAlbufereta de Alicante. En el Ofertorio se cantará la plegaria del maestro Goraé«Virgen Purísima». Ala.s 13’00 y19’í)0 h.: Santa Misa. A las 20’00 h.:Salve Solemne y a continuación: Procesión de laStma. Virgen de la Salud JUEVES, día 9 Día dedicado al Stmo. Cristo del Buen Suceso Alas 8’00, 9’00 vÍO’OO horas: Santa Misa. A las ll’OO horas: MISA SOLEMNE concelebrada, presidirá laEucaristía yproclamará lapalabra D. RICARDONAVARRO, cura-párrocode San Esteban de Alicante.En el ofertorio secantará elvillancico delmaestro Gorgé «Al Cristo delBuen Suceso». Esta misa será televisada por Tele-Elda, ofrecidapor laCofradía a todos los enfermos. Alas 13’00 v19’00 horas: Santa Misa. Alas 20’00 horas: SALVE SOLEMNE y acontinuación: Procesión del Stmo. Cristo del Buen Suceso De los días 10 al18: SOLEMNE NOVENARIO. VIERNES, día 10 Homena de laParroquia de SanFrancisco deSales a losSantos Patronos. A las 20’00 horas: Santa Misa,presidirá laEucaristía y procla mará laPalabra elcura-párroco D. GINES PARDO. SAMADO, día 1 1 Homenaje de laParroquia de laInmaculada a losSantosPatronos. A la.s 20’00 horas: Santa Misa,presidirá laEucaristía y procla mará lapalabra elcura-párroco D. JOSÉ RIVES 72 DOMINOO, día 12 Tradicional homenaje de los eldenses alos Santos Patronos Alas S’OO, ll’OO v12’30 horas: Santa Misa. A la.s 20’00 horas: Misa Solemne cantada por el ORFEÓN NOVELDENSE «SOLIDARIDAD», patrocinado por CAJAMURCIA y dirigido por D. Alberto Alcaraz; pie¡di rá la Eucaristía yproclamará la palabra D. MIGUEL ÁNGEL CREMADES, Licenciado en Derecho Canóiico por la Universidad de Pamplona. A la terminación ce laSanta Misa, se ofrecerá alos fieles, para besarle. el Escapulario-Medalla de losSantos Patronos. LUNES, día 13 A las 20’00 horas:Santa Misa, presidirá la Eucaristía y pr cla mará lapalabra D. JOSÉ ANTONIO MOYA, curá-pár-oco de la Inmaculada de Torrevieja. MARTES, día 14 A la.s 20’00 horas: SantaMisa,presidirá laEucaristía yprocla mará la palabra D. JOSÉMARÍA GARCÍA BERNABÉ, cura-párroco de San Andrés de Almoradí. MIÉRCOLES, día 15 A la.s 20’00 horas: SantaMisa,presidirá laEucaristía y procla mará lapalabraD.PEDRO BERREO VALERO, cura- párrocode laInmaculada de Tonel laño. JUEVES, día 16 A la.s20*00 horas: Santa Misa, presidirá la Eucaristía y procla mará la palabra D. ANTONIO CRESPO,cura-párroco de San José de Carolinas de Alicante. VIERNES, día 17 Ala.s 20*00 horas: Santa Misa, presidirá la Eucaristía y procla marálapalabra D. ANTONIO CANTADOR SANSANO, cura-párroco de laMisericordia deAlicante. SÁBADO, día 18 A la.s 20’00 horas: Santa Misa, presidirá la Eucaristía y procla mará lapalabraD. ENRIQUE GARRIGÓS, curade Santa Ana de Elda. A las 22’30 horas: GRAN CONCIERTO acargo de la Orquesta de las Universidadesde Salzburgo. Patrocinado por la Concejalía de Cultura del Excmo. Ayuntamientode Elda yGeneralidad Valenciana. NOTA: Toda lapolifonía delos actos delos días 7. 8 y 9 será interpre- ladapor el ORFEÓN POLIFÓNICO «AMIGOSDE LAMÚSICA» del Centro Excursionista Eldense, acompañado ie la OROUESTA DE CÁMARA DE SAN VICENTE, ycomo r°a- nista D.;’MARÍA DEL CARMEN SEGURA,dirigidospor D.FRANCISCO ALBERT R1COTE. Por la Comisión deFiestas delExcmo. Ayuntamiento, losdi;s 8 y 9, a laentrada en eltemplo parroquial de los Sanios Patrones,se tirarán Iracas decolores. Aires de Fiesta. Algo especial flota en el ambiente. Una alegríamusical,una explosión de júbilo llena la calle. Tú diviértete. Las Tarjetas CAM están a tu lado. Porsi necesitas algo. Mucho más que el dinero. 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