viernes, 13 de diciembre de 2024

Zarzuela en Navidad (2)

Elías Bernabé Pérez
18 diciembre 2015
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Zarzuela en Navidad (2)

Dedicábamos el artículo de la semana pasada a las zarzuelas, y sus derivados, con el ambiente de la Navidad en sus tramas argumentales. En esta segunda entrega nos ocupamos de la zarzuela que se interpreta o  solía interpretarse por estas fechas, sin guardar relación alguna sus contenidos con las fiestas que celebramos. 

Se da la curiosa circunstancia de que al mismo tiempo que las zarzuelitas “navideñas”, citadas hace siete días, apenas gozaron del éxito, hubo otras del repertorio habitual que llegaron a convertirse en tradicionales, dentro de los últimos días de un año y primeros del siguiente.

Al igual que existe la opereta propia de representarse en los más importantes teatros operísticos de centroeuropa en Navidad y Año Nuevo, hubo zarzuela propia de estos días. Zarzuelas de ambiente divertido y desenfadado coincidente con el de las operetas.

Dentro de este contexto, cuando la zarzuela gozaba de un mayor protagonismo en los teatros españoles, dos títulos mandaban en Navidad: Los sobrinos del capitán Grant y El rey que rabió. Obras ambas  muy propias para llevar a los niños al teatro. La primera de aventuras, la segunda de situaciones simpáticas y grotescas.

Al menos en el Teatro Arriaga de Bilbao, centro zarzuelístico de primer orden tiempo atrás, se representaba todos los años Los sobrinos del capitán Grant, a pesar de su dificultad escénica, y a no disponer los teatros  de los avances técnicos que existen en la actualidad. Dieciocho veces hay que cambiar el decorado, de forma casi obligada, pues al ser una zarzuela de aventuras, comienza en Madrid, y sus protagonistas embarcan en Málaga rumbo a Chile, Argentina, Australia, la Patagonia... y de nuevo Madrid. Entre unas cosas y otras bajarán al fondo del mar, subirán los elevados riscos de los Andes, y vivirán mil y una peripecia, entre ellas la del Doctor Mirabel, “precursor del parapente”, gracias a ser alzado por un cóndor que le da un buen paseo por los cielos andinos.

El Arriaga bilbaíno mantuvo esta tradición durante los últimos años del siglo XIX y hasta el inicio de la guerra española del 36. Después ya no la recuperó. 

Por su parte, el Teatro de la Zarzuela de Madrid solía ofrecer en navidades El rey que rabió. Otro título divertido, y que al igual que Los sobrinos del capitán Grant, es muy apto para los niños, principales receptores de las fiestas navideñas y de reyes.

De hecho se programó, a modo de homenaje y en una producción de cuento, entre noviembre de 2008 y enero de 2009. Su anterior puesta en escena en este teatro databa de enero de 1997.

Lo que sí ha programado el Teatro de la Zarzuela de Madrid en 5 ocasiones dentro de las últimas 14 temporadas ha sido Los sobrinos del capitán Grant. Se estrenó el año 2002 y se repuso en 2004,  2006, 2009 y 2011.Se quiso recuperar esa tradición de tiempo atrás, pero esta idea se frenó debido al elevado presupuesto que conlleva una obra de envergadura tal.

Ni que decir tiene que el éxito de público ha sido total en cada una de sus cinco programaciones, y que si la repusieran todos los años, el teatro se llenaría cada noche, con una más que considerable presencia infantil. Esta producción, dirigida escénicamente por Paco Mir, del Grupo Tricicle, es extraordinaria y ningún buen aficionado a la zarzuela debería perdérsela. Está por ver si el nuevo director del teatro apuesta por reponerla el año próximo.

Otra tradición que existió, a caballo entre los últimos años del siglo XIX y los primeros del siglo XX, en varios teatros madrileños dedicados a la zarzuela, y en provincias, aquí en Alicante también, fueron las funciones del día de los Santos Inocentes. 

En estas funciones de inocentes solían representarse obras cortas, todas de ambiente cómico, y fragmentos extraídos de los sainetes líricos de mayor éxito. 

El Dúo de la Africana en el Teatro Real

En tiempo reciente se han intentado diversas iniciativas, sobre todo en Madrid, para instituir funciones zarzuelísticas en estas fechas. Proyectos loables que, sin embargo, no han fructificado.

El Teatro Real de Madrid, al poco de su reinauguración, llevó a su escenario zarzuela para despedir el año. El 30 y 31 de diciembre de 2003, se representó El dúo de la africana. A la función del día 30 asistieron los Reyes de España. Las intenciones del director artístico del Teatro, Emilio Sagi, y del  director musical, Jesús López Cobos, eran las de programar este título todos los finales de año. Incluso pretendían recuperar otra tradición muy europea y que en el propio Real tuvo su auge en tiempos remotos: que hubiese baile de Nochevieja en el teatro. Sin embargo, si en 2003 fueron dos funciones, en 2004 se programó una sola, y en 2005 ya no  hubo. El baile, por descontado que ni se llegó a programar, y de él nunca más se supo.

Y el caso es que tanto un año como el otro la obra se enriqueció con la presencia de cantantes de primera fila. Además el público respondió, pues no siempre hay posibilidad de ver zarzuela en coliseo tan monumental. 

El dúo de la africana es una zarzuela divertidísima, que se enmarca en lo que se considera teatro dentro del teatro. Es decir, sus protagonistas son los componentes de una compañía de ópera de segunda o tercera fila, que están ensayando  La africana, ópera de Meyerbeer. En base a ello, y dado que se trata de una obra corta, al objeto de alargarla intervienen una serie de cantantes que ofrecen romanzas de zarzuela y arias de ópera. Esta zarzuela se presta para ello, pues al tratarse de una compañía de ópera, su director realiza una serie de audiciones para contratar supuestas nuevas voces. Pues bien, esas romanzas y arias, a modo de audición, contaron con la presencia nada más y nada menos que de Ana María Sánchez, María José Montiel, Isabel Rey, Carlos Álvarez, José Bros, Enrique Viana, incluso Esperanza Roy.

La representación del año 2004 fue filmada y comercializada en DVD.

Gala de Reyes de Plácido Domingo

Otra iniciativa relativamente reciente, y que también se fue al traste, fue la de instaurar una gala de zarzuela, la noche de reyes, con Plácido Domingo de promotor.

El popular tenor quiso hacer algo similar al célebre concierto de Año Nuevo de Viena, con la excusa de felicitar al Rey Juan Carlos I en el día de su cumpleaños, pero la cosa no funcionó del todo. Desde su inicio contó con el respaldo de Televisión Española. Los primeros años se emitió en directo, para pasar después a semidirecto, dada su coincidencia con las cabalgatas de reyes.

La primera de estas galas se celebró el 5 de enero de 1991. La última  el mismo día de 1998. Todas tuvieron como marco el Auditorio Nacional de Madrid, excepto la última que se llevó al Teatro Real, cuya reinauguración se había producido tres meses antes.

En estas Galas de Reyes junto a Plácido Domingo se fueron presentando cada año cantantes jóvenes tanto españoles como de otras nacionalidades.

Las intenciones iniciales poco a poco se fueron desvaneciendo. El objetivo de dar protagonismo a la zarzuela no siempre se cumplió. Las de 1994 y 1996 estuvieron dedicadas a la ópera. En la de 1997 no participó ni el propio Plácido Domingo y ya se aventuraba el fin de estas galas. La de 1998 fue la despedida, con el espectáculo de “Los tres tenores”: Domingo, Carreras y Pavarotti.

Conciertos de Navidad exitosos

Lo que sí está teniendo continuidad, y cada año se amplía su abanico, son  los Conciertos de Navidad y Año Nuevo que se programan en España, donde la zarzuela tiene un protagonismo exclusivo. En otros comparte programa con la ópera y músicas navideñas.

Cierto es que los de zarzuela o lírica española son una inmensa minoría entre los miles de conciertos que se celebran en España durante estos días. Pero poco a poco se van introduciendo, además, con el favor del público que llena teatros y auditorios.

Veamos una muestra de algunos de calidad considerable, con la zarzuela como protagonista:

El próximo día 23 habrá dos en Madrid. Uno el del propio Teatro de la Zarzuela, con la Orquesta Sinfónica de la Comunidad de Madrid y el coro del teatro. Las localidades están agotadas desde hace varias semanas. Se instauró en 2012, y siempre registra un lleno absoluto.

El primero de estos conciertos, el de 2012, se pudo ver por La 2 de Televisión Española. Es una lástima que los siguientes no se hayan emitido, ni en directo ni en diferido.

El otro concierto del día 23 en Madrid es en el Auditorio Nacional, a cargo de la Orquesta Sinfónica y Coro Chamartín, con las entradas agotadas.

Este mismo día en el Auditorio “Miguel Delibes” de Valladolid, la Orquesta Sinfónica de Castilla y León dedica su Concierto de Navidad de este año a la lírica española. Aquí tampoco quedan entradas. Se agotaron a los pocos días de salir a la venta.

La Orquesta Sinfónica de Bilbao, el Orfeón Donostiarra y cantantes jóvenes estarán en el escenario del Teatro Arriaga bilbaíno, el día 28, con un programa de ópera y zarzuela, promovido por la Asociación “Alfredo Kraus”. A día 15 de diciembre solo quedan a la venta 12 entradas de paraíso. 

En el Auditorio de la Diputación de Alicante el Concierto de Navidad que ayer ofreció la Orquesta Sinfónica del Conservatorio Superior “Oscar Esplá” de Alicante, incluyó seis fragmentos de lírica española. Y el programado para el próximo día 22, con la Banda Municipal alicantina y el Orfeón Alicante presenta un programa con ópera y zarzuela en la primera parte y musical anglosajón y canciones navideñas en la segunda.

Y de nuevo la zarzuela como protagonista absoluta volverá al Auditorio Nacional, el viernes 2 de enero con el Concierto de Año Nuevo, que organiza la emisora madrileña Radio Sol XXI, en su XVIII edición. Un amplio elenco de cantantes excelentes estará acompañado por la Orquesta de la UCAM (Universidad Católica de Murcia), la Coral Discantus, igualmente murciana, junto a otras corales del entorno madrileño. Más de lo mismo, no queda una sola entrada a la venta.

En Tenerife al aire libre

Mención aparte merece el Concierto de Navidad de la Orquesta Sinfónica de Tenerife, que se celebra el mismo día 25 al caer la tarde. Este año celebrará su edición número 22.

Este concierto que, sin duda, es el de mayor longevidad de cuantos se celebran en España en su concepción musical, tiene la particularidad de ser al aire libre, en la Dársena de los Llanos de Santa Cruz de Tenerife (allí se lo pueden permitir) y congrega cada año a 20.000 personas.

La zarzuela tiene presencia en sus programas, que por lo general son un contenido muy variado, con mezcla de ópera, zarzuela, villancicos tradicionales, canciones canarias, etcétera.

A diferencia de los conciertos que se celebran en la península, aquí la televisión autonómica de Canarias sí le presta la atención que merece, siendo emitido incluso a través de su canal internacional.

Como se puede apreciar, los conciertos con música nuestra cuentan con el refrendo del público. Costó lo suyo que algún responsable de orquesta o teatro se decidiera apostar por lo español. Y el resultado, allá donde tuvieron esta osadía, no ha podido ser más positivo.

La Novena Sinfonía de Beethowen

Una costumbre implantada en Alemania, por sus orquestas y coros profesionales (y allí los hay a porrillo), es la de interpretar durante las navidades la Novena Sinfonía de Beethowen (Sinfonía Coral). 

Esta tradición alemana la han incorporado de forma alterna algunas orquestas españolas y ha quedado ya implantada en el Auditorio Nacional de Madrid, donde lleva ya 27 años siendo interpretada por la Orquesta Sinfónica de Madrid y el Coro Nacional de España. Este año será el lunes 28, y ya no quedan entradas. 

En el Teatro de la Maestranza de Sevilla se interpretó la semana pasada, por la New York Chamber Orquesta y la Sociedad Coral Excelentia de Madrid; y en el Teatro Cervantes de Málaga, está anunciada para este viernes 18 y mañana, sábado 19, dentro de los conciertos de abono de la Filarmónica de Málaga.

Los principales teatros de ópera europeos dan cabida durante estos días festivos a representaciones de opereta. El murciélago, de Johan Strauss, La vie parissiene, de Jacques Offenbach y La viuda alegre, de Franz Lehar, junto a la ópera infantil Hansel y Gretel, de Engelbert Humperdink, se llevan la palma.

Aquí en España no ha llegado esa costumbre, todavía, aunque este año si se ha programado La viuda alegre en los madrileños Teatros del Canal, en una producción del Teatro Arriaga de Bilbao. Se representará entre el 18 de diciembre y el 17 de enero.

Zarzuela en Omán 

Y aunque nada tenga que ver con las fiestas navideñas, dada su cercanía en las fechas,  dejo constancia de las representaciones de zarzuela que se han visto esta semana que acaba, en el faraónico teatro de la ópera de Mascate, la capital del sultanato de Omán, en el Golfo Pérsico.

Los dias 13, 14 y 15 se representó el espectáculo Viva Madrid. Una gran antología de zarzuelas, todas ambientadas en Madrid, que se estrenó en mayo de 2007 en el Palacio de los Deportes de la capital española. Si se ha mantenido el mismo programa, serán 31 fragmentos los interpretados.

Desconozco si habrá sido esta la primera ocasión que la zarzuela se ha visto en lugar tan exótico. Pero estoy seguro<de que cada una de las tres funciones habrá sido un éxito absoluto.

Es claro que la zarzuela todavía está muy lejos de predominar en los conciertos de Navidad, Año Nuevo y Reyes aquí en España. Mientras los programadores de teatros y auditorios y los directores de las orquestas no apuesten más por la música española, seguirá mandando la vienesa. Y el caso es que, como hemos podido apreciar, allá donde se programa zarzuela las localidades se agotan con bastantes semanas de antelación. 

Recuerdo un concierto de Reyes en el Teatro Principal de Alicante, el 6 de enero de 1998, con Ana María Sánchez, José Sempere, Carlos Mariño, y la Orquesta Sinfónica de Alicante, que fue un éxito absoluto. Sin embargo, no tuvo continuidad. El de valses y polcas, sí.

Elías Bernabé Pérez
Elías Bernabé Pérez
Acerca del autor

Mis recuerdos más remotos que me atrajeron a la zarzuela me trasladan a sesenta años atrás. Primero escuchando los fragmentos que sonaban con frecuencia en la radio. También gracias a las fantasías, preludios e intermedios que interpretaban las bandas de música en los conciertos de las fiestas de octubre de Petrer. El templete donde actuaban estaba justo ante la fachada de mi casa.

Lo que más me gustaba de la Semana Santa es que en la radio solo se emitía música clásica. El viernes y sábado santo las emisoras enmudecían.

Lo más intenso vino en la época dorada del tocadiscos. Lo compró mi abuelo materno en 1963. La primera zarzuela que entró en casa fue Doña Francisquita con Kraus y Olaria. Es una grabación incompleta, pero suficiente para que me la aprendiese de memoria. Mi abuelo estaba impedido y era yo quien la ponía todos los mediodías y noches durante dos semanas consecutivas. A los quince días compramos un segundo disco: La generala, de nuevo con Kraus y Olaria. Y ya fuimos alternando. Después vino Maruxa. Y yo con solo 13 años me entusiasmé con ella y también la aprendí. Sí, digo bien. ¡A mis 13 años ya me encantaba Maruxa!

Ahí comenzó todo y ya no he parado. Siempre como aficionado.

Como le dice un padre a su hijo al final del documental de TVE sobre zarzuela La romanza de Madrid, de 1988, “Te acompañarán toda tu vida, porque son inmortales”.

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