Hablando de Miguel Hernández

I (1-444.( Recopilacin Poemas Ganadores Diez aos Concurso Poesa C.P. Miguel - Hernndez Elda Patrocina la publicacin de este libro el Excmo. Ayuntamiento de Elda y la Concejala de Cultra O ES PROPIEDAD Diseo de Portada: Miguel vila Herrero Ilustraciones: Miguel vila Herrero Composicin, maquetacin y cuidado de la edicin: - Juan Navarro Garca - Pedro Valero Segura - Jos Antonio Gimnez Juan Coordina: Elisa Beltrn Giner. Hablando de Miguel Hernndez I.S.B.N.: 84-87962-15-7 Depsito Legal: A-758-2001 Impresin: GRAFIBEL 2010, S.L. C/. Padre Mariana, 15 - bajos 03004 ALICANTE Tel.: 965 20 48 92 - Fax: 965 20 39 57 CE: belazquez@wanadoo.es Fecha de la Edicin: MAYO 2001 SALUTACIN Cuando, como jurado de algn premio de poesa, me llegan los originales seleccionados, y los veo en mi estudio, apilados a la espera de su lectura y calificacin, no dejo de pensar -con cierta ternura- en la cantidad de ilusin acumulada que en ellos se encierra. Cada poema, cada verso, cada palabra incluso, estn henchidos de esperanza; sus autores, por lo general, acuden a concurso no tanto por la posible dotacin econmica, sino porque alguien con cierta experiencia lea sus escritos, los juzgue, los valore, los admire y, fi nalmente, los premie. Y esto, no por mera vanidad, que tambin existe este ingrediente, sino quizs ms bien por esa intensa necesidad de amor que todos llevarnos dentro, por ese instinto tan humano de ser queridos, de ser reconocidos en nuestros actos o en nuestras aptitudes, de reafirmarnos en nuestra propia identidad. Todos los poetas y poetisas incluidos en este volumen lo consiguieron: sus poemas fueron ledos, seleccionados, calificados por un jurado justo e imparcial y, al fi n, premiados. Alcanzaron, pues, su primer objetivo: que su calidad fuera reconocida y destacada. Pero faltaba un segundo objetivo, tan importante corno aquel: que esos poemas tuvieran la posibilidad de ser conocidos -y compartidos, pues la poesa se escribe para compartir- por mucha gente. Hoy, aqu, en esta publicacin, se ofrece esta posibilidad. Queda, por tanto, cerrado el crculo, cumplida la misin. 9 Me satisface profundamente que este concurso lleve el nombre de nuestro poeta Miguel Hernndez. l fue tierra de nuestra tierra y en su voz vibran permanentemente los ecos de nuestra mediterraneidad, esa forma de ser y de estar ante la vida avalada por los siglos de historia y de culturas que nos navegan la sangre y los sentidos. A travs de su Rayo, hace ya muchos aos, entr yo en la poesa, descubr el esplendor de la palabra, las posibilidades emotivas, de comunicabilidad y de acercamiento que encierra la expresin potica. Y sus poemas, tan hondos, tan desgarradamente humanos, fueron los que, de manera definitiva, decidieron mi vocacin. Ojal este premio haya servido tambin para alentar las vocaciones de los autores premiados que aqu se incluyen, y que quienes por primera vez se ven en letra impresa, y por ello dejan ahora de ser inditos, encuentren en este libro el acicate para seguir escribiendo, el impulso para avanzar por este camino -tan dificil pero tan hermoso y tan gratificante- de la creacin potica. Quin sabe si algn da, en un esplndido poemario, al leer la nota bibliogrfica de su autor, tendremos la alegra de encontrar esta mencin: En tal ario recibi el Premio de Poesa Miguel Hernndez, de Elda (Alicante). Vaya acompaado este deseo de mi ms cordial enhorabuena a todos los premiados, y de mis felicitaciones a quienes, con su fervor por . la poesa, su capacidad de iniciativa y su tesn, hacen posible la existencia y la continuidad de este concurso, en el que los nombres de un gran poeta y de un gran pueblo han quedado, felizmente, unidos para siempre. Antonio Porpetta. Madrid, marzo 2000. 10 AGRADECIMIENTO Este libro nace del esfuerzo e ilusin de muchas personas a lo largo de diez aos. El Centro lleva con mucho honor el nombre de Poeta Miguel Hernndez y no s si ser por esa razn por la que en esta Comunidad Educativa se admira al poeta pastor. De este honor y admiracin naci la idea de sacar a la luz un concurso de poesa que llevara su nombre, con el fin de fomentar la poesa y extender la palabra de nuestro poeta entre los alumnos y en todos los actos que surgieran a partir del concurso. Creo sinceramente que nuestro objetivo se ha cumplido. Miguel Hernndez es conocido por nuestros alumnos y son muchas las promociones que cantan, recitan e interpretan textos de l; tanto es as, que algunos de los poetas ganadores en la categora juvenil de nuestro concurso han sido alumnos nuestros. Corra el ao ochenta y nueve cuando empez a fraguarse esta idea con muchas dificultades, sobre todo econmicas; y no fue hasta el ao noventa y uno cuando se pudo hacer realidad el proyecto. El Equipo Directivo entonces lo constituan: Director, D. Juan M Garca 11 Zamora; Jefe de Estudios, D. Pedro Valero Segura y Secretario, D. Jos Antonio Gimnez; que alentaron esta idea original del propio Secretario y de la que suscribe estas lneas. El paso del tiempo ha convertido la palabra de Miguel Hernndez en una sea de identidad propia de nuestro Centro. Numerosas personas y entidades han colaborado en este proyecto a lo largo de estos diez aos y, desde estas lneas quiero agradecer su desinteresada participacin, especialmente a: El Excmo. Ayuntamiento de Elda y la Concejala de Cultura, que se han hecho cargo del Primer Premio, categora de adultos, del Concurso y han hecho realidad nuestro sueo: la publicacin del presente libro. La Caja de Crdito de Petrer que, ario tras ao, nos ha patrocinado la cartelera y nos ha sacado de algn que otro apuro econmico. La Fundacin Miguel Hernndez que (algunos aos) patrocin el Segundo Premio, categora de adultos, del Concurso. En el ario noventa y siete recibimos por parte de esta Fundacin el Primer Premio de Centros a nuestra labor hernandiana El Consejo de Barrio, Zona 1, que nos ha patrocinado con la dotacin del Primer Premio en la categora juvenil. Deportes Amors de Petrer, que nos ha facilitado las placas en conmemoracin de los distintos Certmenes. Al APA del Centro, que siempre ha subvencionado y colaborado en el proyecto. Todos los miembros del jurado que durante estos aos han colaborado desinteresadamente, especialmente a D. Salvador Pava, catedrtico de Literatura del ES Azorn de Elda, que lo ha presidido durante arios. 12 D. Miguel Barcala, locutor de Radio Elda que, con la simpata y profesionalidad que le caracterizan, ha conducido, de manera altruista, durante todos los aos, el Acto de Entrega de Premios. D. Miguel vila que ha puesto su sensibilidad, sus conocimientos artsticos y su buen hacer al servicio de este Concurso desde sus comienzos: es el autor del anagrama que lo identifica, as corno del retrato del poeta que aparece en los carteles desde el ao 1999.Y, gracias a su generosidad y enorme inters, este libro est ilustrado. Da. Clarisa Leal, mujer todo terreno, que ha musicalizado poemas y ha colaborado en los montajes de Homenaje a nuestro poeta. Los familiares de nuestros alumnos y amantes de la poesa en general, que todos los arios nos han acompaado incondicionalmente en el Acto de Entrega de Premios, llenando el aforo de la Casa de Cultura de Elda. Todos los alumnos que han colaborado en el Homenaje anual a nuestro poeta. Les ha supuesto un gran esfuerzo memorizar el poemario, pero no cabe duda que han disfrutado con su obra. Quiero hacer mencin especial a: Alejandro Juan, Beatriz Flores, David Urbanos, Esther Leal, Victoria Prez, Sarai Botella, Rubn Dur, Ruth Bailn, Paloma Puche, Vernica Snchez, Rafael Iniesta, Pedro Snchez, Gloria Ortega, Mara Lpez, Teresa Snchez y Esther Prez. Los alumnos que durante estos aos han pertenecido al Coro. Por ltimo, los profesores del Centro, los que somos actualmente y los que ha habido durante estos diez arios. Por fi n hemos llegado al aniversario y se va a hacer realidad la publicacin del libro. El actual Equipo Directivo: Da. Elisa Beltrn, Directora; D. 13 Francisco Puche, Jefe de Estudios y D. Jacob Botella, Secretario, va a tener el privilegio de ser testigo de este nacimiento tan deseado por todos. Pero no puedo olvidar a personas tan destacadas como: Da. Remedios Monz y D. Francisco Puche (directores del Coro), D. Mariano Snchez, Da. Angustias Trigo, D. Manuel Ortn, Da. Natalia Gonzlez, Da. Prado Castillo, Da. Toi Garca, Da. Laura Hernndez y Da. Rosa Gonzlez (voces del coro), Da. Mara Isabel Prez (miembro del jurado), D. Jos Antonio Gimnez (organizacin), D. Pedro Valero y D. Juan Navarro (medios tcnicos). A todos vosotros MUCHAS GRACIAS. Sin vuestra colaboracin este libro no vera la luz, ya que habis mantenido la llama encendida. Espero que, igual que deca Miguel Hernndez, que mi voz suba a los montes y baje a la tierra y truene, este libro anide en muchos corazones y alimente la sensibilidad de los lectores. Elisa M 4 Beltrn Giner Directora. 14 PRLOGO Empez como empiezan estas cosas: una bombilla que se enciende en la cabeza, el arrebato de una mujer que convierte en llama todo lo que toca y el empuje decisivo de un equipo de profesores que avienta el fuego. El incendio dura ya diez aos y sigue en su apogeo. Esta es una prueba ms del misterio de la poesa. Misterio y milagro, porque no me dirn que es habitual que un certamen potico subsista efervescente durante un decenio. Pero el milagro se acrecienta al saber que los premios del concurso apenas pasaban de lo simblico hasta hace dos o tres aos, que quien lo organiza es un colegio de Primaria, que al certamen se presentan cada ario ms de trescientos originales de toda Espaa -y ya tambin, tras su difusin por Internet, desde Amrica-, que el acto de entrega de galardones es un hito cultural en la poblacin, que.. . Quizs todo radique en la fuerza de un nombre, en la irresistible atraccin de un mito: Miguel Hernndez. Sin duda el poeta de Orihuela sigue ejerciendo su papel de imn -despertador de vocaciones poticas, pero hubiera sido imposible llegar ni siquiera a la tercera convocatoria del premio sin el apasionamiento por su trabajo de los profesores del colegio que tiene como titular al autor de El rayo que no cesa. Hoy, que tan dificil es ser maestro cuando al profesor se le exige adems ser polica, animador cultural, sustituto de padres, rellenador compulsivo de fi chas seudo -pedaggicas.. ., estos maestros (nunca profesionales de la enseanza) siguen creyendo en el valor de la poesa como acelerador extraordinario de la conciencia, del pensamiento, de la 15 concepcin del mundo. La viven, la ensean y se implican de tal modo en ello que han conseguido este no pequeo prodigio de dar a conocer el colegio en todas partes gracias a la constante presencia de un certamen potico honesto, estimulante, educador. La poesa es un eje que atraviesa todo el sistema educativo del C.P. Miguel Hernndez desde los primeros hasta los ltimos cursos: la lectura, memorizacin y prctica del ritmo potico; la escenificacin; la redaccin y la creatividad fundamentada en la poesa impregnan y dan sentido al aprendizaje de las dems asignaturas. Y cuando llega el da de la entrega de premios del concurso, la Casa de Cultura de Elda se convierte en el escenario en el que quinientos labios infantiles, bisbiseando los versos rotundos de Miguel Hernndez, dan prueba inequvoca del trabajo bien hecho a lo largo del curso, pero tambin en el altavoz desde donde se propaga la fe en la poesa. Durante diez arios consecutivos han ido saliendo de las aulas del colegio jvenes para quienes la poesa no es un aburrido ejercicio de la clase de literatura sino el paisaje necesario que sustenta la vida. A los nios de entonces, hoy ya universitarios o trabajadores en diversos empleos, y a las nuevas promociones que comienzan a formarse leyendo los versos de nuestro poeta, les sigue uniendo el mismo estigma. No es, en absoluto, valdo el esfuerzo de tantos profesores- Remedios Monz, Francisco Pucho, Jos Antonio Gimnez, M Isabel Prez, Miguel vila.. . -que mantienen encendida la llama iniciada hace ya tanto tiempo. Pero si todo barco necesita un capitn, Elisa Beltrn es la cabeza visible de ese buque. Su bro lleva tras s, en la realizacin del certamen, no slo al equipo de profesores sino tambin a la Fundacin Miguel Hernndez, al Ayuntamiento de Elda, a la APA del colegio, a entidades empresariales. .. Pide, suplica, exige; 16 lima diferencias, une; dirige, deja hacer, alaba en otros lo que es mrito suyo. Elisa, vida ma, quin podra detenerte Nada la detuvo cuando, a fuerza de golpes, fu erte, levant del sueo otro sueo all por el 89: la primera subvencin para el premio fue un pulso con la entonces Concejal de Cultura Carmen Orgils; despus vendra el apoyo moral y constante de Luca Izquierdo hasta que, en 1997, la recin estrenada Fundacin Miguel Hernndez premiara al colegio por la difusin de la obra y memoria del poeta y, adems, amparara econmicamente el certamen. Elisa, sin olvidar tampoco el esfuerzo de Isabel Pardo en su breve interregno como directora y continuadora del certamen, sigue siendo pedernal y centella de esta incandescencia en la que vive el colegio. Y ahora, como culminacin de la primera etapa, este libro que es al mismo tiempo testimonio y albacea de los certmenes realizados. Cuando surgi la idea del concurso, naci pareja la de publicar a los diez aos una recopilacin de los poemas premiados y de los finalistas; quera as ser una declaracin de intenciones y confirmacin de la garanta con la que se iniciaba el concurso. Diez aos es un adecuado espacio de tiempo para apreciar el desarrollo de un rbol. Las hojas de este rbol -libro responden a la experiencia incubada entonces, a la semilla que entonces se plant. Que nadie espere, no obstante, una frondosa arboleda cargada de frutos sazonados; es ms bien como una espesura, hermosa precisamente por su dispar vegetacin. Pero en todas las hojas, en todos los poemas encontrar el lector la palpitacin de la vida ntimamente alentada /por un sol de ntimo . fuego. Mucho ms que suficiente, sin duda, para la edicin de este libro singular. Salvador Pava. 17 RESEAS BIOGRFICAS DE LOS POETAS Manuel Montejano Jover Nace en Ibi el 28 de abril de 1957, donde actualmente reside. Cursa el bachillerato en Ibi y Alcoy y se traslada a Alicante para pasar, entre 1974 - 78, una de las mejores etapas de su vida y, de paso, estudiar Magisterio. Desde 1983 ario en que obtiene la plaza por oposicin ha venido ejerciendo la docencia en diversos pueblos de la provincia: Salinas, Ibi, Elda, Castalla y de nuevo, a Ibi donde imparte actualmente clases en el CP Madre Felicidad Bernabeu. Est casado y sin hijos; segn l, la lectura es el menos perjudicial de sus vicios. Obtiene el Premio Absoluto en el I Concurso de Poesa del CP Miguel Hernndez de Elda con el poema Soneto de la Tra. Miguel Angel Torregrosa Lladosa Nace el 12 de mayo de 1977 en Alicante, aunque reside en Elda desde entonces. Cursa los estudios de Primaria en el CP Miguel Hernndez de Elda y actualmente estudia ptica en la Universidad de Alicante. Arrastrado por las artes, hace estudios de decoracin e interiorismo y en estos momentos realiza escenografas para montajes teatrales. Gana el Primer Premio, categora juvenil, en el I Concurso de Poesa del CP Miguel Hernndez de Elda. 19 Celestino Llamazares Redondo. Nace en Arcahueja (Len) el 17 de mayo de 1949. Es licenciado en Estudios Eclesisticos por la Universidad Pontificia de Salamanca y Diplomado en Profesorado de E. G. B. Primer Premio de Poesa del CP Miguel Hernndez de Elda en las convocatorias de los arios 1992-1993 y 1994. Primer Premio de Poesa Breve de la Asociacin Prometeo de Poesa (de Madrid en 1994). Sptimo Premio de Poesa en el V Concurso de Maanas de la Biblioteca de la Casa de Cervantes de Valladolid en 1996. Primer Premio de Poesa de la Agrupacin Hispana de Escritores (de Madrid en 1997). Es miembro de la Asociacin Prometeo de Poesa de Madrid. Jess Lucas Martnez. Nace en Cuenca. Maestro de Primaria, ejerce en Monvar desde 1970 a 1976, y, actualmente, en Cuenca. Dice Nacer en esta ciudad, lleva indefectiblemente al pincel y la pluma. Alterna la pintura con relatos breves, fundamentalmente para nios, y con una poesa intimista, de agradecimiento diario a la vida, a todo lo que le rodea y ama; l la describe como poesa de impresin, quiz pintura, porque la impresin va y vuelve siempre, Aderezado todo con la luz trasparencia y alegra de levante, Alicante!, donde nacieron sus hijos. El resultado es la contraposicin de un verso sobrio que intenta llenar de sensibilidad y luz. Ana Lorena Navaln Lorenzo. Nace en Elda, donde reside actualmente. Cursa sus estudios de Primaria en el CP Miguel Hernndez de Elda y Bachillerato y COU en el IES Azorn de Elda. 20 Est estudiando la Licenciatura de Derecho en la Universidad de Alicante. Sus pasiones son el Derecho y la lectura. Con el poema Quisiera escribir obtiene el Primer Premio, categora juvenil, del II Concurso de Poesa del CP Miguel Hernndez de Elda. Eugenia Snchez Rodrguez. Nace en 1960. Vive una infancia solitaria y confusa en un mbito semirrural y con situaciones socio -econmicas adversas. Deja el colegio con diez aos y desarrolla actividades de adulto desde la ms tierna adolescencia, siendo una persona comprometida poltica y sindicalmente desde los catorce aos. Vive en Barcelona hasta los 21 arios, cuando se traslada a Alicante, donde form su familia y estudi: BUP, FP y Filologa Hispnica. Actualmente cursa estudios de Humanidades. Ella misma dice que la poesa ha acompaado todos sus momentos de oscuridad, de duda, de amor, de desamor y. . .de locura. Disfruta y sufre con todo lo que sucede a su alrededor porque fundamentalmente se siente parte del todo. Obtiene el Segundo Premio en el III Concurso de Poesa del CP Miguel Hernndez de Elda. Alberto Corb Bellot. Reside en Valencia, donde estudia Fsica Nuclear, Molecular y de Partculas. Sus aficiones son el cine y la lectura. En el III Concurso de Poesa del CP Miguel Hernndez de Elda obtiene el Segundo Premio en la categora juvenil y en el V Concurso Mencin Honorfica con sus poemas Centinela Orgulloso Creacin Pagana. 21 Jos Luis Rubio Molina. Nace el 26 de marzo de 1953 en Petrer (Alicante). Est casado y tiene una hija. Sus anrquicos estudios infantiles no le marcan amor suficiente por los mismos y despus de varias escuelas, entre ellas la del CP Virgen de la Salud de Elda, acaba su ciclo de estudios a los trece arios con el Certificado de Estudios Primarios. A los 18 arios decide trabajar como relojero en la relojera de su padre. Enamorado de la lectura, sin gua, sin norma, lee lo que le cae en las manos y comienza a escribir, como casi todos, algn poema amoroso. Es radioaficionado desde 1978 y llega a ser Jefe de Transmisiones en Elda y Jefe Provincial de Transmisiones de Cruz Roja de Alicante. Obtiene el Graduado Escolar en la EPA y oposita para celador en el INSALUD, su trabajo actual. Inconstante en su escritura potica y con grandes desiertos de inactividad en esta disciplina, participa de forma casual en el IV Concurso de Poesa del CP Miguel Hernndez de Elda, en el que consigue un segundo premio y una Mencin Honorfica un ario despus. Desde entonces participa y sigue este concurso. Josefa Gonzlez Pacheco. Ella misma se define: Soy una persona con una viva imaginacin pero con una dbil voluntad. Busco mi estabilidad interesndome ms por las personas que por las cosas y, por eso, me gusta disfrutar de la compaa de los dems. En general, soy una persona emotiva, afectuosa, sensible y delicada que tiene ms confianza en los dems que en s misma. 22 En el ario 1994 recibe, con el poema titulado Yo soy, el Primer Premio en la categora juvenil del IV Concurso de Poesa del CP Miguel Hernndez de Elda Miguel ngel Bernal Merino. Nace en Alcantarilla (Murcia). Realiza sus estudios primarios en el CP Pintor Sorolla y BUP y COU en el IES Monastil de Elda. Es Licenciado en Filologa Inglesa por la Universidad de Alicante y actualmente est preparando el Doctorado de Traduccin e Interpretacin. Gana el Primer Premio de Poesa en el V Concurso de Poesa del CP Miguel Hernndez de Elda. Jos Manuel Soto Guerrero. Nace en Arcos de la Frontera, Cdiz, el 24 de julio de 1974 (14 de agosto segn su D.N.I.), a los tres arios se instala con su familia en Elda. La lectura de los autores clsicos despierta pronto su inters por escribir. Con referencias heterogneas que van desde Charles Bukowski y Pedro Salinas, hasta Dmaso Alonso, Pablo Neruda y Leopoldo Mara Panero, su estilo evoluciona manteniendo dos elementos constantes, a menudo complementarios: el realismo social no exento de una visin crtica de la naturaleza humana y la bsqueda de la posibilidad mgica que se manifiesta metafricamente. Licenciado en Historia Contempornea y estudiante de Ciencias Religiosas, tiene en su haber distintos premios de poesa (lo cual, por supuesto, no significa nada ms que eso mismo), y ha ofrecido numerosos recitales acompaado ocasionalmente por el msico Vicente Llorente, con quien realiza el espectculo A dos velas. En la actualidad, prepara un libro de poemas y preside la asociacin Huacanamo Iniciativas Artsticas, dirigida a promocionar a los nuevos creadores. Paralelamente, est desarrollando su faceta de guionista y director de cortometrajes. 23 En dos ocasiones es premiado en el Concurso de Poesa del C.P.Miguel Hernndezde Elda, con el Segundo Premio en el V y con el Primer Premio en el VIII Concurso. Esther Gonzlez Manchn. Nace en Elda el 16 de noviembre de 1979. Cursa sus estudios de primaria en el CP Pintor Sorolla de Elda y es entonces cuando se presenta y obtiene el Segundo Premio, categora juvenil, en el Concurso de Poesa del CP Miguel Hernndez de Elda. Actualmente estudia Magisterio en la especialidad de Ingls en la Universidad de Alicante y tiene vocacin docente. Le sigue gustando la poesa pero ya no escribe. Juan Antonio Ramrez Beltr. Es autodidacta y slo ha recibido el Primer Premio en el VI Concurso de Poesa del C.P. Miguel Hernndez de Elda. Naci en Petrer en 1965, tiene estudios de F.P. en el sector calzado. Ama la belleza. Utiliza el seudnimo Juan Luna. Tiene un libro escrito pero no publicado. Paloma Garca Santiago. Nace en Elda en 1975. A los seis aos empieza a escribir sus primeros poemas, que todava hoy guarda su abuela. Realiza sus primeros estudios en el C.P. Antonio Machado de Elda y ya entonces obtiene algn premio de poesa. Posteriormente cursa BUP en la Sagrada Familia de Elda y Derecho en la Universidad de Alicante. Gana el Segundo Premio de Adultos en el VI Concurso de Poesa del C.P. Miguel Hernndez de Elda. Tiene como aficiones la lectura, la escritura y su gran pasin es la fotografa. 24 Noem Cataln Romero. Nace el 17 de mayo de 1982 en Alicante, aunque siempre ha residido en Elda. Siendo alumna del C.P. Miguel Hernndez de Elda, obtiene el Primer Premio, Categora Juvenil, en el VI Concurso de Poesa del mencionado colegio. Sus aficiones son la pintura y la poesa. Actualmente cursa estudios de Literatura en la Universidad de Alicante. Rosa M 4 Valiente Prez. Nace en 1982 y cursa sus estudios de EGB en el C.P. Padre Manjn de Elda y es en este perodo cuando gana el Segundo Premio, Categora Juvenil, del VI Concurso de Poesa del C.P. Miguel Hernndez de Elda. Adems obtiene otros premios de poesa en distintos certmenes de colegios. Actualmente cursa COU en el IES Monastil de Elda. Sigue escribiendo, aunque con menos intensidad. Afirma que le sigue emocionando la poesa. Concepcin Sirvent Berna beu. Nace en Alicante. Entre 1972 y 1979 obtiene diversos premios en certmenes literarios dirigidos a estudiantes. En 1997 gana el Primer Premio, con su poema Entorno Windows, del VII Concurso de Poesa C.P. Miguel Hernndez de Elda. Es profesora de Enseanza Secundaria y desde 1998, Subdirectora Territorial de Cultura de la Consellera de Cultura, Educacin y Ciencia. 25 Luis Bagu Qulez. Nace el 4 de diciembre de 1978. Es estudiante de Filologa Hispnica. Primer Premio Nacional de Poesa de la Universidad de Alicante (1997). Segundo Premio del VII Concurso de Poesa C.P. Miguel Hernndez de Elda. Segundo Premio de Narrativa Villa de San Juan (1996). Director de la revista de poesa Ex Lihris, publicada por el Secretariado de Cultura de la Universidad de Alicante. Pablo Arenillas Pakula. Nace en Alicante el 17 de marzo de 1983 de madre alemana y padre espaol. Curs la EGB en el Colegio Inmaculada Jesuitas de Alicante y cursa COU en el IES Jorge Juan de Alicante. A partir de los ocho arios se despert en l la pasin por la poesa y desde entonces la ha compartido con su atraccin por las artes escnicas, musicales y plsticas. Ha enriquecido su formacin mediante cursos de pintura e interpretacin dramtica en el Centro 14 de Alicante. Actualmente forma parte del grupo de teatro alemn Lampenfieber del IES Jorge Juan, con el que ha realizado giras por diversas capitales espaolas. Desde los 14 arios ha participado en algunas de las diversas convocatorias de concursos literarios para jvenes a partir de su edad, consiguiendo muchos premios, entre ellos el Primer Premio de Poesa del VII Concurso de Poesa del C.P. Miguel Hernndez de Elda en la categora juvenil. Actualmente prepara dos obras, una sobre su experiencia potica en Nueva York y la antologa Poesas con acn, poesa urbana experimental sumergida entre el minimalismo y el expresionismo conceptual. 26 Miriam Cano Nieto Nace en Alicante el 10 de marzo de 1983, aunque siempre ha vivido en Elda. Cursa sus estudios de E.G.B. en el C.P. Miguel Hernndez de Elda, del cual dice ella misma que su paso por ese colegio le ense a conocer y apreciar la poesa, en especial a Miguel Hernndez; aficin que todava conserva, siendo hoy su poeta preferido Bcquer. Estando en el colegio gan el Segundo Premio del Concurso de Poesa de dicho colegio en su VII Certamen. Actualmente cursa COU en el IES Azorn con la intencin de licenciarse en Ciencias Ambientales. Patrocinio Navarro Valero. Autor del poema Hijos del infinito, naci en Ontur (Albacete), ha vivido en diferentes lugares de Espaa ejerciendo su trabajo de profesor en la escuela pblica. Escribe cuando tiene algo que decir, por necesidad absurda de poner palabras a lo innombrable. No ha publicado hasta el presente. Sus poemas duermen el sueo circular de un disquette de ordenador esperando que tal vez un da un prncipe ciberntico o internutico los despierte con un beso de amor, los ordene un poco y los edite. El poema con el que gan el Segundo Premio en el VIII Concurso de Poesa del C.P. Miguel Hernndez de Elda, pertenece a su libro, no publicado, El viajero del tiempo reversible. Elizabeth Garca Valverde. Nace en Elda el 12 de Enero de 1985. Realiza sus estudios primarios en el C.P. Rambla dels Molins y la Secundaria en el IES Paco Molla de Petrer (Alicante). Tiene en su haber varios premios de redaccin y dibujo, ha participado en diversos programas de radio y el Segundo 27 Premio en el VIII Concurso de Poesa del C.P. Miguel Hernndez de Elda. Sus aficiones son: la lectura, escribir poesa, el deporte y la naturaleza. Su pasin son sus sobrinas. Agustn Prez Leal Nace en 1965, hijo de valenciano y madrilea. Estudi la EGB en Albacete; el Bachillerato en Teruel y Filologa Hispnica en Zaragoza. Es profesor de Instituto desde 1990, y ha ejercido como tal en las provincias de Valencia, Alicante y Burgos. Han publicado poemas suyos las revistas Logas y Turia de Teruel; El mono de la Tinta y Calamar de Burgos; Reloj de arena de Oviedo y Renacimiento de Sevilla. Obtuvo el Primer Premio de Poesa en el IX Concurso de Poesa del C.P. Miguel Hernndez de Elda. Actualmente reside en Petrer (Alicante). Manuel Terrn Benavides Nace en Montoro (Crdoba). De familia campesina asalariada, ejerce de nio labores de campo, con parntesis de escolaridad, se emplea de barquero cuando mozo y estudia luego electrnica aeronutica, subespecial izndose en Equipos de Radar y Microondas, con cursos en Estados Unidos, profesin que ejerce en la actualidad. Tiene ms de mil premios literarios y ha sido catalogado por los medios de comunicacin del pas corno el poeta y escritor ms galardonado en lengua espaola. Es acadmico de la Real Vlez de Guevera de cija y de la Real y Pontificia de Lrida. Lleva publicados muchos libros de poesa y narrativa. Montoro ha rotulado una calle con su nombre: Ronda del poeta Manuel Ten in Benavides, y tambin lo lleva una activa entidad cultural del Municipio, Agrupacin Literaria Manuel Terrn. 28 En el IX Concurso de Poesa del C.P. Miguel Hernndez de Elda obtiene el Segundo Premio. Jos Enrique Ejarque Ejarque. Nace en Rebollar-Requena el 1 1 de diciembre de 1947. Actualmente ejerce como profesor de EGB en el C.P. Blasco Ibez de Utiel. Ha colaborado literariamente, tanto en verso como en prosa, en diversas publicaciones de carcter local y comarcal. - 1973. Agosto. Accsit al Premio Extraordinario de la Diputacin de Valencia en el Certamen Literario de la XXVI Fiesta de la Vendimia de Requena. - 1975. Abril. Recital potico de Exaltacin de la Primavera en el Aula de Cultura de Requena. - 1977. Agosto. Accsit en el Certamen Literario de la XXX Fiesta de la Vendimia de Requena. - 1982. Junio. Mantenedor de las Fiestas de San Juan de Utiel. - 1997. Marzo. Recital potico en la XII Semana Cutural de las Casas de Utiel. - 1997. Septiembre. Pregn de la Feria y Fiesta de Utiel. - 1999. Noviembre. Recital potico en el Crculo Artstico Requenense. - 2000. Enero. Presentacin de su libro de poesa Retazos de luz) sombra . - 2000. Junio. Primer Premio del Concurso de Poesa del C.P. Miguel Hernndez de Elda. Eumelia Sanz Vaca. Funcionaria de Educacin y Cultura, Gran Comendadora de la Orden Literaria Francisco de Quevedo, Medalla de Oro Sabio Francisco de Vitoria, ganadora del Certamen Mundial de Poesa y del Certamen Internacional del Soneto. Con su acento lrico de alto relieve anmico y rico en temas, ha obtenido ms de trescientos premios de poesa de carcter 29 nacional que la convierten en la mujer ms premiada de Espaa. Obtuvo el Segundo Premio en el X Concurso de Poesa del C.P. Miguel Hernndez de Elda. Jess y Pascual Coloma Vera. Son hermanos nacidos el 13 de diciembre de 1986. Han participado en diversos concursos de redaccin y poesa obteniendo algunos premios, entre ellos el Primer Premio, Categora Juvenil, del X Concurso de Poesa del C.P. Miguel Hernndez de Elda. Han realizado sus estudios primarios en el C.P. Virgen de la Salud de Elda. Sus intereses son la poesa, ajedrez, natacin, lectura, tenis, informtica, teatro. . . Quieren ser maestros. Rubn Galiana Pallares. Es natural de Callosa dEn Sani. Ha realizado sus estudios primarios en el colegio Almedia de su pueblo. Recibe el Primer Premio de Poesa en la categora de ESO del XVIII Certamen Literario del colegioAlmedia en junio de 1999, y en junio del 2000 recibe el Segundo Premio del X Concurso de Poesa del C.P. Miguel Hernndez de Elda. 30 tirici3197mDo De ~Gel, tieRMINDeZ Recrop11,7qaiy poemyges 67vmvvoRees otez ygivoes pe Comcdpeso pe poeMq vez, Cp 75116del, Nerwy7INvez-ez,D77. Soneto de la Tra Manuel - Montejano layer 1 Edicin 1991. 1 2 Premio absoluto. Fuera vida y a un tiempo muerte fuera borrar de mi memoria tu fi gura: vida, por escapar a tu tortura; muerte, por no esperar tu dulce espera. Tenerte en el recuerdo, verdadera, es sensatez y es a la vez locura: sensatez, por gozar de tu hermosura; locura, por cegarme en tu ceguera. Paradoja de opciones delirantes . . .! Si te olvidara, fuera un muerto vivo; recordndote, soy un loco cuerdo. Pero el olvido, no. Prefiero, antes que de la muerte viva ser cautivo, la loca sensatez de tu recuerdo. 33 La mscara M ..cinger Torregrosa Liadosa I Edicin 1991. P Premio Juvenil. Mientras dorma, so que me besaban . . . Estaba oscuro, poca luz nos alumbraba. Sera un alma o persona sin cara No la vi. Yo desesperaba! Y una llama . . . llama ardiente fugaz, jovial y encarnada brotaba de mi corazn brillando como un millar de lucirnagas. Oh! Era tan hermosa. . . Su tez aterciopelada. Su mirada franca y sus ojos, fugitivos e intensos, su cabello largo y suave con largos rizos que jugueteaban en su cara. Sus cabellos me acariciaron. Su cara blanquecina roz la ma. Unas manos clidas y suaves voltearon mi pelo. Y unos labios, frescos y salvajes se posaron en los mos, se alej un poco de m. Gran intensidad de luz emanaba de la oscuridad. Aquella dama, alz su delicada mano, yo alc la ma, ella me la sujetaba. Notaba cambios en mi cuerpo: de fro a calor, 34 de fuego a escarcha. Y susurrando mi nombre me hel el alma. Aquella mujer, tan bella . . . se quit la mscara. Oh! Estaba aterrorizado. Era la muerte. . . La muerte que me llevaba! Yo preguntaba pero. . . nadie me contestaba. No, por favor! le peda con toda el alma. Ahora no! llevadme maana, que pueda despedirme de este mundo, en el que dejo: mi amor, mis hijos y una casa. Al tiempo que iba yndose, yo despertaba. Haba sido todo un sueo! Un aviso de alguien que me esperaba! 35 Ro. La siega Celestino Ltamazares Redondo II Edicin 1992. 1 2 Premio. Ro Deshielos de los neveros que alimentis el caudal del ro que est naciendo en elevada soledad. Piedras que sois su cuna, el tambor de cantar, espectros bajo la luna, testigos de su mudar. Cantuesos, tomillo y jara que en su diminuto espejo queris proyectar la cara en el fiel amigo vuestro. guila, lobo y cordero que mitigis vuestra sed en el claro abrevadero que de beber da a los tres. Sigue el agua su sendero, nunca se puede detener; es fl echa, dardo certero disparado una y otra vez. 36 Y va en busca de otros lares ensanchando su estrechez; persiguen ya sus cantares remansos de placidez. Sestea el ro en el llano, a la sombra de alamedas, cual extenuado anciano al que ya la muerte espera. La siega Suena una hoja de plata al fi lo de la alborada. Cabezas rubias rodaron repletas de gruesos granos. Claras gotas de roco cubren manteles de trigo. Frescura de la maana, la campia en quieta calma. Crepsculo matutino presagio de nuevos trinos, de cantos de segadores en sus eternas labores. Es fruto de sementera la cosecha de la siega; de la espera galardn al paciente labrador. 37 Soneto a la madre 9ess Lucas Martnez. II Edicin 1992. 2 2 Premio Sin calor de tu abrazo tengo fro madre, rasga las nubes, abrzame, que tu confortante fuego me inflame, borbotn de vida llene con bro. Inundando de ternura delirio que estremece, tu clida voz llame rayo de sol que acaricia y lame infundiendo hlito al morado delirio. Vivificante soplo de esperanza adereza con mesura e inspira, brotando primavera de bonanza. Atempera mi mente que delira ilumina con tu aura sin tardanza insufla el aire que mi pecho aspira. 38 Quisiera escribir Ana Lorena 7Vaval 6n Lorenzo II Edicin 1992. 1 2 Premio Juvenil Muchas veces me pregunto, qu ser yo de mayor Y al futuro siempre miro con la mayor ilusin. De pequea, era los cuentos, y en ellos, mi entretenimiento buscaba; ahora, busco en los libros lo que mi alma aoraba. En los libros puedes encontrar tantas historias apasionantes, como tu imaginacin logre alcanzar. En los personajes hay vida, siente amor y alegra, tristeza, muerte y horror, como a veces tenemos en nuestro corazn. Qu bonita es la poesa! y tan difcil de escribir! Tanto como yo dara por darle vida sin fi n. En mi cuaderno hay palabras, como notas musicales, versos y estrofas pintadas, con colores desiguales. Qu es la musa o la inspiracin Creo que slo es la paz y tranquilidad, del fondo del corazn. Qu dara yo por saber escribir. . .! Dar vida a personajes que terminan con un fi nal feliz! 39 Corazn sin vida. Arnzazu Molina Moratalla. II Edicin 1992. 2 2 Premio Juvenil. Mira, slo mira, por ti y por nadie ms. Es qu no ves No sientes la vida, no vives en ella. Cuntas veces has llorado Has redo y has vivido Nuncal... Tu cuerpo, tus venas, tu sangre, Son invlidas. y qu No ocurre nada! Puedes sobrevivir. Yo s que puedes... Pero, qu no tienes vida es qu no sabes vivir Mentira! quieres ser ms que hombre olvidado, sin destino, sin futuro, ya no quieres ser nadie. Por qu ya no res Por qu no lloras Por qu te quedas callado, si sabes Por qu solo ests, encerrado, castigado 40 Ests muerto o ests vivo Muerto o vivo. Slo eres un cuerpo que vagas. Levanta la cabeza buen hombre! porque: La vida sin vida no es vida, porque sin vida en la vida no ests vivo. 41 Romance desesperado Celestino Ltamazares Wedonclo III Edicin 1993. P Premio Era un tiempo glido, por el invierno, era invierno cuando yo me refugiaba de huracanes, lobos fi eros; cuando velando en la noche oa el silbo del viento, cuando en cabaa de monte burlaba yo el aguacero, que era nieve en la montaa y que ensanchaba el nevero. Eran das agitados all por el mes de enero cuando perdido en la noche buscaba yo fi el viajero porque seguro guiara a mi muy frgil velero, por los rumbos de bonanza lejos de los ventisqueros. Peda yo un buen amigo, que desde alto ventorrero, me guiara ya a los valles donde no azotara el cierzo. Eran momentos de pena pues yo me senta reo, era prisionero aislado en apartado desierto donde sorbo amargo de hiel y de tristeza yo bebo. Si tu mano no me tiendes, del alma mi compaero, pronto, muy pronto quiz 42 mi cuerpo quedar yerto. Deja a un lado el rencor de rencillas de otro tiempo, pues desde mi soledad tu perdn humilde ruego. A esta ayuda que implor, a mis aires de lamento, t me ofrecas silencio, luego emitiste un no puedo. Me condenaste a vivir en casa de prisionero, a refugiarme en mi celda, a seguir en el averno; pues solamente el amor nos libera del infierno. Y desde entonces vivo ido, de equipaje muy ligero, esperando que la muerte me lleve con los luceros. 43 Tu ausencia. Eugenia Snchez Rodrguez. itt Edicin 1993. 2 2 Premio. Es hoy o ayer Ausencia dolor infinito que indomable desgarra venas y entraas. Perdindote me perd ayer y hoy inerme batalla sin fin. Das grises, sin desmayo de sol noche oscura sin luna. Abierta la vida cada aurora no hay salida. Voy de esa locura a este sosiego sin hallar el sueo. No te despiertas en la noche con la caricia de mis besos No es mi voz la que te levanta en la maana Ay! amor, nico amor que me diste y que te di. 44 Se abri el abismo. Por qu te llevas mi corazn Por qu no vienes a acariciar mi pelo, besar mis labios llevarte mi cuerpo entero. Que no quiero morir! Que no quiero morir si no es junto a ti. 45 La muerte. Arnzazu Molina Morataffa ni Edicin 1993. 1 2 Premio Juvenil Vida, muerte. Amor y odio. Melanclica la muerte. Dulce la vida. Muerte amarga, para los que la esperan!, para los que la encuentran!, y.. . para los que la sufren!. Qu injusta es la muerte! Qu dura es la vida! Qu dura es la gente! Qu amarga verdad! Muerte sin fi n, mira el mundo, Qu tiernos llantos dejas! Qu infeliz que eres! . . . verdad Pregunto: T. . . Quin eres Una sombra Un dolor No!, una verdad. Una verdad. . ., Que no se puede entender, Que no se puede explicar. . . pero, para qu dudar 46 Arrancas parte de.. . nuestra vida. Y te llevas contigo otra. Alto! !Para! No sigas! Cuntas veces has intentado llevarte vida de mi vida Has intentado hundir, pisar y desplomar a un ser inocente. . . Vives dentro de m porque yo vivo dentro de l. Tu te llevaste la imagen! Pero no el sentimiento Cunto te odio! No me gustas y te temo Vete! Aljate! No te acerques ms. T eres pesadilla, en el mundo de los sueos.. . En los sueos. . . de la vida. 47 Alberto Corb Beflot. m Edicin 1993. 2 2 Premio Juvenil. Soneto a los Robots. Robots, esos humanos de metal. Ingenios inventados por el hombre, no tienen amargura mi calambres. Muy mal construidos, slo hacen el mal; si nos controlan, destino fatal! No van al mdico, ni tienen hambre, y tienen gasolina como sangre. Sin vergenza, desnudos sin camal. Esos robots que estn bien construidos a las personas van favoreciendo; los que mal hechos, futuro cohibido! A la gente nos van sustituyendo, al mdico, al pescadero y al marido. No s si me oyes, pero yo me entiendo... Espinela a cmo descubr el concurso de poesa del Colegio Miguel Hernndez Fue gracias a mi aficin por esos grandes ingenios que crearon unos genios hace de tiempo, un montn, (* libros) por lo que entr en accin, y fui a Jos Capilla, que est a menos de una milla. All encontr el panfleto, Y aunque en poesa soy paleto, cito versos... maravilla! 48 Seguidilla y bordn a mis maestros de la vida Profes en los colegios, educadores; nos enserian a no hacer barbaridades. Y nuestros padres amor siempre nos dan... adems de sangre. (*vida) Serventesios a los amigos Por muy grande que sea tu lealtad, no puedo confiar en ti para siempre. Muy pronto, tuyo ser el futuro. Mis secretitos se irn en septiembre contigo. Ay, Querido amigo mo! Cuando comencemos el instituto, o al principio de universidad, to!; te irs de m, hasta con el macuto. 49 (*mili) Tierra desolada. Cefestino Llamazares Redondo. IV Edicin 1994. 1 2 Premio Triste canto el de la alondra en los campos castellanos. Quejido de la calandria en los altos y en los llanos que al llegar la primavera baldos, yermos quedaron pues las gentes de Castilla hace tiempo que emigraron. Los cardos y malas hierbas de la estepa se aduearon, y no volvi a brotar la mies en el mes de mayo. Se cerraron los caminos por abrojos inundados y en medio de la llanura aislado est el altozano. En la aldea campesina las tapias se derrumbaron. Por lluvia y helada herido el adobe vuelve al barro. En las estancias dormidos hay aperos arrumbados que esperan que de su sueo les saquen rugosas manos para poder cultivar, pintar, los desnudos campos del color de la esperanza all por el mes de mayo. 50 Y as podremos or en primavera y verano alegres trinos de alondra y de la calandria el canto. Nos despertar a la aurora el quiquiriqu del gallo. 51 Toma tu libertad. 9os Luis Rabio Molina. IV Edicin 1994. 2 2 Premio. Aniquila la tristeza, porque t te sientes libre, con tu libertad completa. Lucha por tus ideales, alcanza todas tus metas, porque t lo puedes todo, conseguir con tu fi rmeza. Si la claridad del da, te despierta y no te agrada, muestra tu altiva desnudez, vencers la luz del alba, con la quietud de tu mirada. No te importe lo que digan, si tu fuerza no te falla, vencers en la batalla, ganars todas tus guerras. Toma tu libertad, como estandarte y bandera, mira a todos sin temor, ama y djate amar, que el amor es libertad, cuando se ama con fuerza. Te sentirs as ms libre, recibiendo otra entrega y aniquilars, por fi n, tu dolor y tu tristeza. 52 Yo soy Josefa Gonzlez Pacheco IV Edicin 1994. 1 2 Premio Juvenil Yo soy vivo en el vaco, no pertenezco a la Tierra. Suspiro cuando me nombras y fl oto cuando me observas. No soy plata ni oro yo soy parte de una estrella. No me parezco a la Luna, puedo ser lo que t quieras. Yo soy la llama en la lumbre, soy el fuego en una hoguera, las olas soy en los mares y la hierba en las praderas. Soy olor en los perfumes, perfume soy en las rosas, soy estrella entre las nubes y entre las noches soy sombras. Yo soy alma no visible, yo soy no oscura y quieta, soy en el mundo la forma y en el hombre las ideas. Yo soy el espritu bueno que sin forma y sin dolencia me deslizo por tu mente convirtindome en poema. 53 Morir en el mar. 914 -2 Pirar Llopis Rico. IV Edicin 1994. 2 9 Premio Juvenil Idas y venidas de cuerpos; incesantes algas que acarician. Arena en la sangre. Olas polvorientas por espuma corrompidas; danzas de inmortales. Llamas de la ira. Que vienen, corren y se deslizan; cual serpiente venenosa. Acariciando la orilla. Y nos envuelven con su manto de tenue musgo encharcado. Que nos arropa y mece en su seno. Que nos ahoga por cuello y manos. Y morir en el templo de los dioses, elevado a mundos lejanos. Donde nadie mire y murmure. Donde nadie hable en vano. Soar con los ojos despiertos; con el vaco de nubes y claros. Perderte entre zarzas y cedros; llorar y sufrir lo aorado. Correr por llegar a la orilla; luchar por volver al pasado. 54 Y escapar de la zarpa cruel, rompiendo esquemas creados. Retando a los brazos de la muerte; al orgullo del ser humano. . . . Qu nace, vive y muere sin haberlo pedido ni deseado! 55 ique nge( Bernal - Merino V Edicin 1995. 19 Premio Hoy No aoro victorias pasadas, (las tuve !...); no recuerdo felicidad mayor que estar vivo esta maana, ni batalla ms gloriosa que la que me espera en el prximo verso: S Sin embargo Para buscarte me vales, no para hallarte; para volar y creerme un poco ms, ... un poco menos. T te sirves de m para encontrarte, y mientras yo no s ms, no puedo ms no puedo menos que amarte. 56 rbitas A veces pienso almbar y naranja que amanecen, medito disparos y taceo sobre el tiempo o el amor con los amigos. A veces mastico Nubes y viento envuelto en canciones, anochece la noche y besamo mis campos, mis letras. A veces pienso, y soy espejo frente a otro espejo que se observa, y rondo las palabras, y ando perdido, ando corriendo pero s in pr i sa, la razn, (si la tuve), se ape en el mercado, y... a veces, slo a veces me agota este vals planetario. 57 Mi querida tristeza los Manuel - Soto Guerrero Edicin 1995. 2 2 Premio Con un abultado equipaje de estaciones solitarias y baladas nocturnas vuelves a casa. Tu tnica blanca est mojada por la lluvia de bronce. Puedo ver el color rosado de tu piel bajo la fi na tela. La luz del otoo se derrama a travs de la ventana como miel arrancando violentas olas azules de tu oscuro cabello y ahora se desliza delicadamente cubriendo todo tu cuerpo como una red dorada. Permaneces desnuda entre las columnas del templo y los jazmines. No dices nada pero ya s que vienes desde muy lejos porque entregas una mirada llena de distancias y sobre tu pecho todava se balancean exticas fl ores de las praderas donde jugaste y amaste. A pesar de que durante tu ausencia he convertido mi corazn en un creciente cementerio slo por enterrar tu recuerdo envas hacia mi doliente espritu tus palomas inmaculadas el tibio perfume de tu vientre impregna sus suaves plumas por encima de las trincheras abandonadas y me rindo finalmente reniego de esta sufrida condicin de ser humano esta preocupante consciencia de saberse vivo esta probable hiptesis de estar libre. Resulta gracioso contemplar cmo esas mismas manos temblorosas con las que antes puse espacio entre tu ternura y mi herida hoy se abren como un cuenco sagrado para recoger la clida blanda huella de tu pie y besarlo. A medida que el tiempo del norte se acerca prometiendo una y mil veces un futuro de tneles y cumbres inaccesibles acudo a ti atravesando los laberintos que yo mismo constru para dejarte al otro lado de la playa y la ilusin acudo a ti como el nio que se refugia en el regazo de la madre a llorar recibir caricias tenues susurros aceptar sin vergenza que hasta el fi nal de sus das ser un hombre as de dbil e indefenso. 58 Me vas a poblar de sueos oscuro ocano de la memoria me vas a sumir en una meloda de imgenes palabras colores que es sin embargo un denso algodn de silencio. Tu imperio gana terreno ante la cruel evidencia del pasado: pronto no distinguir dnde empieza mi gloriosa esperanza del rescate dnde termina el afilado abismo de tu victoria o el incesante llanto. Llegas dispuesta a caminar conmigo para siempre. Maana en la multitud no responder a otro nombre que Melancola. Entonces me dar la vuelta y actuar con normalidad sonreir como si t no estuvieras atada a mi cuello subida a mi hombro apartar quiz de tu boca el eclipse de mis sedientos ojos e incluso dirigir mi atencin a una pgina que espera asustada mis versos pero sin duda habr algo en mi forma de hablar que recuerde a la pattica sumisin de los esclavos. 59 Fbula El buey y la burra jngela Gmez Monteagudo V Edicin 1995. 1 2 Premio Juvenil Estando Mara pariendo en un humilde pajar el buey y la burra que all haba empezaron a pelear. Deca la burra: Una nia nacer y como es Mara, ella ser! Deca el buey: Ser varn, carpintero y muy buen trabajador! Llevaban as un buen rato cuando un bho sabio y hablador se meti entre la pelea y les dijo como un profesor: Es intil tratar de averiguar lo que en un futuro puede pasar pues puede ser mujer o varn Pero, y si nacieran nio o nia y quedarais bien los dos Los dos animales se convencieron y esperaron el nacimiento, y aunque naci un varn, el buey silencio guard. Cuando esperes algo con gran ansiedad, es mejor que esperes a que pase antes de decir lo que puede pasar! 60 Gracias, madre. Esther Gonzfez Manchn V Edicin 1995. 2 2 Premio Juvenil Gracias, madre que me has dado tanto. Me has dado la vida sonrisas y llantos, me has dado alegras, tu dulzura y tu encanto. Gracias, madre que me has dado tanto. Me has dado confianza, serenidad y esperanza. Me has enseriado a luchar y ayudar a los dems. Me has enseriado que entre nosotras hay una gran amistad. Gracias, madre que me has dado tanto. Me has hecho vivir de la mejor manera, pensando sobretodo en lo que el maana me espera, pensando en la felicidad que para m deseas. Gracias, madre que me has dado tanto. Me has enseriado a distinguir el bien y el mal, la luz de la oscuridad. Da a da me das fuerzas e inmensa felicidad. 61 Siempre ests ah cuando te necesito, por eso cada da te quiero ms. A ti, madre, y a todas las madres del mundo que nos han dado tanto. A ti esto va dedicado porque todo te mereces y aunque no siempre te lo demuestre t sabes lo importante que para m eres. 62 Lector de poemas. Alberto Cord Beffot V Edicin 1995. Mencin Honorfica Centinela Sosegado y con pavura en mi torre de plata y de beatitud tupida, en noche lgubre para el espritu. Peregrino con la mente en marcha fnebre hacia los campos de sin lpidas crcavas. Presto odos a las siete apocalpticas trompetas, columbro la luna a roja tempera como la sangre, el fin siento presagiando a los vaticinadores. Como en mortero pan la Tierra se desmigaja. Entonan los Ruiseores a la ltima y frgil alma, al tiempo que el bito del Gha presagian. Juan a las puertas de la casa de las almas llora. Con dolor en sus palabras a Dios clama y por vez primigenia, a su vasallo no escucha, Tamen le replica:- Todo en la Gloria es Eterno menos Gha. Las Bienvenidas de Pedro tocan clausura. La trade Celestial se disuelve: El Cordero sin el Abba; el Padre sin Espritu... Ex Alfa ad Omega legislatura diamantina. Padre, Hijo y Espritu han sentenciado ya... Hoy es el da, ahora es la hora, vaco de almas est Gha, vaco est el aire de cantos de ruiseor, vaca la Tierra de vida y amor. Corrompidas las entraas de las del Edn espina. En la peana asidos los reos... Buen da, valiosa hora..., rendidor momento... para los penitentes y su Litigio Final... Porque todos sern condenados por en vida dar mal. 63 Orgulloso Orgulloso de morder la manzana ya mordida, Orgulloso de crear la vida ya extinguida; jactoso de magrear las ubres por jams vistas; endiosado por besar los ribetes de tu estima; fatuo de verte de da tras da; de sol a espiga. Sin alas, pero puedo alzar el vuelo, sin alma, pero el amor tolero, sin corazn, pero no crudo guerrero, excelso, sed caigo en el hoyuelo, galn, pero faz forrada por velo, Afn, autem en cnyuge no impero. Dotado, etiam no valido por entero. Lascivo, refinado el mi padre fuelo. Creacin pagana Jpiter desposado era con Hera. Lealtad cicatea en el ptimo dios con destino a ella, pues dexa adis, y a ninfas y heteras daba no espera. Su pelleja fue la efmera Alcmena. Cubri con Hrcules a sta, su entenado; que nacido, a Hermes fue delegado. De Nirvana sacarlo le dio pena, pues volvise y al rorro puso de ubre a la de Jpiter conyugada Hera. Hrcules del pednculo mamaba. La escena, de ternura se recubre. Pero Hera al retoo repudia y leche derramada, en estrellas se tornaba. 64 Acurdate Y os Lus glibio Molina V Edicin 1995. Mencin Honorfica Acurdate cuando yo muera de quemar mis poemas, lanzar las cenizas al viento, y no derramar lgrimas sobre ellas. Oye del viento los gemidos, y el crepitar de la hoguera, oirs mi voz en los sonidos, del aire y de la tierra. De lo que digo, acurdate, y con lo que callo, siembra. Toma mi corazn, que antao ardiente fue, y hoy de tan marchito, hiela. Y no le digas a nadie, que he muerto, compaera, que aunque no est aqu, por ms que la muerte arrebatarme quiera, me vers surgir, cada noche, en cada chispa de la hoguera. 65 Como el Sol lucir, en una tarde de siesta, en plenitud y pureza, mi alma fundir, junto al vino y la cerveza. Los corazones alegrar, ver a mis amigos en fi esta, llenaremos las copas, brindaremos por la vida, por el amor y por las rosas. Y reirs con nosotros, aunque por dentro ests rota, una angustia sentirs, que te aprieta, y que te ahoga, porque me echas de menos, y porque te sientes muy sola. Susurrante al odo te dir Vive!, bebe de mi copa, contigo siempre estar sigo a tu lado amndote, jams te sientas sola. No te olvides de quemar, de quemar mis poemas. Lanza al viento las cenizas, y no derrames lgrimas, compaera, no derrames lgrimas, cuando muera. 66 A Arthur Rimbaud, Poeta de las visiones _luan Antonio Ramrez Beftr VI Edicin 1996. 1 2 Premio. Slo por una vez descorramos las cortinas del cielo abramos sus puertas entremos y vistmonos de perfumes y delirios con pantalones constelados de granos de arroz con leche luznatada con camisas y chaquetas de colores inhabitados, de venusitis y rosas del aura dulceargentinas con zapatos y calcetines de crepsculos lunares como aluminosis de soles en sonambuclicos abriles y mintmonos, sobre todo, mintmonos como lluvias de rosiverdes charoles en nuestro pleno agosto de las africanas consunciones como pinturas volanderas invisibles para enfermos de angelosis de platnicos amores como pulpos con ojeras de lagarto abrazando las paredes de mermelada de fresa de los suburbios como trabajadores de la alegra nocturna construyendo jardines en nuestros psiquitricos con colores espesos corno abrasos como saxofonistas de la medialuna para habitantes de planetas inaudibles y emborrachmonos con la luz de la sangre azul inaudita y violenta y abandonemos al furor estrellado en noches austrolopitecus y sobre todas las cosas vaguemos juntos de la mano en xtasis mltiples por las desconocidas almntidas corales del universo... y despus slo despus 67 cuando volvamos al matadero y terminemos nuestra eterna jornada de trabajo de las ausencias ... comencemos a amar y a cambiar nuestro mundo y a recuperar para toda la eternidad nuestra nica patria de los anhelos. Juan Luna 68 Viento, llvame contigo Paloma Garca Santiago VI Edicin 1996. 2 2 Premio Viento, llvame contigo, donde vayas, no me importa, deja que sienta tu abrigo envolvindose en mi ropa. Acaso el rbol te llama, aqul que mueves y azotas para que peines sus ramas y as llevarte sus hojas Y dime: para qu las quieres si al momento las arrojas tapando el fro manto verde con una rugosa alfombra. Por qu a ellas y no a m Por qu no vienes y arropas mi cuerpo, mi alma, y, en otro lugar me abandonas Viento, llvame contigo, acaricia mi persona, te ruego, suplico y pido. Viento, llvame en tu lona. Mas si conmigo no puedes, escucha, haz una cosa, llvate al menos mis penas all donde vayan todas. 69 Arrncamelas, viento amigo, con tu fuerza abrumadora, algunas se encuentran muy dentro y costarn ms que otras. Djalas en el olvido en un horizonte de sombras, donde no puedan volver, all, pues, las abandonas, Ahora huye lejos de aqu haz que tus aires corran hacia un destino sin fi n, mueve tus veloces ondas. Y el viento alej mis penas, me qued libre, aunque sola, las fundi en aquella nube que detrs del sol asoma. Pobre mi algodn celeste tan bello como la aurora que acogiste mi dolor estars t triste ahora Cay una lgrima en mi tez mas mis ojos no sollozan, de aquella nube ha de ser, que gotas de lluvia llora. 70 Viajando en mi interior Noem Cataln Romero VI Edicin 1996. P Premio Juvenil Son mis cabellos fi nos filamentos envueltos de leonado, espirales que cubren la dulce luz de mi pensamiento. Son mis cejas lneas arqueadas que cortan el horizonte, pequeos bosques que dan vida a mi rostro. Son mis ojos vivos, vctimas de iris confusas, de cuya vacilacin emana un tro de colores; azul como el cielo en un da despejado; verde como el trigo tierno; gris, hermano claro del azabache. Es mi nariz punto central de mi valle, donde emerge la montaa que me da vida, que me da aire. Son mis labios, finas y pequeas grietas de la tierra, capaces de devorar si es preciso hasta el mismo aire. Es mi piel el manto puro que me envuelve, la sbana blanca que me cubre, que me da forma y volumen. Es mi cuerpo amainado tronco que nace de la tierra, de donde emergen ramas que me dan movimiento, que me dan libertad. 71 Es, en definitiva mi ser, unin de cuerpo y alma, mezcla de lo esttico y lo mvil, mezcla de dos rboles, ambos uno, ambos iguales. Soy ser frgil y temeroso, mi destruccin es tan sencilla como la rotura de un cristal que destaca por su inevitable fragilidad. Soy de ideas permanentes y generosa hasta la muerte. Mi vocacin, amar, creer y respetar al ser humano, ahora y para siempre. Mi gran defecto, la debilidad. Que sea mi rostro pcaro quien un da descubra la verdad y muestre de una vez por todas, mi verdadera personalidad. 72 Soledad inslita Rosa Mg Valiente Prez VI edicin 1996. 2 2 Premio Juvenil Soledad inslita que me atrapas, que manchas de negro mi dulce estancia, que pusiste borroso lo que yo pensaba, que te acercas a m con arrogancia. Soledad insolente y desgraciada; que haces gemir mi pecho cada vez con ms ganas. Soledad insegura y presionada, soledad sucia y atormentada, soledad; vaca soledad, que hieres mi alma. Lucho porque no caigan mis lgrimas, lucho por apualar y vencer tu estancia, por or la brisa y no sentirme odiada, por mirar al cielo y estar acompaada; si soledad, t engaas. Haces ver las cosas tan raras ... haces pensar que todo, no vale nada. Por qu me amargas Me ahogas con tu presencia ingrata, pones tensa la cuerda con que me arrastras. Lentamente la tristeza avanza, y los latidos se pierden, sin poder hacer nada. 73 Entorno Windows Concepcin Sirvent Bernabeu VII Edicin 1997. 1 2 Premio Intro. Pntame ventanas, abiertas de par en par, sobre horizontes inmarcesibles, lejanos y difanos, con el mar al fondo, alto y amigo. Pntame ventanas, abiertas de par en par, bajo cielos estrellados, refulgentes y profundos, cuya msica acordada suene en el titilante silencio infinito. Pntame ventanas abiertas a las esperanzas verdes, a los deseos oscuros, a las ilusiones blancas; abiertas a los paisajes que no existen y a las fl ores que estn por nacer. Pntame paseando de ventana en ventana como a cibernauta que navega por la falsedad virtual. Pero antes ... deja que salve del olvido los jirones de mi alma: la seda de los sueos, el tul de las nostalgias, los recuerdos perdidos..., para tejer con ellos una corneta ligera, vertical, en cuyo vuelo se airee el olor rancio de la costumbre. 74 Deja que bucee por mis entraas absurdas y borre de su memoria la estrecha realidad, secretamente grabada; anulando los muros interiores y las mazmorras selladas. Ya no quiero pantallas, ni visillos ni persianas, ni contraventanas; ni comandos, ni programas; slo ventanas!, ventanas abiertas de par en par. Pntame desnuda en una ventana, mirando la pureza de la nieve, con el corazn abierto de par en par. Escape. 75 Material de derribo Lus Bague Qudez VII Edicin 1997. 2 Premio He aqu las reglas que debe cumplir aqul que quiera ser maana arcilla; la rutina diaria del que se toma en serio la derrota. Aparcas (perdn por el tuteo, futura tierra), aparcas tu coche en doble fi la o en parking permanente, te diriges a la oficina sin prisa, pero sin pausa y aderezas el caf con un buen pndulo. Observas los titulares de la prensa negra y dices a la secretaria que estars reunido mucho tiempo, que has cometido un crimen y que un vilano te lo record ayer tarde. La secretaria contestar que bueno, y ya dispuesto a hacer acto de contriccin, seguro que oyes el gorjeo de una paloma, que se baria en la fuente, como en un caligrama de Apollinaire, Y cierras la ventana y te ciega el primer sol de mayo, que es la lluvia pura de lumbre iridiada bajo el armazn brillante del despacho. Te pones serio y recuerdas la gravedad del caso que examinas. Tempus fugit: contemplas la diapositiva de tu niez de tu escasa juventud en terrazas veraniegas y en partidos de ftbol. S, miras las pelculas de esta noche y planeas un telefilme para tu suegra, mas te atormenta el recuerdo de lo que no tuviste, que cimientas a base de rumores, a partir de materiales de derribo. Ya es tarde: los albailes del solar de enfrente han apagado la radio, la secretaria anuncia que se va al bar de al lado a por un bocadillo, 76 la luz daa tus ojos como si fuera nieve, nieve antigua y enferma. Te preguntas sereno, en silencio, si merece la pena regresar a tu casa, coger tu coche rojo y, llena la carpeta de hojarascas banales, despedirte en esdrjula: resrvame el pasaje, que tengas un buen da. Y piensas que an quieres ser arcilla, que al coche le faltan unos cuantos plazos y que el pisito tiene encima una bella hipoteca concedida por obra y gracia de los entes fi nancieros del Banco Santander. As que te armas de valor, coges tus dos pasados, y sin encomendarte ni a mrtir ni a diablo sales del edificio coloreable en que trabajas y pagas la factura del prking (hora y media). Mientras cierras la puerta del Volkswagen recuerdas el primer beso, la primera caricia sobre la marisma de asfalto y gritas aquel nombre que jams te atreviste a pronunciar: Dios, ella fue antes que la luz, antes que el tiempo. 77 Zozobra Pablo Arenillas Takuta VII Edicin 1997. 1 2 Premio Juvenil Caer deja el pincel la pincelada, Qu colores de amapola su alma tiene! de sangre en sangre viene y no detiene el continuo color de cuchillada. Me arrastra encarnizada su corriente de cuerpo en cuerpo, de vena en vena es otro borbotn de sangre, otra cadena la sangre me pari y me hace frente. Sobre andamios de huesos levanta un albail de sangre, muerto y rojo pobre aquel hombre y su sangre santa. Estar sangrando como una herida, una herida hecha en pincel rojo que llora la prdida de una vida. Dejaba caer el pintor su trazo sobre su blanco mundo de lienzo, en el que sus ideas dan comienzo y se hierven los colores en su cazo. No sale perdedor de esta batalla, ms que el propio color dominado baila un vals con un pincel encarnado y cada paso de baile una raya. 78 No es del pintor la idea, sino del pensar: Qu viene pero nunca llegar ... Mas es la obra la que le obliga a llegar. Y en verdad es del color del pintor, se ve, absorbido por su pintura, encerrado en su alma del creador. Un dibujo perfecto la mar nos muestra: dos lejanas y paralelas rectas tan cercanas que casi se tocan, ambas cortadas por una secante, un velero a lo lejos sobre el agua. Un semicrculo en el horizonte, el sol con sus radios, las gaviotas. Precisos pueblos sobre el acantilado, precioso punto de fuga tu mirar, siempre incierto sobre el azul del mar. 79 No tu sombra sino la agitada y gris penumbra Miriam Cano Adeto. VII Edicin 1997. 2 2 Premio Juvenil Incluso la noche languidece porque la luz en los ojos duerme. La penumbra cae sobre penumbra, eso acontece, hasta que la Oscuridad muere. Pronto el ojo convierte de la noche la complejidad, en una paz donde la mente, se mece en fabulosa luminosidad. La luz en el horizonte oriental, es perenne y matutina. Renueva el aire con su hlito vital. La fe, el anhelo aglutina. La tenue luz del este arranca de la oscuridad, la maquinaria del fulgor celeste, de la alondra la prstina ingenuidad. A travs de la noche, en la penumbra, cabalgan las estaciones, se rinden los aos a la cambiante luz de las esferas, y en el alma o crepsculo vacuas se toman las emociones, en la abstraccin de las lunas postreras. Cun serena es la medianoche, amor, cun tibios los vientos dnde el cuervo vuela, donde el cambiante claro de luna, amor, palidece en tu ciega retina, se congela. 80 Tu corazn a gritos me llama, amor. La oscuridad en tu seno ha abierto una brecha, por la que corren los ros de sangre, amor, en la que, sugerente penetra esta endecha. Amor, el calor, que encierra tu piel, en agona, puro como la sal, como la muerte devastador, cabalga a lomos de la luna roja, en la lejana, desde la fosforescencia de tu aliento, tu estertor. Pues siempre hay vestigios de muerte en el verde prado, y estrellas fugaces sobre el cruel matadero, siempre, aunque sombras sus copas y trazado, en los rboles reverbera la luz del da venidero. Incluso la noche languidece, cuando la Luz en los ojos duerme. La penumbra cae sobre penumbra, eso acontece, hasta que todo en la Oscuridad muere. Pronto el ojo se disuelve, perplejo por la nocturna complejidad, en la paz eterna de la mente, vencida para siempre la luminosidad. 81 La llamada del mar. yosM. Soto Guerrero. VIII Edicin 1998. 1 2 Premio Hace 20 arios que escucho cmo las olas caen lentas azules cansadas dentro del armario cmo la marejada golpea los acantilados detrs de la puerta cmo la brisa desbarata el perfil de las dunas por los pasillos cmo las gaviotas chillan desde la repisa de la ventana me contemplan un momento nostlgicas como los marineros desconsoladas como los nufragos me recuerdan ... y s me llaman. Hace 20 arios que el mar me llama. Su voz llega all adonde quiera que vaya. Su voz mojada y clida como los labios de la mujer que me ama su voz slo habla de la loca posibilidad de ser libres slo quiere inundarme el corazn de alas. Su voz sale a mi paso como una riada tira de mi camisa !tira de mi alma! con embates de agua furiosa enamorada me desarraiga !me arrastra en un torrente irrefrenable hacia los puertos las bahas los muelles y las playas! Hace 20 arios que cada maana encuentro corales blancos debajo de la almohada algas entrelazadas entre las sbanas caracolas rodando por mi espalda y arena caliente en las manos de la gente que me ama. 82 Hace 20 arios que mis tobillos no conocen otro oficio que ser orilla y mis ojos no ven otro paisaje que la inmensidad ocenica. Me delatan la espuma de mis versos y mi piel hmeda y salada. Hace 20 arios que mi esperanza tom la forma de una barca una barca pequea de maderas gastadas tan frgil en la tempestad tan impetuosa en la calma y siempre siempre dispuesta a navegar. 83 Hijos del infinito Patrocinio Navarro Vatero vtit edicin 1998. 2 2 Premio T, yo, nosotros, los que somos, nos hemos levantado de puntillas tras la ventana asediada por la lluvia, viendo cmo los cielos se destejen, cmo las horas estallan lentamente burbujas de eternidad que nos salpican. T y yo no somos dos extraos agazapados en un rincn del tiempo, negndole a la Vida su condicin del instante, negndole al Instante su condicin de eterno. T y yo no somos dos extraos, sino Uno en el confn de lo diverso: Uno en este largo viaje sin cronmetros. Insomnes de puro amor siglo tras siglo, somos la voluntad de una esperanza, somos esa luz que atraviesa los muros del jardn donde agonizan los crepsculos: somos los eternos incendiarios de la aurora. Olvidemos las fechas si queremos, olvidemos los atuendos de los nombres; olvidemos las fechas de todos los olvidos, sin olvidar quines son estos que olvidan. Dejemos que naufrague en nuestra frente el barco a la deriva del ltimo diluvio, y se pierda en los pliegues de sus dunas, sin olvidar, no, quines somos: somos vida. Somos vida que late a corazn abierto en el corazn inabarcable e infinito; somos la Vida que brota a borbotones, la distole de un Cosmos desbordado. 84 Quin piensa vivir entre barrotes o andar rutas de viajeros esclerticos Quin piensa vagar en un mapa del mundo hecho de sueos rotos. donde nadie canta Oidme: somos vida, somos gentes insomnes que fl orecen en la estacin de lo imposible y ren como brbaros en las horas malditas. Pero no slo hablo de estos brbaros nicos; hablo de mar que se despliega en las venas; hablo de la lenta invasin del infinito. Hablo de ser conciencia sin memoria. De ser conciencia sin memoria, desplegada! Ser, ser, s, Ser sobre todo; ser un inmenso prpado abierto sobre la frente arrugada de la Tierra. 85 Si las fl ores hablaran Elizabeth Garca Valverde VIII edicin 1998. 2 2 Premio Juvenil Si las fl ores que en el campo viven, sus sentimientos sobre este mundo con los colores pudiesen expresar de negro y gris se teiran al contemplar tanta injusticia, tanto miedo, y tanta maldad. Las fl ores desde el suelo, ven el mundo empobrecerse, la naturaleza morirse y a las personas maltratadas las ven sin poder defenderse. Y las fl ores se preguntan: Qu puede haber diferente slo porque ellas no entienden que en este planeta, ser de otro lugar, raza o color casi significa la muerte. Nuestro mundo es como el clima, nunca para de cambiar, sufre continuos trastornos, para bien y para mal. Surgen nuevos objetivos, e ideas para modernizar, un planeta llamado mundo y a toda la humanidad. 86 Y las fl ores pierden sus colores y ven la primavera pasar, mientras el mundo se muere sin poderlo nadie remediar. Y las fl ores entristecidas a sus antepasados preguntarn: De verdad esto nunca cambiar Y sus mayores les contestan: Yo nunca lo he sabido, t, nunca lo sabrs, y quizs en un futuro lejano, alguien a tu pregunta contestar. 87 Arte menor Agustn Prez Leal IX Edicin 1999. 1 2 Premio 1: Sobre versos de Max Jacob Acaso algn sueo viejo te hizo despertar hurao: has visto un ngel extrao y era tan slo tu espejo. El ceo de tu reflejo envejece de ao en ao: va cambiando de tamao; es ms lejano y ms viejo. Falla el hueso. Los artejos se hacen juez, vista y sentencia. La sangre, con su impaciencia, ya no acude: late lejos ... Un cristal de azogue inerte te hace cifra de la muerte. (La mar y t vais parejos: t buscas ver sus espejos y ella quiere poseerte.) 2: Tarde otoal de 1996 La ventana se oscurece; la tarde desaparece y se agota en una lluvia remota. 88 Escribo. Tras la ventana, el malvis tie el paisaje de gris con la niebla de su grito. Escribo. Todo est vivo tras el cristal, neblinoso. En el ocaso y derribo de lo que escribo a lo escrito, con la nada me desposo: Una cellisca remota... Con el corazn escribo, y el corazn no lo nota. 3: Cancioncilla Desde la biblioteca, perezosos, veo pasar los trenes; veo precipitarse temblorosos al encuentro de un hombre los andenes. Y veo en marcha, algunos das, sin ningn equipaje, dos furtivos trepar a un mercancas. La pasin me devora del viaje. 4: El misterio Porque lo ves este poema no es poema, ni es. 89 Cuando todo se puebla de conciencia femenina Manuel - Terrn Benavides IX Edicin 1999. 2 2 Premio Qu lmpara, mujer, alumbrara soledades oscuras, aposento macabro si t -caudal abierto, candelabro - dieras la espalda cuando muere el da Con zapatos de espuma el mar desva las huellas de mi paso y no hay viajero que levante el vaso de la misericordia. T sola, diferente, borras la sombra larga de poniente cuando abunda el ocaso. Humedece mis manos con la triste belleza de una tierra inundada. Borra heridas funestas, hondonada de mandbulas fnebres, profanos ritos negros, crepsculos lejanos donde se invierte el cielo. La tarde, silenciosa, extiende velo sanguinario, fatdico arrebol, pero t desmenuzas la corteza del sol y la luz de la vida se dilata en tu pelo. El amor, celebrado desatino, pisadas amontona diferentes; el amor tiende puentes, ojos frontales en cualquier camino; el amor - torbellino de caderas copiosas, libertad entregada, 90 precipita secretos de almohada mullida en amplitud de gestacin. Cuando dos corazones laten al mismo son respira el universo corno hierba mojada. Estos das felices -padre sol mensajero las horas ruedan lentas, litrgicas, tranquilas mientras cruje mi rostro en tus pupilas y se apaga a los lejos la oracin del sendero. Eres agua fecunda, candelero creciente, resplandor equilibrado, diamante proyectado desde la sombra al centro de una estrella. Cada latido tuyo, cada huella dobla mi vida y mi significado. Levantan, cuando vienes jubilosa, tus ojos sentimiento sumergido Siempre hay dos pjaros en el temblor de un nido, dos abejas dorando la piedad de una rosa. Oh colapso profundo, oh poderosa pasin, oh duplicado escalofro! Ya s que van bajando por el ro soledades de prpura amarilla; pero que nadie busque sobre distinta orilla tu corazn y el mo. 91 Si quisierais un da... y. Enrique Ejarque Ejarque X Edicin 2000. 1 2 Premio Yo no digo mi cancin sino a quien conmigo va. ROMANCERO Navego hacia el adentro de m mismo y no hallo sino cardos y desierto y un eco que interrumpe recnditos silencios. Y cruzo la Laguna Estigia de mis miedos. No hay Penlope alguna que aguarde mi regreso, ni moneda que pague a un Caronte severo. Navego como tantos sin estrella ni puerto, ni sextante, ni brjula, ni timn, ni sosiego. Si quisierais un da conocer mi secreto tendris que recorrer mi paisaje y mi tiempo, entrar en las cavernas donde habitan mis miedos y escalar la alegra de mis goces modestos. 92 Si quisierais saber si soy lo que parezco, vestiris la armadura oxidada del tiempo y, sin pausa ni prisa, sin presente ni espejo, libraris la batalla que conmigo sostengo. Y, tras esta pelea, en mi derrota inmersos, volveris a la aldea a lomos de un maltrecho Rocinante cansado, recuperando el eco de mis pasos que siguen en la aldea latiendo. Tan slo as sabris mi cancin de romero y, bebiendo la savia de mis rboles viejos, llegaris a la altura escalando los cerros y encontraris la fuente de mi Renacimiento. Si quisierais un da conocer mi secreto, tendris que recorrer mi paisaje y mi tiempo. 93 Lamentos de Guiomar Eumelia Sanz Vaca X Edicin 2000. 2 2 Premio Por qu he nacido, amor, por qu he nacido para esta muerte de vivir tu ausencia Ay, qu tarde atin con tu existencia mi corazn doliente y desmedido! . Un rigor absoluto est escondido en el valle profundo de mi esencia, y tanto miramiento a la conciencia ha esquivado tu amor amanecido. Y es que mi via ya tena dueo y ahogamos tanto amor, tanta ventura, por mis cadenas, por tu antiguo lazo. Lejana estoy de ti, esto es un sueo, que gustar no podemos la dulzura de despertar, amor, en un abrazo. Tardo -amor- llegaste, en la otoada de los arios serenos de mi vida, y mi alma toda, para ti nacida, no puede darte luz, ni darte nada, ni ofrecerte su aurora enamorada, ni su pasin jugosa y excedida. Al acordar tu plena despedida se diluye mi voz desalentada.... 94 Con esta espina dentro del costado cmo poder vivir sin esperarte y sin poder sumirte en el olvido Tanto tiempo en amar mal empleado mat mis ilusiones de adorarte, por qu no pudo ser por qu no ha sido Y por qu esta desdicha haber tenido de encontrarte tan tarde, de encontrarte y no poder fundirme en tu latido Escucha el eco de mi acento herido para vivir muriendo sin amarte, por qu he nacido, amor! por qu he nacido...! ! 95 Querido abuelo 9ess y Pascual Coloma Vera X Edicin 2000. 1 2 Premio Juvenil l fue mi abuelo del alma, mi amigo, mi compaero aquel que a mi lado estaba cuando yo tena miedo. l caminaba despacio protegindome del suelo y me enseaba oraciones acariciando mi pelo. Sus mensajes de alegra y su ms grande bondad dejaron en mi la huella de su gran humanidad. Fue un pilar muy importante en que poderme apoyar y sus muy sabios consejos me ayudaron a avanzar. Hoy le veo triste y solo, es muy dura su verdad, sus ojos se tornan grises y ya no quieren soar. Sabe que algo est pasando, no recuerda ni su edad, necesita de otros pasos para poder caminar. 96 Sus manos no son sus manos, sus recuerdos, dnde estn por qu se siente distinto y a veces no puede hablar Todo ha cambiado en su vida, ya jams podr pensar, una nube solitaria se adue de su mirar. Pero yo ser sus gestos, y tambin su dulce faz, y en sus noches solitarias tambin ser su soar. Sus piernas sern las mas su mirada, mi mirar y sus recuerdos sombros, a m me harn recordar. No le dejar de lado, yo le ayudar a pensar, y cuando no quede nada, nada por lo que luchar, mi voz ser su camino y mi ternura su paz. 97 La tempestad de la noche Rubn Galiana Taffars. X Edicin 2000. 2 2 Premio Juvenil Bajo las nubes negras danzan las lgrimas del cielo entristecido. Las telaraas cubren el aire, hilos de fuego invaden el cielo, ramas de furia y odio. El constante suicidio de los zafiros el tartamudear de los vientos, desahogo de los dioses. La luna mojada envuelta en terciopelo negro las estrellas contemplan la gran batalla balas y lanzas vuelan en el vaco. El repiquete de tambores resuena en los montonos lugares. La tempestad en la noche. 98 7 1 17123LySINDO De ~le, tieRMINDCZ poeybhvyo DePICWDO ~Gel, fieRmYyrypez ecroro pop L0e5 poeryg 679NYORe5 ve L0e5 me5nAirm crepnlmeme LZIe57RY7DO pop fr uGuez, 71V11,79 tfeRReRo LICENCIAD() ENBELLAS ART Es y mIEMBRO DEL CLAUSTRO DEL CP MIGUEL HERNANDEZ DE ELDA. )4,11 Atrevimiento Perdname, Miguel, la confianza. Mrame nada ms como a otro amigo de los que llevan ya siempre consigo tus versos de cebolla y de labranza: ese almendro de nata, esa aoranza del buen viento del pueblo junto al trigo, que entonan, con Rubn como testigo, nuevos cantos de vida y esperanza. Tan slo, y lo confieso humildemente, hay algo que me duele y te discuto: con uno de tus versos me importunas. No soy quin, mas lo digo, irreverente: No te siento nacido para el luto. Te prefiero, Miguel, perito en lunas. Manuel Montejano 103 Versos Se reflejaba en sus pupilas, brillantes y fi jas, la silueta de mi cara: plida, frgil, confundida. Complejo susurro del viento transformado en verso. Miguel jngef Torregrosa Lladosa 105 A Miguel Hernndez Muere un poeta y la creacin se siente herida y moribunda en sus entraas Miguel Hernndez La muerte equivocada quiso alejarte de nosotros pero est ms cerca que los vivos. Vives en la plaza del pueblo para alimentar sus voces, para sostener su grito. La llama de tus versos es fanal y calor en la escarcha de la noche. De tus estrofas con profundas heridas brota el llanto del mudo por la pena la fl or en el invierno y crece la esperanza. T enciendes nuestra fragua y alistas el yunque para forjar las rejas de arado que labren las tierras olvidadas. De la grvida nube de tus versos cae la lluvia frtil en nuestro an oto de amarguras. Despiertas las semillas y vuelven a llenar nuestros graneros las risas infantiles. 107 Con tu presencia el aire se llena de cnticos de trigos y de nanas. Hecho de luz en las tinieblas de tus das, de tu palmeral de luceros baja la aurora para que nunca estalle nuestra pena. Eres hoy pastor de multitudes que pacen vidas la hierba tierna que rebrota en los surcos perennes de tus versos. Tu fi el rebao bebe el agua siempre viva de tus ros, la brisa y el aire de tu viento contenido, de tu silbo penetrante, de la danza de tu embrujo. El canto de tu lucha pacifica nuestras guerras. El tiempo ha cumplido tu deseo: Tu voz es pjaro en la montaa, brillo en la bruma, sementera en el valle. Tu clamor nos gua y defiende, la libertad nos bulle en el pecho, nos corre por el alma y nos lleva a tu encuentro, al nacimiento oculto de tu fuente. Celestino Llamazares Redondo 108 La Celda Son ya las paredes de la geometra esquiva que me envuelve, barro desconchado de mi soledad a la deriva. Sobre esta piedra nace el da o tal vez muere; juega la luz, con descarada astucia, una farsa torpe. Blsamo la sombra para calentar entre dos luces ilusin descarnada y el fro amargo de este corazn de naranja que un da dije. Hombre slo y barro, silencio que se escucha en el estrecho cobijo de mi alma, sin pechos de atardecer para esperar la noche. Jess Lucas Martnez 109 / A A Miguel Hernndez: Poeta de causas perdidas, poeta impetuoso en sus poesas, talento malogrado por su ideologa en una guerra cruel y fratricida. Tus sonetos son canto al amor, a la huerta y a la vida, canto a la revolucin y a la libertad perdida. De Orihuela a Madrid, de la poesa al teatro, impetuosa inspiracin que con tu vida has pagado. Sufrimiento y utopa en un soneto plasmados hacen hermosa elega al trabajo realizado. Miguel Hernndez, t eres para nosotros un maestro, un poeta entre poetas, un smbolo, una distincin que te caracterizan siendo el mejor. Lorena 7[aval 6n Lorenzo 111 A.D.N. Escchame: tu ausencia es presencia en cada fl or, esas que t alimentas; tu cuerpo y tu alma visten campos repletos de colores. Te proyectaste al futuro y ahora ests en mi presente. Miguel, resuena el eco de tu nombre, del poder de tu palabra. T transformaste en actos los deseos. La memoria colectiva fue vida cotidiana para ti. Yo, no puedo tanto como t, me alimento de tus obras, que veo cmo se abrazan entre otras, ah, en este espacio material, que me grita y me recuerda que no estoy sola. No quiero rotar como la luna, quiero aprehender la esencia de tu lucha, hermano, para mutada en gestos de amor y compaa. 113 Te veo fl otar entre esta generacin de guerras, calladas y televisadas, de libertades ahogadas bajo el membrete democrtico. Pero t los oyes desde todos los rincones, oyes a los jvenes del efecto 2000, cmo piden, sin saber cmo, que de nuevo se alce la palabra. Esa que t diste a la opresin, a la pena de una historia equivocada. Miguel:esposo, padre y hombre. Mi esperanza es la certeza que el ciclo de la vida se cumple, y tu esencia hurga el espacio y la memoria de estos nuevos hombres. Eugenia Snchez Vodrguez 1 14 t Letana Qu queda de ti Todava te atreves a estercolar espumosos almendros de nata todava quieres escribir con tu propia sangre palabras como Revolucin o Libertad En los colegios en las fbricas en los prostbulos resuena tu voz. Slo tu voz. Sin slaba sin imgenes evocadoras. Intemporal incomprensible tu voz. Un sonido siempre variable pero inconfundible como el poema eterno del mar. El verso. La ola. La ola. El verso. No vienes. No vas. Simplemente ests all. Ests aqu. Intemporal incomprensible indescifrable el enigma resuelto en belleza. Pero no eres ya ms que esas fl ores de plstico ennegrecidas por la nicotina que de algn modo acabaron hace aos en una esquina del bar junto al televisor. Flores de plstico en las bibliotecas pblicas fl ores de plstico preciosas en los dormitorios fl ores de plstico en todas las enciclopedias fl ores de plstico aspticas en los hospitales. Qu queda de ti Slo tu voz. 117 Intemporal incomprensible como el mar. Tu voz extraa falseada como el mar como el mar cada vez ms lejos de las ciudades. 9. Manuel Soto guerrero 118 Dilogos con Miguel Hernndez Al poeta que fue y sigue siendo viento del pueblo. El que en su pluma lleva, una lira rompedora de opresiones, de sogas, de yugos y de cadenas. A ese, que la enfermedad, la frustracin y la pena, sumieron en el dolor, sufri ausencia de amor, por una injusta cadena. Al que la muerte vino a visitar arrastrndolo al mundo remoto en el que no hay ni retorno, ni vuelta. A ese poeta quiero invocar, quiero arrancarle del fondo, del fondo de esa oscura cueva, Para que vuelva!, Su corazn sea fuego, su palabra sea hoguera. 121 Que suene la palabra que taa como campana, y haga despertar, a los hombres de esta tierra. Miguel! Miguel Hernndez! Vuelva tu voz a gritar, que no hay todava libertad, y los pobres del mundo esperan, que alguien alce la voz, porque a ellos no les dejan. Miguel! Miguel Hernndez! Que tu voz gallarda suene... Que mi voz suba a los montes y baje a la tierra y truene, eso pide mi garganta desde ahora y desde siempre. Dime compaero, quin eres Barro soy, aunque Miguel me llame... Dime Miguel. Desde tu atalaya, qu es lo que ves Todas las casas son ojos que resplandecen y acechan. 122 Todas las casas son bocas que escupen, muerden y besan. Todas las casas son brazos que se empujan y se estrechan. De todas las casas salen soplos de sombra y de selva. En todas hay un clamor de sangres insatisfechas. Y a un grito todas se aplacan y se . fecundan y esperan. Miguel: Qu es lo que piensas de la vida y de la muerte Varios tragos es la vida, y un slo trago la muerte. Escucha Miguel!, la campana suena a arrebato, Contra qu luchas Lucho contra la sangre, me debato contra tanto zarpazo v tanta vena. Y cada cuerpo que tropiezo y trato es otro borbotn de sangre, otra cadena. Miguel, t lo pediste, con tu letra y tu mano. 123 Por eso, estos versos ms que osados, aqu te los escribo, que resuenen como ecos, en los montes oriolanos. Aunque bajo la tierra tni amante cuerpo est escrbeme a la tierra, que yo te escribir. Miguel!, quiero mirar al mundo, como no lo ha mirado nadie, desde el fondo de tus ojos, para poder al pueblo contarle, que el amor que t sentiste, ya se esparce por la calle. Que tu esfuerzo no fue en vano, que tu sacrificio no fue en balde, y que somos hoy los hijos, de tu lucha infatigable. Y tomaremos la pluma, trabajaremos sin cesar, prestos para el combate, el trabajo de cada da, nos har salir triunfantes. Si para erradicar la injusticia, debemos tomar el fusil, o el sable, a buen seguro lo haremos, para que nadie al pueblo aplaste. 124 Lucharemos por la libertad, como t lo hiciste antes, y no consentiremos que nadie calle la voz del pueblo, ni la voz de nuestro poeta, para que su voz clara, por siempre cante, contra la injusticia, por la hermandad, porque el amor a nadie falte. _los Luis Rubio Molina 125 10 0* Poesa para un poeta Eres t Miguel, poeta hispano El rayo que no cesa hasta que en la crcel, lugar de olvido, la muerte te encontr. Por qu, sabras decirme por qu Por qu pasaste la vida metido en prisin como un cruel asesino o un mal ladrn dejando as a tu persona olvidada en un rincn La Guerra Civil te conden transformando tu luz en un simple lucero, aunque nunca imaginaron que en reclusin haras fl orecer tu Cancionero . Qu ser de m sin tu creacin, a quin dedicar hoy mis pasiones! Sin ti se va mi amor, pierdo ilusin hundiendo mi esperanza en oraciones. T nunca morirs, Miguel Hernndez mientras el mundo conozca tu fantasa porque, aunque tu luz se apagara en un instante, hay algo que no morir nunca: tu poesa. Josefa Gonzlez Pacheco 127 Arde. Arde mi alma con el fuego que prenden en ella tus letras, llamas de amor puro y sincero, madera para mi lumbre, broza para mi hoguera. Arde mi mente, arde mi cuerpo con tus palabras que al devorar queman vomitando candorosamente tristeza y anhelos, rejitando afligidamente la amargura de la ausencia. Arden mis ojos al embaular los versos que sutilmente amamantan tus poemas, atisbo de tu vida, piedra y cemento, prole de tu sangre y de tu tierra. Arde mi corazn con tu celo, mixto incesante de la ferviente fuerza que brota desde tu ladera hasta el cielo, que incendia los vientos que te llevan. Paloma Garca Santiago 129 Miguel y los n-momenta Miguel, hay un momento, sabes que hay un momento, un momento para este homenaje. Miguel, un momento para huir con los celos. Miguel, sabes que hay un momento para el viento, El viento del pueblo! Un momento para hacer las paces, un momento para existir. Miguel, un momento para dar con un linaje, un momento hay para cada 14 de febrero. Sabes que hay un momento para cada persona. Para decidir si es bella o de lo contrario hermosa. Un momento para saciar la libertad. Para das y das, cacao, corbatas, mltiplos de enteros. La ocasin para lo que fl ota y lo que pesa. Un estado del alma que se llama Navidad. Hoy hace da de visitar la iglesia, verdad Miguel, una vida para El Rayo Que no Cesa. Un momento para la comida del pez. Un momento, una esclava en la calle que no oye un te amo desde ... Miguel, el momento para una red. Un sexo para cada amante. Tiempo para deshacerse del maquillaje. Una entrada a la crcel de Alicante. Miguel, hay un momento. Sabes que slo hay un momento. Inolvidable ... Un momento para este homenaje. Alberto Corb Beflot 131 Pienso en ti; te imagino: Pienso en ti, te imagino, te veo all sentado, en el suelo fro, mirando esas cuatro paredes que reflejan tu destino. Triste, desolado, quizs confundido, plasmando en el papel tus pensamientos ms furtivos. Sin apenas en tu piel sentir el viento, sin apenas notar un rayo de sol intenso, all te veo, escribiendo en el papel, sobre la sociedad, sobre lo externo. Pienso en ti, te imagino, te veo all sentado en el espacio vaco pegado a esos barrotes que marcan tu destino. Fuerte, constante, profundo y terco plasmando en el papel aspiraciones y recuerdos. Sin or un canto alegre, sin notar un simple beso, all te veo, escribiendo en el papel mil anhelos y mil sueos. Pienso en ti, te imagino, te veo all sentado, enfrentndote altivo, luchando contra tu cruel destino. Leal, tierno, liberal, no vencido, plasmando en el papel sentimientos emotivos. Sin ver, ni sentir a tu amada, aorando fi el a tu hijo; all te veo, escribiendo en el papel a tu Espaa, a los TUYOS: Rosa Mara 1/aliente Prez 133 A Miguel Hernndez Barro Materia prima de solidaridad, lgrimas hambrientas humedecen tierra oriolense, fusin de cuerpo y alma, barrizal que el Amor molde en paloma miguelhernandiana. La Naturaleza escindi la tierra con hoz de rebelda, dejando en barbecho una parte que lleva tu nombre, Miguel. Las semillas te cubrieron con delicada sensibilidad, los cereales tostaron tu tez, la brisa levantina riz tu cabello, del olivo tomaste la sonrisa, la Madre -Tierra puso en tus ojos el horizonte, un corazn preciso y sencillo, pues siempre preferiste el cardo a la rosa. Tres sustancias complementaron tu ser; el huerto, el ro y la sierra, entre zarzal y rosa, siempre tus tres heridas; la de la vida, la de la muerte y la del amor, nunca fue otra tu posesin. Miel recorra tus venas pastoriles, tarareando por la Muela anduviste con la soledad de los dems, sentado, esperando en el hambre. Abrasaste tu cuerpo con poesa, expandiendo tus cenizas cual manto liberador, esperando tierras ms frtiles que llegaron demasiado tarde. 135 Fue tu poesa barroca o anatmica, mas siempre poesa de hambre; todos lo vieron. Fuiste metal, nunca te doblegaste, te puliste hasta convertirte en ruiseor de poesa sementera siendo tus escultores los libros; siempre lo dijeron. Regalando naranjas en das guerreros, regalabas vida, con lgrimas auxiliadoras aliviabas los corazones cual frmaco pero... Quin te ayuda a ti En vano te revistieron las amapolas pues siempre fuiste barro y luto; lo comprendo. Desde la Calle Arribas, centella de amor te dio libertad creadora mas no de vivir, pues relmpago homicida cort tus ramas. Partiste tan slo con una ley, la de la poesa, te convertiste en diario para tu Espaa. Pasaba el tiempo y te hacas ms paloma, Slo vuela el que ama, dijiste. T amaste demasiado. Seductor, amante, rapsoda, surcaste por el vientre tan soado, acariciaste las fl ores del Segura en carne y hueso, a quienes pisaste siempre los talones. Encarcelaron tu alma en frontera portuguesa, poniendo fi n a tu vuelo, con un mazo dictador te apuntaron, juzgando tu pluma de pensamiento rojo, cuando no tenas ms insignia que la filantropa. 136 Te pasearon como a un santo, sin devolverte a la ermita, pues te enjaularon atrevidamente. Cartas encebolladas legan a tus manos mientras vas pereciendo. Pulmones encharcados por el incienso de tu Espaa desangrada, por su piel de toro, la estn lidiando. Cuatro fueron tus ltimas palabras Qu desgraciada eres mujer! Dejabas en tu tierra esposa e hijo, por el hado, rbol mal plantado, no fue leche de tuera lo que le amamantaba, ay, no fue leche! Por ellos, celebraste tu amor entre barrotes. Llevas las manos ensangrentadas de araar las opresoras paredes para ver en la luna a tu nio arrinconado. No te importa la sangre pues no hay delito cometido y tu sangre es vida. No te olvida Orihuela, tu esposa, hijo y madre (tu padre, por otras razones me lo callo), tampoco lo hacen tus amigos, Sij, Neruda ni Aleixandre. Hasta en la crcel te llegan los arroyos, el Viento del Pueblo! Nadie te cura, slo te alivian tus sonetos! Ya no saben las calles a exilio, ya no trae cenizas el Levante, ya no est la pena de muerte que te impusieron. Queda tu imagen perfilada en paredes alicantinas, como dijiste, Para la Libertad, sangro, lucho y pervivo! Tu obra cual Rayo que no cesa, atraviesa el cielo. 137 Duerme tranquilo en tu huerto, que a tu Espaa, la de tu vida y tu muerte, ya no la corta ningn cuchillo. Y a la madrugada me preguntas, por qu me dieron tanta crcel Yo te contesto; tu delito fue haber nacido entre la tierra, junto a un palomar, pues en verdad eres t la Libertad, Ay, Miguel! Quin te ve y quin ya no te ver!, como dijeron algunos. Noem Cataln Romero 138 Oda a Miguel Hernndez Contemplando el crepsculo sentado sobre los muertos sobre los 100 mil muertos diarios por hambre meditando sobre el nio yuntero sobre los 350 millones de nios yunteros que trabajan diariamente masculinamente serios he visto tu juramento de la alegra escrito en los cielos: con tu gran corazn como un sereno del horizonte encendiste la luna llena Juan Luna. _luan Antonio Ramrez Bettr 141 Tiempo amarillo Se ha puesto el tiempo amarillo sobre tu fotografa como lo hace sobre tantas cosas cercanas: la tarde breve, la palmera cande o la tentacin del limn. Pero tu corazn, naranja plena, rezuma agua y tierra, barro fresco, desde los altsimos andamios de las fl ores y tu garganta se abre a las cuatro esquinas de la vida, de la muerte, del trabajo y del amor. Se ha puesto el tiempo amarillo sobre tu fotografa mientras tu voz, perpetuamente recin nacida, desde el vientre de las olas, silba por los laberintos del eco fi delidades sin mueca que el incesante rayo ilumina. Se ha puesto el tiempo amarillo sobre tu fotografa mientras tus palabras, algaraba de caracolas y nata de almendros, reverdecen en muros sombros para que ya nunca la pena los tizne. Amigo, rayo, poeta. Miguel. M 3 Concepcin Sirvent Bernaben 143 Manos de pan y salitre. Se ha retirado el campo al ver abalanzarse crispadamente al hombre. M Hernndez. Cancin Primera, en El hombre acecha. Que vuestras manos de pan y de salitre quiebren todo un rosario forzado entre los yugos. No hay nada que perder. No hay mejor cementerio que estos pramos viejos donde cultivamos la supervivencia. La danza ritual de las ametralladoras suena como un ebrio coro de vestales, un cielo alicatado de fuegos de acero. La cuna litoral acoge los palacios en puados de arena, plvora mojada. Erguido el estandarte, apenas cabe la plegaria. Los muertos se dejan atrs, un benvolo lastre que hace fl orecer el trigo antes de la siega. La Primavera arde de jbilos en mitad del combate! Si morimos, que la guadaa encuentre una mirada fi era, an desafiante. Preferid la arrogancia de los dientes crispados al canto de los ruiseores ciegos al perdn. En medio de los fusiles os reto al disparo, yo que todava creo en el fragor del beso: llamadme ingenuo o apretad al unsono el gatillo. Luis Bagu Qudez 145 h Cuando muera. Yo cuando muera, sepan ustedes: no quiero ser una estatua falsa, ni un rostro mutilado en la tapia de una crcel blanca, no quiero ser un nombre seco para un colegio, ni un tomo en la estantera, no quiero ser un producto de compra y venta con marca registrada ni un recuerdo cada tanto para cien bocas idiotas que reunidas exclamen: Oh!, s, que bueno fue y es. Sepan ustedes, lo que quiero yo cuando muera: ser palabra viva, ardiente sobre las lenguas y los cerebros de nios que sern hombres viejos, ser puo y levantar mil otros con el mo, pintar un jardn rojo en la pared de la crcel que me insulta, ser yo, y mi lengua, y mi nombre, que ya es trabajo suficiente. No creen ustedes Pablo Areniffas PakIda 147 Nuestro poeta El poeta de la tierra, el poeta conocido, el que a pesar de los problemas nunca se dio por vencido. Amaba a toda su tierra, de Orihuela era Miguel, las gentes le corresponden amndole tambin a l. En una Espaa difcil este poeta muri, y entre las rejas de una crcel sus ltimos das pas. Luch por lo que quera, por su esposa, por su hijo, por su vida; luch con el corazn herido este poeta, tan querido. Elizabeth Garca Vafverde 149 A Miguel Hernndez Hermano Miguel, que ms all del velo te alzas del rayo y de la pena, corazn de amapola enamorada en el trigal infinito de los cielos: yo levanto en la brisa del verano mi alma hacia tu alma, en un abrazo de hermano con hermano y sin orillas. En esta fl or de pan que vuela por los astros liba mi corazn de abeja en tu memoria, y labora en los panales de canela que giran con el tiempo y en su noria. T fuiste como olivo que deshojan con mano de hierro los humanos, olvidando que fl orece en primavera y retorna dando frutos cada ao. Buscabas la luz y la encontraste, la libertad buscabas: fuiste vuelo. T fuiste la luna de cebolla del corazn sin techo de los pobres. Dejaste tu palabra que no cesa envuelta en el fuego de tu aliento, y una sed no saciada que tienen los poetas y las gentes sencillas de los pueblos. Tu voz de mar mltiple y claro atraves los negros muros del recuerdo, rompi las cadenas y barrotes y dej en las mesas hambrientas de justicia la espuma alimenticia de tus versos. 151 Yo he muerto tambin para este mundo de spera faz irremediable; me niego a ser alma en Bolsa cotizable, a ser experto en dolor y propagarlo; me niego a este mercado nauseabundo. Abomino del odio y lo que mata, y mi alma tiene vocacin de casa, vocacin de hospital y mano hermana; mi alma, Miguel, como la tuya, de todo cuanto vive, enamorada. Uno mi voz aqu a tu voz aquella, y levanto contra el odio una bandera, no bandera con fusiles y asonadas; no bandera para sables y querellas, sino bandera que en verso se levanta: la bandera del Amor universal, hermano, tu bandera, la nuestra: la Esperanza. Patrocinio Vavarro Valer 152 Crcel del soneto En su celda de la prisin de Alicante, Miguel Hernndez Gilabert comprende que va a morir Se han quedado callados y sombros los cipreses y espinos de mi casa desde que tengo el alma tan escasa de amapolas, de espigas y de ros. Corazn sin motor, pulmones fros sin viento germinal y sin carcasa, pierdo la sangre ya sin argamasa por caminos que no parecen mos. Y con la piel baada en sangre y cieno, casi sin vida ya, ni me reno conmigo, ni hallo fuerza que me inflame. Slo de tierra y pus me siento lleno. Por fin puedo decir sin yerro alguno: Me llamo barro aunque Miguel me llame. Agustn Prez Leal 155 Soneto Triste a Miguel Hernndez Nuestra vida es, Miguel, una botella y un vaso con el vino del fracaso. Cierta tarde al brindar se rompe el vaso y se tuerce el camino de una estrella. Pjaros negros, sombra en cada huella, derraman soledad cuando el ocaso cabalga sobre el eco de tu paso y la historia en los ojos se atropella. Siento latir la fl or de la poesa dentro del corazn de las cuartillas. Oh cruz de los poetas! Una fra noche, creciente escarcha de mejillas, vamos cantando y nos sorprende el da con el alma sentada en las rodillas. Manuel Terrn Benavides 157 :111111;iiii JII/ li lib :111111//iliii, 1111111111111: //III 11;1111 itlf1,. Tan temprano, Miguel... Tan temprano, Miguel, te nos marchaste que todava el da no apuntaba, an dorman la esteva y el arado y aguardaban la tierra, el surco, el alba... Las crceles del mundo, gota a gota, negra sombra de luto destilaban y un llanto hecho balidos de ovejas y de cabras, los pinos, cerro a cerro, al viento divulgaban. A la torre del pueblo le faltaban para llorar campanas y le faltaron versos a la estrofa como a la voz, palabras. Todo falt cuando te fuiste t por la senda lejana hurfanos de tu simple sencillez, nos cubri de hojarasca el artificio de un otoo triste que converta en lanzas caaverales tmidos entre azotes de grama. 159 Tu pequeo paisaje, tu Orihuela del alma, enhebraba en tu sueo veredas y caadas. Hoy te escribo a la tierra como t demandabas y la tierra me dice que sigues habitndola libre ya de ataduras de crceles y rabias. Ms all de la reja la sombra de tu ausencia se agiganta. S que ests en el brillo de esa luna que ensarta en jirones de luto la noche sosegada. Y, en la escala del rayo, en ocasiones bajas a sembrar en los surcos ternuras y nostalgias. Conduce tu rebao de estrellas en la calma y sguenos dictando tus estrofas ms claras, que los surcos recojan tu siembra de palabras! Y. Enrique Ejarque Ejarque 160 A la voz de Miguel Hernndez Que no se pierda... esta voz, este acento, este aliento joven de Espaa. Juan Ramn Jimnez Clido verbo verdadero y hondo que en creaciones lricas volcaste metforas de luz renovadora con matiz poderoso e inquietante. Tu corta y singular biografa esculpida en poemas magistrales nos revela la fuerza de tu pluma que vivir de forma perdurable. Rey Midas de la voz y la palabra que torna en poesa cada trance haciendo de la lengua un instrumento que en el misterio de tu verso late. ntegro, ingenuo, artista apasionado nutrido de los campos y el paisaje, el germen sacro de la poesa anidaba en tu espritu anhelante. Empuabas el alma en los poemas y como gran herencia nos legaste la voz madura de tu vida breve en versos doloridos y vibrantes. 163 Con tu interior henchido de inquietudes, con sensibilidad inmensurable, magno poeta, trgico destino te despidi del sol y los trigales. Por tu acento directo y vigoroso poblado de emociones y verdades alzando a duras penas la esperanza, va nuestra gratitud, Miguel Hernndez! Eumelia Sanz Vaca 164 Ilusiones muertas Con la maleta a cuestas llena de versos, marcha Miguel un da buscando sueos. Lleva en su alma joven sabor a hierba, perfumes en el aire e ilusiones puestas. La guerra le sorprende y con ella el mundo contra su cuerpo ataca cual vagabundo. Su campo, su alegra, sus emociones se ven interrumpidas en las prisiones. l grita a la esperanza, mas nadie escucha; su vida y su poesa por volar luchan. Y all lejos de todos, su mujer queda, esperando al poeta que nunca llega. Y ess y Pascual Corema Vera 167 nt,. Miguel, Miguel Miguel, Miguel que con tus pensamientos creaste el aire, el aire para respirar, que cuando se absorbe, contagia tu bondad. La poesa escrita por tus manos cre tu paloma, la paloma que sali de entre los barrotes emigrando hacia la paz. Su arma estaba en el cuchillo la tuya en el papel y con tus palabras derrotaste a los verdugos del poder. Miguel, aunque el fruto pudriese la semilla siempre quedar y sta siempre alimentar: a los seguidores de LA LIBERTAD. Rubn galiana Pallars 169 INDICE Pag. - Salutacin. D. Antonio Porpetta 9 - Agradecimiento. Da. Elisa M. Beltrn 1 1 - Prlogo. D. Salvador Pava 15 Reseas bibliogrficas - Manuel Montejano Jover 19 - Miguel A. Torregrosa Lladosa 19 - Celestino Llamazares Redo . ndo 20 - Jess Lucas Martnez 20 - Ana Lorena Navaln Lorenzo 20 - Eugenia Snchez Rodrguez 21 - Alberto Corb Bellot 21 - Jos Luis Rubio Molina 22 - Josefa Gonzlez Pacheco 22 - Miguel Angel Bernal Merino 23 - Jos Manuel Soto Guerrero 23 - Esther Gonzlez Manchn 24 - Juan Antonio Ramrez Beltr 24 - Paloma Garca Santiago 24 - Noem Cataln Romero 25 - Rosa Mara Valiente Prez 25 - Concepcin Sirvent Bernabeu 25 - Luis Bagu Qulez 26 - Pablo Arenillas Pakula 26 - Mriam Cano Nieto 27 - Patrocinio Navarro Valero 27 - Elizabeth Garca Valverde 27 - Agustn Prez Leal 28 - Manuel Terrn Benavides 28 - Jos Enrique Ejarque Ejarque 29 - Eumelia Sanz Vaca 29 - Jess y Pascual Coloma Vera 30 - Rubn Galiana Pallars 30 171 Poemas Premiados: - Soneto de la tra. Manuel Montejano. Ario 1.991 33 - La mscara. Miguel A. Torregrosa. Ao 1.991 34 - Ro. La siega. Celestino Llamazares. Ario 1.992 36 - Soneto a la madre. Jess Lucas. Ario 1.992 38 - Quisiera escribir. Ana Lorena Navaln. Ario 1.992 39 -Corazn sin vida Arnzazu Molina, Ario 1992 40 - Romance desesperado. Celestino Llamazares, Ao 1.993 4 7 - Tu ausencia. Eugenia Snchez. Ario 1993 44 - La muerte. Arnzazu Molina. Ao 1.993 46 - Mis primeros poemas. Alberto Corb. Ao 1.993 48 - Tierra desolada. Celestino Llamazares. Ario 1.994 50 - Toma tu libertad. J. Luis Rubio. Ao 1.994 52 172 - Yo soy. Josefa Gonzlez. Ario 1.994 53 - Morir en el mar. M Pilar Llopis. Ao 1.994 54 - rbitas. Miguel A. Bernal. Ario 1.995 57 - Mi querida tristeza. J. Manuel Soto. Ario 1.995 58 - Fbula. ngela Gmez. Ao 1.995 60 - Gracias madre. Esther Gonzlez. Ao 1.995 61 - Lector de poemas. Alberto Corb. Ario 1995 63 Acurdate. J. Luis Rubio. Ao 1.995 65 - A Arthur Rimbau. Juan Ant. Ramrez. Ario 1.996 67 - Viento, llvame contigo. Paloma Garca. Ao 1 .996 69 - Viajando en mi interior. Noem Cataln. Ao 1.996 71 - Soledad inslita. Rosa M Valiente. Ario 1.996 73 - Entorno Windows. Concepcin Sirvent. Ario 1.997 74 173 - Material de derribo. Luis Bague. Ario 1.997 76 - Zozobra. Pablo Arenillas. Ao 1.997 78 - No tu sombra sino la agitada y gris penumbra. Miriam Cano. Ao 1.997 80 - La llamada del mar. J. Manuel Soto. Ao 1.998 8 7 - Hijos del infinito. Patrocinio Navarro. Ao 1.998 84 - Si las flores hablaran. Elizabeth Garca. Ao 1.998 86 - Arte menor. Agustn Prez. Ao 1.999 88 - Cuando todo se puebla de conciencia ft nienina. Manuel Terrn. Ao 1.999 90 - Si quisierais un da. J. Enrique Ejarque. Ao 2.000 92 - Lamentos de Guiomar. Eumelia Sanz. Ao 2.000 94 - Querido abuelo. Jess y Pascual Coloma. Ario 2.000 96 - La tempestad en la noche. Rubn Galiana. Ao 2.000 98 1 74 Poemas a Miguel Hernndez: - Atrevimiento. Manuel Montej ano 103 - Versos. Miguel A. Torregrosa 105 A Miguel Hernndez. Celestino Llamazares 107 - La Celda. Jess Lucas 109 - A Miguel Hernndez. Ana Lorena Navaln 1 1 1 - A.D.N.. Eugenia Snchez 1 13 - Letana. Jos Manuel Soto 1 17 - Dilogos con Miguel Hernndez. Jos Luis Rubio 121 - Poesa para un poeta. Josefa Gonzlez 127 - Arde. Paloma Garca 129 - Miguel y n-momenta. Alberto Corb 131 - Pienso en ti; te imagino. Rosa MI Valiente 133 175 - Barro. Noem Cataln 135 - Oda a Miguel Hernndez. Juan Antonio Ramrez 141 - Tiempo amarillo. Mara Concepccin Sirvent 143 - Manos de pan y salitre. Luis Bague 145 - Cuando muera. Pablo Arenillas 147 - Nuestro poeta. Elizabeth Garca 149 - A Miguel Hernndez, poeta. Patrocinio Navarro 151 - Crcel del soneto. Agustn Prez 155 - Soneto triste a Miguel Hernndez. Manuel Terrn 157 - Tan temprano, Miguel.... Jos Enrique Ejarque 159 - A la voz de Miguel Hernndez. Eumelia Sanz 163 - Ilusiones muertas. Jess y Pascual Coloma 167 - Miguel, Miguel. Rubn Galiana 169

Hablando de Miguel Hernández

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