La fiesta se reescribe

Las emociones han protagonizado el punto y final de la Media Fiesta de Moros y Cristianos. La Proclamación de Abanderadas y Capitanes de 2018 ha sido seguida esta mañana por cientos de personas, que han llenado la iglesia de Santa Ana. La alegría e ilusión de las caras de los nuevos cargos mientras recogían las bandas y bandera contrastaba con la de añoranza de las capitanías de 2017 por el que será un año que no olvidarán.

Desde primera hora de la mañana las calles de la ciudad se han llenado de bandas, festeros y pólvora, todos estaban listos para arropar a los nuevos cargos y despedir como se merece a sus representantes durante 2017. A las 9:45 horas cientos de personas llenaron la iglesia de Santa Ana para asistir a la eucaristía en honor a San Antón, que presidía el altar. En torno a las 11 horas comenzó la esperada proclamación, dirigida por José Luis Beltrán y presentada por Lidia López y Carlos Sellés. La misma fue una alegoría a los sentidos y sentimientos que despiertan en los festeros los Moros y Cristianos.

Durante la proclamación se ofreció una calurosa despedida al Embajador Cristiano, Isidro Juan Gallardo, a quien agradecieron que “cada año haya conseguido emocionar a la ciudad y por defender tan bien el Castillo de Embajadas”. El público se levantó de sus asientos y aplaudió durante cerca de un emotivo minuto en señal de reconocimiento. Entonces se abrieron las puertas de la iglesia y desde la calle los arcabuceros de las nueve comparsas realizaron disparos en su honor. Gallardo dio paso a Alberto Rodríguez.

Fue entonces cuando llegó el momento más emotivo de la Media Fiesta con el relevo de capitanías, donde los cargos salientes, que terminan una etapa de ensueño, cargada de sensaciones que nunca olvidarán, dan paso a los entrantes, que no podían dejar de sonreír ante el año ilusionante que comienza, en el que serán los protagonistas de sus comparsas.

Tras la proclamación y los disparos con arcabuz encargados de anunciar a Elda que los Moros y Cristianos han iniciado un nuevo capítulo de su historia, los Musulmanes trasladaron al patrón de vuelta a su ermita, donde esperará la llegada de las fiestas. En este recorrido participaron los cargos festeros, las autoridades civiles y eclesiásticas, los presidentes de las cinco comparsas cristianas y las cuatro moras, así como de la Junta Central y de la Mayordomía, junto a cuatro escuadras de cada comparsa.

Calles abarrotadas

A las 13:30 horas y bajo el sol radiante las calles estaban llenas de público para disfrutar del Desfile de Honor desde la Plaza Castelar hasta Padre Manjón. El bando de la cruz se abrió paso con su alegría a ritmo de pasodobles cristianos, y a continuación el bando moro siguió sus pasos con su característica majestuosidad. Este año el encargado de abrir el Desfile de Honor fue el nuevo Embajador Cristiano, Alberto Rodríguez, a quien le seguían Piratas, Estudiantes, Zíngaros, Contrabandistas y Cristianos. Continuaba el bando de la media luna, con el embajador David Juan, quien abrió el camino a Marroquíes, Realistas, Huestes del Cadí y Musulmanes.

En este desfile participaron cargos salientes y entrantes, los embajadores de ambos bandos y cuatro escuadras por comparsa, las dos premiadas durante las pasadas fiestas y las de los nuevos capitanes y abanderadas. 

Y así los festeros se despidieron de dos semanas de actos en honor a San Antón, su patrón, Ahora toca esperar con ganas la llegada de los Moros y Cristianos, que tendrán lugar del 7 al 11 de junio.

La jornada en imágenes

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