Valentín Martínez, teniente de la Guardia Civil: "España es el principal productor de marihuana de Europa"

El eldense Valentín Martínez Pérez es teniente de la Sección de Investigación Criminal de la Unidad Orgánica de Policía Judicial de la Comandancia de la Guardia Civil de Toledo, donde llegó destinado hace ocho años. Es un Guardia Civil vocacional que tiene claro su cometido al servicio de los ciudadanos. Los medios de comunicación nacionales han difundido varias operaciones que él ha dirigido, sobre todo relativas al cultivo ilegal de marihuana, como la Operación Safari en 2021, en la que desmantelaron la mayor plantación de Europa. La vertiente más peligrosa de su trabajo es la delincuencia organizada para cometer robos ya que los delincuentes utilizan armas de fuego y algunos son muy violentos, mientras que asegura que está creciendo el número de delitos tecnológicos a través de Internet dada la facilidad para conectar con las víctimas.

¿Cuál es su cometido principal en la responsabilidad que desempeña en la Guardia Civil?

Trabajamos en tres líneas: la investigación de delitos graves ya sea contra las personas, sobre todo homicidios, agresiones sexuales o desapariciones de riesgo; delitos de tráfico de drogas desde la vertiente de la delincuencia organizada, pues acometemos investigaciones en las que, en no pocas ocasiones, los autores suelen ser organizaciones o grupos criminales; y delitos contra el patrimonio, por ejemplo, robos con violencia e intimidación (atracos con armas a entidades bancarias u otro tipo de establecimientos), bandas de aluniceros, butroneros o de cualquier otro tipo, que presenten dificultades de investigación, bien sea por su alta movilidad entre diversas provincias, por su profesionalidad en el uso de tecnologías diversas, el uso de vehículos de gran cilindrada, casi siempre sustraídos, o por el elevado número de miembros, con distribución de funciones. En relación con los delitos de tráfico de drogas nuestras investigaciones suelen ser complejas, y seleccionamos las más complicadas que tratan de desmantelar bandas de crimen organizado que trafican con sustancias prohibidas (cocaína, hachís, marihuana, drogas de síntesis u otras sustancias ilegales). También nos encargamos de la investigación de delitos tecnológicos, como las estafas o extorsiones a través de Internet, bien porque sea muy grave o porque afecten a una pluralidad de víctimas.

¿Cuáles son los problemas más frecuentes a los que se enfrenta?

Los delitos más numerosos son contra el patrimonio: robos en todas sus variantes, extorsiones, hurtos, estafas, apropiaciones indebidas y el resto de tipos penales comprendidos en el título correspondiente del Código Penal. En la provincia de Toledo existe un problema importante con las ocupaciones de viviendas, ya que hay gran cantidad de ellas desocupadas por sus legítimos propietarios, generalmente entidades bancarias, que se hicieron con ellas al no haber sido vendidas tras las sucesivas crisis del sector inmobiliario, motivo por el que bastantes se encuentran ocupadas ilegalmente y hay una parte de ellas que lo están por miembros de organizaciones o grupos criminales que las usan con una diversidad de fines (vivienda, guardería de objetos robados o instalación de plantaciones de marihuana de tipo indoor de alto rendimiento). Desde el punto de vista de los delitos contra el patrimonio, los robos suponen siempre un problema importante y cuando nos encontramos con grupos organizados más aún, ya que hay bandas que pueden cometer en una noche numerosos hechos delictivos o uno muy grave en nuestra demarcación que es toda la provincia de Toledo; en muchos casos, llegan desde Madrid con tres o cuatro vehículos de gran cilindrada, sustraídos y con placas dobladas, con la finalidad de cometer varios hechos.

¿Puede determinar los delitos de mayor gravedad que investiga? 

Son los que conllevan una agresión para nuestros agentes y, en este sentido, cualquier intervención en la que los delincuentes atentan con armas de fuego supone un peligro importante, aunque no es lo habitual. En los últimos meses tuvimos un caso que fue muy mediático, y es que al ir a detener al objetivo, este la emprendió a tiros sin mediar palabra. Afortunadamente ningún Guardia Civil resultó herido. En otras ocasiones se detiene a delincuentes muy peligrosos que ya han cometido crímenes y se sabe que pueden tener armas para defenderse, por lo que hay que tomar las máximas precauciones, o embisten con sus vehículos cuando vamos a por ellos, causando daños de consideración en los nuestros y gran riesgo para todos.

¿Ha notado un cambio de tendencia en la comisión de delitos en los últimos años?

Más que cambio de tendencia, se aprecia un incremento de delitos tecnológicos, que aumentan en todas partes, debido a varios factores, entre los que se encuentra la facilidad con la que cualquier persona con unos conocimientos determinados los puede llevar a cabo, así como el lógico uso cada vez mayor de la tecnología por parte de todas las personas y empresas (transacciones por Internet usando diversas plataformas, interacciones personales para conocer gente, que los delincuentes aprovechan para extorsionar a sus víctimas...). El anonimato facilita este tipo de delitos así como la complejidad de la investigación, ya que un delincuente puede estar operando desde cualquier país del mundo y, si es un experto, va a ser muy difícil dar con él, pues usará procedimientos para complicarlo enormemente. En este sentido es aconsejable que todos los que se aventuren en compras, relaciones o usen de cualquier modo Internet, lo hagan tomando unas mínimas y sencillas medidas de seguridad, como comprar en sitios seguros, no hacer nada de lo que se puedan arrepentir, ni dejarse ver o que les graben en situaciones que pudieran incomodarles llegado el caso. Respecto a las empresas, antes de hacer pagos de cantidades importantes, deben tomar ciertas precauciones y hacer comprobaciones para evitar estafas (no fiarse de los cambios de cuenta de última hora para hacer una transferencia, asegurarse de que todos y cada uno de los caracteres de las direcciones de correo electrónico coincidan o nunca proporcionar datos sensibles a desconocidos). Se podría decir que este tipo de delitos serían los de “guante blanco” del siglo XXI.

Parece que Toledo se ha convertido en la meca del cultivo de marihuana.

España es el principal productor de marihuana de Europa y de España. Toledo ocupa uno de los puestos punteros en esta clase de cultivos, junto con algunas provincias de costa como Almería, Granada o Valencia. En este sentido, quizá la situación geográfica por encontrarse en el centro de la península, la gran cantidad de viviendas vacías y su proximidad a Madrid, ayuden a que tengamos un elevado número de plantaciones, muchas de las cuales se encuentran en viviendas tipo chalet ocupadas, aunque cada vez más se usan viviendas alquiladas a sus legítimos propietarios por grupos criminales que pagan por adelantado seis meses o más para evitar ser molestados por el dueño, quien además suele estar satisfecho por el cobro anticipado. Se dan también casos de plantaciones en casas en propiedad y, en algunos casos, en naves industriales, pero menos. Otro de los factores que favorece el incremento de las plantaciones de marihuana es la menor penalidad que acarrea, lo que origina que una parte de los delincuentes que anteriormente se dedicaban a otros tipos delictivos, hayan cambiado de modalidad debido al menor riesgo de cultivar marihuana. Para las organizaciones o grupos criminales, hay que tener en cuenta que los jefes no suelen “tocar” la sustancia, ya que en cada plantación tienen al denominado “jardinero” que es quien está presente cuidando de la plantación conforme a las directrices que le marca la organización y al que pagan una cantidad determinada por ello. Es el que más se expone y el que tiene más posibilidades de “caer” en caso de ser descubierta la plantación.

Por otro lado, en los dos últimos años en nuestra provincia hemos detectado una nueva modalidad de plantaciones, que llamamos de falso cáñamo industrial, ya que los delincuentes cultivan plantas para las que tienen autorización de la administración autonómica como cáñamo industrial para aprovechamiento en diversos usos de escasa rentabilidad económica, pero lo que realmente hacen es cultivar plantas para el aprovechamiento de las sumidades floridas (cogollos), que son los que contienen THC, la sustancia psicoactiva, por sus propiedades como estupefaciente, con efectos sobre los consumidores. Pues bien, el precio de 1 kg de cogollos de marihuana, una vez secados, oscila entre los 1.800 y los 2.000 euros en España, mientras que en otros países europeos este precio puede llegar a multiplicarse por 5. Si se vende por gramos, 1 gramo costaría 6 euros, con lo cual graneando por 1 kg se obtendrían 6.000 euros. Estas cifras dan una idea de los beneficios que puede reportar una plantación ilegal.

¿Cuál ha sido la operación más importante que ha llevado a cabo en este sentido?

Habitualmente desmantelamos muchas plantaciones indoor de alto rendimiento, con cantidades que oscilan entre 1.000 y 5.000 plantas, pues es imposible una cantidad mayor en un domicilio. Nos llamaron la atención dos plantaciones subterráneas en el casco urbano: una estaba en una casa aparentemente normal en la que había una estantería/biblioteca que se abría hacia dentro mediante un mecanismo secreto que daba acceso a un sótano donde había una plantación subterránea; la otra se detectó en una pequeña finca, bajo cuyo jardín había cinco pequeñas naves con plantaciones y los más modernos mecanismos, pero no había enganche ilegal porque estaba en medio de la nada y se abastecían con un grupo electrógeno. La superficie parecía un jardín cualquiera, en el que incluso aparcaban el coche.En cuanto a plantaciones exteriores (de falso cáñamo industrial), sin ningún genero de dudas, la más importante es la que desmantelamos en octubre de 2021 mediante la Operación Safari, formada por 135.000 plantas en la localidad de Huerta de Valdecarábanos (Toledo). Fue la mayor plantación de Europa en un solo cultivo, ya que sumaban 200.000 plantas (además de la mencionada, había otra en Sonseca de 12.000 y una más en La Guardia de 53.000) de las que se habrían extraído un total de 600.000 kg de cogollos, por las muestras que recogimos. Con el precio al que anteriormente hice referencia cualquiera puede calcular el valor y los beneficios que hubiese reportado a sus responsables. Esta operación ha sido pionera en España y ha tenido muchísima repercusión en medios a nivel internacional.

¿Los delincuentes han perfeccionado sus técnicas?

Afortunadamente no todos los delincuentes tienen el mismo grado de profesionalidad y, entre ellos, nos encontramos con una enorme variedad de perfiles. No obstante, los hay con elevados conocimientos tecnológicos que complican enormemente nuestro trabajo, mientras que otros sencillamente usan medios técnicos altamente sofisticados, aunque no posean los conocimientos. En el mercado negro existen dispositivos con los que, pagando el precio que les cobran, les permiten por ejemplo anular las medidas de seguridad de ciertas marcas y modelos de vehículos para sustraerlos sin ningún problema. En los delitos tecnológicos hay verdaderos expertos o incluso hackers que utilizan sus conocimientos para cometer intromisiones ilegítimas de todo tipo, aunque hay muchos otros que aprenden unas cuantas técnicas y las ponen en práctica nada más. En otras ocasiones no es la técnica lo que se utiliza como novedad, sino que idean procedimientos, como el descrito de las plantaciones de falso cáñamo, donde mediante una trama empresarial hacen parecer que todo es legal para ocultar sus propósitos criminales, hasta que se les detecta. Lo habitual es que el delincuente invente modalidades delictivas nuevas o use medios técnicos innovadores, y posteriormente nosotros tengamos conocimiento de lo que están haciendo, por lo que incorporamos esas novedades a nuestra experiencia para contrarrestarlas en nuestro trabajo y deshacer sus plantes.

 ¿Las mafias del Este de Europa siguen introduciéndose en España?

Nos encontramos de todo, muchos delincuentes son españoles, aunque los hay de países del Este de Europa, africanos, latinos, orientales y mezclados de diferentes países. En nuestro ámbito y en la zona que trabajamos nosotros no suponen un problema especialmente destacable, pese a que a veces detenemos a originarios del Este, que en muchas ocasiones delinquen con otros españoles y de otras nacionalidades.

Como experto en terrorismo, ¿cómo calificaría la situación actual en España y Europa?

Creo que es bueno que se hable menos de este tema porque el ciudadano de a pie no lo percibe como una amenaza tan cercana. En cuanto al terrorismo de ETA, las circunstancias cambiaron afortunadamente y disfrutamos de varios años ya de tranquilidad sin atentados. Respecto al terrorismo yihadista, nunca hay que bajar la guardia, pero para eso tenemos profesionales específicamente dedicados a esa materia y creo que existen razones para que la población pueda gozar de cierta tranquilidad.

¿Qué repercusiones cree que tendrá la invasión de Ucrania por Rusia para la seguridad internacional?

Desgraciadamente los acontecimientos de las últimas semanas suponen una desestabilización importante y muy grave, por lo que no tengo la respuesta en cuanto a las repercusiones que podrá tener para la seguridad internacional. Sí que espero y deseo que se ponga fin cuanto antes a esa sinrazón que tanto sufrimiento está acarreando a los ucranianos y a todos los que tenemos un mínimo de sensibilidad.

¿Cuáles son los principales retos a los que se enfrentan y qué necesitarían para acometerlos?

Los principales retos son los del día a día. Tenemos la perseverancia en nuestro trabajo que, por cierto, hacemos mucha con ilusión, porque la delincuencia no cesa cuando detienes a un grupo y sus miembros ingresan en prisión, ya que vienen otros y continúan con la labor, tarden más o tarden menos. Las nuevas modalidades delictivas y el uso de tecnología constituyen retos que acometemos con los medios que tenemos, con formación y, sobre todo, como he dicho, con ilusión.