Enmanuel Sánchez, párroco: "La iglesia de Santa Ana es la parroquia madre de Elda"
El sacerdote Enmanuel Sánchez Alarcón cumplió el 13 de abril, Domingo de Ramos, seis meses al frente de la parroquia de Santa Ana. El sajeño llegó a Elda tras las Fiestas Mayores, para sustituir a Francisco Carlos, tras dos años en la parroquia La Transfiguración de Ibi.
Santa Ana es el centro neurálgico de muchas fiestas, ¿cómo es estar al frente de esta parroquia?
La vida de la iglesia de Santa Ana la conocía por referencias, pero además tengo un vínculo con este templo porque aquí recibí la orden sacerdotal hace ya 25 años. Debido a ello siempre ha sido una parroquia a la que he tenido cariño.
Aun así todos los cambios son novedosos y siempre suelo darme un año para conocer bien del todo el funcionamiento de la parroquia, así como a las personas que la conforman.
¿Cuáles son las singularidades de Santa Ana?
Por el momento ya he podido conocer la Media Fiesta y la preparación de la Semana Santa, lo que me ha permitido identificar que la iglesia de Santa Ana es la parroquia madre de Elda, un espacio referencial para la comunidad católica.
Yo soy de Sax y conozco a gente de Elda por lo que en ocasiones he venido a las fiestas, pero puedo confirmar que hasta que no lo vives en persona y estás dentro no es igual.
¿Ha sido cómodo el cambio de Ibi a Elda?
Siempre suponen un tiempo extraño. Pierdes tu centro de confort y estabilidad para empezar un nuevo proyecto. Aún así el cambio no solamente es para mí, sino para toda la comunidad.
¿Cuál es la salud de la comunidad en Santa Ana?
Si tengo que hacer una valoración sin duda es positiva. Hay un núcleo estable de personas y aunque muchos ya son personas más mayores también hay un grupo de jóvenes significativo que están involucrados con las iniciativas eclesiásticas.
Asimismo, dentro de la parroquia también hay iniciativas diocesanas como el proyecto Emaús o el propio grupo de Cáritas.
¿Está trabajando en algún nuevo proyecto aquí?
Sí, ahora mismo hemos acogido un proyecto de renovación misionera que está impulsando la Diócesis en todas las parroquias. El objetivo es intentar detectar las dificultades y oportunidades para mantener viva la fe. Los tiempos han cambiado por lo que hay que entender cómo podemos anunciar el Evangelio. Estoy muy contento con la implicación porque tanto mayores como jóvenes están trabajando en ello.
Lleva 25 años de sacerdote, ¿por cuántos municipios ha pasado?
He hecho un recorrido largo. La ordenación sacerdotal la hice en Santa Ana y en ese momento estaba en el barrio Carolinas de Alicante. De ahí me marché a Orihuela, a la Obra Social San José Obrero trabajando en todos los ámbitos que afectan al menor. Ahí abrí un centro de menores similar en Elche. Diez años después tomé un descanso porque me enviaron a hacer los estudios de teología pastoral a Roma. Volví la casa sacerdotal de Alicante donde van los sacerdotes una vez se han retirado. Tras ello estuve nueve años en Benidorm, en la parroquia del Buen Pastor, hasta que fui a parroquia de la Transfiguración de Ibi donde estuve dos años y ahora en Santa Ana.
¿Su deseo es permanecer aquí varios años?
No depende de nosotros. Cuando decides ser sacerdote eliges no elegir dónde te destinarán. Aun así, allí donde nos envían encontramos un sitio en el que podemos aportar y enriquecernos.