Laura González transforma y potencia la Clínica Petrer

Laura González Rico se ha puesto al frente de Clínica Petrer y en menos de dos años ha conseguido no solo mejorar las instalaciones, sino también ampliar los servicios que ofrece a los clientes.

Además de los servicios de psicología y el de reconocimientos médicos de permisos tanto de conducción, como de armas, entre otros, incluye podología, nutrición, medicina y tratamientos estéticos no invasivos.

Su objetivo fue desde el principio "transformar la clínica en un espacio más centrado en el público en el que se ofreciera una mayor calidad en el servicio. Mi objetivo era lograr un entorno acogedor, centrado en el cliente, ofreciéndole un servicio de calidad y cuidando cada detalle", afirma.

Y es que González asegura que considera a Clínica Petrer como una extensión de su hogar, y por ello trata tanto a los clientes como a sus trabajadores como parte de su familia. Además, conocedora del esfuerzo que conlleva ser madre trabajadora, uno de sus objetivos es que sus trabajadores, en su mayoría mujeres, logren una conciliación familiar, pues tiene muy en cuenta la situación de cada una de sus trabajadoras.

Cuando entró a la clínica hace cinco años, ésta contaba con dos trabajadores, actualmente su plantilla está conformada por nueve profesionales. Comenzó a trabajar en Clínica Petrer en 2019 y a finales de 2022, tras conocer las necesidades del negocio, apostó por dar un paso adelante y desarrollar todo su potencial.

Laura González asegura que ha conseguido impulsar este negocio con mucho esfuerzo, pero es algo que hace con gusto, pues adora su trabajo; eso hace que dé el cien por cien y que busque cómo mejorar en el trato al cliente y ofrecer más variedad de servicios. Además, ponerse al frente de Clínica Petrer le permite centrarse más en la psicología, su vocación. Comenta que desde pequeña siempre tuvo claro que quería ayudar y mejorar la situación de las personas en la medida de lo posible. De hecho, en el colegio ya intentaba ayudar a los compañeros que lo necesitaban.

Hoy día sigue formándose continuamente para mejorar en esta profesión a la que le tiene tanto respeto y cariño. Ha aplicado su forma de ser a su trabajo y esto es algo que la representa y gracias a ello consigue conectar con sus pacientes. Como empresaria, quiere que la Clínica Petrer siga creciendo; su mayor aval y recompensa, asegura, es que cuando se marchan los clientes agradecen el trato recibido, lo que le hace sentir que va por buen camino.