viernes, 13 de diciembre de 2024

Una fuente para la plaza

Mª Carmen Rico Navarro
13 marzo 2021
2.919
Una fuente para la plaza
La fuente de la plaça de Dalt era la misma que había en la calle Gabriel Brotons. Barriendo la calle Plácida Díaz Beltrán. Esta fotografía se presentó a un concurso del Club de la Juventud con el lema: Ellos juegan. Años 60. Foto: Pepi Riquelme.

La plaça de Dalt es sin duda una plaza mágica como ya dijo en su día mi buen amigo Tomás Ferrer García. En esta ocasión nos ocuparemos de la fuente que hubo en este entorno urbano.

Pero para hablar de ella es preciso hablar antes de la fuente de San Bartolomé, ubicada en la calle Gabriel Brotons, fue trasladada en el año 1950 a la plaça de Dalt Sobre la fuente de San Bartolomé no tenemos ninguna fotografía solo un dibujo de Francisco Bernabéu Francés Francisquet. Fue inaugurada y bendecida el 24 de agosto de 1881, festividad de San Bartolomé Apóstol. La inauguración tuvo lugar tras la misa y después el clero y la corporación municipal se dirigieron en procesión hasta la fuente. En el acto participó la banda de música y se dispararon “fuegos artificiales y se bailaron danzas al estilo del país por ocho días”.

Una fuente para una plaza mágica.

Fue conocida como la de los cuatro chorros y estaba en “la plazoleta de la calle San Vicente” (posteriormente, en 1939, a este tramo de la calle se le denominó Gabriel Brotons), según reza la documentación de la época. En este espacio tuvieron años después su comercio de tejidos Luis Vera, la tienda de Mª Pepa la Paneta que vendía productos de alimentación y, más recientemente, estuvo la tienda de ultramarinos de Elena Payá la Ele. Los padres de Elena, Ezequiel Payá el del Ginebre y Leonor, vivieron siempre allí. Esta fuente daba a la casa de Ramón Vera el Corretger, que tenía una puerta grande de dos hojas, en la misma entrada trabajaba el padre con los arneses de caballerías. Al lado vivían la Paneta y Diego. Y en la esquina Paquito Verdú, que destacó por su afición al dibujo. En la esquina de la calle que sube hacia la plaça de Dalt vivía María la Rocheta, donde los más pequeños compraban el chocolate ATMATLLER, para coleccionar los cromos de Ricardo Zamora, Alcántara, Samitier, etc. En el año 1934 contaba solamente con dos caños y en 1950 fue trasladada finalmente a la plaça de Dalt.

La fuente de San Bartolomé dio algún que otro problema a lo largo de su dilatada historia (1881-1950). En este sentido, en 1905, veinticuatro años después de su inauguración, se tuvieron que realizar obras en la tubería de desagüe de la fuente que iba a parar a la Bassa Fonda tras pasar por el nº 2 de la calle Miguel Amat, vivienda y huerto propiedad de Miguel Amat Broqués. En 1926, el vecindario se quejaba para que las autoridades tomasen las medidas necesarias y procurasen que las fuentes del pueblo estuviesen bien arregladas; “pues la de San Bartolomé que es una de las principales, está siempre saliéndose, haciendo intransitables las calles llamadas de primera clase Sagasta y San Vicente”. Al año siguiente, 1927, se inauguró la nueva fuente que sustituyó a la primitiva.

La fuente de la plaça de Dalt era un lugar de encuentro de los vecinos en unos años en los que no había agua corriente en algunas casas del pueblo. En la imagen los hermanos Juanjo y Ani Pastor Rodríguez. Año 1966.

Algunas casas y establecimientos como la barbería de Eliseo el Caragol, situada en la calle Vicente Amat, no tenían agua corriente y tanto para el consumo y las necesidades de la casa como para atender a los clientes se desplazaban primero a la fuente de Gabriel Brotons y después a la de la plaça de Dalt hasta que en 1955 se pusieron ellos el agua corriente, aunque algunos hogares de Petrer ya las tenían desde hacía años.

Volviendo a la fuente de la plaça de Dat decir que la más próxima a la misma era la de la calle San Rafael que se instaló tres años antes, en 1947, debido a la insistencia del vecindario de esa calle y adyacentes. El Ayuntamiento, presidido por Nicolás Andreu, creyó que era conveniente poner fuentes de carácter público que sirvieran para el uso, para el consumo y para cubrir las necesidades domésticas de aquellas zonas cuyos vecinos venían reclamando con frecuencia el mencionado servicio. Las fuentes de Petrer fueron siempre lugares de reunión y convivencia y contribuyeron a embellecer y dar un carácter especial a nuestro pueblo.

Dibujo de Francisco Bernabeu Francés “Francisquet” de la fuente de San Bartolomé o de los cuatro chorros inaugurada el 24 de agosto de 1881. El dibujo corresponde al año 1925.

Con esta crónica acaban, por el momento, las dedicadas a esta plaza mágica que hemos publicado en recuerdo de Manuel Jesús Brotons Hernández creador de una página de Facebook con este nombre. Sabes que tu memoria seguirá siempre viva.

Cresolet la teua llum i el teu record són eterns.

La placeta donde estaba la fuente de San Bartolomé, conocida popularmente como la placeta de Vera, forma parte de la calle Gabriel Brotons. Al fondo la calle Tetuán. 7-X-1969. Foto: José Esteve.

Mª Carmen Rico Navarro
Mª Carmen Rico Navarro
Acerca de la autora

M.ª Carmen Rico Navarro cursó estudios de Geografía e Historia en la Universidad de Alicante, licenciándose con Grado con la presentación del estudio sobre la tradición alfarera de Petrer, obtuvo la calificación de sobresaliente por unanimidad (1996).

Desde 1983 es Técnico de Archivos y Bibliotecas del Excelentísimo Ayuntamiento de Petrer. Estudiosa de la historia y los temas de Petrer, su localidad natal, de la que es cronista oficial desde 1994.

Es autora de varios libros y trabajos de investigación entre los que destacan: Del barro al cacharro: La artesanía alfarera de Petrer (1996), Azorín y Petrer (1998), Catálogo del pintor Vicente Poveda y Juan (1998), Apuntes para la historia de Petrer: Vida y obra del presbítero Conrado Poveda (2000), Las calles de Petrer (2002), La lectura en Petrer (2005), Historia de la sanidad en Petrer (en colaboración) (2006), Un siglo de música, publicación que obtuvo el Premio Euterpe (2006), Petrer 1935: Un pueblo en blanco y negro (2007) y El marquesado de Noguera: Un señorío nobiliario en Petrer (en colaboración) (2014). Además ha escrito numerosos artículos en periódicos y revistas especializadas.

Ha dirigido la revista cultural Festa en distintos periodos (1988-1994, 1997-1998 y 2001) y las colecciones de monografías “Vila de Petrer” y “L’Almorxó”.

Además fue la primera pregonera de las fiestas de la Virgen del Remedio en 2015 y es buena conocedora y una apasionada de las fiestas de San Bonifacio colaborando siempre con todas las directivas.

M.ª Carmen se ha dedicado durante muchos años a investigar y divulgar el patrimonio local. Por todo lo expuesto y porque siempre ha sido una amiga y estrecha colaboradoras de Valle de Elda le damos la bienvenida y os invitamos, a partir de hoy, a leer y a disfrutar de sus Crónicas de Petrer.

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