Saliendo del túnel
Nos habíamos olvidado. Ni siquiera esos encuentros vicarios a través de las pantallas de nuestros ordenadores nos lo habían terminado de recordar. El inglés que aprendíamos en clase tenía un sentido más allá del aprobado, el trabajo que durante tantos meses desarrollábamos en nuestro proyecto de Erasmus+ estaba siendo compartido, más allá de las fronteras físicas y digitales, por personas a las que hemos conocido y que, en el lapso de una semana, han pasado de ser meros nombres a convertirse en amigas y amigos a quienes ya echamos de menos.
Salimos del túnel, de habernos esforzado sin ver un atisbo de luz que alimentara nuestra motivación. Han sido tiempos difíciles para cualquier tarea colaborativa, más aún cuando la distancia se ha interpuesto entre quienes habíamos de llevarla a cabo. Con cambios forzados por las circunstancias, con la baja de un socio, con un continuo reinventarse mediante los medios de los que disponíamos en cada momento, hemos completado nuestra primera movilidad dentro del proyecto rEtribUte. Este une a nuestro centro, el IES Azorín, al Thomas-Mann Gymnasium de Berlín y al Egri Pásztorvölgyi Altalános Iskola és Gimnázium de Eger (Hungría) y aborda el diálogo intergeneracional y el aprecio por las aportaciones de nuestros mayores. Pretendemos con él visibilizar sus desvelos, en la construcción de un mundo mejor, agradecer sus contribuciones en otros tiempos más complicados incluso que los actuales.
Nuestro encuentro comenzó con las presentaciones. Veintiséis alumnas y alumnos del Azorín, 8 del instituto alemán y 11 del húngaro iban a verse por primera vez en persona y era fundamental aprovechar al máximo esta ocasión de conocer otras realidades, identificar algunos rasgos que nos unen y otros no compartidos que nos permitieran entender diferentes culturas y visiones de la realidad.
Durante el primer día recorrimos Petrer, sus calles, su castillo, las casas cueva, el museo arqueológico Dámaso Navarro, en fin, huellas de quienes nos preceden y han configurado buena parte de lo que somos. Así mismo, la alcaldesa y la concejala de Educación nos dieron la bienvenida en el salón de plenos del ayuntamiento.
Por la tarde, la Colla el Terròs nos ofreció una sesión que mezcló lo lúdico con un recorrido por la tradición musical de nuestras abuelas y abuelos. Gracias a uno de nuestros profesores, Eliseu, y un antiguo compañero, Borja, vinculados a esta agrupación, disfrutamos del folclore y la tradición petreríes entre notas y pasos de bailes.
El segundo día lo dedicamos al trabajo por grupos internacionales a través de la metodología del design thinking, en el propósito de responder a las necesidades de las y los mayores. Elegimos para desarrollarlo las instalaciones del paraje de Ferrusa. Comenzamos con la presentación de Rosana Ferrándiz, de los servicios sociales de Petrer, que aportó su experiencia en la atención a personas con dificultades, específicamente, por motivos de su edad. Las encuestas previas formuladas en los tres países que traíamos como deberes y la propia intervención, permitieron a cada grupo elaborar un mapa de empatía y exponerlo.
Continuamos estableciendo los enfoques más determinantes de los impedimentos para nuestros mayores y con la fase de aportación de ideas en torno a aquellos. Los grupos, por medio de variadas técnicas, generaron gran número de ideas para la realización de una aplicación (pensamiento divergente) que posteriormente seleccionaríamos en función de su utilidad, su originalidad y posibilidades de desarrollo.
El tercer día ahondamos en los dos primeros apartados de nuestro proyecto: los sonidos de nuestras vidas y las experiencias y su contexto. En el primer caso, asistimos en el centro cultural Las Cigarreras de Alicante al ensayo de la banda sinfónica municipal, ejemplo del acervo cultural de nuestra comunidad en este ámbito. El paseo por la capital nos llevó a un lugar tan emblemático para nuestra historia como el mercado central. En contraste con su trágico bombardeo durante la Guerra Civil, ese espacio nos acogió bullicioso y lleno de vida.
El recorrido por Museo Ocean Race de Alicante reveló un singular contenido no ajeno al proyecto: el valor cambiante a la hora de afrontar la aventura, la precariedad de los medios en el pasado en contraste con la profesionalización y especialización crecientes en la actualidad.
En nuestro cuarto día visitamos la isla de Tabarca y Santa Pola. Contamos con la colaboración de Tragsatec, en la persona del biólogo técnico del servicio de vigilancia de la reserva marina de la isla Felio Lozano. Sus explicaciones in situ así como el posterior documental sobre la isla nos permitieron observar la evolución de la sociedad y de la vida natural en un medio hostil para la primera y amenazado de gravedad para la segunda. Dos caras de la misma moneda. El diálogo intergeneracional, la posibilidad de una tradición están enormemente mediatizados por la protección del medio ambiente y su efectividad.
La idea de que el espacio explica en gran parte nuestra forma de vida resultó en especial evidente para un alumnado, como el de nuestros socios, que proviene de realidades muy alejadas del entorno marino.
La última jornada se dedicó al prototipado de nuestras aplicaciones de asistencia a mayores así como a la exposición de aquellas en las que hemos estado trabajando en los últimos meses en cada país. Después, al cierre del encuentro y a la entrega de certificados a las y los participantes.
Quedan al margen de lo recogido, numerosos espacios informales, conversaciones, comidas, paseos... la convivencia intangible de una movilidad que, quizás, no pueda reflejarse en un informe pero que resulta tan valiosa para el desarrollo personal y académico de nuestro alumnado.
Una movilidad como esta, para quienes adquirimos el compromiso de educarlo y de proporcionarle oportunidades de crecimiento, más allá de los desvelos y las horas de esfuerzo, suponen una auténtica herramienta de esperanza, una luz al final de tantos túneles en los que nos solemos perder cuando somos presa de la incertidumbre.
Jesús María "Pitxu" García Sáenz (Vitoria-Gasteiz, 1970) es doctor en Filosofía y Letras (sección Filología Hispánica) por la Universidad de Deusto. Como profesor de Secundaria ha trabajado en el IES Azorín de Petrer y en el CEFIRE de Elda, en la asesoría de plurilingüismo y en las de referencia sobre programas europeos y coeducación.