viernes, 13 de diciembre de 2024

La obra póstuma de Pablo Sorozábal data de 1968: El Teatro de la Zarzuela estrena Juan José, en escena

Elías Bernabé Pérez
5 febrero 2016
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La obra póstuma de Pablo Sorozábal data de 1968: El Teatro de la Zarzuela estrena Juan José, en escena
Sorozábal al parecer vivió en Elda en la calle Lope de Vega | Jesús Cruces.

Pablo Sorozábal (1) "El último zarzuelista" como títuló la prensa  en ocasión de su muerte, acaecida el 26 de diciembre de 1988 en Madrid, no pudo ver escenificada su última obra musical, la ópera Juan José. Acabada de componer en 1968, tras 11 años de elaboración minuciosa, las dos ocasiones donde se programó su estreno se fueron al traste, por causas diversas.

Por fin, este viernes 5 de febrero, salvo cataclismo, la obra póstuma del compositor vasco subirá al escenario del mismo teatro de cuyo cartel se cayó en 1979. No será su estreno absoluto, el cual tuvo lugar en versión de concierto, con narrador, el 20 de febrero de 2009. Primero en el Palacio Kursaal de San Sebastián, ciudad natal de Sorozábal, y tres días después en el Auditorio Nacional de Música de Madrid. Todo ello gracias a la iniciativa de Musikene (2).

Los mismos intérpretes que protagonizaron dicho estreno, entre ellos nuestra Ana María Sánchez, registraron su grabación en disco, sin narrador. Ello ha permitido, a toda persona interesada, conocer la obra póstuma de Sorozábal, cuyo argumento y partitura poco tienen que ver con sus títulos zarzuelísticos, de mayor o menor éxito.

En sus planteamientos Juan José se acerca a otra ópera suya, Adiós a la bohemia, llamada chica por su autor, estrenada en 1933, y que ya constituyó todo un ejercicio de modernidad dentro del mundo musical español. Lo de "chica" quizá venga dado por su cortedad, pues ni en su música ni en su fondo argumental (el libreto lo escribió Pío Baroja) se le puede dar este calificativo.

Este drama real se estrena gracias a un italiano

Ha tenido que ser un italiano, Paolo Pinamonti,  ex-director del Teatro de la Zarzuela de Madrid, quien se haya atrevido  a programar el estreno escénico de una obra que, por su condición de ópera, debería haber subido ya con todos los honores al escenario del Teatro Real de Madrid. Pero ese Teatro Real que en el siglo XIX y principios del XX se le conocía popularmente como el "Teatro Real de la ópera italiana", y que ahora como entonces se financia mayormente con fondos públicos, sigue olvidando, cuando no maltratando, a la música, músicos y cantantes españoles, digan lo que digan quienes alaban la programación que se anuncia para conmemorar su sorpresivo bicentenario.

Tampoco es entendible que Radio Clásica de Radio Nacional de España no ofrezca en directo una de las siete representaciones programadas. Y en diferido ya veremos. De momento, en su programación del mes de febrero no está previsto. Ni siquiera en su programa de los sábados por la tarde donde se emite una ópera completa.

Juan José es una obra de carácter social considerada por Sorozábal como un  "drama lírico popular".  Según cita en sus memorias lo de popular quiere decir proletario y no folklórico.

En palabras del compositor, profesor y crítico musical Andrés Ruiz Tarazona, autor del artículo Juan José al fin, inserto en el libreto que acompaña a la grabación discográfica "El texto de Dicenta y la música de Sorozábal saben mantener la dignidad de Juan José aunque este acometa acciones reprobables a todas luces. Es uno de los aciertos de la obra, cuyo crudo dramatismo sostiene, en todo momento, el interés del espectador... Es la fatalidad, tantas veces presente en la vida de las personas, lo que aflora en todo momento..."

En la página web del Teatro de la Zarzuela, dentro de las imágenes y textos promocionales de este estreno leemos: "La historia transcurre en los barrios bajos de Madrid, el de tabernas y personajes marginales. En Juan José se percibe un lenguaje musical moderno, la partitura personal, densa, nada fácil, fieramente contemporánea. Es un discurseo teatral continuo donde el compositor logra dar una vuelta de tuerca a su música y al género".

El estreno como obra de teatro, original de Joaquín Dicenta, data de 1895. Ahora estamos en 2016, han transcurrido más de120 años y puede decirse que en el fondo casi nada ha cambiado en España, para las clases mas humildes de la sociedad.

Para José Antonio Plaza, director escénico del estreno "Juan José es una enorme sorpresa. Es una caja que se abre y hay una música de las mas sorprendentes y contemporáneas del panorama musical español". 

Dado el carácter social y político de Juan José, es entendible que el estreno anunciado para 1971 no se llegara a concretar. Las libertades en España todavía estaban por llegar, y la obra de Dicenta no hubiera pasado la censura franquista y episcopal. Este primer estreno iba a programarlo una compañía privada de zarzuela, la de José de Luna.

Fue en la temporada 1978-79 cuando, aprovechando los aires democráticos que ya se respiraban, se programó su estreno en el Teatro de la Zarzuela de Madrid, para enero de 1979.

Jesús Aguirre, Director General de Música del Ministerio de Cultura, y Pablo Sorozábal formalizaron el contrato correspondiente. Con los ensayos muy avanzados, la Dirección General de Música decide rescindirlo y cancelar el estreno de la obra. Según refiere el maestro en sus memorias fue el ministerio quien incumplió las condiciones establecidas en el contrato. Por parte ministerial se argumentó que quién no se ajustó al mismo fue el propio Sorozábal, al empeñarse que se publicara una autocrítica en el programa de mano, en la que se vertían conceptos que, desde el organismo oficial, se consideraron injuriosos e inceptables para incluir en la referida publicación.

Quizá fuera esta la excusa que encontró el ministerio para retirar el estreno, dado  el elevado número de representaciones pactadas en el contrato, y el escaso interés previo mostrado por  el público madrileño.

En esta nueva oportunidad, donde salvo un cataclismo si habrá estreno este viernes 5,  tan solo son 7 la sesiones programadas. Cifra que considero suficiente habida cuenta de que el público de la zarzuela y la ópera no es muy dado a las novedades, o lo que viene a ser casi lo mismo la recuperación de obras olvidadas. Las siguientes representaciones son en días alternos, finalizando el próximo día 19, viernes.

En el elenco de cantantes no figura ni uno solo de los que estrenaron la obra en versión de concierto y protagonizan  la grabación discográfica.

Problemas serios a partir de 1939

Pablo Sorozábal por sus convicciones republicanas (de las que no renunció aún habiéndole confiscado su automóvil los milicianos en 1936)  fue depurado al acabar la guerra española. A pesar de sus incuestionables conocimientos musicales nunca pudo optar a plaza alguna de profesor en conservatorios ni a dirigir orquesta o banda de música oficiales en España. Hasta en la misma SGAE (Sociedad General de Autores de España) se le prohibió ejercer cargo de responsabilidad alguno.

Dirigió, eso sí, la Orquesta Filarmónica de Madrid, de ámbito privado, de la que dimitió al obligarle el gobierno a suprimir el estreno en España de la Séptima Sinfonía del músico ruso Dmitri Sostakovich. La suspensión del concierto se decretó el día anterior, estando todas las localidades vendidas.

Dotado de grandes conocimientos técnicos músicales y una visión personal muy elevada de como debía ser el teatro cantado, pudo reinar en la música española, según el mismo afirmó en una entrevista televisiva realizada en 1979 por Joaquín Soler Serrano (3) " yo pude haber sido el número uno de la música aquí en España, pero hubiera sido un mal nacido, porque yo siempre he defendio la verdad y la justicia... y eso aquí no se puede decir ni hacer...".

Resulta curioso, y digno de estudio, conocer el porqué a pesar de las enormes vejaciones que sufrió a partir de 1939, no se afincó fuera de España, salvo un corto período en Sudamérica. Coincidió este con la muerte en Alta Gracia, Argentina, del compositor Manuel de Falla, siendo Sorozábal el único músico español presente en sus honras fúnebres.

Fue el verdadero renovador de la zarzuela, en una época donde el costumbrismo regional mandaba (el estreno de Katiuska se retrasó algunas semanas, precisamente por estrenarse en el mismo teatro una obra de carácter rural, como es El cantar del arriero, única que ha quedado en repertorio del autor de su partitura, el sevillano Fernando Díaz Giles). También fue el único compositor del que algunos de sus estrenos posteriores a la guerra se siguen representando, aunque sea muy de tarde en tarde (4*).

En su producción zarzuelística se produce otro hecho que para muchos posiblemente carezca de relevancia, pero que yo lo considero muy importante: gracias a Sorozábal la voz de bajo, desterrada por otros compositores, ha tenido presencia continuada. Puede decirse que fue el último de los compositores de zarzuela que les dió papeles de cierta relevancia. Alguno incluso con protagonismo notable, caso de La eterna canción. En su obra póstuma, Juan José, dos de sus protagonistas son bajos.

Sorozábal en Elda

Las memorias de Pablo Sorozábal quedaron plasmadas en el libro "Mi vida y mi obra" editado por la Fundación Banco Exterior en 1986, con una segunda edición en 1989.

En las mismas el músico vasco dedica un capítulo amplio a la gira que realizó por tierras levantinas  la Banda Municipal de Madrid, bajo su dirección, durante la guerra civil española. Aunque dice no estar muy seguro de si fue en Elda o Novelda, creemos se refiere a Elda, cuando afirma (esto si lo recuerda) que se hospedó en una vivienda cuyas rejas de los balcones formaban pentagramas musicales.

Dichos balcones permanecen intactos, justo enfrente del lateral de abajo del Teatro Castelar. Es decir, en la calle Lope de Vega de Elda.

Reproducimos el texto íntegro que figura en la página 159 del libro:

"En Elda o Novelda me alojé en casa de un melómano formidable... los balcones de su casa eran sendos pentagramas de hierro. Recuerdo que cuando llegué y pregunté por el baño, pues me estaba orinando, al entrar se me fueron las ganas al ver que las paredes eran como partituras y todas en fa mayor, con un bemol en clave. Yo me preguntaba que relación podría tener la tonalidad de fa mayor con un retrete..."

Aunque Sorozábal no lo cita (en sus memorias hay muchos olvidos, como él mismo reconoce) el "melómano formidable" fue ni mas ni menos que Francisco Santos Amat, director de la banda de música eldense y autor del Himno a Elda, quien además tenía su vivienda junto al teatro mas importante de la ciudad.

(1*): Pablo Sorozábal Mariezkurrena nació en San Sebastián el 18 de septiembre de 1897. Murió en Madrid el 26 de diciembre de 1988.

De los compositores de zarzuela de la última generación es el que mayor número de obras de éxito alcanzó, dentro del género de la zarzuela.  Como Verdi en la ópera cuenta con su trilogía popular: Katiuska, 1931, La del manojo de rosas, 1934 y La tabernera del puerto, 1936. Dese que fueron estrenadas no han dejado de representarse. Sin ir mas lejos Tabernera se representó días pasados en Alcoy y Alicante.

(2*): Musikene. Centro Superior de Música del País Vasco, con sede en San Sebastián, donde imparte su magisterio  la soprano eldense Ana María Sánchez, en la especialidad de canto y música vocal de cámara. Juanto a ella los protagonistas del estreno de Juan José en versión concertante y su grabación discográfica fueron  el barítono Manuel Lanza,  los tenores  José Luis Sola, Emilio Sánchez y Alberto Núñez, la mezzosoprano Maite Arruabarena, la soprano Olatz Saitua y los bajos Celestino Varela y Simón Orfila, otros cantantes en papeles menores y la Orquesta Sinfónica de Musikene dirigidos por José Luis Estellés. Como narrador intervino Constantino Romero.

(3*): Desconozco si la entrevista que Joaquín Soler Serrano mantuvo con Pablo Sorozábal, de mas de 67 minutos de duración, se llegó a emitir íntegra  o recortada por Televisión Española. Durante su conversación el músico denuncia que dos reportajes anteriores que le grabó TVE fueron censurados. No obstante,  esta tercera se comercializó en 2005 en formato DVD, por Editrama, con el número 21 de la colección Grandes personajes a fondo. En el mismo disco se incluye otra entrevista al compositor catalán Frederic Mompou.

(4*): Black el payaso, estrenada en 1942 y Don Manolito, en 1943,  se han puesto en escena en los últimos años en varias ocasiones, tanto por agrupaciones de aficionados como profesionales. Cabe destacar la programación  de Black el payaso, en el Teatro de la Zarzuela de Madrid, la temporada 2013-2014, en memoria de Sorozábal al cumplirse los 25 años de su muerte.

El Teatro Español de Madrid recuperó entre 2003 y 2011 varios de estos títulos: La eterna canción, de 1945, Las de Caín, 1958,  además de Adiós a la bohemia, de 1933 y Black el payaso, en  producciones excelentes.  En estas recuperaciones fue fundamental que el director artístico del Teatro Español fuese Mario Gas, hijo del bajo Manuel Gas que formó parte de la compañía de Sorozábal y participó en los estrenos de varias de sus obras. El propio Mario Gas, siendo un niño, asistía a los ensayos y las representaciones. De todas estas producciones el Teatro Español editó los correspondientes libretos, muy bien documentados, los cuales pueden adquirise en su tienda, si no están agotados.

Manuel Gas fue el bajo que estrenó todas estas obras, excepto la de 1933, además de Don Manolito y la presentación en Madrid de La tabernera del puerto.

Elías Bernabé Pérez
Elías Bernabé Pérez
Acerca del autor

Mis recuerdos más remotos que me atrajeron a la zarzuela me trasladan a sesenta años atrás. Primero escuchando los fragmentos que sonaban con frecuencia en la radio. También gracias a las fantasías, preludios e intermedios que interpretaban las bandas de música en los conciertos de las fiestas de octubre de Petrer. El templete donde actuaban estaba justo ante la fachada de mi casa.

Lo que más me gustaba de la Semana Santa es que en la radio solo se emitía música clásica. El viernes y sábado santo las emisoras enmudecían.

Lo más intenso vino en la época dorada del tocadiscos. Lo compró mi abuelo materno en 1963. La primera zarzuela que entró en casa fue Doña Francisquita con Kraus y Olaria. Es una grabación incompleta, pero suficiente para que me la aprendiese de memoria. Mi abuelo estaba impedido y era yo quien la ponía todos los mediodías y noches durante dos semanas consecutivas. A los quince días compramos un segundo disco: La generala, de nuevo con Kraus y Olaria. Y ya fuimos alternando. Después vino Maruxa. Y yo con solo 13 años me entusiasmé con ella y también la aprendí. Sí, digo bien. ¡A mis 13 años ya me encantaba Maruxa!

Ahí comenzó todo y ya no he parado. Siempre como aficionado.

Como le dice un padre a su hijo al final del documental de TVE sobre zarzuela La romanza de Madrid, de 1988, “Te acompañarán toda tu vida, porque son inmortales”.

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