jueves, 25 de abril de 2024

Ana María, siempre estarás entre nosotros. "Gracias a todos, me habeis hecho muy feliz"

Elías Bernabé Pérez
27 septiembre 2022
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Ana María, siempre estarás entre nosotros. "Gracias a todos, me habeis hecho muy feliz"

"Gracias a todos, me habéis hecho muy feliz". Estas fueron las últimas palabras pronunciadas por Ana María Sánchez, sobre el escenario del Teatro Castelar de Elda, la noche del 28 de enero último,  cuando recibió el Premio Honorífico, que por vez primera se instituyó, dentro de los anuales Premios Radio Elda. Un teatro que ella reinauguró el 7 de abril de 1999, junto a la Orquesta de la Región de Murcia, y dirección de José Miguel Rodilla, y sobre cuyas tablas nos regaló su arte canoro, único e inconfundible, en más de 30 ocasiones. Fue, asimismo, su última aparición en público.

La noticia comenzó a difundirse poco después de las seis de la tarde. Era el sábado 17 de septiembre de 2022. Una fecha ya histórica.

La voz de Ana María Sánchez Navarro se había callado para siempre. Para siempre no, porque Ana María seguirá viva en nuestra memoria, su arte canoro será imperecedero, gracias a las magníficas grabaciones que nos regaló, cuando se encontraba en la plenitud de su carrera artística, y a los recuerdos personales de todos quienes, en algún momento de su vida, tuvimos contacto directo con ella.

Cuando se produjo el desenlace fatal, se encontraba rodeada de todos los suyos. Esposo, hijo, familiares, amigas y amigos íntimos. Ella sabía muy bien que estaba llegando a su final. Tanto, que dejó bien dicho a todos como sería su adiós a este mundo: oficio religioso en la Iglesia de Santa Ana, para después ser incinerada y que sus cenizas reposen en algún lugar indefinido.

Quiso la providencia que su óbito llegase cuando el templo parroquial todavía estaba presidido por el trono de los Santos Patronos, a quienes tantas veces ella ensalzó con su canto. Siempre sentido, discreto y sin alardes publicitarios para la galería.

Y es que esta fue una de las máximas de toda su vida: la discreción y el no alardear de sus logros.

Me viene a la memoria un hecho acaecido, creo que en Hamburgo. En el elenco de protagonistas de la ópera que iba a interpretar, se encontraba la hija de la más popular de las sopranos españolas. Y hasta allí, para publicitarla, se desplazaron los periodistas de una revista del corazón, de gran difusión. Cual sería su sorpresa, al ver que la protagonista principal de la obra era otra cantante española. Y no tuvieron más remedio que entrevistarla también. Pero Ana María no entró en el juego del cotilleo sentimental, y se ciñó al aspecto artístico. Nunca jugó con los medios para alcanzar mayor notoriedad. Su fama y prestigio los ganó a base de su trabajo.

Y es que ella siempre fue la antítesis de la diva, aun cuando por su calidad como cantante, elogiada como pocas veces se hace por todos los críticos, y público, tuvo razones más que sobradas para creerse que era la mejor de la clase.

Precisamente, junto con su familia, ha llevado hacia adelante su lucha contra el cáncer (que se le manifestó en noviembre de 2015 y no en 2019, como se ha publicado en algún medio) dentro de la más profunda normalidad y recato. Siete años duros, que se dice pronto, con ingresos constantes en el hospital, con varias intervenciones quirúrgicas, con algunos períodos de lucidez que le permitieron retomar sus clases en el Musikene, y alguna aparición pública, con sus dos últimos meses de cuidados paliativos en casa, y siempre con el buen humor que la caracterizaba, y con el convencimiento de que "la tarántula" que llevaba por dentro, no podría con ella.

 

En uno de sus mejores períodos de recuperación, cumplió 60 años Su esposo y su hijo le organizaron una cena sorpresa, que contó con más de setenta asistentes, muchos de ellos llegados desde poblaciones de otras comunidades autónomas. Familiares, amigos, compañeros en las lides musicales, alumnas, antiguos compañeros del Liceo Francés. Una noche inolvidable, en la que recibió la insignia de plata de la Escuela Superior de Canto de Madrid.

Siete duros, durísimos años, donde su esposo, Pepe, volvió a sacrificar su vida para estar en todo momento al servicio de su esposa, como lo estuvo tiempo atrás, cuando ella decidió abandonar su profesión de docente en el Liceo Francés de Alicante, quemar sus naves y marchar a la Escuela Superior de Canto de Madrid. Y ahí estuvo él, trabajando casi dos jornadas diarias, sábados incluidos, para que Ana María pudiera conseguir ese sueño de ser cantante de ópera. Un sueño tardío al que llegó por inducción del que fue su director en el Orfeón del Centro Excursionista Eldense, Antonio J. Ballester, y del entonces presidente de esta entidad social Rafael Tapia Valdés.

Y aunque su debut operístico se produjo cuando ya contaba 34 años, pronto alcanzó la cima, aún cuando en el concurso de canto de Bilbao, donde compareció en 1992, se tuvo que contentar con el premio a la mejor cantante en euskera. No tardó a dejar en entredicho a aquellos miembros del jurado, que le negaron un premio de los importantes. Y pronto alcanzó mayores logros en los escenarios que, quienes sí los obtuvieron.

Precisamente el director y presidente de aquel concurso bilbaino, José Antonio Amann, se mostró en total desacuerdo con el veredicto que dictaminaron, los especialistas en ópera componentes del jurado. La mayoría no eran cantantes. En unas declaraciones a la prensa dijo bien claro que con Ana María Sánchez se cometió una gran injusticia, pues para él demostró ser la mejor con diferencia. Él mismo le aconsejó que se presentara al concurso Citta d´Etna en Italia, donde el jurado estaba formado mayoritariamente por cantantes de reconocida valía. Y allí si que se supo valorar su calidad interpretativa, logrando el segundo premio. No obstante, el barítono que obtuvo el primero hizo una carrera mucho más modesta que la de la soprano eldense. No recuerdo su nombre, pero sí haberle visto actuar en el Teatro Principal de Alicante y en el Cervantes de Petrer, integrado en una compañía itinerante de nivel bajo.

Y llegó la noche del Monumental de Madrid

Por aquellos años, no tan lejanos, la Orquesta y Coro de Radiotelevisión Española instituyó una gala lírica anual, para dar a conocer a jóvenes valores, galardonados en los concursos de canto que se celebraban (algunos se siguen celebrando) en España.

La primera de ellas fue en 1994. En la segunda, 13 de enero de 1995, a instancias de José Antonio Amann en lugar de actuar el ganador del concurso bilbaino de 1992,  fue Ana María Sánchez quien lo representó.

¿ Y que pasó aquella tarde en el auditorio madrileño, sede de la orquesta y coro de RTVE ? Pues en primer lugar, que los hechos le dieron toda la razón a Amann. En esa "gran" final, no competitiva, de cantantes, 10 de nacionalidades diferentes, la Sánchez arrasó. Al término de su primera interpretación, el Vissi d´arte, de la ópera Tosca de Puccini, recibió una ovación atronadora, ensordecedora. Aquello fue la locura. ¡ Y tuve la suerte, enorme, de vivirla en directo !

La diferencia, clara y diáfana, se patentizó de nuevo, cuando al término del concierto los cantantes fueron apareciendo uno a uno, para recibir el aplauso final del público.

Recuerdo el entusiasmo desbordado del insigne tenor Pedro Lavirgen, quien la conoció en la gala homenaje a Manuel Ausensi, celebrada en Petrer en 15 de octubre de 1994, y ambos cantaron el dúo de Bohemios.

Y aunque lo he plasmado aquí, en este blog, en artículos anteriores, he de recordar lo que escribió el crítico Antonio Fernández Cid, en el diario ABC, cuyo titular ya fue expresivo:

El "Vissi d´arte" de Ana María Sánchez, gran premio del crítico.

 

Y en el texto de la crónica decía así:  Entre las voces que escuchamos una, importantísima, encendió los mayores entusiasmos, la soprano de Elda Ana María Sánchez, primer premio (resulta evidente que aquí se equivocó) de Bilbao en 1992, cantó un "Vissi d´arte" admirable y un "Pace Pace mio Dio" también de clase (...) (...) su voz de lírico "spinto" es grande, caliente, igual y segura, capaz de filados y matices como los que coronaron su Puccini. Es toda una cantante.

Y ese día comenzó todo.

Pero no quedó así la cosa. En la gala del año siguiente de la ORTVE, se la citó sin ella actuar. En el mismo diario ABC, donde ya no escribía Fernández Cid, pues falleció de forma repentina en Bilbao, precisamente, cuando iba a impartir una conferencia. Fue Gonzalo Alonso quien la calificó como "fuera de serie". Veamos:

Así lo pudimos comprobar en esta edición de la Gala Lírica de la Orquesta y Coro de RTVE. Si el año pasado escuchábamos una voz, la de Ana María Sánchez, con gran disposición para empeños relevantes, en este no podemos hablar de una voz o una personalidad fuera de serie.

"La voz más importante que hay en España"

Lo dijo José Antonio Amann públicamente, y no se equivocó lo más mínimo. En internet hemos encontrado una entrevista suya, no aparece fecha ni cabecera del periódico. De ella rescatamos las declaraciones que sobre la Sánchez realizó:

-Periodista: ¿Lo más importante que ha tenido el concurso de Bilbao?

-Amann: Puedo decir que cinco o seis ganadores están haciendo una gran carrera. Luego de entre éstos destacaría la voz más importante que hay en España, la de Ana María Sánchez Navarro, que salió de nuestro concurso. Yo la recomendé que asistiera a varios concursos (...) (...) y ganó premios importantísimos. Incluso la llevamos a Madrid representando al concurso de Bilbao y aquel concierto fue el espaldarazo de su carrera.

-Periodista: Finalmente, ¿Usted como presidente ha solido estar de acuerdo con los resultados de los jurados?

-Amann: A veces no. Los criterios de los jurados difieren un poco (...) (...) El director de teatro y el regidor de escena valoran la personalidad, la figura y el saber estar. Puede darse el caso de una concursante que canta como los ángeles pero pesa 150 kilos y el director de teatro no la acepta (...)

(...) Tenemos el caso de Ana María Sánchez, una mujer atractiva, guapa, pero gruesa que en Bilbao no ganó el primer premio y sí consiguió el destinado para la interpretación en lengua vasca. Por eso yo la recomendé que fuese a un concurso en Sicilia, en el que, salvo un director de orquesta alemán, todos los miembros del jurado eran cantantes, Raimondi, Cosotto, Vinco, Cappucilli. Efectivamente allí triunfó. Valoraron su técnica y su voz. 

  

Posiblemente los cantantes que refiere Amann fueron Ruggero Raimondi, barítono, con quien Ana María cantó, veinte años después, una Tosca de leyenda, en el Teatro Real de Madrid (su última ópera allí), Fiorenza Cosotto, mezzosoprano, Ivo Vinco, bajo, y Piero Cappucilli, barítono.Todos cantantes italianos del máximo nivel a escala mundial.

Y un apunte: en el jurado del concurso de Bilbao se encontraba el gestor Miguel Lerín, que no apostó por ella. Sin embargo, posteriormente se convirtió en su agente artístico.

Muy recordada por los críticos musicales

La mejor muestra de la indudable calidad de Ana María Sánchez, que José Antonio Amann adivinó y defendió, la hemos podido comprobar ahora, muchos años después, a raíz de su marcha, al ser recordada en diferentes medios.

Y es este un hecho destacable. Que tras muchos años de silencio, se haya mantenido su memoria en críticos y especialistas musicales, habla por sí solo de la indudable categoría de la soprano eldense.

Reproducimos algunas de las frases publicadas:

 

Justo Romero. Revista Scherzo edición digital.

Muere Ana María Sánchez, la sonrisa del canto

Fue una de las voces más inteligentes y nobles de la lírica española...soprano de alcurnia y personalidad entrañable (...) (...) derrochaba afecto, vitalidad y lucidez (...)

(...) Enamorada del hogar, de la vida doméstica y del sosiego de su Elda natal, nunca, ni siquiera en los mayores momentos de trajín profesional, llegó a dejar su residencia eldense.

Arturo Reverter. Diario La razón. Madrid.

Voz, estilo y dignidad profesional, timbre noble y grato de extensión suficiente, con una muy natural y canónica proyección del sonido y una inteligente puesta en música, para la que jugaban tanto una técnica de regulación muy trabajada y una sensibilidad musical fuera de duda. Su canto poseía una efusión espontánea que encandilaba.

Sobre el concierto de diciembre de 2001 en el Real dice:

(...) la suavidad de los ataques, el control del fiato, la naturalidad de los acentos y la variedad sin exageraciones de la expresión rayaron a gran nivel.

Nos regaló etéreas medias voces y algunos filados de impresión. Factores que determinaron, por ejemplo, la gran factura de la recreación de la imponente aria "Tu che la vanitá" de "Don Carlo", de Verdi. Las dos páginas de "Otello" que cantó deliciosa y expresivamente, con los "portamenti" establecidos, mostraron una y otra vez el terciopelo del timbre. Y un bis de antología: "Poveri Fiori" de "Adriana Lecoveur" de Cilea.

César Rus. Diario Las provincias Valencia.

Poseía un instrumento privilegiado, con una belleza natural que ella sabia administrar con inteligencia. Su canto fue siempre honesto, como lo fue su carrera y su modo de trabajar.

Pablo Meléndez Haddad. Diario El periódico Barcelona.

Dueña de una voz de timbre inolvidable.

Se ha apagado una de las voces de soprano más bellas, importantes y particulares de la reciente historia de la lírica española.

Su precioso timbre dejó huella en los aficionados, como con su inolvidable Liú en las funciones Turandot en la inauguración del nuevo Liceu, y su potente y convincente Norma (...)

(...) Pero si Ana María Sánchez fue una grande de la escena lírica española, su perfil humano le ganaba en dimensiones. Excelente colega, gran maestra de sus alumnos, amiga fiel de sus amigos...

Gonzalo Alonso. Blog beckmesser.com

La noticia supone para nosotros una conmoción. Todo nuestro cariño para Pepe. Una artista de pies a la cabeza y una persona admirable, a la que la enfermedad le obligó a interrumpir la carrera y que la ha vivido estos últimos años con valentía y dignidad sin par.

César Wonenburger. El debate. Periódico digital.

Muere Ana María Sanchez, una gran voz ...

Ana María Sánchez una de las cantantes españolas más importantes de la segunda mitad del siglo XX, falleció ayer tras una prolongada batalla contra el cáncer (...)

(...) Si su carrera se hubiera desarrollado en los años 50 del siglo pasado seguramente habría gozado de una mayor y merecida fama. Pero entonces la ópera aún no se encontraba infectada definitivamente por el estúpido virus de la imagen, que condena sin demora al ostracismo a intérpretes con todas las condiciones para conmover cantando (...)

(...) sus últimas actuaciones antes de retirarse se desarrollaron sobre todo en conciertos en los que alternó su magisterio en la ópera con una muy loable dedicación a la música española. Sus geniales interpretaciones de zarzuela, por ejemplo, gozaban de toda la gracia, la sutileza y la sabiduría de las más grandes como Berganza o Lorengar.

Infinidad de condolencias

Otros muchos medios, escritos, hablados y visuales, se hicieron eco de la noticia, pero sin adentrarse en analizar la trayectoria de la cantante, más allá de lo que puede considerarse como una simple nota o comunicado de prensa, con datos biográficos.

De la misma forma, la serie de condolencias recibidas por su familia, ha sido innumerable.

Destacamos las de la Fundación Princesa de Asturias, Real Academia de Bellas Artes de San Carlos, Música en Compostela, los directores de orquesta Enrique García Asensio y José de Eusebio, el director artístico del Teatro Real, Joan Matabosch, a título personal.

El Teatro de la Zarzuela de Madrid se hizo eco de la noticia, transmitiendo sus condolencias, el domingo 18, por medio de su página web.

Especialmente conmovedora resulta la publicada por la Orquesta y Coro de Radiotelevisión española, en su página de facebook:

Ana María Sánchez, además de poseer una voz bellísima y una exquisita elegancia en el escenario, ha sido una gran Maestra que ejerció con amor la enseñanza del Canto y se dedicó a descubrir y recuperar repertorio poco interpretado de nuestra música.

En 2004 y 2006 tuvimos el honor de grabar junto a ella dos CDs de Zarzuela bajo la dirección de Enrique García Asensio. El segundo de ellos interpretando Dúos junto a María José Montiel.

Fue una mujer afectuosa y exquisita en el trato con los músicos de Orquesta y Coro, siempre dispuesta y generosa en la conversación cercana, una de esas personas con las que hablas por primera vez  y sientes como de tu familia. Todos la recordaremos con inmenso cariño. (...)

(...) Que su voz siempre nos acompañe y sea "paz para el alma" como a ella le gusparía. DEP.

 

El pasado domingo, por la tarde, entre las muchas personalidades de la música y el canto que se dieron cita en la Iglesia de Santa Ana, vimos a los  directores y profesores de orquesta José Miguel Rodilla, que la acompañó desde el inicio hasta el final de su carrera, Pilar Vañó, que también la dirigió en varias ocsiones, el tenor crevillentino José Sempere, con quien cantó en sus inicios,  y las sopranos Elisa Belmonte, profesora de la Escuela Superior de Canto de Madrid, Maria José Martos, profesora del Conservatorio Superior "Oscar Esplá" de Alicante, sus alumnas Mavi Corbacho y Teresa Albero.  La mezzo Silvia Corbacho, directora del Teatro Principal de Palma de Mallorca, cuando Ana María debutó en 1994, en Nabucco, y repitió al año siguiente en El trovador. El responso fue oficiado por el sacerdote petrerense Fernando Brotóns Muñoz, amigo íntimo de la cantante, y compañero de conservatorio. Pertenece a la Capella del Misteri d´Elx, donde encarna al apóstol San Pedro, luciendo una bella voz baritonal.

Últimos Homenajes

Sin duda, sobre un escenario, el último homenaje que recibió Ana María fue el del 28 de enero, en la gala de entrega de los Premios Radio Elda. La situación sanitaria por el COVID no permitió que el Teatro Castelar agotase su aforo, como ha ocurrido en las entregas de premios anteriores. El acceso estuvo limitado.

El mismo COVID impidió un homenaje anterior, cuya organización ya estaba bastante avanzada, previsto para abril la segunda quincena de abril de 2020, aprovechando otro periodo de bonanza en su enfermedad. Cuando se restableció la normalidad sanitaria y el Teatro Castelar recuperó su actividad plena, ya no fue posible, debido a su delicado estado de salud.

Pero el último aplauso todavía estaba por llegar. Se produjo el pasado domingo, día 18, a las seis horas y diez minutos de la tarde, cuando el vehículo funerario inició la marcha camino del tanatorio, donde sería incinerada.

 

Reproducimos el texto íntegro pronunciado por Ana María Sánchez en público, durante la Gala de la Premios Radio Elda, la noche del 28 de enero de 2022, en el Teatro Castelar, y que fueron emitidas el pasado lunes, día 19, en un programa especial de la emisora, que está disponible en el apartado "A la carta" de su portal web.

En esta noche llena de emociones y rodeada de tanto talento, quiero ante todo felicitar a los premiados, quiero dar las gracias a Radio Elda Cadena SER, por el honor que me hace al otorgarme este premio que, por cierto, ¿ no sé si os habéis dado cuenta ? que es número trece. ¡Ahí lo dejo!

Gracias, porque es un premio que recibo en mi pueblo, la ciudad a la que quiero, a la que siempre vuelvo, donde tengo a mi familia, a mis amigos, mi casa.

Gracias, porque es un premio que recibo en este teatro, que tuve el honor de reinaugurar, y en cuyo escenario he vivido tantos momentos maravillosos, y más de treinta conciertos.

Y gracias porque llega en un momento delicado de mi vida.

Ahora mismo me siento como aquella oruga, que estaba creciendo dentro de su capullo, luchando por tener más espacio, y que ya agotada, justo cuando pensó que era su final, se convirtió en mariposa.

Espero poder compartir pronto con mis queridos voluntarios de la Asociación Contra el Cáncer, ese momento tan esperado.

Por cierto, habéis nombrado la creación del voluntariado, y habéis nombrado a Regino. Y quiero recordaros que en aquel momento, Regino pidió mi ayuda, y hicimos aquí un concierto para recaudar fondos con ese fin.

El premio que me entregais a mí, por primera vez, tendrá una continuidad, porque si algo tenemos aquí en Elda y en la comarca, es talento a raudales y espíritu de lucha, y hay muchísimas personas que hacen una labor callada, procurando un gran bien a todos sus congéneres.

Pienso en esos sanitarios, que nos entregan sus cuidados y su compasión con cariño. Con esa pasión y fuerza que solo da una verdadera vocación, y que les hace resistir en esos momentos tan difíciles, por los que todavía estamos atravesando.

Pienso en esa solidaridad, que hace que las personas que lo están pasando mal, se sientan acogidas y valoradas.

En los científicos, que siempre con carencia de medios, desgraciadamente, siguen investigando, para librarnos de tantas enfermedades.

En los educadores, que tienen en sus manos a los futuros ejes de nuestra sociedad.

En los empresarios y en los trabajadores, que día a día unen sus fuerzas, para mantener a flote la economía de nuestro país.

En las personas, que desinteresadamente se sacrifican y trabajan, para que vivamos en un mundo más sano y más sostenible.

Pienso, por supuesto, en los deportistas, que con su afán de superación nos enseñan que nunca, un no puedo.

Y pienso, como no, en los artistas, que nos ayudan a salir de la realidad, que a veces es cruel, alimentando nuestros sueños, y formando nuestro espíritu con su arte.

¿ Qué más puedo decir ? ¡ Gracias a todos, por todo. Me habéis hecho muy feliz ! 

Contenido de los vídeos:

  1.  La tempranica. Gerónimo Giménez. Canción de Grabié.

     Orquesta de RTVE. Enrique García Asensio, director.

  1.  Tosca. Giacomo Puccini. Vissi d´arte".

     Orquesta de RTVE. Odón Alonso, director. 13-1-1995.

  1.  Gianni Schichi. Giacomo Puccini.

     Gala benéfica Voces para la paz, Orquesta Músicos solidarios.

     Jesús López Cobos, director.

  1.  Don Carlo. Giusseppe Verdi.

     Orquesta de Valencia. MiguelmAngel Gómez Martínez, director.

  1.  La tempranica. Romanza de María.

    Orquesta y coro de RTVE. Enrique García Asensio, director.

  1.  La gran vía. Federico Chueca. Chotis del Elisedo madrileño.

     Orquesta y coro de RTVE. Enrique García Asensio, director.

  1.  La del manojo de rosas. Pablo Sorozábal. Romanza de Ascensión.

     Orquesta de RTVE. Enrique García Asensio, director.

  1.  Chateau Margaux. Manuel Fernández Caballero. Romanza de Angelita.

     Orquesta de RTVE. Enrique García Asensio, director.

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