De la improvisación y la precariedad al nuevo palacio ferial
En la IV Feria Internacional del Calzado, en el año 1963, se presentó la maqueta del nuevo recinto ferial. Ya todos apuntaban que se construiría en el antiguo campo de fútbol "El Parque" añadiendo algunas zonas adyacentes. Una espléndida maqueta que dejó "boquiabiertos" a propios y a extraños, ¿quién podía imaginar que en solo tres años se aspirara a un recinto propio con una superficie de 13.400 metros cuadrados? La maqueta contemplaba dos edificios, uno de ellos para albergar lo que sería el edificio ferial de exposiciones y el otro para oficinas, salón de actos e incluso un espacio para lo que sería un museo del calzado. El autor del proyecto sería el entonces arquitecto municipal del Ayuntamiento de Elda, Miguel López, pero lo más llamativo era que se proponían edificar el recinto, con todos los problemas de expropiaciones etc, en solo un año, es decir, se pensaba inaugurar el nuevo conjunto de edificios para la próxima Feria del Calzado de septiembre de 1964.
Esa "Babel de la industria del calzado", como se llamó en su día a uno de los proyectos más importantes de la provincia, más deseado y más complejo por la forma en que se tenía que realizar, pondría todo el énfasis en los logros conseguidos por el resultado de las ferias en los cuatro años de éxitos continuados, el atractivo para los compradores de toda España y especialmente, la gran atracción que empezaba a suponer la llegada de firmas extranjeras. Elda en 1963 estaba en el ojo del huracán del desarrollo, del optimismo y del comercio del calzado. Todo el mundo apostaba por nuestra ciudad y todos, sin excepción, auguraban un futuro brillante y prometedor, como así fue.
Con el anteproyecto y la maqueta también se valoró el coste de las obras estimadas en cincuenta millones de pesetas, pero en una primera fase solo se acometería la mitad del proyecto, con el fin de acortar las obras y que estuviese todo a punto para el final del verano de 1964, por lo tanto los 25 millones necesarios se solicitaron a la Caja de Ahorros del Sureste de España que, en una reunión plenaria de su Consejo de Administración en marzo de 1963, acordó por unanimidad sumarse al proyecto con ese crédito. Además de las oficinas, salón de actos y museo del calzado, se añadieron otros servicios como cafetería-restaurante para 450 personas, salas de prensa e incluso un hotel, que naturalmente tampoco se llevó a cabo.
Todo estaba en marcha ya, solo faltaba contar con los terrenos, y el propietario de El Parque era el Ayuntamiento, que no podía vender los terrenos a terceros, pero sí se encontraría una fórmula para permutar unos terrenos por otros, y eso fue lo que se hizo. Además quedaba el complejo entramado de las expropiaciones y el pago a los propietarios de viviendas y locales colindantes que eran necesarios anexionar al proyecto.
Los comentarios en los medios hablaban de un "baño de esperanza". Del diario Información entresacamos unos párrafos firmados por Isidro ?? el 9 de marzo de 1963: "Elda con este su estilo de trabajar mucho y divertirse mucho, ha crecido casi de la nada, ha creado un poderoso núcleo industrial y camina hacia un futuro magnífico con el mayor de los entusiasmos y la más rotunda fe...Y todo ello queda en uno la seguridad de que Elda alcanzará cuanto se propone; porque intuye, con acierto, su magnífico destino".
José María Amat Amer, es un apasionado del calzado. Como ingeniero técnico, el destino lo encaminó hacia la industria de su ciudad. Como profesor de Tecnología del Calzado, llego a conocer investigando, la industria del calzado. Publicando algunos libros sobre tecnología, artesanía y desarrollo social; siempre con el calzado como única premisa. El Museo del Calzado fue una de las realizaciones que le llevó a pasar de técnico a un apasionado del zapato. Con la mejor de las intenciones, y siempre con la pretensión de prestigiar la industria y el calzado de la ciudad de Elda, colabora en este blog para crear más amigos con inquietudes similares.