Fabricaciones perdidas (no olvidadas) en la industria del calzado de Elda
Con el paso del tiempo y con la pujante industria actual de fabricación de calzados de mujer en las gama media-alta, han quedado solo para el recuerdo una serie de fabricaciones que también se realizaba en Elda con extraordinaria pericia y calidad. La industria del calzado en sus orígenes, fabricaba zapatos de todas las clases y de casi todos los tipos. Algunos de ellos obedecían a complicados procesos de ejecución que daban al calzado características diferentes: resistencia, flexibilidad, elegancia.... Pero todo eso se ha ido perdiendo con los años en nuestra ciudad.
Recordemos alguna de las fabricaciones perdidas en la industria del calzado local y que, estoy seguro, algunas personas mayores recordarán con nostalgia:
El zapato montado Good-year que era un montado muy resistente (se sigue fabricando en otros lugares) con la suela cosida a una vira. El zapato montado empalmillado (para calzado de caballero especialmente), un montado cosido "entrecarne" que sujetaba la planta, el canto del corte y la vira, un trabajo solo destinado a los maestros del oficio cuando se realizaba de forma manual. El montado enredado para el zapato de mujer. Este era un cosido del canto de montado blake a la planta. El montado tipo kiowa, que no ha variado en la forma en que se fabrica actualmente. En Elda había fábricas destinadas a este tipo de fabricación, cuyo nombre viene de la forma en que los nativos americanos confeccionaban sus calzados, y que consiste en la colocación de la horma por el hueco, ya que la parte inferior está cerrada. El calzado con montado tipo guante, que suponía una especie de mocasín, también cerrado por la parte inferior y cosido a la planta o a la suela. El montado llamado Crispín (tengo entendido que quizás todavía existe alguna fábrica en Elda que lo realiza), que consiste en una variante del montado halley, pero en lugar de quedar el canto vivo, se cosía hacia abajo y a una vira. El montado tipo guaracha, empleado especialmente en las sandalias, en las que se perforaba la entresuela para sujetare el corte entre esta y la suela. Además de las descritas también se empleaban otras técnicas que aseguraban el montado de forma más resistente: el punteado; el cosido blake y, naturalmente, el montado clavado que era una forma de afianzar el montado ante la carencia de adhesivos o, más tarde, como un refuerzo definitivo al montado pegado.
José María Amat Amer, es un apasionado del calzado. Como ingeniero técnico, el destino lo encaminó hacia la industria de su ciudad. Como profesor de Tecnología del Calzado, llego a conocer investigando, la industria del calzado. Publicando algunos libros sobre tecnología, artesanía y desarrollo social; siempre con el calzado como única premisa. El Museo del Calzado fue una de las realizaciones que le llevó a pasar de técnico a un apasionado del zapato. Con la mejor de las intenciones, y siempre con la pretensión de prestigiar la industria y el calzado de la ciudad de Elda, colabora en este blog para crear más amigos con inquietudes similares.